ANÁLISIS DE SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL EXP. N.O 0031-2004-AIITC En esta sentencia se resuelve una demanda de amparo interpuesta por la sección huanuqueña de la Confederación General de Trabajadores (CGTP) contra el rector de la Universidad Hermilio Valdizán y el Consorcio Kotosh, ello debido a que estos dos últimos actores pretenden realizar la “Construcción de Centro de Diversión, Hotel, Laboratorios y Complejo Recreacional Turístico de Kotosh de la EAP Turismo y Hotelería de la UNHEVAL” en una supuesta zona intangible del Centro Arqueológico de Kotosh. La parte demandante expone que se está afectando un Patrimonio Cultural ya que se está realizando la construcción del mencionado complejo en la zona de amortiguamiento del Centro Arqueológico de Kotosh, además de que no se han expedido los certificados de inexistencia de restos arqueológicos (CIRA) y tampoco se ha realizado un estudio de impacto ambiental. La señora Maribel Gerónimo, apoderada de la Universidad, indica que el terreno en donde se está construyendo no se encuentra dentro de la zona de intangibilidad – y menos en la zona de amortiguamiento. También indica que los certificados referentes a la inexistencia de restos arqueológicos y el estudio ambiental se encuentran en trámite, por lo que no vendrían a ser causales para paralizar la obra, simplemente clasificándose como faltas administrativas. Por su parte, el señor Wilfredo Dávila – representante del Consorcio Kotosh – indica que la demanda de amparo no debería proceder puesto que no puede contravenir la buena pro que se le ha dado a la empresa. Aparte, se proclama que la demanda debería ser clasificada como infundada puesto que los argumentos de fondo, que es el supuesto hecho de que se está construyendo en un lugar intangible, no son ciertos. A todo ello, se agrega al hecho de que el señor Javier Paredes Sotelo interviene en el proceso como representante del Ministerio de Cultura y hace suya la demanda realizada por la CGTP. Inicialmente, la demanda fue declarada improcedente por el Segundo Juzgado Civil de Huánuco puesto que se halló que no hubo zona arqueológica dañada; sin embargo, se interpuso un recurso de amparo, por lo que el caso se elevó al Tribunal Constitucional. Los jueces del TC, al aproximarse inicialmente al expediente, hacen un análisis para ver si los derechos de los cuales se invoca su protección efectivamente son tutelados por el estado: Derecho al patrimonio cultural: El Tribunal primeramente indica que hay copiosa jurisprudencia suya ((STC Exp. N.° 003- 2008-AI, f.j. 30 y ss; STC Exp. N.° 0042-2004-AI, f. j. 4-5; STC Exp. N.° 00072002-AL f. j. 10; STC Exp. N.° 0020-2005-AI y otros, f. j. 102 y ss.) en la que señala la relevancia del patrimonio cultural como figura digna de protección, luego pone énfasis especial en dos normativas: el artículo 21 de la constitución que dice “Los yacimientos y restos arqueológicos, construcciones, monumentos, lugares, documentos bibliográficos y de archivo, objetos artísticos y testimonios de valor histórico, expresamente declarados bienes culturales, y provisionalmente los que se presumen como tales, son patrimonio cultural de la Nación, independientemente de su condición de propiedad privada o pública. Están protegidos por el Estado. La ley garantiza la propiedad de dicho patrimonio. Fomenta conforme a ley, la participación privada en la conservación, restauración, exhibición y difusión del mismo, así como su restitución al país cuando hubiere sido ilegalmente trasladado fuera del territorio nacional” Y el artículo III de la ley 28296 (Ley de Patrimonio Cultural de la Nación), que indica “Se presume que tienen la condición de bienes integrantes del Patrimonio Cultural de la Nación, los bienes materiales o inmateriales, de la época prehispánica, virreinal y republicana, independientemente de su condición de propiedad pública o privada, que tengan la importancia, el valor y significado referidos en el artículo precedente y/o que se encuentren comprendidos en los tratados y convenciones sobre la materia de los que el Perú sea parte. La presunción legal queda sin efecto por declaración expresa de la autoridad competente, de oficio o a solicitud de parte” En conclusión, el tribunal indica que está dentro de sus competencias la salvaguardia del derecho al Patrimonio Cultural. Derecho a gozar un ambiente sano y equilibrado: Se utiliza como argumentación el artículo 2 inciso 22 de nuestra constitución donde se señala taxativamente que “Toda persona tiene derecho: A la paz, a la tranquilidad, al disfrute del tiempo libre y al descanso, así como a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de su vida”, a ello agregándosele la sentencia del Expediente N.º 00048-2004-AI/TC, la cual define al medio ambiente equilibrado como “tanto el entorno globalmente considerado –espacios naturales y recursos que forman parte de la naturaleza: aire, agua, suelo, flora, fauna– como el entorno urbano”. El tribunal llega a la conclusión, que efectivamente es un derecho que tiene que ser tutelado por el estado. Sin embargo, a pesar de que se da la razón de que los argumentos esgrimidos abarcan temas que el ente jurídico superior debe proteger a toda costa debido a que estos están amparados dentro de los principios fundamentales enmarcados dentro de nuestra carta magna, al analizarse el caso específico, el Tribunal haya que ciertamente no hay posición alguna que pueda sostener la procedencia de la demanda, siendo el factor principal el hecho de que a pesar de que el Ministerio de Cultura se apersonó rápidamente para asumir una posición en contra de la Universidad huanuqueña y el Consorcio Kotosh, esta emitió una serie de informes que muy claramente determinaban que en la construcción no se estaba vulnerando Patrimonio Cultural alguno. Cabe a mencionar, que, en lo referente a los certificados, los tribunos indicaron que ello era causal de una sanción administrativa, más no judicial. Al final, el TC declaró improcedente la demanda.