LA IGLESIA EN COLOMBIA Como haber conocido a Cristo por medio de mi Iglesia cambio mi vida. Son innumerables las veces en que somos cuestionados los católicos sobre nuestra iglesia, lamentablemente no tenemos las bases necesarias para defenderla y demostrar con argumentos sólidos sobre su fundación, jerarquía, características; además del porqué es un sacramento de salvación y de qué manera hemos puesto en práctica las palabras del sacerdote en el sacramento del bautismo dónde nos declara sacerdotes profetas y reyes. En este ensayo quiero demostrar de que manera podemos ser participes de la única Iglesia fundada por Cristo, defendiéndola y sintiendo como el espíritu santo derrama su gracia con sus dones en nuestra vida y en la de nuestras familias; por medio de los sacramentos; cuando pasamos de ser simples observadores a formar parte de los grupos eclesiales en nuestra Parroquia, a entender de manera más profunda por que Cristo quiso Instituir la Iglesia cuando después de resucitar le dijo a Pedro “ Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia” Mateo 16, 18-19 a pesar de haberlo negado 3 veces y El en su inmensa sabiduría y amor decidió que era Pedro quien sería la cabeza de nuestra amada iglesia. Hasta hace unos años no me hubiese podido imaginar que podría llegar a hablar del profundo amor que siento por Dios después de entender que entregó a su hijo amado por nuestros pecados y como lo envío al mundo para que su palabra quedará en nuestro corazón. En Colombia es común encontrar a personas que se dicen ser católicas y que no conocen el verdadero significado de cada una de sus características; lamentablemente yo era una de esa personas que solo asistía a una Eucaristía por cumplir con el mal llamado requisito del día domingo. Hasta que decidí que era el momento de adquirir mayor conocimiento de la palabra de Dios de asistir a los cursos bíblicos que organizaba la Parroquia a la cual pertenecía e integrar el grupo eclesial que me fue enamorando más de la única iglesia Instituida por Cristo además poder gozar con la presencia de El por medio de la comunión conmemorando la última Cena cuando Jesús Instituyó la Eucaristía. Es un orgullo en este momento poder formar parte de los laicos comprometidos que pueden mostrar como Dios transforma nuestras vidas tomando como referencia las palabras del Padre Casildo en su audio donde nos recuerda como Somos hijos de Dios dónde habita el Espíritu Santo para acoger la salvación. Es fundamental poder contribuir a cambiar esa manera de pensar, que la iglesia no solo ese lugar donde la gente decide ir a encontrar un momento con Dios; que la iglesia es una, católica, santa y apostólica como lo muestra la carta de San Pablo a los efesios 2,20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y la formamos todos los bautizados que tenemos además un compromiso como lo cita Marcos 16, 15-16 dónde nos recuerda como Cristo envía a los apóstoles y les dice “vayan a todas las criaturas y que les prediquen y las bauticen” ese compromiso no solo es de los sacerdotes o de los demás miembros del orden Jerárquico (obispos, sacerdotes y diáconos) si no de todos los bautizados que posteriormente reafirmamos nuestros compromisos recibiendo los dones del espíritu santo por medio de los sacramentos. En una ocasión le preguntaba a mis estudiantes como les parecería si los invitarán a una fiesta y no pudieran recibir el ponqué, ni la cena que ofrecían en la celebración o no poder cantar las canciones de la fiesta, la respuesta de ellos era muy espontánea que pereza muy aburrido; además les complementaba la pregunta se han puesto a pensar de qué manera se sentiría el festejado o quien los invitó a la fiesta cuando observa que sus invitados especiales no participan del banquete. La comparación la realizaba para que entendieran como la Santa Eucaristía es una celebración Majestuosa de la Iglesia Católica dónde tenemos la oportunidad de reconciliarnos, con Cristo ofrecer lo mejor y lo más maravilloso poder recibir su cuerpo y su sangre por medio de la comunión. Es un encuentro con el Señor que muchos no experimentan pues han decidido no participar del Banquete eucarístico. Una vez pude entender el Misterio donde Cristo es mi Protagonista y decidí compartirlo con quienes quieren sentir la gracia del Espíritu Santo; conforme el grupo radial de mi Parroquia, donde le dedicamos 1 hora diaria a ese encuentro con Dios por medio de su palabra dónde el principal objetivo es llegar a la zona rural, al campesino que le queda difícil acercarse a la parroquia pero que a pesar de las distancias tan grandes quiere escuchar el mensaje que el señor tiene diariamente con el Evangelio y su reflexión. Ojala todos podamos contribuir de alguna manera para engrandecer Nuestra Iglesia Católica defendiéndola y siendo testimonios de amor en el Señor; son innumerables las promesas que tiene para nosotros pero que sacrificios seriamos capaz de realizar nosotros por quien nos da tanto? Deseo terminar mi ensayo con una reflexión acerca del papel trascendental que tenemos como educadores en las historias de vida de cada uno de nuestros estudiantes, si contribuyéramos a generar respeto y admiración por nuestra Iglesia Católica recuperando ese amor de familia que se ha perdido que tanto se necesita para nuestros jóvenes sedientos de respuestas y sobretodo sedientos de amor. Jenny Patricia Martínez Mutis Fundación Universitaria Católica del Norte Bucaramanga, Octubre 10 de 2011