CONTRATOS ASOCIATIVOS ¿Son sociedades encubiertas? Por: Horacio Gustavo Rodriguez 1. Reforma al art. 30 de la ley de sociedades: El art. 30 de la ley 19550 antes de la reforma establecía que las sociedades anónimas y por acciones solo pueden formar parte de sociedades por acciones. De la simple lectura de esta disposición legal, resulta claro la restricción que tienen las sociedades mencionadas precedentemente para adquirir participación de otras. La reforma establece que las sociedades anónimas y en comandita por acciones solo pueden formar parte de sociedades por acciones y de responsabilidad limitada. Podrán ser parte de cualquier contrato asociativo. Pareciera que la modificación introducida en este aspecto es mínima, porque simplemente agrega que las sociedades anónimas y en comandita por acciones pueden formar parte de SRL, que es un tipo societario que también prevé la limitación de responsabilidad frente a terceros aunque el capital no se divida en acciones sino en cuotas. Hasta aquí no parece ser una reforma tan profunda. Pero inmediatamente vemos que la reforma incorpora la posibilidad de que las sociedades anónimas y por acciones puedan formar parte de contratos asociativos. Aquí si podemos sostener que es un cambio importante y que además no está exento de polémica. 2) Contratos asociativos: En primer lugar aclaremos qué se entiende por contratos asociativos, haciendo un muy breve repaso de sus antecedentes. Originariamente las empresas desarrollaban su actividad perteneciendo a personas físicas, luego se fue desdibujando la figura del comerciante individual para ciertos emprendimientos y las empresas comenzaron a pertenecer a personas jurídicas, específicamente sociedades anónimas. Pero estas sociedades, con personalidad jurídica propia, un capital diferenciado, dividido en acciones e integrada por una cantidad importante de socios, se mostraron sumamente burocráticas y poco adaptables a los cambios que exigía un mercado cada vez más exigente. Esta pesadez conspira con los nuevos tiempos que exigen cambios cada vez más veloces en la forma de desempeño de estas entidades. Aquí los empresarios utilizaron a los contratos asociativos para generar alianzas momentáneas que no tienen vocación de conformar sociedades, a efectos de reaccionar eficazmente para hacer frente a las exigencias del mercado. 3. La situación en la Argentina: En la Argentina, con la reforma a la ley 19550, mediante la ley 22903 en 1983, se crean las uniones transitorias de empresas, cuyo objeto es el desarrollo o ejecución de una obra, servicio o suministro concreto, y las agrupaciones en colaboración, en la que los sujetos se reúnen con la finalidad de facilitar o desarrollar determinadas faces de la actividad empresarial. Como sostiene el Dr. Lorenzetti en su tratado de contratos, las agrupaciones de colaboración responden a los denominados Jointventures operativos o consorcios internos, mientras que la unión transitoria es externa, instrumental. Ambos se basan en la integración de recursos complementarios para la adquisición inmediata y a titulo originario de beneficios derivados de dicha integración. Sumadas a las sociedades accidentales o en participación conforman los contratos asociativos mencionados anteriormente. Así es que los contratos asociativos, donde no existe sociedad, sirven para que las empresas puedan adaptarse fácilmente a los cambios a través de figuras como los negocios en participación, las agrupaciones de colaboración y las Uniones Transitorias de Empresas. …”Por estas razones las empresas comienzan a actuar conjuntamente, lanzándose a “aventuras comunes” (jointadventures) con muy diversos grados de organización”… “La ley señala expresamente que no son sociedades, para sortear la ya citada prohibición del artículo treinta”...(1) 4. Asimilación de los contratos asociativos con las sociedades: Estos contratos no han tenido una pacífica interpretación a la hora de su aplicación práctica, toda vez que para algunos se trataba de contratos que no eran sociedades, y para otros se trataba de sociedades encubiertas a los que se debía aplicar la legislación societaria. En este sentido, parte de la doctrina manifiesta que fundamentalmente en nuestro medio se generalizó el concepto de que cualquier emprendimiento en donde existan varias personas que efectúen aportes, a un fondo común quedan siempre comprendidos en el concepto de sociedad 7, habida. cuenta que se ha arraigado en nuestro país un concepto de sociedad que se basa en tres ejes: Uno es el de presunción de sociedad, el otro es el de que se trata de un sujeto de derecho y el tercero la tipicidad. De manera tal que muchos emprendimientos asociativos que no tienen pretensión de ser societarios, caen en el concepto abarcador de sociedad, aplicándosele sus normas. Asi, Lorenzatti sostiene al respecto: …”El ordenamiento legal giró alrededor de la figura societaria y tuvo enormes dificultades para conciliar esa tradición con las nuevas figuras, que siendo “alianzas”, no quieren ser sociedades, tema que veremos en el punto siguiente”... (2) Siguiendo a Lorenzetti, que considera que estas figuras no son sociedades, sostiene que la asimilación de las mismas a la figura de las sociedades tiene las siguientes consecuencias disvaliosas: …”Muchos emprendimientos basados en la confianza, altamente informales, transitorios, típicos de la mediana y pequeña empresa, son incompatibles con el alto costo formal y económico de la sociedad, pretendiendo sin embargo la limitación de responsabilidad frente a terceros que ellas poseen. La asimilación hace que, por inercia, caigan sobre ellos los regímenes de contralor, como los impositivos, previsionales, etcétera, considerándolos sociedad”... (3) Se critica, entonces la ubicación de los contratos asociativos en la ley de sociedades, porque puede confundirse con una sociedad más, incluso a la denominación que se le da a los negocios en participación como sociedades accidentales o en participación, genera confusión, al decir de los que sostienen que no son sociedades los contratos asociativos. …”De modo que una reforma legislativa aislada, que consagra una isla en un mar de sociedades, tiene poco efecto, desalentándose la constitución de estos agrupamientos”... Estas son manifestaciones del Doctor Lorenzetti, respecto de la reforma de la ley 22903, que incorporo los contratos asociativos en la ley de sociedades, y que surgen de la obra citada precedentemente. Para los que sostienen que estos contratos no son sociedades: Era preciso establecer entonces una clara distinción con la sociedad. 5. Reforma introducida por la ley 26994 (unificación de los códigos Civil y Comercial) La reforma parece haber receptado el criterio de los que sostienen que los contratos asociativos no son sociedades, mudando a las sociedades accidentales o en participación, los contratos de colaboración empresaria y las UTE al texto del código unificado en la parte de contratos entre los artículos 1442 y 1478, eliminándolos del texto de la ley de sociedades, para dejar claro de este modo que no se trata de sociedades sino de contratos. En efecto: entre los artículos 1442 a 1447, el código nuevo se refiere a los contratos asociativos (disposiciones generales), en el art. 1448 al 1452 se regula el “Negocio en Participación”, eliminando la expresión anterior “sociedades accidentales o en participación”. En el art. 1453 al 1462 se refiere a las agrupaciones en colaboración y desde el art. 1463 al 1469 regula las Uniones Transitorias. Por último incorpora entre los artículos 1470 a 1478 los consorcios de cooperación. Todas estas disposiciones están incluidas en el capítulo de los contratos, y han sido derogadas las disposiciones que se referían a los contratos asociativos de la ley 19550. De esta forma entonces, al eliminarse las disposiciones relativas a los contratos asociativos de la ley de sociedades e incorporarlas al código unificado en la parte donde se regulan todos los contratos, el legislador se aseguró de eliminar toda duda acerca de que no se trata de sociedades. El Dr. Vitolo critica esta reforma sosteniendo lo siguiente: …“El nuevo legislador se ha resistido una vez más —lo hizo en el año 1983— reconocer que estos contratos esconden —en cierta forma— verdaderas sociedades. El motivo por el cual el legislador ha decidido que estos contratos asociativos no sean consideradas sociedades ni tampoco sujetos de derecho, obedece exclusivamente a una decisión política que es difícil explicar —y que originariamente abrevaba en la sistemática negativa a derogar el art. 30 de la ley 19.550—, no bien se advierta la similitud entre ambos institutos y la elección tomada por la ley 22.903 de diferenciarlos en estos aspectos”...(4) Asimismo propone su punto de vista en cuanto a como debiera ser la reforma en este tema: …” Desde nuestro punto de vista, hubiera sido mucho más útil, o bien establecer un régimen distinto para los contratos asociativos a través de un cuerpo normativo diferenciado de la Ley de Sociedades —que se propone reconvertir hoy en Ley General de Sociedades— y del Código, o bien considerar a las mismas lisa y llanamente como sociedades simples”...(5) 6. Contradicción: Lo que no se entiende y esto lo sostiene el Dr, Daniel Vitolo, es por qué en la reforma, cuando se establece en el artículo 30 los tipos de sociedades que pueden conformar las sociedades anónimas se incluye a los contratos asociativos. Pareciera que se está aceptando inconsciente o tácitamente que se trata de sociedades. 7. Conclusión: La reforma a la ley de sociedades que elimina los contratos asociativos de su texto y los traslada al código unificado junto con los demás contratos, ratifica el concepto de que no se trata de sociedades. No obstante ello, el agregado a la última parte del art. 30 introduce la duda que se quiso eliminar. En efecto, los que consideran que en los contratos asociativos encontramos sociedades encubiertas, encontrarán un motivo para seguir sosteniendo dicha afirmación que el propio articulo 30 en su última parte menciona entre las sociedades de que puede formar parte una sociedad por acciones a los contratos asociativos. 1 Lorenzetti Ricardo Luis, Pag. 235 Tratado de Los Contratos. Ricardo Luis Lorenzetti. Ed. RubinzalCulzoni. T. III 2 Lorenzetti Ricardo Luis Op Cit Pag. 235 3 Lorenzetti, Ricardo Luis Op. Cit. Pag. 240 [ 35 ] 4 Daniel Vitolo Daniel Vitolo:URL:http://www.congresomercantil.com.ar/VICAE/ponencias/Daniel%20 Roque%20V%C3%ADtolo%20%20Los%20contratos%20asociativos%20en%20el%20Nuevo%20 C%C3%B3digo%20Civil.pdf