Los reyes católicos 1.1 La guerra civil castellana La princesa Juana nació en 1462, hija de Enrique IV de Castilla y de Juana de Portugal. La presión por parte de la nobleza y con la intención de evitar una guerra civil, Enrique IV nombró sucesor a su hermano Alfonso. Desgraciadamente este falleció al poco tiempo. Con el Tratado de los Toros de Guisando (1468) sucedería en el trono su hermanastra Isabel, bajo la condición de que se casara con la autorización de Enrique. En 1469 Isabel se casó con Fernando, heredero de la corona de Aragón. Ante esto Enrique consideró incumplido el Tratado y en consecuencia nombró sucesora a su hija Juana, la cual se había casado con Alfonso V de Portugal (su tío). Tras el fallecimiento de Enrique IV en 1474, Isabel fue nombrada reina por sus partidarios. Mediante la Concordia de Segovia (1475) fueron coronados reyes de Castilla conjuntamente. Alfonso V de Portugal reclamo los derechos sucesorios de su esposa Juana, desencadenando una guerra civil en Castilla (1475-1479). En apoyo de Juana encontramos Portugal, Francia y un sector de la nobleza (andaluza y extremeña). Isabel recibió el apoyo de Aragón, Inglaterra, Borgoña y el resto de la nobleza. En 1475 las tropas de Isabel ocuparon Toledo y fortificaron Ciudad Real y Badajoz. Por el contrario, las tropas de Juana se situaron sobre el Valle del Duero y tomaron Toro para facilitar la entrada del ejército portugués. La victoria isabelina de Badajoz marcó el inicio de las conversaciones entre ambos bandos y supuso la confirmación de Isabel como reina. La paz se firmó en los tratados de Alcácovas-Toledo (1479). Acuerdos: reinicio de las buenas relaciones entre Castilla y Portugal con la renuncia de los derechos sucesorios de Alfonso V; acuerdo matrimonial entre los primogénitos de Castilla y Portugal; Juana podría casarse con Juan, hijo de los Reyes Isabel y Fernando, o profesar como monja en Portugal sin ostentar ningún título de la realeza; finalmente se repartieron la zona de influencia en la navegación atlántica obteniendo Portugal la travesía en la parte meridional del Cabo Bojador y Castilla finalizaría la conquista de las Islas Canarias. *MAESTRAZGOS: grandes señoríos otorgados por los Reyes a las órdenes militares para su repoblación. 2.2 la política religiosa el poder de los Reyes pasaba por el control del poder eclesiástico y de las cortes, por tanto los Reyes trataron de unificar el reino mediante la religión y el ejercito, con la finalidad de Los reyes obtuvieron el patronato en Canarias y en Granada, por parte del papa Inocencio VIII. Esto le permitió intervenir en el nombramiento de la jerarquía eclesiástica, en el control de los documentos emanados de Roma y en el cobro de las tercias reales de los diezmos eclesiásticos. La inicial tolerancia de los Reyes Católicos con las minorías religiosas cambió a partir de 1492. Los judíos que habían colaborado con la financiación de la conquista de Granada fueron expulsados en 1492, aunque muchos de estos continuaron como conversos. Los mudéjares granadinos fueron obligados a convertirse en 1499, pasando a llamarse moriscos. En 1478 una bula del papa Sixto IV estableció la Inquisición en la corona de Castilla para velar por la pureza de la fe y las costumbres especialmente de los conversos. Pero se convirtió en un instrumento de control político al servicio de la monarquía. El rigor de la conocida como “Inquisición española” fue decisivo aplicando: denuncias falsas, confiscación de bienes, tortura e infamia. Se impuso en Aragón en 1483 con dificultades ya que era contrario a su ordenamiento legal y se convirtió por tanto en una institución común a toda la Monarquía. Su mayor auge se produjo desde 1484 con el nombramiento de inquisidor general Fray Tomás de Torquemada.
