Subido por Fernanda Beltran

04 Principles of Rorschach Interpretation Irwing Weiner Secon Ed Cap 1

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PARTE I
CONSIDERACIONES BASICAS DEL
TEST DE RORSCHACH
Irwing Weiner
2003
CAPITULO 1
La naturaleza del Rorschach
Al cumplirse en 1984, el centenario del nacimiento de Hermann Rorschach, han transcurrido ya, más de 85 años
desde que comenzó a mostrar manchas de tinta a pacientes tratados en el Hospital Psiquiátrico de Krombach en
Herisau, Suiza. Su "experimento psicológico", como lo llamó, resultó en 1921 en la publicación de su monografía,
Psicodiagnóstico: una prueba diagnóstica basada en la percepción (1921/1942) y finalmente, en la normalización
de un instrumento de evaluación de personalidad, que ha sido administrado a cientos de miles de personas,
generando miles de estudios de investigación y siendo extensamente conocido, tanto para los profesionales como
para el público en general, alrededor de todo el mundo. Sin embargo, a pesar de su elevada visión y amplio
reconocimiento como una técnica de evaluación, el Rorschach, no ha sido lo suficientemente conceptualizado con
respecto a qué clase de instrumento es y cómo sus datos pueden ser interpretados. Por lo tanto, esta
presentación de los Principios de Interpretación del Rorschach comienza con dos capítulos introductorios sobre las
consideraciones básicas de la prueba; uno con respecto a la naturaleza del Rorschach como un instrumento de
medición y el otro, aborda los enfoques para la interpretación del Rorschach.
Los siguientes cinco aspectos de la evaluación del Rorschach, cada uno con una considerable atención en la
literatura, definen la naturaleza básica de este instrumento:
1. La evaluación del Rorschach, tanto como un procedimiento objetivo y subjetivo.
2. El Rorschach tanto como medida de procesos de percepción y asociación.
3. El Rorschach evalúa tanto aspectos estructurales como dinámicos del funcionamiento de la personalidad.
4. Evaluar con Rorschach, constituye un método multifacético de recolección de datos.
5. La evaluación del Rorschach se basa en un profundo fundamento psicométrico.
Teniendo claros cada uno de estos aspectos de la evaluación del Rorschach, el presente capítulo provee un
concepto de la visión general de la naturaleza de este método como un instrumento de medición.
1. La evaluación del Rorschach tanto como un procedimiento objetivo y subjetivo
Hermann Rorschach (1921/1942, p.13) emprendió su experimento psicológico como una manera objetiva para
demostrar, codificar y extraer las diferencias individuales en los estilos cognitivos estructurales. Con ese fin,
desarrolló un simple juego de manchas de tinta para ser usado con cada sujeto1; formuló un procedimiento
estandarizado para preguntar a las personas qué podrían ser las manchas de tinta; delineó los criterios
específicos para categorizar las respuestas en relación con características tales como la localización, los
determinantes y el contenido y, en base a las diferencias, observó varios tipos, entre grupos de pacientes y no
pacientes, proponiendo pautas interpretativas para inferir características de personalidad, tales como puntajes W%
(porcentaje de respuestas Globales), Eriebnistypis o Tipo Vivencial (EB= M:SumC) y A% (porcentaje de
respuestas de Animal).
La codificación de las respuestas del Rorschach fue dirigida a cómo los examinados resolvían el problema de
tener que decir qué de la mancha de tinta podría reconocerse como una simple mancha de tinta. Para lograr esta
tarea, los examinados debían escoger qué parte de la mancha consideraban, en cierta manera en qué enfocaban
su atención; debían decidir qué porción de la mancha preferían mirar y qué implicancias suponía la impresión de
las características de percepción de la mancha, tales como la forma y el color y, comparar esas impresiones, con
las de objetos guardados en su memoria, es decir, debían ponderar qué interrelaciones, si las había, existían entre
las impresiones que se formaban. En palabras actuales, estos elementos de producción de respuestas del
Rorschach, identifican al instrumento como una tarea que estructura procesos que involucran la atención, la
percepción, la memoria, la toma de decisiones y el análisis lógico.
1 Como describió Exner (2003, cap.1), Rorschach experimentó con muchas manchas de tinta, aparte de las 15 que usó más frecuentemente. De estas 15, solo
10 fueron incluidas en el Psicodiagnóstico. Después de algunas modificaciones durante el proceso de impresión de la monografía, estas 10 manchas se
convirtieron en el juego de láminas estándar usadas mundialmente desde 1921.
Tal como una tarea de estructura cognitiva, comprende estímulos uniformes, administración estándar, codificación
formal y pautas específicas de interpretación, por lo que el Rorschach es en muchos sentidos una técnica objetiva
de evaluación. Para asegurar esto, las respuestas del Rorschach no pueden ser codificadas como respuestas
verdaderas o falsas o como las respuestas de un inventario de personalidad. Aún así, hay suficiente evidencia que
la codificación del Rorschach puede proceder de una manera segura y en gran parte objetiva. Los estudios
empíricos indican que los examinadores entrenados en el Sistema Comprehensivo de Rorschach, pueden lograr
un acuerdo superior al 90% en la codificación de Localización, Par, Popular (P) y Actividad Organizativa (Z) y en
más de un 80%, en el acuerdo de Determinantes, Calidad Formal, Categorías de Contenidos y Códigos
Especiales y, en general, un acuerdo en el promedio de interrelación de porcentajes justo por debajo del 90%
(Exner, 1991 pp. 459- 460; 1993, p. 138; McDowell & Acklin, 1996; Meyer, 1997a).
Algunos críticos de la evaluación del Rorschach han cuestionado si el porcentaje de acuerdo intercódigo es una
medida suficiente de la confiabilidad para el Rorschach y otros instrumentos multidimensionales y han
recomendado usar kappa o coeficiente de correlación de interclase, que son los estadísticos que corrigen esas
posibilidades de acuerdos (Wood, Nezworski, & Stejskal, 1996, 1997). Sin embargo, la confiabilidad intercódigo
del Rorschach ha demostrado sustancialmente que no importa como es medido. Las evaluaciones Metaanalíticas y los estudios con muestras de pacientes y no pacientes han encontrado en promedio que los
coeficientes de kappa varían desde .79 a .88 a través de varios categorías de codificaciones del Sistema
Comprehensivo, por lo que el coeficiente kappa es, generalmente visto, como en un rango bueno a excelente
(Acklin, McDowell, Verschell, & Chan, 2000; Meyer, 1997a, 1997b). En cuanto al coeficiente de correlación de
interclase, Meyer y sus colegas (2002) han informado sobre los siguientes resultados de dos tipos independientes
de 219 protocolos clínicos, conteniendo 4.761 respuestas. La mediana y la media en los coeficientes de
confiabilidad de los intercódigos eran .92 y .90, respectivamente, sobre 164 variables de resumen estructural.
Ninguna de las variables indicaban una pobre confiabilidad y el 95% fueron clasificadas por su correlación
interclase como teniendo excelente confiabilidad. Por lo tanto, la evidencia acumulada demuestra que las
respuestas del Rorschach pueden ser codificadas fiablemente usando el Sistema Comprehensivo.
Estrictamente, la codificación confiable por examinadores concienzudos que se ciñen a los estrictos criterios de
codificación para las variables estructurales básicas, debiera ser la esperada. Son hechos objetivos si las
respuestas del Rorschach incluyen la mancha completa, se articula el color o identifican figuras humanas. Igual,
los corolarios del énfasis en W, baja SumC y H infrecuentes, pueden ser investigados tan objetivamente como los
corolarios de variables extraídas de cualquier otra prueba, incluyendo las comúnmente descritas como
instrumentos objetivos. Por ejemplo, codificar W para una respuesta global, sumando el número total o los
porcentajes de W en el protocolo y comparar ese resultado como un indicador de una preferencia conductual de
un enfoque global de experiencia, es un proceso absolutamente objetivo. Por lo tanto, puede haber una
considerable objetividad en identificar la personalidad y la conducta, relacionando los puntajes formalmente
obtenidos con el estilo cognitivo estructural que el examinado posee, al decir qué podría ser una mancha de tinta
de Rorschach.
Por otro lado, en los años posteriores a la muerte de Hermann Rorschach, ocurrida en 1922, eruditos llegaron
gradualmente a reconocer que el método de las manchas de tinta podía medir muchos más aspectos del
funcionamiento de la personalidad, que únicamente concentrarse sobre la medición objetiva de la estructura
cognitiva. Particularmente importante respecto a esto, fue la contribución de la orientación clínica psicoanalítica al
Rorschach, que aclaró las numerosas maneras en las que el contenido temático de las respuestas de Rorschach
podía proveer pistas de los sentimientos subyacentes y concernientes a una persona. Especialmente influyente
fue la contribución del trabajo de Klopfer, Ainsworth, Klopfer y Holt (1954), quienes certificaron al psicoanálisis
como la mejor teoría para comprender el Rorschach, en especial el contenido de las respuestas; Schafer (1954),
que desarrolló un amplio marco conceptual para la interpretación psicoanalítica de la temática de la imagen
metafórica y Lindner (1950) que indicó “ lo Que el paciente, bajo el escrutinio del Rorschach produce, es tan
importante Como lo que produce" (p.. 76).
Bajo esta perspectiva psicoanalítica, la producción de las respuestas del Rorschach involucra procesos de
asociación, atribución y simbolización. Estos procesos llevan a los sujetos a atribuir características a sus perceptos
que van más allá de las reales características del estímulo de la mancha, como por ejemplo al decir que dos
figuras humanas "están discutiendo sobre por dónde irse" o que un animal "está deshecho y herido" o que un
objeto "es un arma que podía ser usada para lastimarme". De forma semejante, las descripciones de los manchas
de tinta pueden envolver asociaciones, que son vistas como la descripción, por ejemplo, de un sujeto varón, en la
parte inferior del detalle central (D6) de la Lámina VII (donde es común la respuesta "vagina") como "algo donde
uno podría caerse y quedar atrapado".También podrían incluir referencias simbólicas, como cuando se menciona
en la Lámina III "el corazón rojo del centro indica que estas dos personas están enamoradas".
En contraste con el enfoque estructural de Hermann Rorschach, el surgimiento de la atención para este tipo de
temática de la imagen metafórica, presentó una nueva tradición del Rorschach menos objetiva, en la que las
manchas de tinta eran vistas, no solo como una tarea de la estructura cognitiva, sino también, principalmente,
como un estímulo de la fantasía. En esta tradición subjetiva, las producciones de la fantasía proveen información
importante y personalmente relevante, independientemente de cualquier características objetiva de los estímulos,
del modo de administración o del estilo cognitivo estructural del examinado. La diferencia entre las características
objetivas y subjetivas de las respuestas del Rorschach, abarca dos consideraciones claves en la especificación de
la naturaleza del instrumento. La primera es el papel de la proyección en la formulación de las respuestas, y la
segunda, es el extenso papel que la ambigüedad involucra en el examen del Rorschach.
Papel de la Proyección
La proyección habitualmente ocurre cuando las personas atribuyen sus propias características internas a objetos
externos o a eventos, sin justificación y sin ser conscientes generalmente que lo están haciendo. Hermann
Rorschach no hizo referencia a la proyección en su monografía, aunque estaba familiarizado con la literatura
psicoanalítica de su época y presumiblemente con la discusión de Freud (1911/1958) del mecanismo de la
proyección en su análisis del caso de Schreber. La proyección no fue mencionada en relación con el Rorschach
hasta 1939, cuando Frank (1939) sugirió que las pruebas de personalidad en las que hay relativamente poca
estructura, hacen posible que un sujeto "proyecte sobre un campo plástico…. su mundo privado de los significados
personales y sentimentales" (pp. 395, 402). La conexión de Frank, del concepto de proyección para el proceso de
respuesta, en medida semejante al Rorschach, resultó en la designación de métodos de evaluación que
involucraban algo de ambigüedad como "pruebas proyectivas", a lo que Rapaport (1942) propuso "llamar a este
principio que subyace a las técnicas proyectivas, hipótesis proyectivas" (p. 213).
El rol de la proyección en las respuestas del Rorschach fue elaborado posteriormente por otros, más notablemente
por Schachtel (1966, capítulos 2, 7, 9) quien describió en detalle cómo la proyección influye en las respuestas del
Rorschach, a través de las atribuciones de los examinados a sus perceptos, de sus propias cualidades,
sentimientos, experiencias y esfuerzos; especialmente en las respuestas de movimiento y atribuciones personales
en formas de respuestas que son en parte determinadas por la conducción, necesidades y estados emocionales
del sujeto.
Estas formulaciones de la proyección en el Rorschach resultaron en la diferencia, ahora arraigada, entre pruebas
objetivas y proyectivas y la típica clasificación del Rorschach como una prueba proyectiva. En retrospectiva, esta
clasificación ha proveído, lamentable dos aspectos. Primero, clasificar el Rorschach como algo aparte de un
instrumento objetivo, insinúa que es una medida completamente subjetiva. Por lo tanto, ser categorizado como
subjetivo, ha suministrado la base para la crítica injustificada en que la evaluación del Rorschach es un método en
el que las interpretaciones dicen tanto sobre la persona que es examinada como del examinador. Aunque, a decir
verdad, los examinadores preparados pueden equivocarse, tales interpretaciones personalizadas representan una
mala práctica del Rorschach, en vez de algo inherente al instrumento.
Segundo, la clasificación como un instrumento proyectivo implica que es inevitable esa proyección en las
respuestas del Rorschach y esencial la provisión de toda esa información. Sin embargo, de la misma manera que
las acusaciones de ser un método completamente subjetivo, la concepción del Rorschach como una medida
completamente proyectiva es defectuosa y engañosa. La proyección no es ni inevitable ni esencial para el
Rorschach, por la razón que la interpretación de las respuestas significativas, pueden ser dadas sin el recurso de
la asociación, atribución o simbolización. Las instrucciones básicas recomendadas por Hermann Rorschach y
utilizadas por el Sistema Comprehensivo son preguntar "¿Qué podría ser esto?", "¿Dónde usted lo ve?" y "Qué
acerca de la mancha lo hizo parecer eso?". Los examinados pueden obedecer a estas instrucciones y producir un
protocolo válido, sin usar la proyección al formular sus respuestas.
Por ejemplo, suponga que una persona dice en la Lámina I, "Todo me parece un murciélago negro". La Lámina I, a
decir verdad, parece a la mayoría de las personas un murciélago o una mariposa y es de color gris/negro. Por lo
tanto, esta respuesta de "murciélago negro" no atribuye ninguna característica al estímulo que ya no esté ahí, y en
consecuencia, no involucra proyección. Aunque los registros, compuestos completamente de respuestas poco
elaboradas como "un murciélago negro" no tienen abundante interpretación, no obstante, pueden proveer
información valiosa sobre el estilo de personalidad de un sujeto. Esto es especialmente el caso, cuando los
registros poco elaborados contienen una frecuencia notable de respuestas, de la misma manera en que el
murciélago negro, es popular, usa toda la mancha y se articula con color acromático.
Aunque las respuestas pueden ser formuladas y los protocolos interpretados, con ausencia de material proyectivo,
no obstante la proyección ocurre frecuentemente y a veces en forma dramática en la producción de un registro de
Rorschach. Suponer que una persona mirando la Lámina I y respondiendo no con color negro, pero si diciendo
“un buitre a punto de conseguir su presa". Esta respuesta involucra un percepto poco común e inexacto ("Un
buitre"), la atribución del movimiento estático en la mancha ("a punto de") y la fantasía de la inminente
victimización ("conseguir su presa"). Las respuestas que son percibidas incorrectamente o adornadas de esta
manera, generalmente involucran la proyección, porque lo que es reportado no está presente en el estímulo y por
lo tanto, deber haber emergido de las actitudes y las atribuciones internas del examinado.
El hecho que la proyección puede y ocurre en la formulación de las respuestas del Rorschach, pero no ser ni
esencial ni inevitable en el proceso de respuesta, es consecuente con el reconocimiento que el instrumento elicita
respuestas tanto con descripciones objetivas como impresiones subjetivas. En cuanto a que, la extensión de los
protocolos de Rorschach son influenciados por los mecanismos proyectivos, no hay una simple respuesta para
esta pregunta. Dependiendo de la abundancia de fantasía del examinado y su inclinación para revelar estas
fantasías, los protocolos variarán en la cantidad de proyección que ellos reflejen. Sin embargo, es pertinente
recordar, una observación realizada por Schachtel (1966), que indica que la proyección no ocurre en la mayoría de
las respuestas del Rorschach y no es el único aspecto significativo de las respuestas en donde esto ocurre: "En
otras palabras", escribe Schachtel, "solamente una mínima fracción de los muchos procesos de respuestas
subyacentes en Rorschach tienen una naturaleza proyectiva" (p. 10).
Prestando atención a la precaución de Schachtel, aquellos que usan y estudian el Rorschach deben tener
presente que la interpretación de un registro puede ser producido sin implicar mayormente mecanismos
proyectivos y subjetivos. En discusiones de este aspecto del proceso de respuesta, Exner (1989) argumentó que
el Rorschach no debe ser clasificado y referido como una prueba proyectiva. Dado que lo que ha sido expuesto
aquí sobre la naturaleza de la evaluación del Rorschach y la desventaja de ser erróneamente considerado un
procedimiento completamente subjetivo, el punto de Exner parece acertado. La costumbre establecida por mucho
tiempo fue fuertemente exterminada, sin embargo, y probablemente el argumento lógico no en un futuro
inmediato, modificará la común distinción categórica entre pruebas objetivas y proyectivas.
Posiblemente, como presagiando el futuro, Meyer y sus colegas (2001) ha recomendado reemplazar la distinción
objetivo-proyectivo, con una clasificación de test basados en las categorías de autoreporte y rendimiento. Los
datos básicos del autoreporte indican que las medidas constan de lo que las personas son capaces de decir
voluntariamente de sí mismos a las preguntas directas. Los datos básicos basados en las medidas de rendimiento
indican qué puede ser inferido acerca de las capacidades y características de las personas, cuando responden a
varias tareas diseñadas para proveer directamente la evaluación de esas capacidades y características. En esta
categorización, el Rorschach y otras pruebas proyectivas tradicionales, son agrupadas conjuntamente con
pruebas de inteligencia y medidas, basadas tanto en el funcionamiento neuropsicológico como en el rendimiento.
Dentro de tal agrupación de medidas basadas en el rendimiento, el Rorschach todavía conservaría su identidad
como un grupo de instrumentos de evaluación de la personalidad que involucra elementos proyectivos. Hace unos
años, ofrecí la siguiente definición de pruebas proyectivas:
"Las pruebas proyectivas son instrumentos psicodiagnósticos en los que algún grado de ambigüedad incita a que
los sujetos proyecten, en las respuestas que dan, sus necesidades y actitudes subyacentes" (Weiner, 1977a, p.
112). Notaba entonces, que esta ambigüedad podía residir en los estímulos del test o en las instrucciones dadas a
los sujetos y llegué a la conclusión que “los test proyectivos descansaban, en gran parte, en la extensión con que
se enfatiza el estímulo o la ambigüedad de respuesta, como un medio de obtener información sobre procesos de
personalidad" (p. 113). Por este criterio, el Rorschach continúa pareciendo una prueba proyectiva en virtud de la
naturaleza relativamente inestructurada de lo que señala el examinado, quien introduce ambigüedad en la
situación de examen, independientemente de cuánta proyección esté involucrada en sus respuestas.
Papel de la Ambigüedad
Para aclarar la observación precedente, con respecto a la extensión de la ambigüedad en la situación del
Rorschach, el papel de la proyección y la respectiva importancia correspondiente a los elementos objetivos y
subjetivos en la producción de respuesta, está estrechamente relacionada con la cantidad de estructura que es
inherente a los estímulos de las manchas de tintas y la naturaleza de lo que señala el examinado. La teoría básica
de los mecanismos proyectivos sostiene que la posibilidad y probabilidad que las personas atribuyan sus
características internas a objetivos externos y a eventos, es directamente proporcional a la falta de estructura en
esos objetos y eventos. Es decir, a menor claridad del campo estimular, las propiedades menos definidas que
tienen y que se parezcan realmente menos a él, es más probable que los observadores lo vean y definan con sus
propios términos.
A la inversa, cuanto más estructurado y claro es un campo estimular, hay menos oportunidad que los
observadores perciban un estilo idiosincrático y que, probablemente adopten menos una impresión basada en la
proyección – aunque las personas podrían malinterpretar, incluso una situación aparentemente clara en base a los
mecanismos proyectivos. Los principios psicológicos involucrados en la relación entre ambigüedad y proyección
son paralelos a aquellos que relacionan la frecuencia e intensidad de las reacciones de transferencia de los
pacientes en psicoterapia y la extensión con que sus terapeutas se presentan como figuras ambiguas, en vez de
objetos reales (ver Weiner, 1998a, cap.10). De acuerdo a esto, realmente el estímulo más ambiguo entre las
técnicas de evaluación ampliamente usadas, y probablemente el mayor elicitador de respuestas basadas solo en
la proyección, son las 16 Láminas del Test de Apercepción Temática (TAT), el cual tiene una lámina totalmente
blanca, sin otra característica estimular aparte de ser blanca.
Aunque es común hablar del Rorschach como un prueba inestructurada, sus 10 manchas de tinta no tienen para
nada la ambigüedad de las 16 láminas del TAT. Al contrario, los manchas de tinta contienen muchas formas
bastante definidas y cada una tiene algunas características fácilmente identificables de color y sombreado. Hay
muy poca ambigüedad respecto a Lámina I, en cuanto a ser negra, la Lámina V pareciendo una mariposa, la
Lámina VI siendo en exceso sombreada y la Lámina VIII siendo de varios colores. Por otro lado, los examinados
suelen decir, cuando comienza la administración del Rorschach, que los estímulos son solo manchas de tinta y no
que las características de las manchas sean uniformemente articuladas. Por lo tanto, estarían tan equivocados al
mirar las manchas de tinta, como si carecieran de ambigüedad, cuando observan eso completamente
inestructurado.
La sutil relación entre ambigüedad y estructura fue introducida hace algunos años por Klein y Arnheim (1953): "Un
estímulo visual debe ser llamado inestructurado o amorfo solamente cuando es imposible encontrar un patrón
perceptual organizado en él … Pero un factor de percepción destacado en las diez láminas estandarizadas es que
- principalmente, debido a su simetría - brindan una fotografía total sorprendente, que es a primera vista
inestructurada" (p. 91).
En cuanto a la naturaleza de la tarea, el grado en que un instrumento de evaluación es ambiguo o poco
estructurado, depende de lo que al examinado se le pida que haga, tanto como la naturaleza del estímulo mismo.
Incluso la presentación de las 16 Láminas del TAT sería una situación estructurada y evidentemente definida, si
las instrucciones fueran "¿Voy a mostrarles una lámina en blanco y quiero que me diga de qué? ". Llevemos más
lejos este ejemplo; suponga que la Lámina 1 del TAT fuera presentada con la siguiente pregunta, "Qué es esta
fotografía?" y suponga que la persona respondiera "Es una fotografía de un niño y un violín". Entonces el TAT
estaría funcionando como una medida objetiva y no estaría involucrada la proyección en el proceso de respuesta.
¿Qué hay sobre la tarea del Rorschach respecto a esto? En éste es considerablemente ambigua la asociación
libre en la administración, porque al examinado se le pregunta "¿Qué podría ser esto?" y no se le da ninguna
orientación respecto a cómo debiera responder. Cuando los examinados preguntan cuántas respuestas deben dar
o si pueden girar las láminas, se le dice "Como usted quiera". Por otro lado, durante la Fase de Encuesta se le
pregunta dónde vio su percepción y qué de la mancha hace que parezca eso, y éstas son preguntas inequívocas
que pronostican un tipo específico de respuestas. Por lo tanto, en la tarea del Rorschach, tanto como en los
estímulos de manchas de tinta, hay elementos tanto ambiguos como estructurados y ninguno de los dos debe ser
pasado por alto al considerar la naturaleza de este instrumento.
Resumen
Entonces, claramente la evaluación del Rorschach es tanto un procedimiento objetivo y subjetivo. Como
instrumento de medición, el Rorschach constituye en parte una tarea para resolver problemas que proporciona
una evaluación objetiva del estilo de la estructura cognitiva; igualmente, constituye un estímulo a la fantasía que
proporciona la valoración subjetiva de imágenes temáticas; también puede, y a menudo, involucra material
proyectado, pero puede funcionar independientemente de la proyección y abarca tantos elementos de estímulo
ambiguos como claramente definidos, llámense proyectivos o no y es considerada entre las mejores técnicas de
evaluación de personalidad como medida relativamente inestructurada.
2. El Rorschach tanto como medida de procesos de Percepción y de Asociación
Cuando Hermann Rorschach subtituló su monografía Una Prueba Diagnóstica Basada en la Percepción,
estableció no sólo la tradición objetiva en la evaluación del Rorschach que acaba de ser expuesta, sino también la
posterior y extensa opinión que el Rorschach funciona principalmente como un indicador de la percepción. Desde
esta perspectiva, las respuestas del Rorschach identifican características de personalidad, porque la manera en
que las personas imponen su estructura perceptual sobre las manchas de tinta, refleja la forma en las que son
propensos a ver y a responder a otras situaciones relativamente poco estructuradas (por ejemplo, el campo
estimular).
Hermann Rorschach no puso la suficiente atención a la fantasía en su monografía básica. La Parte II de la
monografía, estaba dedicada a los "Los factores del experimento"; habló de la forma, del movimiento, del color y
de la elección de la localización, pero dedicó sólo dos páginas al contenido; la mayoría de lo cual trata de las
implicancias del alto porcentaje Animal a la estereotipia. La Parte V "El uso de la Prueba de Interpretación de
Formas en el Diagnóstico", fue un paso más lejos y escribió la siguiente conclusión, dada frecuentemente respecto
a la trascendencia mínima de procesos de asociación en la interpretación del Rorschach:
La prueba no puede ser usada como un medio para ahondar en el inconsciente. Como máximo, es a lo lejos, inferior a otros
profundos métodos de psicología profunda, como son la interpretación de los sueños y experimentos de asociación. Esto no
es difícil de entender. La prueba no induce a "una circulación libre por el inconsciente", pero requiere adaptar los estímulos
externos a la "función de realidad" (Rorschach, 1921/1942, p. 123)
Sin embargo, curiosamente sobre la misma página llegó a la conclusión previa que "ciertas tendencias en el
inconsciente son ocasionalmente reveladas por la comparación del contenido de la interpretación con el resto de
las conclusiones" (p.123). Dio como ejemplo a un examinado que vio la figura de Cristo, aureolas y mártires y, por
lo tanto, se podría identificar como alguien "que se consideraba muy sagrado". Las elaboraciones de contenido a
las que se refiere el Rorschach derivan no solo del funcionamiento perceptivo, sino también a las asociaciones
que estaba viendo en las manchas.
Adicionalmente, para comprender completamente las propias opiniones de Hermann Rorschach respecto a su
instrumento, está la publicación póstuma de su manuscrito "La Aplicación de la Prueba de Interpretación de
Formas". Rorschach terminó este manuscrito pocas semanas antes de su muerte en 1922 y, generalmente, está
incluido como un apéndice en volúmenes limitados de la monografía básica. Aquí se reproduce lo siguiente:
Por lo tanto, vemos que las interpretaciones de kinestesias [movimientos] suministran una profunda llegada respecto al
inconsciente. Revelan las tendencias inconscientes del sujeto, su actitud básica, ya sea activa o pasiva. Las interpretaciones
de color son símbolos correspondientes a los símbolos en los sueños. En el inconsciente ellos representan alguna cosa, a
saber, el contenido latente; revelando las tremendas relaciones afectivas del contenido latente. (p. 214)
Puntos de vistas Tradicionales
Una detenida lectura del trabajo de los seguidores más tradicionales del Rorschach, revela que eran tan inflexibles
como el propio Hermann Rorschach, sobre la irrelevancia o la menor importancia del contenido temático, pero
compartieron con él, conscientemente o no, la sensibilidad de las asociaciones de los examinados, tanto como sus
perceptos. Por lo tanto, Beck (1968; Beck, Beck, Levitt, & Molish, 1961) miró las manchas de tinta como un
estímulo visual, lo que Rorschach interpretó como un proceso de cuantificación las características de la
percepción; en lo que a él se refería, las impresiones cualitativas de lo que las personas dicen o hacen mientras
responden "no es la prueba de Rorschach" (Beck et al.1961, p. viii). Así, una de las estrategias interpretativas
cuidadosamente delineada y perdurables de Beck (1968), suponía prestar atención a lo que él llamó las
respuestas "F- personales", que son falsamente definidas como "percepciones erróneas irregulares que pueden
ser mostradas para reflejar intereses o necesidades de seria importancia personal para el sujeto" (p. 132).
De la misma manera que Beck, Piotrowski (1957, 1977) buscó el conocimiento de la personalidad con el
Rorschach, principalmente a través de la percepción; en su opinión "la respuesta visualizada primariamente es
mucho más válida que los comentarios verbales secundarios" (1977, p. 195). Sin embargo, al mismo tiempo,
Piotrowski hizo algunas de las contribuciones más influyentes al conocimiento del Rorschach, indicando cómo las
elaboraciones de las respuestas M pueden identificar los roles frecuentes de los examinados, en las relaciones
interpersonales y las actitudes que tienen hacia otras personas.
Bohm (1951/1958) defendió un enfoque muy estructurado e ignoró el contenido de las respuestas, tanto como
Rorschach. Sin embargo, también escribió sobre la especial significancia de “las respuestas M con el doble
significado". Dio como ejemplo de tales respuestas "Dos hombres que se quieren dar las manos o se están tirando
hacia atrás", que lo interpretó como indicador de una "tendencia a huir o escisión" (p. 115).
Por lo tanto, el principal punto de la literatura estructural del Rorschach, contiene observaciones que
implícitamente aprueban interpretaciones basadas sobre la base de la temática de la fantasía, que son las
características atribuidas o proyectadas en las manchas de tinta, a través de los procesos de asociación. Parece
poca duda allí, por ejemplo el uso interpretativo de Beck de “las F- personales”, paralelamente con Shachtel, quien
propuso hacerlo también con las percepciones personales significativas.
Como tendencia histórica, dramáticamente diferente, la previa aparición que extendió la atención de las
características subjetivas de la evaluación del Rorschach, condujo a algunos Rorschachistas a creer que el
instrumento funciona principalmente como una medida de asociación, en lugar de una medida de percepción.
Desde esta perspectiva, las respuestas del Rorschach identifican características de la personalidad, porque la
forma en que los examinados asocian las manchas, revelan cómo están inclinados a pensar y sentir acerca de sus
experiencias de vida. Los eruditos que más contribuyeron a determinar la importancia de los datos de asociación
en las respuestas del Rorschach, principalmente para traer el interés del psicoanálisis en la temática de la fantasía
en los contenidos del Rorschach, influyeron en muchos profesionales a ignorar los aspectos perceptuales de la
tarea del Rorschach y a que abandonaran la tradicional codificación estructural de las variables. Como indicó
Rosenzweig (1951), esta lamentable tendencia fue muy evidente al final de los años 1940 y los vestigios de ella,
aún pueden encontrarse.
Sin embargo, ni la indiferencia por los procesos de percepción, ni el abandono de la codificación fue planeada por
los pioneros defensores de la atención de la imagen metafórica del Rorschach. Lindner (1950), por ejemplo,
recomendó la interpretación de los contenidos como una manera de enriquecer el valor clínico del Rorschach,
pero se opuso a depender solo del contenido: "A menudo, no se puede hacer demasiado hincapié en que el
enfoque de contenido es solamente un enfoque adicional, agregando otra dimensión a los respuestas de
Rorschach, estéril que esto debe tomar su correcto lugar entre los otros enfoques" (p. 78).
Klopfer (Klopfer et al.1954) apoyó las formulaciones psicoanalíticas del Rorschach y desarrolló un psicograma
formal para consignar las características estructurales de las respuestas del mismo. De igual manera que Lindner,
Klopfer aconsejó a los clínicos evitar la excesiva dependencia del contenido y también sugirió evitar interpretar los
símbolos, como si tuvieran un significado fijo o universal. De acuerdo con Klopfer (Klopfer et al. 1954) "Los
registros del Rorschach diferirán enormemente en la extensión a la que podemos acercarnos en forma beneficiosa
desde el punto de vista del análisis de contenido. . . La escuela de interpretación del contenido, que parte de la
suposición que las reacciones para una lámina específica pueden ser tomadas como teniendo un patrón sujeto a
las relaciones con el padre o la madre, a decir verdad no tienen una adecuada justificación" (p. 545).
En este mismo sentido, Miale (1977), escribió sobre la importancia de utilizar el símbolo del contenido de la
imagen metafórica en las respuestas del Rorschach, argumentando a favor de un enfoque integrado para
interpretar la estructura y el contenido: "El punto de vista que he encontrado más útil en el conocimiento de las
respuestas del Rorschach es que, en esencia, las características formales y el contenido no son diferentes. Las
mismas características simbólicas que también condicionan el significado de las respuestas de contenido,
igualmente determinan el significado de los aspectos puntuables de los estímulos del Rorschach" (p. 448).
La perspectiva integracionista preferida de Miale tenía sus orígenes en las contribuciones altamente influyentes de
Rapaport, quien sostuvo que las reacciones para las manchas de tinta de Rorschach, involucraban tanto un
proceso de organización perceptual, que tiene continuidad con la percepción de la vida diaria, y procesos
asociativos que revelan la subyacente dinámica de la personalidad (Rapaport, Gill, & que Schafer, 1946/1968, cap.
9). Rapaport expresó sus opiniones de la siguiente manera:
[Tanto la organización perceptiva como los procesos asociativos] están siempre implícitos en cada respuesta del
Rorschach…. uno puede aprender a veces más sobre un tema, mirando las respuestas desde el punto de vista de su
organización perceptiva y otras, mirándolas desde el punto de vista del proceso asociativo que las traen fuera. Sin embargo,
uno nunca debe descuidar la integración de los dos procesos … Evidentemente, no sería correcto estimar que las
respuestas del Rorschach fuesen consideradas principalmente un producto de la percepción o uno de la asociación libre,
(pp. 274, 276)
Puntos de vistas Contemporáneos
Aunque hubo puristas tanto del bando de la percepción como de la asociación, que instaron a sus colegas y
estudiantes para que hicieran lo mismo, históricamente figuras muy importantes en el desarrollo del Rorschach, sin
quererlo o intencionalmente, describieron el instrumento tanto como una medida de percepción como de
asociación. ¿Y cuál es la idea actual respecto a este punto de vista? Las investigaciones contemporáneas en la
interpretación del Rorschach, basadas fundamentalmente en la percepción, en su mayor parte han sido
desarrolladas por el Sistema Comprehensivo de Exner (1974). Con un fuerte énfasis en la cuidadosa codificación
de las variables estructurales, el Sistema Comprehensivo ha sido visto como adverso a la interpretación de
contenido, porque une el sumario de puntuaciones a características de personalidad, sobre una base actual, “los
reportes basados en tal enfoque dan poco crédito a lo que es único e idiosincrático sobre la estructura de
personalidad de los individuos" (Sugarman, 1991, p, 131).
Sin embargo, a decir verdad, ni la aversión por la interpretación de contenido, ni la indiferencia para la singularidad
individual, influyeron en la construcción del Sistema Comprehensivo. El desarrollo del sistema fue motivado
principalmente por la necesidad de una administración estandarizada, normas adecuadas, una codificación
confiable, un robusto método psicométrico de evaluación y variables estructurales, que llevaran a proveer un
prometedor punto de partida. Las variables de contenido fueron menos desarrolladas que las variables
estructurales y más complejo aún su estudio; siendo su incorporación dentro del sistema, dejado para “más
adelante”. El Sistema Comprehensivo trató de excluir del Rorschach aquello que era poco fiable y poco válido.
Desde 1974 hasta nuestros días, el Sistema Comprehensivo de Rorschach se ha expandido con un considerable
alcance y diversidad. Las nuevas ideas y datos adicionales, también han resultado en el refinamiento de muchas
de las variables estructurales originales del sistema, como así mismo la introducción de variables nuevas. Al
mismo tiempo, las investigaciones demuestran la trascendencia de varias categorías de contenidos, lo que ha
resultado en nuevos índices basados, en parte o completamente, en el contenido (por ejemplo, el Indice de
Aislamiento, Indice de Intelectualización y las respuestas de Representación Humana: buena y pobre
representación) y la apreciación del valor de la elaboración de la información del contenido, ha resultado en el
análisis de la imagen metafórica, siendo integrada dentro del proceso interpretativo del Sistema Comprehensivo.
Como aclaró Exner (2000) y Weiner (1998b) la interpretación del Sistema Comprehensivo actualmente enfatiza a
leer, en cada momento, el contenido que le involucran las personas a las respuestas, al movimiento, a la distorsión
formal y a las elaboraciones inusuales, como una manera de aprender acerca de las actitudes del examinado
tanto hacia si mismos, como hacia los demás; lo cual es exactamente lo que Schachtel recomendó hacer. En el
Capítulo 3 de este libro, se amplía el rol de estas características, que juegan en el proceso interpretativo del
Sistema Comprehensivo en la búsqueda de estrategias interpretativas. Por lo tanto, respecto a la naturaleza del
Rorschach, el Sistema Comprehensivo ejemplifica un enfoque básicamente estructural para los datos y trata al
instrumento tanto como una medida de la percepción, como una medida de la asociación.
En cuanto a la perspectiva psicoanalítica contemporánea sobre el Rorschach, los investigadores, tanto en Estados
Unidos como en el extranjero, continúan con la tradición de Klopfer, Rapaport, y Schachtel, quienes aprueban la
mezcla de características perceptivas y asociativas en las respuestas (Haba, 1995; Blatt, 1990; Canipo, 1995;
Giambellica, Parisi, & Pes, 1995; Lunazzi de Jubany, 1992; Rausch Traubenberg 1993). Incluso las contribuciones
de los Rorschachistas interesados principalmente en el desarrollo y divulgación del psicoanálisis, obtienen
interpretaciones de la imagen metafórica, prestando atención a la codificación de variables básicas típicamente de
percepción. Los principales ejemplos respecto a esto incluyen el trabajo de Lerner (1991, 1998) sobre el análisis
de contenido, que es un acompañamiento del puntaje delineado por el sistema de Rapaport-Schafer y el enfoque
de Aronow, Reznikoff, y Moreland (1994), para la interpretación de contenido, que supone puntuar básicamente de
acuerdo con el sistema de Klopfer, con algo de la alianza complementaria de Beck, Hertz y Exner, para codificar
las Populares y el nivel formal. Smith (1994) sugirió ir más lejos en el enfoque psicoanalítico para el Rorschach, el
cual debería ser definido no por un énfasis interpretativo o de la imagen metafórica, sino más por una perspectiva
teórica psicoanalítica que se ampliara equitativamente a todos de los datos, tanto cualitativos como cuantitativos.
Leichtman (1996a, 1996b) agregó una tercera alternativa para la concepción del Rorschach, argumentando que no
mide ni la percepción ni la asociación, siendo más bien una medida de la representación. El Rorschach no es una
tarea perceptual, de acuerdo con Leichtman, porque las manchas de tinta son en realidad solamente manchas de
tinta. Tomando conceptos introducidos por Exner (1980), Leichtman observó que el proceso de respuesta del
Rorschach requiere de la percepción, pero la tarea llama a que las personas no perciban, sino desperciban lo que
hay allí, cuando dicen en la Lámina I “es una mariposa”, lo que a decir verdad, es un mancha de tinta. Solamente
las asociaciones, no pueden constituir la base de las respuestas del Rorschach, argumenta Leichtman, porque las
asociaciones no ocurren sin haber previamente un poco de percepción.
Leichtman, con estas observaciones llegó a la conclusión que el Rorschach puede ser concebido como una
medida de la representación, en que la percepción y la asociación se combinan para producir en la mente del
examinado, ciertas impresiones de las manchas de tinta, que reportan sobre sus respuestas. Resumiendo, la
perspectiva representacional de Leichtman para el Rorschach, aunque lógicamente razonada, constituye una
integración básicamente de la perspectiva de la percepción y de la asociación y una preferencia a mirar las
respuestas del Rorschach como impresiones. Aunque las respuestas pueden ser más efectivamente miradas
como impresiones, la mezcla de los procesos perceptivos y asociativos se arriesga a oscurecer las diferencias
útiles entre ellos. En el Capítulo 4, se aclara la contribución diferencial de la proyección (que es primariamente un
proceso de asociación) y el juego de las 10 láminas (que es primariamente un proceso perceptual) con respecto al
proceso de respuesta; lo cual tiene importantes implicancias para la derivación y formulación de la interpretación.
En cuanto a vestigios del pasado, hay ocasiones en que se escucha decir a algunos profesionales, que utilizan el
Rorschach, pero que nunca se molestan en anotarlo. Uno puede preguntarse si esta falta de molestia se basa en
una fuerte convicción concerniente a la técnica de evaluación o si refleja una incapacidad o falta de predisposición
para aprender a codificar apropiadamente la prueba. O también, uno podría preguntarse si tal uso incompleto del
instrumento, sacrifica la estandarización para una práctica competente (ver Weiner, 1989). En todo caso,
actualmente, no hay nadie que tenga la autoridad para recomendar solamente un enfoque temático para el
Rorschach. Examinadores pueden preferir ver al Rorschach principalmente como una medida de la percepción o
una medida de la asociación, incluso cuando ello es reconocido hasta cierto punto. Estas preferencias por turno
tienen implicancias si las respuestas del Rorschach son interpretadas principalmente en términos que involucran la
estructura perceptual o la imagen metafórica de contenido, lo que es discutido en el Capítulo 2. Sin embargo, para
responder, es la atención en la complementación de los procesos de percepción y asociación en el Rorschach, en
vez de un enfoque de exclusión entre uno y otro, lo que define la prevalencia de la teoría y la práctica.
Perspectivas Nomotéticas e Idiográficas
El complemento de la percepción y la asociación en el Rorschach responde a que se comporta como un
instrumento considerado como una técnica nomotética o idiográfica. Aronow, Reznikoff y Moreland (1995), en
conjunto con expresar una preferencia por la interpretación basada en la imagen metafórica, en vez de una
estructura perceptual, argumentan por una perspectiva idiográfica. En su opinión, las características de asociación
de las respuestas del Rorschach son únicas para el estado mental del examinado y suministran la base para las
interpretaciones ideográficas, por lo tanto ayudan definir su individualidad como personas. Las características de
percepción de las respuestas, por contraste, son compartidas por todos los examinados, en mayor o menor grado
(por ejemplo, todos los examinados tienen algún porcentaje de respuestas de forma y alguna cantidad de
Populares), por lo tanto, ello indica tener en cuenta solamente las interpretaciones nomotéticas que comparan a
las personas con estándares normativos o de expectativas.
Por otro lado, de acuerdo con Aronow, Reznikoff y Moreland (1995), las interpretaciones ideográficas son
preferibles a las interpretaciones nomotéticas (y la imagen metafórica es en consecuencia más importante que la
estructura perceptual), porque proveen aproximadamente más información de como las personas son realmente.
Esto parece tener ser algo ilógico al comparar la relación asociación con idiográfico y percepción con nomotético,
por lo tanto, surgen las siguientes tres preguntas:
Primero, ¿por qué las asociaciones deben ser exclusivamente idiográficas? Podría ser probable (aunque no
imposible), que dos personas expresen precisamente las mismas asociaciones con las mismas palabras. Sin
embargo, los examinadores del Rorschach no interpretan las asociaciones repitiéndolas justo como fueron dadas,
pero intentan, de alguna manera, categorizarlas. Por ejemplo, algunas asociaciones pueden ser categorizadas
como sugiriendo miedo de dominación por fuertes figuras masculinas. Otras, pueden destacar una opinión de sí
mismo como frágil o dañada. Todavía otras asociaciones, pueden contener un hilo común de las preocupaciones
de estar unidos o envueltos con otros. Habiendo categorizado psicoanalíticamente importantes asociaciones,
como lo hecho con numerosas escalas de contenido que han sido desarrollado con el paso de los años (ver, por
ejemplo, Aronow & Reznikoff, 1976; Stricker & Healey, 1990), los examinadores pueden contar cuán
frecuentemente estas categorías ocurren en el registro de una persona y comparar, luego esta frecuencia con lo
observado en otras personas. En este proceso, las asociaciones se convierten en datos nomotéticos.
Segundo, ¿por qué las percepciones deben ser exclusivamente nomotéticas? Un examinado puede ser
identificado en base a las comparaciones con los datos normativos, como teniendo un nivel formal muy bajo y un
Indice de Hipervigilancia elevado. Sin embargo, un reducido criterio y las tendencias paranoicas inferidas de estas
conclusiones, hacen que las características ideográficas de la persona sean parte de su propia individualidad.
En tercer lugar, ¿por qué la información idiográfica debe ser considerada preferentemente información nomotética
o viceversa, al describir como son las personas? Las perspectivas idiográficas y nomotéticas en las teorías de
personalidad, derivan del trabajo de dos prominentes investigadores: Allport (1937), para quien la esencia de la
personalidad reside en la singularidad e individualidad de cada persona, independientemente de las
comparaciones con otros; y de Cattell (1946), para quien la esencia de la personalidad reside en los rasgos o
dimensiones del funcionamiento que todas personas comparten, hasta cierto punto, y sobre los cuales pueden ser
comparados entre sí.
Hubo un tiempo en que la tradición idiográfica y nomotética apuntaba al debate teórico respecto a si las personas
podían ser mejor descritas en relación a cómo difieren de otras personas o cómo se parecen a otros. Tales
debates, duraron largamente, reemplazado para mayor sofisticación, el inconsciente de las personas, como si
pudiera ser descrito para prestar atención a ambos, como si fuesen diferentes y como si se pareciera el uno con el
otro. Igual con respecto a la evaluación contemporánea de la personalidad, el más completo conocimiento posible
de las personas, requiere tanto información idiográfica como nomotética. Ninguna clase de información es
preferible a las demás; ellos y los datos suministrados por del Rorschach se complementan.
Resumen
Sin duda alguna, el Rorschach funciona tanto como una medida de la percepción y como una medida de la
asociación. Viglione y Rivera (2003) han captado esta característica básica del Rorschach, haciendo referencia al
"Componente Organizativo" del instrumento (la estructura de cómo responden las personas) y al "Componente
Expresivo" (el contenido del lo que ellos dicen). Es notoria, en esta discusión las características objetivas y
subjetivas de la evaluación del Rorschach, la mayoría de los protocolos incluyen algunas respuestas que son
influidas por la proyección y otras en la que la proyección tiene poco o nada de participación. Sin embargo, la
mayoría de las respuestas, parecen ser el producto conjunto de los procesos perceptual-organizativo y asociativoexpresivo, con lo cual cada uno contribuye a dar forma a la toma de respuesta. La equilibrada atención entre
ambos aspectos, en cuanto a si el examinado pide ayuda al examinador del Rorschach, maximiza la abundancia y
la utilidad de las interpretaciones que formula.
3.
El Rorschach evalúa tanto
funcionamiento de la personalidad
aspectos
Estructurales
como
Dinámicos
del
Las dos secciones anteriores han considerado qué es el Rorschach y cómo funciona. El Rorschach es un
instrumento de evaluación relativamente poco estructurado, que tiene características tanto objetivas como
subjetivas y que constituye una tarea tanto de percepción-cognitiva como de estímulo de la fantasía, y funciona
tanto como una medida de la percepción, como de la asociación. La presente sección aborda, como el Rorschach
ayuda a valorar tanto la manera de funcionar de la estructura y de la dinámica de la personalidad
La estructura de personalidad se refiere a como las personas definen la naturaleza del curso de sus ideas y
sentimientos, cuáles son sus estados de personalidad y su constante disposición para conducirse en ciertas
oportunidades, lo que constituyen sus rasgos de personalidad. Los estados de personalidad comprenden uno
amplio rango relativamente transitorio de afectos y actitudes que son elicitadas por situaciones circunstanciales,
como estar en un momento feliz o deprimido. Los rasgos de personalidad comprenden uno amplio rango de
características bastante estables y orientaciones individuales, como son las persistentemente dependencia o
suspicacia de un tipo de persona.
La dinámica de la personalidad se refiere a como las personas definen la naturaleza del refuerzo de sus
necesidades, actitudes, conflictos y lo concerniente a la influencia de su pensamiento, sentimiento y acciones, en
momentos y circunstancias particulares. La dinámica de personalidad también se refiere a la forma en que los
estados y rasgos de un individuo pueden interactuar para influir a otros, como por ejemplo en el caso de un rasgo
de alto nivel de ansiedad que causa que una persona favorezca una situación ansiosa, en circunstancias que no
se produce un estado de ansiedad en otra persona que es menos propensa a ponerse ansiosa.
Como podría esperarse, históricamente la asociación tradicional en la evaluación del Rorschach entre estructura y
dinámica de personalidad, es paralela a la distinción entre procesos de percepción y asociación, discutidos en las
secciones previas. Los pioneros del Rorschach, que miraron primeramente el instrumento como una medida de la
percepción, tendieron a mirarlo principalmente como una manera de identificar estados y rasgos, es decir,
elementos estructurales de la personalidad. Investigadores del Rorschach que promovieron la atención en la
interpretación de la asociación del Rorschach, tendieron a mirar el instrumento principalmente como un medio
para revelar el refuerzo de las necesidades, actitudes, conflictos y lo concerniente a los aspectos dinámicos de la
personalidad de los individuos.
El acercamiento contemporáneo entre estas tradiciones divergentes en la evaluación del Rorschach, respecto a
estructura y dinámica de la personalidad, ha proseguido de manera diferente en la evolución del acuerdo
extendido en que el Rorschach es una medida tanto de percepción como de asociación. En primer lugar, asociar
una visualización principalmente de percepción o asociación del Rorschach, ha sido y continúa siendo una materia
que no es susceptible de una profunda refutación de datos empíricos. En general, reconocer
complementariamente los procesos de percepción y asociación en las respuestas del Rorschach, representa un
avance sensato en la conceptualización, pero no un hecho establecido. Por el contrario, en la evaluación del
Rorschach, de las dinámicas estructurales de personalidad, éstas pueden ser puestas directamente a prueba
empírica revisando la validez de las inferencias del Rorschach, basadas en las inferencias concernientes a los
aspectos del funcionamiento de la personalidad.
Como se aclara al final de la sección de este capítulo, concerniente a las propiedades psicométricas del
Rorschach, los datos, tanto de las interpretaciones estructurales y dinámicas, han sido ampliamente validados. Por
lo tanto, fijar una personalidad estructural como una personalidad dinámica con el Rorschach, no es sólo una
manera razonable de usar el instrumento, sino también, una forma de sostener las conclusiones empíricas.
Además, la diferencia de las características de percepción y asociación de las respuestas del Rorschach y los
tipos de datos del Rorschach, que generan las inferencias estructurales y dinámicas, no podrían ser sutilmente
distinguidas. Fue común indicar que la evaluación de la estructura de personalidad en el Rorschach, procedía
completamente de variables estructurales y que la evaluación de la dinámica de personalidad, provenía de
variables de contenido (por ejemplo, Exner & Weiner, 1982, pp. 3-9). Desde la perspectiva del desarrollo
contemporáneo en la interpretación del Rorschach, esta distinción ha sido probablemente invertida. Como se
ilustra en los casos de discusión de los capítulos 10 al 14, el análisis detallado de los datos estructurales, puede
revelar que muchos aspectos de la dinámica de personalidad, tanto como de la estructura de personalidad y de la
cuidadosa consideración de la imagen metafórica temática, pueden generar información útil respecto a los estados
y rasgos de personalidad, tanto como las necesidades e intereses subyacentes.
Por lo tanto, el Rorschach tampoco debe ser considerado principalmente como una medida de evaluación de la
estructura de personalidad o principalmente como una medida de la dinámica de la personalidad. Es una medida
para fijar, tanto el funcionamiento de la estructura como de la dinámica de la personalidad. Para usar
adecuadamente el Rorschach, los examinadores necesitan estar preparados en psicología estructural como
psicología dinámica e instruidos en cómo las características de personalidad, tanto estructurales como dinámicas,
pueden ser inferidas a partir de las respuestas del Rorschach. Por lo tanto, en manos de examinadores
adiestrados y expertos, los protocolos de Rorschach pueden, en algunas ocasiones, proveer la información de la
estructura de personalidad del examinado y en otras, suministrar las pistas principales de su dinámica de
personalidad. Tal situación podría estar determinada por el estilo de franqueza del examinado y como ellos se
aproximan a la situación de prueba y no por la naturaleza del instrumento mismo. El Rorschach es equitativamente
capaz de establecer la estructura y dinámica de la personalidad, cuando se administra a personas receptivas y es
interpretado por examinadores experimentados.
4. Evaluar con el Rorschach constituye un Método Multifacético de recolección de datos
¿Cuál es la importancia de un nombre? A menudo, más que ser inmediatamente evidente, en especial importa
cuando las etiquetas traen implicancias trascendentales. La tradición sugeriría que el Rorschach funciona como
una prueba. Como se dijo previamente, Hermann Rorschach (1921/1942) lo llamó "una prueba diagnóstica", en el
subtítulo de su monografía. Beck (1930a, 1930b), quien introdujo el Rorschach en la lengua inglesa, usó el título El
Test de Rorschach. La terminología contemporánea pone comúnmente al Rorschach dentro de la categoría de
"pruebas psicológicas" y refiere su administración con una fachada de "medición psicológica."
Sin embargo, anteriormente se planteó la pregunta sobre la conveniencia de mirar el Rorschach como una prueba.
Krugman (1938) y Ainsworth (1954) llegaron a la conclusión que podría ser ventajoso mirar el Rorschach como un
método más que como una prueba y Klopfer (Klopfer et al., 1954) usó en sus libros el título de "La Técnica de
Rorschach" para el instrumento. Tanto Krugman como Ainsworth fueron cuestionados por la dificultad de
demostrar la confiabilidad y la validez de las conclusiones del Rorschach. Ellos lo concibieron como un método de
observación más que un test, argumentando que el Rorschach podría ser juzgado de acuerdo a su utilidad y
productividad, sin estar sujeto al análisis estadístico de propiedades psicométricas.
Como la situación ha cambiado, la administración estandarizada y la codificación del Sistema Comprehensivo ha
hecho posible para el Rorschach, demostrar sustancialmente la robustez psicométrica y esta robustez de datos se
expone en la sección final de este capítulo. No obstante, respecto al diseño del propósito en que los test pueden
servir, Krugman y Ainsworth parece que tuvieron un buen propósito al sugerir que el Rorschach es más que una
prueba.
Las pruebas intentan medir la extensión en la cual un fenómeno se presenta. Las pruebas de inteligencia
producen puntajes que son tomados para indicar qué tan inteligente es una persona; una prueba de memoria mide
qué tan bueno para memorizar es un sujeto; las pruebas de depresión muestran qué deprime a la persona, etc.
Siguiendo este patrón, el Rorschach incluye numerosas escalas e índices que funcionan como una prueba y
miden varias características de personalidad, como receptividad a la estimulación emocional (la proporción
Afectiva - Afr), alcance del desorden del pensamiento (SumBruta6) y grado de aislamiento interpersonal (Indice de
Aislamiento). Al mismo tiempo, la discusión previa con respecto a las características subjetivas del Rorschach y el
papel de la asociación en el proceso de respuesta, indican que el Rorschach es más que una prueba de
mediciones cuantitativas. Las características idiográficas de las respuestas, que actualmente no son codificadas y
los aspectos del comportamiento del examinado durante el examen, aportan información cualitativa relevante
sobre su personalidad. Por lo tanto, lo común del Rorschach con otros complejos y multifacéticos instrumentos de
evaluación de personalidad, es que sirve no solo como una prueba, sino también como un método que identifica
muchos aspectos diferentes del funcionamiento de la personalidad.
En comentarios previos sobre como debería ser llamado el Rorschach (Weiner, 1994, 1995a), incentivé a
reemplazar la designación tradicional del Rorschach como una prueba, con referirse a ella como Método de
Manchas de Tinta de Rorschach (RIM por la sigla en inglés de Rorschach Inkblot Method). Como demostré luego,
identificando al Rorschach como un método multifacético de generación de datos, en vez de tan solo como una
prueba, tiene importantes implicancias en como el instrumento es conceptualizado. Particularmente, identificar al
Rorschach como un método en vez de cómo una prueba, significa que no puede haber una sola y central teoría de
Rorschach. Los datos generados por el método de Rorschach pueden ser interpretados de diferentes perspectivas
teóricas y la utilidad de esos datos no requiere que ninguna teoría los explique. Todo esto requiere ser sabido para
que el RIM genere información útil y hay dos razones de por qué es necesario, expuestas más adelante en este
capítulo.
Primero, el Rorschach genera la información útil sobre el funcionamiento de la personalidad porque confronta a las
personas con una situación de resolución de problemas, a la cual responden como lo hacen usualmente cuando
resuelven un problema en sus vidas, revelando así, muchas facetas de su estilo de personalidad. Segundo, el
Rorschach genera la información útil sobre el funcionamiento de la personalidad porque presenta a las personas
una situación de asociación en la que a menudo atribuyen características personalizadas de lo que ellos ven, así
revelan muchas de sus necesidades subyacentes, actitudes, conflictos y atribuciones.
Esta descripción de por qué el RIM funciona, no es teórica; simplemente provee una descripción de lo que tiene
lugar cuando las personas informan sobre lo qué las manchas de tinta les parecen. Este aporte tampoco es nuevo
en la literatura, pero constituye una condensación de dos tradicionales perspectivas, sobre la naturaleza del
Rorschach, comentada anteriormente:
1. El RIM es una medida de la estructura cognitiva que involucra los procesos de atención, percepción,
memoria, toma de decisiones y análisis lógico.
2. El RIM es una medida de la imagen metafórica que involucra los procesos de asociación, atribución y
simbolización.
Los clínicos e investigadores que observan el RIM tan solo como una prueba, al mismo tiempo hacen hincapié en
la formulación de posiciones teóricas, ya sea entre lo cognitivo o aspectos temáticos del instrumento. Tales
estrechas formulaciones, no ayudan a la riqueza y complejidad del método e insinúan erróneamente, que ello es
solo una suficiente teoría del Rorschach, que es capaz o espera ser formulada. Además, conceptualizando
únicamente al Rorschach como una medida de percepción o como una medida de asociación, tiende a alentar que
los procesos interpretativos se hagan usando parcialmente los datos y describa una imagen incompleta del
examinado, por ejemplo, una extensiva capa estructural, sin mayor delineación de la dinámica de la personalidad
u otorge una considerable atención a la dinámica de personalidad, sin mucha articulación de la estructura.
Apreciar el RIM como un método, ayuda a no fomentar la infructuosa persecución de una sola teoría para la
prueba y promueve la adecuada utilización tanto de lo cognitivo como de las características temáticas del
instrumento.
Finalmente, ver el RIM como un método que trasciende puntos de vista teóricos, en vez de una prueba sujeta a
una teoría en particular, permite que los datos del Rorschach sean interpretados dentro de cualquier base teórica
que el examinador prefiera. Cualquier teoría válida de la personalidad que funcione, puede suministrar conceptos
que ayudan a describir y explicar el significado de los resultados del Rorschach y, la capacidad del RIM para
generar información útil sobre el funcionamiento de la personalidad, existe independientemente de cualquier teoría
en particular. Por estas razones, es mejor concebir al Rorschach como un método, que simplemente como una
prueba.
No obstante, estar de acuerdo con los argumentos precedentes de considerar el Rorschach como algo más que
una prueba, Exner (1997) expresó algunas reservas referidas a que el instrumento fuese cualquier prueba. Los
conocimientos de Exner con respecto a llamar el Rorschach algo aparte de una prueba, puede dar la facilidad no
merecida a críticos del instrumento que usen "no es una prueba" de un modo peyorativo para demostrar
incompetencia psicométrica. Exner señaló que el Rorschach satisfacía correctamente todos los criterios
estandarizados para ser considerada una prueba y esto incluía la siguiente definición de los Estándares para
Pruebas Educativas y Psicológicas: “Una prueba es un dispositivo de evaluación o procedimiento, en el cual es
obtenida una muestra del comportamiento del examinado en un dominio específico y posteriormente codificado,
usando procesos estandarizados” (Asociación de Investigación Educacional Norteamericana, Asociación de
Psicología Americana y Asamblea Nacional de la Medición en Educación, 1999, p. 3). Por lo tanto, clínicos e
investigadores de Rorschach, que aprecian por qué el Rorschach es más que una prueba y que pueden, por
consiguiente, referirse a ella como un método, no deben perder de vista u oponerse a enfatizar los méritos del
Sistema Comprehensivo de Rorschach.
5. La evaluación del Rorschach se basa en un profundo Fundamento Psicométrico
Durante los siguientes 50 años, después de su publicación en 1921, el RIM fue frecuentemente, e incluso, algunas
veces, cruelmente criticado como un instrumento psicométricamente poco sólido. Hasta cierto punto esta crítica
fue justificada por repetidos fracasos para demostrar la confiabilidad y la validez de la evaluación del Rorschach.
Como se comprenderá, estos "fracasos" llevaron a que algunos de los tempranos investigadores en el desarrollo
del Rorschach recomendaran llamarlo un método más que una prueba, en orden a evitar de rendir cuenta a los
estándares psicométricos. Sin embargo, a decir verdad, los métodos tanto como las pruebas, pueden ser juzgado
conforme generen información válida y segura, por lo que los cuestionamientos sobre la solidez psicométrica del
Rorschach, deben ser respondidos sin considerar como sea llamado. Algunas de sus perspectivas históricas y un
breve resumen de los datos disponibles actualmente, así como algunos comentarios generados acerca de sus
recientes controversias, son necesarios aclarar para depurar estos temas.
Perspectivas Históricas
Mirando en retrospectiva, un momento crucial respecto a la solidez psicométrica del RIM fue alcanzado durante un
período aproximadamente de 10 años, a partir de 1965. Las atentas y eruditas críticas de los fundamentos
psicométricos del instrumento, alcanzaron su punto máximo con Zubin, Eron y Schumer (1965) en Un Enfoque
Experimental para las Técnicas Proyectivas. Con una extensiva evaluación de la literatura, ellos llegaron a la
conclusión que las variables tradicionales del Rorschach no mostraban propiedades psicométricas aceptables y
probablemente, no las demostrarían. De acuerdo con esto, recomendaron un enfoque “global” más que uno
“atomista”, en el que el Rorschach no sirve como un instrumento de medición, sino “esencialmente como una
entrevista” (Zubin, Eron y Schumer, 1965, p. 239).
En la década siguiente a las críticas de Zubin, Eron y Schumer (1965), investigadores del Rorschach comenzaron
a responder, no con disculpas y actitudes defensivas que habían sido comunes en el pasado, sino en lugar de ello,
con iniciativa científica. Los estudios de investigaciones inconcluyentes que habían "fracasado" en el sólido
respaldo y utilidad del Rorschach, presumiblemente fueron modificados por Blatt (1975), Holt (1967) y Weiner
(1977b), entre otros, quienes señalaron que la mayoría de estos tempranos estudios fueron inadecuadamente
concebidos, inadecuadamente diseñados e inadecuadamente conducidos. En esas relativamente pocas
ocasiones, cuando los primeros investigadores del Rorschach habían empleado metodologías respetables, sus
resultados tendían a ratificar algo; el cambio de la solidez psicométrica del RIM.
A mediados de los años setenta, la creciente expansión de la sofisticación en el diseño de investigaciones y el
confiable cuerpo de datos disponibles, otorgaron el estatus científico al método de manchas de tinta. Los avances
contemporáneos en los métodos de investigación del Rorschach, habían incluido mayor énfasis en las hipótesis de
las bases teóricas y en la orientación de constructo, incrementando la atención en los correlatos objetivos y
observables de las variables del Rorschach, utilizando métodos estadísticos meta-analíticos y considerando el
impacto del error Tipo II. Éstos y otros asuntos metodológicos en la investigación de Rorschach fueron aclarados
por Exner (1995), Meyer (1996) y Weiner (1995b). Con el paso de los años, los avances metodológicos han
confirmado una relación, inicialmente advertida por Holt (1967): la mejor calidad de investigación del Rorschach,
es medida por la adecuación de los métodos empleados; lo más probable es que produzca resultados que tienen
un seguro respaldo de la validez del instrumento
Un poco más lejos en la iniciativa científica, los siguientes 10 años a las críticas de Zubin, Eron y Schumer (1965)
fue el hecho que los propios clínicos e investigadores del Rorschach, en su creatividad, por mucho tiempo se
habían convertido en su propio enemigo. Beck (1968) describió esta contraproducente situación de la siguiente
manera: "Actualmente, la situación del Rorschach es un caos de visiones y cacofonía de sonidos. Con pocas
excepciones, tan lejos, como puedo juzgar de los informes publicados que evalúan el material del Rorschach,
todo el que usa la prueba, hace lo que está justo frente a sus propios ojos" (p. 131).
Posterior a la observación de Beck, Exner (1969; ver también Exner, 2003, cap. 2) confirmó en los años setenta
con los datos de encuesta del RIM, que se habían desarrollado en los Estados Unidos no sólo los cinco sistemas
más importantes de Beck, Klopfer, Hertz, Piotrowski y Rapaport / Schafer, sino también un número casi infinito de
variaciones idiográficas y combinaciones en la administración y los métodos de puntuación empleados por clínicos
individuales. Con esta enorme variabilidad en cómo los datos del Rorschach estaban siendo obtenidos y
codificados, fue un pequeño asombro validar las conclusiones de investigación que habían dejado de acumularse
a pesar del gran volumen de publicaciones.
Para superar este serio obstáculo de la suficiente demostración psicométrica del Rorschach, Exner (1974)
desarrolló el Sistema Comprehensivo de Rorschach. Como se señaló anteriormente, la guía principal para
desarrollar el Sistema Comprehensivo fue producir un enfoque racional, seguro y estandarizado para administrar
el instrumento y codificar las respuestas. Exner creyó que la estandarización de los tipos de datos utilizados en la
investigación del Rorschach - asegurar por ejemplo, que el M:SumC y X+% de un examinador, represente
exactamente el mismo M:SumC y X+% de otro examinador - resultaría en la acumulación de conclusiones
seguras, que demostraría el robusto método de manchas de tinta. Los datos en curso, como se resume luego, han
justificado su creencia.
Datos disponibles
La solidez psicométrica de un instrumento de medición es determinar si: (a) examinadores entrenados pueden
lograr alcanzar un razonable acuerdo en lo que concierne a la puntuación de sus variables, (b) los cálculos
aproximados de su confiabilidad indican que provee una razonable exactitud de la información, es decir, los
puntajes obtenidos tienen un error de discrepancia mínimo y se aproximan a un efectivo o verdadero puntaje, (c)
sus demostrados corolarios identifican los propósitos para los que es razonablemente válido y (d) hay datos
normativos suficientes con respecto a estadísticos descriptivos de varios tipos de población (Anastasi & Urbina,
1997, capítulos 3- 6; Weiner, 1996). El RIM, cuando se administra y codifica de acuerdo con el Sistema
Comprehensivo, satisface cada uno de estos cuatro requisitos psicométricos.
Para examinar brevemente las pruebas respecto a esto, las conclusiones en las investigaciones informan que, en
primer lugar, todas las variables codificadas por el Sistema Comprehensivo puede ser codificadas con un sólido
acuerdo interclase (ver Meyer et al., 2002, Tabla 1). Segundo, la buena confiabilidad ha sido documentada para el
sumario de puntajes del Rorschach en una serie de estudios, tanto en niños como en adultos, extendiéndose por
intervalos de unos pocos días hasta 3 años (Exner, 1999; Exner & Weiner, 1995 pp. 21- 27; Viglione & Hilsenroth,
2001, Tabla 1). Entre adultos, casi todas las variables codificadas en el Sistema Comprehensivo y
conceptualizadas en como se relacionan con características de rasgos, muestran a corto y largo plazo una
cuantiosa estabilidad con las correlaciones de retest superiores a .75. Las cuatro variables de puntajes con mejor
alcance interpretativo han obtenido correlaciones retest de .90 o más en un periodo que comprende entre 1 a 3
años en no pacientes adultos (Puntuación D, X-%, Afr y SumT) y otras 15 importantes puntajes de variables han
tenido entre 1 a 3 años correlaciones retest de .85 a .89 (R, X+%, Xu%, M, SumPondC, EA, FC, SumV, FD,
3r+(2)/R, 2AB+Art+Ay, Zf , a, SumBruta6 y SumPond6). Solamente dos variables muestran una baja consistencia
de correlación retest en adultos no pacientes, Movimiento Inanimado (m) y Sombreado Difuso (Y); ambas
tradicionalmente conceptualizadas como índices de estrés situacional. Otras dos puntuaciones que serian
relativamente poco estables son la Estimulación Sufrida (es) y, tanto la CF como la C. En el caso de la es, resultan
modestas las correlaciones retest ya que incluye las variables situacionales m e Y entre sus seis componentes.
Con el tiempo las diferencias en CF y C son compensadas por el hecho que la combinación de las variables
CF+C, son un indicador del uso relativamente inmodulado del color, siendo bastante estable con 1 año de
correlación retest, llegando a .81.
En niños y adolescentes, los estudios retest, después de 3 semanas, identifican una estabilidad similar a los
coeficientes encontraron en adultos. Cuando se vuelven a examinar después de un período de 2 años, sin
embargo, los niños pequeños muestran una fluctuación considerable en los puntajes del Rorschach. Sin embargo,
estas fluctuaciones disminuyen significativamente con el tiempo. Cuando los sujetos jóvenes se hacen más
adultos, demuestran regularmente una creciente consistencia a largo plazo en sus protocolos de Rorschach,
paralelamente a lo que sería esperado teniendo en cuenta la consolidación gradual de las características de
personalidad que ocurre durante los años de desarrollo. Entre las edades de 14 a 16 años, con un retest de 2
años, los adolescentes exhiben el mismo nivel de la estabilidad que los adultos (Exner, Thomas & Mason, 1985).
El interés ha sido planteado solo en algunos aspectos de la confiabilidad del Rorschach, porque las correlaciones
retest han sido publicadas solamente para una parte de las variables codificadas en el Sistema Comprehensivo
(Garb, Wood, Nezworski, Grove & Stejskal, 2001). Viglione e Hilseuroth (2001) han señalado esta preocupación,
apuntando más a las supuestas "inexistentes” correlaciones retest que involucran dos tipos de variables: variables
compuestas para las que los datos de confiabilidad están disponibles para sus partes componentes o variables
que no ocurren con la suficiente frecuencia para tener en cuenta un significativo trato estadístico. Por ejemplo, la
Proyección de Color (CP) es raramente codificada lo que podría indicar una frecuencia del cero, en una muestra
de personas testeadas dos veces. Si ese fuera el caso, la primera prueba predeciría perfectamente a la segunda,
pero la correlación da como resultado 1.00, lo que tendría poca importancia para el cálculo aproximado de
confiabilidad.
La demostrada confiabilidad retest que ocurre con regularidad en las variables del Rorschach, tiene una
significancia interpretativa para las dimensiones de rasgo de la personalidad, como también en el acuerdo de
importantes implicancias intervariables y validez del instrumento. Los sustanciales coeficientes de estabilidad
indicados para la mayoría de las variables del Rorschach, no podrían haberse conseguido sin el adecuado
acuerdo de las personas que codificaron los protocolos usados en los estudios de retest. El grado con que dos
juegos de puntajes tienen correlación es siempre estadísticamente limitado por como lo son. En cuanto a la
validez, el hecho que conceptualizaciones de variables del Rorschach, que son medidas de rasgos de carácter,
indican una alta correlación retest, mientras que las correlaciones retest de variables consideradas medidas de
características situacionales, tengan correlaciones muy bajas; otorga a la interpretación de validez de constructo,
como índices de dimensiones de rasgos y a las últimas variables, como índices de estados de personalidad. En la
misma línea, el hecho que dos años de correlación retest, gradualmente aumenta durante la infancia y la
adolescencia, valida el RIM como una medida capaz de reflejar el desarrollo progresivo en la consolidación de la
personalidad.
En tercer lugar, respeto a los asuntos adicionales de la validez, significan conceptual y prácticamente correlatos
útiles para las numerosas variables del Rorschach que han sido demostradas en una serie global y enfocada de
estudios meta-analíticos reportados entre los años 1986 y 1999. El más reciente y extensivo de los estudios
globales meta-analíticos, Hiller, Rosenthal, Bornstein, Berry y Brunell-Neuleib (1999; ver también Rosenthal, Hiller,
Bornstein, Berry & Brunell-Neuleib, 2001) analizan una muestra aleatoria de Rorschach y de MMPI (Inventario
Multifacético de Personalidad de Minnesota) en estudios de investigaciones entre los años 1977 y 1997, que
incluyeron 2.276 protocolos de Rorschach y 5.007 protocolos de MMPI. La muestra fue limitada a estudios que se
habían basado en una razonable expectativa de asociaciones encontradas entre variables y, en las que al menos
una de ellas no era una puntuación de la prueba. El análisis por Hiller y colegas (1999) produjo coeficientes de
validez con un peso medio bajo .29 para variables de Rorschach y de .30 para variables del MMPI. Estos
investigadores concluyeron que esos efectos de medida (a) demuestran una equivalencia general en la validez del
RIM y el MMPI, (b) justifican la confianza en usar ambos instrumentos para los propósitos planteados y (c) "son
tan grande como puede ser esperado para pruebas de personalidad" (p. 291).
Dos estudios de importancia con enfoques meta-analíticos son informados por Meyer y Handler (1997) y Bornstein
(1999). Meyer y Handler, revisando 20 efectos de medida para la Escala de Clasificación de Pronóstico de
Rorschach en 752 personas evaluadas al comienzo de la terapia, encontraron un coeficiente de validez medio de
.44 para predecir las clasificaciones, independientes de resultado del tratamientos un año después. Bornstein
encontró un coeficiente de validez medio de .37 para 21 efectos de medida en la predicción observada
independientemente de la dependencia relativa de los comportamientos con la Escala de Dependencia Oral de
Rorschach. Meyer y Archer (2001) resumen éstos y otros enfoques meta-análisis globales, dirigiendo la validez de
variables del Rorschach, MMPI y WAIS. Sobre la base de la integración de los datos disponibles, Meyer y Archer
concluyeron lo siguiente:
En general, cuando las tres pruebas son puestas sobre una base metodológica comparable, que excluye la validez
concurrente producida por una prueba alternativa del mismo tipo, el Rorschach, MMPI y el WAIS obtienen, en general,
cálculos similares aproximados de validez global, cayendo en el rango que alcanza entre .25 y .35. Aunque los efectos de
medida no son dramáticos, ello no tiene importancia. Por ejemplo, estos efectos son inicuos del tamaño de medida, como
aquellos encontrados para la eficacia de la psicología, educación y tratamientos conductuales o para la extensión con que
los terapeutas y clientes coinciden en variables de tratamiento. (p. 490)
Información adicional con respecto a la validación de variables individuales del Rorschach pueden encontrarse en
los volúmenes del Sistema Comprehensivo (Exner, 1991, 2003; Exner & Weiner, 1995). Una discusión adicional
de los asuntos involucrados para fijar la validez del Rorschach y de la base de investigación que demuestra la
utilidad de la evaluación del Rorschach, la presenta Viglione (1999), Viglione e Hilsenroth (2001) y Weiner (1996,
1999a, 2001a). Weiner (1997a) resumió las implicancias de estas conclusiones de investigación para las
siguientes cuatro áreas de evaluación de relevancia clínica:
1. Con respecto a la descripción de la personalidad, el RIM provee una base bien validada para describir
muchos aspectos de la estructura de personalidad y una rica fuente de hipótesis para describir numerosos
aspectos de la dinámica de personalidad.
2. Con respecto a la diagnosis diferencial, el RIM ha demostrado ser de gran ayuda para diagnosticar las
variadas condiciones que involucran patrones específicos de funcionamiento de la personalidad y tiene el
potencial de facilitar la diagnosis de cualquier condición que determina o contribuye a las distintivas
características de personalidad.
3. Con respecto a la planificación y evaluación del tratamiento, el RIM hace una buena contribución de
validación en los objetivos del tratamiento y los posibles obstáculos para progresar en psicoterapia,
seleccionar modelos apropiados de tratamiento y monitorear cambios y mejoras a través del tiempo.
4. Con respecto al pronóstico de la conducta, el RIM no es, por naturaleza, un instrumento predictivo y su uso
para predecir el futuro debe estar cautelosamente limitado a estimaciones de personalidad, basadas en
potenciales conductuales. Por otro lado, variables de rasgos del Rorschach sirven, probablemente para
proveer hábilmente pronósticos longitudinales exactos de estilos de personalidad, especialmente en adultos,
más que un particular comportamiento condicionado en gran parte por las características de personalidad o
involucrar influencias ambientales previsibles; es más probable que las variables del Rorschach logren cosas
mejores que un pronóstico casual, si esto llega a ocurrir.
A pesar de la acumulación de conclusiones empíricas que demuestran la confiabilidad y validez de las
conclusiones del Rorschach, hay críticos que están poco convencidos de la solidez psicométrica del instrumento.
Algunos han pedido una moratoria en la enseñanza y el uso de evaluación con Rorschach, en espera del
desarrollo adicional de su base de investigación (ver Garb, 1999; Lilienfeld, Wood, & Garb, 2000). Estos críticos
parecen inmunes a la persuasión de la gran cantidad de datos que atestiguan los méritos científicos del RIM y sus
enfoques apuntan a los resultados, en vez de apuntar a los estudios de investigación mal diseñados y a las
aplicaciones inapropiadas que se hacen de la prueba de Rorschach (ver Weiner, 2000a. 2000B). Parecen, de
forma semejante, desconocedores de la utilidad práctica de las conclusiones del Rorschach, que no existirían si
fuera un instrumento poco fiable o poco válido. En esta última mirada, investigaciones bien diseñadas en una
variedad de settings continuos, con una regularidad para afirmar la utilidad del RIM, proveen la valoración eficaz
de las características de personalidad y facilitar la toma de decisiones, diagnósticos diferenciales, planificación y
evaluación de tratamientos (Ganellen, 1996, 2001; Meloy, Acklin, Gacono, Murray, & Peterson, 1997; RitzIer,
Erard, & Pettigrew, 2002; Weiner, 1999b; Weiner 2003a). Estas opiniones han sido recogidas en la edición del
Anuario de Mediciones Mentales, en que Hess, Zachar y Kramer (2001) llegan a la conclusión que "El Rorschach,
empleado con el Sistema Comprehensivo, es la mejor prueba de personalidad que sus adversarios están
dispuestos a reconocer " (p. 1037).
Definitivamente, con respecto a la importancia de los suficientes datos normativos, el Sistema Comprehensivo de
Rorschach suministra una detallada estadísticas descriptivas para cada una de las codificaciones de sus variables,
sobre una muestra de 600 adultos no pacientes de entre 19 a 69 años, examinados en varios lugares de Estados
Unidos, que incluye un 18% de personas afro-americanas, asiáticas-americanas e hispanas; sobre 1.390 niños y
adolescentes, subdivididos en grupos de edad de entre 5 a 16 años; sobre 535 pacientes ambulatorios adultos con
una gran variedad de síntomas y sobre 601 pacientes psiquiátricos hospitalizados, incluyendo 328 personas con
una primera admisión en esquizofrenia y 279 personas diagnosticados con trastorno depresivo severo (Exner,
2001, cap. 11).
Debido a que estos datos de referencia fueron recolectados principalmente entre 1973 y 1986, es razonable
preguntarse si reflejan suficientemente los cambios sociales o etarios desde ese tiempo y sugiere que el RIM, de
la misma manera que otros instrumentos de evaluación, requiera periódicamente ser reformado. Estudios
normativos dirigidos recientemente en California con 100 niños no pacientes y 123 adultos no pacientes, muestran
algunas diferencias respecto de los datos de referencia del Sistema Comprehensivo (Hamel, Shaffer, & Erdberg,
2000; Shaffer, Erdberg, & Haroian, 1999), como lo encontrado en conclusiones preliminares de estudios en
protocolos de Rorschach de pacientes recogidos en 12 países diferentes (Erdberg & Shaffer, 1999, 2001). Wood,
Nezworski, Garb y Lilienfeld (2001) han llegado a la conclusión que estos datos, actualmente disponibles de las
normas del Sistema Comprehensivo, son en general inexactos y que, probable y particularmente
sobrepatologizan; resultando en inferencias excesivas de desorden psicológico, cuando realmente no están
presentes.
Sin embargo, las conclusiones de Wood y sus colegas (2001) han sido prematuras e injustificadas en tres
aspectos. Primero, las similitudes entre los datos de California y las normas del Sistema Comprehensivo superan
lejos las diferencias entre ellos. Además, se entrega una elabora discusión de las consideraciones transculturales
en el capítulo 2, las impresionantes semejanzas en los datos estructurales del Rorschach también se caracterizan
en las muestras internacionales. Segundo, las diferencias encontradas parecen atribuibles, por lo menos en parte,
a las diferencias de los niveles educacionales de los participantes de las muestras, en cómo son lo
suficientemente representativos de la población de la que fueron extraídos, en cómo estaban seriamente
comprometidos en la tarea del Rorschach y en cómo continua y sistemáticamente fueron examinados y, por
último, en los niveles de experiencia de los examinadores que aplicaron las pruebas (ver Weiner, 2001b).
Tercero, actualmente está en proceso un proyecto de re-estandarización para el Sistema Comprehensivo en una
muestra demográficamente representativa de los Estados Unidos, que está siendo evaluada por examinadores
experimentados que proceden con un cuidadoso y uniforme conjunto de instrucciones.
Exner (2002) recientemente publicó las conclusiones para los primeros 175 participantes de este proyecto de reestandarización. A pesar del paso del tiempo, desde que los originales datos del Sistema Comprehensivo fueron
recolectados y a pesar de las preocupaciones que estos datos pueden ser más exactos; se encontró que los
nuevos descubrimientos se parecían a las normas existentes que Exner publicó en el 2001. La particular
importancia en la recolección de datos en esta re-estandarización, hasta ahora fue la ausencia de cualquier
indicación de sobrepatologización. En esta nueva y cuidadosa recolección de datos, solamente uno de los 175 no
pacientes, indicaba en el Sistema Comprehensivo una elevación del Indice de Desorden Percepción- Pensamiento
(PTI > 2), un 16% de elevación para el Indice de Depresión (DEPI > 4) y solo un 6% indicaban deficiencia en el
índice de Inhabilidad Social (CDI > 3).
En concordancia con los datos de confiabilidad retest con el Sistema Comprehensivo, los datos normativos
proveen también implícitamente la validación de la evaluación del Rorschach. Los cuatro grupos de adultos en los
datos de referencia de Exner (2001) - no pacientes, pacientes ambulatorios, personas hospitalizadas con
desorden depresivo mayor y personas hospitalizadas con primera admisión para esquizofrenia - pueden ser
tomados como representativo de un continuo creciente de disturbio psicológico. Como lo escrito en el capítulo 5,
dos aspectos claves de indicio de disturbio psicológico en el Rorschach son el X-% (índice de la reducción del
sentido de realidad del sujeto) y SumPond6 (índice de desorden de pensamiento). Si el X-% y SumPond6 son
medidas válidas de disturbio, ello podría aumentar en forma lineal en los cuatro grupos de referencia. Consistente
con esta expectativa, el valor promedio para X-% aumenta de .07 en no pacientes a .16 en pacientes
ambulatorios, .20 en pacientes hospitalizados deprimidos y .37 en pacientes esquizofrénicos hospitalizados. Los
promedios de la SumPond6 para estos cuatro grupos, respectivamente, son 4.48, 9.36, 18.36 y 42.17 (Exner,
2001, cap. 11).
En conclusión, este capítulo introductorio ha identificado cinco aspectos de la evaluación del Rorschach, que
definen la naturaleza básica del instrumento:
1. El RIM tiene características de una medida tanto objetiva como subjetiva.
2. Sirve tanto como una medida de percepción, como de una medida de asociación.
3. Fija tanto la estructura como la dinámica de personalidad.
4. Funciona no sólo como una prueba, sino también como un método multifacético de recolección de datos
sobre procesos de personalidad.
5. Se basa en una sólida fundamentación psicométrica.
Estas características puntuales, subyacen a los principios de interpretación del Rorschach presentados en los
siguientes capítulos.
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