Subido por pmabry0

Eidelsztein El psicoanálisis por venir 8

Anuncio
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
El psicoanálisis por venir
Clase Nº 8
Alfredo Eidelsztein: vamos a retomar la propuesta de este curso, que es la de
un psicoanálisis por venir. En general es una perspectiva poco frecuente en
psicoanálisis, puesto que se plantea muy poco el porvenir del psicoanálisis que
no sea en términos de problemas de mercado, es decir, la presencia o no del
psicoanálisis en la universidad, en los hospitales, en las prepagas, etc. No se
plantea tanto el problema del psicoanálisis en relación a lo nuevo pero sí se
hace hincapié en una tópica en la que el psicoanálisis regularmente –y cada
vez más- tiende a desarrollar y es sobre la novedad del síntoma, las nuevas
estructuras psicopatológicas, los nuevos problemas en el amor, etc., pero no en
cuanto a lo que podría ser descripto como lo nuevo proveniente de la sociedad
o un nuevo tipo de malestar, sino con cómo se posiciona el psicoanálisis
respecto de lo nuevo.
Y en relación a eso ya hay todo un desarrollo que habitualmente se lo toma
como un problema vinculado a ciertos sucesos históricos peculiares –y no
como un problema frente a lo nuevo- y es la posición que asumió Lacan frente
al movimiento psicoanalítico de su época, en torno a la década del ’50 y en
relación a la novedad del psicoanálisis porque, por primera vez, un autor al
menos de los conocidos, de envergadura, plantea que hay un retroceso en las
formulaciones del psicoanálisis.
Si Winnicott, Bion, A. Freud, M. Klein, son autores reconocidos por nosotros,
lo son en la medida en que realizaron aportes al psicoanálisis. Y esos aportes
al psicoanálisis fueron considerados como desarrollos: tomaron ciertos
conceptos freudianos y les dieron mayor alcance.
Con Lacan, por primera vez, tenemos otra forma de encarar el problema y es
que Lacan, en torno a 1950, hizo el aporte de un paradigma nuevo en
psicoanálisis, de la misma envergadura o mayor todavía que los de A. Freud y
M. Klein pero, a su vez, hizo un diagnóstico y es que lo nuevo que habría
aportado Freud se había perdido en el transcurso de los años en los que los
Edición: Mariana Gomila
1
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
seguidores de Freud se hicieron cargo del porvenir del psicoanálisis. Es eso lo
que le permitió a Lacan producir una nueva concepción de “posfreudianos”.
Hasta Lacan, obviamente, todos los autores que siguen a un autor después
de su fallecimiento se llaman “post”, por ejemplo, “post-marxistas”, “posthegelianos”, “post-freudianos”, etc. Desde Lacan, aparece una nueva
designación para el problema de los posfreudianos y es que había sucedido
algo entre los aportes novedosos realizados por Freud y cómo habían sido
operados, concebidos, leídos y desarrollados por sus seguidores.
La propuesta que ya presenté con abundante cantidad de citas de Lacan
para entender este problema, radica en que, para él, lo nuevo entra en
dialéctica con algo –es decir, no hay lo nuevo en relación a nada- hay lo nuevo
en relación a algo. Ese algo respecto de lo nuevo, podríamos llamarlo
“prejuicios”. Prejuicios en el sentido de que se sostienen ciertas concepciones,
cierto saber, ciertos juicios sin el debido análisis. Con lo cual, habitualmente, lo
nuevo, especialmente en ciencias humanas, pasa por cuando algo que se
afirma es cuestionado. Lo nuevo habitualmente pasa por el cuestionamiento de
ciertos juicios. Si ese cuestionamiento se lo realiza por primera vez, los juicios
anteriores a dicho cuestionamiento pueden ser llamados prejuicios. Y Lacan
plantea que el problema en el movimiento psicoanalítico es que lo nuevo
aportado por Freud fue fagocitado, digerido por los prejuicios respecto de los
cuales eso que dijo Freud podría haber sido planteado como nuevo, quiere
decir que los seguidores de Freud no deformaron el psicoanálisis por la
orientación que le dieron, sino que lo volvieron al statu quo ante, es decir, al
estado anterior. Terminaron sosteniendo que lo que Freud había afirmado era lo
mismo que se sostenía antes de Freud.
La propuesta de este trabajo, que estamos haciendo conjuntamente, es
incluir, para analizar en la misma problemática, si no habrá sucedido lo mismo
con los lacanianos, a los que a partir de esta lógica podríamos llamar
“poslacanianos” pero no en el sentido de los autores que, luego del
fallecimiento de Lacan, se hicieron cargo de sostener su teoría y su práctica,
sino en el sentido de que quizás haya sucedido lo mismo que diagnosticó
Lacan con los posfreudianos: si la novedad que aportó Lacan, que fue una
novedad respecto de algo, no se habrá perdido en relación justamente a ese
algo.
Edición: Mariana Gomila
2
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
Para la reunión de hoy, y en función de cómo podré ir encarando y
abordando estas problemáticas, preparé el siguiente recorrido: primero una
última vuelta para este año sobre la cuestión de la crítica del saber o la
concepciones sobre el saber -o lo que podría ser designado como lo que se
llama ciencia en Occidente- y en tal sentido quería proponerles una revisión
mínima de un texto muy interesante de Karl Popper que se llama La miseria del
historicismo. Es de la sección de filosofía de editorial Alianza. Popper designa
“historicismo” tanto al movimiento nazi como al movimiento marxista, porque
ambos se plantearon que había una forma científica de prever, calcular y
producir el futuro. Con lo cual, ya estamos de alguna manera en el mismo
problema. Vamos a utilizar este texto de Popper para atacar un prejuicio sobre
la ciencia.
Traje un ejemplar de la “Revista de terapia cognitivo-conductual” 1 de la cual
se reparten, en forma gratuita, 15000 ejemplares. En su tapa hay un escalador,
una persona con equipo de escalar, trepándose a un cerebro. La reparten en la
puerta de esta facultad, sus autores son psicólogos y discuten con los
psicoanalistas. La revista es publicada por el Centro de terapia cognitivoconductual y ciencias del comportamiento (CETECIC) y, según dicen ellos
mismos, se trata de una revista de divulgación científica. A su vez, la
Asociación Argentina de Ciencias del Comportamiento es miembro de la
International Union of Psychological Science (I.U.Psy.S). Como se ve, emplean
la palabra “ciencia” todo el tiempo. Discuten permanentemente con el
psicoanálisis y rebaten los argumentos que esgrimen los psicoanalistas contra
ellos. En un apartado de la página 3, aparece el título “¿Un tratamiento
superficial?”, porque todos los psicoanalistas dicen que las terapias cognitivoconductuales son superficiales. Discuten ese argumento y al final dicen:
¿Por qué eso es menos “superficial”? Acaso, ¿alguien ha mostrado de manera
fehaciente que una tal gimnasia mental [el psicoanálisis] lleva a una mejoría en la
salud de las personas, a la remisión de la psicopatología o a cualquier otro
incremento de la calidad de vida? Definitivamente, no existen tales investigaciones
empíricas.2
1
Revista de terapia cognitivo-conductual. Año IX, Nº 17. Agosto-Septiembre 2009.
CETECIC.
2
Op. cit. p. 4.
Edición: Mariana Gomila
3
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
y en eso, ellos hallan el punto de consolidación de sus argumentos: que en
psicoanálisis hay ausencia de investigaciones empíricas. Quisiera que
reflexionáramos sobre el valor de las investigaciones empíricas porque,
efectivamente hay un prejuicio que dice que sólo es ciencia aquello que se
sostiene en investigaciones de base empírica. Utilizaremos a Popper por ser un
autor que bien conocido en ámbitos universitarios y porque justamente él dice
que la contrastación de las teorías científicas, para su validación, surge de las
pruebas. Es decir que son las pruebas, los tests, los experimentos, los que
contrastarían la validez científica de las teorías, es decir, lo que las hace
científicas. Con lo cual, en un análisis basado en el prejuicio, podría pensarse
que Popper es un autor que sostiene lo mismo que esta Asociación de terapia
cognitivo-conductual: que el psicoanálisis no sería científico porque le faltarían
las pruebas de experimentación empírica. La forma en que el psicoanálisis
responde frente a esto me parece muy peligrosa. Porque la forma de responder
de los psicoanalistas está avalada por el mismo prejuicio, ya que los
psicoanalistas dirían que, efectivamente, carecemos de pruebas empíricas
porque el psicoanálisis no es una ciencia (y agregarían que eso es lo que dice
Lacan). Mi impresión es que esa respuesta es peligrosísima y que mucha de la
mercadotecnia del psicoanálisis está mal planteada si no se revisa esa
argumentación. El costo de esa respuesta, en Buenos Aires hoy, podría ser
relativo, pero en el resto del mundo es máximo: conceder que el psicoanálisis
no es una ciencia, así, sin siquiera analizar el problema, ha llevado a su
desaparición en casi todas las grandes capitales del mundo, excepto en
Buenos Aires.
Podría ser que el futuro del psicoanálisis esté fuertemente hipotecado por
esta irresponsabilidad que tenemos los psicoanalistas de decir –sin revisar el
prejuicio- qué es una ciencia y por qué los psicólogos de las terapias
conductuales sí serían científicos. No discutimos que sean científicos, ellos se
presentan como una sociedad científica y hacen alarde de ello, porque ¿para
qué haría falta decir que esa revista de distribución gratuita es de divulgación
científica? ¿Por qué lo dicen? Por mercadotecnia. Mientras el psicoanálisis dice
no ser científico, ellos se presentan como que lo son. Lo que nosotros dejamos
regalado, los otros lo toman para su propio provecho.
Edición: Mariana Gomila
4
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
Vamos a trabajar un poco con Popper en textos muy interesantes de la
misma época de la conferencia de Freud “Acerca de una cosmovisión”.
Veremos que, aún con las propuestas de Popper, impera el prejuicio sobre qué
es ciencia. El prejuicio sobre qué es la ciencia –es decir, lo experimental que
lleva a la experiencia- se apoya a su vez en otros prejuicios y vamos a ver que
el principal prejuicio psicoanalítico –según mi criterio- en torno a este problema
es la concepción de cuerpo en psicoanálisis.
Para eso trabajaremos el libro Una historia del cuerpo en la Edad Media 3 de
Jacques Le Goff y Nicolas Truong. También trabajaremos, de Marcel Mauss, el
artículo “Las técnicas del cuerpo”, que está publicado en Sociología y
antropología,4 libro que se encuentra agotado. Los que lean en francés pueden
bajarlo de internet, son 30 páginas y se llama “Les techniques du corps”. 5 Es un
texto fundamental para la concepción del cuerpo y el diagnóstico del prejuicio.
Prejuicio que sigue existiendo a pesar de Le Goff, Marcel Mauss y Claude LéviStrauss, autor que también vamos a trabajar. El texto de Mauss es la base y la
orientación de muchas concepciones sobre las técnicas de Michel Foucault.
Este texto, si bien no es popular, es fundante de investigaciones que han
adquirido luego trascendencia máxima para las ciencias sociales de los últimos
50 años.
Vamos a trabajar también una serie extensa de citas de Lacan sobre Marcel
Mauss. En la próxima reunión que esté a mi cargo trabajaremos el libro de
Emilio de Ípola que se llama Althusser, el infinito adiós, de editorial Siglo
Veintiuno. De Ípola es un prestigiosísimo filósofo argentino, de una pluma
notable, que se formó en París con Althusser.
El movimiento que haremos será trabajar, en primer lugar, el prejuicio sobre
la ciencia y el prejuicio sobre las concepciones del cuerpo en Occidente. Así
como lo nuevo es respecto de algo, el prejuicio también es respecto de algo.
Tendremos que hacer un estudio de cómo funciona el cuerpo en otras
sociedades para que veamos a qué se refiere el prejuicio diagnosticado por
Mauss, tomado por Le Goff y que Lacan trabajó como represión. Lacan va a
llamar a este prejuicio “una verdadera represión”, es decir, que el cuerpo
3
Le Goff, J. y Truong, N. (2005). Una historia del cuerpo en la Edad Media. Madrid:
Paidós Ibérica.
4
Mauss, M. (1995). Las técnicas del cuerpo. En Sociología y antropología. Madrid:
Tecnos. p. 342.
5
Cf. http://www.scribd.com/doc/16804518/Mauss-Marcel-Les-Techniques-Du-Corps
Edición: Mariana Gomila
5
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
participe esencial y fundamentalmente bajo la forma de técnicas del cuerpo, en
Occidente, según el diagnóstico de Lacan, está reprimido.
Este mismo recorrido es central en la historia de las ideas: Marcel Mauss,
1934, “Las técnicas del cuerpo”; Claude Lévi-Strauss, 1950, “Introducción la
obra de Marcel Mauss”; Jacques Lacan; Louis Althusser; Jacques-Alain Miller;
Alain Badiou; forman un conjunto de autores (algunos fallecidos hace tiempo,
otros recientemente, y otros aún vivos y que producen teoría) que hacen nudo
en cuestiones muy importantes que, en este momento, están muy
abandonadas por nosotros pero que se podría decir así: Marcel Mauss fue un
autor que intentó producir un movimiento que se podría designar como
“Etnología y psicoanálisis”; Claude-Lévi Strauss, intentó producir “Antropología
y psicoanálisis” y Althusser “Marxismo estructuralista y psicoanálisis”. De
hecho, sorprende la cantidad de veces en que esos autores hacen referencia al
psicoanálisis.
Para empezar con Popper, les comento una nota de la actualidad: si revisan
en internet sobre topología lacaniana, no van a encontrar nada mejor que la
página de Carlos Bermejo Mozas, un psiquiatra-psicoanalista de Barcelona.
Francamente, se nota que se ha dedicado extensamente al problema de la
topopología y matematización en psicoanálisis, tiene aportes valiosísimos y es
una referencia para trabajar topología en psicoanálisis. Pero ha publicado en su
página web el siguiente título: “La clínica que se desprende de la experiencia
psicoanalítica. Posibilidades de rigorización y matematización”, 6 de donde se
desprende que también el prejuicio está en él. La clínica que se desprende de
la experiencia analítica, significa justamente que nuestra clínica se desprende
de la experiencia, por lo tanto: tendríamos primero la experiencia, sobre la cual
se construye una clínica y luego, sobre esa clínica, habrá posibilidades de
rigorización y matematización. Se produce exactamente el mismo prejuicio:
primero la experiencia, luego la teoría. Ya trabajamos bastante sobre este
prejuicio en reuniones anteriores y vimos que se trata del inductivismo, de la
teoría inductivista en ciencias, sostenida en la actualidad a nivel epistemológico
únicamente por Mario Bunge. Pero si el autor que más trabaja actualmente
sobre topología lacaniana, sostiene que primero es la experiencia, ¡es como
tener infectado el antivirus!
6
Cf. http://www.carlosbermejo.net/seminario.htm
Edición: Mariana Gomila
6
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
Les propongo que, si no se atacan los prejuicios respecto de los cuales eso
aportado por Lacan es “nuevo”, podríamos seguir creyendo que sostenemos lo
nuevo cuando en realidad habremos hecho una subducción de eso nuevo al
statu quo ante de la discusión. Y esto es inexorable que sea así porque los
prejuicios de los que estamos hablando son prejuicios sociales, culturales, de
Occidente, no son prejuicios psicoanalíticos, lo que lo transforma en algo más
complicado. Porque todos habitamos en un sistema que antiguamente se
hubiera llamado “ideológico”, que sostiene fundamentalmente tres o cuatro
principios, que es el principio fundamental respecto del saber y es que el saber
se obtiene por la experiencia.
Vamos ahora sí a Popper y La miseria del historicismo. Los ex marxistas se
darán cuenta de la filiación de este título, que ironiza un título de Marx que es
La miseria de la filosofía. El mismo Popper escribe en la introducción:
La tesis fundamental de este libro es que la creencia en un destino histórico es
pura superstición y que no puede haber predicción del curso de la historia humana
por métodos científicos o cualquier otra clase de método racional, nace en el
invierno de 1919-1920. Sus líneas generales estaban trazadas en 1935. Fue leído
por primera vez en enero o febrero de 1936 en forma de un ensayo titulado “La
miseria del historicismo”, en una sesión privada en casa de mi amigo Alfred
Browntard, en Bruselas. En esta reunión, un antiguo alumno mío hizo algunas
contribuciones importantes a la discusión. Era Harold Ilferding, quien pronto iba a
ser víctima de la Gestapo y de las supersticiones historicistas del Tercer reich. 7
La época de producción de este texto es la misma en la que Freud escribió
“Acerca de una cosmovisión”, texto que también trabajamos bastante y donde
se ve que Freud concibe que la ciencia procede de la misma manera que lo
hace el individuo particular y que ambos, proceden por inducción: todos
hacemos experiencias a partir de las cuales nos hacemos ideas, sobre esas
ideas emitimos juicios y de esos juicios producimos teorías científicas. Por lo
tanto, no es un problema de tiempos o épocas, no es que Freud era anterior a
la epistemología de Popper, sino que se trata de qué posición se asume
respecto a ciertos problemas. Lo notable de Freud -que sostiene lo contrario de
Popper- es que, habiendo escrito esa conferencia sobre la cosmovisión -que es
7
Popper, K. (2006). La miseria del historicismo. Madrid: Alianza. p. 9.
Edición: Mariana Gomila
7
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
la cosmovisión científica- no haya estudiado el problema. Si se revisa la
bibliografía de esa conferencia, usada y discutida por Freud para producir su
teoría epistemológica, ¿cuáles son los epistemólogos que trabajó Freud para
escribir esa conferencia? Ninguno. Porque Freud ya sabía de qué se trataba,
es decir, tenía un prejuicio. Freud ya sabía cómo aprendía el hombre y ya sabía
cómo se producía la ciencia. Y ya lo sabía porque el orden simbólico en el que
vivió tenía una posición tomada al respecto, que es la misma que la nuestra y
es la misma que sostiene Carlos Bermejo Mozas.
Quizás el único saber que produce esta dimensión sea el de la ciencia. La
ciencia que existe y se desarrolló en Occidente como en ningún otro lugar, vive
acompañada de una “teoría de la ciencia” que es absolutamente popular y que
cree que la ciencia es inductiva. Es una característica de la ciencia: desde que
nació, la ciencia estuvo acompañada de una teoría que dice que la ciencia es
inductiva. Muchas veces, discutiendo estos temas con colegas, me dicen, por
ejemplo, que tienen una prima que es científica –con eso quieren decir que usa
guardapolvo y trabaja con microscopio- y que le han preguntado a la prima
científica y ella les dijo que lo que hace es experimentar, anotar los resultados
de los experimentos y luego sacar conclusiones. Es decir, se supone que se
puede saber qué es ciencia preguntándole a quienes la practican, idea que ya
pertenece al prejuicio, porque ¿quién mejor que quien experimenta te va a
decir sobre aquello que experimenta? Porque “hacer el experimento” te daría
un saber mejor sostenido que el que pueda tener cualquiera que habla de
ciencia pero nunca agarró un microscopio, entonces, ¿cómo va a saber lo que
es ciencia? Por eso siempre el argumento es “yo conozco a alguien que…”; o
decir que conocen a un matemático que dice que Lacan usaba mal las
matemáticas. Se cree que quien “hace” matemáticas es el que mejor puede
decir lo que es la matemática. Se trata del mismo prejuicio con la misma
estructura. Que sea un prejuicio no significa que yo firme y garantice que sea
falso. Digo que lo que no hemos hecho es analizarlo, racionalizarlo, debatirlo,
discutirlo. Y especialmente, lo que no hemos hecho es estudiarlo.
Retomemos Popper:
El hecho de que haya discutido el problema de los experimentos sociales antes de
discutir con algún detenimiento el problema de las leyes o teorías o hipótesis o
Edición: Mariana Gomila
8
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
generalizaciones sociológicas, no significa que yo piense que las observaciones y
experimentos son de una u otra forma anteriores lógicamente a las teorías. Por el
contrario, creo que las teorías son anteriores, tanto a las observaciones como a los
experimentos, en el sentido de que éstos dos sólo tienen valor en relación con
problemas teóricos.8
Sólo se experimenta cuando se tiene un problema teórico, por lo tanto, el
problema teórico es lógicamente anterior al experimento. De hecho, no hay
experimento sin problema teórico. No se va a tener qué experimentar sin una
teoría que diga sobre qué experimentar.
Además hemos de hacernos una pregunta antes de poder esperar que la
observación y el experimento nos ayuden, en la forma que sea, a darnos una
contestación.9
Hemos de hacernos una pregunta, antes. Recordarán que la fórmula de
Lacan del sujeto es que éste adviene a partir de una pregunta. Los
psicoanalistas dicen, por el contrario, que el sujeto adviene por la experiencia y
no por la pregunta.
La ciencia, puede decirse, trabaja en todo momento sobre problemas. No puede
empezar con observaciones o coleccionando datos, como creen algunos
estudiosos del método…10
Vean que, producida la primera teoría sobre epistemología, ya está
diagnosticado el prejuicio: como creen algunos estudiosos del método.
Antes de que podamos recolectar datos, debe despertarse en nosotros un interés
por datos de una cierta clase. El problema siempre viene en primer lugar. A su vez,
el problema puede ser sugerido por necesidades prácticas o por creencias
científicas o pre-científicas que, por una u otra razón parecen necesitar una
revisión.11
A esta pregunta, daré dos respuestas: a) no creo que hagamos nunca
generalizaciones inductivas en el sentido de que empecemos con observaciones e
8
Popper, K. (2006). Op. cit., p. 113.
Popper, K. (2006). Op. cit. p. 138.
10
Ibíd.
11
Ibíd.
9
Edición: Mariana Gomila
9
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
intentemos derivar nuestras teorías de ellas. Creo que el prejuicio de que
procedemos de esta manera es una especie de ilusión óptica y que en ninguna
fase del desarrollo científico empezamos sin algo que tenga la naturaleza de una
teoría.12
Ahora bien, todo esto, creo yo, no es verdad sólo para las ciencias naturales, sino
también para las ciencias sociales. Y en las ciencias sociales es aún más obvio
que en las ciencias naturales, que no podemos ver y observar nuestros objetos
antes de haber pensado sobre ellos.
Esto es parte del método de explicación por medio de la reducción o, dicho de otra
forma, de deducción a partir de hipótesis, el método hipotético-deductivo.
Muy a menudo no nos damos cuenta de que estamos operando con hipótesis o
teorías y, por tanto, confundimos nuestros modelos teóricos con cosas concretas. 13
Este es el diagnóstico de situación del psicoanálisis hoy: cuando cualquiera
dice que “la experiencia es lo que determina la posición del analista”, o que “el
psicoanálisis nace de la experiencia”, la pregunta es ¿cómo lo sabe?
Respuesta: porque se lo han enseñado. Y quien se lo ha enseñado, también lo
sabe porque se lo han enseñado a su vez. El peor problema en psicoanálisis es
que se desconoce que “la experiencia determina la clínica” es una teoría. Y es
increíble que se lo desconozca, puesto que a todo el mundo se lo han
enseñado, es decir, nadie lo dedujo experimentalmente. De hecho, cuando
Freud produce la teoría de la cosmovisión, enseña cómo es el saber, cómo se
aprende. Cuando leyeron “Acerca de una cosmovisión” de Freud, ¿tuvieron la
sensación de que era una barrabasada o de que era magnífico? De que era
magnífico. ¿Por qué resulta magnífico? Por estar tomados en el mismo
prejuicio que Freud. Ese prejuicio es anterior a los desarrollos freudianos.
Ahora pasemos al texto de J. Le Goff, Una historia del cuerpo en la Edad
Media. En su tapa tiene la representación de un Cristo con el pene erecto, el
falo. En muchas representaciones de Cristo se lo hace con el pene erecto,
eventualmente tapado con un manto. Hay un libro dedicado a todas estas
representaciones de Cristo y es de un autor que trabaja sobre Lacan, el libro se
llama Falofanías, que es una expresión lacaniana. Jacques Le Goff murió hace
poco y es considerado uno de los especialistas en Edad Media. Es un autor
12
13
Op. cit. p. 152.
Popper, K. (2006). Op. cit., p. 153.
Edición: Mariana Gomila
10
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
muy importante. Todos los autores con los que vamos a trabajar son de los más
grandes.
¿Por qué el cuerpo en la Edad Media? Porque constituye una de las grandes
lagunas de la historia, un gran olvido del historiador.14
Ahí ya hay algo. Si somos psicoanalistas, si alguien dice “un gran olvido”,
deberíamos pensar si se trata de represión, de desmentida, de algún
mecanismo de defensa o algo resistido allí.
La historia tradicional, en efecto, estaba descarnada. Se interesaba por los
hombres y accesoriamente por las mujeres. Pero casi siempre, sin cuerpo. Como
si la vida de éste se situara fuera del tiempo y del espacio, recluida en la
inmovilidad presumida de la especie.15
Aquí hay un diagnóstico: como si la vida del cuerpo se situara fuera del
tiempo (Medioevo) y fuera del espacio (Europa). Como si pudiese haber un
cuerpo que vive fuera del tiempo y del espacio, como si no requiriese del
tiempo y el espacio, porque la vida se aloja en la inmovilidad mundial de la
especie humana, que se mantiene igual desde Neanderthal. Hay un prejuicio
que se verifica en que no se pregunta cómo es considerado el cuerpo en la
sociedad y en cada época, porque se considera que la vida del cuerpo está
alojada en el concepto de especie.
Era preciso pues, dar cuerpo a la historia y dar una historia al cuerpo.
Efectivamente, el cuerpo tiene una historia. La concepción del cuerpo, su lugar en
la sociedad, su presencia en el imaginario y la realidad, en la vida cotidiana y en
los momentos excepcionales, han cambiado en todas las sociedades históricas. 16
En la disciplina histórica, durante mucho tiempo ha reinado la idea de que el
cuerpo pertenecía a la naturaleza y no a la cultura. Ahora bien, el cuerpo tiene una
historia.17
Habría que preguntarle por qué lo dice en pasado.
14
Le Goff, J. y Truong, N. (). Una historia del cuerpo en la Edad Media. Madrid:
Paidós Ibérica. p. 11.
15
Ibíd.
16
Op. cit., p. 12.
17
Op. cit., p. 18.
Edición: Mariana Gomila
11
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
Sin embargo, hasta que se sumerge en las ciencias sociales, la historia no
concede un lugar a las “aventuras del cuerpo” en las que Bloch recomendaba
comprometerse. En las confluencias de la sociología y la antropología, Marcel
Mauss (1872-1950) fue el primero en interesarse por las “técnicas del cuerpo”. 18
“Técnicas del cuerpo” es el sintagma de Mauss de 1934.
Habrán visto que hay chicos que se visten con zapatillas grandes,
pantalones caídos, mangas largas hasta la mitad de la mano y con una forma
de andar muy particular. Se los veía primero en las películas norteamericanas
de barrios negros, y ahora ya se ven chicos por Buenos Aires que caminan así.
Se considera que se trata de una moda. Pero el análisis se queda en el poco
desarrollo de la idea de “moda”, que es una idea que oculta, ya que se cree
que habría un modo natural de caminar. Es lo que el padre le dice al hijo que
anda como un pandillero neoyorkino: “¡Caminá como la gente, que parecés un
orangután!”, creyendo que es una nueva moda la de caminar así. Es que el hijo
también cree que es una moda. Pero la idea de moda deja sin tocar la idea de
que habría una forma natural de caminar, que ¿cuál sería? La fisiopatológica y
mecánica respecto a nuestro cuerpo.
La posición de los brazos, la de las manos mientras caminamos, forma una
idiosincrasia social y no simplemente un producto de no sé qué arreglos y
mecanismos puramente individuales casi enteramente psíquicos. La técnica la
entiende aquí Marcel Mauss como un acto tradicional eficaz, y el cuerpo como el
primer y más natural instrumento del hombre. Marcel Mauss muestra que el
cuerpo es y tiene una historia.19
Lo que hay que subrayar allí es “el cuerpo es”, ya que los psicoanalistas
dicen que el cuerpo es sustancia gozante. Con sustancia gozante están
queriendo decir –aunque no saben lo que dicen- que, en esencia, no es
histórico. Esa es la esencia del argumento. Y no es histórico en el punto en que
no es modificable, por lo tanto, la dirección de la cura se va a articular –toda
ella- a que hay ahí un elemento que es propio a la esencia de esa sustancia
tridimensional y que no será afectado ni afectable por la palabra.
18
19
Le Goff, J. y Truong, N. (2006). Op. cit., p. 19.
Op. cit., p.. 20.
Edición: Mariana Gomila
12
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
Mariana Stávile: a lo sumo habrá que llegar a ponerle un nombre a lo que ya
está ahí.
A.E.: pero es lo mismo, se trata de la teoría nominalista. Ponerle un nombre a
“lo que ya está” –esas son las geniales ambigüedades del español- yo creo
que, por nuestro trabajo ontológico, sería “a lo que es”, porque en nuestra
lengua tenemos “ser” y “estar” y eso nos salva de la ontología en el peor
sentido. En el inglés y el francés, que no tienen el verbo “estar”,
necesariamente tienen una versión más ontológica de las cosas. Pero para
nuestra discusión, me parece que se trata de “lo que es”, porque “lo que está”
hoy, mañana puede no estar, o lo que está así hoy, mañana puede estar de
otra manera. En cambio, “lo que es”, suponemos que es, y lo que no es, no es.
Así arrancó la filosofía en Occidente.
Lo cual demuestra que una serie de cosas realmente naturales para nosotros, son
históricas.20
Ése es el prejuicio. El psicoanálisis fue, en el mundo de las ideas, un
impacto muy importante. Nosotros, en Argentina, tenemos una virtud y es que
el psicoanálisis es muy, muy clínico. En otros países, donde hay psicoanálisis,
no es tan clínico, se presenta más como un sistema de ideas que se vincula
con otro sistema de ideas. En nuestro país es muy clínico y eso es muy bueno.
Pero me parece que estamos un poco pobres en lo tocante a marxismo
científico y psicoanálisis, etnología y psicoanálisis, lingüística y psicoanálisis,
etc. Este autor, Le Goff, sostiene que “hay pulsiones”, es decir, se curó de la
historia pero quedó abrochado con el psicoanálisis: no se planteó la pregunta
de si las pulsiones no serán históricas. Vuelvo a leer la cita:
Lo cual demuestra que una serie de cosas realmente naturales para nosotros, son
históricas.
20
Le Goff, J. y Truong, N. (2006). Op. cit.
Edición: Mariana Gomila
13
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
La palabra clave de este párrafo es “realmente”. No hace falta ese
“realmente”, ya estaba dicho, ¿para qué agregar ese “realmente”? En primer
lugar, porque necesita acentuarlo por el tipo de discusión que quiere sostener y
además, porque eso es “lo real”, he ahí lo real.
El cuerpo tiene, pues, una historia. Obviamente, el autor que sigue ahí es
Lévi-Strauss. Nosotros tenemos un núcleo argumentativo que es: Marcel
Mauss, Claude Lévi-Strauss y Jacques Lacan. Veremos que todo ese problema
es el mismo que tiene que ver con la estructura, con el cuerpo y con el sujeto.
Con el libro de Emilio de Ípola, en la próxima reunión, veremos cómo estos
problemas son trabajados, además, desde la perspectiva de la necesidad, por
parte de Lacan, de introducir el concepto de sujeto. El desarrollo que hace De
Ípola no es bueno, porque cita a todos menos a Lacan, es increíble. Cita a
Badiou, Althusser, Lévi-Strauss, Miller, en lo que todos ellos dicen de Lacan,
pero no cita a Lacan ni una sola vez. Ni siquiera lo pone en la bibliografía, es
increíble.
Elías [Norbert Elías] muestra a su vez que estas funciones corporales llamadas
naturales, son culturales, es decir, históricas y culturales.
La historia del cuerpo sería, de ese modo, lo no pensado de la civilización
occidental.21
Pero no se refiere al tipo de historia que tiene sino a que el cuerpo es
historia. Que el cuerpo es historia es lo no pensado de la civilización occidental.
Es grueso. Es grueso, siempre y cuando nos interesemos en los problemas de
las ciencias humanas. Si somos psicoanalistas, éste es todo nuestro problema,
fundamentalmente: la relación que tiene lo que hacemos y decimos como
analistas, con el cuerpo. Ese es todo, todo el problema.
Una cita más, donde hay un contenido –y no el diagnóstico del problema de
la historia del cuerpo como reprimida en Occidente- sobre cuál es la historia del
cuerpo, cómo se lo concibió. Aquí hay otro problema grave, otro prejuicio, que
se llama “ética o moral victoriana”. Siempre se dice que el psicoanálisis
freudiano se levantó contra la moral victoriana. Freud creyó que ese “despertar”
que él traía de la sexualidad, era porque la sociedad venía en una posición de
21
Le Goff, J. y Truong, N. (2006). Op. cit., p. 25.
Edición: Mariana Gomila
14
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
fuerte represión del cuerpo, cuestión que habría que ver si era así. Pero es lo
que enseñan en la facultad en las primeras materias de psicoanálisis, y es ahí
donde tenemos que ir a buscar nuestros problemas, si no, después seguimos
siempre de la misma manera.
La historia del cuerpo en Occidente tiene una relación en banda de Moebius,
de dos caras que parecen distintas, que confluyen en ser sólo una, de las
cuales sólo se reconoce, supuestamente, una.
De un lado, la ideología del cristianismo, convertido en religión de Estado, reprime
el cuerpo.
Esta es la versión que solemos manejar todos, pero lo que sigue es clave:
Y del otro, con la encarnación de Dios en el cuerpo de Cristo hace del cuerpo del
hombre el tabernáculo del Espíritu Santo.22
Es decir, hay una represión del cuerpo, articulada íntimamente a una enorme
sobrevalorización del cuerpo tal que, como lo destaca Le Goff, la religión
cristiana es la única religión que hubo y que habrá que pudo sostener esta idea
que es absolutamente increíble y es que en el paraíso reencarnan los cuerpos.
Hay una recuperación de los cuerpos en el cristianismo, no de las almas.
Ahora vamos a leer un poco de Marcel Mauss, de esta conferencia que es
hermosa, muy abierta y clara, se disfruta mucho su lectura. Es del Journal de
psicología Nº 32, Nº 3 y 4, 15 de marzo y 15 de abril de 1936; comunicación
presentada a la Sociedad de Psicología el 17 de mayo de 1934. Hay algo muy
interesante que debemos saber y es que para Marcel Mauss, al menos según
la lectura de Cláude Lévi-Strauss, la psicología debe ser una disciplina
subsidiaria de la etnología y la sociología, es decir, todo lo que suceda
psicológicamente en alguien es debitario del sistema social y cultural donde
ese alguien habita. Esa es la perspectiva de C. Lévi-Strauss sobre Marcel
Mauss y lo dice en ese artículo que Lacan critica en “Subversión del sujeto…”
porque Lévi-Strauss, tomando el mana de Marcel Mauss y equiparándolo al
símbolo 0 (cero), cree leer el concepto S(%) [S de A tachado] de Lacan, cuando
en realidad, con S(%) [S de A tachado] Lacan se está refiriendo a la falta del
22
Op. cit., p. 31.
Edición: Mariana Gomila
15
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
número 0 (cero). Ese artículo de Lévi-Strauss que Lacan comenta, se llama
“Introducción a la obra de Marcel Mauss” y es de 1950, año en que muere
Marcel Mauss. E “Introducción teórica a las funciones del psicoanálisis en
criminología”, texto donde Lacan dice que tras la muerte de Marcel Mauss nos
vienen de vuelta sus fórmulas, etc.; es también un texto de 1950. Es decir,
estaban en la misma ciudad, pensando sobre los mismos problemas, sólo que
nosotros lo desconocíamos. Hay muy mal nivel de lectura en ciencias sociales
en Buenos Aires, tenemos un mal nivel de formación y estamos todos tomados
del prejuicio. Tenemos tan mala formación en ciencias, además, porque nos
dicen que es la experiencia lo que determina nuestra posición, y nadie dice que
haya que estudiar idiomas, sociología, etnología, matemática, etc. ¿Alguno de
vuestros profesores les dijo que lo fundamental era ponerse a estudiar? Los
psicoanalistas leen mucho, pero literatura y poesía, es decir, universitas
literarum. Es decir, los futuros psicoanalistas son formados por gente muy culta,
muy leída, pero que no estudia ni cree que sea necesario estudiar. ¿Por qué?
Porque se cree que es al contrario, que con “tanta teoría” se desvía en la
fantasía y en la intelectualización el “encuentro con lo real”. Y creen que para el
“encuentro con lo real” es mejor estar desprevenido –y no tan prevenido y
armado de teoría. Tenemos tal deficiencia en la formación que se convierte en
un problema, porque no nos permite leer a Lacan. Para leer a Freud alcanza
con los prejuicios. Pero para leer a Lacan, hace falta formación científica.
Entonces, vamos a leer de Marcel Mauss esta conferencia “Las técnicas del
cuerpo” que está en Sociología y antropología, que es una recopilación de sus
artículos hecha post-mortem. Mauss fue un gran conferencista. Lacan mismo
se equipara con Mauss, porque son autores que se caracterizan mucho por la
enseñanza oral. El artículo está en francés, lo voy traduciendo mientras leo:
El acto se impone de afuera, desde arriba. Sea él un acto exclusivamente
biológico, concerniendo el cuerpo. El individuo toma la serie de movimientos con
los que él compone el acto ejecutado como lo ha visto delante de él por otros con
autoridad. Es de una manera adquirida y no de una forma natural en la que se
camina. En suma: no existe quizás nada que sea forma natural en el adulto.
Llamo “técnica” a un acto tradicional eficaz. Hace falta que sea tradicional y eficaz.
No hay una técnica y no hay transmisión si no hay una tradición. Es en lo que el
Edición: Mariana Gomila
16
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
hombre se distingue de los animales, por la transmisión de sus técnicas y muy
probablemente por la transmisión oral.
Denme el permiso de considerar que ustedes toman mis definiciones, pero que
ellas es la diferencia entre el acto tradicional eficaz de la religión, el acto
tradicional, eficaz, simbólico, jurídico, los actos de la vida común. Los actos
morales de una parte y el acto tradicional de técnicas del cuerpo por otro. Es que
aquello que es sentido por el autor como un acto de orden mecánico, físico o
psicoquímico, es copiado (seguido) desde su inicio.23
Ahí está diagnosticado el prejuicio. Cuando se refiere al autor, es el autor del
propio acto, es decir, el actor.
En esas condiciones, hay que decir simplemente que nosotros tenemos relación
con las técnicas del cuerpo. El cuerpo es el primer y más natural instrumento del
hombre.24
¿Recuerdan la película 2001 Una odisea del espacio? En la escena de los
monos, cuando uno agarraba una tibia, ¿qué se simbolizaba con eso? El
primer instrumento. Pero Marcel Mauss sostiene que el primer instrumento que
nos enseña la vida en sociedad a utilizar es nuestro propio cuerpo. Entonces,
no es el hueso sino el cuerpo, y agarrar el hueso ya implica hacerlo de una
forma que nos es enseñada, aunque creamos que es la forma más natural.
Después, Mauss da ejemplos, como ser la técnica del sueño.
La noción de que acostarse es de alguna forma natural es completamente
inexacta.25
Creer que dormir acostado es natural, es inexacto. Vean las implicancias
que tiene esto para nosotros: muchos psicoanalistas dicen que el diván se usa
porque implica un salto hacia la escena sexual. Habría que decirles que, en
todo caso, si creen eso es porque practican sexo acostados.
Mauss participó en la Primera Guerra Mundial y relata que la forma de cavar
trincheras era diferente en los soldados del ejercito francés respecto del ejército
inglés. Cuenta que su pelotón estaba junto con un pelotón inglés y debían
23
Cf. Mauss, M. (1950). Sociologie et anthropologie, Paris: Quadrige/Presses
Universitaires de France. pp. 363-386.
24
Ibíd.
25
Ibíd.
Edición: Mariana Gomila
17
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
cavar trincheras con palas que había proveído el ejército francés. Los soldados
ingleses no podían cavar, porque las palas tenían una forma tal que se
amoldaba a la forma de cavar de los franceses pero los ingleses no podían
cavar con esas palas. Más aún, dice Mauss que en esa guerra se descubrió
que había muchos soldados que descansaban en posición de cuclillas. Y a
Mauss le sorprendió, porque esa posición es incomodísima de sostener por
más de cinco minutos, ya que las piernas empiezan a doler. Sin embargo, dice
que Occidente es la única civilización que existió -y que existe- que no utiliza
esa posición para descansar (por considerarla anti-natural). La posición de
cuclillas es la más cómoda, en ciertas culturas. Para Occidente, es la más
incómoda. Tanto la cultura que cree que es cómoda como la que cree que es
incómoda, ambas creen que es por cuestiones naturales. Pero es
absolutamente cultural. Inclusive dice Mauss que en la guerra aprendió a
dormir de pie.
El artículo de Cláude Lévi-Strauss “Introducción a la obra de Marcel Mauss”
es fundamental, importantísimo, imprescindible. Mucho más importante que
“Las estructuras elementales del parentesco” o los de Antropología estructural.
Es un artículo de corte, porque es el artículo sobre estructura. Es el artículo
fundante del concepto de estructura. Saben que Lacan dijo que tomó su noción
de estructura de Cláude Lévi-Strauss. Emilio de Ípola, en su libro Althusser: el
infinito adiós, critica a J.-A. Miller porque toma la antropología estructural pero,
llamativamente, deja afuera este artículo. Y lo deja afuera porque, con este
artículo, la noción de goce de Miller es insostenible. Este artículo de LéviStrauss está también en la recopilación Sociología y antropología. Allí está
también, además de “Las técnicas del cuerpo”, un artículo muy lindo sobre el
concepto de persona de Mauss y el artículo sobre el don. El don es lo que
Freud nunca entendió. El gran problema teórico de Freud es que se dé “nada
por nada”, cosa que Freud jamás entendió. Para Freud siempre se da algo por
algo, por ejemplo, su teoría del chiste: yo, al contarte un chiste hago un trabajo
respecto del cual tú te ríes porque te ahorras un trabajo de sublimación
equivalente. Es algo por algo. A pesar de su rechazo explícito, Freud es
marxista, más marxista que Marx, ya que para él todo es por economía. Eso se
llama, en marxismo, infraestructura o estructura de base: todo es por
economía. Y Marx tampoco entendió nunca que haya nada por nada: siempre
Edición: Mariana Gomila
18
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
es fuerza de trabajo y bienes producidos –o plusvalía producida- por el
producto del esfuerzo de trabajo. Pero siempre hay algo que ponerle a la
máquina para que ésta trabaje. Es decir, tanto Marx como Freud, los dos
grandes hacedores de teorías pseudocientíficas –criticadas por M. Bunge, K.
Popper e I. Lakatos- son dos autores que, en el mundo de las ideas, van juntos.
Es increíble, pero ambos tienen una teoría que es el economicismo. En Marx
es de bienes de uso y bienes de cambio; en Freud es libido, economía libidinal.
Esas economías, tanto en Marx como en Freud, no permiten concebir el don,
que es dar nada por nada.
Quienes hayan trabajado conmigo el nudo borromeo en el Seminario 20,
recordarán que Lacan decía que el nudo borromeo sirve para escribir la lógica
implícita en la siguiente frase: te pido que rechaces lo que te doy, lo que te
ofrezco, lo que te dono, porque no es eso. El nudo borromeo es presentado por
Lacan no para lo simbólico, lo imaginario y lo real sino que es presentado
porque es la lógica que responde a esa frase que dice “te pido –la demandaque rechaces lo que te doy porque no es eso”. Eso ya estaba en el Seminario
4, porque Lacan sí trabajó el don, el potlatch, en Marcel Mauss, que es el
fundador de la lógica simbólica. Cláude Lévi-Strauss es el autor de la eficacia
simbólica. Estamos trabajando el orden simbólico. El orden simbólico proviene
de los trabajos de Marcel Mauss, ¿en qué punto? Donde en Marcel Mauss, la
noción fundamental es “nada por nada”: te doy nada para que tú me des tu
nada, o la nada. Lo que habría que escribir es nada por nada. Pero es
problemático, porque ya estamos advertidos por Lacan de que no se puede
escribir 0 x 0. Es más complejo que 0 x 0, es más bien √-1 [raíz cuadrada de -1],
es decir, (-1 x -1).
La hipótesis con la que trabajo, ya lo saben, es que no tenemos formación
científica, no hemos leído los artículos de la polémica, no hemos leído los
artículos que distinguen a Lacan de otros autores, ni a Lacan ni a otros autores;
de modo que mi trabajo de investigación es leerlos, trabajarlos y comentarlos
con ustedes. No es entretenido ni divertido, pero considero que hay que
hacerlo.
Les leo de “Introducción a la obra de Marcel Mauss” de C. Lévi-Strauss, en
Sociología y antropología, página 15:
Edición: Mariana Gomila
19
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
Las capacidades de excitabilidad, los límites de la resistencia, son diferentes en
cada cultura; los esfuerzos ‘irrealizables’, los dolores ‘insufribles’, los placeres
‘extraordinarios’ están menos en función de las particularidades individuales que
de los criterios sancionados por la aprobación o desaprobación colectiva. 26
A los hombres les molesta cuando la mujer dice que está cansada o que le
duele la cabeza porque, según las mujeres, los hombres son como los boy
scouts: siempre listos. Una paciente decía así de su marido, que era como un
boy scout, siempre listo, siempre tenía ganas. A ella no le caía nada bien que él
siempre quisiera, le molestaba ese “siempre”, que él siempre tuviera ganas.
Ella quería buscarlo y que, alguna vez, él la rechazara. No quería ya saber que,
cada vez que ella lo buscase, él iba a aceptar. ¿Por qué los hombres están
siempre listos? Nosotros creemos que es natural.
Muchas veces les conté la anécdota de la psicoanalista que vino a
supervisar y dijo que le llamaba mucho la atención que su paciente fuera virgen
a los 23 años, seguramente porque ella misma se inició sexualmente mucho
antes. ¿Por qué le llamaría la atención, si no? ¡Hace la intervención clínica en
función de la norma! Pero ese no es hoy nuestro problema. Nuestro problema
es que esa señora analista estaba creída de que había necesidades naturales,
físico-químicas, para iniciarse sexualmente antes de los 23 años. Estaba
trabajando con la idea de que su paciente estaba muy reprimida, como hacía
Freud con Dora y las bellezas del Sr. K. ¡Freud decía que conocía al Sr. K, que
era atractivo y no entendía cómo a Dora no le gustaba! Freud partía de una
supuesta ley que diría que frente a un hombre así, una mujer se debería
excitar. No importa la validez de esa ley. El problema es que se lo considera
natural, especialmente en psicoanálisis bajo la forma de libido, pulsión y goce.
Me parece que el enclave más anti-racional y que más rechazan Marcel
Mauss, Cláude Lévi-Strauss y Jacques Lacan es el medio psicoanalítico.
Porque en el medio psicoanalítico, estos prejuicios adquieren la potencia de un
rasgo identificatorio: los psicoanalistas somos quienes decimos que es el
cuerpo el que domina la posición de todas las personas, bajo la forma de la
libido, la pulsión y el goce. Contra la pulsión no hay nada que hacer: la pulsión
siempre gana, porque el cuerpo siempre gana, la biología siempre gana.
26
Lévi-Strauss, C. (1979). Introducción a la obra de Marcel Mauss. En Sociología y
antropología. Madrid: Tecnos. p. 15.
Edición: Mariana Gomila
20
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
Lévi-Strauss propone también el acercamiento de la etnología al
psicoanálisis, y en la página 16 dice:
Las concepciones racistas que desean ver el hombre como un producto de su
cuerpo...27
Que la posición de cada hombre es determinada por lo que sucede en su
cuerpo, es una concepción racista. Esto que señala Lévi-Strauss es fuerte,
porque habría que pensar que el psicoanálisis lacaniano moderno, tan
influenciado por la lectura que se hace del goce por parte de J.-A. Miller, C.
Soler y muchos otros autores, estaría entonces sosteniendo una posición
similar.
Cada sociedad posee su formas preferidas de trastornos mentales y que tanto
éstas como las formas normales son producto de un orden colectivo. 28
Esto es aún impensable en psicoanálisis: cuál es el Otro de histeria y
obsesión, es decir, cuál es la estructura respecto de la cual se articulan estos
términos como anormales. Eso ni siquiera lo hemos pensado, porque creemos
que histeria, obsesión, psicosis, perversión, son productos naturales del
cuerpo, totalmente a-históricos y a-culturales. Sin pensar, ni una sola vez, que
sadismo hay desde el Marqués de Sade y masoquismo desde Sacher-Masoch
que, para colmo, son ambos del siglo XVIII. Antes de esa época ¿había la cosa
y no tenía nombre, o era una práctica normal?
Una cita más que, si bien no es tan importante para nuestro tema, es bueno
escuchar. Todo este artículo, que es crucial de las ciencias sociales de la
segunda mitad del siglo XX, es sobre el inconsciente. Y todo el trabajo de
Marcel Mauss es sobre el inconsciente, referido a Freud y al psicoanálisis, no
un inconsciente descriptivo. En la página 28, Lévi-Strauss dice:
El inconsciente sería pues el elemento mediador entre el yo y los demás. 29
27
28
29
Lévi-Strauss, C. (1979). Op. cit., p. 16.
Op. cit., p. 18.
Lévi-Strauss, C. (1979). Op. cit., p. 28.
Edición: Mariana Gomila
21
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
No se dónde les parece que quedaría “el inconsciente es el discurso del
Otro”, si no es al lado. El inconsciente queda “entre”, lo que habilita una clínica
en transferencia. Y digo “en transferencia” porque no estoy queriendo decir que
“haya transferencia” en la clínica, sino que la clínica es en transferencia.
Ahora pasemos a Lacan. Los textos de referencia son: “Introducción teórica
a las funciones del psicoanálisis en criminología” de 1950; “Algunas reflexiones
sobre el yo”, de 1951; “La cosa freudiana o el sentido del retorno a Freud en
psicoanálisis” de 1955; El Seminario, Libro 4, clase VIII, de 1957; “Observación
sobre el informe de Daniel Lagache…” de 1958; El Seminario, Libro 7, clase
XVIII, de 1960; “Subversión del sujeto…”, también de 1960; El Seminario, Libro
10, clase XVI, de 1963; El Seminario, Libro XV, clase 12, de 1968; El
Seminario, Libro 16, clase XIII, de 1969 y ya vamos entrando en el “último”
Lacan; “Intervención sobre la exposición de Charles Mellman” de 1970 (inédito,
está solamente en la página web de la École Lacanienne); El Seminario, Libro
XIX, clase 5, de 1972 y el Seminario XXI, clase 2 de 1973. Son
aproximadamente 15 oportunidades en las que Lacan trabaja desde 1950 –año
en que muere Mauss- hasta 1973, con nociones de Marcel Mauss.
Les recomiendo la página web www.staferla.free.fr; que tiene los seminarios
de Lacan desde el XIV al XXVII editados directamente desde las grabaciones,
sin intervención de J.-A. Miller. Son ediciones espectaculares que toman
material de varios lados. Los seminarios anteriores al XIV tienen el problema de
que las cintas magnetofónicas están muy deterioradas y no se pueden
prácticamente desgrabar.
Vamos a leer algunas citas, esto ya es Marcel Mauss leído por Lacan en la
perspectiva de la crítica que Lacan hace a la noción de estructura y a la
matematización que propone Cláude Lévi-Strauss en las ciencias sociales.
Quienes critican a Lacan por su uso de la matematización, lo hacen porque
creen que Lacan hace del uso de la herramienta matemática un intento de
transmisión completa e integral. Y se desconoce que Lacan tiene una discusión
con Cláude Lévi-Strauss, porque para Lévi-Strauss la estructura es completa.
Por eso el mana y otros productos son 0 (cero). Pero para Lacan, la estructura
no es completa, por eso el S(%) [S de A barrado] es la presencia de la falta de la
estructura. Con lo cual, no se han dado cuenta de que, en la toma que hace
Lacan de la concepción de la estructura matematizada y algebraica de Cláude
Edición: Mariana Gomila
22
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
Lévi-Strauss, ya está esta objeción. Para ver cómo propone Lévi-Strauss
utilizar las matemáticas en ciencias sociales, se debe leer este artículo que
estuvimos comentando.
Este problema ya está en Lacan en 1950, en “Introducción teórica de las
funciones del psicoanálisis en criminología”. Hay autores que dicen que
simbólico, imaginario y real Lacan lo tomó de Marcel Mauss. Allí, en el apartado
3, Lacan dice:
Decimos que ese es un crimen real, aunque se lo haya cometido en una forma
edípica,
(vean la designación de crimen “real”).
…y su fautor sería castigado con toda justicia si las condiciones heroicas en que
se lo da por realizado no hiciera las más de las veces asumir la responsabilidad al
grupo que cubre al individuo.
Recuperemos, pues, las límpidas fórmulas que la muerte de Mauss devuelve a la
luz de nuestra atención. Las estructuras de la sociedad son simbólicas. El
individuo, en la medida en que es normal, se vale de ellas para conductas reales,
y, en la medida en que es psicópata, las expresa a través de conductas
simbólicas.30
El individuo normal, toma lo simbólico para producir conductas reales. Y en
el caso del psicópata habría simbolismo sobre un simbolismo.
Pero resulta evidente que el simbolismo así expresado sólo puede ser parcelario;
a lo sumo se puede afirmar que señala el punto de ruptura ocupado por el
individuo dentro de la red de las agregaciones sociales. 31
Esta es la diferencia, esbozada todavía, que va a desembocar en la teoría
del sujeto en psicoanálisis. Este es el problema de por qué nosotros operamos
con sujeto. Porque con “no es más que social, histórico y cultural”, se
disolvieron las diferencias particulares. Ése análisis lleva a la disolución de la
instancia particular, para el análisis de las conductas sociales. Pero, ¿qué
hacemos nosotros en psicoanálisis? Nosotros estamos con ese problema.
30
Lacan, J. (1988). “Introducción teórica a las funciones del psicoanálisis en
criminología”. En Escritos 1. Buenos Aires: Siglo Veintiuno. p. 123.
31
Ibíd.
Edición: Mariana Gomila
23
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
Pero resulta evidente que el simbolismo así expresado sólo puede ser parcelario;
a lo sumo se puede afirmar que señala el punto de ruptura ocupado por el
individuo dentro de la red de las agregaciones sociales.
El individuo, está en el punto de ruptura de la red de la sumatoria de toda la
estructura.
La manifestación psicopática puede revelar la estructura de la falla, pero a esta
estructura sólo se la puede considerar un elemento dentro de la exploración del
conjunto.32
Este párrafo condensa todo el problema de Mauss, Lévi-Strauss, Lacan y
Althusser. El simbolismo que sólo puede ser parcelario, es el del psicópata. Si
expresa lo simbólico con un símbolo particular, ese sentido será particular. Y
sería el individuo como punto de ruptura de la red de agregaciones sociales.
Por ejemplo, frente a alguien que se prende fuego para protestar -que en una
época estaba de moda- ¿qué diríamos? ¿Qué querrá decir eso? Supongamos
que fue porque se peleó con la novia. Diríamos entonces que eligió una forma
anómala de expresarlo, de acuerdo con nuestras costumbres.
La manifestación psicopática puede revelar la estructura de la falla, pero a esta
estructura sólo se la puede considerar un elemento dentro de la exploración del
conjunto.
Se trata, entonces, de que hay un conjunto que tiene elementos propios a
ese conjunto que se podrían escribir –podrían ser las letras del alfabeto-, más
una falla, que ya no sería un elemento del conjunto sino otra cosa, donde se
rompió todo. Un conjunto se arma por una ley que dice si cada elemento es, sí
o no, elemento del conjunto, sin ambigüedades. Con lo cual, la falla no puede
ser un elemento del conjunto porque, en este caso, los elementos serían las
letras de nuestro alfabeto. Si incluimos una falla, ya no sería un conjunto.
D
32
E
falla
Lacan, J. (1988). Op. cit., p. 124.
Edición: Mariana Gomila
24
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
A
J
F C
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
G
HM
N
B
Lacan considera que, en el conjunto, es inherente la falla. Y lo considera
tempranamente, digo tempranamente para el mito del milleriano que cree que
Lacan “se hizo hombre” recién después de los 65 años. Hay que contemplar
que cuando Lacan tenía 50 años –a principios de su enseñanza- ya era un
estudioso y profundo conocedor de estos problemas. Lacan no arrancó de
cero, como Buda. Lacan dice que él se vio obligado a enseñar por las
circunstancias, no es que él empezó a enseñar al mismo tiempo que empezaba
a estudiar. Ya contaba con Kojéve, con Hyppolite, con Hegel, con matemática y
topología, desde antes de empezar a enseñar. Lacan es un autor que entró al
debate ya maduro. Cuando al final de “Instancia de la letra…” dice qué lástima
que empecé tan tarde, está refiriéndose a que él ya tenía posición y elementos
para esa posición desde mucho antes. Y esto era en 1950. Lacan dice que
toma la noción de estructura de Lévi-Strauss (cuyo artículo es de 1950) pero ya
no la toma igual que Lévi-Strauss y explícitamente dice dónde, cómo y por qué.
Se dan cuenta de que la castración ya está en Lacan y no es la freudiana. Es
lógica formal, teoría de conjuntos, noción de estructura. Y la falla, que rompe
con la noción de estructura de Lévi-Strauss. Si hay falla, hay sujeto, esto es
Lacan. En Lévi-Strauss no hay falla ni sujeto, es decir, la estructura es
completa e internamente homogénea. La falla contradice la ley de formación de
un conjunto.
En “La Cosa freudiana…”, apartado ‘Orden de la Cosa’, de 1955, Lacan dice:
Pero no es necesaria esta génesis para que la estructura significante del síntoma
quede demostrada. Descifrada, es patente y muestra impresa sobre su carne la
omnipresencia para el ser humano de la función simbólica. 33
Si se lee a Lacan, se sabe ya que esta omnipresencia para el ser humano de
la función simbólica no es sin la falla. Esto lo dice Lacan en 1955.
33
Lacan, J. (1988). “La Cosa freudiana o el sentido del retorno a Freud en
psicoanálisis”. En Escritos 1. Buenos Aires: Siglo Veintiuno. p. 398.
Edición: Mariana Gomila
25
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
Lo que distingue a una sociedad que se funda en el lenguaje de una sociedad
animal, incluso lo que permite percibir su retroceso etnológico: a saber, que el
intercambio que caracteriza a tal sociedad tiene otros fundamentos que las
necesidades…34
Aquí hay una discusión marxista pura. Lo que les dije antes sobre el
economicismo de Marx, de que la sociedad se estructura por la base
económica, es cierto ¿para toda época y para toda cultura? ¿O es diferente
para otras épocas y otras culturas? Polémica, no está resuelto. Hay párrafos de
Marx donde dice que es así para el capitalismo. De hecho, hay que observar
que para el capitalismo en su versión neo-liberal, la base de la sociedad ¿cuál
es? La economía. Hace muy poco el mundo casi se derrumba y fue porque
todo el mundo compró una fórmula que es que la base de todo es la economía.
Y que la economía tiene la virtud de ser como Dios: se autorregula por sí
misma, por lo tanto, no haría falta intervenir desde afuera controlándola. Eso se
llama “ley del mercado”. Se impuso en todo el mundo, hasta en el mundo
comunista. Y nos ha dejado con una pata fuera de la cornisa. Esto se debe a
que la teoría marxista es la imperante. ¿Por qué impera la concepción
marxista? Marx anticipó algún párrafo sobre esto. Y es que el capitalismo es un
sistema propenso a creer que la economía es la base de todos los
movimientos. Pensemos un poco: en el colegio sencundario se enseña que la
burguesía hizo golpes que defenestraron el movimiento feudal, ¿por qué
razón? Porque representaban las fuerzas económicas y la nueva acumulación
de capital. Mientras que el rey, ¿por qué era rey? Porque su padre había sido
rey, por el orden de las cosas y porque Dios así lo quiso. Por lo tanto, podría
ser que el economicismo impere en el capitalismo porque el capitalismo es
propenso a ello mientras que, en otros sistemas, los movimientos están dados
por la autoridad religiosa, por el sistema político o tradicional, etc. Con lo cual,
hay posibilidad de pensar en retrocesos etnológicos. “Etnos” quiere decir
“pueblo”. Hay sociedades que pueden estar regidas por el pueblo y hay otras
que pueden estar regidas por la economía; y puede ser tanto por una realidad
de las cosas o por una forma distinta de concebirlas. Con ese criterio, se podría
decir que los indios bororo también se regulan por cómo transitan las
34
Lacan J., (1988). Op. cit., p. 398.
Edición: Mariana Gomila
26
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
mercaderías y la fuerza de trabajo, pero ellos no lo saben porque son
“salvajes”.
Lacan dice que el comunismo cayó por no haber podido explicar el nazismo.
Pero el marxismo había dado una explicación sobre el nazismo y era “fuerza de
trabajo gratuita, esclava”. Pero luego, marxistamente se demostró que ese
análisis no era cierto, ya que se comprobó que el nazismo invirtió más dinero
del que se ahorró en salarios. Ahí, la superestructura (lo ideológico) fue mucho
más importante que lo económico.
Lo que distingue a una sociedad que se funda en el lenguaje de una sociedad
animal, incluso lo que permite percibir su retroceso etnológico: a saber, que el
intercambio que caracteriza a tal sociedad tiene otros fundamentos que las
necesidades aun satisfaciéndolas, lo que ha sido llamado el "don como hecho
social total" -todo eso por consiguiente es transportado mucho más lejos, hasta
objetar la definición de esa sociedad como una colección de individuos, cuando la
inmixión de los sujetos forma en ella un grupo de muy diferente estructura. 35
Ambos son conceptos de Mauss: el don y el “hecho social total”. Aquí, en
esta cita tenemos: a) colección de individuos que se transmiten bienes y
servicios o, b) inmixión de sujetos, en la cual lo que se produce es nada por
nada. Es fuerte. En este párrafo Lacan opone individuo a sujeto. Hay una
concepción de lo humano que es como agregación de individuos que
satisfacen entre sí las necesidades. Pero hay otra concepción de lo humano,
que es inmixión (mezcla indistinguible) de sujetos, donde lo que se intercambia
es nada por nada. Inmixión significa mezcla indistinguible, como el Poxipol: se
mezclan los contenidos de dos pomos y luego no se los puede ya distinguir ni
separar.
Si lo que verdaderamente se da en el mundo humano es nada, entonces se
produce un intercambio social de nada por nada, que es el don o potlatch, por
lo tanto, corresponde ubicar ahí la inmixión de sujetos. Pero si el intercambio es
de dinero por comida, por ejemplo, ahí ya tendríamos individuos. Trabajar así
tiene la virtud de que nos van armando campos conceptuales, es decir, si no
pensáramos en inmixión no tendríamos sujeto –salvo por el nombre- y
seguiríamos trabajando con individuo. Pero, si en lugar de individuo trabajamos
35
Lacan, J. (1988). Op. cit., p. 398.
Edición: Mariana Gomila
27
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
con sujeto e inmixión, nos libramos de la noción de “responsabilidad”. Se van
armando lógicas y sistemas teóricos que hacen que este sistema sea proclive a
absorber algunas cosas pero tendrá que rechazar otras, por ejemplo,
quedaríamos sin posibilidad de trabajar con la noción de “responsabilidad” ya
que, ¿quién sería responsable en la inmixión?
M. Stávile: pensaba que una de las definiciones de amor como “dar lo que no
se tiene a alguien que no es” tiene esta misma estructura.
A.E.: claro, porque hay que acentuar de un lado “no se tiene” y del otro lado “no
es”, por lo tanto es “no x no”, es decir, no es nada.
Seminario 4, clase VIII, de enero de 1957:
El principio del intercambio es nada por nada. Esta fórmula, como toda fórmula en
la que interviene el ambiguo nada, parece la misma fórmula del interés, pero es
también la fórmula de la gratuidad. En el don de amor, se da algo por nada, y sólo
puede ser nada. Dicho de otra manera, lo que constituye el don es que un sujeto
da algo de forma gratuita, pues tras lo que da está todo lo que le falta, el sujeto
sacrifica más allá de lo que tiene. Lo mismo ocurre por otra parte en el don
primitivo, tal como se ejerce efectivamente en el origen de los intercambios
humanos bajo la forma del potlatch.36
Aquí, en el Seminario 4, ya tenemos toda la diferencia insalvable entre Freud
y Lacan porque, en Freud, dicho a la lacaniana, se trata de goce por goce. Para
Freud no hay sistema de intercambio que no sea, en el fondo, ganancia libidinal
por ganancia libidinal, es trabajo en contra de ganancia. Freud es estrictamente
marxista, si bien siempre rechazó la revolución marxista y comunista, política e
ideológicamente. Pero, como ya señalamos, es estrictamente marxista en el
sentido de que considera que siempre es algo por algo. Mientras que Lacan
dice que el intercambio es, siempre, nada por nada. Y en ese sentido es que,
en este párrafo, ya está la fórmula del Seminario XIX del nudo borromeo
presentada.
En “Subversión del sujeto…”, apartado II, es donde aparece la crítica a
Cláude Lévi-Strauss, entre el símbolo 0 (cero) y la falta del símbolo 0 (cero),
36
Lacan, J. (1996). El Seminario. Libro 4. Buenos Aires: Paidós. p. 142.
Edición: Mariana Gomila
28
Curso de Posgrado - UBA
“El psicoanálisis por venir” Prof. Dr. Alfredo Eidelsztein
Clase N° 8 – Viernes 04-09-09
que es lo que escribimos como falla. Es la discusión constante y el rechazo de
del uso de la categoría de sujeto por parte de todos los que hacen sociología
estructural, antropología o lingüística estructural. Porque el concepto de sujeto
de Lacan implica una diferencia psicoanalítica con todas las disciplinas que se
basaron en el uso de la noción de estructura.
Vamos a dejar aquí.-
Nota: la presente edición no ha sido corregida por el autor y no cubre el desarrollo
total de los temas de la clase dictada en el curso.-
Edición: Mariana Gomila
29
Descargar