Realizado por: Edy C. Peyret G. Introducción El método positivo surge para dar una respuesta a la revolución científica, política e industrial de su tiempo. Augusto Comte ofrecía una reorganización intelectual, moral y política del orden social. El adoptar una actitud científica era la clave y afirmaba que del estudio empírico del proceso histórico, en especial de la progresión de diversas ciencias interrelacionadas, se desprendía una ley que denominó de los tres estados y que rige el desarrollo de la humanidad. Definición, características y antecedentes. Definición El positivismo es un movimiento intelectual, corriente o escuela filosófica que afirma que el único conocimiento auténtico es el conocimiento científico. El conocimiento solamente puede surgir de la afirmación positiva de las teorías a través del método científico; según esta escuela, todas las actividades filosóficas y científicas deben efectuarse únicamente en el marco del análisis de los hechos reales verificados por la experiencia. Características La corriente positivista defiende el monismo metodológico (teoría que afirma que hay un solo método aplicable en todas las ciencias). Se basa en la creencia de que tiene que haber una unidad de método a pesar de que haya una diversidad de objetos. La explicación científica ha de tener la misma forma en cualquier ciencia si se aspira a ser ciencia, específicamente el método de estudio de las ciencias físico – naturales. El conocimiento para el positivismo es explicar casualmente los fenómenos por medio de leyes generales y universales, lo que le lleva a considerar a la razón como medio para otros fines (razón instrumental). La forma que tiene de conocer es inductiva, despreciando la creación de teorías a partir de principios que no han sido percibidos objetivamente. En metodología, el positivismo prima fundamentalmente las pruebas documentadas, minusvalorando las interpretaciones generales, por lo que los trabajos de esta naturaleza suelen tener excesiva acumulación documental y escasa síntesis interpretativa. Antecedentes Pérdida de vigencia del Romanticismo, surgiendo la Epistemología como reacción. La experiencia de la Revolución Francesa obligó por primera vez a ver a la sociedad y al individuo como objetos de estudio científico. Se reconocen como precursores del positivismo a Hume (Empirismo como ascendiente directo) y secundariamente a Kant (Las relaciones si bien tardías y superficiales son claras). parte los progresos en las ciencias físicas y matemáticas, la nueva afición a los estudios históricos, un ambiente intelectual verdaderamente positivo eran terreno abonado al florecimiento de una doctrina que no exigía sacrificio alguno positivo ni pedía esfuerzos intelectuales. la filosofía positiva se contenta con las realidades apreciables por nuestro organismo, por esto es real; elimina toda inquisición sobre lo absoluto, por esto es relativo. La Ley de los tres estados. Principios Fundamentales El rechazo de la metafísica y de toda proposición no vinculada con hechos constatados. El rechazo de los juicios de valor, en cuanto no se apoyan en certezas y en leyes científicas. El empirismo, único medio de llevar a cabo observaciones sistemáticas y ciertas, para deducir conclusiones válidas. El fenomenalismo, que sólo acepta la experiencia obtenida por la observación de los fenómenos. Ley de los tres estados Se trata de la propuesta más destacada de Augusto Compte, en la investigación empírica para la comprensión de los fenómenos sociales, de la estructura y el cambio social; la cual consiste en el estudio de la historia humana en tres fases o estados: 1. Estado teológico o ficticio. 2.Estado metafísico o abstracto. 3.Estado científico o positivo. Estado teológico o ficticio. Corresponde a la infancia de la humanidad; en esta época las personas dan explicaciones mágicas de los fenómenos naturales, utilizan categorías antropológicas para comprender el mundo y técnicas mágicas para dominarlo. El estado es ficticio, provisional y preparatorio; en él la mente busca las causas y los principios de las cosas, lo más profundo, lejano e inasequible. En este estado predomina la imaginación; también, la disposición primaria de la mente, en la que se vuelve a caer en todas las épocas, y solo una lenta evolución puede hacer que el espíritu humano de aparte de esta concepción para pasar a otra. El papel histórico del estado teológico es irremplazable. Estado metafísico o abstracto Las explicaciones son racionales, se busca el porqué de las cosas, y se sustituye a los dioses por entidades abstractas y términos metafísicos, se trata de un estado esencialmente crítico, y de transición, Es una etapa intermedia entre el estado teológico y el positivo. En él se siguen buscando los conocimientos absolutos. La metafísica intenta explicar la naturaleza de los seres, su esencia, sus causas. Pero para ello no recurren a agentes sobrenaturales, sino a entidades abstractas que le confieren su nombre de ontología. Las ideas de principio, causa, sustancia, esencia, designan algo distinto de las cosas, si bien inherente a ellas, más próximo a ellas; la mente que se lanzaba tras lo lejano, se va acercando paso a paso a las cosas, y así como en el estado anterior que los poderes se resumían en el concepto de Dios, aquí es la naturaleza, la gran entidad general que lo sustituye; pero esta unidad es más débil, tanto mental como socialmente, y el carácter del estado metafísico, es sobre todo crítico y negativo, de preparación del paso al estado positivo; una especie de crisis de pubertad en el espíritu humano, antes de llegar a la adultez. Estado científico o positivo Es la definitiva. El conocimiento se basa en la observación y la experiencia y se expresa con el recurso de la matemática. Se busca el conocimiento de las Leyes de la Naturaleza para su dominio técnico. El estado es real y definitivo. En él la imaginación queda subordinada a la observación. La mente humana se atiene a las cosas. El positivismo busca sólo hechos y sus leyes. No causas ni principios de las esencias o sustancias. Todo esto es inaccesible. El positivismo se atiene a lo positivo, a lo que está puesto o dado: es la filosofía del dato. La mente, en un largo retroceso, se detiene a al fin ante las cosas. Renuncia a lo que es vano intentar conocer, y busca sólo las leyes de los fenómenos. Augusto Comte, John Stuart Mill, Herbert Spencer y Émile Littré Augusto Comte (Montpellier 1978 – Paris 1857) Pensador francés al cual se le atribuye la creación del Positivismo y la formulación de la Sociología o Física Social como ciencia de la sociedad, libre de todas las relaciones con la filosofía y basada en datos empíricos en igual medida que las ciencias naturales. En general, se le considera como un sujeto dogmático que tuvo una vida atormentada, marcada por amores difíciles, un matrimonio fracasado, crisis nerviosas y dificultades para instalarse en el estamento académico. Comte se propone la aplicación de la ciencia para el ordenamiento de una reforma social, lo cual constituye una aproximación al período de la Restauración. Obras: Curso de Filosofía Positiva (1842), Discurso sobre el espíritu positivo (1844), Sistema de política positiva (4 vols. 1851-1854), Catecismo Positivista (1852). Positivismo en Europa John Stuart Mill (Londres 1806 – Francia 1873) Estudios: Libertad, Derechos Humanos, Esclavitud, Utilitarismo y Rudimentos del Feminismo. Herbert Spencer (Derby 1820 - Brighton 1903) Estudios: Filosofía evolucionista, Darwinismo, Liberalismo económico y Mecanicismo. Émile Littré (París 1801 — París 1881) Estudios: Filosofía y Lexicografía. Positivismo en Venezuela Adolfo Ernst (Alemania 1830 – Venezuela 1899) Estudios: Naturalista, botánico y zoólogo. Rafael Villavicencio (Caracas 1832 - Caracas 1920) Estudios: Filosofía, periodismo, enciclopedista, historiador y escritor. Laureano José Vallenilla Lanz (Barcelona 1870 — París 1936) Estudios: Escritor, periodista, sociólogo e historiador. José Gil Fortoul (Barquisimeto 1861 – Caracas 1943) Estudios: Abogado, escritor, sociólogo e historiador. Cesar Zumeta (Yaracuy 1860 – Paría 1955) Estudios: Escritor, periodista, diplomático y político . Manuel Arcaya (Falcón 1874 – Caracas 1958) Estudios: Abogado, jurista, sociólogo, historiador y político. Finales del siglo XIX e inicios del siglo XX Positivismo Académico En 1863 el Prof. Adolfo Ernst comienza a desarrollar y difundir estos fundamentos en las clases de su cátedra de ciencias naturales en la Universidad Centra de Venezuela, mediante el estudio de las teorías evolutivas de Darwing y el transformismo de Lamark. Seguidamente, en 1866 el Prof. Rafael Villavicencio expande los estudios del positivismo en su cátedra de historia universal. En este sentido, la influencia del positivismo se puede apreciar en el surgimiento de instituciones tales como: La Sociedad de Ciencias Físicas y Naturales en 1867 y Sociedad de Amigos del saber en 1882; mediante estas organizaciones se dan a conocer en la nación las doctrinas evolucionistas y positivistas, publicándolas en el diario La Opinión Nacional. Los momentos del Positivismo en Venezuela El Primer Momento: Se caracteriza por una juventud que desarrolla su pensamiento en la época del liberalismo guzmancista. Son liberales y democráticos, utilizan la teoría positivista como instrumento crítico contra los valores y creencias tradicionales. Este primer momento de divulgación del positivismo se prolonga hasta el año 1908 y coincide con los gobiernos de Guzmán Blanco, Rojas Paúl, Andueza Palacios, Joaquín Crespo, Ignacio Andrade y Cipriano Castro. Sus exponentes son: Adolfo Ernst, Rafael Villavicencio como difusores y, Elías Toro, Luis Razetti, Ramón Briceño Vásquez, Delgado Palacio y Vicente Marcano como alumnos continuadores, por otro lado aparece López Méndez como el positivista autodidacta. A esta etapa también corresponde la obra juvenil de Gil Fortoul y Lisandro Alvarado. El segundo momento: Se caracteriza por el contacto de exponentes positivistas con el positivismo europeo, debido a su permanencia en algunas ciudades por los puestos diplomáticos ocupados para diferentes gobiernos del llamado Liberalismo Amarillo venezolano. Vallenilla Lanz y López Méndez fueron a Francia. Gil Fortoul viajó A Italia, Inglaterra y Francia. En esta etapa se constituye la expansión de estas ideas a diversos campos del quehacer humano, encontramos expresiones positivistas en las ciencias naturales, la historia, la sociología, la literatura, el arte y la educación; sus ideas políticas se orientan a la defensa de la democracia, entendida como la superación de una fase. El tercer momento: Se caracteriza por la justificación que hace el positivismo de los regímenes dictatoriales. Gil Fortoul, Manuel Arcaya, Vallenilla Lanz y César Zumeta. Según estos autores en Venezuela no puede aplicarse teorías extrañas sobre la libertad y demás especulaciones de las doctrinas liberales y democráticas ya que el régimen de la fuerza constituye una necesidad sentida por el pueblo venezolano. Es Vallenilla Lanz quien expone la tesis del gendarme necesario (ya señalada en el apartado IV: La idea de progreso en Latinoamérica y Venezuela, siglos XIX, XX). Fortalezas La idea de una ciencia especial centrada en lo social “La Sociología” fue prominente en el siglo XIX y no únicamente para Comte. La ambición con la que Comte la concibió fue, sin embargo, extraordinaria. Se concibe la sociología como la última y la más grande de todas las ciencias, una ciencia que incluiría todas las ciencias, las cuales se integrarían y relacionarían sus hallazgos en un todo cohesionado. El énfasis en la interconectividad de los elementos sociales conllevó la definición del funcionalismo moderno. Teoría innovadora para abrir nueva rutas a los descubrimientos científicos; dejando atrás las teorías teológicas y metafísicas de la filosofía. El Positivismo es racionalista e ilustrado en tanto que admite un progreso lineal de la humanidad con una meta que es el triunfo de la racionalidad (científica o “positiva”). Debilidades Al positivismo se le critica la incapacidad que posee el método de las ciencias físiconaturales para conocer sus objetos de estudio (la sociedad, el hombre, la cultura), los cuales poseerían propiedades como la intencionalidad, la auto-reflexividad y la creación de significado, que serían dejados de lado por la epistemología positivista. El Idealismo, en el sentido que para el positivismo son las ideas las que habrán de determinar el orden social, para él, la causa de la crisis política y moral se encuentra en la anarquía intelectual. El “desorden” revolucionario solo podría iniciar el camino del “orden y el progreso” a través de un nuevo sistema de ideas, este sistema sería la filosofía positiva, el tercer estado luego del teológico y el metafísico. Por basarse en la idea general de “orden”, el positivismo de Comte resulta una filosofía conservadora. La hermenéutica critica a la búsqueda de leyes generales y universales, pues deja de lado necesariamente los elementos que no pueden ser generalizados. Así, algunos hermeneutas defienden un conocimiento ideográfico (de conocimientos más precisos, pero menos generalizables), que uno nomotético (de leyes generales). La hermenéutica, se planteó la necesidad de conocer las causas internas de los fenómenos, cuestión que se alejaba de la explicación externa de estos. Así en vez de buscar la explicación, los hermeneutas buscan la comprensión de los fenómenos. Ahora el Sorteo!!!