Subido por DIHAMIMA

CHARLA PORQUE SI SOMOS SALVOS POR GRACIA DEBEMOS OBEDECER LA LEY

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A NUESTRO
PROGRAMA
En esto consiste el amor: no
que
nosotros
hayamos
amado á Dios, sino que él
nos amó á nosotros, y ha
enviado
á
su
Hijo
en
propiciación por nuestros
pecados. 1 Juan 4:10
Mas Dios encarece su
caridad
para
con
nosotros, porque siendo
aún pecadores, Cristo
murió
por
nosotros.
Romanos 5:8
De ti será mi alabanza
en
la
grande
congregación;
Mis
votos pagaré delante de
los que le temen. Salmo
22:25
Por ti he sido sustentado
desde el vientre: De las
entrañas de mi madre tú
fuiste el que me sacaste:
De ti será siempre mi
alabanza. Salmo 71:6
Porque por gracia sois
salvos por la fe; y esto no
de vosotros, pues es don de
Dios: No por obras, para
que nadie se gloríe. Efesios
2:8,9
¿Luego deshacemos la
Ley por la fe? En ninguna
manera;
antes
establecemos
la
Ley.
Romanos 3:31.
Comprender que la Ley y la Gracia son
dos conceptos espirituales que forman
parte de un todo que se llama:
SALVACIÓN, y que ambas proceden del
mismo autor: DIOS, de tal manera que a
la luz de la escrituras sagradas, la Biblia,
podamos confirmarnos en nuestra fe.
¿Por qué si la
salvación es por
gracia
yo
debo
observar la ley?
Ésta es una pregunta que
muchos Cristianos, nos hacemos
y
cuando
escuchamos
las
respuestas que se dan a esta
pregunta, en vez de traernos luz a
nuestras mentes y con ello
afirmarnos en la fe,
nos trae confusión y
como consecuencia,
nos
debilita
en
nuestras creencias y
fe.
Y estos tiempos difíciles que vivimos, donde se nos
enseña que nada es absoluto, y que la verdad
tampoco es absoluta, se hace necesario que a través
del estudio de las sagradas escrituras y con la
dirección y auxilio de la tercera persona de la Santa
Trinidad, El Espíritu Santo, podamos realizar una
interpretación sana y santa de la misma, que
confirme nuestra fe en que Cristo es el camino, la
verdad y la vida y nadie va el padre sino por Él (Juan
14:6 parafraseado).
De hecho es un tema espiritual de difícil
tratamiento para una charla, pero en el
nombre de Jesús, trataremos de aportar
algunas ideas, que nos conduzcan a la
propia reflexión y tomar el camino que nos
lleve a la vida eterna, pues el mismo Cristo
nos alertó: Porque estrecha es la puerta, y
angosto el camino que lleva á la vida, y
pocos son los que la hallan. Mateo 7:13.
Porque estrecha es
la puerta, y angosto
el camino que lleva
á la vida, y pocos
son los que la
hallan. Mateo 7:13.
“Quien guarda los mandamientos,
pero no vive bajo la gracia, es
como quien huye del fango, pero
no se baña. Quien apela a la
gracia, pero no guarda los
mandamientos, es como quien
quiere bañarse y seguir metido en
el fango.”
Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino
Esta frase nos bien como anillo al
dedo para iniciar la exposición de
las ideas del tema en cuestión y
por ello primero vamos a analizar
en forma breve la Ley en relación
a la salvación, y luego la Gracia
en relación con la salvación.
Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino
LA
LEY
RESPECTO
SALVACIÓN
CON
A
LA
El
abismo
de
separación que hay
entre el hombre más
pecador y Dios, y su
incapacidad
de
conocer la ley de Dios
que ha puesto en su
conciencia.
¿le
hace
a
este
hombre libre de esa
ley?
¿Si hubiera un hombre, aunque
fuera uno solo, capaz de cumplir
la ley a la perfección, amando a
Dios por sobre todas las cosas y
al prójimo como a sí mismo, sería
ese
hombre
merecedor,
no
solamente de la vida eterna, sino
de tomar para sí a aquellos que no
han podido ni podrán cumplirla,
dándoles vida eterna, a la inversa
de lo que hizo el primer
representante de la humanidad,
Adam, dándoles la muerte?
ANTINOMISMO LEGALISMO
El antinomismo (del griego άντί, "contra",
y νόμος, "ley") es, propiamente, un
movimiento cristiano del siglo XVI
considerado herético que defendía que la
fe lo llenaba todo y era lo único necesario,
y que como la ley de Moisés era inútil
para la salvación, es indiferente que un
creyente peque ya que no es juzgado por
su pecado.
El antinomismo (contra la ley) enseña
que:
 la fe en Jesucristo es la única
condición para la salvación, y por
tanto, eres libre en Jesús para hacer
todo cuanto se te antoje.
 La ley, que no nos justifica, se
desprecia y rechaza.
El antinomismo (contra la ley)
enseña que:
Tienes licencia para pecar,
porque ya el pecado no te
condena, por el hecho de
creer en Jesús.
El antinomismo es una
doctrina herética, por
cuanto no se ajusta a la
Palabra de Dios. Leamos
1 Juan 2:3-6
Y en esto sabemos que nosotros le hemos
conocido, si guardamos sus mandamientos.
El que dice, Yo le he conocido, y no guarda
sus mandamientos, el tal es mentiroso, y no
hay verdad en él; Mas el que guarda su
palabra,
la
caridad
de
Dios
está
verdaderamente perfecta en él: por esto
sabemos que estamos en él. El que dice que
está en él, debe andar como él anduvo. 1 Juan
2:3-6
El LEGALISMO es
la otra cara de la
moneda
del
antinomismo.
No se ha desarrollado una doctrina
cristiana llamada legalismo, pero se
entiende por legalismo aquellas doctrinas,
prácticas y enseñanzas que ponen tanto
énfasis en las obras y la ley, que pareciera
ser que el hombre es justificado ante Dios
por medio de las obras y su obediencia a
las leyes de Dios, a diferencia de lo que
nos enseña la Palabra de Dios.
JUSTIFICADOS pues por
la fe, tenemos paz para
con Dios por medio de
nuestro Señor Jesucristo:
Romanos 5:1
Existen iglesias cuyas doctrinas
intentan amalgamar la ley con la
gracia, sin distinciones, solo
separando las leyes ceremoniales
del decálogo y aquello que nos
mandó hacer el Maestro.
CONCLUIMOS:
Sí somos salvos por gracia, pero
hay que obedecer los diez
mandamientos y la regla de oro de
Jesús para agradar a Dios, porque
solamente agradando a Dios
lograremos
la
salvación
de
nuestras almas.
Por medio de las Escrituras conoceremos,
que la salvación es solamente por gracia
(sola gratia), que solamente somos
justificados por la fe en Jesucristo (sola
fide), y que como consecuencia de esa
justificación por la fe, nuestro nuevo
nacimiento en unión al cuerpo de Cristo,
nos impele a vivir una vida de
SANTIDAD gradual, y esa vida de
SANTIDAD es la que nos hace
conocer la ley de Dios y
obedecerle como hijos y siervos
fieles a Él.
Biblia nos
enseña
que
LA
SALVACIÓN
es por
GRACIA
Somos
JUSTIFICADOS
por la FE en
JESUCRISTO
Consecuencia
de la
Justificación
tenemos un
NUEVO
NACIMIENTO
Nos
unimos al
cuerpo de
CRISTO
Estamos
obligados
por ello a
vivir
en
SANTIDAD
Y esa vida SANTA
nos lleva a la LEY
MORAL de Dios
La SANTIDAD nos
mueve a vivir en
obediencia a la
LEY MORAL de
Dios
A FIN DE VIVIR
UNA VIDA DE
SANTIDAD Y
FIDELIDAD A
NUESTRO DIOS.
Mas ahora, librados del
pecado, y hechos siervos
á Dios, tenéis por vuestro
fruto la santificación, y por
fin
la
vida
eterna.
Romanos 5:1
Porque no nos
llamado
Dios
inmundicia,
sino
santificación.
Tesalonicenses 4:7
ha
á
á
1
En este momento quiero
hacer
un
alto
para
desarrollar un aspecto muy
importante de este proceso
que
nos
lleva
a
la
SALVACIÓN por GRACIA.
LA LEY ES
LA LEY ES
Es eterna
Temporal
Lucas 16:17
Gálatas 3:19
Perfecta
Imperfecta
Salmo 19:7
Hebreos 7:19
Vigente
Abolida
Romanos 3:31
Efesios 2:15
Espiritual
Carnal
Romanos 7:14
Hebreos 7:16
Santa, justa y buena
No buena
Romanos 7:12
Ezequiel 20: 25
Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino
Empero más fácil cosa
es pasar el cielo y la
tierra, que frustrarse un
tilde de la ley. Lucas
16:17
¿Pues de qué sirve la ley? Fué
puesta por causa de las
rebeliones, hasta que viniese la
simiente á quien fué hecha la
promesa, ordenada aquélla por
los ángeles en la mano de un
mediador. Gálatas 3:19
La ley de Jehová es perfecta,
que
vuelve
el
alma:
El
testimonio de Jehová, fiel, que
hace sabio al pequeño. Salmo
19:7
Porque nada perfeccionó la
ley;
mas
hízolo
la
introducción
de
mejor
esperanza, por la cual nos
acercamos á Dios. Hebreos
7:19
¿Luego deshacemos la
ley por la fe? En ninguna
manera;
antes
establecemos
la
ley.
Romanos 3:31
Dirimiendo en su carne las
enemistades, la ley de los
mandamientos en orden á ritos,
para edificar en sí mismo los
dos en un nuevo hombre,
haciendo la paz, Efesios 2:15
Porque sabemos que la
ley es espiritual; mas yo
soy carnal, vendido á
sujeción
del
pecado.
Romanos 7:14
El cual no es hecho
conforme á la ley del
mandamiento carnal, sino
según la virtud de vida
indisoluble; Hebreos 7:16
De manera que la ley á la
verdad es santa, y el
mandamiento santo, y
justo, y bueno. Romanos
7:12
Por eso yo también les dí
ordenanzas no buenas, y
derechos por los cuales
no
viviesen;
Ezequiel
20:25
Muchas
personas
siguen
confundidas por el hecho de que
en la Biblia se usa la palabra “ley”
para referirse tanto a las que son
permanentes como a las que
tuvieron fin.
Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino
San Pablo declaró en Efe.2:15 que la
ley fue abolida y en Rom.3:31 dijo
claramente que establecía la ley, lo
cual demuestra que él, como todo
buen cristiano, sabía hacer distinción
entre unas y otras, aunque usara la
misma palabra para designarlas a
todas.
Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino
Dirimiendo en su carne las
enemistades, la ley de los
mandamientos en orden á ritos,
para edificar en sí mismo los dos
en un nuevo hombre, haciendo la
paz, Efesios 2:15
¿Luego deshacemos la
ley por la fe? En ninguna
manera;
antes
establecemos
la
ley.
Romanos 3:31
LA LEY PARA QUITAR EL
PECADO regulaba las formas
externas del culto, sacerdocio,
sacrificios
sangrientos
y
demás
ceremonias
que
simbolizaban a Cristo, y que
terminaron con Él.
Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino
LA LEY PARA EVITAR EL
PECADO consiste en normas
morales que tienden a regular
el comportamiento del hombre
conforme a la voluntad de
Dios.
Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino
Estas leyes fueron obedecidas por los
fieles que vivieron antes de Moisés
(Gén.26:5; 39:9) y después fueron
incorporadas, tanto en el viejo pacto
mosaico como en el nuevo pacto cristiano;
escritas por el mismo Dios, en tablas de
piedra, primero, y en las tablas del corazón
después. Prov.7:3; Jer.31:31-34; Heb.8:810.
Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino
Por cuanto oyó Abraham
mi voz, y guardó mi
precepto,
mis
mandamientos,
mis
estatutos y mis leyes.
Génesis 26:5
No hay otro mayor que yo en
esta casa, y ninguna cosa me
ha reservado sino á ti, por
cuanto tú eres su mujer;
¿cómo, pues, haría yo este
grande mal y pecaría contra
Dios? Génesis 39:9
Lígalos á tus dedos;
Escríbelos en la tabla
de
tu
corazón.
Proverbio 7:3
He aquí que vienen días, dice Jehová, en
los cuales haré nuevo pacto con la casa de
Jacob y la casa de Judá: Mas éste es el
pacto que haré con la casa de Israel
después de aquellos días, dice Jehová:
Daré mi ley en sus entrañas, y escribiréla
en sus corazones; y seré yo á ellos por
Dios, y ellos me serán por pueblo. Jeremías
31: 31,33
Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el
Señor, Y consumaré para con la casa de Israel y para con la
casa de Judá un nuevo pacto; No como el pacto que hice
con sus padres El día que los tomé por la mano para
sacarlos de la tierra de Egipto: Porque ellos no
permanecieron en mi pacto, Y yo los menosprecié, dice el
Señor. Por lo cual, este es el pacto que ordenaré á la casa
de Israel Después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis
leyes en el alma de ellos, Y sobre el corazón de ellos las
escribiré; Y seré á ellos por Dios, Y ellos me serán á mí por
pueblo: Hebreos 8:8-10
“Quien guarda los mandamientos,
pero no vive bajo la gracia, es
como quien huye del fango, pero
no se baña. Quien apela a la
gracia, pero no guarda los
mandamientos, es como quien
quiere bañarse y seguir metido en
el fango.”
Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino
Porque por las obras de la ley ninguna carne se justificará
delante de él; porque por la ley es el conocimiento del pecado
Romanos 3:20
Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por
la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para
que fuésemos justificados por la fe de Cristo, y no por las obras de la ley;
por cuanto por las obras de la ley ninguna carne será justificada. Gálatas
2:16
Mas por cuanto por la ley ninguno se justifica para con Dios,
queda manifiesto: Que el justo por la fe vivirá. Gálatas 3:11
Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino
¿Cómo entender a
Romanos
3:20;
Gálatas
2:16
y
Gálatas 3:11?
Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino
Justificar
es
hacer
justo; es restaurar la
justicia o inocencia
perdida a causa del
pecado.
Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino
Justificación,
pues,
equivale a “PERDÓN DE
LOS PECADOS”, y esto se
logra exclusivamente por
medio del derramamiento
de sangre (Heb.9:22).
Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino
Y casi todo es purificado
según la ley con sangre; y
sin
derramamiento
de
sangre no se hace remisión.
Hebreos 9:22
Cuando San Pablo dijo que el
hombre no es justificado por
las obras de la ley, sino por la
fe de Jesucristo, no quiso
decir, como algunos suponen,
que la ley moral perdió su
eficacia para justificarnos.
Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino
La ley moral nunca ha justificado
al pecador, ni en el nuevo, ni el
viejo pacto, pues esta ley no fue
dada
para
«obtener»
la
justificación,
sino
para
«mantener» la justificación ya
obtenida
por
medio
de
un
sacrificio sustituto.
Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino
Bajo el viejo pacto la justificación
se alcanzaba mediante las obras
de la ley ceremonial (ritos que
consistían en el derramamiento
de sangre de animales, como un
anticipo del sacrificio del Cordero
de Dios).
Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino
En el nuevo pacto es la sangre
de Jesucristo quien nos limpia
de todo pecado, por lo cual ya
son
completamente
innecesarias las obras o ritos
de la ley ceremonial, que es la
que ya no tiene eficacia.
Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino
¿Cuáles son las OBRAS de la ley
moral? El resumen de la Ley Moral
son los 10 Mandamientos, y
examinando los 10, uno por uno,
será fácil notar en ellos la
prohibición de muchas cosas,
pero no el mandato de hacer
alguna OBRA.
Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino
Entonces, cuando San Pablo
hablaba de la nulidad de las
obras de la ley, se refería a la
ley que mandaba hacer obras,
y no a la ley que se resume en
los 10 Mandamientos.
Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino
Esta ley continúa mostrando a los
impíos sus pecados para que,
arrepentidos, hallen el perdón en la
sangre
de
Jesucristo,
y
así,
justificados por la fe, puedan ser
guiados por el Espíritu Santo a una
vida de santidad, en armonía con
esta ley que es eterna, santa, justa y
buena.
Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino
“Cualquiera
que
hace
pecado traspasa también la
ley; pues el pecado es
transgresión de la ley.”
1Jn.3:4.
“¿Pues qué más diremos?
¿Perseveraremos en pecado
[transgresión de la ley] para
que la gracia crezca?. En
ninguna manera.” Rom.6:1 y
2.
“¿Pues qué? ¿Pecaremos,
porque no estamos bajo la
ley, sino bajo la gracia? En
ninguna manera.
Rom.6:15.
“La circuncisión nada es,
y la incircuncisión nada
es; sino la observancia de
los
mandamientos
de
Dios.” 1Cor.7:19.
Preguntémonos todos:
¿QUÉ ES LA SALVACIÓN?
¿Dios ofreciéndonos vida eterna?
•SI - NO
¿Dios evitándonos el infierno?
•SI - NO
Preguntémonos todos:
¿QUÉ ES LA SALVACIÓN?
¿Dios liberándonos de la esclavitud del pecado y de la
condenación, resultando en la vida eterna con Dios
dentro de su reino?
• SI - NO
¿Es la protección del alma del pecado y
de sus consecuencias?
Tomado del escrito Los Diez mandamientos de la Ley de Dios por el Ob. Buenaventura Luis Pino
Preguntémonos todos:
¿DE QUÉ O QUIÉN NOS QUIERE SALVAR
DIOS?
PARA ENTENDER LA SALVACIÓN
HAY QUE SABER DE QUÉ O DE
QUIÉN NOS ESTAMOS SALVANDO,
PORQUE SALVACIÓN IMPLICA QUE
HAY UN PELIGRO DEL QUE
TENEMOS QUE LIBRARNOS.
Entonces de qué
debemos salvar
o
quién
¿DE LA MUERTE? ¿Cuál?
• SI - NO
¿De Satanás?
• SI - NO
no
He aquí el día de Jehová
viene, crudo, y de saña y
ardor de ira, para tornar la
tierra en soledad, y raer de
ella sus pecadores. Isaías
13:9
Mas por tu dureza, y por tu
corazón
no
arrepentido,
atesoras para ti mismo ira
para el día de la ira y de la
manifestación
del
justo
juicio de Dios; Romanos 2:5
Y OI una gran voz del
templo, que decía á los siete
ángeles: Id, y derramad las
siete copas de la ira de Dios
sobre la tierra. Apocalipsis
16:1
Cercano está el día grande de Jehová,
cercano y muy presuroso; voz amarga
del Día de Jehová; gritará allí el
valiente. Día de ira aquel día, día de
angustia y de aprieto, día de alboroto y
de asolamiento, día de tiniebla y de
oscuridad, día de nublado y de
entenebrecimiento, Sofonías 1:14,15
La ira de Dios contra el
pecado y la desobediencia
es perfectamente justificada
porque su plan para la
humanidad
es
santo
y
perfecto, así como Dios
mismo es santo y perfecto.
Dios proporcionó un camino para
ganar
el
favor
divino,
el
arrepentimiento; el cual aleja la ira
de Dios sobre el pecador. Rechazar
ese plan perfecto es rechazar el
amor, la misericordia, la gracia y el
favor de Dios e incurrir en su justa
ira.
Luego somos salvos de la ira
de Dios (Ap. 16:1). Y esto es
sumamente importante que lo
entendamos,
porque
si
la
salvación
la
entendiéramos
como librándonos de las garras
de Satanás,
la justicia de Dios sería
un concepto nebuloso,
por el hecho de vivir
huyéndole a Satanás, y no
entender la grandeza de
la LEY DE JEHOVÁ.
¡La ley de Dios! ¿Cómo
pueden haber personas
que
con
sus
bocas
confiesan a Jesucristo y
sienten indiferencia por
la ley de Dios?
La justicia de
Dios
es
implacable y su
ley perfecta.
La ley de Dios es un
espejo sobre el que
vemos reflejada nuestra
naturaleza porque es
esa ley la que nos habla
de Su majestad.
“Pues que yo soy Jehová
vuestro Dios, vosotros por
tanto os santificaréis, y
seréis santos, porque yo
soy santo…” (Levíticos
11:44)
Porque
escrito
está: Sed santos,
porque
yo
soy
santo. 1 Pedro 1:16
Jamás podremos reconocer
nuestra necesidad de ser
salvos
si
antes
no
contemplamos la santidad y la
justicia
de
Dios,
y
esa
santidad y justicia la vemos
en
Su
ley,
los
diez
mandamientos.
Para ir concluyendo con este
parte de la Ley, debemos
recordar que desde Adam
hasta hoy la humanidad sigue
manchada por el pecado, la
desobediencia, que se tornó
en PECADO.
Pero Dios perfecto, inmutable,
justo, bueno, ha mantenido su
pacto de salvación, de lo
contrario el hombre no tendría
necesidad
de
SALVACIÓN,
porque no estaría bajo la
culpabilidad de Adam.
Porque hasta la ley, el
pecado estaba en el
mundo; pero no se imputa
pecado no habiendo ley.
Romanos 5:13
Por eso es que el hombre
más abyecto que podamos
imaginarnos está bajo las
obligaciones del pacto de
las obras para con Dios.
Ningún hombre puede
hacer caso omiso a su
deber
en
lo
establecido por Dios y
pensar que escapará
ileso.
Por
lo
tanto,
todos
estamos
obligados en el cumplimiento de
nuestro deber, esa ley a la que
llamamos conciencia y que Dios pone
en el corazón de todo hombre,
porque todo hombre llega a este
mundo con la imagen y semejanza de
Dios, aunque el pecado la haya
ensombrecido y manchado.
Sin embargo, aunque estamos
obligados
al
cumplimiento
perfecto y absoluto de la ley
de Dios, gracias a Adam
nuestro representante, somos
incapaces de cumplir con las
demandas de la ley.
Nuestra
llegada
al
mundo
constituye
separación de Dios y
como tal la muerte en
el pecado.
Nacemos
con
inclinaciones
naturales
que
nos
hacen rebeldes a las
leyes de Dios
Por
otro
lado,
la
justicia de Dios es
perfecta y demanda un
cumplimiento
absoluto.
Quebrantar la ley de Dios
en un solo punto, por más
pequeño que nos parezca,
nos hace merecedores del
peso de la justicia divina;
¡el castigo eterno!
No
podemos
evitar
recordar las imágenes
que
tan
bien
nos
describe
el
apóstol
Pablo en Romanos 7:24
¡Miserable hombre de
mí! ¿quién me librará
del cuerpo de esta
muerte?
Romanos
7:14
Cuando alude a la
práctica romana de
atar un cadáver al
reo
condenado
a
muerte.
Al descomponerse el cadáver,
el hedor, los gusanos y las
infecciones
hacían
al
prisionero languidecer en una
de las peores muertes que
seamos capaces de imaginar.
Y el Apóstol exclama:
“¡Miserable hombre de
mí! ¿Quién me librará
del cuerpo de esta
muerte?”
Hasta ahora hemos concluido que
es
absolutamente
necesario
cumplir cada uno de los requisitos
de la ley para lograr tener vida
eterna con Dios, por cuanto Él es
santo
y
nosotros
estamos
llamados a santidad, y nada
impuro heredará el reino de los
cielos.
No entrará en ella ninguna cosa
sucia, ó que hace abominación
y mentira; sino solamente los
que están escritos en el libro de
la vida del Cordero. Apocalipsis
21:27
Pero también hemos
visto que no hay un
solo hombre capaz de
cumplir los requisitos
de la ley.
¡Ni tan siquiera
un hombre como
lo fue el apóstol
Pablo!
¡Nadie!
Aquí
nos
hallamos
en
una
encrucijada,
hemos
chocado
contra
una
pared que nos separa de
la gloria de Dios.
Sin embargo, “lo que
es imposible para
con los hombres,
posible
es
para
Dios” (Lucas 18:27)
Estas fueron las palabras de
Jesús cuando sus discípulos
chocaron
frente
a
esta
inexpugnable muralla de la
condición humana: “¿Quién
podrá ser salvo?
Mas sus discípulos, oyendo estas
cosas, se espantaron en gran manera,
diciendo: ¿Quién pues podrá ser salvo?
Y mirándo los Jesús, les dijo: Para con
los hombres imposible es esto; mas
para con Dios todo es posible. Mateo
19:25,26
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