COVID-19 y el shock externo: impactos económicos y opciones de política en el Perú Mensajes centrales: 1. La economía en Perú está fuertemente impactada por la propagación de la COVID-19 y, a su vez, por la caída del precio de materias primas, como el cobre. El mayor impacto viene de esta pandemia provocando un escenario económico de incertidumbre que impacta también en las economías de los hogares peruanos. 2. El impacto de esta parada súbita de la actividad económica , que afecta principalmente al turismo, servicios y comercio, se sentirá primero en los hogares de las zonas urbanas donde se concentra el 79% de trabajadores del país. Este impacto dependerá tanto de la duración de la cuarentena como de la cantidad de fuentes de ingreso por hogar: a menor cantidad de fuentes de ingreso mayor será su vulnerabilidad ante la crisis. 3. Más de la mitad de los hogares urbanos depende de los ingresos de trabajadores sin contrato e independientes informales, quienes serán los más afectados por la crisis ya que no cuentan con protección normativa. Esto impactará potencialmente aún más cuando se traten de hogares que dependen tan solo de una o dos fuentes de ingresos. En Perú, el hogar modal depende de dos fuentes de ingresos (40%) seguido por el que depende de una sola fuente de ingresos (30%). 4. El Estado peruano, actuando de manera rápida, ha tomado medidas de respuesta a los impactos que se pueden categorizar en (1) reforzar el sistema de salud a través de inversión en personal asistencial, equipamiento e infraestructura, (2) desacelerar la expansión del virus a través de la cuarentena obligatoria, y (3) un paquete económico de alivio a hogares y empresas, que incluye transferencias monetarias. 5. Las medidas económicas que se tomen a futuro deberán responder tanto a la cuarentena total como al levantamiento gradual de las restricciones, enfocándose particulamente en los hogares y las empresas. Así, en la primera será esencial facilitar ingresos a los hogares y evitar el quiebre de las empresas que concentran el 64% del empleo formal del país. En tanto en la segunda, acelerar la generación de empleo formal y ampliar la cobertura de programas de protección social a zonas urbanas. 6. Aunque bien intencionadas, algunas medidas económicas deberían evitarse en lo posible, sobre todo aquellas que incentiven el emprendimiento (de subsistencia) y la informalidad a largo plazo, aquellas que excluyan a las grandes empresas y las que promuevan la creación de nuevos programas de protección social. RESUMEN EJECUTIVO: Este análisis se centra en los potenciales impactos de la pandemia del COVID-19 sobre los ingresos de los hogares urbanos en Perú, al ser los primeros que sentirán el impacto de esta parada súbita de la actividad económica. De esta manera, contribuimos a la discusión de los posibles escenarios y canales de transmisión de los impactos, con base en la evidencia disponible, para diseñar medidas de corto y mediano plazo que permitan no solo lidiar con la crisis, sino también posicionar al país frente al nuevo orden económico global que podría emerger. 1. La economía en Perú está fuertemente impactada por la propagación de la COVID-19 y, a su vez, por la caída del precio de materias primas, como el cobre. El mayor impacto proviene de esta pandemia provocando un escenario económico de incertidumbre que impacta también en las economías de los hogares peruanos. Aunque el Perú comenzó el 2020 con perspectivas de menor crecimiento, a esto se sumaron 2 choques de naturaleza independiente, pero con vínculos económicos importantes: a) La propagación de la COVID-19, que está adquiriendo características más permanentes que transitorias. Su alcance dependerá de su extensión en el territorio nacional, los sectores que sean afectados, y el carácter y duración de las políticas para contenerlo. b) El desplome de los precios de materias primas, respecto a lo cual el país goza de una relativa ventaja comparativa. La caída del precio del cobre en un 20%, se contrarresta con el alza del oro (segundo mineral en volumen de exportaciones nacionales, 18% de las exportaciones totales) y la caída del petróleo, pues el país es importador neto de combustibles. 2. El impacto de esta parada súbita de la actividad económica, que afecta principalmente al turismo, servicios y comercio, se sentirá primero en los hogares de las zonas urbanas donde se concentra el 79% de trabajadores del país. Este impacto dependerá tanto de la duración de la cuarentena como de la cantidad de fuentes de ingreso por hogar: a menor cantidad de fuentes de ingreso mayor será su vulnerabilidad ante la crisis. Para comprender esta correlación y su impacto, resulta necesario hacer hincapié en la distribución de la fuerza laboral que genera dichos ingresos. ● Sobre las fuentes de ingreso monetario regular: La mayoría de los ingresos de los hogares peruanos vienen del trabajo, siendo el 20% formal y el 50% informal; en tanto el resto se compone de rentas y transferencias tanto públicas como privadas. ● Sobre la distribución de la fuerza laboral según su tipo de inserción en el mercado laboral: Tanto en las estadísticas nacionales como en las urbanas, el 4% de los trabajadores son empleadores y sus ingresos medios duplican a los del resto de la población trabajadora. El resto de trabajadores comprende a asalariados (alrededor de la mitad de trabajadores no empleadores), independientes (alrededor de 40% de trabajadores no empleadores), trabajadores familiares no remunerados y trabajadoras del hogar (entre 2% y 3% de los trabajadores no empleadores). Los trabajadores familiares no remunerados (TFNR) representan el 10% a nivel nacional, pero en zonas urbanas son solo 5%. Esto significa que esta forma de trabajo es mucho más prevalente en áreas rurales, áreas donde no se espera que el impacto del coronavirus sea tan fuerte como en las ciudades. ● Sobre las características de los hogares en función del número de fuentes de ingresos: El hogar modal en el país tiene dos fuentes de ingresos (40%) seguido por aquellos que dependen de una sola fuente de ingresos (30%), de tres a cuatro (26,5%) y de cinco a más (3,3%). El 19% de los hogares con dos fuentes de ingresos tienen a ambos trabajadores con empleos formales en sus ocupaciones principales, el 32% tiene a un trabajador con empleo formal y el otro informal y el restante 49% tiene a ambas fuentes de ingresos con empleo informal. Así, resalta la relativamente baja dependencia al trabajo asalariado formal frente a la importancia del trabajo independiente (autoempleo), el grueso del cual es informal, de esta forma, se evidencia la vulnerabilidad en la que se encuentran miles de peruanos frente al contexto actual. 3. Más de la mitad de los hogares urbanos depende de los ingresos de trabajadores sin contrato e independientes informales quienes, serán los más afectados por la crisis debido a que no cuentan con protección normativa. Esto impactará potencialmente aún más cuando se traten de hogares que depende tan solo de una o dos fuentes de ingresos. En Perú, el hogar modal depende de dos fuentes de ingresos (40%) seguido por el que depende de una sola fuente de ingresos (30%). A continuación, las fuerzas laborales que podrían ser más afectadas ante la crisis: A nivel nacional urbano Distribución de la fuerza laboral según su tipo de inserción en el mercado laboral (según PEA) Trabajadores asalariados formales Hogares por fuentes de ingreso Con una fuente de ingreso Con dos fuentes de ingreso 32.2% 35.3% Nivel de afectación y potencialidad para responder a la crisis Serían los menos afectados al gozar de protecciones establecidas en las normas. Sin embargo, muchos no cuentan con contratos a plazo fijo (al menos 27% son de tres meses o menos). Si las contrataciones se paralizan en marzo y abril, habría una pérdida del 16% al 20% de los empleos formales. Trabajadores asalariados sin contrato (informales) 15.6 % 19.4% Aunque son un sector significativo del que dependen gran parte de los hogares, estos trabajadores serían los más afectados potencialmente, ya que carecen de las protecciones establecidas en las normas. Además, la carencia de ingresos durante esta crisis, sumado al hecho que no se encuentran en el padrón de beneficiarios del Bono380, hace muy probable su caída por debajo de la línea de pobreza. Este grupo, junto con al de autoempleados informales, representan poco más de la mitad de los hogares urbanos del país. Independientes / autoempleados formales Independientes / autoempleados informales 4,4% 36.5 % 13,3% Si bien es un sector reducido del que dependen una porción pequeña de los hogares urbanos del país, será afectado considerablemente, aun cuando parte de su trabajo pueda ser realizado desde sus hogares y es más probable que tengan ahorros. 33 % Aunque son un sector significativo del que dependen gran parte de los hogares, estos trabajadores serían los más afectados potencialmente, ya que carecen de las protecciones establecidas en las normas. Además, al igual que los trabajadores asalariados sin contrato, corren riesgo de caer por debajo de la línea de pobreza. Trabajadores familiares no remunerados 6.7% 5.3% Sufrirán restricciones para desempeñar sus labores, salvo para aquellos cuyo trabajo pueda ser realizado desde sus hogares o los de familiares. Trabajadores del hogar 2.6% 2.7% Los que cotidianamente se desplazaban serían los más afectados, frente a aquellos que pernoctan en los hogares donde trabajan. Así nuestro mercado de trabajo difiere sustancialmente de las economías desarrolladas y más bien se caracteriza por el bajo asalariamiento formal y dentro de ello, mucho empleo inestable, además de alta presencia de contratos temporales y un alto autoempleo, especialmente informal. 4. El Estado peruano, actuando de manera rápida, ha tomado medidas de respuesta a los impactos que se pueden categorizar en (1) reforzar el sistema de salud a través de inversión en personal asistencial, equipamiento e infraestructura, (2) desacelerar la expansión del virus a través de la cuarentena obligatoria, y (3) un paquete económico de alivio a hogares y empresas, que incluye transferencias monetarias. El paquete económico está orientado a apoyar a hogares urbanos vulnerables y empresas; las medidas que se han tomado se pueden desagregar en estas dos categorías también. Hogares Empresas Bono de S/. 380 (aprox. 110 USD) quincenales para hogares clasificados como vulnerables y trabajadores independientes. Respresenta poco más del 80% de la remuneración mínima vital. Paquete de garantías crediticias por hasta 98% de nuevos créditos que tomen las empresas en el sistema financiero nacional. - Se han alcanzado 3.4 millones de hogares urbanos con esta medida. (Aproximadamente el 50% de los hogares urbanos) - El costo mensual de esta medida es alrededor del 0.8% del PBI. Para trabajadores que hayan tenido algún vínculo laboral formal previo y mantengan una cuenta de capitalización individual en el sistema privado de pensiones se ha aprobado que puedan retirar hasta S/.2000 (aprox. 590 USD) de sus cuentas. - Cubierto de manera inversamente proporcional (a más grande el crédito, menor la garantía) Paquete de incentivos que cubre el 35% de la remuneración de trabajadores cuyo ingreso va hasta S/.1500 (aprox. 400 USD) mensual. Además, se aprobó un Decreto de Urgencia que permite, de manera excepcional, a las empresas, aplicar la “suspensión perfecta de labores”, que implica suspender la ejecución del contrato laboral durante lo que dure la emergencia. Significa que los trabajadores no tienen que cumplir con sus obligaciones contractuales y las empresas pueden suspender temporalmente la cadena de pagos. Se mantendrá la continuidad de prestaciones del Seguro Social de Salud, y para trabajadores del régimen de microempresa se dará acceso a un bono de S/.760 mensuales para quienes ganen hasta S/.2400. Las empresas que se hayan acogido al subsidio de planilla o al programa de garantías no pueden aplicarla. Este paquete de medidas tiene, en conjunto, un techo acumulado del 12% del PBI; que podría incrementarse de ser necesario. 5. Las medidas económicas que se tomen a futuro deberán responder tanto a la cuarentena total como al levantamiento gradual de las restricciones, enfocándose particulamente en los hogares y las empresas. Así, en la primera será esencial facilitar ingresos a los hogares y evitar el quiebre de las empresas que concentran el 64% del empleo formal del país. En tanto en la segunda, acelerar la generación de empleo formal y ampliar la cobertura de programas de protección social a zonas urbanas. Por un lado, las medidas apuntarían a atender a los hogares urbanos, que serán los afectados más inmediatos por esta emergencia. Por otro, a brindar las facilidades a las micro, pequeñas, medianas empresas e inclusive a las grandes empresas para evitar su quiebra y que puedan continuar reteniendo a sus trabajadores. Si bien esto último es un debate aún abierto entre los analistas, hay que considerar que las grandes empresas concentran el grueso de los trabajos formales (64% de la PEA formal), por lo cual deberían incluirse en las políticas planteadas. Es importante resaltar que, a diferencia de otros países de la región, Perú cuenta con el espacio fiscal necesario para llevar a cabo estas medidas, debido a años de mantener una política macroeconómica prudentes. Etapa Cuarentena generalizada ¿En qué consiste? Recomendaciones Hogares: Fuertes restricciones a la ● Facilitar un ingreso por hogar. Se puede hacer en oferta laboral. Paralización función a: del empleo y, por tanto, - Estatus laboral de la principal fuente de del consumo. ingresos, sin hacer cortes por focalización. - A hogares focalizados, considerando que los grupos prioritarios de atención serían los autoempleados y asalariados informales que no necesariamente están registrados. - Para operativizarlo se recomienda (i) identificar los errores de exclusión en el Padrón General de Hogares (PGH) para tener una visión más completa de los hogares vulnerables/en riesgo de caer en vulnerabilidad, (ii) la inclusión en el sistema financiero de los hogares receptores de los bonos. Empresas: ● Continuar con la flexibilización en las normas laborales (ejemplo, Decreto de Urgencia 038 que permite aplicar la “suspensión perfecta de labores”) para prevenir el quiebre de las empresas y consecuente pérdida de empleos formales. Se debe monitorear la respuesta de las empresas a estos apoyos para evaluar qué tan efectivos son en preservar empleos y empresas. ● Construir una base de datos de actualización diaria de los créditos cubiertos por fondos de garantías, para monitorear que los créditos estén llegando a las empresas y sectores que se quieren. (MYPES, por ejemplo, que son el 90% de las empresas, pero solo están accediendo al 12.4% del total de saldos de créditos). Levantamiento gradual de las restricciones Se recomienda una inversión pública fuerte para Nivel de actividad reforzar al sector salud y mejorar identificación económica reducido: temprana y seguimiento efectivo, y garantizar el éxito del levantamiento progresivo de las restricciones. Se puede trabajar, pero el consumo y la demanda Hogares: agregada están ● Potenciar y ampliar la cobertura de programas de deprimidos. protección social ya existentes, especialmente a zonas urbanas. Empresas: ● Prolongar el subsidio a la planilla de manera de impulsar un mayor crecimiento del empleo formal. Se puede preanunciar una fecha de término del subsidio por los nuevos trabajadores contratados, extendiendo su plazo (3 y 6 meses) a los ya contratados. ● Potenciar los centros y portales electrónicos de intermediación laboral. ● Promover programas de pasantías o empleos temporales orientados a jóvenes. 6. Aunque bien intencionadas, algunas medidas económicas deberían evitarse en lo posible, sobre todo aquellas que incentiven el emprendimiento (de subsistencia) y la informalidad a largo plazo, aquellas que excluyan a las grandes empresas y las que promuevan la creación de nuevos programas de protección social. En esa línea, las medidas que debieran evitarse serían: ● ● ● ● Aquellas que promuevan el apoyo a emprendimientos y trabajadores informales a largo plazo no serán beneficiosas, ya que perpetúan la informalidad y no aportan a la mejora de la productividad agregada. Aquellas que apunten a elevar aún más el salario mínimo, ya que, si bien no es deseable su ajuste hacia abajo, elevarlo podría justificar la inviabilidad de nuevos empleos formales. Aquellas que excluyan a las grandes empresas (de 51 a más trabajadores), las cuales sostienen el grueso del empleo formal del país (64% de la PEA formal). Aquellas que impulsen la creación de nuevos programas sociales, debido a los tiempos que demanda su diseño y construcción de capacidad instalada.