Subido por Shantal Jara

G1S3IMUNO (3)

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UNIVERSIDAD DE CUENCA
FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS
CARRERA DE MEDICINA
INMUNOLOGÍA
RESPUESTA INMUNOLÓGICA INNATA
AUTORES
Heredia Veloz Eduardo Josué
Hidrovo García Jair Francisco
Jara Meza Shantal Josefina
Maldonado Cedillo María Paula
Martínez Vintimilla Nicolas Mateo
DOCENTE
Dr. Goethe Salomon Sacoto Flores
Cuenca – Ecuador
2021
RESPUESTA INMUNOLÓGICA INNATA
Al momento en que un agente, sea o no infeccioso, trata de perturbar la homeostasis
de un individuo, el primer mecanismo de respuesta rápida es la inmunidad innata, y
con ella las barreras químicas, mecánicas y físicas, van a evitar que este agente
ingrese, actuando de forma pasiva y activa. De esta respuesta, también deriva una
cascada de actividades mediada por un sin número de grupos celulares, que se
tratarán de explicar en este documento.
La respuesta inmunológica innata responde rápidamente a cualquier agente. Para ello
presenta unas barreras que actuarán, de forma pasiva y activa, para evitar el ingreso
de patógenos y reconocerán el patógeno y del daño celular. Además, crea una
respuesta inflamatoria que facilita el reclutamiento de células y la activación de la
cascada del complemento que destruye gran número de patógenos. Este sistema de
complemento también puede tener vía alterna que se activa de manera continua y
espontanea para eliminar los gérmenes hasta que los anticuerpos específicos se
presenten (1).
En primera línea de esta respuesta están las barreras, que se clasifican en tres:
físicas, mecánicas y químicas. Las barreras físicas poseen uniones intercelulares
para evitar el paso de agentes agresores; por ejemplo, la piel y las mucosas. Las
barreras mecánicas se encargan de eliminar el patógeno a partir de algún movimiento;
por ejemplo, arrastre de microorganismos por la orina o por el lagrimeo. Por último,
las barreras químicas van a actuar directamente sobre el epitelio para dar esta
protección; tal es el caso del pH anatómico y secreciones. Las secreciones pueden
tener actividades bacteriostáticos y bactericidas, conjunto a moléculas de
reconocimiento o interferones para bloquear la replicación viral. Es importante
destacar que los tejidos y órganos pueden no caracterizarse por solo una barrera; por
ejemplo, la piel va a ser una barrera física, química y microbiológica (2).
Cabe destacar que en los seres humanos existen diversas interacciones simbióticas
con microorganismos que resultan en respuesta inmunológica innata. Al
conglomerado de microorganismos en nuestro cuerpo se le conoce como microbiota,
y es muy importante debido a que este mutualismo da la supervivencia a la especie.
La microbiota va a inhibir el desarrollo de otras poblaciones de microorganismos
patógenos para evitar una competencia de espacio y recursos energéticos. Además,
el organismo es capaz de captar patógenos mediante un número limitado de
receptores que reconocen las estructuras moleculares conservadas en la naturaleza,
estos son los patrones moleculares PAMP y DAMP, que se asocian a patógenos y
daño respectivamente; y estos serán reconocidos por los PRR.
Los PAMP son compartidas por distintas clases de microbios, pero cada tipo va a
expresar distintos PAMP (3). Estos patrones tienen pocos cambios estructurales
evolutivamente, son compartidos por varios microorganismos y están asociadas a
procesos para la supervivencia frente al microorganismo o patógeno. Estos patrones
se van a encontrar en las paredes bacterianas y fúngicas, y en el material genético
viral o bacteriano. Los DAMP, por otro lado, van a reconocer las moléculas propias
qué son producto de una muerte o daño celular causado por infecciones o lesiones
(3); con el objetivo de detectar los efectos nocivos y el daño tisular. Sin embargo, el
incremento de concentración sérica de estos patrones va a estar asociada con
enfermedades inflamatorias.
Por otra parte, los receptores de reconocimiento de patrones van a dividirse en tres
categorías: los secretorios como surfactantes, PCR, lectinas y amiloide sérica; los
endocíticos que reconocen a la manosa y galactosa; y los de señalización que
reconocen a los TLR. Asimismo, se los puede clasificar según su localización:
Citoplasmático, membranales y séricos.
Los PRR citoplasmáticos
Dentro de esta clasificación, reconocemos a los Receptores tipo NOD o NLR que
están formados por más de 20 proteínas citoplasmáticas cuenta con un LRR para el
reconocimiento del ligando, un segundo dominio NOD que le da el nombre y el tercer
dominio que los clasifica en subfamilias CARD y PYD.
Por su parte la Familia CARD, permite mediar la señalización a través de la
activación de caspasas inflamatorias, incluyen los receptores NOD1 y NOD2. El
NOD1 reconoce el meso-DAP presente en el peptidoglicano de las bacterias
gramnegativas y algunas grampositivas, y se puede activar en infecciones causadas,
ejemplo, Escherichia coli. El NOD2 reconoce muramildipéptido presente en el
peptidoglicano de las bacterias gramnegativas y grampositivas, por ejemplo,
Streptococcus pneumoniae y Mycobacterium tuberculosis.
En la Familia PYD sus receptores permiten la formación del inflamasoma. El NLRP1
permite la unión de la caspasa 1, formando el complejo NLRP- ASC-caspasa 1. El
NLRP3 es necesario para la activación del inflamasoma y la caspasa 1 en respuesta
a ligandos de TLR, RNA bacteriano y DNA viral y componentes de las paredes
bacterianas de S. flexneri, L. monocytogenes y Staphylococcus aureus.
Receptores tipo RIG
Son receptores que tienen como ligandos moléculas de RNA. El RIG-1 reconoce la
presencia de dsRNA corto menor a 1kb provenientes de virus de la influenza, rabia,
hepatitis C. El MDA-5 reconoce dsRNA mayor a 2kb de polio virus, hepatitis A y
dengue.
Los PRR Membranales
Receptores tipo Toll o TLR
Son un conjunto de receptores transmembranales que reconocen PAMP, se localizan
en los dos lados de la membrana y pueden ser: extracelulares con dominio LRR (TLR1, TLR2, TLR-4, TLR-5, TLR-6 y TLR-11) e intracelulares con dominio para IL1 (TLR3, TLR-4, TLR7, TLR-8 y TLR-9). Los TRL requieren moléculas adaptadoras como
MyD88, Mal, MD1, MD2, TRIF, TIRAP/MAL para iniciar la cascada de activación de
factores de transcripción NF-KB para procesos de activación, inflamación y
supervivencia celular y IRF que actúan en la respuesta antiviral.
Entre las funciones de los TRL se encuentra: induce la expresión de selectinas,
quimiocinas y sus receptores, regula la activación del inflamasoma y estimula la
producción de citocinas en la modulación de la respuesta adaptativa. Su activación
inapropiada puede desencadenar mecanismos de evasión en la respuesta inmune,
por ejemplo, el VIH se potencia a través de TLR-2. También están involucrados en
enfermedades inflamatorias como es el caso de la generación de polimorfismos en
TLR2 asociados con la formación de la placa de ateroma y polimorfismos en TLR4 Y
TLR9 relacionados con la enfermedad de Crohn.
Se menciona que estrés causado por una infección o el estrés psicológico excesivo
activan receptores TLR-4, el factor de transcripción NF-kB, el inflamasoma NLRP3 y
la secreción de IL 1 y IL6. Esto genera síntomas característicos de la depresión como
disforia y anhedonia. (4)
Receptor Scanvager
Expresadas principalmente en células fagocíticas, y son encargadas de reconocer
células apoptóticas y otro tipo de proteínas, ligando y ácidos. De la familia de CD 36
en especial la Scanvager tipo b1 que aparte de contribuir a varios procesos
metabólicos e inmunológicos, también están involucrados en la fisiopatología como la
aterosclerosis, inflamación, infección por el virus hepatitis C y entre otras (5).
Superfamilia Lectina tipo C
Hace referencia a varias proteínas que en su composición tienen uno o más dominios
de Lectina tipo C. Participan en el reconocimiento de patógenos, la fagocitosis y en
varios otros procesos. De esta familia destacan; el receptor de manosa (CD206),
Dectina-1, Dectina-2, DCL-1 (CD302), DC-SIGN y la Langerina (CD207), de la cual,
se ha demostrado su efectividad en la captura y eliminación de HIV (6).
Los Receptores de péptidos formilados
Se conoce en el ser humano a FRP1, FPR2 y FPR3 que son expresados
principalmente en neutrófilos y fagocitos mononucleares. Estos receptores al
reconocer diferentes DAMP o PAMP inducen quimiotaxis en los sitios de inflamación.
Los PRR séricos
Superfamilia Lectina tipo C
Las principales son las colectinas y las ficolinas, ambos con forma de racimo entre
sus diferencias las colectinas tienen dominios CRD, y las ficolinas que se diferencian
en la estructura de las colectinas, ya que tienen fibrinógeno como sitio de
reconocimiento.
Pentraxinas
Son una especie de “anticuerpos ancestrales” (8) de dos variantes las pentraxinas
pequeñas y grandes, entre las pequeñas, la proteína C reactiva se utiliza para la
prueba PCR de diagnóstico de sepsis neonatal temprana (7).
Siglecs
Lectinas similares a inmunoglobulinas con unión a ácido siálico o SIGLECS por sus
siglas en inglés, dentro de sus funciones participa en procesos de adhesión y
fagocitosis, antinflamatoria y atenúa el daño tisular por DAMP
Receptores para la FC de los anticuerpos
Reconocen motifs presentes en la llamada fracción cristalizable (FC) de los
anticuerpos, los receptores tienen motivos intracelulares tipo ITAM o ITIM. Entre
algunas de sus funciones están: La Endocitosis y Fagocitosis; La Citotoxicidad
mediada por anticuerpo; La activación y desgranulación de células, con la
consecuente liberación de mediadores inflamatorios; y La activación celular para la
producción de mediadores inflamatorios lipídicos, citocinas y quimiocinas.
LAS CELULAS DENDRÍTICAS
Las células dendríticas se encuentran entre la respuesta inmunitaria innata y la
adaptativa, estas se encuentran en inmadurez hasta el contacto con algún antígeno
que es cuando maduran y adquieren actividad coestimuladora, capacidad para
procesar antígenos, expresar moléculas del MHC-11 e ir hacia el ganglio para hacer
que los linfocitos T específicos reconozcan, esta activación de las DC está mediada
por los TLR y dependerá de que tipo de TLR señalice la célula para activar un tipo
específico de DC. Así es como se puede tener una división en 4 tipos de células
dendríticas: Las convencionales, las células de Langerhans, los plasmocitoides y las
derivadas de monocitos.
Las células convencionales procesan y presentan los antígenos, estas migran desde
los tejidos periféricos hacia los ganglios linfáticos más cercanos donde se dividen en
CD11b+ y CD11 b-, estas últimas expresan CD103. Otro tipo de células
convencionales son las residentes en tejidos linfoides las cuales, se subclasifican,
según su expresión, de: CD4 y CD8α en DC CD4+, DC CD8α+ y DC CD4- CD8α-. El
trabajo que cumplen las DC CD8α+ es la presentación de antígenos y la activación
de linfocitos específicos. Las células de Langerhans por su parte, se encuentran en
el tejido tegumentario e igualmente migran hacia los ganglios para presentar
antígenos, se diferencian de las anteriores por derivar de una población
mielomonocítica de la piel, están originadas a partir de macrófagos en etapas de
desarrollo embrionario.
Por su parte las CDP (pDC) o los plasmocitoides tienen un origen linfoide, su nombre
se debe a su peculiar parecido a las células plasmáticas, morfológicamente hablando.
Se encuentran distribuidas por el tejido linfoide, mucosas y el parénquima de los
órganos, tienen una función fagocitaria y, en respuesta a algunos virus, pueden
expresar grandes cantidades de IFN 1 (9). Para terminar, en procesos de inflamación
los monocitos pueden diferenciarse en DC; sin embargo, estas son diferentes a las
otras, pero conservan la capacidad de presentar antígenos.
LINFOCITOS Tγδ
Son los encargados de conectar la respuesta innata y adaptativa, son el 5% de los
linfocitos periféricos y su principal diferencia es la falta de polipéptidos αβ en las
cadenas del TCR. Se activan rápidamente en las infecciones y son más efectivos con
los macrófagos, pues producen IFN-γ; además de esto, varios estudios han
confirmado la capacidad de estos linfocitos para reconocer compuestos sintetizados
por ciertas bacterias, que forman estructuras esenciales para los seres vivos.
NEUTRÓFILOS Y TRAMPAS EXTRACELULARES DE NEUTRÓFILOS (NET)
Estas células se reúnen en el sitio de infección, por la llamada de los macrófagos de
los tejidos y otras células circundantes, son la primera línea de defensa. La respuesta
antimicrobiana de estas células tiene tres pasos: 1. fagocitosis y muerte intracelular
del patógeno; 2. degranulación del contenido y liberación de moléculas
antimicrobianas en el sitio de la infección microbiana, y 3) formación de NET, que
significa la liberación del contenido nuclear del neutrófilo al espacio extracelular. A
pesar de estos pasos, no siempre son destruidos pues también tienen efecto protector
sin actividad microbicida. Los NET son esenciales en la eliminación de patógenos
grandes, como es el caso de las hifas de los hongos.
Bibliografía
1. Nozal P, López-Trascasa M. Autoanticuerpos frente a proteínas de la vía
alternativa del complemento en enfermedad renal. Nefrología (Madr.). 2016;
36(5).
2. Nguyen A, Soulika A. The Dynamics of the Skin's Immune System. Int J Mol
Sci. 2019; 20(8).
3. Elsevier Connect. Especificidad de las inmunidades innata y adaptativa
[Internet]. ELSEVIER. 2018 [citado 2021 Jun 10]. Disponible en:
https://www.elsevier.com/es-es/connect/medicina/Education-Inmunologiainmunidades-innata-y-adaptativa
4. Ramírez LA, Pérez-Padilla EA, García-Oscos F, Salgado H, Atzori M, Pineda
JC. Nueva teoría sobre la depresión: un equilibrio del ánimo entre el sistema
nervioso y el inmunológico, con regulación de la serotonina-quinurenina y el
eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal. Biomédica [Internet]. 2018;38(3):437–50.
Disponible en: http://www.scielo.org.co/pdf/bio/v38n3/0120-4157-bio-38-0300437.pdf
5. Shen WJ, Asthana S, Kraemer FB, Azhar S. Scavenger receptor B type 1:
expression, molecular regulation, and cholesterol transport function. J Lipid
Res. 2018 Jul;59(7):1114-1131. doi: 10.1194/jlr.R083121. Epub 2018 May 2.
PMID:
29720388;
PMCID:
PMC6027903.
Disponible
en:
https://web.archive.org/web/20200309104202id_/https:/www.jlr.org/content/59
/7/1114.full.pdf
6. Mayr, L., Su, B., & Moog, C. (2017). Células de Langerhans: el "Yin y Yang" de
la restricción y transmisión del VIH. Tendencias en Microbiología, 25(3), 170–
172.
doi:
10.1016/j.tim.2017.01.009.
Disponible
en:
https://scihub.se/10.1016/j.tim.2017.01.009
7. Puello Ávila AC, Cataño Villegas AE. Utilidad de la proteína C-reactiva en la
sepsis neonatal temprana. Revista chilena de infectología [Internet]. 2021
Abr;38(2):169–77. Disponible en: https://scielo.conicyt.cl/pdf/rci/v38n2/07161018-rci-38-02-0169.pdf
8. Pavón L, Jiménez M, Garcés ME. Inmunología molecular, celular y traslacional.
1st ed. Barcelona: Editorial Wolters Kluwer; 2016.
9. Encalada-García C. Células dendríticas e interferones en el lupus eritematoso
sistémico. Revista Colombiana de Reumatología [Internet]. 2017;24(3):177–
84. Disponible en: http://www.scielo.org.co/pdf/rcre/v24n3/0121-8123-rcre-2403-00177.pdf
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