Experiencias en la formación para la investigación y la intervención educativa. La historia del presente en el posgrado. Doctorado en Investigación e Intervención Regional. Foro Regional Mayo 2022 Juan Manuel Sánchez 12 de mayo 2022 Durante muchos años los espacios de posgrado se encontraban reservados para un grupo selecto de estudiantes, aquellos con mayor posibilidad de recursos y habilidades construidas a lo largo de una buena parte de la vida. El ingreso a una maestría o un doctorado se miraban por la mayoría de la población estudiantil como un horizonte inalcanzable, un espacio de poca accesibilidad y reservado para un grupo especifico de nuestra población, pocos eran los estudiantes con recursos y posibilidades económicas básicas quienes lograban ingresar a estos escenarios. “…participación de las instituciones de educación superior (IES) particulares, las cuales para el ciclo escolar 2015-2016 absorbían en su conjunto a más del 57 % de la matrícula en los tres niveles de posgrado (especialidad, maestría y doctorado)” (Godínez, S/F:156). “De acuerdo con Quiroz, et al., (2011) para 1982 la cantidad de alumnos matriculados en posgrado en México era de 32,169, mientras que para el año 2003 pasó a 139,669. Datos de la ANUIES permiten actualizar dicha información y revelan que para el ciclo escolar 2015-2016 estaban matriculados un total de 328,430 individuos, es decir, la matrícula creció diez veces luego de poco más de tres décadas” (Godínez, S/F:158). “…cuatro cuestiones fundamentales: 1) interés del estado mexicano de incorporar al aparato productivo y de servicios a personal profesional y técnico de alta de las calificación, 2) necesidad por parte IES de mejorar la calidad académica de sus docentes y de formar cuadros de investigación, 3) como una alternativa ante el deterioro académico del nivel previo y la devaluación de los títulos de licenciatura, 4) interés por superarse, placer por estudiar y mantenerse actualizados (UAEM, 1994; Quiroz, Miranda y Salgado, 2011; Arredondo, Pérez y Morán, 2006; Saavedra, 2001)” (Godínez, S/F:158). “Sin embargo, en posgrado es posible visualizar un fenómeno que aún no se observa en la licenciatura: el hecho de que las instituciones que absorben la mayor cantidad de matrícula, fundamentalmente en maestría, son particulares” (Godínez, S/F:158). “Un breve análisis a partir de los anuarios de la ANUIES refleja el rápido incremento de las instituciones particulares que ofertan este nivel en modalidad escolarizada, mientras que para el ciclo 2010-2011 sumaban aproximadamente 663, para el ciclo 2015-2016 esta cifra pasó a 887 instituciones. Si se considera también la modalidad no escolarizada la suma aumenta a más de 1,200 instituciones” (Godínez, S/F:160-161). 1 “…las diferentes problemáticas a que se enfrentan los graduados de posgrado, por ejemplo que éstos tienden a concentrarse en el sector público (especialmente en la docencia), presentan mayores problemas para insertarse en el mercado laboral cuando no tienen experiencia y en variadas ocasiones no muestran ascenso en la escala laboral, aunque en general sí manifiestan mayor satisfacción laboral (Luchilo, 2009; Ruvalcaba, 2009; Figueroa, Bernal y Andrade, 2010; Priego, Padilla y Ávalos, 2012; Quiroz, Miranda y Salgado, 2011)” (Godínez, S/F:164). “La OCDE señala que el sistema de educación superior en México es frágil y los problemas que más destacan son: el bajo impacto que tienen en la población el total de egresados de licenciatura, la rigidez de los programas de estudio, la excesiva duración de los programas y la escasa o nula vinculación entre las instituciones educativas y el sector productivo” (Salgado, Miranda y Quiroz, 2011:74). “…el aumento de programas de posgrado sin un plan integral y sin mecanismos de evaluación de la calidad de estos, lleva a la dispersión, al aislamiento y a la proliferación de programas de este nivel que no cumplen con estándares de calidad mínimos” (Salgado, Miranda y Quiroz, 2011:74). “Según datos de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES 2003), las universidades públicas concentraban en 1970 en promedio 83.3% de la matrícula total del posgrado, mientras que las universidades privadas 16.7% de la misma, ya para 2004 la participación de las universidades privadas se incrementa a 39.5% de la matrícula total y las públicas con un 60.5%. En 2010 la relación es de 51.3% y 48.7% respectivamente. Donde se muestra claramente el incremento en la participación de las universidades privadas en los estudios de posgrado” (Salgado, Miranda y Quiroz, 2011:75). “Se ha visto que el problema en la educación no radica sólo en los recursos económicos que se asignen a este rubro o en la cantidad de estudiantes que se incorporen año con año a las aulas, sino también con la calidad en la docencia y en los planes de estudio” (Salgado, Miranda y Quiroz, 2011:76). “…la educación superior carece de la infraestructura adecuada aunado a la necesidad de un mayor número de investigadores que sean capaces de transmitir y generar el conocimiento. (Salgado, Miranda y Quiroz, 2011:77). “En 1970 fue creado el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), con el propósito de incrementar el número de mexicanos con estudios de posgrado y regular dichos estudios (Castrejón, 1992: 171), esto se hizo al principio con el otorgamiento de becas, mismas que se canalizaron para los estudios de mexicanos tanto en el extranjero como en el país” (Salgado, Miranda y Quiroz, 2011:79). “…durante la década de los ochenta donde se presenta la problemática cualitativa del posgrado. Para hacerle frente, el CONACYT estableció el Padrón de Programas de 2 Posgrado de Excelencia, con la finalidad de normar y regular dichos estudios” (Salgado, Miranda y Quiroz, 2011:80). “La visión de la educación como un proceso permanente. El concepto de educación para la vida y educación permanente introducido por la UNESCO en sus documentos sobre la educación superior obliga al posgrado a dar mayor valor a las acciones de formación, mucho más allá del posgrado académico. Además, el desarrollo de la educación continua, como una modalidad educativa con identidad propia y caracterizada por su gran agilidad y flexibilidad para adaptarse a los cambios y necesidades, se presenta como una alternativa para atender las necesidades de actualización con otros esquemas académicos, que desde luego no deben de perder de vista su vinculación estrecha con los estudios de posgrado propiamente dichos” (Salgado, Miranda y Quiroz, 2011:86). “La necesidad de hacer compatible la formación para garantizar la movilidad laboral internacional. Los procesos de acreditación se enfocan también a asegurar la compatibilidad de la formación, con el fin de hacer posible su reconocimiento y, por tanto, la factibilidad del cumplimiento de tratados internacionales que incluyen el libre tránsito de profesionales” (Salgado, Miranda y Quiroz, 2011:86). “Las formas de organización grupal y tutorial de los posgrados. Actualmente se trabaja en varios países del primer mundo, tales como Estados Unidos, Alemania, Japón, etcétera, en resolver algunos problemas propios de la formación doctoral, uno de los más importantes es la formación demasiado académica o la formación basada principalmente en la relación individual tutor/alumno. Para ello, se está dando mucha importancia a la formación grupal en el contexto de grandes programas de investigación” (Salgado, Miranda y Quiroz, 2011:86-87). Las características de nuestras poblaciones en la UPN. Si bien en los últimos años las variaciones poblacionales se han incrementado en esencia consideramos que se mantiene un perfil general de nuestras poblaciones. Los docentes Desde la creación de la Universidad Pedagógica Nacional la conformación docente se encontraba constituida por profesores formados dentro de las normales, el avance y los procesos de descentralización, así como la generación de diversos programas académicos, tanto regionales como nacionales, comenzó a albergar a docentes que provenían de formaciones en instituciones universitarias, principalmente públicas, ya de corte nacional, ya de corte regional, pero con una perspectiva diferente a la formación normalista en lo que respecta principalmente al sentido y comprensión de la docencia y su campo conceptual de interpretación y aplicación. La tensión se mantiene como un espacio de oportunidad, un espacio de reflexión para los procesos formativos que hemos desarrollado y que están por venir. Les alumnes 3 Desde la forma de señalar les alumnes ya identificamos un cambio, quizá no solo en la cultura y transformaciones generales de nuestra sociedad sino en los espacios universitarios quienes en los últimos años han pugnado por un reconocimiento de sus múltiples identidades y sentidos de preferencia. El avance en las regiones de manera mucho más general fue la creación de la Maestría en Educación Básica, si bien en algunas de las unidades de los estados ya se implementaban programas de posgrado, esto no correspondía a la norma dentro de nuestra institución y mucho menos en lo referente a las unidades del interior de la república. La MEB nos permitió generar vínculos, estrechar lazos y crear condiciones que el día de hoy se han traducido en los doctorados regionales. Les estudiantes que llegan a nuestros espacios de doctorado, tienen las siguientes características resultado de algunos de los elementos antes señalados: 1.- Docentes en servicio, no solo del nivel básico sino de niveles de bachillerato y universidad. 2.- Algunos de ellos han cursado alguna maestría -principalmente- o especialidad en escuela particular. 3.- La forma de obtención de grado ha sido por promedio o porque cursaron estudios de doctorado cubriendo un porcentaje (50% regularmente), para que se les concediera el grado anterior. 4.- Esta situación implica que se tiene poco conocimiento de modelos o teorías desde la pedagogía, la sociología, la educación, la antropología, etc. 5.- En su mayoría son pocos los que han desarrollado alguna investigación o que han participado en ella, en calidad de colaboradores, o estudiantes. 6.- Poco acercamiento a la literatura en general, la pintura, la música o en su generalidad las artes. 7.- Dificultades para la comprensión de textos “científicos” y para la redacción y construcción de argumentos de análisis, síntesis. 8.- Potencialidades en la experiencia de formación de alumnos en los diversos niveles y de actividades de intervención diversas en los escenarios de trabajo. 9.- Poca exposición y acercamiento a otros idiomas. Los avances en la comprensión de los procesos de enseñanza-aprendizaje. Se aprende con: • Herramientas, instrumentos, artefactos. • Se aprende con los otros, de preferencia cuando estos otros son amigos. • Se aprende en comunidades. • Se aprende de mnanera situada. • Se aprende afectivamente. • Los procesos de aprendizaje son contextualizados y por ende mucho de lo que se aprende se queda en el aula y lo otro se transforma con posibilidades pocas de comprensión para la investigación. 4 La escuela que queremos, la escuela que necesitamos. Señalaremos cinco ejes de lo que necesitamos en la escuela para construir la escuela que queremos. Seguramente cada uno de nosotros tendrá muchos más. Necesitamos una escuela comprensiva, que desarrolle procesos formativos para las potencialidades de les alumnes. Que los conceptos de calidad y eficacia no guíen el actuar institucional. Qué la esencia del trabajo colectivo de los docentes se encuentre en los procesos de formación, colocando especial atención en el potencial y no en el déficit. No trabajar en la titulación como meta y fin, sino centrar la actividad de aula en la trasformación para la vida de las comunidades y no del éxito de los sujetos. Transparentar procesos de evaluación y no trabajar en productos de calificación. Rechazamos a muchos candidatos por no cubrir “los perfiles adecuados del estudiante de posgrado” rechazando con ello el principio de educabilidad, como cualidad humana. 5