Introducción al Psicoanálisis Primero y principal Freud se interesa por la causa de los síntomas, en ese momento en Viena muchas personas que tenían síntomas en el cuerpo que no tenían causa orgánica, En esta época se pensaba que estas personas estaban fingiendo o estaban locas. Freud se da cuenta de que hay un padecimiento real, y se pregunta si los síntomas no están en el cuerpo en donde están?. Ahí descubre el sistema psíquico inconsciente, que tiene que ver directamente con la producción de estos síntomas; para él hay síntomas que provienen del sistema psíquico y síntomas orgánicos, ej: si nos vamos a la histeria vamos a tener a los fenómenos conversivos y los fenómenos psicosomáticos. Freud se preguntaba ¿qué parte le toca a usted en el mal que la aquela (se aqueja)?, el habla sobre la responsabilidad subjetiva, en la vida pueden pasar situaciones que nos generen síntomas o reacciones (duelos, tristezas…), pero ya cuando una persona se queda en determinada posición que le genera sufrimiento ya estamos ante otra cosa, estamos ante una responsabilidad subjetiva y algo que la persona tiene que ver en lo que le sucede, ej: una persona que tiene una posición de víctima por algo que le sucedió en determinado momento de su vida, se queda en esa posición, haciéndola insistir y la persona comienza a hacer cosas para reafirmar ese papel o lugar de víctima que tiene. El preguntarse qué parte tiene usted en el mal que lo aqueja hizo que Freud se encontrara con la resistencia de los pacientes, porque no es un movimiento natural del ser humano darse cuenta, cuál es la participación que tiene en los síntomas que sufre o en la realidad que construye, para eso está el analista o el clínico para mostrarle al paciente “aquí esto lo has sembrado tú” de forma muy delicada se le puntúa al paciente (sin adelantarse al tiempo). “el análisis respeta la especificidad del paciente, no procura remodelarlo según sus ideales personales – los del médico – y se alegra cuando puede ahorrarse consejos y despertar en cambio la iniciativa del analizado” S. Freud. El analista no está para dar consejos, las personas van a llegar ustedes preguntandoles cosas (¿me divorcio o no?...) colocando en el analista el saber qué les falta, esto es un engaño puesto que la respuesta la debe crear la persona desde su propia singularidad, desde su propio inconsciente; nadie va a saber mejor que ustedes y no va a haber una respuesta mejor que la que ustedes construyan. Todo el mundo da consejos, pero esa no es la función de la psicología, y el analista está consciente de ello por eso buscan que la persona pase de preguntarle al analista, a preguntarse a sí mismo, a preguntarle a su propio inconsciente. El psicoanálisis es una práctica de la palabra rescata el valor de la subjetividad y sus causas porque las palabras, las frases, las escenas... que nos han marcado a lo largo de nuestra vida vienen a conformar lo que es la materialidad del inconsciente y Freud se da cuento de eso. Por lo tanto, si la materialidad del inconsciente está hecha por una parte con un lenguaje, para impactar a esa materialidad nosotros tenemos a recurrir al lenguaje, por eso el psicoanálisis es una práctica de la palabra. Apunta a acercarse lo más posible a ese punto oscuro del no querer saber, adjudica la causa de los síntomas que provienen de lo psíquico a estos puntos traumáticos reprimidos. Esta es la primera clínica freudiana, Freud se da cuenta que hay algo reprimido y que eso reprimido está directamente relacionado con la causa de los síntomas que el paciente trae; por eso apunta a acercarse a eso que está oculto para el paciente que cuando sale a la luz causa que salgan los síntomas “al salir lo reprimido, sale el síntoma”. Freud se da cuenta de que mediante la palabra puede acceder a lo inconsciente y tocar el síntoma del sujeto, de allí propone que los síntomas están hechos de palabras o de aspectos imposibles de decir que causan gran malestar al individuo. Por ejemplo: alguien que te diga tengo miedo al fracaso o “soy un fracasado”, o alguien que te diga “me siento aplacada”, ahí te están mostrando un síntoma y este puede ser rastreada a través de la palabra, y también pueden haber más síntomas que el sujeto todavía no ha podido decir. Por eso el psicoanálisis es práctica de la palabra y de la subjetividad, el sujeto elabora la experiencia de su inconsciente. Toma el síntoma como una invención del sujeto, no como un déficit (Restos de historias, palabras oídas, imágenes, fantasías). Por ejemplo: una persona que les diga yo toda la vida me he sentido como una desprotegida y he sufrido por eso, porque se sintió como una desprotegida los primeros años de su vida, construyó una historia a partir de ahí; y que se coloca en el mundo como una desprotegida y por eso hace todo sola; esto es una solución ella fue la que se lo colocó en esa posición a partir de esa experiencia, puede decir “yo siempre busco ayuda o por lo contrario yo siempre hago todo sola”. A veces las soluciones que creamos, así como son modos de responder ante lo que nos ha tocado en la vida, también pueden ser una defensa contra aspectos de nosotros mismos con los cuales no sabemos manejar. El psicoanálisis propone el reverso del discurso del amo, es decir, lo que la sociedad dicta como correcto, cualquier demanda del plano social. El analista no se coloca como para adaptar al sujeto a la sociedad, sino que el sujeto adapte su vida a su singularidad y deseos más profundos. Al sostener un discurso al reverso del amo, es decir, de la sociedad, permite al sujeto construirse desde su más profunda singularidad y no de agentes externos.