Método Educativo para Niños Superdotados Sandra Elena Rentería Hernández y María Lucía Martínez Sánchez 4to Semestre Psicología Estrategias de Enseñanza y Aprendizaje Claudia Yaret Chávez Mendoza Viernes 8 de mayo del 2020 Introducción “Los niños superdotados son los mejores frutos del árbol de la humanidad, pero a la vez son los que corren mayor peligro. Cuelgan de sus ramas más frágiles y pueden romperse fácilmente” (Carl Jung, 1947). En los últimos años, se ha escuchado hablar sobre un tema que despierta mucho interés en las personas, los niños con capacidades cognitivas superiores; este tema ha sido rodeado de muchos mitos, el cual el principal es que estos niños, para desplegar su potencial cognitivo, se debe puramente a factores cognitivos, dejando a un lado los factores emocionales. Ahora bien, ¿cuál es el mejor método de enseñanza-aprendizaje para los niños superdotados? Es de suma importancia dar respuesta a esta pregunta ya que, tanto padres como maestros, deben conocer cuáles son las necesidades de estos pequeños en cuanto a su educación y esfera emocional para poder satisfacerlas, y así comprender cómo estos niños aprenden para saber qué es lo mejor para su desarrollo emocional e intelectual. El presente ensayo pretende responder a la pregunta anterior y desmentir aquellos mitos que rodean a estos pequeños, reconocer la gran importancia del factor emocional dentro del despliegue de su potencial, proponiendo el método de enseñanza-aprendizaje que más les ayude. Como sustento teórico se utilizarán las propuestas de la Dra. Patrice R. Verhaaren y Howard Gardner, además de la teoría del estilo de aprendizaje del Modelo de Programación Neurolingüística (VAK). Desarrollo Según Howard Gardner, se considera a un niño superdotado como aquel que posee una capacidad “biopsicológica precoz en cualquier especialidad existente en la cultura” (Gardner citado en Carrillo, 2015, p.18). La superdotación es un fenómeno de inteligencia superior que se manifiesta en ciertas personas. Existe la concepción errónea de considerarlo como un “don divino” o un regalo. Por otro lado, el Dr. François Gagné define la superdotación intelectual como la posesión y el uso de capacidades naturales, que no son entrenadas sistemáticamente y que son expresadas espontáneamente en el dominio intelectual (Gagné citado en Carrillo, 2015, p.18). De acuerdo con las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen entre ochocientos mil y un millón de menores superdotados en México; sin embargo, posiblemente no se ha identificado en ellos alguna habilidad intelectual específica, sino que más bien existe una tendencia por señalarlos como niños hiperactivos, con baja autoestima, retraimiento, problemas de conducta y poca tolerancia a la frustración. La OMS considera a los niños superdotados con un coeficiente intelectual por encima de los 130 puntos. Se estima que, aproximadamente, el 3% de la población infantil la constituyen niños superdotados o con aptitudes intelectuales sobresalientes (OMS citado en Carrillo, 2015). Más del 95% de ese 3% no son diagnosticados adecuadamente, por lo que sus capacidades no son bien atendidas. Es necesario desmentir la creencia de que los niños superdotados despliegan su potencial intelectual solamente debido a factores cognitivos, es cierto que una parte es gracias a estos factores, sin embargo, tienen más peso los factores emocionales para el desarrollo cognoscitivo de estos pequeños. De acuerdo a Alejandra García Mañas y Carmen Sanz Chacón, los niños con capacidad intelectual superior se empiezan a sentir diferentes de los niños de su edad, puesto que sus intereses suelen ser distintos, por lo tanto, sus juegos y sus conversaciones los convierten en niños “diferentes” o “raros” (2020, párr. 41). Los pequeños superdotados llegan a interesarse por cosas que sus compañeros no entienden y viceversa, ya que ellos tampoco comprenden los intereses de sus iguales, pues les parecen muy infantiles. Y lo que genera todo esto es un rechazo por falta de comprensión mutua. Esto hace que se aíslen en la clase interiormente, porque llegan a aprender cómo disimular y pasar desapercibidos. Por otra parte, si se les acomoda en un ambiente con personas de edad más avanzada, llegan a sentir que los adultos no les hacen caso o los minimizan por lo mismo de que son “diferentes”. Por consiguiente, su esfera socioemocional se ve afectada. Según la Doctora Patrice R. Verhaaren, las necesidades que presentan estos pequeños en el área social son las siguientes: sentirse aceptados y sentido de pertenencia; poder establecer un vínculo de confianza con sus padres, maestros y compañeros; ser conscientes del impacto de su comportamiento en los demás y conocer las expectativas que los otros tienen de ellos. Así mismo, una necesidad del poder compartir sus ideas, preocupaciones y preguntas sin que sus pares se burlen de ellos y sin que los profesores se cierren a escucharlos. También, una necesidad de un ambiente de comprensión y respeto, es decir, un entorno que ayude a todos los alumnos a reconocer y aceptar la existencia de las diferencias entre ellos. Se debe de fomentar el trabajo en equipo para el intercambio de ideas y conocimientos, con la finalidad de lograr una integración de estos pequeños con sus pares. Por último, fomentar habilidades sociales y una buena comunicación entre los padres, maestros y estudiantes (Verhaaren citado en Acereda, 2017, p. 88). Por otra parte, la Doctora Verhaaren también habla de necesidades psicológicas y necesidades intelectuales que los padres y maestros deben conocer para poder darles la atención adecuada que los niños superdotados necesitan y lograr un mejor desarrollo de estos pequeños, ofreciéndoles un ambiente en el cual puedan crecer y disfrutar como cualquier otro niño, sin minimizar su enorme capacidad que poseen. Algunas necesidades psicológicas que observó en estos pequeños son disminuir la presión que les causa el trabajar para obtener las mejores notas; ser flexibles en las actividades y horarios y hacer más adecuada la planificación y evaluación de los superdotados en sus propias actividades. Dentro de las necesidades intelectuales, se encuentran el llevar a cabo un proceso de enseñanza-aprendizaje de una manera personalizada en las áreas en las que superan a sus compañeros, adaptando los programas y currículos; ofrecerles la oportunidad de compartir y desarrollar sus intereses y habilidades, aplicando una aprendizaje por competencias, en donde no solo se toma en cuenta el “saber saber” (conocimientos), sino que también el “saber ser” (valores y actitudes) y “saber hacer” (habilidades). Por otro lado, Amparo Acereda (2017) propone una estrategia educativa, el “Enriquecimiento”, el cual se basa en el proceso de enseñanza-aprendizaje para realizar adaptaciones curriculares de manera personal, siempre tomando en cuenta las posibilidades de cada niño y haciendo modificaciones necesarias en los contenidos y metodología de trabajo. Esta estrategia es útil para todas las formas de talento y superdotación y permite que el pequeño sea quien marque su ritmo de trabajo y tiene en cuenta los aspectos del desarrollo personal del niño superdotado en todos los ámbitos, sin separarlos de su grupo de edad, lo que hace que la motivación del niño crezca (p. 90). Lo mencionado anteriormente fomenta en el alumno un aprendizaje por competencias, en donde el pequeño con una capacidad intelectual superior no solo garantiza el éxito en el momento de la evaluación, sino que se garantiza en un aprendizaje basado en la comprensión y relación de información, habilidades y valores. Los alumnos superdotados llegan a estimular “competencias en acción”, lo que los hace capaces de saber en qué momento utilizar todo su conocimiento y cómo aplicarlo en otro tipo de situaciones fuera del aula. Por último, existen diferentes estilos de aprendizaje, según el Modelo de Programación Neurolingüística, también llamado Visual-Auditivo-Kinestésico (VAK), toma en cuenta que tenemos tres sistemas para representar mentalmente la información. Los niños superdotados aprenden integrando estos tres, es decir, su aprendizaje mejora cuando combinan diferentes modalidades sensoriales, y no solo estimulando o tomando en cuenta un sistema único. Conclusión “Los niños superdotados son los mejores frutos del árbol de la humanidad, pero a la vez son los que corren mayor peligro. Cuelgan de sus ramas más frágiles y pueden romperse fácilmente” (Carl Jung, 1947). La mayoría de los niños con capacidades intelectuales superiores viven en condiciones en las cuales no se adaptan a su entorno y, debido a una mal diagnóstico o detección, suelen ser señalados como pequeños hiperactivos, con baja autoestima, aislados, retraídos, con problemas de conducta y poca tolerancia a la frustración, por lo que sus capacidades y necesidades no son bien atendidas y, como consecuencia, su esfera socioemocional se ve afectada, lo que lleva a estos niños superdotados no lograr desarrollar al máximo su potencial. Respondiendo a la pregunta “¿cuál es el mejor método de enseñanzaaprendizaje para los niños superdotados?”, éste sería una metodología en la que se tome en cuenta las necesidades socioemocionales, intelectuales y psicológicas de estos pequeños; darle el mismo valor tanto a los factores cognitivos, como los factores emocionales y atender los dos. Además, estimular el aprendizaje por medio de los tres sistemas, auditivo, visual y kinestésico. Por último, utilizar una estrategia educativa de enriquecimiento, impulsando un aprendizaje por competencias y fomentar sus habilidades sociales para lograr que se sientan integrados y adaptados. Por lo tanto, el método educativo para niños superdotados en un futuro, debe de tomar en cuenta tanto los factores cognitivos como factores emocionales. El objetivo principal de este método educativo es que el niño con capacidad intelectual superior no corra peligro y que todo su potencial no sea desperdiciado, sino que sean los mejores frutos del árbol de la humanidad, sin dejar a un lado la importancia de que crezcan como niños felices y adaptados a la sociedad. Bibliografía Acereda, A. (2017). “Intervención Educativa en la Superdotación Intelectual”. Revista Internacional de Educación y Aprendizaje, 5 (2), pp. 85-95. Recuperado de https://www.journals.epistemopolis.org/revEDU/article/download/1528/1003/ Beltrán, P. (2017). ¿Cómo aprenden los niños con altas capacidades? Recuperado de http://programadespierta.es/como-aprenden-los-ninos-altas-capacidades/ Carrillo, I. (2015). Niños Superdotados. ¿Hay lugar para los listos? Newsweek en español. Recuperado de http://www.dcne.ugto.mx/Contenido/MaterialDidactico/amezquita/Lecturas/Ninos% 20Superdotados.pdf García, A. & Sanz, C. (2020). Niños Superdotados. El Mundo del Superdotado. Recuperado de https://www.elmundodelsuperdotado.com/ninos-superdotados/