¿Qué es el ritmo? Se denomina ritmo a todo movimiento regular y recurrente, marcado por una serie de eventos opuestos o diferentes que se suceden en el tiempo. Dicho en otras palabras, el ritmo es un fluir del movimiento de naturaleza visual o sonora, cuyo orden interno puede percibirse e incluso reproducirse. El ritmo subyace a la mayoría de las formas de arte, sobre todo en el caso de la música, la poesía y la danza, dado que la naturaleza del ritmo es subjetiva, depende de las percepciones de cada quien. Bien podría hallarse un ritmo detrás de todas las cosas que se suceden en el tiempo, siempre y cuando involucren un cierto margen de repetición. Los ritmos poseen una serie de elementos, como son: Pulso. Se llama así a cada una de las unidades de la tanda de repeticiones que compone el ritmo, las cuales pueden ser regulares o irregulares, aceleradas o ralentizadas. Acento. Se trata de un cierto énfasis que se le imprime a un pulso determinado, y que coincide con su principal descarga de energía. Compás. Esto es el modo particular en que diversos pulsos se organizan en grupos, generando una contraposición entre sus partes débiles y fuertes, acentuadas y átonas. Tempo. Se conoce así a la velocidad o frecuencia en que se dan las repeticiones, por lo que se suele medir a través de pulsaciones por minuto (ppm). Duración. Determinada a partir de la relación entre el pulso y el tempo. La palabra ritmo proviene del griego rhytmós, que traduce “movimiento regular y recurrente” o también “simetría”. Su estudio ocupa a diferentes campos del saber humano, dependiendo de en qué sujeto se manifieste: ritmo en la música, ritmo en las artes escénicas, en la pintura, en los latidos cardíacos, en el fluir de la lengua hablada, en la arquitectura e incluso en los fenómenos y las leyes naturales. Ritmo musical El baile consiste en reproducir el ritmo musical con el cuerpo. Dado que la música consiste en una sucesión de notas y sonidos armónicos cuya totalidad expresa un conjunto de emociones o de sensaciones, el ritmo es una noción fundamental en ella (junto con la melodía y la armonía), tanto en sus variantes académicas como populares. Podría decirse que el ritmo es el motor de la música. El ritmo musical comprende la frecuencia con que los ciclos dentro de una melodía o canción se repiten unos a otros, es decir, la frecuencia de intervalos y sonidos que se transmiten a quien escucha y que es capaz de reproducirlas con su cuerpo. En eso, entre otras cosas, consiste el baile o la danza. Ritmo y melodía El ritmo musical se articula a partir de sonidos breves, medios y largos, así como de los espacios de silencio entre ellos. La manera específica de articular estos elementos se conoce como melodía y responde a razones de tipo cultural: la música occidental tiende históricamente a obviar los silencios y a fluir; mientras que la oriental incorpora el silencio como una nota más, podría decirse. Las melodías, así, reciben nombres específicos y se deben a la creatividad de los músicos, dado que tienen una entidad por sí mismas. Por ejemplo, suele hablarse hoy en día de riffs o de solos, dependiendo de si se trata respectivamente de una melodía repetitiva, usual del acompañamiento, o más bien de una melodía autónoma, singular dentro de la pieza. Ritmo en educación física La educación física se vale a menudo de la música y del ritmo para sus actividades. El ritmo y la coordinación tienen una base común, que implica saber traducir en acciones una frecuencia de descargas de energía y de intervalos. Dichos movimientos suelen implicar más de una parte del cuerpo, como ocurre en el baile, y modifican el centro de gravedad del cuerpo humano, ponen a prueba su equilibrio, entre otros talentos físicos. De allí que la educación física se valga a menudo de la música y del ritmo para sus actividades. Así, el cuerpo humano obedece al ritmo y lo traduce en una serie de tensiones y distensiones musculares, de gestos y esfuerzos, potenciando no sólo la respuesta armónica del cuerpo ante estímulos externos, sino también su capacidad de expresión, lo cual es útil para el desarrollo de las artes escénicas (danza, teatro, etc.). Actividades deportivas como el aeróbics, el ejercicio por circuitos o formas de boxeo recreativo (taebo, etc.) se sirven a menudo de la música con estos fines, y también para imprimir en la mente de los deportistas la disposición a seguir el ritmo anímicamente. Fuente: https://concepto.de/ritmo-2/#ixzz7QjBkZ7SP EJEMPLOS El ritmo es el orden, la combinación, sucesión y pausa de algún suceso, actividad o creación humana o natural. Existe ritmo en la mayoría de las actividades de la naturaleza y, en especial, en actividades o labores humanas. El ritmo está presente en los lenguajes humanos, en composiciones musicales, en poemas, en el movimiento, etcétera. En música, por ejemplo, el ritmo se define como una proporción que se crea entre un movimiento o sonido y otro diferente. La palabra ritmo proviene del latín rhythmus y del griego rhein que significa “fluir”; y su origen exacto no se puede explicar, sin embargo, se cree que es un proceso o pauta biológica, mental y estética. El ritmo es algo que produce un goce o efecto agradable o hipnótico. Como su etimología lo dice, el ritmo es el fluir de algo, de elementos y ese fluir se representa como una repetición de dichos elementos. De manera que, aunque no sea algo material que podemos tocar o ver, el ritmo puede producir calma, agitación, desesperación, felicidad o tristeza, etcétera. Todo eso, dependiendo de si es más acelerado o lento o si es el ritmo en la música, la poesía, el baile o el movimiento de las hojas de los árboles al compás del viento. Definición de Melodía La palabra melodía proviene del término griegomeloidia que significa 'cantar'. En nuestro idioma, la palabra melodía se utiliza para designar a un conjunto de sonidos que están unidos o agrupados de una manera especial en torno de un objetivo: construir un sonido más complejo y duradero que sea agradable al oído humano y que genere en él algún tipo de reacción. La melodía puede estar compuesta de tan sólo un par de notas como también de una infinidad de ellas, en cuyo caso debemos entender a la melodía como parte formante de obras musicales. La melodía como elemento abstracto debe ser entonces entendida como un conjunto de sonidos graves o agudos que están ordenados de un modo específico de acuerdo a la intención del compositor. Las melodías pueden encontrarse en cualquier situación de la vida cotidiana aunque por lo general la conjunción desordenada y sin sentido de diversos sonidos (como puede ser una calle llena de autos, bocinas y otros ruidos urbanos) no es comprendida como una melodía. Por el contrario, para que una melodía pueda ser entendida como tal debe demostrar cierta organización y construcción ya que eso es lo que prueba que la melodía fue generada de algún modo y no por azar. La melodía es quizás lo más importante de cualquier obra de música ya que es lo que permite que los sonidos suenen parejos en su tono (sea cual fuere el estilo de música) y que el sonido final sea agradable para quien lo oiga. Además, la melodía es también lo que permite que sonidos otrora sueltos encuentren continuidad y así pueda construirse algo mucho más complejo e interesante. Las melodías pueden ser repetidas de manera variada a lo largo de una obra musical ya que sobre esa misma estructura se pueden generar pequeñas variaciones pero partiendo siempre desde un mismo punto. ¿Qué es la melodía? Es el alma de la música… La melodía es el alma de la música. De entre los cuatro elementos básicos de la música (forma, ritmo, melodía y armonía) la melodía es el que incide con mayor fuerza en nuestra parte afectiva. De una línea melódica dependen muchas de las sensaciones que se transmiten con la música: tranquilidad, desagrado, dulzura, inestabilidad, reposo, agresividad, diversión… El modo de combinar los sonidos permite al compositor alcanzar su propósito expresivo, desde las melodías más pegadizas con apenas un par de notas hasta las más complejas composiciones. ¿Qué es la melodía? Definición de melodía: La melodía es la sucesión de sonidos con entidad propia. Inseparable del ritmo, la melodía se desarrolla como una línea que combina diferentes sonidos Elementos de la melodía El diseño de una melodía depende de las distintas formas de combinar sonidos que se empleen. Para crear o analizar una melodía es fundamental comprender los distintos parámetros que la conforman y cómo se utilizan. Ámbito melódico Se trata de la distancia entre sonido más agudo y el más grave, con todas las notas comprendidas entre este intervalo. La extensión del ámbito melódico depende mucho del instrumento que se toque, ya que algunos permiten ejecutar un gran número de notas, como sucede con el piano, y otros presentan una tesitura más reducida, como es el caso de la trompeta. Las canciones compuestas para ser interpretadas con la voz suelen tener un ámbito melódico reducido, en función del tipo de voz y del registro agudo o grave que se quiera emplear. Altura o registro La altura o registro sobre la que se sucede una melodía depende de la frecuencia de la onda sonora que se emite al tocar o cantar, y de la velocidad de vibración. A mayor vibración, más agudo será el sonido A menor vibración, más grave será el sonido Estos distintos niveles de vibración dan lugar a los diferentes sonidos, que se representan gráficamente como notas musicales a distintas alturas en el pentagrama. Línea melódica ¿Hacia dónde se mueven los sonidos? Las melodías, efectivamente, tienen una dirección, elemento que se utiliza con fines expresivos. Existen líneas melódicas ascendentes o descendentes, aunque lo usual es que combinen ambos tipos de motivos. Del mismo modo, podemos encontrar diferentes tipos de perfiles según sea el movimiento de la línea melódica: Ondulado: el movimiento es reducido, en torno a pocas notas y recurriendo a una nota central con frecuencia. Quebrado: existen muchos saltos e intervalos amplios, creándose una melodía con picos agudos y graves. Intensidad La intensidad es el grado de fuerza con que un sonido llega a nuestro oído, y depende de la amplitud de las vibraciones. Por esta razón podemos distinguir un sonido fuerte de uno suave, y con ello todo el abanico de posibilidades que aparecen entre ambos extremos. Gran parte del valor expresivo de la música radica en el volumen, por lo que en una partitura podemos encontrar multitud de indicaciones de dinámica, siendo las más usuales las siguientes expresiones italianas: Fortissimo (ff): indica una intensidad muy alta Forte (f): “fuerte”, gran intensidad Mezzoforte (mf): es un término medio, debiendo interpretarse discretamente fuerte Mezzopiano (mp): indica suavidad moderada Piano (p): la intensidad debe ser débil Pianissimo (pp): se trata de la intensidad mínima Otros parámetros Existen otros elementos que, aunque nos sean propios de la melodía, son inseparables de ella: Timbre: es la cualidad del sonido que permite diferenciar unos instrumentos de otros y unas voces de otras, otorgando personalidad y carácter a la melodía. Textura: es el modo en que se entrelazan diferentes melodías o instrumentos, existiendo texturas sencillas como la de una melodía simple con acompañamiento instrumental, y otras más complejas, como el contrapunto, en que varias melodías discurren simultáneas con la misma importancia y cierta independencia con respecto a las otras. Qué es la Armonía: Armonía o harmonía proviene del latín harmonĭa, que deriva del griego ἁρμονία, que significa acuerdo, y del concordancia, combinación, verbo ἁρμόζω (harmozo), que significa ajustarse, conectarse. La armonía ocurre cuando existe un equilibrio y una conveniente y adecuada proporción, concordancia y correspondencia de unas cosas con otras, y en su caso, agradable a los sentidos, por ejemplo, a la vista, como los colores. Algo en armonía generalmente es algo realmente bello, alegre, agradable, relajante y sosegado, aunque en la música, por ejemplo, también existe armonía que produce tensión, o es disonante. En la música, sobretodo, en la música occidental, la armonía es el arte de unir y de combinar sonidos diferentes, pero acordes y agradables al oído, que son emitidos simultáneamente. También se denomina armonía a la ciencia, técnica y disciplina que permite tanto la formación, la sucesión y la modulación de los acordes (combinación de tres o más notas diferentes que suenan simultáneamente o en un arpegio), como el encadenamiento y la combinación de estos formando una composición musical. La armonía funciona como acompañamiento, armazón y base de una o más melodías. En la literatura, se denomina armonía a la variedad agradable de sonidos, pausas y medidas que resulta tanto en el verso como en la prosa por la adecuada combinación de las sílabas, las voces y las cláusulas empleadas. La expresión 'tener armonía con' o 'vivir en perfecta armonía' puede significar tener un acuerdo, una buena amistad o relación, una relación de paz, una buena comunicación y una buena correspondencia o compatibilidad de opinión y de acción con alguien o con un grupo. Con todo, el concepto de armonía depende de cada cultura y de cada época, es decir, lo que era armonía en el siglo II, puede no serlo en el siglo XX y lo que es armonía en China, puede no serlo en España. Cómo citar: "Armonía". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/armonia/ Consultado: 17 de abril de 2022, 10:10 am. Armonía musical: definición y ejemplos Por Ana Sofía Rivera. 24 octubre 2019 Música atonal: características y... Todo esta compuesto por partes, factores que forman un todo y que lo definen desde el detalle. Es así también en el arte y en la música, cuando varios elementos pueden cambiar para crear mil posibilidades a pesar de tratarse de una misma cosa. Tales elementos como el tempo, instrumentación y métrica entre otros nos proveen de piezas que podemos cambiar a nuestro antojo para nuestra propia expresión. Son estas mismas piezas el esqueleto y la estructura de la música. Definición sencilla La música se compone por sonido, que es un elemento puramente físico a pesar de que lo hemos convertido en arte. Este fenómeno tiene comportamientos de diferentes características que incluyen la afinación, la frecuencia y estructura entre otras. Lo más interesante de estos elementos es cómo se comportan al interactuar uno con otro y cómo podemos jugar con esto para crear obras interesantes. La armonía es básicamente esto, pues con ella estudiamos la relación que existe entre dos o más notas que suenan simultáneamente. Si una única nota suena por si misma su definición es muy clara, pero cuando suena junto con otra nota, se crean nuevos sonidos que luego utilizamos dependiendo de lo que queremos expresar. La armonía es probablemente el elemento más complejo de analizar, porque depende de todas las posibles relaciones que podemos realizar. Debemos recordar que existen 12 notas distintas (tomando en cuenta los semitonos) y que en un acorde podemos llegar a tener 4, 5, 6 o más notas. Si hacemos cálculos matemáticos, la cantidad de combinaciones es infinita. Los conceptos musicales que relacionamos con armonía son: acordes, tonalidad, escalas y grados. Image Acordes, un elemento clave de la armonía musical Un acorde es cuando dos o más notas suenan al mismo tiempo. Hay diferentes tipos de acordes y estos se clasifican por la cantidad de notas que lo conforman y su papel sonoro dentro del acorde. Comenzamos a nombrar los acordes a partir de 3 notas simultáneas. A estos les llamamos “triadas”. Ejemplos: triada menor, triada mayor, triada aumentada, triada disminuida. También tenemos las cuatriadas que son acordes de 4 notas. Ejemplos: cuatriada menor, cuadriada menor, acorde dominante, acorde semidisminuido. Cuando un acorde tiene más de cuatro notas, su composición se vuelve más compleja y a las notas que no son precisamente del acorde básico les llamamos “tensiones”. Los sonidos de los acordes provocan diferentes sensaciones que podemos describir con sentimientos o que relacionamos con formas de expresarnos. Por ejemplo, los acordes menores se suelen utilizar para sentimientos sombríos o triste, mientras que los acordes mayores los relacionamos con energía y gozo. Otro factor interesante en la armonía de los acordes es si los sonidos de sus notas “casan” entre si. Cada sonido se compone a su vez de distintas vibraciones que casi no percibimos, a estos les llamamos “harmónicos” y son los responsables de definir si un acorde es “concordante” (nos resulta estable y agradable al oído) o “disonante” (lo percibimos como inestable y desagradable al oído). La tonalidad musical Para tener un orden y lógica, el sistema musical posee una estructura interna que nos dicta las reglas de las notas que podemos usar y las que debemos evitar. Así mismo, nos sugiere un orden y los momentos en los cuales debemos tocar los acordes. En la música clásica por ejemplo, muchas obras fueron escritas en una tonalidad específica, por ello podemos encontrarla en el nombre de la obra: Ejemplo: Concierto para piano No.5 en Mi bemol mayor de Beethoven. La tonalidad se define por las escalas. Podría decirse que al componer o al improvisar, sabemos que notas podemos utilizar dependiendo de la tonalidad. La forma en la que reconocemos la tonalidad en una obra es por medio de la “armadura musical” que es el conjunto de alteraciones (sostenidos o bemoles) que se escriben al principio del pentagrama y nos indican las notas que conforman la escala. Ejemplos de tonalidad: Do mayor (C), Fa menor (Fm), Si bemol mayor (Bb). Escalas y grados musicales La escala es una sucesión de notas que puede ser ascendente (de grave a agudo) o descendente (de agudo a grave). El grado es el número que se le asigna a una nota dependiendo de su orden en la escala. Las notas tienen un orden específico: Do, re, mi, fa, sol, la y si. Una escala obtiene su nombre dependiendo del la nota en donde comienza y las distancias sonoras que hay entre una nota y otra. Ejemplos de escala: Do mayor, Sol menor, Re dórica, La# Lidia. Las distancias son diferentes entre una nota y otra nota, es esto lo que define principalmente la tonalidad y los grados, ya que dependiendo de esto encontramos los momentos de tensión y resolución. Cuando una nota está muy cerca de otra, provoca tensión, que es la sensación que tenemos cuando nuestro oído percibe que una nota o un acorde debe continuar (resolver). En el sentido contrario, la resolución es el sentimiento de que lo que escuchamos no necesita tener movimiento. En combinación, sabemos que ciertos grados poseen más tensión que otros y se les les asigna un nombre por dicha función. A esto le llamamos función tonal. Ejemplos: Tónica, sensible, dominante subdominante. Imagen: Lo mejor del mundo la música