La importancia de los Valores en la Educación Partiendo de la

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La importancia de los Valores en la Educación
Partiendo de la premisa de que es el hombre el que transforma el mundo y la educación
su herramienta, el proceso de construcción del aprendizaje se potencializa y optimiza
con la implementación de acciones y proyectos que coadyuven a que la educación
logre su objetivo “la perfección del ser humano”.
La educación durante la vida, se ha presentado como una de las llaves de acceso de
los pueblos para ingresar a un mundo de constantes cambios, que exigen a los
individuos capacidades para asimilar los procesos de las ciencias y las tecnologías,
esto se logrará mediante la reestructuración constante de esquemas cognitivos que se
precisan para crear y ubicar esta sociedad en el tiempo y el espacio.
Por lo tanto, después de la familia, es en la escuela donde se inculca el gusto y el
placer de aprender, despertar la curiosidad del intelecto que se sacia con una
educación integral y de calidad, donde el educador es el que transmite al educando lo
que la humanidad ha aprendido sobre ella misma y sobre la naturaleza, todo lo que ha
creado e inventado de esencial y sobre todo, no perder de vista el sentido de lo
humano: el amor y el respeto a sus semejantes, como elementos base para aprender a
vivir en una sociedad libre y justa.
Solamente de esa manera nuestros jóvenes podrán enfrentar al futuro, con la solidez
cognitiva y humana, así como la capacidad de la construcción de su propio
conocimiento, forjando un espíritu crítico basado en la razón y sobre todo, con los
valores éticos y morales; esencias únicas de los seres humanos.
Los valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función
de realizarnos como personas.
Son creencias fundamentales que nos ayudan a
preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar
de otro.
Nos proporcionan una pauta para formular metas y propósitos, personales o colectivos.
Reflejan nuestros intereses, sentimientos y convicciones más importantes. Los valores
se refieren a necesidades humanas y representan ideales, sueños y aspiraciones, con
una importancia independiente de las circunstancias. Por ejemplo, aunque seamos
injustos la justicia sigue teniendo valor. Lo mismo ocurre con el bienestar o la felicidad.
Los valores valen por sí mismos. Son importantes por lo que son, lo que significan, y lo
que representan, y no por lo que se opine de ellos.
Los valores se traducen en pensamientos, conceptos o ideas, pero lo que más
apreciamos es el comportamiento, lo que hacen las personas. Una persona valiosa es
alguien que vive de acuerdo con los valores en los que cree. Ella vale lo que valen sus
valores y la manera cómo los vive. Pero los valores también son la base para vivir en
comunidad y relacionarnos con las demás personas. Permiten regular nuestra conducta
para el bienestar colectivo y una convivencia armoniosa.
Formar en valores es complejo, porque a diferencia de las normas, los valores son
convicciones, y los educadores, líderes y modelos de valores en la escuela, tienen la
posibilidad de reforzar lo formado en el hogar, pero sin sustituirlo. Si las convicciones
que se forman en la casa no son sólidas, pronto se verán expuestas a una intensa
competencia social con otras creencias.
Las personas que en nuestras vidas tienen un rol de liderazgo son quienes nos
transmiten más valores. Por eso no es casual que ellas sean nuestros padres,
hermanos mayores, abuelos, ciertos familiares, maestros, compañeros estudiantiles
que admiramos y jefes.
Pero para poder transmitir algo hay que poseerlo, y sólo se transmiten a través del
ejemplo práctico cotidiano de las actitudes y conductas. Es muy poco probable
formarlos con grandes explicaciones o a través de una lista de lo que se considera
correcto o incorrecto. La memorización de sus significados teóricos no garantiza que los
valores se pongan en práctica.
Los valores son producto de la experiencia, tienen su sede en nuestro psiquismo y en
su generación intervienen la inteligencia, la voluntad, los afectos y emociones; a la vez
tienen referencias necesarias en el mundo exterior a nosotros, son realidades internas y
externas, subjetivas y objetivas.
Por lo tanto, es necesario que hagamos conciencia de que la finalidad de Educar en
Valores es que los seres humanos lleguen a apropiarse conscientemente de su propia
dignidad. Para coadyuvar en el desarrollo de sujetos autónomos, capaces de construir
sus propias estructuras de valores, definir sus principios y tomar decisiones con libertad
y responsabilidad.
En la actualidad podemos percibir que la escuela participa muy poco en la formación de
valores, y es sumamente importante que contribuya solidificando este aspecto, porque
puede contribuir en la educación de una manera sistemática y permanente; para que
funcione como una verdadera comunidad, donde los valores estén siempre presentes
en la realidad y no en teoría.
Los valores que más interesan al educador son los de índole moral, pues son los que
contribuyen a que nos apropiemos de nuestra dignidad específicamente humana y nos
orientan al ejercicio responsable de nuestra libertad.
Los hombres no actuamos
movidos por instintos genéticamente, ya que el comportamiento humano no tendría un
rumbo -tal vez fuera autodestructivo-, los individuos somos libres de elegir, pero es
importante que esa elección la realicemos estando conscientes de las consecuencias
que nuestros actos traerán.
Con respecto a la educación y de cara a los retos de la globalización, considero que es
fundamental que los jóvenes estén preparados para elegir y hacer frente de manera
crítica y propositiva, a la apertura de la información, el acceso a los conocimientos más
avanzados así como los adelantos técnicos con que cuentan los países desarrollados.
Lo anterior con la finalidad de que no se dejen influenciar por los medios de
comunicación – que los tiene cautivos en un mercado donde se tiene acceso al
consumo desmedido-, además que siempre les están asediando con violencia; y que
corren el riesgo de convertirlos en mano de obra barata.
Estoy plenamente convencida que con la educación cimentada en valores, estaremos
apoyando un cambio en nuestros jóvenes, porque con una mentalidad diferente se
pueden poner en práctica los valores, lo que traerá como consecuencia individuos
íntegros y felices, que serán motor de cambio de la sociedad y del país.
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