Álvaro Garitano-Zavala Andrea Salazar Jackeline Campos Mariana Da Silva Verónica Zegarra Dibujos: Daniela Ticona FORMULACIÓN DE MODELOS DE CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO NATURAL Y CULTURAL PARA LA Álvaro Garitano-Zavala Andrea Salazar Jackeline Campos Mariana Da Silva Verónica Zegarra Dibujos: Daniela Ticona UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS DEPARTAMENTO DE INVESTIGACIÓN, POSTGRADO E INTERACCIÓN SOCIAL (DIPGIS) PROYECTOS IDH PROYECTO IDH/UMSA: FORMULACIÓN DE MODELOS DE CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO NATURAL Y CULTURAL PARA LA CIUDAD DE LA PAZ La Paz- Bolivia 2016 iv Presentación Que rido naturalista urbano: Más del 60% de la población de Bolivia habita en las principales capitales, así que la salud fìsica y emocional de la mayoría de los bolivianos está determinada por la calidad ambiental de las ciudades. Esta realidad, común en todo el mundo, ha llevado internacionalmente a reconocer la importancia de planificar las ciudades de forma que se garantice el acceso igualitario para todos los ciudadanos a los servicios ecosistémicos que otorga la naturaleza para su bienestar y pleno desarrollo, así como para minimizar los impactos negativos de la contaminación, el hacinamiento y el estrés. A esto se ha denominado “desarrollo urbano sostenible”, y el objetivo de este paradigma es lograr que las ciudades sean hábitats adecuados donde los ciudadanos desarrollen sus capacidades en armonía con la naturaleza. Cuando vivimos la realidad de nuestras ciudades, ese objetivo parece un sueño. Pero es posible y además imprescindible si queremos garantizar un futuro para todos. Lograrlo es una responsabilidad compar tida entre los ciudadanos, los profesionales de todas las disciplinas y los gobernantes tomadores de decisiones. Uno de los principales aspectos que permitirán encarar una adecuada planificación urbana, es conocer, valorar y apropiar la biodiversidad urbana. La Convención de las Naciones Unidas para la Conser vación de la Diversidad Biológica de la que nuestro país es signatario, ha recono cido la import ancia de que los ciudadanos conozc an y conserven la biodiversidad nativa de las ciudades, porque puede ser especialmente rica, es un capital para todos, mejora la salud y bienestar, ayuda a mitigar los efectos del cambio climático, puede mejorar la nutrición y seguridad alimentaria. Además, el que los ciudadanos se involucren en su conocimiento y conservación repercute a la larga en las políticas de conservación y planificación del desarrollo sostenible a nivel global, pues las ciudades son los principales centros de decisión. v El ecosistema andino sobre el cual se estableció y creció la ciudad de La Paz es particularmente rico en biodiversidad . Pocos ciudadanos imaginarían que los ecosistemas que inmediatamente rodean y tienen influencia sobre la ciudad de La Paz, desde las altas montañas a los valles del sur, albergan a más de 1300 especies de plantas vasculares, 121 especies de aves nativas residentes (pueden verse hasta 154 si se considera las migrantes y visitantes ocasionales), más de 50 especies de los otros vertebrados nativos (peces, anfibios, reptiles y mamíferos), y un número aún desconocido de todos los tipos de animales invertebrados así como de algas y otros organismos. El objetivo de este pequeño manual es constituirse para los habitantes de la ciudad de La Paz en una herramienta que les guíe amenamente en el descubrimiento de la riquísima biodiversidad que les rodea. Si los ciudadanos aprendemos a reconocer las especies que nos acompañan en la urbe y sus alrededores, desde las más pequeñas a las más grandes e imponentes, si aprendemos a valorar a las especies nativas y a los ecosistemas naturales como aquellos que mejores y mayores servicios ecosistémicos nos pueden brindar , y si aprendemos que con acciones a nuestro alcance podemos lograr conservar esta rica naturaleza a nuestro alrededor, habremos dado un importante paso para empezar a conservar nuestro patrimonio natural y construir nuestra ciudad sostenible. Los autores Contenido Cuando veas una palabra seguida de un asterisco (*), puedes buscar su significado en el glosario al final del libro. En el índice taxonómico podrás encontrar los nombres científicos y comunes de las especies con la referencia de las páginas donde se habla de ellas. Picaflor gigante (Patagona gigas) Capítulo 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8 Sobreviviendo en la urbe más dura . Capítulo 2 Tu jardín, un oasis para la vida. Capítulo 3 . . . . . . . . . . . . . . 20 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30 La naturaleza en las áreas verdes públicas . Capítulo 4 Fragmentos relictuales silvestres. Capítulo 5 Viviendo en los márgenes de la ciudad . . . . . . . . . . . . . . . . . Capítulo 6 . . . . . . . . 58 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84 La biodiversidad en campos agrícolas periurbanos . Capítulo 7 Vida en las montañas . Capítulo 8 Vida acuática . 44 Capítulo 9 La vida silvestre en los valles de “Río Abajo” . . . . . . . . . . . . . 98 Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111 Clasificación taxonómica de la biodiversidad tratada en el texto . . . . . . . . . . . . . . . 112 Glosario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 130 Créditos de las fotografías . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136 2 Sobreviviendo en la urbe más dura Sobreviviendo en la urbe más dura E l centro histórico y las áreas comerciales aledañas de La Paz, tienen casi toda su superficie cubierta por asfalto y cemento, con pocos árboles, plazas y parques. Las viviendas en general carecen de jardines y los altos edificios constituyen una selva de hierro y hormigón. A esto se añade un alto tráfico vehicular y de personas. Ante un ambiente tan hostil, se puede suponer que pocos animales silvestres podrían sobrevivir, pero un buen naturalista podrá reconocer varias especies nativas. Es el caso de pocas especies de aves, que, además de estar presentes en otros ambientes urbanos, periurbanos y silvestres, son capaces de encontrar alimento y reproducirse en la urbe más dura, tolerando la cercana presencia de las personas y soportando las nuevas condiciones impuestas, como el ruido, la luz nocturna, nuevas enfermedades, especies introducidas, ferales e invasoras (ver pág. 5), nuevos depredadores, así como la contaminación del aire, del suelo y del agua. Te invitamos a dar un paseo por la ciudad y reconocerlas. Manual del Naturalista Urbano Este mapa de la actual mancha urbana de la ciudad de La Paz (con la ciudad de El Alto a la izquierda) muestra la zonificación de la urbanización. La urbe dura, con mayor proporción de edificaciones, menos vegetación nativa y mayor contaminación, es el área de color rojo intenso. El color anaranjado indica que las condiciones de “dureza” disminuyen un poco debido a los jardines privados, arbolado urbano y áreas verdes públicas. En amarillo las zonas de expansión urbana que aún están mezcladas con vegetación de ambientes periurbanos. La planificación urbana es el conjunto de estrategias que logran que una ciudad crezca garantizando el bienestar y calidad de vida de sus habitantes. Una ciudad carente de grandes espacios verdes públicos, o que no fomenta los espacios verdes privados y barriales, condena a sus habitantes a vivir alejados de la naturaleza, y por tanto con menos salud, más estrés y mayor indiferencia por lo que les rodea. Menos biodiversidad nativa indica menos calidad de vida para las personas. 3 4 Sobreviviendo en la urbe más dura La pichitanka (Zonotrichia capensis) (1) es sin lugar a dudas el ave silvestre más conocida por los ciudadanos de La Paz, habita desde los ambientes más naturales hasta los sitios más alterados por el humano, puedes verla alimentándose de granos o migajas incluso sobre el asfalto de las calles o el cemento de patios desprovistos totalmente de vegetación, y es tan osada que busca su alimento acercándose a pocos centímetros de las personas. Su canto es uno de los pocos sonidos naturales que aún podemos escuchar en la urbe. pecie más común es el mirlo chiguanco (Turdus chiguanco) (2). El mirlo grande (Turdus fuscater) es precisamente un poco más grande, de un negro más intenso, y el anillo amarillo alrededor del ojo es más brillante. Es muy difícil distinguirlos entre sí porque además hay formas intermedias, quizás producto del cruce entre ambas especies. Caracteriza a los chiguancos su variada dieta y su aguda inteligencia; los puedes observar buscando gusanos en el césped de los parques, buscando granos y semillas, fruta, restos de comida de las personas, e Los chiguancos tienen el plumaje ne- incluso pequeños vertebrados y huevos. Son, gruzco que contrasta con su pico y patas por tanto, depredadores naturales y por ello color amarillo-anaranjado brillante. La es- son importantes para el equilibrio ecológico. Manual del Naturalista Urbano Diferenciando especies nativas, introducidas, invasoras y ferales Hacer esta diferencia es fundamental para un naturalista. Una especie nativa, silvestre o indígena está presente en una región naturalmente por lo que se ha adaptado a lo largo de millones de años a ese entorno. Especies introducidas o exóticas han llegado a una región por acción del ser humano, sea accidentalmente o deliberadamente, y por esto, no han evolucionado junto a las especies nativas. Debido a esto pueden provocar serios desequilibrios ecológicos, e incluso podrían causar la extinción de especies nativas. Lastimosamente en la ciudad de La Paz, la mayoría de las especies vegetales de plazas y parques son introducidas (ver capítulo 3), como los eucaliptos, pinos y cipreses usados para “reforestar”, o los fresnos, plátanos de sombra y acacias negras usados intensamente para el arbolado de las calles y avenidas. Especie invasora: Algunas especies introducidas podrían convertirse en invasoras si llegan a dispersarse por sí mismas invadiendo extensas áreas, pudiéndose convertir en plagas si incrementan descontroladamente su número. Un ejemplo para La Paz es la liebre europea (Lepus europaeus), o las especies vegetales consideradas malezas* (ver capítulo 6). Especie feral, asilvestrada o naturalizada: son especies exóticas que eran domésticas y convivían con el humano, se escaparon, y se adaptaron a vivir de forma silvestre por su cuenta y sin la atención del humano, algunas podrían convertirse en invasoras. La palabra “feral” se aplica principalmente a los animales, y ejemplos en La Paz son las jaurías de perros que están en varias áreas periurbanas de la ciudad, así como gatos (ver capítulo 4), o caballos (ver capítulo 7). Para plantas se utiliza mayormente la palabra “naturalizada”, el diente de león ((Taraxacum offi fficinale)) es un ejemplo j p de especie naturalizada (pág. 7). La paloma común (Columba livia) (3) es una especie undo. Granintroducida por el humano por todo el mundo. bitan en las des poblaciones de individuos ferales habitan ciudades donde encuentran una inagotable le fuente de alimento ya sea en los basurales, o porque las personas las alimentan en las plazas. Es bien conocido cido que sus excrementos deterioran las edificaciones y monumentos públicos, a lo que hay que añadir la posible ble transmisió transmisión n so a los human nos. de enfermedades hacia otras aves o incluso humanos. 5 6 Sobreviviendo en la urbe más dura Entre las otras especies nativas, está la zenaida torcaza (Zenaida auriculata) (1), una tórtola que parece una versión pequeña de la paloma común, pero se diferencia por su color café con motas negras sobre las alas, patas rojizas y una típica mancha negra detrás de los ojos. No sólo habita en la ciudad sino también en áreas silvestres y campos de cultivo. Su canto es un suave arrullo*. Al igual que la pichitanka y el chiguanco, esta tórtola puede anidar en árboles o arbustos de los parques y jardines privados, coloca dos huevos blancos que incuban ambos padres por turnos; cuando hacen el cambio de turno lo hacen rápidamente, intentando exponer los huevos o polluelos el mínimo tiempo posible a los depredadores. Se un expert@ en diferenciar los cantos de las aves Las aves emiten varios tipos de “llamados” (simples vocalizaciones como por ejemplo piídos) y “cantos”, estos últimos son más complejos y los usan para encontrar pareja y demarcar sus territorios. Los cantos son tan distintivos entre especies que, si entrenas el oído podrás saber con sólo escuchar cuántas especies habitan un determinado lugar, sobre todo entre noviembre y febrero que es cuando se reproduce la mayoría de especies en La Paz, y por tanto, cantan más. Cada que escuches un canto intenta ver cuál es el individuo que lo está emitiendo para relacionar el canto con el ave, repite varias veces para entrenarte. Si tienes dudas, visita la siguiente página web donde observadores de aves comparten grabaciones, solo tienes que escribir el nombre en latín de la especie que crees emite un canto en el cuadro “búsqueda” de la página y podrás escuchar los cantos. http://www.xeno-canto.org/ Manual del Naturalista Urbano Chaiñitas o “estronguistas”, es el nombre de varias especies de pequeñas aves que se alimentan de granos, en las que domina el color negro combinado con el amarillo. Se desplazan en bulliciosas bandadas, donde suelen estar juntos individuos de varias especies. En la urbe dura son frecuentes dos: el negrito de Bolivia o jilguero negro (Sporagra atrata) (2) con amarillo sólo en alas y vientre bajo, y el jilguero ventriamarillo (Sporagra xanthogastra) (3), con el color amarillo del vientre extendiéndose hasta el pecho. El chubta (Phrygilus punensis) (4), se reconoce con facilidad por su evidente capucha negra-grisácea que destaca sobre su cuerpo amarillento. Esta especie es muy oportunista a la hora de alimentarse, consume todo tipo de granos y semillas, y aprovecha también el néctar de las flores, frutos e insectos. Como es el caso de muchas aves, aprovecha las semillas de la vegetación ruderal que crece espontáneamente en la urbe. La vegetación ruderal es aquella que crece en ambientes alterados por el humano. En la urbe dura, varias especies crecen en diminutos espacios de suelo entre el cemento y asfalto; entre estas especies existen exóticas naturalizadas como el diente de león a la derecha (Taraxacum officinale) o también especies nativas, como la hanukara a la izquierda (género Lepidium). 7 8 Tu jardín, un oasis para la vida Tu jardín, un oasis para la vida A veces pensamos que solamente podríamos encontrar y tener contacto con la naturaleza fuera de la ciudad, pero si tienes jardín en tu casa, y si eres un buen observador, te sorprenderás con la cantidad de vida que puedes encontrar. En muchos jardines privados, grandes o pequeños de La Paz, se cultivan plantas con fines ornamentales, o incluso árboles frutales, embelleciendo de esta manera los espacios de terreno y las edificaciones. Manual del Naturalista Urbano Si aún no tienes jardín, ¿por qué no considerar atraer la naturaleza a tu hogar?, sólo requieres de un poco de ganas e ideas para convertir aquel pequeño espacio de tierra desnuda que está olvidado en tu casa, o para llenar de ma- cetas tu terraza o balcones. Si tienes jardín puedes mejorarlo con más plantas, y mejor si son nativas. Con seguridad, el tiempo que destines a tu jardín será el más placentero y mejor recompensado. Entre los organismos menos comprendidos y que seguramente encontrarás en tu jardín, tenemos a las arañas, importantes como controladoras de plagas y para la manutención del equilibrio ecológico. Si bien muchas arañas, como esta del género Metapeira tienen la habilidad de construir telas fantásticas para capturar insectos voladores como alimento (1), otras, como esta araña saltadora del género Tullgrenella, realizan saltos intrépidos desde el suelo para capturar insectos (2). Encontrarás decenas de distintas especies, pero ninguna de estas pequeñas arañas son peligrosas para ti, pues lo son sólo para las pequeñas presas que capturan. 9 10 Tu jardín, un oasis para la vida Descubriendo invertebrados del suelo Si en tu jardín tienes troncos o piedras sobre la tierra dejados por bastante tiempo, al levantarlos te sorprenderás con la cantidad de pequeños invertebrados que podrás encontrar y observar. Ellos buscan ambientes húmedos, evitan la luz, y allí encuentran su alimento, por lo que nunca olvides de dejar cuidadosamente el tronco o piedra donde estaba. Entre los invertebrados que podrás ver están varias especies de cochinillas de humedad, que aunque no lo creas son crustáceos* (1 y 2), cienpiés*, que son depredadores (3), milpiés*, que comen material vegetal en descomposición (4), las babosas (5) y caracoles (6) que son moluscos*, comen hojas y se refugian en huecos y grietas del suelo, e insectos como este escarabajo del género Scotobius (7), gorgojos* (8) y tijeretas* (9). Manual del Naturalista Urbano 11 Los hongos, líquenes y musgos de tu jardín Existen muchos tipos de hongos en el suelo, son organismos descomponedores* muy importantes para el ciclo de nutrientes. Sus hifas* microscópicas se extienden por grandes superficies. Los hongos del grupo de los basidiomicetes*, forman las setas* para reproducirse (10 y 11) que aparecen en tu jardín en época lluviosa. Sólo un experto puede saber cuáles son comestibles y cuáles no lo son, por eso, ¡no intentes probarlos! Los musgos (12) son plantas muy pequeñas que crecen sobre techos, paredes, troncos y rocas, siempre y cuando tengan mucha humedad. Son capaces de soportar la época seca en estado deshidratado, y vuelven a la vida en cuanto nuevamente se mojan. Entre sus hojitas viven diminutos invertebrados, que también tienen la capacidad de volver a la vida cuando se rehidratan. Seguramente encontrarás líquenes en tu jardín, son organismos constituidos por un hongo y un alga que viven en simbiosis*. Presentan varias formas: los costrosos son los que están totalmente pegados al substrato, los foliosos están parcialmente despegados del sustrato, y los fruticosos están unidos al sustrato por un solo punto y son ramificados. En la fotografía se aprecian ejemplos de líquenes de las distintas formas sobre una rama (13). 12 Tu jardín, un oasis para la vida La importancia del néctar de las flores en tu jardín Las flores coloridas presentan una característica común: la producción de una solución dulce y perfumada llamada néctar* floral, que logra atraer a muchos insectos y ciertas aves, para los cuales es su principal alimento o incluso el único. Las flores pequeñas están diseñadas para los insectos polinizadores (ver recuadro). Son ejemplo algunas de las plantas exóticas de jardín más usadas como la retama (Spartium junceum), el trébol (Trifolium spp.), el jazmín ( Jasminum), la madre selva (Lonicera japonia), los geranios (Pelargonium spp.) o la lavanda (Lavandula officinalis). Y aunque las flores de la margarita (Leucanthemum spp.), manzanilla (Matricaria chamomilla) o cardo (Cirsium vulgare) señadas para insectos (1). En la fotografía una parecen grandes, son en realidad la conjunción mariposa del género Hylephila accede al néctar de multitud de pequeñísimas flores tubulares* di- gracias a su larga espiritrompa*. ¿Sabías qué es la polinización? Las plantas necesitan que los granos de polen* lleguen desde el aparato reproductor masculino de una flor, al aparato reproductor femenino de una flor distinta pero de la misma especie, con el fin de fecundar los óvulos* y producir semillas, a esto se llama polinización*. Algunas plantas, como por ejemplo los pastos, dejan que el viento transporte sus granos de polen, a este fenómeno se llama anemofilia (significa “amar al viento”). al visitar flores de aquí para allá, logrando así la polinización. A este fenómeno se llama zoofilia. Pero para que los animales repitan las visitas deben ser recompensados, por ello las flores les ofrecen el néctar que es un riquísimo alimento jugoso para ellos. Si las flores son pequeñas y especialmente diseñadas para insectos, al fenómeno se llama Pero otras, utilizando vistosos colores y agrada- entomofilia, si son grandes y tubulares* para bles aromas atraen a animales, para que sean atraer picaflores, se llama ornitofilia, y si son ellos los que transporten los granos de polen grandes, blancas y se abren de noche para atraer murciélagos, se llama quiropterofilia. Incluso hay flores pequeñas que se abren en la noche para atraer especialmente a polillas. En la fotografía de la izquierda un picaflor rutilante (Colibri coruscans) obteniendo néctar de la karalawa (Nicotiana glauca). Manual del Naturalista Urbano 13 Algunos ejemplos de insectos nectarívoros* de jardines urbanos. Una abeja europea (Apis mellifera) liba néctar de las flores del hinojo (Foeniculum vulgare) junto con una mosca (2), la mariposa Metardaris cosinga libando en el cardo (Cirsium vulgare), sus larvas* se alimentan de muchas plantas nativas y también del pino introducido (3), una mariposa del género Vanesa alimentándose en flores de quiswara (Buddleja coriacea) (4), un mariposa del género Dione (5), muchas avispas también pueden elaborar miel y son capaces de entrar en flores tubulares* como la tankara (Dunalia brachyacantha) (6), abejorros o hauironq’os del género Bombus, libando en flores abiertas como el cardo (7), y otro huaironq’o o abeja carpintera (género Xylocopa) perforando el nectario* de flores tubulares de cantuta (Cantua buxifolia) (8), muchas especies de moscas son nectarívoras, y varias asemejan externamente abejas para confundir a posibles depredadores (9), una mariposa del género Colias libando en trébol blanco (Trifolium repens)(10). 14 Tu jardín, un oasis para la vida Aves nectarívoras en tu jardín Si quieres tener la fortuna de observar hermosos picaflores en tu jardín, debes saber que las flores en forma de tubo o tubulares* están especialmente diseñadas para sus largos picos. Por eso, los atraerás si plantas arbustos nativos como cantuta (Cantua buxifolia), tankara (Dunalia brachyacantha) o karalawa (Nicotiana glauca) (ver figuras de las páginas anteriores); o también especies ornamentales sudamericanas como el farolito chino (Abutilon pictum), fucsias (Fuchsia), floripondios (Datura spp.), o tumbo (Passiflora tripartita). Entre estos picaflores está el picaflor gigante (Patagona gigas), que con sus 22 cm de largo es el picaflor más grande del mundo; es de color marrón con una mancha blanca en la espalda, el individuo de la figura ha elaborado su nido en un eucalipto (1). El picaflor urbano más común es el picaflor rutilante (Colibri coruscans) (2), presenta colores tornasolados* de azul, verde y violeta que resaltan con la luz, defiende arduamente las flores que están en su territorio vocalizando intensamente con un “Chiip, chiip, chiip…” y expulsando agresivamente a otras especies de aves. También es posible que veas al colibrí cometa (Sappho sparganurus) (3), aunque es mucho más raro en ambientes urbanos, pues prefiere extensas áreas con flores. Recibe este nombre debido a la forma de su larga y brillante cola bifurcada bronce-rojiza atravesada con rayas negras, que resalta con la luz del sol cuando se desplaza rápidamente entre las flores. El individuo de la fotografía es un macho, ellos tienen la cola más larga con cuatro bandas negras, mientras que la cola de las hembras es más corta, con sólo dos bandas negras. Manual del Naturalista Urbano 15 La estrategia de “robar néctar” El néctar es un recurso tan nutritivo que otras especies de animales pueden acceder a él sin polinizar a las flores. A estos animales se los llama “ladrones primarios de néctar”, y pueden ser insectos, como los abejorros (ver figura 8 de la página anterior) o aves. Los pinchaflores son las aves más adaptadas a esta labor, ellos primero enganchan la base de las flores tubulares* -como la cantuta- con el puntiagudo ganchito de su pico, realizan una pequeña perforación a nivel del nectario* y extraen el néctar con la lengua. Existen tres especies de pinchaflores en los alrededores de La Paz, el pinchaflor carbonero (Diglossa carbonaria) es el más común en los jardines urbanos (4), pero podría verse también al pinchaflor gorjinegro (Diglossa bruneiventris) (5), y sólo en zonas de menor altitud, como en los valles de Río Abajo (ver capítulo 9), al pinchaflor ferrugíneo (Diglossa sittoides) (6). Aún más interesante es que también existen otras aves e insectos que aprovechan de extraer el néctar de las perforaciones hechas por los “ladrones primarios”, muchas abejas y avispas pueden hacerlo, y por ello se las denomina “ladrones secundarios de néctar”. Es también un ladrón secundario una bonita especie de ave, el conirrostro cinéreo (Conirostrum cinereum) (7) de color gris con una ceja blanca en el rostro y un pico pequeño y puntiagudo en forma de cono, come principalmente insectos pequeños, pero también se alimenta de néctar. 16 Tu jardín, un oasis para la vida Las aves que visitan tu jardín en busca de frutos Los árboles frutales que solemos plantar en nuestros jardines para beneficiarnos de sus frutos son en su mayoría introducidos como los ciruelos, durazno, cerezo (Prunus spp.) (1) o manzano (Malus spp.), pero son también muy importantes para atraer a una gran variedad de aves nativas. Casi todas las casas de antaño tenían árboles frutales y más aún huertas, una práctica que está desapareciendo pero que debería rescatarse. Por ejemplo, puede acudir a buscar frutos el pepitero (Saltator aurantiirotris) (2), un ave grande que es muy fácil de reconocer por el vistoso pico anaranjado que contrasta con la cabeza negra con una línea blanca que va desde el ojo hasta los hombros. Su canto es un inconfundible y potente silbido que asemeja a un “Fuiiit-fuuuiiiu…”. También puede visitar tu jardín un tipo de pequeño lorito verde con un inconfundible gorrito plomo, es el perico cordillerano gris (Psilopsiagon aymara), se mueve en grupos bulliciosos entre los árboles de molle u otros árboles y arbustos con frutos jugosos, comiendo no sólo los frutos, sino también brotes tiernos, e incluso el néctar de las flores, para lo cual rompen la base de las mismas (3). Son muy comunes en los valles de “Río Abajo” (capítulo 9). Manual del Naturalista Urbano 17 Los árboles frutales de tu jardín seguramente atraerán a la hermosa tangara naranjera (Pipraeidea bonariensis), de cabeza azul brillante a manera de capucha, resaltando el color amarillo brillante del pecho sobre todo en los machos (4), las hembras son más opacas con dominio de tonos pardos. Es un ave rara de ver, pues prefiere moverse sobre las copas de los árboles, y pocas veces se aventura al suelo. Y otra especie de ave que puede acudir a los jardines en busca de frutos es el cortarramas (Phytotoma rutila). El macho presenta un color rojizo anaranjado brillante en la cara y el pecho (5), y la hembra es parda con estrías en el pecho (6). Los jardines privados no sólo son imprescindibles para conservar la biodiversidad nativa en las ciudades, sino que si elegimos bien las especies de plantas a cultivar, podremos obtener alimento, medicinas naturales y condimentos. Además de frutos, los cortarramas se alimentan cortando con su pico dentado las hojas de las ramas y pequeños brotes, también comen semillas y flores de varias especies vegetales nativas. Son muy territoriales, y anuncian a sus competidores la posesión de territorios con un canto que asemeja un “eeeerrrrrr”, que al escucharlo parece el rechinar de una puerta vieja, también emite este canto cuando el ave escapa volando luego de ser espantada. 18 Tu jardín, un oasis para la vida Los recursos que ofrecen los jardines son variados. Algunas aves pueden anidar en los arbustos y cercos vivos, para eso la hiedra (Hedera helix) es muy importante. Muchas orugas*, que son las larvas* de las mariposas, comen las hojas, tallos, flores o raíces de las plantas; puedes encontrarlas sobre los arbustos, sobre el césped o enterradas en el suelo. Si llegan a hacer la pupa* en tu jardín para pasar el proceso de metamorfosis*, resultará fantástico observar qué tipo de mariposa adulta emerge. semejando un tallito, ésta se alimentaba de una rosa, sus adultos son polillas (1). Uno de los tipos de taparakus más bonitos son las polillas picaflor, llamadas así porque liban néctar mientras vuelan normalmente de flores que se abren en la noche, en la foto una del género Manduca (2). Hay muchos otros tipos de taparakus, y sus larvas* son también muy diversas, por ejemplo, algunas están cubiertas de pelos (Fam. Arctiidae) (3), y otras no (Fam. Noctuidae), como la de la fotografía que pasa Una oruga del tipo gusanito medidor (Fami- su vida larvaria bajo la tierra alimentándose lia Geometridae), muy hábil para camuflarse de raíces (4). Manual del Naturalista Urbano 19 Otros insectos buscan polen para alimentarse de él, como esta avispa que cuida celosamente una bola de granos de polen que ha recolectado afanosamente (5), o los escarabajos estronguistas (género Astylus) (6), que buscan el polen para comer, pero al quedar impregnados de él, también pueden polinizar las flores. Las especies de insectos y otros invertebrados en La Paz deben ser varios miles, aún hace falta estudios para saber cuántas hay, y quizás muchas sean nuevas para la ciencia. Las aves insectívoras como indicadoras de la salud de un ecosistema La ciencia de la ecología* denomina “red trófica” a las interacciones entre especies que se alimentan unas de otras, cuantos más niveles existen más complejo es el ecosistema y tiene mayor potencialidad de ofrecer servicios ambientales*. Si en tu jardín hay suficientes recursos vegetales, podrán haber muchos invertebrados, y entonces podrán acudir aves insectívoras*. Normalmente las aves insectívoras están ausentes en ambientes muy alterados como las urbes y prefieren las áreas silvestres, pero una de las especies que puede visitar tu jardín es el chochín criollo o ratona (Troglodytes aedon). Logra adaptarse a la urbe debido a que son capaces de anidar incluso en oquedades de los muros. En la fotografía, uno de los padres llega con un insecto para alimentar a las crías, y el otro está extrayendo un saco fecal* de las crías. 20 La naturaleza en las áreas verdes públicas La naturaleza en las áreas verdes públicas L as áreas verdes públicas son los espacios que se dejan sin construir dentro de la ciudad, con el fin de sembrar vegetación con fines ornamentales, y para que sean espacios de descanso y esparcimiento para todos los ciudadanos. Son públicas porque nos pertenecen a todos, son manejadas por el Gobierno Municipal, y todos somos responsables de su existencia y de su cuidado. Puesto que las áreas verdes públicas sirven a todos los ciudadanos, la cantidad de ellas, la superficie que ocupan y su ubicación, deberían estar en relación a la cantidad de habitantes. Lamentablemente en la ciudad de La Paz se tiene una cantidad muy inferior a la recomendada para que todos gocemos de salud: es de apenas 2m2/habitante, cuando se recomienda al menos 15m2/habitante. Manual del Naturalista Urbano 21 La importancia de tener y mantener éstas áreas verdes en nuestra ciudad radica en: 1. Son espacios donde los efectos nocivos de la ciudad como ruido, aglomeración y contaminación del aire disminuyen, por lo que descansar y relajarse en ellas elimina el estrés y otras tensiones que hoy en día se sufren en la cotidianidad urbana. 2. Se puede realizar actividades físicas al aire libre, que son mucho mejor que hacerlo en ambientes cerrados. También tomar el sol o descansar bajo la sombra, son aspectos necesarios para mantenernos saludables. 3. Representan una importante oportunidad para entrar en contacto con la naturaleza, para aprender de ella y tener una mejor actitud para conservarla. 4. Embellecen el espacio urbano y ofrecen un hábitat para la fauna silvestre. Se ha demostrado que el mayor contacto con la naturaleza (paisaje, plantas y animales) ayuda a nuestro equilibrio emocional. 5. Retienen gran cantidad de agua de lluvia, evitan la erosión del suelo, aumentan la humedad del aire, controlan la temperatura, detienen el viento, retienen el polvo. 6. Y son ideales para los encuentros entre las personas, afianzando nuestras relaciones sociales. ¿Sabías qué? La vegetación urbana puede reducir los efectos del calentamiento global* de dos maneras: 1. Todas las plantas a través de la fotosíntesis* absorben dióxido de carbono* y a cambio producen oxígeno. 2. La vegetación frondosa controla la temperatura del ambiente, reduciéndola si es alta o incrementándola si es baja, por tanto, reduce la necesidad de utilizar más energía para controlar la temperatura en los hogares, reduciéndose las emisiones de dióxido de carbono*. 22 La naturaleza en las áreas verdes públicas Las áreas verdes urbanas se dividen en tres tipos: Pero igualmente vale la pena visitarlas para reconocer las plantas y animales que pueden albergar. Es importante lograr que en nuestra 1. Plazas y parques, diseñadas para el encuen- ciudad haya más áreas verdes grandes con tro y descanso de las personas. menos cemento y con más vegetación. 2. Árboles plantados en aceras y otros sitios, llamado arbolado urbano. 3. Pequeñas jardineras en los centros de avenidas o en rotondas. En el mapa hemos incluido las plazas, parques, cementerios y urbanizaciones que tienen una mayor superficie con vegetación. Resalta que para una ciudad tan grande son pocas y muy pequeñas. Todos tenemos el derecho de que en nuestros barrios existan suficientes áreas verdes grandes. Trabajemos juntos para implementarlas, cuidarlas y mantenerlas. Manual del Naturalista Urbano 23 Otras especies arbóreas exóticas muy usadas son los pinos, por ejemplo Pinus radiata originario de Norteamérica (4) o los cipreses Lamentablemente en nuestra ciudad el cono- (Cupressus spp.) originarios de Europa (2). Escimiento sobre el valor de las especies vege- tos últimos son podados en diversas formas, tales nativas es muy limitado, por eso, en la y por eso los usan también como cercos vimayoría de las áreas verdes públicas se han vos, o en variedades enanas podados de sembrado especies exóticas. Entre las especies forma cónica (ver foto 1 de la siguiente páarbóreas destacan los eucaliptos (Eucalyptus gina). Siguen en la lista las acacias negras spp.) originarios de Australia (1), es el árbol (Acacia melanoxylon), los fresnos (Fraxinus spp.), más alto de todos en la ciudad, puede alcanzar los plátanos de jardín (Platanus spp.), los álamos hasta los 60 m de altura. Se lo ha sembrado (Populus spp.), el sauce llorón (Salix babylonica), intensamente, incluso creando bosques arti- la palmera canaria (Phoenix canariensis) (3), la ficiales como en Pura Pura. Debe tenerse en yuca (Yucca aloifolia), los olmos (Ulmus spp.), cuenta que empobrecen y desecan los suelos. y muchos más, de origen exótico tan diverso como Australia, Europa, Asia y Norteamérica. Vegetación exótica en las áreas verdes públicas 24 La naturaleza en las áreas verdes públicas Casi todas las especies arbustivas y herbáceas usadas en áreas verdes públicas son exóticas. El Ligustro (Ligustrum spp.), originario del hemisferio norte, es usado como cercos vivos (1), o como ornamentos centrales, en la foto 2 junto a acacias negras y ejemplares de ágave o magüey (Agave americana). El ágave es originario de México, donde se lo cultiva para obtener tequila; florece una vez en su vida antes de morir, levantando un largo tallo con miles de flores en ramilletes, a las que acuden los picaflores (3). Arbustos como la malva real (Lavatera assurgentiflora), rosas (Rosa spp.), claveles (Dianthus spp.), o rosa verde (Echeveria sp.), se cultivan en el estilo europeo del siglo XIX llamado “jardinesco”, el cual forma figuras geométricas y combina colores en diseños artificiales. Este estilo ha sido imitado en todo el mundo, pero las ciudades modernas han reconocido actualmente que lo mejor es imitar el diseño de la naturaleza circundante usando especies nativas. Manual del Naturalista Urbano 25 Especies arbóreas nativas Esta corteza protege al árbol de las bajas temperaturas y además aloja invertebrados que son alimento para las aves. Por esta razón nunca desprendas su corteza. Afortunadamente, las áreas verdes públicas albergan algunas especies de árboles nativos, éstos son los más importantes para el naturalista urbano, pues al ser nativas, atraen muchas Los molles (Schinus areira y S. molle) (6) tammás especies de fauna silvestre. bién conocidos como falsos pimenteros, tienen una copa muy amplia por lo que son ideales Empezaremos hablando de la keñua, nom- para dar sombra. bre común de varias especies del género Polylepis (4), son árboles caracterizados por Pueden alcanzar hasta los 15 m de altura, prosu rojizo tronco retorcido cubierto por una duce miles de florecitas blancas que atraen corteza muy especial, que parece un conjunto insectos, y sus pequeños e innumerables frutos de láminas de papel superpuestas (5). rojizos son comestibles, por lo que son importantes para muchas aves (7). 26 La naturaleza en las áreas verdes públicas La quiswara (Buddleja coriacea) es un árbol que inicialmente tiene un porte arbustivo, generalmente no sobrepasa los 5 m de altura (1). Produce una infinidad de pequeñas y fraganciosas flores con intenso olor a miel (2), las cuales atraen a muchas especies de insectos. Puede ser usada en jardines aprovechando su porte arbustivo, o lograr un porte arbóreo con una adecuada poda de las ramas inferiores. Destaca el contraste de color de sus hojas, verde obscuro por encima y blanco por debajo. Es una de las especies que mejor se adapta a zonas altas. El tarco o jacarandá ( Jacaranda mimosifolia) es un árbol mediano, que puede alcanzar los 10 m (3). Su principal característica es que una vez al año, durante la época lluviosa, se cubre de muchísimas flores azul-violeta que ofrecen un recurso muy valioso para insectos y aves nectarívoras*. Sus frutos leñosos, redondeados y aplanados son inconfundibles (4). Crece mucho mejor en zonas de menor altitud en la ciudad de La Paz. 27 Manual dell Naturalista Urbano Urb Aves nativas en las áreas verdes públicas Dentro de las áreas verdes públicas podrás encontrar varias especies de aves, entre ellas las que hemos descrito en los capítulos 1 y 2, a las que se suman otras que son atraídas por las grandes áreas de césped o por la densidad de árboles y arbustos; si pones atención, podrás también observar las diferentes actividades que realizan. La golondrina barranquera (Pygochelidon cyanoleuca) (5), es una experta en capturar insectos en el aire mientras vuela, normalmente en grupos numerosos; suele usar cavidades en barrancos o muros para nidificar. Para diferenciarla del vencejo (pág. 37) observa que las alas en vuelo tienen forma triangular. Otra especie insectívora* es el cachudito piquinegro (Anairetes parulus), que a pesar de ser bastante pequeño, se lo puede reconocer por las dos plumas negras sobresalientes que tiene en la cabeza a manera de cuernos, y por su pecho estriado (8). Rara vez se lo ve en el suelo, pues se alimenta principalmente de insectos que busca afanosamente en el follaje* de la vegetación. En el azulejo (Thaupis sayaca) destaca el color celeste metalizado del plumaje, se alimenta principalmente de frutos y semillas en lo alto de los árboles (7). Otra especie que busca frutos es la cotorra cabecirroja (Psittacara mitrata) (6), una pequeña población habita en la ciudad de La Paz utilizando los grandes y frondosos árboles para alimentarse y descansar. Puedes observar otras poblaciones en zonas rurales como Palca. 28 La naturaleza en las áreas verdes públicas En muchas especies, machos y hembras tienen los mismos colores, pero si los sexos son distintos entre sí, se llama dimorfismo sexual*. Es el caso del piquito de oro (Catamenia analis) (1), pequeña ave granívora* en la que el macho tiene un brillante pico amarillo-dorado, plumaje gris azulado, una banda blanca en la cara ventral de la cola y un antifaz negro en los ojos, mientras que las hembras son jaspeadas con marrón. Para no confundir a las hembras con otras especies, intenta observarlas cuando estén junto al macho. Algo parecido ocurre con una especie de kellunchu (Sicalis flaveola) (2), en la que el macho es amarillo con la frente roja, y la hembra es marrón jaspeada. Es granívoro* y canta melodiosamente. Una de las especies de aves más carismáticas de la ciudad es el carpintero andino o yaka-yaka (Colaptes rupicola) (3). Se ve especialmente atraído por las áreas verdes públicas que tienen grandes extensiones de césped. Como naturalista quizás esperarías encontrar a un pájaro carpintero subido en los árboles y picoteando los troncos, pero el yaka-yaka lo hace rara vez. Se ha adaptado para vivir en las montañas de los Andes, y consigue su alimento “compuesto principalmente de gusanos”, picoteando con su largo y fuerte pico en el suelo. El individuo de la fotografía es una hembra, pues el macho presenta una pequeña mancha roja en la nuca y otra mancha roja al extremo de la línea negra que continúa por debajo y detrás del pico. Vocaliza ruidosamente un llamado que parece un “yac-yac”. Manual del Naturalista Urbano 29 La palomita cascabelita o kurukuta (Metriopelia ceciliae), usa muy bien el camuflaje, pues pasa desapercibida sobre el suelo gracias al diseño de su plumaje (4). Es inconfundible por dos características: presenta un área de piel desnuda color rojo-anaranjado brillante alrededor de los ojos, y cuando vuela emite un agudo sonido como cascabel, el cual es producido por el roce del aire con las plumas. Finalmente mencionaremos a la paloma moteada (Patagioenas maculosa) (5). Es una paloma robusta casi del tamaño de la paloma común introducida (Columba livia), con la que suele confundírsela, pero se distingue por varias características: tiene un invariable color plomizo-marrón con motas blancas sobre las alas, el color del iris del ojo es gris-celeste, y cuando vuela muestran inconfundibles líneas blancas sobre las alas. Además, le gusta pasar mucho más tiempo sobre los árboles bajando al suelo sólo para alimentarse, no frecuenta los basurales, y rara vez es atraída por la comida que dejan los humanos. Su voz es un ronco arrullo*. ¡Utiliza tus habilidades de naturalista urbano! Hasta ahora has conocido 28 especies de aves nativas que son las más frecuentes dentro de la ciudad. Ahora dirígete a muchas y diferentes áreas verdes públicas, y haz un listado de todas las especies de aves que detectes en cada una. Luego compara las áreas verdes entre sí, según el número de distintas especies de aves nativas que tuvieron. ¿Hay algún efecto del tamaño del parque o plaza?, ¿influye la mayor o menor cantidad de cemento?, ¿afecta al número de aves la cantidad de especies vegetales nativas? ¡Saca tus propias conclusiones! 30 Fragmentos relictuales silvestres Fragmentos Relictuales Silvestres Manual del Naturalista Urbano 31 Fragmentos silvestres dentro de la urbe: un refugio para la vida nativa L os Fragmentos Relictuales* Silvestres (FRS), son áreas naturales que estaban conectadas con los ambientes periurbanos antes de la expansión urbana, y permanecieron encerrados dentro de la ciudad de La Paz debido a que sus pendientes, inestabilidad del terreno y topografía impedían construir casas sobre ellos. Por eso, varían mucho entre sí según su ubicación, su tamaño, y su cercanía con áreas periurbanas. Por desgracia, la actual presión de construcción urbana está ocupando incluso estas áreas, pese a que estas acciones significan un enorme peligro para la seguridad de las personas que edifican sus casas allí, y de las que habitan en los alrededores, amenazando además con la pérdida irremediable de estos valiosos ambientes naturales urbanos. Con ayuda del mapa de abajo podrás ubicar dónde queda cada uno de ellos para visitarlos. 32 Fragmentos relictuales silvestres Biodiversidad nativa en los FRS En general forman matorrales* de porte mediano a bajo, con predominio de especies Lo más destacable de los FRS es que son arbustivas leñosas, resistentes a la falta de realmente unas islas de biodiversidad nativa humedad. Los arbustos serán más bajos y dentro de la mancha urbana, sorprendente- ralos si las laderas son empinadas, o más altos mente en ellos puedes encontrar gran parte y frondosos en lugares más planos. En lugares de las especies de los alrededores silvestres protegidos y húmedos, como debajo de los de la ciudad. arbustos, crecen muchos tipos de pequeñas hierbas con pequeñas y vistosas flores. Dependiendo del tamaño del fragmento, es posible que éste incluya profundas quebra- Programas de reforestación, erróneamente das, laderas empinadas e incluso pequeños plantan especies arbóreas exóticas (eucaliptos, riachuelos. Las especies vegetales se adaptan cipreses, acacias, retamas, etc,), afectando a los distintos tipos de terrenos, y por eso el equilibrio natural, e incluso bloqueando la el número de distintas especies es enorme. apreciación visual de los fragmentos. Los fragmentos silvestres se destacan al interior de la urbe por las extraordinarias formas de columnas y agujas que el agua ha formado a través de los años sobre el terreno arcilloso. Cada uno de ellos es único e irremplazable, su contribución a la belleza del paisaje urbano es invaluable y un símbolo de identidad paceña, por lo que conservarlos es un deber de todos. Manual del Naturalista Urbano 33 Una explosión de colores La salvia (Salvia haenkei) (2) y la muña o koa (Clinopodium bolivianum) (3) tienen Existen numerosas especies nativas con visto- además tallos y hojas muy aromáticos, la sas flores de variadas formas y colores, mencio- primera es visitada por picaflores. El sojo naremos sólo algunas de ellas, pero tú podrás sojo (Agalinis lanceolata) (4) por su forma sorprenderte con muchísimas otras especies es particularmente visitada por los abejorros. cuando visites los FRS. La mayoría de estas Pertenecientes a la familia de la arveja, están especies florecen sólo durante la época de la añayuaya (Adesmia miraflorensis) fuerlluvias. Un grupo notable son las zapatillas temente armada con espinas (6), y la kkela (unas seis especies del género Calceolaria) (Lupinus altimontanus) que es el pariente cuyas flores amarillas realmente tienen la forma silvestre del tarwi (Lupinus mutabilis) (5). de zapatitos de bebé (1). 34 Fragmentos relictuales silvestres Observarás muchas especies de la familia de la papa, algunas tienen las flores abiertas y los frutos son bayas* muy buscadas por las aves como alimento. Es el caso del ckapo-ckapo (Lycianthes lycioides) (1), y unas 15 especies del género Solanum (2). Otras especies de la familia tienen flores tubulares y su fruto es una cápsula*. Una de las especies más importantes de este tipo es la karalawa (Nicotiana glauca) (3), esta especie presenta flores todo el año (4), y esto la hace muy importante para todas las especies de picaflores de La Paz También es importante mencionar a un grupo de plantas que se han adaptado muy bien a suelos arcillosos pobres e incluso salinos, lo que les permite crecer en las pendientes más abruptas. Se trata de la familia de la quínua (Chenopodium quinoa), y además de parientes silvestres de ésta, observarás por ejemplo a la kentara (Atriplex semibaccata) (5), si observas por debajo de sus hojas verás un polvito blanco que es la sal que son capaces de sacar del suelo. Manual del Naturalista Urbano 35 La familia de plantas con flores compuestas* tiene muchos representantes en los FRS, y debido a sus pequeñas flores, la mayoría atraen a insectos. Entre ellas está el sunchu (Viguiera australis), el sunchillo (Viguiera pazensis) (6), la muni (Bidens andicola) (7), una verbesina blanca (Verbesina mandonii) (8), el t’uyu t’uyu (Pluchea fastigiata) gran arbusto caracterizado por sus hojas velludas (9) y el sunchu waycha (Senecio clivicolus) de penetrante olor y que crece rápidamente sobre suelos removidos (10). Pero sorprendentemente un grupo de esta familia ha logrado adaptarse para atraer a picaflores, son las chirchircomas, una tiene una flor muy grande y vistosa (Mutisia acuminata) (11), y la otra flores más angostas (Mutisia orbignyana) (12). 36 Fragmentos relictuales silvestres Tholas y chillcas en nuestra cultura Existe un interesante grupo entre las plantas de flores compuestas* caracterizado porque sus hojas y tallos están llenos de resinas, las cuales hacen que ardan muy bien; “Thola” precisamente significa leña en aymará. Las resinas permiten que estas plantas mantengan su follaje* verde durante todo el año (actúan como anti-congelante), mientras otras plantas lo pierden en el seco invierno. Esta característica es muy importante para toda la vida silvestre. Sin embargo, estas plantas tienen más utilidades, pues tienen propiedades medicinales, se usan para teñir lanas, y son alimento para el ganado. Como ejemplos en los FRS tenemos a la chillca (Baccharis latifolia) un arbusto muy grande (1), las tholas (Baccharis tola, B. linearifolia) arbustos medianos de hojas dentadas (2), la t’anta thola (Baccharis papillosa) caracterizada por sus hojas anchas y redondeadas (3), y la thola supa (Baccharis boliviensis) con hojas muy delgadas, casi como filamentos (4). Manual del Naturalista Urbano 37 Las aves nativas de los FRS Ya que viste una enorme diversidad de plantas nativas presentes en los FRS, es lógico que supongas que la diversidad de fauna también será grande. No te equivocas, pues podrás ver a todas las aves que conociste en la urbe dura, jardines y áreas verdes públicas, pero además se suman especies que tienen como preferencia alimenticia a los insectos (insectívoras*), y las que se alimentan de otros vertebrados (carnívoras*). Las aves insectívoras usan variadas estrategias para buscar y capturar a los insectos. Para la captura de insectos que están volando a gran altura, el vencejo andino (Aeronautes andecolus) (5) es un experto, se diferencia de las golondrinas en que sus alas son más largas y delgadas, asemejando un boomerang. No pasarán desapercibidos, debido a que son muy bulliciosos y realiza espectaculares acrobacias en el cielo. El canastero rojizo (Asthenes dorbignyi) llamado así por el café rojizo de su espalda y cola (6), se especializa en buscar y encontrar insectos en el suelo y la base de los arbustos. Es difícil de verlo pues rara vez se posa sobre el follaje*, pero sabrás que está en un FRS al escuchar su potente canto y al observar sus particulares nidos construidos con ramitas cruzadas a manera de canasta (7). ¿Sabías que los vencejos se han adaptado a la vida aérea de manera extraordinaria? Pues ellos pueden pasar meses enteros volando de manera ininterrumpida, ¡sin posarse nunca! Realizan casi todas sus funciones vitales al vuelo, como dormir, alimentarse, e incluso ncluso aparearan para incubar se. Sólo se posan los huevos y criar riar los polluelos; sus nidos os os son construidos con materialess que para nuestra ra sorpresa también fueron recolectados volando, y usan su saliva para juntar los materiales les y pegar los nidos en paredes des verados ticales en acantilados inaccesibles. 38 Fragmentos relictuales silvestres Buscar intensivamente en el follaje* es otra estrategia utilizada por varias aves insectívoras. Se caracterizan por ello dos especies de tijerales, el tijeral canelo (Leptasthenura fulginiceps) (1) y el tijeral colinero (Leptasthenura aegithaloides) (2), son muy particulares por sus largas colas bifurcadas y sus pequeñas crestas, pero son un poco difíciles de ver, pues se mueven rápidamente entre el follaje de arbustos, realizando impresionantes acrobacias. La diferencia entre ambos es muy notoria, el primero tiene coloraciones más lisas, y el segundo es jaspeado en la cabeza. Si recuerdas al cachudito piquinegro que lo mencionamos en el capítulo 3, un pariente suyo, el cachudito piquiamarillo (Anairetes flavirostris) es más común en los FRS pues evita los ambientes urbanizados, se distingue del primero por la base amarilla del pico, y porque las plumas de su cresta son más rectas (3). Este cachudito también busca insectos entre el follaje con rápidos movimientos. Una estrategia muy distinta usan los pitajos. Tanto el pitajo canela (Ochthoeca oenanthoides) (4), como el pitajo gris (Ochthoecha leucophrys) (5) se posan sobre ramas de arbustos que les permitan tener un amplio campo de visión (por eso es fácil observarlos), y desde allí se lanzan sobre sus presas, sea capturándolas al vuelo en el aire, o sobre el suelo. Luego vuelven a su mismo observatorio para continuar la cacería. Manual del Naturalista Urbano 39 Las monteritas, pertenecen al grupo de las aves granívoras*, y eso es evidente cuando observas su pico, que en lugar de ser largo y fino como en los canasteros, tijerales, cachuditos o pitajos, son más bien gruesos. Y es que aunque comen granos, las monteritas consumen gran cantidad de insectos usando la estrategia de búsqueda entre el follaje*. La monterita pechigris (Poospiza hypochondria) (6), es la más común, la monterita boliviana (Poospiza boliviana) (7) tiene colores más brillantes en pecho y flancos, y la monterita acollarada (Poospiza torquata) (8), ligeramente más pequeña que las dos anteriores, tiene un collar negro. Aves carnívoras o rapaces* La María o Alkamari (Phalcoboenus megalopterus) es un ave bastante grande, y aunque tiene el tamaño y apariencia de un águila, es en realidad un halcón grande que se ha adaptado a una dieta principalmente carroñera, aunque en ocasiones puede capturar pequeños vertebrados. Los adultos son negros con el vientre blanco, y los juveniles son marrones. Vuelan solitarios, en parejas, o junto a los juveniles. Nidifican en árboles o en repisas de cañadones donde pueden construir una plataforma de ramas y pajas (9). Gracias a que no son exigentes en su dieta, se lo puede observar sobrevolando sobre los ríos urbanos, e incluso sobre la urbe dura, buscando restos de comida. 40 Fragmentos relictuales silvestres El killi-killi (Falco sparverius) (1) es un halconcillo, no más grande que una paloma, es el ave rapaz más pequeña en La Paz, pero a la vez la más frecuente. Su nombre común deriva de sus típicas vocalizaciones chillonas. Acecha a sus presas desde las ramas más altas de árboles, o en las cercanías de la ciudad es común que lo veas posado en los cables. Sus presas principales son lagartijas, insectos y ratones. Es muy territorialista* y no teme enfrentarse a halcones de mayor tamaño, o incluso al alkamari o a águilas. Es importante distinguir al killi killi de otros dos halcones que podrías ver en La Paz. El halcón aleto o halcón aplomado (Falco femoralis) es un poco más grande, se distingue por el color plomizo del dorso en lugar de ser rojizo y por la distinta disposición de las líneas de la cara (2). El halcón peregrino (Falco peregrinus) (3) es una especie que migra* desde el hemisferio norte, sólo durante nuestro verano. Tiene rayas en el pecho y el vientre, y el color obscuro en la cabeza forma una capucha. Los halcones también son especialistas en la caza de pequeñas aves al vuelo, por eso tienen ojos grandes y un vuelo veloz. Esto distingue a los halcones de las águilas, de las que hablaremos en el capítulo 5. Manual del Naturalista Urbano 41 ¡¿Ver vizcachas dentro de la ciudad?! La vizcacha de montaña (Lagidium viscacia) es el mamífero silvestre nativo más grande que puedes observar al interior de la mancha urbana. Sobrevive porque los FRS le otorgan un adecuado hogar y escondite, debido a la particular topografía que tienen, creando paredes verticales con numerosas grietas. Si bien la vizcacha también está presente en ambientes periurbanos, es fantástico que aún sobreviva tan cerca de la urbe como para poder apreciarla, aprender de ella, y sobre todo protegerla. Se diferencia de los conejos por su larga y peluda cola, y una línea oscura en la espalda. Es muy ágil y está especializada en moverse dando saltos en terrenos muy empinados y accidentados. Las vizcachas son animales sociables y viven en colonias. Durante el día dormitan tomando el sol, siempre vigilando y confiando en su perfecto camuflaje. Es posible que durante tu visita a un FRS escuches silbidos, ésta es la manera en que las vizcachas centinelas se comunican con otros integrantes de la colonia para alertar sobre la presencia de algún peligro. 42 Fragmentos relictuales silvestres Finalizando la tarde empieza su gran actividad, se aventuran lejos de sus refugios para buscar su alimento compuesto de numerosos tipos de hierbas y arbustos, incluyendo las duras hojas de la kara (Puya meziana) (1). En barrios que colindan con los FRS, se ha observado vizcachas ingresar a áreas verdes públicas o a los jardines para alimentarse del pasto común o kikuyo (Pennisetum clandestinum) (ver recuadro), alimento que sólo ha sido reportado en la dieta de las vizcachas que viven en nuestra ciudad. En la ciudad de La Paz, todos sus depredadores naturales están ausentes, sin embargo es posible que ahora los perros ferales (Canis lupus familiaris) y los gatos ferales (Felis silvestris catus) representan su mayor peligro. Las vizcachas no tienen grandes camadas como los conejos, sino una o dos crías (2), generalmente entre Abril y Julio. Otra forma de saber si en un FRS habitan vizcachas, es observando la presencia de sus heces (3) o de sus huellas (4). ¿Sabías qué? El kikuyo (Pennisetum clandestinum), que es el pasto más común que observamos como césped en la mayoría de áreas verdes públicas, jardines e incluso en áreas silvestres y rurales, es una especie que se introdujo desde África como forraje, pero se ha naturalizado y es invasora. Las vizcachas suelen bajar de sus escondites a alimentarse de él en sitios donde lo tienen accesible, como en el cementerio jardín. Manual del Naturalista Urbano 43 ALERTA ROJA EN LOS FRS Ahora que conoces el enorme valor de los FRS para la vida silvestre y para ti mismo, es necesario tomar conciencia de las situaciones que los ponen en peligro de desaparecer para siempre, ya sea por actitudes individuales, intereses económicos o falta de acción de las autoridades. MASCOTAS ABANDONADAS O SIN SUPERVISIÓN: Como consecuencia de la tenencia irresponsable de mascotas, muchos perros y gatos deambulan solos y deben buscarse el alimento por sí mismos. Los gatos ferales, como el de la foto, tienen grandes habilidades para la caza de aves silvestres y las jaurías de perros ferales pueden capturar vizcachas. TIRAR BASURA EN LOS FRS: Puede parecer insignificante, pero sumando todos los montones de basura que día a día se depositan en los FRS, se hace evidente el deterioro de la belleza paisajística y el peligro de generación de enfermedades tanto para nosotros como para la vida silvestre que se encuentra en ellos. TIRAR ESCOMBROS: Aún peor y más deplorable es el depósito de enormes cantidades de escombros por volquetas, lo que no solo afecta la belleza paisajística de los FRS, sino que elimina el hábitat de la vida silvestre y literalmente entierra vivos a animales y plantas. ELIMINACIÓN DEFINITIVA POR AMPLIACIÓN DE LA MANCHA URBANA: El acto definitivo e irremediable es el derrumbar y aplanar por completo los FRS para dar cabida a más viviendas, sin que ninguna autoridad interponga acciones como defensa del bien común de todos los ciudadanos. ¿Y QUÉ PODEMOS HACER?: Organizarnos para evitar que se tire basura y escombros en los FRS que están en nuestros barrios, no ser cómplices en tirar basura y escombros, esterilizar y no abandonar las mascotas, y sobre todo exigir a las autoridades municipales que velen por el derecho que tenemos todos los paceños, ahora y en el futuro, de contar con paisajes naturales hermosos, que nos dan identidad, y que nos permiten disfrutar de los beneficios de convivir con la naturaleza dentro de nuestra ciudad. 44 Viviendo en los márgenes de la ciudad Viviendo en los márgenes de la ciudad E n los márgenes de la ciudad de La Paz, las áreas urbanizadas y dominadas por humanos toman contacto con las áreas naturales habitadas por una diversa vida silvestre. Esta zona de contacto se denomina “área periurbana”, su extensión desde el borde de la urbe no puede ser fijada con exactitud, pero lo interesante es que muy pronto en cuanto se deja la urbe la naturaleza empieza a expresarse con mayor intensidad. No necesitas viajar lejos para disfrutar de la naturaleza, ver paisajes maravillosos y encontrar plantas y animales fascinantes, en muchos casos sólo necesitas ir hasta la parada de un minibús y caminar un poco. La naturaleza es para el disfrute de todos, apúrate en explorar estas áreas periurbanas, y siempre recuerda respetarlas, no dejes basura, no provoques incendios y no pintes rayones de ningún tipo. Manual del Naturalista Urbano 45 El matorral* nativo de los ambientes periurbanos Muchos científicos consideran que antes de la llegada de los primeros pobladores americanos al área que ocupa la ciudad de La Paz, quizás hace más de diez mil años, el ecosistema era un alto y denso bosque de keñua (Polylepis spp.), acompañado de un sotobosque* de muchas especies que ya conociste como quiswara (Buddleja coriacea), tankara (Dunalia brachyacantha) o karalawa (Nicotiana glauca). El k’opi (Kageneckia lanceolata) (1) es un arbolito que puede alcanzar los 5m, tiene vistosas flores blancas y un típico fruto de cinco lóbulos (círculo). La chachacoma (Escallonia myrtilloides) es un arbusto grande que en época lluviosa se cubre de miles de pequeñas flores blancas con agradable olor a miel (2). Algunos arbustos medianos se protegen con espinas, la chuquiraga (del género Chuquiraga) (3) las tiene en la punta de las hojas y en sus vistosas flores anaranjadas, mientras que el llauli (Dasyphyllum ferox) las lleva además en los tallos (4). El uso agrícola trasformó estos ambientes, y actualmente es un mosaico de cultivos y matorrales* de especies arbustivas y herbáceas nativas, el siguiente capítulo lo dedicaremos a los ambientes agrícolas. Todas las especies arbustivas nativas que vimos en capítulos anteriores están presentes en los matorrales periurbanos, y en las siguientes páginas veremos algunas otras más. 46 Viviendo en los márgenes de la ciudad La cola de caballo o sanu sanu (Ephedra americana) (1) que aunque no parezca, es una conífera pariente de los pinos, los conos* femeninos de menos de 1 cm ofrecen una pulpa roja a las aves (a) y en los masculinos son evidentes los estambres* (b). Otros dos arbustos comunes son la moto moto (Senna aymara) (2) de vistosas flores amarillas y un fruto tipo legumbre*, y el kolli (Buddleja aromatica) pariente de la quiswara (3). Hay muchas plantas herbáceas que acompañan a las especies arbustivas, entre ellas la wira wira (género Gnaphalium) (4) muy útil para curar la ronquera de garganta. Ten mucho cuidado con tocar a las ortigas o itapallu (género Caiophora), pues están llenas de pelos urticantes (5), generalmente crecen entre piedras y puedes verlas también en ambientes montañosos. También encontrarás muchas especies de falsos tréboles (género Oxalis) (6) parientes de la oca (Oxalis tuberosa), especies raras de ver en flor como Bomarea andimarcana (7), y si eres observador, podrás encontrar varias especies de helechos (8). Manual del Naturalista Urbano 47 ¿Con qué animales te puedes encontrar en los márgenes paceños? Gracias a la presencia de amplias áreas naturales con vegetación nativa, en los márgenes paceños también hay más diversidad y cantidad de animales silvestres, pero destaca un grupo importantísimo: ¡los predadores*! Hay al menos dos gatos silvestres, el gato montés (Leopardus geoffroyi), y el titi o gato de las pampas (Leopardus colocolo). El primero es del tamaño de un gato doméstico, pero con un diseño inconfundible de manchas en el pelaje (10). El segundo es un poco más Los predadores necesitan comer a otros ani- grande y robusto, se distingue porque su cola males para sobrevivir, y al hacerlo regulan muy peluda se ve hasta tres veces más gruesa las poblaciones de sus presas y hasta de las que la del gato montés, y además porque plantas que éstas comen, por eso, cuando presenta una serie de anillos negros en las los predadores desaparecen se altera todo el patas delanteras. Ambos son realmente muy ecosistema*. Como los predadores dependen raros de ver, son solitarios y nocturnos. La de otros animales, son muy sensibles a las alte- pérdida de hábitat es una de las principales raciones de hábitat* y por eso son los primeros causas de que en Bolivia estén amenazados en desaparecer con la urbanización. de extinción*. El predador mamífero más grande de estas áreas, es el zorro andino o khamake (Lycalopex culpaeus), pues el puma (Puma concolor) ha desaparecido en ellas. Es el único zorro del valle de La Paz, tiene el tamaño de un perro doméstico mediano, lo reconocerás por su pelaje rojizo en varias partes del cuerpo y por los círculos negros en la base y en la punta de su cola (9). Tiene fama de ser muy inteligente y hábil, y se lo ha hecho personaje de muchas leyendas tradicionales. Son solitarios y recorren grandes extensiones buscando alimento, pero entre agosto y noviembre se aparean, por lo que podrías ver alguna pareja de zorros o incluso crías. ¿Sabías que? Cuando escasean sus presas (p. ej. ratones y vizcachas), el zorro come plantas y traga sus semillas que después salen en las heces, lejos de donde comió. Así, el zorro es un dispersor* de semillas pues las lleva a nuevos sitios ayudando a que las plantas como el algarrobo (Prosopis laevigata) crezcan en muchos más lugares. Los gatos silvestres son eminentemente carnívoros. 48 Viviendo en los márgenes de la ciudad También hay mamíferos carnívoros más pequeños, y es muy difícil verlos. El hurón (Galictis cuja) tiene el cuerpo alargado (de unos 30 cm) y patas muy cortas, un cuerpo ideal para cazar ratones en sus mismas madrigueras; es muy particular su pelaje negro por debajo y plomizo por encima, destaca sobre todo la capucha blanquecina sobre su cabeza (1). El zorrino o añatuya (Conepatus chinga) mide hasta 50 cm y resaltan en su pelaje negro dos franjas blancas que van desde su frente hasta su espesa y larga cola. No tiene muy buena vista, pero excelente olfato y oído con los que encuentra pequeños vertebrados, insectos y gusanos durante la noche; generalmente los saca del suelo cavando con sus largas garras. Si tienes la suerte de encontrarlo, no te le acerques, pues si se siente amenazado, levanta la cola para expulsar un líquido maloliente hasta a seis metros de distancia. Los predadores voladores También verás aves depredadoras. Además de los tres halcones que describimos en el capítulo 4, se añaden dos grandes águilas que cazan en el día, el águila mora o mamani (Geranoaetus melanoleucus) (2) y la paca (Geranoaetus polyosoma) (3), así como dos aves que cazan en la noche, el búho americano (Bubo virginianus) (4) y la lechuza de los campanarios o chuseka (Tyto alba) (5). A comparación de los halcones, las águilas son más grandes, las alas anchas les dan más potencia pero menos velocidad, y las potentes garras les permiten levantar vuelo con presas mayores. El águila mora es ploma con el vientre blanco. En la paca la espalda es rojiza y las alas plomas, pero el pecho y vientre varían de color entre individuos: rojizo entero, un “chaleco” rojizo, o hasta blanco entero. Manual del Naturalista Urbano 49 Búhos y lechuzas son difíciles de ver, no sólo porque son nocturnas, sino porque su plumaje no hace ruido al volar, esto con el fin de no ser descubiertos por sus presas. Si tienes suerte, podrías ver alguno en el día descansando en su escondite en agujeros de riscos, casa viejas o campanarios. Regurgitan los pelos y huesos de sus presas en unas bolas llamadas egagrópilas* que suelen acumularse debajo de sus escondites. Aves carroñeras Cumplen la importante función ecológica de eliminar los cadáveres de otros animales en descomposición, los que podrían ser focos de infección. La más común y abundante es el alkamari (Phalcoboenus megalopterus) (pág. 39), pero además está el magnífico cóndor andino o mallku (Vultur gryphus) (6). Es el ave voladora más grande del mundo, sus alas abiertas miden hasta tres metros de punta a punta. No tiene plumas ni en la cabeza ni el cuello para mantenerse limpio al comer animales muertos, el macho ostenta una cresta carnosa (7). Actualmente es muy poco común de verlo, la gente lo ha perseguido y cazado mucho. Los predadores tienen características y problemas comunes Los predadores son naturalmente poco “indicadores” de la salud de los abundantes pues cada individuo necesita ecosistemas*: si hay más demucho espacio para encontrar suficien- predadores, el ambiente es te alimento y refugio, por eso la más sano y mejor consermayoría tiene pocas crías al vado. También se los llama año. Muchos son perseguidos especies “paraguas” porque y cazados por las personas por para protegerlos hay que salvacreerlos un peligro para el ga- guardar grandes extensiones de nado, los venenos usados para territorios, lo que a su vez favorece a todas matar a ratones o insectos también las especies del ecosistema. Es muy imporenferma o mata a los predadores, y tante preocuparnos por su conservación y los perros y gatos ferales pueden atacarlos evitar que se extingan, y en esto ayuda el o transmitirles enfermedades. hecho de que la mayoría son lindos y carismáticos para la gente, por lo que fácilmente Por esto son muy sensibles a las alteracio- pueden convertirse en símbolos de la connes del hábitat*, lo que los convierte en servación, o especies “bandera”. 50 Viviendo en los márgenes de la ciudad Y ¿qué comen todos estos carnívoros? de insectos, dispersión* de semillas, y ser de las presas más importantes para los predadores. En los márgenes paceños hay varios roedores nativos. Entre los más grandes (25 cm de longitud) está el pampa huanco o cuy silvestre (Galea musteloides); vive en grupos familiares en madrigueras subterráneas, tiene color café, un margen blanco en sus ojos y una diminuta e imperceptible cola (1). Son parientes del cobayo doméstico (Cavia porcellus) pero no son sus ancestros. Lagartijas y una culebra única en La Paz Hasta 13 especies de ratones silvestres o achakus, (como el ratón orejón del género Phyllotis de la fotografía 2), han sido descritas para La Paz, y seguramente hay más especies por descubrir. Al caminar por los márgenes paceños también tienes que estar atento al mirar al suelo, porque es probable que veas lagartijas o jararankhus asoleándose para tomar calor, o corriendo para esconderse en sus madrigueras subterráneas. Las cinco lagartijas de La Paz pertenecen al género Liolaemus, y una de las más grandes y que vive a mayor altitud es L. forsteri (4). La mayoría se alimenta de una gran cantidad de insectos, pero otras incorporan plantas en su dieta. La serpiente o katari (Tachymenis peruviana) (3) También se ha descubierto en La Paz una es- es cada vez más rara de ver pues las personas pecie de pequeño marsupial* del tamaño de las matan por creer erróneamente que son veun ratón, la comadrejita (Thylamis venustus). nenosas. Es una culebra, y como tal, no inyecta veneno a las personas. Normalmente es pequeA diferencia del ratón doméstico introducido ña (30 cm de largo) pero como crece durante (Mus musculus) que vive solamente asociado a toda su vida puede alcanzar tallas mayores. Se las viviendas humanas, los ratones y marsupiales alimenta de ratones, ranas e insectos. Si tienes nativos viven en entornos naturales y cumplen la suerte de verla, no trates de atraparla ni le importantes funciones ecológicas, como control hagas daño. Manual del Naturalista Urbano 51 Otras aves en ambientes periurbanos En los ambientes periurbanos puedes llegar a ver todas las aves descritas en los capítulos anteriores. Pero a estas se añaden varias especies insectívoras* que necesitan ambientes especializados o grandes extensiones, razón por la que están ausentes en la matriz urbana. Empezaremos hablando de las bandurritas. Son dos especies de aves más fáciles de escuchar que de ver, pues buscan sus presas en el suelo, de forma rápida e inquieta, posándose muy rara vez sobre la vegetación. Tienen el pico largo y fuerte y típicamente mantienen sus largas colas levantadas. Son muy parecidas entre sí, y para distinguirlas, fíjate que la cola de la bandurrita roquera (Ochetorhynchus andaecola) es roja entera y el abdomen tiene líneas obscuras tenues (5), mientras que la cola de la bandurrita piquirecta (Ochetorhynchus ruficaudus), tiene la punta negra, y su pecho es casi blanco (6). 52 Viviendo en los márgenes de la ciudad Otro grupo de aves igualmente escurridizas y difíciles de ver son los kiti-kiti o mineros. Reciben este nombre porque anidan en huecos del suelo que hacen otros animales como roedores, y que ellos suelen profundizar. A diferencia de otras aves que normalmente saltan sobre el suelo para desplazarse, ellos caminan y corren mientras buscan y atrapan sus presas. No mantienen sus colas levantadas como las bandurritas, y es su plumaje mimético con el suelo, así como su andar pausado, lo que las hace difíciles de detectar. Cuatro especies habitan en La Paz, todas son bastante parecidas entre sí, por lo que hay que prestar atención a ciertas características para diferenciarlas. El minero picudo (Geositta tenuirostris) es el que tiene el pico más largo y curvado de todos (1), el minero común (Geositta cunicularia) tiene el pico mediano y le distinguen varias líneas cafés sobre el pecho (2), el minero rojizo (Geositta rufipennis) tiene el pico corto y la cola bordeada de rojo (3), y finalmente el minero puneño (Geositta punensis), es el más pequeño de todos y presenta colores más opacos (4). Un pequeño insectívoro* difícil de ver pero fácil de escuchar es el piojito silbón o mosquerito silbador (Camptostoma obsoletum); busca insectos entre el denso follaje* con rápidos y nerviosos movimientos, lo que dificulta observarlo, pero sus cantos parecidos a un lastimero silbido son fáciles de reconocer. Si lo llegas a observar notarás su dorso plomo contrastando con el pecho blanquecino y dos líneas claras en las alas (5). En ocasiones levanta las plumas de la cabeza a manera de cresta. Manual del Naturalista Urbano 53 Finalmente mencionaremos a tres aves insectívoras* grandes (alrededor de 25 cm) que se posan en observatorios visibles para capturar insectos al vuelo con ágiles maniobras. Si bien por su tamaño y ubicación podría pensarse que es fácil verlas, las tres son muy poco abundantes y requieren grandes extensiones de terreno, por lo que también son raras, y probablemente visitan La Paz solo ocasionalmente. En el birro grande (Myiotheretes striaticollis) destacan las coloraciones rojizas del pecho y abdomen (6), mientras que en los waychos o gauchos predominan los colores plomizos; en ellos destaca además un pico fuerte con la punta en forma de gancho, lo que les permite cazar no sólo insectos, sino también roedores y lagartijas. Al gaucho serrano (Agriornis montanus) lo vas a reconocer porque los bordes blancos de la cola son anchos (7), mientras que en el gaucho gris (Agriornis micropterus), la cola negra tiene finos bordes blancos y su pico tiene la base de color claro (8). Bulbos mágicos Es probable que al recorrer los ambientes periurbanos te topes con unas flores que salen directamente del suelo. Se trata de unas plantas muy especiales que tienen bulbos* subterráneos que permanecen en latencia durante la época seca. Generalmente antes de las lluvias salen las flores, y solo después producen las hojas que permiten almacenar nutrientes nuevamente en el bulbo. Algunas de ellas son Stomesson miniatum (9), Pyrolirion boliviense (10), Clinanthus humilis (11), e Hippeastrum cybister (12). 54 Viviendo en los márgenes de la ciudad El valor de los paisajes Muchas veces olvidamos lo importante que es para nuestra salud y equilibrio emocional tener la oportunidad de disfrutar la belleza de los paisajes naturales. Los ambientes periurbanos de La Paz nos ofrecen todavía espectaculares escenarios paisajísticos, con cerros empinados que escalan hasta los nevados, con caprichosas columnas y agujas verticales que en ocasiones sobrepasan los 100 m de altura, con profundos y vertiginosos valles rebosantes de vegetación, y extensas planicies onduladas propicias para las labores agrícolas. Tenerlos cerca de donde vivimos es un privilegio que deberíamos saber valorar. Estos paisajes son un bien común de todos, por lo que disfrutar de ellos es un derecho, así como salvaguardarlos ante todo peligro una obligación ineludible. De esta forma seguiremos teniéndolos como majestuoso marco natural de nuestra ciudad, para verlos a lo lejos todos los días, y saber que nos esperan para poder recorrerlos y encontrarnos con ellos en una caminata de fin de semana. Manual del Naturalista Urbano 55 Las plantas epífitas* y saxícolas* Destaca en los paisajes periurbanos de La Paz, que las empinadas laderas y paredes rocosas tienen también una vegetación especializada capaz de crecer sobre rocas (saxícolas) y a la vez muchas de ellas sobre otras plantas (epífitas). Entre ellas está la barba de viejo (Tillandsia usneoides), que cuelga abundantemente sobre las paredes verticales o también en las ramas de árboles (1); el clavel del aire (Tillandsia capillaris) prefiere asentarse en las ramas de árboles y arbustos (2) pero también podrás verlo sobre los cables de luz; parecida al anterior pero con las hojas como escamas es Tillandsia bryoides (5). Una de las más grandes del género es Tillandsia carnosa con amplias hojas rojizas (4). La carhuatilla (Tillandsia boliviensis) tiene vistosas inflorescencias rojas aplanadas (3), las cuales en Tillandsia sphaerocephala son redondas (6). 56 Viviendo en los márgenes de la ciudad Otro importante grupo de plantas saxícolas capaces de crecer incluso en las laderas más verticales, y que por lo tanto representan valiosos recursos para evitar la erosión, son las plantas del género Puya, pertenecientes al grupo de las bromélias*, y como la piña, tienen afiladas espinas en los bordes de sus hojas. La más común es la kara (Puya meziana) (1) cuyas hojas pueden ser también rojizas, sus inflorescencias, ramificadas o no, tienen notorias anteras* anaranjadas (2), la karaya (Puya herzogii) suele crecer en ambientes de mayor altura (3), resaltan sus grandes flores verdes con anteras* amarillas (4), y la wikunta (Puya cochabambensis) que desarrolla un largo y delgado tallo para las flores (5) que tienen un brillante color amarillo (6). Manual del Naturalista Urbano 57 Recuadro: El sistema municipal de áreas protegidas y sus amenazas ignora su existencia y no sabe que puede disfrutar de ellas como un bien público. El año 2000 el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (GAMLP) promulgó la ordenanza municipal de creación de 27 áreas protegidas municipales (en el mapa polígonos marrones fuera de la mancha urbana, y anaranjados dentro de ella). Este conjunto de áreas es muy heterogéneo, incluye parques urbanos como el parque Laguna de Cota Cota o el Parque Urbano Central, también áreas de reforestación con especies exóticas como el Bosquecillo de Pura Pura, o fragmentos de remanentes silvestres como las Serranías y cerro de Aruntaya, Cerro Ticani o Cóndores Lakota. Pero el conjunto más importante y más valioso son las grandes áreas que crean un anillo de protección silvestre alrededor de la mancha urbana, desde Siete Lagunas al noroeste hasta el Gran Jardín de la Revolución al sudoeste (La Cumbre y Serranías de Hampaturi son más grandes aún de lo que se ve en el mapa). El resultado es que actualmente están siendo destruidas por el implacable avance de la ciudad. Como puedes apreciar en el mapa, la mancha amarilla de la urbe está ocupando los márgenes de muchas de ellas. Esta ha sido sin lugar a dudas la iniciativa más importante que ha planteado el GAMLP para la conservación de la biodiversidad, de los paisajes naturales y de los servicios ambientales* para la población paceña. Pero por desgracia, estas áreas no tuvieron verdaderas acciones de protección y manejo, la mayoría de la gente Los fragmentos silvestres dentro de la matriz han sido aplanados, loteados y urbanizados, y algunas áreas de los márgenes, como el Gran jardín de la Revolución, están prácticamente perdidas. Incluso el GAMLP podría abandonar la idea de proteger estas áreas ante las presiones de intereses económicos. Los ciudadanos paceños debemos tomar un rol protagónico en la protección de todas y cada una de estas áreas, primero, sabiendo de su existencia, recorriéndolas para valorar las maravillas que albergan y los servicios que nos brindan (por ejemplo provisión de agua limpia, contacto con la naturaleza, aprendizaje, ejercicio al aire libre, etc.), luego exigiendo al GAMLP que garantice su conservación con planes adecuados de manejo, y finalmente involucrándonos activamente en su protección. No perdamos esta importante y única oportunidad, que es además el mejor legado que podemos dejar a las siguientes generaciones que vivirán en La Paz. 58 La biodiversidad en campos agrícolas periurbanos La biodiversidad en campos agrícolas periurbanos L as áreas con producción agrícola son ecosistemas* que se encuentran en los márgenes de la ciudad o en poblados rurales, es decir, alejados de la mancha urbana de la ciudad, como en Achocalla o hacia Palca. Su heterogeneidad ofrece principalmente dos tipos de hábitats fáciles de identificar: el mismo terreno cultivado y la cobertura de vegetación silvestre que está entre o alrededor de los campos cultivados. Debido a la morfología montañosa de los alrededores de La Paz, las artes agrícolas siguen siendo tradicionales y poco mecanizadas. Se usan períodos fijos de siembra y cosecha con sistemas de rotación (incluyendo periodos de descanso o barbecho*), también se usa tracción animal para el arado (bueyes por ejemplo), la cosecha manual, y aún en muchas partes se aplican fertilizantes naturales como el abono de heces del ganado vacuno y ovino. Manual del Naturalista Urbano 59 En este mapa se pueden apreciar las áreas agrícolas que existen en los alrededores de la ciudad de La Paz, lastimosamente la mayoría de las que están en los bordes de la ciudad están desapareciendo ante el avance de la urbanización. 60 La biodiversidad en campos agrícolas periurbanos Cultivos para cada ambiente Los tipos de cultivos son diversos, y se adaptan a las particulares condiciones ambientales de altitud y paisaje. En las montañas más altas y con mayor pendiente se cultivan principalmente tubérculos*, como diversas variedades de papa (Solanum tuberosum) (1 y 3), oca (Oxalis tuberosa) (2), isaño (Tropaeolumm tuberosum) y papa lisa (Ullucus tuberosus). Una buena práctica agrícola es la siembra en contra de la pendiente siguiendo niveles paralelos, lo que evita la erosión y pérdida del suelo. Muchas especies vegetales oportunistas* crecen en medio del cultivo, a las cuales se las llama malezas*, pues quitan nutrientes al cultivo. Una maleza muy común es la mostacilla (Rapistrum rugosum) una especie exótica naturalizada en Sudamérica, distinguible por sus flores amarillas (2). Manual del Naturalista Urbano 61 Los cereales* también son ampliamente a las condiciones climáticas de La Paz. En la cultivados a mayores alturas, sobre todo fotografía (3) se observa cultivos de cereales la cebada (Hordeum vulgare) y la avena en pie y cosechados detrás de cultivos de (Avena sativa). Estos cereales no son origi- papa, y detalle de las espigas* de cebada narios de Sudamérica, pero se adaptaron bien (izquierda) y avena (derecha) (4). El ganado vacuno (Bos taurus) también fue introducido por los colonizadores españoles. Existen diversas razas que se han adaptado a la altitud de La Paz. Aunque la ciudad de La Paz, antes de la década de los 1950, contaba con una importante producción lechera, actualmente el ganado lechero está muy disminuido. El ganado para producción de carne tampoco es abundante, y muchas veces se lo deja pastando en semi-libertad en los matorrales* de los cerros aledaños a los campos de cultivo (5). Junto a los asnos (Equus asinus) se los usa como animales de trabajo, para tracción o para transportar carga. 62 La biodiversidad en campos agrícolas periurbanos En los campos agrícolas en zonas de altura intermedia podrás observar cultivos de haba (Vicia faba) (1), y arveja (Pisum sativum) (2). Estas especies introducidas son plantas leguminosas al igual que el tarwi (Lupinus mutabilis) que es nativo. Una importante cualidad de todas las leguminosas es que fijan el nitrógeno del aire gracias a la presencia de bacterias del género Rhizobium que viven en simbiosis* en sus raíces, de esta forma, sus semillas son ricas en proteínas, y se nutre el suelo con nitrógeno. Muchas otras hortalizas se cultivan en alturas intermedias, como por ejemplo la cebolla (Allium cepa) y la zanahoria (Daucus carota), pero es importante resaltar a otras especies cultivadas nativas como la quínua (Chenopodium quinoa), y el locoto (Capsicum pubescens). Se suele dejar a las ovejas (Ovis orientalis aries) alimentarse al lado de los campos de cultivo (2), con el fin de que distribuyan de forma natural sus heces y orina como abono, pero también se las pastorea por las faldas de los cerros. Una importante producción de hortalizas de las que se consumen las hojas, como la lechuga (Lactuca sativa), acelga (Beta vulgaris) o repollo (Brassica oleracea), se cultivan en invernaderos, como estos en Chicani. Manual del Naturalista Urbano 63 En zonas más bajas, como en los valles al sur de la ciudad (3), encontrarás cultivos que necesitan mayor temperatura y que no soportan las heladas. Es el caso del maíz o choclo (Zea mays) (4), fantástico cereal de origen americano, ingrediente fundamental de nuestros platos típicos. También observarás cultivos de flores como gladiolos (Gladiolus spp.) (5) y muchas otras especies; esta es una importante alternativa productiva ante el hecho de que estos campos son regados con las aguas de los ríos que contaminamos en la ciudad de La Paz. Seguramente tuviste la oportunidad de degustar la sabrosa fruta de la tuna (Opuntia ficus-indica) (5). Este cactus es originario de México, y se ha adaptado muy bien al clima de los valles bajos de La Paz, la encontrarás en extensos campos de cultivos, así como también dispersa entre el matorral* nativo. 64 La biodiversidad en campos agrícolas periurbanos Cercos vivos con especies nativas Una práctica muy interesante es la de sembrar cercos vivos alrededor de los cultivos como protección contra el viento. Pueden usarse especies arbóreas como la quiswara (Buddleja coriacea) (ver foto 1 de las página 62, y la descripción en la página 26), pero también se usan arbustos que tienen espinas, con el fin de controlar el ingreso de animales (1). La tankara (Dunalia brachyacantha) (3) de vistosas flores tubulares* moradas, que están especialmente diseñadas para los picaflores. Los churisikis (Berberis boliviana y B. commutata) (4) han desarrollado agudas espinas tanto en los tallos como en los bordes de las hojas, sus vistosas flores amarillas ofrecen néctar a insectos. Los frutos de la tankara y el churisiki son jugosas bayas* muy Entre estas especies está la cruz-cruz importantes como alimento para aves frugí(Colletia spinosissima) (2) que ha transforma- voras*. En estos cercos también se utiliza a do todos sus tallos en filosas espinas, y sobre la kealla (Austrocylindropuntia subulata) un ellos no se ven hojas. Sus flores blanquecinas delgado cactus del que hablaremos junto a parecen pequeñas campanas y son importantes otros cactus en la página 101. para insectos nectarívoros. ¿Sabías qué? Desde tiempos prehispánicos, las montañas y valles de La Paz han sido usados intensivamente para la agricultura y la ganadería. En esta imagen satelital GoogleEarth de Hampaturi, puedes apreciar las enormes extensiones que ocupaban las terrazas* agrícolas, inicialmente emplazadas por la cultura Tiwanakota hace unos 1500 años y que posteriormente fueron reutilizadas por los Señoríos Aymaras y por el imperio Inca. En nuestros días algunos cultivos son sembrados en ellas todavía. Restos arqueológicos como estos, así como torres funerarias* y caminos prehispánicos para el transporte de productos agrícolas, se encuentran diseminados por gran parte del paisaje paceño, como en Hampaturi, Apaña, Achachicala, Achocalla o Santiago de Collana. Infórmate mejor sobre dónde poder encontrar estas terrazas, torres funerarias o caminos, y haz todo lo posible por conocerlos. Manual del Naturalista Urbano 65 66 La biodiversidad en campos agrícolas periurbanos Aves atraídas por los cultivos Los campos de cultivos ofrecen importantes recursos alimenticios particularmente para las aves granívoras*, las cuales no sólo se interesan por las especies cultivadas, sino por las semillas y frutos de las malezas*, así como por insectos y otros invertebrados del follaje* o del suelo. Empezaremos hablando de las tres especies de perdices que puedes observar en La Paz. Aunque se parecen externamente a las perdices europeas, son distintas en varios aspectos, en realidad son parientes más cercanas de los ñandúes*, y es más correcto llamarlas “tinamúes”. una estridente vocalización que sobresalta a cualquiera. Sólo pueden volar tres veces seguidas antes de quedar totalmente agotadas, por esto prefieren caminar sigilosamente y pasar mucho tiempo escondidas. Los diseños de su plumaje las mimetiza tan bien que es muy difícil descubrirlas. La más grande de las tres es la p’isaka (Nothoprocta ornata) (1), le caracteriza su cuello y cabeza blancos con muchos lunares negros, la vocalización al levantar el vuelo asemeja un “pées-pées-péss” y de ahí su nombre. Su pico curvado le permite cavar y extraer tubérculos* e invertebrados del suelo. La podrás Todas ellas tienen un vuelo pesado y mal ma- ver desde alturas como Hampaturi hasta Apaña niobrado, lo inician con un potente salto y o Auquisamaña. Manual del Naturalista Urbano 67 La segunda es la sula (Nothoprocta pentlandii) (2), se parece mucho a la p’isaka sobre todo por su pico curvado hacia abajo, pero es más pequeña, tiene coloraciones más obscuras y destaca su pecho plomizo con motas blancas. Ella habita a menores alturas que la p’isaka, por ejemplo en Palca o Río Abajo. Y la más pequeña de las tres es el kullu (Nothura darwinii) (3), su pico no es curvado por lo que come principalmente semillas. Es menos común en La Paz, habita junto a la p’isaka en Cuñamani, Muela del Diablo o Lluto. Al levantar el vuelo emite un sonido parecido a un “krrruuuurrrrr…”. El leke-leke (Vanellus resplendens) (4) a diferencia de los tinamúes tiene un vuelo ágil y bien maniobrado, y cuando vuela emite las bulliciosas y chillonas vocalizaciones que le dan su nombre común: “lék-lék-lék-lék”. Frecuenta los campos de cultivo porque en ellos encuentra abundantes invertebrados del suelo, pero además, porque suele construir sus nidos en ellos. Si ves una pareja de leke-lekes volando sobre ti y vocalizando bulliciosamente, es posible que estén defendiendo su nido. En La Paz, también podrás verlos en otros amplios campos abiertos con mucho césped, como en el cementerio jardín o en los estadios de fútbol (si el césped no es artificial, por supuesto). 68 La biodiversidad en campos agrícolas periurbanos Los campos agrícolas también atraen a palomas, y además de todas las especies de palomas nativas que vimos en los capítulos anteriores, se añade una especie que no frecuenta las zonas urbanas, es la palomita alinegra (Metriopelia Otra ave que frecuenta los cultivos es la melanoptera) (2). Se la reconoce por la mancha garcilla bueyera (Bubulcus ibis) (1), una peque- roja debajo del ojo, porque al volar es evidente ña garza que busca insectos en los campos de el color negro de las alas y la cola, y porque cultivo sobre todo después del arado. También emite un sonido de cascabel parecido al de la gusta de seguir al ganado, pues siempre hay palomita cascabelita (Metriopelia ceciliae) insectos que siguen a las vacas. pero menos agudo. ¿Sabías qué? La liebre (Lepus europaeus) es una especie de mamífero mediano considerada invasora. Fue inicialmente introducida en Argentina, y desde ahí alcanzó las zonas agrícolas del altiplano y de valles interandinos. En La Paz está presente en todas las áreas periurbanas y rurales, y es considerada una plaga pues se alimenta de los cultivos, sobre todo cereales. Suele esconderse entre matorrales* y pajonales*, confiando en la coloración mimética* de su cuerpo. Se distingue de las vizcachas en que sus orejas son más grandes y su cola es corta (Foto del enlace libre 123rf.com) Manual del Naturalista Urbano 69 el chiringüe oliváceo (Sicalis olivascens) (4), otra especie de kellunchu que forma bandadas muy numerosas de más de treinta individuos. Se reconoce por el color amarillo del plumaje con matices verde oliva. Este kelluncho también puede observarse en los FRS y en la urbe. Las dormilonas se caracterizan por su singular forma de pararse erguidas sobre el suelo, atentas a cualquier movimiento de insectos, rara vez se posan sobre la vegetación. Utilizan varias estrategias de caza, como espectaculares despliegues aéreos de ataque para cazar insectos aéreos, o se lanzan en veloz carrera sobre insectos del suelo. Luego toman pequeños descansos estando paradas, razón que explica su nombre. Son muchas las pequeñas aves granívoras* que buscan su alimento dentro de los campos cultivados, así como entre arbustos y pajonales circundantes. Las dormilonas o tayankallos son aves insectívoras* muy particulares, y la dormilona nuquiroja (Muscisaxicola rufivertex) (3) es la más común en los campos de cultivo, se distingue con facilidad por el parche rojizo en la nuca. A las grandes bandadas de pichitankas (Zonotrichia capensis), chaiñitas (Sporagra atrata y S. xanthogastra), chubtas (Phrygilus punensis), y piquitos de oro (Catamenia analis), se añade 70 La biodiversidad en campos agrícolas periurbanos Por último mencionaremos a cuatro especies de pequeños granívoros* de tonos grisáceos parecidos entre sí, por lo que vale la pena explicar sus diferencias, se trata de los yales o chijtas. El más grande y vistoso es el yal pechinegro (Phrygilus fruticeti) (1) reconocible por su pico amarillo-anaranjado, el pecho manchado de negro en los machos y por el potente y agudo canto que emite desde lo alto de arbustos; la hembra es jaspeada con tonos cafés. El yal platero (Phrygilus alaudinus) (2) se parece bastante al primero, pero es más pequeño, sin el pecho manchado y con una banda blanca en la cola. El yal plomizo (Phrygilus unicolor) (3) no tiene el pico amarillo y es casi uniformemente plomo. Y finalmente el pequeño yal plebejo (Phrygilus plebejus) (4), plomizo con tonos cafés en la espalda, en la cara tiene una pequeña ceja blanca que hace resaltar las mejillas obscuras. Forma bandadas muy numerosas junto a otras especies de aves granívoras*. Manual del Naturalista Urbano 71 En tiempos de antaño, alrededor del año 1900 los barrios de Miraflores, San Pedro, Sopocachi, Obrajes y Calacoto eran zonas de producción agrícola y pecuaria, que por sí mismos abastecían sobradamente a la población urbana. Poco a poco estas zonas se fueron urbanizando perdiéndose en nuestros días los recursos alimenticios que proporcionaban. Fotografías del barrio de Kupini, en 1934 (izquierda) y 2015 (derecha) Fuente: Grupo “Fotos antiguas La Paz” de Facebook. En la actualidad este proceso de transformación continúa a un ritmo acelerado, los campos agrícolas de ambientes periurbanos como Apaña, Chicani y Siete Lagunas están dando paso a casas y edificios. Incluso la urbanización se está estableciendo sobre las ricas terrazas* de cultivo de los valles de Río Abajo, como Huajchilla, Carreras y Mecapaca (foto a la derecha), y desgraciadamente están perdiendo su vocación productiva agraria. Esto genera una mayor dependencia de la población urbana respecto a alimentos que deben ser transportados desde lugares cada vez más lejanos, lo cual somete a los ciudadanos no solo a un mayor encarecimiento, sino a una mayor vulnerabilidad respecto a las eventualidades que eviten el ingreso de alimentos a la ciudad. La visión moderna de la planificación urbana plantea que una ciudad debería tender a una mayor seguridad alimentaria, produciendo sus alimentos dentro de ella misma y en sus alrededores inmediatos. ¿Qué opinas al respecto?, ¿crees que es algo posible o una utopía?, ¿qué deberíamos hacer para que eso sea una realidad en nuestra ciudad? 72 Vida en las montañas Vida en las montañas C oronando majestuosamente nuestra ciudad están los paisajes montañosos de los Andes, una extensa región que se encuentra desde los 4200 m de altitud hasta las más altas cimas (6400 m en el Illimani, 6088 m el Huyana Potosí que aparece en la fotografía de arriba). Al principio parecer ser un lugar desolado e inhóspito, sin embargo te sorprenderás con la cantidad de vida que alberga. Por lo general cae nieve o granizo y ocurren heladas nocturnas año redondo, mientras que durante el día, debido a la alta radiación solar, la temperatura a nivel del suelo sube bastante. Estas características determinan el tipo de plantas y animales que pueden vivir en estas particulares condiciones climáticas, particularmente por debajo del límite de los glaciares* y los campos de nieve. Manual del Naturalista Urbano 73 Los glaciares* moldean todos los detalles del paisaje montañoso, crearon amplios y profundos valles en forma de U, y los depósitos de rocas que arrastraban, denominados morrenas*. Las lagunas glaciares son el resultado del derretimiento de los glaciares, quedando donde éstos estaban antes (1). También el derretimiento actual nutre ríos de aguas cristalinas que alimentan a los bofedales*, ecosistemas únicos de los Andes sudamericanos. Los bofedales (2) se forman en el fondo de los valles, donde la constante presencia de agua propicia el desarrollo de una rica vegetación, la cual al morir no llega a descomponerse por las frías temperaturas, y conforma un rico suelo orgánico llamado turba*. La vegetación en los bofedales se forma a manera de cojines* intercalados con el agua. La turba es altamente demandada en las ciudades para su uso en jardinería, esto ha propiciado que los bofedales se estén explotando sin ningún control ni regulación (3), amenazando su existencia, así como de toda la rica vida que ellos sustentan, y al alterar el ciclo del agua, amenazan también el aprovisionamiento de agua para la ciudad. 74 Vida en las montañas Las plantas de montaña presentan una serie de estrategias que les permite sobrevivir. Deben hacer frente a las bajas temperaturas, que además congelan el agua evitando que les esté disponible. Para evitar perder agua, reducen el tamaño de las hojas o las pueden enroscar, como esta gramínea* (1). Otras plantas tienen substancias que actúan como anticongelantes. Los cojines son el conglomerado de cientos de pequeñas plantitas que crecen apretadas, son muy importantes pues propician que otras crezcan con ellas. Hay cojines en ambientes secos, como los suaves cojines de la huaricoca (Pycnophyllum molle) (2-3), o también los hay en ambientes húmedos como el kachu paco (Distichia muscoides) que forma cojines duros y pinchosos (4-5). También deben enfrentar los fuertes vientos y Sobre los cojines y el suelo aledaño a ésalta radiación solar. Para eso son muy bajitas, tos, se desarrolla una riquísima diversidad crecen muy pegadas al suelo, muy juntas y de plantas. Es hora de que te agaches y apretadas entre sí. También presentan raíces acerques mucho al suelo para apreciar los muy gruesas y fuertes que no solo las sujetan diferentes tipos, formas y colores de flores al suelo para cuando existen deslizamientos y hojas. En la siguiente página incluimos aly fuertes vientos, sino que son órganos de gunos ejemplos de las muchísimas especies reserva. Para reflejar la radiación solar muchas que podrías ver. presentan pelos blancos en su superficie. Manual del Naturalista Urbano 75 Entre las plantas más primitivas, parientes de los helechos, están los licopodios (género Phlegmariurus) (6) que carecen de flores. El kea kea (Senecio serratifolius) es particular porque sus flores se dirigen hacia abajo (7). Las siguientes especies tienen vistosas flores que crecen al ras del suelo, como Nototriche sp. (8), Hypochaeris meyeniana (9), Castilleja pumila (10), Gentiana sedifolia (11), Hypochaeris taraxacoides (12), Baccharis alpina (13), Astragalus peruvianus (14), y Werneria sp. junto a las diminutas flores amarillas de Lachemilla pinnata (15). 76 Vida en las montañas La gran cantidad de recursos vegetales que proporcionan los bofedales son aprovechados por animales herbívoros*. El ganso andino o Huallata (Oressochen melanopterus) (1) es uno de ellos, es un ganso muy grande con inconfundible plumaje blanco y negro, forman parejas de por vida por lo que normalmente verás macho y hembra juntos, el primero es mucho más grande. En época reproductiva podrás ver a los padres con los polluelos en medio de las lagunas o grandes grupos de los dos adultos junto a los juveniles. Actualmente los bofedales son también aprovechados para la ganadería, particularmente del ganado camélido, compuesto por llamas (Lama glama) (2) y alpacas (Lama pacos) (3). Ambas especies fueron domesticadas por las culturas andinas hace siglos a partir de dos especies silvestres, el guanaco (Lama guanicoe) y la vicuña (Vicugna vicugna), las cuales ya no están presentes en La Paz por la intensiva caza a la que fueron sujetas, aunque quizás la vicuña, cuyas poblaciones se están recuperando en el altiplano (4), alguna vez regrese a nuestros ambientes montañosos. Manual del Naturalista Urbano 77 Los ambientes de pajonales y roquedales Los otros ambientes que predominan en los ambientes montañosos son los campos de rocas y los pajonales*. Los primeros resultan de los procesos de erosión de la montaña. Los campos de roca son rápidamente colonizados por los líquenes y musgos, los cuales empiezan a crear el hábitat adecuado para que otras plantas se establezcan. Un habitante característico de los roquedales es la vizcacha (Lagidum viscacia) (5), de la que hablamos en el capítulo 4. Notarás que en la montaña es mucho más gris, para confundirse mejor con las rocas. Muchas especies de pastos, componen los pajonales, lo que resulta en un herbazal* con matices de diferentes colores. Las más características son las pajas, que pueden ser rígidas y duras como chillihuas e iru ichu (Festuca rigescens y F. dolichophylla), o más suaves como la paja brava (Stipa ichu). Estas gramíneas ofrecen gran cantidad de alimento para bandadas de aves granívoras, como la diuca aliblanca (Diuca speculifera), inconfundible ave gris con garganta blanca (6), y que sólo verás en las montañas. 78 Vida en las montañas Otras especies de aves presentan colores crípticos* que las hacen prácticamente invisibles en medio de los pajonales. Las agachonas hacen honor a su nombre, cada que perciben peligro se acurrucan en el suelo y sólo si el peligro es inminente vuelan ágilmente emitiendo una vocalización no muy estridente a diferencia de los tinamúes (ver capítulo 8). Como rasgo único de su familia, tienen una cubierta córnea sobre sus fosas nasales, tal vez para cubrirlas del polvo y arena que lleva el viento. Podrás ver dos especies, la agachona grande o kulli-kulli (Attagis gayi) (1), en la que macho y hembra son similares, y la agachona mediana o pucu-pucu (Thinocorus orbignyianus), en la que el macho tiene el pecho plomo (2) y la hembra lo tiene jaspeado de café. Los nombres comunes de las agachonas hacen referencia a los cantos de reproducción que se oyen a gran distancia. Consumen principalmente hojas suculentas* que obtienen en los bofedales y en los pajonales. De una familia distinta es la agachadiza o becacina de la puna (Gallinago andina) (3), le caracteriza su pico muy largo con el que atrapan insectos y gusanos entre el barro o tierra húmeda. Otro rasgo único es que sus ojos están dirigidos un poco hacia atrás de la cabeza, lo que le permite ver a todo alrededor suyo para detectar cualquier depredador que le amenace. Esto es muy importante pues como la becacina anida en el suelo, la defensa de los huevos es colocarse sobre ellos, evitando volar hasta el último momento. Manual del Naturalista Urbano 79 Otras aves granívoras* con parientes en zonas de menor altitud son un kellunchu (Sicalis uropygialis), que a diferencia de sus parientes de menores altitudes tiene notorios colores plomizos en el dorso y en la mejilla (4), un tipo de chaiñita, el jilguero cordillerano (Sporagra uropygialis), distinguible de las otras chaiñitas porque el color amarillo alcanza la espalda baja (5). El yal colicorto (Idiopsar brachyurus), se parece ligeramente a la diuca aliblanca (Diuca speculifera), y podría confundirse con ella al habitar los mismos ambientes, pero carece de las manchas blancas y tiene el pico más grande y fuerte (6). Es además mucho más raro de ver. Algo difícil de imaginar es que hayan picaflores a estas alturas, pero la abundancia de flores, aunque pequeñas, atraen al colibrí puneño (Oreotrochilus estella), es el picaflor que tiene actividad a mayor altura, incluso hasta los 5000 m!, aunque también lo podrás ver a menor altitud en matorrales* periurbanos donde se alimenta de chuquiraga (Chuquiraga spp.), chirchircoma (Mutisia orbignyana), especies del género Puya o incluso de itapallus (Caiophora spp.). El macho presenta en la garganta plumas de un hermoso verde tornasol* que las abre para impresionar a las hembras que son marrones, además tiene una inconfundible línea café sobre su blanco abdomen (7). 80 Vida en las montañas La rica vegetación alberga a infinidad de insectos, y esto por supuesto que atrae a animales insectívoros* como lagartijas, roedores y aves. Entre las aves abundan las que cazan en el suelo o en el aire. Las dormilonas o tayankallos (género Muscisaxicola), son aves expertas en cazar insectos del suelo, y en la montaña puede verse hasta cinco especies (en otros capítulos tratamos otras dos). Son inconfundibles por su postura erguida sobre el suelo, lo que les permite detectar mejor las presas; también es notoria la forma en que agitan su cola rápidamente de lado a lado. Se las llama dormilonas porque suelen tomar unas pequeñas “siestas” paradas en el suelo. Todas son plomas y muy parecidas, para reconocerlas fíjate si tienen algún parche de color en la cabeza, así como la forma, tamaño y posición de la ceja blanca. La dormilona de Taczanowski (M. griseus) tiene una larga ceja (1), en la dormilona puneña (M juninensis) es notorio un parche color canela (2), la dormilona cenicienta (M. cinereus) sin ningún parche en la cabeza y la ceja muy pequeña (3), la dormilona fraile (M. flavinucha) lleva un evidente parche amarillo pálido en la nuca, y finalmente la dormilona gigante (M. albifrons) es claramente la más grande (20 cm), y su ceja se continúa con un área blanca en la frente (5). Manual del Naturalista Urbano 81 También hay dos canasteros que encuentran su alimento en el suelo, son muy parecidos al canastero rojizo (Asthenes dorbignyi) descrito en el capítulo 4, pero con colores menos brillantes. El canastero cordillerano o pálido (Asthenes modesta), precisamente tiene el pecho pálido y la cola con anchos bordes rojizos (6) y el canastero gorgiestriado (Asthenes humilis), tiene la garganta estriada y la cola sin bordes rojos (7). Los bisbitas o susi-susi, tienen un plumaje críptico* con el suelo, de manera que mientras buscan insectos en el suelo es muy difícil detectarlas. Cuando escapan prefieren correr en lugar de volar, parando de vez en cuando para vigilar la posición del depredador. Podrías ver dos especies muy parecidas entre sí, el bisbita correndera (Anthus correndera) (8) y el bisbita andina (Anthus bogotensis) (9), fíjate en los diseños del pecho y coloraciones para diferenciarlos. Y por último están las golondrinas o siluris, especialistas en la captura de insectos en el aire. En montañas podrás ver tres especies, entre ellas a la golondrina barranquera (Pygochelidon cyanoleuca) de la que ya hablamos en el capítulo 3, junto a la golondrina ventriparda (Orochelidon murina) en la que domina el color pardo-gris en el pecho (10), y la golondrina andina (Orochelidon andecola) que es la más grande de las tres (11). 82 Vida en las montañas Los Depredadores Aunque sea muy difícil verlos, en la montaña habitan varios depredadores* carnívoros, muchos de ellos ya hemos conocido en los capítulos anteriores, como el zorro andino (Lycalopex culpaeus), el zorrino (Conepatus chinga), y el gato de las pampas (Leopardus colocolo). A ellos podría añadirse otro gato silvestre, el gato andino o titi (Leopardus jacobita), aunque su presencia en La Paz no está confirmada, presta atención por si ves un gato muy peludo, gris rayado y con una cola muy larga, gruesa y con anillos. Es una especie en peligro de extinción*. También es importante resaltar que es posible la presencia del puma (Puma concolor). Con su metro y medio de longitud es el segundo felino más grande de Sudamérica. Es esbelto y ágil, de color pardo con brillos dorados o rojizos. Tienen normalmente dos crías de pelaje moteado que permanecen con la madre mientras aprenden a cazar. A diferencia de otros grandes felinos, los pumas no rugen, sino emiten un fuerte maullido. Entre sus posibles presas están las vizcachas, roedores pequeños, y posiblemente llamas, alpacas y el venado o taruka (Hippocamelus antisensis) del que hablaremos en el capítulo 9. Manual del Naturalista Urbano 83 También hay aves depredadoras como águilas, búhos y lechuzas (tratadas en el capítulo 5), pero resulta muy interesante la presencia en montañas del mochuelo de madriguera o tiptiri (Athene cunicularia), una particular lechucita terrestre de 25 cm, que vive y anida en madrigueras subterráneas. Caza roedores, durante la noche, pero también la podrás ver activa en el día buscando lagartijas e insectos. Resaltan en ella sus enormes ojos amarillos rodeados de anillos blancos. Entre las aves carroñeras no debemos olvidar al cóndor o mallku (Vultur gryphus), y es en las montañas donde es más probable observarlo. ¿Caballos asilvestrados en nuestras montañas? Efectivamente, es posible que te topes con manadas de caballos (Eqqus caballus) en nuestras montañas. Los caballos no son nativos de Sudamérica, fueron domesticados a partir de poblaciones silvestres en Asia. Quizás al principio pienses que son domésticos y tienen dueño, pero en realidad se trata de poblaciones ferales (ver recuadro en pág. 5), y descienden de algunos individuos que escaparon del cuidado del hombre y lograron sobrevivir y reproducirse por su cuenta de manera salvaje. Notarás esto en que no dejarán que te acerques demasiado, en que tienen un pelaje más espeso para resistir al frío, y que son más bajitos y robustos. Es posible que sean presas del puma, al menos los potrillos. 84 Vida acuática Aguas cristalinas en las nacientes de alta montaña de los ríos de La Paz (alto Hampaturi a la izquierda) y las turbias y espumosas aguas de un río canalizado al interior de la urbe (Kantutani a la derecha). Vida Acuática L a Paz es una ciudad de ríos y lagunas. Los numerosos ríos que la recorren confluyen en el Chuquiapu, para luego formar el río La Paz, y las numerosas vertientes que emergen de las serranías formaban lagunas de aguas cristalinas. Pero ahora los ríos se han canalizado o embovedado, y las lagunas han sido drenadas o desecadas. A esto se suma la desafortunada decisión de convertir a nuestros ríos en los receptores del sistema de alcantarillado, de basura e incluso de escombros de construcciones. Ante este escenario el naturalista urbano ni siquiera intentaría buscar algún tipo de vida en las turbias aguas de nuestros ríos urbanos, no sólo porque se sentiría defraudado al no encontrar nada, sino por el grave riesgo para su salud. Pero la vida acuática persiste, tanto en ríos y lagunas en las afueras de la ciudad, en las lagunas que quedan al interior de ella, e incluso en los márgenes de los ríos más afectados, casi como un último grito de auxilio para que hagamos algo urgentemente para que sus aguas vuelvan a ser limpias y llenas de vida. ¡Ríos limpios y llenos de vida recorriendo nuestra ciudad!, es posible si todos cooperamos. Manual del Naturalista Urbano 85 En el mapa están los principales ríos y con números las principales lagunas: 1 Jhanko Khota, 2 Milluni, 3 Ventanani, 4 Laram Kkota, 5 Pampalarama, 6 Estrellani, 7 Ajuan Kkota, 8 Kunka huikhara, 9 Encanto, 10 Incachaca, 11 Siete Lagunas, 12 Hampaturi, 13 Jacha Khasiri, 14 Llanthani, 15 Uni, 16 Parque Cota Cota, 17 Zoológico, 18 Achocalla. Las lagunas fuera de la ciudad En alta montaña existen numerosas lagunas de aguas cristalinas, muchas de ellas, como Hampaturi e Incachaca son en realidad lagunas artificiales formadas por represas que almacenan agua para el consumo de los ciudadanos. A menor altura están Achocalla, las pequeñas “siete lagunas” ordenadas como rosario, la laguna de Uni solitaria al sudeste, y al sur la del zoológico de Mallasa. Especies de aves que pueden observarse en las lagunas de alta montaña: (1) pato crestado (Lophonetta specularioides), (2) ch’oka gigante (Fulica gigantea), (3) zambullidor blanquillo (Podiceps occipitalis), (4) gaviota andina (Chroicocephalus serranus). 86 Vida acuática Las lagunas de altura, entre los 4200 a 4800 m, se caracterizan por la abundancia de plantas acuáticas sumergidas como los isoetes (Isoetes boliviensis e I. lechleri), parientes de los helechos, que tienen cámaras de aire en sus hojas (1), la elodea (Elodea potamogeton) utilizada en los acuarios, o la vinagrilla (Myriophyllum quitense) (2). En estas plantas se esconden muchas especies de invertebrados, como caracolitos o pequeños crustáceos* llamados kani-kani (género Hyalella en el círculo), importante alimento para peces y aves. Los peces que habitaban originalmente estas lagunas eran especies nativas del género Orestias, llamados comúnmente “karachis”, pero desde que se ha introducido desde Norteamérica la trucha arco iris (Oncorhynchus mykiss), sólo ella se encuentra en estas lagunas (3). En aguas muy limpias de altura podrás encontrar un anfibio muy interesante, es el sapo acuático (Telmatobius marmoratus), el cual no puede sobrevivir fuera del agua pues respira dentro de ella a través de la piel, y es la razón por la que sus pulmones se han atrofiado. Es pariente de los sapos gigantes del lago Titicaca. Entre las aves acuáticas (ver página anterior) podrás ver a la ch’oka o focha gigante (Fulica gigantea), macho y hembra construyen con plantas acuáticas grandes nidos flotantes en medio de las lagunas, los adultos son tan grandes y pesados que son incapaces de volar. El pato crestado (Lophonetta specularoides) se distingue por una pequeña cresta en la nuca y un distintivo antifaz negro. El pequeño zampullín blanquillo o “Chullumpi” (Podiceps occipitalis) se zambulle por bastante tiempo para capturar invertebrados y pequeños peces, y la gaviota andina (Chroicocephalus serranus) que también la verás en ríos y lagunas de menor altitud. Manual del Naturalista Urbano 87 Las lagunas de menor altitud, como la de Achocalla en la fotografía, o la laguna de Uni, presentan totora (Schoenoplectus californicus), una planta acuática de mucha importancia, que estando enraizada en el fondo emerge sobre la superficie del agua formando grandes áreas de juncos como cinturones o islotes. En el recuadro un detalle de las inflorescencias. Las plantas acuáticas flotantes, como la lenteja de agua del género Lemna (a) y los pequeños helechos acuáticos del género Azolla (b), crecen entre los totorales o cerca de las orillas. Si hay mucha contaminación, pueden formar grandes conglomerados que flotan sobre el espejo de agua evitando el ingreso de la luz. Varias especies de aves acuáticas prefieren las lagunas de menor altura con abundantes totorales donde pueden construir sus nidos, es el caso de dos especies de ch’ocas o fochas, una de ellas, la focha andina (Fulica ardesiaca), tiene el pico blanco amarillento y un escudo frontal de color rojo castaño (4), y la otra es la pequeña gallineta común (Gallinula galeata) con su pico rojo brillante al igual que el escudo frontal (5); en ambas domina el plumaje negruzco al igual que en la focha gigante. Las dos se alimentan principalmente de plantas acuáticas. 88 Vida acuática Cinco especies de patos frecuentan estas lagunas, principalmente la de Achocalla. La cerceta barcina (Anas flavirostris) tiene el pico amarillo con una banda negra encima (1), el ánade maicero (Anas georgica) muy parecido al anterior pero con la cabeza menos obscura y un largo y delgado cuello (2), el pato pana (Anas puna) con el pico celeste muy llamativo (3), la malvasía canela (Oxyura jamaicensis) cuyo macho es café rojizo con pico azul y resalta la cola negra siempre levantada (4), y la cerceta colorada (Anas cyanoptera) (6), en la que el macho es rojizo. También en estas lagunas hay un zambullidor, se trata del zampullín pimpollo (Rollandia rolland), cuya cabeza tiene mechones de plumas blancas que forman un triángulo que contrasta con el color obscuro de la cabeza y el cuerpo (5). En ocasiones, las personas llaman incorrectamente “patos” a las ch’okas y a los zambullidores, pero ellos pertenecen a familias distintas. Los patos tienen patas cortas con los dedos unidos por completo con membranas interdigitales*, mientras que ch’okas y zambullidores tienen en cada dedo extensiones de piel a manera de lóbulos. Además, los picos de los patos son aplanados con laminillas en los bordes que les permiten filtrar. Cada una de estas especies de aves acuáticas usa diferentes estrategias para encontrar su Como todos los zambullidores, se sumerge comida, observa y anota cuáles pueden suhasta un minuto para capturar peces, emer- mergirse por completo, cuáles solo sumergen giendo varios metros adelante. Su plumaje es la mitad del cuerpo, cuáles recogen el alimento muy mullido, sedoso e impermeable para no en la superficie y cuáles filtran la superficie del mojarse ni enfriarse. agua moviendo la cabeza de un lado al otro. Manual del Naturalista Urbano 89 Hay otras especies de aves que sin ser exactamente acuáticas (que no están nadando o buceando), dependen por completo de la existencia de lagunas con totorales, se trata del sietecolores (Tachuris rubrigastra) (7) y del junquero (Phleocryptes melanops) (8). El primero y como su nombre lo dice, tiene siete brillantes colores muy evidentes a la vista, mientras que el segundo tiene coloraciones más modestas pero se lo reconoce por su canto que asemeja un “taca-taca-taca…”. Ambos encuentran los insectos de los que se alimentan sobre la vegetación acuática, y se han especializado en construir sus nidos sobre los delgados tallos de las totoras; en la foto el nido del sietecolores (9). Un visitante de tierras bajas es el cormorán o pato cuervo (Phalacrocorax brasilianus) (10), un experto en el buceo por largo tiempo para capturar peces. Es tan importante hundirse para permanecer buceando que han perdido la capacidad de impermeabilizar su plumaje, por eso luego de bucear deben secarse al sol. Ya que su cuerpo flota menos, es típico ver solamente su largo cuello cuando nadan. 90 Las lagunas de la ciudad Muy pocas lagunas quedan dentro de la ciudad, están la del parque de Cota Cota, la del jardín japonés, la del jardín botánico “La Paz” en el campus universitario de Cota Cota, y relativamente más alejada la laguna del Zoológico Municipal en Mallasa. Antes habían muchas más lagunas, sobre todo en la zona de Cota Cota, como su nombre en aymará lo dice: “Kkota-kkota”= “lugar de lagunas”. La mayoría han sido expresamente drenadas, o se han desecado naturalmente por la pérdida de las vertientes naturales o porque se rellenaron de sedimentos y basura. Una gaviota ha construido su nido con totora en medio de la laguna de Cota Cota (1), en época reproductiva llevan capucha negra, la cual se pierde durante el receso reproductivo. La laguna del parque de Cota Cota aloja varias especies gracias a la totora que se mantiene. Entre las aves nativas están la gallineta común, y la gaviota andina antes mencionadas, pero también está el martinete o huaco (Nycticorax nycticorax), una garza que se alimenta de los peces de la laguna. Los adultos son blancos con gris, y llevan tres largas plumas blancas que nacen en la nuca (2), los juveniles son marrones (3). El huaco tiene actividad principalmente crepuscular, y normalmente vuela entre lagunas de noche emitiendo un graznido parecido a un cuervo, de ahí su otro nombre común “cuervo nocturno”. Manual del Naturalista Urbano 91 Una de las especies más bonitas es una pequeña ranita verde cuyo hábitat* son los totorales y otra vegetación densa cerca de cuerpos de agua, se trata de la rana arborícola (Hypsiboas riojanus) (4). Gracias a su color verde se camufla a la perfección entre la vegetación a la cual se sujeta con las ventosas que tiene en sus dedos. En las noches emiten sus característicos cantos de agudos “click-click”. Entre los insectos resaltan las libélulas, en la figura Rhionaeschna peralta (6), que siempre visitan las lagunas pues sus ninfas* necesitan desarrollarse en el agua antes de convertirse en adultos voladores. 92 Vida acuática Lastimosamente en las lagunas urbanas se han introducido muchas especies domésticas exóticas como los patos criollos (Cairina moschata), originarios de bosques tropicales de Centro y Sudamérica, con patas muy cortas y un área de piel desnuda y rojiza alrededor de los ojos, su plumaje original es negro pero en domesticidad adquieren colores blancos enteros o moteados (1). Tam- bién pueden haber ejemplares domésticos del ánade real (Anas platyrhynchos) originario del hemisferio norte, los machos originalmente tienen la cabeza verde brillante y las hembras son marrones, pero en domesticidad tienen también colores blancos (2); y finalmente el ganso común (Anser anser) originario de Europa y Asia, los ejemplares silvestres son marrones y los domésticos blancos (3). En las lagunas urbanas se han introducido carpas (Cyprinus carpio) (4), peces originarios de Norteamérica de color anaranjado, aunque hay ejemplares con manchas blancas y negras. Un ejemplo de alteración del equilibrio ecológico al introducir especies exóticas Los peces nativos que habitaban originalmente en los ríos y lagunas de La Paz pertenecían al género Orestias, un grupo de unas 45 especies que evolucionaron exclusivamente en los Andes de Sudamérica, son ejemplos los ispis del lago Titicaca, así como los extintos umanto y boga. La introducción de truchas y carpas los han desplazado y extinguido en la mayoría de ríos y lagunas de La Paz, pero el karachi negro (Orestias agassizii), en la foto de arriba, sobrevive aún en las lagunas de Uni, Siete Lagunas, Achocalla, y quizás todavía en otras lagunas de alta montaña. Naturalista Urbano 93 La vida en los ríos, desde las montañas hasta los valles agrícolas del sur Hay que salir de la ciudad varios kilómetros hacia las montañas para encontrar ríos limpios, una interesante excursión resulta de subir a pie o en bicicleta el río Irpavi hasta la represa de Hampaturi (pero ascender cualquier otro río, ofrece el mismo aprendizaje). Una vez que las aguas dejan de ser turbias, se puede constatar la pureza de las mismas levantando algunas Una pequeña planaria*(5); una ninfa* infa* de efímera* caracterizada por los varios ios pares de branquias en el abdomen y tres filamentos caudales (6), su forma adulta carece dee aparato bucal pues viven pocos días sólo para ara reproducirse (7). También pueden verse larvas* arvas* de tricópteros* que llevan estuches de granos de arena o restos vegetales alrededor dee sus cuerpos, y ninfas* de plecópteros*, sin branquias nquias en el abdomen y con sólo dos filamentos caudales. La remolinera común (Cinclodes albiventris) ventris) s es una pequeña ave que frecuenta ríos limpios de altura, aunque también se la observa al lado de acequias y otros cuerpos de agua en zonas más bajas. La razón es que busca insectos acuáticos para alimentarse. Reconócela por las líneas blancas en la cabeza y en las alas (8). rocas que están en el lecho del río, donde varios pequeños animalitos se esconden debajo. En la figura de abajo se puede ver algunos de ellos, estos invertebrados requieren de aguas limpias y oxigenadas para vivir, y mueren en aguas turbias y sucias, por lo que pueden ser usados como indicadores* de la calidad del agua. Recuerda siempre dejar la piedra en el mismo sitio. 94 Vida acuática A través de la ciudad de La Paz, los ríos circulan cargados de contaminación y sedimentos, muchos tramos están embovedados (son solo cloacas) y la vida es inexistente. En los tramos abiertos se desarrolla en los márgenes cierto tipo de vegetación entre la cual destaca la sehuenca (Cortaderia jubata y C. speciosa), una gramínea* grande (1) cuyas inflorescencias* parecen penachos de plumas, también estará presente donde hay mucha humedad en el suelo. El río La Paz desciende hacia los valles del sur cargado de la contaminación urbana. Es triste que varios kilómetros aguas abajo, el río continúa pestilente y cargado de la espuma de los detergentes. La importancia agrícola de estos valles es vital para todos y no debería perderse; como habitantes urbanos tenemos que actuar urgentemente para descontaminar el agua que riega nuestro alimento. Manual del Naturalista Urbano 95 El lecho del río, incluso dentro de la ciudad, es visitado por grandes bandadas de gaviotas andinas (Chroicocephalus serranus) que buscan alimento entre la basura que el río transporta. Pero en zonas más bajas está presente otro visitante que viaja desde el altiplano, el ibis puneño o yanavico (Plegadis ridgwayi), el cual presenta bonitos matices tornasolados* en su plumaje negro (2), y como todos los ibis, tiene un largo pico curveado que le permite buscar invertebrados en el fango. Normalmente vuelan en grandes grupos en formación de vuelo en “V” o como largas filas. En los totorales que se forman en pequeñas lagunas al lado del río, se pueden escuchar los cantos del rascón gallineta (Pardirrallus sanguinolentus), una pequeña gallineta con largo pico verduzco (3). Era muy común también en las lagunas de la ciudad, ahora parece estar sólo en la laguna de Uni. ¿Sabías qué? La Constitución Política del Estado (CPE), establece en el artículo 373 que “los recursos hídricos en todos sus estados cumplen función social, cultural y ambiental… estos recursos no podrán ser objeto de apropiaciones privadas…”. Esto significa que todos, sin excepción, tenemos derecho a disfrutar de los beneficios de los cuerpos de agua, pero a la vez tenemos el deber ineludible de cuidarlos. En ningún caso es aceptable la apropiación personal de ningún cuerpo de agua. En la fotografía, un cartel en Siete lagunas que pone “Propiedad Privada”, violando la CPE. 96 Vida acuática La gran importancia de los charcos En algunos sitios de la ciudad se forman charcos estacionales después de las lluvias. Generalmente no les damos importancia, pero son cruciales para la vida acuática. En ellos desovarán dos especies de anfibios de nuestra ciudad, el sapo común (Rhinella spinolosa) (1) y el sapito o jampatito (Pleurodema cinereum) (2). El primero es el más grande, y tiene la piel verrugosa, el segundo, más pequeño, se caracteriza por poseer dos manchas en la parte trasera del cuerpo a manera de ojos. Ellos salen de sus escondites subterráneos donde pasaron el frío y seco invierno para buscar pareja durante la época lluviosa. Para ello, los machos, principalmente de la segunda especie, croan intensamente para atraer a las hembras. Luego de esto podrás ver los huevos, ya sea en largos cordones gelatinosos para el sapo común (3), o en aglomeraciones espumosas para el jampatito (4). De los huevos emergerán renacuajos* que a través de la metamorfosis* se convertirán en pequeños sapitos juveniles. Es una lástima que los sitios donde podían formarse charcos son cada vez más escasos, pues la urbanización cementa y asfalta todo, por esta razón es cada vez más raro ver o escuchar a estos anfibios en la ciudad. Manual del Naturalista Urbano 97 Visitantes ocasionales y migrantes frecuentes Muchas especies de aves acuáticas viajan largas distancias para encontrar su alimento. Hay especies de aves que viven en Bolivia pero que accidentalmente son observadas en La Paz y sus alrededores, es el caso del martín pescador (Megaceryle torquata) (5) que habita en bosques tropicales y subtropicales, esta ave es experta en pescar lazándose desde alturas sobre sus presas. También se podría ver a la bandurria de collar (Theristicus melanopis), pariente del ibis puneño pero que habita en praderas y sabanas de poca altitud. Dos garzas blancas que no debes confundir con la garcilla bueyera (pág. 68), son la garceta grande (Ardea alba) (7) y la garceta nívea (Egretta thula) (8), la primera es la más grande de todas y la segunda lleva unas largas plumas en el pecho y sus pies son amarillos, ambas visitan estacionalmente zonas altas como el lago Titicaca Pero también podrás ver durante nuestro verano aves que viajan larguísimas distancias desde Norteamérica, estas aves se reproducen en el hemisferio norte durante su verano y viajan al sur para invernar* y alimentarse. Tres pequeñas especies de aves playeras visitan La Paz, se trata del andarríos maculado (Actitis macularius) (9), el andarríos solitario (Tringa solitaria) (10), y el correlimos de Baird (Calidris bairdii) (11), los podrás observar en las orillas de lagunas y ríos limpios metiendo el pico en el fango para extraer invertebrados. 98 La vida silvestre en los valles de “Río Abajo” La vida silvestre en los valles de “Río Abajo” S eguramente ya conoces los valles de “Río Abajo”, pues son muy visitados por la gente de la ciudad en especial los fines de semana; nombres como Mallasa, Jupapina, Huajchilla o Mecapaca te serán familiares (observa el mapa en la página siguiente). Una de las principales razones para que la gente guste de visitarlos es que son muy cálidos, lo que se debe a que se ubican a menor altitud (entre 2200 y 3300 m). Pero a diferencia de otras zonas bajas, como los Yungas, los de “Río Abajo” son semiáridos* porque las serranías que los rodean actúan como barreras para el paso de las nubes con lluvia, y los vientos de aire caliente y seco que los recorren, disipan la humedad. Este clima caliente y seco hace que la vegetación nativa necesite de adaptaciones especiales para evitar perder su contenido de humedad. Manual del Naturalista Urbano 99 En la fotografía de la página anterior se observa claramente el contraste entre las serranías áridas con arbustos espinosos, y las amplias llanuras al lado del lecho del río, llamadas terrazas*. Gracias a la humedad del suelo que provoca el paso del río, en estas terrazas se desarrolla una densa vegetación, y por esta razón estas terrazas han sido utilizadas para la producción agrícola desde épocas prehispánicas (ver capítulo 6), y es por esto que los poblados se sitúan donde hay estas terrazas como se aprecia en el mapa de al lado (las terrazas están en color amarillo). Muchas especies de animales son atraídas por los cultivos de hortalizas, maíz, flores y frutales, otras prefieren refugiarse en lo alto de las serranías, y varias se mueven entre las serranías y el fondo de los valles. El típico paisaje de las laderas de las serranías actualmente está dominado por un matorral espinoso de poca altura (2 m), acompañado de cactus columnares* y plantas en rosetas* como la Kara (Puya meziana). De acuerdo a varios autores, en estos valles habría existido, antes de la influencia humana, un denso bosque de algarrobos (Prosopis spp.) de hasta 6 m de altura. La extracción de madera como leña, el uso agrícola, y principalmente el pastoreo extensivo de ovejas ha empobrecido el ambiente, y sin lugar a dudas, la peor amenaza actual es la transformación de ellos en urbanizaciones. 100 La vida silvestre en los valles de “Río Abajo” Una de las estrategias que usan las plantas para sobrevivir en estos ambientes es reducir mucho la superficie de las hojas subdividiéndolas, y llenar sus tallos de espinas para evitar el ataque de animales herbívoros*. Los más típicos son los churquis (Vachellia spp.) (1 y 2) y los algarrobos o thakos (Prosopis spp.) (3 y 4). Sus frutos son legumbres* que son un alimento muy importante para los animales silvestres y el ganado. Naturalista Urbano 101 Para enfrentar la falta de humedad, los cactus han eliminado sus hojas, almacenan agua en su tallo (por eso se las llama suculentas*), y la resguardan cubriéndose de espinas. Los cactus que levantan tallos de más de metro y medio se llaman columnares*, uno de los más grandes y típicos en La Paz es el achuma (Trichocereus bridgesii) (5) con enormes flores tubulares blancas (ver recuadro en la página 103). Con tallos de menor diámetro es el kusa-kusa (Corryocactus melanotrichus), con brillantes flores rojas y frutos esféricos comestibles (6, 7 y 8). El chipitarwa (Oreocereus fussulatus) se caracteriza por presentar una densa vellosidad blanca y frutos anaranjados, este cactus puede crecer en ambientes de mayor altitud (9 y 10). Y la kealla (Austrocylindropuntia subulata) caracterizada por la forma en que se ramifican sus tallos (11). Si bien los cactus protegen sus tallos con espinas, buscan que los animales consuman los frutos para dispersar* sus semillas (10), por eso los frutos son vistosos, dulces, jugosos, y poco espinosos. 102 La vida silvestre en los valles de “Río Abajo” También podrás encontrar cactus que se levantan pocos centímetros del nivel del suelo, sus formas de crecimiento son diversas, y muchos de ellos pueden encontrarse en ambientes de mayor altitud. La tunilla o airampo (Opuntia sulphurea) es como una versión en miniatura de la tuna (Opuntia ficus-indica) (ver página 63), sus flores son amarillas (1) y sus pequeños frutos rojos son comestibles. Varias especies del género Lovibia crecen al ras del suelo asomando solo la parte superior del tallo, pasan desapercibidos excepto cuan- do florecen (2). Muchas pequeñas especies nativas son apreciadas como ornamentales, es el caso de Austrocylindropuntia shaferi (3); es importante mantener las poblaciones silvestres de cactus y promover que su comercialización sea a partir de individuos cultivados. Otro cactus que pasa desapercibido mientras no florezca es Echinopsis bridgesii, pero cuando lo hace es espectacular, pues levanta varios largos pedúnculos con grandes flores blancas que se abren por completo solo en la noche (4). Manual del Naturalista Urbano 103 ¿Qué animales polinizan las flores en la noche? No todas las plantas abren sus flores en el día, algunas lo hacen en la noche para que polinizadores* nocturnos acudan a ellas, normalmente las flores son de color blanco pues es el color más llamativo en la obscuridad. Numerosas especies de polillas se alimentan del néctar de las pequeñas flores que se abren en la noche, pero, ¿qué animales polinizan las grandes flores blancas que producen por ejemplo el achuma (Trichocereus bridgesii), de la foto de la izquierda, o las de Echinopsis bridgesii (foto 4 de la página anterior)? Eventualmente podrían acudir insectos o picaflores, ¡pero en realidad están diseñadas para murciélagos polinizadores! Los murciélagos o “chiñis” son los únicos mamíferos voladores, y en La Paz se ha reportado hasta ocho especies. Una de ellas es nectarívora* (Anoura peruana) a la izquierda, y se caracteriza por su hocico alargado y por tener una larga y delgada lengua que le permiten alcanzar el néctar de las flores. Cuando mete la cabeza en la flor, el pelaje de la cabeza se llena de polen* que luego polinizará a otras flores. ¿De qué se alimentan los otros murciélagos en La Paz? Seis de las ocho especies de La Paz son insectívoras*, y es la razón por la que es frecuente verlos revoloteando cerca de los focos de luz artificial que atraen insectos. Son muy importantes porque cada individuo come muchos insectos por noche, controlando de forma natural plagas potenciales de cultivos y a insectos que pueden transmitir enfermedades, como los mosquitos. Viven en cuevas u otros tipos de oquedades en colonias, y muchas veces se juntan varias especies distintas. Sólo una de las ocho especies se alimenta de sangre de mamíferos y aves, se trata del vampiro común (Desmodus rotundus), el cual se restringe en La Paz sólo a los valles de menor altitud. Es importante reconocer que la mayoría de las especies de murciélagos son beneficiosas, por lo que se los debe proteger y evitar que la gente los mate por temor o para comercializarlos. 104 La vida silvestre en los valles de “Río Abajo” Otras plantas características de los valles secos Muchas de las especies que conocimos en los capítulos anteriores, particularmente las bromélias* del género Puya y Tillandsia, el sanu sanu (Ephedra americana), o incluso el molle (Schinus areira) y el jacarandá (Jacaranda mimosifolia), son frecuentes en estos valles, pero hay algunas especies que son raras en ambientes de mayor altitud, pues son sensibles a las bajas temperaturas y/o están adaptadas a las condiciones de aridez. La chakatea (Dodonaea viscosa) es un arbusto particularmente abundante, mantiene las hojas verdes todo el año debido a que son duras y contienen resinas por lo que no pierden agua y los animales normalmente no la consumen. Sus frutos rojizos y alados son inconfundibles (3-4). Entre ellas está el papayillo o gargatea (Vasconcellea quercifolia) (1-2), un singular arbolito que alcanza más de cuatro metros. Para soportar la aridez deja caer sus hojas en la época seca y almacena agua en su grueso tronco cubierto de una corteza que se desprende como papel. En época lluviosa se llena de hojas, florece y produce sus pequeños frutos comestibles que parecen papayas en miniatura (3 a 4 cm de longitud). El warijo (Tecoma fulva) (5-6) es un arbusto inconfundible por la enorme cantidad de flores rojas tubulares que produce sólo durante la época de lluvias, muy importantes para varias especies de picaflores y otros insectos nectarívoros*. Manual del Naturalista Urbano 105 Dos picaflores propios de los valles Aunque en los valles podrás observar picaflores que conocimos en los otros capítulos, como al colibrí cometa (Sappho sparganurus), hay dos especies que son raras de ver a mayor altitud, y aunque son cada vez menos abundantes, pueden observarse en los valles. El colibrí colilargo menor (Lesbia nuna), tiene una larga cola bifurcada (7), pero a diferencia de la cola del colibrí cometa, en esta especie es negra con barras verde metálico como el color del resto del cuerpo; en el macho llega a medir 10 cm siendo más del doble del tamaño y haciendo ver al colibrí más grande de lo que realmente es (apenas pesa unos 4 gr), en la hembra la cola es la mitad de larga. En esta especie el pico es muy corto en comparación con otros colibríes. El picaflor ventri-níveo (Amazilia chionogaster), en cambio, tiene cola corta, y resalta su vientre blanquecino en contraste con la espada verde y los tonos obscuros de las alas y de la cola (8). La hembra no es muy distinta del macho, con tonalidades un poco más opacas. 106 La vida silvestre en los valles de “Río Abajo” Aunque normalmente esperamos ver insectos espectaculares en los bosques tropicales, en los valles de Río Abajo podemos encontrar un escarabajo robusto que puede tener más de cuatro centímetros de longitud sin incluir las largas patas delanteras, se trata del torito o waca-waca (Golofa eacus). El macho, ligeramente más grande que la hembra, lleva un cuerno en el extremo de la cabeza y otro en el tórax, los que usa junto a las largas patas para competir con otros machos y expulsarlos de su territorio. Las larvas viven más de un año en el suelo alimentándose de raíces, los adultos son herbívoros y les gusta comer choclos. Otras aves características de los valles de Río Abajo En estos valles la diversidad de aves es muy grande, podrás observar a muchas de las especies que describimos en los capítulos anteriores, pero es importante resaltar a algunas que rara vez se aventuran a mayores altitudes. Muchos de ellos tienen sus parientes en zonas más altas, es el caso de una chaiñita, el jilguero encapuchado (Sporagra magellanica), distinguible porque el macho tiene una característica capucha negra sobre un plumaje mayoritariamente amarillo (1), las hembras no llevan capucha pero andan junto a los machos en las bandadas. También observarás un tayankallo, la dormilona chica (Muscisaxicola maculirostris), que tiene tonalidades cafés en lugar de grises, y es la más pequeña de las dormilonas (2). La viudita aliblanca (Knipolegus aterrimus) se posa en ramas para esperar que pasen insectos y atraparlos en ataques aéreos, el macho es totalmente negro (3), excepto por una línea blanca en las alas que es notoria al volar, la hembra es marrón con dos líneas blancas en las alas. Manual del Naturalista Urbano 107 El birro común (Hirundinea ferruginea) que es bastante grande y con un color rojizo inconfundible (4), también utiliza los ataques aéreos, pero además es muy común verlo en acantilados o paredes verticales donde anida. El espinero andino (Phacellodomus striaticeps) (5), busca insectos en el suelo y base de arbustos, y construye nidos colgantes en las ramas. El fiofío de cresta blanca (Elaenia albiceps) (6) busca insectos en medio del follaje*, lo reconocerás por las líneas blancas de sus alas y porque tiene un parche blanco en medio de su cabeza, evidente sólo cuando levanta la cresta. También come bastantes semillas y frutos. Un ave muy difícil de ver es el chotacabras ñañarca (Systellura longirostris), el único atajacaminos* que puede verse en La Paz. Tiene un aspecto único, su pico es corto y muy ancho, tiene cerdas largas como bigotes y sus patas son tan débiles que no las usa para caminar (7). Es un gran cazador nocturno de insectos, se posa en el suelo esperando que pasen sus presas que atrapa con un vuelo corto, regresando al mismo lugar; es posible verlo rondando los postes de luz artificial. Tiene unos colores de camuflaje que hacen imposible verlo sobre el suelo, sobre todo durante el día que es cuando duerme. 108 La vida silvestre en los valles de “Río Abajo” Sin lugar a dudas el ave más notoria en los valles es el sinsonte castaño (Mimus dorsalis), pues es muy bullicioso y fácil de ver, lo reconocerás por su gran tamaño, una ceja blanca sobre un antifaz negro (1), y porque cuando vuela su cola muestra dos anchas bandas blancas. Un pariente de los chiguancos es el zorzal chalchalero (Turdus amaurochalinus), que se diferencia de ellos por su pecho y vientre blanquecinos, así como las evidentes líneas oscuras en la garganta (2). La palomita columbina picuí (Columbina picui) es muy abundante en los valles y rara a mayor altitud, se alimenta principalmente de granos que recoge del suelo, se distingue de las otras palomas, además de su pequeño tamaño, por el borde negro del ala y una línea negra en el hombro (3). Manual del Naturalista Urbano 109 Entre las aves granívoras* restringidas a estos valles, destaca un pariente del piquito de oro (Catamenia analis) (pág. 28), se trata del semillero sencillo (Catamenia inornata), muy parecido al primero pero se diferencia porque el macho carece de la banda blanca en la cara ventral de la cola (4), y el pico tiende más a un color anaranjado. Las hembras tienen tonos marrones jaspeados. En el primer capítulo mencionamos a la paloma común (Columba livia), una especie exótica invasora. La segunda especie exótica invasora de La Paz es el gorrión común (Passer domesticus) (5) nativo de Europa, África y Asia. Por ahora se restringe a los ambientes urbanizados de los valles de “Río Abajo”. El macho se reconoce por una mancha blanca como ojo detrás del verdadero ojo y un área renegrida en la garganta. La mayoría de roedores que conociste en el capítulo 5 están presentes en estos valles, pero es importante mencionar al ratón cola de pincel (Octodontomys gliroides) (6), llamado así porque tiene un penacho de pelos en la punta de la cola que le sirve para direccionar sus saltos y distraer a sus predadores. Es muy hábil para treparse a los cactus esquivando las espinas para mordisquearlos y obtener comida y agua. ¡Orquídeas en nuestros valles! Cuando pensamos en orquídeas se nos viene a la mente frondosas junglas tropicales, y probablemente no imaginaríamos que podríamos encontrar al menos 14 especies en los alrededores de La Paz. Algunas muy pequeñitas están restringidas a las altas montañas, pero la mayoría crece en sitios escondidos e inaccesibles -como paredes rocosas- en las serranías de los valles. Son verdaderas joyas para la admiración de un naturalista, la mayoría, como la Altensteinia fimbriata de la fotografía, tienen flores muy pequeñas dispuestas de a cientos en inflorescencias* que se observan por pocos meses en época lluviosa; sobreviven la época seca gracias a raíces suculentas*. Las orquídeas destacan entre todas las plantas por utilizar extravagantes métodos de polinización*, pero aún es un misterio qué insectos polinizan a esta especie. 110 La vida silvestre en los valles de “Río Abajo” Una especie icónica de La Paz La taruka o venado andino (Hippocamelus antisensis) es el único ciervo de La Paz y se refugia en las serranías altas de los valles de Río Abajo. Mide hasta un metro de alto y los machos tienen astas* de dos puntas que cambian cada año en la época de reproducción; cuando las astas renacen están cubiertas de vellón. Debido a la intensa cacería y persecución, actualmente está en peligro de extinción* en Bolivia. Las reducidas poblaciones que aún sobreviven en los alrededores de La Paz son extremadamente valiosas y deben ser protegidas con el máximo celo. Mantengamos por siempre el privilegio de ver en directo a una criatura tan maravillosa. Manual del Naturalista Urbano 111 AGRADECIMIENTOS En primer lugar deseamos reconocer que la curiosidad, ansias y entusiasmo de conocer más sobre la biodiversidad nativa de La Paz, que nos compartieron tantos amigos naturalistas y ciudadanos, ha sido el aliciente principal que nos motivó a preparar este pequeño manual, y en este contexto, deseamos agradecer en especial a los estudiantes de los cursos de Ecología Urbana y Desarrollo Urbano Sostenible desarrollados en la UMSA. Nacional de Historia Natural y el Instituto de Ecología de la UMSA ha sido de mucha ayuda para elaborar este manual. El lector podrá recurrir a esta obra para profundizar en su conocimiento sobre los valores naturales de La Paz. Deseamos agradecer a todos los autores de esa importante obra su invaluable aporte al conocimiento de nuestra naturaleza. Nuestros colegas Sergio Ávila y Miguel Limachi nos colaboraron en la identificación Agradecemos a todos los naturalistas amigos de varios invertebrados, y el Prof. Allen F. que desprendidamente nos permitieron uti- Sanborn Ph. D. de la Univ. Barry (USA) idenlizar sus fotografías; y también les estamos tificó el género de la cigarra que aparece en muy agradecidos por sus valiosas opiniones la contraportada. y ánimos. Y finalmente reconocer que la existencia de Es importante reconocer que la existencia los proyectos IDH de la UMSA, administrados de la obra “Historia Natural de un Valle en por el DIPGIS, permiten plasmar en realidad los Andes: La Paz”, publicado por el Museo ideas como este manual. Gracias a todos. Mantente en contacto con nosotros Es muy importante para nosotros que como usuario de este manual nos comuniques tu opinión, sugerencias para mejorarlo, aportes de historia natural o cualquier otro tipo de iniciativa que tengas al correo [email protected]. Igualmente, si consideras que alguien que conozcas desearía tener un ejemplar de este manual, dile que nos solicite uno gratis. Te sugerimos visitar “Nuestros Vecinos Silvestres” en Facebook y compartir tus fotos de la biodiversidad de la ciudad y sus alrededores; además podrás informarte y participar de muchas otras iniciativas para conocer y proteger nuestra biodiversidad nativa. 112 Clasificación taxonómica Clasificación taxonómica de la biodiversidad tratada en el texto Para organizar la enorme biodiversidad* existente en el planeta, los biólogos organizamos a los organismos en grupos jerárquicos, los cuales se llaman “grupos taxonómicos”, como los reinos, divisiones, filos, clases, órdenes, familias y géneros. En el siguiente cuadro incluimos la clasificación taxonómica de todos los organismos que describimos o mencionamos en el manual, los cuales representan una pequeña fracción de lo que existe en La Paz y sus alrededores, particularmente en cuanto organismos unicelulares, algas e invertebrados. Para hacerte una idea de la enorme diversidad en La Paz, en este manual abarcamos apenas el 10% de especies de plantas, 67 % de los reptiles y anfibios, pero el 100% de las aves residentes, mamíferos grandes y peces. Te recomendamos que leas la obra “Historia Natural de un Valle en los Andes: La Paz”, producido por el Museo Nacional de Historia Natural y el Instituto de Ecología, para profundizar tu conocimiento sobre la biodiversidad paceña, la mayoría de los nombres comunes que ponemos en la tabla han sido obtenidos de esta obra. También te recomendamos revisar en internet aspectos que se sepan de las especies que mencionamos, colocando el nombre en latín en los motores de búsqueda. Es importante recordar que como en toda ciencia, la taxonomía está en permanente actualización, por lo que la presente clasificación puede variar en el futuro. Incluimos además información sobre la procedencia de las especies si no son nativas, y las páginas del texto donde las describimos (en negrita), o las mencionamos (sin negrita). Grupo taxonómico Nombre científico Nombre común Procedencia Páginas Dominio o Reino Bacteria Rhizobium (varias especies) Fijadoras de nitrógeno Distribuidas mundialmente 62 División Basidiomycota Hongos que forman setas Nativos 11 Nota: Varios tipos de hongos de muchos grupos participan junto con algas en la formación de líquenes Líquenes Nativos 11, 77 Reino Fungi (hongos) Reino Plantae (Plantas multicelulares) División Bryophyta (Musgos) Superdivisión Pteridophytae (plantas sin semillas) 11, 77 Manual del Naturalista Urbano 113 Grupo taxonómico Nombre científico Nombre común Procedencia Páginas División Pterophyta Varias familias Helechos terrestres Nativos 46 Helecho de agua Nativas 87 Isoetes Nativas 86 Licopodios Nativas 75 Fam. Salviniaceae Azolla filiculoides y A. microphylla División Lycophyta Fam. Isoetaceae Isoetes boliviensis y I. lechleri Fam. Lycopodiaceae Phlegmariurus andinus y P. saururus División Spermatophyta (plantas con semillas) Clase Gymnospermae (plantas que producen semillas en conos) Fam. Cupressaceae Cupressus (varias especies) Cipreses Eurasia, cultivados Cola de caballo, Sanu sanu Nativa Pino Norteamérica, cultivado 5, 23, 24, 32 Fam. Ephedraceae Ephedra americana 46, 104 Fam. Pinaceae Pinus radiata 5, 23 ClaseAngiospermae (plantas con flores típicas) Fam. Alstroemeriaceae Bomarea andimarcana Nativa 46 34 Fam. Amaranthaceae Atriplex semibaccata Kentara Australia, naturalizada Chenopodium quinoa Quínua Nativa, cultivada Beta vulgaris Acelga, remolacha Europa y Asia, cultivada 62 Orqo orqo Nativa 53 Hippeastrum cybister Nativa 53 Pyrolirion boliviense Nativa 53 Stomesson miniatum Nativa 53 34, 62 Fam. Amaryllidaceae Clinanthus humilis 114 Clasificación taxonómica Grupo taxonómico Nombre científico Allium cepa Nombre común Procedencia Páginas Cebolla Asia, cultivada 62 Molles Nativos Daucus carota Zanahoria Asia, cultivada 62 Foeniculum vulgare Hinojo Europa, cultivada 13 Lentejas de agua Nativas 87 Hiedra Europa y Asia, cultivada 18 Palmera canaria Islas Canarias, cultivada 23 Agave americana Ágave, Magüey Norteamérica, cultivada 24 Yucca aloifolia Yuca Norteamérica, cultivada 23 Baccharis alpina T’anta thola Nativa 75 Baccharis boliviensis Thola supa Nativa 36 Baccharis latifolia Chillca Nativa 36 Baccharis papillosa T’anta thola Nativa 36 Baccharis tola, B. linearifolia Tholas Nativas 36 Bidens andicola Muni Nativa 35 Chuquiraga parviflora, C. jussieuii Chuquiraga Nativa 45, 79 Cirsium vulgare Cardo Eurasia y Africa, naturalizada 12, 13 Dasyphyllum ferox Llauli Nativa 45 Gnaphalium (varias especies) Wira-wira Nativa 46 Hypochaeris meyeniana Anusiki Nativa 75 Hypochaeris taraxacoides Pilli Nativa 75 Lactuca sativa Lechuga Europa, cultivada 62 Leucanthemum maximum, L. vulgare Margaritas Europa y Asia, cultivadas 12, Fam. Anacardiaceae Schinus areira, S. molle 25, 104 Fam. Apiaceae Fam. Araceae Lemna gibba, L. minuta, L. valdiviana Fam. Araliaceae Hedera helix Fam. Arecaceae Phoenix canariensis Fam. Asparagaceae Fam. Asteraceae Manual del Naturalista Urbano 115 Grupo taxonómico Nombre científico Nombre común Procedencia Páginas Matricaria chamomilla Manzanilla Europa y Asia, cultivada 12, Mutisia acuminata Chirchircoma Nativa 35 Mutisia orbignyana Chirchircoma, Ch’illka Nativa 35, 79 Pluchea fastigiata T’uyu-t’uyu Nativa 35 Senecio clivicolus Sunchu waycha Nativa 35 Senecio serratifolius Kea kea Nativa 75 Taraxacum officinale Diente de león Europa, naturalizada 5, 7 Verbesina mandonii Verbesina Nativa 35 Viguiera australis Sunchu Nativa 35 Viguiera pazensis Sunchillo, Sunchu Nativa 35 Nativas 75 Papa lisa, Ulluco Nativa, cultivada 60 Churisiki Nativa Jacaranda mimosifolia Jacarandá, Tarco Nativa, cultivada 26, 104 Tecoma fulva Warijo Nativa 104-105 Lepidium (varias especies) Hanukara Nativa 7 Rapistrum rugosum Mostacilla Europa, Asia, naturalizada 60 Brassica oleracea Repollo Asia y Europa, cultivada 62 Puya cochabambensis Wikunta Nativa 56 Puya herzogii Kayara Nativa 56 Puya meziana Kara Nativa 42,56, 99 Tillandsia boliviensis Carhuatilla Nativa 55 Nativa 55 Nativa 55 Nativa 55 Werneria (varias especies) Fam. Basellaceae Ullucus tuberosus Fam. Berberidaceae Berberis boliviana, B. commutata 64-65 Fam. Bignoniaceae Fam. Brassicaceae Fam. Bromeliaceae Tillandsia bryoides Tillandsia capillaris Tillandsia carnosa Clavel del aire 116 Clasificación taxonómica Grupo taxonómico Nombre científico Nombre común Tillandsia sphaerocephala Tillandsia usneoides Barba de viejo Procedencia Páginas Nativa 55 Nativa 55 Nativa 102 Fam. Cactaceae Austrocylindropuntia shaferi Austrocylindropuntia subulata Kealla Nativa 64-65, 101 Corryocactus melanotrichus Kusa-kusa Nativa 101 Echinopsis bridgesii Nativa 102-103 Lovibia (varias especies) Nativos 102 Opuntia ficus-indica Tuna México, cultivada 63, 102 Opuntia sulphurea Tunilla, Airampo Nativa 102 Oreocereus fussulatus Chapitarwa Nativa 101 Trichocereus bridgesii Achuma Nativa 101, 103 Zapatilla Nativas 33 Madreselva Asia 12 Gargatea Nativa 104 Dianthus (varias especies) Clavelines Eurasia 24 Pycnophyllum molle Huaricoca Nativa 74 Rosa verde México 24 Totora Nativa 87 Chachacoma Nativa 45 Acacia melanoxylon Acacia negra Australia, cultivada, invasora Adesmia miraflorensis Añayuaya Nativa Fam. Calceolariaceae Calceolaria (varias especies) Fam. Caprifoliaceae Lonicera japonia Fam. Caricaceae Vasconcellea quercifolia Fam. Caryophyllaceae Fam. Crassulaceae Echeveria (varias especies) Fam. Cyperaceae Schoenoplectus californicus Fam. Escalloniaceae Escallonia myrtilloides Fam. Fabaceae 5, 23, 24, 32 33 Manual del Naturalista Urbano 117 Grupo taxonómico Nombre científico Nombre común Procedencia Páginas Astragalus peruvianus Huallpahuallpa Nativa 75 Lupinus altimontanus Kkela Nativa 33 Lupinus mutabilis Tarwi Nativa, cultivada Pisum sativum Arveja Asia, cultivada Prosopis laevigata, P. flexuosa Algarrobos, Thakos Nativas 47, 99, 100 Senna aymara Moto moto Nativa 46 Spartium junceum Retama Europa, cultivada, invasora 12,32 Trifolium repens Trébol blanco Europa y Asia, naturalizada 12, 13 Vachellia aroma, V. caven Churquis, Llikis Nativas 100 Vicia faba Haba Europa, cultivada 62 P’enque-p’enque Nativa 75 Geranios Sudáfrica, cultivados 12 Vinagrilla Nativa 86 Elodea Nativa 86 Gladiolos Europa y África, cultivados 63 Kachu paco Nativa 74 Clinopodium bolivianum Muña, Koa Nativa 33 Lavandula officinalis Lavanda Europa, cultivada 12 Salvia haenkei Chunqa chunqa, Salvia Nativa 33 Itapallu, Ortiga Nativas 46, 79 Farolito chino Sudamérica, cultivada 33, 62 62 Fam. Gentianaceae Gentiana sedifolia Fam. Geraniaceae Pelargonium (varias especies) Fam. Haloragaceae Myriophyllum quitense Hydrocharitaceae Elodea potamogeton Fam. Iridaceae Gladiolus (varias especies) Fam. Juncaceae Distichia muscoides Fam. Lamiaceae Fam. Loasaceae Caiophora (varias especies) Fam. Malvaceae Abutilon pictum 14 118 Clasificación taxonómica Grupo taxonómico Nombre científico Nombre común Procedencia Páginas Lavatera assurgentiflora Malva Real Norteamérica, cultivada 24 Nototriche (varias especies) Altea Nativas 75 Eucaliptos Australia, cultivados Fraxinus (varias especies) Fresnos Hemisferio norte, cultivados Jasminum grandiflorum Jazmín Asia, cultivada 12 Ligustrum (varias especies) Ligustros Asia y Europa, cultivados 24 Fucsias Americanas, cultivadas 14 Orquídea Nativa 109 Sojo sojo Nativa 33 Nativa 75 46 Fam. Mirtaceae Eucalyptus (varias especies) 5, 23, 32 Fam. Olaceae 5, 23 Fam. Onagraceae Fuchsia (varias especies) Fam. Orchidaceae Altensteinia fimbriata Fam. Orobanchaceae Agalinis lanceolata Castilleja pumila Fam. Oxalidaceae Oxalis (varias especies) Falsos tréboles Nativos Oxalis tuberosa Oca Nativa, cultivada 46, 60 Tumbo Andina, cultivada 14 Plátano de jardín Europa y Asia, cultivada Avena sativa Avena Asia, cultivada 61 Cortaderia jubata y C. speciosa Sehuencas Nativas 94 Festuca rigescens Chilliwa Nativa 77 Festuca dolichophylla Iru ichu Nativa 77 Hordeum vulgare Cebada Asia 61 Stipa ichu = Jarava ichu Paja brava Nativa 77 Pennisetum clandestinum Kikuyo, Pasto Africa, naturalizada, invasora 42 Fam. Passifloraceae Passiflora tripartita Fam. Platanaceae Platanus orientalis 5, 23 Fam. Poaceae Naturalista Urbano 119 Grupo taxonómico Nombre científico Zea mays Nombre común Procedencia Páginas Maíz, choclo Centroamérica, cultivada 63 Cantuta Nativa 13, 14 Cruz-cruz Nativa 64-65 Kageneckia lanceolata K’opi Nativa 45 Lachemilla pinnata Sillu-sillu Nativa 75 Polylepis (varias especies) Keñua Nativas 25, 45 Rosa (varias especies y variedades) Rosas Asia y Europa, cultivadas 24 Malus domestica Manzana Asia, cultivada 16 Asia y Europa, cultivados 16 Fam. Polemoniaceae Cantua buxifolia Fam. Rhamnaceae Colletia spinosissima Fam. Rosaceae Prunus (varias especies y variedades) Ciruelo, durazno, guindas Fam. Salicaceae Populus (varias especies) Álamos Hemisferio norte, cultivados 23 Salix babylonica Sauce llorón Europa y Asia, cultivada 23 Chakatea Nativa 104 Buddleja coriacea Quiswara Nativa 13, 26, 45, 64 Buddleja aromatica Kolli Nativa 46 Capsicum pubescens Locoto Nativo 62 Datura arborea Floripondio blanco Nativa 14 Datura sanguinea Floripondio tricolor Nativa, cultivada Fam. Sapindaceae Dodonaea viscosa Fam. Scrophulariaceae Fam. Solanaceae 14 Dunalia brachyacantha Tankara Nativa 13-14,45, 64-65 Lycianthes lycioides Ckapo-ckapo Nativa 34 Nicotiana glauca Karalawa Nativa 12, 14,34, 45 Solanum tuberosum Papa Nativa, cultivada 60 Nativas 34 Solanum (varias especies) Fam. Tropaeolaceae 120 Clasificación taxonómica Grupo taxonómico Nombre científico Tropaeolum tuberosum Nombre común Procedencia Páginas Isaño Nativa, cultivada 60 Olmos Europa y Asia, cultivados 23 Fam. Ulmaceae Ulmus (varias especies) Reino Animalia (animales multicelulares) Phylum Platyhelmintes (Gusanos planos o planarias) 93 Phylum Mollusca Clase Gastropoda (Caracoles y babosas) 10, 86 Phylum Arthropoda (Animales con patas articuladas y exoesqueleto) Clase Arachnida (Arañas y escorpiones) Fam. Salticidae Tullgrenella sp. Araña saltadora Nativa 9 Araña tejedora Nativa 9 Fam. Araneidae Metapeira sp. Clase Chilopoda (Cienpiés) 10 Clase Diplopoda (Milpiés) 10 Clase Malacostraca (Grupo de crustáceos más numeroso) Orden Isopoda (Cochinillas de humedad) 10 Orden Amphipoda (Anfípodos) Hyalella (varias especies) Kani-kani Nativos 86 Clase Insecta (Insectos) Orden Ephemeroptera (Efímeras) 93 Orden Odonata (Libélulas) Rhionaeschna peralta Libélula Nativa 91 Orden Dermaptera (Tijeretas) 10 Orden Plecoptera 93 Manual del Naturalista Urbano 121 Grupo taxonómico Nombre científico Nombre común Procedencia Páginas Orden Coleoptera (Escarabajos) Fam. Curculionidae Gorgojos Nativos 10 Nativos 10 Estronguistas Nativos 19 Torito, Waca-waca Nativo 106 Fam. Tenebrionidae Scotobius sp. Fam. Melyridae Astylus sp. Fam. Scarabaeidae Golofa eacus Orden Diptera (Moscas y mosquitos) 13 Orden Trichoptera 93 Orden Lepidoptera (Mariposas y polillas) Fam. Pieridae Colias sp. Nativa 13 Dione sp. Nativa 13 Vanessa sp. Nativa 13 Metardaris cosinga Nativa 13 Hylephila sp. Nativa 12 Fam. Nymphalidae Fam. Hesperiidae Fam. Sphingidae Manduca sp. Polilla picaflor, Taparaku Nativa 18 Fam. Arctiidae Taparakus Nativas 18 Fam. Noctuidae Taparakus Nativas 18 Fam. Geometridae Gusanos medidores Nativas 18 Orden Hymenoptera (Abejas, hormigas y avispas) Fam. Apidae Apis mellifera Abeja europea Europa, asilvestrada 13 Bombus sp. Abejorro Nativa 13 Xylocopa sp. Huayronq’o Nativa 13 Fam. Vespidae Avispas Nativa 13, 19 122 Clasificación taxonómica Grupo taxonómico Nombre científico Nombre común Procedencia Páginas Phylum Chordata (Animales con cuerda dorsal como soporte) Clase Actinopterygii (Vertebrados peces óseos con aletas radiadas) Fam. Cyprinodontidae Orestias agassizii Karachi negro Nativo 86, 92 Trucha arcoíris Norteamérica, invasora 86 Carpa común Norteamérica, criada 92 Fam. Salmonidae Oncorhynchus mykiss Fam. Cyprinidae Cyprinus carpio Clase Amphibia (Vertebrados anfibios: ranas, sapos, salmandras) Fam. Bufonidae Rhinella spinulosa Sapo común, Jampato Nativo 96 Rana arborícola Nativa 91 Jampatito Nativa 96 Sapo acuático Nativa 86 Fam. Hylidae Hypsiboas riojanus Fam.Leptodactylidae Pleurodema cinereum Fam. Telmatobidae Telmatobius marmoratus Clase Reptilia (Vertebrados reptiles: serpientes, lagantijas, tortugas) Fam. Liolaemidae Liolaemus (cinco especies) Lagartija, Jararankhu Nativas 50-51 Serpiente, Katari Nativa 50-51 Fam. Colubridae Tachymenis peruviana Clase Aves (Vertebrados aves) Fam. Tinamidae Nothoprocta ornata P’isaka, Perdiz Nativa 66 Nothoprocta pentlandii Sula, Perdiz Nativa 66-67 Nothura darwinii K’ullu, Codorniz Nativa 67 Fam. Anatidae Manual del Naturalista Urbano 123 Grupo taxonómico Nombre científico Nombre común Procedencia Páginas Oressochen melanopterus Huallata, Ganso andino Nativa 76 Anser anser Ganso doméstico o común Europa y Asia, doméstico 92 Lophonetta specularioides Kankana, Pato crestado Nativa 85-86 Anas flavirostris Cerceta barcina Nativa 88 Anas georgica Ánade maicero Nativa 88 Anas puna Pato pana Nativa 88 Anas cyanoptera Cerceta colorada Nativa 88 Oxyura jamaicensis Malvasía canela Nativa 88 Anas platyrhynchos Ánade real Hemisferio norte, doméstico 92 Cairina moschata Pato criollo Sudamérica, doméstico 92 Rollandia rolland Zampullín pimpollo Nativa 88 Podiceps occipitalis Zampullín blanquillo Nativa 85-86 Pato cuervo, Cormorán Nativa 89 Nycticorax nycticorax Martinete, Huaco Nativa 90 Bubulcus ibis Garcilla bueyera Nativa 68 Ardea alba Garceta grande Nativa, visitante ocasional 97 Egretta thula Garceta nívea Nativa, visitante ocasional 97 Plegadis ridgwayi Ibis, Yanavico Nativa 95 Theristicus melanopis Bandurria de collar Nativa, visitante ocasional 97 Cóndor, Mallku Nativa 49, 83 Geranoaetus polyosoma Águila Paca Nativa 48 Geranoaetus melanoleucus Mamani Nativa 48 Rascón gallineta Nativa 95 Fam. Podicipedidae Fam. Phalacrocoracidae Phalacrocorax brasilianus Fam. Ardeidae Fam. Threskiornithidae Fam. Cathartidae Vultur gryphus Fam. Accipitridae Fam. Rallidae Pardirallus sanguinolentus 124 Clasificación taxonómica Grupo taxonómico Nombre científico Nombre común Procedencia Páginas Gallinula galeata Gallineta común Nativa 87, 90 Fulica gigantea Ch’oka gigante Nativa 85-86 Fulica ardesiaca Ck’oka andina Nativa 87 Leke-leke Nativa 67 Calidris bairdii Correlimos de Baird Nativa, migrante del norte 97 Gallinago andina Becacina de la puna Nativa 78 Actitis macularius Andarríos maculado Nativa, migrante del norte 97 Tringa solitaria Andarríos solitario Nativa, migrante del norte 97 Attagis gayi Kulli-kulli Nativa 78 Thinocorus orbignyianus Pucu-pucu Nativa 78 Gaviota andina Nativa 85-86, 90, 95 Columba livia Paloma común Europa y Asia, invasora 5 Patagioenas maculosa Paloma moteada, Torcaza Nativa 29 Zenaida auriculata Zenaida torcaza, Totaqui Nativa 6 Columbina picui Columbina picuí Nativa 108 Metriopelia ceciliae Kurukuta Nativa 29, 68 Metriopelia melanoptera Palomita alinegra Nativa 68 Chuseka, Lechuza Nativa 48-49 Bubo virginianus Búho americano Nativa 48-49 Athene cunicularia Tiptiri Nativa 83 Chotacabras ñañarca Nativa 107 Fam. Charadriidae Vanellus resplendens Fam. Scolopacidae Fam. Thinocoridae Fam. Laridae Chroicocephalus serranus Fam. Columbidae Fam. Tytonidae Tyto alba Fam. Strigidae Fam. Caprimulgidae Systellura longirostris Fam. Apodidae Manual del Naturalista Urbano 125 Grupo taxonómico Nombre científico Aeronautes andecolus Nombre común Procedencia Páginas Vencejo andino Nativa 37 Colibri coruscans Colibrí rutilante, Lulincho Nativa 12, 14 Sappho sparganurus Colibrí cometa Nativa 14, 105 Oreotrochilus estella Colibrí puneño Nativa 79 Lesbia nuna Colibrí colilargo Nativa 105 Patagona gigas Colibrí gigante Nativa 14 Amazilia chionogaster Picaflor ventri-níveo Nativa 105 Martín pescador Nativa, visitante ocasional 97 Yaka-yaka, Carpintero Nativa 28 Phalcoboenus megalopterus Alkamari, María Nativa 39, 49 Falco sparverius Quilli-quilli Nativa 40 Falco femoralis Halcón aleto Nativa 40 Falco peregrinus Halcón peregrino Nativa, migrante del norte 40 Psilopsiagon aymara Perico cordillerano gris Nativa 16 Psittacara mitratus Aratinga mitrada Nativa 27 Geositta tenuirostris Minero picudo Nativa 52 Geositta cunicularia Minero común Nativa 52 Geositta punensis Minero puneño Nativa 52 Geositta rufipennis Minero rojizo Nativa 52 Ochetorhynchus andaecola Bandurrita roquera Nativa 51 Ochetorhynchus ruficaudus Bandurrita piquirrecta Nativa 51 Phleocryptes melanops Junquero Nativa 89 Cinclodes albiventris Remolinera común Nativa 93 Leptasthenura fuliginiceps Tijeral canelo Nativa 38 Fam. Trochilidae Fam. Alcedinidae Megaceryle torquata Fam. Picidae Colaptes rupicola Fam. Falconidae Fam. Psittacidae Fam. Furnariidae 126 Clasificación taxonómica Grupo taxonómico Nombre científico Nombre común Procedencia Páginas Leptasthenuraa egithaloides Tijeral colinero Nativa 38 Phacellodomus striaticeps Espinero andino Nativa 107 Asthenes dorbignyi Canastero rojizo Nativa 37, 81 Asthenes humilis Canastero gorgiestriado Nativa 81 Asthenes modesta Canastero cordillerano Nativa 80-81 Elaenia albiceps Fiofío crestiblanco Nativa 107 Camptostoma obsoletum Mosquerito, Piojito silbón Nativa 52 Anairetes flavirostris Cachudito piquiamarillo Nativa 38 Anairetes parulus Cachudito piquinegro Nativa 27 Tachuris rubrigastra Sietecolores Nativa 89 Hirundinea ferruginea Birro común Nativa 107 Knipolegus aterrimus Viudita aliblanca Nativa 106-107 Muscisaxicola maculirostris Dormilona chica Nativa 106 Muscisaxicola griseus Dormilona de Taczanowski Nativa 80 Muscisaxicola juninensis Dormilona puneña Nativa 80 Muscisaxicola cinereus Dormilona cenicienta Nativa 80 Muscisaxicola albifrons Dormilona gigante Nativa 80 Muscisaxicola flavinucha Dormilona fraile Nativa 80 Muscisaxicola rufivertex Dormilona nuquiroja Nativa 69 Agriornis montanus Gaucho Serrano, Waycho Nativa 53 Agriornis micropterus Gaucho gris, Waycho Nativa 53 Myiotheretes striaticollis Birro grande Nativa 53 Ochthoeca oenanthoides Pitajo canela Nativa 38 Ochthoeca leucophrys Pitajo gris Nativa 38 Cortarramas Nativa 17 Pygochelidon cyanoleuca Golondrina barranquera Nativa 27, 81 Orochelidon murina Golondrina ventriparda Nativa 81 Fam. Tyrannidae Fam. Cotingidae Phytotoma rutila Fam. Hirundinidae Manual del Naturalista Urbano 127 Grupo taxonómico Nombre científico Orochelidon andecola Nombre común Procedencia Páginas Golondrina andina Nativa 81 Chochín criollo, Ratona Nativa 19 Turdus amaurochalinus Zorzal chalchalero Nativa 108 Turdus fuscater Chiguanco, Mirlo grande Nativa 4 Turdus chiguanco Chiguanco Nativa 4, 6 Sinsonte castaño Nativa 108 Anthus correndera Bisbita, Susi-susi Nativa 81 Anthus bogotensis Bisbita andino, Susi-susi Nativa 81 Pipraeidea bonariensis Tangara naranjera Nativa 17 Thraupis sayaca Azulejo, Tangara sayaca Nativa 27 Conirostrum cinereum Conirrostro cinéreo Nativa 15 Diglossa brunneiventris Pinchaflor gorjinegro Nativa 15 Diglossa carbonaria Pinchaflor carbonero Nativa 15 Diglossa sittoides Pinchaflor ferrugíneo Nativa 15 Phrygilus punensis Chubta, Yal peruano Nativa 7, 69 Phrygilus fruticeti Chijta, Yal pechinegro Nativa 70 Phrygilus unicolor Yal plomizo Nativa 70 Phrygilus plebejus Chijta, Yal plebeyo Nativa 70 Phrygilus alaudinus Chijta, Yal platero Nativa 70 Idiopsar brachyurus Yal colicorto Nativa 79 Diuca speculifera Diuca aliblanca Nativa 77, 79 Poospiza boliviana Monterita boliviana Nativa 39 Poospiza hypochondria Monterita pechigris Nativa 39 Poospiza torquata Monterita acollarada Nativa 39 Sicalis uropygialis Kellunchu Nativa 79 Fam. Trogloditydae Troglodytes aedon Fam. Turdidae Fam. Mimidae Mimus dorsalis Fam. Motacillidae Fam. Thraupidae 128 Clasificación taxonómica Grupo taxonómico Nombre científico Nombre común Procedencia Páginas Sicalis olivascens Kellunchu Nativa 69 Sicalis flaveola Kellunchu Nativa 28 Catamenia analis Piquito de oro Nativa 28, 69, 109 Catamenia inornata Semillero sencillo Nativa 109 Pepitero Nativa 16 Pichitanka Nativa 4, 6, 69 Sporagra magellanica Jilquero encapuchado Nativa 106 Sporagra xanthogastra Jilguero ventriamarillo Nativa 7, 69 Sporagra atrata Chaiñita, Jilguero negro Nativa 7, 69 Sporagra uropygialis Jilguero cordillerano Nativa 79 Gorrión común Europa, invasora 109 Comadrejita Nativa 50 Lycalopex culpaeus Zorro andino, Khamake Nativo 47, 82 Canis lupus familiaris Perro Europa y Asia, doméstico, feral Leopardus colocolo Titi, Gato de las pampas Nativo 47, 82 Leopardus geoffroyi Titi, Gato montés Nativo 47 Leopardus jacobita Titi, Gato andino Nativo 82 Puma concolor Puma Nativo 47, 82 Felis silvestris catus Gato África, doméstico, feral Zorrino, Añatuya Nativo Incertae sedis Saltator aurantiirostris Fam. Emberizidae Zonotrichia capensis Fam. Fringillidae Fam. Passeridae Passer domesticus Clase Mammalia Fam. Didelphidae Thylamys venustus Fam. Canidae 5, 42, 43 Fam. Felidae 5, 42, 43 Fam. Mephitidae Conepatus chinga Fam. Mustelidae 48, 82 Manual del Naturalista Urbano 129 Grupo taxonómico Nombre científico Galictis cuja Nombre común Procedencia Páginas Hurón Nativo 48 Taruca, Venado Nativo 82, 110 Ovis orientalis aries Oveja Asia, doméstica 62 Bos Taurus Vaca Asia, doméstica 61 Vicugna vicugna Vicuña Nativo 76 Lama glama Llama Nativo, doméstico 76 Lama guanicoe Guanaco Nativo 76 Lama pacos Alpaca Nativo, doméstico 76 Equus asinus Asno, Burro África, doméstico 61 Equus caballus Caballo Asia, doméstico, feral 5, 83 Anoura peruana Chiñi, Murciélago Nativo 103 Desmodus rotundus Murciélago vampiro Nativo 103 Liebre Europa, invasora 5, 68 Ratón doméstico Europa y Asia, invasor 50 Achaco ratón, Orejón Nativo 50 Ratón cola de pincel Nativo 109 Vizcacha de montaña Nativa 41-42, 77 Galea musteloides Pampahuanco Nativo 50 Cavia porcellus Cobayo, Cuy Nativo, domesticado 50 Fam. Cervidae Hippocamelus antisensis Fam. Bovidae Fam. Camelidae Fam. Equidae Fam. Phyllostomidae Fam. Leporidae Lepus europaeus Fam. Muridae Mus musculus Fam. Cricetidae Phyllotis sp. Fam. Octodontidae Octodontomys gliroides Fam. Chinchillidae Lagidium viscacia Fam. Caviidae 130 Glosario Glosario Antera Pequeños sacos llenos de polen que están en el extremo de los estambres*. Arrullo Voz grave y monótona que producen las palomas y tórtolas para comunicarse y cortejarse. Artrópodo Animal con esqueleto externo duro que lo cubre por completo, de manera que las patas para moverse tienen piezas articuladas entre sí. Astas Par de armas-ornamentos sobre la cabeza de algunos animales como los ciervos, que a diferencia de los cuernos, se caen y vuelven a crecer cada año. Atajacaminos Aves de la familia Caprimulgidae, insectívoras y nocturnas, se posan en el suelo esperando a que pasen insectos para atraparlos al vuelo. Barbecho Campo de cultivo en el que no se siembra para dejar descansar al suelo. Basidiomicete Grupo de hongos que en época reproductiva producen un cuerpo fructífero en forma de sombrero, llamado seta*. Baya Tipo de fruto, generalmente esférico, que tiene una pulpa dulce, jugosa y nutritiva alrededor de las semillas. Biodiversidad La variedad de especies de plantas, animales, y microorganismos, así como las relaciones entre ellos, que existen en un determinado lugar. Bofedal Palabra derivada de “bufet”, que se aplica exclusivamente a la vegetación en forma de cojín* de ambientes muy húmedos de alta montaña de los Andes sudamericanos. Bromelia Plantas de la familia Bromeliaceae, que tienen tallos cortos de modo que sus hojas brotan al ras del suelo como roseta*. Bulbo Tipo de tallo subterráneo que almacena nutrientes de la planta en unas hojas carnosas, por ejemplo la cebolla. Calentamiento global Fenómeno actual que sufre el planeta Tierra, que implica el aumento de la temperatura ambiental promedio, debido a la acumulación en la atmósfera de gases que retienen el calor emitido por el planeta, como el dióxido de carbono*. Cápsula Tipo de fruto seco, sin pulpa jugosa, y que encierra a las semillas dentro. Carnívoro Animal que se alimenta principalmente de la carne de otros animales vertebrados. Cereal Plantas que producen espigas* con semillas ricas en almidón, como el trigo, la avena, la cebada, etc., muy utilizadas como alimento. Manual del Naturalista Urbano 131 Cienpiés Invertebrado artrópodo* alargado que tiene muchos segmentos en su cuerpo, y en cada uno de ellos lleva un par de patas. Cojín Tipo de crecimiento vegetal, en el que varias plantas pequeñas crecen una al lado de otra, muy apretadas, tomando forma de almohada. Columnar (cactus) Tipo de crecimiento de cactus, en el que se levantan largos y altos tallos verticales como columnas, generalmente ramificados. Compuesta (flor) Inflorescencias* que son la suma de muchas flores pequeñas agrupadas de forma que parecen una sola flor, ejemplo, la margarita. Cono Órgano reproductivo de las plantas coníferas (como los pinos), que alojan por separado las flores masculinas y femeninas; estas últimas, luego de la polinización* alojan a las semillas. Críptico Aquello que es capaz de confundirse o mimetizarse con el ambiente que le rodea. Crustáceo Grupo de invertebrados artrópodos*, con especies mayormente acuáticas, como los cangrejos y langostas. Descomponedor Organismo que se alimenta de los restos de plantas o animales muertos, y al hacerlo, los degrada o descompone. Dimorfismo sexual Diferencia notoria en el aspecto, tamaño y/o color entre los machos y hembras de una misma especie. Dióxido de carbono Gas cuya fórmula es CO2, producido cuando se quema algo (carbón, madera, gasolina, etc.), y también como producto de la respiración de los seres vivos. Dispersión Fenómeno por el cual las semillas de las plantas o las fases inmaduras de los animales viajan largas distancias desde el lugar donde se produjeron. Dispersor (dispersar) Animales que participan en la dispersión* de las semillas de las plantas, puesto que éstas últimas no se mueven por sí mismas. Ecología Disciplina científica que estudia las relaciones de los seres vivos con su ambiente. Ecosistema Unidad auto-regulable constituido por el conjunto de los seres vivos, el ambiente no vivo en el que habitan, así como de todas las interacciones que se dan entre ellos. Efímera Insectos del orden Ephemeroptera, llamados así porque sus adultos viven muy pocos días o apenas horas, sólo para reproducirse. Las ninfas* son acuáticas y viven largo tiempo. Egagrópila Bola de huesos y pelos no digeridos que aves como los búhos y lechuzas expulsan por la boca luego de digerir la carne de sus presas. Se acumulan debajo de sus madrigueras. 132 Glosario Epífita Planta que es capaz de crecer sobre otras plantas, y potencialmente sobre otras superficies distintas al suelo. Espiga Conjunto de semillas de las gramíneas*, que se ordenan alineadas a lo largo de un delgado tallito. Espiritrompa Lengua especializada de las mariposas, que al ser muy larga y delgada, se enrolla como espiral debajo de la cabeza. Estambre Órgano reproductor masculino de las flores, compuesto de un delgado filamento sobre el que se sostienen las anteras*. Extinción Cuando una especie de organismo vivo desaparece por completo y para siempre del planeta o de un lugar en particular. Follaje Conjunto de hojas de una planta. Fotosíntesis Proceso por el cual las plantas elaboran su propio alimento, utilizando la energía que proporciona la luz. Frugívoro Animal que se alimenta principalmente de frutos. Glaciar Acumulación de capas de nieve que al compactarse forman gruesas capas de hielo en lo alto de las montañas o en los polos norte y sur del planeta. Gorgojo Tipo de escarabajo caracterizado porque sus piezas bucales están dispuestas en el extremo de un largo rostro. Gramínea Plantas de la familia Poaceae, llamadas así porque la mayoría produce semillas ricas en almidón también llamadas “granos” o “cereales”*. Granívoro Animal que se alimenta principalmente de semillas de gramíneas* u otras plantas. Hábitat Conjunto de elementos vivos y no vivos donde habita una especie. Herbazal Ecosistema dominado por especies vegetales del tipo “hierba” (sin tallo leñoso). Herbívoro Animal que se alimenta principalmente de hojas, brotes y ramas. Hifa Forma como se organizan las células de los hongos, formando largos filamentos microscópicos. Indicador Organismo vivo cuya presencia o abundancia informa sobre procesos que ocurren en el ambiente donde vive. Inflorescencia Conjunto de flores que se organizan juntas en una forma particular; lo opuesto al concepto de flor solitaria. Insectívoro Animal que se alimenta principalmente de insectos y otros invertebrados artrópodos*. Larva Tipo de forma inmadura de muchos animales, muy diferente en forma y tipo de vida del adulto. Por ejemplo orugas para mariposas, o renacuajos para ranas. Manual del Naturalista Urbano 133 Legumbre Tipo de fruto en el que las semillas van encerradas dentro de una vaina de dos tapas, ejemplo la arveja. Maleza Planta que crece en medio de los cultivos agrícolas, compitiendo por los nutrientes del suelo con los cultivos. Marsupial Mamífero cuyas crías nacen pequeñas e indefensas y son criadas por la madre en un bolsillo de piel, ejemplo los canguros y zarigüeyas. Matorral Tipo de formación vegetal compuesta principalmente por arbustos. Membrana interdigital Piel que se extienden entre los dedos de las patas de algunos animales. Metamorfosis Transformación de algunos animales, pasando de una forma inmadura (o larva) a un adulto, por ejemplo el paso de renacuajos a ranas. Migrar, Migración Evento en que una especie animal realiza movimientos periódicos de un lugar a otro, de ida y de vuelta, generalmente usando rutas constantes. Milpiés Invertebrado artrópodo* alargado que tiene muchos segmentos en su cuerpo, y en cada uno de ellos lleva dos pares de patas. Mimético Organismo que se parece o imita una cosa distinta a la que es. Moluscos Invertebrados de cuerpo blando que viven en medios acuáticos o muy húmedos, pueden llevar concha como ostras o caracoles, o carecer de ella como pulpos o babosas. Morrena Material de rocas que un glaciar* ha dejado acumuladas en el paisaje antes de derretirse. Nectario Parte de la flor donde se produce y almacena el néctar, normalmente ubicado en su base. Nectarívoro Animal que se alimenta principalmente del néctar de las flores. Ninfa Forma inmadura de muchos insectos, que a diferencia de las larvas*, se parecen bastante al adulto, aunque sin alas. Ñandú Ave gigante corredora de Sudamérica, incapaz de volar. Oportunista Animal que aprovecha la presencia o abundancia de ciertos alimentos en su hábitat cuando se da la oportunidad. Oruga Tipo especial de larva* o forma inmadura de las mariposas y polillas, caracterizada por tener forma de gusano, con tres patas verdaderas en la parte anterior y varios pares de patas “falsas” como ventosas en la parte posterior. Óvulo Célula reproductiva femenina en plantas o animales. Pajonal Tipo de paisaje en el que predominan las gramíneas* de hojas duras y rígidas llamadas comúnmente “pajas”. 134 Glosario Planaria Grupo de invertebrados con forma de gusano aplanado a manera de cinta. Plecóptero Insectos del orden Plecoptera, muy primitivos, cuyas ninfas* son acuáticas, muy sensibles a la contaminación. Los adultos son alados. Polen Polvo producido y almacenado en las anteras*, compuesto de diminutos granos que llevan las células reproductivas masculinas que fertilizarán a los óvulos*. Polinización Proceso por el cual el polen* es transportado por el aire, agua o animales desde las anteras de una flor hasta el aparato femenino de una flor distinta. Polinizador Animales que transportan el polen* desde una flor hasta otra para lograr la fecundación de los óvulos*, y por tanto la producción de semillas. Predador (depredador) Animal que captura y se alimenta de otro animal de otra especie. Pupa Fase intermedia del desarrollo de los insectos con metamorfosis* completa, en la que las larvas* ingresan temporalmente antes de convertirse en adultos. En esta fase están quietas en un solo sitio y pueden envolverse en capullos u otras cubiertas. Rapaz Aves de presa, es decir, las que capturan presas vivas para alimentarse. Relictual En biología se aplica a lo poco que queda de organismos, paisajes o ecosistemas que fueron muy abundantes o frecuentes antes de un impacto negativo causado por el ser humano. Renacuajo Fase inmadura o larvaria de algunos anfibios (sapos y ranas) previa a la metamorfosis*; esta fase es acuática, con cola y sin patas. Ronroneo Sonido de vibración parecido a un zumbido que emiten muchos felinos (gatos y sus parientes) desde el interior del cuerpo, e indica bienestar, confianza o seguridad. Roseta En botánica se aplica a la forma que adquieren ciertas plantas en la que todas sus hojas tienen la misma altura y se disponen circularmente alrededor de un punto central. Saco fecal Bolsa que encierra en el interior los excrementos de los pollos de las aves que permanecen en el nido mientras crecen. Facilita la eliminación por los padres. Saxícola En botánica se aplica a todas las plantas que son capaces de desarrollarse sobre las rocas. Semiárido Lugares del planeta donde la lluvia es escasa, pero no tanto como para ser desiertos. La escasez de lluvia limita el desarrollo de las plantas. Servicios ambientales También conocidos como “servicios ecosistémicos”, son todas las funciones de un ecosistema que proporcionan beneficios y bienestar a las personas. Manual del Naturalista Urbano 135 Seta Es el “sombrero” que producen ciertos tipos de hongos (los basidiomicetes*), está formado por un conjunto de hifas* que producen las células reproductivas. Simbiosis Relación estrecha y duradera entre dos especies distintas, de manera que necesitan “vivir juntos” para sobrevivir. Sotobosque Vegetación que crece por debajo de los árboles que constituyen un bosque. Suculento En botánica se aplica a las hojas o tallos que almacenan agua; las hojas son gruesas, blandas y jugosas, y los tallos tienen mucha pulpa. Terraza Plataformas o superficies planas dispuestas a diferentes niveles desde una base, por ejemplo terrazas en los márgenes de ríos, o terrazas construidas por los humanos en las faldas de los cerros para cultivar. Territorialista Individuos que cuidan y defienden una porción de terreno (“su territorio”) frente al posible ingreso de otros individuos de su especie u otras especies. Tijereta Insectos del orden Dermaptera, que llevan un par de apéndices como pinzas o tenazas en el extremo posterior de su cuerpo. Tornasolado Cambio de color de cualquier objeto que ocurre cuando su superficie refleja de una especial forma la luz que recibe. Torre funeraria Construcción en forma de torre hecha por culturas antiguas, utilizada para enterrar a una o más personas muertas en su interior. Tricóptero Insecto del orden Trichoptera, sus larvas* son acuáticas y construyen casitas con piedras pequeñas o material vegetal que cargan consigo. Los adultos son alados. Tubérculo Tipo de tallo subterráneo en el que la planta almacena nutrientes. Por ejemplo las papas y ocas. Tubular (flor) Tipo de flor en la que los pétalos se unen para formar un tubo largo y delgado, de modo que el nectario* pueda ser alcanzado por animales con largos picos, trompas, lenguas u hocicos. Turba Material orgánico que se forma en lugares pantanosos debido a la descomposición incompleta de restos vegetales. Su formación y acumulación necesita varios miles de años. 136 Créditos Créditos de las fotografías Para comprender los códigos de los créditos, “f” hace referencia a la foto, “p” a la página y “c” al capítulo. Erika Tatsuzaki: [f-inicial, p20, c3], [f10, p53, c5], [f4, p69, c6], [f6, p75, c7], [f8, p75, c7], [f5, p77, c7], [f1, p78, c7], [f-caballos, p83, c7], [f10, p101, c9], [f2, p102, c9], [f3, p102, c9], [f4, p102, c9], [f-tarukas, p110, c9]. Verónica Zegarra: [f-tórtolas, presentación] [f3, p14, c2], [f7, p27, c3], [f-vizcachas vigilando, p41, c4], [f1, p42, c4], [f2, p42, c4], [f4, p42, c4], [f-recuadro, p42, c4], [f-escombros, p43, c4], [f-fragmento urbanizado, p43, c4], [f2, p48, c5], [f4, p76, c7], [f2, p90, c8], [f4, p91, c8], [f3, p92, c8]. Andrea Salazar: [f-tórtolas en nido, p6, c1], [f4, p7, c1], [f-Prado, p21, c3], [f3, p23, c3], [f1, p28, c3], [f4, p29, c3], [f4, p29, c3], [f2, p76, c7], [f3, p85, c8], [f-laguna Achocalla, p87, c8], [f1, p92, c8], [f2, p92, c8], [f-recuadro, p95, c8]. Jackeline Campos: [f-dos fotos de la ciudad, p3, c1], [f-nido en recuadro, p19, c2], [f-gato feral, p43, c4]. Mariana Da Silva: [f-inicial, p44, c5], [f9, p47, c5], [f1, p48, c5], [f3, p48, c5], [f-puma, p82, c7]. Ángel Garitano-Zavala: [f5, p13, c2], [f5, p91, c8]. Ernesto Hug: [f10, p47, c5], [f6, p109, c9]. Marcelo Arandia: [f-Patagona gigas, p vi], [f2, p16, c2] M. B. Olivares: [f6, p97, c8]. Sergio Ávila y Álvaro Garitano-Zavala [f2, p9, c2]. Raquel Galeón: [f-Anoura peruana, p103, c9] 123RF: [f-liebre 8114522 de 123rf.com, p68, c6] Álvaro Garitano-Zavala: [Todas las demás fotografías] Cuando estábamos más conectados con la naturaleza, los cambios estacionales en los ritmos de la vida como el intenso croar nocturno de los machos de jampatito (Pleurodema cinereum) después de las lluvias, intentando ser elegidos por las hembras, o el fascinante bullicio de cientos de cigarras (género Carineta), que emergiendo de la tierra aprovechaban las pocas horas antes del anochecer en las tibias tardes de verano para encontrar pareja, eran las señales que nos indicaban que otro año llegaba con nuevas promesas de vida. La vorágine de la urbanización, que todo lo destruye a su paso, y la vida de consumismo, nos han alejado de la naturaleza a tal punto que creemos poder vivir sin ella. Esperamos que este pequeño manual rescate en ti el deseo de conocer y conectarte con la naturaleza que te rodea, la forma sencilla de ver el mundo con el alma de niño que no deja de admirarse con lo que observa y aprende, y que renazca el sentido de ser parte íntegra de la vida, para que nuestros corazones vuelvan a latir al ritmo de la naturaleza.