Subido por Claudia Marcela Giraldo Castro

&& David y la tienda

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2 SAMUEL 6:1-11. Traslado del Arca del Pacto
(Referencia: 1 Crónicas 13:5-14)
Después de establecer la capital de su reino en Jerusalén (la ciudad elegida por Dios),
David se dispuso a llevar el Arca del Pacto a la ciudad. Esto era importante porque el Arca
del Pacto representa la Presencia de Dios (Exo. 25:10-22).
(Éxodo 25:22) Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de
entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare
para los hijos de Israel.
En cierta forma, el Arca del Pacto había quedado olvidada por el pueblo. Luego que ésta
fue capturada por los filisteos y fue devuelta milagrosamente (1 Samuel 4-6), el Arca quedó
en la casa de un levita, en el pueblo de Quiriat-jearim (hoy Abu Gosh), a unos 15
kilómetros de Jerusalén, donde permaneció por muchos años.
(1 Samuel 7:1-2) Vinieron los de Quiriat-jearim y llevaron el arca de Jehová, y la pusieron
en casa de Abinadab, situada en el collado; y santificaron a Eleazar su hijo para que
guardase el arca de Jehová. Desde el día que llegó el arca a Quiriat-jearim pasaron muchos
días, veinte años; y toda la casa de Israel lamentaba en pos de Jehová.
El Arca ya no fue devuelta al Tabernáculo en Silo, porque éste cayó en desuso después de
la muerte de Eli y sus hijos. Pero David era un hombre conforme al corazón de Dios, y él
deseaba que la Presencia de Dios estuviere en Jerusalén. Pero antes de tomar la decisión
final, consultó con los líderes de Israel.
(1 Crónicas 13:1-4) Entonces David tomó consejo con los capitanes de millares y de
centenas, y con todos los jefes. Y dijo David a toda la asamblea de Israel: Si os parece bien
y si es la voluntad de Jehová nuestro Dios, enviaremos a todas partes por nuestros
hermanos que han quedado en todas las tierras de Israel, y por los sacerdotes y levitas que
están con ellos en sus ciudades y ejidos, para que se reúnan con nosotros; y traigamos el
arca de nuestro Dios a nosotros, porque desde el tiempo de Saúl no hemos hecho caso de
ella. Y dijo toda la asamblea que se hiciese así, porque la cosa parecía bien a todo el
pueblo.
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Ya teniendo confirmación y consejo que su deseo era bueno, David organizó una procesión
para trasladar el Arca a Jerusalén.
(2 Samuel 6:1-2) David volvió a reunir a todos los escogidos de Israel, treinta mil. Y se
levantó David y partió de Baala de Judá con todo el pueblo que tenía consigo, para hacer
pasar de allí el arca de Dios, sobre la cual era invocado el nombre de Jehová de los
ejércitos, que mora entre los querubines.
No fue una reunión pequeña, sino una celebración masiva a la cual fueron invitados los
principales líderes de toda la nación.
UN GRAVE ERROR
Hasta este momento todo iba bien con los planes de David, pero tristemente cometieron un
grave error, ya que no se asesoraron bien sobre la forma en que debían trasladar el Arca.
Las instrucciones de Dios señalan claramente que cuando se transportara el Arca, ésta
primero debía ser cubierta con las telas del Tabernáculo, no expuesta a la vista.
(Números 4:5) Cuando haya de mudarse el campamento, vendrán Aarón y sus hijos y
desarmarán el velo de la tienda, y cubrirán con él el arca del testimonio.
Después de ser cubierta, el Arca debía ser cargada sobre los hombros de los levitas (no
sobre carros ni animales de carga).
(Éxodo 25:13-14) Harás unas varas de madera de acacia, las cuales cubrirás de oro. Y
meterás las varas por los anillos a los lados del arca, para llevar el arca con ellas.
La Ley de Dios (heb. Torá) advierte sobre el peligro que se corre si no se siguen estas
instrucciones:
(Números 4:15) Y cuando acaben Aarón y sus hijos de cubrir el santuario y todos los
utensilios del santuario, cuando haya de mudarse el campamento, vendrán después de ello
los hijos de Coat para llevarlos; pero no tocarán cosa santa, no sea que mueran.
Esto nos hace preguntar si los levitas de la Casa de Abinadab se habían instruido sobre la
forma en que el arca debía ser transportada, ya que ellos no siguieron las instrucciones
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bíblicas. En lugar de hacerlo como la Ley de Dios dice, lo hicieron al estilo de los filisteos,
quienes muchos años atrás enviaron el arca sobre un carro nuevo halado por animal de
carga (1 Samuel 6:7-5).
(2 Samuel 6:3-4) Pusieron el arca de Dios sobre un carro nuevo, y la llevaron de la casa de
Abinadab, que estaba en el collado; y Uza y Ahío, hijos de Abinadab, guiaban el carro
nuevo. Y cuando lo llevaban de la casa de Abinadab, que estaba en el collado, con el arca
de Dios, Ahío iba delante del arca.
No sabemos si el error del transporte por carro fue por ignorancia o por desestima de los
levitas; pero lo que la Biblia sí nos informa es que David sabía que los levitas eran quienes
debían transportarla.
(1 Crónicas 15:15) Entonces dijo David: El arca de Dios no debe ser llevada sino por los
levitas; porque a ellos ha elegido Jehová para que lleven el arca de Jehová, y le sirvan
perpetuamente.
El rey David pensaba que todo marchaba bien. Y él estaba disfrutando plenamente de la
procesión, sin sospechar lo que estaba a punto de suceder.
(2 Samuel 6:5) Y David y toda la casa de Israel danzaban delante de Jehová con toda clase
de instrumentos de madera de haya; con arpas, salterios, panderos, flautas y címbalos.
LA TRAGEDIA
Debido a que el Arca estaba siendo transportada en carro en lugar de los hombros de los
levitas, llegó un punto en el camino en que el Arca estaba a punto de caer por la
irregularidad del terreno. Instintivamente, uno de los hijos de Abinadab levantó su mano
para sostener el Arca y evitar que cayera, sin pensar en las consecuencias de tocar lo que es
santo (Num. 4:15).
(2 Samuel 6:6-7) Cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió su mano al arca de Dios,
y la sostuvo; porque los bueyes tropezaban. Y el furor de Jehová se encendió contra Uza, y
lo hirió allí Dios por aquella temeridad, y cayó allí muerto junto al arca de Dios.
Esta tragedia detuvo de inmediato la procesión y la celebración. Y David tuvo dos
reacciones ante la tragedia: primero, tristeza; luego, temor de Dios.
(2 Samuel 6:8-10) Y se entristeció David por haber herido Jehová a Uza, y fue llamado
aquel lugar Pérez-uza, hasta hoy. Y temiendo David a Jehová aquel día, dijo: ¿Cómo ha de
venir a mí el arca de Jehová? De modo que David no quiso traer para sí el arca de Jehová a
la ciudad de David; y la hizo llevar David a casa de Obed-edom geteo.
Seguramente David se quedó meditando si había sido buena idea llevar el Arca a Jerusalén.
Y en realidad, el plan era bueno y agradable a Dios. Lo que no había sido correcto es la
forma en que se estaba haciendo. En la vida de fe, lo que cuenta no son “las intenciones”
sino la obediencia; sobre todo, cuando se trata de las cosas santas, debemos tener cuidado
de hacer las cosas como Dios manda.
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El problema en esta historia no era “el Arca” en sí, sino la forma en que fue transportada. Y
para revelar esto, el Señor bendijo la casa del hombre que recibió el Arca.
(2 Samuel 6:11) Y estuvo el arca de Jehová en casa de Obed-edom geteo tres meses; y
bendijo Jehová a Obed-edom y a toda su casa.
En la próxima entrada veremos que David tendrá una segunda oportunidad de llevar a cabo
el buen plan de la forma correcta…
2 SAMUEL 6:12-23. Tabernáculo de David
UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD
(Referencia: 1 Crónicas 15:1 al 16:6)
En el capítulo anterior leímos sobre el primer intento de David para trasladar el Arca del
Pacto a Jerusalén, el cual fue fallido. Ahora terminaremos el capítulo, leyendo cómo David
tendrá una segunda oportunidad, y efectivamente llevará el Arca a un nuevo tabernáculo.
Cuando David se enteró que Dios había bendecido la casa de Obed-edom, entendió que el
Señor sí quería el Arca en Jerusalén, y se dispuso a hacer un nuevo intento de traslado.
(2 Samuel 6:12) Fue dado aviso al rey David, diciendo: Jehová ha bendecido la casa de
Obed-edom y todo lo que tiene, a causa del arca de Dios. Entonces David fue, y llevó con
alegría el arca de Dios de casa de Obed-edom a la ciudad de David.
El Arca del Pacto llega a Jerusalén
Pero en esta ocasión, David se aseguró de hacer las cosas como Dios manda. Esto fue lo
que pidió a los levitas:
(1 Crónicas 15:12-15) y les dijo: Vosotros que sois los principales padres de las familias de
los levitas, santificaos, vosotros y vuestros hermanos, y pasad el arca de Jehová Dios de
Israel al lugar que le he preparado; pues por no haberlo hecho así vosotros la primera vez,
Jehová nuestro Dios nos quebrantó, por cuanto no le buscamos según su ordenanza. Así los
sacerdotes y los levitas se santificaron para traer el arca de Jehová Dios de Israel. Y los
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hijos de los levitas trajeron el arca de Dios puesta sobre sus hombros en las barras, como lo
había mandado Moisés, conforme a la palabra de Jehová.
David se aseguró de que se siguiera la ley de Dios al pie de la letra. Y también tomó otras
precauciones:
(2 Samuel 6:13) Y cuando los que llevaban el arca de Dios habían andado seis pasos, él
sacrificó un buey y un carnero engordado.
Después de cada seis pasos, David hizo como séptimo paso dos sacrificios, en caso que
fuera necesario cubrir algún pecado por ignorancia. Podemos imaginar que la procesión del
traslado del arca tomó largo tiempo; sin embargo, era mejor ir despacio pero seguro.
Eventualmente llegaron a Jerusalén, específicamente a un lugar que David había preparado
para recibir el Arca de Dios.
TABERNÁCULO DE DAVID
Antes que el Arca del Pacto llegara a Jerusalén, David ya había preparado un lugar donde
ésta se guardaría.
(1 Crónicas 15:1) Hizo David también casas para sí en la ciudad de David, y arregló un
lugar para el arca de Dios, y le levantó una tienda.
La tienda especial para el Arca estaba localizada a la par del palacio de David, y se le
conoce como el Tabernáculo de David. Éste era muy diferente del Tabernáculo de Moisés
(ver cuadro de comparación):
Tabernáculo de Moisés
Tabernáculo de David
Estaba dividido en tres áreas: Atrio, Lugar
Santo y Lugar Santísimo
No había divisiones dentro de la Tienda. El
Arca del Pacto estaba en medio.
Sólo los israelitas podían cruzar la puerta al
Atrio, y allí quedarse; sólo los sacerdotes
Todos podían entrar al Tabernáculo de
podían entrar al Lugar Santo, y sólo el
David, incluyendo a los extranjeros
sumo sacerdote podía entrar al Lugar
Santísimo, una vez al año
El principal servicio eran los sacrificios en
el Altar del Holocausto. También los
sacerdotes ministraban a Dios en el Lugar
Santo
Se alababa a Dios sin cesar (24/7)
El Tabernáculo de David no pretendía sustituir al Tabernáculo de Moisés, el cual había sido
restaurado en Gabaón en ese tiempo (1 Cro. 21:29; 1 Cro. 16:39; 2 Cro. 1:3). Más bien,
el Tabernáculo de David fue una revelación que el rey recibió, como mensaje profético.
En él se revela el deseo de Dios de conectar sin barreras con el ser humano (no sólo con los
israelitas, sino también con los gentiles), lo cual es parte de su Plan de Redención para la
humanidad. El Tabernáculo de David es como si sólo existiera el Lugar Santísimo del
Tabernáculo de Moisés.
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Este deseo de Dios extenderse a todos los hombres que quieran unirse a Él (incluso los
gentiles), queda plasmado en la profecía de Isaías:
(Isaías 56:1-8) Así dijo Jehová: Guardad derecho, y haced justicia; porque cercana está mi
salvación para venir, y mi justicia para manifestarse. Bienaventurado el hombre que hace
esto, y el hijo de hombre que lo abraza; que guarda el día de reposo para no profanarlo, y
que guarda su mano de hacer todo mal. Y el extranjero que sigue a Jehová no hable
diciendo: Me apartará totalmente Jehová de su pueblo. Ni diga el eunuco: He aquí yo soy
árbol seco. Porque así dijo Jehová: A los eunucos que guarden mis días de reposo, y
escojan lo que yo quiero, y abracen mi pacto, yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis
muros, y nombre mejor que el de hijos e hijas; nombre perpetuo les daré, que nunca
perecerá. Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, y que amen el
nombre de Jehová para ser sus siervos; a todos los que guarden el día de reposo para no
profanarlo, y abracen mi pacto, yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de
oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será
llamada casa de oración para todos los pueblos. Dice Jehová el Señor, el que reúne a los
dispersos de Israel: Aún juntaré sobre él a sus congregados.
Esta unión sin barreras entre Dios y el hombre tendrá su cumplimiento perfecto hasta
después del Milenio, cuando la Nueva Jerusalén descienda del Cielo.
(Apocalipsis 21:1-3) Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la
primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva
Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su
marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los
hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos
como su Dios.
(Apocalipsis 21:22-24) Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el
templo de ella, y el Cordero. La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en
ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. Y las naciones que
hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y
honor a ella.
PROFECÍA DE AMÓS
Hay una profecía en el libro de Amós que dice que el Tabernáculo de David volverá a ser
levantado:
(Amós 9:11-12) En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David, y cerraré sus
portillos y levantaré sus ruinas, y lo edificaré como en el tiempo pasado; para que aquellos
sobre los cuales es invocado mi nombre posean el resto de Edom, y a todas las naciones,
dice Jehová que hace esto.
En cierta manera, esto ya se está cumpliendo, en la forma de cientos de casas de oración
alrededor del mundo que levantan adoración y oración las 24 horas del día. Sólo en
Jerusalén hay actualmente cuatro (o más) casas de oración.
Esta profecía de Amós fue citada por Jacobo (probablemente Santiago, el hermano de
Jesús, quien llegó a ser el líder principal de los judíos mesiánicos en Jerusalén). Él conectó
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la restauración del Tabernáculo de David con la inclusión de los gentiles como parte del
Pueblo de Dios.
(Hechos 15:13-18) Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos,
oídme. Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de
ellos pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está
escrito: “Después de esto volveré y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; y
repararé sus ruinas, y lo volveré a levantar, para que el resto de los hombres busque al
Señor, y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre, dice el Señor, que hace
conocer todo esto desde tiempos antiguos”.
DAVID DANZA
En la narrativa de la procesión del arca hacia Jerusalén, la Biblia señala que David danzó
con pasión a lo largo de todo el camino.
(2 Samuel 6:14-15) Y David danzaba con toda su fuerza delante de Jehová; y estaba David
vestido con un efod de lino. Así David y toda la casa de Israel conducían el arca de Jehová
con júbilo y sonido de trompeta.
Ése era un día de gran júbilo y gozo para David, y la danza es una forma natural de
expresarlo. Pero una persona se molestó por ello...
(2 Samuel 6:16) Cuando el arca de Jehová llegó a la ciudad de David, aconteció que Mical
hija de Saúl miró desde una ventana, y vio al rey David que saltaba y danzaba delante de
Jehová; y le menospreció en su corazón.
A Mical le pareció “indigno” que el rey danzara con tanta pasión delante el pueblo. Aquí
Mical se mostró digna hija de su padre, pues a Saúl le importaba demasiado la opinión que
la gente tuviera de él.
Tristemente, Mical no superó su descontento ni se guardó sus pensamientos, sino que se
encargó de manifestarle su desagrado a David. Cuando el rey llegó a su casa con la
intención de bendecir a su casa (luego de haber bendecido a todo el pueblo tras la
inauguración del nuevo Tabernáculo—2 Sam. 6:17-19), su esposa Mical lo recibió con
palabras hirientes:
(2 Samuel 6:20) Volvió luego David para bendecir su casa; y saliendo Mical a recibir a
David, dijo: ¡Cuán honrado ha quedado hoy el rey de Israel, descubriéndose hoy delante de
las criadas de sus siervos, como se descubre sin decoro un cualquiera!
Si en la Biblia hay un mandamiento que las mujeres deben cumplir con su marido es:
respetarlo. Esta es la base de una buena relación matrimonial, al igual que el amor del
hombre a su mujer.
(Efesios 5:33) Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí
mismo; y la mujer respete a su marido.
Y esto fue precisamente lo que no hizo Mical. Con sus palabras de menosprecio deshonró a
David.
En su respuesta, David desestimó por completo la crítica de Mical, haciéndole saber que no
le importaba su opinión personal, sino que la opinión que más le importaba era la de Dios.
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(2 Samuel 6:21-22) Entonces David respondió a Mical: Fue delante de Jehová, quien me
eligió en preferencia a tu padre y a toda tu casa, para constituirme por príncipe sobre el
pueblo de Jehová, sobre Israel. Por tanto, danzaré delante de Jehová. Y aun me haré más vil
que esta vez, y seré bajo a tus ojos; pero seré honrado delante de las criadas de quienes has
hablado.
La Biblia señala que la crítica de Mical tuvo mal fruto para su vida.
(2 Samuel 6:23) Y Mical hija de Saúl nunca tuvo hijos hasta el día de su muerte.
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