TEMA 1: Características básicas del desarrollo psico-evolutivo de los niños y niñas de los seis a los doce años. Aspectos cognitivos, motrices, afectivos y sociales. Implicaciones en el desarrollo del proceso educativo y de enseñanza-aprendizaje. 0. INTRODUCCIÓN E IMPORTANCIA DEL TEMA. 1. CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DEL DESARROLLO PSICO-EVOLUTIVO DE LOS NIÑOS Y NIÑAS DE LOS SEIS A LOS DOCE AÑOS. 1.1. Visión general del desarrollo evolutivo. 1.2. Características básicas del desarrollo evolutivo del alumnado de Educación Primaria. 2. ASPECTOS COGNITIVOS, MOTRICES, AFECTIVOS Y SOCIALES. 2.1. Aspectos cognitivos. 2.2. Aspectos motrices. 2.3. Aspectos afectivos y sociales. 2.4. Desarrollo moral. 3. IMPLICACIONES EN EL DESARROLLO DEL PROCESO EDUCATIVO Y DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE. 3.1. Contribución a la adquisición de las competencias claves para el aprendizaje. 3.2. Implicaciones en la ordenación de las distintas etapas. 3.3. Implicaciones en los elementos curriculares. 4. CONCLUSIONES. 5. BIBLIOGRAFÍA. 0. INTRODUCCIÓN E IMPORTANCIA DEL TEMA. En las sociedades contemporáneas el papel que desempeña la educación está en pleno auge, puesto que se trata de un elemento con gran relevancia. Dicha importancia radica principalmente en el hecho de que la educación favorece la mejora y el avance de las personas y, consecuentemente, de las sociedades en su conjunto. Éste progreso no solo se consigue a través de los conocimientos teóricos, sino a través de una educación que enriquezca la cultura, los valores y todo aquello que nos caracteriza como seres humanos. Partiendo de esa base, entendemos que la educación ha de favorecer el desarrollo de personas plenamente capaces y competentes para integrarse de manera activa en la sociedad. Por este motivo, hemos de acudir al artículo 16 de la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), en el que se establece la finalidad de la Educación Primaria. Ésta consiste en facilitar a los alumnos y alumnas los aprendizajes de la expresión y comprensión oral, la lectura, la escritura, el cálculo, la adquisición de nociones básicas de la cultura, el hábito de convivencia así como los de estudio y trabajo, el sentido artístico, la creatividad y la afectividad, con el fin de garantizar una formación integral que contribuya al pleno desarrollo de la personalidad de los alumnos y alumnas, y de prepararlos para cursar con aprovechamiento la Educación Secundaria Obligatoria. Así mismo, en el informe Delors se establecen cuatro pilares básicos de la educación para lograr el desarrollo integral de la personalidad del alumnado; éstos responden a: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender a ser. Por todo ello, para poder ajustar nuestra práctica docente a las necesidades reales de nuestros alumnos, se hace necesario remitirse a la psicología evolutiva en busca de información sobre las regularidades que se producen en el desarrollo evolutivo durante las diferentes etapas. Solo así podremos actuar con éxito en el terreno educativo, de manera que podamos establecer una orientación curricular verdaderamente promotora del desarrollo. Es importante conocer su desarrollo y crecimiento, las etapas de su evolución, sus circunstancias peculiares, sus necesidades concretas, las condiciones que influyen favoreciendo o retrasando dicho desarrollo y evolución. Este conocimiento del niño/a es imprescindible para actuar con éxito en el terreno educativo y para establecer una orientación curricular verdaderamente promotora del desarrollo. IMPORTANCIA DEL TEMA: La importancia del tema radica en la receptividad del niño y de la niña hacia el aprendizaje, en la fundamentación de la acción docente, según las características evolutiva y en su contribución para alcanzar los objetivos de la Educación Primaria formulada en la LOMCE (Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la Mejora de la Calidad Educativa). Pero, en esta tesitura, ¿realmente es tan importante que el maestro/a conozca a sus alumnos y su desarrollo psico-evolutivo? ¿Qué aspectos evolutivos van a ser más importantes? Si el maestro conoce y tiene en cuenta dichos aspectos, ¿favorecerá los procesos de enseñanza-aprendizaje? A estas y otras cuestiones, daremos respuesta en los subsiguientes apartados. 1. CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DEL DESARROLLO PSICO-EVOLUTIVO DE LOS NIÑOS Y NIÑAS DE LOS SEIS A LOS DOCE AÑOS. 1.1. Visión general del desarrollo evolutivo. Los docentes, con el fin de favorecer y potenciar el desarrollo de las capacidades expuestas en los objetivos generales de la Etapa de Educación Primaria, debemos poseer una buena formación relacionada con la Psicología Evolutiva. De ahí, que en primer lugar sea necesario aclarar qué entendemos por “desarrollo”. Según señala Palacios (2004), entre otros, el desarrollo es un proceso de cambio y transformación del ser humano como producto de la herencia y del ambiente; por lo que interaccionan tanto los factores genéticos como los ambientales. Si bien, existe una arraigada polémica entre quienes achacan el cambio evolutivo a factores madurativos (conocidos como innatistas o genetistas) y quienes se lo atribuyen a los factores ambientales (conocidos como ambientalistas o socioculturales). A pesar de ello, hoy día la polémica se plantea desde una perspectiva más integradora, a través de la cual se defiende que el sujeto se desarrolla gracias a la interacción de ambos factores (interaccionismo). De cualquier modo, hemos de acudir a la Ley Orgánica 8/ 2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad Educativa (LOMCE), así como a los principios metodológicos de la Etapa de Educación Primaria establecidos en el Real Decreto 126/ 2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria para vislumbrar que nuestra práctica docente se fundamenta en el paradigma cognitivo- contextual, derivado del enfoque constructivista de Piaget y Vigotsky, del enfoque cognitivo de Bruner y Ausubel, así como del enfoque ecológico erigido por Bronfenbrenner. Estos autores entienden el desarrollo como una serie de etapas que el niño ha de ir superando para configurar su comprensión del mundo concreta, por lo que los cambios se suceden y dependen unos de otros. Por ejemplo: para aprender a escribir, antes debemos coger bien el lápiz y poseer una buena coordinación óculo-manual. Por tanto, partiendo de estas reflexiones, ¿Qué aspectos del desarrollo debemos tener en cuenta para que nuestra labor profesional se ajuste a las características y necesidades del alumnado? 1.2. Características básicas del desarrollo evolutivo del alumnado de Educación Primaria. Según venimos diciendo, el conocimiento de los factores que condicionan y desarrollan la personalidad de los niños de seis a doce años es esencial para los profesionales que van a estar en contacto con el mundo de la Educación Primaria. Por esta razón, hemos de saber que el lenguaje juega un papel fundamental en este proceso, ya que es el instrumento a través del cual los alumnos conseguirán avanzar en las distintas áreas de conocimiento. Así pues, al llegar a la etapa de Educación Primaria el niño/a posee un dominio de las estructuras sintácticas, de los fonemas de la lengua materna y un aceptable conocimiento del léxico; por lo que le sirve de apoyo al desarrollo cognitivo. De esta manera, es capaz de expresar pensamientos, sentimientos, deseos, así como de regular su propia conducta y de realizar una representación propia del mundo. Así mismo, adquiere mayor dominio a nivel motor, tanto para desplazarse por el espacio como para manipular diferentes objetos con mayor precisión. Todo ello aunado lleva al niño/a a lograr cierta capacidad de abstracción, pudiendo así apreciar y diferenciar las cualidades de los objetos y los fenómenos. En palabras de Piaget, el alumno se encuentra en el estadio de operaciones concretas (de los 6 a los 11 años) por lo que progresivamente es capaz de explicar los acontecimientos de manera más objetiva. Estos progresos desembocan en una mayor comunicación e interacción social, por lo que las relaciones entre iguales cobran gran importancia, relegando progresivamente la influencia de los adultos a un segundo plano. Gracias a estas interacciones se nutre el sistema de valores y creencias personal, por lo que el niño/a comienza a construir y desarrollar determinada moral, a través de la cual conducirá su propio comportamiento. Finalmente, todo ello converge en la cimentación del autoconcepto y de la autoestima, con gran potencial a nivel educativo, puesto que permite múltiples posibilidades de intervención y desarrollo. 2. ASPECTOS COGNITIVOS, MOTRICES, AFECTIVOS Y SOCIALES. Tal y como venimos argumentando, el conocimiento del desarrollo evolutivo de los niños posee gran importancia para los docentes. Por ello, a continuación haremos hincapié en los aspectos más relevantes del desarrollo comprendido entre los seis y los doce años. 2.1. Aspectos cognitivos. Una vez el niño/a ha superado el egocentrismo intelectual característicos de las primeras etapas (Piaget, 1972), gracias a la maduración de las estructuras cerebrales así como al creciente dominio de la lengua, se logra una representación mental más objetiva de la realidad. Por esta razón, podemos determinar que la característica definitoria de esta etapa, es que el dominio cognitivo queda enmarcado dentro del período de las operaciones concretas. Esto quiere decir que el niño o la niña tienen la capacidad de ordenar mentalmente, hacia delante y hacia atrás, en el espacio y el tiempo, una serie de acontecimientos basados en la propia experiencia, gracias a la capacidad de reversibilidad operatoria. Así pues, en esta etapa el pensamiento evoluciona, es más activo, más veloz y más elástico. A estos efectos, Pulaski (1975) propone un ejemplo muy representativo: un niño que se encuentra en el estadio preoperacional (de dos a seis años) pierde un juguete y lo busca en todas las habitaciones en las que ha estado; mientras que un niño que se encuentra en el estadio de las operaciones concretas (y por lo tanto, razona de forma operatoria lógico-concreta) puede sentarse a pensar en los lugares donde ha estado y deducir de manera lógica dónde puede habérselo dejado. Una vez aclaradas estas cuestiones, pasaremos a analizar el desarrollo cognitivo del alumnado en base a los tres niveles en los que se agrupan los seis cursos de la Educación Primaria en Andalucía, tal y como establece el. Decreto 97/2015, de 3 de mayo, por el que se establece la ordenación y el currículo de la Educación Primaria en la Comunidad Autónoma de Andalucía. * Primer nivel (6-8 años): Al comenzar esta etapa el pensamiento tiende a ser global e intuitivo, de manera que presenta ciertas dificultades para pensar en ausencia de los objetos. Por esta razón, en ocasiones aún persiste el pensamiento fantástico. Así mismo, no podemos hablar aún de reversibilidad completa, sino más bien de una semirreversibilidad operatoria. Este paso progresivo hacia el pensamiento lógico podemos vislumbrarlo en nuevos intereses relacionados con facetas del mundo objetivo (como los animales, las plantas, etc.), así como en el afianzamiento de actitudes tales como curiosidad intelectual o la comprensión de la necesidad de observar y controlar determinados aspectos de la realidad, entre otros. * Segundo nivel (8-10 años): A lo largo de este período se consolida el pensamiento lógico-concreto, aunque la comprensión todavía depende de experiencias concretas que incluyan hechos y objetos específicos. Por su parte, el pensamiento se vuelve más flexible, de modo que ya podemos hablar de reversibilidad completa y de superación del pensamiento mágico. Así pues, las explicaciones de la realidad se vuelven más racionales y la memoria se desarrolla ampliamente permitiendo una mayor retención de datos. * Tercer nivel (10-12 años): En esta última fase de la Educación Primaria se consolida el pensamiento lógico-concreto, por lo que el niño/a actúa de forma más segura y ágil. Así mismo, se desarrolla ampliamente la capacidad de reflexión, así como la capacidad de análisis y síntesis. Esto permite la transición hacia el pensamiento abstracto y hacia la lógica formal, pudiendo pensar más allá de la realidad explícita. 2.2. Aspectos motrices. A lo largo de esta etapa, los cambios físicos son más lentos y estables que en años precedentes. No obstante, no todos los niños y niñas maduran con la misma rapidez; puesto que en dicho proceso intervienen de forma conjunta tanto el nivel de actividad física, como la alimentación, entre otros. En primer lugar, en esta fase resulta de especial interés apuntar que la psicomotricidad gruesa ya está completamente desarrollada, mientras que la fina no se desarrolla al completo hasta la adolescencia. En segundo lugar, el máximo objetivo al que aspira el desarrollo motor en estas edades es la necesidad de controlar el propio cuerpo hasta ser capaz de exprimir de él todas las posibilidades de acción y expresión que le sean posibles a cada individuo. Así pues, en torno a los diez o doce años se alcanza la maduración total del sistema nervioso, se adquiere mayor rapidez y precisión en las acciones, se diferencia perfectamente cada uno de los segmentos corporales; por lo que en definitiva, se adquiere el esquema corporal. Así mismo, se toma conciencia postural estando tanto en reposo como en movimiento, y se valoran tanto las posibilidades como las limitaciones del propio cuerpo. Gracias a ello, se logra una mayor estructuración del esquema corporal y se continúa con la organización espacio-temporal. Si bien, hacia el final de la etapa se entra en cierta inestabilidad, puesto que comienzan los cambios hormonales y los procesos característicos de la adolescencia. 2.3. Aspectos afectivos y sociales. En este período comprendido entre los seis y doce años de edad se da un doble proceso: mientras que por un lado el niño tiende a buscar la independencia del adulto, por otro se enfatiza la dependencia social, que encuentra su máxima expresión en el grupo de iguales. Por lo que respecta a los aspectos afectivos, cabe decir que las figuras más representativas en la vida del niño continúan siendo tanto los progenitores, como los hermanos, profesores o compañeros. Si bien, se van reafirmando y cobrando cada vez más importancia las relaciones entre iguales en el plano social. Estas relaciones se establecen fundamentalmente a través del juego, el cual posee un carácter estrictamente reglado, lo que les permite solventar los conflictos de manera autónoma. Todo ello, contribuye de manera decisiva al desarrollo del autoconcepto y la autoestima, así como al conocimiento de las destrezas sociales; que jugarán un papel muy relevante en el período de la adolescencia. 2.4. Desarrollo moral. Por último, pero no menos importante, hablaremos brevemente del desarrollo moral de los alumnos en esta etapa, puesto que está en estrecha relación con los aspectos afectivos y sociales. Por ello, cabe señalar que los niños y las niñas evolucionan de la heteronimia moral (cuyo origen se encuentra en las normas provenientes de los adultos) hacia la autonomía moral y de acuerdo social. Así pues, las normas dejan de ser válidas por el mero hecho de haber sido impuestas por una autoridad externa, y comienzan a hacerse valer si han sido establecidas gracias al acuerdo de todos los implicados en las mismas. Así mismo, se supera el egocentrismo y se desarrolla la empatía, el respeto mutuo y el sentimiento de justicia. Si bien, a lo largo de estos apartados hemos otorgado especial importancia al conocimiento de los aspectos relacionados con el desarrollo infantil, pero, ¿este desarrollo condiciona de algún modo la acción educativa que ha de desarrollar el profesorado? Para dar respuesta a esta cuestión desarrollaremos el último epígrafe del tema. 3. IMPLICACIONES EN EL DESARROLLO DEL PROCESO EDUCATIVO Y DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE. Tradicionalmente la escuela ha priorizado los saberes académicos y racionales, en detrimento de aquellas áreas que contribuyen a fortalecer los aspectos más subjetivos e intrínsecos de las personas. Así pues, para tratar de paliar esta situación, es necesario que los docentes conozcan a la perfección el desarrollo del alumnado, de manera que se trabaje en pos de una educación integral, para potenciar el mayor grado posible de autonomía intelectual, social y moral. Así pues, en primer lugar, atendiendo a las características cognitivas de los alumnos de Educación Primaria, nos planteamos la siguiente cuestión: ¿Qué aspectos debemos tener en cuenta en nuestra intervención educativa? Para dar respuesta a esta cuestión acudimos a las Orientaciones metodológicas establecidas en el REAL DECRETO 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria; de donde extraemos que la educación ha de ser personalizada, por lo que ha de respetar el nivel de desarrollo del alumno así como su ritmo de aprendizaje. Así mismo, se ha de fomentar el interés, la responsabilidad y el esfuerzo por el trabajo bien realizado, a través de aprendizajes significativos y funcionales que desarrollen en el alumno habilidades y estrategias que le preparen para seguir aprendiendo por si mismo, como parte del principio de aprendizaje a lo largo de la vida. Por otra parte, se recogen diferentes orientaciones encaminadas a fomentar las actividades integradas que favorezcan la consecución de varias competencias al mismo tiempo, así como a incentivar el uso de agrupamientos flexibles que promuevan aprendizajes cooperativos. En segundo lugar, por lo que respecta a las características motoras, la intervención educativa de los docentes ha de tener en cuenta aspectos tales como el fomento de la autonomía y el control del propio cuerpo a través del conocimiento y perfeccionamiento de las habilidades motrices. Así mismo, ha de promover la consolidación de la dominancia lateral con el objetivo de evitar dificultades vinculadas al aprendizaje de la lectoescritura. Finalmente, se han de fomentar unos hábitos de vida saludables que incluyan el deporte, la higiene y el cuidado corporal, así como la salud. En tercer lugar, tal y como comentábamos anteriormente, y en base a las características afectivas y sociales, nuestra intervención educativa ha de promover el trabajo cooperativo entre todos los alumnos. Para ello, podemos servirnos de las agrupaciones flexibles, de la distribución de tareas y responsabilidades en el seno del grupo, de la realización de debates colectivos, etc. Con el fin de crear en el aula un clima de aceptación, de ayuda mutua y de seguridad. En definitiva, se trata de partir de los conocimientos previos de los alumnos, de atender a la diversidad para cada niño/a alcancen el máximo desarrollo de sus posibilidades y de fomentar la motivación a través de aprendizajes significativos y contextualizados. Así pues, hemos de organizar nuestra práctica educativa en base a estas consideraciones para contribuir a la consecución de las competencias clave por parte de todo el alumnado. 3.1. Contribución a la adquisición de las competencias claves para el aprendizaje. Tal y como venimos diciendo, la finalidad de los docentes ha de ser la promoción del desarrollo pleno e integral de todos los alumnos/as, para lo cual se ha de trabajar en pos de la adquisición de todas las competencias clave establecidas por la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la Mejora de la calidad educativa (LOMCE) en el Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria. Tal y como en éste se establecen, las competencias son las capacidades para aplicar de forma integrada los contenidos propios de cada enseñanza y etapa educativa, con el fin de lograr la realización adecuada de actividades y la resolución eficaz de problemas complejos. Éstas son: 1. Comunicación lingüística. 2. Competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología. 3. Competencia digital. 4. Aprender a aprender. 5. Competencias sociales y cívicas. 6. Sentido de iniciativa y espíritu emprendedor. 7. Conciencia y expresiones culturales. Por ello, para contribuir a su adquisición, a continuación proponemos una serie de estrategias: En primer lugar, por lo que respecta a la Programación, trataremos de enunciar los objetivos en términos de capacidades que los alumnos han de desarrollar para alcanzar cada una de las competencias. Así mismo, se seleccionarán los contenidos y las actividades que sean cotidianas en la vida del alumno/a, que estén contextualizadas y sean integradoras, de manera que las puedan resolver a través de la reflexión, la crítica, el razonamiento lógico y la creatividad. En segundo, y último lugar, en cuanto al proceso de enseñanzaaprendizaje, trataremos de organizar el conocimiento de manera flexible y significativa, con el fin de favorecer el desarrollo integral de todo el alumnado. De igual manera, se hará hincapié en el trabajo de diferentes habilidades y actitudes tales como la capacidad de observación, la indagación, la aplicación práctica, etc. Si bien, se procederá a su evaluación teniendo en cuenta que ésta ha de ser continua, formativa y personalizada, de manera que se puedan ajustar los diferentes procesos de E-A al logro de los objetivos propuestos. 3.2. IMPLICACIONES EN LA ORDENACIÓN DE LAS DISTINTAS ETAPAS El sistema educativo se organiza en etapas, grados, cursos y niveles de enseñanza de forma que asegure la transición entre los mismos, y en su caso, dentro de cada uno de ellos. Las enseñanzas que ofrece el sistema educativo son las siguientes: - Educación Infantil ------------------- 3- 6 años. Educación Primaria------------------ 6- 12 años. ESO Bachillerato. Formación Profesional. Enseñanza Universitaria. Educación de personas adultas Además de las enseñanzas de idiomas, artísticas y deportivas. Sin duda, esta distribución no es caprichosa, los tramos de edad se corresponden con los del desarrollo. Una organización del sistema educativo que no tuviera en cuenta las características de los usuarios sería imposible. Por otra parte, la ordenación de las etapas educativas en ciclos puede ser considerada como una respuesta educativa adaptada a las características del desarrollo del alumnado. El DECRETO 126/2014 de 28 de febrero establece: “La Educación Primaria comprende 6 cursos y cada uno de ellos se organiza en áreas con un carácter global e integrador” La atención a la diversidad del alumnado se debe considerar como un principio entendiendo que de este modo se garantiza el desarrollo de todos ellos a la vez que una atención personalizada en función de las necesidades de cada uno de ellos. 3.3 IMPLICACIONES EN LOS ELEMENTOS CURRICULARES. A) IMPLICACIONES EN LOS OBJETIVOS GENERALES. La LOMCE identifica los objetivos de la Educación Primaria y la Orden 17 de marzo de 2015, por la que se desarrolla el currículo correspondiente a la Educación Primaria en Andalucía recoge los objetivos propios del currículo de Andalucía. Todos ellos, expresan el tipo de desarrollo al que hay que dirigir la acción educadora, y tienen en cuenta el desarrollo evolutivo del niño/a contribuyendo a que éste sea mejorable. Haciendo un análisis de los objetivos desde el punto de vista de los aspectos del desarrollo, hemos de tener en consideración que no hemos de hacer una segmentación de cada uno de ellos en la práctica educativa, puesto que las personas somos un todo. Así por ejemplo, cuando un alumno/a del 1º curso comienza a escribir en su cuaderno, su maestro o maestra no intentará que se cumplan los objetivos sólo del área que toca en ese momento, procurará que adopte una correcta postura al sentarse ( desarrollo motor) que coja bien el lápiz ( desarrollo motor fino), que respete los propios materiales y los sus compañeros/as( desarrollo social) que se encuentre a gusto resolviendo sus problemas o ayudándole ( desarrollo afectivo) y que aprenda aprender ( desarrollo cognitivo). B). IMPLICACIONES EN LOS CONTENIDOS. También en los contenidos apreciamos una selección de conceptos, procedimientos y actitudes acordes con las capacidades del alumnado. C) IMPLICACIONES EN LA METODOLOGÍA. Es otro de los elementos curriculares que desempeña un papel fundamental, donde nos encontramos como principio metodológico básico el partir del desarrollo del alumno / a. Corresponde al Profesorado desarrollan el currículo mediante métodos pedagógicos adecuados a las características de sus alumnos/as. La metodología se pone de manifiesto en los principios didácticos de actividad y de cooperación. En la actualidad, considero que en la metodología, se ha de tener presente el uso de las TIC en el aula, como un medio o recurso para crear ambientes de aprendizaje enriquecidos por las múltiples alternativas pedagógicas que propician a partir de sus enormes posibilidades didácticas y educativas. D) IMPLICACIONES EN LA EVALUACIÓN. En esta etapa será continua, formativa y personalizada, de tal forma, que permita ajustar los procesos de E-A al logro de los objetivos por parte de los alumnos/as. Se ha de considerar las diferencias evolutivas existentes entre unos y otros. La evaluación ha de permitir al Profesorado mejorar la práctica educativa y se establece en la Orden 4 de noviembre de 2015, por la que se establece la ordenación de la evaluación del proceso de Aprendizaje del alumnado de Educación Primaria. Los criterios de evaluación, en el caso de Primaria, muestran vías hacia las cuales, debe encaminarse el desarrollo que deseamos potenciar. Para finalizar concluyo con una serie de ideas a modo de: 4. CONCLUSIONES. Para finalizar el tema, diremos que hemos tratado de ofrecer en todo momento una visión global del desarrollo psico-evolutivo de los niños/as que atraviesan la etapa de Educación Primaria (de los seis a los doce años), gracias al análisis de sus características cognitivas, motrices, sociales y afectivas. Así pues, conocer la personalidad y el desarrollo de los alumnos/as es de gran utilidad para el docente, puesto que de esta manera puede organizar su enseñanza de manera eficaz y personalizada, contribuyendo a facilitar el proceso de E-A, y propiciando un desarrollo integral de todo el alumnado sin excepción; ya que cuanto más lejos lleguen ellos, más lo haremos nosotros. Tal y como señala Dewey (citado en Poole, 1999): De qué sirve adquirir cantidades prescritas de información (…), o adquirir la capacidad de leer y escribir, si en el camino el individuo extravía su alma, si pierde su deseo de poner en práctica lo aprendido y, sobre todo, pierde la capacidad de extraer el sentido de sus experiencias futuras conforme sucedan. 5. BIBLIOGRAFÍA. Para la preparación de este tema hemos consultado una fuente normativa: - LOMCE (Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa). - LOE (Ley Orgánica, de 3 de mayo, de Educación). Decreto 97/ 2015, de 3 de marzo, por el que se establece la ordenación y el currículo de la Educación Primaria en la comunidad autónoma de Andalucía. REAL DECRETO 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria. Decreto 97/2015, de 3 de mayo, por el que se establece la ordenación y el currículo de la Educación Primaria en la Comunidad Autónoma de Andalucía. Orden 17 de marzo de 2015, por la que se desarrolla el currículo correspondiente a la Educación Primaria en Andalucía. Orden 4 de noviembre de 2015, por la que se establece la ordenación de la evaluación del proceso de Aprendizaje del alumnado de Educación Primaria. INSTRUCCIONES 4/2016, de 16 de mayo, de la Dirección General de Ordenación Educativa, para la realización de la evaluación final individualizada de Educación Primaria en el curso 2015/16. ORDEN ECI/1845/2007, de 19 de junio, por la que se establecen los elementos de los documentos básicos de evaluación de la educación básica regulada por la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, así como los requisitos formales derivados del proceso de evaluación que son precisos para garantizar la movilidad del alumnado. (BOE 22-6-2007) - - Real Decreto 1058/2015, de 20 de noviembre, por el que se regulan las características generales de las pruebas de la evaluación final de Educación Primaria establecida en la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. (BOE núm. 285, de 28 de noviembre de 2015). - Orden de 4 de noviembre de 2015, por la que se establece la ordenación de la evaluación del proceso de aprendizaje del alumnado de Educación Primaria en la Comunidad Autónoma de Andalucía. La siguiente bibliografía: - Vigostky, L.S. (1979). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Barcelona: crítica. Brunner, J. (1991). Desarrollo cognitivo y educación. España. 1998. Ausubel, D. (1980) Psicología educacional. Interamericana. - Palacios (1990): “Desarrollo Psicológico y educación” editorial Alianza, Madrid. Piaget, J.E Inhelder, B (1975): “Psicología del niño” editorial Morata. Madrid. Escamilla, A, Lagares A.R y Gª Fraile (2006) : La LOE: Perspectiva pedagógica e histórica. Glosario de términos esenciales. Editorial Grao. Barcelona. Delors, J. (1996). Los cuatro pilares de la educación en La educación encierra un tesoro. Informe de la UNESCO de la Comisión internacional sobre educación para el siglo XXI. Madrid: Santillana. Diversos temarios para la preparación de oposiciones al cuerpo de maestros en la especialidad de Educación Primaria: Educalia, Magister, Mad, Cede. Y han sido consultadas las siguientes páginas webgrafías: www. Profes. Net www. Educaret. Net. www. Aula 21.net. www.maestros de primaria.com. El portal educativo de la Junta de Andalucía Averroes.