Subido por Andres Buitrago

TUTELA NIÑO IBAGUÉ

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Ibagué, Septiembre 19 de 2014
Señor:
JUEZ (reparto)
E.S.D.
REF: Acción de Tutela instaurada por ANGEL VARGAS VILLARREAL
contra
ORGANIZACIÓN
SANITAS
INTERNACIONAL
“EPS
SANITAS”.
ANGEL VARGAS VILLARREAL, identificado con Cédula de Ciudadanía No.
93.364.705 de Ibagué
- Tolima, actuando en calidad de Agente Oficioso y
representación de mi menor hijo MIGUEL ANGEL VARGAS SAAVEDRA,
atendiendo el ordenamiento jurídico Colombiano y con el debido respeto a usted,
manifiesto que formulo Acción de Tutela contra ORGANIZACIÓN SANITAS
INTERNACIONAL “EPS – SANITAS”, solicitando se garantice en debida forma los
derechos fundamentales de la Salud, la Vida, a la igualdad, a la Seguridad Social,
a la Protección especial del menor, en condiciones dignas, vulnerado por la entidad
referenciadas.
I.
HECHOS
1. Me encuentro afiliado a la ORGANIZACIÓN SANITAS INTERNACIONAL “EPS
– SANITAS”, como cotizante desde junio de 2014, junto con mi grupo familiar
(Esposa).
2. Tenemos un niño menor de 22 meses de nacido, de nombre MIGUEL ANGEL
VARGAS SAAVEDRA, a quien se le detecto NEUROFIBROSARCOMA DE
EPIFISIS IZQUIERDA consistente en una DEFORMIDAD A NIVEL DE TERCIO
DISTAL DE PIERNA IZQUIERDA Y CUELLO DE PIE, que en la actualidad está
siendo tratado en la UNIDAD DE CUIDADOS INTENSIVOS DE LA CLINICA
CALAMBEO DE IBAGUÉ.
3. Los especialistas tratantes de la unidad mencionada, han resaltado de manera
categorica, urgente e inmediata, la remisión del menor para ser tratado en la ciudad
de Bogotá, con especialistas PEDIATRAS ONCOLOGOS, ORTOPEDISTA
PEDRIATICO, NEUROLOGO PEDIATRICO, y demás especialistas de la rama,
pues es evidente la INMEDIATEZ de su traslado, teniendo en cuenta que mediante
HISTORIA CLINICA ELECTRONICA de fecha de 18 de septiembre de 2014,
describen en ella de manera textual: “…PENDIENTE REMISION PARA MANEJO
INTEGRAL NEUROPEDIATRIA, ENDOCRINOLOGIA Y CIRUGIA PEDIATRICA
ONCOLOGICA, REALIZAR TAC CEREBRAL PARA DESCARTAR EDEMA
CEREBRAL Y DEFINIR FUNCION LUMBAR, ECOGRAFICA DE TEJIDOS
BLANDO SUBMANDIBULAR, SE CONTINUA HIDRATACION ENDOVENOSA Y
ANTIBIOTICO INSTAURADO.”
4. De igual manera, se resalta en el citado documento, como destino la
Hospitalización UCI Pediátrica.
5. Teniendo en cuenta que mi menor hijo, se encuentra en grave estado de salud,
para lo cual requiere de oxígeno, catéter en una pierna, canalizado, sensor
cardiovascular y demás sensores en el cuerpo, debe ser traslado en AMBULANCIA
MEDICALIZADA donde se dispongan las mismas condiciones en que se encuentra
la UCI.
6. Que “EPS – SANITAS”, asuma el costo de traslado de la ambulancia del menor
y el acompañante, pues siempre el cotizante ha asumido los costos de remisión
para medicina especializada.
7. Por ser de suma relevancia debe manifestarse que el Medico Ortopedista
Pediatra
Dr. DIEGO FERNANDO ORTIZ, del Instituto ROSVELT, ha venido
tratando al menor, y ser conocedor del caso del menor, debe ser este especialista
el designado de dar continuidad al procedimiento especializado que se encuentre
pendiente a desarrollar.
8. De igual manera, mediante SOLICITUD DE SERVICIOS el INSTITUTO DEL
CORAZON DE IBAGUÉ – CLINICA CALAMBEO, de fecha 15-09-2014, en aparte
referente al resumen, se señala: “RESUMEN: PACIENTE VALORADO POR
PEDIATRA DE TURNO QUIEN ORDENA REMISION A CANCEROLOGIA PARA
VALORACION Y MANEJO POR CUADRO ALTAMENTE COMPATIBLE DE
NEUROFIBROMATOSIS”, cuadro médico que debe ser atendido de manera
PRIORITARIA E INMEDIATA, por tratarse de una enfermedad delicada y ser un
menor de edad, se solicitara MEDIDA CAUTELAR para ello en el acápite de las
pretensiones.
PRUEBAS
II.
Ruego al señor juez se sirva tener en cuenta las siguientes pruebas documentales:

Copia de mi Cédula de Ciudadanía.

Copia de Carné de afiliación a CAFESALUD EPS del menor YONATAN DAVID.

Copia Justificación y Recomendación médica para estudios de Trasplante de
Medula Ósea.

Copia de Registro Individual de Prestación de Servicios.

Copia Autorización de los carnés del grupo familiar.
III.
PRETENSIONES
Esta acción tiene las siguientes pretensiones:
PRIMERO:
Obtener de su señoría la protección al derecho fundamental de la
protección del Menor YONATAN DAVID AROCA BERNAL a la Salud y a la vida en
condiciones dignas, LIBRE ESCOGENCIA DE EPS-S, y a la Igualdad ordenando en
primer lugar se LIBERE EL GRUPO FAMILIAR de las EPS-S, CAPRECOM Y
COMPARTA, realizando todas las gestiones que le asisten para que los miembros
de mi grupo familiar puedan ser inscritos y registrados en CAFESALUD EPS-S.
SEGUNDO: De igual manera, obtener de su señoría, se ordene de manera
inmediata la aceptación e inscripción del grupo familiar por parte de CAFESALUD
EPS-S., ordenando la continuidad en los exámenes, tratamientos, quimioterapias, y
en especial el trasplante de MEDULA OSEA al menor, como también los
medicamentos y consultas especializadas, para su tratamiento y recuperación
integral.
IV.
DERECHOS VULNERADOS
1. DERECHO A LA SALUD
A. EL DERECHO A LA SALUD COMO DERECHO FUNDAMENTAL.
Inicialmente la jurisprudencia de la Corte Constitucional se caracterizó por diferenciar los derechos
susceptibles de protección mediante la acción de tutela y los derechos de contenido meramente
prestacional, los cuales para ser amparados por vía de tutela, debían tener conexidad con los
derechos inicialmente nombrados, es decir, los de primer orden.
En la Sentencia T-016 de 2007, la Sala Séptima de Revisión de esta Corporación, desarrolló el criterio
jurisprudencial sostenido por esta Corte, sobre el carácter fundamental de todos los derechos sin
distinguir si se trata de derechos políticos, civiles, sociales, económicos o culturales, así como que
dicha fundamentalidad tampoco debe derivar de la manera como estos derechos se hacen efectivos
en la realidad.
Acertadamente, la jurisprudencia de la Corte, para establecer la fundamentalidad del derecho a la
salud, se ha apoyado de instrumentos internacionales de distinto orden,[1] por ejemplo por lo
estipulado en la Observación N° 14 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que
establece:
“La salud es un derecho humano fundamental e indispensable para el ejercicio de los demás
derechos humanos. Todo ser humano tiene derecho al disfrute del más alto nivel posible de
salud que le permita vivir dignamente. La efectividad del derecho a la salud se puede
alcanzar mediante numerosos procedimientos complementarios, como la formulación de
políticas en materia de salud, la aplicación de los programas de salud elaborados por la
Organización Mundial de la Salud (OMS) o la adopción de instrumentos jurídicos concretos”.
”
En el mismo sentido, la Constitución de 1991, contempla estos criterios cuando en el artículo 49,
estipula:
“La atención de la salud y el saneamiento ambiental son servicios públicos a cargo del
Estado. Se garantiza a todas las personas el acceso a los servicios de promoción, protección
y recuperación de la salud”.
“Corresponde al Estado organizar, dirigir y reglamentar la prestación de servicios de salud a
los habitantes y de saneamiento ambiental conforme a los principios de eficiencia,
universalidad y solidaridad. También, establecer las políticas para la prestación de servicios
de salud por entidades privadas, y ejercer su vigilancia y control”.
Por esta razón, el derecho a la salud marca una pauta esencial para que las personas puedan
desarrollarse y gozar de bienestar, esto implica que el derecho a la salud viene a relacionarse con
todas las esferas de la vida de un ser humano, pues si no goza de buenas condiciones físicas,
psicológicas y sociales, no va a ser una persona protegida en su derecho, por ello cuando se niega un
procedimiento o no se permite suministrar lo necesario para recuperar su salud, se habla de la
vulneración de la misma, es aquí donde el juez puede hacer efectiva su protección por vía de tutela
cuando los encuentre amenazados o vulnerados.
De igual manera y enfatizando la protección constitucional del derecho a la salud como derecho
fundamental, la Sentencia T-200 de 2007, menciona las dimensiones de amparo de este derecho,
para lo cual estableció:
“…En abundante jurisprudencia esta Corporación ha señalado que la protección ofrecida por
el texto constitucional a la salud, como bien jurídico que goza de especial protección, tal
como lo enseña el tramado de disposiciones que componen el articulado superior y el bloque
de constitucionalidad, se da en dos sentidos: (i) en primer lugar, de acuerdo al artículo 49
de la Constitución, la salud es un servicio público cuya organización, dirección y
reglamentación corresponde al Estado. La prestación de este servicio debe ser realizado bajo
el impostergable compromiso de satisfacer los principios de universalidad, solidaridad y
eficiencia que, según dispone el artículo 49 superior, orientan dicho servicio[2]. En el mismo
sentido, como fue precisado por esta Sala de revisión en sentencia T-016 de 2007, el diseño
de las políticas encaminadas a la efectiva prestación del servicio público de salud debe estar,
en todo caso, fielmente orientado a la consecución de los altos fines a los cuales se
compromete el Estado, según lo establece el artículo 2° del texto constitucional.
“(ii) La segunda dimensión en la cual es protegido este bien jurídico es su estructuración
como derecho. Sobre el particular, la jurisprudencia de esta Corporación ha señalado que el
derecho a la salud no es de aquellos cuya protección puede ser solicitada prima facie por vía
de tutela[3]. No obstante, en una decantada línea que ha hecho carrera en los
pronunciamientos de la Corte Constitucional, se ha considerado que una vez se ha superado
la indeterminación de su contenido –que es el obstáculo principal a su estructuración como
derecho fundamental- por medio de la regulación ofrecida por el Congreso de la República y
por las autoridades que participan en el Sistema de Seguridad Social; las prestaciones a las
cuales se encuentran obligadas las instituciones del Sistema adquieren el carácter de
derechos subjetivos…”.
Se trata entonces de una línea jurisprudencial reiterada por esta Corte, la cual ha establecido que el
derecho a la salud es un derecho fundamental, que envuelve como sucede también con los demás
derechos fundamentales, prestaciones de orden económico orientadas a garantizar de modo efectivo
la eficacia de estos derechos en la realidad. Bajo esta premisa, el Estado a través del Sistema de
Seguridad Social en Salud, proporciona las condiciones por medio de las cuales sus asociados pueden
acceder a un estado de salud íntegro y armónico.
Es por ello que la Corte Constitucional ha precisado que la salud puede ser considerada como un
derecho fundamental no solo cuando peligra la vida como mera existencia, sino que ha resaltado
que la salud es esencial para el mantenimiento de la vida en condiciones dignas y que (el acceso a
tratamientos contra el dolor o el suministro de todo lo necesario, para aquellas personas que
padecen de enfermedades catastróficas que si bien, algunas son incurables, debe propenderse por
todo lo necesario para un padecimiento en condiciones dignas).
En conclusión, la Corte ha señalado que todas las personas sin excepción pueden acudir a la acción
de tutela para lograr la efectiva protección de su derecho constitucional fundamental a la salud.
Por tanto, todas las entidades que prestan la atención en salud, deben procurar no solo de manera
formal sino también material la mejor prestación del servicio, con la finalidad del goce efectivo de
los derechos de sus afiliados, pues la salud comporta el goce de distintos derechos, en especial el de
la vida y el de la dignidad; derechos que deben ser garantizados por el Estado Colombiano de
conformidad con los mandatos internacionales, constitucionales y jurisprudenciales.
2. DERECHO A LA VIDA EN CONDICIONES DIGNAS
La dignidad humana es un fundamento del Estado colombiano por lo que es necesario que se
refleje en todas las actuaciones que emanan de las autoridades, así como de servicios públicos
esenciales como la salud, cuya prestación debe garantizar.
La dignidad humana, comprende tres objetos concretos de protección:

La autonomía o posibilidad de diseñar un plan vital y de determinarse según sus
características, que traduce “vivir como se quiera”.

La presencia de ciertas condiciones materiales concretas de existencia, es decir, “vivir bien”.

La intangibilidad de los bienes no patrimoniales, integridad física e integridad moral, en
otras palabras, “vivir sin humillaciones”.
Es entonces la dignidad humana derecho fundamental, principio y valor. Como menciona la Corte
Constitucional en sentencia T- 940 de 2012, respecto de la dignidad:
“A grandes rasgos, la dignidad humana como derecho fundamental implica la correlatividad
entre la facultad de exigir su realización en los ámbitos a los que atañe y el deber de
propiciarlos; como principio puede entenderse como una de los fundamentos que dieron
origen a la aparición del Estado colombiano de hoy, así como un mandato de optimización,
cuya realización se debe propender en la mayor medida posible; finalmente, como valor, la
dignidad representa un ideal de corrección al que tiende el Estado y que le corresponde
preservar”.1
La dignidad humana en el Estado colombiano constituye una de las bases y de los presupuestos
ontológicos para su existencia, siendo piedra angular para el desarrollo del contenido de otros
derechos fundamentales y deberes estatales y particulares dispuestos en la carta; por ello el
1Sentencia T -940 de 2012
concepto de dignidad humana se liga con otros, para lograr la mayoría de esferas dentro de la
realidad, y no quede en mera teoría.
Para el caso que se busca tutelar, el derecho a la salud, el cual debe ser entendido, ya no solo como
un derecho o servicio con el que se pretende la preservación de la existencia, sino como un derecho
fundamental que coadyuva a la realización de la dignidad humana y de la existencia en condiciones
dignas.
DERECHO FUNDAMENTAL A LA SALUD DE NIÑOS Y NIÑAS
El artículo 44 constitucional consagra la prevalencia de los derechos de los niños y las niñas
sobre los de los demás. Esta norma establece de forma expresa los derechos a la vida, la
integridad física, la salud y la seguridad social de los menores de edad son fundamentales.
Asimismo, dispone que la familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y
proteger al niño o niña para asegurar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno
de sus garantías. La Corte Constitucional ha establecido que los niños y las niñas, por
encontrarse en condición de debilidad, merecen mayor protección, de forma tal que se
promueva su dignidad. También ha afirmado que sus derechos, entre ellos la salud, tienen
un carácter prevalente en caso de que se presenten conflictos con otros intereses.
Adicionalmente, atendiendo al carácter de fundamental del derecho, la acción de tutela
procede directamente para salvaguardarlo sin tener que demostrar su conexidad con otra
garantía, incluso en los casos en los que los servicios requeridos no estén incluidos en el
Plan Obligatorio de Salud. Igualmente, ha sostenido que cuando se vislumbre su
vulneración o amenaza, el juez constitucional debe exigir su protección inmediata y
prioritaria.
TRANSPORTE Y ALOJAMIENTO EN EL SISTEMA DE SALUD Y SU NEXO CON
EL PRINCIPIO DE INTEGRALIDAD-Subreglas jurisprudenciales
El servicio de transporte se encuentra dentro del POS y en consecuencia debía ser asumido
por la EPS en aquellos eventos en los que (i) Un paciente sea remitido en ambulancia por
una IPS a otra, cuando la primera no cuente con el servicio requerido; (ii) Se necesite el
traslado del paciente en ambulancia para recibir atención domiciliaria bajo la
responsabilidad de la EPS y según el criterio del médico tratante. (iii) Un paciente
ambulatorio deba acceder a un servicio que no esté disponible en el municipio de su
residencia y necesite ser transportado en un medio diferente a la ambulancia. A partir de
esta última situación, las subreglas jurisprudenciales en materia de gastos de transporte
intermunicipal se circunscriben a los siguientes eventos: (i) El servicio fue autorizado
directamente por la EPS, remitiendo a un prestador de un municipio distinto de la residencia
del paciente; (ii) Ni el paciente ni sus familiares cercanos tienen los recursos económicos
suficientes para pagar el valor del traslado. (iii) De no efectuarse la remisión se pone en
riesgo la vida, la integridad física o el estado de salud del usuario; (iv) Si la atención médica
en el lugar de remisión exigiere más de un día de duración se cubrirán los gastos de
alojamiento.
CUBRIMIENTO DE GASTOS DE TRANSPORTE PARA PACIENTE Y
ACOMPAÑANTE POR EPS-Reglas jurisprudenciales/CUBRIMIENTO DE GASTOS
DE TRANSPORTE PARA PACIENTE Y ACOMPAÑANTE POR EPS-Serán
cubiertos por recursos de la prima adicional en lugares de dispersión geográfica y en
los demás serán cubiertos por la UPC
Las zonas que no son objeto de prima por dispersión, cuentan con la totalidad de
infraestructura y personal humano para la atención en salud integral que requiera todo
usuario, por consiguiente no se debería necesitar trasladarlo a otro lugar donde le sean
suministradas las prestaciones pertinentes. En tal contexto, de ocurrir la remisión del
paciente otro municipio, esta deberá afectar el rubro de la UPC general, como quiera que
se presume que en el domicilio del usuario existe la capacidad para atender a la persona,
y en caso contrario es responsabilidad directa de la EPS velar por que se garantice la
asistencia médica. Ello no puede afectar el acceso y goce efectivo del derecho a la salud,
so pena de constituirse en una barrera de acceso, que ha sido proscrita por la
jurisprudencia constitucional. En conclusión, por una parte, en las áreas a donde se destine
la prima adicional, esto es, por dispersión geográfica, los gastos de transporte serán
cubiertos con cargo a ese rubro. Por otra, en los lugares en los que no se reconozca este
concepto se pagarán por la unidad de pago por capitación básica. Las mismas reglas
deberán aplicarse al alojamiento debido a que su necesidad se configura en las mismas
condiciones que el traslado.
1. El artículo 7º del Decreto 2591 de 1991 dispone lo siguiente en relación con las medidas
provisionales que se pueden adoptar dentro de los procesos de tutela:
“Artículo 7o. Medidas provisionales para proteger un derecho. Desde la presentación
de la solicitud, cuando el juez expresamente lo considere necesario y urgente para
proteger el derecho, suspenderá la aplicación del acto concreto que lo amenace o
vulnere.
Sin embargo, a petición de parte o de oficio, se podrá disponer la ejecución o la
continuidad de la ejecución, para evitar perjuicios ciertos e inminentes al interés
público. En todo caso el juez podrá ordenar lo que considere procedente para
proteger los derechos y no hacer ilusorio el efecto de un eventual fallo a favor del
solicitante.
La suspensión de la aplicación se notificará inmediatamente a aquél contra quien se
hubiere hecho la solicitud por el medio más expedito posible.
El juez también podrá, de oficio o a petición de parte, dictar cualquier medida de
conservación o seguridad encaminada a proteger el derecho o a evitar que se
produzcan otros daños como consecuencia de los hechos realizados, todo de
conformidad con las circunstancias del caso.
[…]”
2. De conformidad con lo anterior, de oficio o a petición de cualquiera de las partes, el Juez
puede dictar “cualquier medida de conservación o seguridad” dirigida, tanto a la protección
del derecho como a “evitar que se produzcan otros daños como consecuencia de los hechos
realizados…” (inciso final del artículo transcrito). También las medidas proceden, de oficio,
en todo caso, “… para proteger los derechos y no hacer ilusorio el efecto de un eventual
fallo a favor del solicitante”, estando el juez facultado para “ordenar lo que considere
procedente” con arreglo a este fin (inciso 2º del artículo transcrito).
V. FUNDAMENTOS DE DERECHO
Esta acción de tutela se encuentra fundamentada en el artículo 86 de la Constitución
Política de Colombia y en los decretos 2591 de 1.991, 306 de 1.992 y 1382 de 2000.
VI.
COMPETENCIA
Es usted competente, señor Juez, por la naturaleza constitucional del asunto y por
tener jurisdicción en el lugar donde tuvieron ocurrencia los hechos que vulneran o
amenazan el derecho fundamental invocado según el artículo 37 del decreto 2591
de 1.991. Así mismo es usted competente de conformidad por el inciso segundo del
numeral 1. del artículo 1 del Decreto 1382 de 2000.
VII.JURAMENTO
Declaro bajo la gravedad del juramento que no he intentado ante otra instancia de
tipo judicial acción de tutela por las mismas causas y donde se consideren los
mismos hechos, por lo tanto no me encuentro incurso en la actuación temeraria de
que habla el artículo 38 del Decreto 2591 de 1991.
VIII.
ANEXOS
Sírvase su señoría tener como anexos los documentos descritos en el capítulo de
pruebas.
IX.NOTIFICACIONES
ACCIONANTE: Mi residencia se encuentra ubicada en FRESNO – TOLIMA, Barrio
la Chapolera Manzana 12 No. 2-31 Cel. 3204498009.
SALUDCOOP E.P.S. Carrera 5 con calle 28 esquina de Ibagué Tolima.
De su señoría, atentamente.
_________________________________________
ANGEL VARGAS VILLARREAL
C.C No. 52.478.090
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