VENDRÁ LA MUERTE Y TENDRÁ TUS OJOS 33 P O E T A S SUICIDAS Prólogo y Selección Luis La Hoz Carta abierta a un amigo suicida Max Silva Tuesta EDICIONES DE L O S L U N E S VENDRÁ LA MUERTE Y TENDRÁ TUS OJOS 33 POETAS SUICIDAS EDICIONES DE LOS LUNES OBRA Diseño de Tapa: AUSPICIADA POR EL Jaime La Hoz Copyright: Luis L a Hoz. Primera Edición: Noviembre 1989 Impreso y h e c h o e n el P e r ú . CONCYTBC VENDRÁ LA MUERTE Y TENDRÁ TUS OJOS PROLOGO Y SELECCIÓN LUIS LA HOZ CARTA ABIERTA A UN AMIGO SUICIDA MAX SILVA TUESTA Es mentira. suicidas Para los siempre un lugar en hay el Cielo. El joven oficial de la policía Se rasca la cabeza. alma Indagando a los del Pues A Busca están huellas lejos de su vecinos por (Las del olido) las costumbres suicida. acostumbrado suicidios por como amores está contrariados Bancarrotas Y otras No Cómo Sin cosas terrenales comprende diablos un alguien puede largarse mensaje Escuchando Osear Aragón. sólo las voces [rías de la nieve. La Poesía un perfume, puedan hacer bién aparecen mos Poesía, de nar acerca estaban que Cortázar tos también allí, ahora que sabíamos y una nos otras. asombrados, hasta como manera que vez un rio así tam- de algo Arteaga hoy como poetas, noche y Ultimo no Round. estaban una una unidos posible tomamos papel primer resultado. con las posibilidades mucha el agua trabajo pozo! en por ha corrido bajo gus- sí muchos La idea entre ma- suicidas. hicimos una primera totalmente y con muy me chico nuestros poetas trabajo luego también ese "aquello". de algo y Hart Y Teníamos e apre¡Todos pero Quedamos del parlo- Nerval, pozo, negra. y lápiz reflexio- Chatterton, antología contradictoriamente, inició al el a Berryman Claro, en perla un vivo, de satis- una sensa- vivo. lo entregó. los puentes. de cuentos, y que revelación. el tal y y recuerdo pusimos lanzado y caminábapoetas anécdotas el loco habían yo de nombrando de Pavese y noche, estado especie se de nos resplandeciendo, inquietante, Arteaga Una habíamos una en su poetas la idea poseer Tal equivocación surja hablando memoria, las mismos cuenta misma Armando lugar. una alguna noche, y Maiacovski, extrañamente con años de que y ellos selección de o de y el b e l l í s i m o Cesare y confrontamos fechos qué o la Poesía, De y, Fue Esenin entonces, la de Armando día de poetas existían Esa esos los muertos Celan de certeza fuente. setentas, de la cuenta Alfonsina, Paul ción los mutuamente. Crane, lista de de sabemos una voz, tranquila calles, literarias más ciábamos nos versos teorías teamos no ideas. de de de llega palabra, esa una las principios infinidad que una que o como A voz sonido, posible tempestuoso brotó es una un Desde La anto9 logía tiene Cristo cristiana y tres murió y/o El po treinta cuando católica?. suicidio lugar. prohiben vida No lo es un tema y en cualquier mente, tiene suicidio es pues bargo Las existe siempre de castigo. ¿La fastidiar lo ha sido sus edad a la de religión Somos nuestra es mejor como, una de ofensa de Dios y sobre de lo cuál tiembásica- acerca la extrema creaturas vida a nosotros en cualquier y la católica consideraciones como nuestra algo frente de cristianas, aparecer sobre aterrador, y vive cabalístico?. suerte religiones dentro del peor a decidir una sé. haciéndolo pasible derecho ¿Número límite, el suicidio y de la muerte, y, por ende, poetas. y, por lo tanto, a y sólo Él muerte. no hablar. espada la Dios El Sin em* filosísima e in- visible. Sería otros- muy largo entrar hacer con lo puedan mos algunas palabras Asesinos:..." te fue En rápido de Henry el caso o lenta, es el acto, pues ser act:s, existencia tonante; por enfermos, estará todavía ¿acaso que alnte Talento una especie nos juzgue se clavó sí, poetas fuera de tal varias de lo común, un no. cosas en que agudeza con artista los une, 10 donde nacimiento una aparte por respuesta (Hart Crane) hacer; nos del pró- ni Más persona común en exacerbadas; sol duPero, de la decisión primavera— ni tiempo gobernado severidad!. hay y sensibilidad nunca ni muerte que ver un poeta. Frío y mudo, sólo el tren de los instantes Ni hace el dedo videntes: viajando la sin maneras, no de- ¿verdad?. al de nos un efecto hipócrita dejado artista, todos que ser y mundo palabras, fue De Nos nuestro los muer- sinónimos siempre de la tumba el pozo de vez Lo convierten de si su que hemos allá Tiempo saber comprender actos lo que recordé* o prolongada. de Duras en El la conciencia. estos Quizás obstante, libro posee típico de que más señalándonos". esa espada. interesa hace que recuerde el suicidio su breve nos qué si quien y tres fue momento ¡Y la idea vez en del suicidio siempre Tal nal. acto un la ley se es diferente corriente?. treinta por que acobardamos ras El de No no nos intransitivos y muertos. queremos jimo verbos nos golpea ciegos Miüer suicida súbitamente y ta muerte. estamos No no del acerca afiladores. si su agonía importa son a reflexionar adecuados estos fison Videntes exigencias, buscando, a través bascando de siempre neuróticos a través deseos de de las más duras perfección: Y tú cuerpo mió maldice ¡os sentidos como un lisiado a sus muletas. (Rene Crevel) Deseos exagerados de perfección que llevan a ocasionar conflictos irresolutos con y con mondo: el la -propia obra en algunos casos y siempre con la vida Que los tímidos pies del alba corran en pos de mí: me quedaré porque en he y lo que está este bosque quitado ella me enterrado de el velo ha en pinos, a la contado belleza en el fondo de la oscuridad mi corazón. (J.G. Fletcher). Como el lector comprobará, todos los poetas incluidos en esta antología son algunos tes occidentales. Así orientales, el Japón países connotaciones vida y la dos, pienso ontolcgicas, muerte. Por otra parte, en de material Las hay poetas principalmente ejemplo, digamos, von La decidido por vitales maneras de son pobreza que debido del Perú tiene y literarias occidentales Kleist porque el suicidio otras implicancias Heinrich literario. fue no han a la falta también llega y y y versiones especialmente antología por en español el que escribe ciada o felizmente, 1977. Hernández y en alemán. siasmo cuando valga tradujo No sé si trabajamos han sido y por trabajadas el poeta el humor negro, principalmente sea exceso la poesía de Luis a los poemas suspicacia de Attíla sea los pero Joszeff. perfecionaoccidentales de los para Hernández se sumó los considera- a bibliotecas mas escritos la obvias. información librerías. De todas maneras es posible que este do y ampliado alguna vez con poetas orientales que han faltado. Es importante decir que tas traducciones no trabajo y con entender sido de en diferen- que, recuerdo esta desgra- antologados escritos poe- en en francés su Hernández entume 11 c o n t ó que bía había arrojado Buenos las una noche ruedas de Quiero, para No un factor de que veo finalizar, esta común. podría un Creo La dejar que con imagino sentado donde éste haría un algo una es una obra un solo que ver una que simple se ha- lo mismo una me en parece reunión completa espíritu, como otro lado, ¿tiene y el lugar que habitamos?. quietante, muestra aristas que suponemos irinecesarias, de intención gran funda- poetas con a pesar en sí misma, poema y una donde Recordemos lo por que no victimas el valor la vida, conocemos tan pugnamos mutuamente. gusanos-, Y nando los De parezca. tratamos unos calidad cada poeta o le interesa. al revés, que nos los unos a de pero que acompañen los sea de la podemos que soportar queremos bien, nos al mises desgracia. la las revolu- nosotros No demasiado cuando ino adormidera? Lo observando aún que compadecemos en nuestra otros, seguimos así ¿acaso en una ejemplo. para Nos que nos re- cortesía de los estamos extermi- otros". Supongo Está Pero, "Cuando su en considerar es compadecernos seguir Pero el momento es provocadora, comercial, desmoralizaríamos. manera, sí?. realidad de con deseamos revolucionarias. en un cliché nos a los ninguna ¿O Luis La Hoz bien así no a Miller:... en deserciones: de usualmente nuevamente hacemos tener demasiadas ahora obra Indudablemente poco no se ha convertido suicida, 12 lagar peruano verso. Por quizá El como vivimos mos mismo tren. antología ampliarse; homogéneas. ción en el un Aires. mental. es estado a aquí, éste es que ya un el lector lo brillando. dije, canto al suicidio tomará como de una o algo él lo que perla negra, que le se le conviene brillando, CARTA ABIERTA A UN AMIGO SUICIDA Me voy porque ni se ha dignado el pedir llanto que me quedara César Calvo i Hubieras como tú, dejado se van portarles un todavía! Claro, carajo "Todos los que mejor dices viste 14 manos, las cosas sí con que el él en gala) centavo. que, de hace cambio, no un buen (hay fue de más ese era en definitivamente, de no repente, convenció como sobre de por los lo En fin, que cen que este cobrar la logró debía plazo. ver habernos Pero, nada. excelente sus última sentido honorarios. consulta lo que que pintas. riesgo contradictoria corto es. es uno lo el alto imnoche si lo ese a nadie pata quienes. fin de digerido aplaudir incluso ¡Y o menos tiempo. a la hora Cobró a todas, hora": tan el más que por regreso. Aunque, En entender vez a la misma tenazmente esperaba mosca hizo la te el camino prevenirnos manera desde muy último ejemplo, la lo que estuvo de por una ha sido pata para de fiesta que El cuenta clave reproche. una a entenderte. sobre hasta un de llegamos sus advertido bró no es una cuenta, con tuyos enfrentaba* práctico su o no regresan habida Donde menos tu psiquiatra. en corrías dar lo por argumentos sobre Estaba aquí esto no pocos por de Coque tu- se veía ve- nir. C a s o , contrario, recordado En tiembla ya no se nos ahora nivel. la Magdalena tiene tu casa, aparte En Todavía al mercado banco los celebran bien Todavía sacerdote llamándote Margarita "nuestro van del porque Todavía tienen porque el está al psicoanalista y, van en si en se esmeran hablando de rollos de les falta próhasta cada alguien confiesan el llegan lo que su Todavía a pasar no se ha averiguan los hijos muere Todavía nada en cartelera. los fe di- Todavía tiempo cómo se les casi Todavía a cambiar planifican desvelan tú nombré. Todavía matan que vuelto y, como llenar, tu día. al cine morirse. de en disponible. Todavía lloran más me han sucesora. difícil cosas ti, tampoco aguas mejor misas líquido de las sale su vacío Todavía que a celebrar las se al hablar parecer, de la película Todavía tenía Al acuden los rollos amor. maneras uno que en- de to- r los p imeros dinero, donde el nomás... Como verás, para lo diga a la medianoche. por la voz famoso carros. Todavía mataste del Todavía cumpleaños. viernes. la nostalgia sus sus pasada menos, en saldo revisar por llora comprar feriado. tiende estuviéramos quiebra de su tiempos. vidas ximo das para mandar buenos no te escribo. mandan el monto propias que memoria cambiado. por hoy, el barrio rías, van por Efímero''. la mano a su el hoy Pedro tu suicidio cambiar no el estilo crudamente, pero es sirvió de para vida de nada, tu si es familia. verdad Disculpa que te que te así. 2 Sólo ahora entiendo por qué te gustaba repetir tanto: "Esto era pues, y nada A más, propósito publicaras los de porque, tan un basura redondos libro ubicado damente versos, esta De el siempre no haber según como más vida". de tuyos. digno en la tu sol criterio que de sobrevivirte. antología adelante; mejor, alenté a parar —recuerda— cada demasiado nos alumbra, Es más, de Luis o te ido La Hoz, ahora, te estarían una ellos no para que al tacho te reunidos encontrarías de la cual de de estricto, ahora ahora uno te hablaré muy salieron en bien detalla- vez. 15 Por tratarse ontología. Así a hurgar, En tu en algún caso, diablos te ingrato? por no de la partir derme con sucede de bles libros La modo incluir lo que Sólo tanto sobre y en, tu no desde dejo luego, de en caso en hecho de certero de que no que muchas, eso valen negro, pedir capacidad, mu- de fuera en suicidio. realidad, nadie, matamoscas? preguntarme en qué de de humor el estarías verdad. ¿por despedirte plegada los l l a m a d o s expertos la materia, de cierta sin un una invitándonos pregunta: tomarse ataúd además, negra siguiente la fiesta puede de causa, con la es suficiente, hiciste tú, conocimiento otro Luis no otro es, filosofía la osamenta con de antología de santo, dejaste qué de cosas. campo relacionada que ¿De esta suerte en lo mejor olvidáramos A una secreto La carta chísimas suicidas, yo: verdad regresaste lo demás. nos poetas lo siento respon- posible. Sus lo que No innumera- este libro de Hoz. ¿Qué preguntas me hago desde que te fuiste? He aquí algunas: 2.1. De no haber tenido la fuerza que Caín tenia, en vez de ser el primer homicida, Pregunto eso ¿no E l o f i c i o de v i v i r , 2.2. tumba cir tas, ¿Qué 2.3. lidad, la promisos, siempre no fue dote la gran al vociférente este y en tímidos". cuando escribió: al hombre"? " ¡La ¿Quiso en su seno, fanatismo a la hora tampoco vez quiero más a fin rabia, quisiste es más así te tuyo exacta de- de que, bien, en cuen- escuché caso, decir: puntuatus com- a la extra- organiza con la Madre El que, la tarde la Nada tu Cronos. al recordar por en todos llegar frecuentemente, decir Fue, Pienso de humanidad? Pavese, terminó en empuján- una "¡Cronos, Tierra oportunidad, aparta de mi tiempol" 2.4. a la muerte, 16 lleno atrae a ese de estar que lecho. Valle jo que la Cesare homicidas acunándole debido cada seductora. negro sí, impaciente, Lo son mujer de ruta, Edipo? afán que, hastío? ella suicida de César de que, angustiado ña ceremonia infinito a será el primer suicidas expresar un sexo razón sido compañero "Los Tierra, ¿No a tu dice: / la Madre le dio tu quiso es todavía que hubiera porque En última precisamente instancia, la Dama ¿suicidarse Negra no que más es faltarle respeto el produce respeto en la gente y, por lo tanto, de* quebrantar dicho 2.5. edad. Suicida ¿Es Pues, cinco estaban nes {Argentina) Gould (Chile) qué de respeta no que un- viejo poetas debe y los 33 y incandescencias las llegada la edad años estai antología, Lugo- (Estados 6 4 años cada de suicida Leopoldo Montherlant suicidas, vidas, 59 es un Unidos) uno: Pablo de el más (Francia), haber-. poetas sus en la edad tentación los recoge matarse: Heminguiay de contra de se suicida que de Unidos) Henry 7 6 a ñ o s en su de incendios declina (Estados con irreprimible pasar que suicidas 6 0 a ñ o s ; Ernest 72 años, recuento mentarse se de los 33 Fletcher perpetraron los la más respeto? verdad tenía de todos, cidas también en la t e r c e r a e d a d a la hora Rokha El ¿Es verás, y John cocho que cierto? verde? produce extremado nos de acuerdo informa que, ( 8 poetas), de la tibieza la edad la la cantidad ( 5 poetas), de los apagamientos con transpuesta para volver y las cenizas de a (9 en edad suiincre- poetas), 3 Cosa grave, dirás, cuando ya no se busca y se rastrea una razón en para el famoso sentido de la vida cambio irse a otro mundo. César Calvo Luis La Hoz compara su antología con "una perla negra", condensando con hacérsele desde aducir que Sospecha esta asimismo cosa cantó Coincidentemente, pechas 17 que borras "algo de los que "un por at un plumazo de sin atingencias razón, lo cual de que los que es mejor hablar". "poco tai vez consideren a su antología de no vean pueden no último, los que podrían en este libro suicidio". recordado de posibles y no constituye Sospecha, que las Sospecha, el suicidio revolucionaria". otra comparación ahora. Pedro Efímero, en la carta que son dejaste. las mismas Afirmas sosallí que "el revolucionario cluyes diciendo: aprenda —el ''vale de una Luego reiteras en ("los suicidas dejan lar"), porque para fiesta. Sin embargo, sea, huir No a poco su cuenta si que de este Es cosa da es pérdida las que tarte? ¿Acaso venía no en relación rayana el que, sino Alfonsina man miles los sina, para ahogarse y 18 punto. Efímero, rechazado huir enor- como suicida de la elabora poco averigüe por poeta que a tomar la produce la lec- en por en de dificul- profunda de- etc. Otra imbricadas de en esta ella, no no día ca- de efectivamente, buscan con ellos. son mejores Sin embargo, o peores-. medioy rebasaron ¿O ma- bullentes su el qué Mag- vaso de otros fac- horas? pongamos tenía el auxilio Miles Mara más Margarita a día. tus con perdonabas que antología, roto te indujo los Entonces sangre la última haber rencores, a la que gotas de Magdalena ti estupidez? de que eso, una melancolía, el hecho allí dramáticamente. por la mar final: complejamente te ahogabas Storni; de tas suyas supuesto, hondísima tu familia, insulsa poetas cancerosos Storni, por una sido amargamente, presentes Afonsina movida en una remedio. a Cada el motivo múltiples tas dos a los haga interminable y el lector valiosa la bai- suicido. con estuvieron muerte Cada de una más Que incitación acumulándose Referente argentina lo saben vistosa que sin llevaron: Pedro en la más no fueron tores de y hay casos. encontrará, recordado haber en tú, morir. descubrir al y, a la vez, bilis que se convierte lugar, los para causas causas conduce ¿Acaso, dalena con- mundo a los nada fiesta dé irreparable, garita cridad en según es otra ciertamente, descubrir rencores, y uno cada libro. una drama altruista", que al baile concurrida cualquier razones Esa y a como qué de diferia entonces, tal averiguación fácil cepción, hasta pertenecientes alegre así en todos de fatal. En tades. sea es posible, determinación tura ella fuese, conjunto no más a otro, donde creo suicida esto la pista vida por De por un un de metáforas Ubre ti esta monotonía. peste, usar de un momento mísima es hablar vez". fiesta que verdadero— la pena del de mar, miles caso uno la Pero como que resignados con suAlfon- esperan ni estos Cada por cáncer. su la ni estilo, Entre los demás poetas poco, no se sabe muy mundo, y por qué. Ante be sino puede repetir versos / Sin suicidas hay nada, sobre decir él y cualquier estos largarse la por un de lo menos cómo otro Osear mensaje por hizo en la misma Aragón: uno para quien de condición Cómo I Escuchando de irse este no diablos sólo las ca- alguien voces [rías de nieve. 4 LOS UTENSILIOS PROPICIOS Un árbol inocente, alguna cuerda. César Calvo. "Los hoteles no sólo sirven para hacer el amor, también ofrecen excelentes ces espacios para ir a morir cómodamente. de la m u e r t e c h i q u i t a , el orgasmo, tiva, el m o r g a s m o " . Eso aunque a decir con de no ser interceptado tal verdad, dices Tratándose dices una a dejar de serlo En dio), de palabra, elegantearon perdurable, los común como por ta historia ejemplo, el hecho convence a su Silva que lleva puesta tiro que al día siguiente ¿Cómo colaboró los, contornos se sentiría con sobre del algunos de tu que exactos del corazón. el poeta ¿por qué cuello?. crimen (o del debido que un tiro. trace sobre Allí fue suici- a la va- vuelven Así, la fosé camisa a parar el colombiano. aguel De no comenzó se preguntó: pegarse para yo, que detalles médico suicida? autoeliminarte no hay regla registra pregunto el poeta para escenario simple definiEfímero. preferencias, de familia de uno dicho, se disparó Pedro no tiene secreto pañuelo Mejor entony designio. que más fino total recordado empleaste én el del es la regla. embargo, que no se trata la muerte la mayoría de los tuyos, el momento Asunción mente medios ni nadie tópico, tu carta, terreno Ya de en su último desde este Sin este tu cadáver la variedad riedad. en en sino médico repente, que como involuntaria- las propias ro- 19 sas, igual tante, que para también más, optan ños de un por sí, anotar no ron: que nadie agua no Federn, más lejos, podrían Recibe el más Calvo, quien debe Silberer, o nadie puede cartas algún 20 demás muy siete en cacarear aún de de los mal se muy al mataPare- cualquier yo del perfecto es esta vida, Pedro Efímero, por ine&Stentes. abrazos decirme: día: hablaba el círculo en e s t a antología cordial acaba que recordado de que Vaüejo se cierra Tal vez mis ojos duerman Max Silva Tuesta duc está y Schrötte. que de- muy no tuvo, Kahane más de los profesionales sentido que obsmédicos los se supone haberse asunto, mortal lineas, buzón estar la vida de el particular, discípulos César lo que el salto estas algún por No Los otro, orondo: de beber. con en dar en Stekel, lo tugo. Señor. a quienes Sobre Freud de bacán, aún al finalizar tarlas zaga. primeros de a velar psiquiatras, humanísimo dárselas del en la estadística veinte este al saber viñas llamados Sigmund de Dios", inexpertos sar Los a la quedan no he en las lagar el suicidio. en Yendo nótono los se Tausk, que puede esta jor Ellos, loa no se inmutó de todo primerísimo de Marcus, pues, que hay lo siguiente: constatar do psiquiatra, se suicidan. ocupan que ce, tu ser justos, no. de de "suicidio donde decir que algo quise Mientras Luis nuestro La caen molos redondeposi- tanto, me- amigo Cé- Hoz. común THOMAS CHATTERTON Nace en Bristol, Inglaterra, 1 7 7 2 . A los 16 años compuso poemas de Rowley, haciéndolos pasar por manuscritos Descubierto entonces. el e n g a ñ o s e d e s a t a Repudiado por un gran del e s c á n d a l o en todos, e n la miseria los siglo X V . la Albión t o t a l , a c ^ b a su vida de a los 18 a ñ o s . 21 DESPEDIDAS A d i ó s , Bristol, inmunda ciudad de A m a n t e s de ladrillos. la riqueza, a d o r a d o r e s R e c h a z a r o n a puntapiés al niño que del engaño, divulgó viejas acusaciones, Y que por aprender pagó con una fama vacía. Adiós, Gobernador, sigue tragando C o n tus eternas armas corrupción,. de idiotas M e voy donde soplan himnos celestiales, P e r o tú, c u a n d o m u e r a s , t e h u n d i r á s e n e l infierno. H a s t a s i e m p r e . M a d r e : a c a b a , p o r fin, m i alma angustiada. N o permitas que me equivoque. T e n misericordia, Cielo, cuando deje de vivir. Y perdonen este último acto de miseria. GERARD DE NERVAL Nace en Montcfontaine, Francia, el año 1808. Su verdadero nombre fue G e r a r d L a b r o u n i e . Perteneció a esa estirpe subterránea de ángeles en la que podemos contar a S a d e . Lautreamont, Baudelalre, R i m b a u d , Artaud o Dauraal. runden en Nerval un m i s m o representa lenguaje, un todo donde pertinazmente vida y buscado. Hasta obra el se fin, en P a r í s , en 1 8 5 5 . Bibliografía: Elegías Nacionales. Odelettes. Las quimeras. Pandora. Los hijos del fuego. R e t r a t o del d i a b l o . 25 EL DESDICHADO Y o s o y l a S o m b r a , el V i u d o , el £ 1 Principe de Aquitania Inconsolable. c o n su torre M i estrella es la M u e r t e , mi luminoso perdida. laúd B s el n e g r o s o l d e l a M e l a n c o l í a . ¡Oh! noche de tumba, sin consuelo. D e v u é l v a n m e el P a u s í l i p o y el m a r d e L a flor de mi c o r a z ó n Italia, prisionero, Y el p á m p a n o d o n d e V i n o y R o s a s e a m a n . ¿Soy Eros o Febo?... ¿Lusignan o Birón? A r d e m i frente por el b e s o d e u n a R e i n a . Yo he soñado c o n la G r u t a de la S i r e n a . Yo, radiante, crucé dos veces el Aqueronte, Modulando suavísima la lira de O r f e o C c n el l l a n t o d e la s a n t a y los g e s t o s d e l hada. ARTEMISA V u e l v e la T r e c e y a s í la primera. L a única siempre, — ¿ o el último m o m e n t o ? . R e i n a e r e s , | o h tul, ¿ l a p r i m e r a o l a última.?. R e y t ú , ¿el s o l o y p o s t r e r o amor? Amor enardecido desde la cuna al sepulcro, E l que amo y me adora con Ella, el m o r i r , la Muerte... ternura: ¡oh delicia, oh tonnentol F l o r que n o es otra sino la M a l v a R o s a . Santa napolitana con manos de luz, R o s a de c o r a z ó n violeta, flor de Santa ¿ D e s c u b r i r á s tu c r u z en el d e s h a b i t a d o Gudula: cielo? Blancas rosas, la Caída, insultandb nuestros dioses. L a C a í d a , p á l i d o s f a n t a s m a s del a r d i e n t e cielo: ; L a S a n t a d e l A b i s m o c a y é n d o s e en m i s o j o s ! 26 fOSE ASUNCIÓN SILVA Nace en Bogotá, 1865. Perteneció a una familia acaudalada. Guapo. f i n o , m u y i n t e l i g e n t e , v i a j a a l o s 1 8 a ñ o s a E u r o p a y a s p i r a allí e l a l b a el d e c a d e n t i s m o . T r a e de vuelta una maleta llena de corbatas rantes y de libros: W i l d e , Verlaine, Schopenhauer, Fichte, exhube- D'annunzio, N i e t z c h e ; e s d e c i r , l a f l o r a d e la e x q u i s i t e z , l a d u d a y el p e s i m i s m o . fue un e s t e t a e n t o d o s e n t i d o y , e n c i e r t o m o d o , s e a d e l a n t ó a l nismo. L a m u e r t e d e su h e r m a n a lo golpean espiritualmente. le dibuje en y el hundimiento familiar U n a noche v a donde su médico y hace l a c a m i s a el l u g a r e x a c t o del c o r a z ó n . revólver en la m a n o . financiero Silva moder- Amaneció con que un 1896. Bibliografía: Poesía, con prólogo de Unamuno. Gotas Amargas. De Sobremesa. Prosas. 29 NOCTURNO Una noche una n o c h e toda llena d e murmullos, de perfumes una y de música de alas; noche en q u e ardían en la s o m b r a nupcial y h ú m e d a las luciérnagas a mi lado lentamente, contra mi ceñida toda, c o m o si u n p r e s e n t i m i e n t o d e a m a r g u r a s muda y fantásticas. pálida. infinitas h a s t a el m á s s e c r e t o f o n d o d e l a s f i b r a s s e a g i t a r a . caminabas'; y la luna llena por los cielos azulosos, infinitos y profundos y tu fina y lánguida, y mi por los r a y o s d e la luna e s p a r c í a su luz b l a n c a : sombra sombra proyectadas sobre las arenas de la senda se y eran una, y eran una, tristes juntaban, y eran una sola sombra larga, y eran una sola sombra larga, y eran una sola sombra larga. . . Esta noche solo, el a l m a llena d e las infinitas amarguras y agonías de la muerte. 31 s e p a r a d a d e ti m i s m a , p o r e l t i e m p o , p o r l a t u m b a y l a d i s t a n c i a , por el infinito n e g r o donde nuestra mudo y voz no alcanza, solo p o r la s e n d a c a m i n a b a . . . Y s e o í a n l o s l a d r i d o s d e los p e r r o s a l a l u n a , a la luna y pálida el chirrido de las r a n a s . . . Sentí frío. E r a el frió q u e t e n í a n en t u a l c o b a tus mejillas y tus sienes y t u s m a n o s a d o r a d a s , entre las blancuras de las mortuorias Era el f r í o del s e p u l c r o , e r a el h i e l o d e e r a el f r í o d e l a Y por los rayos de la luna iba sola por al estepa mi niveas sábanas. la muerte. nada. sombra proyectada. iba sola, iba sola, solitaria; y tu s o m b r a e s b e l t a y á g i l . fina y como lánguida, e s a n o a h e t i b i a d e la m u e r t a como esa primavera noche llena de murmullos, de perfumes y de música s e a c e r c ó y m a r c h ó c o n ella, s e a c e r c ó y m a r c h ó c o n ella, se a c e r c ó y m a r c h ó c o n e l l a . . . ¡ O h las s o m b r a s enlazadasl ¡ O h l a s s o m b r a s d e l o s c u e r p o s q u e se j u n t a n c o n l a s sombras de las almas! ¡ O h las s o m b r a s que se b u s c a n en las n o c h e s de tristeza y de lágrimas! 32 de a l a s . EL MAL DEL SIGLO el paciente —Doctor, un desaliento) d e l a v i d a Q u e en lo íntimo d e mi s e a r r a i g a y n a c e , el m a l d e l s i g l o . . . el m i s m o De Rolla, de Manfredo U n cansancio de todo, mal de y de un Werther. Leopardi: absoluto Desprecio de lo h u m a n o . . . . un incesante R e n e g a r d e lo vil d e l a e x i s t e n c i a D i g n o de mi maestro Schopenhauer, U n mn'estar profundo que se aumenta C o n todas las torturas del a n á l i s i s . . . el médico — E s o es cuestión de régimen. D e mañanita; duerma Camine largo; báñese; B e b a bien, c o m a mucho, cuídese mucho; L o q u e tiene usted es h a m b r e . . . I I£OPOLDO LUGONiES Artista perteneciente a las alturas d e Unamuno, Lugones n a c e en Córdova, Argentina, el a ñ o 1 8 7 4 . S u vida es una eterna pasión, un constante partido se hace anarquista, socialista, lo a b a n d o n a ; fascista. Arrastra odios y enconos. Acaba escándalo. su luego vida en Pertenece al conservador, 1 9 3 4 , en un h o t e l u c h o en l a s riberas del r í o T i g r e . Bibliografía: Las montañas de oro. Los crepúsculos del jardín. Lunario Sentimental. O d a s s e c u l a r e s . E l libro fiel. radas. E l romancero. E l libro de los p a i s a j e s . Las horas do- P o e m a s s o l a r i e g o s . R o m a n c e s del r í o s e c o . 35 VENUS VICTA P i d i é n d o m e la muerte, tus collares desprendiste con trágica alegría, y en su p o m p a fluvial l a p e d r e r í a se ensangrentó de púrpuras solares. Sobre tus bizantinos alamares gusté infinitamente tu a la hora agonía, en q u e el c r e p ú s c u l o s u r g í a c o m o u n v a g o j a r d í n tras) d e l o s m a r e s . Cinceladas por mi estro, fuiste bloque sepulcral, en tu l e c h o de difunta; y c u a n d o por tu seno entró el e s t o q u e con argucia feroz su hilo de hielo, brotó un clavel b a j o su fina punta en tu n e g r o j u b ó n d e t e r c i o p e l o . HOLOCAUSTO Llenábase de noche las m o n t a ñ a s y a la v e í a del b o s q u e a p a r e c í a la estridente carreta que volvía d e un v i a j e espectral p o r las c a m p a ñ a s . Compungíase el viento tras las cañas, y a s u m i e n d o la astral melancolía las horas p r o l o n g a b a n su a g o n í a paso a paso a través d e tus p e s t a ñ a s . La sombra pecadora a cuyo intenso influjo, a r d e tu a m o r c o m o el incienso en apacible combustión d e aromas, miró desde los sauces lastimeros e n mi a l m a u n e x t r a v í o d e c o r d e r o s y e n tu s e n o u n d e g ü e l l o d e 38 palomas. VACHEL Nace LINDSAY en Springfield, EE.UU., 1879. Especie de rapsoda viajó p o r su país, a d e l a n t á n d o s e a los beatnicks, predicando lio e n t r e p o é t i c o y r e l i g i o s o , r e c i t a n d o de hospedaje y alimento. rigor intelectual, y cantando S u producción pretendiendo traducir está moderno, un sus versos a despreocupada emociones y evange­ cambio de todo sentimientos uni­ versales . M u e r e en 1 9 3 1 . Bibliografía: General William Boothe enters into Heaven. The Congo. The Chinese Nightingale. T h e Gplden W h a l e s o f California. A H a n d y G u i d e for B e g g a r s . T h e T r a m p ' s Rhymes to B e Traded for Breal. Lythany of Washington. Street. Rhymes Every Soul Going to the E x c u s e and other in American is a Circus. Stars. Poems. Language. 39 A EN UNA UNA MUCH ACH ALDEA E r e s una salida A DE DE de PELO DORADO LOUISIANA sol, s i una, e s t r e l l a s a l i e r a e n v e z d e l s o l . E r e s una salida de luna, si una estrella saliera en vez de la Eres la luna. primavera, si u n a c a r a b r o t a r a en vez d e flor d e E r e s mi a m o r , si e s t a n s i n c e r o t u corazón c o m o son tiernos tus ojos. manzano. LA PALOMA DE NIEVE NUEVA T e doy una c a s a de nieve, te d o y la bandera del v i e n t o s o b r e e l l a , te d o y m o n t o n c i t o s de nieve en l a r g a hilera, te doy una paloma de nieve y te pido la ames. La paloma de nieve entra volando por la v e n t a n a de la casa de nieve. E s un espíritu y no echa sombra. S u p l a ñ i d o es el p l a ñ i d o del a m o r d e s d e el prado, el p r a d o d e n i e v e e n q u e e l l a a n d a b a el l u m i n o s o , a n g é l i c o 42 prado. toda brillo. LOS BÚFALOS QUE COMÍAN PLORES Los búfalos que c o m í a n flores en primavera en l o s d í a s de a n t a ñ o , corrían donde truenan las locomotoras y las flores d e l a s p r a d e r a s y a c e n d o r m i d a s . La ondulante, floreciente hierba perfumada e s e x p u l s a d a p o r el t r i g o , ruedas y ruedas y ruedas van en la primavera que rodando es dulce todavía. P e r o los búfalos que comían flores en se fueron d e s d e a n t a ñ o . Y a no cornean mas, y a no mugen más, y a en las colinas no r o n d a n con los P i e s n e g r o s y a c e n más: dormidos, c o n los P a w n e e s y a c e n d o r m i d o s . primavera JOHN GOULD FLETCHER Nace en Arkansas, EE.UU. el año 1886. Estudia en Harvard a principios de siglo. 1 9 1 3 vuelve el título Pasa de Doctor Poesía. Hoy ta e n 1960. a Inglaterra a su ciudad está natal Honoris casi y forma y la Causa. olvidado parte del Universidad siendo En 1 9 3 6 gana un grupo imaginista. de Arkansas el Premio extraordinario le Pulitzer poeta. En concede Se de ma- Bibliografía: Irradiations. Sand and Spray. The Tree of Life, Dreakers and Granite. Prelude Stars. and The Symphonies. Burning Parables. The Epics of Arkansas. South Mountain. 45 VERDE SINFONIA I Las hojas brillantes de los rododendros S e m e c e n y vibran en Mientras que por el a i r e f r e s c o . el d é l o Las nubes blancas se persiguen. Como conejos se escabullen A l g u n o s l a y o s de luz b a r r i e n d o Y el p r a d o arrojan al pasar Dibujos de sombra Dorados y verdes. Con largas cataratas de risa L o s pájaros en celo se lanzan al c é s p e d : E n t r e sus locos trinos D e s t e l l a el s o l a l e g r e p o r l o s á r b o l e s . Allá abajo hay lagos azul oscuro: L o s a z a h a r e s c u e l g a n s o b r e el a g u a . E n la torre del viento S e sueltan todas las T o c a n d o al a l b a . campanas Finas y aladas flámulas de brisa A z o t a n los arbustos Y en su pálida que se mecen espera L a tierra r e c i b e la lluvia o b l i c u a . Yo soy una brillante gota de lluvia A b r a z a d a e n el f r e s c o Soy una margarita rododendro. que estrella L a s exquisitas curvas d e la hierba Las brillantes hojas del cortada. rododendro S e a g i t a n c o m o l a s c u c h i l l a s v e r d e - a z u l d e la Aleteando, crepitando, hierba. cayendo: A s t i l l á n d o s e e n un m i l l ó n d e d e s t e l l o s . El viento corre sonriendo por la loma Desgarrando puñados de hojas húmedas P a r a repartirlas a las caras de las gentes; S e r e v u e l c a en el c é s p e d b o r d a d o d e m a r g a r i t a s . S e a g a r r a a la luz del Brinca por la sol. sombra. Como perlas barrocas Como nubladas esmeraldas, N u b e s y árboles chocan: G i r a n d o en E n el remolinos tumulto D e la primavera Y del viento. II Los árboles salpican el cielo con sus dedos: verde incesante tumulto de estrellas. Jugando m e c e n todas sus 48 ramas: p l a n o s d e luz y p l a n o s d e s o m b r a pasan entre ellos y se abren como abanicos al c a e r . Ix>s árboles son como el mar: se agitan, tiemblan, rugen, chapalean, lanzan sus verdes y manchadas brillantes frondas d e r a m a s al cielo. Los árboles son tejados: cavernas huecas de azules sombras arcos solemnes en el a t a r d e c e r . T o d o el v a s t o horizonte, mirador tras mirador, cumbre sobre cumbre, levanta hacia el cielo cordilleras de verde y verde. Los árboles acarician los tejados con sus dedos, se tienden desafiantes, eji s o b r e l o s ríos p a r a m i r a r adentro: gesticulan las cumbres de los Cerros; se a g a c h a n j u n t o s en los valles, suspiran en los c a m p o s . Barnizadas cúpulas se c a e n sobre l a hierba, se quiebran y quedan como quietas ruinas. Los árboles castigan el cielo con sus hojas. III D e s d e J e j o s m e llaman- l a s v o c e s d e l o s p á j a r o s l o c o s : n o m e iré de este b o s q u e de p i n o s . Cuando el v i e n t o s o p l a , bandido, a través del b o s q u e , me parece oír claramente el i n m o r t a l r u m o r del mar. Cuando la lluvia cae, veo inclinarse lanzas de en l a l a g u n a pálida del rodeada de oscuras plata cielo (rondas. Cuando el sol brilla trenzo r a m a s distantes y h a g o c o n ellas a n c h a s c o r o n a s , oscilo a ritmo de las cumbres, n a d o a placer en los profundos m a r e s del a i r e . Abrazo la suave corteza de sólidas columnas y con pinas que esparzo cuidadosamente m a r c o la progresión de les cuadrante» de la sombra que oblicuos se lanzan a través de la t a r d e . El césped no es el césped: es suave y s e c a con alfombra oscuros bordados de aguja. Estos árboles no son árboles: son innumerables paraguas-pagodas emplumadas, d e s g a r b a d a m e n t e e n v a r a d a s c o n el v i e n t o , meciéndose sobre sus troncos d e roja laca. Al atardecer, escucho el susurro del viento, m i e n t r a s la guerra del crepúsculo oscila y se d e s p l o m a detrás de mi; llameantes almenas de gloria entre c h a m u s c a d a s comarcas de 50 sol. P o r la noche, los ardientes lanzarán sus trinos a ruiseñores t r a v é s del s i l e n c i o : v o c e s g r i t a n d o d e s d e un mar de doncellas. Tiempo hace, la luna anegó este templo. L a s estrellas flotan c o m o peces de oro por encima de arcos negros. Que los tímidos pies del alba corran en pos de mi: me quedaré en este b o s q u e de pinos, p o r q u e h e q u i t a d o el v e l o a l a b e l l e z a y lo q u e ella m e h a c o n t a d o en la o s c u r i d a d e s t á e n t e r r a d o e n e l f o n d o d e mi c o r a z ó n . Ahora dejemos que las copas de los pinos mueran como las olas. En el cielo gris estas tumbas y t e m p l o s y a l t a r e s l o s i l u m i n a el s o l para mí. 51 ALFONSINA STORNI Nace en 1892, en Suiza. Desde los cuatro años se incorpora a la vida argentina. Viaja a Europa dos veces. S u poesía es conciencia m e n t a d a por l a pasión y la reflexión, a c a d é m i c a y a la vez ator- erótica. S u s v e r s o s son sabios pero c o n la pasión de todos los dias. O b s e s i o n a d a p o r la v i d a y p o r la muerte, el c á n c e r t o m ó su cuerpo, a p a r e c e flo- t a n d o en a g u a s de una playa d e M a r del P l a t a , 1 9 3 8 . Bibliografía: Irremediablemente. Languidez. La inquietud del rosal. El dulce sueño. D o s farsas pirotécnicas. M u n d o de siete pozos. M a s c a r i l l a y t r é b o l . 53 OLVIDO L i d i a R o s a : h o y e s m a r t e s y h a c e ( r i o . E n tu c a s a d e p i e d r a g r i s , tú d u e r m e s t u s u e ñ o e n u n de la ciudad. ¿Aún guardas tu p e c h o costado enamorado, y a que de a m o r moriste?. T e diré lo que pasa: El hombre que adorabas, de grises ojos crueles, en l a t a r d e d e o t o ñ o fuma un c i g a r r i l l o . D e t r á s d e los cristales m i r a el c i e l o amarillo y la calle en que vuelan desteñidos papeles. T o m a un libro, s e a c e r c a a la a p a g a d a en el tomacorriente, al sentarse, la y sólo se o y e un ruido d e papel estufa, enchufa, desgarrado. Las cinco. Tú caías a esta hora en su pecho, y a c a s o te r e c u e r d a . . . P e r o su b l a n d o y a tiene el h u e c o tibio d e otro cuerpo lecho rosado. A HORACIO QUIROGA M o r i r c o m o tú, H o r a c i o , e n tus cabales. y a s i c o m o e n tus c u e n t o s , n o e s t á m a l ; ' un rayo a Allá tiempo y s e a c a b ó la feria. . . dirán. No se vive en la selva impunemente, ni c a r a al P a r a n á . B i e n por tu m a n o firme, gran Allá Horacio. . . dirán. "Nos hiere cada hora —queda escrito— nos mata la final". U n o s minutos m e n o s . . . Allá ¿quién te a c u s a ? dirán. Sé que la mano obrera te estrecharon, m a s n o , si A l g u n o , o s i m p l e m e n t e q u e n o e s d e fuertes r e n e g a r d e ( M á s q u e tú m i s m o 56 es Pan. su o b r a . . . fuerte quién dirá.) EPITAFIO PARA MI TUMBA A q u í descanso y o : dice Alfonsina el e p i t a f i o c l a r o a l q u e s e i n c l i n a . Aquí descanso yo, y en este pozo pues que no siento, m e solazo y gozo. Los turbios ojos muertos ya no giran los l a b i o s d e s g r a n a d o s , no suspiran. Duermo mi sueño eterno a pierna suelta; me llaman y n o quiero darme vuelta. El verano mis sueños no madura, l a p r i m a v e r a el p u l s o n o apura. El corazón no tiembla, salta o late, fuera estoy de la línea de c o m b a t e . ¿Qué dice el ave, caminante? T r a d ú c e m e su c a n t o perturbante: "Nace la luna nueva, el mar perfuma, los cuerpos bellos b á ñ a n s e de espuma. Va junto al mar un hombre que en la boca ¡leva u n a a b e j a l i b a d o r a y l o c a : Bajo la blanda t e l a el t o r s o q u i e r e el o t r o t o r s o q u e p a l p i t a y muere. Los marineros sueñan en las proas, cantan m u c h a c h a s desde las canoas, Zarpan los buques y en sus ciaras cuevas, los h o m b r e s parten hacia tierras nuevas. La mujer que en el suelo está dormida y e n su e p i t a f i o r í e l a vida, como es mujer grabó en su sepultura una mentira aún: 58 l a d e su hartura". PIERRE DRIEU LA F r a n c é s , n a c e en 1 8 9 3 . ROCHELLE Escritor de recio y áspero temperamento, en su o b r a pueden apreciarse matices de C l a u d e l y A p o l l i n a i r e . A l parecer c o l a b o r a c i o n i s t a d e los n a z i s , s e s u i c i d a e n m a r z o d e 1 9 4 5 a n t e n e n c i a del la inmi­ proceso. Bibliografía: Interrogaciones. Medida de Francia. Queja contra lo desconocido. Ginebra o Moscú. Europa contra las P a t r i a s . La Comedia de Char- leroi. 59 LA GRÚA Árbol. La fuerza de N a t u r a h a quebrantado su brote S u r a m a principal sesga, se obstina y estira. L a grúa, fuera del muelle, c r e c e . N o a t o r n i l l a r a i c e s e n el s u e l o c o m o los árboles que otras veces alabaron los hombres que han muerto. R e s b a l a s o b r e r i e l e s l i s o s y su p e s o l a a d h i e r e a l a t i e r r a q u e le d i o a l u z . Yo mi p i e . t a m p o c o t e n g o r a í c e s . P u e d o l e v a n t a r en alto Podría olvidar a mi m a d r e . P e r o la tierra existe — d o n d e s o n a c o g i d o s los g é r m e n e s — b a j o las piedras del muelle y antes de ser t r a n s m u t a d o s p o r el h o m b r e , a n t e s d e sufrir las andanzas q u e lo llevan del r e i n o mineral a l r e i n o humano, e l m e t a l s e h a l l a b a e n el s e n o v i v i e n t e . Pobremente ligado con otros elementos, esperaba en a l g u n a parte, a l f o n d o del e s p a c i o . ¡ A l m a e s p e r a n z a d a q u e el a z a d ó n a c a b a d e g o l p e a r ! Sería preciso nombrar P e r o y a el m i n e r a l La materia disuelta c e d e al tórrido Afinidades Y las generaciones del es la p r e s a del seres torrenciales se nuevos, de una gestación arrebatada, E l metal blanco ha nacido. liberada. abrazo. aclararon. c o m o l a carnada s a l e del v i e n t r e . S u alma h a sido Hierro. fuego. salen P o r otros cruzamientos vienen al m u n d o el hierro y el a c e r o . E n el c o r a z ó n adulto complaciente del calor, de las m á q u i n a s - h e r r a m i e n t a s el metal educa la flexible fusión. Y h e aquí vida singular q u e el S e r l a t e n t e e s l l a m a d o a l a de las formas; L a línea impone una —una figura mano rueda y personal a la elige. materia anónima salida de los l i m b o s . Y llega esta grúa como soy y o . V a r i a s a l m a s c o h a b i t a n t e s h a y en su metal denuncian la fórmula, c o m o las almas de mis que antepasados y las de los educadores de mi a l m a . Mañana en el o s a r i o . ella e s t a r á entre los hierros viejos y O t r a s vidas serán yo descubiertas. P e r o a h o r a . ( O h , el i n s t a n t e ! ¡ O h el e s f u e r z o ! su e r e c c i ó n e s e v i d e n t e c o n t r a el c i e l o . L o s dedos de mis pies a m a s a n m i s z a p a t o s y un c a l o r p r o s p e r a en m i v i e n t r e . Deseos de convergencia eternamente vanos: carne arrebatada paralelamente a P a r á b o l a s que se quieren declinantes, parábolas Mi que se esa vida mi vida de hierro. siempre recias y nunca encabriten. g r a t i t u d s e d e m o r a a n t e l a g r ú a ; y o la i n v i t a r í a a i n c l i n a r s e e n f a v o r d e la v i d a c u y a p e s a d u m b r e colma los b a r c o s y los t r e n e s . Mueve ahora sus c a d e r a s , asidora. G i r a s u a v e m e n t e e n el a c e i t e . L a m a n d í b u l a d o m é s t i c a v o m i t a su b o c a d o en l a s oscuras calas y en los v a g o n e s h u e c o s . Y o apruebo ese gesto duro y perdurable y ericaz hacia las cosas vivientes: hacia ese carbón cuyos e s t r a t o s f i j a n c o m o l o s l ó b u l o s d e l c e r e b r o el p a s a d o del mundo. hacia esos saces c u y a envoltura llena de savia del 62 esparto. es todavía la fibra de Y o c o n o z c o los orígenes, en la tierra, y e n el cerebro d e los h o m b r e s . Su rigidez s e funde C o m o e n el r a y o con mi del sol fervor. que recorta la s o m b r a un c u a r t o s e v e d a n z a r i n n u m e r a b l e s mundos, a d e l a s lineas que limitan ese empuje oblicuo; yo veo por el g i r o d e s b o r d a n t e la de las de despecho en ellas moléculas apretadas ley. E l regocijo salta y grita ante la revelación. ¿Quién cantará, Alianza?, la A l i a n z a de quién danzará V e d cómo y a nuevamente se-mueven y las ante el A r c a - d e - todas las c o s a s que la son. están acordadas las cosas que cosas-que-no-se-mueven-más. E s el t i e m p o d e l o s p a c t o s a s o m b r o s o s . S o b r e el s e l l o e n f u s i ó n de las nuevas el m a r t i l l o p i l ó n c a e y el s i g n o d e la f u e r z a aleaciones chirría. E l pueblo de los hombres se asió al tótem de los titanes. L a r u d a a l i a n z a c o n el h i e r r o s e r á oelebrada. N u e s t r o h e r m a n o el h i e r r o s e r á a l a b a d o y c o n él l o s e r á n s u s c o m p a ñ e r o s j u b i l o s o s : el V a p o r , l a E l e c t r i c i d a d y todas las fuerzas-hermanas que estamos a la espera. Q u é alegre irrupción. Con honda e m o c i ó n el c o r a z ó n s e e n s a n c h a en el b r i l l a r del c u e r p o e n o r m e q u e s e d e b a t e e n el r e c i n t o del s o l . En estos tiempos benditos, la tierra arroja floración intrincada de las máquinas q u e se nutren cerebro. Y o a c a r i c i o el h i e r r o d e l a S u follaje abstracto adorna del grúa. mis o j o s . 63 GEORGE TRAXL A u s t r í a c o . N a c i ó en S a l s z b u r g o en 1 8 8 7 . U n o d e los representantes expresionismo alemán. del S u s t e m a s s o n el o t o ñ o , la d e c a d e n c i a d e la v i d a y el a n h e l o d e s a l v a c i ó n . E n 1 9 1 4 , después de la batalla de G r o d e k en q u e a s i s t e a m á s d e un- c e n t e n a r d e h e r i d o s — T r a k l s e h a b í a g r a d u a d o de f a r m a c é u t i c o — sufre un a t a q u e de l o c u r a . A los p o c o s d í a s s e le encuentra muerto a causa d e una excesiva dosis d e c o c a í n a . Bibliografía: Geditche. Sebastiam im Traum. Die Dichtungen. 65 MELANCOLÍA DEL ATARDECER E l b o s q u e , e x t e n d i d o c o m o un m u e r t o ; sombras en torno, los s e t o s . T e m b l a n d o el c i e r v o d e j a s u e s c o n d i t e , mientras un a r r o y o muy suave se desliza. Y sigue a los heléchos y a las antiguas piedras. y plateado pasa entre guirnaldas. P r o n t o en n e g r o s a b i s m o s s e le e s c u c h a . Q u i z á también y a brillen las estrellas. La oscura planicie parece sin medida, aledas dispersas, pantanos y estanques, y a l g o que te confunde a n t e la h o g u e r a . U n b r i l l o h e l a d o c o r r e p o r l a s challes. En el cielo son los movimientos, emigra u n a legión d e pájaros silvestres hacia comarcas bellas, diferentes. C o n a g i t a c i ó n a s c i e n d e y b a j a el j u n c o . NOCHE Ha DE INVIERNO Caído la n i e v e . D e s p u é s d e m e d i a n o c h e a b a n d o n a d a , e b r i a d e vino, l a o s c u r a r e g i ó n de los h o m b r e s , l a l l a m a d e su hogar. ¡ O h , la tinieblal Negra escarcha. La tierra es dura, amargo el sabor del a i r e . M a l o s signos c o n f o r m a n tus estrellas. Con petrificados pasos vas golpeando sobre el terraplén, c o n ojos redondos, c o m o un soldado q u e asalta una negra trinchera. [Avantil ¡Amarga nieve y Lunal Un lobo rojo ahorca un ángel. Tus piernas tintinean a l c a m i n a r p o r el h i e l a a z u l , y u n a sonrisa llena de t r i s t e z a , y o r g u l l o , h a p e t r i f i c a d o tu r o s t r o y la f r e n t e p a l i d e c e a n t e el p l a c e r d e l f r i ó . O bien se inclina callada sobre el sueño de un centinela, q u e se d e j ó c a e r en su garita d e e s t u c o . Helada y humo. Una camisa blanca de estrellas quema los hombres. metálico. 68 L o s b u i t r e s d e d i o s d e s p e d a z a n tu c o r a z ó n O h , la pétrea c o l i n a . Silencioso y olvidado se v a d e r r i t i e n d o e l c u e r p o en l a n i e v e p l a t e a d a . Negro es el sueño. Largamente se escucha el rumbo de l a s e s t r e l l a s p o r el h i e l o . Al despertar sonaban las campanas de la aldea. Por la p u e r t a o r i e n t e c r u z ó el d i a s o n r o s a d o . SUMISIÓN DE LA NOCHE | M o n j a ! , e n c i é r r a m e e n tu oscuridad, en las m o n t a ñ a s frescas y azulesl S a n g r a un o s c u r o r o c í o ; l a c r u z s e a l z a e m p i n a d a e n el f u l g o r estrellas. Purpúreas se destrozan boca y mentiras en frescos aposentos derruidos; b r i l l a a ú n l a r i s a , el á u r e o j u e g o , los tañidos postreros de una campana. ¡Nube de luna!. Negruzcos caen p o r l a n o c h e los frutos del á r b o l y e n t u m b a el e s p a c i o s e c o n v i e r t e y en s u e ñ o e s t a e x i s t e n c i a 70 humana. de ¡OSE ANTONIO RAMOS SUCRE Nace en Venezuela, el año 1890. Principal artífice de la literatura de su patria y sin e m b a r g o i g n o r a d o h a s t a h a c e a ñ o s muy r e c i e n t e s . al surrealismo, su obra está signada por cielos y tierras Adscrito americanos. M u e r e en G i n e b r a e n 1 9 2 2 . Bibliografía: La Torre de Timón. El Cielo de Esmalte. Las Formas del Fuego. 71 LA Yo CIUDAD v i v í a en u n a ciudad infeliz dividida p o r río tardo encaminado al o c a s o . Sus riberas de árboles inmutables v e d a b a n la luz de un cielo dificultoso. E s p e r a b a el f e n e c i m i e n t o d e l por los a g u a v i e n t o s . Sala día ambiguo, interrumpido d e mi c a s a d e s v i a d a en demanda de la tarde y sus vislumbres. El sol d e c l i n a n t e p i n t a b a la c i u d a d de l a s r u i n a s L a s aves pasaban a reposar m á s Y o sentía las trabas y los herrojos de una vida El fantasma ultrajadas. adelante. impedida. de u n a mujer, i m a g e n de la a m a r g u r a , seguía con sus p a s o s infalibles de me sonámbula. E l m a r sobresaltaba mi recogimiento, socavando la tierra en el secreto de la n o c h e . L a brisa desordenaba los s e g a n d o los arbustos de un litoral b a j o , médanos. terminados e n u n a flor e x t e n u a d a . L a c i u d a d , a g o b i a d a p o r el t i e m p o y a c o g i d a a u n del continente, g u a r d a b a c o s t u m b r e s seculares. recodo Contaba a g u a d o r e s y mendigos, v e r s a d o s en proverbios y c o n s e j a s . El m á s a v i s a d o d e t o d o s i n s t a b a mi a t e n c i ó n l a s e m e j a n z a d e un a p ó l o g o h i n d ú . c u r s o d e mi p e n s a m i e n t o , v o l v i é n d o m e e n mi a c u e r d o . E l aura prematinal refrescaba calenturienta, confuso. refiriendo C o n s i g u i ó a c e l e r a r el desenterrando esforzadamente mi c a b e z a l a s v o l a t e r í a s d e un sueño VLADIMIR MAIACOVSKI Nace en Begdadi, Cáucaso, en julio de 1893. Poeta de eléctrica personalidad, abraza ella. Da futurismo la revolución bolchevique y recítales, hace teatro, trabaja ardientemente ruso, c o m e n t e que es opuesta al futurismo S u fortaleza física va m e n g u a n d o en Moscú el fascista italiano. por u n a serie de e n f e r m e d a d e s . v e z é s t a s e a la r a z ó n d e s u s u i c i d i o , c o m o l o a f i r m a mata para cine, d i s e ñ o gráfico. Interviene en Lila Guerrero. Tal Se el 14 d e a b r i l d e 1 9 3 0 . Bibliografía: 150'000,000. Lenin. Octubre. Aventura extraordinaria. Moscú en llamas. 75 CONVERSANDO CON LA TORRE DE París, caminada por millones dé pies. gastada por miles de llantas. Y o ando errante por tus calles s o l o , h a s t a el h o r r o r , ni un r o s t r o a m i g o h a s t a el h o r r o r , ni un alma. Alrededor mío, los a u t o s f a n t a s e a n u n a danza. Alrededor mío, d e s d e sus fauces de d r a g o n e s - p e s c a d o s s i l b a y c a e el a g u a d e l a s fuentes. L l e g o a la P l a z a d e l a C o n c o r d i a , y espero q u e v e n g a a la cita, cruzando la niebla, surgiendo tras las casas apiladas. L a T o r r e de Eiffel, iChistl Torre, m á s despacio. que la pueden ver. L a luna, tema de guillotina, asiste a nuestra cita, M e a c e r q u é a ella, susurrándole e n la r a d i o - o r e j a . y luises, EIFFEL H e aquí lo que le d i g o : — H e hecho propaganda a l o s e d i f i c i o s y a las c o s a s . Nosotros! sólo esperamos vuestro Torre, acuerdo. n o s o t r o s la e l e g i m o s j e f e . Usted, modelo d e genio y técnica, no debe quedarse aquí, ocultando sus contornos apollinarios. N o es p a r a usted este lugar de París de ¡a podredumbre, prostitutas, Bolsa y los " p o e t a s " L o s metros están de Los metros están Ellos arrojarán acuerdo. conmigo. al público de sus e m b a l d o s a d o s v i e n t r e s . Y la sangre lavará las nueva paredes y los avisos de polvos y perfumes. Ellas —las paredes— están convencidas. E l l a s n o q u i e r e n ser e s c l a v a s de los avisos ellas saben que les asienta mejor a la c a r a nuestros agudos cartelones de lucha. ¡Torre¡ ¡ N o tenga miedo a las calles! S i el m e t r o n o s u e l t a l a gente la c a l l e lo c a s t i g a r á c o n los rieles. ¡ Y o l e v a n t a r é el m o t i n d e l o s r i e l e s ! ¿Teme? Los tractores vendrán nos 78 defenderán en columnas, lujosos. ¡ N o tema] Y a me puse de acuerdo con los puentes. vadear los ríos n o es fácil. L o s puentes s e levantarán de golpe, movidos p o r el encono, cerrando las puertas de por todos los c o s t a d o s . Al primer llamado, se a m o t i n a r á n los arrojando la ciudad puentes. a los peatones, con sus toros de piedra. S e rebelarán todas las c o s a s . Las cosas ya no pueden soportar más ese orden de Pasarán se y cosas. quince o veinte años, a b l a n d a r á el a c e r o , las mismas cosas, se lo aseguro, irán solas a venderse por las ferias de Montmartre. ¡Torre, vamosl V e n g a con nosotros. Usted, allá en casa, nos hace más falta. ¡Venga con nosotrosl L a recibiremos c o n el b r i l l o d e n u e s t r o s a c e r o s . L a recibiremos con más ternura que al primer jVamos a Moscúl Torre, allá tenemos un Usted lugar. amante amado. tendrá todas las calles que quiera. Nosotros la cuidaremos cien v e c e s al lustraremos día, su a c e r o y su c o b r e . Deje que su ciudad — e l P a r í s d e las] t o n t a s y l a s p i t u c a s , el P a r í s d e l o s b u l e v a r e s a b r e b o c a s — se a c a b e sola, enterrada e n el c e m e n t e r i o d e l L o u v r e , c o n e l v e j e s t o r i o d e s u m u s e o en l o s b o s q u e s d e B o u l o g n e . IAdelante! ¡Marche! ¡ M a r c h e con sus cuatro patas poderosas. remachadas según los planos de p a r a q u e en nuestro cielo asome su (rente de radio, para que nuestras estrellas a n t e usted se averguencen! ¡Decídase, Torre! Hoy se levantan removiendo a todos, París desde la c a b e z a a los pies. ¡Vamos, vebga con n o s o t r o s a la URSS! ¡ V e n g a con nosotros! Yo l e c o n s e g u i r é el p a s a p o r t e . 80 Eiffel. PABLO DE ROKHA N a c i ó en Licantén, legión campesina de Chile, en marzo de 1 8 9 4 . E s t e hecho signará su a m o r por las clases populares campesinas así como s u a m o r p o r l a t i e r r a . T r a s l a d a d o a S a n t i a g o t r a b a j a r á e n el p e r i ó d i c o radical L a R a z ó n . E l a m b i e n t e de la b o h e m i a capitalina le y s e r á n f a m o s a s s u s p o l é m i c a s y su a n t i p a t í a p o r N e r u d a . desagradará S u libro L o s G e m i d o s s e r á u n a p o r t e c l a v e en. el d e s a r r o l l o d e l a v a n g u a r d i a tica americana. tratura. En S e suicida, 1 9 6 5 l e f u e c o n c e d i d o el P r e m i o N a c i o n a l d e siempre de mal humor, en poé­ Li- 1968. Bibliografía : Los Gemidos. Cosmogonía. Jesucristo. Escritura de Raimundo Con­ treras. Suramérica. M o r f o l o g í a del Espanto. Fuego Negro. Gran Temperatura. 81 TONADA DEL ILUMINADO E l graznido cosmopolita de los crepúsculos azota mis angustias, derrumbando árboles enloquecidos y las ideas oceánicas d e los á r b o l e s e n l o q u e c i d o s . . . Yo estoy botado aquí, c o n mis zapatos y mis u n i v e r s o s ; c o m o la m a r , s o n a n d o . . . muerto, completamente muerto, y haciendo vida a lágrimas; crecido de m o n t a ñ a s con las h o j a s marchitas. y l a v o z d e los r u i d o s d i s p e r s o s y rodantes e n la a u d a c i a n e g r a d e l c a n t o . . . Ancho tubo de soles amarillos las l á g r i m a s - l l u v i a d e l o s o b j e t o s , hondo tubo de mares asesinos, a t r a v i e s a n l a r u i n a s o n o r a q u e e s la d e s g a r r a d u r a y las m i r a d a s serias d e las t u m b a s se quiebran, t r o n a n d o en mis sesos c o m o l a p a t a d a del tiempo en la muerte del h é r o e . ¡Ahí ventolera, inmensa ventolera ríe l o i n f i n i t o que me d e s h o j a s horrorosamente, de mi corazón. — ¡ a h ! v e n t o l e r a , i n m e n s a ventolera-—, t o d o el c o s t i l l a r d e s p a v o r i d o . . . Soy el hombre que viene errante y murió y anda andando con- su j a u l a d e l e o n e s y a v e s s i n sus a c o r d e o n e s y sus violines vendiendo otoños maduros, p o r el a l a m b r e q u e a t a y anda sentido, estupefactos, l o s c i e l o s y los mundos; andando, a b s o r t o en la v e r e d a colosal d e su espanto, c o m o la a r a ñ a por la tela, y los hijos por la infancia del padre. La sabiduría lluviosa del silencio e m p a p a l a s h i l a c h a s die m i s a c t o s y, sin e m b a r g o , cuando s o b r e la b o c a absorta caen, pasmados y alucinados, del misterio, lloran c o m o los g r a n o s dorados y ruidosos e n el g r a n e r o . Lo mismo que un toro de oro canto, pienso y derivo, r o d a n d o tierra c o n mis p o e m a s abajo, e n el v i e n t r e , despedazándome por las veredas y las ciudades. La culebra geométrica de los últimos gritos me muerde la garganta, y un dolor varonil, c o m o de potro, clavado me impele a obrar, a hablar en gritos, en ladridos, en s i g n o s ensangrentados, que m e arranco de las 64 entrañas. en la o s c u r a atropellados y osamenta Parecido a un ciego vidente, golpeo las puertas abiertas horriblemente cerradas, a y pregunto por que están cerradas, lo irremdiable, " D i o s " a las estrellas muertas. Terremoto de paradojas, levantamiento de volcanes sentimentales o filosóficos, derrumbe d e dolores, cataclismos de tristeza, cataclismo de belleza, remecen la tronchada m a t e m á t i c a de mi s i s t e m a h a y torvas lagunas de y montañas de hierro de s o b r e el p a n o r a m a planetario; idiotez genialidad c ó n c a v o de m i actitua ilimitada; y las niñas azules y alegres de lo ingenuo juegan con racimos vendimiando de atardeceres uvas de hierro en felices, la m a q u i n i t a e n c i m a d e los c l a r o s paisajes de miel y de las b o c a s mimosas, violetas innumerables, que tiemblan colgados sobre mis abismos, como tonadas de labriegos al pie d e los m i t o s guerreros. Los pájaros muertos de mi voz agraria y formidable, oscura y formidable, egregia y formidable, c o m o u n b a t a l l ó n d e a s e s i n o s c r e p u s c u l a r e s d o m a n d o la a n c h u r a o c e á n i c a , los pájaros muertos de mi voz agraria y formidable anidan en los tejados de los cementerios, las herrerías, los prostíbulos, los rascacielos, las funerarias; y una lúgubre cuando significación les preside revolotean, como guiñapos enloquecidos y de planetas amargos, que rodasen contra la solidez aplastadora de arriba del atardecer, estrellándose las murallas invisibles. Absorto en mis hundidas incertidumbres, doblada la c a b e z a de h u m o inmóvil s o b r e el e n o r m e c o r a z ó n m o n t a ñ o s o y cavernario. 85 solo, con el tiempo del tiempo, a n d o en t r a n v í a vestido de estrellas y compro sepulturas, cigarrillos como catafalcos y estoy h a b l o c o n el a n i m a l c o m e r c i a n t e , con muerto, el a n i m a l periodista, c o n el animal c o n el a n i m a l d e l o s g e s t o s c u a d r a d o s c o n el a n i m a l de los gestos polvorosos c o n el a n i m a l d e vagabundo. como retratos, c o m o borricos, los gestos nocturnos como sepulcros, c o n el a n i m a l e s p a n t o s o q u e t i e n e b o t i c a , c o n el a n i m a l e s t u p e n d o y a r r a s t r a d o que conversa, que vive, que defeca, y está absolutamente c a s a d o c o n d o s c i e n t o s kilos de c a r n e imbécil, d e s d e el d í a p r i m e r o de las c o s a s . y canta, y llora, y come, y duerme, y h a c e chiquillos sin y dice gruñendo: parado frente a cabeza, " l a l e y , la j u s t i c i a , la b e l l e z a d e los c i e l o s a b i e r t o s " , lo intinito con las m a n o s en los bolsillos y el i d e a l e n l o s t e s t í c u l o s . . . Yo vengo saliendo de las montañas que aullan i n m e n s a m e n t e al o t r o lado del v e r s o al otro lado del g e s t o y a l otro l a d o del horizonte, d e s d e el d í a p r i m e r o Mi corazón de las c o s a s . forrado d e pieles salvajes, huele a p e u m o s y bo!do¿ lo m i s m o que los r u m o r o s o s t a l l e r e s d e l o s c a r p i n t e r o s y el m u g i d o d e l a s y u r i t a s mi c o r a z ó n u n t a d o d e y en las g r a n j a s agrarias, mieles rurales; m a d u r a s d e mi e s p í r i t u cantan los gallos, los mohosos gallos domésticos, braman los t o r o s enamorados y ladran los perros eternos, e n s a n g r e n t a n d o las viviendas y los caminos apolillados; un gran 86 r u i d o d e j a g u a r e s y dte t o r r e n t e s enloquecidos. aureolado de buitres feudales y anchos laureles luminosos y llenos de esquilas y me cruza los huesos resplandor ardidos... Los juramentos desaforados y profundos de mi c a r n e y m i los instintos que ladran sangre, canallas, sublimes, mordiendo mis idiotas, revolucionarios, dolores lo m i s m o q u e c a r c o m a s d e s u e ñ o , lo m i s m o q u e las fuerzas violentas y despavoridas m e empujan de a b i s m o en de angustia en de espanto en del gusanos de rabia, universo abismo, angustia, espanto, c o m o e l a m o r a l h o m b r e , c o m o el d o l o r a l c o m o el e m p u j ó n a quien a s o m a mundo, fatal de lo desconocido horrorizado a la r e n d i j a inmortal d e los sepulcros. .Pienso: " h e ahí mis manos, m i s piernas, y h e ahí mis pensamientos, h e a h í las plazas públicas, los filósofos, y querría huir, huir gritando l a s l e t r i n a s , lasi i g l e s i a s , e t c . huir, ladrando en horriblemente, c o m o un individuo pelotas, llorando a quien horriblemente hasta la eternidad, l e m o s t r a s e n el r e t r a t o d e s u e s q u e l e t o , o a Dios cara a cara, o u n a g r a n m a n o p e l u d a l e a p r e t a s e el c u e l l o e n lo o s c u r o , o el D i a b l o le s a c a s e la a la salida del lengua cementerio. lloviendo, a l a salida del c e m e n t e r i o , c a r a j o , a la salida del c e m e n t e r i o . Y cuando voy trotando, loco, entre la luna y las tumbas, me quedo atrás, me quedo atrás, y digo: "allá v a el tonto, allá v a el t o n t o , el t o n t o , a l l á v a el t o n t o , el t o n t o de la chaqueta n e g r a . . . " SERGUEI ESENIU Nace en, Constantinovo, Rusia, en 1895. Hijo de campesinos. Fus el c r e a d o r del imaginismo r u s o . personalidad. C o m o Maiacovski, de recia y S e c a s a en 1 9 2 2 c o n atronadora la bailarina I s a d o r a D u n c a n , sepa­ rándose después, para volver a casarse con una nieta de León T o l s t o i . Su poesía refleja el m i s t i c i s m o d e l p u e b l o r u s o . Abrazó la revolución pero no p u d o asimilar la transformación industrial, siendo ésta una g e d i a i n t i m a p a r a el p o e t a . D e s i l u s i o n a d o , e n t r e g a d o a l a v i d a d a , s e m a t a en el H o t e l I n g l a t e r r a de L e n i n g r a d o en tra­ vagabun­ 1925. Bibliografía: Fiesta. Inonia. Moscú Tabernario. Las Confesiones de un Granuja. Pugatchev. 89 CARTA A UNA MUJER Usted se acuerda, usted, claro, de todo se acuerda, cuando andaba nerviosa por la estancia — y o pegado a la pared— y me reñía con acerbas Decía palabras. usted que había llegado la hora de separarnos, que a causa de mis locuras sufría mucho, que iba a d e d i c a r s e a sus cosas, y que yo estaba condenado a rodar por la pendiente. Querida: Usted no me amaba. Ignoraba que entre aquella humareda, en la fosca t o r m e n t a de la vida sufría y o , sin comprender lo q u e s e a v e c i n a b a . D e cara a cara n o s e v e el r o s t r o L o g r a n d e s e ve a la distancia. C u a n d o el m a r s e encrespa c o r r e n r i e s g o las a v e s . 91 ¡Y de pronto s e c o n v i r t i ó la tierra en navel Alguien empuñó majestuoso el timón r u m b o a la nueva vida prodigiosa por entre vendavales y tormentas. ¿Quién n o s e c a y ó e n la c u b i e r t a ? ¿Quién no vomitó y no maldijo? Pocos hubo que no se mareasen. que venciesen aquel torbellino. Entonces, entre un clamor salvaje, sabiendo bien lo que m e hacia, bajé a la b o d e g a para n o ver v o m i t a r a la g e n t e . Aquella bodega era eso: la taberna. Y o m e entregué al vino para no padecer por nadie y m e hundí en la e m b r i a g u e z . Querida: L a h i c e sufrir, es c i e r t o . E n sus ojos cansados se a s o m a b a la pena al ver q u e y o , ostentosamente, me consumía en escándalos P e r o usted que entre diarios. ignoraba aquella humareda, en l a fosca tormenta d e la vida, sufría yo sin c o m p r e n d e r lo q u e se a v e c i n a b a H a n pasado los a ñ o s . M i edad es o t r a . A h o r a pienso 92 de otro modo. . .. A h o r a b r i n d o e n los días d e fiesta p o r el G r a n T i m o n e l . M e embargan hoy amables sentimientos. AI r e c o r d a r su angustia quiero apresurarme a decirle lo q u e fui a n t e s , lo q u e a h o r a soy. Querida: M e c o m p l a c e decirle nue n o rodé por la pendiente. Vivo e n el T e r r i t o r i o S o v i é t i c o como el m á s e n t u s i s a t a N o soy adherente. ya el d e a n t e s . A h o r a no la haría sufrir como entonces. T r a s la b a n d e r a de y del t r a b a j o estoy dispuesto del la libertad luminoso a ir a l fin mundo. Perdóneme S é que usted n o es la de a y e r . Ahora vive ron u n marido serio, inteligente. A usted n o le h a c e n nuestros duros que y yo falta haceres tampoco le h a g o la menor falta. V i v o bajo el s i g n o d e u n a e s t r e l l a , bajo una Id mansión renovada. s a l u d a su a m i g o que j a m á s la olvida. HENRY DE MONTHERLANT Fiancés de origen catalán, nace en 1896. Poeta, novelista y gran autci teatral, s u r g e en los a ñ o s de Premio 1960. la p r i m e r a g r a n de la A c a d e m a F r a n c e s a en guerra. 1934 y es Gana admitido el Gran e n ella en D e p r e c a r i a salud, se q u i t a la vida en 1 9 7 2 . Bibliografía: Los Bestiarios. Los Célibres. Un asesino es mi amo. 95 INCERTIDÜMBRE H a y en m i recuerdo un patio d o n d e se ejercitan muchachos, aireado, Alrededor, platicando, rectangular. contemplando, caminamos bajo un pórtico cubierto. S o b r e el p ó r t i c o s e a b r e n s a l o n e s . S e e n t r e v é un torso desnudo. Las m á x i m a s inscritas en las paredes n o incitan a la virtud. U n altar de m á r m o l florece, muertos en la para los jóvenes guerra. Y busco, y no sé decir si era una palestra o un c l a u s t r o ni q u é D i o s m e d a b a e s a d i c h a c u a n d o e s c u c h a b a el r u m o r pasar y de la juvenil carrera decrecer, y el a i r e h u n d i d o p o r l a s v i d a s f r e s c a s r e f l u í a sobre lo m á s sensible d e mi c o r a z ó n . ERNEST HEMINGWAY ¿Quien no conoce al viejo Hem?. Nace en Oak Park, norteamérica, en 1898. S u obra enriqueció y transformó la sensibilidad literaria de toda u n a é p o c a . H o y H e m i n g w a y e s un mito, t a n t o su vida c o m o su m a r a v i llosa literatura. M u e r e en 1 9 6 2 . Bibliografía: Tres historias y diez poemas. El sol también sale. Adiós a las armas. P o r quién d o b l a n l a s c a m p a n a s . L a s n i e v e s del K i l i m a n j a r o . E l v e r a n o peligroso. P a r í s e r a una fiesta, etc. 99 MONTPARNASSE N u n c a h a y s u i c i d a s e n el c í r c u l o d e g e n t e q u e u n o c o n o c e . N i n g ú n suicidio bien logrado. U n chino se m a t a y está muerto, (siguen depositando su c o r r e o e n el c a s i l l e r o ) . U n muchacho noruego se mata y está muerto, ( n a d i e s a b e a d o n d e s e h a ido el o t r o n o r u e g o ) . E n c u e n t r a n a una modelo muerta, sola en la c a m a y bien muerta, (le trajo al guardián la m a r de p r o b l e m a s ) . V ó m i t o s , c l a r a de huevo, mostaza, jabonaduras y lavados de estómago salvan a la gente que uno conoce. T o d a s las tardes se puede encontrar a la gente que uno c o n o c e e n el café. 101 CAMPS D'HONNEUR L o s soldados nunca mueren bien; c r u c e s i n d i c a n el l u g a r — cruces de madera donde cayeron, plantadas Los soldados se sobre sus cabezas, caen, tosen y se retuercen- el m u n d o e n t e r o ruge, los r o j o s y los c a m i s a s n e g r a s . 1 L o s soldados s e sofocan en las zanjas, a s f i x i a d o s d u r a n t e todo el c o m b a t e . 102 OKLAHOMA T o d o s los i n d i o s h a n (un indio b u e n o es un indio o manejan muerto muerto) carro.— (los pozos petroleros, U d . sabe, todos son ricos) M e p i c a n l o s o j o s c o n el h u m o . R a m i t a s de álamo y estiércol llenan el tipee d e h u m o gris ( o a c a s o es irritación d e mis ojos m i o p e s ) . Los llanos son dilatados, la luna brilla arriba, los potros tiran de sus estacas, e l p a s t o s e h a a n g o s t a d o e n el v e r a n o ( o es a c a s o mala c o s e c h a ) . Saque la flecha: si s e r o m p e la herida cierra. L a s a l es b u e n a también y las cenizas. E n la n o c h e los latidos martillan ( o acaso es la g o n o r r e a ) . HART CRANE Nace en 1899, Ohio, Estados Unidos. Su vida fue errante y atormenta­ d a . D e su o b r a , p o e t a s p o s t e r i o r e s h a n t o m a d o s u t e n s o e s t i l o , su pro­ funda y m o d e r n a espiritualidad. V i a j a a E u r o p a y después de una b e ­ c a p u d o v i v i r m á s o m e n o s e s t a b l e en M é x i c o . R e g r e s a b a a l o s E s t a d o s U n i d o s c u a n d o el 2 7 d e a b r i l d e 1 9 3 2 s e a r r o j a a l m a r d e s d e el b a r c o que lo conducía. Bibliografía: White Buildings. The Bridge: A poem. 105 RÍOS TRANQUILOS M u y t e n u e e r a el r u m o r d e los s a u c e s . E n e l p r a d o el v i e n t o bailaba una zarabanda. Y o no recordaría esa ebullición que o n d e a b a la superficie si mi v i d a n o m e h u b i e r a l l e v a d o al del pantano mar. Gladiolos, abrojos. Y el recuerdo de empinados r i n c o n e s d o n d e l o s c i p r e s e s r e c i b e n el r i g o r del m e d i o d í a , c a s i m e l l e v a r o n a l i n f i e r n o . ¡Qué no he tocado yo!. La sombría cañada y todos los e x t r a ñ o s n i d o s en l a s l o m a s d o n d e los castores a p r e n d e n a trabajar. E l e s t a n q u e en q u e entré una vez y r a u d o salí. E l c a n t o de los sauces de la orilla. ¡ C ó m o lo recuerdo!. Y, f i n a l m e n t e , al e v o c a r e s t a s c o s a s l e s d o y v i d a . D e s p u é s d e la ciudad q u e p o r fin d e j é a t r á s c o n sus hirientes ungüentos y con sus dardos humeantes el m o n z ó n cortante del Delta a l a p u n t a del G o l f o . . . M á s allá d e los diques oí el viento laminar zafiros sobre el pasado Estío. E l r u m o r de los sauces no p u d o ser m á s firme. 107 FUGA DEL MOMENTO L a sifilítica v e n d e violetas y margaritas j u n t o al puesto de periódicos del m e t r o y sabe que jacintos ofrece esta m a ñ a n a de abril en m a n o j o s a c a b a d o s d e cortar— dando a cada comprador (del cielo tal sus vez) ojos—. C o m o arrojadas muletas contra un cristal caen mudos y tiesos (después serán los lirios) más allá d e la c a r n e que las rosas pueden 108 traspasar. AL Una NORTE DEL tierra de vidrios se arroja en la abrazada LABRADOR inclinados eternidad silenciosamente p o r los a r c o s p l o m o s d e l cielo. "¿Nunca ha venido nadie a visitarte. o ha d e j a r c o m o u n a leve o n d a sobre tus p e c h o s deslumbrantes?. ¿ N o c o n o c e s l o s r e c u e r d o s , C l a r a S o m b r a ? ". Frío y Mudo, sólo el tren de los instantes viajando donde nunca N i nacimiento, por respueta. primavera— n i m u e r t e , ni t i e m p o , ni s o l RENE Nace GREVEL en París, en 1 9 0 0 . H a c i a los 2 0 a ñ o s s e adhiere al I n i c i a d o r d e l o s e x p e r i m e n t o s c o n el h i p n o t i s m o , p a r t i c i p ó manifestaciones y publicaciones colectivas, sin apartarse v o s r e v o l u c i o n a r i o s f i j a d o s p o r el m o v i m i e n t o . surrealismo. en todas de los L a s disenciones p o c o antes del C o n g r e s o de E s c r i t o r e s p a r a la D e f e n s a de la 1935. provocaron la c r i s i s q u e lo l l e v a r í a a las objetihabidas Cultura, su final, l a v í s p e r a de la inauguración. Bibliografía: Détours. Mon corp et moi. La mort Difficile. Babylone. Etes vous f o u s ? . L'espirít contre la r a i s o n . P a u l K l e e . S a l v a d o r D a l í ou L ' a n t i o b s curantisme. L e clavecín du D i d e r o t . L e piéis dans le piat. 111 POEMA L a elocuencia no basta M i corazón oscila esta noche Y s e d e s l i z a p o r el f i l o d e u n Lámpara de párpado miseria Q u e no basta para alumbrar mi noche Hombre negro mas no de ónix H o m b r e del c o l o r del despecho Dudando e n la c i é n a g a de los odios mezquinos Querrías Cual una a l o n d r a su e s p e j o U n sol d o n d e m o r i r c o n tu pena 1 Buscas mas te sobra angustia Para h a l l a r tu p a r a d e r o N a d a brilla N i l o s o j o s n i el h i e r r o n i e l i m á n anónirnó Q u e l i b e r a d e l o s mil c l a v o s Tus En penas l a s q u e el e n j a m b r e d e las m o s c a s de vuelo descendente D e las m o s c a s con una sola ala S e prenden c o m o miseras estrellas de sangre. Juglar Juglar de palabras T u s versos se estrellan contra los Tu angustia nueva cinta de muros frivolidad Corona U n cerebro que h a j u g a d o demasiado al juego de las equivocaciones Las cartas de la esperanza 113 Esta noche I g u a l e s s o n a l a s c a r t a s d e la d i c h a d e antaño ¿ Q u é diré entonces? ¿ Q u é te diré a ti? Hermano nacido de mis pies En u n a t i e r r a en la q u e s ó l o v i v e s p a r a espiarme? Sendero que he seguido P o r su m e n t i r a d e granito O l v i d é q u e m á s allá, lejos, e s t a b a el mar y huí del a g u a espejo de estrellas P a r a c a n t a r a una- m a n o en o t r a m a n o Río verde Plácida infancia Piedad para el h o m b r e q u e pasa E l h o m b r e q u e m u e r d a su l a b i o C o n sus l a b i o s P o r q u e siente miedo de o l v i d a r el s a b o r d e l a b o c a T i m o n e r o m o r e n o vestido de tela azul C o n piel c o l o r cabello Hola hermoso viajero I b a s primero h a c i a el m a r A h o r a marchas sobre las olas Y y o b u s c o u n p o z o e n el c i e l o u n o j o d e b u e y S o y el a h o g a d o d e l a s t i e r r a s D i m e o h mi orgullo para Y j u g a r al q u e n o es a ú n tarde faro sobre el colchón de tiernas hierbas D e r r a m a r s e en E n vano triángulos metálicos g r i t a r á su mal mi corazón C o n él h a r é t i r a s Tiras que sabré O teñir retorcer en forma de cifras M á s definitivas Q u e los h u e v o s e n s u s c a s c a r a s Y l a s m o m i a s en s u s v e s t i m e n t a s d e Y tú c u e r p o m í o m a l d i c e los s e n t i d o s c o m o u n l i s i a d o a sus 114 oro muletas. JORGE CUESTA N a c e e n V e r a c r u z , M é x i c o , el a ñ o 1 9 0 3 . P o e t a y e n s a y i s t a l ú c i d o y d e amplia cultura. D e su poesía, no muy abundante pero si i n t e n s a , se dijo q u e e r a l a o b r a d e un h o m b r e c u y a finísima y cruel inteligencia l o llevó a u n e x t r e m o i n a l c a n z a b l e en la b ú s q u e d a d e l a perfección. A b s o luta supresión debilidad d e l a s e m o c i o n e s , h e a q u í su m e t a . T a m b i é n l a f u e i z a de su o b r a . S e suicida en la ciudad de y México 1942. 115 SONETO E l a i i e , d e él m e d e s p o j a . p e i o , en c a m b i o de su t a c t o , m e da a soñar su contacto con la a m p l i a s e d d e l a h o j a . Ya no en sí misma se aloja l a d i c h a , i n f i e l a su p a c t o con e l l a m i s m a , e n el a c t o en q u e el árbol s e d e s h o j a . Es el árbol quien apaga, n o el aire m á s dilatado la s e d q u e s e c o n s u m í a . Exhausta la hoja, vaga, suspensa de su pasado, por la distandia v a c í a . SONETO S o ñ a b a h a l l a r m e e n el p l a c e r q u e a f l o r a ; v i v e el p l a c e r s i n m i , p u e s p r o n t o pasa S o y el q u e o c u l t a m e n t e s e r e t r a s a y se substrae a lo que se devora. Dividido de mí quien se enamora y cuyo a m o r midió l a vida escasa, s o y el residuo estéril de su b r a s a y me gana la muerte desde ahora. Pasa por mi lo que no habré igualado después que pasa y que y a no aparece. S u ausencia sólo soy, que permanece. Y, Oh muerte, vasta para lo pasado, me entregarás, mas cuando esté vencido. el d e f e c t o q u e s o y d e lo q u e h e s i d o . 118 FRANCISCO LOPEZ MERINO N a c e en 1 9 0 4 en L a P l a t a , A r g e n t i n a . de su vida. S e sabe que perteneció muy joven, en P o c a s noticias se tienen al moviminto ultraísta. acerca S e suicida 192o. Bibliografia: Tono Menor. Las Tardes. 119 EL ALMA SE ME LLENA DE ESTRELLAS E l a l m a se m e llena de estrellas c u a n d o q u e moriré. I m a g i n o espirales de decorando la caja mortuoria; triste de las c a m p a n a s . llorarán pienso incienso l u e g o el canto ( I g u a l q u e en viernes santo l a s c a m p a n a s p o r q u e y o fui c r e y e n t e , porque yo hablé de Cristo melancólicamente). Después, ese silencio divino q u e b u s c a b a día a día en la vida, pero que no encontraba. Después la paz profunda. Y al poco tiempo, acaso, se esfumarán m i s o f o s en el p á l i d o o c a s o del recuerdo... Y e n t o n c e s el c o m p a ñ e r o d i r á q u e fui u n a l l a m a d e luz q u e s e h a amado apagado. Y la amiga lejana de mis días adversos abrirá el cofrecillo lírico d e mis versos y volcará las hojas pálidas de las rosas que y o gusté ofrendarle e n las tardes Mientras tanto hermosas. la m u e r t e n o l l e g a . . . P i e n s o en e l l a y en mi a l m a florece una emoción de estrella. 121 ATTILA ¡OZSEF N a c e en B u d a p e s t , H u n g r í a , 1 9 0 5 . H i j o de u n o b r e r o y una criada. E n su juventud fue porquero, vendedor de diarios y m u c h a c h o Fue a París. S e hizo comunista. E l retrato sía: firme, desnuda, camping, exacta. E n los p r a d o s alrededor ruedas d e un de botes. de su vida es su propia 1 9 3 7 , en lo que hoy del l a g o B a l a t ó n , Jozsef poe- es u n l u g a r de se lanzó a las tren. Bibliografía: El mendigo de la belleza. No soy yo el que grita, es la tierra que ruge. N o t e n g o p a d r e ni m a d r e . oso. El leñador. N o c h e de arrabal. Danzi del Duele mucho. 123 QUIZA DESAPAREZCA PRONTAMENTE Q u i z á , c o m o l a h u e l l a e n el b o s q u e d e l a fiera D e s a p a r e z c a un Y día mis procesiones se esfumen C o n el viento. El cuerpo de un niño es igual a un capullo Y será h u m o a m a r g o en Cuando veo m i s La razón me Y el un amargo tiempo; caminos abandona temblor de mi corazón. La fiera ha lanzado sus dientes en mi carne. M u y temprano la vi l l a m e a n t e en E s a h í q u e el r e c u e r d o m e d i j o : ¿ P o r qué esperaste diez años? Madre habló y yo no comprendí. F u i malo, o quizá, n o amado. T a m b i é n reí d e los m a e s t r o s . Tú, mi juventud, fuiste un verde bosque Infinito, brillante y eterno. A h o r a oigo llorando al viento Y en Cada él s e c o s crujidos, hoja caer. mis dominios. SIN Soy TRABAJO una ave a quien las alas han H a c e dieciocho meses que fallado sobrevivo. En las más profundas grietas del mercado T r a t é de v o l a r e n t r e l a s s u c i a s c a n a s t a s y las cajas. Al tomar en el puño los férreos cables del Danubio M e encontré las manos de un asesino. Intenté vender libros pero no vi oportunidad N i en S h a w . ni C o c t e a u , ni en B a r b u s e , ni en Zola. Hambrientos comerciantes de dorado grano Vi quebrarse. No tengo sopa, ni pan y ahí permanezco D u r m i e n d o por 1;26 l a s n o c h e s en un b a n c o , en el p a s t o d e l o s á n g e l e s . SERÁN FUERTES Y TIERNOS S e r á n fuertes y tiernos. Quebrarán la acerada máscara d e la ciencia P a r a c o n o c e r l i m p i a m e n t e el a l m a ; B e s a r á n el p a n y el a l i m e n t o ' Y con las manos T o m a r á n del espíritu m e t a l e s y hierro; De las montañas harán ciudades Sin odio; Respirarán Y de tempestades en los o c é a n o s y tormentas reposarán. AI inesperado huésped siempre aguardarán T e n d i e n d o p a r a él la m e s a y el Cruzarán sin culpa el mar florido Q u e se extiende entre y su p r e s e n c i a . nosotros corazón; CESARE PAVESE Nace en 1908, en el Piamonte italiano. Poeta, narrador y teórico de la poesía. P a v e s e planteó un p r o g r a m a de poesía narrativa vinculada con la mitología popular y la poesía tradicional. y objetiva, Hombre so- litario y s u m a m e n t e tímido, a c a b a su vida en un a l b e r g u e d e T u r í n , en 1 9 5 0 , c u a n d o su n o m b r e había alcanzado gran altura. Bibliografía: Trabajar Cansa. Vendrá la muerte y tendrá tus ojos. A propósito de a l g u n o s p o e m a s aún n o escritos. E l oficio de vivir. E l oficio d e p o e t a . La playa. E l compañero. Masslnó. 129 VENDRA LA MUERTE Y TENDRA V e n d r á la muerte y tendrá tus esta muerte que nos d e la m a ñ a n a sorda, como ojos, acompaña a la noche, un viejo insomne, remordimiento o un vicio a b s u r d o T u s ojos serán una vana palabra, un g r i t o c a l l a d o , u n silencio. Así los ves cada mañana c u a n d o s o b r e ti s o l a t e i n c l i n a s en el e s p e j o . O h ese día sabremos esperanza también querida, nosotros que eres la vida y eres la n a d a . TUS OJOS TRABAJAR CANSA Atravesar una calle para escapar de casa lo h a c e sólo un m u c h a c h o ; pero este hombre q u e pasea t o d o el d í a p o r l a s c a l l e s , y a n o e s u n m u c h a c h o y no escapa de casa. Hay en el verano tardes e n q u e h a s t a las p l a z a s están v a c í a s , bajo tendidas el sol p o r c a e r ; este h o m b r e , q u e l l e g a p o r una avenida d e inútiles plantas, se detiene. ¿Vale la pena estar solo, p a r a estar siempre más solo? D a n d o vueltas, las plazas y las calles están vacías. H a y que detener a una mujer y hablarle y decidirla a vivir juntos. D e otro modo, uno h a y un habla solo. E s por eso que a veces ebrio nocturno que comienza diálogos y n a r r a los p r o y e c t o s de su t o d a su vida. No es ciertamente esperando en la plaza desierta que uno se encuentra a a l g u i e n , p e r o q u i e n p a s e a las c a l l e s se detiene a c a d a t a n t o . S i fuese de a dos, aún a n d a n d o por la calle, la c a s a estaría donde está esa mujer y valdría la pena. De noche la plaza vuelve a estar desierta y este hombre que pasa, no ve y a las casas entre las luces inútiles, n o alza m á s los 132 ojos; s ó l o siente el empedrado, que han hecho otros con las m a n o s duras, c o m o las hombres suyas. N o es justo quedarse en la p l a z a desierta. Seguro que andará por la calle esa que, r o g á n d o l e , e c h e m a n o a mujer la c a s a . 133 PENSAMIENTOS DE DEOLA D e o l a p a s a l a m a ñ a n a s e n t a d a e n el c a f é y ninguno la mira. A esta hora en la ciudad todos corren b a j o el s o l t o d a v í a f r e s c o d e l a l b a . N i s i q u i e r a D e o l a b u s c a a nadie, sólo fuma tranquila y respira la m a ñ a n a . M i e n t r a s estaba en la pensión, siempre tuvo que dormir a esta hora para reponer fuerzas: la estera de la se la e n s u c i a b a n c o n los z a p a t o n e s los clientes que rompen la se puede hacer un espalda. l a b e s ó y l a l l e v ó (me Turin, querida, con poca fatiga. temprano, quedaría, si pudiera) soldados, P e r o a solas, es distinto: t r a b a j o m á s fino, E l señor de ayer la despertó en cama de obreros y contigo hasta el t r e n a desearle buen viaje.. Está atontada pero fresca esta vez, y l e g u s t a s e r l i b r e , D e o l a , y b e b e r su l e c h e y comer mcdiaslunas. E s t a mañana es c a s i una señora y , si m i r a a l o s q u e p a s a n , lo h a c e s ó l o p a r a n o a b u r r i r s e . A esta h o r a s e duerme en la pensión y h a y olor a cerrado —la patrona salió d e p a s e o — es de estúpidas q u e d a r s e allí P a r a r o n d a r de n o c h e los locales, h a c e falta presencia y eni p e n s i ó n , a los t r e i n t a , s e h a p e r d i d o l o p o c o q u e resta. Deola se sienta mostrando el perfil a un espejo y s e m i r a en 134 l o f r e s c o del v i d r i o . A l g o p á l i d o el r o s t r o : adentro. no es que el h u m o Harán e n p e n s i ó n (porque, vienen la se estanque. A r r u g a falta las ganas aquí esposa que tenia Mari mujer, para sacarse ni la novia) los que no incansable, llena de brío y con buena de les dan M a r i trabaja salud. L o s q u e p a s a n d e l a n t e del c a f é n o distraen q u e sólo trabaja durar hombres caprichos y las cejas. para noche, con lentas en l a m ú s i c a de su local. E c h a n d o a Deola conquistas ojeadas a u n c l i e n t e o b u s c á n d o l o c o n el p i e , l e g u s t a n l o s o r q u e s t a s que la h a c e n sentirse u n a actriz en la escena de con algún joven rico. P a r a u n c l i e n t e c a d a n o c h e , (Quizá me llevaba realmente amor vivir le b a s t a consigo). el señor de ayer E s t a r sola, si quiere, d e m a ñ a n a , s e n t a d a e n el c a f é . Y n o b u s c a r a n a d i e . MALCOM LOWRY Básicamente narrador, nace en New Bringhton, Inglaterra, año de 1 9 0 9 . D e l o s artistas q u e d e j a n tras de sí una errante. M é x i c o fue el e s c e n a r i o ideal p a r a leyenda. Alcohólico y su vida y su obra. Inten- tó hacer una moderna Divina Comedia pero llena de alcohol. M u e r e en 1937. Bibliografía: Poemas. Bajo el volcán. Oscuro corrió la tumba donde yace mi amigo. 137 PARA BAJO EL VOLCAN U n limón muerto c o m o una vieja encapuchada a g a z a p á n d o s e e n el ( r i o . U n pilón b l a n d o d e sal y m o s c a s aterrizando sobre la m e s a naranja, lluvia, lluvia, un león raspado y una lapicera raspadora escribiendo palabras encorvadas. Guerra. Y a f u e r a l o s a u t o s d e cuello! r o t o y un súbito pensamiento destrozado en la cara de una niña de Hoboken. U n a tortuga i n c l i n a d a m u r i e n d o lenta en la del restaurant de mariscos, acordonando su b o c a y e l p i s o lista p a r a los t o r n a d o s N o habrá mañana, hendidura sangre blanco- de mañana. mañana se terminó. Trébol, olor de pasto y salsa p a r a el p a v o d e I n g l a t e r r a súbitamente, un pensamiento del hogar, pero entonces los mariachis, discordantes, porque el pájaro picudo d e l m a g u e y e s t á e n e l a l a , el c a m a r e r o s o p o r t a un fluido p a t o n e g r o de e m o c i ó n , la c a r a del peón es una m a s a corrupta. D e s c a r t a m o s lo h o r r i b l e d e l a temperatura en esta tierra lívida del donde vivimos con hombre a medio enterrar C a n u t e , el reloj d e sol y punta del látigo la rojo, el l e p r o s o , e l a r r a s t r a d o , j u n t o s e n l a t o r r e verde, y e n el c r e p ú s c u l o t o c a m o s l a c a n c i ó n en la flauta y l a mundiales, la guitarra canción de la eterna espera lo equivocado d e mi espera, la flauta de mi llanto c a s a d o c o n el v a c í o vomitivo y l a raiz y la lluvia a f u e r a e s el tren descarnada arrastrándose arrastrándose, ahora tan sólo vacío durmiendo en m i donde alguna vez ensorbecidos leprosos verdes de largo licores, peras, pimientos tigres alma limonada cuello refregados y Leopardis rellenos; y el sonido del tren y la lluvia e n la mente... ( T a n lejos del g r a n e r o y del trampolín de L a muerte tan lejos de c a s a y mujer me temo. Y r e c é por mi vida enferma— " U n cadáver d i j o el debe ser transportado de Cranel expreso"— Cónsul misteriosamente, despertándose HO en Hart pronto. A EL LE GUSTAN LOS MUERTOS C u a n d o s e a c e r c a el p o b r e final de c a d a día él t r a t a b a de recontar sus cosas queridas. N i u n R o b e r t B r o k e n i un g r a n a m a n t e . él, r e c o r d a b a pocas c o s a s d e la simplicidad; su a l m a n u n c a h a b í a e s t a d o v a c i a de miedo y la vendería dos veces por una jarra de cerveza. P a r e c í a n o h a b e r c o n o c i d o el a m o r , haber valoradc» el m i e d o por encima de todo sentimiento A él le gustaban humano. los muertos. E l p a s t o n o e r a v e r d e p a r a él n i s i q u i e r a pasto; ni e l s o l , s o l ; l a r o s a , r o s a ; e l humo; la pierna, humo, pierna. NOE STERN N a c i ó en Lituania, 1 9 1 2 . A los dieciseis a ñ o s e m i g r ó a los E s t a d o s U n i d o s . S e g r a d u ó b r i l l a n t e m e n t e en H a r v a r d : . H i z o l a g u e r r a . H o y e s t á casi olvidado. T o t a l m e n t e deprimido se suicida en 1 9 6 0 . 143 ENTIERRO DE MODIGLIANI Italianos, franceses, españoles, Artistas, judíos de Polonia. gendarmes, meretrices, chiquillos, tenderos. Callejuelas retorcidas, bulevares, cielos y nubes. Levitas de cocheros, vestidos de seda, trajes de etiqueta, andrajos. Risas, gritos, silencio, sollozos, peleas. Gris, rojo, negro, gris, negro azul. El esqueleto seco del cadáver bajo el haz de las flores que refulgen. L o s sobrevivientes de E s p i n o z a , los videntes, los canijos, los faltos d e todo. L o s hijos de las proezas de V i l l ó n , los vividores, los delincuentes, los que escriben poesia. Las sombras de C h a u c e r de ojos claros, los adúlteros, las monjas. E l torrente inunda la calle, de la carretera lisa al c a m p o d e h o j a r a s c a . E l torrente b a r r e a M o d i g l i a n i d e l o t o ñ o del e s t e mundo. 145 fOSE MARÍA ARGUEDAS Quizás el más grande novelista peruano y uno de los más prominentes en Hispanoamérica. N a c e en A p u r i m a c vida y su o b r a m u e s t r a n el doloroso proceso d e confluencia nos el a ñ o 1911. Antropólogo. Su entre l a s r a í c e s q u e c h u a s y lo o c c i d e n t a l . S e s u i c i d a e n L i m a , e n 1 9 6 9 . Bibliografía: Katatay. Agua. Yawar Fiesta. Los Ríos Profundos. El Sexto, Todas las S a n g r e s . E l Z o r r o d e A r r i b a y el Z o r r o d e Abajo. 147 ODA AL JET | Abuelo mío! Estoy en el mundo de arriba, sobre los dioses mayores y menores, conocidos y no conocidos. ¿Qué es esto? Dios es hombre, el hombre es dios. He aqui que los poderosos ríos, los adorados, que partían el mundo, se han convertido en el más delgado hilo que teje la araña. El hombre es dios. ¿Dónde está el cóndor, dónde están las águilas? Invisibles como los insectos alados se han perdido en el aire o entre las cosas ignoradas. Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo; no os encuentro, ya no sois; he llegado al estadio que vuestros sacerdotes, y los antiguos, llamaron Mundo de Arriba. En ese mundo estoy, sentado, más cómodamente que en ningún sitio, sobre un lomo de fuego, hierro encendido, blanquísimo, hecho por la mano del hombre. pez de viento. S í . "Jet" es su nombre. Las escamas de oro de todos los mares y los ríos no alcanzarían a brillar como él brilla. El temible filo de nieve de las sagradas montañas, allá abajo resplandece, pequeñito: se ha convertido en lastimoso carámbano. El hombre es dios. Y o soy hombre. El hizo este incontable pez golondrina de viento. ¡Gracias, hombrel N o Gracias, hijo del D i o s P a d r e sino su padre mió, mi contemporáneo. Nadie hacedor. sabe hasta que mundos lanzarás tu flecha. Hombre d i o s : m u e v e e s t e p e z g o l o n d r i n a p a r a q u e tu creadora s e ilumine sangre más. ¡ E l infierno existe! N o dirijas este fuego volador, señor d e l o s s e ñ o r e s , h a c i a el m u n d o d o n d e s e c u e c e l a carne humana; q u e e s t a g o l o n d r i n a d e o r o d e los cielos fecunde o t r o s diosea en tu c o r a z ó n , c a d a dia. Bajo el suave, infinito seno del "jet", más tierra, más hombre, m á s paloma, m á s gloria m e siento; e n todas flores del m u n d o s e han 1 convertido mi pecho, mi las rostro, y rais m a n o s . M i s pecados, mis manchas, dulce se evaporan, mi c u e r p o vuelve H o m b r e , S e ñ o r , tú h i c i s t e a D i o s p a r a a l c a n z a r l o , ¿o p a r a otra a la infancia. qué cosa? P a r a alcanzarlo lo creaste y lo persigues de cerca. C u i d a d o c o n el f i l o d e e s t e " j e t " , m á s p e n e t r a n t e q u e l a s a g u j a s d e hielo terrenas, te r o m p a l o s o j o s p o r l a mitad; es demasiado fuego, demasiado poderoso, demasiado libre, este inmenso pájaro de nieve. C u i d a d o q u e t u h i j o t e e n v í e el l a t i d o d e la m u e r t e : la m a r i p o s a q u e n a c i ó d e tu m a n o c r e a d o r a p u e d e c o n v e r t i r tu c a b e z a O y e , hombre, en ceniza. ¡entiéndeme! B a j o el p e c h o d e l " j e t " m i s o j o s s e h a n . c o n v e r t i d o en l o s o j o s del águila p e q u e ñ a a primera v e z el quien le es m o s t r a d o por mundo. N o siento t e m o r . M i sangre está alcanzando a las estrellas; los a s t r o s s o n m i 150 sangre. N o te dejes matar por ningún astro, p o r este p e z celeste, p o r e s t e dios de l o s ríos q u e tus manos eternas fabricaron. Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, Dioses de montaña. Dios Inkarri: mi pecho arde. la Vosotros sois y o , y o s o y v o s o t r o s , e n el i n a g o t a b l e furor d e e s t e "Jet". No b a j e s a l a t i e r r a . Sigue alzándote, vuela m á s todavía, hasta llegar al confín de los m u n d o s que s e multiplican hirviendo, Móntate sobre eternamente. ellos, dios gloria, dios h o m b r e . A l dios que te hacia nacer y semejante ¡Ya no mío, te m a t a b a los h a s m a t a d o hombre de la ya, tierra. morirás! He aquí que el "Jet" da vueltas movido por la respiración de los dioses de dioses que existieron, d e s d e el c o m i e n z o h a s t a e l fin q u e n a d i e s a b e n i c o n o c e . 151 JOHN N a c i d o en BERRYMAN 1 9 1 4 , en O k l a h o m a , EE.UU., Berryraan f a d a d o , sus m e j o r e s p o e m a s s o n largos, larguísimos circunloquios P o r o t r o l a d o , fue u n un verdadero norteamericana. temas definidos y personajes. Con e s un fundador de la p o e s í a m o d e r n a estilo eximio desen­ 1 sobre sonetista. Bibliografía: Homage to Mistress Bradstreet. Dreams Songs. The Dispossessed. 153 EL POEMA DE LA PELOTA ¿Qué será hoy del chico que; perdió su pelota? ¿Qué, qué puede hacer?. Yo lo vi Rebotándola feliz por la calle, y luego Feliz.,. ¡Allí va. en el agual De nada vale decir, "Oh, hay otras pelotas": Una honda pena sacude, aprieta al chico Cuando se detiene rígido, tembloroso, mirando a lo largo De todos sus jóvenes días el puerto donde Desapareció su pelota. No me entrometería con él. Ni diez centavos ni otra pelota tienen valor. Ahora El siente la primera responsabilidad En un mundo de posesiones. La gente se adueña de pelotas, Las pelotas siempre se perderán muchachito. Y nadie vuelve a comprar una pelota. El dinero es exterior. El está aprendiendo, tan lejos de sus desesperados ojos. La epistemología de lo perdido, cómo ponerse de pie Sabiendo lo que cada hombre debe saber algún dia, Y lo que la mayoría sabe desde hace tiempo, cómo ponerse de pie. Y gradualmente la luz vuelve a la calle. Se oye un silbato, la pelota se pierde de vista. Pronto una parte de mi explotará en el profundo y oscuro Piso del puerto... Estoy en todas partes. Sufro y me muevo, mi mente y mi corazón se mueven; Con todo lo que me mueve, debajo del agua o silbando. No soy un muchachito. 155 CANTAR DE ENSUEÑO U n cantar, digo y o , debe ser ágil y matizado, cual colibrí. y también duro c o m o metal de proyectil, é insólito c o m o el m u n d o d e l a a n t i m a t e r i a donde la gente pregunta: ¿ d a el t i e m p o m a r c h a atrás? ¿ q u é p e n s ó el p o e t a q u e es v e r d a d e r o y a l a d o , a l a par, como una sonatina de Scarlatti? ¿sabe acaso Henry escribir? Aniquilado, en peligros sumergidos, sacudió la cabeza una vez y a su meditar t o r n ó . Y corrió la voz d e s d e el m á s l e j a n o o e s t e de que buscaban a H e n r y . ¿ S e libraría de la horca a m e n a z a n t e y d e todo lo demás? ¿ P o d r á irse tranquilamente? A él le p a r e c e q u e n o . Y, por tanto, se estremece y no quiere ya cantar y mucho menos cantares — c o m o y a dijimos— alados, dúctiles, h o n d o s . Repazá quizá Cavila entonces. el a ñ o f a t a l — f i n a l — y a transcurrido, a la intemperie, enfermo. —Feliz 106 A ñ o N u e v o a ti, s e ñ o r d e l a calavera. PAUL CELAN S u v e r d a d e r o n o m b r e fue Paúl A n z c e l . N a c i ó e n R u m a n i a , en 1 9 2 0 . V i v e e n P a r i s d e s d e 1 9 4 8 . E u p o e s í a , es v i d a del v o c a b l o m i s m o , d e s m a ­ terializándolo d e contenido concreto y allende lo humano. D e ascendencia real, búsqueda hebrea, sufrió de un objetivo en carne propia la p e r s e c u s i ó n n a z i . D e c i d e m o r i r en las a g u a s del S e n a en la primave­ ra d e 1 9 7 0 . Bibliografía: Arena de las Urnas. Fuga sobre la Muerte. Contraluz. Tallos de la n o c h e . L a r o s a d e n a d i e . R e g l a s del l a n g u a j e . Luz a la suerza. Soles filiformes. 157 EN ALTA MAR París, el barquito, yace en el vaso, ante el ancla: Así estoy contigo, veo por ti. Y bebo hasta que mi corazón te oscurezca, Y bebo hasta que París flote en sus lágrimas. Hasta que lleguemos a los lejanos velos Que nos oculta el mundo, donde cada tú es una r a m a Y yo una hoja que calla y asciende. NOCHE DE UMBRIA Noche de Umbría Noche de U m b r í a C o n la plata de campanas y laurel C o n l a p l a t a que tú t r a j i s t e N o c h e de Umbría C o n la piedra Silencioso lo que la vida asciende Silencioso Llena los cántaros Cántaro de tierra C á n t a r o d e tierra A quien las m a n o s D e una sombra P o r siempre cerraran Cántaro de piedra C o n el triunfo de l a sombra Piedra hacia dónde miras piedra D e j a a l a fiera entrar Galopante fiera G a l o p a n t e fiera en la nieve A quien la m a n o desnuda 16B ; tocó G a l o p a n t e ( l e r a a n t e l a palabra Q u e en el silencio b r o t o G a l o p a n t e fiera Q u e devora su sueño Brillo A quien n o desea consuelo Brillo. Los muertos mendigan aún, Francisco. TENEBRAE C e r c a estamos. Señor Cerca y alcanzables. Atrapados ya. Señor U n i d o s c o m o si el D e cada Fuera cuerpo uno tu c u e r p o , Señor.' Ruega Señor, Estamos cerca. Indinados por el viento anduvimos, Anduvimos inclinados Hacia páramo y mar. Para beber anduvimos, Señor. Era sangre L o q u e vertiste, Señor. Brillaba, Nos a r r o j ó tu Ojos y imagen a los ojos. bocas permanecen Hemos bebido, Señor, La sangre y la imagen. Ruega, Señor, Estamos cerca. 162 Señor. tan vacíos, Señor, Señor. ANNE SEXTON Nació en los Estados Unidos el año 1928 y se mata, asfixiándose, en 1 9 7 4 . D e una personalidad hipersensible, sufrió c o m o n a d i e las e x i g e n cias de la vida moderna llevándola muchas veces a extremos de peración. G n n a en 1 9 5 7 el P r e m i o deses- Pulitzer de P o e s í a . Bibliografía: To Bedlam Part Way Back. All My Pretty Ones. Live or Die. Transformations, Book of Folly, T h e Death Notebooks. 163 AQUEL DÍA E s t e e s el e s c r i t o r i o e n el q u e s i e m p r e m e s i e n t o , el escritorio d o n d e t e a m o demasiado, y a q u í e s t á l a m á q u i n a d e e s c r i b i r , d e l a n t e d e mí, d o n d e a y e r tu c u e r p o e s t u v o d e l a n t e d e mí, con los hombros juntos c o m o en un coro griego, c o n l a l e n g u a c o m o d e un r e y q u e inventa sus r e g l a s s o b r e la m a r c h a , con la lengua f r a n c a m e n t e c o m o l a d e un g a t o l a m i e n d o su l e c h e c o n l a l e n g u a — l o s d o s e n r e d a d o s e n su e s c u r r i d i z o m o v i m i e n t o . E s o fue ayer, aquel día. A q u e l fue el d i a d e t u l e n g u a , tu l e n g u a q u e emergió de entre tus labios, dos abrelatas, mitad animales, mitad pájaros, a p r e s a d o s a n t e l a p u e r t a q u e l l e v a a tu c o r a z ó n . A q u e l fue e l d í a en q u e seguí las r e g l a s del rey, p a s a n d o p o r t u s v e n a s r o j a s y p o r tus v e n a s a z u l e s , m i s m a n o s b a j a n d o por tu espalda, b a j a n d o r á p i d o c o m o l o s b o m b e r o s p o r su t u b o , las manos entre las piernas donde están d o n d e t ú e x h i b e s tu c o n o c i m i e n t o i n t e r i o r , enterradas minas de diamantes y otras emergen para emergen más rápido que ninguna S e completa en segundos, ese ciudad enterrarnos, reconstruida. monumento. L a s a n g r e corre por debajo a u n q u e l o que está pariendo es una U n edificio así debería c o n g r e g a r una torre. multitud. P o r un m i l a g r o alguien se p o n e en c o l a y tira c o n f e t t i . 165 Seguro que el periodismo está buscando los grandes titulares. Seguro que alguien debe estar en la acera con una banderola. Si se reconstruye un puente, ¿no es cierto que el alcalde corta una cinta? Si aparece un fenómeno, ¿no deberían venir los magos repartiendo regalos? Ayer fue el dia en que llevé regalos para tu regalo y salí del campo par encontrarte en medio de la calle. Eso fue ayer, aquel día. 1 Ese fue el día de tu rostro, tu rostro después del amor, junto a la almohada, un arrullo. A medias dormido a mi lado dejando que la antigua mecedora se detuviese, nuestro aliento se hizo uno, juntos se volvieron el aliento de un niño, mientras mis dedos dibujaban pequeñas oes sobre tus ojos cerrados, mientras mis dedos dibujaban pequeñas sonrisas en tu boca, mientra dibujaba T E A M O sobre tu pequeño y su batiente y suspiré ¡Despierta! y tú murmuraste en tu sueño: Ssh. Estamos Vamos rumbo rodeando a Cape Cod. el Bourne Circle. Nos dirigimos al Bourne Bridge. ¡Bourne! Luego te reconocí en tu sueño y oré por aquel tiempo nuestro en el que yo quise ser penetrada y tú querías echar raíces en mi y en el que yo pude dar a luz a los tuyos, pude darte a luz a ti o al fantasma de ti en mi pequeño hogar. Ayer no quise ser tomada en préstamo, pero esta es la máquina de escribir que está delante de mi y el amor está donde llega el ayer. 166 JEAN PIERRE DUPREY Poeta, pintor y escultor. N a c e en Ruán, gran temperamento y vitalidad. tas P h a s e s y E d d a . Francia, en C o l a b o r ó en 1930. Artista las revistas de neo-surrealis- S e suicida en P a r í s , a los diecinueve a ñ o s . Bibliografía: Derriere son Doublé. 167 EL CORO-DECORADO DE LA MUERTE L o s e s t u c h e s d e l a s l o m b r i c e s en' la t i e r r a son serpientes que se cristalizan y p a r a c a m b i a r el m a r en aire a d q u i e r e n el c o l o r d e l T r a n s p a r e n t e y p i c a n . Las lombrices de hierro se desarrollan en los h u e c o s d e l a s lombrices de vidrio. C u a n d o fluyen los hilos de la tierra el a g u a s e c o n v i e r t e e n b a r r o de aire-cielo. Tu sangre, agua de carne encendida. n o e s t á e n tu d o b l e , p e r o t u s l a l l e v a n c o m o un h u e v o ojos o una vena duplicada. H a y s a n g r e e n r o j e c i d a en el f u e g o . Y todo esto es un exterior q u e f o r m a p a r t e d e tu i n t e r i o r . S ó l o la muerte puede poner a l l í un c r i s t a l — p i e d r a sin b r i l l o , p e r o t r a n s p a r e n t e e n el c o r a z ó n y e s e d i a m a n t e d e a i r e s a n g r a e n ti y t o m a tu p e s o . SILVIA PLATH N a c e en Massachussets, flictiva personalidad, EE.UU., asume la en 1 9 3 3 . D e perfeccionista y poesía c o m o un con- desencantamiento c o n s t a n t e . G a n a varios premios y su f a m a de poeta c r e c e . S e c a s a c o n rl poeta T e d Después H u g h e s y deciden vivir en Londres. T i e n e n dos de la separación de su esposo, se e n c a r g a de la hijos. responsabili­ d a d f a m i l i a r . S e q u i t a l a v i d a a l a m a n e c e r del 11 d e f e b r e r o d e 1 9 6 3 . Bibliografía: El Coloso. A Través de Agua. La Campana de Cristal. Ariel. Arboles del Invierno. 171 MUERTE Y CÍA. Dos. C l a r o que son dos. Ahora me parece perfectamente natural. F J que nunca levantó la mirada — d e entrecerrados y abultados ojos, c o m o B l a k e — exhibe marcas de nacimiento que son marcas registradas la cicatriz de una escaldadura el d e s n u d o verdigris de cóndor. S o y roja c a r n e . S u pico s e c i e r r a d e g o l p e e n el v a c i o : a ú n M e dice lo m a l que fotografío. M e dicen lo lindo que s e ven los b e b é s en su heladera de hospital: un holán al cuello, y l u e g o los pliegues j ó n i c o s de sus camisones funerarios. y luego dos piececitos. No s o n r í e ni fuma. El otro sí lo hace. T i e n e el cabello l a r g o y espeso: no soy suya. hijo de tal masturbando Quiere ser un espejismo. amado. Me quedo muy quieta. La escarcha hace una flor, el r o c í o h a c e un estrella. L a muerta La muerta campana, campana... Alguien ha muerto. 174 GULUVER S o b r e tu c u e r p o altas, altas y pasan las nubes, escarchadas, un p o c o a t e n u a d o su brillo como si flotara sobre un vidrio invisible. N o como cisnes: sin r e f l e j o s pasan. No como tú: sin hilos q u e las aten'. F r e s c a s , azules t o d a s . N o c o m o tú tú, tendida de espaldas m i r a n d o el c i e l o . Te atraparon los hombres-arañas enroscando, retorciendo sus redes mezquinas, su s o b o r n o — ¡ T a n t o s hilos! ¡Cómo te odianl — o r u g a s q u e c o n v e r s a n e n el v a l l e d e t u s y querrían verte d o r m i d o en sus v i t r i n a s . Tus dedos gordos, una reliquia. Aprieta el paso. manos R e c o r r e siete leguas como (distancias las de C r i v e l l i ) . recurrentes intocable. S e a este o j o un águila y un abismo la s o m b r a 176 de este labio. ALEJANDRA P1ZARNIK N a c e e n B u e n o s A i r e s en 1 9 3 9 . S u poesía y su vida h a n influido t a b l e m e n t e en los escritores jóvenes de su p a í s . q u e el n e o - p a t e t i s m o una d e su o b r a y l a e x a c t i t u d especia] dimensión poética no­ Octavio P a z nos dice d e s u s p a l a b r a s le dan en e l c o n t e x t o l a t i n o a m e r i c a n o . Muere en 1 9 7 2 . Bibliografía: La Tierra más Ajena. La Ultima Inocencia. Las Aventuras Perdida». Árbol de D i a n a . Los T r a b a j o s y las N o c h e s . E x t r a c c i ó n de la Piedra de la L o c u r a . 177 CUENTO L a luz DE INVIERNO del v i e n t o entre los p i n o s ¿ C o m p r e n d e s a c a s o estos signos de tristeza incandescente? U n a h o r c a d o s e b a l a n c e a e n el á r b o l m a r c a d o c o n l a cruz Hasta lila. que logró deslizarse fuera de m i sueno y entrar en mi cuarto, por la ventana, en complicidad con el v i e n t o d e l a m e d i a n o c h e . PRIVILEGIO I Ya perdido el nombre que me llamaba, s u r o s t r o r u e d a p o r mí c o m o el s o n i d o d e l a g u a e n l a n o c h e , d e l a g u a c a y e n d o e n el a g u a . Y e s su sonrisa la última sobreviviente, no mi memoria. II El más hermoso e n l a n o c h e d e los q u e s e v a n , oh, deseado, es sin fin tu n o v o l v e r , s o m b r a tú h a s t a el d í a d é l o s d í a s . 18Ü CANTORA NOCTURNA L a que murió de su v e s t i d o a z u l e s t á c a n t a n d o . nfuerte al sol de su e b r i e d a d . azul, h a y un Adentro de Canta c a b a l l o b l a n c o , h a y un c o r a z ó n t a t u a d o l o s l a t i d o s d e su c o r a z ó n m u e r t o . ella canta junto a una imbuida su canción h a y un Expuesta a todas de vestido con los ecos de las perdiciones niña extraviada q u e es ella: su amuleto de la buena suerte. Y a pesar de la niebla v e r d e en sus o j o s , su v o z c o r r o e l a d i s t a n c i a q u e s e a b r e e n t r e l a s e d y l a m a n o q u e b u s c a el v a s o : E l l a c a n t a . 181 MARIA EMILIA CORNEJO N a c i ó e n L i m a e! a ñ o 1 9 4 9 . S u o b r a inédita, es m u y excepto alguno que otro p o e m a . una poesia tersa, capaz de transformar tedio, la a u t o d e s t m e c i ó n corta y aún permanece Sin embargo podemos sentir l a a n g u s t i a , el d e s e n c a n t o , en p a r á b o l a s s o b r e el a m o r . S e suicida el en 1972. 183 COMO TU LO ESTABLECISTE sola, d e s c u b r o que mi vida transcurrió perfectamente c o m o tú l o e s t a b l e c i s t e . ahora c u a n d o la sensación d e a l g o inacabado, inacabado y invade ajeno de escrúpulos mis buenas intenciones, sólo ahora c u a n d o m e siento e n la m i t a d de todos mis caminos atada a frases hechas a c o s a s que se hacen por haberlas c o m o se aprende una lección d e aprendido historia, puedo pensar que de n a d a sirvieron los c o n s e j o s ni l a s i n t e r m i n a b l e s c o n v e r s a c i o n e s c o n tu y esas largas horas de mi v i d a perdidas en a p r e n d i z a j e s e x t r a ñ o s sobre pesas y medidas colores y sabores y e n el v a n o i n t e n t o d e ir t r a s e l s o l t r a s el v u e l o d e l o s p á j a r o s . madre, de repente quiero acabar con m i b a ñ o de todas las m a ñ a n a s , c o n el c a f é p a s a d o , c o n mi agenda perfectamente estructurada de citas y visitas a las que asisto pero es hace tarde frío y estoy sola. 186 puntualmente; SOY LA MUCHACHA soy la m u c h a c h a MALA DE LA HISTORIA mala de la historia la que fornicó con tres h o m b r e s y l e s a c ó c u e r n o s a su m a r i d o , soy la mujer que lo e n g a ñ ó cotidianamente por un miserable plato de lentejas, la q u e l e quitó hasta lentamente su ropaje de convertirlo en una piedra n e g r a y estéril, s o y la m u j e r que lo castró con infinitos gestos de ternura y gemidos falsos en la c a m a soy la m u c h a c h a m a l a d e la historia. bondad JUAN O/EDA Poeta peruano nacida en 1944. Una profundidad muy especial inunda toda su obra, tiñéndola de S u poesía, marcará, por lindes de amplios horizontes o ello, de terribles un t r a y e c t o vital q u e la demencia. A p a r e c e muerto, abismos. lo llevó h a c i a las en una avenida: cierta m a ñ a - na de 1974. Bibiografia: Ardiente Sombra. Elogio de los Navegantes. Eléusis. Crónica de Boecio. 189 LE SOLEIL EST DEVENU .NOIR " ¿ C ó m o es m i v i d a ? ¿ E x i s t e m i v i d a ? h e o í d o c l a m a r E n los desiertos del tiempo, y era una v o z fina C o m o v o l c a d a s o b r e sí m i s m a , a i r e d e s g a j a d o d e l a d e s e s p e r a c i ó n . A l descender a suelos más tristes que la transparencia Sólo se oye este renunciar á la vida, hay voces o músicos Q u e te preguntan: " ¿ C ó m o es mi v i d a ? " Y no podrías P o r q u e estamos urdidos de sueños y n o podemos responder. despertar. El mundo discurre cantando una patria oculta, Y s o m o s e s t e g r a n s u e ñ o , estos* r o s t r o s q u e Y convendría olvidarnos de nosotros Porque heredar este sonambulismo es anhelan mismos. desangrar. ¿Desde dónde se erige nuestro idioma, tierra herrumbrada? U n n i ñ o e l e v a s u s b r a z o s a l t o c a r el a i r e estricto, P e r o el e s t r e m e c i m i e n t o e s r e c o r d a r . Habrá un día gozoso, nuestros cuerpos serán ajenos Y p o d r e m o s d e a m b u l a r sintiéndonos en nuestro propio borde. Oh, alma mía, renuncia. D i r e m o s e n t o n c e s q u e el a l t o S e nutría, ávido de perderse, de lastimadas l l a m a s . ¿No observas la quietud de los objetos. E s e c o n t e n t a r s e en u n tierno espacio mudo? fueg E s q u e h e m o s p e r d i d o el s e n t i d o d e los s i g n o s . E l mundo y a no habla. ¿Serenos yacen quienes percibieron? A veces sorprendemos, pavorosos, la ciencia del orbe En la conversación hastiada de A c a s o secretamente se angustian Y las gentes ¿Sabrán? del mundo, las fieras que erigen s o n m a n e r a s de un trato doloroso P o r q u e e s t a r e n la v i d a , s a b e r s e , n u n c a e s n o m b r a d o . Así, pues, destruyete aire o rostro impalpable Y s o b r e e s t e c a m i n o q u e e s ir a Reconcilia tus sueños, unta tus nada ojos C o n l a n i e b l a d e l t i e m p o q u e e n el m u n d o s e d i s i p a . Nuestra única sabiduría es el no saber Y c o n t e m p l a r , t e n s o s , el v i v i r 192 f u e r a d e la v i d a . LUIS HERNANDEZ N a c i ó e n L i m a , el 1 8 d e d i c i e m b r e d e 1 9 4 1 . M u e r e b a j o l a s r u e d a s d e u n t r e n e n B u e n o s A i r e s el 3 d e o c t u b r e d e líglota, H e r n á n d e z fue m u y 1 9 7 7 . Médico, músico, po­ especial en su obra publicó tres libros de p o e m a s . Su obra c o m o e n su v i d a . posterior, extensísima, la lizó en c u a d e r n o s de tipo escolar y a m a n o , ilustrándolos con tintas Sólo rea­ de c o l o r e s . E s t o s c u a d e r n o s , o r i g i n a l e s y b e l l o s p o r sí m i s m o s , l o s fue r e ­ galando a cuanto amigo o conocido compartió momentos con él. Bibliografía: Orilla. Charlie Melnik. Las Constelaciones. Vox Horrísona. 193 ABEL A b e l . A b e l , q u é h i c i s t e d e tu hermano, Di, qué hiciste, c o n el tallo d e tu cuerpo siempre pito Las sandalias lustradas y tus veintes. No mirabas las ubres de las vacas N i el coloquio e s c o n d i d o d e tus perros. S ó l o el h u m o de tu ofrenda que a s c e n d í a C o m o ascienden l a s m o s c a s h a c i a el cielo. Sin embargo Y o h e visto a tu hermano y lo c o n o z c o Persiguiendo la cólera entre vainas Entre campos de trigo C o n los sucios vapores d e tu llanto Reposando en la tierra C o m o p r o n o s c a d á v e r e s sin deudos. Dime entonces qué hiciste H o y q u e y a c e tu h e r m a n o t a n a l E s t e . Tú que nunca pensaste que para E r a duro de roer el P a r a í s o . otro RECUERDAS Recuerdas La tarde tú reflejada Y e n t r e el E s t í o L a s grandes De Los Y manchas asfalto edificios las C e r c a d e la playa B a j o e n el v a l l e Recuerdas Un tú sauce Cerca de mf Cerca de mí. Y c e r c a d e ti El maravilloso Océano Las bodegas Los bares I^as 196 casas las plantas tiendas TE REGALO T e r e g a l o el v o d k a Que bebió Moussorgsky T e regalo las Que adormideras crecieron Junto al Támesis Para Samuel Taylor Samuel T a y l o r Coleridge T e r e g a l o el w h i s k y Bourbon W h i s k y De Edgar Poe E l vino del R i n L a patria Beethoven, El sol del crepúsculo Y el sol del a l b a L a neblina la niebla L a s nubes la bruma E l verano El Y Te otoño así gradualmente regalo la c e r v e z a Q u e a l i v i a el d o l o r Para soñar La Antalgina Te regalo El océano Las El 198 fresas humo. D E D I C A A todos mundo, y a la los prófugos del a los prófugos y mundo, a T O a R Í A quienes quisieron contemplar el los físicos puros, a las teorías restringidas generalizada. A todas las cervezas junto al mar. A todos los que. en el fondo, tiemblan al ver a un guardia A los que aman a pesar de su dolor y el dolor que el tiempo hace fio. r e c e r e n el alma. 199 Vendrá la muerte y tendrá №5 ojos, selección de Luis La Hoz. se acabó de imprimir en octubre de 1989, en los Talle­ res Gráficos de la Editorial L U M E N , Ca­ lle de la Pescadería 137, Lima ] , Perú.