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Las Educacion Superior para la Transformacion Social (Ensayo)

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LA EDUCACIÓN SUPERIOR Y SU APORTE PARA LA TRANSFORMACIÓN
DE LA SOCIEDAD COLOMBIANA
Jarrison Nicolás Caicedo Gonzalez
Ensayo dirigido al Dr. Leandro Lobo López
La educación superior para el mejoramiento de la sociedad
Facultad Ciencias de la Educación
Doctorado en Ciencias de la Educación con Énfasis en Administración Educativa
UNIVERSIDAD METROPOLITANA DE EDUCACIÓN, CIENCIA Y
TECNOLOGÍA
21 junio de 2021
La educación superior y su aporte para la transformación de la sociedad
colombiana
La educación actualmente se ha convertido en la única posibilidad existente para que el
ser humano logre formarse y definirse como persona, recubriéndose de rasgos
exclusivos de acuerdo al tipo de sociedad en la que interactúa y se desenvuelve. Navarro
(2004) afirma que a la educación le corresponde el carácter de ser exigente basándose
en la visión del individuo como eje fundamental del proceso de aprendizaje que incita al
desarrollo de sus capacidades, que socialmente manifiesta en su realidad.
La educación se dispersa en la sociedad, entre tantos sistemas, como un motor de
gestión que direcciona la transformación y desarrollo social de un país. Por eso, las
generaciones futuras deberán hacer adaptaciones a los procesos de desarrollo
económico, político, cultural, social y tecnológico para comprometer el progreso social
con el proceso de aprendizaje.
La UNESCO (1990) plantea que la educación es el elemento primordial para el
progreso y la transformación de las sociedades, entonces, se convierte en ese
mecanismo de erradicación de las problemáticas que acechan a la humanidad. Se asume
de esta forma el quehacer pedagógico como el escenario de participación ciudadana
donde el saber se hace divergente para el individuo, promoviendo cambios importantes
de la realidad o el contexto donde se desarrolla.
Por eso, la educación como lo establece la Constitución Política de Colombia en su
artículo 67 “es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función
social; con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, a los demás
bienes y valores de la cultura.” Se hace conveniente relacionar la igualdad de
oportunidades con la ronda equitativa en los distintos contextos que promuevan el
desarrollo personal, familiar, social, cultural y económico del país. Entenderemos así la
educación como el proceso de acaparamiento sobre el talento humano donde se debe
hacer la mayor inversión del estado con el fin de contribuir típicamente en el desarrollo
del país. Nos referimos en este orden de ideas a la educación superior en todos sus
horizontes y atributos como ese “nivel supremo” del proceso educativo para la
transformación de la sociedad.
Nuestro país asume la educación superior como el conjunto de estudios preferentes en
las máximas etapas del proceso educativo que incluye el nivel primario, pregrado y
posgrado. A pesar de estar sumida en un amplio abanico de dificultades, retos, cambios
y desafíos; este sector últimamente ha tenido un crecimiento importante específicamente
en la educación técnica y tecnológica, también se destaca el reconocimiento y
organización de instituciones para el mejoramiento de la calidad educativa.
Destaquemos ahora, algunos de los desafíos que enfrenta la educación superior
colombiana actualmente: la ampliación de la cobertura, la búsqueda permanente de la
calidad de las universidades, aumento de las tasas de cobertura, vincular el sector
productivo con la formación profesional, manejo y control de recursos financieros,
apoyo procesos de investigación, calidad del profesorado; y así podríamos seguir
enumerando gran cantidad de retos para la educación superior los cuales por ser
problemáticas reales del sector son la limitante para que el país se desarrolle o
transforme socialmente.
Hay que recordar que desde los comienzos de los siglos XVI y XVII la educación
superior en Colombia era un privilegio que solo podían tener los pertenecientes a las
elites o grupo de mejor estatus social (Rodríguez y Burbano, 2012). Luego, más
adelante en los tiempos de la República empieza a verse la educación superior con
mayor interés, porque para la construcción del estado era necesario contar con una
formación de profesionales que integralmente aportaran al país.
Uno de los problemas que más trastoca las fibras de la educación superior, antes
mencionados, es el relacionado con los problemas de cobertura y calidad educativa, y se
convirtió en Colombia precisamente en una ruta metodológica para la búsqueda de
soluciones pertinentes donde se pudiese contar con la participación del Estado y la
ciudadanía como parte del proceso de configuración del sistema educativo. Para lograr
dicha transformación se pensó en el planteamiento de estrategias organizativas que
garantizaran el acceso, la permanencia y la misma calidad educativa. Se ejecutaron
planes, programas, proyectos, acuerdos, etc., entre el Estado, las autoridades locales, la
ciudadanía y las direcciones encargadas de la educación superior.
En cuanto a la participación de la ciudadanía se logra el empoderamiento de la
población civil para que con las acciones o cumplimiento de rutas metodológicas se
optimizara la prestación del servicio educativo en las universidades. Aquí empieza el
aporte de la educación superior para la transformación de la sociedad colombiana
porque se plantean desafíos comunes en torno a la búsqueda de soluciones que aseguren
la cobertura y la calidad educativa, entre tantos estuvo el consenso de acuerdos y
estrategias sistémicas para la gestión, dirección y administración de recursos financieros
por parte de las entidades educativas.
El acceso, la cobertura y la permanencia resultan ser elementos importantes para
alcanzar la calidad educativa, para ello las universidades deben procurar por la
implementación de estrategias donde se promueva, se haga seguimiento o control y se
evalúen los acuerdos o acciones lideradas por el Ministerio de Educación Nacional
(MEN) y las entidades encargadas de la educación superior, todo ello, con las debidas
adaptaciones de contexto que se requieran en el territorio. Por su parte, Reynaga (2011)
manifiesta que una de las tareas que se le atribuye a la educación superior como
objetivo misional está la compensación y cierre de las brechas que impiden el acceso, la
cobertura y la permanencia en los estudios superiores para la población más vulnerable,
lo que permitiría un gran cubrimiento de la desigualdad social.
Otro los roles o tareas que debe cumplir la educación superior para el desarrollo social
del país se centra en el aseguramiento de la calidad de vida de los ciudadanos a través
del desarrollo humano. Este sería un indicador de calidad de vida que devela los modos
de interacción del individuo en su contexto social, familia y personal, y que contribuye
a la clasificación del país en cuanto a los niveles de acceso y permanencia que
representan el mejoramiento de la realidad social en la que se desenvuelve.
Aquí, en esta parte del escenario situacional el Estado colombiano asume la
responsabilidad para destinar los recursos financieros necesarios para que la educación
superior se despliegue en el territorio como como herramienta de trasformación social
que promueve el desarrollo humano de los ciudadanos. Lo anterior se logra efectuando
programas, planes y proyectos que se desprenden de la política pública educativa que
propende por la calidad en todos sus niveles o estancias sociales, lo cual se presenta
como propósito misional de los gobiernos de turno para la ejecución del plan sectorial o
nacional de educación vinculado a los objetivos del milenio. De manera que “El
desarrollo humano tiene que ver con las libertades humanas. Consiste en desarrollar las
capacidades humanas, no solo de unos pocos, ni siquiera de la mayoría, sino de todas
las personas” (PNUD, 2012).
Como se ha dicho antes y en otros discursos académicos, solo con la educación puede
obtenerse el desarrollo social, cultural, económico, político y tecnológico de un país
apoyándose en la ciencia, la innovación y la transformación de la humanidad. Por eso,
los países deben abrir el campo de oportunidades para que los jóvenes accedan y
permanezcan en el sistema educativo desde el nivel más básico hasta el más avanzado,
con ello se logra fielmente superar la desigualdad social que afronte la comunidad.
He aquí entonces, la relación que podemos encontrar entre la Educación Superior y el
Desarrollo Humano, puesto que los países tienden a mejorar las condiciones de vida de
la población garantizando el derecho al “nivel supremo” del sistema educativo que
conduce a la profesionalización e inclusión al mundo laboral, donde incrementará su
poder adquisitivo en bienes y servicios para la satisfacción de necesidades básicas y el
bienestar social.
Continuando la línea anterior, incluiremos otro papel fundamental que podrá cumplir la
educación superior para el desarrollo social del país, este factor está enfocado a la poca
capacidad del individuo para dar solución a las problemáticas de tipo ético y moral que
afectan directamente la educación superior. Se requiere reforzar la formación en
creencias y puesta en práctica de valores como la solidaridad, tolerancia, respeto,
igualdad y comprensión, ya que son actitudes humanas que han carecido de aforo entre
los ciudadanos y que les sirve notoriamente para desempeñarse socialmente en la vida.
Podemos apreciar entonces, como la educación superior cumple el rol social de lograr
que la sociedad alcance altos niveles de calidad de vida.
El desarrollo humano es vinculado a la obtención de un digno nivel de vida porque
ocurre como el proceso donde se dan las relaciones humanas, sociales, naturales y
culturales. Dichas relaciones permean en el progreso o desarrollo que pueda tener el
país socialmente, donde las universidades asumen el rol de implementar sus programas
y estrategias pertinentes con visión hacia el futuro de las generaciones y las exigencias
de la ciudadanía que están por solucionar.
Por otro lado, para que un país se desarrolle socialmente, es necesario contribuir al
crecimiento económico, de hecho, para el caso de Colombia que últimamente ha
expuesto un panorama positivo en cuanto su economía acompañado de un gran avance
de la oferta y la demanda sobre la educación superior; se obtiene como garantía la
incorporación de un enfoque de equidad y justicia social con proyección a la
modernización mercantil para suplir las demandas que acrecientan la desigualdad social.
Queda claro entonces un rol más para la educación superior dentro del proceso de
desarrollo de un país, y es el que tiene que ver con generar a través del proceso
educativo desarrollo y crecimiento económico como parte primordial y necesaria de su
capacidad de gestión, direccionamiento y ejecución de programas donde los ciudadanos
puedan mejorar su condición de vida y aumentar su poder adquisitivo después de
formarse profesionalmente y vincularse al mundo laboral. Es decir, que retribuyan a la
sociedad con su trabajo y desarrollo de competencias el aporte en formación que
recibieron resolviendo problemas y perfeccionando su dignidad humana.
En otra instancia, como parte de la transformación social del país se encuentra la
implementación de políticas públicas destinadas a la educación superior, las cuales
representan el conjunto de acciones integrales que permiten la transformación del
sistema educativo en todos sus niveles para el desarrollo total de la ciudadanía. Sobre
las políticas públicas Vargas (2007) las define como “El conjunto de sucesivas
respuestas del Estado frente a situaciones consideradas socialmente como
problemáticas” por esta razón es importante la transversalidad de las políticas públicas
dirigidas a la población vulnerable para mejorar su calidad de vida, es instrumento
utilizado para permitir el accionar del ESTADO”. La manera como lograrán estas
políticas interferir positivamente como función social del estado está en focalizar la
población más vulnerable de Colombia abriendo caminos de equidad mediante la
gestiona estrategia de sus programas, estrategias y acciones que conlleven al
mejoramiento de la calidad de vida del ciudadano y por ende de la nación.
De acuerdo a lo anterior, es conveniente crear un enlace entre los encargados de llevar a
cabo las políticas públicas, los representantes de la educación superior y la sociedad
civil, para que articuladamente direccionen los procesos del sistema educativo
destinados a la inclusión social, lo cual es un acto imperante para el mejoramiento de la
sociedad. Al respecto, Velásquez (2009) plantea que la inclusión social como política
educativa se deriva como un “proceso integrador de decisiones, acciones, inacciones,
acuerdos e instrumentos, adelantado por autoridades públicas (o iniciativas de la
sociedad civil) y encaminado a solucionar o prevenir una situación definida como
problemática”.
Con el fortalecimiento del sistema económico y la implementación de políticas
públicas de la educación superior es posible lograr la formación del ciudadano,
amparado en un sistema productivo enlazado a los desafíos que afronta la sociedad.
Surge entonces otro rol para la transformación de las sociedades, y es la de generar
estrategias de garantía y equidad para atender las demandas sociales surgidas de la
realidad del país. Las estrategias van encaminadas al desarrollo del proceso educativo
con el diseño de nuevas pedagogías que ahonden en el reconocimiento del contexto
cultural, social y económico.
Todo lo anterior conlleva a entender que la educación superior es una
herramienta fundamental para la promoción de la calidad educativa, el bienestar civil, la
transformación social y el desarrollo económico, la cual según la OCDE (2009) debe
darse en “condiciones óptimas” aplicada desde las universidades durante la prestación
del servicio educativo tomando como base el enfoque de universalización y
diversificación.
Para ir cerrando el discurso que sostiene la tesis de este ensayo, afirmaremos que la
educación superior sobre gran importancia y asume una función social como aporte para
el desarrollo y crecimiento de un país. Para el caso colombiano que hemos tomado en
cuenta se convierte en un mecanismo de progreso para superar las brechas de
desigualdades, mejoramiento de la calidad, acceso, cobertura y permanencia durante la
prestación del servicio educativo.
Dicha educación superior, debe contribuir a la atención de las exigencias y demandas
sociales interfiriendo en la toma de decisiones para resolver los problemas que
reconozca la ciudadanía para su movilización social y evolución de los sectores
productivos que convergen en la realidad del país.
En conclusión, para superar los niveles de desigualdad, para lograr un mayor avance y
desarrollo social, para alcanzar altos niveles de bienestar social y fortalecer el estado
colombiano se debe cumplir con los roles o papeles antes referenciados por parte de la
educación superior. Como nivel supremo del sistema educativo asume un carácter
preferencial para la transformación social del país.
Referencias
Estudio de PNUD, CONSTRUYENDO SOLUCIONES-UNHCRACNUR. Junio
2012.pag 1
Navarro, R. (2004). El concepto de enseñanza aprendizaje. Disponible en
www.redcientifica.com/doc/doc/200402170600.html
OCDE. (2009). La educación es clave para construir una sociedad más resiliente.
Perspectivas económicas para América latina, Chile. Disponible en
https://www.oecd.org/centrodemexico/medios/panoramadelaeducacion2020.htm
Reynaga, G. (2011). Inclusión social y equidad en la educación superior: el rol de las
universidades en el s. xxi. Reflexiones sobre acción afirmativa en educación
superior. En, Seminario Internacional Inclusión Social y Equidad en la
Educación Superior. Santiago de Chile: Fundación Equitas.
Rodríguez G., R., & Burbano, G. (2012). Historia de la universidad e historia de la
educación superior en América Latina (presentado en Educación Superior:
Debates y Desafíos, Cátedra Manuel Ancízar 2012-1). Bogotá: Universidad
Nacional de Colombia.
UNESCO. (1990). Declaración Mundial sobre Educación para Todos: Satisfacción de
las Necesidades Básicas de Aprendizaje. Humanium. Disponible en
https://www.humanium.org/es/declaracion-mundial-sobre-educacion-para-todossatisfaccion-de-las-necesidades-basicas-de-aprendizaje/
Vargas Arébalo, Cidar (2007). ANÁLISIS DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS.
PERSPECTIVAS, (19), 127-136. [Fecha de Consulta 22 de Junio de 2021].
ISSN: 1994-3733. Disponible en:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=425942453011
Velásquez, R. (2009). Hacia una nueva definición del concepto “política pública”.
Desafíos, Bogotá (Colombia), (20): 149-187, semestre I de 2009. Disponible en
file:///C:/Users/USUARIO/Downloads/433-Texto%20del%20art%C3%ADculo1513-1-10-20100319.pdf
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