TA.2. Las migraciones exteriores en España a partir de la crisis de 2008. EA: 52,57. Criterio de evaluación: se trata de señalar los cambios experimentados en los movimientos migratorios a partir de la crisis de 2008 y reflexionar sobre sus consecuencias. Las migraciones exteriores en España a partir de la crisis de 2008. Empezaremos haciendo un recordatorio terminológico. Las migraciones, son desplazamientos de población en el espacio, luego la emigración es la salida de la población desde su lugar de origen, mientras que la inmigración es la llegada de población a un lugar de destino y finalmente el saldo migratorio es el balance entre la inmigración y la emigración Desde finales del siglo XX y principios del XXI muchas personas inmigraron a España en busca de oportunidades. Sin embargo, la crisis de 2008 invierte la tendencia. El 2009 fue el primer año en el que se empezaron a notar los efectos, un paro desbocado, el desplome del sector de la construcción y el final del crédito fácil. No solo puso freno a la inmigración, sino que además estimuló la emigración. Ésta afectó principalmente a extranjeros nacionalizados que llegaron a España, durante los años de bonanza económica y con la crisis, vuelven a sus países de origen (a América Latina, sobre todo) o prueban fortuna en otros destinos. Emigran por la falta de perspectivas laborales en España. Ellos sufrieron más la incertidumbre, con niveles altos de paro, peores condiciones de vida, muchos sin derecho a cobrar el subsidio de desempleo etc… Y por otro lado, la crisis afecta también a los nacidos en España, que se quedaron sin trabajo o que vieron frustradas sus expectativas vitales y laborales y decidieron buscarse un futuro en otros países. Su perfil es el de jóvenes con buen nivel de cualificación en profesiones con demanda externa (sanidad e ingeniería), muy afectadas por la crisis (arquitectura), o por los recortes presupuestarios (científicos e investigadores), ello supuso una “fuga de cerebros” para el país. Al avanzar la crisis, aumentan los trabajadores de más de 45 años en paro prolongado. El destino favorito ha sido la Unión Europea, ya que más de la mitad reside en la actualidad en algún país de ella. Los favoritos son Francia, Alemania y Reino Unido. Los demógrafos afirman que los españoles en el extranjero no han parado de crecer durante los últimos años. Así el propio INE, considera que se estaría infrarregistrando este fenómeno y habría una importante bolsa de este tipo de emigrantes, porque los registros estadísticos, no reflejan el movimiento de salida real ya que los españoles que emigran tienen pocos incentivos para darse de baja en el Padrón Municipal en España o para darse de alta en el Consulado del país de destino. Consecuencias y reflexiones acerca de la emigración tras la crisis de 2008. Las consecuencias positivas de esta emigración son de forma inmediata, dado que se reduce la demanda de empleo y del pago de prestaciones. A medio plazo esas experiencias pueden ser enriquecedoras en términos de aprendizaje y de establecimiento de relaciones. Por otro lado, sus contribuciones financieras para el desarrollo del país, tanto si se produce un retorno al país de origen, como contribuyendo al desarrollo desde el exterior. Conviene mencionar, como consecuencia negativa, la emigración de profesionales cualificados que puede afectar a áreas claves de la economía de nuestro país. Por otro lado, el saldo migratorio negativo es el principal responsable de que España tenga un crecimiento real negativo desde 2012. Jóvenes y adultos jóvenes en edad de procrear emigran, reduciendo más la natalidad. El país sufrirá un cambio significativo, pues el envejecimiento de la población se acentuará. Esta tendencia no remitirá en tanto no cambie significativamente la coyuntura económica que desde hace unos años marca la realidad nacional con altas tasas de desempleo (disparadas en los grupos de edad más jóvenes); con ajustes presupuestarios que dejan escaso margen a la inversión en ciencia, educación e investigación; con escasas previsiones de recuperación del empleo estable y de calidad.