ÍNDICE INTRODUCCIÓN ....................................................................................................................... 3 CAPÍTULO I ................................................................................................................................ 4 EL PROCESO DE CUMPLIMIENTO .................................................................................. 4 1.1 Origen ...................................................................................................................... 4 1.2 Definición ............................................................................................................... 6 1.3 Naturaleza .............................................................................................................. 8 1.4 Finalidad u objeto .............................................................................................. 11 CAPÍTULO II ............................................................................................................................. 17 REQUISITOS PARA LA EXIGENCIA DEL MANDATO ............................................... 17 2.1. Mandato proveniente de una norma ................................................................. 19 2.2 Mandato proveniente de un acto administrativo ........................................... 21 2.3 Legitimidad para obrar.......................................................................................... 24 CAPITULO III ............................................................................................................................ 30 TRÁMITE DEL PROCESO................................................................................................. 30 3.1 Demanda ................................................................................................................... 30 MODELO DE DEMANDA DE CUMPLIMIENTO: ........................................................ 34 3.2 Causales de inadmisibilidad ........................................................................... 37 3.3 Causales de improcedencia ............................................................................ 37 3.4 Competencia ............................................................................................................ 39 3.5 Contestación ........................................................................................................... 40 3.6 Saneamiento procesal .......................................................................................... 41 3.7 Sentencia .................................................................................................................. 42 3.8 Ejecución de sentencia......................................................................................... 43 Precedente vinculante .......................................................................................................... 53 CONCLUSIONES .................................................................................................................... 56 BIBLIOGRAFÍA........................................................................................................................ 57 2 INTRODUCCIÓN La acción de cumplimiento en sentido estricto no es un proceso constitucional pues no está directamente relacionado a la protección de un derecho o principio constitucional, sino de derechos legales y de orden administrativo, mediante el control de la inacción administrativa (STC N.° 00191-2003-AC/TC). Ahora, puesto en relieve que resulta más un proceso constitucionalizado que un proceso constitucional, no puede desmerecerse su importancia, pues por su naturaleza resulta a nivel objetivo un mecanismo de protección de principios y valores que informan el ordenamiento jurídico y a nivel subjetivo en tanto que es un medio de tutela para la afectación de derechos fundamentales. En palabras resumidas esta garantía constitucional, buscará de reparar el desequilibrio que existe entre la persona natural y la autoridad en cuanto a las consecuencias por el incumplimiento de una obligación, ya sea proveniente de una norma o acto administrativo. Señalada su importancia, este trabajo comprenderá los requisitos para la exigencia del mandato, a los legitimados para formar parte del proceso además de desarrollar la tramitación del proceso, siempre teniendo en consideración los precedentes vinculantes emitidos por el Tribunal Constitucional. Nuestro estudio el examen de las principales sentencias emitidas por el Tribunal Constitucional en materia de Acciones de Cumplimiento, con el análisis de los fundamentos que han constituido precedentes obligatorios y las respectivas conclusiones. 3 CAPÍTULO I EL PROCESO DE CUMPLIMIENTO 1.1 Origen El proceso de cumplimiento “encuentra sus orígenes más remotos en el siglo XVI, en que se crea en el Derecho inglés el Writ of mandamus. Paulatinamente este writ se expandió a los Estados Unidos y a ciertos países latinoamericanos, como es el caso de Colombia, Brasil, Perú y algunas provincias argentinas”1. En este caso debemos mencionar a Cabanellas2, quien expresa en cuanto al vocablo writ, que alude a un auto o mandato judicial, el que debía ser provisto de un mecanismo que le diera plena eficacia para surtir efectos legales. Siendo esto así, en el derecho estadounidense “el writ se interpone para exigir a los funcionarios públicos que cumplan con sus obligaciones, las cuales provienen exclusivamente de un precepto legal de carácter civil”3. A fin de conocer el origen del WRIT OF MANDAMUS, Fabiola García Merino, manifiesta que, los actuales writ, denominación que aún mantienen los mecanismos o procesos que se han establecido en el derecho inglés, tienen sus antecedentes en los denominados King’sWrits, que hacia el siglo XII el Rey inglés institucionaliza en el manejo de la cosa pública. Inicialmente fueron órdenes que empleaba el Rey para desplegar sus tropas, cobrar impuestos, nombrar funcionarios y realizar diversos actos públicos. Después, y como consecuencia de su frecuente uso en el ámbito del acceso a los tribunales de la Corona, toman la forma de decretos, mandamientos, proveídos u órdenes dictados por el Rey con el objeto de que los jueces y tribunales de la Corona tomaran conocimiento de los procesos promovidos por los súbditos ingleses. 1 PRADA CORDOVA, José Mario. Los Procesos Constitucionales en el Nuevo Código Procesal Constitucional, Librería Portocarrero, Lima, 2005, p. 181. 2 CABANELLAS, Guillermo. Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual. 21ª. Edición, Heliasta. Buenos Aires, 1989. Tomo VIII, p. 454. 3 PRADA CORDOVA, José Mario. Los Procesos Constitucionales en el Nuevo Código Procesal Constitucional, Librería Portocarrero, Lima, 2005, p. 182. 4 Con el paso del tiempo, se convirtieron en proveídos dictados por los jueces, dirigidos al demandado en un proceso “para comparecer en juicio a contestar la demanda, rendir pruebas y formular alegaciones”. En la actualidad, los Writs del derecho procesal inglés son la denominación que reciben los mecanismos procesales que allí se prevén en materia penal, civil, etc., y así ha sido recepcionado también en el Derecho Norteamericano. En este último país, como recuerda Fix Zamudio, desde 1938 el nomen de writs ha variado por el de Prerrogativeorders, que comprende, además de los procedimientos de prohibitiony certiorari, al Mandamus. El Writ of Mandamus, cuya aparición como tal se remonta al siglo XVI, constituye un proceso judicial cuyo objeto es obtener un mandato del juez por virtud del cual se ordena que las autoridades cumplan con sus obligaciones. Según su definición clásica, “es el mandamiento que dicta un tribunal competente en nombre del Estado o soberano, dirigido a otro tribunal inferior o a cualquier autoridad administrativa, ordenando la ejecución de un deber impuesto por la ley”4. En nuestro país, como lo expresa Juan Esguerra Portocarrero, mencionado por Gerardo Eto Cruz5el proceso de cumplimiento si bien fue recogido por la Constitución de 1993 como antecedente inmediato de Colombia, en rigor es de estirpe foránea. “Se trata, ha dicho el profesor Juan Carlos Esguerra Portocarrero, de un verdadero y eficacísimo remedio procesal, propio del derecho público que pertenece al género de los mecanismos de control de la administración pública llamadas prerrogativa writs, cuya finalidad está orientada a impedir que las autoridades públicas contravengan la Ley –por acción u omisión- en perjuicio de la Corona o de un ciudadano”. Es importante destacar, que en la Constitución de 1993 y, sobre todo los Diarios de los Debates, en este tema insólitamente no se aporta nada6. El grueso de los constitucionalistas han criticado este proceso que, en rigor no es sensu stricto un 4 GARCIA MERINO, Fabiola. www.unife.edu.pe/publicaciones/revistas/derecho/lumen_10/83.pdf ETO CRUZ, Gerardo. Constitución y Procesos Constitucionales. Tomo II. 1ª. Edición, Lima 2013. Adrus D&L Editores S.A.C. p. 111. 6 Diario de los Debates. Debate Constitucional Pleno. 1993; T. III; p. 1965 a 2003; 2005 a 2010, 2318, 2320, 2323,2327, 2518. 5 5 proceso constitucional; de allí que en la Comisión de Estudio de las bases de la Reforma Constitucional en el Perú7, en el régimen de la transición política se omitió la incorporación del proceso de cumplimiento; lo propio en la Comisión de Constitución, el Anteproyecto de la Ley de Reforma de la Constitución igualmente ya suprimía este proceso constitucional8. Finalmente, se puede precisar que las características del proceso de cumplimiento en Colombia denotaron un gran avance respecto a otras experiencias latinoamericanas. Y tal como manifiesta Francisco Gómez Sánchez9, En ésta misma línea, el Perú consagró al cumplimiento como una garantía constitucional en la Carta de 1993, al establecerlo en el inciso 6 de su artículo 200° como aquel que “procede contra cualquier autoridad o funcionario renuente a acatar una norma legal o un acto administrativo, sin perjuicio de las responsabilidades de ley”. Posteriormente, este reconocimiento es afianzado a través de la promulgación de la Ley N.° 28267, Código Procesal Constitucional, que dedica su quinto título al desarrollo de este proceso a través del estudio de su objeto, legitimidad para obrar, requisitos de la demanda, causales de improcedencia, desistimiento de la pretensión, contenido de la sentencia y su ejecución, entre otros. 1.2 Definición Para concluir en una clara definición del proceso de cumplimiento, debemos anotar las definiciones realizadas por doctrinarios y el Tribunal Constitucional; en este contexto, Francisco Gómez Sánchez10 manifiesta que la Corte Constitucional de Colombia ha definido el proceso de cumplimiento como aquel “destinado a brindarle la oportunidad de exigir de las autoridades la realización del deber omitido, a través de una facultad radicada en cabeza de todos los individuos, que les permite procurar la verdadera vigencia y verificación de las leyes y actos 7 Ministerio de Justicia: Comisión de Estudio de las Bases de la Reforma Constitucional en el Perú, Editorial representaciones generales, reimpresión 2002, p. 97 – 98. 8 Congreso de la República del Perú. Comisión de Constitución, Reglamento y Acusaciones Constitucionales: Anteproyecto de la Ley de Reforma de la Constitución; 05/04/2002; Lima, pp 45 – 46. 9 GOMEZ SANCHEZ TORREALVA, Francisco. Prácticos de Procesos Constitucionales. Proceso de Cumplimiento. 1ª. Edición, Grijley, 2008. pp. 12 – 13. 10 GOMEZ SANCHEZ TORREALVA, Francisco. Prácticos de Procesos Constitucionales. Proceso de Cumplimiento. 1ª. Edición, Grijley, 2008. pp. 15. 6 administrativos, acatándose de esta forma uno de los más eficaces principios del Estado de Derecho, como es el de que el mandato de la ley o lo ordenado en un acto administrativo no puede dejarse a un simple deseo y tenga en cambio concreción en larealidad”. Define Fernández Segado11 como “una acción de trámite sumarísimo que […] parece perfectamente adecuada a la realidad social en la que muchas veces se posterga la aplicación de las normas cuando la administración no comulga con ellas”. Asimismo, el Tribunal Constitucional, en cuanto a definición de la acción de cumplimiento, en una de sus primeras sentencias ha expresado que: “(…) la acción de cumplimiento se configura como un proceso constitucional orientado a materializar las obligaciones derivadas de una ley o de un acto administrativo y respecto de las cuales existe renuencia por parte de cualquier autoridad o funcionario”. STC N° 520-97-AC/TC. Siguiendo esta línea, Gustavo Gutierrez12 señala “que el proceso de cumplimiento constituye un instrumento procesal destinado a dotar al administrado de los mecanismos necesarios para impulsar una correcta actividad de la administración pública, y con ello, del sistema jurídico en su conjunto”. Luego, Raúl Chanamé13 expresa que la acción de cumplimiento es un proceso judicial de carácter constitucional que tiene por finalidad proteger el derecho de las personas a que las autoridades competentes cumplan lo dispuesto por alguna norma si ellas se muestran renuentes a acatarlas. 11 FERNANDEZ SEGADO, Francisco. “El ordenamiento constitucional del Perú, en Lecturas sobre temas constitucionales N° 10, Lima, 1994, p. 105. 12 GUTIERREZ TICSE, Gustavo. “Todo sobre el Código Procesal Constitucional”. Lima, 2007, MFC Editores EIRL, p. 785. 13 CHANAME ORBE, Raúl. “Comentarios a la Constitución”.Lima, 2008. Jurista Editores EIRL. 5ª. Edición. P. 600. 7 Si nuestra Carta Magna, en el artículo 200, inciso 6, declara que, “La Acción de Cumplimiento, que procede contra cualquiera autoridad o funcionario renuente a acatar una norma legal o un acto administrativo, sin perjuicio de las responsabilidades de ley”. Entonces, analizando lo descrito anteriormente, podemos atrevernos a manifestar nuestra definición, expresando que la acción de cumplimiento es un proceso constitucionalizado destinado a materializar las obligaciones derivadas de una ley o de una acto administrativo, ante actos de renuencia de una autoridad o funcionario. 1.3 Naturaleza Ha sido motivo de múltiples opiniones, hablando sobre la naturaleza del proceso de cumplimiento, ya que el propio TC ha manifestado que se trata de la configuración de un proceso constitucional (STC N.° 520-97-AC/TC). Si bien es cierto que el proceso de cumplimiento no protege derechos fundamentales en sí, tal como lo hacen los procesos de amparo, tampoco resguarda ni defiende la Constitución. Posteriormente, el mismo TC ha declarado que “se trata de un proceso constitucionalizado, toda vez que en su seno no se resuelven controversias que versen sobre materia constitucional, aun cuando éste haya sido creado directamente por la Constitución (art. 200°, inciso 6)”. (STC N.° 00191-2003-AC/TC). Todo esto nos lleva a considerar que existen dos corrientes sobre la naturaleza de este proceso: 1.3.1 Proceso constitucional.- Hay quienes consideran que el proceso de cumplimiento es una proceso constitucional, cuyas razones esbozan que “sirve para privilegiar la defensa de los derechos constitucionales subjetivos que son amenazados o transgredidos (y) garantizar la vigencia del sistema jurídico en general”14. Quiere decir que la presente corriente identifica al cumplimiento como un proceso constitucional, porque reconoce la disparidad existente entre el 14 BOREA ODRIA, Alberto. Evolución de las garantías constitucionales”. 2ª. Edición, Fe de Erratas, Lima,2000, p. 491. 8 administrado frente a la administración pública. En tal sentido, BoreaOdría, mencionado por Francisco Gómez Sánchez15, precisa que “Podría decirse que la idea de la acción de cumplimiento, tal como está formulada, es de tratar de emparejar el desequilibrio que existe entre la persona natural y la autoridad en cuanto a las consecuencias por el incumplimiento de una obligación. Trata de buscar formas más expeditivas para que los funcionarios no escapen a su deber de cumplir el orden jurídico”. 1.3.2 Proceso Constitucionalizado.-Esta corriente asegura que el proceso de cumplimiento no es un proceso constitucional, “pues a diferencia de lo que ocurre con otros procesos constitucionales, el cumplimiento no tiene como referente directo la protección de un derecho fundamental en especial. Esta referencia la encontramos en el propio anteproyecto del CPCo, pues la Comisión redactora indicó que la denominada acción de cumplimiento no es un proceso constitucional en sentido estricto, toda vez que no cautela derechos fundamentales o valores constitucionales, como puede ser el de jerarquía normativa. Por su parte, el TC ha negado su naturaleza de proceso constitucional, al considerar que “(l) la acción de cumplimiento es un proceso constitucionalizado que, prima facie, no tiene por objeto la protección de un derecho o principio constitucional, sino la de derechos legales y de orden administrativo, mediante el control de la inacción administrativa” (STC N° 00191-2003-AC/TC)”16 Es de igual opinión el jurista Espinosa-Saldaña17, quien niega que el cumplimiento sea un proceso constitucional, atribuyendo a que “el constituyente le colocó en la lista de los procesos constitucionales, cuando en rigor no tutela aspecto alguno de la supremacía constitucional, pues únicamente busca proteger al administrado del incumplimiento de las obligaciones legal o administrativamente asignadas a la administración”. 15 GOMEZ SANCHEZ TORREALVA, Francisco. Prácticos de Procesos Constitucionales. Proceso de Cumplimiento. 1ª. Edición, Grijley, 2008. p. 13. 16 GOMEZ SANCHEZ TORREALVA, Francisco. Prácticos de Procesos Constitucionales. Proceso de Cumplimiento. 1ª. Edición, Grijley, 2008. p. 14. 17 ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA, Eloy “La incidencia de la labor del Tribunal Constitucional en el quehacer del Poder Judicial y algunas ideas para enfrentar algunos eventuales excesos producidos en ese contexto”, Revista Oficial del Poder Judicial, N° 1, Lima, 2004, pp. 156 – 157. 9 De acuerdo a las corrientes analizadas, consideramos que el proceso de cumplimiento es un proceso constitucionalizado, porque realmente es cierto que, su objeto no es la protección directa de un derecho fundamental, sino tutelar que las autoridades o funcionarios acaten las ordenes legales o administrativas en favor del administrado. JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL: “Si bien es cierto que el proceso de cumplimiento tiene por finalidad esencial proteger la eficacia de las normas legales y de los actos administrativos, también puede servir, en aquellos casos en que el mandato cuyo cumplimiento se exige está directamente relacionado con uno o más derechos fundamentales, como un medio de protección “indirecta” de tales derechos. Así, en el proceso de cumplimiento no sólo se examina: a) si el funcionario o autoridad pública ha omitido cumplir una actuación administrativa debida que es exigida por un mandato contenido en una ley o en un acto administrativo; sino, además, b) si este funcionario o autoridad pública ha omitido realizar un acto jurídico debido, ya sea que se trate de la expedición de resoluciones administrativas o del dictado de reglamentos, de manera conjunta o unilateral [ Cf. STC N.° 2002-2006-PC, f.j. 21]. Esto es así porque el proceso de cumplimiento, como todos los procesos constitucionales, ostenta una doble naturaleza, es decir, tiene una naturaleza objetiva, en tanto mecanismo de protección de principios y valores que informan todo el ordenamiento jurídico, y una naturaleza subjetiva, en tanto es un medio de tutela para la afectación de derechos fundamentales. En consecuencia, el proceso de cumplimiento no solamente debe procurar que se logre la eficacia del ordenamiento jurídico, asegurando que tanto las normas legales como los actos administrativos surtan plenos efectos, sino, además, la tutela de aquellos derechos fundamentales vinculados a aquella norma legal o acto administrativo cuyo cumplimiento se pretende”. (Exp. N° 02576-2008-AC/TC f.j.9, 10). 10 1.4 Finalidad u objeto Nuestro Código Procesal Constitucional, en su artículo 66° expresa lo siguiente: “Es objeto del proceso de cumplimiento ordenar que el funcionario o autoridad pública renuente: 1) De cumplimiento a una norma legal o ejecute un acto administrativo firme; o 2) Se pronuncie expresamente cuando las normas legales le ordenan emitir una resolución administrativa o dictar un reglamento”. El proceso en estudio tiene por finalidad el cumplimiento y la eficacia de las normas legales y los actos administrativos, quiere decir, la ejecución por parte de la autoridad o funcionario público de las normas jurídicas con jerarquía de ley y de los actos administrativos, a cuyo cumplimiento está obligado. De lo señalado en el mencionado artículo, se desprende que el objeto del proceso de cumplimiento es garantizar la correcta función de la administración pública. Con la finalidad de conocer aún más sobre el objeto del proceso de cumplimiento, es importante destacar lo señalado por Francisco Gómez Sánchez18, quien ha considerado cuatro puntos donde se concreta el principio de eficacia como objeto de protección del proceso de cumplimiento, los cuales son los siguientes: 1) Tutela frente a la inactividad de la administración pública.- Colombia es un país en la cual se ha desarrollado ampliamente el objeto de protección del proceso de cumplimiento, y de ello, Olano García señala que dicho proceso “tiene su razón de ser en la falta de aplicación del ordenamiento jurídico y en el desacato cotidiano y recurrente de la ley, tenemos que reconocer que el problema legislativo […] no es solamente porque el legislativo no legisle, en todos sus órdenes, sino también que esa ley, esas ordenanzas, esos acuerdos, muchas veces no lo ejecutan”19. El mismo autor manifiesta que de ello se desprende que tal proceso se dirige a que “una vez que la ley que ha cumplido con todo su trámite y ha entrado en vigencia a través de su 18 GOMEZ SANCHEZ TORREALVA, Francisco. Prácticos de Procesos Constitucionales. Proceso de Cumplimiento. 1ª. Edición, Grijley, 2008. pp. 19 – 25. 19 OLANO GARCIA, Hernán Alejandro. Acción de cumplimiento en Colombia y Perú”, en Palomino Manchego, José F. (Coord.), El Derecho Procesal Constitucional Peruano. Estudios en homenaje a Domingo García Belaunde, Grijley, Lima, 2005. P. 689. 11 publicación, o a través del mecanismo mediante el cual la misma norma prevé cuándo entra en vigencia, pues esa puesta en vigencia de verdad, y que las personas por ese interés general que les asiste, tengan un mecanismo a través del cual se puedan hacer efectivas”. Asimismo, Francisco Gómez Sánchez afirma que en nuestro país, el TC ha señalado que “el proceso de cumplimiento tiene como finalidad proteger el derecho constitucional de defender la eficacia de las normas legales y actos administrativos”. En tal sentido, el artículo 66° del Código Procesal Constitucional, expone que uno de los objetivos del proceso de cumplimiento se circunscribe a tutelar al administrado frente a la inactividad de la administración pública, la que ha sido clasificada en formal y material. a) INACTIVIDAD FORMAL DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA.- El profesor Carpio Marcos indica que la inactividad de la administración pública es formal “cuando al cabo de un procedimiento administrativo, o tras el ejercicio del derecho de petición, los funcionarios, autoridades u órganos de la administración no contestan lo que se peticiona o no resuelven los recursos […] pese a existir un mandato legal de hacerlo”20. Sobre la inactividad formal, el TC ha señalado que “se origina tras el ejercicio del derecho de petición por un particular, pues esta tiene un instrumento natural de control en la técnica del silencio administrativo negativo, cuyos efectos procesales –derivados de su acogimientotiene el propósito de no dejar en estado de indefensión al administrado que hubiese peticionado algo o hubiese interpuesto un medio impugnatorio en el seno de un procedimiento administrativo y que, pese a ello, no hubiese recibido algún pronunciamiento expreso” (STC N° 00191-2003-AC/TC). 20 CARPIO MARCOS, EDGAR. El proceso de cumplimiento en el Código Procesal Constitucional. En AA.VV., Introducción a los procesos constitucionales, Jurista, Lima, 2005, p. 194. 12 b) INACTIVIDAD MATERIAL DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA.-En este caso, el TC ha fundamentado que la inactividad material “deriva del incumplimiento de mandatos nacidos de la ley o de actos administrativos, donde no media la petición de un particular, sino donde se encuentra vinculado, prima facie, un deber o el ejercicio de una atribución relacionada con sus competencias naturales” (STC N° 00191-2003-AC/TC). 2) Cumplimiento de una norma legal.-Se trata del supuesto en que un funcionario público omite cumplir el mandato derivado de una norma legal; en este caso será desarrollado a través del cumplimiento de las normas autoaplicativas y heteroaplicativas. a) Normas autoaplicativas.- Como la acción de cumplimiento no tiene su propio reglamento, se debe aplicar supletoriamente las reglas del proceso de amparo21, por tal motivo, si recurrimos al artículo 3° del CPCo., ésta hace alusión a las normas autoaplicativas, en cuyo caso son definidas como “aquellas cuya aplicabilidad, una vez que han entrado en vigencia, resulta inmediata e incondicionable”. Analizando esta disposición, se puede decir que esta norma ordena su ejecución inmediata, caso contrario, si desde que entra en vigencia la norma, el funcionario público no da cumplimiento a ella, estaría afectando el derecho constitucional. De tal modo que para cuestionar una norma autoaplicativa con una demanda de cumplimiento, basta con que el funcionario público haya omitido la ejecución inmediata e incondicional del dispositivo vigente. b) Normas heteroaplicativas.- Así como hay normas autoaplicativas, que son de ejecución inmediata e incondicionable, también existen otros dispositivos, cuya ejecución no se realiza de manera inmediata, sino que 21 Artículo 74° del CPCo.: “El procedimiento aplicable a este proceso será el mismo que el previsto por el presente Código para el proceso de amparo, en lo que sea aplicable. El Juez podrá adaptar dicho procedimiento a las circunstancias del caso”. 13 se necesitan del cumplimiento de determinadas características para que configuren sus efectos. Este es el caso de las normas heteroaplicativas, las mismas que “requieren de algún acto de ejecución posterior a la vigencia de la norma para poder ser efectivas”22. Realmente, el tipo de norma en referencia no se encuentra descrita ni reconocida en el texto del art. 3° del CPCo., pero no por ello deben ser excluidas de una acción de cumplimiento, como por ejemplo, si lo que dice el texto es que el funcionario público realice determinada acción o abstención, entonces se encuentra en la obligación de cumplir el mandato dictaminado en la norma, caso contrario estaría cometiendo una omisión de cumplimiento; lo que originaría que sea demandada a través del proceso de cumplimiento. 3) Ejecución de un acto administrativo firme.-Se sabe que, de acuerdo a la Ley N° 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General, en el artículo 1° define los actos administrativos como: ”las declaraciones de las entidades que, en el marco de normas de derecho público, están destinadas a producir efectos jurídicos sobre los intereses, obligaciones o derechos de los administrados dentro de una situación concreta”. Al respecto, Morón Urbina23 explica que “Comúnmente se reduce el acto administrativo a aquellas actuaciones que contienen una manifestación de voluntad administrativa, el querer, la intención consciente y voluntaria de la autoridad –haciendo actuar a la ley-, que se forma con los elementos de juicio que conoce y el ordenamiento jurídico aplicable. Sin embargo, también son actos administrativos las certificaciones, las inscripciones, las constancias, etc., supuestos en los cuales propiamente la autoridad no posee una manifestación de su querer. Por ello, la Comisión acordó emplear el término más amplio de „declaraciones de las entidades‟ en vez del tradicional „manifestaciones de voluntad‟”. Conociendo lo que significa acto administrativo, es necesario reiterar que para que dichos actos sean válidos, deberán cumplir con lo establecido en el artículo 3° de la Ley N° 27444; quiere decir, deberá ser debidamente 22 STC N° 01314-2000-AA/TC. F.j. 2. MORON URBINA, JUAN CARLOS. Comentarios a la Ley del Procedimiento Administrativo General, Décima edición 2014, Gaceta Jurídica, pp. 123, 124. 23 14 motivado, identificando su objeto, hecho que garantizará que se cumpla su finalidad pública. Sin embargo, la sola actitud renuente de la autoridad para ejecutar el acto administrativo es motivo suficiente para interponer una demanda de cumplimiento; porque dicho acto administrativo deberá ser firme, o sea inimpugnable; por lo tanto, el recurrente deberá agotar la vía y obtener un acto que reconozca una obligación, la que tiene que ser ejecutada por la autoridad administrativa; ante la negativa de su cumplimiento, el afectado podrá interponer la respectiva demanda de cumplimiento. 4) Pronunciamiento sobre la emisión de una resolución administrativa.-El texto del artículo 139° inciso 2 de la Constitución viene a ser el fundamento del mandato en análisis, las cuales son reconocidas por el procedimiento administrativo a través de los principios verificables en el artículo IV del Título Preliminar de la Ley N° 27444; por tal motivo, es que a través del artículo 61° de la ley antes mencionada se recoge que toda entidad administrativa basa su actuación en la Constitución y la Ley, lo que determina que la autoridad se encuentre obligado a emitir la respectiva resolución. Asimismo, el inciso 5 de del mismo artículo expresa que es deber de la autoridad administrativa realizar sus actuaciones en tiempo hábil, para lograr que su atención inmediata sea oportuna. Ante el incumplimiento de estas disposiciones, la persona perjudicada podrá ejercer su derecho de interponer una demanda de proceso de cumplimiento por la demora o negligencia en el ejercicio de la competencia o su no ejercicio. Pero esto no es todo, porque de ser así, esto también constituye una falta disciplinaria imputable a la autoridad administrativa, el mismo que puede ser sujeto de un procedimiento disciplinario, en el que puede ser objeto de sanciones administrativas. 5) Expedición de un reglamento.-Se debe precisar que los reglamentos están subordinados a la ley, o mejor dicho, que los reglamentos no pueden contradecir lo que está establecido en las leyes; por lo tanto, al advertirse la renuencia de la autoridad de cumplir con el mandato de expedir un reglamento, entonces será necesario la interposición de la demanda de cumplimiento. 15 JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL: “El artículo 200°, inciso 6), de la Constitución Política del Perú establece que la acción de cumplimiento procede contra cualquier autoridad o funcionario renuente a acatar una norma legal o un acto administrativo. El Código Procesal Constitucional, por su parte, señala, en su artículo 66°, que el proceso de cumplimiento tiene por objeto: 1) Ordenar que el funcionario o la autoridad pública renuente dé cumplimiento a una norma legal o ejecute un acto administrativo firme; y, 2) Se pronuncie expresamente cuando las normas legales le ordenan emitir una resolución administrativa o dictar un reglamento. El caso de autos se refiere al primer supuesto al tratarse del cumplimiento de normas legales” (que garantizan la provisión e información sobre el anticonceptivo oral de emergencia (AOE) en todos los establecimientos de salud a cargo del Ministerio). (Exp. N° 07435-2006-AC/TC f.j. 10). 16 CAPÍTULO II REQUISITOS PARA LA EXIGENCIA DEL MANDATO Como lo hemos manifestado líneas arriba, la acción de cumplimiento adolece de una reglamentación especialmente para tal fin; por ello es que se utiliza las disposiciones del proceso de amparo, en todo lo que sea aplicable. Es notorio que esto ha originado múltiples criterios por parte del TC ante la exigencia de los demandantes, sobre la renuencia de las autoridades o funcionarios a acatar una norma legal o un acto administrativo, existía cierta incertidumbre sobre la exacta aplicación de un mecanismo de protección con la finalidad de lograr su acatamiento. Por estas razones, el Tribunal Constitucional estableció los requisitos para exigir dicho mandato a través del proceso de cumplimiento, tal como lo fundamentó24, manifestando que, “Es así que desde la línea argumental descrita en el artículo 66° del Código Procesal Constitucional, el objeto de este tipo de procesos será ordenar que el funcionario o autoridad pública renuente: 1) dé cumplimiento, en cada caso concreto, a una norma legal, o ejecute un acto administrativo firme; o 2) se pronuncie expresamente cuando las normas legales le ordenan emitir una resolución o dictar un reglamento. En ambos casos, el Tribunal Constitucional considera que para la procedencia del proceso de cumplimiento, además de acreditarse la renuencia del funcionario o autoridad pública, deberán tenerse en cuenta las características mínimas comunes del mandato de la norma legal, del acto administrativo y de la orden de emisión de una resolución o de un reglamento, a fin de que el proceso de cumplimiento prospere, puesto que de no reunir tales características, además de los supuestos contemplados en el artículo 70° del Código Procesal Constitucional, la vía del referido proceso no será la idónea”. En virtud de lo fundamentado, seguidamente el TC determina los presupuestos que deberán concurrir en conjunto para que sea considerada una demanda de cumplimiento, expresando que, “Para que el cumplimiento de la norma legal, la ejecución del acto administrativo y la orden de emisión de una resolución sean exigibles a través del proceso de cumplimiento, además de la renuencia del 24 STC N° 0168-2005-PC/TC, f.j. 12. 17 funcionario o autoridad pública, el mandato contenido en aquellos deberá contar con los siguientes requisitos mínimos comunes: a) Ser un mandato vigente. b) Ser un mandato cierto y claro, es decir, debe inferirse indubitablemente de la norma legal o del acto administrativo. c) No estar sujeto a controversia compleja ni a interpretaciones dispares. d) Ser de ineludible y obligatorio cumplimiento. e) Ser incondicional. Excepcionalmente, podrá tratarse de un mandato condicional, siempre y cuando su satisfacción no sea compleja y no requiera de actuación probatoria. Adicionalmente, para el caso del cumplimiento de los actos administrativos, además de los requisitos mínimos comunes mencionados, en tales actos se deberá: f) Reconocer un derecho incuestionable del reclamante. g) Permitir individualizar al beneficiario”25. JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL: “… este Tribunal ha señalado que para que mediante un proceso de la naturaleza que ahora toca resolver que, como se sabe, carece de estación probatoria-, se pueda expedir una sentencia estimatoria, es preciso que, además, de la renuencia del funcionario o autoridad pública, el mandato previsto en la ley o en un acto administrativo reúna determinados requisitos; a saber: a) Ser un mandato vigente; b) Ser una mandato cierto y claro, es decir, debe inferirse indubitablemente de la norma legal; c) No estar sujeto a controversia compleja ni a interpretaciones dispares; d)Ser de ineludible y obligatorio cumplimiento, y e) Ser incondicional. Excepcionalmente, podrá tratarse de un mandato condicional, siempre y cuando su satisfacción no sea compleja y no requiera de actuación probatoria. Adicionalmente, para el caso del cumplimiento de un acto administrativo; además de los requisitos mínimos comunes mencionados, el mandato deberá: a) reconocer 25 STC N° 0168-2005-PC/TC, f.j. 14. 18 un derecho incuestionable del reclamante y b) permitir individualizar al beneficiario”. (Exp. N° 01111-2007-AC/TC f.j. 4) 2.1. Mandato proveniente de una norma Seguidamente, para una mejor comprensión, detallamos cada uno de los presupuestos: 2.1.1 MANDATO VIGENTE.- Este requisito se refiere a que el mandato vigente no es más que un precepto que se deriva de una ley o de un acto administrativo que al ser actual se sobrepone a otro expedido con anterioridad, ya sea porque fue derogado o porque el anterior es incompatible con la norma nueva. De verificarse este supuesto, la autoridad se encontrará con la obligación de cumplir o acatar dicho dispositivo. 2.1.2 MANDATO CIERTO Y CLARO.- Quiere decir que no debe dar lugar a deducciones, sino que la disposición legal sea clara y precisa. O sea, lo preceptuado en la norma o en el acto administrativo, no debe dar lugar a ninguna duda respecto a la existencia del mandato ni al modo en que se debe de ejecutar. 2.1.3 NO ESTAR SOMETIDO A CONTROVERSIA COMPLEJA NI A INTERPRETACIONES DISPARES.- Se entiende que el mandato no debe estar sujeto a controversia alguna ni a interpretaciones dispares; esto quiere decir que no debe existir duda alguna sobre el sentido del mandato, que aun este pendiente de resolverse; por lo tanto, no se admite que sobre dicho mandato recaigan interpretaciones contradictorias o incompatibles por parte de diversas autoridades competentes o incluso de una misma entidad. Como ejemplo sobre este presupuesto, podemos mencionar los hechos señalados en el Expediente N° 02864-2004-AC/TC, en la cual se solicita el cumplimiento de un acuerdo del Consejo Municipal. Se estableció aprobar la incorporación de un predio al área de expansión urbana principal. En dicho proceso existían opiniones dispares, en relación con la incorporación del predio, pues INRENA y el CONAM 19 tenían notorias discrepancias en torno al requerimiento de una opinión técnica de la primera. Ante la existencia de estos hechos que, lógicamente impedían el logro del acuerdo principal, no podía ser dilucidado en el proceso de cumplimiento; por esta razón, la demanda fue declarada por el Juez como improcedente. Sobre lo analizado, Eguiguren manifiesta que “no es pues el escenario procesal donde deben ni pueden ventilarse asuntos que suscitan controversias de hechos o necesidad de probanza compleja, aspectos tratados para su […] resolución a procesos de conocimiento o especiales, donde existe la posibilidad de discutirlos y probarlos con amplitud”26. En tal caso, concordamos con Castillo Córdova, quien manifiesta que “las pruebas que deben presentar tanto el demandante como el demandado, deberán ser pruebas de actuación inmediata, especialmente pruebas instrumentales y respecto de las cuales no exista sombre alguna de duda y que logren crear convicción en el juez”27. 2.1.4 INELUDIBLE Y OBLIGATORIO CUMPLIMIENTO.- Si un funcionario público elude la ejecución de un mandato; en este caso, la RAE expresa que esto significa evitando “con astucia una dificultad o una obligación”. Entonces, se puede verificar que dicha elusión se refiere a la conducta intencionada de una autoridad o de un funcionario público de no dar cumplimiento a un mandato derivado de una ley o de un acto administrativo. En este caso, el recurrente debe solicitar su ejecución a través de un documento de fecha cierta, en la cual debe expresar que dicho mandato es una disposición de la que se desprende la obligación de hacer o de abstención a su cargo, con la finalidad que no exista ningún motivo para que la autoridad competente pueda justificar el incumplimiento. 2.1.5 INCONDICIONAL.- La mencionada incondicionalidad podemos encontrarla señalada en el artículo 3° segundo párrafo del Código Procesal Constitucional, lo que quiere decir que las normas contienen dictámenes claramente establecidos que no están condicionados a consecuencia de un requisito previo para que 26 27 EGUIGUREN PRAELI, Francisco. Estudiosconstitucionales, ARA, Lima 2002, p. 221. CASTILLO CORDOVA, Luis. Comentarios al Código Procesal Constitucional, Palestra, Lima, 2006, p. 396. 20 surtan efectos, sino, su sola entrada en vigencia significa la exigibilidad del mandato. Sin embargo, podría admitirse la existencia de una condición, siempre que su satisfacción no sea compleja y no requiera de actividad probatoria, tal como lo especifica el fundamento jurídico N° 14 de la STC N° 0168-2005-AC/TC. 2.2 Mandato proveniente de un acto administrativo Cuando se trate de mandato proveniente de actos administrativos, el Tribunal Constitucional ha establecido dos requisitos adicionales cuando se tenga que exigir el cumplimiento de un mandato contenido en una acto administrativo, tal como se señala también en la sentencia mencionada anteriormente, los cuales son: 2.2.1 DERECHO INCUESTIONABLE DEL DEMANDANTE.- El presente requisito exige que se debe constatar que el derecho que se exige exprese certeza y actualidad; de esta manera será imposible el cuestionamiento sobre la vulneración de su derecho de petición frente a la administración pública, por ello, “el derecho respecto del cual se pide la garantía constitucional debe ser un derecho cuya titularidad del demandante sea cierta, no controvertida ni litigiosa; pues lo que se busca con la demanda constitucional no es […] declarar derechos ni nuevas relaciones jurídicas”28. De lo contrario, el Tribunal Constitucional también ha considerado que “cuando los hechos tienen carácter controvertible, es necesario dilucidar la pretensión […] en un proceso más amplio, que posibilite la actuación de medios probatorios, lo cual no es posible (a través de los procesos constitucionales) toda vez que, por su naturaleza excepcional y sumarísima, carece de etapa probatoria”29. Esto demuestra que si el derecho requiere de una actuación compleja de elementos probatorios, entonces debe recurrirse al proceso contencioso administrativo. 28 29 CASTILLO CORDOVA, Luis. Comentarios al Código Procesal Constitucional, Palestra, Lima, 2006, p. 399. STC N° 02080-2002-AA-/TC, f.j. 3. 21 2.2.2 BENEFICIARIO INDIVIDUALIZADO.- Este segundo requisito deberá ser acreditado por el demandante cuando cuestione la actitud renuente de las autoridades o funcionarios públicos en la ejecución de un acto administrativo. Si se pretende individualizar al directo beneficiario del derecho, es prioritario que el acto administrativo exprese los nombres y apellidos del recurrente, así como el beneficio que ha sido reconocido en dicho acto y la modalidad en que dicho beneficio será ejecutado. Estos datos son necesarios, porque en el caso que el recurrente acudiera a un proceso constitucional, deberá acompañar elementos probatorios, en las que se pueda constatar fehacientemente todos los datos necesarios que denoten su titularidad como beneficiario; caso contrario, su demanda será desestimada porque el recurrir al proceso constitucional no fue la adecuada, por lo tanto, a través del proceso contencioso administrativo pudo haber actuado elementos probatorios complejos a fin que dicho acto administrativo acredite que su persona es titular de determinado beneficio. 22 23 2.3 Legitimidad para obrar La legitimidad para obrar, no está definida en el Código Procesal Civil, pero en la doctrina y en la jurisprudencia constantemente se hace referencia a ella, cuando se menciona a los sujetos que se encuentran en la posición de demandantes o demandados. En una de la doctrinas, dice Montero Aroca, mencionado por Martel Chang30 que la legitimidad para obrar es: “La posición habilitante para formular la pretensión, o para que contra alguien se formule, ha de radicar necesariamente en la afirmación de la titularidad del derecho subjetivo material y en la imputación de la obligación. La legitimación, pues, no puede consistir en la existencia del derecho y de la obligación, que es el tema de fondo que se debatirá en el proceso y se resolverá en la sentencia; sino simplemente en las afirmaciones que realiza el actor”. En cuanto al análisis de lo manifestado anteriormente, Martel Chang expresa que satisface esta condición procesal, aquel que siendo parte de una relación jurídica sustantiva se ve obligado por las circunstancias, surgimiento de conflicto o incertidumbre jurídica, a presentar una demanda en contra de aquella persona natural o jurídica a la que se encuentra vinculado precisamente por esa relación material. También satisface este mismo requisito aquel que actúa por disposición legal. 2.3.1 Legitimidad para obrar activa.El proceso de cumplimiento puede ser iniciado por uno o varios sujetos que han sido legitimados en concordancia con el artículo 67° del Código Procesal Constitucional31. Persona natural.- Es la más susceptible de padecer abusos de poder, por parte de autoridades o funcionarios públicos, es por esta razón que a través 30 MARTEL CHANG, Rolando Alfonzo, “Los presupuestos procesales en el proceso civil” (2016), Instituto Pacífico, Perú. Pp. 42,43. 31 Art. 67°. Legitimación y representación. “Cualquier persona podrá iniciar el proceso de cumplimiento frente a normas con rango de ley y reglamentos. Si el proceso tiene por objeto hacer efectivo el cumplimiento de un acto administrativo, sólo podrá ser interpuesto por la persona a cuyo favor se expidió el acto o quien invoque interés para el cumplimiento del deber omitido. Tratándose de la defensa de derechos con intereses difusos o colectivos, la legitimación corresponderá a cualquier persona. Asimismo, la Defensoría del Pueblo puede iniciar procesos de cumplimiento”. 24 de esta vía se puede garantizar sus derechos a que se cumplan los mandatos emanados de normas legales y/o actos administrativos. Persona jurídica.- Estas personas también son sujetos de derechos, los cuales son reconocidos en la Constitución y en las leyes inherentes a su naturaleza. Con la finalidad de identificar a los sujetos con legitimidad activa, de acuerdo a lo estipulado en el art. 67° del Código Procesal Constitucional, expresamos: a) Por incumplimiento de normas con rango de ley y reglamentos.Refiere que incluso las personas que no están directamente afectadas por la omisión o renuencia al cumplimiento, se vean legitimadas para interponer una demanda de cumplimiento, ya que se está quebrantando los principios de legalidad y de seguridad jurídica. NORMAS CON RANGO DE LEY; el ordenamiento jurídico está constituido como “un sistema orgánico, coherente e integrado jerárquicamente por normas de distinto nivel que se encuentran interconectadas por su origen, es decir, que unas normas se fundan en otras o son consecuencias de ellas”32. Asimismo se conoce que la jerarquía normativa está definida por categorías; es así que la 1ª. Categoría normativa está compuesta por: normas constitucionales y normas con rango constitucional, leyes de reforma constitucional y tratados de derechos humanos. La 2ª. Categoría está integrada por leyes y normas con rango de ley, como: leyes, tratados, decretos legislativos, decretos de resoluciones legislativas, sentencias del urgencia, reglamento ordenanzas regionales Tribunal Constitucional que del y Congreso, municipales, declaran la inconstitucionalidad de una ley; asimismo, en la 3ª. Categoría tenemos los decretos y normas de carácter reglamentario, mientras que la 4ª. Categoría está compuesta por resoluciones y finalmente la 5ª. Categoría, por los fallos jurisdiccionales y normas convencionales. 32 STC N° 00005-2003-AI, f.j. 3. 25 INCUMPLIMIENTO DE REGLAMENTOS; Al reglamento se le conoce como una norma subordinada a la ley, porque es la que precisa los requisitos, casos, situaciones, con la intención que tenga genuina vigencia. El reglamento no puede contravenir a la ley, porque desvirtuaría su real función, que es desarrollar y ser el verdadero complemento de la ley. En tal sentido, como lo manifiesta Gómez Sánchez Torrealva33, “cuando de un reglamento brote un mandato vigente, cierto y claro, no sujeto a controversia, de ineludible y obligatorio cumplimiento e incondicional, este será susceptible de ser tutelado a través del proceso de cumplimiento”. b) Por incumplimiento de actos administrativos.- El artículo en estudio, establece que “si el proceso tiene por objeto hacer efectivo el cumplimiento de un acto administrativo, solo podrá ser interpuesto por la persona a cuyo favor se expidió el acto o quien invoque interés para el cumplimiento del deber omitido”. Se entiende entonces, solo hay dos sujetos en la controversia: el administrado y el tercero con interés para obrar. Quiere decir que hay un legítimo interés por parte del administrado en recurrir al proceso de cumplimiento porque el acto administrativo lo afecta directamente. Por otro lado, del mismo artículo se comprende que la persona que sin ser parte del motivo que originó la expedición del acto administrativo, debe recurrir al proceso de cumplimiento con el objetivo que lo resuelto en dicho acto sea ejecutado inmediatamente, debido que su ejecución repercutirá directamente en su persona; por lo tanto, esta persona debe demostrar las razones que motivan su concurrencia al proceso de cumplimiento. c) Frente a la defensa de derechos con intereses difusos o colectivos.Se reconoce la legitimidad para obrar de personas naturales y jurídicas que buscan la defensa de sus derechos, en los cuales se verifican dos clases de intereses: 33 GOMEZ SANCHEZ TORREALVA, Francisco. Prácticos de Procesos Constitucionales. Proceso de Cumplimiento. 1ª. Edición, Grijley, 2008. p. 40. 26 INTERESES DIFUSOS.- El interés difuso puede ser entendido como la exigencia de nuevas formas y nuevos canales de legitimación de las actividades de los poderes públicos y de la participación de los ciudadanos. En este caso, se puede tratar de alguna amenaza o vulneración de un derecho con interés difuso cuando una persona natural o jurídica defienda bienes que repercuten en la colectividad entera, como por ejemplo, el caso del medio ambiente, los recursos naturales, amparados por la Constitución. En tal sentido, cuando un funcionario público es renuente en cumplir con el mandato de una norma o acto administrativo, entonces, cualquier persona natural o jurídica puede solicitar la ejecución de dicho mandato a través del proceso de cumplimiento. d) Legitimidad activa de la Defensoría del Pueblo.- El artículo 162° de nuestra Constitución también menciona que corresponde la Defensoría del Pueblo “supervisar el cumplimiento de los deberes de la administración estatal y la prestación de los servicios públicos a la ciudadanía”; asimismo, el artículo 67° de la Carta Magna especifica que se reconoce que “la Defensoría del Pueblo puede iniciar procesos de cumplimiento”. El problema para que el administrado pueda utilizar este medio es el considerable desconocimiento de este procedimiento, sobre todo en lo que respecta al trámite que necesita realizar. Es por esta razón que la Defensoría del Pueblo se encuentra legitimada para interponer una demanda de cumplimiento, en virtud del art. 162° de la Constitución, luego de verificar que la administración pública no cumple con sus obligaciones, y de ser así, realizar inmediatamente la defensa de los derechos fundamentales del administrado perjudicado. JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL: “Considerando: Que , conforme se desprende del petitorio de la demanda, el objeto de ésta es que el demandado cumpla con acatar lo dispuesto por los artículos 1°, 5°, 20° y Sexta Disposición Final del Decreto Legislativo N.° 043, Ley 27 de la Empresa Petróleos del Perú, que reserva a PETROPERÚ la calidad de ser una empresa estatal del Sector Energía y Minas, organizada de acuerdo a lo previsto en el artículo 1° del mismo Decreto Legislativo N.° 043, así como encontrarse regulado por la Ley de su creación, el estatuto social correspondiente y, supletoriamente, por la Ley de Sociedades Mercantiles; y, además, el que no se le aplique normas relativas a empresas públicas, y que, de un lado, su disolución como empresa, y de otro, la modificación y/o derogación del referido Decreto Legislativo N° 043; sólo pueda ser realizada por ley expresa. Que, en tal virtud, con el objeto de que este Supremo Tribunal Constitucional pueda entrar a dilucidar las cuestiones de fondo que el recurso extraordinario entraña, de manera previa, se encuentra obligado a determinar si los actores, en cuanto Congresistas de la República, se encuentran legitimados para interponer un proceso constitucional de la naturaleza de la Acción de Cumplimiento. Que, en ese sentido, y de conformidad con lo previsto por el 26° de la Ley N.° 23506, norma aplicable en forma supletoria al caso de autos, según se está a lo dispuesto por el artículo 4° de la Ley N.° 26301, concordante con el artículo 3° de la misma Ley, la Acción de Cumplimiento la pueden ejercer únicamente el afectado, su representante o el representante de la entidad afectada con el incumplimiento o no acatamiento de lo previsto en una ley o un acto administrativo, con excepción de los asuntos de naturaleza ambiental, a que se refiere el artículo 740° del Decreto Legislativo N.° 613, que, en calidad de enmienda, se ha adicionado al artículo 26° de la Ley N.° 23506. Que, siendo ello así, y no advirtiéndose del incumplimiento o no acatamiento considerado como lesivo, una relación directa e inmediata a un interés jurídicamente protegido que se haya reconocido a favor de los demandantes, bien sea por una ley, un acto administrativo o un hecho de la administración, este Colegiado estima que los actores, en cuanto Congresistas de la República, carecen de legitimidad para obrar. Que, en ese sentido, el objeto de la Acción de Cumplimiento, que es el de preservar la sujeción a la que se encuentra necesariamente sometida la administración pública, y concretamente, las autoridades o funcionarios que formen parte de ésta al principio de legalidad, sólo puede alcanzar su finalidad allí donde el acto omisivo, que se considera lesivo, afecte de manera directa e inmediata a un interés jurídicamente relevante, que, a favor de los actores, previamente se haya reconocido, y cuyo cumplimiento sea incondicionalmente obligatorio”. 28 2.3.2 Legitimidad para obrar pasiva.La legitimidad para obrar pasiva, en este caso, recae sobre la autoridad o funcionario público, quienes son los sujetos renuentes al acatamiento de una norma legal o de ejecutar un acto administrativo firme. a) Autoridad.- Es aquella persona con poder político, policial, militar o también judicial. b) Funcionario público.- Sobre este sujeto, el Tribunal Constitucional ha manifestado que “la función pública que […] se encuentra al servicio de la Nación, la ejercen dos grandes grupos de servidores estatales, a saber: los servidores civiles y los servidores que cumplen función militar y policial”34. El funcionario público es aquel empleado público al servicio del Estado, quien tiene capacidad de decisión y representa la entidad en actos de su competencia. c) Procurador público.- Es la que se encarga de defender los intereses del Estado, de acuerdo a lo estipulado en el artículo 47° de la Constitución Política del Perú, la misma que está dotada de todas las atribuciones necesarias para el adecuado cumplimiento de sus fines; es el representante legal del Estado, y es quien deberá ser emplazado con la demanda. 34 STC N° 00008-2005-AI/TC, f.j. 13. 29 CAPITULO III TRÁMITE DEL PROCESO El trámite del proceso de cumplimiento se inicia, realmente, con la existencia de un documento de fecha cierta, Para pasar luego a interponer la demanda, la contestación, el auto de saneamiento, la sentencia, apelación, sentencia de segunda instancia, el recurso de agravio constitucional y la sentencia del Tribunal Constitucional. En cuanto al documento de fecha cierta, el artículo 69° del Código Procesal Constitucional expresa que, “Para la procedencia del proceso de cumplimiento se requerirá que el demandante previamente haya reclamado, por documento de fecha cierta, el cumplimiento del deber legal o administrativo, y que la autoridad se haya ratificado en su incumplimiento o no haya contestado dentro de los diez días útiles siguientes a la presentación de la solicitud. Aparte de dicho requisito, no será necesario agotar la vía administrativa que pudiera existir”. El hecho de exigir un documento de fecha cierta, esto quiere decir que puede ser cualquier documento, siempre y cuando tenga fecha de recepción por parte de la entidad donde labora el funcionario renuente a ejecutar el mandato. Entonces, puede ser una carta simple, una carta notarial u otro documento que exprese la norma o el acto administrativo del que el funcionario está obligado a ejecutar. Debe tener un cargo con el sello de recepción donde se verifique la fecha de arribo. 3.1 Demanda Una demanda, es una petición, una solicitud. La Real Academia Española expresa que es una petición que el litigante que inicia un proceso formula y justifica en el juicio. Además, una demanda es un escrito con el que normalmente se inicia un proceso y en el que, exponiendo los hechos y los fundamentos de derecho que se crean aplicables, se solicita del juez un pronunciamiento favorable a una determinada pretensión. Carrión Lugo35, señala al respecto que la demanda es “el medio procesal por el cual se ejercita la acción procesal solicitando la tutela jurisdiccional efectiva respecto a algún 35 CARRION LUGO, Jorge. (2000). “Tratado de Derecho Procesal Civil”, Grijley, Lima, t. II, pp. 420-421. 30 derecho subjetivo. Mediante ella se proponen, por el acto, sus pretensiones procesales cuya tutela jurisdiccional aspira”. Como se puede evidenciar con lo señalado anteriormente, es a través de ella que se inicia la etapa postulatoria del proceso constitucional para expresar la presunta vulneración o amenaza en agravio de sus derechos fundamentales; por tal razón, indicaremos el procedimiento: 3.1.1 Plazo para interponer la demanda.- El plazo para la interposición de la demanda de acción de cumplimiento es de sesenta (60) días, contados desde la fecha de recepción de la notificación notarial; es así como se encuentra especificado en el inciso 8 del artículo 70° del Código Procesal Constitucional, en la que indica que “Si la demanda se interpuso luego de vencido el plazo de sesenta días contados desde la fecha de recepción de la notificación notarial”. Con esta causal, será declarado improcedente la demanda. 3.1.2 Contenido.- La acción de cumplimiento no tiene sus propios requisitos para interponer la demanda, por tal motivo, se recurre a lo prescrito en el artículo 74° del Código Procesal Constitucional, que a la letra dice: “El procedimiento aplicable a este proceso será el mismo que el previsto por el presente Código para el proceso de amparo, en lo que sea aplicable, El Juez podrá adaptar dicho procedimiento a las circunstancias del caso”. Es por ello que, recurriendo al artículo 42° del mismo Código, encontraremos todo lo concerniente a los datos que debe contener la demanda de amparo, aplicándose supletoriamente al proceso de cumplimiento, los cuales son: o DESIGNACIÓN DEL JUEZ ANTE QUIEN SE INTERPONE.- El afectado podrá interponer su demanda ante el juez civil o mixto del lugar donde se afectó el derecho o ante el juez civil o mixto de la localidad donde se ubica el domicilio principal del presunto afectado. o EL NOMBRE, IDENTIDAD Y DOMICILIO PROCESAL DEL DEMANDANTE.Anteriormente se ha descrito que existen una pluralidad de sujetos que pueden 31 realizar la demanda, como una persona natural (afectado), o persona jurídica, como el Defensor del Pueblo; sin embargo, el Código establece que quien interponga la demanda debe colocar el nombre y apellidos en el caso del demandante, personas naturales y del Defensor del Pueblo, o razón social, en el caso de personas jurídicas, y su identidad -es decir, que incorpore un documento del cual se desprenda de manera fehaciente el nombre del que dice ser titular-36. Asimismo debe consignarse el domicilio procesal del demandante, con la finalidad de acreditar que la demanda ha sido interpuesta correctamente ante el juez de la localidad donde se constituye el domicilio principal del presunto afectado. o EL NOMBRE Y DOMICILIO DEL DEMANDADO.- Es necesario consignar el nombre y domicilio del demandado, a fin que sea válidamente notificado y pueda ejercer sus derecho de defensa a través de la contestación de la demanda, deducción de excepciones y defensas previas. Además, en aplicación del artículo 7° del Código Procesal Constitucional, de demandarse al funcionario público renuente a ejecutar el mandato, debe emplazarse al Procurador Público o representante legal, por ser defensor del Estado, caso contrario su no participación afectaría la validez del proceso. o NARRACIÓN DE LOS HECHOS.- Es vital que el afectado narre los hechos, los mismos que serán evaluados por el juez, conjuntamente con los elementos probatorios incluidos en los escritos, los mismos que los hechos no deben conducir a la comprobación de actuaciones complejas, lo cual originaría que la pretensión sea tramitada en el proceso contencioso administrativo. o LOS DERECHOS QUE SE CONSIDERAN VIOLADOS O AMENAZADOS.Como se ha dicho líneas arriba, este es un proceso constitucionalizado porque no protege derecho fundamental alguno. Es mas que todo un derecho de 36 GOMEZ SANCHEZ TORREALVA, Francisco. Prácticos de Procesos Constitucionales. Proceso de Cumplimiento. 1ª. Edición, Grijley, 2008. p. 55. 32 petición del administrado, a consecuencia de la inacción del funcionario público de ejecutar el mandato contenido en una ley o en un acto administrativo. Esta actitud del funcionario público puede conllevar a considerar que en el mandato se encuentra implícito la titularidad de un derecho fundamental, como por ejemplo, el reconocimiento de una pensión. o EL PETITORIO.- Según el artículo 42° inciso 6 del Código, indica que el petitorio de la demanda debe ser clara y concreta de lo que se pide. o LA FIRMA DEL DEMANDANTE O DE SU REPRESENTANTE O APODERADO, Y LA DEL ABOGADO.- Lo especifica el Código Procesal Constitucional, y se sustenta en que el afectado, al firmar la demanda, está expresando su consentimiento para recurrir a un proceso constitucional, con la asesoría de un abogado, quien también debe firmar el escrito, a fin de dar cumplimiento de lo normado por este tipo de proceso. o ANEXOS.- Se incorporará los elementos probatorios, en concordancia con lo estipulado en el artículo 9° del Código. Estos elementos no deben ser motivo de actuaciones complejas, porque como sabemos, en este tipo de proceso carece de estación probatoria. A esto debe añadirse la presentación del documento de fecha cierta con la que se acredita que el recurrente solicitó en cierta fecha, la ejecución del mandato; asimismo, si ha obtenido una respuesta denegatoria, una copia del mismo. 33 MODELO DE DEMANDA DE CUMPLIMIENTO37: Expediente: Secretario: Cuaderno Principal Escrito: 01 Sumilla: Interpone demanda de Proceso de Cumplimiento. SEÑOR JUEZ ESPECIALIZADO EN LO CIVIL DE LIMA DANIEL RAMOS JORDAN, identificado con D.N.I. N° 08922456, con domicilio real en jirón Almirante Guisse 1345, Of. 305, Distrito de Lince, señalando domicilio procesal en la Casilla N° 3312 del departamento de notificaciones del ilustre Colegio de Abogados de Lima, a usted con el debido respeto me presento y digo: I. PETITORIO: Que, vengo a interponer demanda de Proceso de Cumplimiento, la cual dirijo contra la Municipalidad Distrital de Lince a fin de que cumpla con el acuerdo municipal adoptado en la sesión extraordinaria de fecha 21 de diciembre de 2004, y que se me reconozca mi condición de trabajador permanente, conforme a los siguientes fundamentos de hecho y derecho: II. FUNDAMENTOS DE HECHO: 1. Señor Juez, El recurrente vengo trabajando en la municipalidad demandada desde el 13 de octubre de 1997, contando con 10 años de servicios de naturaleza permanente en labores de subordinación, dependencia y con un horario establecido. 2. Señor Juez, mediante acuerdo municipal adoptado en la sesión extraordinaria de fecha 21 de diciembre de 2004, se acordó que los 37 RIOJA BERMUDEZ, Alexander. (2012), “Código Procesal Constitucional y su jurisprudencia en nuestro Tribunal Constitucional”, Jurista Editores, Lima, pp. 723 – 725. 34 servidores empleados y obreros de la municipalidad que tienen la calidad de contratados, con más de un año de servicios, están comprendidos dentro de los alcances de la ley N° 24041, reconociéndoseles por ende su calidad de trabajadores de naturaleza permanente. 3. Señor Juez, la ley N° 24041, de fecha 12 e diciembre de 1984, establece que los servidores públicos contratados para labores de naturaleza permanente, que tengan más de un año ininterrumpido de servicios al Estado no pueden ser obligados a cesar ni ser destituidos, sino por las causales previstas en el Decreto Legislativo N° 276: por lo que estando acreditado que vengo trabajando por más de ocho años en labores de carácter permanente, me encuentro comprendido dentro de los alcances de la Ley N° 24041. 4. Mediante Carta notarial de fecha 21 de agosto de 2006, dirigida a la Municipalidad de Lince, requerí el cumplimiento de dicho acuerdo municipal para que se me reconozca mi condición de trabajador permanente, la cual hasta la fecha no obtengo respuesta alguna, por lo que me veo en la imperiosa necesidad de demandar constitucionalmente el cumplimiento de dicho acuerdo. III. FUNDAMENTOS DE DERECHO: 1. Garantía Constitucional de Acción de Cumplimiento.- La Constitución Política en su artículo 200° inc. 6) establece la garantía constitucional de Acción de Cumplimiento, que procede contra cualquier autoridad o funcionario renuente a acatar una norma legal o un acto administrativo, sin perjuicio de las responsabilidades de Ley, por lo que amparo mi pedido en dicho dispositivo constitucional. 2. Derecho a la Estabilidad Laboral Permanente.- La Ley N° 24041, establece que los servidores públicos contratados para labores de naturaleza permanente, que tengan más de un año ininterrumpido de servicios al Estado no pueden ser obligados a cesar ni ser destituidos, sino por las causales previstas en el Capítulo V del Decreto Legislativo N° 276; por lo que estando acreditado que vengo trabajando por más de ocho años en labores de carácter permanente, me encuentro comprendido dentro de los alcances de la Ley N° 24041. 35 IV. MEDIOS PROBATORIOS: 1. El mérito del acta que contiene el acuerdo municipal de fecha 21 de julio de 2006, donde se acuerda que los trabajadores contratados por más de un año de servicios, están comprendidos dentro de los alcances de la Ley 24041. 2. El mérito del contrato de trabajado de fecha 13 de enero de 1996, suscrito con la municipalidad demandada, con lo que acredito mi calidad de trabajador contratado de dicha entidad por más de siete años de servicios. 3. El mérito de la carta notarial de fecha 21 de agosto de 2006, dirigida a la Municipalidad distrital de Lince, a efectos de que cumplan con reconocerme mi condición de trabajador permanente. V. ANEXOS: 1-A Copia certificada del acta que contiene el acuerdo municipal de fecha 21 de julio de 2006. 1-B Copia certificada de contrato de trabajo de fecha 13 de enero de 1996, suscrito con la municipalidad demandada. 1-C El original de la carta notarial de fecha 21 de agosto de 2006, dirigida a la Municipalidad distrital de Lince. POR TANTO: Señor Juez, sírvase admitir la presente demanda, tramitarla conforme a su naturaleza y en su oportunidad declararla fundada, ordenando a la municipalidad demandada el cumplimiento. OTROSÍ DIGO: De conformidad con lo prescrito en al Art. 80° del C.P.C. otorgo al letrado que autoriza la presente, las facultades generales de representación que prevé el artículo 74° del C.P.C., señalando mi domicilio en el indicado en la introducción de la presente demanda, declarando estar instruido de la representación que otorgo y de sus alcances. 36 Lima. 08 de enero de 2007 ………………………………. Firma de Letrado ………………………………….. Firma de parte 3.2 Causales de inadmisibilidad El juez declarará inadmisible la demanda si ha verificado que el recurrente ha obviado alguno de los requisitos especificados en el artículo 42° del Código Procesal Constitucional. En este caso, el jurista otorgará al demandante un plazo para que subsane la omisión o defecto en que haya incurrido. En esta situación, el juez expedirá una resolución en la que declara la inadmisibilidad de la demanda y describirá cual ha sido el requisito incumplido, contemplando el plazo para la subsanación correspondiente, de lo contrario si vencido el plazo el demandante no ha subsanado la omisión o error, el jurista rechazará la demanda y la archivará. 3.3 Causales de improcedencia En el Código Procesal Constitucional se puede constar la existencia de causales generales de improcedencia (art. 5°) y causales particulares de improcedencia de un proceso de cumplimiento (art. 70°). Sin embargo, es importante reconocer que “la declaración de improcedencia puede ser declarada de plano por el juez expresando los fundamentos de su decisión y devolviendo los anexos. Sin embargo, la declaración de improcedencia puede ser apelada para garantizar la doble instancia en cuyo caso el juez pone en conocimiento del emplazado el recurso interpuesto, en garantía también del derecho de defensa. Lo que resuelva el superior sí tiene efectos definitivos para ambas partes”38. 38 SAGASTEGUI URTEAGA, Pedro. (2004), “Exégesis y sistemática del Código Procesal Civil”, Vol. II, Grijley, Lima, p. 16. 37 3.3.1 Causales generales de improcedencia: El artículo 5° del CPCo. describe las causales siguientes: 1) Los hechos y el petitorio de la demanda no están referidos en forma directa al contenido constitucionalmente protegido del derecho invocado. 2) Existan vías procedimentales específicas, igualmente satisfactorias, para la protección del derecho constitucional amenazado o vulnerado, salvo cuando se trate del proceso de hábeas corpus. 3) El agraviado haya recurrido previamente a otro proceso judicial para pedir tutela respecto de su derecho constitucional. 4) No se hayan agotado las vías previas, salvo en los casos previstos por este Código y en el proceso de hábeas corpus. 5) A la presentación de la demanda ha cesado la amenaza o violación de un derecho constitucional o se ha convertido en irreparable. 6) Se cuestione una resolución firme recaída en otro proceso constitucional o haya litispendencia. 7) Se cuestionen las resoluciones definitivas del Consejo Nacional de la Magistratura en materia de destitución y ratificación de jueces y fiscales, siempre que dichas resoluciones hayan sido motivadas y dictadas con previa audiencia al interesado. 8) Se cuestionen las resoluciones del Jurado Nacional de Elecciones en materias electorales, de referéndum o de otro tipo de consultas populares, bajo responsabilidad. Resoluciones en contrario, de cualquier autoridad, no surten efecto legal alguno. La materia electoral comprende los temas previstos en las leyes electorales y aquellos que conoce el Jurado Nacional de Elecciones en instancia definitiva. 9) Se trate de conflictos entre entidades de derecho público interno. Los conflictos constitucionales surgidos entre dichas entidades, sean poderes del Estado, órganos de nivel o relevancia constitucional, gobiernos locales y regionales, serán resueltos por las vías procedimentales correspondientes. 38 10) Ha vencido del plazo para interponer la demanda, con excepción del proceso de hábeas corpus. 3.3.2 Causales particulares de improcedencia: En concordancia con el artículo 70° del CPCo., no procede el proceso de cumplimiento: 1) Contra las resoluciones dictadas por el Poder Judicial, Tribunal Constitucional y Jurado Nacional de Elecciones. 2) Contra el Congreso de la República para exigir la aprobación o la insistencia de una ley. 3) Para la protección de derechos que puedan ser garantizados mediante los procesos de amparo, hábeas corpus y hábeas data. 4) Cuando se interpone con la exclusiva finalidad de impugnar la validez de un acto administrativo. 5) Cuando se demanda el ejercicio de potestades expresamente calificadas por la ley como discrecionales por parte de una autoridad o funcionario. 6) En los supuestos en los que proceda interponer el proceso competencial. 7) Cuando no se cumplió con el requisito especial de la demanda previsto por el artículo 69 del presente Código. 8) Si la demanda se interpuso luego de vencido el plazo de sesenta días contados desde la fecha de recepción de la notificación notarial. 3.4 Competencia Toda persona que considere que ha sido afectado con la renuencia u omisión de una autoridad o funcionario público, en el cumplimiento o ejecución de un mandato legal o de un acto administrativo; de acuerdo con el artículo 51° del CPCo., tiene dos alternativas para interponer la demanda de cumplimiento, las cuales son excluyentes porque el afectado solo debe acudir a una de ellas. 39 3.4.1 Juez civil o mixto del lugar donde se afectó el derecho.- La presente alternativa fue propuesta por la Ley N° 28946, la misma que atribuye la competencia al juez del mismo lugar donde determinada autoridad o funcionario público afectó el derecho peticionado por el demandante. 3.4.2 Juez civil o mixto del lugar donde tiene su domicilio el afectado.- Esta es la otra alternativa con que cuenta el afectado para validar la interposición de la demanda de cumplimiento. Esto es posible cuando el recurrente considera que interponer su demanda en el lugar donde se le afectó su derecho, no será provechosa, por cuanto existen una serie de factores como por ejemplo que el tránsito hacia la localidad donde resultó afectado su derecho es muy complicado, generándole inconvenientes para solicitar la tutela jurisdiccional efectiva. Es por ello que el sujeto activo tiene la posibilidad de interponer su demanda de cumplimiento ante el juez de la localidad donde domicilia. 3.5 Contestación La contestación de la demanda es el acto procesal a través del cual el demandado ejerce su derecho de defensa, presentando excepciones y defensas previas, y se encuentra estipulado en el artículo 139° inciso 14 de la Constitución. Asimismo, el Tribunal Constitucional ha precisado al respecto que “es un elemento […] clave de la configuración de la tutela procesal efectiva, puesto que un proceso no puede considerarse como respetuoso de la persona si no se le permite la posibilidad de presentar sus argumentos, estrategias y elementos de respaldo jurídico necesarios. Así, la defensa también es un derecho-regla de la tutela procesal efectiva”39. Cuando la demanda de cumplimiento es admitida, el juez corre traslado de ella al demandado, concediéndole el plazo de cinco días para la contestación respectiva. Es necesario precisar que si el demandado no presenta excepciones ni defensas previas y no solicitan informe oral, el jurista expedirá sentencia dentro de los cinco días siguientes a la presentación de la contestación de la demanda, pero si solicitan informe oral y no hay excepciones y defensas previas, el juez expedirá sentencia dentro de los cinco días siguientes a la realización del referido informe. 39 STC N° 06712-2005-HC. F.j. 31. 40 3.5.1 Requisitos y contenido de la contestación.- Aplicando en forma supletoria el artículo 442° del CPC, el demandado debe: 1) Observar los requisitos previstos para la demanda, en lo que corresponda. 2) Pronunciarse sobre los hechos expuestos en la demanda. 3) Reconocer o negar categóricamente la autenticidad de los documentos que se le atribuyen, o aceptar o negar, de igual manera, la recepción de documentos que se alega le fueron enviados. El silencio puede ser apreciado por el Juez como reconocimiento o aceptación de recepción de los documentos. 4) Exponer los hechos en que funda su defensa en forma precisa, ordenada y clara. 5) Ofrecer los medios probatorios. 6) Incluir su firma o la de su representante o de su apoderado, y la del Abogado. El Secretario respectivo certificará la huella digital del demandado analfabeto. 3.6 Saneamiento procesal El saneamiento procesal es aquello mediante el cual se otorga al juez determinadas facultades y deberes a fin de que puedan ser resueltas in limine todas las cuestiones que pudieran entorpecer para emitir una sentencia válida o que se determine la conclusión antes de su conclusión natural. Su finalidad es obligar al juez a “purgar” el proceso de obstáculos procedimentales, constituye un mecanismo concentrado, posibilitando de esta manera, que el objeto del proceso pueda ingresar a la etapa probatoria y luego a la decisoria, encontrándose así la causa purificada y excluida de cualquier irregularidad40. De esta forma, lo que se requiere es que ante la urgente tutela inmediata que requiere la presunta afectación de un derecho fundamental, el sistema judicial debe ofrecer una respuesta rápida que se puede expresar como una eficaz administración de justicia. 40 RIOJA BERMUDEZ, Alexander. El saneamiento procesal: necesaria eliminación de la audiencia. Blog.pucp.edu.pe, 22/oct/2009. 41 3.7 Sentencia La sentencia es la declaración del juicio y resolución del juez, tal como lo expresa la Real Academia Española (RAE). La sentencia dictaminada por el juez del proceso de cumplimiento puede ser estimatoria o desestimatoria. Es ESTIMATORIA la demanda cuando constate que en el acto administrativo cuya renuencia se denuncia, concurren los requisitos además del reconocimiento del derecho incuestionable del recurrente y su individualización como beneficiario en el referido acto; sin embargo, la demanda de cumplimiento es DESESTIMATORIA, cuando el juez, analizando la norma o el acto administrativo, lo verifique con los requisitos expuestos en el precedente vinculante contenido en el Expediente N.° 00168-2005-AC/TC y encuentre que en el caso bajo análisis, dichos requisitos no se corroboran. En todo caso, el juez declarará fundada la demanda cuando haya corroborado que la norma jurídica cuyo incumplimiento se expuso, contiene un mandato vigente, cierto y claro, no sujeto a controversia compleja, de ineludible y obligatorio cumplimiento, e incondicional. Además, la sentencia debe estar debidamente motivada, como lo contempla el artículo 139°, inciso 5 de la Constitución Política. El resguardo de los elementos que componen su contenido se encuentra desarrollados por el Tribunal Constitucional a través de una sentencia, la misma que expresa lo siguiente: a) Fundamentación jurídica.- que no implica la sola mención de las normas a aplicar al caso, sino la explicación y justificación de por qué tal caso se encuentra o no dentro de los supuestos que contemplan tales normas; b) Congruencia entre lo pedido y lo resuelto.- que implica la manifestación de los argumentos que expresarán la conformidad entre los pronunciamientos del fallo y las pretensiones formuladas por las partes, y c) Que por sí misma exprese una suficiente justificación de la decisión adoptada, aun si esta es breve o concisa o se presenta el supuesto de motivación por remisión”41. Hemos manifestado anteriormente que el proceso de cumplimiento se inicia en primera instancia ante el juez civil o mixto, luego esta decisión será apelada ante la Sala Superior. El proceso puede llegar a conocimiento del Tribunal Constitucional, 41 STC N° 04348-2005-AA, f.j. 2. 42 órgano que expedirá sentencia dentro de los treinta días siguientes de la recepción del expediente, tal como lo expresa el artículo 20° del CPCo. Si la sentencia es declarada fundada, determinará que la autoridad pública ejecute el mandato de la norma o del acto administrativo, del cual se mostró renuente a su acatamiento. 3.8 Ejecución de sentencia Al culminar el proceso con la sentencia, el Tribunal Constitucional devolverá los actuados al Juez de primera instancia, con la finalidad que se ejecute la sentencia en los términos establecidos por el colegiado. Si el obligado no cumple con el mandato del Tribunal Constitucional, el juez actuará inmediatamente haciendo uso de multas fijas o acumulativas, e incluso tiene la potestad para disponer la destitución del funcionario público renuente. La sentencia expedida por el Tribunal Constitucional tiene la calidad de cosa juzgada, de acuerdo a lo expresado en el artículo 139° inciso 13 de la Constitución Política; esto quiere decir que las resoluciones que han puesto fin al proceso no puedan ser recurridas mediante medios impugnatorios, “ya sea porque estos han sido agotados o porque ha transcurrido el plazo para impugnarla; y en segundo lugar, a que el contenido de las resoluciones que hayan adquirido tal condición, no pueda ser dejado sin efecto ni modificado, sea por pactos de otros poderes públicos, de terceros o, incluso, de los mismos órganos jurisdiccionales que resolvieron el caso en el que se dictó”42. Para que se ejecute una sentencia expedida por el Tribunal Constitucional en el proceso de cumplimiento, se siguen los requisitos siguientes: 3.8.1 Modalidad de la ejecución.- La sentencia es notificada al demandante y al demandado, a su vez, el TC remitirá el expediente al Juez que conoció el proceso en primera instancia a fin que dé cumplimiento al artículo 22 del CPCo., el cual dice que,”la sentencia que cause ejecutoria en los procesos constitucionales se actúa conforme a sus propios términos por el juez de la demanda”. En este caso, el juez de primera instancia deberá requerir al 42 STC N° 04587-2004-AA/TC, f.j. 38. 43 emplazado que ejecute lo contenido en la sentencia en un plazo no mayor de dos días. 3.8.2 Incumplimiento de la ejecución.- Ante el requerimiento del juez de primera instancia del cumplimiento de la sentencia en mención, y el funcionario público no ejecuta lo requerido en el plazo concedido por ley, el magistrado requerirá al superior jerárquico del obligado para que lo conmine a cumplir con el mandato, bajo advertencia de iniciar un procedimiento administrativo en caso de incumplimiento, conforme lo establecido en el artículo 59° del CPCo. En caso que el superior jerárquico del funcionario no realiza acciones concretas que conminen al funcionario a ejecutar el contenido de la sentencia, ´podrá ser sancionado por desobediencia, sin perjuicio de la responsabilidad penal que pudiese acarrear. 3.8.3 Imposibilidad de ejecutar una prestación monetaria.- Si la ejecución de una prestación monetaria es imposible materialmente, en este caso, el artículo 59°, párrafo final del Código expresa que el funcionario deberá manifestarlo ante el juez, quien concederá un plazo no mayor de cuatro meses para su cumplimiento; caso contrario, si el obligado no ha cumplido con la prestación dentro del plazo establecido, el juez adoptará medidas coercitivas que sean necesarias para el cumplimiento de la prestación. 44 TRÁMITE DEL PROCESO DE CUMPLIMIENTO A 5 días de A 2 días de la admisión Corrido el traslado A 2 días de la absolución A 3 días de notificado A 3 días de corrido traslado A 10 días de notificado 3 días A 30 días de recibido 45 JURISPRUDENCIA (PRECEDENTE VINCULANTE) EXP. N.° 0168-2005-PC/TC DEL SANTA SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL En Lima, a los 29 días del mes de setiembre de 2005, el Tribunal Constitucional en sesión de Pleno Jurisdiccional, con asistencia de los magistrados Alva Orlandini, Presidente; BardelliLartirigoyen, Vicepresidente; Gonzáles Ojeda, García Toma, Vergara Gotelli y Landa Arroyo, pronuncia la siguiente sentencia ASUNTO Recurso extraordinario interpuesto por don Maximiliano Villanueva Valverde contra la sentencia de la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Santa, de fojas 110, su fecha 4 de noviembre de 2004, que declaró improcedente la demanda de cumplimiento de autos. ANTECEDENTES Con fecha 1 de octubre de 2003, el recurrente interpone acción de cumplimiento contra la Oficina de Normalización (ONP) solicitando que se cumpla con determinar y ejecutar el pago de su pensión inicial de conformidad con lo dispuesto por la Ley N° 23908, que establece una pensión mínima no menor de tres remuneraciones mínimas vitales, así como que se ordene el reintegro de las pensiones devengadas y sus respectivos intereses legales. La ONP contesta la demanda solicitando que sea declarada improcedente. Alega que la Ley N° 23908 estableció el monto mínimo de pensión en tres sueldos mínimos vitales, pero no dispuso que fuera, como mínimo, tres veces más que el básico de un servidor en actividad, el cual nunca llegó a ser igual al Ingreso Mínimo Legal, que estaba compuesto por el Sueldo Mínimo Vital más las bonificaciones por costo de vida y suplementaria. Añade que dicha norma fue derogada. El Primer Juzgado Civil de la Corte Superior del Santa, con fecha 5 de abril de 2004, declaró fundada la demanda estimando que el recurrente adquirió los derechos reconocidos por la Ley N.° 23908, puesto que se encontraba vigente cuando aquél obtuvo su pensión. 46 La recurrida, revocando la apelada, declaró improcedente la demanda, argumentando que el recurrente no alcanzó el punto de contingencia antes del 19 de diciembre de 1992, fecha en que se derogó la Ley N° 23908. FUNDAMENTOS 1. Considerando que, de conformidad con el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, mediante el presente caso el Tribunal Constitucional establecerá precedentes de carácter obligatorio para la procedencia de los procesos de cumplimiento, con carácter previo a la resolución del caso concreto se fundamentarán las razones que sustentan la adopción de los nuevos criterios que se tomarán en cuenta a partir de la fecha. Carácter normativo de la Constitución y procesos constitucionales 2. Desde el punto de vista doctrinario, es posible considerar que existen temas de naturaleza propiamente constitucionales y otros que, sin tener tal condición, son incorporados a la Constitución por el constituyente. Sin embargo, desde la perspectiva de la justicia constitucional, que es la que le compete al Tribunal Constitucional, y a fin de preservar la supremacía jurídica de la Constitución, con arreglo a los artículos 45° y 51° de la Carta Magna, es indispensable reiterar el carácter normativo de la Constitución en su conjunto que, obviamente, abarca todas las materias que ella regula. 3. La Constitución es un ordenamiento que posee fuerza normativa y vinculante; por ende, la materia constitucional será toda la contenida en ella, y “lo constitucional” derivará de su incorporación en la Constitución. Así lo ha entendido el Tribunal Constitucional, a lo largo de su funcionamiento, en la resolución de los diferentes casos que ha tenido oportunidad de conocer (no sólo en los procesos de inconstitucionalidad y en los procesos competenciales, sino también en los procesos constitucionales de protección de los derechos fundamentales), donde ha evaluado vulneraciones a la Constitución de la más diversa índole y en las cuales el único requisito para tal examen consistía en que la controversia se fundara en una violación de algún principio, valor o disposición de la Constitución. 47 El Proceso de Cumplimiento en el modelo de jurisdicción constitucional de la Constitución de 1993 4. Atendiendo a las consideraciones expuestas es que debemos interpretar las normas contenidas en el Título V de la Constitución, relativas a las garantías constitucionales o procesos constitucionales. En efecto, el planteamiento descrito líneas arriba se confirma con el artículo I del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, relativo a los alcances de dicho cuerpo legal, que señala que tal Código “(…) regula los procesos constitucionales de hábeas corpus, amparo, hábeas data, cumplimiento, inconstitucionalidad, acción popular y los conflictos de competencia, previstos en los artículos 200 y 202 inciso 3) de la Constitución”. Consiguientemente, el Código Procesal Constitucional acatando el mandato constitucional, reconoce al proceso de cumplimiento su carácter de proceso constitucional. 5. Ahora bien, conforme al artículo II del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, los procesos constitucionales tienen, entre sus fines esenciales, los de garantizar la supremacía de la Constitución y la vigencia efectiva de los derechos constitucionales que son posibles, o se concretizan, a través de las finalidades específicas de cada uno de los procesos constitucionales. Por tanto, para configurar el perfil exacto del proceso de cumplimiento, garantizando la autonomía de cada uno de los procesos constitucionales que protegen derechos constitucionales (amparo, hábeas corpus y hábeas data), debemos precisar, dentro del marco del artículo II del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, como es que mediante el proceso de cumplimiento se alcanzan los fines comunes a los procesos constitucionales. 6. Para ello, es necesario tener presente que el artículo 3°, concordante con el artículo 43° de la Constitución, dispone que la enumeración de los derechos establecidos en su capítulo I del Título I no excluye los demás que la Constitución garantiza, ni otros de naturaleza análoga o que se fundan en la dignidad del hombre, o en los principios de soberanía del pueblo, del Estado democrático de derecho y de la forma republicana de gobierno. (Véase Exp. N° 2488-HC, fundamento 12). 7. En efecto, conforme a los principios de soberanía del pueblo (artículo 45° de la Constitución) y de forma republicana de gobierno, al carácter social y democrático de nuestro Estado (artículo 43° de la Constitución), y al principio de jerarquía 48 normativa (artículo 51° de la Constitución), el respeto al sistema de fuentes de nuestro ordenamiento jurídico, donde se incluyen las decisiones de este Tribunal Constitucional, constituye uno de los valores preeminentes de todo sistema democrático por donde los poderes públicos y los ciudadanos deben guiar su conducta por el derecho. 8. Por tanto, el control de la regularidad del sistema jurídico en su integridad constituye un principio constitucional básico en nuestro ordenamiento jurídico nacional que fundamenta la constitucionalidad de los actos legislativos y de los actos administrativos (ambos en su dimensión objetiva), procurándose que su vigencia sea conforme a dicho principio. Sin embargo, no sólo basta que una norma de rango legal o un acto administrativo sea aprobado cumpliendo los requisitos de forma y fondo que le impone la Constitución, las normas del bloque de constitucionalidad o la ley, según sea el caso, y que tengan vigencia; es indispensable, también, que aquellas sean eficaces. 9. Es sobre la base de esta última dimensión que, conforme a los artículos 3°, 43° y 45° de la Constitución, el Tribunal Constitucional reconoce la configuración del derecho constitucional a asegurar y exigir la eficacia de las normas legales y de los actos administrativos. Por tanto, cuando una autoridad o funcionario es renuente a acatar un norma legal o un acto administrativo que incide en los derechos de las personas o, incluso, cuando se trate de los casos a que se refiere el artículo 65° del Código Procesal Constitucional (relativos a la defensa de los derechos con intereses difusos o colectivos en el proceso de cumplimiento), surge el derecho de defender la eficacia de las normas legales y actos administrativos a través del proceso constitucional de cumplimiento. 10. En efecto, el inciso 6) del artículo 200° de la Constitución establece que el proceso de cumplimiento procede contra cualquier autoridad o funcionario renuente a acatar una norma legal o un acto administrativo, sin perjuicio de las responsabilidades de Ley. Como hemos expuesto precedentemente, el acatamiento de una norma legal o un acto administrativo tiene su más importante manifestación en el nivel de su eficacia. Por tanto, así como el proceso de hábeas data tiene por objeto esencial la protección de los derechos a la intimidad, acceso a la información pública y autodeterminación informativa, el proceso de cumplimiento tiene como finalidad proteger el derecho constitucional de defender la eficacia de las normas legales y actos administrativos. 49 11. Con este proceso constitucional el Estado social y democrático de derecho que reconoce la Constitución (artículos 3° y 43°), el deber de los peruanos de respetar y cumplir la Constitución y el ordenamiento jurídico (artículo 38°) y la jerarquía normativa de nuestro ordenamiento jurídico (artículo 51°) serán reales, porque, en caso de la renuencia de las autoridades o funcionarios a acatar una norma legal o un acto administrativo, los ciudadanos tendrán un mecanismo de protección destinado a lograr su acatamiento y, por ende, su eficacia. Requisitos comunes de la norma legal y del acto administrativo para que sean exigibles a través del proceso de cumplimiento 12. Es así que desde la línea argumental descrita en el artículo 66° del Código Procesal Constitucional, el objeto de este tipo de procesos será ordenar que el funcionario o autoridad pública renuente: 1) dé cumplimiento, en cada caso concreto, a una norma legal, o ejecute un acto administrativo firme; o 2)se pronuncie expresamente cuando las normas legales le ordenan emitir una resolución o dictar un reglamento. En ambos casos, el Tribunal Constitucional considera que para la procedencia del proceso de cumplimiento, además de acreditarse la renuencia del funcionario o autoridad pública, deberán tenerse en cuenta las características mínimas comunes del mandato de la norma legal, del acto administrativo y de la orden de emisión de una resolución o de un reglamento, a fin de que el proceso de cumplimiento prospere, puesto que de no reunir tales características, además de los supuestos contemplados en el artículo 70° del Código Procesal Constitucional, la vía del referido proceso no será la idónea. 13. Sobre las características mínimas comunes de la norma legal o del acto administrativo cuyo cumplimiento se exige, este Colegiado ha afirmado que “(…) debe tratarse de un mandato que sea de obligatorio cumplimiento, que sea incondicional y, tratándose de los condicionales, que se haya acreditado haber satisfecho las condiciones; asimismo, que se trate de un mandato cierto o líquido, es decir, susceptible de inferirse indubitablemente de la ley o del acto administrativo que lo contiene y, (…) que se encuentre vigente”. (Exp. N° 01912003-AC, fundamento 6). 14. Para el cumplimiento de la norma legal, la ejecución del acto administrativo y la orden de emisión de una resolución sean exigibles a través del proceso de cumplimiento, además de la renuencia del funcionario o autoridad pública, el 50 mandato contenido en aquellos deberá contar con los siguientes requisitos mínimos comunes: a) Ser un mandato vigente. b) Ser un mandato cierto y claro, es decir, debe inferirse indubitablemente de la norma legal o del acto administrativo. c) No estar sujeto a controversia compleja ni a interpretaciones dispares. d) Ser de ineludible y obligatorio cumplimiento. e) Ser incondicional. Excepcionalmente, podrá tratarse de un mandato condicional, siempre y cuando su satisfacción no sea compleja y no requiera de actuación probatoria. Adicionalmente, para el caso del cumplimiento de los actos administrativos, además de los requisitos mínimos comunes mencionados, en tales actos se deberá: f) Reconocer un derecho incuestionable del reclamante. g) Permitir individualizar al beneficiario. 15. Estos requisitos mínimos se justifican porque el proceso de cumplimiento, diseñado por nuestra Constitución y el Código Procesal Constitucional, dado su carácter sumario y breve, no es el adecuado para discutir los contenidos de normas generales cuyos mandatos no tienen las características mínimas a que hemos hecho referencia, o de normas legales superpuestas que remiten a otras, y estas a su vez a otras, lo cual implica una actividad interpretativa compleja que, en rigor, debe llevarse a cabo a través de las vías procedimentales específicas. 16. Del mismo modo, en este tipo de procesos el funcionario o autoridad pública tiene un deber absoluto de acatamiento de la norma legal o del acto administrativo, no siendo posible ningún tipo de discrecionalidad de su parte. Asimismo, en ellos los derechos del demandante son prácticamente incuestionables, de modo que, comprobada la renuencia y el incumplimiento de la norma legal o el acto 51 administrativo conforme a las pautas descritas, de ineludible cumplimiento, corresponderá amparar la demanda. 17. De no ser así, el proceso de cumplimiento terminaría convirtiéndose en un proceso declarativo, o de conocimiento, con abundancia de medios probatorios y en cuyo seno se discutan controversias propias de este tipo de procesos. Por el contrario, si tal proceso conserva su carácter especial (ser un proceso de condena, de ejecución, breve, sumario, donde la actividad probatoria es mínima), bastará que se acredite el incumplimiento de la norma legal, la inejecución del acto administrativo, el incumplimiento de la orden de emisión de una resolución o de un reglamento y la renuencia, consiguiéndose un proceso rápido y, sobre todo, eficaz. 18. Por tanto, para el Tribunal Constitucional las características básicas del proceso de cumplimiento diseñado por la Constitución y el Código Procesal Constitucional, son las reseñadas precedentemente. Análisis del presente caso 19. En el caso Manuel Anicama Hernández (Exp. N° 1417-2005-AA/TC), este Colegiado estableció que “(…) los criterios uniformes y reiterados contenidos en las sentencias expedidas por el Tribunal Constitucional en materia pensionaria, mantienen sus efectos vinculantes. En consecuencia, a pesar de que determinadas pretensiones sobre la materia no puedan en el futuro ser ventiladas en sede constitucional, la judicatura ordinaria se encuentra vinculada por las sentencias en materia pensionaria expedidas por este Colegiado” (Fundamento 60). 20. En tal sentido, es claro que los criterios interpretativos que bajo el marco de la Constitución establecimos para la aplicación de la Ley N° 23908, deben servir para resolver los casos originados por dicha ley en la vía jurisdiccional ordinaria y en la vía administrativa. Del mismo modo debe procederse respecto a los criterios relativos a otras normas legales sobre pensiones. Por ejemplo, los criterios interpretativos desarrollados en el caso Briones Vigo (Exp. N° 0198-2003-AC/TC), fundamentos 2 a 15, relacionados con la aplicación de la Ley N° 23908, constituirán precedentes de observancia obligatoria para las controversias derivadas de tal ley. 21. En dicha sentencia se precisó que “El Decreto Ley N° 25967, vigente desde el 19 de diciembre de 1992, modificó los requisitos del Decreto Ley N° 19990 para el 52 goce de las pensiones, entendiéndose que, desde la fecha de su vigencia, se sustituía el beneficio de la pensión mínima por el nuevo sistema de cálculo, resultando, a partir de su vigencia -19 de diciembre de 1992-, inaplicable la Ley N° 23908 (…). Por tanto, la pensión mínima regulada por la Ley N° 23908 debe aplicarse a aquellos asegurados que hubiesen alcanzado el punto de contingencia hasta el 18 de diciembre de 1992 (día anterior a la entrada en vigencia del Decreto Ley N° 25967), con las limitaciones que estableció su artículo 3°, y solo hasta la fecha de su derogación tácita por el Decreto Ley N° 25967”. (Caso Briones Vigo, Exp. N° 0198-2003-AC/TC, fundamento 10). 22. En el presente caso, de la Resolución N° 0000050737-2002-ONP/DC/DL 19990, de fecha 20 de setiembre de 2002, que obra a fojas 2 de autos, se advierte que al demandante se le reconoció su pensión de jubilación a partir del 1 de diciembre de 1994. En consecuencia, habiéndose verificado la contingencia con posterioridad al 18 de diciembre de 1992 (fecha en que entró en vigencia el Decreto Ley N° 25967), no le corresponde el beneficio de la pensión mínima establecido por la Ley N° 23908, conforme a los criterios reseñados en el fundamento anterior. Razón por la cual la demanda debe ser desestimada. Del mismo modo, habiéndose desestimado la pretensión principal, la subordinada corre la misma suerte, por lo que el pedido de pago de devengados e intereses debe también desestimarse. Precedente vinculante 23. La resolución del presente caso en la vía de cumplimiento, teniendo como base los precedentes del Caso Briones Vigo (Exp. N° 0198-2003-AC/TC, fundamento 10), demuestra como hasta ahora los criterios de la jurisdicción constitucional han sido bastante flexibles y amplios para evaluar normas legales y actos administrativos cuyo cumplimiento se exige en la presente vía constitucional. Sin embargo, y dentro del marco de la función de ordenación del Tribunal Constitucional, se hace indispensable, para los casos futuros que se tramiten en la vía del proceso de cumplimiento, la aplicación estricta de los requisitos mínimos comunes a los mandatos contenidos en las normas legales y actos administrativos cuyo cumplimiento se exige, que han sido desarrollados a través de la jurisprudencia de este Tribunal Constitucional y que e resumen en la presente sentencia, a fin de no desnaturalizar el carácter breve y expeditivo del proceso de cumplimiento. 53 24. Por ello, de conformidad con lo dispuesto en el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, los criterios contenidos en los fundamentos 14, 15 y 16 supra, constituyen precedente vinculante para todos los procesos de cumplimiento, puesto que son indispensables para determinar la procedencia de la vía del proceso constitucional de cumplimiento. 25. Con ello el Tribunal Constitucional busca perfeccionar el proceso de cumplimiento a fin de que sea realmente eficaz y expeditivo. Por tanto, el precedente establecido en el párrafo anterior será de vinculación inmediata a partir del día siguiente de su publicación en el diario oficial El Peruano, de modo que toda demanda que sea presentada y que no reúna las condiciones del precedente, o las que se encuentren en trámite y adolezcan de ellos, deberán ser declaradas improcedentes. Vía procedimental específica y reglas procesales aplicables a los procesos de cumplimiento en trámite que no cumplan con los requisitos 26. A partid de la expedición de la sentencia del caso Manuel Anicama Hernández (Exp. N° 1417-2005-AA/TC), el Tribunal Constitucional estableció que los derechos pensionarios de orden legal, entre otros, por ejemplo los derivados de la Ley N° 23908, deberán ser conocidos en la vía del contencioso administrativo y no mediante el proceso de amparo, salvo las excepciones que se establecieron en la misma sentencia, encauzándose las demandas que se declarasen improcedentes, conforme a los nuevos criterios, a la vía contenciosa administrativa. 27. Consecuentemente, y aplicando similares criterios, las demandas de cumplimiento que no cumplan con los requisitos de procedibilidad descritos en la presente sentencia, deberán tramitarse por la vía específica para las controversias derivadas de las omisiones de la administración pública sobre materia pensionaria que, conforme a los artículos 4° (inciso 2) y 24° (inciso 2) de la Ley N° 27584, será el proceso contencioso administrativo a través de la vía sumarísima. 28. Por lo tanto, a la luz de las funciones de ordenación y pacificación inherentes a este Tribunal Constitucional las demandas de cumplimiento sobre materia pensionaria que, en aplicación de los criterios de procedibilidad previstos en los fundamentos 14, 15, 16 supra de la presente sentencia sean declaradas improcedentes, deberán seguir las reglas procesales establecidas en los fundamentos 53 a 58 y 60 del caso Manuel Anicama Hernández (Exp. N° 1417- 54 2005-AA/TC, con las adaptaciones necesarias relativas al proceso sumarísimo a que se refiere el artículo 24°, inciso 2 de la Ley N.° 27584. Por los fundamentos expuestos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú HA RESUELTO 1. Declarar INFUNDADA la acción de cumplimiento. 2. Declarar que los criterios de procedibilidad de las demandas de cumplimiento, previstos en los fundamentos 14, 15 y 16 supra, constituyen precedente vinculante inmediato, de conformidad con el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional motivo por el cual, a partir del día siguiente de la publicación de la presente sentencia en el diario oficial El Peruano, toda demanda de cumplimiento que sea presentada o que se encuentre en trámite y que no cumpla con tales condiciones, debe ser declarada improcedente. Declarar que las reglas procesales de aplicación a las demandas de cumplimiento que a la fecha de publicación de esta sentencia se encuentren en trámite, serán las previstas en los fundamentos 53 a 58 y 60 del caso Manuel Anicama Hernández (Exp. N° 1417-2005-AA/TC), de modo que serán vinculantes tanto para los jueces que conocen los procesos de cumplimiento, como para los jueces que resulten competentes para conocer las demandas contencioso administrativas, en la vía del proceso sumarísimo a que se refiere el artículo 24°, inciso 2 de la Ley N° 27584. Publíquese y notifíquese. SS. ALVA ORLANDINI BARDELLI LARTIRIGOYEN GONZÁLES OJEDA GARCÍA TOMA VERGAR GOTELLI LANDA ARROYO 55 CONCLUSIONES 1. La acción de cumplimiento es un proceso constitucionalizado, cuya finalidad es el cumplimiento y la ejecución eficaz de las normas legales o actos administrativos, por parte de la autoridad o funcionario público renuente a su acatamiento. 2. Para la debida aplicación, debe cumplir inicialmente con las características mínimas comunes y de los requisitos determinados en el artículo 70° del CPCo., y posteriormente el jurista debe verificar la procedencia conforme a las reglas establecidas en el Exp. N.° 0168-2005-PC/TC, en las cuales encontramos cinco requisitos que deben cumplirse para que sea objeto de tutela efectiva a través del proceso de cumplimiento. 3. Para la interposición de este proceso, el recurrente debe haber reclamado previamente, por documento de fecha cierta, el cumplimiento del deber legal o administrativo, y el funcionario público deberá haberse ratificado en su incumplimiento o, de lo contrario, no haber contestado dentro de los diez días siguientes a la presentación de la solicitud. En este caso, no será necesario el agotamiento de la vía previa. 4. Para la exigencia mediante de Acción de Cumplimiento proveniente de una norma, es requisito que el mandato se encuentre vigente, sea cierto y claro, es decir no estar sometido a controversia compleja ni a interpretaciones dispares, además deberá ser de ineludible y obligatorio cumplimiento, la elusión se refiere a la conducta intencionada de una autoridad o de un funcionario público de no dar cumplimiento a un mandato derivado de una ley, es decir que pese a ser compelido a su cumplimiento por documento de fecha cierta incumpla con el mandato de Ley y finalmente debe ser incondicional. 5. Para interponer acción de cumplimiento respecto de actos administrativos, se exigecerteza y actualidad, pues lo que se busca con la demanda constitucional no es declarar derechos ni nuevas relaciones jurídicas y comosegundo requisito individualizar al directo beneficiario del derecho. 56 BIBLIOGRAFÍA 1. BOREA ODRIA, Alberto. (2000), “Evolución de las garantías constitucionales” 2ª. 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