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VENDRÁ LA MUERTE
Y TENDRÁ TUS OJOS
33 P O E T A S SUICIDAS
Prólogo y Selección
Luis La Hoz
Carta abierta a un amigo suicida
Max Silva Tuesta
EDICIONES
DE L O S L U N E S
VENDRÁ LA MUERTE
Y TENDRÁ TUS OJOS
33 POETAS SUICIDAS
EDICIONES
DE LOS LUNES
OBRA
Diseño
de
Tapa:
AUSPICIADA POR EL
Jaime
La
Hoz
Copyright: Luis L a Hoz.
Primera Edición: Noviembre 1989
Impreso
y h e c h o e n el P e r ú .
CONCYTBC
VENDRÁ LA MUERTE
Y TENDRÁ TUS OJOS
PROLOGO
Y
SELECCIÓN
LUIS LA HOZ
CARTA ABIERTA A UN AMIGO SUICIDA
MAX SILVA TUESTA
Es
mentira.
suicidas
Para
los
siempre
un lugar
en
hay
el
Cielo.
El joven oficial de la policía
Se
rasca
la cabeza.
alma
Indagando
a los
del
Pues
A
Busca
están
huellas
lejos
de su
vecinos
por
(Las
del
olido)
las
costumbres
suicida.
acostumbrado
suicidios
por
como
amores
está
contrariados
Bancarrotas
Y
otras
No
Cómo
Sin
cosas
terrenales
comprende
diablos
un
alguien
puede
largarse
mensaje
Escuchando
Osear Aragón.
sólo
las
voces
[rías
de la
nieve.
La Poesía
un
perfume,
puedan
hacer
bién
aparecen
mos
Poesía,
de
nar
acerca
estaban
que
Cortázar
tos
también
allí,
ahora
que
sabíamos
y
una
nos
otras.
asombrados,
hasta
como
manera
que
vez
un
rio
así
tam-
de
algo
Arteaga
hoy
como
poetas,
noche
y
Ultimo
no
Round.
estaban
una
una
unidos
posible
tomamos
papel
primer
resultado.
con
las posibilidades
mucha
el
agua
trabajo
pozo!
en
por
ha corrido
bajo
gus-
sí
muchos
La
idea
entre
ma-
suicidas.
hicimos
una
primera
totalmente
y con
muy
me
chico
nuestros
poetas
trabajo
luego
también
ese
"aquello".
de
algo
y
Hart
Y
Teníamos
e
apre¡Todos
pero
Quedamos
del
parlo-
Nerval,
pozo,
negra.
y lápiz
reflexio-
Chatterton,
antología
contradictoriamente,
inició
al
el
a
Berryman
Claro,
en
perla
un
vivo,
de
satis-
una
sensa-
vivo.
lo entregó.
los puentes.
de
cuentos,
y que
revelación.
el tal
y
y
recuerdo
pusimos
lanzado
y
caminábapoetas
anécdotas
el loco
habían
yo
de
nombrando
de
Pavese
y
noche,
estado
especie
se
de
nos
resplandeciendo,
inquietante,
Arteaga
Una
habíamos
una
en su
poetas
la idea
poseer
Tal
equivocación
surja
hablando
memoria,
las
mismos
cuenta
misma
Armando
lugar.
una
alguna
noche,
y Maiacovski,
extrañamente
con
años
de
que
y ellos
selección
de
o de
y el b e l l í s i m o Cesare
y confrontamos
fechos
qué
o
la Poesía,
De
y,
Fue
Esenin
entonces,
la de
Armando
día
de
poetas
existían
Esa
esos
los
muertos
Celan
de
certeza
fuente.
setentas,
de
la cuenta
Alfonsina,
Paul
ción
los
mutuamente.
Crane,
lista
de
de
sabemos
una
voz,
tranquila
calles,
literarias
más
ciábamos
nos
versos
teorías
teamos
no
ideas.
de
de
de
llega
palabra,
esa
una
las
principios
infinidad
que
una
que
o como
A
voz
sonido,
posible
tempestuoso
brotó
es una
un
Desde
La
anto9
logía
tiene
Cristo
cristiana
y tres
murió
y/o
El
po
treinta
cuando
católica?.
suicidio
lugar.
prohiben
vida
No lo
es un tema
y en cualquier
mente,
tiene
suicidio
es pues
bargo
Las
existe
siempre
de
castigo.
¿La
fastidiar
lo ha sido
sus
edad
a la
de
religión
Somos
nuestra
es mejor
como,
una
de
ofensa
de Dios
y sobre
de lo cuál
tiembásica-
acerca
la extrema
creaturas
vida
a nosotros
en cualquier
y la católica
consideraciones
como
nuestra
algo
frente
de
cristianas,
aparecer
sobre
aterrador,
y vive
cabalístico?.
suerte
religiones
dentro
del peor
a decidir
una
sé.
haciéndolo
pasible
derecho
¿Número
límite,
el suicidio
y de la muerte,
y, por ende,
poetas.
y, por lo tanto,
a
y sólo
Él
muerte.
no hablar.
espada
la
Dios
El
Sin
em*
filosísima
e
in-
visible.
Sería
otros-
muy
largo
entrar
hacer
con
lo puedan
mos
algunas
palabras
Asesinos:..."
te fue
En
rápido
de Henry
el caso
o lenta,
es el acto, pues
ser
act:s,
existencia
tonante;
por
enfermos,
estará
todavía
¿acaso
que
alnte
Talento
una
especie
nos
juzgue
se clavó
sí,
poetas
fuera
de
tal
varias
de lo común,
un
no.
cosas
en
que
agudeza
con
artista
los
une,
10
donde
nacimiento
una
aparte
por
respuesta
(Hart
Crane)
hacer;
nos
del
pró-
ni
Más
persona
común
en
exacerbadas;
sol
duPero,
de la decisión
primavera—
ni tiempo
gobernado
severidad!.
hay
y sensibilidad
nunca
ni muerte
que
ver
un poeta.
Frío y mudo, sólo el tren de los instantes
Ni
hace
el dedo
videntes:
viajando
la
sin
maneras,
no
de-
¿verdad?.
al de
nos
un efecto
hipócrita
dejado
artista,
todos
que
ser y
mundo
palabras,
fue
De
Nos
nuestro
los
muer-
sinónimos
siempre
de la tumba
el pozo
de
vez
Lo
convierten
de
si su
que
hemos
allá
Tiempo
saber
comprender
actos
lo que
recordé*
o prolongada.
de
Duras
en
El
la conciencia.
estos
Quizás
obstante,
libro
posee
típico
de que más
señalándonos".
esa espada.
interesa
hace
que
recuerde
el suicidio
su
breve
nos
qué
si quien
y tres
fue
momento
¡Y
la idea
vez
en
del suicidio
siempre
Tal
nal.
acto
un
la ley
se
es diferente
corriente?.
treinta
por
que
acobardamos
ras
El
de
No
no nos
intransitivos
y muertos.
queremos
jimo
verbos
nos golpea
ciegos
Miüer
suicida
súbitamente
y ta muerte.
estamos
No
no
del
acerca
afiladores.
si su agonía
importa
son
a reflexionar
adecuados
estos
fison
Videntes
exigencias,
buscando,
a
través
bascando
de
siempre
neuróticos
a través
deseos
de
de
las
más
duras
perfección:
Y tú cuerpo mió maldice ¡os sentidos
como
un
lisiado
a sus
muletas.
(Rene
Crevel)
Deseos exagerados de perfección que llevan a ocasionar conflictos
irresolutos
con
y con
mondo:
el
la
-propia
obra
en
algunos
casos
y siempre
con
la
vida
Que los tímidos pies del alba corran en pos de mí:
me
quedaré
porque
en
he
y lo que
está
este
bosque
quitado
ella
me
enterrado
de
el velo
ha
en
pinos,
a la
contado
belleza
en
el fondo
de
la
oscuridad
mi
corazón.
(J.G. Fletcher).
Como el lector comprobará, todos los poetas incluidos en esta
antología
son
algunos
tes
occidentales.
Así
orientales,
el Japón
países
connotaciones
vida
y la
dos,
pienso
ontolcgicas,
muerte.
Por
otra
parte,
en
de material
Las
hay
poetas
principalmente
ejemplo,
digamos,
von
La
decidido
por
vitales
maneras
de
son
pobreza
que
debido
del
Perú
tiene
y literarias
occidentales
Kleist
porque
el suicidio
otras
implicancias
Heinrich
literario.
fue
no
han
a la falta
también
llega
y
y
y versiones
especialmente
antología
por
en
español
el que
escribe
ciada
o felizmente,
1977.
Hernández
y en alemán.
siasmo
cuando
valga
tradujo
No
sé
si
trabajamos
han
sido
y por
trabajadas
el poeta
el humor
negro,
principalmente
sea
exceso
la
poesía
de
Luis
a los
poemas
suspicacia
de
Attíla
sea
los
pero
Joszeff.
perfecionaoccidentales
de
los
para
Hernández
se sumó
los
considera-
a bibliotecas
mas
escritos
la
obvias.
información
librerías.
De todas
maneras
es posible
que este
do y ampliado
alguna
vez con poetas
orientales
que han
faltado.
Es importante
decir
que tas traducciones
no
trabajo
y con
entender
sido
de
en
diferen-
que,
recuerdo
esta
desgra-
antologados
escritos
poe-
en
en
francés
su
Hernández
entume
11
c o n t ó que
bía
había
arrojado
Buenos
las
una
noche
ruedas
de
Quiero,
para
No
un
factor
de
que
veo
finalizar,
esta
común.
podría
un
Creo
La
dejar
que
con
imagino
sentado
donde
éste
haría
un
algo
una
es una
obra
un
solo
que
ver
una
que
simple
se
ha-
lo mismo
una
me
en
parece
reunión
completa
espíritu,
como
otro
lado,
¿tiene
y el lugar
que
habitamos?.
quietante,
muestra
aristas
que
suponemos
irinecesarias,
de
intención
gran
funda-
poetas
con
a
pesar
en sí misma,
poema
y
una
donde
Recordemos
lo
por
que
no
victimas
el valor
la vida,
conocemos
tan
pugnamos
mutuamente.
gusanos-,
Y
nando
los
De
parezca.
tratamos
unos
calidad
cada
poeta
o le interesa.
al revés,
que
nos
los
unos
a
de
pero
que
acompañen
los
sea
de
la
podemos
que
soportar
queremos
bien,
nos
al
mises
desgracia.
la
las
revolu-
nosotros
No
demasiado
cuando
ino
adormidera?
Lo
observando
aún
que
compadecemos
en nuestra
otros,
seguimos
así
¿acaso
en una
ejemplo.
para
Nos
que
nos
re-
cortesía
de
los
estamos
extermi-
otros".
Supongo
Está
Pero,
"Cuando
su
en
considerar
es compadecernos
seguir
Pero
el momento
es provocadora,
comercial,
desmoralizaríamos.
manera,
sí?.
realidad
de
con
deseamos
revolucionarias.
en un cliché
nos
a los
ninguna
¿O
Luis La Hoz
bien
así
no
a Miller:...
en
deserciones:
de
usualmente
nuevamente
hacemos
tener
demasiadas
ahora
obra
Indudablemente
poco
no se ha convertido
suicida,
12
lagar
peruano
verso.
Por
quizá
El
como
vivimos
mos
mismo
tren.
antología
ampliarse;
homogéneas.
ción
en el
un
Aires.
mental.
es
estado
a
aquí,
éste
es
que
ya
un
el lector
lo
brillando.
dije,
canto
al suicidio
tomará
como
de
una
o algo
él lo que
perla
negra,
que
le
se
le
conviene
brillando,
CARTA
ABIERTA
A
UN
AMIGO
SUICIDA
Me
voy
porque
ni
se ha dignado
el
pedir
llanto
que
me
quedara
César
Calvo
i
Hubieras
como
tú,
dejado
se van
portarles
un
todavía!
Claro,
carajo
"Todos
los
que
mejor
dices
viste
14
manos,
las cosas
sí
con
que
el
él en
gala)
centavo.
que,
de
hace
cambio,
no
un buen
(hay
fue
de
más
ese
era
en
definitivamente,
de
no
repente,
convenció
como
sobre
de
por
los
lo
En
fin,
que
cen
que
este
cobrar
la
logró
debía
plazo.
ver
habernos
Pero,
nada.
excelente
sus
última
sentido
honorarios.
consulta
lo que
que
pintas.
riesgo
contradictoria
corto
es.
es uno
lo
el alto
imnoche
si lo
ese
a nadie
pata
quienes.
fin
de
digerido
aplaudir
incluso
¡Y
o menos
tiempo.
a la hora
Cobró
a
todas,
hora":
tan
el más
que
por
regreso.
Aunque,
En
entender
vez
a la misma
tenazmente
esperaba
mosca
hizo
la
te
el camino
prevenirnos
manera
desde
muy
último
ejemplo,
la
lo que
estuvo
de
por
una
ha sido
pata
para
de
fiesta
que
El
cuenta
clave
reproche.
una
a entenderte.
sobre
hasta
un
de
llegamos
sus
advertido
bró
no es
una
cuenta,
con
tuyos
enfrentaba*
práctico
su
o no
regresan
habida
Donde
menos
tu psiquiatra.
en
corrías
dar
lo
por
argumentos
sobre
Estaba
aquí
esto
no
pocos
por
de
Coque
tu-
se veía
ve-
nir.
C a s o , contrario,
recordado
En
tiembla
ya no se nos
ahora
nivel.
la
Magdalena
tiene
tu casa,
aparte
En
Todavía
al mercado
banco
los
celebran
bien
Todavía
sacerdote
llamándote
Margarita
"nuestro
van
del
porque
Todavía
tienen
porque
el
está
al psicoanalista
y,
van
en
si
en
se
esmeran
hablando
de
rollos
de
les
falta
próhasta
cada
alguien
confiesan
el
llegan
lo que
su
Todavía
a pasar
no
se
ha
averiguan
los
hijos
muere
Todavía
nada
en cartelera.
los
fe
di-
Todavía
tiempo
cómo
se les
casi
Todavía
a cambiar
planifican
desvelan
tú
nombré.
Todavía
matan
que
vuelto
y, como
llenar,
tu
día.
al cine
morirse.
de
en
disponible.
Todavía
lloran
más
me
han
sucesora.
difícil
cosas
ti, tampoco
aguas
mejor
misas
líquido
de
las
sale
su
vacío
Todavía
que
a
celebrar
las
se
al hablar
parecer,
de la película
Todavía
tenía
Al
acuden
los rollos
amor.
maneras
uno
que
en-
de
to-
r
los
p imeros
dinero,
donde
el
nomás...
Como
verás,
para
lo diga
a
la medianoche.
por
la voz
famoso
carros.
Todavía
mataste
del
Todavía
cumpleaños.
viernes.
la nostalgia
sus
sus
pasada
menos,
en
saldo
revisar
por
llora
comprar
feriado.
tiende
estuviéramos
quiebra
de su
tiempos.
vidas
ximo
das
para
mandar
buenos
no
te escribo.
mandan
el monto
propias
que
memoria
cambiado.
por
hoy,
el barrio
rías,
van
por
Efímero''.
la mano
a su
el
hoy
Pedro
tu
suicidio
cambiar
no
el estilo
crudamente,
pero
es
sirvió
de
para
vida
de
nada,
tu
si
es
familia.
verdad
Disculpa
que
te
que
te
así.
2
Sólo ahora entiendo por qué te gustaba repetir tanto: "Esto era
pues,
y nada
A
más,
propósito
publicaras
los
de
porque,
tan
un
basura
redondos
libro
ubicado
damente
versos,
esta
De
el
siempre
no haber
según
como
más
vida".
de
tuyos.
digno
en
la
tu
sol
criterio
que
de sobrevivirte.
antología
adelante;
mejor,
alenté
a parar
—recuerda—
cada
demasiado
nos
alumbra,
Es
más,
de Luis
o
te
ido
La
Hoz,
ahora,
te
estarían
una
ellos
no
para
que
al
tacho
te
reunidos
encontrarías
de la cual
de
de
estricto,
ahora
ahora
uno
te hablaré
muy
salieron
en
bien
detalla-
vez.
15
Por
tratarse
ontología.
Así
a hurgar,
En
tu
en algún
caso,
diablos
te
ingrato?
por
no
de
la
partir
derme
con
sucede
de
bles
libros
La
modo
incluir
lo que
Sólo
tanto
sobre
y
en, tu
no
desde
dejo
luego,
de
en caso
en
hecho
de
certero
de
que
no
que
muchas,
eso
valen
negro,
pedir
capacidad,
mu-
de
fuera
en suicidio.
realidad,
nadie,
matamoscas?
preguntarme
en
qué
de
de humor
el
estarías
verdad.
¿por
despedirte
plegada
los l l a m a d o s expertos
la materia,
de cierta
sin
un
una
invitándonos
pregunta:
tomarse
ataúd
además,
negra
siguiente
la fiesta
puede
de causa,
con
la
es suficiente,
hiciste
tú,
conocimiento
otro
Luis
no
otro
es,
filosofía
la osamenta
con
de
antología
de
santo,
dejaste
qué
de
cosas.
campo
relacionada
que
¿De
esta
suerte
en lo mejor
olvidáramos
A
una
secreto
La carta
chísimas
suicidas,
yo:
verdad
regresaste
lo demás.
nos
poetas
lo siento
respon-
posible.
Sus
lo
que
No
innumera-
este
libro
de
Hoz.
¿Qué preguntas me hago desde que te fuiste? He aquí algunas:
2.1. De no haber tenido la fuerza que Caín tenia, en vez de ser
el primer
homicida,
Pregunto
eso
¿no
E l o f i c i o de v i v i r ,
2.2.
tumba
cir
tas,
¿Qué
2.3.
lidad,
la
promisos,
siempre
no fue
dote
la gran
al
vociférente
este
y
en
tímidos".
cuando
escribió:
al hombre"?
" ¡La
¿Quiso
en su seno,
fanatismo
a la hora
tampoco
vez
quiero
más
a fin
rabia,
quisiste
es
más
así
te
tuyo
exacta
de-
de
que,
bien,
en
cuen-
escuché
caso,
decir:
puntuatus
com-
a la
extra-
organiza
con
la Madre
El
que,
la
tarde
la Nada
tu
Cronos.
al recordar
por
en todos
llegar
frecuentemente,
decir
Fue,
Pienso
de
humanidad?
Pavese,
terminó
en
empuján-
una
"¡Cronos,
Tierra
oportunidad,
aparta
de
mi
tiempol"
2.4.
a la muerte,
16
lleno
atrae
a ese
de estar
que
lecho.
Valle jo
que
la
Cesare
homicidas
acunándole
debido
cada
seductora.
negro
sí,
impaciente,
Lo
son
mujer
de
ruta,
Edipo?
afán
que,
hastío?
ella
suicida
de
César
de
que,
angustiado
ña ceremonia
infinito
a
será
el primer
suicidas
expresar
un sexo
razón
sido
compañero
"Los
Tierra,
¿No
a tu
dice:
/
la Madre
le dio
tu
quiso
es todavía
que
hubiera
porque
En
última
precisamente
instancia,
la Dama
¿suicidarse
Negra
no
que
más
es
faltarle
respeto
el
produce
respeto
en
la gente
y, por lo tanto,
de* quebrantar
dicho
2.5.
edad.
Suicida
¿Es
Pues,
cinco
estaban
nes
{Argentina)
Gould
(Chile)
qué
de
respeta
no
que
un- viejo
poetas
debe
y
los 33
y
incandescencias
las
llegada
la edad
años
estai
antología,
Lugo-
(Estados
6 4 años
cada
de
suicida
Leopoldo
Montherlant
suicidas,
vidas,
59
es un
Unidos)
uno:
Pablo
de
el
más
(Francia),
haber-.
poetas
sus
en la edad
tentación
los
recoge
matarse:
Heminguiay
de
contra
de
se suicida
que
de
Unidos)
Henry
7 6 a ñ o s en su
de
incendios
declina
(Estados
con
irreprimible
pasar
que
suicidas
6 0 a ñ o s ; Ernest
72 años,
recuento
mentarse
se
de los 33
Fletcher
perpetraron
los
la más
respeto?
verdad
tenía
de todos,
cidas
también
en la t e r c e r a e d a d a la hora
Rokha
El
¿Es
verás,
y John
cocho
que
cierto?
verde?
produce
extremado
nos
de acuerdo
informa
que,
( 8 poetas),
de la tibieza
la edad
la
la cantidad
( 5 poetas),
de los apagamientos
con
transpuesta
para
volver
y las cenizas
de
a
(9
en
edad
suiincre-
poetas),
3
Cosa grave, dirás,
cuando
ya no se busca
y se rastrea
una
razón
en
para
el famoso
sentido
de
la
vida
cambio
irse
a otro
mundo.
César Calvo
Luis La Hoz compara su antología con "una perla negra", condensando
con
hacérsele
desde
aducir
que
Sospecha
esta
asimismo
cosa
cantó
Coincidentemente,
pechas
17
que
borras
"algo
de los que
"un
por
at
un plumazo
de
sin
atingencias
razón,
lo cual
de
que
los que
es mejor
hablar".
"poco
tai vez
consideren
a su antología
de
no
vean
pueden
no
último,
los que
podrían
en este
libro
suicidio".
recordado
de
posibles
y no
constituye
Sospecha,
que
las
Sospecha,
el suicidio
revolucionaria".
otra
comparación
ahora.
Pedro
Efímero,
en la carta
que
son
dejaste.
las mismas
Afirmas
sosallí
que
"el
revolucionario
cluyes
diciendo:
aprenda
—el
''vale
de una
Luego
reiteras
en
("los
suicidas
dejan
lar"),
porque
para
fiesta.
Sin
embargo,
sea,
huir
No
a poco
su
cuenta
si
que
de
este
Es
cosa
da
es
pérdida
las
que
tarte?
¿Acaso
venía
no
en relación
rayana
el que,
sino
Alfonsina
man
miles
los
sina,
para
ahogarse
y
18
punto.
Efímero,
rechazado
huir
enor-
como
suicida
de
la
elabora
poco
averigüe
por
poeta
que
a
tomar
la
produce
la
lec-
en
por
en
de
dificul-
profunda
de-
etc.
Otra
imbricadas
de
en
esta
ella,
no
no
día
ca-
de
efectivamente,
buscan
con
ellos.
son
mejores
Sin
embargo,
o peores-.
medioy
rebasaron
¿O
ma-
bullentes
su
el
qué
Mag-
vaso
de
otros
fac-
horas?
pongamos
tenía
el auxilio
Miles
Mara
más
Margarita
a día.
tus
con
perdonabas
que
antología,
roto
te indujo
los
Entonces
sangre
la última
haber
rencores,
a la que
gotas
de
Magdalena
ti
estupidez?
de
que
eso,
una
melancolía,
el hecho
allí dramáticamente.
por
la mar
final:
complejamente
te ahogabas
Storni;
de tas suyas
supuesto,
hondísima
tu familia,
insulsa
poetas
cancerosos
Storni,
por
una
sido
amargamente,
presentes
Afonsina
movida
en una
remedio.
a Cada
el motivo
múltiples
tas dos
a los
haga
interminable
y
el lector
valiosa
la
bai-
suicido.
con
estuvieron
muerte
Cada
de
una
más
Que
incitación
acumulándose
Referente
argentina
lo
saben
vistosa
que
sin
llevaron:
Pedro
en la más
no fueron
tores
de
y
hay
casos.
encontrará,
recordado
haber
en
tú,
morir.
descubrir
al
y, a la vez,
bilis
que
se convierte
lugar,
los
para
causas
causas
conduce
¿Acaso,
dalena
con-
mundo
a los
nada
fiesta
dé
irreparable,
garita
cridad
en
según
es otra
ciertamente,
descubrir
rencores,
y
uno
cada
libro.
una
drama
altruista",
que
al
baile
concurrida
cualquier
razones
Esa
y
a como
qué
de
diferia
entonces,
tal averiguación
fácil
cepción,
hasta
pertenecientes
alegre
así en todos
de
fatal.
En
tades.
sea
es posible,
determinación
tura
ella
fuese,
conjunto
no
más
a otro,
donde
creo
suicida
esto
la pista
vida
por
De
por
un
un
de
metáforas
Ubre
ti esta
monotonía.
peste,
usar
de un momento
mísima
es
hablar
vez".
fiesta
que
verdadero—
la pena
del
de
mar,
miles
caso
uno
la
Pero
como
que
resignados
con
suAlfon-
esperan
ni estos
Cada
por
cáncer.
su
la
ni
estilo,
Entre
los demás
poetas
poco,
no
se sabe
muy
mundo,
y por qué. Ante
be
sino
puede
repetir
versos
/ Sin
suicidas
hay
nada,
sobre
decir
él y cualquier
estos
largarse
la
por
un
de
lo
menos
cómo
otro
Osear
mensaje
por
hizo
en la misma
Aragón:
uno
para
quien
de
condición
Cómo
I Escuchando
de
irse
este
no
diablos
sólo
las
ca-
alguien
voces
[rías
de
nieve.
4
LOS UTENSILIOS PROPICIOS
Un árbol inocente, alguna cuerda.
César Calvo.
"Los hoteles no sólo sirven para hacer el amor, también ofrecen
excelentes
ces
espacios
para
ir a morir
cómodamente.
de la m u e r t e c h i q u i t a , el orgasmo,
tiva,
el m o r g a s m o " . Eso
aunque
a decir
con
de no ser interceptado
tal
verdad,
dices
Tratándose
dices
una
a dejar
de serlo
En
dio),
de
palabra,
elegantearon
perdurable,
los
común
como
por
ta historia
ejemplo,
el hecho
convence
a su
Silva
que
lleva
puesta
tiro
que al día siguiente
¿Cómo
colaboró
los, contornos
se sentiría
con
sobre
del
algunos
de
tu
que
exactos
del corazón.
el poeta
¿por
qué
cuello?.
crimen
(o
del
debido
que
un tiro.
trace
sobre
Allí
fue
suici-
a la
va-
vuelven
Así,
la
fosé
camisa
a parar
el
colombiano.
aguel
De
no
comenzó
se preguntó:
pegarse
para
yo,
que
detalles
médico
suicida?
autoeliminarte
no hay regla
registra
pregunto
el poeta
para
escenario
simple
definiEfímero.
preferencias,
de familia
de uno
dicho,
se disparó
Pedro
no tiene
secreto
pañuelo
Mejor
entony
designio.
que más
fino
total
recordado
empleaste
én el del
es la regla.
embargo,
que
no se trata
la muerte
la mayoría
de los tuyos,
el momento
Asunción
mente
medios
ni nadie
tópico,
tu carta,
terreno
Ya
de
en su último
desde
este
Sin
este
tu cadáver
la variedad
riedad.
en
en
sino
médico
repente,
que
como
involuntaria-
las propias
ro-
19
sas,
igual
tante,
que
para
también
más,
optan
ños
de
un
por
sí,
anotar
no
ron:
que
nadie
agua
no
Federn,
más
lejos,
podrían
Recibe
el más
Calvo,
quien
debe
Silberer,
o nadie
puede
cartas
algún
20
demás
muy
siete
en
cacarear
aún
de
de
los
mal
se
muy
al
mataPare-
cualquier
yo
del
perfecto
es esta
vida,
Pedro
Efímero,
por
ine&Stentes.
abrazos
decirme:
día:
hablaba
el círculo
en e s t a antología
cordial
acaba
que
recordado
de
que
Vaüejo
se cierra
Tal vez mis ojos duerman
Max Silva Tuesta
duc
está
y Schrötte.
que
de-
muy
no
tuvo,
Kahane
más
de los
profesionales
sentido
que
obsmédicos
los
se supone
haberse
asunto,
mortal
lineas,
buzón
estar
la vida
de
el particular,
discípulos
César
lo que
el salto
estas
algún
por
No
Los
otro,
orondo:
de
beber.
con
en dar
en
Stekel,
lo tugo.
Señor.
a quienes
Sobre
Freud
de bacán,
aún
al finalizar
tarlas
zaga.
primeros
de
a velar
psiquiatras,
humanísimo
dárselas
del
en la estadística
veinte
este
al saber
viñas
llamados
Sigmund
de Dios",
inexpertos
sar
Los
a la
quedan
no he
en las
lagar
el suicidio.
en
Yendo
nótono
los
se
Tausk,
que
puede
esta
jor
Ellos,
loa
no se inmutó
de todo
primerísimo
de
Marcus,
pues,
que
hay
lo siguiente:
constatar
do
psiquiatra,
se suicidan.
ocupan
que
ce,
tu
ser justos,
no.
de
de
"suicidio
donde
decir
que
algo
quise
Mientras
Luis
nuestro
La
caen
molos
redondeposi-
tanto,
me-
amigo
Cé-
Hoz.
común
THOMAS
CHATTERTON
Nace
en Bristol,
Inglaterra, 1 7 7 2 . A los 16 años compuso
poemas de Rowley, haciéndolos pasar por manuscritos
Descubierto
entonces.
el e n g a ñ o s e d e s a t a
Repudiado
por
un gran
del
e s c á n d a l o en
todos, e n la miseria
los
siglo X V .
la Albión
t o t a l , a c ^ b a su
vida
de
a
los 18 a ñ o s .
21
DESPEDIDAS
A d i ó s , Bristol, inmunda ciudad de
A m a n t e s de
ladrillos.
la riqueza, a d o r a d o r e s
R e c h a z a r o n a puntapiés al niño que
del engaño,
divulgó
viejas acusaciones,
Y
que por aprender pagó con una fama vacía.
Adiós, Gobernador, sigue
tragando
C o n tus eternas armas
corrupción,.
de
idiotas
M e voy donde soplan himnos celestiales,
P e r o tú, c u a n d o m u e r a s , t e h u n d i r á s e n e l
infierno.
H a s t a s i e m p r e . M a d r e : a c a b a , p o r fin, m i
alma
angustiada.
N o permitas que me
equivoque.
T e n misericordia, Cielo, cuando deje de vivir.
Y
perdonen este último acto de
miseria.
GERARD
DE
NERVAL
Nace en Montcfontaine, Francia, el año 1808. Su verdadero nombre
fue G e r a r d
L a b r o u n i e . Perteneció a esa estirpe subterránea de
ángeles
en la que podemos contar a S a d e . Lautreamont, Baudelalre, R i m b a u d ,
Artaud
o Dauraal.
runden en
Nerval
un m i s m o
representa
lenguaje,
un
todo donde
pertinazmente
vida y
buscado.
Hasta
obra
el
se
fin,
en P a r í s , en 1 8 5 5 .
Bibliografía:
Elegías Nacionales. Odelettes. Las quimeras. Pandora. Los hijos del
fuego.
R e t r a t o del d i a b l o .
25
EL
DESDICHADO
Y o s o y l a S o m b r a , el V i u d o , el
£ 1 Principe de Aquitania
Inconsolable.
c o n su torre
M i estrella es la M u e r t e , mi luminoso
perdida.
laúd
B s el n e g r o s o l d e l a M e l a n c o l í a .
¡Oh! noche de tumba, sin consuelo.
D e v u é l v a n m e el P a u s í l i p o y el m a r d e
L a flor de mi c o r a z ó n
Italia,
prisionero,
Y el p á m p a n o d o n d e V i n o y R o s a s e a m a n .
¿Soy Eros o Febo?... ¿Lusignan o Birón?
A r d e m i frente por el b e s o d e u n a R e i n a .
Yo
he soñado c o n la G r u t a de la S i r e n a .
Yo, radiante, crucé dos veces el Aqueronte,
Modulando
suavísima la lira de O r f e o
C c n el l l a n t o d e la s a n t a y los g e s t o s d e l
hada.
ARTEMISA
V u e l v e la T r e c e
y a s í la primera.
L a única siempre, — ¿ o el último m o m e n t o ? .
R e i n a e r e s , | o h tul, ¿ l a p r i m e r a o l a última.?.
R e y t ú , ¿el s o l o y p o s t r e r o
amor?
Amor enardecido desde la cuna al sepulcro,
E l que amo y me adora con
Ella,
el m o r i r ,
la Muerte...
ternura:
¡oh delicia, oh
tonnentol
F l o r que n o es otra sino la M a l v a R o s a .
Santa napolitana con manos de luz,
R o s a de c o r a z ó n violeta,
flor
de Santa
¿ D e s c u b r i r á s tu c r u z en el d e s h a b i t a d o
Gudula:
cielo?
Blancas rosas, la Caída, insultandb nuestros dioses.
L a C a í d a , p á l i d o s f a n t a s m a s del a r d i e n t e
cielo:
; L a S a n t a d e l A b i s m o c a y é n d o s e en m i s o j o s !
26
fOSE
ASUNCIÓN
SILVA
Nace en Bogotá, 1865. Perteneció a una familia acaudalada. Guapo.
f i n o , m u y i n t e l i g e n t e , v i a j a a l o s 1 8 a ñ o s a E u r o p a y a s p i r a allí e l a l b a
el d e c a d e n t i s m o .
T r a e de vuelta
una
maleta
llena de corbatas
rantes y de libros: W i l d e , Verlaine, Schopenhauer,
Fichte,
exhube-
D'annunzio,
N i e t z c h e ; e s d e c i r , l a f l o r a d e la e x q u i s i t e z , l a d u d a y el p e s i m i s m o .
fue un e s t e t a e n t o d o s e n t i d o y , e n c i e r t o m o d o , s e a d e l a n t ó a l
nismo.
L a m u e r t e d e su h e r m a n a
lo golpean espiritualmente.
le dibuje en
y el hundimiento
familiar
U n a noche v a donde su médico y hace
l a c a m i s a el l u g a r e x a c t o del c o r a z ó n .
revólver en la m a n o .
financiero
Silva
moder-
Amaneció con
que
un
1896.
Bibliografía:
Poesía, con prólogo de Unamuno. Gotas Amargas. De Sobremesa.
Prosas.
29
NOCTURNO
Una noche
una n o c h e toda
llena d e murmullos, de perfumes
una
y de música
de alas;
noche
en q u e ardían en la s o m b r a nupcial y h ú m e d a
las
luciérnagas
a mi lado lentamente, contra mi ceñida toda,
c o m o si u n p r e s e n t i m i e n t o d e a m a r g u r a s
muda y
fantásticas.
pálida.
infinitas
h a s t a el m á s s e c r e t o f o n d o d e l a s f i b r a s s e a g i t a r a .
caminabas';
y
la luna
llena
por los cielos azulosos, infinitos y profundos
y
tu
fina y
lánguida,
y mi
por los r a y o s d e la luna
e s p a r c í a su luz b l a n c a :
sombra
sombra
proyectadas
sobre las arenas
de la senda se
y eran
una,
y eran
una,
tristes
juntaban,
y eran una sola sombra larga,
y eran una
sola sombra
larga,
y eran una sola sombra larga. . .
Esta
noche
solo, el a l m a
llena d e las infinitas
amarguras y
agonías de
la
muerte.
31
s e p a r a d a d e ti m i s m a , p o r e l t i e m p o , p o r l a t u m b a y l a d i s t a n c i a ,
por el infinito n e g r o
donde
nuestra
mudo y
voz
no
alcanza,
solo
p o r la s e n d a c a m i n a b a . . .
Y s e o í a n l o s l a d r i d o s d e los p e r r o s a l a l u n a ,
a la luna
y
pálida
el chirrido
de las r a n a s . . .
Sentí frío.
E r a el frió q u e t e n í a n en t u a l c o b a
tus mejillas y tus sienes y t u s m a n o s a d o r a d a s ,
entre las blancuras
de las mortuorias
Era
el f r í o
del s e p u l c r o , e r a el h i e l o d e
e r a el f r í o d e l a
Y
por los rayos de la luna
iba sola por al estepa
mi
niveas
sábanas.
la muerte.
nada.
sombra
proyectada.
iba
sola,
iba
sola,
solitaria;
y tu s o m b r a e s b e l t a y á g i l .
fina y
como
lánguida,
e s a n o a h e t i b i a d e la m u e r t a
como esa
primavera
noche llena de murmullos, de perfumes y
de
música
s e a c e r c ó y m a r c h ó c o n ella,
s e a c e r c ó y m a r c h ó c o n ella,
se a c e r c ó y m a r c h ó c o n e l l a . . . ¡ O h las s o m b r a s enlazadasl
¡ O h l a s s o m b r a s d e l o s c u e r p o s q u e se j u n t a n c o n l a s
sombras de las almas!
¡ O h las s o m b r a s que se b u s c a n en las n o c h e s de
tristeza y de lágrimas!
32
de a l a s .
EL
MAL
DEL
SIGLO
el paciente
—Doctor,
un desaliento) d e l a v i d a
Q u e en lo íntimo d e mi s e a r r a i g a y n a c e ,
el m a l d e l s i g l o . . . el m i s m o
De
Rolla, de Manfredo
U n cansancio de
todo,
mal de
y de
un
Werther.
Leopardi:
absoluto
Desprecio de lo h u m a n o . . . . un
incesante
R e n e g a r d e lo vil d e l a e x i s t e n c i a
D i g n o de mi maestro
Schopenhauer,
U n mn'estar profundo
que se aumenta
C o n todas las torturas del a n á l i s i s . . .
el médico
— E s o es cuestión de régimen.
D e mañanita;
duerma
Camine
largo; báñese;
B e b a bien, c o m a mucho, cuídese mucho;
L o q u e tiene usted es h a m b r e . . . I
I£OPOLDO
LUGONiES
Artista perteneciente a las alturas d e
Unamuno,
Lugones n a c e en Córdova, Argentina, el a ñ o 1 8 7 4 .
S u vida es una eterna pasión,
un
constante
partido
se
hace anarquista,
socialista, lo a b a n d o n a ;
fascista.
Arrastra odios y
enconos.
Acaba
escándalo.
su
luego
vida
en
Pertenece
al
conservador,
1 9 3 4 , en
un
h o t e l u c h o en l a s riberas del r í o T i g r e .
Bibliografía:
Las montañas de oro. Los crepúsculos del jardín. Lunario Sentimental.
O d a s s e c u l a r e s . E l libro fiel.
radas.
E l romancero.
E l libro de
los p a i s a j e s .
Las
horas
do-
P o e m a s s o l a r i e g o s . R o m a n c e s del r í o s e c o .
35
VENUS
VICTA
P i d i é n d o m e la muerte,
tus
collares
desprendiste con trágica alegría,
y en su p o m p a fluvial l a p e d r e r í a
se ensangrentó
de púrpuras solares.
Sobre tus bizantinos alamares
gusté infinitamente tu
a la hora
agonía,
en q u e el c r e p ú s c u l o s u r g í a
c o m o u n v a g o j a r d í n tras) d e l o s m a r e s .
Cinceladas por mi estro, fuiste bloque
sepulcral, en tu l e c h o de
difunta;
y c u a n d o por tu seno entró el e s t o q u e
con argucia feroz su hilo de hielo,
brotó un clavel b a j o su fina
punta
en tu n e g r o j u b ó n d e t e r c i o p e l o .
HOLOCAUSTO
Llenábase de noche las m o n t a ñ a s
y a la v e í a del b o s q u e a p a r e c í a
la estridente carreta que volvía
d e un v i a j e espectral p o r las c a m p a ñ a s .
Compungíase el viento tras las cañas,
y a s u m i e n d o la astral melancolía
las horas p r o l o n g a b a n su a g o n í a
paso a paso a través d e tus p e s t a ñ a s .
La sombra pecadora a cuyo intenso
influjo,
a r d e tu a m o r c o m o el incienso
en apacible combustión d e aromas,
miró desde los sauces lastimeros
e n mi a l m a u n e x t r a v í o d e c o r d e r o s
y e n tu s e n o u n d e g ü e l l o d e
38
palomas.
VACHEL
Nace
LINDSAY
en
Springfield,
EE.UU.,
1879.
Especie de rapsoda
viajó p o r su país, a d e l a n t á n d o s e a los beatnicks, predicando
lio e n t r e p o é t i c o y r e l i g i o s o , r e c i t a n d o
de hospedaje
y alimento.
rigor intelectual,
y cantando
S u producción
pretendiendo
traducir
está
moderno,
un
sus versos a
despreocupada
emociones y
evange­
cambio
de
todo
sentimientos
uni­
versales . M u e r e en 1 9 3 1 .
Bibliografía:
General William Boothe enters into Heaven. The Congo. The Chinese
Nightingale.
T h e Gplden W h a l e s o f California.
A H a n d y G u i d e for B e g g a r s . T h e T r a m p ' s
Rhymes
to B e
Traded
for
Breal.
Lythany of Washington. Street.
Rhymes
Every Soul
Going
to
the
E x c u s e and other
in
American
is a
Circus.
Stars.
Poems.
Language.
39
A
EN
UNA
UNA
MUCH
ACH
ALDEA
E r e s una salida
A
DE
DE
de
PELO
DORADO
LOUISIANA
sol,
s i una, e s t r e l l a s a l i e r a e n v e z d e l s o l .
E r e s una salida de
luna,
si una estrella saliera en vez de la
Eres la
luna.
primavera,
si u n a c a r a b r o t a r a en vez d e flor d e
E r e s mi a m o r ,
si e s t a n s i n c e r o t u
corazón
c o m o son tiernos tus
ojos.
manzano.
LA
PALOMA
DE
NIEVE
NUEVA
T e doy una c a s a de nieve,
te d o y la bandera
del v i e n t o s o b r e e l l a ,
te d o y m o n t o n c i t o s de nieve
en l a r g a hilera,
te doy una paloma de nieve
y te pido
la
ames.
La paloma de nieve entra volando
por la v e n t a n a de la casa de nieve.
E s un
espíritu
y no echa sombra.
S u p l a ñ i d o es el p l a ñ i d o del a m o r
d e s d e el prado,
el p r a d o d e n i e v e e n q u e e l l a a n d a b a
el l u m i n o s o , a n g é l i c o
42
prado.
toda
brillo.
LOS
BÚFALOS
QUE
COMÍAN
PLORES
Los búfalos que c o m í a n flores en
primavera
en l o s d í a s de a n t a ñ o ,
corrían
donde
truenan
las locomotoras
y las flores d e l a s p r a d e r a s y a c e n d o r m i d a s .
La ondulante, floreciente hierba
perfumada
e s e x p u l s a d a p o r el t r i g o ,
ruedas y ruedas y ruedas van
en la primavera que
rodando
es dulce todavía.
P e r o los búfalos que comían
flores en
se fueron d e s d e a n t a ñ o .
Y a no cornean mas, y a no mugen más,
y a en las colinas no r o n d a n
con los P i e s n e g r o s y a c e n
más:
dormidos,
c o n los P a w n e e s y a c e n d o r m i d o s .
primavera
JOHN
GOULD
FLETCHER
Nace en Arkansas, EE.UU. el año 1886. Estudia en Harvard a principios
de siglo.
1 9 1 3 vuelve
el título
Pasa
de Doctor
Poesía.
Hoy
ta e n
1960.
a Inglaterra
a su ciudad
está
natal
Honoris
casi
y forma
y la
Causa.
olvidado
parte
del
Universidad
siendo
En
1 9 3 6 gana
un
grupo
imaginista.
de Arkansas
el Premio
extraordinario
le
Pulitzer
poeta.
En
concede
Se
de
ma-
Bibliografía:
Irradiations. Sand and Spray. The Tree of Life, Dreakers and Granite.
Prelude
Stars.
and
The
Symphonies.
Burning
Parables.
The
Epics
of
Arkansas.
South
Mountain.
45
VERDE
SINFONIA
I
Las hojas brillantes de los rododendros
S e m e c e n y vibran en
Mientras que por
el a i r e f r e s c o .
el d é l o
Las nubes blancas se persiguen.
Como conejos se escabullen
A l g u n o s l a y o s de luz b a r r i e n d o
Y
el p r a d o
arrojan al pasar
Dibujos de sombra
Dorados
y
verdes.
Con largas cataratas de risa
L o s pájaros en celo se lanzan
al c é s p e d :
E n t r e sus locos trinos
D e s t e l l a el s o l a l e g r e p o r l o s á r b o l e s .
Allá abajo hay lagos azul oscuro:
L o s a z a h a r e s c u e l g a n s o b r e el a g u a .
E n la
torre del
viento
S e sueltan todas las
T o c a n d o al a l b a .
campanas
Finas y aladas
flámulas de brisa
A z o t a n los arbustos
Y
en su pálida
que se mecen
espera
L a tierra r e c i b e la lluvia o b l i c u a .
Yo soy una brillante gota de lluvia
A b r a z a d a e n el f r e s c o
Soy
una margarita
rododendro.
que estrella
L a s exquisitas curvas d e la hierba
Las brillantes
hojas
del
cortada.
rododendro
S e a g i t a n c o m o l a s c u c h i l l a s v e r d e - a z u l d e la
Aleteando,
crepitando,
hierba.
cayendo:
A s t i l l á n d o s e e n un m i l l ó n d e d e s t e l l o s .
El viento corre sonriendo por la loma
Desgarrando puñados de hojas
húmedas
P a r a repartirlas a las caras de las gentes;
S e r e v u e l c a en el c é s p e d b o r d a d o d e m a r g a r i t a s .
S e a g a r r a a la luz del
Brinca por la
sol.
sombra.
Como perlas barrocas
Como nubladas
esmeraldas,
N u b e s y árboles chocan:
G i r a n d o en
E n el
remolinos
tumulto
D e la primavera
Y
del
viento.
II
Los árboles salpican el cielo con sus dedos:
verde incesante tumulto de estrellas.
Jugando
m e c e n todas sus
48
ramas:
p l a n o s d e luz y p l a n o s d e s o m b r a
pasan
entre ellos
y se abren como abanicos al c a e r .
Ix>s árboles son como el mar:
se agitan,
tiemblan,
rugen,
chapalean,
lanzan sus verdes y
manchadas
brillantes
frondas
d e r a m a s al cielo.
Los árboles son tejados:
cavernas huecas de azules sombras
arcos solemnes
en el a t a r d e c e r .
T o d o el v a s t o horizonte,
mirador tras mirador,
cumbre sobre cumbre,
levanta hacia el
cielo
cordilleras de verde y verde.
Los árboles acarician los tejados con sus dedos,
se
tienden
desafiantes,
eji
s o b r e l o s ríos p a r a m i r a r
adentro:
gesticulan
las cumbres de los
Cerros;
se a g a c h a n j u n t o s en los valles,
suspiran en los c a m p o s .
Barnizadas cúpulas
se c a e n sobre l a hierba,
se quiebran y quedan
como
quietas ruinas.
Los árboles castigan el cielo con sus hojas.
III
D e s d e J e j o s m e llaman- l a s v o c e s d e l o s p á j a r o s l o c o s :
n o m e iré de este b o s q u e de p i n o s .
Cuando
el v i e n t o s o p l a ,
bandido, a
través del b o s q u e ,
me parece oír claramente
el i n m o r t a l r u m o r del
mar.
Cuando la lluvia cae,
veo inclinarse lanzas de
en l a l a g u n a pálida del
rodeada de oscuras
plata
cielo
(rondas.
Cuando el sol brilla
trenzo r a m a s distantes y h a g o c o n ellas a n c h a s c o r o n a s ,
oscilo a ritmo de las cumbres,
n a d o a placer en los profundos
m a r e s del a i r e .
Abrazo la suave corteza de sólidas columnas
y con pinas que esparzo
cuidadosamente
m a r c o la progresión de les cuadrante» de la sombra
que oblicuos se lanzan a través de la t a r d e .
El césped no es el césped:
es suave y s e c a
con
alfombra
oscuros bordados de aguja.
Estos árboles no son árboles:
son innumerables
paraguas-pagodas
emplumadas,
d e s g a r b a d a m e n t e e n v a r a d a s c o n el v i e n t o ,
meciéndose sobre sus troncos d e roja
laca.
Al atardecer, escucho el susurro del viento,
m i e n t r a s la guerra del crepúsculo oscila y se d e s p l o m a
detrás de mi;
llameantes almenas de gloria entre c h a m u s c a d a s comarcas de
50
sol.
P o r la noche, los ardientes
lanzarán
sus
trinos a
ruiseñores
t r a v é s del s i l e n c i o :
v o c e s g r i t a n d o d e s d e un
mar
de doncellas.
Tiempo hace, la luna anegó este templo.
L a s estrellas flotan
c o m o peces de oro
por encima de
arcos negros.
Que los tímidos pies del alba corran en pos de mi:
me
quedaré
en este b o s q u e
de pinos,
p o r q u e h e q u i t a d o el v e l o a l a b e l l e z a
y lo q u e ella m e h a c o n t a d o en la o s c u r i d a d
e s t á e n t e r r a d o e n e l f o n d o d e mi c o r a z ó n .
Ahora dejemos que las copas de los pinos mueran como las olas.
En el cielo gris
estas tumbas y
t e m p l o s y a l t a r e s l o s i l u m i n a el s o l
para
mí.
51
ALFONSINA
STORNI
Nace en 1892, en Suiza. Desde los cuatro años se incorpora a la vida
argentina.
Viaja
a Europa dos veces.
S u poesía es conciencia
m e n t a d a por l a pasión y la reflexión, a c a d é m i c a
y a la
vez
ator-
erótica.
S u s v e r s o s son sabios pero c o n la pasión de todos los dias. O b s e s i o n a d a p o r la v i d a y p o r la muerte, el c á n c e r t o m ó su cuerpo, a p a r e c e
flo-
t a n d o en a g u a s de una playa d e M a r del P l a t a , 1 9 3 8 .
Bibliografía:
Irremediablemente. Languidez. La inquietud del rosal. El dulce sueño.
D o s farsas pirotécnicas. M u n d o de siete pozos. M a s c a r i l l a y t r é b o l .
53
OLVIDO
L i d i a R o s a : h o y e s m a r t e s y h a c e ( r i o . E n tu c a s a
d e p i e d r a g r i s , tú d u e r m e s t u s u e ñ o e n u n
de la ciudad.
¿Aún
guardas
tu p e c h o
costado
enamorado,
y a que de a m o r moriste?. T e diré lo que
pasa:
El hombre que adorabas, de grises ojos crueles,
en l a t a r d e d e o t o ñ o fuma un c i g a r r i l l o .
D e t r á s d e los cristales m i r a el c i e l o amarillo
y la calle en que vuelan desteñidos papeles.
T o m a un libro, s e a c e r c a a la a p a g a d a
en el tomacorriente, al sentarse, la
y sólo se o y e un ruido d e papel
estufa,
enchufa,
desgarrado.
Las cinco. Tú caías a esta hora en su pecho,
y a c a s o te r e c u e r d a . . . P e r o su b l a n d o
y a tiene el h u e c o tibio d e otro cuerpo
lecho
rosado.
A HORACIO
QUIROGA
M o r i r c o m o tú, H o r a c i o , e n
tus
cabales.
y a s i c o m o e n tus c u e n t o s , n o e s t á m a l ; '
un rayo a
Allá
tiempo
y s e a c a b ó la feria. . .
dirán.
No se vive en la selva impunemente,
ni c a r a al P a r a n á .
B i e n por tu m a n o firme, gran
Allá
Horacio. . .
dirán.
"Nos hiere cada hora —queda escrito—
nos mata
la
final".
U n o s minutos m e n o s . . .
Allá
¿quién te a c u s a ?
dirán.
Sé que la mano obrera te estrecharon,
m a s n o , si A l g u n o , o s i m p l e m e n t e
q u e n o e s d e fuertes r e n e g a r d e
( M á s q u e tú m i s m o
56
es
Pan.
su o b r a . . .
fuerte quién
dirá.)
EPITAFIO
PARA
MI
TUMBA
A q u í descanso y o : dice
Alfonsina
el e p i t a f i o c l a r o a l q u e s e i n c l i n a .
Aquí descanso yo, y en este pozo
pues que no siento, m e solazo y
gozo.
Los turbios ojos muertos ya no giran
los l a b i o s d e s g r a n a d o s ,
no
suspiran.
Duermo mi sueño eterno a pierna suelta;
me llaman y n o quiero darme
vuelta.
El verano mis sueños no madura,
l a p r i m a v e r a el p u l s o n o
apura.
El corazón no tiembla, salta o late,
fuera estoy de la línea de c o m b a t e .
¿Qué dice el ave, caminante?
T r a d ú c e m e su c a n t o
perturbante:
"Nace la luna nueva, el mar perfuma,
los cuerpos bellos b á ñ a n s e de
espuma.
Va junto al mar un hombre que en la boca
¡leva u n a a b e j a l i b a d o r a y l o c a :
Bajo
la blanda
t e l a el t o r s o q u i e r e
el o t r o t o r s o q u e p a l p i t a y
muere.
Los marineros sueñan en las proas,
cantan m u c h a c h a s desde las canoas,
Zarpan los buques y en sus ciaras cuevas,
los h o m b r e s parten
hacia tierras
nuevas.
La mujer que en el suelo está dormida
y e n su e p i t a f i o r í e l a
vida,
como es mujer grabó en su sepultura
una mentira aún:
58
l a d e su
hartura".
PIERRE
DRIEU
LA
F r a n c é s , n a c e en 1 8 9 3 .
ROCHELLE
Escritor de recio y
áspero
temperamento,
en
su o b r a pueden apreciarse matices de C l a u d e l y A p o l l i n a i r e . A l parecer
c o l a b o r a c i o n i s t a d e los n a z i s , s e s u i c i d a e n m a r z o d e 1 9 4 5 a n t e
n e n c i a del
la
inmi­
proceso.
Bibliografía:
Interrogaciones. Medida de Francia. Queja contra lo desconocido.
Ginebra o Moscú.
Europa
contra
las P a t r i a s .
La
Comedia
de
Char-
leroi.
59
LA
GRÚA
Árbol.
La
fuerza de N a t u r a h a quebrantado
su brote
S u r a m a principal sesga, se obstina y estira.
L a grúa, fuera del muelle, c r e c e .
N o a t o r n i l l a r a i c e s e n el s u e l o c o m o los árboles
que otras veces alabaron los hombres que han
muerto.
R e s b a l a s o b r e r i e l e s l i s o s y su p e s o l a a d h i e r e
a l a t i e r r a q u e le d i o a l u z .
Yo
mi p i e .
t a m p o c o t e n g o r a í c e s . P u e d o l e v a n t a r en
alto
Podría olvidar a mi m a d r e .
P e r o la tierra existe — d o n d e
s o n a c o g i d o s los
g é r m e n e s — b a j o las piedras del muelle y antes de ser
t r a n s m u t a d o s p o r el h o m b r e ,
a n t e s d e sufrir
las
andanzas
q u e lo llevan del r e i n o mineral a l r e i n o
humano,
e l m e t a l s e h a l l a b a e n el s e n o v i v i e n t e .
Pobremente ligado con otros
elementos, esperaba
en a l g u n a parte, a l f o n d o del e s p a c i o .
¡ A l m a e s p e r a n z a d a q u e el a z a d ó n a c a b a d e g o l p e a r !
Sería
preciso nombrar
P e r o y a el m i n e r a l
La
materia disuelta c e d e al tórrido
Afinidades
Y
las generaciones del
es la p r e s a del
seres
torrenciales se
nuevos, de una
gestación arrebatada,
E l metal blanco ha nacido.
liberada.
abrazo.
aclararon.
c o m o l a carnada s a l e del v i e n t r e .
S u alma h a sido
Hierro.
fuego.
salen
P o r otros cruzamientos vienen al
m u n d o el
hierro
y el a c e r o .
E n el c o r a z ó n
adulto
complaciente del calor,
de las m á q u i n a s - h e r r a m i e n t a s
el
metal
educa la
flexible
fusión.
Y h e aquí
vida
singular
q u e el S e r l a t e n t e e s l l a m a d o a l a
de las formas;
L a línea impone una
—una
figura
mano
rueda y
personal
a
la
elige.
materia
anónima salida de los l i m b o s .
Y
llega esta
grúa como soy y o .
V a r i a s a l m a s c o h a b i t a n t e s h a y en
su metal
denuncian la fórmula, c o m o las almas de mis
que
antepasados
y las de los educadores de mi a l m a .
Mañana
en
el o s a r i o .
ella e s t a r á
entre los hierros viejos y
O t r a s vidas serán
yo
descubiertas.
P e r o a h o r a . ( O h , el i n s t a n t e ! ¡ O h el e s f u e r z o ! su
e r e c c i ó n e s e v i d e n t e c o n t r a el c i e l o .
L o s dedos de mis
pies a m a s a n m i s z a p a t o s y un c a l o r p r o s p e r a
en m i v i e n t r e .
Deseos de convergencia eternamente vanos:
carne arrebatada
paralelamente a
P a r á b o l a s que se quieren
declinantes, parábolas
Mi
que
se
esa vida
mi vida
de hierro.
siempre recias y
nunca
encabriten.
g r a t i t u d s e d e m o r a a n t e l a g r ú a ; y o la i n v i t a r í a
a i n c l i n a r s e e n f a v o r d e la v i d a c u y a p e s a d u m b r e
colma
los b a r c o s y los t r e n e s .
Mueve ahora
sus c a d e r a s ,
asidora.
G i r a s u a v e m e n t e e n el a c e i t e .
L a m a n d í b u l a d o m é s t i c a v o m i t a su b o c a d o en l a s
oscuras calas y en los v a g o n e s h u e c o s .
Y o apruebo ese gesto duro y perdurable y ericaz
hacia las cosas
vivientes: hacia ese carbón
cuyos
e s t r a t o s f i j a n c o m o l o s l ó b u l o s d e l c e r e b r o el p a s a d o
del
mundo.
hacia esos saces c u y a envoltura
llena de savia del
62
esparto.
es todavía la fibra
de
Y o c o n o z c o los orígenes, en la
tierra,
y
e n el
cerebro d e los h o m b r e s .
Su
rigidez s e funde
C o m o e n el r a y o
con mi
del sol
fervor.
que recorta la s o m b r a
un c u a r t o s e v e d a n z a r i n n u m e r a b l e s
mundos, a
d e l a s lineas que limitan ese empuje oblicuo;
yo veo
por
el g i r o d e s b o r d a n t e
la
de las
de
despecho
en ellas
moléculas
apretadas
ley.
E l regocijo salta y grita ante la revelación.
¿Quién
cantará,
Alianza?, la A l i a n z a de
quién danzará
V e d cómo y a nuevamente
se-mueven y las
ante
el A r c a - d e -
todas las c o s a s que
la
son.
están acordadas
las
cosas
que
cosas-que-no-se-mueven-más.
E s el t i e m p o d e l o s p a c t o s a s o m b r o s o s .
S o b r e el s e l l o e n f u s i ó n
de las nuevas
el m a r t i l l o p i l ó n c a e y el s i g n o d e la f u e r z a
aleaciones
chirría.
E l pueblo de los hombres se asió al tótem
de los
titanes.
L a r u d a a l i a n z a c o n el h i e r r o s e r á
oelebrada.
N u e s t r o h e r m a n o el h i e r r o s e r á a l a b a d o
y c o n él l o
s e r á n s u s c o m p a ñ e r o s j u b i l o s o s : el V a p o r , l a E l e c t r i c i d a d
y todas las fuerzas-hermanas
que estamos
a la
espera.
Q u é alegre irrupción.
Con honda
e m o c i ó n el c o r a z ó n s e e n s a n c h a en el
b r i l l a r del c u e r p o e n o r m e q u e s e d e b a t e e n el r e c i n t o
del s o l .
En
estos
tiempos benditos, la tierra
arroja
floración intrincada de las máquinas q u e se nutren
cerebro.
Y o a c a r i c i o el h i e r r o d e l a
S u follaje abstracto adorna
del
grúa.
mis o j o s .
63
GEORGE
TRAXL
A u s t r í a c o . N a c i ó en S a l s z b u r g o en 1 8 8 7 . U n o d e los representantes
expresionismo alemán.
del
S u s t e m a s s o n el o t o ñ o , la d e c a d e n c i a d e la v i d a
y el a n h e l o d e s a l v a c i ó n . E n
1 9 1 4 , después
de la batalla de G r o d e k
en
q u e a s i s t e a m á s d e un- c e n t e n a r d e h e r i d o s — T r a k l s e h a b í a g r a d u a d o
de f a r m a c é u t i c o — sufre un a t a q u e de l o c u r a . A los p o c o s d í a s s e le encuentra muerto a causa d e una excesiva dosis d e c o c a í n a .
Bibliografía:
Geditche. Sebastiam im Traum. Die Dichtungen.
65
MELANCOLÍA
DEL
ATARDECER
E l b o s q u e , e x t e n d i d o c o m o un m u e r t o ;
sombras
en torno, los s e t o s .
T e m b l a n d o el c i e r v o d e j a s u e s c o n d i t e ,
mientras un a r r o y o muy suave se desliza.
Y sigue a los heléchos y a las antiguas piedras.
y plateado pasa entre
guirnaldas.
P r o n t o en n e g r o s a b i s m o s s e le e s c u c h a .
Q u i z á también y a brillen las estrellas.
La oscura planicie parece sin medida,
aledas dispersas, pantanos y
estanques,
y a l g o que te confunde a n t e la h o g u e r a .
U n b r i l l o h e l a d o c o r r e p o r l a s challes.
En el cielo son los movimientos,
emigra u n a legión d e pájaros silvestres
hacia comarcas bellas, diferentes.
C o n a g i t a c i ó n a s c i e n d e y b a j a el j u n c o .
NOCHE
Ha
DE
INVIERNO
Caído la n i e v e . D e s p u é s d e m e d i a n o c h e a b a n d o n a d a ,
e b r i a d e vino, l a o s c u r a r e g i ó n de los h o m b r e s , l a
l l a m a d e su
hogar.
¡ O h , la
tinieblal
Negra escarcha. La tierra es dura, amargo el sabor
del a i r e . M a l o s signos c o n f o r m a n tus estrellas.
Con petrificados pasos vas golpeando sobre el terraplén,
c o n ojos redondos, c o m o un soldado q u e asalta
una
negra trinchera.
[Avantil
¡Amarga nieve y Lunal
Un lobo rojo ahorca un ángel. Tus piernas tintinean
a l c a m i n a r p o r el h i e l a a z u l , y u n a
sonrisa llena
de
t r i s t e z a , y o r g u l l o , h a p e t r i f i c a d o tu r o s t r o y la
f r e n t e p a l i d e c e a n t e el p l a c e r d e l f r i ó .
O bien se inclina callada sobre el sueño de un
centinela, q u e se d e j ó c a e r en su garita d e e s t u c o .
Helada y humo. Una camisa blanca de estrellas quema
los hombres.
metálico.
68
L o s b u i t r e s d e d i o s d e s p e d a z a n tu c o r a z ó n
O h , la pétrea c o l i n a . Silencioso y olvidado se v a
d e r r i t i e n d o e l c u e r p o en l a n i e v e p l a t e a d a .
Negro es el sueño. Largamente se escucha el rumbo de
l a s e s t r e l l a s p o r el h i e l o .
Al despertar sonaban las campanas de la aldea. Por la
p u e r t a o r i e n t e c r u z ó el d i a s o n r o s a d o .
SUMISIÓN
DE
LA
NOCHE
| M o n j a ! , e n c i é r r a m e e n tu oscuridad,
en las m o n t a ñ a s frescas y azulesl
S a n g r a un o s c u r o r o c í o ;
l a c r u z s e a l z a e m p i n a d a e n el f u l g o r
estrellas.
Purpúreas se destrozan boca y mentiras
en frescos aposentos
derruidos;
b r i l l a a ú n l a r i s a , el á u r e o j u e g o ,
los tañidos postreros de una
campana.
¡Nube de luna!. Negruzcos caen
p o r l a n o c h e los frutos del á r b o l
y e n t u m b a el e s p a c i o s e c o n v i e r t e
y en s u e ñ o e s t a e x i s t e n c i a
70
humana.
de
¡OSE
ANTONIO
RAMOS
SUCRE
Nace en Venezuela, el año 1890. Principal artífice de la literatura de su
patria y sin e m b a r g o i g n o r a d o h a s t a h a c e a ñ o s muy r e c i e n t e s .
al surrealismo, su obra está signada
por
cielos
y
tierras
Adscrito
americanos.
M u e r e en G i n e b r a e n 1 9 2 2 .
Bibliografía:
La Torre de Timón. El Cielo de Esmalte. Las Formas del Fuego.
71
LA
Yo
CIUDAD
v i v í a en u n a
ciudad infeliz dividida p o r río tardo
encaminado al o c a s o . Sus riberas de árboles inmutables
v e d a b a n la luz de un cielo dificultoso.
E s p e r a b a el f e n e c i m i e n t o d e l
por los a g u a v i e n t o s .
Sala
día ambiguo,
interrumpido
d e mi c a s a d e s v i a d a
en
demanda
de la tarde y sus vislumbres.
El
sol d e c l i n a n t e p i n t a b a la c i u d a d de l a s r u i n a s
L a s aves pasaban a reposar m á s
Y o sentía las trabas y los herrojos de una vida
El fantasma
ultrajadas.
adelante.
impedida.
de u n a mujer, i m a g e n de la a m a r g u r a ,
seguía con sus p a s o s infalibles de
me
sonámbula.
E l m a r sobresaltaba mi recogimiento, socavando la tierra
en el secreto de la n o c h e .
L a brisa desordenaba los
s e g a n d o los arbustos de un litoral b a j o ,
médanos.
terminados
e n u n a flor e x t e n u a d a .
L a c i u d a d , a g o b i a d a p o r el t i e m p o y a c o g i d a a u n
del continente, g u a r d a b a c o s t u m b r e s
seculares.
recodo
Contaba
a g u a d o r e s y mendigos, v e r s a d o s en proverbios y c o n s e j a s .
El
m á s a v i s a d o d e t o d o s i n s t a b a mi a t e n c i ó n
l a s e m e j a n z a d e un a p ó l o g o h i n d ú .
c u r s o d e mi p e n s a m i e n t o ,
v o l v i é n d o m e e n mi a c u e r d o .
E l aura prematinal refrescaba
calenturienta,
confuso.
refiriendo
C o n s i g u i ó a c e l e r a r el
desenterrando
esforzadamente
mi c a b e z a
l a s v o l a t e r í a s d e un
sueño
VLADIMIR
MAIACOVSKI
Nace en Begdadi, Cáucaso, en julio de 1893. Poeta de eléctrica personalidad, abraza
ella.
Da
futurismo
la revolución bolchevique y
recítales, hace
teatro,
trabaja ardientemente
ruso, c o m e n t e que es opuesta al futurismo
S u fortaleza
física va m e n g u a n d o
en
Moscú
el
fascista italiano.
por u n a serie de e n f e r m e d a d e s .
v e z é s t a s e a la r a z ó n d e s u s u i c i d i o , c o m o l o a f i r m a
mata
para
cine, d i s e ñ o gráfico. Interviene en
Lila Guerrero.
Tal
Se
el 14 d e a b r i l d e 1 9 3 0 .
Bibliografía:
150'000,000. Lenin. Octubre. Aventura extraordinaria. Moscú en
llamas.
75
CONVERSANDO
CON
LA
TORRE
DE
París,
caminada por millones dé pies.
gastada por miles de llantas.
Y o ando errante
por
tus calles
s o l o , h a s t a el h o r r o r ,
ni un r o s t r o a m i g o
h a s t a el h o r r o r ,
ni un
alma.
Alrededor mío,
los a u t o s f a n t a s e a n u n a
danza.
Alrededor mío,
d e s d e sus fauces de d r a g o n e s - p e s c a d o s
s i l b a y c a e el a g u a d e l a s
fuentes.
L l e g o a la P l a z a d e l a C o n c o r d i a ,
y espero q u e v e n g a a la cita,
cruzando la
niebla,
surgiendo tras las casas apiladas.
L a T o r r e de
Eiffel,
iChistl
Torre,
m á s despacio.
que la pueden ver.
L a luna, tema de
guillotina,
asiste a nuestra cita,
M e a c e r q u é a ella,
susurrándole
e n la r a d i o - o r e j a .
y luises,
EIFFEL
H e aquí lo que le d i g o :
— H e hecho propaganda
a
l o s e d i f i c i o s y a las c o s a s .
Nosotros!
sólo esperamos vuestro
Torre,
acuerdo.
n o s o t r o s la e l e g i m o s j e f e .
Usted,
modelo d e
genio y técnica,
no debe quedarse
aquí,
ocultando sus contornos apollinarios.
N o es p a r a
usted
este lugar de
París de
¡a
podredumbre,
prostitutas,
Bolsa
y los " p o e t a s "
L o s metros están de
Los metros están
Ellos arrojarán
acuerdo.
conmigo.
al
público
de sus e m b a l d o s a d o s v i e n t r e s .
Y
la
sangre
lavará las
nueva
paredes
y los avisos de polvos y
perfumes.
Ellas
—las
paredes—
están convencidas.
E l l a s n o q u i e r e n ser
e s c l a v a s de
los avisos
ellas saben que les asienta mejor a la c a r a
nuestros agudos cartelones de lucha.
¡Torre¡
¡ N o tenga
miedo a las calles!
S i el m e t r o n o s u e l t a l a
gente
la c a l l e lo c a s t i g a r á c o n
los rieles.
¡ Y o l e v a n t a r é el m o t i n d e l o s r i e l e s !
¿Teme?
Los tractores vendrán
nos
78
defenderán
en
columnas,
lujosos.
¡ N o tema]
Y a me puse de acuerdo con los puentes.
vadear los ríos
n o es fácil.
L o s puentes s e levantarán de golpe,
movidos p o r el
encono,
cerrando las puertas de
por todos
los c o s t a d o s .
Al primer
llamado,
se a m o t i n a r á n los
arrojando
la
ciudad
puentes.
a los peatones,
con sus toros
de
piedra.
S e rebelarán todas las c o s a s .
Las
cosas
ya no pueden soportar más
ese orden de
Pasarán
se
y
cosas.
quince o veinte años,
a b l a n d a r á el a c e r o ,
las mismas cosas,
se lo aseguro,
irán solas
a venderse por las ferias de
Montmartre.
¡Torre, vamosl
V e n g a con nosotros.
Usted,
allá en
casa,
nos hace más falta.
¡Venga
con nosotrosl
L a recibiremos
c o n el b r i l l o d e n u e s t r o s a c e r o s .
L a recibiremos
con más
ternura que al primer
jVamos a Moscúl
Torre,
allá tenemos un
Usted
lugar.
amante
amado.
tendrá todas las calles que
quiera.
Nosotros la cuidaremos
cien v e c e s al
lustraremos
día,
su a c e r o y su c o b r e .
Deje
que su
ciudad
— e l P a r í s d e las] t o n t a s y l a s p i t u c a s ,
el P a r í s d e l o s b u l e v a r e s a b r e b o c a s —
se a c a b e
sola,
enterrada
e n el c e m e n t e r i o d e l L o u v r e ,
c o n e l v e j e s t o r i o d e s u m u s e o en l o s b o s q u e s d e B o u l o g n e .
IAdelante!
¡Marche!
¡ M a r c h e con sus cuatro patas
poderosas.
remachadas según los planos de
p a r a q u e en nuestro cielo
asome su (rente de radio,
para
que nuestras estrellas
a n t e usted se averguencen!
¡Decídase, Torre!
Hoy
se levantan
removiendo a
todos,
París
desde la c a b e z a a los pies.
¡Vamos,
vebga
con
n o s o t r o s a la
URSS!
¡ V e n g a con nosotros!
Yo
l e c o n s e g u i r é el p a s a p o r t e .
80
Eiffel.
PABLO
DE
ROKHA
N a c i ó en Licantén, legión campesina de Chile, en marzo de 1 8 9 4 . E s t e
hecho
signará
su a m o r por las clases
populares
campesinas así
como
s u a m o r p o r l a t i e r r a . T r a s l a d a d o a S a n t i a g o t r a b a j a r á e n el p e r i ó d i c o
radical L a R a z ó n . E l a m b i e n t e de la b o h e m i a capitalina le
y s e r á n f a m o s a s s u s p o l é m i c a s y su a n t i p a t í a p o r N e r u d a .
desagradará
S u libro L o s
G e m i d o s s e r á u n a p o r t e c l a v e en. el d e s a r r o l l o d e l a v a n g u a r d i a
tica americana.
tratura.
En
S e suicida,
1 9 6 5 l e f u e c o n c e d i d o el P r e m i o N a c i o n a l d e
siempre de mal humor, en
poé­
Li-
1968.
Bibliografía :
Los Gemidos. Cosmogonía. Jesucristo. Escritura de Raimundo Con­
treras.
Suramérica.
M o r f o l o g í a del
Espanto.
Fuego
Negro.
Gran
Temperatura.
81
TONADA
DEL
ILUMINADO
E l graznido cosmopolita de los crepúsculos azota
mis
angustias,
derrumbando
árboles enloquecidos y las ideas oceánicas
d e los á r b o l e s e n l o q u e c i d o s . . .
Yo
estoy
botado
aquí,
c o n mis zapatos
y mis u n i v e r s o s ;
c o m o la m a r , s o n a n d o . . .
muerto, completamente
muerto, y haciendo
vida
a
lágrimas;
crecido de m o n t a ñ a s con las h o j a s marchitas.
y l a v o z d e los r u i d o s d i s p e r s o s y
rodantes
e n la a u d a c i a n e g r a d e l c a n t o . . .
Ancho tubo de soles amarillos
las l á g r i m a s - l l u v i a d e l o s o b j e t o s ,
hondo tubo de mares
asesinos,
a t r a v i e s a n l a r u i n a s o n o r a q u e e s la d e s g a r r a d u r a
y las m i r a d a s serias d e las t u m b a s
se quiebran, t r o n a n d o en mis sesos
c o m o l a p a t a d a del tiempo en la muerte del h é r o e .
¡Ahí ventolera, inmensa ventolera
ríe l o i n f i n i t o
que me d e s h o j a s
horrorosamente,
de mi
corazón.
— ¡ a h ! v e n t o l e r a , i n m e n s a ventolera-—,
t o d o el c o s t i l l a r d e s p a v o r i d o . . .
Soy el hombre que viene errante
y
murió
y anda
andando
con- su j a u l a d e l e o n e s y a v e s s i n
sus a c o r d e o n e s y sus violines
vendiendo otoños
maduros,
p o r el a l a m b r e q u e a t a
y anda
sentido,
estupefactos,
l o s c i e l o s y los
mundos;
andando,
a b s o r t o en la v e r e d a colosal d e su
espanto,
c o m o la a r a ñ a por la tela,
y los hijos por la infancia del
padre.
La sabiduría lluviosa del silencio
e m p a p a l a s h i l a c h a s die m i s a c t o s
y, sin e m b a r g o , cuando
s o b r e la b o c a absorta
caen, pasmados y
alucinados,
del misterio,
lloran c o m o los g r a n o s dorados
y
ruidosos
e n el g r a n e r o .
Lo mismo que un toro de oro
canto,
pienso
y derivo, r o d a n d o tierra
c o n mis p o e m a s
abajo,
e n el v i e n t r e ,
despedazándome
por las veredas y las
ciudades.
La culebra geométrica de los últimos gritos
me muerde
la
garganta,
y un dolor varonil, c o m o de potro, clavado
me impele a obrar, a
hablar
en gritos, en ladridos,
en s i g n o s
ensangrentados,
que m e arranco de las
64
entrañas.
en la o s c u r a
atropellados
y
osamenta
Parecido
a un ciego vidente,
golpeo las puertas abiertas
horriblemente cerradas, a
y pregunto por
que están
cerradas,
lo irremdiable,
" D i o s " a las estrellas muertas.
Terremoto de paradojas,
levantamiento de volcanes sentimentales o
filosóficos,
derrumbe d e dolores,
cataclismos de tristeza, cataclismo de belleza,
remecen la
tronchada
m a t e m á t i c a de mi s i s t e m a
h a y torvas lagunas de
y montañas de hierro de
s o b r e el p a n o r a m a
planetario;
idiotez
genialidad
c ó n c a v o de m i actitua ilimitada;
y las niñas azules y alegres de lo ingenuo
juegan con
racimos
vendimiando
de atardeceres
uvas de hierro en
felices,
la m a q u i n i t a
e n c i m a d e los c l a r o s paisajes de miel y
de las b o c a s mimosas,
violetas
innumerables,
que tiemblan colgados sobre mis abismos,
como
tonadas
de
labriegos
al pie d e los m i t o s guerreros.
Los pájaros muertos de mi voz agraria y formidable,
oscura y
formidable,
egregia y
formidable,
c o m o u n b a t a l l ó n d e a s e s i n o s c r e p u s c u l a r e s d o m a n d o la a n c h u r a o c e á n i c a ,
los pájaros
muertos
de mi voz agraria
y
formidable
anidan en los tejados de los cementerios,
las herrerías,
los prostíbulos, los rascacielos,
las
funerarias;
y una lúgubre
cuando
significación les preside
revolotean,
como guiñapos
enloquecidos y
de planetas
amargos,
que rodasen
contra la solidez aplastadora
de
arriba
del
atardecer,
estrellándose
las murallas invisibles.
Absorto en mis hundidas incertidumbres,
doblada
la c a b e z a de h u m o inmóvil
s o b r e el e n o r m e c o r a z ó n m o n t a ñ o s o y
cavernario.
85
solo,
con
el tiempo del
tiempo,
a n d o en t r a n v í a vestido de estrellas y
compro
sepulturas,
cigarrillos como catafalcos y estoy
h a b l o c o n el a n i m a l c o m e r c i a n t e , con
muerto,
el a n i m a l
periodista,
c o n el animal
c o n el a n i m a l d e l o s g e s t o s c u a d r a d o s
c o n el a n i m a l
de los gestos polvorosos
c o n el a n i m a l d e
vagabundo.
como retratos,
c o m o borricos,
los gestos nocturnos
como sepulcros,
c o n el a n i m a l e s p a n t o s o q u e t i e n e b o t i c a ,
c o n el a n i m a l e s t u p e n d o y a r r a s t r a d o
que conversa, que vive, que defeca,
y está absolutamente
c a s a d o c o n d o s c i e n t o s kilos de c a r n e imbécil,
d e s d e el d í a p r i m e r o
de las c o s a s .
y
canta,
y llora,
y
come,
y duerme,
y h a c e chiquillos sin
y dice gruñendo:
parado frente a
cabeza,
" l a l e y , la j u s t i c i a , la b e l l e z a d e los c i e l o s a b i e r t o s " ,
lo intinito
con las m a n o s en los bolsillos
y el i d e a l e n l o s t e s t í c u l o s . . .
Yo vengo saliendo de las montañas
que aullan
i n m e n s a m e n t e al o t r o lado
del v e r s o
al
otro
lado del g e s t o y a l otro l a d o del horizonte,
d e s d e el d í a p r i m e r o
Mi corazón
de las c o s a s .
forrado d e pieles salvajes,
huele a p e u m o s y bo!do¿ lo m i s m o que los r u m o r o s o s
t a l l e r e s d e l o s c a r p i n t e r o s y el m u g i d o d e l a s y u r i t a s
mi c o r a z ó n u n t a d o d e
y en las g r a n j a s
agrarias,
mieles rurales;
m a d u r a s d e mi e s p í r i t u
cantan los gallos, los mohosos gallos domésticos,
braman
los t o r o s
enamorados
y ladran los perros eternos, e n s a n g r e n t a n d o
las viviendas y los caminos
apolillados;
un gran
86
r u i d o d e j a g u a r e s y dte t o r r e n t e s
enloquecidos.
aureolado de buitres feudales y anchos laureles
luminosos y llenos
de esquilas y
me cruza
los huesos
resplandor
ardidos...
Los juramentos desaforados y profundos
de mi c a r n e y m i
los instintos
que ladran
sangre,
canallas, sublimes,
mordiendo mis
idiotas, revolucionarios,
dolores
lo m i s m o q u e c a r c o m a s d e s u e ñ o , lo m i s m o q u e
las
fuerzas violentas y despavoridas
m e empujan de a b i s m o en
de angustia
en
de espanto en
del
gusanos de rabia,
universo
abismo,
angustia,
espanto,
c o m o e l a m o r a l h o m b r e , c o m o el d o l o r a l
c o m o el e m p u j ó n
a quien a s o m a
mundo,
fatal de lo desconocido
horrorizado
a la r e n d i j a inmortal d e los
sepulcros.
.Pienso:
" h e ahí mis manos, m i s
piernas,
y h e ahí mis pensamientos,
h e a h í las plazas públicas, los filósofos,
y querría
huir,
huir
gritando
l a s l e t r i n a s , lasi i g l e s i a s , e t c .
huir,
ladrando en
horriblemente,
c o m o un individuo
pelotas,
llorando
a quien
horriblemente
hasta
la
eternidad,
l e m o s t r a s e n el r e t r a t o d e s u e s q u e l e t o ,
o a Dios cara a cara,
o u n a g r a n m a n o p e l u d a l e a p r e t a s e el c u e l l o e n lo o s c u r o ,
o el D i a b l o le s a c a s e la
a
la salida del
lengua
cementerio.
lloviendo, a l a salida del c e m e n t e r i o , c a r a j o , a la salida del c e m e n t e r i o .
Y cuando voy trotando, loco, entre la luna y las tumbas,
me quedo
atrás,
me quedo
atrás, y digo:
"allá v a el tonto,
allá v a
el t o n t o ,
el t o n t o ,
a l l á v a el t o n t o , el t o n t o
de la chaqueta n e g r a . . . "
SERGUEI
ESENIU
Nace en, Constantinovo, Rusia, en 1895. Hijo de campesinos. Fus el
c r e a d o r del imaginismo r u s o .
personalidad.
C o m o Maiacovski, de recia y
S e c a s a en 1 9 2 2 c o n
atronadora
la bailarina I s a d o r a D u n c a n ,
sepa­
rándose después, para volver a casarse con una nieta de León T o l s t o i .
Su poesía refleja
el m i s t i c i s m o d e l p u e b l o r u s o .
Abrazó
la revolución
pero no p u d o asimilar la transformación industrial, siendo ésta una
g e d i a i n t i m a p a r a el p o e t a . D e s i l u s i o n a d o , e n t r e g a d o a l a v i d a
d a , s e m a t a en el H o t e l I n g l a t e r r a
de L e n i n g r a d o en
tra­
vagabun­
1925.
Bibliografía:
Fiesta. Inonia. Moscú Tabernario. Las Confesiones de un Granuja.
Pugatchev.
89
CARTA
A
UNA
MUJER
Usted se acuerda,
usted, claro, de todo se
acuerda,
cuando andaba nerviosa
por
la estancia
— y o pegado a la pared—
y me reñía con acerbas
Decía
palabras.
usted
que había llegado
la
hora de
separarnos,
que a causa de mis locuras
sufría mucho,
que iba a d e d i c a r s e a sus cosas,
y que yo estaba condenado
a
rodar por la pendiente.
Querida:
Usted no me amaba.
Ignoraba
que entre
aquella
humareda,
en la fosca t o r m e n t a de la vida
sufría y o , sin
comprender
lo q u e s e a v e c i n a b a .
D e cara a cara
n o s e v e el r o s t r o
L o g r a n d e s e ve a la distancia.
C u a n d o el m a r s e encrespa
c o r r e n r i e s g o las a v e s .
91
¡Y
de
pronto
s e c o n v i r t i ó la
tierra
en navel
Alguien
empuñó
majestuoso
el
timón
r u m b o a la nueva vida
prodigiosa
por entre vendavales y
tormentas.
¿Quién
n o s e c a y ó e n la c u b i e r t a ?
¿Quién no vomitó y no
maldijo?
Pocos hubo que no se mareasen.
que venciesen aquel torbellino.
Entonces,
entre un
clamor salvaje,
sabiendo bien lo que m e hacia,
bajé a la b o d e g a
para
n o ver v o m i t a r a la g e n t e .
Aquella bodega
era eso: la
taberna.
Y o m e entregué al vino
para no padecer por
nadie
y m e hundí en la e m b r i a g u e z .
Querida:
L a h i c e sufrir, es c i e r t o .
E n sus ojos cansados
se a s o m a b a la
pena
al ver q u e y o , ostentosamente,
me consumía en escándalos
P e r o usted
que entre
diarios.
ignoraba
aquella
humareda,
en l a fosca tormenta d e la vida,
sufría
yo
sin c o m p r e n d e r lo q u e se a v e c i n a b a
H a n pasado los a ñ o s .
M i edad es o t r a .
A h o r a pienso
92
de
otro
modo.
. ..
A h o r a b r i n d o e n los días d e fiesta
p o r el G r a n T i m o n e l .
M e embargan
hoy
amables sentimientos.
AI r e c o r d a r su
angustia
quiero apresurarme
a decirle
lo q u e fui a n t e s ,
lo q u e a h o r a
soy.
Querida:
M e c o m p l a c e decirle
nue n o rodé por la
pendiente.
Vivo
e n el T e r r i t o r i o S o v i é t i c o
como
el m á s e n t u s i s a t a
N o soy
adherente.
ya
el d e a n t e s .
A h o r a no la haría
sufrir
como entonces.
T r a s la b a n d e r a de
y del t r a b a j o
estoy dispuesto
del
la
libertad
luminoso
a ir a l fin
mundo.
Perdóneme
S é que usted n o es la de a y e r .
Ahora
vive
ron u n marido serio, inteligente.
A usted n o le h a c e n
nuestros duros que
y yo
falta
haceres
tampoco
le h a g o
la menor
falta.
V i v o bajo
el s i g n o d e u n a e s t r e l l a ,
bajo una
Id
mansión
renovada.
s a l u d a su a m i g o
que j a m á s la
olvida.
HENRY
DE
MONTHERLANT
Fiancés de origen catalán, nace en 1896. Poeta, novelista y gran autci
teatral, s u r g e en los a ñ o s de
Premio
1960.
la p r i m e r a g r a n
de la A c a d e m a F r a n c e s a en
guerra.
1934 y es
Gana
admitido
el
Gran
e n ella
en
D e p r e c a r i a salud, se q u i t a la vida en 1 9 7 2 .
Bibliografía:
Los Bestiarios. Los Célibres. Un asesino es mi amo.
95
INCERTIDÜMBRE
H a y en m i recuerdo un patio d o n d e se ejercitan
muchachos, aireado,
Alrededor,
platicando,
rectangular.
contemplando,
caminamos
bajo un pórtico cubierto.
S o b r e el p ó r t i c o s e a b r e n s a l o n e s . S e e n t r e v é un
torso
desnudo.
Las m á x i m a s inscritas en las paredes n o incitan
a
la
virtud.
U n altar de m á r m o l florece,
muertos en la
para
los jóvenes
guerra.
Y busco, y no sé decir si era una palestra o un
c l a u s t r o ni q u é D i o s m e d a b a e s a d i c h a
c u a n d o e s c u c h a b a el r u m o r
pasar y
de la juvenil carrera
decrecer,
y el a i r e h u n d i d o p o r l a s v i d a s f r e s c a s r e f l u í a
sobre lo m á s sensible d e mi c o r a z ó n .
ERNEST
HEMINGWAY
¿Quien no conoce al viejo Hem?. Nace en Oak Park, norteamérica, en
1898. S u obra enriqueció y transformó la sensibilidad literaria de toda
u n a é p o c a . H o y H e m i n g w a y e s un mito, t a n t o su vida c o m o su m a r a v i llosa literatura. M u e r e en 1 9 6 2 .
Bibliografía:
Tres historias y diez poemas. El sol también sale. Adiós a las armas.
P o r quién d o b l a n l a s c a m p a n a s . L a s n i e v e s del K i l i m a n j a r o . E l v e r a n o
peligroso. P a r í s e r a una fiesta, etc.
99
MONTPARNASSE
N u n c a h a y s u i c i d a s e n el c í r c u l o d e g e n t e q u e u n o c o n o c e .
N i n g ú n suicidio bien
logrado.
U n chino se m a t a y está muerto,
(siguen depositando su c o r r e o e n el c a s i l l e r o ) .
U n muchacho noruego se mata y
está muerto,
( n a d i e s a b e a d o n d e s e h a ido el o t r o n o r u e g o ) .
E n c u e n t r a n a una modelo muerta,
sola en la c a m a y bien
muerta,
(le trajo al guardián la m a r de p r o b l e m a s ) .
V ó m i t o s , c l a r a de huevo, mostaza,
jabonaduras
y
lavados de estómago salvan a la gente que uno conoce.
T o d a s las tardes se puede encontrar a la gente
que
uno c o n o c e e n el café.
101
CAMPS
D'HONNEUR
L o s soldados nunca mueren bien;
c r u c e s i n d i c a n el l u g a r —
cruces de
madera donde cayeron,
plantadas
Los soldados se
sobre sus
cabezas,
caen, tosen y se retuercen-
el m u n d o e n t e r o ruge, los r o j o s y los c a m i s a s n e g r a s .
1
L o s soldados s e sofocan en las zanjas,
a s f i x i a d o s d u r a n t e todo el c o m b a t e .
102
OKLAHOMA
T o d o s los i n d i o s h a n
(un indio b u e n o es un indio
o manejan
muerto
muerto)
carro.—
(los pozos petroleros,
U d . sabe, todos son ricos)
M e p i c a n l o s o j o s c o n el h u m o .
R a m i t a s de álamo y estiércol
llenan el tipee d e h u m o
gris
( o a c a s o es irritación d e mis ojos m i o p e s ) .
Los llanos son
dilatados,
la luna brilla arriba,
los potros tiran de sus estacas,
e l p a s t o s e h a a n g o s t a d o e n el v e r a n o
( o es a c a s o mala c o s e c h a ) .
Saque la
flecha:
si s e r o m p e
la herida cierra.
L a s a l es b u e n a
también
y las cenizas.
E n la n o c h e los latidos martillan
( o acaso es la g o n o r r e a ) .
HART
CRANE
Nace en 1899, Ohio, Estados Unidos. Su vida fue errante y atormenta­
d a . D e su o b r a , p o e t a s p o s t e r i o r e s h a n t o m a d o s u t e n s o e s t i l o , su
pro­
funda y m o d e r n a espiritualidad. V i a j a a E u r o p a y después de una b e ­
c a p u d o v i v i r m á s o m e n o s e s t a b l e en M é x i c o . R e g r e s a b a a l o s E s t a d o s
U n i d o s c u a n d o el 2 7 d e a b r i l d e
1 9 3 2 s e a r r o j a a l m a r d e s d e el b a r c o
que lo conducía.
Bibliografía:
White Buildings. The Bridge: A poem.
105
RÍOS
TRANQUILOS
M u y t e n u e e r a el r u m o r d e los s a u c e s .
E n e l p r a d o el v i e n t o
bailaba una
zarabanda.
Y o no recordaría
esa ebullición que o n d e a b a la superficie
si mi v i d a n o m e h u b i e r a l l e v a d o al
del
pantano
mar.
Gladiolos, abrojos. Y el recuerdo de empinados
r i n c o n e s d o n d e l o s c i p r e s e s r e c i b e n el r i g o r
del m e d i o d í a , c a s i m e l l e v a r o n a l i n f i e r n o .
¡Qué no he tocado yo!. La sombría cañada
y todos los e x t r a ñ o s
n i d o s en l a s l o m a s
d o n d e los castores a p r e n d e n a
trabajar.
E l e s t a n q u e en q u e entré una vez y r a u d o salí.
E l c a n t o de los sauces de la orilla. ¡ C ó m o lo recuerdo!.
Y,
f i n a l m e n t e , al e v o c a r e s t a s c o s a s l e s d o y v i d a .
D e s p u é s d e la ciudad
q u e p o r fin d e j é a t r á s c o n
sus
hirientes ungüentos y con sus dardos
humeantes
el m o n z ó n
cortante del
Delta
a l a p u n t a del G o l f o . . . M á s allá d e los diques
oí el viento laminar zafiros sobre el pasado Estío.
E l r u m o r de los sauces no p u d o ser m á s firme.
107
FUGA
DEL
MOMENTO
L a sifilítica v e n d e violetas y
margaritas
j u n t o al puesto de periódicos del m e t r o
y sabe que
jacintos
ofrece esta m a ñ a n a
de abril
en m a n o j o s a c a b a d o s d e
cortar—
dando
a cada
comprador
(del cielo tal
sus
vez)
ojos—.
C o m o arrojadas muletas contra
un
cristal
caen mudos y tiesos (después serán los lirios)
más allá d e la c a r n e que las rosas pueden
108
traspasar.
AL
Una
NORTE
DEL
tierra
de
vidrios
se arroja en la
abrazada
LABRADOR
inclinados
eternidad
silenciosamente
p o r los a r c o s p l o m o s d e l
cielo.
"¿Nunca ha venido nadie a visitarte.
o ha d e j a r c o m o u n a leve o n d a
sobre tus p e c h o s
deslumbrantes?.
¿ N o c o n o c e s l o s r e c u e r d o s , C l a r a S o m b r a ? ".
Frío y Mudo, sólo el tren de los instantes
viajando donde nunca
N i nacimiento,
por
respueta.
primavera—
n i m u e r t e , ni t i e m p o , ni s o l
RENE
Nace
GREVEL
en París, en 1 9 0 0 . H a c i a
los 2 0 a ñ o s s e adhiere al
I n i c i a d o r d e l o s e x p e r i m e n t o s c o n el h i p n o t i s m o , p a r t i c i p ó
manifestaciones
y publicaciones colectivas, sin apartarse
v o s r e v o l u c i o n a r i o s f i j a d o s p o r el m o v i m i e n t o .
surrealismo.
en todas
de los
L a s disenciones
p o c o antes del C o n g r e s o de E s c r i t o r e s p a r a la D e f e n s a de la
1935. provocaron
la c r i s i s q u e
lo l l e v a r í a
a
las
objetihabidas
Cultura,
su final, l a v í s p e r a
de
la
inauguración.
Bibliografía:
Détours. Mon corp et moi. La mort Difficile. Babylone. Etes vous
f o u s ? . L'espirít contre la r a i s o n . P a u l K l e e . S a l v a d o r D a l í ou L ' a n t i o b s curantisme.
L e clavecín du D i d e r o t .
L e piéis dans
le
piat.
111
POEMA
L a elocuencia no basta
M i corazón oscila esta noche
Y
s e d e s l i z a p o r el f i l o d e u n
Lámpara de
párpado
miseria
Q u e no basta para alumbrar
mi
noche
Hombre negro mas no de ónix
H o m b r e del c o l o r del despecho
Dudando
e n la c i é n a g a de los odios
mezquinos
Querrías
Cual una
a l o n d r a su e s p e j o
U n sol d o n d e m o r i r c o n tu
pena
1
Buscas mas te sobra angustia
Para
h a l l a r tu p a r a d e r o
N a d a brilla
N i l o s o j o s n i el h i e r r o n i e l i m á n
anónirnó
Q u e l i b e r a d e l o s mil c l a v o s
Tus
En
penas
l a s q u e el e n j a m b r e d e
las m o s c a s de vuelo
descendente
D e las m o s c a s con una sola ala
S e prenden c o m o miseras estrellas de sangre.
Juglar
Juglar de
palabras
T u s versos se estrellan contra los
Tu
angustia nueva cinta de
muros
frivolidad
Corona
U n cerebro que h a j u g a d o demasiado al juego de las equivocaciones
Las cartas
de
la
esperanza
113
Esta noche
I g u a l e s s o n a l a s c a r t a s d e la d i c h a d e
antaño
¿ Q u é diré entonces?
¿ Q u é te diré a
ti?
Hermano nacido de mis pies
En
u n a t i e r r a en la q u e s ó l o v i v e s p a r a
espiarme?
Sendero que he seguido
P o r su m e n t i r a d e granito
O l v i d é q u e m á s allá, lejos, e s t a b a el mar
y huí del a g u a espejo de
estrellas
P a r a c a n t a r a una- m a n o en o t r a m a n o
Río verde
Plácida
infancia
Piedad para
el h o m b r e q u e
pasa
E l h o m b r e q u e m u e r d a su l a b i o
C o n sus l a b i o s
P o r q u e siente miedo de
o l v i d a r el s a b o r d e l a b o c a
T i m o n e r o m o r e n o vestido de tela
azul
C o n piel c o l o r cabello
Hola hermoso viajero
I b a s primero h a c i a el m a r
A h o r a marchas sobre las olas
Y
y o b u s c o u n p o z o e n el c i e l o u n o j o d e b u e y
S o y el a h o g a d o d e l a s t i e r r a s
D i m e o h mi orgullo
para
Y
j u g a r al
q u e n o es a ú n
tarde
faro
sobre el colchón de tiernas hierbas
D e r r a m a r s e en
E n vano
triángulos metálicos
g r i t a r á su mal mi
corazón
C o n él h a r é t i r a s
Tiras que sabré
O
teñir
retorcer en forma
de
cifras
M á s definitivas
Q u e los h u e v o s e n s u s c a s c a r a s
Y
l a s m o m i a s en s u s v e s t i m e n t a s d e
Y
tú c u e r p o m í o m a l d i c e los s e n t i d o s c o m o u n l i s i a d o a sus
114
oro
muletas.
JORGE
CUESTA
N a c e e n V e r a c r u z , M é x i c o , el a ñ o 1 9 0 3 . P o e t a y e n s a y i s t a l ú c i d o y d e
amplia
cultura.
D e su poesía, no
muy
abundante pero
si i n t e n s a ,
se
dijo q u e e r a l a o b r a d e un h o m b r e c u y a finísima y cruel inteligencia l o
llevó a u n e x t r e m o i n a l c a n z a b l e en la b ú s q u e d a d e l a perfección. A b s o luta supresión
debilidad
d e l a s e m o c i o n e s , h e a q u í su m e t a . T a m b i é n l a f u e i z a
de su o b r a .
S e suicida en la ciudad
de
y
México 1942.
115
SONETO
E l a i i e , d e él m e d e s p o j a .
p e i o , en c a m b i o de su t a c t o ,
m e da a soñar su contacto
con
la a m p l i a s e d d e l a h o j a .
Ya no en sí misma se aloja
l a d i c h a , i n f i e l a su p a c t o
con
e l l a m i s m a , e n el a c t o
en q u e el árbol s e d e s h o j a .
Es el árbol quien apaga,
n o el aire m á s
dilatado
la s e d q u e s e c o n s u m í a .
Exhausta la hoja, vaga,
suspensa de su
pasado,
por la distandia v a c í a .
SONETO
S o ñ a b a h a l l a r m e e n el p l a c e r q u e a f l o r a ;
v i v e el p l a c e r s i n m i , p u e s p r o n t o
pasa
S o y el q u e o c u l t a m e n t e s e r e t r a s a
y se substrae a lo que se
devora.
Dividido de mí quien se enamora
y cuyo a m o r midió l a vida
escasa,
s o y el residuo estéril de su b r a s a
y me gana la muerte
desde
ahora.
Pasa por mi lo que no habré igualado
después que pasa y
que y a no
aparece.
S u ausencia sólo soy, que permanece.
Y, Oh muerte, vasta para lo pasado,
me entregarás,
mas
cuando esté vencido.
el d e f e c t o q u e s o y d e lo q u e h e s i d o .
118
FRANCISCO
LOPEZ
MERINO
N a c e en 1 9 0 4 en L a P l a t a , A r g e n t i n a .
de su vida.
S e sabe que perteneció
muy joven, en
P o c a s noticias se tienen
al moviminto
ultraísta.
acerca
S e suicida
192o.
Bibliografia:
Tono Menor. Las Tardes.
119
EL
ALMA
SE
ME
LLENA
DE
ESTRELLAS
E l a l m a se m e llena de estrellas c u a n d o
q u e moriré. I m a g i n o espirales de
decorando
la caja
mortuoria;
triste de las c a m p a n a s .
llorarán
pienso
incienso
l u e g o el
canto
( I g u a l q u e en viernes santo
l a s c a m p a n a s p o r q u e y o fui c r e y e n t e ,
porque yo hablé de
Cristo melancólicamente).
Después, ese silencio divino q u e b u s c a b a
día a día en la vida, pero que no encontraba.
Después
la paz
profunda.
Y al poco tiempo, acaso,
se esfumarán
m i s o f o s en el p á l i d o o c a s o
del recuerdo... Y
e n t o n c e s el c o m p a ñ e r o
d i r á q u e fui u n a l l a m a d e luz q u e s e h a
amado
apagado.
Y la amiga lejana de mis días adversos
abrirá
el cofrecillo lírico d e mis
versos
y volcará las hojas pálidas de las rosas
que y o gusté ofrendarle e n las tardes
Mientras tanto
hermosas.
la m u e r t e n o l l e g a . . .
P i e n s o en e l l a
y en mi a l m a florece una emoción de
estrella.
121
ATTILA
¡OZSEF
N a c e en B u d a p e s t , H u n g r í a , 1 9 0 5 . H i j o de u n o b r e r o y una criada. E n
su
juventud
fue
porquero,
vendedor
de diarios y m u c h a c h o
Fue a París. S e hizo comunista. E l retrato
sía:
firme, desnuda,
camping,
exacta. E n
los p r a d o s alrededor
ruedas d e un
de botes.
de su vida es su propia
1 9 3 7 , en lo
que hoy
del l a g o B a l a t ó n ,
Jozsef
poe-
es u n l u g a r
de
se lanzó a las
tren.
Bibliografía:
El mendigo de la belleza. No soy yo el que grita, es la tierra que ruge.
N o t e n g o p a d r e ni m a d r e .
oso.
El
leñador. N o c h e de arrabal.
Danzi
del
Duele mucho.
123
QUIZA
DESAPAREZCA
PRONTAMENTE
Q u i z á , c o m o l a h u e l l a e n el b o s q u e d e l a fiera
D e s a p a r e z c a un
Y
día
mis procesiones se
esfumen
C o n el viento.
El cuerpo de un niño es igual a un capullo
Y
será h u m o a m a r g o en
Cuando
veo m i s
La razón me
Y
el
un
amargo
tiempo;
caminos
abandona
temblor de mi
corazón.
La fiera ha lanzado sus dientes en mi carne.
M u y temprano
la vi l l a m e a n t e en
E s a h í q u e el r e c u e r d o m e d i j o :
¿ P o r qué esperaste diez
años?
Madre habló y yo no comprendí.
F u i malo, o quizá, n o amado.
T a m b i é n reí d e los m a e s t r o s .
Tú, mi juventud, fuiste un verde bosque
Infinito,
brillante
y
eterno.
A h o r a oigo llorando al viento
Y
en
Cada
él s e c o s crujidos,
hoja
caer.
mis dominios.
SIN
Soy
TRABAJO
una ave a quien las alas han
H a c e dieciocho meses que
fallado
sobrevivo.
En las más profundas grietas del mercado
T r a t é de
v o l a r e n t r e l a s s u c i a s c a n a s t a s y las
cajas.
Al tomar en el puño los férreos cables del Danubio
M e encontré las manos de un
asesino.
Intenté vender libros pero no vi oportunidad
N i en S h a w .
ni C o c t e a u , ni en B a r b u s e , ni en
Zola.
Hambrientos comerciantes de dorado grano
Vi
quebrarse.
No tengo sopa, ni pan y ahí permanezco
D u r m i e n d o por
1;26
l a s n o c h e s en un b a n c o , en el p a s t o d e l o s á n g e l e s .
SERÁN
FUERTES
Y
TIERNOS
S e r á n fuertes y tiernos.
Quebrarán
la acerada máscara
d e la
ciencia
P a r a c o n o c e r l i m p i a m e n t e el a l m a ;
B e s a r á n el p a n y el a l i m e n t o '
Y con las manos
T o m a r á n del espíritu m e t a l e s y
hierro;
De las montañas harán ciudades
Sin odio;
Respirarán
Y
de tempestades
en los o c é a n o s
y
tormentas
reposarán.
AI inesperado huésped siempre aguardarán
T e n d i e n d o p a r a él la m e s a y el
Cruzarán sin culpa el mar florido
Q u e se extiende entre
y su p r e s e n c i a .
nosotros
corazón;
CESARE
PAVESE
Nace en 1908, en el Piamonte italiano. Poeta, narrador y teórico de la
poesía. P a v e s e planteó
un p r o g r a m a
de
poesía
narrativa
vinculada con la mitología popular y la poesía tradicional.
y
objetiva,
Hombre so-
litario y s u m a m e n t e tímido, a c a b a su vida en un a l b e r g u e d e T u r í n , en
1 9 5 0 , c u a n d o su n o m b r e
había alcanzado gran
altura.
Bibliografía:
Trabajar Cansa. Vendrá la muerte y tendrá tus ojos. A propósito de
a l g u n o s p o e m a s aún n o escritos. E l oficio de vivir. E l oficio d e p o e t a .
La playa. E l compañero.
Masslnó.
129
VENDRA
LA
MUERTE
Y
TENDRA
V e n d r á la muerte y tendrá tus
esta muerte que nos
d e la m a ñ a n a
sorda,
como
ojos,
acompaña
a la noche,
un viejo
insomne,
remordimiento
o un vicio a b s u r d o T u s ojos
serán una vana
palabra,
un g r i t o c a l l a d o , u n
silencio.
Así los ves cada mañana
c u a n d o s o b r e ti s o l a t e i n c l i n a s
en
el e s p e j o . O h
ese día
sabremos
esperanza
también
querida,
nosotros
que eres la vida y eres la n a d a .
TUS
OJOS
TRABAJAR
CANSA
Atravesar
una calle para escapar de casa
lo h a c e sólo un m u c h a c h o ; pero este hombre q u e pasea
t o d o el d í a p o r l a s c a l l e s , y a n o e s u n m u c h a c h o
y
no escapa
de casa.
Hay
en el
verano
tardes e n q u e h a s t a las p l a z a s están v a c í a s ,
bajo
tendidas
el sol p o r c a e r ; este h o m b r e , q u e l l e g a
p o r una avenida d e inútiles plantas, se detiene.
¿Vale
la pena
estar solo, p a r a estar siempre más solo?
D a n d o vueltas, las plazas y las calles
están vacías. H a y que detener a una mujer
y hablarle y decidirla a vivir juntos.
D e otro modo, uno
h a y un
habla solo. E s por eso que a veces
ebrio nocturno que comienza diálogos
y n a r r a los p r o y e c t o s de su t o d a su vida.
No es ciertamente esperando en la plaza desierta
que uno
se encuentra
a a l g u i e n , p e r o q u i e n p a s e a las c a l l e s
se detiene a c a d a t a n t o . S i fuese de a dos,
aún a n d a n d o por la calle, la c a s a estaría
donde está esa mujer y valdría la pena.
De noche la plaza vuelve a estar desierta
y este hombre que pasa, no ve y a las casas
entre las luces inútiles, n o alza m á s los
132
ojos;
s ó l o siente el empedrado,
que han hecho otros
con las m a n o s duras, c o m o las
hombres
suyas.
N o es justo quedarse en la p l a z a desierta.
Seguro que andará
por
la calle esa
que, r o g á n d o l e , e c h e m a n o a
mujer
la c a s a .
133
PENSAMIENTOS
DE
DEOLA
D e o l a p a s a l a m a ñ a n a s e n t a d a e n el c a f é
y ninguno la mira. A
esta hora en la ciudad todos corren
b a j o el s o l t o d a v í a f r e s c o d e l a l b a . N i s i q u i e r a D e o l a
b u s c a a nadie, sólo fuma
tranquila y respira la m a ñ a n a .
M i e n t r a s estaba en la pensión,
siempre tuvo que dormir a esta hora
para reponer fuerzas: la estera de la
se
la e n s u c i a b a n c o n los z a p a t o n e s
los clientes que rompen la
se puede hacer
un
espalda.
l a b e s ó y l a l l e v ó (me
Turin,
querida,
con poca
fatiga.
temprano,
quedaría,
si pudiera)
soldados,
P e r o a solas, es distinto:
t r a b a j o m á s fino,
E l señor de ayer la despertó
en
cama
de obreros y
contigo
hasta
el t r e n
a desearle buen viaje..
Está atontada pero fresca esta vez,
y l e g u s t a s e r l i b r e , D e o l a , y b e b e r su l e c h e
y comer mcdiaslunas. E s t a mañana
es c a s i una señora
y , si m i r a a l o s q u e p a s a n , lo h a c e s ó l o p a r a n o a b u r r i r s e .
A
esta h o r a s e duerme en la pensión y h a y olor a cerrado
—la
patrona
salió d e p a s e o — es de estúpidas q u e d a r s e allí
P a r a r o n d a r de n o c h e los locales, h a c e
falta presencia
y eni p e n s i ó n , a los t r e i n t a , s e h a p e r d i d o l o p o c o q u e
resta.
Deola se sienta mostrando el perfil a un espejo
y s e m i r a en
134
l o f r e s c o del v i d r i o .
A l g o p á l i d o el r o s t r o :
adentro.
no es que el h u m o
Harán
e n p e n s i ó n (porque,
vienen
la
se estanque. A r r u g a
falta las ganas
aquí
esposa
que tenia Mari
mujer,
para
sacarse
ni la novia)
los
que
no
incansable, llena de brío y con buena
de
les
dan
M a r i trabaja
salud.
L o s q u e p a s a n d e l a n t e del c a f é n o distraen
q u e sólo trabaja
durar
hombres
caprichos
y
las cejas.
para
noche, con lentas
en l a m ú s i c a de su local. E c h a n d o
a Deola
conquistas
ojeadas
a u n c l i e n t e o b u s c á n d o l o c o n el p i e , l e g u s t a n l o s o r q u e s t a s
que la h a c e n sentirse u n a actriz en la escena de
con algún joven rico. P a r a
u n c l i e n t e c a d a n o c h e , (Quizá
me
llevaba
realmente
amor
vivir le b a s t a
consigo).
el señor
de
ayer
E s t a r sola, si quiere,
d e m a ñ a n a , s e n t a d a e n el c a f é . Y n o b u s c a r a n a d i e .
MALCOM
LOWRY
Básicamente narrador, nace en New Bringhton, Inglaterra, año de
1 9 0 9 . D e l o s artistas q u e d e j a n tras de sí una
errante. M é x i c o fue el e s c e n a r i o ideal p a r a
leyenda.
Alcohólico y
su vida y su obra.
Inten-
tó hacer una moderna Divina Comedia pero llena de alcohol. M u e r e
en
1937.
Bibliografía:
Poemas. Bajo el volcán. Oscuro corrió la tumba donde yace mi amigo.
137
PARA
BAJO
EL
VOLCAN
U n limón muerto c o m o una
vieja
encapuchada
a g a z a p á n d o s e e n el ( r i o .
U n pilón b l a n d o d e sal y m o s c a s
aterrizando sobre la m e s a naranja,
lluvia, lluvia,
un león raspado
y una lapicera raspadora escribiendo palabras
encorvadas.
Guerra. Y
a f u e r a l o s a u t o s d e cuello! r o t o
y un súbito pensamiento destrozado
en la
cara de
una niña de Hoboken.
U n a tortuga i n c l i n a d a m u r i e n d o lenta en la
del restaurant de mariscos,
acordonando
su b o c a y e l p i s o
lista p a r a los t o r n a d o s
N o habrá mañana,
hendidura
sangre
blanco-
de mañana.
mañana
se
terminó.
Trébol, olor de pasto
y salsa p a r a el p a v o d e I n g l a t e r r a
súbitamente,
un
pensamiento del hogar, pero entonces
los mariachis, discordantes, porque
el
pájaro
picudo
d e l m a g u e y e s t á e n e l a l a , el c a m a r e r o s o p o r t a
un fluido p a t o n e g r o de e m o c i ó n ,
la c a r a del peón es una m a s a
corrupta.
D e s c a r t a m o s lo h o r r i b l e d e l a
temperatura
en esta
tierra lívida del
donde vivimos con
hombre a medio
enterrar
C a n u t e , el reloj d e sol y
punta del látigo
la
rojo,
el l e p r o s o , e l a r r a s t r a d o , j u n t o s e n l a t o r r e
verde,
y e n el c r e p ú s c u l o t o c a m o s l a c a n c i ó n
en la flauta y l a
mundiales, la
guitarra
canción de la eterna espera
lo equivocado d e mi espera, la flauta
de mi llanto
c a s a d o c o n el v a c í o vomitivo y l a raiz
y la lluvia a f u e r a e s el tren
descarnada
arrastrándose
arrastrándose,
ahora
tan sólo vacío durmiendo en m i
donde alguna vez
ensorbecidos
leprosos verdes de largo
licores, peras, pimientos
tigres
alma
limonada
cuello
refregados y
Leopardis
rellenos;
y el sonido
del tren y la lluvia e n
la mente...
( T a n lejos del g r a n e r o y del trampolín
de
L a muerte tan lejos de c a s a y
mujer
me temo. Y r e c é por mi vida
enferma—
" U n cadáver
d i j o el
debe
ser transportado
de
Cranel
expreso"—
Cónsul
misteriosamente, despertándose
HO
en
Hart
pronto.
A EL
LE
GUSTAN
LOS
MUERTOS
C u a n d o s e a c e r c a el p o b r e
final
de c a d a día
él t r a t a b a
de recontar sus cosas
queridas.
N i u n R o b e r t B r o k e n i un g r a n a m a n t e .
él,
r e c o r d a b a pocas c o s a s d e la
simplicidad;
su a l m a n u n c a h a b í a e s t a d o
v a c i a de
miedo
y la vendería dos veces por una jarra
de cerveza.
P a r e c í a n o h a b e r c o n o c i d o el a m o r ,
haber
valoradc» el m i e d o
por encima de todo sentimiento
A él le gustaban
humano.
los muertos.
E l p a s t o n o e r a v e r d e p a r a él n i s i q u i e r a
pasto;
ni e l s o l , s o l ; l a r o s a , r o s a ; e l
humo; la pierna,
humo,
pierna.
NOE
STERN
N a c i ó en Lituania, 1 9 1 2 . A los dieciseis a ñ o s e m i g r ó a los E s t a d o s U n i d o s . S e g r a d u ó b r i l l a n t e m e n t e en H a r v a r d : . H i z o l a g u e r r a . H o y e s t á
casi olvidado. T o t a l m e n t e deprimido
se
suicida en 1 9 6 0 .
143
ENTIERRO
DE
MODIGLIANI
Italianos, franceses, españoles,
Artistas,
judíos de
Polonia.
gendarmes, meretrices, chiquillos,
tenderos.
Callejuelas retorcidas, bulevares, cielos y nubes.
Levitas de cocheros, vestidos de seda, trajes de etiqueta, andrajos.
Risas, gritos, silencio, sollozos, peleas.
Gris, rojo, negro, gris, negro
azul.
El esqueleto seco del cadáver bajo el haz de las flores que refulgen.
L o s sobrevivientes de E s p i n o z a , los videntes, los canijos, los faltos d e todo.
L o s hijos de las proezas de V i l l ó n , los vividores, los delincuentes,
los que escriben poesia.
Las
sombras de C h a u c e r
de ojos claros, los adúlteros, las
monjas.
E l torrente inunda la calle, de la carretera lisa al c a m p o d e h o j a r a s c a .
E l torrente
b a r r e a M o d i g l i a n i d e l o t o ñ o del e s t e
mundo.
145
fOSE
MARÍA
ARGUEDAS
Quizás el más grande novelista peruano y uno de los más prominentes
en Hispanoamérica.
N a c e en A p u r i m a c
vida y su o b r a
m u e s t r a n el doloroso proceso d e confluencia
nos
el a ñ o
1911. Antropólogo.
Su
entre
l a s r a í c e s q u e c h u a s y lo o c c i d e n t a l . S e s u i c i d a e n L i m a , e n 1 9 6 9 .
Bibliografía:
Katatay. Agua. Yawar Fiesta. Los Ríos Profundos. El Sexto, Todas
las S a n g r e s . E l Z o r r o d e A r r i b a y el Z o r r o d e
Abajo.
147
ODA
AL
JET
| Abuelo mío! Estoy en el mundo de arriba,
sobre los dioses mayores y menores, conocidos y no
conocidos.
¿Qué es esto? Dios es hombre, el hombre es dios.
He aqui que los poderosos ríos, los adorados, que partían
el mundo, se han convertido en el más delgado hilo
que teje la araña.
El hombre es dios.
¿Dónde está el cóndor, dónde están las águilas?
Invisibles como los insectos alados se han perdido en el
aire o entre las cosas ignoradas.
Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo; no os encuentro,
ya no sois; he llegado al estadio que vuestros sacerdotes,
y los antiguos, llamaron Mundo de Arriba.
En ese mundo estoy, sentado, más cómodamente que en ningún
sitio, sobre un lomo de fuego,
hierro encendido, blanquísimo, hecho por la mano del hombre.
pez de viento.
S í . "Jet" es su nombre.
Las escamas de oro de todos los mares y los ríos no alcanzarían
a brillar como él brilla.
El temible filo de nieve de las sagradas montañas, allá
abajo resplandece, pequeñito: se ha convertido en
lastimoso carámbano.
El
hombre es dios.
Y o soy hombre.
El
hizo
este
incontable
pez golondrina de viento.
¡Gracias, hombrel N o
Gracias,
hijo del
D i o s P a d r e sino su
padre mió, mi contemporáneo.
Nadie
hacedor.
sabe hasta
que
mundos lanzarás tu flecha.
Hombre
d i o s : m u e v e e s t e p e z g o l o n d r i n a p a r a q u e tu
creadora s e ilumine
sangre
más.
¡ E l infierno existe! N o dirijas este fuego volador,
señor
d e l o s s e ñ o r e s , h a c i a el m u n d o d o n d e s e c u e c e l a
carne
humana;
q u e e s t a g o l o n d r i n a d e o r o d e los cielos fecunde o t r o s diosea
en tu c o r a z ó n , c a d a
dia.
Bajo el suave, infinito seno del "jet", más tierra, más
hombre, m á s paloma, m á s gloria m e siento; e n todas
flores del
m u n d o s e han
1
convertido mi pecho, mi
las
rostro,
y rais m a n o s .
M i s pecados, mis manchas,
dulce
se evaporan,
mi c u e r p o
vuelve
H o m b r e , S e ñ o r , tú h i c i s t e a D i o s p a r a a l c a n z a r l o , ¿o p a r a
otra
a la
infancia.
qué
cosa?
P a r a alcanzarlo lo creaste y
lo persigues
de cerca.
C u i d a d o c o n el f i l o d e e s t e " j e t " , m á s p e n e t r a n t e q u e l a s
a g u j a s d e hielo terrenas, te r o m p a l o s o j o s p o r l a
mitad;
es demasiado
fuego, demasiado poderoso, demasiado libre,
este inmenso
pájaro de
nieve.
C u i d a d o q u e t u h i j o t e e n v í e el l a t i d o d e la m u e r t e :
la
m a r i p o s a q u e n a c i ó d e tu m a n o c r e a d o r a p u e d e c o n v e r t i r
tu c a b e z a
O y e , hombre,
en
ceniza.
¡entiéndeme!
B a j o el p e c h o d e l " j e t " m i s o j o s s e h a n . c o n v e r t i d o en l o s
o j o s del águila p e q u e ñ a a
primera
v e z el
quien le es m o s t r a d o
por
mundo.
N o siento t e m o r . M i sangre está alcanzando a las estrellas;
los a s t r o s s o n m i
150
sangre.
N o te dejes matar por ningún
astro,
p o r este p e z celeste, p o r e s t e dios de l o s ríos q u e tus
manos eternas fabricaron.
Dios
Padre,
Dios Hijo,
Dios Espíritu Santo, Dioses de
montaña. Dios Inkarri: mi pecho arde.
la
Vosotros sois
y o , y o s o y v o s o t r o s , e n el i n a g o t a b l e furor d e e s t e
"Jet".
No b a j e s a l a t i e r r a .
Sigue alzándote, vuela m á s todavía, hasta llegar al confín
de
los m u n d o s que s e multiplican hirviendo,
Móntate
sobre
eternamente.
ellos,
dios gloria, dios h o m b r e .
A l dios que te hacia nacer y
semejante
¡Ya
no
mío,
te m a t a b a los h a s m a t a d o
hombre de la
ya,
tierra.
morirás!
He aquí que el "Jet" da vueltas movido por la respiración de los
dioses de
dioses que
existieron, d e s d e el
c o m i e n z o h a s t a e l fin q u e n a d i e s a b e n i c o n o c e .
151
JOHN
N a c i d o en
BERRYMAN
1 9 1 4 , en O k l a h o m a ,
EE.UU.,
Berryraan
f a d a d o , sus m e j o r e s p o e m a s s o n
largos, larguísimos circunloquios
P o r o t r o l a d o , fue u n
un
verdadero
norteamericana.
temas definidos y personajes.
Con
e s un
fundador de la p o e s í a m o d e r n a
estilo
eximio
desen­
1
sobre
sonetista.
Bibliografía:
Homage to Mistress Bradstreet. Dreams Songs. The Dispossessed.
153
EL
POEMA
DE
LA
PELOTA
¿Qué será hoy del chico que; perdió su pelota?
¿Qué, qué puede hacer?. Yo lo vi
Rebotándola feliz por la calle, y luego
Feliz.,. ¡Allí va. en el agual
De nada vale decir, "Oh, hay otras pelotas":
Una honda pena sacude, aprieta al chico
Cuando se detiene rígido, tembloroso, mirando a lo largo
De todos sus jóvenes días el puerto donde
Desapareció su pelota. No me entrometería con él.
Ni diez centavos ni otra pelota tienen valor. Ahora
El siente la primera responsabilidad
En un mundo de posesiones. La gente se adueña de pelotas,
Las pelotas siempre se perderán muchachito.
Y nadie vuelve a comprar una pelota. El dinero es exterior.
El está aprendiendo, tan lejos de sus desesperados ojos.
La epistemología de lo perdido, cómo ponerse de pie
Sabiendo lo que cada hombre debe saber algún dia,
Y lo que la mayoría sabe desde hace tiempo, cómo ponerse de pie.
Y gradualmente la luz vuelve a la calle.
Se oye un silbato, la pelota se pierde de vista.
Pronto una parte de mi explotará en el profundo y oscuro
Piso del puerto... Estoy en todas partes.
Sufro y me muevo, mi mente y mi corazón se mueven;
Con todo lo que me mueve, debajo del agua o silbando.
No soy un muchachito.
155
CANTAR
DE
ENSUEÑO
U n cantar, digo y o , debe ser ágil y matizado, cual colibrí.
y también duro c o m o metal de proyectil, é insólito
c o m o el m u n d o d e l a a n t i m a t e r i a
donde la gente pregunta:
¿ d a el t i e m p o m a r c h a
atrás?
¿ q u é p e n s ó el p o e t a q u e es v e r d a d e r o y a l a d o , a l a
par,
como una sonatina de Scarlatti?
¿sabe acaso Henry
escribir?
Aniquilado, en peligros sumergidos, sacudió la cabeza una
vez y a su meditar t o r n ó . Y corrió la voz
d e s d e el m á s l e j a n o o e s t e
de que buscaban a H e n r y .
¿ S e libraría
de la horca a m e n a z a n t e y d e todo lo demás? ¿ P o d r á irse tranquilamente?
A
él le p a r e c e q u e n o .
Y, por tanto, se estremece y no quiere ya cantar
y mucho menos cantares — c o m o y a dijimos—
alados,
dúctiles, h o n d o s .
Repazá quizá
Cavila entonces.
el a ñ o f a t a l — f i n a l — y a
transcurrido,
a la intemperie, enfermo.
—Feliz
106
A ñ o N u e v o a ti, s e ñ o r d e l a
calavera.
PAUL
CELAN
S u v e r d a d e r o n o m b r e fue
Paúl
A n z c e l . N a c i ó e n R u m a n i a , en 1 9 2 0 .
V i v e e n P a r i s d e s d e 1 9 4 8 . E u p o e s í a , es v i d a del v o c a b l o m i s m o , d e s m a ­
terializándolo d e contenido concreto y
allende lo humano.
D e ascendencia
real, búsqueda
hebrea, sufrió
de
un
objetivo
en carne
propia
la p e r s e c u s i ó n n a z i . D e c i d e m o r i r en las a g u a s del S e n a en la primave­
ra d e 1 9 7 0 .
Bibliografía:
Arena de las Urnas. Fuga sobre la Muerte. Contraluz. Tallos de la
n o c h e . L a r o s a d e n a d i e . R e g l a s del l a n g u a j e .
Luz a
la suerza.
Soles
filiformes.
157
EN
ALTA
MAR
París, el barquito, yace en el vaso, ante el ancla:
Así estoy contigo, veo por ti.
Y bebo hasta que mi corazón te oscurezca,
Y bebo hasta que París flote en sus lágrimas.
Hasta que lleguemos a los lejanos velos
Que nos oculta el mundo, donde cada tú es una r a m a
Y yo una hoja que calla y asciende.
NOCHE
DE
UMBRIA
Noche de Umbría
Noche
de U m b r í a
C o n la plata de campanas y
laurel
C o n l a p l a t a que tú t r a j i s t e
N o c h e de
Umbría
C o n la piedra
Silencioso lo que la vida asciende
Silencioso
Llena los cántaros
Cántaro de tierra
C á n t a r o d e tierra
A quien las m a n o s
D e una sombra
P o r siempre cerraran
Cántaro de piedra
C o n el triunfo de l a
sombra
Piedra hacia dónde miras piedra
D e j a a l a fiera entrar
Galopante fiera
G a l o p a n t e fiera en la nieve
A
quien la m a n o desnuda
16B
;
tocó
G a l o p a n t e ( l e r a a n t e l a palabra
Q u e en el silencio b r o t o
G a l o p a n t e fiera
Q u e devora su
sueño
Brillo
A quien n o desea consuelo
Brillo.
Los muertos mendigan aún,
Francisco.
TENEBRAE
C e r c a estamos. Señor
Cerca y
alcanzables.
Atrapados ya. Señor
U n i d o s c o m o si el
D e cada
Fuera
cuerpo
uno
tu c u e r p o ,
Señor.'
Ruega Señor,
Estamos
cerca.
Indinados por el viento anduvimos,
Anduvimos
inclinados
Hacia páramo y
mar.
Para beber anduvimos, Señor.
Era sangre
L o q u e vertiste,
Señor.
Brillaba,
Nos
a r r o j ó tu
Ojos y
imagen a los ojos.
bocas permanecen
Hemos bebido, Señor,
La
sangre y la imagen.
Ruega,
Señor,
Estamos cerca.
162
Señor.
tan vacíos,
Señor,
Señor.
ANNE
SEXTON
Nació en los Estados Unidos el año 1928 y se mata, asfixiándose, en
1 9 7 4 . D e una personalidad hipersensible, sufrió c o m o n a d i e las e x i g e n cias de la vida moderna llevándola muchas veces a extremos de
peración. G n n a en
1 9 5 7 el P r e m i o
deses-
Pulitzer de P o e s í a .
Bibliografía:
To Bedlam Part Way Back. All My Pretty Ones. Live or Die.
Transformations, Book of Folly, T h e
Death
Notebooks.
163
AQUEL
DÍA
E s t e e s el e s c r i t o r i o e n el q u e s i e m p r e m e s i e n t o ,
el escritorio d o n d e t e a m o
demasiado,
y a q u í e s t á l a m á q u i n a d e e s c r i b i r , d e l a n t e d e mí,
d o n d e a y e r tu c u e r p o e s t u v o d e l a n t e d e mí,
con los hombros juntos c o m o en un coro griego,
c o n l a l e n g u a c o m o d e un r e y q u e inventa sus r e g l a s s o b r e la m a r c h a ,
con la lengua
f r a n c a m e n t e c o m o l a d e un g a t o l a m i e n d o su l e c h e
c o n l a l e n g u a — l o s d o s e n r e d a d o s e n su e s c u r r i d i z o m o v i m i e n t o .
E s o fue ayer, aquel día.
A q u e l fue el d i a d e t u l e n g u a ,
tu l e n g u a q u e emergió de entre tus labios,
dos abrelatas, mitad animales, mitad pájaros,
a p r e s a d o s a n t e l a p u e r t a q u e l l e v a a tu c o r a z ó n .
A q u e l fue e l d í a
en q u e seguí las r e g l a s del
rey,
p a s a n d o p o r t u s v e n a s r o j a s y p o r tus v e n a s a z u l e s ,
m i s m a n o s b a j a n d o por tu
espalda,
b a j a n d o r á p i d o c o m o l o s b o m b e r o s p o r su t u b o ,
las manos entre las piernas
donde están
d o n d e t ú e x h i b e s tu c o n o c i m i e n t o i n t e r i o r ,
enterradas minas de diamantes y otras
emergen
para
emergen más
rápido que ninguna
S e completa en segundos, ese
ciudad
enterrarnos,
reconstruida.
monumento.
L a s a n g r e corre por debajo a u n q u e l o que está pariendo es una
U n edificio así debería c o n g r e g a r una
torre.
multitud.
P o r un m i l a g r o alguien se p o n e en c o l a y tira c o n f e t t i .
165
Seguro que el periodismo está buscando los grandes titulares.
Seguro que alguien debe estar en la acera con una banderola.
Si se reconstruye un puente, ¿no es cierto que el alcalde corta una cinta?
Si aparece un fenómeno, ¿no deberían venir los magos repartiendo
regalos?
Ayer fue el dia en que llevé regalos para tu regalo
y salí del campo par encontrarte en medio de la calle.
Eso fue ayer, aquel día.
1
Ese fue el día de tu rostro,
tu rostro después del amor, junto a la almohada, un arrullo.
A medias dormido a mi lado dejando que la antigua mecedora se
detuviese,
nuestro aliento se hizo uno, juntos se volvieron el aliento de un niño,
mientras mis dedos dibujaban pequeñas oes sobre tus ojos cerrados,
mientras mis dedos dibujaban pequeñas sonrisas en tu boca,
mientra dibujaba T E A M O sobre tu pequeño y su batiente y
suspiré ¡Despierta! y tú murmuraste en tu sueño:
Ssh.
Estamos
Vamos
rumbo
rodeando
a Cape Cod.
el Bourne
Circle.
Nos
dirigimos
al Bourne
Bridge.
¡Bourne!
Luego te reconocí en tu sueño y oré por aquel tiempo nuestro
en el que yo quise ser penetrada y tú querías echar raíces en mi
y en el que yo pude dar a luz a los tuyos, pude darte a luz
a ti o al fantasma de ti en mi pequeño hogar.
Ayer no quise ser tomada en préstamo,
pero esta es la máquina de escribir que está delante de mi
y el amor está donde llega el ayer.
166
JEAN PIERRE DUPREY
Poeta,
pintor y escultor. N a c e en Ruán,
gran temperamento y vitalidad.
tas P h a s e s y E d d a .
Francia, en
C o l a b o r ó en
1930. Artista
las revistas
de
neo-surrealis-
S e suicida en P a r í s , a los diecinueve a ñ o s .
Bibliografía:
Derriere son Doublé.
167
EL
CORO-DECORADO
DE
LA
MUERTE
L o s e s t u c h e s d e l a s l o m b r i c e s en' la t i e r r a
son serpientes que se cristalizan
y p a r a c a m b i a r el m a r en
aire
a d q u i e r e n el c o l o r d e l T r a n s p a r e n t e y p i c a n .
Las lombrices de hierro se desarrollan
en los h u e c o s d e l a s lombrices de vidrio.
C u a n d o fluyen
los hilos de
la tierra
el a g u a s e c o n v i e r t e e n b a r r o
de aire-cielo.
Tu sangre, agua de carne encendida.
n o e s t á e n tu d o b l e , p e r o t u s
l a l l e v a n c o m o un h u e v o
ojos
o una vena
duplicada.
H a y s a n g r e e n r o j e c i d a en el f u e g o .
Y todo esto es un exterior
q u e f o r m a p a r t e d e tu i n t e r i o r .
S ó l o la muerte puede poner
a l l í un c r i s t a l
— p i e d r a sin b r i l l o , p e r o t r a n s p a r e n t e
e n el c o r a z ó n
y e s e d i a m a n t e d e a i r e s a n g r a e n ti y t o m a tu p e s o .
SILVIA
PLATH
N a c e en Massachussets,
flictiva
personalidad,
EE.UU.,
asume
la
en 1 9 3 3 . D e perfeccionista y
poesía
c o m o un
con-
desencantamiento
c o n s t a n t e . G a n a varios premios y su f a m a de poeta c r e c e . S e c a s a c o n
rl poeta T e d
Después
H u g h e s y deciden vivir en
Londres.
T i e n e n dos
de la separación de su esposo, se e n c a r g a de
la
hijos.
responsabili­
d a d f a m i l i a r . S e q u i t a l a v i d a a l a m a n e c e r del 11 d e f e b r e r o d e 1 9 6 3 .
Bibliografía:
El Coloso. A Través de Agua. La Campana de Cristal. Ariel. Arboles
del
Invierno.
171
MUERTE
Y
CÍA.
Dos. C l a r o que son dos.
Ahora me parece perfectamente
natural.
F J que nunca levantó la mirada — d e
entrecerrados
y abultados ojos, c o m o B l a k e —
exhibe
marcas de nacimiento que son marcas registradas
la cicatriz de una
escaldadura
el d e s n u d o
verdigris
de
cóndor.
S o y roja c a r n e . S u pico
s e c i e r r a d e g o l p e e n el v a c i o : a ú n
M e dice lo m a l que fotografío.
M e dicen lo lindo que s e ven
los b e b é s en su heladera
de hospital:
un holán al cuello,
y l u e g o los pliegues j ó n i c o s
de sus camisones
funerarios.
y luego dos piececitos.
No
s o n r í e ni
fuma.
El otro sí lo hace.
T i e n e el cabello l a r g o y espeso:
no soy
suya.
hijo de
tal
masturbando
Quiere ser
un
espejismo.
amado.
Me quedo muy quieta.
La
escarcha hace una
flor,
el r o c í o h a c e un estrella.
L a muerta
La
muerta
campana,
campana...
Alguien ha muerto.
174
GULUVER
S o b r e tu c u e r p o
altas, altas y
pasan
las nubes,
escarchadas,
un p o c o a t e n u a d o su brillo
como si flotara sobre un vidrio invisible.
N o como cisnes:
sin r e f l e j o s
pasan.
No como tú:
sin hilos q u e las aten'.
F r e s c a s , azules t o d a s .
N o c o m o tú
tú, tendida de espaldas
m i r a n d o el c i e l o .
Te atraparon los hombres-arañas
enroscando, retorciendo sus redes mezquinas,
su s o b o r n o —
¡ T a n t o s hilos!
¡Cómo te odianl —
o r u g a s q u e c o n v e r s a n e n el v a l l e d e t u s
y querrían verte d o r m i d o en sus v i t r i n a s .
Tus dedos gordos, una reliquia.
Aprieta el paso.
manos
R e c o r r e siete leguas
como
(distancias
las de C r i v e l l i ) .
recurrentes
intocable.
S e a este o j o un águila
y un abismo la s o m b r a
176
de
este labio.
ALEJANDRA
P1ZARNIK
N a c e e n B u e n o s A i r e s en 1 9 3 9 . S u
poesía y su vida h a n influido
t a b l e m e n t e en los escritores jóvenes de su p a í s .
q u e el n e o - p a t e t i s m o
una
d e su o b r a y l a e x a c t i t u d
especia] dimensión
poética
no­
Octavio P a z nos
dice
d e s u s p a l a b r a s le
dan
en e l c o n t e x t o l a t i n o a m e r i c a n o .
Muere
en 1 9 7 2 .
Bibliografía:
La Tierra más Ajena. La Ultima Inocencia. Las Aventuras Perdida».
Árbol de D i a n a .
Los T r a b a j o s y las N o c h e s .
E x t r a c c i ó n de la
Piedra
de la L o c u r a .
177
CUENTO
L a luz
DE
INVIERNO
del v i e n t o entre los p i n o s ¿ C o m p r e n d e s a c a s o
estos signos
de tristeza
incandescente?
U n a h o r c a d o s e b a l a n c e a e n el á r b o l m a r c a d o c o n l a
cruz
Hasta
lila.
que logró deslizarse fuera de m i sueno y
entrar
en mi cuarto, por la ventana, en complicidad con
el v i e n t o d e l a m e d i a n o c h e .
PRIVILEGIO
I
Ya perdido el nombre que me llamaba,
s u r o s t r o r u e d a p o r mí
c o m o el s o n i d o d e l a g u a e n l a n o c h e ,
d e l a g u a c a y e n d o e n el a g u a .
Y e s su sonrisa la última
sobreviviente,
no mi memoria.
II
El más hermoso
e n l a n o c h e d e los q u e s e v a n ,
oh,
deseado,
es sin fin tu n o v o l v e r ,
s o m b r a tú h a s t a el d í a d é l o s d í a s .
18Ü
CANTORA
NOCTURNA
L a que murió de
su v e s t i d o a z u l e s t á c a n t a n d o .
nfuerte al sol de
su e b r i e d a d .
azul, h a y un
Adentro de
Canta
c a b a l l o b l a n c o , h a y un c o r a z ó n t a t u a d o
l o s l a t i d o s d e su c o r a z ó n m u e r t o .
ella canta junto a una
imbuida
su canción h a y un
Expuesta a todas
de
vestido
con los ecos
de
las perdiciones
niña extraviada q u e es ella: su
amuleto de la buena suerte.
Y a pesar de la niebla v e r d e en sus o j o s ,
su v o z c o r r o e l a d i s t a n c i a q u e s e a b r e e n t r e l a s e d y l a m a n o q u e b u s c a
el v a s o : E l l a c a n t a .
181
MARIA
EMILIA
CORNEJO
N a c i ó e n L i m a e! a ñ o 1 9 4 9 . S u o b r a
inédita,
es m u y
excepto alguno que otro p o e m a .
una poesia
tersa, capaz de transformar
tedio, la a u t o d e s t m e c i ó n
corta y aún
permanece
Sin embargo podemos
sentir
l a a n g u s t i a , el d e s e n c a n t o ,
en p a r á b o l a s s o b r e
el a m o r .
S e suicida
el
en
1972.
183
COMO
TU
LO
ESTABLECISTE
sola,
d e s c u b r o que mi vida transcurrió perfectamente
c o m o tú l o e s t a b l e c i s t e .
ahora
c u a n d o la sensación d e a l g o inacabado,
inacabado y
invade
ajeno
de escrúpulos mis buenas intenciones,
sólo ahora
c u a n d o m e siento e n la m i t a d
de
todos mis caminos
atada a frases hechas
a c o s a s que se hacen por haberlas
c o m o se aprende una lección d e
aprendido
historia,
puedo pensar
que de n a d a sirvieron los c o n s e j o s
ni l a s i n t e r m i n a b l e s c o n v e r s a c i o n e s c o n tu
y esas largas horas de
mi v i d a
perdidas
en a p r e n d i z a j e s e x t r a ñ o s
sobre
pesas y
medidas
colores
y sabores
y
e n el v a n o i n t e n t o d e ir t r a s e l s o l
t r a s el v u e l o d e l o s p á j a r o s .
madre,
de repente quiero acabar
con m i b a ñ o de todas las m a ñ a n a s ,
c o n el c a f é p a s a d o ,
c o n mi
agenda
perfectamente
estructurada
de citas y visitas
a
las que asisto
pero es
hace
tarde
frío
y estoy sola.
186
puntualmente;
SOY
LA
MUCHACHA
soy
la m u c h a c h a
MALA
DE
LA
HISTORIA
mala de la historia
la que fornicó con tres h o m b r e s
y l e s a c ó c u e r n o s a su m a r i d o ,
soy la mujer
que
lo e n g a ñ ó
cotidianamente
por un miserable plato de lentejas,
la q u e l e quitó
hasta
lentamente su ropaje de
convertirlo en
una
piedra
n e g r a y estéril,
s o y la m u j e r que lo castró
con infinitos
gestos de ternura
y gemidos falsos en la c a m a
soy
la m u c h a c h a
m a l a d e la
historia.
bondad
JUAN
O/EDA
Poeta peruano nacida en 1944. Una profundidad muy especial inunda
toda su obra, tiñéndola de
S u poesía, marcará, por
lindes de
amplios horizontes o
ello,
de terribles
un t r a y e c t o vital q u e
la demencia. A p a r e c e muerto,
abismos.
lo llevó h a c i a
las
en una avenida: cierta m a ñ a -
na de 1974.
Bibiografia:
Ardiente Sombra. Elogio de los Navegantes. Eléusis. Crónica de
Boecio.
189
LE
SOLEIL
EST
DEVENU
.NOIR
" ¿ C ó m o es m i v i d a ? ¿ E x i s t e m i v i d a ? h e o í d o c l a m a r
E n los desiertos del tiempo, y era una v o z fina
C o m o v o l c a d a s o b r e sí m i s m a , a i r e d e s g a j a d o d e l a d e s e s p e r a c i ó n .
A l descender a suelos más
tristes que la
transparencia
Sólo se oye este renunciar á la vida, hay voces o músicos
Q u e te preguntan: " ¿ C ó m o es mi v i d a ? "
Y
no podrías
P o r q u e estamos urdidos de sueños y n o podemos
responder.
despertar.
El mundo discurre cantando una patria oculta,
Y s o m o s e s t e g r a n s u e ñ o , estos* r o s t r o s q u e
Y
convendría
olvidarnos de nosotros
Porque heredar este sonambulismo es
anhelan
mismos.
desangrar.
¿Desde dónde se erige nuestro idioma, tierra herrumbrada?
U n n i ñ o e l e v a s u s b r a z o s a l t o c a r el a i r e
estricto,
P e r o el e s t r e m e c i m i e n t o e s r e c o r d a r .
Habrá un día gozoso, nuestros cuerpos serán ajenos
Y
p o d r e m o s d e a m b u l a r sintiéndonos en nuestro
propio
borde.
Oh, alma mía, renuncia.
D i r e m o s e n t o n c e s q u e el a l t o
S e nutría,
ávido de perderse, de lastimadas l l a m a s .
¿No observas la quietud de los objetos.
E s e c o n t e n t a r s e en u n
tierno espacio mudo?
fueg
E s q u e h e m o s p e r d i d o el s e n t i d o d e
los s i g n o s .
E l mundo y a no habla.
¿Serenos yacen quienes percibieron?
A veces sorprendemos, pavorosos, la ciencia del orbe
En
la conversación hastiada
de
A c a s o secretamente se angustian
Y
las gentes ¿Sabrán?
del
mundo,
las fieras que erigen s o n m a n e r a s de un trato
doloroso
P o r q u e e s t a r e n la v i d a , s a b e r s e , n u n c a e s n o m b r a d o .
Así, pues, destruyete aire o rostro impalpable
Y
s o b r e e s t e c a m i n o q u e e s ir a
Reconcilia
tus sueños,
unta
tus
nada
ojos
C o n l a n i e b l a d e l t i e m p o q u e e n el m u n d o s e d i s i p a .
Nuestra única sabiduría es el no saber
Y c o n t e m p l a r , t e n s o s , el v i v i r
192
f u e r a d e la v i d a .
LUIS
HERNANDEZ
N a c i ó e n L i m a , el 1 8 d e d i c i e m b r e d e 1 9 4 1 . M u e r e b a j o l a s r u e d a s d e
u n t r e n e n B u e n o s A i r e s el 3 d e o c t u b r e d e
líglota, H e r n á n d e z
fue m u y
1 9 7 7 . Médico, músico, po­
especial en su obra
publicó tres libros de p o e m a s .
Su
obra
c o m o e n su v i d a .
posterior,
extensísima, la
lizó en c u a d e r n o s de tipo escolar y a m a n o , ilustrándolos con tintas
Sólo
rea­
de
c o l o r e s . E s t o s c u a d e r n o s , o r i g i n a l e s y b e l l o s p o r sí m i s m o s , l o s fue r e ­
galando a
cuanto amigo o conocido compartió momentos con
él.
Bibliografía:
Orilla. Charlie Melnik. Las Constelaciones. Vox Horrísona.
193
ABEL
A b e l . A b e l , q u é h i c i s t e d e tu
hermano,
Di, qué hiciste,
c o n el tallo d e tu cuerpo siempre pito
Las sandalias lustradas y tus veintes.
No mirabas las ubres de las vacas
N i el coloquio e s c o n d i d o d e tus
perros.
S ó l o el h u m o de tu ofrenda que a s c e n d í a
C o m o ascienden l a s m o s c a s h a c i a el cielo.
Sin embargo
Y o h e visto a tu hermano y lo c o n o z c o
Persiguiendo la cólera entre vainas
Entre campos de trigo
C o n los sucios vapores d e tu
llanto
Reposando en la tierra
C o m o p r o n o s c a d á v e r e s sin
deudos.
Dime entonces qué hiciste
H o y q u e y a c e tu h e r m a n o t a n a l E s t e .
Tú
que nunca pensaste que para
E r a duro de roer
el P a r a í s o .
otro
RECUERDAS
Recuerdas
La tarde
tú
reflejada
Y e n t r e el E s t í o
L a s grandes
De
Los
Y
manchas
asfalto
edificios las
C e r c a d e la
playa
B a j o e n el v a l l e
Recuerdas
Un
tú
sauce
Cerca de
mf
Cerca de mí.
Y c e r c a d e ti
El
maravilloso
Océano
Las
bodegas
Los bares
I^as
196
casas
las plantas
tiendas
TE
REGALO
T e r e g a l o el v o d k a
Que
bebió
Moussorgsky
T e regalo las
Que
adormideras
crecieron
Junto al Támesis
Para Samuel
Taylor
Samuel T a y l o r Coleridge
T e r e g a l o el w h i s k y
Bourbon W h i s k y
De Edgar
Poe
E l vino del R i n
L a patria
Beethoven,
El sol del crepúsculo
Y
el sol del a l b a
L a neblina la niebla
L a s nubes la
bruma
E l verano
El
Y
Te
otoño
así
gradualmente
regalo la c e r v e z a
Q u e a l i v i a el d o l o r
Para soñar
La
Antalgina
Te
regalo
El océano
Las
El
198
fresas
humo.
D E D I C A
A
todos
mundo,
y a la
los prófugos
del
a los prófugos y
mundo,
a
T O
a
R Í A
quienes
quisieron
contemplar
el
los físicos puros, a las teorías restringidas
generalizada.
A todas las cervezas junto al mar.
A todos los que. en el fondo, tiemblan al ver a un guardia
A los que aman a pesar de su dolor y el dolor que el tiempo hace fio.
r e c e r e n el
alma.
199
Vendrá la muerte y tendrá №5 ojos,
selección de Luis La Hoz. se acabó de
imprimir en octubre de 1989, en los Talle­
res Gráficos de la Editorial L U M E N , Ca­
lle de la Pescadería 137, Lima ] , Perú.
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