Medios de comunicación, manipulación y objetividad Por García, Miguel y Silva, María. Actualmente los medios informativos o medios de comunicación juegan un papel determínate en la sociedad, son una herramienta clave para que los ciudadanos accedan a información y tomen decisiones. Sus dueños y asociados saben cómo aprovecharse de esto, y lo manejan de acuerdo con su conveniencia; política, económica y social, tal como lo menciona Alba (2009), “Los medios masivos, y también los comunitarios, responden más a las demandas del mercado global, de sus dueños y de sus anunciantes, que a las de sus audiencias.”, es decir, los medios de comunicación masiva manejan y tergiversan la información de acuerdo con la influencia que quieran generar en la sociedad. Por esto es necesario darse cuenta de en realidad cómo funcionan y cuál es el propósito de dichos medios: informar, o incidir en el pensamiento y comportamiento de la sociedad. En primer lugar, los medios de comunicación masiva tienen una clara influencia sociopolítica en las comunidades. Tal como el siguiente autor nos explica: En efecto, la creciente mediatización de la sociedad, cuyas condiciones de posibilidad están dadas por la presencia de las tecnologías de la información y la comunicación, ha ratificado el carácter de los medios de comunicación masiva como mediadores sociales, como actores de la sociedad de mercado y como actores sociopolíticos. (Valderrama, 2018, p.1). Es decir que, en una sociedad, donde la comunicación es un eje primordial en su funcionamiento, los medios masivos trabajan como dirigentes de un actuar social bastante significativo para esta misma. Las noticas de relevancia colectiva son las que tienen mayor probabilidad que obedezcan a intereses políticos de las empresas, así como de sus dirigentes y asociados. De este modo, Martini (2000) aclara que identificar y saber que hechos o sucesos merecen ser expuestos al escarnio público, ya sea por la importancia que estos sugieren para la sociedad o para la situación de la información política, no solo inscribe en un juego de diversas fuerzas en tensión que obedecen además a varios intereses y valores, sino que también, utiliza procesos subjetivamente complejos que se conocen como criterios de noticiabilidad. Podemos dar cuenta de que las noticias más importantes son en las que se involucran los diferentes sectores económicos y políticos, en los cuales la mayoría de las veces priman los intereses particulares de aquellos que son dueños de la información y deciden la manera en la que esta es dada a conocer y el punto de vista que ellos desean impartir al público receptor. En segundo lugar, los medios colocan en el foco noticias irrelevantes, para que el público ignore las realmente importantes. De acuerdo con Germán Silva García como se cita en el libro (El mundo real de los abogados y de la justicia, tomo tercero) los medios de comunicación facilitan procesos de intercambio de conocimientos y debates de carácter social y son la materialización de la necesidad de relacionarse que tienen todos los seres humanos mediante ellos se describen situaciones y problemas de nuestra realidad. Lo cierto es que dichos asuntos cuestionan no sólo la profesionalización de quienes están detrás de los contenidos informativos, si no, ante todo, los márgenes de credibilidad de la información misma y la legitimidad social que ella produce en la audiencia. (Ortiz, Ruíz y Velásquez, 2002). Por consiguiente, ellos mismos señalan que la banalización de la realidad, de lo importante, por parte de los medios está generando desprecio hacia los periodistas. Ortiz, Ruíz y Velásquez (2002). Para terminar, los medios de comunicación tienen la facultad de dar la información y opinar sobre temas de controversia, pero dicha información que transmite al público debe ser veraz e imparcial. Los medios de comunicación son opinión pública subjetiva y no neutral. Muchas veces, antes de que haya una decisión judicial, los medios ya han emitido una sentencia tras simples interpretaciones, justificados en hechos que inclusive aún no son probados y pierden de vista que la función de los medios jamás será la de tomar decisiones. De modo que, La Corte Constitucional (2013) se ha pronunciado sobre el tema: “[...] los medios están particularmente sujetos a los parámetros de (i) veracidad e imparcialidad, (ii)distinción entre informaciones y opiniones, y (iii) garantía del derecho de rectificación”. La razón por la cual, decía: Pérez Perdomo (1999), esto implica que se ha encontrado un nuevo público, que para tomar sus decisiones no solo consultaría sus códigos o precedentes, o que va a tratar de ser influido en los corredores por quienes detentan el poder político, sino que sabe que sus decisiones tendrán un impacto inmediato en los medios. (Barragán, López, 2018, 193.) En conclusión, los grandes medios de comunicación manipulan e intrincan las noticias según el dominio quieran producir en la forma de pensar de los ciudadanos. La legitimidad sobre las decisiones en las que se encuentran inmersas cuestiones políticas, sociales, y económicas están dadas por una clara influencia de los medios informativos, los cuales muestran la noticia de acuerdo con los intereses propios. Por ende, la objetividad de los medios de comunicación masiva estará siempre en duda. Referencias Barragán Garzón, P. A., & López Pinilla, A. L. (2018). Las decisiones judiciales un dilema entre la legitimidad y la influencia de los medios de comunicación. Novum Jus Revist. Alba Gutiérrez, G. (2009). Los medios de comunicación en Colombia frente a las demandas de los ciudadanos. Actualidades pedagógicas, 1(54), 137-145. Barreto, M. I., Borja, H., Serrano, Y., & López, W. L. (2009). La legitimación como proceso en la violencia política, medios de comunicación y construcción de culturas de paz. Higuera, C. E. V. (2018). Medios de comunicación y política. Industria y representaciones sociales en la noticia política. Comunicación, (39), 65-78. Araújo, X. R., & Casero-Ripollés, A. (2018). Comunicación política en la época de la redes sociales lo viejo y lo nuevo, y más allá. adComunica, (16), 21-24.