Introducción a la fisioterapia respiratoria en pediatría Fisioterapia respiratoria pediátrica I CONTENIDO 1. Objetivos 2. Anatomía y desarrollo del aparato respiratorio infantil 3. Fisiología respiratoria en el niño: características específicas 4. Objetivos, indicaciones y contraindicaciones en la fisioterapia respiratoria pediátrica Objetivos Indicaciones Contraindicaciones generales 5. Bibliografía Introducción a la fisioterapia respiratoria en pediatría | Objetivos • Hacer un breve repaso de la anatomía y fisiología del aparato respiratorio infantil. • Conocer las diferencias entre el adulto y el niño, en cuanto a la anatomía y funcionamiento del aparato respiratorio. • Aprender los objetivos, indicaciones y contraindicaciones de la fisioterapia respiratoria en pediatría. Anatomía y desarrollo del aparato respiratorio infantil La anatomía del aparato respiratorio infantil presenta una serie de peculiaridades relacionadas con su desarrollo y maduración, aunque a grandes rasgos su anatomía es igual que en los adultos. El aparato respiratorio puede dividirse en dos partes, en función de su situación anatómica, considerándose el hito anatómico que las divide el cartílago cricoides (figura 1): • Vía aérea alta o superior: incluye conductos nasales, faringe y laringe. • Vía aérea baja o inferior: incluye tráquea, bronquios, bronquiolos, alveolos y tejido pulmonar. 3 Aproximadamente, el 50 % de la resistencia total de la vía aérea está en la vía aérea superior, pudiendo aumentar hasta el 80 % en los recién nacidos, por lo que, en los lactantes que son respiradores nasales principalmente, la obstrucción de la nariz generará con facilidad el uso de musculatura accesoria inspiratoria. Además, la faringe de los niños destaca por presentar las trompas de Eustaquio más horizontalizadas, favoreciendo la diseminación de procesos infecciosos hasta el oído. Actualmente, diversos estudios han puesto en duda las diferencias morfológicas clásicas en la laringe de los niños determinando que la forma es más bien cilíndrica, similar a los adultos (tabla 1). En la laringe se coordinan la respiración y la deglución, además de producirse la fonación mediante el buen funcionamiento de las cuerdas vocales. De 0 a 2 años los cartílagos en las vías aéreas son más blandos y están menos desarrollados, lo que en el caso de la tráquea extratorácica permite la aplicación de técnicas de fisioterapia respiratoria en esa zona para favorecer la movilización de las secreciones. Sin embargo, esta característica en los cartílagos hace que dichas estructuras sean más propensas al colapso (por ejemplo, en la faringe durante el sueño, pudiendo producir incluso apneas), y que la tos sea menos eficaz. Figura 1. Clasificación anatómica y funcional de la vía aérea. Sánchez T, Concha I (2018). Introducción a la fisioterapia respiratoria en pediatría | Edad infantil Laringe más alta (C3-C4) 4 Edad adulta Laringe en C4-C5 Epiglotis larga, rígida y con forma de “U” Epiglotis ancha o “V” Ángulo 45º epiglotis – pared anterior faringe Epiglotis más cercana a la lengua (perpendicular) Vía aérea cónica (embudo) Vía aérea cilíndrica Zona más estrecha: cricoides Zona más estrecha: glotis (rima glottidis) Tabla 1. Diferencias clásicas entre la vía aérea de un niño vs adulto. Sánchez T, Concha I (2018). A nivel pulmonar, se encuentra las siguientes divisiones (figura 2): • Pulmón derecho: 3 lóbulos (superior, medio, inferior). • Pulmón izquierdo: 2 lóbulos (superior, inferior). • Cada lóbulo se va a dividir en varios segmentos, con su bronquio segmentario correspondiente. • Lóbulo superior: 1. Apical, 2. Anterior, 3. Posterior. • Lóbulo medio: 4. Superior lingular (izquierdo) y lateral (derecho), 5. Inferior lingular (izquierdo) y medial (derecho). • Lóbulo inferior: 6. Superior, 7. Basal anterior, 8. Basal lateral, 9. Basal posterior. El árbol traqueobronquial se va formando desde la tráquea, con las siguientes divisiones: • • • • • • • • Tráquea (0 generación) Bronquio principal derecho e izquierdo (1 generación) Bronquios lobares (2 generación) Bronquios segmentarios (3 generación) Bronquiolos (4-16 generaciones) Bronquiolos respiratorios (17-19 generaciones) Conductos alveolares (20-22 generaciones) Sacos alveolares (23 generación) Figura 2. Proyecciones de los segmentos pulmonares. Sánchez T, Concha I (2018). Introducción a la fisioterapia respiratoria en pediatría | El diámetro de las vías se va reduciendo con cada generación, sobre todo a nivel de los bronquiolos, pero el número de vías va aumentando progresivamente, por lo que la superficie total del pulmón va creciendo. Las primeras divisiones son cartilaginosas (sobre todo la tráquea), y a partir de la 6ª a la 10ª generación ya no están formadas por cartílago (figura 3). La vía aérea de conducción incluye las generaciones 0-16, la vía aérea de transición las generaciones 17-19, y la vía aérea respiratoria las generaciones 20-23. En las vías aéreas hay músculo liso, sobre todo a nivel de los bronquiolos donde la capa mucosa es más delgada y las fibras musculares son circulares. El tono muscular normal mantiene la vía aérea abierta, pero cuando aumenta ese tono (broncoespasmo) disminuye el diámetro de las vías aéreas. En cuanto a la capa mucosa es más grande en las primeras generaciones (por donde pasa todo el aire), así como a nivel bronquiolar aunque es menos gruesa por el menor calibre de base de estas vías, por lo que si se presenta una hipersecreción mucosa se van a ver afectados. 5 Además, en los niños hay mayor densidad de glándulas mucosas y son de mayor tamaño, como mecanismo de defensa. Por ello, la hipersecreción mucosa suele ser el motivo principal de obstrucción bronquial en el lactante, más que el espasmo causado por el músculo liso, el cual está menos desarrollado. Otra característica del moco en la edad infantil es que es más viscoso adherente de base, ya que las mucinas son más ácidas. El epitelio respiratorio está recubierto por cilios de las células ciliadas, cuya función es movilizar el moco hacia proximal. Este batido ciliar produce una ola sincronizada de arrastre, a una frecuencia de 8 Hz a 20 Hz, y es un mecanismo de defensa fundamental. A nivel distal ocurre la ventilación colateral entre bronquiolos y/o alveolos, que facilita el intercambio de gases. Esta ventilación colateral no está presente antes de los 3 o 4 años y va madurando hasta los 8 años, lo que favorece la aparición de atelectasias periféricas, incluso lobulares. La ventilación colateral se produce a través de lo siguiente (figura 4): En los niños hasta 5 años, la vía aérea pequeña distal contribuye al 50 % de la resistencia total de la vía aérea, por lo que se van a ver más afectados por patologías que afecten a esta zona, como por ejemplo la bronquiolitis. Figura 3. Fisiología respiratoria 9ª edición. John B, West MD, PhD, DSC. 2012. • Los canales de Martin: comunican bronquiolos entre sí. Aparecen a partir de los 6 años, y son inconstantes (aparecen cuando hacen falta). • Los canales de Lambert: comunican bronquiolos y alveolos. Aparecen a partir de los 6 años. • Los poros de Köhn: comunican alveolos entre sí. Aparecen a partir de los 2 años. Introducción a la fisioterapia respiratoria en pediatría | 6 Figura 4. Esquema de la ventilación colateral. Se representa con la flecha azul un canal de Martin, con la flecha verde un canal de Lambert y con las flechas rojas los poros de Köhn. Lizama-Pérez R, Pacheco JP, Muñoz-Cofré R, Conei D, Nicholson C (2019). El árbol bronquial se forma antes de la semana 16 de embarazo, y al nacimiento se tiene unos 50 millones de alveolos y bronquiolos respiratorios (un 20 % del adulto). Este número de alveolos va aumentando hasta llegar a los 300 a 480 millones, y se van formando los sacos alveolares. Diversos estudios apuntan que sigue habiendo alveolarización incluso hasta los 21 años, lo que aumentaría la capacidad de recuperación del pulmón. En general, hasta los 8 años no se considera que el pulmón está maduro, por estas características del desarrollo pulmonar. Además, para facilitar la función pulmonar se tiene el surfactante, que segregan los neumocitos tipo II en los alveolos a partir de la semana 35 de gestación. Su principal función es evitar que los alveolos se colapsen. Fisiología respiratoria en el niño: características específicas La respiración puede dividirse en dos fases respiratorias: • Inspiración Aumento de los tres diámetros de la caja torácica. A nivel muscular, las estructuras implicadas son en la inspiración son las siguientes: - Diafragma: músculo principal de la respiración, realiza un movimiento tridimensional, aumentando los tres diámetros de la caja torácica. Tiene forma de doble cúpula, con inserciones en costillas inferiores, esternón y D12-L2, y está inervado por el nervio frénico (C3-C5). Su movimiento se desarrolla de la siguiente manera: » Descenso: empujando la masa visceral abdominal hacia anterior. Aumenta el diámetro vertical, se calcula que produce el movimiento del 60 % del aire. » Expansión lateral: una vez que ha llegado al límite del descenso (por el tope de las vísceras abdominales), empuja las costillas inferiores que se desplazarán en asa de cubo hacia fuera y hacia craneal. Aumento del diámetro transversal, se calcula que produce el movimiento del 15 % del aire. » Palanca o brazo de bomba: por último, empuja el esternón hacia anterior y craneal, moviéndose con el esternón todas las costillas que están unidas a él. Aumento del diámetro anteroposterior, se calcula que produce el movimiento del 25 % del aire. - Músculos intercostales externos - Músculos accesorios: deberían activarse sólo durante el ejercicio o al coger aire con más fuerza, no durante la respiración de reposo: ECOM, escalenos, trapecios, pectoral mayor y menor, serratos y romboides. Introducción a la fisioterapia respiratoria en pediatría | • Espiración Durante la respiración en reposo se produce por el retroceso elástico del pulmón, acompañado de la relajación de la musculatura inspiratoria. Para hacer una espiración forzada o activa (por ejemplo, al toser) se activan los músculos abdominales e intercostales internos. Cuando la musculatura no tiene fuerza suficiente (generalmente por causas intrínsecas de la propia musculatura o su inervación) o resistencia suficiente (por causas generalmente pulmonares) ocurre la fatiga respiratoria. Los niños tienen mayor tendencia a la fatiga respiratoria por la menor resistencia en su musculatura. La longitud óptima de la musculatura inspiratoria ocurre cuando se llega al volumen residual, al final de la espiración. Para la musculatura espiratoria la longitud óptima ocurre cuando se llega a la capacidad pulmonar total, al final de la inspiración. La caja torácica de los lactantes tiene diferencias anatómicas con la del adulto, ya que las costillas se componen principalmente de cartílago y son más horizontales respecto a la columna dorsal, lo que unido a su posición frecuente en decúbito supino hace que el diafragma esté más aplanado, disminuyendo su efectividad en la contracción. Además, las vías aéreas periféricas del lactante tienen menor capacidad de retracción elástica y de distensibilidad. Por todo esto, la caja torácica infantil es más circular y menos eficaz mecánicamente, respecto al adulto cuya caja torácica es más ovoide. En el lactante las presiones de las técnicas de fisioterapia respiratoria sobre la caja torácica se transmitirán con mayor facilidad al pulmón, al ser esta caja torácica más “blanda”, por lo que se tendrá que ajustar la presión ejercida para no generar un cierre de las vías aéreas. Otros factores que pueden influir en la capacidad respiratoria son la rigidez articular de la caja torácica o las grandes deformidades de la columna y/o la caja torácica, como, por ejemplo, la escoliosis asociada a patología neurológica. Es importante también recordar la función de las pleuras (parietal y visceral), que unen los pulmones a la caja torácica y ayudan a que siempre haya una cierta cantidad de aire en ellos para que no se colapsen. Entre ambas capas pleurales hay una pequeña cantidad de líquido para disminuir el roce y la presión va a ser negativa en reposo, que irá cambiando durante la respiración. 7 La regulación de la respiración se produce por diversos quimiorreceptores (tanto a nivel central como periférico) y mecanorreceptores (a nivel pulmonar), y su relación con el sistema nervioso central, que estimulará a los músculos respiratorios. En principio, el pulmón tiene sincronismo ventilatorio (diferentes regiones se llenan y vacían a la vez), cuando hay buena distensibilidad/elasticidad y la resistencia es la misma en todas las regiones. En general, las características específicas del niño pequeño (sobre todo en el lactante) hacen que la tendencia sea a la hiperinsuflación. Para evitarla y movilizar más volumen de aire por minuto, su frecuencia respiratoria va a ser mayor que en el adulto, produciéndose incluso apneas y respiración irregular en el recién nacido. La frecuencia respiratoria será un signo importante para valorar en la patología respiratoria pediátrica. Otra situación frecuente para tener en cuenta en los lactantes es la presencia de reflujo gastroesofágico, que según la cantidad y tipo de contenido en los episodios de reflujo puede provocar una inflamación de las vías aéreas superiores o proximales, por la microaspiración del contenido refluido. Además, el cuello de los recién nacidos y lactantes es más corto y no favorece el paso del aire fácilmente, por lo que se debe evitar el prono y el uso de almohadas en lactantes (sobre todo por debajo de los 6 meses de vida), para disminuir el riesgo de muerte súbita. A nivel inmunológico existe una inmadurez propia en los lactantes, ya que su sistema inmunitario se está desarrollando, lo que les hace más propensos a tener mayor afectación ante una infección vírica o bacteriana (como por ejemplo ante una infección por VRS). Por último, es importante tener en cuenta que, por las características propias del lactante, no hay grandes diferencias de ventilación y perfusión entre ambos pulmones o entre segmentos pulmonares según la posición en que se coloque, al menos hasta los 2 años. Por ello, muchas de las técnicas se realizarán con el paciente en decúbito supino, para conseguir una buena desinsuflación en todas las áreas del pulmón. Alrededor de los 8 años se pasaría a utilizar las técnicas en decúbito lateral. Introducción a la fisioterapia respiratoria en pediatría | Objetivos, indicaciones y contraindicaciones en la fisioterapia respiratoria pediátrica. Objetivos A nivel general, los objetivos de la fisioterapia respiratoria pediátrica son los siguientes: • Movilizar y favorecer la eliminación de las secreciones mucosas (desobstrucción bronquial) para disminuir la hiperinsuflación. Sobre todo, cuando hay un exceso de secreciones, son muy adherentes o la musculatura respiratoria no tiene fuerza suficiente para producir volúmenes y flujos óptimos. • Conseguir mayor distensibilidad pulmonar y reclutamiento alveolar, aumentando la ventilación en las áreas poco ventiladas y previniendo/tratando las bronquiectasias, atelectasias, neumonías, etc. • Mejorar el asincronismo ventilatorio (retraso en el llenado/vaciado de las áreas enfermas del pulmón). Sobre todo, en niños más mayores, donde ya hay ventilación colateral y son capaces de colaborar. • La prevención de los daños estructurales, evitando las cicatrices y la pérdida de elasticidad en los tejidos del sistema respiratorio. Indicaciones Aunque la evidencia que justifica el uso de la fisioterapia respiratoria aún es insuficiente en muchos casos, las indicaciones más frecuentes son las siguientes: • Enfermedades crónicas que cursan con broncorrea (fibrosis quística) • Neumonía en fase de resolución • Asma (cuando predomine la mucosidad y la ventilación esté asegurada) • Atelectasia aguda y subaguda • Trasplante pulmonar En cuanto a infecciones agudas como la bronquiolitis, actualmente hay estudios que apuntan a que la fisioterapia respiratoria puede ser efectiva en las fases tempranas de la infección, no es así en cuadros de mayor gravedad que necesitan del ingreso hospitalario. La repetición de infecciones en el tracto respiratorio predispone a la aparición de problemas respiratorios en el adolescente y adulto como, por ejemplo, la relación entre la bronquiolitis y el asma, lo que justifica la intervención temprana y las medidas preventivas. 8 Además, la hipersecreción mucosa y la dificultad para movilizar y eliminar dichas secreciones suele ser el mayor motivo de disminución del calibre de las vías respiratorias en los lactantes, lo que indicaría el tratamiento de fisioterapia respiratoria para ayudar a movilizar las secreciones mucosas, sobre todo en las fases tempranas de las infecciones agudas. Para ello, se diseñará un programa de fisioterapia respiratoria con las técnicas más adecuadas en función del tipo de patología respiratoria (obstructivarestrictiva-mixta) y la edad del paciente, además de educar a los pacientes y sus familias en las medidas de autotratamiento y prevención. Contraindicaciones generales Algunas contraindicaciones generales son las siguientes: • • • • • • • • • • • • • Recién nacido de bajo peso extremo Fase aguda de broncoespasmo Fracturas costales no consolidadas Infecciones agudas no controladas o de origen desconocido ERGE (reflujo gastroesofágico patológico) sin tratamiento Cirugía abdominal o torácica Inestabilidad hemodinámica Episodio de hemoptisis grave Afecciones neurológicas centrales (contraindicación relativa) Gran quemado de tórax (contraindicación relativa) Procesos neoplásicos en la zona (contraindicación relativa) Malformaciones cardíacas (contraindicación relativa) Osteoporosis severa Cada técnica de fisioterapia respiratoria contará con sus indicaciones y contraindicaciones específicas. Introducción a la fisioterapia respiratoria en pediatría | Bibliografía 1. Asenjo CA, Pinto RA. Características Anátomofuncional del aparato Respiratorio durante la infancia. Rev Med Clin Condes. 2017; 28 (1): 7-19. 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