Subido por eduardo.vazz12

resumen litiasis renal

Litiasis urinaria
● Esta enfermedad afecta de 1 a 5% de la población en países industrializados con un
riesgo a lo largo de la vida de padecerla de 10 a 20%.
● Una característica del padecimiento es su recurrencia, que es hasta de 50%
después de cinco años del cuadro de litiasis inicial.
● Es más común en individuos de raza blanca que en los de raza negra. La mayor
incidencia ocurre entre los 20 y 50 años de edad, y es 2 a 3 veces más común en
varones que en mujeres
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La litiasis se puede dividir en cálcica y no cálcica, de acuerdo con su composición. Los cálculos de
calcio pueden ser de oxalato o de fosfato. Las anormalidades más encontradas en la litiasis cálcica
son hipercalciuria, hiperoxaluria, hiperuricosuria, hipocitraturia, hipomagnesuria o la combinación
de ellas.
En los casos de litiasis no cálcica se encuentran los siguientes:
Litos de ácido úrico. Comunes en la enfermedad gotosa o como resultado de sobreproducción de
purinas (estados mieloproliferativos, malignidad, diarrea crónica, bypass digestivos que causan
pérdida de bicarbonato); en estos casos el pH urinario característico es ácido, por debajo de 5.5 y
existe hiperuricosuria importante.
Litos de cistina. La cistinuria es un error innato del metabolismo de carácter autonómico recesivo,
donde existe una baja solubilidad de la cistina en la orina y una excesiva excreción renal;
asimismo, se altera el transporte de otros aminoácidos como la ornitina, lisina y arginina. El pH
característico también es ácido debido a que la solubilidad de la cistina se incrementa al elevarse
el pH, y al igual que los litos de ácido úrico, los de cistina son típicamente radiolúcidos en las placas
simples de abdomen.
Litos de estruvita o infecciosos. También denominados coraliformes o en astas de venado, son tres
veces más comunes en mujeres que en hombres. La estruvita es fosfato de amonio y magnesio,
pero pueden estar combinados con fosfato, oxalato o carbonato de calcio. Se atribuye su origen a
infección por bacterias productoras de ureasa, una enzima capaz de desdoblar la urea y producir
amonio y bicarbonato, con lo cual el pH urinario se torna alcalino y con ello se favorece la
precipitación de los cristales. Se encuentran en pacientes con infecciones crónicas, así com
aquellos con alteraciones anatómicas o funcionales del tracto urinario que favorecen la estasis de
la orina (derivaciones urinarias, vejiga neurogénica, divertículos).
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Causas
En la práctica médica, en la mayoría de los casos no es fácil identificar una causa específica para la
formación de cálculos urinarios. En un bajo porcentaje sí es posible identificar alteraciones
metabólicas del calcio, como en el hiperparatiroidismo, del ácido úrico en casos de hiperuricemia,
o la presencia de infecciones por bacterias que desdoblan urea y que son la causa de la formación
de litos de estruvita.
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Para que se integre un cálculo es necesario que la orina esté saturada, lo cual depende a su vez de
la concentración de soluto, potencia iónica y formación de complejos. Existen cinco tipos
principales de cálculos urinarios: oxalato de calcio, fosfato de calcio, estruvita (fosfato amónico de
magnesio), ácido úrico y cistina. Los tipos más frecuentes se componen de oxalato de calcio o
fosfato (85%) y por esa razón la mayor parte de los cálculos es radiopaca.
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Los cálculos de ácido úrico pueden ser radiolúcidos, aunque muchas veces se componen de una
combinación de ácido úrico y oxalato de calcio, por lo que son radiopacos. Los cálculos de cistina
tienen a menudo apariencia de vidrio esmerilado con bordes lisos y son radiolúcidos.
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Existen factores de riesgo bien conocidos y establecidos para la formación de cálculos;
Geografía. La incidencia es mayor en regiones pobladas por personas de raza blanca o asiáticos,
mientras que es menor en negros y nativos
Clima. Las personas que habitan zonas cálidas tienen mayor probabilidad de presentar cálculos
debido a deshidratación
Actividad física. Aquellos individuos sedentarios tienen mayor riesgo de la enfermedad, ya que las
personas activas y bien hidratadas expulsan los litos de escaso volumen, los cuales en la mayoría
de los casos son imperceptibles.
Dieta e ingesta de líquido. La ingesta de líquidos es el factor más importante. La producción de un
adecuado volumen urinario arrastra los cristales e impide la formación de cálculos, de tal manera
que hay que insistir en un incremento importante del consumo de agua y con ello de la uresis. Los
alimentos ricos en grasas saturadas, proteínas (carnes rojas), lácteos y la ingesta elevada de
cloruro de sodio, también desempeñan una función muy importante en el origen del
padecimiento; la recomendación debe ser no eliminar estos productos también esenciales, sino
consumirlos con moderación o en bajas cantidades.
Sexo y edad. Como ya se mencionó, la incidencia y prevalencia de la enfermedad es mayor entre
los 20 y 50 años de edad, con una predominancia del sexo masculino de 2-3 a 1.
Historia familiar. La incidencia, prevalencia y recurrencia es mayor en pacientes con antecedentes
familiares de litiasis. Se trata de un defecto poligénico con penetración parcial. Existen algunos
desórdenes hereditarios que promueven el desarrollo de cálculos como la acidosis tubular renal, la
cistinuria y la xantinuria.
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La hidratación insuficiente es otro factor dietético muy importante en el desarrollo de cálculos
urinarios. Debe alentarse a los formadores de cálculos a beber suficiente líquido para mantener la
orina clara o amarilla clara en todo momento, con el objetivo de producir al menos 2 500 mL de
orina al día. El consumo excesivo de proteína animal y sal (más de 3 500 mg al día), así como la
ingestión dietética restringida de calcio, son otros factores de riesgo importantes para la litiasis.
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Los factores genéticos contribuyen al desarrollo de litiasis. Se considera que 50% de las litiasis por
calcio tiene un componente genético, pero algunos tipos están genéticamente mejor
caracterizados. Por ejemplo, la cistinuria es un trastorno recesivo autosómico. Las personas
homocigotas tienen una excreción mucho mayor de cistina y con frecuencia sufren muchos
episodios recurrentes de litiasis. La acidosis tubular renal distal puede transmitirse como rasgo
hereditario y la urolitiasis aparece hasta en 75% de los pacientes con este trastorno.