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Vecindad Civil - Apuntes 5
Derecho Civil (Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir)
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ÍNDICE
1.Introducción
1.1 Origen histórico
1.2 Derechos forales
2.Definición y atribución de vecindad civil
2.1 Características
2.2 Clases de vecindad civil
3. Adquisición vecindad civil
3.1 Modos de adquirir
3.2 Registro Civil
4. Diferencia entre vecindad civil y nacionalidad
5. Pérdida y recuperación de la vecindad civil
6. Diferencia entre vecindad civil y vecindad administrativa (maria)
1.INTRODUCCIÓN
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1.1 Origen histórico
En España por razones históricas que vienen de la época de la Reconquista, surgieron una
serie de comunidades, más o menos cohesionadas, con una serie de ideas, de valores y de
creencias, que no eran completamente homogéneas, pero sí tenían un objetivo en común: la
restauración de la Península Ibérica, que había sido conquistada por los musulmanes y
convertida en el Al-Ándalus. Como consecuencia, se hacen servir del Fuero Juzgo, código
legal visigodo promulgado por Recesvinto en el año 654 y posteriormente, en una versión
completada, por Ervigio. De esta manera, el Fuero Juzgo se aplicó como derecho local, en
calidad de fuero municipal, en los territorios meridionales según progresaba la reconquista
castellana, ya que se intentaba conseguir la unidad territorial que reinaba durante las
monarquías visigodas.
A grandes rasgos, el Fuero Juzgo es la traducción del Liber iudiciorum atribuida al Rey
Fernando III, quien extendió este romance por Andalucía, sirviendo como primera referencia
Córdoba, donde tenía el valor de norma vigente y aplicable. Además, este romance poseía
ventajas para los monarcas: una estructura más nobiliaria, unos impuestos mayores (será
fructífero para el monarca siempre que no afecte a la nobleza) y unos procedimientos
judiciales más cercanos al procedimiento romano-canónico con documentos, testigos, etc.
Sin embargo, con el paso del tiempo estas comunidades van tomando más conciencia de sí
mismas y desarrollan sus propias características: idioma diferenciado respecto de sus vecinas,
organismos e instituciones y un Derecho propio que cubra las necesidades del momento. Es
decir, instaurar un Derecho acorde con su marco temporal, territorial y social. Esto es fruto
del Derecho foral o Derecho local, que tiene su origen en las Cartas Pueblas otorgadas por los
reyes y señores de la Península Ibérica al fundar las poblaciones. Estas funcionaban a modo
de pacto entre la población y el rey o señor del lugar, con el objetivo de ordenar el territorio y
regular las condiciones de asentamiento de los nuevos pobladores. Pero con el crecimiento de
las poblaciones, las Cartas Pueblas se fueron unificando en normas jurídicas comunes, que se
establecían en forma de fueros, es decir, un estatuto jurídico aplicable a un territorio, que
regulaba el ordenamiento jurídico del lugar y las relaciones entre sus habitantes.
Sin hacer especial hincapié en la historia, la mayoría de los reinos peninsulares (excepto
Portugal) se unen a finales del siglo XV bajo el dominio de los Reyes Católicos. Pero
simplemente se trataba de una unión de carácter personal y hereditaria. Por tanto, los
territorios continuaron conservando sus peculiaridades institucionales y legislativas, sólo
teniendo en común la Corona. Esta situación se mantiene hasta el siglo XVIII, ya que entre
1701-1714 se produce la Guerra de Sucesión, saliendo exitoso el Rey Felipe V. Con su toma
de poder, se producen una serie de cambios institucionales en aquellas regiones que se habían
rebelado contra su persona, incluso en algunos territorios las abolió como es el caso de los
Furs de Valencia. En cambio, quienes se conservaron fieles a él, conservaron su propia
jurisdicción como es el caso de Navarra y Vizcaya. Aun así, siguió subsistiendo el Derecho
Foral propio de cada reino y distinto del que se rige en la mayor parte del territorio español.
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Ya en la Edad Contemporánea aparece la Codificación, comenzando el fenómeno con la
Constitución de Cádiz de 1812 (Artículo 258: Determina necesaria la creación de un Código
Civil uniforme a todas las provincias, incluyendo las colonias de Filipinas y Cuba), que no
finalizó hasta el Código Civil de 1889.
1.2 Derechos forales
En 1946, en el Congreso de derecho civil de Zaragoza, se acordó que se recogería cada
derecho foral en compilaciones: Compilación Vizcaya y Álava 1959, Compilación Cataluña
1960, Compilación Baleares 1961, Compilación Galicia 1963, Compilación Aragón 1967 y
Compilación Navarra 1973. Los territorios forales debían plasmarse en un sistema de
apéndices al Código (anexo).
¿En qué regiones rige este derecho foral?
- Galicia, donde rige un derecho foral propio en varias instituciones de carácter familiar, y
patrimonial peculiares.
- Navarra, con un derecho foral que incluso antes de la promulgación de la Constitución y
reanudación de sus instituciones forales (Ley de amejoramiento del fuero) era completo, y
con una particularidad muy sustantiva es la única región en la que la costumbre prima sobre
la ley escrita.
- Aragón, si bien en algunas partes de su territorio algunas de las instituciones forales estaban
en desuso.
- Vizcaya (o Bizcaia): Comprende el actual territorio de la provincia de Vizcaya, excepto las
villas de Balmaseda, Bermeo, Durango, Ermua, Guernica, Lumo, Lanestosa, Lequeitio,
Marquina, Ondarroa, Ochandio, Portugalete, Plencia y el término municipal de Bilbao, así
como en las localidades alavesas de Llodio y Aramayona.
-Tierra de Ayala (Álava): Rige en la tierra del mismo nombre en particular en los municipios
de Ayala, Amurrio y Okondo, y en los poblados de Mendieta, Retes de Tudela, santa Coloma
y Sojoguti del Municipio de Arciniega pero no en Llodio y Aramayona.
- Cataluña: Rige en todo el territorio de esta Comunidad, si bien ha de tenerse en cuenta que
en este derecho foral hay bastantes particularidades propias de comarcas y municipios.
- Baleares: En territorio de esta comunidad, teniéndose en cuenta que este es diferente para
las islas de Mallorca que el que rige en Ibiza y Formentera, si bien constan en un mismo
cuerpo legal.
- Fuero del Bailío: Rige en una zona, no muy bien definida de la provincia de Badajoz
lindante con Huelva y en municipios como Llerena, Fregenal... Este no está codificado.
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Estos derechos forales son unos derechos reconocidos plenamente por la Constitución
española en su artículo 149.1 8ª, que han experimentado en el proceso autonómico un
reverdecimiento al poder los órganos legislativos de las Comunidades Autónomas en que
rigen estos derechos ponerlos al día, modernizarlos, suprimiendo aquellas instituciones
carentes de sentido y regulando otras nuevas, etc. De esta manera, en la actualidad existe una
pluralidad de leyes por lo que debe de determinarse cuando rige una ley y cuando rige la otra.
Por ello se designa la vecindad civil.
2.DEFINICIÓN DE VECINDAD CIVIL
La vecindad civil es un estado civil de la persona que se inscribe en el Registro Civil. La
vecindad determina la sujeción al Derecho civil común o al especial o foral. Implica la
pertenencia a una comunidad regional con derecho propio, especial o foral. No se debe
confundir con la simple vecindad administrativa.
Es la condición en la que se encuentra todo ciudadano por su adscripción a una zona
determinada del territorio español donde se aplica, bien la legislación civil común o la foral.
Todas las personas sometidas a la ley española tienen una vecindad civil. Las causas de
adquisición de la vecindad civil española pueden agruparse en cuatro categorías: por
filiación, matrimonio, residencia o adquisición de la nacionalidad.
La vecindad civil es un término o condición del sujeto que viene por lo tanto recogida en el
Código Civil.
Artículo 14.1 CC: La sujeción al derecho civil común o al especial o foral se determina por
la vecindad civil.
Estos dos primero párrafos nos habla por un lado que la vecindad civil está sujeta al derecho
civil común o especial o foral. Esto se da porque el en el Estado español hay comunidades o
regiones que tienen su propio derecho foral, como ya se ha explicado, por lo que esos
ciudadanos españoles residentes en esos territorios poseen la vecindad civil
independientemente de su derecho foral ya que está subordinado al derecho civil común.
2.2 Características
1. Es de carácter general, aplicable a todos los ordenamientos regionales y a todos por igual.
2. Es limitada, refiriéndose sólo a lo contenido en cada ordenamiento regional.
3. Es necesaria y única, pues cada español tendrá una regionalidad y sólo una, sin perjuicio
de que pueda cambiarse.
4. Es materia sustraída al tráfico jurídico, pues afecta al interés público o general.
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3. ADQUISICIÓN DE LA VECINDAD CIVIL
3.1 Tipos de adquisición
Suele distinguirse, en la vecindad civil, entre adquisición originaria y adquisición derivativa
(o derivada), lo mismo que respecto de la nacionalidad. Esta distinción no significa otra cosa
que vecindad atribuida desde el nacimiento (aunque quizás determinada, retroactivamente,
tiempo después: sería el caso del art. 14.3, 2º párrafo) y vecindad por cambio posterior.
a) Es originaria cuando se adquiere en el nacimiento o por ser más exactos como
consecuencia de la filiación.
b) Es derivada o derivativa cuando se adquiere con posterioridad. Es decir, que el que
ostentaba una vecindad civil anterior adquiere otra que no poseía.
Maneras de adquirir la vecindad de manera originaria:
1. Como consecuencia de la filiación.
Se parte del “ius sanguinis” como criterio de determinación de la vecindad civil. Lo fija el
artículo 14.2 CC cuando señala que los hijos tendrán la vecindad de los padres (“los nacidos
de padres que tengan tal vecindad”). Este artículo prevé dos situaciones distintas “filiación
por naturaleza” y “filiación por adopción” y atribuye al hijo la vecindad civil de los padres si
ambos tienen la misma.
Si los padres tienen distinta vecindad civil se aplicarán los criterios previstos en el artículo
14.3 CC: “Si al nacer el hijo, o al ser adoptado, los padres tuvieren distinta vecindad civil, el
hijo tendrá la que corresponda a aquél de los dos respecto del cual la filiación haya sido
determinada antes; en su defecto, tendrá la del lugar del nacimiento y, en último término, la
vecindad de derecho común”.
En este caso, el hijo tendrá la del lugar de nacimiento (aquí seguimos el criterio “ius soli”),
sin perjuicio de que, los padres puedan, en el plazo de seis meses siguientes desde el
nacimiento, atribuir al hijo la vecindad civil de cualquiera de ellos. De ello se deduce que,
como en la nacionalidad, la atribución de la vecindad civil vía “ius soli” (derecho de lugar )
es subsidiaria de la transmisión “ius sanguinis” (derecho de sangre).
2. Como consecuencia del lugar de nacimiento:
Si los padres no ostentan la misma vecindad civil y la paternidad se ha determinado
simultáneamente, el artículo 14.3.I CC establece como criterio la atribución de la vecindad
civil del lugar de nacimiento.
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El mismo criterio se utilizará cuando se trate de filiación desconocida porque no haya sido
determinada por ninguno de los padres. Además, el artículo 14.6 CC establece que: “En caso
de duda prevalecerá la vecindad civil que corresponda al lugar de nacimiento”.
Otro supuesto sería el de la adquisición de la vecindad civil estatal como criterio subsidiario:
en este caso es necesario prever la hipótesis en que los padres no ostentan la misma vecindad
civil, la paternidad se ha determinado simultáneamente respecto de ambos y el nacimiento no
se ha producido en territorio español. El artículo 14.3.I CC se inclina por atribuir la vecindad
de Derecho común.
3. Por opción.
Según el artículo 19 CC, el extranjero menor de dieciocho años adoptado por un español
adquiere desde la adopción, la nacionalidad española. Y cuando sea el adoptado mayor de
dieciocho años, sólo adquiere el derecho a optar por la nacionalidad, no la nacionalidad
directamente.
La extinción de la adopción no es causa de pérdida de la nacionalidad adquirida (artículo
180.3CC). Hay una cierta contradicción entre la naturaleza derivativa de esta forma de
adquisición y que luego los efectos sean originarios (por eso se pone la coletilla al final del
artículo que dice: “adquiere la nacionalidad de origen”).
Otros supuestos son los de la adquisición derivativa que se puede llegar a ésta a través de:
1.
Una carta de naturaleza.
Según el artículo 21.1 CC la nacionalidad española se adquiere por carta de naturaleza,
otorgada discrecionalmente mediante Real Decreto, cuando en el interesado concurran
circunstancias excepcionales, a petición del mismo. El expediente se tramita ante el
Ministerio de Justicia.
Y la concesión caducará a los 180 días siguientes a su notificación si en este plazo no
comparece el interesado ante funcionario competente.
2. La residencia:
Tiene gran importancia práctica, a diferencia de lo que sucede en el caso de la nacionalidad,
es posible que el mero transcurso de un plazo suponga cambio de vecindad civil sin
necesidad de que el interesado manifieste su voluntad. Una persona puede cambiar de
vecindad civil sin tener noticia de ese cambio.
Según el artículo 21 del CC, pero esta vez en su párrafo 2º: “La nacionalidad española
también se adquiere por residencia en España, en las condiciones que señala el artículo
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siguiente y mediante la concesión otorgada por el Ministerio de Justicia, que podrá denegarla
por motivos razonados de orden público o interés nacional”.
Continúa diciendo este artículo que para la concesión de la nacionalidad por residencia se
requiere que ésta haya durado diez años. Serán suficientes cinco años para los que hayan
obtenido la condición de refugiado, y dos años cuando se trate de nacionales de origen de
países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial o Portugal o de Sefardíes.
En el caso de que el interesado quiera evitar este efecto de cambio automático por la
residencia habitual, debe proceder antes del vencimiento del citado plazo a formular
declaración expresa en contrario, la cuál se hará constar en el Registro Civil, conforme a lo
previsto en los artículos 14.5 párrafo 2º CC y 225 del Reglamento del Registro Civil. En el
primer caso, es necesario que el interesado realice una declaración de voluntad expresa en el
Registro Civil bien del domicilio o bien en el del lugar donde conste la inscripción de
nacimiento.
En estos supuestos, la actividad exigible a los interesados termina con la presentación en
forma de su declaración de conservación de su vecindad civil que cree ostentar, y los efectos
del acta respecto del cómputo del plazo de diez años deben retrotraerse al momento de la
presentación del escrito por ser en este momento cuando el acta debe quedar formalizada y el
ciudadano, en consecuencia, no puede resultar perjudicado cuando por razones ajenas a él,
aunque sean justificadas, se demora la citada formalización . La conclusión anterior se ve
reforzada no sólo por el principio de favor hacia la conservación de la vecindad con que viene
siendo interpretada la regulación de la materia, sino también por el propio fundamento,
basado en la voluntad del individuo, a que responde dicha conservación.
Además, bastará el tiempo de residencia de un año para:
a) El que haya nacido en territorio Español.
b) El que no haya ejercitado oportunamente la facultad de optar.
c) El que haya estado legalmente sujeto a la tutela, guarda o acogimiento de un ciudadano o
institución españoles durante dos años consecutivos, incluso si continuare en esta situación en
el momento de la solicitud.
d) El que, al tiempo de la solicitud, llevare un año casado con español o española y no
estuviere separado legalmente o de hecho.
e) El viudo o viuda de española o español, si a la muerte del cónyuge no existiera separación
legal o de hecho.
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f) El nacido fuera de España de padre o madre, abuelo o abuela (introducido por Ley
36/2002), que originariamente hubieren sido españoles.
El interesado deberá justificar en el expediente regulado por la legislación del Registro Civil,
buena conducta cívica y suficiente grado de integración en la sociedad española.
La concesión o denegación de la nacionalidad por residencia deja a salvo la vía judicial
contencioso-administrativa.
Un ejemplo de este tipo de adquisición de vecindad civil lo vemos en la STS de 5 de abril de
1994, que consideró que existía fraude de ley en la adquisición de la vecindad vizcaína por
unos cónyuges que habían residido más de dos años en una villa sometida a Derecho
vizcaíno, otorgando dos días después sendos testamentos que declararon sometidos al
Derecho foral, en los que nombraron herederos a sus nietos y separaron de la herencia
expresamente a sus dos hijos.
3
Por posesión de Estado.
La nacionalidad se adquiere por la posesión y utilización continuada de la nacionalidad
española durante diez años, con buena fe y basada en un título inscrito en el Registro Civil.
Ello es causa de consolidación de la nacionalidad, aunque se anule el título que la originó, en
virtud de lo previsto en el artículo 18 CC: “ La posesión y utilización continuada de la
nacionalidad española durante diez años, con buena fe y basada en un título inscrito en el
Registro Civil, es causa de consolidación de la nacionalidad, aunque se anule el título que la
originó”.
Es esencial el requisito de un título inscrito en el Registro Civil que sea idóneo para fundar la
posesión y utilización de la nacionalidad española.
4.
Por opción.
En el artículo 14, el Código Civil prevé dos supuestos en los que la vecindad civil se adquiere
mediante opción del interesado:
a) Conforme el artículo 14.3.IV CC: “En todo caso el hijo desde que cumpla catorce años y
hasta que transcurra un año después de su emancipación podrá optar bien por la vecindad
civil del lugar de su nacimiento, bien por la última vecindad de cualquiera de sus padres. Si
no estuviera emancipado, habrá de ser asistido en la opción por el representante legal”.
b) Conforme el artículo 14.4 CC, cualquiera de los cónyuges no separados, ya sea legalmente
o, de hecho, podrá optar por la vecindad civil del otro.
De manera que, la regulación actual permite que cualquiera de los cónyuges pueda optar en
todo momento por la vecindad civil del otro, siempre que el matrimonio subsista y no exista
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separación legal o, de hecho, tampoco en caso de fallecimiento o divorcio. El concepto
jurídico “separación de hecho” implica el cese efectivo de la convivencia, lo importante es
que al momento de la solicitud el matrimonio subsista y los cónyuges vivan juntos.
Sobre si los cónyuges viven juntos, el artículo 68 CC dice que “los cónyuges están obligados
a vivir juntos”, y el artículo 69 del mismo Cuerpo legal recoge la presunción (artículo 385
LEC), salvo prueba en contrario, de que los cónyuges viven juntos, ello sin perjuicio de que
puede perfectamente existir convivencia matrimonial aun cuando circunstancialmente el
lugar de residencia de ambos cónyuges no sea el mismo (STS de 22 de diciembre de 2006).
Desde la vigencia de la Constitución de 1978, el matrimonio ya no altera la vecindad civil de
los cónyuges.
3.2 Registro Civil
A continuación relacionamos los documentos a presentar para solicitar la conservación o
adquisición de la vecindad civil:
1.-Documentos a presentar para solicitar la conservación de la vecindad civil. ( Sólo se
presentará en el Registro Civil de la ciudad donde se está empadronado)
1.
2.
3.
4.
DNI y fotocopia del solicitante.
Si hay hijos: Libro de Familia.
Certificación literal de nacimiento del solicitante.
Certificación de empadronamiento con expresión de fecha del alta y lugar del que
procede (ojo: no tienen que haber transcurrido más de diez años con residencia
continuada desde el empadronamiento en Valencia).
2.-Documentos a presentar para solicitar la adquisición de la vecindad civil. (Sólo se
presentará en el Registro Civil de la ciudad donde se está empadronado).
1.
2.
3.
4.
DNI y fotocopia del solicitante.
Si hay hijos: Libro de Familia.
Certificación literal de nacimiento.
Certificado de empadronamiento con expresión de fecha del alta y residencia
continuada, y lugar del que procede (Ayuntamiento del que se dio de bajo, con fecha).
IMPORTANTE: Es preciso acreditar residencia continuada de DOS AÑOS.
3.-Documentos a presentar para solicitar la opción por la vecindad civil civil del/a
cónyuge. (Sólo se presentará en el Registro Civil de la ciudad donde se está empadronado).
1. DNI y fotocopia del solicitante.
2. Certificación literal de nacimiento del/a solicitante.
3. Certificación literal de nacimiento del/a cónyuge.
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4. Certificación literal de matrimonio.
5. Libro de Familia.
4. DIFERENCIA ENTRE VECINDAD CIVIL Y NACIONALIDAD
La nacionalidad es un vínculo jurídico que une a una persona con un Estado. Desde el punto
de vista del Derecho Civil, resulta más adecuado subrayar que la nacionalidad tiene como
finalidad esencial la identificación del bloque normativo estatal aplicable a una persona
(condición, capacidad, relaciones familiares, sucesión por causa de muerte, etc.). La
regulación de la nacionalidad se contiene fundamentalmente en los artículos 17 a 28 CC.
En cambio, la vecindad civil es un vínculo de dependencia que tiene un sujeto. España se
configura como un Estado plurilegislativo, en el que coexisten diferentes legislaciones
civiles. Por tanto, se hace necesario establecer criterios para determinar cuándo se aplica una
u otra legislación. Lógicamente, la aplicación de uno de esos Derechos supone la exclusión
de los otros ordenamientos.
Otro rasgo a diferenciar es que, en el caso de la nacionalidad, la persona se considera como
española y, en el caso de vecindad civil, se trata de una persona perteneciente a una
Comunidad Autónoma y como consecuencia, a un respectivo Derecho foral.
Y en cuanto a su origen, la nacionalidad se atribuye por lugar de nacimiento, por residencia y
por nacidos de padre o madre españoles. Y en el caso de la vecindad civil, se puede adquirir
también por opción y por carta de naturaleza.
5. PÉRDIDA Y RECUPERACIÓN DE LA VECINDAD CIVIL
► La nacionalidad se puede perder cuando se de alguno de estos supuestos (artículos 24 y 25
CC):
1.Pérdida por adquisición de otra nacionalidad
Según el artículo 24.1 CC: Pierden la nacionalidad española los emancipados que,
residiendo habitualmente en el extranjero, adquieran voluntariamente otra nacionalidad o
utilicen exclusivamente la nacionalidad extranjera que tuvieran atribuida antes de la
emancipación. La pérdida se producirá una vez que transcurran tres años, a contar,
respectivamente, desde la adquisición de la nacionalidad extranjera o desde la
emancipación. No obstante, los interesados podrán evitar la pérdida si dentro del plazo
indicado declaran su voluntad de conservar la nacionalidad española al encargado del
Registro Civil.
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La adquisición de la nacionalidad de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea
Ecuatorial o Portugal no es bastante para producir, conforme a este apartado, la pérdida de
la nacionalidad española de origen, ya que con estos países hay firmados convenios que
permiten tener a los individuos doble nacionalidad.
Cabe señalar que, no se pierde la nacionalidad española por adquirir otra si España está en
guerra.
2. Pérdida por renuncia
Artículo 24.2 CC: Pierden la nacionalidad española los españoles emancipados que
renuncien expresamente a ella, si tienen otra nacionalidad y residen habitualmente en el
extranjero.
Artículo 24.3 CC: Los que habiendo nacido y residiendo en el extranjero ostenten la
nacionalidad española por ser hijos de padre o madre españoles, también nacidos en el
extranjero, cuando las leyes del país donde residan les atribuye la nacionalidad del mismo,
perderán, en todo caso, la nacionalidad española si no declaran su voluntad de conservarla
ante el encargado del Registro Civil en el plazo de tres años, a contar desde su mayoría de
edad o emancipación.
Artículo 25.1 CC:
a) Cuando durante un período de tres años utilicen exclusivamente la nacionalidad a la que
hubieran declarado renunciar al adquirir la nacionalidad española.
b) Cuando entren voluntariamente al servicio de las armas o ejerzan cargo político en un
Estado extranjero contra la prohibición expresa del Gobierno.
Artículo 25.2 CC: La sentencia firme que declare que el interesado ha incurrido en
falsedad, ocultación o fraude en la adquisición de la nacionalidad española produce la
nulidad de tal adquisición, si bien no se derivarán de ella efectos perjudiciales para terceros
de buena fe. La acción de nulidad deberá ejercitarse por el Ministerio Fiscal de oficio o en
virtud de denuncia, dentro del plazo de quince años.
► La vecindad civil se puede recuperar. Según el artículo 15.3 CC, la recuperación de la
nacionalidad española lleva consigo la de aquella vecindad civil que ostentara el interesado
al tiempo de su pérdida”.
En lo referente a la vecindad civil, no puede haber nunca pérdida de la misma por un español,
ya que todo español debe tener una vecindad. Lo único que se produce es una sustitución de
una vecindad civil por otra, y sólo hay pérdida de la vecindad civil cuando antes haya una
pérdida de la nacionalidad española.
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Aquí, el efecto de la recuperación de la nacionalidad se extiende a la vecindad pérdida
anteriormente con la nacionalidad española. Para poder recuperar la nacionalidad española
hay que cumplir los requisitos expuestos en el artículo 26 CC:
a) Ser residente legal en España. Este requisito no será de aplicación a los emigrantes ni a
los hijos de emigrantes. En los demás casos podrá ser dispensado por el Ministro de Justicia
cuando con curran circunstancias excepcionales.
b) Declarar ante el encargado del Registro Civil su voluntad de recuperar la
nacionalidad española.
c) Inscribir la recuperación en el Registro Civil.
6. DIFERENCIA ENTRE VECINDAD CIVIL Y VECINDAD ADMINISTRATIVA.
Llegados a esta altura del trabajo y para el desarrollo de este apartado, se debe hacer un
pequeño recordatorio de la significación del término “vecindad civil” y añadimos uno nuevo
con el que frecuentemente se le confunde, este término es la vecindad administrativa. Por
ello, cabe desarrollar las diferencias que presentan estos términos.
En primer lugar, se debe localizar en el Código Civil la regulación de esta condición del
sujeto con personalidad jurídica. Este concepto lo se halla en el artículo 14.1 del Código
Civil:
“1. La sujeción al derecho civil común o al especial o foral se determina por la vecindad
civil.”
Como se observa, determina la sujeción al derecho civil común o al foral de cada Comunidad
Autónoma. De manera que, la vecindad civil es un estado civil o la condición de una persona,
pues establece la ley regional aplicable, influyendo es su capacidad de obrar, respecto a lo
que en la ley respecta. Estas influencias son referidas a las consecuencias legales a la que
puede hacer frente el sujeto en materia de sucesiones, en el régimen económico matrimonial
etc.
Por tanto, cada persona tiene su vecindad y aunque resida en el extranjero no puede hallarse
con una doble vecindad civil. Cabe hacer un inciso respecto al artículo 14 CC, ya que, aunque
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no se haga referencia en dicho código, las personas jurídicas tienen igualmente vecindad
civil, no siendo necesario de que se trate de personas físicas.
Por otra parte, la vecindad administrativa es objeto de regulación por parte de la legislación
de régimen local, que exige a “todo español o extranjero que viva en territorio español estar
empadronado en el municipio en que resida habitualmente” y otorga la condición de vecino a
los “españoles mayores de edad que residan habitualmente en el término municipal y figuren
inscritos con tal carácter en el padrón”.
Por el contrario, la vecindad civil no requiere residencia del sujeto, sino solamente
voluntariedad en la aplicación del sistema civil de que se trate, y es independiente, de la
condición política que supone la pertenencia a cualquiera de las Comunidades Autónoma.
El hecho de tener una u otra vecindad civil es una cuestión tan importante y vital como la
nacionalidad, sobre todo en un país como España con diferentes regulaciones autonómicas,
ya que, en función de cuál sea la vecindad civil, se aplicará el derecho civil común o derecho
civil foral de la Comunidad Autónoma a la que se pertenezca. La vecindad civil determina la
sujeción de las personas a un Derecho u otro, en función de cuál sea la vecindad civil de una
persona, le serán aplicables unas normas u otras, se aplican unas u otras leyes en aspectos tan
trascendentales como, ley que regula nuestro matrimonio, los efectos de la separación o el
divorcio, regula nuestra sucesión y herencia, regula la propiedad y los bienes de la persona,
regula las relaciones paterno-familiares y obligaciones alimenticias entre familiares, entre
otras, como hemos hecho mención anteriormente.
Tras la promulgación de la Constitución Española y los Estatutos de Autonomía y a la vista
de algunos desarrollos civiles autonómicos, cabe señalar que en Comunidades como Navarra
y Cataluña, gozan de un derecho foral propio. En este caso tendrá una importancia bastante
considerable la vecindad civil.
También se puede hacer referencia a la jurisprudencia con la sentencia del Tribunal Supremo
588/2009, de 14 de septiembre, donde se puede ver en materia de sucesiones la importancia
de la vecindad civil. Esta alude a que tras el fallecimiento de doña Milagros, y a raíz de
excluir en su testamento del importe de la legítima a uno de sus dos hijos, situación permitida
por el Fuero Nuevo de Navarra que regía las sucesiones, se planteó demanda ante el Juzgado
de Primera Instancia de Barcelona. Con la demanda, el hijo excluido de la legítima pretendía
acreditar que la vecindad civil de la fallecida era la catalana, debiendo regirse el testamento
de su madre por la ley sucesoria del Derecho Catalán, y no la navarra, como se alegaba.
En virtud de esta competencia exclusiva, la normativa reguladora de la vecindad civil está
contenida en el Código Civil en sus artículos 14 y 15, lo que no deja de ser lógico si se piensa
que la vecindad civil no es sino una relación jurídica entre el Estado español y sus
ciudadanos, que determina la sumisión de éstos a cualquiera de las legislaciones civiles
vigentes en España. Por último, lo mismo en la vecindad administrativa, ya que las dos son
relaciones jurídicas entre el Estado español y los ciudadanos, pero con diferencia que en este
caso es el padrón municipal.
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7.BIBLIOGRAFÍA
- Abogado amigo: http://www.abogadoamigo.com/vecindad-civil/ consultado el 10/04/2017.
- Abogados civil Madrid: https://apuntesderechoc.wordpress.com/2012/04/29/la-vecindadcivil-concepto/ consultado el 08/04/2017.
- DE VERDA Y BEAMONTE, J.R. y otros. Derecho Civil I. Editorial: Tirant lo Blanch.
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- Elergonomista: http://www.elergonomista.com/relacioneslaborales/dp4.html consultado el
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Downloaded by Lucia Flores palacios ([email protected])
lOMoARcPSD|8586140
- STS 98/1994, de 5 de abril.
Downloaded by Lucia Flores palacios ([email protected])
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