Subido por JOSE ALVARO DEL RIO FRANCO

Las sociologías de García Riera

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Del Río Franco José Álvaro
Taller de Titulación I
Las sociologías de García Riera
Diferentes aspectos en la obra de Roberto Gavaldón le dieron la connotación de
frialdad que le hizo reconocible, y Emilio García Riera dedica espacio en su
compendio a esto. El autor hace una serie de análisis cortos a lo largo de los
diferentes tomos de “Historia Documental del cine mexicano” entre centenares de
filmes, se incluyen a las obras del cineasta. Se plantean estos mini análisis como
comentarios, sin embargo, resultan interesantes en tanto Riera intenta con el menor
número de palabras posibles dar una barrida transversal a los elementos centrales
de las obras, y en todo caso esto se consuma en ideas acertadas que sin duda
abren camino para interrogantes futuras.
Riera encuentra en los filmes de Gavaldón diversos retratos, que son
representaciones más o menos fidedignas de problemáticas que encarnaron la vida
social en el México de aquellos tiempos (y de cualquier modo a cualquier sitio
civilizado por aquel momento) parece entonces, interesante que Riera utilizara
conceptos que englobaran la naturaleza “fatalista” de las situaciones expuestas en
estas cintas.
Riera maneja, o da a conocer las sociologías que se hacen presentes en estos
productos. En contraposición con los deseos de Gavaldón, colaboradores como
José revueltas insistieron en hacer con los recursos narrativos y estilísticos del
medio algo que diera pie a crítica social, sobre todo en tema de lucha de clases (esa
misma que tanto popularizaría Marx en sus teorías) y el punto de vista de ambas
partes, es decir, los jodidos y los que joden.
Del Río Franco José Álvaro
Taller de Titulación I
Un tono de helada corrección[…] se ratificó incapaz de conciliar el realismo
con la naturalidad1
Mientras que Gavaldón dejaba o parecía no querer mostrar estos temas dejándolo
en segundo plano.2
Para García Riera, el tópico de la lucha de clases es motivo principal para abordar
a Gavaldón y los comentarios que el hombre realiza de sus películas así lo
confirman en más de una ocasión. De nueva cuenta, fue Revueltas quien optaba
por sacar a relucir estos temas oscuros de la sociedad mexicana, como lo explica
Riera:
1
García, E. (1993). Historia documental del cine mexicano. México: Universidad de Guadalajara.
La “naturalidad” que García Riera menciona, parece dejarse atrás para exponer a estos personajes
en ambientes que, más que situaciones plenamente creíbles, pasaban a ser auténticos escenarios
mentales donde los fantasmas de sus psiques se cristalizan en auténticas pesadillas para sus
protagonistas, donde el pasado siempre vuelve a reclamar lo suyo y donde uno nunca puede esperar
“un final feliz”.
2
En este sentido, la capacidad creadora tanto de los realizadores de las películas de Gavaldón, así
como la capacidad de éste para orquestar todo bajo sus lineamientos, e inclusive la capacidad de
García Riera para comprender estos productos como un todo. Parece factible recurrir a Cornelius
Castoriadis y su “subjetividad”. El autor hace señalamientos que nos invitan a pensar en el proceso
de pensamiento y su capacidad creadora. De acuerdo con Castoriadis, el ser humano cuenta con
una “capacidad originaria” en la psique, plantea ideas que le son “fuente de placer
independientemente de toda realidad”. Es un proceso simple de abstracción que tiene el objetivo de
sublimar las pasiones humanas a través de la consciencia de estas pasiones. En el ámbito artístico
esto puede traducirse como la creación artística como la materialización del pensamiento. De
acuerdo con Castoriadis esto pasa a denominarse “sublimación del habla” que es el placer de la
representación.
Ahora bien, es la sociedad la que nos dicta como actuar y como pensar. En este sentido, los
diferentes aspectos sociológicos y psicológicos encontrados en las películas de Roberto Gavaldón
no son producto de la casualidad, más bien, es gracias a ella que esto puede observarse,
independientemente de la historia especifica o del tema al que el director quisiese hacer tratamiento.
Sublimar estas emociones en sus filmes debió convertirse, de acuerdo a lo ya mencionado, en un
ejercicio de búsqueda del placer, a través del autoconocimiento no solo de la propia sociedad
mexicana, sino de sus repercusiones en el propio director.
Entonces, la falta de naturalidad que Riera menciona puede justificarse a través de estas ideas, no
tratándose de hacer representaciones fidedignas de crímenes o de situaciones específicas, sino de
crear espacios psicológicos donde lo que se siente y se piensa se vuelve material, para acto seguido
torturar a sus personajes en un acto karmico total.
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Revueltas deseaba valerse de todos los medios del cine[…] para ilustrar con
la psicología de los personajes un cuadro social que diera evidencia de lo
clasista en su comportamiento3
Este clasismo como síntoma indiscutible de los estratos sociales confrontándose
todo el tiempo resulta un objeto de estudio importante para comprender tanto las
películas de Gavaldón, como del resto del cine (mexicano y extranjero) que se hacía
en la época, así como los propios comentarios de García Riera. Tan importante es
que otros fenómenos sociales tales como la corrupción moral y política, los juegos
de poder y este gran ambiente de depresión y fatalismo no son más que otros
síntomas de esta gran lucha.
Este juego de intereses y engaños se ve a lo largo de toda la filmografía de
Gavaldón, y Riera hace hincapié en que esta idea sirve de raíz para el
desenvolvimiento de otros factores más específicos. Hablar de esa “otredad” que
menciona Riera4 respecto a su uso en la filmografía de Gavaldón resulta entonces
parte del mecanismo de la contraposición de las clases, y como estas a su vez
desarrollan estereotipos, tanto para los menos favorecidos por el sistema como para
los que lo mantienen en funcionamiento.
Respecto de En la palma de tu mano, Riera menciona, entre otras cuestiones
interesantes5, la situación de aquellos que se encontraban en los estratos
3
García, E. (1993). Historia documental del cine mexicano. México: Universidad de Guadalajara.
Respecto a esto, García Riera menciona al tema de la otredad para referirse a “la Otra”, y como
pudo convertirse en un punto central de la misma, cosa contraria a la que el cineasta terminaría por
hacer al final, “suplido por la identidad de una estrella de cine consigo misma”. Esta dicotomía
identitaria sería de uso común, no solo para Gavaldón sino para todos aquellos realizadores en la
época, pues esta otredad era un efecto colateral de las nuevas contradicciones identitarias
posteriores a la segunda guerra mundial.
5 Es fascinante el resurgimiento del espiritismo en la América del siglo XIX y XX. Abordar el tema
que fue la búsqueda espiritual durante este periodo de tiempo en estos filmes puede ayudarnos a
comprender el énfasis que García Riera le dio al film de Gavaldón. “La gente recurre a las misteriosas
fueras del arcano” dice Riera en su comentario de En la palma de tu mano al abordar una situación
peculiar que ocurrió posteriormente a la creación de la bomba atómica: García Riera explica
rápidamente como el progreso tecnológico y militar había dejado al ser humano en un estado se
seguridad como no se había visto anteriormente, salvo en su propio interior, incapaz de “librarse del
4
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superiores de la cadena alimenticia social, los prejuicios a los que eran sometidos
por el hecho de pertenecer a círculos sociales donde el poder adquisitivo y el acceso
a la cultura no eran ningún problema para desarrollarse:
…(La película) abundaba en la idea de que no se puede ser refinado,
cosmopolita e interesante sin hacerse sospechoso…6
Esta situación puede verse también en otra película del cineasta, en “la diosa
arrodillada”, como lo explica Riera:
Gavaldón cree salvar a su lamentable héroe adornándolo con una cultura
demostrada a como dé lugar.7
Esta clase de miradas estereotipadas nos hablan no solamente de los tópicos que
eran recurrentes en los filmes de aquel entonces, más bien son estos mismos los
que dejan huella de como la clase política era vista en aquel entonces. Inclusive el
propio Gavaldón recibió críticas por haber pertenecido al PRI durante cierto periodo
de tiempo.
Este estigma, según Erving Goffman8, no sería más que la actitud que estos
individuos -reales o ficticios no importa- toman en función de aquellos otros que no
miedo, de la incertidumbre” que su existencia acarreaba a pesar de haber “redescubierto el fuego”
con fines devastadores.
La influencia que el cine negro estadounidense tuvo sobre el mexicano puede explicar este
fenómeno, al menos en parte. El trascendentalismo americano había tenido fuertes repercusiones
sociales en todo su territorio hasta bien entrada la primera mitad del siglo XX, teniendo sus orígenes
en la segunda mitad del XIX. La fascinación por lo oculto, por lograr una verdadera toma de contacto
con el más allá y hacer comunión con fuerzas extraterrenales, había dejado huella de alguna manera
en todos los medios artísticos; al exportarse el cine americano hacia México y adoptando nuestro
cine “su forma” de hacer cine, parece natural que este tipo de misticismos cobraran cierta presencia,
por mínima que fuera, en nuestro país.
No sorprende tomando en cuenta que el nuestro es un país –incluso hasta nuestros días- altamente
supersticioso. Una corriente filosófica extranjera mostrando señales de vida casi un lustro después
tiene lógica en una cultura tan predispuesta a la espiritualidad y practicas supersticiosas como la
nuestra.
6 García, E. (1993). Historia documental del cine mexicano. México: Universidad de Guadalajara.
7 Ídem.
8 Goffman, E. (2006). Estigma. La identidad deteriorada. Buenos Aires: Amurrutu Editores.
Consultado en:
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se acomodan a su visión de la realidad, o a sus principios morales o, en este caso,
que no se desenvuelva en los mismos círculos sociales ni tenga la misma capacidad
adquisitiva. Esta sociología del “estigma social” nos permite conocer en, este
sentido, la intención supuesta que García Riera les ha dado a estas películas y como
sus protagonistas actúan como lo hacen. Todo dentro, por supuesto, de la red de
conflictos que tanto caracterizaron a estos mundos.
De alguna manera, conocer a estos autores, a sus corrientes de pensamiento y sus
nexos con otros medios nos revelan la gran profundidad que poseen como
creadores de conocimiento, y en el caso de García Riera, como creador y aún más
como un divulgador de todo esto, que realmente es acaso igual de importante en el
ciclo del conocimiento y su evolución.
En ciencias sociales se ha popularizado, de forma lamentable, una fragmentación
de los distintos saberes en pos de una “especialización” que no ha logrado más que
un conocimiento altamente acotado, provocando que para muchos de nosotros la
simple idea de aspirar a una ciencia unificada y de visiones y perspectivas más
amplias resulte risible ante los ojos de una academia fría y dogmática, presa de
aquellos pecados que juró superar en el pasado.
En este sentido, Emilio García Riera ha demostrado que esto puede y debe
superarse, usando su propio trabajo como la mejor de las pruebas para dejar bien
en claro que una ciencia social no puede ser “solamente una” sino que debe tomar
cuanto le sea de todos los ámbitos posibles, para nutrirse y presentar mejores
resultados y/o enfoques no tomados anteriormente en cuenta.
El abordaje de Riera a la filmografía de Gavaldón resulta entonces un ejercicio muy
bueno de esta multidiciplinariedad. Y las sociologías que podemos encontrar en
ellas y que se desarrollaron aquí (aunque hay otras tantas que no lo hicieron y las
que sí, seguramente podrían explayarse muchísimo todavía) dejan claro esto. La
https://www.google.com/search?q=estigma+goffman&oq=esti&aqs=chrome.0.69i59j69i57j69i60j0l2j
69i60.1508j0j7&sourceid=chrome&ie=UTF-8#
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filmografía de Gavaldón se conjuga perfectamente con esta forma de análisis y riera
ha sabido dominarla hasta el resultado que podemos leer en su obra.
Más importante resulta ahora, saber que seguirá a partir de este punto. Reiteramos
la emergente necesidad de conseguir una sociología más libre, si es que queremos
realmente conseguir dar el siguiente gran salto en esta área. Limitarse por
metodologías constrictoras y pretensiones de exclusividad del conocimiento
conseguido no logrará absolutamente nada que no sea la extinción de las
instituciones que las validen; solamente a través de una mayor democratización en
la obtención y divulgación del saber encontraremos la verdadera trascendencia, y
será esta la que nos hará dueños de nuestro destino.
Bibliografía y filmografía:

Castoriadis C. (1993) Subjetividad & Historicosocial. Zona Erogena. N. 13.

Ferrer A. (productor) y Gavaldón, R.(director). (1946) La Otra. [cinta
cinematográfica] México. Producciones Mercurio.

García, E. (1993). Historia documental del cine mexicano. México:
Universidad de Guadalajara.

Goffman, E. (2006). Estigma. La identidad deteriorada. Buenos Aires:
Amurrutu Editores.

Lowenthal, R, Cardeña, J.(productores) y Gavaldón, R. (director). (1947) La
diosa arrodillada. [cinta cinematográfica] México. Panamerican films.

Mier F. Brooks O. (productores) y Gavaldón R. (director). (1950) En la palma
de tu mano. [cinta cinematográfica] México. Producciones Mier y Brooks.

Mier F. Brooks O. (productores) y Gavaldón R. (director). (1951) La noche
avanza. [cinta cinematográfica] México. Producciones Mier y Brooks.

Winckler L. (2018, noviembre). Arte y misticismo a principios del siglo XX.
Revista Esfinge: apuntes para un pensamiento diferente.
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