UNIDAD 1: ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA ORIENTACIÓN VOCACIONAL Temas: Historia de la Orientación. -Antecedentes de la Orientación en Latinoamérica: La formación de los orientadores en Latinoamérica recibió influencia de E.E.U.U. y Europa. Influencias de Europa y Estados Unidos. - Distintas Etapas: Paracientífica-Científica: Diversos autores e investigadores en estos temas, dan diferentes cuadros interpretativos, pero en su mayoría se refieren a dos momentos o etapas: la primera llamada Informal o Precientífica, va desde los orígenes de la humanidad hasta finales del siglo XIX, principios del XX. La segunda etapa, Formal o Científica, desde el siglo XX a la actualidad, e incluye a su vez otras subetapas. En la etapa llamada Precientífica o Informal, el desarrollo de la Orientación Profesional en Latinoamérica, por las situaciones históricas que han marcado su nacimiento, tuvo distintas características de su surgimiento en los otros continentes; pero además, la elección de una ocupación en esta parte del hemisferio estuvo signada por la ubicación social y la cultura regional. El objetivo era la capacitación de rrhh y la seleccion de persoal. La creación de las carreras de Psicología en Latinoamérica tuvo gran influencia en la Orientación Profesional y sus nuevas intervenciones. En sus comienzos prevaleció el paradigma de la psicología diferencial. Períodos: Empírico-Investigativo. - Historia de la Orientación Profesional en la Argentina: La orientación profesional, en sus inicios en la Argentina, estuvo ligada a los avances científicos que se desarrollaron a partir del fuerte crecimiento industrial, que requería de mano de obra calificada. Por otra parte, la psicotecnia influyó de forma decisiva en su desarrollo y la psicología experimental aportó la adquisición de instrumentos psicotécnicos que se utilizaron para la selección de personal. - Psicotecnia y orientación profesional. Carrera de psicotecnia y op, Tucuman 1950 Instituto Central de OP — 1925-30: examinar a todos los jovenes proximos a terminar la escuela y diagnosticarlos. Tmb formaba orientadores OP colectiva: organizar la población del país en puestos de trabajo q le sean idoneos OP individual: que cada individuo encuentre el trabajo que mejor le cuadre - El modelo clínico de la Orientación Vocacional. Centrado principalmente en las demandas del individuo - El estado actual de la Orientación Vocacional y Ocupacional. Latinoamerica - contexto de pobreza, desempleo, inestabilidad laboral Paradigma de la complejidad - Morin Globalizacion. avances tecnologicos y alta competividad laboral. - Desarrollos de la Orientación Vocacional en la Universidad Nacional de Córdoba. Comparte, aunque con diferencias, el desarrollo en el resto del país. Desarrollo industrial trae aparejada la necesidad de capacitar trabjadores. 1952 - laguinde - Creacion del Centro de Orientacion P en el instituto de filo Respaldo peronista Direccion de ov en la unc - 1970 -Aportes de investigaciones locales: El desarrollo de la OP en Córdoba, comparte, aunque con diferentes matices, el origen y desarrollo que en el resto del país. El fuerte proceso industrial trae como consecuencia la necesidad de seleccionar y capacitar al hombre para los puestos de trabajo en la industria, y el auge de la psicometría como instrumento científico de la psicología, que era propicio para atender todo lo referido a la OP. UNIDAD 2: ABORDAJE DE LA ORIENTACIÓN VOCACIONAL DESDE LA PROMOCIÓN DE LA SALUD -Abordaje de la Orientación Vocacional desde la promoción de la salud: El trabajo del psicólogo en el área de la OV articula educación y salud. La salud y la educación deben estar al alcance de todas las personas, son un derecho humano fundamental y un objetivo social en todo el mundo. El problema actual quizás más importante del sistema educativo formal argentino es la desvinculación entre la escuela y la sociedad. La escuela no brinda a los jóvenes los elementos necesarios para enfrentar los problemas reales de la sociedad, ni cumple una de sus funciones más importantes: preparar a los jóvenes para su inserción en el mundo del trabajo. El psicólogo se interesa por la integración de experiencias en un aprendizaje adecuado, con satisfacción de las necesidades psicológicas. La psicología comunitaria plantea que es importante promover la autorresponsabilidad de las personas, instituciones y comunidad respecto a su educación y salud. Un programa comunitario está centrado en promover alternativas de participación, buscando instrumentar los recursos disponibles para enfrentar situaciones críticas. Los problemas más importantes de nuestra sociedad para los jóvenes son la alta de oportunidad de inserción social activa. Nuestra sociedad infantiliza a los jóvenes y no les facilita la realización de experiencias productivas que los ayuden a crecer y autoafirmarse. Con la escolaridad hasta la adolescencia, la escuela es el lugar donde los jóvenes realizan sus opciones esenciales, y la OV podría ayudarlos en la construcción de sus proyectos para el futuro, basados en un mayor conocimiento de sí y de la realidad exterior. -Orientación Continua: abordaje desde la Prevención. -Campo, Intervención Vocacional –Ocupacional. -Marcos Teóricos y Teorías de referencias de la Orientación Vocacional: ---No Psicológicas: _ Teoría del “accidente o el azar” _ Teorías económicas _ Teorías culturales y sociológicas ---Psicológicas: _ Teoría de rasgos y factores _ Teorías psicodinámicas -- Psicoanalíticas -- Teoría de la elección vocacionales basada en la satisfacción de necesidades -- Teoría de la elección vocacional basada en el concepto de “sí mismo”. _ Teorías evolutivas de la OV _ Teoría de la toma de decisiones ---Generales o integrales: _ Teoría del aprendizaje social _ Teoría tipológica de Holland _ Teorías multiculturales Marco teórico y teorías de referencia – Gavilán Teoría de la elección y la orientación Si bien en sus comienzo la Orientación tuvo una fuerte raigambre empírica, luego se fue comprendiendo la necesidad de una base teórica que sustentará las estrategias de orientación. Crites divide las teorías en: ● No psicológicas. ● Psicológicas. ● Generales o integrales. Teorías no psicológicas La elección vocacional ocupacional estaría influida por situaciones externas al individuo. Su personalidad, intereses y motivaciones no actuarían como mediadores en la elección de una carrera y/o trabajo. En estas teorías los factores que intervienen en la toma de decisiones serían: A) Factores casuales o fortuitos. B) Las leyes de la oferta y la demanda. C) Las costumbres e instituciones de la sociedad. A) La teoría del “accidente o del azar” La elección no surge como un hecho reflexivo y producto de la intervención del sujeto, sino como consecuencia de factores fortuitos y/o accidentales exteriores a él. El individuo elige en función de “una exposición no planificada a estímulos poderosos”. Repetto observa que esta posición estaría representada por Bandura. Estas situaciones azarosas, agrega Bandura, muchas veces ajenas al individuo, interaccionan según la personalidad del sujeto y las estructuras sociales donde éste se halla inserto. B) Teorías económicas Son aquellas que sostienen que, dada una completa libertad al individuo, éste elige un estudio u ocupación en función de los beneficios que aquéllos le puedan brindar. Según las teorías económicas, los sujetos eligen una profesión en función de: A) Nivel del ingreso. B) Oferta laboral. C) Prestigio social. C) Teorías culturales y sociológicas De acuerdo con los seguidores de estas teorías, los factores más importantes en la elección de una carrera estarían determinados por la cultura y la sociedad en la que vive el individuo, y en concordancia con las metas y objetivos que aprender a valorar. Rivas señala cuatro aportes del enfoque sociológico a la elección vocacional: 1) el sujeto está sometido a una serie de condicionantes sociales que son los que deciden en primer lugar las opciones profesionales del individuo; 2) la clase social limita no sólo el nivel de aspiraciones del individuo, sino también la posibilidad de realizar un tipo de elecciones adecuadas; 3) algunos factores, como el hogar, roles profesionales y medios de comunicación, actúan como variables de presión sobre el individuo; 4) el factor económico del medio actúa como facilitador o no, según sea el signo del momento. Dos ámbitos tienen gran peso en el análisis de los autores que adhieren a estas teorías: la familia y la escuela. Teorías psicológicas Tienen en cuenta al individuo como variable fundamental en la elección vocacional ocupacional. Consideran que el individuo tiene cierta libertad en la decisión vocacional. Estos enfoques destacan aspectos internos del individuo como principales determinantes que explican la elección vocacional. Dentro de este planteamiento psicológico, existe un gran número de enfoques más específicos, que podrían agruparse en dos bien diferenciados. Un primer grupo, que se plantea la elección vocacional como un acto puntual, que tiene lugar en un momento determinado. Y un segundo grupo, que considera la elección vocacional como un proceso que tiene lugar a lo largo de una serie de etapas de desarrollo del individuo. Teorías de rasgos y factores Esta teoría parte del supuesto de que los sujetos difieren en cuanto a rasgos personales, intereses, aptitudes y, dado que las ocupaciones y/o estudios requieren también determinados intereses, aptitudes, tipo de personalidad, etc., la elección se hace en función de esta interrelación. Uno de los mayores exponentes de esta teoría fue Parsons. Teorías psicodinámicas Abarcan tres tipos diferentes: a) Psicoanalíticas En el esquema psicoanalítico, el mecanismo de sublimación es básico; proporciona al individuo una manera aceptable para que éste libere partes de su energía psíquica, que serían inadmisibles en la sociedad si se expresaran en forma directa. Idealmente, el estudio y el trabajo ofrecen salidas para los impulsos y los deseos sublimados. Un aspecto importante a considerar dentro de las teorías psicoanalíticas es el concepto de identificación. Laplanche y Pontalis lo definen como el “proceso psicológico, mediante el cual un sujeto asimila un aspecto, una propiedad, un atributo de otro y se transforma, total o parcialmente, sobre el modelo de este”. El concepto de identificación es sumamente importante en las identificaciones ocupacionales en relación con los padres, amigos, profesores y personajes representativos, especialmente en la adolescencia. En nuestro país Bohoslavsky trazó una diferencia significativa entre dos paradigmas diferentes de la Orientación, en lo que llamo la OV con modalidad actuarial y con modalidad clínica, respectivamente. La entrevista es el principal instrumento del psicólogo para lleva adelante el proceso orientador. Según este autor, la identidad se gesta sobre tres puntos: grupos, procesos de identificación y esquema corporal; y se traduce en una serie de pares antitéticos: el sentimiento de quién es uno y quién no es; quién quisiera ser y quién cree que no debe ser; quién puede ser y quién no puede ser; quién se permite ser y quién no se permite ser. b) Teoría de la elección vocacional basada en la satisfacción de necesidades Esta teoría considera como fundamentales los deseos y necesidades que estimulan al individuo a preferir determinada ocupación frente a otras. En su análisis, Roe tiene en cuenta: a) lo hereditario, b) la canalización de la energía psíquica, y c) la satisfacción de las necesidades. La importancia atribuida a las primeras experiencias infantiles, y a cómo son satisfechas o no las necesidades, la llevó a estudiar a los responsables de esta interacción: los padres. Como resultado, llegó a determinar tres estilos de interacción familiar: ● Atención excesiva. ● Rechazante. ● Aceptación amorosa. Estos estilos relacionales influyen en el futuro, en las relaciones que el sujeto mantendrá con las personas y los objetos, y muy especialmente en las elecciones ocupacionales. Otra variable que consideró Roe, fue el factor tiempo en la toma de decisiones vocacionales: lo científicos de las ciencias duras realizaban sus elecciones vocacionales mucho antes que los de las ciencias sociales. c) Teoría de la elección vocacional basada en el concepto de “sí mismo” Super en 1951, y definitivamente en 1953, relacionó el concepto de “sí mismo” con la elección vocacional, y planteó cómo este concepto de “sí mismo” y el concepto de “sí mismo” vocacional se van estructurando mutuamente. También Super ha conceptualizado en varios trabajos el concepto de “sí mismo”. En uno de ellos expresa: la elección de una ocupación es uno de los momentos de la vida en que un joven es exhortado a expresar de manera explícita su concepto de sí. Teorías evolutivas de la elección vocacional Las teorías evolutivas de la elección vocacional parten del concepto de que la decisión vocacional no es estática, sino dinámica: no se toma en un momento determinado de la vida, sino que es procesual y abarca diferentes etapas del desarrollo del sujeto. Etapas de la vida vocacional 1. Etapa de crecimiento (edad: Nacimiento -14 años) El concepto de “yo” se desarrolla a través de la identificación con las figuras claves en la familia y en la escuela; las necesidades y la fantasía son dominantes en el principio de esta etapa; los intereses y la capacidad ser vuelven más importantes en esta etapa, con participación social creciente y pruebas de la realidad. Las sub-etapas de la etapa del crecimiento son: a) Fantasía (4-10): las necesidades son dominantes; la representación de papeles en la fantasía es importante. b) Interés (11-12): los gustos son el principal determinante de la aspiración y de las actividades. c) Capacidad (13-14): se da más importancia a las habilidades y los requisitos para el trabajo. 2. Etapa de exploración (edad: 15-24 años) Se caracteriza por el autoexamen, el ensayo de papeles y la exploración ocupacional. Las subetapas de la etapa de exploración son: a) Tentativa (15-17): se toman en consideración todas las necesidades, los intereses, las capacidades, los valores y las oportunidades. Se hacen selecciones tentativas y se ensayan en la fantasía. b) Transición (18-21): se da más importancia a considera la realidad a medida que la juventud entra al mercado laboral. c) Ensayo (22-24): habiendo localizado un campo, al parecer, apropiado, se encuentra y ensaya un trabajo en él como vida de trabajo. 3. Etapa de establecimiento (edad: 25-44 años) Habiendo encontrado un campo apropiado, se hacen esfuerzos por lograr un lugar permanente en él. Las sub-etapas de la etapa de establecimiento son: a) Ensayo (25-30): el campo de trabajo que se supone sea el adecuado puede terminar no siendo satisfactorio, y dar como resultado uno o dos cambios antes de que se encuentre la vida de trabajo. b) Estabilización (31-44): a medida que se aclara el patrón de la carrera, se hacen esfuerzos por estabilizarse, para lograr un puesto seguro en el mundo de trabajo. 4. Etapa de sostenimiento (edad: 45-64) Habiendo logrado un lugar en el mundo del trabajo, ahora el interés radica en sostenerlo. 5. Etapa de declinación (edad: 65 años en adelante) Deben desarrollarse nuevas funciones; primero la de participante activo, y luego la de observador más que de participante. Las sub-etapas de esta etapa son: a) Desaceleración (65-70) b) Retiro (71 en adelante) Teoría de la toma de decisiones La teoría de la toma de decisiones proviene del campo de las teorías económicas de la elección vocacional. Parte de que en toda teoría de elección vocacional se supone que hay un sujeto que debe decidir frente a un hecho educativo y/o laboral, y que tiene frente a sí varias alternativas o cursos de acción. Estos enfoques de toma de decisiones desbordan lo puramente vocacional y son susceptibles de extrapolarse a cualquier situación de la vida real del individuo. Teorías generales o integrales Apuntan a analizar las elecciones vocacionales en función de más de un punto de vista, y dan origen a posturas que interrelacionan distintas disciplinas. Dentro de estas teorías, mencionaremos: Teoría del aprendizaje social Sus postulados son los siguientes: ● En lo que respecta al aprendizaje social, la persona no se encuentra dirigida sólo por instancias internas, ni tampoco inerme ante las influencias externas. Es más bien una consecuencia de la interacción entre la conducta y las condiciones que la controlan. ● Las conductas complejas o muy elaboradas sólo pueden aprenderse mediante el ejemplo o la influencia de modelos. Según Krumboltz y sus colaboradores existen cuatro categorías de factores que influyen en la elección vocacional: ● Dotación genética. ● Condicionamientos ambientales. ● Experiencias de aprendizaje. ● Destrezas de aproximación a la tarea. Teoría tipológica de Holland Este autor y sus colaboradores, describen la elección vocacional como una moderna visión diferencialista, no procesual o de desarrollo. La consideran un modelo global porque concibe la elección vocacional como el producto de factores y determinantes de tipo personal y ambiental, que interactúan y proporcionan una especie de simbiosis entre el individuo y el mundo del trabajo. Según Holland, existen diferentes tipos de personalidades que se corresponden con diferentes ambientes laborales. Teorías multiculturales La orientación multicultural apunta a trabajar con poblaciones de diferentes culturas, en lo referente a etnias, religiones, lengua, situación social. En síntesis, se puede afirmar que detrás de cualquier tipo de intervención orientadora subyace una teoría formal, informal, o bien, que está implícita. Cada una de estas teorías o enfoques presenta una concepción filosófica de la realidad, del conocimiento, de la persona y de los valores; así como de los componentes teóricos de dicha intervención. Cuanto mayor sea la integración e interrelación entre los componentes filosóficos y los supuestos teóricos de la intervención, mayor será la coherencia del enfoque o teoría de la Orientación. -Enfoques actuales.El modelo teórico-operativo. _El enfoque preventivo y asistencial (Passera): Una perspectiva preventiva del desarrollo vocacional-ocupacional, nos llevaría a concebir a la orientación como un proceso de paulatino y sistemático desarrollo, que acompañe al proceso evolutivo normal, facilitando una exploración progresiva de las alternativas que ofrece el medio y favoreciendo la expresión de posibilidades. Ateniendo a la prevención de conflictos vocacionales, el nivel institucional resulta especialmente adecuado para desarrollar acciones psico-profilácticas, especialmente el de la institución educativa. El enfoque preventivo se basa en el carácter multidimensional del problema vocacional ocupacional. La OV como proceso asistencia: ● Tiene su centro en la entrevista psicológica, grupal o individual. ● Requiere de psicólogos entrenados que puedan observar, diagnosticar y operar en el aquí y ahora de la entrevista operativa, facilitando los esclarecimientos necesarios. ● Adquiere la modalidad de una asistencia psicológica focalizada en el logro de determinados objetivos, siendo el fundamental, el esclarecimiento y desarrollo de la identidad. ● Además, puede utilizar instrumentos psicométricos, proyectivos y dramáticos. ● Instrumenta dinámicamente distintos recursos de sondeo e información sobre la realidad ocupacional, la oferta educativa y la complejidad del contexto. ● Investiga y reconoce el grado de asimilación de los valores de la cultura imperante. ● Restituye el carácter vocante de los objetos internos y externos expresados en intereses, aptitudes, motivaciones, vínculos con las carreras u ocupaciones como objetos. -La orientación en contextos complejos: La articulación entre la educación, la capacitación y el mundo del trabajo cobra una importancia significativa, ya que de ello dependerá, en gran medida, la posibilidad de construir un proyecto personal. Los equipos de Orientación Escolar que históricamente han llevado a cabo tareas de orientación vocacional ocupacional, entre otras, se ven desbordados por temáticas asociadas a condiciones familiares críticas. Por lo tanto, ante estas situaciones complejas, la Orientación debe verse con otra mirada y considerársela desde un modelo integral de prevención que implique la intervención de un conjunto de estrategias institucionales e interinstitucionales. Actualmente entendemos la prevención como la capacidad que posee el ser humano y su grupo social para anticiparse, con diferentes estrategias, a situaciones que pueden provocar diversos tipos de daño. La orientación debe dar una respuesta integral a todos los sujetos que en diferentes momentos de su vida deben realizar nuevas elecciones, incluyéndose en el marco de la diversidad. La orientación vocacional en diferentes ámbitos. Nuevos desafíos para las prácticas profesionales. Niveles de acción: Asistencia, Extensión e Investigación. Articulación Escuela-Universidad. Servicios Universitarios. Elección de proyectos laborales. Proyectos comunitarios. Educación y trayectorias de vida desde la perspectiva de género. UNIDAD 3: EL ROL DEL PSICÓLOGO/A EN EL CAMPO DE LA ORIENTACIÓN VOCACIONAL DIMENSIÓN ÉTICA. LEGISLACIONES. Temas: - El rol del psicólogo/a orientador/a como agente de salud: Entendemos aquí por rol, al conjunto de unidades comunicacionales pautadas de conducta que un sujeto desempeña en relación con los otros y que es siempre situacional. El psicólogo, como profesional directamente vinculado al eje de la salud, asume que sus intervenciones orientadoras, pueden resultar definidamente preventivas de la salud integral de las personas, los grupos, las sociedades. Las elecciones vocacionales tienen que ver básicamente con el abandono de un ámbito conocido y, en general, con el cambio y la transición entre una situación vital y otra. Por tanto, la tarea tendrá relación con conceptos como la elaboración de duelos, fantasías, identificaciones, representaciones, reparaciones provenientes del psicoanálisis. Esas elecciones implican también elegir futuro y elaborar proyectos. Las elecciones vocacionales ocupacionales, implican la concepción democrática del no directivismo, aportada por la escuela rogeriana. - La identidad profesional del psicólogo/a orientador/a: Conocer el rol y elegirlo supone hacer explícita la propia visión de la realidad socio-ocupacional que influye en nuestras actitudes profesionales. Esto equivale a definir lo que Bohoslavsky llamó identidad profesional, advirtiendo que los posibles conflictos que el orientador tenga con respecto a su rol, podrían reactualizarse en el desempeño de su tarea. Se expresará por un rol. Pero si la asunción de ese rol no es consciente e integrada al desarrollo personal y al proyecto de vida, las acciones se ejecutarían según pautas estereotipadas, rígidas e inflexibles que expresan más identificaciones con modelos que a la identidad. En el caso del orientador resulta especialmente necesario, acceder a un esclarecimiento que guíe el desarrollo del rol basado en la más clara comprensión posible de su conflictiva vocacional ocupacional, advirtiendo de la influencia que este fenómeno puede ejercer sobre la tarea. El rol en los equipos interdisciplinarios: Trabajar entre profesionales procedentes de distintas disciplinas, con la intención franca de integrarse, va a tensar distintos supuestos éticos, estéticos y políticos. El encuentro grupal y multidisciplinario como método de intercambio de investigación para el esclarecimiento, diagnosis, elaboración de propuestas alternativas y para la expresión y/o formación de integrantes y coordinadores de grupos de orientación en el nivel universitario, especialmente en el pre-egreso, etapa poco asistida en general. Podemos entender por red de atención, al conjunto de prestaciones de primero, segundo y tercer nivel asistencia, distribuidos geográficamente con criterios y vínculos de complementariedad. Están destinados a brindar una cobertura a determinada población ubicada en un área de influencia, bajo normas y criterios programáticos comunes y objetivos específicos para la red, manteniendo alguna relación operativa central. Los prestadores-orientadores, pueden admitir un mínimo de normas comunes, aunque provengan de formaciones profesionales diferentes. Estos efectores de la red, pueden desarrollar distintas funciones y pertenecer a diversos ámbitos institucionales, privados u oficiales, siempre que acuerden con el objetivo general, respondiendo también a planificaciones acordadas. Aspectos conflictivos del rol del orientador/a. Su incidencia en el desempeño del rol profesional. (Bohoslavsky): Las dos líneas de abordaje que intento en este momento son: examinar la identidad del orientador en función del “juego” implícito en la tarea y analizar la relación entre la identidad del orientador y su encuadre de trabajo. La elección que realiza un adolescente reactualiza en el orientador sus propias elecciones ocupaciones y sus duelos personales ligados con la misma. No es el tipo de conflicto personal que el orientador tenga respecto de sus propias elecciones lo que lo convierte en un obstáculo o una ventaja para su tarea, sino el grado de claridad con que lo percibe. --- Disociacion instrumental y encuadre ---El psi y la reparacion ---Los ataques a la identidad profesional ---Ingreso y egreso de la universidad ---Identidad profesional y omnipotencia ---Identidad y quehacer profesional Aspectos éticos y legales en la formación y ejercicio del rol profesional: Los propios profesionales de la OV se interrogan sobre la Delimitación y Alcance de su práctica. Para ello nada mejor que permitirnos definir momentos históricos para los profesionales de la OV 1) Rango legal y constitucional: 1er reconocimiento del Estado El primero lo determina el rango legal y constitucional. Hecho sucedido en la década del 50’ bajo la denominada revolución industrial. La OV alcanzó rango constitucional en 1949, en el segundo Plan Quinqueanal del gobierno de Perón. 2) Formación Académica: 2do reconocimiento del Estado Lo segundo lo determina la necesidad de una formación académica de los Orientadores. Surgen tres centros académicos, uno de ellos en la Universidad Nacional de Tucuman, y dos en la Universidad Nacional de Cuyo. No obstante lo más significativo para el tema que nos ocupa fue la creación de la dirección de Psicología Educacional y Orientación Profesional que dependía conjuntamente de la Universidad y del Gobierno Provincial en 1952. 3) Modalidad actuarial vs Modalidad Clínica Lo tercero es indudablemente un ruptura epistemológica en la concepción y práctica de la OV, que surge en la década del 70’. En sus comienzos la OV estuvo relacionada a lo que podríamos denominar “examen psicotécnico”, donde los recursos técnicos prevalecían sobre la historia personal del sujeto. En la década del 70’ a esta denominada modalidad actuarial de la OV surge una nueva propuesta donde se da un carácter dinámico a la problemática de la OV, donde la estructura dinámica de la personalidad y la individualidad del sujeto; y probablemente influenciado por el psicoanálisis, se produce un cambio significativo de la práctica de la OV surgiendo entonces un interés por analizar las motivaciones conscientes e inconscientes de la elección vocacional del sujeto. Podemos habar entonces de una modalidad clínica de la OV. 4) De las incumbencias profesionales: 3er Reconocimiento del Estado Cuarto momento, donde lo académico y lo legal determinan las incumbencias de los profesionales psicólogos, psicopedagogos y pedagogos, década del 80’. A los fines de delimitar el alcance y práctica profesional de los Orientadores Vocacionales, se tendrán en cuenta los aspectos legales y académicos de los profesionales en Ciencias de la educación; psicopedagogía y psicología. 5) Ética del orientador vocacional ocupacional Quinto momento histórico, la ética; marco deontológico de cada profesión y normas éticas propias de OV. La importancia de las prácticas de grado en la conformación del rol profesional (Degeorgi): Lo formativo, que supone superar lo puramente informativo sobre técnicas y procedimientos de la orientación vocacional. La investigación y autoesclarecimiento de la identidad profesional en desarrollo del alumno ya que el instrumento fundamental del trabajo de orientación es la personal del orientador. Toda intervención con el orientado, para ser legítima, debe ser realizada contemplando los deberes deontológicos establecidos por nuestra comunidad científica. Principio 1: respeto por la dignidad de las personas y los pueblos Pautas de conducta: 1. No efectuar juicios discriminatorios hacia los orientados en la práctica de OV, en relación a raza, edad, educación, condición social, familiar, económica, religiosa, sexual, eventual discapacidad, u otra circunstancia. 2. Obtener el consentimiento informado de los orientados o el de sus madres, padres o tutores legales, si quienes participan son menores de 18 años. 3. Respetar el derecho a la privacidad del orientado, no interviniendo en aquellos aspectos o datos de su vida que no desee relevar, ni sean totalmente necesarios a los fines del proceso de orientación. 4. Explicitar a los orientados que la información de ellos obtenida durante la práctica, será resguardada en la más absoluta reserva. 5. Preservar la confidencialidad de los datos de los orientados, los cuales sólo será comunicados al docente supervisor/a. El levantamiento del secreto, en caso de ser necesario y bajo justa causa, es de exclusiva responsabilidad del profesional docente que supervisa la práctica. Principio 2: cuidado competente del bienestar de los otros El cuidado competente del bienestar de los otros implica la adquisición de los conocimientos y habilidades apropiadas durante la formación, para su aplicabilidad en el contexto natural, social y cultural de una situación. Pautas de conducta: 1. Ser conscientes de la posición asimétrica que se posee desde el rol de orientador frente a los orientados en la práctica, no haciendo uso de su influencia más que para fines beneficiosos. 2. No iniciar o continuar la práctica de OV, si detectare que los problemas o conflictos de índole personal pudieren afectar inadecuadamente en su desempeño como orientador. 3. No aplicar métodos o técnicas en la práctica de orientación, que no tengan reconocimiento científico, académico o profesional. 4. Comunicar siempre a las y los docentes supervisores cuando en el transcurso de las prácticas se presuma la comisión de daño o abuso a menores o de cualquier otro delito. Principio 3: integridad La integridad está basada en el desarrollo de comunicaciones y actitudes honestas, abiertas y precisas. Supone reconocer y evitar involucrarse en situaciones de deshonestidad académica, incluso en situaciones de prácticas en terreno, que impliquen un crédito o beneficio inmerecido, o un prejuicio para terceras personas, o que se asocien a conflictos de intereses y relaciones múltiples. Pautas de conducta: 1. Presentar como resultado de la práctica sólo los datos y resultados efectivamente obtenidos como producto de la misma. 2. Manifestar los resultados de la práctica con exactitud a los docentes supervisores, sin realizar alteraciones en los resultados obtenidos. 3. No realizar la práctica con orientados o grupos de orientados con los cuales se compartan otros intereses que pudieran generar un conflicto con los intereses de la práctica. 4. No realizar la práctica con personas o grupos de personas con las cuales se esté manteniendo o se haya mantenido algún tipo de relación que pudiera alterar el desarrollo o los resultados de dicha práctica. 5. Evaluar conjuntamente con las y los docentes supervisores, las diferencias culturales de los orientados o grupos de orientaos con quienes se desarrolla la práctica, a fin de considerarlas para el adecuado desarrollo de la misma. 6. Manifestar al docente supervisor/a con libertad y honestidad, cualquier circunstancia de índole personal que la alumna o el alumno considere un severo obstáculo para la realización de la práctica. Principio 4: responsabilidades científicas y académicas con la sociedad Pautas de conducta 1. Respetar las pautas que la psicología y la especialización en OV establece, para el desarrollo de las actividades prácticas de formación en terreno, en un marco de actualización científica y académica. 2. Respetar las pautas establecidas por las y los docentes supervisores para la realización de dicha práctica, acorde a estándares científicamente establecidos y avalados por la comunidad académica y profesional. 3. Mantener presente el nivel de responsabilidad que implica la práctica en terreno con orientados, así como que la responsabilidad legal de la misma recae sobre las y los docentes supervisores a cargo. Normativas y Resoluciones a Nivel Nacional y local de la perspectiva de género. Ordenanza UNC 9/2011 sobre Expresión e Identidad de Género. Ley de Salud Mental N 26.657. Rol y funciones. UNIDAD 4: EL PROCESO DE ORIENTACIÓN VOCACIONAL Y OCUPACIONAL La Orientación Vocacional como proceso. (Calvo) La historia vocacional se va construyendo junto con la historia personal y, como toda historia, hay un presente que hunde sus raíces en el pasado para poder avanzar hacia el futuro. Interpretar toda esta información es la tarea que corresponde llevar a cabo. Si bien la necesidad de la consulta puede plantearse en cualquier momento de la vida de las personas, hay momentos evolutivos que se constituyen como hitos en este terreno: a) antes de comenzar al nivel medio, b) al promediar la escuela secundaria sí es que el estudiante debe elegir una orientación, c) al completar los estudios del secundario. En los dos primeros casos la elección incluye las decisiones parentales. Ya a los 18-19 años, su lugar en el mundo es otro, o supone serlo. Implica decisiones con cierto grado de autonomía y mayor compromiso personal. Actualmente son también frecuentes las consultas posteriores a una primera decisión vocacional, generalmente espontánea, que por algún motivo debe ser revisada. Suele ser denominada reorientación. El proceso de OV sistemático tiene como objetivo acompañar a uno más sujetos en el esclarecimiento de su identidad vocacional, en la elaboración de duelos y la aceptación de renuncias, en el fortalecimiento de su autoestima, en la prosecución de sus propias ideas, en la búsqueda de información con sentido, en la capacidad para tomar decisiones y comprometerse con ellas autónomamente. Los momentos del proceso de OV: --Preentrevista Es el momento anterior a la primera entrevista --Entrevista inicial o de contrato Es aquella a partir de la cual queda establecido un acuerdo explícito entre quien consulta y quien es consultado como profesional, desde ese momento en sus nuevos roles de orientado y orientador. En esta entrevista, el orientador tiene la oportunidad de explicar cuál será y cómo desempeñará su rol, aclarando falsas expectativas de quien consulta. El protagonista es el orientado, no el orientador ni sus herramientas o recursos. Sin embargo, el campo lo constituyen entre ambos. En su interrelación se van estructurando la dinámica de la entrevista. Ya desde esta entrevista es deseable sostener la idea de focalización operativa que permite tanto al orientado como al orientador concentrarse en el problema y en las motivaciones de la elección de una carrera u ocupación. --Desarrollo del proceso Valiéndose fundamentalmente de la técnica de entrevista psicológica el orientador va acompañando al orientado en el esclarecimiento de quién es él como persona que elige. Otra mirada particular se dirige a la búsqueda de información. Sabemos que no puede elegirse aquello que no existe en tanto objeto de conocimiento, De los recursos y técnicas ● Pruebas proyectivas ● Pruebas de competencias intelectuales ● Evaluación de intereses ● Técnicas autodescriptivas ● Técnicas de búsqueda de información ● Sistema informatizados ● Técnicas lúdicas ● Técnicas psicodramáticas --Cierre A medida que se avanza, el cierre va perfilándose tanto para el orientado como para el orientador. No aparece de golpe, como un corte abrupto en el terreno. Es un proceso en sí mismo que permite una conceptualización estructurante. No debe homologarse “cierre” con “elegir/decidir” tal o cual carrera, estudio o trabajo. Las modalidades de cierre son: a) elección de carrera; b) elección de un área con postergación de la elección de la carrera a un período posterior, durante un ciclo introductorio o el primer año de la cursada, por ejemplo; c) elección de carrera o de área junto con orientación a consulta psicoterapéutica; d) derivación a consulta psicoterapéutica una vez esclarecido el pedido latente respecto del manifiesto sobre OV. Factores interactuantes en la problemática Vocacional-Ocupacional. Para el desarrollo efectivo de un proceso de orientación se requerirá del análisis conjunto de los siguientes factores interrelacionados: el medio escolar, el entorno familiar, la realidad ocupacional y la estructura psicológica del sujeto que elige. Identidad Vocacional-Ocupacional. Hablamos de proceso de elección vocacional porque expresa la idea de transformación, de una dimensión temporal. Como todo proceso, es direccional. La dirección se dirige hacia una construcción identitaria. En cada etapa, a partir de cada elección, esa construcción se expresará en términos de roles. Esos roles irán enriqueciendo las posibilidades comunicacionales de la persona y facilitando su integración en la red social. Etapas del Desarrollo de la Identidad. Momentos del Proceso de Decisión. (Passera) Perturbaciones del Proceso de Decisión. (Passera) Para analizar las perturbaciones del proceso de decisión, las encuadramos dentro de los problemas generales de la comunicación humana, ya que consideramos las elecciones y decisiones como respuestas a estímulos. “Todo organismo se caracteriza por la capacidad de percibir, evaluar y transmitir mensajes”. Cada vez que alguna de estas tres funciones se halle perturbada pueden observarse dificultades comunicacionales y repercusiones en cualquiera de las funciones restantes. La decisión vocacional constituye una de las decisiones clave en la vida del individuo ya que lo expone a explicitar su idea de sí mismo, quién es y quién quiere ser. El tomar una decisión vocacional supone averiguar, en primer lugar, si determinada ocupación le permite desempeñar el tipo de papel social que él desea y, en segundo lugar, si el rol que exige la ocupación elegida, es compatible con su concepto de sí mismo e ideal personal En general, el individuo no logar discriminar, no puede jerarquizar las opciones y consecuentemente, no puede elegir. Asimismo, quién aun pudiendo discriminar y jerarquizar las opciones y las experiencias personales, no pueda realizar esa vinculación relativamente estable con alguna alternativa, tolerando la ambigüedad inevitable de esta relación, no podrá realizar la toma de decisión. Sin embargo, hay elecciones vocacionales que surgen de la resolución de un conflicto personal. También pueden darse situaciones donde la elección está condicionada por los conflictos. Planificación de procesos para diferentes ámbitos y niveles de acción. Abordajes teóricos. Objetivos. Etapas del Proceso. Cada proceso es único e irrepetible. Si bien en su primera etapa le cabe al orientador proponer un plan tentativo del trabajo en común, este debe estar sujeto a las características particulares de cada situación de orientación y la evolución de cada proceso. Podríamos puntualizar tres momentos interrelacionados en el desarrollo de los procesos de orientación. El primero estaría referido al autoconocimiento del orientado, supone el esclarecimiento de conflictos, ansiedades, motivaciones. El segundo aspecto del proceso se refiere al conocimiento del contexto general, del medio ocupacional y las opciones educacionales. Finalmente, podemos denominar al tercer momento como el de elaboración de proyectos que se integran en una prospectiva vital. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Momentos de un proceso de orientación 1) Reunión informativa inicial Este primer encuentro se realiza entre el equipo orientador y todos aquellos que hayan solicitado orientación. Los objetivos de esta primera reunión son asegurar el ofrecimiento de ayuda profesional y promover entre los solicitantes del servicio el esclarecimiento de: a) La finalidad de un proceso de orientación. b) El rol activo que debe desempeñar el orientado. c) La trascendencia de una elección vocacional. 2) Entrevista orientadora inicial En la medida de lo posible debería realizarse de manera individual con cada integrante del grupo de orientación y es, quizá el momento más decisivo en la relación de orientación. Los objetivos esenciales de este primer encuentro personal son: a) Establecer el vínculo orientador-orientado. b) Facilitar la descripción del orientado de su situación vocacional. c) Estructurar en conjunto los lineamientos generales del proceso a seguir. En esta primera entrevista también suelen administrarse fichas de registro de datos personales y/o instrumentos diagnósticos de dificultades u obstáculos para la toma de decisión como los descritos en el capítulo de tests. 3) Entrevista con los padres Para algunos grupos este paso resulta importante, dependiendo su inclusión como momento del grupo de orientación del nivel de madurez del grupo a orientar. Las metas de estas posibles reuniones con los padres de los integrantes de un grupo son esclarecer: a) Las expectativas vocacionales del núcleo familiar de cada orientado. b) Los puntos de presión que ejerce la familia sobre las elecciones de sus hijos. c) La situación que atraviesan los orientados. d) Las formas factibles de cooperación de la familia en el proceso de orientación. 4) Primera reunión grupal En la primera entrevista con el grupo se intenta definir la situación vocacional del mismo, evaluar su nivel de información y asegurar la relación orientador-orientados. 5) Entrevistas de esclarecimiento Estas son las entrevistas orientadoras propiamente dichas y su número depende, naturalmente, de las necesidades y nivel de madurez del grupo específico que se está orientando. El objetivo esencial de estas reuniones es realizar un análisis de las dificultades de elección del orientado, discriminando los factores externos o internos que puedan obstaculizar la toma de decisión. 6) Sesiones de administración de tests El tipo de tests empleados dependerá de las necesidades específicas de autoconocimiento de cada grupo y del marco teórico del orientador. Las pruebas de intereses vocacionales y habilidades son importantes pues suministran información útil para los planes de cada orientado. 7) Sesiones de información ocupacional Asegurar instancias para que un orientado adquiera información confiable sobre carreras u ocupaciones es uno de los componentes que garantizan la eficacia de un proceso orientador, y es, tal vez, el tipo de intervención más importante. Para la mayoría de los orientados debería comenzarse con la consulta de fuentes de información secundaria, tales como guías de carreras o portales de internet y continuar por fuentes de información primaria de probada eficacia, como el contacto directo con estudiantes y profesionales y, de ser posible, en su propio medio de trabajo. La información debe suministrarse de modo gradual y reservar instancias de discusión y elaboración productiva de los datos obtenidos. 8) Entrevista de cierre Su objetivo esencial es favorecer la elaboración del cierre de la actividad grupal y promover una evaluación grupal del proceso realizado y los objetivos alcanzados. No debe entenderse por “cierre” la mera elección de carrera, puesto que esto dependerá de las necesidades y situaciones vocacionales propias de cada orientado. Situaciones de Exploración de la realidad. Identidad y duelo. UNIDAD 5: LA ENTREVISTA Y LOS PROCESOS GRUPALES Temas: La Entrevista en el proceso de orientación. (Bohoslavsky) La entrevista de OV es una situación de interacción humana en la que uno de sus participantes está capacitado científica y técnicamente para ejercer el rol de entrevistador. Toda entrevista es una situación interhumana. La entrevista es un campo en el cual los fenómenos que acontecen adquieren su significado en virtud de las relaciones que guardan entre sí. En el caso específico de la orientación vocacional las entrevistas abiertas son las indicadas, puesto que en ellas la técnica se convierte no sólo en un modo de recoger datos exhaustivamente, sino, al mismo tiempo, una situación de interacción en la cual surgen de ese diagnóstico. Acciones del entrevistador tendientes a modificar la conducta del entrevistado mediante el esclarecimiento. La conducta depende del rol, pero el modo en que se asuma dicho rol dependerá en primer lugar del significado consciente e inconsciente que se atribuya a la situación, y en segundo lugar de la personalidad de cada uno. El modo en que dicho campo es configurado por el entrevistador se designa con el término “encuadre”: Una entrevista de OV puede tener dos objetivos fundamentales: la información y el esclarecimiento. Por información entendemos la colaboración con el entrevistado para discriminar los aspectos del mundo ocupacional adulto, las carreras universitarias, las condiciones necesarias para acceder a determinado rol adulto, las posibilidades que le brinda el campo profesional, etc. En las entrevistas de OV el objetivo fundamental es el esclarecimiento, o sea, contribuir a que el entrevistado tenga acceso a una identidad vocacional mediante la comprensión de los conflictos y situaciones que le han impedido acceder a ella de un modo integrado, no conflictivo. Las conductas que acontecen en esa situación así definida pueden considerarse como emergentes de un campo grupal. El concepto “emergente” es polisémico. Lo emplearé para referirme a todo acontecimiento en el proceso de entrevista que, aunque nuevo y “sorprendente” en apariencia, integra y sintetiza factores ya presentes en el campo psicológico. El análisis de una entrevista puede hacerse a partir tanto del entrevistado como del entrevistador, pero fundamentalmente a partir de la relación entre ambos. Roles en la entrevista Estos roles son: el de emisor, el de receptor, y el de evaluador de los mensajes. El rol de emisor es asumido alternadamente por ambos participantes de la situación. El emisor es el que “fabrica” el mensaje. El rol del evaluador es asumido también por ambos participantes. Sin embargo, este rol aparece privilegiado en el entrevistador, porque no sólo evalúa el mensaje del entrevistado sino también su propio mensaje. Funciones del mensaje Todo mensaje cumple por lo menos una de las seis funciones enunciadas por Jakobson. Estas funciones son: emotiva, directiva o conativa, pática o de contacto, referencial o denotativa, emocional, metalinguistica y poética. La función emotiva tiene que ver con la posibilidad del mensaje de referirse a los estados afectivos, emocionales, motivacionales y actitudinales del entrevistado. Por función referencial entendemos la facultad de un mensaje de aludir a objetos que no son él mismo. El referente del mensaje en una situación de entrevista es la misma situación de entrevista. Por función directiva entendemos la función que tiene el mensaje de desencadenar conductas en el receptor. Por función metalinguistica entendemos la posibilidad que tiene el mensaje de referirse a otros mensajes o al sistema de comunicación. En este sentido podemos esclarecer en el aquí y ahora cuál es el tipo de comunicación que el entrevistado ha decidido establecer y cuál es el significado, generalmente inconsciente, que la situación tiene para él. La función pática es la cualidad que tiene los mensajes de establecer una relación entre el transmisor y el receptor. La función poética alude a la capacidad que tiene el mensaje de crear realidades nuevas. Procesos Dos son los procesos básicos de toda comunicación: la codificación y la decodificación. Codificación es la transformación de un sistema de hechos en otro sistema de hechos. Detectar el proceso de codificación del adolescente permite discriminar, a partir de la misma situación de entrevista, algunas pautas de conducta predominantes. Lo mismo ocurre con el proceso de decodificación, en el cual la serie auditiva lingüística, la serie auditiva paralinguistica o la serie no auditiva paralinguistica son convertidas en significados que guardan con los datos reales una mayor o menor proximidad. Al realizar una entrevista el entrevistador no sólo pone en juego su habilidad técnica sino todo su bagaje conceptual, que deja de ser exclusivamente conceptual y se convierte además en un esquema operativo. El proceso en la entrevista El proceso de una entrevista puede ser caracterizado como un proceso de investigación. Cuando hablamos de investigación en una entrevista nos referimos a una actitud básica del entrevistador por la cual éste somete a prueba continuamente las hipótesis acerca de la conducta del entrevistado en esa situación. La situación de entrevista es una situación de investigación conjunta en la que, por una parte, el entrevistador intenta comprender y poner a prueba sus comprensiones acerca del adolescente y, por otra, el entrevistado pone a prueba y confronta con un experto sus fantasías, ansiedades, temores, etcétera, comprometidos en la elección. Se trata de una prolongación instrumental de la moratoria psicosocial. La entrevista de OV tiene que ser entendida como un “pensar con” el adolescente. Orientación vocacional y psicoterapia El psicólogo que se dedica a OV tiene en cuenta tanto la transferencia de aspectos pasados como la transferencia de aspectos futuros de la vida del entrevistado, del adolescente, en términos de su identidad vocacional. En una entrevista de OV se procura que el adolescente comprenda las identificaciones habidas hasta ese momento, y la identificación del campo en que se mueve o ejecuta su decisión y el campo futuro en que se concretará su proyecto. En el caso de la OV, la transferencia no se verbaliza ni interpreta a menos que el entrevistado tienda a romper el encuadre. La entrevista como situación nueva Toda entrevista suscita ansiedades frente al cambio, frente a lo desconocido. Frente a estas situaciones nuevas, el adolescente puede apelar a conductas defensivas. Estas conductas defensivas nos indicarán de qué modo empleará sus características para enfrentar el contacto con la universidad. Hacer un proyecto para el futuro requiere necesariamente cierta tolerancia a la ambigüedad. Momentos de la entrevista Toda entrevista abarca cinco momentos que denomina: preentrevista, apertura, desarrollo, cierre y post-entrevista. La entrevista en OV (Bonelli) En este caso, el psicólogo orientador es un técnico que posee recursos psicológicos idóneos para que, en la relación vincular que se establezca, el orientador pueda asumir su propia decisión vocacional, una vez esclarecidos los obstáculos que eventualmente le impedían elegir. El estudiante que consulta necesita de esta intervención profesional y ha de asumir un rol protagónico y central en todo el proceso, condición esencial para una solución favorable. El campo dinámico de la entrevista los comprende a ambos y al vínculo establecido entre ellos. Se configura técnicamente a partir del entrevistado y su repertorio de conductas, en el aquí, ahora y conmigo de la entrevista. He calificado la entrevista de OV como operativa, porque, en la medida en que el objetivo central del proceso de orientación es la elección de carrera, aquella no pretende curar a un sujeto que presenta un psicopatología determinada que abarca los aspectos totales de su personalidad y la situación total. Cuando afirmo que el objetivo fundamental del proceso de entrevista es la resolución de la problemática vocacional, entiendo que el entrevistado recupere su capacidad de “resolver”. Todo lo anterior, exige que la entrevista operativa de OV participe de lo que algunos autores han denominado técnica focal. Para poder elegir con madurez, será necesario: a) una buena autonomía; b) determinada plasticidad, entendida como una capacidad de reajuste frente al monto y calidad de las exigencias que debe enfrentar; c) determinada fuerza que le permita no fracasar en sus mecanismos adaptativos. Es conveniente intervenir cada vez que la comunicación tienda a interrumpirse o distorsionarse. En OV en cualquier momento del proceso de entrevistas pueden darse intervenciones de distinta profundidad en la medida en que el material suministrado por el adolescente lo haga conveniente. Momentos de la entrevista de orientación ● La preentrevista ● La apertura de la entrevista ● Acontecer propiamente dicho Es en este momento del acontecer cuando entrevistador y entrevistado investigan mutuamente. En el caso específico de la OV, en énfasis se pone en el proyecto futuro. ● Cierre Es fundamental que al cerrar una entrevista, el entrevistado capte dónde ha quedado, y que los esclarecimientos sigan operando en él. Modalidades de cierre Las modalidades habituales de cierre del proceso se expresan como: 1. Elección de carrera 2. Elección de un área de preferencia determinada. 3. Elección de carrera o área con simultánea derivación psicoterapéutica. 4. Clarificación del motivo latente de consulta y derivación: en aquellas situaciones en que el verdadero motivo latente de consulta no coincide con el manifiesto. ● Posentrevista En ella se elabora el material. En la interpretación y análisis deberán considerarse aquellos datos que nos dicen algo, los que todavía no nos dicen nada y los que necesitamos averiguar. (Passera) Consideramos a la entrevista como el campo más adecuado para que la tarea de orientación pueda realizarse, ya se trate de la relación bipersonal o de la entrevista grupal. En su transcurso se establece el vínculo orientador-orientado, base de todas las actividades del proceso. Creemos que la semidirigida es la opción más utilizada en OV. El tipo de entrevista semidirigida permite que el orientado se exprese libremente al tiempo que el entrevistador puede intervenir con diferentes modalidades técnicas acordes con su formación y estilo profesional y con las alternativas del proceso. Bohoslavsky señala que cuando el sujeto ha solicitado una entrevista de OV, su expresión condesa ya un autodiagnóstico presuntivo como así también alguna fantasía acerca de cómo encarar sus dificultades. El planteo que el sujeto hace en la entrevista, representa una crisis incluida en otras crisis contextuales. El sujeto de la orientación requiere elaborar el reconocimiento de las determinaciones sociales de distintos órdenes que afectan su situación, percibiéndose como parte constitutiva de las mismas y asumiendo anticipatoriamente una actitud transformadora en cuanto a los valores sociales básicos. El orientado enfrenta la situación de entrevista porque desea o necesita elegir alguna alternativa relacionada con un proyecto. Para el entrevistado, tener que decidir por sí mismo, asumir un rol activo, comprometerse responsablemente, representa un cambio significativo. La entrevista será siempre una situación de investigación conjunta. Tyler señalaba como fundamentales a las actitudes de aceptación, comprensión y congruencia. Liporace destaca en el momento de la preentrevista, la importancia de analizar solicitudes indirectas, frecuentes en casos de jóvenes estudiantes. Si hay un derivante, se integrará como dato significativo el grado en que tal derivante se hace cargo del supuesto conflicto del orientado. El derivante suele ser un familiar. En cuanto a la apertura de la entrevista, hay acuerdo en destacar el establecimiento del encuadre y el logro del rapport. En cuanto a los objetivos generales y considerando el alcance preventivo en orientación vocacional ocupacional, se centra en la posibilidad de desarrollar un proceso que tienda al esclarecimiento de situaciones personales y grupales frente a la elección, al proyecto de vida y a su ubicación en las posibilidades que brinda el contexto. Quienes solicitan orientación esperan, aunque no puedan explicitarlo, algún tipo de seguridad acerca de lo pensado en relación a un proyecto de vida. En el momento de cierre, tato de la o las primeras entrevistas como de aquellas cuyos objetivos son el esclarecimiento, la información, la integración de datos obtenidos mediante diversas técnicas y recursos, o la formulación y evaluación de los proyectos elaborados, el entrevistador realiza devoluciones graduales, dejando abierta la posibilidad de reflexión y confrontación posterior. Es habitual que se proponga algunas actividades a desarrollar por parte del entrevistado, confirmado el concepto de proceso continuo y su rol activo orientado. La posentrevista, permite la relectura, organización y análisis de lo producido como relato y expresiones paraverbales. Finalmente tanto el o los orientados como el orientador, hacen una devolución, exponiendo sus conclusiones, no aparecen aquí datos que no hayan sido considerados en otras entrevistas. El Encuadre. La conducta depende del rol, pero el modo en que se asuma dicho rol dependerá en primer lugar del significado consciente e inconsciente que se atribuya a la situación, y en segundo lugar de la personalidad de cada uno. El modo en que dicho campo es configurado por el entrevistador se designa con el término “encuadre”: Roles en la entrevista Estos roles son: el de emisor, el de receptor, y el de evaluador de los mensajes. El rol de emisor es asumido alternadamente por ambos participantes de la situación. El emisor es el que “fabrica” el mensaje. El rol del evaluador es asumido también por ambos participantes. Sin embargo, este rol aparece privilegiado en el entrevistador, porque no sólo evalúa el mensaje del entrevistado sino también su propio mensaje. Vínculos que se establecen. (Bohoslavsky) Transferencia en la entrevista de OV Los fenómenos transferenciales son los que posibilitan operar en la entrevista y a partir de ella esperar que el adolescente obtenga beneficios. El psicólogo orientador vocacional se convierte en el depositario idea de las fantasías, ansiedades y temores que el adolescente tiene frente a su futuro. Lo actualizado no es sólo el pasado sino también el futuro del entrevistado y no sólo las relaciones objetales antiguas o futuras sino, sobre todo, sus relaciones objetales internas. Por fenómenos contratransferenciales entendemos la transferencia que el entrevistador realiza de su propio pasado, futuro y mundo interno en la relación específica con su consultante. En el caso específico de la OV el énfasis en el análisis transferencial se pone fundamentalmente en un entonces futuro. Modalidad de intervención del entrevistador/a. (Bohoslavsky) El entrevistador es observador participante. Participa con una modalidad que se ha llamado disociación instrumental. El entrevistador en el caso de la OV interviene respondiendo a distintos fines: a) Su intervención tiende a estimular el aporte de más datos. b) La participación o la intervención más clara del psicólogo tiene que ver con la corrección de las distorsiones que el adolescente evidencie respecto de su identidad vocacional. Tal finalidad es cumplimentada mediante lo que se denomina habitualmente “señalamientos” o “interpretaciones”. c) La intervención del entrevistador puede relacionarse también con la función de síntesis de los datos referentes a las conductas manifestadas por el adolescente. d) Otro tipo de intervenciones del entrevistador lo constituye el suministro de información. El continuum interpretativo Con este término se definen las distintas técnicas mediante las cuales el psicólogo o consultor devuelve al entrevistado la información sobre su conducta. El continuum interpretativo alude a niveles de operatividad sobre la conducta y, a través de ella, a la personalidad del entrevistado. El continuum interpretativo abarca: 1) el reflejo; 2) la clarificación; 3) la reflexión; 4) la confrontación y 5) la interpretación. 1. El reflejo En la técnica del reflejo el consultor intenta expresar con palabras nuevas no tanto el contenido expresado por el paciente sino las actitudes esenciales. En el reflejo se trataría de devolver al entrevistado el significado que asigna a su conducta, a la situación que está atravesando y no el significado que su conducta tiene para nosotros. El reflejo puede ser inmediato, sumario o terminal. En el caso del reflejo inmediato, la intervención del psicólogo consiste en mostrar lo que el entrevistado expresa con su conducta sin ir más allá de la verbalización de las actitudes manifestadas por éste. Un reflejo sumario integra distintas conductas, y en este sentido sería similar a la síntesis de sentimientos y actitudes, manifestados en distintas conductas del entrevistado a lo largo de la misma entrevista. El reflejo terminal sería un término homologable a lo que hemos denominado la “síntesis final” de una entrevista de OV. El reflejo es útil ante todo porque el entrevistado experimenta el sentimiento de ser comprendido y aceptado por el entrevistador. Sin embargo, esta técnica entraña algunas dificultades como la estereotipia; en efecto, al usar esta técnica el entrevistador puede llegar a convertirse en un espejo permanente de las conductas del entrevistado. Otra dificultad se vincula con la regulación del reflejo, ya que el reflejo sólo es eficaz cuando se realiza en el tiempo adecuado. 2. La clarificación En la clarificación el psicólogo abarca todo lo que está implícito en el mensaje del entrevistado. Sin embargo no alude a contenidos inconscientes, defensas o ansiedades que supuestamente no sean conscientes para el sujeto, si bien no han sido explicadas por él. 3. La reflexión En este caso el psicólogo agrega más datos que los aportados por el entrevistado y su función se limita solamente a la discriminación y a la interpretación de las conductas del entrevistado y los datos del campo. 4. La confrontación En la confrontación el nivel de penetración del psicólogo y su mensaje llega hasta lo implícito e inconsciente. En este caso se incluye la relación de la conducta actual con datos del pasado, señalando similitudes, diferencias y contradicciones entre los datos del presente, igualmente contenidos en el relato. 5. Interpretación La interpretación implica la verbalización de los contenidos inconscientes, pero incluye además la mención de las defensas, las resistencias a reconocer como propios, conscientemente, tales contenidos, y aquél que se supone es el origen del conflicto. Es operante cuando le permite a éste reintroyectar aquellos contenidos o aspectos de su identidad vocacional que han sido proyectados en el mundo exterior. Toda interpretación incluye la verbalización del contenido latente de la conducta, de la resistencia a hacer consciente este contenido, la transferencia de aspectos ajenos al campo geográfico o interno del sujeto que se evidencian en su conducta. Los fracasos en las intervenciones del psicólogo Su fracaso deriva de uno o varios de los siguientes errores: en primer lugar, de que el contenido de su mensaje no refleje exactamente la conducta del entrevistado. El fracaso puede derivar también de la codificación de su mensaje. En este caso, el mensaje del psicólogo se convierte en algo ambiguo y no contribuye al esclarecimiento del entrevistado. La interpretación también puede fallar por una deficiencia en la oportunidad. Toda intervención del psicólogo tiene un “cuándo” que sólo su entrenamiento y pericia pueden detectar. Finalmente una interpretación falla y es poco operativa cuando no contribuye a esclarecer el vínculo que el entrevistado establece con su proyecto vocacional. Las respuestas a las intervenciones del psicólogo Comprender la dinámica de una entrevista requiere analizar cómo la conducta ulterior del adolescente es un emergente de la situación que se configura sobre la base de lo dado. Las reacciones del adolescente a la intervención del psicólogo pueden clasificarse en reacciones de aceptación, rechazo o indiferencia. La aceptación puede expresarse o no en conductas manifiestas. Lo importante es discriminar si se trata de una aceptación auténtica. En cuanto al rechazo y la indiferencia, más que la actitud manifiesta hay que tener en cuenta cuáles pueden ser las causas de ambas manifestaciones. Es lícito suponer que en ciertos casos una reacción de indiferencia expresa una forma de resistencia. Lo mismo ocurre en el caso del rechazo. La actitud del entrevistador No existe ninguna fórmula que al ser asumida por el entrevistador crea un vínculo adecuado con el entrevistado. La posibilidad de crear una situación favorable para éste depende fundamentalmente de la identidad profesional del psicólogo. Por actitud de aceptación o disponibilidad, entendemos una actitud o postura de apertura que facilite al adolescente sentirse seguro con el consultor. La actitud de aceptación y disponibilidad contribuye a posibilitar la expresión de las angustias y sentimientos del adolescente. La función del psicólogo no consiste en tranquilizar al adolescente, sino en ayudarlo a pensar. Las intervenciones del entrevistador en OV (Bonelli) En la selección de técnicas es necesaria, por cierto, una actitud coherente con la teoría que fundamenta cada enfoque. Si bien el campo psicológico de la entrevista es configurado por el entrevistador, el rol del entrevistador en OV debe ser considerado como esencialmente activo en la medida en que su participación asume distintos aspectos. La actividad durante el psicodiagnóstico vocacional tiende a no separar la utilización de una batería de pruebas del proceso total. En cuanto a la actividad de carácter informativo, puede darse al final el psicodiagnóstico como un esclarecimiento cognitivo. Hay situaciones en OV en que es necesario un esclarecimiento intelectual. El límite de este esclarecimiento objetivo es la medida en que o no la toma de conciencia. Esta información objetiva sobre el mundo interior necesita complementarse con la información ocupacional. La iniciativa del entrevistador se manifiesta también en las operaciones de encuadre. Lo que caracteriza a las diversas tareas psicológicas es el encuadre específico. Reflejo En la técnica del reflejo, el psicólogo intenta expresar con palabras nuevas no tanto el contenido, sino las actitudes esenciales y la emoción predominante. Una de las nociones claves es la confianza en que el ser humano tiene la capacidad, latente o manifiesta, de comprenderse a sí mismo y de resolver sus problemas de modo satisfactorio. Otra noción clave es la no directividad, vinculada con el concepto de psicoterapia “centrada en el cliente”. En cuanto a la profunidad del reflejo, el psicólogo no puede ir más allá de lo expresado por el sujeto. Se distingue entre reflejo inmediato, sumario y terminal. En el reflejo inmediato, la intervención consiste en expresar lo que el entrevistado muestra explícitamente con sus conductas verbales y no verbales. Reflejo sumario es una síntesis de sentimientos y actitudes manifestados en distintas conductas del entrevistado a lo largo de una entrevista. El reflejo terminal se propone resumir los aspectos más importantes de toda la hora de consulta. En OV suele ser útil en primeras entrevistas. Se trata de reformular el relato de manera de poner en evidencia lo más significativo del material y ayudar a percibir lo esencial, cargado emocionalmente, de lo accesorio. Porter se ha referido a los errores del reflejo distinguiendo: 1. La estereotipia: la utilización reiterada de las mismas expresiones. 2. Reflejar sólo el contenido, sin captar el aspecto que tiene mayor calidad emocional para recrearlo. 3. Modificar el significado, por agregar o quitar elementos esenciales. 4. Lenguajes: utilización de un lenguaje demasiado técnico, no comprensible o no adecuado al sujeto. Señalamiento Un señalamiento consiste en la verbalización de aquello que, sin ser inconsciente, no está explícito en el mensaje del entrevistado. La respuesta a los señalamientos revela la capacidad de insight del entrevistado, sus recursos yoicos, el papel de los mecanismos de defensa. Es el modo de intervención más frecuente en orientación vocacional. Interpretación Podemos definirla como una hipótesis sobre las relaciones o significados de las actitudes. Es hacer conciente lo inconsciente. Diferentes entrevistas en el proceso y sus objetivos. (Bonelli) Entrevista grupal en OV Es la técnica irreemplazable para el trabajo institucional. La modalidad de conducción que utilizo es la del grupo operativo. La tarea que se debe resolver es la elección vocacional y, eventualmente, la elaboración de los conflictos que impida elegir. En los grupos de OV, al mismo tiempo que se realiza la tarea de decidir, los estudiantes entran en determinadas relaciones entre sí, se vinculan con el coordinador o los coordinadores, con las carreras como objetos y el mundo que se abre ante ellos, de tal modo que, mientras eligen realizan un aprendizaje sobre su propia persona. Considero necesario identificar los roles facilitadores de la tarea y los ligados al mantenimiento del grupo. Facilitadores de la tarea como el iniciador contribuyente, el que pide información u opiniones, el elaborador, el crítico constructivo, etc. Los de mantenimiento del grupo: el que estimula, concilia, etcétera. En los grupos de estudiantes secundarios, los miembros tienen un problema común: la elección. Esto no significa homogeneidad. Observamos en los miembros distintas estructuras de personalidad, diversos intereses y experiencias, distinto peso motivacional y diverso nivel de aspiraciones. Entrevista de grupo familiar La entrevista de grupo familiar con los padres y el adolescente suele ser notablemente beneficiosa. La considero estrategia esencial cuando al término del proceso de OV se hace necesario recomendar una intervención terapéutica. Apreciación Diagnóstica en Orientación. La primera entrevista El objetivo fundamental de la primera entrevista lo constituye la elaboración del primer diagnóstico, eventualmente la formulación del contrato de trabajo y, también eventualmente, la derivación del entrevistado. Evidentemente la primera entrevista es una entrevista, no un interrogatorio, por lo que asume un carácter abierto, de modo que tendrá que evitarse que las preguntas que el psicólogo formule impidan ver cómo configura la situación el entrevistado. Un análisis profundo de la primera entrevista nos permite leer qué tipo de decisiones toma el entrevistado para configurar una situación ambigua. Al final de la primera entrevista se establece el contrato. La elaboración del primer diagnóstico La elaboración del primer diagnóstico se efectúa sobre los emergentes, ya que lo que interesa no es confeccionar un retrato del consultante y de su vida pasada, que permita incluirlo en un cuadro nosográfico, sino comprender la dinámica predominante en la situación actual que atraviesa, sus puntos de urgencia y configuraciones conflictivas. Indicadores del diagnóstico. Criterios para la elaboración del diagnóstico Ellos son: a) Manejo del tiempo La elección no es un momento detenido en el desarrollo de una persona. Por el contrario es una conducta incluida en un continuo proceso de cambio de la personalidad. b) Momentos por los que pasa el adolescente Hay tres momentos: el de selección, el de elección y el de decisión. Desde el punto de vista dinámico, el momento de selección pone en juego la función yoica de discriminación. Lo discriminado son tanto objetos externos como internos y la discriminación se realiza entre objetos externos e internos. El momento de elección implica no sólo un reconocimiento selectivo sino el establecimiento de vínculos diferenciales con los objetos. El momento de decisión compromete un proyecto de relativo largo plazo y, por lo tanto, componentes de acción ligados a la función yoica de regulación y control de los impulsos. c) Ansiedades predominantes Para la elaboración del diagnóstico vocacional quizás interese, más que el tipo de ansiedad, el monto, el objeto con el cual está ligada, la persistencia o movilidad y el tipo de mecanismo defensivo que desencadena. Leibovich de Duarte propone clasificar las “fantasías y temores” según sus manifestaciones clínicas en: 1. Referidas a la imagen de sí. 2. Referidas al futuro. 3. Referidas a la vida universitaria. 4. Referidas a la escuela secundaria. d) Carreras como objeto Las carreras constituyen el qué de su conducta de opción. En este sentido las carreras pueden ser analizadas como objetos de la conducta del adolescente, tanto en la actualidad como en el futuro. El hecho de no mencionar ninguna carrera o bien de plantear que ninguna carrera la interesa especialmente, revela un mundo externo confuso, no catectizado, en el cual el Yo, inmaduro, fracasa en sus intentos de discriminación. La mención de una inclinación igual por todas las carreras nos revela un mundo exterior tan confuso como en el tipo anterior, con la diferencia de que en éste sí está catectizado. El yo es igualmente inmaduro pero posiblemente el déficit no se da tanto en el momento de selección sino en el de elección. Cuando las preferencias enunciadas se refieren a dos carreras, el mundo externo aparece relativamente claro y diferenciado para el adolescente. Podemos suponer que su yo tiene suficiente grado de madurez para seleccionar y elegir. La dificultad suele presentarse en el momento de decisión. e) Identificaciones predominantes Incluimos en este punto el análisis de los gustos por las carreras, los intereses y los intentos reparatorios que desde la perspectiva adolescente serán satisfechos al decidirse en favor de una de ellas. Una buena elección depende en todo caso de identificaciones no distorsionadas donde surja del análisis de los sistemas actitudinales, una confrontación de la fantasía con la realidad. f) Situaciones que atraviesa Como toda situación de cambio, la elección de futuro implica siempre un incremento de conflictos. Cada situación se caracteriza por un tipo de relación objetal, ansiedades predominantes, conductas manifiestas específicas y mecanismos defensivos característicos. La situación predilemática es aquella por la que pasa el adolescente que “no se da cuenta” que tiene que elegir. La ansiedad es confusional, baja; la conducta manifiesta de extrema dependencia. La situación dilemática se caracteriza por la presencia de afectos confusionales en una persona que sí se da cuenta de que enfrenta una duda, una dificultad en un momento de cambio. Los adolescentes que no pueden superar esta situación revelan un fracaso bastante profundo en sus funciones de discriminación, por lo que difícilmente pueden efectuar una buena selección para una ulterior decisión. Para poder hablar de situaciones problemáticas es necesario suponer que los mecanismos puestos al servicio de la disociación original han asumido un carácter más instrumental perdiendo su estereotipia. La situación problemática se caracteriza por un grado óptimo de conflicto capaz de determina en el adolescente una dinámica tal que pueda superarlo integrando sus términos en una síntesis superior. La situación de resolución está caracterizada por la calidad y el monto de ansiedades vinculadas a la elaboración normal de un duelo. g) Fantasías de resolución Denominamos fantasías de resolución a aquello que en un contexto terapéutico se designa como “fantasías de curación”. Corresponden a las expectativas conscientes o inconscientes ante el proceso de OV. Para poder elegir y decidir el adolescente puede buscar una o más de las siguientes situaciones: a) libertad de; b) apoyo y c) permiso. La libertad que el adolescente necesita en su fantasía es la de los vínculos de dependencia que caracteriza el momento evolutivo que atraviesa. En el diagnóstico lo importante es pesquisar cómo cree que el adolescente que alcanzará su emancipación. El apoyo que busca el adolescente puede manifestarse de un modo directo o indirecto. El primer caso aparece con toda claridad en los planteos del tipo de “vengo para que me diga qué carrera es la que me conviene seguir”. Los planteos indirectos se caracterizan por el pedido de información sobre la propia persona. En el caso de que lo que se busque sea un permiso los adolescentes aceptarán mejor un contrato cooperativo con el psicólogo, ya que lo que esperan es una situación pautada socialmente en la que puedan reactualizar en una síntesis las elecciones efectuadas en su fantasía. En cuanto al vínculo transferencial, las modalidades que pueden detectarse en la primera entrevista y que sirven para elaborar un pronóstico son cuatro: mágica, filio-paterna, autoconfiada y de aspiración. En el primer tipo de relación fantaseada el psicólogo es investido con las características de un ser omnipotente que todo lo hace por el adolescente. En lo que Heigi llama relación filio-paterna el adolescente fantasea que si él por su lado “se porta bien”, el psicólogo tiene que ponerse de su parte, apoyarlo y aconsejarlo, aliviando sus dudas, conflictos y desconfianzas. La relación autoconfiada se caracteriza por cierta dosis de omnipotencia que hace creer al adolescente que le bastarán dos o tres “ideas” o “sugerencias” del psicólogo para que pueda “arreglárselas solo”. Una relación transferencial de aspiración se caracteriza por el sentido de oportunidad que el adolescente asigna al proceso de orientación. Aceptará el contrato de buen grado con lo que implica de momentánea ambigüedad entre sus aspectos dependientes e independientes. h) Deutroelección Con este término se define el proceso de cómo eligió elegir el adolescente. Categorías del diagnóstico inicial. Diferentes posturas teóricas acerca del diagnóstico en Orientación Vocacional. Pronóstico. El pronóstico en OV He dicho que la característica primordial del primer diagnóstico es su carácter funcional. La funcionalidad de un diagnóstico es la posibilidad de trazar sobre la base de dicho diagnóstico un pronóstico sobre la conducta del entrevistado. Para el pronóstico tengo en cuenta los siguientes ítems: a) Estructura de la personalidad que definimos como “un esquema o pauta típica de relaciones del individuo con el medio, que se expresa según el objeto y el vínculo, las defensas y el área fenoménica predominantes”. b) Manejo de la crisis adolescente. En la medida en que la OV abarca la toma de decisiones respecto de la asunción de roles ocupacionales adultos, el análisis de la crisis adolescente tal cual se produce en el entrevistado permitirá pronosticar la posibilidad que él tenga de adaptarse tanto al proceso de OV como a las exigencias del mundo adulto en términos de estudio o de trabajo. c) Historia escolar: da cuenta del tipo de vínculos con las situaciones de aprendizaje, tanto en cuanto a rendimiento como a relaciones interpersonales. d) Historia familiar: permite pronosticar tanto los sistemas de valoractitud frente a carreras y profesiones derivadas de la clase social a que pertenece, como los tipos de identificaciones familiares que en lo que atañe a la elección de carreras hemos señalado en otro trabajo. e) Identidad vocacional y ocupacional. f) Madurez para elegir. La madurez puede ser pesquisada a partir del momento que atraviesa; la situación; la deutroelección y las fantasías de resolución. Teniendo en cuenta estos seis ítems se elabora el pronóstico con respecto a la “orientabilidad” del consultante. Por orientabilidad entendemos la posibilidad de adecuarse al encuadre de trabajo que hemos definido como modalidad clínica y que tiende a prevenir malas identidades vocacionales ocupacionales contradictorias. Derivación Entrevista y los Procesos grupales en Orientación. (Passea) La situación grupal crea oportunidades de ensayar relaciones entre los individuos; ejercita al individuo para integrarse y relacionarse rápida y satisfactoriamente con otros, anticipándose a su ingreso inminente a un nuevo grupo de pertenencia. En el grupo, el orientado puede sentir que no es el único que tiene dudas; esto le permite salir del aislamiento inicial. Otro aspecto de importancia consiste en que el sujeto percibe que no solo está allí para recibir ayuda; descubre que también puede brindarla. Pero cabe señalar que el trabajo del orientador puede tomarse más complejo en la orientación grupal. No solo debe comprender y guiar al esclarecimiento las expresiones de los orientados, sino también observar y atender a la dinámica grupal para implementarla productivamente. En el encuadre grupal, los problemas personales de ciertos participantes pueden verse postergados ante los requerimientos más generales del grupo. Por otra parte, para algunos individuos, la manifestación de sentimientos o actitudes socialmente inaceptables pude resultar demasiado amenazadora frente a sus pares. Caracterización de los grupos. Tamaño del grupo A medida que los grupos aumentan de tamaño, se debilitan con frecuencia las relaciones colaterales. Puede producirse una dependencia del coordinador y una tendencia a no desarrollar relaciones muy estrechas con los demás miembros. Grupos homogéneos o heterogéneos Por lo general se considera deseable la homogeneidad en materia de edad y madurez social de los miembros; pero resulta ventajoso que el grupo sea heterogéneo en cuanto a sexo, procedencia sociocultural y fuentes informativas. Nuestro criterio es que la mayor heterogeneidad de los miembros del grupo posibilita una mayor riqueza tanto en la producción de las temáticas pertinentes a la resolución del conflicto vocacional. Podemos señalar como aspectos favorables de los grupos homogéneos a los siguientes: ● Aceleración de la profundización temática. ● Fuerte sentimiento de pertenencia. ● Resonancia afectiva aumentada. Los grupos heterogéneos por su parte, resultarían favorables en cuanto: ● Facilitan la producción de alternativas y opciones no consideradas en los planteos de los miembros. ● Enriquecen la información acerca de la realidad. ● Interpretan los mensajes desde diferentes enfoques y marcos referenciales. ● Favorecen el aprendizaje de roles grupales. Grupos cerrados y grupos abiertos El grupo cerrado es aquel que se constituye con los miembros que se hallan presentes al iniciarse el proceso. No permite la incorporación posterior de otros miembros. Estableciendo un breve plazo de tolerancia para permitir la incorporación de otros miembros. El grupo abierto permite la incorporación de otros miembros práctica en cualquier etapa. Esta situación se transforma en un ejercicio de maduración social. Diferentes modelos de grupos. 1. Orientación en grupo: surge de considerar al grupo como una suma de individuos que expresan en el situaciones autónomas. Se orienta aquí al individuo en un grupo. No se trabaja en este modelo las motivaciones y situaciones personales. 2. Orientación de grupo: se trata de un modelo inverso al anterior. Aquí se toma al grupo como un todo unitario. Se orienta al grupo, que es comprendido como un individuo. 3. Orientación grupal: en este modelo se concibe al grupo como un todo dinámico donde adquieren significación tanto el todo como las partes integrantes, ambos elementos conectados por una red comunicacional. Se orienta aquí al grupo y a sus miembros. Posibles perturbaciones grupales. 1. Inicialmente se daría un periodo de mayor grado de ansiedad desorganizante. 2. Luego se daría un período en el que la tendencia es a conectarse con la figura del coordinador. 3. En un tercer período, se mostraría más lábil el vínculo coordinador-individuo y se fortalecería el de los miembros entre sí. 4. Alrededor de la segunda mitad del ciclo puede darse el ausentismo como característica. 5. Hacia la terminación del periodo de trabajo, suelen reaparecer los miembros que faltaban, puede reanudarse el interés por el tema de que se traba y se aclaran los malentendidos. Si al aparecer cualquiera de estos conflictos posibles, el proceso grupal se interfiere y no da lugar a su resolución se transformarían en perturbaciones o patologías grupales. UNIDAD 6: TÉCNICAS Y RECURSOS AUXILIARES EN ORIENTACIÓN VOCACIONAL Técnicas y Recursos Auxiliares en Orientación Vocacional. (Passera) Fichas personales Se trata de cuestionarios simples de recolección de datos personales del orientado que ofrecen la ventaja de permitir una apreciación rápida de la situación vocacional. Según sean estructuradas, las fichas personales pueden tener un valor similar al de las autobiografías temáticas-estructuras, siempre que permitan al consultante extenderse en algunos ítems. El modelo de ficha personal para estudiantes universitarios, tiene como objetivo ayudar al orientado a visualizar parte del desarrollo de su proyecto vocacional, desde una primera elección de carrera hasta la consideración de alternativas para el ingreso al mundo laboral, ya como profesional. Básicamente, se espera que posibilite el esclarecimiento y posterior análisis de la etapa del desarrollo de la identidad ocupacional en la que se encuentra el orientado. Para la elaboración de esta ficha, se tuvieron en cuenta tres áreas de interés predominantes: 1. Iniciación del proyecto vocacional. 2. Desarrollo del proyecto. 3. Reajuste y elaboración del proyecto profesional actual. Las autobiografías Pueden ser incluidas dentro de las técnicas proyectivas, de modo que los datos que aporten también podrán ser leídos interpretativamente y expresar un sentido, en cuanto se enmarquen en una perspectiva psicodinámica. Desde otras perspectivas, las autobiografías suelen ser incluidas dentro de las técnicas autodescriptivas, basándose en su aplicación solamente formal. La autobiografía constituye un recurso técnico que, en general, suele implementarse en los primeros encuentros del proceso, con el objeto de facilitar no sólo una rememoración del pasado sino también una reinterpretación del mismo. Tradicionalmente, suelen clasificarse en dos tipos básicos: estructuradas y no estructuras. En las primeras, el relato biográfico se efectúa de acuerdo con un bosquejo o como respuesta a un modelo de registro que se proporciona. Las autobiografía libres o no estructuradas permiten que el sujeto pueda seleccionar, elegir y relatar todas las experiencias vitales que interprete como significativas, organizando dicho material libremente. En todos los modelos, las autobiografías mantienen algunas limitaciones relativas a su interpretación. Así, la posible disposición del orientado para revelar su registro o su novela histórica con franqueza; el grado de conciencia de sí; su capacidad disponible para vincular sucesos de su historia; sus posibilidades para expresarse por escrito. Aunque las consignas varían según se elija el formato de la autobiografía o se restrinja a la historia vocacional-educacional, cabe en general, la posibilidad de incluir alguna pregunta abierta. Se solicita al orientado que relate libremente aquellos datos de su historia personal que considere que puedan influir o relacionarse con sus elecciones. Sociogramas El test sociométrico estudia las estructuras grupales a la luz de las atracciones y rechazos manifestados en el seno de los grupos en estudio. Permite determinar la posición de cada individuo en la interacción, evidenciando la estructura subyacente en el grupo. El molde de un sociograma puede componerse de estructuras de atracción, rechazo e indiferencia. Aplicado oportunamente y basado en preguntas de real interés para el momento del proceso de que se trate, el test sociométrico permite un ejercicio de la capacidad de elegir. El átomo social Consiste en solicitar al sujeto que ubique a las personas con las que mantiene actualmente vínculos que incidan en su persona. Lo hará graduando la intensidad de tal incidencia en tres círculos concéntricos. En el más extremo, señalará a las personas o grupos de personas con las que mantiene vínculos sociales formales. En el siguiente círculo, a aquellas con las que tiene vínculos del tipo de la amistad y en el tercero, los vínculos más influyentes. El gráfico producido, resulta una expresión de la variedad de relaciones que facilitan o dificultan la inclusión del sujeto en la red social. Test de adjudicación de roles Permite efectuar una confrontación de la autoimagen con la imagen que el sujeto transmite a los otros; una manifestación y confrontación de aspectos aceptados y rechazados de sí mismos; una autoevaluación de posibilidades en términos de lo que el sujeto se permite y se niega para sí y de lo que admite y niega a los demás, como potencialidades. El registro se efectúa en base a roles que el sujeto adjudica como aceptados y como rechazados para cada miembro del grupo y para sí mismo. El test de adjudicación de roles se utiliza en OV porque permite confrontar la autoimagen con la imagen externa o imagen social del individuo; ayuda a comparar los roles idealizados con los perceptibles por los otros. Genealogía ocupacional Permite que el orientado exprese y esclarezca expectativas de los miembros de su grupo familiar, sus renuncias y elecciones, facilitando una mirada comprensiva y empática de los personajes de la novela familiar. La consigna consiste en solicitar al orientado que construya el árbol genealógico familiar desde una perspectiva vocacional ocupacional. Test de las circunstancias vocacionales El test permite al orientado exponer un planteo global, en una circunstancia determinada, situación actual, situación pasada, recordada o futura, proyectada. A partir de un estímulo inestructurado, el sujeto vuelca su particular situación o circunstancia vocacional, tal como la percibe en un momento determinado. Permite una apreciación acerca de: a) orientabilidad; b) grado y tipo de información; c) fuentes de conformación de las imágenes ocupacionales; e) personajes significativos que influyen en la elección; f) obstáculos o barreras que dificultan la adopción de una ocupación; g) nivel de adecuación o de distorsión de la realidad; h) ubicación personal en el espacio vocacional; i) originalidad y riqueza de planteos o esquemas; j) coherencias e incoherencias; k) flexibilidad o rigidez; l) capacidad de insight. (Bonelli) Torbellino de ideas Consiste en un grupo reducido, los participantes exponen sus ideas sobre un tema o problema con el fin de producir ideas originales o soluciones nuevas. Se aplica para ejercitar la imaginación creadora. Juego de palabras Consiste e ordenar palabras en forma coherente para formar una frase. Esta frase sirve como estímulo o disparador para la reflexión y debate posterior. Se puede utilizar en OV para intercambiar ideas entre personas que poseen intereses comunes, para esclarecer temas que resulten problemáticos y, a través de la comunicación verbal, adquirir información por medio del aporte recíproco. Foro Conducido por el coordinador, el grupo discute un tema, hecho o problema. Esta técnica permite sondear las opiniones de un grupo sobre cierto tema, aumentar la información de los miembros, extraer conclusiones generales, establecer distintos enfoques que pueden darse a un tema, hecho o problema. Phillips 66 Subgrupos de 6 personas discuten un tema 6 minutos, para llegar a una conclusión. De los informes de todos los subgrupos, se extrae la conclusión final. Se aplica para lograr fundamentalmente la participación activa de los miembros y llegar rápidamente a conclusiones generales sobre un problema, tema o hecho. Panel integrado o técnica del portavoz En pequeño grupo se dialoga sobre un tema; luego representantes de cada pequeño grupo integran un nuevo grupo u debaten para elaborar conclusiones generales. Se aplica para promover la participación activa de todos los miembros y extraer, en un tiempo breve, conclusiones generales. Técnica del fichaje Consiste en caracterizar carreras teniendo en cuenta aspectos educativos o académicos. Se aplican para incrementar la información de los miembros participantes a través de los aportes múltiples y para agilizar a los alumnos en la obtención de datos informativos. Atando cabos Consiste en la exploración de un tema, en pequeño grupo, según pautas de análisis previamente elegidas y/o propuestas. En OV específicamente, se aplican para desarrollar la flexibilidad de razonamiento y para ejercitar la actitud de búsqueda de información. Técnica de exploración Un pequeño grupo se informa sobre un tema o discute un problema específico, para luego transmitir sus conclusiones al grupo mayor al que pertenece. Permite incrementar la información y profundizarla. La síntesis de cada pequeño grupo es expuesta en beneficio de todos. Grupo de reflexión En términos de Pichon Riviere, el grupo operativo es un grupo centrado en la tarea. El grupo operativo tiene por finalidad aprender a pensar en términos de resolución de las dificultades que aparecen en el campo general y no en el de cada uno de los integrantes. En orientación propongo, en determinados momentos, que el grupo trabaje con un interrogante a modo de disparador del diálogo. Técnicas dramáticas El objetivo básico de estas técnicas es vivenciar una situación para poder conceptualizarla mejor. Algunos autores distinguen las técnicas dramáticas de los procedimientos dramáticos. Los procedimientos dramáticos son actividades complejas en las que se utilizan técnicas dramáticas. Nunca debo utilizarse como técnica inicial en un grupo donde nadie conoce. Visión de futuro (V-F) En una técnica proyectiva que consiste en imaginar en relación con un tiempo futuro. Consigna individual: “Imagine una situación de futuro en la que esté incluido. Indique la fecha en que esa escena esté ocurriendo. Una vez que tenga esa imagen, cuéntemela”. Puede pedirse un relato escrito sobre la situación representada. Consigna grupal: “Ahora cada uno imagine una situación de futuro en la que esté incluido. Una vez que la imagine dibújela y redacte un relato. Indique la fecha en que esa escena está ocurriendo. Cuando se trabaja con esta técnica en forma grupal considero importante dar lugar para la reflexión posterior. Una vez que todos han concluido, se intercambian los dibujos. Es mas convincente aplicar esta técnica en las entrevistas terminales del proceso. Otros recursos En algunos casos utilizo collages o dibujos para lograr una presentación dinámica e informal del consultante. En la consigna para collages propongo: “Tomen las revistas que quieran y selecciones las imágenes que le permitan representarse a si mismos y mostrar a los demás lo que les interesa”. Se agrega un cuestionario que cada uno contestará y sobre el que se detendrá a reflexionar unos minutos. La consigna para el dibujo, como recurso alternativo, es semejante a la del collage. Otro recurso que puede ser utilizado es el denominado “juego de la caja”. En su adaptación a OV, se entrega a cada miembro del grupo una hoja con la siguiente consigna: “imagínese una caja o un cofre. Tiene la forma y el tamaño que usted desee. Ábralo y observe lo que encuentra adentro, relacionado con sus temores, sus proyectos a futuro, sus capacidades y gustos. Después de imaginarlo, dibújelo y agregue una breve explicación”. También podrá realizarse el “juego de la fotografía imaginaria”; consiste en que cada uno saque una foto de sí mismo y que a su vez los demás lo fotografíen de acuerdo a cómo lo ven. Se pedirá la descripción de la “fotografía imaginaria” y se conformarán las distintas “fotos”. Otro recurso de utilidad es la “selección de recortes de diario”. Cada alumno o cada grupo seleccionará un recorte que se analizará entre todos. Se destacarán las ocupaciones o profesiones ligadas con la noticia seleccionada. Tareas para la casa Cuando propongo estas tareas lo hago siempre en forma opcional para alejar la idea de la evaluación obligatoria y no crear ansiedades de tipo persecutorio. Objetivos, aplicación e integración a los momentos del proceso. Criterios generales para la utilización de las técnicas. (Bonelli) Las técnicas tienen el poder de activar los dinamismos internos y de mover al grupo hacia sus metas. No son un fin por si mismas, constituyen un medio para llegar a un fin. Técnica de Adjudicación de Roles. Test de adjudicación de roles Permite efectuar una confrontación de la autoimagen con la imagen que el sujeto transmite a los otros; una manifestación y confrontación de aspectos aceptados y rechazados de sí mismos; una autoevaluación de posibilidades en términos de lo que el sujeto se permite y se niega para sí y de lo que admite y niega a los demás, como potencialidades. El registro se efectúa en base a roles que el sujeto adjudica como aceptados y como rechazados para cada miembro del grupo y para sí mismo. El test de adjudicación de roles se utiliza en OV porque permite confrontar la autoimagen con la imagen externa o imagen social del individuo; ayuda a comparar los roles idealizados con los perceptibles por los otros. Frases Incompletas. (Stabile) Esta técnica es adecuada para la exploración de la identidad vocacional en la situación de elección de carrera u ocupación. La prueba consta de 25 frases-estímulos que el orientado debe completar. Los ítems del Test de Frases Incompletas, tienen como fin promover la expresión de diferentes contenidos como deseos, temores, aspiraciones, intereses, seguridades, fantasías, necesidades, expectativas, y proyectos. Aplicación Se sugiere su inclusión en la primera etapa del proceso de OV, ya que aporta datos significativos para el autoconocimiento, esclarecimiento, elaboración e integración de las problemáticas del orientado. Categorización de los ítems Se considera conveniente agrupar los ítems con aspectos comunes, de acuerdo a la tabulación realizada, en categorías: ● El orientado frente a la sociedad. ● El orientado frente a la familia. ● El orientado frente a sí mismo. ● El orientado frente al trabajo. Role playing. (Passera) El role-playing en el desarrollo del rol Su objetivo didáctico es facilitar que quien ensaya un rol en un espacio protegido pueda reconocerse en su desempeño, introducir modificaciones posibles, integrar pautas aprendidas con sensaciones y registros personales y entrenarse en situaciones cada vez más complejas. El empleo del role-playing permite a la persona: ● Reconocer y expresa sus dudas, creencias y opiniones sobre determinadas aspectos del ejercicio personal que pueden no ajustarse a lo aprendido teóricamente. ● Poner a prueba la adecuación de sus aprendizajes en una práctica protegida. ● Percibir posibles errores de enfoque ante planteos profesionales y modificarlos. ● Discriminar entre juicios, creencias teóricas aceptadas como certidumbres, actitudes aprendidas por identificaciones, fantasías vinculadas con las situaciones profesionales. ● Encontrarse en un ámbito de ensayo con uno o más roles complementarios al propio como profesional. ● Resolver y responder espontáneamente, situaciones y problemas propios de su quehacer. El desempeño adecuado y progresivo creativo de un rol, supondría el pasaje por las tres etapas básicas: a) Aprendizaje que corresponde a le etapa de registro anémico de información y conocimiento para acceder al rol. b) Ensayo o ejercicio inicial, relativos a su desempeño según lo aprendido. c) Desarrollo y creatividad, tapa en la que el rol puede ejercerse de manera flexible, expresiva, permitiendo desempeñarse en toda situación profesional eficazmente. El interjuego de roles, puede enfrentar al sujeto con situaciones propias de su profesión que le resultan novedosas. Técnicas vivenciales. Recursos lúdicos. Técnicas gráficas. Fantasías dirigidas. Los Tests en Orientación Vocacional y Ocupacional. Validez y Confiabilidad. Objetivos, Aplicación y su utilización en los momentos del Proceso. Devolución y comunicación de resultados de Instrumentos y Técnicas auxiliares. UNIDAD 7: LA INFORMACIÓN EN ORIENTACIÓN VOCACIONAL Y OCUPACIONAL Información y Proceso. (Bohoslavsky) Necesidad de información El análisis de las consultas de adolescentes relativas a los problemas de OV se revela que gran parte de los conflictos se refieren a la carencia de información con respecto a su futuro Los recursos y técnicas de que se vale el psicólogo para satisfacer esta necesidad se engloban bajo la denominación genérica de Información Ocupacional. En cuanto a la información relativa a resultados diagnósticos consideramos que es no sólo inútil sino perjudicial. Los diagnósticos son datos que debe manejar el experto. Los objetivos de la información ocupacional son dobles: por un lado, transmitir información, pero por otro, simultáneamente, corregir las imágenes distorsionadas que ya tiene el adolescente sobre el mundo adulto. En forma esquemática las fallas o déficit de información obedecen a factores: a) intrapersonales; b) interpersonales, y c) transpersonales o culturales. Sin embargo es necesario aclarar que el adolescente no carece de información, sino que ésta tiene características tales que hacen imprescindible el trabajo de esclarecimiento a la par que el suministro de nueva información. No sólo se trata de informar al adolescente, sino también sobre la corrección de las distorsiones que en la situación de información introduce inconscientemente el receptor de la misma. La estructura ocupacional de una determinada comunidad es internalizada por sus miembros bajo la forma de imágenes ocupacionales que guardan una relativa correspondencia con la estructura del orden institucional producción. Qué informar. Cómo informar. A quién informar Si nos centramos en quién será el receptor de la información, vemos que el adolescente posee más información de la que cree. Este contracto se ha dado, sin embargo, de un modo pasivo. Al mismo tiempo si nos centramos en cómo se debe informar, la información deberá suministrarse en lo posible de modo tal que exija la participación activa del adolescente mediante el análisis, la síntesis y la integración de los conocimientos que se le suministren. En cuanto a qué informar, parece evidente que el adolescente necesita conocer: a) Cuáles son las distintas actividades profesionales. Para informar acerca de las actividades profesionales es preciso conocer en primer lugar cuál es el objeto con que las distintas profesiones realizan su tarea, cuál es la finalidad social de las mismas, cuáles son las técnicas e instrumentos empleados; qué demanda de trabajo existe en la comunidad en cuanto a esos especialistas; cuáles son los lugares en que se realiza esa labor, etc. b) La información debe incluir la relación existente entre las distintas actividades. De esta manera se contribuirá a que el adolescente deje de percibir las ocupaciones como si estuvieran separadas entre sí. c) La información tiene que tener en cuenta cómo es la organización de la enseñanza en el ciclo universitario o superior al cual el adolescente pretende tener acceso. d) La información debe centrarse en las carreras entendidas como medios para acceder a actividades científicas, técnicas y profesionales. El psicólogo que realiza la tarea de información como parte del asesoramiento vocacional ayuda al adolescente a acercarse a la realidad en forma paulatina y metódica, asesorándolo en la construcción de un marco de referencia sobre bases objetivas, poniendo orden en sus conocimientos, promoviendo la destrucción de viejos esquemas estereotipados y distorsionados acerca de las profesiones, ayudándolo a valorizar sus experiencias anteriores para que pueda utilizarlas en la construcción de nuevas pautas para el futuro. Estrategias de intervención, individuales, grupales e institucionales. Niveles de Información. (Stabile) Strum diferencia tres niveles de información que se toman de referencia para describir las actividades en cada nivel. –Primer nivel: información general —-Objetivos: ● Investigar la oferta educativa y laboral que ofrece la realidad en un determinado momento. ● Facilitar el acercamiento ocupacional a través de la discriminación de los intereses. ● Ayudar a la persona a jerarquizar ocupaciones en el marco de la oferta educativa y laboral existente. –Segundo nivel: información específica —--Objetivos: ● Profundizar la información de las profesiones y ocupacionales seleccionadas por el sujeto en el nivel anterior. ● Esclarecer dudas acerca de las carreras y formación para ocupaciones. ● Ayudar a la persona a elaborar e integrar la información que le permita seleccionar y elegir opciones interés. –Tercer nivel: contacto con la realidad ocupacional —--Objetivos: ● Establecer un contacto directo y experiencial con la realidad de las profesiones o las ocupaciones correspondiente al campo de interés elegido. ● Corregir imágenes distorsionadas de las profesiones y ocupaciones, confrontándolas con lo observado. ● Promover en el sujeto una actitud autónoma que le permita acceder reflexivamente a la decisión vocacional. Materiales y recursos para cada nivel de información. Guías de carrera. Pasantías profesionales. Paneles de profesionales. (Passera) Son definidos por Lemus como: “disertaciones y/o discusiones planeadas y realizadas para alumnos interesados en aspectos comunes de la información ocupacional, con el propósito de informar acerca de la naturaleza, requisitos y condiciones de las ocupaciones existentes en una localidad o región”. Los paneles de información corresponden al 2° nivel de información, ya que brinda datos específicos acerca de las profesiones, tomando como fuente al profesional que lo ejerce; pero estos informantes han sido seleccionados por el orientador ya que, el orientado aún no utiliza sus propios medios para informarse. Factores distorsionantes de la información. El lugar de la virtualidad y las redes sociales entre los jóvenes. El uso de los medios de comunicación. Utilización de las nuevas tecnologías (TIC) en orientación vocacional. UNIDAD 8: LOS/ LAS JÓVENES Y EL PROYECTO DE VIDA. LA ORIENTACION VOCACIONAL EN CONTEXTOS DIVERSOS. El/la adolescente hoy. Nuevas sintomatologías vocacionales. (Messing) Es creciente el número de jóvenes consultantes que aspiran a seguir estudiando después del secundario, pero que no se siente atraídos en forma consistente hacia ningún campo ocupacional. No se trata aquí de la tradicional consulta de desorientación vocacional por falta de información o de reconocimiento de los propios intereses; ni por dificultades en la elaboración de mandatos, de duelos; ni por conflictos o dudas entre varias opciones. Se trata de inmadurez; apatía, falta de intereses vocacionales o extrema fragilidad de los mismos, de falta de deseo, de indiferenciación, desconexión emocional y con manifestaciones fóbicas que impiden el aprendizaje. Contexto Familiar, escolar y social. (Messing) Estas sintomatologías son producto de una compleja interacción de factores entre los que ocupa un lugar predominante la crisis socioeconómica, impactando todas las otras dimensiones del problema. Las sintomatologías aquí presentadas, son correlativas a la crisis de nuestra economía, la falta de proyectos del país al crecimiento de la desocupación, a la exclusión de los jóvenes del circuito del estudio y el trabajo. Los padres parecen haber flexibilizado sus roles en la familia y se ha avanzado notablemente en la cercanía e inclusión en el vínculo con los hijos. Pero este modelo de crianza, habría producido como consecuencia indeseada, una falta de diferenciación entre padres e hijos que afecta el proceso madurativo, la salida al mundo adulto, la maduración de intereses vocacionales y las posibilidades de comprometerse en las situaciones de aprendizaje. Como algunas de las consecuencias de los modelos simétricos y autoritarios de los hijos en el plano vocacional, pueden destacarse: • Fragilidad de intereses vocacionales. • Conductas fóbicas y evitativas ante el aprendizaje. • Abandono de los estudios. • Dificultades de aprendizaje. • Sobreexigencia interna. • Temor e inseguridad. • Desvalorización y desjerarquización de los propios intereses. • Desconexión emocional de los propios intereses vocacionales. • Pasividad, apatía y desubicación en el mundo externo a la familia. Un abordaje vincular-familiar en ov, instrumenta a los orientados para diagnosticar los posicionamientos de los jóvenes en sus familias e intervenir cuando sea necesario y posible, para restablecer vínculos de comunicación, respeto y diferenciación. Este enfoque se destina a que las familias encuentren una vía para operativizar su preocupación por el futuro de los hijos, reubicando y restituyendo los roles. Representaciones sociales. (Aisenson y Battle) El trabajo es uno de los referentes más importantes en la vida de las personas, ya sea que estén insertas o no en el mercado laboral. El significado del trabajo depende de múltiples factores: el contexto social en que se lo desempeña, las particularidades de los grupos y las características de los sujetos. Lo definimos como la actitud psicosocial que los individuos y los grupos van desarrollando antes de la socialización para el trabajo y durante el proceso de socialización en el mismo. Esta actitud es flexible y puede estar sujeta a cambios. Por lo tanto, el significado del trabajo puede variar en función de las experiencias subjetivas y los aspectos situacionales. Para los jóvenes el trabajo representa la posibilidad no sólo de lograr un ingreso económico que les permite desenvolverse en su vida cotidiana y ayudar a sus familias, sino también la realización de una actividad que los habilita a insertarse en el mundo de los “adultos”. Las representaciones del trabajo expresan una polaridad entre una visión negativa del trabajo, y la percepción de que puede brindar autonomía y la posibilidad de concreción de sus proyectos. Material y método El cuestionario sobre el significado del trabajo Centralidad del trabajo Las interpretaciones subjetivas del trabajo y la centralidad que ocupa en la vida de las personas son los factores que pueden determinar, en mayor o menor medida, la adaptación del sujeto al ambiente laboral. MOW define a la centralidad de trabajo como “una creencia general sobre el valor del trabajo en la vida de cada uno”. Aspectos valorados del trabajo Los valores laborales se entienden como los resultados que una persona busca del “trabajar” y su importancia relativa. Definiciones del trabajo Una clasificación más reciente de las definiciones del trabajo la ofrecen England y Harpaz que distinguen tres categorías según los aspectos a los que hace referencia: 1. Razones para trabajar. Hace referencia a definiciones que conceptualizan el trabajo como aquellas actividades que la persona realiza para sobrevivir. 2. Estados o consecuencias personales que resultan de la implicación en el trabajo. Abarca definiciones como actividad que requiere esfuerzo mental o físico o el sentido de pertenecer a un grupo como resultado del trabajo, o la que considera el trabajo como aquella actividad que no es agradable. 3. Coacciones o controles a los que está sometido el individuo en relación con el contexto o ejecución de actividades del trabajo. Cobran importancia definiciones que destacan el lugar y el tiempo en que tiene lugar el trabajo o aquellas que enfatizan el hecho de ser una actividad dirigida por otros. Discusión El ingreso económico es un aspecto muy valorado por los jóvenes encuestados. Esto puede deberse por un lado, a la situación contextual, y por el otro, al momento evolutivo y la necesidad de independizarse de sus familias. Los jóvenes también consideran otros aspectos del trabajo, como la posibilidad de aprender y que el trabajo resulte interesante. Valoran más los aspectos instrumentales que los no instrumentales. Si considera la situación vital de estos jóvenes, es decir, su próxima finalización de la escuela secundaria, su necesidad de ir armando y consolidando proyectos propios, se entiende que la importancia de valores predominantemente instrumentales se complementa con la idea del trabajo como posibilidad de logro de autonomía. El trabajo es visualizado por los jóvenes como medio eficaz para lograr independencia. Como consecuencia de los cambios económicos, sociales y tecnológicos que se vienen desarrollando en la Argentina en los últimos tiempos, se observa, por un lado, un mayor porcentaje de jóvenes que se encuentra trabajando o en proceso de búsqueda de trabajo y, por otro, una clara dificultad de este grupo para acceder a las primeras experiencias laborales. En el caso específico de los jóvenes que se encuentran finalizando su escuela media, el título secundario no les garantiza, como en otros tiempos, la inserción en el mercado laboral. El acceso a la educación. Expectativas de los y las jóvenes respecto al futuro. Proyectos e identidad. (Casullo) La conformación de un proyecto de vida está muy vinculada a la constitución, en cada ser humano, de la “identidad ocupacional”, entendida como la representación subjetiva de la inserción concreta en el mundo del trabajo, en el que puede autopercibirse incluido o excluido. Todos se conceptualizan en relación con dos dimensiones básicas: tiempo y espacio, tanto personales como sociohistóricos. En función de ello este abordaje no puede realizarse sobre la base de las denominadas perspectivas monoparadigmáticas. Adherimos a propuestas como las de Thompson que invitan a pensar en términos posparadigmáticos, superando los límites del paradigma único. Ciclo vital e identidad ocupacional La experiencia de vida de una persona está conformada por una secuencia de sucesos de diversa índole que estructura su “ciclo vital”. Es factible referirse a distintas categorías de sucesos: a) Relacionados con la edad cronológica. b) Relacionados con el momento sociohistórico. c) Relacionados con las circunstancias personales de vida. Para Erikson el concepto de identidad debe ser comprendido en las dimensiones psicológica y social; se logra a partir de una unificación singular entre: 1. Componentes “dados”: el temperamiento, el talento, los modelos infantiles de identificación, los ideales adquiridos. 2. Opciones “ofrecidas”: la disponibilidad de roles, las posibilidades concretas de acceder al mercado de trabajo, la exaltación de determinado tipo de valores, las amistades, las redes de apoyo afectivo. Para este autor la identidad es tanto un estado del ser como de devenir, del que se puede tener un alto grado de conciencia, al mismo tiempo que sus componentes motivacionales remiten al nivel de lo inconsciente y están bloqueados por la dinámica del conflicto: el sujeto vive las contradicciones entre sus expectativas de logro y sus sentimientos de vulnerabilidad. Para que una persona pueda elaborar “su proyecto de vida” deben existir tres tipos de variables: 1. La coherencia personal de la integración individual. 2. Las imágenes rectoras o las ideologías de una época determinada. 3. Una historia de vida en función de una realidad sociohistórica. El logro de la identidad supone la autopercepción yoica de comportamientos y sentimientos diversos en relación con esos distintos roles que nos toca jugar. EL logro de la identidad supone la posibilidad de sentir que seguimos siendo “la misma persona” frente a las diversas situaciones que enfrentamos y que exigen de nosotros comportamientos disímiles. La identidad ocupacional va a estar dada por la autopercepción en relación con la posible inserción del sujeto en la “cultura del trabajo”, sin que se excluyan las cuestiones antes mencionadas, estrechamente vinculadas a “lo laboral”. Toda identidad ocupacional da cuenta de la posibilidad de “anticipar una situación”. El “proyecto de vida”, por lo tanto, requiere la elaboración y consolidación de una identidad ocupacional. Es importante señalar que todo proceso de conformación de “una identidad” incorpora aspectos positivos y negativos. La estructuración de la identidad ocupacional y, en relación con ella, el proyecto de vida, se sitúan dentro de tres ámbitos en los que construyen sus vidas los hombres de todas las épocas: 1. Somático: todo organismo trata de mantener su integridad física y ofrece determinadas posibilidades para el desarrollo de habilidades motoras, perceptivas e intelectuales. 2. Personal: toda persona sana trata de integrar, en las experiencias y conductas cotidianas, el mundo exterior con su mundo interno. El ser humano apercibe los objetos que lo rodean y les da significado. 3. Social: los sujetos individuales que comparten un contexto histórico-geográfico se vinculan y coactúan para sostener un orden social que sirve de marco regulatorio de sus acciones y les confiere un sentido de pertenencia. El proyecto de vida y el “arte de crecer” La construcción o elaboración de un proyecto de vida forma parte de un proceso de maduración afectiva e intelectual y, como tal, supone “aprender a crecer”. Un “arte de crecer” supone la posibilidad para cada sujeto de completar cuatro tareas básicas: 1. Ser capaz de orientar sus acciones en función de determinados valores: Swhartz señala que los valores son guías que orientan nuestros comportamientos, tienen su génesis en las necesidades humanas y pueden plantearse en los términos siguientes: a) Universalismo. b) Benevolencia. c) Tradición. d) Conformidad. e) Seguridad. f) Poder. g) Logro. h) Hedonismo. i) Estimulación. j) Autodirección. 2. Aprender a actuar con responsabilidad: significa básicamente hacerse cargo de las consecuencias de las propias decisiones, reconocer que no se está solo, que hay otros con los que hay que convivir. 3. Desarrollar actitudes de respeto: ser capaces de compartir y aprender a aceptar las diferencias, esperar del otro y de uno mismo lo que realmente podemos dar, aceptando las posibilidades y limitaciones individuales y grupales. 4. Un proyecto de vida debe estar basado en el conocimiento y la información: • Sobre el propio sujeto, sus intereses, aptitudes y recursos económicos. • Sobre las posibilidades y expectativas del núcleo familiar de pertenencia. • Sobre la realidad social, económica, cultural y política en la que se vive. Proyecto de vida y salud mental Las posibilidades de analizar los aspectos sanos y patológicos del “proyecto de vida” de un sujeto integra la dimensión clínica de los procesos de orientación y asesoramiento psicológico en el campo de las decisiones vocacionales. Antonovsky propone el análisis de lo que denomina sentido de coherencia (SC) al que describe como una orientación global del comportamiento humano que expresa la medida o el grado en el que una persona puede generar, en el curso de su vida, sentimientos de confianza acerca de: a) Los hechos que enfrenta en el diario vivir, causados tanto por el propio sujeto como por circunstancias exteriores a él. b) Los recursos disponibles para poder afrontarlos, que pueden estar en nosotros mismos en miembros de nuestras redes de apoyo inmediato. c) El hecho mismo de estar vivos, el oficio de vivir, supone un desafío permanente a nuestra capacidad de iniciativa. Gergen plantea que la denominada cultura posmoderna va erosionando la idea de un yo esencial; pone el énfasis en las distintas maneras como la identidad personal se crea y recrea en las relaciones con los otros: un yo relacional está desplazando al e individual. El mundo “posmoderno” propone pensar que los objetos de los que hablamos no están “en el mundo” sino que son creaciones de nuestras perspectivas particulares: las personas existen en un estado de construcción y deconstrucción permanentes. El énfasis puesto en las “identidades individuales” varía de una cultura a otra, así como los supuestos sobre cómo se puede caracterizar a una persona. Para Gergen, en la etapa actual de transición hacia lo posmoderno, el yo se desvanece totalmente y aparece en un estado de “relacionalidad”. Es imposible pensar en un yo independiente de las relaciones en las que se encuentra inmerso. Las personas ya no constituyen sus identidades sólo en función de “los otros significativos” de su entorno inmediato. A medida que pasan los años nuestro yo individual se embebe, cada vez más, del carácter de todos los otros; “se coloniza”. Gergen habla del síndrome de la multifrenia, que designa la escisión del individuo en una multiplicidad de investiduras de su yo. Tal vez una de las propuestas más sugestivas del autor sea la de que la “colonización del yo” provoca una infiltración en la conciencia cotidiana, una duda permanente sobre sí mismo, una sutil sensación de insuficiencia que agobia las actividades que se emprenden. Es importante reconocer que, si se trata de analizar cómo se construye una identidad ocupacional sana, no debemos ignorar el rol que desempeñan en el proceso de los modelos de identificación que se proponen desde los medios masivos de comunicación en sus distintas formas, así como las crisis y confusiones existentes en el mercado de trabajo y el nuevo orden económico global que ofrece un panorama difícil para vastos sectores sociales. Marcia toma alguna de las ideas de Erikson sobre el desarrollo de la identidad y propone la siguiente categorización: a) Personas logradas: son aquellos sujetos que se permitieron explorar y resolver situaciones referidas al planteo de un proyecto de vida. b) Personas forcluidas: son aquellas que adoptan, sin discusión, proyectos ocupacionales predeterminados, asumiéndolos como propios. c) Personas morosas: están en conflicto con respecto a su identidad; aún no han podido resolver cómo plantear un proyecto que perciben como válido e interesante. d) Personas difusas: ubica en esta categoría a quienes no exploran ni resuelven el tema de la identidad porque no lo perciben como un problema que les incumba. Pueden señalarse cuatro momentos necesarios para el desarrollo sano de una identidad ocupacional: 1. Todo ser humano disponen de posibilidades que tienen que ver con el programa genético heredado. Este bagaje de “lo dado” está en interjuego permanente con variables o situaciones que conforman el ecosistema en el que vive. 2. Las interacciones permanentes entre lo dado y lo culturalmente construido hacen posible que los individuos perciban algunos trabajos como valiosos o necesarios, que tengan información sobre los recursos familiares, económicos y afectivos de los que pueden disponer, que participen con mayor o menor compromiso en distintos acontecimientos sociales, que accedan a la información sobre las oportunidades educativas disponibles. 3. Los sujetos van construyendo, a su vez, historias de aprendizaje, a través de las cuales pueden relacionar acontecimientos y predecir contingencias, así como adquirir experiencias instrumentales específicas. 4. Como producto de esas diversas historias de aprendizaje, los sujetos adquieren un conjunto de habilidades, desarrollan actitudes e incorporan patrones de respuestas afectivas. Las experiencias que permiten lograr las metas o fines deseados percibirán una valoración positiva, en tanto que las que no los logren pueden llegar a ser rechazadas y descalificadas. En estos actos de valoración o rechazo desempeñan un rol importante “los otros” con significación afectiva, que son tomados generalmente como modelos. (Clark) Adolescencia y proyecto de vida Proyecto es la posibilidad que tiene la persona de pensarse en un futuro, tanto en lo afectivo, como en lo laboral, se caracteriza por ser prospectivo y se constituye en un desafío, en relación a pensarse reflexivamente. El proyecto de vida y la identidad se encuentran en una relación recíproca. El logro de la identidad supone la autopercepción constante frente a situaciones de cambio, la integración yoica de comportamientos y sentimientos diversos en relación con los distintos roles que la persona debe desempeñar. Para que los jóvenes logren la identidad, deberán darse una serie de identificaciones parciales, elaboración de diferentes duelos vinculados a la infancia, la aceptación de renuncias y la adquisición del pensamiento lógico deductivo que les permite proyectarse en el tiempo. La construcción y elaboración de un proyecto de vida forma parte del proceso de maduración afectiva e intelectual e implica la posibilidad para cada sujeto de completar cuatro tareas básicas: • Ser capaz de orientar sus acciones en función de determinados valores. • Aprender a actuar con responsabilidad. • Desarrollar actitudes de respeto. • Un proyecto de vida debe estar basado en el conocimiento y la información. La tarea más importante de los orientadores que trabajan con los jóvenes, consistirá en orientar, acompañar y ayudar a que logren llevar adelante su decisión, visualizando tanto sus expectativas y recursos personales, como así también los apoyos sociales. Identidad ocupacional y vocacional Bohoslavsky describe la identidad ocupacional como “la autopercepción a lo largo del tiempo, en términos de roles ocupacionales”. La identidad vocacional expresaría el tipo de vínculo que el sujeto hace con la profesión, mientras que la identidad ocupacional muestra cualidades objetales que se han desarrollado en dicha profesión, siendo un aspecto de la identidad personal que se desarrolla sobre la base de las relaciones con otros. Desarrollo de la identidad ocupacional Si bien es en la adolescencia en donde mayormente se elige un proyecto educacional y/o laboral, donde la elección de la carrera y/u ocupación marca de alguna manera la culminación de la adolescencia con el consecuente logro de la identidad adulta, los intereses ocupacionales se desarrollan desde la niñez. El proceso de elección ocupacional pasa por tres períodos: 1. Periodo de elecciones fantaseadas: se desarrolla hasta los 11 años, donde las fantasías expresan las necesidades y gustos básicamente de la persona. 2. Periodo de tentativas o proyecto de elecciones: se desarrolla hasta los 17 años. En un comienzo el adolescente presta mayor atención a sus intereses, luego trata de sintetizarlos junto a sus posibilidades en términos de meta u objetivos. 3. Periodo de elección realista: Desde los 17 años en adelante. Se caracteriza por un proceso de tanteos, una exploración sistemática del mundo adulto del trabajo y la comprobación de la realidad del concepto de sí mismo y de la autoimagen. Hacia los 25 años aproximadamente comienza a manifestarse cierta tendencia a la estabilidad para que luego la profesión pueda definirse y desarrollarse creativamente. Adolescencias: “recorridos y transiciones” Desde el punto de vista psicológico, es el proceso que se orienta a indagar el comportamiento propio del adulto, probando distintos modelos de conducta y comprobando cuál de ellos se adecua mejor a su autoimagen, al concepto de sí mismo y a la aceptación de quienes lo rodean. En la elección se dejan otras cosas de lado, por eso siempre la elección de la carrera supone elaborar duelos. Estos se realizan fundamentalmente sobre cuatro situaciones: duelo por la escuela secundaria, duelo por el paraíso perdido de la niñez, por la imagen ideal de los padres y por las fantasías omnipotentes. En relación a la sociedad, los jóvenes tienen escasas posibilidades de insertarse en el mercado laboral cada vez más competitivo, con exigencias de perfiles cada vez más profesionales, dedicación full time, pero con poca oferta concreta de trabajo formal. Orientación en la diversidad. (Castignani) El devenir histórico de su nacimiento y desarrollo permite concebirla en la actualidad como un campo interdisciplinar múltiple y complejo, que ha producido grandes avances tanto desde las perspectivas teóricas en las que se fundamenta como en los dispositivos de intervención que pueden implementarse. El 60% de los sujetos seleccionados prioriza en la elección vocacional el carácter de las tareas que realizará en la profesión. La globalización de la economía, los avances tecnológicos, y la elevada competitividad labora, exige a los individuos una formación educativa/ocupacional que contemple el desarrollo de competencias diversas que le permitan desempeñar tareas diferentes. Para la orientación es importante tener en cuenta que cualquier sujeto con discapacidad puede tener dificultades en el desempeño de una ocupación o en sus estudios como cualquier otro joven. Pero deben implementarse medidas integrales que les permitan contar con los apoyos necesarios, para que esto no ocurra por razones que vayan más allá de la discapacidad. Dicho de otro modo, la discapacidad por sí sola no debería ser el determinante del futuro de ese sujeto. La discapacidad se concibe entonces como una categoría social y política, una condición producida por la interrelación de las estructuras económica, social y cultural con la discapacidad, es decir, es una forma de opresión social que impone limitaciones a los sujetos que presentan algún déficit. Las acciones de orientación en la actualidad, intentan colaborar con el ideal democratizador de la universidad pública, partiendo del reconocimiento de que las diferencias y desigualdades sociales, educativas, culturales, económicas de la historia y del presente de los sujetos, inciden marcadamente en las posibilidades reales de concretar sus proyectos de formación en el nivel superior. De este modo, garantizar y poner en acto el derecho a la educación de las personas con discapacidad, requiere de una nueva y diversificada formación docente que posibilite la comprensión y la intervención activa ante situaciones áulicas que demandan nuevos posicionamientos y nuevas estrategias pedagógicas conforme, además, a los cambios de escenarios que se están produciendo en la universidad en la que estamos inmersos. Las dificultades para las personas con discapacidad no son solamente una cuestión edilicia o de acceso a la tecnología, sino peores, percibiéndose una desvaloración a su presencia en ámbitos académicos, un malestar que produce en muchas personas la presencia de alguien con discapacidad. Uno de los mayores obstáculos que enfrenta una persona con discapacidad en Argentina para acceder, permanecer y egresar de la educación superior están relacionadas a las berreras actitudinales, a la percepción social de la discapacidad, dado que aún existen graves prejuicios relacionados a la discapacidad que suscitan conflictos en las relaciones interpersonales. En relación con la intervención de orientación en sujetos con discapacidad, Rocha y Perrilli proponen tres líneas argumentales que trazan otra mirada sobre los modos de trabajar con esta población: 1. Analizar los sentidos del etiquetamiento. 2. Visibilizar a los invisibles. 3. Salirse de la orientación para interrogarse sobre ella. Factores que inciden en las elecciones educativas y ocupacionales de adolescentes y jóvenes con discapacidad visual En relación a los factores que orientaron sus elecciones educativas y ocupacionales, en primer lugar, pudimos distinguir factores que denominamos intrínsecos y extrínsecos. Los intrínsecos operan en los mismos sujetos, y se refieren al posicionamiento frente a la propia discapacidad que se vinculan con los intereses, motivaciones y preferencias prevalentes. Los factores que consideramos extrínsecos, a las características de los contextos educativos, laborales y sociales en general, que pueden facilitar u obstaculizar el proyecto que se puede formular a partir de su articulación con los intrínsecos. 1. Factores intrínsecos a. Factores relativos al posicionamiento de los sujetos frente a su discapacidad En nuestro trabajo aparecen dos perspectivas diferenciadas y matices entre ellas. Particularmente en el caso de los disminuidos visuales leves una suerte de perspectiva subjetiva que niega o rechaza la discapacidad, de modo tal que los factores que suelen orientar sus elecciones no difieren drásticamente de los que aparecen en otros adolescentes videntes. Cuando se trata de personas ciegas o con disminución visual profunda, la perspectiva de nuestros examinados cambia. Aparece una mayor aceptación de ellos mismos y de sus progenitores, que a veces se traduce en una suerte de sobre protección, que puede llegar a obstaculizar el desempeño de una vida autónoma o independiente. b. Factores vinculados con las expectativas del futuro educativo y/o ocupacional En los adolescentes con discapacidad visual suelen aparecer expectativas similares de cara al futuro semejantes a las del resto de los adolescentes. Algunos rasgos particulares son: Distorsiones en la información. Las distorsiones respecto de la información de las que disponen en general todos los adolescentes se ven acentuadas por la escasa o nula consideración de sus posibilidades, mayor cuando la perspectiva subjetiva es de negación o rechazo de la discapacidad. Se producen en consecuencia elecciones “poco realistas”, más allá de lo elaborado en procesos específicos de orientación, que requieren en consecuencia intervenciones que exceden las propias de la orientación. Inquietudes/temores. Si bien se observan inquietudes y temores frente al futuro semejantes a los de cualquier adolescente, aparecen signados por la situación de discapacidad, en el caso de la insuficiencia de su pleno reconocimiento. Los temores muchas veces están exacerbados por las dificultades que acarrea el desplazamiento hasta los lugares de estudio o trabajo, entre otras, que guardan estrecha relación con el desarrollo de la independencia/autonomía. Interrelación con pares y docentes. La interrelación con pares y docentes se ve obstaculizada por cuestiones inherentes tanto a los propios sujetos con discapacidad como a los mismos pares y docentes. En el primer caso, aparecen en muchas ocasiones las dificultades en comunicar las necesidades ligadas a la discapacidad, más acentuadas cuando la perspectiva subjetiva es la de negación o rechazo. En el segundo, al desconocimiento de parte de los docentes de tales necesidades y consecuentemente de las adaptaciones necesarias para atenderlas. 2. Factores extrínsecos a. Factores vinculados a la disponibilidad de procesos de orientación Entre ellos cobre especial relevancia la posibilidad de ser asistidos en procesos de orientación, que pueden mediar en la articulación con los factores intrínsecos para favorecer elecciones, que se adecuen más acabadamente a las características particulares de las necesidades educativas y/u ocupaciones específicas de este colectivo particular. b. Factores relativos a las adaptaciones académicas Por adaptaciones académicas se tienden aquellas modificaciones o ajustes necesarios para favorecer los estudios de las personas con discapacidad visual, que permiten acceder al mundo educativo en equidad de oportunidades. No obstante, aún no se consideran suficientemente todos los aspectos de la vida estudiantil, a saber: b.1. Colaboración de los docentes La inclusión educativa de los alumnos con discapacidad visual requiere que toda la comunidad educativa esté sensibilizada y comprometida con la diversidad, fomentando una comunicación fluida, continuada y bidireccional, basada en relaciones de colaboración y respeto. El alumno precisa de un personal docente formado y competente, con capacidad de respuesta y adaptación a todas las necesidades que se le presentan en el aula. Por otro lado, los alumnos con discapacidad, no deben ser minimizados frente a posturas paternalistas, que sólo reflejan la falta de expectativas frente a sus reales capacidades. Tampoco deben ser forzados a una igualdad que ignore las necesidades específicas y discrimine las diferencias. b.2. Adaptaciones de acceso a los contenidos de la enseñanza Se trata en este caso, en primer lugar, de adaptaciones metodológicas, sobre la forma de enseñar, en la que entre otras cuestiones se debe privilegiar la transmisión oral de aquello que transcurre en el seno de una clase, del mismo modo que en los sistemas de evaluación, que suelen requerir, además, la disponibilidad de un tiempo mayor. En segundo lugar, de los materiales necesarios. b.3. Adaptaciones de acceso físico Refieren por un lado a características del ambiente, con la eliminación de barreras espaciales, mobiliario adaptado y aulas accesibles con iluminación adecuada. Por el otro, a los docentes y compañeros de apoyo que faciliten la movilidad. b.4. Adaptaciones de acceso a la comunicación, al estudio y el desempeño laboral Consisten en las ayudas técnicas, entre las que se encuentran los sistemas de comunicación aumentativos, materiales, accesorios, elementos específicos y facilitadores a nivel comunicación. Si bien el uso de estas tecnologías requiere de una capacitación específica, la incorporan con naturalidad como parte integral de su proceso de aprendizaje. Este conocimiento debería estar complementado con el de los docentes de la escolaridad común. c. Factores relativos al conocimiento de las barreras en carreras universitarias inherentes a la ausencia/disminución de la visión Existe consenso entre los especialistas que la elección educativa y/o laboral es uno de los pilares que contribuyen al logro de la identidad. Muchas veces hemos encontrado que los jóvenes con discapacidad visual idealizan las profesiones y/u ocupaciones de su ámbito más cercano, a saber, escolar y/o familiar, con un total desconocimiento de sus capacidades y limitaciones. Las intervenciones orientadoras con sujetos con discapacidad visual desde un enfoque preventivo, deben ser dobles: en primer lugar, como en todo proceso de orientación, lograr que el sujeto aprenda a elegir, elaborando un proyecto de vida ya sea educativo, laboral, social, personal u otro. Por otro lado, se debe trabajar para que el sujeto pueda elaborar internamente los conflictos personales para aprender a elegir y realizar una opción viable, teniendo en cuenta tanto las posibilidades como las limitaciones que acarrea su déficit visual para poder concretar su proyecto. d. Factores relativos a la presencia/ausencia de autodeterminación. Las decisiones inducidas La autodeterminación refiere a tener la capacidad de actuar como impulsor de la propia vida. Para la orientación alcanzar la autodeterminación en sujetos que presentan alguna discapacidad es ineludible, ya que esto les va a permitir hacer elecciones y tomar decisiones siendo conscientes de sus capacidades y limitaciones, para plantearse objetivos personales, educativos y/o laborales. Con respecto a las elecciones, no siempre o casi nunca disponen de la información necesaria que los conduzca a opciones reales, particularmente relacionadas con su situación, que les permitan experimentar, intentar, tantear sus elecciones, las ganancias y las pérdidas que se ponen en juego en cada una de sus decisiones. El protagonismo necesario en términos de iniciativas personales que habilitan a poner en palabras aquello que precisan y desean, muchas veces aparecen menoscabado. Los ejemplos de los datos recabados en los talleres pusieron de manifiesto el papel facilitador del trabajo grupal para hacerlo. En cuanto a la libertad que implica poder distanciarse del deseo y opiniones de los otros, para tomar decisiones autónomas requiere, en muchas ocasiones, poder oponerse y rechazar lo que viene de ellos si no está en consonancia con los propios deseos. En algunos de los casos examinados observamos, por el contrario una suerte de aquiescencia a aquello que manifiestan otros. La responsabilidad implica no solo tomar decisiones de manera consciente, sino también asumir sus consecuencias. En algunas oportunidades observamos que solo la experiencia permite experienciar las consecuencias de una decisión no acorde con las posibilidades, sea en razón de las mismas o de la insuficiencia de recursos institucionales. Finalmente considerar el contexto interrelacionar en la autodeterminación de las elecciones es imprescindible y en ello se articulan factores relativos a las familias y a las instituciones receptoras en las que se desenvuelven las personas con discapacidad. e. Factores relativos a las dificultades enfrentadas en el trayecto educativo pasado En los alumnos seleccionados en este estudio, en general observamos que no presentaban mayores dificultades pedagógicas o de aprendizaje, excepto en algunas materias que requieren el uso del pizarrón. En tales casos manifiestan que se pierden o dispersan en la dinámica de la clase, generándose el desinterés por esta área de conocimiento, justamente por las dificultades para su acceso. Esto se observa en las elecciones manifestadas por los participantes, que recaen en carreras con otros contenidos. f. Factores relativos a la disponibilidad de equipos de orientación. Transición a los estudios superiores y al mundo del trabajo Esta categoría refiere a la indagación sobre la disponibilidad de equipos de orientación escolar en las escuelas secundarias de procedencia de los alumnos, o bien si desde algún espacio de la institución, se brinda algún tipo de apoyo o asesoramiento en relación con los proyectos de vida, una vez que egresen. Conclusiones Encontramos tres hallazgos clave: en primer lugar, la incidencia de la perspectiva subjetiva de los propios sujetos frente a su discapacidad visual como factor preponderante en sus elecciones, acentuada o morigerada según la perspectiva de los familiares. En segundo lugar, la semejanza de los factores responsables de las elecciones educativas y/u ocupacionales con los que operan en la población vidente, pero matizados por la situación de discapacidad. EN tal sentido la distorsión de la información sobre los requerimientos de los estudios superiores y/o el trabajo, los temores, inquietudes y la interrelación con pares y docentes aparecen acentuados por la necesidad de un conocimiento más exhaustivo, de una capacitación adecuada sobre los recursos necesarios y de la disponibilidad de adaptaciones acordes con las necesidades educativas especiales. Finalmente, la insuficiencia de procesos de orientación, o bien su implementación conforme al modelo que sustentamos aparece como uno de los factores de relevancia en la toma de decisiones sobre las elecciones a producir. Contextos vulnerables. (Gavilan y Labourdette) Introducción La escuela es hoy una de las instituciones que masivamente enfrenta un sinnúmero de adversidades derivadas de los procesos de exclusión y desafiliación social. Su función específica comienza a alterarse y, en muchos casos, docentes y equipos de orientación carecen de la formación, programas y recursos necesarios y adecuados para intervenir con posibilidades de éxito. 1. Estado actual del tema En los comienzos del nuevo milenio, la globalización de la economía, los avances tecnológicos y la elevada competitividad laboral, exigen a los individuos una formación educativa que contemple el desarrollo de competencias que le permitan desempeñar diversas tareas de cierta complejidad. Por tal motivo la articulación entre la educación, la capacitación y el mundo del trabajo cobra una importancia significativa ya que de ello dependerá, en gran medida, la posibilidad de construir un proyecto personal. Actualmente nos encontramos con la Nueva Ley General de Educación 26.206 promulgada el 27 de diciembre del 2006, que modificó la estructura del sistema. La nueva estructura del sistema incluye la obligatoriedad de la enseñanza desde la educación inicial a la secundaria completa. Frecuentemente, las escuelas medias con poblaciones vulnerables, ante la posibilidad de que los jóvenes deserten del sistema, implementan distintos mecanismos de retención. Estos grupos, por efecto de la “retención ficticia”, están excluidos muchas veces del sistema productivo, ya que no adquirieron las habilidades esenciales y obtuvieron, en realidad, un título vacío de contenido. La demanda social a la escuela es cada vez mayor, y en la actualidad se depositan en cada una de estas instituciones muchas expectativas y necesidades de la comunidad. En cambio, nuestro marco teórico considera a la orientación vocacional ocupacional desde un modelo integral de prevención, que implica la intervención de un conjunto de estrategias institucionales e interinstitucionales. 3. Desarrollo del proyecto La Vulnerabilidad es un concepto dinámico y extenso, que indudablemente no es igual a los conceptos de pobreza o marginación, aunque los incluye. La vulnerabilidad trasciende esta condición de presente, proyectando a futuro la posibilidad de padecerla a partir de ciertas debilidades que se constatan en el mismo. En un sentido amplio la noción de vulnerabilidad psicosocial incluye dos situaciones: • la de los “vulnerados”, que se asimila a la condición de pobreza, marginalidad y exclusión, es decir la de aquellos que ya padecen una carencia efectiva que implica la imposibilidad actual de sostenimiento y desarrollo, y una debilidad a futuro a partir de esta incapacidad; • y la de los “vulnerables”, para quienes el deterioro de sus condiciones de vida, la precariedad de estrategias internas y el descuido no están definitivamente materializados, sino que aparecen como situaciones de alta probabilidad en un futuro cercano a partir de las condiciones de fragilidad que los afecta. 3.1. La escuela ante la complejidad actual Nuestro país como otros países de Latinoamérica han atravesado intensas transformaciones en el maro de los procesos de globalización. En este momento se está produciendo un cambio en la dirección política y económica de diversos países de la región. Particularmente la Argentina se encuentra en esta etapa en un claro proceso de reestructuración económica y fuerte expansión. Sin embargo, se advierte que la situación de desigualdad y de redistribución de ingresos se encuentra todavía rezagada en relación al fuerte crecimiento obtenido. Por un lado, el acceso a la escolaridad no está acompañado por expectativas de movilidad social, ya que los sectores empobrecidos tienen condiciones de educabilidad muy deterioradas. No hay correspondencia entre escolaridad y obtención de títulos que garanticen beneficios materiales, tales como puestos de trabajo e ingresos y beneficios simbólicos como prestigio y reconocimiento social. • La institución educativa Podemos decir que las instituciones educativas cumplen una doble función: por un lado son reproductoras del sistema y por otro, son agentes de transformación. La prevalencia de una modalidad sobre la otra dependerá de factores políticos, sociales, culturales y locales. Factores de reproducción o de cambio pueden producir respuestas muy diferentes, ya que en una misma sociedad hay distintos sectores sociales, pautas culturales y códigos lingüísticos. En la actualidad, los cambios en los complejos contextos socioeconómicos provocan modificaciones en el significado de la escuela, y el acceso a ella ya no está acompañado por expectativas de movilidad social; por otro lado, los sectores empobrecidos tienen condiciones de educabilidad muy deterioradas. Actualmente las escuelas están fuertemente afectadas por procesos de pauperización social que atraviesan su cotidianeidad, produciéndose situaciones no previstas. • Intervención en campo Se observa que el trabajo, muchas veces no ocupa un lugar dentro del proyecto personal de los jóvenes, sino que se transforma en una necesidad para el soporte familiar. En otros casos es sólo un medio para continuar sus estudios terciarios o universitarios. Frente a las reales dificultades en estos tipos de establecimiento, se observa en ellos que los docentes asumen a veces roles paternos tratando de ayudarlos para evitar que abandonen la escolaridad. 4. Algunas conclusiones Si es una prioridad para las poblaciones de alta vulnerabilidad psicosocial su inserción en el mundo laboral, vemos que la escuela no cuenta con estrategias que puedan viabilizar estas demandas. De lo anteriormente expuesto se deduce que existiría una contradicción entre las necesidades, demandas y expectativas de la juventud de hoy y la transmisión de competencias, valores, actitudes que se definen desde la currícula escolar. Es necesario enmarcar la Orientación Vocacional Ocupacional en un Encuadre Integral de Prevención. No podemos dejar de tener en cuenta que más allá de sus dificultades, la escuela pública sigue teniendo legitimidad, siendo el ámbito propicio para la prevención de acceso a múltiples sectores y con capacidad de convocatoria y reconocimiento, especialmente para las poblaciones objeto de nuestro estudio. (Gavilan, Cha y Quiles) En los últimos años se ha logrado la incorporación al sistema educativo formal de amplios sectores de la población en los niveles de la educación básica y secundaria. Sin embargo, las condiciones de aprendizaje y sus resultados continúan siendo diferentes según la región y el origen socioeconómico de los alumnos. El impacto de la educación en términos de eficiencia y calidad, no satisface las expectativas esenciales sino que, en realidad, profundiza la brecha de las diferencias psicosociales afectando en mayor medida a sectores de menores recursos que no cuentan con la posibilidad de acceder a escuelas preparadas para trabajar problemáticas con variables diversas que no están vinculadas directamente a lo pedagógico. No es posible construir una sociedad integrada sobre una distribución inequitativa del conocimiento. Equidad-calidad-inclusión No solo hay que garantizar el nivel de acceso igualitario para todos sino, también, implementar diversas estrategias compensatorias para equilibrar los puntos de partida tan diferente para el logro de los aprendizajes. A pesar de la inclusión educativa cuantitativamente concretada, se presenta el problema de la retención de los alumnos y el de la calidad de esa retención. En la República Argentina se realizó un proceso de transformación educativa. A partir de 1983 con el retorno a la democracia, la primera etapa se centró en la democratización de la vida cotidiana de las escuelas y en la construcción de un nuevo modelo para el sistema. La segunda etapa consistió en tomar decisiones para transferir las responsabilidades educativas a todas las provincias argentinas y establecer consensos para la aprobación y puesta en marcha del nuevo modelo. Muchas de las acciones que emprende el sistema y la escuela suelen ser meros paliativos a los problemas de la pobreza y de las desigualdades sociales de origen. Las mismas, por efecto de las diferencias en calidad y cantidad de educación se mantienen, ahondando las diferencias entre los jóvenes de los estratos de menores recursos. La inclusión aparece como problemática cuando la expansión educativa es un hecho y hay quienes no reciben todos o algunos de los beneficios de la educación. Consideraciones teóricas La Comunidad Económica Europea describió a la exclusión social como la imposibilidad o la no habilitación para acceder a los derechos sociales. Sin ayuda, con baja autoestima e inadecuación de las capacidades para cumplir con las obligaciones, existe mayor riesgo de permanecer relegado por largo tiempo a sobrevivir del asistencialismo y sufrir la estigmatización. La posibilidad de contar con una educación de calidad razonable aparece en los actuales escenarios económicos como prerrequisito central para una inserción productiva estable. Está ampliamente constatado que las diferencias sociales y culturales de los alumnos condicionan su progreso educativo y los resultados que obtienen, pero también existen constataciones de que en muchos casos el propio sistema educativo, así como también las propias instituciones, y aún los docentes, poco motivados para presentar experiencias de aprendizaje interesantes y con escaza expectativa en relación a los alumnos y la participación de los padres, generan desigualdades. El papel de la orientación Si bien la elección del polimodal en escuelas con distinta situación social difería en las estrategias utilizadas por los alumnos, tenía un eje común: se aparataba de los objetivos de la reforma y de la orientación que pretendía implementar. A través de los resultados obtenidos en nuestras investigaciones sabemos que los alumnos de poblaciones vulnerables desarrollan insuficientemente sus capacidades potenciales y destrezas cognitivas, como también presentan un desconocimiento y una desvalorización de sus propios recursos en términos de aptitudes y habilidades, lo cual los coloca en desventaja con respecto a otros grupos de jóvenes en relación a sus competencias. Los jóvenes de las poblaciones menos favorecidas reciben una capacitación limitada, no reconocen sus competencias y tienen una total desorientación respecto de su proyecto educativo y/o laboral. Lograr la elaboración y construcción de un proyecto personal en poblaciones de alta vulnerabilidad requiere de una intervención orientadora, preventiva, profundamente articulada con el proyecto institucional, que se dirija al reconocimiento y revalorización de los propios recursos y de los medios necesarios para poder cumplimentarlo. Si la educación no se acompaña de políticas más integrales y focalizadas que les permitan acceder a más y mejores servicios educativos, el efecto de la educación se debilita y, más bien, tiende a mantener la inequidad. Entendemos que la escuela de hoy, en estos contextos de marcadas desigualdades sociales, debe constituirse en una gran operatoria a favor de la Orientación. Orientar para que los jóvenes desarrollen el autoconocimiento, reconozcan sus fortalezas y debilidades, identifiquen su singularidad y desarrollen estrategias para afrontar los desafíos de vivir en contextos de gran incertidumbre y cambio. Nuevos desafíos para las escuelas y para la orientación En función de cambios sociales tan profundos que marcan esta época socio-histórica, a la escuela, en general, le corresponde el arduo desafío de poder volver a pensarse como institución y desde allí pensar sus diferentes prácticas, a las escuelas públicas en particular, les corresponde un desafío doblemente difícil: no solo tienen que poder volver a pensarse como institución, sino además pensar en cómo trabajar con jóvenes “menos conocidos” por ella. Lo nuevo desconcierta, genera preocupación o resignación, según los casos. La des-orientación puede verse encarnada no solo en jóvenes que culminan su educación médica, sino en las propias instituciones que los asisten. Esto significa que pensar en los proyectos es un emprendimiento colectivo que incluye a organizaciones como la escuela y a los miembros que las componen como alumnos y docentes. Un modelo de gestión para estas escuelas debe propiciar la reflexión del colectivo que implique cuestionarse el rol meramente técnico y al interior del aula, que en muchos casos, se tiene, dado que lo que los alumnos aprenden no pasa solamente por ese ámbito. A partir de la fuerte relación con muchas escuelas de la zona vemos que luego de un período inicial de tentativas frustrantes para todos, en que se sostuvieron las mismas propuestas para nuevas realidades, muchos están empezando a plantearse nuevas alternativas de ser/hacer escuela. Sobre esas alternativas es necesario que trabaje la orientación. No solo debe contribuir con los procesos de acompañamiento y ayuda para la elaboración de proyectos en los jóvenes, sino intervenir con sus diferentes estrategias en el acompañamiento y ayuda para la construcción de los proyectos institucionales de estas escuelas, que deben volver a preguntarse hacia dónde se dirigen y cómo tomar decisiones en función de nuevos reconocimientos que deben ser analizados. Orientación y discapacidad. (Perilli y Rocha) Para una práctica (im)posible de OV con jóvenes con discapacidad Si intentamos inscribirnos en una práctica no segregatoria, no marginadora, no exclusiva, urge interrogarnos por los sesgos de nuestra intervención en este colectivo social. El presento texto propone al menos tres líneas argumentales que trazan otra mirada sobre los modos de trabajar con la discapacidad en OV. 1. Analizar los sentidos de etiquetamiento Estas formas de nominar responden a modos de entender la discapacidad como tragedia personal o desviación social, y ubican a quienes portan dichos significantes, en identidades y condiciones sociales devaluadas a las que habría que aplicar correctivos normalizadores sean médicos o pedagógicos, ubicando a los sujetos en condición de objetos de intervención y/o rehabilitación 2. Visibilizar los invisibles La discapacidad se encuentra invisibilizada en los ámbitos laborales y universitarios, y en la agenda pública opera un desconocimiento de las necesidades, obligaciones y derechos de estos jóvenes frente a la posibilidad de proyectar su futuro. 3. Salirse de la OV para interrogarse sobre ella La OV debe inadaptarse a los cánones establecidos e intentar alojar las características y necesidades sociales de cada momento pero también actuar frente a estas por medio de intervenciones pensadas desde modelos teóricos y conceptualizaciones diferentes a las que se están acostumbrando en la comunidad de orientadores. El nuevo escenario de la discapacidad y su impacto en las prácticas de OV: desmantelar a la discapacidad. Reseña de casos Introducción Abordar a la discapacidad desde la OV nos remite a pensar en el nuevo escenario en la que ésta se encuentra por un lado, y por otro, en la gran importancia que tiene dimensionar el problema. Lo real siempre será un fantasma con el cual lidiar en la orientación de jóvenes con discapacidad, especialmente en los casos donde el déficit compromete la parte pedagógica y el deseo esté puesto en el estudio de una carrera superior. En los casos en los cuales existen posibilidades de elección, la decisión tomada estará dada por la reedición de las marcas producidas por la forma en que se inscribió la discapacidad en el yo del sujeto. Necesidad de dimensionar el problema Aunque la ley de educación superior ampara particularmente la inclusión de personas con discapacidad, hoy todavía no existen normas que regulen y reglamenten la forma en que ésta se pueda llevar a cabo. La vocación, ¿la elección? No trabajar o no estudiar es quedar afuera del sistema que regula los intercambios sociales. Todos estos procesos tienen fuerte implicancia en la constitución subjetiva. Entendemos que en el acompañamiento de estas instancias el profesional debe estar capacitado para escuchar en otro orden, donde necesariamente el padecimiento real ocupará junto a la elección del objeto vocacional un papel central. Existen “marcas” a lo largo del desarrollo subjetivo de un adolescente con discapacidad que si son correctamente leídas e interpretadas arrojan sentido al camino que éste tomará al momento de la decisión. Pero estas marcas no serían determinantes por sí solas, sino condicionantes que participarán de toda la gran confluencia de factores de este momento. No solo el sujeto es llamado a, sino que éste realiza un llamado interno a todos aquellos significantes que puedan servir de guía o puedan dar un sentido a esto que se presenta como un enigma a descubrir, la decisión a tomar. Dentro de esta pluralidad, una de las formas o modalidades de intervención que el orientador tendrá en el proceso de orientación en personas con discapacidad, tendrá que ver con la lectura e interpretación de la discapacidad como “efecto” en el sujeto. Sostenemos que: a) Si tomamos al deseo como uno de los factores que influyen en el momento electivo, diremos que esto no cambia en la situación de una persona con discapacidad ya que el deseo no se encuentra discapacitado, pero quizá sí parasitado por todos los efectos que lo simbólico realice a lo largo de la vida de ésta, tanto en sus primeras relaciones su Otro primordial, con en las subsiguientes de orden cultural. b) Otro de los aspectos tiene que ver con los trayectos de vida que ha realizado este joven con discapacidad. Observaremos que la mayoría de éstos son muy pobres con respecto las posibilidades concretas de haber transitado experiencias que hayan podido contribuir al desarrollo de los intereses vocacionales. c) El plano social nunca quedará excluido en estos procesos, ya que entendemos que el joven que acude a orientación estará totalmente atravesado por los efectos que éste haya producido en él. Todo individuo para poder advenir al mundo laboral debe primero haber transitado aquellas instancias que le permiten crear, en otros momentos lógicos, las significaciones de un proyecto de vida de sus propias biografizaciones. d) Por otro lado diremos que sí existe una realidad de la cual es preciso no escapar, que está vinculada a la limitación real que la discapacidad produce en el sujeto. Estas limitaciones dejan huellas que se van registrando y producen determinado tipo de subjetividad. La fortaleza con la cual el yo de la persona enfrente el impedimento será determinante en el proceso de inclusión, por ende no todos los casos tendrán la misma particularidad. Dos cuestiones para contribuir a la labor en la problemática 1. Debido a la complejidad que presentan las instancias de elección vocacional diremos que el orientador deberá estar capacitado para: a) Entender de forma global la problemática de la discapacidad, en sus aspectos individuales subjetivos, familiares, y sociales contextuales. b) Conocer y comprender las leyes y legislaciones que amparan a la persona con discapacidad. c) Tener capacidad de escucha. d) Poder orientar en cuanto a la información adicional que el sujeto necesite debido a la particularidad de su discapacidad. e) Estar asesorado de todos los avances técnicos, tecnológicos y científicos que se produzcan en esta materia. 2. Por otro lado en relación a cuestiones más globales los profesionales involucrados en la temática deberían: • Generar conciencia colectiva sobre la necesidad de investigar más y de elaborar más bibliografía en torno a la OV en personas con discapacidad. • Tener injerencia e implicancia en la elaboración de políticas públicas sobre la problemática. • Promover que la instancia de OV en personas con discapacidad sea incluida en todos los espacios en donde se brinden estos servicios. Estrategias de intervención. Trayectorias educativas y laborales de la perspectiva de género. (Millenaar y Jacinto) Como consecuencia de los profundos cambios en el mundo laboral y de los quiebres en el vínculo entre educación y empleo, la posibilidad de acceder a un trabajo estable no resulta fácil para ningún joven. Sin embargo, aquellos que provienen de hogares de bajos ingresos tienen escaso o nulo acceso a empleos de calidad y suelen emplearse en trabajos inestables y precarios. En Argentina, esto sucede, incluso cuando logran finalizar la escuela secundaria. Operando al mismo tiempo como otra de las formas de la inequidad social, la desigualdad de género persiste en el mercado de trabajo. Aun a igualdad de títulos y formación, las mujeres son discriminadas en el mercado de trabajo. Entre los elementos que permiten comprender la desigual distribución de los empleos entre varones y mujeres se mencionan no sólo las características de la demanda laboral, sino también los mandatos culturales que señalan cuáles son los empleos asociados a los géneros y que inciden en la división de las responsabilidades domésticas y usos del tiempo entre varones y mujeres. En los sectores más pobres estos imaginarios operan con fuerza diferenciando la distribución de responsabilidades respecto del trabajo doméstico y extradoméstico. Las subjetividades en torno al género tienen fuerte peso en la construcción de las trayectorias laborales de mujeres y varones. Brechas entre varones y mujeres jóvenes egresados de dispositivos de formación profesional y orientación socio-laboral Mientras para los varones provenientes de hogares con Capital Educativo Bajo (CEB) el paso por el dispositivo parece haber redundado en mejores empleos, para las mujeres del mismo nivel social apenas significó mayor tendencia a ser activas, pero en empleos de baja calidad. A pesar de que el dispositivo, en combinación con el título secundario, permite producir un mejoramiento en la situación ocupacional de los jóvenes. Esto se evidencia más claramente entre los varones debido al conjunto de factores que operan para producir y construir la segregación laboral de las mujeres. Cuando el dispositivo de formación reproduce desigualdades de género Continuando con el análisis de la sub-muestra de jóvenes que provienen de hogares con CEB podemos reconocer que las mayores y mejores oportunidades laborales de los varones se refuerzan por su asociación con dos dimensiones: 1) la obtención del título de nivel secundario y 2) la participación en cierto tipo de dispositivos. Son los varones que completaron el secundario y se vincularon a dispositivos de formación profesional (FP) brindados por sindicatos o que participaron de pasantías en la modalidad técnica del secundario, quienes presentan una mayor movilidad del empleo no registrado al empleo registrado en sus trayectorias. La mayoría de las mujeres que contaba con CEB se vinculan a dispositivos que conducen a empleos de menor calificación. En los pocos casos en los cuales las chicas sí se vinculan a estos dispositivos y se forman en oficios no vinculados al mundo de lo femenino, las incidencias tampoco son tan reconocibles para ellas. Aquí, entonces,lo que se evidencia es una discriminación de género por parte del mercado de trabajo, que privilegia la incorporación de nuevos ingresantes varones y cierra las puertas a las mujeres, a pesar de que cuenten con el mismo título y la misma formación. Las posiciones ante los estereotipos de género configuran trayectorias laborales diferenciadas Las diferentes trayectorias que pueden reconocerse se vinculan a una configuración de factores donde el posicionamiento subjetivo acerca de los estereotipos de género cobra un valor significativo. Las cuestionadoras: acceder al empleo formal y sortear las discriminaciones de género Un primer grupo de jóvenes presenta la característica de haber accedido a un empleo formal y de tiempo completo luego del dispositivo. Entre estas chicas, se evidencia una movilidad en sus trayectorias debido al mejoramiento de su situación laboral respecto de sus empleos anteriores. La mayoría de estas jóvenes logró terminar la secundaria y comparten una percepción positiva del trabajo, como aquello asociado a la realización personal. Al dispositivo llegan decididas respecto de su proyecto laboral: todas desean trabajar, mejorar sus carreras profesionales y el tipo de formación que buscan se encuentra vinculado a un oficio específico. Sin embargo, si bien las chicas acceden a empleos formales, en muchos casos no realizan las mismas tareas que los varones a pesar de haber obtenido la misma titulación. Las disconformes: no trabajar mientras se espera algo mejor Un segundo sub-grupo está constituido por aquellas chicas que, luego del dispositivo, no se encuentran trabajando. Estas jóvenes asignan un lugar relevante al trabajo en sus propias vidas y se manifiestan con cuestionamientos a los estereotipos tradicionales de género. Sin embargo, las disconformes se definen como desocupadas. El dispositivo resulta una experiencia de poco impacto en sus trayectorias. Si bien el curso resultaba una estrategia para conseguir un trabajo, se prefiere hacer valer su titulación secundaria y permanecen en la desocupación mientras esperan una oportunidad laboral que las satisfaga. Estas jóvenes manifiestan insatisfacción con las oportunidades laborales que se les han ofrecido. Tanto en relación con los aspectos formales, como también en relación con las tareas y al clima laboral. En general, esta insatisfacción puede vincularse a la discriminación de género. Las adecuacionistas: acceder a un empleo como proyecto secundario o complementario El tercer grupo se caracteriza por presentar algún cambio en su situación laboral si se compara el momento previo y posterior al paso por el dispositivo. Entre las jóvenes de este grupo se observa que muchas de ellas pasan de la inactividad o desocupación a la ocupación en un empleo generalmente informal de pocas horas a la semana. La característica, en este grupo, es que las jóvenes comparten la satisfacción por el empleo obtenido. También coinciden en que el proyecto principal en sus vidas no se asocia a trabajar, manifestando cierta adherencia a los estereotipos tradicionales de género. En este sentido, este grupo prioriza el proyecto maternal y, por lo tanto, se sienten a gusto con un trabajo part-time porque les permite estar más tiempo en casa con sus hijos. Las resignadas: acceder a un empleo que se padece El cuarto sub-grupo de mujeres jóvenes se caracteriza por encontrarse ocupadas luego del dispositivo en empleos similares a los que ya venían teniendo, y por compartir una percepción negativa del trabajo y una mirada crítica respecto de su ocupación presente. Estas jóvenes se acercan a los dispositivos con la intención de adquirir una formación que les sirva para mejorar su trayectoria laboral. Comportan una posición de género tradicional y lamentan la necesidad de verse obligadas a trabajar. Las (auto)excluidas del mundo laboral: dar prioridad a los roles reproductivos El quinto sub-grupo, al igual que el anterior, tampoco se encuentra trabajando pero no se definen como desocupadas. En el caso de estas jóvenes, al no contar con el título secundario, son conscientes de su falta de oportunidades laborales. Esto se suma a que presentan un marcado rol como amas de casa y madres. En el grupo de las (auto) excluidas se observa cómo las decisiones en torno a la actividad laboral se asocian a las otras diversas responsabilidades que asumen las mujeres. Conclusiones Si por un lado se asume que los jóvenes provenientes de sectores populares son quienes mayores obstáculos encuentran en sus procesos de inserción laboral, reconociéndose en la desigualdad social un factor de segmentación, por otro lado, resulta evidente que la desigualdad de género intensifica y complejiza esas segmentaciones. La segregación ocupacional responde a una multiplicidad de factores que refieren a la segmentación de la demanda de empleo, pero que se refuerzan a través de la socialización y las intervenciones institucionales que actúan, ellas mismas, con sesgos de género. UNIDAD 9: ADULTOS MAYORES, TRAYECTORIAS Y PROYECTOS. La Orientación en el nuevo modelo de envejecimiento activo: aspectos significativos: familia, Jubilación. (Aisenson) Para los adultos mayores se renuevan los cuestionamientos de la propia biografía y las opciones y elecciones posibles, en el marco de la jubilación y de los cambios que van surgiendo en la trayectoria personal. La transición de la escuela al trabajo y, por otro lado, del trabajo a la jubilación necesariamente ubica al sujeto en relación con un futuro incierto en tanto desconocido. Crear un proyecto en esos momentos pone en circulación la historia del sujeto que resignifica los anhelos propios en relación con la nueva etapa. La identidad se reordena permanentemente en el trasfondo de experiencias cambiantes de la vida cotidiana. Proyectos y representaciones de los adultos mayores Existe un conjunto de prejuicios, estereotipos y discriminaciones hacia las personas adultas mayores simplemente en función de su edad. El envejecimiento produce un duro golpe a los ideales narcisistas de eterna juventud y a las aspiraciones inconscientes de omnipotencia, completud y perfección. Denominaremos grupo A a la población de adultos que concurría a un centro de jubilados de una entidad intermedia. El grupo B corresponde a una población que había terminado recientemente su ciclo de actividad, pasando a ser jubilada, y que concurrían a la institución para un programa de reorientación de intereses. Grupo A Para este grupo es fundamental el ámbito familiar, que condiciona sus representaciones del mundo y de sí mismos, así como sus vínculos, cualificando los proyectos que construyen. El proyecto de vida, caracterizado por la pertenencia a un ámbito familiar, es endogámico. La identidad está dada por los otros como referentes de sus metas. Predominan los vínculos primarios. El hombre ocupa el lugar de proveedor de los recursos económicos, contrariamente a la mujer, que está al servicio del hogar. Otro factor de peso que condiciona su posicionamiento en la vida y en la sociedad, así como su actitud hacia nuevos aprendizajes, es el nivel de escolaridad alcanzado (primario). Algunos se posicionan en un lugar de invalidez. Todo lo que viene de afuera se percibe como peligroso; lo nuevo es atemorizante y amenaza la pérdida de la estabilidad. La actitud ante el cambio es por lo tanto de rigidez. El empleo del tiempo libre aparece connotado negativamente como ocio y carente de utilidad. Este grupo se caracteriza por su falta de autonomía para la toma de decisiones. Expresan sentimientos de pasividad, impotencia y marginación. Parecen identificados con representaciones sociales descalificatorias y prejuiciosas acerca de ellos mismos. Grupo B El trabajo vertebró sus vidas y el nivel de educación, superior al de sus padres, favoreció su mejor inserción social. Sus valores e ideales se refieren al desarrollo personal a través del estudio y del trabajo. Para ellos, es un baluarte el bienestar logrado por haber pertenecido a la institución laboral, que funciona como soporte identificatorio. Respecto de sus recursos personales, tiene plasticidad y platean varias posibilidades en cuanto al desarrollo de proyectos y estrategias. Dan cuenta de un grado alto de autonomía. El proyecto de vida está centrado en los proyectos personales y profesionales. Poseen capacidad de aprendizaje y de simbolización, recursos personales y herramientas para lograr ampliar su información. La autoestima se ve afectada en el momento de la jubilación, ya que su valoración está determinada por el trabajo y el reconocimiento de los demás. Surge la posibilidad de ocupar el tiempo libre con aspiraciones y deseos relegados, pero necesitan ayuda para poder ubicarse frente a su nueva situación, para organizar y desarrollar su tiempo de una manera creativa y personal. Adultos Mayores y la inclusión en el contexto social, nuevos roles ocupacionales en el esquema de roles personales. Estrategia de intervención en la elaboración de proyectos con adultos mayores. El rol del orientador/a con el adulto mayor. En la actualidad, la orientación es concebida como una instancia necesaria a lo largo de toda la vida, y no como una consulta puntual en el momento del ingreso al trabajo. La OV se propone ayudar a los sujetos a elaborar sus proyectos personales, ampliar su información y su visión de los trabajos y los estudios y planear estrategias para enfrentar con autonomía las situaciones de transición e inserción sociolaboral. El grupo actúa como agente de salud, ya que cumple funciones de contención, estimula la toma de decisiones, estimula la toma de decisiones de sus miembros, motoriza deseos postergados y ayuda a genera sentidos, metas y proyectos. Hoy, la crisis socio-laboral produce desestructuraciones y plantea interrogantes sobre las posibilidades de integración social. Los adultos mayores se encuentran implicados en un proceso de duelo a partir de la jubilación, que pone en tensión sus biografías y conduce a nuevas orientaciones de sentido. Los ámbitos de socialización y las instituciones tienen un papel protagónico como dispositivos protectores u obstaculizadores. Los horizontes encuentran alternativas o limitaciones según las capacidades para producir nuevos aprendizajes, lo cual requiere por parte de los sujetos una continua reorientación de sus proyectos y estrategias y hasta cambios en la propia identidad. La orientación en redes y lo interdisciplinar. UNIDAD 10: LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA EN LAS INSTITUCIONES Orientación y la Institución Educativa. (Rascovan) La escuela ha sido un invento de la modernidad cuya función principal fue la transmisión y apropiación cultural. Fue la institución encargada de adaptar a los sujetos a la lógica de una maquinaria social que requería mano de obra para nutrir el aparato productivo. Es innegable que, a fines del siglo XIX y principios del XX, la educación pública constituyó una idea revolucionaria que propició la inclusión de los sectores populares y estableció un límite a las políticas de privilegio. Si algo resulta claro y relativamente consensuado en la actualidad es que el dispositivo escolar no responde a las nuevas demandas y, por lo tanto, debe ser urgentemente revisado, reformado, recreado. Escuela, estado y mercado Pensar la relación entre Estado, mercado y escuela resulta indispensable. Lo propio de este tiempo es la pelea por la recuperación del derecho a la educación y a la salud para todos. Los sistemas de dominación van cambiando con las épocas. El régimen disciplinario, autoritario, fue el principal en tiempos de apogeo de los Estados nacionales. Ese escenario rigió hegemónicamente hasta que el mercado comenzó a disputarle su lugar como principal regulador de la vida social. El imperativo actual en educación es generar espacios para pensar, para crear, para darnos permiso a reinventar una institución que todavía tiene mucha vigencia y sigue siendo uno de los principales sostenes en la constitución de ciudadanía y en la promoción de los derechos humanos. Las prácticas de la orientación educativa Los dispositivos de acompañamiento se enmarcan en el campo de la llamada “Orientación Educativa”. Existe un conjunto de acciones en distintos niveles y ciclos del sistema educativo que abordan un amplio espectro de problemáticas y de conflictos que atraviesan dimensiones pedagógicas, institucionales, sociales y subjetivas. La práctica de la Orientación Educativa está a cargo de profesionales con formaciones académico disciplinares distintas. Todos ellos, a pesar de sus diferencias, suelen denominarse genéricamente orientadores. Podríamos concebir a la Orientación Educativa como el conjunto de discursos y prácticas que promueve la interrogación de la dimensión conflictiva de las instituciones educativas, al mismo tiempo que colabora en el desarrollo y cumplimiento de sus funciones específicas. La especificidad de la Orientación Educativa puede situarse en la dimensión conflictiva propia de las intersecciones entre los sujetos, los grupos, las instituciones y las comunidades. La particularidad de la Orientación Educativa respecto de otras prácticas en el campo de la educación haría referencia a intervenciones centradas en aquello que acontece en un "más allá" de lo estrictamente pedagógico-didáctico. Ese "más allá" estaría íntimamente asociado al malestar que se produce a partir de que los sujetos deben resignar parte de los modos de satisfacción pulsional para resultar socialmente aceptables. La función de la Orientación Educativa se desplegaría en un doble circuito. Por un lado, una posición analítica, clínica, en un sentido amplio del término, basada en la deconstrucción de la dimensión conflictiva de la vida en las instituciones educativas y del malestar como expresión de ella. Por otro, en una posición pedagógica centrada en la construcción de líneas de acción, de estrategias de intervención, de programas relacionados con la vida institucional y las problemáticas psicosociales de época. Sería el pasaje del conflicto a la configuración de una situación problemática. Se trata de favorecer la implicación de los sujetos participantes para permitir registrar que "yo/nosotros tengo/tenemos algo que ver con aquello que me/nos pasa". Si algo aporta el psicoanálisis a la práctica clínica tanto a nivel individual como en la "numerosidad social" es, justamente, pensar los síntomas como producción de sentido. De este modo, la operatoria que transforma el conflicto en síntoma posibilitará la implicación subjetiva, permitiendo reconocer la existencia de un más allá de lo racional, otorgándole al sufrimiento sentidos propios, singulares. La condición de síntoma y el malestar asociado pueden ayudar, entonces, no solo en el proceso de significación sino en la búsqueda de su transformación. En la medida que algo nos resulte molesto, podremos generar caminos de elaboración. La escucha es un proceso de apertura a la "diferencia", a la otredad. Escuchar es la operatoria para registrar lo que el otro esconde, niega, enmascara. Mientras la posición clínico-analítica está centrada en la escucha, la segunda permite planificar acciones que colaboren en La eficacia del funcionamiento del dispositivo escolar y de la salud de los diferentes actores. Nuestro desafío es intentar articular y aportar al mejoramiento del funcionamiento institucional en las circunstancias y situaciones agudas que viven las sociedades y Las organizaciones educativas en la actualidad, pero también al respeto por la subjetividad y la producción singular de los diferentes actores que la componen. La Orientación Educativa así pensada es irreductible a lo pedagógico, sociológico y psicológico. La Orientación Educativa constituye una estrategia de acompañamiento de los diferentes actores que componen la escena educativa. El carácter artesanal y situacional de esta práctica implica una lectura aguda de las problemáticas propias de cada institución. La propuesta que compartimos los autores trata de fundar un espacio diferenciado de discurso técnico pedagógico que sobreentiende la escena institucional. Ese discurso basa su arquitectura en un ideal de adaptación total del sujeto al medio (sociocultural) y a la institución. Proponemos una perspectiva crítica, un abordaje desde la complejidad que desnaturalice los fenómenos sociales y que propicie la deconstrucción de las tramas que tejen las situaciones problemáticas institucionales. Este saber crítico tiene, entonces, objetivos emancipadores que deberían constituir el pilar de las prácticas de la orientación. Se procurará analizar las problemáticas de la vida actual, reconociendo las singularidades y las especificidades de cada sujeto y sector social, así como también el análisis de las operaciones que sostienen y promueven ciertos ideales. El abordaje mencionado propone no legitimar lo que ya se sabe sobre los problemas subjetivos e institucionales y sobre los dispositivos tradicionales de atención-acompañamiento, sino abrir interrogantes sobre sus enunciados y sus prácticas con el propósito de alentarnos a pensar la Orientación Educativa de otro modo. Intersecciones entre salud y educación Afirmar que ciertos problemas son propios de las intersecciones entre salud y educación es indicarlas coordenadas que lo constituyen en los múltiples atravesamientos, sin encasillarlos disciplinariamente. De este modo, no solo nos apartamos de la rigidez disciplinaria, sino que al nominar intersecciones entre salud y educación, aludimos al nivel socio-institucional en el que los problemas se presentan a nuestro análisis e intervención, problemas que a su vez ciertas disciplinas pretenden capturar, transformándolos en objetos discretos. Desde nuestra perspectiva, se trataría de una orientación que no orienta, sino que sea capaz de sostener la singularidad y el protagonismo de los sujetos, de los grupos y de las instituciones en la definición de sus propios problemas y en la búsqueda colectiva de las alternativas para abordarlos y superarlos. Es por ello que al nominar intersecciones entre salud y educación, intentamos alejarnos de un lugar omnipotente y omnisciente. La nominación intersecciones entre salud y educación es representativa de lo que hacemos, pero fundamentalmente de lo que queremos hacer. Esto es, enunciar ciertos problemas sin reducirlos al dispositivo escolar. El campo de la salud mental puede adjetivarse como "comunitario". En ese vector, podríamos situar la salud mental comunitaria (SMC) en las complejas interpelaciones que se producen entre los sujetos y los conjuntos sociales. Calificar de comunitaria la salud mental hace visible la imposibilidad de reducir los problemas psíquicos al sujeto o a la sociedad exclusivamente. La idea central de la SMC es, entonces, trascender la noción de enfermedad mental, y promover una consideración del sufrimiento humano en su inseparable articulación con la vida social. Las perspectivas críticas para comprender e intervenir en las intersecciones entre salud y educación pondrán mayor interés en Los sectores más desprotegidos de la población, estimulando que Las prácticas de Orientación Educativa puedan integrarse al conjunto de las políticas sociales en general, lo que lleva a la posibilidad de que coexistan y se articulen como dispositivos de intervención en instituciones educativas y de salud con otros programas de alcance social y comunitario. La salud mental será comunitaria en tanto trascienda los límites impuestos por las concepciones insulares del padecimiento psíquico. La salud mental será comunitaria en tanto procure desentrañar las problemáticas del poder, develar la dimensión política y social de todo padecimiento y sus formas de abordaje. La salud mental será comunitaria, también, cuando logre constituirse como una práctica sanitaria que promueva espacios de participación colectiva, a través de los cuales el colectivo mismo defina sus propios problemas y, obviamente, la búsqueda de sus soluciones. Rol del orientador en las instituciones. Departamentos de Orientación. (Stabile) Fortalecer la capacidad de los jóvenes para definir su proyecto de vida dotarlos de los instrumentos básicos para que se conozcan y construyan su identidad, preparar a todos para seguir estudiando, para ingresar al mundo laboral, son ejes centrales de las modalidades pedagógicas y orientaciones laborales vocacionales. La escuela tiene como función principal el aprendizaje intelectual pero, a su vez, su intención es transmitir actitudes, modos de comunicarse y valores. Esto produce un aprendizaje tanto social como afectivo en los alumnos, quienes ya traen y construyen un andamiaje de aprendizajes producidos en la relación familiar y en el medio social y cultural al que pertenecen. Se podría decir que se solicita a la escuela no sólo el informar, sino también formar a los alumnos, enseñarles a pensar, a transmitir valores, a proteger la vida y promover la salud. Se define a la Orientación Educativa como aquella “que aprovecha cada contenido curricular para incorporar dinámicas y actividades de reflexión que, al transversalizar los contenidos específicos, los actualizan y vinculan con otras disciplinas y con la vida actual extra escolar”. Si bien existe un gran número de definiciones sobre la Orientación Educativa, todas ellas poseen en común el reconocimiento de tres dimensiones estrechamente relacionadas: • La Orientación Escolar: aquellas actividades de ayuda brindadas en relación a los procesos de enseñanza-aprendizaje. Su énfasis se centra en el aprendizaje, por lo tanto procura el mayor rendimiento académico, el desarrollo de aptitudes, la integración a la institución educativa. • La Orientación Personal: enfoca la orientación en su aspecto de ayuda a la persona, específicamente en el autoconocimiento. • La OV – Profesional: se dirige a promover el conocimiento persona, como aspecto relacionado con la Orientación Profesional, y también a promover la interacción grupal, la reflexión sobre las realidades ocupacionales y académicas de los ciclos siguientes y la elaboración del Proyecto de Vida. Esta división solo posee fines didácticos ya que uno no podría darse sin la otra. Funciones y objetivos del departamento de orientación en la Escuela Desde este abordaje los objetivos se centran en actuar preventivamente en todas las tareas institucionales que posibiliten: • Favorecer vínculos de comunicación e interrelación permanente entre los distintos integrantes de la comunidad educativa. • Esclarecer, asesorar y orientar a quienes lo requieran. • Facilitar a los docentes y preceptores el planteamiento de situaciones problemáticas, individuales y/o grupales. • Delimitar adecuadamente la consulta, esclareciendo la demanda y derivando a quien corresponda. • Sostener el seguimiento pertinente ante situaciones problemáticas. • Promover el intercambio e interacción grupal, en los cursos, atendiendo a la diversidad de los vínculos entre ellos. • Facilitar la integración y acomodación de los alumnos nuevos y repitentes. • Afianzar estrategias de inclusión de los alumnos con capacidades diferentes. • Establecer criterios de continuidad en los legajos de los alumnos de distintos niveles. • Realizar reuniones con el equipo directivo para una mayor información, comunicación e intercambio desde una tarea en equipo. • Generar espacios de diálogo, e interrogantes acerca del presente y futuro, en términos de estudio y/o trabajo. • Promover la reflexión sobre las realidades ocupacionales – académicas y la elaboración de un Proyecto de Vida. • Articular el accionar docente entre nivel primario y nivel secundario, si éste fuera el caso de la institución • Organizar la construcción de espacios tutoriales. • Acompañar a los alumnos en su proceso evolutivo y de aprendizajes respetando su individualidad, de tal manera que puedan desarrollar sus propias potencialidades y competencias, conociendo sus dificultades, limitaciones en beneficio de su autoconocimiento y adquisición de autonomía. Al incluir la OV a la Orientación Educativa, los logros alcanzados mediante la primera podrían repercutir positivamente en la segunda generando un efecto preventivo mucho más amplio, ya que no sólo se incidiría sobre “Lo vocacional” sino en el desarrollo del individuo general. Trayectorias educativas. Articulación en los distintos niveles educativos. Orientación en el Ciclo orientado-FVTOrientación y tutorías. (Rascovan) Las tutorías como dispositivo de acompañamiento Se trata de una construcción pedagógica, de un dispositivo que surge como efecto de un proceso sociohistórico que generó las condiciones para su institucionalización y que se sostendrá mientras tenga sentido, mientras conserve sus funciones. Las tutorías como dispositivo son una de las posibles estrategias que ayudan a sostener las trayectorias de los estudiantes, dinamizar Los procesos de enseñanza-aprendizaje, al mismo tiempo que colaboran en hacer más habitable la vida cotidiana en la institución educativa. Podemos considerar la época que transitamos como un impasse, un "mientras tanto", en el que debemos sostener las instituciones en general y la escuela en particular. Hacerlo no supone una actitud conservadora, opuesta a los cambios. Lo determinante seguirá siendo que los procesos de transmisión y apropiación cultural sean un derecho de todos. En este marco es que pensamos las tutorías. No como solución a la crisis, sino como una de las formas, uno de los "inventos" para transitarla. En un sentido restringido, las tutorías como estrategias de acompañamiento a los estudiantes en las trayectorias académicas son una herramienta central que colabora a paliar el abandono de las instituciones educativas por parte de los sujetos que han comenzado sus estudios y a promover procesos de retención de la matrícula. Las tutorías son un recurso para encarar procesos de acompañamiento y sostén. Lo determinante en cualquier proceso de acompañamiento es el protagonismo del "acompañado". Intentamos pensar y revalorizar las tutorías en su función instituyente como acto mismo de creación. Es precisamente allí cuando los actores institucionales se ponen a pensar, a inventar, a crear las formas propias de las tutorías en cada institución, donde operará fundamentalmente su eficacia. Lo definitorio será, pues, no dejar de crear, de inventar formas que ayuden a que las instituciones educativas sigan siendo formadoras. Las tutorías concebidas como un espacio institucional específico al que los estudiantes pueden acercarse individual y/o colectivamente cuando lo necesiten permite vehiculizar dudas, expectativas, conflictos, desafíos, responsabilidades. Entre todas las funciones que se podrían asignar a las tutorías en general y las que operan en las escuelas secundarias y universidades en particular, queremos subrayar dos: los procesos de inclusión social y la participación de los diferentes actores en el funcionamiento y la gestión institucional. La importancia de un sistema radicaría en ser el relevo formalizado de prácticas sociales espontáneas. En esa línea, se trataría de instituir lo que no todos los sujetos pueden autogestionarse de manera singular. Las tutorías serán espacios en que puedan interactuar diversos actores, de manera que sea una preocupación de todos y cada uno de sus miembros. Como ya hemos advertido, una de las principales limitaciones de la acción tutorial será que se restrinja exclusivamente a las tareas del que fuera designado con el nombre de tutor. Las tutorías como sostén implicarían asumir una posición que se nutre de las enseñanzas de la escucha analítica, en la medida que se evitará otorgar significación a los decires de los otros, intentando dar cauce a sus preocupaciones sin obturar con interpretaciones apresuradas e intervenciones abruptas. Por lo expresado, es evidente que revalorizamos los dispositivos de tutorías, básicamente porque, en tiempos de cultura de mercado, podrían pensarse como una expresión contracultural, como la promoción de una ética basada en la solidaridad. Las tutorías y la ética en relación con el otro Las tutorías son, centralmente, un dispositivo de acompañamiento a los estudiantes en la construcción de sus trayectorias académicas por la institución. La institución en su conjunto será la responsable de promover trayectorias saludables de los estudiantes. Estará más cerca de lograrlo en la medida que cumpla su función central de enseñanza-aprendizaje pero, también, de otorgarle un lugar prioritario a los procesos de subjetivación como aspecto inherente a las prácticas educativas. Nos posicionamos desde un lugar de renuncia a las maniobras que intentan convertir la relación de filiación en una relación de causalidad o de posesión. Las tutorías serán, pues, herramientas para favorecer el encuentro entre los estudiantes, a través de la estimulación de los procesos de socialización que les permitan, en tanto recién llegados, ir construyendo, en su trayectoria estudiantil, un sentimiento de pertenencia institucional que colabore a sostener sus propios proyectos personales y educativos, buscando formas singulares de sortear los diversos obstáculos y dificultades que la vida académica presenta. En síntesis, las prácticas de las tutorías suponen estrategias, técnicas, actividades, recursos, pero básicamente una ética respecto del otro. El rol de los actores institucionales. Transición a los estudios superiores y el contexto laboral. Acompañamiento educativo y sus trayectos: Estrategias de intervención en el ingreso, permanencia y egreso. Reorientación. Construcción del Rol profesional y laboral. UNIDAD 11: LA ORIENTACIÓN VOCACIONAL Y OCUPACIONAL EN EL CONTEXTO SOCIO-ECONÓMICO ACTUAL El mundo del trabajo hoy: globalización, flexibilización, competitividad. (Rascovan) Si el mundo del trabajo será uno de los escenarios por donde los alumnos irán encarnando la transición a la vida adulta, entonces, nuevamente, la escuela aparece como un espacio posible, una oportunidad, para poder estudiarlo, conocerlo y, en última instancia, para ayudarlos a prepararse para el futuro que vendrá. Pensar sobre el mundo del trabajo ayudará a los jóvenes a anticiparse, a prepararse, a no dejarse sorprender. ¿Qué es el trabajo? El trabajo es uno de los aspectos que distinguen al ser humano. En este sentido amplio se podría decir que trabajo es el conjunto de actividades que realiza un sujeto que vive en una sociedad y cultura determinadas. En un sentido más restringido, se denomina trabajo a una actividad humana orientada hacia un fin, que es la producción de bienes y servicios a través del cual se satisfacen necesidades sociales e individuales. Al intentar profundizar en el tema, advertimos la necesidad de diferenciar las actividades humanas de acuerdo con distintos parámetros: obligatoriedad, remuneración, tiempo. Se denomina proceso de trabajo a la articulación entre el ejercicio de la fuerza de trabajo, o trabajo, que se aplica sobre los objetos de trabajo apoyándose en los medios de trabajo para generar bienes y servicios que tengan un valor de uso social. El trabajo puede pensarse desde dos dimensiones: social y subjetiva. Desde lo social, el trabajo es un modo de acción correspondiente a una particular estructura productiva, y desde lo subjetivo, es una forma de satisfacer la necesidad de realización personal. Puede afirmarse que el vínculo con el trabajo tiene tanta importancia como el vínculo amoroso en el equilibrio de una persona. Con el advenimiento de la civilización surgió la división de trabajo. Es decir, que el trabajo empezó a llevarse a cabo por personas que ocupaban lugares o roles diferenciados en el sistema social. Comenzaron a diferenciarse claramente los poseedores de los medios de producción y los que trabajan para ellos. El trabajo en las sociedades modernas: el sistema capitalista de producción El desarrollo del sistema capitalista de producción, que tuvo su origen en la Revolución Industrial, produjo un gran avance de las técnicas productivas y de la ciencia aplicada al desarrollo industrial. Las formas de producción propias del sistema capitalista, podrían caracterizarse básicamente en: • Organización científica del trabajo (OCT/Taylorismo) • Racionalización, Mecanización y Cadena de Montaje (Fordismo) • Automatización microelectrónica o informatización (Toyotismo). Desocupación y educación A medida que se asciende en los niveles de educación disminuye el porcentaje de desocupados. Para los sectores sociales más instruidos, personas con alta calificación profesional, la problemática, tal vez, no esté centrada en el desempleo, sino en las frustraciones por el desempleo de tareas y actividades laborales que están por debajo de las posibilidades que su formación les permite. Desde una perspectiva individual, tener un título, hoy, no es garantía de conseguir trabajo, aunque es cierto que las personas que poseen un título son menos vulnerables al desempleo. Los títulos o las credenciales ayudan pero no garantizan; la diferencia, en última instancia estará dada por la actitud de quien busca insertarse y mantenerse en el mercado de trabajo. Desocupación y pobreza El aumento de la pobreza y de la indigencia se explica no sólo por el mayor desempleo, sino también por la desigualdad en el reparto de la riqueza y por la escasa cobertura social para los desocupados. El problema de la desocupación en el mundo El informe “El empleo en el mundo” de la Organización Internacional del Trabajo de 1998, revela que más de mil millones de personas en el mundo, casi un tercio de la población en condiciones de trabajar, no tienen precisamente trabajo o están subempleados. Los chicos y el trabajo En el mundo hay 250 millones de chicos obligados a trabajar desde pequeños en condiciones infrahumanas y en tareas que suelen impedirles la continuación de los estudios básicos. Entre las múltiples variantes que adopta la explotación infantil en el mundo, es destacable la realidad que enfrentan las minorías étnicas más pobres de cada región. “Las carencias en la infancia se plasmarán inevitablemente en una exclusión estructural en la adultez. Las privaciones en la infancia constituyen el más eficaz mecanismo de reproducción y multiplicación de la exclusión y privación para el conjunto de la sociedad”. La flexibilización La flexibilización laboral, juntamente con los cambios introducidos por las llamadas nuevas tecnologías de producción y de administración del trabajo, están afectando y transformando las relaciones entre el capital y el trabajo. Los cambios son de tal magnitud e intensidad que recuerdan a los propios comienzos de la Revolución Industrial. Las formas concretas de la flexibilización laboral Los tipos y formas de la flexibilización varían de acuerdo con los distintos criterios de clasificación utilizados por expertos, pero más allá de pequeñas diferencias, es posible agruparlas en cuatro formas básicas: 1. Flexibilización salarial Esta forma de flexibilidad tiene como propuesta básica la posibilidad de modificar rápidamente los salarios, a partir de que la fijación de los mismos no está determinada o condicionada por tablas o escalas rígidas. 2. Flexibilidad numérica Su objetivo es permitir la modificación de la cantidad de trabajadores de las empresas de acuerdo a las variaciones o cambios en la demanda de los mercados o las modificaciones provocadas por la introducción de nuevas tecnologías, o en algunos casos, a los propios resultados económicos de las empresas. 3. Flexibilidad organizativa y técnica o funcional Esta forma de flexibilidad se vincula básicamente con la capacidad de una empresa o unidad productiva de adaptar su organización y gestión de la producción a los cambios originados por la introducción de nuevas tecnologías, a los vaivenes de la demanda ocasionados por el aumento de la diversidad y el ritmo de producción de las mercaderías, y al incremento de competencia en los mercados. Es por lo tanto, una estrategia global de las empresas para hacer frente a una demanda de los mercados cada vez más incierta y aleatoria. En lo que respecta a los trabajadores, la idea central está dada por el concepto de trabajador polifuncional. El modelo sería aquel trabajador que puede asumir las funciones más diversas. 4. Flexibilidad del tiempo de trabajo Comprende la posibilidad de adaptación de los honorarios de trabajo y del tiempo global de trabajo. Es decir, se pasa de un modo de uso del tiempo rígido, prefijado y casi inmodificable, a otro en donde el orden está dado por la adecuación de los tiempos y horarios de trabajo a las necesidades de la producción y de la reorganización técnica de las empresas. Flexibilización y desocupación La lucha contra el desempleo tuvo dos “frentes”. Por un lado los defensores de la flexibilización laboral que pensaban que la flexibilización crearía condiciones propicias para la contratación de personal. Por otro, quienes consideraron que el cambio legal no determinaría la modificación del empleo, sino que éste depende de medidas tendientes a dinamizar la inversión productiva y, a través de ella, la creación de nuevos puestos de trabajo. Pareciera necesario realizar algunas modificaciones a la legislación laboral con el propósito de adaptarse a las transformaciones registradas en las formas de organización de la producción y de los servicios, a la aceleración de los cambios en la demanda de los mercados y a la competencia derivada de la apertura e interrelación de las economías. El contexto socio-económico Argentino y su incidencia en las elecciones vocacionales. (Rascovan) La situación laboral en la Argentina El mercado de trabajo El mercado de trabajo es la articulación entre la oferta y la demanda de trabajo, en términos cuantitativos y cualitativos. En la actualidad no podríamos hablar de un mercado de trabajo de todo el país, sino un gran número de pequeños mercados separados con distancias físicas, culturales e institucionales. Principales tendencias del mercado del trabajo Las principales tendencias en nuestro país, en un futuro, son: • Crecimiento de la tasa de actividad Todos los años por el crecimiento de la población en edad laboral se incorporan al mercado de trabajo aproximadamente unas 240.000 personas. Si bien el aumento de la participación laboral femenina es un fenómeno más general, que obedece a cambios culturales, en el caso argentino tiene un ingrediente distintivo: es el llamado efecto del trabajador desalentado es decir, que ante la dificultad para encontrar empleo por otro integrante de la familia, son las mujeres quienes salen a buscarlo. • Crecimiento y selectividad de la desocupación Los diferentes grupos sociales no se ven afectados del mismo modo por el fenómeno de la desocupación. Si tomamos el parámetro edad afecta en mayor medida a tres sectores: ✓ Los jóvenes que salen del sistema escolar, y que no tiene experiencia de trabajo y buscan su primer empleo. ✓ Las mujeres que con frecuencia son discriminadas a causa de sus compromisos familiares hogareños a las que se le agregan las características histórico-culturales de la división sexual del trabajo. Es decir, la discriminación por el sólo hecho de ser mujeres. ✓ Los trabajadores de edad avanzada, que fueron despedidos, que tienen problemas de salud, o que se han retirado voluntariamente. • Heterogeneización, fragmentación y deterioro de las condiciones de empleo Cuando se habla de heterogeneización del mercado de trabajo se hace referencia a una condición de inequidad social: los problemas de trabajo no afectan a toda la población de la misma manera. Las tres categorías de la fuerza de trabajo antes mencionadas son las que presentan mayores dificultades para acceder a un empleo formal, entendido éste como trabajo remunerado, de carácter estable y por tiempo indeterminado. También crece en estos sectores los trabajos por cuenta propia, el trabajo informal o no registrado comúnmente llamado trabajo en negro. • Tercerización del empleo En la década de los ’80 se verifica un constante crecimiento del sector terciario —o de servicios— en detrimento de los sectores productivos. El crecimiento del sector terciario en el caso argentino está vinculado con: ✓ Aumento de trabajo precario. ✓ Aumento del cuentapropismo. ✓ Sobreempleo en el sector público. ✓ Aumento del empleo doméstico. • Tendencia a la flexibilización laboral Es una herramienta que surge para eliminar las características de trabajo estable, de tiempo indeterminado, de relación de dependencia, propio del esquema taylorista-fordista posterior a la Segunda Guerra Mundial. Los defensores de la flexibilización sostienen que con ella se logra: ✓ Mayor movilidad geográfica y funcional de los trabajadores. ✓ Variación de las remuneraciones en función de los cambios de la coyuntura económica. ✓ Variaciones de los recursos humanos de las empresas a través del reclutamiento y el despido. ✓ Modalidades de trabajo temporal, a través de contratos de duración limitada. ✓ Reorganización del tiempo de trabajo. La desocupación en la Argentina Las cifras del desempleo se establecen a partir de los datos extraídos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Desocupación y educación A medida que se asciende en los niveles de educación disminuye el porcentaje de desocupados. Para los sectores sociales más instruidos, personas con alta calificación profesional, la problemática, tal vez, no esté centrada en el desempleo, sino en las frustraciones por el desempleo de tareas y actividades laborales que están por debajo de las posibilidades que su formación les permite. Desde una perspectiva individual, tener un título, hoy, no es garantía de conseguir trabajo, aunque es cierto que las personas que poseen un título son menos vulnerables al desempleo. Los títulos o las credenciales ayudan pero no garantizan; la diferencia, en última instancia estará dada por la actitud de quien busca insertarse y mantenerse en el mercado de trabajo. Desocupación y pobreza El aumento de la pobreza y de la indigencia se explica no sólo por el mayor desempleo, sino también por la desigualdad en el reparto de la riqueza y por la escasa cobertura social para los desocupados. El problema de la desocupación en el mundo El informe “El empleo en el mundo” de la Organización Internacional del Trabajo de 1998, revela que más de mil millones de personas en el mundo, casi un tercio de la población en condiciones de trabajar, no tienen precisamente trabajo o están subempleados. Los chicos y el trabajo En el mundo hay 250 millones de chicos obligados a trabajar desde pequeños en condiciones infrahumanas y en tareas que suelen impedirles la continuación de los estudios básicos. Entre las múltiples variantes que adopta la explotación infantil en el mundo, es destacable la realidad que enfrentan las minorías étnicas más pobres de cada región. “Las carencias en la infancia se plasmarán inevitablemente en una exclusión estructural en la adultez. Las privaciones en la infancia constituyen el más eficaz mecanismo de reproducción y multiplicación de la exclusión y privación para el conjunto de la sociedad”. La flexibilización La flexibilización laboral, juntamente con los cambios introducidos por las llamadas nuevas tecnologías de producción y de administración del trabajo, están afectando y transformando las relaciones entre el capital y el trabajo. Los cambios son de tal magnitud e intensidad que recuerdan a los propios comienzos de la Revolución Industrial. Las formas concretas de la flexibilización laboral Los tipos y formas de la flexibilización varían de acuerdo con los distintos criterios de clasificación utilizados por expertos, pero más allá de pequeñas diferencias, es posible agruparlas en cuatro formas básicas: 1. Flexibilización salarial Esta forma de flexibilidad tiene como propuesta básica la posibilidad de modificar rápidamente los salarios, a partir de que la fijación de los mismos no está determinada o condicionada por tablas o escalas rígidas. 2. Flexibilidad numérica Su objetivo es permitir la modificación de la cantidad de trabajadores de las empresas de acuerdo a las variaciones o cambios en la demanda de los mercados o las modificaciones provocadas por la introducción de nuevas tecnologías, o en algunos casos, a los propios resultados económicos de las empresas. 3. Flexibilidad organizativa y técnica o funcional Esta forma de flexibilidad se vincula básicamente con la capacidad de una empresa o unidad productiva de adaptar su organización y gestión de la producción a los cambios originados por la introducción de nuevas tecnologías, a los vaivenes de la demanda ocasionados por el aumento de la diversidad y el ritmo de producción de las mercaderías, y al incremento de competencia en los mercados. Es por lo tanto, una estrategia global de las empresas para hacer frente a una demanda de los mercados cada vez más incierta y aleatoria. En lo que respecta a los trabajadores, la idea central está dada por el concepto de trabajador polifuncional. El modelo sería aquel trabajador que puede asumir las funciones más diversas. 4. Flexibilidad del tiempo de trabajo Comprende la posibilidad de adaptación de los honorarios de trabajo y del tiempo global de trabajo. Es decir, se pasa de un modo de uso del tiempo rígido, prefijado y casi inmodificable, a otro en donde el orden está dado por la adecuación de los tiempos y horarios de trabajo a las necesidades de la producción y de la reorganización técnica de las empresas. Flexibilización y desocupación La lucha contra el desempleo tuvo dos “frentes”. Por un lado los defensores de la flexibilización laboral que pensaban que la flexibilización crearía condiciones propicias para la contratación de personal. Por otro, quienes consideraron que el cambio legal no determinaría la modificación del empleo, sino que éste depende de medidas tendientes a dinamizar la inversión productiva y, a través de ella, la creación de nuevos puestos de trabajo. Pareciera necesario realizar algunas modificaciones a la legislación laboral con el propósito de adaptarse a las transformaciones registradas en las formas de organización de la producción y de los servicios, a la aceleración de los cambios en la demanda de los mercados y a la competencia derivada de la apertura e interrelación de las economías. Las nuevas normas legales de empleo La relación escuela-trabajo 1. Sistemas de pasantías Las pasantías laborales constituyen estrategias de relación entre educación y trabajo. Se denomina pasantías a “la extensión orgánica del Sistema Educativo a instituciones de carácter público o privado para la realización por parte de los alumnos y docentes de prácticas relacionadas con su educación y formación; de acuerdo a la especialización que reciben, bajo la organización y control de la institución de enseñanza a la que pertenecen, durante un plazo determinado”. Las pasantías no son un empleo, entendiendo a éste como la relación jurídica laboral entre el pasante y la empresa u organización laboral. Son voluntarias y de carácter gratuito. No obstante ello, los pasantes tendrán derecho a percibir una compensación no remunerativa, similar al salario mínimo de la actividad o profesión en la cual se esté formando. Pueden también recibir beneficios en materia de comedor, transporte y viáticos. Para que la pasantía tenga valor como tal, la actividad a desarrollar por el pasante debe ser acorde a su carrera y constituir, fehacientemente, una práctica adecuada de su futura área de acción. 2. Los microemprendimientos Los microemprendimientos están integrados por un grupo de personas que persiguen objetivos comunes. Cada microemprendimiento tiene sus propias normas que sirven para regular la vida del grupo y cumplir con los objetivos y metas propuestos. La organización de un microemprendimiento, requiere el desarrollo de, por lo menos, tres etapas: 1. Etapa inicial de estudio. 2. Etapa de planificación y organización. 3. Etapa de constitución e iniciación de la producción. 3. La cooperativa escolar Las cooperativas escolares son entidades formadas en el ámbito educativo, integradas y dirigidas por alumnos con el apoyo y asesoramiento de docentes para la realización de actividades en común de distinto tipo: producción, consumo, turismo, etc. La cooperativa escolar es fundamentalmente una experiencia educativa cuya acción está orientada a reconocer los principios y valores de la cooperación, a través del ejercicio de la solidaridad y la ayuda mutua. A través de ella, los alumnos pueden realizar actividades que les permite reflexionar sobre sus necesidades y problemas como grupo social, e intentar resolverlos en su cooperativa con el esfuerzo individual y colectivo. Cambios en las formas de organización del trabajo Una sociedad sin pleno empleo Las empresas y los países han ingresado en una nueva etapa en la que las formas organizar el trabajo y la producción están cambiando vertiginosamente. Los efectos sociales de estos cambios son muy notorios. La desocupación es, sin duda, el más visible, pero de ninguna manera el único. Hay una civilización que ha muerto y es la del pleno empleo, heredera de la Revolución Industrial. En ella el empleo actuó de calendario que organizaba y alejaba a las personas de las angustias de lo imprevisto y de la desprotección. Funcionó como marco de contención. Fue un ordenador de la vida de las personas de modo que los trabajadores, cualquiera fuese su oficio o profesión, cobraban por su tarea, la que tenía un valor aunque no siempre la retribución fuese justa. Los cambios en las organizaciones Las principales características de la “magra producción”, como modelo de organización del trabajo son las siguientes: • Producción flexible en cuanto a cantidades y a variedad de modelos a producir. • Formas de organización interna de la producción y del trabajo de tipo eminentemente cooperativa y descentralizada. • El proceso de producción organizado con técnicas que introducen permanentemente pequeñas innovaciones que lo perfeccionen. Este modelo de producción promueve que todos los trabajadores tengan conocimiento sobre el conjunto del sistema productivo para comprender lo que sucede cuando hay incidentes, responder rápidamente y resolver los problemas que se plantean. • Los trabajadores deben ser progresivamente polivalentes y estar calificados para resolver problemas. • Los grupos de trabajo tienen un alto nivel de autogestión, aunque tienen un líder. • La estructura de poder de la organización es mucho menos rígida, desapareciendo las divisiones muy estrictas de los puestos de trabajo. Orientación vocacional y ocupacional en el campo del trabajo. (Gavilan) Los servicios de ubicación y empleo no tienen el personal profesional especializado y los desempleados, inestables laboralmente o los que buscan el primer empleo, no tienen la contención emocional y social adecuada. Introducción Se procedió a definir operacionalmente: Servicios de OVO y Servicios de Ubicación y empleo: 1. Servicios de OVO: incluimos dentro de los servicios de OVO a todas aquellas instituciones, equipos de trabajo, y/o profesionales que en las diversas instituciones a relevar, realizan tareas específicas de OVO, en los niveles preventivos, asistenciales y comunitarios. 2. Servicios de Ubicación y empleo: aquellos equipos de trabajo, profesionales independientes y/o no profesionales que ejecutan tareas relativas a la ubicación laboral de las personas que se ha quedado sin trabajo, a la reconversión laboral y/o a la colaboración en la búsqueda del primer empleo. Desempleo regional: grupo poblacional 40-55 años En nuestro país el desempleo en general y el juvenil en particular, ha sido considerado de alto riesgo “psicosocial”. Los desempleados se pueden categorizar en cuatro categorías, con diferente implicancia y nivel de riesgo: a) Los desocupados sin formación previa: estas personas carecen de seguros sociales o fondos de desempleo. Han pertenecido con anterioridad a los niveles de trabajo menos favorecidos y comienzan a recurrir a la búsqueda de trabajos de menor capacitación y menos rentables. b) Los desempleados de empresas del Estado: estas personas pertenecen generalmente a clase media o media baja con poca capacitación, pero que han otorgado mediante su retiro una recompensa económica. En un primer momento esta actuó como incentivo y paliativo, generando la utopía de la actividad privada con diferentes actividades de servicio. Esta clase de desocupados queda en una situación de exclusión que los convierte en uno de los grupos desocupados más vulnerables y con mayor grado de incidencia en crisis personales y sociales. c) Los desempleados con capacitación previa: son aquellos con posibilidades de ser absorbidos en el mercado laboral o reconvertidos. Este grupo cuenta con mejores oportunidades de encontrar un nuevo empleo, aunque la mayoría en condiciones mucho más desfavorables que las previamente alcanzadas. d) Los laboralmente inestables: son las personas que no han perdido su empleo, pero que debido a este estado de malestar generalizado y a la edad que tienen, temen perderlos. La gravedad de la inseguridad percibida es un predictor significativo de una salud más pobre y de distrés psicológico. Conclusiones La desarticulación entre orientación y trabajo la podemos observar desde: a) Lo emocional – Social No ser verifica que existan centros de orientación y/o contención en los organismos oficiales y sindicatos para las personas que se encuentran en estas situaciones de conflicto. Las mayores ofertas siempre están en la capacitación, pero se debe considerar que cuando el desempleo es estructural, la formación o capacitación no es la variable fundamental del desempleo, sino una forma de adaptación a los cambios experimentados por la sociedad y una contribución al mejoramiento de las capacidades necesarias para la obtención del trabajo. De ahí la importancia que adquieren los servicios de orientación y capacitación y empleo con personal especializado que puedan atender la urgencia emocional de los trabajadores. b) En relación a Orientación y trabajo Observamos dos hechos significativos: 1. Por un lado la percepción que de la articulación entre orientación y trabajo tienen los sindicatos y los obreros es que “el estado capacita en forma fragmentada, los sindicatos no están relacionados con esta”. 2. La desarticulación observada a través de dos indicadores: la superposición de planes y programas y la inestabilidad de las diferentes instituciones que se ocupan de estos programas. Por todo lo expuesto, surge la necesidad de crear espacios de articulación entre los diferentes sistemas y organismos que se encargan de la problemática del empleo; fijar las políticas de consenso y evitar las prácticas políticas que fragmentan y superponen programas de empleo y la necesidad de promover el conocimiento y la difusión de las actividades que se realizan para evitar la superposición. Así se podría lograr una mejor retribución económica de los recursos e incluir en estos programas personal especializado en orientación que pueda dar la contención necesaria, prevenir posibles desajustes emocionales y sociales para el desempleado, su entorno familiar y su contexto comunitario. Trabajo e identidad. (Longo) 1. Identidad y tiempo 1.1. La noción de identidad Para poder analizar los procesos identitarios sin caer en reduccionismos, es necesario pensar la identidad a partir de las siguientes características: • La identidad es un proceso dinámico. La identidad no debe ser entendida como dada una vez y para siempre ni como una suma pasiva de roles a lo largo de toda la vida de las personas; es en cambio una negociación interactiva y significativa. • La identidad es el producto de una articulación entre una dimensión personal y otra relacional. La identidad es una construcción/reconstrucción entre dos procesos y dimensiones de las personas: lo biográfico y lo relacional. El sujeto construye su identidad a partir de una transacción interna al individuo, delineando “qué tipo de persona uno quiere ser” en correspondencia con su biografía; y una transacción externa entre el individuo y las instituciones y grupos a los que pertenece, a través de la cual se perfila “qué tipo de persona uno es”, y con ello a qué definición oficial corresponde. Ambos aspectos de la identidad son inseparables y se construyen en un proceso continuo en el que el sujeto y su entorno se entre-trascienden y determinan. • La identidad es el resultado de los diversos procesos de socialización La identidad es el “resultado a la vez estable y provisorio, individual y colectivo, subjetivo y objetivo, biográfico y estructural de los diversos procesos de socialización que conjuntamente construyen a los individuos y definen a las instituciones”. • La identidad es un espacio de conflicto, superposición, restricción y oportunidad Las identidades se nutren constantemente de identificaciones que cimientan la subjetividad, y con ello construyen microscópicamente las prácticas de cada persona. La familia, como instancia más temprana, provee las identificaciones primarias, que estarán seguidas por otras que emanan de posteriores marcos referenciales presentes a lo largo de toda la vida, como el grupo generacional, el grupo étnico, la formación escolar, la pertenencia política, la comunidad o barrio, la religión, el género y el espacio de trabajo. 1.2. La identidad es un proceso situado en el tiempo Podemos decir que el tiempo es símbolo e institución social, y se constituye para las personas como un instrumento esencial de orientación en el mundo. En tanto experiencia aprendida por el sujeto, los tiempos son recursos sustanciales para las definiciones y para la articulación de la identidad; y permiten mediante el uso de las categorías temporales de presente, pasado y futuro, otorgarle sentido y buscarle coherencia a la propia subjetividad. El hombre presente parece definirse a partir de su actualidad. En la identidad personal confluyen temporalidades heterogéneas y modos de articulación de las mismas. Los diversos tiempos comprenden: la temporalidad inscripta en nuestro cuerpo y vivida como duración; la temporalidad intersubjetiva, vivida como sincronización de las interacciones cara a cara; y la temporalidad biográfica, vivida como relación entre las unidades de sentido más importantes en la construcción y reconstrucción de la totalidad de nuestro itinerario de vida. “Situar una persona en el tiempo supone conocer al mismo tiempo su edad, su generación de referencia, y el período histórico en el que ha vivido. Se trata de tres temporalidades diferentes que privilegian en cada caso, una relación particular: a sí mismo y a la sociedad global. La primera de dichas temporalidades, subjetiva, está dominada por el presente; la segunda, intersubjetiva, está ligada a los encuentros significativos de su vida; la tercera, histórica, está ligada a una inscripción dentro de conjuntos más largos, de posiciones y tomas de posición sobre el mundo social y sobre la historia. El “tiempo” está presente de distinto modo para la identidad: a) como duración, se propone como el terreno donde el individuo, partiendo de su presente, explora aquellos elementos de “continuidad dentro del cambio”, a los cuales anclar el sentido de su identidad; b) como recurso para la gestión de los espacios de vida cotidianos, el tiempo es el “precio” de la tensión dialéctica que se desarrolla entre la dimensión social y la dimensión individual de la vida; c) como horizonte temporal, traza las fronteras del marco al interior del cual se perfilan las elecciones de vida posibles para el individuo. Las imágenes de sí, las relaciones con los otros y las visiones del mundo, que implican tiempos heterogéneos, están presentes cada vez que una persona describe su identidad y narra su vida. La coherencia para sí y frente a otros de un “proyecto de vida”, entendido como una definición subjetiva “que permite al individuo objetivarse por la acción y darle coherencia a todas sus elecciones efectivas de acción, previstas, y mismo pasadas”, es una de las principales búsquedas en relación con el significado que el tiempo tiene para la identidad. 3.1. Las consecuencias subjetivas Ricoeur apuntala lo que denomina la “crisis del relato”, en referencia a la imposibilidad del discurso por un lado, de dar cuenta de la continuidad temporal de la persona; y por el otro, de conectar el propio relato en relatos colectivos. La identidad narrativa que propone la temporalidad actual es la de una red dilatada hacia las fronteras del mundo. Esa red no tiene otra historia que la de la aceleración, que expresa el deseo de abolir el tiempo esperando de esta forma abolir la idea de la muerte. La modalidad y las formas de producción de la identidad están cada vez más afectadas por la construcción de un presente autárquico. Las significaciones comunes sobre las cuales se construían identidades colectivas se sustituyen por un orden inestable y fragmentado de riesgos compartidos. La “reflexividad”, que resulta de la desestabilización de las estructuras que tradicionalmente contenían a las personas, conlleva un fuerte aumento de la inseguridad y la duda, además de una mayor autonomía, autodeterminación y agencia. Estos elementos deben “gestionarse” en un marco de estrategias individuales y en una época caracterizada por una mayor fragilidad de referentes identificatorios como consecuencia de la transformación de las relaciones más personales. Lash habla de una “cultura narcisista”, en la cual el sujeto presta más atención a sus necesidades y a la exaltación de sí, pero en el marco de experimentar sentimientos de vacío, discontinuidad, falta de permanencia o conexión con el mundo que lo rodea; lo cual además, y para agravar el análisis, suelen decantarse en sensaciones de impotencia y victimización. 3.2. Las consecuencias para la acción colectiva Las consecuencias de la extrema incertidumbre en el plano colectivo tienen repercusiones sobre la extensión y profundidad del horizonte temporal individual. Pero también sobre la posibilidad de ligar el sentido de su propia duración a una búsqueda de continuidad y de coherencia entre su pasado, presente y futuro, relacionándolos al mismo tiempo a un pasado, presente y futuro colectivos; y sobre la negociación para hacerse de un propio tiempo al interior de una red compleja de tiempos sociales que envuelven al individuo pero que sin embargo son compartidos y deben ser sincronizados. En primer lugar, si las personas no se creen parte de un pasado ni de un futuro común, entonces se torna difícil la comprensión e integración de sí en un proyecto colectivo. La imposibilidad de inscripción colectiva, es decir, la no inscripción de los sujetos en grupos y en relatos sociales compartidos con otros es producto de la dilución temporal que resulta de un relato en crisis incapaz de hilar con sentido el pasado, el presente y el porvenir de una sociedad. La vinculación entre pasado, presente y futuro es la que permite mostrar a la sociedad como inteligible y moldeable. En esta tarea, la memoria como articuladora de dichas categorías temporales ocupa un papel central. Asimismo, si la naturalización de lo social domina, entonces pierde sentido la política en tanto elaboración colectiva de proyectos que refieren a una sociedad moldeable. El orden social no se convierte en un fin, y la experiencia de los sujetos se reduce a un aprovechamiento de las oportunidades y a un pasaje con éxito de los riesgos y las dificultades, siempre contingente e incierto. Este fenómeno atenta contra el protagonismo que los sujetos tienen sobre su vida personal y social. La “perspectiva” como otra forma de referirnos a los proyectos como sistema de sentido que liga la proyección dentro del espacio a la proyección en el tiempo está íntimamente unida a la idea de finalidad, intencionalidad, a la reacción orientada por un “sentido”. Un “proyecto” es un dispositivo simbólico dentro del cual se formulan las “esperas” y se elaboran las “puestas en marcha” de lo que se quiere concretar. Si tenemos en cuenta que la temporalidad del trabajo ha sido una temporalidad dominante en tanto organizadora de la vida cotidiana, de las organizaciones y acciones colectivas, como de las identidades y de la sociedad en general, podemos entender que los cambios en la experiencia temporal, especialmente aquellos ligados al trabajo, son relevantes a la hora de analizar los procesos de transformación de la subjetividad. Desarrollo y rol ocupacional. El trabajo y su representación. (Guichard) ”Las tareas en la orientación y la guía de carrera” son respuestas prácticas a problemas que derivan del contexto social; o sea, son particulares de un contexto social dado. 1. Cómo dirigir nuestra vida en el seno de una sociedad industrial contemporánea Dos grandes Categorías de factores juegan un rol significativo en la definición de estas cuestiones (el desarrollo personal y de carrera) en un momento dado, dentro de un contexto social particular. La primera está constituida por las creencias y representaciones colectivas y la segunda – las formas concretas en las que el trabajo y la educación están organizados y cómo se distribuye el empleo. 2. Creencias y representaciones colectivas Cuatro representaciones colectivas desempeñan un rol fundamental sobre la forma en que la problemática del desarrollo personal y de carrera se manifiesta en las sociedades industriales contemporáneas: un modelo individualista de sociedad, la concepción del individuo como ser autónomo y responsable de lo que hace consigo mismo, la importancia de una carrera de auto-realización y la incertidumbre en cuanto al futuro. La cuestión fundamental del desarrollo personal y de carrera es la del individuo que está tratando de determinar qué hacer de su vida. No se trata de una cuestión de la comunidad que reflexiona sobre lo que un miembro debería hacer por el bien de la comunidad. Nosotros concebimos al individuo esencialmente como a un sujeto autónomo que es responsable de sus elecciones. Creemos que a él corresponde decidir el rumbo de su vida. Las intervenciones para el desarrollo personal y de carrera están dirigidas al individuo que pertenece a la sociedad individualista actual, vive concentrado en el curso de su carrera, pero que se siente inseguro frente al futuro. 2.1 Organizaciones para el trabajo, la educación y la capacitación y la distribución del empleo. Un segundo grupo de factores se combina con estas representaciones y creencias para determinar cuestiones de desarrollo personal y de carrera en una sociedad particular y en un momento dado. Estos factores se relacionan con la organización del trabajo, la capacitación y la educación, como así también con los modos de distribución del empleo. 3. Tres cuestiones de desarrollo personal y de carrera características de las sociedades industriales contemporáneas En la sociedad industrial contemporánea las cuestiones de desarrollo personal y de carrera pueden resumirse, en líneas generales, en tres cuestiones: • ¿Qué corriente u opción debería elegir en la escuela, en función de mi desempeño académico y mis expectativas personales y familiares en relación a mi integración al mundo y la sociedad profesional en el futuro? • ¿Cómo capitalizar mis diversas experiencias y definir mis proyectos profesionales/ocupacionales? • ¿Cómo resolver las múltiples transiciones que deberé enfrentar en el curso de mi vida? A cada estudiante se le pide que se plantee a sí mismo la primera pregunta. Los estudiantes son forzados a elegir un curso académico teniendo en cuenta la estructura de la organización como así también las reglas implícitas y explícitas de distribución y selección o seguimiento. La segunda pregunta es la efectuada por los adultos que poseen un cierto control sobre sus carreras. Como su trabajo les permite desarrollar nuevas competencias, ellos pueden pensar en continuar desarrollando sus carreras. La tercera cuestión usualmente es planteada por aquellos cuya situación laboral es precaria. Por ello, no poseen una real carrera profesional y viven al ritmo de las transiciones múltiples que deben enfrentar. 4. Una pregunta en común: ¿cómo dirigir nuestra propia vida? Esta pregunta también es una interpretación, en un primer sentido, de las tres restantes. Es una pregunta acerca de la dirección que uno dará a su vida. No se trata sólo de opciones de carrera. Las cuestiones relacionadas hoy con la orientación son realmente mucho más amplias que simplemente el “desarrollo de una carrera” en el sentido tradicional de progreso en la propia profesión. La actividad laboral alcanza su significado para el individuo solo en relación a sus otras actividades y roles. 5. Un marco teórico para el desarrollo de intervenciones pertinentes para el desarrollo personal y de carrera Las intervenciones para el desarrollo personal y de carrera apuntan a ayudar a los individuos a encontrar su respuesta unívoca a la pregunta relacionada con qué curso o dirección deben tomar sus vidas. A fin de que estas intervenciones sean operativas, se deben cumplir dos condiciones. 5.1. Dos condiciones para desarrollar intervenciones rigurosas para el desarrollo personal y de carrera. La primera de estas condiciones es conocer los factores y procesos asociados a la auto-construcción. Esto solo puede lograrse mediante un enfoque científico que integre los conocimientos de diferentes disciplinas. La segunda condición necesaria es que los objetivos y fines de estas intervenciones sean definidas con precisión. Cuando hablamos de fines o finalidades, nos referimos al significado humano y social de estos objetivos. Inserción laboral-profesional. (Peralta) El egreso universitario implica para el estudiante enfrentar y elaborar fenómenos que inciden en el desarrollo de la identidad profesional. Consideramos al estudiante un sujeto en transición, en situación de elaboración de conflictos y consolidación de una identidad ocupacional autónoma como aspecto logrado de su construcción identitaria. En esta transición que nos ocupa, emerge una nueva situación de elección que plantea renuncias, elaboración de duelos, temores y expectativas que se acompañan con diversos montos de ansiedad. Se conjugan mecanismos psicológicos y sus correlatos conductuales para la resolución de la toma de contacto con la realidad. Estas variables son constitutivas de un proyecto de vida donde la identidad se dinamiza ante las opciones que el medio ofrece, como la disponibilidad de roles, posibilidades de acceso al mercado laboral y la asunción de un rol profesional-ocupacional como respuesta al interrogante acerca del sí mismo. Para Casullo en la elaboración de todo proyecto personal de vida, deben estar presentes tres tipos de variables: la coherencia persona en la integración individual, las imágenes rectoras o ideologías de una época determinada y una historia de vida en función de una realidad socio-histórica. El objetivo es generar un espacio de reflexión y trabajo, a través del esclarecimiento de factores intervinientes en la situación del egreso, reconocimiento de expectativas, temores y dificultades. Logrado el esclarecimiento y adecuación del monto de ansiedad inicial, emprendemos la tarea de informar en un sentido orientador y de carácter operativo. Partimos de una concepción del hombre como sujeto capaz de autonomía frente a sus conflictos y responsable de sus elecciones. Desde la orientación será necesario profundizar el abordaje de apoyo que ayuden a los sujetos al fortalecimiento de la autoestima, al alcanzar un mayor autoconocimiento de los recursos transferibles a situaciones laborales, educativas y sociales. Finalmente, se debe considerar que el inicio del rol, compromete una dimensión ética de gran significación. El primer acto profesional es explicitar los valores en un accionar de sinceridad. Se trata de la ética que sostiene al rol y posibilita con el otro que es su complementario. (Jacinto) 1. Las transiciones laborales de los jóvenes como campo de estudio Un problema social se convierte en un problema sociológico cuando se lo plantea en términos de su comprensión social global. Eso es lo que ha sucedido con los procesos de transición hacia el empleo de los jóvenes. Producto de grandes transformaciones sociales, del fin del Estado de Bienestar y del pleno empleo, y del aumento de las desigualdades, en las últimas décadas del siglo pasado se rompió el modelo de la integración de las generaciones jóvenes a la sociedad a través de una secuencia de pasos institucionalizados que iban de la educación al trabajo. No se trata sólo del cuestionamiento de los mecanismos de entrada a la vida activa o de la movilidad intergeneracional, sino también de la naturaleza del contrato social y del contenido de las políticas públicas. Las cambiantes y ambiguas relaciones entre educación y trabajo en las últimas dos décadas, ante el aumento del desempleo, han mostrado el límite de las teorías basadas en una concepción “mecánica” y simplificadora en términos de ajuste-desajuste, como la del capital humano. Para los jóvenes, el hecho de tener que buscar un empleo al salir del sistema escolar es relativamente nuevo, y resulta de un doble movimiento histórico: el que separó, hacia fines del siglo XIX, la formación del trabajo, y el más reciente, que rompió las reglas de equivalencia automática entre niveles de formación y acceso y calidad del empleo. Los más afectados por estos procesos son los sectores de menores recursos, para los cuales el débil capital cultural limita los conocimientos acerca de las reglas del juego en el mercado de trabajo, y el escaso o débil capital social hace que sean los más afectados por la devaluación de credenciales educativas. El propio concepto de inserción ha sido cuestionado por las dificultades para establecer un punto de vista compartido sobre cuáles serían las fronteras del período. De hecho, la “salida del sistema educativo” se ve relativizada ante una sociedad que demanda la educación permanente y el aprendizaje a lo largo de toda la vida. Muchos jóvenes empiezan a trabajar durante la escolaridad secundaria. Entonces la concepción de que existe una frontera o una ruptura neta entre ambas institucionalidades pierde fuerza, y se va reforzando la teoría de la transición. Se ha definido a las mismas como el conjunto de procesos biográficos de socialización que proyectan al joven hacia la emancipación profesional y familiar. Las transiciones son entonces resultantes de interacciones complejas que se sitúan tanto a nivel estructural e institucional macrosocial como a nivel microsocial institucional e individual. Aparecen claramente varios niveles de análisis a tener en cuenta: a) los factores estructurales que les dan forma a nivel macrosocial que incluyen las particularidades de los mercados de trabajo, el entramado de relaciones entre sistema educativo, formativo y productivo en cada contexto nacional y local, y las políticas públicas al respecto; b) las oportunidades y especificidades de la inserción según las características sociodemográficas individuales; c) las trayectorias formativas y laborales a partir de estrategias individuales y sentidos subjetivos; d) las mediaciones institucionales y actores que participan en el proceso de inserción, desde la propia institución educativa hasta los centros de formación profesional, desde los servicios de empleo e intermediación laboral hasta las empresas, todos ellos inmersos a su vez en sistemas de acción locales o sectoriales. 2. Una trama compleja de condicionantes estructurales, trayectorias y estrategias subjetivas. Obviamente las condiciones estructurales condicionan las trayectorias de inserción. Más allá del peso del modelo estructural y las condiciones macroeconómicas, las características que asumen las transiciones laborales sólo pueden comprenderse dentro del régimen que vincula educación, mercado de trabajo y formación en una determinada sociedad. La abundancia o escasez de la demanda laboral y su calidad son los condicionantes directos de la inserción laboral de los jóvenes. Los jóvenes, dados sus niveles educativos más altos que sus progenitores, tienen expectativas incongruentes con la realidad de un mercado de trabajo restringido, y entonces tienen más tiempo de búsqueda que los adultos. La ruptura de las relaciones lineales entre nivel educativo e inserción laboral condiciona fuertemente las motivaciones de los jóvenes por el estudio y el trabajo. La capacidad del individuo de gestionar su propia transición a la vida adulta depende fundamentalmente del capital social y cultural, del apoyo recibido por su familia y las oportunidades o restricciones relativas a la educación, el género, el origen social y étnico. Las transiciones reflejan, al mismo tiempo, voluntades personales y condicionantes estructurales y contextuales, que se conjugan dinámicamente y diversifican los recorridos laborales. En un mundo contemporáneo donde se discute el declive de las instituciones de la modernidad y el surgimiento de fuertes procesos de individualización, el papel de lo subjetivo, de la capacidad de toma de decisiones sobre la propia existencia, aparece a la vez como un valor y como un riesgo. Al mismo tiempo en que se abren posibilidades para la agencia humana, para la creatividad e iniciativa personal en la construcción de la propia identidad, la falta de recursos y soportes colectivos reduce para muchos al mínimo los márgenes de maniobra, la posibilidad de desplegar estrategias y proyectos personales. 3. Lo institucional en las mediaciones entre lo estructural y lo subjetivo Los actores institucionales y colectivos que intervienen y median entre las estructuras socioeconómicas y sistémicas y los individuos, condicionan el proceso de transición. Desde nuestra perspectiva, la dimensión institucional es central para comprender los alcances de un “dispositivo de inserción” y su peso sobre las subjetividades y trayectorias. Las instituciones han sido, a lo largo de la modernidad, no sólo dispositivos de control y socialización, sino también espacios de subjetivación. Puede percibirse un proceso paradójico en torno al lugar de las instituciones que acompañan o debieran acompañar la transición. Por un lado, se asiste sin duda a la crisis y debilitamiento de las grandes instituciones de integración social de la modernidad. Esto refuerza los procesos de individualización, y en su aspecto negativo, deja a los individuos angustiados sin soportes protectores. Las intervenciones en apoyo a la transición implican tanto la participación de las instituciones tradicionales como la construcción de nuevas institucionalidades y nuevos actores institucionales. Comprender las transiciones y la puesta en juego de la estructura de oportunidades de una sociedad, implica estudiar las instituciones concretas donde se despliegan las vidas de los jóvenes. La elección de trabajo como proyecto personal.