Subido por Paola Jazmin Tarqui Ramos

Manual del Naturalista Urbano - digital calidad media(1)

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Álvaro Garitano-Zavala
Andrea Salazar
Jackeline Campos
Mariana Da Silva
Verónica Zegarra
Dibujos: Daniela Ticona
FORMULACIÓN DE MODELOS DE CONSERVACIÓN
DEL PATRIMONIO NATURAL Y CULTURAL PARA LA
Álvaro Garitano-Zavala
Andrea Salazar
Jackeline Campos
Mariana Da Silva
Verónica Zegarra
Dibujos: Daniela Ticona
UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS
DEPARTAMENTO DE INVESTIGACIÓN, POSTGRADO E INTERACCIÓN SOCIAL (DIPGIS)
PROYECTOS IDH
PROYECTO IDH/UMSA:
FORMULACIÓN DE MODELOS DE CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO NATURAL Y CULTURAL
PARA LA CIUDAD DE LA PAZ
La Paz- Bolivia
2016
iv
Presentación
Que rido naturalista urbano:
Más del 60% de la población de Bolivia habita en las principales capitales,
así que la salud fìsica y emocional de la mayoría de los bolivianos está
determinada por la calidad ambiental de las ciudades. Esta realidad,
común en todo el mundo, ha llevado internacionalmente a reconocer la
importancia de planificar las ciudades de forma que se garantice el acceso
igualitario para todos los ciudadanos a los servicios ecosistémicos que
otorga la naturaleza para su bienestar y pleno desarrollo, así como para
minimizar los impactos negativos de la contaminación, el hacinamiento
y el estrés. A esto se ha denominado “desarrollo urbano sostenible”, y
el objetivo de este paradigma es lograr que las ciudades sean hábitats
adecuados donde los ciudadanos desarrollen sus capacidades en armonía
con la naturaleza.
Cuando vivimos la realidad de nuestras ciudades, ese objetivo parece un
sueño. Pero es posible y además imprescindible si queremos garantizar un
futuro para todos. Lograrlo es una responsabilidad compar tida entre los
ciudadanos, los profesionales de todas las disciplinas y los gobernantes
tomadores de decisiones.
Uno de los principales aspectos que permitirán encarar una adecuada
planificación urbana, es conocer, valorar y apropiar la biodiversidad
urbana. La Convención de las Naciones Unidas para la Conser vación
de la Diversidad Biológica de la que nuestro país es signatario, ha
recono cido la import ancia de que los ciudadanos conozc an y
conserven la biodiversidad nativa de las ciudades, porque puede
ser especialmente rica, es un capital
para todos, mejora la salud y bienestar,
ayuda a mitigar los efectos del cambio
climático, puede mejorar la nutrición
y seguridad alimentaria. Además, el
que los ciudadanos se involucren
en su conocimiento y conservación
repercute a la larga en las políticas
de conservación y planificación del
desarrollo sostenible a nivel global,
pues las ciudades son los principales
centros de decisión.
v
El ecosistema andino
sobre el cual se estableció
y creció la ciudad de La
Paz es particularmente rico
en biodiversidad . Pocos
ciudadanos imaginarían
que los ecosistemas que
inmediatamente rodean y
tienen influencia sobre la
ciudad de La Paz, desde las
altas montañas a los valles
del sur, albergan a más de
1300 especies de plantas
vasculares, 121 especies de aves nativas residentes (pueden verse hasta
154 si se considera las migrantes y visitantes ocasionales), más de 50
especies de los otros vertebrados nativos (peces, anfibios, reptiles y
mamíferos), y un número aún desconocido de todos los tipos de animales
invertebrados así como de algas y otros organismos.
El objetivo de este pequeño manual es constituirse para los habitantes
de la ciudad de La Paz en una herramienta que les guíe amenamente
en el descubrimiento de la riquísima biodiversidad que les rodea. Si los
ciudadanos aprendemos a reconocer las especies que nos acompañan
en la urbe y sus alrededores, desde las más pequeñas a las más grandes
e imponentes, si aprendemos a valorar a las especies nativas y a los
ecosistemas naturales como aquellos que mejores y mayores servicios
ecosistémicos nos pueden brindar , y si aprendemos que con acciones a
nuestro alcance podemos lograr conservar esta rica naturaleza a nuestro
alrededor, habremos dado un importante paso para empezar a conservar
nuestro patrimonio natural y construir nuestra ciudad sostenible.
Los autores
Contenido
Cuando veas una palabra seguida de
un asterisco (*), puedes buscar su
significado en el glosario al final del
libro. En el índice taxonómico podrás
encontrar los nombres científicos
y comunes de las especies con la
referencia de las páginas donde se
habla de ellas.
Picaflor gigante (Patagona gigas)
Capítulo 1
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
8
Sobreviviendo en la urbe más dura .
Capítulo 2
Tu jardín, un oasis para la vida.
Capítulo 3
. . . . . . . . . . . . . .
20
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
30
La naturaleza en las áreas verdes públicas .
Capítulo 4
Fragmentos relictuales silvestres.
Capítulo 5
Viviendo en los márgenes de la ciudad
. . . . . . . . . . . . . . . . .
Capítulo 6
. . . . . . . .
58
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
72
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
84
La biodiversidad en campos agrícolas periurbanos .
Capítulo 7
Vida en las montañas .
Capítulo 8
Vida acuática .
44
Capítulo 9
La vida silvestre en los valles de “Río Abajo”
. . . . . . . . . . . . .
98
Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
111
Clasificación taxonómica de la
biodiversidad tratada en el texto . . . . . . . . . . . . . . .
112
Glosario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
130
Créditos de las fotografías . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
136
2
Sobreviviendo en la urbe más dura
Sobreviviendo
en la urbe más dura
E
l centro histórico y las áreas comerciales
aledañas de La Paz, tienen casi toda su
superficie cubierta por asfalto y cemento, con pocos árboles, plazas y parques. Las
viviendas en general carecen de jardines y los
altos edificios constituyen una selva de hierro
y hormigón. A esto se añade un alto tráfico
vehicular y de personas.
Ante un ambiente tan hostil, se puede suponer
que pocos animales silvestres podrían sobrevivir, pero un buen naturalista podrá reconocer
varias especies nativas.
Es el caso de pocas especies de aves, que,
además de estar presentes en otros ambientes
urbanos, periurbanos y silvestres, son capaces
de encontrar alimento y reproducirse en la urbe
más dura, tolerando la cercana presencia de las
personas y soportando las nuevas condiciones impuestas, como el ruido, la luz nocturna,
nuevas enfermedades, especies introducidas,
ferales e invasoras (ver pág. 5), nuevos depredadores, así como la contaminación del aire, del
suelo y del agua. Te invitamos a dar un paseo
por la ciudad y reconocerlas.
Manual del Naturalista Urbano
Este mapa de la actual mancha
urbana de la ciudad de La Paz
(con la ciudad de El Alto a la
izquierda) muestra la zonificación de la urbanización. La urbe
dura, con mayor proporción de
edificaciones, menos vegetación nativa y mayor contaminación, es el área de color rojo
intenso. El color anaranjado
indica que las condiciones de
“dureza” disminuyen un poco
debido a los jardines privados,
arbolado urbano y áreas verdes
públicas. En amarillo las zonas
de expansión urbana que aún
están mezcladas con vegetación de ambientes periurbanos.
La planificación urbana es el conjunto de
estrategias que logran que una ciudad crezca
garantizando el bienestar y calidad de vida de
sus habitantes. Una ciudad carente de grandes
espacios verdes públicos, o que no fomenta los
espacios verdes privados y barriales, condena
a sus habitantes a vivir alejados de la naturaleza, y por tanto con menos salud, más estrés y
mayor indiferencia por lo que les rodea. Menos
biodiversidad nativa indica menos calidad de
vida para las personas.
3
4
Sobreviviendo en la urbe más dura
La pichitanka (Zonotrichia capensis) (1) es sin
lugar a dudas el ave silvestre más conocida
por los ciudadanos de La Paz, habita desde
los ambientes más naturales hasta los sitios
más alterados por el humano, puedes verla
alimentándose de granos o migajas incluso
sobre el asfalto de las calles o el cemento de
patios desprovistos totalmente de vegetación,
y es tan osada que busca su alimento acercándose a pocos centímetros de las personas. Su
canto es uno de los pocos sonidos naturales
que aún podemos escuchar en la urbe.
pecie más común es el mirlo chiguanco
(Turdus chiguanco) (2). El mirlo grande
(Turdus fuscater) es precisamente un poco
más grande, de un negro más intenso, y
el anillo amarillo alrededor del ojo es más
brillante. Es muy difícil distinguirlos entre
sí porque además hay formas intermedias,
quizás producto del cruce entre ambas especies. Caracteriza a los chiguancos su variada
dieta y su aguda inteligencia; los puedes
observar buscando gusanos en el césped
de los parques, buscando granos y semillas,
fruta, restos de comida de las personas, e
Los chiguancos tienen el plumaje ne- incluso pequeños vertebrados y huevos. Son,
gruzco que contrasta con su pico y patas por tanto, depredadores naturales y por ello
color amarillo-anaranjado brillante. La es- son importantes para el equilibrio ecológico.
Manual del Naturalista Urbano
Diferenciando especies nativas, introducidas,
invasoras y ferales
Hacer esta diferencia es fundamental para un naturalista. Una especie nativa, silvestre
o indígena está presente en una región naturalmente por lo que se ha adaptado a lo
largo de millones de años a ese entorno. Especies introducidas o exóticas han llegado
a una región por acción del ser humano, sea accidentalmente o deliberadamente, y
por esto, no han evolucionado junto a las especies nativas. Debido a esto pueden
provocar serios desequilibrios ecológicos, e incluso podrían causar la extinción de
especies nativas.
Lastimosamente en la ciudad de La Paz, la mayoría de las especies vegetales de plazas y parques son introducidas (ver capítulo 3), como los eucaliptos, pinos y cipreses
usados para “reforestar”, o los fresnos, plátanos de sombra y acacias negras usados
intensamente para el arbolado de las calles y avenidas.
Especie invasora: Algunas especies introducidas podrían convertirse en invasoras si
llegan a dispersarse por sí mismas invadiendo extensas áreas, pudiéndose convertir
en plagas si incrementan descontroladamente su número. Un ejemplo para La Paz es
la liebre europea (Lepus europaeus), o las especies vegetales consideradas malezas*
(ver capítulo 6).
Especie feral, asilvestrada o naturalizada: son especies exóticas que eran domésticas
y convivían con el humano, se escaparon, y se adaptaron a vivir de forma silvestre
por su cuenta y sin la atención del humano, algunas podrían convertirse en invasoras.
La palabra “feral” se aplica principalmente a los animales, y ejemplos en La Paz son
las jaurías de perros que están en varias áreas periurbanas de la ciudad, así como
gatos (ver capítulo 4), o caballos (ver capítulo 7). Para plantas se utiliza mayormente
la palabra “naturalizada”, el diente de león ((Taraxacum offi
fficinale)) es un ejemplo
j p de
especie naturalizada (pág. 7).
La paloma común (Columba livia) (3) es una especie
undo. Granintroducida por el humano por todo el mundo.
bitan en las
des poblaciones de individuos ferales habitan
ciudades donde encuentran una inagotable
le fuente de
alimento ya sea en los basurales, o porque las personas
las alimentan en las plazas. Es bien conocido
cido que sus
excrementos deterioran las edificaciones y monumentos
públicos, a lo que hay que añadir la posible
ble transmisió
transmisión
n
so a los human
nos.
de enfermedades hacia otras aves o incluso
humanos.
5
6
Sobreviviendo en la urbe más dura
Entre las otras especies nativas, está la
zenaida torcaza (Zenaida auriculata) (1), una
tórtola que parece una versión pequeña de la
paloma común, pero se diferencia por su color
café con motas negras sobre las alas, patas
rojizas y una típica mancha negra detrás de los
ojos. No sólo habita en la ciudad sino también
en áreas silvestres y campos de cultivo. Su canto
es un suave arrullo*.
Al igual que la pichitanka y el chiguanco, esta
tórtola puede anidar en árboles o arbustos de
los parques y jardines privados, coloca dos
huevos blancos que incuban ambos padres
por turnos; cuando hacen el cambio de turno
lo hacen rápidamente, intentando exponer los
huevos o polluelos el mínimo tiempo posible
a los depredadores.
Se un expert@ en diferenciar los cantos de las aves
Las aves emiten varios tipos de “llamados” (simples vocalizaciones como por ejemplo piídos)
y “cantos”, estos últimos son más complejos y
los usan para encontrar pareja y demarcar sus
territorios. Los cantos son tan distintivos entre
especies que, si entrenas el oído podrás saber
con sólo escuchar cuántas especies habitan un
determinado lugar, sobre todo entre noviembre
y febrero que es cuando se reproduce la mayoría
de especies en La Paz, y por tanto, cantan más.
Cada que escuches un canto intenta ver cuál es el individuo que lo
está emitiendo para relacionar el
canto con el ave, repite varias veces para
entrenarte. Si tienes dudas, visita la siguiente
página web donde observadores de aves comparten grabaciones, solo tienes que escribir el
nombre en latín de la especie que crees emite
un canto en el cuadro “búsqueda” de la página
y podrás escuchar los cantos.
http://www.xeno-canto.org/
Manual del Naturalista Urbano
Chaiñitas o “estronguistas”, es el nombre
de varias especies de pequeñas aves que se
alimentan de granos, en las que domina el
color negro combinado con el amarillo. Se
desplazan en bulliciosas bandadas, donde suelen estar juntos individuos de varias
especies. En la urbe dura son frecuentes
dos: el negrito de Bolivia o jilguero negro
(Sporagra atrata) (2) con amarillo sólo en alas
y vientre bajo, y el jilguero ventriamarillo
(Sporagra xanthogastra) (3), con el color amarillo del vientre extendiéndose hasta el pecho.
El chubta (Phrygilus punensis) (4), se reconoce con facilidad por su evidente capucha
negra-grisácea que destaca sobre su cuerpo
amarillento. Esta especie es muy oportunista
a la hora de alimentarse, consume todo tipo
de granos y semillas, y aprovecha también el
néctar de las flores, frutos e insectos. Como es
el caso de muchas aves, aprovecha las semillas
de la vegetación ruderal que crece espontáneamente en la urbe.
La vegetación ruderal es aquella que
crece en ambientes alterados por el
humano. En la urbe dura, varias especies
crecen en diminutos espacios de suelo
entre el cemento y asfalto; entre estas
especies existen exóticas naturalizadas
como el diente de león a la derecha
(Taraxacum officinale) o también especies nativas, como la hanukara a la
izquierda (género Lepidium).
7
8
Tu jardín, un oasis para la vida
Tu jardín, un oasis para la vida
A
veces pensamos que solamente podríamos encontrar y tener contacto con
la naturaleza fuera de la ciudad, pero
si tienes jardín en tu casa, y si eres un buen
observador, te sorprenderás con la cantidad
de vida que puedes encontrar.
En muchos jardines privados, grandes o pequeños de La Paz, se cultivan plantas con fines ornamentales, o incluso árboles frutales,
embelleciendo de esta manera los espacios de
terreno y las edificaciones.
Manual del Naturalista Urbano
Si aún no tienes jardín, ¿por qué no considerar
atraer la naturaleza a tu hogar?, sólo requieres
de un poco de ganas e ideas para convertir
aquel pequeño espacio de tierra desnuda que
está olvidado en tu casa, o para llenar de ma-
cetas tu terraza o balcones. Si tienes jardín
puedes mejorarlo con más plantas, y mejor
si son nativas. Con seguridad, el tiempo que
destines a tu jardín será el más placentero y
mejor recompensado.
Entre los organismos menos comprendidos
y que seguramente encontrarás en tu jardín,
tenemos a las arañas, importantes como controladoras de plagas y para la manutención
del equilibrio ecológico. Si bien muchas arañas, como esta del género Metapeira tienen
la habilidad de construir telas fantásticas para
capturar insectos voladores como alimento (1),
otras, como esta araña saltadora del género
Tullgrenella, realizan saltos intrépidos desde el
suelo para capturar insectos (2). Encontrarás
decenas de distintas especies, pero ninguna
de estas pequeñas arañas son peligrosas para
ti, pues lo son sólo para las pequeñas presas
que capturan.
9
10
Tu jardín, un oasis para la vida
Descubriendo invertebrados del suelo
Si en tu jardín tienes troncos o piedras sobre
la tierra dejados por bastante tiempo, al levantarlos te sorprenderás con la cantidad de
pequeños invertebrados que podrás encontrar
y observar. Ellos buscan ambientes húmedos,
evitan la luz, y allí encuentran su alimento, por
lo que nunca olvides de dejar cuidadosamente
el tronco o piedra donde estaba. Entre los
invertebrados que podrás ver están varias
especies de cochinillas de humedad, que
aunque no lo creas son crustáceos* (1 y 2),
cienpiés*, que son depredadores (3), milpiés*,
que comen material vegetal en descomposición (4), las babosas (5) y caracoles (6) que
son moluscos*, comen hojas y se refugian en
huecos y grietas del suelo, e insectos como
este escarabajo del género Scotobius (7),
gorgojos* (8) y tijeretas* (9).
Manual del Naturalista Urbano 11
Los hongos, líquenes y
musgos de tu jardín
Existen muchos tipos de hongos en
el suelo, son organismos descomponedores* muy importantes para
el ciclo de nutrientes. Sus hifas* microscópicas se extienden por grandes
superficies. Los hongos del grupo
de los basidiomicetes*, forman las
setas* para reproducirse (10 y 11)
que aparecen en tu jardín en época
lluviosa. Sólo un experto puede saber
cuáles son comestibles y cuáles no lo
son, por eso, ¡no intentes probarlos!
Los musgos (12) son plantas muy pequeñas
que crecen sobre techos, paredes, troncos y
rocas, siempre y cuando tengan mucha humedad. Son capaces de soportar la época seca
en estado deshidratado, y vuelven a la vida en
cuanto nuevamente se mojan. Entre sus hojitas
viven diminutos invertebrados, que también
tienen la capacidad de volver a la vida cuando
se rehidratan.
Seguramente encontrarás líquenes en tu jardín,
son organismos constituidos por un hongo y
un alga que viven en simbiosis*. Presentan
varias formas: los costrosos son los que están
totalmente pegados al substrato, los foliosos
están parcialmente despegados del sustrato, y
los fruticosos están unidos al sustrato por un
solo punto y son ramificados. En la fotografía se
aprecian ejemplos de líquenes de las distintas
formas sobre una rama (13).
12
Tu jardín, un oasis para la vida
La importancia del néctar de las flores en tu jardín
Las flores coloridas presentan una característica
común: la producción de una solución dulce y
perfumada llamada néctar* floral, que logra
atraer a muchos insectos y ciertas aves, para los
cuales es su principal alimento o incluso el único.
Las flores pequeñas están diseñadas para los
insectos polinizadores (ver recuadro). Son ejemplo algunas de las plantas exóticas de jardín más
usadas como la retama (Spartium junceum), el
trébol (Trifolium spp.), el jazmín ( Jasminum),
la madre selva (Lonicera japonia), los
geranios (Pelargonium spp.) o la lavanda
(Lavandula officinalis). Y aunque las flores de la
margarita (Leucanthemum spp.), manzanilla
(Matricaria chamomilla) o cardo (Cirsium vulgare) señadas para insectos (1). En la fotografía una
parecen grandes, son en realidad la conjunción mariposa del género Hylephila accede al néctar
de multitud de pequeñísimas flores tubulares* di- gracias a su larga espiritrompa*.
¿Sabías qué es la polinización?
Las plantas necesitan que los granos de polen*
lleguen desde el aparato reproductor masculino de
una flor, al aparato reproductor femenino de una
flor distinta pero de la misma especie, con el fin
de fecundar los óvulos* y producir semillas, a esto
se llama polinización*. Algunas plantas, como por
ejemplo los pastos, dejan que el viento transporte
sus granos de polen, a este fenómeno se llama
anemofilia (significa “amar al viento”).
al visitar flores de aquí para allá,
logrando así la polinización. A
este fenómeno se llama zoofilia.
Pero para que los animales repitan las visitas deben ser recompensados, por ello las flores les
ofrecen el néctar que es un riquísimo alimento
jugoso para ellos.
Si las flores son pequeñas y especialmente diseñadas para insectos, al fenómeno se llama
Pero otras, utilizando vistosos colores y agrada- entomofilia, si son grandes y tubulares* para
bles aromas atraen a animales, para que sean atraer picaflores, se llama ornitofilia, y si son
ellos los que transporten los granos de polen grandes, blancas y se abren de noche para atraer
murciélagos, se llama quiropterofilia. Incluso
hay flores pequeñas que se abren en la noche
para atraer especialmente a polillas.
En la fotografía de la izquierda un picaflor
rutilante (Colibri coruscans) obteniendo néctar
de la karalawa (Nicotiana glauca).
Manual del Naturalista Urbano 13
Algunos ejemplos de insectos nectarívoros*
de jardines urbanos. Una abeja europea
(Apis mellifera) liba néctar de las flores del
hinojo (Foeniculum vulgare) junto con una
mosca (2), la mariposa Metardaris cosinga
libando en el cardo (Cirsium vulgare), sus
larvas* se alimentan de muchas plantas nativas y también del pino introducido (3), una
mariposa del género Vanesa alimentándose
en flores de quiswara (Buddleja coriacea)
(4), un mariposa del género Dione (5), muchas avispas también pueden elaborar miel
y son capaces de entrar en flores tubulares*
como la tankara (Dunalia brachyacantha) (6),
abejorros o hauironq’os del género Bombus,
libando en flores abiertas como el cardo (7),
y otro huaironq’o o abeja carpintera (género
Xylocopa) perforando el nectario* de flores
tubulares de cantuta (Cantua buxifolia) (8),
muchas especies de moscas son nectarívoras,
y varias asemejan externamente abejas para
confundir a posibles depredadores (9), una
mariposa del género Colias libando en trébol
blanco (Trifolium repens)(10).
14
Tu jardín, un oasis para la vida
Aves nectarívoras en tu jardín
Si quieres tener la fortuna de observar hermosos picaflores en tu jardín, debes saber que las flores en forma de
tubo o tubulares* están especialmente diseñadas para
sus largos picos. Por eso, los atraerás si plantas arbustos nativos como cantuta (Cantua buxifolia), tankara
(Dunalia brachyacantha) o karalawa (Nicotiana glauca)
(ver figuras de las páginas anteriores); o también especies
ornamentales sudamericanas como el farolito chino
(Abutilon pictum), fucsias (Fuchsia), floripondios (Datura
spp.), o tumbo (Passiflora tripartita).
Entre estos picaflores está el picaflor gigante
(Patagona gigas), que con sus 22 cm de largo es el picaflor
más grande del mundo; es de color marrón con una
mancha blanca en la espalda, el individuo de la figura
ha elaborado su nido en un eucalipto (1).
El picaflor urbano más común es el
picaflor rutilante (Colibri coruscans) (2), presenta colores tornasolados* de azul, verde y violeta
que resaltan con la luz, defiende arduamente
las flores que están en su territorio vocalizando
intensamente con un “Chiip, chiip, chiip…” y expulsando agresivamente a otras especies de aves.
También es posible que veas al colibrí cometa
(Sappho sparganurus) (3), aunque es mucho
más raro en ambientes urbanos, pues prefiere
extensas áreas con flores. Recibe este nombre
debido a la forma de su larga y brillante cola
bifurcada bronce-rojiza atravesada con rayas
negras, que resalta con la luz del sol cuando
se desplaza rápidamente entre las flores. El
individuo de la fotografía es un macho, ellos
tienen la cola más larga con cuatro bandas
negras, mientras que la cola de las hembras es
más corta, con sólo dos bandas negras.
Manual del Naturalista Urbano 15
La estrategia de “robar néctar”
El néctar es un recurso tan nutritivo que otras especies de
animales pueden acceder a él sin polinizar a las flores.
A estos animales se los llama “ladrones primarios
de néctar”, y pueden ser insectos, como los
abejorros (ver figura 8 de la página
anterior) o aves. Los pinchaflores son
las aves más adaptadas a esta labor,
ellos primero enganchan la base de las
flores tubulares* -como la cantuta- con el
puntiagudo ganchito de su pico, realizan una pequeña
perforación a nivel del nectario* y extraen el néctar con
la lengua. Existen tres especies de pinchaflores en los alrededores
de La Paz, el pinchaflor carbonero (Diglossa carbonaria)
es el más común en los jardines urbanos (4), pero
podría verse también al pinchaflor gorjinegro
(Diglossa bruneiventris) (5), y sólo en zonas de menor
altitud, como en los valles de Río Abajo (ver
capítulo 9), al pinchaflor ferrugíneo
(Diglossa sittoides) (6).
Aún más interesante es que también existen otras
aves e insectos que aprovechan de extraer el néctar de
las perforaciones hechas por los “ladrones primarios”,
muchas abejas y avispas pueden hacerlo, y por ello
se las denomina “ladrones secundarios de néctar”. Es
también un ladrón secundario una bonita especie de
ave, el conirrostro cinéreo (Conirostrum cinereum) (7)
de color gris con una ceja blanca en el rostro y un pico pequeño y puntiagudo en forma de cono, come principalmente insectos pequeños, pero también se alimenta de néctar.
16
Tu jardín, un oasis para la vida
Las aves que visitan tu jardín en busca de frutos
Los árboles frutales que solemos
plantar en nuestros jardines para
beneficiarnos de sus frutos son en
su mayoría introducidos como los
ciruelos, durazno, cerezo (Prunus
spp.) (1) o manzano (Malus spp.),
pero son también muy importantes
para atraer a una gran variedad de
aves nativas. Casi todas las casas de
antaño tenían árboles frutales y más
aún huertas, una práctica que está
desapareciendo pero que debería
rescatarse.
Por ejemplo, puede acudir a buscar frutos el
pepitero (Saltator aurantiirotris) (2), un ave
grande que es muy fácil de reconocer por el
vistoso pico anaranjado que contrasta con
la cabeza negra con una línea blanca que va
desde el ojo hasta los hombros. Su canto es un
inconfundible y potente silbido que asemeja
a un “Fuiiit-fuuuiiiu…”.
También puede visitar tu jardín un tipo de
pequeño lorito verde con un inconfundible
gorrito plomo, es el perico cordillerano gris
(Psilopsiagon aymara), se mueve en grupos
bulliciosos entre los árboles de molle u otros
árboles y arbustos con frutos jugosos, comiendo no sólo los frutos, sino también brotes
tiernos, e incluso el néctar de las flores, para
lo cual rompen la base de las mismas (3). Son
muy comunes en los valles de “Río Abajo”
(capítulo 9).
Manual del Naturalista Urbano 17
Los árboles frutales de tu jardín
seguramente atraerán a la
hermosa tangara naranjera
(Pipraeidea bonariensis), de cabeza
azul brillante a manera de capucha,
resaltando el color amarillo brillante
del pecho sobre todo en los machos
(4), las hembras son más opacas con
dominio de tonos pardos. Es un ave
rara de ver, pues prefiere moverse
sobre las copas de los árboles, y
pocas veces se aventura al suelo.
Y otra especie de ave que puede acudir a los jardines en busca de frutos
es el cortarramas (Phytotoma rutila).
El macho presenta un color rojizo
anaranjado brillante en la cara y el
pecho (5), y la hembra es parda con
estrías en el pecho (6).
Los jardines privados no sólo son
imprescindibles para conservar la
biodiversidad nativa en las ciudades, sino
que si elegimos bien las especies de plantas
a cultivar, podremos obtener alimento,
medicinas naturales y condimentos.
Además de frutos, los cortarramas se alimentan
cortando con su pico dentado las hojas de
las ramas y pequeños brotes, también comen
semillas y flores de varias especies vegetales
nativas. Son muy territoriales, y anuncian a sus
competidores la posesión de territorios con
un canto que asemeja un “eeeerrrrrr”, que al
escucharlo parece el rechinar de una puerta
vieja, también emite este canto cuando el ave
escapa volando luego de ser espantada.
18
Tu jardín, un oasis para la vida
Los recursos que ofrecen los jardines son
variados. Algunas aves pueden anidar en los
arbustos y cercos vivos, para eso la hiedra
(Hedera helix) es muy importante. Muchas
orugas*, que son las larvas* de las mariposas,
comen las hojas, tallos, flores o raíces de las
plantas; puedes encontrarlas sobre los arbustos,
sobre el césped o enterradas en el suelo. Si llegan a hacer la pupa* en tu jardín para pasar el
proceso de metamorfosis*, resultará fantástico
observar qué tipo de mariposa adulta emerge.
semejando un tallito, ésta se alimentaba de
una rosa, sus adultos son polillas (1). Uno de
los tipos de taparakus más bonitos son las
polillas picaflor, llamadas así porque liban
néctar mientras vuelan normalmente de flores
que se abren en la noche, en la foto una del
género Manduca (2). Hay muchos otros tipos
de taparakus, y sus larvas* son también muy
diversas, por ejemplo, algunas están cubiertas
de pelos (Fam. Arctiidae) (3), y otras no (Fam.
Noctuidae), como la de la fotografía que pasa
Una oruga del tipo gusanito medidor (Fami- su vida larvaria bajo la tierra alimentándose
lia Geometridae), muy hábil para camuflarse de raíces (4).
Manual del Naturalista Urbano 19
Otros insectos buscan polen para alimentarse
de él, como esta avispa que cuida celosamente una bola de granos de polen que ha recolectado afanosamente (5), o los escarabajos
estronguistas (género Astylus) (6), que buscan
el polen para comer, pero al quedar impregnados de él, también pueden polinizar las flores.
Las especies de insectos y otros
invertebrados en La Paz deben
ser varios miles, aún hace falta
estudios para saber cuántas hay,
y quizás muchas sean nuevas
para la ciencia.
Las aves insectívoras como indicadoras
de la salud de un ecosistema
La ciencia de la ecología* denomina
“red trófica” a las interacciones entre especies que se alimentan unas de otras, cuantos más niveles existen más complejo es el
ecosistema y tiene mayor potencialidad de
ofrecer servicios ambientales*. Si en tu jardín
hay suficientes recursos vegetales, podrán
haber muchos invertebrados, y entonces
podrán acudir aves insectívoras*.
Normalmente las
aves insectívoras
están ausentes
en ambientes
muy alterados
como las urbes y
prefieren las áreas
silvestres, pero una
de las especies que
puede visitar tu jardín
es el chochín criollo o ratona
(Troglodytes aedon).
Logra adaptarse a la urbe debido a que son
capaces de anidar incluso en oquedades
de los muros. En la fotografía, uno de los
padres llega con un insecto para alimentar
a las crías, y el otro está extrayendo un
saco fecal* de las crías.
20
La naturaleza en las áreas verdes públicas
La naturaleza en
las áreas verdes públicas
L
as áreas verdes públicas son los espacios
que se dejan sin construir dentro de la
ciudad, con el fin de sembrar vegetación
con fines ornamentales, y para que sean espacios de descanso y esparcimiento para todos
los ciudadanos. Son públicas porque nos pertenecen a todos, son manejadas por el Gobierno
Municipal, y todos somos responsables de su
existencia y de su cuidado.
Puesto que las áreas verdes públicas sirven a
todos los ciudadanos, la cantidad de ellas, la
superficie que ocupan y su ubicación, deberían
estar en relación a la cantidad de habitantes.
Lamentablemente en la ciudad de La Paz se
tiene una cantidad muy inferior a la recomendada para que todos gocemos de salud: es de
apenas 2m2/habitante, cuando se recomienda
al menos 15m2/habitante.
Manual del Naturalista Urbano 21
La importancia de tener y mantener éstas áreas
verdes en nuestra ciudad radica en:
1. Son espacios donde los efectos nocivos
de la ciudad como ruido, aglomeración y
contaminación del aire disminuyen, por lo
que descansar y relajarse en ellas elimina
el estrés y otras tensiones que hoy en día
se sufren en la cotidianidad urbana.
2. Se puede realizar actividades físicas al aire
libre, que son mucho mejor que hacerlo en
ambientes cerrados. También tomar el sol
o descansar bajo la sombra, son aspectos
necesarios para mantenernos saludables.
3. Representan una importante oportunidad
para entrar en contacto con la naturaleza,
para aprender de ella y tener una mejor
actitud para conservarla.
4. Embellecen el espacio urbano y ofrecen
un hábitat para la fauna silvestre. Se ha
demostrado que el mayor contacto con
la naturaleza (paisaje, plantas y animales)
ayuda a nuestro equilibrio emocional.
5. Retienen gran cantidad de agua de lluvia,
evitan la erosión del suelo, aumentan la
humedad del aire, controlan la temperatura,
detienen el viento, retienen el polvo.
6. Y son ideales para los encuentros entre las
personas, afianzando nuestras relaciones sociales.
¿Sabías qué?
La vegetación urbana puede reducir los efectos del calentamiento
global* de dos maneras:
1. Todas las plantas a través de la fotosíntesis*
absorben dióxido de carbono* y a cambio
producen oxígeno.
2. La vegetación frondosa controla la temperatura del ambiente, reduciéndola si es
alta o incrementándola si es baja, por tanto,
reduce la necesidad de utilizar más energía
para controlar la temperatura en los hogares,
reduciéndose las emisiones de dióxido de
carbono*.
22
La naturaleza en las áreas verdes públicas
Las áreas verdes urbanas se dividen en tres
tipos:
Pero igualmente vale la pena visitarlas para
reconocer las plantas y animales que pueden
albergar. Es importante lograr que en nuestra
1. Plazas y parques, diseñadas para el encuen- ciudad haya más áreas verdes grandes con
tro y descanso de las personas.
menos cemento y con más vegetación.
2. Árboles plantados en aceras y otros sitios,
llamado arbolado urbano.
3. Pequeñas jardineras en los centros de avenidas o en rotondas.
En el mapa hemos incluido las plazas, parques,
cementerios y urbanizaciones que tienen una
mayor superficie con vegetación. Resalta que
para una ciudad tan grande son pocas y muy
pequeñas.
Todos tenemos el derecho
de que en nuestros barrios
existan suficientes áreas
verdes grandes. Trabajemos
juntos para implementarlas,
cuidarlas y mantenerlas.
Manual del Naturalista Urbano 23
Otras especies arbóreas exóticas muy usadas son los pinos, por ejemplo Pinus radiata
originario de Norteamérica (4) o los cipreses
Lamentablemente en nuestra ciudad el cono- (Cupressus spp.) originarios de Europa (2). Escimiento sobre el valor de las especies vege- tos últimos son podados en diversas formas,
tales nativas es muy limitado, por eso, en la y por eso los usan también como cercos vimayoría de las áreas verdes públicas se han vos, o en variedades enanas podados de
sembrado especies exóticas. Entre las especies forma cónica (ver foto 1 de la siguiente páarbóreas destacan los eucaliptos (Eucalyptus gina). Siguen en la lista las acacias negras
spp.) originarios de Australia (1), es el árbol (Acacia melanoxylon), los fresnos (Fraxinus spp.),
más alto de todos en la ciudad, puede alcanzar los plátanos de jardín (Platanus spp.), los álamos
hasta los 60 m de altura. Se lo ha sembrado (Populus spp.), el sauce llorón (Salix babylonica),
intensamente, incluso creando bosques arti- la palmera canaria (Phoenix canariensis) (3), la
ficiales como en Pura Pura. Debe tenerse en yuca (Yucca aloifolia), los olmos (Ulmus spp.),
cuenta que empobrecen y desecan los suelos. y muchos más, de origen exótico tan diverso
como Australia, Europa, Asia y Norteamérica.
Vegetación exótica en las áreas
verdes públicas
24
La naturaleza en las áreas verdes públicas
Casi todas las especies arbustivas y herbáceas
usadas en áreas verdes públicas son exóticas.
El Ligustro (Ligustrum spp.), originario del
hemisferio norte, es usado como cercos vivos (1), o como ornamentos centrales, en la
foto 2 junto a acacias negras y ejemplares de
ágave o magüey (Agave americana).
El ágave es originario de México, donde se
lo cultiva para obtener tequila; florece una
vez en su vida antes de morir, levantando un
largo tallo con miles de flores en ramilletes,
a las que acuden los picaflores (3).
Arbustos como la malva real (Lavatera
assurgentiflora), rosas (Rosa spp.), claveles
(Dianthus spp.), o rosa verde (Echeveria sp.),
se cultivan en el estilo europeo del siglo XIX
llamado “jardinesco”, el cual forma figuras
geométricas y combina colores en diseños
artificiales. Este estilo ha sido imitado en todo
el mundo, pero las ciudades modernas han
reconocido actualmente que lo mejor es imitar
el diseño de la naturaleza circundante usando
especies nativas.
Manual del Naturalista Urbano 25
Especies arbóreas nativas
Esta corteza protege al árbol de las bajas temperaturas y además aloja invertebrados que son
alimento para las aves. Por esta razón nunca
desprendas su corteza.
Afortunadamente, las áreas verdes públicas
albergan algunas especies de árboles nativos,
éstos son los más importantes para el naturalista urbano, pues al ser nativas, atraen muchas Los molles (Schinus areira y S. molle) (6) tammás especies de fauna silvestre.
bién conocidos como falsos pimenteros, tienen
una copa muy amplia por lo que son ideales
Empezaremos hablando de la keñua, nom- para dar sombra.
bre común de varias especies del género
Polylepis (4), son árboles caracterizados por Pueden alcanzar hasta los 15 m de altura, prosu rojizo tronco retorcido cubierto por una duce miles de florecitas blancas que atraen
corteza muy especial, que parece un conjunto insectos, y sus pequeños e innumerables frutos
de láminas de papel superpuestas (5).
rojizos son comestibles, por lo que son importantes para muchas aves (7).
26
La naturaleza en las áreas verdes públicas
La quiswara (Buddleja coriacea)
es un árbol que inicialmente tiene
un porte arbustivo, generalmente
no sobrepasa los 5 m de altura (1).
Produce una infinidad de pequeñas
y fraganciosas flores con intenso
olor a miel (2), las cuales atraen a
muchas especies de insectos. Puede
ser usada en jardines aprovechando
su porte arbustivo, o lograr un porte
arbóreo con una adecuada poda de
las ramas inferiores. Destaca el contraste de color de sus hojas, verde
obscuro por encima y blanco por
debajo. Es una de las especies que
mejor se adapta a zonas altas.
El tarco o jacarandá ( Jacaranda
mimosifolia) es un árbol mediano,
que puede alcanzar los 10 m (3).
Su principal característica es que
una vez al año, durante la época
lluviosa, se cubre de muchísimas
flores azul-violeta que ofrecen un
recurso muy valioso para insectos y
aves nectarívoras*. Sus frutos leñosos, redondeados y aplanados son
inconfundibles (4). Crece mucho
mejor en zonas de menor altitud
en la ciudad de La Paz.
27
Manual dell Naturalista Urbano
Urb
Aves nativas en las áreas
verdes públicas
Dentro de las áreas verdes
públicas podrás encontrar varias especies de
aves, entre ellas las
que hemos descrito
en los capítulos 1 y 2,
a las que se suman otras
que son atraídas por las
grandes áreas de césped
o por la densidad de árboles
y arbustos; si pones atención,
podrás también observar las
diferentes actividades que realizan.
La golondrina barranquera (Pygochelidon
cyanoleuca) (5), es una experta en capturar insectos en el aire mientras vuela, normalmente
en grupos numerosos; suele usar cavidades en
barrancos o muros para nidificar. Para diferenciarla del vencejo (pág. 37) observa que las alas
en vuelo tienen forma triangular. Otra especie insectívora* es el cachudito piquinegro
(Anairetes parulus), que a pesar de ser bastante
pequeño, se lo puede reconocer por las dos
plumas negras sobresalientes que tiene en
la cabeza a manera de cuernos, y por su pecho estriado (8). Rara vez se lo ve en el suelo,
pues se alimenta principalmente de insectos
que busca afanosamente en el follaje* de la
vegetación.
En el azulejo (Thaupis sayaca) destaca el color
celeste metalizado del plumaje, se alimenta
principalmente de frutos y semillas en lo alto de
los árboles (7). Otra especie que busca frutos es
la cotorra cabecirroja (Psittacara mitrata) (6),
una pequeña población habita en la ciudad
de La Paz utilizando los grandes y frondosos
árboles para alimentarse y descansar. Puedes
observar otras poblaciones en zonas rurales
como Palca.
28
La naturaleza en las áreas verdes públicas
En muchas especies, machos y hembras tienen
los mismos colores, pero si los sexos son distintos entre sí, se llama dimorfismo sexual*. Es el
caso del piquito de oro (Catamenia analis) (1),
pequeña ave granívora* en la que el macho
tiene un brillante pico amarillo-dorado, plumaje gris azulado, una banda blanca en la cara
ventral de la cola y un antifaz negro en los ojos,
mientras que las hembras son jaspeadas con
marrón. Para no confundir a las hembras con
otras especies, intenta observarlas cuando
estén junto al macho.
Algo parecido ocurre con una especie de
kellunchu (Sicalis flaveola) (2), en la que el
macho es amarillo con la frente roja, y la hembra es marrón jaspeada. Es granívoro* y canta
melodiosamente.
Una de las especies de aves más carismáticas de la ciudad es el carpintero andino o
yaka-yaka (Colaptes rupicola) (3). Se ve especialmente atraído por las áreas verdes públicas
que tienen grandes extensiones de césped.
Como naturalista quizás esperarías encontrar
a un pájaro carpintero subido en los árboles y
picoteando los troncos, pero el yaka-yaka lo
hace rara vez. Se ha adaptado para vivir en las
montañas de los Andes, y consigue su alimento
“compuesto principalmente de gusanos”, picoteando con su largo y fuerte pico en el suelo. El
individuo de la fotografía es una hembra, pues
el macho presenta una pequeña mancha roja
en la nuca y otra mancha roja al extremo de la
línea negra que continúa por debajo y detrás
del pico. Vocaliza ruidosamente un llamado
que parece un “yac-yac”.
Manual del Naturalista Urbano 29
La palomita cascabelita o kurukuta
(Metriopelia ceciliae), usa muy bien el camuflaje,
pues pasa desapercibida sobre el suelo gracias
al diseño de su plumaje (4). Es inconfundible
por dos características: presenta un área de
piel desnuda color rojo-anaranjado brillante
alrededor de los ojos, y cuando vuela emite
un agudo sonido como cascabel, el cual es
producido por el roce del aire con las plumas.
Finalmente mencionaremos a la paloma
moteada (Patagioenas maculosa) (5). Es una
paloma robusta casi del tamaño de la paloma
común introducida (Columba livia), con la que
suele confundírsela, pero se distingue por varias
características: tiene un invariable color plomizo-marrón con motas blancas sobre las alas, el
color del iris del ojo es gris-celeste, y cuando
vuela muestran inconfundibles líneas blancas
sobre las alas. Además, le gusta pasar mucho
más tiempo sobre los árboles bajando al suelo
sólo para alimentarse, no frecuenta los basurales,
y rara vez es atraída por la comida que dejan los
humanos. Su voz es un ronco arrullo*.
¡Utiliza tus
habilidades de
naturalista urbano!
Hasta ahora has conocido 28 especies de aves
nativas que son las más frecuentes dentro de
la ciudad. Ahora dirígete a muchas y diferentes
áreas verdes públicas, y haz un listado de todas
las especies de aves que detectes en cada una.
Luego compara las áreas verdes entre sí, según
el número de distintas especies de aves nativas
que tuvieron.
¿Hay algún efecto del tamaño del parque o plaza?,
¿influye la mayor o menor cantidad de cemento?,
¿afecta al número de aves la cantidad de especies
vegetales nativas?
¡Saca tus propias
conclusiones!
30
Fragmentos relictuales silvestres
Fragmentos
Relictuales Silvestres
Manual del Naturalista Urbano 31
Fragmentos silvestres dentro de la urbe:
un refugio para la vida nativa
L
os Fragmentos Relictuales* Silvestres
(FRS), son áreas naturales que estaban
conectadas con los ambientes periurbanos antes de la expansión urbana, y permanecieron encerrados dentro de la ciudad de La Paz
debido a que sus pendientes, inestabilidad del
terreno y topografía impedían construir casas
sobre ellos. Por eso, varían mucho entre sí
según su ubicación, su tamaño, y su cercanía
con áreas periurbanas.
Por desgracia, la actual presión de construcción
urbana está ocupando incluso estas áreas, pese
a que estas acciones significan un enorme
peligro para la seguridad de las personas que
edifican sus casas allí, y de las que habitan en
los alrededores, amenazando además con la
pérdida irremediable de estos valiosos ambientes naturales urbanos. Con ayuda del mapa de
abajo podrás ubicar dónde queda cada uno de
ellos para visitarlos.
32
Fragmentos relictuales silvestres
Biodiversidad nativa en los FRS
En general forman matorrales* de porte mediano a bajo, con predominio de especies
Lo más destacable de los FRS es que son arbustivas leñosas, resistentes a la falta de
realmente unas islas de biodiversidad nativa humedad. Los arbustos serán más bajos y
dentro de la mancha urbana, sorprendente- ralos si las laderas son empinadas, o más altos
mente en ellos puedes encontrar gran parte y frondosos en lugares más planos. En lugares
de las especies de los alrededores silvestres protegidos y húmedos, como debajo de los
de la ciudad.
arbustos, crecen muchos tipos de pequeñas
hierbas con pequeñas y vistosas flores.
Dependiendo del tamaño del fragmento, es
posible que éste incluya profundas quebra- Programas de reforestación, erróneamente
das, laderas empinadas e incluso pequeños plantan especies arbóreas exóticas (eucaliptos,
riachuelos. Las especies vegetales se adaptan cipreses, acacias, retamas, etc,), afectando
a los distintos tipos de terrenos, y por eso el equilibrio natural, e incluso bloqueando la
el número de distintas especies es enorme.
apreciación visual de los fragmentos.
Los fragmentos silvestres se destacan al interior
de la urbe por las extraordinarias formas de columnas y agujas que el agua ha formado a través
de los años sobre el terreno arcilloso.
Cada uno de ellos es único e irremplazable, su
contribución a la belleza del paisaje urbano es
invaluable y un símbolo de identidad paceña, por
lo que conservarlos es un deber de todos.
Manual del Naturalista Urbano 33
Una explosión de colores
La salvia (Salvia haenkei) (2) y la muña o
koa (Clinopodium bolivianum) (3) tienen
Existen numerosas especies nativas con visto- además tallos y hojas muy aromáticos, la
sas flores de variadas formas y colores, mencio- primera es visitada por picaflores. El sojo
naremos sólo algunas de ellas, pero tú podrás sojo (Agalinis lanceolata) (4) por su forma
sorprenderte con muchísimas otras especies es particularmente visitada por los abejorros.
cuando visites los FRS. La mayoría de estas Pertenecientes a la familia de la arveja, están
especies florecen sólo durante la época de la añayuaya (Adesmia miraflorensis) fuerlluvias. Un grupo notable son las zapatillas temente armada con espinas (6), y la kkela
(unas seis especies del género Calceolaria) (Lupinus altimontanus) que es el pariente
cuyas flores amarillas realmente tienen la forma silvestre del tarwi (Lupinus mutabilis) (5).
de zapatitos de bebé (1).
34
Fragmentos relictuales silvestres
Observarás muchas especies de la familia de la papa,
algunas tienen las flores abiertas y los frutos son bayas*
muy buscadas por las aves como alimento. Es el caso
del ckapo-ckapo (Lycianthes lycioides) (1), y unas 15
especies del género Solanum (2).
Otras especies de la familia tienen flores tubulares
y su fruto es una cápsula*. Una de las especies más
importantes de este tipo es la karalawa (Nicotiana
glauca) (3), esta especie presenta flores todo el año (4),
y esto la hace muy importante para todas las especies
de picaflores de La Paz
También es importante mencionar a un
grupo de plantas que se han adaptado
muy bien a suelos arcillosos pobres e incluso salinos, lo que les permite crecer
en las pendientes más abruptas. Se trata
de la familia de la quínua (Chenopodium
quinoa), y además de parientes silvestres de ésta, observarás por ejemplo a
la kentara (Atriplex semibaccata) (5), si
observas por debajo de sus hojas verás
un polvito blanco que es la sal que son
capaces de sacar del suelo.
Manual del Naturalista Urbano 35
La familia de plantas con flores compuestas* tiene muchos representantes en los FRS, y debido a sus pequeñas
flores, la mayoría atraen a insectos. Entre ellas está
el sunchu (Viguiera australis), el sunchillo (Viguiera
pazensis) (6), la muni (Bidens andicola) (7), una verbesina
blanca (Verbesina mandonii) (8), el t’uyu t’uyu (Pluchea
fastigiata) gran arbusto caracterizado por sus hojas
velludas (9) y el sunchu waycha (Senecio clivicolus) de
penetrante olor y que crece rápidamente sobre suelos
removidos (10). Pero sorprendentemente un grupo de
esta familia ha logrado adaptarse para atraer a picaflores,
son las chirchircomas, una tiene una flor muy grande
y vistosa (Mutisia acuminata) (11), y la otra flores más
angostas (Mutisia orbignyana) (12).
36
Fragmentos relictuales silvestres
Tholas y chillcas en nuestra
cultura
Existe un interesante grupo entre las plantas
de flores compuestas* caracterizado porque
sus hojas y tallos están llenos de resinas, las
cuales hacen que ardan muy bien; “Thola”
precisamente significa leña en aymará. Las
resinas permiten que estas plantas mantengan su follaje* verde durante todo el año
(actúan como anti-congelante), mientras
otras plantas lo pierden en el seco invierno.
Esta característica es muy importante para
toda la vida silvestre. Sin embargo, estas
plantas tienen más utilidades, pues tienen
propiedades medicinales, se usan para teñir
lanas, y son alimento para el ganado.
Como ejemplos en los FRS tenemos a la
chillca (Baccharis latifolia) un arbusto
muy grande (1), las tholas (Baccharis tola,
B. linearifolia) arbustos medianos de hojas
dentadas (2), la t’anta thola (Baccharis
papillosa) caracterizada por sus hojas anchas y redondeadas (3), y la thola supa
(Baccharis boliviensis) con hojas muy delgadas, casi como filamentos (4).
Manual del Naturalista Urbano 37
Las aves nativas de los FRS
Ya que viste una enorme diversidad de plantas
nativas presentes en los FRS, es lógico que
supongas que la diversidad de fauna también
será grande. No te equivocas, pues podrás ver
a todas las aves que conociste en la urbe dura,
jardines y áreas verdes públicas, pero además
se suman especies que tienen como preferencia alimenticia a los insectos (insectívoras*),
y las que se alimentan de otros vertebrados
(carnívoras*).
Las aves insectívoras usan variadas estrategias
para buscar y capturar a los insectos. Para
la captura de insectos que están volando a
gran altura, el vencejo andino (Aeronautes
andecolus) (5) es un experto, se diferencia de
las golondrinas en que sus alas son más largas
y delgadas, asemejando un boomerang. No
pasarán desapercibidos, debido a que son muy
bulliciosos y realiza espectaculares acrobacias
en el cielo.
El canastero rojizo (Asthenes dorbignyi) llamado así por el café rojizo de su espalda y
cola (6), se especializa en buscar y encontrar
insectos en el suelo y la base de los arbustos.
Es difícil de verlo pues rara vez se posa sobre
el follaje*, pero sabrás que está en un FRS al
escuchar su potente canto y al observar sus
particulares nidos construidos con ramitas
cruzadas a manera de canasta (7).
¿Sabías que los vencejos
se han adaptado a la vida
aérea de manera
extraordinaria?
Pues ellos pueden pasar meses enteros volando de manera ininterrumpida, ¡sin posarse nunca! Realizan casi todas sus funciones
vitales al vuelo, como dormir,
alimentarse, e incluso
ncluso aparearan para incubar
se. Sólo se posan
los huevos y criar
riar los polluelos; sus nidos
os
os
son construidos
con materialess
que para nuestra
ra sorpresa
también fueron recolectados
volando, y usan su saliva para
juntar los materiales
les y pegar
los nidos en paredes
des verados
ticales en acantilados
inaccesibles.
38
Fragmentos relictuales silvestres
Buscar intensivamente en el follaje* es otra estrategia utilizada por varias aves insectívoras. Se
caracterizan por ello dos especies de tijerales, el
tijeral canelo (Leptasthenura fulginiceps) (1) y el
tijeral colinero (Leptasthenura aegithaloides) (2),
son muy particulares por sus largas colas bifurcadas
y sus pequeñas crestas, pero son un poco difíciles de
ver, pues se mueven rápidamente entre el follaje de
arbustos, realizando impresionantes acrobacias. La
diferencia entre ambos es muy notoria, el primero
tiene coloraciones más lisas, y el segundo es jaspeado
en la cabeza.
Si recuerdas al cachudito piquinegro que lo mencionamos en el capítulo 3, un pariente suyo, el
cachudito piquiamarillo (Anairetes flavirostris)
es más común en los FRS pues evita los ambientes urbanizados, se distingue del primero
por la base amarilla del pico, y porque las
plumas de su cresta son más rectas (3).
Este cachudito también busca insectos
entre el follaje con rápidos movimientos.
Una estrategia muy distinta usan los pitajos.
Tanto el pitajo canela (Ochthoeca oenanthoides) (4),
como el pitajo gris (Ochthoecha leucophrys) (5) se posan sobre ramas de arbustos que les permitan tener un
amplio campo de visión (por eso es fácil observarlos), y
desde allí se lanzan sobre sus presas, sea capturándolas
al vuelo en el aire, o sobre el suelo. Luego vuelven a su
mismo observatorio para continuar la cacería.
Manual del Naturalista Urbano 39
Las monteritas, pertenecen al grupo de las aves granívoras*, y eso es
evidente cuando observas su pico,
que en lugar de ser largo y fino
como en los canasteros, tijerales,
cachuditos o pitajos, son más bien
gruesos. Y es que aunque comen
granos, las monteritas consumen
gran cantidad de insectos usando
la estrategia de búsqueda entre el
follaje*. La monterita pechigris
(Poospiza hypochondria) (6), es la
más común, la monterita boliviana
(Poospiza boliviana) (7) tiene colores más brillantes en pecho y flancos, y la monterita acollarada
(Poospiza torquata) (8), ligeramente
más pequeña que las dos anteriores,
tiene un collar negro.
Aves carnívoras o
rapaces*
La María o Alkamari (Phalcoboenus
megalopterus) es un ave bastante
grande, y aunque tiene el tamaño y
apariencia de un águila, es en realidad
un halcón grande que se ha adaptado
a una dieta principalmente carroñera,
aunque en ocasiones puede capturar
pequeños vertebrados. Los adultos
son negros con el vientre blanco, y
los juveniles son marrones. Vuelan
solitarios, en parejas, o junto a los
juveniles. Nidifican en árboles o en
repisas de cañadones donde pueden
construir una plataforma de ramas
y pajas (9). Gracias a que no son
exigentes en su dieta, se lo puede
observar sobrevolando sobre los ríos
urbanos, e incluso sobre la urbe dura,
buscando restos de comida.
40
Fragmentos relictuales silvestres
El killi-killi (Falco sparverius) (1) es un halconcillo, no más grande que una paloma, es el ave
rapaz más pequeña en La Paz, pero a la vez la
más frecuente. Su nombre común deriva de
sus típicas vocalizaciones chillonas. Acecha a
sus presas desde las ramas más altas de árboles, o en las cercanías de la ciudad es común
que lo veas posado en los cables. Sus presas
principales son lagartijas, insectos y ratones.
Es muy territorialista* y no teme enfrentarse
a halcones de mayor tamaño, o incluso al alkamari o a águilas. Es importante distinguir al killi
killi de otros dos halcones que podrías ver en
La Paz. El halcón aleto o halcón aplomado
(Falco femoralis) es un poco más grande, se
distingue por el color plomizo del dorso en
lugar de ser rojizo y por la distinta disposición
de las líneas de la cara (2).
El halcón peregrino (Falco peregrinus) (3) es
una especie que migra* desde el hemisferio
norte, sólo durante nuestro verano. Tiene rayas
en el pecho y el vientre, y el color obscuro en la
cabeza forma una capucha. Los halcones también son especialistas en la caza de pequeñas
aves al vuelo, por eso tienen ojos grandes y un
vuelo veloz. Esto distingue a los halcones de las
águilas, de las que hablaremos en el capítulo 5.
Manual del Naturalista Urbano 41
¡¿Ver vizcachas
dentro de la ciudad?!
La vizcacha de montaña
(Lagidium viscacia) es el mamífero silvestre nativo más grande
que puedes observar al interior
de la mancha urbana.
Sobrevive porque los FRS le
otorgan un adecuado hogar y
escondite, debido a la particular
topografía que tienen, creando
paredes verticales con numerosas grietas.
Si bien la vizcacha también está
presente en ambientes periurbanos, es fantástico que aún sobreviva tan cerca de la urbe como
para poder apreciarla, aprender
de ella, y sobre todo protegerla.
Se diferencia de los conejos por
su larga y peluda cola, y una línea
oscura en la espalda. Es muy ágil
y está especializada en moverse
dando saltos en terrenos muy
empinados y accidentados.
Las vizcachas son animales sociables y viven en colonias. Durante
el día dormitan tomando el sol,
siempre vigilando y confiando
en su perfecto camuflaje. Es posible que durante tu visita a un
FRS escuches silbidos, ésta es
la manera en que las vizcachas
centinelas se comunican con
otros integrantes de la colonia
para alertar sobre la presencia
de algún peligro.
42
Fragmentos relictuales silvestres
Finalizando la tarde empieza su gran actividad,
se aventuran lejos de sus refugios para buscar
su alimento compuesto de numerosos tipos de
hierbas y arbustos, incluyendo las duras hojas
de la kara (Puya meziana) (1).
En barrios que colindan con los FRS, se ha
observado vizcachas ingresar a áreas verdes públicas o a los jardines para alimentarse del pasto
común o kikuyo (Pennisetum clandestinum)
(ver recuadro), alimento que sólo ha sido reportado en la dieta de las vizcachas que viven
en nuestra ciudad.
En la ciudad de La Paz, todos sus depredadores
naturales están ausentes, sin embargo es posible que ahora los perros ferales (Canis lupus
familiaris) y los gatos ferales (Felis silvestris
catus) representan su mayor peligro.
Las vizcachas no tienen grandes camadas como
los conejos, sino una o dos crías (2), generalmente entre Abril y Julio. Otra forma de saber si
en un FRS habitan vizcachas, es observando la
presencia de sus heces (3) o de sus huellas (4).
¿Sabías qué?
El kikuyo (Pennisetum
clandestinum), que es
el pasto más común que
observamos como césped en la mayoría de áreas verdes públicas, jardines e
incluso en áreas silvestres y rurales, es
una especie que se introdujo desde África
como forraje, pero se ha naturalizado y
es invasora. Las vizcachas suelen bajar
de sus escondites a alimentarse de él en
sitios donde lo tienen accesible, como en
el cementerio jardín.
Manual del Naturalista Urbano 43
ALERTA ROJA EN LOS FRS
Ahora que conoces el enorme valor de los FRS para la vida silvestre y
para ti mismo, es necesario tomar conciencia de las situaciones que
los ponen en peligro de desaparecer para siempre, ya sea por actitudes
individuales, intereses económicos o falta de acción de las autoridades.
MASCOTAS ABANDONADAS O SIN SUPERVISIÓN:
Como consecuencia de la tenencia irresponsable de mascotas, muchos perros y gatos deambulan solos y deben
buscarse el alimento por sí mismos. Los gatos ferales,
como el de la foto, tienen grandes habilidades para la
caza de aves silvestres y las jaurías de perros ferales
pueden capturar vizcachas.
TIRAR BASURA EN LOS FRS: Puede parecer insignificante, pero sumando todos los montones de basura
que día a día se depositan en los FRS, se hace evidente
el deterioro de la belleza paisajística y el peligro de generación de enfermedades tanto para nosotros como para
la vida silvestre que se encuentra en ellos.
TIRAR ESCOMBROS: Aún peor y más deplorable es
el depósito de enormes cantidades de escombros por
volquetas, lo que no solo afecta la belleza paisajística de
los FRS, sino que elimina el hábitat de la vida silvestre y
literalmente entierra vivos a animales y plantas.
ELIMINACIÓN DEFINITIVA POR AMPLIACIÓN DE LA
MANCHA URBANA: El acto definitivo e irremediable
es el derrumbar y aplanar por completo los FRS para
dar cabida a más viviendas, sin que ninguna autoridad
interponga acciones como defensa del bien común de
todos los ciudadanos.
¿Y QUÉ PODEMOS HACER?: Organizarnos para evitar
que se tire basura y escombros en los FRS que están
en nuestros barrios, no ser cómplices en tirar basura y
escombros, esterilizar y no abandonar las mascotas, y
sobre todo exigir a las autoridades municipales que velen
por el derecho que tenemos todos los paceños, ahora y
en el futuro, de contar con paisajes naturales hermosos,
que nos dan identidad, y que nos permiten disfrutar de
los beneficios de convivir con la naturaleza dentro de
nuestra ciudad.
44
Viviendo en los márgenes de la ciudad
Viviendo en los
márgenes de la ciudad
E
n los márgenes de la ciudad de La Paz,
las áreas urbanizadas y dominadas por
humanos toman contacto con las áreas
naturales habitadas por una diversa vida silvestre. Esta zona de contacto se denomina
“área periurbana”, su extensión desde el borde
de la urbe no puede ser fijada con exactitud,
pero lo interesante es que muy pronto en
cuanto se deja la urbe la naturaleza empieza
a expresarse con mayor intensidad.
No necesitas viajar lejos para disfrutar de
la naturaleza, ver paisajes maravillosos y
encontrar plantas y animales fascinantes,
en muchos casos sólo necesitas ir hasta la
parada de un minibús y caminar un poco. La
naturaleza es para el disfrute de todos, apúrate en explorar estas áreas periurbanas, y
siempre recuerda respetarlas, no dejes basura,
no provoques incendios y no pintes rayones
de ningún tipo.
Manual del Naturalista Urbano 45
El matorral* nativo de los ambientes periurbanos
Muchos científicos consideran que antes de la
llegada de los primeros pobladores americanos
al área que ocupa la ciudad de La Paz, quizás
hace más de diez mil años, el ecosistema era un
alto y denso bosque de keñua (Polylepis spp.),
acompañado de un sotobosque* de muchas especies que ya conociste como quiswara (Buddleja coriacea), tankara (Dunalia brachyacantha)
o karalawa (Nicotiana glauca).
El k’opi (Kageneckia lanceolata) (1)
es un arbolito que puede alcanzar los 5m, tiene vistosas flores
blancas y un típico fruto de cinco
lóbulos (círculo). La chachacoma
(Escallonia myrtilloides) es un arbusto grande que en época lluviosa se
cubre de miles de pequeñas flores
blancas con agradable olor a miel (2).
Algunos arbustos medianos se protegen con espinas, la chuquiraga (del
género Chuquiraga) (3) las tiene en
la punta de las hojas y en sus vistosas
flores anaranjadas, mientras que el
llauli (Dasyphyllum ferox) las lleva
además en los tallos (4).
El uso agrícola trasformó estos ambientes, y
actualmente es un mosaico de cultivos y matorrales* de especies arbustivas y herbáceas
nativas, el siguiente capítulo lo dedicaremos
a los ambientes agrícolas. Todas las especies
arbustivas nativas que vimos en capítulos anteriores están presentes en los matorrales periurbanos, y en las siguientes páginas veremos
algunas otras más.
46
Viviendo en los márgenes de la ciudad
La cola de caballo o sanu sanu (Ephedra
americana) (1) que aunque no parezca, es una
conífera pariente de los pinos, los conos* femeninos de menos de 1 cm ofrecen una pulpa
roja a las aves (a) y en los masculinos son evidentes los estambres* (b). Otros dos arbustos
comunes son la moto moto (Senna aymara) (2)
de vistosas flores amarillas y un fruto tipo
legumbre*, y el kolli (Buddleja aromatica) pariente de la quiswara (3). Hay muchas plantas herbáceas que acompañan a las especies
arbustivas, entre ellas la wira wira (género
Gnaphalium) (4) muy útil para curar la ronquera
de garganta. Ten mucho cuidado con tocar
a las ortigas o itapallu (género Caiophora),
pues están llenas de pelos urticantes (5), generalmente crecen entre piedras y puedes
verlas también en ambientes montañosos.
También encontrarás muchas especies de
falsos tréboles (género Oxalis) (6) parientes
de la oca (Oxalis tuberosa), especies raras de
ver en flor como Bomarea andimarcana (7),
y si eres observador, podrás encontrar varias
especies de helechos (8).
Manual del Naturalista Urbano 47
¿Con qué animales te puedes encontrar en los márgenes paceños?
Gracias a la presencia de amplias áreas naturales con vegetación nativa, en los márgenes
paceños también hay más diversidad y cantidad
de animales silvestres, pero destaca un grupo
importantísimo: ¡los predadores*!
Hay al menos dos gatos silvestres, el gato
montés (Leopardus geoffroyi), y el titi o gato
de las pampas (Leopardus colocolo). El primero
es del tamaño de un gato doméstico, pero
con un diseño inconfundible de manchas en
el pelaje (10). El segundo es un poco más
Los predadores necesitan comer a otros ani- grande y robusto, se distingue porque su cola
males para sobrevivir, y al hacerlo regulan muy peluda se ve hasta tres veces más gruesa
las poblaciones de sus presas y hasta de las que la del gato montés, y además porque
plantas que éstas comen, por eso, cuando presenta una serie de anillos negros en las
los predadores desaparecen se altera todo el patas delanteras. Ambos son realmente muy
ecosistema*. Como los predadores dependen raros de ver, son solitarios y nocturnos. La
de otros animales, son muy sensibles a las alte- pérdida de hábitat es una de las principales
raciones de hábitat* y por eso son los primeros causas de que en Bolivia estén amenazados
en desaparecer con la urbanización.
de extinción*.
El predador mamífero más grande de estas áreas, es
el zorro andino o khamake (Lycalopex culpaeus),
pues el puma (Puma concolor) ha desaparecido en ellas. Es el único zorro del valle de La
Paz, tiene el tamaño de un perro doméstico
mediano, lo reconocerás por su pelaje rojizo
en varias partes del cuerpo y por los círculos
negros en la base y en la punta de su cola (9).
Tiene fama de ser muy inteligente y hábil, y
se lo ha hecho personaje de muchas leyendas
tradicionales. Son solitarios y recorren grandes
extensiones buscando alimento, pero entre
agosto y noviembre se aparean, por lo que podrías ver alguna pareja de zorros o incluso crías.
¿Sabías que?
Cuando escasean sus presas
(p. ej. ratones y vizcachas), el
zorro come plantas y traga sus
semillas que después salen en las heces, lejos
de donde comió. Así, el zorro es un dispersor*
de semillas pues las lleva a nuevos sitios ayudando a que las plantas como el algarrobo
(Prosopis laevigata) crezcan en muchos más
lugares. Los gatos silvestres son eminentemente carnívoros.
48
Viviendo en los márgenes de la ciudad
También hay mamíferos carnívoros más
pequeños, y es muy difícil verlos. El hurón
(Galictis cuja) tiene el cuerpo alargado (de unos
30 cm) y patas muy cortas, un cuerpo ideal
para cazar ratones en sus mismas madrigueras;
es muy particular su pelaje negro por debajo
y plomizo por encima, destaca sobre todo la
capucha blanquecina sobre su cabeza (1).
El zorrino o añatuya (Conepatus chinga) mide
hasta 50 cm y resaltan en su pelaje negro dos
franjas blancas que van desde su frente hasta
su espesa y larga cola. No tiene muy buena
vista, pero excelente olfato y oído con los que
encuentra pequeños vertebrados, insectos y
gusanos durante la noche; generalmente los
saca del suelo cavando con sus largas garras.
Si tienes la suerte de encontrarlo, no te le acerques, pues si se siente amenazado, levanta la
cola para expulsar un líquido maloliente hasta
a seis metros de distancia.
Los predadores voladores
También verás aves depredadoras. Además
de los tres halcones que describimos en
el capítulo 4, se añaden dos grandes águilas que cazan en el día, el águila mora o
mamani (Geranoaetus melanoleucus) (2)
y la paca (Geranoaetus polyosoma) (3), así
como dos aves que cazan en la noche, el
búho americano (Bubo virginianus) (4) y
la lechuza de los campanarios o chuseka
(Tyto alba) (5).
A comparación de los halcones, las águilas
son más grandes, las alas anchas les dan más
potencia pero menos velocidad, y las potentes
garras les permiten levantar vuelo con presas
mayores. El águila mora es ploma con el vientre
blanco. En la paca la espalda es rojiza y las alas
plomas, pero el pecho y vientre varían de color
entre individuos: rojizo entero, un “chaleco”
rojizo, o hasta blanco entero.
Manual del Naturalista Urbano 49
Búhos y lechuzas son difíciles de ver, no
sólo porque son nocturnas, sino porque su
plumaje no hace ruido al volar, esto con el
fin de no ser descubiertos por sus presas. Si
tienes suerte, podrías ver alguno en el día
descansando en su escondite en agujeros
de riscos, casa viejas o campanarios. Regurgitan los pelos y huesos de sus presas en
unas bolas llamadas egagrópilas* que suelen
acumularse debajo de sus escondites.
Aves carroñeras
Cumplen la importante función ecológica de
eliminar los cadáveres de otros animales en
descomposición, los que podrían ser focos
de infección. La más común y abundante es
el alkamari (Phalcoboenus megalopterus)
(pág. 39), pero además está el magnífico
cóndor andino o mallku (Vultur gryphus) (6).
Es el ave voladora más grande del mundo,
sus alas abiertas miden hasta tres metros
de punta a punta. No tiene plumas ni en la
cabeza ni el cuello para mantenerse limpio al
comer animales muertos, el macho ostenta
una cresta carnosa (7). Actualmente es muy
poco común de verlo, la gente lo ha perseguido y cazado mucho.
Los predadores tienen características y problemas comunes
Los predadores son naturalmente poco “indicadores” de la salud de los
abundantes pues cada individuo necesita ecosistemas*: si hay más demucho espacio para encontrar suficien- predadores, el ambiente es
te alimento y refugio, por eso la más sano y mejor consermayoría tiene pocas crías al vado. También se los llama
año. Muchos son perseguidos especies “paraguas” porque
y cazados por las personas por para protegerlos hay que salvacreerlos un peligro para el ga- guardar grandes extensiones de
nado, los venenos usados para territorios, lo que a su vez favorece a todas
matar a ratones o insectos también las especies del ecosistema. Es muy imporenferma o mata a los predadores, y tante preocuparnos por su conservación y
los perros y gatos ferales pueden atacarlos evitar que se extingan, y en esto ayuda el
o transmitirles enfermedades.
hecho de que la mayoría son lindos y carismáticos para la gente, por lo que fácilmente
Por esto son muy sensibles a las alteracio- pueden convertirse en símbolos de la connes del hábitat*, lo que los convierte en servación, o especies “bandera”.
50
Viviendo en los márgenes de la ciudad
Y ¿qué comen todos estos
carnívoros?
de insectos, dispersión* de semillas, y ser de las
presas más importantes para los predadores.
En los márgenes paceños hay varios roedores
nativos. Entre los más grandes (25 cm de longitud) está el pampa huanco o cuy silvestre
(Galea musteloides); vive en grupos familiares
en madrigueras subterráneas, tiene color café,
un margen blanco en sus ojos y una diminuta
e imperceptible cola (1). Son parientes del
cobayo doméstico (Cavia porcellus) pero no
son sus ancestros.
Lagartijas y una culebra única en
La Paz
Hasta 13 especies de ratones silvestres o
achakus, (como el ratón orejón del género
Phyllotis de la fotografía 2), han sido descritas
para La Paz, y seguramente hay más especies
por descubrir.
Al caminar por los márgenes paceños también
tienes que estar atento al mirar al suelo, porque
es probable que veas lagartijas o jararankhus
asoleándose para tomar calor, o corriendo para
esconderse en sus madrigueras subterráneas.
Las cinco lagartijas de La Paz pertenecen al
género Liolaemus, y una de las más grandes
y que vive a mayor altitud es L. forsteri (4). La
mayoría se alimenta de una gran cantidad de
insectos, pero otras incorporan plantas en
su dieta.
La serpiente o katari (Tachymenis peruviana) (3)
También se ha descubierto en La Paz una es- es cada vez más rara de ver pues las personas
pecie de pequeño marsupial* del tamaño de las matan por creer erróneamente que son veun ratón, la comadrejita (Thylamis venustus). nenosas. Es una culebra, y como tal, no inyecta
veneno a las personas. Normalmente es pequeA diferencia del ratón doméstico introducido ña (30 cm de largo) pero como crece durante
(Mus musculus) que vive solamente asociado a toda su vida puede alcanzar tallas mayores. Se
las viviendas humanas, los ratones y marsupiales alimenta de ratones, ranas e insectos. Si tienes
nativos viven en entornos naturales y cumplen la suerte de verla, no trates de atraparla ni le
importantes funciones ecológicas, como control hagas daño.
Manual del Naturalista Urbano 51
Otras aves en ambientes
periurbanos
En los ambientes periurbanos puedes llegar
a ver todas las aves descritas en los capítulos
anteriores. Pero a estas se añaden varias especies insectívoras* que necesitan ambientes
especializados o grandes extensiones, razón
por la que están ausentes en la matriz urbana.
Empezaremos hablando de las bandurritas.
Son dos especies de aves más fáciles de escuchar que de ver, pues buscan sus presas en el
suelo, de forma rápida e inquieta, posándose
muy rara vez sobre la vegetación. Tienen el
pico largo y fuerte y típicamente mantienen
sus largas colas levantadas. Son muy parecidas
entre sí, y para distinguirlas, fíjate que la cola
de la bandurrita roquera (Ochetorhynchus
andaecola) es roja entera y el abdomen tiene
líneas obscuras tenues (5), mientras que la cola
de la bandurrita piquirecta (Ochetorhynchus
ruficaudus), tiene la punta negra, y su pecho
es casi blanco (6).
52
Viviendo en los márgenes de la ciudad
Otro grupo de aves igualmente escurridizas y difíciles
de ver son los kiti-kiti o mineros. Reciben este nombre
porque anidan en huecos del suelo que hacen otros
animales como roedores, y que ellos suelen profundizar. A diferencia de otras aves que normalmente
saltan sobre el suelo para desplazarse, ellos caminan
y corren mientras buscan y atrapan sus presas. No
mantienen sus colas levantadas como las bandurritas,
y es su plumaje mimético con el suelo, así como su
andar pausado, lo que las hace difíciles de detectar.
Cuatro especies habitan en La Paz, todas son bastante parecidas entre sí, por lo que hay que prestar
atención a ciertas características para diferenciarlas.
El minero picudo (Geositta tenuirostris) es el que
tiene el pico más largo y curvado de todos (1), el
minero común (Geositta cunicularia) tiene el pico
mediano y le distinguen varias líneas cafés sobre el
pecho (2), el minero rojizo (Geositta rufipennis) tiene
el pico corto y la cola bordeada de rojo (3), y finalmente el minero puneño (Geositta punensis), es el más
pequeño de todos y presenta colores más opacos (4).
Un pequeño insectívoro* difícil de ver pero fácil de
escuchar es el piojito silbón o mosquerito silbador
(Camptostoma obsoletum); busca insectos entre el
denso follaje* con rápidos y nerviosos movimientos,
lo que dificulta observarlo, pero sus cantos parecidos
a un lastimero silbido son fáciles de reconocer. Si lo
llegas a observar notarás su dorso plomo contrastando
con el pecho blanquecino y dos líneas claras en las
alas (5). En ocasiones levanta las plumas de la cabeza
a manera de cresta.
Manual del Naturalista Urbano 53
Finalmente mencionaremos a tres aves insectívoras* grandes (alrededor de 25 cm) que se
posan en observatorios visibles para capturar
insectos al vuelo con ágiles maniobras. Si bien
por su tamaño y ubicación podría pensarse que
es fácil verlas, las tres son muy poco abundantes y requieren grandes extensiones de terreno,
por lo que también son raras, y probablemente
visitan La Paz solo ocasionalmente.
En el birro grande (Myiotheretes striaticollis)
destacan las coloraciones rojizas del pecho y
abdomen (6), mientras que en los waychos
o gauchos predominan los colores plomizos;
en ellos destaca además un pico fuerte con la
punta en forma de gancho, lo que les permite
cazar no sólo insectos, sino también roedores y lagartijas. Al gaucho serrano (Agriornis montanus) lo vas a reconocer porque los
bordes blancos de la cola son anchos (7),
mientras que en el gaucho gris (Agriornis
micropterus), la cola negra tiene finos bordes
blancos y su pico tiene la base de color claro (8).
Bulbos mágicos
Es probable que al recorrer los
ambientes periurbanos te topes
con unas flores que salen directamente del suelo. Se trata de
unas plantas muy especiales que
tienen bulbos* subterráneos que
permanecen en latencia durante
la época seca. Generalmente antes de las lluvias salen las flores,
y solo después producen las hojas que permiten almacenar nutrientes nuevamente en el bulbo.
Algunas de ellas son Stomesson
miniatum (9), Pyrolirion boliviense
(10), Clinanthus humilis (11), e
Hippeastrum cybister (12).
54
Viviendo en los márgenes de la ciudad
El valor de los paisajes
Muchas veces olvidamos lo importante que es
para nuestra salud y equilibrio emocional tener la
oportunidad de disfrutar la belleza de los paisajes
naturales. Los ambientes periurbanos de La Paz
nos ofrecen todavía espectaculares escenarios
paisajísticos, con cerros empinados que escalan
hasta los nevados, con caprichosas columnas y
agujas verticales que en ocasiones sobrepasan
los 100 m de altura, con profundos y vertiginosos
valles rebosantes de vegetación, y extensas planicies onduladas propicias para las labores agrícolas.
Tenerlos cerca de donde vivimos es un privilegio que deberíamos saber valorar. Estos
paisajes son un bien común de todos, por lo
que disfrutar de ellos es un derecho, así como
salvaguardarlos ante todo peligro una obligación ineludible. De esta forma seguiremos
teniéndolos como majestuoso marco natural
de nuestra ciudad, para verlos a lo lejos todos
los días, y saber que nos esperan para poder
recorrerlos y encontrarnos con ellos en una
caminata de fin de semana.
Manual del Naturalista Urbano 55
Las plantas epífitas* y saxícolas*
Destaca en los paisajes periurbanos de La Paz, que las
empinadas laderas y paredes rocosas tienen también
una vegetación especializada capaz de crecer sobre
rocas (saxícolas) y a la vez muchas de ellas sobre otras
plantas (epífitas). Entre ellas está la barba de viejo
(Tillandsia usneoides), que cuelga abundantemente
sobre las paredes verticales o también en las ramas
de árboles (1); el clavel del aire (Tillandsia capillaris)
prefiere asentarse en las ramas de árboles y arbustos (2) pero también podrás verlo sobre los cables
de luz; parecida al anterior pero con las hojas como
escamas es Tillandsia bryoides (5). Una de las más
grandes del género es Tillandsia carnosa con amplias
hojas rojizas (4). La carhuatilla (Tillandsia boliviensis)
tiene vistosas inflorescencias rojas aplanadas (3), las
cuales en Tillandsia sphaerocephala son redondas (6).
56
Viviendo en los márgenes de la ciudad
Otro importante grupo de plantas saxícolas capaces de
crecer incluso en las laderas más verticales, y que por lo
tanto representan valiosos recursos para evitar la erosión,
son las plantas del género Puya, pertenecientes al grupo
de las bromélias*, y como la piña, tienen afiladas espinas
en los bordes de sus hojas. La más común es la kara (Puya
meziana) (1) cuyas hojas pueden ser también rojizas, sus
inflorescencias, ramificadas o no, tienen notorias anteras*
anaranjadas (2), la karaya (Puya herzogii) suele crecer en
ambientes de mayor altura (3), resaltan sus grandes flores verdes con anteras* amarillas (4), y la wikunta (Puya
cochabambensis) que desarrolla un largo y delgado tallo
para las flores (5) que tienen un brillante color amarillo (6).
Manual del Naturalista Urbano 57
Recuadro: El sistema municipal de
áreas protegidas y sus amenazas
ignora su existencia y no sabe que puede disfrutar de
ellas como un bien público.
El año 2000 el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz
(GAMLP) promulgó la ordenanza municipal de creación
de 27 áreas protegidas municipales (en el mapa polígonos
marrones fuera de la mancha urbana, y anaranjados dentro de ella). Este conjunto de áreas es muy heterogéneo,
incluye parques urbanos como el parque Laguna de Cota
Cota o el Parque Urbano Central, también áreas de reforestación con especies exóticas como el Bosquecillo de
Pura Pura, o fragmentos de remanentes silvestres como
las Serranías y cerro de Aruntaya, Cerro Ticani o Cóndores
Lakota. Pero el conjunto más importante y más valioso
son las grandes áreas que crean un anillo de protección
silvestre alrededor de la mancha urbana, desde Siete
Lagunas al noroeste hasta el Gran Jardín de la Revolución
al sudoeste (La Cumbre y Serranías de Hampaturi son
más grandes aún de lo que se ve en el mapa).
El resultado es que actualmente están siendo destruidas
por el implacable avance de la ciudad. Como puedes
apreciar en el mapa, la mancha amarilla de la urbe está
ocupando los márgenes de muchas de ellas.
Esta ha sido sin lugar a dudas la iniciativa más importante
que ha planteado el GAMLP para la conservación de la
biodiversidad, de los paisajes naturales y de los servicios
ambientales* para la población paceña.
Pero por desgracia, estas áreas no tuvieron verdaderas
acciones de protección y manejo, la mayoría de la gente
Los fragmentos silvestres dentro de la matriz han sido
aplanados, loteados y urbanizados, y algunas áreas de
los márgenes, como el Gran jardín de la Revolución,
están prácticamente perdidas. Incluso el GAMLP podría abandonar la idea de proteger estas áreas ante las
presiones de intereses económicos.
Los ciudadanos paceños debemos tomar un rol protagónico en la protección de todas y cada una de estas
áreas, primero, sabiendo de su existencia, recorriéndolas
para valorar las maravillas que albergan y los servicios
que nos brindan (por ejemplo provisión de agua limpia,
contacto con la naturaleza, aprendizaje, ejercicio al aire
libre, etc.), luego exigiendo al GAMLP que garantice su
conservación con planes adecuados de manejo, y finalmente involucrándonos activamente en su protección.
No perdamos esta importante y única oportunidad, que
es además el mejor legado que podemos dejar a las
siguientes generaciones que vivirán en La Paz.
58
La biodiversidad en campos agrícolas periurbanos
La biodiversidad en
campos agrícolas periurbanos
L
as áreas con producción agrícola son
ecosistemas* que se encuentran en los
márgenes de la ciudad o en poblados
rurales, es decir, alejados de la mancha urbana
de la ciudad, como en Achocalla o hacia Palca.
Su heterogeneidad ofrece principalmente dos
tipos de hábitats fáciles de identificar: el mismo
terreno cultivado y la cobertura de vegetación
silvestre que está entre o alrededor de los
campos cultivados.
Debido a la morfología montañosa de los alrededores de La Paz, las artes agrícolas siguen
siendo tradicionales y poco mecanizadas. Se
usan períodos fijos de siembra y cosecha con
sistemas de rotación (incluyendo periodos de
descanso o barbecho*), también se usa tracción
animal para el arado (bueyes por ejemplo), la
cosecha manual, y aún en muchas partes se
aplican fertilizantes naturales como el abono
de heces del ganado vacuno y ovino.
Manual del Naturalista Urbano 59
En este mapa se pueden apreciar las áreas agrícolas que existen en los alrededores de
la ciudad de La Paz, lastimosamente la mayoría de las que están en los bordes de la
ciudad están desapareciendo ante el avance de la urbanización.
60
La biodiversidad en campos agrícolas periurbanos
Cultivos para cada ambiente
Los tipos de cultivos son diversos, y se adaptan a las particulares condiciones ambientales de altitud y paisaje. En las montañas
más altas y con mayor pendiente se cultivan
principalmente tubérculos*, como diversas
variedades de papa (Solanum tuberosum)
(1 y 3), oca (Oxalis tuberosa) (2), isaño
(Tropaeolumm tuberosum) y papa lisa
(Ullucus tuberosus). Una buena práctica agrícola es la siembra en contra de la pendiente
siguiendo niveles paralelos, lo que evita la
erosión y pérdida del suelo.
Muchas especies vegetales oportunistas* crecen en medio del cultivo, a las cuales se las
llama malezas*, pues quitan nutrientes al cultivo. Una maleza muy común es la mostacilla
(Rapistrum rugosum) una especie exótica naturalizada en Sudamérica, distinguible por sus
flores amarillas (2).
Manual del Naturalista Urbano 61
Los cereales* también son ampliamente a las condiciones climáticas de La Paz. En la
cultivados a mayores alturas, sobre todo fotografía (3) se observa cultivos de cereales
la cebada (Hordeum vulgare) y la avena en pie y cosechados detrás de cultivos de
(Avena sativa). Estos cereales no son origi- papa, y detalle de las espigas* de cebada
narios de Sudamérica, pero se adaptaron bien (izquierda) y avena (derecha) (4).
El ganado vacuno (Bos taurus) también fue introducido por los colonizadores españoles. Existen diversas
razas que se han adaptado a la altitud de La Paz. Aunque la ciudad de
La Paz, antes de la década de los
1950, contaba con una importante
producción lechera, actualmente el
ganado lechero está muy disminuido.
El ganado para producción de carne
tampoco es abundante, y muchas veces se lo deja pastando en semi-libertad en los matorrales* de los cerros
aledaños a los campos de cultivo (5).
Junto a los asnos (Equus asinus) se los
usa como animales de trabajo, para
tracción o para transportar carga.
62
La biodiversidad en campos agrícolas periurbanos
En los campos agrícolas en zonas de altura
intermedia podrás observar cultivos de haba
(Vicia faba) (1), y arveja (Pisum sativum) (2).
Estas especies introducidas son plantas leguminosas al igual que el tarwi (Lupinus mutabilis)
que es nativo. Una importante cualidad de
todas las leguminosas es que fijan el nitrógeno
del aire gracias a la presencia de bacterias del
género Rhizobium que viven en simbiosis* en
sus raíces, de esta forma, sus semillas son ricas
en proteínas, y se nutre el suelo con nitrógeno.
Muchas otras hortalizas se cultivan en
alturas intermedias, como por ejemplo
la cebolla (Allium cepa) y la zanahoria
(Daucus carota), pero es importante resaltar
a otras especies cultivadas nativas como la
quínua (Chenopodium quinoa), y el locoto
(Capsicum pubescens).
Se suele dejar a las ovejas (Ovis orientalis aries)
alimentarse al lado de los campos de cultivo (2),
con el fin de que distribuyan de forma natural
sus heces y orina como abono, pero también
se las pastorea por las faldas de los cerros.
Una importante producción de hortalizas
de las que se consumen las hojas, como la
lechuga (Lactuca sativa), acelga (Beta vulgaris)
o repollo (Brassica oleracea), se cultivan
en invernaderos, como estos en Chicani.
Manual del Naturalista Urbano 63
En zonas más bajas, como en los valles al
sur de la ciudad (3), encontrarás cultivos
que necesitan mayor temperatura y que no
soportan las heladas. Es el caso del maíz o
choclo (Zea mays) (4), fantástico cereal de
origen americano, ingrediente fundamental
de nuestros platos típicos.
También observarás cultivos de flores como
gladiolos (Gladiolus spp.) (5) y muchas otras
especies; esta es una importante alternativa
productiva ante el hecho de que estos campos
son regados con las aguas de los ríos que
contaminamos en la ciudad de La Paz.
Seguramente tuviste la oportunidad
de degustar la sabrosa fruta de la tuna
(Opuntia ficus-indica) (5). Este cactus es originario de México, y se ha adaptado muy bien al
clima de los valles bajos de La Paz, la encontrarás en extensos campos de cultivos, así como
también dispersa entre el matorral* nativo.
64
La biodiversidad en campos agrícolas periurbanos
Cercos vivos con especies nativas
Una práctica muy interesante es la de sembrar cercos vivos alrededor de los cultivos
como protección contra el viento. Pueden
usarse especies arbóreas como la quiswara
(Buddleja coriacea) (ver foto 1 de las página 62,
y la descripción en la página 26), pero también
se usan arbustos que tienen espinas, con el fin
de controlar el ingreso de animales (1).
La tankara (Dunalia brachyacantha) (3) de
vistosas flores tubulares* moradas, que están especialmente diseñadas para los picaflores. Los churisikis (Berberis boliviana y
B. commutata) (4) han desarrollado agudas
espinas tanto en los tallos como en los bordes de las hojas, sus vistosas flores amarillas
ofrecen néctar a insectos. Los frutos de la
tankara y el churisiki son jugosas bayas* muy
Entre estas especies está la cruz-cruz importantes como alimento para aves frugí(Colletia spinosissima) (2) que ha transforma- voras*. En estos cercos también se utiliza a
do todos sus tallos en filosas espinas, y sobre la kealla (Austrocylindropuntia subulata) un
ellos no se ven hojas. Sus flores blanquecinas delgado cactus del que hablaremos junto a
parecen pequeñas campanas y son importantes otros cactus en la página 101.
para insectos nectarívoros.
¿Sabías qué?
Desde tiempos prehispánicos, las
montañas y valles de La Paz han
sido usados intensivamente para
la agricultura y la ganadería. En
esta imagen satelital GoogleEarth
de Hampaturi, puedes apreciar
las enormes extensiones que
ocupaban las terrazas* agrícolas,
inicialmente emplazadas por la
cultura Tiwanakota hace unos
1500 años y que posteriormente
fueron reutilizadas por los Señoríos Aymaras y por el imperio Inca.
En nuestros días algunos cultivos
son sembrados en ellas todavía.
Restos arqueológicos como
estos, así como torres funerarias* y caminos prehispánicos
para el transporte de productos agrícolas, se encuentran
diseminados por gran parte del
paisaje paceño, como en Hampaturi, Apaña, Achachicala, Achocalla o Santiago de
Collana. Infórmate mejor sobre dónde poder encontrar estas terrazas, torres funerarias o caminos, y haz todo lo posible por conocerlos.
Manual del Naturalista Urbano 65
66
La biodiversidad en campos agrícolas periurbanos
Aves atraídas por los cultivos
Los campos de cultivos ofrecen importantes
recursos alimenticios particularmente para las
aves granívoras*, las cuales no sólo se interesan
por las especies cultivadas, sino por las semillas
y frutos de las malezas*, así como por insectos
y otros invertebrados del follaje* o del suelo.
Empezaremos hablando de las tres especies
de perdices que puedes observar en La Paz.
Aunque se parecen externamente a las perdices europeas, son distintas en varios aspectos, en realidad son parientes más cercanas
de los ñandúes*, y es más correcto llamarlas
“tinamúes”.
una estridente vocalización que sobresalta a
cualquiera. Sólo pueden volar tres veces seguidas antes de quedar totalmente agotadas, por
esto prefieren caminar sigilosamente y pasar
mucho tiempo escondidas. Los diseños de
su plumaje las mimetiza tan bien que es muy
difícil descubrirlas.
La más grande de las tres es la p’isaka
(Nothoprocta ornata) (1), le caracteriza su
cuello y cabeza blancos con muchos lunares
negros, la vocalización al levantar el vuelo
asemeja un “pées-pées-péss” y de ahí su nombre.
Su pico curvado le permite cavar y extraer tubérculos* e invertebrados del suelo. La podrás
Todas ellas tienen un vuelo pesado y mal ma- ver desde alturas como Hampaturi hasta Apaña
niobrado, lo inician con un potente salto y o Auquisamaña.
Manual del Naturalista Urbano 67
La segunda es la sula (Nothoprocta
pentlandii) (2), se parece mucho a la
p’isaka sobre todo por su pico curvado hacia abajo, pero es más pequeña,
tiene coloraciones más obscuras y
destaca su pecho plomizo con motas
blancas. Ella habita a menores alturas
que la p’isaka, por ejemplo en Palca
o Río Abajo.
Y la más pequeña de las tres es el
kullu (Nothura darwinii) (3), su pico
no es curvado por lo que come principalmente semillas. Es menos común
en La Paz, habita junto a la p’isaka en
Cuñamani, Muela del Diablo o Lluto.
Al levantar el vuelo emite un sonido
parecido a un “krrruuuurrrrr…”.
El leke-leke (Vanellus resplendens) (4) a diferencia de los
tinamúes tiene un vuelo ágil y bien maniobrado, y cuando vuela emite las bulliciosas y chillonas vocalizaciones
que le dan su nombre común: “lék-lék-lék-lék”. Frecuenta
los campos de cultivo porque en ellos encuentra abundantes invertebrados del suelo, pero además, porque
suele construir sus nidos en ellos. Si ves una pareja de
leke-lekes volando sobre ti y vocalizando bulliciosamente,
es posible que estén defendiendo su nido. En La Paz,
también podrás verlos en otros amplios campos abiertos
con mucho césped, como en el cementerio jardín o en
los estadios de fútbol (si el césped no es artificial, por
supuesto).
68
La biodiversidad en campos agrícolas periurbanos
Los campos agrícolas también atraen a palomas,
y además de todas las especies de palomas nativas que vimos en los capítulos anteriores, se
añade una especie que no frecuenta las zonas
urbanas, es la palomita alinegra (Metriopelia
Otra ave que frecuenta los cultivos es la melanoptera) (2). Se la reconoce por la mancha
garcilla bueyera (Bubulcus ibis) (1), una peque- roja debajo del ojo, porque al volar es evidente
ña garza que busca insectos en los campos de el color negro de las alas y la cola, y porque
cultivo sobre todo después del arado. También emite un sonido de cascabel parecido al de la
gusta de seguir al ganado, pues siempre hay palomita cascabelita (Metriopelia ceciliae)
insectos que siguen a las vacas.
pero menos agudo.
¿Sabías qué?
La liebre (Lepus europaeus) es
una especie de mamífero mediano considerada invasora. Fue
inicialmente introducida en Argentina, y desde ahí alcanzó las zonas agrícolas del
altiplano y de valles interandinos. En La Paz
está presente en todas las áreas periurbanas
y rurales, y es considerada una plaga pues se
alimenta de los cultivos, sobre todo cereales.
Suele esconderse entre matorrales* y pajonales*, confiando en la coloración mimética*
de su cuerpo. Se distingue de las vizcachas
en que sus orejas son más grandes y su cola
es corta (Foto del enlace libre 123rf.com)
Manual del Naturalista Urbano 69
el chiringüe oliváceo (Sicalis olivascens) (4),
otra especie de kellunchu que forma bandadas
muy numerosas de más de treinta individuos.
Se reconoce por el color amarillo del plumaje
con matices verde oliva. Este kelluncho también
puede observarse en los FRS y en la urbe.
Las dormilonas se caracterizan por su singular
forma de pararse erguidas sobre el suelo, atentas a cualquier movimiento de insectos, rara vez
se posan sobre la vegetación. Utilizan varias
estrategias de caza, como espectaculares despliegues aéreos de ataque para cazar insectos
aéreos, o se lanzan en veloz carrera sobre insectos del suelo. Luego toman pequeños descansos
estando paradas, razón que explica su nombre.
Son muchas las pequeñas aves granívoras* que
buscan su alimento dentro de los campos cultivados, así como entre arbustos y pajonales
circundantes.
Las dormilonas o tayankallos son aves insectívoras* muy particulares, y la dormilona
nuquiroja (Muscisaxicola rufivertex) (3) es la
más común en los campos de cultivo, se distingue con facilidad por el parche rojizo en la nuca.
A las grandes bandadas de pichitankas
(Zonotrichia capensis), chaiñitas (Sporagra atrata
y S. xanthogastra), chubtas (Phrygilus punensis),
y piquitos de oro (Catamenia analis), se añade
70
La biodiversidad en campos agrícolas periurbanos
Por último mencionaremos a cuatro especies
de pequeños granívoros* de tonos grisáceos parecidos entre sí, por lo que vale la pena explicar
sus diferencias, se trata de los yales o chijtas.
El más grande y vistoso es el yal pechinegro
(Phrygilus fruticeti) (1) reconocible por su pico
amarillo-anaranjado, el pecho manchado de
negro en los machos y por el potente y agudo
canto que emite desde lo alto de arbustos; la
hembra es jaspeada con tonos cafés.
El yal platero (Phrygilus alaudinus) (2) se parece bastante al primero, pero es más pequeño,
sin el pecho manchado y con una banda blanca
en la cola. El yal plomizo (Phrygilus unicolor) (3)
no tiene el pico amarillo y es casi uniformemente plomo. Y finalmente el pequeño yal plebejo
(Phrygilus plebejus) (4), plomizo con tonos cafés
en la espalda, en la cara tiene una pequeña ceja
blanca que hace resaltar las mejillas obscuras.
Forma bandadas muy numerosas junto a otras
especies de aves granívoras*.
Manual del Naturalista Urbano 71
En tiempos de antaño, alrededor del año
1900 los barrios de Miraflores, San Pedro,
Sopocachi, Obrajes y Calacoto eran zonas
de producción agrícola y pecuaria, que por
sí mismos abastecían sobradamente a la
población urbana. Poco a poco
estas zonas se fueron urbanizando perdiéndose en nuestros
días los recursos alimenticios que
proporcionaban.
Fotografías del barrio de Kupini, en 1934 (izquierda) y 2015 (derecha) Fuente: Grupo “Fotos antiguas La Paz” de Facebook.
En la actualidad este proceso de transformación continúa a un ritmo acelerado, los
campos agrícolas de ambientes periurbanos
como Apaña, Chicani y Siete Lagunas están
dando paso a casas y edificios. Incluso la
urbanización se está estableciendo sobre
las ricas terrazas* de cultivo de los valles
de Río Abajo, como Huajchilla, Carreras
y Mecapaca (foto a la derecha), y desgraciadamente están perdiendo su vocación
productiva agraria.
Esto genera una mayor dependencia de
la población urbana respecto a alimentos
que deben ser transportados desde lugares
cada vez más lejanos, lo cual somete a los
ciudadanos no solo a un mayor encarecimiento, sino a una mayor vulnerabilidad
respecto a las eventualidades que eviten
el ingreso de alimentos a la ciudad.
La visión moderna de la planificación urbana plantea que una ciudad debería tender
a una mayor seguridad alimentaria, produciendo sus alimentos dentro de ella misma y
en sus alrededores inmediatos. ¿Qué opinas
al respecto?, ¿crees que es algo posible o
una utopía?, ¿qué deberíamos hacer para
que eso sea una realidad en nuestra ciudad?
72
Vida en las montañas
Vida en las montañas
C
oronando majestuosamente nuestra
ciudad están los paisajes montañosos
de los Andes, una extensa región que se
encuentra desde los 4200 m de altitud hasta las
más altas cimas (6400 m en el Illimani, 6088 m
el Huyana Potosí que aparece en la fotografía
de arriba). Al principio parecer ser un lugar desolado e inhóspito, sin embargo te sorprenderás
con la cantidad de vida que alberga.
Por lo general cae nieve o granizo y ocurren
heladas nocturnas año redondo, mientras que
durante el día, debido a la alta radiación solar,
la temperatura a nivel del suelo sube bastante.
Estas características determinan el tipo de
plantas y animales que pueden vivir en estas
particulares condiciones climáticas, particularmente por debajo del límite de los glaciares* y
los campos de nieve.
Manual del Naturalista Urbano 73
Los glaciares* moldean todos los detalles del paisaje montañoso, crearon
amplios y profundos valles en forma
de U, y los depósitos de rocas que
arrastraban, denominados morrenas*.
Las lagunas glaciares son el resultado del derretimiento de los glaciares, quedando donde éstos estaban
antes (1). También el derretimiento
actual nutre ríos de aguas cristalinas que alimentan a los bofedales*,
ecosistemas únicos de los Andes
sudamericanos.
Los bofedales (2) se forman en el fondo de los valles, donde la constante
presencia de agua propicia el desarrollo de una rica vegetación, la cual al
morir no llega a descomponerse por
las frías temperaturas, y conforma un
rico suelo orgánico llamado turba*. La
vegetación en los bofedales se forma
a manera de cojines* intercalados
con el agua.
La turba es altamente demandada en las ciudades para su uso en jardinería, esto ha propiciado que los bofedales
se estén explotando sin ningún control ni regulación (3), amenazando su existencia, así como de toda la rica vida
que ellos sustentan, y al alterar el ciclo del agua, amenazan también el aprovisionamiento de agua para la ciudad.
74
Vida en las montañas
Las plantas de montaña presentan una serie
de estrategias que les permite sobrevivir. Deben hacer frente a las bajas temperaturas, que
además congelan el agua evitando que les esté
disponible. Para evitar perder agua, reducen
el tamaño de las hojas o las pueden enroscar,
como esta gramínea* (1). Otras plantas tienen
substancias que actúan como anticongelantes.
Los cojines son el conglomerado de cientos
de pequeñas plantitas que crecen apretadas, son muy importantes pues propician
que otras crezcan con ellas. Hay cojines en
ambientes secos, como los suaves cojines
de la huaricoca (Pycnophyllum molle) (2-3),
o también los hay en ambientes húmedos
como el kachu paco (Distichia muscoides)
que forma cojines duros y pinchosos (4-5).
También deben enfrentar los fuertes vientos y Sobre los cojines y el suelo aledaño a ésalta radiación solar. Para eso son muy bajitas, tos, se desarrolla una riquísima diversidad
crecen muy pegadas al suelo, muy juntas y de plantas. Es hora de que te agaches y
apretadas entre sí. También presentan raíces acerques mucho al suelo para apreciar los
muy gruesas y fuertes que no solo las sujetan diferentes tipos, formas y colores de flores
al suelo para cuando existen deslizamientos y hojas. En la siguiente página incluimos aly fuertes vientos, sino que son órganos de gunos ejemplos de las muchísimas especies
reserva. Para reflejar la radiación solar muchas que podrías ver.
presentan pelos blancos en su superficie.
Manual del Naturalista Urbano 75
Entre las plantas más primitivas, parientes de
los helechos, están los licopodios (género
Phlegmariurus) (6) que carecen de flores. El
kea kea (Senecio serratifolius) es particular porque sus flores se dirigen hacia abajo (7). Las
siguientes especies tienen vistosas flores que
crecen al ras del suelo, como Nototriche sp. (8),
Hypochaeris meyeniana (9), Castilleja pumila (10),
Gentiana sedifolia (11), Hypochaeris taraxacoides
(12), Baccharis alpina (13), Astragalus peruvianus
(14), y Werneria sp. junto a las diminutas flores
amarillas de Lachemilla pinnata (15).
76
Vida en las montañas
La gran cantidad de recursos vegetales que proporcionan los bofedales
son aprovechados por animales herbívoros*. El ganso andino o Huallata
(Oressochen melanopterus) (1) es uno de ellos,
es un ganso muy grande con inconfundible
plumaje blanco y negro, forman parejas de
por vida por lo que normalmente verás macho
y hembra juntos, el primero es mucho más
grande. En época reproductiva podrás ver a
los padres con los polluelos en medio de las
lagunas o grandes grupos de los dos adultos
junto a los juveniles.
Actualmente los bofedales son también aprovechados para la ganadería, particularmente
del ganado camélido, compuesto por llamas
(Lama glama) (2) y alpacas (Lama pacos) (3).
Ambas especies fueron domesticadas por las
culturas andinas hace siglos a partir de dos
especies silvestres, el guanaco (Lama guanicoe)
y la vicuña (Vicugna vicugna), las cuales ya no
están presentes en La Paz por la intensiva caza
a la que fueron sujetas, aunque quizás la vicuña,
cuyas poblaciones se están recuperando en
el altiplano (4), alguna vez regrese a nuestros
ambientes montañosos.
Manual del Naturalista Urbano 77
Los ambientes de pajonales
y roquedales
Los otros ambientes que predominan en los ambientes montañosos
son los campos de rocas y los pajonales*. Los primeros resultan de los
procesos de erosión de la montaña.
Los campos de roca son rápidamente colonizados por los líquenes y
musgos, los cuales empiezan a crear
el hábitat adecuado para que otras
plantas se establezcan.
Un habitante característico de
los roquedales es la vizcacha
(Lagidum viscacia) (5), de la que hablamos en el capítulo 4. Notarás que
en la montaña es mucho más gris,
para confundirse mejor con las rocas.
Muchas especies de pastos, componen los pajonales, lo que resulta en
un herbazal* con matices de diferentes colores. Las más características
son las pajas, que pueden ser rígidas
y duras como chillihuas e iru ichu
(Festuca rigescens y F. dolichophylla), o
más suaves como la paja brava (Stipa
ichu). Estas gramíneas ofrecen gran
cantidad de alimento para bandadas
de aves granívoras, como la diuca
aliblanca (Diuca speculifera), inconfundible ave gris con garganta blanca
(6), y que sólo verás en las montañas.
78
Vida en las montañas
Otras especies de aves presentan
colores crípticos* que las hacen
prácticamente invisibles en medio
de los pajonales. Las agachonas
hacen honor a su nombre, cada que
perciben peligro se acurrucan en el
suelo y sólo si el peligro es inminente vuelan ágilmente emitiendo una
vocalización no muy estridente a diferencia de los tinamúes (ver capítulo
8). Como rasgo único de su familia,
tienen una cubierta córnea sobre sus
fosas nasales, tal vez para cubrirlas
del polvo y arena que lleva el viento.
Podrás ver dos especies, la agachona
grande o kulli-kulli (Attagis gayi) (1),
en la que macho y hembra son similares, y la agachona mediana o
pucu-pucu (Thinocorus orbignyianus),
en la que el macho tiene el pecho
plomo (2) y la hembra lo tiene jaspeado de café.
Los nombres comunes de las agachonas hacen referencia a los cantos
de reproducción que se oyen a gran
distancia. Consumen principalmente
hojas suculentas* que obtienen en
los bofedales y en los pajonales.
De una familia distinta es la agachadiza
o becacina de la puna (Gallinago andina) (3), le caracteriza su pico muy
largo con el que atrapan insectos y
gusanos entre el barro o tierra húmeda. Otro rasgo único es que sus ojos
están dirigidos un poco hacia atrás de
la cabeza, lo que le permite ver a todo
alrededor suyo para detectar cualquier
depredador que le amenace. Esto es
muy importante pues como la becacina anida en el suelo, la defensa de los
huevos es colocarse sobre ellos, evitando volar hasta el último momento.
Manual del Naturalista Urbano 79
Otras aves granívoras* con parientes en zonas de menor altitud son
un kellunchu (Sicalis uropygialis),
que a diferencia de sus parientes
de menores altitudes tiene notorios colores plomizos en el dorso y en la mejilla (4), un tipo de
chaiñita, el jilguero cordillerano
(Sporagra uropygialis), distinguible de las otras chaiñitas porque
el color amarillo alcanza la espalda
baja (5).
El yal colicorto (Idiopsar brachyurus),
se parece ligeramente a la diuca aliblanca (Diuca speculifera), y podría
confundirse con ella al habitar los
mismos ambientes, pero carece de
las manchas blancas y tiene el pico
más grande y fuerte (6). Es además
mucho más raro de ver.
Algo difícil de imaginar es que hayan
picaflores a estas alturas, pero la
abundancia de flores, aunque pequeñas, atraen al colibrí puneño
(Oreotrochilus estella), es el picaflor
que tiene actividad a mayor altura,
incluso hasta los 5000 m!, aunque
también lo podrás ver a menor altitud en matorrales* periurbanos
donde se alimenta de chuquiraga
(Chuquiraga spp.), chirchircoma
(Mutisia orbignyana), especies del
género Puya o incluso de itapallus
(Caiophora spp.). El macho presenta
en la garganta plumas de un hermoso verde tornasol* que las abre
para impresionar a las hembras que
son marrones, además tiene una
inconfundible línea café sobre su
blanco abdomen (7).
80
Vida en las montañas
La rica vegetación alberga a infinidad de insectos, y esto por supuesto que atrae a animales
insectívoros* como lagartijas, roedores y aves.
Entre las aves abundan las que cazan en el
suelo o en el aire.
Las dormilonas o tayankallos (género
Muscisaxicola), son aves expertas en cazar
insectos del suelo, y en la montaña puede
verse hasta cinco especies (en otros capítulos
tratamos otras dos). Son inconfundibles por
su postura erguida sobre el suelo, lo que les
permite detectar mejor las presas; también es
notoria la forma en que agitan su cola rápidamente de lado a lado. Se las llama dormilonas
porque suelen tomar unas pequeñas “siestas”
paradas en el suelo. Todas son plomas y muy
parecidas, para reconocerlas fíjate si tienen
algún parche de color en la cabeza, así como
la forma, tamaño y posición de la ceja blanca.
La dormilona de Taczanowski (M. griseus) tiene una larga ceja (1), en la dormilona puneña
(M juninensis) es notorio un parche color
canela (2), la dormilona cenicienta (M. cinereus)
sin ningún parche en la cabeza y la ceja muy
pequeña (3), la dormilona fraile (M. flavinucha)
lleva un evidente parche amarillo pálido en
la nuca, y finalmente la dormilona gigante
(M. albifrons) es claramente la más grande (20
cm), y su ceja se continúa con un área blanca
en la frente (5).
Manual del Naturalista Urbano 81
También hay dos canasteros que
encuentran su alimento en el suelo,
son muy parecidos al canastero
rojizo (Asthenes dorbignyi) descrito en el capítulo 4, pero con colores menos brillantes. El canastero
cordillerano o pálido (Asthenes
modesta), precisamente tiene el
pecho pálido y la cola con anchos
bordes rojizos (6) y el canastero
gorgiestriado (Asthenes humilis),
tiene la garganta estriada y la cola
sin bordes rojos (7).
Los bisbitas o susi-susi, tienen
un plumaje críptico* con el suelo,
de manera que mientras buscan
insectos en el suelo es muy difícil
detectarlas. Cuando escapan prefieren correr en lugar de volar, parando de vez en cuando para vigilar
la posición del depredador. Podrías
ver dos especies muy parecidas
entre sí, el bisbita correndera
(Anthus correndera) (8) y el bisbita
andina (Anthus bogotensis) (9), fíjate en los diseños del pecho y
coloraciones para diferenciarlos.
Y por último están las golondrinas
o siluris, especialistas en la captura de insectos en el aire. En montañas podrás ver tres especies, entre
ellas a la golondrina barranquera
(Pygochelidon cyanoleuca) de la
que ya hablamos en el capítulo 3,
junto a la golondrina ventriparda
(Orochelidon murina) en la que
domina el color pardo-gris en el
pecho (10), y la golondrina andina
(Orochelidon andecola) que es la
más grande de las tres (11).
82
Vida en las montañas
Los Depredadores
Aunque sea muy difícil verlos, en la montaña habitan varios depredadores* carnívoros, muchos de ellos ya hemos conocido en los capítulos anteriores, como
el zorro andino (Lycalopex culpaeus),
el zorrino (Conepatus chinga), y el
gato de las pampas (Leopardus colocolo). A
ellos podría añadirse otro gato silvestre, el
gato andino o titi (Leopardus jacobita), aunque
su presencia en La Paz no está confirmada,
presta atención por si ves un gato muy peludo,
gris rayado y con una cola muy larga, gruesa
y con anillos. Es una especie en peligro de
extinción*.
También es importante resaltar que es posible
la presencia del puma (Puma concolor). Con
su metro y medio de longitud es el segundo
felino más grande de Sudamérica. Es esbelto
y ágil, de color pardo con brillos dorados o
rojizos. Tienen normalmente dos crías de pelaje moteado que permanecen con la madre
mientras aprenden a cazar. A diferencia de
otros grandes felinos, los pumas no rugen, sino
emiten un fuerte maullido. Entre sus posibles
presas están las vizcachas, roedores pequeños,
y posiblemente llamas, alpacas y el venado
o taruka (Hippocamelus antisensis) del que
hablaremos en el capítulo 9.
Manual del Naturalista Urbano 83
También hay aves depredadoras como águilas,
búhos y lechuzas (tratadas en el capítulo 5),
pero resulta muy interesante la presencia
en montañas del mochuelo de madriguera
o tiptiri (Athene cunicularia), una particular
lechucita terrestre de 25 cm, que vive y anida
en madrigueras subterráneas. Caza roedores,
durante la noche, pero también la podrás ver
activa en el día buscando lagartijas e insectos.
Resaltan en ella sus enormes ojos amarillos
rodeados de anillos blancos.
Entre las aves carroñeras no debemos olvidar al cóndor o mallku (Vultur gryphus), y
es en las montañas donde es más probable
observarlo.
¿Caballos asilvestrados en nuestras montañas?
Efectivamente, es posible que te topes con
manadas de caballos (Eqqus caballus) en
nuestras montañas. Los caballos no son nativos de Sudamérica, fueron domesticados a
partir de poblaciones silvestres en Asia. Quizás al principio pienses que son domésticos
y tienen dueño, pero en realidad se trata de
poblaciones ferales (ver recuadro en pág.
5), y descienden de algunos individuos que
escaparon del cuidado del hombre y lograron
sobrevivir y reproducirse por su cuenta de
manera salvaje.
Notarás esto en que no dejarán que te acerques demasiado, en que tienen un pelaje
más espeso para resistir al frío, y que son
más bajitos y robustos. Es posible que sean
presas del puma, al menos los potrillos.
84
Vida acuática
Aguas cristalinas en las nacientes de alta montaña de los ríos de La Paz (alto Hampaturi a la izquierda)
y las turbias y espumosas aguas de un río canalizado al interior de la urbe (Kantutani a la derecha).
Vida Acuática
L
a Paz es una ciudad de ríos y lagunas. Los
numerosos ríos que la recorren confluyen en el Chuquiapu, para luego formar
el río La Paz, y las numerosas vertientes que
emergen de las serranías formaban lagunas
de aguas cristalinas. Pero ahora los ríos se han
canalizado o embovedado, y las lagunas han
sido drenadas o desecadas. A esto se suma la
desafortunada decisión de convertir a nuestros
ríos en los receptores del sistema de alcantarillado, de basura e incluso de escombros de
construcciones.
Ante este escenario el naturalista urbano ni
siquiera intentaría buscar algún tipo de vida
en las turbias aguas de nuestros ríos urbanos,
no sólo porque se sentiría defraudado al no
encontrar nada, sino por el grave riesgo para
su salud. Pero la vida acuática persiste, tanto
en ríos y lagunas en las afueras de la ciudad,
en las lagunas que quedan al interior de ella, e
incluso en los márgenes de los ríos más afectados, casi como un último grito de auxilio para
que hagamos algo urgentemente para que sus
aguas vuelvan a ser limpias y llenas de vida.
¡Ríos limpios y llenos de vida
recorriendo nuestra ciudad!, es
posible si todos cooperamos.
Manual del Naturalista Urbano 85
En el mapa están los principales
ríos y con números las principales
lagunas: 1 Jhanko Khota, 2 Milluni, 3 Ventanani, 4 Laram Kkota,
5 Pampalarama, 6 Estrellani, 7 Ajuan
Kkota, 8 Kunka huikhara, 9 Encanto, 10 Incachaca, 11 Siete Lagunas,
12 Hampaturi, 13 Jacha Khasiri, 14
Llanthani, 15 Uni, 16 Parque Cota
Cota, 17 Zoológico, 18 Achocalla.
Las lagunas fuera de
la ciudad
En alta montaña existen numerosas
lagunas de aguas cristalinas, muchas
de ellas, como Hampaturi e Incachaca son en realidad lagunas artificiales formadas por represas que
almacenan agua para el consumo
de los ciudadanos. A menor altura
están Achocalla, las pequeñas “siete
lagunas” ordenadas como rosario, la
laguna de Uni solitaria al sudeste, y
al sur la del zoológico de Mallasa.
Especies de aves que pueden observarse en las lagunas de alta montaña: (1) pato crestado (Lophonetta
specularioides), (2) ch’oka gigante
(Fulica gigantea), (3) zambullidor
blanquillo (Podiceps occipitalis),
(4) gaviota andina (Chroicocephalus
serranus).
86
Vida acuática
Las lagunas de altura, entre los
4200 a 4800 m, se caracterizan
por la abundancia de plantas acuáticas sumergidas como los isoetes
(Isoetes boliviensis e I. lechleri), parientes de los helechos, que tienen
cámaras de aire en sus hojas (1), la
elodea (Elodea potamogeton) utilizada en los acuarios, o la vinagrilla
(Myriophyllum quitense) (2). En estas
plantas se esconden muchas especies
de invertebrados, como caracolitos
o pequeños crustáceos* llamados
kani-kani (género Hyalella en el
círculo), importante alimento para
peces y aves.
Los peces que habitaban originalmente estas lagunas eran especies
nativas del género Orestias, llamados comúnmente “karachis”, pero
desde que se ha introducido desde
Norteamérica la trucha arco iris
(Oncorhynchus mykiss), sólo ella se
encuentra en estas lagunas (3).
En aguas muy limpias de altura
podrás encontrar un anfibio muy
interesante, es el sapo acuático
(Telmatobius marmoratus), el cual
no puede sobrevivir fuera del agua
pues respira dentro de ella a través
de la piel, y es la razón por la que
sus pulmones se han atrofiado. Es
pariente de los sapos gigantes del
lago Titicaca.
Entre las aves acuáticas (ver página anterior) podrás ver
a la ch’oka o focha gigante (Fulica gigantea), macho
y hembra construyen con plantas acuáticas grandes
nidos flotantes en medio de las lagunas, los adultos son
tan grandes y pesados que son incapaces de volar. El
pato crestado (Lophonetta specularoides) se distingue
por una pequeña cresta en la nuca y un distintivo antifaz
negro. El pequeño zampullín blanquillo o “Chullumpi”
(Podiceps occipitalis) se zambulle por bastante tiempo para capturar invertebrados y pequeños peces, y la
gaviota andina (Chroicocephalus serranus) que también
la verás en ríos y lagunas de menor altitud.
Manual del Naturalista Urbano 87
Las lagunas de menor altitud, como
la de Achocalla en la fotografía, o
la laguna de Uni, presentan totora
(Schoenoplectus californicus), una
planta acuática de mucha importancia, que estando enraizada en
el fondo emerge sobre la superficie
del agua formando grandes áreas
de juncos como cinturones o islotes. En el recuadro un detalle de las
inflorescencias.
Las plantas acuáticas flotantes,
como la lenteja de agua del género
Lemna (a) y los pequeños helechos
acuáticos del género Azolla (b), crecen entre los totorales o cerca de las
orillas. Si hay mucha contaminación,
pueden formar grandes conglomerados que flotan sobre el espejo de
agua evitando el ingreso de la luz.
Varias especies de aves acuáticas
prefieren las lagunas de menor
altura con abundantes totorales
donde pueden construir sus nidos, es el caso de dos especies de
ch’ocas o fochas, una de ellas, la
focha andina (Fulica ardesiaca),
tiene el pico blanco amarillento y
un escudo frontal de color rojo
castaño (4), y la otra es la pequeña
gallineta común (Gallinula galeata)
con su pico rojo brillante al igual que
el escudo frontal (5); en ambas domina el plumaje negruzco al igual
que en la focha gigante. Las dos se
alimentan principalmente de plantas
acuáticas.
88
Vida acuática
Cinco especies de patos frecuentan estas
lagunas, principalmente la de Achocalla. La
cerceta barcina (Anas flavirostris) tiene el pico
amarillo con una banda negra encima (1), el
ánade maicero (Anas georgica) muy parecido
al anterior pero con la cabeza menos obscura
y un largo y delgado cuello (2), el pato pana
(Anas puna) con el pico celeste muy llamativo (3),
la malvasía canela (Oxyura jamaicensis) cuyo
macho es café rojizo con pico azul y resalta la cola negra siempre levantada (4), y la
cerceta colorada (Anas cyanoptera) (6), en la
que el macho es rojizo.
También en estas lagunas hay un zambullidor, se
trata del zampullín pimpollo (Rollandia rolland),
cuya cabeza tiene mechones de plumas blancas
que forman un triángulo que contrasta con el
color obscuro de la cabeza y el cuerpo (5).
En ocasiones, las personas llaman incorrectamente “patos” a las ch’okas y a los zambullidores, pero ellos pertenecen a familias distintas.
Los patos tienen patas cortas con los dedos
unidos por completo con membranas interdigitales*, mientras que ch’okas y zambullidores
tienen en cada dedo extensiones de piel a manera de lóbulos. Además, los picos de los patos
son aplanados con laminillas en los bordes que
les permiten filtrar.
Cada una de estas especies de aves acuáticas
usa diferentes estrategias para encontrar su
Como todos los zambullidores, se sumerge comida, observa y anota cuáles pueden suhasta un minuto para capturar peces, emer- mergirse por completo, cuáles solo sumergen
giendo varios metros adelante. Su plumaje es la mitad del cuerpo, cuáles recogen el alimento
muy mullido, sedoso e impermeable para no en la superficie y cuáles filtran la superficie del
mojarse ni enfriarse.
agua moviendo la cabeza de un lado al otro.
Manual del Naturalista Urbano 89
Hay otras especies de aves que sin
ser exactamente acuáticas (que no
están nadando o buceando), dependen por completo de la existencia
de lagunas con totorales, se trata del
sietecolores (Tachuris rubrigastra) (7)
y del junquero (Phleocryptes melanops)
(8). El primero y como su nombre lo dice,
tiene siete brillantes colores muy evidentes a la vista, mientras que el segundo
tiene coloraciones más modestas pero
se lo reconoce por su canto que asemeja
un “taca-taca-taca…”. Ambos encuentran
los insectos de los que se alimentan
sobre la vegetación acuática, y se han
especializado en construir sus nidos sobre los delgados tallos de las totoras; en
la foto el nido del sietecolores (9).
Un visitante de tierras bajas es el cormorán o
pato cuervo (Phalacrocorax brasilianus) (10),
un experto en el buceo por largo tiempo para
capturar peces. Es tan importante hundirse
para permanecer buceando que han perdido
la capacidad de impermeabilizar su plumaje,
por eso luego de bucear deben secarse al
sol. Ya que su cuerpo flota menos, es típico
ver solamente su largo cuello cuando nadan.
90
Las lagunas de la ciudad
Muy pocas lagunas quedan dentro
de la ciudad, están la del parque de
Cota Cota, la del jardín japonés, la
del jardín botánico “La Paz” en el
campus universitario de Cota Cota,
y relativamente más alejada la laguna
del Zoológico Municipal en Mallasa.
Antes habían muchas más lagunas,
sobre todo en la zona de Cota Cota,
como su nombre en aymará lo dice:
“Kkota-kkota”= “lugar de lagunas”.
La mayoría han sido expresamente
drenadas, o se han desecado naturalmente por la pérdida de las vertientes
naturales o porque se rellenaron de
sedimentos y basura.
Una gaviota ha construido su nido con totora en medio de la
laguna de Cota Cota (1), en época reproductiva llevan capucha
negra, la cual se pierde durante el receso reproductivo.
La laguna del parque de Cota Cota aloja varias
especies gracias a la totora que se mantiene.
Entre las aves nativas están la gallineta común,
y la gaviota andina antes mencionadas,
pero también está el martinete o huaco
(Nycticorax nycticorax), una garza que se alimenta de los peces de la laguna. Los adultos
son blancos con gris, y llevan tres largas plumas
blancas que nacen en la nuca (2), los juveniles
son marrones (3).
El huaco tiene actividad principalmente crepuscular, y normalmente vuela entre lagunas
de noche emitiendo un graznido parecido
a un cuervo, de ahí su otro nombre común
“cuervo nocturno”.
Manual del Naturalista Urbano 91
Una de las especies más bonitas es una pequeña ranita verde cuyo hábitat* son los
totorales y otra vegetación densa cerca de
cuerpos de agua, se trata de la rana arborícola
(Hypsiboas riojanus) (4). Gracias a su color verde
se camufla a la perfección entre la vegetación
a la cual se sujeta con las ventosas que tiene
en sus dedos. En las noches emiten sus característicos cantos de agudos “click-click”.
Entre los insectos resaltan las libélulas, en la
figura Rhionaeschna peralta (6), que siempre
visitan las lagunas pues sus ninfas* necesitan
desarrollarse en el agua antes de convertirse
en adultos voladores.
92
Vida acuática
Lastimosamente en las lagunas urbanas
se han introducido muchas especies domésticas exóticas como los patos criollos
(Cairina moschata), originarios de bosques
tropicales de Centro y Sudamérica, con patas
muy cortas y un área de piel desnuda y rojiza
alrededor de los ojos, su plumaje original
es negro pero en domesticidad adquieren
colores blancos enteros o moteados (1). Tam-
bién pueden haber ejemplares domésticos del
ánade real (Anas platyrhynchos) originario del
hemisferio norte, los machos originalmente
tienen la cabeza verde brillante y las hembras
son marrones, pero en domesticidad tienen
también colores blancos (2); y finalmente
el ganso común (Anser anser) originario de
Europa y Asia, los ejemplares silvestres son
marrones y los domésticos blancos (3).
En las lagunas urbanas se han introducido carpas
(Cyprinus carpio) (4), peces originarios de Norteamérica
de color anaranjado, aunque hay ejemplares con manchas
blancas y negras.
Un ejemplo de alteración
del equilibrio ecológico al
introducir especies exóticas
Los peces nativos que habitaban originalmente en los ríos y lagunas de La Paz pertenecían al género Orestias, un grupo de unas
45 especies que evolucionaron exclusivamente
en los Andes de Sudamérica, son ejemplos los
ispis del lago Titicaca, así como los extintos
umanto y boga.
La introducción de truchas y carpas los han
desplazado y extinguido en la mayoría de ríos
y lagunas de La Paz, pero el karachi negro
(Orestias agassizii), en la foto de arriba, sobrevive aún en las lagunas de Uni, Siete Lagunas,
Achocalla, y quizás todavía en otras lagunas
de alta montaña.
Naturalista Urbano 93
La vida en los ríos, desde las montañas hasta los valles agrícolas del sur
Hay que salir de la ciudad varios kilómetros
hacia las montañas para encontrar ríos limpios,
una interesante excursión resulta de subir a pie
o en bicicleta el río Irpavi hasta la represa de
Hampaturi (pero ascender cualquier otro río,
ofrece el mismo aprendizaje). Una vez que las
aguas dejan de ser turbias, se puede constatar
la pureza de las mismas levantando algunas
Una pequeña planaria*(5); una ninfa*
infa* de
efímera* caracterizada por los varios
ios pares
de branquias en el abdomen y tres filamentos
caudales (6), su forma adulta carece dee aparato
bucal pues viven pocos días sólo para
ara reproducirse (7). También pueden verse larvas*
arvas* de
tricópteros* que llevan estuches de granos de
arena o restos vegetales alrededor dee sus cuerpos, y ninfas* de plecópteros*, sin branquias
nquias en
el abdomen y con sólo dos filamentos caudales.
La remolinera común (Cinclodes albiventris)
ventris)
s
es una pequeña ave que frecuenta ríos
limpios de altura, aunque también
se la observa al lado de acequias
y otros cuerpos de agua en zonas más bajas. La razón es que
busca insectos acuáticos para
alimentarse. Reconócela por las
líneas blancas en la cabeza y en
las alas (8).
rocas que están en el lecho del río, donde varios
pequeños animalitos se esconden debajo. En la
figura de abajo se puede ver algunos de ellos,
estos invertebrados requieren de aguas limpias y
oxigenadas para vivir, y mueren en aguas turbias
y sucias, por lo que pueden ser usados como
indicadores* de la calidad del agua. Recuerda
siempre dejar la piedra en el mismo sitio.
94
Vida acuática
A través de la ciudad de La Paz, los
ríos circulan cargados de contaminación y sedimentos, muchos tramos
están embovedados (son solo cloacas) y la vida es inexistente. En los
tramos abiertos se desarrolla en los
márgenes cierto tipo de vegetación
entre la cual destaca la sehuenca
(Cortaderia jubata y C. speciosa), una
gramínea* grande (1) cuyas inflorescencias* parecen penachos de plumas, también estará presente donde
hay mucha humedad en el suelo.
El río La Paz desciende hacia los valles del
sur cargado de la contaminación urbana. Es
triste que varios kilómetros aguas abajo, el río
continúa pestilente y cargado de la espuma de
los detergentes.
La importancia agrícola de estos valles es vital
para todos y no debería perderse; como habitantes urbanos tenemos que actuar urgentemente para descontaminar el agua que riega
nuestro alimento.
Manual del Naturalista Urbano 95
El lecho del río, incluso dentro de la ciudad, es visitado por grandes bandadas de
gaviotas andinas (Chroicocephalus serranus)
que buscan alimento entre la basura que
el río transporta. Pero en zonas más bajas
está presente otro visitante que viaja desde el altiplano, el ibis puneño o yanavico
(Plegadis ridgwayi), el cual presenta bonitos matices tornasolados* en su plumaje
negro (2), y como todos los ibis, tiene un
largo pico curveado que le permite buscar
invertebrados en el fango. Normalmente
vuelan en grandes grupos en formación de
vuelo en “V” o como largas filas.
En los totorales que se forman en pequeñas lagunas al lado del río, se pueden escuchar los cantos del rascón gallineta
(Pardirrallus sanguinolentus), una pequeña
gallineta con largo pico verduzco (3). Era muy
común también en las lagunas de la ciudad,
ahora parece estar sólo en la laguna de Uni.
¿Sabías qué?
La Constitución Política del Estado (CPE), establece en el artículo 373 que “los recursos hídricos en todos sus estados cumplen función
social, cultural y ambiental… estos recursos no
podrán ser objeto de apropiaciones privadas…”.
Esto significa que todos, sin excepción,
tenemos derecho a disfrutar de los beneficios de los cuerpos de agua, pero a
la vez tenemos el deber ineludible de
cuidarlos. En ningún caso es aceptable la apropiación personal de ningún
cuerpo de agua. En la
fotografía, un cartel
en Siete lagunas que
pone “Propiedad Privada”, violando la CPE.
96
Vida acuática
La gran importancia de los charcos
En algunos sitios de la ciudad se forman charcos
estacionales después de las lluvias. Generalmente no les damos importancia, pero son cruciales
para la vida acuática. En ellos desovarán dos
especies de anfibios de nuestra ciudad, el sapo
común (Rhinella spinolosa) (1) y el sapito o
jampatito (Pleurodema cinereum) (2). El primero
es el más grande, y tiene la piel verrugosa, el segundo, más pequeño, se caracteriza por poseer
dos manchas en la parte trasera del cuerpo a
manera de ojos. Ellos salen de sus escondites
subterráneos donde pasaron el frío y seco invierno para buscar pareja durante la época lluviosa.
Para ello, los machos, principalmente de la segunda especie, croan intensamente para atraer
a las hembras. Luego de esto podrás ver los
huevos, ya sea en largos cordones gelatinosos
para el sapo común (3), o en aglomeraciones
espumosas para el jampatito (4). De los huevos
emergerán renacuajos* que a través de la metamorfosis* se convertirán en pequeños sapitos
juveniles. Es una lástima que los sitios donde
podían formarse charcos son cada vez más escasos, pues la urbanización cementa y asfalta
todo, por esta razón es cada vez más raro ver o
escuchar a estos anfibios en la ciudad.
Manual del Naturalista Urbano 97
Visitantes ocasionales y migrantes frecuentes
Muchas especies de aves acuáticas viajan
largas distancias para encontrar su alimento.
Hay especies de aves que viven en Bolivia
pero que accidentalmente son observadas
en La Paz y sus alrededores, es el caso del
martín pescador (Megaceryle torquata) (5)
que habita en bosques tropicales y subtropicales, esta ave es experta en pescar lazándose desde alturas sobre sus presas. También se podría ver a la bandurria de collar
(Theristicus melanopis), pariente del ibis puneño pero que habita en praderas y sabanas
de poca altitud. Dos garzas blancas que no
debes confundir con la garcilla bueyera (pág.
68), son la garceta grande (Ardea alba) (7) y
la garceta nívea (Egretta thula) (8), la primera
es la más grande de todas y la segunda lleva
unas largas plumas en el pecho y sus pies
son amarillos, ambas visitan estacionalmente
zonas altas como el lago Titicaca
Pero también podrás ver durante nuestro verano aves que viajan larguísimas distancias desde
Norteamérica, estas aves se reproducen en el
hemisferio norte durante su verano y viajan al
sur para invernar* y alimentarse. Tres pequeñas
especies de aves playeras visitan La Paz, se trata
del andarríos maculado (Actitis macularius)
(9), el andarríos solitario (Tringa solitaria) (10),
y el correlimos de Baird (Calidris bairdii) (11),
los podrás observar en las orillas de lagunas y
ríos limpios metiendo el pico en el fango para
extraer invertebrados.
98
La vida silvestre en los valles de “Río Abajo”
La vida silvestre
en los valles de “Río Abajo”
S
eguramente ya conoces los valles de
“Río Abajo”, pues son muy visitados por
la gente de la ciudad en especial los fines
de semana; nombres como Mallasa, Jupapina,
Huajchilla o Mecapaca te serán familiares (observa el mapa en la página siguiente). Una de
las principales razones para que la gente guste
de visitarlos es que son muy cálidos, lo que se
debe a que se ubican a menor altitud (entre
2200 y 3300 m).
Pero a diferencia de otras zonas bajas, como
los Yungas, los de “Río Abajo” son semiáridos*
porque las serranías que los rodean actúan
como barreras para el paso de las nubes con
lluvia, y los vientos de aire caliente y seco
que los recorren, disipan la humedad. Este
clima caliente y seco hace que la vegetación
nativa necesite de adaptaciones especiales
para evitar perder su contenido de humedad.
Manual del Naturalista Urbano 99
En la fotografía de la página anterior
se observa claramente el contraste
entre las serranías áridas con arbustos espinosos, y las amplias llanuras
al lado del lecho del río, llamadas
terrazas*. Gracias a la humedad del
suelo que provoca el paso del río,
en estas terrazas se desarrolla una
densa vegetación, y por esta razón
estas terrazas han sido utilizadas
para la producción agrícola desde
épocas prehispánicas (ver capítulo
6), y es por esto que los poblados
se sitúan donde hay estas terrazas
como se aprecia en el mapa de al
lado (las terrazas están en color
amarillo). Muchas especies de animales son atraídas por los cultivos
de hortalizas, maíz, flores y frutales,
otras prefieren refugiarse en lo alto
de las serranías, y varias se mueven
entre las serranías y el fondo de
los valles.
El típico paisaje de las laderas de las serranías actualmente está dominado por un matorral
espinoso de poca altura (2 m), acompañado de cactus columnares* y plantas en rosetas*
como la Kara (Puya meziana).
De acuerdo a varios autores, en estos valles habría existido, antes de la influencia humana,
un denso bosque de algarrobos (Prosopis spp.) de hasta 6 m de altura. La extracción de
madera como leña, el uso agrícola, y principalmente el pastoreo extensivo de ovejas ha
empobrecido el ambiente, y sin lugar a dudas, la peor amenaza actual es la transformación
de ellos en urbanizaciones.
100 La vida silvestre en los valles de “Río Abajo”
Una de las estrategias que usan las plantas para
sobrevivir en estos ambientes es reducir mucho
la superficie de las hojas subdividiéndolas, y
llenar sus tallos de espinas para evitar el ataque
de animales herbívoros*.
Los más típicos son los churquis (Vachellia spp.)
(1 y 2) y los algarrobos o thakos (Prosopis spp.)
(3 y 4). Sus frutos son legumbres* que son un
alimento muy importante para los animales
silvestres y el ganado.
Naturalista Urbano 101
Para enfrentar la falta de humedad, los cactus han eliminado sus
hojas, almacenan agua en su tallo (por eso se las llama suculentas*),
y la resguardan cubriéndose de espinas. Los cactus que levantan
tallos de más de metro y medio se llaman columnares*, uno de
los más grandes y típicos en La Paz es el achuma (Trichocereus
bridgesii) (5) con enormes flores tubulares blancas (ver recuadro
en la página 103). Con tallos de menor diámetro es el kusa-kusa
(Corryocactus melanotrichus), con brillantes flores rojas y frutos
esféricos comestibles (6, 7 y 8). El chipitarwa (Oreocereus fussulatus) se caracteriza por presentar una densa vellosidad blanca
y frutos anaranjados, este cactus puede crecer en ambientes de
mayor altitud (9 y 10). Y la kealla (Austrocylindropuntia subulata)
caracterizada por la forma en que se ramifican sus tallos (11). Si
bien los cactus protegen sus tallos con espinas, buscan que los
animales consuman los frutos para dispersar* sus semillas (10),
por eso los frutos son vistosos, dulces, jugosos, y poco espinosos.
102 La vida silvestre en los valles de “Río Abajo”
También podrás encontrar cactus que se levantan pocos centímetros del nivel del suelo,
sus formas de crecimiento son diversas, y muchos de ellos pueden encontrarse en ambientes de mayor altitud. La tunilla o airampo
(Opuntia sulphurea) es como una versión en
miniatura de la tuna (Opuntia ficus-indica)
(ver página 63), sus flores son amarillas (1) y
sus pequeños frutos rojos son comestibles.
Varias especies del género Lovibia crecen al
ras del suelo asomando solo la parte superior
del tallo, pasan desapercibidos excepto cuan-
do florecen (2). Muchas pequeñas especies
nativas son apreciadas como ornamentales,
es el caso de Austrocylindropuntia shaferi (3);
es importante mantener las poblaciones silvestres de cactus y promover que su comercialización sea a partir de individuos cultivados. Otro cactus que pasa desapercibido
mientras no florezca es Echinopsis bridgesii,
pero cuando lo hace es espectacular, pues
levanta varios largos pedúnculos con grandes
flores blancas que se abren por completo
solo en la noche (4).
Manual del Naturalista Urbano 103
¿Qué animales polinizan
las flores en la noche?
No todas las plantas abren sus flores en el
día, algunas lo hacen en la noche para que
polinizadores* nocturnos acudan a ellas, normalmente
las flores son de color blanco pues es el color más llamativo en la obscuridad. Numerosas especies de polillas se
alimentan del néctar de las pequeñas flores que se abren
en la noche, pero, ¿qué animales polinizan las grandes
flores blancas que producen por ejemplo el achuma
(Trichocereus bridgesii), de la foto de la izquierda, o las
de Echinopsis bridgesii (foto 4 de la página anterior)?
Eventualmente podrían acudir insectos o picaflores, ¡pero
en realidad están diseñadas para murciélagos polinizadores! Los murciélagos o “chiñis” son los únicos mamíferos voladores, y en La Paz se ha reportado hasta ocho
especies. Una de ellas es nectarívora* (Anoura peruana)
a la izquierda, y se caracteriza por su hocico alargado y
por tener una larga y delgada lengua que le permiten
alcanzar el néctar de las flores. Cuando mete la cabeza
en la flor, el pelaje de la cabeza se llena de polen* que
luego polinizará a otras flores.
¿De qué se alimentan los otros murciélagos en La Paz?
Seis de las ocho especies de La Paz son insectívoras*, y es la razón por la que es frecuente
verlos revoloteando cerca de los focos de
luz artificial que atraen insectos. Son muy
importantes porque cada individuo come
muchos insectos por noche, controlando de
forma natural plagas potenciales de cultivos
y a insectos que pueden transmitir enfermedades, como los mosquitos. Viven en cuevas
u otros tipos de oquedades en colonias, y muchas veces se juntan varias especies distintas.
Sólo una de las ocho especies se alimenta
de sangre de mamíferos y aves, se trata del
vampiro común (Desmodus rotundus), el
cual se restringe en La Paz sólo a los valles
de menor altitud.
Es importante reconocer que la mayoría de
las especies de murciélagos son beneficiosas,
por lo que se los debe proteger y evitar que
la gente los mate por temor o para comercializarlos.
104 La vida silvestre en los valles de “Río Abajo”
Otras plantas características de los valles secos
Muchas de las especies que conocimos en los capítulos
anteriores, particularmente las bromélias* del género
Puya y Tillandsia, el sanu sanu (Ephedra americana), o
incluso el molle (Schinus areira) y el jacarandá (Jacaranda
mimosifolia), son frecuentes en estos valles, pero hay
algunas especies que son raras en ambientes de mayor
altitud, pues son sensibles a las bajas temperaturas y/o
están adaptadas a las condiciones de aridez.
La chakatea (Dodonaea viscosa) es un
arbusto particularmente abundante,
mantiene las hojas verdes todo el año
debido a que son duras y contienen
resinas por lo que no pierden agua
y los animales normalmente no la
consumen. Sus frutos rojizos y alados
son inconfundibles (3-4).
Entre ellas está el papayillo o gargatea (Vasconcellea
quercifolia) (1-2), un singular arbolito que alcanza más
de cuatro metros. Para soportar la aridez deja caer sus
hojas en la época seca y almacena agua en su grueso
tronco cubierto de una corteza que se desprende como
papel. En época lluviosa se llena de hojas, florece y
produce sus pequeños frutos comestibles que parecen
papayas en miniatura (3 a 4 cm de longitud).
El warijo (Tecoma fulva) (5-6) es un
arbusto inconfundible por la enorme
cantidad de flores rojas tubulares que
produce sólo durante la época de
lluvias, muy importantes para varias
especies de picaflores y otros insectos nectarívoros*.
Manual del Naturalista Urbano 105
Dos picaflores propios de los valles
Aunque en los valles podrás observar picaflores que conocimos en los otros capítulos,
como al colibrí cometa (Sappho sparganurus),
hay dos especies que son raras de ver a mayor altitud, y aunque son cada vez menos
abundantes, pueden observarse en los valles.
El colibrí colilargo menor (Lesbia nuna),
tiene una larga cola bifurcada (7), pero a
diferencia de la cola del colibrí cometa, en
esta especie es negra con barras verde metálico como el color del resto del cuerpo; en
el macho llega a medir 10 cm siendo más del
doble del tamaño y haciendo ver al colibrí
más grande de lo que realmente es (apenas
pesa unos 4 gr), en la hembra la cola es la
mitad de larga. En esta especie el pico es muy
corto en comparación con otros colibríes.
El picaflor ventri-níveo (Amazilia
chionogaster), en cambio, tiene cola corta,
y resalta su vientre blanquecino en contraste
con la espada verde y los tonos obscuros
de las alas y de la cola (8). La hembra no es
muy distinta del macho, con tonalidades un
poco más opacas.
106 La vida silvestre en los valles de “Río Abajo”
Aunque normalmente esperamos ver
insectos espectaculares en los bosques
tropicales, en los valles de Río Abajo
podemos encontrar un escarabajo robusto que puede tener más de cuatro
centímetros de longitud sin incluir las
largas patas delanteras, se trata del
torito o waca-waca (Golofa eacus). El
macho, ligeramente más grande que la
hembra, lleva un cuerno en el extremo
de la cabeza y otro en el tórax, los que
usa junto a las largas patas para competir con otros machos y expulsarlos
de su territorio. Las larvas viven más
de un año en el suelo alimentándose
de raíces, los adultos son herbívoros y
les gusta comer choclos.
Otras aves características de los valles
de Río Abajo
En estos valles la diversidad de aves es muy grande, podrás observar a muchas de las especies que describimos
en los capítulos anteriores, pero es importante resaltar
a algunas que rara vez se aventuran a mayores altitudes.
Muchos de ellos tienen sus parientes en zonas más altas,
es el caso de una chaiñita, el jilguero encapuchado
(Sporagra magellanica), distinguible porque el macho
tiene una característica capucha negra sobre un plumaje
mayoritariamente amarillo (1), las hembras no llevan
capucha pero andan junto a los machos en las bandadas. También observarás un tayankallo, la dormilona
chica (Muscisaxicola maculirostris), que tiene tonalidades cafés en lugar de grises, y es la más pequeña de las
dormilonas (2).
La viudita aliblanca (Knipolegus aterrimus) se posa en
ramas para esperar que pasen insectos y atraparlos en
ataques aéreos, el macho es totalmente negro (3), excepto por una línea blanca en las alas que es notoria al volar,
la hembra es marrón con dos líneas blancas en las alas.
Manual del Naturalista Urbano 107
El birro común (Hirundinea ferruginea) que es
bastante grande y con un color rojizo inconfundible (4), también utiliza los ataques aéreos,
pero además es muy común verlo en acantilados o paredes verticales donde anida. El
espinero andino (Phacellodomus striaticeps)
(5), busca insectos en el suelo y base de arbustos, y construye nidos colgantes en las ramas.
El fiofío de cresta blanca (Elaenia
albiceps) (6) busca insectos en medio del
follaje*, lo reconocerás por las líneas blancas
de sus alas y porque tiene un parche blanco
en medio de su cabeza, evidente sólo cuando
levanta la cresta. También come bastantes
semillas y frutos.
Un ave muy difícil de ver es el chotacabras
ñañarca (Systellura longirostris), el único atajacaminos* que puede verse en La Paz. Tiene
un aspecto único, su pico es corto y muy
ancho, tiene cerdas largas como bigotes y
sus patas son tan débiles que no las usa para
caminar (7). Es un gran cazador nocturno de
insectos, se posa en el suelo esperando que
pasen sus presas que atrapa con un vuelo
corto, regresando al mismo lugar; es posible
verlo rondando los postes de luz artificial.
Tiene unos colores de camuflaje que hacen
imposible verlo sobre el suelo, sobre todo
durante el día que es cuando duerme.
108 La vida silvestre en los valles de “Río Abajo”
Sin lugar a dudas el ave más notoria
en los valles es el sinsonte castaño
(Mimus dorsalis), pues es muy bullicioso y fácil de ver, lo reconocerás por
su gran tamaño, una ceja blanca sobre
un antifaz negro (1), y porque cuando vuela su cola muestra dos anchas
bandas blancas. Un pariente de los
chiguancos es el zorzal chalchalero
(Turdus amaurochalinus), que se diferencia de ellos por su pecho y vientre
blanquecinos, así como las evidentes
líneas oscuras en la garganta (2). La
palomita columbina picuí (Columbina
picui) es muy abundante en los valles y
rara a mayor altitud, se alimenta principalmente de granos que recoge del
suelo, se distingue de las otras palomas,
además de su pequeño tamaño, por el
borde negro del ala y una línea negra
en el hombro (3).
Manual del Naturalista Urbano 109
Entre las aves granívoras* restringidas a estos valles, destaca un pariente del piquito de oro (Catamenia analis) (pág.
28), se trata del semillero sencillo (Catamenia inornata),
muy parecido al primero pero se diferencia porque el
macho carece de la banda blanca en la cara ventral de la
cola (4), y el pico tiende más a un color anaranjado. Las
hembras tienen tonos marrones jaspeados.
En el primer capítulo mencionamos a la paloma común
(Columba livia), una especie exótica invasora. La segunda
especie exótica invasora de La Paz es el gorrión común
(Passer domesticus) (5) nativo de Europa, África y Asia.
Por ahora se restringe a los ambientes urbanizados de
los valles de “Río Abajo”. El macho se reconoce por una
mancha blanca como ojo detrás del verdadero ojo y un
área renegrida en la garganta.
La mayoría de roedores que conociste en el capítulo 5
están presentes en estos valles, pero es importante mencionar al ratón cola de pincel (Octodontomys gliroides)
(6), llamado así porque tiene un penacho de pelos en la
punta de la cola que le sirve para direccionar sus saltos
y distraer a sus predadores. Es muy hábil para treparse
a los cactus esquivando las espinas para mordisquearlos
y obtener comida y agua.
¡Orquídeas en nuestros valles!
Cuando pensamos en orquídeas se nos viene a la mente frondosas junglas
tropicales, y probablemente no imaginaríamos que podríamos encontrar al
menos 14 especies en los alrededores de La Paz. Algunas muy pequeñitas
están restringidas a las altas montañas, pero la mayoría crece en sitios escondidos e inaccesibles -como paredes rocosas- en las serranías de los valles.
Son verdaderas joyas para la admiración
de un naturalista, la mayoría, como la
Altensteinia fimbriata de la fotografía, tienen flores muy pequeñas dispuestas de a
cientos en inflorescencias* que se observan
por pocos meses en época lluviosa; sobreviven la época seca gracias a raíces suculentas*. Las orquídeas destacan entre todas las
plantas por utilizar extravagantes métodos
de polinización*, pero aún es un misterio
qué insectos polinizan a esta especie.
110 La vida silvestre en los valles de “Río Abajo”
Una especie icónica de La Paz
La taruka o venado andino (Hippocamelus antisensis)
es el único ciervo de La Paz y se refugia en las serranías
altas de los valles de Río Abajo. Mide hasta un metro
de alto y los machos tienen astas* de dos puntas que
cambian cada año en la época de reproducción; cuando
las astas renacen están cubiertas de vellón.
Debido a la intensa cacería y persecución, actualmente
está en peligro de extinción* en Bolivia. Las reducidas
poblaciones que aún sobreviven en los alrededores de
La Paz son extremadamente valiosas y deben ser protegidas con el máximo celo. Mantengamos por siempre el
privilegio de ver en directo a una criatura tan maravillosa.
Manual del Naturalista Urbano 111
AGRADECIMIENTOS
En primer lugar deseamos reconocer que
la curiosidad, ansias y entusiasmo de conocer más sobre la biodiversidad nativa de La
Paz, que nos compartieron tantos amigos
naturalistas y ciudadanos, ha sido el aliciente
principal que nos motivó a preparar este pequeño manual, y en este contexto, deseamos
agradecer en especial a los estudiantes de
los cursos de Ecología Urbana y Desarrollo
Urbano Sostenible desarrollados en la UMSA.
Nacional de Historia Natural y el Instituto
de Ecología de la UMSA ha sido de mucha
ayuda para elaborar este manual. El lector
podrá recurrir a esta obra para profundizar en
su conocimiento sobre los valores naturales
de La Paz. Deseamos agradecer a todos los
autores de esa importante obra su invaluable
aporte al conocimiento de nuestra naturaleza.
Nuestros colegas Sergio Ávila y Miguel Limachi nos colaboraron en la identificación
Agradecemos a todos los naturalistas amigos de varios invertebrados, y el Prof. Allen F.
que desprendidamente nos permitieron uti- Sanborn Ph. D. de la Univ. Barry (USA) idenlizar sus fotografías; y también les estamos tificó el género de la cigarra que aparece en
muy agradecidos por sus valiosas opiniones la contraportada.
y ánimos.
Y finalmente reconocer que la existencia de
Es importante reconocer que la existencia los proyectos IDH de la UMSA, administrados
de la obra “Historia Natural de un Valle en por el DIPGIS, permiten plasmar en realidad
los Andes: La Paz”, publicado por el Museo ideas como este manual.
Gracias a todos.
Mantente en contacto con nosotros
Es muy importante para nosotros que como usuario de este manual nos comuniques tu
opinión, sugerencias para mejorarlo, aportes de historia natural o cualquier otro tipo de iniciativa que tengas al correo [email protected]. Igualmente, si consideras que alguien
que conozcas desearía tener un ejemplar de este manual, dile que nos solicite uno gratis.
Te sugerimos visitar “Nuestros Vecinos Silvestres”
en Facebook y compartir tus fotos de la biodiversidad de la ciudad y sus alrededores; además podrás
informarte y participar de muchas otras iniciativas
para conocer y proteger nuestra biodiversidad nativa.
112 Clasificación taxonómica
Clasificación taxonómica de la biodiversidad
tratada en el texto
Para organizar la enorme biodiversidad* existente en el planeta, los biólogos organizamos a los
organismos en grupos jerárquicos, los cuales se llaman “grupos taxonómicos”, como los reinos,
divisiones, filos, clases, órdenes, familias y géneros.
En el siguiente cuadro incluimos la clasificación taxonómica de todos los organismos que describimos o mencionamos en el manual, los cuales representan
una pequeña fracción de lo que existe en La Paz y sus alrededores, particularmente en cuanto
organismos unicelulares, algas e invertebrados. Para hacerte una idea de la enorme diversidad
en La Paz, en este manual abarcamos apenas el 10% de especies de plantas, 67 % de los reptiles
y anfibios, pero el 100% de las aves residentes, mamíferos grandes y peces. Te recomendamos
que leas la obra “Historia Natural de un Valle en los Andes: La Paz”, producido por el Museo
Nacional de Historia Natural y el Instituto de Ecología, para profundizar tu conocimiento sobre
la biodiversidad paceña, la mayoría de los nombres comunes que ponemos en la tabla han sido
obtenidos de esta obra. También te recomendamos revisar en internet aspectos que se sepan
de las especies que mencionamos, colocando el nombre en latín en los motores de búsqueda.
Es importante recordar que como en toda ciencia, la taxonomía está en permanente actualización, por lo que la presente clasificación puede variar en el futuro. Incluimos además información sobre la procedencia de las especies si no son nativas, y las páginas del texto donde las
describimos (en negrita), o las mencionamos (sin negrita).
Grupo taxonómico
Nombre científico
Nombre común
Procedencia
Páginas
Dominio o Reino Bacteria
Rhizobium (varias especies)
Fijadoras de nitrógeno
Distribuidas mundialmente
62
División Basidiomycota
Hongos que forman setas
Nativos
11
Nota: Varios tipos de hongos de
muchos grupos participan junto con
algas en la formación de líquenes
Líquenes
Nativos
11, 77
Reino Fungi (hongos)
Reino Plantae (Plantas multicelulares)
División Bryophyta (Musgos)
Superdivisión Pteridophytae (plantas sin semillas)
11, 77
Manual del Naturalista Urbano 113
Grupo taxonómico
Nombre científico
Nombre común
Procedencia
Páginas
División Pterophyta
Varias familias
Helechos terrestres
Nativos
46
Helecho de agua
Nativas
87
Isoetes
Nativas
86
Licopodios
Nativas
75
Fam. Salviniaceae
Azolla filiculoides y A. microphylla
División Lycophyta
Fam. Isoetaceae
Isoetes boliviensis y I. lechleri
Fam. Lycopodiaceae
Phlegmariurus andinus y P. saururus
División Spermatophyta (plantas con semillas)
Clase Gymnospermae (plantas que producen semillas en conos)
Fam. Cupressaceae
Cupressus (varias especies)
Cipreses
Eurasia, cultivados
Cola de caballo, Sanu sanu
Nativa
Pino
Norteamérica, cultivado
5, 23, 24, 32
Fam. Ephedraceae
Ephedra americana
46, 104
Fam. Pinaceae
Pinus radiata
5, 23
ClaseAngiospermae (plantas con flores típicas)
Fam. Alstroemeriaceae
Bomarea andimarcana
Nativa
46
34
Fam. Amaranthaceae
Atriplex semibaccata
Kentara
Australia, naturalizada
Chenopodium quinoa
Quínua
Nativa, cultivada
Beta vulgaris
Acelga, remolacha
Europa y Asia, cultivada
62
Orqo orqo
Nativa
53
Hippeastrum cybister
Nativa
53
Pyrolirion boliviense
Nativa
53
Stomesson miniatum
Nativa
53
34, 62
Fam. Amaryllidaceae
Clinanthus humilis
114 Clasificación taxonómica
Grupo taxonómico
Nombre científico
Allium cepa
Nombre común
Procedencia
Páginas
Cebolla
Asia, cultivada
62
Molles
Nativos
Daucus carota
Zanahoria
Asia, cultivada
62
Foeniculum vulgare
Hinojo
Europa, cultivada
13
Lentejas de agua
Nativas
87
Hiedra
Europa y Asia, cultivada
18
Palmera canaria
Islas Canarias, cultivada
23
Agave americana
Ágave, Magüey
Norteamérica, cultivada
24
Yucca aloifolia
Yuca
Norteamérica, cultivada
23
Baccharis alpina
T’anta thola
Nativa
75
Baccharis boliviensis
Thola supa
Nativa
36
Baccharis latifolia
Chillca
Nativa
36
Baccharis papillosa
T’anta thola
Nativa
36
Baccharis tola, B. linearifolia
Tholas
Nativas
36
Bidens andicola
Muni
Nativa
35
Chuquiraga parviflora, C. jussieuii
Chuquiraga
Nativa
45, 79
Cirsium vulgare
Cardo
Eurasia y Africa, naturalizada
12, 13
Dasyphyllum ferox
Llauli
Nativa
45
Gnaphalium (varias especies)
Wira-wira
Nativa
46
Hypochaeris meyeniana
Anusiki
Nativa
75
Hypochaeris taraxacoides
Pilli
Nativa
75
Lactuca sativa
Lechuga
Europa, cultivada
62
Leucanthemum maximum, L. vulgare
Margaritas
Europa y Asia, cultivadas
12,
Fam. Anacardiaceae
Schinus areira, S. molle
25, 104
Fam. Apiaceae
Fam. Araceae
Lemna gibba, L. minuta, L. valdiviana
Fam. Araliaceae
Hedera helix
Fam. Arecaceae
Phoenix canariensis
Fam. Asparagaceae
Fam. Asteraceae
Manual del Naturalista Urbano 115
Grupo taxonómico
Nombre científico
Nombre común
Procedencia
Páginas
Matricaria chamomilla
Manzanilla
Europa y Asia, cultivada
12,
Mutisia acuminata
Chirchircoma
Nativa
35
Mutisia orbignyana
Chirchircoma, Ch’illka
Nativa
35, 79
Pluchea fastigiata
T’uyu-t’uyu
Nativa
35
Senecio clivicolus
Sunchu waycha
Nativa
35
Senecio serratifolius
Kea kea
Nativa
75
Taraxacum officinale
Diente de león
Europa, naturalizada
5, 7
Verbesina mandonii
Verbesina
Nativa
35
Viguiera australis
Sunchu
Nativa
35
Viguiera pazensis
Sunchillo, Sunchu
Nativa
35
Nativas
75
Papa lisa, Ulluco
Nativa, cultivada
60
Churisiki
Nativa
Jacaranda mimosifolia
Jacarandá, Tarco
Nativa, cultivada
26, 104
Tecoma fulva
Warijo
Nativa
104-105
Lepidium (varias especies)
Hanukara
Nativa
7
Rapistrum rugosum
Mostacilla
Europa, Asia, naturalizada
60
Brassica oleracea
Repollo
Asia y Europa, cultivada
62
Puya cochabambensis
Wikunta
Nativa
56
Puya herzogii
Kayara
Nativa
56
Puya meziana
Kara
Nativa
42,56, 99
Tillandsia boliviensis
Carhuatilla
Nativa
55
Nativa
55
Nativa
55
Nativa
55
Werneria (varias especies)
Fam. Basellaceae
Ullucus tuberosus
Fam. Berberidaceae
Berberis boliviana, B. commutata
64-65
Fam. Bignoniaceae
Fam. Brassicaceae
Fam. Bromeliaceae
Tillandsia bryoides
Tillandsia capillaris
Tillandsia carnosa
Clavel del aire
116 Clasificación taxonómica
Grupo taxonómico
Nombre científico
Nombre común
Tillandsia sphaerocephala
Tillandsia usneoides
Barba de viejo
Procedencia
Páginas
Nativa
55
Nativa
55
Nativa
102
Fam. Cactaceae
Austrocylindropuntia shaferi
Austrocylindropuntia subulata
Kealla
Nativa
64-65, 101
Corryocactus melanotrichus
Kusa-kusa
Nativa
101
Echinopsis bridgesii
Nativa
102-103
Lovibia (varias especies)
Nativos
102
Opuntia ficus-indica
Tuna
México, cultivada
63, 102
Opuntia sulphurea
Tunilla, Airampo
Nativa
102
Oreocereus fussulatus
Chapitarwa
Nativa
101
Trichocereus bridgesii
Achuma
Nativa
101, 103
Zapatilla
Nativas
33
Madreselva
Asia
12
Gargatea
Nativa
104
Dianthus (varias especies)
Clavelines
Eurasia
24
Pycnophyllum molle
Huaricoca
Nativa
74
Rosa verde
México
24
Totora
Nativa
87
Chachacoma
Nativa
45
Acacia melanoxylon
Acacia negra
Australia, cultivada, invasora
Adesmia miraflorensis
Añayuaya
Nativa
Fam. Calceolariaceae
Calceolaria (varias especies)
Fam. Caprifoliaceae
Lonicera japonia
Fam. Caricaceae
Vasconcellea quercifolia
Fam. Caryophyllaceae
Fam. Crassulaceae
Echeveria (varias especies)
Fam. Cyperaceae
Schoenoplectus californicus
Fam. Escalloniaceae
Escallonia myrtilloides
Fam. Fabaceae
5, 23, 24, 32
33
Manual del Naturalista Urbano 117
Grupo taxonómico
Nombre científico
Nombre común
Procedencia
Páginas
Astragalus peruvianus
Huallpahuallpa
Nativa
75
Lupinus altimontanus
Kkela
Nativa
33
Lupinus mutabilis
Tarwi
Nativa, cultivada
Pisum sativum
Arveja
Asia, cultivada
Prosopis laevigata, P. flexuosa
Algarrobos, Thakos
Nativas
47, 99, 100
Senna aymara
Moto moto
Nativa
46
Spartium junceum
Retama
Europa, cultivada, invasora
12,32
Trifolium repens
Trébol blanco
Europa y Asia, naturalizada
12, 13
Vachellia aroma, V. caven
Churquis, Llikis
Nativas
100
Vicia faba
Haba
Europa, cultivada
62
P’enque-p’enque
Nativa
75
Geranios
Sudáfrica, cultivados
12
Vinagrilla
Nativa
86
Elodea
Nativa
86
Gladiolos
Europa y África, cultivados
63
Kachu paco
Nativa
74
Clinopodium bolivianum
Muña, Koa
Nativa
33
Lavandula officinalis
Lavanda
Europa, cultivada
12
Salvia haenkei
Chunqa chunqa, Salvia
Nativa
33
Itapallu, Ortiga
Nativas
46, 79
Farolito chino
Sudamérica, cultivada
33, 62
62
Fam. Gentianaceae
Gentiana sedifolia
Fam. Geraniaceae
Pelargonium (varias especies)
Fam. Haloragaceae
Myriophyllum quitense
Hydrocharitaceae
Elodea potamogeton
Fam. Iridaceae
Gladiolus (varias especies)
Fam. Juncaceae
Distichia muscoides
Fam. Lamiaceae
Fam. Loasaceae
Caiophora (varias especies)
Fam. Malvaceae
Abutilon pictum
14
118 Clasificación taxonómica
Grupo taxonómico
Nombre científico
Nombre común
Procedencia
Páginas
Lavatera assurgentiflora
Malva Real
Norteamérica, cultivada
24
Nototriche (varias especies)
Altea
Nativas
75
Eucaliptos
Australia, cultivados
Fraxinus (varias especies)
Fresnos
Hemisferio norte, cultivados
Jasminum grandiflorum
Jazmín
Asia, cultivada
12
Ligustrum (varias especies)
Ligustros
Asia y Europa, cultivados
24
Fucsias
Americanas, cultivadas
14
Orquídea
Nativa
109
Sojo sojo
Nativa
33
Nativa
75
46
Fam. Mirtaceae
Eucalyptus (varias especies)
5, 23, 32
Fam. Olaceae
5, 23
Fam. Onagraceae
Fuchsia (varias especies)
Fam. Orchidaceae
Altensteinia fimbriata
Fam. Orobanchaceae
Agalinis lanceolata
Castilleja pumila
Fam. Oxalidaceae
Oxalis (varias especies)
Falsos tréboles
Nativos
Oxalis tuberosa
Oca
Nativa, cultivada
46, 60
Tumbo
Andina, cultivada
14
Plátano de jardín
Europa y Asia, cultivada
Avena sativa
Avena
Asia, cultivada
61
Cortaderia jubata y C. speciosa
Sehuencas
Nativas
94
Festuca rigescens
Chilliwa
Nativa
77
Festuca dolichophylla
Iru ichu
Nativa
77
Hordeum vulgare
Cebada
Asia
61
Stipa ichu = Jarava ichu
Paja brava
Nativa
77
Pennisetum clandestinum
Kikuyo, Pasto
Africa, naturalizada, invasora
42
Fam. Passifloraceae
Passiflora tripartita
Fam. Platanaceae
Platanus orientalis
5, 23
Fam. Poaceae
Naturalista Urbano 119
Grupo taxonómico
Nombre científico
Zea mays
Nombre común
Procedencia
Páginas
Maíz, choclo
Centroamérica, cultivada
63
Cantuta
Nativa
13, 14
Cruz-cruz
Nativa
64-65
Kageneckia lanceolata
K’opi
Nativa
45
Lachemilla pinnata
Sillu-sillu
Nativa
75
Polylepis (varias especies)
Keñua
Nativas
25, 45
Rosa (varias especies y variedades)
Rosas
Asia y Europa, cultivadas
24
Malus domestica
Manzana
Asia, cultivada
16
Asia y Europa, cultivados
16
Fam. Polemoniaceae
Cantua buxifolia
Fam. Rhamnaceae
Colletia spinosissima
Fam. Rosaceae
Prunus (varias especies y variedades) Ciruelo, durazno, guindas
Fam. Salicaceae
Populus (varias especies)
Álamos
Hemisferio norte, cultivados
23
Salix babylonica
Sauce llorón
Europa y Asia, cultivada
23
Chakatea
Nativa
104
Buddleja coriacea
Quiswara
Nativa
13, 26, 45, 64
Buddleja aromatica
Kolli
Nativa
46
Capsicum pubescens
Locoto
Nativo
62
Datura arborea
Floripondio blanco
Nativa
14
Datura sanguinea
Floripondio tricolor
Nativa, cultivada
Fam. Sapindaceae
Dodonaea viscosa
Fam. Scrophulariaceae
Fam. Solanaceae
14
Dunalia brachyacantha
Tankara
Nativa
13-14,45,
64-65
Lycianthes lycioides
Ckapo-ckapo
Nativa
34
Nicotiana glauca
Karalawa
Nativa
12, 14,34, 45
Solanum tuberosum
Papa
Nativa, cultivada
60
Nativas
34
Solanum (varias especies)
Fam. Tropaeolaceae
120 Clasificación taxonómica
Grupo taxonómico
Nombre científico
Tropaeolum tuberosum
Nombre común
Procedencia
Páginas
Isaño
Nativa, cultivada
60
Olmos
Europa y Asia, cultivados
23
Fam. Ulmaceae
Ulmus (varias especies)
Reino Animalia (animales multicelulares)
Phylum Platyhelmintes (Gusanos planos o planarias)
93
Phylum Mollusca
Clase Gastropoda (Caracoles y babosas)
10, 86
Phylum Arthropoda (Animales con patas articuladas y exoesqueleto)
Clase Arachnida (Arañas y escorpiones)
Fam. Salticidae
Tullgrenella sp.
Araña saltadora
Nativa
9
Araña tejedora
Nativa
9
Fam. Araneidae
Metapeira sp.
Clase Chilopoda (Cienpiés)
10
Clase Diplopoda (Milpiés)
10
Clase Malacostraca (Grupo de crustáceos más numeroso)
Orden Isopoda (Cochinillas de humedad)
10
Orden Amphipoda (Anfípodos)
Hyalella (varias especies)
Kani-kani
Nativos
86
Clase Insecta (Insectos)
Orden Ephemeroptera (Efímeras)
93
Orden Odonata (Libélulas)
Rhionaeschna peralta
Libélula
Nativa
91
Orden Dermaptera (Tijeretas)
10
Orden Plecoptera
93
Manual del Naturalista Urbano 121
Grupo taxonómico
Nombre científico
Nombre común
Procedencia
Páginas
Orden Coleoptera (Escarabajos)
Fam. Curculionidae
Gorgojos
Nativos
10
Nativos
10
Estronguistas
Nativos
19
Torito, Waca-waca
Nativo
106
Fam. Tenebrionidae
Scotobius sp.
Fam. Melyridae
Astylus sp.
Fam. Scarabaeidae
Golofa eacus
Orden Diptera (Moscas y mosquitos)
13
Orden Trichoptera
93
Orden Lepidoptera (Mariposas y polillas)
Fam. Pieridae
Colias sp.
Nativa
13
Dione sp.
Nativa
13
Vanessa sp.
Nativa
13
Metardaris cosinga
Nativa
13
Hylephila sp.
Nativa
12
Fam. Nymphalidae
Fam. Hesperiidae
Fam. Sphingidae
Manduca sp.
Polilla picaflor, Taparaku
Nativa
18
Fam. Arctiidae
Taparakus
Nativas
18
Fam. Noctuidae
Taparakus
Nativas
18
Fam. Geometridae
Gusanos medidores
Nativas
18
Orden Hymenoptera (Abejas, hormigas y avispas)
Fam. Apidae
Apis mellifera
Abeja europea
Europa, asilvestrada
13
Bombus sp.
Abejorro
Nativa
13
Xylocopa sp.
Huayronq’o
Nativa
13
Fam. Vespidae
Avispas
Nativa
13, 19
122 Clasificación taxonómica
Grupo taxonómico
Nombre científico
Nombre común
Procedencia
Páginas
Phylum Chordata (Animales con cuerda dorsal como soporte)
Clase Actinopterygii (Vertebrados peces óseos con aletas radiadas)
Fam. Cyprinodontidae
Orestias agassizii
Karachi negro
Nativo
86, 92
Trucha arcoíris
Norteamérica, invasora
86
Carpa común
Norteamérica, criada
92
Fam. Salmonidae
Oncorhynchus mykiss
Fam. Cyprinidae
Cyprinus carpio
Clase Amphibia (Vertebrados anfibios: ranas, sapos, salmandras)
Fam. Bufonidae
Rhinella spinulosa
Sapo común, Jampato
Nativo
96
Rana arborícola
Nativa
91
Jampatito
Nativa
96
Sapo acuático
Nativa
86
Fam. Hylidae
Hypsiboas riojanus
Fam.Leptodactylidae
Pleurodema cinereum
Fam. Telmatobidae
Telmatobius marmoratus
Clase Reptilia (Vertebrados reptiles: serpientes, lagantijas, tortugas)
Fam. Liolaemidae
Liolaemus (cinco especies)
Lagartija, Jararankhu
Nativas
50-51
Serpiente, Katari
Nativa
50-51
Fam. Colubridae
Tachymenis peruviana
Clase Aves (Vertebrados aves)
Fam. Tinamidae
Nothoprocta ornata
P’isaka, Perdiz
Nativa
66
Nothoprocta pentlandii
Sula, Perdiz
Nativa
66-67
Nothura darwinii
K’ullu, Codorniz
Nativa
67
Fam. Anatidae
Manual del Naturalista Urbano 123
Grupo taxonómico
Nombre científico
Nombre común
Procedencia
Páginas
Oressochen melanopterus
Huallata, Ganso andino
Nativa
76
Anser anser
Ganso doméstico o común
Europa y Asia, doméstico
92
Lophonetta specularioides
Kankana, Pato crestado
Nativa
85-86
Anas flavirostris
Cerceta barcina
Nativa
88
Anas georgica
Ánade maicero
Nativa
88
Anas puna
Pato pana
Nativa
88
Anas cyanoptera
Cerceta colorada
Nativa
88
Oxyura jamaicensis
Malvasía canela
Nativa
88
Anas platyrhynchos
Ánade real
Hemisferio norte, doméstico
92
Cairina moschata
Pato criollo
Sudamérica, doméstico
92
Rollandia rolland
Zampullín pimpollo
Nativa
88
Podiceps occipitalis
Zampullín blanquillo
Nativa
85-86
Pato cuervo, Cormorán
Nativa
89
Nycticorax nycticorax
Martinete, Huaco
Nativa
90
Bubulcus ibis
Garcilla bueyera
Nativa
68
Ardea alba
Garceta grande
Nativa, visitante ocasional
97
Egretta thula
Garceta nívea
Nativa, visitante ocasional
97
Plegadis ridgwayi
Ibis, Yanavico
Nativa
95
Theristicus melanopis
Bandurria de collar
Nativa, visitante ocasional
97
Cóndor, Mallku
Nativa
49, 83
Geranoaetus polyosoma
Águila Paca
Nativa
48
Geranoaetus melanoleucus
Mamani
Nativa
48
Rascón gallineta
Nativa
95
Fam. Podicipedidae
Fam. Phalacrocoracidae
Phalacrocorax brasilianus
Fam. Ardeidae
Fam. Threskiornithidae
Fam. Cathartidae
Vultur gryphus
Fam. Accipitridae
Fam. Rallidae
Pardirallus sanguinolentus
124 Clasificación taxonómica
Grupo taxonómico
Nombre científico
Nombre común
Procedencia
Páginas
Gallinula galeata
Gallineta común
Nativa
87, 90
Fulica gigantea
Ch’oka gigante
Nativa
85-86
Fulica ardesiaca
Ck’oka andina
Nativa
87
Leke-leke
Nativa
67
Calidris bairdii
Correlimos de Baird
Nativa, migrante del norte
97
Gallinago andina
Becacina de la puna
Nativa
78
Actitis macularius
Andarríos maculado
Nativa, migrante del norte
97
Tringa solitaria
Andarríos solitario
Nativa, migrante del norte
97
Attagis gayi
Kulli-kulli
Nativa
78
Thinocorus orbignyianus
Pucu-pucu
Nativa
78
Gaviota andina
Nativa
85-86, 90, 95
Columba livia
Paloma común
Europa y Asia, invasora
5
Patagioenas maculosa
Paloma moteada, Torcaza
Nativa
29
Zenaida auriculata
Zenaida torcaza, Totaqui
Nativa
6
Columbina picui
Columbina picuí
Nativa
108
Metriopelia ceciliae
Kurukuta
Nativa
29, 68
Metriopelia melanoptera
Palomita alinegra
Nativa
68
Chuseka, Lechuza
Nativa
48-49
Bubo virginianus
Búho americano
Nativa
48-49
Athene cunicularia
Tiptiri
Nativa
83
Chotacabras ñañarca
Nativa
107
Fam. Charadriidae
Vanellus resplendens
Fam. Scolopacidae
Fam. Thinocoridae
Fam. Laridae
Chroicocephalus serranus
Fam. Columbidae
Fam. Tytonidae
Tyto alba
Fam. Strigidae
Fam. Caprimulgidae
Systellura longirostris
Fam. Apodidae
Manual del Naturalista Urbano 125
Grupo taxonómico
Nombre científico
Aeronautes andecolus
Nombre común
Procedencia
Páginas
Vencejo andino
Nativa
37
Colibri coruscans
Colibrí rutilante, Lulincho
Nativa
12, 14
Sappho sparganurus
Colibrí cometa
Nativa
14, 105
Oreotrochilus estella
Colibrí puneño
Nativa
79
Lesbia nuna
Colibrí colilargo
Nativa
105
Patagona gigas
Colibrí gigante
Nativa
14
Amazilia chionogaster
Picaflor ventri-níveo
Nativa
105
Martín pescador
Nativa, visitante ocasional
97
Yaka-yaka, Carpintero
Nativa
28
Phalcoboenus megalopterus
Alkamari, María
Nativa
39, 49
Falco sparverius
Quilli-quilli
Nativa
40
Falco femoralis
Halcón aleto
Nativa
40
Falco peregrinus
Halcón peregrino
Nativa, migrante del norte
40
Psilopsiagon aymara
Perico cordillerano gris
Nativa
16
Psittacara mitratus
Aratinga mitrada
Nativa
27
Geositta tenuirostris
Minero picudo
Nativa
52
Geositta cunicularia
Minero común
Nativa
52
Geositta punensis
Minero puneño
Nativa
52
Geositta rufipennis
Minero rojizo
Nativa
52
Ochetorhynchus andaecola
Bandurrita roquera
Nativa
51
Ochetorhynchus ruficaudus
Bandurrita piquirrecta
Nativa
51
Phleocryptes melanops
Junquero
Nativa
89
Cinclodes albiventris
Remolinera común
Nativa
93
Leptasthenura fuliginiceps
Tijeral canelo
Nativa
38
Fam. Trochilidae
Fam. Alcedinidae
Megaceryle torquata
Fam. Picidae
Colaptes rupicola
Fam. Falconidae
Fam. Psittacidae
Fam. Furnariidae
126 Clasificación taxonómica
Grupo taxonómico
Nombre científico
Nombre común
Procedencia
Páginas
Leptasthenuraa egithaloides
Tijeral colinero
Nativa
38
Phacellodomus striaticeps
Espinero andino
Nativa
107
Asthenes dorbignyi
Canastero rojizo
Nativa
37, 81
Asthenes humilis
Canastero gorgiestriado
Nativa
81
Asthenes modesta
Canastero cordillerano
Nativa
80-81
Elaenia albiceps
Fiofío crestiblanco
Nativa
107
Camptostoma obsoletum
Mosquerito, Piojito silbón
Nativa
52
Anairetes flavirostris
Cachudito piquiamarillo
Nativa
38
Anairetes parulus
Cachudito piquinegro
Nativa
27
Tachuris rubrigastra
Sietecolores
Nativa
89
Hirundinea ferruginea
Birro común
Nativa
107
Knipolegus aterrimus
Viudita aliblanca
Nativa
106-107
Muscisaxicola maculirostris
Dormilona chica
Nativa
106
Muscisaxicola griseus
Dormilona de Taczanowski
Nativa
80
Muscisaxicola juninensis
Dormilona puneña
Nativa
80
Muscisaxicola cinereus
Dormilona cenicienta
Nativa
80
Muscisaxicola albifrons
Dormilona gigante
Nativa
80
Muscisaxicola flavinucha
Dormilona fraile
Nativa
80
Muscisaxicola rufivertex
Dormilona nuquiroja
Nativa
69
Agriornis montanus
Gaucho Serrano, Waycho
Nativa
53
Agriornis micropterus
Gaucho gris, Waycho
Nativa
53
Myiotheretes striaticollis
Birro grande
Nativa
53
Ochthoeca oenanthoides
Pitajo canela
Nativa
38
Ochthoeca leucophrys
Pitajo gris
Nativa
38
Cortarramas
Nativa
17
Pygochelidon cyanoleuca
Golondrina barranquera
Nativa
27, 81
Orochelidon murina
Golondrina ventriparda
Nativa
81
Fam. Tyrannidae
Fam. Cotingidae
Phytotoma rutila
Fam. Hirundinidae
Manual del Naturalista Urbano 127
Grupo taxonómico
Nombre científico
Orochelidon andecola
Nombre común
Procedencia
Páginas
Golondrina andina
Nativa
81
Chochín criollo, Ratona
Nativa
19
Turdus amaurochalinus
Zorzal chalchalero
Nativa
108
Turdus fuscater
Chiguanco, Mirlo grande
Nativa
4
Turdus chiguanco
Chiguanco
Nativa
4, 6
Sinsonte castaño
Nativa
108
Anthus correndera
Bisbita, Susi-susi
Nativa
81
Anthus bogotensis
Bisbita andino, Susi-susi
Nativa
81
Pipraeidea bonariensis
Tangara naranjera
Nativa
17
Thraupis sayaca
Azulejo, Tangara sayaca
Nativa
27
Conirostrum cinereum
Conirrostro cinéreo
Nativa
15
Diglossa brunneiventris
Pinchaflor gorjinegro
Nativa
15
Diglossa carbonaria
Pinchaflor carbonero
Nativa
15
Diglossa sittoides
Pinchaflor ferrugíneo
Nativa
15
Phrygilus punensis
Chubta, Yal peruano
Nativa
7, 69
Phrygilus fruticeti
Chijta, Yal pechinegro
Nativa
70
Phrygilus unicolor
Yal plomizo
Nativa
70
Phrygilus plebejus
Chijta, Yal plebeyo
Nativa
70
Phrygilus alaudinus
Chijta, Yal platero
Nativa
70
Idiopsar brachyurus
Yal colicorto
Nativa
79
Diuca speculifera
Diuca aliblanca
Nativa
77, 79
Poospiza boliviana
Monterita boliviana
Nativa
39
Poospiza hypochondria
Monterita pechigris
Nativa
39
Poospiza torquata
Monterita acollarada
Nativa
39
Sicalis uropygialis
Kellunchu
Nativa
79
Fam. Trogloditydae
Troglodytes aedon
Fam. Turdidae
Fam. Mimidae
Mimus dorsalis
Fam. Motacillidae
Fam. Thraupidae
128 Clasificación taxonómica
Grupo taxonómico
Nombre científico
Nombre común
Procedencia
Páginas
Sicalis olivascens
Kellunchu
Nativa
69
Sicalis flaveola
Kellunchu
Nativa
28
Catamenia analis
Piquito de oro
Nativa
28, 69, 109
Catamenia inornata
Semillero sencillo
Nativa
109
Pepitero
Nativa
16
Pichitanka
Nativa
4, 6, 69
Sporagra magellanica
Jilquero encapuchado
Nativa
106
Sporagra xanthogastra
Jilguero ventriamarillo
Nativa
7, 69
Sporagra atrata
Chaiñita, Jilguero negro
Nativa
7, 69
Sporagra uropygialis
Jilguero cordillerano
Nativa
79
Gorrión común
Europa, invasora
109
Comadrejita
Nativa
50
Lycalopex culpaeus
Zorro andino, Khamake
Nativo
47, 82
Canis lupus familiaris
Perro
Europa y Asia, doméstico, feral
Leopardus colocolo
Titi, Gato de las pampas
Nativo
47, 82
Leopardus geoffroyi
Titi, Gato montés
Nativo
47
Leopardus jacobita
Titi, Gato andino
Nativo
82
Puma concolor
Puma
Nativo
47, 82
Felis silvestris catus
Gato
África, doméstico, feral
Zorrino, Añatuya
Nativo
Incertae sedis
Saltator aurantiirostris
Fam. Emberizidae
Zonotrichia capensis
Fam. Fringillidae
Fam. Passeridae
Passer domesticus
Clase Mammalia
Fam. Didelphidae
Thylamys venustus
Fam. Canidae
5, 42, 43
Fam. Felidae
5, 42, 43
Fam. Mephitidae
Conepatus chinga
Fam. Mustelidae
48, 82
Manual del Naturalista Urbano 129
Grupo taxonómico
Nombre científico
Galictis cuja
Nombre común
Procedencia
Páginas
Hurón
Nativo
48
Taruca, Venado
Nativo
82, 110
Ovis orientalis aries
Oveja
Asia, doméstica
62
Bos Taurus
Vaca
Asia, doméstica
61
Vicugna vicugna
Vicuña
Nativo
76
Lama glama
Llama
Nativo, doméstico
76
Lama guanicoe
Guanaco
Nativo
76
Lama pacos
Alpaca
Nativo, doméstico
76
Equus asinus
Asno, Burro
África, doméstico
61
Equus caballus
Caballo
Asia, doméstico, feral
5, 83
Anoura peruana
Chiñi, Murciélago
Nativo
103
Desmodus rotundus
Murciélago vampiro
Nativo
103
Liebre
Europa, invasora
5, 68
Ratón doméstico
Europa y Asia, invasor
50
Achaco ratón, Orejón
Nativo
50
Ratón cola de pincel
Nativo
109
Vizcacha de montaña
Nativa
41-42, 77
Galea musteloides
Pampahuanco
Nativo
50
Cavia porcellus
Cobayo, Cuy
Nativo, domesticado
50
Fam. Cervidae
Hippocamelus antisensis
Fam. Bovidae
Fam. Camelidae
Fam. Equidae
Fam. Phyllostomidae
Fam. Leporidae
Lepus europaeus
Fam. Muridae
Mus musculus
Fam. Cricetidae
Phyllotis sp.
Fam. Octodontidae
Octodontomys gliroides
Fam. Chinchillidae
Lagidium viscacia
Fam. Caviidae
130 Glosario
Glosario
Antera Pequeños sacos llenos de polen que están en el extremo de los
estambres*.
Arrullo Voz grave y monótona que producen las palomas y tórtolas para
comunicarse y cortejarse.
Artrópodo Animal con esqueleto externo duro que lo cubre por completo,
de manera que las patas para moverse tienen piezas articuladas entre sí.
Astas Par de armas-ornamentos sobre la cabeza de algunos animales como los
ciervos, que a diferencia de los cuernos, se caen y vuelven a crecer cada año.
Atajacaminos Aves de la familia Caprimulgidae, insectívoras y nocturnas, se
posan en el suelo esperando a que pasen insectos para atraparlos al vuelo.
Barbecho Campo de cultivo en el que no se siembra para dejar descansar
al suelo.
Basidiomicete Grupo de hongos que en época reproductiva producen un
cuerpo fructífero en forma de sombrero, llamado seta*.
Baya Tipo de fruto, generalmente esférico, que tiene una pulpa dulce, jugosa
y nutritiva alrededor de las semillas.
Biodiversidad La variedad de especies de plantas, animales, y microorganismos, así como las relaciones entre ellos, que existen en un determinado lugar.
Bofedal Palabra derivada de “bufet”, que se aplica exclusivamente a la vegetación en forma de cojín* de ambientes muy húmedos de alta montaña
de los Andes sudamericanos.
Bromelia Plantas de la familia Bromeliaceae, que tienen tallos cortos de
modo que sus hojas brotan al ras del suelo como roseta*.
Bulbo Tipo de tallo subterráneo que almacena nutrientes de la planta en
unas hojas carnosas, por ejemplo la cebolla.
Calentamiento global Fenómeno actual que sufre el planeta Tierra, que
implica el aumento de la temperatura ambiental promedio, debido a la
acumulación en la atmósfera de gases que retienen el calor emitido por el
planeta, como el dióxido de carbono*.
Cápsula Tipo de fruto seco, sin pulpa jugosa, y que encierra a las semillas
dentro.
Carnívoro Animal que se alimenta principalmente de la carne de otros
animales vertebrados.
Cereal Plantas que producen espigas* con semillas ricas en almidón, como
el trigo, la avena, la cebada, etc., muy utilizadas como alimento.
Manual del Naturalista Urbano 131
Cienpiés Invertebrado artrópodo* alargado que tiene muchos segmentos
en su cuerpo, y en cada uno de ellos lleva un par de patas.
Cojín Tipo de crecimiento vegetal, en el que varias plantas pequeñas crecen
una al lado de otra, muy apretadas, tomando forma de almohada.
Columnar (cactus) Tipo de crecimiento de cactus, en el que se levantan
largos y altos tallos verticales como columnas, generalmente ramificados.
Compuesta (flor) Inflorescencias* que son la suma de muchas flores pequeñas agrupadas de forma que parecen una sola flor, ejemplo, la margarita.
Cono Órgano reproductivo de las plantas coníferas (como los pinos), que
alojan por separado las flores masculinas y femeninas; estas últimas, luego
de la polinización* alojan a las semillas.
Críptico Aquello que es capaz de confundirse o mimetizarse con el ambiente
que le rodea.
Crustáceo Grupo de invertebrados artrópodos*, con especies mayormente
acuáticas, como los cangrejos y langostas.
Descomponedor Organismo que se alimenta de los restos de plantas o
animales muertos, y al hacerlo, los degrada o descompone.
Dimorfismo sexual Diferencia notoria en el aspecto, tamaño y/o color entre
los machos y hembras de una misma especie.
Dióxido de carbono Gas cuya fórmula es CO2, producido cuando se quema algo (carbón, madera, gasolina, etc.), y también como producto de la
respiración de los seres vivos.
Dispersión Fenómeno por el cual las semillas de las plantas o las fases
inmaduras de los animales viajan largas distancias desde el lugar donde se
produjeron.
Dispersor (dispersar) Animales que participan en la dispersión* de las semillas de las plantas, puesto que éstas últimas no se mueven por sí mismas.
Ecología Disciplina científica que estudia las relaciones de los seres vivos
con su ambiente.
Ecosistema Unidad auto-regulable constituido por el conjunto de los seres
vivos, el ambiente no vivo en el que habitan, así como de todas las interacciones que se dan entre ellos.
Efímera Insectos del orden Ephemeroptera, llamados así porque sus adultos
viven muy pocos días o apenas horas, sólo para reproducirse. Las ninfas*
son acuáticas y viven largo tiempo.
Egagrópila Bola de huesos y pelos no digeridos que aves como los búhos
y lechuzas expulsan por la boca luego de digerir la carne de sus presas. Se
acumulan debajo de sus madrigueras.
132 Glosario
Epífita Planta que es capaz de crecer sobre otras plantas, y potencialmente
sobre otras superficies distintas al suelo.
Espiga Conjunto de semillas de las gramíneas*, que se ordenan alineadas a
lo largo de un delgado tallito.
Espiritrompa Lengua especializada de las mariposas, que al ser muy larga
y delgada, se enrolla como espiral debajo de la cabeza.
Estambre Órgano reproductor masculino de las flores, compuesto de un
delgado filamento sobre el que se sostienen las anteras*.
Extinción Cuando una especie de organismo vivo desaparece por completo
y para siempre del planeta o de un lugar en particular.
Follaje Conjunto de hojas de una planta.
Fotosíntesis Proceso por el cual las plantas elaboran su propio alimento,
utilizando la energía que proporciona la luz.
Frugívoro Animal que se alimenta principalmente de frutos.
Glaciar Acumulación de capas de nieve que al compactarse forman gruesas
capas de hielo en lo alto de las montañas o en los polos norte y sur del planeta.
Gorgojo Tipo de escarabajo caracterizado porque sus piezas bucales están
dispuestas en el extremo de un largo rostro.
Gramínea Plantas de la familia Poaceae, llamadas así porque la mayoría
produce semillas ricas en almidón también llamadas “granos” o “cereales”*.
Granívoro Animal que se alimenta principalmente de semillas de gramíneas*
u otras plantas.
Hábitat Conjunto de elementos vivos y no vivos donde habita una especie.
Herbazal Ecosistema dominado por especies vegetales del tipo “hierba”
(sin tallo leñoso).
Herbívoro Animal que se alimenta principalmente de hojas, brotes y ramas.
Hifa Forma como se organizan las células de los hongos, formando largos
filamentos microscópicos.
Indicador Organismo vivo cuya presencia o abundancia informa sobre
procesos que ocurren en el ambiente donde vive.
Inflorescencia Conjunto de flores que se organizan juntas en una forma
particular; lo opuesto al concepto de flor solitaria.
Insectívoro Animal que se alimenta principalmente de insectos y otros
invertebrados artrópodos*.
Larva Tipo de forma inmadura de muchos animales, muy diferente en forma y tipo
de vida del adulto. Por ejemplo orugas para mariposas, o renacuajos para ranas.
Manual del Naturalista Urbano 133
Legumbre Tipo de fruto en el que las semillas van encerradas dentro de
una vaina de dos tapas, ejemplo la arveja.
Maleza Planta que crece en medio de los cultivos agrícolas, compitiendo
por los nutrientes del suelo con los cultivos.
Marsupial Mamífero cuyas crías nacen pequeñas e indefensas y son criadas
por la madre en un bolsillo de piel, ejemplo los canguros y zarigüeyas.
Matorral Tipo de formación vegetal compuesta principalmente por arbustos.
Membrana interdigital Piel que se extienden entre los dedos de las patas
de algunos animales.
Metamorfosis Transformación de algunos animales, pasando de una forma
inmadura (o larva) a un adulto, por ejemplo el paso de renacuajos a ranas.
Migrar, Migración Evento en que una especie animal realiza movimientos
periódicos de un lugar a otro, de ida y de vuelta, generalmente usando
rutas constantes.
Milpiés Invertebrado artrópodo* alargado que tiene muchos segmentos en
su cuerpo, y en cada uno de ellos lleva dos pares de patas.
Mimético Organismo que se parece o imita una cosa distinta a la que es.
Moluscos Invertebrados de cuerpo blando que viven en medios acuáticos
o muy húmedos, pueden llevar concha como ostras o caracoles, o carecer
de ella como pulpos o babosas.
Morrena Material de rocas que un glaciar* ha dejado acumuladas en el
paisaje antes de derretirse.
Nectario Parte de la flor donde se produce y almacena el néctar, normalmente ubicado en su base.
Nectarívoro Animal que se alimenta principalmente del néctar de las flores.
Ninfa Forma inmadura de muchos insectos, que a diferencia de las larvas*,
se parecen bastante al adulto, aunque sin alas.
Ñandú Ave gigante corredora de Sudamérica, incapaz de volar.
Oportunista Animal que aprovecha la presencia o abundancia de ciertos
alimentos en su hábitat cuando se da la oportunidad.
Oruga Tipo especial de larva* o forma inmadura de las mariposas y polillas,
caracterizada por tener forma de gusano, con tres patas verdaderas en la parte
anterior y varios pares de patas “falsas” como ventosas en la parte posterior.
Óvulo Célula reproductiva femenina en plantas o animales.
Pajonal Tipo de paisaje en el que predominan las gramíneas* de hojas duras
y rígidas llamadas comúnmente “pajas”.
134 Glosario
Planaria Grupo de invertebrados con forma de gusano aplanado a manera
de cinta.
Plecóptero Insectos del orden Plecoptera, muy primitivos, cuyas ninfas*
son acuáticas, muy sensibles a la contaminación. Los adultos son alados.
Polen Polvo producido y almacenado en las anteras*, compuesto de diminutos
granos que llevan las células reproductivas masculinas que fertilizarán a los óvulos*.
Polinización Proceso por el cual el polen* es transportado por el aire, agua
o animales desde las anteras de una flor hasta el aparato femenino de una
flor distinta.
Polinizador Animales que transportan el polen* desde una flor hasta otra
para lograr la fecundación de los óvulos*, y por tanto la producción de semillas.
Predador (depredador) Animal que captura y se alimenta de otro animal
de otra especie.
Pupa Fase intermedia del desarrollo de los insectos con metamorfosis*
completa, en la que las larvas* ingresan temporalmente antes de convertirse
en adultos. En esta fase están quietas en un solo sitio y pueden envolverse
en capullos u otras cubiertas.
Rapaz Aves de presa, es decir, las que capturan presas vivas para alimentarse.
Relictual En biología se aplica a lo poco que queda de organismos, paisajes
o ecosistemas que fueron muy abundantes o frecuentes antes de un impacto
negativo causado por el ser humano.
Renacuajo Fase inmadura o larvaria de algunos anfibios (sapos y ranas)
previa a la metamorfosis*; esta fase es acuática, con cola y sin patas.
Ronroneo Sonido de vibración parecido a un zumbido que emiten muchos
felinos (gatos y sus parientes) desde el interior del cuerpo, e indica bienestar,
confianza o seguridad.
Roseta En botánica se aplica a la forma que adquieren ciertas plantas en
la que todas sus hojas tienen la misma altura y se disponen circularmente
alrededor de un punto central.
Saco fecal Bolsa que encierra en el interior los excrementos de los pollos de
las aves que permanecen en el nido mientras crecen. Facilita la eliminación
por los padres.
Saxícola En botánica se aplica a todas las plantas que son capaces de desarrollarse sobre las rocas.
Semiárido Lugares del planeta donde la lluvia es escasa, pero no tanto como
para ser desiertos. La escasez de lluvia limita el desarrollo de las plantas.
Servicios ambientales También conocidos como “servicios ecosistémicos”,
son todas las funciones de un ecosistema que proporcionan beneficios y
bienestar a las personas.
Manual del Naturalista Urbano 135
Seta Es el “sombrero” que producen ciertos tipos de hongos (los basidiomicetes*), está formado por un conjunto de hifas* que producen las células
reproductivas.
Simbiosis Relación estrecha y duradera entre dos especies distintas, de
manera que necesitan “vivir juntos” para sobrevivir.
Sotobosque Vegetación que crece por debajo de los árboles que constituyen un bosque.
Suculento En botánica se aplica a las hojas o tallos que almacenan agua;
las hojas son gruesas, blandas y jugosas, y los tallos tienen mucha pulpa.
Terraza Plataformas o superficies planas dispuestas a diferentes niveles
desde una base, por ejemplo terrazas en los márgenes de ríos, o terrazas
construidas por los humanos en las faldas de los cerros para cultivar.
Territorialista Individuos que cuidan y defienden una porción de terreno
(“su territorio”) frente al posible ingreso de otros individuos de su especie
u otras especies.
Tijereta Insectos del orden Dermaptera, que llevan un par de apéndices
como pinzas o tenazas en el extremo posterior de su cuerpo.
Tornasolado Cambio de color de cualquier objeto que ocurre cuando su
superficie refleja de una especial forma la luz que recibe.
Torre funeraria Construcción en forma de torre hecha por culturas antiguas,
utilizada para enterrar a una o más personas muertas en su interior.
Tricóptero Insecto del orden Trichoptera, sus larvas* son acuáticas y construyen casitas con piedras pequeñas o material vegetal que cargan consigo.
Los adultos son alados.
Tubérculo Tipo de tallo subterráneo en el que la planta almacena nutrientes.
Por ejemplo las papas y ocas.
Tubular (flor) Tipo de flor en la que los pétalos se unen para formar un
tubo largo y delgado, de modo que el nectario* pueda ser alcanzado por
animales con largos picos, trompas, lenguas u hocicos.
Turba Material orgánico que se forma en lugares pantanosos debido a la
descomposición incompleta de restos vegetales. Su formación y acumulación
necesita varios miles de años.
136 Créditos
Créditos de las fotografías
Para comprender los códigos de los créditos, “f” hace referencia a la foto,
“p” a la página y “c” al capítulo.
Erika Tatsuzaki: [f-inicial, p20, c3], [f10, p53, c5], [f4, p69, c6], [f6, p75, c7],
[f8, p75, c7], [f5, p77, c7], [f1, p78, c7], [f-caballos, p83, c7], [f10, p101, c9],
[f2, p102, c9], [f3, p102, c9], [f4, p102, c9], [f-tarukas, p110, c9].
Verónica Zegarra: [f-tórtolas, presentación] [f3, p14, c2], [f7, p27, c3], [f-vizcachas vigilando, p41, c4], [f1, p42, c4], [f2, p42, c4], [f4, p42, c4], [f-recuadro,
p42, c4], [f-escombros, p43, c4], [f-fragmento urbanizado, p43, c4], [f2, p48,
c5], [f4, p76, c7], [f2, p90, c8], [f4, p91, c8], [f3, p92, c8].
Andrea Salazar: [f-tórtolas en nido, p6, c1], [f4, p7, c1], [f-Prado, p21, c3],
[f3, p23, c3], [f1, p28, c3], [f4, p29, c3], [f4, p29, c3], [f2, p76, c7], [f3, p85, c8],
[f-laguna Achocalla, p87, c8], [f1, p92, c8], [f2, p92, c8], [f-recuadro, p95, c8].
Jackeline Campos: [f-dos fotos de la ciudad, p3, c1], [f-nido en recuadro,
p19, c2], [f-gato feral, p43, c4].
Mariana Da Silva: [f-inicial, p44, c5], [f9, p47, c5], [f1, p48, c5], [f3, p48, c5],
[f-puma, p82, c7].
Ángel Garitano-Zavala: [f5, p13, c2], [f5, p91, c8].
Ernesto Hug: [f10, p47, c5], [f6, p109, c9].
Marcelo Arandia: [f-Patagona gigas, p vi], [f2, p16, c2]
M. B. Olivares: [f6, p97, c8].
Sergio Ávila y Álvaro Garitano-Zavala [f2, p9, c2].
Raquel Galeón: [f-Anoura peruana, p103, c9]
123RF: [f-liebre 8114522 de 123rf.com, p68, c6]
Álvaro Garitano-Zavala: [Todas las demás fotografías]
Cuando estábamos más conectados con la naturaleza,
los cambios estacionales en los ritmos de la vida como
el intenso croar nocturno de los machos de jampatito
(Pleurodema cinereum) después de las lluvias, intentando ser elegidos por las hembras, o el fascinante
bullicio de cientos de cigarras (género Carineta), que
emergiendo de la tierra aprovechaban las pocas horas
antes del anochecer en las tibias tardes de verano para
encontrar pareja, eran las señales que nos indicaban
que otro año llegaba con nuevas promesas de vida.
La vorágine de la urbanización, que todo lo destruye a
su paso, y la vida de consumismo, nos han alejado de
la naturaleza a tal punto que creemos poder vivir sin
ella. Esperamos que este pequeño manual rescate en
ti el deseo de conocer y conectarte con la naturaleza
que te rodea, la forma sencilla de ver el mundo con
el alma de niño que no deja de admirarse con lo que
observa y aprende, y que renazca el sentido de ser
parte íntegra de la vida, para que nuestros corazones
vuelvan a latir al ritmo de la naturaleza.
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