Definición Las técnicas de investigación de campo son aquellas que le sirven al investigador para relacionarse con el objeto y construir por sí mismo la realidad estudiada. Tienen el propósito de recopilar información empírica sobre la realidad del fenómeno a estudiar (Rodrigues, 1982:60) y son útiles para estudiar a fondo un fenómeno en un ambiente determinado. Con estas técnicas el investigador puede acercarse a información que no ha sido documentada; es decir, estudiar aquello de lo que no hay nada escrito todavía. La observación es una práctica que se utiliza tanto en los métodos cuantitativos como en los cualitativos, la diferencia estriba en la forma de ejercerla. Cuando el observador es pasivo y sólo mide y registra acontecimientos o conductas regulares se acerca a la metodología cuantitativa; cuando, por el contrario, el observador se involucra con el objeto de investigación y participa cercanamente en las actividades del grupo de estudio, posibilita la comprensión de los procesos simbólicos, de los significados de las acciones que los mismos individuos le imprimen, es decir, se aproxima a una metodología de corte cualitativo. Observar no sólo significa ver con los ojos, sino con todos los sentidos. Los básicos son: la vista, el olfato, el tacto, el oído, el gusto. Según sea el objeto estudiado será la participación y/o la intensidad de uno o más sentidos. También denominada observación directa, ordinaria o no participante, es aquella que permite la observación de los fenómenos desde fuera. Cuando se observa un grupo de población, el investigador se mantiene como agente externo, sin involucrarse como parte del grupo. Para aplicar esta técnica es necesario definir el objetivo o finalidad de la observación. Pasiva Se recomienda la utilización de una guía de observación y fichas de trabajo de campo en las que se registren los hechos más importantes para la investigación. Asimismo, si es posible y si no repercute en la "normalidad" del objeto estudiado, se podrá hacer uso de instrumentos como grabadoras, cámaras fotográficas o de video. La observación participante o activa se caracteriza por llevarse a cabo como miembro de un grupo, es decir, "implica que el observador intervenga en la vida del grupo, participe en sus actividades" (Duverger, 1978:330). La observación Este tipo de observación es una técnica que permite enlazarse activamente con el objeto de investigación. Ésta "funciona como observación sistematizada natural de grupos reales o comunidades en su vida cotidiana, y que fundamentalmente emplea la estrategia empírica y las técnicas de registro cualitativo" (Gutiérrez y Delgado, 1995:144). Siguiendo a Gutiérrez y Delgado (1995:145), algunas de las condiciones que posibilitan la práctica de la observación participante son: El investigador en general debe ser un extraño a su objeto de investigación. Debe convivir integradamente en el sistema a estudiar. Es decir, tener una participación activa en la vida cotidiana y residir en ella durante un período más o menos largo generalmente adoptando funciones específicas dentro de la comunidad estudiada (médico, maestro, transportista, etc.). El investigador debe escribir una monografía etnográfica empleando el género del "realismo etnográfico". La observación participante registra datos a través de árboles genealógicos, confección de historias de vida, sistematización de un diario de campo, registro de audiovisuales de rituales y ceremonias, la fotografía, etc. (Gutiérrez y Delgado, 1995:145). Participante o activa En cuanto a los instrumentos a utilizar Gutiérrez y Delgado afirman que: (...) utilizar grabadora grande o pequeña, con pilas o conectada a la red; tomar notas en un cuaderno o intentar memorizar, que el cuaderno sea cuadriculado o milimetrado, con margen o sin margen, que sean varios cuadernos llamados diario, cuadernos de campo y cuadernos temáticos, etc., sólo encuentran sentido en el marco de la discusión de sus presuntas implicaciones metodológicas y epistemológicas. La paciencia y la imaginación son siempre buenas consejeras del observador/lector (1995:143). En este sentido, la técnica de observación participante se resuelve en el proceso mismo en la medida que el investigador reconoce el terreno y se integra al grupo; por otro lado, permite la adaptación ante "nuevas circunstancias inesperadas y aprovechar las oportunidades que pudieran surgir durante el estudio" (Giddens, 1998:683). Asimismo, este tipo de estudios tiene como ventaja la probabilidad de obtener resultados inesperados que confronten las ideas preconcebidas que tenía el investigador sobre un determinado grupo o hecho (Giddens, 1998:683-684). Una desventaja de la observación participante es que el investigador se involucre a tal grado con el grupo que llegue a perder de vista las circunstancias objetivas y domine el factor subjetivo en su apreciación. La entrevista es una técnica de interrogatorio que se caracteriza por su aplicación interpersonal o "cara a cara". Ésta se utiliza con el fin de obtener información en forma amplia y detallada, por ello las preguntas suelen ser abiertas y se aplica a quienes poseen datos y experiencias relevantes para el estudio. Al realizar una entrevista es necesario cultivar el arte de escuchar, no sólo oír y recordar, sino también "aparentar que se escucha" a través del lenguaje corporal y el contacto ocular (Woods, 1989:93). Técnica e instrumento de investigación de campo Se recomienda no juzgar las ideas de los entrevistados y adaptarse a sus normas o condiciones de vida. Es mejor, "ponerse de su lado" para inspirarles confianza y proporcionen al investigador la información necesaria. Los datos obtenidos se anotan en fichas de campo o, si es posible, se hará uso de una grabadora o cámara de video. La entrevista es muy útil para trabajar "historias de vida" o cuando se requiere información especializada. Por último, la entrevista puede ser estructurada o no estructurada (esta última también llamada entrevista "libre"). Se denomina estructurada cuando el entrevistador previamente una guía de preguntas con un orden definido. prepara Llevar a efecto este tipo de entrevista demanda información suficiente sobre el tema u objeto de estudio así como de claridad acerca de la información requerida para alcanzar los objetivos, es decir, saber con precisión qué datos necesitará recopilar a través de la entrevista. Entrevista Estructurada Asimismo, se recomienda su uso para aplicarlas a especialistas o "informantes clave" o, cuando el entrevistador no tiene suficiente experiencia, con el fin de evitar perder el objetivo de la entrevista. A esta forma de entrevista se recurre cuando no se cuenta con suficiente información sobre el tema o para efectuar una entrevista en profundidad, es decir, una entrevista que rescate datos significativos de la persona a medida que se desarrolla la conversación. Si bien se define previamente un objetivo, las preguntas se formulan conforme transcurre el proceso de entrevista, a partir de lo que la persona entrevistada va diciendo. La entrevista no estructurada facilita la hechos personales (Woods, 1989:80). Se acerca de "cómo los sujetos diversos sistema de representaciones sociales en (Alonso, 1995:226). No estructurada o libre expresión de opiniones y puede obtener información actúan y reconstruyen el sus prácticas individuales" El interés de este tipo de entrevista más que en el registro de hechos se centra en la expresión directa de la actitud del emisor, de la emoción expresada como reflejo de su subjetividad ante el referente de investigación (Alonso, 1995:226). Para Alonso la información obtenida con la ayuda de esta técnica, proporciona "una orientación e interpretación significativa de la experiencia del entrevistado. Orientación, deformación o interpretación que muchas veces resulta más interesante informativamente que la propia exposición cronológica o sistemática de acontecimientos más o menos factuales" (1995:226). El cuestionario se caracteriza por ser estructurado y presentarse por escrito. Tiene como ventajas: La posibilidad de aplicación extensiva, es decir, a un gran número de población. Aplicarlo en forma indirecta enviándolo por correo o dejándolo en manos del encuestado para después recogerlo. Cerradas Abiertas Son preguntas cerradas cuando el encuestado sólo tiene una alternativa de respuesta; por ejemplo: sí, no o no sé; de acuerdo, indiferente, o en desacuerdo, etc. En las preguntas abiertas se deja al encuestado contestar en forma "libre" para que exprese a su manera la respuesta. Tipos de preguntas Abanico (opción múltiple) Preguntas de hecho y de acción Cuestionario Clasificación de las preguntas según la naturaleza de las respuestas Preguntas de intención o de opinión Preguntas test Con las preguntas de abanico se propone al encuestado un determinado número de respuestas a escoger. Éste puede elegir una o más opciones. Si es necesario se le puede indicar que especifique la respuesta considerada como principal o que ordene por grado de importancia. Es recomendable dejar abierta la posibilidad de respuesta, agregando la opción otro y pidiéndole entre paréntesis que especifique. Las preguntas de hecho son comunes en los censos. Se piden datos específicos sobre un aspecto determinado, como la edad, sexo, profesión, domicilio, etc. Las preguntas de acción inquieren acerca de una actividad realizada y/o el porqué de ella. Interrogan al encuestado acerca de lo que haría o preferiría ante una determinada situación, es decir, se le pide contestar ante una acción teórica o hipotética. Las respuestas se tomarán como reveladoras de la opinión pero no una manifestación segura de la acción. Este tipo de preguntas aportan indicios de un hecho u opinión que el encuestado no quiere revelar directamente. Las preguntas del cuestionario deberán ser ordenadas rigurosamente. Se recomienda dividir por baterías o bloques de preguntas. La redacción debe ser lo más clara posible y tomando en cuenta la población a quien va dirigido el cuestionario. Las instrucciones deberán indicar con precisión la forma en que se contestará el cuestionario. Recomendaciones para la elaboración de cuestionarios Una de las garantías que ofrece el cuestionario para el sujeto encuestado es el anonimato. Este hecho aumenta la posibilidad de que el sujeto proporcione información veraz. Por ello se sugiere evitar preguntar el nombre de la persona encuestada, a menos que sea estrictamente necesario para la investigación. Para la identificación del cuestionario se pueden utilizar números. La presentación del formato de cuestionario debe facilitar su lectura y su llenado. Asimismo, se recomienda limpieza y cuidado ortográfico y mecanográfico.