Subido por szymkojuan

VISIÓN CATÓLICA

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VISIÓN CATÓLICA
DE LA RELACIÓN
CON EL MÁS ALLÁ
25/12/2020
Un aporte para el diálogo
interreligioso
VISIÓN CATÓLICA
DE LA RELACIÓN CON EL MÁS ALLÁ
Compilación de la doctrina católica, realizada por:
Rodolfo Sánchez Rubio, Diácono Delegado Episcopal para el Ecumenismo y el Diálogo
Interreligioso, Diócesis de San Justo. (Provincia de Buenos Aires)
Juan Víctor Szymko: Miembro de la Comisión de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso,
Diócesis de San Justo. (Provincia de Buenos Aires)
Eduardo Castro: Miembro de la Comisión de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de la
Arquidiócesis de Buenos Aires. (Ciudad Autónoma de Buenos Aires-CABA)
Mónica Beatriz Franco: Miembro de la Comisión de Ecumenismo y Diálogo
Interreligioso de la Arquidiócesis de Buenos Aires. (Ciudad Autónoma de Buenos AiresCABA)
Norma Limia: Miembro de la Comisión de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de la
Arquidiócesis de Buenos Aires. (Ciudad Autónoma de Buenos Aires-CABA)
Gabriel José Arriola: Diplomado en Ecumenismo y Dialogo Interreligioso en el Centro
Bíblico Teológico Pastoral para América Latina (CEBITEPAL), del CELAM.
Primera edición: 15 de agosto de 2017, Solemnidad de la Asunción de la Virgen María
Segunda edición Revisada: 25 de diciembre de 2020, Solemnidad de la Natividad del
Señor Jesús
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DE LA RELACIÓN CON EL MÁS ALLÁ
In Memoriam
Reverendo Padre Ignacio Pérez del Viso, sj
Dr. Norberto Padilla
Presbítero Fernando Giannetti
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La esperanza es la virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y a la vida
eterna como felicidad nuestra, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y
apoyándonos no en nuestras fuerzas, sino en los auxilios de la gracia del Espíritu Santo.
Mantengamos firme la confesión de la esperanza, pues fiel es el autor de la promesa.
El Espíritu Santo que Él derramó sobre nosotros con largueza por medio de Jesucristo
nuestro Salvador para que, justificados por su gracia, fuésemos constituidos herederos, en
esperanza, de vida eterna.
Catecismo de la Iglesia Católica, 1817
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DE LA RELACIÓN CON EL MÁS ALLÁ
INDICE
Introducción………………………………………………………………………………..
Pág. 06
I- EL HOMBRE Y EL MÁS ALLÁ
Pág. 07
a) No hay reencarnación después de la muerte………………………………….
b) El “yo” humano subsiste después de la muerte……………………………….
c) Al morir cada ser humano, su alma se encontrará con Dios y será
examinada en el amor en un juicio particular……………………………………………………………….
d) Resurrección, Juicio final y Vida eterna………………………………………..
Pág. 07
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II- EL MÁS ALLÁ (LO INVISIBLE)
Pág. 08
A- El CIELO
Pág. 08
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Pág. 08
a) Dios: Padre, Espíritu Santo y el Hijo encarnado en Jesús con cuerpo
glorioso…………………………………………………………………………………………………………..
b) María, la madre de Jesucristo, con cuerpo glorioso………………………….
c) Los Ángeles……………………………………………………………………….
d) Almas de los bienaventurados (difuntos bautizados purificados), Santos…
B-EL PURGATORIO
a) Almas de los difuntos bautizados en proceso de purificación……………….
C-UN MODO SOLO CONOCIDO POR DIOS
a) Almas de los adultos no bautizados que hicieron la voluntad de Dios –
Trino y Uno-……………………………………………………………………………………………………..
b) Niños no bautizados……………………………………………………………...
D-INFIERNO
a) Ángeles caídos……………………………………………………………………
b) Almas de los difuntos adultos (bautizados o no) en pecado mortal y
alejados por propia voluntad de Dios -Trino y Uno-………………………………………………………..
III- RELACIÓN ENTRE LO INVISIBLE Y LO VISIBLE
Pág. 09
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Pág. 11
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Pág. 12
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1- DESDE LO INVISIBLE HACIA LO VISIBLE
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1.1 POSITIVAS
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Pág. 14
Pág. 14
Pág. 15
Pág. 15
Pág. 15
1.1.1. Teofanías de Dios…………………………………………………………….
1.1.2. Presencia espiritual de Jesucristo…………………………………………..
1.1.3. Inspiración de los escritores sagrados……………………………………..
1.1.4. Inhabitación divina del Espíritu Santo en cada bautizado vivo…………..
1.1.5. Ángeles mensajeros de Dios………………………………………………...
1.1.6. Ángeles custodios de los vivos……………………………………………...
1.1.7. Apariciones de Jesús………………………………………………………..
1.1.8. Revelaciones privadas de Cristo, María y los santos…………………….
1.1.9. Intercesión de María y los santos en relación a la única Mediación de
Cristo…………………………………………………………………………………………………………….
1.2 NEGATIVAS
1.2.1. Influencia o tentaciones de Ángeles caídos………………………………..
1.2.2. Incorporación de Ángeles caídos en seres vivos (Posesión diabólica)…
Pág. 16
Pág. 16
Pág. 16
Pág. 16
2- DESDE LO VISIBLE HACIA LO INVISIBLE
Pág. 17
2.1. PERMITIDAS
Pág. 17
2.1.1. Adoración e invocación a Dios Padre, al Espíritu Santo y al Hijo
encarnado en la persona de Jesús…………………………………………………………………………..
2.1.2. Veneración a María…………………………………………………………...
Pág. 17
Pág. 17
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2.1.3. Oración a los Ángeles………………………………………………………..
2.1.4. Solicitar intercesión de las almas de los bienaventurados (santos
reconocidos)…………………………………………………………………………………………………….
2.1.5. Oración pidiendo intercesión de las almas de los difuntos (santos no
reconocidos aún) en virtud de la Comunión de los Santos entre la Iglesia peregrina, purgante y
santificante………………………………………………………………………………………………………
2.1.6. Oración, sufragios y obras de penitencia por las almas del purgatorio…
2.1.7. Expulsión de demonios por parte de un sacerdote autorizado por el
Obispo…………………………………………………………………………………………………………...
2.2. PROSCRIPTAS
2.2.1 Invocación a las potencias malignas………………………………………...
2.2.2. Conjuración de los muertos………………………………………………….
2.2.3. Expulsión de demonios por laicos…………………………………………..
2.2.4. Idolatría………………………………………………………………………...
2.2.5. Supersticiones…………………………………………………………………
Pág. 17
IV- LA RESURRECION DE LOS MUERTOS, EL JUICIO FINAL Y LA VIDA ETERNA
Pág. 21
La esperanza en la Vida Eterna………………………………………………………………………………
Pág. 22
Pág. 18
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Pág. 18
Pág. 19
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Pág. 20
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VISIÓN CATÓLICA
DE LA RELACIÓN CON EL MÁS ALLÁ
VISIÓN CATÓLICA
DE LA RELACIÓN CON EL
MÁS ALLÁ
UN APORTE PARA EL DIÁLOGO INTERRELIGIOSO
INTRODUCCION
Consideramos que un tema clave para el Diálogo Interreligioso es este que nos ocupa, atento a que muchas de las
expresiones religiosas se expresan en términos similares a las nuestras, aunque su concepción de Dios -del más allá y de
la relación entre lo visible y lo invisible difiere notoriamente de lo que creemos los miembros de la Iglesia Católica.
Algunos bautizados tenemos un conocimiento muy superficial de los fundamentos de la doctrina, por eso la
misión de este compendio es brindar los conceptos para una explicación fundamentada de la visión católica de la
relación con el más allá a fin de evitar presentar conceptos relativistas que originen falsas expectativas en nuestros
interlocutores.
Encarar seriamente un diálogo requiere que los católicos profundicemos el conocimiento de nuestra Fe a efectos
de preservar nuestra propia identidad, y posibilitar el intercambio enriquecedor con fieles de otras creencias y
expresiones religiosas.
Pensamos que también es un aporte al conocimiento de este tema para los creyentes de otras denominaciones
cristianas y todos los interesados en conocer más claramente la doctrina que la Iglesia Católica custodia.
Agradecemos a la Lic. Gloria Williams de Padilla haber revisado este subsidio con aportes.
Equipo compilador
Notas:
1) Fuentes, esta compilación de textos se ha realizado, principalmente con textos del Catecismo de la Iglesia Católica
(1992), con algunos textos del Catecismo para jóvenes, Youcat (2011) y con dos textos de la Congregación para la
Doctrina de la Fe (1979 y 1985).
2) A fin de facilitar una mejor lectura y respetar el contenido, se ha decidido mantener las citas de cada párrafo como
notas al pie.
3) Asimismo, se resalta en rojo y entre paréntesis al final de cada párrafo la referencia a la fuente del mismo.
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DE LA RELACIÓN CON EL MÁS ALLÁ
I-EL HOMBRE Y EL MÁS ALLÁ
a) No hay reencarnación después de la muerte
“La muerte es el fin de la peregrinación terrena del hombre, del tiempo de gracia y de misericordia que Dios le ofrece
para realizar su vida terrena según el designio divino y para decidir su último destino. Cuando ha tenido fin "el único
curso de nuestra vida terrena"1, ya no volveremos a otras vidas terrenas. "Está establecido que los hombres mueran una
sola vez"2. No hay "reencarnación" después de la muerte.”
[Catecismo de la Iglesia Católica,1013]
“La Iglesia enseña que cada alma espiritual es directamente creada por Dios3 -no es "producida" por los padres-, y que es
inmortal4: no perece cuando se separa del cuerpo en la muerte, y se unirá de nuevo al cuerpo en la resurrección final.”
[Catecismo de la Iglesia Católica,366]
b) El “yo” humano subsiste después de la muerte
“La Iglesia afirma la supervivencia y la subsistencia, después de la muerte, de un elemento espiritual que está dotado de
conciencia y de voluntad, de manera que subsiste el mismo « yo » humano. Para designar este elemento, la Iglesia
emplea la palabra « alma », consagrada por el uso de la Sagrada Escritura y de la Tradición. Aunque ella no ignora que
este término tiene en la Biblia diversas acepciones, opina, sin embargo, que no se da razón alguna válida para rechazarlo,
y considera al mismo tiempo que un término verbal es absolutamente indispensable para sostener la fe de los cristianos.”
[Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta sobre algunas cuestiones referentes a la Escatología, 3) -17 de
Mayo de 1979]
A veces se acostumbra a distinguir entre alma y espíritu. Así S. Pablo ruega para que nuestro "ser entero, el espíritu, el
alma y el cuerpo" sea conservado sin mancha hasta la venida del Señor5. La Iglesia enseña que esta distinción no
introduce una dualidad en el alma6. "Espíritu" significa que el hombre está ordenado desde su creación a su fin
sobrenatural7, y que su alma es capaz de ser elevada gratuitamente a la comunión con Dios8.
[Catecismo de la Iglesia Católica, 367]
“Esta vida perfecta con la Santísima Trinidad, esta comunión de vida y de amor con Ella, con la Virgen María, los
ángeles y todos los bienaventurados se llama "el cielo”.
1Concilio Vaticano II, Lumen Gentium, 48
2 Hb 9, 27
3 cf. Pío XII, Enc. Humani generis, 1950: H. Densinger. Enchiridion symbolorum, 3896; Credo del Pueblo de Dios: profesión solemne de fe de Pablo
VI, 8
4 cf. Concilio. de Letrán V, año 1513: H. Densinger. Enchiridion symbolorum, 1440
5 1 Ts 5,23
6 Concilio de Constantinopla IV, año 870: H. Densinger. Enchiridion symbolorum, 657
7 Concilio Vaticano I: H. Densinger. Enchiridion symbolorum, 3005; cf. Concilio Vaticano II, Gaudium et spes 22,5
8 cf. Pío XII, Humani generis, año 1950: H. Densinger. Enchiridion symbolorum, 3891
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El cielo es el fin último y la realización de las aspiraciones más profundas del hombre, el estado supremo y definitivo de
dicha.”
[Catecismo de la Iglesia Católica, 1024]
c) Al morir cada ser humano, su alma se encontrará con Dios y será examinada en el amor en un juicio particular
“Al morir cada hombre recibe en su alma inmortal su retribución eterna en un juicio particular por Cristo, juez de vivos y
de muertos.”
[Catecismo de la Iglesia Católica, 1051]
“Creemos que las almas de todos aquellos que mueren en la gracia de Cristo... constituyen el Pueblo de Dios después de
la muerte, la cual será destruida totalmente el día de la Resurrección, en el que estas almas se unirán con sus cuerpos." 9
[Catecismo de la Iglesia Católica, 1052]
d) Resurrección, Juicio final y Vida eterna
“"La misma santa Iglesia romana cree y firmemente confiesa que todos los hombres comparecerán con sus cuerpos en el
día del juicio ante el tribunal de Cristo para dar cuenta de sus propias acciones.”10
[Catecismo de la Iglesia Católica, 1059]
“Al fin de los tiempos, el Reino de Dios llegará a su plenitud. Entonces, los justos reinarán con Cristo para siempre,
glorificados en cuerpo y alma, y el mismo universo material será transformado. Dios será entonces "todo en todos" 11, en
la vida eterna.”
[Catecismo de la Iglesia Católica, 1060]
II -EL MÁS ALLÁ (LO INVISIBLE)
A- El CIELO
“El cielo es el «medio» de Dios, la morada de los ángeles y los santos y la meta de la Creación. Con la expresión «cielo y
tierra» designamos la totalidad de la realidad creada. El cielo no es un lugar en el universo. Es un estado en el más allá.
El cielo está allí donde se cumple la voluntad de Dios sin ninguna resistencia. El cielo existe cuando se da la vida en su
máxima intensidad y santidad —vida que no se puede encontrar como tal en la tierra—. Cuando con la ayuda de Dios
vayamos algún día al cielo, entonces nos espera lo «que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que
Dios ha preparado para los que lo aman».” (12)
[Catecismo para Jóvenes, 52]
9 Credo del Pueblo de Dios: profesión solemne de fe de Pablo VI, 28
10 H. Densinger. Enchiridion symbolorum, 859; cf. 1549
11 1 Co 15, 28
12 1 Cor 2,9
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DE LA RELACIÓN CON EL MÁS ALLÁ
a) Dios: Padre, Espíritu Santo y el Hijo Encarnado en Jesús con cuerpo glorioso .
“Creemos en un solo Dios en tres personas. «Dios no es soledad, sino comunión perfecta»13.
Los cristianos no adoran a tres dioses diferentes, sino a un único ser, que es trino (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y sin
embargo uno. Que Dios es trino lo sabemos por Jesucristo: Él, el Hijo, habla de su Padre del Cielo («Yo y el Padre somos
uno»14. Él ora al Padre y nos envía el Espíritu Santo, que es el amor del Padre y del Hijo. Por eso somos bautizados «en
el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo»15.
[Catecismo para Jóvenes, 35]
La Resurrección de Cristo no fue un retorno a la vida terrena como en el caso de las resurrecciones que él había realizado
antes de Pascua: la hija de Jairo, el joven de Naim, Lázaro. Estos hechos eran acontecimientos milagrosos, pero las
personas afectadas por el milagro volvían a tener, por el poder de Jesús, una vida terrena "ordinaria". En cierto momento,
volverán a morir. La resurrección de Cristo es esencialmente diferente. En su cuerpo resucitado, pasa del estado de
muerte a otra vida más allá del tiempo y del espacio. En la Resurrección, el cuerpo de Jesús se llena del poder del
Espíritu Santo; participa de la vida divina en el estado de su gloria, tanto que San Pablo puede decir de Cristo que es "el
hombre celestial"16.
[Catecismo de la Iglesia Católica, 646]
b) María, la madre de Jesucristo, con cuerpo glorioso
“María es la Madre de Dios. Estuvo unida a Jesús en su vida terrena como ninguna otra persona, una cercanía que no se
interrumpe tampoco en el cielo. María es la Reina del cielo y está muy cercana a nosotros en su sentimiento maternal.
Porque ella se confió en cuerpo y alma y asumiendo el riesgo ante una empresa peligrosa, aunque fuera divina, María fue
acogida en el cielo también en cuerpo y alma. Quien vive y cree como María, llega al cielo.”
[Catecismo para Jovenes, 147]
c) Los Ángeles
“Los ángeles son criaturas de Dios puramente espirituales, que tienen inteligencia y voluntad. No son corporales, son
inmortales y normalmente no son visibles. Viven constantemente en la presencia de Dios y transmiten a los hombres la
voluntad y la protección de Dios.
Un ángel, escribió el cardenal Joseph Ratzinger, es «como el pensamiento personal mediante el cual Dios se vuelve hacia
mí». Al mismo tiempo los ángeles están completamente vueltos a su Creador. Arden en amor por él y le sirven noche y
día. Nunca cesa su canto de alabanza. Los ángeles separados de Dios son llamados en la Sagrada Escritura diablos o
demonios.”
[Catecismo para Jovenes, 54]
13 Benedicto XVI, 22.05.2005
14 Jn 10,30
15 Mt 28,19
16 cf. 1 Co 15, 35-50
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DE LA RELACIÓN CON EL MÁS ALLÁ
d) Almas de los bienaventurados (difuntos bautizados purificados) - Santos“Los que mueren en la gracia y la amistad de Dios y están perfectamente purificados, viven para siempre con Cristo. Son
para siempre semejantes a Dios, porque lo ven "tal cual es"17, cara a cara18.
Definimos con la autoridad apostólica: que, según la disposición general de Dios, las almas de todos los santos ... y de
todos los demás fieles muertos después de recibir el bautismo de Cristo en los que no había nada que purificar cuando
murieron;...
o en caso de que tuvieran o tengan algo que purificar, una vez que estén purificadas después de la muerte ... aun antes de
la reasunción de sus cuerpos y del juicio final, después de la Ascensión al cielo del Salvador, Jesucristo Nuestro Señor,
estuvieron, están y estarán en el cielo, en el reino de los cielos y paraíso celestial con Cristo, admitidos en la compañía de
los ángeles. Y después de la muerte y pasión de nuestro Señor Jesucristo vieron y ven la divina esencia con una visión
intuitiva y cara a cara, sin mediación de ninguna criatura.”19
[Catecismo de la Iglesia Católica, 1023]
B-EL PURGATORIO
a) Almas de los difuntos bautizados en proceso de purificación
“Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su
eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la
alegría del cielo.”
[Catecismo de la Iglesia Católica, 1030]
“La Iglesia llama Purgatorio a esta purificación final de los elegidos que es completamente distinta del castigo de los
condenados. La Iglesia ha formulado la doctrina de la fe relativa al Purgatorio sobre todo en los Concilios de Florencia 20
y de Trento21. La tradición de la Iglesia, haciendo referencia a ciertos textos de la Escritura 22 habla de un fuego
purificador:
Respecto a ciertas faltas ligeras, es necesario creer que, antes del juicio, existe un fuego purificador, según lo que afirma
Aquél que es la Verdad, ...23. En esta frase podemos entender que algunas faltas pueden ser perdonadas en este siglo, pero
otras en el siglo futuro.”24
[Catecismo de la Iglesia Católica, 1031]
17 1 Jn 3, 2
18 cf. 1 Co 13, 12; Ap 22, 4
19 Benedicto XII: H. Densinger. Enchiridion symbolorum, 1000; cf. Concilio Vaticano II, Lumen Gentium, 49
20 cf. H. Densinger. Enchiridion symbolorum, 1304
21 cf. H. Densinger. Enchiridion symbolorum, 1820: 1580
22 por ejemplo 1 Co 3, 15; 1 P 1, 7
23 Mt 12, 31
24 San Gregorio Magno, dial. 4, 39
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C-UN MODO SOLO CONOCIDO POR DIOS
a) Almas de los adultos no bautizados que hicieron la voluntad de Dios -Trino y Uno-.
"Cristo murió por todos y la vocación última del hombre en realmente una sola, es decir, la vocación divina. En
consecuencia, debemos mantener que el Espíritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que, de un modo conocido sólo
por Dios, se asocien a este misterio pascual" 25. Todo hombre que, ignorando el Evangelio de Cristo y su Iglesia, busca la
verdad y hace la voluntad de Dios según él la conoce, puede ser salvado. Se puede suponer que semejantes personas
habrían deseado explícitamente el Bautismo si hubiesen conocido su necesidad.”
[Catecismo de la Iglesia Católica, 1260]
b) Niños no bautizados
“En cuanto a los niños muertos sin Bautismo, la Iglesia sólo puede confiarlos a la misericordia divina, como hace en el
rito de las exequias por ellos. En efecto, la gran misericordia de Dios, que quiere que todos los hombres se salven26 y la
ternura de Jesús con los niños, que le hizo decir: "Dejad que los niños se acerquen a mí, no se lo impidáis"27, nos
permiten confiar en que haya un camino de salvación para los niños que mueren sin Bautismo. Por esto es más
apremiante aún la llamada de la Iglesia a no impedir que los niños pequeños vengan a Cristo por el don del santo
bautismo.”
[Catecismo de la Iglesia Católica, 1261]
D –INFIERNO
“Nuestra fe llama «infierno» al estado de la separación eterna de Dios. Quien en la presencia de Dios ve con claridad el
amor y sin embargo no lo acepta, se decide por este estado. Jesús, que conoce el infierno, dice que son «las tinieblas de
fuera»28. Expresado en nuestros conceptos es seguramente más frío que caliente. Con estremecimiento se adivina un
estado de completo entumecimiento y de aislamiento desesperado de todo lo que podría aportar a la vida ayuda, alivio,
alegría y consuelo.
[Catecismo para Jóvenes, 53]
a) Ángeles caídos
“Tras la elección desobediente de nuestros primeros padres se halla una voz seductora, opuesta a Dios29 que, por envidia,
los hace caer en la muerte30. La Escritura y la Tradición de la Iglesia ven en este ser un ángel caído, llamado Satán o
diablo31. La Iglesia enseña que primero fue un ángel bueno, creado por Dios. 32
[Catecismo de la Iglesia Católica, 391]
25 Concilio Vaticano II, Gaudium et spes 22; cf Lumen Gentium, 16; Ad Gentes 7
26 cf 1 Tm 2,4
27 Mc 10,14
28 Mt 8,12
29 cf. Gn 3,1-5
30 cf. Sb 2,24
31 cf. Jn 8,44; Ap 12,9
32 "Diabolus enim et alii daemones a Deo quidem natura creati sunt boni, sed ipsi per se facti sunt mali" ("El diablo y los otros demonios fueron
creados por Dios con una naturaleza buena, pero ellos se hicieron a sí mismos malos") Concilio. de Letrán IV, año 1215: H. Densinger. Enchiridion
symbolorum, 800.
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VISIÓN CATÓLICA
DE LA RELACIÓN CON EL MÁS ALLÁ
”La Escritura habla de un pecado de estos ángeles33. Esta "caída" consiste en la elección libre de estos espíritus creados
que rechazaron radical e irrevocablemente a Dios y su Reino. Encontramos un reflejo de esta rebelión en las palabras del
tentador a nuestros primeros padres: "Seréis como dioses" 34. El diablo es "pecador desde el principio" 35,"padre de la
mentira"36.
[Catecismo de la Iglesia Católica, 392]
“Es el carácter irrevocable de su elección, y no un defecto de la infinita misericordia divina lo que hace que el pecado de
los ángeles no pueda ser perdonado. "No hay arrepentimiento para ellos después de la caída, como no hay
arrepentimiento para los hombres después de la muerte" 37.
[Catecismo de la Iglesia Católica, 393]
“La Escritura atestigua la influencia nefasta de aquel a quien Jesús llama "homicida desde el principio"38 y que incluso
intentó apartarlo de la misión recibida del Padre39. "El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del diablo"40.
La más grave en consecuencias de estas obras ha sido la seducción mentirosa que ha inducido al hombre a desobedecer a
Dios.”
[Catecismo de la Iglesia Católica, 394]
“Sin embargo, el poder de Satán no es infinito. No es más que una criatura, poderosa por el hecho de ser espíritu puro,
pero siempre criatura: no puede impedir la edificación del Reino de Dios. Aunque Satán actúe en el mundo por odio
contra Dios y su Reino en Jesucristo, y aunque su acción cause graves daños -de naturaleza espiritual e indirectamente
incluso de naturaleza física- en cada hombre y en la sociedad, esta acción es permitida por la divina providencia que con
fuerza y dulzura dirige la historia del hombre y del mundo. El que Dios permita la actividad diabólica es un gran
misterio, pero "nosotros sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman" 41
[Catecismo de la Iglesia Católica, 395]
b) Almas de los difuntos adultos (bautizados o no) en pecado mortal y alejados por propia voluntad de Dios -Trino
y Uno.
“Salvo que elijamos libremente amarle no podemos estar unidos con Dios. Pero no podemos amar a Dios si pecamos
gravemente contra El, contra nuestro prójimo o contra nosotros mismos: "Quien no ama permanece en la muerte. Todo el
que aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él" 42. Nuestro
Señor nos advierte que estaremos separados de El si no omitimos socorrer las necesidades graves de los pobres y de los
pequeños que son sus hermanos43. Morir en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de
Dios, significa permanecer separados de El para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de autoexclusión
definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra "infierno".”
[Catecismo de la Iglesia Católica, 1033]
33 2 P 2,4
34 Gn 3,5
35 1 Jn 3,8
36 Jn 8,44
37 S. Juan Damasceno, f.o. 2,4: PG 94, 877C
38 Jn 8,44
39 cf. Mt 4,1-11
40 1 Jn 3,8
41 Rm 8,28
42 1 Jn 3, 15
43 cf. Mt 25, 31-46
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VISIÓN CATÓLICA
DE LA RELACIÓN CON EL MÁS ALLÁ
III-RELACIÓN ENTRE LO INVISIBLE Y LO VISIBLE
1- DESDE LO INVISIBLE HACIA LO VISIBLE
1.1 POSITIVAS
1.1.1. Teofanías de Dios
“Las Teofanías [manifestaciones de Dios] iluminan el camino de la Promesa, desde los Patriarcas a Moisés y desde Josué
hasta las visiones que inauguran la misión de los grandes profetas. La tradición cristiana siempre ha reconocido que, en
estas Teofanías, el Verbo de Dios se dejaba ver y oír, a la vez revelado y "cubierto" por la nube del Espíritu Santo.”
[Catecismo de la Iglesia Católica, 1033]
”Dios se ha revelado plenamente enviando a su propio Hijo, en quien ha establecido su alianza para siempre. El Hijo es la
Palabra definitiva del Padre, de manera que no habrá ya otra Revelación después de Él.”
[Catecismo de la Iglesia Católica, 73]
1.1.2. Presencia espiritual de Jesucristo.
“Cristo Jesús que murió, resucitó, que está a la derecha de Dios e intercede por nosotros" 44, está presente de múltiples
maneras en su Iglesia 45: en su Palabra, en la oración de su Iglesia, "allí donde dos o tres estén reunidos en mi nombre" 46,
en los pobres, los enfermos, los presos 47, en los sacramentos de los que Él es autor, en el sacrificio de la misa y en la
persona del ministro. Pero, "sobre todo, (está presente) bajo las especies eucarísticas." 48
[Catecismo de la Iglesia Católica, 1373]
1.1.3. Inspiración de los escritores sagrados
“Dios es el autor de la Sagrada Escritura. "Las verdades reveladas por Dios, que se contienen y manifiestan en la Sagrada
Escritura, se consignaron por inspiración del Espíritu Santo."
"La santa Madre Iglesia, fiel a la base de los apóstoles, reconoce que todos los libros del Antiguo y del Nuevo
Testamento, con todas sus partes, son sagrados y canónicos, en cuanto que, escritos por inspiración del Espíritu Santo,
tienen a Dios como autor, y como tales han sido confiados a la Iglesia." 49
[Catecismo de la Iglesia Católica, 105]
44 Rm 8,34
45 cf Concilio Vaticano II, Lumen Gentium, 48
46 Mt 18,20
47 Mt 25,31-46
48 Concilio Vaticano II, Sacrosantum Concilium, C 7
49 Concilio Vaticano II, Dei Verbum 11
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VISIÓN CATÓLICA
DE LA RELACIÓN CON EL MÁS ALLÁ
“Dios ha inspirado a los autores humanos de los libros sagrados. "En la composición de los libros sagrados, Dios se valió
de hombres elegidos, que usaban de todas sus facultades y talentos; de este modo obrando Dios en ellos y por ellos, como
verdaderos autores, pusieron por escrito todo y sólo lo que Dios quería."50
[Catecismo de la Iglesia Católica, 106]
1.1.4 Inhabitación divina del Espíritu Santo en cada bautizado vivo
A partir del sacramento del Bautismo, "Justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios" 51,
"santificados y llamados a ser santos"52, los cristianos se convierten en "el templo del Espíritu Santo" 53. Este "Espíritu del
Hijo" les enseña a orar al Padre 54 y, haciéndose vida en ellos, les hace obrar55 para dar "los frutos del Espíritu" 56 por la
caridad operante. Curando las heridas del pecado, el Espíritu Santo nos renueva interiormente por una transformación
espiritual57, nos ilumina y nos fortalece para vivir como "hijos de la luz" 58, "por la bondad, la justicia y la verdad" en
todo.”59
[Catecismo de la Iglesia Católica, 1695]
1.1.5 Ángeles mensajeros de Dios
“Desde la creación60 y a lo largo de toda la historia de la salvación, los encontramos, anunciando de lejos o de cerca, esa
salvación y sirviendo al designio divino de su realización: cierran el paraíso terrenal61, protegen a Lot62, salvan a Agar y a
su hijo63, detienen la mano de Abraham64, la ley es comunicada por su ministerio65, conducen el pueblo de Dios66,
anuncian nacimientos67 y vocaciones68, asisten a los profetas69, por no citar más que algunos ejemplos. Finalmente, el
ángel Gabriel anuncia el nacimiento del Precursor y el de Jesús.” 70
[Catecismo de la Iglesia Católica, 332]
“De la Encarnación a la Ascensión, la vida del Verbo encarnado está rodeada de la adoración y del servicio de los
ángeles. Cuando Dios introduce "a su Primogénito en el mundo, dice: 'adórenle todos los ángeles de Dios"71. Su cántico
de alabanza en el nacimiento de Cristo no ha cesado de resonar en la alabanza de la Iglesia: "Gloria
50 Concilio Vaticano II, Dei Verbum 11
51 1 Co 6,11
52 1 Co 1,2
53 cf 1 Co 6,19
54 cf Gál 4,6
55 cf Gal 5,25
56 Gal 5,22
57 cf Ef 4,23
58 Ef 5,8
59 Ef 5,9
60 cf Jb 38, 7, donde los ángeles son llamados "hijos de Dios"
61 cf Gn 3, 24
62 cf Gn 19
63 cf Gn 21, 17
64 cf Gn 22, 11
65 cf Hch 7,53
66 cf Ex 23, 20-23
67 cf Jc 13
68 cf Jc 6, 11-24; Is 6, 6
69 cf 1 R 19, 5
70 cf Lc 1, 11.26
71 Hb 1, 6
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a Dios..." . Protegen la infancia de Jesús , sirven a Jesús en el desierto , lo reconfortan en la agonía75, cuando El habría
podido ser salvado por ellos de la mano de sus enemigos76 como en otro tiempo Israel77. Son también los ángeles quienes
"evangelizan"78 anunciando la Buena Nueva de la Encarnación79, y de la Resurrección80 de Cristo. Con ocasión de la
segunda venida de Cristo, anunciada por los ángeles81, éstos estarán presentes al servicio del juicio del Señor.”82
[Catecismo de la Iglesia Católica, 333]
1.1.6. Ángeles custodios de los vivos
“Desde su comienzo83 a la muerte84 la vida humana está rodeada de su custodia85 y de su intercesión86. "Cada fiel tiene a
su lado un ángel como protector y pastor para conducirlo a la vida" 87. Desde esta tierra, la vida cristiana participa, por la
fe, en la sociedad bienaventurada de los ángeles y de los hombres, unidos en Dios.”
[Catecismo de la Iglesia Católica, 336]
“…Los ángeles también se pueden hacer perceptibles por su cuenta en la vida de un cristiano, por ejemplo, como
portadores de una noticia o como acompañantes que ayudan. La fe no tiene nada que ver con los falsos ángeles del
esoterismo.”
[Catecismo para Jovenes, 55]
1.1.7. Apariciones de Jesús
“La Resurrección de Cristo no fue un retorno a la vida terrena como en el caso de las resurrecciones que él había
realizado antes de Pascua: la hija de Jairo, el joven de Naim, Lázaro. Estos hechos eran acontecimientos milagrosos, pero
las personas afectadas por el milagro volvían a tener, por el poder de Jesús, una vida terrena "ordinaria". En cierto
momento, volverán a morir. La resurrección de Cristo es esencialmente diferente. En su cuerpo resucitado, pasa del
estado de muerte a otra vida más allá del tiempo y del espacio. En la Resurrección, el cuerpo de Jesús se llena del poder
del Espíritu Santo; participa de la vida divina en el estado de su gloria, tanto que San Pablo puede decir de Cristo que es
"el hombre celestial".88
[Catecismo de la Iglesia Católica, 646]
1.1.8. Revelaciones privadas de Cristo, María y los santos
“A lo largo de los siglos ha habido revelaciones llamadas "privadas", algunas de las cuales han sido reconocidas por la
autoridad de la Iglesia. Estas, sin embargo, no pertenecen al depósito de la fe. Su función no es la de "mejorar" o
"completar" la Revelación definitiva de Cristo, sino la de ayudar a vivirla más plenamente en una cierta época de la
historia. Guiado por el Magisterio de la Iglesia, el sentir de los fieles (sensus fidelium) sabe discernir y acoger lo que en
72 Lc 2, 14
73 cf Mt 1, 20; 2, 13.19
74 cf Mc 1, 12; Mt 4, 11
75 cf Lc 22, 43
76 cf Mt 26, 53
77 cf 2 M 10, 29-30; 11,8
78 Lc 2, 10
79 cf Lc 2, 8-14
80 cf Mc 16, 5-7
81 cf Hb 1, 10-11
82 cf Mt 13, 41; 25, 31 ; Lc 12, 8-9
83 cf Mt 18, 10
84 cf Lc 16, 22
85 cf Sal 34, 8; 91, 1013
86 cf Jb 33, 23-24; Za 1,12; Tb 12, 12
87 S. Basilio, Eun. 3, 1
88 cf. 1 Co 15, 35-50
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estas revelaciones constituye una llamada auténtica de Cristo o de sus santos a la Iglesia.
La fe cristiana no puede aceptar "revelaciones" que pretenden superar o corregir la Revelación de la que Cristo es la
plenitud. Es el caso de ciertas Religiones no cristianas y también de ciertas sectas recientes que se fundan en semejantes
"revelaciones".
[Catecismo de la Iglesia Católica, 67]
1.1.9. Intercesión de María y los santos en relación a la única Mediación de Cristo.
"Creemos que la multitud de aquellas almas que con Jesús y María se congregan en el paraíso, forma la Iglesia celestial,
donde ellas, gozando de la bienaventuranza eterna, ven a Dios como Él es, y participan también, ciertamente en grado y
modo diverso, juntamente con los santos ángeles, en el gobierno divino de las cosas, que ejerce Cristo glorificado, como
quiera que interceden por nosotros y con su fraterna solicitud ayudan grandemente a nuestra flaqueza"89
[Catecismo de la Iglesia Católica, 1053]
1.3 NEGATIVAS
1.2.1. Influencia o tentaciones de Ángeles caídos
“La Escritura habla de un pecado de estos ángeles90. Esta "caída" consiste en la elección libre de estos espíritus creados
que rechazaron radical e irrevocablemente a Dios y su Reino. Encontramos un reflejo de esta rebelión en las palabras del
tentador
a nuestros primeros padres: "Seréis como dioses" 91. El diablo es "pecador desde el principio" 92, "padre de la mentira"93.”
[Catecismo de la Iglesia Católica, 392]
“La Escritura atestigua la influencia nefasta de aquel a quien Jesús llama "homicida desde el principio" 94 y que incluso
intentó apartarlo de la misión recibida del Padre95. "El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del diablo"96. La
más grave en consecuencias de estas obras ha sido la seducción mentirosa que ha inducido al hombre a desobedecer a
Dios.”
[Catecismo de la Iglesia Católica, 394]
1.2.2. Incorporación de Ángeles caídos en seres vivos (Posesión diabólica)
“Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea
protegido contra las asechanzas del maligno y sustraída a su dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó 97, de él
tiene la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar98.
89 Credo del Pueblo de Dios: profesión solemne de fe de Pablo VI, 29
90 2 P 2,4
91 Gn 3,5
92 1 Jn 3,8
93 Jn 8,44
94 Jn 8,44
95 cf. Mt 4,1-11
96 1 Jn 3,8
97 cf Mc 1,25s; etc.
98 cf Mc 3,15; 6,7.13; 16,17
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En forma simple, el exorcismo tiene lugar en la celebración del Bautismo. El exorcismo solemne sólo puede ser
practicado por un sacerdote y con el permiso del obispo. En estos casos es preciso proceder con prudencia, observando
estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia. El exorcismo intenta expulsar a los demonios o liberar del dominio
demoníaco gracias a la autoridad espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia. Muy distinto es el caso de las
enfermedades, sobre todo síquicas, cuyo cuidado pertenece a la ciencia médica. Por tanto, es importante, asegurarse,
antes de celebrar el exorcismo, de que se trata de una presencia del Maligno y no de una enfermedad.” 99
[Catecismo de la Iglesia Católica, 1673]
2- DESDE LO VISIBLE HACIA LO INVISIBLE
2.1. PERMITIDAS
2.1.1. Adoración e invocación a Dios Padre, Espíritu Santo y Jesucristo.
“La adoración es la primera actitud del hombre que se reconoce criatura ante su Creador. Exalta la grandeza del Señor
que nos ha hecho100 y la omnipotencia del Salvador que nos libera del mal. Es la acción de humillar el espíritu ante el
"Rey de la gloria"101 y el silencio respetuoso en presencia de Dios "siempre mayor" 102. La adoración de Dios tres veces
santo y soberanamente amable nos llena de humildad y da seguridad a nuestras súplicas.”
[Catecismo de la Iglesia Católica, 2628]
2.1.2. Veneración a María
Al pronunciar el "fiat" de la Anunciación y al dar su consentimiento al Misterio de la Encarnación, María colabora ya en
toda la obra que debe llevar a cabo su Hijo. Ella es madre allí donde Él es Salvador y Cabeza del Cuerpo místico.”
[Catecismo de la Iglesia Católica, 973]
“La Santísima Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue llevada en cuerpo y alma a la gloria del cielo, en
donde ella participa ya en la gloria de la resurrección de su Hijo, anticipando la resurrección de todos los miembros de su
Cuerpo.”
[Catecismo de la Iglesia Católica, 974]
“Creemos que la Santísima Madre de Dios, nueva Eva, Madre de la Iglesia, continúa en el cielo ejercitando su oficio
materno con respecto a los miembros de Cristo.”103
[Catecismo de la Iglesia Católica, 975]
2.1.3. Oración a los Ángeles
“Se puede pedir ayuda a los ángeles y solicitar su intercesión ante Dios. Cada persona recibe de Dios un ángel custodio.
Rezar al ángel de la guarda por uno mismo y por otros es bueno y sensato. ...”.
[Catecismo para Jóvenes, 55]
99 cf. Código de Derecho Canónico, can.1172
100 cf Sal 95, 1-6
101 Sal 14, 9-10
102 S. Agustín, Sal. 62, 16
103 Credo del Pueblo de Dios: profesión solemne de fe de Pablo VI, 15
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2.1.4. Solicitar intercesión de las almas de los bienaventurados (santos reconocidos)
“Los testigos que nos han precedido en el Reino104, especialmente los que la Iglesia reconoce como "santos", participan
en la tradición viva de la oración, por el modelo de su vida, por la transmisión de sus escritos y por su oración actual.
Contemplan a Dios, lo alaban y no dejan de cuidar de aquellos que han quedado en la tierra. Al entrar "en la alegría" de
su Señor, han sido "constituidos sobre lo mucho" 105. Su intercesión es su más alto servicio al plan de Dios. Podemos y
debemos rogarles que intercedan por nosotros y por el mundo entero.”106 107
[Catecismo de la Iglesia Católica, 2683]
La intercesión de los santos. "Por el hecho de que los del cielo están más íntimamente unidos con Cristo, consolidan
más firmemente a toda la Iglesia en la santidad...no dejan de interceder por nosotros ante el Padre. Presentan por medio
del único Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, los méritos que adquirieron en la tierra... Su solicitud fraterna
ayuda, pues, mucho a nuestra debilidad" 108:
No lloréis, os seré más útil después de mi muerte y os ayudaré más eficazmente que durante mi vida (Santo Domingo,
moribundo, a sus hermanos, cf. Jordán de Sajonia, lib 43) .
Pasaré mi cielo haciendo el bien sobre la tierra (Santa Teresa del Niño Jesús, verba)”
[Catecismo de la Iglesia Católica, 956]
2.1.5. Oración pidiendo intercesión de las almas de los difuntos (santos no reconocidos aún) en virtud de la
Comunión de los Santos entre la Iglesia peregrina, purgante y santificante.
"Creemos en la comunión de todos los fieles cristianos, es decir, de los que peregrinan en la tierra, de los que se purifican
después de muertos y de los que gozan de la bienaventuranza celeste, y que todos se unen en una sola Iglesia; y creemos
igualmente que en esa comunión está a nuestra disposición el amor misericordioso de Dios y de sus santos, que siempre
ofrecen oídos atentos a nuestras oraciones" 109
[Catecismo de la Iglesia Católica, 962]
2.1.6. Oración, sufragios y obras de penitencia por las almas del purgatorio
“Esta enseñanza (purgatorio) se apoya también en la práctica de la oración por los difuntos, de la que ya habla la
Escritura: "Por eso mandó [Judas Macabeo] hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran
liberados del pecado"110. Desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos y ha ofrecido
104 cf Hb 12, 1
105 cf Mt 25, 21
106 Credo del Pueblo de Dios: profesión solemne de fe de Pablo VI, 29
107 Catecismo de la Iglesia Católica,1053
108 Lumen Gentium, 49
109 Credo del Pueblo de Dios: profesión solemne de fe de Pablo VI, 30
110 2 M 12, 46
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sufragios en su favor, en particular el sacrificio eucarístico , para que, una vez purificados, puedan llegar a la visión
beatífica de Dios. La Iglesia también recomienda las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia en favor de los
difuntos: Llevémosles socorros y hagamos su conmemoración. Si los hijos de Job fueron purificados por el sacrificio de
su Padre112, ¿por qué habríamos de dudar de que nuestras ofrendas por los muertos les lleven un cierto consuelo? No
dudemos, pues, en socorrer a los que han partido y en ofrecer nuestras plegarias por ellos.” 113
[Catecismo de la Iglesia Católica, 1032]
2.1.7. Expulsión de demonios por parte de un sacerdote autorizado por Obispo.
“Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea
protegido contra las asechanzas del maligno y sustraída a su dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó 114, de él
tiene la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar115. En forma simple, el exorcismo tiene lugar en la celebración del
Bautismo. El exorcismo solemne sólo puede ser practicado por un sacerdote y con el permiso del obispo. En estos casos
es preciso proceder con prudencia, observando estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia. El exorcismo intenta
expulsar a los demonios o liberar del dominio demoníaco gracias a la autoridad espiritual que Jesús ha confiado a su
Iglesia. Muy distinto es el caso de las enfermedades, sobre todo síquicas, cuyo cuidado pertenece a la ciencia médica.Por
tanto, es importante, asegurarse, antes de celebrar el exorcismo, de que se trata de una presencia del Maligno y no de una
enfermedad.”116
[Catecismo de la Iglesia Católica, 1673]
2.2. PROSCRIPTAS
El primer mandamiento prohíbe honrar a dioses distintos del Único Señor que se reveló a su pueblo. Proscribe la
superstición y la irreligión. La superstición representa en cierta manera un exceso perverso de religión.
[Catecismo de la Iglesia Católica, 2110]
2.2.1 Invocación a las potencias malignas
“Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar las potencias ocultas para ponerlas
a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo -aunque sea para procurar la salud-, son gravemente
contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención
de dañar a otro o recurren a la intervención de los demonios. El llevar amuletos es también reprensible. El espiritismo
implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él. El
recurso a las medicinas llamadas tradicionales no legitima ni la invocación de las potencias malignas, ni la explotación de
la credulidad del prójimo.”
[Catecismo de la Iglesia Católica, 2117]
2.2.2. Conjuración de los muertos
“Todas las formas de adivinación deben rechazarse: recurso a Satán o a los demonios, evocación de los muertos, y otras
prácticas que equivocadamente se supone "desvelan" el porvenir 117.
111 cf. H. Densinger. Enchiridion symbolorum, 856
112 cf. Jb 1, 5
113 San Juan Crisóstomo, hom. in 1 Cor 41, 5
114 cf Mc 1,25s; etc.
115 cf Mc 3,15; 6,7.13; 16,17
116 cf. Código de Derecho Canónico, can. 1172
117 cf Dt 18,10; Jr 29,8
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La consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de
visión, el recurso a "mediums" encierran una voluntad de poder sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a
la vez que un deseo de conciliarse los poderes ocultos. Están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de
temor amoroso, que debemos solamente a Dios.”
[Catecismo de la Iglesia Católica, 2116]
2.2.3. Expulsión de demonios por laicos
“Desde hace algunos años (1985), ciertos grupos eclesiales multiplican reuniones para orar con la intención de obtener la
liberación del influjo de los demonios, aun cuando no se trate de exorcismos propiamente dichos. Tales reuniones son
efectuadas bajo la dirección de laicos, incluso cuando está presente un sacerdote.
Dado que se ha preguntado a la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre tales hechos, este Dicasterio juzga
necesario comunicar a todos los Ordinarios la siguiente respuesta:
1. El canon 1172 del Código de Derecho Canónico declara que a nadie es lícito realizar exorcismos sobre personas
posesas, a no ser que el Ordinario del lugar haya concedido licencia peculiar y expresa para ello (§ 1), y determina
también que esta licencia sólo puede ser concedida por el Ordinario del lugar a un presbítero piadoso, docto, prudente y
con integridad de vida (§ 2). Por consiguiente, se invita a los Obispos a urgir el cumplimiento de estos preceptos.
2. De estas prescripciones se sigue que no es lícito a los fíeles cristianos utilizar la fórmula de exorcismo contra Satanás y
los ángeles apóstatas, contenida en el Ritual que fue publicado por orden del sumo pontífice León XIII; mucho menos les
es lícito emplear el texto entero de este exorcismo. Los Obispos procuren amonestar a los fieles sobre este asunto cuando
sea necesario.
3. Finalmente, por las mismas razones, se ruega a los Obispos que velen para que – aun en los casos que, excluida la
auténtica posesión diabólica, parezcan revelar algún influjo del diablo– personas sin la debida autorización dirijan
reuniones en las cuales se hagan oraciones para obtener la expulsión del demonio, oraciones que directamente interpelen
a los demonios o traten de conocer la identidad de los mismos.
La formulación de estas normas de ningún modo debe disuadir a los fieles de rezar para que, como Jesús nos enseñó,
sean libres del maligno118. Además de eso, los Pastores podrán valerse de esta oportunidad para recordar lo que la
Tradición de la Iglesia enseña respecto a la función propia de los Sacramentos y a propósito de la intercesión de la
Bienaventurada Virgen María, de los Ángeles y de los Santos en la lucha espiritual de los cristianos contra los espíritus
malignos.”
[Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta a los ordinarios del lugar para recordar las normas vigentes sobre los
exorcismos, 29 de septiembre de 1985]
2.2.4. Idolatría
“La idolatría no se refiere sólo a los cultos falsos del paganismo. Es una tentación constante de la fe. Consiste en
divinizar lo que no es Dios. Hay idolatría desde que el hombre honra y reverencia a una criatura en lugar de Dios. Trátese
de dioses o de demonios (por ejemplo, el satanismo), de poder, de placer, de la raza, de los antepasados, del Estado, del
dinero, etc. "No podéis servir a Dios y al dinero", dice Jesús 119. Numerosos mártires han muerto por no adorar a "la
Bestia"120, negándose incluso a simular su culto. La idolatría rechaza el único Señorío de Dios; es, por tanto,
incompatible con la comunión divina.”121
[Catecismo de la Iglesia Católica, 2113]
118 cf. Mt 6,13
119 Mt 6,24
120 cf Ap 13-14
121 cf Gál 5,20; Ef 5,5
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2.2.5. Supersticiones
“La superstición es la desviación del sentimiento religioso y de las prácticas que impone. Puede afectar también al culto
que damos al verdadero Dios, por ejemplo, cuando se atribuye una importancia, de algún modo, mágica a ciertas
prácticas, por otra parte, legítimas o necesarias. Atribuir su eficacia a la sola materialidad de las oraciones o de los signos
sacramentales, prescindiendo de las disposiciones interiores que exigen, es caer en la superstición.”122
[Catecismo de la Iglesia Católica, 2111]
IV- LA RESURRECION DE LOS MUERTOS, EL JUICIO FINAL Y LA VIDA
ETERNA
“El Credo cristiano —profesión de nuestra fe en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, y en su acción creadora, salvadora y
santificadora— culmina en la proclamación de la resurrección de los muertos al fin de los tiempos, y en la vida eterna.”
[Catecismo de la Iglesia Católica, 988]
“El Juicio final sucederá cuando vuelva Cristo glorioso. Sólo el Padre conoce el día y la hora en que tendrá lugar; sólo El
decidirá su advenimiento. Entonces, El pronunciará por medio de su Hijo Jesucristo, su palabra definitiva sobre toda la
historia. Nosotros conoceremos el sentido último de toda la obra de la creación y de toda la economía de la salvación, y
comprenderemos los caminos admirables por los que Su Providencia habrá conducido todas las cosas a su fin último. El
juicio final revelará que la justicia de Dios triunfa de todas las injusticias cometidas por sus criaturas y que su amor es
más fuerte que la muerte.”123
[Catecismo de la Iglesia Católica, 1040]
“Para el hombre esta consumación será la realización final de la unidad del género humano, querida por Dios desde la
creación y de la que la Iglesia peregrina era "como el sacramento”. Los que estén unidos a Cristo formarán la comunidad
de los rescatados, la Ciudad Santa de Dios, "la Esposa del Cordero”. Ya no será herida por el pecado, las manchas, el
amor propio, que destruyen o hieren la comunidad terrena de los hombres. La visión beatífica, en la que Dios se
manifestará de modo inagotable a los elegidos, será la fuente inmensa de felicidad, de paz y de comunión mutua.
[Catecismo de la Iglesia Católica, 1045]
“Al fin de los tiempos, el Reino de Dios llegará a su plenitud. Entonces, los justos reinarán con Cristo para siempre,
glorificados en cuerpo y alma, y el mismo universo material será transformado. Dios será entonces "todo en todos" 124, en
la vida eterna.”
[Catecismo de la Iglesia Católica, 1060]
122 cf Mt 23,16-22
123 cf. Ct 8, 6
124 1 Co 15, 28
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+ La esperanza en la Vida Eterna
“La esperanza es la virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y a la vida eterna como felicidad nuestra,
poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y apoyándonos no en nuestras fuerzas, sino en los auxilios de la
gracia del Espíritu Santo. “Mantengamos firme la confesión de la esperanza, pues fiel es el autor de la promesa”125. “El
Espíritu Santo que Él derramó sobre nosotros con largueza por medio de Jesucristo nuestro Salvador para que,
justificados por su gracia, fuésemos constituidos herederos, en esperanza, de vida eterna”126”.
[Catecismo de la Iglesia Católica, 1817]
Podemos, por tanto, esperar la gloria del cielo prometida por Dios a los que le aman 127 y hacen su voluntad128. En toda
circunstancia, cada uno debe esperar, con la gracia de Dios, “perseverar hasta el fin”129 y obtener el gozo del cielo, como
eterna recompensa de Dios por las obras buenas realizadas con la gracia de Cristo. En la esperanza, la Iglesia implora que
“todos los hombres [...] se salven”130. Espera estar en la gloria del cielo unida a Cristo, su esposo:
«Espera, espera, que no sabes cuándo vendrá el día ni la hora. Vela con cuidado, que todo se pasa con brevedad,
aunque tu deseo hace lo cierto dudoso, y el tiempo breve largo. Mira que mientras más peleares, más mostrarás el amor
que tienes a tu Dios y más te gozarás con tu Amado con gozo y deleite que no puede tener fin»131
[Catecismo de la Iglesia Católica, 1821]
125 Hb 10,23
126 Tt 3, 6-7
127 cf Rm 8, 28-30
128 cf Mt 7, 21
129 cf Mt 10, 22; cf Concilio de Trento: DS 1541
130 1Tm 2, 4
131 Santa Teresa de Jesús, Exclamaciones del alma a Dios, 15,3
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