¿CÓMO VENCER EL MIEDO A ELEGIR CARRERA? Lic. Pilar Labrador Blanes. Departamento Psicopedagógico CONTIGO/ UP México Tomar una decisión siempre significa un reto, especialmente si se trata de elegir una carrera. Muchas veces al tomar una decisión tenemos presiones del exterior, y llegamos a actuar movidos por lo que hicieron personas cercanas a nosotros en situaciones similares a la que tenemos ahora. En el caso que nos ocupa como es la elección vocacional, podemos decidir influidos por las expectativas que nuestra familia tiene de nosotros, el prestigio social y beneficio económico que tendremos si estudiamos determinada carrera, o por estudiar en la universidad que creemos tiene mayor nivel académico. Asimismo, podemos experimentar la tentación de no estudiar una carrera movidos por el temor a renunciar a algo, desconocer si vamos adaptarnos a las exigencias de los estudios universitarios o equivocarnos al elegir. En la medida en que sepamos cuales son las ventajas y desventajas de las opciones que se te presentan, la labor nos será más fácil. Por ello, tenemos algunos recursos que pueden ayudarnos en este proceso. El primero es el conocimiento de nosotros mismos, sobre lo que nos gustaría hacer, tomando en cuenta nuestro historial escolar: qué materias nos fueron fáciles de estudiar y nos interesaban en mayor o menor grado, si preferimos trabajar en equipo o individualmente y en especial las metas que nos proponemos conseguir como profesionistas y como personas. También es muy valiosa la opinión de nuestra familia, profesores y amigos a este respecto. Para complementar esta información, algo que debemos tomar en cuenta es el conocimiento a fondo de las carreras que nos interesan en un primer momento. Para llevar a cabo esta investigación podemos apoyarnos en la entrevista que realicemos a un profesionista especializado en dicha área y preguntarle qué funciones tiene, las actividades que suele realizar frecuentemente y si es posible visitar con ella el lugar donde trabaje, indagando sobre los requisitos para pertenecer a dicha empresa o despacho, así como los puestos que se pueden ocupar. Podemos preguntar a profesores y estudiantes de semestres avanzados de distintas universidades sobre la posibilidad real de trabajo en diferentes áreas. Por otro lado, es necesario investigar el enfoque de la carrera que tenemos en mente e indagar que habilidades requiere, los contenidos se van a estudiar, hacia que áreas se enfoca y el nivel académico. Es recomendable pedir permiso a los profesores para entrar como oyentes a sus clases y conocer que exige determinada materia en cuanto a contenidos y los requisitos que se pedirían para su aprobación. Finalmente, puede sernos útil la asesoría de un orientador para evaluar junto con él si nuestras habilidades y nuestros intereses vocacionales apuntan hacia la carera por la cual nos encontramos más inclinados. Para sustentar su asesoría el orientador se apoya de las descripciones de los requisitos que solicitan para su estudio distintas profesiones así como de pruebas psicométricas que aportan datos sobre nuestro perfil vocacional que brindan un acercamiento a lo que somos: nuestro modo de aprender, capacidad intelectual, razonamiento numérico y verbal, intereses, tolerancia a la presión, responsabilidad, liderazgo y sociabilidad, entre otros. Recuerda, siempre hay una posibilidad de desarrollo vocacional y profesional para cada uno, y el miedo a elegir entre las diversas opciones que se te presentan desaparece cuando conocemos a fondo las ventajas y desventajas de las mismas. La ayuda que nos brinda la orientación vocacional puede ser un gran avance, pero nuestra labor de investigación sobre la carrera que nos interesa y su ámbito laboral, así como el conocimiento que tengamos de nosotros mismos, son los aspectos que tienen el papel más relevante.