En torno al concepto de sistema social: Pareto, Parsons, Luh1nann Antonio Camou 1 Presentación Jorge Luis Borges sefialó alguna vez que "la li1isión de la literatura era decir, en el lenguaje de su tiempo, las cinco o seis metáforas. En Ja historia de Ja literatura-sostenía el autor de Ficciones- no hay más que cinco o seis metáforas, no más que unas pocas historias, y los escritores estamos de alguna manera condenados a contarlas en el lenguaje de nuestro tiempo". 2 Cada vez me convenzo más que esa frase (esa idea) puede ser aplicada sin grandes cambios a Ja producción de nuestras ciencias sociales. Podríamos decir que hay cinco o seis grandes ideas-pocas más, pocas menos-y Ja misión de los científicos sociales se limita a decirlas (o a pensarlas) en el lenguaje de nuestro tiempo. Naturalmente, esto no significa que no existan algunas novedades, pero buena paiie de Ja diaria tarea que realizamos se parece más a una paciente traducción de vié'.jos relatos que a la invención de historias nuevas, a la insistente reformulación de transitadas nociones que al revulsivo descubrimiento de ideas recién llegadas. Si esto es así, o más o menos así, nadie habrá dejado de notar que una de esas grandes y recurrentes ideas se refiere a la tendencia a pensar Jos fenómenos sociales mediante una batería de conceptos vinculados a Ja noción de sistema. 1 Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO-México). Pese a las falsas comillas la cita corresponde a una versión desmemoriada, y seguramente también desmejorada, de la declaración original del escritor argentino. 2 83 84 /;~11 (111110 al C011CL'IJIO de .\Í\{l.'/11(/ \(}( f<ll Pare{(), l'anon> r11h11w1111 De alguna manera que habría que precisar. podría decirse que la noción de sistema instituye. al nivel del lengu~je, una manera de referir y por ende de problernatizar el mundo social donde es la sociedad, y no el individuo, la que constituye el sujeto de cada formulación proposicional. En un sentido importante. al igual que la noción de conjunto en la llamada matemática moderna, la noción de sistema opera como un término primitivo de un lenguaje que lo toma como punto de partida para elaboraciones conceptuales más complejas. En palabras de Jeffrey Alexander, se trataría de una "presuposición'· de carácter general, esto es. de un elemento apriorístico que reco11a y ordena el campo de la investigación sociológica. 3 Pero las grandes ideas raramente están solas, y por esas cosas que tiene la vida ciertas nociones aparecen siempre emparejadas con sus antítesis: así, a la estructura conceptual fincada en la idea de sistema nos hemos acostumbrado a oponer el lenguaje propio del discurso accionahsta. De este modo, se han ido moldeando dos lenguajes analíticos-diversos, antitéticos. pretendidamente exhaustivos- para referirnos al mundo social. Que aquí nos ocupemos de una sola cara de la moneda, la de la perspectiva sistémica, no implica que desdeíiemos la otra: más bien, constituye un limita do esfuerzo por introducirnos en un estilo de pensamiento de ardua elaboración y de difícil acceso, cuya puntual incomprensión corre pareja al uso generalizado de conceptos tales como sistema social o sistema político. Según se sabe, una manera elemental ele caracterizar un sistema es seíialando que se trata ele "un conjunto de elementos relacionados entre sí y con el medio ambiente". 4 Si bien la noción de sistema puede considerarse tan antigua como el pensarn iento europeo, para nuestros fines importa comenzar la historia en el punto de contacto entre la perspectiva sistémica y las 3 Jcffrcy C 1\lc:\andcr. lm teorías me 10!óg1cus desde la Segunda Uuerm H1111dial . l11áli"s 11111lrid1111ens101wl ( 1987). Barcelona. Getlisa. 1989. cap. 1. pp. 12 y 13. ' Para un brc\ e dcrnlk <k la '"prehistoria'· del concepto de sistema cnnsultm Ludwig von 13ertalanlfy. "'Historia y situación de la teoría general de sistemas··. en L. von BertalanrJ\. \V. Ross ;\shby, G.l'vl. Wcinberg y otros, Tendencias en teoría general de sistemas. scb:ción y prólogo de Gcorgc J. Klir ( 1972), fvladrid. Alianza Universidad. 1984, p. 41. .fnronioCmnuu 85 preocupaciones de algunos pensadores sociales. Más específicamente. nos interesa reconstruir el itinerario más reciente en la evolución del concepto tal como fuera esquematizado por N iklas Luhmann. En efecto, al momento de su famosa polémica con Habermas, Luhmann señaló que la teoría de los sistemas había evolucionado desde "un concepto ontológico de sistema a otro concepto funcionalista referido al medio ambiente'". atravesando cuatro etapas en este desarrollo: el ·'antiguo concepto de sistema", la ·'teoría del equilibrio'', la "teoría de los sistemas abie11os al medio ambiente" y Ja ·'teoría cibernética del sistema". 5 Si bien en trabajos posteriores corrigió parcialmente esa formulación. puede afirmarse que los rasgos principales que atribuyó a cada una de las etapas se mantuvieron inalterados. 6 En base a este mínimo esquema interpretativo desarrollaremos los puntos fundamentales de esa evolución. En particular, nos detendremos a ilustrar, en el trayecto teórico que va de Parsons a Luhmann, las afinidades y contrastes en el desarrollo del concepto de sistema social que son más destacados entre ambos autores. l. El modelo "parte-todo'' Podría decirse que este modelo, que hunde sus más lejanas raíces en la idea aristotélica de que "el todo es mayor que la suma de las pa11es", 7 constituye la prehistoria del concepto sociológico de sistema. La teoría tradicional -dice Luhmann- "concibió los sistemas complejos como todos hechos de partes. La idea básica era qüe el orden del todo posee cualidades que las pai1es por separado no poseen". 8 En el mismo sentido se expresa en otro trabajo cuando seí'íala que ''el antiguo concepto de sistema, que aún sobrevive en las definiciones. buscó determinar Ja idea de sistema con a) uda de las categorías 5 Niklas Luhmann, La teoría modl!rna del s1>lc11w como forma de a11ólisis social comple;o (1971 ), en Suool1íg1u1. i\h.':-:ico. U:\i\1-,\ ?-jºL Prima\'cra de l<l3<i. r 105 1 ' Niklas Luhrnann. Si>temas rncwles Li11ea111í<!11los paro 11110 rcoría g<!nera/ ( 1984). !Vk'\ico. Alianza Editorial & Uni\crsidad Iberoamericana, 1991, p. 28 y ss. 7 Lud\1 ig van Bcrtalanffy,' Historia y situación ..... p. 29 y ss. 'Niklas Luhmann. "Systcm Thcory, Evolutionary Thcory and Co111111unication Thcory", en 17ze Differe11tíario11 ofSociety. Nueva York, Columbia University Prcss, 1982. p . 257. 86 E11 101110 al de sistema iocwl />arelo. Pw .1011s, L11h111a1111 del todo y la parte. Entendía al sistema como mera sistematización interna de las partes, entre ellas y en relación al todo, pero sin referencia al medio ambiente·'. 9 Si quisiéramos rastrear el entronque de este primitivo concepto de sistema con Ja teoría social, deberíamos remontarnos, por lo menos, a las versiones organísmicas y antropomórficas de Ja sociedad, a Ja manera de Herbert Spencer ( 1820-1903 ), o más atrás aún, al concepto de totahdades orgánicas heredado del pensamiento romántico alemán. Como sostiene el propio Spencer: "tan por completo está la sociedad organizada según el mismo sistema de un ser individual, que podemos percibir algo más que analogías entre ellos: la misma definición de Ja vida es aplicable a ambos. Únicamente cuando se advierte que las transformaciones experimentadas durante el crecimiento, Ja madurez y Ja decadencia de una sociedad se conforman a los mismos principios que las transformaciones experimentadas por agregados de todos los órdenes, inorgánicos y orgánicos, se ha llegado al concepto de sociología como ciencia". 1º En rigor, como han señalado agudamente algunos críticos, existe una acentuada dualidad. no exenta de ambivalencia, en el uso sociológico de Ja analogía organísrnica. En efecto, el particular nivel de organización biológica elegido como base de un modelo de sociedad-dice Walter Buckley-- "determina que concibamos a la sociedad ya como predominantemente cooperativa, ya como básicamente conflictuaL Si la sociedad es como un organismo, sus partes cooperan, en vez de competir, en Ja lucha por la supervivencia; pero si la •; Niklas Luhmann, "La teoría .... '', p. 105 1° Citado en Nicolás Timasheff. La leoría sociológica, México, FCE. 1974. pp.55 y 56 No es éste el momento. ni el lugar. para recorrer la historia de la analogía organilmica o amropo111ó1jico pero baste citar que ya el viejo Platón de !.a república apela a este tipo de recurso i\nólisis de la obra tk Spcnccr com\l antcccde11te d<: la pe1spt:cliva sistémica en sociología se encantararán. entre otros textos, en kan-Claude Lugan, Elemenlos para el análisis de los sís/e mas sociales (1983), México. f-CE, 1990, p.72 y en Wilbert E. Moore, Funcionalismo, en Tom 13ottomorc y Robert Nisbct, Hisloria del análisi~ socíológico ( 1978). Buenos Aires, AmoITortu. 1988, p. 371. Sobre la obra del pensador británico puede consultarse la antigua biografia de Judah Rumncy, Spencer ( 1934), México, FCE, 1978. ·fntunw Camou 87 sociedad es como un conglomerado ecológico, el modelo darn iniano (o hobbesiano) de lucha competitiva es más aplicable. Spencer adoptó la primera alternativa,. .. el darwinismo social,. .. el aspecto opuesto''. 11 En tal sentido, concluye Buckley, la tradicional controversia entre "el modelo conílictual yel consensual reíleja los aspectos duales del modelo biológico, tan confusamente entremezclados por los teóricos sociales". 12 ~ 2. El modelo de equilibrio paretiano Si el primer modelo hacía derivar principalmente el concepto de sistema a partir de la biología -aunque impregnado también de ne bu losas reminiscencias filosóficas-, el segundo momento de entronque entre dicho concepto y la teoría social constituye una lejana herencia de los desarrollos de las matemáticas y de la mecánica clásica; el punto contemporáneo de encuentro Jo marca Ja extensa y compleja obra de Vilfredo Pareto (1848-1923). En efecto, como ha sefialado Talcott Parsons, "la intención de Pareto ... era establecer una serie de categorías para delinear un sistema social -preeminentemente, una sociedad total- ... (y) explicar sus procesos. De hecho, como mantuvo Henderson, 'puede que la mayor aportación de Pareto a Ja sociología estribe en su uso del concepto de sistema'. Pareto dedujo este concepto a partir de la mecánica analítica y antes de utilizarlo en sociología Jo aplicó cuidadosa, y por lo general afortunadamente. a la economía".n A decir verdad, la transferencia de categorías teóricas desde las matemáticas o la física a las disciplinas sociales no era nueva; como lo destaca Buckley "merced a los rápidos progresos que la física, la mecánica y las matemáticas experimentaron en el siglo XVII, los estudiosos se aplicaron a una 11 Waltcr Buckley, La sociología y la moderna /eoría de los sislemas, BA. Amorrortu, 1982, ' 12 lbidem, p 30. 13 .Talcott Parsons, Pare/o, artículo en la Enciclopedia fnlernacional de las Ciencias Socíales. B1lbao, Aguilar, 1979, pp.612 y 613. ~29 88 fn /OI ;;u u/ e om c¡>lu de .11srcnw .10,·w/ l'urcru. /',1no111 l.11h111w111 interpretación del hombre. la mente y la sociedad humana. según los conceptos. supuestos y métodos de aquellas disciplinas: ... la mayor parte de la Física Social posterior (siglo xv111 y primera mitad del XI\) no hizo otra cosa sino repetir los asertos del siglo \VII. .. No obstante. a partir de 1850. el mecanicismo mostró síntomas de revitalización. aunque sin reconocer, en general. la deuda contraída con el siglo xv11. Los nombres de H.e.Carey, A. Bentley, T. N. Carver y el mismo Vilfredo Pareto pueden ser incluidos en tal resurrección''. 1-1 Pese a las evidentes limitaciones de la analogía mecánica -mayores aún, tal vez, que las padecidas por la metáfora organísmica- las contribuciones de Pareto ocupan un lugar estratégico en el desarrollo de la teoría sociológica. Según el ya citado Buckley, el científico italiano (ingeniero, matemático y destacadísirno economista) "evitó caer en las más engañosas formas de la analogía, y utilizó solamente los principios más generales de la mecánica cuando éstos parecían poder aplicarse a los fenómenos sociales en los planos metodológico y heurístico. Así, encontramos en la base del pensamiento paretiano la noción de sistema con la acepción de conjunto de elementos en interrelación. Dichos elementos pueden encontrarse dentro del sistema en estado de equilibrio. de tal suerte que, si sobrevinieren cambios moderados -ya en los elementos, ya en las relaciones entre aquéllos- tendientes a romper dicho equ i1ibrio. surgirían cambios de signo opuesto encaminados a restablecerlo". 15 Niki.is Luhmann ha llamado la atención sobre esta segunda etapa, a la que denomina teoría del equilibrio, caracterizada principalmente por la introducción del medio ambiente corno elemento analítico relevante, aunque limitada su función a merafuente de inte1jerencias respecto del sistenrn. 16 ln!onio( ¡;mou 89 cleterm inacla, es el la quien actúa sobre los elementos: por consiguiente, se puede decir que se produce una mutua determinacil'in .. (2060). Ahora bien. "sea pequeiio o grande el número de elementos que consideremos. suponemos que constituyen un sistema que llamaremos sistema social. y nos proponemos estudiar su índole y sus propiedades. Dicho sistema cambia de forma y de carácter con el tiempo y cuando nombramos el sistema social, entendemos este sistema considerando tanto en un momento determinado corno en las transformaciones sucesivas que sufre en un espacio de tiempo determinado ... " (2066). El paso siguiente consiste en ''asignar índices a los elementos y a los efectos. y conocer su dependencia: por fin, establecer todas las condiciones que determinan la forma de la sociedad, condiciones que. uti 1izando cantidades, se expresarían por ecuaciones. Estas ecuaciones tendrían que ser en número igual al de incógnitas y las determinarían por entero" (2062). Finalmente, concluye Pareto, "si queremos razonar con un poco de rigor, tenernos que fijar el estado en que queremos considerar el sistema social, cuya forma es siempre mudable. El estado real, estático o dinámico, del sistema está determinado por sus condiciones. Supongamos que, a rti fi c i al mente, se opere a 1gu na modificación en su forma: inmediatamente surgirá una reacción en el sentido ele conducir de nuevo la forma mudable a su estado primitivo. habida cuenta ele la mutación real. Si esto no se produjera, dicha forma y sus mutaciones reales no serían determinadas, sino que se ma11tendrían a merced del azar" (2067). 3. El modelo de los sistemas abiertos: Parsons en tres tiempos Como seiiala Pareto en algunos parágrafos significativos de su monumental Tratado de 1ocio!ogía general, 17 "la forma de la sociedad está determinada por todos los elementos (el suelo, el clima, la llora, otras suciedades, las raLas, los residuos. etc.) que sobre ella actúan y. una vez "Walkr lluch:Jcy. o¡> tll. pp. 22 \' 23 i; Ibídem. p 24 11 ' Nih:las Lulrnrnnn. · La teoría ..... p 105 17 Vill~~do l'a'.·cto . .Forma y e1¡11ili.brio socwles (Extracto del 7./·a/ado de sociología general). sclccc1011 de (; 1org10 Braga. i\1adnd. ,\ 11anza. 1980, pp. 73 y ss ~ ~a\~ ~ Es poco menos que un lugar común señalar que el desarrollo contemporáneo del co11cepto de sistema social está indisolublemente ligado a la obra del ern inente sociólogo de Harvard, Talcott Parsons. Como lo ha destacado Jürgen Habermas: "Parsons fue el primero que hizo uso en teoría sociológica de un concepto técnicam.ente riguroso de sistema. Para Parsons -continúa diciendo el filósofo de Frankfurt- la conexión de la teoría de la acción con la estrategia conceptual inherente al modelo de los sistemas que mantienen sus límites se 90 E111or110 al e de qy¡cma --~-~~--'~-~~-- 1oc wl l'au:10. l'arso111·, l.11h11w1111 presenta como el problema más importante en la construcción de su teoría''. 18 Y en efecto. a la a1iiculación -lograda o no-de estas dos perspectivas analíticas dedicó todos sus esfuerzos a lo largo de más de cuarenta ai'íos. Según se sabe, es habitual ordenar la obra de Parsons, siguiendo incluso su propio consejo, en por lo menos tres periodos: 19 el primero estaría centrado en su gran obra inicial de 1937, La estructura de la acción social; el segundo vendría dado por la aparición simultánea de Hacia una teoría general de la acción (1951) y El sistema social (1951 ); y el último, que se iniciaría con la publicación de la obra colectiva Apuntes sobre la teoría de la acción (l 953), se prolongaría con la aparición de Economíav sociedad, escrito en colaboración con Neil Smelser en 1956, y alcanzaría su madurez hacia fines de los ai'íos sesenta con la respuesta a Dubin y los aiiículos de la Enciclopedia internacional de ciencias sociales. No es mi intención, en el marco de estas notas, analizar detenidamente los distintos avatares de ese complejo, y vasto, itinerario intelectual. Más bien, me limitaré a dar algunas orientaciones esquemáticas con referencia a la evolución del concepto de sistema social en tres sucesivos momentos de la conceptualización parson iana. ~ a) Como sei'íala un atento seguidor de la obra del sociólogo de Harvard, "La estructura de la acción social culmina el primer período en el cual se establece el esquema estructural de la acción. El voluntarismo, como afirmación del carácter antideterminista y simbólico de la acción, se fundamenta en la convergencia de Marshal 1, Pareto, Durkheim y Weber por introducir elementos no raciemales en el esquema de la acción, los cuales apo1ian la dimensión valorativa, significativa, creadora y finalista de la misma, más allá de los factores racionales, ocupados únicamente con los medios. Según Parsons, el problema 18 19 Jürgen l labermas. Teoría de la acción comuníca/iva, Madrid, raurus, l 987, tomo ll. p. 283. Talcott Parsons. Ensayos de leoría sociológica, BA, Paidós, l 967, p. l 3. A111011i0Ca1111111 91 del orden. nl'.1cleo de la teoría sociológica, sólo es analizable en términos de valores comunes por encima de la racionalidad individual''.'º En lo que se refiere al concepto de sistema, podría decirse que Parsons reúne, ya a mediados de los ai'íos treinta, todos los hilos teóricos suficientes como para componer una compleja trama conceptual en la que confluyen los últimos avances de la biología (recordemos, que comenzó estudiando biología en el Amherst College de Harvard), el pensamiento clásico de la tradición sociológica y los desarrollos conocidos de la economía matemática. 21 En este abigarrado esquema de influencias ocupa un Jugar estratégico la figura, escasamente estudiada por cierto, de Lawrence J. Henderson (18781942), biólogo y sociólogo norteamericano, maestro de Parsons, difusor de la obra de Pareto en lengua inglesa y colaborador del también biólogo Walter Can non, quien desarrollara hacia 1932 el concepto de homeostasis (equilibrio dinámico de un organismo en relación al medio) en su influyente trabajo The Wisdom of the Body.22 Y es precisamente este cruce de influencias dispares el que provoca cierta oscilación en la temprana conceptualización parsoniana de la noción de sistema. Por un lado, en esta etapa germinal de su pensamiento, Parsons todavía se encuentra animada por una 1imitada concepción de la noción sistema (en tanto sistema cerrado), que es tributaria de los dos modelos analíticos resei'íados más arriba. Pero por otra pa1ie, también, oscila entre dos puntos de referei1cia distintos a Ja hora de elaborar su propio concepto de sistema: cuando se refiere al concepto de sistema teórico de la acción (conjunto de proposiciones 20 José Alrnaraz. Lá leoría sociológica de Talco!! Parsom, Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas, l 981, pp.20y21 21 Para los detalles de su extensa biogra11a intelectual consultar falcott Parsons, ''La teoría de los sistemas sociales: una historia personal". en Bíografía /111elect11al, México, Universidad Autónoma de Puebla, l 986. 22 Gcorge C. Homans, "Hcnderson, L. J.", artículo de la Enciclopedia , p . .350. 93 92 científicas sobre el mundo social lógicamente articuladas entre sí) apelará -co111prensible111ente- a una analogía 111atemática; pero cuando se refiere al .fil,s.tema empí1ko de la acción echará mano a analogías 111ecánicas y organ ísm icas. En tal sentido, y desde las primeras páginas de La estructura de la acción social. Parsons sefiala que "el cuerpo de la teoría, en un campo y tiempo dados, constituye, en mayor o menor medida, un sistema integrado. Es decir. que las proposiciones generales.,, que constituyen un cuerpo de teoría tienen relaciones lógicas mutuas''.:1 Y prosigue más adelante: "el modo más sencillo de ver el significado del concepto de sistema cerrado en este sentido (teórico) es considerar el ejemplo de un sistema de ecuaciones simultáneas. Dicho sistema será deter111inado, es decir, cerrado, cuando haya tantas ecuaciones independientes como variables del mismo tipo. Si hay cuatro ecuaciones y tres variables, y ninguna de las ecuaciones es derivable de las otras mediante manipulaciones algebraicas, es que falta otra variable. O, poniéndolo en términos lógicos generales: las proposiciones enunciadas en las cuatro ecuaciones implican lógicamente una suposición que no está enunciada en las definiciones de las tres variables"'_:~ Pero al pasar a la consideración del concepto de sistema empírico de la acción, Parsons deja atrás la analogía matemática y se desplaza al campo de la analogía orga11ísmica, y aun mecánica, apelando a su fundamental distinción entre todo (sistema de acciones, valores y normas) y parles (actos-unidad). En efecto, en el esquema parsoniano un acto-unidad es la unidad más pequeí'ía que todavía tiene sentido como parte de un sistema concreto de acción_:s Dice Parsons: "así como las unidades de un sistema mecánico en el sentido clásico, las partículas. sólo pueden definirse en términos de sus propiedades ... , del mismo modo las unidades de un sistema de acción también tienen ciertas propiedades básicas sin las cuales no cabe pensar en la unidad como en algo existente".='· 2 ' 24 Talcolt Parsons. La estructura de la ac uó11 social ( 193 7 ). l'vl adrid. G uadarrama. 1968, p. 39 lbidem, p .:13. Nótese que Parsons. para definir un sistema cerrado. apela a la misma analogía matemática utilizada por Pnreto (Cfr p. 2062). Las cursivas son nuestras. z; Ibídem. p. 888. 2 '' Ibídem, pp. 81 y ss. De acuerdo con Parsons, el acto-unid::id consta de 4 elementos básicos. a saber: 1) un agente o actor. es decir. el sujeto que realiza I~ acción; 2)_ :111 f~n 0 finalidad. es decir, un futuro estado de cosas al que se orienta la acc1011; .J) una situación, la cual consta de dos tipos de elementos: aquellas cosas sobre las cuales el individuo no tiene control, y que Parsons llama las condiciones, y aquel las cosas sobre las que puede ejercer un control efc_cti\'O para direcci?'.rnrlas hacia un fin predeterminado. esto es, los medios; 4) fmalrnente, la acc1011 del agente para !legar a su fin está encuadrada en ~~1 marco n_ormativo, que esta~lece una serie de valores y de reglas para actuar.- Ahora bien, pese a que Pa1 sons en este estadio de su obra sinue manejándose en términos de todo y parte. la semántica de esta distinción ~e ha venido desplazando de manera significativa respecto de la concepción clásica: la i11c111siú11 de las disti1:tas partl.!s. en el todo. es decir, la inclusión de los múltiples acto-unidad en el sistema soc1aL no es una relación de inclusión material o fáctica, sino una abstracción fruto del análisis sociológico. Como él mismo señala, "es cie1io que, en última instancia, todos los siste1~as (de acción) ... están compuestos de actos-unidad. Pero es necesario tener cuidado al interpretar lo que esto significa. No significa que la relación del acto-unidad con el sistema toral sea estrechamente análoga u la de 1117 arano de arena con el montón del que forma parte. Porque se ha mostrado que 1~: sistemas de acción tienen propiedades que sólo se manifiestan.ª un cierto nivel de complejidad en las relaciones recíprocas entre los ~ctos-L~n1dad. Estas propiedades no son identificables en ningú_n acto-u1:1dad ~1slado, considerado apaiie de sus relaciones con otros actos-umdad del mismo s1ste~11a.. En la medida en Ja que esto es cierto. el aislamiento conceptual del acto-unidad, 0 de otras partes que constituyen combinaciones de ellos, es un proceso de a bstracc ió 11". 28 ~ b) Según señalamos más ari:iba. el segundo momento de I~ sistematización sociológica parsoniana gira en torno a dos obras fundamentales Hacia 11170 teoría general de la acción y El sistema social. Como se ~iacc evidente ya desde el título de la segunda de dichas obras, es notoria la ll · ¡ 31 lJiia rcehboración de este modelo clásico de la "'estructura de la acción" se Jll e/11. p. -· < ' , . , , • \" .. , encontrará en (Jino Gcrmani. Política v sociedad e11 una epoca Je tra11.11c1011. Buurns: 11es. Paidós. 5a . ,:dición. 1974, cap. 11 2H /bide 111 • pp. 896 y 897. Las cursivas son nuestras 21 94 En !orno al de s1s1e111a .wc111I !'arelo. Pano111. l.11h111a1111 impo1iancia capital concedida al concepto de sistema, en general, y al de sistema social. en particular. El título del libro -aclara Parsons en el Prefacio de El sistema social"obedece fundamentalmente a la insistencia del profesor L.J. Henderson sobre la importancia extremada del concepto de sistema en la teoría científica y en su clara comprensión de que el intento de delimitar el sistema social como un sistema constituye la contribución más importante de la gran obra de Pareto. En consecuencia, este libro es un intento de reali:::ar los propó:útos de Pare to, haciendo uso de un enfoque (el nivel de análisis estructural-funcional) que difiere bastante del de Pareto y, por supuesto, beneficiándose de los avances muy considerables de nuestro conocimiento ... acumulado desde la generación en que escribía Pareto". 29 Como remarca el sociólogo de Harvard, "el punto de partidafimdamental es el concepto de sistemas sociales de acción. En este sentido, la interacción de los actores individuales tiene Jugar en condiciones tales que es posible considerar ese proceso de interacción como un sistema (en el sentido científico) y someterlo al mismo orden de análisis teórico que ha sido aplicado con éxito a otros tipos de sistemas en otras ciencias".'º En esta etapa, a diferencia de lo ocurrido precedentemente, comienza a evidenciarse la creciente influencia de los primeros desarrollos de la Teoría general de los sistema, debidos a Ludwig von Bertalanffy, sin alcanzar aún un grado completo de integración en la obra parsoniana. Como sefiala George J. Klir, "aunque ... la noción de sistema es antigua, el concepto de sistema general, y la idea de teoría general de sistemas, son relativamente recientes. Los esbozó van Bertalanffy poco antes de la Segunda Guerra Mundial, pero les fue dada publicidad únicamente después de que se formara en 1954 la Sociedad para el progreso de la teoría general de Sistemas". 31 2 'J 311 Talcott Parsons. El sislema social, Madrid, ReYista de Occidente. 1976, p. 9. ldem, p. 15. "George J. Klir, Teoría polifónica general de los sislemas, L. von Be1ialanffy, W. Ross Ashby, G.M. Weinbcrg y otros, Tendencias. , p. 9. Las primeras formulaciones escritas de la Teoría general de sislemas datan de 194511947. A111011io Camu11 -----·----------·-···--··--·--··-·· 95 En coincidencia con esto. son oportunas las observaciones de Anatol Rapoport, para quien '·la teoría general de los sistemas se explica mejor que como teoría, en el sentido que la ciencia da a esta palabra, como un programa o una dirección dentro de la filosofía contemporánea de la ciencia. La perspectiva que esta dirección ofrece procede de varias fuentes, y sus partidarios centran su atención en aspectos diferentes del programa. Sin embargo, todas las variantes e interpretaciones tienen un propósito común: integrar los diversos campos de estudio mediante una metodología unificada de conceptualización o investigación". 32 Naturalmente, el concepto que sirve de pivote a ese programa de investigación es la noción de sistema. Ahora bien, ¿Qué entiende Parsons por sistema social? Un sistema social -dice-. reducido a los términos más simples, "consiste ... en una pluralidad de actore.s individuales que interactúan entre sí en una situación que tiene, al menos, un aspecto físico o de medio ambiente, actores motivados por una tendencia a obtener un óptimo de gratificación y cuyas relaciones con sus situaciones -incluyendo a los demás actores- están mediadas y definidas por un sistema de símbolos culturalmente estructurados y compartidos". 33 Así concebido, agrega, "un sistema social es sólo uno de los tres aspectos de la estructuración de un sistema total concreto de acción social. Los otros dos aspectos son los sistemas de la personalidad de los actores individuales y el sistema cultural que se establece en sus acciones. Cada uno de estos tres sistemas tiene que ser considerado corno un foco independiente de organización de los elementos del sistema de la acción, en el sentido de que ninguno de ellos es teóricamente reducible a los términos de ninguno de los otros dos, ni a una combinación de ellos. Cada uno es indispensable para los otros dos, en el sentido de que sin personalidaddes y sin cultura no existiría ningun sistema social; lo mismo puede decirse de las relaciones lógiéas posibles entre cada uno de los sistetnas y los otros dos. Pero esta interdependencia e interpenetración es algo muy diferente de la reductibilidad, que significaría que las propiedades y procesos importantes de una clase de sistema pudieran ser teóricamente derivados de nuestro conocimiento teórico de uno o ambos de los otros dos. El 32 33 Anatol Rapop01i. Teoría General de los )istemm, artículo de la Enciclopedia , p 704. Talcott Parsons, El Sistema. , p.17. 96 A111011in("omu11 marco ele referencia de la acci!Ín es comuna los tres sistemas) este hecho hace que sean posibles cie11as 1ramfon11ucio11es entre el los. Pero en el ni\ el de teoría que se propone en esta obra los tres sistemas no constitll) en un sistema único''." resolverse en la tercera etapa de su c1bra y será el antecedente directo ele la radicalizada concepción luhmanniana del sistema social. Junto con el marco conceptual de la estructura de la acción, el esquema tripartito del sistema social es el legado más conocido de la sociología parsoniana. Pero ambos elementos son, a su vez. dos polos analíticos cuya adecuada integración será un problema teórico con el que Parsons 1id iará durante esta etapa sin 1legar a una sol ue ión satisfactoria. Visto desde e 1lacio sistémico del asunto, el problema se suscita a la hora de rescatar un concepto unÍ\ neo de sistema entre lo que Parsons llama el sistema social y los otros dos sistemas de flanco, es decir, el sistema de !a personalidad y el sistema cultura!. En efecto, el problema que enfrenta Parsons es el de ubicar en un mismo plano lógico al sistema social, en tanto conjunto de miembros. y al sistema c11!1ural o al de la personalidad, concebidos como un conjunto de propiedades obtenidas mediante un proceso de abstracción; dicho de otro modo, Parsons parece pasar por alto la diferencia que va entre un sistema de miembros y un sistema analítico. La distinción es obvia si pensamos que el sistema social consiste en una pluralidad de actores individuales que interactúan entre sí en una situación concreta, mientras que el sistema cultural-por caso-se refiere a un conjunto de reglas y de valores que sirven de patrones para direccionar la orientación normativa de la acción. Ahora bien, si los actores pueden ser ubicados empíricamente-en tanto seres psicofísicos-en la sociedad, esto no sucede así con las pautas culturales, las cuales se encarnan en acciones concretas, pero sólo son susceptibles de ser reconocidas mediante la abstracción analítica de un observador. En definitiva, Parsons ha superpuesto dos niveles de realidad distintos bajo un mismo concepto de sistema: 35 el entuerto comenzará recién a ~ c) Con la publicación de sus A¡mntes sobre la teoría de !a accirín ( 1953 ). Parsons inicia una nueva etapa en la que se produce un desplazamiento de su interés teórico: abandona una perspecti\ a subjetivista (actor, acto-unidad) para situarse en el plano objetivo de los problemas del sistema. "El modelo de sistema-dice Almaraz-supone un ni\ el superior a la analítica de la interacción. en la medida en que despoja las interrelaciones de su limitación psicológica ... El mundo de la interacción queda como un ninl microscópico supeditado a la sistematización macroscópica de la analítica funcional. La integración de ambos niveles se hará posible a través de la primacía del concepto de sis!ema que, como instrumento teórico, queda despojado de cualquier contenido específico y organiza la estrategia del análisis .. ···''' Parsons llamó modelo de intercambio a su nuevo enfoque, presentado oficialmente en 1956 con la publicación de Economía y sociedad, aunque sus estudiantes lo bautizaron AGIL en vi11ud del acrónimo formado por las cuatro iniciales de cada subsistema ele acción.'i El modelo AGIL-ha seifalado Jeffrey Alexander- "divide el sistema social en cuatro dimensiones, ninguna de las cuales se corresponde del tocio con ninguna institución dada y cada una de las cuales se relaciona tanto con la estabilidad como con eh::ambio. Las cuatro dimensiones representan diversos grados de proximidad a problemas ideales y materiales, y la intención del modelo consiste en sintetizar las tradiciones idealistas y material istas". 38 La adaptación (A) es una dimensión del sistema social ligada a las dispon ibi 1idades materiales: su esfera específica es la economía y el din ero es su medio de intercambio. La capacidad para alcanzar metas (G) se identifica con la esfera política, definida ésta en un sentido muy amplio; el poder es su J(, 3 ' ldem, p. 17 . ;; Para una aguda discusión de este punto puede consultarse el capítulo sobre ''El status tcóri:o de los sistemas", en la conocida obra de David Easton, Esquema parn el análisis político ( ! 96) ), Buenos Aires. Amorrortu. 1989. 97 1 ' .ose Almaraz. op cit. pp. 416 y 417 . A por adapta/1011 (adaptación); G por goa!-1111wnme111 (capacidad para alcanzar metas): l por ~~llegra/ion (integración); y L por lotency (estado latente). Jeffrcy C. Alcxander, Las ll?orías rnciológ1ca1· desde la Segunda Guerra !if1111dia! ( 1987). Barcelona. Gcclisa, 1989. cap . 6 37 98 En 101110 al de \ÍS!t'ma sncwl Pare/o. Parsom, L11hma1111 medio de intercambio. La integración (1) se refiere a aquellas fuerzas que mantienen unidos a los elementos de los grupos sociales: su medio de intercambio es lo que Parsons llama la i11flue11cia. cuya manifestación e111pírica más reconocida son los lazos de solidaridad. Finalmente, el 111antenimiento de patrones (L) se identifica con la esfera de los valores generales (verdad.justicia, etc.) que constituyen su medio de intercambio (ver diagrama). Lo que interesa remarcar para nuestro propósito es que "cada esfera de actividad es un subsistema cuyos límites están compuestos por otros subsistemas con preocupaciones más materiales o más ideales ... Cada subsistema -señala Alexander- establece intercambios a través de sus límites, cada cual necesita aquello que pueden brindar los subsistemas limítrofes, y cada uno de sus subsistemas contiguos necesita lo que él, a su vez, puede brindar". 10 Adaptación (A) Capacidad para alcanzar metas (G) Disponibilidades económicas (dinero) Metas políticas (poder) Mantenimiento de patrones (L) Integración (1) Valores (compromisos de valor) Normas (influencia) Un ejemplo hará visible el contenido del modelo. Tomemos por caso la economía, ubicada en principio en la esfera de lo que Parsons llama adaptación. Si bien el funcionamiento del subsistema económico está lubricado mediante el medio dinero, es claro que otros factores entran enjucgo para la producción y asignación de bienes y servicios en una sociedad moderna. Así, por ejemplo. AnlO/l/O ( '01111111 el mercado requiere de decisionesjurídicamente vinculantes. sostenidas por el medio poder, en lo relativo a derechos de propiedad o al cumplimiengto de los contratos: requiere asimismo un importante grado de integración entre los actores económicos (obreros y patronos, empresarios entre sí) para 1levar adelante las tareas de producción: y necesita, finalmente, ciertos compromisos de valor en torno al mantenimiento de un sistema económico dado. Cada uno de Jos subsistemas, en definitiva, aporta-a través de sus límites- los medios necesarios para el funcionamiento del otro, de tal manera que, si alguno fallara, generaría déficit de producción en los restantes. Como es de notar. al llegar a este último estadio de desarrollo del pensamiento de Parsons, el concepto de sistema se ha ven ido enriqueciendo y transformando paulatinamente gracias a los múltiples apo1ies provenientes de la teoría general de los si~temas (L. von Bertalanffy, Rapoport), la teoría de los sistemas rivientes (Miller), la cibernética (Wiener. Ashby), la teoría de la información (Goldman. Shannon-Weaver) y Ja teoría de !osjuegos y de las decisiones (von Neumann-Morgenstern), entre otros apo1ies relevantes. 40 En este sentido, la caracterización del sistema social que Parsons manejará en esta etapa trascenderá las limitaciones iniciales de su modelo de equilibrio mecánico-organísmico (la expresión es de Buckley) en términos de una teoría de los sistemas abiertos al medio ambiente. Como dice el propio autor norteamericano: "el concepto de sistema se refiere tanto a un conjunto de interdependencias entre partes, componentes y procesos que implica regularidades de relación discernibles, como a un tipo similar de interdependencia entre dicho conjunto y el ambiente que lo rodea. En este sentido, sistema es, por consiguiente, el concepto en torno al cual está y debe estar organizada toda teoría lo bastante elaborada en las disciplinas conceptualmente generalizadoras. Ello se debe a que cualquier regularidad de relación se explica mejor si se tiene en cuenta todo el conjunto de interdependencias múltiples del que forman parte". 41 0 '' lhidenr. p. 83. Una presentación actualizada, y reelaborada. del último enfoque de Parsons podrá encontrarse en d trabajo de Richard Münch. Teoría parsoniana actual en busca de 11110 nueva sínlesis. en Anthony Giddcns, Jonathan rurner y otros, La teoría social hov ( 1987), Madrid, Alianza, 1990, pp. 155-204 99 411 41 Franco Crespi. l.a J'ie della Sociologia, 11 l'vlulino, p. 304. Talcott Parsons, "Sistemas sociales'', artículo de la E11ciclopedia , p. 710. 100 /'c1no11.1. /.11h111u1111 Ahora bien, desde un punto ele vista metodológico -continúa diciendo Parsons- "hay que distinguir entre un \Í\lema reórico, que es un conjunto de supuestos, conceptos y proposiciones que poseen tanto integración lógica como referencia empírica, y un Ú\'fema empírico co11stituido por u11 conjunto de fenómenos pertenecientes al mundo observable, que pueden ser descritos y analizados mediante un sistema teórico. Un sistema empírico no es nu11ca una entidad totalmente concreta, sino más bien una organización selectiva de aquellas cualidades de Ja entidad concreta definidas corno rele\'antes para el sistema teórico en cuestión. En este sentido cualquier sistema teórico es abstracto·'. En esta renovada conceptualización ele Ja noción de sistema pasa a un primer plano Ja relación con el medio ambienle. Dirá Parsons. ··todo sistema social, al igual que cualquier sistema vivo, es esencialmente un sistema abierto involucrado en un proceso de intercambio (o en unas relaciones de entradas y sal idas). con su ambiente, compuesto también de intercambios entre sus unidades internas ... En esta dirección es interdependiente con las otras partes del sistema o sistemas más amplios y, por consiguiente, depende parcialmente de éstos para las entradas esenciales ... En un sentido importante la relación c11tre cualquier sistema de acción y su a111bie11te es dual. Por un lado, el ambiente está constituido por un conjunto de objetos exteriores al sistema en el sentido cartesiano-durkherniano. Por otro, mediante la interpenetración, el sistema ambienta1 está parcial y selectivamente incluido en el sistema de acción de referencia''. 12 De esta forma, se hace evidente el desarrollo del concepto de sistema social a Jo largo de algunos tramos fundamentales de la obra de Talcott Parsons. En particular, hemos destacado Ja e\'olución de un concepto de sistema de corte meuínico-orgonísmico, presente sobre todo en sus primeras obras, a otro encuadrado en el marco de la teoría de los sistemas abiertos a! medio wnhie111e. Como sei'íala N iklas Luhmann, este tipo de teoría "indica que los sistemas sólo pueden conservarse a través del mantenimiento y el control selectivo de ' 2 Ibídem. p.711 l11ton10Ca111u11 1o1 Jos procesos de intercambio con el medio ambiente. Aquí se ve) a -concluye el estudioso alemán- Ja interdependencia entre el sistema y el ambiente como algo normal ·' no como un defecto. De esta manera un sistema puede il1\ estigarse como una combinación de procesos tendientes a conservar lo existente·'. 1' 4. Los sistemas sociales en la perspectiva de Niklas Luhmann Para referirlo en pocas líneas, podríamos decir que el programa de investigación de Luhmann consiste en .. un intento de reformular Ja teoría de los sistemas sociales a la luz del desarrollo alcanzado por la teoría general de sistemas". 14 En sí misma la afirmación parece decimos poco, sin embargo destaca el hecho de que Luhmann intenta no sólo ubicar su propio planteamiento sociológico en el marco de Jos últimos desarrollos de una teoría más general, sino también que la teoría sociológica a la que aspira tiene pretensiones universalistas. Pero esa inclusión obliga de entrada a establecer dos premisas básicas del análisis luhmanniano que distinguen parcialmente su conceptualización de la de sus antecesores. En primer Jugar, L.uhamnn señala que hay sistemas, es decir, "que hay objetos de investigación con tales características que justifican el empleo del concepto de sistema"'.A 5 En Ja teoría clásica de sistemas-dice el sociólogo de Bielefeld- "se habla de sistemas analíticos (diferentes de los concretos) para aclarar que la concepción de sistema depende del observador. Esto es sólo correcto en parte. Es correcto en cuanto que sólo el observador puede distinguir entre sistema y entorno y que sólo a él incumbe decidir qué sistema le interesa observar en un momento de su existencia. Pero el observador no tiene libe1iad para designar cualquier cosa como sistema, pues de ese modo, el concepto perdería su sentido. Para un observador -acota Luhmann- un 43 4 ' 45 Niki as Luhmann. La teoría . p. 105 Niki as Luhmann. Sistema~ rnciale1 . p 34 Ibídem, p 26. 102 l:,11101110 al de si11c111a \Oual /'me/o, l'or.1011;-, L11h111a1111 sistema es sistema sólo si por medio de sus propias operaciones el sistema se vuelve a sí mismo sistema"'.'(> La segunda premisa básica consiste en distinguir niveles en la formación de los sistemas. En particular, Luhmann distingue tres niveles. En el primer nivel, a un grado de máxima generalidad, ubica el concepto de sistema (general): en segundo lugar, ubica cuatro tipos de sistemas, a saber: las máquinas, los organismos vivos, los sistemas sociales y los "sistemas psíquicos''; finalmente, a efecto de establecer una diferenciación más útil dentro de los sistemas sociales, distingue en ellos las interacciones, las organizaciones y las sociedades. Con base en estas distinciones, piensa Luhrnann, es posible evitar los errores típicos o la falta de claridad en cie1ias discusiones. Por ejemplo, "tiene poco sentido decir que las sociedades no son organismos, ... (e) igual de erróneo es el intento de querer construir teorías generales de lo social sustentadas en las teorías de la interacción. Se puede decir lo mismo de la tendencia, surgida recientemente y estimulada por el invento de la co111putadora, de aplicar el concepto de máquina al nivel de la teoría general de sistemas".'¡ Ahora bien, la intención luhmanniana de desarrollar su teoría de Jos sistemas sociales en el marco de la teoría general de los sistemas lo lleva no sólo a comprometerse con estas premisas básicas, sino también con lo que denomina una idea directriz. Esa idea consiste en preguntarse "cómo un ca111 bio de paradigma que se esboza en Ja teoría general de sistemas repercute en la teoría de los sistemas sociales". 48 A pa1iir, entonces, de constatar ese calllbio de paradigma Luhmann se propone replantear una conceptualización específica para el nivel de los sistemas sociales, en el entendido de que puede hacerse un uso provechoso para Ja reflexión sociológica de ese cambio. El cambio a que se refiere Luhmann afecta a los fundalllentos lllismos de la teoría, en la medida en que llevan a replantear el concepto de sistema. Según el sociólogo de Bielefeld, se trata de dos cambios de disposición que "' lbide111, p. 15. Como queda claro por lo ya afirmado en las secciones anteriores, el interlocutor velado de estas afirmaciones no es otro que el propio. 47 lbide111, p. 27. "lbide111, p. 28. A111011io Ct1111011 10.3 hacen a la teoría más compleja y elevada, y por tanto, ésta se vuelve más adecuada para el tratamiento de Jos hechos sociales. Revisemos esos dos momentos antes de referir, muy bre\'emente, el nue\o concepto de sistema social elaborado por Luhmann. a) El primer cambio, consiste en superar la diferencia tradicional entre todo y pa1ie por Ja diferencia entre sistemav entorno. En este cambio apo1iaron reflexiones decisivas Ludwig von Be1ialanffy, para Ja teoría general, y Parsons. para una teoría específica referida a Jos sistemas sociales. En esta descripción aparece la diferencia entre sistemas abiertos y sistemas cerrados, entendiendo a estos últimos no como la base de la conceptualización, sino más bien como casos límites en los cuales la influencia del entorno tiende a ser considerada nula. De esta manera, dice Luhrnann, "un sistema diferenciado ya no consta propiamente de un determinado número de paties y de relaciones entre las partes, sino, más bien, de una mayor q, menor cantidad de diferencias operativamente utilizables entre sistema y entorno". 49 Tal vez la mejor manera de comprender las consecuencias de este cambio sea retomando un problema planteado en la etapa intermedia de Ja reflexión parsoniana. Ese problema se hacía evidente a Ja hora de utilizar un concepto unívoco de sistema entre lo que Parsons llamaba el sistema social, en tanto conjunto de miembros que interactúan entre sí, y Jos sistemas de la personalidad Y de la cultura, concebidos corno un conjunto de propiedades obtenidas mediante un proceso de abstracción. El problema es algo más que una cuestión lógica, puesto que tiene implicaciones concretas al momento de delimitar un objeto de estudio específico. Pensemos, por ejemplo, en la definición del (sub)sistema político. Si vemos el sistema político como un conjunto de miembros que interactúan entre sí (los políticos profesionales, los partidos, Jos grupos de presión, etc.) quedará en Ja penumbra el hecho de que cada uno de esos elementos (de esas 49 lbidem, p. 30 104 !.11h111a1111 partes en la terminología lradicional) comparten múltiples canales de interacción. Los miembros de un partido político, por caso. no solo hacen política (cualquier cosa que es\l signifique). sino que también se ponen de novios entre sí, se hacen amigos o enemigos, van al cine juntos o estudian en una misma universidad. La terminología tradicional tenía dificultades para separar la variada gama de acciones que desarrollaban estas partes, mientras que el lenguaje moderno de los sistemas pasa a considerarlas un entorno del sistema político propiamente dicho. Y es en este punto de la reflexión donde Luhmann entra a escena incorporando su propia perspectiva. Como ha sei'ialado un crítico italiano, ·'en el cuadro de los desarrollos de la teoría general de los sistemas, pero también en referencia a la teoría de la acción de Weber, a la fenomenología y al interaccionismo simbólico. el sociólogo alemán Niklas Luhmann ha elaborado una compleja teoría general de los sistemas sociales, la cual, paiiiendo ele una crítica radical del funcionalismo de Talcott Parsons, propone un nuevo modelo de tipo neo-funcionalista".' 0 El punto de arranque de Luhrnann -dice Esser- está en "la crítica que hace del sistema social propuesto por Parsons. En la teoría de Parsons el concepto de estructura está ordenado con anterioridad con respecto al concepto de función, lo que lleva necesariamente a concluiL .. que todo subsistema necesita previamente tener una estructura omnicomprensiva que dé respuesta al sistema social. Recuérdese que en la teoría clásica se requiere que las partes estén en función del todo, y que el todo es lo que da consistencia lógica ... a las partes. En Luhmann el postulado es distinto: los sistemas responden y dependen directamente de su ambiente, por tanto dan respuestas independientes del todo, directamente en función de su entorno inmediato". 51 Partiendo de esta base-continúa diciendo el autor- "Luhmann entiende por sistema social un contexto lógico de acciones sociales, que se puede delimitar y circunscribir con respecto a un ambiente circundante de acciones /JJ{()/l/()( 0111011 de índole di\'crsa. Estos sistemas sociales que presentan una difercnciaci()n tanto en lo interno corno en lo C'\terno, tienen la función de captar y reducir iu comple¡idod Dicho de otro modo. sin en de mediadores con respecto a la infinita posibilidad del mundo: fungen corno unidad última ele referencia en servicio de las infinitas funciones del hombre. e"tremadamente limitado en sus posiblidades de cambio debido a razones antropológicas". 52 Esta caracterización corresponde puntualmente a lo que el propio Luhmann ha calificado como teoría cibernética del sislema, la cual "conceptúa la relación de sistema y medio ambiente como una diferencia compleja. El medio ambiente se considera como algo excesivamente complejo. Si quiere conservarse, un sistema debe poner en una relación concordante su propia complejidad con la del medio ambiente (requisite rnrie1y en Ashby), y debe sustituir en lo restante su complejidad, moderándola por medio de una selectividad reforzada ... Esto -agrega Luhmann- conduce a la siguiente tesis general: los sistemas sin en para la reducción de la complejidad a través de la estabilización de una diferencia interna/e:\.terna" ;i b) Pero el desarrollo teórico del pensamiento luhmanniano dará un nue\'O paso adelante. La categoría analítica que servirá de soporte para este segundo momento será el concepto de autorreferencialidad o la teoría de los sistemas autorreferenciales. Si bien Luhmann admite que no existen en la actualidad fundamentos teóricos muy sólidos que justifiquen plenamente el uso de esa noción, cree también que hay suficientes elementos capaces de orientar de manera fructífera la investigación en el campo de los sistemas (incluidos naturalmente los sistemas sociales) mediante el uso de esta nueva categoría. La teoría de los sistemas autorreferenciales -dice Luhmann- ·'sostiene que la diferencia ele los sistemas sólo puccle llevarse a cabo mediante autorreferencias; es decir, los sistemas sólo pueden referirse a sí mismos en la constitución de sus elementos y operaciones elementales ... Para hacer posible esto, los sistemas tienen que producir y utilizar la descripción de sí mismos: 5 " Franco Crcspi, np c1/, p. 309. .J. Esscr. La !enría e.1trnct11ral-fi111cin11a/1sta del sistema de Luhmonn. FrankJun. trad inh:rna. área de teoría social, l'LMSO, México. 1990, p. 1 51 1O:'i 52 53 /bidem. pº 309 Niklas Luhmann, fo teoría , pp. I 05 y 106. 106 F11 tor11oul de 1111,·1110 1oual l'111eto. l'w 1011s. L11/z11101111 por lo menos, tienen que ser capaces de utilizar, al interior del sistema. la diferencia entre sistema y entorno corno orientación y principio del procesamiento de información''.'~ Tal vez la manera más inmediata de ejemplificar este aserto sea pensar en la operación de la conciencia, como mecanismo específico de autorreferencia de los sistemas vivos. o en el principio de la recursividad, en el caso de los sistemas teóricos; esto es, un sistema teórico será considerado autorreferente cuando se incluya a sí mismo como objeto de con oc im iento. En tal sentido, Luhmann afirma en un texto de 1982: ·'una adecuada teoría social debe ... ser capaz de exhibir y hacer frente a la estructura autorreferencial de su objeto ... El avance desde la tradicional a la moderna teoría de sistemas (esto es, la crítica de la vieja idea de una autosuficiencia del todo que confiere pe1fecció11 a sus partes) se articula precisamente sobre el desarrollo de conceptos autorreferenciales". 55 Como seíiala un comentarista, la admisión del concepto de si.1te111a autorreferente supone ''impo1iantes diferencias respecto al concepto clásico ele sistema ... En la teoría de los sistemas autorreferentes ... , el sistema se define, precisamente, por su diferencia respecto a su entorno; una diferencia que se incluye siempre en el mismo concepto de sistema. De este modo, el sistema incluye siern pre en su misma constitución Ja diferencia respecto a su entorno v sólo puede entenderse como tal desde esa cliferencia". 56 , Estas afirmaciones son explicitadas por el propio sociólogo alemán de la siguiente manera: "antes que nada -dice- hay que elaborar una teoría ele sistemas directamente referida a la realidad. Cuando esto ocurre seQ.Ún la exigencia de una validez universal para todo Jo que es sistema, ~sta ~eoría comprende también sistemas de prácticas de análisis y de conocimiento. Dicha teoría existe entonces como uno más entre otros muchos de sus objetos en el mundo real. Se obliga a sí misma a tratarse como a uno de sus objetos, y así ___________ --t11101110Co111011 107 ,,,-----------~-·------~---~--------·--·---- puede compararse con otros de sus objetos ... Estas exigencias culminan en la necesidad de plantear la teoría de sistemas como una teoría de sistemas autorreferentes. El procedimiento que acabamos de esbozar ya implica la autorreferencia en el sentido de que la teoría de sistemas debe tener presente el hecho de ser ella misma uno de sus objetos". 57 Ahora bien, en un paso ulterior, el sistema, que contiene en sí mismo la diferencia con su entorno, es un sistema autorreferente y autopoiético, noción esta última debida a las aportaciones de la denominada teoría de la autopiesis, elaborada por los biólogos chilenos H. Maturana y F. Valera. Según esta teoría, un sistema es autopoiético en tanto es un sistema que puede crear su propia estructura y Jos elementos de que se compone. El modelo esencial de estos sistemas son Jos seres vivos, y la autopoiesis o autocreación, es para Maturana, el rasgo característico de todo sistema vivo. De este modo, al unir la autorreferencia-<¡ue hace al sistema incluir en sí mismo el concepto ele entornoy la autopoiésis-<¡ue posibilita al sistema elaborar, desde sí mismo, su estructura y los elementos de que se compone-, Luhman, concluye este autor, posee una base analítica renovada desde la cual intentará reconceptual izar una teoría para los sistemas sociales. 57 c) Con Jos elementos descritos Luhmann puede entonces reform u lar e 1 concepto de sistema social. "El análisis de la formación autorreferencial de sistemas ... nos obliga -dice Luhmann- a revisar la idea de que un sistema social no está constituido por personas, sino por acciones". Pero a esta idea generalmente aceptada Luhmann Je dará una vuelta de tuerca: "los sistemas sociales se basan ... en un tipo de acción o en un aspecto de Ja acción, y a través de la acción el sujeto entra prácticamente al sistema. Sin embargo-acota- se puede preguntar si con ello se capta correctamente la relación entre acción y 59 socialidad y, sobre todo, si se Ja capta de manera suficientemente fructífera". '.~Niki as Luhamnn. Sistemas sociales . p. .3 J. '.'Niki as Luhmann, Svstem Theorv , p. 258 ,e, Niklas Luhmann. Sociedad y sistema La ambic ió11 de la teoría. Barcelona. Paidós Ibérica. 1990. p . 18 . Con una introducción de Ignacio lzuzquiza. 7 lbidem, pp. 42 y 4.3 Ignacio lzuzquiza, op cit. pp. 18 y 19 59 Niklas Luhmann, Sistemas sociales .. , cap. 4. p. 151 ' sx 108 ti;: 1111e111u 1nc 1uí l'w t'/rl. l'unn111. L11hmu1111 Como es de esperar, para alguien que pretende eliminar en la construcción de 1:1 teoría social todo residuo psicologista.''º la respuesta del sociólogo alemán será negativa. Y su propuesta dará un rodeo por la noción de sistema antes presentada. "En el nivel de la teoría general de sistemas-seiiala Luhmann- se habla de una constitución murua!isra o dia!úgica. Con esto se quiere decir que la autorreferencia en el nivel de los procesos básicos sólo es posible cuando existen por lo menos dos procesadores de información que se pueden referir uno al otro y. por 111edio de uno y otro, a ellos mismos'·. Y concluye a renglón seguido, "el proceso básico de los sistemas sociales que produce los ele111entos de los que consisten estos siste111as, no puede ser bajo estas circunstancias más que la co111unicación Así pues, e\'.clui111os ... toda determinación psicológica de Ja unidad de Jos elementos de los sistemas sociales ... El proceso elemental que constituye lo social como realidad especial es un proceso de co111unicación''.'>1 5. Notas finales: de Parsons a Luhmann Como ha seiialado .liirgen Habermas. ''en la dinámica de desarrollo de Ja obra de Parsons la competencia de paradigmas entre la teoría de la acción y la teoría de sistemas llegó a cobrar. .. una impo11ancia decisiva ... Para Parsons la cone.\'.ión de la teoría de la acción con la estrategia conceptual inherente al modelo de los sistemas que mantienen sus límites se presenta como el proble111a más importante en la construcción de su teoría. Parsons ya había desarrollado un siste111a categorial para la descripción del ámbito objetual que representa Ja acción social ordenada. antes de recurrir a fines de los ai'ios cuarentas al modelo cibernético para la reformulación del funcionalismo sociológico. A diferencia de muchos teóricos de sistemas de la nueva generación, Parsons no podía caer en la tentación de limitarse a una aplicación del modelo sistémico al á111bito objetual acción o saciedad, olvidándose de la constitución interna de ese ámbito objetuaL Lo instructivo es precisamente la tensión que hasta el final subsiste entre esos dos paradigmas, una tensión que los discípulos ortodoxos se limitan a negar ""Si así no lo hiciera estaría superponiendo l'.n un mismo 11n·e/ analítico el sistema psíquico con el social, y con ello horraría las diferencias específicas entre ambos c.i Niklas Luhmann, Sistemas wcia/es .. p. 152. í11ron1o(·amo11 109 (Richard Münch. por ejemplo), mientras que los 111enos ortodoxos tratan de disiparla en direcciones opuestas: en la de un funcionalismo sistémico autono111 izado ( Luhmann) o en la de un retroceso hacia posiciones del neokantismo (.leffrey Alexander)".'' 2 Ahora bien. esta rensirín, que Haber111as coloca en el centro de su reflexión crítica a la hora de evaluar el desarrollo teórico de Parsons, es juzgada con tonos muy negativos por otros autores. Así. por ejemplo. Ken Menzies seí'íala que "en el centro del mundo (de Parsons) nos toparnos con una confüsión fundamental. Su voluntarismo es demasiado ecléctico para reconciliar positivismo e idealismo. A Jo largo de toda su obra operan dos programas diferentes: un programa acción social en la tradición idealista y otro 1istema social en la tradición positivista. El programa acción social se centra en el significado que una acción tiene para un actor. mientras que el programa sistema social se centra en las consecuencias que una actividad tiene para un sistema de actividad. Parsons no tiene un sistema de acción como él pretende, sino solamente un sistema comportamental y una teoría de la acción, separada del primero·'." 1 En términos cercanamente críticos se expresa el propio Luhmann cuando seí'ía Ja que ''si se eligen como cuadro de confrontación las 1íneas de de sarro! lo de la teoría de la sociedad y las de la teoría sistémica, se puede mostrar que Parsons asume una posición intennedia entre ambos puntos de vista. posición que resulta precaria y (que) ... no da lugar a ningún vínculo satisfactorio entre la teoría de la sociedad y la teoría sisté111ica". Tal posición puede ser caracterizada. siguiendo puntual111ente a Luhmann, del siguiente modo: 1) Parso11s ha superado ciertamente el punto beliaviorísticu, y remitiéndose a Weber ha definido a la acción por medio del sentido mentado. Pero el concepto de sentido no es investigado más a fondo. El sentido se ve así 12 ' .lürgen Habermas. op c1/. to1110 1l. pp. 28.3 y 284 r,) Citado en Habcr111as, ib1de111. pp. 284 y 285 . 110 /:"n 1or110 al conc d<! s1_1/ema .1ociol !'are to, Parrn11s, L11h11101111 como una característica de las acciones, y 110 como la selección de un universo de otras posibilidades.¡, 4 2) Parsons, a decir verdad. 110 plantea el problema del orden como lo hacía Hobbes, en referencia a medios políticos, sino que lo hace ya del todo. a partir de la contingencia del mundo mentado y subjetivo. El orden no se iguala. por lo tanto, a la dominación, sino que es determinad o corno una estructura normativa que supera esa contingencia y garantiza la complementariedad de lo esperado. Pero puesto que el concepto no se funcional iza, se llega solamente a afirmaciones como la siguiente: si es que un orden debe existir, se deben dar estructuras, normas, valores aceptados, instituciones, etc. Estas afirmaciones persisten vacías si se las subdivide mediante una teoría analítico-clasificatoria de los sistemas de acción, que ha sido construida al mismo tiempo. 3) Cierto es que Parsons puede aplicar, con tal punto de partida, la técnica de 1 análisis funcional en el interior de estructura sistémicas dadas. Pero no puede, después de todo, cuestionar acerca de la función del sistema, de la estructura. Parsons tiene claras las limitaciones de un análisis estructural funcionalista de este género. Sin embargo, no prtetende superar tales limitaciones a través de una radicalización del planteamiento funcional de preguntas, sino en la dirección de un modelo colosal (gran teoría) de variación interdependiente y de gran complejidad. 65 ·flJ/OliÍO(WllOll idea de interpretar en términos empíricos. desde la perspectiva conceptual (obten ida autónomamente) de la teoría de la acción, e 1 modelo de los sistemas abiertos, de los sistemas que mantienen sus 1ím ites, desarro ! lado en la teoría general de los sistemas y expuesto en el lenguaje de la teoría de la información, de modo parecido a como ello había sucedido ya en biología, disciplina en la que Parsons se había educado como científico. A diferencia de Luhrnann -acota críticamente Habermas- Parsons nunca le pasó por la cabeza la idea de deducir a pai1ir de las propias categorías de la teoría de sistemas (como son, por ejemplo. decisión, información, selección, complejidad, etc.) las categorías sociológicas que habían de servir a la interpretación empírica de los sistemas en el nivel evolutivo que representan las sociedades humanas. y con ello a la constitución del ámbito objetual".t'6 De acuerdo con esto, podríamos decir esquemáticamente que Luhmam1 .reelabora y radicaliza el.flanco "sistémico" de la concepción parsoniana; esto es claro, por ejemplo, en la concepción de los medios de comunicación simbólicamente generalizados (dinero, verdad, poder, etc.) que se halla ya configurada en el ú!timo Parsons. Pero a su vez, Luhmann reelabora críticamente. en 1111 caso, y deshecha abiertamente, en otros. el flanco "acciona/is ta" de la rnciología parsonicma, en especial, al cuestionar una noción estratégica de este paradigma, que, por otro lado, aparece actualmente enjuiciado desde otras perspectivas teóricas y filosóficas: la noción de un sujeto-antropológicamente concebido- que enlaza un sentido a su acción. Según puede apreciarse, Luhmann ensaya algo así como una radico/i:::ación crítica, en términos sistémicos, de los planteas originales parsonianos que intentaron articular, quizá infructuosamente, el programa accionalista inicial con los desarrollos posteriores en términos del enfoque de los sistemas. Por eso Habermas puede afirmar: "Parsons se atuvo siempre a la ,,, Tal vez en este punto convenga recordar que para Luhmann, "el sentido es la relación selectiva (estrategia) entre el sistema y el mundo que hace posible contemporáneamente la reducción y el mantenimiento de la complejidad'" Cfr. Danilo Zolo. ''El caso Luhmann", en Marco Cupolo (comp.). Sis lema polí11co.Uérmi11os conu:ptua/es. Temos del debate italiano, México. UJ\fvlJ\, 1986. p. 24 L 15 ' Todas las referencias pertenecen a Niklas Luhmann, La /enría. , pp. l 07 y l 08. 111 '''' .lürgcn Habermas, op cit., p. 284. 170 l'olít1ca \' derrcho en la ohra di!,\ 1Uo.s L11hma1111 ··complejidad y significado" . Breviario Político. México, 1991. CIDE, núm. 7-8. pp. 4-6. De la política según Luhn1ann* b) Fuentes secundarias Nora Rabotnikof 1 Alarcón Olguín, Víctor, ·'Niklas Luhmann: ¿Último llamado para la teoría social?". Brei·iario Político. México, 1991, CIDE. núm.7-8. pp.7-1 O. Arnold. Marce lo, Teoría de sistemas. Nuevos paradigmas: Enfoque de .Viklas L11hi11cm11. Santiago de Chile, 1988, FLACSO (Col. Contribuciones, núm.56), p. 55. Maturana, Hum be1io, Emociones: lenguaje en educación y poiítica. Santiago de Chile, 1990, Coed. Hachette/CED, p. 98. Navas, Alejandro, ( 1989): La teoría sociológica de Nikias Luhmmm. Pamplona, 1989, Ediciones de la Universidad de Navarra, p. 527. Poggi, Gianfranco, Niklas Luhmann 011 !he Weffare Sta/e cmd Irs Law Florencia, 1985, European University Institute/Law Department (Working Paper núm.157), p. 27. Rottleuthner, Hubert, "A Purified Sociology of Law: Niklas Luhmann on the Autonomy ofthe Legal System". Lcnv& Society Review. Denver, 1989, V23, núm.5, pp.779- 797. Entre las muchas cosas que Marx reprochaba a Hegel estaba aquel lo de "que el Estado servía para probar la lógica, y no la lógica para probar el Estado". Independientemente de que la acusación remitiera a un riesgo inevitable de toda teoría con pretensiones uni\·ersales, que además se pretenda reflexiva, leyendo a Luhmann resulta inevitable recordar el riesgo y la adve1iencia. Sobre todo, cuando después de una desesperante búsqueda de inteligibilidad, se tiene la impresión de que el amor y la política, la religión y el mercado, terminan siendo encarnaciones de una lógica de los sistemas, cuyos momentos (la reducción de la complejidad, la constitución paradójica y la desparadojización, la superación de la doble contingencia y el funcionamiento autorreferencial) dan cuenta, entre otras cosas, de eso que vulgarmente llamamos historia y sociedad. Por eso, como con Hegel, uno puede empezar con la lógica, para tratar de entender aquello de la dialéctica y luego, si no muere en el intento, ir a la filosofía del derecho para entender la sociedad civil y el Estado como encarnaciones del despliegue del concepto. O puede empezar al revés, con las aventuras de la conciencia en la fenomenología o con la historia política en la filosofía del derecho y tratar de pensar luego el despliegue del concepto en la historia. Así, en el caso de Luhmann, se puede empezar prolijamente con los 1 Instituto de Investigaciones Filosóficas. L:\A,\1. * Una versión prelin:;inar de este trabajo fue publicada en la Revista de Estudios Sociales, de la Universidad Autónoma de Quilmes, Argentina . 171 173 172 De la Luhmann sistemas sociales o aún más abstractamente con la teoría de los sistemas autopoiéticos y luego (con la misma previsión que en el caso anterior, si se sobrevive al intento) tratar de volver inteligibles aquellos sistemas diferenciados que manifiestan características universales, o bien partir de los trabajos monográficos para ve: en la historia de estos sistemas y de los códigos el despliegue de proposiciones teóricas más generales. Probablemente esto no constituya una verdadera disyunción, y lo más sensato sea ir de un nivel a otro para buscar una mutua inteligibilidad. Y es probable también que el resultado sea más o menos afortunado según el problema: si la teoría política en el Estado de bienestar puede resultar más provocativa que el amor como pasión, quizá se deba a que, aunque amor y política compartan esa improbable probabilidad de todas las cosas, 2 estamos más entrenados para entender la política como sistema. O tal vez se deba a la resistencia del amor a ser penetrado por el concepto. 3 O quizá, desde el punto de vista teórico a que la ' FI tema de la improbable probabilidad de todas las cosas es menos tri\ ial de lo que parece. La propuesta de Luhmann de presentar los problemas de tal manera que los contenidos normaks del mundo d..: la' ida, las certezas básicas aparezcan como soluciones, problemas ya resuellos aunque existan otras al!ernalivas de solución (Luhmann. 1991, p. 129), no sólo abre la puerta a la cuestión de las equivalenoasfzmuonales sino que inevitablemente vuelve a suscitar admiración en !orno a los procesos de aprendizaje y los logros evolutivos. Finalmente encontrar un código que duplique las infonnaciones segun lo que signifiquen para "el mundo anónimo y general" y lo que signifiquen ··para nosotros y nuestro mundo" (1986b) resulla tan improbable como forjar un código que trasmita decisiones vinculantes. En todo caso, tanto el poder como el amor ponen enjuego no sólo la autorreferencialidad sino antes que nada algo intuitivamente más cercano a la idea de contingencia. Las diferencias entre el amor y el poder no dejan de ser significativas. Sin embargo no tanto como para sustancializar la diferencia entre medios de control y forn1as de interacción propias del mundo de la vida. Pese a toda su abstracción y complejidad, el análisis luhmanniano del amor permite contestar de manera difcrente(a la de Habermas, por ej.) a la pregunta acercad e cómo es la vida en el "mundo de la vida". No está tan claro que ésta "se haya visto empujada a los nichos de una estructura social autonomizada en términos sistémicos". ni por supuesto que ello constitu) a la "trivialización del espanto"' (Habemms. p. 443). 3 .. . otros medios apoyan su ambición en el hecho de no ser tecnizables y sin entender esto como un déficit sino como una particular peculiaridad suya. (... )una consecuencia que se deriva es que los medios amor y arte. formados de manera antiestructural deben renunciar a alguna~ características de los otros medios. antes que nada a la seguridad de poder formar un sistema." Luhmann ( 1993b. p.167). En el caso del amor, la semántica o la constitución del código antecede, en una especie de educación sentimental anticipada a la constitución del ámbito propio de la intimidad. En el caso de las autodescripcioncs de los sistemas sociales diferenciados, "las transformaciones semánticas siguen a una considerable distancia a las transformaciones estructurales" ( ibid, p. 444 ). comparación entre el poder y el amor corno medios de comunicación saca a la luz la no aún clara aiiiculación entre una teoría de sistemas y una teoría de los medios 4 y nos hace reflexionar acerca de las relaciones entre cambios estructurales y cambios semánticos. En ese sentido, quisiera en este trabajo reconstruir suscintamente el análisis de la política como subsistema en el contexto de la teoría de la diferenciación social, tratando de fijar Ja atención en las autote111a1izació11es que en cada etapa evolutiva produjo la sociedad. En segundo lugar me ce1'.traré en las características del sistema político, y por último retorno su reflexiones sobre el Estado de bienestar. En general suele sostenerse que Luhmann, aunque por vías mucho más sofisticadas, llega a los mismos diagnósticos convencionales en torno a la sobrecar?,a del Estado. Sin embargo, trataré de mostrar que, por un lado, el propio arse~ial teórico y por otro las esperanzas puestas en la teoría lo lleva a conclusiones, en algunos aspectos sustantivos diferentes de los diaanósticos conservadores tradicionales. o l. La polis, el Estado y el subsistema político No sería arriesgado afirmar que en algún lugar de la compleja construcción luhmanniana subsiste la pregunta de Weber por los procesos que llevaron a la configuración específica de la modernidad europea. En el plano teórico ~nás general el concepto de diferenciación seííala una conquista evolutiva irre:ers1?le, mientras que en plano histórico la diferenciación funcional parece s111tet1zar una serie de procesos que confluyeron en la conformación de la moderna sociedad compleja: 1) La privatización de la religión, 2) el surgimiento de los estados nacionales, territorialmente organizados, con la conformación de una administración burocrática central izada y el abierto reconocimiento de la razón de Estado corno máxima política, 3) la separación de la propiedad de las responsabilidades eclesiásticas, militares, y políticas y la emergencia d~l capitalismo racional basado en la aceptación social de la búsqueda de ganancia distinción entre la teoría de los sistemas sociales y la teoría de los medios simbóli_ca~1 e~_1e generalizados de comunicación, dos áreas que deberían estarjuntas, va en contra de la d1stmcion entre perspectiva histórica y perspectiva sistemática" ( 1986b, p.1 O). 4 "La 174 175 L11!1111a1111 individual, 4) la aprobación social de la curimidad como motivo legítimo para la búsqueda de conocimiento, y la especialización de la ciencia sobre la base de técnicas hipotético-cuantitativas y experimentales rigurosas, 5) la liberación del a11e de sus funciones cívicas y religiosas. 6) la imposición de limitaciones constitucionales al ejercicio del poder político y. más adelante, la inclusión de toda la población adulta en los procedimientos electorales. 7) el desplazamiento de las bases del matrimonio de consideraciones económicas, religiosas e institucionales al amor romántico y la elección personal. y el tránsito y delimitación de la unidad básica de parentesco a la familia nuclear pequeña, 8) el nacimiento de la educación pública obligatoria, 9) la positivización del derecho y el traslado de la base de la legalidad desde el derecho natural a los procedimientos formales que permiten transformar los códigos legales de manera procedimentalmente correcta" 5 De manera acorde con el proceso ele diferenciación. la perspectiva sistérn ica permite, según nuestro autor. efectuar dos clesplazam ientos respecto ele la tradición viejo-europea de pensamiento social y político (de autotematización de la sociedad): a) desplazar la perspecti\'a tradicional del individuo, conceptual izado corno parte viviente del organismo social y redefinir el enfoque ele la subjetividad como sede de una racionalidad individual. como depositaria de los valores morales o como agente de un esquema medios-fines o ele una orientación intencional. etc. A cambio de ello, la racionalidad se ubicará a nivel del funcionamiento del sistema y los subsistemas a pa11ir ele las relaciones con un entorno complejo" El vocabulario del tocio y las partes obligaba a concebir a la sociedad como suma y a la vez corno totalidad. que es algo más que la suma. Así. desde una sociedad pensada en ténn in os organicistas o individualistas, la reflexión política estuvo obsesionada por una pregunta que la ha acompañado desde el inicio: la pregunta acerca de '·quien representa al todo del toclo".c' Una teoría de la diferenciación llevada a sus últimas ; Para algunos intérpretes. estos procesos históricos. con los recaudos necesarios, podrían ser resumidos pclr el concepto de diferenciación funcional Holmes y Larmorc. en N iklas Luhmann ( 1982. p . 364 ). Para el análisis de la semántica de estas iransfonnacioncs ver Luhmann ( 1993 b. pp" 380 y ss). "Niklas Luhmann ( l 993b, p 29.) La formulación en tcrrninos del todo que es más que la suma de las partes es la paradoja oculta que será luego remplazada por olra metáfora paradójica: la de la mano invisible ( l 993b. p. 389). consecuencias, parece abrir la posibilidad de, al menos. desplazar esta pregunta, y de replantear el problema de la representación, b) el segundo desplazamiento en la perspectiva, es la que le permite superar el error de tematizar la sociedad como sociedad poi ítica (o como sociedad económica)" En e 1 esquema partetodo. el error de confundir la pai1e por el todo. Ello llevará a Luhmann a revisar por lo menos dos formas de autotematizacion de la sociedad: 7 aquella que se pensó a sí misma como polis y aquella que se autotematizó a través de la dicotomía sociedad civil y ntado. Para Luhmann la sociedad que se autotemati:::ó como sociedad política (iniciando así la tradición ele pensamiento político viejo-europeo) representó un estadio evolutivo en el que el ámbito político emergente encarnó la posibilidad de resolución de conflictos a través de decisiones vinculantes, reduciendo el poder de la religión y de las asociaciones de parentesco (Luhmann, 1982. 290). Lapo!itiké koinoia como autotematización de lapo/is griega, refleja la emergencia del primado funcional de la política. El confundir este primado con la caracterización de toda la sociedad. encierra conceptualmente varias paradojas. En primer lugar refiere al mismo tiempo al todo social y a una de sus partes, o a un todo que tiene partes fuera (el oikos) En segundo lugar, esta confusión ele la parte con el todo permitió pensar a la sociedad como un cuerpo integrado capaz de acción como una organización política. Sin embargo, esta primera diferenciación del ámbito político fue fundamentalmente un aprendizaje de la contingencia: "No es necesario cuestionarnos aquí acerca de la adecuación descriptiva o acerca del realismo de esta fórmula (la de una ciudad que se vuelve capaz de tomar decisiones, con ayuda de cargos públicos especializados y a través de la acción libre de sus ciudadanos quienes, a su vez. formulan sus elecciones con arreglo a lo bueno y lo justo) ni acerca de sus víctimas ocultas. Su éxito no radica en su cercanía a la realidad sino en su cercanía al problema de la contingencia. Iluminó el aspecto de la sociedad que ya se había vuelto c~plícitamcntc continge.ntc: la política." (L.uhmann, 1982, p" 336)" La (aún precaria) diferenciación del sistema político parece así poner sobre el tapete al 111 ismo tiempo la contingencia de la 7 Autotematización aparece aquí corno un antecedente más vago de la idea de autodcscripció1.1. pero también hace refrrcncia a cómo el sistema refleja su propia unidad como p:mio d~ rdcrenc1a para las observaciones, como punto de vista de orden para una actividad de rdercnc1a conl111tHL , ~- 176 Dula Luh111a1111 177 acc1on, la diferenciación del poder como medio de comunicac1on simbólicamente generalizado, 8 y la necesidad de legitimación en términos de moralidad y derecho. La política como ámbito de la contingencia y del saber de la contingencia encontró en la moralidad algo así como su contención necesaria: ·'uno u unos pocos deben actuar por todos. y deben estar obligados y limitados (¿De qué otra manera?) por el derecho y la moralidad", (ibid. p. 335). sociedad civil, que organiza la observación y autoobservación social pero que resulta incapaz de dar cuenta de la unidad de la diferencia. 10 La emergencia de la sociedad burguesa fue en realidad la emergencia de un nuevo tipo de sistema que remplazó el primado funcional de la política por el primado de la economía. 9 Ello no significó, obviamente, que el sistema político limitara su tamaño o complejidad. Por el contrario sus funciones aumentaron en el marco del Estado organizado. Pero en términos de la autotematizació11 de la sociedad, ésta ya no podía ser pensada como un cuerpo capaz de actuar de igual modo que un individuo. Nadie podía representar a la economía en su conjunto. Por eso, la autotematización en términos de sociedad eco11ómica se acercó más a la idea de sistema social que a la de comu11idad. Sin embargo, también aquí, se incurrió en el error (en el caso de Marx y de la economía burguesa) de tomar la parte por el todo, de identificar un subsistema con sistema globaL Si la sociedad se identificó con la economía, la política se pensó bajo la fórmula del Estado. Surge así la distinción Estado- parece ser el primero en orden de aparición . World -Time and System Histnt)', en Luhmann. 1982, p. 295. ··cuando la sociedad se organizó políticamente. se pensó que la contingencia radicaba primariamente en la acción humana .. La emergencia de roles o sistemas de roles para la acción política hizo posible la experiencia (y, eventualmente la anticipación de la experiencia) de que la acción política se planea y se lleva a cabo en presencia de otras opciones posibles·· ihid, p. 334. . ''Sobre la idea del primado luncional de un subsistema, Luhmann aclara: '·primado no signiliLa ni una indispensabilidad funcional (que podría ser co1Tectamente reclamada por diversos sectores de la sociedad) ni tampoco algún tipo de autoridad o dominación ... Primado, en cambio signfica que el mantenimiento de la diferenciación social entre política y economía depende de cómo se responda a la cuestión: hasta qué punto es políticamente posible que la política se mantenga distante de las fluctuaciones de la economía" /bid, nota p. 409. El primado funcional implica sólo que uno de los sistemas tiene mayor complejidad interna y que el estadio evolutivo de la sociedad se caracteriza por problemas y tareas que se originan primariamente en dicho subsistema. x Que Esta formulación también parece haber correspondido a una etapa evolutiva superada. Estado es para Luhmann un término vago que designa gobierno. burocracia, autoridad, poder, sistema político. etc. Más adelante el término Estado será entendido como síntesis de la autobservación del sistema político. 11 En última instancia, en un esfuerzo por coordinar el vocabulario del Estado con el vocabulario del sistema político, la historia de Ja fórmula estatal aparecerá como prueba verificatoria de Ja relación entre diferenciación creciente, complejidad creciente de los sistemas diferenciados y autosimplijicaciones que hacen posible utilizar al sistema como premisa de las propias operaciones. 12 Pero, en un sentido más fuerte la sociedad civil que se define por contraste con el Estado no parece tomar en cuenta que los subsistemas no se unifican en una única orga11i::ació11, o colectividad, o comunidad.Tornados como constitutivos del entorno del sistema político (desde el punto de vista de éste) no pueden ser concebidos bajo una única lógica de funcionamiento (socia!). La conceptualización y discusión en términos de separación entre Estado y sociedad, en la perspectiva del autor, no pudo dar cuenta de los fenómenos de creciente diferenciación y simultánea interdependencia(Luhmann, 1990a). Con todo, a partir del primado funcional del subsistema económico, ya no se requiere una moralidad generalizada para la integración societal: "la continuidad de la moralidad en el tiempo, sostenida por toda la sociedad, puede ser remplazada por la constancia en el tiempo de oportunidades puramente económicas" (Luhmann, 1982). De manera más impo1iante. en el plano del aprendizaje social, tiene lugar un pasaje a actitudes de tipo cognitivo, es decir 1 " ··La solución propuesta por Hegel. un doble concepto de Estado.sarna Ja luz la estructura del problema., sin embargo, resulta desafortu1rnda en términos lógicos y sólo gracias a malcntrndidos y aplicaciones unilaterales pudo constituir una tradición'· . Niki as Luhmann ( 1991. p 407). 11 Ell t.:! subsist<.:111a político, la unidad Lid si:>tema debe int1oduci1se adicionalmenl<: mcdiantt: una autodescripción, con el fin de que tenga un punto de referencia para el procesamiento autorrefcrcncial de informaciones. Esa función la cumple el concepto de Estado Ver Luhmann ( 1991. p. 458). "El Estado no es entonces. un subsistema del sistema político, no es la burocracia No es la ficción legal de una persona colectiva a la que Si'! le atribuyen decisiones. Es el sistema político reintroducido en el sistema político como punto de referencia para la acción política" Luhmann ( 1990b, 166 ). 12 ··state ofthe Political Systern" en Niklas Luhmann ( 1990b, 166). 178 aproximaciones capaces de aprender y adaptarse al cambio. 11 También en el aspecto de la comunicación. se produce un incremento de selectividad y de la aceleración temporal:'· .Ja comunicación económica se \uelve indiferente a las circunstancias, a los detalles biográficos, a las relaciones personales. La gente no necesita conocerse ni captarse mutuamente desde el punto de vista moral para llegar a un entendimiento"'. 11 La progresiva autonomía de los sistemas sociales es un paso evolutivo posterior que refiere a la autodeterminación, es decir a la babi lid ad para asentar criterios selectivos para las transacciones con el entorno y posibilidad de transformar eventualmente esos criterios (su capacidad para diferenciarse. para ganar tiempo, procesar información. para relacionarse con el entorno y los otros subsistemas). La diferenciación funcional hace referencia así a la conformación y autonomización de subsistemas funcionales (político, económico, educativo, científico, legal, etc.) que desempefían funciones más específicas y a partir de los cuales "la complejidad se manifiesta como variedad y discontinuidad de los lenguajes, conocimientos, técnicas y valores practicados al interior de cada subsistema y sus ulteriores diferenciaciones". 15 Cada subsistema instaura una diferenciación propia con su entorno y términos generales, a través de la configuración de versiones internas diferentes del iJ Como se sabe) se ha criticado. Luhmann distingue entre aproximaciones a Ja realidad social de tipo cognitivo u nn11nativo. mientras que una nproximación cognitiva modifica las c\pcctati\ as de cara a la experiencia, la aproximación normati\ a se nicga a aprcnder y manticnc su adhcsión a la y;>Jidez contmfáctica de las cxpcl"tativas frustradas 1 ' Luhmann.1986. 203 El logro de este ni\l~I de abstracción y generalización en Jos procesos de comunicación no es una consecuencia automática del mcrcnclo.Como apunta el autor en una nota ''En particular. la comparación con Jos países en vías de dcsarollo puede demostrar que nuestro modo de comunicación habitual dentro de las transacciones económicas es un logro cultu1al con muchos supuestos y no se iekntiiica. sin más. con la formación de mercados" p. 388. Sobre la aceleración temporal ver R Kosselkck ( 1985) 15 La noción de complejidad. cobra desde Jos significados más específicos hasta Jos más banales En el ümbito de las ciencias sociales ha llegado a alirmarse que se: t1ala de: una cspc:Lic de eslogan que simplemente ··expresa él desagrado psicológico de quien recién descubre que el mundo en el que vi\'imos ya no es el de nuestros padres"( Danilo Zolo, 1992). En un sentido algo más preciso por complejidad se Jrnce referencia: a) al número y variedad de ekmentos de un sistema: 2) a la extensión e incidencia de las relaciones de interdependencia entre los elementos Y 3) a la variabilidad en el tiempo de las relaciones En relación al entorno éste resulta más o menos complejo cuanto más amplio el abanico de elecciones posibles y el número de variables a tener en cuenta para que el sistema resuelva problemas de adaptación. conocimiento y proyección Nota 179 sistema, los hechos. acontecimientos y problemas obtienen una multiplicidad de significados dentro de diferentes perspectivas. Los códigos funcionales (del dinero, del amor, del poder) no sólo reducen la superabundancia de posibilidades, al mismo tiempo fortalecen el acceso pre-pautado (pre-pattern) a otras posibilidades. 16 Así, cada subsistema posee códigos para esquematizar la contingencia, volviendo accesibles las alternativas de manera estructurada: "Reviviendo el uso medieval de la palabra, construyo el concepto de contingencia precisamente como la reducción de esa desorganizada arbitrariedad: como un acceso pre-pautado (pre-pattern) o estructurado a otras posibilidades. El orden , como resultado, no debe ser visto como negación o supresión de Ja contingencia, sino como reconstrucción y elaboración sistemática de la contingencia" (Luhmann, 1986, 431 ). El mayor reconocimiento de la contingencia lleva a que el orden sea. de algún modo, una "continua institucionalización de la precariedad." 17 La idea de subsistemas autónomos aunque interdependientes no pone en juego la integración social. Es más, la diferenciación aparece antes como una defensa frente a Ja amenaza de desintegración, ya que permite localizar o parcelizar Jos conflictos o los problemas sin que se irradien o se trasladen a otros suhsectores (los subsistemas combinan una intensa .1e11sibilidad hacia 11 ' Por código Luhmann se entiende una generalización simbólica que regula la trasmisión de prestaciones sclecti\ as y que estructuran los medios de com1111icació11 como el dinero. el poder. el amor, Ja verdad. La generalización simbólica codificada motiva la aceptación de las prescripciones sclccti\ as ajenas y la predispone en t<!rminos de normalidad previsible. Se definen también como "recursos semánticos que permiten que comunicaciones esencialmente improbables resulten sin embargo exitosas'' ( l 986b p.18). La estuctura típica de Jos códigos de generalización simbólica es Ja csquematización binaria: vcrdadero/falso. justo/injusto, legal/ilegal, tener/no tener Ver Danilo lolo ( 1986, 227) y Niklas Luhmann ( 1989a. 36 y ss) 17 Este reconocimiento de Ja continge:ncia es uno de ios aspectos 4ue más at1aclivos de la relkxit'in Luhmanniana. Sin embargo. cuando esta conciencia de la contingencia es imputada al funcionamiento de Jos subsistemas. el mismo Luhmann se ve a ,·eces obligado a reconocer la persistencia de creencias. mecanismos o prácticas que tienen más que ver con una persistencia de lo arcaico que con la capacidad de aprendizaje. El problema es aún más claro en el caso del sistema político donde comparecen de pronto modos drásticos de reducción de la complejidad que poco tienen que ver con la diferenciación y los aprendiz~jes sistémicos (formas cmismáticas, clientclistas, alto grado de pe:rsonalismo, etc . ), ver Niklas Luhmann ( l 986a). --· 180 L!c la L11hma1111 cuestiones específicas e ind!ferencia hacia todo lo demás). La integración. en sociedades altamente diferenciadas, no descansa en una vida en co~nún. ni en un núcleo normativo duro sino que consiste, de manera muy poco volkisch en evitar situaciones '·en las que las operaciones de un subsistema produce problemas irresolubles en otros subsistemas". Más que una conciencia colectiva, un núcleo normativo duro o una idea del bien común, la sociedad entendida como red comunicativa define condiciones más laxas y vagas para la compatibilidad social. En un nivel mayor de abstracción, una serie de dicotomías o de disyunciones (correcto-incorrecto. legal-ilegal,justo-injusto) tipifican una serie de acciones. 18 El núcleo normativo duro deja lugar así a esquemas de orientación compatibles con la contingencia ~ y mutabilidad del orden social. 19 Así, la diferenciación liquidó la adecuación descriptiva de la idea de sociedad como res pública, el argumento parspro loto según el cual la política 18 Así. para Luhmann una teoría de la subjeti\ idad debería tomar en cuenta la dependencia del m;eto respecto de un conjunto de estrategias para simplificar y esquematizar el abanico de posibilidades accesibles 11 ' Ello no implica que la dimensión normativa no tenga relevancia en la construcción !uhmanniana Como se ha seiialado. el derecho ocupa un lugar particular dentro de la construcción de este autor.. Por un !ad~ • como los .otros subsistemas, es autónomo y está regido por un código especifico construido sobre la diferencia entre lo legal y lo ilegal. Pero por otro "el derecho debe organizar tanto los procedimientos internos que permiten la autorrerw lación de Jos subsistema:;. como los procedimientos destinados a armonizar las relaciones entr; Jos d ifcrcntcs subsistemas.. (G. !.eubn~r c.i:ado en J. Lt:1:oble. 1992), o dicho al revés, los derechos funcionan para estabilizar la d1fcrenc1ac1011 entre subsistemas pero a su vez dependen de la diferenciación de un sistema de procedimientos en el que puedan ser autónomamente aplicados e interpretados. Las normas legale.s son entonces. esa porción de la realidad normativa que juega un papel esencial en el mane_10 Y la '.:stabilización de los conflictos normativos. un conjunto de expectativas complementanas y de mecanismos capaces de manejar la decepción que penniten la conviwncia a pe~ar del ,c;<mflicto, y que son institucionalizadas a través de sanciones. El proceso ,Jt: pos1t1v1zac1on del derecho es puesto en directa relación con Ja creciente diferenciación: a) La positivización supone mayor revisabilidad de la ley y mayor adaptación a los cambios del entorno En tanto la validez de la ley depende de decisiones procedímentalmente correctas ven tanto el sist~r:1ª legal guía sus operaciones por procedimientos formales para la toma y c~mbio de las dec1s1?nes legales, se asocia así a la creciente tolerancia hacia la contingencia que caracteriza a la sociedad m~derna. b) La autonomía del sistema legal supone también la independencia de sus fuentes de validez de otros subsistemas. La validez del derecho positivo deriva de decisiones legales, lo cual significa la puesta en marcha de un proceso de selección y validación según \om 181 se identificaba con Ja sociedad como un todo, EL hombre ya no puede ser caracterizado exclusivamente como animal político porque ya nadie tiene la totalidad de sus roles ubicado en la esfera política, 20 ni tampoco el rol de ciudadano es la síntesis de la identidad pública de los hombres. En sociedades altamente diferenciadas ningún individuo puede ser totalmente localizado en un subsistema tomado aisladamente: "Existe una sola institución total: el asilo psiquiátrico." De igual modo la idea de caracterizar hegelianamente al Estado como autoorganización de la sociedad implica también pensar a la sociedad como una totalidad capaz de acción y de autoconciencia, y la intención de hallar la anatomía de la sociedad en la economía, remite a la idea de un centro o matriz que funcionaría como soporte del orden. Precisamente la búsqueda de centro o de última instancia se trasladará por último (de manera crítica) incluso a la política entendida como subsistema funcionalmente diferenciado en la sociedad moderna y a ello se dirigirá la reflexión luhrnanniana sobre los límites de la política. 2. El sistema político Dentro de esta perspectiva general, es obvio que el tratamiento de Luhmann de la política no se encuadrará dentro de las preguntas tradicionales de Ja criterios propios del subsistema. Los procedimientos son entonces tanto los mecanismos retlexivos del sistema legal como una suerte de medio. a través del cual se procesa la diferenciación del sistema legal respecto de la religión, Ja moralidad. o la verdad científica. y que de ese modo, sciiala .. la clausura normativa, la apertura cognitiva y la autorrcfcrencialidad "del sistema legal. e) Incluso los derechos fundamentales son interpretados. en una perspectiva histórico-sociológica co1110 contribuciones a la resolución de problemas. en este caso, al mantenimiento y protección de la diferenciación social frente a la amenaza de la expansión un sistema político ya diferenciado. Las libertades fundamentales expresan y garantizan la diferenciación individual frente al grupo y a la c111dad (la libertad de la política) a<>í como la protección de una esfera íntima separada de la acción pública (libertad de conciencia). Los lla111ados derechos económicos (de contrato, de propiedad. etc) p1otcgcn lri diferenciación del subsistema económico. Los derechos políticos a su vez son vistos como garantías de la autonomía del sistema político. La igualdad jurídica y política también es interpretada en función de la garantía de la irreductibilidad de una pluralidad de esferas. En suma. el valor v la racionalidad de los derechos constitucionalmente establecidos radica en su contribución a la,resolución de un problema: el de mantener un orden comunicativo plural y diferenciado frente a las tendencias monopolizadoras de Ja economía y la política 2" De ahí el escepticismo del autor frente a los intentos de restauración de la lilosofía práctica a la Arendt o a la Strauss Luh111a1111 183 filosofía práctica ni tampoco tendrá al Estado como categoría analítica privilegiada, sino que se organizará en torno a la diferenciación, autonomía, especificación funcional, complejidad y diferenciación interna del sistema político. Se verifica así, desde la teoría, el ya anticipado tránsito de la sociedad políticamente constituida al sistema político como subsistema diferenciado. La autonomía del sistema político es la condición del desempeño de su función específica: la toma y transmisión de decisiones vinculantes, la producción de poder. El poder, entendido como un medio de comunicación social supone un código de símbolos generalizados que hace posible y disciplina la transmisión de prestaciones selectivas de un sujeto a otro. En este caso la prestación parece referir a laspremi.1os decisionales. es decir, a la posibilidad de establecer supuestos o situaciones cuya complejidad ya ha sido acotada. para otros. 182 ne la La diferenciación del sistema político tiene lugar, en primer término, a nivel de los roles. Con esto Luhmann parece referir, tanto descriptiva corno genéticamente, a la progresiva indiferencia del sistema político respecto del entramado de roles en la sociedad: "Sólo de este modo puede la sociedad ser objeto de la política y de la adrninistración". 21 La autonomía del sistema, refiere ya no exclusivamente a los roles sino a los criterios de decisión, a la capacidad de elegir entre diferentes criterios selectivos para regular las relaciones con el entorno y para su propia transformación. Esta autonomía depende de: a) que el sistema político tenga tiempo para desplegar sus propios mecanismos de procesamiento de información. Esto significa que no puede responder automáticamente a todos los impulsos o demandas del entorno. Pero al mismo tiempo, la complejidad del ambiente hace que el tiempo interno sea un recurso escaso, y que como tal deba ser usado racionalmente (Luhrnann, 1982, 143 ); b) de estabilizar la diferencia y los intercambios con el entorno, es decir de un nivel general de aceptación por parte del entorno social y del funcionamiento concreto en las transacciones cotidianas, y c) del tipo de diferenciación funcional presente en el entorno, es decir de la presencia o ausencia de otros sistemas funcionalmente diferenciados, de modo que el sistema político pueda brindar sus prestaciones selectivas y conectarse separadamente con cada uno de ellos. En ese sentido pude definírselo como '"la facultad de reducir la complejidad para otros"." 2 No se trata. estrictamente de una relación causal, que de acuerdo con la idea clásica supone que: "A tiene poder sobre Ben la media en que logre que B haga algo que de otro modo no haría" Y La posibilidad de aceptar o no la premisa decisional del otro. constituye, en el caso de Luhmann, la cuota de poder de B, en tanto el suponer la aceptación de dicha premisa constituye un objeto de expectativa de A. Es decir, el poder no puede ser ya concebido como causa específica de efectos específicos, ni como cantidad fija (invariancia en la suma de poder) sino como fenómeno relacional y rejlexirn. El lo supone que ambos partners de una relación están en condiciones de ejercer prestaciones selectivas y sobre todo la variabilidad de la magnitud de poder (y sus tendencias inflacionarias o deílacionarias). En ese sentido, enfocar el poder como medio de comunicación (como el dinero, el amor, la verdad) simbólicamente generalizado permite entenderlo en su función de volver probables transacciones altamente improbables (en el campo poi ítico) en cuya uti 1ización la violencia física o la coerción cumplen el rol de la alternativa que se evita (Luhmann, 1979,9). ~1 La caracterización de los roles progresivamente asumirá los rasgos dibujados por Weber para el tipo de dominacíón legal racional o para la rac1011ali:ac1ó11 de la dominación: gradual orientación hacia criterios univcrsalistas sin acepción de personas. reclutamiento basado en la habilidad y la eficiencia y no en criterios adscriptivos, carrera y especialización, cte. En realidad Luhmann acepta explícitamente (y cita) la formulación parsoniana según la cual "Cuando el aspecto político de la estructura social está suficientemente diferenciado de los demás, toda autoridad es legal-racional, en el sentido webería110 . "Parsons, citado en Luhmann (1982) Luhmann. ( 1979 pp. 9 y ss) Ver también sobre el punto Zolo ( 1991, 171) Como se sabe la formulación es de Dahl retomando la idea-definición \\ eberiana de poder como ''la probabilidad de que un actor dentro de una relación social imponga su voluntad contra toda resistencia·· Para un tratamiento de las diferentes ideas de poder. con especial recuperación de la idea parsoniana que aquí Luhmann continúa, ver Barnes ( 1988). 2' 23 184 De la L11h111a1111 La eficacia o el éxito del medio poder está dado por una obediencia e"1¡)(mtá11ea y la renuncia pacífica a alternativas que en caso contrario serían atractivas. 2 ~ En la perspectiva de Luhrnann. en los sistemas políticos evolucionados se puede observar: a) la diferenciación estructural tripartita de política, administración y público. y b) el código político se estructura a partir de la distinción gobierno-oposición. 25 Tanto la diferenciación tripa1iita como la reformulación del código surgen a pa1iir de la sustitución de una diferenciación (interna) de tipo jerárquico por una diferenciación funcional, es decir ambas transformaciones constituyen /ogros evolutivos del sistema político. En primer lugar, la diferenciación funcional interna indica que al interior del sistema político estos tres subsistemas en recíproca interdependencia, se tratan mutuamente como entornos, de modo de poder simplificar y filtrar los procesos de comunicación ( 1991a,47). Esta diferenciación interna al sistema político, favorece la consolidación de ciertos roles que conectan de manera favorable con el entorno (el votante. el cliente, el participante del público) autonomizándolos de otros roles sociales (el trabajador, el padre de familia, etcétera). La transición desde una diferenciación bidimensional (basada en la jerarquía) a una tridimensional (administración, política y público) tendrá al menos dos consecuencias importantes. En primer lugar. el sistema político se orienta de manera creciente hacia los entornos creados en su interior ( por ej: la ""El poder es siempn: parte de una relación social en la que la acción siempre habría podido ser di fcrente desde ambos lados de la relación". Niklas Luhmann ( 1991 a) ~; Nik las Luhmann ( 1991 a. 86 ). El problema no está del todo claro. En ocasiones Luhmann afirma qu,: el antiguo código gobernantes-gobernados es complementado por el de gobiérno y oposición Fn ciertos cnsos parecicrn que el código gobierno-oposición es definitorio de los sistemas democráticos y que en ese sentido todo intento de funcionar por encima es una involución hacia la dcs-diferenciación."'Quien no comprenda esto (en referencia a los Verdes) sólo puede causar problemas"' (ibid. 88). En otras ocasiones. pareciera que se refiere sólo al subsistema propiamente político del sistema político (partidos). En otras ocasiones la estructura binaria básica puede ser complementada con códigos secundarios. ideológicos. que introducen una duplicación y al mismo tiempo un pumo de vista para la selección de lo que se considera correcto: progresista-conservador. política cxpansiva~pol ítica restrictiva (ibid, 88. 1991 a. 174 ). _ .... \ol'a 185 administración por premisas aportadas por la política y por el público,). Es decir. en términos más abstractos, se profundiza el modo de operar al/forreferencial y se filtran de manera rigurosa las posibilidades de percibir los problemas relevantes para la sociedad como un todo. Esto ubicará al sistema político en una especie de tensión permanente entre un actuar demasiado selectivo (cerrado sobre sus necesidades funcionales propias) y una excesiva apertura (politización de todos los temas) que pondrá en peligro su propia eficacia como sistema. En segundo lugar, el poder político ya no puede ser pensado como un ílujo de arriba hacia abajo sino que se reconduce a una forma circular. Se crea así un sistema sin centro. autoorientado pero sin orientación central. 26 Por lo pronto, podemos advertir cómo. desde una perspectiva topológica Luhmann traslada dos estructuras clásicamente consideradas corno elementos públicos de mediación entre Estado y sociedad (parlamento y público) al interior del sistema político, y en el caso específico del poder legislativo, al interior del subsistema administrativo.27 El sistema político de esta manera se cierra aunque no puede ser comprendido como sistema cerrado, sino como sistema a11lorrefere11te,: 8 es decir como un sistema que produce y reproduce los elementos de los que está constituido, en este caso las decisiones políticas"') '1. /hid. De esta circulac1rí11 del poder en condiciones modernas, se podría distinguir un circuito formal por el cual el público a través de ias elecciones confirma el lugar de los partidos en el parlamento. el parlamento lija prioridades y límites a la administración. la cual a su Yez somete al público a traYés de decisiones vinculantes. Pero también un circuito informal que inicia su movimiento a partir de los proyectos y decretos de la administración publica. los partidos que a través de su influencia organizan la opinión del público. el que a su vez. a través de grupos de presión incide sobre la administración pública. Circuito formal y contracircularidad informal parecen equilibrarse en favor de esta ultima. En esto será inevitable resultado de la creciente complejidad dd sistema político y de la expansión del Wclfarc State. 27 El punto es específicamente sei'ialado por J\rato y Cohen, preocupados por la descomposición o desaparición, en la construcción teórica de Luhmann. de toda referencia a la sociedad uril lK Niklas Luhmann (1990b) y (1991. 435) n Un sistema autorreferencial: todo lo que puede hacer está determinado por lo que ocurre en su interior y sólo es posible observarlos y describirlos si se toma en cuenta el hecho de que en cada operación se refieren también a sí mismos. Sin embargo, se hablará ele rctlexión cuando la base Je la autorrcferencia esté consitituida por la diferenciación entre sistema y entorno . ne lo L11h111a11n 187 y que introduce en sí la diferencia sistema-entorno. a través de la producción y utilización de autoclescripciones. 1'' La clausura autorreferencial pondrá enjuego en el sistema político (como en los otros sistemas) al menos tres órdenes ele problemas: a) la capacidad de observación y autobservación del sistema político (¿cómo ve y cómo se ve el sistema político? y en el orden ele la planificación: ¿cómo hacer para que el sistema incremente la percepción de los problemas implícitos en la necesidad de selección?; b) ¿cuales son los mecanismos para romper la circularidad de la autorreferencia? (cómo y cuándo se rompe la autorreferencia y cómo se expresa ei entorno dentro del sistema político?. y en el orden de la planificación ¿son suficientes las compuertas del sistema?). y c) ¿cómo juega en todo esto la teoría política? y ¿qué significa en este contexto retomar la pregunta weberiana por la responsabilidad? entonces hacia los modos de operar y de observar del sistema político para lograr una visión realista de sus alcances y límites. 186 3. Autorreferencialidad, responsabilidad y límites de la política El análisis del sistema político como emergente del proceso de diferenciación social adquiere consistencia histórica en la reflexión luhmanniana sobre el Estado de bienestar. En ella se combinan las líneas teóricas más generales con la discusión de los ai'íos setenta y ochenta en torno a la crisis del Estado. Así el análisis de los límites y alcances del sistema político en el Estado de bienestar se inscriben en la descripción ele la sociedad diferenciada y sin centro y en el rechazo a la pretensión de imputar a la política la responsabilidad global y la dirección del conjunto de la sociedad. El Estado de bienestar se caracteriza por la inclusión gradual del conjunto de la población dentro del marco de prestaciones de los distintos sistemas funcionales, o al menos por una dinámica de mavor inclusión y menor exclusión. 31 Pero ''la inclusión es un principio abie1io, en tanto establece que todos merecen atención política pero no dice cómo". La mirada debe volverse Para la noción de autorrcfcrencia, v~~ase Luhmann. ( 1991. cps l y 11) y ( 1990b. pp. 44 y ss ). Sobre el ritmo de inclusión y exclusión en el caso de los países centrales. los diagnósticos de Luhmann parecen haber ido modificandose respecto de las generalizaciones hechas todavía en el marco de la discusión sobre el Welfare de los años ochenta. JI) JI La diferenciación tripartita entre administración, política propiamente dicha y público profundiza el proceder autorreferencial del sistema político. En este punto Luhmann aplicará el esquema black box para referirse a las formas de autoobservación del sistema y utilizará el concepto de externalización para hacer referencia a las rupturas de la autorreferencialidad y a las proyecciones del entorno en la pantalla del sistema político. Black box es un concepto que se refiere a la observación y eventualmente simulación de un sistema por otro. El supuesto es que no hay transparencia posible de la observación, sino relaciones de mutua opacidad, sistemas altamente cornplt'.ios que no son ni transparentes ni calculables. 32 Sobre la base de esta mutua opacidad, los sistemas o subsistemas desarrollan formas de interacción y ele experiencia, en las cuales un sistema no sabe qué ocurre realmente en la caja negra pero aprende a operar con ella (en este caso con el otro sistema o subsistema). Las observaciones que. ele manera instrumental, elaboran y ponen a prueba los sistemas, constituyen la base de un feed-back estabilizador. Esto supone una especie de construcción de realidad de segundo orden: "incluso si no se cuenta con regularidades de comportamiento suficientemente admisibles. el sistema actúa como si fuera el caso, es decir, se ve a sí mismo expuesto a la presión de una real id ad proyectada por su propia construcción, a la cual debe ajustarse si quiere continuar con su relación externa" ( Luh ma1111, 1991 ). 32 En Luhmann ( 1991) la caja negra aparece básicamente como mecanismo de despliegue de la situación de doble contingencia: "dos cajas negras. a causa de no se snbe qué casualidades. entablan relación una con la otra; cada una determina su propia conducta por medio de operaciones autorrcferenciales complejas dentro de sus propios límites ... Cada una presupone lo mismo acerca de la otra .... deben superar la indeterminabilidad de su relación mutua Inclusive cuando operan ciegamente les va mejor en su relación mutua si mutuamente suponen detenninabilid.ad en la relación entre sistema y entorno, y bajo este supuesto Ja observan ... De hecho, las ca.1as negras generan blancura. o por Jo menos suficiente transparencia para el trato ''.'.utuo cuando se encuentran. Por medio de su simple suposición, generan certe:::a de realidad · P· 125. 188 Dl'la L11hma1111 El modelo de las cajas negras le permite describir el tipo de observaciones. relaciones y evaluaciones que tienen lugar dentro del sistema político, entre los distintos subsistemas. Por ejemplo. el concepto burocracia es una simplificación surgida de este tipo de observación. con el cual la política sintetiza (ante i:l público) la opacidad interna de la administración pública. Desde la política, "se trata de organizar y determinar la relevancia política de motivos no poi íticos bajo el conveniente encabezado de el público" (Luhmann. 1986, 131 ). Así la observación, y en este caso la observación de algo opaco a dicha observación, entra en la constitución de la realidad. Ni la política, ni ningún otro sistema está en condiciones de contener una descripción completa de sí mismo, de otro sistema o del propio ambiente. Las relaciones entre los subsistemas descansan en evaluaciones simplificadas, observaciones que no pueden ser consideradas simplementefalsas sino que se forman en cie1io modo de acuerdo con los requisitos de la diferenciación, autonomía autorreferencial e (siempre en el caso del sistema político) inclusión. Público, política y administración construyen así sus relaciones. 33 En tanto cada subsistema sólo es observable como caja negra, una reflexión espontánea conduce a cada subsistema a considerarse como el todo (la administración como el Estado, el público como sopo1ie de la democracia, etc. ). 34 Sólo en casos excepcionales. a nivel de la reflexión, resulta conveniente considerar el sistema diferenciado del que se participa, como una unidad, es decir efectuar la observación de la observación. ¿Qué ocurre en relación al ambiente? Aquí también la forma y extensión de la diferenciación interna da cuenta del alcance temático del sistema político 33 Por supuesto. el anúlisis científico sigue manejando observaciones de block box. Se trata ac¡uí de la relación entre sistema científico y sistema político. para la cual se diset'ían procedimiento y rutinas clarns que afectan la transparencia de ias relaciones entre ambos sistemas "pero no a la realidad que se determina efectivamente. paso a paso, de hecho a hecho. en las relaciones básicas del sistema" . 3 ' "'Desde cada respectivo punto de vista particular. y desde el correspondiente horizonte experiencia!. el sistema global ünicamente se presenta con plausibilidad para solamente uno. en cada caso, de sus subsistemas (Niklas Luhmann, 1993a). i\010 189 en relación a su entorno (societal y no societal). En este caso, está en juego la posible elaboración de información por el sistema a partir del ambiente. También aquí opera la autorreferencialidad· ··EJ entorno cobra relevancia en la medida en que aparece en la pantalla del propio sistema. El sistema se \'e precipitado a un vuelo ciego siguiendo indicadores probados, controlados internamente. Esto puede resultar bien cuando la formación de los indicadores -la politización de temas, en este caso- funciona. Pero ¿cómo podemos controlarlo? y cuales son los parámetros de un funcionamiento bueno o menos bueno? ¿Acaso la dilación del descubrimiento del fracaso?" (Lul111rnnn. 1993a, 76) El problema se refiere a la ausencia de coordinación punto por punto entre las interdependencias del entorno y del sistema y a la complejidad de dichas interdependencias. La autorreferencia funciona en este caso en el sentido de que Jos parámetros para medir el funcionamiento se producen en la comunicación política misma, no son ajenos al sistema, ni surgen de otro subsistema. Sin embargo, esta autorreferencialidad se interrumpe en determinados sistemas. El concepto que Luhmann utilizará para esta interrupción es el de extemali::ación y ello pondrá en juego la forma a través de la cual el ambiente se expresa en el sistema. En este caso también el tránsito de una diferenciación bipa1iita (los de arriba y Jos de abajo) a la división tripartita entre administración, política Y público trajo consigo Ja diversificación de tres tipos de relación intersistém ica (administración-público, política-público, administración-política y sus complementarias) que no pueden reducirse a una única lógica de acción u orientación. Cada una de ellas se plantea de modo autorreferente, pero esta autorreferencia (que tiene que ver con Ja circularidad de la relación, "fuerza una externa! ización de naturaleza di ferentc en cnda re lnción i nters istém íca" (Luhmann, ibid). Así, para las relaciones entre público y política o entre política y público la referencia al entorno acontece a través de la opinión pública: ''. .. tanto el público como la política han de aceptar algo como dad.o que no se ~u~de alterar: un campo de resonancia para actividades y acontecimientos, que s1 bien pueden 190 Dela influenciar sus propias acciones. no puede ser nunca controlado del todo'' (ibid.). El derecho cumple la misma función de externalizacion en la relación entre administración y público. en una regulación externa a ambos. El Estado de derecho precisamente se impone con igualdad a todas las personas del público y como marco del funcionamiento de la administración, fungiendo como condición o punto de apoyo externo. En el caso de la relación entre administración y política la función ele externalización parece cumplirse a través ele la referencia a personas (en eí desempefio de cargos). En el plano de las relaciones intersistémicas, las personas no aparecen como emergentes de la correlación de fuerzas políticoaclministrativas sino puntos de referencia independientes para el cálculo de políticos y administradores. En principio estos tres referentes o externalizaciones son considerados como principios orientativos que han sido experimentados exitosamente. \'uro 191 Para Luhmann, sólo a partir del examen de cómo funciona la autorreferencia se puede plantear la cuestión de si el sistema es capaz de percibir y recoger los problemas de los otros subsistemas y si éstos requieren o no. y en qué medida. de una solución política. Es decir. comenzar a plantear la pregun1a acerca de lo que puede percibir y resolver el sistema político, en una situación tal que, por un lado se exacerba la selectividad y la autorreferencia y por otro crecen las demandas de los otros subsistemas. Dicho de otro modo ¿qué se puede esperar del sistema político, en la tensión entre clausura y ape11ura, entre restricción de medios a su alcance y profusión de fines sugeribles y sugeridos por su entorno? Si el interrogante se encuadra dentro de las coordenadas demarcadas por los modos de autoobservación y sensibilidad del sistema político, la respuesta apuntará sobre todo a la posibilidad de aumentar el equipo cognitiro del sistema. Y es aquí donde se replantea la función y la naturaleza de la teoría política y al mismo tiempo el diagnóstico de la sobrecarga parece orientarse en una dirección propia. Con estas tres referencias externas se pone aún más de manifiesto la complejidad ele la estructura que procesa comunicación (poder). Para seleccionar información del entorno, el sistema político se valdrá ele estas tres compuenas: opinión pública, derecho y referencia a personas. Las circunstancias que refieran a una o a las tres, que se filtren a través de estas compuertas, tienen posibilidad de procesamiento en el sistema político: "Lo que no se someta a estas condiciones tiene poca posibilidad de encontrar entrada. Faltará, por decirlo así, el signo de reconocimiento de su relevancia políticojurídica" (ibid., 80). La teoría política es definida como autosensibili::ación del sistema, teoría sobre la política y en la política. Dejando atrás la vieja polémica entre teoría crítica y tecnología social, la teoría así concebida se desliga de la ilusión tecnocrática de la ayuda externa desde la ciencia. La teoría no se afirma corno un programa de investigación sino que pretende ser eje de autoobservación y autorreflexión del sistema político. 35 Esta alternativa de pensar la teoría como autosensibili:::ación del sistema se vuelve posible por la confluencia de dos elementos. En primer lugar, en el plano teórico, los nuevos puntos de observación que ofrece la teoría de sistemas, con el supuesto de que la diferencia básica entre sistema y entorno se hace disponible para el sistema en cuestión. Una primera consecuencia importante es que lo que podríamos llamar las condiciones de politización de una cuestión, reivindicación o problema no deben buscarse füera del sistema político sino en las condiciones mismas del sistema de comunicación política. La despolitización denunciada por los críticos de las sociedades del capitalismo tardío, no sería en esta perspectiva, otra cosa que elusión (no necesariamente nociva) de temas. ''Dicho hcgclianamentc su a11toconcic11cia. sino fuera por la necesidad de St~parar la dinámica sistémica de la problemática del sujeto. Lo que sí queda claro es que l:Ste 1exro que es Ja coordinación de autoobservaciones y autodescripcioncs no se ilkntifica con el conocimiento científico, aunque esté científicamente rnbrencionado. La ciencia ordena su n:fcrencia en relación al sistema científico, y fünciona según su propio código y criterios. mientras que la teoría política se inscribe dentro, a la vez que promueve la autoobscrvación y autoncllexión de los procesos políticos. 192 Lle !u En segundo lugar. el desarrollo propio del Estado de bienestar parece haber llegado a una etapa e\ olutiva en la que se vuehe posible una llutoobservacián de la llutoobserw1ción es decir una metaobservación de las formas de procesamiento de información en el sistema político. La teoría política, como observación de segundo grado. incrementa la observación de las contingencias del sistema y la impresión de que todo podría ser diferente. Reintroduce a la contingencia, superando así los prejuicios de las Cl{jas negras y su necesidad de afirmar lo contingente como necesario.-''' Coordina los procesos de autoobsenación. dotándolos de la posibilidad de autocrítica. No pretende conocer mejor que aquello (y aquellos) que operan cotidianamente en el sistema y conocen el ambiente, sino que opera sobre las diferencias en base a las cuales se observa el sistema político. 17 El tema de la sobrecarga o de los límites de la política se replantea como una pregunta del sistema sobre sí mismo. ¿Hasta qué punto puede el sistema político transformar en terna de la comunicación política los problemas que se plantean en los otros subsistemas? ¿Cuál es el límite y las posibilidades de las prestaciones especificamente políticas, de las respuestas que el sistema está en condiciones de dar a los problemas de orden que los demás subsistemas requieren, sin perder su función y su especificidad? La respuesta de Luhmann no subraya sólo los límites: "lo que puede alcanzarse con la política está en parte sobredimensionado. en patie desaprovechado" (l 993a, 123). Pero esa autorreflexión sobre límites y posibilidades sólo puede hacerse desde una teoría (de y en la política) que no deje de reconocer su propia ignorancia y los riesgos, y que incluya corno momento privilegiado el tema de la responsabilidad: "sólo se pueden calcular "'"Las cajas negras se conforman así. al menos <:n cierta medida. ajustándosc a la realidad, pe1 o con esto impiden también que a partir de las realidades subyacentes. pueda tenerse el convencimiento de que las cosils podrían ser de otra manera" (Niklas Luhmann. 1993a, p 71) La tesis de la contigencia del mundo se formula por primera vez en la teología como resultado de los intentos de observar a Dios como Dios de la creación. es decir como ;bservador ( J 993b .:\38). Job como observador religioso encaró como contingencia lo que para el sistema aparecía c?mo necesario y se preguntó por la razón ( 1989a, 95). De todos modos, que lo que para t:I sistema aparece como natural y necesario se convierta en algo artificial y contingente. no quiere dec1r que sea posible decir qué se debería hacer para transformarlo ( 1993b .:\36), 37 Sobre la idea de re-enllJ' ver Niklas Luhmann ( 1991 ). 1\'0111 193 los riesgos incurriendo en ellos y adoptando las medidas correspondientes. Y esto solo se da mediante una cooperación entre análisis teórico y decisión política'' (íbid). Así, la vieja pregunta weberiana sobre la responsabilidad se replantea en el sistema y en la teoría, y más allá de causas, factibilidades y afirmación de valores: "conocimiento causal y valoraciones siguen siendo imprescindibles ... pero no son suficientes como forma de reflexión política". De ese modo, la teoría política se inserta en y al mismo tiempo incorpora el problema de la responsabilidad, entendida ésta como "la efectiva ejecución de selecciones en el sistema político" (a través de decisiones o de no decisiones), como ''todo uso o no uso del poder político que fije al sistema a un Estado que podría ser también diferente". Responsabilidad del sistema y responsabi 1id ad de la teoría se refieren mutuamente: ¿Puede incrementarse la capacidad del sistema para percibir los problemas implicados en esta necesidad de selección? ¿Puede la teoría política volver más complejo ese equipo cognitivo para el operar responsable del sistema político del Estado de bienestar? La pregunta no sólo apunta al terreno epistemológico, sino, en dos palabras, de ello depende para L.uhmann el futuro de la democracia. Si ésta es definida como la capacidad del sistema político de autoobservarse, la ampliación de los mecanismos de autoobservación y reflexión son la condición de posibilidad de este ganar comprensibilidad, de que las opciones se dibujen con claridad sobre los problemas fundamentales. Pero sobre todo, parece decirnos Luhmann, iluminan la responsabilidad que surge de reconocer que al interrogarse sobre las prestaciones específicamente políticas a la solución de problemas, sobre lo que la política puede resolver, la respuesta no puede ser simplemente: todo. Una teoría poi ítica que coordine la autoobservación del sistema redefinirá los problemas: más que afirmar soluciones radicales se trata de reconectar el conocimiento de relaciones a otros presupuestos: 1) En primer lugar, hablar delfi-acaso del Estado no ayuda mucho. En todo caso ingobernabilidad, crisis y fracaso sólo hacen referencia a una forma 194 Deia de pensamiento catastrofista que "autorrefuerza negativamente situaciones problemáticas". Del mismo modo podríamos hablar del fracaso de la economía, de la ciencia o de la familia, es decir de cualquier subsistema al que se le atribuyera la solución de todos los problemas sociales. También aquí, la confianza basada en una teoría de la evolución que ve en el desarrollo civilizatorio la realización de lo altamente improbable. aleja a Luhmann de toda visión apocalíptica, haciendo descansar la apuesta en la capacidad de aprendizaje del propio sistema. 2) Los problemas del Estado de bienestar están inscritos en su propia lógica de funcionamiento y parecen resolubles o reformulables sólo dentro de ese mismo horizonte. 38 Los mo1ivos socioestructurales que afectan esta sobrecarga están establecidos de modo prácticamente irreversible. 3) Si la función del Estado es la producción de decisiones vinculantes y de poder social, el d~ficit de poder no se resuelve debilitando al sistema político, sino recortando el número de soluciones políticas o mejor dicho delimitando aquellos problemas de los otros subsistemas que no se resuelven a través de decisiones vinculantes. Frente a Ja alternativa entre intervencionismo y subisidiariedad (concepciones que parecen converger en una idea de responsabilidad total de la política por todo lo que ocurre y debe ser resuelto la idea de una política restrictiva pero poderosa apunta a precisar qué aspectos de los otros subsistemas (economía, educación, ciencia, vida familiar, etc.) dependen de la política. Para ello no sólo deben afinarse los mecanismos autorreferenciales en el sentido de poder percibir los límites en su capacidad de respuesta, sino también preguntarse si el derecho, la opinión pública y la referencia a personas (las tres compuertas o filtros de información del sistema político) son suficientes para conectar al sistema con un ambiente complejo. 4) Finalmente, hay posibilidades de intervenciones correctivas oportunas ''que aun así no pueden pretender controlar todo el hecho global conforme a un plan ni están en condiciones de justificarse como progreso'· pero rompen la <llternativa rígida entre restricción y ampliación. .\ora Para \Veber, la responsabilidad surgía del cruce entre valores y cálculo. entre utopía y posibilidades y se encarnaba en Ja figura protagónica del político. En este caso el cálculo y la factibilidad no dan cuenta de la compl~jidad ni la interdependencia. Las valoraciones, a su vez, deben ser reconducidas a otro ni\· el de observación.'" parn instaurar un campo de opciones políticas diferente al de la mera oposición de valores. La responsabilidad entonces se ubica en la teoría y en el sistema (su sistema). Y es allí donde el problema de la autoplanificación puede plantearse. Finalmente, si "se ha planificado la economía según Keynes, la investigación según Popper, Ja educación según Humboldt" ( 1993a) ¿habrá llegado el momento de planificar la política según Luhmann? En todo caso, y volviendo al tema de la improbable probabilidad de todas las cosas, una visión como la de Luhmann, también redefine el manido concepto de crisis. En política (como en el amor, en la economía o en la religión) la reflexión sobre la eYolución de los sistemas no nos autoriza de ningún modo a interpretar lo improbable como imposible. La tarea principal de la ética. como teoría de la autorrcferencia de la moral también sería la de prevenir contra su desbordamiento.·· ... aproximándonos al final del siglo. tenemos una vivencia de la moral tan elemental. cuando no salvaje. a causa del levantamiento de muchas 1imitaciones de la conducta y a causa de la emergencia de nuevos problemas que. si no hay otra solución, conciernen ante todo a la moral" ( l 989b, p. 57). Sobre la renuncia a la moralización del oponente político ver Niklas Luhrnann ( l 99.3a, 168) J9 "'"El Estado de bienestar constituye el grandioso e históricamente único intento por renulkiar a esta forma de resolución de problemas (se refiere a la diferenciación jerárquica en favor de las capas dirigentes y en perjuicio del resto de la población N. R.) sin desembarazarse de ellos Precisamente por ello, debe entrar en relación rellcxiva con los problemas que él mismo produce.. (1993b). 195 .;""·· --· 196 Dela /11hma1111 Referencias bibliográficas Barnes, Barry, The Nature oj Power, 1988, Poi ity Press. Habermas, J., Teoría de la Acción Comunicativa, 1992, Taurus, Madrid. Koselleck, R., Future Past, 1985, MIT Press. Lenoble, J., "L'espace public comme procedure" en Raisons Pratiques, 1992, núm.3. Luhmann, Niklas, Ilustración sociológica, 1973, Sur, Buenos Aires. - - - - - - - , Potere e complessitá socia/e, 1979, JI Saggiatore, Milán. -------,Sta/o di diritto e sistema socia/e, 1980. Guida Editori. - - - - - - - , The di.fferentiation aj society, 1982, Columbia University Press. - - - - - - - , A sociological Theory of law, 1985, Routdlege and Kegan Paul, Londres. - - - - - - - , Complejidad y democracia, en Cupolo Marco (comp.) 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Entrevistas Luhmann por Luhmann