Elaboración de fichas de resumen sobre definición de la historia, crisis de la historia y la historia cultural HISTORIA La historia es la ciencia que tiene como objeto de estudio el pasado de la humanidad y como método el propio de las ciencias sociales.1 Se denomina también "historia" al periodo histórico que transcurre desde la aparición de la escritura hasta la actualidad. Más allá de las acepciones propias de la ciencia histórica, "historia", en el lenguaje usual, es la narración de cualquier suceso, incluso de sucesos imaginario sy de mentiras;2 3 sea su propósito el engaño, el placer estético o cualquier otro (ficción CRISIS DE LA HISTORIA A partir de los años 70, los paradigmas unificadores de las disciplinas que constituyen las ciencias sociales, o que al menos, le servían de punto de referencia, fueron severamente cuestionados. La duda que se impuso en las sociedades occidentales avanzadas, enfrentadas en esos años a formas de crisis que no sabían comprender e incluso, a menudo describir, ha contribuido ha difundir la convicción que el proyecto de una inteligibilidad global de lo social quedaba- al menos provisoriamenteentre paréntesis. El cambio de orientación de las investigaciones históricas hacia fases de equilibrio de la sociedad, de las grandes estructuras impersonales a los aspectos existenciales de la vida diaria, de la historia social a la historia cultural, se reforzó a partir de los años 70 cuando el boom HISTORIA CULTURAL Historia cultural es la denominación de una corriente historiográfica más que una rama de la historia o disciplina académica en sí. Comenzó a utilizarse de manera común a partir de la década de 1970, sobre todo para definir determinados trabajos de historiadores anglófonos (ingleses y estadounidenses) y francófonos (franceses). Los historiadores de tradición hispánica tardaron en secundar los métodos de esta corriente porque en la tradición de los distintos países hispánicos fueron más comunes las ideas de Ortega y Gasset para estudiar las ideas y las tradiciones culturales. La historia cultural combina las metodologías de la antropología y la historia para estudiar las tradiciones de la cultura popular o las interpretaciones culturales de la experiencia histórica. Generalmente, se enfoca en hechos históricos que suceden entre los grupos que no conforman la elite de una sociedad, como el carnaval, las fiestas populares y histórica). Por el contrario, el propósito de la ciencia histórica es averiguar los hechos y proce sos que ocurrieron y se desarrollaron en el pasado einterpretarlos aten iéndose a criterios de objetividad; aunque la posibilidad de cumplimiento de tales propósitos y el grado en que sean posibles son en sí mismos objetos de debate. En medicina se utiliza el concepto de historia clínica para el registro de datos sanitarios significativos de un paciente, que se remontan hasta su nacimiento o incluso a su herencia genética. A su vez, llamamos "historia" al pasado mismo, e, incluso, puede hablarse de y el crecimiento parecieron perder su impulso por mucho tiempo y dejaron su sitio a una crisis mundial particularmente profunda que sumió al mundo industrializado en la recesión, el paro y la inflación. El punto de partida de un sentimiento generalizado de pérdida de centralidad de la historia y de la función del historiador en las sociedades contemporáneas hacia esos años fue la gran crisis de los modelos de explicación macrosociales y de las hipótesis fuertes que no sobrevivieron a la desmentida, que les proporcionaba el mismo desarrollo histórico, ni a los climas menos ideologizados que comenzaron a imperar en los 80 Lo paradójico es que el discurso que se instaura en esos años sobre la crisis de sentido de la historia fue acompañado de un extraordinario incremento de la producción bibliográfica en donde ningún tema quedaba por explorar, ningún camino por los ritualespúblicos. También se ocupa de las tradiciones populares como la trasmisión oral de cuentos, canciones, poem as épicos y otras formas de tradición oral. En ocasiones, los historiadores que la cultivan estudian el desarrollo de elementos culturales vinculados a las relaciones humanas que lo hacen posible, como las ideas, la ciencia, el arte, latécnica, así como expresiones culturales de movimientos sociales como el nacionalismo o el patriotismo. También analiza los principales conceptos históricos como poder,ideología, clase, cult ura, identidad, raza, percepción, actitud, y desarrolla métodos nuevos para la investigación histórica como la narrativa del cuerpo. Muchos estudios consideran los procesos de adaptación de la cultura popular a los medios de comunicación de masas (televisión, radio, periódic os y revistas, entre otros), los procesos de adaptación de lo escrito al cine, y actualmente el proceso de asimilación de la cultura oral, visual y escrita a Internet. Otras formas o desarrollos teóricos recientes de la historia cultural provienen de otros campos, como la historia del arte; una "historia natural" en que la humanidad no estaba presente (término clásico ya en desuso, que se utilizaba para referirse no sólo a la geología y la paleontología sin o también a muchas otras ciencias naturales -las fronteras entre el campo al que se refiere este término y el de la prehistoria y la arqueologíason imprecisas, a través de la paleoantropologí a-, y que se pretende actualizar como "gran historia" o "historia profunda").4 Ese uso del término "historia" lo hace equivalente a "cambio en el tiempo".5 En ese sentido se contrapone al concepto de filosofía, equivalente recorrer. De esta forma, podemos decir que caracteriza el estado actual de la disciplina, la dispersión de concepciones, el desmigajamiento de temas, la pluralidad de métodos y caminos y para algunos- la falta de un claro propósito. El resultado de la enorme proliferación de los estudios históricos produjo, inevitablemente, el quebrantamiento de las grandes escuelas históricas que hizo que a una crisis de sentido se sumara una crisis epistemológica, reabriendo, como hace un siglo, la discusión en torno a la posibilidad misma de conocimiento objetivo sobre la sociedad y sobre los procesos de cambio En este aspecto, hay que considerar que el profundo cambio estructural que viene sufriendo la sociedad moderna, va acompañado de un escepticismo ante la ciencia, que se ha acrecentado en los últimos tres decenios y en que se manifiesta la desazón por la moderna de enfoques metodológicos previos, como la Escuela de los Annales, el marxismo, y la microhistoria; o de formulaciones teóricas desarrolladas por intelectuales concretos, como la de Jürgen Habermas sobre la "opinión pública", la deClifford Geertz sobre la “descripción densa” (La interpretación de las culturas), y la idea de memoria como categoría históricocultural discutida por Paul Connerton. Varios historiadores pueden ser agrupados en esta corriente. Algunos de los más importantes son: Roger Chartier, Robert Darnton, Patrice Higonnet, Lynn Hunt, Keith Jerkins ySarah Maza. Sus trabajos sobre la época de la Francia revolucionaria han aportado, entre otras cosas, una nueva visión del concepto modernidad. a esencia o permanencia (lo que permite hablar de una filosofía natural en textos clásicos y en la actualidad, sobre todo en medios académicos anglosajones, como equivalente a la física). Para cualquier campo del conocimiento, se puede tener una perspectiva histórica -el cambio- o bien filosófica -su esencia-. De hecho, puede hacerse eso para la historia misma civilización tecnocientífica, desazón que se percibía ya en la crítica cultural de finales del siglo XIX y de principios del 20. En las disputas políticas de la segunda mitad de los años sesenta, desencadenadas en los EE.UU., por los conflictos suscitados en torno a los derechos civiles y a la guerra de Vietnam, lo que importaba no era sólo la crítica a las condiciones sociales y políticas reinantes sino también la crítica a la calidad de vida en una sociedad altamente industrializada. La fe en el progreso y en la ciencia, en la que se fundamentaba la historia económica cuantitativade la New Economic History sino también el marxismo, resultaba cada vez más cuestionable en vista de los peligros y de la brutalidad que acarreaba el proceso de tecnificación en el Primer y Tercer Mundo. Es importante tener claro que los movimientos estudiantiles de finales de los sesenta estaban dirigidos al mismo tiempo contra el capitalismo realmente existente y contra el marxismo ortodoxo. Por lo que se refiere a los desarrollos que tuvieron lugar en la historiografía, esto es importante para comprender por qué ni los modelos sociocientíficos habituales ni el materialismo histórico fueron capaces de seguir convenciendo. Ambos parten de concepciones macrohistóricas y macrosociales, para la cuales el estado, el mercado o, para el marxismo - la clase constituyen conceptos centrales. En el trasfondo yace la firme fe en la posibilidad y en la deseabilidad de un crecimiento científicamente controlado. En estas concepciones macrosociales había poco espacio para aquellos grupos de la población que hasta entonces habían quedado excluidos de un orden social patriarcal y jerárquico y con los cuales tampoco el marxismo clásico se mostraba muy convencido: mujeres, minorías étnicas, grupos social y culturalmente marginales, los cuales ahora reivindicaban una identidad y una historia propias. Bibliografía: guía universal del estudiante CRBE LEER ES CRECER MMIV EDICIONES CREDIMAR