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Faceboom Facebook, el nuevo fenómeno de masas. Alienta Editorial

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Faerman, Juan
Faceboom, el nuevo fenómeno de masas Facebook. - la ed. - Buenos
Aires : Ediciones B, 2 0 0 9 .
160 p. ; 2 3 x 1 5 cm.
ISBN 9 7 8 - 9 8 7 - 6 2 7 - 1 3 4 - 9
1. Comunicación. 2. Tecnologías. I. Título
C D D 302
Dirección editorial: Diana Paris
Edición: Patricia Iacovone
Idea y producción general: Guillermo Otero
Creatividad, título y arte de tapa: La Selección: www.sblaseleccion.com
Diseño de interior: Donagh | Matulich
Faceboom. El nuevo fenómeno de masas facebook.
Juan Faerman
1" edición
© Juan Faerman, 2 0 0 9
© Ediciones B Argentina S.A., 2 0 0 9
Av. Paseo Colón 2 2 1 , piso 6 - Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, Argentina
www.edicionesb.com.ar
ISBN: 9 7 8 - 9 8 7 - 6 2 7 - 1 3 4 - 9
Impreso por Printing Books, Mario Bravo 8 3 5 , Avellaneda,
en el mes de septiembre de 2 0 0 9 .
Queda hecho el depósito que establece la Ley 1 1 . 7 2 3 .
Libro de edición argentina.
No se permite la reproducción total o parcial, el almacenamiento,
el alquiler, la transmisión o la transformación de este libro,
en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico
o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros métodos,
sin el permiso previo y escrito del editor. Su infracción está
penada por las leyes 1 1 . 7 2 3 y 2 5 . 4 4 6 .
Agradecimientos
A Mariano Favetto,
por hacer de Celestino editorial.
A Guiye Otero, por hacer que este libro
suceda y contener mi ansiedad.
A Patricia Iacovone, por editar el libro
con tan buena onda, haciendo fácil
una tarea que podría haber sido difícil.
A Valeria Iglesias, Diego Gualda
y Marcelo Lacanna, por haberse brindado
con tanta generosidad y talento,
demostrando que es cierto eso de que
los verdaderos grandes son humildes.
índice
PARTE I:
"¿PARA QUÉ SIRVE FACEBOOK?"
Introducción a los encuentros cercanos
del tercer tipo... o mina
Millones de usuarios no pueden estar equivocados
¿Qué es concretamente Facebook?
Empecemos por el principio
Llenando la solicitud de ingreso
Baldeando la vereda virtual (por Diego E. Gualda)
Como diría mi abuela: "Más que agrupados, engrupidos"
Ok, todo muy l i n d o . . . ¿pero para qué sirve realmente?
¿Red social? A h , sí, las galletitas
El concepto de amistad según Facebook
Volver al futuro
¿Qué estoy pensando cuando entro
a Facebook? (por Valeria Iglesias)
11
13
17
18
21
25
26
'31
32
35
39
42
PARTE II:
AUTOPSIA DE LA EVOLUCIÓN DE FACEBOOK
N u d o . . . en la g a r g a n t a
45
Ábrete seso
Telépata, psicópata, bah... ¿Cuál es la diferencia?
¿Qué estás haciendo ahora? Leyendo el libro, salame
¿Qué estás haciendo? Tratando de entender a Twitter.
Fotos de perfil (porque no te da la cara
para ir de frente)
Estoy presentando mi nuevo álbum... de fotos
Asistiré... erguido frente a todo
47
50
53
58
64
68
71
Mónica y César ahora están en una relación
abierta (Me gusta)
Pasa en las películas, pasa en la v i d a ,
pasa en Facebook
El muro infernal
Dime toda la información sobre ti y te diré quién eres
Sobre el Facebook, la privacidad de la información y un par
de fotos mías con el culo al aire (por Marcelo Lacanna)
Conociéndoteeee... c ó - n ó - c i é e e e n n n - d o - t é
Vos, Carlín, fuma
I'm a ioser, with a littte help from myfríends
Pensando en nuestro futuro, te traigo este presente
¿Sabes lo que podes hacer con ese dedito?
Fame!
Se hacen aplicaciones a domicilio
¿Querés que nos tomemos unos tests con masas?
Lio Hezkrivo tan vien komo un diksionario
(i te boi a poner una piztola en la kabesa para desirlo)
Una aplicación re-top
¡¡¡No te mueras nunca!!!
Yuta, y u t a , y u t a . . . Feisbúc hijo de p...
(pero hoy ya no soy y o )
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. .
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PARTE III:
LO QUE VENDRÁ
¿Desenlace?
137
H o l l y w o o d , tierra generosa
— V e o v e o . . . ¿qué ves?
— U n futuro color... color... (Rosa o negro)
El futuro ya no es lo que era
Y Facebook... ¿De qué la va en todo esto?
139
141
145
146
PARTE I
. r
Introducción a los encuentros
cercanos del tercer tipo... o mina
Millones de usuarios no pueden
estar equivocados
Un día cualquiera sucede que tenemos que ir a un lugar
desconocido y, a pesar de que tuvimos la precaución de fotocopiar el plano correspondiente de la Guía Filcar (mamarracheado con tantas anotaciones, referencias e instrucciones
1
que hasta un G P S se moriría de envidia), para llegar a nuestro destino final, nos sentimos un poco perdidos porque es
evidente que el que dibujó el plano original creció en un barrio con calles tapizadas con papel cuadriculado. ¿Entonces,
cuál es el reflejo automático? Seguir a la multitud. Quizás lo
hacemos porque pensamos —sin reparar en que esa hipótesis
no tiene ningún sentido ni basamento racional— que hacia
1. Global Positioning System: un simpático aparato que te va dictando el
camino, el cual nos compraríamos de buena gana si no fuera por el hecho
de que nuestro bolsillo se empecina en tener otras prioridades, y además
lo juzgamos todavía un poco extravagante como para ser desenfundado
en pleno colectivo o tren.
donde van todos es el mismo lugar al que tenemos que ir nosotros. También puede ser —otra hipótesis igualmente irracional— que, entre varias posibilidades, algún hecho tiene
que desempatar, y creemos que el azar nos está guiñando un
ojo y apuntándonos el camino con un dedo disimulado. O tal
vez, ese impulso se deba al magnetismo que despierta en uno
esa parte ovina que todos tenemos, y que se dispara cuando
nos encontramos ante un rebaño de nuestra misma especie,
un llamado de la naturaleza que se apodera de nuestro intelecto, y nos obliga a deambular compulsivamente, mientras
decimos para nuestros adentros: "Meeeeee... meeee.... meeee
parece que es por allá".
De todas formas, sabemos que la acción de seguir a la
masa (que quizás está tan perdida como nosotros) no es garantía de nada. Menos aún si tomamos en cuenta que todos
tenemos —en mayor o menor medida— un grado de inseguridad, que nos llevará a detenernos en el primer puesto de
diarios que encontremos para preguntarle a un diariero si estamos yendo bien, y finalmente desconfiar de su indicación
porque "con la cara de amargado y perverso que tenía, capaz
que nos dijo cualquier cosa para divertirse un rato". Algo de
cierto habrá en eso, porque después de todo, ¿cómo confiar
en el criterio o sanidad mental de alguien que eligió c o m o
modo de vida levantarse a las cinco de la mañana, de lunes a
lunes, cuando empiezan a cantar esos pajaritos, que nos
ponen de un malhumor c o m o pocas cosas en el mundo pueden hacerlo, mientras volvemos a casa después de irnos de
juerga? Pero no es el plan de este libro agarrársela con los sacrificados diarieros; no sea cosa que cuando vayamos a reclamarle al nuestro que el diario del domingo vino sin la revista, el muy malvado — c o m o hacen los mozos cuando les
pedimos que nos cambien el plato— la escupa. Será por algo
que le dicen "canillita".
También es cierto que nuestra ya asumida tendencia a la
masividad no sólo se manifiesta cuando estamos perdidos,
sino también en otros órdenes, como la tan criticada y al
mismo tiempo compulsiva "moda": algo que tiene menos
sentido todavía que pensar que la manada de oficinistas, que
rumian los restos de pan lactal del desayuno mientras suben
las escaleras, son una señal vial (y divina) que nos guiará,
como una especie de Moisés, por el desierto.
Pero recordemos que si seguimos un (para nosotros) azar
colectivo es porque creemos que ante la falta de razones válidas,
buenas son las tendencias. ¿Por qué, entonces, si decimos que
las modas tienen poco o ningún sentido, igual las seguimos?
Esta pregunta puede ser respondida con varias razones
aparentes: primero porque están armadas por gente que de estúpida no tiene nada (aunque sí se camuflen bajo un aspecto
de frivolos y descerebrados, lo cual es prueba de su gran inteligencia, ya que eso los desliga totalmente de cualquier atisbo
2
de sospecha ). A tal punto llega la brillantez intelectual de los
popes de la moda, que tienen la capacidad innata de hacerle
creer a un montón de gente que cada año hay un color o diseño que combina con el calendario que estamos transitando. Y
ni hablar de la perversa sensación a la que nos sometemos al
3
"necesitar" usar determinada prenda de determinado color y,
2. Se dice que de un hijo de puta cualquiera desconfía, pero nadie lo hace
de un boludo. En mi opinión, estos últimos son muchísimos más peligrosos que los primeros porque a los hijos de puta se los ve venir desde lejos.
3. Salvo que le estemos recomendando a alguien un yogur para adelgazar o
para agilizar el tránsito lento (bah, ir al baño), casos en los cuales los colores
de nuestra indumentaria serán verde y violeta, obligatoria y respectivamente,
al mismo tiempo, sentirnos mal porque en la reunión a la que
acabamos de llegar encontramos otra persona con la misma
prenda. Es decir, la mayoría de las veces, "estar a la moda" es
ni más ni menos que sucumbir a la necesidad de caminar
sobre el filo de protagonizar un "quemo total" que, según el
grado de dependencia a Cosmopolitan que tengamos, puede
llegar a arruinarnos una fiesta increíble.
A pesar de las Filcars, las ovejas, los canillitas caracúlicos
y las Valeria Mazza empecinados en estropearnos el casamiento de nuestra cuñada, no nos tenemos que sentir culpables de ningún delito: seguir tendencias es una condición innata del ser humano. C o m o alguien dijo alguna vez con una
alta dosis de sarcasmo: " C o m a mierda. Millones de moscas
no pueden estar equivocadas".
Seguramente esa persona decidió ignorar al célebre Aristóteles cuando sostuvo que " E l hombre es un animal social".
Sacado de contexto y simplificado burdamente en pocas y
groseras palabras, significa que todos vivimos insertos en un
sistema e interactuamos con él. Es decir, necesitamos y dependemos de la presencia y la mirada del otro para un sinfín
de cosas, como por ejemplo: comprar el pan, hacernos sentir
bien mediante unas palabras dichas oportunamente, o hacer
catarsis echándole la culpa a otro de algo que salió mal, por
citar tan sólo unas pocas. No es bueno que el hombre esté
solo. Salvo que esté constipado y tenga que pegar un par de
gritos sentado en el trono para remediarlo.
Seguramente es por eso —por la compulsión a interactuar
con la sociedad, no la constipación— que, hoy por hoy, F a cebook es un fenómeno social (del mal llamado A B C l ) , del
cual muy poca gente puede abstraerse, aún sin comprender
exactamente cuál es su utilidad. Porque Facebook —mal que
— 16 —
nos pese— es un simulador de sociedad (una sociedad de
clase media/media alta, con acceso a Internet, y preocupaciones más o menos burguesas). Es como el hijo no reconocido
4
de Second Life y Gran Hermano . La diferencia está en que
se ingresa sin pasar ningún casting, ni hay un gran ganador. Si
lo hubiese, como en las promos de las tapitas de gaseosas, parecería que perdemos todos.
¿Qué es concretamente Facebook?
Según Wikipedia (compañerito de clase de F a c e b o o k en
la Web 2.0), el sitio toma su nombre del boletín que las administraciones de muchas universidades entregan a los estudiantes de primer año, con la intención de ayudarlos a
que se conozcan más entre sí. Pero no se queda ahí la tan
cuestionada enciclopedia virtual, y agrega que: " F a c e b o o k
es un sitio web de redes sociales creado por Mark Zuckerberg.
5
Originalmente era un sitio para estudiantes de la
Universidad de Harvard, pero actualmente está abierto a
cualquier persona que tenga una cuenta de correo electrónico. Los usuarios pueden participar en una o más redes sociales, en relación con su situación académica, su lugar de
trabajo o región geográfica."
Claro que con eso y un par de monedas podemos viajar en
colectivo, ya que esa definición jamás podría explicar —ni remotamente— lo que en realidad hay detrás de esa página, tan
4. Evidentemente, a juzgar por el resultado de la unión, Second Life y
Gran Hermano son primos.
5. En 2004, cuando tenía 20 años de edad.
amada y tan odiada por partes iguales. Entonces, para saber
qué es Facebook, lo mejor es ir directamente a la página, y ver
qué dice el casi homónimo yanqui de nuestro querido Mar6
cos Zucker (Q.E.P.D., por suerte para él...).
Empecemos por el principio
Supongamos que nos recomendaron abrir una cuenta en
Facebook, pero primero queremos averiguar un poquito más
sobre qué nos espera. Entonces, lógicamente, antes de poner
7
ningún dato, vamos a "Servicio de ayuda" (algo que de ahora
en más será difícil de encontrar en Facebook), y luego, a "Introducción". Ahí podremos enterarnos de algunas cuestiones
básicas sobre la famosa red social, según sus propias palabras:
"Sácale partido a Facebook: e n c u e n t r a a tus amigos.
La mayoría de las funciones de Facebook se fundamentan
en la idea de que hay personas a tu alrededor con las que
quieres conectar y mantenerte en contacto. Tanto si se trata
de amigos, familiares, compañeros de trabajo o conocidos,
en F a c e b o o k son tus amigos desde el momento en que c o 8
nectes con ellos . Sin amigos, Facebook puede parecer un
6. Marcos Zucker (1921-2003). Uno de los actores cómicos argentinos
más célebres de su generación. Participó en innumerables películas y programas de T V .
7. El uso de las comillas no es para nada ingenuo. En este caso, además de
citar una frase, denotan cierta ironía.
8. No deja de ser llamativo que cualquiera que entre en nuestra vida virtual en Facebook sea considerado "amigo", aunque se trate del jefe al que
mucho no queremos pero tampoco podemos bloquear.
9
poco insulso . Por eso hemos creado diferentes maneras en las
que puedes buscarlos sin dificultad."
C o m o la mayoría de nosotros no lee la letra chica y
sigue directamente a ver de qué va todo esto (porque si llegamos ahí es porque ya sabemos más o menos qué es lo
que vamos a hacer), lo primero que vemos al leer la portada (antes de poner nuestros datos para registrarnos o entrar a nuestra cuenta) es:
" F a c e b o o k te ayuda a c o m u n i c a r t e y c o m p a r t i r
10
con
las personas que conoces."
Bueh, empezamos con el pie izquierdo. Porque si alguien
que escribe en español neutro {"conoces" en vez de "conoces")
pretende oficiar de nexo entre nosotros —que voseamos en
vez de tutear (no confundir con twittear, algo sobre lo cual
hablaremos dentro de varias páginas)— y las personas que
conocemos (por lo visto, ni se menciona el hecho de conocer
gente hasta ese momento desconocida), ¿qué garantía tenemos de que pueda compartir los códigos particulares y únicos de nuestro grupo?
11
9. El destacado es mío. Lo dice literalmente. ¿Deberíamos agregar que es
algo bastante evidente o hacerlo sería igual de obvio?
10. ¿Tu vida? ¿Tus recuerdos? ¿Tus gustos? ¿Un sandwich virtual de salame y queso?
11. Según se puede apreciar en la ilustración que figura en la página de
bienvenida de Facebook, parecería ser que los estadounidenses son los
únicas personas del planeta que tienen amigos y / o compañeros de trabajo o escuela en su mismo país.
i
o
Haciendo caso omiso de este pequeño contratiempo y no
dejándonos desanimar ante tal nimiedad gramatical, decidimos seguir adelante con la aventura. Para confiarle el manejo
de una buena parte de nuestra vida social a una página de Internet —por guapa que sea—, hay que hacer de tripas corazón y no analizar demasiado las cosas. Tal c o m o no nos planteamos, por ejemplo, por qué la Pantera Rosa es varón si es
rosa, por qué es rosa si las panteras son negras, por qué camina erguida (o erguido) sobre sus dos pies, por qué puede
manejar un auto, fumar con boquilla, poner un microemprendimiento (¡de ponche rosado!), hablar en dos capítulos,
y muchos otros puntos que una pantera no puede —o no
debe— hacer sin importar el color de su pelaje.
Si analizamos un segundo lo que estamos a punto de emprender, deberíamos cerrar de inmediato la ventana del navegador, dado que nadie en su sano juicio —ni siquiera un canillita que se levanta de lunes a lunes a las cinco de la mañana—,
podría llegar a considerar mínimamente en serio la perspectiva o posibilidad de necesitar un sitio de Internet para c o m partir su vida con las personas que conoce.
Pero, como dijimos antes, millones de moscas (perdón,
usuarios) no pueden estar equivocadas, y si nuestros amigos
están ahí, no los despreciaremos y respetaremos su decisión,
aunque más no sea para hacerles un poco de compañía. A primera vista, Facebook no se parece mucho a una juntada de
amigos. Al menos no a las que estamos acostumbrados.
Llenando la solicitud de ingreso
12
Para comenzar, nos pide nuestros datos , lo que se asemeja más a una entrada a la comisaría que a una reunión.
12. Por ejemplo, si somos de Buenos Aires, Argentina, y estamos muy
apurados o no solemos leer detenidamente este tipo de cosas, es probable
que terminemos formando parte de una red puertorriqueña. Facebook
asume que sólo hay ciudades en Estados Unidos (o alguno de sus territorios dependientes como Puerto Rico, donde hay dos Buenos Aires a falta
de la ciudad y provincia argentinas), Canadá o Reino Unido. Ahora, si
uno no es natural de ninguno de esos territorios, no vive en una ciudad
sino en "otros países". Pero el usuario curioso (y aburrido) tendrá su merecida revancha y podrá
vivir en Buenos Aires,
Argentina, si edita su
información personal
(esto servirá sólo a título informativo, ya que,
como dijimos antes,
para Facebook no existen las redes por ciudades salvo en los países
mencionados).
Acto seguido nos pide una foto que, si bien nos lleva a reflexionar de que nuestros amigos ya conocen nuestra cara,
tiene sentido para desempatar entre dos o más personas con
el mismo nombre, y es bastante más amigable. Esto también
hace que la cosa vaya tomando otro color, ya que el trámite
se va pareciendo más a anotarse en un club, donde uno sí
puede juntarse con amigos.
Una vez terminado el papeleo virtual, nos disponemos a
entrar en esta especie de Matrix de la Casa de Gran Hermano, y la soledad y la angustia empiezan a apoderarse de nosotros. "¿Dónde están todos?" —uno se pregunta. "¿Acaso
están escondidos porque los muchachos me prepararon una
fiesta sorpresa? Bandidos...".
Pero los minutos pasan y los pibes no aparecen. Entonces,
hacemos lo que haría cualquiera que empieza a desesperarse
en un lugar porque no conoce a nadie: buscar alguna cara c o nocida. Así es como, de a poquito, va cayendo gente al baile
y los datos policiales y las fotos empiezan a cobrar sentido.
En especial, si tenemos algún amigo de apellido Pérez, cuyos
padres no fueron ni originales ni previsores, y le pusieron de
nombre, por ejemplo, "Juan". Claro, con un apellido común,
sabiendo que existe Facebook, uno tiene que tomar ciertos
recaudos, y ponerle un nombre un poco más distintivo para
que sus amigos lo encuentren fácil. ¿Cuántos Melníades
Pérez puede haber en Facebook? Pocos, seguramente, entre
los 200.000.000 de usuarios activos que Facebook dice tener
a abril de 2009.
"Si Facebook fuera un país, estaría entre los cinco más poblados del mundo, por delante de Japón, Rusia, Brasil y Nigeria " afirma Zuckerberg en el propio blog de F a c e b o o k , y
agrega: "Al mundo le tomó 20.000 años tener 200 millones
de habitantes". (De hecho, Estados Unidos necesitaría casi
50 años para ver nacer esa cantidad de habitantes, y Argentina —que tiene un crecimiento demográfico promedio de 4
millones de habitantes cada 10 años— necesitaría, a grosso
modo y de no mediar ninguna circunstancia excepcional, varios cientos de años para tener esa población).
Entonces, si Facebook fuera un país, además de tener una
tasa de crecimiento demográfico impresionante, en poquísimo
tiempo, de mantenerse la tendencia, estaría en serios problemas. De todas maneras, esto es sólo el principio; el ritmo de
crecimiento de Facebook seguirá dando que hablar en el futuro, si tenemos en cuenta que a principios de enero de 2009
tenía 150.000.000 de usuarios activos, y a fines de febrero,
175.000.000. Esto significa que de enero a abril de 2009, la red
creció en 50.000.000 de integrantes, o dicho de otra manera, a
razón de algo más de medio millón de usuarios por día.
Crecimiento del n ú m e r o de usuarios activos (en m i l l o n e s )
A pesar de que no entendemos cómo en este país la gente
se reproduce tanto y tan rápido si parece no haber sexo en
ningún lado, no nos dejamos intimidar por la estadística imponente, retomamos nuestra misión y seguimos buscando
13
gente, como si fuéramos una especie de Franco B a g n a t o 2.0.
Así, de a poco y con el tiempo, las caras conocidas van
apareciendo. La reunión virtual se va poniendo más concurrida y uno se siente más contenido. Lógicamente, después de
tanto esfuerzo, uno cree que en cualquier momento la cosa se
va a poner divertidísima, y la mesera empezará a soltar tragos
virtuales a lo loco. Pero... no. Recibimos un "fernet virtual",
y empezamos a preguntarnos si no nos habremos equivocado de página, habiéndonos metido en un Facebook trucho,
con una marca muy parecida, y el original —ese tan apasionante del que todos hablan— será otro. O si es una joda loca
que nos está pasando por el costado y nosotros no sabemos
verle el costado divertido. O si es terriblemente útil y nosotros no lo entendemos porque somos unos prejuiciosos incurables. Porque para charlar, no sirve. Si sos hombre, ni siquiera sirve para contar de la mina que te llevaste a la cama ni
para jugar al fútbol. Y si sos mujer, tampoco sirve para sacarle el cuero a nadie, ni para que te acompañe al baño.
A propósito de las analogías entre virtualidad y realidad,
les dejo un artículo del escritor y periodista Diego E. Gualda,
aparecido en su blog "Joven Argentino".
14
13. Franco Bagnato es un periodista argentino que se hizo famoso gracias
al programa "Gente que busca gente", el cual consistía en producir el reencuentro de familiares o amigos que habían perdido sus rastros durante años.
14. http://joven-argentino.blogspot.com
Baldeando la vereda virtual
"Antes, las señoras gordas salían en batón y ruleros, a la
mañana temprano, a baldear la vereda. Este ritual era, en
realidad, el eje de una sofisticada maquinaria de información, el epicentro del servicio de inteligencia del barrio. La
limpieza de las veredas era el contexto en el cual se propagaban datos c o m o "la hija de Matilde está embarazada",
"Gladys lo rajó de la casa al marido porque lo pescó con
otra", o "el hijo de la Claudia se peleó con la novia, justo
ahora que faltan dos meses para casarse". Además, podían
oírse cosas c o m o "¿viste que el C a r i o ' está con culebrilla?"
o "el hijo del ferretero se quedó sin laburo otra vez". Sí, el
viejo axioma de lo noticiable: salud, dinero y amor. O sexo,
poder y escándalos. A nivel barrial, por supuesto.
Las redes sociales sirven, c o m o dice una amiga mía, para
acercar a los que están lejos y alejar a los que están cerca. Y,
en muchos casos, en vez de favorecer la comunicación, la limitan. ¿Para qué llamar a ese viejo amigo, si me puedo enterar de su vida a través de su estatus en F a c e b o o k , su blog
o su último tweeú
La comunicación electrónica ha hecho que perdamos
el romanticismo del papel. Antes, recibir la correspondencia consistía en recoger un puñado de sobres del
buzón, clasificarlos, separar cartas de facturas y de p r o mociones, abrir los que realmente nos interesaban o nos
servían, y tirar el resto a la basura. Cada papel tenía su
propio encanto: el brillo de los volantes en papel ilustración, la ligereza del papel de las cartas del exterior, la aspereza del resumen de la tarjeta de crédito, la "ventanita"
de celofán en la factura de la luz.
Desde que existen los medios electrónicos, todas las "cartas" lucen iguales: iconitos con forma de sobre en el Outlook,
que ya no se abren con una hoja metálica —o desgarrando el
sobre salvajemente— sino a punta de mouse, con todo el esfuerzo que un doble clic puede demandar. El grito de guerra
"carta del primo Alfredo", quien se había ido a vivir a Europa,
se ha reducido a un lacónico "tienes una actualización en Facebook del estado de las hemorroides de Alfredo Mangiapasta".
Antes, las señoras gordas salían a baldear la vereda, no
sólo por una cuestión de higiene, sino para enterarse de los
chismes. H o y prefieren enterarse de que "el Choli está en una
relación con Laurita" a través de Facebook, el baldazo en la
vereda del siglo x x i . "
Como diría mi abuela:
"Más que agrupados, engrupidos".
A decir verdad, la actividad principal que desarrolla la mayoría de las personas que tiene un usuario en Facebook oscila entre escribir "estados" (se escriben en el espacio " ¿ Q u é
estás pensando"?), para que alguien nos responda, comentar en
15
los estados de los otros, hacer clic en "Me gusta" cuando le
15. Cada tanto alguien expresa la falta de una opción contraria al "Me
gusta" (es decir, " N o me gusta") para mostrar desagrado ante una publicación. Esta carencia suele ser justificada por algunos usuarios fanáticos
—de esos que le perdonan todo a Facebook—, al decir que NO hacer clic
en "me gusta" equivale a expresar que algo "no me gusta". Este autor está
en total desacuerdo con esta idea, ya que significaría que al 99,9999% de
los usuarios de Facebook le desagrada el 98% de las publicaciones.
(* Estadística totalmente inventada).
;f
queremos hacer una caricia virtual a alguien, y rechazar o acep
tar invitaciones para pertenecer a grupos absolutamente inve
rosímiles. C o m o mucho, al principio, podemos llegar a pispear en "Gente que quizás conozcas", para ver si hay alguna foto
interesante que pueda llegar a convertirse en presa potencial,
entusiasmo que decae abruptamente al darnos cuenta de que de
ilusiones se puede vivir un tiempo, pero no para siempre.
De todas formas, y a propósito de esto, podemos diferenciar cuatro clases principales de usuarios de Facebook que no
pueden faltar en ningún grupo que se precie, en orden decreciente de fanatismo:
1) El que está hasta las manos y no lo puede negar: en este
grupo se encuentran algunos integrantes minoritarios de
la "Sociedad Facebook", quienes han encontrado en la red
social la herramienta perfecta para llevar a cabo sus actividades. Estamos hablando de un usuario que aprovecha el
espacio de los estados para comunicar cada actividad que
promociona, y es capaz de reescribirlo todas las veces que
sea necesario, tan sólo para que nadie deje de leer el mensaje que tiene para comunicar a la población. Es un profesional —además de un dependiente— de la interacción,
que incluso puede llegar a someter a votación popular las
dos opciones para la cena que tiene en mente. Suele tener
un grado leve o importante (según el caso) de esquizofrenia, la que se manifiesta en los monólogos que sostiene al
hacerse preguntas en " ¿ Q u é estás pensando"?, respondiéndoselas en el primer comentario y, como si fuera
poco, haciendo clic en " M e gusta".
Es una clase de usuario que encuentra en Facebook algo
difícil de conseguir de otra forma, ya que puede percibir
las reacciones a sus acciones, cada vez más favorecido y
alentado por la instantaneidad (la cual va en aumento con
el correr del tiempo y la reformulación de las funciones de
Facebook, como por ejemplo en la publicación de elementos y noticias). Este usuario también se caracteriza
por comentar incansablemente fotos o resultados de tests
ajenos, hacer las encuestas más inverosímiles (como ya veremos más adelante), subir indiscriminadamente álbumes
de fotos, textos, linkear videos, y publicar gustos personales sobre todo tipo de cuestiones. Es decir, lo toma casi
como un trabajo. Y a veces más.
Son usuarios que, al mismo tiempo, se desempeñan como
sus propios publicistas y agentes de prensa, tratándose a sí
mismos como productos y, como tales, hacen su marketing. Para completar el panorama y ser dignos de su doble
rol, en silencio y a solas, hacen sus propios focus groups, y
cada movimiento se convierte en una pequeña encuesta de
imagen. Una adicción de la cual es difícil abstraerse, y a la
cual todos, en mayor o menor medida, estamos expuestos.
En definitiva, la del reconocimiento popular y nuestros
quince minutos de fama versión Facebook.
2) El que está hasta las manos (y no se atreve a reconocerlo):
es el grupo mayoritario. El usuario promedio de Facebook,
de un momento a otro, se encuentra enganchadísimo, sin
entender por qué está chequeando algo que no sabe qué
es, y yendo de acá para allá, buscando algo que nunca encontrará. Mira fotos, acepta y busca amigos, hace tests, felicita por cumpleaños. También acepta invitaciones a grupos y eventos, de vez en cuando chatea, y cada tanto
manda un mensaje, tratando de convencerse de que es más
práctico que escribir un email. Por supuesto que, como
buen adicto, en público niega cada uno de estos cargos, e
incluso aprovecha cada ocasión disponible para despotricar contra "esa pavada del Facebook".
3) El que prueba para ver qué onda: esta clase de usuario
suele ser inexperto en el manejo de Internet y, a pesar de
su voluntad y esfuerzos abnegados, no logra insertarse en
la comunidad virtual. Se caracteriza porque abre su cuenta (la mayoría de las veces abre dos, ya que es incapaz de
rectificar los errores que ha cometido en el ingreso de
datos cuando dio de alta la primera, por ejemplo "país de
16
origen" —Puerto Rico, usualmente —, o no supo subir
una foto de perfil y no encuentra de qué manera hacerlo
sin que Facebook se lo pida como parte de la configuración inicial de la cuenta), agrega no más de tres o cuatro
amigos, y abandona todo intento por subirse a la ola, resignándose a no participar en las charlas donde se mencione el tema, esperando que sea tan sólo una moda pasajera.
4) El que está más allá del bien y del mal: no sabe qué es
F a c e b o o k y, si lo sabe, hasta encuentra cierto goce en no
tener una cuenta porque siente que estar al margen del
rebaño lo convierte en alguien con actitud y personalidad. Quizás alguna vez haya dado de alta un usuario a
escondidas, pero rápidamente lo borró. Es probable que
aún no tenga teléfono celular, aunque en su fuero íntimo
16. Como ya mencionamos respecto al particular criterio que Facebook
tiene para considerar a las ciudades como "redes".
le encantaría (nunca lo reconocerá en público, por supuesto). Es una especie de resistencia autoconvocada
ante el mainstream. Le encantaría tener un grandes éxitos de Chayanne, pero su iPod está monopolizado por
artistas indie que sólo él conoce y, con el tiempo, se ha
convencido de que le encantan.
Posiblemente, el lector (sí, vos) se sentirá incluido en
alguno de estos cuatro grupos, pero muchos se identificarán con más de uno, según el m o m e n t o de la relación con
F a c e b o o k en la que se encuentren. Es innegable que todos
los usuarios inicialmente pasan por un estado de tímido
acercamiento y desconfianza ante "la famosa novedad",
luego hay quienes se quedan pegados, y quienes lo abandonan inmediatamente.
A su vez, entre los primeros hay casos mixtos (la gran
mayoría) que se "enferman" (es sólo un empacho, nada
grave, esperemos) con F a c e b o o k pero, luego de un tiempo,
al ver que la cosa no les brinda lo que esperaban (sea lo que
fuere), paulatinamente se van alejando hasta dejarlo de lado
por completo. E s o explica por qué en nuestro muro, por
más que tengamos más de 300 "amigos", parece que fueran
siempre los mismos 10 que están dale que dale todo el día al
bendito Facebook, haciendo todos los tests que se les crucen, y quejándose de lo errado de los resultados. C o m o si
uno fuera protagonista de un Truman Show virtual, donde
los mismos actores van apareciendo a las órdenes de un director. C o n una rutina o patrón difícil de decodificar a simple vista, pero patrón al fin.
Ok, todo muy lindo...
¿pero para qué sirve realmente?
Si la pregunta se la hiciésemos a Barack O b a m a (el actual
presidente de E E . U U . ) o a Nicolás Sarkozy (su colega francés), ellos seguramente responderían que sirve para ganar
elecciones, ya que ambos hicieron de F a c e b o o k uno de los
medios más importantes en sus carreras hacia alcanzar la
presidencia de sus países.
C o m o no es ese nuestro caso, esa es la gran incógnita que
todos los que estuvimos con F a c e b o o k ante nuestros ojos
enfrentamos alguna vez. La respuesta no es en absoluto simple y, si bien en esta sección intentaremos ensayar alguna hipótesis que pueda colmar nuestras expectativas, si no queremos quedarnos en la superficie, necesitaremos de todo este
libro para llegar a una comprensión cabal de este pasatiempo, en apariencia inútil y frivolo, que cautiva por igual a
cientos de millones de personas, en todo el planeta, prácticamente sin distinciones intelectuales, idiomáticas, folclóricas o de nivel sociocultural.
Es decir, si tenes acceso a Internet, seguro que de alguna
forma te relacionas con Facebook, y son altísimas las probabilidades —aunque sea sólo por curiosidad— de que abras
una cuenta. Después de todo, todo el mundo lo hace...
¿Por qué necesitamos saber para qué sirve? ¿A qué se
debe esa cuasi obligación que sentimos de darnos explicaciones? ¿ N o podríamos — c o m o muchos hacen con los jueguitos— entregarnos mansamente al poco o mucho placer que
nos da, y declararlo un entretenimiento o pasatiempo? Seguramente, la pregunta primigenia surge porque nos invade
cierta —pequeña, en el mejor de los casos— vergüenza al
percibirnos un tanto estúpidos. Al sentirnos, en mayor o
menor medida, adictos o dependientes de una página frivola
y con poco que ofrecer en apariencia.
¿Frivola dijimos? Quizás sea esa la palabra que hace más
ruido a la hora de analizar el sentimiento de culpa o vergüenza que nos genera navegar por Facebook. Sí, es verdad que ya
dijimos algo sobre esto cuando hablamos de las modas, pero
evidentemente Facebook, con su crecimiento sostenido en el
tiempo, parece ser algo más que eso...
¿Red social? A h , sí, las galletitas...
A pesar de que F a c e b o o k se autoproclama c o m o una red
social, de "social" tiene poco. Al menos en el sentido más
político de la palabra. Sobre todo si nos detenemos a pensar
que más de una vez Facebook nos "ahorra" un encuentro,
un llamado, o incluso algo tan pero tan impersonal como un
correo electrónico. A tal punto que, en algunos casos, está
quitándole protagonismo al Messenger, y hasta a los mensajes de texto vía teléfono celular.
Ni hablar de c ó m o este cambio repercute en algunas sociedades c o m o las latinoamericanas, en especial la argentina,
que históricamente se ha jactado de ser una de las pocas
donde el encuentro de amigos —ya sea en el bar donde "la
barra arregla el mundo", en la fiesta donde la cerveza nos
junta hasta que las velas no ardan, o en el asado que precede
al picadito de fútbol— ha mantenido un protagonismo difícil, si no imposible, de encontrar en otras latitudes.
¿Por qué muchas veces nos encontramos abriendo el navegador y mandándole a una persona que nos agrada un
fernet virtual en vez de tomarlo de verdad? ¿ N o es mucho
mejor ver en vivo y en directo cómo esa chica se relame con
la lengua verdadera los bigotes verdaderos de cerveza verdadera? ¿O será que es mejor para el ego no pensar en la perspectiva del rechazo o del desencuentro? ¿Es que Facebook
nos está volviendo un poco —o bastante— estúpidos al hacer
que prefiramos un montón de ceros y unos antes que imaginarla a ella encima de uno aunque eso finalmente no suceda?
En realidad, Facebook no se aprovecha de nuestra estupidez. Por el contrario, se hace bastante el tonto, ya que sabe
que esa tontería se lleva de maravilla a la hora de jugar con la
nuestra, su compañera. Probablemente sea esa misma idiotez
la que nos seduce y cautiva. A tal punto, que ni siquiera nos
detenemos a pensar que detrás de ese montón de bytes que
viajan a través de Internet, se ubican personas y empresas
que, con intereses bien distintos, están ávidos de conocer esa
información que nosotros, c o n total ingenuidad y alegría,
volcamos despreocupadamente.
17
La mayoría de los "amigos" que tenemos en nuestro perfil de Facebook son perfectos desconocidos. De otra forma,
sabrían en qué andamos, qué cosas nos gustan, o por qué estado civil estamos transitando. Entonces, a la pregunta ¿Para
qué sirve?" habría que agregarle otra: " ¿ P o r qué lo hacemos?". Si sabemos que Facebook es una realidad ficticia (o
una "no-realidad" o "semi-irrealidad"), que tomamos con
una seriedad a la cual no siempre echamos mano... ¿Por qué
lo hacemos de todas maneras? ¿Qué necesidades satisface?
17. No es que estemos queriendo insinuar que la sigla de la supuesta empresa FaceBook (pongámosle "FaceBook International" o "FaceBook,
Inc.") sea, casualmente, FBI... pero que las hay, las hay.
Un interesante ejercicio es intentar ubicar a Facebook
dentro de la célebre "Pirámide de las necesidades" que esbozó el psicólogo estadounidense Abraham Maslow en 1943:
Difícil, ¿verdad? ¿Podríamos decir que, aunque sería literal, obvio y hasta ingenuo situarlo en la categoría "afiliación",
donde se encuentra "amistad", Facebook podría ubicarse
como vínculo entre el hombre y la satisfacción de cualquiera
de sus necesidades? (Incluso las fisiológicas, con nuestro infaltable —si tenemos suerte— y queridísimo "sexo").
A propósito de este tema, otra personalidad célebre, mucho
más conocida para los argentinos, el escritor, pensador y con18
ductor radial y televisivo Alejandro D o l i n a , muchos años
atrás (¡antes de que se inventara F a c e b o o k ! ) , esbozó una
18. Según ha expresado en algún reportaje no le pertenece la autoría de la
reflexión, aunque, sin duda alguna, él ha sido quien la popularizó.
ambiciosa y bien sustentada teoría que postulaba que: "TODt >
19
lo que hace el hombre es para ganar mujeres" (y viceversa). Un.i
hipótesis difícil de refutar y que, aunque implícitamente simpli
fica la teoría de Maslow, si nos detenemos a analizar, no la contradice en absoluto, y quizás sirva para entender o empezar a dilucidar la(s) respuesta(s) a los interrogantes sobre nuestra aparentemente incomprensible inversión de tiempo en Facebook.
Por otro lado, no falta quien se anima a contradecir al mismísimo Zuckerberg, y dice que Facebook no es una plataforma para conectarse con amigos, sino que su principal virtud es
que sirve "para mostrarse", ya que en ella todo se expone, no
hay privacidad ni intimidad. Puede que ese argumento tenga
su cuota de razón. Pero hay mucho más que eso...
El concepto de amistad según Facebook
Antes que nada, es importante tener presente que Facebook
ostenta una extremadamente particular acepción de los términos, trastocando los significados de palabras de uso cotidiano.
Un buen ejemplo es la palabra "amistad". El diccionario
de la Real Academia Española la define como: 1. f. Afecto
personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona,
que nace y se fortalece con el trato. 2. f. Amancebamiento. 3.
f. Merced, favor. 4. f. Afinidad, conexión entre cosas.
19. No importa que uno esté o no en pareja; se refiere a la necesidad de gustar, seducir y sentirse deseado por otro. En el peor de los casos, sería por lo
menos increíble que alguien afirme seriamente que le diría que no a una
noche con Angelina Jollie o George Clooney, por muy enamorado o enamorada que esté. Y muy guacho para no dejar que su pareja se dé el gusto.
En cambio, para Wikipedia es (...) "una relación afectiva
entre dos o más personas. La amistad es una de las más comunes relaciones interpersonales que la mayoría de los seres
humanos tienen en la vida. La amistad se da en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de importancia y trascendencia. La amistad nace cuando los sujetos de la amistad
se relacionan entre sí y encuentran en sus seres algo en
común. Hay amistades que nacen a los pocos minutos de relacionarse y otras que tardan años en hacerlo. Las amistades
generalmente duran toda la vida. Los amigos en la mayoría de
los casos se ven por muchas décadas."
Es evidente que, aunque menos rigurosa, Wikipedia está
más cerca de la cotidianeidad, de lo común. Aunque, paradójicamente, no tanto de Facebook. Lo sorprendente de esta divergencia viene a cuento de que ambos forman parte de lo
que se ha dado en llamar la Web 2.0, un término acuñado para
referirse a una nueva etapa de Internet, con predominancia de
las comunidades de usuarios que colaboran entre sí intercambiando información. Sus sitios actúan como punto de encuentro. Otros ejemplos de plataformas típicas de Web 2.0
son los blogs, los fotologs, y los sitios de almacenamiento de
fotos. Entonces, si tenemos en cuenta que Facebook propicia
justamente el intercambio de experiencias y datos de los
usuarios (al igual que muchas otras redes sociales, aunque es
20
por lejos la más exitosa ), podríamos decir que es prácticamente el abanderado de la Web 2.0.
20. Al momento de cerrar esta edición, MySpace —la principal competidora de Facebook— anunció el recorte de al menos dos tercios de su personal, y el cierre de sus oficinas en Argentina, Brasil, Canadá, Francia,
India, Italia, México, Rusia, Suecia y España.
¿En qué quedamos? ¿Para qué sirve Facebook? ¿Para c o nocer gente, para mostrarse, para levantar? Parecería ser que
cuánto más sabemos, más confundidos estamos. Quizás será
tiempo de desandar el camino y empezar a descartar algunas
opciones. O al menos tratar de fundamentarlas.
Tenemos que replantearnos las equivalencias o significados de algunos conceptos, como el de la amistad, que para
Facebook — c o m o vimos unas páginas atrás en la nota al pie
N° 8— no es ni el de la Real Academia, ni el de Wikipedia, ni
el del común de la gente. Los "amigos F a c e b o o k " poco tienen que ver con los reales, ya que las personas con las que
mantenemos contacto tienen —por lo menos— nuestro teléfono o dirección de correo. O al menos saben de qué forma
podrían conseguirlos rápidamente.
Se supone que si he dejado de estar en contacto con ciertas personas por más de diez años, son altísimas las probabilidades de que no me esté perdiendo demasiado, y que ello ni
siquiera me importe. O t r o caso es el de las personas a las que
jamás hemos conocido, y ocupan una gran proporción de
nuestro stock de amistades. Según Facebook, si un amigo c o noce a alguien, por extensión también es amigo nuestro.
Desde ese momento, todos los amigos de nuestro "amigo"
también lo serán. Según el fundador de Facebook, cada usuario promedio tiene 100 amigos. ¡ Q u é suerte que uno no se
puede agarrar una peste por usar Facebook sin protección!
Claro, si igual en Facebook de sexo... ni hablar.
De todas maneras, no se puede pasar por alto el hecho de
que el concepto de "amistad" observa marcadas diferencias
según el género sexual. Por ejemplo —con esto no estamos
intentando descubrir nada nuevo, seamos honestos—, una
cosa es la amistad según un hombre, y otra absolutamente
n
diferente según el sexo débil (o devil ), ya que no es raro
encontrarse con que son muchos los hombres que consentirían una relación sexual con una amiga (más de una vez
han fantaseado con esa posibilidad), mientras que no parecería darse el caso inverso... o al menos eso es lo que suele
decirse (probablemente sea verdad; si no es así, al menos
hay que reconocer que las mujeres están mucho mejor organizadas, o tienen un código común con un sentido de
pertenencia al grupo más inquebrantable). Para eliminar
dudas al respecto, bastará en el trabajo o grupo de amigos
formular la pregunta: "¿Crees en la amistad entre el h o m bre y la mujer?". Las respuestas arrojarán, según el sexo
del encuestado, resultados que seguramente confirmarán
la declamación vertida unas líneas más arriba con una precisión espeluznante.
Por lo tanto, podríamos decir que en Facebook existen
tres
22
mundos paralelos simultáneos:
1) El de los que quieren conocer mujeres.
2) El de las que quieren hacer amigos.
3) El de las que quieren conocer hombres, pero dicen que
quieren hacer amigos.
21. En inglés, diablo.
22. Por supuesto que existe un cuarto grupo —el gay—, que se maneja
con absoluta discreción, y por lo general prefiere evitar manifestarse
abiertamente en un medio con tanta exposición pública y prejuicios (después de todo, Facebook no escapa a determinadas reglas de la sociedad),
por lo cual queda exceptuado de esta clasificación general de comportamiento sexual en lo que a intenciones de amistad se refiere.
Volver al futuro
Si bien —a pesar de que le dedicamos más tiempo del que
deberíamos— de las más de 200.000.000 de personas que
están en Facebook, al menos 199.999.990 nos preguntamos
para qué sirve (qué utilidad R E A L tiene), todos le ponemos
unas fichas y creemos que en cualquier momento se va a
poner bueno. De alguna forma es como fumar: al principio te
marea, te desagrada, te hace toser, pero al quinto cigarrillo,
que fumaste para impresionar y demostrar que sos una persona segura, sexy y que sabe lo que quiere (ser cowboy o
andar en un Fórmula 1), ya estás hasta las manos, y no podes
largarlo, aunque te des cuenta de que es una porquería.
Aunque la analogía entre Facebook y el cigarrillo pueda
parecer más o menos acertada, hay algo que los separa definitivamente: si bien casi todos creemos que la respuesta a la
pregunta la dará el tiempo por venir, también es cierto que lo
que hoy más nos cautiva no está en lo que nos pueda ofrecer
en el futuro sino en el pasado.
U n o de los principales estímulos que lleva a muchos a
usar Facebook no es otro que el reencontrarse con amigos/
parejas/compañeros de la infancia. E s o queda claramente
puesto en evidencia cuando alguien, por ejemplo, se hace fan
(más adelante discutiremos el significado de la palabra "fan")
de Alberto Olmedo (un actor que falleció hace más de veinte
años, y hoy no tiene espacio en los canales de televisión).
¿Esto significa acaso que volvió porque está de moda lo retro
y lo vintage} ¿Que esa persona recién ahora es fan y antes no
lo era? ¿O que en realidad lo que quiere es volver de alguna
forma a ese pasado? Cuando ese usuario se hace fan de la
marca de cacao que disfrutaba mientras miraba la tele, ¿no
está tratando de recrear —aunque más no sea en la virtualidad— su infancia armando un kit con sus compañeros de pri23
maria , el Cacao Súper Hijitus y el Capitán Piluso? (Quizás
se deba a esa misma razón la aparente falta de sexo en Facebook —y no por censura o moderación de administradores,
que no parece ser tanta como uno podría suponer, quizás por
la composición socioeconómica/cultural de la masa crítica de
usuarios—, ya que no es un concepto presente en la infancia.)
A tal punto F a c e b o o k está asociado con el revival y la
melancolía de tiempos pasados que, cuando a mediados de
2008 hizo su irrupción en escena el " F a c e b o o k Beta", (un rediseño de la página apuntado a crear una apariencia más prolija y estética), miles de usuarios mostraron su descontento
llamando a boicotear " E l nuevo F a c e b o o k " (que a su vez, en
marzo de 2 0 0 9 , pasó a convertirse en el "nuevo viejo Faceb o o k " al sufrir una vez más un rediseño violento), pidiendo
"que vuelva el viejo F a c e b o o k " (que a esta altura ya vendría
a ser c o m o la prehistoria, o al menos "el abuelo F a c e b o o k "
o el "viejo viejo F a c e b o o k " ) . Sin dudas, nos encontramos
ante un récord de envejecimiento vertiginosísimo de los
tiempos o, en la mejor de las situaciones, un caso preocupante de melancolía precoz. C o m o dijo Roberto Fontanarrosa, a través de su Inodoro Pereyra: "Lo que sucede es que
estamos viviendo tiempos muy contemporáneos".
23. Es importante mencionar la incidencia de Facebook en el reencuentro
de compañeros de escuela, aunque también ésto no suela pasar de la etapa
de la sorpresa y el recuerdo entrañable, ya que en la práctica son minoritarios los integrantes de cada grupo que efectivamente llegan hasta las últimas consecuencias, no privilegiando el cumpleaños de un/a hermano/a
—una ocasión recurrente con frecuencia anual— frente al tan demorado
y esperado reencuentro.
Todo este movimiento de flashback a la infancia y adolescencia de los años setenta y ochenta, no resulta casual si tomamos en cuenta que el rango de edad de usuarios de Facebook en su gran mayoría oscila entre los 20 y 40 años de edad
(Facebook, en sus estadísticas oficiales, declara que el mayor
crecimiento demográfico de usuarios se da en el rango de los
que tienen 30 años o más). Es decir, tienen preponderancia las
personas que vivieron su infancia en la década del setenta, y
hoy ocupan los lugares de decisión en las empresas. Son los
que crecieron con el nacimiento de la PC (empezaron jugando con el Atari, la Commodore 64, y hoy trasladan sus deseos lúdicos a la Playstation, la Wii y, en algunos casos, el iPhone), aquellos que por códigos generacionales no entienden
o no les interesa entender (aunque les interesa excluir) a los
fotologs (cuya aplicación tiene casi 50.000 usuarios, y las páginas de Fotolog.com suman menos de 9000 fans, nada representativo entre los 200.000.000 de usuarios de Facebook.
En todo caso, se sienten más cómodos con el blog). Entonces,
no llama la atención que un blog ofrezca mucha más interacción con Facebook que con un fotolog.
También puede deducirse de este análisis que esa gente encuentra en Facebook un lugar de convergencia y la posibilidad de empezar a conocer gente en un contexto más acorde a
su edad y de alternar con potenciales relaciones, como hace
quince años atrás lo hacía en una disco y hoy, por cuestiones
obvias, ya no puede hacerlo.
Entonces, Facebook no es "levante", "necesidad de aprobación para reafirmar el autoestima", "exposición" ni "recuerdo", sino todos ellos al mismo tiempo, ya que pertenecer
es exponer el propio "producto", ofreciéndolo en una especie de vidriera, para conocer gente que comparte códigos
afectivos e íntimos, con intenciones que pueden variar según
el estado civil, social e inquietudes de cada persona.
C o m o conclusión de esta primera parte, les dejo un artí24
culo de la escritora Valeria Iglesias , que se pregunta por qué
sigue entrando a Facebook a pesar de no encontrarle una utilidad precisa.
¿Qué estoy pensando cuando entro a Facebook?
¿Que qué estoy pensando? Q u e tengo un montón de laburo atrasado, pero ya que estoy conectada paso un toque.
Leo lo último que publicaron mis amigos, los que conozco en
persona y los que no.
Reviso las invitaciones a eventos, sugerencias, club de fans
y a casi todo digo "sí". A veces, cuando estoy un poco más reflexiva me pregunto de qué sirve decir a todo "sí", si a la larga
es lo mismo que decir a todo "no". Entonces, me pongo más
criteriosa y me invento parámetros para aceptar o declinar.
Escribo una frase que de alguna manera refleje mi presente inmediato (¿existe otro tipo de presente?). Lo hago a consciencia de que quiero que a otros les guste y la comenten. Es
como ser un blogger express. De todos modos, evito caer en
la originalidad pretenciosa. Sí, es un prejuicio, y no estoy más
allá que el resto, pero me irritan ciertas poses, me hacen acordar a los nombres creativos de \ospubs que florecieron en Palermo hace un tiempo.
Cuando me doy cuenta de que ya perdí más de cuarenta minutos, pienso que había un millón de maneras más interesantes
24. http://absurdayefimera.blogspot.com
de perder el tiempo. Pero nunca publico frases que expresen
eso, también esas poses me molestan. Después de todo, elegí
perder el tiempo en Facebook.
¿ Q u e qué estoy pensando? Q u e le escribí un email hace
un día y todavía no me lo contestó. Está bien, es fin de semana; puede ser que haya salido y no haya accedido a una c o m putadora. Sin embargo, existe Facebook. Por eso entro a su
perfil y ahí lo compruebo. El muy crápula estuvo escribiendo boludeces de esas que más arriba dije parecen nombres de
pubs palermitanos, pero para contestarme no tuvo tiempo.
¿Que qué estoy pensando? Q u e me miento. Me creo que
tengo Facebook como herramienta para difundir mis actividades comerciales y artísticas. Publico mis eventos. Tengo
otro motivo más para entrar un toque nada más: ver cuántos
piensan asistir. ¿Habrán sacado ya el porcentual de gente que
habiendo cliqueado "Asistiré" realmente se apersona en un
evento? No hay más ciego que el que no quiere ver. Nunca
subestimes el poder de la negación. Me miento, me miento,
me miento. Sé que muchas veces digo a todo que sí. Incluso
sin ver qué, cuándo, ni dónde. C o m o si pudiese ser Dios y
estar en todos lados al mismo tiempo. ¿Por qué los demás no
harían lo mismo? Hasta ahora, sólo un 1% de los que pusieron "Asistiré", asistió realmente.
¿Que qué estoy pensando? Q u e entro porque estoy aburrida, mi vida no tiene sentido: en este mundo de poses no
me permito a mí misma tener una pose. Miro su muro y
compruebo, una vez más, que no tuvo tiempo para contestarme los mensajes. Insisto en publicar eventos a los que
asisten otros que también tienen F a c e b o o k pero no están
entre mis contactos. Y encima, me etiquetaron en una nota
en la que nadie habla de mí. Tal vez sea la crueldad más grande de este desfile de egos.
P A R T E II
Nudo... en la garganta
Ábrete seso
N o , no se preocupen por el título catástrofe que le da
nombre a la segunda parte de este libro. Facebook no sólo no
está muerto sino que, por el contrario, está más vivito y coleando que nunca, gozando de una inmejorable salud, mientras
se toma un trago con paragüitas (no es muy masculino pero
es así, yo no tengo la culpa de su poca o mucha virilidad), balanceándose en una hamaca paraguaya bajo una palmera.
Bueno, sí, preocúpense. En todo caso, el encabezado casi
sensacionalista fue un viejo truco para llamar la atención. Por
lo tanto, a lo que hace referencia la palabra "autopsia" no es ni
más ni menos que al análisis detallado de sus múltiples facetas.
Es que Facebook, como diría Sandro, es "un mundo de sensaciones". O más bien de aplicaciones (tomen nota, publicita1
rios : cuando tengan que hacer una campaña de Facebook,
1. N o , mejor no tomen nota. Ya bastante mala es la publicidad hoy como
para tener que tolerar algo así.
— 47 —
pueden recurrir a la canción de R o b e r t o Sánchez y ponerle
c o m o letra "Tengo... un mundo de conexiones... un mundo
de aplicaciones...").
Quizás por eso mismo, como insinuamos en la Parte I de
este libro, es difícil determinar qué es lo que tiene Facebook
que lo hace tan adictivo, a pesar de no ofrecernos ningún en2
tretenimiento 1 0 0 % tangible como chatear, o hablar, o jugar
a algún juego con una complejidad y desarrollo gráfico interesantes, aunque se hayan reproducido como plaga los juegos
que, en infinidad de vanantes, proponen juntar muchas piedritas, bolitas, o piezas del mismo color.
Vayan a continuación tan sólo unos pocos ejemplos de
juegos del tipo "junta cositas de colores":
Z u m a (no apto para daltónicos)
2. Y sí, el chat en el Facebook es tan incómodo y doloroso como el sexo
entre puercoespines.
Bejeweled Blitz
Biotronic
De todas formas, aunque Facebook nos tiente con algu3
nos juegos más que simpáticos , es difícil encontrar una razón
3. A pesar de que se registran los récords de puntuación del usuario —y en
algunos casos, como en el del Bejeweled Blitz, se reinician semanalmente—,
en las versiones Facebook de algunos juegos clásicos de PC no se puede
hacer "save" para continuar la partida en otro momento, lo que conlleva a la
frustración de tener que empezar de cero cada vez que queremos jugar.
convincente para que haya aproximadamente la misma cantidad de usuarios de "Texas Hold 'em Poker" en Facebook que
de jugadores de "Grand Theft Auto: San Andreas" (Playstation
2, el juego más vendido, sin contar las copias piratas, en la
historia de la consola).
Q u e sea complejo analizar qué termina haciendo tan irresistible a Facebook, no significa en absoluto que esa tarea resulte imposible. Habrá que ir recorriéndolo pacientemente,
parte por parte, y corroborando y descartando sospechosos
de generarnos esa malsana costumbre.
Para conocer a nuestro amigo en común, nada mejor que
ir diseccionándolo en una especie de autopsia virtual (sin un
orden en particular, ya que la mayoría de las funciones pueden ser accedidas desde varios lugares, cambiando sólo la disposición de la información).
Telépata, psicópata, bah...
¿Cuál es la diferencia?
C o m o ya mencionamos, en bastante menos de un año,
Facebook atravesó dos grandes cambios. O sea, se hizo dos
liftings considerables. ¿Será por coquetería? ¿Vanidad?
¿Achaques de la edad? ¿Para que la gente no se aburra? ¿O
para estirar la novedad?
De todas formas, no es para escandalizarse porque el cambio que instauró es meramente formal y mayormente de diseño, salvo por un detalle que es por lo menos ingenuo y gracioso: el cambio de la pregunta de estado (si uno cambia muy
rápidamente de estado, ¿no es un ciclotímico trastornado o
algún personaje similar a los Gemelos Fantásticos que podían
pasar de estado sólido a líquido con tan sólo chocar sus anillos?), que pasó de " ¿ Q u é estás haciendo a h o r a ? " a " ¿ Q u é
4
estás pensando?" . C o m o si a alguien eso le afectara en algo.
C o m o si Facebook fuera a cambiar por esa pregunta y no por
otra. C o m o si los usuarios fueran a modificar su conducta
frente a la ventanita si en vez de " ¿ Q u é estás pensando?" dijera " ¿ D e qué color es el caballo blanco de San M a r t í n ? " .
En realidad, aunque a la gente le importe un pito y siga
usando el espacio de la misma forma en que lo hacía antes, la
pregunta es radicalmente diferente en lo conceptual, y no resulta para nada irrelevante a la hora de comprender mejor a
Facebook. Mientras la pregunta anterior guardaba cierta analogía con el comienzo de una conversación entre amigos, la
segunda directamente apunta a que terminemos de entregarle a Facebook, para que se vuelque y exponga en la red, lo
poco que conservábamos en nuestra intimidad a salvo de la
exposición social. Es decir, nuestro pensamiento. Pero aquí
no se terminan las diferencias.
Es importante destacar que Facebook está cada vez más
maleducado, ya que después de la portada en la que nos recibe con un cálido "Bienvenido/a", ni bien entramos la página
nos dispara una pregunta, por lo menos íntima, sin mayor preámbulo, nada de "Hola, ¿qué tal?", ni " ¿ C ó m o estás?" para
romper el hielo. N o . Facebook, como si estuviéramos casados
desde hace cuarenta años, nos recibe con los ruleros puestos,
la cara llena de crema Pond's, y un palo de amasar en la mano,
y nos increpa con un " ¿ Q u é estás p e n s a n d o ? " , mientras
4. Lo cual es muy diferente a "¿En qué estás pensando?", que sería más
específico y, por ende, apropiado para un espacio acotado en tiempo y espacio como el de Facebook.
nosotros pensamos que la respuesta que se merece es: "Antes
por lo menos fingías estar interesado en mis actividades".
Pero no. Facebook es sumamente ambicioso, y no se conforma con monitorearnos y saber qué estamos haciendo,
como lo podría hacer Twitter, un servicio a quien Facebook le
debe mucho (unos cuantos millones de dólares por haber tomado prestada su idea): quiere conocer en detalle qué está pasando dentro de nuestras febriles cabecitas a cada instante. Y
depende de la entonación que se le dé a esa pregunta, también
puede leerse como si, de buenas a primeras y sin previo aviso,
Facebook nos acusara de que nos mandamos alguna y queremos arreglarla, o quizás anticiparse a alguna que seguramente
nos vamos a mandar. Sí, es cierto que el sentido de " ¿ Q u é
estás pensando? Déjalo así, ¿querés?" sería quizás una lectura acomplejada de que Facebook nos reta bajo cierta paranoia
que nos alimentó aquel diariero de la Parte I del libro.
Pero... ¿Por qué se lo tenemos que decir? ¿Acaso nuestros
amigos nos van a querer más por tenerlos cons-tan-te-men-te
informados sobre nuestros pensamientos desde el lugar de los
hechos? Encima parecería que tenemos que agradecerle a Facebook la delicadeza que tiene de abstenerse de resultar más
maleducado, y preguntar lo que realmente tiene ganas, ni más
ni menos que: " ¿ Q u é C A R A J O estás pensando?" o " ¿ Q u é
estupidez estás pensando?" Porque seamos realistas, " ¿ Q u é
estás pensando?" suena bien para un comercial de TV, pero
en la vida real suena a una relación de años, encarnada por
una novia insistente de voz finita, o un novio pesado y celoso que quiere tener absolutamente todo bajo control.
En rigor de verdad, no estamos tan alejados de estos últimos ejemplos, y en la pregunta algo de eso hay, ya que podemos reconocer que, de alguna forma, estamos "casados" con
Facebook y a veces, aún más. Porque conoce ciertas intimidades nuestras y, como veremos más adelante, no es tan fácil que
nos dé el divorcio si la relación no marcha como supusimos o
nos hubiera gustado. La "gorda de la cara encremada 2.0"
sabe que nos tiene agarrados de los genitales. Por eso se da el
lujo de recibirnos con muy poca suavidad, prácticamente pidiéndonos explicaciones, como un verdadero amigo no haría.
Pero claro, ¿quién dijo que Facebook es un amigo? En
todo caso es una herramienta para conectarte con "Gente que
quizás conozcas..."
De todas formas, el tal Zuckerberg no es ningún gil y de
amigos algo sabe. O al menos eso parece. Esto no debe leerse como ironía o sarcasmo porque en este momento el creador de Facebook esté en juicio por haberle afanado la idea de
5
cómo armarlo e implementarlo a... unos amigos . Lo importante es que la otra idea que tomó prestada fue el concepto de
Twitter de ir relatando casi en tiempo real lo que uno está haciendo... o algo más ambicioso aún.
¿Qué estás haciendo ahora?
Leyendo el libro, salame...
C o m o decíamos antes, una de las primeras preguntas que
Facebook hacía en su versión anterior, podía ser leída como
la que cualquier amigo te podría preguntar cada vez que se
6
encuentran , a saber:
5. Es un chisme barato que no nos interesa. O bueno, sí, nos interesa, pero
no es el momento ni el lugar para hablar de eso.
6. Tal como Twitter muestra en el video de bienvenida de su página donde
explica para qué sirve.
1) Hola, ¿cómo estás?
2) ¿ Q u é andas haciendo?
Es por eso que ese detalle, si bien es un tanto trivial,
podía ser considerado como una buena analogía entre realidad y virtualidad, al menos en lo que a amistad se refiere.
No es necesario aclarar que en el caso de F a c e b o o k la primera pregunta era absolutamente inútil, ya que la respuesta
no habría resultado funcional en absoluto (al menos por
ahora, quizás en un futuro se pueda incorporar un indicador
de mood para que todos sepan qué tan rayados estamos), y
la segunda no se debía a que a F a c e b o o k le importara lo que
estamos haciendo o lo que le respondamos, salvo para ir a
botoneárselo a todo el mundo. P o r eso, el " ¿ Q u é estás pens a n d o ? " nació con la credibilidad totalmente desgastada y
una falta de autoestima alarmante, ya que N A D I E en su
sano juicio pone realmente lo que está pensando, sino más
bien continúa con la convención establecida por su antecesor, el " ¿ Q u é estás h a c i e n d o ? " que, no por antiguo, deja de
ser fundamental para entender la pequeña ventanita con
pretensiones telepáticas.
Para empezar, si bien sirve para establecer una comparación simétrica, no es aconsejable tomarse esta analogía entre
amigo virtual y real literalmente, ya que las diferencias más
notorias no residen en las preguntas, sino en las respuestas.
¿ C ó m o es eso? Bien simple: en el caso de un amigo de carne
y hueso, esta serie de preguntas es más una convención, un
formulismo que no apunta a obtener la información real
sobre la actividad que uno está desarrollando durante cierto
lapso de tiempo inmediato anterior al encuentro, sino a
abrir un diálogo. Por eso, por lo general, la respuesta no
suele encontrar un correlato directo con la pregunta, siendo
la mayoría de las veces " B i e n , acá, tirando...".
Claro que si pusiésemos " B i e n , acá, t i r a n d o . . . " en el
" ¿ Q u é estás h a c i e n d o a h o r a ? " de F a c e b o o k , habríamos
corrido el serio peligro de que muchos de nuestros amigos
dejaran de serlo por considerarnos estúpidos o, con suerte, locos. O, más probablemente, no hubieran entendido
nada y nos habrían comenzado a ignorar discretamente
hasta aislarnos por completo para no herir nuestros sentimientos. Algo similar sucede con el " ¿ E n qué estás pens a n d o ? " que, la mayoría de las veces, en la vida real es respondido con un "Nada".
Ahora bien... ¿qué se pone en ese espacio para llamar la
atención de nuestra gente? ¿ L o que realmente estamos pensando? ¿Si es así, cada cuánto habría que actualizarlo? Para
empezar, vamos a descartar respuestas poco amigables (sobre
todo tratándose de una red social que te ayuda a conectarte
con amigos) como " ¡ Q u é te importa!", algo que si bien no
podría ser catalogado de mentira, tampoco es tan amable ni
relevante, así como no aporta demasiado para el que quiera
saber sobre nuestro momento actual.
En realidad, c o m o m e n c i o n a m o s anteriormente, el
"¿Qué estás haciendo a h o r a ? " , aunque no era respetado a
rajatabla (y ni siquiera considerado en su consigna), conformaba el típico caso del "significado cambiado" de F a c e b o ok, ya que, al igual que sucede con la charla de amigos reales, raramente describía lo que la persona estaba haciendo.
Lo mismo que sucede en la actualidad con el "¿Qué estás
pensando?", que tampoco sirve para convencer al usuario
para que describa lo que está pensando... a menos que piense sólo una frase cada un par de días.
1) Hola, ¿cómo estás?
2) ¿ Q u é andas haciendo?
Es por eso que ese detalle, si bien es un tanto trivial,
podía ser considerado como una buena analogía entre realidad y virtualidad, al menos en lo que a amistad se refiere.
No es necesario aclarar que en el caso de F a c e b o o k la primera pregunta era absolutamente inútil, ya que la respuesta
no habría resultado funcional en absoluto (al menos por
ahora, quizás en un futuro se pueda incorporar un indicador
de mood para que todos sepan qué tan rayados estamos), y
la segunda no se debía a que a F a c e b o o k le importara lo que
estamos haciendo o lo que le respondamos, salvo para ir a
botoneárselo a todo el mundo. Por eso, el " ¿ Q u é estás pens a n d o ? " nació con la credibilidad totalmente desgastada y
una falta de autoestima alarmante, ya que N A D I E en su
sano juicio pone realmente lo que está pensando, sino más
bien continúa con la convención establecida por su antecesor, el " ¿ Q u é estás h a c i e n d o ? " que, no por antiguo, deja de
ser fundamental para entender la pequeña ventanita con
pretensiones telepáticas.
Para empezar, si bien sirve para establecer una comparación simétrica, no es aconsejable tomarse esta analogía entre
amigo virtual y real literalmente, ya que las diferencias más
notorias no residen en las preguntas, sino en las respuestas.
¿ C ó m o es eso? Bien simple: en el caso de un amigo de carne
y hueso, esta serie de preguntas es más una convención, un
formulismo que no apunta a obtener la información real
sobre la actividad que uno está desarrollando durante cierto
lapso de tiempo inmediato anterior al encuentro, sino a
abrir un diálogo. Por eso, por lo general, la respuesta no
suele encontrar un correlato directo con la pregunta, siendo
la mayoría de las veces " B i e n , acá, tirando...".
Claro que si pusiésemos " B i e n , acá, t i r a n d o . . . " en el
" ¿ Q u é estás h a c i e n d o a h o r a ? " de F a c e b o o k , habríamos
corrido el serio peligro de que muchos de nuestros amigos
dejaran de serlo por considerarnos estúpidos o, con suerte, locos. O, más probablemente, no hubieran entendido
nada y nos habrían comenzado a ignorar discretamente
hasta aislarnos por completo para no herir nuestros sentimientos. Algo similar sucede con el " ¿ E n qué estás pens a n d o ? " que, la mayoría de las veces, en la vida real es respondido con un " N a d a " .
Ahora bien... ¿qué se pone en ese espacio para llamar la
atención de nuestra gente? ¿ L o que realmente estamos pensando? ¿Si es así, cada cuánto habría que actualizarlo? Para
empezar, vamos a descartar respuestas poco amigables (sobre
todo tratándose de una red social que te ayuda a conectarte
con amigos) como " ¡ Q u é te importa!", algo que si bien no
podría ser catalogado de mentira, tampoco es tan amable ni
relevante, así como no aporta demasiado para el que quiera
saber sobre nuestro momento actual.
En realidad, c o m o mencionamos anteriormente, el
"¿Qué estás haciendo a h o r a ? " , aunque no era respetado a
rajatabla (y ni siquiera considerado en su consigna), conformaba el típico caso del "significado cambiado" de F a c e b o ok, ya que, al igual que sucede con la charla de amigos reales, raramente describía lo que la persona estaba haciendo.
Lo mismo que sucede en la actualidad con el "¿Qué estás
pensando?", que tampoco sirve para convencer al usuario
para que describa lo que está pensando... a menos que piense sólo una frase cada un par de días.
Para ilustrarlo más claramente, transcribo a continuación
algunos ejemplos textuales de " ¿ E n qué estás pensando?",
7
que pueden andar rondando por ahí :
Marcos: Toda mujer llamada "tu novia" a lo largo de su
vida S I E M P R E se comerá a un " P a b l o " o un "Martín".
SIEMPRE.
Pedro: Sobrevivió al efecto Gillette!!
Pablo: is cambiando la foto del perfil para la tía Gra.
Luis: Q U E R E S U N C H O R I Z O A L A P O M A R O L A
CON PUREEEEEEEE.
Gabriela: is con la coló en Chacabuck Park...
Luis: lo mismo no es lo igual.
Valeria: compone, corrige, proyecta.
Marina: no pienso reenviar ninguna cadena, ni de suerte,
ni de religión, ni de nada.
Agustina: Pégame y decime el nombre completo de 3
presidentes peronistas. [Se me pinchó un corazón].
J u a n : se hizo fan de ganarse el Loto y rascarse las pelotas
por el resto de sus días.
A n t o n i o : está buscando audaces compañeros para compartir departamento.
Enrique: sázap zap zap zap zap zap sabadadáp zap zap
zap zap zap sabadabadáp.
C o m o podemos apreciar, casi ninguna de las opciones responde a la pregunta formulada. Imaginen la siguiente situación:
7. Los nombres reales de los usuarios han sido cambiados para proteger
su intimidad y, paradójicamente, su buen nombre.
Juan va caminando por la calle e inesperadamente se encuen
tra con Luis. Ambos se detienen y sostienen el siguiente diálogo:
J u a n : ¡Hola, Luis! ¿ C ó m o andas?
Luis: Bien, ¿y vos?
J u a n : Estoy medio podrido... no me sale una... en cualquier momento cuelgo los botines y se terminó esta farsa...
Luis: ¡Para! ¿ Q u é estás pensando?
A lo cual, según Facebook, Luis respondería una de las siguientes frases:
a) Lo mismo no es lo igual.
b) compone, corrige, proyecta.
c) is cambiando la foto del perfil para la tía Gra.
d) QUERES UN C H O R I Z O A LA P O M A R O L A C O N
PUREEEEEEEE.
e) is con la coló en Chacabuck Park...
f) Pégame y decime el nombre completo de 3 presidentes
peronistas. [Se me pinchó un corazón].
O también podría darse una situación donde un adolescente le dice a su chica en la primera salida: "Mira... mejor pidamos una en vez de dos cervezas, porque me queda la plata
justa para comprar cuarenta preservativos, dos látigos, ocho
juegos de esposas y cinco aerosoles de crema.".
A lo que la chica le contesta: ¿ Q u é estás pensando?
Según Facebook, el chico le podría contestar:
g) Sobrevivió al efecto Gillette!!
h) se hizo fan de ganarse el L o t o y rascarse las pelotas por el
resto de sus días.
i) Toda mujer llamada "tu novia" a lo largo de su vida S I E M P R E se comerá a un "Pablo" o un "Martín". S I E M P R E .
j)
no pienso reenviar ninguna cadena, ni de suerte, ni de religión, ni de nada.
k) sázap zap zap zap zap zap sabadadáp zap zap zap zap zap
sabadabadáp.
Esto puede significar que:
Una gran proporción de los usuarios de Facebook tiene
problemas de comprensión.
Lo que está pensando no es digno de contarse.
El espacio se ha ido desvirtuando rápidamente, utilizándose para poner alguna frase que resulte graciosa, llamativa,
que mueva a la reflexión o sensibilidad del lector fortuito, lo
que ocasionalmente se reflejará en comentarios sobre esa de8
claración , generando una especie de minidebate.
C o m o sea, da la sensación de que resulta igual que Facebook nos dispare a quemarropas con un " ¿ Q u é estás haciendo?", " ¿ Q u é estás pensando?", o lo que mejor le venga en
gana. Total, le vamos a responder lo que queramos.
¿Qué estás haciendo?
Tratando de entender a Twitter...
Sí. Así como a muchos nos cuesta comprender el sentido de
ciertas propuestas de Facebook, también somos muchos los que
no terminamos de entender a Twitter que, para nosotros, los trogloditas 2.0, no es otra cosa que Facebook llevado a su mínima
8. No está de más recordar que cada cosa que hacemos (Publicaciones,
Estados, Fotos, etc.,) en Facebook admite (¿o busca?) un comentario.
expresión. Es decir, es una red social simplificada, que en este
caso se tomó una pastilla de Chiquitolina... o la agarró el frío.
Twitter invita a sus usuarios a publicar lo que están haciendo a través de la pregunta "What are yOU doing}" (¿Qué estás
haciendo?), que es la misma de la versión anterior de Facebook.
9
Seguramente habrá muchos que estarán en desacuerdo y
hasta se sentirán ofendidos por mi incomprensión e intolerancia
9. Según Wikipedia, las estimaciones sobre la cantidad de usuarios varía
debido a que la empresa no proporciona el número de cuentas activas. Se
estima que en noviembre de 2008, Twitter contaba con aproximadamente
5/6 millones de usuarios y 55 millones de visitas mensuales. Sin embargo,
el índice de permanencia de usuarios activos es baja (40%). En marzo de
2009, el blog Nielsen Wire (de la consultora homónima) situó a Twitter
como la comunidad de crecimiento más rápido, con una tasa del 1382%
anual (de 475.000 visitantes únicos en febrero de 2008 a 7 millones en el
mismo mes de 2009), seguida por Facebook, con un crecimiento del
228% en el mismo período).
(alguno hasta me podrá tildar de tecnológicamente ignorante): a todas las personas que escuché hablar sobre Twitter sólo
tenían elogios para este sitio de microblogging (???) donde,
en 140 caracteres, uno puede decir lo que está haciendo,
desde cualquier lugar en el que esté (para que se den una
idea, 140 caracteres tiene exactamente el texto en negrita que
precede a esta oración). C o m o se puede ver, no es lo que uno
diría "un espacio para expresarse libremente".
Muchos responderán que no es para que uno publique su
vida en esa ventanita. Tampoco para expresar un manifiesto,
o reflexionar, o ponerse profundo o filosófico. Sin embargo,
parecería que es la red social de moda, al menos entre un círculo de personas que abrazan la tecnología con pasión y quieren dejar en claro su diferenciación con respecto a la chusma
de Facebook (aunque a través de Twitter puedan recibir actualizaciones de Facebook y viceversa). O sea, Facebook es
para la guada y Twitter, para una élite con una vida que a cada
minuto le da sorpresas... y un BlackBerry en el bolsillo.
C o m o explica en su propia página, las razones para usar
Twitter se resumen en las respuestas a tres preguntas fundamentales:
l.iQuéf
Twitter es un servicio para que amigos, familiares y compañeros de trabajo se comuniquen y se mantengan conectados mediante el intercambio de rápidas y frecuentes respuestas a una pregunta simple: ¿Qué estás haciendo?
2. ¿Por qué?
Porque hasta las actualizaciones básicas son significativas
para amigos, familiares o colegas, especialmente cuando
están con el tiempo justo.
¿Tomando sopa? Las investigaciones dicen que las madres
quieren saberlo.
¿Llegando tarde a una reunión? A tus compañeros de tra10
bajo saberlo puede resultarles de utilidad.
¿De fiesta? Tus amigos pueden querer unirse a vos.
3.
¿Cómo?
Con
Twitter podes estar híper-conectado con tus amigos
y saber siempre lo que están haciendo. O podes dejar de
seguir sus movimientos cuando quieras. Hasta podes interrumpir las actualizaciones de Twitter para que no te
interrumpan.
Twitter te pone en control y se convierte en un antídoto
moderno ante la sobrecarga de información.
Dicho en otras palabras: Twitter te brinda la mejor herramienta para protegerte de la saturación de herramientas
como... ¡Twitter!
Suena contradictorio, pero quizás no lo sea tanto; si nos
detenemos a pensarlo un poco —sólo un poco, tampoco es
cuestión de darle tanto tiempo a una cuestión que no lo amerita—, podemos concluir que el razonamiento resulta tremendamente lógico: ¿cómo puede hacer uno para dejar de
tener algo que lo fastidie si primero no lo tiene?
De alguna forma, es como ese viejo chiste en el que una
persona se encuentra en una selva con otra que carga un pesado yunque, le pregunta para qué lo lleva, obteniendo como
10. Si uno no quiere perder el trabajo, ¿no es más fácil llamar por teléfono o
mandar un mensaje de texto en lugar de hacerse el banana tecnológico?
respuesta: "Por si me encuentro con un león hambriento:
suelto el yunque así puedo correr más rápido".
C o m o si esto fuera poco para cuestionarse la seriedad (no
parecen muy interesantes las razones que esgrime la propia
página web, salvo que uno la use porque le apasiona contarle
a la madre —a propósito... ¿qué madre usa Twitter? ¿La de
Bill Gates? Y en ese caso, ¿qué hijo, que no sea judío y con
un Edipo del tamaño de la muralla china, calificaría para c o municarse con su madre vía Twitter?— cuando está tomando
la sopa, o que uno esté enfiestado con dos modelos y quiera
que sus amigos vayan a arruinarle todo), aparecen unos testimonios realmente convincentes debajo de la portada.
Por ejemplo el de Jeff Barr, ejecutivo de Amazon.com,
que no le tiene miedo al qué dirán y se la juega por completo, para gritar a los cuatro vientos, cueste lo que cueste y
caiga quien caiga, aún a riesgo de poner en peligro su vida:
"Twitter realmente me gusta."
Luego de leer esto, uno sin dudas llegará a la conlusión de
que Jeff es un tipo grosso y admirable, con unas pelotas grandes como las de King Kong, a quien no le tiembla el pulso ni
vacila a la hora expresar sus ideales revolucionarios.
Pero con él no se acaban las opiniones sobre Twitter en la
propia página (imaginen cómo serán las que no tienen intención de convencernos). También tenemos el testimonio de
Nicholas Carr, autor especialista en tecnología, que dice:
"Twitter es el telégrafo de la "Web 2.0."
Al leerlo, uno cree que quizás esté desactualizado, pero es
inevitable preguntarse qué utilidad podríamos encontrarle al
telégrafo hoy en día. Por más moderna y digital que sea la
versión que tengamos, ¿cuál es la ventaja de tener un equivalente al telégrafo en la Web 2.0? ¿Deberíamos estar agradecidos? Seguramente sí, si un especialista en tecnología lo dice.
Parecería ser que otras personas piensan como él, por
ejemplo un tal Jason Kottke, que en los formularios de migraciones, en la categoría "profesión" declara ser "blogger":
"Twitter es la primera cosa de la Web que me entusiasma en
muchos años."
n
En realidad, Jason dice "gets me excited" , pero es preferible traducirlo como "me entusiasma", porque si tomamos
el significado de "emocionarse" o "excitarse", nos sentiremos
en la necesidad de romper la pantalla de una patada voladora.
Y comprar un monitor nuevo y pagar un tratamiento por el
desgarro muscular, es algo innecesario y oneroso en tiempos
de crisis. Pienso que no sería mala idea tomar la mitad del dinero que uno iba a usar para comparse un monitor nuevo, y
mandárselo a Jason para que se compre una vida. Total, por
mala que sea esa vida con el poco dinero que le donemos, será
infinitamente más rica que la que tiene ahora.
De todas formas, creemos que esto explicaría por qué hay
tanta gente que parecería vivir pendiente de qué poner en
" ¿ Q u é estás haciendo?", la pregunta actual de Twitter y la antigua de Facebook. Personas que constantemente están pensando para responder en el " ¿ Q u é estás pensando?", lo que
realmente están pensando, algo que se les ocurrió, o una frase
cualquiera que no responde en absoluto a la pregunta. Vaya
que es importante para algunos mantener a los demás informados, ya que si uno no la renueva rápidamente, la frase, que
con tanto amor, esfuerzo y dedicación escribió, quedará sepultada bajo una maraña de tests y publicaciones de videos
que a uno, la mayoría de las veces, no le importan demasiado,
11. No hay versión de Twitter en español.
no porque sean irrelevantes (que lo son), sino porque a nadie
le importa tanto como a uno lo que es de uno. Es decir, si uno
no escribe muy seguido, desaparece de la mirada pública. Y esa
es, para muchos, la razón principal para estar en Facebook,
Twitter, o lo que sea.
De otra forma, resulta difícil imaginar qué clase de vida
hay que tener para que los demás sientan una gran satisfacción por saber, minuto a minuto, qué estamos haciendo. Si
me preguntan a mí, salvo los twitts de Hugh Hefner (dueño
del imperio Playboy), M i c k Jagger o una superestrella del
cine porno, el resto no han de ser entretenidos o relevantes.
Por eso, no sé por qué, me da la sensación de que si Faceb o o k todavía no muestra una buena razón para ganarse
nuestra adhesión incondicional, Twitter —que ni siquiera
tiene fotos para espiar a las chicas cuando se están cambiando— está muy lejos de lograrlo.
Fotos de perfil
(porque no te da la cara para ir de frente)
Hubo alguien que alguna vez dijo que una imagen vale más
que mil palabras. Y aunque esa frase es un cliché grande como
una casa (5 amb./dep.serv./muy lumin/2 bañ./cochera), esperamos que esa persona la haya pensado como la expresión de
un concepto metafórico. Porque si fue literal es simplemente
una estupidez, ya que todos sabemos que un par de palabras
bien puestas dicen más que muchas imágenes, sin dar demasiadas vueltas al asunto. Además, pensar que el valor de una
palabra se remite, en el mejor de los casos, a 1/1000 de imagen,
es por lo menos ingenuo. De ser cierto, todos los libros serían
sólo ilustrados, y La guerra y la paz de León Tolstoi, por
ejemplo, sería un folleto de unas pocas páginas, que habría
pasado totalmente desapercibido.
En cambio, si el autor de la frase quiso graficar —valga
la ironía—
12
la relevancia y preponderancia de la imagen en
una sociedad frivola, superflua y consumista, que nos somete a una tiranía despiadada de lo externo en detrimento
de los valores espirituales (podes tomar aire para respirar,
exhala y seguí), entonces podemos acordar que, a pesar de
que Sprite lo haya negado alguna vez, para muchas personas
"la imagen es todo".
Teniendo en cuenta que lo único que vemos de un amigo
Facebook, antes de aceptarlo o agregarlo, es su imagen (y que
jamás leeríamos mil palabras sólo para enterarnos si la
mina/el pibe está buena/o), se podría decir que, por esta vez,
le perdonamos la vida al famoso y gastadísimo cliché.
Ahora bien: ya sabemos que esa imagen dice más que mil
palabras, pero desconocemos cuáles son esas mil palabras. ¿Y
es importante? Bueno, quizás no lo sea, pero en el caso del
Facebook podría valer la pena, ya que equivaldría a ver el
"código de la Matrix" o el backstage de esa persona. Es como
el making of de un personaje, una puesta en escena que todos,
voluntaria o involuntariamente, hacemos a la hora de armar
nuestro perfil. Eso conlleva a que uno "olvide" algunos
datos, sea minucioso al redactar ciertas aspectos de su vida, y
elija muuuuy cuidadosamente la foto para que diga sus más
12. Si "una imagen vale más que mil palabras", ¿no hubiera sido mejor
que el autor de esa frase en vez de escribirla hiciera un dibujo, para que el
concepto fuera coherente y completo?
de mil palabras de presentación (deshidratadas y listas para
servir en el momento de un golpe de vista).
Esto implica que, para armar nuestro show, seguramente
echaremos mano a algunas mentiritas blancas, sin maldad,
sin segundas intenciones (en realidad no habría que temerle
tanto a las segundas intenciones, ya que las primeras suelen
ser las más temibles; por ejemplo, cuando visualizamos a una
persona más que apetecible, la primera intención sería tener
algún tipo de intercambio sexual con ella, y la segunda, si el
resultado no es demasiado satisfactorio, que se tome rápido
un taxi que la deje en su casa). En definitiva, nada que no
haga casi cualquier político que, para nada casualmente, nos
representa para gobernar.
Si alguna radio FM hiciera un ranking de las mentiras más
burdas y evidentes que andan dando vueltas, la locutora perfectamente podría anunciar con su voz impostada: "Ahora
nos metemos en los 5 primeros puestos... Desplazando a
"estoy confundida, necesito que nos tomemos un tiempo" y
frenando la escalada de "ya tendría que estar llegando el pedido, hace un rato que salió para allá", esta semana entra directamente al número 2 "la foto del perfil de Facebook".
¿Habrá algo más mentiroso que esa fotografía? Parecería
que c o m o no alcanza con una muy favorecedora del titular
de la cuenta, las probabilidades de que la foto tenga menos
de diez años de antigüedad son menores que las chances de
que Angelina Jollie abandone a Brad Pitt —o viceversa—,
para venir a vivir con nosotros. Si cruzamos este dato con el
hecho antes mencionado de que hay una gran proporción de
usuarios de F a c e b o o k que están en sus treintas, llegaremos a
la conclusión de que si nos gusta la foto de una chica, lo que
estamos viendo en realidad es "Esta era yo antes de tener
cuatro hijos, separarme y quedar golpeadísima por la vida".
Por eso, en casos como éste, agradecemos que una imagen
diga más que mil palabras, ya que si las primeras 15 fueron
así, cómo serán las 985 que faltan...
De todas formas, no es nuestra intención denunciar a
nadie, ya que en ninguna parte dice que falsear la actualidad
visual de una persona esté prohibido. Claro que si la oficina
de Defensa del Consumidor aceptara este tipo de reclamos,
seguramente desplazaría del tope del ranking a las empresas
de telefonía celular.
La foto del perfil de Facebook de alguna manera se parece a la publicidad: quiere vendernos algo y, aunque no miente, tampoco dice toda la verdad. U n a trampa en la que, aunque tengamos plena consciencia de la falsedad del recurso,
solemos caer, tal cual lo hacemos, desde hace años y años,
cada vez que vamos a comer a McDonald's, y pedimos una
hamburguesa esperando ingenuamente que nos traigan una,
por lo menos, un 3 0 % parecida a la de la foto. Siguiendo esta
misma analogía, cuando pensamos en atacar a una rubia divina, recién egresada del secundario, y una supuesta cajera de
Facebook nos ofrece: "¿Te gustaría agrandar su edad por
veinte años? ¿Querés acompañarla con tres hijos insoportables?" Lástima que, como siempre, nosotros la ignoremos y
pidamos el menú como viene, pensando que será más que suficiente comerse ese terrible bocado que aparece en la foto.
Más allá de estas ideas, usar las herramientas de Facebook
a nuestro favor es una actitud perfectamente comprensible,
ya que si somos honestos, podemos asumir sin miedos que el
maestro Dolina tiene mucha razón, y que la foto en cuestión
es la carnada para que piquen las potenciales presas de nuestra compulsión a atacar a cualquier persona del sexo deseado
(aunque no siempre sea con fines sexuales). Seguramente, si
Facebook fuera de Google, cuando nosotros haríamos clic en
el botón "Agregar a Andy", saldría el cartel: "Usted quiso
decir: "Levantarse a Andy".
En definitiva, aunque es un poco engañoso, tener en nuestro perfil de Facebook una foto que nos favorece es parte de las
reglas. Lástima que no podamos usarla también para el D N I .
Estoy presentando mi nuevo álbum... de fotos
Ahora les propongo un ejercicio imaginario: situarnos en
un futuro no muy lejano —diez o veinte años— y disponernos a pegarle una mirada a las fotos del entonces reciente
bautismo/casamiento/viaje de alguien.
A la hora de imaginarnos esta situación, seguramente, lo
hicimos vislumbrando un grupo de dos o más personas, en un
living o comedor, con algunos álbumes desparramados sobre
un sillón o mesa. ¡Qué lástima que esa imagen forme parte del
pasado! Porque si hoy ya es raro ver fotos en copias-papel,
dentro de unos años no será ni siquiera un recuerdo, registrado en un correo-cadena melancólico del tipo "Si creciste en
los ' 0 0 , entonces te acordás de...".
Si bien es un motivo de alegría para los ecologistas por el
gran ahorro en papel y la consiguiente merma en la deforestación, traerá aparejadas algunas consecuencias no tan divertidas.
Por ejemplo, habrá menos pretextos (probablemente indeseables) para reunirse, ya que gracias a Facebook los álbumes de
fotos se comparten en la privacidad individual. Es que la tecnología trae como tendencia el aislamiento social, más que la
tan declamada integración. C o m o se lamentó un camionero,
con una sabiduría brutal y abrumadora, ante la falta de respuesta de una chica, frente a los elogios vociferados a viva voz,
con motivo de su generosa anatomía: "Elmp3 mató al piropo".
Más allá de la tristeza del chofer halagador de retaguardias
femeninas, los números parecen relativizar la representatividad de su queja, ya que, según datos oficiales, Facebook tiene:
• 1.700 millones de fotos.
• 2.200 millones de personas etiquetadas.
• 160 terabytes (aproximadamente 160.000 gigabytes, lo
cual equivale a más o menos unos 34.000 D V D ) de espacio de almacenamiento usados hasta la fecha.
• Más de 60 millones de fotos se agregan cada semana, lo
que ocupa 5 terabytes de espacio en disco.
• Más de 3.000 millones de vistas de fotos por día.
• Más de 100.000 vistas de fotos por segundo durante momentos pico de actividad.
Esto no significa que todo avance de la tecnología sea un
retroceso en las relaciones humanas, sino una evolución que,
a lo sumo, no siempre va para adelante. Es cierto que con las
fotos digitales se neutralizará la hipotética necesidad de las futuras ancianas del 2030 a juntarse a tomar el té con masas, pero
se ganará en otras cosas, ya que será más difícil que los padres
13
pesados nos torturen en el trabajo con las fotos de sus hijos .
13. A propósito, y aunque parezca increíble, Facebook quitó fotos publicadas por madres en las que se mostraban amamantando a sus bebés, llegando al límite absolutamente ridículo de dar de baja sus cuentas, expresando que esas fotos "violaban la política de decencia de Facebook (??),
incluso si el bebé tapaba el pezón". Hasta el día de hoy, grupos de madres
siguen pidiendo el cambio de política al respecto, organizadas en un
grupo de Facebook (con más de 200.000 miembros) creado a tal fin.
Más allá de eso, y si bien todos sabemos lo que es una foto
(ya sea impresa en papel o en formato digital), Facebook no
se achica ante ningún desafío por imposible que éste parezca,
y se anima, una vez más, a redefinir la categoría. ¿De qué manera? Agregándole una pizca (generosa, para qué vamos a negarlo) de un ingrediente que parece dominar a la perfección:
el voyeurismo.
En los álbumes de fotos de Facebook —al contrario de lo
que suele suceder con las fotos del perfil donde el titular elige
la que más se amolde a un estado añorado por uno mismo y, en
consecuencia, deseable para los demás—, no hay Photoshop ni
selección que valga. Por varios motivos: uno no suele tener
tanta cantidad de fotos en las que salió favorecido; además en
los álbumes uno va aprovechando para amortiguar el impacto
contra la realidad "por si algún día nos encontramos/conocemos"; y finalmente, tenemos la coartada de que "en las fotos
nadie sale bien". Algo que se pone en evidencia en la cantidad
de comentarios con pedidos desesperados del estilo "¡Bórrame!" que podemos encontrar debajo de los epígrafes.
Cuando decimos voyeurismo no estamos hablando de una
desviación sexual que suena a película francesa (que promete
pero termina defraudando), sino de esa pequeña dosis de
morbo, que todos tenemos, y que se lleva de maravillas con
la exposición desmesurada a la que nos empuja Facebook,
combinada con la inquietud y curiosidad que provoca el
saber "qué es de la vida" de esa persona a la que no vemos
desde hace algún tiempo.
Claro que una cuestión es si el sujeto en cuestión es un compañero de la escuela primaria (que puede disparar comentarios
que no se escribirán para evitar conflictos y por qué no, represalias del estilo "Está hecho pelota"), y otra muy diferente, si el
objeto de pispeo es una ex pareja, donde a esa crítica acida le
agregaremos una dosis de autoafirmación y solidificación del
ego, al sostener "Mira el salame con el que está saliendo" ( Y . . .
si está hecha pelota, ¿qué otra cosa se iba a levantar?).
Sin embargo, aunque parezca inverosímil, el hecho de
que dos personas anteriormente relacionadas tengan en un
álbum de Facebook las respectivas fotos del otro no es tan
improbable, ya que cae de madura la posibilidad de que "un
amigo de un amigo de" esté etiquetado en esa foto, dándonos el pasaporte hacia unos momentos muy económicos de
diversión y autoestima fortalecida. Todo esto disfrutable, sin
riesgos ni contraindicación alguna, al poder bajarlas a nuestra máquina, y volver a subirlas sin tags, para poder comentarlas con altas dosis de la más pura ironía y sarcasmo en
nuestro propio álbum.
14
Y, a menos de que uno sea Adrián Suar y la ex protagonista de las fotos, Araceli González (la única persona, además
de Piero, que no parece envejecer a pesar del correr de los
años), criticar las fotos de alguien, que nos dio un buen tiempo de su mejor tiempo (el pasado), es tan fácil como convocar a la barra brava de un equipo para ir todos juntos a pegarle al bobo de la clase... cuando está durmiendo.
Asistiré... erguido frente a todo...
Una de las utilidades más importantes que una red social
le puede ofrecer a una sociedad determinada es —como bien
14. Para más información, se recomienda leer la sección Fame!
dice la portada de bienvenida de Facebook—, conectar a un
grupo de amigos o personas afines. Esto, si bien parece tremendamente obvio, en realidad no lo es tanto, ya que como
sugerimos (bah, dijimos bastante explícitamente), en Facebook reina cierta hipocresía, que se pone de manifiesto desde el
mismo momento en que una persona que no conoce a otra,
salvo por su foto, la llama "amigo".
A decir verdad, F a c e b o o k no es el culpable de todos los
males que aquejan a la sociedad, pero sí es un síntoma de
sus valores y prácticas usuales. Las expresadas y las tácitas.
Las concretas y las potenciales. F a c e b o o k —aunque nadie
en su sano juicio se entusiasme con la idea de admitirlo—
despierta en cada uno de nosotros la parte más ruin y falsa
que todos tenemos, y la potencia con la protección y resguardo que da —paradójico para una red social— el anonimato y la virtualidad.
La posibilidad que nos da F a c e b o o k de vivir o representar una vida ligera o marcadamente diferente a la real, nos
pone al amparo, y resulta una coartada perfecta para que
todos podamos actuar con cierta impunidad, sin necesidad
de medir las consecuencias de nuestros actos. C o m o explicamos anteriormente, F a c e b o o k no sólo se trata de interactuar con otros miembros de un universo determinado, sino
que incluye la posibilidad de "empezar de cero", dosificando y administrando intencionalmente ciertos datos, que
pueden llegar a proyectar una imagen de nosotros mismos
diferente a la verdadera. Es decir, de engañar a quien pueda
y quiera creer. Aunque sea un poquito.
De ningún modo queremos significar que Facebook es un
nido de delincuentes, deshonestos, malvados y perversos,
sino que casi todos (el que esté libre de pecados que tire la
primera piedra... ¡pero apuntando para otro lado!), alguna
vez nos hicimos al menos una de las siguientes dos preguntas,
que guardan relación con la posibilidad de actuar impunemente, cuyas respuestas suelen, en el 9 9 , 9 9 9 % de los casos,
involucrar al menos homicidios, saqueos, desmanes y relaciones sexuales no demasiado consentidas por la otra parte:
a) ¿ Q u é harías si te quedara un día de vida?
b) ¿ Q u é harías si se viniera el fin del mundo?
La diferencia entre ambas, si bien es sutil, hace una clara
distinción en cuanto a la aprobación o condena de nuestros
actos por parte de la sociedad. Si uno estuviera seguro de que
hoy es el último día de su vida, difícilmente podría ejecutar
alguno de sus "proyectos" sin escapar de la justicia por más
de quince segundos. Además, el argumento que —según nosotros— justificaría tal secuencia delictiva, poco probablemente convenza o conmueva a alguien.
Por el contrario, si es la civilización la que tiene los minutos contados, no sólo no habría ley, sino que sería difícil discernir a cuál de los miles de millones de habitantes del planeta habría que juzgar primero. Además, ¿a quién le interesaría
si, de todas formas, estaríamos totalmente fregados?
De todas formas, las dos preguntas antes formuladas se
unen en la potencial impunidad que brindaría el saberse justificado, y sin importar demasiado el qué dirán.
Algo similar ocurre en nuestra nunca bien ponderada red:
pocos son quienes dicen ser y, por lo tanto, la ley que impera
en ese mundo virtual observa las mismas reglas, con la misma
flexibilidad, con las que se rigen sus habitantes. Si a esto le sumamos que ni siquiera existen autoridades o leyes explícitas,
nos podremos dar cuenta de que no estamos ante una anarquía, sino en presencia de una masa uniforme, cuyos integrantes no tienen posibilidades de ordenarse ni organizarse
más que para ser fanáticos de Aston Kutcher o Star Trek.
Unas líneas más arriba comentábamos que F a c e b o o k es
un universo o territorio virtual, sin leyes explícitas, más que
la declaración de privacidad que todos aceptamos sin leer al
crear nuestro perfil de usuario. E s t o , si bien es verdad, tampoco supone que no existan algunas normas establecidas
por los propios habitantes del "Mundo F a c e b o o k " . El problema principal radica en que estas reglas son tácitas y, por
ello mismo, su aceptación y cumplimiento dependen de la
buena (o mala) voluntad de cada uno, sin mayor riesgo de
ofender o dañar a alguien en caso de no seguirlas. Aún así,
no existen penas o condenas (también tácitas) para aquellos
que osen infringirlas, ni tampoco se premia al ciudadano
dispuesto a dar el ejemplo.
Una cosa es la virtualidad, donde si uno promete y después no cumple, no sucede absolutamente nada, y otra muy
diferente es la realidad que, como el diablo, mete la cola, haciendo que uno espere ingenuamente que nuestros amigos
virtuales cumplan con sus promesas de carne y hueso. O viceversa. ¿En qué casos podría suceder? Mucho más a menudo de lo que uno podría suponer.
Por ejemplo, cuenta la historia, reciente pero historia al
fin, que C u m b i o
15
alcanzó el estatus de casi celebridad (o ce-
lebridad temporal, o quizás el tiempo demuestre que estamos
presenciando el nacimiento, aunque no seamos los padres ni
15. Agustina Vivero, referente flogger en Argentina, conocida en varios
países de Latinoamérica.
lo querramos ser, de una celebridad absolutamente consolidada), entre otras cuestiones, porque tuvo la idea de trascender el plano virtual de su comunidad y llamó a una reunión
de floggers en un espacio físico. También narra la historia que
esta convocatoria tuvo éxito, y empezó a crecer de tal manera, que la fama de su impulsora no tardó en proyectarse más
allá de su contexto de origen. Y no es que Cumbio tenga un
talento especial o un carisma que sobresalga del resto; simplemente se trata de una adolescente de clase media que tuvo
una idea, que coincidía con un deseo latente —aunque para
nada necesaria en una tribu urbana aglutinada por una página, cuyo casi único objetivo es publicar fotos y comentarlas—, y por lo tanto fue adoptada de inmediato.
C o m o dijo Andy Warhol, todos podemos tener nuestros
quince minutos de fama, y Facebook podría ser perfectamente una gran plataforma para lograrlo. ¿Qué hubiera sucedido
si Cumbio en vez de tener un fotolog hubiera abierto una
cuenta en Facebook, y hubiera tenido la idea de convocar un
encuentro tal como lo hizo? M u y probablemente a este libro
le faltarían estas últimas veinte líneas; a Nike, unas cuantos
avisos; a varios programas de televisión, una invitada; y a las
estanterías de las librerías, un libro (aunque muchos digan
que ese libro —así como habrá quien opine de igual forma
sobre éste— no le hacía falta a nadie).
En otras palabras, sin ánimo de comparar los hechos
entre sí, si en 1816 ó 1945 se hubiera convocado a los congresales de Tucumán (en el primer caso) o al pueblo a asistir a Plaza de M a y o (en el segundo) a través de Facebook,
Argentina seguramente no hubiera declarado su independencia y el 17 de octubre nada significaría para los trabajadores. Más allá de hechos históricos que podrían no haber
•7S.
sucedido si F a c e b o o k hubiera existido (quizás en ese caso la
independencia se habría acordado vía msn), para todos
aquellos que estén familiarizados con la red que nos ocupa,
el concepto "Asistiré" no les resultará ajeno.
Aunque se dé el extraño caso de que nunca hayan escuchado esa palabra. Quizás por el exceso de invitaciones
irrelevantes e irrestrictas que nos invaden a diario y desgastan su valor. O porque, c o m o dijimos antes, el "Asistiré"
no equivale a la expresión del deseo de cumplir con la palabra empeñada (dado que si en el mundo real la palabra no
tiene valor, en un medio virtual y atomizado c o m o F a c e b o ok, menos todavía), sino a una especie de "aguante". Es
decir, un apoyo o signo de aprobación público para alentar
a alguno que sí pudiera tener la intención de acudir a la cita,
pero necesita el envión que supone sumarse a un movimiento masivo, que no escapa a las reglas que determinan el
éxito de una red social.
O sea, nuestro bienamado "millones de moscas no pueden
estar equivocadas". No es extraño que a un evento convocado acudan varios de aquellos que dijeron " N o asistiré", y
cambiaron de opinión a instancias de un llamado telefónico o
email, y que a los primeros en confirmar ni siquiera se les
haya cruzado por la cabeza, o considerado seriamente, la posibilidad de ser consecuentes con el compromiso asumido.
En F a c e b o o k alguien raramente piensa en sus "amigos".
Ya sea a la hora de atiborrarlos con invitaciones a eventos,
tests, encuestas, regalos o grupos de fans, o cuando uno
aprieta el botón "Asistiré" pensando que quien convoca en
realidad no cuenta con que uno sume o necesite su presencia. E s t o tampoco resulta sorprendente si tenemos claro
que actualmente el hábito de la lectura y la capacidad de
comprensión de los mensajes (con su correspondiente respuesta) es cada vez más escaso, lo cual explica que una gran
mayoría haga clic en "Asistiré", sin siquiera tomarse unos segundos para leer en qué consiste la invitación.
Este autor pudo comprobarlo mediante un experimento, en el cual invitó a una gran cantidad de personas a un
evento a llevarse a cabo en un lugar al que no podrían asistir, con un horario inverosímil, recibiendo no sólo respuestas afirmativas (las cuales podrían ser interpretadas
c o m o señal de apoyo), sino también "Quizás asistiré", demostrando que no son pocas las veces que se hace clic sin
haber leído la invitación.
Insisto en que esto no se debe a la desidia de los usuarios
de Facebook, sino a la falta de compromiso con la realidad
ajena en general, alentada por una cierta impunidad que
brinda el sentirse al amparo de la virtualidad de la Web. Ni
más ni menos que la consecuencia de varias décadas durante las cuales, como bien mencionamos, los diferentes discursos (sobre todo el político) fueron vaciados de sus valores. Pafraseando a un célebre filósofo contemporáneo de los
medios, los usuarios de F a c e b o o k "no resisten un archivo".
De todas formas, es importante volver a resaltar que el
vaciamiento del valor de las palabras no es exclusivo de F a cebook. Es una realidad tangible, que se demuestra, por
ejemplo, en el hecho de que es común observar, en las calles
de la ciudad, mujeres con remeras que dicen "Make me
yours" (Haceme tuya), "Kiss me" (Bésame), o conceptualmente similares, lo cual permite asumir que quienes portan
esas prendas no tienen el deseo de convocar a la propuesta
descripta, sino que usan una remera con unos "dibujos",
que casualmente son letras.
•71
O t r o síntoma de esta problemática es más de un mensaje publicitario. P o r ejemplo: "Desde que puedo grabar los
partidos con (una marca de servicio de televisión por cable)
para verlos varias veces, me cambió la vida" o "(una marca
de barritas de cereal) cambió por vos, cambia por (la misma
marca)". ¿Me cambió la vida, dijo? ¿Es que acaso grabar un
partido para volver a verlo tiene la misma influencia en
nuestra vida que el nacimiento de un hijo o la muerte de un
ser querido? ¿ L a barrita de cereal cambió por mí} ¿O porque era fea y nadie la compraba? En tal caso, si cambió
por mí fue para que la comprara. ¿ P o r qué yo tendría que
corresponderle cambiando?
No hace falta aclarar que, aunque lo declamaba, la publicidad del servicio de televisión no intentaba ponerse a la altura de un hecho transformador de nuestra vida equiparable
con ganarse la lotería, y que la barrita de cereal no pretendía
que dejáramos de lado algunas conductas nocivas o perjudiciales para nuestra relación "golosina/consumidor". Simplemente son mensajes que se aprovechan (e incluso podrían
considerarse víctimas o emergentes) de un estado de poco
compromiso con los mensajes que nos rodean, un desencanto de las palabras en favor de la imagen o la estética.
No es la intención afirmar que todo tiempo pasado fue
mejor —más bien al contrario—, sino que no sería mala idea
aprovechar la oportunidad extraordinaria que nos brinda la
Web para intercambiar experiencias y revalidar la comunicación. Dándole el lugar que se merece, llenándola de contenido,
y aprovechando el inmenso poder que todos podríamos ostentar, si tan sólo pensáramos en otorgarle valor a nuestra palabra.
Quizás no equivaldría a hacer una revolución de la trascendencia histórica como la de los libros, pero sería una
— 78 —
16
forma de gestar, como dijo Krishnamurti , una revolución
no menos importante, la de revolucionarse a sí mismo, algo
que no estaría para nada mal.
Mónica y César ahora están
en una relación abierta (Me gusta)
¿Alguna vez te preguntaste qué clase de impulso es el
que nos lleva a estar constantemente informados —y preocupados— sobre noticias que hablan de hechos que no nos
afectan en lo más mínimo? Por ejemplo, te informan que el
riesgo país subió 78 puntos. Bueno, sí, nos afecta y mucho
que el país se vaya al tacho, pero la verdad es que ninguno
de nosotros tiene la más pálida idea si 78 puntos para el riesgo país es mucho o poco, qué corno mide ese índice, ni
quién lo hace (¿un banco de Estados Unidos, un país que en
esta época está más que comprometido financieramente, y
tiene una seria injerencia sobre el dichoso riesgo país de los
otros territorios? Además, ¿hace cuánto que el riesgo país
viene subiendo, peor no podemos estar, y sin embargo seguimos viviendo, mejor o peor?).
Seguramente estarás pensando que no es tu caso, que no
sos un adicto a las noticias, pero la verdad es que las probabilidades de que chequees al menos una vez por día una página de noticias son altísimas, y eso es la versión moderna de
16. (1895-1986) Escritor y orador en materia filosófica y espiritual. Sus
principales temas incluían el propósito de la meditación, las relaciones humanas, la naturaleza de la mente, y la realización de un cambio positivo
en la sociedad global. (Algo con lo que Facebook tiene mucho que ver...).
— 79 —
nuestros padres y abuelos mirando el noticiero de las 20
horas. Y ni hablar si, efectivamente, sos una de esas personas
que no tienen ni idea de las noticias, y la palabra Mercosur te
suena a nombre torneo de fútbol. Más vale que no lo andes
diciendo con orgullo, ya que serás automáticamente señalada por la gente que te rodea, algo que no está tan bueno,
salvo que estés bailando en la pista de una disco, en una película de Quentin Tarantino, con Urna Thurman, y el guión
indique que quienes te rodean tienen que dejar claro que
estás bailando muy pero muy bien.
Retomando el tema que nos convoca en esta sección,
cuando uno escucha o lee la palabra "Noticias", seguramente
las primeras imágenes que le vienen a la mente son "choque
de trenes", "aumento de la luz", "paro de colectivos por 48
horas" o "en Londres, una mujer dio a luz a octillizos" (lo
cual es un problema importante, por lo menos para ella). A lo
sumo podremos pensar en una revista. Pero raramente en un
listado de movimientos de los usuarios de Facebook, que
puede incluir frases (sic) como:
Carlos M. Basta de peliculas de ratones/ratas. Esos bichos
no eran tan famosos desde la peste bubónica. Hace aproximadamente una hora. - Comentar
Ale Pansini c o m e n t ó la foto de S a n t i a g o R o d a .
Comentario: qué lindo afiche! un gran afiche para una
gran comediante!!
Emilio Casas escribió una nueva n o t a .
25 Things [25 cosas que haces habitualmente]
— 80 —
M a r i a n o Depetris asistirá a " A P O C A L I P S E N O W : EL
M U S I C A L . " - Comentar - Confirmar tu asistencia a este
evento.
L a u r a G o n z á l e z fue etiquetada en un álbum.
Un poco de todo!
6 fotos de Francisco Carena
J u l i á n B r a v o asistirá a Ira. Bienal de Tap en Buenos
Aires. - Comentar - Confirmar tu asistencia a este evento.
Marcela Paolanti publicó un vídeo (y el link del video en
cuestión).
Evidentemente, hemos caído una vez más en la trampa
de tener que estar expuestos a noticias intrascendentes o, en
el mejor de los casos, del ya conocido cambio de significados de Facebook. No es que la nuestra sea una lectura sarcástica (podría darse el caso de que lo que está anunciado
sea relevante para alguien, aunque en una gran proporción
de las veces no lo es), sino que puede ser que lo que se esté
comunicando sea un anuncio, un comentario, una invitación... pero jamás una noticia.
Por más que estemos hablando del ámbito personal e íntimo de un "no famoso"; en ese caso, una noticia podría ser
el casamiento de la persona, la muerte de un ser querido, el
nacimiento de un hijo, la infidelidad de la pareja. Q u e alguien
vaya al teatro á ver determinada obra no califica como "relevante" ni siquiera para un grupo de viejas chismosas de barrio, que elevan cualquier acontecimiento a la categoría de
"noticia", sin tener en cuenta su importancia.
— 81 —
Para comprobar la hipótesis bastará con hacer el ejercicio
de imaginarse cómo reaccionaría uno si sintonizara Crónica
TV y, mientras suena la famosa marchita, viera en la pantalla:
No desmerecemos el hecho casi audaz y sumamente elogiable de Ale, pero lo que se dice una noticia, no es.
Si el ejemplo anterior no parece suficiente para consolidar esta hipótesis, entonces sigamos con el ejercicio de reemplazar "Noticias" por "Noticias de Facebook", e imaginemos
las siguientes situaciones:
1) Un canillita vocea en una calle cualquiera de la metrópolis:
¡ E x t r a ! ¡ E x t r a ! ¡Mariana L a g u e r r e y Miguel López
a h o r a son amigos/as gracias a la herramienta "Gente
que quizás conozcas"!
2) El director de un diario irrumpe en la redacción sobre el
cierre y grita a los cuatro vientos:
— 82 —
¡Paren las rotativas! ¡Marcos Pérez publicó un video de
R i c k Astley!
3) Un corresponsal de guerra, en medio del sonido de misiles lloviendo sobre la ciudad, transmite:
"Estamos en vivo desde Bagdad. Mientras recrudece la
ofensiva aérea de los aviones estadounidenses, estamos
en condiciones de informarles que J o r g e Sardén asistirá
a la I r a . Exposición Nacional de Calcomanías de B o l i ches de Pinamar. E s t o es todo por ahora. Marcelo M o n tero, para C N N . "
Pasa en las películas, pasa en la vida,
pasa en Facebook
Todos sabemos que, así como hay un periodismo de las
noticias en general, también existe la "prensa del corazón",
que se ocupa de los romances, divorcios, infidelidades y
demás de los famosos, que suele tener lugar en revistas y programas especializados. Algo parecido sucede en Facebook:
así como hay noticias en general, también existen las otras.
Pero Facebook no tiene un programa de chimentos del espectáculo por el simple hecho de que no tiene estrellas o famosos (autóctonos y originales, surgidos de la propia red, tal
17
como YouTube tiene a Chris C r o c k e r ) .
17. Un ultrafanático de Britney Spears que se hizo famoso en YouTube,
por un video donde defiende a su admirada artista a puro lloriqueo y grito
histérico (Leave Britney aloooneee!!!).
— 83 —
¿Alguien en sus cabales piensa seriamente que F a c e b o o k
iba a detenerse ante tan nimio detalle, y privarse de tener un
espacio a toda máquina para darle lugar a sus propias noticias del corazón? ¡Por supuesto que no! E s o sí, hay un pequeño detalle a tener en cuenta: c o m o en todos sus otros aspectos, estas noticias difieren un poco de las de la vida real
y, nobleza obliga, hay que darle la derecha a F a c e b o o k en
esto, y reconocer que son bastante más open minded de lo
que estamos acostumbrados, o somos capaces de aceptar sin
horrorizarnos en la vida real.
P o r ejemplo, es muy común ver que dos personas están
" E n una relación", y hasta incluso hay quienes, haciendo
uso de una honestidad brutal, no tienen miedo de confesarle al mundo que están " E n una relación complicada", lo
cual no habría de asustar a ningún transeúnte virtual, ya
que la vida no suele ser un lecho de rosas, menos aún en lo
que a relaciones afectivas se refiere. Puede llamar la atención que muchas parejas de usuarios de F a c e b o o k , muy
sueltas de cuerpo, se reconozcan " E n una relación abierta".
E s t o nos llevaría a preguntarnos si este famoso país virtual
(del cual rfablamos en un capítulo anterior), que vendría a
ser F a c e b o o k , no es semejante a Suecia, donde —según la
fantasía de quien escribe estas líneas— es tremendamente
habitual que las reuniones de Tupperware o Avon terminen
en orgías descontroladas de parejas swingers, donde la
mujer podría ser la mejor de las azafatas que te han tocado
en cualquiera de tus viajes vía aérea.
De otra forma, no se entiende cómo es eso de que cualquiera (en este punto la tentación del comentario machista es muy
grande) salga a reconocer, sin ninguna clase de complejos ni
temor al qué dirán sus amistades, que es swinger y, por lo tanto,
no sentirá celos en absoluto de las propuestas (y acciones) indecentes que pueda recibir y/o poner en práctica su pareja.
Seguramente será otra lectura de Facebook fuera de contexto por parte nuestra, y estar " E n una relación abierta" signifique algo diferente, quizás tan gracioso como enterarte de
que dos amigos tuyos "Ahora están casados" cuando vos
fuiste el padrino de bodas, por lo menos quince años atrás, y
sus hijos salen a bailar todas las semanas con los tuyos.
Igualmente, y hablando de gracioso, sería muy divertido
ver cómo mostraría Facebook cuando dos amigos —que no
tienen nada en común salvo a nosotros— simultáneamente
cambian sus datos personales a "Casados", dándose el ya clásico y famoso efecto de "Resumen de noticia" cuando dos o
más amigos confirman su asistencia a un evento o declaran
que una cosa "Les gusta".
Algo que se vería como:
J u l i o Pérez, Ezequiel G o n z a g a y Mariela Marpi asistirán
a "Semáforos".
Pablo M a r t í n y Leandro C a r r a n z a ahora figuran como
"casados".
No queda muy claro para qué serviría anunciar que uno
está casado, soltero, comprometido, en una relación complicada o abierta. Sí estamos seguros de que para facilitar el levante no es; después de todo, no parece hablar de alguien
muy hábil en las lides de la seducción el hecho de confesar
que está pasando por cualquiera de estos estados civiles disponibles. Ni siquiera decirse "soltero", que se refiere a alguien que no solamente está solo sino que además tan desesperado (si se trata de alguien muy sexy, la reflexión será que
"nada le viene bien") que lo dice a los cuatro vientos, para
que nadie lo pase por alto al suponer que está comprometido.
— 85 —
Entonces, si las noticias son antiguas o irrelevantes para la
mayoría de la gente (porque los amigos reales saben ese tipo
de cosas), ¿corresponderá la hipótesis que insinuamos unas
líneas más arriba sobre las noticias y la pseudofarándula de
Facebook? ¿Será que la forma prevalece sobre el contenido, y
una noticia del corazón puede ser material para chismosear
en el chati ¿O simplemente es un servicio para las aves de rapiña que andan revoloteando las relaciones moribundas, y a
quienes sólo les importa e l " Y A N O A P A R E C E C O M O
(casad@/en una relación/comprometid@)"?
A propósito de esto último y más allá de las preguntas anteriores, la función de comunicar nuestro estado civil en F a cebook tiene alguna que otra particularidad, además de las
mencionadas. No existen los estados "Divorciado/a" ni
"Viudo/a", los cuales guardan diferencias para nada sutiles
con "Soltero/a" o "Ya no aparece como casado/a" (El Ya no
aparece como casado puede ser originado tanto por divorcio
como por viudez, dos estados civiles que tienen sus correspondientes y bien diferenciadas particularidades).
Algo similar a lo que pasa con las noticias (y las del c o razón)*sucede con la famosa pestaña de "Actualizaciones",
que una vez más nos empuja hacia la trampa de los anuncios
ampulosos y pretenciosos de Facebook. ¿Actualizaciones,
dijimos? ¿Acaso no entendemos por actualización una
nueva versión de un software que introdujo mejoras con
respecto a la anterior, o un congreso del que participa nuestro médico para estar al tanto de las nuevas terapias para tratar determinada enfermedad?
N o , amigos. No se ilusionen. En este caso, una actualización no es más que una recopilación de los cambios de estado ("¿Qué estás pensando?") o la confección de algún test
— 86 —
por parte de nuestros amigos. No se llega a entender con qué
criterio Facebook las elige entre tantos amigos para mostrarlas; la verdad es que tampoco nos va a quitar el sueño, a
menos que seamos un hombre que encuentra escrito que una
de nuestras amigas dice estar embarazada de alguien que tiene
nuestras mismas iniciales. En ese caso, lo recomendable es ir
a la ventana " ¿ Q u é estás pensando?" y completarla con " E n
c o r t á r m e l a con un sable láser".
El muro infernal
Anastasio Fernández es albañil. No sabe muy bien —ni
le importa saber— qué es Facebook. Quizás tampoco esté
1 0 0 % informado, con detalles minuciosos y precisos, sobre
los hechos que determinaron que Alemania fuera divida en
dos por un muro en medio de la ciudad de Berlín, y tampoco haya visto la película T h e Wall, o sepa de memoria las letras del disco de Pink Floyd. Pero si hay algo sobre lo cual
está absolutamente seguro es que sabe qué es un muro, y si
le preguntamos, probablemente nos responda con poca paciencia, si sospecha que nuestra pregunta no tiene como o b jetivo primordial contratarlo para que construya uno o varios, algo como "pared", mientras nos señala un prototipo
de ese objeto (el cual puede encontrarse con relativa facilidad en cualquier ciudad o pueblo con una densidad mayor
a 2 habitantes por kilómetro cuadrado), lo cual sería suficiente para darnos por enterados.
A h o r a bien, si le preguntamos sobre un lugar para
dejar asentados cada uno de los movimientos de nuestra
18
vida, seguramente Anastasio nos enviará a una librería para
que compremos un cuaderno, alentándonos a que empecemos una especie de diario íntimo. Si aún así insistimos en hacerlo en un muro, probablemente Anastasio, al borde de perder por completo la paciencia y el control de sus actos, nos
recomendará ir a una ferretería a comprar pintura en aerosol
para que llenemos de graffitis todas las paredes que se nos
vengan en gana, y luego una vida para que no lo molestemos
más con nuestras estupideces.
Pero lo que el albañil evidentemente desconoce es que
para Facebook un muro no es una obra de albañilería vertical, que cierra o limita una superficie sino, justamente, una
herramienta (es mejor no mencionarle esta palabra a Anastasio, ya que el albañil pensará en una cuchara o en una plomada más que en un miniprograma), un espacio donde se agrupan todas y cada una de las actividades que la persona realizó
dentro de la red social. ¿Por qué se llama "muro"? ¿Por qué
uno querría acceder a un registro ordenado de lo que otra
persona hizo en Facebook? ¿Indiscreción? ¿Deseo? ¿Admiración? ¿Fetichismo? ¿Alguien dijo curiosidad? ¡Vendido al
muchacho de remera roja que dijo "Porque está al pedo"!
Leer el muro de alguien es como ser un voyeur y c o m prarse un largavistas para espiar... la agenda del otro. Sin duda
no es una de las características más interesantes del Facebook, a menos que uno tenga cierta debilidad por esa persona.
En realidad, se parece a una mezcla de agenda con corcho de
pared o puerta de heladera atiborrada de papelitos, imanes y
volantes virtuales. Nada que ver con el concepto de "muro"
18. Nos podría mandar a la mierda, pero es una persona muy educada.
— 88 —
que uno podría esperar, ya que en este caso no sirve ni para
separar a dos usuarios, ni para fusilar o arrinconar a nadie, ni
para hacer un programa con Marley y gente que cae al agua y
se parte los dientes. Ni siquiera para mandar una pelota virtual al perfil del usuario de al lado.
Es decir, el " m u r o " se compone de un montón de información breve, surtida y sin categorizar, donde lo más interesante que se puede encontrar es la costumbre inexplicable
de mucha gente de dejar mensajes privados (no por tono
sino por relevancia) a la vista de todo el mundo, en vez de
mandarlos por la aplicación de "Enviar mensajes" (hmm...
con ese nombre me pregunto para qué servirá) dentro de la
pestaña "Bandeja de entrada".
Un ejemplo: Ahmed, no te olvides de comprar el plutonio
y los detonadores que hoy paso por tu casa tipo 8. ¿Era realmente necesario que T O D O S nos enteremos de que piensan
construir una bomba atómica en la casa de Ahmed? ¿Y si le
hubiera mandado un mensaje de texto al celular no hubiera
resultado más pertinente y efectivo? A menos que sea un
mensaje en clave para que vayamos todos a reventar la noche.
En ese caso, quizás hubiera sido más conveniente publicarlo c o m o artículo; así aparecería en la pestaña "Elementos
publicados", otra especie de corcho-cartelera que, para ser
honestos, es bastante más interesante que el "muro infernal", ya que por lo menos nos permite acceder a los artículos o videos que nuestros amigos quieren compartir con nosotros, algo que, si bien no es imprescindible, de vez en
cuando nos puede llegar a ofrecer alguna que otra cosa que
valga la pena o nos sorprenda.
— 89 —
Dime toda la información sobre ti
y te diré quién eres
Algunos años atrás, se me ocurrió contarle muy seriamente a un compañero de trabajo — c o n el cual nos la pasábamos gastándonos bromas que rozaban la estupidez e incluso a veces la chocaban de trompa—, que haría un curso
para aprender a ser detective, y que las clases empezarían al
lunes siguiente. Cuando él, visiblemente contento por escuchar una noticia tan simpáticamente extraña, me preguntó
dónde se dictaba ese curso de detective en el que me había
anotado, yo no tuve mejor idea que responderle: No me lo
dijeron... ¿qué gracia tendría?
Más allá de que el chiste surtió el efecto previsto (en realidad, me reí yo solo), y la conversación derivó en los cursos por correspondencia para ser detective que aparecían en
la revista Patoruzú, la cuestión es que para saber todo sobre
una persona basta con agregarla como amiga en el F a c e b o ok, y ser un poquito hábil para relacionar datos, fechas y
horas, que facilitarán o derribarán las coartadas pertinentes.
Las más sutiles dicen: "Bey, te amo c o m o el primer día"
(que significa que no lo ama tanto, porque al primer día de
conocerse, en una pareja puede haber afinidad, calentura y
hasta mucho agrado, pero difícilmente se amen), y las más
obvias dicen: "Luis ahora aparece listado c o m o en una relación complicada con su amante".
En resumen, la información del perfil es la materia prima
por excelencia de la chusma de barrio del siglo x x i . De todas
formas, no todo el mundo tiene alma de chismoso ni de detective; por eso no hay motivo para sentirse perseguido o investigado, salvo que seamos un personaje público y despertemos
— 90 —
una curiosidad en la sociedad toda, caso en el cual o deberíamos activar todas las preferencias de seguridad y privacidad
al máximo, o borrar todo y olvidarnos de la cuestión, total, si
ya somos famosos, no faltará quien abra un usuario haciéndose pasar por nosotros.
A propósito de la privacidad de nuestra información, es
digna de conocer la opinión del escritor y guionista Marcelo
19
Lacanna, publicada en su blog.
Sobre el Facebook, la privacidad
de la información y un par de fotos mías
con el culo al aire
"Resulta que ahora todo el mundo se desayuna con el temita ése de Facebook, la privacidad de los datos, y el "Uh,
¿entonces esa huevada que dije va a quedar ahí para siempre?" J e , je. Mira cómo me río. J e , je. La noticia ya la sabe
hasta mi mamá (literalmente, mi mamá me llamó por teléfono toda preocupada), así que vamos a hacerla corta: Facebook hizo públicos sus nuevos "términos de servicio", dando
cuenta de que al escribir algo en Facebook (o mediante Facebook, o a través de Facebook, como quieras llamarlo), estás
autorizando a Facebook a publicar esta información y c o m partirla con otros usuarios de Facebook. Esa información
puede quedar ahí hasta el año del arquero, el cierre de Facebook o el fin del mundo, lo que ocurra primero.
Y por esta nadería vino todo un escándalo, un rasgado de
vestiduras, un gemir y un rechinar de dientes, y notas en
19. http://marcelolacanna.blogspot.com
— 91 —
todos lados. Parece que mucha gente se indignó, amenazaron
con borrarse, organizaron un boicot, y no sé qué más, tanto
que tuvo que salir el capo de Facebook a decir que "me parece que no entendieron nada, pero bue, no se pongan así, volvemos todo atrás, volvemos todo atrás... qué carácter,
c h e . . . " , y decidieron anular los nuevos términos de servicio,
y regresar a la versión anterior, que dice más o menos lo
mismo, pero escrito de un modo distinto.
Yo leí los "nuevos" términos de servicio y los "viejos" términos de servicio de Facebook (que ahora vuelven a ser los
"nuevos") y pensé: ¿A qué viene tanto alboroto? Y los leí de
nuevo. Y seguí preguntándome a qué se debía tanto escándalo. Hasta que entendí: recién ahora se habían dado cuenta.
Millones de usuarios de Facebook se habían dado cuenta de
algo. Algo que yo sabía, algo que millones de personas sabían... pero algo que —evidentemente— otros millones de personas no sabían. Resulta que uno no es el dueño exclusivo de
lo que publica en Facebook. Ah —¡pero mira vos!— qué novedad. ¿Recién ahora te das cuenta?
P-pero... ¿Y la propiedad intelectual? ¿Y mis derechos
como creador de una obra artística? ¿Y la privacidad? ¿Y mi
derecho a la privacidad? ¿Y la Constitución nacional? ¿Y el
Pacto de San J o s é de Costa Rica? ¿Y la Convención de G i nebra? ¿Y hasta cuándo vamos a tener que soportar el avasallamiento de nuestros derechos por parte del imperialismo
yanqui? ¿Acaso F a c e b o o k no es un servicio público? ¿Y el
gobierno no hace nada?
La cuestión es que muchísimos medios de comunicación
lograron confundir más, hablando de lo que no saben y haciéndose los cancheros. No vayan ustedes a creer que yo
v e y a escribir esto porque quiero defender a F a c e b o o k , Inc.,
— 92 —
o porque hoy me desperté con ganas de desasnar burros.
Nada más lejos de la realidad. Simplemente me parece que
es una excusa para pensar un poco, algo que no viene mal,
muy de tanto en tanto.
Aclaración N° 1: Todo este asunto de Facebook no tiene
un pedo que ver con los derechos de autor o la propiedad intelectual. Lo primero que vamos a abordar, muy por arribita,
es el pánico que le entró a millones de escritorcitos, musiquitos, pintorcitos, fotografitos, artistasplastiquitos, periodistitas y artistitas en general, con respecto al riesgo de que Facebook les "robe" la propiedad intelectual sobre sus obritas, y
las use en beneficio propio, sacando un libro con los textos
que escriben en Facebook, o con esos collages tan graciosos'
hechos en Photoshop que ponen en el perfil de Facebook, o
con las fotos en culo que ponen en su grupo de Facebook.
Tranquilos. Nunca va a pasar tal cosa.
Pensemos un minuto. F a c e b o o k es una empresa que vale
—moneda más, moneda menos— 450.000 sextillones de dólares. ¿En serio crees que F a c e b o o k va a sacar un libro con
los textos que vos publicas? ¿O con las fotos en baja resolución que subiste a tu álbum "Navidad 2 0 0 8 " ? ¿O un disco
con tus covers de Arjona en M P 3 sampleados a 64 kbps?
N n n o , ¿no? Te lo pregunto otra vez, para que no quede ninguna duda: ¿crees en serio que existe la más reputísima posibilidad de que F a c e b o o k edite un libro, un disco, o un algo
con TU material, para ganarse unos... pongamos... ¿$200?
Seguro que no, ¿no?
Lo que sí hace es hacerte aceptar unos "términos de servicio", según los cuales vos le das t o o o o o o o o d o s esos derechos para que puedan publicarlo en F a c e b o o k . . . que es al
— 93 —
fin y al cabo lo que vos querés. Es c o m o decirles: "mira, F a cebook, cada vez que yo suba una foto en culo, o mi opinión sobre tal tema, yo te autorizo a que vos las publiques
en tus servidores y en tus páginas del dominio (www.facebook.com), que es tuyo, no m í o " .
Es porque son norteamericanos. Viste cómo son. Ellos
se cubren poniendo t o o o o o d o por escrito y tooodo es fully
granted,
neverending,
non-binding, for all purposes...
Es
como el café. Pedís un café caliente y te lo sirven en un vaso
que dice: " W A R N I N G : T H I S C O F F E E M A Y B E C A L I E N T ! " , porque si te quemas la trompa como un boludo,
les haces un juicio por 100 millones de dólares por no haberte advertido que el café caliente que pediste estaba caliente. ¿Se entiende?
Bueno, lo mismo pasa con lo que escribís en Facebook.
¿Vos querés escribirle "puto el que lee" en el muro a tu
amigo Pirulo? Bueno, fírmame acá —dice F a c e b o o k — dejando en claro que vos (en adelante, EL U S U A R I O ) me
estás autorizando a mí ( F A C E B O O K ) de por vida, internacionalmente y por el resto del campeonato a utilizar tu
mensaje "puto el que lee" (en adelante, la O B R A D E L
U S U A R I O ) , para que yo pueda ponerlo en el muro de tu
amigo Pirulo. Si no te gusta, no lo escribas en Facebook,
que al fin y al cabo no es tuyo, ni de tu amigo Pirulo, ni un
servicio público, sino un sitio comercial c o m o cualquier
otro. Llámalo por teléfono a Pirulo (en adelante, EL O T R O
U S U A R I O ) y decile: " ¡ P u t o ! " y no me rompas las pelotas
más a mí (en adelante, F A C E B O O K ) .
Nadie te obliga a usar Facebook, macho. Es un página comercial. Sólo que gratuitamente (por ahora) te permite usar:<
la sin mayor complicaciones para que puedas poner "Fulanito
— 94 —
is abarajanding la bañera", subir tus fotos mostrando lo fuerte que estás en tanga, escribirle pavadas en el muro a tus amigos, hacerte miembro del grupo " ¡ S A L V E M O S A L O S M A M U T S A N T E S D E Q U E S E E X T I N G A N , A Y ! " , y mandar
un Uinipú de regalo. E s o es todo. Sólo que para hacerlo,
tenes que aceptar todo lo que ellos te pidan, pero no lo hacen
ni de hinchapelotas, ni de avaros, ni de avasalladores, ni de ladrones. Lo hacen porque son una empresa norteamericana, y
ya deben haber tenido algún vivo que les haya querido hacer
un juicio para sacarles unos pesos.
Si te gusta, bien y si no, también. ¿Sabes qué? Si
tenes
algo que decirle a tu amigo, llámalo por teléfono. O mándale una carta. O cómprale un osito de peluche de verdad y regálaselo. Pero no me vengas con que
tenes
miedo de que
J o h n F a c e b o o k se haga más multibillonario por publicar un
libro con tus ingeniosísimos aforismos. Así que el tema de
los derechos de autor, la propiedad intelectual y la mar en
coche, queda aclarado.
Pasemos a la cuestión de la privacidad, y van a ver cómo la
cosa se pone más interesante. Aclaración N° 2: Y . . . nnnop...
La verdad es que muuuuy privado no es.
Otro tema que está causando estragos en el sistema nervioso de millones de usuarios de Facebook es la cuestión de la privacidad de la información. Esta no es precisamente una gran
novedad, en especial desde que se armó el escándalo ése del jefe
de prensa del entonces candidato Obama manoseando a una
Hillary Clinton de cartón, pero resulta que, al menos en muchos medios de comunicación, recién ayer mucha gente se desayunó con que andar pelotudeando en Facebook no es lo
mejor que puede hacer si uno es muy celoso de su privacidad.
— 95 —
Pero esto tampoco es culpa de Facebook. Hasta donde
yo sé, Facebook no espía a la gente, ni es un Gran Hermano,
ni un servicio de inteligencia. Almacena y muestra información que V O S decidiste hacer pública, o que alguien (un
amigo tuyo, por ejemplo) decidió hacer pública. Entonces, si
subís fotos tuyas en pelotas para compartir con tu grupo de
Facebook " N U D I S T A S P O C O D O T A D O S " , n o t e asombre si el lunes en la oficina escuchas risitas desde el rincón del
botellón de agua. Me dirás: " ¡ E h , pero yo subí esa foto al
grupo " N U D I S T A S P O C O D O T A D O S " sólo para ser
vista por los miembros de ese grupo!". Yo te digo: sí, bueno,
pero resulta que uno de los miembros de " N U D I S T A S
P O C O D O T A D O S " es también miembro del grupo "I
W O R K I N B U L O N E S D O N E R N E S T O " , que e s donde
laburás vos, gil, mientras los turros de tus compañeros, reunidos alrededor del surtidor de agua, susurran: "por favor,
que el nudista deje de decir la palabra 'miembro' o me meo,
mmppppf f f f fj aj aj aaaaa
O ponele que vos tenes 36 años pero batís que tenes 30. A
tooooodo el mundo le decís que
tenes
3 0 . . . A tu novia le
haces creer que tenes 3 0 . . . Tus compañeros de paddle creen
que tenes 3 0 . . . Y vas y te haces miembro del grupo: "Egresados 1990 del Santa Paja del Pesebre de Jesús". Sonaste. O un
compañero tuyo sube una foto del colegio de cuarto grado y
apareces sosteniendo e l cartel: " 4 ° B T U R N O M A Ñ A N A - 1 9 8 2 " . . . Se te cae toda la mentira al carajo.
Por supuesto, Facebook tiene unas novecientas mil opciones para ajustar tu llamémosla "privacidad", gracias a las cuales podes indicar quiénes querés que vean tus fotos (si todo el
mundo, si sólo tus amigos, si tus amigos y los amigos de tus
* amigos, si tu mamá), quiénes querés que lean tu muro (si todo
— 96 —
el mundo, si sólo tus amigos, si tus amigos y los amigos de
tus amigos, si tu mamá), y quiénes pueden ver tu perfil y
quiénes pueden ver lo que respondiste en el test: "Do yon
swallow or do you spitV. Pero de ahí a pedirle al usuario
medio de F a c e b o o k que lo sepa usar...
Si no le podes pedir a un tipo que indique correctamente la
ciudad en donde vive para abrir su cuenta, mal podes pedirle
que se tome en serio el tema de la privacidad, y entienda que
no es la más fantástica de las ideas aparecer como miembro de
los grupos " D O C E N T E S A R G E N T I N O S E N F A C E B O O K " y " A Q U E J U N T O 100.000 F I R M A S P A R A Q U E
BAJEN LA EDAD DE CONSENTIMIENTO".
Estamos viviendo tiempos muy modernos, muchachos.
Tiempos muy excitantes, muy divertidos, muy tecnológicos,
con mucho Facebook mobile for iPbone, mucho Twitter,
mucho blog y mucho "wbat are you doing right nowV. Tiempos donde la privacidad es un concepto cada vez más abstracto. Tiempos donde el secreto más oscuro de una persona está
a la vuelta del reenviar de un correo equivocado. Pero si te
metes en Facebook, sabe que estás jugando un juego en el que,
en cualquier momento, el viento te da vuelta la carta más
brava. Y como dice el filósofo, if you like tbepeach...
Aclaración N ° 3 : Y sí, es para siempre. Lola. Aparentemente, el grueso del alboroto se debió a una clausula que explicitaba que lo que uno escribía, posteaba o publicaba en Facebook, quedaba ahí por el resto de la cosecha, aunque el
usuario decidiera dar de baja su cuenta.
¿ ¿ ¿ C ó m o o o o ? ? ? ¿Que si yo me borro del Facebook, y
doy de baja mi cuenta, todo lo que yo escribí va a seguir ahí?
Y . . . sí. Claro. ¿Cuál es la sorpresa? No puede ser... A ver...
— 97 —
Todo muy lindo Facebook, los uinipús, el muro y el "puto el
que lee" a mi amigo Pirulo, y mi grupo de neonazis-comunistas-sionistas, pero... ¿Me estás diciendo que cuando a mí
se me pase el pedo atómico que hoy me hace hacer estas pelotudeces, y decida tomarme la vida en serio, todo eso va a
Q U E D A R ? Aja. N o , pera bolo, me estás asustando... Porque, a ver... Me estás haciendo poner nervioso... J e , j e . . . R e sulta que hoy soy un pelotudo, sin más talento que el necesario para escribir 200 mensajes de muro por día del tipo:
"DIOSAAAÜÜ ESTÁS DEVEENAÜÜ SABESSSS C U A N TOOOOOO
TE
QUIEROOOOOOOOOO",
o
"SIIIIIIIIIIIIIIIII!!!! ESTE E S E L C H O N G O Q U E M E
LEBANTE ESTE BERANO¡¡¡¡¡ NO ES UN B O N B O N A S S S S S S S S S O ? ? ? ¡ ? ¡ ? ¡ ? ¡ ? ? " , o de copiar y pegar publicando como mías frases chotas como: " A M A R ES N U N C A
T E N E R Q U E P E D I R P E R D Ó N " , pero... esto e s una
etapa... Es una fase... Algún día yo pienso evolucionar a un
coeficiente intelectual mayor a los dos dígitos, o conseguirme
un empleo, o aprender a escribir en castellano, o algo así, y
entonces no voy a querer que la gente piense que yo todavía
creo que "amar es nunca tener que pedir perdón" es una
buena frase, o que en el verano del 2009 me curtí un pibe...
¿Me estás diciendo que eso no se borra?
No se borra. De la misma manera en que no se borra un
email que vos hayas enviado en el pasado. Si yo te mando
un correo diciéndote " c ó m o te quiero mi cuchipuchi lindo,
te quiero un montontón", cuando te deje de querer (o vos a
mí), por más que yo borre ese mensaje de mis "elementos
enviados", no lo voy a eliminar automáticamente de tu bandeja de mensajes recibidos. ¿Eso se entiende, no? Es bastante simple. Hasta vos lo podes entender... Vamos de vuelta.
— 98 —
Yo te mando un email. Te llega y lo lees. Al año, yo me arrepiento y lo borro de mis mensajes enviados. ¿Entendés que
N O L O E S T O Y B O R R A N D O d e T U S mensajes recibidos,
no? Bien. Ahí vamos.
Bueno, ahora imaginate que cuando vos escribís un mensaje en el muro de Pirulo le estás enviando un email con copia
a un montonaaaaaaaazo de personas...
¡Mentira! ¡Mentira! ¡Yo le escribí "puto el que lee" en el
muro a Pirulo, pero era sólo para él, porque Pirulo es mi ami-go, y no es para que eso esté dando vueltas por ahí y . . . !
Déjate de joder. Si estás escribiendo en el muro de Facebook
de Pirulo es porque Q U E R É S que lo lean toooodos los que
miren el muro de Facebook de Pirulo, flaco. Si fuera privado
en serio, si no quisieras que lo leyera todo el mundo, le mandas un email, o lo llamas por teléfono, o no le decís nada, que
al fin y al cabo nadie te obliga.
Vamos a hablar un poco en serio. Cuando uno publica, en
el sentido de "hacer público" algo, un texto, una foto, incluso un comentario boludón como "puto el que lee" o " J U A AAAASSSSSS Q U É B U E N A ESA F O O O O O T O P O R
D I O S S S S S S , S O S L O MASSSSSSS, G E N I O O O O " , s e está
haciendo cargo de que es para siempre. Eso es, precisamente,
lo que significa publicar.
Cuando uno publica en un medio, en forma profesional
o amateur, le paguen o no, sea digital o en papel, uno se está
haciendo cargo de que está comunicando algo (sea la teoría
de la relatividad, o "puto el que lee", o "te quiero muchésem o " ) , y que no lo puede borrar posteriormente. Aunque te
arrepientas. Aunque hayas cambiado de opinión. E s o nada
tiene que ver con los derechos de autor, ni con la propiedad
intelectual. Nada que ver. Eventualmente, los derechos de
— 99 —
autor y la propiedad intelectual tienen más relación con el
hecho de que alguien (vos, un tercero, un turro) haga o no
haga plata con lo que uno escribió, o que se arrogue la autoría de algo que uno escribió. No tiene nada que ver con
la posibilidad o imposibilidad de hacer desaparecer lo que
uno ya escribió. E s t o es así, siempre fue así, antes de F a c e b o o k y antes de Internet. Miren: es mucho más fácil de entender si retrocedemos un p o c o en el tiempo hasta antes de
la aparición de Internet.
Cuando uno publicaba una nota en una revista de papel,
estaba diciendo: yo me llamo Marcelo Lacanna y digo: "las
mujeres no saben bajar del colectivo en movimiento sin dar
un espectáculo lamentable". E s o se publicaba, se imprimían
no sé cuántas copias, la gente compraba la revista y se la llevaba a su casa. Y eso permanece. Queda en la casa de la gente
hasta que el último ejemplar de esa revista sea desmenuzado
por el viento, o por el envejecimiento mismo del papel, o sea
usada para hacer el fuego en el primer asado (eso no viene al
caso a los efectos de este ejemplo).
Por supuesto que yo me he arrepentido de algo escrito
y publicado —muchísimas veces—, pero nunca se me habría ocurrido pretender que la gente devolviera todos los
ejemplares de la revista. ¿ Q u é iba a hacer yo? ¿ D e c i r " e s peren... esa nota no me gusta, me arrepentí"?
Tarde, macho. Alpiste. ¡ E h ! Pero esa nota la escribí
cuando yo era redactor (léase U S U A R I O ) de la revista
(léase F A C E B O O K ) . Pero ya no escribo más ahí (léase ME
DI DE B A J A ) . A h o r a me conseguí un trabajo digno, y no
me simpatiza mucho la idea de que anden dando vueltas
por ahí unas notas donde yo puteo y me hago el guacho
machista, así que arranquen esas páginas y tírenlas.
— 100 —
Será distinto el medio, claro está. Será distinta la audiencia, claro está (en cuanto a potencial alcance, un F a c e b o o k o un blog le pasan el trapo a la revista en papel más
pintada). Serán distintos los beneficios, claro está. Pero la
responsabilidad al escribir es la misma. La verdadera gran
diferencia entre publicar en una revista de papel y publicar en F a c e b o o k o en un blog es la facilidad, la gratuidad
y la inmediatez.
Pregúntenle a cualquiera al que le hayan publicado una
carta en cualquier medio gráfico de papel-papel, sea cual
fuere. Casi invariablemente sentirá una pequeña vergüenza.
Tal vez ya no siente tanta indignación c o m o cuando se
sentó a escribir. A lo mejor se arrepiente del tono, o del estilo, o de las palabras que usó. Es normal, es lógico. U n o
cambia. U n o madura. U n o mejora. Conste que ese texto ha
pasado un montón de barreras, un m o n t ó n de filtros. M u chos de ellos propios del autor. Me explico: uno se indignaba con algo que dijo, no sé, el Presidente. Sentía una imperiosa necesidad de comunicar su indignación, su furia, su
opinión. Iba y escribía una carta. La escribía de nuevo. La
pasaba a máquina (en los diarios y las revistas siempre se
pedía que se escribiera a máquina). La firmaba. Sacaba una
fotocopia de su D N I (siempre para publicar una carta de
lectores se pide el documento; no es ningún requisito legal
sino otro filtro del tipo: "pensalo bien, boludo, pensalo
bien"). Ponía la fotocopia del D N I y su inflamada carta en
el sobre. Iba al C o r r e o . Compraba las estampillas. ¡Pagaba
por las estampillas! (he ahí un filtro e c o n ó m i c o ) . Despachaba la carta. Y espeeeeeraba. La carta llegaba a la revista.
C o m o era una revista quincenal, ya estaban cerrados los
dos números siguientes. La carta salía publicada dos meses
después de que el tipo la escribió. Y cuando salía publicada, el tipo ya no sentía tanta furia y los familiares le pedían
por favor que no volviera a escribir semejante pelotudez
porque después a los chicos los cargaban en la escuela.
C o n el Facebook, no. U n o ve que un amigo escribió en su
estatus, o publicó una foto, y en medio segundo se le ocurrió
un retruque ingenioso. En tres cuartos de segundo, ya lo publicó. A lo mejor después resulta que no era taaaan gracioso.
O taaaaan oportuno. O taaaan cómodo de leer, quince años
después, junto a la patrona y los chicos. Si yo le quiero decir
algo en privado a un amigo, se lo digo personalmente, o por
teléfono, o por correo electrónico. Si se lo escribo en el Facebook, es porque acepto (en realidad es porque Q U I E R O )
que lo lea ese amigo, los amigos de sus amigos, y mis amigos
(hablando siempre de "amigos" en el sentido que Facebook
le da a esta palabra, ¿no?).
Así que, muchachos, no me vengan con que se quieren
cortar las venas porque se acaban de dar cuenta de que
"ooops, publiqué una carta de lectores en el gran periódico
que es Facebook, y ahora me arrepentí... Lo que pasa es que
como todo es tan rápido... No tuve tiempo de pensar."
De eso se trata, precisamente: pensar. A veces es bueno
tomarse un segundo para pensar. Hasta para escribir algo
en F a c e b o o k . "
Conociéndoteeee... có-nó-ciéeeennn-do-té...
Si F a c e b o o k tuviera que elegir un tema musical que lo
identifique, seguramente esa canción sería una mezcla entre
el " C o n o c i é n d o t e " de César "Banana" Pueyrredón, y el
— 102 —
más que obvio y recontratrillado " U n millón de amigos" del
brasileño R o b e r t o Carlos. Entonces, si mezcláramos los
dos, podríamos decir que el tema oficial de Facebook pertenece al género Bossa 'n 'Banana Pueyrredón.
Este sería sin dudas un género cuyos seguidores se caracterizan — c o m o
mencionamos
anteriormente— p o r
hacer un manejo hábil de la información que quieren mostrar, exponiendo sólo los datos que consideran que pueden
llegar a atraer (por ejemplo, "estado civil: soltera"), y ocultar aquellos que consideran que pueden llegar a espantar
(por ejemplo, "estado civil: casado").
Esta información, dividida en varias subcategorías de
profundidad, permite que los usuarios se conozcan realmente a fondo (o tanto c o m o su honestidad y ciertas convenciones sociales lo permitan), yendo desde "Información
básica", de qué grupos uno es miembro, pasando por " F o r mación y empleo" hasta qué es lo que estás esperando encontrar en F a c e b o o k .
20
Ingenua y negadoramente, " S e x o "
no está disponible como opción.
No todo el mundo se toma en serio esto de andar m o s trando su información sensible, cual striptease de la personalidad para quien atine a pasar en ese m o m e n t o . T a m bién, c o m o ya dijimos, hay quienes no se toman nada en
serio y, vulnerando algunos acuerdos implícitos en F a c e b o o k , así c o m o en toda comunidad que se precie de tal,
sienten la imperiosa necesidad de hacerse los graciosos al
completar los datos.
20. En este punto suele darse, en la mayoría de los casos, otra de las grandes hipocresías de Facebook cuando el usuario responde "Trabajar en red".
— 103 —
He aquí un ejemplo de lo que NO debe hacerse:
Información básica
Fecha de nacimiento: 11 de septiembre
Creencias religiosas: Jedi
I n f o r m a c i ó n personal
Citas favoritas: C o n Angelina Jolie
En este caso nos encontramos ante una persona que seguramente puede llegar a amenizar una reunión un buen rato,
pero jamás ser citado como un ejemplo de madurez y seriedad para los asistentes. Suerte que no todos los usuarios de
Facebook son así, y podemos encontrar gente que hace bien
los deberes, y pone en su perfil sus datos de una forma medianamente coherente para que otra gente lo pueda conocer,
incluyendo: situación sentimental; intereses; creencias religiosas; actividades; música; programas de televisión, películas
y libros favoritos; información de contacto; formación y empleo; grupos de los cuales es miembro; libros está leyendo en
este momento, entre otros.
Por eso, si con toda esta cantidad de datos no basta para
conocerlo, difícilmente haya esperanza alguna, ya que el
amigo no se (nos) ha privado de ningún detalle, y más aún,
charla de por medio, tardaríamos bastantes horas en sacarle
toda esa información. Pensar que Arthur Conan Doyle se
quemó las pestañas y escribió cualquier cantidad de páginas
relatando las aventuras de Sherlock Holmes, cuando si hubiese vivido en nuestro tiempo, para resolver sus investigaciones,
21
al famoso detective no le habría tomado más de dos páginas .
21. Por suerte no fue así.
— 104.—
Vos, Carlín, fuma..
Carlos es una persona de aproximadamente treinta y pico
de años, que acaba de atravesar un doloroso proceso de divorcio. Por eso, y a pesar de que muchas ganas no tiene, para
paliar su tristeza y hacer mejor su duelo, decide aceptar la invitación para la fiesta de cumpleaños de su amigo Ramiro.
U n a vez que llega a la fiesta se da cuenta de que no conoce a
nadie, por lo que se va a comer un reverendo embole. Justo
en ese momento aparece el dueño de casa y, viendo su cara de
desazón, abre la puerta de calle de par en par mientras echa a
todos de su fiesta. En simultáneo, abre otra puerta por donde
entra otro grupo de gente con el cual, según él, su amigo encontrará cosas en común.
La verdad es que no conoce a ninguno de los recién llegados, pero hay una rubia —Paula— a la que sí querría conocer
y hacerse amigo rápidamente. Después de las preguntas de
rigor,
22
y de mirar mutuamente las fotos que cada uno lleva
encima, se dan cuenta de que, de alguna forma, son amigos,
ya que el dueño de casa los conoce a ambos. Mirada picara va,
caída de ojos viene, Carlos cree ver indicios de que llegó el
momento de avanzar hacia una etapa más profunda en la relación. C o m o Paula le gusta mucho, y no quiere pasar por
tibio, se la juega, y con su dedo índice extendido le toca el
hombro. Ella, que no es ninguna boba, acusa recibo del mensaje, decide redoblar la apuesta y responderle el toque. A esta
altura la excitación y la tensión sexual vuelven el ambiente
22. Exceptuando "¿venís siempre a bailar acá?", el perfil de usuario de Facebook responde las típicas y remanidísimas preguntas de levante bolichero como edad, estudias o trabajas, de qué signo sos, etc.
— 105 —
irrespirable, por lo que ambos, luego de prodigarse cinco o
seis toques de antebrazo más, deciden pasar a una instancia
más íntima para conocerse mejor. Pero no van a un hotel, sino
que intercambian números de teléfono para llamarse. Mientras tanto, Paula sigue presentándole amigos, que a su vez le
presentan más amigos. Carlos está contento: entró solo y
salió con Paula y decenas de nuevos amigos que le regalan
todo tipo de cosas mientras intentan convencerlo de que se
vuelva fanático de B o o , la nenita de la película Monsters, Inc.
No hace falta ser genio o erudito en la materia para darse
cuenta de que esta analogía de Facebook con la realidad suena
estúpida e inverosímil. Sin embargo, hay algo extraño en todo
esto, aunque en el plano virtual no lo sea tanto, o al menos
una situación de estas características no sólo esté aceptada
sino que además sea absolutamente habitual.
Pero si esto suena raro, también resulta sorprendente el
hecho de que, si bien Facebook es una herramienta para c o nocer gente y hacer "amigos", hasta antes de la votación de
documentos de gobierno de Facebook, existía una cantidad
máxima de gente a la que uno podía incorporar, y esa limita23
ción estaba estipulada en ni más ni menos que 5000 amigos .
¿Por qué 5000? Fácil: a pesar de que son pocas las personas que llegan a ese límite, si uno tiene 8000 amigos se vuelve más difícil manejar el usuario (cosa que, como todos sabemos, no sucede cuando uno tiene 4999 amigos). Por eso, es
una suerte que nuestros "amigos" Facebook no necesariamente sean reales, ya que en el peor de los casos, para una
persona promedio, se volvería una pesadilla conseguir un
23. Según datos del propio Facebook, el promedio de amigos por usuario
es de 120.
— 1Q6 —
lugar que albergue a sus ciento y pico de amigos para una
cena del Día del Amigo.
Dejando las ironías de lado y sabiendo que es bastante
difícil tener más de 100 amigos, la pregunta que surge es:
" ¿ P o r qué cambió e s t o ? " El sitio FacebookNoticias.com da
la respuesta oficial (aunque muy poco lógica, por cierto):
"Grandes personalidades de los distintos países
como cantantes,
deportistas, políticos,
del mundo,
o simplemente perso-
nas con bastante popularidad tendrán la oportunidad de incrementar la cantidad de amigos en Facebook, ya que Facebook anunció que eliminó el máximo impuesto hasta ahora
de 5.000 "amigos" por usuario.
La decisión,
informaron responsables del sitio, facilitará
la difusión de informaciones destinadas a gran cantidad de
personas.
Desde ahora,
cada
usuario
de Facebook podrá
tener más de 5.000 "amigos", lo que permitirá a políticos y
celebridades dirigirse desde el sitio web a un número ilimitado de seguidores.
El presidente francés Nicolás Sarkozy y el grupo de rock
U2 serán algunos de los beneficiarios de esta posibilidad
cuando se introduzcan los cambios en Facebook.
"Bono,
el New
York
Times, personalidades públicas y
otros tienen mensajes y voces que quieren hacer escuchar",
dijo el fundador de Facebook,
de un
Mark
Zuckerberg,
hablando
"cambio filosófico".
¿Suena estúpido? B u e n o , sí; quizás porque ES estúpido.
¿ F a c e b o o k cambia para que B o n o pueda tener chiquicientos mil amigos? ¿ F a c e b o o k cambia porque el marido de
Carla Bruni no tiene nada más que hacer que gobernar
Francia, se siente frustrado porque no puede tener un usuario
— 107 —
c o m o cualquier hijo de vecino para hacer el test " ¿ Q u é
clase de presidente sos?", y está obligado a tener una página de fans o un grupo? ¿ F a c e b o o k cambia por tres o cuatro
personas? ¿O porque Zuckerberg es cholulo y se encontró
con B o n o en un cóctel, y el cantante de U 2 , medio en pedo,
le hizo un cover de R o b e r t o Carlos, y el joven yanqui y
yuppie no entendió el chiste?
Sea c o m o fuere, tener un límite de 5 0 0 , 5.000, 5.000.000
amigos o no tenerlo, es igualmente inentendible. F a c e b o o k
nos quiere hacer creer que nos escucha y nos da toda la libertad del mundo, que dejar que tengamos tooooodos los
"amigos" que querramos es un beneficio tremendamente invalorable de esta democracia donde, por ejemplo, votar
" N o quiero que F a c e b o o k sea el dueño de la información
sobre mí que vuelco en la página" es interpretado c o m o
" Q u i e r o que vendas mi información a todas las empresas
que se te ocurran, así pueden desarrollar aplicaciones que
satisfagan mis necesidades". ¡ Q u é sentido del sarcasmo que
tiene F a c e b o o k cuando quiere!
¿Ah? ¿ C ó m o ? ¿Pensaban que F a c e b o o k es el adalid de la
libertad? ¿ Q u e Zuckerberg sólo quiere que la humanidad se
estreche en un abrazo gigante y universal, sin fronteras,
imagine no posessions, imagine all the people sharing all the
world doo bee doo... en vez de darte la herramienta para que
24
alimentes un monstruo gigante de spam
incontrolable?
¿ C ó m o que odias el spam} ¿Acaso no te da por las pelotas
cuando querés mandar un regalo y la aplicación te pone un
24. Correo (o envío) basura, generalmente no deseado.
— 108 —
límite de 12 ó 20 amigos? Sí, todos tenemos un spammer dentro nuestro. Y Facebook lo sabe y lo piensa usar. Así que no
hagas nada tonto y nadie saldrá herido. Si no, el día de mañana será extraño ver que varios de tus "amigos" o "amigas" te
manden un "agranda tu pene" o "no pases papelones y hacela gozar más tiempo", más allá de que sepan o no si lo necesitamos en verdad. Después no digas que no te avisé... ni que
es la primera vez que te pasa.
Vm a loser, with a little help from my friends
De todas formas, queda clarísimo que tener 10.000 amigos
no significa ser alguien popular, sino más bien lo contrario,
ya que la mayoría de las veces solemos aceptar con más facilidad como amigo a alguien que no conocemos, antes que a
una persona de nuestro pasado que no creemos que pueda
aportarnos alguna nueva experiencia.
Si queremos ser populares en el lenguaje de F a c e b o o k ,
basta con ir a "Personas que quizás conozcas" y empezar a
incorporar muñecos indiscriminadamente. Ahora, si nos tomamos esta aplicación en serio, es importante tener en
cuenta que funciona bien durante un tiempo, cuando F a c e b o o k más o menos aprendió quiénes son tus amigos, y qué
amigos tienen esos amigos. No importa que no los c o n o z cas, porque F a c e b o o k es insaciable e incapaz de reconocer
que se quedó sin stock.
Por el contrario, si realmente se da el caso de que a tal persona "quizás la conoces" y le das un clic, ya deja de ser alguien
a quien quizás conozcas, para convertirse instantáneamente en
— 109 —
"amigo". ¿En qué momento sucedió esa transición? No lo sabemos. Sí estamos seguros de que hacer amigos es mucho más
fácil de lo que cualquiera pudiera suponer: alcanza con que
nosotros hagamos clic en un botón y el otro haga lo mismo.
Al final, no queda claro para qué Dale Carnegie escribió el
libro Cómo hacer amigos e influir sobre las personas —varias
décadas atrás se vendió como pan caliente—, si para tener
amigos no hace falta ser canchero, simpático, lindo, bueno,
macanudo o dar lástima, sino simplemente tener una cara (o
una foto de algo que se le asemeje).
Volviendo a las analogías entre el mundo virtual de Facebook y la vida real, sería interesante pensar durante un momento cómo sería la vida de alguien que se dedica expresamente a "Buscar amigos": una actitud que, a criterio del autor
de este libro, es por lo menos pobre, ya que si bien los amigos se hacen de alguna forma, eso raramente se dé como consecuencia de una búsqueda explícita.
Seguramente uno podría llegar a pensar que el verbo
buscar en este contexto no se refiere a conseguir (nuevos
amigos) sino a encontrar (gente conocida), en cuyo caso uno
se podría preguntar por qué los señores de F a c e b o o k no pusieron directamente este último verbo (más preciso para la
acción que queremos hacer), ya que es difícil encontrar a alguien que encuentre placer en el simple hecho de buscar, sin
tener en cuenta el grado de éxito de su acción. Quizás esta
confusión semántica sea el signo de un tiempo donde la
gente se refiere a Google o Yahoo! como buscadores y no
encontradores, tal c o m o si nuestras acciones estuvieran regidas por las motivaciones de los antiguos filósofos, que le
I
otorgaban más valor a la pregunta que a la respuesta. D i c h o
— 110 —
de otra forma, es como si el hombre de las cavernas cada vez
que salía de caza lo hacía para estirar un poco las piernas, sin
importarle si conseguía comida o no.
Aunque este razonamiento a alguno pueda sonarle un
poco traído de los pelos (como hacían los hombres de las cavernas con sus mujeres), es probable que la gente de F a c e b o o k no se haya equivocado, ya que uno de los "placeres"
que ofrece una red social —a pesar de que la pantalla de inicio lo desmienta diciendo "Facebook te ayuda a comunicarte y compartir con las personas que conoces"—, es precisamente entrar en contacto con gente desconocida para ampliar nuestro espectro social. Entonces cabría preguntarse si
hacer clic en ese inocente botoncito para "buscar amigos",
no equivale a asumir que andamos por la vida mendigando
que nos brinden un poco de afecto digital.
Pensando en nuestro futuro,
te traigo este presente
Seguramente más de uno se debe estar preguntando cómo
siguió la historia entre Carlos y Paula, que un par de páginas
atrás se conocieron en la supuesta "Fiesta Facebook". Bueno,
tenemos noticias tristes para todos: si bien la relación siguió
viento en popa, todo terminó pudriéndose cuando Carlos le
regaló un osito de peluche virtual, algo que Paula pudo ver en
la pestaña "Actualizaciones", Carlos ya había hecho con su
ex. Muy tonto por parte de Carlos, ya que en la aplicación
"Regalos", tal como si se tratara de un shopping virtual, podía
encontrar una gran variedad de "objetos" como...
— 111 —
...los cuales tienen como utilidad, obviamente, poder ser
regalados a una persona querida.
Ahora bien, está de más preguntarse cómo tomará una
persona realmente querida que, en vez de que vayamos a un
lugar y nos gastemos unos pesos como muestra de nuestro
cariño, le mandemos una caja de bombones virtuales que no
se pueden agarrar ni saborear (esas excentricidades que uno
suele hacer con los bombones).
Es cierto que en la amistad verdadera no todo es dinero ni
regalos... pero tampoco seamos tan hipócritas de pensar que
alguien se sentirá halagado, homenajeado o sinceramente
querido si le decimos "te regalo un pequeño archivo .jpg que
contiene la máscara de Jason porque lo último que quiero es
que el vil metal ensucie nuestra amistad."
Algo parecido a lo de los regalos virtuales sucede con la
aplicación "Abrazos" (Hugs). Quizás peor. Si estamos medio
cortos de recursos monetarios, y realmente quisiéramos regalar algo más que un cuadrado de pixeles con dos pingüinos siameses, nada ni nadie debería impedir que podamos
— 112.—
expresar nuestro afecto con un buen abrazo, de esos que se
dan rodeando los hombros del otro con nuestros brazos, estrechándonos los torsos c o m o viene haciendo tanta gente,
desde hace miles de años, y, a juzgar porque se continúa haciendo, no parece estar resultando mal. Si consideramos que
un abrazo "real" está reservado para determinado tipo de relación con una importancia mayor, entonces no hay obligación de abrazar, ya que si el amigo no lo merece, mandar un
abrazo virtual puede ser un deseo típico (o la expresión de un
deseo) de alguien que seguro no logrará en su vida abrazar (ni
nada) al ser deseado.
¿Sabes lo que podes hacer con ese dedito?
Si compraste o pediste prestado este libro esperando encontrar qué significa "dar un toque", podes ir dándole unas
merecidas vacaciones a tus expectativas. Porque al hacer clic
en la manito que aparece debajo de la foto de nuestros amigos (ver la imagen que figura unos renglones más abajo), que
en algunos planetas lejanos del Sistema Solar puede llegar a
interpretarse c o m o una de las posiciones más osadas del K a masutra, para nosotros, los terrícolas, es un concepto profundo y elevado, que el Facebooker promedio y desprevenido puede llegar a subestimar.
Toques
Te ha dado un toque:
í? f i — l i mmmm % %wmm - d e v o l v e r el
t o q u e | Eliminar
— 113 —
¿Qué significa en definitiva? ¿Que el amigo te quiere
tocar el hombro para preguntarte si por acá pasa el colectivo
a Barracas? ¿Que el amigo empezó un curso para ser uno de
Los Tres Chiflados y quiere practicar con vos el piquete de
ojo de Moe? C o m o el autor de este libro desconoce la verdadera respuesta (aunque la supone y se resiste a admitirla), recurrió a una pequeña encuesta para confirmarlo y / o averiguarlo, la cual arrojó los siguientes resultados:
¿Qué significa cuando un amigo
te "da un t o q u e " en Facebook?
#
#
#
#
#
Que se está limpiando un moco que se acaba de sacar.
Que te confundió con un timbre.
Que te confundió con el botón del inodoro.
Es una estupidez, no me molestes.
NS/NC
Según consta en el propio Facebook: "(...) un toque es una
forma de interactuar con tus amigos. Cuando creamos el toque,
pensamos que sería divertido tener una aplicación sin ninguna
función específica. La gente lo interpreta de muchas maneras, y
t&alentamos a vos también a que propongas las tuyas".
— 114 —
Bueno, de alguna forma le hicimos caso. Definitivamente,
podríamos decir que el "toque" es una experiencia no recomendable para gente impresionable. Así como tampoco para
todos los demás.
Fame!
Lo afirman quienes lo son y descreemos de ello todos los
que no lo somos: ser famoso no es fácil. Y Facebook no es la
excepción a la hora de demostrarlo. Porque, después de todo,
no sólo las estrellas se deben a su público sino que, para llegar a ser un personaje verdaderamente popular, hay que ser
algo adicto al trabajo y obsesivo. ¿Será por eso que los famosos tienen tantas cuentas de usuarios creadas?
Veamos cómo forma el top 5 de los famosos más famo25
s o s (sólo computaremos a tal efecto los usuarios que tengan
una foto de perfil):
Marcelo ( H u g o ) Tinelli:
19 usuarios
M a r i o (Daniel) Pergolini:
10 usuarios
M i r t h a Legrand (de Tinayre):
8 usuarios
Diego (Esteban) C a p u s o t t o :
3 usuarios
Adrián Suar:
2 usuarios
Increíble, ¿verdad? ¿Para qué querrán tener tantos usuarios? Ah, seguro que es porque son tan populares, y en cualquier momento vuelve eso del límite de amigos... ¿ C ó m o harán
25. Sorprendentemente, parece que a Susana Giménez esto de Facebook
no le gusta mucho.
115
para manejar sus negocios, conducir sus programas, y aún así
hacerse tiempo para mantener sus cuentas de Facebook?
Yo los agregué a todos y todos —porque tienen la humildad de los grandes— me aceptaron. Para que vean que no hay
celos, y estoy dispuesto a compartir el exclusivísimo privilegio
reservado a unos pocos, vamos a repasar algunos de los mensajes (¡textuales!) que le dejan a Adrián Suar en su muro (sic):
Adrián! Sos uno de los mejores actores argentinos de todos
los tiempos, gracias por agregarme...yo soy actor también y
uno de mis sueños seria trabajar en una serie de polka, con
vos, pero al ser de Jujuy es un sueño algo lejano... en fin, gradas por tantas horas de diversión y risas..
saludos!
Hola!!! estoy feliz por aceptar mi amistad!!!! te admiro!!!!
por tu inteligencia,talento.... y sos mi amor platónico!!!! besos
Hola!¡Gracias por aceptarme, sos genial!, un beso.
Hola adrián gracias por aceptar mi amidtadü! sos un
grande de verdad!!! te re admiro.
Hola Adrián! Aunque no
te
conozco personalmente,soy
una fiel seguidora de todos tus productos,me gustó volver a recordad
Poliladron
Bueno gracias x aceptarme en FBK. Espero algún dia
poder
verte personalmente!
Besotes! Q sigan los éxitos!!!!
Como estas Adrián bueno un gusto por otro lado nosotros
ríbs conocemos y hablamos en varias oportunidades ya te
darás cuenta te mando un abrazo y pásate por mi muro cuando quieras saludos
O algunos mensajes que le dejaron a Marcelo Tinelli:
Grax x aceptarme ! al = q vos yo soy cuerva, besos para
toda tu flia
HOLA
MARCE.
PERO PODER
RUEGA
VERTE POR
COMO
MECES...UN
TE DECEO
TODOS
AMIGO,
UN BUEN AÑO
INTERNET AL
LOS
AÑOS
Y ES-
IR A
POR
NO-
CINCO
AMIGO..CARLOS
gracias por aceptarme maree soy un gallina a muerte me
encanto lo que hiciste para traer a ramón ojala nosotros lo pudiéramos hacer, nos dieron cátedra de fútbol 5-1 pero no se
pudo en la copa espero, que sigas bien otra vez gracias y lo que
mas sufri del partido con san lorenzo fue las cargadas de mi
viejo cuervo de toda la vida nos vemos un abrazo
hola márcelo como andas con la nueva imagen . me dicen
el turco mis amigos asi que podes llamarme turco . mucha mer
como dicen uds para este año . un beso loco
Que bueno me aceptastes!!!!!!!!!!!!! Me encanta tu estilo.
En todo sentido de la palabra. Tu vida personal me parece fascinante tambieén.
Y lo que trasmitís en tu trabajo es muy
26
sabio, das mucha paz . Sobrepasa lo bueno que de hecho
26. ¿?¿?¿?¿?¿Lo habrá confundido con Buda?
— 117 —
estas. Pero me encantas porque sos algo más que una cara linda.
Despenas sentimientos, y eso no lo hace el común de la gente.
Por eso solicite ser tu Amiga. Besotes y segui así
Qué te hiciste en el brazo Marcelo!!!!!!!!!.
A las chicas
los tatuados las ponen a mil...Tu esposa debe estar super sorprendida y re motivada. Una imagen así te hace ver un hombre dominante en tu entorno y eso
a las mujeres (tu espo-
27
sa ) le re atrae.. Saludos y éxitos con tus proyectos.
¿ Q u e esto es obra de un par de vivos que se divierten a
costa de la ingenuidad de la gente? B u e n o , sí, hay muchos
mensajes que pueden resultar un p o c o extraños, graciosos,
grotescos casi, pero es porque te traicionan los nervios al
estar hablándoles a semejantes personajes. ¿Acaso estás insinuando que ellos no son ellos? Imposible. Adrián Suar
responde a las preguntas del muro. ¡ Q u é jugador! Y claro,
¡por eso es uno de los popes de la televisión y los negocios! Porque está en todas, no importa qué tan chica parezca. N o . . . no... no seas terco. ¿ C ó m o van a ser avivadas
de gente normal que se hace pasar por ellos? ¡ Q u é mal
pensado! Si yo le pregunté a Tinelli si él era él y me dijo
que sí. Vos lo decís de envidia porque no es tu amigo...
28
¿ N o es cierto, C a b e z ó n ?
27. Evidentemente, esta persona no estaba al tanto de la situación sentimental de Marcelo.
28. ¡¡¡Cuervo botooooónü!
— 118 —
Se hacen aplicaciones a domicilio
Al c o m i e n z o de este libro nos preguntábamos acerca
de la utilidad de F a c e b o o k . Más allá de que fuimos desgranando algunas hipótesis que pueden resultar valederas,
seguramente habrá una parte de la población con derecho
a disentir, que no se siente identificada con ninguna de
esas teorías. ¿ L a razón? Q u e usa F a c e b o o k para entretenerse mandando —intensiva, compulsiva e insistentement e — invitaciones a jugar, para hacer tests o encuestas (que
en su inmensísima mayoría consisten en regalar ositos, perritos y dar opiniones especulativas sobre otros usuarios
para obtener opiniones de los demás sobre uno, y averiguar qué clase de cosas que no sos serías si lo fueras —por
ejemplo, qué clase de caramelo serías si fueras una golosina en vez de una persona).
Es decir, en base a esta observación —sumado a que en
F a c e b o o k siempre subyace el concepto de búsqueda de popularidad—, si las aplicaciones tuvieran una fórmula para
conocer y definir a quien las usa intensamente, ésta se resumiría en el siguiente postulado (un poquito arbitrario, es
cierto): " L a cantidad de aplicaciones de F a c e b o o k que uno
usa es directamente proporcional a su inseguridad".
No faltará quien levante su dedo acusador para denunciar cierta intencionalidad malsana en la elección de los
ejemplos. En nuestro descargo podemos alegar que las clases
de aplicaciones citadas son, según Facebook, las "más populares recientemente". De todas formas, si se imaginaban alguna
que tuviera aunque sea un mínimo de utilidad c o m o una cal29
culadora ... olvídenlo.
De todas formas, el "invitador compulsivo" no suele
conformarse con convidarnos una encuesta para saber qué
especie sería si fuese un animal, o si creemos que tiene ladillas, y nos bombardea con invitaciones a los más variados,
grotescos e inverosímiles grupos, que proponen juntar firmas para que la chocotorta sea declarada de interés cultural
por la Unesco, o para que te vuelvas fanático de hacer origami con hojas de Aloe Vera.
Algo tan poco serio como formar parte de un grupo de los
que, orgullosos, gritan a los cuatro vientos:
¡ODIO EL RUIDO DE LOS MOSQUITOS CERCA
D E M I O R E J A C U A N D O D U E R M O ! ( + 4300 miembros).
N O T O M O M A T E ( + 1200 miembros).
A M O E L O L O R A N A F T A ( + 1900 miembros).
Y miles más, igualmente interesantes.
Algo similar sucede con las "Páginas", que pertenecen en
su mayoría a artistas, sitios de Internet, lugares (existentes
como Londres o ahora inexistentes como Pumper Nic), o actividades. C o m o mencionamos anteriormente, pequeños avisos sobre estos grupos suelen aparecer en el costado derecho
de la pantalla, invitando a hacerse fan con un pequeño texto
explicativo, c o m o es el caso de Robotech o Verón...
29. Aunque resulte difícil de creer, al momento de finalizar la edición
de este libro, entre las más de 52.000 aplicaciones disponibles, pueden
encontrarse todo tipo de calculadoras, por ejemplo de calorías, de medidas, pero no una calculadora común y corriente para los que tienen
fiaca de buscar la de Windows, o la de mesa, o al menos no parece estar
muy a mano.
. . . o dormir.
¿Conoces algo sobre "dormir"?
Un/a amigo/a es fan
Hazte fan
A propósito de esta última página, no es tan simple el
hecho de que uno pueda hacerse fan, salvo que haya sido de
los inmensamente privilegiados que alguna vez entró en contacto con el concepto de dormir (una actividad aparentemente extravagante, de la cual uno no suele —quizás por inexperiencia— tener la información suficiente). Tal vez haya alguna clave escondida detrás de las comillas, que puede insinuar
que "dormir" no es lo que todos pensamos.
— 121 —
De todas maneras, tanto los grupos c o m o las páginas de
fans encierran unas cuantas curiosidades, no sólo en lo que
a temática se refiere sino también a la segmentación que
proponen las categorías que las clasifican, ya que coexisten
las categorías "Arte y entretenimiento" y " M ú s i c a " c o m o
excluyentes entre sí. E s t o implica que si un grupo está encuadrado en la categoría " M ú s i c a " , jamás podrá ser considerado un "Arte y entretenimiento" (así c o m o tampoco lo
es " B a i l a r " , que está en " D e p o r t e y o c i o " , más allá de la
opinión personal de J u l i o B o c e a ) , o un negocio ( c o m o podría serlo para un intérprete o un empresario), o algo que
uno escuche " S ó l o por diversión", u " O c i o " , conceptos
que, a simple vista, parecieran ser idénticos, salvo que tu
trabajo consista en brindar diversión (en este caso es fundamental que pierdas plata, de lo contrario tendría que enmarcarse en " N e g o c i o s " ) .
También resultan insólitas las preferencias de segmentación, que ofrecen como posibilidad que determinada página
esté disponible para usuarios de:
• Estados Unidos
• Canadá
• Reino Unido
• Australia
• Los demás países
30. Evitaremos hablar del hecho de que para Facebook Islandia, Ghana y
Argentina (por ejemplo) sean países similares, ya que eso sólo daría material para un libro en sí mismo, y no se justifica ni siquiera por una cuestión económica.
O las restricciones de edad, que se dividen en:
• Cualquiera ( + 1 3 a ñ o s )
31
• Mayores de 17 años
• Mayores de 18 años
• Mayores de 19 años
32
• Mayores de 21 años
• Edad legal de alcoholizarse
Por último, según sexo, que no son dos como todos pensábamos, sino ¡cuatro!, a saber:
• Hombre
• Mujer
• Neutro (ello)
• Plural (ellos)
Esto implica que una página puede estar destinada, entre
varias posibilidades, a un australiano neutro (ello) de 19 años.
¿Qué quiere decirnos? Pues bien, si pudiera responder esa
pregunta, en vez de escribir este libro, estaría viajando por el
mundo dando conferencias sobre física cuántica.
31. Evidentemente, Facebook es prohibido para menores de 13 años.
32. No se trata de un error de tipeo: ser mayor de 18 no supone tener 19
ó 20 años. No escribo sobre las otras opciones que incluyen ser mayor de
edad, porque no tienen ningún sentido.
— 123 —
¿Querés que nos tomemos
unos tests con masas?
Al comienzo de este libro, decíamos que, según las cuentas de Mark Zuckerberg, el papá de Facebook, si esta red social fuera un país, sería el quinto en población. Un país muy
especial, con gente muy particular, con gustos y costumbres
muy raras. Por ejemplo, no tener sexo (no existe una aplicación que permita más que "enviar un abrazo o un beso"), o
casarse, o divorciarse, con tan sólo hacer clic.
Otra costumbre muy difundida entre los habitantes de
Facebooklandia
33
es la de tomar cada test que puedan (cos-
tumbre que en el mundo real uno no suele hacer espontáneamente salvo que te regalen algo, o que leas Cosmopolitan,
caso en el cual TE E N C A N T A N ) .
En las castas de este país virtual se accede a la aristocracia
haciendo acumulación de tests inverosímiles como:
¿ Q u é océano s o s ?
3 4
El mar es el mismo a través del globo, ¿pero hacen diferencia las temperaturas y correntadas a lo largo del planeta?
33. ¿Cómo sería la bandera de ese país? ¿Y el himno? ¿Se estudiarían en
un grupo llamado "Escuela"? ¿Los chupamedias son los que se hacen
"Fans" de Mark Zuckerberg? ¿Los tragas se hacen "Fans" de la escuela?
Y en ese colegio... ¿Cómo se toma lista? ¿Creando un evento llamado
"Clases" donde cada uno pone "Asistiré/No asistiré/Quizás asistiré/No
confirmado"? ¿Y los proceres quiénes serían? ¿Qué guerras libraron para
su independencia? ¿La batalla de MySpace?
34. Vamos... no sean así... Miren si alguna vez se lo preguntan y no saben
qué responder... ¡Un bochorno!
— 124 —
¿Cuál de los siguientes comprarías sin importar el precio?
El último piso del rascacielos más alto
El satélite espacial más inteligente con G P S incluido
El libro más antiguo de todos
El talismán budista más ancestral
La PC más poderosa de la Tierra
De las figuras históricas que aparecen a continuación,
¿a cuál elegirías c o m o tu líder?
Bill Gates
Marylin Monroe
Adolf Hitler
Albert Einstein
Picasso
Un buen amigo te pide un favor que está en conflicto
c o n tu moral. ¿ Q u é haces?
Te excusas de ayudarlo y le explicas el porqué
Lo pensás y le haces las preguntas necesarias para tomar
una decisión fríamente evaluada
Le decís que no podes inventándole la primera excusa que
se te ocurre
Lo haces sin pensarlo
Evalúas los riesgos y le pedís a cambio un favor de mayor valor
Te asignan un proyecto en equipo para m e j o r a r tu ciudad/barrio. ¿ Q u é describe mejor tu actitud durante las
reuniones?
Decís lo que pensás y empezás a listar las acciones a seguir
Empezás a preguntarles a todos uno por uno y moderas la
discusión
— 125 —
Empezás conversaciones diferentes y te dispersas
No escuchas a nadie y te colgás en la tuya
Escuchas las opiniones de todos
La clásica pregunta filosófica (una vez más): ¿Está el
vaso medio vacío o medio lleno?
50 y 50 parejos
Está más lleno que v a c í o
35
Medio vacío
Medio lleno
Está más vacío que lleno
Según lo que respondí, el resultado fue previsiblemente
" E l Océano Pacífico". Pero hay más, lean con atención: " E l
Océano Pacífico es la más grande de las divisiones oceánicas
de la Tierra. Su nombre deriva del Latín "Mare Pacificum",
que significa "mar tranquilo", según lo describió el explorador portugués Fernando de Magallanes. Estás siempre en
busca de paz interior y una vida balanceada. No hay bien ni
mal, pero un efecto positivo-negativo que sólo puede traer
estabilidad. Sos diplomático y evitas conflictos por tu bien
y por el bien de los demás. También te preocupas por el medioambiente y lo que ofrece la Madre Tierra."
En mi descargo quiero decir que, a pesar de lo que diga
este test, no sólo no me siento para nada como un océano,
sino que jamás estoy en busca de paz interior, y menos aún
una vida balanceada (me encantaría, pero no soy tan ingenuo
35. ¿Qué parte de la pregunta no entendiste? Si está medio vacío o medio
lleno no hay posibilidad de que digas que está M U Y lleno o M U Y vacío.
— 126 —
como para pensar que lo puedo lograr haciendo las cosas
que hago). C o n respecto a "diplomático", cualquiera que
haya leído este libro, o me conozca, se habrá dado cuenta
que sería la última palabra en el universo que alguien usaría
para calificarme, y que, no sólo no evito los conflictos, sino
que me encanta provocarlos. Lo del medioambiente me preocupa sólo si se refiriese a la medida de mi departamento, y
la Madre Tierra, si está buena, que venga a casa el sábado a
la noche que no tengo planes.
C o n respecto al test en sí mismo, prefiero abstenerme de
analizarlo, aunque no deja de llamarme la atención, y provocarme una gran curiosidad, saber qué clase de océano
sería una persona que quiere comprarse la PC más poderosa del mundo, tiene como ídolo a Hitler o a Bill Gates, y ve
el vaso medio vacío.
Propongo que nos olvidemos de este test ridículo, y pase36
mos a ver otros similares , con los resultados obtenidos por
algunas de las personas que los tomaron. La referencia es:
1. Pregunta del test.
2. Respuesta.
3. Descripción de la respuesta.
4. Comentario
propio.
Ahora sí, los invitamos a dar una recorrida por algunos de
los tests encontrados.
37
36. Palabra de honor que son 100% reales.
37. Fueron transcriptos literalmente para preservar su espíritu.
— 127 —
1. ¿ Q u é estación de subte sos?
2. Bulnes.
3. Sos sofisticad®, c u l t @ y elegante. Todos quieren ser como
vos. Siempre logras posicionarte bien y ser la estrella de la
línea más competitiva.
4. Si Bulnes es una estación "sofisticada, culta y elegante;
todas las estaciones quieren ser como ella (???), y siempre logra posicionarse
bien y ser la estrella (¡¡¿¿ ??/!)"
me encantaría saber cuáles podrían ser los adjetivos de
Agüero. ¿Sumapuntos en una salida decirle a una chica
"Sos
re-Bulnes"?
1. ¿SI o N O ?
2. SI
3. W I I I I
4. Probablemente, uno de los tests más inteligentes de Facebook. En este caso, porque al menos se abstiene de explayarse y poner en evidencia aún más su estupidez.
1. ¿Cuál es tu sexto sentido?
2 . E l G R A N oído!
3. Te has sentido perdido en las conversaciones porque escuchas otras cosas? Bueno es porque tienes el Gran oído
que te hace escuchar otras cosas sin querer aunque estén
muy lejos! Algunas veces puede servirte pero otras veces
escucharás secretos repugnantes!
4. Si escuchas otras cosas, no es que tenes el GRAN oído, sino
el oído SUCIO, o una GRAN locura.
\
— 128 —
1. ¿ Q u é barrio porteño sos?
2. Agronomía
3. Muy complicado. Inaccesible y enredado. Un poquito
ambiguo. Nunca sabes lo que querés, y tus amigos cada
vez te entienden menos. Te gustan Los Redondos, pero
también Memphis La Blusera.
4. Ya lo saben: si quieren darle fin a una relación, basta con
gritar: ¡No te banco más! ¡Sos como Agronomía! ¡Aprende de Balvanera que escucha Miranda y Bandana!
1. ¿ Q u é superpoder deberías tener?
2. Regeneración-inmortalidad
3. Te gusta vivir riesgos, eres atrevid® y fantasioso posiblemente vives alejad® de la relidad y lo más provable es
que le tengas demasiado respeto a la muerte o talvez nisiquiera te importa.
4. En realidad, el superpoder que deberías tener es el de tratar de aprender a escribir, o al menos el de pasarle el corrector ortográfico del Word.
1. ¿ Q u é Banda de R o c k N a c i o n a l sos?
2. Soda Stereo
3. Un fino con la música, tiene que ser música fría, que sea
de calidad. Muy frío con la música.
4. ¿Muy frío con la música? Supongo que en este caso ha de
tratarse de una mala traducción literal, donde "frío" vendría a reemplazar a " c o o l " y "¿Qué banda de Rock Nacional sos?" vendría a reemplazar a "¿No tenes nada mejor
que hacer que estás perdiendo el tiempo con este test?"
Y pensar que nos quejábamos del Test de Rorschach...
— 129 —
Lio Hezkrivo tan vien komo un diksionario
(i te boi a poner una piztola en la kabesa para desirlo)
Es cierto que hay gente que trata de mantenerse al margen
de las invitaciones a grupos, tests y aplicaciones. Pero, a la
corta o a la larga, como pasa en muchos otros órdenes de la
vida, a uno terminan ganándole por insistencia, cansancio y
hasta curiosidad.
Hay tantas aplicaciones, tan diferentes y con tantas variaciones, que alguna, en algún punto, te va a hacer picar el bichito de la curiosidad. Un buen ejemplo podría ser un escritor
(como el autor de estas líneas), que presume de escribir con
pocas faltas de ortografía. Hacerse el canchero frente a los
"amigos", —haciendo gala de su destacable don de escribir "decisión" o "esencia" sin equivocarse ni necesitar del corrector
ortográfico del Word—, y ganarse aunque más no sea quince
segundos de admiración, se vuelve sencillamente irresistible.
Así, cuando uno ve que un "amigo" hizo un test que llamado
"Examen de ortografía" (para muchos puede ser motivo para
salir corriendo y tirarse por la ventana espantados), no lo duda,
y se zambulle de lleno a probar de qué madera está hecho.
Claro que en Facebook las cosas tienen sus particularidades; por ejemplo, cuando uno se dispone a pintarle la cara al
dichoso test, aparece una ventana que dice:
O
¿Permitir acceso?
Si permites el acceso a E x i m e n de Ortografía, esta aplicación podrá obtener
información de tu perfil, fotos, información de tus amigos y otros contenidos
que necesite para funcionar.
_^ Q_ l_^ M
_ n_H
o Cancelar
Al continuar, estás perrnrhendo Que f ^ n e n de Ortografía obtenga acceso a tu «formación y
«stis aceptando las Condiciones de uso de Facebook cuando uses Cxamen de Ortografía
— 130 —
Ella nos genera varias reflexiones que se agolpan en
nuestra cabeza, pugnando por salir a la superficie, tal como
un pasajero del Titanic 2.0. Por un lado, uno se siente intimidado. No es miedo de no estar a la altura del test. C o m o
cada vez que uno acepta una aplicación, F a c e b o o k dice que
si le permitimos el acceso, la dichosa pruebita podrá "obtener información de mi perfil" (no sé para qué le servirá saber
que soy de Virgo, por ejemplo, ya que la aplicación de " R e galos de cumpleaños" es otra), "fotos" (ahí sí que no sé qué
podría hacer con eso... ¿chantajearme, quizás?), "información de mis amigos" (tiemblen, chicos... voy a hacer un test
y ustedes están a " e s t o " de ir a la cárcel por haber copiado
un D V D o fumado algo no permitido por la ley, pero a mí
no me importa porque yo quiero saber qué tan bien sé escribir), y, por último, "otros contenidos que necesite para
funcionar", eso sí que es intimidante, ya que parecería que
regula miles de otras cosas que nosotros desconocemos,
pero seguro son malas.
Supongamos que uno no le tiene miedo a las amenazas
(casi peores que si fueran de muerte) que F a c e b o o k nos hace
y decide seguir avanzando. Inevitablemente se preguntará
qué seriedad puede tener un test de ortografía que, para empezar absolutamente mal, muestra la palabra " E x a m e n " con
acento ortográfico (o tilde), cuando los que vivimos de escribir (y algunos otros nerds) sabemos que "las palabras
graves terminadas en -n, -s o vocal no llevan tilde". D i g o , no
hace falta saber que el nombre técnico de las palabras graves
es "paroxítonas" (una palabra paradójicamente esdrújula o
proparoxítona), pero si vas a armar un test de ortografía, al
menos chequea que estés escribiendo bien el nombre. Es
— 131 —
decir, empezamos el examen ortográfico como el orto... y
esto es bien gráfico.
Ya se podrán imaginar cómo sigue el test. Diez preguntas
mal escritas, sin sentido, que no alcanzan para calificar ni siquiera a alguien que quiere saber si sabe hacer un test. El resultado tan anhelado no se hace esperar: "Experto en O r t o grafía". Cosa que es claramente mentira, no sólo por la validez relativa de la autoridad que lo afirma (el título tiene otro
error: poner con mayúscula "ortografía" que, hasta donde
uno sabe, no es un sustantivo propio), sino que Facebook, en
vez de venderme un motivo de orgullo o un trofeo para mostrar, me encajó un engendro mutante que deberé guardar y
esconder celosamente, si no me quiero convertir en el hazmerreír de mis colegas.
Una aplicación re-top
Si bien a nadie le importa qué pocas faltas de ortografía tenemos (como un diccionario), o qué clase de océano o estación
de subte somos, parecería que nadie debe pasar por alto nuestros gustos en diferentes materias, como el cine y la música.
Pero, en el mundo Facebook la información nunca viene
por donde se la espera (en este caso el perfil, que tiene un espacio bien delimitado para que pongamos qué películas, libros
y música nos gustan). Por eso alguien, que o es muy testarudo y no visitó jamás un perfil de Facebok, o es muy visionario, desarrolló una aplicación que sirve para que nosotros elijamos nuestros Top Five en el ranking de preferencias artísticas, tal como si fuéramos referentes o críticos especializados.
Una cosa es que Steven Spielberg elija las cinco mejores películas en la historia del cine, a que lo haga Fabián Passerini.
— 132 —
A uno le puede llegar a interesar la opinión de M i c k Jagger
sobre los mejores discos del rock, pero no estaríamos tan
seguros de que la de Carlos L ó p e z pueda tener la misma
trascendencia.
¿Y si aprovecho este espacio y elijo mis cinco libros preferidos? ¿ C ó m o que no te importa? ¿Seguro? Mira que a
Seguro se lo llevaron preso... y en la cárcel no podrá elegir
a sus cinco criminales preferidos.
Esta categoría de aplicaciones, desarrollada por LivingSocial, tiene una particularidad muy contradictoria y llamativa: cuenta con casi 17 millones de usuarios activos
mensuales, quienes la han calificado con un puntaje promedio de casi dos estrellas sobre cinco. ¿Volvemos una vez
más al caso de "millones de moscas no pueden estar equivocadas" (que a pesar de que saben que la mierda es mierda, no pueden evitar comer de ahí)?
¡¡¡No te mueras nunca!!!
Otra característica sorprendente de Facebook —aunque
pertenece más al ámbito de políticas de la empresa que a una
función específica— es que, si bien la página nos permite
dejar constancia de prácticamente todos los eventos de nuestra vida social y afectiva, no existe la posibilidad de reportar
a un usuario como "fallecido".
Sin embargo, dados los casos de manifestaciones públicas de dolor y mensajes de condolencias que llenaban los
perfiles de las personas fallecidas, F a c e b o o k expresó que su
política consistía en dar de baja el perfil en cuestión al mes
posterior de producido el fallecimiento, evitando así que el
— 133 —
perfil se convirtiera en una especie de sepulcro público.
Pero una vez más, debido a las quejas de los usuarios, Faceb o o k cambió, poniendo los perfiles de las personas muertas
en "estado de conmemoración".
Si bien aún no es usual para nosotros, con el tiempo deberá evaluarse si la decisión de Facebook obedece a cuestiones de marketing (evadir ciertos temas que pueden llegar a
"bajonear"), si tomó la decisión acertada (algunas familias expresan que los perfiles les brindan un espacio que permite recordar al ser querido de una forma más vivida, una especie de
cementerio de fácil acceso que los ayuda a elaborar mejor el
duelo), o si debería habilitarse una opción para dar de baja el
perfil a ser ejecutada por familiares o amigos. En ese último
caso, será interesante conocer el debate sobre esa especie de
eutanasia virtual (o más bien "e-utanasia").
¿Pero qué sucede con aquellos que no quieren esperar a que
la parca les haga clic en el botón "Borrar vida", y quieren desaparecer de Facebook por propia iniciativa? Anteriormente,
Facebook sólo permitía a los usuarios desactivar sus cuentas,
de manera que su perfil dejaba de estar disponible. Esto no significaba que la información fuera borrada sino que, por el contrario, se mantenía almacenada en los servidores, disponible
para uso de Facebook, pero no accesible para los usuarios.
A propósito del hecho, Facebook confirmó en forma oficial
que si los usuarios querían limpiar sus cuentas, tendrían que borrar manualmente todo su contenido, incluyendo artículos y
enlaces aparecidos en el muro, amigos, mensajes y grupos.
Obviamente, el gran esfuerzo que este trabajo implica, desalentaba a la gente a realizarlo, por lo que, después de cierta
presión por partes de grupos que bregan por la defensa de la
privacidad, en febrero de 2008, Facebook cambió su política
— 134 —
de eliminación de cuentas, permitiendo a los usuarios pedir la
eliminación total de sus datos, previa solicitud por escrito
donde conste tal deseo. Es decir, borrarse es tan complicado
que dan ganas de morirse y reencarnar en un usuario mejor.
Yuta, yuta, yuta... Feisbúc hijo de p...
(pero hoy ya no soy yo)
Una frase similar a la del título habrá pensado el marroquí
Fouad Mourtada, quien fue arrestado por crear intencionalmente un perfil de Facebook en nombre del Príncipe Moulay
Rachid de Marruecos. Eso le pasó por querer ser original, y no
crear un perfil de Mario Pergolini como hace todo el mundo.
Hablando de ir preso por Facebook, el 14 de enero de
2009 aparecía la siguiente noticia en el sitio de Internet del
diario Clarín:
Un ladrón fue arrestado gracias a
Facebook en Nueva Zelanda
12:42 La policía local difundió en la red social un video del
joven cuando asaltaba un boliche. Los usuarios ayudaron a
identificarlo y detenerlo.
Con el apoyo de la red social Facebook un ladrón fue arrestado por la policía en
Nueva Zelanda. La detención se llevó a cabo luego que la policía difundió en el sitio
videos y fotos del joven mientras intentaba sin éxito abrir la caja fuerte de un boliche
de Oueenstown en la isla sur del pais
Evidentemente no es joda.
C o n Facebook hay que tener mucho cuidado porque enseguida te manda en cana.
— 135 —
perfil se convirtiera en una especie de sepulcro público.
Pero una vez más, debido a las quejas de los usuarios, Faceb o o k cambió, poniendo los perfiles de las personas muertas
en "estado de conmemoración".
Si bien aún no es usual para nosotros, con el tiempo deberá evaluarse si la decisión de Facebook obedece a cuestiones de marketing (evadir ciertos temas que pueden llegar a
"bajonear"), si tomó la decisión acertada (algunas familias expresan que los perfiles les brindan un espacio que permite recordar al ser querido de una forma más vivida, una especie de
cementerio de fácil acceso que los ayuda a elaborar mejor el
duelo), o si debería habilitarse una opción para dar de baja el
perfil a ser ejecutada por familiares o amigos. En ese último
caso, será interesante conocer el debate sobre esa especie de
eutanasia virtual (o más bien "e-utanasia").
¿Pero qué sucede con aquellos que no quieren esperar a que
la parca les haga clic en el botón "Borrar vida", y quieren desaparecer de Facebook por propia iniciativa? Anteriormente,
Facebook sólo permitía a los usuarios desactivar sus cuentas,
de manera que su perfil dejaba de estar disponible. Esto no significaba que la información fuera borrada sino que, por el contrario, se mantenía almacenada en los servidores, disponible
para uso de Facebook, pero no accesible para los usuarios.
A propósito del hecho, Facebook confirmó en forma oficial
que si los usuarios querían limpiar sus cuentas, tendrían que borrar manualmente todo su contenido, incluyendo artículos y
enlaces aparecidos en el muro, amigos, mensajes y grupos.
Obviamente, el gran esfuerzo que este trabajo implica, desalentaba a la gente a realizarlo, por lo que, después de cierta
presión por partes de grupos que bregan por la defensa de la
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privacidad, en febrero de 2008, Facebook cambió su política
— 134 —
de eliminación de cuentas, permitiendo a los usuarios pedir la
eliminación total de sus datos, previa solicitud por escrito
donde conste tal deseo. Es decir, borrarse es tan complicado
que dan ganas de morirse y reencarnar en un usuario mejor.
Yuta, yuta, yuta... Feisbúc hijo de p...
(pero hoy ya no soy yo)
Una frase similar a la del título habrá pensado el marroquí
Fouad Mourtada, quien fue arrestado por crear intencionalmente un perfil de Facebook en nombre del Príncipe Moulay
Rachid de Marruecos. Eso le pasó por querer ser original, y no
crear un perfil de Mario Pergolini como hace todo el mundo.
Hablando de ir preso por Facebook, el 14 de enero de
2009 aparecía la siguiente noticia en el sitio de Internet del
diario Clarín:
Un ladrón fue arrestado gracias a
Facebook en Nueva Zelanda
12:42 |_ policía local difundió en la red social un video del
joven cuando asaltaba un boliche. Los usuarios ayudaron a
identificarlo y detenerlo.
a
Con el apoyo de la red social Facebook un ladrón fue arrestado por la policía en
Nueva Zelanda. La detención se llevó a cabo luego que la policía difundió en el sitio
videos y fotos del joven mientras intentaba sin éxito abrir la caja fuerte de un boliche
de Queenstown en la Isla sur del país.
Evidentemente no es joda.
C o n F a c e b o o k hay que tener mucho cuidado porque enseguida te manda en cana.
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P A R T E III
¿Desenlace?
Hollywood, tierra generosa...
Cierto día, en algún momento de la década del 2 0 1 0 , una
chica de veintipico quizás sostenga el siguiente diálogo con
su chico:
Ella: Hace mucho que no salimos, ¿no? Siempre miramos
pelis, jugamos a la PlayStation 3, pedimos comida... ¿no estaría bueno que vayamos al cine de verdad?
Él: Sí, estaría bueno... pera que me fijo qué películas están
dando. ¿A ver? Mira, en el Cinecomplex 82 dan Shrek V.
Ella: N o , no... tengo ganas de ver algo más de acción.
Él: ¿Y si vamos a ver la película de Facebook?
Ella: No seas bizarro, ¿querés?
Él: Bueno, no te pongas así, pensé que querrías. Después
de todo, gracias a Facebook nos conocimos. Pensá que si la
herramienta "Personas que quizás conoces" no hubiera mandado tanta fruta, y después de agregarte yo no te hubiera
dado un toque, hoy no...
— 139 —
Ella: Calíate, mejor no me hagas acordar, que los b o m b o nes esos virtuales fueron los únicos que me regalaste desde
que empezamos a salir.
Él: O k . ¿Vamos al cine o no?
Ella: Sí, vamos...
Él: O k , entonces bancame un segundo que te mando de
regalo un pochoclo virtual...
Sinceramente —por suerte es improbable—, ojalá una escena como la anterior no llegue a producirse nunca. Pero
como la realidad siempre supera a la ficción, aunque nos
cueste creerlo y sea un hecho que expande nuestra capacidad
de asombro hasta límites impensados, hay gente en Sony Pietures que se tomó en serio su locura, y confirmó, ante el
asombro generalizado, que el estudio está trabajando en la
preproducción de un largometraje sobre los orígenes de F a cebook, el cual en el futuro seguramente transmitirán los sábados por la tarde en algún canal de aire.
Aunque no logramos entender qué es lo que tiene Facebook para convertirse en una película llena de suspenso y
emoción, ojalá que sea un éxito de crítica y taquilla, así pronto podremos ver en cartelera " F a c e b o o k 2: La misión", " F a cebook 3: El regreso", "Facebook 4: Misión espacial", " F a c e book 5: Back to Vietnam" y, por qué no, "Not another Facebook Movie" con Leslie Nielsen.
—Veo veo... ¿qué ves?
—Un futuro color... color... (Rosa o negro)
A la hora de pensar sobre el futuro de Facebook se distinguen, a grosso modo, dos escenarios posibles:
1) Q u e Facebook no evolucione más allá de los cambios formales que viene teniendo y, como buena moda que se precie de tal, desaparezca y forme parte —junto a las fotos de
papel— de la ya mencionada supuesta cadena de email
que circulará dentro de unos años diciendo: "Si creciste en
los ' 0 0 , entonces te acordás de...".
2) Q u e Facebook haga bien los deberes y pase sin escalas a ser
uno de los dueños absolutos de la Red, monopolizándola.
Para empezar, es cierto que Facebook —por ahora— no
es más que una red social y, como tal, no inventó nada (ya que
brinda prácticamente las mismas posibilidades y prestaciones
que cualquiera de sus colegas competidores).
También es verdad que goza de una popularidad asombrosa e incomparable con respecto a otras redes (Myspace, Hi5 o
Sónico), lo cual, en términos de mercado y poder de negociación frente a gigantes con apuestas mucho más ambiciosas a
futuro (como Google y Microsoft), lo sitúan en un lugar
donde sus proyecciones deberían acompañar esa avidez.
¿ C ó m o esto vendría a articularse en la práctica?
Lo explicaremos por partes: aunque en el presente existen
algunos indicios en el mundo web que pueden aportarnos
datos clave para continuar la proyección que se insinúa, vaticinar el futuro de las redes sociales —y de Facebook en particular— no parece una tarea en absoluto simple.
— 141 —
Más allá de la incertidumbre que plantea una era donde
los avances se producen con asombrosa vertiginosidad (entre
el cierre de este libro y su impresión —aproximadamente un
mes—, Facebook habrá cambiado su diseño y condiciones de
uso al menos ocho veces), hay algo de lo que sí estamos seguros: si quiere seguir gozando de buena salud, lo primero
que tiene que hacer (prácticamente una obligación), es redimirse de algunos pecados de los cuales se lo acusa.
Es seguro que lo hará, ya que tiene una política bastante
demagógica y de claro retroceso ante cualquier signo de disconformidad expresada por los usuarios. Esto, lejos de ser
considerado perjudicial, provocará — c o m o sucede con los
manifestantes que vencen el cordón policial que intenta reprimirlos—, que los usuarios poco a poco vayan corriendo
los límites impuestos por Facebook, personalizando en líneas generales su concepto, adaptándolo hasta llevarlo hacia un
tono mucho más cercano, cotidiano, local y real. Donde la
negación de temas del mundo real como las drogas, el sexo y
las madres que amamantan a sus hijos sea insostenible.
Parte de la clave del futuro de Facebook también radica en
el favor de los usuarios, quienes evolucionan a la misma velocidad que la tecnología y la consumen con una voracidad
temible, agotando cada novedad y descartándola sin remordimientos y con absoluta crueldad, llevando el concepto de
efímero a su máxima expresión.
Sin embargo, y a pesar de eso, algunas tendencias parecen lo suficientemente sólidas como para sustentar la hipótesis de que F a c e b o o k va en camino a convertirse en algo
parecido a lo que hoy entendemoa c o m o sistema operativo.
Ya está empezando a verse, por ejemplo, en aplicaciones que
permiten manejar F a c e b o o k desde el mismo escritorio,
— 142 —
c o m o Facebook Desktop, un programa que brinda actalizaciones al perfil de usuario tales como mensajes, toques, publicaciones de muro y solicitudes de amigos. C o m o se puede
ver claramente en la imagen siguiente, su interfaz está prácticamente calcada del Messenger:
1 Unread Message
2 New Potes
No Friend Requests
178 Wall Poste
Esto significa que no faltará mucho tiempo para que F a cebook deje de ser una página, y se instale en el escritorio (de
la PC o del teléfono, donde todavía no está disponible para
todos los modelos pero lo estará en el futuro), invadiendo
cada vez más al usuario, y apoderándose de su atención. U n a
jugada para nada estúpida por parte de Facebook aunque no
haya desarrollado la aplicación.
Siguiendo con esta observación y proyectándola hacia el
futuro, es importante tener en cuenta la tendencia innegable
— 143 —
que apunta hacia el alojamiento remoto de información (por
ejemplo, lo que hace cotidianamente cualquiera que use un
servicio con buena capacidad de almacenamiento c o m o
Gmail o Hotmail, en los cuales incluso hay quienes alojan
sus backups). En F a c e b o o k por ahora sólo está presente con
fuerza en el campo de las fotos. Sin embargo, en ese aspecto —salvo por la lógica cercanía con nuestra red de amigos,
lo cual permite compartirlas fácilmente—, todavía no logra
ser un contendiente con prestaciones interesantes frente a
otros pesos pesados de la categoría c o m o Picasa (de Google)
o Flickr (de Yahoo!) que, entre otras ventajas también o b vias teniendo en cuenta a las empresas que pertenecen, permiten realizar búsquedas.
Por otra parte, hay que estar alertas al hecho de que el
hardware (los aparatos, bah...) con el que interactuamos a
diario, está cambiando en favor de los modelos que permiten
portabilidad y, lógicamente, la posibilidad de estar conectado
sin limitaciones de ubicación. Para poner un ejemplo: a nadie
le resulta extraño que un teléfono pueda hacerle fuerza a un
reproductor mp3 y, en el no tan largo plazo, terminar extinguiéndolo como especie.
¿Esto conlleva que la computadora hogareña con teclado y monitor va a desaparecer? N o , de ninguna manera.
Aunque no sería mala idea que cediera la sigla PC {Personal
Computer) a los teléfonos de mayores prestaciones, y empezara a ser conocida c o m o HC {Home Computer). Para
dejarlo claro con una analogía: dentro de unos años, la PC
hogareña tendrá el mismo valor que hoy tiene el teléfono de
línea, el cual vertiginosamente na perdido protagonismo
frente al celular. Es decir, en los hogares en que hoy hay una
P C , mañana seguirá habiéndola, pero no será el dispositivo
— 144 —
con el que nos manejemos más frecuentemente, sino que lo
haremos a través de nuestro portátil.
Entonces, si combinamos estos dos últimos puntos, tendremos un escenario tecnológico futuro que se compone de
dispositivos portátiles que alojan su información y aplicaciones en servidores remotos.
El futuro ya no es lo que era
Aunque el pasado (y sobre todo Windows Vista) no termine de avalarlo c o m o una persona a respetar en el terreno
informático (aunque sí y por muy lejos en el comercial), Bill
Gates vaticinó la tendencia a alojar remotamente la información hace diez años —sin mucho éxito entonces. Luego
esa idea recobraría una fuerza inusitada gracias al aumento
de las velocidades de conexión—, al decir que, en un futuro
no muy lejano, los discos rígidos tenderían a desaparecer y
que serían reemplazados por sistemas de almacenamiento
online de datos y aplicaciones.
Si bien las personas que han reemplazado sus antiguos e
incómodos álbumes de fotos por servicios de almacenamiento de fotos como Flickr o Picasa, son cada vez más, no
es aún una tendencia consolidada. Por un lado, por miedo a
que un desperfecto provoque la pérdida de los datos, y por
otro, por cierta desconfianza persistente con respecto a la
privacidad de los mismos.
En este tema es muy probable que tengamos que darle la
derecha a Bill, ya que hay que ser necio para negar que, a
pesar de que el aumento de tamaño de los discos duros se da
en proporción casi geométrica, no sólo sigue sin ser suficiente,
— 145 —
sino que es muchísimo más práctica la perspectiva de poder
acceder a "nuestra" computadora desde cualquier ubicación,
sin necesidad de llevarla encima, función que recaerá en los
smartpbones representados en la actualidad por los BlackBerry
o iPhone, entre otros. Poniéndolo en otra analogía, este concepto es similar al de acceder a nuestra cuenta bancaria mediante una tarjeta magnética con la cual podemos operar en
cualquier cajero automático del mundo.
Y Facebook... ¿De qué la va en todo esto?
Si nos detenemos a observar a Facebook tan sólo un instante, dejando los prejuicios de lado, nos podemos dar cuenta de que más que una página o red social que "te ayuda a c o municarte y compartir tu vida con las personas que c o n o ces", es casi casi un sistema operativo, dispuesto a darle pelea
a los players del mercado, tradicionales y establecidos, como
Google o Microsoft. M u y primitivo, pero sistema operativo
al fin: con su plataforma de almacenamiento de fotos y videos de manejo complicado y lento, con su torpe ventana de
chat (sin posibilidades de incorporar audio o video por
ahora), con su correo electrónico (que, aunque no permite
enviar elementos adjuntos si no están alojados en Facebook,
por ejemplo un documento de texto, no sólo permite enviar
mensajes a usuarios registrados, sino a cualquier dirección),
con sus miles de aplicaciones superfluas (y prácticamente inservibles) en términos de productividad.
Todas estas prestaciones hoy no ofrecen ventajas ni facilidad de uso. Si Mark Zuckerberg hace bien los deberes, irán
mejorando (de hecho las aplicaciones que hoy parecen poco
— 146 —
útiles son el campo de testeo y experimentación ideal para el
desarrollo de una plataforma que se irá perfeccionando),
hasta que algún día no necesitemos salir de Facebook para escribir un texto en un procesador y guardarlo en nuestra cuenta (como hoy hacemos con el Word y el disco duro de nuestra computadora), hacer una proyección de ventas mientras
escuchamos nuestra música preferida, grabar la base de un
tema y ponerle la guitarra, o abrir el chat para "tirotear" sin
interrupciones de conexión a la señorita que aparece en esa
foto quince años más joven.
Ese día seguramente también encontrará a Facebook
como una página con más realidad. C o n gente que se muere.
C o n personas que sienten cosas como por ejemplo "no quiero tener más de cuatro amigos", y que ese hecho sea habitual.
Por eso, no nos extrañe demasiado si el día de mañana nos
sorprende nuestro nieto mostrándonos en su teléfono un
video picantísimo, que acaba de colgar en Facebook mientras
lo coprotagonizaba en el baño del colegio, y requiera nuestra
opinión con un "Abuelo, vos que llegaste a conocer el sexo sin
Viagra... ¿lo hice bien?".
En resumen, el día que abras Facebook en tu iPhone,
BlackBerry o smartphone preferido, escuches un sonido de
bienvenida como el actual de Mac OS o Windows, y te veas
ejecutando una simple calculadora para hacer una suma o
multiplicación para rebatir un argumento de alguien que aparece en la ventana de videochat de Facebook, temblá.
Sí, a vos te hablo, amigo.
Perdón... "Amigo".
— 147 —
OTROS T Í T U L O S
EL IMPERIO DIGITAL
El nuevo paradigma de la comunicación 2.0
Leandro Zanoni
Nada ni nadie resulta hoy ajeno a Internet. La tecnología revolucionó desde nuestra forma de trabajar hasta la manera en
que nos relacionamos con el resto de los integrantes de nuestra
comunidad. ¿Qué significa la Web 2.0? ¿Por qué el iPhone y
YouTube tienen tanto éxito? ¿Cuál es el futuro de los diarios de
papel? ¿Cómo gana tanto dinero Google? ¿Por qué explotó la
burbuja punto com? Estos son algunos de los interrogantes que
el autor se encarga de ir respondiendo a lo largo de una minuciosa investigación donde no deja tema por analizar. Zanoni, periodista especializado en tecnología de la información, se mete
en la historia de Apple y Microsoft, le va a preguntar a los que
más saben por la creciente industria de los videojuegos (que ya
supera en facturación a la del cine de Hollywood) e indaga en
las campañas más exitosas del llamado "marketing viral". De
esta manera, el libro se puede leer como un manual instructivo
pero también como un conjunto de atractivas historias que reflejan el presente digital.
Las redes sociales modifican desde la manera de socializar
entre las personas, las formas de expresión y manifestación, el
relato de historias y el modo en que consumimos —y producimos— contenidos, medios, cultura y entretenimientos.
La lectura de este libro resulta indispensable para quienes
necesitan comprender el presente y estar mejor preparados para
el futuro digital.
CONECTADOS AL VACÍO
La soledad colectiva en la sociedad virtual
Sergio Sinay
La sociedad actual es la más conectada de todos los tiempos.
Sin embargo, cada día más personas están solas e incomunicadas
como nunca. Confundimos, cada vez más, conexión con comunicación. Internet, telefonía celular, plasmas y todo tipo de nuevos artefactos conforman una poderosa ola tecnológica que
contribuye al equívoco. Vínculos humanos pobres, superficiales, inestables o inexistentes, vidas vacías de sentido, miedo y
desconfianza hacia el otro, manipulación, ausencia de empatia,
compasión y solidaridad, interrelaciones utilitarias, insatisfacción, infelicidad, aislamiento son vanantes cotidianas de lo que
en definitiva es una extendida angustia existencial.
En esta obra Sergio Sinay, especialista en vínculos humanos,
observador agudo de los fenómenos sociales y culturales de
nuestro tiempo y autor de La sociedad de los hijos huérfanos y
La masculinidad tóxica, estudia a fondo y sin concesiones los
mecanismos, las causas y los efectos de un fenómeno que provoca en la sociedad virtual una dolorosa soledad real.
El lector encontrará aquí una mirada profunda y filosófica,
un potente llamado a transformar nuestros vínculos y a construir vidas con sentido y trascendencia, una crítica sin concesiones al uso perverso de las nuevas tecnologías y una conmovedora convocatoria a actuar de modo que el ser humano deje de
estar al servicio de la tecnología y sea ésta la que vuelva a su condición de herramienta para una vida con propósito. Si esto no
ocurre pronto, la soledad puede adoptar la dimensión de una
tragedia colectiva. Nosotros decidimos, dice el autor.
SER INTELIGENTE
Dr. Elias Norberto Abdala
¿Qué es ser inteligente?
¿Ser inteligente garantiza el éxito? ¿Es tener ideas nuevas?
¿Es ser más rápido que la media?
¿Se es inteligente para todo?
Las personas inteligentes, ¿están preparadas para entender
todas las preguntas y buscar sus respuestas?
¿Dónde está el punto o la línea en donde se pasa de la no-inteligencia a la inteligencia?
Sobre la base de estas preguntas, el doctor Elias Norberto
Abdala —destacado psiquiatra y psiconeuroendocrinólogo—,
desarrolla en Ser Inteligente la idea de la inteligencia en tanto
producto de la evolución del hombre y productora del futuro de
la humanidad.
Por ello este libro, al referirse a la inteligencia como totalidad —que incluye factores aparentemente ocultos como el cerebro, la mente, las hormonas, los genes, el organismo y el medio
sociocultural— aporta una actualización responsable y minuciosa con el fin de brindar información acerca de los frondosos
aspectos de la mente y el cerebro y responder al progresivo interés que este tema despierta en la sociedad.
CÓMO APRENDEMOS A LEER
Historia y ciencia del cerebro y la lectura
Maryanne Wolf
¿Cómo aprendió a leer el cerebro? Y ¿cuál ha sido su evolución desde las tablillas de arcilla de la antigüedad hasta nuestra tecnología actual? Entretejiendo neurociencia, psicología,
literatura y lingüística, Maryanne Wolf describe cómo la evolución y el desarrollo de la lectura han cambiado la organización misma de nuestro cerebro y nuestra vida intelectual. Asimismo, recurre a su experiencia en el tratamiento de la dislexia
para explicar lo que ocurre cuando el cerebro encuentra dificultades para leer.
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