UNIVERSIDAD JUÁREZ DEL ESTADO DE DURANGO Facultad de Ciencias de la Salud Estudio autodirigido: Desprendimiento de retina Paulo César Cárdenas Chávez 9°A OFTALOMOLOGÍA Dr. Guillermo Chávez Ramos 30 de Septiembre de 2021 JUSTIFICACIÓN El desprendimiento de retina (DR) afecta una de cada 10.000 personas al año. Se trata de un problema visual grave que puede ocurrir a cualquier edad, aunque normalmente suele darse en individuos de edad media o en personas de la tercera edad. La incidencia es de 0.03- 0.1%. Su frecuencia es mayor entre varones alrededor de la tercera edad (50-70 años). La incidencia en pacientes miopes es superior; se sitúa entre 0.7 – 6 %, de tal manera que más de un tercio de los desprendimientos de retina aparecen en ojos con miopía. Además de los factores oculares relacionados, también influyen el seguimiento inadecuado de los factores de riesgo y el difícil acceso a médicos especialistas que se traduce en retraso en el diagnóstico certero y tratamiento tardío implica deterioro del pronóstico visual cuando el área macular está incluida en el área desprendida con pobres resultados en adultos jóvenes y en edad productiva. Es por ello, que es importante conocer el abordaje correcto de un DR debido a que la población joven puede verse afectada y repercutir de forma importante en el costo de la enfermedad cuando la visión se pierde por un mal diagnóstico y/o tratamiento. INTRODUCCIÓN El término desprendimiento de retina (DR) se utiliza para describir una separación entre la retina neurosensorial y el epitelio pigmentario retinal (EPR) subyacente que produce una rápida pérdida de la agudeza visual sin presencia de dolor. Al repasar los aspectos anatómicos e histológicos se conoce que la retina se sitúa en la túnica interna o nerviosa del globo ocular. Esta es una membrana interna blanco grisácea que se desprende fácilmente de su lecho, el epitelio pigmentario. Es delgada y parcialmente transparente, está en contacto con la cara interna de la coroides y con el humor vítreo. pág. 2 La estructura retiniana es compleja y está formada básicamente por varias capas de neuronas interconectadas mediante sinapsis. Las únicas células sensibles directamente a la luz son los conos y bastones, conteniendo aproximadamente 6.5 millones de conos y 120 millones de bastones. El epitelio pigmentario es la capa más externa de la retina. Está formada por células cúbicas no neuronales que poseen gránulos de melanina, los cuales le dan una pigmentación característica. DESARROLLO El desprendimiento de retina consiste en la separación de la retina neurosensorial del epitelio pigmentario. Prácticamente todos los DR caen dentro de tres categorías basadas en la causa del desprendimiento: 1. Desprendimiento de retina regmatógeno: Está causado por un desgarro o rotura que afecta a todas las capas de la retina, se produce acúmulo de líquido subretiniano, el cual propicia que se despegue la zona. Las personas con miopía avanzada son propensas a presentarlo, pues en ellas la retina es más delgada de lo habitual a causa de la degeneración miópica. 2. Desprendimiento traccional: Se produce por una tracción del humor vítreo sobre la retina, a la cual está adherido por tractos fibrosos anormales que al contraerse provocan el desprendimiento. Los pacientes diabéticos que sufren retinopatía diabética de tipo proliferativo están especialmente predispuestos a esta modalidad. 3. Desprendimiento exudativo: Es el menos frecuente. La retina se proyecta hacia el cuerpo vítreo por procesos proliferativos de los vasos coroideos. Se debe a la filtración de líquido por debajo de la retina, causado por otras enfermedades oculares. pág. 3 Factores de riesgo La miopía es considerada un factor de riesgo de acuerdo a su magnitud para el desarrollo de DR. El antecedente de cirugía ocular incluyendo la cirugía de catarata o lente intraocular incrementa el riesgo de desarrollar DR 6 a 7 veces comparado con el ojo fáquico. El riesgo es mayor dependiendo de la técnica quirúrgica utilizada. Otros factores de riesgo son: - Historia familiar de DR - Retinopatía diabética - Vítreo retinopatía hereditaria - Enfermedad congénita ocular - Prematurez Manifestaciones clínicas y diagnóstico La principal manifestación clínica del DR es el compromiso de la agudeza visual, que puede ir desde una visión normal hasta sólo distinguir sombras (en casos con compromiso macular), y la alteración del campo visual, manifestada como una cortina o sombra en la periferia del campo visual que progresa. El paciente puede expresar además la presencia de destellos luminosos (fotopsias) y flotadores vítreos (entopsias). Según la situación del desprendimiento aparecen los síntomas visuales que en la parte superior son bruscos y empeoran en el transcurso del día. La aparición brusca de pequeñas manchas oscuras y móviles en el campo visual que se mueven espontáneamente se conoce como moscas volantes, aunque su nombre técnico es miodesopsias representan un síntoma frecuente en personas mayores de 40 años. Al realizar el examen con oftalmoscopio se encuentran los siguientes signos: pérdida de color normal de la retina a nebulosa con pág. 4 aspecto de moteado algodonoso, vasos muy oscuros y tortuosos, disminución del reflejo luminoso, pliegues grisáceos, así como zonas de solución de continuidad a través de las cuales se ve la coroides. El ultrasonido modo B ha demostrado ser una prueba confiable para la detección de desgarros de retina con una sensibilidad del 96.4% mayor a la sensibilidad de la fundoscopía. Tratamiento Entre las técnicas usadas con mayor frecuencia figuran 1. Fotocoagulación con láser: Con el láser se causan quemaduras controladas alrededor de la zona desprendida, las cuales acaban por cicatrizar y sellan la retina al tejido que está debajo, la coroides. 2. Crioterapia: Mediante una criosonda se congela el tejido alrededor de la zona desgarrada, tras lo cual se produce una cicatrización que actúa de forma protectora por un mecanismo similar al descrito en la fotocoagulación con láser. 3. Retinopexia neumática: En el interior del ojo se introduce una burbuja de gas, el cual realiza una presión sobre la zona desprendida de la retina, de moto tal que favorece su cicatrización y evita la extensión del desgarro. 4. Cierre esclerótico o anillo escleral: Se trata de un procedimiento quirpurgico, donde se coloca una banda o anillo alrededor de la esclera con la finalidad de mantener una presión externa sobre el globo ocular, que impide la extensión del desprendimiento de retina 5. Drenaje del líquido subretiniano: Cuando existe un desprendimiento, puede acumularse líquido subretiniano por debajo del mismo, el cual empeora la evolución, puesto que favorece la expansión del desagarro. Mediante el drenaje se extra este líquido, facilitando la curación sin secuelas. Pronóstico El pronóstico de un DR sin tratamiento es malo ya que existe una pérdida de visión severa en todos los pacientes no tratados. A eso se agregan complicaciones pág. 5 estéticas y emocionales debido a la atrofia que sufre el globo ocular (ptisis bulbi) debido al DR no tratado. De igual forma, el pronóstico y respuesta al tratamiento difiere en dependencia de la magnitud, localización y tiempo de evolución; 85% de los pacientes responden adecuadamente tras una intervención y 15% pueden necesitar 2 o más intervenciones. CONCLUSIÓN El desprendimiento de retina, si bien, no es una patología con alta incidencia cuando es comparada con otras enfermedades oftalmológicas, sí es importante revisar su etiología y su abordaje diagnóstico-terapéutico debido a que es un problema incapacitante, que si no se trata de forma correcta, puede causar la ceguera total del ojo afectado, así como una repercusión física y emocional en el paciente. Por lo tanto, resulta imprescindible para los médicos conocer los aspectos más importantes de dicha enfermedad y ser capaces de diagnosticarla y/o referir en el momento oportuno con el médico especialista. . BIBLIOGRAFÍA 1. Jaime Claramunt, L. (2010). Desprendimiento de retina. Revista Médica Clínica Las Condes, 21 (6), 956–960. 2. Cano RJC, Infante TNI, González GL. (2015) Desprendimiento de retina: una revisión bibliográfica necesaria. MediSan. 19(01):78-87. 3. Guía de Práctica Clínica Clínica Clínica Diagnóstico y Tratamiento del Desprendimieto de Retina Regmatógeno No Traumático, México; Secretaria de Salud, Instituto Mexicano del Seguro Social, 2011. pág. 6