Víctor Hugo Arévalo Jordán TEORÍA, FUNDAMENTOS Y PRÁCTICA DE LA A R CHIVOLOGIA Víctor Hugo Arévalo Jordán Teoría, fundamentos y práctica de la Archivología 1a. edición virtual e-libro.net Abril de 2002 Esta obra también está disponible en soporte papel, bajo la modalidad de «libro a pedido». © 2001, por Víctor Hugo Arévalo Jordán © Primera edición virtual y en papel, e-libro.net, abrilde 2002 ISBN 987-95963-2-3 Ilustración de la portada: Actas de cabildo del Archivo General de la Provincia de Santa Fe. Foto de Leandro Vurcharchuc. PRÓLOGO (Edición 1991) Con gran placer introducimos al estudio en esta obra resultado de la consecuente tarea investigativa y reflexiva de Víctor Hugo Arévalo Jordán. Ella consta de tres partes independientes entre sí y que agotan los temas que se proponen exponer. Con el libro primero: “Contexto teórico” se introduce al lector en los conceptos básicos, recorriendo paso a paso los requerimientos de quien desea conocer los principios fundamentales de la archivística para ponerlos en práctica. Para ello ofrece un pormenorizado análisis del material de archivos, partiendo desde su generación en la situación más simple: la comunicación del hombre, para desentrañar paso a paso la producción del documento abordándola de manera profunda, en sus instancias de mayor complejidad. Establece también, con criterio novedoso, la fundamentación epistemológica que permite comprender a la archivología entre las ciencias sociales y como ciencia de la documentación, así como la clasificación de un sistema. 4 El libro segundo: “Práctica de la archivología” vuelve sobre el archivo recorriéndolo a través de la historia, para luego proporcionar un interesante número de definiciones de especialistas reconocidos y considerar los pasos necesarios que habrá que cumplir el archivo, en su labor concreta. El libro tercero: “Ciencias auxiliares y la enseñanza archivística”, deja planteadas conceptualmente las diversas ciencias que le dan su apoyatura logística a la archivología. En cuanto a la formación profesional del archivero, proporciona los antecedentes del tema, los fines en términos generales y la experiencia vivida en la provincia de Santa Fe con la carrera de Archiveros. Cierra este ítem con las referencias que existen desde el punto de vista ético para esta labor. Reconociendo la condición de aporte que importa esta obra a la bibliografía archivística, convirtiéndose en material de consulta imprescindible para los archiveros argentinos, deseamos a su autor la continuidad de sus inquietudes y productividad que se refleje en nuevas obras de la materia. Santa Fe de la Veracruz, 1991 Ana María Cechini de Dallo Licenciada en Historia Subdirectora del Archivo General de la Provincia de Santa Fe 5 PRÓLOGO (Edición 1988) El presente texto de Teoría Archivológica realizado por Víctor Hugo Arévalo Jordán, docente de la cátedra de Teoría Archivística de la carrera de Archivística del Instituto Superior N° 12 de Santa Fe, viene a cubrir la carencia de material bibliográfico en la materia, ya que son pocas las obras y es muy difícil su distribución y acceso en la provincia. Su intención es brindar un conocimiento actualizado de la archivología en el complejo sistema de las ciencias de la documentación atendiendo a su fundamento epistemológico, sus técnicas, su finalidad y su interrelación con ciencias afines. La bibliografía consultada, de reconocida autoridad nacional e internacional, pone al alcance de la comunidad estudiantil la problemática teórica de los archivos, su organización y funcionamiento. La obra consta de tres partes principales partiendo de una idea global respecto a los distintos tipos de centros capaces de brindar información, para luego tratar 6 específicamente de la archivología y finalmente la relación entre ésta y la historia. Siguiendo la nueva concepción de la archivología, el autor la ubica en el contexto de las ciencias de la documentación, ya que tiene la misión de almacenar documentos en forma adecuada y suministrar información precisa. Destacable función si consideramos la explosión documental del siglo XX como consecuencia de las complejas actividades que desarrolla la sociedad contemporánea. En la segunda parte aborda especialmente el tema de los archivos y el documento, refiriéndose a sus principios, técnicas y carácter en el marco de las ciencias y particularmente en el de una ciencia social auxiliar de otras ciencias. Dado que la archivología es el paso necesario e imprescindible para el administrador, que piensa en el presente y el futuro, y para el investigador que busca comprender el presente indagando en el pasado, es que plantea la estrecha relación existente entre estos usuarios y los archivos. Este libro habrá alcanzado su propósito si contribuye a despertar el interés de las personas que están estrechamente ligadas, ya sea laboral o intelectualmente, a la temática tratada, permitiendo ver incluso el avance que se realiza en la materia, en otros países. Pascualina Di Biassio Profesora de Historia Técnica Archivera becada por la OEA Docente de la carrera de Archivística Instituto Superior N° 12 7 A MODO DE PRESENTACIÓN (Edición 1987) Víctor Hugo Arévalo Jordán presenta su libro “Teoría Archivológica” preparado con un gran esfuerzo y dedicación, como corolario de sus clases docentes, en calidad de catedrático y jefe de sección de la carrera Archivística. Muy loable su publicación y, aunque no haya acuerdo en algunos puntos, ya sean teóricos o filosóficos, ha demostrado su posición, lo que no deja de ser un aporte a la carrera. Empeñoso en lo que se propone, ha logrado un lugar en la materia. La falta de bibliografía especializada hace que este libro venga a cubrir una importante necesidad, y los alumnos hallarán en él lo fundamental para orientarse en el tema. Es de desearle a Víctor Hugo Arévalo éxito en su propuesta y a su incansable labor los auspicios de una feliz producción archivística. J. Catalina Pistone Técnica Archivera Directora General Archivo General de la Provincia de Santa Fe 8 INDICE 9 10 Teoría, fundamentos y práctica de la Archivología Libro Primero CONTEXTO TEÓRICO NOCIONES GENERALES INTRODUCCIÓN Y CARÁCTER GENERAL DE LOS ARCHIVOS Los archivos son un producto de las actividades propias del ser humano. Su existencia se fundamenta en una ilación suficiente de experiencias transmitidas primero en forma tradicional, luego científicamente establecidas. Su razón suficiente es constituida por los documentos —información que modifica a un soporte— que llegan a tener sentido de perdurabilidad y que ultérrimamente constituyen su testimonio. En todos los tiempos existió preocupación archivística. Se han llamado archivos: 1) Al conjunto de documentos. 2) A la reunión de documentos esencialmente significativos y relacionados entre sí. Hoy se los denomina colecciones. 3) A una dependencia institucional, sea sección, departamento, oficina, encargada de reunir los documentos producidos en la institución. 13 4) Al conjunto de procedimientos o rutinas, en el tratamiento de la información. 5) A la exposición escrita sobre soportes líticos. 6) A las instituciones dedicadas exclusivamente al tratamiento de documentos producidos en una determinada actividad sociopolítica. También se utiliza la palabra archivos seguida de otra específica para señalar la condición de determinadas unidades de trabajo documental: general, sectorial, intermedio, vivo, muerto, etc. La existencia de los archivos data de épocas remotas, propiamente desde el asentamiento de las escrituras. Al analizar la historia de los archivos, observamos como una función principal, la custodia de documentos escritos sobre tablillas enceradas; soportes que se guardaban insertándolas en una barra mediante un orificio elaborado ex profeso en la parte superior de la tablilla. Los egipcios, sumerios y macedonios, en el florecimiento de sus civilizaciones, vieron la necesidad de crear y organizar depósitos dedicados a la conservación de sus documentos: básicamente tenían los objetivos principales de testimoniar decisiones del gobierno y la realeza y de efectuar constancia sobre la propiedad. En el tercer milenio antes de Cristo la “cultura intelectual se desarrolla; fíjase la escritura, nacida en forma de pictografía primitiva; los bienes se hacen cada vez más enajenables; el estado civil, el catastro del oro y los campos son organizados por el Estado”.1 Es fácil comprender entonces que el sistema de reunir documentos y más propiamente información contenida, proviene de civilizaciones históricamente antiguas. 1 PIRENNE, Jacques. Historia Universal. Las grandes corrientes de la historia. Vol. 1. Desde los orígenes del Islam. Editorial Mitre. Editorial Cumbre. S.A., México. Pág. 12. 14 Como confirmación a este concepto, encontramos en la quinta dinastía egipcia (2750-2600) que “el impuesto, calculado sobre la renta territorial, se establece por el catastro y las declaraciones a que vienen obligados los contribuyentes; el Estado organiza también el registro civil y el archivo de actas”.2 Es evidente que en la antigüedad, con un nombre u otro, existieron repositorios documentales, utilizando una variedad de materiales escriptorios como soportes de la información, v.g. rollos de pergamino y papiro, que se guardaban en cajas o cofres (arcones). La escritura origina la necesidad de un repositorio o depósito, con propósitos específicos: conservar y recuperar la información. Propósitos considerados como fundamentales al momento de definir el concepto de archivología; que resulta algo conflictivo por la diversificación de sus funciones particulares, que modifican substancialmente el manejo documental y la calidad de la información. En Egipto, los documentos de carácter religioso y literario se conservaron conjuntamente, sin distinción de los documentos que hoy clasificamos como propios del archivo. En su generalidad, los depósitos documentales se establecieron en templos. La clase sacerdotal utilizó las escrituras al ser casi los únicos que sabían leer y escribir. Esta clase era celosa de su tradición, razón suficiente para que los templos se convirtieran en repositorios de documentos. Es de considerar también como factor importante para la época, lo difícil que resultaba escribir y la poca producción de material para estos fines. Se escribía estrictamente lo necesario, sin los desperdicios de nuestra época. 2 PIRENNE, J. Op. cit., pág. 17. 15 El documento se elaboraba cuando existía una necesidad patente, como ser los documentos de catastro y de propiedad de valores inmuebles. “Nos gusta pensar que somos una de las profesiones más antiguas, y deberíamos considerar, por ello, cómo hemos evolucionado al cambiar los medios de registro cuya custodia nos han encargado desde hace miles de años, y cómo los propios documentos y nosotros hemos influido en nuestros usuarios. Es posible que lleguemos a la conclusión de que la situación que vivimos hoy tiene precedentes en el pasado, que pueden ayudarnos a encontrar nuestro camino rumbo al futuro”.3 Paralelamente fue conformada otra clase documental, paleográficamente denominada libraria, que se diferencia de los documentos administrativos por su génesis, finalidad y esencia. Los documentos librarios contenían esencialmente pensamientos, a diferencia de los documentos administrativos conformados como consecuencia de una acción o decisión, respaldados de un carácter legal-institucional. Los descubrimientos arqueológicos aportan datos de interés sobre los sistemas de archivos y la importancia otorgada a esta clase documental. Excavaciones realizadas en la Mesopotamia y zonas del Asia Anterior, considerados como los repositorios más antiguos, descubren continuamente tablillas de arcilla; aun cuando no siempre manifiestan un orden perceptible, se comprueba la existencia de cantidades documentales ubicadas en palacios reales o en templos, donde se conservaron escri- 3 WIMALARATNE, K.D.G. La Información científica y tecnológica que figura en los expedientes de casos y en los archivos de las administraciones públicas: un estudio del Programa de Gestión de Documentos y Archivos. (RAMP). Programa General de Información y UNISIST, París, Unesco, 1984. Pág. 9. 16 tos sobre asuntos oficiales y administración de bienes pertenecientes al templo y a las casas reales. En sus orígenes los archivos eran custodios indistintamente de documentos públicos y de documentos librarios; en la actualidad se limitan a custodiar documentos que son producto de una actividad, de una acción o una función determinada, lo cual circunscribe al archivo en un área de papeles escritos, grabados dibujados, etc. En cambio las bibliotecas se circunscriben a custodiar documentos que son producto del pensamiento. Diferencia sutil pero fundamental que nos permite distinguir las distintas técnicas que se emplean en cada ciencia. Los palacios reales o de magistrados allegados al rey, conservaron diplomas, leyes y textos, escritos en piedra, madera, metal, cera, papiro, pergamino y papel; de acuerdo a la época en que fueron confeccionadas. Consideramos entonces que los primeros archivos son producto de las necesidades primordiales de las primeras civilizaciones que alcanzaron un grado de desarrollo preponderante. Las numerosas inscripciones cuneiformes encontradas desde mediados del siglo pasado en las minas de Babilonia y de Nínive nos transmiten noticias oficiales acerca de las hazañas y administración de los reyes asirios. El carácter de depósito documental de los archivos fue abandonado en las dos últimas décadas. Las definiciones se han hecho técnicas y el método y la crítica de las fuentes han polarizado el interés de numerosos especialistas. Los documentos de acuerdo con su naturaleza se encuentran reunidos en tres núcleos distintos: • Museos. Con documentos no tradicionales, representados por los objetos mismos. Si bien se discute mucho sobre la función real de estos núcleos por su dupli17 cidad como aspecto, educativo o documental, se observa posteriormente que estas dos funciones se complementan. • Archivos. Documentos consecuentes de actos bajo forma ordenada reunidos según principios y reglas establecidas. • Bibliotecas. Documentos literarios. Documentos que se consideran y constituyen la base del trabajo científico en el dominio de las ciencias. FUNDAMENTOS TEORÉTICOS DE LA ARCHIVOLOGÍA La archivología no puede ser separada ni abstraída de sus fundamentos teoréticos, puesto que es la síntesis resultante. Sería imposible llegar a la más mínima conclusión archivística sin las observaciones de sus componentes tales como: TÉCNICAS DOCUMENTALES: en cuanto a las características del documento y su tratamiento conforman motivaciones importantes en la conducta de los archivos. ENTIDADES: que son en su generalidad los que determinan la categoría de los archivos. GRAFÍSTICOS: fundamentalmente porque toda información contenida en los archivos se sustenta en la representación en forma escrita. POLÍTICOS: una concepción de Estado varía categóricamente el desarrollo intelectual y material de los archivos. INSTITUCIONALES: considerando que ningún archivo ha surgido sin el amparo de una institución. 18 INTELECTUALES: existe una íntima relación en el nivel cultural como motivo de profundas transformaciones y correspondencia con la administración de los archivos. Estos fundamentos son tomados en cuenta, conjuntamente con otros de no menor importancia, para la comprensión o interpretación de la archivología. Entre los requisitos previos para conceptuar correctamente a la archivología moderna, y a sus pares, bibliotecología y museología es necesario valorar sus contenidos, ubicándoles correctamente dentro de la clasificación de las ciencias y sus interrelaciones correspondientes. En todo mensaje registrado en un soporte adecuado, un portador transmite signos configurados, ideas posibles de ser interpretadas como información, pensamiento, reflejo de una actividad, conocimiento y comunicación. Desde sus orígenes, ab origine, el ser humano siente la necesidad imperiosa de comunicación, tratando de superar su aislamiento. Posiblemente en el intento de evitar el encierro en sí mismo, buscó entre sus semejantes la satisfacción de comunicarse. Comunicación como transmisión de información entre una fuente o emisor y un destinatario o perceptor mediante un código común, en este caso, a través de un canal directo. Para que se diera el fenómeno de la comunicación, fue necesario el desarrollo mental, neurofisiológico, que le permitió al hombre comprender y hacerse comprender; “los que están en pugna son los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro: el izquierdo sitúa el espacio visual en un marco de claros perfiles, con unos centros y unos límites fijos dentro de los cuales los procesos son lógicos, analíticos y lineales, como en las operaciones de clasificación, indización y búsqueda lógica de soluciones; 19 el derecho percibe el espacio acústico, sin centros ni márgenes, y en él las percepciones son holísticas, simbólicas, intuitivas y creadoras, y abarcan pautas abstractas y figuras complejas, como las que se producen a menudo al hojear libros o simplemente cuando se sueña despierto”.4 Este desarrollo le permitió emitir y recibir un mensaje. Facilitando además, articular cada una de las expresiones, utilizando la lengua como objeto del conocimiento, coordinando en forma natural con los medios que dispone en primera instancia: los sentidos. “De los cinco sentidos de que dispone (el hombre), dos sirven principalmente a tal finalidad: la vista y el oído que le permiten, con imagen mímica o gesto y con voz articulada en palabra, por la lengua, ponerse en contacto con otros hombres”.5 Estos dos sentidos, unidos o articulados al don del habla, permiten al ser humano transmitir verbalmente sus inquietudes. Se menciona a la época fónica, como medio de expresión neta, sin el auxilio de otro elemento que no sea la gesticulación de la palabra y de las facciones, apoyado muchas veces con expresiones corporales, de las manos, de los pies, modificando el acento enfáticamente incluyendo onomatopeyas con signos propios de la fonética descriptiva. En su largo proceso evolutivo, el ser humano siente la necesidad de que su expresión perdure, porque comprende que está limitado por las dimensiones del tiempo y espacio, perceptibles en su transcurrir. 4 5 WIMALARATNE, K.D.G. Op. cit., pág. 10. TANODI, Aurelio. Documento y Espacio. Trabajo presentado en las Segundas Jornadas de Filosofía, organizado por la Escuela de Filosofía, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Nacional de Córdoba, realizada en Cosquín. Córdoba. 1978. Pág. 1. 20 Son estas dos dimensiones que le preocupan y le hacen sentir la necesidad de tener otros medios de expresión; el tiempo trae como consecuencia el olvido, es necesario crear algo que permita recordar lo que determinó, lo que se resolvió en el pasado; así mismo el espacio está condicionado al volumen de su voz, o a las circunstancias de los portadores de mensajes o mensajeros. Cuando el ser humano amplía sus horizontes, crea el medio por el cual puede comunicarse superando las dos dimensiones limitantes. El hombre no inventó la escritura con el ánimo de perdurar, la trascendencia es algo muy abstracto aún, es posterior al invento de la escritura. “La escritura, aunque es el producto del pensamiento, es la expresión de la totalidad del ser humano con sus luces de entendimiento, razonamiento lógico”.6 Son fundamentales los factores participantes: 1. El portador o soporte físico, material, por ejemplo, pergamino, papel, cinta magnética. 2. La configuración y la forma de los símbolos comunicantes (alfabeto cuneiforme, pictográfico o fonético). 3. La información, definida en general como conteni7 do. LÓGICA DE LOS ARCHIVOS A primera vista el panorama archivístico se nos presenta desarticulado y consuetudinario, la identificación de sus móviles y circunstancias nos dan la clave de interpretación y extracción de ciertas leyes generales. 6 7 POSNER, E. Archives in the ancient world. Citado en GROLIER, Eric de. Organización de los sistemas de información de los poderes públicos. UNESCO, París, Documentación de Bibliotecas y Archivos. Estudios e investigación. 8. 1980. Pág. 15. WIMALARATNE, K.D.G. Op. cit., pág. 10. 21 Si conceptuamos al hombre como un ser lógico, formado por una naturaleza armónica y matemática, donde los efectos están en concordancia con las causas, sin interrupción suficiente, no nos extraña percibir en los archivos un proceso lógico. Este proceso, apresadas sus leyes, permiten al investigador obtener los resultados con cierto grado de certeza y aproximación de la realidad. Esta lógica de los archivos presupone en el archivero una eficacia en la prosecución de los fines. El panorama lógico no es simple, sino complejo. Los archivos se forman por la reunión de aquellos documentos generados en el transcurso de una actividad; esta actividad se interpreta en sus dos formas esenciales: la acción y la decisión. “Desde que existen, es decir, desde hace 5000 años o incluso más, los estados han tenido necesidad de una memoria colectiva que conserve la huella de sus acciones y de sus decisiones, en particular; ha sido necesario preservar las pruebas auténticas de sus actos más importantes (leyes fundamentales, tratados, etc.) para poder referirse ulteriormente a ellos. Éste es el origen de los archivos, los más antiguos de los cuales —los de Lagash y Ur— se remontan al tercer milenio antes de nuestra era”.8 Las bibliotecas se forman por la reunión de documentos que transmiten conocimientos en forma ordenada. Las necesidades, una vez expuestas, son las que determinan los principios y las prácticas, creando disciplinas auxiliares que pasan por largas etapas de elaboración en los diferentes medios que se desarrollan permanentemente, recibiendo nuevos métodos sobre los consuetudinarios, que se almacenan como conocimientos y 8 POSNER, E. Op. cit., pág. 15. 22 que requieren ser estudiados minuciosamente; en otras palabras, se trata de la sistematización de conocimientos de una disciplina, estudios logrados y por lograrse en base a experiencias locales y temporales, como todo estudio relacionado con el hombre y su entorno. Estas experiencias desarrollan, generan nuevos experimentos, perfeccionan y acumulan esa información a través del tiempo y como consecuencia propia. Los estudios históricos sobre la humanidad y sus diferentes actuaciones, se sostienen en la medida de la acumulación de información sobre su propia experiencia y la satisfacción de sus necesidades. “Para salir airosos en nuestra función de conservadores del pasado, debemos ante todo ser comunicadores, no sólo en el sentido limitado de propugnar un punto de vista o de mejorar nuestra imagen pública (aunque esto puede resultar necesario a veces) sino porque ello se deriva más bien de la impresionante tarea de transmitir la memoria colectiva de una generación a la siguiente, aumentando la capacidad de recordar y cargando esa memoria con los recursos dignos de ser conservados permanentemente, lo cual constituye quizá la labor más difícil de todas”.9 La actual sociedad tiene como una de sus características, la creciente producción documental, esta producción (explosiva) tienen grandes ventajas sociales como factor de desarrollo y transmisión del conocimiento en sus más variadas formas, pero al mismo tiempo se hace cada vez más necesario desarrollar un estudio de carácter científico sobre la producción documental, su utilización y sus consecuencias, para proporcionar soluciones eficaces que permitan inclusive, una distribución racional de la información como parte del conglomerado documental. 9 WIMALARATNE, K.D.G. Op. cit., pág. 10. 23 En las últimas décadas se ha observado tanto en instituciones de carácter público como privado, un enorme desarrollo y consiguiente proliferación documental, resultando una constante preocupación en aquellas instituciones encargadas de la recepción de documentos, alcanzando incluso un nivel internacional, llegando a cumplirse un intercambio de experiencias. Esta preocupación ha generado estudios dedicados exclusivamente a la documentación, tomando en cuenta su origen, desde el punto de vista de la fenomenología documental, su desarrollo en las fases del ciclo vital, su tratamiento; generando nuevos sistemas descriptivos que cubran las necesidades de información y eliminación o conservación permanente. No obstante, el volumen documental existente en la actualidad, permite afirmar que nos encontramos en los albores de una teoría de la organización del conocimiento, basado sobre todo, en los aportes que nos otorgan las ciencias de la documentación y su contenido esencial: la información. “A esas innovaciones de carácter práctico, han correspondido progresos de carácter teórico. Los métodos, en su origen empíricos de los archivistas y bibliotecarios han sido substituidos por técnicas fundadas en bases más racionales: la archivología y la bibliotecología. La estadística ha llegado a ser una verdadera ciencia, basada en el cálculo de las probabilidades, y ha dado origen en 1940 a la investigación operativa. Actualmente está surgiendo una ‘ciencia de la información’, que abarca una serie de disciplinas y servirá de teoría fundamental de los sistemas de información del futuro”.10 10 GROLIER, Eric de. Organización de los sistemas de información de los poderes públicos. UNESCO, París, Documentación de Bibliotecas y Archivos. Estudios e Investigación. 8. 1980. Pág. 18. 24 La archivología, la bibliotecología, la documentología, se han convertido en parte integrante del mundo social y antropológico, es un elemento esencial en todas las actividades humanas. Una característica peculiar del mundo moderno consiste en la necesidad de utilizar un documento para desarrollar actos o actividades dentro del dominio social. Se utilizan documentos para la identificación de los objetos o de las personas, para comunicaciones, estudios, educación para lograr un intercambio de conocimientos y para suministrar servicios. Los archivos, objeto de la archivología, presentan particularidades especiales que requieren de un estudio suficientemente complejo, tanto más si consideramos que los documentos custodiados, verdaderos segmentos de la realidad, son productos de las distintas actividades humanas. “A pesar de una prolongada tradición milenaria como conjunto de técnicas instrumentales, la existencia de una ciencia archivística independiente no aparece como evidente. Para que ello sea posible es necesario contar con una problemática propia, un conjunto de cuestiones o planteamientos teóricos que jalonen y sirvan como punto de referencia. En unos años se puede hablar de eclosión. Se ha producido un desarrollo extensivo e intensivo, especialmente en el campo de la administración y la información, la archivística se integra paulatinamente en currículum y planes de estudio y formación”.11 Cada archivo presenta problemas distintos de fondo y forma, puesto que no existen dos archivos similares, las actividades son distintas para cada área de gobierno 11 BORJA de AGUINAGALDE, F. Presentación. Responsable de Patrimonio Documental. IRARGI. Revista de Archivística, Año I, N° 1, Administración de la comunidad de EUSKADI, Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco, Vitoria, Gasteiz. 1988. 25 cuando se tratan de archivos públicos; lo mismo que las necesidades sociales son diferentes por cada área geográfica, consiguientemente la formación documental difiere de un archivo a otro, y las soluciones para un determinado archivo, no son suficientemente eficaces para otro, si bien existen leyes o principios generales y comunes a todos los archivos. “Las primeras obras que estudiaron temas relacionados con el material archivístico y las tareas de archivos fueron escritas por juristas del siglo XI.12 Sin embargo, las primeras afirmaciones generales sobre la naturaleza de los documentos y sobre las obligaciones de los responsables de su creación y custodia pueden encontrarse en la legislación de la antigua Roma.13 En algunas secciones del Código Justiniano, hay enunciados referidos a objetivos y modo de crear y preservar documentos, que han permanecido en el núcleo de la teoría archivística durante siglos, desde entonces”.14 Tomemos en cuenta que toda esta complejidad, está en continuo desarrollo, en continuo crecimiento, considerando que puede hablarse de un estancamiento económico en una determinada zona geopolítica, pero la producción documental continúa. Si tomamos en cuenta solamente el aspecto poblacional de cada país, comprendemos la magnitud documental que se produce por habitante, teniendo en cuenta requisitos mínimos, v.g. actas de nacimientos, documentos de 12 13 14 SANDRI, L. La storia degli archivi. En Rassegna degli Archivi di Stato. A XVIII(1), 109-134. Ene-ab. 1958. Llamada en DURANTI, Luciana. Ciencia Archivística. Traducción de Manuel Vázquez, Córdoba (Argentina), 1995. Pág. 2. LODOLINI, Elio. Lineamenti di storia dell’archivistica italiana. Roma, La Nuova Italia Scientífica, 1991, pág. 44. Llamada en DURANTI, Luciana, Ciencia Archivística. Op. cit, pág. 2. DURANTI , Luciana, Ciencia Archivística. Op. cit., pág. 2. 26 identificación y permisos para conducir. Todos estos documentos requieren cierta actividad, la misma que se trasluce en el quehacer de la población: matrimonios, defunciones, divorcios, que producen documentos con la cualidad de representar segmentos de la realidad social. La memoria del individuo es un constitutivo de su identidad, de la conciencia de su Yo. Si olvidara su pasado dejaría de ser el mismo. Idéntico fenómeno sucede con las naciones, las ciudades y las comunidades humanas de cualquier tipo. Para preservar adecuadamente esta memoria, el archivero debe reunir ciertas condiciones especiales, de confianza y conocimiento y sobre todo debe ser responsable de los fondos que constituyen un núcleo de valor incalculable tanto para el gobierno como para los particulares. No sólo el gobierno y sus funcionarios son los beneficiarios de los testimonios nacionales sino también toda institución o individuo que tenga necesidad de los documentos públicos, sean de carácter jurídico, económico, cultural u otra índole. Esta permanente custodia hace del archivero guardián de la fe pública, designado para certificar los documentos que están bajo su custodia. Tal obligación lleva consigo la necesidad de cumplir requisitos que hagan de él una persona idónea, capacitada para cubrir el cúmulo de operaciones documentales. Entre esos enunciados se halla la definición de archivo, como “el lugar donde se depositan los documentos públicos”15 , también “allí permanecen incólumes y 15 JUSTINIANO. Corpus Juris Civilis, Digesta 48, 19, De poenis, 9. Ha de recordarse que, con excepción de las Novellae, esto es, las leyes promulgadas por Justiniano, las otras tres partes son compilaciones de leyes romanas anteriores y de opiniones de jurisprudencia. También hay que destacar que la categoría “documentos públicos”, en la Antigua Roma, incluía 27 pueden ser encontrados rápidamente por quienes buscan”16 , asimismo se puede preservar la memoria perpetua de “los actos que relatasen”.17 La razón por la cual los conceptos legales de Roma tuvieron una gran influencia en el pensamiento archivístico de Europa y desde allí alcanzaron a otros continentes fue que eran enseñados, desde 1158, en todas la facultades de derecho a los juristas y notarios que los sobrepusieron a todos los sistemas legales de sus respectivos países a modo de “ley común”, esto es de armazón básico del que cada legislación nacional recibió orientación y sentido.18 Las ideas de que la antigüedad otorga a los documentos máxima autoridad;19 de que depositar un documento en un lugar público garantiza su confiabilidad como testimonio de acciones y de que la custodia ininterrumpida aseguraba la autenticidad del documento llegaron a constituir parte del conocimiento archivístico y así quedaron hasta nuestros días porque estaban encarnadas en el derecho romano.20 16 17 18 19 20 los documentos producidos por personas privadas que eran registrados en una oficina pública (tal como algunos tipos de contratos). Llamada 4 en DURANTI , Luciana, Ciencia Archivística. Op. cit., pág. 2. Ibíd., Novella 15, De defensoribus civitatum, 5. Llamada 5 en : DURANTI, Luciana, Ciencia Archivística. Op. cit., pág. 2. Ibíd., Codices I, 4, De episcopali audientia, 30. Llamada 3 en: DURANTI, Luciana, Ciencia Archivística. Op. cit., pág. 2. DURANTI , Luciana. Medieval Universities and Archives, en Archivaria 38 (summer 1994). Llamada 7 en: DURANTI, Luciana, Ciencia Archivística. Op. cit., pág. 2. TERTULIANUS, QSF, Apologeticum, XIX,1. Llamada 8 en: DURANTI, Luciana, Ciencia Archivística. Op. cit., pág. 2. ACCURSIUS. “Additiones summae azonis, glossa ‘archivum’”, en Azonis summa super codicem. Turín, Augustae Taurinorum ex officina erasmiana, 1958. Llamada 9 en: DURANTI, Luciana, Ciencia Archivística. Op. cit., pág. 2. 28 FENOMENOLOGÍA DOCUMENTAL DEL HECHO A LA DOCUMENTACIÓN Nos encontramos en una época cuya característica principal es la explosión de la información, se habla incluso de una corriente del pensamiento denominada “informacionismo” como un resultado fenomenológico de la expresión del conocimiento científico basado exclusivamente en las diferentes estructuras de la información y de los diversos sistemas de documentación. Todo movimiento social se refleja a través de documentos que contienen mensajes múltiples en sus contenidos y sus formas. Nuestro cerebro mismo es un gran receptor de información que nos llega a través de nuestros sentidos. Los documentos son la base de nuestra vida actual, sea cotidiana, de trabajo o de esparcimiento. Este panorama se ha desarrollado tan vertiginosamente que apenas nos da tiempo para considerar su origen, su terminología o las bases científicas que fundamentan el tratamiento de la documentación y su contenido. La documentación se ha ampliado a tal extremo que más de las veces el hombre pierde su control. No obstan29 te los documentos son parte complementaria de un todo que encierra las diversas actividades humanas. Se trata de un proceso que nació cuando el hombre comenzó a manifestarse a través de una serie de signos sobre distintos soportes como la piedra, el mármol o en algunos casos sobre cuerdas anudadas; estas manifestaciones fueron evolucionando en forma muy lenta primero para luego acelerarse inconmensurablemente. En la actualidad todo este caudal documentario se puede dividir en tres grandes grupos denominados bibliotecología, archivología y documentación (o documentología). Estas tres grandes ramas, como hemos considerado en el capítulo anterior, toman la denominación de ciencias de la documentación. Nos corresponde el estudio de la archivología como una ciencia particular por sus contenidos, cuando hablamos del documento del archivo, nos referimos generalmente a un documento producido por una acción, actividad, un acto; lo que hace que esté estrechamente relacionada con el hecho. Un concepto generalizado del hecho es aquello que está cumplido y no puede negarse su realidad. De acuerdo con este concepto podemos considerar entonces al hecho como a un fenómeno aislado, aun cuando no independiente y el estar cumplido no implica que está concluido, simplemente se ha aislado un determinado hecho para poder estudiarlo estructuralmente. El hecho es entonces un fenómeno en concordancia a una o un determinado número de causas y que producen uno o un determinado número de efectos. 30 Cuadro 1. Aproximación al hecho. El hecho, a la luz de la causalidad es concreto, real, y de acuerdo con el concepto enunciado, no podemos negar su realidad. Para concretar esa realidad es necesario además un nivel material. En este nivel se lo denomina como un “hecho real”. El hecho, a la luz de su concepto, es un elemento aislado por necesidad de estudio, especulativo si se prefiere, se pretende conocer sus componentes, se lo recrea se transforma en una representación abstracta, siendo su nivel cognoscitivo. En este nivel lo denominaremos como “hecho abstracto”. Cuadro 2: Descomposición del hecho en dos niveles. Ludwig Wittgenstein, que centró sus estudios en el atomismo lógico y la filosofía analítica, considera al hecho (hecho atómico) como algo indivisible, compuesto de 31 cosas y objetos del pensamiento, lo cual nos acerca a la estructura: Cuadro 3: El hecho de Wittgenstein. El filósofo Francés August Comte, sostiene que los hechos son fundamentales para el conocimiento real y definitivo, lo cual nos lleva a la siguiente estructura: Cuadro 4: El hecho de Comte. El filósofo alemán Edmund Husserl, pilar de la escuela fenomenológica, sostiene que las ciencias empíricas, o de experiencia, son ciencias de hechos. Tomando en cuenta que todo hecho es esencialmente algo distinto de lo que es. La significación de cada hecho pertenece a una esencia que debe aprehenderse en su pureza. Las verdades de hecho o las verdades fácticas caen de este 32 modo bajo las verdades esenciales o la idea. De acuerdo con lo expuesto, el ser fáctico se contrapone y subordina al ser eidético y lo mismo ocurre en las ciencias correspondientes. Cuadro 5: El hecho de Husserl. De las exposiciones estudiadas obtenemos entonces la validez de la división del hecho como real, algo concreto, demostrable; y el hecho abstracto, algo conceptual. Relacionar el hecho con la documentación y la información nos sirve de fundamento para denominar ciencias de la documentación a lo que serían simples disciplinas o técnicas, que tendrían por finalidad la conservación y accesibilidad documentaria y su información. Actualmente existen especialistas en materia de archivología, que la consideran como disciplina. Citamos el ejemplo del Dr. Aurelio Tanodi, que en su Manual de Archivología Hispanoamericana nos dice: “Si tomamos la palabra ciencia en el sentido aristotélico, como conocimiento de las causas, no podemos incluir a la archivología entre las ciencias; porque las mismas causas no producen 33 los mismos efectos en la formación y organización de los archivos”.21 Requerimos entonces la relación causa Jhecho y efecto Jdocumentación. El mismo autor nos sugiere: “...aunque la archivología surge de la experiencia, ésta no se basa en leyes constantes, forzosas, sino que como toda actividad humana,22 está regida por la libertad del obrar humano 23 y por las leyes que dependen de su albedrío”.24 Las negritas intencionales nos dan la pauta de la relación hechoJdocumentación, es decir, se requiere de un elemento determinante: el ser humano, único utilitario de las distintas ramas que compondrían las ciencias de la documentación. Y único repositorio también de las manifestaciones espirituales como las materiales. El ser humano tendría entonces: un factor mental que lo sitúa en un nivel cognoscitivo y un factor corporal que lo sitúa en un nivel aprehensivo. Siendo en este caso el nivel aprehensivo la base fundamental dentro del proceso para llegar al nivel cognoscitivo. Hablar de la relación hechoJdocumento, es hablar en cierta forma y con un carácter casi siempre indefinido, sobre los aspectos culturales y todas las manifestaciones del pensar, que determina a través de las acciones, actividades múltiples del hombre, por la sencilla razón de que el hombre es esencialmente: • Un ser social, • Un ser histórico, • Un ser filosófico. 21 22 23 24 TANODI, Aurelio. Manual de Archivología Hispanoamericana. Teorías y principios. Centro Interamericano de Desarrollo de Archivos, Universidad Nacional de Córdoba. Dirección General de Publicidad. Córdoba. Primera Parte. Tercera Reimpresión. 1979. Destacado en negritas por el autor del presente libro. Ídem. TANODI, Aurelio. Op. cit., pág 42. 34 En torno a este ser da vueltas continuas el hecho y sus circunstancias, definiéndose constantemente, determinando a cada forma exterior a través de la experiencia obtenida. Es por eso que el hombre ha comprendido que su identificación puede ser visualizada en su mayor amplitud, logrando una plenitud sólo conociendo los hechos que constituyen su pasado. Nacen las ansias de definir esos hechos, buscando las causas, sus motivaciones, las circunstancias causales para llegar a ser lo que es ahora, para poder comprobar la fuerza de su espíritu que lo ha de proyectar a ese fondo que siempre está delante de él como una alucinación continua: su futuro, es decir, el hombre toma conciencia al identificar el hecho circundante y al identificarse a sí mismo. Todo ello ha sido necesario, en primera medida conocer las circunstancias y hechos que han determinado su identificación, que le han permitido ver su ser en sí. Para evitar confusiones ordena todas sus sensaciones y estímulos producidos por los hechos, que son múltiples, infinitos casi. La necesidad y los continuos interrogantes han hecho que se cristalicen las condiciones para que el hombre se sienta profundamente histórico, logre su situación en el mundo social que lo rodea, es un ser social, y los interrogantes y respuestas continuas, hacen de él un ser filosófico por excelencia. El ser humano es un fenómeno de constante lucha entre su definición e identificación ante el medio que lo rodea, es decir, el hombre siempre se ha preguntado ¿quién es? y ¿qué hace? Ese “quién es” y “qué hace”, en el fondo significan la búsqueda de su propia dimensión, lo coloca como a un ser activo que está capacitado para poder razonar, analizar y relacionar, tanto el aspecto interno de sí mismo como el aspecto externo, al tratar de definir alguna situación de su propio interno, busca su relación con lo externo, busca en su pasado algún 35 hecho que le permita comparar y solucionar su conflicto; es decir, el hombre, al verse ante un fenómeno que le afecta directamente en su conformación natural, recurre a su propia historia, historia como conjunto de hechos, para ver si puede enfrentarse al fenómeno. Para ello necesariamente ha tenido que almacenar una serie de datos, hechos anteriores en el subconsciente. Es más, su identidad se manifiesta siempre como una consecuencia de su historia, es una aproximación al cogito ergo sum de Descartes, pero más que el fenómeno pensar, es el fenómeno de revisar, analizar y seleccionar según los casos que se le presenten. Este acto no es consciente en él; pero, es consciente en su solución, en la toma de actitud ante el hecho, es decir, hay una zona oscura en él que determina su zona clara, que define su identidad como tal o como determina en su interno la existencia de un cúmulo de hechos, aun cuando puede ser de una forma oculta, oscura, inconsciente, subconsciente, para hallar una solución y exteriorizarla a través de una determinada actitud, sólo una parte de esa actitud es volcada a determinados documentos, se podría decir que lo suficiente y necesario. Emilia Currás, coincidiendo con lo expuesto, nos indica en su libro Las Ciencias de la Documentación, cinco fases en el desarrollo de este proceso. 1a. Fase. Toma de conciencia. Una vez producido el hecho, en el aspecto humano se efectúa una concientización del fenómeno por mediación de los sentidos y de la percepción, encargados de captar las sensaciones y estímulos. 2a. Fase. Ordenación. Se requiere una ordenación de las sensaciones, excitantes, estímulos producidos, luego sigue la clasificación del fenómeno de acuerdo a un sistema establecido. 36 3a. Fase. Almacenamiento. Se almacenan todas las sensaciones y estímulos relacionados al hecho original o real en el subconsciente. 4a. Fase. Análisis. Una vez almacenadas las sensaciones y estímulos, se impone un análisis seguido de una selección de acuerdo con las necesidades requeridas. 5a. Fase. Toma de actitud. Reacción que se produce ante el fenómeno como una toma de decisión o actitud determinada o consecuente. Paralelas a este proceso, las técnicas documentales conllevan una similitud. Pero para ello debemos fijarnos en algunas definiciones. R. Couture de Torismonts, en su Manual de Técnicas de Documentación, define a la documentología como: “el estudio de los mejores métodos para la creación de documentos iniciales, la investigación de los hechos, ideas, objetos, documentos y servicios de documentación; para reunir, conservar, clasificar y ordenar los documentos; para la producción de documentos secundarios o derivados, coordinar los trabajos y los organismos; sistematizar las técnicas, métodos y doctrinas; organizar redes nacionales e internacionales de documentación”.25 Es decir que la definición contiene esencialmente: • Búsqueda • Ordenación y Clasificación • Almacenamiento • Análisis • Salida. Para Bradford, la Documentación es el arte de coleccionar, clasificar y hacer inmediatamente accesibles los documentos de todos los tipos de actividades intelectua- 25 TORISMONTS, R. Couture de. Manual de Técnicas de Documentación. Ed. Marymar, Paidea. Bs. As. 1975. Pág 7. 37 les. En este caso, la accesibilidad debemos tomarla como la condición de los documentos para que estén disponibles a la consulta. Para estar disponibles, necesariamente cubren las fases de almacenamiento, análisis y salida. Si comparamos paralelamente las cinco fases del proceso del hecho, y las técnicas contenidas esencialmente en la documentación obtenemos: JRecolección o búsqueda JOrdenación y clasificación JAlmacenamiento JAnálisis JSalida Toma de conciencia Ordenación y clasificación Almacenamiento Análisis Toma de decisión Esta comparación paralela nos demuestra que al realizarse el paso de lo aprehensivo a lo cognoscitivo, se efectúa un proceso similar. La documentación resulta ser entonces consecuencia del hecho, lógicamente la información será consecuencia de la documentación. Para una mayor comprensión del fenómeno, ampliamos las cinco fases de la documentación: 1a. Fase. Toma de conciencia. Se realiza a través de la recolección y búsqueda de documentos para obtener una información determinada. Entendemos por recolección, los diferentes sistemas empleados por las tres ciencias para obtener la documentación. 2a. Fase. Ordenación. Obtenemos un orden documental, almacenado sistemáticamente y clasificado de acuerdo con un sistema requerido y establecido de antemano. Entendemos por ordenación y clasificación como dos ramas de un mismo trabajo, ambos conceptos están muy ligados, la ordenación es la materialización de la clasificación. 38 3a. Fase. Almacenamiento. En el aspecto documental se efectúa el almacenamiento de documentos en núcleos creados ex profeso y especializados de modo que los documentos por sus características esenciales determinan si pertenecen a una biblioteca, museo, archivo o centro de documentación. 4a. Fase. Análisis. Se lo efectúa a nivel de documento Jinformación y se preparan las bases de la selección documental, considerándose en esta fase la vital importancia puesto que determina la documentación que será utilizada en el futuro. 5a. Fase. Toma de actitud. Ingresamos en la etapa de la salida de la información, lo cual permite una toma de decisión. Estas fases, efectuadas las comparaciones con las anteriores, nos permiten observar con más claridad la similitud de actividades documentales con las del elemento humano, la documentación es entonces una consecuencia humana ante el hecho; por la misma razón que el hombre es un ser social e histórico, que ante la magnitud del hecho, busca la comunicación, utilizando este medio artificial, para transmitirlo. Si esa comunicación se efectúa fonéticamente, tiene la limitación del tiempo y el espacio. Esta limitación encierra en sí el olvido; si por sus valores la información se convierte en tradición oral, sufrirá modificaciones o deformaciones tanto morfológicas como de contenido. Para superar estas limitaciones logra la comunicación a través de signos escriturales, que le permitirán romper las barreras del tiempo y espacio. El hecho real es propiamente dicho un fenómeno, en sentido etimológico, stricto sensu, es el fainomenón, —lo que aparece— que presenta cierta similitud etimológica con el documento, docere, —lo que se enseña—; el faino39 menón, al ser captado por el hombre, aprehendido por un ser histórico, adquiere un entorno histórico, por lo cual el hecho se convierte en un suceso o acontecimiento, este suceso es transmitido a través de signos escriturales, rompiendo la barrera del espacio y el tiempo relativos a la comunicación fónica, además, constituyéndose en un dato. Tomemos en cuenta que suceso también significa el transcurso o discurso del tiempo. El dato, considerado como antecedente obligado para llegar al conocimiento exacto de las cosas, es también considerado como documento, testimonio, y en un amplio sentido, lato sensu, es considerado como fundamento; lo cual significa que el dato es el fundamento esencial y mínimo que conformaría la teoría de la información y de la documentación. El dato o los datos que han sido registrados en un determinado soporte, se tornarán en mensaje. El mensaje considerado desde el punto de vista de un conjunto de símbolos creados exprofeso, que posee un contenido de información que puede ser transferible utilizando medios materiales. Al hablar de datos registrados, hablamos también en su sentido etimológico, re-gerere, re-llevar, sea éste un pensamiento o los hechos que pueden ser re-creados en los diferentes planos en que se manifiestan, tanto en el plano físico como en el mental. En el plano físico será necesario utilizar el lenguaje; el lenguaje estará condicionado como un sistema de signos o gráficos convencionales que permiten una comunicación. En el plano mental, el dato se convierte en idea. En el primer capítulo hablamos sobre los distintos orígenes del documento; del archivo como producto de una actividad, en la biblioteca como producto del pensa40 miento y en los centros de documentación como consecuencia de un proceso: el lenguaje corresponde a las tres ramas citadas, se lo emplea en su más amplio sentido; como un conjunto sistemático de signos que permiten la comunicación en forma deliberada. En este aspecto incluimos también los códigos legibles por los ordenadores. Las acepciones que le damos al lenguaje son fundamentales en el proceso documental. El mensaje es una expresión, teniendo características culturales, espirituales, artísticas o como producto de acciones o actividades. El aspecto idiomático, juega un papel importante en el empleo de las técnicas de la documentación, sobre todo cuando empleamos las traducciones y transliteraciones. Cuando el mensaje conlleva datos cuyo soporte es la mente, establecemos que el dato se convierte en idea. Consideramos a la idea, sin entrar en el arduo concepto de la filosofía, como cualquier representación que existe a nivel mental. Este concepto diferirá de: • Concepto: que es una representación simbólica, de una idea. La representación simbólica generalmente se efectúa por medio del lenguaje. • Juicio: proceso de comparación de dos ideas para lograr sus relaciones en el entendimiento. • Pensamiento: idea fundamental de una obra cualquiera. El siguiente cuadro nos ilustra sobre lo mencionado: 41 Cuadro 6: Del hecho a la documentación. Concepto, juicio, pensamiento, son actividades del intelecto humano, que requieren del soporte mental para culminar como ideas. Pero las ideas no tienen un soporte físico, requieren de algo tangible para poder ser manejadas, ordenadas, estudiadas. Es cuando nace el documento. El proceso estaría completo. 42 DOCUMENTACIÓNJ JINFORMACIÓN El proceso que se efectúa del hecho a la documentación, no estaría completo si no estudiamos la relación del binomio documentaciónJinformación. Observamos con anterioridad que el mensaje compuesto por datos, al ser fijado en un soporte físico toma la denominación de lenguaje, y al soporte mental, la denominación de idea. Esta relación nos sugiere que tanto lenguaje como idea tienen una diferencia dimensional, en el espacio por el tipo de soporte y en el tiempo, puesto que para establecer el lenguaje es necesaria primero la idea. La idea requiere del lenguaje para ser transmitida, tanto fonéticamente como a través de determinados documentos. Obtenemos así una relación: Cuadro 7: Composición del mensaje. Esta relación nos da la imagen, de que es necesario un soporte físico para uno mental, relación aceptable si tomamos en cuenta que el hombre está compuesto por una parte corporal, física, y una parte mental. Pero lo que realmente nos interesa de esta relación es el lenguaje y la idea. El lenguaje es el soporte de la idea, lo cual nos aproximaría a un concepto de información. La información perseguirá un fin determinado: la comunicación. La relación del binomio documentaciónQ información ha sido estudiada tanto en conjunto como por separado, en nuestro criterio separar los elementos del binomio es ignorar una parte del todo, por el simple hecho de que sin documentación no hay información, y del tratamiento que se le dé a la documentación dependerá la eficacia de la información. Inclusive la teoría de la información que se sustenta en la cibernética, tiene la finalidad de calcular el valor cuantitativo de la información derivada de cualquier mensaje. Hemos observado que el mensaje, para ser transmitido, requiere de un soporte. Si hablamos del soporte y de la información, hablamos del documento. Para establecer esta relación con fundamentos válidos, se toman en cuenta los principios de unificación, establecidos por la autora ya citada con anterioridad, Emilia Currás. Estos principios están compuestos por: • El principio de polaridad • El principio de interacción • El principio de dualidad los mismos que pasamos a detallar: Principio de polaridad La polaridad, en sentido amplio, lato sensu, es la condición de lo que tiene propiedades opuestas, sean éstas 44 en partes o en direcciones contrarias. El principio de polaridad enuncia entonces que los entes se organizan en el universo con un sentido de polaridad implícito. Así tenemos: A toda causa le corresponde un efecto. día ——— noche grande — pequeño alto ——— bajo Entre los elementos citados observamos que existe una relación de polaridad de acuerdo con lo enunciado, teniendo como característica principal que son complementarios entre sí, vale decir; no existe el día sin la noche, no existe lo grande sin lo pequeño, porque esta relación al efectuar comparación por oposición, nos permite identificarlos. En el binomio objeto de nuestro estudio, tenemos: Documentación ————— Información cumpliéndose la relación de polaridad y complementariedad. Sobrentendemos que al hablar de documentación, citamos a las tres ciencias: bibliotecología, archivología y documentología. Principio de interacción La interacción, en sentido amplio, es la acción que se ejerce en forma recíproca entre dos o más objetos, agentes, fuerzas, funciones, entes o cosas. El principio de interacción enuncia entonces que los entes y las cosas, no pueden existir sin una acción que los relacione recíprocamente creando armonía y logrando una unificación que afecta su existencia directa. Así tenemos en los ejemplos anteriores, que no existe: 45 causa —— día ——— grande — alto —— sin sin sin sin —— —— —— —— efecto, noche, pequeño, bajo. En el binomio documentaciónQinformación obtenemos el propósito de unificación al establecer la relación: no existe documentación — sin — no existe información ——— sin — información documentación Principio de dualidad La dualidad, es aquello que consta de dos partes fundamentalmente relacionadas entre sí, o como una condición de reunir dos caracteres distintos de una misma cosa. El principio de dualidad enuncia que entre lo universal y lo particular lo universal está compuesto por múltiples particulares y se beneficia de las propiedades de cada uno de los particulares y a la inversa. Así tenemos: el todo —————— la parte, sociedad ————— individuo, universo ————— planeta. La particularidad de este principio es que la relación de dependencia de lo mayor a lo menor, conlleva otra menos susceptible de observar, es decir, lo mayor contiene el origen de lo menor. Así tenemos que del todo se originan las partes, de la sociedad se originan los individuos, etc. El binomio documentaciónQinformación, nos demuestra al aplicar el principio: 46 Documentación(universal) ———— Información (particular) Documentación (todo) —————— Información (parte) asimismo observamos que la documentación: archivología, bibliotecología, documentología, originan a la información. 47 FUNDAMENTOS DE LA ARCHIVOLOGÍA EN EL CONTEXTO DE LAS CIENCIAS DE LA DOCUMENTACIÓN Q INFORMACIÓN Se habla de las ciencias de la documentación cuando se considera al trinomio archivología, bibliotecología y documentología; fundamentando el origen de la documentación y el binomio documentaciónQinformación, sobre todo para comprender la categorización de ciencias y no disciplinas o técnicas interdisciplinarias. Al considerarlas como ciencias, se determina a qué clase de ciencias pertenecen, y para efectuar esa clasificación debemos conocer más las estructuras que sustentan a las ciencias de la documentación y por esas características definir su lugar correspondiente. Puesto que todo gravita sobre el hombre, lo consideramos como centro de las actividades en sus distintos niveles: Cuadro 8: Configuración del hombre. El hombre como tal, siendo parte del universo, está sujeto a sus leyes que lo conducen en una misma dirección. No nos corresponde aquí, efectuar los estudios pertinentes a su misión en el mundo. Consideramos que los medios disponibles para comprender el universo, es utilizando sus facultades, esencialmente, la memoria, el entendimiento y la voluntad. Siendo el entendimiento el pilar de desarrollo de las otras dos. El entendimiento, nous en griego, intellectus en latín, para Anaxágoras puede significar el orden cósmico o bien la facultad humana para pensar. Para Aristóteles fue la facultad del alma mediante la cual se llegaba al conocimiento y se podía pensar. En la filosofía moderna, el entendimiento designa la facultad intelectual completa. Los empiristas incluían a esta facultad el conocimiento sensible. En la actualidad, se define al entendimiento como conocimiento razonado y metódico. Para una mejor comprensión de esta definición y la relación que buscamos, dividiremos esta definición en sus conceptos componentes: Cuadro 9: Composición del entendimiento. 49 De donde obtenemos: Conocimiento: independientemente de su desarrollo como teoría, nos limitamos a una de las definiciones citadas en la enciclopedia Espasa, que define al conocimiento como la representación de un objeto en la mente del hombre actuando la razón. El conocimiento puede ser: • sensitivo, • instintivo, • intelectual, • abstracto. Destacamos la palabra objeto porque es necesario detallar: Cuadro 10: Objeto real y abstracto. Al considerar al objeto en sus dos niveles, real y abstracto, ingresamos en el desarrollo para lograr los pasos de lo aprehensivo a lo cognoscitivo para lo cual ingresamos en campos de la documentación. Razón: definida como la capacidad intelectual por la cual el hombre puede alcanzar lo universal es decir, se plantea una serie de juicios conducentes a la verdad, lograr una evidencia y certeza de las cosas. Destacamos la palabra juicios, al intervenir las ideas comparativas ingresamos en el campo del mensaje (idea sobre un soporte mental), derivando en la documentación. 50 Cuadro 11: Entendimiento. Cuadro 12: Entendimiento. Método: como el procedimiento que se sigue en las ciencias para encontrar la verdad y enseñarlas. Destacamos la palabra enseñarlas, para aclarar el concepto, enseñar se puede efectuar de dos formas, oral y escrita. Si es oral corresponde a la fonética, si es escrito será un documento. Nuevamente nos encontramos ante una forma de documentación. Por otra parte, etimológicamente, la palabra documento proviene del vocablo latino docere, que quiere decir enseñar. Cuadro 13. Entendimiento. 51 Observamos entonces que la documentación puede presentarse en las tres etapas del entendimiento. La memoria también tiene vigencia en el campo de la documentación, puesto que podemos aseverar que el documento es una memoria que puede ser consultada en cualquier momento, con ese fundamento se dice que la documentación produce conocimiento, en el último de los casos auxilia a producirlos. En nuestros tiempos, los conocimientos almacenados en la documentación hacen que sean indispensables para superar nuestro estado actual. Es más, podemos asegurar que existe más conocimiento almacenado en la documentación que en el conocimiento y empleo del ser humano. Conclusiones similares obtiene Emilia Currás partiendo del objeto real y abstracto y cuyo cuadro presentamos.26 Cuadro 14. Conocimiento y documento. DOCUMENTACIÓN, MATERIA PRIMA DEL CONOCIMIENTO. ASPECTOS FILOSÓFICOS Al hablar de conocimiento, razón, método, juicio, etc. necesariamente nos relacionamos con la filosofía, lo que determina que contemplemos más de cerca, qué aspec26 CURRAS, Emilia. Las ciencias de la documentación. Bibliotecología. Archivología, documentación e información. Editorial Mitre, Barcelona, 1982. Pág. 82. 52 tos o cuáles son los fundamentos filosóficos que sustentan a la archivología en el marco de las ciencias de la documentación. Platón, que según sus críticos, edifica su teoría del conocimiento para justificar el saber preeminente del filósofo y el elevado papel social que le asigna en su utopía; nos dice que la filosofía es el uso del saber para ventaja del hombre y que está destinada a modificar la forma de vida en sociedad, fundada en la justicia. Obtenemos: Por descomposición conceptual: Cuadro 15: Descripción conceptual de filosofía. Deducimos entonces que la documentación provee el conocimiento que nos acerca a la verdad, lo cual permite el uso del saber. Asimismo la información nos brinda servicio para ventaja del hombre. Consideremos también que la información modifica el comportamiento del individuo proyectándose hacia una actitud social, obteniéndose así un principio de utilidad. Emmanuel Kant, en el período de su pensamiento crítico, formula el método trascendental, postulando que con la filosofía se pueden determinar tres aspectos: • La fuente del saber humano, • El ámbito del uso posible y útil del saber, y • Los límites de la razón (que parte del imperativo categórico como fundamento para alcanzar el saber). Cuando hablamos de fuente de saber humano, entendemos que documentalmente requerimos de un orden, una clasificación de los documentos que nos permita utilizarlos como fuentes. 53 Cuando hablamos del ámbito del uso posible y útil del saber, ingresamos en la búsqueda y análisis de los documentos que nos han de ser útiles desde el punto de vista de la investigación, la investigación tendrá siempre como fin establecer una verdad que sea útil. Cuando hablamos de los límites de la razón, nos referimos a obtener los documentos existentes y necesarios para obtener la información. Lo evidente es que desde el momento en que la documentación contiene información, considerada como fundamento del conocimiento, la participación de la documentación en los diferentes campos de la filosofía es esencial. La documentación no es filosofía, pero algunos principios de la filosofía son aplicable a la documentación. EL MÉTODO CIENTÍFICO Es de conocimiento general que en la antigüedad, todas las ciencias particulares constituían una sola ciencia natural que era la filosofía, luego las ciencias se multiplicaron independizándose y surgieron además nuevas subdivisiones en cada ciencia. Al separarse una a una, las ciencias fueron adquiriendo su metodología para lograr certeza sobre los conocimientos adquiridos. Ahora bien, si consideramos a la ciencia como conocimiento cierto de las cosas, logrado por sus principios enunciados y causas que la originan, la documentación se engloba en el contexto de las ciencias; observamos el fenómeno del conocimiento, asimismo hablamos de principios, los mismos que se presentan en bibliotecología, archivología y documentología. Sus causas se detallaron al estudiar los orígenes de la documentación. 54 Si consideramos a la ciencia como un cuerpo de doctrinas metódicamente formado y ordenado, que constituye una rama particular del saber humano, comprendemos con facilidad que la documentación es una ciencia. Mario Bunge, en su libro La ciencia, su método y su filosofía, nos dice: “La ciencia como actividad —como investigación— pertenece a la vida social; en cuanto se aplica al mejoramiento de nuestro medio natural y artificial, a la invención y manufactura de bienes materiales y culturales, la ciencia se convierte en tecnología. Sin embargo, la ciencia se nos aparece como la más deslumbrante y asombrosa de las estrellas de la cultura cuando la consideramos como un bien por sí mismo, esto es, como un sistema de ideas establecidas provisionalmente, conocimiento científico, y como una actividad productora de nuevas ideas, investigación científica)”.27 De acuerdo con este enunciado tenemos: Cuadro 16: Concepto de ciencia. 27 BUNGE, Mario. La ciencia, su método y su filosofía. Siglo XX, Bs. As., 1975. Pág. 9. 55 Detallamos el cuadro expuesto para comprobar si las ciencias de la documentación merecen el título de tal categoría: • Cuerpo de ideas: la documentación, para efectuar un tratamiento adecuado a los documentos y la información —que son repositorios de ideas— requiere de una serie de sistemas, los mismos que en sí encierran ideas. En este aspecto se cumple el requisito. • Conocimiento: en capítulos anteriores hemos tratado este aspecto, pero veamos por partes: • Racional: que las ideas sean conforme a la razón. La ordenación, clasificación, descripción, materias indispensables de la documentación, obedecen a razones estrictamente científicas. • Sistemático: el conocimiento sistemático sigue un sistema o procede con arreglo a él. Las ciencias de la documentación, obedecen a diversos sistemas para lograr la recuperación del documento como de la información. • Exacto: el conocimiento exacto se basa en principios, hechos y consecuencias demostrables. Las ciencias de la documentación sostienen en sí principios propios, los hechos como causales son demostrables en sí. • Verificable: probar que la cosa es verdadera. La documentación es verificable en cuanto a su contenido y servicio. • Falible: que sus principios pueden fallar. Evidentemente, siendo las ciencias de la documentación relativamente jóvenes, sus estudios son falibles. Se cumplen los requisitos en cuanto al conocimiento. En cuanto actividad, la documentación contribuye en múltiples aspectos a la vida social y al mejoramiento del medio, sea a través de los sistemas de educación, información, etc., los aspectos tecnológicos también son contemplados por los sistemas de reprografía, microfilma56 ción, almacenamiento de la información. Los campos de la investigación son fácilmente deductibles. Concluimos que las ciencias de la documentación tienen fundamento como tales. El inconveniente podría presentarse cuando se habla del método, por el cual se ponen a prueba los resultados verificables. Según Pérez Amuchástegui, el método es la búsqueda del camino para el conocimiento de la verdad. Esta definición se sustenta en la etimología: metá —hacia— y hados —camino—. Para comprender el método y de acuerdo con Aristóteles, primero obtendremos el conocimiento de: Los hechos Las causas Al enfocar el tema de las causas las dividimos en: • Causa material: conocimiento de la materia de que están hechas. • Causa formal: conocimiento de la forma de las cosas. • Causa eficiente: conocimiento del efecto que produce. En este caso, cuando hablamos de hechos, efectuamos el estudio correspondiente. En cuanto a las causas, mencionamos a los documentos, poseedores de los datos, deduciendo: • Causa formal: para el conocimiento de las forma de que están hechas las ciencias de la documentación, nos ocupamos de la tipología documental, que da las pautas de la clasificación para cada una de las ramas que componen este saber. • Causa material: podemos subdividir en dos aspectos principales: física y temática. 57 • Causa material física: que se ocupa de las materias escriptorias, soportes de la información, su conocimiento, formación, conservación y restauración. • Causa material temática: como conocimiento del tema de que tratan los documentos donde están incluidos su ordenación, análisis, descripción, almacenamiento, indización. • Causa eficiente: como conocimiento del efecto que produce. Nos ocupamos de la información y los efectos que producen y pueden producir en el nivel cognoscitivo, como influencia a nivel social y como influencia en el hombre. Si en la metodología documental tuviéramos que aclarar los aspectos de la observación, experiencia y deducción, obtenemos: Observación: como captación del hecho, de la problemática del hecho, necesidad de identificación e información del hecho, demanda documental. Experiencia: pertinencia documental, utilización de medios descriptivos que permitan satisfacer la demanda documental. Deducción: como toma de decisión basada en la información obtenida; como verificación de resultados en base a los documentos establecidos. 58 CLASIFICACIÓN DE LA ARCHIVOLOGÍA EN EL CONTEXTO DE LAS CIENCIAS DE LA DOCUMENTACIÓN El enorme desarrollo de los conocimientos obliga a efectuar una división aceptable de los límites conceptuales y científicos de los grandes campos de las ciencias y disciplinas; en su generalidad se dividen en: • Ciencias exactas: que sólo admiten principios, hechos, consecuencias rigurosamente demostrables; encabeza este grupo las matemáticas. • Ciencias naturales: que tienen por objeto adquirir el conocimiento de las propiedades de los cuerpos, y las leyes a las que están sujetas, su relación con las ciencias exactas se descubre a medida que se profundiza el conocimiento. • Ciencias sociales: que son propiedad de las relaciones humanas y los factores que intervienen. Esta clasificación estaría de acuerdo con la definición que se le da, como la ordenación de elementos, cualquiera que fuese su naturaleza: objetos, fenómenos, sucesos, individuos, etc., en varias clases, fundamentándose en ciertos rasgos previamente determinados o selec- cionados según un tipo peculiar de ordenación. En los orígenes de la clasificación de las ciencias Aristóteles efectúa la clasificación de acuerdo a la naturaleza del pensamiento y no de acuerdo a la naturaleza del objeto, separándolos en tres grandes grupos: • Ciencias teóricas: cuyo fundamento principal es conocer la verdad. • Ciencias prácticas: cuyo fundamento se basa en las acciones encaminadas a un fin. • Ciencias creadoras: denominadas también poéticas, cuyo objeto es producido por un agente; substancialmente sería toda creación (artificial) realizada por el ser humano. Emilia Currás concluye que en las ciencias teóricas equivaldría a conocer los hechos y los documentos; en las ciencias prácticas, la preparación de datos y documentos a utilizar y en las ciencias creadoras el objeto producido por un agente, determina al objeto como información y al agente como documento. Diferimos de esta conceptualización porque al darle una clasificación en cada una de las ciencias tendríamos que fraccionar a las ciencias de acuerdo a sus necesidades, consideramos más bien que de tener que ingresar en la clasificación aristotélica, la archivología y las ciencias de la documentación se ubicarían en las ciencias prácticas, acciones encaminadas a un fin. La documentación es un servicio continuo, que brinda permanente y esencialmente la información, son acciones encaminadas a un fin; las acciones son todas las actividades que requieren en el tratamiento de la documentación. James Balmes, clasifica a las ciencias en: • Ciencias naturales, de las que que hemos citado su objeto. 60 • Ciencias morales: basadas en el entendimiento o la conciencia. • Ciencias históricas o sociales: hablamos de las relaciones humanas y los factores que intervienen. Los documentos, en su íntima naturaleza, transmiten mensajes, lo que presupone una comunicación, ese mensaje, esa comunicación, hace que englobemos a la archivología y a las ciencias de la documentación en el campo de las ciencias sociales. El alemán Arthur Schopenhauer clasifica en: • Ciencias puras: que tienen por fundamento la teoría del principio del ser y la teoría del principio del conocer. • Ciencias empíricas: que tienen por fundamento las teorías de las causas, de las excitaciones y de los motivos. Wilhelm Dilthey, propone la clasificación de: • Ciencias naturales: de las que hemos citado su objeto. • Ciencias del espíritu: tratando de establecer el método de estas ciencias, Dilthey determina como objeto propio de las ciencias del espíritu al hombre como totalidad. La archivología y las ciencias de la documentación se ubicarían de acuerdo con el postulado diltheliano, en las ciencias del espíritu, por ser producto y estar al servicio del hombre. Básicamente, las ciencias de la documentación corresponden a las ciencias sociales siendo el producto de las actividades y pensamientos humanos, no le corresponde otra que integrarse en su medio. Como clasificación propia de las ciencias de la documentación, consideramos tres componentes básicos: • Experimentales, • Químicas, • Humanísticas. 61 Experimental: como método fundado en la experiencia aplicada a los aspectos productivos como capacidad de producción de la documentación y de la información. Industriales: como aplicación del trabajo humano a la transformación de los documentos hasta hacerlos útiles para la satisfacción de las necesidades individuales y colectivas. Comerciales: como la aceptación que tiene en el mercado que le es propio. Dinámicas: como fuerza que produce determinados movimientos sociales, mejorando la calidad de vida, motivando actitudes y modificaciones humanas. Humanísticas: por su aceptación en las ciencias humanas. El carácter de las ciencias documentarias es considerado como interdisciplinarias, puesto que sirve a todas las ciencias en cuanto a su necesidad de información de la documentación contenida en sus núcleos respectivos. Este servicio, es el que hace que se las considere como ciencias para la ciencia, denominada también aristociencia. Gunter Desantes dice ancilla scientiae, ciencia esclava; pero paradójicamente también causa scientiarum, causa de ciencia. 62 ARCHIVOLOGÍA: TÉCNICA Y CIENCIA Las técnicas se convierten en especialidades, desarrollan, se amplían, incluso aparentemente se oponen, pero son partes de un conjunto. Todo este fenómeno nos permite considerar necesariamente un proceso, una evolución histórica, un desarrollo continuo con miras al futuro. La archivología, la bibliotecología, la documentología, la museología han sido consideradas como conceptos disciplinarios, como un cuerpo de conocimientos estructurados alrededor de un objeto común, los núcleos documentales: archivos, bibliotecas y centros de documentación, conforman instituciones sociales que por medio de su adecuado funcionamiento se experimenta, en forma directa. Cada una de estas instituciones, es utilizada por uno o más individuos como único medio de realizar actividades concretas dentro del desarrollo social actual. Si observamos un expediente, sabemos por ejemplo que se realiza un trámite causado por un individuo; los documentos son utilizados para fines burocráticos las más de las veces, pero con contenidos de realidad, segmentos de la realidad. Cuando observamos un documento de identificación, sabemos que su propietario lo utiliza no sólo como acto de reconocimiento de su identidad, sino como imperio de un derecho ciudadano. Podemos asegurar entonces que los documentos objetivan acciones de modo que un documento sin objetivación puede ser una simple curiosidad. Los archivos y las bibliotecas nacieron casi al unísono, como producto del desarrollo de la escritura y del pensamiento concreto. No podemos decir con certeza cuándo surgen estas instituciones, los continuos descubrimientos arqueológicos modifican continuamente nuestro concepto de antigüedad. Pero podemos especular que desde el nacimiento de la escritura surgen los archivos como guardianes de la propiedad, el derecho y de las comunicaciones realizadas en el pasado. Así tenemos que en los documentos de los montículos de Tello, lugar donde se situaba Lagash, “se extienden a más de un siglo y revelan casi un estado moderno en el derecho internacional: tratados, arbitrajes, comisiones de fronteras, indemnizaciones pagadas en grano o en trabajo obligatorio en las tierras del vencedor”.28 Así mismo nacen las bibliotecas como guardianes del pensamiento; tal vez sin diferenciarlos exactamente, los documentos eran custodiados en salas comunes. Podemos afirmar que archivos y bibliotecas fueron una sola institución en la antigüedad oriental y en la Iglesia de Roma en los primeros siglos de su historia. El desarrollo de la documentación como tal, o entendida como información procesada, es posterior, pero tam- 28 MYRES, John L. El amanecer de la historia. Fondo de la Cultura Económica. México, 1986. Pág. 79. 64 poco podemos afirmar en qué momento exacto nació la documentación; los elementos descriptivos utilizados por los archivos y las bibliotecas, pueden considerarse como las primeras formas de la documentación especializada. Su verdadero desarrollo surge en las últimas décadas. En 1895 se crea en Bruselas el Instituto Internacional de Bibliografía, sobre las necesidades patentes de información temática y el repertorio bibliográfico universal. Un año antes se había reunido el Primer Congreso de Bibliografía, también en Bruselas. En 1910 el Instituto Internacional de Bibliografía, en su publicación número 34, edita una terminología a fin de universalizar y normalizar algunos términos empleados en la bibliotecología y la documentación. En 1938 se forma la Federación Internacional de la Documentación (FID) que se separa del Instituto Internacional de Documentación, nombre que fue adoptado en 1931 del antiguo Instituto Internacional de Bibliografía. La FID se instala en La Haya. En 1950 se crea la carrera de Documentalista en París, (Instituto Nacional de Técnicas de Documentación). Este breve panorama nos muestra claramente que la documentación, entendida como tal, tiene muy corto tiempo de desarrollo. Estos sistemas o procedimientos de archivos y de bibliotecas, primero fueron considerados como un quehacer, una ocupación que requerían de prácticas meramente consuetudinarias que evolucionan lentamente desde sus orígenes hasta el siglo XII, en el cual surge el archivo del Vaticano, con una serie de reglamentos, disposiciones y normas que se emplean en territorio europeo. Ante la preocupación de los monasterios por conservar todo tipo de documentos; la archivología se convierte en una disciplina de carácter cultural, disciplina en 65 sentido de leyes y reglamentos que rigen a determinadas instituciones, las bibliotecas tienen un similar desarrollo (Carlos V en el Louvre, en 1367). El conjunto de procedimientos utilizados en los archivos y en las bibliotecas se transforman en técnicas, como ampliaciones y resultados prácticos sobre la reunión de documentos. “El progreso de las técnicas hasta el Renacimiento, dependía principalmente de las necesidades de la práctica y de la experiencia diaria, en una palabra del empirismo. Después del Renacimiento, y con mayor nitidez en los tiempos modernos, el progreso técnico está animado por el espíritu. El instinto práctico del siglo XVII preparó el triunfo de una tendencia que transformaría al mundo. La ciencia realiza ante nuestra miradas esta transformación”.29 En la actualidad, los sistemas de información de los poderes públicos: las instituciones creadas para facilitar información especializada, los avances tecnológicos aplicados a los documentos y a la documentación, han ampliado el campo de conocimientos sobre los distintos procedimientos, técnicas y leyes utilizadas por los archivos y las bibliotecas, elevándolas al rango de ciencias, que en su conjunto conforman las ciencias de la documentación. Podemos afirmar con certeza que gran parte de la economía y el desarrollo de las naciones, se sustenta en la cantidad y calidad de documentación e información que posee. La revolución industrial impulsó el vertiginoso desarrollo de la documentación, en Inglaterra más rápidamente que en Francia, la revolución tiene múltiples manifestaciones como en el aspecto agrícola, jurídico, social y técnico. Este cúmulo de actividades permite com29 DUCASSE, Pierre. Historia de las Técnicas. Eudeba. N° 29. Bs. As. Pág.127. 66 prender la importancia que representa la documentación: “Ayer los descubrimientos de los sabios permanecían estérilmente en sus portafolios o en los archivos de las academias y los fabricantes no sospechaban que la aplicación de los mismos podía serles muy útil en sus operaciones... Hoy... el fabricante consulta al sabio... existe la mayor confianza entre el fabricante y el químico”30 , por consiguiente la necesidad de información se hace patente; no sin motivo en 1780 se crea en Inglaterra la Society for Promoting Constitutional Information —Sociedad para la Provisión de Información Constitucional. La invención de la imprenta es otro aspecto importante al permitir la divulgación de conocimientos e ingresar en la etapa industrial de la reprografía, una primera etapa sería la manual, cuando los monjes realizaban reproducciones documentales en los scriptorium, la segunda etapa que logra un enorme desarrollo en nuestra época, formando un capítulo nuevo en los estudios documentales, la reprografía documental. La fundación de los archivos nacionales de Francia en 1749, genera el principio de centralización en núcleos específicos para los documentos producidos en las actividades administrativas. Los inventos y su continuo perfeccionamiento aceleran mucho más el flujo documental. La máquina de escribir, el papel carbónico, incrementan la producción documental agravada por el continuo crecimiento demográfico, tal como nos confirma Lasso de la Vega, que la mayor preocupación del siglo XIX es el exceso de producción documental. Esta evolución continua lleva consigo una producción y necesidad de información para perfeccionar determi30 CHAPTAL. Extracto «L’industrie francaise». 1819. Cf. SHUHL, loc. cit. pág 61 en DURCASSE, Pierre op. cit., págs. 128-129. 67 nados campos del conocimiento e incrementar la capacidad de decisiones en los poderes públicos. Generalmente hacemos referencia a que todo lo creado por el hombre está hecho a su medida. Nuestro conocimiento primario lo obtenemos a través del propio cuerpo, que es un gran receptor de información; esta información nos es trasmitida en forma de color, temperatura, sonido, olor; todo es debidamente clasificado y diferenciado por el cerebro, que posteriormente utiliza la información procesada de acuerdo a las necesidades físicas. El hombre ha creado todo de acuerdo a su semejanza y necesidad. Los documentos se constituyen como testimonios fieles del hombre, de su conducta, de su trascendencia manifiesta determinada por aspectos sicológicos, culturales, sociales, históricos, religiosos, sobre todo como una manifestación permanente de su conocimiento adquirido. Todo esto implica una evolución (evolución no en el sentido de progreso, sino de cambio). Ésta se manifiesta primero a sí mismo, antropológicamente y con posterioridad en el medio que lo rodea, social y naturalmente, y que no es más que una minúscula parte del universo. Es notable que no obstante los progresos tecnológicos, los documentos que son productos del pensamiento, o que son elaborados objetivamente en forma de libros, no han cambiado mucho su forma tradicional. Se aprecian cambios en cuanto a su calidad, material empleado, formas de impresión; pero el libro sigue siendo el libro. “Aun suponiendo que el libro desaparezca, como desaparecieron los papiros, fuera de los museos, eso que llamamos ‘la cultura’ no morirá”.31 31 FILIPPO, Luis di. La era tecnotrónica y el libro. Anexo, suplemento N° 46 de la Gaceta Literaria. Noviembre y diciembre. Editorial Fundación Banco BICA, 1985. Pág. 2 col 3. Santa Fe. Argentina. 68 No ocurre lo mismo con los documentos de los archivos, que son productos de determinadas actividades, sean éstas públicas o privadas, actividades que muchas veces modifican sus formas tradicionales, creando características propias. Una radiografía se convierte en documento heurístico bajo la circunstancia de estar incluida en un expediente administrativo. Pueden existir dos bibliotecas iguales, pero no pueden existir dos archivos con esa propiedad. Toman un carácter individualizante, porque la causa que los motiva difiere substancialmente del documento bibliotecológico. Las ciencias de la documentación reúnen entre sí toda la documentación especificada y científica almacenada en núcleos distintos: los archivos y las bibliotecas, ambos generan el material adecuado para los centros de documentación e información. Con referencia a los museos, es discutida aún su posición en cuanto al objetivo mismo, si es netamente educativa o documental. Estudiemos cada uno de estos núcleos. “Es evidente que en el lapso de una generación, las cosas han evolucionado notablemente. No hace mucho tiempo los archivistas de la mayor parte de los países europeos, fieles a la concepción que lentamente se había elaborado en el curso del siglo XIX, estaban de acuerdo en querer ser, ante todo, si no exclusivamente, historiadores y en considerar sus depósitos como centros de conservación de fondos de archivo de valor permanente al servicio de la investigación histórica. Sus relaciones con la administración pública eran juzgadas como secundarias y en muchos casos, las iniciativas de entrega y de eliminación se dejaban al arbitrio de las entidades administrativas. En muchos países los documentos no llegaban a los archivos sino después de plazos más o menos largos (100 o 50 años) como Alemania, Bélgica, los 69 Países Bajos, etc. Los documentos antiguos eran tratados con privilegio en comparación con los papeles contemporáneos, y los inventarios y ediciones de documentos medioevales gozaban de elevado prestigio a los ojos de los archivistas paleógrafos diestros en las técnicas de la erudición”.32 En la mayoría de los tratados o manuales de archivos y archivología se encuentran frases como: ”no existe una terminología”, “no hay una definición”, “no hay un acuerdo” sobre el concepto. Lo cierto es que la voz archivo y su derivado archivología, han sido mal conceptuados desde sus orígenes etimológicos, puesto que hay algunos autores que sostienen su proveniencia de la raíz griega arkein, que significa proteger o resistir, o de la raíz de arche, que significa principio u origen, cuyo derivado corresponde a archeion; voz que deriva del latín como arcivium, archivium, archivum. Esta última trascendió en las lenguas latinas para el concepto de guarda-documentos. Lo evidente es que en griego se decía chartrophilakion o grammatophilakion, al lugar donde se depositaban los documentos, y al encargado o guardián se lo denominaba chartophilax.33 Lo que actualmente denominamos archivo, en latín tomaba la denominación de tabularium, que contenía las tábulas o registros públicos, y más específicamente se llamaba tabularius al archivo público. En cambio al encargado del tabularium se le llamaba cartarius. Logium y logeum también significan archivos en el latín.34 32 33 34 BAUTIER, Robert Henri. La función de los archivos; La misión de los archivos y las tareas de los archivistas (Proceedings of the 11th and 12th International Conferences, of the Round Table of Archivists, Bucarest 1969, Jerusalem 1970, 1972) En: La Administración Moderna de Archivos y la Gestión de Documentos. El Prontuario RAMP. París. Diciembre de 1985. Pág. 1. TANODI, Aurelio. Manual de Archivología..., op. cit., págs. 1-2. Diccionario Ilustrado Latino-Español. Ed. Espec. Pág. 283. 70 Por otro lado, se confunden permanentemente los términos archivología con archivo, conceptuándolos muchas veces como sinónimos, dificultando los términos definitorios. En el aspecto etimológico consideramos definitivamente que la archivología deriva del latín archivium, término comúnmente utilizado, y de las raíces griegas logos-ia, que se utilizan para darle carácter de estudio o tratado logos y la terminación ia como determinante de ciencia o disciplina. Por consiguiente, decimos que la archivología es la ciencia o disciplina que estudia los archivos. Este concepto resulta ser muy simple, puesto que el término archivo ha desarrollado sus contenidos. Es necesario aclarar que los términos archivología, archivística y archivo no son sinónimos como generalmente se los emplea. La archivología engloba todo el estudio teórico, su fundamentación e investigación. La archivística se ocupa de las técnicas que se han de emplear en el manejo de la documentación. Los documentos y los archivos, son los núcleos o repositorios documentales, objeto formal de la archivología. Sobre la archivología, T. Schellemberg nos dice que es: “La ciencia que trata de los archivos, de su conservación, administración, clasificación, ordenación, interpretación etc.; de las colecciones de documentos que en los archivos se conservan como fuente para su conocimiento ulterior y servicio al público”.35 35 SCHELLEMBERG, T. R. Archivos modernos, principios y técnicas. Instituto Panamericano de Geografía e Historia. Publicaciones del Comité de Archivos de la Comisión de Historia, La Habana. 1985. Pág. 43. 71 En esta definición podemos observar que los términos “conservación”, “administración”, “clasificación”, “ordenación” son funciones del archivo utilizadas como elementos definitorios de la archivología. El término “interpretación”, si se refiere al documento, podría ser prerrogativa de la diplomática y de la paleografía. Lo mismo ocurre con el término “colecciones” usado generalmente en los lugares o países de habla inglesa, pero la palabra colección no sólo tiene por significado un conjunto de cosas de una misma clase. El archivo no colecciona, si bien puede recibir colecciones documentales, pero como parte de un todo. No colecciona porque no reúne los documentos arbitrariamente. Puede ser que alguien coleccione documentos como rarezas, pero eso no constituye un archivo, es simple y llanamente una colección. La colección está sujeta al subjetivismo mientras que los documentos son por naturaleza misma objetivos y orgánicos; constituyen la materia prima del conocimiento histórico, sociológico, lingüístico, etc. Para algunos estudiosos, la archivología no es más que una técnica o algo menos, pura práctica, de ser así, esta rama del saber humano estaría condenada a ser consuetudinaria y subjetiva, proclive a desaparecer, y los papeles se acumularían de acuerdo a cierta experiencia o lógica administrativa, serían seleccionados una vez que abultaran y estorbaran y la historia tendría un pie menos. Giulius Batelli considera que la archivología es sólo una disciplina de carácter técnico, como una disciplina auxiliar o funcional de la administración y de la historia. Eugenio Casanova considera a la archivología como la ciencia de los archivos. Wolfang Leesch diferencia a los partidarios de la terminología ciencia y a los no partidarios. 72 Roscoe R. Hill, considera a la archivología como fiel servidora de la historia, obviando el aspecto administrativo. Mario Briceño Perozo califica a la archivología como ciencia, indicando que sus principios son universales. De Sante la acepta como disciplina cada vez más depurada. Flach se inclina por la ciencia, no ocurre lo mismo con el Dr. Aurelio Tanodi que la consideraba disciplina auxiliar en razón del fin, basándose en los conceptos aristotélicos, sostiene que la finalidad de la archivología es práctica, no pretende conocer la verdad última ni la creación intelectual. Partidarios de ambas posturas existen, lo suficiente como para alargar un tratado y hacerlo erudito. Establecemos que el objeto de la archivología es el archivo. De acuerdo con lo enunciado, podemos separar dos corrientes: quienes consideran a la archivología como disciplina tradicional y la concepción que calificamos de actual o científica. EL CONCEPTO TRADICIONAL DE LA ARCHIVOLOGÍA El concepto tradicional considera a la labor archivística como algo especial, cuya temática se desarrolla sobre todo en métodos consuetudinarios o consecuentes con alguna legislación, o bien como herencia cultural del pasado, convirtiéndose en auxiliar de la historia y correspondiéndole un método subjetivo, difícil de ser generalizado para que alcance el punto de vista de ley. Esta forma de conceptualizar a la archivología tropieza con las definiciones generales de ciencia y método científico. 73 Ciencia como conocimiento sistemático y articulado que aspira a formular las leyes que rigen los fenómenos de un sector de la realidad. Existen entonces problemas epistemológicos o de fundamentación científica, gnoseológicos o de conocimiento y metodológicos o de método. Independientemente de todo lo que hemos observado en las ciencias de la documentación, donde se contemplan estos aspectos, observamos que estos problemas derivan de una serie de conclusiones, algunas a priori y lógicamente no llegan a satisfacer puesto que van desde el rechazo metodológico de la archivología, restándole las posibilidades, hasta la fragmentación conceptual de los campos incompatibles: En primer lugar, el campo muy propio de las ciencias, donde los hechos de repetición posibilitan métodos generalizadores, y para ello es conveniente aclarar que en la archivología existen métodos generalizados y fenómenos tendientes a ser generalizados, cosa que no se puede juzgar dada la efervescencia de una ciencia relativamente reciente en su estudio y que por consecuencia sus resultados van recién en vías de solución, pero por ello no dejamos de pensar en este campo. El otro campo es privativo de la archivología, donde los actos de acumulación y conservación documental requieren un método propio para cada sistema que lo genere, es decir, el archivo es orgánico, depende exclusivamente del sistema de organización que tenga la entidad productora de los documentos que se convierten en materia propia de la archivología. 74 EL CONCEPTO ACTUAL Toma las posturas críticas a lo citado anteriormente basándose sobre todo en los aportes epistemológicos originados en las ciencias físicoQmatemáticas; se toma la noción de identidad esencial del hecho, según el cual todo hecho es igual a sí mismo, irrepetible, observando que los hechos son causales de documentación. En la archivología observamos el fenómeno de la siguiente manera: decimos que los archivos, objeto de la archivología, contienen documentos producto de una actividad; de lo cual deducimos que la actividad es un hecho que genera documentación, el archivo deja de ser un simple depósito para convertirse en un repositorio de hechos documentados; la naturaleza de estos hechos, su identidad esencial, es irrepetible, pero sí semejantes entre sí por las misma razón que las actividades de una entidad están encaminadas a un fin, a una determinada función, son partes de un todo orgánico. Cuadro 17: Archivología como ciencia social36 36 En 1982, Jorge Emiliani y Manuel Vázquez, efectuaron una entrevista al Dr. Aurelio Tanodi, la misma fue publicada por Major Ediciones, El mundo 75 Estos razonamientos nos llevan entonces a dos enfoques de la realidad; uno de carácter individualizador y el otro de carácter generalizador. La ordenación natural es de carácter generalizador de todos los archivos, pero también es característica propia de cada archivo puesto que su organicidad determina su naturaleza propia, es decir, conlleva el carácter individualizador, así tenemos que dos enfoques de la realidad no son opuestos sino complementarios. Se desprende entonces una noción que es la relatividad de toda generalización, realidad temporal por cuanto contiene un entorno histórico y evoluciona en la medida que evolucionan los organismos creadores de sus archivos, afirmando una evolución conceptual hasta llegar al término de ciencia. Estas nociones nos permiten superar dos de los problemas planteados en el concepto tradicional, que sería la fragmentación de la realidad y el método privativo de la archivología, ingresando así como ciencia social; social por ser producto y al servicio de la sociedad misma, en el más amplio de sus sentidos, lato sensu. Es conveniente aclarar que todo hecho social es irrepetible, en este caso todo hechoQorgánicoQsocial es irrepetible en la medida que es idéntico a sí mismo. La generalización como tal es un proceso de abstracción del archivista o archivólogo y no es inherente a sólo una parte de la realidad; lo que trae consigo que la generalización es relativa al campo de aplicación de los conocimientos archivísticos y no tiene validez universal absoluta. Este concepto permite sobre todo que la archivología formule generalizaciones en diferentes grados de ampli- de los archivos, N° 6, Córdoba. El Dr. Tanodi se refiere a la archivistica como la ciencia de conceptos diversificados. N. A. 76 tud y profundidad, según sean sus necesidades de acuerdo al desarrollo propio.37 Como consecuencia de todo este razonamiento acordamos que la archivología como ciencia tiene sus variantes metodológicas, adecuando las posibilidades de generalización al tipo de institución o entidad que produce los documentos, o al punto de vista con que se lo enfoque, siempre que ese enfoque guarde relación con el objetivo trazado. De estos conceptos obtenemos que también puede auxiliarse de la metodología de otras ramas del saber por su misma naturaleza, adecuando las posibilidades de generalización al tipo de institución o al punto de vista con que se lo enfoque sin apartarse de lo que son sus principios básicos como conocimiento y método científico y sobre todo sin referir de un método privativo. La archivología recurre al método administrativo en su aspecto práctico. Si sólo se tratara de la práctica daríamos la razón a Giulius Batelli al considerarla como disciplina pragmática; pero, también se asiste del método histórico, puesto que el objeto de la archivología es el archivo y su contenido subsiste al paso crítico al decir del Dr. Tanodi, al existir una simbiosis histórico Qadministrativa, y una selección documental, que determina específicamente la calidad histórica de los documentos. También recurre al método diplomático para la determinación de los caracteres documentales, primer paso para la descripción. No nos alejan estos conceptos del desarrollo de la información, al contrario nos acercan cada vez más, a los centros de documentación e información. 37 COPES, María Isabel. La historia como ciencia. Iniciación de las Ciencias Sociales. U.C.S.F. Ficha 1, Unidad 1. Pág. 22. 77 LA ARCHIVOLOGÍA COMO CIENCIA SOCIAL Para adecuarnos a este marco referencial, la archivología recurre a las ciencias sociales, ingresando en su campo, como las ciencias históricas por ejemplo; especialmente en lo que se refiere al tipo de quehacer, considerado como hecho, que para los conceptualistas tradicionales son actos consuetudinarios, de rutina diaria, autónomos, individualizados; hechos que tienen como base a un grupo social cuyo accionar constituye el meollo de la explicación. Este punto de vista es objetable: Primero porque el accionar de todo archivo, objeto esencial de la archivología, está condicionado, limitado, impulsado por las condiciones básicas del organismo al que pertenece, sean éstos públicos o privados, sea una nación (archivos nacionales) o una determinada agrupación social (archivos privados); asimismo estas condiciones básicas están reguladas por la estructura económica, los factores culturales, de población, etc. Los factores por los cuales determinados archivos logran mayor desarrollo que otros, hacen que los archivos se conviertan en un fiel reflejo de la sociedad que los crea. No se puede inventar un archivo independiente, sin sociedad que lo produzca sin elementos orgánicos que los supediten. Ariel Ricks sostiene que son tres los factores que determinan el desarrollo de la administración de los archivos en Norteamérica: La herencia cultural: debida a los colonizadores, que han dejado huellas profundas en los sistemas de creación de documentos y su administración. El volumen documental: producido anualmente en toda la nación. El adelanto tecnológico y económico: lo cual influye en los estudios tendientes a superar los problemas 78 del segundo factor. Al estudiar estos factores, estamos observando elementos sociológicos. Al tomar por objeto de estudio a un determinado grupo social, la archivología entra de lleno en el campo de las ciencias sociales, teniendo en cuenta que es auxiliada en otras ciencias y disciplinas al mismo tiempo las auxilia; es decir, existe una interrelación que hace que tenga una independencia relativa, derivada del enfoque con el cual se estudia. Este aspecto indica también que la archivología se constituye como ciencia interdisciplinaria. En segundo lugar, debemos considerar la relatividad del tiempo dentro del concepto social; es decir, los archivos de una sociedad se presentan con el mismo ritmo de desarrollo que se operan en estas sociedades según sea el cambio de sus estructuras. No es lo mismo un archivo del año pasado que uno actual, porque las variaciones sociales, económicas y tecnológicas han modificado sus conocimientos y aplicaciones. Por todo lo expuesto, acordamos entonces, que la archivología es una ciencia social, una ciencia que trata de los archivos. Al acercarnos cada vez mas a una definición, observamos que la archivología enfrenta el contenido del archivo: denominemos continente a los locales, edificios, equipos. Sus elementos “se relacionan con los distintos problemas de organización y método, con los aspectos administrativos y técnicos de la archivística”.38 Por más que se haya intentado, y se intenta todavía, restarle importancia como ciencia, encontramos que su extensión es bastante amplia, lo que hace dificultoso determinar un fin concreto. Si bien no busca una verdad, 38 KECSKEMETI, Charles. Doctrina Archivistica. Centro Interamericano del Desarrollo de Archivos. Traducido por José Manuel García. Córdoba, 1980. Pág. 6. 79 es auxiliar de las ciencias que buscan la verdad, pero deteniéndonos en ese aspecto: como buscar la verdad, desde el punto de vista de la autenticidad, sí lo lleva como un valor intrínseco y propio. La archivología es una ciencia social que trata o estudia los archivos como continente y como contenidos, cuya finalidad reside en facilitar una metodología adecuada para auxiliar a las ciencias y a la sociedad. Los archivos son por naturaleza propia auténticos. No existen los archivos falsos, aun cuando existieran documentos falsos. Nos detendremos más sobre estos puntos cuando efectuemos un estudio del archivo. Las ciencias y disciplinas relacionadas con la archivología son dispares entre sí, como la administración, la bibliotecología, ciencias políticas, la documentología, diplomática, cronología, la paleografía (en términos modernos grafística) y la historia en sus distintas ramas y especialidades. Concluimos: Cuadro 18: Objeto y fin de la archivología. 80 DIVISIONES DE LA ARCHIVOLOGÍA Al igual que en la definición, divisiones se han presentado en la medida que los conceptos son más concretos. Eugenio Casanova, divide a la archivología en cinco partes: • Archivoeconomía o administración general. • Archivística pura u ordenamiento interno de la documentación. • En la tercera división agrupa los servicios y la naturaleza jurídica del archivo. • En el cuarto y quinto grupo, reúne las historias del archivo y la archivología. El Dr. Aurelio Tanodi efectúa la división siguiendo los pasos del método y considera como primera parte los principios técnicos o generales: • En primer lugar estarían los conceptos generales, definiciones del archivo y la archivalía. • En el segundo lugar: la archivonomía, preocupación de la restauración, mantenimiento de los archivos, y la conservación; • En el tercer lugar: ordenación y descripción de los documentos. • En el cuarto solamente los servicios del archivo. • En el quinto, la historia de los archivos. • En el sexto grupo la legislación, estatutos, reglamentos internos, legislación comparada. Por cierto que se han hecho muchas divisiones que alargarían este trabajo. Tomamos como base la definición de archivología, obtendríamos cuatro grandes grupos de interés en el estudio de esta ciencia. Comprendería: • Archivología de continente, o estructural • De contenido o infraestructural. • Archivología general. • Por sus fines. ARCHIVOLOGÍA DE CONTINENTE O ESTRUCTURAL Estudia todos los aspectos de estructura de los archivos, podemos subdividirla en dos grupos principales: 1) Aspecto administrativo. Algunos autores consideran a la archivología como una administración de los archivos, considerando que la administración generaliza el fenómeno social y político, los archivos sostienen información tendiente a orientar la solución de problemas, apoyando y sustentando las decisiones. Sobre todo en el sentido de servicio que brindan el archivo y la administración. Gran Bretaña considera en la práctica, a la administración de archivos como lo supervisión y control de todas las etapas del quehacer archivístico. 82 Austria y Bulgaria consideran a la administración de archivos como una actividad profesional en general, mientras que en Canadá se acepta como el control sobre los archivos corrientes, logrando una asistencia sobre lo ministerios, control de expurgo documental, administrando inclusive los centros documentales subordinados y el adiestramiento del personal. En los Países Bajos se entiende por la administración de archivos, como la conservación, procesamiento de datos, control sobre documentos depositados en los archivos, y sobre todo el manejo interno de los archivos. En Polonia la administración abarca a la red de archivos estatales, como administración de asuntos archivísticos en general. Desde el punto de vista de la administración de archivos, consideremos entonces tres aspectos fundamentales, teniendo en cuenta que el objetivo básico es proporcionar información retrospectiva a la administración, sea estatal o privada. Estos aspectos son: Organización Investigación Información Organización: supedita todo lo referente a personal, planificación, legislación, coordinación y contabilidad. Investigación: es necesario verificar el valor genuino de los documentos y establecer los servicios de referencia mediante la optimización de los medios tradicionales con direccionamiento hacia los medios automáticos o cibernéticos. 83 Información: como consecuencia de las dos etapas anteriores, teniendo en cuenta los sistemas de difusión a emplearse. Al efectuar los estudios administrativos inherentes a los archivos, se hace necesario destacar dos aspectos principales que serían: uno de carácter interno y otro de carácter externo. a) Carácter interno: estudia la administración inherente a los archivos en su desenvolvimiento interno, como un complejo de personas y cosas que tienden a una finalidad y como actividad encaminada a la satisfacción de las necesidades colectivas.39 “Generalmente se entiende por administración social la influencia en toda la sociedad en su conjunto y en sus áreas separadas de actividad (vida económica sociopolítica y espiritual; disciplinas científicas, etc.) que asegura su funcionamiento normal, el mantenimiento de la calidad de sus normas, las mejoras y el movimiento con éxito hacia una meta dada. Durante la realización de actividades de administración, se examinan constantemente las condiciones y emergen problemas urgentes. Los problemas concretos son resueltos mediante la adopción de decisiones de administración cuya gama es tan amplia y variada como la actividad de administración misma. La administración es un fenómeno social y político. Esta premisa se aplica también desde luego a los archivos. Hoy tanto la administración social en general, y sus ramas distintas (incluso la ciencia en administración de archivos) se están desarrollando en condiciones de re- 39 Las necesidades colectivas engloba incluso a las entidades productoras y a los usuarios. ÁLVAREZ CARVALLO, José María. Estado. En Facta, Enciclopedia Sistemática. T. 5. Ed. Rialp S. A. Madrid, 1965. Pág. 43. 84 volución científica y tecnológica”.40 Para lograr un dinamismo adecuado, sobre todo en los archivos históricos o aquellos que por su naturaleza son autónomos en la medida que pueden tomar soluciones propias, la archivología adquiere conocimientos de administración que le permiten cumplir con alguno de sus propósitos, esencialmente el bien colectivo. b) Carácter externo: estudia a la administración en la que se encuentra circunscripta el archivo, es decir al organismo causante de la documentación y al que esencialmente preste sus servicios, la entidad productora, sobre todo en el aspecto orgánico que ha de servir de base y fundamento para la clasificación y ordenación de los documentos para lograr una buena descripción. Se requieren esencialmente conocimientos del organigrama, como reflejo de la organización; y requiere los conocimientos del flujograma o fluxograma, como conocimiento de las gestiones o trámites que se realizan en la administración, llamada también archivonomía. 2) Aspecto archivonómico. Término utilizado por Schellemberg al que considera como “la actividad de los archivos; su función, su progreso su desarrollo, sus locales, su organización personal, sus servicios al público”.41 Destacamos intencionalmente el término locales; en aspecto archivonómico se considera más claramente todos los problemas relacionados con la arquitectura, edificios, locales, secciones, equipos, sean estos últimos manuales, mecánicos o electrónicos que se hacen necesarios para cumplir los objetivos de los archivos, cuyo fin sea 40 41 KURANTOV, A. P. Progreso de la Ciencia de Administración de Archivos. En: Boletín Interaméricano de Archivos. Vol. II. C.I.D.A. Córdoba, 1976. Pág. 56. SCHELLEMBERG, T. R. Archivos modernos..., op. cit., pág. 43. 85 reunir, conservar, ordenar, describir los documentos y brindar información. Eugenio Casanova, en su Archivística fue uno de los primeros en efectuar una división de la archivología, al definir el término archivoeconomía. Sostiene que se trata de la administración general externa de los archivos (construcción de los edificios, instalación de los locales, depósitos, oficinas, higiene y restauración). LA ARCHIVOLOGÍA DE CONTENIDO O INFRAESTRUCTURAL Estudia todos los aspectos concernientes a la materia prima del archivo: los documentos, su conducta y tratamiento. Aquí también se hace necesario subdividir dos aspectos: • El aspecto documental. • El aspecto de volumen documental. El aspecto documental: desde el cual la archivología estudia todas las propiedades inherentes al documento en sí, así trataría la producción y reproducción de documentos, la conservación, restauración y selección. Es en esta etapa que la archivología estudia el ciclo vital de los documentos —CVD—. Hemos observado en los títulos anteriores, que el documento es la base de las ciencias de la documentación, hace intervenir objetos y sucesos tal cual lo dice Vicenta Cortés Alonso al hablar de los objetivos del archivo: “Vemos pues que estos tres verbos empleados —recoger, custodiar, servir— por tratarse de documentos (sean textuales, sonoros, de imagen) de unidades que ocupan un lugar en el espacio, que tienen que ser instaladas, manejadas, utilizadas y conservadas, hacen intervenir no sólo edificios, transportes, oficinas, servicios varios, sino también, y esencial86 mente, hombres y mujeres que tienen que ocuparse en las actividades encaminadas a poner en potencia los documentos almacenados.42 Comprendemos entonces que el documento en esencia y como fenómeno es casual de una serie de acontecimientos y hechos para lograr un información óptima, lo cual requiere de un estudio más profundo, a través de técnicas y disciplinas auxiliares que permitan estos logros. El aspecto de volumen documental: desde el cual la archivología estudia la ordenación, clasificación, descripción y selección documental. Intervendrían en este campo los aspectos estadísticos, técnicas de muestreo y medios especiales para lograr una ubicación inmediata de los documentos, dentro de ese volumen inmenso, esa masa de papeles que nos hace hablar de millones de documentos, para ello, la archivología requiere del auxilio de los documentos básicos de la matemáticas, estadísticas, etc. ARCHIVOLOGÍA GENERAL División que estudia los aspectos concernientes a la teoría y a aquéllas que por su contenido no es necesario dividir, como ser la terminología que se utiliza actualmente y todos los aspectos que se relacionan con el lenguaje propio de la archivología. También incluimos en este sector a la planificación y las interrelaciones, como ser la formación profesional. 42 CORTÉS ALONSO, Vicenta. Archivos: Función y exigencias. En: Revista del Archivo General de la Nación. Vol 6. Bs. As. 1977. Año VI. Pág. 6. 87 Toda planificación por más insignificante que sea, debe necesariamente ajustarse a una política que le permita el logro de sus objetivos. Referente al desarrollo de los servicios de archivo, la decisión corresponde al plano ejecutivo, con la condición necesaria y supuesta, de que tenga la empresa o institución una constancia clara sobre los beneficios que se obtendrán con la eficacia administrativa, la obtención de información precisa y el enriquecimiento de la personalidad institucional. Es posible que la gestión de tal ambición corresponda a los sectores de planificación, organización y métodos, control interno, auditoría, mesa de entradas, siempre de acuerdo con el modelo de institución, con la constitución orgánica de cada empresa. Lo importante es que existen dependencias que sienten la necesidad de una información fluida, acelerada, precisa. Esta preocupación puede tener repercusión con mayor fundamento empresarial, permitiendo dar apoyo suficiente para clasificar y ordenar sistemáticamente, cuando no salvar la información de la institución en su conjunto, patrimonio propio y común de toda nación. Al conservar la documentación se permite claramente definir su identificación con un pasado organizado. La ambición de todo archivo general, administrativo o histórico consiste en forma prioritaria, en contribuir a que se comprenda plenamente el papel fundamental y específico de los archivos y que permita deducir mediante un estudio serio y minucioso los problemas que plantea esa política mediante propuestas realistas y adecuadamente programadas. Ahora bien, debemos tener en cuenta que existen una serie de trabajos, muchos de ellos óptimos, sobre los métodos de tratamiento de los documentos, inclusive como 88 medios de propaganda utilizados por las firmas dedicadas a la fabricación de artefactos que permiten la buena conservación de documentos. Todos estos estudios hacen posible calificar por comparación, la conservación adecuada de los documentos. Estos estudios sean de detalle o en su conjunto, constituyen elementos muy valiosos que permiten un conocimiento amplio; no obstante esta profusión de conocimientos, los estudios para lograr un servicio de archivos eficientes, resulta un tema relativamente nuevo, para muchos países, sobre todo para aquellos que han tenido su independencia antes y después de 1850. La organización archivística de estos países presenta algunos problemas y se observan las necesidades y requerimientos de información. Estos países generalmente tienen archivos heredados o consuetudinarios. En el capítulo de la archivología general también se estudian las relaciones con otras ciencias o disciplinas, especialmente con las de historia y sus auxiliares, y por último se efectúa un estudio comparado de la legislación especializada en archivos en los distintos países. La legislación no solo da “personalidad” al archivo, también es un instrumento, una herramienta de trabajo. La legislación favorece al archivo en sus distintas labores, apoya en sus diferentes técnicas, se puede hablar de una legislación que permita actuar en la clasificación y ordenación, microfilm, selección, etc. La legislación debe ir de acuerdo con la planificación. Bruno Delmas considera tres puntos de la legislación: 1.- La constitución del Estado, lo cual permite ampliar el sentido del patrimonio, tomando en cuenta que la constitución estatal es siempre un buen soporte para toda legislación. 89 2.- Las realidades administrativas. No se puede hablar de una legislación sobre hechos supuestos, ha sido necesario primero una experiencia; una experiencia respalda la actitud de quien elabora las leyes, de quienes las sancionan, porque esa experiencia es en sí misma una realidad. 3.- El pasado nacional, puesto que el archivo tiende a conservar el acervo del presente como testimonio para futuros investigadores, es necesario dar entonces las pautas de una buena conservación. Es bastante ínfimo el límite que separa a la legislación de la reglamentación. La legislación conceptúa en términos generales, amplia, de manera que pueda cubrir todas las necesidades de los diferentes sectores a los que engloba; en cambio la reglamentación es más concisa, más dedicada a un determinado sector. También es corriente encontrar en la legislación elementos de procedimientos y de apoyo para los manuales. La responsabilidad que posee el archivo sobre la documentación, sobre información contenida, sobre sus propias atribuciones y administración, debe estar lo suficientemente respaldada por la legislación. Esta materia debe contemplar en lo posible desde el origen de los documentos hasta el último traslado al archivo histórico. Todos los gobiernos, entidades públicas y privadas deben formar un cuerpo legal y reglamentar las acciones de los individuos con relación al documento. Cada entidad debe tener necesariamente una reglamentación que regule los trámites y el uso de los documentos generados y que se encuentren en su poder. Esa reglamentación deberá alcanzar desde el origen del documento, trámite, clasificación, la ordenación, la descripción, el archivo selección y destino final de los documentos, especificando las responsabilidades humanas en cada uno de estos pasos. 90 LA ARCHIVOLOGÍA POR SUS FINES En esta división efectuamos una subdivisión en tres áreas: EL FIN PRÁCTICO, cuyo objetivo es auxiliar a las ciencias entre las cuales podemos citar a las principales: Ciencias de la administración, por ser un producto de entidades relacionadas con el uso de la administración, la archivología necesariamente se convierte en un estudio del servicio para la entidad productora. Experiencias en este sentido nos aportan algunos países. En Estados Unidos de Norteamérica, el archivo nacional en su estructura orgánica, depende directamente del Servicio General de la Administración, facilitándose la consulta por todos los medios utilizados en las técnicas modernas. Al igual que en Australia el archivo es un órgano de la administración gubernamental. Ciencias jurídicas, por cuanto los documentos, al ser generados como productos de actividades gubernamentales y muchas veces administrativas, poseen fuerza legal. Los derechos, reconocidos, discutidos o desconocidos son necesariamente documentados, ya sea a través de un trámite o la intervención de autoridades competentes; estos documentos prestan un servicio continuo a la consulta de quienes recurren a la certificación de sus derechos. EL FIN CIENTÍFICO: nos permite determinar la evolución de los archivos, de los documentos y de la sociedad que las enmarca. “La finalidad del archivo es servir a la vida, y este servicio lo cumple fundamentalmente, por intermedio de la consulta y la investigación: administrativa, científica, histórica, esta última es más extensa y profunda. En los tiempos pasados lo mismo encargados o directores de los archivos y su personal eran los 91 principales investigadores; hoy en cambio, la tarea primordial de este personal es la organización interna de los repositorios y su preparación metódica para facilitar la investigación de los demás”.43 La declaración del Seminario Interamericano sobre la Integración de los Servicios de Información de Archivos, Bibliotecas y Centros de Documentación en América Latina y el Caribe, realizada en Washington del 6 al 17 de noviembre de 1972, en su punto cuarto nos dice: “En consecuencia es responsabilidad de los gobiernos poner información al servicio de la sociedad con el fin de: I) Facilitar su uso a todos los habitantes del país, sean cuales fueren su nivel cultural o grado de escolaridad, preparación académica o profesión; II) Formar adecuadamente a los usuarios para que obtengan los mayores beneficios de esa información; III) Lograr que la información se convierta en uno de los apoyos de la educación en todos los niveles y en especial de la investigación y de la educación permanente; IV) Disponer ellos mismos de los datos, informes, estudios y evaluaciones que le son necesarios para afrontar sus problemas y encarar sus proyectos”.44 Comprendemos entonces que el fin científico de la archivología es amplio en cuanto a sus alcances por ser una ciencia auxiliar a varias ciencias, y por estar al servicio de cualquier habitante del país como se cita en el primer acápite del cuarto punto. 43 44 DUCHEIN, Michel. Los obstáculos que se oponen al acceso, a la utilización y la transferencia de la información conservada en los archivos: un estudio del RAMP, Programa General de Información y UNISIST, UNESCO, 1983, París. Pág. 1. Boletín Interamericano de Archivos. Vol. 1. C.I.D.A. Córdoba. 1974. Seminario Interamericano sobre la integración de los servicios de Información de Archivos, Biblioteca y Centros de Documentación en América Latina y el Caribe. Pág. 129. 92 EL FIN CULTURAL: que nos permite efectuar observaciones sutiles y no muy fáciles de detectar por la metodología histórica o de las ciencias sociales, como ser las áreas de la influencia cultural y el intercambio a través de la información. Los archivos, bien interpretados, tienen una acción educativa y cultural considerable en favor de una interpretación de la evolución sociológica integrada en los movimientos culturales de la sociedad: En la XIII Jornadas de la Asociación Argentina de Estudios Americanos, realizadas en Termas de Río Hondo, Santiago del Estero, entre el 21 y 23 de septiembre de 1979, se presentó un trabajo en colaboración con la Lic. Liliana Montenegro, en el se consideran aspectos sobre las herencias culturales como determinantes de la formación de los archivos en Estados Unidos de Norteamérica y la Argentina, algunos párrafos se incluyen en la presente obra para una mejor comprensión, se hace notar que las herencias culturales se extractaron de Ariel Ricks, a quien citamos: “Ante todo para determinar el desarrollo de la organización y administración de documentos, debemos considerar las causales históricas de los mismos desde que son creados hasta su almacenamiento o destrucción como se da en muchos casos de la historia norteamericana y argentina. Al respecto, para determinar este desarrollo por parte de los Estado Unidos, Ariel Ricks menciona cuatro factores de carácter singular, que aplicándose comparativamente con el desarrollo de la Argentina, notamos algunas diferencias propias de la personalidad de cada país. Dentro de esos factores el primero esta dado por la ‘Herencia multicultural’ recibida por el país del norte antes y durante su independencia, debiendo tenerse en 93 cuenta además que esa herencia es producto de una fase de colonialismo predominantemente anglosajón. Todo esto, más los acontecimientos históricos citados con anterioridad en el presente trabajo, han influido y determinado los caracteres de los documentos, sus formas de ordenación y sobre todo su visión archivística. Esta influencia justifica que los documentos de la División de Manuscritos de la Biblioteca del Congreso “Sigue la sucesión de acontecimientos históricos en el orden que se desarrollaron: primero las Indias Occidentales, la América Española, México, Centro y Sudamérica; después por países dentro de las divisiones geográficas y dentro de estas divisiones en orden cronológico; luego Norteamérica, agrupándose allí las colonias británicas, francesas, españolas y de otros países. Esta ordenación incluye también un grupo de miscelánea general que alcanza hasta la revolución y está compuesto de manuscritos que tienen carácter general y que no pertenecen claramente a ninguna de las 13 colonias originales...’”.45 En la Argentina se presenta el factor de la herencia multicultural dividida en dos fases distintas: La primera fase está dada por la herencia cultural hispánica, ya sea a través de la influencia castellana que implantó en los consejos; la aragonesa que instituyó los virreinatos, la francesa producida a raíz de la llegada de los Borbones al trono Español y como consecuencia instituyeron el sistema de intendencias o la de los árabes, que al igual de algunos pueblos cristianos durante la Edad Media instituyeron débilmente la esclavitud negra. Esto 45 SCHELLEMBERG, T. R. Library of Congress, John C. Fitzpatrick, Notes on the Care. Cataloguing calendaring, and Arranging of Manuscripts. (Washington, 1913, 1921, 1928, 1934), págs. 8-9. Citado en Principios Archivísticos de Ordenación. Universidad Nacional de Córdoba. C.I.F.A., Córdoba, 1975 Págs. 70-71. 94 se verifica rastreando el origen de las instituciones que se desenvolvieron durante el período colonial. La segunda fase está dada por la influencia del espacio europeo en el siglo XIX; ya sea inglesa en el plano económico, francesa en el plano cultural e hispánico, itálica en el aspecto técnico. El acopio documentario acumulado hasta 1821, determinó que el 28 de agosto del mismo año, durante el gobierno del general Martín Rodríguez, su ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores, Bernardino Rivadavia, encarara el problema de la documentación, fundando el Archivo General de la Provincia de Buenos Aires; posteriormente “al federalizarse la ciudad de Buenos Aires en 1880 y pasar la capital de la provincia a la ciudad de La Plata... fue necesario separar del archivo los documentos que eran de carácter nacional de los que pertenecían a la provincia. Así se originaron dos archivos, uno el actual Archivo General de la Nación en Buenos Aires y otro el Archivo General de la Provincia de Buenos Aires en la ciudad de La Plata. Esto se hizo de acuerdo con un decreto del 30 de enero de 1884, dictado por el presidente general Julio Argentino Roca e intervinó en la separación de los documentos una comisión especial...46 La diferencia se da en que Estados Unidos sufrió la influencia de varias “madre patria” en los orígenes de su vida independiente; luego en los siglos XIX y XX recibió distintos aportes étnicos que no afectaron en gran manera la idiosincrasia norteamericana por ser ésta una nación ya formada. Mientras que la Argentina ha sido afectada, social, política, culturalmente, y en forma básica en su economía. 46 CARRACEDO BOSCH de Prieto, Zulema. Archivo General de la Nación Argentina. En boletín Interamericano de Archivos. Vol I. Córdoba, 1974. Pág. 151. 95 Este factor de las herencias, que ha servido para determinar el desarrollo de los archivos en los Estados Unidos de Norteamérica, sirve también de guía comparativa con respecto al país del sur. Por considerarse que la Argentina ha cruzado por una etapa colonial por la cual ha recibido una heredad multicultural de procedencias diversas y predominantemente íbero-francesa, lo que ocasionó ciertas diferencias en los tipos documentales que generaron y modificaron las estructuras de trámites realizadas hasta la fecha”.47 En los fines culturales existen una serie de campos de estudio que aún no han sido investigados y que pueden aportar conclusiones interesantes. Para un buen aprovechamiento de los archivos en sus fines culturales, es necesario plantearnos los siguientes factores: • Los términos a emplear, • Los objetivos básicos, • Los medios idóneos, • Las formas culturales más útiles, • La clase de usuarios que ha de ser beneficiada realmente. El usuario de los niveles educativos, alumnos y docentes, constituyen tradicionalmente los más receptivos de la difusión de los contenidos informativos del archivo. Entre los factores necesarios a tomar en cuenta para una acción cultural de los archivos, podríamos citar: • Necesidad y gusto de consultar las fuentes, • Necesidad de identidad cultural, • Toma de conciencia regional. 47 MONTENEGRO, Liliana; ARÉVALO JORDÁN, Víctor Hugo. Relaciones de Espacio y Archivo. Trabajo presentado y aprobado en la XII Jornadas de la Asociación Argentina de Estudios Americanos. Termas de Río Hondo, Santiago del Estero. 1979. 96 Búsqueda de originales de propiedad, Redacción de monografías comunales, Urbanización, Movilidad geográfica. Razones suficientes por las cuales, todos los archivos generales, provinciales, nacionales o aquellos que tengan documentación de relativa importancia, deben tener una unidad destinada a la educación, difusión de sus contenidos, objetivándose en popularización de la memoria colectiva, favoreciendo el acceso a la cultura y prestar servicios de calidad entre el medio cultural y el usuario, forjando, en todo caso, un sentimiento de identidad antropológica. Las asociaciones generalmente son entidades intermediarias entre el consumidor de información de archivos y los archivos mismos, tiene considerable importancia en el campo cultural. Sus mecanismos económicos e intereses propios les permiten ser productores de exposiciones, coloquios, publicaciones. Sosteniendo la democratización de la cultura. Incluimos también el servicio pedagógico que se desarrolla a través de las exposiciones documentales contenidas en los archivos y mediante un acercamiento de los estudiantes a los archivos para realizar investigaciones sencillas que les permitan estudiar las fuentes históricas. El servicio pedagógico es extensible a la enseñanza superior y secundaria, pero para ello es necesario que exista un acuerdo entre profesores y alumnos, de modo que permita en su misma educación, realizar las investigaciones pertinentes. También podemos enumerar algunos fines secundarios; como el de facilitar las metodología en los distintos procesos técnicos del manejo y conservación de la documentación. • • • • 97 • Evitar que se pierda una información adquirida e intensificar el uso de los recursos de documentación que contengan una información accesible a las diferentes ciencias. • Contribuir a una perfecta organización de los conocimientos adquiridos y sentar precedentes sobre determinadas conductas humanas. • Contribuir e interrelacionar ideas y hechos tanto a nivel institucional como social. Cuadro 19: Divisiones de la archivología. 98 LA ARCHIVOLOGÍA EN LA ORGANIZACIÓN DEL CONOCIMIENTO Y LAS CIENCIAS DE LA DOCUMENTACIÓN Una función propia de quienes trabajan con la documentación, es la de ordenar los documentos, con criterios establecidos, científicos o propios, de tal forma que propende a satisfacer necesidades de información. Esta ordenación obedece a la demanda de conocimientos que se quiere obtener en determinadas materias. La organización del conocimiento está relacionada con las ciencias de la documentación, por la misma razón que todo conocimiento se transmite mediante el binomio documento Qinformación. Cuando se estudia el proceso del hecho a la documentación, se analiza el concepto que las ideas requieren de un soporte permanente para ser transmisibles, obteniéndose así el documento. El ser humano llega a la elaboración de las ideas mediante procesos, en términos generales obtenemos, los del conocimiento, de síntesis y de análisis. En los procesos de conocimiento, existen distintas teorías que se han elaborado en el transcurso del tiempo. Según Demócrito, el conocimiento se obtiene me99 diante la percepción; la mente recibe las imágenes sutiles o espectros que son emitidas por las cosas. En el pensamiento de Platón, el conocer no se basa en el ver lo que está fuera de uno mismo, sino recordar lo que está dentro de nosotros. Las cosas son un estímulo que nos encamina a las ideas. En el pensamiento kantiano el conocer se da mediante dos elementos: lo dado y lo puesto; es decir, hay algo que se me da (sensaciones) y algo que yo pongo, y de la unión de estos dos elementos surge la cosa conocida o fenómeno. Al relacionar el conocimiento con la documentación, encontramos semejanza con la demanda de información necesaria y relacionada con la captación del interrogante presentado al sujeto. El conocimiento es primordial en la elaboración de las ideas. Los procesos de síntesis se efectúan reuniendo todas las partes hasta formar un todo completo, reunir los diversos elementos de un todo ordenado y relacionado entre sí. En cuanto a la documentación, implica la reunión de los documentos relacionados entre sí, su preparación en forma ordenada y relacionada. Los procesos de análisis, la distinción o separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios o elementos. El análisis es un método de investigación. En el campo documental relacionamos sobre todo con la selección de documentos, obteniendo así sólo aquélla que por su contenido puede satisfacer la demanda del usuario. TEORÍAS EPISTEMOLÓGICAS La preocupación humana por la organización del conocimiento, es paralela al desarrollo de las ideas, de la 100 filosofía. La epistemología es considerada como la teoría del conocimiento, proveniente del griego, episteme, conocimiento, y logos, tratado, estudia sobre todo los fundamentos y métodos del conocimiento científico. Hemos observado, al hablar del conocimiento, que esencialmente se basa en la percepción, del sujeto al objeto, para luego ingresar en la concepción de las ideas, las cuales fundamentan nuestro conocimiento. Cuadro 20: Procesos cognoscitivos. Una de las razones por las cuales introducimos este estudio, es precisamente la de fundamentar y relacionar la archivología, sin apartarnos del marco de las ciencias de la documentación, con las distintas expresiones que se han manifestado a través del tiempo. Cuando hablamos de causalismo, nos basamos en el principio que a toda causa le corresponde un efecto de igual magnitud, lo cual dicho de otra forma, es que no existe efecto sin causa alguna. Cuando observamos del hecho a la documentación, observamos que la causa primera es el hecho, el efecto la documentación. Establecido el documento, observamos que se descompone en el binomio documentaciónQinformación, lo 101 cual se establece que uno es causa de otro de manera indistinta. Es decir, al obtener el documento (causa), obtenemos la información (efecto), al obtener la información (causa) la volcamos en un soporte para conformar un nuevo documento (efecto). Esto nos indica claramente que las ciencias de la documentación encuadran dentro del causalismo. En el realismo se atribuye realidad a las ideas generales, las cuales son base del conocimiento. Elimina todo aquello que puede ser suposición, basándose sólo en los hechos concretos. Las ideas se transforman en objetos, por cuanto es lo único que tenemos en nuestra mente. Santo Tomás de Aquino expone que el universal existe sólo en la mente y las cosas ofrecen un fundamento real por el que la mente extrae los conceptos universales. Observamos entonces la relación ideaQobjeto. Hemos comprobado que la idea es causa de documento. Aparte de que la documentación, una vez conformada y establecida, es un dato o información real para el investigador, es decir, la suposición está descartada, no existen supuestos dentro de lo que está escrito o impreso. Notamos entonces que en el realismo encuadra perfectamente la documentación. En el racionalismo, se entiende que el único órgano adecuado para el conocimiento es la razón. La realidad es en último término, racional. Descartes funda su especulación en el criterio de evidencia de la razón. El hombre es sustancia pensante, raison. Los fenómenos de la naturaleza son cuantificables como única base del conocimiento. En las ciencias de la documentación, los documentos, sus procesos, son cuantificables; no podemos guiarnos por la intuición para ubicar la información necesa102 ria, por consiguiente, los procedimientos efectuados están fundados en la razón. En el empirismo se propugna la experiencia como exclusivo origen de todo conocimiento humano. Suele dividirse en tres grandes grupos: • El empirismo psicológico, que sostiene que el origen del conocimiento es la experiencia; • El empirismo gnoseológico, la validez del conocimiento radica en la experiencia; • El empirismo metafísico, la realidad misma es empírica; se habla entonces de la experiencia externa de los sentidos y la experiencia interna de la conciencia. La experiencia externa en las ciencias de la documentación puede equipararse a la captación de la demanda, preparación y búsqueda de los datos. La experiencia interna a la evaluación documental, de su contenido y de la utilidad de la información. El positivismo se presenta como un sistema que admite únicamente el método experimental y rechaza toda noción a priori y todo concepto universal y absoluto. De hecho el positivismo se encuentra ya enraizado en el sistema de Descartes, al señalar que la ciencia sólo puede ocuparse de hechos tangibles, en tanto que la teología debe ocuparse de los hechos intangibles. El conocimiento en el positivismo se basa entonces sólo en los hechos captados por los sentidos y sometidos a una verificación cuantitativa. Los hechos, reales o abstractos, deben cumplir estas condiciones. En las ciencias de la documentación observamos los hechos, como productores de documentos, dándose al mismo tiempo: la captación inmediata por los sentidos al presentarse la demanda de información. Esta demanda incide en la preparación de los documentos para satisfacer tal demanda. Al satisfacer la demanda se produ103 ce la verificación cuantitativa en cuanto a la información, lo que incide en la producción de conocimiento. En la clasificación de las ciencias, observamos que las ciencias de la documentación se engloban en las ciencias sociales, por su función de modificar la actitud humana, puesto que la información modifica actitudes de los receptores. TEORÍA MODERNA DEL CONOCIMIENTO La moderna teoría del conocimiento se fundamenta en el hombre como base de todo conocimiento, el ser humano de para sí y en sí, el “conócete a ti mismo” no es más que una expresión que nos permite acercarnos al macro y microcosmos. El ser humano básicamente tiene dos componentes: mental y corporal. A través de estos dos puntos de vista, se escudriña a sí mismo, se quiere conocer a fondo los aspectos de su mente, de su espíritu, se desmenuza sus componentes orgánicos, casi desde un punto de vista neorrealista. Para tener ese conocimiento íntimo, es necesario obtener conocimientos de la fisiología y la neurofisiología. En la fisiología encontramos a la ciencia biológica que estudia el funcionamiento de los seres vivos, sean animales o vegetales, en lo que respecta a sus funciones vitales, ocupándose de las actividades de los diversos órganos y tejidos de lo que está compuesto, las relaciones que en éstos se pueda tener y sobre todo el fenómeno “vida”. Se complementan estos estudios con la neurofisiología, como la ciencia médica que estudia el sistema nervioso y el cerebro, su formación y conformación, su desarrollo y las reacciones ante los múltiples estímulos. Al emplear conocimientos como los citados, la moderna teoría del conocimiento encierra entonces un estudio 104 necesario de la evolución del ser humano desde que se tiene conocimiento de su existencia hasta nuestros días. Este estudio se encadena forzosamente con la aparición del lenguaje articulado, como fundamento básico del conocimiento, esto nos trae como consecuencia el desarrollo de las diferentes culturas de los pueblos. Seguimos encadenando hasta llegar a la teoría de la ciencia que influye directa y proporcionalmente en el desarrollo de los pueblos. El estudio de la conducta anímica y corporal del hombre, la aplicación del lenguaje, el desarrollo de las culturas, nos llevan necesariamente a una teoría de la comunicación, por la sencilla razón de que el hombre necesita comunicarse con sus semejantes, con quienes está relacionado al vivir en una determinada sociedad o ámbito social. Es en esta etapa de la teoría del conocimiento, que ingresa al estudio de la teoría de la información y obligadamente de las ciencias de la documentación, poseedoras de la información. Hablamos desde el origen del hombre hasta nuestros tiempos, su desarrollo, sus manifestaciones a través del lenguaje, ello supone una actividad histórica con los procesos de síntesis y análisis que van conformando el conocimiento. El conocimiento, los análisis y las síntesis, son implícitamente procesos documentales. Las ciencias de la documentación participan activamente en la teoría del conocimiento. El conocimiento se basa fundamentalmente en instrumentos para alcanzarlo. Básicamente son tres: ideas, conceptos y estímuloQrespuesta, este último corresponde al causalismo, causaQefecto. Por lo estudiado en capítulos anteriores encontramos una correlación entre la teoría moderna del conocimiento y la documentación. La teoría moderna considera también los procesos cognoscitivos, detallando en las siguientes etapas: obte105 ner conocimiento de modo que el obtenido acreciente en sus contenidos; almacenar el conocimiento con etapas de síntesis y análisis, de modo que los conceptos se clarifiquen, transformar el conocimiento en la medida que los resultados de los análisis lo permiten; y por último, emitir los conocimientos como resultado del proceso. Si consideramos las palabras destacadas en negrita: obtener, almacenar, transformar, emitir, observamos que existen similitudes con las fases de los procesos documentales. Al tomar en cuenta el desarrollo de las culturas de los pueblos tomamos también en cuenta el desarrollo de las teorías de las ciencias. En la teoría moderna de la ciencia se parte de una hipótesis como una proposición, o un sistema de proposiciones que se toma como explicación provisional de un fenómeno o conjunto de fenómenos. Es una construcción ideal basada en hechos que puedan ser verificables, tendentes a convertirse en ley. Las hipótesis se pueden verificar, mediante la experiencia o empleando técnicas experimentales, lo cual nos conduce a formar una teoría. En las ciencias de la documentación, la hipótesis se basa en un sistema de proposiciones para satisfacer la demanda de información; cada una de las ciencias que las componen se plantean una serie de proposiciones de acuerdo con sus propios métodos. La fase experimental consiste sobre todo en la preparación de los documentos, si este sistema de ordenación y clasificación sirve o no, si se obtienen resultados, ver hasta qué grado se puede generalizar el sistema. Por último, se conforma una teoría general sobre la conducta documental y su contenido: la información. Para desarrollar la verdadera teoría del conocimiento son necesarias las fuentes auxiliares, que permiten 106 complementar los conceptos, los fundamentos y sus leyes. Para las ciencias de la documentación, puesto que hablamos de varias ciencias, las ciencias auxiliares son numerosas; así requerimos del auxilio de las matemáticas, estadística, informática, todos los medios técnicos de reproducción documental, economía, psicología, filosofía, historia, lingüística, ingeniería, paleografía, diplomática, cronología. Es decir, que existe una relación de interdisciplinariedad entre las ciencias que requieren de la documentación y las ciencias de la documentación y las ciencias de la documentación que requieren un conocimiento de los métodos y fines de cada ciencia, a fin de poder brindar la información necesaria y pertinente. LA INVESTIGACIÓN EN LAS CIENCIAS DE LA DOCUMENTACION El tema de la investigación en las ciencias de la documentación abarca todos los aspectos componentes de estas ciencias, por la misma razón de que estas ciencias a las que sirve se encuentran en continuo desarrollo, presentan problemas distintos sobre sus necesidades documentales y de información. Asimismo, el continuo progreso de las técnicas es continuamente investigado a fin de obtener un mayor beneficio al aplicarse a las ciencias de la documentación. Lógicamente que esta investigación tiene que llevar un método científico, poniendo en ejercicio las facultades mentales del individuo en pro del desarrollo intelectual. 107 LA ORGANIZACIÓN DEL PENSAMIENTO La teoría de la organización del pensamiento es conocida actualmente como la pensática, empleada en todas las ciencias, tiene procesos marcados; empezamos con la unidad del pensamiento como base de partida, la misma que equivale a una unidad documental, consistente en el documento mismo y la información al mismo nivel; posteriormente se presenta el ejercicio de la lectura, como medio de adquisición de conocimientos que pueden integrarse a la unidad del conocimiento; a nivel documental tomamos este momento como la captación de la demanda. Continuando con el proceso, requerimos del fomento de la memoria, como almacenamiento de los conocimientos. En el nivel documental observamos las distintas fases que se emplean en la preparación de los documentos, y en la búsqueda que permita satisfacer la demanda. En la última fase observamos la práctica de coloquio como actualización y comprensión del conocimiento adquirido. Esta etapa, a nivel documental comprenderá la selección documental y de información, los procesos de análisis y de síntesis y de la comunicación. 108 ARCHIVOLOGÍA Y TEORÍA DE SISTEMAS Cuando hablamos del documento, se nos presenta como primera imagen documentos antiguos relacionados con el tiempo, existe una relación intrínseca entre el documento y el ser humano, existe una relación con su evolución. La historia se fundamenta esencialmente en documentos que se producen como consecuencia de la actividad humana, produciendo al mismo tiempo, las bases del conocimiento para generaciones posteriores. La base del desarrollo de la humanidad es la idea, pero la idea necesariamente tiene que petrificarse en algún soporte para que no sufra alteraciones propias del tiempo y de la interpretación errónea. Todo esto constituye una cadena de desarrollo que influye en el pensamiento, cada vez más amplio, en el conocimiento que se puede adquirir, en el conocimiento en sus formas esenciales: el filosófico y el científico. Uno de los factores esenciales para el desarrollo amplio del conocimiento ha sido el progreso de las técnicas de comunicación masiva. Vivimos en un mundo de in- vestigadores que permanentemente demandan información. Pero al mismo tiempo comprendemos que las ciencias no se encuentran aisladas, no pueden desarrollarse por sí solas, permanentemente se relacionan, se auxilian. Se modifica continuamente la metodología que nos permite una interpretación más adecuada del universo. La archivología también ha sido afectada por estos cambios, es más, para lograr un conocimiento más amplio se auxilia de otros conocimientos de las disciplinas administrativas, de la paleografía, de la diplomática, de la historia, al mismo tiempo que se relaciona con la bibliotecología y la documentación, estas últimas similares a la archivología, formando un sistema de conocimientos y aplicaciones cuyo conocimiento principal es la información. Etimológicamente la palabra sistema deriva de los vocablos griegos syn, juntamente y stesai, causaQformal, empleados por Platón y Aristóteles. No adquiere importancia hasta la Edad Moderna, con actualización de Linneo, Kant y Hegel. Kant se aproxima a una definición del sistema como unidad del conocimiento bajo una sola idea, concepto que puede aplicarse a la archivología. Existen en la actualidad un multitud de definiciones sobre el sistema, por la misma razón existen aplicaciones de la teoría en todos los campos científicos. La definición más común lo considera como el conjunto ordenado de entes (o componentes) independientes en sí mismos, que están en interrelación entre sí y el medio que los rodea, siendo interactuantes tienen la finalidad de lograr objetivos determinados. Si aplicamos este concepto a las ciencias de la documentación, obtenemos como conjunto a la archivología, 110 bibliotecología, documentología, que son independientes por sí mismas, independientes en el sentido de que cada una puede subsistir independientemente, con sus metodologías características; que se encuentran interrelaccionadas entre sí por tener similitudes en las técnicas documentales y sobre todo por estar íntimamente unidas por un aspecto básico: los documentos. Son interactuantes por las similitudes y diferencias que se presentan en cada componente, y sobre todo por la finalidad de lograr objetivos determinados que es un factor común para las tres ramas: la información. Cuadro 21: Sistemas de ciencias de la documentación. De la misma forma se puede aplicar esta definición de archivología, específicamente, el archivo es un sistema, veamos: Las múltiples actividades que se realizan a nivel administrativo como personal, generan documentos, como hemos observado en capítulos anteriores: estos documentos alimentan el archivo, el conjunto ordenado de componentes es una clara referencia a las operaciones técnicas que se realizan dentro del archivo, como ser las 111 técnicas de almacenamiento, las técnicas interpretativas, descriptivas y documentales, etc. Cada una de estas técnicas están claramente relacionadas entre sí, teniendo por finalidad principal el servicio del usuario. Para profundizar un poco más observemos algunos conceptos: J.S.Drenik, en su trabajo Teoría de Sistemas (System Theory), se refiere al sistema como un dispositivo que capta una o más entradas y que generan una o más salidas. Este concepto es más acorde a la realidad archivística. El vocablo dispositivo como “de lo que se dispone”, no siempre implica mecanismos automáticos, por lo que correspondería a las técnicas empleadas en los archivos para obtener resultados satisfactorios, siempre en función del servicio al usuario, o salidas de información. SISTEMA DEL ARCHIVO Cuadro 22: Sistema de archivo. Nos detenemos un poco más en este aspecto. Comencemos primero por el concepto de que toda organización es 112 susceptible de ser un sistema, por el mismo hecho de que un organismo, responde a organización, órgano, es un conjunto ordenado de entes: ministerios, gobierno, los tres poderes, Ejecutivo, Legislativo, Judicial; interrelacionados, interactuantes y que tienen el fin de lograr el bien común. Pero este sistema está integrado por otros subsistemas que lo componen, como ser cada uno de los poderes públicos, los cuales a su vez se constituyen en sistemas; podemos desmenuzar de esta manera hasta llegar a unidad no desmenuzable, no divisible. Dentro de esta organización se encuentra el archivo, histórico, intermedio, central, o cualquiera sea su naturaleza, por la misma razón que los documentos, como producto de actividades, involucra a los diferentes sistemas que componen el Estado. De esta forma, el archivo se encuentra en relación interna y externa; considerándose un sistema abierto, observaremos posteriormente estos detalles. Cada una de las técnicas empleadas por el archivo también constituyen sistemas o subsistemas, para ello es necesario analizar hasta qué punto podemos decir sistema. Recepción.- Como conjunto de actividades para efectuar la recepción, control del trámite y distribución del documento. Cuadro 23: Recepción. 113 Ordenación y clasificación. Como el conjunto de actividades que se realizan para acondicionar los documentos de acuerdo a normas establecidas: Cuadro 24: Ordenación y clasificación. Descripción. Como apertura de sistemas de recuperación del documento y de la información. Cuadro 25: Descripción. Cada uno de los auxiliares descriptivos, a su vez constituyen microsistemas, por la variedad de elementos que emplean para conformar una información adecuada. 114 Selección. Como apertura de sistemas que permiten valorizar los documentos por su contenido: Plazos precautorios Decantación de valores Documento Técnicas de muestreo Documento seleccionado Expurgo Cuadro 26: Selección. Por cualquier ángulo que observemos a la archivología, constatamos que se trata de un sistema conformado por microsistemas, lo que hace que su naturaleza como cuerpo de estudio tenga un carácter especial dentro de las ciencias de la documentación. Lo que implica que sea aceptada dentro del concepto moderno de sistema como conjuntos organizados, pertenecientes a campos científicos diferentes, que muestran estructuras y compartimientos isomorfos, reductibles a un tratamiento común. LA ARCHIVOLOGÍA EN LA CLASIFICACIÓN DE SISTEMAS En primer lugar tenemos en cuenta los sistemas por su naturaleza, que pueden ser dos: Sistemas naturales: son aquéllos en los cuales no interviene la mano del hombre como ente productor del sistema. Por ejemplo, sistema circulatorio, respiratorio, etc. Sistemas creados: son aquéllos en los cuales interviene el hombre como ente productor del sistema. Por 115 ejemplo, sistema educativo, religioso, deportivo, etc. éstos serán a su vez, por su contenido: simples y complejos. La archivología, típico producto humano, corresponde a los sistemas creados. Sistema complejo: cuando sus partes son susceptibles de conformar sistemas y subsistemas. Por el concepto que tenemos del sistema también podemos clasificar en sistemas principales y en subsistemas. Sistemas principales: cuando se considera el sistema como un todo generalizador. Subsistemas: cuando sus componentes son susceptibles de descomponerse en otros subsistemas de menor jerarquía, hasta llegar a un elemento único no descomponible, al cual denominamos “unidad básica del sistema”. La archivología sería entonces un sistema complejo y principal. La unidad básica del sistema, propiamente sería el dato, el conjunto de datos conforman la información. El documento resulta ser un microsistema, que es susceptible de ser descompuesto en componentes. Analicemos: Cuadro 27: Subsistema. Por otro lado, para que un sistema sea considerado como tal, debe cumplir algunos requisitos independientes de la estructura: 116 Entes: son los componentes o elementos de base serán el soporte y la información. Si tomamos la archivología como un sistema principal, tendremos como elementos de base a los documentos, o como unidades básicas del sistema de archivos. Medios: como elementos manipulables, de modo que los elementos interactuantes tengan los medios adecuados para conformar al todo organizado. Los elementos manipulables de la archivología estarían compuestos en su mayoría por los principios, de unificación, de procedencia, de selección. Condiciones: como elementos manipulables. En las ciencias de la documentación tenemos elementos no manipulables por los cuales los documentos se identifican en razón de la actividad productora de documentos; concretamente en la archivología, los elementos no manipulables conforman las técnicas que integran en la estructura sistemática. Esencialmente serían, la recepción, la ordenación y clasificación, y la descripción. Fines: como elementos consecuentes, lo cual representa esencialmente dos aspectos: el servicio y la información. Estas consideraciones nos permiten ingresar en otra clasificación de los sistemas: los sistemas abiertos y los sistemas cerrados. Sistemas abiertos. Estos sistemas consideran las siguientes particularidades: • Establecen relaciones con el medio, lo cual es manifiesto en la archivología, puesto que está íntimamente ligada a la entidad productora tanto en la recepción documental como en la distribución de la información. • Tienen la comunicación como un factor esencial; los archivos una vez efectuada su labor documental, cumplen ampliamente con este factor al proveer información 117 a una amplia gama de usuarios, estableciéndose así una comunicación continua. • Tiende al equilibrio dinámico; al efectuar una recepción documental, realizar las operaciones de modo que lo substancial de la información se pueda proyectar al medio social que la rodea, los archivos tienden al equilibrio dinámico, logrando superar el estatismo del concepto tradicional que se tenía de ellos. • Los sistemas abiertos, crecen, decrecen, y se autodestruyen, crecen cuando los ingresos documentales exceden a la estructura interna. Cuando los ingresos documentales son menores a la estructura, el sistema decrece. Si las estructuras no son capaces de modificarse de acuerdo con estos índices de crecimientos y decrecimiento, el archivo se autodestruye, se convierte en elemento estanco, obsoleto para cumplir los fines a los que está destinado. • Los sistemas abiertos son autorregulables y selectivos, en razón de las necesidades de crecimiento o decrecimiento, la estructura puede ser regulable utilizando inclusive la selección como medio para cubrir las deficiencias estructurales. Los sistemas cerrados. Como es de suponer, los sistemas cerrados son lo opuesto a los abiertos, no establecen relaciones con el medio que los rodea, si bien son autorregulables, no son selectivos porque no tienen los elementos susceptibles de la selección. Al no tener un equilibrio en cuanto a ingreso de documentación y salida de información, tienden a transmutarse y necesariamente están destinados a cumplir un fin prefijado. Concluimos entonces que un archivo es un sistema abierto. 118 Al hablar de los sistemas, continuamente enunciamos los términos estructura y actividades, en los sistemas abiertos o cerrados, es necesario entonces conceptuar: La estructura de un sistema, como la dimensión organizativa, esta dimensión está constituida por elementos o componentes esenciales que internamente cumplen una interrelación e interactuación de modo que no existan elementos o componentes superfluos. La conducta de un sistema, como la dimensión de funcionamiento, conformado por el conjunto de actividades producidas dentro del sistema para relacionar y mantener la dimensión estructural y para lograr los estados de receptibilidad y comunicación con el medio. En los capítulos anteriores hablábamos de la organicidad del archivo, como un elemento orgánico dentro de un organización mayor, lo cual conforma una estructura de carácter administrativo. Una organización es un todo integrado donde sus componentes están relacionados por la operación total. Esta estructura total está creada por múltiples sistemas arreglados por orden jerárquico, en donde la salida de un determinado sistema es la entrada a otro sistema. Estos elementos se interrelacionan en el proceso, coincidiendo hacia una salida o producto que ha de coincidir con la esencia del sistema es decir, de un archivo sólo pueden salir documentos o información en cualquiera de sus formas. La eficacia de ese sistema estará controlada o regulada en razón de la alimentación que tenga, si un archivo no recibe la documentación en forma permanente, menos puede servir la información que de él se requiera. Todo este fenómeno se unifica en un medio ambiente, el medio ambiente como conjunto de circunstancias y condiciones externas e internas que influyen en el sis119 tema, siendo enorme la gama de factores o variables que ejercen su influencia, hasta convertir a cada archivo en una unidad identificable y distinta a los demás de esa especie. Tenemos entonces nuevos elementos a ser estudiados en el sistema. Entrada. Es todo elemento que se incorpora al sistema para contribuir al logro del objetivo prefijado. El ingreso documental tendrá por objetivo preparar la información adecuada a las necesidades de la entidad productora primero y a la investigación, posteriormente. Proceso. Es el camino ordenado que siguen los elementos de entrada en su interacción para transformarse en el producto esperado. Básicamente el proceso en el archivo se identifica con las técnicas operacionales. Salida. Como el producto del sistema. Retroalimentación. O alimentación, proceso en el cual toda información referente al desempeño del producto se compara con el objetivo esperado para analizar nuevamente las entradas y el proceso del sistema regulando, orientando y evaluando las entradas y procesos. El objetivo básico de la retroalimentación es mantener o retroalimentar un resultado para que satisfaga los requerimientos del sistema. Por la forma del sistema también tenemos una clasificación, en sistema reticular y sistema celular. Sistema reticular. Como su nombre lo indica, el sistema está conformado por componentes que forman una red, los componentes se denominan nodos, cubierto sólo por una entrada y una salida. Sistema celular. Que es el mas apropiado para los archivos, este sistema tiene la característica de que los nodos tienen más de una entrada y más de una salida, lo que les permite unirse a otros sistemas celulares hasta conformar un órgano (organismo). 120 Por su jerarquía y de acuerdo a la complejidad del sistema, podemos clasificar como: • Hipersistema • Supersistema • Macrosistema • Mesosistema • Sistema • Subsistema • Microsistema Se considera que después del microsistema tendremos la unidad básica del sistema. Por su evolución, los sistemas se clasifican en sistema individual, social, ecológico, correspondiendo a la archivología el sistema administrativo y social. No nos corresponde ingresar a otros tipos de clasificación por no ser de interés para la rama que tratamos, si bien existen posibilidades de analizar otras clasificaciones, pero se considera suficiente para el fin propuesto: establecer las relaciones existentes entre la archivología y la teoría de sistemas. Los diversos sistemas estudiados, científicamente, han dado lugar a que se plantearan aspectos teóricos que fueron conformando la teoría de sistemas, la misma debe ser considerada como un proceso analítico-sintético para el objeto o sujeto que se estudia y las relaciones con su entorno. Como observamos al principio, el enfoque no es nuevo. Platón, en su obra La República utiliza un enfoque sistémico para lograr un modelo de la ciudad-estado. En la actualidad se puede considerar el enfoque de sistemas como una aplicación del análisis y la síntesis del sistema, dentro de un proceso coherente y lógico para analizar en forma ordenada las necesidades y sus posibles soluciones. 121 Para lograr entonces, un enfoque adecuado de los sistemas, se hará necesario efectuar, algunos pasos que nos permitan satisfacer los objetivos determinados, tenemos: 1) Identificación. Que consiste en aislar las necesidades reales que demandan soluciones para la buena ejecución del sistema. 2) Definición. Es necesario tener definidos los objetivos principales y secundarios que puede brindar el sistema. También es conveniente definir las limitaciones, jurisdicción y presiones del sistema, sea en forma global, totalizando todos sus aspectos, sea en algunos sectores componentes del sistema y del ambiente en el cual se desenvuelve. 3) Análisis. De los recursos humanos y económicos, cuando se trata de sistemas en los que intervienen estos sistemas. 4) Selección. Primeramente deberán formularse las diversas alternativas que pueden brindar soluciones en los distintos campos del sistema, posteriormente seleccionar hasta lograr un resultado óptimo. Esta alternativa será implementada en la medida que los resultados cumplan los objetivos trazados. 5) Control de evaluación. El control y la evaluación deberá realizarse en el desempeño del proceso y de los resultados obtenidos. De acuerdo con estos aspectos estudiados, enfocar un sistema es estudiar técnicas analíticas de planificación, estructuración y control, pudiendo ser aplicado a las distintas funciones de administración, trámites y el desarrollo que se efectúa en los archivos. 122 PROCESOS DE ANÁLISIS Y SÍNTESIS Cuando se habla de análisis de sistemas, nos referimos esencialmente a la creación de un sistema para cubrir las necesidades vigentes, o la mejora de uno existente pero que no cubre todas las necesidades y exigencias presentadas. En los procesos de análisis se consideran esencialmente tres aspectos: • Estructural, • Funcional, • Relacional. Como su nombre lo indica el análisis estructural consistirá en un estudio de cada uno de los elementos o componentes del sistema. En el caso del archivo, se efectuará un estudio de las características de cada una de las técnicas operacionales y su relación con el conjunto. Los costos que suponen cada una de estas técnicas, el personal adecuado que ha de desempeñar las actividades, los medios económicos, edilicios y de equipos, serán considerados como factores que pueden afectar a la estructura del sistema. Al efectuar el estudio estructural, necesariamente se presentarán los problemas de funcionamiento, lo que nos llevará al análisis funcional, el cual necesariamente nos conducirá a los fines de servicio e información como objetivos principales del archivo. Una vez concretadas las estructuras y su funcionalidad, se amplía hacia el análisis relacional, es decir, las relaciones internas y externas con el medio o ambiente, en el cual se desenvuelve el sistema, en nuestro caso, el archivo. Conviene especificar esta parte, el análisis se realizará sobre: • los modos de recepción de fondos, • los tipos de información proporcionados, 123 • estudio de sectores que utilizan información, • publicidad y edición de cuerpos documentales, • conocimiento de los usuarios. De acuerdo con los tres aspectos tomados en cuenta para el análisis de sistemas, en relación con los archivos, es necesario entonces tomar en cuenta: • el tipo de sistemas a emplear en archivos, • determinación concreta de los objetivos, • estructuración del sistema, • funciones del sistema, • objetivos primarios y secundarios, • utilización del sistema, • planificación a corto, mediano y largo plazo, • posibilidades de modernización del sistema. En forma detallada, al efectuar el análisis del sistema tendremos en cuenta: • identificar los componentes del sistema, • estudiar las estructuras, sectorial y total, interna y externa, interrelacional o interdependiente del sistema, • investigar los procesos, analizando la funcionalidad y fluidez de actividades, • identificar factores, relacionados y problemas relevantes o importantes para el sistema, • analizar tareas, métodos y medios, • reunir y clasificar toda la información correspondiente a la sistematización del archivo, • proporcionar criterios que puedan derivar en alternativas del sistema. Una vez realizada la labor de análisis, pasamos al proceso de síntesis del sistema, que, al igual que el análisis, estará compuesta por tres aspectos esenciales, incluyendo un factor condicionante, de donde tenemos: • Síntesis estructural, • Síntesis funcional, 124 • Síntesis relacional, • Síntesis histórica. Durante el proceso de síntesis se estudian las diferentes combinaciones de los elementos y sus relaciones por separado, pero considerando siempre como partes de un todo. Se incluye la síntesis histórica, como un medio de comprensión del desarrollo del sistema, se realiza su propio historial a fin de evaluar sus distintas etapas y las experiencias anteriores de modo que podamos comparar resultados. Todo lo expuesto, nos permite estudiar al sistema y sus procesos, utilizando modelos de simulación sistémica, es decir, utilizando modelos sobre bases reales, para determinar el comportamiento del sistema por aplicarse. No agotamos completamente la teoría de sistemas, lo cual nos llevaría más allá de los objetivos de este trabajo; pero, para una comprensión más amplia de las posibilidades de la archivología, nos es suficiente. 125 Libro Segundo PRÁCTICA DE LA ARCHIVOLOGÍA ARCHIVO NOCIONES PRELIMINARES Muchos de los orígenes del conocimiento humano se producen a raíz de las relaciones entre los dioses de la antigüedad y los hombres, o bien están enmarcados en el mito, la fábula o la leyenda. El archivo, en su concepto de resguardo de documentos de máxima importancia para un determinado núcleo social, tiene sus orígenes característicos Consideremos las tablas de la ley de Moisés, documento producido por la relación del hombre con Dios. El pueblo hebreo las guardaba y custodiaba celosamente en el arca o tabernáculo, una especie de archivo móvil o lugar donde se guardaban escrituras que interesaban a la comunidad hebrea. Coincidentemente, los documentos eran guardados en arcones, que posteriormente fueron substituidos por el palacio o el templo; de acuerdo con el mayor poder político del momento y lugar, en nuestro caso el de Jerusalén, destruido más tarde bajo el dominio de Vespaciano. Las necesidades, una vez manifiestas y expuestas, son las que determinan los principios y las prácticas, doctrinarias o disciplinarias inicialmente, científicas posteriormente, creando técnicas que pasan por las largas fases de elaboración en los diferentes medios que se desarrollan, recibiendo métodos nuevos, concebidos para almacenar conocimientos y que requieren ser estudiados minuciosamente. Según algunas leyendas, Noé escondió bajo tierra todos los documentos que pudo recoger en Sipari, la ciudad del Sol, para asegurarlos de una dispersión antes del diluvio. Los archivos de Ebla, encontrados casi intactos en Siria, datan del 5000 a.C. aproximadamente. El hombre, en la medida que desarrolla en la sociedad, acumula una serie de informaciones que lo hace vulnerable cuando éstas crecen desmesuradamente, por lo que apela a sistemas que ayudan a su memoria en las tareas de recuperación y utilización de la información para que pueda cubrir sus necesidades. Existen pruebas convincentes de la existencia de archivos desde la Edad Antigua, edad en la que debido al predominio religioso, los documentos se conservaban generalmente en los templos, como ocurrió en Egipto y en Mesopotamia, Grecia y Roma, con excepciones como Persia que tenía depósitos especiales para todos los documentos relacionados con el Estado. “Por lo que sabemos, el acceso a los depósitos de archivos establecidos por los reyes y los sacerdotes en la antigüedad era estrictamente limitado a los funcionarios oficiales que los custodiaban o a las personas munidas de un permiso especial otorgado por la autoridad suprema. En efecto: la conservación de los archivos siempre estuvo vinculada al ejercicio del poder; disponer de la memoria es un instrumento esencial para gobernar y ad128 ministrar. Acceder a ella, en consecuencia, no era un derecho, sino un privilegio. Es por eso que, antiguamente, el cargo de archivista siempre fue considerado, un puesto de alto rango, próximo a la autoridad ejecutiva: en el imperio chino o bizantino, también en los califatos, el “guardián de los archivos imperiales” —cualquiera fuere su titulo oficial— era, en la práctica, un ministro investido de elevadas responsabilidades. A menudo (como en el antiguo Egipto, en Mesopotamia y en China), la custodia de los archivos revestía incluso un carácter religioso ya que se concebía el destino de la humanidad como un eterno retorno de ciclos cronológicos y el conocimiento del pasado como única clave para comprender la evolución de ese destino y dominar su renuevo”.48 Grecia fue una civilización que cuidó esmeradamente los documentos, sobre todo sus tratados, leyes, y sus instrumentos públicos. Conjuntamente conservó sus textos literarios. De Atenas se hereda la organización sistemática, a tal grado de perfección que Marco Tulio Cicerón, orador romano, recomendaba a sus compatriotas tomarla como modelo (De Legi, III, 20). En tiempos de Solón (640-558), legislador de Atenas, considerado como uno de los siete sabios de Grecia, nombrado Arconte en el 594, se encomendó la custodia de los documentos al Areópago, tribunal superior, habiéndose introducido en la dirección de los negocios públicos en espíritu de facilitar el acceso a los estudiosos. Posteriormente se trasladaron los documentos al Santuario de la Madre de los Dioses, el Metroon ubicado detrás del foro. Todo ciudadano que quería tomar parte en la vida pública, tenía obligación de conocer todo cuanto sucedió en el desarrollo de la vida del Estado. 48 DUCHEIN , Michel. Los obstáculos que se oponen... op. cit., pág. 2. 129 La razón de haber escogido para archivo al Santuario de la Gran Madre, opinan que se debe a la falta de espacio en el lugar anterior, síntoma muy conocido por los archivos actuales, sin embargo existen otras opiniones como la del historiador alemán Ernesto Curtius, (1814 -1896), opinan que en la creencia de los griegos, esta diosa defendía el bienestar material, religioso y político del país. Lo cierto es que allí se reunían todos los documentos extendidos o decretados por las autoridades. El valor que le daban los griegos a los documentos del archivo oficial, llegaba a su límite considerando que castigaban con la pena de muerte la destrucción de una ley allí conservada. El archivo ateniense cumplía el servicio documental a oficiales del gobierno y a privados. Con la decadencia de Atenas, el Metroon perdió importancia y, al carecer de los cuidados mínimos, fueron desapareciendo los documentos. Entre los documentos de este importante archivo, se encontraba la contestación de Sócrates a sus acusadores. La influencia del Metroon permitió la fundación de archivos en otras ciudades, tales como Esmirna, Efeso, etc. Los estudios históricos sobre la humanidad y sus diferentes actuaciones, se sostienen en la medida de la acumulación de información sobre su propia experiencia y la satisfacción de sus necesidades. “Las primeras obras que estudiaron temas relacionados con el material archivístico y las tareas de archivos fueron escritas por juristas del siglo X49 . Sin embargo, las primeras afirmaciones generales sobre la naturaleza de los documentos y sobre las obligaciones de los responsables de su creación y custodia pueden encontrarse en 49 SANDRI, L. La storia degli archivi. En Rassegna degli Archivi di Stato. A XVIII (1), 109-134. En-ab. 1958. Citado en DURANTI, Luciana. Ciencia Archivística. Córdoba. (Argentina). 1995. Trad. Manuel Vázquez. Pág. 2. 130 la legislación de la antigua Roma50. En algunas secciones del Código Justiniano, hay enunciados referidos a objetivos y modo de crear y preservar documentos, que han permanecido en el núcleo de la teoría archivística durante siglos, desde entonces. Entre esos enunciados se halla la definición de archivo, como «el lugar donde se depositan los documentos públicos»51 , también «allí permanecen incólumes y pueden ser encontrados rápidamente por quienes buscan»52 , asimismo se puede “preservar la memoria perpetua» de «los actos” que relatan53. En cuanto a Roma, Maffrei en su Historia Diplomática, cita que se han encontrado instrumentos escritos en etrusco y suscritos por los interesados en griego o latín, según fuera su procedencia. La Roma imperial y la Roma republicana lograron un amplio desarrollo de sus archivos como consecuencia de una administración minuciosa del Estado, así como los archivos privados y los religiosos. Las instituciones romanas sirvieron de modelo para la formación de los archivos pontificios, en los que se concentran los documentos de la Edad Media. El papado archivaba documentos y bibliotecas sin ninguna distinción, puesto que ambas respondían a necesidades prácticas. 50 51 52 53 LODOLINI, E. Lineamenti di storia dell’archivistica italiana. Roma, La Nuova Italia Scientifica, 1991, pág. 44. Citado en DURANTI, L. Ciencia archivística, op. cit, pág. 2. JUSTINIANO. Corpus Juris Civilis, Digesta 48, 19, De Poenis, 9. Ha de recordarse que, con excepción de las Novellae, esto es, las leyes promulgadas por Justiniano, las otras tres partes son compilaciones de leyes romanas anteriores y de opiniones de jurisprudencia. También hay que destacar que la categoría “documentos públicos”, en la Antigua Roma, incluía los documentos producidos por personas privadas que eran registrados en una oficina pública (tal como algunos tipos de contratos). Citado en DURANTI, L. Ciencia Archivística, op. cit. pág. 2. Ibíd., Nobella 15, De defensoribus civitatum, 5. Citado en DURANTI, L. Ciencia Archivística, op. cit. pág. 2. DURANTI, Luciana. Ciencia Archivística, op. cit., pág. 2. 131 A partir del siglo VIII, los reyes francos y emperadores bizantinos donaban al Estado de la Iglesia los documentos pertinentes, los que eran conservados en la cripta de San Pedro y que constituye el Archivo del Vaticano, el más antiguo que se conoce. En la época romana y en los tiempos remotos, el pontifex maximus tenía la obligación de escribir los acontecimientos, conformando los Anales, que se grababan en tablillas de madera, lamentablemente destruidas en su mayoría por la invasión de los galos. Las tablillas que se salvaron de la destrucción, se guardaron en Monte Capitolio, lugar que presentaba mayor seguridad contra los invasores. Los soportes documentales de los pueblos de la antigüedad, estaban conformados por materias resistentes, como las tablas grabadas de los hebreos; el papiro, ligero y deleznable, coexiste con los ladrillos o tabletas de madera, mármol recubierto de cera que se grababan con punzón, los griegos y romanos también utilizaban las pizarras, láminas de bronce grabadas a buril. Roma, con estilo propio, continúa con la tradición griega y conoce los archivos civiles cuando Quinto Lutecio Cátulo, en el año 676 romano, edifica el Tabularium del Capitolio a sus expensas, destinando a la custodia de los elementos e instrumentos a los cuestores. Antonino Pío, al reorganizar los oficios de Roma, instituyó el de archivero. Entre los romanos se afirmaba que la redacción de los documentos la comenzó Saturno, dios de la agricultura. En el reinado y en los primeros tiempos de la República existían los tabulae publicae, acta pública o instrumento y monumento. Estos documentos se conservaron en las casas de los reyes, magistrados, cónsules, y en los templos. Las casas particulares de los magistrados no 132 ofrecían la garantía y seguridad necesarias a los archivos, lo que permite ver su custodia en edificios públicos. Aquellos documentos que se referían a relaciones internacionales, considerando su importancia, se custodiaron en templos del Capitolio, bajo la responsabilidad de cónsules y cuestores. Intencional o no, estos documentos desaparecieron en el incendio producido en el Capitolio durante los primeros tiempos de los Emperadores. Los archivos públicos del estado romano de acuerdo con su importancia, se depositaron en el Templo de Ceres, en el Atrio de la Libertad y en el Aerarium Saturni. Considerándose el último, como el más importante, puesto que era el depositario de leyes, plebiscitos, padrón, cartas del senado, noticias referentes a la administración de las provincias, listas de empleados y trabajadores públicos y más tarde los edictos y decretos de los emperadores. Tanto griegos como romanos, comprendiendo la importancia de los documentos, consideraban que la responsabilidad de su custodia sólo podían tenerla las autoridades, así la tuvieron primero los cónsules, luego los cuestores, considerados por sus funciones como los fiscales, y posteriormente los prefectos, jefes militares o civiles, la consulta estaba encomendada a los tribunos, como defensores del pueblo y ediles, magistrados de obras públicas. Estos archivos públicos fueron frecuentados y consultados por los estudiosos de su tiempo como así lo manifiestan Tácito, Cicerón, Catón: Cornelio (55-120) historiador latino, autor de Agrícola, biografía de su suegro; Germania, análisis de las costumbres germánicas; historias sobre los reinados de los emperadores, desde Galva hasta Domiciano; Anales, historia del imperio desde la muerte de Augusto hasta la de Nerón. Cicerón, Marco Tulio (1043 a.C.) orador, escritor y político romano. 133 Catón, Marco Porcio (95-46 a.C.) llamado de Útica, bisnieto del Censor; hizo sacar una copia de los ingresos y gastos del Estado desde el tiempo de Sila Lucio Cornelio (138-78 a.C.). hasta su época, lo cual le costó 30000 denarios. También las provincias tuvieron sus archivos. El material del archivo estaba ordenado por materias y cronológicamente. Existían tres tipos de funcionarios o empleados que cuidaban de su organización. Cuando el imperio romano se dividió en sus dos ramas de Oriente y Occidente, se estableció un archivo en Bizancio. Naturalmente, ninguno de estos archivos tiene algo en común con el archivo actual. “Desde el momento en que una colectividad, un grupo, un individuo particular o una institución acumula documentos —y esto comienza a producirse ya en el siglo VIII— se plantean una serie de problemas englobados dentro de la función o actividadQmemoriaQarchivo similares en todos los casos. Sin peligro de caer en anacronismos, se puede afirmar que «la tradición archivística medieval» resuelve los problemas de: 1. almacenaje de los documentos, por medio de: a) reunión de los originales en un lugar específico. b) transcripciónQduplicación, por seguridad, para sustitución, de los documentos en forma secuencial, en libros cartularios, reflejo del propio archivo y en cierta manera su sustituto. 2. comunicación y uso de los documentos, en el sentido de plantearse únicamente un uso restringido a los destinatarias de los mismos”.54 54 AGUINAGALDE, F. Borja. Elementos para una historia de los Archivos y de la Archivística desde una perspectiva interdisciplinar. En IRARGI, Revista de Archivística. Administración de la comunidad de EUSKADI, Dpto. de Cultura y Turismo. 1968, año I, N° I, Vitoria, Gasteiz. Bilbao. Pág. 63. 134 La preservación de los documentos de la Edad Media se debe ante todo a la constante preocupación de la Iglesia por esta materia. Los archivos medievales conservaban sólo determinados documentos, si bien ya existía una clasificación y ordenamiento más racional, la selección no siempre fue la ideal, puesto que se basaba en el criterio del o de los encargados de la documentación. Durante la Edad Media, exceptuando el fundado por Carlomagno en Aquisgrán, no se conservaron archivos en los distintos estados. Después de la convulsión de las invasiones bárbaras (el término significa extranjero) comienza lentamente una nueva etapa para los archivos, los documentos se custodiaban sin normativa o técnica documental. Los pergaminos se doblaban reduciendo su tamaño de acuerdo con las necesidades de las cajas o arcones donde se depositaban. No se preveía que los dobleces ocasionaban arrugas y destrozos lamentables. Los documentos se guardaban sobre todo como portadores de derechos adquiridos, títulos de propiedad, pruebas ante un litigio, etc. La corte trashumante en esos tiempos lo mismo que su cancillería, produjo deterioro de fondos que hoy serían de valor inestimable. Era escaso el número de documentos necesarios permitiendo su permanente traslado, y ocasionando que el archivo fuera una arqueta o arcón donde doblados o enrollados, se guardaban los documentos amontonados, unos sobre otros, sin ninguna clasificación. El canciller conservaba el depósito, tratando de conservar lo más valioso, celosamente guardado. Pero no todo fue movedizo e inestable en la Edad Media. Los monjes fueron más cuidadosos al guardar los documentos. La Iglesia con sus monasterios y catedrales, guardaba el patrimo135 nio cultural, reuniendo sus archivos no trashumantes, sino estables como el espíritu mismo de los monjes. “Durante estos siglos, hablar de documentos significa referirse a un objeto que reúne en sí el doble carácter de ser fruto de la necesidad o de la utilidad y a la vez de lujo. El documento es siempre en pergamino, caro y escaso en consecuencia, y su redacción-creación es compleja y sólo ejecutable por un reducido número de expertos o profesionales. Todos estos elementos se dan cita únicamente en las cortes señoriales feudales, y en los centros monásticos importantes, y sólo en ellos podremos hablar de archivos. Sin embargo es imposible cuantificar ni la productividad de documentos ni el número de depósitos de archivo que pudieron coincidir en una determinada circunscripción durante siglos. La supervivencia de estos archivos es el resultado de la combinación de varios fenómenos aleatorios resumibles en el hecho de que todo depósito de documentos en desuso o que han perdido vigencia, tiende a desaparecer, o bien por destrucción de lo que se considera inútil, o bien por accidentes o acontecimientos fortuitos (incendios, guerras...); perdidos o abolidos derechos de propiedad o privilegios con la crisis feudal y las crisis económicas y sociales, además de las crisis económicas, muchos depósitos de documentos pierden interés. Los archivos de monasterios o de señoríos feudales desaparecidos son un caso evidente”.55 Los reyes estabilizaron sus fueros, permitiéndoles generar leyes más estables, sus actos administrativos eran registrados, todos sus documentos fueron depositados en lugares sagrados, en las iglesias y monasterios, 55 AGUINAGALDE, F. Borja. Op. cit., pág. 64. 136 como recintos inviolables y duraderos, otorgando con ello a los archivos una personalidad, una unidad corporal que hasta entonces no se les concedió. En los archivos eclesiásticos pueden encontrarse bulas papales como ventas de tierras entre vecinos, privilegio real y ordenanzas municipales, aun cuando en algunos casos suelen ser copias, conservando el original en los archivos municipales, cuando el municipio tiene un grado de desarrollo. Este fenómeno es patente a fines del siglo XII y comienzos del siglo XIII. También parece producirse un proceso de sustitución de los originales por sus copias en cartularios naturalmente siempre que vengan certificados por un notario. El conjunto de documentos se copia en secuencia cronológica en un libro o códice encuadernado que hace las veces de archivo. Es más manejable y cómodo. Presenta las ventajas de homologación y normalización de los tamaños y las letras de los originales, y unifica de esta manera la memoria administrativa de sus propietarios. Ello nos lleva a diferenciar desde este momento entre dos clases de depósito de archivo: 1. Archivo de recepción, que es al que ahora nos referimos, clásico de los centros monásticos. Reúne los documentos recibidos desde las dos instancias de poder a las que está sujeto el monasterio. a) eclesiástico: cancillería papal o episcopal. b) civil: cancillerías feudales, señorial o real. Recibe además los documentos derivados de las relaciones jurídicas privadas del monasterio con instituciones similares o con particulares. A partir de todos ellos se escriben los cartularios, habitualmente de manera progresiva, a lo largo de una o más generaciones. 137 2. Archivo de expedición; son los formados por el poder constituido como tal, reconocido y en ejercicio pleno de sus funciones y facultades. Es un archivo de carácter mixto, en la medida en que recibe también documentos de sus iguales. Su base está constituida por las copias de los documentos que produce en su cancillería, símbolo de su praxis documental y de archivo. Copias que también se registran en formato códice normalizado, pero cuyo objeto difiere del redactado en los archivos de recepción, pues en este caso es únicamente administrativo y de gobierno, memoria práctica y de referencia. “La importancia de la actividad escrituraria de la copia, sea en cartularios o registros, durante todos estos siglos es tanto de mayor importancia cuanto que por esta vía, y a menudo mezclados con los fondos de las bibliotecas monásticas o administrativas, se ha conservado la mayor parte de los documentos de esta época. Podríamos añadir, al hilo de todo lo dicho, que así se han conservado en su conjunto una gran parte de archivos. No olvidemos, además, que unos registros arrojan luz para reconstruir los otros archivos; los registros de cancillería permiten reunir noticias sobre archivos de señoríos feudales desaparecidos; cartularios monásticos y señoriales permitirán completar o reconstruir los registros de cancillería real. La actividad escrituraria general, según se ha visto ya, es muy pequeña y está vinculada más a personas que a oficios o funciones delimitadas. El scriptor es el que sabe escribir, en latín naturalmente, y aunque sea de manera incorrecta e insegura. Será el encargado de redactar los documentos de «cancillería», los administrativos, los judiciales, los registros... El desarrollo de este nú- 138 cleo de escribientes a lo largo de los siglos XI y XII precederá el gran salto cualitativo del siglo XIII”.56 Los monjes recopilaban, vigilantes y cuidadosos, los documentos deteriorados, testimonios perdurables que han llegado a nosotros, no obstante la pérdida los originales. Esta apropiación del contenido de los archivos, a su vez, da lugar al fraude y la falsificación de los documentos, a tal punto que Sánchez Albornóz, Obispado de Simancas, califica al siglo XII como el siglo de “oro de las falsificaciones hispanas”. Estas falsificaciones sirvieron para legitimar pretensiones territoriales, señoriales o canónicas, para apoyar supuestos derechos de pleitos para ornar de glorias históricas a algún personaje, monasterio o entidad, eran fácilmente realizados los scriptorium de los monasterios, a cargo de pacientes y hábiles escribas. Esta experiencia nos lleva inicialmente, al estudio de una ética de los archivos, del archivero y de la información, igualmente el afán de recopilar lo deteriorado, hoy se realiza con una tecnología amplia que, multiplica a nuestro antojo el original, así tenemos el microfilm, la ficha microfotográfica, la fotocopia, etc. En la medida que se desarrollan las instituciones públicas, los archivos abandonan la tutela de la Iglesia. “A lo largo del siglo XIII se consolidará el primer salto cualitativo en la historia de los archivos. La pauta la marcarán los dos motores pioneros en la evolución institucional y social europea: 1. Las cancillerías y administraciones más evolucionadas inglesa, francesa y, en cierta medida, aragonesa y castellana. 56 AGUINAGALDE, F. Borja. Op. cit., págs. 64-65. 139 2. Los núcleos comerciantes pre-burgueses italianos principalmente. La difusión del uso del papel y la sustitución del latín por las lenguas «romances» serán elementos materiales de primera importancia que habrá que añadir a los aspectos ya analizados de difusión social de la escritura y del fenómeno de la recepción romano-canónica. Durante este período tienen lugar dos hechos substanciales para la historia de los archivos: 1. Los nuevos tipos de archivos que nacen en este período presentan una configuración y unas características que básicamente permanecerán invariables durante todo el antiguo régimen. Nacen vinculados a: a) los nuevos grupos sociales urbanos, cuya actividad encuentra precisamente en la escritura su vehículo específico de desarrollo: comerciantes e intelectuales. b) Las instituciones jurídicas renovadas: tribunales y notariado estables. 2. La evolución administrativa lleva implícita la formación de la red de archivos que marcará la evolución posterior: a) las administraciones centrales clásicas crean su propia red o «servicios» de archivos que, con las variaciones motivadas por los cambios administrativos y de gestión que la monarquía absoluta precisa; se mantendrán durante todo el antiguo régimen. b) las nuevas administraciones territoriales y locales dan lugar a otros tantos archivos, estables estos últimos hasta la actualidad en la mayoría de los casos. Durante los siglos XIII a XV se fraguan, en definitiva, por un lado la red de archivos y por otro la tipología de depósitos que caracterizarán el mundo de los archivos durante los siglos siguientes, y, con algunas variantes, hasta la actualidad. 140 Se plantearán problemas en cierta forma inéditos, siquiera por su envergadura, que, aun a riesgo de anacronismo, podríamos sintetizar como: a) el desarrollo de una imperiosa necesidad, que era hasta entonces desconocida, de informarse. La información significa documento escrito; y su desarrollo multiplica el número de los mismos de una manera extraordinaria, en todos los niveles y actividades (administración, comercio, enseñanza...). b) el aumento cualitativo de documentos plantea los primeros problemas de almacenamiento físico y recuperación de su contenido. Se desarrollan las primeras técnicas archivísticas, vinculadas muy estrechamente —como ocurre hoy mismo— a las técnicas administrativas. Aparecen los especialistas del archivo, vinculados al notariado desde sus orígenes en las administraciones de gran tamaño, que actuarán de motores del proceso”.57 Coincidiendo con Aguinagalde, observamos que un paso trascendental fue la recuperación de Játiva en 1244, rescatada de los musulmanes por Jaime I, con sus fábricas de papel, técnica importada a través del África y Arabia desde la remota China. A mayor producción, menor costo y en consecuencia, la multiplicación de documentos en poco tiempo. Los documentos no pueden ser guardados en arcones, se hace necesario ordenar, se hace necesaria una persona que los vigile, guarde y ordene; un archivero, con arreglo al concepto actual de la palabra. No sirven arquetas; es necesario un armario con sus anaqueles correspondientes. No se pueden trasladar los fondos documentales de un sitio a otro, como consecuencia no se pierden tantos documentos, accidentalmente. 57 AGUINAGALDE, F. Borja. Op. cit., pág. 66. 141 Los archivos han superado el problema de subsistir. Se les plantea el de resistir, de organizarse de modo que la mano del hombre no los anule o destruya. El hombre ha comprendido el poder del archivo, la trascendencia de su misión y puede convenirle o no. Guardándolo celosamente del uso general en la mayoría de los casos. A esto debemos sumar los archivos oficiales establecidos en todas las naciones. En las últimas décadas existe preocupación mundial para dar a conocer los contenidos mediante índices que revelen su contenido. En la Edad Moderna, considerada como una época confusa; abundaban los papeles y falta criterio para conservarlos; los archivos se disipan, se cuida más de acumular que de ordenar, o por lo menos de ordenar con cierto rigor científico. Los archivos agrupan sus fondos por procedencias, por materias, por años, sin un criterio adecuado ni mucho menos generalizado. A fines del siglo XIX se realizan trabajos recargados y muchas veces inútiles. Los archivos atraen la atención de las autoridades, instigadas por los investigadores y estudiosos, quienes comprenden (desde el siglo XVI), que las ciencias y las artes no son sólo producto de la imaginación, sino que también deben cimentarse en pruebas, en documentos. Se consideran a los archivos no sólo como un fondo que resuelve los problemas cotidianos, que apoya nuestro derecho o aclara nuestras dudas en la vida práctica, sino también como fuente de conocimiento pretéritos, de pleitos cancelados, de hechos que tienen trascendencia, de testimonios sobre las acciones. Surge el interés científico del archivo, en un sentido más profundo. Uno de los primeros historiadores de esta época que trata de cimentar sus escritos en la fuente do142 cumental es Jerónimo de Zurita quien, bajo la confianza que le otorgan oficialmente, recoge una serie de documentos que no siempre devuelve a sus fondos de origen (Archivo de la Corona de Aragón). En el siglo XVII el descuido de los archivos es un mal generalizado. A partir del siglo XVIII, se realizan las misiones archivísticas, iniciando una serie de viajes que generan informes, bajo el patrocinio de los reyes, con el objeto de conocer el estado de los archivos y sus deficiencias. Entre estos viajes podemos citar los de Santiago Agustín Riel y Ascencio de Morales, por los archivos de España durante el reinado de Felipe V y Fernando VI. También tomamos en cuenta los trabajos de Juan Bautista Muñoz, llamado Padre del Archivo de Indias, bajo el reinado de Carlos III. El informe de Abella realizado a instancias de Carlos IV. El informe del ministro Arrazola en las cortes españolas en 1847. Los archivos resguardan documentos que difieren de su valor por el transcurso del tiempo, sometiéndose generalmente a la investigación histórica. Estos documentos pueden ser diferentes en su significado, pero mantienen una organicidad, los archivos son esencialmente orgánicos. Se trata sobre todo del estado modernizado, acorde con la evolución y requerimiento de contener la información administrativa lo mas seleccionada y útil posible contra el olvido y el desgaste de la administración en la repetición de sus fenómenos. En otras palabras, se trata de la sistematización de conocimientos de una disciplina, estudios logrados y por lograr basándose en experiencias locales, de las administraciones que desarrollan, experimentan, perfeccionan y acumulan esa información a través de los años. 143 La investigación en la sociología y en la historia económica cobraron mayor importancia a partir de la segunda guerra mundial. “Por otra parte, en el lenguaje de los archivistas del siglo XIX y de comienzos del XX, la palabra archivo solía aplicarse exclusivamente a los documentos de origen público o que, al menos, emanaban de instituciones reconocidas como los tribunales, las iglesias, las universidades, exclusión de los papeles privados y familiares, el epistolario personal, etc. Esta distinción aún existe en los Estados Unidos, donde en general se designa a los papeles de índole personal y familiar con la palabra manuscripts. En el resto del mundo, la palabra archivo hoy se utiliza tanto para los documentos privados como para los de origen público, aunque su respectiva consideración desde el punto de vista jurídico es, claro está, diferente; en este sentido se empleará el término aquí, distinguiendo, en caso necesario, entre los ‘archivos públicos’ y los ‘archivos privados’”.58 La etnología, la diplomática, la paleografía, etc. son algunas de las ciencias que utilizan los documentos almacenados en los archivos. Se ha modificado enormemente el interés por los archivos en lo que transcurre este siglo, lo que permite un amplio desarrollo de las técnicas documentales en el archivo; todo archivo debe estar preparado para el servicio de la investigación; ya no sólo en la consulta eventual de documentos administrativos, sino facilitar información continua que permita tomar mayor conocimiento y decisiones acertadas. Estas técnicas del archivo han conformado las teorías existentes en la actualidad. La archivología surge necesariamente. Los archivos tienen modificaciones continuas; se habla de 58 MOYANO ALIAGA, Alejandro. Cátedra de Legislación y Servicios. Universidad Nacional de Córdoba (C.I.F.A.) Córdoba. 1975. Pág.4. 144 archivos públicos, privados, eclesiásticos, administrativos, económicos e históricos. La dinámica documental hace necesario un estudio más concentrado sobre el comportamiento de la documentación, y de la información contenida en los documentos. La archivología alcanza el nivel de ciencia y se incorpora en las ciencias de la documentación. CONCEPTO Y DEFINICIONES DE ARCHIVO Posiblemente la palabra archivo proviene del vocablo griego archeios aplicado antiguamente al lugar donde se destinaban los diplomas y documentos públicos. El lugar destinado por lo común era el lugar donde se reunían los empleados. Sin embargo, en atención a la importancia de los documentos para la cultura y vida de los pueblos, se acostumbró a poner luego todo este material en los templos bajo la protección divina. Los archivos, considerados como depósitos de documentos, son las instituciones más antiguas de la humanidad, relacionados estrechamente con los gobiernos; relación (gobierno-archivo) que se cumple hasta nuestros días, en la medida de las particularidades de cada gobierno y de su evolución; conjuntamente con las necesidades colectivas, se estructura la formación de los archivos actuales. “Pese a estas tendencias generales y a los problemas comunes que de ellas resultan y con los que se enfrentan todas las organizaciones de archivos, la coordinación interna, las funciones y actividades de las organizaciones de archivos públicos han reflejado, y necesariamente seguirán reflejando, las tradiciones y prácticas admi- 145 nistrativas y archivísticas de los gobiernos de que forman parte”.59 Sobre la etimología de la voz archivo, al igual que el término Archivología cruza por una etapa de formación y efervescencia de modo que definiciones abundan, veamos algunas: En el Glosario de terminología archivística y definiciones tentativas de Enrique Ruiz Cortés y Roberto Caletti Ruiz (ENBA) la palabra archivo está definida como “sitio donde se coleccionan y conservan documentos. Fuente de información para la toma de decisiones”.60 Podemos observar que esta definición es poco elaborada y algo elemental, tomando en cuenta que el archivo no colecciona. Los holandeses S. Muller, J. A. Feith y R. Fruin (1898) definen como “el conjunto de los escritos (documentos), dibujos y material impreso, recibido o producido en calidad oficial, por cualquier autoridad o administración o por alguno de sus funcionarios, hasta donde se tenga intención de dejar estos documentos, en conformidad con su función, bajo el cuidado de ese cuerpo o de ese funcionario”. 61 Hilary Jenkinson nos dice: Los archivos son documentos “diseñados o usados en el curso de una transacción ejecutiva o administrativa, ya sea pública o privada de la que ellos formaban parte; y por consiguiente bajo su propia custodia, para su propia información por la per59 60 61 EVANS, Franck; KETELLAR, Eric. Guía para la encuesta sobre los sistemas y servicios de la Gestión de documentos y la administración de archivos. Un estudio del RAMP. Programa General de Información y UNISIST. París UNESCO, 1983. Introducción. Pág. 1. RUIZ CORTÉS, Enrique; CALLETI RUIZ, Roberto. Glosario de terminología archivística y definiciones tentativas. En: Bibliotecas y Archivos. Órganos de la Escuela Nacional de Biblioteconomía y Archivoeconomía. N° 4, México, 1973. Pág. 48. TANODI, Aurelio. Manual de Archivología. Op. cit, pág. 3. 146 sona o personas responsables de esa transacción y sus legítimos sucesores.”62 Este autor nos aclara: “Un documento puede considerarse como perteneciente a la categoría de archivos si se produjo o utilizó con motivo de una transacción administrativa o ejecutiva (pública o privada) de la que el mismo formaba parte; y se lo conservó luego, para su propia información por parte de la persona o las personas responsables de esta transacción, o sus legítimos sucesores”.63 Eugenio Casanova define: “la colección ordenada de documentos (actas) de una entidad (institución) o individuo, que se crearon en el desarrollo de su actividad, conservados para la realización de propósitos políticos, jurídicos o culturales por tal institución o individuo”.64 Adolfo Brenneke define al archivo: “el conjunto de papeles y otros documentos, productos de actividades comerciales o jurídicas, de una persona física o jurídica, que se intenta para su conservación permanente en un lugar determinado como fuentes o evidencias del pasado”. 65 A. Mantilla Tascón define: “Colección ordenada de la documentación de una o más entidades o individuos, que se conserva con fines determinados: políticos, jurídicos, científicos, económicos, religiosos, etc. También se denomina archivo el edificio que contiene dicha colección”.66 Pío Pecchiai nos dice: “archivo es una colección de cartas, volúmenes, registros y también de dibujos, es- 63 64 65 66 TANODI, Aurelio. Manual de Archivología. Op. cit., pág. 4. Ibídem. Ibídem. TASCÓN, A. Mantilla. Cartilla de Organizaciones de Archivos. Separada del N° 55 del Boletín de la Dirección General de Archivos y Bibliotecas. Madrid, 1960, Reimpresión. C.I.D.A. Córdoba, 1975. Pág. 3. 147 tampas, fotografías, metales, incisos, en suma de todo lo que pueda tener valor documental y que se acumula por cualquier causa de la vida social, pública o privada, o que, por cualquier fin se acumula intencionalmente, y que, en cada caso, se conserva por una utilidad intrínseca o extrínseca’”.67 Elio Lodolini define al archivo como el “conjunto de documentos (escritos) producidos por una persona física o jurídica, en el desarrollo de su propia actividad, que se forma en el momento jurídico en que los documentos mismos se configuran como universitas rerum, es decir, en el instante en que se exterioriza en hecho, entre los documentos individuales, el vínculo necesario, existente entre ellos en potencia desde su origen; o sea, que un archivo se forma en el momento cuando el conjunto de los documentos asume la función archivística y se hace susceptible de utilización archivística”.68 Posteriormente obtenemos una nueva definición del mismo autor, realizada en 1976: “Es el conjunto de documentos producidos por una persona física o jurídica (o bien por un grupo de oficinas u órganos de esta última), en el transcurso de su actividad y, por lo tanto, ligados entre sí por un vínculo necesario, los cuales una vez perdido todo interés para el desarrollo de la actividad de aquella persona física o jurídica, han sido seleccionados para su conservación permanente como bienes culturales”.69 Giulio Battelli, sostiene que el archivo: “‘está constituido por los escritos recibidos o redactados por una entidad en el ejercicio de su actividad, destinado por su naturaleza a ser conservados en ella”.70 67 68 69 70 KECSKEMETI, Charles. Doctrina Archivística. Op. cit., pág. 7. TANODI, Aurelio. Manual de Archivología. Op. cit., pág. 4. Ibídem. TASCÓN, A. Mantilla. Cartilla de Organizaciones. Op. cit., pág. 3. 148 T. Schellemberg define: “aquellos registros de cualquier institución pública o privada que hayan sido considerados a meritar su conservación permanente con fines de referencia o de investigación y que han sido depositados o seleccionados para ser guardados en una institución archivística”.71 Jean Favier sostiene: “el archivo es el conjunto de documentos recibidos o constituidos por una persona física o moral, o por un organismo público o privado, que resulta de su actividad, organizado en consecuencia de ella y conservado en vista a una eventual utilización”.72 Aurelio Tanodi define como archivo: “las secciones de entidades y las instituciones que reúnen, conservan, ordenan, describen, administran y utilizan la archivalía y, eventualmente, los documentos históricos que no son archivalía”.73 Los holandeses Müller, Feith y Fruin en su Manual publicado en 1898, caracterizan al archivo administrativo, no hacen mención de otro tipo de archivo y dejan de lado el archivo histórico. Hilary Jenkinson, uno de los grandes teóricos de los archivos del siglo XX, según Charles Kesckemeti, menciona la transacción administrativa, se refiere más al documento que al archivo mismo. Su Manual fue publicado en su primera edición en 1922. Es necesario acotar sobre el concepto de archivo con referencia a los países de habla anglo-sajona: “En los Estados Unidos, en cambio, así como en ciertos países que adoptaron la terminología de esa nación —especialmente el Canadá— la palabra archivo, por oposición a la pa71 72 73 TANODI Aurelio. Manual de Archivología. Op. cit., pág. 4. Ibídem, pág. 6. LODOLINI, Elio. Cuestiones Básicas de la Archivología. Traducción de Jorge Roberto Emiliani. C.I.F.A. Córdoba. 1974. Pág.31. 149 labra records (cuya traducción al francés hablado en Canadá es documents), tiene el sentido más restrictivo de ‘documentos que han cesado de tener utilidad corriente y son conservados, clasificados o no, por el organismo que los produjo o por sus sucesores para sus propias necesidades, o por un servicio de archivo, debido a su valor permanente”.74 Eugenio Casanova amplía el concepto en cuanto a la finalidad de los archivos, pero define al archivo como colección. Adolfo Brenneke limita las actividades del archivo. Pío Pecchiai también define como colección todo lo que pueda tener como valor documental, en este caso facilitaría decir que el mundo y el universo no es más que un archivo. Giulio Battelli también identifica al archivo con el material. Mantilla Tascón nos habla de colección. Schellemberg nos da una definición caracterizando los récords o registros, privativos de la lengua inglesa y que en todo caso sólo sería para archivos administrativos. De todas formas su definición completa un poco más nuestro concepto de archivo cuando dice “Son todos los libros, papeles, mapas, fotografías u otros materiales documentales, sin consideración de sus características o formas físicas, hechos o recibidos por cualquier institución pública o privada en secuencia de sus obligaciones legales o en conexión con la transacción de sus propios asuntos, y preservados o apropiados para su conservación por esa institución o sus legítimos sucesores, como evidencia de sus funciones, políticas, decisiones, proce- 74 TANODI Aurelio. Manual de Archivología. Op. cit., pág. 5. 150 dimientos, operaciones u otras actividades, o por el valor informativo de los datos que contengan”.75 Esta definición es semejante a la dada en la Ley Record Disposal Act of the United States del 7 de julio de 1943. Elio Lodolini toma el concepto desde el punto de vista cultural, deja de lado el archivo administrativo al que le daría el nombre de registratura. Aurelio Tanodi utiliza el término archivalía, introducido por Schellemberg en México. Volveremos más detalladamente sobre este punto. Como se puede observar, en la mayoría de las definiciones se menciona a entidad, institución, unidad administrativa, organismo y entes estatales, pero, “en la actualidad el término archivo, abarca no sólo los documentos del Estado, sino también los de todas las instituciones para-públicas, privadas, etc. De por medio existen convenciones terminológicas: se hablará de archivos públicos, económicos, privados, etc.”76 Asimismo, las definiciones hablan de documentos receptados, concepto que en la actualidad está cambiando, puesto que el archivo se amplía cada vez más a todos los documentos que se encuentran en el organismo que los produce, es decir, el archivo interviene desde que se recepta la documentación en el organismo o desde que es creado. Absorbe todas las fases del ciclo vital de los documentos. Además, el archivo amplía continuamente su concepto documental al conservar documentos no convencionales como los sonoros, audiovisuales, magnéticos, etc. Los archivos en sí son los custodios de los acontecimientos humanos, aspecto éste que valoriza enormemente su 75 76 TANODI Aurelio. Manual de Archivología. Op. cit., pág. 4. Ibídem, pág. 5. 151 contenido, teniendo en cuenta que los documentos custodiados son ejemplares únicos. Lo cual hace que el papel que desempeñan los archivos no se limita sólo a conservar y proteger los documentos, sino también a difundirlos, a hacerlos accesibles al conocimiento general. En este aspecto nos acercamos a la definición europea: “En la mayor parte de los países de antigua tradición archivística, y sobre todo en Europa, la palabra archivo (en alemán archiv, en francés archives, en italiano archivio, en ruso arjiv, etc.) designa “el conjunto de documentos, sean cuales fueren su fecha, forma y soporte material, producidos o recibidos por toda persona física o moral, y por todo servicio u organismo público o privado, en el ejercicio de su actividad’”.77 El archivo es la fiel imagen de la institución que lo crea, por eso mismo la producción indebida de documentos, los trámites sobrecargados, burocráticos, son factores que facilitan la pérdida o extravío o entre papeleo de aquellos documentos que realmente contienen valores de utilidad para la investigación y la sociedad misma. Tenemos en cuenta entonces que al denominar instituciones, entidades, etc., alargamos más el concepto, resumiendo todos estos términos obtenemos el concepto de que los archivos son entidades, en su calidad de sociales, que poseen organicidad y personería jurídica, al indicar como entidades tomamos en cuenta también las secciones: son entidades orgánicas e institucionales. Por otro lado, el custodiar, seleccionar y administrar, pueden servir como elementos definitorios, pero limitan 77 Dictionarie de Terminologíe Archivistique del Consejo Internacional de Archivos (en prensa): Traducción de la Definición inglesa de «Archivo». En: DUCHEIN, Michel. Los obstáculos que se oponen al acceso, a la utilización y la transferencia de la información conservada en los archivos. Un estudio del RAMP. Programa General de Información y UNISIST, UNESCO, 1983, París. Pág. 1. 152 enormemente las funciones, actividades y objetivos de los archivos. Si el concepto evoluciona es porque en la actualidad el archivo asume mayores responsabilidades de las que tenía en el pasado; el desarrollo de la tecnología influye y modifica estos conceptos, por consiguiente, el custodiar, conservar, seleccionar, etc., son operaciones técnicas inherentes al archivo. Entendemos que el archivo es custodio del patrimonio documental, que es una de las riquezas más auténticas y por tanto valiosas que puede poseer una entidad, un pueblo o una nación. El Estado es un propietario relativo de la documentación, puesto que es producto de una sociedad, pertenece a esa sociedad y sus herederos. El fin de todo archivo se traduce en servicio, entendámoslo así, pero ese servicio se realiza a través de la transmisión de la información de la cual es depositario. Si reunimos todas estas piezas tenemos una definición del archivo, acorde con sus funciones. Cuadro 28: Elementos definitorios del archivo. 153 El archivo es todo ente orgánico e institucional encargado de efectuar las operaciones técnicas necesarias para cumplir la finalidad de suministrar información que sea útil a la sociedad en general. OBJETIVOS DEL ARCHIVO Para tener una idea concreta de los objetivos del archivo, observamos las definiciones presentadas, en las cuales comprobamos que existen términos comunes a la mayoría de ellas; tomaremos como modelo nuestra definición en la cual encontramos tres elementos de marcada importancia: • Ente orgánico e institucional • Operaciones técnicas • Finalidad de suministrar información A continuación se exponen las distintas definiciones en forma sinóptica. Definición del Dr. Aurelio Tanodi: 154 Definición de Jean Favier: Definición de T. Schellemberg: Definición de Giulio Batelli: Definición de Elio Lodolini: 155 Definición de Pío Pecchiai: Definición de Mantilla Tascón: Definición de Adolf Brenneke: 156 Definición de Eugenio Casanova: Definición de Hilary Jenkinson: Definición de Müller, Feith y Fruin: 157 Comprobamos al efectuar estos cuadros de acuerdo con algunas definiciones presentadas, la enorme diferencia de términos empleados por cada uno de los autores, si bien podemos hablar de similitud conceptual, que nos permita aproximarnos más a la cuestión archivo. Observamos por ejemplo, para los contenidos del archivo, se habla de: documentos diseñados, usados, escritos recibidos, redactados, colección, conjunto de papeles, registros y archivalía. El concepto general es documento. Cuando observamos el aspecto de la entidad productora, es decir aquello que produce el documento, nos encontramos con otra serie de conceptos como: persona física, moral, organismo público, privado, institución, vida social, pública, privada, autoridad, administración, funcionarios. Podemos deducir entonces que el concepto general es la cosa pública y la cosa privada. Aflora o surge entonces uno de los requisitos necesarios para que el documento sea legítimo del archivo, que 158 el documento sea producido por una determinada actividad. Toda entidad tiene finalidades determinadas, para cumplir esas finalidades realiza funciones orgánicas, estas funciones al mismo tiempo están compuestas por una serie de actividades y acciones. Todo este movimiento genera documentación, son hechos productores de documentos. Estos organismos, observándolos desde un punto de vista legal pueden ser estatales o denominados también públicos por pertenecer a la cosa pública y privados, así el contenido de los archivos, su patrimonio documental también adopta distintas características, público y privado. Cuando observamos las operaciones técnicas que se le atribuyen al archivo en las definiciones encontramos una multiplicidad de conceptos, empezando por: custodia, recepción, producción, intención de dejar, cuidado, conservación, acumula, selecciona, constituye, organiza, guarda, reúne, describe, administra, utiliza, etc. Todas estas atribuciones se convierten en objetivos del archivo, esencialmente son: 159 receptar, ordenar, clasificar, describir, seleccionar y brindar información. En estos aspectos, la reproducción o la reprografía documental toma un papel importante por la necesidad de información que representa. La información fluye y se reproduce y modifica constantemente, se somete al “todo fluye” enunciado por Heráclito, el filosofo de la pluralidad móvil. Corresponde también al archivero seleccionar, expurgar el material que, pasado un tiempo, va a resultar inadecuado, para la gestión de la administración como para su incorporación en las fuentes documentales del Estado. Debe ser él, quien emita el juicio autorizado, que decide la destrucción de lo inútil. Primero están los archivos públicos, luego los privados. En su grado de importancia corresponde citar las colecciones de papeles que se custodian en las bibliotecas; sean documentos allegados por distintas causas, pero que, por el simple hecho de estar depositado en tal centro, han perdido su genuina condición natural. Generando por consiguiente dificultad en la descripción empleada, muchas veces con criterio bibliográfico. Todas las actividades y utilidades implícitas en los documentos, convergen en la necesidad de comprensión del desarrollo de todo este fenómeno, cobrando importancia a nivel social, no sólo por los aspectos intrínsecos, sino como testimonio y parte de nuestra comprensión de la sociedad misma. Se trata de mostrar cómo los documentos asociados a la archivología, provienen tanto de la naturaleza de 160 las actividades del hombre como de los usos para los cuales se emplea. La naturaleza de los archivos, bibliotecas y centros de documentación e información, se encuentra determinada por factores antropológicos sociales y políticos, razones suficientes para que las ciencias de la documentación no puedan considerarse independientes. A nivel material, las ciencias de la documentación mantienen y promueven el desarrollo de los conocimientos dentro del grupo social donde se desempeñan, custodiando intereses patrimoniales, apoyando y propalando legítimamente la interpretación del mundo a través de los segmentos de la realidad almacenados en cada uno de los núcleos documentales. “El patrimonio cultural constituye la memoria de las comunidades humanas; parte muy destacada del patrimonio cultural es el patrimonio documental archivístico. La pérdida total de los documentos que lo constituyen dejarían una laguna”.78 Debido a la categoría de patrimonio nacional y de carácter único e irremplazable del documento, el archivero debe tener especial cuidado de que los fondos entregados a su custodia no desaparezcan ni se destruyan, porque no existe, como en el caso de los libros, la posibilidad de conseguir otro ejemplar. Todo aquello que pueda contribuir directa o indirectamente a su desaparición, debe ser eliminado en el trabajo y servicio del archivo. Cada una de las piezas que lo integran, por su propia esencia, están destinadas a perdurar y servir a los fines de testimonio perenne, en atención a su origen y calidad documental. El archivero, que por vocación ha decidido dedicar su vida a los papeles, no puede considerarlos como algo inerte, sino como algo activo. 78 TANODI Aurelio. Manual de Archivología. Op. cit., pág. 9. 161 Requiere además proceder a la correcta organización y clasificación adecuada en que debe ser ordenado tanto para su utilización como para su descripción. El archivero nunca destruirá en un archivo lo incipiente, rudimentario, por deficiente que encuentre. Sólo en caso de que los materiales nunca hubieren tenido una clasificación ab-origine se procederá a investigarla. APLICACIONES TÉCNICAS. RECEPCIÓN Es un error pensar que el archivero debe mantenerse al margen de toda actividad administrativa, esperando sólo los documentos que han de llegar para su resguardo y conservación. Anna Szlejcher nos dice: “El archivero empieza a actuar desde el momento de la creación de papeles. Hasta donde le sea posible desarrollar su acción el archivero, por consiguiente, deberá preocuparse de las condiciones en que llegarán al archivo los documentos, así como de aquellas condiciones en que se efectuará el tránsito de los mismos desde la etapa administrativa a la etapa histórica. Sería deseable, por ello, la instauración de reglas o procedimientos para asegurar la participación del archivo desde la elaboración de los legajos de documentos hasta el momento de su archivo.79 El problema “receptar la documentación” no es tan sencillo, requiere de una serie de actividades y conocimientos que permiten una adecuada recepción documental. Vicenta Cortéz Alonso distingue dos aspectos en la recepción: activo y pasivo. “Recepción activa, es decir, 79 SZLEJCHER , Ana. Organización de archivos vivos. C.I.D.A. Córdoba, 1975. Pág. 4. 162 aquélla que debe ser estimulada y normalizada. El principio de esta actividad debe tender a la participación en el proceso mismo de la producción documental, a fin de que el nacimiento y trámite, la normalización de la tipología documental, la normativa sobre la vigencia de los documentos y la programación de los expurgos, así como la recogida de los fondos, se haga de una manera sistemática y periódica. Estas actuaciones previas, por su carácter específico y técnico, son de exclusiva competencia de los archiveros, quienes a su vez deben estar en íntimo contacto con los administradores —productores de la documentación— por un lado, y con los consultantes —clientes de esa documentación— por otro, para solucionar los difíciles problemas de la perdurabilidad de los papeles, que hoy se producen en cantidades enormes”.80 La recepción entonces no se limita a un simple esperar a que la documentación llegue por inercia propia al archivo. Necesariamente el archivero tiene que estar compenetrado en las necesidades de servicio que requiere una administración en cuanto a la documentación se refiere. Debe participar en los procesos de creación documental, en su tipología, evitando inclusive duplicidad de documentos que contengan igual información. La recepción pasiva, se refiere sobre todo a la entrega de documentos a un sector determinado para los trámites. Lamentablemente no existen criterios uniformes a este respecto, debido sobre todo a esa idea que se tiene de que el archivo debe permanecer inactivo con un de- 80 CORTÉS ALONZO, Vicente. Op. cit., pág. 9. 163 pósito de papeles. La mayoría de los sistemas administrativos consideran a las oficinas receptoras de documentación en trámite a un nivel dependiente de secretaría general, administración, colocándole muchas veces por encima del archivo, sustentándose con una legislación y un manual de procedimientos, pero sin criterios técnicos que permitan un eficaz desenvolvimiento. Las unidades receptoras cumplen la función de contacto del archivo con la administración y con el usuario. Sus funciones esenciales son la atención del público en general; usuarios; terceros; a las distintas unidades administrativas de la institución que generan al archivo, a los investigadores en general y si la naturaleza del archivo permite la difusión de sus contenidos, es substancial en el campo educativo. Las unidades receptoras, en la Argentina son propiamente las mesas de entradas y salidas, encargadas de todas las cuestiones de trámite, entrega de fondos (con inventario), comprobación de inventarios con los fondos documentales, registros de entrada. LA CLASIFICACIÓN DOCUMENTAL El procedimiento archivístico parte de su misma historia, que señala el origen de los papeles que encierra. La clasificación constituye una destacada técnica documental escalonando desde las grandes agrupaciones de documentos hasta la pieza simple, constituida por la mínima unidad documental, el documento, expediente, o la pieza documental en algunos casos, unidad indivisible. Las primeras agrupaciones reunidas en atención a su origen, son los fondos integrados por documentos pro164 cedentes de una institución o administración importante que tiene una organización, funciones y fines conocidos y cuya historia, a su vez, determina naturalmente la segunda categoría de las divisiones: Cada uno de los grupos quedará constituido por los documentos producidos por las grandes divisiones de la institución que constituyen las divisiones encargadas de las diversas funciones desarrolladas para la consecución del fin o fines encomendados. Las series están integradas por otras unidades menores, los tipos documentales, entendiendo como tales no sólo el papel, singular, sino la pieza, que constituye un todo que no puede ser separado porque las partes que lo integran tienen sentido en cuanto están unidas al conjunto, como sucede con el expediente. Es necesario sin embargo precisar que en algunos textos, especialmente en lengua española, la palabra «colección» es usada inapropiadamente, no en su significado de recolección artificial de documentos pertenecientes a fondos diferentes, sino en un significado opuesto, es decir como sinónimo de «fondo archivístico». Se trata de una acepción del término, introducida desde hace tiempo en el uso, pero en tal caso es necesario aclarar el significado, en cuanto se presta fácilmente a equívocos. Observa Sir Hilary Jenkinson: “Yo querría que la palabra colección fuese prohibida en el vocabulario archivístico, solamente para establecer este importante hecho»; es decir que los archivos no son «coleccionados»81 . Y Antonia 81 JENKINSON, Hilary. The Englis Archivist: a new profession. Lecture for a new course in archive administration delivered at University College. London. 14 october 1947 ; vuelto a publicar en Seledted Writings of Sir Hilary Jenkinson (Editors Roger H. Ellis and Peter Waine) Gloucester. Alan Sutton. 1980, págs. 236-259. En la cfr., pág. 238. Citado en: LODOLINI, Elio. El problema fundamental de la Archivística: la naturaleza y la orde- 165 Heredia precisa: «La idea de colección es ajena al archivo»”82,83 También están las colecciones de documentos, agrupaciones artificiales de papeles que deben su formación a causas distintas a la actividad administrativa de una entidad o individuo y que, de procedencia o carácter misceláneo, obedecen a otras razones, coleccionismo, investigación. Y que de alguna forma se encuentran depositadas en los archivos. Pese a que los documentos pueden clasificarse desde distintos puntos de vista, sea de acuerdo a la entidad, dependencia u oficina a la que pertenecen, conforme también a las distintas disciplinas científicas, temática administrativa, etc., hacemos énfasis en una clasificación que agrupe a los documentos de una organización de acuerdo a la entidad, dependencia u oficina a la que pertenecen, conforme también a las distintas disciplinas científicas, temática administrativa, etc., hacemos énfasis en una clasificación que agrupe a los documentos de una organización de acuerdo a la naturaleza y complejidad de los datos e información que implica el desempeño de cada una de ellas. En el sentido anteriormente señalado consideramos la clasificación como un proceso que consiste en agrupar dentro de una misma categoría a todos los documen- 82 83 nación del archivo. En IRARGI, Revista de Archivística. Administración de la comunidad de EUSKADI, Dto. de Cultura y Turismo. 1968, año I, N° I, Vitoria, Gasteiz. Bilbao. Pág. 29. HEREDIA HERRERA, A. Op. cit., pág. 101. Citado en LODOLINI, Elio. El problema fundamental de la Archivística: la naturaleza y la ordenación del archivo. En IRARGI, Revista de Archivística. Administración de la comunidad de EUSKADI, Dpto. de Cultura y Turismo. 1968, año I, N° I, Vitoria, Gasteiz. Bilbao. Pág. 29. LODOLINI, Elio. El problema fundamental de la Archivística: la naturaleza y la ordenación del archivo. En IRARGI, Revista de Archivística. Administración de la comunidad de EUSKADI, Dpto. de Cultura y Turismo. 1968, año I, N° I, Vitoria, Gasteiz. Bilbao. Pág. 29. 166 tos cuyos caracteres, datos, información contenida, son apreciablemente similares como para justificar la exigencia de demanda de información en cuanto a conocimiento, experiencias y contenidos sustantivos. Una vez que todos los documentos están clasificados, naturalmente estamos en condiciones de conocer los distintos tipos documentales existentes en la institución. La clasificación en el archivo y en la archivología es fundamental y tiene características propias de esta ciencia; permite dar un orden natural a los documentos, básicamente son tres los elementos que se consideran para una clasificación archivística.84 En el primer elemento se considera: El acto, hecho o acción, a que los documentos se refieren, es considerado como la unidad básica de la clasificación, Las acciones, efecto de hacer, se efectúan para lograr un objetivo, claro y específico para cada organización o entidad. El acto es considerado como la manifestación de la voluntad humana en su interregno social, es el hecho voluntario que tiene la capacidad de crear, modificar o extinguir relaciones de derecho, generando de esta forma documentos con la validez legal que le sustenta. La acción puede no tener sentido, pero el acto siempre tiene un sentido, sutil diferencia que nos permite enfocar distintos aspectos de la clasificación. Los actos son componentes intrínsecos de las actividades encaminadas al logro de una función. Es la facultad de obrar el conjunto de las operaciones o tareas propias de una persona o entidad. Las tareas suelen decirse administrativamente actuaciones. Las actividades son generalmente las que crean los documentos como consecuencia; los documentos no son creados con miras al 84 SCHELLEMBERG, T.R. Op. cit., págs. 82-94. 167 archivo ni con la idea que futuros investigadores de historia buscarán en esos papeles la substancia histórica, los documentos son creados por determinadas necesidades de comunicación. Las funciones son las responsabilidades asignadas a cada dependencia de una organización. Es la capacidad de acción de un ser, apropiada a su condición natural o al destinado por el hombre es la acción y ejercicio natural de un empleo u oficio. Para las instituciones del Estado, generalmente las funciones están enmarcadas en un decreto, cuando no un reglamento interno o manual de funciones que cubre la gama de acciones y que el archivero está en la obligación de conocer. A cada función le corresponde una serie de actividades y a cada actividad una serie de actos. Las actividades a su vez se subdividen en sustantivas y facilitativas. Las actividades sustantivas son de fundamento, es decir, son las labores técnicas o profesionales que son propias de determinados organismos, estas actividades son específicas y relacionadas con las funciones institucionales. Las actividades facilitativas son de apoyo, están más relacionadas con las actividades internas de la institución. El segundo elemento que se da en la clasificación es la estructura orgánica de la entidad productora. Los documentos reflejan en sí organicidad, puesto que el remitente da su situación, su ubicación dentro del organismo en el que se desarrolla. La clasificación entonces respetará esa organicidad institucional. Para lograr una buena comprensión de la clasificación es conveniente que el archivero efectúe un estudio del organigrama u orga168 nograma de la institución a la que pertenece, así podrá delimitar las funciones y actividades con mayor claridad. Unidades de ordenación. Para una mejor comprensión de las técnicas de la ordenación Schellemberg efectúa una división que se acomoda a las exigencias de la clasificación, primero las divide en unidades mayores, intermedias y menores. Unidades mayores. En esta división se toman en cuenta los fondos, los grupos documentales, las colecciones y las secciones. Los fondos documentales son todos los documentos correspondientes a una institución o instituciones de acuerdo con las necesidades de clasificación de cada archivo. Los grupos documentales corresponden propiamente a las funciones generales de la institución, los factores de formación se deben principalmente a los orígenes administrativos, a la cantidad de documentos. Las colecciones derivan de particulares que efectúan donativos documentales a los archivos. Las secciones son empleadas como auxiliar de subdivisión, sobre todo cuando la entidad productora de documentos es muy grande. Corresponde aclarar que las secciones corresponden al método español de clasificación. Unidades intermedias. En esta división se toma en cuenta los subgrupos documentales, subsecciones y series. Los sub-grupos son unidades que se forman de acuerdo a las actividades y se acomodan dentro de los grupos, obedecen esencialmente a la estructura orgánica de la institución generadora. Las sub-secciones, tomado también del método español, en la misma forma que en los grupos o unidades 169 mayores, se emplean para auxiliar las divisiones en casos de documentación demasiado amplia o abundante. Las series corresponden a las unidades intermedias, básicamente es la materia prima del archivo, son conjuntos documentales del mismo tipo, que tratan el mismo tema, originados por las actividades, por consiguiente se ordenan en consecuencia a estos factores. Unidades pequeñas. Propiamente conforman estas unidades las piezas documentales, se trata de documentos aislados, agregados de documentos que deben ordenarse procurando darles siempre un lugar de acuerdo a las actividades, o bien de acuerdo al orden que se le impuso cuando estaban en el trámite o el orden original. El tercer elemento que se considera es dividir por asuntos y dentro de los asuntos por materias. Debemos tomar en cuenta que la clasificación por asuntos, si se ha comprendido bien lo referente a las actividades, será fácil; pero posiblemente encontremos materias que sean generales a toda la institución pero que se desenvuelven de manera separada en cada actividad, para estos casos se sugiere que la clasificación por materias se efectúe en los auxiliares descriptivos y no en la ordenación, por la sencilla razón que al efectuarse en la ordenación, alteraría la organicidad documental y en un caso dado, podría ser motivo de extravío de los documentos aludidos. Hay intentos, y lamentablemente ocurre, muy a menudo sobre todo por la escasez de técnicos en archivos; que cuando algún especialista en bibliografía o en bibliotecología trabaja en un archivo, pretende dar la clasificación bibliotecológica a la documentación, lo cual crea una serie de confusiones o estados caóticos, al querer dársele al documento un tratamiento como si se tratara de libros. “El sistema (se refiere al sistema Dewey) es demasiado laborioso para su aplicación con provecho de los 170 documentos públicos sobre asuntos generales y tampoco es los suficientemente exacto para su aplicación a material altamente especializado”.85 El libro encierra en sí pensamientos, y los pensamientos son susceptibles de ser clasificados en los sistemas bibliotecarios, lo contrario al documento de archivos, que encierran actividades, acciones, son producto de las distintas funciones, lo cual no es fácilmente clasificado, inclusive algunos expedientes encierran tantas materias para un solo asunto que se tendría que duplicar por materia para resolverlo. Por otro lado, no se puede forzar a la documentación para ordenarla apriorísticamente porque se contrapone a su origen que es esencialmente orgánico y funcional. PRINCIPIOS DE LA CLASIFICACIÓN Los principios enunciados son extractados de T. Schellemberg, en forma resumida tenemos: 1.- La clasificación de documentos no siempre tiene que estar relacionada con los diferentes aspectos de la investigación científica. Aclaramos este concepto: no se puede tomar toda la documentación denominada económica y reunirla en un solo lugar, sólo para que los investigadores de economía tengan acceso directo a ella. Este agrupamiento se puede realizar en un auxiliar descriptivo separado. 2.- Los documentos se clasifican con relación a la organización, aun cuando fuera en diferentes archivos, es decir en archivos descentralizados. De hecho que en la mayoría de los ministerios, cada organismo dependiente tiene su propio archivo, podríamos decir que se trata 85 SCHELLEMBERG. T.R. Op. cit., pág. 92. 171 de una pre-clasificación natural, siempre que exista una adecuada organización institucional. 3.- Los documentos deben clasificarse con relación a las acciones primero, funciones después y actividades al último, de esta manera se respeta el conjunto orgánico de la institución. El organigrama generalmente presenta una clasificación a priori ideal, en la práctica esa clasificación para a ser a posteriori, pudiendo efectuarse correcciones complementarias en beneficio de la eficiencia archivística. LA CLASIFICACIÓN EN EL CONTEXTO DE LA EVALUACIÓN DOCUMENTAL Para identificar en forma precisa el papel que cumple la clasificación de documentos en una institución, es de suma importancia tener una idea por lo menos general del proceso técnico de la evaluación documental, cuyas fases técnicas son: 1) La fase de análisis de documentos y trámites: no se puede clasificar documentos sin tener un conocimiento previo de la tipología documental y de los objetivos informativos de cada tipo. 2) La fase de descripción de documentos por tipología: no confundir con las técnicas descriptivas del archivo en general, sino que se debe tipificar cada documento, su correspondencia con los objetivos informativos y de trámite, su procedimiento, etc. 3) La fase de elaboración de notas de análisis: que no es otra cosa que la relación acerca de las características y funciones relevantes de un documento, presentados en relación directa con el ordenamiento de factores, de los cuales enumeramos algunos: 172 • Factor conocimiento: documentos en cuyo contenido sustantivo denotan contenido susceptible de ser clasificado dentro de las ciencias, por ejemplo: un informe sobre forestación urbana puede contener estudios o datos relativos a arquitectura ornamental. • Factor experiencia: relativo a antecedentes sobre conductas de trámites que pueden servir como precedentes. • Factor valores informativos: de acuerdo a las distintas etapas del trámite. Es factible inclusive, crear un manual pequeño de aquellos factores que intervienen en las características especiales de la institución, de modo que facilite el proceso de la valoración de documentos. 4) Asignación de grados: sobre los valores informativos de los tipos documentales existentes en la institución, esto implica que el valor relativo del documento ya está determinado, por lo tanto está prácticamente definida la clase de información en la que debe ubicarse cada documento en función de su valor en la escala de valores creada ex profeso. Estas cuatro fases nos dan una idea concreta para la clasificación documental en función de la naturaleza del documento como la complejidad de los tipos documentales y segmentos de información a utilizar. Debemos tener claramente entendido que la clasificación concierne esencialmente a los cargos institucionales, visto de un modo impersonal, es decir que en muy contados casos la clasificación concierne a personas específicas que cumplen una función. Las distintas dependencias de una entidad pueden permanecer años, no así necesariamente la persona que se desempeña en ella. 173 No debe olvidarse el hecho de que los distintos cargos son de una organización, que la organización es dinámica, factible de cambio; por ende, las acciones también son factibles de variación, estos cambios se deben generalmente a cambios organizacionales, económicos, etc. en consecuencia, estos acontecimientos requieren ajustes periódicos, los que pueden implicar reclasificaciones documentales. CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN EN EL CONTEXTO PÚBLICO Es de vital importancia considerar los documentos en función de la especialidad en que se desarrolla, además de considerar la naturaleza y complejidad de las funciones para efectos de una clasificación total. Así por ejemplo, en un Ministerio de Salud pueden existir documentos relacionados con disciplinas científicas o profesionales distintas, y muchas veces totalmente opuestos, así tenemos en el ejemplo documentos producidos por kinesiologos, administradores, asistentes sociales, enfermeros, cada uno de los cuales producen series de clases de documentos distintos de acuerdo a las actividades: En otras palabras, actividades como las que siguen, generan documentos claramente distintos dentro de una misma institución: 174 Como podemos observar, los documentos generados en las respectivas áreas, pueden clasificarse a su vez en función del grado de complejidad de las funciones y del área o disciplina correspondiente. Esto no significa necesariamente que un kinesiólogo tenga la misma producción documental que un técnico de administración, puesto que según la especialidad, las acciones de cada área son distintas. Naturalmente los responsables de la unidad del archivo deben tener cuidado en que lo que proponen y quieren formular reflejen el conocimiento de la realidad particular y la investigación desarrollada sobre cada área específica; además deben considerar no sólo la realidad a nivel micro-organizacional sino también a nivel macroorganizacional. Es conveniente aclarar también que una clasificación de determinada institución no siempre es ideal para otra, en razón de las diferencias de organicidad. No debemos olvidar que cada archivo es diferente a los demás, la clasificación entonces, deberá efectuarse con esas miras, primero para satisfacer las necesidades de la institución a la que se aboca y posteriormente la de los usuarios. ORDENACIÓN La ordenación y la clasificación son dos ramas de un mismo trabajo, ambos están muy ligadas, la ordenación es la materialización de la clasificación, al mismo tiempo es el paso ineludible a la descripción. Persigue tres fines esenciales: • Facilitar la ubicación instantánea de los documentos, preferentemente por medios visuales inmediatos, como ser el agrupamiento de planos, de textos y de cin175 tas magnéticas en distintos lugares, pero identificables a primera vista. • Hacer conocer su índole y contenidos86 , en forma muy elemental, si observamos un conjunto de rollos de papel observaremos que son planos o mapas, este aspecto es más característico de la experiencia del archivero. • Acondicionar los documentos de acuerdo a normas adecuadas a las necesidades de consulta y de su conservación. En la clasificación se observa una relación de continente y contenido en concordancia con la definición de la archivología; continente y contenido en cuanto a una acción que encierra funciones, éstas a su vez encierran actividades. Los fundamentos de la ordenación no contradicen en absoluto estas nociones. Ordenar es dar utilidad a la documentación, permitir que su información sea recuperable, es obtener físicamente los contenidos del documento, agrupar los documentos de una forma racional, primero ordenar y agrupar los documentos individuales enmarcados en las actividades para convertirlas en unidades inteligibles y de acuerdo con las funciones desarrolladas, luego agrupar estas unidades relacionadas entre sí, dentro del contexto de la administración que genera documentos, de modo que reflejen las acciones de la entidad. Hemos recordado que los documentos de un archivo, si son considerados solos, aislados de su contexto, pierden gran parte de su valor. Giorgio Cencetti, afirma que existe una «falta de autonomía del documento de archivo concebido solo, porque no tiene ningún valor cuando 86 SCHELLEMBERG, T.R. Principios Archivisticos de Ordenación. (Reimpresión) C.I.D.A. Córdoba, 1978. Pág. 7. 176 es separado de los precedentes y subsiguientes y arrancado del corpus al cual pertenecía».87 Igualmente precisa es la afirmación de Michel Duchein: «El documento de archivo (...) no tiene razón de ser, sino en la medida en que pertenece a un conjunto. Éste se coloca en el seno de un proceso funcional del que constituye él mismo un elemento, aunque sea mínimo. El documento de archivo no está jamás concebido, al principio, como un elemento aislado. Éste tiene siempre un carácter utilitario, que puede aparecer claramente sólo si ha conservado su sitio en el conjunto de los otros documentos que lo acompañan».88 Y además: “Como consecuencia, es esencial para la valoración de un documento cualquiera, saber exactamente quién lo ha producido, en qué circunstancia, en el marco de qué proceso, con qué fin, para qué destinatario, cuándo y cómo ha sido recibido por este último, y por qué vías ha llegado a nosotros. Tal conocimiento —agrega Duchein— no es posible sino en la medida en que el conjunto de documentos que lo acompañan haya sido conservado intacto, bien individualizado y sin confusión alguna con documentos de origen diferente, aunque concernientes al mismo objeto”.89,90 Si mantenemos esta unidad entre las tres técnicas: la clasificación, la ordenación y la descripción, la identi87 88 89 90 CENCETTI, Giorgio. Inventario bibliográfico e inventario archivístico. En “L’Archiginnasio”, a. XXXIV, Bolognia, 1939, págs. 106-117; vuelto a publicar en Scritti archivistici, di Giorgio Cencetti, Roma, li Centro di Ricerca editore. 1970, págs. 56-69, en el que la frase aquí mencionada está en la página 64. Citado en LODOLINI, Elio. El problema fundamental de la Archivística..., op. cit., pág. 29. DUCHEIN, Michel. Le respect des fonds en archivistique. Principes teóriques et problémes pratiques, en “La Gazette des archives” N° 97. París. 1977. Págs. 71-96, la frase aquí mencionada está en la pág. 75. Citado en LODOLINI, Elio. El problema fundamental de la Archivística..., op. cit., pág. 30. Ibídem. LODOLINI, Elio. El problema fundamental de la Archivística..., op. cit., pág. 31. 177 dad archivística del documento se mantiene definida, como consecuencia, nos da los propósitos del archivo y de la entidad. Para determinar la identificación archivística del documento son necesarios tres aspectos esenciales: • Fondo de origen. • Actividad específica. • Tipo documental. Si hemos ordenado adecuadamente la documentación, nos responde de inmediato el fondo de origen, porque necesariamente los documentos pertenecientes a un determinado organismo productor están reunidos en un determinado lugar. La actividad específica determina los puestos que estarán dentro de la clasificación, ordenados por las funciones y actividades. El tipo documental define la ubicación del documento. La ordenación está sujeta a los factores de formación del archivo, es decir, se dará una primera fase, fuera del archivo, donde los papeles sueltos serán ordenados de acuerdo a las necesidades primarias del documento. En esta fase se da una pre-clasificación. Esta ordenación, llamémosla primaria, estará de acuerdo con las actividades del organismo o institución. Luego se presenta la segunda fase, cuando el documento ha cumplido determinados fines pero constituye aún un elemento de consulta, la ordenación será la misma, por lo consiguiente en esta etapa se sigue denominándola primaria. Posteriormente los documentos son transferidos a una fase intermedia, esto sucede cuando los documentos han cumplido exhaustivamente sus objetivos, la ordenación continuará en esta fase a la primaria, pero por su volumen los documentos estarán ordenados por acciones por sus respectivas funciones y actividades que consti- 178 tuyen los hechos generadores del documento, llamémosla en este aspecto la ordenación secundaria. Por el número de orden más que de importancia, esta ordenación permanecerá en la fase histórica, donde los documentos han sido seleccionados por sus valores y necesidades de consulta. En la ordenación primaria es posible que el documento esté en diferentes lugares, sea que éstos hayan sido reproducidos por copias carbónicas, copias legalizadas, fotocopias o cualquier sistema reprógrafo. Una resolución, circular, disposiciones de tipo general, normas administrativas, pueden estar en los archivos eventuales donde se desarrollan actividades similares o relacionadas con estos tipos documentales; pero en la ordenación secundaria, el documento no puede estar materialmente sino en un solo punto del espacio. La multiplicidad del documento se realizará a través de los auxiliares descriptivos. La ordenación natural. Si bien no nos corresponde en el presente trabajo ahondar en cada una de las técnicas operacionales del archivo, sí es necesario tener un panorama general de todos sus contenidos. Tanto la clasificación como la ordenación deben respetar la naturaleza orgánica de la institución. La ordenación no es y no puede ser subjetiva, obedece a factores preestablecidos por el mismo organismo, asimismo tiene dos principios que encierran en sí toda la problemática de la ordenación. El principio de procedencia: este principio crea algunas confusiones terminológicas, sobre todo cuando se habla en términos de archivística. El Dr. Gunnar Mendoza nos advierte de esta situación “pero lo que el principio establece no es la procedencia literal sino archivís- 179 tica”.91 Por medio de este principio se establece que los documentos deben agruparse de acuerdo a la procedencia, que se considera no como del lugar que nace el documento, sino más bien el lugar donde ha sido archivado, donde ha concluido sus fines primarios. Para evitar este tipo de interpretaciones, se considera necesario dividir el principio en dos conceptos, sin alterar su esencia. Denominemos entonces principio de procedencia al lugar donde se origina el documento, y el principio de pertenencia, al lugar donde el documento ha continuado su trámite y ha cumplido sus fines. En la ordenación tenemos entonces la entidad productora y la entidad de pertenencia. Un individuo efectúa un reclamo sobre cobro indebido a la renta. El documento sigue su trámite en las dependencias de la renta hasta que emane una resolución, sea esta positiva o negativa, el principio de procedencia será entonces el individuo, que al gestionar el reclamo ha dado movimiento a una serie de funcionarios relacionados por sus actividades con la naturaleza del reclamo, pero este individuo no se lleva el expediente, el expediente con la resolución se queda en la institución donde fue gestionado, encontramos entonces el principio de pertenencia. Naturalmente este documento pertenece al archivo de la renta. El principio de orden original establece que la documentación debe conservarse en el orden que recibió durante su función administrativa. Establecemos entonces una generalidad para todos los archivos, que la documentación debe ordenarse respetando la pertenencia natural y el orden en el cual se produjo. 91 MENDOZA, Gunnar. Problemas de la Ordenación y la Descripción archivística en América Latina. C.I.D.A. Córdoba, 1978. Pág.7. 180 DESCRIPCIÓN La descripción en el archivo es el empleo de técnicas que permitan crear auxiliares e instrumentos de información con el objeto de tener un conocimiento seguro y completo de la documentación existente y perteneciente a un archivo. No es suficiente que un archivo esté ordenado y clasificado en debida forma, la cantidad documental hace necesario servirse de herramientas que permitan ubicar al documento con mayor facilidad y en menos tiempo. Para una descripción adecuada, la archivología recurre al método diplomatista, es decir primeramente estudia los caracteres internos y externos del documento, teniendo este fundamento, la descripción resulta práctica. Al efectuar un estudio de los caracteres de los documentos nos referimos a ciertos aspectos físicos y metafísicos, que actúan como factores determinantes en su identificación, haciendo posible su descripción más fácil puesto que se ha logrado una identificación de los elementos comunes al documento. Estos atributos particulares, permiten incluso conocer la utilidad que se dará de los documentos, esclareciendo pautas para su conservación, ubicuidad y eliminación cuando sea necesario. La utilidad que se dará a los documentos, es atributo propio de cada archivo o unidad archivística, puesto que los usuarios definen e identifican los modos de consulta de acuerdo a sus propias necesidades, la utilidad y el valor que tiene cada documento. Los caracteres propiamente son descriptores por su función y utilidad en los auxiliares descriptivos. Los caracteres externos se refieren a la estructura física del documento, de acuerdo con la clasificación de Theodore R. Schellemberg serían cuatro: 181 Clase y/o tipo documental, Contenedor, 92 Cantidad, Soporte. 93 Los caracteres externos son aquellos por los cuales con el simple mirar el documento podemos saber qué es. Es decir son aquéllos que reflejan la parte física del documento, forma, tamaño, color, etc. agilizando su identificación por la función que se realiza, dándonos pautas del contenido. Los caracteres externos se refieren a la estructura física del documento; de acuerdo con la clasificación de Theodore R. Schellemberg: Clase y tipo documental. El mismo Schellemberg, nos sugiere que para determinar este carácter físico, debemos respondernos a la pregunta ¿qué clase de documento es este? Al hablar de “clase” y “tipo”, nos estamos refiriendo a la forma en que se nos presenta a primera vista el documento; si es impreso, formulario, carta, informe o memorándum. La clase en cierta forma ayuda a la clasificación documental, ya que en base a los tipos documentales es posible clasificar las series. Un conjunto continuo da una serie. El tipo documental es aquél que se caracteriza por sus propiedades intrínsecas, como puede ser el color, el tamaño, la forma. Por ejemplo una tarjeta o un decreto • • • • 92 93 El término «formato», empleado por Schellemberg, fue modificado por «contenedor» en el libro Técnicas documentales de archivo del mismo autor, dado que se presta a confusión con la forma del objeto, queda más claro decir contenedor como aquello que contiene a las unidades documentales. Es la misma observación que la anterior, decir «forma» es indicar una presencia externa, no siempre indicando las cualidades de copia u original, queda más explícito el término «soporte». 182 tienen sus características plenamente diferenciadas, incluyéndose también la forma del escrito. Hablamos de los tipos documentales comunes como podrían ser los más usados en la administración pública. Por ejemplo un comprobante de pago. Documentos éstos que se encuentran en todos niveles. Generalmente cada oficina tiene un modelo preestablecido para determinar la categoría del documento. Si es carta lo más probable es que el tamaño del papel sea reducido; si es informe suele ser una hoja más grande que la carta; si es memorándum puede ser de tamaño mitad del de informe, etc. IRAM proporciona las normas para los diferentes tipos documentales. La clase o tipo va determinando entonces la especie a la que pertenece el documento, pero para una mayor aclaración, clase es sobre todo lo referente al soporte, es decir a primera vista podemos determinar si el documento es cartográfico, audiovisual, textual, cinta magnética, etc. La estructura del soporte es apreciable a simple vista, dentro de cada clase se presentan los tipos documentales, es decir, las diferentes formas dentro de una misma especie. La experiencia nos enseña que los documentos públicos que nos ocupan actualmente son en su generalidad documentos textuales y formularios. En la descripción es muy necesario especificar el tipo documental. La diversidad de tipos documentales se debe sobre todo a las diversas actividades a las que se dedica un determinado organismo. Algunos de estos tipos son especializados, de ahí que tenemos en muchos casos formularios propios para cada institución. Para facilitar la descripción, los tipos documentales pueden dividirse en grandes grupos. Schellemberg clasifica los tipos documentales comunes, persona183 les, de actividades financieras y judiciales, asuntos gubernamentales, que caracterizamos a grosso modo. Tipos documentales comunes. Los tipos documentales comunes son aquéllos que se producen en todas las actividades, sean éstas judiciales, económicas, gubernamentales, etc. Por lo general este tipo documental sirve de comunicación entre personas o instituciones. Los más conocidos son las cartas que componen la correspondencia. Dentro de este grupo podemos citar también las actas, los informes, memorándums, notas y telegramas, porque estos documentos son de utilidad para todas las actividades. Tipos documentales personales. Estos tipos documentales son más utilizados en un archivo histórico o intermedio, que en los jurisdiccionales o sectoriales de la administración pública. Son documentos producidos por las personas en sus actividades particulares. Los tipos documentales personales generan cierto malestar en la clasificación porque corresponden a una persona jurídica, bajo determinadas circunstancias que no son institucionales, ej.: si legalmente somos una institución, un historiador, un inventor, generamos documentos. Esto en el momento de hacer una clasificación genera problemas, porque no tenemos tipificaciones de esos documentos. Algunas sí es más factible clasificarlas rápidamente, por ejemplo cartas como cartas recibidas, o emitidas. Pero otra identificación se hace muy difícil. Son dignos de mención los diarios y memorias, álbumes, autobiografías, biografías, discursos, ensayos, genealogías, recortes de periódicos, etc. Tipos documentales financieros y judiciales. Tal como su nombre lo indica, los tipos documentales de referencia son aquéllos que se producen gracias a la actividad económica de una institución y dentro de los judi184 ciales, aquéllos que se producen como consecuencia de juicios, procesos, apelaciones, etc. propios de las actividades de tribunales. En los documentos financieros, es necesario tener un conocimiento básico sobre las actividades y léxico empleado, a fin de dar el tipo documental más acertado posible a la realidad. En la administración moderna un buen número de los tipos documentales son formularios impresos, como recibos, comprobantes de ingresos, asientos diarios, etc., lo cual facilita en cierta manera la identificación rápida del tipo documental. No ocurre lo mismo con los tipos documentales judiciales, debido sobre todo a la diversidad de planteamientos judiciales que se presentan, además de que en la ejecución judicial se producen diferentes tipos dentro de un mismo expediente. a.- Tipos documentales de asuntos gubernamentales. En la administración moderna es el Estado el que provee mayor cantidad de documentación, debido sobre todo a la gran diversidad y magnitud de actividades que efectúa el gobierno a través de sus organismos adyacentes. Asimismo originan tipos documentales muy especializados, dando lugar a gran variedad de formularios sobre actividades complejas. Deducimos entonces que el tipo documental, al ser claramente identificado por el archivero, está dando también a conocer la información generalizada de su contenido. b.- Contenedor. Schellemberg lo denomina formato y así se establece en algunos institutos de enseñanza archivística. Mi intención al definir contenedor, aparte de evitar confusiones entre formato y forma, se acerca más a su propia definición que es la manera en que son reunidos los tipos documentales al ser producidos. 185 El formato indica la forma escritural. Nosotros hemos cambiado por el vocablo contenedor de los documentos, hablamos por el volumen (libro actas, unidades archivables expedientes). Las unidades que se conservan como series (alfanuméricos) y unidades que se conservan ordenadas por files. Crear un file con una determinada característica, por ejemplo correspondencia recibida de tal o cual ministerio, y separamos de acuerdo a ministerios, no están mezclando por fecha sino subdividiendo y a su vez es posible clasificar dentro del mismo file por las clasificaciones tradicionales —numérica y cronológica—, no son expedientes, son files. En el expediente hay que cursar necesariamente un trámite, en un file no. Un carácter externo del documento será la cantidad, para hablar de ella hablamos en medidas lineales, para tomarlas partimos desde 10 cm hasta metros lineales, porque al momento de realizar un inventario no se va a encontrar una serie con menos de 10 cm, si existe es porque esos documentos requieren de un análisis por piezas documentales, ya no por expediente, por libros, por contenedores, etc. Estos contenedores, de acuerdo con su forma física y modo de operación, llevan distintos nombres o nominaciones generales que están de acuerdo con su propia naturaleza. Theodore R. Schellenberg designa tres grupos: l) Volúmenes: este término es también bibliotecológico. Se denomina volúmenes cuando los documentos pueden ser encuadernados hasta cobrar el aspecto de un libro. Se denomina también libro. Es necesario aclarar qué clase de volumen es, por ejemplo: libro de cuentas, libro mayor, libro copiador, libro de actas, etc., y si fueran de un solo tipo documental especificar si es un empaste o un cuaderno. 186 2) Unidades archivables: lo consideramos como el más común dentro de la administración pública, puesto que se trata de determinadas estructuras físicas que permiten colocar los documentos referentes a un solo asunto. Es necesario también aclarar qué clase de unidad es, si se trata de carpeta, legajo, expediente, archivador de palanca, folder, etc. 3) Unidades ordenadas deliberadamente. A estas unidades Schellenberg, las denomina como series de determinada ordenación. Si hablamos de series creamos confusión con la clasificación general, es por eso que preferimos llamarlas “unidades ordenadas”; sería lo que en terminología inglesa se denomina “files” que obedecen a un orden determinado por las actividades mismas. Este orden puede ser alfabético, numérico, etc. c. Cantidad. En la descripción es muy importante saber la cantidad puesto que nos orienta acerca del espacio que ocupa la documentación; nos da un cálculo aproximado del crecimiento documental anual y nos permite prever el espacio necesario que se requeriría tanto en el propio archivo administrativo como en los archivos intermedio e histórico al efectuarse el traslado o la transferencia. Es necesario verificar si la documentación está colocada de canto o “acostada”. Si la documentación está de canto se miden longitudinalmente y paralela al horizonte o al piso; si la documentación está acostada, se mide perpendicularmente al horizonte o al piso, indicando en la descripción la totalidad de documentos en metros lineales; así mismo es necesario determinar la cantidad exacta de volúmenes y unidades archivables o de conservación. d. Soporte. Theodore R. Schellemberg habla de forma, lo cual nos confunde fácilmente con el formato, de 187 ahí que la denominación de la forma es preferible cambiarla por la de soporte, puesto que el soporte contiene a la información, vale decir si está en original o si está reprografiado (copias, multicopias, fotocopias, etc.) todas las variedades de reproducción del original. Tendremos entonces un soporte original o soporte reprografiado. En este punto es necesario hablar un poco del contenido del tipo documental, ya que tendríamos que separarlos en grandes grupos para describirlos, es decir, es necesario verificar si es el original o la copia la que se encuentra en el archivo. Si es copia también es necesario aclarar si esa copia es de carbónico, si es copia a máquina (recopilación), si es fotocopia del original, si es fotocopia de copia, si es microfilmada, etc. Los caracteres internos se refieren más al contenido del documento, pero para hacer una descripción del contenido de cada documento resultaría una labor pesada e innecesaria, Gunnar Mendoza nos advierte sobre esta situación: “Existe actualmente en la mayoría de los archivos latinoamericanos una marcada desproporción entre la cuantía de los materiales a describirse y las posibilidades reales de la descripción para absorber todos estos materiales. La tendencia indica que en el futuro esa desproporción irá aumentando en vez de disminuir, a menos que se establezcan nuevas bases descriptivas. En el párrafo anterior hicimos un análisis sumario de esta característica peculiar de los archivos latinoamericanos. Allí mismo indicamos que el origen del problema reside principalmente en el hecho de que en nuestros repositorios la descripción ha tenido siempre, y tiene, por objeto el documento suelto, y el tratamiento detallista que se le aplica. Expresamos también que el remedio de esta crisis consiste en abandonar esa política 188 descriptiva y adoptar otra en que el objeto de descripción sean los conjuntos homogéneos de documentos”.94 Por lo expuesto se ha visto conveniente resumir aquellos caracteres comunes a todos los documentos y que a su vez nos indican una referencia documental que nos permite ubicar y conocer su sentido en el auxiliar descriptivo. Así tenemos que las propiedades principales de todo documento son: • Entidad productora, • Los orígenes funcionales, • La fecha y el lugar de producción • El contenido substantivo. Los caracteres internos se refieren más al contenido del documento pero para hacer una descripción del contenido de cada documento resultaría una labor pesada e innecesaria, por lo que se ha visto conveniente resumir aquellos caracteres comunes en todos los documentos y que a su vez nos indican una referencia documental que nos permite ubicar y conocer su sentido en el auxiliar descriptivo. Así tenemos que las propiedades principales de todo documento son: la entidad productora, los orígenes funcionales, la fecha y lugar de producción y el contenido substantivo. a. Entidad productora. Todo documento es producto de una actividad, es decir no habría documentos si mediante una acción no fuera creado, por consiguiente existe siempre una entidad que acciona, y como producto de esa actividad surge el testimonio, el documento. Es por eso que la entidad productora tiene vital importancia en la archivología, puesto que determina la procedencia de los documentos. 94 MENDOZA, Gunnar. Op. cit., pág. 7 189 Es la entidad quien produce los documentos, es necesario entonces caracterizar si es pública, industrial, o religiosa , la entidad productora nos da una pauta de la procedencia del documento. En esta etapa hablamos del principio de procedencia como una de las propiedades documentales que nos indica de dónde proviene el documento y legalmente a dónde pertenece. La entidad productora debe ser necesariamente descripta en cualquier auxiliar descriptivo. Alude directamente a la persona jurídica, es decir, el documento puede ser producido tanto por una persona como por una institución. Si es institución puede dividirse en dos grandes grupos: los públicos y los privados. Al determinar la entidad productora también limitamos el campo del contenido, porque cada institución tiene sus propias funciones. Si la entidad productora es una persona, al describir hay que procurar tener en cuenta la actividad que desempeña esta persona en la sociedad, lógicamente que esto nos dará una pauta del contenido documental sin necesidad de leerlo todo. b. Orígenes funcionales. Los orígenes funcionales cobran una importancia vital para el archivero, puesto que determinan la función administrativa que motiva la documentación, al mismo tiempo que nos indican la causa por la cual fueron producidos. La causa generalmente nos da la importancia del documento, lo que nos hace suponer que un documento por felicitación de cumpleaños no cumple la misma función ni tiene la misma importancia que un informe de actividades. La función es bastante genérica para especificar las labores que desempeña una institución para el logro de sus objetivos, para ser más específicos denominamos “actividades”, y más específicamente actos. El término trá190 mite enumerado por Schellemberg es así mismo genérico, puesto que anuncia una serie de pasos que sigue un determinado documento para lograr una resolución. Estos términos de funciones, actividades, actos y trámites son aplicables a toda administración y a toda persona jurídica, puesto que la constancia es el documento mismo. c. Fecha y lugar de producción. Todo documento válido lleva necesariamente la fecha, aun cuando no todos llevan el lugar. Así tenemos que los documentos que sirven para efectuar un trámite interno de una institución, muchas veces no llevan membrete, se descuida este detalle. La fecha y el lugar son las acciones del nacimiento del documento. La fecha y lugar de producción, más conocido como datación, nos da una pauta del cuándo y del dónde, que también son descriptores de la ubicación, el cuándo nos da un orden cronológico, generalmente es la datación la que nos da indicio del orden original de los documentos, otro principio, o sea en qué orden fueron creados estos documentos, que hay que respetar. En los documentos jurídicos cobran enorme importancia, lo mismo que para las investigaciones, permiten determinar el tiempo de validez del documento, y cuando la clasificación así lo requiera, permite el ordenamiento cronológico. d. Contenido substantivo. Su nombre mismo lo indica, es el contenido substancial por el cual ha sido necesario producir el documento, a este contenido se lo denomina asunto o tema principal. En la administración moderna se procura que este contenido sea lo más preciso posible en la relación con las actividades de cada institución. El contenido substantivo, es el carácter más amplio, contiene temas de personas, lugares, cosas, fenóme191 na; al decir personas limitamos un poco con personas jurídicas. Al querer hacer un inventario por personas tendremos una gran cantidad de información sobre personas. Esto da una pauta de la validez del documento, mediante los valores primarios del documento, sobre la importancia de ciertos de estos factores sobre los demás, no hablamos de temas, no los archivamos por tema, es una cuestión más bibliotecológica, en el archivo casi no se usa el problema tema, al cual se lo confunde generalmente con el asunto, éste se encuentra más que todo en el tipo documental ya que este nos da ya una idea cabal del asunto. El asunto por lo general puede referirse a las personas jurídicas y sus acciones, a los lugares, a las cosas y a la fenómena. Personas. Al hablar de personas nos referimos a la persona jurídica, es decir que puede ser una persona como una institución. Así mismo éstas pueden ser públicas y privadas, como hemos mencionado anteriormente. Lugares. Se refiere generalmente a regiones geográficas, así mismo puede incluirse a dependencias en distintos lugares de la misma institución. Al describirse, es preferible siempre partir de lo general a lo particular, es decir regiones, países, provincias, municipios, pueblos, ciudades, villas, etc. Cosas. Encierra en su concepto objetos materiales. Se subdividirían en dos grupos, los artificiales, en los que interviene la mano del hombre, los mismos que se subdividirían de acuerdo con las especialidades a que corresponden. Si hablamos de automóviles, tractores, maquinarias, generalizaremos como mecánica; si hablamos de puentes, caminos, represas, consideraremos como ingeniería, etc. y las cosas naturales que a su vez se subdividirían de acuerdo con los reinos de la naturaleza, la designaremos como minerales, vegetales y animales. 192 Fenómena. Se refiere sobre todo a las múltiples manifestaciones fenomenológicas, como consecuencia de una organización social, tales como políticos, económicos, sociales, religiosos, científicos, militares, etc. Los períodos cronológicos son comunes en todo el contenido substantivo, pudiendo describirse por eras, siglos, décadas, años, meses o días. Todo este estudio que se realiza en la descripción, permite comprender que describir es efectuar registros, pueden ser en distintos soportes, fichas, listados, medios electrónicos, con la finalidad de que exista una constancia de la existencia documental y permitir la recuperación de la información contenida en el documento. La descripción no admite errores en su elaboración, puede considerarse irreversible, por eso es necesario efectuar algunas labores previas. • Comprobar la existencia de los documentos, saber qué se tiene, lo que ingresa o egresa, si fue seleccionado, si se facilitó el documento, quién se lo llevó, cuándo, por cuánto tiempo. Asimismo se pueden establecer las características de esos documentos para saber el porqué de la demanda, posteriormente se puede confeccionar un auxiliar descriptivo de acuerdo con esa características del archivo, no deben ser secretos. • Los auxiliares descriptivos deben ser los medios más aptos para encontrar el documento requerido, siendo su naturaleza simple, y de acuerdo con las características del archivo, no deben ser secretos con contadas excepciones con los archivos del Estado, militares, etc. • La descripción debe ser lo más completa posible tanto y en cuanto al documento se refiere como al contenido mismo del archivo, muchas veces por la excesiva demanda que presentan algunos tipos documentales, se des- 193 cuidan otros que pueden ser esenciales, es decir, documentos poco consultados pero con información valiosa. • Hay que tener presente que los auxiliares descriptivos, pueden ser reelaborados por algún sistema cibernético o informático, por consiguiente es bueno pensar qué tipo de información es la esencial para estos sistemas. Las técnicas descriptivas para su buen desempeño, utilizan diferentes formas de registro, como ser las guías, los inventarios, los catálogos. Los auxiliares descriptivos.- El breve análisis que sigue a continuación sobre el proceso de ordenación por tipos documentales, está enfocado en función de la evaluación de documentos normalizados, en su mayoría como formularios que son elaborados en base a las necesidades de organizaciones públicas como privadas. Esta evaluación nos lleva a determinar el valor y la importancia relativa de cada uno de los documentos como base técnica para viabilizar la conformación de un sistema interno del manejo documentario de cada organización. Establecida la clasificación obligatoria en todo archivo, admitida la ya existente por ser la justa, la labor del archivero se encamina a proveerse de un instrumento que le permita rápida y claramente, localizar cualquier pieza solicitada. Las técnicas descriptivas le proveen el inventario: que tiene un carácter localizador, ya provisto de aquellos datos imprescindibles mediante los cuales se reconoce los documentos por su cualidad, su fecha y el lugar en que está emplazado, la signatura —ubicación— el tipo documental o una brevísima descripción de datos y la fecha o fechas que abarcan. El inventario de un archivo, como otros instrumentos, tiene formatos distintos, sean fichas, planilla o li194 bros de registro en que las hojas se dividen en columnas cuyos asientos siguen un orden numérico de unidades. Por lo general, los archivos de larga data tienen sus inventarios tradicionales. Este primer auxiliar de localización, tiene su mayor aplicabilidad para uso de los funcionarios en su labor de servicio. No está hecho para proporcionar información exhaustiva sobre el contenido sustantivo de los documentos. Los inventarios no se confeccionan pensando en su publicación a pesar de que hay inventarios que se han publicado por su importancia. El inventario es por excelencia, el auxiliar descriptivo del archivo. La guía conoce los detalles documentales en forma generalizada, panorámica, de los documentos que están bajo la custodia del archivo, así como una información complementaria sobre el archivo en sí; la guía del archivo es un medio de comunicación a los consultantes. Informa sobre los fondos, de una manera panorámica, proporciona la orientación sobre documentos del archivo que son útiles para un determinado campo de investigación. La historia del archivo mismo explica cuál puede ser el valor de los documentos, y el estado de utilización en que se encuentra. La guía decide a un investigador sobre la necesidad de visitar al archivo. No pretende más que informar. Es tan esencial está información, que el movimiento actual del mundo archivero ha cifrado su trabajo en la confección de guías de los archivos, para cubrir la gran laguna existente de información adecuada. Primero hay que saber dónde están los documentos, luego investigarlos. No todos los papeles que se guardan en los archivos tienen la misma significación incluso su valor varía con el tiempo. Al período de la supremacía de la historia ex195 terna ha sucedido el de interés por la historia interna. La sociología, la economía, la etnología, entran de lleno en la faz de la utilización de los documentos, para las series de documentos que el investigador o funcionario del siglo XIX no hubieran considerado como esenciales son buscados con entusiasmo. Censos de población, documentación financiera, descripciones etnográficas han adquirido un relieve que está en función de estas nuevas directrices del saber humano. Así el archivero debe estar preparado ante semejante pedido y debe confeccionar índices que puedan ayudar al mejor conocimiento de ciertos fondos documentales. Los índices deben cumplir con el requisito de orientar, es decir proporcionar a los consultantes, en forma breve, la localización de los documentos que pertenecen al enunciado del título. Los índices son las claves mediante las cuales el consultante sabe que tiene necesidad de visitar un depósito documental. Aún existe un paso más avanzado en la labor del archivero con respecto a sus funciones de servicio y es el de facilitar al investigadores en la búsqueda de la información que necesita. Esta ayuda se plasma en una obra útil y apta para la circulación, que por su contenido proporciona tan buena información que, en algunos casos es suficiente para el consultante, sin tener que recurrir al original. Nos referimos a la confección del catálogo. El auxiliar descriptivo más completo y que necesita mayores y mejores conocimientos para ser realizado, le requiere un mayor trabajo intelectual, elaborando resúmenes completos del contenido sustantivo, tarea ardua porque los límites de lo esencial y lo accesorio son a veces difíciles de discernir, ya que se presta a la redacción o elección subjetiva de las descripciones. 196 En América Latina, la cuestión de los archivos empezó en la época de Carlos V, la elaboración de los auxiliares descriptivos son una continuación del concepto español, paralelo al concepto histórico. Se diferencia de los Estados Unidos de Norteamérica, por la iniciativa estatal en el caso latino y por las concesiones privadas en el caso norteamericano. La realización del catálogo es considerada como una etapa principal porque resalta los documentos de gran importancia. Individualiza los documentos separados del conjunto; con determinado número de datos dispuestos inteligentemente. El catálogo es para Schellemberg cualquier auxiliar hecho en fichas. Mientras que para Tanodi es una selección en forma de colección realizada con fines de información o investigación. Para Vázquez es un conjunto de asientos, cada uno incluye un resumen del contenido documental y se ordena entre los demás según el criterio del catalogador. Es necesario hacer una distinción con el corpus documental que se trata de una recopilación de textos variados; el catálogo es un corpus documental de proporciones reducidas, tanto en el tamaño como en el texto. El catálogo es esencialmente descriptivo en contraposición con el índice que es de carácter indicativo. Cada ficha catalográfica se refiere a un documento determinado, en cambio, las fichas de indización se refieren a un asunto que puede estar en varios documentos y con distinta ubicación. Plan de catalogación. Para realizar una buena catalogación es necesario realizar previamente un plan, teniendo en cuenta básicamente: 197 1) Es necesario tener en cuenta los índices que se van a hacer, de modo que ambos auxiliares tengan una relación y apoyo mutuo. 2) Estudiar cuál es la relación del catálogo por elaborar, con los ya existentes, o con los que posteriormente se han de elaborar, a fin de no duplicar ni desperdiciar esfuerzos. Si los catálogos existentes son diferentes de lo que vamos a elaborar, es posible separar los ya existentes. En todo caso lo deseable es poder reunir todos los catálogos en una sola unidad o modelo de trabajo. 3) Analizar cuáles han de ser los documentos que se han de catalogar en primera instancia. Se sugiere tomar en cuenta: a) Los documentos que tuvieran relativa importancia por su antigüedad. b) Por el tipo documental. c) Por la importancia social o histórica de un acontecimiento. d) Por ser documentos más solicitados. e) Por ser una colección. f) Por las personalidades intervinientes que revisten algún grado de importancia. 4)Analizar los encabezamientos taxonómicos, los soportes, la diagramación de las fichas, modo de hacer el resumen. Así mismo, para lograr una buena catalogación, es necesario tener en cuenta: • Que cada ficha catalográfica y el catálogo en sí, sea el camino más corto entre el usuario y el documento. • Que sea inteligible para quien requiera acceder a la información. • Que no sea tan rígido temáticamente hablando, permitiéndole al usuario relacionar hechos. • Que tenga visión de futuro. 198 • Que sea expandible. Publicación de catálogos. La publicación persigue generalmente dos fines, la de difundir los contenidos documentales y la de salir a buscar a los investigadores, para esto son útiles las guías y catálogos. Toda publicación catalográfica necesita de una introducción explicativa sobre los criterios adoptados para la catalogación. Es recomendable incorporar el listado de tipología documental. Al realizar un publicación es necesario también utilizar el espacio adecuado para explicitar los servicios que se dan al consultante, si hay facilidad de copias, horarios de atención, hay servicios de transcripción. No bastan estos inconvenientes, el catálogo es la obra más acabada y completa de la labor archivística; la más interesante porque individualiza los documentos proporcionando relieve que le fueron privadas en las etapas anteriores y le devuelve la personalidad que le corresponde como obra humana. Los catálogos describen un todo orgánico, sección o series, o de un conjunto de diversas procedencias unido convencionalmente en atención a su contenido, su tipo documental, su fecha u otros elementos que constituyen una pieza documental. Cuando se tiene un conjunto de documentos de gran importancia y para los que un índice resulta un medio de información insuficiente, el catálogo es la técnica a emplear. Los catálogos son necesarios, por ejemplo, para las colecciones que, por su origen, están integrados por elementos muy diversos, de variadas procedencias. Según la minuciosidad y exactitud con que un catálogo ha sido redactado puede satisfacer las necesidades de los investigadores como información, y en algunos ca199 sos puede ser mejor que la reproducción microfotográfica en serie, evitando leer mucho documento que carece de interés para el usuario. Si bien es verdad que nada puede sustituir el original mismo, el catálogo es el más elaborado de los medios de información que el archivero es capaz de producir. Todas las tareas anteriormente descriptas son las que el archivero desarrolla para cumplir sus funciones, organizador y facilitador, de documentos, con proyección a publicaciones para servicio impersonal. En la catalogación uno de los problemas frecuentes que se presenta es la ordenación de los documentos. El archivero, de acuerdo con su experiencia, elige el método de ordenación para servir mejor al usuario. La clasificación parte de un todo que generalmente se denomina universo. Este universo es fraccionado por categorías hasta sus partes indivisibles, permitiendo una comprensión adecuada de cada uno de los sectores. Para que estas fracciones tengan un nexo entre sí se utilizan los taxones, término genérico que designa un grupo cualquiera que se aglomera por factores o propiedades comunes. Los taxones pueden ordenarse principalmente de dos maneras: sistema jerárquico y sistema secuencial. En el primero se dan distintos niveles categorizados por sus cualidades. De lo universal a lo particular; comprendiendo cada nivel superior a todos los taxones de su línea. En el sistema secuencial todos tienen un mismo nivel. Éste se usa como una parte del sistema jerárquico y para cantidades no muy grandes de asientos. Cuando hablamos de un sistema diccionario, normalmente clasificamos de manera jerárquica, pero cuando uno lo pone en uso se le ofrece de manera secuencial. 200 El éxito de un sistema depende de la base de división, es decir, depende del criterio usado para las distintas divisiones de los taxones. La clasificación puede dividirse también en generales, autónomas y semiautónomas. Las autónomas son clasificaciones preparadas por el catalogador para resolver un determinado problema. Las generales son clasificaciones que pretenden abarcar todos los temas. En las clasificaciones generales se ubican los sistemas Dewey y C.D.U. Las semiautónomas son clasificaciones que toman un sector de la clasificación general adaptándolas a una necesidad específica, Tanodi y Schellemberg no son partidarios del Dewey para archivo. Esto ocurre con todas las clasificaciones generales. El archivero no es sólo un funcionario que proporciona documentos cuando se lo solicitan. Frecuentemente es un investigador que conoce los materiales que le están encomendados y que puede rellenar la tarea de servir y certificar documentos valiosa e interesante labor de informar, ayudar y aconsejar a los consultantes que acudan a su centro en búsqueda de fuentes documentales. En la actualidad, los soportes documentales, en los cuales se registra la información, tienen tanta variedad que posiblemente lleguemos a especializaciones por cada tipo de soporte: papel, cinta magnética, cintas perforadas, cinéticos, etc. Toda esta variedad genera técnicas específicas para la reproducción y difusión de los documentos; es decir, las técnicas empleadas nos permiten almacenar los documentos en forma ordenada, adecuada a las necesidades de la información, buscando permanentemente soluciones para cubrir las continuas demandas existentes en la actualidad sobre los aspectos de información. 201 Estas técnicas no pueden estar dispersas, requieren de un cuerpo de ideas que las relacionen, formando un conjunto de conocimientos con la finalidad común de brindar información. Todas estas técnicas reunidas entre sí, generan teorías. Las técnicas permiten una acumulación documental ordenada y racional, adecuada a las necesidades de información; las teorías concretan la apertura de nuevos sistemas y conocimientos sobre la materia que permiten ver claramente el amplio panorama de la comunicación. Los archivos tienen su personalidad jurídica bien marcada en las instituciones, y son los archivos públicos los que en cantidad y calidad, así como en tiempo, reúnen mejor los requisitos que los colocan en el primer lugar de la clasificación de archivos. Los archivos tienen a su cargo los documentos de Estado y deberían gozar de la atención de los poderes públicos para que tales documentos cumplan las funciones que de ellos se requieren. V. gr.: en 1543 el emperador Carlos I decidió que “ciertas escrituras concernientes a nuestra real corona y real patrimonio y a otras cosas se trasladaran al castillo y fortaleza de Simancas para que en ésta estén mejor guardadas y puedan ser consultadas más fácilmente por nuestros fiscales y por las personas que hayan menester”. Se destacan en estos párrafos dos elementos esenciales de los objetivos que se perseguían: • La seguridad de los actos públicos. • Su mejor consulta. Para llenar dichos fines se destina a personas capacitadas en la administración pública y en el manejo de los documentos. El interés por una formación profesional es patente. 202 LAS NORMAS Consecuentemente y con el fin de lograr situaciones de lenguaje común a la descripción general de todos los archivos, se plantean normas como las ISAAD (G), las normas ISAAR y la aplicación de las normas ISO para generalizar el trabajo de los archivos. Las normas ISAAD (G) El Consejo Internacional de Archivos (CIA) presentó un proyecto denominado ISAD (G), que básica consiste en una norma internacional general de descripción archivística, que fuera adoptada por la comisión ad hoc sobre normas de descripción. En Madrid entre el 21 y el 24 de enero de 1992 y por la Secretaría de la Comisión del C.I.A. sobre normas de descripción archivística este trabajo fue distribuido en inglés. La copia se realizó solamente para objetivos de referencia; no como un documento oficial. Pero, en muchas parte se adoptó directamente y se aplicó sin tomar en cuenta ninguna consideración previa. Los miembros del C.I.A. que han formado parte de la comisión desde su formación en 1990 son: Christopher j. Kitching, (Presidente), Reino Unido; Hugo L. P. Stibbe, (Director del Proyecto), Canadá; Chislain Brunel (1990 -1991) Francia; Michael Cook, Reino Unido; Jan Dahlin, Suecia; Wendy Duff, Canadá; Ana Franqueira, Portugal; Pedro González, España; Christine Petillat, (1991) Francia; Sharon G. Thibodeau, Estados Unidos; Habibah Zon Yahaya, Malasia; Charles Kecskeméti, Director Ejecutivo del C.I.A.; Wolf Buchmann, Secretario de Asuntos Técnicos; Representante de la Secretaría del C.I.A.; Axel Plathe, Representante del PGI de la UNESCO; Secretaría c/o National Archives of Canadá. El borrador de reglas generales para la descripción fue preparado por un grupo de la comisión ad hoc sobre 203 normas de descripción. Fue establecido en la primera sesión plenaria de la comisión en Höhr Grenzausen, Alemania, en octubre de 1990. El grupo estuvo formado por: Wendy Duff - Coordinadora; Michael Cook, Sharon Thibodeau, Hugo Stibbe Director del Proyecto y Secretario El grupo se reunió en Liverpool, Reino Unido, en julio de 1991, para completar el borrador que pasó por las etapas de todo proyecto; luego fue discutido, modificado y ampliado en la reunión plenaria de la comisión, en Madrid, en enero de 1992. Esta participación de España permitió que se difundiera en el habla hispana y el entusiasmo español adoptó formalmente el borrador en esta reunión. Se le conoce como borrador de Madrid de la “ISAD (G): Norma Internacional General de Descripción Archivística”. El borrador de Madrid de la ISAD (G) fue puesto en circulación en febrero de 1992, para ser comentado por la comunidad archivística internacional, traducido a las lenguas oficiales del Consejo Internacional de Archivos y distribuido como ponencia en el XII Congreso Internacional de Archivos celebrado en Montreal, en septiembre de 1992, siendo discutido en una sesión abierta. La comisión volvió a reunirse en Estocolmo, en enero de 1993, para examinar y revisar el documento respondiendo a los comentarios recibidos de todas partes del mundo y a los efectuados en la sesión abierta de Montreal. Son las normas adoptadas en algunos archivos de Europa. No obstante se propuso un período de cinco años para revisar este documento, lo cual será recomendado al C.I.A. cuando sea presentado para su publicación.95 95 Concilio Internacional en los Archivos. Comisión ad hoc en las Normas Descriptivas; ISAAR(CPF): Descripción general de archivos para los cuerpos corporativos, personas y familias: último ICA aprobó la versión. 204 Las normas ISAAR(CPF) Esta norma internacional de descripción para los documentos corporativos, de personas y gamilias fue aprobada en su última versión por el Consejo Internacional de Archivos; preparado por la comisión ad hoc en normas descriptivas en París, Francia, entre 15 y el 20 de noviembre de 1995. Desarrollado con la contribución de la UNESCO. El grupo formado por Un Wendy Duff, Jan Dhalin, Christine Nougaret, Hugo Stibbe (director del proyecto y secretario), y Michael Cook, miembros de la Comisión ad hoc de Normas de descripción del Consejo Internacional de Archivos (C.I.A.), se reunió en Estocolmo (Suecia), en enero de 1993, en la tercera sesión plenaria de la comisión, con el fin de elaborar un documento de trabajo; propuesto como una norma que estableciera control en los sistemas de información archivísticos. El mismo que en noviembre de 1993 celebró una reunión en Liverpool (Reino Unido) para tratar de los puntos de acceso en la descripción archivística. La norma ideada por el grupo, peca por sus semejanzas a las normas bibliotecarias para el control de autoridad de los encabezamientos, basado en las investigaciones que, sobre este tema, se estaban realizando en Canadá y en Estados Unidos. La inspiración de estas normas estaría sustentada en la labor que la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA) que ha venido desarrollando a nivel internacional durante los años 70 y 80, en materia de encabezamientos autorizados, como las Guidelines for authority and reference entries (IFLA, 1984). El grupo elaboró un anteproyecto que fue examinado, modificado y ampliado durante la sesión plenaria de la comisión ad hoc celebrada en La Haya en octubre de 205 1994. Este anteproyecto se difundió entre algunos miembros de la comunidad archivística internacional para que ésta presentara sus comentarios. Durante la sesión plenaria de la comisión celebrada en París en noviembre de 1995, se examinaron los comentarios recibidos. Es interesante saber que la comisión ad hoc de normas de descripción del CIA manifiestó su agradecimiento a los archivos nacionales de Canadá, por la ayuda proporcionada al secretariado, y a aquellas otras instituciones, como la Universidad de Liverpool (Reino Unido), la Escuela Holandesa de Archivística (Países Bajos) y los archivos nacionales de Francia, que han recibido a la comisión durante la elaboración de este documento. Origen y objetivo del documento normativo Dentro de sus actividades de normalización, la comunidad archivística reconoce la importancia de una adecuada presentación de los elementos informativos descriptivos, entre los cuales, uno de los más importantes es el relativo al contexto de producción de los documentos (entidad productora). La norma internacional de descripción archivística, la ISAD (G): Norma Internacional General de Descripción Archivística, prevé la integración de esta información sobre el contexto en la propia descripción de la unidad archivística (el fondo, grupo, la serie o el expediente, el tipo documental, las unidades documentales). La norma ISAD (G) admite, sin embargo, la posibilidad de tratar autónomamente esta información contextual combinándola con otros elementos informativos utilizados en la descripción. Considera el grupo que existe una serie de motivos que justifican la utilidad de este tratamiento de la información contextual fuera de la descripción. Esto signifi206 ca que la información contextual se puede relacionar con la descripción documental de un mismo productor que se conserva en más de un archivo, (principio de pertenencia) o bien con las de archivos y obras bibliográficas de un mismo productor que se conserve por separado (principio de procedencia) o con documentos que todavía conserve dicho productor. Estas relaciones son muy limitadas porque hasta el momento sólo facilitan la investigación histórica. Esto siempre de acuerdo con los enunciados del documento original. Supuestamente estas normas deberían permitir que los diferentes archivos que conservan documentos de un mismo productor pueden intercambiar con más facilidad su información contextual sobre dicho productor si ésta se ha tratado de una manera normalizada. Para ello contamos los archiveros con la descripción colectiva). Para este grupo, dicha normalización adquiere un interés internacional cuando el intercambio de información contextual traspasa las fronteras nacionales (consideremos que sin necesidad de las normas los documentos conllevan un interés internacional implícito en su contenido sustantivo). El carácter multinacional de los archivos actuales y del pasado, producidos en el desarrollo de actividades como la colonización, la inmigración o el comercio, está reclamando una normalización internacional que permita el intercambio de la información contextual, esta situación justifica nuestra opinión de que estas normas son más para facilitar solamente la investigación histórica. Una norma internacional que pretenda servir de base para el intercambio de las descripciones relativas a los productores de archivos debe fomentar la preparación de unas descripciones coherentes, pertinentes y explícitas aplicables a las entidades, personas y familias que 207 sean entes productores, no requerimos enormes esfuerzos para ello cuando, por caminos más archivísticos, podemos lograr con una descripción colectiva, respetando derechos colaterales. Esto es perfectamente coherente con una normalización más general de la información contenida en los puntos de acceso de las descripciones archivísticas o bibliográficas ya que, en efecto, el nombre del productor de la unidad de descripción puede considerarse el principal punto de acceso en la descripción archivística. En los sistemas de información bibliotecarios el contenido del punto de acceso es objeto de una descripción normalizada denominada encabezamiento autorizado. El encabezamiento autorizado comprende una entrada autorizada (es decir la formulación normalizada del nombre o término utilizado como punto de acceso) combinada con otros elementos informativos que describen el contenido de la entrada autorizada o remiten a otras entradas autorizadas. En un encabezamiento autorizado clásico estos otros elementos informativos no son más que los calificadores fundamentales que sirven para clarificar perfectamente el contenido de la entrada autorizada, de manera que en los ficheros de autoridades voluminosos se distinga claramente los diferentes encabezamientos autorizados. Con la formación de bases de datos actuales, estos encabezamientos autorizados quedan un poco obsoletos, si bien tienen vigencia para las objetivos de la bibliotecología, en archivística se pueden realizar puntos de acceso en cada campo de la planilla de una base de datos. A partir de este punto de vista, es obsoleto el análisis de estas normas. La descripción normalizada de un productor de archivos pueden considerarse una clase de encabezamiento autorizado que comprende una entrada autorizada (el 208 nombre) combinada con otros elementos informativos que sirven para describirlo o que remiten a otras entradas autorizadas. Las descripciones contextuales normalizadas para archivos, ya que sirven para describir perfectamente al ente productor y tener un mayor conocimiento de las descripciones relativas a sus archivos, deben utilizar en mayor medida que los encabezamientos autorizados clásicos otros elementos informativos distintos para resaltar esta diferencia, es preferible denominar a estas descripciones normalizadas del contexto de producción encabezamientos autorizados archivísticos. El principal objetivo de este documento consiste en proporcionar unas reglas generales para el establecimiento de los encabezamientos autorizados archivísticos relativos a las entidades, personas y familias que figuran como productoras de archivos en las descripciones archivísticas. Con este tipo de normas, sería conveniente preguntarnos si no estamos forzando la condición natural del cuerpo descriptivo para sujetarse y responder a normas internacionales. Los encabezamientos elaborados a partir de estas reglas servirán para normalizar la forma de los nombres de los productores de archivos, a la vez que para describir todos aquellos atributos del productor que sean necesarios para comprender el contexto de producción de cada conjunto documental. Un encabezamiento autorizado archivístico, elaborado según esta norma, puede servir también para controlar la forma del nombre y la identidad de cualquier entidad, persona o familia mencionada en cualquiera de los puntos de acceso de una unidad de descripción. Nos preguntamos si este objetivo planteado por el documento, es una labor netamente archivística, o más bien una labor administrativo-histórica. No se comprende que los 209 archivos tengan el control desde ese punto de vista, si consideramos desde el punto de vista informativo, posiblemente realicemos adelantos en cuanto a información, pero no en cuanto a actividades de control. En esta norma se trata sólo de algunas de las condiciones requeridas para el intercambio de la información contenida en los encabezamientos autorizados archivísticos. A nivel nacional o en cada lengua deberán elaborarse normas y convenios para la normalización de los puntos de acceso. Además, para que se lleve a efecto el intercambio de esta información de los encabezamientos autorizados archivísticos, es preciso que los archivos afectados elaboren y utilicen formatos de intercambios que se adapten a ello. Sería muy conveniente impulsar la elaboración o identificación de un formato que se adapte al intercambio internacional de la información contemplada en esta norma. Para comprender mejor las ventajas y desventajas de esta norma, incluimos el capitulo de la descripción colectiva.96 Las normas ISO Estas normas, al igual que las anteriores, tienen una relación muy estrecha con la UNESCO. Desde la creación del UNISIST en 1972, la UNESCO ha planteado en el campo de la información, la formulación permanente y su publicación, de directrices para mejorar los sistemas y servicios de información y establecer formatos y prácticas normalizados. La UNESCO ha cooperado también estrechamente con la Organización Internacional 96 International Council on Archives; ISAAR(CPF): International Standard Archival Authority Record for Corporate Bodies, Persons and Families, Final ICA approved version, Prepared by the Ad Hoc Commission on Descriptive Standards Paris, France, 15-20 November 1995, The Secretariat of the ICA Ad Hoc Commission on Descriptive Standards, Ottawa, 1996. 210 de Normalización (ISO) en el establecimiento de normas y recomendaciones, en particular en los campos de: a) la bibliotecología y la documentación, b) la terminología, c) el tratamiento de datos, y d) la reproducción de documentos. Algunas normas y recomendaciones de la ISO son producidas gracias al UNISIST. El establecimiento en 1977 del Programa General de Información de la UNESCO (PGI) refundió en una misma división: a) los sistemas y servicios de información científica y tecnológica (incluida la promoción y el desarrollo del UNISIST), y b) la promoción de la documentación, las bibliotecas y los archivos. El Consejo Internacional de Archivos (CIA) comprendió claramente la importancia de las directrices y normas con miras a una plena capacitación profesional de los archiveros y del número creciente de investigadores cuyas necesidades atienden. Desde mediados de los años 70, los comités técnicos del CIA han preparado manuales de conservación de archivos y tecnología del microfilme, así como normas básicas relativas al material y equipo de los talleres de conservación y reprografía. El CIA, contando con el apoyo económico de la UNESCO estableció un modelo estadístico para las actividades archivísticas, así como un glosario plurilingüe de términos relacionados con los archivos. Se escogió entonces como tema de la 18a. mesa redonda internacional de archivos, celebrada en Nairobi en 1978, el «establecimiento y organización de las institu- 211 ciones de archivos», dedicando atención a la formulación de normas y directrices en planes a plazo medio del CIA. En 1979 el PGI inicia su Programa de Gestión de Documentos y Archivos (RAMP), estimando la preparación de normas y directrices. La UNESCO organizó en Bari, en 1979, una reunión de expertos, encargados de preparar una lista de las normas y directrices que necesitan los archiveros y de recomendar un orden de prioridad. Al resultado se lo denominó el “Informe Bari”. La UNESCO, contrato mediante, encargó al CIA, evaluar las directrices existentes del UNISIST, junto a las normas y recomendaciones de la ISO en el campo de la información, referido a sistemas y servicios de gestión de registros y archivos. Se establecen recomendaciones sobre todo para la recuperación de información científica, en la primera etapa del ciclo vital de los documentos; puesto que, los archivos procuran conservar documentos que encierren una información que tenga interés perdurable y valor para la investigación retrospectiva. Muy relativamente, hasta la década del 60, los documentos disponibles para su transferencia a los archivos, solían referirse más a las ciencias humanas que a las investigaciones de carácter científico o tecnológico. Esto se modifica, muy lentamente, en cierto grado al intervenir cada vez más los gobiernos en asuntos científicos y tecnológicos, y los registros que crean constituyen un fiel reflejo de esa intervención. Comprobada la existencia en los archivos de cantidades crecientes de información científica y tecnológica, pasan veinticinco o más años antes de que se transfieran a los archivos. Situación que permite a los investigadores científicos pedir información más reciente. No 212 es probable que los archivos puedan desempeñar un papel esencial en los tipos de sistemas y servicios que constituyen el tema principal del UNISIST. Las normas, directrices y recomendaciones formuladas para facilitar la consecución de los objetivos del UNISIST carecen mayormente de interés directo para las necesidades o actividades en materia de archivos, o que tengan sólo una utilidad indirecta. 213 LA INFORMACIÓN Y EL AVANCE TECNOLÓGICO. LA DOCUMATICA La profesión archivística no sólo se identifica con la captura, procesamientos y comunicación de información mediante medios manuales o mecánicos; es un objetivo alcanzar y mantener el más alto grado de competencia profesional en el almacenamiento y comunicación de información eficiente y uso efectivo de recursos. La profesión amplía su alcance más allá de sus funciones actuales. Pero como profesión documental, su propósito es también desarrollar principios y la teoría de la documentación con el propósito de prever servicios en nuevos campos. En términos generales, puede afirmarse que la misión archivística consiste en seleccionar y comunicar datos comunes y científicos, principalmente para entidades con propósitos de control e información. La archivología se justifica por la utilidad de su producto final y gran parte de su utilidad descansa en los procesos de planificación y toma de decisiones. Concep- to que se apoya en la información como materia prima del trabajo documental. La actividad del archivero está profundamente comprometida con el proceso de información, bien sea para usos internos de la entidad, auxiliando fundamentalmente a la administración, o bien para uso externo en donde resulta indispensable para que los usuarios e investigadores tomen decisiones. El 90% de los sabios que han nacido desde que el hombre pobló la tierra están aún vivos, la humanidad duplica su bagaje de conocimientos cada cinco años, lo que implica, la responsabilidad de actualizar permanentemente conocimientos ante la explosión de la información. El ordenador tiene múltiples aplicaciones, se utiliza como apoyo logístico para enviar un hombre al espacio, para el control automático de los procesos de fabricación, para mejorar el tránsito de una ciudad; pero es cuando se destina a la captura, control y comunicación de datos de una entidad cuando afecta directa y profundamente la actividad del archivero. Los libros y registros están siendo sustituidos por cintas y discos magnéticos capaces de almacenar millones de caracteres en un espacio relativamente insignificante. Razón suficiente para que Norteamérica piense en la “administración sin papel”, proyecto que en principio debería tener su comienzo en 1992. El ordenador mediante la telecomunicación puede transmitir información en forma instantánea a lugares remotos. El concepto de oportunidad en la información adquiere una dimensión desconocida. Los conceptos de procesamiento “en línea” y a “tiempo real”, no son otra cosa que el acceso instantáneo a los archivos automáticos para introducir u obtener información. 215 Los elementos de estos modelos son esencialmente datos que proporciona la archivística: costos de la información, resúmenes, inventarios, informes, catálogos, y así sucesivamente. Este proceso engloba la descripción archivística, ya que comprende el desarrollo de información como base para decisiones administrativas. El incontenible avance tecnológico característico de nuestra época no pasa por alto la actividad del archivero. Afecta directamente en el proceso de información, ninguna actividad del archivo esta exenta de su impacto, el grado del impacto es notablemente diferente en su forma y en su fondo. El archivero debe obtener conocimientos en materia de cómputo electrónico, similares a los que tienen en lo general en materia documental, independientemente de que algunos, como lo es en la cuestión informativa, opten por desarrollar esa actividad como una verdadera especialización. DESCRIPCIÓN POR ORDENADORES Los ordenadores son máquinas que se dedican al tratamiento parcial o total de la información, constan de tres fases: introducción de la información codificada sobre un soporte adecuado, proceso de la misma y almacenamiento o salida en forma legible. Para que un ordenador pueda realizar un trabajo, en nuestro caso el de la descripción, debemos tomar en cuenta el procedimiento general al que se somete el ordenador, con la finalidad de que nuestro trabajo sea facilitado en gran manera. Los ordenadores requieren de dos componentes relacionados entre sí: 216 El hardware, que es el conjunto de componentes electrónicos, eléctricos, mecánicos que soportan la información y realizan las operaciones básicas o juego de instrucciones, denominado también mecamática; y el software que es el conjunto de instrucciones y datos que, almacenados en la memoria de la máquina, describen el trabajo a realizar, se lo llama también soporte lógico. A esta fase también se la define como programa, mientras que el hardware sería el ejecutor que realiza el trabajo del tratamiento de la información. Al archivero, le interesa más conocer el hardware que se compone de varias unidades con funciones distintas pero conectadas entre sí, por eso se suele hablar de una arquitectura de un ordenador, cuando se describen los distintos componentes del hardware. La arquitectura más simple es la que se representa en el siguiente cuadro: Cuadro 29: Arquitectura del ordenador. En la unidad de entrada se produce la captura de los datos y la verificación de los mismos. En la captura de datos existe la posibilidad de error, debido a elementos humanos; en la verificación, el nivel de errores admitidos es hasta de un 5%. En la unidad central de proceso, se efectúa la clasificación de los datos para resolver el problema, la generación de las instrucciones, la programación y traducción. Hablamos de traducción porque el programa está en un código binario que se denomina lenguaje de la máquina. 217 La UCP se encarga de extraer de la memoria principal instrucciones y datos para ejecutar las distintas operaciones mediante sus circuitos electrónicos, como ser sumas, movimientos de datos entre distintas posiciones de la memoria, comparación de los datos, etc. Entre estas operaciones se destacan por su importancia las que introducen nuevos datos en la memoria desde las unidades de entrada, o envían resultados a las unidades de salida. Para la salida de la información se usan dos soportes: el papel, en el que se imprimen los resultados o la pantalla luminosa. Existen también las unidades para almacenar los datos utilizados en otros soportes. Estas unidades denominadas de memoria externa o secundaria, son muy variadas, destacándose las de discos magnéticos y las cintas. En la actualidad, son las propias máquinas quienes realizan la traducción del lenguaje binario; para ello tienen un programa almacenado en su memoria que se denomina compilador. Ésta sería una explicación básica sobre los ordenadores y lo que nos interesa saber. MOMENTOS PARA LA DESCRIPCIÓN Generalmente el archivero se pregunta cuándo debe efectuar la descripción por ordenadores o computadoras. Primero es necesario saber si la organización donde trabaja cuenta con computadoras propias para que el costo sea menor; decimos esto porque en la actualidad existen organismos que por una suma mensual alquilan los servicios de una central de cómputos, en ese caso sería necesario hacer un estudio si el costo de la elaboración de auxiliares descriptivos se justifica. 218 Para ello tendríamos que tener en cuenta al ahorro de tiempo en elaboración de auxiliares, el movimiento de personal, espacio de utilización en el archivo, etc. Una vez comprobada la factibilidad del empleo de computadoras u ordenadores, es necesario tener clasificado y ordenado todo el material documentario que se encuentra en custodia, inclusive si las posibilidades así lo permiten, todo el material documentario que se encuentre en las distintas oficinas de la organización. Debemos tener en cuenta además, si lo que se quiere es sólo lograr un auxiliar descriptivo o un control de trámites. CONTROL DE TRAMITES Algunos países y opcionalmente los más desarrollados han logrado perfeccionar el control de trámites por computación, si bien son casos aislados, pero los resultados son optimistas, porque permite obtener algunas ventajas. Cuando se quiere obtener un control de trámite por computación, es necesario: 1° Tener todo el archivo debidamente clasificado y ordenado; 2° Haber logrado una máxima identificación de los tipos documentales, de manera que la descripción se limite a pocas palabras. Mucho mejor si sólo puede efectuarse por medio de dígitos. Los dígitos pueden ser numéricos o alfabéticos. 3° La institución tiene que tener conocimiento completo del trámite, a fin de no estorbar su desenvolvimiento. 4° Deberá estar debidamente respaldado por la legislación, sea esta interna o sea una disposición legal más amplia. 219 Para lograr un control adecuado de los trámites por medio de la computación, es conveniente estudiar previamente las siguientes fases: 1ra. fase.- Orientación de los trámites tanto a los usuarios como al personal de la institución para que la colaboración en la ejecución del trámite sea completa. 2da. fase.- Recepción de los documentos, momento en cual se le da la clave del expediente, o sea se determina su identificación. 3ra. fase.- Codificación de la documentación, este código puede contemplar incluso la categoría del expediente y los asuntos a tratar. 4ta. fase.- Distribución de la documentación recibida en trámite y aquélla que haya terminado sus trámites será remitida al archivo. 5ta. fase.- Mantener un servicio eficiente sobre la información del estado de los trámites. 6ta. fase.- Control del trámite documentario por medio de procesamiento de datos, sea por medio de los códigos, sea por medio del control de la 4ta. fase, es decir, la misma distribución documentaria, controla e informa el estado de los trámites. 7ma. fase.- El personal de las oficinas que se encarga de resolver determinado aspecto de los trámites, en la práctica vinculan su trabajo dedicado principalmente al estudio y opinión de carácter legal, contable o administrativo de los documentos que contienen los expedientes. 8va. fase.- El equipo de trabajo entrega los resultados finales a los usuarios. Así observamos que existen dos momentos adecuados para efectuar la descripción de la documentación. El primero en el mismo momento en que se origina la documentación, y el segundo cuando la documentación está debidamente clasificada y ordenada en el archivo. 220 LENGUAJE Y FORMAS DE INFORMACIÓN Al realizar la descripción en el segundo momento conviene efectuar algunos trabajos previos que en gran parte nos ahorran tiempo y espacio. En muchos casos la descripción del tipo documental es demasiado larga para encasillar en los asientos de los auxiliares descriptivos, por lo que el archivero tiene que recurrir a la formación de un lenguaje que le permita comprender con facilidad su denominación. Por ejemplo tenemos los tipos documentales (pueden ser incluso expedientes) “declaración de comisiones por estudios”, nos resulta un título muy largo, porque hay que tener en cuenta que al transcribir a los ordenadores, éstos nos dan un determinado número de dígitos por asiento; puede ser de 45, de 90 o de 120, en los cuales tenemos que calcular un determinado número de dígitos para especificar sólo el tipo documental. Es más usual tomar las primeras sílabas, así tendríamos: de declaración, “dec”, de comisión, “com”; estudios, “est”, entonces podemos reducirlo a “decomest”. Esto constituye en sí un lenguaje específico para el archivero, que le permite entender su tipificación; en todo caso cuando se usa un lenguaje de esta categoría es necesario aclarar en un capítulo aparte en el auxiliar descriptivo que se elabora. Puede también emplearse un lenguaje numérico, pero resulta muy complicado sobre todo para aquellos archivos que contienen una gran cantidad de documentos. La información puede necesitarse en diferentes formas, para lo que el archivero deberá contestarse a la pregunta: ¿Cómo solicitan el documento? Si bien algunos documentos son específicos en su denominación, como los “memorándums” y los “informes”, existen algunos do221 cumentos que no siempre tienen un nombre claro, inclusive en las “cartas” suele solicitarse como “notas” o como “oficios”, creando confusión en el lenguaje propio de la institución, de ahí que el archivero deberá contemplar las formas de la información. Ahora bien, eso en cuanto a lo nominal, pero si se trata de un contenido o asunto más amplio y se busca que el usuario pueda utilizar sólo el auxiliar descriptivo sin necesidad de recurrir al documento mismo, se puede efectuar de dos formas principales. La primera consiste en determinar el factor común de los documentos o expedientes, en la misma forma que la ordenación por tipos documentales, es decir dando el nombre genérico primero, luego procediéndose a detallar las diferencias. Ejemplo: tenemos una serie de expedientes por reclamos para el pago de viáticos, al abreviar será “recpagvia”, pero en la serie tenemos una cantidad de personas que hacen estos reclamos, lo cual nos obligaría a buscar expediente por expediente hasta encontrar el que buscamos. En estos casos es necesario citar las personas, así tendremos series: “recpagvia”: Julián Arriola, Esteban Arce, etc. De manera que podemos ubicarlo por el nombre con más facilidad. La segunda forma es agrupar los documentos por tipos documentales sin necesidad de alterar su orden físico y ésta es una de las facilidades que nos brindan los ordenadores. Más claramente: los expedientes se encuentran debidamente clasificados, ordenados y ubicados en el archivo, pero se requiere información de algunos tipos documentales que están en los expedientes en su generalidad. Se puede programar al ordenador de manera que éste nos indique en qué expediente se encuen- 222 tran estos tipos documentales sin necesidad de desordenar físicamente estas unidades documentales. Siguiendo con el mismo ejemplo anterior: “recpagvia” contiene en sus expedientes una resolución que aprueba o rechaza el reclamo. Los que se aprueban tienen incluidos un comprobante de pago, y se quiere verificar cuáles son y a cuánto asciende la suma; el archivero que tiene previsto este tipo de dato habrá preparado una forma de información de manera que nos arroje los resultados por tipo documental. Listados. De acuerdo a nuestras necesidades y siempre que la información se haya provisto bien analizada, los ordenadores nos dan la ventaja de poder efectuar listados en el menor tiempo posible. En los listados es conveniente tener en cuenta que el usuario nos preguntará en su generalidad: por la procedencia del documento, por la gestión o por la fecha, por la nominación de la serie o por la numeración si los documentos son numerados. El archivero tendría que efectuar cuatro listados que si lo hace a máquina las cuatro veces le tomará un tiempo incalculable. Para ello resulta mejor tener un solo listado especificando precisamente estos factores, es decir, que contenga la siguiente información: Número: sea del expediente o del documento. Nombre de la serie: que conforma por la generalidad de los asuntos y tipos documentales. Ubicación: que se le dio al archivo. Año: fechas topes, de acuerdo con las necesidades de la institución o del usuario. Procedencia: indicando el origen del documento. Este listado puede efectuarse en cuatro formas: podemos incluso añadir un encolumnado para las observaciones donde el archivero puede colocar datos de utilidad: si los documentos son originales o copias, si tienen 223 antecedentes o bien la numeración que le corresponda a los tipos documentales. De esta forma, se le puede programar al ordenador que efectúe el listado por numeración lo que efectuará en forma correlativa; por serie lo que realizará por orden alfabético; por gestión que hará en orden cronológico; y por procedencia lo que efectuará por orden alfabético y por origen de la documentación. Selección. Cuando se tiene el archivo ordenado por tipos documentales, la selección resulta facilitada, puesto que la serie determinada estará regida por el tiempo de vida que se les haya otorgado legalmente. Si se trata de expedientes, los ordenadores pueden brindarnos también este servicio. Para ello es necesario tener una tabla de selección, es decir un instrumento legalizado que nos permita determinar exactamente el tiempo de vida del documento, que se alimentará a la memoria del ordenador, de manera que el ordenador, en la medida que imprime los auxiliares descriptivos pueden también asentar en una columna el tiempo de vida que tiene cada documento. ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LOS ORDENADORES Y LOS ARCHIVOS DEL FUTURO A mediados de 1994 se desencadenó una batalla silenciosa, cuyas armas modernas son adquisiciones, fusiones, alianzas y toma de posiciones estratégicas en el mercado. Las innovaciones tecnológicas están revolucionando las telecomunicaciones, generando un mercado sin precedentes históricos. Ahora se trata de la comprensión digital de señales, de la fibra óptica, De la autopista de la información, cuya realidad más cercana es la In224 ternet, concebida hace 30 años por el Pentágono con el fin de salvar a los EE.UU. del aislamiento de sus comunicaciones, ante la amenaza de un ataque nuclear; lo cual le permitiría defenderse de las agresiones en forma automática. La autopista de la información, supercarretera electrónica, red de redes, etc., es posible gracias a la fibra óptica, a los satélites, a las comunicaciones en serie; la construcción de estas autopistas, permiten transmitir voces, imágenes, sonidos, datos. En Europa se trabaja en el mismo sentido. En la cumbre de Nápoles se concretaron acuerdos que garantizan una evolución de las comunicaciones, cuyo parangón se verificó en el siglo XIX con el desarrollo de los ferrocarriles. Los cables de fibra óptica, son los portadores de esta revolución, y los más beneficiados son las compañías de televisión por cable, de telefonía y de electricidad. El primer cable telefónico de fibra óptica entró en operación el 14 de diciembre de 1988 a través del Atlántico. Esta innovación tecnológica permite la transmisión simultánea de 40.000 llamadas, algo que los satélites existentes no pueden cubrir. Bien, consideremos el nivel de desarrollo de la archivística, en un contexto interactivo. «La interactividad representa la extensión electrónica del sentido del tacto. Todas las tecnologías electrónicas, de hecho, requieren una aplicación física, del cuerpo, que va más allá de la mental» teoriza Derrick de Kerckhove, alumno de McLuhan en la Universidad de Toronto. Son los nuevos parámetros de la economía, construida sobre los ordenadores y la televisión por cable. Estas nuevas tecnologías de uso cotidiano, dan la posibilidad de encontrar disponible la información de los archivos 225 en cualquier lugar del mundo. La información es ubicua universalmente y merced al ordenador y al teléfono. Bill Gates, mentor de Microsoft, anunció en marzo de 1994, el proyecto del lanzamiento de 840 minisatélites, que crearán una red espacial de transmisión, por donde circularán voces, datos e imágenes, lo que posibilitará a los archivos enviar los facsímiles documentales prácticamente a cualquier lugar del mundo. Será una alternativa de los países subdesarrollados para acceder a las autopistas de la información, ya que no necesitarán del tendido de cables de fibra óptica. Esta es una consideración que ha de alterar el desarrollo de los archivos, lo cual nos obligará prácticamente, a una normalización de los auxiliares investigativos o descriptivos, beneficiando su universalidad. Si... había una vez fue el fuego, luego vino la rueda, y al final quedó la Internet. INTERNET Internet es básicamente una red de datos que se transmite a través de las líneas telefónicas. Para acceder a ella es necesario un ordenador, un teléfono y un módem. Viajar por la información contenida en la red es gratuito, sólo hay que pagar el costo de la comunicación, ya que fue concebida bajo el paradigma anticomercial. En la red puede encontrarse información de toda clase, de música, literatura, ecología y las últimas novedades de la realidad virtual. 226 INFORMACIÓN El principal objetivo de un archivo es la información; para brindar una información eficiente es que ha efectuado todo un proceso documental desde su creación; cuando no interviene en la génesis documental, persigue al documento paso a paso, pacientemente, lo clasifica, lo ordena, lo describe, selecciona hasta llegar un momento en que tiene toda la documentación depurada, arreglada convenientemente para que el investigador y el usuario, pueda absorber la información encerrada en los documentos. El estudio teórico de la información es muy reciente, podríamos decir que surge después de la segunda guerra mundial. Existen dos puntos de vista para estudiar a la información; como fenómeno y como proceso. A la información como fenómeno se la considera como producida por agentes externos al hombre, que influye sobre su consciente, modifica su conducta, motivándolo a tomar actitudes. La información como proceso, es una consecuencia de la documentación que condiciona conscientemen- te a las actividades del intelecto y repercute en el desarrollo social. La información como proceso corresponde a la archivística, puesto que es consecuencia de las actividades desarrolladas por el hombre y está sujeta a la voluntad humana en su creación, organizada y suministrada según las necesidades del consultante. Existe en la actualidad un sinnúmero de actividades en la información, conformando teorías tendientes a estabilizarla como ciencia o como disciplina. Al respecto existen problemas de terminología, como en todas las ciencias y disciplinas en formación. La escuela rusa utiliza el término informatika, cuando se refiere a la información, propiamente a lo que nosotros hablamos en los primeros capítulos como el binomio documentación-información, pero el término informatika refiérese esencialmente a la información mecanizada, como un sinónimo de información científica. El término informática, con “c”, ha sido apropiado por los que manejan la información por medios electrónicos y mecánicos, de ahí que a la informática generalmente se la relaciona con la utilidad de los ordenadores o computadoras. Se propuso también la palabra informología (Leupolt), que es de difícil aceptación por el predominio de otros términos no adecuados. Informología sería un sinónimo de informatología, así el problema de la terminología continúa. En la actualidad, y aún en estudio existen proposiciones para dividir el problema de la información, así se hablaría de: Informología inorgánica, cuando hace referencia al soporte que contiene la información como el papel, cintas perforadas, magnéticas, etc. Tal vez sea necesario considerarlo con los diplomatistas y paleógrafos que rea228 lizan estudios sobre los soportes en su clasificación de materias duras (piedras, metales, mármol, etc.) y las materias blandas (papel, papiro, pergamino, etc.) alguna experiencia pueden aportar al respecto. Informología orgánica, cuando hace referencia al hombre como soporte de información, un campo muy amplio y con perspectivas insospechadas. Informología social, que hace referencia a las labores de investigación sobre los sistemas de clasificación, sistemas descriptivos. Informología especializada que hace referencia a instituciones de cierta especialización como las bibliotecas, los centros de documentación. Informología documentográfica, que se refiere a los procesos de clasificación, análisis, técnicas descriptivas, propiamente a las acciones y actividades realizadas por el archivo. Documentografía es un término que intenta acercarse a bibliografía. Informatología documentalística, que hace referencia a los procesos de comunicación, equiparable a la comunicación masiva. Informatología técnica, cuando hace referencia a los medios mecánicos y electrónicos para el uso de la información, propiamente sería lo que denominamos como ingeniería de la documentación. En la actualidad se considera a la información como un bien de consumo, es decir, es susceptible de ser comercializado y de ser estudiado desde un punto de vista socioeconómico. Al ser estudiado desde este punto de vista, aflora el término costo de la información. Lamentablemente la mayoría de los gobiernos de América Latina no han tomado plena conciencia sobre este problema, además que se requieren inversiones de gran escala para una adecuada ordenación de sus archivos; éstos 229 crecen día a día, el desorden es mayor en la medida que crecen y las necesidades de información aumentan en la misma proporción que crecen los presupuestos necesarios para corregir estos errores. La negatividad de la mayoría de los archivos ha sido que la información fue preparada con un fin prefijado, servir a la historia únicamente. Actualmente este concepto está paulatinamente desechándose. Evidentemente, los ministerios de gobierno, de relaciones exteriores pueden producir documentación histórica, no expresamente con el fin de hacer historia; pero no sucede lo mismo con los ministerios de economía, de industria y comercio, de agricultura, lo más probable es que existan documentos que permitan la investigación especializada en estos rubros, toda inversión se justificaría desde ese punto de vista. La mayoría de los trabajos de archivología que tuvimos oportunidad de leer, se ocupan esencialmente de la clasificación y ordenación, o de la descripción documentaria, pero lamentablemente la información no ha sido enfocada sino en términos generales, es decir se toma al archivo como servicio de y para la institución que lo generó, y posteriormente, para un servicio a la comunidad a través de los archivos históricos. Estos dos aspectos son esenciales en el archivo, pero ello no quiere decir que sólo sirven para estos objetivos. El problema es que en la mayoría de los casos, por el pre-concepto que se tiene del archivo, trabaja personal de alguna manera relacionado con la historia o las investigaciones históricas, de ahí surge la idea de que el archivo sirve únicamente a la historia. También es de considerar que la selección documental ha sido elaborada con esas concepciones, es decir se desecha todo aquello que no sirva para la historia, lo cual es un error lamentable. 230 La información es una clave esencial en el manejo documental, encerrando una gama de factores de bien común. Esencialmente desde el punto de vista del archivo, la información puede servirnos: 1. Para el servicio a la entidad creadora. 2. Para el servicio a la sociedad histórica. 3. Para adquirir el conocimiento necesario en la evolución social. 4. Como testimonio de la cultura de los pueblos. 5. Como condicionante del comportamiento tanto individual como del medio social afectado. 6. Como un bien de consumo que con el desarrollo de los pueblos se hace cada vez más necesario. 7. Como poder: económico, político, social. En la actualidad, el desarrollo de sistemas para obtención recuperación de información tiene un desarrollo inconmensurable, lo que nos ha permitido decir en otros capítulos, que ingresamos a una época cuya corriente del pensamiento se denominaría informacionismo, por la enorme influencia que adquiere esta rama del conocimiento. Cuando hablamos de las ciencias de la documentación y de la archivología en particular, mencionamos que el principal objetivo es brindar un servicio de información. Pero dentro del contexto social, la información no es un fin, mucho menos un principio, es un medio para el logro de otros fines, como ser el auxilio de la administración y el obtener el conocimiento en ciencias como la historia. Podemos afirmar sin duda alguna, que la información tiene el poder de transformación de las actividades, acciones y quehacer humanos. consideramos entonces a la información en sus dos aspectos: Información como fenómeno y como proceso. Estos aspectos los hemos observado en los objetivos del ar231 chivo. La información ha logrado un desarrollo considerable en los últimos cuarenta años, en los últimos veinte se ha diversificado hasta lograr un estudio variado, de lo que obtendríamos: 1. Proceso de información. 2. Necesidad de información. 3. Fuentes de información. 4. Trabajos y problemas de información. 5. Estudios sobre la información. 6. Efectos sociales producidos por la información. 7. Centros de información. 8. Sistemas y profesionales de la información. Se habla entonces de informología como una disciplina o ciencia de la información, este vocablo reemplaza al de informática, introducido por los rusos, por la simple razón de que informática se ha convertido en un sinónimo de información por ordenadores o computadoras. Silveira Saragoça establece diferencias entre semántica y soporte de la información. Si bien la semántica estudia ampliamente los significados de la palabra según el contexto en que se encuentre, en el caso de la información Saragoça define a la semántica como el efecto síquico de la información sobre el individuo o el medio social. Se habla entonces de: Informaciones equivalentes: aquella información que tiene una misma semántica y distinto soporte. Informaciones distintas: son las informaciones que tienen distintas semánticas y distintos soportes. Informaciones unívocas: cuando existe una correspondencia entre la semántica y el soporte, como en el caso de los libros, los periódicos. Los documentos de archivos tendrían mucho de “unívocos”. 232 Informaciones vecinas: que son distintas formas de información que producen un efecto semejante. (Servicio meteorológico). Se habla también de información orgánica e inorgánica, orgánica como los procesos intelectuales o mentales que se realizan a través de investigaciones como ser los sistemas de clasificación, lenguajes para ordenadores, etc. y la información inorgánica que estudia los soportes, como el papel, bandas cinética, magnéticas, etc. Otro aspecto que se estudia en la actualidad es la variedad de efectos que reproduce la información, así tenemos: 1. como elemento de desarrollo de nuestra propia existencia, 2. como medio para adquirir conocimientos, 3. como medio para la evolución de la humanidad, 4. como medio cultural, 5. como condicionante de la conducta humana, 6. como bien de servicio y consumo, 7. como fuente de bienestar. La teoría de la información toma forma como resultado de un número de trabajos relativos a la transmisión de la información, básicamente se sustenta en: a) Estudio de la información propiamente dicha. b) Las propiedades de los canales de transmisión. c) Relación entre la información y el canal de transmisión. LA CIENCIA DE LA INFORMACIÓN Existen en la actualidad dos corrientes sobre el tema, una denominada ciencias de la información, en plural, y 233 otra como ciencia de la información que a nuestro parecer es lo más correcto. La corriente que denomina a esta ciencia como plural, en la mayoría de los casos, emplean materia de estudio propias de las ciencias de la documentación. A la ciencia de la información, la denominamos en singular para no crear confusiones, sería más que todo un componente de las ciencia de la documentación, por los mismos principios de unificación, empleados y demostrados en anteriores capítulos. De la misma forma, las definiciones sobre el tema son considerables. Enumeramos algunas: Ciencia que investiga las propiedades y el comportamiento de la información, las fuerzas que gobiernan su flujo y los medios para procesarla para su acceso y uso óptimo. Taylor, 1966. Es una ciencia interdisciplinaria que investiga las propiedades y el comportamiento de la información, las fuerzas que gobiernan el flujo y el uso de la información así como las técnicas, tanto manuales como mecánicas, del procesamiento de la información para un óptimo almacenamiento, recuperación y diseminación. H. Borko, 1968. El estudio de procesos evolutivos de información en cualquier sistema de información que pueden ocurrir. Hayes y Becker, 1970. Es una rama de la investigación que toma su substancia, sus métodos y sus técnicas, de diversas disciplinas, para llegar a la comprensión de las propiedades, comportamiento y circulación de la información. Troismonts, 1975. Por los contenidos de las definiciones dadas, podemos apreciar que existen enormes similitudes con las ciencias de la documentación: “La definición de la cien234 cia de la información ha sido aceptada ampliamente, pero con muchas reservas. Farradane (1970) hace notar que, en Europa, la ciencia de la información tiende a identificarse con la documentación y, en Inglaterra en particular, con la bibliotecología especializada. Briquet de Lemos (1972) dijo que cuando hablamos en América Latina sobre la ciencia de la información, estamos pensando probablemente en algo que nada tiene que ver con Artandi, Farradane, Foskett, Goffman y Klemner”.97 97 GARZA MERCADO, Ario. Las ciencias de la Información en la Escuela de Bibliotecología. En: Bibliotecas y Archivos Órganos de la Escuela Nacional de Biblioteconomía y Archivoeconomía, N° 4, México, 1973. Pág. 99. 235 LA PLANIFICACIÓN EN LOS ARCHIVOS Un aspecto que cobra importancia en las tareas archivísticas, es la planificación de los archivos, no sólo a nivel nacional como lo propone Delmas, ni sólo como estamentos de información como lo propone Grolier, sino en cada unidad dependiente de la entidad productora, la planificación de los archivos modernos se hace necesaria. Para lograr una buena planificación, debemos primero lograr una investigación operativa, como método de observación que estudia los hechos desde el punto de vista del análisis deductivo de las relaciones del archivo con la institución a la cual pertenece. Esta investigación nos permite establecer el empleo adecuado del conjunto de medios con la finalidad de lograr un determinado objetivo. Los objetivos básicos serán entonces: planificar,programar y controlar. Considerando que éstas son actividades de carácter gerencial; por el nivel de toma de decisiones. Consideremos entonces a la planificación como el conjunto de actividades y/o procesos, relacionadas entre sí, para las cuales se requiere un cierto número de recur- sos, los cuales se emplean en un tiempo de ejecución determinado. Los recursos económicos se justifican al lograr un nuevo bien o servicio que ocasionará beneficios y, opcionalmente, su ausencia pude ocasionar pérdida o ineficacia. La planificación se considera como el método general que crea objetivos propuestos mediante estudio, proyecto, ejecución etc. facilitando la programación, permitiendo a su vez el control. Son algunos componentes de la planificación: Los proyectos: realizaciones concretas en el espacio y en el tiempo. Conjunto de procesos de fines diversos relacionados entre sí que deben llevarse a cabo para alcanzar un objetivo final establecido por una decisión independiente. Es posible descomponerlos en subproyectos, como parte funcional de un proyecto con cuya ejecución se cumple un objetivo parcial del mismo. Los procesos: como entidad básica de finalidad especifica de un proyecto que involucra un trabajo, Provisión o servicio del mismo y se define en general por el tiempo necesario para ejecutarlo con los recursos disponibles en los costos previstos. La actividad: como proceso de duración determinada, con comienzo y terminación definida. La tarea: como actividad de ubicación determinada dentro de un proyecto que define su responsabilidad de ejecución. La planificación presenta en sus primeras fases el cuestionamiento del qué debe hacerse y en qué orden, mientras que la programación plantea el cuándo debe hacerse. Si existen muchos factores intervinientes en una planificación, se pierde interrelación de actividades, per- 237 diéndose el orden de importancia o prioridades, tampoco hay claridad de los objetivos de cada etapa. Se proyecta el listado de actividades y tareas que implican en cada proyecto, lo que permite el ordenamiento de las tareas, preferentemente simultáneas, luego se consideran la cantidades, rendimientos, número de equipos y de horas que se trabajan por día, para determinar la duración total. Es preferible tener un número limitado de tareas, lo contrario, pierde interrelación. Posteriormente se inicia el proyecto, determinado en los tiempos en que se hará. Las tareas, consumen tiempo y representan: 1) Acción. 2) Trabajo. 3) Operación. 4) Espera de entrega. En el desarrollo de cada proyecto se toma en cuenta la secuencia lógica de tareas, es decir, que una tarea debe estar concluida para iniciar otra: PROGRAMACION DE LOS TRABAJOS En toda planificación existen bien definidas las etapas de programación, respondiendo a qué debe hacer, en qué orden y cuándo debe hacerse. Es decir, se establece la secuencia operativa. Para realizar la planificación es necesario un gran conocimiento de las actividades que componen la tarea a planificar. En los archivos las tareas son organizadas por rubros, constituidos por ítems, y cada uno de éstos a su vez integrados por actividades. Las etapas de la planificación se trabaja a nivel de ítems o rubros según el análisis que se persiga. 238 El programa establece una predicción del tiempo necesario para alcanzar los objetivos previstos en el plan. Permite después controlar el progreso y medir la marcha de todo el plan y de cada sector. Es necesario: 1. Controlar con un cuadro de información eficaz todas las tareas a realizar para alcanzar los objetivos propuestos en el plazo. 2. Determinar las operaciones del proyecto que marcan su duración y en tiempo mínimo necesario para llegar al objetivo final con los medios previstos en la planificación. 3. Mantener la información sobre anomalías y retrasos, indicando las partes donde se produce y donde actuar para corregir fallas. 4. Realizar una previsión acertada en los recursos de cada fase del trabajo 5. Vigilar los sectores débiles que más afectan el plan de ejecución 6. Determinar las actividades críticas que pueden atrasar el proyecto. 7. Determinar la situación actual de un proyecto y señalar los problemas fundamentales; es necesario descomponer esta situación, en el proceso aislado que lo integra, a saber; 1. Los relativos al proyecto y la planificación. 2. Los de suministro de materiales. 3. Plazo de entrega. 4. Trámites administrativos 5. Proceso de trabajo en obra. 6. Tiempo de espera condicionado al empleado. 7. Otros intervalos, como por ejemplo contratistas. La planificación nos será util desde el punto de vista archivítico por cuanto: 239 – Determina tiempo de duración de la puesta en servicio. – Proyecta secuencialmente la ejecución de las tareas detectando sus interrelaciones. – Programa la ejecución de trabajo por método, determinando las tareas críticas y no críticas. – Decide sobre métodos de utilización, medios y recursos, racional y económicamente. – Controla la ejecución de los trabajos a través de diagramas de fácil interpretación. 240 CLASIFICACIÓN DEL ARCHIVO Si bien, existen una diversidad de opiniones sobre este tema, para lograr una clasificación adecuada nos atenemos a la clasificación efectuada en archivología y en base a su definición. Tendremos entonces: POR SU FASE CONTINENTE: recordamos que en esta fase estudiamos la infraestructura que alberga a los documentos. De acuerdo con este concepto tendremos los archivos administrativos, intermedios e históricos. Archivos Administrativos. Considerados esencialmente aquellos archivos que se encuentran física y funcionalmente en la entidad productora de documentos, son parte orgánica de las instituciones que los crearon y sirven directamente a esas instituciones y al público relacionado o que hace uso de los servicios de estas entidades. Generalmente estos archivos se encuentran en diversos locales, de acuerdo a las necesidades de cada organismo, se los denomina archivos eventuales, prearchivos, archivos descentralizados, etc., permanecen mientras prestan los servicios a los cuales han sido conformados o las utilidades por los que fueron creados. Posteriormente, sea por una reglamentación o consuetudinario, los documentos se trasladan a los archivos denominados centrales, generales, pero siempre bajo la tutela y dependencia de la entidad productora. A los archivos administrativos podemos clasificarlos en distintas fases: Archivos administrativos eventuales. Son aquéllos que se forman al reunirse los documentos en áreas administrativas donde se desempeñan actividades relacionadas con sus actuaciones. Archivos administrativos centrales. Son aquéllos que se forman por la reunión de documentos en áreas donde se centralizan los archivos eventuales y que permanecen por necesidades de las entidades productoras. Archivos intermedios. Son denominados también depósitos, archivos semimuertos, semiactivos, archivos provisionales, pre-archivage para los franceses, limbo para los ingleses, record-center para los norteamericanos, inclusive irónicamente se los denomina purgatorios. Los archivos intermedios reúnen en sus depósitos todos los documentos administrativos, brindando servicio tanto de almacenaje como de información que resulta esporádica en estos casos. Es en estos archivos cuando se decantan los valores documentales, produciéndose la simbiosis administración-ciencia. Los documentos analizados y expurgados, salen del archivo intermedio al histórico. Los archivos intermedios tienen algunas ventajas que destacar: 1.- Permite una relación adecuada y profesional entre los archiveros y los profesionales. 2.- Despeja en las entidades productoras, de documentos que han concluido su etapa de trámite y cumpli242 do sus objetivos por los cuales han sido creados, el archivo intermedio tiene como función principal: “Reunir, conservar, ordenar y describir la archivalía proveniente de los ministerios y dependencias del Poder Ejecutivo, descentralizadas o no, que cuentan con la antigüedad de 15 a 30 años y que hayan resuelto trasladarle por ser material de consulta infrecuente”.98 3.- Sirve como coordinador del traslado y transferencias de los documentos. 4.- Preserva documentos de valor temporal, logrando de esta forma una solución económica para los archivos circunferentes. 5.- Organiza mejor la clasificación, preservándola en su integridad, de acuerdo a las distintas procedencias. 6.- Decanta y selecciona los documentos de acuerdo a criterios modernos. Archivos históricos. En anteriores capítulos hemos estudiado que el hombre es esencialmente histórico, pero la historia no funciona sin documentos que acrediten los acontecimientos del pasado, los archivos históricos reúnen los testimonios del pasado, que permiten reconstruir a la historia con la precisión de los hechos en el tiempo y el espacio. Es en los archivos históricos donde el archivero logra la interpretación del estado de la documentación logrando una síntesis a través de la exposición de las técnicas descriptivas, aparte de que tiene los recursos formativos de la paleografía, la diplomática y la cronología. CLASIFICACIÓN POR SU FASE CONTENIDO: recordamos que en esta fase estudiamos el contenido documental de los archivos. Existe en la actualidad una 98 Decreto N° 2232 (Santa Fe, 7 de agosto de 1982), Cap. III, Art. 7 del Reglamento para el funcionamiento del Archivo General de los Archivos Jurisdiccionales y Sectoriales dependientes del Poder Ejecutivo Provincial. 243 tendencia a diversificar los archivos por los documentos contenidos. Vemos algunos: Archivos audiovisuales. Aquellos que conservan documentos en forma gráfica y/o auditiva. La expresión “audiovisual” utilizada ampliamente en las teorías de la comunicación, información, documentación y archivología, requiere de una definición adecuada, análisis previo, a fin de evitar mayores ambigüedades en una ciencia en desarrollo como la archivología. Esta clase documental, “...—las actualidades, como se las denominó a comienzos del siglo— constituyen documentos históricos que poseen propiedades únicas en su género, fue reconocido en fecha tan temprana como 1898. Justamente dos años después de las primeras presentaciones públicas de la cinematografía en París, Londres, Berlín y Nueva York, Boleslav Matuzewski, cinematógrafo polaco al servicio de Nicolás II de Rusia, publicó un Manifiesto en París solicitando el establecimiento de una red mundial de archivos para adquirir y conservar el producto de esta nueva maravilla de la tecnología, esta nueva fuente de la historia.”99 Es de imaginar, todas las utilidades que pueden proveer estas imágenes en movimiento, correctamente enunciadas como imágenes en movimiento, (sin tomar en cuenta al soporte) al material cinematográfico que se produce hasta la década del 30, puesto que son mudas. La aparición de las películas sonoras, genera un nuevo concepto, puesto que no se trata sólo de imágenes, sino que incluye el sonido también. 99 KULA, Sam. La evaluación de imágenes en movimiento de los archivos: un estudio del RAMP con directrices. Programa General de Información y UNISIST. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. París. 1983. 244 En 1938 se funda la FIAF, Federación Internacional de Archivos Film, que interrumpe sus labores durante la segunda guerra mundial y se restablece en 1946. En los comienzos de la década del 60, se incorpora un nuevo elemento que amplia más el concepto de audiovisuales, la videocinta, utilizada por la televisión. “...organismos de carácter académico tales como la Asociación Internacional para la Utilización de los Medios Audiovisuales en la Investigación y la Enseñanza en materia de historia, y organizaciones nacionales tales como la Televisión Archives Advisory Committee (EE. UU.), la Asociation for study of Canadian Radio and Television (Canadá) y el British Universities Film Council (Reino Unido), comenzaron a prestar atención a la necesidad de conservar la grabación de los programas de televisión...”100 En 1978 se constituye la FIAT, Federación Internacional de Archivos de Televisión, a iniciativa del Instituto National de l’Audiovisuel (París). En principio, conceptuamos como medio de comunicación, a aquello que se encuentra entre dos extremos, entre el emisor y el receptor, que sería el soporte en el cual se transmite el mensaje, tal como lo enunciamos en teoría archivológica, dista mucho del concepto del signo, como elemento de un sistema visual de comunicación, compuesto por una representación gráfica, grafismo en términos archivísticos, significante en términos de comunicación, y un mensaje que lleva en sí mismo, el significado. De esto obtenemos que toda información se transmite por medio del lenguaje compuesto por una variedad de signos, sean éstos textuales, musicales, imágenes, etc., estos conceptos, nos permiten ahondar me100 KULA, Sam. Op. cit., pág. 8. Destacado en negritas por el autor. 245 jor sobre el significado del término “audiovisual” específicamente exento de equívocos. Los medios de comunicación audiovisual son canales artificiales que sólo pueden vehicular signos icónicos o acústicos interpretables en su primera instancia. Lo cual diferencia claramente de lo que quisiéramos denominar como signos de “imagen y sonido”, considerando que la imagen es sólo la materialización de un fragmento de la realidad tridimensional, y sonido como vibraciones estimulantes del oído. La posible ambigüedad del término audiovisual, proviene —en sentido genérico—, de que todo simbolismo empleado por el hombre es de carácter “audiovisual”, la totalidad de los signos requieren un proceso de estimulación por canales auditivos o visuales. Audiovisuales son entonces, los lenguajes y conjunto de significaciones, si tomamos en cuenta la etapa final de recepción, cuando los canales naturales como la vista y el oído reciben el estímulo significante y lo transmiten al cerebro, donde se produce su interpretación. En esta etapa, cuando archivísticamente consideramos al documento como producto directo, de acuerdo con el concepto de Tanodi, es cuando el archivero asume su responsabilidad documental. Para despejar dudas en casos alternativos, si reparamos en los medios de comunicación, aclarando que no tomamos en cuenta aspectos archivísticos, no todos los medios resultan básicamente audiovisuales; corresponde diferenciar con exactitud. En la etapa intermedia de transmisión, podemos clasificar y distinguir algunas diferencias entre canales: 1.- Los destinados a mediatizar la palabra en todas sus formas, la escritura en todas sus claves, simbolismos, diferencias idiomáticas, y formas de difusión: libro, pren246 sa, etc., es esencialmente vehículo de palabras-concepto. Corresponde a este aspecto un análisis documental del tipo textual, común a todos los archivos. 2.- Los canales destinados a vehicular sonidos en toda su extensión longitudinal y transversal, considerando frecuencia y amplitud, lenguajes sonoros en toda su extensión. Corresponde a este aspecto un análisis de los archivos sonoros o de sonido específicamente. 3.- Los canales que transmiten imágenes fijas o diacrónicas, en desarrollo temporal, iconográficos temporales, que implican representación del movimiento y del devenir, “Imágenes en movimiento” según Sam Kula, corresponden a este aspecto los denominados archivos de imagen. 4.- Los destinados a mediatizar estructuras audioiconográficas cuya significación no es dada por la mera suma de signos auditivos y visuales, los de estructura audiovisual global, no vehiculan sino accidentalmente palabras-concepto, pero sí conjuntos de signos de formación conceptual y extraconceptual, el segmento “semántico” o codificable se conserva en estado confuso con el segmento estético no encifrable. Corresponde específicamente a los archivos audiovisuales. En sentido restringido, la comunicación audiovisual hace referencia al uso de medios apropiados para el envío de mensajes auditivos y visuales en toda su extensión, de lo visible, partiendo de la palabra escrita, de lo auditivo, partiendo de la palabra hablada. archivísticamente hablando, cuando hacemos referencia al término audiovisual, estamos considerando los componentes del documento, soporte e información, si hablamos sólo de sonido o de imagen, nos referimos sólo a la información y no al soporte, que teóricamente es aceptable, pero en la realidad es imposible. 247 Completando el párrafo anterior, tales signos o información deben resultar directamente interpretables. El surco de un disco, un trozo de cinta magnetofónica, de película o de vídeo, mientras sólo sean objetos destinados a la fijación y transporte de signos conmutados a claves mecánicas, eléctricas, etc., no son “medios de comunicación audiovisual” —sin excluir que son documentos audiovisuales— hasta concluir la etapa de traducción final a la clave originaria de signos acústicos o visuales, que al entrar en los canales naturales del receptor resulta directamente interpretable. Se llaman medios de comunicación cuando se convierten en transmisión radial, cinematográfica, televisión, etc., concordando a una definición que no es esencial ni material, sino funcional. Como medios de comunicación, los canales audiovisuales confirman lo relativo a su función eminentemente sintáctica en la constitución de los procesos significantes que transportan. Tomando en cuenta ejemplo del cine como medio propiciador de una sintaxis de imágenes, el hombre emplea el signo icónico para estructurar lenguajes visuales. Antes de su descubrimiento las posibilidades de un discurso visual eran ficticias o reducidas. Como bellos elementos sueltos, sin argamasa que lograra convertirlos objetivamente en estructuras con desarrollo temporal, por faltar el instrumento sintáctico que moviliza el signo icónico haciéndolo susceptible de construir frases y discursos enteros. “Sólo el cine, que es a primera vista un simple medio mecánico para ensamblar fijar y transportar signos visuales actualizó las virtualidades discursivas de toda imagen. Pero, como en todos los demás casos, el logro de una sintaxis específica no era la panacea de lo imposible. Aun 248 equipado de un orden sintáctico, lo icónico (ahora como en su dilatado letargo precinematográfico), no logra significarlo todo. La significabilidad de la imagen sólo puede abarcar al objeto real físico (materia, formas de conducta), siendo en ello inferior al signo-palabra, cuyo grado de abstracción es omnisignificante”.101 Consideramos entonces que el discurso visual no es, como en el caso del lenguaje hablado, que conlleva un desarrollo lento y gradual desde las imágenes primitivas del pasado hasta convertirse en un conjunto de signos de abstracciones, el discurso visual, de un desarrollo no gradual, sino violento si tomamos en cuenta el breve tiempo desde su aparición como tal, compuesto por elementos icónicos, tomados a nivel semántico —no sintáctico—, mantiene la plurisignificante ambigüedad de lo real. En este sentido, la imagen es el signo poco objetivo y muy equívoco de todos, considerando que nos remite a repertorios de “significata”, la misma realidad reproducida, en su estado caótico, de sentido pre-conceptual y pre-lógico. El signo iconográfico es el responsable directo de que el receptor produzca un tipo de comprensión básicamente afectiva en primera instancia, posteriormente racionalizable. Este esquema de comprensión es favorecido por condiciones especiales de recepción en que ofrece el mensaje iconográfico. El término “imagen” implica objetiva y estructuralmente, la presencia de la ausencia, una función animista que resiste el impacto de su fabricación mecánica. Es el aspecto subjetivo y funcional de su percepción y com- 101 PASQUALI, Antonio. Comunicación y cultura de masas. Universidad Central de Venezuela. Caracas. 1964. Pág. 20. 249 prensión, donde se observa la movilización de los elementos simpatéticos, como participaciones, identificaciones, empatías en general; cuando recibe su consagración definitiva como lenguaje suprarracional. “Podrían llamarse ‘lógicos’ o discursivos los medios de vehiculación de la palabra o de repertorios de signos de extracción conceptual; ‘alógicos’ o ‘presentativos’ los medios de vehiculación de lo audiovisual o de repertorios de signos extraconceptuales, tanto en razón de lo objetivamente transportado (logos en aquellos, eikóon en éstos), como en razón de su comprensión por parte del receptor-interpretante (racional allá, emocional aquí)”.102 De estas breves premisas a sus últimas consecuencias prácticas, se observa qué medios de catacterísticas semánticas y sintácticas peculiares, están forzosamente llamados a motivar patterns psicosociológicos de especiales características. Algo que rara vez se presenta en los archivos textuales. Jean Wahl señala la omnipresencia de la imagen en el horizonte del hombre contemporáneo, utilizando el término “iconósfera”; conceptualizando un factum cultural caracterizado por el uso masivo de lenguajes visuales, que no se interpreta sólo como uno de tantos eslabones que dan pautas del progreso técnico de nuestra “civilización de la imagen” o “cultura de la imagen”, cultura en estado virtual proyectada en civilización por consecuencia de factores sociales determinables con cierta precisión. Esto es así, si aplicamos la clásica distinción de lo objetivo y lo formal, del contenido y del acto. “Cohén-Séat ha propuesto hace años un análisis por separado del ‘hecho fílmico’ (el contenido de la expre- 102 PASQUALI, Antonio. Op. cit, pág. 21. 250 sión visual), y del ‘hecho cinematográfico’ (el acto de expresar visualmente y su función comunicante). Si el primero de tales aspectos (referible a la personalidad del artista creador o, en general, a un tipo de comprensión de lo real), sólo admite un discurso estético y psicológico, el segundo, por plantearse en el nivel de la intersubjetividad y por evidenciar novedosos aspectos en la problemática de la intercomunicación humana, justifica enfoques semánticos, psicológicos, etc., sólo si éstos convergen en una perspectiva sociologico-cultural, que es la que otorga pleno sentido a fórmulas como ‘hecho cinematográfico’ y similares”.103 Finalmente, entre los distintos medios audiovisuales de comunicación, conceptuamos un criterio eminentemente cuantitativo y distributivo que nos permite, desde el punto de vista de la archivología, reducirlos esencialmente a la radio, cine y televisión. Archivos cartográficos. Documentos separados y conservados en forma habitual, conteniendo información gráfica, fotográfica, fotogramétrica, mapas cartas, planos, incluyendo documentos textuales anexos. Archivos impresos. Aplicado a aquellos que conservan material impreso inclusive por ordenadores. Archivos legibles a máquina. Sector especializado que contiene información codificada, grabada en soportes magnéticos, cintas tarjetas perforadas, o todos los documentos producidos en el transcurso de un proceso electrónico. En esta clasificación pueden incluirse cuantos archivos pueden crearse de acuerdo con la clase de documentos que contienen. 103 PASQUALI, Antonio. Op. cit., pág. 21. 251 CLASIFICACIÓN GENERAL. Por último tendríamos una clasificación general, en la que podemos apreciar algunos aspectos: De acuerdo con el punto de vista legal tendremos los archivos privados, públicos, particulares y eclesiásticos. Archivos públicos: aplicado a aquellos archivos que legalmente corresponden a entidades jurídicamente de servicio público, ubicados en niveles de los poderes de gobierno. En los archivos públicos que el Dr. Tanodi subdivide en archivos nacionales, correspondientes a una nación, provinciales, para los sistemas de gobierno federales y correspondientes jurisdiccionalmente a una provincia, municipales y de organizaciones autárquicas, autónomas y semiautónomas, para algunos tipos de legislación, y generalmente correspondientes a entidades en las cuales el Estado intervienen con capitales y acciones. Son archivos públicos entonces, todos aquellos que se forman en las distintas unidades de la administración pública. La administración pública presenta una enorme complejidad de operaciones y de intensidad de trabajo, y bajo estas actividades surgirán documentos, que una vez cumplidos el fin por el cual fueron creados, se archivarán. En la medida que la administración se desarrolla, aumenta el número y volumen de archivo, encerrando documentos valiosos con contenidos de interés en especial sociales, históricos y financieros económicos. En toda forma estructural de la administración pública, correctamente llevada, existen unidades y dotaciones especializadas para las tareas del archivo. Lamentablemente la funciones que se le asignan a los archivos en los manuales de organización, reflejan un desconocimiento completo de las actividades del archivo, hacen mención a: 252 Fiscalizar y mantener el archivo, Dirigir el funcionamiento del archivo, Ejecutar el servicio del archivo, Atender el archivo, Efectuar el archivo, Supervisar el archivo, Llevar el archivo. Este lenguaje debilita aún más la importancia del quehacer archivístico de las entidades públicas, donde aún se tiene el concepto antiguo de que el archivo es un repositorio pasivo donde se acumula la documentación. Se desestima generalmente que con el transcurso de los años los documentos aumentan su volumen considerablemente, y a la falta de recursos para su conservación se efectúan expurgos indiscriminados, perdiéndose documentación como información valiosa tanto para la administración como para los investigadores de las ramas sociales. Los servicios del microfilme han demostrado que son ineficaces para cubrir estas deficiencias, excepcionalmente algún archivo requeriría de estos servicios, pero en su generalidad no responden a los requerimientos por el alto costo que significa al gasto público, resulta más económico comprar nuevas estanterías y conservar la documentación que adquirir el servicio del microfilm. Estas técnicas de microfilmado se prestan mejor para los archivos históricos puesto que el servicio de información puede recuperar parte de las inversiones efectuadas. Lo importante de los archivos públicos, es comprender que tomamos el sentido público en cuanto a la entidad organizadora, no en cuanto a la atención que se pudiera brindar al público. Los archivos públicos, son los más importantes, puesto que aparte de ser los mejor con- • • • • • • • 253 servados, son los que reflejan mejor la realidad de cada país, recuérdese que indicamos que estos archivos son el índice de desarrollo de cada país. Archivos privados y particulares. Aplicado a aquellos archivos que legalmente corresponden a entidades jurídicamente privadas. Se conoce y se habla muy poco sobre estos archivos dado el carácter reservado que tienen; la iniciativa del desarrollo de la archivología nace en las necesidades que se presentan en el sector público, el interés de los archivos privados y particulares se manifiesta recién en los últimos tiempos, pero siempre con la reserva característica de éstos. Es necesario destacar la enorme importancia que tienen los archivos privados inclusive para la historia de un país, para ello es necesario hacer comprender que la conservación de estos archivos son indispensables, es en estos archivos que se abren insospechadas campos en el estudio, tanto de la economía como en la historia económica, al análisis y la teoría económica, abarcan una gama de experiencias que pueden ayudar en mucho a las futuras generaciones. Los países del Este europeo crearon archivos centrales económicos que no sólo reciben documentación oficial sino también de empresas privadas progresivamente nacionalizadas, la legislación ha reglamentado la conservación y la remesa de archivos de empresas, tratándola como a los archivos públicos. Pero la concentración de archivos trae aparejados problemas desde el punto de vista del volumen documental y en algunos países, como Hungría y la República Democrática Alemana, se obliga a las empresas a conservar sus propios archivos bajo la inspección de los funcionarios de los archivos públicos. 254 En muy poca escala tenemos los archivos particulares, que son con mayor propiedad denominados colección de documentos, que han pertenecido a personas físicas o familias, si bien se ha dado el requisito de que hayan destacado social o históricamente. Estas colecciones por su contenido, ofrecen interesantes temas a los investigadores, lamentablemente son pocas las donaciones que se efectúan de este tipo, dispersándose muchas veces la documentación entre los herederos, quedando sólo piezas particulares que conservan las familias como una reliquia. Los archivos económicos son los propiamente denominados archivos privados, en los países europeos, se opta por este nombre por ser que el contenido mismo de los archivos es de mayor interés para la historia económica. Están más expuestos a las pérdidas, exponemos dos razones simples: A una empresa privada no le preocupa la cultura, no está incluida en sus fines, además que puede haber información comprometedora desde el punto de vista del fisco y legal. Por otra parte podemos considerar desde el punto de vista de la perdurabilidad de la institución, que se limita a dos o tres generaciones. No tienen la continuidad y perdurabilidad que tienen las instituciones públicas, esa documentación por una falta de reglamentación o de interés se pierde. Si bien, cabe recalcar que la historia tiene un enorme interés en este tipo de archivos. Archivos eclesiásticos: aplicados a aquéllos que corresponden a sociedades religiosas, esencialmente católicos. La Iglesia es una sociedad civil universal con una jerarquía de tipo monárquico; encontramos en la mayoría de los países que sostienen el credo católico, si bien en la mayoría existen libertad de cultos, el interés a esos 255 archivos provienen de que la Iglesia ha sostenido por mucho tiempo los registros de los matrimonios, bautismos, nacimientos, defunciones, o bien llevaba un libro statu animorum, donde tenían registradas a las familias católicas sobre las cuales tenía jurisdicción. Se ha presentado en algunos oportunidades la posibilidad de que se efectúen microfilmaciones sobre estos archivos. Un ejemplo lo dieron los mormones, que efectuaron microfilmaciones de aquellos lugares que les permitieron, con la finalidad de sellar la familia, que las personas supieran de dónde provenían, a fin de salvar el alma de toda la familia; de ahí la importancia que esta religión le atribuye a las genealogía, materiales de censos, listas de personas, etc. De acuerdo con la organización de la iglesia católica, los archivos adquieren denominaciones similares a lo que sucede con los archivos de gobierno, así tendremos archivos parroquiales, de diócesis, progresivamente hasta llegar al archivo del Vaticano. El Archivo Vaticano merece una especial atención porque fue el que mejor se custodió y organizó. Es el más importante con fondos valiosos por su información con aproximadamente 10.000 volúmenes de documentos. Dentro de su organización, en un octavo lugar se clasifican las colecciones; con este rótulo se señala todo lo que se añade al Archivo Vaticano. El grueso de los documentos lo constituyen las bibliotecas, documentos del clero, más de 100.000 documentos en pergamino, que proceden de los monasterios. Sólo del Vaticano hay alrededor de 670 índices. De acuerdo con la naturaleza de la información tendremos archivos secretos, cerrados, abiertos. Archivos secretos: aplicados a aquéllos que contienen documentación de carácter confidencial, secreto o 256 reservado, generalmente archivos militares, industriales y policiales. Por el aspecto jurisdiccional de los archivos tendremos archivos nacionales, provinciales, municipales, legislativos. Por el carácter de la entidad productora tendremos archivos vivos y archivos muertos, activos o inactivos. Archivos vivos: denominación aplicada a aquellos archivos cuya entidad productora existe y continúa produciendo documentación, se los denomina también archivos activos o archivos abiertos. Archivos muertos: denominación aplicada a aquellos archivos cuya entidad productora dejó de existir y por consiguiente dejó de producir documentación, v.g. los archivos de los virreinatos, casas de contratación, etc., se los denomina también archivos inactivos o archivos cerrados. La clasificación puede prolongarse indefinidamente en este sentido, de todas formas nos damos una idea de contenido de esta subdivisión: 257 FORMACIÓN DE LOS ARCHIVOS El archivo es auténtico, no puede formarse un archivo fuera de un organismo, no se puede inventar un archivo, no se puede crear sólo porque sí. Esta autenticidad está representada por una serie de fases que van determinando sus características propias. En el Manual de Archivología Hispanoamericana, el Dr. Aurelio Tanodi, determina tres fases en la formación de los archivos: la fase prearchivística, la fase administrativa, y la fase histórica. Resumimos para comprender el contenido de esta fases: Fase primera: denominada también prearchivística, el autor del Manual introduce un término: archivalía que estudiaremos con más detenimiento en capítulo aparte, esta fase comprendería lo que definimos como recepción, reunión de documentos, sean éstos elaborados en la entidad o recibidos para el cumplimiento de un determinado trámite, esta recepción se realiza en las mesas de entradas o alguna oficina destinada a este fin. Fase segunda: denominada por Tanodi, archivalía verdadera, se produce cuando los documentos cumplie- ron su objetivo inmediato, o los fines por los cuales han sido creados. En esta fase los documentos cumplieron su trámite. Estos documentos se conservan por un tiempo prudencial en los archivos de las entidades productoras, para fines de consulta o posteriores reclamos que normalmente se presentan, se utilizan también como antecedentes o precedentes, cumplen necesidades administrativas. La consulta es esporádica. Fase tercera: los documentos se transforman en fuentes de consulta para los fines prácticos, científicos y culturales, generalmente se guardan en los archivos históricos o los correctamente denominados generales. Sobre estas tres fases estaríamos conformes si no creara confusión, se habla de formación de los archivos, como citamos anteriormente, de acuerdo con el Dr. Aurelio Tanodi, posteriormente encontramos el ciclo vital de los documentos, señalando las fases pre-archivísticas, administrativas e históricas, trabajo efectuado por Manuel Vázquez. Archivística curso básico. El Dr. Gunnar Mendoza también nos habla del ciclo vital de los documentos, variando las denominaciones de las fases: “a) La fase activa, en que el documento se produce y por su valor de uso posibilita las funciones, actividades y trámites de los individuos y de las entidades públicas y privadas que lo produjeron. b) La fase inactiva o de transición, en que los documentos habiendo perdido su valor potencial de información, son retirados de los trámites actuales y deben ser evaluados para identificar dicho valor de información. c) La fase de conservación permanente, en que el documento, reconocido su valor de información, va a ser preservado en el archivo permanente, mientras que el 259 documento que ha sido evaluado como superfluo es desechado bajo control legal”.104 ARCHIVALÍA En el capítulo anterior hemos mencionado este término utilizado por Tanodi en su mentado Manual de Archivología. “El contenido esencial ineludible, de los archivos como secciones o instituciones, es la archivalía, que muchos tratadistas identifican con el archivo. Nos parece más conveniente, delimitar los dos términos. La palabra archivalía no ha recibido todavía, su ‘carta de ciudadanía’ en la lengua castellana, la usan en México especialmente el Dr. Carrera Stampa, y nos adherimos por completo a su empleo por su practicidad, claridad y fuerza expresiva”.105 El vocablo archivalía fue introducido por T. Schellemberg en México, en alemán archivaliem es utilizado como plural, archivale como singular, en holandés archivalía, en inglés archivalia, como masa de documentos preservadas en un archivo.106 De acuerdo con su origen la archivalía sería entonces los documentos de un archivo, pero tal afirmación no es tan fácil de comprender, veamos la definición: “Por archivalía entendemos todo material escrito, gráfico (dibujos, mapas, planos), multigrafiado, reprógrafos, sonoro, audiovisual (películas) proveniente de una entidad, producido o recibido en función de sus actividades o, en general, relacionado 104 MENDOZA, Gunnar. Presencia literaria del domingo 4 de Julio de 1982. La Paz. Bolivia. Para una declaración de principios de archivística boliviana. Pág. 2. cc 1/6. 105 TANODI, Aurelio. Manual de Archivología. Op. cit., pág. 15. 106 Ibídem. 260 con su vida administrativa, desde el momento en que cumplió su función inmediata que originó su creación, y se conserva con fines administrativos, jurídicos y científicos o culturales”.107 Lógicamente podemos pensar que este término puede facilitarnos algunos aspectos de la archivología, pero su interpretación depende del punto de vista que lo tratemos, veamos: en la segunda fase de formación de los archivos presentadas por Tanodi, habla de archivalía verdadera como la documentación que cumple algunos requisitos: • Que ha cumplido su función inmediata. • Que ya no sirve para la tramitación completa. • Que ha pasado al archivo administrativo. El problema se presenta para denominar a los documentos de la primera fase, gestación y gestión de los documentos, archivalía en potencia, como concepto está muy bien, pero ¿cómo llamamos a esta etapa? Posteriormente pasa la documentación a convertirse en fuentes, sin dejar de ser archivalía. Por otro lado, Manuel Vázquez, nos dice de la archivalía como objeto de la archivología, aclaremos antes que aquí habría una superposición de términos, el objeto de la archivología es el archivo, el objeto del archivo sería la archivalía, volviendo al tema, nos dice: “Esta palabra con el correr de los años no ha hecho sino aumentar su necesidad y debe ser adoptada, por dos razones: l. Quienes no usan la palabra archivalía han de definir la palabra archivo como el edificio o institución y como los documentos que contienen creando un equivocismo que es pobreza y dificultad el entendimiento de textos. 107 TANODI, Aurelio. Manual de Archivología. Op. cit., pág. 15 261 2. Con el auge de la disciplina documentación, la palabra documento, documentación ha dejado de ser patrimonio de los archiveros y necesitamos hacer la precisión “documento de archivo y evitar la palabra documentación. Entonces la palabra archivalía es la justa, la indiscutiblemente archivística”.108 Algunas observaciones. Las definiciones del archivo siempre han de tener los dos conceptos, edificios y documentos, sean estos archivalía o no, por lo tanto no pueden crear “equivocismo” Los términos documento y documentación no dejan de ser patrimonio de los archiveros, porque no han sido patrimonio completamente, el documento podría ser patrimonio de todas las ciencias y disciplinas que se relacionan con su estudio, como ciencias de la documentación y de la información. Pero el principal problema es cuando deja de ser archivalía en potencia y pasa a ser archivalía verdadera. Aparentemente la archivalía comienza cuando el documento ingresa definitivamente en un archivo, sea éste como sección de la entidad productora, o el archivo intermedio. Resultaría más interesante denominar archivería a los documentos del archivo sin discriminar las etapas, así podemos hablar de la archivería como se habla del libro para la bibliotecología. No altera entonces ninguno de nuestros conceptos sobre el documento, el archivo y la archivología, el hecho de adoptar el término archivería. Por otro lado, se corre el riesgo de disminuir las atribuciones del archivo moderno, al hablar de archivería, en un concepto limitado por las etapas del ciclo vital del 108 VÁZQUEZ, Manuel. La ordenación en la Metodología Archivística. En: Revista del Archivo General de la Nación. Vol. 8. Bs. As. 1979. Año VIII. Pág. 17. 262 documento, el archivero puede interpretar que su papel sólo le corresponde a la archivería, dejando de intervenir en su génesis y trámite, lo que en la actualidad sería un retroceso en sus funciones. RELACIÓN CON HECHOS Y PRODUCTOS DIRECTOS Como hemos comprobado en el capítulo Fenomenología documental, un sector de hechos derivan en documentos, este sector de hechos son propiamente manifestaciones de personas o grupos sociales en determinados tiempos y espacios, los cuales conforman el contenido específico de los productos como bienes y servicios; este sector persigue entonces mediante las actividades, acciones, lograr un bien y/o un servicio, sean éstos de carácter material, productos elaborados sobre materia prima, sean éstos de carácter espiritual o culturales, productos elaborados sobre el intelecto. Este sector, necesariamente está acompañado de determinados documentos que respaldan la acción o las actividades, que no son creados con la intencionalidad histórica. Aurelio Tanodi nos aclara, “la archivalía es un producto relacionado con los hechos; es un producto en papel y otra materia que garantiza su permanencia, de contenido intrínseco, dado principalmente por medio de la escritura. En relación a los hechos es un coproducto o un subproducto”.109 La documentación entonces resulta ser un producto de apoyo administrativo, lo cual nos permite tener una idea aproximada de cuáles son los documentos que real109 TANODI, Aurelio. Manual de Archivología. Op. cit., pág. 17. 263 mente corresponden a un archivo, así diferenciamos que los libros son productos en forma de bienes, lo cual no corresponde a un archivo, lo mismo sucede con las publicaciones periódicas, ambos corresponden más bien a las fuentes éditas; los documentos que permiten la elaboración de libros, manuscritos, apuntes, fichas, y los documentos originales que permiten la elaboración de un diario, son pertenecientes al archivo porque son coproductos de esas actividades, no así los periódicos. Es conveniente aclarar, que muchos archivos, la mayoría en todo caso, contienen en sus archivos hemerotecas, las hemerotecas son propiedad de las bibliotecas. A estos documentos que se puede encontrar por tradición en un museo, archivo, biblioteca o centros especializados de información y documentación, les denominamos, los documentos multifase, puesto que por una y otra razón, se los encuentra en cualquier repositorio documental. DOCUMENTO Y DOCUMENTACIÓN El documento es la materia prima de todo lo que estudiamos hasta ahora, el objeto de la archivología y la ciencia de la documentación. Documento en só significa cualquier escrito o imagen que bajo una permanencia relativa puede servir para suministrar o conservar la información. Su definición varía de acuerdo con la rama del saber que lo estudia. Veamos algunos ejemplos: Se define el documento a “cualquier soporte de cualquier índole que contiene información de interés para una determinada materia”110 Al decir soporte se especi- 110 F.I.D. Federación Internacional de Documentación. 264 fica como papel, cinta magnetofónica, tela, papiro, pergamino, etc., cualquier objeto que en su contenido guarda un signo determinado como información que debe ser extraída por quien o quienes se interesen. Documento privado: el redactado por partes interesadas, con testigos o sin ellos, pero sin intervención de notario o funcionario público que le dé fe o autoridad. Documento producido por entidades privadas y particulares. Documento público: “El otorgado o autorizado, con las solemnidades requeridas por la ley, por notario, escribano, secretario judicial u otro funcionario público competente para acreditar algún hecho, la manifestación de una o varias voluntades y la fecha en que se producen”.111 Documento producido por entidades públicas o estatales. Documentos administrativos: “Los provenientes de la autoridad administrativa o los autorizados por ella. Cualquiera relacionado con la administración pública. El de carácter privado, desde que se incorpora a un expediente o a actuaciones de índole administrativa. El relacionado con la administración, gestión económica y organización de los asuntos privados. A efectos registrales, los que, por reunir autenticidad y proceder de autoridades o funcionarios públicos, tienen acceso al Registro de la Propiedad, como admisible y aficaz titulación.112 Documentos judiciales: “Cualquiera de las resoluciones de los jueces o magistrados de las jurisdicciones contenciosa o voluntaria: sentencias, autos y providencias. Los que forman parte de autos, aun provenientes 111 112 Gaceta Oficial de Bolivia. Código Civil, publicación oficial. Vigencia desde el 2 de abril de 1976. N° 975. Pág. 344. PIAZZALI, Luis F. Documentos, conceptos, definiciones. Santa Fe, 1977. 265 de una parte y otro interesado que la causa o requerido de ella. Las comunicaciones a las partes y a terceros, citaciones, emplazamientos, notificaciones, edictos, las diversas formas documentales de relaciones jerárquicas y con otras jurisdicciones o autoridades; suplicatorios, exhortos, mandamientos, cartas, órdenes y despachos y oficios diversos. A los efectos de los registros de la propiedad, los que cumplen la función de titularidad que en los actos y contratos inscriptos o inscribibles se requiere”.113 Como podemos apreciar, definiciones para el término documento de acuerdo con la ciencia disciplina o punto de vista diplomático, histórico y documentalista.114 Documento diplomático: “Un testimonio escrito, redactado en forma determinada, sobre los hechos o precedentes de naturaleza jurídica, que tiene por fin darle fuerza probatoria”.115 El documento diplomático requiere tres aspectos esenciales: • Ser producido en una entidad organizada, por consiguiente ser producto de una actividad. • Haber sido realizado, redactado, elaborado, con determinadas fórmulas internas que caracterizan directamente su contenido y haber cumplido con formas externas determinadas. • Tratar sobre un hecho jurídico o negocio. Documento eurístico: “Escritos, con existencia propia e independiente, mediante los cuales quedan garantizados los hechos jurídicos, con arreglo a formas determinadas que cambian según la persona, el tiempo, el lugar y el concepto, de tal manera que estos testimonios escri- 113 PIAZZALI, Luis F. Op. cit. TANODI, Aurelio. Manual de Archivística. Op. cit., pág. 18. 115 Ibídem, pág. 19. 114 266 tos resultan idóneos para el cumplimiento de fines jurídicos”. 116 Para el documento desde el punto de vista documentalista, tenemos la definición del FID citada anteriormente, Amat Noguera también nos da una definición: Todo conocimiento fijado materialmente sobre un soporte, y susceptible de ser utilizado para consulta, estudio o trabajo. Un utensilio irremplazable para transmitir los conocimientos, las ideas y dar cuenta de los hechos.117 Para Couture de Troismonts “es toda base material de conocimiento susceptible de emplearse para la consulta, el estudio o como elemento de prueba. Es simultáneamente un soporte, un conocimiento y un testimonio”.118 En concordancia con estas definiciones dadas, comprendemos entonces que el documento es la base de partida, no sólo para la archivología, sino para las ciencias de la documentación. Resumiendo, observamos que todas las definiciones de alguna u otra manera contiene tres elementos: • Un elemento de carácter probatorio. • Un elemento tangible, soporte. • Un elemento informativo. Estos tres elementos nos dan un concepto aproximado de lo que es el documento, un concepto muy amplio por cierto, porque todo, en realidad, todo lo que existe es un documento, si observamos un pedazo de tiza, y sabemos obtener un determinado tipo de información, observamos que el pedazo nos da continuamente información, primero por el color, la forma nos dará un concep116 TROISMONTS, R. Couture de. Manual de Técnicas en Documentación. Editorial Marymar. Pardera, 1975. Pág. 7 117 VÁZQUEZ, Manuel. Op. cit., pág. 17. 118 TROISMONTS, R. Couture de. Op. cit., pág. 7. 267 to de trabajo, un concepto de cultura, sus componentes químicos son otro tipo de información. Los archiveros prefieren delimitar el concepto, encerrándolos en aquellos documentos producidos por una determinada actividad, lo cual ayuda a limitar los elementos que son propios de un archivo. En descripción, cuando se estudian los caracteres internos y externos del documento, esencialmente se consideran dos aspectos diferentes: • La forma. • El contenido. Al hablar de caracteres externos lo hacemos entonces de la forma, los datos evidentes, como lo califican algunos autores. Al hablar de caracteres internos lo hacemos de su contenido, los datos latentes. Estos aspectos son determinantes de la ordenación y la clasificación en la archivología, así tenemos que los documentos se ordenarán por su forma y se clasificarán por su contenido. Documento auténtico: “Escrito, papel o instrumento autorizado en forma tal que da fe, y haya de ser creído, por estar legalizado por autoridad competente”119 Los documentos auténticos se clasifican en cuatro grupos principales. Documento auténtico pontificio: que son traducidos, interpretados, testimoniados, legalizados por los obispos de las respectivas diócesis. Documentos auténticos otorgados en el extranjero: que exigen la legalización de acuerdo a convenios entre países o de acuerdo con el derecho internacional. 119 VÁZQUEZ, Manuel. Op. cit., pág. 17. 268 Documentos auténticos no redactados en castellano: que deberán ser traducidos por funcionarios autorizados. Documentos auténticos por sí mismos: que no necesitan requisitos y autentificación ni legislación alguna. Tenemos también el: Documento ejecutivo: el instrumento, título o pieza documental que conlleva ejecución que se presenta para efectividad de la obligación que contenga en su texto. DEL DOCUMENTO A LA DOCUMENTACIÓN Cuadro 29: Documento. 269 El documento se transforma en una herramienta insustituible para transmitir conocimientos, ideas y hechos. Es «Todo aquello que bajo la forma de relativa permanencia puede servir para suministrar o conservar una información» (Federación Internacional de documentación). Para la escuela norteamericana el documento fue todo papel escrito, pero este concepto se ve obligado a cambiar por las nuevas manifestaciones tecnológicas, aceptando otras formas de documento, acordes con los nuevos soportes magnéticos. Originalmente, si nos atenemos a su etimología, documento significa enseñar; pero, en esta última década, ha evolucionado su significado. Normalmente cuando se habla de documento, en forma intrínseca se habla del conocimiento a través de un soporte. Paralelamente, cuando se habla de conocimiento, consideramos un soporte material que puede ser utilizado para consulta, estudio, elemento de prueba o investigación. Estos documentos se encuentran en archivos, museos, bibliotecas y centros de documentación. Las tres primeras son pre-documentalistas.120 Cuadro 30: Documento y proceso. 120 TROISMONTS, R. Couture de. Op. cit., págs. 7-14. 270 Todo documento de archivo sigue una técnica, sigue un método. La utilización y el proceso son diferentes en las cuatro divisiones. archivo, biblioteca, museo, centro de documentación. Funciones de un documento. Todo documento cumple las siguientes funciones: 1) Permite la comunicación humana. 2) Es un medio de formación y enseñanza. 3) Puede almacenar los conocimientos humanos formando, una memoria colectiva. NATURALEZA Y CARACTERÍSTICAS DEL DOCUMENTO Documentos iniciales: considerando desde las primeras manifestaciones del hombre para fijar un conocimiento. como manuscritos, notas de laboratorio, mediciones, apuntes de viaje, consideradas como las notas grises por la archivología. Impresos: considerados básicamente los documentos de biblioteca. Lo formularios, constituyen un gran número de variantes en este grupo. Documentos originales o primarios. Primeras formas de transposición de los documentos iniciales. Ejemplos: primera edición de un libro, grabación magnetofónica directa, etc. Documentos secundarios. Comprenden documentos derivados de los primarios, como índices, bibliografías de segunda mano, auxiliares descriptivos, etc., son representaciones condensadas, títulos o series, de documentos primarios. Documentos terciarios. Reproducidos por un medio mecánico, sin modificación del original. De estos documentos se ocupa la reprografía; reproducciones facsimila271 res, fotocopias electroestáticas y por otras sistemas similares, etc. También se consideran las listas de publicaciones secundarias. Creados a partir de materias diversas: discos, cintas magnéticas, filmadas y otros audiovisuales. Fotografías y reproducciones. Objetos, obras de arte, etc. Un documento para ser válido debe reunir los siguientes requisitos: Original: de primera mano. Fiables: digno de crédito. Utilizable: con posibilidad de difusión. De fácil acceso a los utilizadores. El escrito. «El escrito sirve de memoria a la transmisión impersonal de las nociones, de las ideas, y de los hechos. Realiza la continuidad de los conocimientos en el tiempo y en el espacio. Hace el puente entre su creador y su usuario. Colma el intervalo del tiempo y el espacio».121 Cuadro 31: Documentación. 121 TROISMONTS, R. Op. cit., pág. 15. 272 ACTIVIDADES PRE-DOCUMENTALES Cuadro 32: Actividades pre-documentales. CENTROS DE DOCUMENTACIÓN Son entidades especializadas que se mantienen actualizadas mediante redes documentales. Sus características son: 1) Especialidad. 2) Actualización. 3) Organización, sobre todo para brindar respuestas precisas. Trabajan en forma permanente con los consejos de investigación científica y tecnológica. Proveen la información y procesan la información recibida. Cuadro 33: Proceso de la información. 273 ACTIVIDADES DOCUMENTALES Cuadro 34: Actividades documentales. Los centros de documentación utilizan los documentos permanentemente realimentados. Eligen, describen, ordenan y difunden, considerando como elemental la economía. Contrarios a los centros de información que utilizan sólo información, datos, los centros de documentación utilizan los documentos, considerando la importancia del lenguaje. TÉCNICAS DOCUMENTALES Selección: la documentación, representa el conjunto de documentos recogidos para fines determinados. Para lograr estos fines emplea técnicas documentales, tratamiento permanente y sistemático de documentos o datos para la información especializada que requieren los usuarios. De toda la producción documental se elige lo que interesa al centro, los documentos cumplen con los requisitos: Pertinencia: que corresponda o guarde relación con el tema elegido. Los documentos responden a las necesidades específicas de los usuarios. 274 Exhaustividad: debe agotarse el tema en lo posible cuando se proporcionan al usuario documentos que respondan a sus necesidades. Rapidez: algunos autores prefieren reemplazar por veracidad, los documentos deben transmitirse al usuario inmediatamente después de su difusión. Economía: aspecto principal para el funcionamiento adecuado, el costo de las operaciones para proveer documentación, debe ser mínimo. Identificación: consiste en la aplicación de normas con el fin de asegurar una mejor comunicación. El lenguaje para el usuario es normalizado. Cuadro 35: Lenguaje en documentación. El análisis documental: operaciones realizadas para representar el contenido de un documento, preferentemente en auxiliares de investigación. El análisis del contenido permite su ordenación. El almacenamiento: es la acumulación de documentos, de modo que se adecuen a las operaciones de recuperación y búsqueda, para localización del contenido informativo. La difusión: de la información recogida, tratada y analizada. Fondo documental: desde el punto de vista del documentalista, el fondo se considera cuando una institución maneja material y es documental cuando cumple una tarea documental. Estos fondos, reunidos en un centro de documentación, no pueden ser estáticos, sino dinámicos, el documento está en movimiento, es actualizado o maneja elementos como resúmenes, asientos, etc. Este 275 material de hecho tiene un procesamiento diferente a la biblioteca, el archivo, y el museo. En todo archivo, la producción documental de la institución es procesada con técnicas archivísticas, pero en un centro de información, la documentación que llega del exterior a esa institución debe ser procesada con técnicas documentales. Documentación: como adelantamos en anteriores acápites, no es lo mismo decir documento que documentación, lamentablemente este término es empleado indistintamente como sinónimo, inclusive es empleado por docentes en el dictado de sus cátedras, pero, hilando fino, la palabra documentación proviene de documento, del latín documentum, el que deriva de docere que significa enseñar, valga la redundancia. Este término presenta algunos inconvenientes en su definición, no lográndose exactitud por las diferencias de su significado. Bradford afirma que documentación es el «arte de coleccionar, clasificar y hacer inmediatamente accesible los documentos de todos los tipos de actividades intelectuales». La documentación, como anticipamos en el estudio introductorio del presente trabajo, engloba a las siguientes ramas: Bibliotecología: creando instrumentos de trabajo, bajo normas específicas, que permiten resolver problemas en la organización de las bibliotecas. Museología: aplica los mismos principios que para la bibliotecología. Archivología: aún no está muy claro el papel de los documentalistas en los archivos, dado que este conjunto de conocimientos requieren de una mentalidad netamente institucional, lo que la hace diferente a las otras ramas de las ciencias de la documentación, sin que esto 276 sea excluyente, lo que se requiere son archiveros con conocimientos documentalistas, que permitan comprender a la organización de archivos en sus múltiples aspectos. Documentología: estudia los métodos de trabajo adecuados al funcionamiento de los centros de documentación, tomando énfasis en el tratamiento de la información. Uno de los principales objetivos de los centros de documentación es la creación de auxiliares de investigación, auxiliares descriptivos para la archivología, que permitan la investigación de hechos, ideas, objetos, documentos y servicios; para coordinar los trabajos y organismos, sistematizar las técnicas, métodos y doctrinas, organizar redes nacionales e internacionales de documentación. Conciliamos entonces que documentación es, en términos generales, el acto de reunir documentos sobre un tema dado y el tratamiento de éstos en vista de su difusión. Lo que difiere mucho del término documento empleado por los archiveros. 277 Libro Tercero CIENCIAS AUXILIARES, ENSEÑANZA Y COMUNIDAD ARCHIVÍSTICA LOS ARCHIVOS Y LA ADMINISTRACIÓN A lo largo de nuestro trabajo, hemos hablado constantemente sobre la entidad productora de los archivos privados, generados en administraciones privadas a los archivos públicos, generados en administraciones o entidades públicas. Corresponde entonces tomar algunos conceptos que nos permitan comprender el papel que desempeñan los archivos con relación a la administración. Etimológicamente, la palabra administración proviene del vocablo latín ministrare, que significa servir, y de la preposición ad, que significa hacia. Su sentido es bastante amplio, por cuanto se emplea como acción de administrar, empleo de administrador, servir para el cumplimiento de un fin, gobernar, regir, cuidar, ciencia del gobierno de un estado, equipo de gobierno de un país, o como la acción del gobierno para cuidar los intereses públicos. El interés archivológico por la administración radica en que ésta crea y genera documentos y al mismo tiempo requiere del servicio informativo del archivo y éste a su vez funciona como memoria de la institución. La administración pública hace posible que el Estado alcance su fin principal, que es el bien común, razón por la cual sus archivos, a diferencia de los archivos particulares o privados, perduran a través del tiempo logrando una mayor continuidad y consistencia. Adquiere una mayor importancia por su contenido histórico y por el valor de los documentos, reflejos de una realidad vivencial. Schellemberg asigna los fines del archivo con relación al gobierno y a su administración, éstos son: Los fines oficiales son los servicios que presta el gobierno, como memoria de un estado, como preservador del patrimonio, y como elemento de continuidad en los actos administrativos, antecedentes documentales, permitiendo adoptar resoluciones y resolver problemas merced a los antecedentes documentales depositados en el seno de todo gobierno. Así mismo los archivos permiten una orientación científica y no improvisada para la conducción del presente. Los fines culturales, se manifiestan en relación a los elementos que son índice del grado de civilización de un país, en la medida en que un gobierno se ocupa de ellos. Esto no hace pensar en la obligación tanto del gobierno como de sus gobernados, de cuidar el patrimonio documental. Los fines civiles se manifiestan a través de la relación que existe entre el gobierno y los gobernados, los archivos se constituyen en prueba de los derechos civiles y garantías de los individuos. Así mismo constituyen un elemento probatorio de las relaciones de gobierno entre sí y de los gobernados entre sí, creándose un juego mutuo de garantías respaldados por los documentos conservados en los archivos. 280 GENERALIDADES DE LA ADMINISTRACIÓN Profundicemos un poco más sobre el problema administración para comprender los fines del archivo: la administración pública puede ser considerada desde dos puntos de vista generales: · Administración subjetiva u orgánica: considerada como un complejo de personas y cosas que tienden a una finalidad. · Administración objetiva o material: como una actividad encaminada a la satisfacción de las necesidades públicas. Las actividades que desarrolla la administración pública, para el logro de sus fines, se puede resumir en tres grandes grupos. • Las actividades de control: denominadas también de gobierno, de policía; son aquellas actividades que despliega en el ejercicio de su potestades para garantizar la paz social y el orden público. • Las actividades de fomento: que tienen por finalidad promover las actividades particulares que satisfacen las necesidades públicas o son de utilidad general. • Las actividades de servicio público: destinadas a proporcionar utilidad a particulares, condicionada a razones de interés público. Estas tres actividades infieren en los archivos, si bien en el primer punto no es una actividad de policía pero sí efectúa un control sobre la documentación producida por la institución y de acuerdo con la jurisdicción del archivo que se trata. En cuanto a la actividad de fomento, no podemos hablar en cuanto a aspectos económicos, pero sí podemos hablar de fomento en cuanto a los objetivos de investigación y educación. En la mayoría de los países desarrollados existe una estrecha relación entre ar281 chivos, los investigadores y los educandos. Al hablar de actividades de orden público, nos consustanciamos fácilmente porque comprendemos que el archivo ante todo es un servicio a la comunidad, por cuanto encierra patrimonios de gran valor para la sociedad que lo genera. Recíprocamente, ante las actividades de la administración, se tienen las responsabilidades, basadas propiamente en la responsabilidad civil que tiene toda administración pública para con los administrados, constituyendo en una defensa de estos últimos ante el aumento creciente de poder y prerrogativas que tienen el Estado y gobierno que administra. La administración en sentido orgánico: se conforma con los órganos públicos existentes, partiendo de la división de poderes formulada por Montesquieu, que delimita al Estado en tres poderes públicos que se garantizan recíprocamente, garantizando la libertad ciudadana. El poder Ejecutivo fue el que mayormente desarrolló la administración, por lo que subordina al Estado por un conjunto amplio de servicios al bien común. En sentido subjetivo u orgánico, se entiende también a los entes dotados de personería jurídica existentes en toda la sociedad organizada al amparo del Estado que tiene por finalidad la satisfacción de las necesidades colectivas. Estos entes constituyen la llamada administración indirecta, que se subdividen en dos clases diferentes: • Administración indirecta con carácter total o territorial. • Administración indirecta de carácter no territorial. En la administración de carácter territorial, como dice su nombre, el territorio es un elemento indispensable para su existencia, tomando la característica de total por cuanto persigue la necesidad de satisfacción de 282 la multiplicidad de necesidades públicas de la colectividad. Esta administración se hace más patente en los gobiernos federales, compuestos de administraciones locales como son las provinciales, municipales, de comunas, etc. La administración de carácter no territorial, persigue la satisfacción de necesidades concretas y determinadas, esta forma de administración es llamada administración institucional. La administración en el sentido objetivo: considerada como el conjunto de actividades realizadas por el Estado dentro de una sociedad políticamente organizada, el concepto de administración surgirá de acuerdo con los fines que establece el gobierno. Algunas particularidades se pueden observar: • La administración objetiva es una actividad compartida con el Estado, esto no quiere decir que la administración sea independiente con el Estado, sino en cuanto a actividad cumplen funciones de bien público. • La administración objetiva tiene el carácter de subordinación a la función legislativa y política. • La administración objetiva tiene un sentido concreto y es de carácter continuo e ininterrumpida. • Como ya hemos repetido constantemente, la administración objetiva tienen por objetivos satisfacer necesidades públicas que no pueden ser cumplidas por particulares. • La administración objetiva fundamentalmente actúa a través de los servicios públicos. • La actividad de la administración no es un fin en sí misma, sino un medio para el logro de objetivos del bien público. Veamos qué sucede con los archivos en relación a las actividades administrativas. 283 En cuanto a la administración en sentido orgánico, los tres poderes generan documentos. En la administración de carácter total, los archivos persiguen la satisfacción de necesidades colectivas, sentidas a través del requerimiento de información y de la administración correcta de los documentos que prestan las instituciones y secciones de archivos, persiguen cubrir las necesidades concretas y determinadas. En cuanto a la administración objetiva, el archivo es una actividad dentro de una sociedad políticamente organizada, compartida con el Estado y el servicio del Estado. En los países federales, cada unidad territorial adquiere una legislación propia pero sin rebasar el marco general del Estado. En la administración no territorial, los servicios que prestan las instituciones y secciones de archivos, persiguen cubrir las necesidades concretas y determinadas. La actividad archivística tiene un carácter de subordinación a la legislación impositiva y política, y actividad administrativa, que la diferencia de la bibliotecología. La actividad archivística tiene un sentido concreto y es de carácter continuo, e ininterrumpido, así observamos que en la administración pueden desaparecer algunos sectores de actividad que generan documentos, pero el archivo continúa sus funciones mientras la administración perdura y en un buen número, sobrevive a la institución, prestando servicios continuamente. La actividad archivística como entidad pública, tiene como objetivos satisfacer necesidades concretas que no pueden ser cumplidas por particulares, por el mismo hecho de que su contenido corresponde a las actividades públicas. 284 La actividad archivística no es un fin en sí misma, sino un medio para el logro de objetivos de bien público. ADMINISTRACIÓN PRIVADA Además de la administración pública, cuyo repaso efectuamos, existen una serie de actividades administrativas que legalmente no corresponden al ente público, pero que pueden ser controladas o no, de acuerdo con la forma constitucional de cada estado, al cual denominamos administración privada; estas actividades están encaminadas al logro de fines e intereses de carácter privado, particular o fines comunes con intereses privados. Existen varias formas de actividad substancialmente económica, que son ejercidas bajo el título de empresas, sociedades, etc. Analicemos un poco más: Por el dominio social en que se desenvuelven tendríamos, las organizaciones religiosas, eclesiásticas, las asociaciones de carácter social, como la asociación de amigos del archivo, asociaciones de escritores, etc., organizaciones profesionales, gremiales de beneficencia. Por el dominio económico en que se desenvuelven, tendríamos dos aspectos principales: Aspecto productivo: denominado de esta forma por ser de carácter industrial, agrícola, ganadero. Aspecto distributivo: porque facilitan las distribuciones de los productos mediante el comercio. En el dominio económico encontramos organizaciones denominadas empresas, según su organización jurídica su actividad puede ser denominada como: • Empresa individual (persona física), • Sociedad civil, • Sociedad colectiva, 285 Sociedad en comandita o comanditaria, Sociedad de responsabilidad limitada, Sociedad anónima, Cooperativas. Hagamos un repaso en cada una de ellas: • Empresa individual: se caracteriza porque el capital empleado por la empresa corresponde a una sola persona que normalmente dirige por sí misma la organización, • Sociedad civil: cuando dos o más personas se reúnen para realizar actividades circunstanciales, que son las enumeradas en el dominio social, la responsabilidad por ciertos actos corresponden sólo a la medida participativa socialmente. La sociedad civil es una persona jurídica. • La sociedad colectiva: es la más antigua de las sociedades mercantiles, sus orígenes datan de la Edad Media, teniendo en cuenta las comunidades hereditarias familiares, en la actualidad existe una marcado descenso en el número de sociedades de este tipo, esencialmente en el tipo personalista. • La sociedad comanditaria: también de origen medieval, incluso algunos autores afirman que es un derivado de la sociedad colectiva, la sociedad comanditaria es una forma intermedia entre la individual y las de tipo capitalista, internamente los socios se dividen en dos clases: los colectivos, que son semejantes a los de la sociedad colectiva, y los comanditarios, que no tienen derechos en la gestión de la empresa. • La sociedad de responsabilidad limitada: es la forma de sociedad mas moderna, nació en las décadas intermedias del siglo XIX por razones económicas, su forma ofrecía algunas ventajas con relación a las sociedades anónimas, su característica es que tiene número limi- • • • • 286 tado de socios y es limitada la aportación de los socios, es considerada como una pequeña sociedad anónima, de tipo capitalista, su gestión no corresponde a los socios como tales, sino que se encomienda a una órgano social. Es una forma típica de pequeñas empresas. • La sociedad anónima: es la más compleja de todas, considerada como capitalista, sus características se establecen desde su fundación: capital, los órganos que la componen como ser la junta general de accionistas, el consejo de la administración y los censores de cuentas. • Las cooperativas: reúnen a personas naturales o jurídicas y que obligan a aunar esfuerzos en capitales variables, como el principal objeto de lograr fines comunes de orden económico-social. La administración privada corresponde entonces a la gestión de los intereses privados que se desarrollan en ámbitos independientes del poder público, comprende sus actividades los servicios que lleva consigo. Para la archivología todos estos conceptos, están comprendidos dentro del término entidad productora, de una forma más amplia, pero que nos permite desarrollar en la práctica, los procesos archivísticos. EL ESTADO La administración es una actividad compartida con el Estado, sin que esto quiera decir que el Estado es sólo administración. El Estado presupone la existencia de vínculos de carácter político, social, económico, etc., estableciendo una especie de orden social permanente. El concepto de Estado ha motivado numerosas definiciones, siendo una idea básica de la ciencia política; si 287 el Estado ha existido siempre, como en el concepto moderno o si se ha dado en algún momento histórico, es una problemática que ha presentado bastantes teóricos y tendencias, la corriente más aceptada en la actualidad es que el estado surge en Europa, en el renacimiento. Históricamente el Estado podría identificarse con la polis griega, como institución perfecta en la cual el individuo podría desarrollar sus actividades, puesto que sin la polis no era nada, también puede compararse con la civitas o imperium romana, en la cual el individuo se integra a la comunidad pero bajo un rígido principio de autoridad, que en su evolución llevó al principado y al imperio. Maquiavelo en Italia y Bodin en Francia proclaman la soberanía del Estado por encima de toda tutela moral y religiosa que fue una de las constantes en la Edad Media. Desde entonces se conceptúa al Estado como un pueblo de características nacionales y culturales definidas, asentado en un territorio concreto y que ordena y gobierna. El Estado relacionado con el hombre, como un ser social, presupone la existencia de vínculos, políticos, económicos y sociales, etc., existiendo elementos que lo caracterizan como Estado, estos elementos son: • El pueblo. • El territorio. • El vínculo jurídico. Los tres elementos y la soberanía, se tienen que dar en forma simultánea. El pueblo es el elemento humano caracterizado por los individuos integrantes que tienen intereses en común; estos intereses tienen que ser coherentes y específicos. El territorio es considerado como un requisito del Estado. 288 El vínculo jurídico es el que sustenta la organización del Estado. No se puede hablar de estados sin su respectivo cuerpo de leyes, sean éstas escritas u orales, o tradicionales. Soberanía: hay dos aspectos básicos en la soberanía, desde el punto de vista externo al Estado la soberanía es considerada cuando no depende de otro estado de ninguna forma. Desde el punto de vista interno la soberanía ejerce el poder (imperium) sobre la totalidad de su territorio. La soberanía tiene características especiales: • Permanencia: va unida a la vida del Estado desde que éste se forma hasta que desaparece. • Exclusividad: porque no pueden ser compartidas con otros estados soberanos. • Comprensiva: porque comprende a todos los individuos que viven en el Estado y están sujetos a él. • Inalienable: porque su naturaleza no puede ser cedida ni dividida. • Imperceptible: porque no tiene prescripción. • Absoluta: no tiene límites. FUNCIONES DEL ESTADO Para lograr su fin, el Estado ramifica sus acciones a través de los poderes, clásicamente son: • Legislativo. • Judicial. • Ejecutivo. Lo que significa que legislación, jurisdicción y administración son constituyentes del gobierno. Estos poderes conformados por principios que los caracterizan, están compuestos por organismos que cumplen funciones 289 determinadas, independientes entre sí, no del Estado, agrupadas jurídicamente bajo una constitución, sea ésta escrita u oral, que se estatuye como una ley por encima de todo. El Poder Ejecutivo como facultad de gobernar del Estado hacer observar las leyes. El Poder Judicial como la facultad de ejercer la administración de la justicia. El Poder Legislativo, como la facultad de tener potestad para hacer, reformar, anular leyes. El factor poder adquiere entonces una enorme importancia, calificado como la capacidad de un individuo o grupo social, para gobernar una sociedad y decidir sobre los objetivos precisos. De una u otra forma, los tres poderes ejercen administración, con injerencia directa en el derecho patrimonial compuesto por los bienes materiales, adquiridos y producidos, del dominio público. Recordemos que los archivos, los documentos contenidos en ellos, son considerados patrimonio del Estado. 290 LOS ARCHIVOS Y LA HISTORIA El documento al ser concebido para cumplir con una determinada finalidad, la realiza mediante distintas formas, sea mediante un trámite, o una disposición a cumplirse, sea como forma de transmitir algún tipo de información, pero una vez cumplida esa finalidad, pasa al archivo propiamente dicho, hemos explicado suficientemente este proceso. En un determinado momento el documento, ingresa a una etapa de reposo, llamado muchas veces purgatorio o archivo intermedio, también observamos que en esta etapa se produce la simbiosis administrativa-científica, es decir, el documento gradualmente deja de servir a la entidad productora, para convertirse en un testimonio de las actividades realizadas en el pasado, los archivos por excelencia, son los conservadores de la materia prima de la historia: los documentos. De ahí la importancia que tiene el conocimiento de la historia para el archivero, le permite comprender algunos aspectos de su labor. CONCEPTO DE LA HISTORIA El hombre ha tenido diversas escuelas del pensamiento, sobre todo, por los distintos conceptos que tiene de la realidad. Los discípulos de Pirrón señalaban que cada hombre tiene un concepto diferente de la realidad, y la realidad se presenta de distinta forma para cada uno, influyendo continuamente en sus conceptos cotidianos y fundamentos, hasta tal extremo que las diferencias sobre la realidad son opuestas de un sistema ideológico a otro. Uno de los problemas fundamentales del pensamiento humano consiste entonces en la disparidad de conceptos y preferentemente en los temas sociales que alcanza hasta los niveles científicos. Lo cual forma un complejo sistema de ideas que nos permiten abarcar racionalmente esta complejidad, los sistemas nacen cuando surgen necesidades, lo mismo que las leyes surgen cuando nace el delito, es decir, el hombre ha creado —destacamos la palabra creado por no oponernos al concepto de descubierto— un número uno para representar la unidad, y ha hecho esta representación abstracta de una realidad, o fundamento de una realidad. Las ciencias pueden tener los pies de barro, pero pueden subsistir y nos permiten subsistir, ese es el aspecto positivo. El pensamiento humano quiere abarcar todo, quiere conocer todo, lo está logrando en cierta manera, parte en base a supuestos similares al uno de la unidad. En cierta manera “la investigación científica es una de las actividades humanas más importantes, porque los resultados contribuyen de manera decisiva al mejoramiento de nuestra existencia”.122 Si bien debemos recono122 GORTARI, Eli de. Lógica General. Primera Edición, Colección Juventud. N° 22. Editorial Difusión. Bs. As. 1952. Pág. 11. 292 cer que la profundización del conocimiento fenomenológico ha desarrollado enormemente en la historia resulta sorprendente, fuga ante las definiciones como ciencia o como disciplina, es necesario decir que al igual que las demás ciencias y disciplinas que componen las ciencias sociales, su estudio es relativamente reciente, puesto que el saber histórico era considerado como el saber literario, erudito o cultural y en algunas ocasiones como fundamento filosófico para posteriores especulaciones, si bien hubo intentos de historiadores que pretendieron alcanzar el conocimiento verdadero de lo que realmente encierra la historia muy pocos a decir verdad, y algunos agudamente hicieron sus observaciones muy dignas de tomarse en cuenta en nuestro tiempo, como la del árabe Abenjaldun que nos indica en 1399 o 1400 aproximadamente, que la “historia tiene el verdadero objeto de hacernos comprender el estado social del hombre, es decir, la civilización, y enseñarnos los fenómenos que se relacionan con ella naturalmente”.123 Hasta el siglo XIX en su mayoría los pensadores consideraban a la historia como un saber cultural y sobre todo tradicional, por lo individualizador que se presenta en sus características y por el contenido que encierra, lo que hacía más difícil dar una definición adecuada. “Una buena definición debe ser concisa, es decir, exponer el concepto que se trata de definir con toda precisión y de modo completo, en el menor número de palabras. La definición describe el significado de una determinada palabra, usada para determinar un determinado fenómeno. En la definición debe quedar inscripto, incluido el fenómeno en su totalidad. Si quedan fuera de 123 CASSANI. Jorge Luis: AMUCHÁSTEGUI PÉREZ, A.J. Del Epos a la Historia Científica, Biblioteca Histórica, reimpresión, Ed. Nova Bs. As. 1968. Pág. 8. 293 ellas partes esenciales del fenómeno, la definición no es buena. En cambio, una definición no necesita entrar en detalles”124 ; si fundamentamos, comprobaremos que se han tratado de dar definiciones concisas, pero la historia se escabulle victoriosamente ante estas intenciones. En la primera edición de su obra, publicada en 1889, Bernhein da la siguiente definición: “Historia es la ciencia de la evolución del hombre considerado como ser social”.125 Existen entonces terminologías en las cuales se coloca a la historia como una ciencia, “el mismo Bloch define también a la historia como la ciencia de los hombres en el tiempo”126 incluyendo en el fenómeno de la sociología observamos que Bauer, por su parte, acota la definición: “Historia es la ciencia que intenta describir y explicar, volviendo a vivirlos, los fenómenos de la vida en aquello en que se trata de cambios que las relaciones de los hombres con las diversas colectividades sociales llevan consigo”.127 Sobre todo debemos considerar a la historia como una ciencia por el hecho de encerrar en sus métodos un estudio más profundo y desde el punto de vista teórico sobre las relaciones de causa y efecto, es comprensible desde este punto de vista o plano que haya factibilidad al afirmar a una determinada causa le es continuo un determinado efecto de igual magnitud, tan sencillo de decirlo y tan complejo de su estudio que se hace más profundo; porque en este caso debemos considerar que se hace un dominio mayor o un fenómeno profundo del fenómeno vital o principal o central, dentro de la historia sur124 HUIZIGA, J. El concepto de la historia y otros ensayos. Primera reimpresión Sección de Obras de Historia, Fondo de la Cultura Económica, México, 1977. Pág. 87. 125 Ibídem. 126 Ibídem. 127 Ibídem. Pág. 88. 294 ge el interrogante en su causa, que parece absurda pero que se presenta como una particularidad; ¿cuántas causas distintas entre sí y relacionadas encierran en una causa total y lo que puede resultar un dolor de cabeza, cuando se puede determinar una causa total?, o ¿cuándo se puede determinar el efecto de acuerdo a todas las causas dadas parcialmente?, ante estos cuestionamientos el espíritu historiador suele sentirse determinante. La historia se presenta difícil y conflictiva y sobre todo como un conocimiento especial, y tanto más cuando se toma consideración de que los hechos son irrepetibles, únicos, individualizados, aun cuando algunos fenómenos son parecidos entre sí, en especial por las leyes a que están sujetos; fenómenos pasados e impredecibles desde el punto de vista del raciocinio e imposibles de generalizar; ante esta situación, la historia plantea la duda de si el método científico se convierte en un conocimiento tradicional, tomando sus particularidades excepcionales en lo epistemológico o la fundamentación científica, en lo gnoseológico o del conocimiento en forma racional y la aplicación de los métodos. La esencia de la causalidad, quizá sea un factor dominante para determinar el hecho histórico; hasta el momento sólo sirve para la clasificación parcial del sentido histórico, lógicamente si las causas son naturales, las consecuencias lo son también, si son técnicas en apariencia; lógicamente que es fácil decir: “Pero sea cual fuere la respuesta dada, la práctica historiadora contemporánea se presenta como búsqueda de un orden de comprensión destinado a asegurar la intelección del pasado”.128 128 CHATELET, Francois. El nacimiento de la Historia. Vol, 1, Primera edición en castellano, Siglo XXI Editores S. A. España, 1978. Pág. 6. 295 Punto álgido de la historia, estos puntos enunciados son razones por las cuales la historia es casi imposible definir, conformándonos con definiciones incompletas y que es necesario simplificar mejor para satisfacción de los estudios primarios de esta ciencia; pero no para los efectos de experimentación, donde interviene la clasificación fenomenológica tipificando en sectores convenientes de estudio. Podríamos determinar con cierta exactitud un sinnúmero de causas para llegar a un efecto considerablemente aproximado que podamos definir como realidad superlativa; teóricamente sería posible determinar las causas, sobre todo las principales, las que según nuestro conocimiento del momento histórico, ejercen influjo mayor para determinar los efectos. Es fácil comprender algunos fenómenos, basados sobre todo en las fuentes documentales. Concordamos entonces que la historia es una de las actividades inherentes al ser humano. Esencialmente se ha llamado historia: • A los hechos o acontecimientos del pasado. • A los hechos esencialmente significativos. • Al conjunto de normas, métodos que sirven para reconstruir ese pasado, sus características y su exposición escrita. Bajo el término de historia objetiva, entendemos a los dos puntos expuestos anteriormente, es decir: • Los hechos o acontecimientos del pasado. • Los hechos esencialmente significativos. Es el pasado con hechos integrados, continuo, en permanente movimiento, independiente o no del conocimiento humano. Bajo el término de historia subjetiva, entendemos el tercer punto, es decir, al conjunto de métodos, normas, 296 que sirven para reconstruir ese pasado, sus características y su exposición escrita, llamada subjetiva porque interviene el elemento cognoscitivo. HEURÍSTICA Y CRITICA DE LAS FUENTES Consideremos a la heurística como aquella parte de la historia que se ocupa de la búsqueda e investigación de las fuentes históricas, especialmente los documentos. Bauer caracteriza a la heurística como un conocimiento generalizado de las fuentes; Langlois y Seignobos caracterizan a la heurística como el buscar e investigar los documentos, Bernheim, como el conocimiento de las fuentes. Observamos entonces que en este resumen, muy somero, al hablar de heurística, hablamos de las fuentes que de alguna manera nos sirven para realizar historia. Acentuando un poco más, la fuente histórica es aquel objeto que por sus condiciones intrínsecas, posibilita el conocimiento histórico. Bernheim, nuevamente, llama fuente “al material de donde se derivan los conocimientos de nuestra ciencia”, pero veamos lo que quiere decir esta definición: Toma dos elementos esenciales, material y conocimiento, el conocimiento es de una u otra manera información transmitida, nos acercamos entonces a la definición general del documento. Documento como cualquier soporte que contiene información. Cuadro 36: Fuente, documento. 297 Esta comparación acentúa entonces que todo documento, es susceptible de convertirse en fuente histórica. Para García Villada, fuente “es todo aquello que directa o indirectamente da noticia de los acontecimientos históricos”. La relación “todo aquello” con el “soporte” y “da noticia” con información es bastante clara para comparar con el documento. La comparación, válida para nuestro estudio desde el punto de vista archivístico, no es tan sencilla ante el riesgo de confundir fuente con testimonio, si bien la diferenciación es bastante sutil, analicemos: En el concepto que nos da Villada de la fuente, observamos “es todo aquello”, es decir el soporte, “que directa o indirectamente da noticia”, excluimos noticia que tipificamos como información, pero ¿a quién da?, posteriormente tenemos de “los acontecimientos históricos” lo cual nos da una identificación del a quién da, en primera instancia nos presenta la imagen del historiador, analizando más observamos que es el investigador, el investigador está preparado para absorber la información, es decir, la noticia no se da a cualquiera, necesariamente tiene que existir un conocimiento previo que permita “interpretar” la clave histórica encerrada en la fuente, es decir, la fuente sólo puede brindar la noticia a quien esté preparado para ello. La fuente mientras no sea “interpretada”, mientras no brote su información, es sólo testimonio. Pero atendiendo a nuestros conceptos archivísticos, cuando estudiamos el documento dimos una definición aceptada universalmente: “cualquier soporte de cualquier índole que contiene información de interés para una determinada materia”, quiere decir entonces que el documento es mucho más amplio todavía, porque al 298 especificar “de interés para una determinada materia”, puede servir como fuente no sólo a la historia, sino a quienes tienen la capacidad de “interpretar” lo que dice el documento; efectivamente, observaremos más adelante, que el documento sirve también a otras ciencias o disciplinas como la paleografía y la diplomática, sin extendernos demasiado. Michael J. Oakeshott señala que “el método histórico no es otra cosa que los medios de que se vale el historiador para transformar el frío y mudo testimonio en fuente de información, y posibilitar la transformación del hecho pasado en actualidad presente”. Aquí contemplamos entonces, la enorme importancia que tiene la labor archivística para la historia. Consideremos entonces a la heurística (eurisko = hallar) como la primera etapa del proceso de investigación, comprendemos entonces que ciencias específicamente eurísticas son la archivología por excelencia, la bibliotecología, la museología y la documentación, es decir, las ciencias de la documentación. Al clasificar las fuentes de la historia, las de sentido “estricto” corresponden a las ciencias de la documentación, éstas son clasificadas de la siguiente manera: Transmitidas por vía oral: • Descripciones, • Narraciones, • Cuentos, • Leyendas, • Tradiciones (simbólicas o no), • Proverbios, • Memorias, • Biografías heroicas, • Informes. 299 Transmitidas por vía escrita: • Inscripciones, • Grafismos, • Criptogramas, • Documentos, en el amplio sentido del concepto, • Libros, en el amplio concepto, • Estadísticas, informes, actas, partes, tratados, • Escritos religiosos, • Descripciones, retratos escritos, • Memorias, diarios, cartas, • Catálogos, • Escritos científicos, • Decretos, constituciones, estatutos, reglamentos. Transmitidas por medio de representaciones plásticas y mixtas: • Películas, • Fotografías, • Cuadros, bocetos, pinturas, retratos, • Representaciones de ciudades, cinéticas o no cinéticas, planos, mapas, paisajes, naturalezas, • Armas, utensilios, atuendos, • Estructuras arquitecturales. Como podemos comprobar, todo este material corresponde a alguna de las ciencias de la documentación. LOS MOMENTOS DE LA HEURÍSTICA El historiador tiene que realizar una serie de etapas dentro del proceso metodológico de la historia, estas etapas, comúnmente aceptadas son: • Heurística, • Crítica, 300 • Síntesis, • Exposición. La heurística a su vez se divide en cuatro momentos lógicos, que son de especial interés para la archivología y para las ciencias de la documentación, porque es en esta etapa que contribuye enormemente con el investigador. • Momento bibliográfico: en este momento el investigador procura enterarse de todo aquello que haya sido publicado sobre el tema que le preocupa. En la actualidad, dado el enorme volumen de publicaciones diarias, es casi imposible leer todo sobre algunos temas, pero es más fácil cuando se trabaja con auxiliares descriptivos, cuando se trata de documentos de archivo y de bibliografías o catálogos, cuando se trata de documentos de bibliotecas; los centros de documentación también facilitan información especializada sobre el tema que uno escoja. • Momento temático: (ktema - asunto). Por naturaleza propia, el investigador desea profundizar mucho más sobre determinado tema, este tema puede estar compuesto por otros sub-temas que deben ser resueltos para poder tener una visión lo más completa posible sobre la investigación efectuada. • Momento erudito: para que los temas puedan ser profundizados en debida forma y para salvar las dudas que se presenten, el investigador acude a los repositorios documentales, donde verifica los testimonios relacionados con el asunto que le preocupa. • Momento del diagnóstico: es el momento en el cual el investigador efectúa una descripción de las fuentes, fichar y efectuar resúmenes de todos los aspectos de su investigación. De acuerdo con este estudio, comprendemos entonces que los archivos constituyen el primer paso para que el investigador logre el conocimiento histórico. 301 En la segunda etapa, la crítica, el historiador realiza las actividades analíticas, sobre la autenticidad, veracidad, interpretación y valoración de las fuentes que corresponden propiamente a la paleografía y a la diplomática, de ahí la importancia de que el archivero tenga un conocimiento, aun cuando fuera mínimo, de estas dos ciencias auxiliares. CIENCIAS AUXILIARES DE LA HISTORIA Son ciencias auxiliares aquéllas que concurren a facilitar la labor de investigación del historiador, propiamente serían todas las ciencias que de una u otra forma, auxilian en su debido momento a la investigación, por la misma razón que el estudio histórico toma como protagonistas al hombre y su medio circundante. Leig y Rustin efectúan una clasificación de las ciencias auxiliares: • Ciencias auxiliares circunferentes: como las ciencias autónomas en cuanto al objeto de su conocimiento y método de investigación, que se tornan circunferentes con relación a la historia por cuanto se desarrolla (la historia) en campos propios de dichas ciencias. Estas ciencias son: • Geografía (campo espacial) • Cronología (campo temporal) • Psicología (campo psíquico) • Ciencias auxiliares colaboradoras: como las ciencias autónomas en cuanto al objeto de conocimiento y método de investigación, no tienen relación directa con la historia pero auxilian eventualmente al historiador para solucionar problemas de detalle; por ejemplo, las ciencias matemáticas y físiconaturales con sus respectivas disciplinas especializadas. 302 • Ciencias auxiliares instrumentales: como las ciencias dependientes de la historia que constituyen instrumentos imprescindibles para la técnica historiográfica. Ejemplo: • Arqueología: o rescate de objetos históricos, • Paleografía: o de las escrituras antiguas, • Epigrafía: o de las escrituras monumentales, • Neografía: o de las escrituras a partir de la Edad Moderna, • Diplomática: o de la autenticidad de los documentos, • Sigilografía: o de los sellos, • Numismática: o de las monedas, • Genealogía: o de las descendencias, • Heráldica: o de los escudos y Blasones, • Cronología: o del cómputo del tiempo. • Ciencias auxiliares: aquellas especializaciones científicas que se ocupan de los testimonios y su debida organización. Ejemplo: museología, archivología, bibliotecología. Es en esta etapa que hablamos de las ciencias de la documentación. Aurelio Tanodi nos presenta una clasificación más simple,129 que las divide en ciencias auxiliares o complementarias y ciencias funcionales. • Ciencias auxiliares o complementarias, corresponde las ciencias autónomas o independientes de la historia. • Ciencias funcionales, porque se forman en función de los estudios históricos. A estos dos grupos agrega un grupo sobre las disciplinas (denomina disciplinas a las ciencias de la documentación) encargadas de los repositorios o guardianes de las fuentes (denomina fuentes a los testimonios). 129 TANODI, Aurelio. Manual de Archivología... Op. cit., págs. 76-77. 303 Sea cual fuere la clasificación que se presente, la archivología es el paso necesario e imprescindible para la historia y el investigador, si bien es cierto que se le ha dado poca importancia a la archivología en los estudios históricos. Lamentablemente existen historiadores que desconocen todo el trabajo archivístico y sus fines. “Ya está aceptada, sin controversia, la afirmación de Seignobos y Langlois: donde no hay documentos no hay historia. Estos documentos pueden ser comparados con los cimientos de los edificios, poco conocidos por los habitantes y visitantes, pero valorados por los arquitectos e ingenieros, ya que, lo mismo que ocurre en la ingeniería, de la solidez de los cimientos depende todo el edificio histórico”.130 130 TANODI, Aurelio. Manual de Archivología... Op. cit., pág. 78. 304 ARCHIVOS Y PALEOGRAFÍA CONCEPTO Etimológicamente la palabra paleografía proviene de los términos griegos: palaios que significa antiguo y graphé, que significa escritura; la terminación ía encierra el concepto de ciencia, tratado o disciplina, lo que hace que podamos conceptualizar a la paleografía como el estudio de la manera antigua de escribir. En nuestros días ha cambiado bastante este concepto. El vocablo es reciente, pudiendo rastrearse su origen en el siglo XVIII, cuando el sabio benedictino Montfaucon131 publicó en 1708 su Paleographia Graeca (Parisiis), tratando justamente sobre la forma de escribir de los antiguos griegos. 131 PERRAT, Charles. Paleografía medieval. En: L’Historie et ses méthodes. Dirigida por Charles Samaran. La pléiade. Paris. Págs. 585-615, Citado también en Introducción a la Paleografía, del autor de la presente obra. La existencia de autores anteriores es evidente, por ejemplo De Bry, con su Alphabeta et characteres a creato mundo publicado en 1596 (Francofurti) o el conocido trabajo de Mabillón De re Diplomática publicado en 1681 (París) y en cuyo libro primero contiene una explicación de los distintos géneros de escrituras. Mencionemos también los trabajos de Palatino en su Alphabets et modeles d’éscritures, (Rome) publicado en 1544.132 Montfaucon fue el primero en utilizar la palabra paleografía, nombre que se adoptó definitivamente para esta rama del saber. La paleografía como tal tiene un sentido muy universal, abarcando a todas las investigaciones relacionadas con la naturaleza y el desarrollo de la escritura. Agustín Millares define a esta rama del saber como “la ciencia que trata del conocimiento e interpretación de las escrituras antiguas y que estudia sus orígenes y evolución”. 133 Existen autores que aún consideran a la paleografía como disciplina, doctrina o arte, definiéndola como “Disciplina o arte que tiene por objeto el estudio de las escrituras antiguas”.134 Antonio Floriano Cumbreño define a la paleografía como “la doctrina de las antiguas escrituras, cuyo fin es el estudio de la evolución histórica, establecida sobre las 132 MUÑOZ Y RIVERO, Jesús. Manual de Paleografía Diplomática española de los siglos XII al XVIII. Imprenta de Moreno y Rojas Madrid 1880 pp 11-12. 133 MILLARES CARLO, Agustín. Paleografía española. tomo I. Barcelona Colección Labor No 1923, 1929 p.11. Citado también en Introducción a la Paleografía, del mismo autor. 134 Álbum de la Paleografía Hipanoamericana de los siglos XVI y XVII. México Instituto Panamericano de Geografía e Historia, 1955. T.I. Citado por TANODI, Aurelio en La Paleografía y los Archivos. Archivología. En Revistas del Archivo General de la Nación Argentina, Bs. As. Pág. 5. Citado por ARÉVALO JORDÁN, Víctor Hugo en Introducción a la Paleografía. 306 bases críticas y dando al mismo tiempo reglas para su acertada interpretación”.135 Con esta última definición nos acercamos más a la realidad paleográfica, ya que hablar de las antiguas escrituras, se refiere a todo signo escrito y representativo, sin distinción de los soportes que las contienen. Encierra también el fin práctico, primordial de la paleografía, que es auxiliar de los historiadores en la cabal interpretación de los documentos. Las bases críticas se conforman con el “juicio” que se le da al documento, si bien es esa fase es complementada por la diplomática. A la archivología le presta sus servicios por cuanto permite interpretar documentos a fin de facilitar la información. La paleografía cobra su importancia sobre todo en los archivos europeos, donde tienen documentación medieval sin ir más lejos, escrita en latín y con otro estilo de escritura, la paleografía se encarga entonces de hacer que esos documentos se conviertan en documentos “legibles” para los investigadores de la actualidad. EL MÉTODO PALEOGRÁFICO El método que se emplea en la paleografía es esencialmente comparativo; partimos de lo conocido a lo desconocido, de los ás sencillo a lo más complejo. Practicamos primero con aquellas escrituras que nos son más fáciles de interpretar para luego introducirnos en aquellas más dificultosas, obteniendo resultados por deducción y efectuando comparaciones con escrituras desconocidas o dudosas. Se trata propiamente de un estudio inductivo-analítico. 135 FLORIANO CUMBREÑO, Antonio. Curso General citado por TANODI, Aurelio en: La Paleografía y los Archivos. Op. cit., pág. 5. 307 FINES DE LA PALEOGRAFÍA Si bien median alrededor de seis milenios desde que el hombre trató de expresarse por medio de símbolos escritos, el interés paleográfico, aunque empíricamente toma forma en el Renacimiento, y más aún a partir del siglo XVI, por el interés que despiertan las escrituras latinas y griegas antiguas, conservadas en su mayoría en monasterios y conventos. “La Iglesia Cristiana era... el hogar de la escritura europea, así como los templos de Sumeria y de Babilonia habían sido la cuna original de las escritura cuneiforme”.136 Este interés persiste en la actualidad ya que existen paleógrafos autodidactos que se convierten en verdaderos peritos en el descifrado de las antiguas escrituras. Los estudios sistemáticos hicieron de la paleografía una ciencia en la cual pueden detectarse tres clases de fines principales: • Fin práctico: que hace de la paleografía una ciencia auxiliar de mucho valor para otras ciencias como la historia, la diplomática, la lingüística y la numismática. • Fin científico: basado sobre todo en la investigación de las escrituras, su evolución desde los primeros signos hasta el predominio de la escritura contemporánea. • Fin cultural: mediante la escritura, se estudian las influencias entre diversas regiones geográficas en relación estrecha con los acontecimientos históricos. En Latinoamérica, la paleografía no ha logrado un desarrollo adecuado porque la mayoría de los archivos contienen fondos documentales a partir del siglo XVI, 136 MOORHOUSE, A.C. Historia del Alfabeto. Breviario del Fondo de Cultura Económica. 3ra. reimpresión, México 1978. Págs. 268-269. 308 con escrituras cortesana y procesal, que si bien requieren de un buen método paleográfico, no podemos comparar el volumen existente en América latina con el de Europa, de ahí que la Paleografía ha encontrado mejor camino de desarrollo en el viejo continente, de todas formas, debemos comprender que existen fondos documentales con más de cuatros siglos de existencia, lo cual nos hace pensar que debemos plantearnos un estudio sistemático de esas escrituras, que justifica el estudio de la paleografía en América Latina. NEOGRAFÍA Como dijimos antes, en América se presenta la particularidad de carecer de documentos medievales o anteriores al descubrimiento de Colón, posiblemente existen algunos documentos traídos por emigrantes, pero que no son un número considerable, apenas rarezas. Una de las razones por lo que la paleografía no prosperó. Los documentos existentes corresponden a la escritura cortesana, procesal y encadenada, escrituras que con un poco de práctica, resultan bastante legibles. Pero debemos considerar también que “sólo una preparación metódica puede dar la seguridad científica, razón por la cual, en las últimas décadas empezó a establecerse mayor número de cátedras de paleografía en las universidades iberoamericanas”.137 La documentación que podemos señalar como abundante es la correspondiente a la escrita en bastardilla o itálica, de los siglos XVI y XVII, letra que en España toma 137 TANODI, Aurelio. Grafistica. Apartado del libro homenaje al Dr. Ceferino Garzón Maceda, publicado por el Instituto de Estudios Americanistas, 1973. CIDA Córdoba. Reimpresión, 1975. Pág. 118. 309 el nombre de bastarda o itálica, que es la humanística cursiva, ése fue un motivo por el cual se vio la necesidad de tener un nuevo término que encerrara las necesidades americanas, sin tener que efectuar estudios demasiado profundos sobre documentos que carecemos. Se le dio el nombre de neografía, término propuesto por el Dr. Aurelio Tanodi, eminente intelectual sobre estos temas, el término se aceptó en la Primera Reunión Argentina de Paleografía y Neografía. Este término pareció el más correcto para señalar el último eslabón en el desarrollo de la escritura latina. Existen opiniones diversas sobre la palabra; sobre todo algunos paleógrafos opinan que esta palabra es lo opuesto a la paleografía, desde su terminología. Para evitar esta oposición se pone a consideración un nuevo término que pueda encerrar a la historia de la escritura, la paleografía y la neografía, formando un todo homogéneo; para ello se toma el nombre de grafística, propuesta también por el Dr. Tanodi. De aceptarse este último término, sin exageración alguna, nos colocamos en los umbrales de una ciencia dedicada absolutamente a la escritura, los símbolos y el lenguaje.138 138 El presente trabajo de paleografía fue extractado de: Introducción a la Paleografía, publicado por el Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Católica de Santa Fe, Facultad de Historia. 1984. 310 ARCHIVOS Y DIPLOMÁTICA CONCEPTO Al igual que todas las ciencias relacionadas con la historia, la diplomática o diplomacia como la llaman algunos autores, es nombrada como ciencia, disciplina o arte, en el diccionario encontramos esta definición: “Arte que enseña las reglas para distinguir y conocer los diplomas y otros documentos de valor histórico”.139 No le hace mucho bien esta definición a la diplomática, Jesús Muñoz Rivero la define como “la ciencia que juzga la autenticidad o falsedad de los documentos antiguos por medio del estudio de sus caracteres”140 , observamos la relación que existe entre la diplomática y la etapa de crítica en el método histórico. Esta rama del saber surge aproximadamente en el siglo XVII como un auxiliar de la historia, dentro de este 139 SUMMA. Diccionario enciclopédico. 2 tomos. Ed. DANAE S. A. Barcelona 1980. 140 TANODI, Aurelio. Grafística. Op. cit., pág.118. término se desarrollaron la paleografía, la epigrafía, la lingüística, es decir, aquellas ciencias relacionadas con la escritura y el lenguaje, pero cada una de ellas adquirió autonomía en su desarrollo al lograr una fundamentación propia. Tanodi nos da una definición “como una disciplina auxiliar de la historia y la archivología, que estudia las estructuras externas, de forma, e internas, de contenido escrito, de los documentos históricos y archivísticos producidos por entidades públicas y privadas en el desempeño de sus funciones, con fines a la crítica sobre la autenticidad y a la sistematización de los documentos”141 , en esta definición observamos elementos nuevos, que estudia las estructuras externas e internas, las mismas que utiliza Schellemberg para la descripción, el estudio de los caracteres externos e internos de los documentos; pero además tiene el fin: como la crítica sobre los documentos auténticos. Floriano Cumbreño nos da la definición como “la ciencia de la fuente histórica escrita, de contenido jurídico, que tiene por objeto marcar la evolución de las estructuras documentales, analizando sus caracteres externos e internos, para, en su vista, ponderar el valor de los mismos como elementos de la construcción histórica”.142 “La diplomática es el estudio del wessen (ser) y del werden (devenir), de la documentación, el análisis de la génesis, constitución interna de los documentos, como también de su relación con los hechos representados en ellos y con sus creadores. Por lo tanto, tiene para el archivero, más allá de un incuetionable valor práctico y técnico, un fundamental valor formativo y constituye un 141 142 TANODI, Aurelio. Grafística. Op. cit., pág.118. Ibídem, pág.119. 312 preludio vital para su disciplina específica, la ciencia archivística.”143 El término diplomática proviene por el nombre de diploma que consistía en un certificado o comprobante que usaban los soldados romanos para movilizarse de un punto a otro, el mismo nombre tenían las credenciales de embajadores o diplomáticos. Estos documentos eran de bronce, recién en la edad media toman el significado que se emplea actualmente. “En muchas bibliotecas, la bibliografía diplomática se halla incorrectamente clasificada, sea bajo Diplomacia, sea bajo Paleografía, no bajo Diplomática. Hay razones etimológicas-históricas para la confusión de diplomacia con diplomática y hay razones científicas para su confusión con paleografía. Ambas palabras diplomacia y diplomática tienen su raíz en el verbo griego diploo (diplow) que significa «doblo» o «pliego» que da nacimiento a la palabra diploma (diploma) que significa «doblado» «plegado». En la antigüedad clásica, la palabra diploma se refería a documentos escritos sobre dos tablillas articuladas por bisagras y llamadas dípticos; durante el Imperio Romano, se aplicaba a tipos específicos de documen- tación emitidos por el emperador o el senado tales como decretos que conferían privilegios de ciudadanía y matrimonio a los soldados que habían cumplido su servicio. Con el tiempo, diploma vino a significar un escrito emitido por la auto- 143 CENCETTI, Giorgio. La preparaziones dell’archivista, en Antología di Scritti archivistici. Ed. Romualdo Giuffrida (Roma, Ministero per i Beni Culturali e Ambientali). Publicazioni degli Archivi di Stato, 1985. Pág. 285. Todas las traducciones del italiano al inglés están hechas por la autora. La traducción al español está hecha desde el inglés. Citado en DURANTI, Luciana. Diplomática..., op. cit., pág. 1. 313 ridad soberana y luego se extendió para incluir en general cualquier documento emitido en forma solemne. El término diplomática es una adaptación del latín res diplomática, expresión usada por el que primero escribió sobre este tema refiriéndose al análisis crítico de las formas de los diplomas”.144 El planteamiento actual es: si la diplomática sirve sólo para los documentos antiguos o si se puede extender hasta los documentos actuales. Nuevamente Tanodi expone las siguientes razones para actualizar a la diplomática: • Los documentos modernos constituyen fuentes históricas. La archivología realiza una serie de técnicas a fin de que los archivos contengan documentos estrictamente esenciales, los mismos que se convertirán en testimonios históricos, los mismos que en su debido tiempo serán juzgados por su autenticidad y veracidad. • La diplomática es extensible a todos los documentos archivísticos, no sólo a los jurídicos en sentido estricto de la palabra. • Si bien las falsificaciones son escasas en la actualidad, eso no significa que no las hay o que no las habrá, por consiguiente, aquéllos que manejan los documentos, archiveros e investigadores, deben tener conocimientos, así fueran mínimos, sobre la diplomática. 314 ARCHIVOS Y CRONOLOGÍA CONCEPTO Todo acontecimiento histórico se desliza sobre dos dimensiones, tiempo y espacio, lo estudiamos en la fenomenología del hecho, el tiempo es susceptible de ser medido; la cronología estudia el cómputo del tiempo para fijar los acontecimientos históricos, tenemos entonces el concepto: la cronología es la ciencia que tiene por objeto determinar el orden y cómputo del tiempo de los sucesos históricos. Cómputo del tiempo: desde tiempos muy antiguos, el cómputo del tiempo se ha relacionado con los movimientos de los cuerpos celestes. Posiblemente esta influencia se debe al primer fenómeno fácil de percibir, el día y la noche, lo cual ya hace una relación entre el sol, la luna y la Tierra, posteriormente los conocimientos sobre astronomía han permitido perfeccionar este sistema. En el cómputo del tiempo se habla de tiempo solar real, tiempo sidéreo, etc. Es de particular interés de la historia y la archivología el año calendario. Año calendario: en el antiguo Egipto se estableció la duración del año en 365 días, lo que da como consecuencia una diferencia de un año en el período de 1460, (período de Sotis). Julio César introdujo en el año 46 a.C. el calendario juliano con una duración del año de 365 y ¼ días. Esta reforma daba lugar a que cada cuatro años se planteaba un año bisiesto de 366 días; el día a intercalar era el 24 de febrero. Los nombres de los meses, aún en uso, proceden del calendario romano antiguo, haciendo excepción de julio y agosto, que recibieron esos nombres por Julio César y Augusto. La diferencia entre 365 ¼ y de 365,2422 días del año traía como consecuencia una diferencia de ocho días cada 1000 años, este error fue rectificado con la introducción del calendario gregoriano, llamado así por el Papa Gregorio XIII que efectuó la reforma mediante la bula Inter Gravissimas, en 1582, año que fue acortado en diez días, del jueves 4 de octubre se pasó al viernes 15 de octubre y se determinó que cada período de 400 años debían suprimirse tres días intercalares. El año 1600 y el 2000 son bisiestos, pero no ocurre lo mismo con el 1700, 1800, y 1900. Este calendario fue adoptado en España en 1582. Conviene tomar en cuenta que para la cronología española, la era hispánica tenía comienzo 38 años antes que la cristiana. Posiblemente en América, la adopción haya demorado un determinado tiempo, es decir, el calendario gregoriano no se impuso en el mismo tiempo, hay que tener en cuenta que el sistema de comunicaciones y transportes no era el mismo que en la actualidad ni se tenían los sistemas de comunicación actuales, lo que hacía que las noticias llegaran con un retraso considerable. “En Cór316 doba pudimos comprobar, que con toda probabilidad el nuevo calendario se introdujo entre el 1° de enero y el 11 de abril de 1585, quiere decir, que pasaron más de dos años hasta que se adoptó en la extrema parte sureña del continente hispánico”.147 145 TANODI. Aurelio. Grafística. Op. cit., pág 127. 317 FORMACIÓN PROFESIONAL El problema de la formación de profesionales en archivología tiene alcances mundiales, si bien se han establecido instituciones destinadas a la enseñanza de los contenidos de la archivología, sean cursos de posgrado, de nivel terciario o universitarios, no todos los programas coinciden ni se estudian las materias por falta de conocimientos y difusión bibliográfica. Los libros sobre archivos más difundidos corresponden generalmente a técnicas secretariales pero no a estudios de archivología. Los libros especializados existentes sobre materia archivologica, como los editados por la Unesco, (Proyecto RAM), la OEA y el Comité Internacional de Archivos (CIA), esporádicamente se encuentran como la bibliografía publicada por los propios medios de los autores. El desarrollo de la archivología tiene sus bases en la práctica, en la experiencia adquirida a través de años de servicio, en la actualidad toma el cariz científico gracias a los aportes de autores que han transmitido estas experiencias, propias o no propias, hasta formar un cuerpo de conocimientos en desarrollo. Particularmente, la situa- ción en América del Sur para la preparación de archiveros profesionales es muy deficiente, no obstante se observa en los últimos años un interés mayor por esta actividad humana, aun cuando podemos asegurar que no es suficiente como para que se establezca un definitivo desarrollo de la archivología. Otro de los factores que agrava enormemente este interés, es el detrimento económico por el que atraviesa toda América Latina, generalmente los gobiernos no pueden disponer de sumas importantes de capital para efectuar inversiones tanto la formación de su personal como para crear estructuras e infraestructuras adecuadas a la mejor conservación y atención de los archivos. Muchos gobiernos han pretendido solucionar los problemas archivísticos mediante decretos, resoluciones y reglamentos, la legislación ayuda pero no soluciona. Es necesario la capacitación del personal para que pueda desenvolverse adecuadamente y aplicar conocimientos específicos a la archivología para que su servicio sea eficaz y económico. Son los humanistas los que en la Edad Moderna dan mayor importancia a los documentos, utilizándolos como material de consulta y estudio, a su vez, los estados, cada vez más conscientes de su función de desarrollo, requieren de la documentación de los archivos para hacer valer sus derechos y pretensiones centralizadoras de soberanía. Las primeras normas para confeccionar inventarios, recolección documentaria y recuperación, las dictamina el “Papa Archivista” Benedicto XIII, al ordenar la formación de los archivos eclesiásticos de toda Italia. La Revolución Francesa encontró los archivos públicos y privados de Francia organizados regularmente y sobre todo aquéllos que han servido a los eruditos para 319 las consultas de obras, por lo que se tenía un concepto más claro de cuáles serían los documentos necesarios para la investigación. El inconveniente de la Edad Contemporánea consistía en la dispersión de los documentos puesto que no existen entidades centralizadoras, de ahí que los revolucionarios optaron en 1789 por formar el Archivo Nacional de París como órgano de la asamblea, donde se concentraron todos los archivos públicos, algunos particulares y sobre todo eclesiásticos. En 1794 se creó la Administración Pública Nacional de Archivos, la misma que efectuó los primeros descartes, aun cuando influidos por las ideas revolucionarias, destruyeron documentación valiosa; asimismo se establecieron los archivos departamentales. En 1810 Napoleón Bonaparte concibió la idea de instalar, en París, un archivo central de todo el vasto imperio que gobernaba, como un elemento de administración e influencia. Es de considerar entonces que la Revolución Francesa fue un factor determinante en la formación u organización de los archivos, de los que podemos obtener como beneficios, la centralización de ellos, autonomía de administración y la apertura de éstos a los usuarios. El desarrollo de la imprenta, primero, y más tarde de la máquina de escribir, la multigrafía, policopiadoras y la aparición de nuevos soportes documentales como los visuales, sonoros, magnéticos, han ampliado enormemente el campo del quehacer archivístico, máxime cuando ingresan las computadoras como productores vertiginosos de documentación. La evolución administrativa ha determinado que la función de los archivos, aparte de ser custodios se conviertan en memoria de las instituciones, memorias vi- 320 vientes y orgánicas que contienen informaciones capitales de la historia. También es de considerar como un punto importante que la producción de la documentación ha superado todo cálculo, por lo que hace función de los archivos, seleccionar la documentación que contiene una significación histórica de aquélla que se convierte en una masa inútil. Ha de depender mucho de la capacitación profesional de los archiveros para que la documentación no destruida constituya una verdadera fuente de información para el futuro, ya que la documentación inútil, una vez destruida, quedará perdida para siempre. La mala administración de los archivos proviene de una incapacitación del personal destinado a este fin. Una mala memoria es un buen alimento para los errores, por eso es que se presenta la necesidad de crear y establecer las infraestructuras necesarias, primero para la capacitación del personal, posteriormente para el desarrollo científico de los sistemas de almacenamiento de la información. 321 CONSIDERACIONES SOBRE LA ENSEÑANZA ARCHIVÍSTICA La capacitación del personal de archivos es un problema universal, resulta contraproducente que todo estado organizado cuenta con incalculables oficinas que prestan servicios a la comunidad y que cada una de ellas cuenta con archivos propios, los que son llevados en una forma consuetudinaria. El Dr. Elio Lodolini se refiere a este problema indicando la inutilidad de una buena legislación sin los elementos necesarios y capacitados para hacer cumplir y aplicar conocimientos y leyes. Delmas nos demuestra que el servicio del archivo tiene un problema clave, y es el personal. Los archivos se constituyen gracias al personal, pueden ser colaborados por los servicios modernos de computadoras, pero por el momento es imposible que sean substituidos en sus tareas. En lo que a América se refiere, es larga la lista de las proposiciones y recomendaciones que los estados efectúan para que formen escuelas de enseñanza archivística; nos limitamos a enumerar algunos como referencia: • El Primer Congreso Centroamericano de Archiveros, en 1965, efectuado en San Salvador, propicia fundar la Escuela Centroamericana de Archivistas. • El Simposio sobre la Función de los Archivos y de la Paleografía en las Investigaciones, efectuado en Mar del Plata en 1966, propicia el establecimiento de centros regionales dedicados a la formación de nuevas generaciones de archiveros, paleógrafos y diplomatistas. • El Primer Congreso Bolivariano sobre Archivos, efectuado en Caracas, Venezuela, en 1967, propone que las universidades implanten la enseñanza con categoría de licenciatura para la formación de profesionales archiveros a nivel superior. Los archivos podrán establecer programas de adiestramiento para su personal técnico y subalterno. • En el Seminario sobre Archivos, realizado en Ottawa, Canadá, en 1968, se recomienda que el Comité de Archivos del Instituto Panamericano de Geografía e Historia fomente la formación profesional de archivistas en ámbitos regionales. • Las Primeras Jornada Nacionales de Microfilmación de Archivos, efectuada en Buenos Aires, Argentina, en 1968, sugiere fomentar los estudios archivísticos. • En 1969, las Segundas Jornadas de Archiveros en Argentina, Córdoba, destacan la necesidad de la enseñanza archivística con la creación de escuelas de archiveros. • En 1972, la Reunión Técnica sobre el desarrollo de archivos, efectuada en Washington, Estados Unidos de Norteamérica, trata el tema de las escuelas de archiveros en el ámbito interamericano. Como se puede observar, la preocupación por la capacitación del personal de archivos alcanza niveles interamericanos. 323 En la Argentina gozan de este privilegio, la Universidad Nacional de Córdoba, el Instituto Superior N°. 12 de Santa Fe y la Escuela Santa Fe de la ciudad de Paraná, Entre Ríos. No está de más decir que los países que cuentan con una enseñanza sistemática son muy pocos, a saber, México, Venezuela, El Salvador y Ecuador. El ideal perseguido por la capacitación de personal para archivos es que tanto en los históricos como en los administrativos obtengan una preparación adecuada y profesional, por lo que es recomendable que los estudios sean siempre a niveles superiores cuando no universitarios, con el fin de poder capacitar para la dirección de archivos y la organización de los distintos servicios, siendo su incumbencia desde la mesa de entradas, ordenación, clasificación, auxiliares descriptivos, selección hasta las publicaciones de corpus documentales de interés para la investigación. Carbone Salvatore y Gueze Raoul, en su proyecto tipo de los archivos, recomiendan que las escuelas deben perseguir fundamentalmente la formación de dos grupos básicos para el personal del archivo: el primer grupo consistiría en el cuerpo de investigadores, historiadores, archiveros con diplomas universitarios. Un segundo cuerpo estaría conformado por expertos en restauración, fotodocumentación y técnicas mecanográficas y electrónicas, estos grados se darían en la medida que lograran aprobar los cursos de carrera. FINES DE LA CAPACITACIÓN La capacitación de archiveros tendría los siguientes fines principales: 324 • Formación técnica profesional de los archiveros, en lo posible con derivaciones en las ramas auxiliares como microfilmación, restauración, etc. • El fomento de las investigaciones archivísticas en todas sus fases; la formación de cuerpos de investigación es consecuente. • La coordinación de la actividades de los archivos; a nivel provincial y nacional cuando la geopolítica esté conformada en estados federales. • Lograr los centros de estudio como centros de asesoramiento sobre materias de organización técnica de los archivos, sean éstos públicos o privados. • La difusión de los adelantos técnicos en la materia. INGRESO Y TÍTULO El ingreso como alumnos a la carrera, comprendería a quienes aprueban los estudios secundarios completos, otorgándoles ciertas facilidades a quienes trabajan en archivos durante los primeros años de la carrera. En cuanto a los títulos, se otorgaría el de archivero, equivalente al profesorado de las ramas sociales, a los que cursan o aprueban todas las materias previstas en el plan de estudios para la carrera completa de tres años o su equivalente; seis semestres, de acuerdo con la forma vigente de estudios. Para el área de las especialidad, y para obtener el título de técnico en archivos históricos y/o técnico en archivos administrativos, aprobarán las materias correspondientes a dos años; el básico y el de especialización. Si se dieran u otorgaran becas, correspondería a un estudio de seis meses continuos. 325 PLANES DE ESTUDIOS El presente plan ha sido cotejado con los distintos planes de estudios de las carreras existentes en América, y adaptado a los requerimientos necesarios de la provincia. Primer año: 1) Introducción y Teorías de la Archivología. 2) Administración y Organización. 3) Grafística y Diplomática. 4) Técnicas Descriptivas I. 5) Taller Archivológico. 6) Antropología Filosófica y Cultural. 7) Introducción a las Ciencias Sociales. 8) Inglés. Segundo año: 9) Técnicas descriptivas II. 10) Ordenación y Clasificación. 11) Archiveconomia. 12) Conservación y Restauración Documental. 13) Metodología y Técnicas de la Investigación. 14) Taller archivístico. 15) Instituciones Hispanoamericanas. 16) Estadísticas. 17) Inglés. Tercer año: 18) Reproducción y Microfilmación. 19) Ciencias de la Documentación. 20) Planificación Archivística. 21) Legislación y Servicios. 22) Pasantía en archivos. 326 23) 24) 25) 26) Selección Documental. Informática. Seminario. Técnicas Descriptivas III. Para el tercer año es conveniente que el alumnado efectúe pasantías en los archivos intermedio e histórico, como puesta en práctica de todos sus conocimientos. Antes de concluir el ciclo profesional, el alumno deberá acreditar ante un examen de competencia el conocimiento de una lengua no castellana moderna. Para el título de técnicos en archivos, será necesario haber cursado y aprobado el segundo año de la carrera. En el caso de darse curso al proyecto, lo esencial es pensar básicamente en el primer año, para ir subsanando posteriormente las necesidades que puedan darse en el segundo y tercer año respectivamente. CAMPO DE ACTUACIÓN PROFESIONAL DEL ARCHIVERO Ante el constante desarrollo de nuevas técnicas administrativas, la profesión de archivero ha sentido la inquietud de intervenir en forma consciente y organizada, como responsable de la documentación. Esta inquietud adquiere sus propios matices: en términos generales puede decirse que existen dos corrientes de pensamiento respecto a la actividad del archivero: quienes opinan que este profesional debe actuar dentro del archivo únicamente, y quienes consideran que debe hacerlo en cualquier área de la administración, relacionada con el tema de los documentos producidos. Es trascendente para la profesión, recoger el sentir general de profesionales, a fin de que sus organismos re327 presentativos establezcan las directrices que normalicen la actuación profesional. Para que el archivero actúe en cualquier área de la administración, se exponen los argumentos: Debe aceptarse que para poder atender con éxito esta actividad debe pensarse en el archivero organizado como despacho profesional. La principal ventaja de esta política constituye la comodidad de poder obtener consejo para todos los problemas del procedimiento documental. Cuando una institución requiere de un archivero para que la auxilie en diversos campos de su actividad, principalmente en la planificación, organización documental e informativa, revisión de métodos y procedimientos, investigación, etc., la “coordinación” de estos servicios es un elemento importantísimo para lograr un servicio eficiente. El profesional que decida atender debe por lo tanto procurar la integración de su departamento o firma para poder agregar esta cualidad de coordinación a sus servicios. Es un hecho que los requisitos de capacidad, preparación técnica y experiencia, deben preceder a la expansión de los servicios de información. Estos requisitos o condiciones se reúnen con cierta facilidad si se piensa en la especialización del archivero y el auxilio de otros técnicos y profesionales, lo cual permitirá prestar servicios en una gran variedad de campos. Dada la importancia que tiene esta actividad para la profesión, debiera tomarse el tiempo necesario para especializar a archiveros en determinados campos e incrementar algo que ya se ha hecho con éxito desde hace mucho tiempo, que el archivero estudie otras profesiones. Si se reúnen los requisitos de capacidad para organizar, dirigir, vigilar, no debieran ponerse obstáculos a 328 la expansión del servicio de documentación e información. Debe reconocerse que se requiere un esfuerzo especial en materia de preparación técnica, para atender el campo de la información, que es el que se ha mencionado como área natural de la archivología. Si hay necesidad de prepararse para atender el campo natural, se puede incrementar la preparación para ampliar los servicios a otros campos. Básicamente empezamos por los auxiliares de investigación en las ciencias sociales e históricas. Quienes argumentan que el archivero público debe actuar exclusivamente en el archivo exponen las siguientes razones: 1. El asesoramiento en información en todas las áreas requiere de conocimientos especializados asequibles a través del estudio de diversas ciencias y técnicas. 2. No es factible pensar que el archivero individualmente pueda adquirir todos esos conocimientos especializados, por lo que debe concretar su preparación a un campo determinado. 3. Si determinado archivero decide prepararse además de su campo natural, en otros ajenos, ello no puede ni debe impedírsele. Pero si actúa en esos otros campos ajenos a su profesión de archivero, debido a la preparación especial que ha tenido, ello no indica que actúe como archivero, sino como otro tipo de profesional de acuerdo con la especialización adicional que ha logrado. 4. Si se pretendiera que la profesión de archivero esté formada por individuos especializados en distintos campos de la administración, perdería su característica de profesión, pues estaría integrada por personas con intereses e inquietudes totalmente disímiles. 5. Si con su carácter de archivero se asocia con otros profesionales a fin de prestar servicios más amplios de 329 los que su preparación profesional le permite, dicha asociación ya no será de archiveros, sino de archivero y otros profesionales. LA ÉTICA PROFESIONAL DEL ARCHIVERO La intervención del archivero en las instituciones debe realizarse dentro del marco de elevada moral profesional que siempre ha caracterizado sus acciones. Es necesario entonces la formación de un reglamento normativo de la conducta del archivero en su relaciones generales, con la institución, el usuario, y con sus compañeros de profesión y le sea aplicable, cualquiera que sea la forma que revista su actividad, especialidad que cultive o la naturaleza de la retribución que reciba por sus servicios. Competencia. El archivero, al igual que cualquier otro profesional, para prestar sus servicios debe contar con la competencia técnica requerida. Cuando un profesional ofrece sus servicios está haciendo declaración pública, por la cual se manifiesta capacitado para desempeñar las actividades de su profesión y si sus pretensiones son infundadas está cometiendo un fraude con quien le pone en sus manos un problema. Consideramos que sería muy peligroso a contratación de técnicos, en campos en los que no está preparado para ejecutar o supervisar. Tal como sucede en la actualidad, en que especialistas en informática se consideran competentes para el manejo de los archivos. 330 LAS ASOCIACIONES DE ARCHIVEROS Como consecuencia de las responsabilidades y campos de acción del archivero, es más necesaria la colaboración del profesional con otros especialistas en las distintas áreas de actividades de las empresas, para resolver eficientemente una gran variedad de problemas que presentan aspectos muy diversos pero íntimamente ligados. Por consiguiente consideramos que, aunque la asociación con otros profesionales es útil y recomendable para dar un servicio más amplio, siempre que un grupo de profesionales se ostente como “despacho, bufete, etc., de archiveros” debe ser ateniéndose a las disposiciones emanadas de las asociaciones. El archivero puede asociarse para la práctica profesional en forma que ostente su responsabilidad profesional e ilimitada. Dicha asociación profesional se da a conocer como de “archiveros” cuando las personas cuyos nombres figuren en la razón social sean archiveros. Cuando uno de los asociados acepte un puesto incompatible con el ejercicio independiente de la profesión, deberá retirarse de la asociación mientras dure la incompatibilidad. En las asociaciones profesionales podrán suscribir informes informativos y estados documentales quienes poseen título de archivero u otro equivalente legalmente expedido por una autoridad o institución docente, debidamente registrada. Tratándose de informes sobre asuntos de consultoría, si la asociación se da a conocer como de archiveros. Estas disposiciones permiten a los archiveros asociarse con otros profesionales e inclusive que aparecieran los nombres de estos últimos en la razón social o que 331 firmasen informes informativos, siempre y cuando se agrupasen como archiveros. Por otra parte, mientras los despachos de archiveros, no se separen del campo propio de la administración de archivos y sólo presten servicios de consultoría en aquellas áreas para las que están preparados por la naturaleza de su formación profesional, no tendrán necesidad de asociar otros profesionales. Independencia. Aunque algunos archiveros están preocupados ante la posibilidad de que los servicios en dependientes de las distintas formas de administración perjudiquen la independencia del archivero, no vemos ningún argumento convincente que justifique ese temor. El archivero no dispone de los recursos de las empresas que asesora para llevar a la práctica sus sugerencias, ni está autorizado para dar órdenes a quienes sí disponen de dichos medios. Sus recomendaciones pueden ser aceptadas o rechazadas, y en este último caso, su realización quedará sujeta a errores de interpretación y ejecución o a las modificaciones intencionales que hagan los ejecutivos de la empresa. Su ejecución puede abandonarse antes de concluirse o rinda resultados. Es obvio que el archivero no interviene en la administración y que por lo mismo no pierde su independencia. Se sugiere entonces tomar en cuenta: La actividad archivística en administración no es incompatible con las técnicas documentales practicada por un mismo archivero para una misma empresa, siempre y cuando se limite a asesorar, sugerir o recomendar y no a tomar decisiones operativas. Siendo esencial que el archivero actúe independiente, debe mantener un juicio libre e imparcial tanto en las actividades de técnicas documentales como en las de administración, acepta la obligación de sostener un criterio 332 libre e imparcial al examinar los estados documentales y emitir su opinión, y en cualquier otro trabajo profesional que realice. Divulgación. Para facilitar la divulgación de los servicios archivísticos ante los usuarios que desconocen este tipo de servicio, no se considera publicidad los folletos que los archiveros elaboren para informar a los usuarios sobre el alcance de los servicios de documentación que prestan. Estos folletos no deberán contener autoelogios o declaraciones que menoscaben la dignidad profesional. No deberían enviarse a personas que no los hayan requerido por iniciativa propia. Tampoco se considera publicidad los boletines que sobre temas técnicos emitan los archiveros para que circulen exclusivamente entre su personal, usuarios que directamente los soliciten. Secreto profesional. El hecho de que un archivero realice trabajos de documentación de empresas competidoras entre sí, no provoca ningún conflicto en materia de secreto profesional, pero en el campo de la información contenida en los documentos, puede ser motivo serio para que el usuario no desee que su archivero trabaje con la competencia, ya que muchas decisiones en el campo administrativo, se toman precisamente en relación a la actitud de las otras empresas del ramo. El archivero, para prestar servicios de documentación a usuarios que sean competidores entre sí, deberá contar con la autorización expresa de ambos. LA PREPARACIÓN DEL ARCHIVERO Es de gran trascendencia el pensar acerca de cuál debe ser la integración de los cursos que recibe un estu333 diante, de modo que cuente con la base adecuada que lo capacite para ejercer la profesión de archivero de acuerdo con las exigencias del momento. Quienes abogan porque el archivero intervenga en todas las ramas de la administración, no se detienen a considerar que la capacidad humana tiene un límite y que no es posible que un profesional llegue a tener todos los conocimientos y experiencias necesarios para actuar sin ninguna limitación. Esa limitación es necesario determinarla cuando el estudiante cumple con el plan de estudios que lo van a capacitar con los elementos básicos para ejercer su profesión, ya que como profesional seguirá estudiando para ahondar sus conocimientos profesionales en general o para lograr una mayor especialización en alguno de ellos, pero no para abarcar campos que no haya sentido como propios desde que inició sus estudios profesionales. Sí se acepta que el campo natural de actuación del archivero lo constituyen los documentos administrativos por ser el área en la que a través de su preparación y experiencia práctica logra realmente una especialización y en consecuencia una diferenciación de otros profesionales. Veamos qué tipo de conocimientos debe tener un archivero para considerarse como tal y por consiguiente poder prestar sus servicios. Si la meta de un archivero es lograr una especialización, lógicamente deberá absorber aquella parte del conocimiento humano más afín con su meta, con objeto de que su especialización tenga bases generales que le permitan lograr un criterio amplio y no circunstancial. Al archivero lógicamente le interesará conocer los principios en que se funda la administración, el análisis de las etapas del proceso administrativo y las reglas que rigen las distintas funciones, a fin de poder situar a la 334 función archivística dentro del todo administrativo y establecer el grado de coordinación que debe mantener con relación a las demás funciones. Es más, para lograr una especialización, el archivero no sólo habrá de absorber el conocimiento de tipo general en relación con las ciencias de las cuales se ha derivado el conocimiento administrativo, sino que habrá de auxiliarse del conocimiento que le proporcionan otras ciencias afines a la administración, como lo son la planificación y la organización, a fin de poder cuantificar los datos habrá de manejar y ajustar los principios administrativos a las limitaciones impuestas por las autoridades gubernamentales. El conocimiento de principios generales de la administración, forma el cuadro general dentro del cual el archivero logra su especialización. La función archivística, a través de la realización de los distintos pasos del proceso administrativo (previsión, planeación, organización, integración, dirección y control ). Se tiene especial interés en que la generación, transmisión y manejo de los datos documentales esparcidos en todas las actividades operacionales de un organismo social, se realice en forma tal que le permita tomar decisiones adecuadas. Consecuentemente, aspectos tales como la implantación y vigilancia de sistemas y procedimientos relativos a la documentación e información, deben lógicamente estar comprendidos en el área del archivo, al igual que actividades rutinarias son materia de la especialización del archivero . Es en este aspecto de la especialización del archivero en donde habrá que tener mucho cuidado en lograr el adecuado equilibrio de las materias a cursar a fin de que se reconozca como especialista en procedimientos admi335 nistrativos y no como un especializado en determinada rama administrativa, ni mucho menos en otros campos de la investigación. Esto se refiere por supuesto al nivel medio que debe tener un archivero por el hecho de poseer su título profesional, ya que posteriormente podrá especializarse en otro campo administrativo o inclusive en otra ciencia no afín a su profesión. Por lo que se refiere a cursos de posgraduados, creemos que su objetivo debe ser permitir que el archivero logre una mayor especialización dentro de su natural actuación administrativa o investigativa. El estudio de materias específicas como metodología de la investigación, otorga un conocimiento más profundo de determinada rama de la investigación científica, será de gran beneficio para la profesión. Nuestros organismos profesionales deberán estar pendientes de que las escuelas en que se impartan cursos de archivero a nivel profesional y posprofesional incluyan las materias necesarias para lograr las diferentes especializaciones en el terreno informativo y, si ello no se logra, dichos organismos profesionales deberán organizar y promover cursos y publicar boletines sobre esos aspectos. PRESENTE Y FUTURO DE LA FORMACIÓN DEL ARCHIVERO Ningún núcleo social puede sustraerse, a la necesidad de hablar, discutir y proponer, sobre el problema de la formación del archivero y su campo de actividades. La profesión del archivero es una actividad que requiere un amplio campo cultural y una sólida formación sobre una variedad de técnicas muchas veces opuestas entre sí, pero relacionadas por su objetivo; precisa que 336 los estudiantes reciban una formación con un mínimo de tiempo que suministre los conocimientos teóricos y prácticos necesarios; dotarles de una visión intelectual suficiente. El primer concepto importante, que sirve a nuestro propósito, es el alcance preciso del término formación. En efecto, la formación es algo más que el logro de una simple información; es la adquisición de un conocimiento conjuntamente con el adiestramiento, englobado en un contexto cultural que le permita al profesional tener una visión adecuada de la realidad que le rodea, convirtiéndose en un modificador social al tener en su poder información utilizable en distintos aspectos como el servicio a la institución y principalmente a la sociedad. La formación superior o profesional, es saber lo que se hace y cómo se hace comprendiendo el significado y la importancia de lo que se hace. Dando a la capacidad del individuo un campo de acción amplio, con una visión que le permita una mayor aplicación, una utilidad más práctica. Se trata de futuros archiveros formados para ejercer una actividad, cuyo significado, alcance e importancia comprenda cabal y responsablemente de modo que sea comprendida por la comunidad a la que presta servicios. El segundo concepto de importancia conforma la responsabilidad profesional en la precisión de enfoques y alcances de los planes académicos, en la definición de su sentido práctico y en la revisión y evaluación permanente y abierta de los programas correspondientes. 337 LA PRÁCTICA PROFESIONAL DEL ARCHIVERO Los archiveros han demostrado poseer conocimiento y suficiente competencia a nivel profesional en el vasto campo de la documentación y los archivos. Razón que los identifica dentro de un campo epistemológico y da significado específico a la posesión del titulo de archivero. Entendemos a la archivología como una ciencia que conduce a la generación de información preponderantemente de carácter decisorio, investigativo y educativo, indispensable para dirigir y medir la efectividad de la operaciones de cualquier institución. La información producida por la archivología sirve esencialmente en dos sentidos: a) Hacia los centros de decisión de la institución; generando instrumentos eficaces para la administración en áreas de planificación, control y toma de decisiones, siendo de su competencia todos los aspectos de creación, trámite y selección documental. b) Hacia núcleos sociales externos, cuyo interés se centra en la información calificada que se proporciona de acuerdo a los grados de accesibilidad. Normalmente son sectores relacionados con la institución, instituciones intermedias, grupos de investigación, usuarios e investigadores, organismos gubernamentales, autoridades fiscales; toda persona jurídica que requiere información en virtud de su relación o de su interés. La función archivística implica como tal, el análisis de datos y de información, interpretación y comunicación adecuada a todos los que pueden requerir su uso y expresión testimonial competente sobre su validez y relevancia. Debe considerarse además, en todo esto que una gran cantidad de datos y de hechos, respecto de los que la ar338 chivología ha de conocer e influirse de sus efectos, no es susceptible de medirse y expresarse en el lenguaje de técnico que la ciencia archivística normalmente usa pero que deben tomarse en cuenta por el impacto que tienen en la institución o en la realización de eventos futuros de la misma. Se advierte que la práctica personal en el campo de la archivología requiere no sólo de conocimientos prácticos y de experiencia sino también de una gran objetividad, una postura mental receptiva y abierta y una adecuada capacidad de juicio permanente disciplinada. Los archiveros son los expertos de la archivología. Pero bien entendido que su grado es de expertos porque rebasa el límite que existe entre el artesano y el profesional. No es cuestión de mera habilidad o de perfección en el procedimiento. Se trata, más que nada del juicio intelectual del punto de vista, de la independencia; cuya manifestación objetiva es la función principal de la archivología, en la información, en los estados documentales. Los estados documentales, en su aspecto descriptivo, constituyen verdaderos instrumentos de trabajo al servicio de la sociedad toda, no limitados en su amplitud ni por el idioma ni por la geografía. Los estados documentales deben ser claros, útiles y eficaces y no meramente el resumen de anotaciones sistemáticas, y puesto que sirven para tomar decisiones que han de afectar el futuro y desenvolvimiento de las instituciones, independiente de salvaguardar los distintos intereses o el patrimonio documental de las instituciones, es natural que requieran de la confirmación imparcial de los contenidos de información, lo que sólo un experto en archivología: el archivero profesional, puede hacer. 339 En el campo de la archivología, la práctica de las técnicas documentales, es la función más elevada de la actividad profesional; esta expresión testimonial sobre la validez y relevancia de la información es, por sí misma y en comparación con otras actividades igualmente enfocadas al servicio de la comunidad en una gama de ámbitos que puede enumerarse desde la educación a todos los niveles, hasta la investigación como máxima expresión intelectual. Convinimos que el archivero es un conocedor profundo del alcance, la influencia y la utilidad de la información en la dirección de las instituciones, el archivero no debe tomar decisiones administrativas, pero tiene que comprender a la administración en los muchos aspectos relacionados con sus actividades y procedimientos. En el ejercicio de su labor profesional preponderante, el examen de los estados documentales e informativos, los archiveros deben revisar diversos aspectos de la institución recomendando mejorar en sus operaciones burocráticas, particularmente en materia del control de trámites, así como en diversos aspectos documentales e informativos. Su constante entrenamiento y su cada vez mayor experiencia, les permite intervenir definitivamente en la implementación de diversos programas aprobados por la administración de las instituciones y convertirse en eficaz consejero de la misma, para la solución de problemas relacionados con sistemas y control, planificación documental e informativa, análisis descriptivos, procesamiento automático de datos, análisis y control de costos de la información. 340 ANTEPROYECTO DE LEY DEL EJERCICIO DE LA ARCHIVOLOGÍA La actividad profesional comprende el conjunto de organismos, operaciones, técnicas y principios relacionados intrínsecamente a los documentos, obteniendo el máximo de utilidad posible; utilidad social máxima en beneficio del desarrollo en el marco histórico y geográfico en que se desenvuelve. Es indudable que la archivología es una profesión de servicio y las características de sus diversas ramas resultan de la naturaleza y particularidades de la sociedad que se beneficia de esos servicios, sea para satisfacer necesidades de información del hombre de ciencia, como las del estudiante que se inicia en la investigación. Los postulados y métodos empíricos de los archiveros de otra época, no son suficientes en el mundo actual, considerando la complejidad de problemas que plantea la utilización del saber registrado en forma documental. IMPORTANCIA DE LA PROFESIÓN DE ARCHIVÓLOGO DENTRO DEL FENÓMENO “EXPLOSIÓN DE LA INFORMACIÓN” La explosión de la información notoriamente acelerada después de la Segunda Guerra Mundial trae como consecuencias: 1) Una enorme acumulación de documentos. 2) Una urgente necesidad de información por parte de la sociedad de nuestros días evidenciado en los adelantos de la ciencia y la tecnología del siglo XX. Como consecuencia, los archivos tradicionales han adaptado y asimilado esta nueva situación empleando nuevas técnicas, metodologías y tecnologías avanzadas. Por ello los profesionales de las ciencias documentales y archivológicas de nuestros días, desarrollan actividades inherentes a la documentación- información, y realizan la importante labor de hacer accesible la información a los usuarios que la requieran para fines como: investigación, culturales, recreacionales, de alfabetización funcional, apoyo a la capacitación, complementación y actualización de la docencia e investigación a nivel de la educación superior y técnica, etc., mediante nuevas y novedosas técnicas de recolección, procesamiento, almacenamiento, recuperación y diseminación de información. De acuerdo a esta nueva situación les corresponde hacer el papel de docentes para adiestrar a los usuarios en técnicas de investigación y utilización de estos archivos modernos. 342 EL DESARROLLO DE LA PROFESIÓN EN ALGUNOS PAÍSES DE TRADICIÓN ARCHIVÍSTICA En países como Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos de Norteamérica, Canadá, los archivólogos han logrado a través de sus asociaciones profesionales un status profesional que les permite participar en la definición de políticas archivísticas y en diversos tipos de legislación que ha afectado esas políticas, como leyes de depósito legal, y status de archiveros en servicio civil. Se pueden citar otros países de gran tradición archivística como Suecia y Noruega, donde la profesión ha llegado a tal grado de desarrollo que existen normas desde hace algún tiempo para archivos públicos . En Perú, los profesionales de la archivología, están trabajando conjuntamente con autoridades gubernamentales sobre leyes para implementar redes nacionales de información. Conferencia Intergubernamental de París (NATIS). La Conferencia Intergubernamental sobre Planeamiento de las infraestructuras nacionales de documentación y archivos se celebró en París del 23 al 27 de septiembre de 1974. Fue organizada por la UNESCO en cooperación con la Federación Internacional de Documentación (FID), La Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecas (FIAB) y el Consejo Internacional de Archivos (CIA). Se citan a continuación las siguientes recomendaciones de esta conferencia, aprobadas por unanimidad y de las cuales la Provincia de Santa Fe fue signataria: 343 Sistemas Nacionales de Información (NATIS) Recomendación N° 1 La Conferencia; Reconociendo que la información ha llegado a ser una base esencial para el progreso de la civilización y de la sociedad, y que, al mejorar las relaciones humanas en la sociedad y entre pueblos de distintas culturas y tradiciones, contribuye a una mejor comprensión y a la cooperación mundial. Observando que hay en muchos lugares del mundo una gran desigualdad en la provisión de recursos que permiten tener acceso a la información, a los usuarios de todos los campos del conocimiento. Acepta: El concepto general de infraestructuras nacionales de los servicios de documentación, y archivos (NATIS) esbozado en el documento: Sistemas nacionales de Información (NATIS). Objetivos para una acción nacional e internacional (COM-74/NATIS 3), enmendado por la Conferencia como una estructura general que abarca todos los servicios que se ocupan de proporcionar información a todos los sectores de la comunidad y a todas las categorías de usuarios, Pide a los Estados Miembros de la Unesco que: Tomen las disposiciones apropiadas para crear un sistema nacional de información, una estructura para los servicios de información, teniendo en cuenta la estructura económica y social del país y su patrimonio cultural, dentro del marco de sus planes generales y sectoriales de desarrollo nacional y de su política de comunicación. Recomienda que: Este sistema o infraestructura nacional esté apoyado por medidas apropiadas de legislación, financiamiento 344 y personal calificado y por el uso de técnicas modernas de información y que se coordinen adecuadamente sus diversos elementos. Personal para los servicios de Documentación, y Archivos. Recomendación N° 22 La Conferencia, Considerando, que ese personal sea suficientemente numeroso y especialmente calificado, es importante que se le ponga en condiciones materiales, psicológicas y sociales que hagan que este tipo de ocupación atraiga candidatos de gran calidad y por consiguiente asegurar su desarrollo y estabilidad, Recomienda a los Estados Miembros que: Otorguen a ese personal condiciones de empleo iguales a las de los especialistas de otras profesiones cuyo nivel de estudios sea equivalente. Entre los objetivos del NATIS, igualmente aprobados merece citarse el: Objetivo 10.- Establecimiento de un marco jurídico para el NATIS: Habría que tomar lo más pronto posible medidas legislativas en apoyo del planeamiento y aplicación del sistema nacional de información. Las medidas legislativas son uno de los requisitos previos para poder garantizar el desarrollo de una fuerte infraestructura nacional. El plan nacional de información debería disponer que se prepare y promulgue toda la legislación adicional que sea necesaria para consolidar la base teórica del sistema, las relaciones con las autoridades competentes, el personal especializado y su categoría profesional, la estructura, el financiamiento y las relaciones nacionales e internacionales. Dentro de este amplio marco, habría que dedicar una atención especial a la formulación de una legislación adecuada: IV) Para otorgar al 345 personal competente del sector de la información una categoría y unas condiciones de servicio análogas a las que se conceden a las profesionales de nivel de instrucción equivalente en otros sectores. LA PROFESIÓN EN SANTA FE Fundamento jurídico y Antecedentes del Proyecto de Ley Sobre Organización de Archivos: Ley 5516/61: La cual establece la denominación del Archivo Histórico de la Provincia como Archivo General de la Provincia dependiente del Ministerio de Educación y Cultura pudiendo permanecer la documentación administrativa hasta 30 años en oficina, como así mismo específica para la documentación histórica un plazo de 50 años. Ley 6351/67: Especifica la dependencia del Archivo General del Ministerio de Gobierno, Justicia y Culto. Ley 8399/79: Modificatoria y ampliatoria de la 5516. El Archivo General se compondrá de Archivo Histórico e Intermedio, pudiéndose mantener la documentación en sus respectivas oficinas durante 15 años debiendo transferirse la documentación entre 15 a 30 años primeramente al Archivo Intermedio y posteriormente al Archivo Histórico. Decreto 2232/81: Reglamento de las leyes 5516/61 y 8399/79, para el funcionamiento de los archivos Jurisdiccionales y Sectoriales del Poder Ejecutivo. Referido a Registros: Decreto 2025/86: Establece la necesidad de efectuar un Registro Provincial de Archivos Privados. 346 Decreto 3892/88: Por el cual se efectúa la apertura de un Registro Provincial de Testimonios orales, mediante un formulario que atiende a datos referidos al informante, testimonio e interlocutor. Clasificación: Decreto 4933/87: Disponiendo que cada jurisdicción elabore su cuadro de clasificación de fondo documental, atendiendo a misiones, funciones, actividades, trámites y estructura orgánica. Resolución 165/88: (M.G.) El cual reglamenta la ejecución del Decreto 4933/87. Ley de Ministerios 10101. Decreto 2518/89. El cual establece la conformación de los Ministerios en Gobierno, Justicia y Culto, Obras, Servicios Públicos y Vivienda, Educación, Agricultura, Ganadería, Industria y Comercio, Hacienda y Finanzas y Salud y Acción Social. Siendo sus respectivas Secretarías las siguientes: General y Técnica de Gobernación, Acción Social y de Trabajo. Descripción: Decreto 1320/87: Que dispone la aplicación de las técnicas de descripción colectiva; discriminando en Grupos, Sub-Grupos y Series; y Accesibilidad Documental en archivos jurisdiccionales y sectoriales del Poder Ejecutivo, protegiendo la libre accesibilidad documental e informativa, estableciendo grado de reserva en casos necesarios. Resolución 616/87:(M.G.) Reglamentando la ejecución. Selección: Decreto 0006/78: Creación de una comisión de asesoramiento de documentación administrativa, con el objeto de elaborar pautas para descarte de la documentación, atendiendo a los valores del documento. Decreto 1227/88 (Modificatorio y ampliatorio del 0006/78). Establece que la Comisión estará compuesta 347 por el Secretario de Asuntos Legislativos, Director del Archivo General y todos los archiveros del Poder Ejecutivo, ampliando funciones. Profesionalización: Decreto 0110/85: Creación de la carrera de Archivística en el Instituto Superior N° 12, dependiente del Ministerio de Educación - Secretaría de Enseñanza Media, Superior y Técnica. Decreto 2079/88: Reglamentando el ingreso y promoción en archivos dependientes del P.E. de Archiveros y Técnicos en Archivos. Estableciendo títulos supletorios. ESTRUCTURA Y CONTENIDO DEL ANTEPROYECTO DE LEY Capítulo I.- Disposiciones generales. El ejercicio de la Archivología en la Provincia de Santa Fe, se regirá por esta Ley y los Reglamentos respectivos, tanto en el sector público como en el privado. Capítulo II.- De los profesionales. Establece quiénes son los profesionales de la Archivología en la Provincia de Santa Fe y contiene disposiciones referentes a los profesionales graduados en el exterior. Capítulo III.- Del ejercicio de la Profesión. Se refiere a las funciones de la profesión de Archivero y las condiciones para su ejercicio. Capítulo IV.- Del uso del Título y del ejercicio ilegal de la profesión: Se refiere al uso del título de Archivero y a los actos que configuran el ejercicio ilegal de estas profesiones. Capítulo V. De las sanciones. Se tipifican los actos que constituyen delito en el ejercicio de la profesión y que ameritan sanciones de carácter penal. 348 Capítulo VI. Del personal Sub-profesional. Se refiere a las actividades profesionales y sub- profesionales dentro de la Archivología. Capítulo VII. Disposiciones complementarias, transitorias y finales. En este capítulo final se contempla el lapso de noventa días, de su promulgación, para que la presente ley sea reglamentada. TEXTO DEL ANTEPROYECTO DE LEY DEL EJERCICIO DE LA ARCHIVOLOGIA CAPITULO I DISPOSICIONES GENERALES Artículo 1. Desde la promulgación de la presente Ley el ejercicio de los profesionales de la Archivología, se regirán por ella y normativa complementaria. Artículo 2. Los organismos autárquicos o descentralizados, empresas del estado, Instituciones Educacionales, Institutos Autónomos, empresas Privadas y otras Entidades similares deberán abstenerse de dar curso a solicitudes de empleo y de ejecutar tramitaciones para realizar trabajos profesionales relacionados con el ejercicio de la Archivología, a quienes no llenen los requisitos establecidos en esta Ley. Artículo 3. Corresponde a las Autoridades Provinciales, Municipales y Comunales, Instituciones Educacionales, Institutos Autónomos, Empresas Privadas y demás Entidades similares, el establecimiento de servicios de Archivos. Centros de Documentación e Información u otros servicios similares los cuales deberán estar a cargo de profesionales de la Archivología. 349 CAPITULO II DE LOS PROFESIONALES Artículo 4. Son profesionales a los efectos de esta Ley: Los egresados de las Universidades Nacionales o Provinciales, Institutos Superiores, Cursos regionales de la O.E.A., con no menos de 5 meses de duración; a quienes les fueran otorgados los títulos siguientes: Archiveros Profesionales, Técnicos Archiveros, mención Archivología y aquellos que hayan revalidado en la Provincia de Santa Fe sus respectivos Títulos Universitarios y cumplan con los requisitos establecidos en el Capítulo VII de esta Ley. Artículo 5. Igualmente se consideran profesionales a los graduados en el exterior por Institutos acreditados de Educación Superior, en las Especialidades de Archivología y que en los certificados expresen claramente que deben ser reconocidos como tales en el país de origen. CAPÍTULO III DEL EJERCICIO DE LA PROFESIÓN Artículo 6. Constituyen funciones propias del Ejercicio de la profesión: 1. Dirigir, coordinar, planificar, programar y supervisar las actividades técnicas y administrativas de los sistemas y unidades de Archivos, Centros de Documentación e Información y servicios similares. 2. Dirigir, coordinar, planificar, programar, supervisar y realizar el procesamiento técnico del material bibliográfico y documental, cualquiera sea su soporte. 3. Analizar, estructurar y diseñar los sistemas y la administración de los archivos, desde la constitución de la unidad hasta los traslados o transferencias de documentos, o en su defecto controlar la permanencia en el archivo. 350 4. Clasificar y codificar el material de archivo, respondiendo por la restauración y mantenimiento de los documentos en sus distintas manifestaciones. 5. Recabar, procesar, almacenar, recuperar y difundir la información que sea de su responsabilidad. 6. Participar en los proyectos concernientes a la creación, instalación o construcción de locales y edificios para Archivos, Centros de Documentación e Información. 7. Compilar y preparar los instrumentos de investigación, bibliografías generales o especializadas y elaborar índices de Publicaciones Periódicas. 8. Elaborar y velar por la aplicación de estatutos y reglamentos para Archivos, Centros de Documentación e Información. 9. Programar y ejecutar presupuestos. 10. Planificar el adiestramiento del personal subprofesional de Archivos, Centros de Documentación e Información. 11. Desempeñar la docencia en materias específicas de la formación profesional, que sean requeridas para la obtención de los Títulos enunciados en el Art. 4 de esta Ley, con las excepciones previstas en la ley de Universidades y su Reglamento. 12. Desempeñar la Dirección de Instituciones de Investigación o Docencia en las áreas de la Archivología y Ciencias de la Información. 13. Asesorar y solventar consultas sobre programación y planificación en materias relativas a los problemas Archivológicos y de Documentación e Información. 14. Las demás funciones que señalen las Leyes y Reglamentos sobre la materia. Artículo 7. Son atribuciones del Archivero profesional (3 años de estudio) para el ejercicio de sus funciones: 351 1) Participar en el proceso de creación de documentos. 2) Normalizar la tipología documental. 3) Participar en la planificación y disposición de edificios, depósitos y equipos de archivos. 4) Participar y Asesorar en la selección de equipo y material archivístico. 5) Planificar y controlar el funcionamiento y desenvolvimiento de archivo. 6) Normalización de recepción de fondos. 7) Planificar, diagramar guías, inventarios, índices, catálogos, y cualquier otro tipo de auxiliar descriptivo. 8) Participar en la legislación de archivos. 9) Intervenir en la planificación y control de trámites. 10) Participar en las aplicaciones tecnológicas modernas. 11) Planificar la Selección Documental. 12) Normalizar los plazos de vigencia. l3) Intervenir en el expurgo programado. 14) Controlar el servicio de información, según los distintos niveles de accesibilidad. 15) Efectuar certificaciones, publicaciones y exposiciones documentales. 16) Participar en la actividad docente en materias específicas de la archivología. 17) Confeccionar y editar fuentes y corpus documentales. Artículo 8. Son atribuciones del Técnico en Archivos (2 años de estudio) para el ejercicio de sus funciones: 1) Efectuar trámites de entrega y recepción documental. 2) Hacer entrega de fondos con inventario. 3) Comprobación de fondos con inventarios. 352 4) Registro de entradas y salidas. 5) Servicios de reprografía. 6) Control de trámite. 7) Todos los manejos de fondos. 8) Ordenar, numerar, sellar, foliar, y las atribuciones fijadas por Decreto nro. 10204/58. 9) Realizar la recepción, búsqueda, entrega y devolución de documentos. 10) Otorgar Información Documental al consultante. 11) Elaborar auxiliares descriptivos. 12) Efectuar tareas de Ordenación y Clasificación de documentos. 13) Efectuar las tareas de seguridad y conservación documental. Artículo 9. Para ejercer la profesión en Archivología los profesionales deberán cumplir con los siguientes requisitos: a. Registrar su Título conforme a los dispuesto en la Ley de Registro Público. b. Inscribirse en la Asociación de Archiveros de la Provincia de Santa Fe según los requisitos que establezcan sus Reglamentos. Artículo 10. Los profesionales legalmente inscriptos en la Asociación de Archivólogos de la Provincia de Santa Fe podrán ejercer su profesión en cualquier lugar de la República y deberán incorporarse a la Seccional más cercana a su domicilio o centro de trabajo. 353 CAPÍTULO IV DE LA ORGANIZACIÓN DE LA ASOCIACIÓN DE ARCHIVEROS SECCIÓN PRIMERA De la Asociación y de sus miembros Artículo 11. La Asociación de Archivólogos de la Provincia de Santa Fe es una organización con personería jurídica constituida por la Asamblea, la Junta Directiva y el Tribunal Disciplinario. Además se organizarán Seccionales en el interior de la República de acuerdo con lo estipulado en esta Ley y su Reglamento. Artículo 12. Son fines de la Asociación: a) Velar por el estricto cumplimiento de los principios de la ética en el ejercicio de la profesión. b) Enaltecer el ejercicio de la profesión en todos los aspectos, velando por los intereses profesionales. c) Fomentar y estrechar las buenas relaciones entre sus miembros. d) Intensificar el intercambio cultural y social, promoviendo la celebración de eventos: Jornadas, conferencias y reuniones para debatir y tratar cuestiones que afecten a la profesión, y a la problemática Archivológica y de los Centros de Documentación e Información. e) Promover y fomentar los estudios y las investigaciones en el campo Archivológico y de la Documentación e Información. f) Participar en toda la legislación y reglamentación que afecte a los Archivos y Centros de Documentación e Información. g) Asesorar y participar cuando así lo soliciten con las carreras de Archivología de otras instituciones del país. 354 h) Gestionar ante las autoridades y demás sectores del país que se atienda a la demanda de Archivos y Centros de Documentación e Información. i) Proponer normas y participar en su elaboración en los asuntos relativos a la profesión y a los servicios de Archivos y Centros de Documentación e Información. Artículo 13. Son miembros de la Asociación de Archivólogos de la Provincia de Santa Fe aquellos profesionales que hayan cumplido con los requisitos de inscripción, hallándose o no, en el ejercicio de la profesión. Artículo 14. Son deberes de los miembros de la Asociación: a) Asistir a las Asambleas y demás actos colectivos que fueren convocados y desempeñar las Comisiones que les confíe la Asamblea o la Junta Directiva. b) Pagar las cuotas ordinarias fijadas por los Reglamentos o Estatutos y las extraordinarias que acuerde la Asamblea. c) Cumplir con los acuerdos de la Asamblea y con las decisiones de la Junta Directiva. d) Colaborar con el desarrollo y actividades programadas por el Asociación. e) Acatar los Reglamentos, acuerdos y resoluciones de los órganos nacionales y seccionales de la Asociación que sean dictados en cumplimiento de sus atribuciones. f) Contribuir al fomento de la Biblioteca de la Asociación a cuyo efecto los asociados que sean autores, deberán remitir tres ejemplares de la publicación tan pronto sea editada. g) Fomentar y dar a conocer la importancia de los servicios de Archivos y Centros de Documentación e Información. Artículo 15. Son derechos de los miembros de la Asociación: 355 a) Participar con voz y voto en la constitución, organización, dirección y funcionamiento de las seccionales, asambleas y demás órganos de la Asociación. b) Anunciarse públicamente para el ejercicio profesional, previa autorización de la Asociación. c) Elegir y ser elegidos. SECCIÓN SEGUNDA DE LA ASAMBLEA Artículo 16. La Asamblea es la suprema autoridad de la Asociación, representa la totalidad de sus miembros y sus decisiones son obligatorias para todos los colegiados. Artículo 17. La Asamblea se reunirá ordinariamente por lo menos una vez al año previa convocatoria de la Junta Directiva y extraordinariamente cuando convoque esta misma Junta o lo exija un número de miembros no menor de treinta (30) Artículo 18. Son atribuciones específicas de la Asamblea: a) Conocer y discutir el Informe anual que debe presentarle la Junta Directiva sobre su gestión administrativa y demás asuntos relacionados con sus funciones. b) Aprobar y modificar los Estatutos y Reglamentos internos de la Asociación. c) Conocer de cualquier asunto que sea sometido a su consideración y en general ejercer todas las facultades y atribuciones que por su naturaleza le correspondan y que no están expresamente atribuidas a otros organismos de la Asociación. 356 SECCIÓN TERCERA DE LA COMISIÓN DIRECTIVA Artículo 19. La Dirección y Administración de la Asociación estará a cargo de su Comisión Directiva según sus estatutos de Personería Jurídica. Artículo 20. Los Miembros de la Comisión Directiva, serán electos de conformidad con lo pautado en el Reglamento Electoral vigente y durarán en sus funciones tres (3) años. Parágrafo: Si por cualquier circunstancia no se hiciese la elección en la oportunidad debida, continuarán ejerciendo sus respectivos cargos los mismos funcionarios hasta que la Asamblea elija los que han de sustituirlos. Artículo 21. Son atribuciones de la Comisión Directiva: a) Cumplir y hacer cumplir los acuerdos y resoluciones de la Asamblea. b) Presentar ante la Asamblea General Ordinaria un Informe y Cuenta de su gestión durante el año inmediato anterior. c) Designar y remover los miembros de las Comisiones permanentes. d) Designar y remover Comisiones y Delegados para el mejor logro de las finalidades de la Asociación. e) Convocar las reuniones de la Asamblea. f) Otorgar por medio del Presidente poderes especiales para determinados asuntos. g) Vigilar la contabilidad de la Asociación. h) Someter a consideración del Tribunal Disciplinario, los miembros que incurran en actos contrarios a la ética y decoro profesional. i) Llevar ante el Tribunal Disciplinario, aquellos miembros que no paguen durante un año la cuota mensual, o los que no hayan cancelado cuotas o contribucio357 nes extraordinarias acordadas por la Asamblea, en los seis meses siguientes a la fecha de dicha Asamblea. SECCIÓN CUARTA DEL TRIBUNAL DISCIPLINARIO Artículo 22. El Tribunal Disciplinario de la Asociación de Archivólogos de la Provincia de Santa Fe, estará constituido por cinco miembros, elegidos en la misma forma y oportunidad que los miembros de la Junta Directiva, durarán tres (3) años en el ejercicio de sus funciones y no podrán ser reelegidos para el período siguiente. Artículo 23. Para ser miembros del Tribunal Disciplinario se requiere: a) Tener no menos de cinco (5) años en el ejercicio de la profesión. b) No haber estado bajo sanción disciplinaria. c) No ser integrante de la Junta Directiva. Artículo 24. Son atribuciones del Tribunal Disciplinario: el conocimiento de las causas seguidas contra los miembros de la Asociación en virtud de las denuncias formuladas por escrito sobre: a) Infracciones a la presente Ley y su Reglamento. b) Transgresión a la ética profesional en cuanto se refiere a las normas del Código de ética correspondiente. c) Incumplimiento a las disposiciones de los Estatutos y Reglamentos de la Asociación. d) Violación del carácter secreto de documentos e informaciones que hubiese obtenido en el ejercicio de la profesión. e) Competencia desleal, difamación e injurias contra otros miembros de la Asociación. 358 SECCIÓN QUINTA DE LAS SECCIONALES Artículo 25. Las Seccionales de la Asociación de Archivólogos de la Provincia de Santa Fe son instituciones con personería jurídica propia, con todos los derechos, obligaciones y atribuciones que le confiere esta Ley su Reglamento y otras Leyes vigentes. Artículo 26. Para que una Seccional pueda organizarse, deben estar residenciados o domiciliados en la respectiva jurisdicción, un número no menor de treinta profesionales. Artículo 27. En la jurisdicción donde no se llene el requisito exigido en el artículo anterior, los profesionales se inscribirán en la Seccional más cercana a su domicilio o centro de trabajo. CAPÍTULO V DEL USO DEL TÍTULO Y DEL EJERCICIO ILEGAL DE LA PROFESIÓN Artículo 28. El uso de los Títulos propios de los profesionales a que se contrae la presente Ley, estará sometido a la siguiente reglamentación: Las denominaciones de Archiveros quedan reservadas exclusivamente a quienes esta Ley se refiere en el Art. 4to. otorgándole la mayor precisión a la calificación de la especialidad. Artículo 29. Además de los casos previstos en el Código Penal, se consideran usurpación de los Títulos a que se refiere esta Ley, el empleo por personas que no posean dichos Títulos, de: términos, leyendas, insignias, dibujos y demás expresiones de las cuales pueda inferirse la idea de ejercicio profesional. Artículo 30. Ejercen ilegalmente las profesiones a que se refiere esta Ley: 359 a) Las personas que sin poseer el título respectivo, desarrollan actividades reservadas a los profesionales que definen la presente Ley. d) Los profesionales asociados o no, que amparen con su nombre a personas naturales o jurídicas que ejerzan ilegalmente la profesión. e) Los profesionales que hayan sido sancionados por el Tribunal Disciplinario según el presente artículo. CAPÍTULO VI DE LAS SANCIONES Artículo 31. A los efectos de esta Ley se califican como actos que constituyen delito y que ameritan sanciones de carácter penal: a) La usurpación del Título. b) La utilización de documentación falsa o adulterada, para solicitar inscripción o ejercer la profesión. c) Transgresión a la ética profesional en cuanto se refiere a las normas del Código correspondiente. d) Violación del secreto de documentos e información que hubiese obtenido en el ejercicio de la profesión. Artículo 32. En los casos mencionados en el artículo anterior y en aquellos otros establecidos por las leyes, reglamentos y normas vigentes como causales de delito o falta en relación con el ejercicio de la profesión y de acuerdo a la gravedad de la falta, el Tribunal Disciplinario aplicará las sanciones siguientes: a) Amonestación privada, verbal o escrita. b) Amonestación pública en Asamblea General. Esta sanción implica la destitución del cargo que el miembro desempeñe en el Asociación. c) Suspensión del ejercicio de la profesión y pérdida por el tiempo que ella dure, de los derechos y prerrogativas establecidas en esta Ley y su Reglamento. 360 CAPÍTULO VII DEL PERSONAL SUBPROFESIONAL Artículo 33. El ejercicio de los egresados de cursos en todos los niveles de la educación del país relacionados con las Ciencias Archivológicas o de Documentación e Información, o de personas que desarrollen actividades paraprofesionales implícitas en dichas disciplinas, lo harán bajo la supervisión de la Asociación de Archivólogos de Provincia de Santa Fe y serán objeto de un tratamiento especial en la reglamentación de la presente Ley. CAPITULO VIII DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS, TRANSITORIAS Y FINALES Artículo 34. Dentro de un plazo de noventa días, a partir de la promulgación de la presente Ley se procederá a su Reglamentación. 361 ÉTICA PROFESIONAL CONCEPTO DE ÉTICA Antes de tomar en cuenta la ética profesional, nos proponemos primero dar una conceptuación de la ética; se la considera como parte de la filosofía que trata de la moral. Observaremos las sutiles diferencias que se dan entre ética y moral. La ética se propone investigar qué son los actos morales, realizados libre y conscientemente, cuáles son sus fundamentos y cómo se vinculan con la actitud humana. Como toda disciplina o ciencia, la ética ha tenido una serie de cambios en su concepto. Platón abunda en reflexiones de índole ética, Aristóteles funda la disciplina filosófica, la evolución en forma muy escueta podemos desarrollarla: Platón y Aristóteles subordinan la ética a la metafísica. Cínicos y cirenaicos tienen a la virtud como el verdadero bien. Los epicúreos defienden el placer como el bien supremo. Los estoicos asumen como el sumo bien la aceptación de la adversidad, congruentes con la naturaleza. El Cristianismo absorbe plenamente lo ético, fundamentando la ética heterónima, que basa en Dios los principios morales. Kant establece una moral formal y autónoma. Mientras que Hegel identifica la moral con política. En nuestros tiempos pueden diferenciarse marcadamente tres corrientes: 1. El análisis de los valores morales con exponentes como Brentano, Scheler. 2. El análisis de la conducta desde un punto de vista existencialista, con exponentes como Sartre, Jaspers, que en el fondo siguen las directrices de Kierkegaard. 3. El análisis del lenguaje moral con exponentes como Ayer, Stevenson. DIFERENCIA ENTRE ÉTICA Y MORAL Hemos indicado en anteriores párrafos las diferencias sutiles entre ética y moral, esto nos permitirá también fundamentar por qué no hablamos de moral profesional en lugar de ética profesional: Etimológicamente el vocablo ética proviene del griego ethos y moral del latín mores, significando ambos: costumbres. Pero debemos tomar en cuenta que en la antigüedad no se concebía un sistema de costumbres por un lado y un sistema filosófico por otro, antes bien, la filosofía buscaba su aplicación directa, lo que no ocurre en la época moderna, Ética y moral o más bien si se quiere acentuar, la teoría y la práctica, eran dos aspectos de una misma cosa, dos senderos de un mismo camino. Fue el tiempo que afectó el desarrollo paralelo de estos dos conceptos. Es necesario también diferenciar la ética temporal como producto del medio en que se vive, y como tal es 363 cambiante, y la ética atemporal, que es la moral que no se limita al tiempo, (robar ha sido “siempre malo”). Se habla también de una vida moral, como la forma de la realización del hombre en función del bien actuante. Es la vida moral o vida ética la que nos interesa para nuestros estudios. Ética profesional, denominaremos entonces a la vida moral que llevaremos en el ejercicio de nuestra profesión. Incurrimos muchas veces en la excusa de decir que nuestros problemas surgen porque el sistema tiene la culpa o es cuestión de la “educación”. Pero no es intención de este trabajo tratar sobre estos temas negativos ni buscar soluciones a la conducta humana. Existen muchos sistemas que nos plantean el bien y el mal, pero al final terminamos en una máxima sabia “no hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan”. En la actualidad Jorge R. Emiliani, publicó un trabajo sobre “la ética profesional del archivero” donde incluye el Código de Ética para archiveros de la Sociedad Americana de Archivistas (The Society of American Archivist) y el Código del Archivero de Wayne C. Grover. Gunnar Mendoza también nos ofrece un código ético, tema que debe ser consultado por los archiveros. Interesa el código presentado por Emilia Curras en el que en forma resumida propone: “Guardar el secreto industrial, comercial, económico... de las empresas usuarias. (Conviene aclarar considera empresas usuarias a las que hacen uso del servicio de las ciencias de la documentación) 1. Tener la documentación bien ordenada. 2. Proporcionar información fiable y eficaz. 3. La información facilitada debe ser totalmente objetiva. 364 4. No omitir ningún juicio crítico que no haya sido solicitado. 5. Ejercer una competencia honesta con otras entidades documentarias. 6. Cobrar unos emolumentos justos de acuerdo con las inversiones, gastos y ganancias adecuadas. 7. No abusar de las circunstancias y desear tener beneficios. 8. No intentar dirigir las investigaciones o los movimientos culturales aprovechando el dominio sobre los datos. 9. No trucar los medios de información. 10. Los gobiernos no deben abusar de su poder para obtener informaciones que pueden dañar la intimidad del individuo. 11. No publicar noticias sensacionalistas que dañen la buena imagen del ciudadano”. CÓDIGO DE ÉTICA Definición de Ética profesional y fijación del alcance de las reglas de Ética La ética profesional es el conjunto de normas y conceptos tendientes a establecer un criterio adecuado en la conducta de un sujeto en razón del buen ejercicio de una determinada profesión. El presente trabajo no niega las normas expresadas, que sean producto de una experiencia profesional dignamente llevada. Ni contradice, las dictadas por el Código Civil. 365 I. Capítulo Primero I.1. Los técnicos archiveros y profesionales archiveros en todas sus diversas especialidades, están obligados, desde el punto de vista ético y profesional, a ajustar su actuación a los conceptos básicos y a las disposiciones del presente código. I.2. Es deber primordial de los profesionales respetar y hacer respetar, todas las disposiciones legales y reglamentarias que incidan en los actos de la profesión, velando por el prestigio profesional. II. Capítulo Segundo II.1. Deberes del técnico y profesional para con la dignidad del ejercicio de la profesión. II.1.1. Son deberes éticos de todo archivero lo mencionado en el punto I.1. del presente código. II.1.1.1. Contribuir con su conducta profesional y por todos los medios a su alcance, a que en el concurso público se forme y se mantenga una “una conciencia archivística” sobre el significado de la profesión en la sociedad. II.1.1.2. No ejecutar actos reñidos con los conocimientos empleados en la profesión, aun cuando pudiera ser en cumplimiento de órdenes de autoridades mandantes o comitentes. II.1.1.3. No ocupar cargos rentados o gratuitos en instituciones privadas, o empresas, simultáneamente con cargos públicos cuya función se halle vinculada con las de aquéllas, sea directa o indirectamente, o a través de sus componentes. II.1.1.4. No competir con colegas mediante concesiones sobre el importe de honorarios, directa o indirectamente en favor del comitente, significando una disminución de los aranceles prefijados. 366 II.1.1.5. No tomar parte en concurso sobre materias profesionales en cuyas bases aparezcan disposiciones o condiciones reñidas con la dignidad profesional. II.1.1.6. No conceder firma a título oneroso o gratuito, para autorizar expurgos, especificaciones, diseños documentales, dictámenes, informes o todo tipo documental profesional que no haya sido controlado personalmente y de acuerdo a sus atribuciones técnico y/o profesionales. II.1.1.7. No hacer figurar su nombre en anuncios, membretes, sellos, propaganda y demás medios de comunicación, junto a personas que sin serlo, figuren como profesionales. II.1.1.8. No recibir o conceder comisiones, participaciones u otros beneficios, con el objeto de gestionar, obtener o acordar designaciones de índole profesional. II.1.1.9. No hacer uso de propaganda, ni que la jactancia constituya la característica sobresaliente o dominante, o consista en avisos exagerados que muevan a equívocos de los conceptos de la archivología. Tales actividades deberán siempre ajustarse a las reglas del decoro y la prudencia profesional. II.1.1.10. Oponerse como profesional y en carácter de consejero del cliente, comitente, o mandante a las incorrecciones de éste en cuanto atañe a las tareas profesionales que aquél tenga a su cargo renunciando a la continuación de ellas, si no se puede impedir que se lleven a cabo. II.2. Deberes del profesional para con los demás profesionales. II.2.1. Los deberes para con los colegas que en este artículo se enuncian son extensivos a todos los profesionales mencionados en el punto 1.1.3. Son deberes de todo profesional para con sus colegas. 367 II.2.1.1. No utilizar sin autorización de sus legítimos autores y para su aplicación en trabajos profesionales propios, ideas, planes y documentación perteneciente a aquéllos. II.2.1.2. No difamar ni denigrar a colegas, ni contribuir en forma directa o indirecta a su difamación o degradación con motivo de su degradación profesional. II.2.1.3. Abstenerse de cualquier intento de sustituir, al colega en un trabajo iniciado por éste, no debiendo en su caso aceptar el ofrecimiento de reemplazo, hasta que haya tenido conocimiento fehaciente de la desvinculación del colega con el comitente, en este supuesto deberá comunicar el hecho al reemplazante y advertir al comitente, acerca de su obligación de abonar, al colega los honorarios, por los que sea acreedor, en ningún caso deberá emitir opinión sobre la pertinencia o corrección del monto de tal honorario. II.2.1.4. No renunciar a honorarios ya convenidos y aceptados, por un monto inferior al que corresponden según las normas arancelarias, excepto que se den algunas circunstancias: Por medio especial y sucinta autorización concedida por Asociación de Archiveros, de acuerdo con resolución expresa de la directiva, se trate ya de haberes devengados o tareas terminadas, se trate de trabajos cuyos honorarios deben ser abonados, o ascendientes o descendientes en línea directa, hermanos o cónyuges del profesional. II.2.1.5. No designar, ni influir para acción designada en cargos técnicos, que deben ser desempeñados por profesionales, a personas carentes del título correspondiente. II.2.1.6. Abstenerse públicamente de emitir juicios adversos sobre la actuación de colegas y/o profesionales, 368 a menos que medien algunas de las circunstancias siguientes: Que sea indispensable por razones ineludibles de interés general. Que se le/s hubiera/n dado oportunidades de reconocer, y rectificar aquellas actuaciones y los errores sin que los interesados hicieran uso de ellas. II.2.1.7. No evacuar consultas de comitentes referente a asuntos que para ello pudieran dirigir o conducir otros profesionales, o respecto de éstos en estos asuntos, sin ponerlos en conocimiento de la existencia de tales consultas y haberles invitado a tomar intervención conjunta en el estudio necesario para su evacuación, todo ello dentro del mismo espíritu que inspira los puntos II.2.1.6. II.2.1.8. Dejar para los poderes que actúan como cooperadores o empleados suyos, retribuciones acordes a la dignidad de la profesión y a la importancia del servicio que prestan. II.3. Deberes del profesional para con los cliente, y el público en general. II.3.1. Son deberes del profesional para con los usuarios y el público en general. II.3.1.1. No ofrecer por medio alguno la prestación de servicio cuyo objeto por cualquier razón de orden técnico-jurídico, reglamentario, económico, social, etc., sea muy dudoso o de imposible cumplimiento, o si por sus propias circunstancias personales o profesionales no pudiese ofrecerlo. II.3.1.2. No aceptará en propio beneficio, comisiones, descuentos o bonificaciones, y demás análogas ofrecidas por proveedor de materiales, artefactos, estructuras, u otras personas interesadas en la ejecución de los trabajos, que pueda relacionarse en forma directa. 369 II.3.1.3. No asumir en el mismo trabajo las funciones de director al mismo tiempo que las de contratista de trabajo a hacer. II.3.1.4. Mantener, el secreto y reserva respecto a toda circunstancia relacionada con el usuario, con el trabajo para que después en definitiva sea una obligación legal. II.3.1.5. Advertir al cliente de los errores en los que éste pudiera incurrir relacionados con los trabajos en que éste dirija o conduzca, así como subsanar los que el mismo pudiera haber cometido y responder civilmente por daños y perjuicios, conforme a la legislación vigente. II.3.1.6. Manejar con la mayor discreción los fondos que el usuario pusiera a su cargo destinados a desembolsos exigidos por los trabajos a cargo del profesional, y rendir cuentas claras, precisas y frecuentes en forma independiente, y sin perjuicio de las leyes vigentes. II.3.1.7. Dedicar toda actitud a defender, con la mayor diligencia que obligan a los asuntos de los clientes. II.4. Los profesionales que se desempeñan en la función pública y los que se dedican a la actividad privada. II.4.1. Los profesionales que se dedican a la actividad privada, al resolver los diversos problemas técnicos, deben considerarse auxiliares de la administración pública, pero no dependiente de ésta. II.4.2. Los profesionales se deben entre sí el trato mesurado y respetuoso que corresponde a la calidad de colega, sin perjuicio de la atención de los intereses de sus comitentes. II.5. Deberes del profesional en su actuación ante contrato. II.5.1. Las personas que dirigen el cumplimiento de los contratos ante su cliente y terceras personas es ante todo sólido guardián de los intereses de su cliente, pero 370 estas funciones no significan que deba actuar con parcialidad en perjuicio de otras personas. II.5.2. El profesional no debe admitir sin la total aprobación expresa del cliente la inserción de cláusulas en propuesta, propuesto o demás documentos contractuales que establezcan pagos de honorarios o gastos a ser efectuados a él por el contratista, estos puntos a aplicar están tratados por ley, normales y corrientes, como por una ley suplementaria. II.6.- Los profesionales ligados entre sí por una relación de jerarquía. II.6.1.- Todo profesional a que se refiere el presente código, que se hallen ligados entre sí, en principio por razones de jerarquía sea en la administración o en establecimientos públicos o privados se deben mutuamente e independientemente sin prejuicio de aquella relación el respeto y el trato impuesto por la condición de colegas, con el espíritu extensivo, establecido por el punto II.2.1. II.6.2.- Todo profesional debe cuidarse de no cometer ni permitir o contribuir a que se cometa injusticia en prejuicio de otro profesional, tales como destitución, reemplazo, disminución de categoría, aplicación de penas disciplinarias, sin causas justificadas ni justas. II.6.3.- El personal superior jerárquico, debe cuidarse de proceder en forma que desprestigie o menoscabe a otros profesionales que ocupan cargos subalternos al suyo. II.6.4.- El personal subalterno o jerárquico debe estar recíprocamente con respecto al superior en la misma medida al punto II.6.3 precedente, independientemente y sin prejuicios a la situación reglamentaria que pudiera existir para el caso. 371 II.6.5.- Reflexionar en el deber de no beneficiarse al suplantar al colega en el sentido del artículo II.2.1, injustamente desplazado. II.7.- De los funcionarios en los concursos. II.7.1.- El profesional que se disponga a tomar parte de un concurso por invitación privada y considera que las bases transgreden las normas de ética profesional debe consultar a la asociación de archiveros por la existencia de la transgresión. II.7.2.- A los efectos del II.7.l. de invitación a los profesionales a preparar en ocasión técnicos empleados en la archivística y elementos complementarios para el mismo proyecto, se considera concurso a menos que a cada uno de los profesionales se les paguen los honorarios que por arancel corresponde a la tarea a realizar. II.7.3.- La persona que haya actuado como asesora, en un concurso debe abstenerse de intervenir directa o indirectamente en las tareas profesionales requeridas para el desarrollo del trabajo que dio lugar al mismo, salvo que su intervención estuviera establecida en las bases del concurso. II.7.4.- Cuando un profesional es consultado por un promotor con miras a designarlo asesor respecto a la realización de un proyecto y luego se decide a no realizarlo y no designa a un profesional para que efectúa el trabajo que había sido objeto de ese concurso, el antes consultado está inhibido a aceptar esta última encomienda. II.7.5.- El profesional que toma parte en ese concurso está obligado a observar la más estricta disciplina, y el más estricto respeto al asesor; a los miembros del jurado: de los concurrentes, de este concurso, falta a esta regla si el fallo, o publica crítica a miembros o de los trabajos, que tuvieran cualquiera de los profesionales sin demostraciones concluyentes procederes o conductas in372 adecuadas. II.8.- De las faltas de ética. II.8.1.- Incurre en falta de ética todo profesional que comete transgresiones en uno o más de los deberes enunciados en los puntos de este código, sus conceptos básicos o normas morales no expresadas, textualmente por el presente código. II.8.2.- La atribución del tribunal de ética profesional es determinar calificación y sanción que corresponde a una falta o conjunto de faltas en el que se pruebe en que el profesional se halle en curso. II.8.3.- Las faltas de ética calificadas por el tribunal quedan equiparadas a faltas a la profesión, a los efectos de que así las penalidades que pudieran corresponder en virtud de las disposiciones vigentes. III. Libro Tercero: Normas y procedimientos III.1.- Substanciación de la causa en los consejos y en la junta central. III.1.1.- Las causas de ética se radicarán ante el consejo profesional, en el que estuviera matriculado el imputado y podrán promoverse por denuncia; por solicitud del profesional, de quien se trate o por oficio por el consejo competente. Las denuncias deberán formularse por escrito y deberán contener el nombre y el domicilio real y la identificación individual del denunciante que deberá constituir domicilio especial a los efectos de las notificaciones que hubieran de practicarse. III.1.2.- El nombre del profesional que se denuncie o en su defecto la referencia que permita identificarlo, de los efectos que fundamentan la denuncia, los elementos individuales de prueba que se aportan. 373 III.1.3.- La denuncia ratificada ante el consejo interviniente ante el cual el denunciante será citado con plazo prudencial, que se le fije, vencido dicho plazo sin que medie rectificación y reserva dentro de los tres meses de dispuesta la reserva, sin que medie la ratificación, se ordenará de oficio, la caducidad de la denuncia y el archivo de lo actuado, sin embargo, el consejo interviene atendiendo a la gravedad y verosimilitud de los cargos formulados, podrá proseguir de oficio la investigación. III.1.4.- El profesional que solicitare la investigación de su propia conducta, deberá formalizar por escrito tal pretensión cumplido los requisitos que se establecen en los puntos III.1.2; III.1.3; III.1.5. El consejo interviniente podrá rechazar la denuncia, cuando fuere manifiestamente improcedente. Tal decisión será notificada al denunciante, quien dentro de los cinco días hábiles de notificado podrá interponer recurso de apelación fundado, el que será resuelto por la junta central. III.1.6.- Cuando un consejo profesional decidiere, iniciar de oficio una causa, se labrará un acta precisando contra quién se dirigen los cargos y la relación de los hechos y razones que fundamenten la necesidad de investigación. III.1.7.- En caso que la denuncia involucrare a profesionales matriculados en diferentes consejos profesionales, la tramitación será efectuada por la Junta Central de los Consejos Profesionales de archivística, archivología, o técnica. III.2.- Normas procesales III.2.1.- Iniciada la causa se dará traslado de la denuncia, o, en su caso, del acta en que se refiere el punto III.1.6; al imputado para que éste formule su descargo y proponga las medidas probatorias de que intente valerse. Para ello tendrá un plazo de diez días hábiles conta374 dos a partir de la notificación si se domiciliare en Capital. Si el imputado se domiciliare fuera de la capital se ampliará razonablemente el plazo en función de la distancia. III.2.2.- El consejo interviniente a cuyo cargo se encuentre la instrucción ordenará las medidas de prueba que juzgue pertinentes y fijará las audiencias necesarias para su recepción, de todo lo cual se notificará al denunciado. El denunciado podrá contar con asistencia letrada. III.2.3.- Producida la prueba, el consejo interviniente elaborará un informe de relación de la causa y de las medidas probatorias diligenciadas, como también respecto de su mérito y de las conclusiones susceptibles de ser extraídas. De ese informe se dará traslado al denunciado por un plazo de seis días, para que se produzca su alegato. III.2.4.- Dentro de los cinco días de producido el plazo aludido en el punto anterior, el consejo interviniente elevará la causa a la Junta Central, la que, previo dictamen de su asesor legal, dictará resolución dentro de los treinta días de quedar las actuaciones en estado. Podrá la Junta si lo creyese conveniente, dictar medidas probatorias para mejor prever, de cuya producción deberá darse vista al denunciante por cinco días. III.2.5.- La resolución de la Junta Central, deberá declarar si la conducta investigada constituye o no transgresión a las normas de la ética profesional y, en caso afirmativo, determinar su existencia, individualizar los deberes y disposiciones violadas, efectuar la calificación de la falta y decidir acerca de la imposición de las sanciones previstas en el artículo ... del decreto y/o ley ... La sanción será ejecutada por el consejo profesional, que estuviera matriculado el sancionado. 375 III.2.6.- El consejo profesional interviniente o la Junta Central podrá disponer la suspensión del procedimiento cuando por los mismos hechos objeto de la causa ése tuviera pendiente acción judicial, que pudiere tener incidencia en la resolución. III.2.7.- Los profesionales a que se refiere el presente código, no podrán ser sancionados después de haber transcurrido tres años de cometida la falta, que se les impute. Dicho plazo quedará interrumpido si antes de su transcurso el profesional es sometido a causa de ética. 376