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Variables psicológicas que influyen en el rendimiento deportivo. Revista del deporte de competición

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Variables psicológicas que influyen en el rendimiento
deportivo
Hemeroteca / 12 septiembre 2012 / 2 Comentarios
Autor: David Llopis Goig
Cuando analizamos detenidamente una competición en la que hemos participado
nosotros mismos o algún deportista al que entrenamos, para intentar revisar los
factores que han influido en el rendimiento, tanto en los entrenamientos como en
la propia competición, podemos ver que los factores psicológicos están
claramente presentes. En este artículo pretendemos exponer las variables
psicológicas más importantes que influyen en el rendimiento deportivo para que
el entrenador o el propio deportista pueda tenerlas presente en su preparación
deportiva.
Actualmente se concede mucha importancia a los factores psicológicos en el
rendimiento deportivo. La gran mayoría de los análisis realizados por entrenadores,
deportistas, familiares y aficionados hacen referencia a la importancia de los aspectos
anímicos para la explicación de los logros alcanzados, especialmente cuando no se
han conseguido los objetivos establecidos. Las variables mentales suelen explicar una
parte importante del rendimiento del deportista.
Es habitual escuchar en las conversaciones entre deportistas y entrenadores, conceptos
o términos que hacen referencia a aspectos psicológicos, como por ejemplo «no estoy
suficientemente motivado», «no dormí bien la noche anterior a la competición, la
cabeza no paraba de pensar», o «cuando llegó el momento decisivo de la carrera
empecé a dudar de mis posibilidades».
En este artículo expondremos las variables psicológicas que intervienen en el
rendimiento deportivo y, en los próximos, hablaremos sobre algunas técnicas que
pueden ayudar a aprender a controlarlas.
Escuchando a los deportistas o entrenadores
Cuando leemos las crónicas o reportajes que realizan los medios de comunicación una
vez finalizada una gran competición deportiva, vemos que la justificación de
resultados inferiores a los esperados se atribuye especialmente a variables
psicológicas. Por ejemplo, es habitual encontrar afirmaciones como «le pudo el peso
de la competición», «cuando parecía que ya tenía a su alcance el objetivo se confió en
exceso», «ha tenido un mal año, con problemas personales que no le han permitido
estar centrado en sus entrenamientos», o «el exceso de ansiedad ha asfixiado al
atleta». En este sentido resultan muy interesantes y reveladoras las entrevistas a pie de
pista que vemos en televisión, en las trasmisiones de competiciones de atletismo a los
participantes apenas han concluido su participación en la prueba. La mayoría de
declaraciones de los atletas, cuando todavía están exhaustos por sus esfuerzos, suelen
recoger conceptos e ideas psicológicas relacionadas con sus actuaciones.
En este sentido hemos tenido la ocasión de conversar en numerosas ocasiones con
deportistas de diferentes modalidades una vez han concluido su competición y hemos
comprobado que, en un porcentaje elevado, suelen atribuir un buen registro o marca a
aspectos de naturaleza psicológica. Así, son habituales expresiones como: «este año
estoy muy motivado y apenas me cuesta entrenar », «durante toda la carrera me he
encontrado muy bien, me sentía como si estuviese en una nube, el cuerpo iba solo», o
«he aprendido a entrenar y competir con cabeza, ya no soy aquel alocado de antes».
En definitiva, la importancia de los componentes psicológicos en el rendimiento
deportivo está presente en los comentarios y opiniones de deportistas y personas de su
entorno.
Consultando las investigaciones científicas
Además de escuchar las explicaciones que los deportistas dan, es importante
comprobar si éstas tienen un fundamento científico. Para ello, desde hace bastantes
décadas se han realizado numerosas investigaciones que han analizado la relación
entre los aspectos psicológicos y el rendimiento deportivo.
Las investigaciones realizadas en diferentes países y por diversos grupos de
investigación confirman lo que los entrenadores y jugadores relatan: los aspectos
psicológicos influyen considerablemente en el rendimiento deportivo.
En general podemos agrupar estos estudios en tres grandes grupos atendiendo a sus
objetivos y metodología:
A. En primer lugar tendríamos las investigaciones que comparan las características
psicológicas de los deportistas cuando alcanzan un determinado éxito con las de otros
que no lo han logrado.
B. Una segunda línea de investigación, que complementa a la anterior, trataría de
identificar las variables psicológicas que influyen en el rendimiento deportivo.
Fundamentalmente se basaría en datos proporcionados por los entrenadores de los
deportistas de más éxito.
C. Finalmente, la tercera línea de investigación trataría de determinar cuál es el
estado psicológico de un deportista cuando logra sus actuaciones más brillantes: el
denominado «estado mental ideal».
La revisión de la literatura científica sobre las diferencias psicológicas entre los
deportistas que obtienen éxito y los que no lo logran, se centra en las habilidades que
los primeros han adquirido para (Llopis y Llopis, 2008):
• Saber relajarse en los momentos de excesiva tensión.
• Establecer metas de forma realista.
• Controlar los pensamientos.
• Mantener la concentración y controlar la atención.
• Superar los fracasos y aprender de los errores.
• Controlar el estrés.
• Imaginar o visualizar adecuadamente logrando los objetivos.
• Relacionarse de forma adecuada con todos los miembros del equipo.
Por otra parte, los estudios que se han realizado para conocer cuál es el «estado
mental ideal» cuando se realiza una gran actuación deportiva han concluido
afirmando que existen unas características psicológicas de ese momento excepcional.
Existen diferentes etiquetas que se utilizan para definir esas sensaciones que el
deportista experimenta. Por ejemplo, el prestigioso profesor de psicología de la
Universidad de Chicago, Mihaly Csikszentmihalyi, la denomina «sensación de fluir»
(Csikszentmihalyi y Jackson, 2002; Csikszentmihalyi, 2007). Otros la definen cono
«dejarse llevar», «funcionar con el piloto automático» o «jugar en trance» (Garfield y
Bennet, 1984). En el caso concreto de los deportistas de resistencia (principalmente
corredores) a este fenómeno se le denomina como «la quinta velocidad del corredor
(Sachs, 1984).
Por ejemplo, Garfield y Bennett (1987) hace ya unas décadas realizaron diversos
estudios y coincidieron en los resultados obtenidos. Estos autores identificaron ocho
condiciones mentales y físicas que los deportistas describen como características de
las sensaciones que experimentan en aquellos momentos en que realizaban alguna
actuación deportiva extraordinariamente buena. Estas condiciones del «estado mental
ideal» son:
- Sentirse relajado mentalmente. Esta sensación era descrita en la mayor parte de los
casos como un sentimiento de paz interior. En algunos casos, junto con sensaciones
de enlentecimiento temporal asociado al aumento del grado de concentración.
- Sentirse relajado físicamente. Sensación de que los músculos evolucionan con
movimientos fluidos y seguros.
- Sentirse optimista-confiado. Sentimientos de autoconfianza y optimismo, actitud
positiva ante la tarea a realizar. Sentirse capaz de mantener la confianza, los
sentimientos de fuerza y control, incluso durante los momentos de reto más
importantes. Es decir, sentir confianza en el logro del éxito, en todo momento.
- Encontrarse centrado en el presente, sin influencia de pensamientos sobre el pasado
o preocupaciones por el futuro. El cuerpo estaría trabajando automáticamente, sin
conciencia o esfuerzo mental deliberado.
- Sensaciones de encontrarse cargado de energía, en un estado de activación, con
sentimientos de diversión, éxtasis, intensidad y «carga» o calor.
- Conciencia extraordinaria del propio cuerpo. Un estado mental en el cual, los
deportistas son totalmente conscientes de sus propios cuerpos y de las personas que le
rodean. Esto iría unido a una extraña habilidad para saber lo que los otros deportistas
iban a hacer, sabiendo cómo responder en consecuencia.
- Sensaciones de tenerlo todo bajo control. Tanto el cuerpo como la mente realizan en
cada momento lo que es correcto.
- Sensación de encapsulamiento. Es la sensación de encontrarse dentro de un
receptáculo completamente separado del ambiente externo y de cualquier distracción
potencial. También es la sensación de completo acceso a cualquiera de las propias
fuerzas y posibilidades de trabajar. Los deportistas de la «cápsula» son capaces de
evitar la pérdida de concentración.
Esta es la descripción del «estado mental» en el que se encuentran los deportistas
cuando consiguen sus mejores resultados, bien sea en los entrenamientos o en las
competiciones. Es el «estado mental» que a todo deportista le gustaría y debería
alcanzar con más frecuencia para conseguir entrenar y competir con más motivación,
con más aspiraciones y mejores resultados.
En resumen, tanto si nos referimos a las investigaciones como si analizamos las
declaraciones
de los deportistas, las conclusiones que obtenemos sobre la importancia de
determinadas variables psicológicas son similares:
• Confianza.
• Control de la ansiedad antes, durante y después de las competiciones.
• Motivación para entrenar los días programados.
• Autoconvencimiento de que se es capaz.
• Saber establecer objetivos realistas.
• Concentrarse y no perder la atención.
• Superar los momentos críticos de la competición.
• Pensar de forma positiva.
Variables psicológicas que influyen en el rendimiento deportivo
Los deportistas que se autoentrenan y, lógicamente, los entrenadores, son sabedores
de la importancia de incluir en los entrenamientos contenidos que mejoren las
distintas capacidades físicas. De forma similar se debería tener presente en los
entrenamientos y las competiciones, las variables psicológicas que influyen en el
rendimiento deportivo. Por ello, el primer paso es tener claras cuáles son estas
variables para, posteriormente, aprender a controlarlas a través del aprendizaje de
diferentes técnicas.
Como hemos visto, las variables psicológicas que influyen en el rendimiento de un
deportista son muchas. Sin embargo, es importante tener presente, tal y como afirma
el psicólogo del deporte de la Universidad de Vigo, Joaquín Dosil (2004), que «las
necesidades psicológicas de cada deportista son diferentes y, además, fluctúan a lo
largo de la temporada». Por ello es importante, en primer lugar, conocer las que más
influyen en el rendimiento deportivo y, en segundo lugar, cómo influyen estas
variables a cada deportista para poder incidir positivamente de forma individualizada.
Veamos las más importantes y cómo se pueden manifestar:
• Motivación. Es considerada una de las variables más importantes. Sin ella es
imposible que se mejore el rendimiento deportivo. Es fundamental que el entrenador o
el propio deportista busque estrategias que le ayuden a mantener e incrementar la
motivación durante toda la temporada. Hay que tener presente que a lo largo de una
temporada el grado de interés que los deportistas tienen fluctúa considerablemente.
No olvidemos que los deportes de resistencia se fundamentan en entrenamientos que
suelen ser físicamente bastante exigentes y, además, se realizan al aire libre, lo que
intensifica su dureza por las condiciones climatológicas. Establecer objetivos de
forma individual o colectiva ayuda a mantener la motivación al más alto nivel durante
toda la temporada. Es en la pretemporada cuando se deben establecer las bases para
disponer de un alto compromiso en los deportistas. En dos trabajos anteriores se
pueden consultar algunas estrategias recomendables al respecto (Llopis, 2010a y
2010b).
• Ansiedad y estrés. Esta es otra variable también muy importante. Hay que tener en
cuenta que el deportista puede estar sometido a fuentes de estrés múltiples.
Situaciones relacionadas con el mundo laboral o familiar pueden incrementar el nivel
de estrés al que está sometida una persona. A ellas habría que añadir la propia
ansiedad que puede generar en ocasiones el deporte practicado. Por ello, cualquier
momento es bueno para mejorar las habilidades y técnicas para controlar la ansiedad y
el estrés. Sin embargo, si el aprendizaje se realiza al inicio de la temporada, después,
durante el periodo competitivo se dispondrá de más recursos psicológicos para hacer
frente a las diferentes situaciones.
• Autoconfianza. Esta variable psicológica es una de las más difíciles de controlar.
Hay que tener presente que la autoconfianza se va logrando progresivamente y está
muy condicionada por los resultados que se van alcanzando. Por este motivo, es
importante que el deportista mejore su capacidad para analizar el rendimiento. Las
valoraciones que hace de sus competiciones o entrenamientos van a influir en su
confianza. Es importante que el deportista centre su atención en la mejora que se está
produciendo y no únicamente en los resultados que está logrando. Una función muy
importante del entrenador es precisamente hacer ver a sus deportistas las mejoras que
se están produciendo. De esta forma le facilitará la adquisición progresiva de
confianza en sí mismo.
• Activación. Como se ha demostrado, los pensamientos de un deportista influyen en
su rendimiento. Cuando existe una excesiva activación mental el rendimiento se
puede ver considerablemente afectado. Es el caso de los deportistas que la noche
previa a una competición apenas descansan debido a la activación cognitiva. No paran
de darle vueltas mentales al recorrido, al tiempo que quiere hacer o a cualquier otra
circunstancia. Durante los periodos de entrenamiento no se suele manifestar aunque,
sin quererlo, ya se están estableciendo las bases para que, cuando llegue la
competición, los síntomas se manifiesten. En ocasiones sucede lo opuesto, es decir
que el nivel de activación es tan bajo que perjudica el rendimiento. En definitiva,
niveles bajos y altos de activación pueden influir negativamente en el rendimiento
deportivo. Aprender a regular la activación es una de las claves para incrementar el
rendimiento deportivo. El entrenamiento en técnicas para regular la activación suele
ser uno de los pilares básicos de la planificación psicológica de un deportista.
• Atención. El deportista debe aprender a centrar la atención en los estímulos
relevantes para las decisiones que debe tomar tanto en los entrenamientos como en las
competiciones. No es la variable más importante en un deportista de resistencia. Sin
embargo, en muchas ocasiones, especialmente cuando se está sometido a importantes
fuentes de estrés, el proceso de atención se ve afectado y se pueden cometer errores
que habitualmente no se realizan. Por ejemplo, puede suceder que descuidemos la
preparación del material que necesitamos para una competición y en el último
momento nos demos cuenta que nos falta una crema especial o que no hemos cogido
nuestros calcetines especiales para competiciones. En ocasiones también sucede que
no realizamos un adecuado calentamiento porque «nos despistamos». Otra vertiente
importante de esta variable se manifiesta durante una competición. En ella debemos
saber compaginar los momentos en los que podemos «desconectar» de la competición
y «descansar» mentalmente y los momentos en los que tenemos que centrar nuestra
atención en las respuestas fisiológicas de nuestro organismo como, por ejemplo las
pulsaciones, para alcanzar nuestro máximo rendimiento. Por todo esto es importante
que los deportistas interioricen los procesos cognitivos que les van a ayudar a
incrementar la atención en los estímulos relevantes y a desconectar de los estímulos
que distraen.
• Cohesión de grupo. La mayoría de deportistas de resistencia entrenan o forman
parte de un grupo de entrenamientos. Es importante que entre ellos exista armonía y
una buena relación. De esta forma será más fácil entrenar. Evidentemente, en última
instancia cada deportista debe realizar sus esfuerzos pero, no es lo mismo, por
ejemplo, correr en solitario que hacerlo dentro de un grupo de corredores. Además,
las interacciones entre los miembros de un equipo aumentan las satisfacciones que el
deporte produce. De esta forma, la satisfacción de pertenecer a un grupo facilitará que
la balanza entre las exigencias del deporte y los beneficios que aporta se decante por
esta última. Sin embargo, no debemos olvidar que las relaciones del grupo deben
cuidarse para mantenerlas y mejorarlas. En momentos difíciles de la temporada el
grupo va a ser una fuente de apoyo fundamental.
Conclusiones
En este artículo se han visto algunos de los aspectos psicológicos que influyen en el
rendimiento deportivo. Lo más importante es ser conscientes que, de la misma forma
que se pueden entrenar y mejorar aspectos técnicos y físicos también se pueden
entrenar y mejorar las habilidades psicológicas de los deportistas.
Sin embargo, existe una situación paradójica consistente en conceder importancia a
los aspectos psicológicos pero no incluirlos en la planificación de los entrenamientos
de los deportistas. Con el tiempo, cada vez más, se tiende a tener en cuenta los
aspectos anímicos de los atletas. Un buen entrenador deberá influir positivamente en
el estado emocional de los deportistas y éstos intentarán mejorar sus habilidades
psicológicas para poder competir mejor.
Así como en la actualidad los deportistas están incrementando notablemente sus
conocimientos sobre los principios del entrenamiento, ejercicios o la planificación
durante una temporada, poco a poco deberán ir mejorando también sus conocimientos
sobre las variables psicológicas que influyen en su rendimiento deportivo y las
estrategias para mejorarlas. En próximos artículos expondremos las diferentes
técnicas que se pueden utilizar para mejorar eL rendimiento deportivo a través de la
mejora del componente mental.
BIBLIOGRAFÍA
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- Dosil, J. (2004). Psicología de la Actividad Física y del Deporte. Ed. Mc Graw Hill.
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- Llopis, D. (2010a). «Alcanza tus metas. Claves para establecer objetivos».
Sportraining. Revista
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- Llopis, D. (2010b). «Estrategias para mantener la motivación deportiva».
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