Tema 1: Destrezas sociales Las habilidades sociales: Son unas conductas específicas que usamos para relacionarnos con las demás personas. Se concretan en unos hábitos interiorizados que forman parte de la conducta habitual de una persona y que la capacitan para desenvolverse en cualquier contexto de interacción social. Las personas habilidosas socialmente suelen vivir de una manera placentera la interacción con los demás, y enfrentarse a situaciones nuevas no les causa ninguna tensión negativa. Estas se sentirán valoradas y respetadas y se encontrarán bien con ellas mismas. Las personas que presenten déficit en esta faceta mostrarán cierto temor en sus relaciones sociales y vivirán con gran estrés aquellas situaciones que supongan el contacto con personas nuevas o la incorporación a nuevos grupos. Destrezas que consideramos: Habilidades elementales: Se requieren para desenvolverse en situaciones cotidianas de interacción. Por ejemplo, iniciar una conversación… Habilidades necesarias para un mejor desempeño profesional. Ejemplo: aceptar reglas… Habilidades de gestión de conflictos. Destinadas a facilitar la convivencia y mantener la cohesión. Ejemplos capacidad para negociar … Habilidades de toma de decisiones vinculadas al desempeño profesional, también se exhiben en el ámbito personal, ejemplo: analizar problemas, valorar opciones… Habilidades relacionadas con la expresión de emociones y sentimientos: saber expresar los propios sentimientos y comprender los de los demás, expresar afecto y recibirlo… Habilidades para manejar el estrés. Necesarias para afrontar situaciones estresantes o de alta tensión y canalizarlas adecuadamente. Por ejemplo, el reconocimiento del factor estresante, el autocontrol… Mejorar nuestras destrezas sociales Las habilidades sociales también se adquieren y se van. Modelando según la socialización y la experiencia que dan los años, pero también, y esto es muy importante, mediante la formación y el aprendizaje. Para entrenar las habilidades sociales deberemos identificar los elementos: La competencia comunicativa. La inteligencia emocional. Las habilidades cognitivas... La autoestima. Valores éticos o morales: Son aquellos principios que llevan a la personas a obrar rectamente y de acuerdo con la propia conciencia Es importante que la adquisición de destrezas sociales y la mejora de la competencia relacional vayan siempre acompañadas del aprendizaje y la interiorización de valores morales que nos ayuden a hacer un buen uso de las habilidades adquiridas. Los valores se adquieren progresivamente durante el proceso de socialización y suelen estar relacionados con la etapa vital de la persona. La competencia comunicativa: Habilidad que tenemos las personas para comunicarnos de manera eficiente Comunicación: Proceso o secuencia de actos mediante los cuales se lleva a cabo el intercambio de información entre personas. Requiere la aparición de varios elementos: Una parte emisora, transmite la información. Una parte receptora, que la recibe. Un mensaje Un código Un canal donde transcurre. Un contexto Proceso comunicativo (tres fases) La codificación. La parte emisora quiere trasmitir un conjunto de ideas, hechos o pensamientos, para lo cual codifica un mensaje utilizando signos de su código linguistico. La descodificación. La parte receptora descodificará el mensaje recibido, de acuerdo con su código lingüístico, y realizará la interpretación del mensaje. La retroalimentación o feedback. Para que la comunicación se complete, la parte receptora emitirá un mensaje de respuesta hacia la parte emisora, que recibirá información de regreso. Con la generación de feedback, se produce un intercambio bilateral. Comunicación verbal. El mensaje que se emite a través de las palabras. Comunicación no verbal. Gestos, expresiones, etc.. ,que la persona emite, consciente o inconscientemente, y que tienen una gran importancia comunicativa. Los estilos de relación: se definen como el modo que cada persona tiene de interactuar con las demás. Estilo inhibido Finalidad: Evitar el conflicto, suelen ceder ante las ideas e intereses de los demás, anteponiéndolos incluso a los propios. La razón de esta conducta se origina en la falta de seguridad y en la baja autoestima (por no atreverse a mostrarlos, por creer que carecen de valor, por el temor a perder a las amistades o por el apuro de enfrentarse a los demás). Estilo agresivo Tienen como objetivo ganar a cualquier precio, quieren imponer sus ideas y que desprecian o menosprecian cualquier opinión diferente de la suya. Su comunicación es impositiva e intimidatoria Actitud de confrontación desmesurada, abusando de la crítica negativa, pero también recurriendo a la ofensa o la humillación Déficit elevado de habilidades sociales, que incapacita a la persona para relacionarse con otras de un modo socialmente adecuado o aceptable. Estilo asertivo Es la habilidad que tiene una persona para expresar sus ideas y deseos de una forma abierta y libre, sin atentar contra los de los demás. Expresan sus convicciones libremente, de manera argumentada, sin sentirse culpables o incómodas por ello, pero a la vez escuchan otras opciones, las respetan y las valoran, aunque no coincidan con la propia Estas personas muestran una gran seguridad en sí mismas El discurso suele ser fluido, natural, espontáneo sincero y altamente creíble. La emoción: Impulso involuntario, originado como respuesta a determinados estímulos, que desencadena conductas de reacción automática. Se distinguen seis categorías básicas de emociones: ira, miedo, alegría, tristeza, aversión y sorpresa, aunque el repertorio de emociones.es mucho más amplio: vergüenza, culpabilidad, envidia, etc. Las emociones pueden ser positivas o negativas según tengan consecuencias agradables o desagradables. También debemos considerar los sentimientos. Son estados afectivos, pero más estables y duraderos. Por ejemplo, la alegría es una emoción-intensa pero momentánea-, mientras que la felicidad es un sentimiento -estable y de larga duración-. Los estados de ánimo también condicionarán la competencia social. La emoción es una reacción o excitación, causada por un estímulo: Estímulos externos. Son los que se ven o se perciben en el medio Estímulos internos. Se generan en el pensamiento de la persona El control emocional: Es la capacidad que tenemos de regular la manifestación de nuestras emociones La inteligencia emocional: Capacidad de reconocer y gestionar las emociones propias y las ajenas. La inteligencia intrapersonal: Se orienta al reconocimiento y manejo de las propias emociones. Reconocimiento de las emociones propias. Supone la capacidad de detectar la presencia de una emoción y de identificar como se manifiesta Requiere un ejercicio de introspección (autoanalizarse) Manejo de las emociones propias. Una vez reconocidas las emociones, podremos gestionarlas adecuadamente, regulando su manifestación acorde a las circunstancias. La inteligencia interpersonal o social: Reconocimiento y gestión de las emociones de las demás personas. La empatía: Es la habilidad para entender las necesidades y sentimientos de otra persona, poniéndose en su lugar. No significa simplemente identificarlas, sino también comprenderlas desde la realidad de la otra persona. Requiere una actitud de predisposición y una sensibilidad especial que se puede entrenar, con resultados muy satisfactorios. Habilidades sociales: Tienen como finalidad el manejo adecuado de las emociones ajenas. Las personas emocionalmente inteligentes: Suelen ser positivas. Saben dar y recibir. Tienen empatía y son asertivas. Muestran altos niveles de motivación, ilusión e interés. Disponen de una mayor capacidad para superar las dificultades y las frustraciones. Suelen encontrar el equilibrio entre exigencia y tolerancia. Poseen suficiente grado de autoestima Habilidades cognitivas: todas las facultades que se ponen en funcionamiento para analizar y comprender la información recibida. En condiciones normales, aplicamos estrategias de pensamiento razonables, Por cuestiones emocionales, anímicas o de otro tipo, pueden surgir pensamientos que operan sobre la base de una realidad deformada, por lo que el resultado del procesamiento es distorsionado. Estrategias de pensamiento racional El pensamiento causal. Nos ayuda a determinar el origen o la causa de un problema. «¿cuál es el problema?». El pensamiento alternativo. Nos habilita para generar diferentes soluciones a un mismo problema. «¿Cómo lo puedo solucionar?». El pensamiento consecuencial. Valoramos las consecuencias de las soluciones propuestas: «¿Cuáles son las consecuencias de...?»; serían los pros y los contras. El pensamiento de perspectiva. Promueve la capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona, es decir, la empatía. «¿Cómo le afectará?» o «¿cómo se sentirá?» El pensamiento medio-fin. Consiste en fijarse unos objetivos y encontrar los medios para lograrlos, es decir , planificar y poner en práctica las soluciones elegidas. «¿Qué vamos a conseguir?» (los fines u objetivos). «¿Cómo vamos a conseguirlo?» (los medios). Los pensamientos irracionales o distorsiones cognitivas: Son aquellos esquemas equivocados en la interpretación de los hechos que dan lugar a una visión simplista o negativa. Podemos agrupar en diferentes categorías: Inferencia arbitraria. Consiste en extraer conclusiones de una suposición que no está respaldada por la experiencia. Abstracción selectiva. Se da cuando se seleccionan solamente los detalles negativos de una situación y se ignora el resto. Interpretación del pensamiento. Se refiere a la tendencia a interpretar sin base alguna los sentimientos e intenciones de los demás. Sobregeneralización. Consiste en extraer conclusiones generales a partir de un hecho aislado que, además, no guarda relación directa con aquellas. Personalización. Se produce cuando alguien se atribuye la culpa, sin pruebas, de ciertos acontecimientos. Descalificación de lo positivo. Consiste en quitar importancia a los aspectos positivos y buscar la lectura negativa. Pensamiento del todo o nada. Se fundamenta es considerar como fracaso cualquier logro que no responda a las expectativas máximas previstas. Los mecanismos de defensa: Son estrategias de seguridad que las personas activan, automática e inconscientemente, para protegerse frente a acontecimientos o pensamientos que viven como amenazantes. En función de la manera en que ejerzan su acción, podremos diferenciar entre: Los mecanismos de defensa adaptativos. Incluyen un conjunto de estrategias destinadas a conseguir una adaptación racional y adecuada. Son los más saludables. La afiliación. La persona busca ayuda y apoyo en las demás. El altruismo. Consiste en actuar a favor de los demás de manera desinteresada, es decir, sin esperar ninguna gratificación a cambio. La anticipación. Se trata de prever las consecuencias de ciertas amenazas y anticipar soluciones alternativas. El sentido del humor. Se basa en afrontar la situación haciendo hincapié en los aspectos divertidos e irónicos de las situaciones estresantes. Los mecanismos de defensa evitativos actúan inhibiéndose, es decir evitando o negando los acontecimientos o situaciones para que no causen malestar. La negación. Consiste en negarse a reconocer la realidad o el problema, lo cual supone rechazar todos aquellos aspectos desagradables o inaceptables. La proyección. La persona atribuye incorrectamente a los demás sentimientos o pensamientos propios que le resultan inaceptables. La racionalización. Se presenta cuando se buscan explicaciones tranquilizadoras, pero encubiertas, para esconder la realidad. Los mecanismos de defensa distorsionadores. Consisten en alterar la realidad para adecuarla a una situación tolerable. La idealización. Consiste en atribuir cualidades exageradamente positivas a los demás. La devaluación. Se trata de achacar cualidades exageradamente negativas a los demás. La omnipotencia. En este caso, la persona actúa ante el conflicto como si fuera superior a las demás. La fantasía. Supone el afrontamiento de la situación mediante la creación de fantasías que sustituyen la resolución del problema. La personalidad: Manera en que una persona piensa, se siente, se comporta e interpreta la realidad. Es producto tanto de la herencia (desde antes del nacimiento) como de las características adquiridas del medio en el que vive (cada persona tiene una personalidad única e irrepetible). Componentes de la personalidad: Los rasgos de la personalidad: Son unos atributos o características, más o menos constantes en una persona, que la hacen diferente y única. Los más importantes son: Extraversión, emotividad, autosuficiencia, dependencia, actividad, inactividad, introversión, falta de emotividad, egocentrismo, impulsividad, alocentrismo y serenidad La autoestima: Es la valoración que una persona tiene de sí misma. Una autoestima adecuada contribuirá al desarrollo positivo de las habilidades sociales. Una autoestima baja predispondrá negativamente a la relación interpersonal y será un obstáculo para el desarrollo de la competencia social.