Semana Santa 2012 VIA CRUCIS ‘ 12 Parroquia de Santa María Micaela- GRANADA | PRIMERA ESTACIÓN Jesús en el huerto de los olivos VIA CRUCIS Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa Resurrección alabamos y glorificamos. Por el madero ha venido la alegría al mundo entero. Jesús Nazareno: Entregado a la voluntad del Padre, en oración atormentada y confiada, antes de ser entregado en las manos de los hombres: tu angustia vital, ante el amargo trato de la persecución injusta, te hizo sudar sangre antes de derramarla entera. Tu fidelidad al bien nuestros iba a cargar sobre tus espaldas todos nuestros males. Y no caíste en la tentación de renegar de la misión confiada por el Padre. Te sostuvo la fe orante en tu noche oscura: la segura certeza de que la voluntad del Padre sería salvación para ti y para nosotros. Discípulos tuyos queremos hacernos, identificándonos contigo en todos los angustiados que sufren pasión y muerte entre nosotros. Con los ahogados por tantos tragos de amargura incomprensión y olvido, y con tantos que luchan por el mundo nuevo que tú inauguraste. Queremos velar y orar con ellos, para no caer en la tentación del abandono. ORACIÓN: Jesús, tú, que sí velas con nosotros en nuestra noche oscura para que no desfallezca nuestra carne débil. Padrenuestro…. SEGUNDA ESTACIÓN Jesús traicionado por Judas Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa Resurrección alabamos y glorificamos. Por el madero ha venido la alegría al mundo entero. VIA CRUCIS Jesús Nazareno: Buscado por los guardias de los jefes con espadas y palos, como un bandido. Traicionado por el beso de un amigo decepcionado en sus expectativas de futuro y bien pagado por los amos del dinero presente. Atado por los esclavos del poder de las tinieblas. Detenido en tu caminar entre nosotros con la verdad que nos hace libres. Queremos seguir tus pasos en los pasos cortados de tantos detenidos inocentes, buscados como malhechores cuando tanto bien han hecho. Atados y bien atados por las cadenas de los esclavos de los intereses del poder y del dinero. Detenidos, parados en seco, para que no sigan haciendo el bien que su pueblo necesita. Ayúdanos tú, Jesús, para dar la cara y la espalda por ellos, para compartir su entrega insobornable. ORACIÓN: Jesús, te buscamos, no para entregarte, sino para entregarnos a ti. TERCERA ESTACIÓN Jesús condenado a muerte por el sanedrín Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa Resurrección alabamos y glorificamos. Por el madero ha venido la alegría al mundo entero. VIA CRUCIS Jesús Nazareno: Interrogado ante la comparecencia de falsos testigos que levantaban cargos contra ti. A los dirigentes de la religión de Israel, que indagaban tu identidad les respondiste, sin faltar, afirmando tu condición de Mesías Hijo de Dios en nuestra misma debilidad, sin ningún poderío divino. Considerado como blasfemo por tu pretensión de tener a Dios contigo, recibiste la primera bofetada en tu divino rostro de pobre hombre. Te defendiste sólo con tu palabra interrogante. Ciegos te replicaron declarándote reo de muerte. Escarmentados por tu injusta condena, nos rebelamos contra todo fundamentalismo reinante. Ayúdanos a ponernos al lado de tantos marginados y condenados por falsos testigos. Nunca enfrente, ni por encima, ni siquiera al margen, en hipócrita neutralidad. Junto a las víctimas, no junto a sus jueces, donde siempre estarás Tú y donde esperas a los tuyos, Jesús de la Sentencia. ORACIÓN: Jesús, sólo queremos interrogarte por nuestra dignidad perdida para encontrarla en la tuya: Hijos de tu Padre en ti condenados a tu misma resurrección. Padrenuestro CUARTA ESTACIÓN Jesús negado por Pedro Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa Resurrección alabamos y glorificamos. Por el madero ha venido la alegría al mundo entero. VIA CRUCIS Jesús Nazareno: tu entusiasta incondicional negó conocerte por tres veces, el mismo Pedro a quien tú, de una vez por todas, reconociste su fe, piedra firme sobre la que asentar a todos los discípulos. Pedro negó, perjuró y maldijo, para quedar bien seguro de todo riesgo ante criados y criadas del sumo sacerdote. Tú pasaste y sólo le miraste: mirada de recuerdos imborrables, que enterneció los ojos de Pedro hasta llorar amargamente. Cuando a los perseguidos por cualquier poder y acorralados por sus criados más falta les hacen los amigos, les negamos. A los mal vistos, los juzgamos mal y los seguimos de lejos, como Pedro contigo, nos sea que nos confundan con ellos y arriesguemos nuestra buena reputación. A la hora de dar la cara, damos la espalda. Sin embargo, Tú, Jesús, el perseguido, nos redimes con tu mirada que comprende nuestra cobardía. Si dejamos que tu mirada nos emocione y nos convierta, podremos volver a compartir amor y seguimiento contigo. ORACIÓN: Jesús, que tu sola mirada nos haga salir fuera de la servidumbre de todo poder que tienta a renegar de ti. Que tus ojos derritan los nuestros en lágrimas de arrepentimiento y en lágrimas de alegría por tu perdón. Padrenuestro… QUINTA ESTACIÓN Jesús es juzgado por Pilatos VIA CRUCIS Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa Resurrección alabamos y glorificamos. Por el madero ha venido la alegría al mundo entero. Jesús Nazareno: acusado ante el gobernador de amotinar al pueblo con tus enseñanzas y de querer ser rey. Tropezaste con el político y pensaron que eras otro político como ellos. Sin ninguna culpa te reconoció el gobernador aunque se lavara las manos. En cambio los jefes de tu pueblo te acusaron de muchas cosas y hasta amenazaron a Pilatos con perder la amistad del César, doblegando su voluntad a favor de ellos y en contra tuya. No querían que reinaras sobre ellos, ni tenían más rey que al César, ellos que decían que sólo Yahveh era su rey. Y Pilatos cediendo a su vocerío te entregó en sus manos. Únicamente los políticos se atreven a acusar a los honrados servidores de los pobres de ser políticos. No encuentran delito en los servidores del prójimo, simplemente, que no enseñan la servidumbre a su poder, que no se dejan controlar, ni se prestan a adular. Sólo Dios es su Señor y el hermano su presencia viva a quien en todo desean amar y servir. Venir al mundo para ser testigos de esta verdad de Amor de Dios en el amor del hermano pobre es un modo extraño de reinar. Por eso son confundidos como políticos y perseguidos para evitar que sean seguidos como maestros de vida nueva. ORACIÓN: Jesús, confundido como rey político, queremos que reines entre nosotros, porque tu Reino es Vida, es Justicia, es Amor, es Paz. Padrenuestro… SEXTA ESTACIÓN Jesús es azotado y coronado de espinas Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa Resurrección alabamos y glorificamos. Por el madero ha venido la alegría al mundo entero. Jesús Nazareno: tú eres el hombre nuevo, en cuyo rostro hemos de mirarnos todos para renovar el nuestro. Y fijos los ojos, sólo en ti, iniciar y consumar la fe. VIA CRUCIS No parecías ni hombre, Tú que eres el rostro del Dios vivo. Escarnecido por bofetadas y salivazos, agujereado por las espinas, azotado por los cuatro costados y burlado por los soldados. Escalofrío daba tu rostro torturado, sin ningún atractivo a nuestros ojos, que sólo se fijan en la belleza bien parecida. Ciegos nosotros, para recibir la luz que refleja el sufrimiento del inocente, tu rostro ensangrentado cuestiona nuestra bonita cara, la cara dura e insensible de la indiferencia ante tantas torturas en nuestro deshumanizado mundo. Torturas que siguen afeado los rostros de hombres y mujeres, objetos de burlas y desprecios, sin derechos ni dignidad. Palizas, malos tratos brutales o refinados, que provocan tanto sufrimiento en niños, jóvenes, adultos y ancianos de todas las razas y culturas de esta ensangrentada tierra. ORACIÓN: Jesús, no nos escondas tu rostro de siervo sufriente, para que por tu amor, demos la cara en defensa de la dignidad de todo hombre y mujer, espejos de tu divino rostro. Padrenuestro… SÉPTIMA ESTACIÓN Jesús cae por segunda vez Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa Resurrección alabamos y glorificamos. Por el madero ha venido la alegría al mundo entero. VIA CRUCIS Jesús Nazareno: sobre tus anchas espaldas cargaron el instrumento de suplicio de muerte. Y sobre tu persona descargaron el oprobio de todo el pueblo. Por la calle de la amargura te sacaron al último paseo cargando con la cruz y la humillación del desprecio de los espectadores. El rechazo y la burla de las autoridades y el pueblo a tu mensaje y tu obra, fue una carga todavía más insoportable que la cruz. Por aliviar a los cargados y fatigados, con tu manso y humilde corazón, te echaron encima el injusto peso de la cruz que estaba destinada a todos nosotros. Si buscamos la verdad y trabajamos por la justicia y la paz, la cruz ya nos la pondrán. Nos señalarán tachándonos de radicales, extremistas o ilusos, cuando menos, o de subversivos, cuando más. Aceptemos estas cruces que dignifican y humanizan. ORACIÓN: Jesús, haznos capaces de compartir con honra tu deshonra, sin avergonzarnos de compartir alguna astilla de tu cruz. Pues cuando perdemos credibilidad en la farsa de este mundo, empezamos a ser de fiar ,para ti y para quienes se te parecen. Padrenuestro… OCTAVA ESTACIÓN Jesús ayudado por el Cireneo a llevar la cruz VIA CRUCIS Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa Resurrección alabamos y glorificamos. Por el madero ha venido la alegría al mundo entero. Jesús Nazareno: cuando desfallecías con la cruz a cuestas, un hombre que volvía del campo te descargó del peso cargándose él. Fue un buen samaritano, con desgana o con agrado, pero te alivió con su solidaridad. Tus discípulos primeros nos conservaron su nombre y su recuerdo. Simón de Cirene ayudó a un condenado por las usticia judía y romana y empezó a participar de la nueva justica del Reino de Dios, de la verdadera justicia. En ti, estaba compartiendo el dolor de Dios y, al contagiarse con la infamia de tu cruz, le tocó la redención. Por las calles de pueblos y ciudades, sigue discurriendo la procesión interminable de la muchedumbre de mujeres y hombres, cada cual con su cruz a cuestas. Cruces de todos los pesos: de la explotación del trabajo y de la explotación del parao, de la marginación, del re chazo, de la violencia, del odio. Unos echan las cargas y otros ayudan a llevarlas. En el anonimato de la vida moderna bien recuerda cada uno sus verdugos y sus cirineos. O cuando hacemos de unos y de otros. Prestémonos a ayudar a quienes vemos cargados con la cruz por todos los caminos. Si prestamos ayuda, Dios mismo carga con nuestra redención. ORACIÓN: Señor, haz que te sintamos cirineo que levantas nuestra carga; para que hagamos de cirineos de otros, compartiendo el peso de las cruces que a todos redimen. Padrenuestro… NOVENA ESTACIÓN Jesús encuentra a las mujeres de Jerusalén. Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa Resurrección alabamos y glorificamos. Por el madero ha venido la alegría al mundo entero. VIA CRUCIS Jesús Nazareno: compadecido y llorado por las mujeres judías que se atrevieron a compartir tus penas y dolores. Las lágrimas aquellas madres se mezclaban con las tuyas y las de tu madre dolorosa. Pero tú, Jesús, sin menospreciar el cariño de quienes te lloran, distingues entre llanto y llanto. Más llanto merecen tus condenadores y el pueblo, por ellos llevado a la ruina, que Tú, mesías injustamente desechado. Chillar ante los estragos causado a los hombres y mujeres en la flor de la vida, por quienes fomentan los vicios y se enriquecen a su costa, no redime ni a las víctimas ni a los verdugos. Es más fácil lamentarse con las víctimas, que arrepentirse de las propias irresponsabilidades ante la injusticia. Hay que identificar a los causantes de la injusticia; denunciar sus atropellos, no resignarse a la violencia de sus sucios intereses, porque si callamos, les otorgamos. ORACIÓN: Jesús, que las lágrimas compasivas nunca nos equivoquen. Que exhortemos a la gente lastimera a llorar más por los violentos para que se enmienden, que por sus víctimas inocentes. Padrenuestro… DÉCIMA ESTACIÓN Jesús es crucificado Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa Resurrección alabamos y glorificamos. Por el madero ha venido la alegría al mundo entero. VIA CRUCIS Jesús Nazareno: la fidelidad al designio de tu Padre, a su Reino, te arrastro hasta la cruz. Los pies del mensajero que anuncia la paz, quedaron clavados por la violencia que se resiste a trocarse en pacificación justa, amorosa, perdonante. Tus manos bienhechoras que enseñaron a repartir el pan nuestro para que pueda ser multiplicado... tus manos que, tocando a los enfermos y leprosos, no se manchaban sino que los dejaban limpios,,, tus manos que abrazaban a los niños, abrían los ojos de los ciegos y levantaban paralíticos y resucitaban muertos... son entregadas a las manos de los pecadores para que te crucifiquen. Jesús sigue siendo crucificado en todos los crucificados de esta tierra. En los perseguidos por buscar la justicia del Reino de Dios y liberar de sus cruces a los pobres desgraciados de este mundo. En los hambrientos y marginados, sometidos a condiciones inhumanas de trabajo o de paro. En los masacrados y mutilados de las guerras y los refugiados que huyen de sus horrores. En todos los discriminados por su pobreza, edad, enfermedad, raza, sexo, ideología o religión. Hagamos nuestra la causa de la liberación de tantos individuos y pueblos crucificados, nuestra dignidad pende de la suya. ORACIÓN: Jesús crucificado, crúzate con nosotros, atados de pies y manos por tantas infidelidades. Clava nuestros ojos en Ti, amor de los amores. Abrázanos con tu cuerpo colgado y mánchanos con tu sangre derramada. Que tu fidelidad nos avergüence a los infieles, hasta asemejarnos a ti, fiel hasta la muerte de cruz. Padrenuestro… UNDÉCIMA ESTACIÓN Jesús promete su Reino al ladrón arrepentido VIA CRUCIS Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa Resurrección alabamos y glorificamos. Por el madero ha venido la alegría al mundo entero. Jesús Nazareno: un compañero de torturas y de cruz, se confió a tu justa comprensión y ternura. Confió en la solidaridad de los igualmente maltratados. Y encontró en ti lo nunca visto: la ternura definitiva de Dios. Estaba contigo en la cruz y estaría contigo en el paraíso perdido y hallado en las manos de Dios tu Padre, que iban a recibir tu espíritu. Padre también de todos los pecadores arrepentidos, que han robado la vida de otros, perteneciendo en el engaño de aumentar la vida propia enorgulleciéndose como dioses. A los arrepentidos los quiere Dios: gran verdad para que nos enmendemos de todos nuestros engaños y apropiaciones indebidas. Para que demos la oportunidad del arrepentimiento a todos los que nos ofenden y nos roban algo que tenemos, sabernos, valemos y somos. Para que busquemos solidaridad en compañeros de penas y fatigas, de espinas y de cruces. Convirtámonos con el ejemplo de Jesús, para encontrar con Él el paraíso y el perdón compartido del Padre común. Aquel ladrón nos representa a todos. Su rápida aventura nos enseña que el Reino predicado por Jesús no es difícil de alcanzar para cada uno que lo invoque. ORACIÓN: Jesús, ahora y en la hora de nuestra muerte, estate con nosotros siempre. Necesitamos tu justicia gratuita sin merecerla, no el pago de lo que hicimos. Llévanos contigo al Reino de tu justicia, de tu perdón, y de tu paz, de la ternura infinita de tu Padre. Padrenuestro… DUODÉCIMA ESTACIÓN Jesús en la cruz: la Madre y el discípulo Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa Resurrección alabamos y glorificamos. Por el madero ha venido la alegría al mundo entero. VIA CRUCIS Jesús Nazareno: Tú, tu madre y el discípulo, los frutos más logrados de la antigua alianza, realizáis la Alianza Nueva y eterna, la bodas del cordero con su esposa que es la Iglesia, bien representada al pie de la cruz por tu Madre, que es Madre de la Iglesia y el primer discípulo amado, en quien todos nos sabemos queridos. Nos dejaste la mejor herencia, tu madre fiel y el fiel discípulo, perlas preciosas engarzadas para siempre en la Alianza de tus bodas de Sangre. De tu cruz nace la Iglesia, Cuerpo cuyos miembros comparten tu cuerpo entregado hasta el fin de los tiempos. De tu corazón traspasado de nuevo Adán, se desprendió el sacramento admirable de la Iglesia entera, lavada en el bautismo y en tu Palabra, sellada con tu sangre en la Eucaristía, tu esposa, sin mancha ni arruga, sino santa e inmaculada. Ocupada anda la Iglesia del Cordero en muchas cosas y sólo una es necesaria: crecer en el amor y en la fidelidad a su único esposo, para incorporar incesantemente más miembros a su cuerpo. Empeñada en la nueva Evangelización, habrá de recordar que el vino nuevo de las bodas de su Señor, no cabe en los odres viejos de leyes, tradiciones y costumbres humanas. Sino en la novedad de vida de las bienaventuranzas para llevar así la Buena Noticia a los pobres. ORACIÓN: Jesús, que tu Madre y tu primer discípulo nos recuerden siempre tu entrega y tu alianza con nosotros, para que correspondamos a tu amor con el ejemplo del suyo. Gracias por tu mare y por tu Iglesia que ya son nuestra madre y nuestra Iglesia.. Padrenuestro… DÉCIMO TERCERA ESTACIÓN Jesús muere en la cruz VIA CRUCIS Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa Resurrección alabamos y glorificamos. Por el madero ha venido la alegría al mundo entero. Jesús Nazareno: rey de los judíos crucificado por ofrecer el reino de la Vida de Dios a todo el Pueblo. En el rechazo de los hombres, llegaste a experimentar el abandono incomprensible de Dios mismo, En el fracaso histórico de tu misión, saboreaste el amargo absurdo de empeñarse en la liberación de los males que matan a la humanidad. La última tentación de la desesperación total, te puso al borde del abismo infernal de la ausencia de Dios. Tu grandeza consistió en vencer esta horrible tentación. Los hombres solo pudieron decretar tu muerte y nada más; pero Tú la viviste con Amor confiado , que se entrega al Misterio insondable de Dios, y al perdón de todos los pecadores de la historia. Consumándose tu vida entera en la muerte, entregas el Espíritu a tu Padre del cielo y a tus hermanos de la Tierra. Tu fin ha sido el comienzo de una Nueva Humanidad. “Quien quiera ser discípulo mío, niéguese a sí mismo, cargue con su cruz y me siga” Estas palabras de Jesús permanecen vivas. Quien se dispone a seguir a Jesucristo, habrá de entender la fe como servicio a los hermanos hasta el riesgo de entregar la propia vida, como suprema expresión de amor. Dios garantiza la victoria final como triunfo del Reino de su Amor. Quedamos todos invitados a “completar lo que falta a la Pasión de Cristo” hasta consumar nuestra redención y la del mundo entero. ORACIÓN: Jesús, muerto por nosotros, pecadores, entregado por nuestra salvación, danos tu Espíritu de amor para compartir fraternalmente nuestro vivir hasta morir. Padrenuestro… DÉCIMO CUARTA ESTACIÓN Jesús es sepultado Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa Resurrección alabamos y glorificamos. Por el madero ha venido la alegría al mundo entero. VIA CRUCIS Con tu muerte y sepultura, te adentraste “en el corazón de la tierra”, escondiendo tu vida en Dios. Tu solidaridad, hasta descender a los infiernos de nuestra vida, nos liberó para siempre, como creemos los que hemos sido sepultados contigo, incorporados a tu muerte, por el agua del Bautismo y por tu Palabra. Todos los que mueren, ya mueren contigo, Cristo de Todos. Jamás moriremos ya solos. Como grano de trigo que cae entierra y muere, y así no queda infecundo, sino que da mucho fruto..., tu caída, Señor, en nuestro barro mortal, levantó nuestra vida nueva de hijos de Dios para toda la eternidad. Por la Resurrección de Jesucristo, creemos que Dios está eternamente a favor nuestro, y de parte de los pobres y oprimidos, de todos los vencidos de la historia humana, de todos los que dan la vida, nunca de los poderosos. Dios no fue derrotado por la maldad del rechazo de los hombres. En la vieja humanidad del pecado, prende el Reino del hombre nuevo, Cristo, camino verdad y vida para todos los que le den fe. En él vemos a qué estamos llamados todos: a amar como él amó, a morir como él murió, a salir victoriosos de la muerte y a entrar en la gloria del Padre, por medio de Él, con la fuerza de su Espíritu. Ya nadie podrá arrebatarnos nuestra alegría, porque el gozo en el Señor es nuestra fortaleza. ORACIÓN: Jesús, crucificado, muerto y sepultado: tu Dios, que te abandonó en la muerte, no te dejó enterrado para siempre, te levantó de la muerte y te colmó de vida gloriosa, mostrando ser tu Padre y nuestro Padre, tu Dios y nuestro Dios. y tu, Señor Jesucristo, el primogénito de entre muchos hermanos, Reusrrección y vida nuestra. ¡Ven Señor Jesús! Padrenuestro… EJERCICIO DEL VIA CRUCIS Introducción. Sacerdote: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. R./ Amén. Sacerdote: Via crucis, camino de dolor, que Cristo recorre en obediencia al proyecto salvador del Padre. Camino suyo y nuestro: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” (Mt 16, 24). Vía Crucis: Espacio de la revelación del Amor trinitario: del Padre que “tanto amó al mundo que dio a su Hijo único” (Jn 3, 16); del Hijo, que tanto amó a sus amigos hasta dar la vida por ellos (cf. Jn 15, 13); del Espíritu de paz, de misericordia y de consuelo. Vía Crucis: Escuela de vida evangélica, donde el discípulo, dirigiendo la mirada al Crucifijo, aprende cómo se ama a Dios sobre todas las cosas y se entrega la vida por los hermanos; cómo el perdón vence la ofensa y al mal se le combate con el bien, cómo el corazón se abre al amigo y con la aflicción se alivia la pena. Vía Crucis: Súplica por la reconciliación y la paz, para que todo el mundo cesen los graves conflictos actuales, cese el derramamiento de sangre y, por la acción del Espíritu, se quiebre la dureza del corazón y “los enemigos se abran al diálogo, los adversarios se estrechen la mano, y los pueblos se encuentren en la concordia” (Lit. Rom.). Oremos: Padre santo y misericordioso, concédenos recorrer con fe y amor el camino de la cruz, para que participando de la pasión de Cristo, podamos llegar con Él a la gloria de tu Reino. Por Cristo Nuestro Señor. R /.Amén. Mirad: él ha cogido en sus manos Lo poco que le quedaba de vida, Ha cogido sus pesado corazón Y lentamente, Penosamente, Solo entre el cielo y la tierra, En la noche atroz, Loco, Loco de amor, Ha levantado su vida, Ha levantado el pecado del mundo Hasta el borde de sus labios, Y, en un grito, lo ha entregado todo: Padre, a tus manos encomiendo mi vida.