1) LA CONSTITUCIÓN DE 1978. La constitución española de 1978 fue uno de los acontecimientos más importantes de España en el siglo XX. Tras la guerra civil, España entró en un régimen autoritario donde el general Francisco Franco se hizo cargo de todos los poderes del Estado. En 1975, muere el general, quien nombró previamente al Rey Don Juan Carlos de Borbón como su sucesor, y con la ayuda de Adolfo Suarez, presenta ante el Congreso un proyecto de Ley que tuvo como finalidad llevar a cabo una transición en España del régimen autoritario, a un régimen democrático, similar al del resto de países de la Unión Europea. Este proyecto fue aprobado el 31 de octubre de 1978, posteriormente fue sometido a referéndum el 6 de diciembre, sancionado por su majestad el Rey Don Juan Carlos de Borbón el 27 de diciembre, y finalmente publicado en el BOE el 29 de diciembre de 1978, dando lugar a la actual Constitución Española. 2) CARACTERÍSTICAS DE LA CONSTITUCIÓN DEL 1978. La Constitución Española destaca por ser una constitución que presenta 4 rasgos; Democrático, Monárquico, Garantista y Autonomista. Su rasgo democrático se ve en el artículo 1.1, donde se establece que España es un estado democrático de derecho, que propugna como valores superiores la justicia, libertad, igualdad y pluralismo político. En el mismo artículo, punto 2 dicta que “la soberanía reside en el pueblo, que es de donde emanan los poderes del Estado”. Su rasgo monárquico, en el artículo 1.3, “La forma política del Estado Español, es la monarquía parlamentaria”. El rasgo autonomista, queda recogido en el artículo 2, donde se establece que España reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las diferentes nacionalidades y regiones que la integran. Su rasgo garantista se encuentra en el artículo 53.2, donde se establece que cualquier ciudadano puede recabar la tutela de los derechos y deberes fundamentales de la constitución, amparados por la misma, es decir, los derechos y libertades de la sección 1 del capítulo 2.