Subido por Salvador Cantu

Melchin 1998 Living with other people Introducción 24.01.18

Anuncio
conoceLiving with other people. An Introduction to Christian Ethics based on
Bernard Lonergan.
Kenneth R. Melchin
Novalis, Saint Paul University, Ottawa, Canada
1998
Traducción al español: Aprendiendo a Convivir. Introducción a la Ética Cristiana de
Bernard Lonergan
México: Trillas
2000
Introducción. Una estrategia para la comprensión moral.
1. Actualmente, la ética es una industria en crecimiento y está en el primer plano de la
atención pública:
Conflictos de intereses en los negocios, escándalos en los gobiernos, acoso
sexual en el trabajo, malversación de fondos públicos, derechos de las mujeres,
justicia en acuerdos de comercio internacional, actividades poco éticas en el
área militar, ascenso del crimen organizado, debates sobre derechos
nacionales, luchas de grupos civiles por: el ambiente, la homosexualidad, el
aborto, la eutanasia, la ingeniería genética, la pornografía, los cuidados de la
salud, la educación, … La lista no se acaba.
2. El consenso público acerca de cómo abordar los problemas éticos parece haber
llegado al punto más bajo de todos los tiempos. La controversia está a la orden del día.
El sólo expresar algunas razones sobre alguna posición lleva a un debate sobre
teorías, métodos, principios y enfoques. Aun los significados de las palabras
ético, moral, correcto y erróneo son cuestionados.
Nuestra incapacidad para ponernos de acuerdo en aspectos básicos comienza a
destruir nuestra confianza y nos hace dudar de que sea posible.
Algunos piensan que la diversidad de opiniones es normal en una
democracia. La ética es una cuestión privada y la vida privada es materia
libre de elección por los ciudadanos. Sus valores son sus creencias y las
leyes protegen la libertad de creencias.
Otros piensan diferente: la ética tiene un efecto drástico sobre la vida
pública. La multitud de voces dentro de la ética no es normal y
saludable: es señal de una ruptura en la sociedad. La solución es volver a
las reglas morales tradicionales. La cultura actual con sus medios de
comunicación, su culto a la avaricia, y búsqueda de una gratificación
instantánea, son la causa del mal. La restauración de la disciplina moral
tradicional es lo único que nos puede salvar.
1
No pocos no están de acuerdo, de los viejos tiempos no pueden
olvidarse: la violencia, la opresión, el sexismo, el racismo, el elitismo, las
restricciones a la creatividad, y las violaciones a los derechos.
Quizás un compromiso serio con los derechos puede proporcionar el
fundamento para la ética.
Ante la diversidad y tamaño de los reclamos de los derechos,
¿cómo resolvemos las demandas en conflicto?, ¿qué derechos
tienen prioridad?, ¿algunos derechos son más urgentes, más
justificables, más morales que otros?
Quizás el origen de los problemas está en nuestros liderazgos. Parece
que un buen liderazgo es la base para una sociedad ética. ¿Los líderes
han dado un apoyo especial a grupos particulares de intereses
específicos? ¿Han perdido el valor? ¿Son éstos corruptos?
Voces más radicales dicen que los malos líderes son creados por la
misma sociedad, productos de una “estructura social” que oprime a los
débiles, impulsa a los ricos y promueve la desigualdad en el sistema.
Sólo una actividad “revolucionaria” podrá limpiar el sistema y despejar
el camino para una sociedad verdaderamente moral.
Sin embargo, la historia ha dado evidencia contraria: ¿no se han
intentado ya los enfoques de la izquierda y se han encontrado
que tienen limitaciones fundamentales? Los regímenes
comunistas en Europa Oriental han colapsado.
Según otros, la responsabilidad ética en la época actual requiere
libertad, responsabilidad fiscal, libertad de mercado y, sobre todo, no
intervención gubernamental.
3. ¿Es todo lo que ofrece la ética: ¿una discusión interminable a través de líneas
simplistas? Las voces en conflicto nos dejan totalmente confundidos. Cada una
organiza sus datos para apoyar sus declaraciones, pero parecen faltar piezas
importantes del rompecabezas. Para empeorar las cosas, elaboran su prescripción
como un llamado urgente a la acción, lo cual crea dudas sobre la integridad moral de
cualquiera que no esté de acuerdo.
Aunque no nos convenzan, la retórica de urgencia y responsabilidad incrementa
nuestra ansiedad. La diversidad de voces nos provoca renuencia a comprometernos y
al mismo tiempo que la ansiedad, provoca la sensación de culpabilidad por nuestra
falta de compromiso.
2
Esto no es justo. Hay algo equivocado en el llamado hacia la moral y la ética. Parece un
engaño. Sentimos una inclinación extraña e inquietante a darnos por vencidos en los
aspectos éticos.
4. ¿Cómo encontrar el camino en esta confusión? Parece haber un problema común en
las propuestas: se nos dificulta saber qué cuenta como una evidencia confiable dentro
de la ética. Parece que no tenemos la capacidad de distinguir entre el conocimiento
confiable y la opinión falsa; no sabemos cómo comprender las situaciones. Hemos
perdido nuestra confianza en nuestra propia capacidad de comprensión. De cualquier
manera, ¿qué es la comprensión en la ética? ¿Cómo funciona? De dónde se deriva el
“conocimiento ético”?
Comprensión del Conocimiento Moral: El Proceso de Autodescubrimiento:
Las discusiones en los siguientes capítulos explorarán la idea del
“conocimiento ético”.
5. En lugar de enfocarnos en los resultados de nuestros conocimientos, prescripciones,
reglas y formulaciones morales que confrontamos en nuestra experiencia social, nos
concentraremos en el proceso del conocimiento moral en sí.
Exploraremos cómo “funciona” y afecta la vida de la persona involucrada en el
proceso, en qué dirección podemos esperar que progresen líneas confiables de
cuestionamiento ético (de un inquirir ético) y, qué tipo de “conocimiento”
obtenemos por medio del conocimiento moral.
En lugar de proponer respuestas a preguntas éticas específicas o evaluar
enfoques alternativos, vamos a delinear los procesos que conducen a dichas
respuestas y valoraciones.
El trabajo de Lonergan no tiene como meta proporcionarle al lector una lógica
fría o un argumento autoritario acerca de la vida moral. Al contrario, es una
invitación para que cada uno se embarque en un viaje fascinante de
autodescubrimiento.
6. Todos vivimos nuestra vida diaria involucrados en actos de comprensión, juicio y
decisión morales. Estos actos poseen una característica particular: tienen una
estructura que todos podemos llegar a conocer si prestamos atención a nuestras
experiencias personales. Si existe una base de recursos a los cuales nuestro método
apela en estas discusiones, es menos las lista de textos citados en las notas y más los
proveídos por los propios esfuerzos de entender los propios actos de conocimiento
moral.
3
7. La selección de las ideas de Lonergan como el marco teórico que guía estas
discusiones, no es arbitrario. Más que ningún otro autor, Lonergan hace del auto
descubrimiento la actividad central de la filosofía y la teología.
El trabajo de Lonergan se enfoca en comprender las operaciones de
experimentar, entender, juzgar y decidir, mientras las llevamos a cabo en
nuestras rutinas diarias. Aunque gran parte de sus escritos son teóricamente
complejos, siempre están guiados por un solo propósito, la comprensión de
nosotros mismos a través de nuestros actos cotidianos de entendimiento.
8. Algunos quizás objeten: ¿qué tienen que ver los procesos racionales con los
requisitos de la moralidad? En su mayoría, nuestros códigos y reglas morales nos han
sido heredados por medio de tradiciones culturales y religiosas.
Aunque las tradiciones culturales y religiosas trascienden las particularidades
de tiempo y lugar, aun así, siguen siendo completamente humanas. Son la obra
de las personas, de su lucha, sus descubrimientos y sus intentos por
comprender –aun cuando esto sugiera un encuentro con lo trascendente- su
vida moral.
Cuando la realidad divina se encuentra dentro de la órbita de la experiencia
humana, aun así, lo que se hereda a través de las generaciones es el testimonio
de hombres y mujeres que han tratado de comprender este encuentro y cómo
afecta la vida moral. Éste es el trabajo de la comprensión moral, el
conocimiento moral.
9. Otros quizás pregunten: qué tipo de comprensión estamos considerando aquí?
¿Acaso este cuestionamiento no requiere de una pregunta previa? ¿Acaso las personas
no entienden las cosas de diferente manera?
Para responder estas preguntas usted lector tiene que comprometerse. ¿Está
en desacuerdo con todos, siempre, acerca de todo lo moral o ético? ¿Qué hay de
sus rutinas en la vida cotidiana? ¿Acaso no se encuentra con frecuencia
compartiendo valores, convicciones, hábitos y prácticas morales con aquellos
que lo rodean? Aun cuando está en desacuerdo, ¿sus diferencias terminan en
un combate mortal? De no ser así, ¿cuáles son los aspectos en los que
concuerda tácitamente? Estos aspectos, también, son acuerdos morales. ¿Qué
hay acerca de todos esos acuerdos “invisibles” respecto a los valores que le
permiten participar en actividades sociales rutinarias? ¿Acaso no es cierto que
su vida requiere de esfuerzos constantes para comprender situaciones y actuar
con responsabilidad? ¿Acaso no le parece que maneja esta actividad rutinaria
en colaboración con otros con cierto grado de éxito? ¿Qué tanta
responsabilidad asume a diario en temas controversiales y cuánto permanece
dentro del límite de aquello comúnmente aceptado?
4
10. Lo engañoso con las épocas de gran controversia ética, es que nos dejan con la
impresión de que toda la comprensión ética ha decaído. Sin embargo, la comprensión
moral exitosa sucede todo el tiempo.
La cuarta parte de nuestra vida resolvemos problemas de valores en nuestras
relaciones, trabajamos por mantener buenas instituciones, organizamos todo
tipo de actividades individuales y en grupo, según los valores y las metas, y
deliberamos sobre cursos de acción “correctos”, “debidos” o “justos” para
nosotros y otros. En cada caso, hacemos esto con un compromiso hacia los
valores y los principios que son tanto íntimamente personales como
compartidos públicamente. Todo esto involucra el conocimiento moral.
11. Aunque los temas controversiales tienden a apropiarse del significado de los
términos “ético” y “moral”, en realidad, estos temas son sólo la punta del iceberg.
Encontramos el volumen del iceberg ético en todas las deliberaciones y decisiones
normales de nuestra vida cotidiana. Esta experiencia masiva de vida moral
compartida de hecho nos muestra cómo “funciona” el conocimiento moral.
12. Para el propósito de esta introducción, los términos “ético” y “moral” serán usados
de manera indistinta para referirse, en general, a cualquier experiencia en nuestra
vida cuando deliberamos y decidimos cómo actuar.
A menudo reflexionamos acerca de asuntos técnicos, pero los tecnicismos casi
nunca se incorporan a la amplia gama de consideraciones en nuestras acciones.
Éstas, generalmente, tienen como propósito o intención alcanzar ciertos
objetivos, metas o “bienes”, y es precisamente esto lo que nos ocupará a lo
largo de los siguientes capítulos.
Conocimiento Moral como una Aptitud (Habilidad):
13. El conocimiento moral es una aptitud, si bien una distintiva. La comprensión y la
acción ética tienen un impacto profundo, no sólo sobre nuestras vidas, sino en la de
los demás.
Mientras las aptitudes técnicas parecen involucrar la manipulación de los
objetos en el mundo externo, la ética parece dirigirse a los corazones de las
personas de una manera bastante diferente.
14. Igual que otras aptitudes, desarrollamos nuestra comprensión y decisión moral
antes de reflexionar, analizar y explicar qué hemos estado haciendo.
En las culturas, las habilidades morales se adquieren, se desarrollan, se
practican en la vida diaria y se heredan de generación a generación, a menudo
con poca intromisión de los esfuerzos analíticos de los filósofos o teólogos.
5
Igual que otras aptitudes, la comprensión moral responde a las necesidades de
la vida cotidiana y adapta sus recursos existentes “naturalmente” a la solución
de los problemas nuevos.
15. El uso de las aptitudes morales es bastante “natural”; usarlas de manera
consistente y exitosa es otro asunto. Para hacer esto necesitamos entrar al mundo de
la teoría.
El cambio hacia la teoría no es poco común ni único dentro de la ética. Igual que
otras habilidades, la comprensión moral es enseñada de manera más eficaz por
parte de maestros que han adquirido una comprensión bastante precisa sobre
el desarrollo de una habilidad. Los buenos maestros saben que existen
patrones ordenados que conducen al desarrollo de habilidades. Dedican gran
parte de su tiempo a estudiar, analizar y tratar de explicar estos patrones. El
resultado de estos esfuerzos es la teoría.
También surge la necesidad de la teoría cuando las personas se enfrentan a
nuevos desafíos. La teoría adapta las habilidades actuales para aplicarlas a
tareas nuevas. Igual que tocar el piano, usar computadoras, administrar una
oficina, cocinar, esquiar y dirigir finanzas empresariales, el conocimiento moral
involucra combinaciones complejas pero flexibles de operaciones básicas.
En cada área, la función del teórico es desglosar las habilidades hasta llegar a
sus operaciones básicas y crear nuevas adaptaciones que permitan que grupos
de operaciones produzcan nuevas estrategias en respuesta a los nuevos
desafíos. Una vez que esto se ha realizado, se pueden desarrollar rutinas de
práctica para integrar lo nuevo a lo viejo y ayudarnos a superar obstáculos
pasados.
16. La meta de estos capítulos será la de observar cómo usamos las habilidades de
comprensión moral en las rutinas de la vida cotidiana y cómo adaptamos estas
habilidades a las nuevas tareas que nos aguardan.
Identificaremos las operaciones básicas, cómo las usamos en diversas
combinaciones, cómo distinguimos entre instituciones morales confiables e
inciertas, y cómo estos juicios exitosos resultan en conocimiento moral.
Conocimiento Moral como algo Social:
17. Un enfoque hacia la ética cristiana que se concentra en las habilidades del
conocimiento moral puede parecer demasiado “individualista” o “subjetivo”.
Para aquellos que enfatizan el contexto social o cultural de la responsabilidad
moral o el carácter “objetivo” del conocimiento moral, dicho enfoque quizás
parezca errado. A esta acusación tan sólo puedo responder diciendo que el
6
carácter objetivo social del conocimiento moral debe convertirse en algo
completamente claro conforme avancemos.
18. Aunque aquí interpretamos al ser humano individual como el elemento y agente
principal del conocimiento moral, se demostrará que el contenido objetivo de este
conocimiento es bastante real e irreduciblemente social. De hecho, cualquier otro
enfoque hacia el conocimiento moral no tiene mucho sentido.
Además, nadie lleva a cabo sus actos morales en aislamiento. Todos nosotros
nos encontramos imbuidos en un ámbito social que da forma a nuestras
reflexiones. Indudablemente, experimentamos valores morales como algo
profundamente personal: tocan lo más íntimo de nuestro ser. La vida
democrática requiere de cierta proporción de libertad individual dentro de la
toma de decisiones éticas, y la madurez moral involucra hacer que nuestra
“persona” sea responsable por la acción moral. Sin embargo, el contexto, el
impulso y la preocupación de la moral es la vida social objetiva. Esto se debe a
que la preocupación principal de la ética es convivir con otras personas.
19. La pregunta sigue siendo: ¿Qué queremos decir por estructuras sociales? A menudo
hablamos de la vida social en términos de “estructuras”.
Si se nos presiona a ampliar esta imagen, sin embargo, las analogías de otros
tipos de “estructura” parecen confundirnos. Las entidades sociales no son
estructuras en el sentido en que lo son los edificios, motores y computadoras. Y
aunque las metáforas orgánicas a menudo parecen más atractivas, sabemos
que las flores, los zorros y los bosques involucran tipos de estructuras que son
bastante diferentes a las sociedades. Lo que distingue a la estructura social de
otros tipos de estructuras es que se trata de estructuras con significado
humano.
20. Las sociedades son formas organizadas de vida significativa; están constituidas
por creencias, convicciones, valores y suposiciones compartidas; especifican funciones
de acuerdo con las perspectivas compartidas en torno a proyectos comunes, y estas
funciones dan sentido a la identidad de las personas.
Todas estas funciones involucran actos con significado que forman los patrones
de las relaciones entre los individuos de una sociedad. Y las nociones más
amplias del orden, la verdad y la justicia cósmicos vinculan las diversas
dimensiones de la vida humana con los proyectos comunes de la civilización.
Ninguno de estos eventos y vínculos ocurren al nivel de la física o la química, de
la botánica o la zoología. Ocurren únicamente en el nivel de la significación
humana.
21. Para comprender la vida social como un significado, debemos determinar la
manera en que operan estas “estructuras”.
7
Qué son estas “estructuras sociales con significado”? ¿Cómo se vinculan las
intenciones y acciones de los individuos con aquellas de otras personas para
formar estructuras sociales reconocibles? ¿Es necesario que las personas
planeen estas estructuras con significado, o pueden surgir sin que nadie las
planee?
Éstas serán algunas de las preguntas que guiarán esta investigación dentro del
carácter social del conocimiento moral.
22. La ética social católica, con su énfasis sobre el “bien común” ha influido el enfoque
hacia los tipos de ética que aquí asumimos. La ética se trata del bien que construimos
y sostenemos en común con otros.
23. El enfoque en estos capítulos, sin embargo, añade un giro a nociones más
tradicionales sobre el bien común, un giro que se deriva a partir del trabajo de
Lonergan. Para muchas personas el término “bien común” evoca una imagen de
sociedad con un orden divino, estático.
La imagen tradicional representa una sociedad en la que las personas tienen
poca libertad para definir su propia identidad y sus propios proyectos; al
contrario, la estructura general de la vida social está preestablecida, quizá
hasta impuesta por las élites, y los individuos deben “adaptarse” a ella.
24. La imagen que adoptamos aquí es algo diferente. El bien común es una noción
dinámica, sujeta a cambio y formada por la participación de todas las personas.
El quehacer ético involucra a personas que forman su propia vida e influyen en
el trayecto de la sociedad. El bien común es formado por todos, se establecen
los parámetros para cumplir con los requisitos de todos, y cuando está
funcionando bien, sostiene un alto grado de libertad para todos.
La responsabilidad por el bien común requiere que los individuos evalúen el
impacto de sus acciones sobre las diversas estructuras sociales que constituyen
este ámbito.
Es necesario que elijamos el bien común cuando las demandas de la sociedad
entren en conflicto con nuestros deseos personales. De hecho, la madurez
moral significa buscar y escoger el bien común como cuestión de deseo y hábito
cotidiano. Sin embargo, para elegir el bien común, debemos conocerlo.
25. Entonces, el conocimiento moral es el conocimiento de la estructura dinámica del
bien común, cómo sostiene todos los aspectos de nuestra vida y las demandas que
hace sobre nuestra toma de decisiones personales.
8
Conocer el Bien y Hacer el Bien:
26. Hasta este momento, nos hemos enfocado en el conocimiento moral. Sin embargo,
algunos afirmarán que la ética no radica en conocer, sino en hacer.
Argumentarán que los requisitos de la ética son sencillos, que el problema es
simplemente que las personas no viven de acuerdo con lo que todos saben que
es correcto. Bajo esta perspectiva, la avaricia, el orgullo, el egocentrismo o
algún otro vicio son el problema ético. Si existe un problema de conocimiento,
es simplemente que las personas se rehúsan a hacer el bien e invariablemente
tratan de justificar sus actos con racionalizaciones.
27. Debemos saber distinguir entre estos dos tipos de preguntas morales: ¿Qué es el
bien?, y ¿elegiré hacer el bien?
¿Conocer el bien compete al conocimiento moral, y hacer el bien compete a
decidir y actuar? Formular la segunda pregunta implica tener una respuesta
clara y correcta de la primera; sin embargo, nuestra respuesta a la segunda
puede afectar dramáticamente nuestra habilidad subsecuente para responder
acertadamente a la primera pregunta.
28. Nos estamos concentrando en el primer tipo de pregunta, la pregunta sobre el
conocimiento moral. Las preguntas relacionadas con la acción son importantes, por
supuesto, pero asumen que habrá respuestas correctas a preguntas sobre el
conocimiento y demasiadas de éstas permanecen sin una respuesta satisfactoria en
nuestra vida.
La mayoría de los desafíos éticos de nuestra época, efectivamente, involucran
preguntas auténticas dirigidas al conocimiento moral. La razón se basa en la
distinción entre las normas morales de sentido común y los requisitos teóricos
de tipo específico de los problemas morales.
29. Las normas morales de sentido común como “¡No mientas!” o “¡No robes!”
comunican un significado moral general, pero no especifican qué se considera como
mentir o robar dentro de la vida concreta. Tenemos que comprender y lidiar con los
problemas morales de la vida real en detalle.
Cuando los acuerdos de libre comercio permiten que las grandes corporaciones
adquieran acceso a los recursos de países más pobres, ¿se le considera robar?
Depende. ¿Son justas las negociaciones? ¿Los precios son suficientes para
promover la verdadera estabilidad, equidad y auto dependencia económicas de
las naciones más pobres? ¿Beneficiarán estos ingresos a la gente en general,
particularmente a los pobres y marginados? ¿Los contratos incluyen cláusulas
que se refieran a los efectos ambientales adversos derivados del agotamiento
9
de recursos? Estas preguntas, y más, requieren de respuestas antes de poder
obtener un conocimiento moral acertado acerca de robar en dichos casos.
30. Aunque demasiados problemas éticos son causados y exacerbados por personas
que se niegan a hacer el bien, la mayoría de los temas relacionados con la ética en
nuestra época involucran problemas reales para el conocimiento moral.
Estos problemas éticos no son simplemente cuestiones de principio universal o
especulación generalizada; son concretas y específicas. Para actuar
responsablemente, debemos trascender más allá de las normas del sentido
común para llegar al conocimiento ético. De ahí la necesidad de saber cómo
responder a las preguntas relacionadas con el conocimiento moral.
31. Un punto final: La distinción entre los dos tipos de preguntas morales es
extremadamente importante.
La mayoría de nosotros hemos aprendido a pensar acerca de la ética en
términos del segundo tipo de pregunta. Cuando los problemas morales surgen,
nuestra primera inclinación a menudo es la de averiguar a quién se debe culpar
por hacer el mal. Sin embargo, esta inclinación implica que ya sabemos qué está
bien o qué está mal dentro de esta situación.
Por lo regular, este no es el caso, pero nuestros hábitos nos llevan a omitir la
primera pregunta y enfocarnos en la segunda. Para participar de manera
auténtica en una investigación ética es necesario reconocer honestamente que
algunas veces desconocemos las respuestas. Para aquellos que consideramos a
la ética como preguntas relacionadas con la acción y la culpabilidad, este
reconocimiento requeriría de gran cantidad de autodisciplina.
Itinerario:
La parte Uno, los capítulos 1, 2 y 3, nos invitan a un viaje de autodescubrimiento. Es el
descubrimiento de nosotros mismos en nuestras operaciones del conocimiento moral.
El capítulo 1 se enfoca en la experiencia general de la responsabilidad moral y las
operaciones que se despliegan en nuestras deliberaciones y acciones. Mientras que
estas operaciones tienen una estructura general, ellas también funcionan dentro de
los horizontes de significado que tanto iluminan como esconden elementos de nuestra
experiencia moral.
El capítulo 2 examina el carácter social del objeto de estas operaciones, el
conocimiento moral. El conocimiento moral tiene un rango de rasgos más bien
peculiares, mejor entendidos a través de un conjunto de imágenes contrastantes. En
seguida, exploramos tres distintos niveles de significado del lenguaje moral.
Finalmente, una nueva forma de entender las “estructuras sociales” y examinar cómo
10
las acciones informadas mediante estos tres niveles de significado moral configuran
nuestra participación en estas estructuras.
En el Capítulo 3, el foco se establece en nosotros mismos como sujetos de estas
operaciones. En particular, examinamos cómo estamos constituidos y sutilmente
transformados como personas sociales a través de estas operaciones. Los actos de
entendimiento en estos procesos nos dan una forma nueva de entender la libertad
humana. El entender y apropiarse de este proceso de construir los significados
pueden proveernos de normas u obligaciones fundamentales para guiarnos al lidiar
con los aspectos morales.
11
Descargar