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Camou, Antonio - En torno al concepto de sistema social Pareto, Parsons, Luhmann

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En torno al concepto de sistema social:
Pareto, Parsons, Luh1nann
Antonio Camou 1
Presentación
Jorge Luis Borges sefialó alguna vez que "la li1isión de la literatura era decir,
en el lenguaje de su tiempo, las cinco o seis metáforas. En Ja historia de Ja
literatura-sostenía el autor de Ficciones- no hay más que cinco o seis metáforas,
no más que unas pocas historias, y los escritores estamos de alguna manera
condenados a contarlas en el lenguaje de nuestro tiempo". 2
Cada vez me convenzo más que esa frase (esa idea) puede ser aplicada
sin grandes cambios a Ja producción de nuestras ciencias sociales. Podríamos
decir que hay cinco o seis grandes ideas-pocas más, pocas menos-y Ja misión
de los científicos sociales se limita a decirlas (o a pensarlas) en el lenguaje de
nuestro tiempo. Naturalmente, esto no significa que no existan algunas
novedades, pero buena paiie de Ja diaria tarea que realizamos se parece más a
una paciente traducción de vié'.jos relatos que a la invención de historias nuevas,
a la insistente reformulación de transitadas nociones que al revulsivo
descubrimiento de ideas recién llegadas. Si esto es así, o más o menos así,
nadie habrá dejado de notar que una de esas grandes y recurrentes ideas se
refiere a la tendencia a pensar Jos fenómenos sociales mediante una batería de
conceptos vinculados a Ja noción de sistema.
1
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO-México).
Pese a las falsas comillas la cita corresponde a una versión desmemoriada, y seguramente
también desmejorada, de la declaración original del escritor argentino.
2
83
84
/;~11
(111110 al C011CL'IJIO de
.\Í\{l.'/11(/ \(}(
f<ll Pare{(), l'anon> r11h11w1111
De alguna manera que habría que precisar. podría decirse que la noción
de sistema instituye. al nivel del lengu~je, una manera de referir y por ende de
problernatizar el mundo social donde es la sociedad, y no el individuo, la que
constituye el sujeto de cada formulación proposicional. En un sentido
importante. al igual que la noción de conjunto en la llamada matemática
moderna, la noción de sistema opera como un término primitivo de un lenguaje
que lo toma como punto de partida para elaboraciones conceptuales más
complejas. En palabras de Jeffrey Alexander, se trataría de una "presuposición'·
de carácter general, esto es. de un elemento apriorístico que reco11a y ordena
el campo de la investigación sociológica. 3
Pero las grandes ideas raramente están solas, y por esas cosas que tiene
la vida ciertas nociones aparecen siempre emparejadas con sus antítesis: así, a
la estructura conceptual fincada en la idea de sistema nos hemos acostumbrado
a oponer el lenguaje propio del discurso accionahsta. De este modo, se han
ido moldeando dos lenguajes analíticos-diversos, antitéticos. pretendidamente
exhaustivos- para referirnos al mundo social. Que aquí nos ocupemos de una
sola cara de la moneda, la de la perspectiva sistémica, no implica que
desdeíiemos la otra: más bien, constituye un limita do esfuerzo por introducirnos
en un estilo de pensamiento de ardua elaboración y de difícil acceso, cuya
puntual incomprensión corre pareja al uso generalizado de conceptos tales
como sistema social o sistema político.
Según se sabe, una manera elemental ele caracterizar un sistema es
seíialando que se trata ele "un conjunto de elementos relacionados entre sí y
con el medio ambiente". 4 Si bien la noción de sistema puede considerarse tan
antigua como el pensarn iento europeo, para nuestros fines importa comenzar
la historia en el punto de contacto entre la perspectiva sistémica y las
3
Jcffrcy C 1\lc:\andcr. lm teorías me 10!óg1cus desde la Segunda Uuerm H1111dial . l11áli"s
11111lrid1111ens101wl ( 1987). Barcelona. Getlisa. 1989. cap. 1. pp. 12 y 13.
' Para un brc\ e dcrnlk <k la '"prehistoria'· del concepto de sistema cnnsultm Ludwig von
13ertalanlfy. "'Historia y situación de la teoría general de sistemas··. en L. von BertalanrJ\. \V.
Ross ;\shby, G.l'vl. Wcinberg y otros, Tendencias en teoría general de sistemas. scb:ción y
prólogo de Gcorgc J. Klir ( 1972), fvladrid. Alianza Universidad. 1984, p. 41.
.fnronioCmnuu
85
preocupaciones de algunos pensadores sociales. Más específicamente. nos
interesa reconstruir el itinerario más reciente en la evolución del concepto tal
como fuera esquematizado por N iklas Luhmann.
En efecto, al momento de su famosa polémica con Habermas, Luhmann
señaló que la teoría de los sistemas había evolucionado desde "un concepto
ontológico de sistema a otro concepto funcionalista referido al medio ambiente'".
atravesando cuatro etapas en este desarrollo: el ·'antiguo concepto de sistema",
la ·'teoría del equilibrio'', la "teoría de los sistemas abie11os al medio ambiente"
y Ja ·'teoría cibernética del sistema". 5 Si bien en trabajos posteriores corrigió
parcialmente esa formulación. puede afirmarse que los rasgos principales que
atribuyó a cada una de las etapas se mantuvieron inalterados. 6 En base a este
mínimo esquema interpretativo desarrollaremos los puntos fundamentales de
esa evolución. En particular, nos detendremos a ilustrar, en el trayecto teórico
que va de Parsons a Luhmann, las afinidades y contrastes en el desarrollo del
concepto de sistema social que son más destacados entre ambos autores.
l. El modelo "parte-todo''
Podría decirse que este modelo, que hunde sus más lejanas raíces en la idea
aristotélica de que "el todo es mayor que la suma de las pa11es", 7 constituye la
prehistoria del concepto sociológico de sistema. La teoría tradicional -dice
Luhmann- "concibió los sistemas complejos como todos hechos de partes. La
idea básica era qüe el orden del todo posee cualidades que las pai1es por
separado no poseen". 8 En el mismo sentido se expresa en otro trabajo cuando
seí'íala que ''el antiguo concepto de sistema, que aún sobrevive en las
definiciones. buscó determinar Ja idea de sistema con a) uda de las categorías
5
Niklas Luhmann, La teoría modl!rna del s1>lc11w como forma de a11ólisis social comple;o
(1971 ), en Suool1íg1u1. i\h.':-:ico. U:\i\1-,\ ?-jºL Prima\'cra de l<l3<i. r 105
1
' Niklas Luhrnann. Si>temas rncwles Li11ea111í<!11los paro 11110 rcoría g<!nera/ ( 1984). !Vk'\ico.
Alianza Editorial & Uni\crsidad Iberoamericana, 1991, p. 28 y ss.
7
Lud\1 ig van Bcrtalanffy,' Historia y situación ..... p. 29 y ss.
'Niklas Luhmann. "Systcm Thcory, Evolutionary Thcory and Co111111unication Thcory", en 17ze
Differe11tíario11 ofSociety. Nueva York, Columbia University Prcss, 1982. p . 257.
86
E11 101110
al
de sistema iocwl />arelo. Pw .1011s,
L11h111a1111
del todo y la parte. Entendía al sistema como mera sistematización interna de
las partes, entre ellas y en relación al todo, pero sin referencia al medio
ambiente·'. 9
Si quisiéramos rastrear el entronque de este primitivo concepto de sistema
con Ja teoría social, deberíamos remontarnos, por lo menos, a las versiones
organísmicas y antropomórficas de Ja sociedad, a Ja manera de Herbert Spencer
( 1820-1903 ), o más atrás aún, al concepto de totahdades orgánicas heredado
del pensamiento romántico alemán. Como sostiene el propio Spencer: "tan
por completo está la sociedad organizada según el mismo sistema de un ser
individual, que podemos percibir algo más que analogías entre ellos: la misma
definición de Ja vida es aplicable a ambos. Únicamente cuando se advierte que
las transformaciones experimentadas durante el crecimiento, Ja madurez y Ja
decadencia de una sociedad se conforman a los mismos principios que las
transformaciones experimentadas por agregados de todos los órdenes,
inorgánicos y orgánicos, se ha llegado al concepto de sociología como
ciencia". 1º
En rigor, como han señalado agudamente algunos críticos, existe una
acentuada dualidad. no exenta de ambivalencia, en el uso sociológico de Ja
analogía organísrnica. En efecto, el particular nivel de organización biológica
elegido como base de un modelo de sociedad-dice Walter Buckley-- "determina
que concibamos a la sociedad ya como predominantemente cooperativa, ya
como básicamente conflictuaL Si la sociedad es como un organismo, sus partes
cooperan, en vez de competir, en Ja lucha por la supervivencia; pero si la
•; Niklas Luhmann, "La teoría .... '', p. 105
1° Citado en Nicolás Timasheff. La leoría sociológica, México, FCE. 1974. pp.55 y 56 No es
éste el momento. ni el lugar. para recorrer la historia de la analogía organilmica o amropo111ó1jico
pero baste citar que ya el viejo Platón de !.a república apela a este tipo de recurso
i\nólisis de la obra tk Spcnccr com\l antcccde11te d<: la pe1spt:cliva sistémica en sociología se
encantararán. entre otros textos, en kan-Claude Lugan, Elemenlos para el análisis de los sís/e mas
sociales (1983), México. f-CE, 1990, p.72 y en Wilbert E. Moore, Funcionalismo, en Tom
13ottomorc y Robert Nisbct, Hisloria del análisi~ socíológico ( 1978). Buenos Aires, AmoITortu.
1988, p. 371. Sobre la obra del pensador británico puede consultarse la antigua biografia de
Judah Rumncy, Spencer ( 1934), México, FCE, 1978.
·fntunw Camou
87
sociedad es como un conglomerado ecológico, el modelo darn iniano (o
hobbesiano) de lucha competitiva es más aplicable. Spencer adoptó la primera
alternativa,. .. el darwinismo social,. .. el aspecto opuesto''. 11 En tal sentido,
concluye Buckley, la tradicional controversia entre "el modelo conílictual yel
consensual reíleja los aspectos duales del modelo biológico, tan confusamente
entremezclados por los teóricos sociales". 12
~
2. El modelo de equilibrio paretiano
Si el primer modelo hacía derivar principalmente el concepto de sistema a
partir de la biología -aunque impregnado también de ne bu losas reminiscencias
filosóficas-, el segundo momento de entronque entre dicho concepto y la teoría
social constituye una lejana herencia de los desarrollos de las matemáticas y
de la mecánica clásica; el punto contemporáneo de encuentro Jo marca Ja extensa
y compleja obra de Vilfredo Pareto (1848-1923).
En efecto, como ha sefialado Talcott Parsons, "la intención de Pareto ...
era establecer una serie de categorías para delinear un sistema social
-preeminentemente, una sociedad total- ... (y) explicar sus procesos. De hecho,
como mantuvo Henderson, 'puede que la mayor aportación de Pareto a Ja
sociología estribe en su uso del concepto de sistema'. Pareto dedujo este
concepto a partir de la mecánica analítica y antes de utilizarlo en sociología Jo
aplicó cuidadosa, y por lo general afortunadamente. a la economía".n
A decir verdad, la transferencia de categorías teóricas desde las
matemáticas o la física a las disciplinas sociales no era nueva; como lo destaca
Buckley "merced a los rápidos progresos que la física, la mecánica y las
matemáticas experimentaron en el siglo XVII, los estudiosos se aplicaron a una
11
Waltcr Buckley, La sociología y la moderna /eoría de los sislemas, BA. Amorrortu, 1982,
'
12
lbidem, p 30.
13
.Talcott Parsons, Pare/o, artículo en la Enciclopedia fnlernacional de las Ciencias Socíales.
B1lbao, Aguilar, 1979, pp.612 y 613.
~29
88
fn /OI ;;u u/ e om c¡>lu de .11srcnw .10,·w/ l'urcru. /',1no111 l.11h111w111
interpretación del hombre. la mente y la sociedad humana. según los conceptos.
supuestos y métodos de aquellas disciplinas: ... la mayor parte de la Física
Social posterior (siglo xv111 y primera mitad del XI\) no hizo otra cosa sino
repetir los asertos del siglo \VII. .. No obstante. a partir de 1850. el mecanicismo
mostró síntomas de revitalización. aunque sin reconocer, en general. la deuda
contraída con el siglo xv11. Los nombres de H.e.Carey, A. Bentley, T. N. Carver
y el mismo Vilfredo Pareto pueden ser incluidos en tal resurrección''. 1-1
Pese a las evidentes limitaciones de la analogía mecánica -mayores
aún, tal vez, que las padecidas por la metáfora organísmica- las contribuciones
de Pareto ocupan un lugar estratégico en el desarrollo de la teoría sociológica.
Según el ya citado Buckley, el científico italiano (ingeniero, matemático y
destacadísirno economista) "evitó caer en las más engañosas formas de la
analogía, y utilizó solamente los principios más generales de la mecánica cuando
éstos parecían poder aplicarse a los fenómenos sociales en los planos
metodológico y heurístico. Así, encontramos en la base del pensamiento
paretiano la noción de sistema con la acepción de conjunto de elementos en
interrelación. Dichos elementos pueden encontrarse dentro del sistema en estado
de equilibrio. de tal suerte que, si sobrevinieren cambios moderados -ya en
los elementos, ya en las relaciones entre aquéllos- tendientes a romper dicho
equ i1ibrio. surgirían cambios de signo opuesto encaminados a restablecerlo". 15
Niki.is Luhmann ha llamado la atención sobre esta segunda etapa, a la
que denomina teoría del equilibrio, caracterizada principalmente por la
introducción del medio ambiente corno elemento analítico relevante, aunque
limitada su función a merafuente de inte1jerencias respecto del sistenrn. 16
ln!onio( ¡;mou
89
cleterm inacla, es el la quien actúa sobre los elementos: por consiguiente, se puede
decir que se produce una mutua determinacil'in .. (2060). Ahora bien. "sea
pequeiio o grande el número de elementos que consideremos. suponemos que
constituyen un sistema que llamaremos sistema social. y nos proponemos
estudiar su índole y sus propiedades. Dicho sistema cambia de forma y de
carácter con el tiempo y cuando nombramos el sistema social, entendemos
este sistema considerando tanto en un momento determinado corno en las
transformaciones sucesivas que sufre en un espacio de tiempo determinado ... "
(2066). El paso siguiente consiste en ''asignar índices a los elementos y a los
efectos. y conocer su dependencia: por fin, establecer todas las condiciones
que determinan la forma de la sociedad, condiciones que. uti 1izando cantidades,
se expresarían por ecuaciones. Estas ecuaciones tendrían que ser en número
igual al de incógnitas y las determinarían por entero" (2062). Finalmente,
concluye Pareto, "si queremos razonar con un poco de rigor, tenernos que fijar
el estado en que queremos considerar el sistema social, cuya forma es siempre
mudable. El estado real, estático o dinámico, del sistema está determinado por
sus condiciones. Supongamos que, a rti fi c i al mente, se opere a 1gu na
modificación en su forma: inmediatamente surgirá una reacción en el sentido
ele conducir de nuevo la forma mudable a su estado primitivo. habida cuenta
ele la mutación real. Si esto no se produjera, dicha forma y sus mutaciones
reales no serían determinadas, sino que se ma11tendrían a merced del azar"
(2067).
3. El modelo de los sistemas abiertos: Parsons en tres tiempos
Como seiiala Pareto en algunos parágrafos significativos de su
monumental Tratado de 1ocio!ogía general, 17 "la forma de la sociedad está
determinada por todos los elementos (el suelo, el clima, la llora, otras
suciedades, las raLas, los residuos. etc.) que sobre ella actúan y. una vez
"Walkr lluch:Jcy. o¡> tll. pp. 22 \' 23
i; Ibídem. p 24
11
' Nih:las Lulrnrnnn. · La teoría ..... p 105
17
Vill~~do l'a'.·cto . .Forma y e1¡11ili.brio socwles (Extracto del 7./·a/ado de sociología general).
sclccc1011 de (; 1org10 Braga. i\1adnd. ,\ 11anza. 1980, pp. 73 y ss
~ ~a\~
~
Es poco menos que un lugar común señalar que el desarrollo contemporáneo
del co11cepto de sistema social está indisolublemente ligado a la obra del
ern inente sociólogo de Harvard, Talcott Parsons. Como lo ha destacado Jürgen
Habermas: "Parsons fue el primero que hizo uso en teoría sociológica de un
concepto técnicam.ente riguroso de sistema. Para Parsons -continúa diciendo
el filósofo de Frankfurt- la conexión de la teoría de la acción con la estrategia
conceptual inherente al modelo de los sistemas que mantienen sus límites se
90
E111or110 al e
de qy¡cma
--~-~~--'~-~~--
1oc
wl l'au:10. l'arso111·, l.11h11w1111
presenta como el problema más importante en la construcción de su teoría''. 18
Y en efecto. a la a1iiculación -lograda o no-de estas dos perspectivas analíticas
dedicó todos sus esfuerzos a lo largo de más de cuarenta ai'íos.
Según se sabe, es habitual ordenar la obra de Parsons, siguiendo incluso
su propio consejo, en por lo menos tres periodos: 19 el primero estaría centrado
en su gran obra inicial de 1937, La estructura de la acción social; el segundo
vendría dado por la aparición simultánea de Hacia una teoría general de la
acción (1951) y El sistema social (1951 ); y el último, que se iniciaría con la
publicación de la obra colectiva Apuntes sobre la teoría de la acción (l 953),
se prolongaría con la aparición de Economíav sociedad, escrito en colaboración
con Neil Smelser en 1956, y alcanzaría su madurez hacia fines de los ai'íos
sesenta con la respuesta a Dubin y los aiiículos de la Enciclopedia internacional
de ciencias sociales.
No es mi intención, en el marco de estas notas, analizar detenidamente
los distintos avatares de ese complejo, y vasto, itinerario intelectual. Más bien,
me limitaré a dar algunas orientaciones esquemáticas con referencia a la
evolución del concepto de sistema social en tres sucesivos momentos de la
conceptualización parson iana.
~
a) Como sei'íala un atento seguidor de la obra del sociólogo de Harvard,
"La estructura de la acción social culmina el primer período en el cual se
establece el esquema estructural de la acción. El voluntarismo, como afirmación
del carácter antideterminista y simbólico de la acción, se fundamenta en la
convergencia de Marshal 1, Pareto, Durkheim y Weber por introducir elementos
no raciemales en el esquema de la acción, los cuales apo1ian la dimensión
valorativa, significativa, creadora y finalista de la misma, más allá de los factores
racionales, ocupados únicamente con los medios. Según Parsons, el problema
18
19
Jürgen l labermas. Teoría de la acción comuníca/iva, Madrid, raurus, l 987, tomo ll. p. 283.
Talcott Parsons. Ensayos de leoría sociológica, BA, Paidós, l 967, p. l 3.
A111011i0Ca1111111
91
del orden. nl'.1cleo de la teoría sociológica, sólo es analizable en términos de
valores comunes por encima de la racionalidad individual''.'º
En lo que se refiere al concepto de sistema, podría decirse que Parsons
reúne, ya a mediados de los ai'íos treinta, todos los hilos teóricos suficientes
como para componer una compleja trama conceptual en la que confluyen los
últimos avances de la biología (recordemos, que comenzó estudiando biología
en el Amherst College de Harvard), el pensamiento clásico de la tradición
sociológica y los desarrollos conocidos de la economía matemática. 21
En este abigarrado esquema de influencias ocupa un Jugar estratégico la
figura, escasamente estudiada por cierto, de Lawrence J. Henderson (18781942), biólogo y sociólogo norteamericano, maestro de Parsons, difusor de la
obra de Pareto en lengua inglesa y colaborador del también biólogo Walter
Can non, quien desarrollara hacia 1932 el concepto de homeostasis (equilibrio
dinámico de un organismo en relación al medio) en su influyente trabajo The
Wisdom of the Body.22
Y es precisamente este cruce de influencias dispares el que provoca
cierta oscilación en la temprana conceptualización parsoniana de la noción de
sistema. Por un lado, en esta etapa germinal de su pensamiento, Parsons todavía
se encuentra animada por una 1imitada concepción de la noción sistema (en
tanto sistema cerrado), que es tributaria de los dos modelos analíticos resei'íados
más arriba. Pero por otra pa1ie, también, oscila entre dos puntos de referei1cia
distintos a Ja hora de elaborar su propio concepto de sistema: cuando se refiere
al concepto de sistema teórico de la acción (conjunto de proposiciones
20
José Alrnaraz. Lá leoría sociológica de Talco!! Parsom, Madrid, Centro de Investigaciones
Sociológicas, l 981, pp.20y21
21
Para los detalles de su extensa biogra11a intelectual consultar falcott Parsons, ''La teoría de
los sistemas sociales: una historia personal". en Bíografía /111elect11al, México, Universidad
Autónoma de Puebla, l 986.
22
Gcorge C. Homans, "Hcnderson, L. J.", artículo de la Enciclopedia , p . .350.
93
92
científicas sobre el mundo social lógicamente articuladas entre sí) apelará
-co111prensible111ente- a una analogía 111atemática; pero cuando se refiere al
.fil,s.tema empí1ko de la acción echará mano a analogías 111ecánicas y
organ ísm icas.
En tal sentido, y desde las primeras páginas de La estructura de la acción
social. Parsons sefiala que "el cuerpo de la teoría, en un campo y tiempo dados,
constituye, en mayor o menor medida, un sistema integrado. Es decir. que las
proposiciones generales.,, que constituyen un cuerpo de teoría tienen relaciones
lógicas mutuas''.:1 Y prosigue más adelante: "el modo más sencillo de ver el
significado del concepto de sistema cerrado en este sentido (teórico) es
considerar el ejemplo de un sistema de ecuaciones simultáneas. Dicho sistema
será deter111inado, es decir, cerrado, cuando haya tantas ecuaciones
independientes como variables del mismo tipo. Si hay cuatro ecuaciones y
tres variables, y ninguna de las ecuaciones es derivable de las otras mediante
manipulaciones algebraicas, es que falta otra variable. O, poniéndolo en
términos lógicos generales: las proposiciones enunciadas en las cuatro
ecuaciones implican lógicamente una suposición que no está enunciada en las
definiciones de las tres variables"'_:~
Pero al pasar a la consideración del concepto de sistema empírico
de la acción, Parsons deja atrás la analogía matemática y se desplaza al campo
de la analogía orga11ísmica, y aun mecánica, apelando a su fundamental distinción
entre todo (sistema de acciones, valores y normas) y parles (actos-unidad).
En efecto, en el esquema parsoniano un acto-unidad es la unidad más
pequeí'ía que todavía tiene sentido como parte de un sistema concreto de
acción_:s Dice Parsons: "así como las unidades de un sistema mecánico en el
sentido clásico, las partículas. sólo pueden definirse en términos de sus
propiedades ... , del mismo modo las unidades de un sistema de acción también
tienen ciertas propiedades básicas sin las cuales no cabe pensar en la unidad
como en algo existente".='·
2
'
24
Talcolt Parsons. La estructura de la ac uó11 social ( 193 7 ). l'vl adrid. G uadarrama. 1968, p. 39
lbidem, p .:13. Nótese que Parsons. para definir un sistema cerrado. apela a la misma analogía
matemática utilizada por Pnreto (Cfr p. 2062). Las cursivas son nuestras.
z; Ibídem. p. 888.
2
'' Ibídem, pp. 81 y ss.
De acuerdo con Parsons, el acto-unid::id consta de 4 elementos básicos.
a saber: 1) un agente o actor. es decir. el sujeto que realiza I~ acción; 2)_ :111 f~n
0 finalidad. es decir, un futuro estado de cosas al que se orienta la acc1011; .J)
una situación, la cual consta de dos tipos de elementos: aquellas cosas sobre
las cuales el individuo no tiene control, y que Parsons llama las condiciones, y
aquel las cosas sobre las que puede ejercer un control efc_cti\'O para direcci?'.rnrlas
hacia un fin predeterminado. esto es, los medios; 4) fmalrnente, la acc1011 del
agente para !legar a su fin está encuadrada en ~~1 marco n_ormativo, que esta~lece
una serie de valores y de reglas para actuar.- Ahora bien, pese a que Pa1 sons
en este estadio de su obra sinue manejándose en términos de todo y parte. la
semántica de esta distinción ~e ha venido desplazando de manera significativa
respecto de la concepción clásica: la i11c111siú11 de las disti1:tas partl.!s. en el
todo. es decir, la inclusión de los múltiples acto-unidad en el sistema soc1aL no
es una relación de inclusión material o fáctica, sino una abstracción fruto del
análisis sociológico. Como él mismo señala, "es cie1io que, en última instancia,
todos los siste1~as (de acción) ... están compuestos de actos-unidad. Pero es
necesario tener cuidado al interpretar lo que esto significa. No significa que la
relación del acto-unidad con el sistema toral sea estrechamente análoga u la
de 1117 arano de arena con el montón del que forma parte. Porque se ha mostrado
que 1~: sistemas de acción tienen propiedades que sólo se manifiestan.ª un
cierto nivel de complejidad en las relaciones recíprocas entre los ~ctos-L~n1dad.
Estas propiedades no son identificables en ningú_n acto-u1:1dad ~1slado,
considerado apaiie de sus relaciones con otros actos-umdad del mismo s1ste~11a..
En la medida en Ja que esto es cierto. el aislamiento conceptual del acto-unidad,
0 de otras partes que constituyen combinaciones de ellos, es un proceso de
a bstracc ió 11". 28
~ b) Según señalamos más ari:iba. el segundo momento de I~
sistematización sociológica parsoniana gira en torno a dos obras fundamentales
Hacia 11170 teoría general de la acción y El sistema social. Como se ~iacc
evidente ya desde el título de la segunda de dichas obras, es notoria la
ll · ¡
31 lJiia rcehboración de este modelo clásico de la "'estructura de la acción" se
Jll e/11. p.
-·
<
'
,
.
,
,
• \" .. ,
encontrará en (Jino Gcrmani. Política v sociedad e11 una epoca Je tra11.11c1011. Buurns: 11es.
Paidós. 5a . ,:dición. 1974, cap. 11
2H /bide
111 • pp. 896 y 897. Las cursivas son nuestras
21
94
En !orno al
de s1s1e111a .wc111I !'arelo. Pano111. l.11h111a1111
impo1iancia capital concedida al concepto de sistema, en general, y al de sistema
social. en particular.
El título del libro -aclara Parsons en el Prefacio de El sistema social"obedece fundamentalmente a la insistencia del profesor L.J. Henderson sobre
la importancia extremada del concepto de sistema en la teoría científica y en
su clara comprensión de que el intento de delimitar el sistema social como un
sistema constituye la contribución más importante de la gran obra de Pareto.
En consecuencia, este libro es un intento de reali:::ar los propó:útos de Pare to,
haciendo uso de un enfoque (el nivel de análisis estructural-funcional) que
difiere bastante del de Pareto y, por supuesto, beneficiándose de los avances
muy considerables de nuestro conocimiento ... acumulado desde la generación
en que escribía Pareto". 29
Como remarca el sociólogo de Harvard, "el punto de partidafimdamental
es el concepto de sistemas sociales de acción. En este sentido, la interacción
de los actores individuales tiene Jugar en condiciones tales que es posible
considerar ese proceso de interacción como un sistema (en el sentido científico)
y someterlo al mismo orden de análisis teórico que ha sido aplicado con éxito
a otros tipos de sistemas en otras ciencias".'º
En esta etapa, a diferencia de lo ocurrido precedentemente, comienza a
evidenciarse la creciente influencia de los primeros desarrollos de la Teoría
general de los sistema, debidos a Ludwig von Bertalanffy, sin alcanzar aún un
grado completo de integración en la obra parsoniana. Como sefiala George J.
Klir, "aunque ... la noción de sistema es antigua, el concepto de sistema general,
y la idea de teoría general de sistemas, son relativamente recientes. Los esbozó
van Bertalanffy poco antes de la Segunda Guerra Mundial, pero les fue dada
publicidad únicamente después de que se formara en 1954 la Sociedad para el
progreso de la teoría general de Sistemas". 31
2
'J
311
Talcott Parsons. El sislema social, Madrid, ReYista de Occidente. 1976, p. 9.
ldem, p. 15.
"George J. Klir, Teoría polifónica general de los sislemas, L. von Be1ialanffy, W. Ross Ashby,
G.M. Weinbcrg y otros, Tendencias. , p. 9. Las primeras formulaciones escritas de la Teoría
general de sislemas datan de 194511947.
A111011io Camu11
-----·----------·-···--··--·--··-··
95
En coincidencia con esto. son oportunas las observaciones de Anatol
Rapoport, para quien '·la teoría general de los sistemas se explica mejor que
como teoría, en el sentido que la ciencia da a esta palabra, como un programa
o una dirección dentro de la filosofía contemporánea de la ciencia. La
perspectiva que esta dirección ofrece procede de varias fuentes, y sus partidarios
centran su atención en aspectos diferentes del programa. Sin embargo, todas
las variantes e interpretaciones tienen un propósito común: integrar los diversos
campos de estudio mediante una metodología unificada de conceptualización
o investigación". 32 Naturalmente, el concepto que sirve de pivote a ese programa
de investigación es la noción de sistema.
Ahora bien, ¿Qué entiende Parsons por sistema social? Un sistema social
-dice-. reducido a los términos más simples, "consiste ... en una pluralidad de
actore.s individuales que interactúan entre sí en una situación que tiene, al
menos, un aspecto físico o de medio ambiente, actores motivados por una
tendencia a obtener un óptimo de gratificación y cuyas relaciones con sus
situaciones -incluyendo a los demás actores- están mediadas y definidas por
un sistema de símbolos culturalmente estructurados y compartidos". 33
Así concebido, agrega, "un sistema social es sólo uno de los tres aspectos
de la estructuración de un sistema total concreto de acción social. Los otros
dos aspectos son los sistemas de la personalidad de los actores individuales y
el sistema cultural que se establece en sus acciones. Cada uno de estos tres
sistemas tiene que ser considerado corno un foco independiente de organización
de los elementos del sistema de la acción, en el sentido de que ninguno de
ellos es teóricamente reducible a los términos de ninguno de los otros dos, ni a
una combinación de ellos. Cada uno es indispensable para los otros dos, en el
sentido de que sin personalidaddes y sin cultura no existiría ningun sistema
social; lo mismo puede decirse de las relaciones lógiéas posibles entre cada
uno de los sistetnas y los otros dos. Pero esta interdependencia e interpenetración
es algo muy diferente de la reductibilidad, que significaría que las propiedades
y procesos importantes de una clase de sistema pudieran ser teóricamente
derivados de nuestro conocimiento teórico de uno o ambos de los otros dos. El
32
33
Anatol Rapop01i. Teoría General de los )istemm, artículo de la Enciclopedia , p 704.
Talcott Parsons, El Sistema. , p.17.
96
A111011in("omu11
marco ele referencia de la acci!Ín es comuna los tres sistemas) este hecho
hace que sean posibles cie11as 1ramfon11ucio11es entre el los. Pero en el ni\ el
de teoría que se propone en esta obra los tres sistemas no constitll) en un sistema
único''."
resolverse en la tercera etapa de su c1bra y será el antecedente directo ele la
radicalizada concepción luhmanniana del sistema social.
Junto con el marco conceptual de la estructura de la acción, el esquema
tripartito del sistema social es el legado más conocido de la sociología
parsoniana. Pero ambos elementos son, a su vez. dos polos analíticos cuya
adecuada integración será un problema teórico con el que Parsons 1id iará durante
esta etapa sin 1legar a una sol ue ión satisfactoria. Visto desde e 1lacio sistémico
del asunto, el problema se suscita a la hora de rescatar un concepto unÍ\ neo de
sistema entre lo que Parsons llama el sistema social y los otros dos sistemas de
flanco, es decir, el sistema de !a personalidad y el sistema cultura!.
En efecto, el problema que enfrenta Parsons es el de ubicar en un mismo
plano lógico al sistema social, en tanto conjunto de miembros. y al sistema
c11!1ural o al de la personalidad, concebidos como un conjunto de propiedades
obtenidas mediante un proceso de abstracción; dicho de otro modo, Parsons
parece pasar por alto la diferencia que va entre un sistema de miembros y un
sistema analítico.
La distinción es obvia si pensamos que el sistema social consiste en una
pluralidad de actores individuales que interactúan entre sí en una situación
concreta, mientras que el sistema cultural-por caso-se refiere a un conjunto
de reglas y de valores que sirven de patrones para direccionar la orientación
normativa de la acción. Ahora bien, si los actores pueden ser ubicados
empíricamente-en tanto seres psicofísicos-en la sociedad, esto no sucede así
con las pautas culturales, las cuales se encarnan en acciones concretas, pero
sólo son susceptibles de ser reconocidas mediante la abstracción analítica de
un observador. En definitiva, Parsons ha superpuesto dos niveles de realidad
distintos bajo un mismo concepto de sistema: 35 el entuerto comenzará recién a
~ c) Con la publicación de sus A¡mntes sobre la teoría de !a accirín ( 1953 ).
Parsons inicia una nueva etapa en la que se produce un desplazamiento de su
interés teórico: abandona una perspecti\ a subjetivista (actor, acto-unidad) para
situarse en el plano objetivo de los problemas del sistema. "El modelo de
sistema-dice Almaraz-supone un ni\ el superior a la analítica de la interacción.
en la medida en que despoja las interrelaciones de su limitación psicológica ...
El mundo de la interacción queda como un ninl microscópico supeditado a la
sistematización macroscópica de la analítica funcional. La integración de ambos
niveles se hará posible a través de la primacía del concepto de sis!ema que,
como instrumento teórico, queda despojado de cualquier contenido específico
y organiza la estrategia del análisis .. ···'''
Parsons llamó modelo de intercambio a su nuevo enfoque, presentado
oficialmente en 1956 con la publicación de Economía y sociedad, aunque sus
estudiantes lo bautizaron AGIL en vi11ud del acrónimo formado por las cuatro
iniciales de cada subsistema ele acción.'i El modelo AGIL-ha seifalado Jeffrey
Alexander- "divide el sistema social en cuatro dimensiones, ninguna de las cuales
se corresponde del tocio con ninguna institución dada y cada una de las cuales se
relaciona tanto con la estabilidad como con eh::ambio. Las cuatro dimensiones
representan diversos grados de proximidad a problemas ideales y materiales, y
la intención del modelo consiste en sintetizar las tradiciones idealistas y
material istas". 38
La adaptación (A) es una dimensión del sistema social ligada a las
dispon ibi 1idades materiales: su esfera específica es la economía y el din ero es
su medio de intercambio. La capacidad para alcanzar metas (G) se identifica
con la esfera política, definida ésta en un sentido muy amplio; el poder es su
J(,
3
'
ldem, p. 17 .
;; Para una aguda discusión de este punto puede consultarse el capítulo sobre ''El status tcóri:o
de los sistemas", en la conocida obra de David Easton, Esquema parn el análisis político ( ! 96) ),
Buenos Aires. Amorrortu. 1989.
97
1 '
.ose Almaraz. op cit. pp. 416 y 417
. A por adapta/1011 (adaptación); G por goa!-1111wnme111 (capacidad para alcanzar metas): l por
~~llegra/ion (integración); y L por lotency (estado latente).
Jeffrcy C. Alcxander, Las ll?orías rnciológ1ca1· desde la Segunda Guerra !if1111dia! ( 1987).
Barcelona. Gcclisa, 1989. cap . 6
37
98
En
101110
al
de
\ÍS!t'ma
sncwl Pare/o. Parsom, L11hma1111
medio de intercambio. La integración (1) se refiere a aquellas fuerzas que
mantienen unidos a los elementos de los grupos sociales: su medio de
intercambio es lo que Parsons llama la i11flue11cia. cuya manifestación e111pírica
más reconocida son los lazos de solidaridad. Finalmente, el 111antenimiento de
patrones (L) se identifica con la esfera de los valores generales (verdad.justicia,
etc.) que constituyen su medio de intercambio (ver diagrama).
Lo que interesa remarcar para nuestro propósito es que "cada esfera de
actividad es un subsistema cuyos límites están compuestos por otros subsistemas
con preocupaciones más materiales o más ideales ... Cada subsistema -señala
Alexander- establece intercambios a través de sus límites, cada cual necesita
aquello que pueden brindar los subsistemas limítrofes, y cada uno de sus
subsistemas contiguos necesita lo que él, a su vez, puede brindar". 10
Adaptación (A)
Capacidad para alcanzar metas (G)
Disponibilidades
económicas (dinero)
Metas políticas (poder)
Mantenimiento de patrones (L) Integración (1)
Valores
(compromisos de valor)
Normas (influencia)
Un ejemplo hará visible el contenido del modelo. Tomemos por caso la
economía, ubicada en principio en la esfera de lo que Parsons llama adaptación.
Si bien el funcionamiento del subsistema económico está lubricado mediante
el medio dinero, es claro que otros factores entran enjucgo para la producción
y asignación de bienes y servicios en una sociedad moderna. Así, por ejemplo.
AnlO/l/O ( '01111111
el mercado requiere de decisionesjurídicamente vinculantes. sostenidas por el
medio poder, en lo relativo a derechos de propiedad o al cumplimiengto de los
contratos: requiere asimismo un importante grado de integración entre los
actores económicos (obreros y patronos, empresarios entre sí) para 1levar
adelante las tareas de producción: y necesita, finalmente, ciertos compromisos
de valor en torno al mantenimiento de un sistema económico dado. Cada uno
de Jos subsistemas, en definitiva, aporta-a través de sus límites- los medios
necesarios para el funcionamiento del otro, de tal manera que, si alguno fallara,
generaría déficit de producción en los restantes.
Como es de notar. al llegar a este último estadio de desarrollo del
pensamiento de Parsons, el concepto de sistema se ha ven ido enriqueciendo y
transformando paulatinamente gracias a los múltiples apo1ies provenientes de
la teoría general de los si~temas (L. von Bertalanffy, Rapoport), la teoría de
los sistemas rivientes (Miller), la cibernética (Wiener. Ashby), la teoría de la
información (Goldman. Shannon-Weaver) y Ja teoría de !osjuegos y de las
decisiones (von Neumann-Morgenstern), entre otros apo1ies relevantes. 40
En este sentido, la caracterización del sistema social que Parsons
manejará en esta etapa trascenderá las limitaciones iniciales de su modelo de
equilibrio mecánico-organísmico (la expresión es de Buckley) en términos de
una teoría de los sistemas abiertos al medio ambiente. Como dice el propio
autor norteamericano: "el concepto de sistema se refiere tanto a un conjunto
de interdependencias entre partes, componentes y procesos que implica
regularidades de relación discernibles, como a un tipo similar de
interdependencia entre dicho conjunto y el ambiente que lo rodea. En este
sentido, sistema es, por consiguiente, el concepto en torno al cual está y debe
estar organizada toda teoría lo bastante elaborada en las disciplinas
conceptualmente generalizadoras. Ello se debe a que cualquier regularidad de
relación se explica mejor si se tiene en cuenta todo el conjunto de
interdependencias múltiples del que forman parte". 41
0
'' lhidenr. p. 83. Una presentación actualizada, y reelaborada. del último enfoque de Parsons
podrá encontrarse en d trabajo de Richard Münch. Teoría parsoniana actual en busca de 11110
nueva sínlesis. en Anthony Giddcns, Jonathan rurner y otros, La teoría social hov ( 1987),
Madrid, Alianza, 1990, pp. 155-204
99
411
41
Franco Crespi. l.a J'ie della Sociologia, 11 l'vlulino, p. 304.
Talcott Parsons, "Sistemas sociales'', artículo de la E11ciclopedia , p. 710.
100
/'c1no11.1.
/.11h111u1111
Ahora bien, desde un punto ele vista metodológico -continúa diciendo
Parsons- "hay que distinguir entre un \Í\lema reórico, que es un conjunto de
supuestos, conceptos y proposiciones que poseen tanto integración lógica como
referencia empírica, y un Ú\'fema empírico co11stituido por u11 conjunto de
fenómenos pertenecientes al mundo observable, que pueden ser descritos y
analizados mediante un sistema teórico. Un sistema empírico no es nu11ca una
entidad totalmente concreta, sino más bien una organización selectiva de
aquellas cualidades de Ja entidad concreta definidas corno rele\'antes para el
sistema teórico en cuestión. En este sentido cualquier sistema teórico es
abstracto·'.
En esta renovada conceptualización ele Ja noción de sistema pasa a un
primer plano Ja relación con el medio ambienle. Dirá Parsons. ··todo sistema
social, al igual que cualquier sistema vivo, es esencialmente un sistema abierto
involucrado en un proceso de intercambio (o en unas relaciones de entradas y
sal idas). con su ambiente, compuesto también de intercambios entre sus
unidades internas ... En esta dirección es interdependiente con las otras partes
del sistema o sistemas más amplios y, por consiguiente, depende parcialmente
de éstos para las entradas esenciales ... En un sentido importante la relación
c11tre cualquier sistema de acción y su a111bie11te es dual. Por un lado, el ambiente
está constituido por un conjunto de objetos exteriores al sistema en el sentido
cartesiano-durkherniano. Por otro, mediante la interpenetración, el sistema
ambienta1 está parcial y selectivamente incluido en el sistema de acción de
referencia''. 12
De esta forma, se hace evidente el desarrollo del concepto de sistema
social a Jo largo de algunos tramos fundamentales de la obra de Talcott Parsons.
En particular, hemos destacado Ja e\'olución de un concepto de sistema de
corte meuínico-orgonísmico, presente sobre todo en sus primeras obras, a otro
encuadrado en el marco de la teoría de los sistemas abiertos a! medio wnhie111e.
Como sei'íala N iklas Luhmann, este tipo de teoría "indica que los sistemas
sólo pueden conservarse a través del mantenimiento y el control selectivo de
'
2
Ibídem. p.711
l11ton10Ca111u11
1o1
Jos procesos de intercambio con el medio ambiente. Aquí se ve) a -concluye
el estudioso alemán- Ja interdependencia entre el sistema y el ambiente como
algo normal ·' no como un defecto. De esta manera un sistema puede
il1\ estigarse como una combinación de procesos tendientes a conservar lo
existente·'. 1'
4. Los sistemas sociales en la perspectiva de Niklas Luhmann
Para referirlo en pocas líneas, podríamos decir que el programa de investigación
de Luhmann consiste en .. un intento de reformular Ja teoría de los sistemas
sociales a la luz del desarrollo alcanzado por la teoría general de sistemas". 14
En sí misma la afirmación parece decimos poco, sin embargo destaca el hecho
de que Luhmann intenta no sólo ubicar su propio planteamiento sociológico
en el marco de Jos últimos desarrollos de una teoría más general, sino también
que la teoría sociológica a la que aspira tiene pretensiones universalistas.
Pero esa inclusión obliga de entrada a establecer dos premisas básicas
del análisis luhmanniano que distinguen parcialmente su conceptualización
de la de sus antecesores. En primer Jugar, L.uhamnn señala que hay sistemas,
es decir, "que hay objetos de investigación con tales características que justifican
el empleo del concepto de sistema"'.A 5 En Ja teoría clásica de sistemas-dice el
sociólogo de Bielefeld- "se habla de sistemas analíticos (diferentes de los
concretos) para aclarar que la concepción de sistema depende del observador.
Esto es sólo correcto en parte. Es correcto en cuanto que sólo el observador
puede distinguir entre sistema y entorno y que sólo a él incumbe decidir qué
sistema le interesa observar en un momento de su existencia. Pero el observador
no tiene libe1iad para designar cualquier cosa como sistema, pues de ese modo,
el concepto perdería su sentido. Para un observador -acota Luhmann- un
43
4
'
45
Niki as Luhmann. La teoría . p. 105
Niki as Luhmann. Sistema~ rnciale1 . p 34
Ibídem, p 26.
102
l:,11101110 al
de si11c111a \Oual /'me/o, l'or.1011;-, L11h111a1111
sistema es sistema sólo si por medio de sus propias operaciones el sistema se
vuelve a sí mismo sistema"'.'(>
La segunda premisa básica consiste en distinguir niveles en la formación
de los sistemas. En particular, Luhmann distingue tres niveles. En el primer
nivel, a un grado de máxima generalidad, ubica el concepto de sistema (general):
en segundo lugar, ubica cuatro tipos de sistemas, a saber: las máquinas, los
organismos vivos, los sistemas sociales y los "sistemas psíquicos''; finalmente,
a efecto de establecer una diferenciación más útil dentro de los sistemas sociales,
distingue en ellos las interacciones, las organizaciones y las sociedades. Con
base en estas distinciones, piensa Luhrnann, es posible evitar los errores típicos
o la falta de claridad en cie1ias discusiones. Por ejemplo, "tiene poco sentido
decir que las sociedades no son organismos, ... (e) igual de erróneo es el intento
de querer construir teorías generales de lo social sustentadas en las teorías de
la interacción. Se puede decir lo mismo de la tendencia, surgida recientemente
y estimulada por el invento de la co111putadora, de aplicar el concepto de
máquina al nivel de la teoría general de sistemas".'¡
Ahora bien, la intención luhmanniana de desarrollar su teoría de Jos
sistemas sociales en el marco de la teoría general de los sistemas lo lleva no
sólo a comprometerse con estas premisas básicas, sino también con lo que
denomina una idea directriz. Esa idea consiste en preguntarse "cómo un ca111 bio
de paradigma que se esboza en Ja teoría general de sistemas repercute en la
teoría de los sistemas sociales". 48 A pa1iir, entonces, de constatar ese calllbio
de paradigma Luhmann se propone replantear una conceptualización específica
para el nivel de los sistemas sociales, en el entendido de que puede hacerse un
uso provechoso para Ja reflexión sociológica de ese cambio.
El cambio a que se refiere Luhmann afecta a los fundalllentos lllismos
de la teoría, en la medida en que llevan a replantear el concepto de sistema.
Según el sociólogo de Bielefeld, se trata de dos cambios de disposición que
"' lbide111, p. 15. Como queda claro por lo ya afirmado en las secciones anteriores, el interlocutor
velado de estas afirmaciones no es otro que el propio.
47
lbide111, p. 27.
"lbide111, p. 28.
A111011io Ct1111011
10.3
hacen a la teoría más compleja y elevada, y por tanto, ésta se vuelve más
adecuada para el tratamiento de Jos hechos sociales. Revisemos esos dos
momentos antes de referir, muy bre\'emente, el nue\o concepto de sistema
social elaborado por Luhmann.
a) El primer cambio, consiste en superar la diferencia tradicional entre
todo y pa1ie por Ja diferencia entre sistemav entorno. En este cambio apo1iaron
reflexiones decisivas Ludwig von Be1ialanffy, para Ja teoría general, y Parsons.
para una teoría específica referida a Jos sistemas sociales. En esta descripción
aparece la diferencia entre sistemas abiertos y sistemas cerrados, entendiendo
a estos últimos no como la base de la conceptualización, sino más bien como
casos límites en los cuales la influencia del entorno tiende a ser considerada
nula.
De esta manera, dice Luhrnann, "un sistema diferenciado ya no consta
propiamente de un determinado número de paties y de relaciones entre las
partes, sino, más bien, de una mayor q, menor cantidad de diferencias
operativamente utilizables entre sistema y entorno". 49
Tal vez la mejor manera de comprender las consecuencias de este cambio
sea retomando un problema planteado en la etapa intermedia de Ja reflexión
parsoniana. Ese problema se hacía evidente a Ja hora de utilizar un concepto
unívoco de sistema entre lo que Parsons llamaba el sistema social, en tanto
conjunto de miembros que interactúan entre sí, y Jos sistemas de la personalidad
Y de la cultura, concebidos corno un conjunto de propiedades obtenidas
mediante un proceso de abstracción.
El problema es algo más que una cuestión lógica, puesto que tiene
implicaciones concretas al momento de delimitar un objeto de estudio
específico. Pensemos, por ejemplo, en la definición del (sub)sistema político.
Si vemos el sistema político como un conjunto de miembros que interactúan
entre sí (los políticos profesionales, los partidos, Jos grupos de presión, etc.)
quedará en Ja penumbra el hecho de que cada uno de esos elementos (de esas
49
lbidem, p. 30
104
!.11h111a1111
partes en la terminología lradicional) comparten múltiples canales de
interacción. Los miembros de un partido político, por caso. no solo hacen
política (cualquier cosa que es\l signifique). sino que también se ponen de
novios entre sí, se hacen amigos o enemigos, van al cine juntos o estudian en
una misma universidad. La terminología tradicional tenía dificultades para
separar la variada gama de acciones que desarrollaban estas partes, mientras
que el lenguaje moderno de los sistemas pasa a considerarlas un entorno del
sistema político propiamente dicho.
Y es en este punto de la reflexión donde Luhmann entra a escena
incorporando su propia perspectiva. Como ha sei'ialado un crítico italiano, ·'en
el cuadro de los desarrollos de la teoría general de los sistemas, pero también
en referencia a la teoría de la acción de Weber, a la fenomenología y al
interaccionismo simbólico. el sociólogo alemán Niklas Luhmann ha elaborado
una compleja teoría general de los sistemas sociales, la cual, paiiiendo ele una
crítica radical del funcionalismo de Talcott Parsons, propone un nuevo modelo
de tipo neo-funcionalista".' 0
El punto de arranque de Luhrnann -dice Esser- está en "la crítica que
hace del sistema social propuesto por Parsons. En la teoría de Parsons el concepto
de estructura está ordenado con anterioridad con respecto al concepto de función,
lo que lleva necesariamente a concluiL .. que todo subsistema necesita previamente
tener una estructura omnicomprensiva que dé respuesta al sistema social.
Recuérdese que en la teoría clásica se requiere que las partes estén en función
del todo, y que el todo es lo que da consistencia lógica ... a las partes. En Luhmann
el postulado es distinto: los sistemas responden y dependen directamente de su
ambiente, por tanto dan respuestas independientes del todo, directamente en
función de su entorno inmediato". 51
Partiendo de esta base-continúa diciendo el autor- "Luhmann entiende
por sistema social un contexto lógico de acciones sociales, que se puede
delimitar y circunscribir con respecto a un ambiente circundante de acciones
/JJ{()/l/()( 0111011
de índole di\'crsa. Estos sistemas sociales que presentan una difercnciaci()n
tanto en lo interno corno en lo C'\terno, tienen la función de captar y reducir iu
comple¡idod Dicho de otro modo. sin en de mediadores con respecto a la
infinita posibilidad del mundo: fungen corno unidad última ele referencia en
servicio de las infinitas funciones del hombre. e"tremadamente limitado en
sus posiblidades de cambio debido a razones antropológicas". 52
Esta caracterización corresponde puntualmente a lo que el propio
Luhmann ha calificado como teoría cibernética del sislema, la cual "conceptúa
la relación de sistema y medio ambiente como una diferencia compleja. El
medio ambiente se considera como algo excesivamente complejo. Si quiere
conservarse, un sistema debe poner en una relación concordante su propia
complejidad con la del medio ambiente (requisite rnrie1y en Ashby), y debe
sustituir en lo restante su complejidad, moderándola por medio de una
selectividad reforzada ... Esto -agrega Luhmann- conduce a la siguiente tesis
general: los sistemas sin en para la reducción de la complejidad a través de la
estabilización de una diferencia interna/e:\.terna" ;i
b) Pero el desarrollo teórico del pensamiento luhmanniano dará un nue\'O
paso adelante. La categoría analítica que servirá de soporte para este segundo
momento será el concepto de autorreferencialidad o la teoría de los sistemas
autorreferenciales. Si bien Luhmann admite que no existen en la actualidad
fundamentos teóricos muy sólidos que justifiquen plenamente el uso de esa
noción, cree también que hay suficientes elementos capaces de orientar de
manera fructífera la investigación en el campo de los sistemas (incluidos
naturalmente los sistemas sociales) mediante el uso de esta nueva categoría.
La teoría de los sistemas autorreferenciales -dice Luhmann- ·'sostiene
que la diferencia ele los sistemas sólo puccle llevarse a cabo mediante
autorreferencias; es decir, los sistemas sólo pueden referirse a sí mismos en la
constitución de sus elementos y operaciones elementales ... Para hacer posible
esto, los sistemas tienen que producir y utilizar la descripción de sí mismos:
5
"
Franco Crcspi, np c1/, p. 309.
.J. Esscr. La !enría e.1trnct11ral-fi111cin11a/1sta del sistema de Luhmonn. FrankJun. trad inh:rna.
área de teoría social, l'LMSO, México. 1990, p. 1
51
1O:'i
52
53
/bidem. pº 309
Niklas Luhmann, fo teoría , pp. I 05 y 106.
106
F11 tor11oul
de
1111,·1110
1oual l'111eto. l'w
1011s.
L11/z11101111
por lo menos, tienen que ser capaces de utilizar, al interior del sistema. la
diferencia entre sistema y entorno corno orientación y principio del
procesamiento de información''.'~ Tal vez la manera más inmediata de
ejemplificar este aserto sea pensar en la operación de la conciencia, como
mecanismo específico de autorreferencia de los sistemas vivos. o en el principio
de la recursividad, en el caso de los sistemas teóricos; esto es, un sistema
teórico será considerado autorreferente cuando se incluya a sí mismo como
objeto de con oc im iento.
En tal sentido, Luhmann afirma en un texto de 1982: ·'una adecuada
teoría social debe ... ser capaz de exhibir y hacer frente a la estructura
autorreferencial de su objeto ... El avance desde la tradicional a la moderna
teoría de sistemas (esto es, la crítica de la vieja idea de una autosuficiencia del
todo que confiere pe1fecció11 a sus partes) se articula precisamente sobre el
desarrollo de conceptos autorreferenciales". 55
Como seíiala un comentarista, la admisión del concepto de si.1te111a
autorreferente supone ''impo1iantes diferencias respecto al concepto clásico
ele sistema ... En la teoría de los sistemas autorreferentes ... , el sistema se define,
precisamente, por su diferencia respecto a su entorno; una diferencia que se
incluye siempre en el mismo concepto de sistema. De este modo, el sistema
incluye siern pre en su misma constitución Ja diferencia respecto a su entorno v
sólo puede entenderse como tal desde esa cliferencia". 56
,
Estas afirmaciones son explicitadas por el propio sociólogo alemán de
la siguiente manera: "antes que nada -dice- hay que elaborar una teoría ele
sistemas directamente referida a la realidad. Cuando esto ocurre seQ.Ún la
exigencia de una validez universal para todo Jo que es sistema, ~sta ~eoría
comprende también sistemas de prácticas de análisis y de conocimiento. Dicha
teoría existe entonces como uno más entre otros muchos de sus objetos en el
mundo real. Se obliga a sí misma a tratarse como a uno de sus objetos, y así
___________
--t11101110Co111011
107
,,,-----------~-·------~---~--------·--·----
puede compararse con otros de sus objetos ... Estas exigencias culminan en la
necesidad de plantear la teoría de sistemas como una teoría de sistemas
autorreferentes. El procedimiento que acabamos de esbozar ya implica la
autorreferencia en el sentido de que la teoría de sistemas debe tener presente el
hecho de ser ella misma uno de sus objetos". 57
Ahora bien, en un paso ulterior, el sistema, que contiene en sí mismo la
diferencia con su entorno, es un sistema autorreferente y autopoiético, noción
esta última debida a las aportaciones de la denominada teoría de la autopiesis,
elaborada por los biólogos chilenos H. Maturana y F. Valera. Según esta teoría,
un sistema es autopoiético en tanto es un sistema que puede crear su propia
estructura y Jos elementos de que se compone. El modelo esencial de estos
sistemas son Jos seres vivos, y la autopoiesis o autocreación, es para Maturana,
el rasgo característico de todo sistema vivo. De este modo, al unir la
autorreferencia-<¡ue hace al sistema incluir en sí mismo el concepto ele entornoy la autopoiésis-<¡ue posibilita al sistema elaborar, desde sí mismo, su estructura
y los elementos de que se compone-, Luhman, concluye este autor, posee una
base analítica renovada desde la cual intentará reconceptual izar una teoría para
los sistemas sociales. 57
c) Con Jos elementos descritos Luhmann puede entonces reform u lar e 1
concepto de sistema social. "El análisis de la formación autorreferencial de
sistemas ... nos obliga -dice Luhmann- a revisar la idea de que un sistema
social no está constituido por personas, sino por acciones". Pero a esta idea
generalmente aceptada Luhmann Je dará una vuelta de tuerca: "los sistemas
sociales se basan ... en un tipo de acción o en un aspecto de Ja acción, y a través
de la acción el sujeto entra prácticamente al sistema. Sin embargo-acota- se
puede preguntar si con ello se capta correctamente la relación entre acción y
59
socialidad y, sobre todo, si se Ja capta de manera suficientemente fructífera".
'.~Niki as
Luhamnn. Sistemas sociales . p. .3 J.
'.'Niki as Luhmann, Svstem Theorv , p. 258
,e, Niklas Luhmann. Sociedad y sistema La ambic ió11 de la teoría. Barcelona. Paidós Ibérica.
1990. p . 18 . Con una introducción de Ignacio lzuzquiza.
7
lbidem, pp. 42 y 4.3
Ignacio lzuzquiza, op cit. pp. 18 y 19
59
Niklas Luhmann, Sistemas sociales .. , cap. 4. p. 151
'
sx
108
ti;:
1111e111u 1nc 1uí
l'w t'/rl. l'unn111. L11hmu1111
Como es de esperar, para alguien que pretende eliminar en la
construcción de 1:1 teoría social todo residuo psicologista.''º la respuesta del
sociólogo alemán será negativa. Y su propuesta dará un rodeo por la noción de
sistema antes presentada. "En el nivel de la teoría general de sistemas-seiiala
Luhmann- se habla de una constitución murua!isra o dia!úgica. Con esto se
quiere decir que la autorreferencia en el nivel de los procesos básicos sólo es
posible cuando existen por lo menos dos procesadores de información que se
pueden referir uno al otro y. por 111edio de uno y otro, a ellos mismos'·. Y
concluye a renglón seguido, "el proceso básico de los sistemas sociales que
produce los ele111entos de los que consisten estos siste111as, no puede ser bajo
estas circunstancias más que la co111unicación Así pues, e\'.clui111os ... toda
determinación psicológica de Ja unidad de Jos elementos de los sistemas
sociales ... El proceso elemental que constituye lo social como realidad especial
es un proceso de co111unicación''.'>1
5. Notas finales: de Parsons a Luhmann
Como ha seiialado .liirgen Habermas. ''en la dinámica de desarrollo de Ja obra de
Parsons la competencia de paradigmas entre la teoría de la acción y la teoría de
sistemas llegó a cobrar. .. una impo11ancia decisiva ... Para Parsons la cone.\'.ión
de la teoría de la acción con la estrategia conceptual inherente al modelo de los
sistemas que mantienen sus límites se presenta como el proble111a más importante
en la construcción de su teoría. Parsons ya había desarrollado un siste111a categorial
para la descripción del ámbito objetual que representa Ja acción social ordenada.
antes de recurrir a fines de los ai'ios cuarentas al modelo cibernético para la
reformulación del funcionalismo sociológico. A diferencia de muchos teóricos
de sistemas de la nueva generación, Parsons no podía caer en la tentación de
limitarse a una aplicación del modelo sistémico al á111bito objetual acción o
saciedad, olvidándose de la constitución interna de ese ámbito objetuaL Lo
instructivo es precisamente la tensión que hasta el final subsiste entre esos dos
paradigmas, una tensión que los discípulos ortodoxos se limitan a negar
""Si así no lo hiciera estaría superponiendo l'.n un mismo 11n·e/ analítico el sistema psíquico con
el social, y con ello horraría las diferencias específicas entre ambos
c.i Niklas Luhmann, Sistemas wcia/es .. p. 152.
í11ron1o(·amo11
109
(Richard Münch. por ejemplo), mientras que los 111enos ortodoxos tratan de
disiparla en direcciones opuestas: en la de un funcionalismo sistémico
autono111 izado ( Luhmann) o en la de un retroceso hacia posiciones del
neokantismo (.leffrey Alexander)".'' 2
Ahora bien. esta rensirín, que Haber111as coloca en el centro de su
reflexión crítica a la hora de evaluar el desarrollo teórico de Parsons, es juzgada
con tonos muy negativos por otros autores. Así. por ejemplo. Ken Menzies
seí'íala que "en el centro del mundo (de Parsons) nos toparnos con una confüsión
fundamental. Su voluntarismo es demasiado ecléctico para reconciliar
positivismo e idealismo. A Jo largo de toda su obra operan dos programas
diferentes: un programa acción social en la tradición idealista y otro 1istema
social en la tradición positivista. El programa acción social se centra en el
significado que una acción tiene para un actor. mientras que el programa sistema
social se centra en las consecuencias que una actividad tiene para un sistema
de actividad. Parsons no tiene un sistema de acción como él pretende, sino
solamente un sistema comportamental y una teoría de la acción, separada del
primero·'." 1
En términos cercanamente críticos se expresa el propio Luhmann cuando
seí'ía Ja que ''si se eligen como cuadro de confrontación las 1íneas de de sarro! lo
de la teoría de la sociedad y las de la teoría sistémica, se puede mostrar que
Parsons asume una posición intennedia entre ambos puntos de vista. posición
que resulta precaria y (que) ... no da lugar a ningún vínculo satisfactorio entre
la teoría de la sociedad y la teoría sisté111ica". Tal posición puede ser
caracterizada. siguiendo puntual111ente a Luhmann, del siguiente modo:
1) Parso11s ha superado ciertamente el punto beliaviorísticu, y
remitiéndose a Weber ha definido a la acción por medio del sentido mentado.
Pero el concepto de sentido no es investigado más a fondo. El sentido se ve así
12
'
.lürgen Habermas. op c1/. to1110 1l. pp. 28.3 y 284
r,) Citado en Habcr111as, ib1de111. pp. 284 y 285 .
110
/:"n 1or110
al conc
d<! s1_1/ema .1ociol !'are to, Parrn11s, L11h11101111
como una característica de las acciones, y 110 como la selección de un universo
de otras posibilidades.¡, 4
2) Parsons, a decir verdad. 110 plantea el problema del orden como lo
hacía Hobbes, en referencia a medios políticos, sino que lo hace ya del todo. a
partir de la contingencia del mundo mentado y subjetivo. El orden no se iguala.
por lo tanto, a la dominación, sino que es determinad o corno una estructura
normativa que supera esa contingencia y garantiza la complementariedad de
lo esperado. Pero puesto que el concepto no se funcional iza, se llega solamente
a afirmaciones como la siguiente: si es que un orden debe existir, se deben dar
estructuras, normas, valores aceptados, instituciones, etc. Estas afirmaciones
persisten vacías si se las subdivide mediante una teoría analítico-clasificatoria
de los sistemas de acción, que ha sido construida al mismo tiempo.
3) Cierto es que Parsons puede aplicar, con tal punto de partida, la
técnica de 1 análisis funcional en el interior de estructura sistémicas dadas. Pero
no puede, después de todo, cuestionar acerca de la función del sistema, de la
estructura. Parsons tiene claras las limitaciones de un análisis estructural
funcionalista de este género. Sin embargo, no prtetende superar tales
limitaciones a través de una radicalización del planteamiento funcional de
preguntas, sino en la dirección de un modelo colosal (gran teoría) de variación
interdependiente y de gran complejidad. 65
·flJ/OliÍO(WllOll
idea de interpretar en términos empíricos. desde la perspectiva conceptual
(obten ida autónomamente) de la teoría de la acción, e 1 modelo de los sistemas
abiertos, de los sistemas que mantienen sus 1ím ites, desarro ! lado en la teoría
general de los sistemas y expuesto en el lenguaje de la teoría de la información,
de modo parecido a como ello había sucedido ya en biología, disciplina en la
que Parsons se había educado como científico. A diferencia de Luhrnann -acota
críticamente Habermas- Parsons nunca le pasó por la cabeza la idea de deducir
a pai1ir de las propias categorías de la teoría de sistemas (como son, por ejemplo.
decisión, información, selección, complejidad, etc.) las categorías sociológicas
que habían de servir a la interpretación empírica de los sistemas en el nivel
evolutivo que representan las sociedades humanas. y con ello a la constitución
del ámbito objetual".t'6
De acuerdo con esto, podríamos decir esquemáticamente que Luhmam1
.reelabora y radicaliza el.flanco "sistémico" de la concepción parsoniana; esto
es claro, por ejemplo, en la concepción de los medios de comunicación
simbólicamente generalizados (dinero, verdad, poder, etc.) que se halla ya
configurada en el ú!timo Parsons. Pero a su vez, Luhmann reelabora críticamente. en
1111 caso, y deshecha abiertamente, en otros. el flanco "acciona/is ta" de la
rnciología parsonicma, en especial, al cuestionar una noción estratégica de
este paradigma, que, por otro lado, aparece actualmente enjuiciado desde otras
perspectivas teóricas y filosóficas: la noción de un sujeto-antropológicamente
concebido- que enlaza un sentido a su acción.
Según puede apreciarse, Luhmann ensaya algo así como una
radico/i:::ación crítica, en términos sistémicos, de los planteas originales
parsonianos que intentaron articular, quizá infructuosamente, el programa
accionalista inicial con los desarrollos posteriores en términos del enfoque de
los sistemas. Por eso Habermas puede afirmar: "Parsons se atuvo siempre a la
,,, Tal vez en este punto convenga recordar que para Luhmann, "el sentido es la relación selectiva
(estrategia) entre el sistema y el mundo que hace posible contemporáneamente la reducción y el
mantenimiento de la complejidad'" Cfr. Danilo Zolo. ''El caso Luhmann", en Marco Cupolo
(comp.). Sis lema polí11co.Uérmi11os conu:ptua/es. Temos del debate italiano, México. UJ\fvlJ\, 1986. p. 24 L
15
' Todas las referencias pertenecen a Niklas Luhmann, La /enría. , pp. l 07 y l 08.
111
'''' .lürgcn Habermas, op cit., p. 284.
170
l'olít1ca \' derrcho en la ohra di!,\ 1Uo.s L11hma1111
··complejidad y significado" . Breviario Político. México, 1991. CIDE,
núm. 7-8. pp. 4-6.
De la política según Luhn1ann*
b) Fuentes secundarias
Nora Rabotnikof 1
Alarcón Olguín, Víctor, ·'Niklas Luhmann: ¿Último llamado para la teoría
social?". Brei·iario Político. México, 1991, CIDE. núm.7-8. pp.7-1 O.
Arnold. Marce lo, Teoría de sistemas. Nuevos paradigmas: Enfoque de .Viklas
L11hi11cm11. Santiago de Chile, 1988, FLACSO (Col. Contribuciones, núm.56), p.
55.
Maturana, Hum be1io, Emociones: lenguaje en educación y poiítica. Santiago
de Chile, 1990, Coed. Hachette/CED, p. 98.
Navas, Alejandro, ( 1989): La teoría sociológica de Nikias Luhmmm. Pamplona,
1989, Ediciones de la Universidad de Navarra, p. 527.
Poggi, Gianfranco, Niklas Luhmann 011 !he Weffare Sta/e cmd Irs Law
Florencia, 1985, European University Institute/Law Department (Working
Paper núm.157), p. 27.
Rottleuthner, Hubert, "A Purified Sociology of Law: Niklas Luhmann on the
Autonomy ofthe Legal System". Lcnv& Society Review. Denver, 1989, V23,
núm.5, pp.779- 797.
Entre las muchas cosas que Marx reprochaba a Hegel estaba aquel lo de "que
el Estado servía para probar la lógica, y no la lógica para probar el Estado".
Independientemente de que la acusación remitiera a un riesgo inevitable de
toda teoría con pretensiones uni\·ersales, que además se pretenda reflexiva,
leyendo a Luhmann resulta inevitable recordar el riesgo y la adve1iencia. Sobre
todo, cuando después de una desesperante búsqueda de inteligibilidad, se tiene
la impresión de que el amor y la política, la religión y el mercado, terminan
siendo encarnaciones de una lógica de los sistemas, cuyos momentos (la
reducción de la complejidad, la constitución paradójica y la desparadojización,
la superación de la doble contingencia y el funcionamiento autorreferencial)
dan cuenta, entre otras cosas, de eso que vulgarmente llamamos historia y
sociedad.
Por eso, como con Hegel, uno puede empezar con la lógica, para tratar
de entender aquello de la dialéctica y luego, si no muere en el intento, ir a la
filosofía del derecho para entender la sociedad civil y el Estado como
encarnaciones del despliegue del concepto. O puede empezar al revés, con las
aventuras de la conciencia en la fenomenología o con la historia política en la
filosofía del derecho y tratar de pensar luego el despliegue del concepto en la
historia. Así, en el caso de Luhmann, se puede empezar prolijamente con los
1
Instituto de Investigaciones Filosóficas.
L:\A,\1.
* Una versión prelin:;inar de este trabajo fue publicada en la Revista de Estudios Sociales, de la
Universidad Autónoma de Quilmes, Argentina .
171
173
172
De la
Luhmann
sistemas sociales o aún más abstractamente con la teoría de los sistemas
autopoiéticos y luego (con la misma previsión que en el caso anterior, si se
sobrevive al intento) tratar de volver inteligibles aquellos sistemas diferenciados
que manifiestan características universales, o bien partir de los trabajos
monográficos para ve: en la historia de estos sistemas y de los códigos el
despliegue de proposiciones teóricas más generales. Probablemente esto no
constituya una verdadera disyunción, y lo más sensato sea ir de un nivel a otro
para buscar una mutua inteligibilidad. Y es probable también que el resultado
sea más o menos afortunado según el problema: si la teoría política en el
Estado de bienestar puede resultar más provocativa que el amor como
pasión, quizá se deba a que, aunque amor y política compartan esa improbable
probabilidad de todas las cosas, 2 estamos más entrenados para entender la
política como sistema. O tal vez se deba a la resistencia del amor a ser
penetrado por el concepto. 3 O quizá, desde el punto de vista teórico a que la
' FI tema de la improbable probabilidad de todas las cosas es menos tri\ ial de lo que parece. La
propuesta de Luhmann de presentar los problemas de tal manera que los contenidos normaks del
mundo d..: la' ida, las certezas básicas aparezcan como soluciones, problemas ya resuellos aunque
existan otras al!ernalivas de solución (Luhmann. 1991, p. 129), no sólo abre la puerta a la cuestión
de las equivalenoasfzmuonales sino que inevitablemente vuelve a suscitar admiración en !orno a
los procesos de aprendizaje y los logros evolutivos. Finalmente encontrar un código que duplique
las infonnaciones segun lo que signifiquen para "el mundo anónimo y general" y lo que signifiquen
··para nosotros y nuestro mundo" (1986b) resulla tan improbable como forjar un código que
trasmita decisiones vinculantes. En todo caso, tanto el poder como el amor ponen enjuego no sólo
la autorreferencialidad sino antes que nada algo intuitivamente más cercano a la idea de contingencia.
Las diferencias entre el amor y el poder no dejan de ser significativas. Sin embargo no tanto como
para sustancializar la diferencia entre medios de control y forn1as de interacción propias del
mundo de la vida. Pese a toda su abstracción y complejidad, el análisis luhmanniano del amor
permite contestar de manera difcrente(a la de Habermas, por ej.) a la pregunta acercad e cómo es la
vida en el "mundo de la vida". No está tan claro que ésta "se haya visto empujada a los nichos de
una estructura social autonomizada en términos sistémicos". ni por supuesto que ello constitu) a
la "trivialización del espanto"' (Habemms. p. 443).
3
.. . otros medios apoyan su ambición en el hecho de no ser tecnizables y sin entender esto como
un déficit sino como una particular peculiaridad suya. (... )una consecuencia que se deriva es que los
medios amor y arte. formados de manera antiestructural deben renunciar a alguna~ características de
los otros medios. antes que nada a la seguridad de poder formar un sistema." Luhmann ( 1993b.
p.167). En el caso del amor, la semántica o la constitución del código antecede, en una especie de
educación sentimental anticipada a la constitución del ámbito propio de la intimidad. En el caso de
las autodescripcioncs de los sistemas sociales diferenciados, "las transformaciones semánticas
siguen a una considerable distancia a las transformaciones estructurales" ( ibid, p. 444 ).
comparación entre el poder y el amor corno medios de comunicación saca a la
luz la no aún clara aiiiculación entre una teoría de sistemas y una teoría de los
medios 4 y nos hace reflexionar acerca de las relaciones entre cambios
estructurales y cambios semánticos.
En ese sentido, quisiera en este trabajo reconstruir suscintamente el
análisis de la política como subsistema en el contexto de la teoría de la
diferenciación social, tratando de fijar Ja atención en las autote111a1izació11es
que en cada etapa evolutiva produjo la sociedad. En segundo lugar me ce1'.traré
en las características del sistema político, y por último retorno su reflexiones
sobre el Estado de bienestar. En general suele sostenerse que Luhmann, aunque
por vías mucho más sofisticadas, llega a los mismos diagnósticos convencionales
en torno a la sobrecar?,a del Estado. Sin embargo, trataré de mostrar que, por
un lado, el propio arse~ial teórico y por otro las esperanzas puestas en la teoría
lo lleva a conclusiones, en algunos aspectos sustantivos diferentes de los
diaanósticos
conservadores tradicionales.
o
l. La polis, el Estado y el subsistema político
No sería arriesgado afirmar que en algún lugar de la compleja construcción
luhmanniana subsiste la pregunta de Weber por los procesos que llevaron a la
configuración específica de la modernidad europea. En el plano teórico ~nás
general el concepto de diferenciación seííala una conquista evolutiva irre:ers1?le,
mientras que en plano histórico la diferenciación funcional parece s111tet1zar
una serie de procesos que confluyeron en la conformación de la moderna
sociedad compleja: 1) La privatización de la religión, 2) el surgimiento de los
estados nacionales, territorialmente organizados, con la conformación de una
administración burocrática central izada y el abierto reconocimiento de la razón
de Estado corno máxima política, 3) la separación de la propiedad de las
responsabilidades eclesiásticas, militares, y políticas y la emergencia d~l
capitalismo racional basado en la aceptación social de la búsqueda de ganancia
distinción entre la teoría de los sistemas sociales y la teoría de los medios simbóli_ca~1 e~_1e
generalizados de comunicación, dos áreas que deberían estarjuntas, va en contra de la d1stmcion
entre perspectiva histórica y perspectiva sistemática" ( 1986b, p.1 O).
4 "La
174
175
L11!1111a1111
individual, 4) la aprobación social de la curimidad como motivo legítimo para
la búsqueda de conocimiento, y la especialización de la ciencia sobre la base
de técnicas hipotético-cuantitativas y experimentales rigurosas, 5) la liberación
del a11e de sus funciones cívicas y religiosas. 6) la imposición de limitaciones
constitucionales al ejercicio del poder político y. más adelante, la inclusión de
toda la población adulta en los procedimientos electorales. 7) el desplazamiento
de las bases del matrimonio de consideraciones económicas, religiosas e
institucionales al amor romántico y la elección personal. y el tránsito y
delimitación de la unidad básica de parentesco a la familia nuclear pequeña,
8) el nacimiento de la educación pública obligatoria, 9) la positivización del
derecho y el traslado de la base de la legalidad desde el derecho natural a los
procedimientos formales que permiten transformar los códigos legales de
manera procedimentalmente correcta" 5
De manera acorde con el proceso ele diferenciación. la perspectiva
sistérn ica permite, según nuestro autor. efectuar dos clesplazam ientos respecto
ele la tradición viejo-europea de pensamiento social y político (de
autotematización de la sociedad): a) desplazar la perspecti\'a tradicional del
individuo, conceptual izado corno parte viviente del organismo social y redefinir
el enfoque ele la subjetividad como sede de una racionalidad individual. como
depositaria de los valores morales o como agente de un esquema medios-fines
o ele una orientación intencional. etc. A cambio de ello, la racionalidad se
ubicará a nivel del funcionamiento del sistema y los subsistemas a pa11ir ele las
relaciones con un entorno complejo" El vocabulario del tocio y las partes
obligaba a concebir a la sociedad como suma y a la vez corno totalidad. que es
algo más que la suma. Así. desde una sociedad pensada en ténn in os organicistas
o individualistas, la reflexión política estuvo obsesionada por una pregunta
que la ha acompañado desde el inicio: la pregunta acerca de '·quien representa
al todo del toclo".c' Una teoría de la diferenciación llevada a sus últimas
; Para algunos intérpretes. estos procesos históricos. con los recaudos necesarios, podrían ser
resumidos pclr el concepto de diferenciación funcional Holmes y Larmorc. en N iklas Luhmann
( 1982. p . 364 ). Para el análisis de la semántica de estas iransfonnacioncs ver Luhmann ( 1993 b.
pp" 380 y ss).
"Niklas Luhmann ( l 993b, p 29.) La formulación en tcrrninos del todo que es más que la suma
de las partes es la paradoja oculta que será luego remplazada por olra metáfora paradójica: la de
la mano invisible ( l 993b. p. 389).
consecuencias, parece abrir la posibilidad de, al menos. desplazar esta pregunta,
y de replantear el problema de la representación, b) el segundo desplazamiento
en la perspectiva, es la que le permite superar el error de tematizar la sociedad
como sociedad poi ítica (o como sociedad económica)" En e 1 esquema partetodo. el error de confundir la pai1e por el todo. Ello llevará a Luhmann a revisar
por lo menos dos formas de autotematizacion de la sociedad: 7 aquella que se
pensó a sí misma como polis y aquella que se autotematizó a través de la
dicotomía sociedad civil y ntado.
Para Luhmann la sociedad que se autotemati:::ó como sociedad política
(iniciando así la tradición ele pensamiento político viejo-europeo) representó
un estadio evolutivo en el que el ámbito político emergente encarnó la
posibilidad de resolución de conflictos a través de decisiones vinculantes,
reduciendo el poder de la religión y de las asociaciones de parentesco
(Luhmann, 1982. 290). Lapo!itiké koinoia como autotematización de lapo/is
griega, refleja la emergencia del primado funcional de la política. El confundir
este primado con la caracterización de toda la sociedad. encierra
conceptualmente varias paradojas. En primer lugar refiere al mismo tiempo al
todo social y a una de sus partes, o a un todo que tiene partes fuera (el oikos)
En segundo lugar, esta confusión ele la parte con el todo permitió pensar a la
sociedad como un cuerpo integrado capaz de acción como una organización
política. Sin embargo, esta primera diferenciación del ámbito político fue
fundamentalmente un aprendizaje de la contingencia: "No es necesario
cuestionarnos aquí acerca de la adecuación descriptiva o acerca del realismo
de esta fórmula (la de una ciudad que se vuelve capaz de tomar decisiones,
con ayuda de cargos públicos especializados y a través de la acción libre de
sus ciudadanos quienes, a su vez. formulan sus elecciones con arreglo a lo
bueno y lo justo) ni acerca de sus víctimas ocultas. Su éxito no radica en su
cercanía a la realidad sino en su cercanía al problema de la contingencia. Iluminó
el aspecto de la sociedad que ya se había vuelto c~plícitamcntc continge.ntc: la
política." (L.uhmann, 1982, p" 336)" La (aún precaria) diferenciación del sistema
político parece así poner sobre el tapete al 111 ismo tiempo la contingencia de la
7
Autotematización aparece aquí corno un antecedente más vago de la idea de autodcscripció1.1.
pero también hace refrrcncia a cómo el sistema refleja su propia unidad como p:mio d~ rdcrenc1a
para las observaciones, como punto de vista de orden para una actividad de rdercnc1a conl111tHL
,
~-
176
Dula
Luh111a1111
177
acc1on, la diferenciación del poder como medio de comunicac1on
simbólicamente generalizado, 8 y la necesidad de legitimación en términos
de moralidad y derecho. La política como ámbito de la contingencia y del
saber de la contingencia encontró en la moralidad algo así como su contención
necesaria: ·'uno u unos pocos deben actuar por todos. y deben estar obligados
y limitados (¿De qué otra manera?) por el derecho y la moralidad", (ibid.
p. 335).
sociedad civil, que organiza la observación y autoobservación social pero
que resulta incapaz de dar cuenta de la unidad de la diferencia. 10
La emergencia de la sociedad burguesa fue en realidad la emergencia
de un nuevo tipo de sistema que remplazó el primado funcional de la política
por el primado de la economía. 9 Ello no significó, obviamente, que el sistema
político limitara su tamaño o complejidad. Por el contrario sus funciones
aumentaron en el marco del Estado organizado. Pero en términos de la
autotematizació11 de la sociedad, ésta ya no podía ser pensada como un cuerpo
capaz de actuar de igual modo que un individuo. Nadie podía representar a
la economía en su conjunto. Por eso, la autotematización en términos de
sociedad eco11ómica se acercó más a la idea de sistema social que a la de
comu11idad. Sin embargo, también aquí, se incurrió en el error (en el caso de
Marx y de la economía burguesa) de tomar la parte por el todo, de identificar
un subsistema con sistema globaL Si la sociedad se identificó con la economía,
la política se pensó bajo la fórmula del Estado. Surge así la distinción Estado-
parece ser el primero en orden de aparición . World -Time and System Histnt)', en Luhmann.
1982, p. 295. ··cuando la sociedad se organizó políticamente. se pensó que la contingencia
radicaba primariamente en la acción humana .. La emergencia de roles o sistemas de roles para
la acción política hizo posible la experiencia (y, eventualmente la anticipación de la experiencia)
de que la acción política se planea y se lleva a cabo en presencia de otras opciones posibles··
ihid, p. 334.
.
''Sobre la idea del primado luncional de un subsistema, Luhmann aclara: '·primado no signiliLa
ni una indispensabilidad funcional (que podría ser co1Tectamente reclamada por diversos sectores
de la sociedad) ni tampoco algún tipo de autoridad o dominación ... Primado, en cambio signfica
que el mantenimiento de la diferenciación social entre política y economía depende de cómo se
responda a la cuestión: hasta qué punto es políticamente posible que la política se mantenga
distante de las fluctuaciones de la economía" /bid, nota p. 409. El primado funcional implica
sólo que uno de los sistemas tiene mayor complejidad interna y que el estadio evolutivo de la
sociedad se caracteriza por problemas y tareas que se originan primariamente en dicho subsistema.
x Que
Esta formulación también parece haber correspondido a una etapa
evolutiva superada. Estado es para Luhmann un término vago que designa
gobierno. burocracia, autoridad, poder, sistema político. etc. Más adelante el
término Estado será entendido como síntesis de la autobservación del sistema
político. 11 En última instancia, en un esfuerzo por coordinar el vocabulario del
Estado con el vocabulario del sistema político, la historia de Ja fórmula estatal
aparecerá como prueba verificatoria de Ja relación entre diferenciación
creciente, complejidad creciente de los sistemas diferenciados y
autosimplijicaciones que hacen posible utilizar al sistema como premisa de las
propias operaciones. 12 Pero, en un sentido más fuerte la sociedad civil que se
define por contraste con el Estado no parece tomar en cuenta que los subsistemas
no se unifican en una única orga11i::ació11, o colectividad, o comunidad.Tornados
como constitutivos del entorno del sistema político (desde el punto de vista de
éste) no pueden ser concebidos bajo una única lógica de funcionamiento (socia!).
La conceptualización y discusión en términos de separación entre Estado y
sociedad, en la perspectiva del autor, no pudo dar cuenta de los fenómenos de
creciente diferenciación y simultánea interdependencia(Luhmann, 1990a).
Con todo, a partir del primado funcional del subsistema económico, ya
no se requiere una moralidad generalizada para la integración societal: "la
continuidad de la moralidad en el tiempo, sostenida por toda la sociedad, puede
ser remplazada por la constancia en el tiempo de oportunidades puramente
económicas" (Luhmann, 1982). De manera más impo1iante. en el plano del
aprendizaje social, tiene lugar un pasaje a actitudes de tipo cognitivo, es decir
1
" ··La solución propuesta por Hegel. un doble concepto de Estado.sarna Ja luz la estructura del
problema., sin embargo, resulta desafortu1rnda en términos lógicos y sólo gracias a malcntrndidos
y aplicaciones unilaterales pudo constituir una tradición'· . Niki as Luhmann ( 1991. p 407).
11
Ell t.:! subsist<.:111a político, la unidad Lid si:>tema debe int1oduci1se adicionalmenl<: mcdiantt:
una autodescripción, con el fin de que tenga un punto de referencia para el procesamiento
autorrefcrcncial de informaciones. Esa función la cumple el concepto de Estado Ver Luhmann
( 1991. p. 458). "El Estado no es entonces. un subsistema del sistema político, no es la burocracia
No es la ficción legal de una persona colectiva a la que Si'! le atribuyen decisiones. Es el sistema
político reintroducido en el sistema político como punto de referencia para la acción política"
Luhmann ( 1990b, 166 ).
12
··state ofthe Political Systern" en Niklas Luhmann ( 1990b, 166).
178
aproximaciones capaces de aprender y adaptarse al cambio. 11 También en el
aspecto de la comunicación. se produce un incremento de selectividad y de la
aceleración temporal:'· .Ja comunicación económica se \uelve indiferente a
las circunstancias, a los detalles biográficos, a las relaciones personales. La
gente no necesita conocerse ni captarse mutuamente desde el punto de vista
moral para llegar a un entendimiento"'. 11
La progresiva autonomía de los sistemas sociales es un paso evolutivo
posterior que refiere a la autodeterminación, es decir a la babi lid ad para asentar
criterios selectivos para las transacciones con el entorno y posibilidad de
transformar eventualmente esos criterios (su capacidad para diferenciarse. para
ganar tiempo, procesar información. para relacionarse con el entorno y los
otros subsistemas). La diferenciación funcional hace referencia así a la
conformación y autonomización de subsistemas funcionales (político,
económico, educativo, científico, legal, etc.) que desempefían funciones más
específicas y a partir de los cuales "la complejidad se manifiesta como variedad
y discontinuidad de los lenguajes, conocimientos, técnicas y valores practicados
al interior de cada subsistema y sus ulteriores diferenciaciones". 15 Cada
subsistema instaura una diferenciación propia con su entorno y términos
generales, a través de la configuración de versiones internas diferentes del
iJ Como se sabe) se ha criticado. Luhmann distingue entre aproximaciones a Ja realidad social
de tipo cognitivo u nn11nativo. mientras que una nproximación cognitiva modifica las c\pcctati\ as
de cara a la experiencia, la aproximación normati\ a se nicga a aprcnder y manticnc su adhcsión a
la y;>Jidez contmfáctica de las cxpcl"tativas frustradas
1
' Luhmann.1986. 203 El logro de este ni\l~I de abstracción y generalización en Jos procesos de
comunicación no es una consecuencia automática del mcrcnclo.Como apunta el autor en una nota
''En particular. la comparación con Jos países en vías de dcsarollo puede demostrar que nuestro
modo de comunicación habitual dentro de las transacciones económicas es un logro cultu1al con
muchos supuestos y no se iekntiiica. sin más. con la formación de mercados" p. 388. Sobre la
aceleración temporal ver R Kosselkck ( 1985)
15
La noción de complejidad. cobra desde Jos significados más específicos hasta Jos más banales
En el ümbito de las ciencias sociales ha llegado a alirmarse que se: t1ala de: una cspc:Lic de
eslogan que simplemente ··expresa él desagrado psicológico de quien recién descubre que el
mundo en el que vi\'imos ya no es el de nuestros padres"( Danilo Zolo, 1992). En un sentido algo
más preciso por complejidad se Jrnce referencia: a) al número y variedad de ekmentos de un
sistema: 2) a la extensión e incidencia de las relaciones de interdependencia entre los elementos
Y 3) a la variabilidad en el tiempo de las relaciones En relación al entorno éste resulta más o
menos complejo cuanto más amplio el abanico de elecciones posibles y el número de variables a
tener en cuenta para que el sistema resuelva problemas de adaptación. conocimiento y proyección
Nota
179
sistema, los hechos. acontecimientos y problemas obtienen una multiplicidad
de significados dentro de diferentes perspectivas.
Los códigos funcionales (del dinero, del amor, del poder) no sólo reducen
la superabundancia de posibilidades, al mismo tiempo fortalecen el acceso
pre-pautado (pre-pattern) a otras posibilidades. 16 Así, cada subsistema posee
códigos para esquematizar la contingencia, volviendo accesibles las alternativas
de manera estructurada: "Reviviendo el uso medieval de la palabra, construyo
el concepto de contingencia precisamente como la reducción de esa
desorganizada arbitrariedad: como un acceso pre-pautado (pre-pattern) o
estructurado a otras posibilidades. El orden , como resultado, no debe ser visto
como negación o supresión de Ja contingencia, sino como reconstrucción y
elaboración sistemática de la contingencia" (Luhmann, 1986, 431 ). El mayor
reconocimiento de la contingencia lleva a que el orden sea. de algún modo,
una "continua institucionalización de la precariedad." 17
La idea de subsistemas autónomos aunque interdependientes no pone
en juego la integración social. Es más, la diferenciación aparece antes como
una defensa frente a Ja amenaza de desintegración, ya que permite localizar o
parcelizar Jos conflictos o los problemas sin que se irradien o se trasladen a
otros suhsectores (los subsistemas combinan una intensa .1e11sibilidad hacia
11
' Por código Luhmann se entiende una generalización simbólica que regula la trasmisión de
prestaciones sclecti\ as y que estructuran los medios de com1111icació11 como el dinero. el poder.
el amor, Ja verdad. La generalización simbólica codificada motiva la aceptación de las
prescripciones sclccti\ as ajenas y la predispone en t<!rminos de normalidad previsible. Se definen
también como "recursos semánticos que permiten que comunicaciones esencialmente improbables
resulten sin embargo exitosas'' ( l 986b p.18). La estuctura típica de Jos códigos de generalización
simbólica es Ja csquematización binaria: vcrdadero/falso. justo/injusto, legal/ilegal, tener/no
tener Ver Danilo lolo ( 1986, 227) y Niklas Luhmann ( 1989a. 36 y ss)
17
Este reconocimiento de Ja continge:ncia es uno de ios aspectos 4ue más at1aclivos de la relkxit'in
Luhmanniana. Sin embargo. cuando esta conciencia de la contingencia es imputada al
funcionamiento de Jos subsistemas. el mismo Luhmann se ve a ,·eces obligado a reconocer la
persistencia de creencias. mecanismos o prácticas que tienen más que ver con una persistencia
de lo arcaico que con la capacidad de aprendizaje. El problema es aún más claro en el caso del
sistema político donde comparecen de pronto modos drásticos de reducción de la complejidad
que poco tienen que ver con la diferenciación y los aprendiz~jes sistémicos (formas cmismáticas,
clientclistas, alto grado de pe:rsonalismo, etc . ), ver Niklas Luhmann ( l 986a).
--·
180
L!c la
L11hma1111
cuestiones específicas e ind!ferencia hacia todo lo demás). La integración. en
sociedades altamente diferenciadas, no descansa en una vida en co~nún. ni en
un núcleo normativo duro sino que consiste, de manera muy poco volkisch en
evitar situaciones '·en las que las operaciones de un subsistema produce
problemas irresolubles en otros subsistemas".
Más que una conciencia colectiva, un núcleo normativo duro o una
idea del bien común, la sociedad entendida como red comunicativa define
condiciones más laxas y vagas para la compatibilidad social. En un nivel mayor
de abstracción, una serie de dicotomías o de disyunciones (correcto-incorrecto.
legal-ilegal,justo-injusto) tipifican una serie de acciones. 18 El núcleo normativo
duro deja lugar así a esquemas de orientación compatibles con la contingencia
~
y mutabilidad del orden social. 19
Así, la diferenciación liquidó la adecuación descriptiva de la idea de
sociedad como res pública, el argumento parspro loto según el cual la política
18
Así. para Luhmann una teoría de la subjeti\ idad debería tomar en cuenta la dependencia del
m;eto respecto de un conjunto de estrategias para simplificar y esquematizar el abanico de
posibilidades accesibles
11
' Ello no implica que la dimensión normativa no tenga relevancia en la construcción !uhmanniana
Como se ha seiialado. el derecho ocupa un lugar particular dentro de la construcción de este
autor.. Por un !ad~ • como los .otros subsistemas, es autónomo y está regido por un código
especifico construido sobre la diferencia entre lo legal y lo ilegal. Pero por otro "el derecho debe
organizar tanto los procedimientos internos que permiten la autorrerw lación de Jos subsistema:;.
como los procedimientos destinados a armonizar las relaciones entr; Jos d ifcrcntcs subsistemas..
(G. !.eubn~r c.i:ado en J. Lt:1:oble. 1992), o dicho al revés, los derechos funcionan para estabilizar
la d1fcrenc1ac1011 entre subsistemas pero a su vez dependen de la diferenciación de un sistema de
procedimientos en el que puedan ser autónomamente aplicados e interpretados. Las normas
legale.s son entonces. esa porción de la realidad normativa que juega un papel esencial en el
mane_10 Y la '.:stabilización de los conflictos normativos. un conjunto de expectativas
complementanas y de mecanismos capaces de manejar la decepción que penniten la conviwncia
a pe~ar del ,c;<mflicto, y que son institucionalizadas a través de sanciones. El proceso ,Jt:
pos1t1v1zac1on del derecho es puesto en directa relación con Ja creciente diferenciación: a) La
positivización supone mayor revisabilidad de la ley y mayor adaptación a los cambios del entorno
En tanto la validez de la ley depende de decisiones procedímentalmente correctas ven tanto el
sist~r:1ª legal guía sus operaciones por procedimientos formales para la toma y c~mbio de las
dec1s1?nes legales, se asocia así a la creciente tolerancia hacia la contingencia que caracteriza a
la sociedad m~derna. b) La autonomía del sistema legal supone también la independencia de sus
fuentes de validez de otros subsistemas. La validez del derecho positivo deriva de decisiones
legales, lo cual significa la puesta en marcha de un proceso de selección y validación según
\om
181
se identificaba con Ja sociedad como un todo, EL hombre ya no puede ser
caracterizado exclusivamente como animal político porque ya nadie tiene la
totalidad de sus roles ubicado en la esfera política, 20 ni tampoco el rol de
ciudadano es la síntesis de la identidad pública de los hombres. En sociedades
altamente diferenciadas ningún individuo puede ser totalmente localizado en
un subsistema tomado aisladamente: "Existe una sola institución total: el asilo
psiquiátrico." De igual modo la idea de caracterizar hegelianamente al Estado
como autoorganización de la sociedad implica también pensar a la sociedad
como una totalidad capaz de acción y de autoconciencia, y la intención de
hallar la anatomía de la sociedad en la economía, remite a la idea de un centro
o matriz que funcionaría como soporte del orden. Precisamente la búsqueda
de centro o de última instancia se trasladará por último (de manera crítica)
incluso a la política entendida como subsistema funcionalmente diferenciado
en la sociedad moderna y a ello se dirigirá la reflexión luhrnanniana sobre los
límites de la política.
2. El sistema político
Dentro de esta perspectiva general, es obvio que el tratamiento de Luhmann
de la política no se encuadrará dentro de las preguntas tradicionales de Ja
criterios propios del subsistema. Los procedimientos son entonces tanto los mecanismos retlexivos
del sistema legal como una suerte de medio. a través del cual se procesa la diferenciación del
sistema legal respecto de la religión, Ja moralidad. o la verdad científica. y que de ese modo,
sciiala .. la clausura normativa, la apertura cognitiva y la autorrcfcrencialidad "del sistema legal.
e) Incluso los derechos fundamentales son interpretados. en una perspectiva histórico-sociológica
co1110 contribuciones a la resolución de problemas. en este caso, al mantenimiento y protección
de la diferenciación social frente a la amenaza de la expansión un sistema político ya diferenciado.
Las libertades fundamentales expresan y garantizan la diferenciación individual frente al grupo
y a la c111dad (la libertad de la política) a<>í como la protección de una esfera íntima separada de
la acción pública (libertad de conciencia). Los lla111ados derechos económicos (de contrato, de
propiedad. etc) p1otcgcn lri diferenciación del subsistema económico. Los derechos políticos a
su vez son vistos como garantías de la autonomía del sistema político. La igualdad jurídica y
política también es interpretada en función de la garantía de la irreductibilidad de una pluralidad
de esferas. En suma. el valor v la racionalidad de los derechos constitucionalmente establecidos
radica en su contribución a la,resolución de un problema: el de mantener un orden comunicativo
plural y diferenciado frente a las tendencias monopolizadoras de Ja economía y la política
2" De ahí el escepticismo del autor frente a los intentos de restauración de la lilosofía práctica a
la Arendt o a la Strauss
Luh111a1111
183
filosofía práctica ni tampoco tendrá al Estado como categoría analítica
privilegiada, sino que se organizará en torno a la diferenciación, autonomía,
especificación funcional, complejidad y diferenciación interna del sistema
político. Se verifica así, desde la teoría, el ya anticipado tránsito de la sociedad
políticamente constituida al sistema político como subsistema diferenciado.
La autonomía del sistema político es la condición del desempeño de su
función específica: la toma y transmisión de decisiones vinculantes, la
producción de poder. El poder, entendido como un medio de comunicación
social supone un código de símbolos generalizados que hace posible y disciplina
la transmisión de prestaciones selectivas de un sujeto a otro. En este caso la
prestación parece referir a laspremi.1os decisionales. es decir, a la posibilidad
de establecer supuestos o situaciones cuya complejidad ya ha sido acotada.
para otros.
182
ne la
La diferenciación del sistema político tiene lugar, en primer término, a
nivel de los roles. Con esto Luhmann parece referir, tanto descriptiva corno
genéticamente, a la progresiva indiferencia del sistema político respecto del
entramado de roles en la sociedad: "Sólo de este modo puede la sociedad ser
objeto de la política y de la adrninistración". 21
La autonomía del sistema, refiere ya no exclusivamente a los roles sino
a los criterios de decisión, a la capacidad de elegir entre diferentes criterios
selectivos para regular las relaciones con el entorno y para su propia
transformación. Esta autonomía depende de: a) que el sistema político tenga
tiempo para desplegar sus propios mecanismos de procesamiento de
información. Esto significa que no puede responder automáticamente a todos
los impulsos o demandas del entorno. Pero al mismo tiempo, la complejidad del
ambiente hace que el tiempo interno sea un recurso escaso, y que como tal deba
ser usado racionalmente (Luhrnann, 1982, 143 ); b) de estabilizar la diferencia y
los intercambios con el entorno, es decir de un nivel general de aceptación por
parte del entorno social y del funcionamiento concreto en las transacciones
cotidianas, y c) del tipo de diferenciación funcional presente en el entorno, es
decir de la presencia o ausencia de otros sistemas funcionalmente diferenciados,
de modo que el sistema político pueda brindar sus prestaciones selectivas y
conectarse separadamente con cada uno de ellos.
En ese sentido pude definírselo como '"la facultad de reducir la
complejidad para otros"." 2 No se trata. estrictamente de una relación causal,
que de acuerdo con la idea clásica supone que: "A tiene poder sobre Ben la
media en que logre que B haga algo que de otro modo no haría" Y La posibilidad
de aceptar o no la premisa decisional del otro. constituye, en el caso de
Luhmann, la cuota de poder de B, en tanto el suponer la aceptación de dicha
premisa constituye un objeto de expectativa de A. Es decir, el poder no puede
ser ya concebido como causa específica de efectos específicos, ni como cantidad
fija (invariancia en la suma de poder) sino como fenómeno relacional y
rejlexirn. El lo supone que ambos partners de una relación están en condiciones
de ejercer prestaciones selectivas y sobre todo la variabilidad de la magnitud
de poder (y sus tendencias inflacionarias o deílacionarias).
En ese sentido, enfocar el poder como medio de comunicación (como el
dinero, el amor, la verdad) simbólicamente generalizado permite entenderlo
en su función de volver probables transacciones altamente improbables (en el
campo poi ítico) en cuya uti 1ización la violencia física o la coerción cumplen el
rol de la alternativa que se evita (Luhmann, 1979,9).
~1
La caracterización de los roles progresivamente asumirá los rasgos dibujados por Weber para
el tipo de dominacíón legal racional o para la rac1011ali:ac1ó11 de la dominación: gradual
orientación hacia criterios univcrsalistas sin acepción de personas. reclutamiento basado en la
habilidad y la eficiencia y no en criterios adscriptivos, carrera y especialización, cte. En realidad
Luhmann acepta explícitamente (y cita) la formulación parsoniana según la cual "Cuando el
aspecto político de la estructura social está suficientemente diferenciado de los demás, toda
autoridad es legal-racional, en el sentido webería110 . "Parsons, citado en Luhmann (1982)
Luhmann. ( 1979 pp. 9 y ss) Ver también sobre el punto Zolo ( 1991, 171)
Como se sabe la formulación es de Dahl retomando la idea-definición \\ eberiana de poder
como ''la probabilidad de que un actor dentro de una relación social imponga su voluntad contra
toda resistencia·· Para un tratamiento de las diferentes ideas de poder. con especial recuperación
de la idea parsoniana que aquí Luhmann continúa, ver Barnes ( 1988).
2'
23
184
De la
L11h111a1111
La eficacia o el éxito del medio poder está dado por una obediencia
e"1¡)(mtá11ea y la renuncia pacífica a alternativas que en caso contrario serían
atractivas. 2 ~
En la perspectiva de Luhrnann. en los sistemas políticos evolucionados
se puede observar: a) la diferenciación estructural tripartita de política,
administración y público. y b) el código político se estructura a partir de
la distinción gobierno-oposición. 25 Tanto la diferenciación tripa1iita como la
reformulación del código surgen a pa1iir de la sustitución de una diferenciación
(interna) de tipo jerárquico por una diferenciación funcional, es decir ambas
transformaciones constituyen /ogros evolutivos del sistema político. En primer
lugar, la diferenciación funcional interna indica que al interior del sistema
político estos tres subsistemas en recíproca interdependencia, se tratan
mutuamente como entornos, de modo de poder simplificar y filtrar los procesos
de comunicación ( 1991a,47). Esta diferenciación interna al sistema político,
favorece la consolidación de ciertos roles que conectan de manera favorable
con el entorno (el votante. el cliente, el participante del público)
autonomizándolos de otros roles sociales (el trabajador, el padre de familia,
etcétera).
La transición desde una diferenciación bidimensional (basada en la
jerarquía) a una tridimensional (administración, política y público) tendrá al
menos dos consecuencias importantes. En primer lugar. el sistema político se
orienta de manera creciente hacia los entornos creados en su interior ( por ej: la
""El poder es siempn: parte de una relación social en la que la acción siempre habría podido ser
di fcrente desde ambos lados de la relación". Niklas Luhmann ( 1991 a)
~; Nik las Luhmann ( 1991 a. 86 ). El problema no está del todo claro. En ocasiones Luhmann
afirma qu,: el antiguo código gobernantes-gobernados es complementado por el de gobiérno y
oposición Fn ciertos cnsos parecicrn que el código gobierno-oposición es definitorio de los
sistemas democráticos y que en ese sentido todo intento de funcionar por encima es una involución
hacia la dcs-diferenciación."'Quien no comprenda esto (en referencia a los Verdes) sólo puede
causar problemas"' (ibid. 88). En otras ocasiones. pareciera que se refiere sólo al subsistema
propiamente político del sistema político (partidos). En otras ocasiones la estructura binaria
básica puede ser complementada con códigos secundarios. ideológicos. que introducen una
duplicación y al mismo tiempo un pumo de vista para la selección de lo que se considera correcto:
progresista-conservador. política cxpansiva~pol ítica restrictiva (ibid, 88. 1991 a. 174 ).
_
....
\ol'a
185
administración por premisas aportadas por la política y por el público,). Es
decir. en términos más abstractos, se profundiza el modo de operar
al/forreferencial y se filtran de manera rigurosa las posibilidades de percibir
los problemas relevantes para la sociedad como un todo. Esto ubicará al sistema
político en una especie de tensión permanente entre un actuar demasiado
selectivo (cerrado sobre sus necesidades funcionales propias) y una excesiva
apertura (politización de todos los temas) que pondrá en peligro su propia
eficacia como sistema. En segundo lugar, el poder político ya no puede ser
pensado como un ílujo de arriba hacia abajo sino que se reconduce a una
forma circular. Se crea así un sistema sin centro. autoorientado pero sin
orientación central. 26
Por lo pronto, podemos advertir cómo. desde una perspectiva topológica
Luhmann traslada dos estructuras clásicamente consideradas corno elementos
públicos de mediación entre Estado y sociedad (parlamento y público) al interior del sistema político, y en el caso específico del poder legislativo, al interior del subsistema administrativo.27 El sistema político de esta manera se
cierra aunque no puede ser comprendido como sistema cerrado, sino como
sistema a11lorrefere11te,: 8 es decir como un sistema que produce y reproduce
los elementos de los que está constituido, en este caso las decisiones políticas"')
'1. /hid.
De esta circulac1rí11 del poder en condiciones modernas, se podría distinguir un circuito
formal por el cual el público a través de ias elecciones confirma el lugar de los partidos en el
parlamento. el parlamento lija prioridades y límites a la administración. la cual a su Yez somete
al público a traYés de decisiones vinculantes. Pero también un circuito informal que inicia su
movimiento a partir de los proyectos y decretos de la administración publica. los partidos que a
través de su influencia organizan la opinión del público. el que a su vez. a través de grupos de
presión incide sobre la administración pública. Circuito formal y contracircularidad informal
parecen equilibrarse en favor de esta ultima. En esto será inevitable resultado de la creciente
complejidad dd sistema político y de la expansión del Wclfarc State.
27
El punto es específicamente sei'ialado por J\rato y Cohen, preocupados por la descomposición
o desaparición, en la construcción teórica de Luhmann. de toda referencia a la sociedad uril
lK Niklas Luhmann (1990b) y (1991. 435)
n Un sistema autorreferencial: todo lo que puede hacer está determinado por lo que ocurre en su
interior y sólo es posible observarlos y describirlos si se toma en cuenta el hecho de que en cada
operación se refieren también a sí mismos. Sin embargo, se hablará ele rctlexión cuando la base
Je la autorrcferencia esté consitituida por la diferenciación entre sistema y entorno .
ne lo
L11h111a11n
187
y que introduce en sí la diferencia sistema-entorno. a través de la producción y
utilización de autoclescripciones. 1'' La clausura autorreferencial pondrá enjuego
en el sistema político (como en los otros sistemas) al menos tres órdenes ele
problemas: a) la capacidad de observación y autobservación del sistema político
(¿cómo ve y cómo se ve el sistema político? y en el orden ele la planificación:
¿cómo hacer para que el sistema incremente la percepción de los problemas
implícitos en la necesidad de selección?; b) ¿cuales son los mecanismos para
romper la circularidad de la autorreferencia? (cómo y cuándo se rompe la
autorreferencia y cómo se expresa ei entorno dentro del sistema político?. y
en el orden de la planificación ¿son suficientes las compuertas del sistema?). y
c) ¿cómo juega en todo esto la teoría política? y ¿qué significa en este contexto
retomar la pregunta weberiana por la responsabilidad?
entonces hacia los modos de operar y de observar del sistema político para
lograr una visión realista de sus alcances y límites.
186
3. Autorreferencialidad, responsabilidad y límites de la política
El análisis del sistema político como emergente del proceso de diferenciación
social adquiere consistencia histórica en la reflexión luhmanniana sobre el
Estado de bienestar. En ella se combinan las líneas teóricas más generales con
la discusión de los ai'íos setenta y ochenta en torno a la crisis del Estado. Así el
análisis de los límites y alcances del sistema político en el Estado de bienestar
se inscriben en la descripción ele la sociedad diferenciada y sin centro y en el
rechazo a la pretensión de imputar a la política la responsabilidad global y la
dirección del conjunto de la sociedad.
El Estado de bienestar se caracteriza por la inclusión gradual del conjunto
de la población dentro del marco de prestaciones de los distintos sistemas
funcionales, o al menos por una dinámica de mavor inclusión y menor
exclusión. 31 Pero ''la inclusión es un principio abie1io, en tanto establece que
todos merecen atención política pero no dice cómo". La mirada debe volverse
Para la noción de autorrcfcrencia, v~~ase Luhmann. ( 1991. cps l y 11) y ( 1990b. pp. 44 y ss ).
Sobre el ritmo de inclusión y exclusión en el caso de los países centrales. los diagnósticos de
Luhmann parecen haber ido modificandose respecto de las generalizaciones hechas todavía en
el marco de la discusión sobre el Welfare de los años ochenta.
JI)
JI
La diferenciación tripartita entre administración, política propiamente
dicha y público profundiza el proceder autorreferencial del sistema político.
En este punto Luhmann aplicará el esquema black box para referirse a las
formas de autoobservación del sistema y utilizará el concepto de externalización
para hacer referencia a las rupturas de la autorreferencialidad y a las
proyecciones del entorno en la pantalla del sistema político.
Black box es un concepto que se refiere a la observación y eventualmente
simulación de un sistema por otro. El supuesto es que no hay transparencia
posible de la observación, sino relaciones de mutua opacidad, sistemas
altamente cornplt'.ios que no son ni transparentes ni calculables. 32 Sobre la
base de esta mutua opacidad, los sistemas o subsistemas desarrollan formas de
interacción y ele experiencia, en las cuales un sistema no sabe qué ocurre
realmente en la caja negra pero aprende a operar con ella (en este caso con el
otro sistema o subsistema). Las observaciones que. ele manera instrumental,
elaboran y ponen a prueba los sistemas, constituyen la base de un feed-back
estabilizador. Esto supone una especie de construcción de realidad de segundo
orden: "incluso si no se cuenta con regularidades de comportamiento
suficientemente admisibles. el sistema actúa como si fuera el caso, es decir, se
ve a sí mismo expuesto a la presión de una real id ad proyectada por su propia
construcción, a la cual debe ajustarse si quiere continuar con su relación externa"
( Luh ma1111, 1991 ).
32
En Luhmann ( 1991) la caja negra aparece básicamente como mecanismo de despliegue de la
situación de doble contingencia: "dos cajas negras. a causa de no se snbe qué casualidades.
entablan relación una con la otra; cada una determina su propia conducta por medio de operaciones
autorrcferenciales complejas dentro de sus propios límites ... Cada una presupone lo mismo
acerca de la otra .... deben superar la indeterminabilidad de su relación mutua Inclusive cuando
operan ciegamente les va mejor en su relación mutua si mutuamente suponen detenninabilid.ad
en la relación entre sistema y entorno, y bajo este supuesto Ja observan ... De hecho, las ca.1as
negras generan blancura. o por Jo menos suficiente transparencia para el trato ''.'.utuo cuando se
encuentran. Por medio de su simple suposición, generan certe:::a de realidad · P· 125.
188
Dl'la
L11hma1111
El modelo de las cajas negras le permite describir el tipo de
observaciones. relaciones y evaluaciones que tienen lugar dentro del sistema
político, entre los distintos subsistemas. Por ejemplo. el concepto burocracia
es una simplificación surgida de este tipo de observación. con el cual la política
sintetiza (ante i:l público) la opacidad interna de la administración pública.
Desde la política, "se trata de organizar y determinar la relevancia política de
motivos no poi íticos bajo el conveniente encabezado de el público" (Luhmann.
1986, 131 ).
Así la observación, y en este caso la observación de algo opaco a dicha
observación, entra en la constitución de la realidad. Ni la política, ni ningún
otro sistema está en condiciones de contener una descripción completa de sí
mismo, de otro sistema o del propio ambiente. Las relaciones entre los
subsistemas descansan en evaluaciones simplificadas, observaciones que no
pueden ser consideradas simplementefalsas sino que se forman en cie1io modo
de acuerdo con los requisitos de la diferenciación, autonomía autorreferencial
e (siempre en el caso del sistema político) inclusión. Público, política y
administración construyen así sus relaciones. 33 En tanto cada subsistema sólo
es observable como caja negra, una reflexión espontánea conduce a cada
subsistema a considerarse como el todo (la administración como el Estado, el
público como sopo1ie de la democracia, etc. ). 34 Sólo en casos excepcionales. a
nivel de la reflexión, resulta conveniente considerar el sistema diferenciado
del que se participa, como una unidad, es decir efectuar la observación de la
observación.
¿Qué ocurre en relación al ambiente? Aquí también la forma y extensión
de la diferenciación interna da cuenta del alcance temático del sistema político
33
Por supuesto. el anúlisis científico sigue manejando observaciones de block box. Se trata ac¡uí
de la relación entre sistema científico y sistema político. para la cual se diset'ían procedimiento
y rutinas clarns que afectan la transparencia de ias relaciones entre ambos sistemas "pero no a la
realidad que se determina efectivamente. paso a paso, de hecho a hecho. en las relaciones básicas
del sistema" .
3
' "'Desde cada respectivo punto de vista particular. y desde el correspondiente horizonte
experiencia!. el sistema global ünicamente se presenta con plausibilidad para solamente uno. en
cada caso, de sus subsistemas (Niklas Luhmann, 1993a).
i\010
189
en relación a su entorno (societal y no societal). En este caso, está en juego la
posible elaboración de información por el sistema a partir del ambiente.
También aquí opera la autorreferencialidad· ··EJ entorno cobra relevancia en
la medida en que aparece en la pantalla del propio sistema. El sistema se \'e
precipitado a un vuelo ciego siguiendo indicadores probados, controlados
internamente. Esto puede resultar bien cuando la formación de los indicadores
-la politización de temas, en este caso- funciona. Pero ¿cómo podemos
controlarlo? y cuales son los parámetros de un funcionamiento bueno o menos
bueno? ¿Acaso la dilación del descubrimiento del fracaso?" (Lul111rnnn.
1993a, 76)
El problema se refiere a la ausencia de coordinación punto por punto
entre las interdependencias del entorno y del sistema y a la complejidad de
dichas interdependencias. La autorreferencia funciona en este caso en el sentido
de que Jos parámetros para medir el funcionamiento se producen en la
comunicación política misma, no son ajenos al sistema, ni surgen de otro
subsistema. Sin embargo, esta autorreferencialidad se interrumpe en
determinados sistemas. El concepto que Luhmann utilizará para esta
interrupción es el de extemali::ación y ello pondrá en juego la forma a través
de la cual el ambiente se expresa en el sistema.
En este caso también el tránsito de una diferenciación bipa1iita (los de
arriba y Jos de abajo) a la división tripartita entre administración, política Y
público trajo consigo Ja diversificación de tres tipos de relación intersistém ica
(administración-público, política-público, administración-política y sus
complementarias) que no pueden reducirse a una única lógica de acción u
orientación. Cada una de ellas se plantea de modo autorreferente, pero esta
autorreferencia (que tiene que ver con Ja circularidad de la relación, "fuerza
una externa! ización de naturaleza di ferentc en cnda re lnción i nters istém íca"
(Luhmann, ibid).
Así, para las relaciones entre público y política o entre política y público
la referencia al entorno acontece a través de la opinión pública: ''. .. tanto el
público como la política han de aceptar algo como dad.o que no se ~u~de alterar:
un campo de resonancia para actividades y acontecimientos, que s1 bien pueden
190
Dela
influenciar sus propias acciones. no puede ser nunca controlado del todo''
(ibid.).
El derecho cumple la misma función de externalizacion en la relación
entre administración y público. en una regulación externa a ambos. El Estado
de derecho precisamente se impone con igualdad a todas las personas del
público y como marco del funcionamiento de la administración, fungiendo
como condición o punto de apoyo externo.
En el caso de la relación entre administración y política la función ele
externalización parece cumplirse a través ele la referencia a personas (en eí
desempefio de cargos). En el plano de las relaciones intersistémicas, las personas
no aparecen como emergentes de la correlación de fuerzas políticoaclministrativas sino puntos de referencia independientes para el cálculo de
políticos y administradores. En principio estos tres referentes o
externalizaciones son considerados como principios orientativos que han sido
experimentados exitosamente.
\'uro
191
Para Luhmann, sólo a partir del examen de cómo funciona la
autorreferencia se puede plantear la cuestión de si el sistema es capaz de percibir
y recoger los problemas de los otros subsistemas y si éstos requieren o no. y
en qué medida. de una solución política. Es decir. comenzar a plantear la
pregun1a acerca de lo que puede percibir y resolver el sistema político, en una
situación tal que, por un lado se exacerba la selectividad y la autorreferencia y
por otro crecen las demandas de los otros subsistemas. Dicho de otro modo
¿qué se puede esperar del sistema político, en la tensión entre clausura y
ape11ura, entre restricción de medios a su alcance y profusión de fines sugeribles
y sugeridos por su entorno?
Si el interrogante se encuadra dentro de las coordenadas demarcadas
por los modos de autoobservación y sensibilidad del sistema político, la
respuesta apuntará sobre todo a la posibilidad de aumentar el equipo cognitiro
del sistema. Y es aquí donde se replantea la función y la naturaleza de la teoría
política y al mismo tiempo el diagnóstico de la sobrecarga parece orientarse
en una dirección propia.
Con estas tres referencias externas se pone aún más de manifiesto la
complejidad ele la estructura que procesa comunicación (poder). Para
seleccionar información del entorno, el sistema político se valdrá ele estas tres
compuenas: opinión pública, derecho y referencia a personas. Las
circunstancias que refieran a una o a las tres, que se filtren a través de estas
compuertas, tienen posibilidad de procesamiento en el sistema político: "Lo
que no se someta a estas condiciones tiene poca posibilidad de encontrar entrada.
Faltará, por decirlo así, el signo de reconocimiento de su relevancia políticojurídica" (ibid., 80).
La teoría política es definida como autosensibili::ación del sistema, teoría
sobre la política y en la política. Dejando atrás la vieja polémica entre teoría
crítica y tecnología social, la teoría así concebida se desliga de la ilusión
tecnocrática de la ayuda externa desde la ciencia. La teoría no se afirma corno
un programa de investigación sino que pretende ser eje de autoobservación y
autorreflexión del sistema político. 35 Esta alternativa de pensar la teoría como
autosensibili:::ación del sistema se vuelve posible por la confluencia de dos
elementos. En primer lugar, en el plano teórico, los nuevos puntos de
observación que ofrece la teoría de sistemas, con el supuesto de que la diferencia
básica entre sistema y entorno se hace disponible para el sistema en cuestión.
Una primera consecuencia importante es que lo que podríamos llamar
las condiciones de politización de una cuestión, reivindicación o problema no
deben buscarse füera del sistema político sino en las condiciones mismas del
sistema de comunicación política. La despolitización denunciada por los críticos
de las sociedades del capitalismo tardío, no sería en esta perspectiva, otra cosa
que elusión (no necesariamente nociva) de temas.
''Dicho hcgclianamentc su a11toconcic11cia. sino fuera por la necesidad de St~parar la dinámica
sistémica de la problemática del sujeto. Lo que sí queda claro es que l:Ste 1exro que es Ja
coordinación de autoobservaciones y autodescripcioncs no se ilkntifica con el conocimiento
científico, aunque esté científicamente rnbrencionado. La ciencia ordena su n:fcrencia en relación
al sistema científico, y fünciona según su propio código y criterios. mientras que la teoría política
se inscribe dentro, a la vez que promueve la autoobscrvación y autoncllexión de los procesos
políticos.
192
Lle !u
En segundo lugar. el desarrollo propio del Estado de bienestar parece haber
llegado a una etapa e\ olutiva en la que se vuehe posible una llutoobservacián
de la llutoobserw1ción es decir una metaobservación de las formas de
procesamiento de información en el sistema político.
La teoría política, como observación de segundo grado. incrementa la
observación de las contingencias del sistema y la impresión de que todo podría
ser diferente. Reintroduce a la contingencia, superando así los prejuicios de
las Cl{jas negras y su necesidad de afirmar lo contingente como necesario.-'''
Coordina los procesos de autoobsenación. dotándolos de la posibilidad de
autocrítica. No pretende conocer mejor que aquello (y aquellos) que operan
cotidianamente en el sistema y conocen el ambiente, sino que opera sobre las
diferencias en base a las cuales se observa el sistema político. 17 El tema de la
sobrecarga o de los límites de la política se replantea como una pregunta del
sistema sobre sí mismo. ¿Hasta qué punto puede el sistema político transformar
en terna de la comunicación política los problemas que se plantean en los otros
subsistemas? ¿Cuál es el límite y las posibilidades de las prestaciones
especificamente políticas, de las respuestas que el sistema está en condiciones
de dar a los problemas de orden que los demás subsistemas requieren, sin perder
su función y su especificidad? La respuesta de Luhmann no subraya sólo los
límites: "lo que puede alcanzarse con la política está en parte sobredimensionado.
en patie desaprovechado" (l 993a, 123). Pero esa autorreflexión sobre límites y
posibilidades sólo puede hacerse desde una teoría (de y en la política) que no
deje de reconocer su propia ignorancia y los riesgos, y que incluya corno
momento privilegiado el tema de la responsabilidad: "sólo se pueden calcular
"'"Las cajas negras se conforman así. al menos <:n cierta medida. ajustándosc a la realidad, pe1 o
con esto impiden también que a partir de las realidades subyacentes. pueda tenerse el
convencimiento de que las cosils podrían ser de otra manera" (Niklas Luhmann. 1993a, p 71)
La tesis de la contigencia del mundo se formula por primera vez en la teología como resultado
de los intentos de observar a Dios como Dios de la creación. es decir como ;bservador ( J 993b
.:\38). Job como observador religioso encaró como contingencia lo que para el sistema aparecía
c?mo necesario y se preguntó por la razón ( 1989a, 95). De todos modos, que lo que para t:I
sistema aparece como natural y necesario se convierta en algo artificial y contingente. no quiere
dec1r que sea posible decir qué se debería hacer para transformarlo ( 1993b .:\36),
37
Sobre la idea de re-enllJ' ver Niklas Luhmann ( 1991 ).
1\'0111
193
los riesgos incurriendo en ellos y adoptando las medidas correspondientes. Y
esto solo se da mediante una cooperación entre análisis teórico y decisión
política'' (íbid).
Así, la vieja pregunta weberiana sobre la responsabilidad se replantea
en el sistema y en la teoría, y más allá de causas, factibilidades y afirmación de
valores: "conocimiento causal y valoraciones siguen siendo imprescindibles ...
pero no son suficientes como forma de reflexión política". De ese modo, la
teoría política se inserta en y al mismo tiempo incorpora el problema de la
responsabilidad, entendida ésta como "la efectiva ejecución de selecciones en
el sistema político" (a través de decisiones o de no decisiones), como ''todo
uso o no uso del poder político que fije al sistema a un Estado que podría ser
también diferente". Responsabilidad del sistema y responsabi 1id ad de la teoría
se refieren mutuamente: ¿Puede incrementarse la capacidad del sistema para
percibir los problemas implicados en esta necesidad de selección? ¿Puede la
teoría política volver más complejo ese equipo cognitivo para el operar
responsable del sistema político del Estado de bienestar?
La pregunta no sólo apunta al terreno epistemológico, sino, en dos
palabras, de ello depende para L.uhmann el futuro de la democracia. Si ésta es
definida como la capacidad del sistema político de autoobservarse, la ampliación
de los mecanismos de autoobservación y reflexión son la condición de
posibilidad de este ganar comprensibilidad, de que las opciones se dibujen
con claridad sobre los problemas fundamentales. Pero sobre todo, parece
decirnos Luhmann, iluminan la responsabilidad que surge de reconocer que al
interrogarse sobre las prestaciones específicamente políticas a la solución de
problemas, sobre lo que la política puede resolver, la respuesta no puede ser
simplemente: todo.
Una teoría poi ítica que coordine la autoobservación del sistema redefinirá
los problemas: más que afirmar soluciones radicales se trata de reconectar el
conocimiento de relaciones a otros presupuestos:
1) En primer lugar, hablar delfi-acaso del Estado no ayuda mucho. En
todo caso ingobernabilidad, crisis y fracaso sólo hacen referencia a una forma
194
Deia
de pensamiento catastrofista que "autorrefuerza negativamente situaciones
problemáticas". Del mismo modo podríamos hablar del fracaso de la economía,
de la ciencia o de la familia, es decir de cualquier subsistema al que se le
atribuyera la solución de todos los problemas sociales. También aquí, la
confianza basada en una teoría de la evolución que ve en el desarrollo
civilizatorio la realización de lo altamente improbable. aleja a Luhmann de
toda visión apocalíptica, haciendo descansar la apuesta en la capacidad de
aprendizaje del propio sistema. 2) Los problemas del Estado de bienestar están
inscritos en su propia lógica de funcionamiento y parecen resolubles o
reformulables sólo dentro de ese mismo horizonte. 38 Los mo1ivos
socioestructurales que afectan esta sobrecarga están establecidos de modo
prácticamente irreversible. 3) Si la función del Estado es la producción de
decisiones vinculantes y de poder social, el d~ficit de poder no se resuelve
debilitando al sistema político, sino recortando el número de soluciones políticas
o mejor dicho delimitando aquellos problemas de los otros subsistemas que
no se resuelven a través de decisiones vinculantes. Frente a Ja alternativa entre
intervencionismo y subisidiariedad (concepciones que parecen converger en
una idea de responsabilidad total de la política por todo lo que ocurre y debe
ser resuelto la idea de una política restrictiva pero poderosa apunta a precisar
qué aspectos de los otros subsistemas (economía, educación, ciencia, vida
familiar, etc.) dependen de la política. Para ello no sólo deben afinarse los
mecanismos autorreferenciales en el sentido de poder percibir los límites en
su capacidad de respuesta, sino también preguntarse si el derecho, la opinión
pública y la referencia a personas (las tres compuertas o filtros de información
del sistema político) son suficientes para conectar al sistema con un ambiente
complejo. 4) Finalmente, hay posibilidades de intervenciones correctivas
oportunas ''que aun así no pueden pretender controlar todo el hecho global
conforme a un plan ni están en condiciones de justificarse como progreso'·
pero rompen la <llternativa rígida entre restricción y ampliación.
.\ora
Para \Veber, la responsabilidad surgía del cruce entre valores y cálculo.
entre utopía y posibilidades y se encarnaba en Ja figura protagónica del político.
En este caso el cálculo y la factibilidad no dan cuenta de la compl~jidad ni la
interdependencia. Las valoraciones, a su vez, deben ser reconducidas a otro
ni\· el de observación.'" parn instaurar un campo de opciones políticas diferente
al de la mera oposición de valores. La responsabilidad entonces se ubica en la
teoría y en el sistema (su sistema). Y es allí donde el problema de la
autoplanificación puede plantearse. Finalmente, si "se ha planificado la
economía según Keynes, la investigación según Popper, Ja educación según
Humboldt" ( 1993a) ¿habrá llegado el momento de planificar la política según
Luhmann? En todo caso, y volviendo al tema de la improbable probabilidad
de todas las cosas, una visión como la de Luhmann, también redefine el manido
concepto de crisis. En política (como en el amor, en la economía o en la religión)
la reflexión sobre la eYolución de los sistemas no nos autoriza de ningún modo
a interpretar lo improbable como imposible.
La tarea principal de la ética. como teoría de la autorrcferencia de la moral también sería la de
prevenir contra su desbordamiento.·· ... aproximándonos al final del siglo. tenemos una vivencia
de la moral tan elemental. cuando no salvaje. a causa del levantamiento de muchas 1imitaciones
de la conducta y a causa de la emergencia de nuevos problemas que. si no hay otra solución,
conciernen ante todo a la moral" ( l 989b, p. 57). Sobre la renuncia a la moralización del oponente
político ver Niklas Luhrnann ( l 99.3a, 168)
J9
"'"El Estado de bienestar constituye el grandioso e históricamente único intento por renulkiar a
esta forma de resolución de problemas (se refiere a la diferenciación jerárquica en favor de las
capas dirigentes y en perjuicio del resto de la población N. R.) sin desembarazarse de ellos
Precisamente por ello, debe entrar en relación rellcxiva con los problemas que él mismo produce..
(1993b).
195
.;""·· --·
196
Dela
/11hma1111
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