julio 2015 U n i ve r s i d a d I n t e r a m e r i c a n a d e P u e r t o R i c o Rvda. Lucy I. Rosario Medina, Div. M. Re c i n t o d e Po n c e Capellana O f icina de Ca pe l la nía Unive r s ita r ia L a libertad es una ley de la naturaleza, por la cual se establece el equilibrio, se asegura la vida y se realiza el destino de las cosas y los seres. El agua que no corre libremente, se corrompe. El aire que no circula, deja de ser el gas de la vida para convertirse en el gas de la muerte. El volcán es la protesta de los gases aprisionados contra la cárcel de las rocas. La libertad es un instinto universal. También es un sentimiento vivo, permanente e irresistible del corazón humano. Por esta razón hallamos al hombre en todos los momentos de la historia, luchando tenaz y fervorosamente por la consecuencia de la libertad económica, en nombre del obrerismo o del proletariado; de la libertad intelectual, en nombre de la cultura; o de la libertad política, en nombre de la democracia; y de la libertad espiritual. Entiéndase bien que en el Cristianismo se concentran estos arraigados anhelos milenarios, porque sólo en él pueden ser plenamente satisfechos. El evangelio es la religión de la libertad. Y Cristo vino a proclamarla (Luc. 4:18). Y Cristo vino a enseñar el método infalible para conseguirla “y conoceréis la verdad y la verdad os hará libre”. Pablo enseña que la libertad está al alcance de cualquier hombre, en cualquier lugar y bajo cualquier circunstancia. “Donde está el espíritu del Señor, hay libertad” 2da Corintios 3:17. Y Santiago llama al Evangelio “la ley de la libertad”. El mundo ha tenido muchos y nobles libertadores sociales y políticos, pero solo ha tenido, tiene y tendrá un libertador que lo puede redimir de la peor esclavitud, que es la espiritualidad, porque el pecado engendra todas las tiranías que hacen indigna y torturadora la vida del hombre sobre la tierra. La obtención de la libertad política y social ha costado la sangre de millones de hombres y mujeres. 2. Recuerda que estamos en el barco juntos, todos estamos en similar condición. 3. Prepárese con anticipación, no estaba lloviendo cuando Noé construyó el arca. 6. Edifique en terreno seguro y alto… sobre la roca. 7. Por seguridad no ande solo. Todos en el arca entraron en pareja, lo cual nos lleva a otra reflexión. Acuérdate, Dios nunca envió a nadie solo. 8. La velocidad no es siempre una ventaja, las tortugas estaban a bordo, y también los leopardos, tenemos muchas diferencias, lo 5. No haga caso a la crítica, siga importante es que somos esenadelante con lo que Dios le encociales unos para otros, aún con mendó, mientras Noé construía diferencias gigantescas. el arca todos se burlaban de él. 4. Manténgase en buena condición física. Puede que se le pida hacer algo muy importante. JULIO MES DE LA LI BER tad (Continua en la página 2) 11 ENSEÑANZAS DEL ARCA DE NOE 1. No pierdas el barco. Sra. Milagros Vélez Torres Oficial Administrativo 9. Cuando se sienta presionado y tenso, flote relájese, y espere a que pase el diluvio. 10. Recuerde… el arca de Noé fue construida por aficionado y el Titanic por profesionales. 11. Tener la bendición de Dios es garantía de éxito. No importa la fuerza de la tempestad, pues cuando estás con Dios… hay un arco iris de esperanza … y siempre un desafío para un nuevo comienzo!! Por: Vicepresidencia de Asuntos Religiosos Curiosidad en la Biblia 1. Safira fue la mujer que menos horas ha estado viuda en la Biblia; por haber mentido, su esposo murió y después de 5 horas ella también. Ver Hch. 5.1 2. La mayoría de los libros del N.T. terminan con la palabra Amén. Hay 3 excepciones, tales como Los Hechos, Epístola de Santiago y 3ra Epístola de Juan. 3. El Nuevo Testamento solo tiene 2 libros que son: Apocalipsis y Hechos de los Apóstoles ya que los otros son Evangelios y Epístolas. 4. Se estima que en Jesús se cumplieron cerca de 333 profecías todas ellas anunciadas de manera asombrosa varios siglos con anticipación y, en algunos casos milenios antes. V. A. R. Oración por la PAZ ESPIRITUAL Julio mes de la libertad (viene de la página anterior) La libertad humana ha sido comprada a precio de sangre humana. Y la libertad espiritual, la libertad del alma, ha costado la preciosa sangre del Hijo de Dios. La cruz es el estandarte de los libertos del pecado. Cristo es nuestro libertador magnánimo y definitivo. Él mismo dice: “Si el hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”. Y terminamos como decíamos en otra ocasión: En Él somos libres; fuera de Él, esclavos. La libertad significa vida, luz, amor, virtud y felicidad; y la esclavitud, muerte, tinieblas, odio, vicios y desgracias. Escojamos, pues, entre las bendiciones de la libertad y las maldiciones de la esclavitud. Por: Abelardo M. Díaz Morales en La Historia del Mundo es la Historia de la Libertad. Amado Dios, toma mi vida y permíteme vivir serenamente este día. Abre mi mente a pensamientos positivos. Saca de mí todo mal sentir hacia los otros. Haz posible que yo pueda sentir gozo, amor, compasión, y permíteme sentirme vivo otra vez. Ayúdame a aceptar las cosas como son, a cumplir con mis tareas diarias, a dar libertad con amor. Llévate mis preocupaciones por el futuro. Que yo pueda darme cuenta de que en tus manos todo se me provee, que no tengo control sobre nada sino yo mismo, que el presente es precioso y pasa muy pronto. Ayúdame a recordar que el odio y el dolor dirigidos a mí son el odio y el dolor que siente la otra persona. Gracias por aceptar mi carga y por hacerla más liviana. Amén