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VUELA A TU INTERIOR version corregida [3926610]original (2)

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VUELA A TU INTERIOR
VERSION ACTUALIZADA
Yam Bam Lam Ram
Derechos Reservados
ISBN y Depósito Legal Registrados
VUELA A TU INTERIOR
INDICE
* AGRADECIMIENTOS
* INTRODUCCION
* EL YO
* QUIÉN SOY YO
* DE QUE ESTOY FORMADO
* FORTALECIMIENTO DE CADA CUERPO
* EL PODER DEL VERBO
* EL DEBER SER
* SENTIMIENTOS
* LA MENTE DEL HOMBRE CONTEMPORANEO
* CÓMO LA MENTE MANEJA LA VIDA
* DAR Y RECIBIR
* BALANZA DE PETICIONES
* BUSQUEDA Y RESPUESTA
* RESPUESTAS
* LIBERTAD
* TRANSMUTACIÓN
* DUDA Y TEMOR
* AMOR, MUERTE Y SUFRIMIENTO
* LA IMPORTANCIA DEL AMOR
* SABER, OSAR, HACER, CALLAR
* MAGNETISMO PERSONAL
AGRADECIMIENTOS.
Es necesario agradecer a tres personas el haberme ayudado a encontrar mi
Ser.
La primera es de quien aprendí el honor, el valor y el respeto de cada acto
en nuestra vida, así como sus consecuencias.
La segunda fue quien me dio ejemplo de tesón, fortaleza, carácter y lucha
para ser mejor cada día, para ser siempre fiel a mis propios principios sin
importar las circunstancias y con la satisfacción del deber cumplido.
La tercera fue quien me enseñó a ver el mundo desde otro ángulo, uno más
elevado, más puro, que me obligó a conjuntar todas las enseñanzas
anteriores y me ayudó a ser libre, a tomar mi propio vuelo, que era lo que
YO estaba buscando.
A estas tres personas les agradezco de corazón todo lo que me han enseñado
y demostrado.
Espero que este libro les haga honor y ayude a las personas dispuestas a
crecer, pagando el precio del esfuerzo para ser libres y felices como lo hice
yo al principio y muchos de mis estudiantes a continuación, ya que para ellos
escribo este “Manual”
Una vez más… GRACIAS.
María Arroyo de Sáenz
Ing. Mario Sáenz Arroyo
Suryaban Xolar.
AGRADECIMIENTOS ESPECIALES
Hartmut Pawelski (Mike)
Este es un agradecimiento muy especial, ya que sin su apoyo habría sido muy
difícil llegar a donde he llegado.
A ti amigo, ángel de la guarda, hermano, padre… todo, absolutamente todo
lo que un amigo real puede ser, te agradezco todo el apoyo, el inmenso amor
que me has dado entonces y siempre; ya que sin ti, sin tu apoyo y confianza,
este libro no estaría ahora publicándose.
No sé en donde te encuentres, pero si espero que seas tan feliz como te lo
mereces, y más aún, mil veces más feliz de lo que te mereces, pues sé que
ese es el deseo de todos los que te conocemos y queremos.
A Dios Padre por haberme enviado a un Ángel…de apellido Prats quien me
ayudo a expresar debidamente los conocimientos adquiridos y me regaló su
valioso tiempo, así como sus conocimientos para continuar mi camino hacia
Él.
Una palabra muy corta pero con un gran significado:
“GRACIAS.”
INTRODUCCIÓN
Para todas aquellas personas que lean este libro, quiero comenzar diciendo
que este no es un tratado de filosofía y que no pertenece a ningún tipo de
religión o culto. Simplemente es un curso que consta de un grupo de técnicas
aprendidas y vividas a lo largo de 35 años, organizadas de una forma
determinada. Las mismas han logrado la superación personal y el cambio de
vida de muchas personas.
Este curso no es simplemente un conocimiento de nosotros mismos en el
plano físico. Lo más importante es que incide en el conocimiento de campos
más sutiles y profundos, como lo son nuestros sentimientos y la actitud que
tenemos ante la vida. De esto depende el éxito o el fracaso de las personas
y aunque muchas creen que lo importante es simplemente el aspecto físico,
se olvidan que sin la faceta espiritual todo lo demás pasa desapercibido.
Como descubriremos poco a poco, el plano espiritual es la verdadera
máquina que nos impulsa en la vida y nos marca la manera de vivirla. Así que
manejamos algo de metafísica, misticismo y gran parte de trabajo personal
para lograr nuestros objetivos.
Prácticamente todo lo que está dicho en este texto, ya ha sido expresado de
diferentes maneras. Sin embargo, este caso es diferente porque vamos
caminando de la mano, poco a poco, con un guía, y observando como con el
propio esfuerzo va cambiando nuestro mundo, ya que al finalizar cada
semana tenemos ejercicios muy prácticos para realizarlos durante la
siguiente semana.
Este libro es un compromiso consigo mismo. En algún lugar leí hace mucho
tiempo que el ignorante no es culpable de no hacer las cosas si no las sabe.
En nuestro caso sí lo sabemos y seremos culpables si no hacemos aquello
que debemos. Por ende, es necesario que leamos esta obra no como un
“algo para ver si podemos ser mejores”, sino que hagamos esto posible con
la ejecución de cada uno de los ejercicios aquí descritos. Ésta será la primera
parte de cuatro etapas, con las cuales se completará la formación interior en
relación con el espíritu y la actitud hacia la propia vida.
Esto es una terapia real y efectiva, de tal forma que seremos capaces de
aproximarnos a nuestro “Ser” y resolver nuestros problemas. Es nuestra
vida la que está en juego, la que nos duele y la que nos da las mayores
alegrías. Por lo tanto, hagamos de ella una vida Feliz, pues a eso hemos
venido a este planeta Tierra.
Vuela a tu Interior, es parte de un programa que llamé terapia del
pensamiento hace ya bastantes años, el cual es un grupo de técnicas que nos
llevan de la mano hacia una introspección. El Objetivo de la misma es
encontrara nuestro Ser, nuestro propio ritmo y así comenzar nuestro camino
a la auto-realización. Estas palabras suenan sumamente complicadas, pero
en realidad de lo que se trata es de comprender y poner en práctica cada
uno de los temas para lograr así que pasen a formar parte de nuestra vida, a
ser algo tan natural en nosotros como el respirar y el caminar.
“Vuela a Tu Interior” está dividido en varios módulos para que sea más fácil
recibir nuevos conocimientos, y para dar un tiempo a la ejercitación de cada
uno de ellos ya que esa es la base para que se produzca el cambio que todos
deseamos, en nuestra propia vida y en nuestro entorno.
Conviene aclarar que esto es como todo en la vida, es necesario un tiempo
y práctica constante antes de comenzar a ver los resultados.
EL YO
Desde pequeños somos totalmente egocéntricos, egoístas. Todo anhelo de
certeza y seguridad deben ser míos y de nadie más. La atención de mi mamá,
el regalo de mi papá, mi casa, mi TV y mi programa favorito, etc. Todo esto
es una carrera ascendente a lo que después será un dominio casi irracional
por la posesión de las cosas y las personas. El simple hecho de pensar en
compartir algo nos enferma. De principio podemos decir que todas y cada
una de estas actividades, por mucho que las disfracemos, llevan
directamente a la vía del dolor. Este es el punto en que deberíamos darnos
cuenta de que nada en este mundo físico y material nos pertenece, de que
lo realmente importante es el triunfo. Ese es el primer objetivo ya que aquí
comienza la verdadera vida, nace cuando comenzamos la integración de la
mente y el corazón para un fin común. Ni la inteligencia, ni el corazón
pueden estar separados ya que ambos forman un todo, uno depende del
otro para hacer de cada uno un hombre integral.
Se debe aclarar que intelecto e inteligencia no son la misma cosa. En el
intelecto se encuentran todos los conocimientos y adiestramientos recibidos
durante la educación, los cuales carecen de sentimientos. Ejemplo de
conocimientos son las matemáticas, geografía, física, etc. En cambio la
inteligencia, es la capacidad de sentir y razonar. Ahora bien, si ambas se
unen, la visceralidad quedará atrás y entonces el conocimiento, y
seguidamente la sabiduría, vendrán a cada uno. En este punto es preciso
aclarar que la sabiduría no es la mente llena de información, sino que es un
estado que se presenta cuando se ha logrado un grado tal de libertad, que
la personalidad deja de existir y uno está abierto a cualquier tipo de idea. De
tal forma que nos volvemos receptivos y perceptivos (observación y
comprensión), y sabemos cómo actuar en cada momento, en cada lugar y en
cada uno de los acontecimientos de nuestra vida.
Cada vez que creamos estar en lo correcto o que debamos tomar una
decisión, debemos analizarla, consultar a sí mismo, a nuestro interior, con
qué y cómo se está viviendo esta parte de la vida. Cuando sólo se toma en
cuenta el pensamiento o el corazón como medio de integración, se propicia
la desintegración.
Se dice que actualmente el hombre es libre, esto, en lo personal, suena a
algo incomprensible pues es difícil entender una libertad basada en normas
sociales, políticas, religiosas, y menos aún, si seguimos encadenados al dolor
y al sufrimiento.
La libertad no es eso que se vende en anuncios o que pregonan los dichos
populares: “Ya compré mi libertad”, “ya tengo 1000 millones de dólares”,
“ahora sí puedo usar o comprar un VW”… No, la libertad se gana mediante
el autoconocimiento, y por medio de éste hay que eliminar todos nuestros
egos. De esta forma nos vamos liberando poco a poco y permitimos salir
nuestro Ser. Buscar esta libertad es ver la vida vista desde otro ángulo, es
cuando se decide soltar las riendas de la propia seguridad, convertirse en
aventureros. Es el fluir de lo que se es y se quiere; es desechar los obstáculos
creados para alcanzar la seguridad. ¿Suena extraño? ¡Alcanzar la seguridad!,
¿cómo es posible si ni siquiera se posee la vida?, ¿o acaso alguien sabe
cuánto tiempo más va a vivir? De ahí que el autoconocimiento que nos
conduce a la libertad dirá cómo actuar en cada momento. Pondré un
ejemplo claro.
Hace tiempo se conocieron dos jóvenes, se trataron tres días y antes de que
él se fuera se acercó a la chica, la abrazó por la espalda y le comenzó a dar
besitos en el cuello. Ella se dejó porque le gustaba el muchacho, aunque
siguió realizando sus actividades (estaba lavando platos). Momentos
después el joven repitió la acción, y ella encantada se volvió a dejar. Él, al no
ver respuesta de la chica, rápidamente comenzó a decirle lo mala que era.
Ella no entendía por qué él le decía esto, ya que estaba haciendo uso de su
libertad, y al igual que él, estaba sintiendo lo maravilloso del momento, el
roce de sus labios en la piel, el hormigueo del momento. Mientras
experimentaba todo esto, el joven buscaba de ella una respuesta lógica y
momentánea como que se volteara y lo besara. Curiosamente, si él hubiera
sentido lo mismo que le hizo sentir a ella seguramente habría sido
sumamente fácil robarle el tan preciado beso, pero él jamás sintió, ni supo
todo lo que pasó en el interior de la joven mientras él simplemente la
besaba.
En este ejemplo que es real, al joven le faltó inteligencia, libertad y
discernimiento, ya que sabía lo que quería y tuvo la técnica para hacerlo
bien. No obstante, le faltó el sentimiento para darse cuenta de que podía
lograr su cometido. También le faltó libertad, porque seguramente pensó
en mil cosas y sus consecuencias en lugar de simplemente tomarla de los
hombros, voltearla y besarla. La vida es tan fácil… y sin embargo nosotros
mismos la complicamos.
Para aquellos amigos que quieran saber el final de la historia, los jóvenes se
escribieron por un tiempo hasta que él ya no contestó. Aun así ella sigue
agradeciéndole el respeto, la dulzura y la belleza de esos momentos, pues al
ser vividos conscientemente perdurarán para toda la vida, el segundo
seguramente pensará: “que chica tan apretada, tan sangrona o, ¿tan
pichi…?” Cuestión de enfoques.
Llegados a este punto podemos señalar que los problemas no existen como
tales, somos nosotros quienes los creamos y les damos una determinada
importancia y duración. Y todo esto variará dependiendo de la fuerza que
les demos.
Partiendo del hecho de que somos libres (en sentido figurado y hablando
coloquialmente, ya que aquí lo que estamos ejerciendo es el libre albedrío),
necesitamos antes que nada desear serlo. Aunque esto suene muy
contradictorio, no lo es. Si llamamos libertad a vivir encadenados,
necesitamos desear ser libres, para poder quitarnos las cadenas y esto nos
lleva a tomar el camino del triunfo.
Conviene aclarar que en ningún momento me refiero a que ser libres
signifique o sea sinónimo de hacer lo que uno quiera en la vida. Si en un
sentido real la libertad es lo que se alcanza cuando nos emancipamos
definitivamente de nuestro ego, para ser libre debemos previamente
conocer muy bien a dicho ego, a todos los vicios, defectos y maldades que
viven en nuestro interior. Por lo tanto debemos tomar sin miedos una nueva
aventura al conocimiento de nosotros mismos, hacer que nuestro Ser se
exprese en nosotros, y por consiguiente llegar al “deber ser” que
mencionaremos más adelante.
QUIÉN SOY YO
Para poder hablar de “quién soy yo”, necesitamos comenzar por la
educación. Parece fácil hablar de educación pero para hacerlo sería
necesario diferenciar entre instrucción y formación. Estamos educados para
buscar comodidad y bienestar, y terminamos teniendo miedo a lo
desconocido con lo cual aniquilamos nuestro espíritu de aventura. Toda
educación recibida está encaminada a hacernos iguales a los demás, dentro
de las normas preestablecidas de cada sociedad, que en teoría deben
respetar a la autoridad y a la tradición. Es como implantar un determinado
programa dentro de nosotros dentro del cual actuamos y emitimos nuestros
criterios y conceptos.
Afortunadamente aun existimos personas que nos resistimos a esto y como
consecuencia analizamos los problemas del ser humano desde un punto de
vista frío, sin tabúes ni prejuicios y con una gran rebeldía a los cánones
preestablecidos.
Esta rebeldía inteligente comienza a despertar en la adolescencia,
manifestándose a veces de forma violenta e irracional. Es la misma que nos
lleva a andar de grupo en grupo, localizando finalmente el que creemos afín
a nosotros aunque esto sea pasajero. Así nos vamos auto formando para
luchar en beneficio propio, en ocasiones abusando del prójimo. De esta
forma comienza el aislamiento de los demás al pensar y sentir de forma
diferente.
Si bien una buena instrucción es necesaria para desarrollar las capacidades
del individuo, en ningún caso nos da la integración para enfrentarnos a esta
vida tan plenamente como es preciso.
La instrucción nos ayudará a lograr los objetivos y metas que tenemos en
nuestras vidas pero, además de esta herramienta meramente mecánica,
existe la eficiencia basada en el amor. Si logramos hacer cada cosa con amor,
con seguridad podremos llegar más lejos y lograr mucho mejor nuestros
objetivos que si solamente nos basamos en el frío intelecto. Es el amor quien
da la comprensión total de la vida. Por lo tanto, para poder afrontar la vida
con todos sus retos es necesario retomar los valores de antaño. Sí, de
antaño: la honestidad, la rectitud y la veracidad. Estas cualidades dependen
de nuestra conciencia y son atributos de nuestro Ser. Es el Ser quien nos
aporta ideas inteligentes, sabiendo de antemano que la inteligencia es la
capacidad de percibir lo esencial, lo que realmente es.
La educación verdadera debe ayudar a descubrir y fomentar los valores
permanentes en nosotros, valores que nos acerquen al Ser, es decir al
Maestro Interno que todos llevamos dentro. Se trata de crear hombres y
mujeres integrados y libres, o sea, hombres capaces de ir en contra de su
propio ego, que deseen ir más allá de lo que ven y conocen, que busquen el
sentido que tiene la vida; hombres que mediante las disciplinas que exige el
autoconocimiento se transformen y lleguen a cristalizarse en algún
momento como seres integrales. Lo más importante en nosotros siempre
es y será despertar nuestra conciencia y acercarnos al Ser que llevamos
dentro. Mientras la educación no contemple estos principios jamás podrá
ser útil para encontrar el verdadero sentido a la vida.
Partiendo de que es necesario retomar nuestra educación para crear de
nosotros mismos seres integrados, libres y felices, capaces de alcanzar una
paz y seguridad que trascienda todo aquello que sea material, es necesario
tener en cuenta que para triunfar en la vida se requieren básicamente tres
cosas:
1.- Un Gran Deseo de APRENDER
2.- Un ENORME DESEO DE AYUDAR A LOS DEMAS, compartiendo lo que se
ha aprendido, lo que se tiene, lo que se es.
3.- LA FUERZA NECESARIA para NO DESISTIR JAMÁS, hasta alcanzar todas las
aspiraciones y las grandes metas.
EL GRAN DESEO DE APRENDER
Actualmente el mundo está dividido en especialidades, cada área de
conocimiento tiene su especialista. En medicina encontramos al cardiólogo,
al urólogo, al neurocirujano, etc.; en el área automotriz tenemos al eléctrico,
al mecánico, y ahora al especialista en electrónica para aquellos carros de
últimas generaciones los cuales todo lo manejan por medio de la
computadora. Las cosas están tan especializadas que uno apenas sabe del
área del otro. En la actualidad se está viendo una vez más, la importancia de
que todos sepan un poco de todo. El médico general que pueda relacionar
los dolores de los diferentes órganos entre sí, y los especialistas tomen en
cuenta el resto del organismo y que lo contemplen como un todo.
Estos ejemplos son el reflejo de nuestra vida. Al saber que cada área está
relacionada con un todo entendemos que somos seres integrales e
integrados, Así es nuestro cuerpo y nuestra vida, así es el mismo universo
que nos rodea.
Para aprender de uno mismo es necesario estar atento a todas aquellas
cosas que nos pasan a diario por pequeñas que éstas sean. Se trata de
hacernos conscientes de todo lo que sucede en nuestro interior cuando nos
relacionamos con otras personas, las reacciones que tenemos, cuando nos
sentimos heridos, cuando nos disgustamos, en que momento envidiamos,
cuando nos sentimos iracundos, por qué razón, etc., etc.
Quien tiene un gran deseo de aprender y profundizar en el autoconocimiento deja de ser visceral, aprende a controlar sus diferentes
estados de ánimo, llegando a suprimir el dolor y las tensiones, y llega un
momento en el que puede trascender cualquier tipo de sufrimiento
psicológico porque aprendió a no identificarse con las diferentes
circunstancias de la vida.
EL DESEO DE AYUDAR A LOS DEMAS
Siempre será más satisfactorio dar que recibir y esto se hace más notorio
cuando lo que se da es el conocimiento, la enseñanza, para que otras
personas puedan encontrar el verdadero sentido a la vida y ser dueños de sí
mismos. A nivel cotidiano el simple hecho de dar un regalo, una sonrisa o
una caricia también debería ser más gratificante que recibir. Además, si nos
gusta recibir es necesario dar.
El proceso de dar debe ser muy cuidadoso pues a veces puede resultar
dañino y prejudicial. Con esto quiero decir, por ejemplo, que los padres que
dan absolutamente todo lo material a sus hijos, generalmente están creando
gente incompetente, sobreprotegida, posibles parásitos sociales. Hay que
dar algo más profundo como experiencias, vivencias compartidas y
sobretodo hay que propiciar el espíritu de aventura en los hijos, me refiero
a aventura bien dirigida. Pese a que este mundo moderno tiene muchos
peligros, todavía habrá más si nos dedicamos a resolver la vida a nuestros
seres queridos, pues al inhibir el anhelo de aventura, les despojamos en
parte de su sentido de supervivencia y superación. Por lo tanto hay que dar
con inteligencia, hay que saber dar.
Compartir lo que soy es algo muy profundo. Estamos de acuerdo que
compartir es dar algo de lo que tenemos nosotros pero eso será siempre y
cuando tengamos algo que dar. Por ejemplo, si hago un banquete pero sin
suficiente comida, no tendré mucho que ofrecer a mis invitados. De igual
forma no se puede querer a los demás si no se quiere uno a sí mismo. ¿Cómo
comparto lo que soy si no sé quién soy yo mismo?
Para compartir lo que se es se hace necesario primero encontrarnos y saber
cuál es nuestro centro, saber exactamente que queremos, que tenemos para
lograrlo, que nos falta y cómo podemos alcanzarlo. Saber que estamos
anclados en algo, ya sean virtudes, defectos, anhelos y valores.
Saber lo que somos es lo que nos va a dar la fuerza necesaria para seguir
adelante, nos va a ayudar a conocer nuestro nivel de conciencia y a
superarlo. Aumentar o superar nuestro nivel de conciencia no es tarea fácil.
Para conseguirlo debemos dejar atrás nuestros egos y nuestra personalidad
y esto sucede a medida de que por medio del auto-conocimiento vayamos
siendo capaces de descubrirlos y erradicarlos de nosotros. Este va siempre
en beneficio de nosotros mismos y, por lógica, también se verá reflejado en
el bienestar de las demás personas que estén a nuestro alrededor.
¿Cómo se comienza a ayudar a los demás? Simplemente con el compartir
experiencias, sin limitarse a dar consejos. Se comienza por compartir un
momento agradable, lo que se tiene. Dar un regalo a la semana siempre es
bueno, hasta lograr que este sea diario. El regalo debe ser físico por lo menos
una vez a la semana y los demás pueden ser sonrisas, caricias, abrazos,
detalles, favores. Los regalos físicos no van más allá de un chocolate, una
soda o algo simple; aquí comenzamos a trabajar apenas con el desapego, o
sea el poder deshacernos de las cosas sin dolor, sin que nos cueste.
El compartir lo que se ha aprendido es algo más profundo y también más
delicado. Si bien es cierto que cuando adquirimos un nuevo conocimiento
deseamos comunicarlo, no significa que seamos capaces de comprender el
alcance de este, a menos que lo pongamos en práctica y obtengamos
resultados en nosotros mismos. Solo entonces, con la experiencia propia, es
que podremos guiar a otros porque de una u otra forma hemos andado el
camino.
No hay nada nuevo en este mundo, lo nuevo son los ojos con los que se mira
la verdad del conocimiento.
Compartir lo que se ha aprendido queda solamente para la gente que
realmente está interesada en aprender de nosotros, para las personas que
sepan que tenemos algo valioso que aportarles. No podemos compartir los
conocimientos, y mucho menos si éstos son fruto del trabajo interior, con
personas sin interés. Por favor, no le den “margaritas a los cerdos”. Cuidado
porque al dárselas se paga muy caro.
LA FUERZA NECESARIA PARA NO DESISTIR JAMÁS
Se trata de la fuerza y el tesón que debemos tener hasta alcanzar las
aspiraciones y las grandes metas. En este punto es necesario saber no sólo
lo que queremos, deseamos y anhelamos sino también con que intensidad
lo queremos y si nos conviene o no. Para ello es necesario saber que tan
nivelada está nuestra balanza. Esto lo veremos más adelante.
Cuando las personas dicen que para realizarse necesitan de un matrimonio,
una carrera, una pareja, un auto nuevo, una casa o una cuenta en el banco
con tantos ceros, veo el vacío tan grande que tienen en su interior. La
realización del ser humano es algo muy diferente y pasa por tres etapas o
peldaños que no son fáciles de alcanzar y que no los logra cualquiera. Me
refiero al éxito, al triunfo y a la victoria.
El éxito se obtiene en el mundo físico, se demuestra en lo externo, en los
lujos, en los excesos en lo material, pero es pasajero. En este plano todo va
y viene, todo es fugaz y nada duradero.
El triunfo es algo mayor, de más valía, pues es el hecho de transformar los
propios vicios en virtudes. Para ello se necesita de una auto-observación, del
auto-conocimiento, de un vivir minuto a minuto siendo conscientes de lo que
somos, de cómo reaccionamos en nuestro diario vivir y de una fuerza de
voluntad férrea. Ésta es la fuerza necesaria que no debe faltar jamás hasta
alcanzar todas nuestras metas y aspiraciones, conquistando de ésta manera
nuestro propio mundo interno.
Por último la victoria. Al hablar de victoria hablamos del mundo espiritual.
Esto es cuando se conoce lo eterno, la verdad en cada lugar, persona o cosa.
En este punto se alcanza la libertad verdadera, ya que la victoria es la misión
cumplida, haber logrado el objetivo espiritual, que no es otro que ser
conscientes y dejar que se manifieste el Ser en nosotros.
Si tenemos en cuenta que todos y cada uno de nosotros nacemos para ser
prósperos, felices y libres ¿por qué no lo somos? No es tan difícil encontrar
la respuesta, simplemente éste camino es para valientes… sí, sólo para
valientes ya que cada uno es el arquitecto de su propio destino. Los cobardes
no toman riesgos y se quedan sólo en charlas de café o de salón, son los que
dicen y no hacen. Sólo aquél que está decidido a tomar sus compromisos
responsablemente con su Ser es capaz de seguir este camino, pasando por
encima de todos los obstáculos y desprendiéndose gradualmente de todos
sus egos.
Para esto se debe ser muy valiente. Generalmente se buscan a sí mismos
quienes ya nada tienen que perder, y esto no lo digo en sentido figurado
sino en sentido real. Cuando se ha perdido todo, casa, familia, trabajo,
pareja, todo… absolutamente todo, y ya no importa perder más porque no
queda nada, aparece entonces el sentido de aventura. Es ahí cuando la
inteligencia creativa comienza su trabajo y éste trabajo consiste en salir
adelante siempre. Si el ego es un gran obstáculo se aplica la fuerza
necesaria para no desistir jamás. Esto es lo que llamamos fuerza de
voluntad.
UNA NUEVA EDUCACIÓN
Hemos hablado de educación como entrenamiento de habilidades para
lograr unos objetivos específicos en éste mundo material en el cual vivimos,
pero esto no es la verdadera educación a la que nos referimos en este libro.
No es ignorante aquel que no ha tenido educación escolar, sino el que no se
conoce a sí mismo.
El conocimiento verdadero está dentro de nosotros, y no fuera como se nos
enseña y se nos quiere convencer. Dentro de nosotros se concentra el total
de la existencia, por eso quien se conoce a sí mismo conoce también a los
demás y al mundo que le rodea. Para llegar a ese conocimiento que está en
nuestro interior es necesario eliminar previamente el ego.
Necesitaríamos cambiar el tipo de educación que se da, es necesario partir
de nosotros mismos para poder comprender lo que pasa a nuestro
alrededor, Cada persona tiene una manera distinta de sentir y de expresarse,
y ésta va a variar según el grado de conciencia que tenga, del grado de
acercamiento a su Ser. No es lo mismo una persona que tenga el centro de
gravedad en el Ser, que todas sus actividades en la vida estén en función de
la búsqueda del Ser, a otra que lo tenga en su personalidad. Si el centro de
gravedad está en torno al Ser será siempre una persona con cualidades
definidas y con facultades especiales, una persona que se distingue de los
demás. Si por el contrario tiene su centro en su personalidad, simplemente
será una persona movida por su ego que se manifestará en ella de una y mil
maneras, ahora estará llena de envidia, más adelante controlada por la
soberbia, la ambición, ira, lujuria, orgullo, etc., etc. Por mucha educación
tradicional que reciba una persona así, jamás llegará al conocimiento
verdadero.
En la actualidad la raza humana está pasando por un proceso de fracaso
total: guerras, drogas, vicios, crímenes de todo tipo… No es precisamente
esto lo que el hombre vino a hacer a este mundo. La decadencia actual es
producto de una falta total de conocimiento interior, de comprensión y de
amor por uno mismo, entendiendo este amor a uno mismo como el amor al
Ser que todos tenemos dentro.
La vida común no tiene gran cosa que ofrecernos, es dolor, gozo, belleza,
fealdad, amor… Se hace por tanto necesario experimentar y sentir el proceso
integral de la vida y esto sólo es posible descubrirlo en el interior mismo del
hombre, trabajando por individualizarse, por emanciparse de todo el ego
que como velo de la ilusión nos mantiene en la ignorancia.
Cuando se comienza a trabajar sobre sí mismo surgen las experiencias y los
sentimientos verdaderos y eternos. Así es como la persona se transforma en
algo diferente. Estamos hablando de experimentación real porque si nos
conformamos con leer lo que otros han escrito sobre el conocimiento
verdadero sólo nos convertiremos en místicos o esotéricos de salón o de
café. El conocimiento auténtico debe ser propio, debe vivirse y
experimentarse en sí mismo.
Por todo lo anterior, es sumamente necesario que comencemos a educar de
otra manera a nuestras nuevas generaciones. La educación actual no es
educación, es robotización, es programar al individuo para que se exprese
en la vida conforme al programa establecido, para que siga unas
determinadas normas sociales. Y si la persona decide abandonar el
programa, de inmediato es juzgado, criticado y hasta excluido de la sociedad
por estar fuera del ambiente normal en el que se vive. Necesitamos cambiar
eso y educarnos a nosotros mismos y a nuestras generaciones en la
búsqueda de valores internos que nos permitan acrecentar nuestra
conciencia y acercarnos más al Ser que todos llevamos dentro. Sin eso no
tiene sentido la vida.
DE QUÉ ESTOY FORMADO
Como todos sabemos nuestro cuerpo físico está compuesto en su gran parte
por agua, además de otras moléculas que componen los músculos, huesos,
órganos internos, piel, etc. Aparte de lo meramente químico también existen
otros componentes del cuerpo, me refiero al aspecto eléctrico relacionado
con el sistema nervioso.
El cuerpo físico desprende una energía llamada aura, y su belleza, tamaño y
pureza dependen de su calidad vibratoria. Así una persona enferma tiene su
aura débil nadie la notará, mientras que una persona que goce de buena
vitalidad y salud tendrá un aura más fuerte. En la actualidad con tanta
contaminación, alimentos basura y falta de contacto con la naturaleza, el
hombre ha reducido su aura en gran cantidad. De ahí que su energía, su falta
de seguridad, de amor y de fortaleza mental hayan decrecido.
Existen dos tipos de energía que se confunden con el nombre de aura:
1.- La que rodea el cuerpo y que mide de 1 a 15 cm. Esto no es otra cosa que
el cuerpo cártico, el cual se forma por el movimiento de los átomos. Los
mismos, al unirse a otros por medio de sus valencias, van generando un
destello luminoso el cual puede ser captado por cualquier persona sin
ningún entrenamiento. Este cuerpo cártico es visto generalmente en
ambiente de oscuridad y precisamente esto es lo que capta a cámara
Kirlian.
2.- El Aura humana, que está formada por la energía que irradian sus chacras
Para que el hombre pueda volver al lugar que le corresponde es necesario
estar equilibrado mental, emocional y espiritualmente. Esto simplemente
significa que debemos encontrar nuestro centro espiritual, no el físico ya que
éste siempre será la personalidad, es decir, el vehículo de manifestación del
ego.
Una persona sana, equilibrada mental, emocional y espiritualmente, tiene
un gran magnetismo y es imposible no fijarse en ella, ya que al poseer un
cuerpo sano la energía que sale de sus chacras es totalmente pura y fuerte.
Tiene energía, vitalidad y empuje para realizar cualquier actividad necesaria.
Trabajando honesta, recta y constantemente podrá conquistar lo que desee
en cualquier plano de conciencia.
Todo ser humano viene a la existencia con dos cuerpos, el físico y el vital o
etérico.
El cuerpo físico es el vehículo tridimensional. En realidad el cuerpo físico no
es tridimensional sino tetra dimensional. Esa parte tetra dimensional del
cuerpo físico es lo que se denomina cuerpo etérico o cuerpo vital.
El cuerpo vital tiene su propia anatomía, fisiología y sus propias energías.
Dentro de esa anatomía encontramos diferentes chacras. No sólo los 7
chacras espinales sino otros muchos. También tiene numerosos “nadis” o
canales por donde circula la energía de manera similar a como circula la
sangre por el cuerpo físico.
El cuerpo físico y el vital son inseparables, forman un todo, un mismo cuerpo.
Cuando el cuerpo vital se agota, el físico muere y viceversa. Muchas
enfermedades comienzan en el cuerpo vital y posteriormente cristalizan en
el físico.
Como todos los seres vivos tienen también un cuerpo vital, es obvio que al
ingerir buenos alimentos, llenos de vitalidad, esa parte energética también
fortalece a ese cuerpo en nosotros. La parte vital de los alimentos es
fundamental en la alimentación humana. Por ejemplo, muchas frutas
después de tantas y tantas alteraciones tienen su parte vital muy disminuida
y no nutren lo suficiente, no "colaboran" para aumentar nuestra vitalidad.
Si decimos que el cuerpo vital es tetra dimensional es porque tiene
existencia real en la 4ª dimensión del planeta Tierra.
Todo ser humano viene a la vida con sus cuerpos físico y etérico o vital. Esto
significa que en otras dimensiones superiores de la naturaleza no tenemos
existencia real. Me estoy refiriendo a la dimensión astral, a donde vamos
todos cuando nuestro cuerpo físico duerme, y a las dimensiones mental y
causal. Para tener existencia real allí, es necesario crear el vehículo o cuerpo
correspondiente pero no es objeto de este manual explicar cómo se crean
esos cuerpos superiores. Precisamente estas cosas son las que se pueden
llegan a conocer cuando dedicamos nuestra vida al auto-conocimiento y al
trabajo interno.
¿Qué saben los médicos del cuerpo vital? Prácticamente nada. La educación
meramente académica solo sirve “para andar por casa”, es decir para
elaborar hipótesis, y conceptos basados únicamente en los datos que
aportan los sentidos. Los médicos dirían: “¿Dónde está el cuerpo vital?
¿Cómo hacemos para verlo?, nosotros sólo podemos aceptar lo que se
puede percibir con los sentidos y analizar en nuestros laboratorios”. Es decir,
una respuesta totalmente acorde a su programa, a la educación recibida.
¿Dónde quedan entonces todas esa curaciones, inexplicables para la mente,
realizadas por místicos, chamanes, grandes yoguis, etc., etc.? Resulta
evidente que en cierto modo ellos se preocuparon por una educación
diferente: la búsqueda del Conocimiento real.
El cuerpo vital sirve de base a los procesos químicos que se desarrollan en el
cuerpo físico, es su sostén energético. En realidad, para diagnosticar
exactamente una enfermedad se necesita ser clarividente, tener la
capacidad para ver aquello que pertenece a una dimensión no perceptible
por los sentidos físicos.
Cuando dormimos por la noche, no sólo descansa el cuerpo físico sino que
el cuerpo vital se recupera también.
FORTALECIMIENTO DE CADA CUERPO.
El cuerpo físico se fortalece comiendo alimentos sanos, dejando atrás la
comida basura y mediante una dieta equilibrada. Esto último no sólo
significa comer variado sino además ser moderado con la ingesta de
alimentos. También ayudan al fortalecimiento del cuerpo todo tipo de
ejercicios destinados a disminuir el estrés y ejercicios físicos como el tai-chichuan, el cual es uno de los deportes más completos. Por tanto coman con
moderación y variado, caminen y manténganse en contacto con la
naturaleza y ganarán mucho en salud.
El cuerpo etérico o vital se fortalece comiendo alimentos contengan toda su
vitalidad, a ser posible sin modificaciones genéticas, tratamientos con
pesticidas, etc. Otra cosa que ayuda al fortalecimiento del cuerpo vital es
una correcta respiración. Existen ejercicios respiratorios que tratan de
asimilar la vitalidad o “prana” existente en la naturaleza. También ayudan
las actividades emocionales como el canto, la música, el baile y los sonidos
agradables que purifican nuestra aura.
Puede darse el caso de que, a pesar de estar siguiendo todas las
recomendaciones anteriores, nuestro cuerpo físico, y sobre todo el vital,
esté debilitado. Esto se debe a la constante pérdida de energía que tenemos
todos los días a causa de no saber vivir. En nuestro interior viven multitud
de defectos a los que llamamos en general el ego (ira, codicia, envidia,
orgullo, lujuria, etc., etc.). En la interrelación con nuestros semejantes estos
defectos afloran y nos controlan. Al identificarnos con ellos perdemos una
gran cantidad de energía y si esta identificación es muy grande o muy
constante, entonces nos desvitalizamos completamente y hasta
enfermamos. Por ejemplo, ¿cuántas veces ha ocurrido que una persona se
siente muy cansada al llegar la noche sin haber hecho nada en todo el día?
Si hubiese observado su conducta se habría dado cuenta que ha pasado todo
el día fuertemente preocupada, o ha tenido un ataque de ira de enfado con
el cual se ha identificado, etc. Cuando el ego aflora fuertemente siempre nos
roba energía vital.
Como contribución a nuestra salud física y vital se hace necesario aprender
a vivir el presente, no identificarnos con ninguno de nuestros defectos o
egos cuando estos se manifiestan, considerarlos como gente intrusa dentro
de nosotros, no hacer lo que ellos quieren, etc. etc. Solo así podremos
conservar adecuadamente nuestras energías.
Es necesario lograr el silencio y la quietud mental. Una anécdota del Buda
dice que desde que entró a una ciudad la gente le comenzó a insultar, y
mientras estaba en meditación la gente continuaba insultándolo. Al terminar
su meditación sus discípulos le preguntaron por qué no hacía nada, que si
no le molestaba todo lo que decían y hacían a su alrededor. Él solamente
contestó que si hubiera ocurrido años atrás, le habría molestado porque era
alguien, pero que ahora sólo era un gran vacío, así que en donde no hay
nada, no hay nada que molestar.
Cuando se aprende a no reaccionar ante las diferentes circunstancias de la
vida, además progresar en el camino que nos conduce hasta el Ser,
ahorramos muchas energías que ayudan a mantener nuestra vitalidad.
¿Y qué diríamos de la energía sexual, la más sutil y poderosa de todas?
Resulta evidente que las damas de los prostíbulos han acabado con la
vitalidad de muchos que optaron por hacer vida de calaveras…
Sientan la música, fluyan con ella, vuelen, cierren los ojos y simplemente...
vuelen
EL PODER DEL VERBO
Hay palabras que hieren y palabras que matan, pero también hay palabras
que dan fuerza, que ayudan a los demás a sobreponerse a las adversidades.
Se puede hacer mucho bien y mucho mal con la palabra. El poder de la
palabra puede ser muy grande si aprendemos a utilizarlo sabiamente.
Debemos de ser conscientes de que así como una palabra de amor puede
construir un mundo en un segundo, una palabra de desaliento puede
deshacer una vida. Una palabra hiriente, llena de maldad, de engaño, puede
dañar no solamente en esta existencia, sino que puede quedar ahí
existencias enteras. Por todo ello debemos tener muchísimo cuidado con lo
que decimos, debemos ejercer control sobre la palabra, estar siempre
atentos a lo que decimos.
El Ser se manifiesta cuando la persona posee una fuerza interior tal que sólo
sabe seguir adelante en el camino del auto análisis. Aquí comenzamos a
dejar atrás al hombre común u ordinario y comenzamos nuestra búsqueda
y nuestro trabajo real para ir dejando aflorar a nuestro ser interior.
En el transcurso del camino vamos adquiriendo habilidades en mayor o
menor medida. Pero el poder sólo se encuentra cuando se ha realizado la
revolución de la Conciencia porque éste viene del Creador.
El amor es algo sumamente importante. Gracias al amor todo lo que existe
dentro y fuera de nosotros se transforma siempre en algo bello y perfecto.
Cuando existe dentro de nosotros la fuerza infinita del amor, la sabiduría y
la fuerza interna, generamos por nosotros mismos el poder. Éste llega sólo y
es un don de nuestro propio Ser, y para mantenerlo en nosotros necesitamos
ser amantes de verdad, es decir, amar a todos y a todo cuanto existe a
nuestro alrededor, ser personas dadivosas. Así viviremos más cerca del Ser,
porque el Ser es amor.
Otro aspecto muy importante en el camino es decir siempre la verdad.
Cuando decimos algo siempre debe ser la verdad, toda la verdad y ésta debe
basarse siempre en la experiencia propia.
En realidad, el ser humano sólo sabe realmente aquello que experimenta.
Nadie puede hablar de manera veraz sobre algo que no ha experimentado
o vivenciado internamente. El poder del verbo se sustenta en la veracidad.
Si fuéramos conscientes de esto sería suficiente con escuchar atentamente
a alguien para saber qué clase de persona es y así saber cómo actuar en
nuestra relación con ella.
Para desarrollar el poder del verbo se deben desterrar las falsedades y
mentiras de nuestro interior, pues dicho poder sólo se da en el hombre
verídico y equilibrado.
El poder del verbo no siempre se manifiesta a través de la palabra, sino que
muchas veces lo hace por medio del silencio. En síntesis, transforma la
ignorancia en sabiduría y ayuda a la persona en su camino, dando luz,
sabiduría, fortaleza, amor, salud y valor.
Otra cosa muy importante es estar siempre conscientes de lo que decimos
y pensamos para no ir en contra de nosotros mismos diciendo una cosa
cuando pensamos otra. El ser coherentes y honestos con uno mismo hace
que la energía fluya de tal manera que nos facilita que todo sea mejor en
nuestra vida.
La palabra realiza una función muy importante en nuestras vidas, pero el
poder en el verbo lo cambia todo.
En resumen, debemos tener siempre muy presente lo que decimos, lo que
pensamos y lo que exteriorizamos, ser conscientes de ello.
Cada una de estas acciones tiene una fuerza y un poder determinado. Si yo
te digo “te amo” y pienso “no tanto”, existe una contradicción psicológica y
queda invalidado tanto ese sentimiento como esas palabras. Pero si pienso
que “te amo”, y así lo reflejan mis palabras, entonces eso se siente en
profundidad. Se siente en un abrazo, ese sentimiento queda plasmado en
una mirada, etc. Es más, aunque no se manifieste con la palabra sigue siendo
real y así se percibe.
El amor se siente en los actos de las personas ya que el amor es un acto de
voluntad que surge de la profundidad de nuestra Conciencia. No es del ego,
sino una facultad o atributo de la Conciencia.
Cuando la palabra brota de un sentimiento positivo, el resultado será
maravilloso. Por el contrario si el sentimiento es negativo, las consecuencias
de la palabra nunca serán dichosas.
A veces es necesario saber callar a tiempo y no decir más. Con el silencio del
otro cada cual debe percibir o sentir lo que se quiere decir. Esto resulta
mucho más fácil cuando la esencia o conciencia va despertando en nosotros
Así que una vez más… busquen su SER INTERNO, luchen por encontrarlo.
EL DEBER SER
¿Qué significa el “Deber Ser”?. Debemos partir de que a este mundo
venimos a superarnos, a cumplir con una meta o misión determinada y que
todos somos capaces de transformarnos por convicción propia. Para eso
tenemos libre albedrío. El Deber Ser es eso que tenemos que lograr a base
de esfuerzo, alcanzando el triunfo del que hablamos anteriormente.
No debemos contentarnos con ser así como somos, sino que debemos
profundizar en la comprensión. Es necesaria la transformación del individuo
en alguien mejor, con más conciencia, y para ello se hace necesario
comprender nuestros egos. De otra forma, nuestra existencia carecería de
sentido.
Para iniciar esa transformación debemos aprender a vivir siempre en el
presente. El futuro no existe y el pasado ya pasó y no se puede cambiar.
Solamente a través del presente es como se puede crear el futuro, paso a
paso, decisión tras decisión. Otra forma de ver el futuro o de luchar por un
ideal no sirve, es sólo un síntoma de pereza para no hacer frente a las
circunstancias en el presente, cualesquiera que estas sean.
La verdadera educación pasa por enseñar a vivir el momento presente y con
ella se logra la mayor felicidad para sí mismo a cada momento y no a lo lejos
o al final del camino.
La libertad se vive minuto a minuto, tomando las decisiones correctas,
afrontando las diferentes circunstancias de la vida tal como uno quiera y
decida afrontarlas. Sabiendo que por cada acción que se emprenda siempre
habrá una reacción, es mejor actuar lo más consciente posible. Como
siempre va a existir una reacción, ¿por qué no nos atrevemos a obtener
nuestra propia respuesta?, ¿por qué necesitamos pedir opiniones a los
demás, o escondernos y no dar la cara? Eso no es ser libre, es reforzar las
cadenas una y otra vez, depender de alguien o algo que no es quien va a
recibir las consecuencias de nuestros actos.
Seamos libres y tomemos nuestras propias decisiones. Nadie es perfecto,
con seguridad vamos a cometer errores pero estos errores son nuestros. Así,
de esta forma, vamos ganando en experiencia, aprendemos y cada vez
seremos más fuertes y más honestos con nosotros mismos.
No pasa nada, nadie nos va a enviar como regalo de cumpleaños una cajita
con la libertad envuelta. Es nuestra decisión querer ser libres o no, y esto
solamente lo decidimos nosotros. Debemos ser libres en el pensar, en el
sentir y en el actuar. Y aprender a hacer uso de esa libertad en armonía con
nuestro Ser.
Hablemos ahora de la bondad. Tanto la bondad como el amor son vivencias
y no se aprenden en un libro ni en una escuela. Son sentimientos intrínsecos
al ser humano y que están más o menos desarrollados en las personas.
Mientras más conciencia tengamos más bondad y más amor existirá en
nuestro corazón.
Para que bondad y amor sean reales debemos luchar por ser conscientes, es
decir mantener una constante vigilancia de nuestras reacciones, de nuestro
ego, en todos nuestros actos, movimientos, actitudes, gestos y en definitiva
en nuestra interrelación con los demás, en todo momento y en todo lugar.
Debemos dar gran importancia a todo esto, ya que es muy fácil caer en la
inconsciencia, en el error de no saber “quién soy” realmente. Por un lado, la
sociedad y la vida mecanicista nos incitan continuamente a una lucha
ascendente de necesidades. Es decir: la mejor casa, el mejor carro, la mujer
más guapa, el hombre de mejor posición o sea el más rico y poderoso, etc. Y
todo esto… ¡es mío! Si nos descuidamos, la vida nos atrapa y con todos sus
atractivos nos conduce a la inconsciencia.
Las personas que no están en esa lucha por hacerse conscientes, lucha sin
tregua ni cuartel, por lo general se pierden a sí mismas y, por tanto, olvidan
el verdadero motivo de su existencia, se olvidan de su misión en la vida.
No todos nacemos para ser ricos o exitosos, y mucho menos aún para ser
poderosos en el sentido convencional de lo que se entiende en mundo físico.
Sin embargo, sí nacemos para ser libres, felices y encontrar la realización en
los términos mencionados anteriormente. Quien aprovecha su vida para
hacerse consciente, atrae hacia sí cada vez más libertad y más felicidad.
Lo anterior es más importante que toda la lucha por el poder ya que, lo crea
o no, éste llegará por sí solo a medida que uno va siendo honesto consigo
mismo, vigilando muy de cerca estos pasos y actitudes. Viviendo plenamente
el presente se alcanza el triunfo ya mencionado. Estas vivencias tan
personales y propias deben llevarse responsablemente y deben ser
compartidas con los demás mediante enseñanzas y sobre todo, con el
ejemplo.
De esta forma comenzarán a abrirse para nosotros las puertas de un mundo
nuevo. Comenzaremos a ver como la vida nos ama y se preocupa por darnos
aquello que necesitamos para nuestro diario vivir y nuestra continua
superación. Para ello debemos esforzarnos por estar continuamente en
alerta.
Cuando uno está en alerta, pendiente de sí mismo, viviendo en el presente,
comienza a conocer realmente a lo que teme. El temor es algo inconsciente,
un ego que habita en nuestro interior y que puede manifestarse por diversas
causas, de ahí que no sea algo tan fácil de eliminar. No obstante, mediante
la observación de sus manifestaciones, un análisis consciente, una buena
dosis de paciencia y una comprensión que no admita ninguna clase de juicio,
es posible superarlo e incluso eliminarlo totalmente.
SENTIMIENTOS
A los sentimientos los vamos educando a partir del nacimiento. Sin embargo,
es en la adolescencia cuando comienza a evidenciarse claramente la
evolución, formación y estabilidad que tenemos o que podemos llegar a
tener, y también lo que nos falta por formar, reforzar y superar.
La manifestación de los sentimientos es algo en lo que nunca debemos dejar
de trabajar y es muy necesario ser firmes en lo que queremos porque de ahí
dependerá buena parte de nuestra felicidad.
Es muy importante ser conscientes de lo que estamos dispuestos a dar por
aquello que queremos. Debemos medir muy bien lo que estamos dispuestos
a dar, los sacrificios a realizar y las luchas que debemos sostener ya que,
dependiendo de esto, sabremos si realmente queremos ser realmente
conscientes o no.
Resulta muy fácil decir sí a algo, pero todo “sí” lleva un compromiso.
Entonces, es preciso reflexionar muy bien si estamos seguros y dispuestos a
aceptar ese compromiso, o si simplemente nos estamos engañando a
nosotros mismos y tan sólo es una “buena intención”, una ilusión.
A veces, con tal de conseguir a toda costa lo que deseamos, nos
empecinamos en lograr algo que resulta obvio que no va a funcionar.
Obcecados en nuestro afán de que las cosas resulten como deseamos, no
nos damos cuenta que el resultado será un fracaso.
Anteriormente hablamos del “deber ser”, del “magnetismo personal” y del
poder del Verbo. Pues bien estos tres factores influyen en la percepción que
otras personas tienen de nosotros. Si hablamos mal de alguien, si somos
mentirosos, incumplidos o irresponsables no tendremos ninguna clase de
magnetismo personal “positivo”. En todo caso lo tendremos pero negativo,
de tal forma que alejaremos a las personas que estén cerca de nosotros pues
¿qué imagen daríamos? ¿Qué sentiríamos nosotros por una persona así?,
Por esta razón debemos conocer, debemos sentir. El sentir no es sinónimo
de debilidad. Por el contrario, gracias a lo que sentimos podemos distinguir
a las personas y hacer más fácil amigos que tengan algo en común con
nosotros. Además, mediante lo que captamos por el sentimiento
protegernos también de las malas intenciones.
Los sentimientos son sensaciones que, aunque no los percibimos con los
sentidos, sabemos que existen y que son tan reales para nosotros como
cualquier objeto material. Así como los sentimientos nos pueden amargar
la existencia en un momento dado, también nos pueden facilitar la vida y la
interrelación con nuestros semejantes. No solamente el amor es un
sentimiento, el miedo y el odio son de los más comunes y los más dañinos.
Todo sentimiento puede brotar de nuestra conciencia, de nuestro Ser, o bien
ser un sentimiento del ego. Estos últimos son los más inútiles ya que
detienen cualquier proceso de transformación que emprendamos. Así, el
odio suele corroer las entrañas de la gente, el sentimiento de envidia mueve
una buena parte de la maquinaria social, etc. Cuando nos dejamos llevar por
este tipo de sentimientos, cualquier trasformación interior resulta
imposible.
¿Qué diríamos del miedo? Se trata de un sentimiento que en ocasiones nos
paraliza y nos impide desarrollar nuestra vida con normalidad. Cuando
somos víctimas del miedo nos estamos causando serios problemas a
nosotros mismos. Todos nuestros planes se atrasan, no salen las cosas como
deberían salir y se nos agrandan todos los males.
El odio no solo nos enferma a nosotros mismos, nos quita el dinero en
medicinas y curanderos, y como se dice muchas veces de forma coloquial:
“El otro no se entera”. Por tanto, resulta más doloroso odiar a alguien que
todas las luchas internas que realicemos para superar ese defecto.
El amor es un atributo de nuestra conciencia, de nuestro Ser. El odio es la
contraparte, lo opuesto al amor. Si el amor es lo más elevado que existe, el
odio debe ser lo más monstruoso que podemos llevar en nuestro interior.
Lo ideal sería llegar a amar a la persona a quien odiamos, pero este tipo de
transformaciones sólo son posibles para aquellos que luchan por poseerse a
sí mismo, que caminan con fuerza por el sendero del autoconocimiento. Para
los más, con dejar el odio atrás es suficiente, con tratar de olvidar ese
sentimiento y continuar con nuestra propia vida, día a día.
Desde el mismo instante en el que están leyendo esta página en adelante,
recuerden siempre que el ayer ya pasó, el mañana no existe, y que lo único
que realmente importa es el momento presente. Este momento presente
está aquí y es ahora. Es el momento en el que se olvida o se trasciende el
pasado y en el que sembramos para el futuro.
LA MENTE DEL HOMBRE CONTEMPORANEO
En la actualidad la mente de los hombres está fuera de todo control. Cada
uno de nuestros egos (ira, ambición, codicia, odio, envidia, lujuria, gula, etc.)
elabora sus propios pensamientos, tiene su propia forma de pensar y por
esta razón la mente se encuentra en un estado caótico, decadente. Con esto
quiero decir que no existe la concentración necesaria para lograr los
objetivos reales.
Debemos por tanto educar la mente y una de las forma de hacerlo es
desarrollando la facultad de la concentración.
¿Cómo podemos definir la concentración? Simplemente la concentración
consiste en tener en la mente una sola cosa y solo una, evitando que haya
más pensamientos alrededor. Con la concentración perfecta se tiene un solo
pensamiento y esa concentración podemos aplicarla a cualquier cosa en la
vida.
Observemos el mundo animal: cuando un gato o un tigre va a saltar sobre su
presa el grado de atención es máximo, está profundamente concentrado en
ese instante. Igual tendríamos que ser nosotros en cualquier circunstancia
de la vida, pero no es así; el joven camina oyendo música con los audífonos
puestos y, a la vez, pensando en sabe Dios qué cosas. En los autobuses, en
el tren, andando por la calle, la gente mira a su alrededor pero su mente es
un completo desorden, les sobrevienen uno y mil pensamientos. Piensan en
el pasado, piensan en el futuro pero jamás son conscientes de todo lo que
está ocurriendo en su interior en el presente.
Un buen ejercicio para educar la mente a la concentración consiste en
establecer prioridades a las cosas que hay que hacer durante el día, y una
vez establecido el orden nunca pasar a la siguiente tarea sin haber antes
acabado la anterior. Es decir, nos dedicamos a una tarea y sólo cuando la
hemos acabado, pasamos a la siguiente.
La concentración es tener un solo pensamiento en la mente. Cuando uno
está concentrado no surgen pensamientos distintos al objeto de la
concentración.
Para entender lo que es el mecanismo de la mente es necesario aclarar que
una cosa es el cerebro y otra la mente. El cerebro es el asiento físico de la
mente, el vehículo de expresión de la mente. La mente puede consumir
mucha de nuestra energía. Así, cuando nos identificamos demasiado con un
determinado problema acabamos cansados porque hemos derrochado
demasiada energía mental.
Por lo general, los seres humanos nos identificamos totalmente con nuestros
procesos mentales y por eso se dice que vivimos dormidos. Cuando uno está
identificado con la mente, la conciencia está ausente.
Cuando las personas quieren transformar su vida, normalmente se enseña
que hay que tener “mente positiva”, “pensamientos positivos”. Esto es solo
una enseñanza incipiente porque quien realmente desea transformarse a
fondo no tiene que desarrollar los “poderes” de la mente sino
independizarse de ella, es decir, no identificarse nunca con sus
pensamientos, aprender a controlarlos. Lo que realmente somos es algo más
profundo que los pensamientos. Tras el muro o el velo de los pensamientos
se encuentra el Ser, nuestro Ser interior. Es necesario pasar a la otra orilla,
más allá, mucho más allá de los pensamientos.
Obviamente cuando mediante ciertas disciplinas aprendemos a dejar el
cuerpo físico relajado y la mente en total quietud, entonces nos acercamos
más al Ser y podemos recibir instrucciones reales sobre cómo resolver un
problema, recibir enseñanzas que nos ayuden mucho en la vida. Todo eso se
logra precisamente en ausencia de los procesos mentales.
Estudiar la mente exigiría muchos conocimientos que exceden el propósito
de este libro. Por ahora podemos decir que lo que somos internamente es
lo que atrae las diferentes circunstancias de la vida. Es decir, si nosotros
somos envidiosos, a envidiosos atraeremos, si en nuestra mente hay
pensamientos de desconfianza, nos moveremos en un entorno de
desconfiados, Si tenemos pensamientos elevados e ideas espirituales
atraeremos a gentes relacionadas con la espiritualidad, etc.
Entonces podemos afirmar que dependiendo de cómo pensemos, así será
la respuesta que obtengamos del mundo que nos rodea. Es decir, a cada
acción corresponde una reacción. Si yo pienso que me va a ir mal, pues
seguramente atraeré ese mal. En cambio, si pienso que me va a ir bien, y
estoy totalmente convencido de eso, atraeré circunstancias positivas. Esto
es una explicación muy simple pues, repito, no es el momento de detallar en
profundidad cómo funciona la mente.
La educación de la mente es muy importante para tener éxito. Es necesario
que sepamos pensar adecuadamente y el hecho de vivir organizadamente
tiene mucho que ver en esto.
Hacer cualquier tarea de la vida con concentración nos va a ayudar mucho a
crecer internamente porque esa concentración podremos aplicarla a
cualquier cosa que queramos conseguir. Un estudiante que sepa
concentrarse evitará que la mente vuele con otras cosas mientras está
delante de los libros, el operario de una determinada máquina que trabaje
concentrado en lo que está haciendo, evitará tener un accidente por
descuido, etc. Pero la concentración es muchísimo más importante cuando
hablamos del conocimiento interior pues permite al místico profundizar en
su oración, facilita el desdoblamiento astral consciente al esoterista que
quiere experimentar, ayuda a entrar en meditación al que desea pasar más
allá de la mente, etc. La concentración es una herramienta muy poderosa.
El verdadero éxito en la vida no se consigue desarrollando los “poderes o
facultades” de la mente, sino desarrollando la conciencia, aprendiendo a
vivir conscientemente. Cuando una persona vive conscientemente es capaz
de ver de instante en instante todo ese conjunto de pensamientos e ideas
que el ego proyecta en la pantalla de su entendimiento.
La mente del hombre moderno no está educada. Eso nos hace estar
distraídos a todas horas, totalmente identificados, andar por este mundo
como auténtico sonámbulos. Con esto no queremos decir que sea así
siempre. Existen extraños momentos en los que podemos pensar
profundamente, concentrados en algo o en alguien. Entonces los resultados
son maravillosos.
Debemos distinguir entre lo que es analizar un problema, reflexionar
profundamente sobre algo, y pensar o darle vueltas a la mente sobre tal o
cual cosa. Reflexionar, analizar, implica que nuestra mente debe estar
serena y que somos nosotros quienes la dirigimos. En este caso, estamos
sólo pendientes de una cosa y sólo de una: el objeto de análisis o reflexión.
Por el contrario, pensar o darle vueltas a algo implica crear pensamientos en
torno a una cosa. Eso es distracción mental y no concentración.
Siempre que tengamos que solucionar un problema debemos analizarlo en
quietud y no darle vueltas con la mente. Y así debemos proceder con
cualquier circunstancia difícil que se nos presente en la vida.
Como hemos dicho, el hombre tiene la capacidad para ser el rey de la
naturaleza. Tiene absolutamente todo pero no sabe cómo usarlo, así que
comencemos a utilizar bien nuestra mente y pongámonos de tarea algo fácil,
sin complicaciones. Por ejemplo, prestar atención a nuestra mente por
espacio de unos minutos al día. Es decir, vamos a vivir conscientemente unos
minutos de nuestras vidas y así, progresivamente, iremos desarrollando esa
capacidad en nosotros.
COMO LA MENTE MANEJA LA VIDA
Una cosa que debemos tener siempre presente si es que queremos
transformarnos como personas, es no identificarnos con lo que “hable”
nuestra mente. Este es un proceso difícil y esa capacidad se desarrolla a
medida que se practica. A través de la mente “piensan” todos y cada uno de
nuestros defectos. Podemos y debemos considerar a nuestra mente como
un ente ajeno a nosotros, no hacerle caso, independizarnos de ella.
Los defectos o egos se expresan a través de la mente y también a través de
las emociones, los hábitos, etc. En lo que se refiere a la mente, nuestros egos
nos roban energía cada vez que se manifiestan por ella y si nos identificamos
con ese pensamiento lo que conseguimos es fortificarlo robustecer al ego
que lo originó. Por ejemplo, cuando nos identificamos con un ego de crítica
en la mente, resultamos criticando. Si el ego que se manifiesta es el del odio,
resultamos odiando, si es la ira tendremos pensamientos que atacan
fuertemente a la otra persona, etc. A todas horas la mente está siendo
utilizada por el ego, a veces egos muy fuertes y otras por egos menos fuertes
que producen esa charla continua en nuestro interior que no nos deja ni de
día ni de noche.
Podemos decir que siempre que nos viene un pensamiento, éste es creado
por un ego diferente, así que egos los hay por miles, por cientos de miles. Lo
anterior nos hace ver que ni nuestra vida nos pertenece. Nos movemos
como marionetas controlados por muchos egos.
Todos sabemos que existen diferentes clases de sufrimiento, uno es el físico
y otro el psicológico. Para suprimir el primero tomamos analgésicos pero
¿cómo hacemos para suprimir el segundo? Una buena parte del sufrimiento
psicológico se produce por la manifestación violenta y continuada de ciertos
egos en la mente. Digo una parte del sufrimiento porque la otra es cuando
esos mismos egos utilizan a la vez nuestro centro emocional, nuestras
emociones y sentimientos.
Supongamos un fuerte ataque de celos. Si la persona que lo sufre tuviera
cierta independencia psicológica y fuese capaz de observar lo que sucede en
su interior, descubriría ese ego de celos manifestándose violentamente por
su mente y sus emociones. El poder de pensamiento depende de la fuerza
que este tenga y puede conducir a la persona a sufrimientos horribles, a
sumergirlo directamente en sus propios infiernos.
Podríamos citar otros muchos ejemplos: la muerte de un ser querido nos
llega hasta el Alma pero también afloran muchos egos a nuestra mente y a
nuestras emociones, egos de apego y sentimentalismo que producen
intenso dolor.
Cuando las circunstancias de la vida hacen que egos fuertes se manifiesten
por nuestra mente y emociones, el sufrimiento está asegurado. Esto no sería
así si tuviésemos control sobre nuestros pensamientos, si fuésemos capaces
de manejar nuestra propia vida, si fuésemos conscientes, si
comprendiésemos que esos pensamientos y sentimientos son producidos
por ciertos “yoes” que viven en nuestro interior y que debemos eliminar
para alcanzar la dicha del Ser.
Tratemos ahora el tema del pensamiento positivo y negativo, o mejor dicho
del recto pensar.
Para saber qué clase de persona somos lo primero que debemos saber es si
pensamos positiva o negativamente. Para ello basta con observar los
comentarios que hacemos, el tipo de análisis que realizamos de las personas,
si comentamos lo positivo o lo negativo de ellas. Una persona que piensa en
positivo, verá todos los aspectos de la vida bajo un ámbito agradable, o como
diríamos coloquialmente “color de rosa”. Esto no implica que no vea
también los aspectos negativos de los demás, pero cuando se trabaja sobre
sí mismo a éstos se les da menos importancia. Siempre veremos la viga en
nuestro ojo y no la paja en el ojo ajeno. Ahora bien, quien solamente ve lo
positivo está fuera de la realidad porque todo tiene un lado positivo y un
lado negativo, ya que cada cosa es dual y es necesario ser consciente de ello
para no caer en decepciones o atraerse problemas gratuitos.
El hablar de la mente positiva, no quiere decir que nos ceguemos y pensemos
que todo es color de rosa. Simplemente hay que saber que, aunque la vida
puede ser cruel y despiadada, dentro de cada vivencia y experiencia hay algo
bueno y bonito. Por ende, debemos quedarnos con la experiencia positiva
para no volver a caer en la situación que nos trajo dolor.
Sirva el siguiente ejemplo: hace años conocí a una persona que se dedicaba
a poner en marcha restaurantes. Él era muy querido por todos y yo me
preguntaba por qué razón esto era así, ya que es muy difícil encontrar gente
que, sin importar donde se hallen, sean siempre bienvenidos, queridos y
reconocidos. Más aún sin tener el suficiente poder económico, ya que
cuando hay dinero siempre hay amigos alrededor....
Bien, comencé a observar a esta persona y descubrí que siempre tenía una
sonrisa en los labios, un comentario amable, veía lo bueno de la vida. En ese
entonces él no tenía trabajo, su mujer acababa de separarse de él y viajó de
un estado a otro buscando alguien que le pudiera ayudar a comenzar de
nuevo. Por lógica, no tenía casa, no tenía absolutamente nada. Viajaba con
una pequeña maleta en la que guardaba dos pares de pantalones y dos pares
de camisas, uno de vestir y uno sport, más lo que llevaba puesto. Ese era
todo su capital, su vida estaba en una pequeña maleta y sin embargo ahí
estaba él, dándome la lección más grande de mi vida, una que nadie me
había podido enseñar.
En ese entonces, era yo una empresaria conocida y de éxito, con negocios
funcionando, lo que coloquialmente llamamos una mujer exitosa. Sin
embargo carecía de la paz y la felicidad que él tenía.
Comenzaron para mí los problemas económicos, la falta de liquidez y las
presiones. Él soportó toda ésta época de mi vida, enseñándome algo que yo
ya sabía. Algo que había aprendido en uno de los ashrams pero que nunca
se me ocurrió aplicar a mi vida diaria.
En esa época lo que yo deseaba realmente era ser feliz y poder reírme de lo
que me estaba pasando. Quería ser lo suficientemente libre para ver las
cosas desde otro punto de vista y él me ayudó a hacerlo. Era tanto mi deseo
que cada día que estaba junto a él lo observaba, veía lo que hacía y como lo
hacía, ya era una obsesión. Él se reía y me decía que todo tiene su tiempo y
su lugar a lo cual, desesperada, le comentaba que no tenía tiempo de eso,
que yo necesitaba respuestas ya.
Cierto día le pregunte si le molestaba su situación, que le hicieran o le dijeran
determinadas cosas, que lo trajeran de un lado para otro prometiéndole
cosas que nunca cumplirían. Como siempre, él se quedaba mirándome,
aunque esta vez me contestó que “si así era, es porque así debía ser”. Ante
esa afirmación pensé que era un irresponsable y que no le importaba nada.
Sin embargo estaba equivocada. Eso lo descubrí tiempo después según fui
aprendiendo a leer la vida.
En esta época corría como loca por todas partes y no arreglaba nada. Él no
hacía nada y arreglaba sus cosas. Por ello, comencé a dejar de hacer, de
correr, hasta que vi que todo se acomodaba a su tiempo, y que yo con mis
prisas solamente entraba a entorpecer el rumbo de las cosas. De modo que
todo fue tomando su curso y su ritmo tan pronto como “me quité del
medio”.
A partir de ahí todo comenzó a fluir de manera satisfactoria para ambos, es
decir, yo no solamente me había estado interponiendo a mi realización, sino
algo aun peor, me estaba interponiendo a la de él, quién aun sabiéndolo
jamás dijo nada. Tiempo después me comentó que esa era una de las
lecciones que yo debía aprender por mí misma.
En definitiva, podemos aprender de los caminos que nos pone la vida y de
las decisiones que tomamos. En este caso yo acepté una invitación a cenar,
y si no lo hubiera hecho jamás habría aprendido esta lección, ni habría vivido
un ejemplo tan claro de lo que había estado buscando.
Esta es una de las mejores lecciones que me ha dado la vida. Por lo visto en
el ashram la aprendí pero nunca supe cómo usarla en la vida diaria. De este
modo la “técnica” que aprendí paso a ser parte de mi vida una vez que supe
bien cómo utilizarla.
A veces sabemos las cosas pero no las ponemos en práctica pensando que
solo son para ocasiones especiales. Esto es lo que espero que no pase a los
lectores de este libro. Lo que se ha explicado debe formar parte tu vida
porque sólo así, haciendo estos conocimientos parte de ti, es que podrás
salir adelante, crecer y afrontar la vida correctamente. En lo personal he
podido trascender problemas fuertes, complicados y complejos. Cada cosa
tiene un tiempo y un lugar, y el fluir con las circunstancias simplemente
ayuda a que todo se ponga en su sitio.
Recuerda: “siempre hay un momento para cada cosa bajo el Cielo”.
Es necesario pensar positivamente, o mejor aún debemos educarnos en el
recto pensar, pero no debemos olvidar que los pensamientos son, por lo
general, manifestaciones de tal o cual ego. De ahí que para tener recto
pensar sea necesario previamente ser conscientes de lo que pasa por
nuestra mente para no identificarnos con los pensamientos negativos. Sólo
así podremos eliminar las manifestaciones del ego y poner la mente al
servicio de la conciencia y del Ser.
Cuando existe recto pensar todos nuestros pensamientos son positivos y
eso se verá reflejado en nuestras acciones, en nuestros hechos. Además,
como la vida interior es la que atrae las diferentes circunstancias externas,
el recto pensar siempre atraerá hacia nosotros eventos y situaciones
dichosas.
DAR Y RECIBIR
Es muy bonito compartir en la vida. Sin embargo, esto es imposible cuando
no se tiene nada. Para dar es necesario tener. En esos casos lo más honesto
sería decir: “me encantaría invitarlos, compartirles, darles, pero no puedo
hacerlo” o no decir nada.
Para dar es necesario tener y, solo teniendo, lo que sea: amor, placer,
felicidad, cosas, comida etc., se puede dar. Lo mismo podemos decir desde
el punto de vista espiritual, muy poco se puede ofrecer si previamente no lo
hemos vivenciado o comprendido por nosotros mismos.
Dar y recibir se convierte en una ley fundamental para la propia existencia.
Dicha ley se puede expresar de la siguiente manera: “quien da recibe, y
mientras más de, más recibirá”. Para poner en marcha esta ley se hace
necesario dar desinteresadamente, hacer algo por los demás, y este ofrecer
desinteresado va desde una sonrisa hasta un carro, una casa o, a un nivel
muy superior, entregar los conocimientos que ayuden a las personas a
desarrollarse espiritualmente. Si quien da, recibe, también es verdad que
“quien da de forma material recibe de forma material y quien da de forma
espiritual recibe de forma espiritual”.
Muchas veces creemos que dar es solamente compartir y lo que estamos
acostumbrados a compartir son los problemas, eso no es dar, eso más bien
es quitar la energía a las personas que tenemos cerca. Dar es compartir las
alegrías, y el regalar lo bueno que tenemos dentro de nosotros.
El dar con el tiempo se transforma en recibir, a partir de que hayamos
llegado al punto en el que tengamos nuestra balanza nivelada y hayamos
aprendido a recibir, lo cual no es nada fácil. De hecho resulta más fácil dar
que recibir; esto se debe a que dar nos podría engrandecer ante nosotros
mismos y si no estamos muy pendientes podría servir de alimento del ego,
el mismo ego que debemos destruir. Por el contrario, recibir de forma
material no nos engrandece, generalmente nos hace menos. Cuando se ha
dado siempre llega el momento de recibir y es necesario aprender a hacerlo.
Cuando damos de forma material, La vida se encarga de proveernos de todo
lo que necesitamos. Un ejemplo muy burdo sería algo así como tener un
esposo o una esposa que nos mantenga contentos. Cuando el dar se
convierte en algo habitual en nuestra vida, con el tiempo recibimos
absolutamente todo lo que necesitamos, e incluso lo que queremos aunque
no lo necesitemos. Esto último ocurre cuando ya merecemos las cosas.
Aquellas personas que dan de forma espiritual, que luchan por
transformarse y enseñan a otros lo que aprenden en el camino, lo que están
logrando con sus hechos es atraer hacia así una serie de fuerzas,
desconocidas para las personas normales, que les ayudan intensamente en
su propio progreso espiritual. Podemos decir que es como una
compensación o retribución de la vida, de las leyes divinas. Esto lo que se
llama en esoterismo el Dharma. Descubre el reino de Dios y todo se te dará
por añadidura, esto es real.
Desde el punto de vista espiritual la retribución por las buenas obras llega
en su momento y debes estar preparado para recibirla, para utilizarla para
beneficio propio y de los demás. El ego que mora en nuestro interior siempre
intenta elevarnos sobre nuestra condición actual y podría hacernos creer
que por el hecho de recibir una ayuda espiritual ya somos superiores a los
demás, auténticos maestros iluminados. Por eso es necesario aprender a
recibir también.
Otro aspecto importante desde el punto de vista espiritual es saber a quién
se le debe a dar. No es posible dar a toda la gente y menos aún dar lo mismo
a todos. Cada persona tiene un grado distinto de comprensión y se
desenvuelve en la vida de acuerdo al nivel en que se encuentra. Por esta
razón cuando se comparte algo profundo hay que tener en cuenta a quien
se le ofrece, si posee alguna experiencia en relación a lo que se le va a
enseñar, si sabrá comprenderla, si sabrá transmitir esa enseñanza, etc.
BALANZA DE PETICIONES.
Hemos hablado mucho de las peticiones, de las respuestas y del valor que la
vida otorga a estas cosas. Ahora veremos cómo organizar esto.
Una balanza sirve para medir cosas, pero aquí no hablamos de una báscula
en la cual se mide o se pesa, ya que vamos a medir acciones, cosas
intangibles, así que en esta balanza se van a recoger todas aquellas cosas
positivas y negativas que hemos hecho en nuestra vida. A la hora de analizar
esta cuestión habremos de tener mucho cuidado con nuestro ego para que
dicho análisis sea lo más honesto posible.
Uno puede pensar de sí mismo como le venga en gana. Posiblemente
pensemos que somos hermosos y maravillosos en todos los aspectos de la
vida, que nadie nos va a ganar en honestidad, que somos serios y
responsables y sobre todo caritativos. Si eso fuese cierto, entonces nos
reconoceríamos fácilmente como hijos de Dios. Sin embargo, las cosas son
bien diferentes. Somos simples mortales llenos de ego, y como tales
debemos tener algunos defectos más grandes, que predominen sobre los
demás y que sean los que marquen nuestra personalidad y nuestro carácter.
Tal vez algo de egoísmo, celos, orgullo, vanidad, o simplemente estemos
cerrados a nuestras ideas y no aceptemos que otros pueden tener mejores
ideas que las nuestras. A eso le decimos nosotros que son “nuestros
pequeños inconvenientes de carácter” aunque en realidad es lo que
primeramente deberíamos cambiar, nuestros “yoes” o egos más robustos.
Pues bien, es necesario averiguar cuáles son para saber exactamente cuál es
nuestra balanza.
Como primer paso haremos un análisis sobre nosotros mismos para saber
que nos sobra y que nos falta. Finalizado ese análisis sincero – ya que de lo
contrario estaríamos auto engañándonos - escribiremos en el lado izquierdo
de una hoja de papel todos nuestros defectos de carácter y en el lado
derecho las virtudes que creemos tener y lo que queremos llegar a ser,
(quienes queremos ser, qué queremos lograr en esta vida). Aclaramos que
todo aquello que escribamos es simplemente lo que pensamos de nosotros
mismos y que, por lo general, dista mucho de la realidad ya que es muy
difícil conocerse a sí mismo. Posiblemente tengamos defectos mucho más
grandes y ni remotamente lo sospechamos, seguramente tengamos virtudes
que desconocemos y carezcamos de las que hemos escrito, pero por algo
hay que empezar.
Después de haber escrito lo que consideramos nuestros defectos y virtudes
debemos analizar si con lo que tenemos podemos llegar a ser lo que
queremos. Si realmente somos honestos podemos darnos cuenta que no
siempre estamos preparados para obtener lo que queremos, pues si lo
estuviéramos ya lo tendríamos.
Por lo general, siempre queremos más de lo que somos capaces de dar y
somos menos de lo que nos gustaría ser. Sin embargo en el fondo nos
creemos que somos mejores, más de lo que nos gustaría ser, faltándonos
coherencia. Por tal motivo este ejercicio para mí es muy importante.
Conozco a una persona que enamorado de una mujer 30 años menor que él,
le ofreció ayuda para abrirse paso en un país extraño en el cuál él residía. Sin
embargo, en lugar de ayudarle, las tres primeras semanas la tuvo como
dama de compañía, poniéndole todas las trabas posibles a sus iniciativas y
sin facilitarle ningún tipo de información. Poco tiempo después le dijo que
si ella pensaba que realmente él le iba a dar la información para salir
adelante, que estaba equivocada, que él navegaba con el viento y que hacía
solamente lo que quería. Continuó diciéndole que si ella se lo pedía él le diría
que hacer en cada momento, según su conveniencia.
La joven, que no era nada tonta, lo dejó. A partir de ahí ella comenzó a
abrirse camino por su cuenta. Cuando vio esta actitud él se enojó y comenzó
a tratarla mal así que la mujer lo pensó bien y se fue de la casa de esta
persona. Entendió que si Dios estaba con ella nada podría salir mal.
Al principio la vida no le fue fácil, ella no conocía a nadie y no tenía trabajo
pero en efecto, Dios estaba con ella y no le faltó un lugar donde dormir ni un
plato de comida, y logró salir adelante.
En este ejemplo, el señor tiene todos los inconvenientes de carácter
posibles, no importa si tenía educación o no, lo que importa son los defectos
o egos que afloraban en él.
De igual manera son los egos los que condicionan la vida de cada uno de
nosotros, no nuestro Ser. Cabe decir que mientras más caras tenga una
persona, más egos tiene que destruir y más lejos está del Ser. Cuando
aparentamos algo que no somos, más nos alejamos de nuestro Ser. Lo único
que se hará visible a los demás será nuestro ego.
Para que la gente de nuestro entorno crea en nosotros, es necesario que
cuidemos nuestro peso específico, y no me refiero a los kilos o libras de más
sino que al tomar una decisión la llevemos adelante hasta sus últimas
consecuencias. Y si nos fue mal debemos dar la cara, ya sea ante los demás
o ante nosotros mismos. Es nuestra obligación comprender el motivo por el
qué nos fue mal para aprender de la experiencia y no volver a caer en los
mismos errores.
El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, y
más aún. Necesitamos comprender que somos seres recurrentes y que
hasta que no seamos conscientes de nuestros actos y eliminemos el defecto
que ocasionó el tropiezo, seguiremos cometiendo las mismas torpezas y
estaremos condenados a seguir sufriendo.
Volvamos al ejercicio del principio. Ya con nuestras columnas escritas
tendremos que ver con que se corresponden los rasgos de nuestro carácter.
Prácticamente la totalidad serán “yoes” o egos pero es posible que exista
algo en nosotros que merezca verdaderamente la pena. Egos los habrá de
todos los tipos, hasta de caridad porque a veces hacemos caridad porque
nos ayuda a vernos bien ante la sociedad.
Llegados a este punto hay que tener mucho cuidado y ser totalmente
honestos con nosotros mismos para poder ver lo que tenemos de positivo y
lo que no es tan bueno para el logro de nuestros objetivos. Recodemos que
nuestro objetivo principal debe ser siempre la eliminación progresiva de
nuestros vicios, defectos y maldades (el ego) para que el Ser pueda
manifestarse en nosotros a través de la conciencia y poco a poco tome las
riendas de nuestra vida. Solo así, convirtiéndonos en “cazadores de egos”
nos convertimos en personas espirituales y equilibradas. Es entonces
cuando la vida se llena de amor y de oportunidades para gozar de ella.
Como dije anteriormente, para mi este ejercicio es muy importante ya que
aquí comenzamos el camino de la superación, de aquí partimos para ser
honestos y quitarnos las máscaras que acostumbramos llevar por la vida,
para quedarnos al desnudo ante nosotros mismos. No es un ejercicio fácil,
nadie ha dicho eso, porque tampoco es sencillo aceptar lo imperfectos que
somos.
Quien reconoce sus errores y comprende sus limitaciones, quien da la cara
ante sí mismo sin justificaciones de ninguna clase y de la forma más honesta
posible, se encuentra preparado para realizar un ejercicio de perdón.
Consiste este acto en perdonarnos por lo que hemos hecho mal en esta vida,
en quedar en paz con nosotros mismos sacando el dolor que hemos llevado
a cuestas, los remordimientos por lo que hemos hecho y dicho y, a veces,
por lo que hemos dejado de hacer. Este ejercicio está en el anexo (guía
práctica).
No hagan este ejercicio hasta no saber que les duele o que les molesta. Para
eso creen una lista similar a la anterior, tomen su tiempo para ver realmente
qué cosas les duelen y cuanto tengan hecha la lista realicen el ejercicio. Este
deberá continuar hasta que ustedes se sientan vacíos de malestar, el cual
puede manifestarse en odio, rencor, amargura, negatividad de
pensamiento, etc.
Analícense ustedes mismos, sean conscientes de sus actos, fíjense en lo que
hacen y en sus repercusiones y así podrán ser sus propios psicólogos y
encontrar, con ayuda del Ser, la cura adecuada a la enfermedad. Toda la
sabiduría está dentro de nosotros y es nuestro Ser quien la posee. A medida
que eliminamos nuestro ego más se puede manifestar el Ser en nosotros. Lo
contrario es continuar con la vida mecanicista, sometidos al sufrimiento que
nos corresponda como consecuencias de nuestros actos.
Existen cosas tan difíciles de superar que no nos atrevemos a decirle a nadie
y sólo nosotros podemos curarlas aceptando que ocurrieron y dejándolas
atrás. No es posible vivir cargando malestares y menos aún vivir en el
pasado. Se debe aprender a vivir en el presente, día a día, paso a paso, en
cada momento. El pasado ya pasó, es un sueño que ya no podemos retomar,
y el futuro aún no existe. Por lo tanto, necesitamos vivir en el aquí y en el
ahora, saber que cada cosa que hagamos tendrá una consecuencia en el
futuro, y que ésta consecuencia será directamente proporcional al error o al
acierto del acto que la ocasionó. Por ello debemos vivir conscientemente
para saber qué hacemos. De esta manera iremos cancelando o “pagando”
todo el karma que hemos acumulado vida tras vida, dejaremos atrás el
sufrimiento y la recurrencia en nuestros actos.
También es necesario saber lo que tiene importancia y lo que no la tiene,
es decir discernir qué es lo que nos puede ayudar a llegar a nuestra meta y
que nos puede alejar de ella. Sin este conocimiento estaremos
desperdiciando una energía que nos podría ayudar a alcanzar nuestro
objetivo más rápidamente. Por ejemplo, es necesario dejar de comer carne,
y no me refiero a la carne de los animalitos cuadrúpedos llamados reses,
cabras o chivos, no. Me refiero a la crítica a tu prójimo, a tu vecino o a tu
suegra o suegro. Hay que dejar de hablar de los demás, cada quien tiene su
propia vida y su propia tarea que cumplir. Cada vez que nosotros nos veamos
hablando de alguien debemos recordar que así como señalamos con un
dedo hacia el exterior, hay otros tres que apuntan hacia nosotros. Así que
ama a tu prójimo como a ti mismo y abandona toda crítica.
Ya teniendo la balanza nivelada, es decir lo que realmente somos de un lado
(lo que honestamente sentimos que somos), y lo que realmente
necesitamos cambiar del otro lado (o sea nuestros egos) comenzaremos el
trabajo serio, comenzando por la eliminación de un ego mediante una
didáctica precisa. Lógicamente el ego no desaparece de inmediato por lo que
este trabajo de eliminación tiene que convertirse en una disciplina para toda
la vida. A medida que trabajamos con la eliminación del ego, éste pierde
fuerza y nosotros vamos adquiriendo más conciencia, convirtiéndonos en
seres diferentes.
Debemos estar pendientes de nosotros mismos con el objetivo de ver
cualquier ego en acción. Al que salga se le trabaja. Por tanto, no debemos
comenzar con uno hasta eliminarlo, sino trabajar a todo aquél que se
manifiesta. Esta es “la gran batalla” por poseerse a sí mismo.
Conviene señalar que la mejor forma de pagar el karma pendiente es
trabajar con la eliminación del ego. Así es como mejor podemos nivelar esa
otra balanza que maneja la Justicia Divina y que es muy distinta a la que nos
hemos referido en este capítulo. Pondré un ejemplo: todo el peso de las
malas acciones que hemos cometido a causa de nuestro orgullo, y que
tenemos que pagar en forma de sufrimiento, puede ser perdonado cuando
eliminamos a dicho defecto de nuestro interior. ¿Por qué? Porque al no
existir ya ese ego en nosotros, tampoco existe la capacidad para cometer
nuevas equivocaciones por su causa. Y como ya hemos luchado bastante
para lograr su eliminación, eso nivela la balanza y se puede cancelar el
sufrimiento pendiente.
Cuando estamos trabando en la eliminación del ego nos llega ayuda aún sin
pedirla. También se nos facilita todo lo que pidamos y que verdaderamente
necesitemos. No me refiero a lujos sino a las necesidades básicas como ya
hemos visto con anterioridad siguiendo los pasos mencionados en orden. No
se trata de pedir dinero, pues el dinero jamás llega, llegan las cosas y los
medios para obtenerlo.
Es necesario recordar que cuando se pide algo material llega en el plano
físico y cuando se pide algo espiritual llega en el plano espiritual.
Repito una vez más por si ya se nos olvidó: “hay que aprender a vivir en el
presente. El pasado ya paso y hay que dejarlo ir, ¡fuera, ya no existe, adiós!
Sí, hay que olvidar, perdonar, gozar, y hay que hacerlo ya. Hay que ir
cerrando círculos y seguir adelante. Tenemos que perdonar, perdonarnos a
nosotros mismos y perdonar a los demás por todo aquello que hemos hecho
mal y por los males que nos causaron.
¿Y qué podemos decir del futuro? Vivir en el futuro, en algo que aún no llega
es una tontería, una ilusión descabellada, pero si vivimos en el presente
podemos crear ese futuro, hacerlo real y posible y a la medida de nuestros
deseos. Esto es vivir conscientemente. Hay que saber perfectamente lo que
queremos para saber qué camino tomar y poder alcanzar aquello que
deseamos.
Teniendo nuestra balanza nivelada, es decir eliminando todo el ego posible
y dejando que nuestro Ser se manifieste, poco a poco nuestra vida se
deslizará por un río de paz y tranquilidad obteniendo todo lo que
necesitamos para vivir como hijos de Dios, felices y tranquilos.
BUSQUEDA Y RESPUESTA
El hombre siempre está buscando un sentido a la vida, tratando de encontrar
un por qué a todas las cosas que le pasan y lo rodean. Esta búsqueda existe
desde los comienzos de la historia y pesar de que se han dado una y mil
respuestas, ninguna nos ha acercado al creador ni nos han dado la solución
a las constantes interrogantes.
Si observamos cómo está el mundo a nuestro alrededor, nuestra familia, la
de nuestros amigos, la de los vecinos, etc. podemos observar la cantidad de
problemas que existen y la falta de responsabilidad en las personas.
Sentimientos de venganza, envidia, crítica, y hasta odio suelen aflorar con
demasiada frecuencia y parece que nadie está dispuesto a dejarlos de lado.
Esos sentimientos son los que nos hacen estar alerta noche y día para que
no nos vayan a ganar el puesto, la mujer, el marido… A veces debemos
cuidarnos hasta de nuestros propios hijos porque en la primera oportunidad
nos traicionan o nos roban, ya sea para comprar drogas, por tener un
determinado status o bajo cualquier otro pretexto. Así es la vida hoy día.
No estoy en contra de usar ropa de marca y me parece perfecto que así sea,
si es que se puede, pero no podemos dejar de comer para adquirir unas
zapatillas, tenis o unos pantalones de marca porque eso va en contra de
nosotros mismos. Debemos ser conscientes para saber discernir entre lo que
debemos y no debemos hacer, eso es una premisa básica. No podemos
cubrir todo con una pantalla, dejarnos llevar por las apariencias, pues eso
señala un ego grandísimo el cual debemos eliminar lo más pronto posible ya
que, de lo contrario, nos llevaría a la ruina con seguridad. Esto no es una
sugerencia, es una ley. No podemos vivir por encima de nuestras
posibilidades porque cuando lo hacemos acabamos en stress absoluto y,
lejos de estar equilibrada, nuestra vida queda totalmente destruida por las
llamadas de los cobradores.
Hablamos de buscar, y así como los chicos buscan en el bolso de las madres
para sustraer el dinero, existe algo que muchos buscamos y que nadie puede
darnos ya que es intrínseco a nosotros. Ese “algo” vive en nuestro interior
pero por causa de la gran cantidad de ego que todos cargamos, no lo
dejamos salir. Me estoy refiriendo al Ser, o si se quiere llamar de otra forma,
a nuestro propio maestro interno.
Es el Ser quien nos da la paz, la felicidad, la estabilidad que necesitamos y
también la libertad, esa libertad de la que hablan los místicos y que es bien
diferente a aquella otra de la que hablan los que se sientan en los cafés y no
hacen nada por sí mismos. La libertad real, auténtica, sólo la consiguen
aquellos que trabajan día a día por su superación, los que están dedicados a
la eliminación de sus egos - que no son otra cosa que sus vicios, defectos y
maldades - aquellos cuyo mayor anhelo en su vida es conseguir crecer
espiritualmente.
Muchos hemos viajado por todo el mundo buscando la libertad, tratando
de alcanzar a nuestro Ser. Toda esa búsqueda obedeció a una gran inquietud
interior pero a pesar de ello, después de tantos viajes y tantos viajes no la
encontramos. Nos dimos cuenta que seguimos siendo esclavos, prisioneros
de nuestro propio ego.
Esa búsqueda incansable termina en el momento en que alguien nos enseña
que tanto la libertad como el Ser hay que buscarlos dentro de uno mismo,
en el corazón de cada hombre. Es entonces cuando comprendemos y
sonreímos porque por fin nos damos cuenta de que así es.
La libertad, la felicidad, el sentimiento del Ser son cosas que debemos
experimentar en nosotros mismos y esto no es posible mientras no nos
liberemos de nuestro ego.
Convirtámonos en cazadores de egos, declarémonos una guerra a nosotros
mismos. Llegará entonces un momento en el que nuestra búsqueda dará sus
frutos y poco a poco nos sentiremos más libres. Nuestro Ser quiere salir,
quiere hacerse presente y mucho más en estos tiempos. El Ser está en “pie
de guerra” queriendo manifestarse a través de nosotros, y por ello desde lo
más profundo de nosotros mismos envía grandes inquietudes de tipo
espiritual que llegan hasta nuestra conciencia.
Toda inquietud espiritual proviene del Ser y nos urge a luchar por
transformarnos, nos exige ese alimento espiritual que muchas veces no
sabemos darle.
La necesidad de transformarse no surge en todas las personas. La mayoría
no se dan a sí mismos esa oportunidad y permanecen esclavos del ego como
si de marionetas se tratara. Caminan de la cuna al sepulcro sin haber
aprendido nada de la escuela de la vida.
Los menos, los que sienten la inquietud espiritual, están en el deber de
trabajar intensamente para liberarse del ego y acercarse cada día más a su
Ser. Llega un momento en el que su único anhelo es permanecer en contacto
con su él a cada minuto de su vida. Así son los místicos y, como decía el
poema, los pocos sabios que en este mundo han sido...
¿Qué es lo que vamos a buscar?, ¿qué respuesta vamos a tener? Hay un
dicho que dice que “el que busca encuentra”, y es totalmente cierto. Sin
embargo a veces buscamos y buscamos pero no encontramos. Nos hemos
perdido en esa búsqueda, tal vez nos pedimos entre el laberinto de las
teorías, o quizá de las múltiples enseñanzas de tipo espiritual que tanto
abundan y que sólo sirven para entretenernos. Por eso debemos saber muy
bien que es lo que buscamos, antes de que podamos encontrarlo.
Cuando uno inicia el camino del auto-conocimiento poco a poco va
encontrando lo que busca. Les contaré una historia:
Cuando tenía 12 años, hice consciente mi deseo de conocer a un Maestro
Místico. Como dije anteriormente todos somos producto de la sociedad en
que vivimos, y en esa época Serrat era uno de los cantautores del momento,
así que yo crecí cantando canciones como la Saeta que dice… “Yo no creo en
el Jesús del madero sino en el que anduvo en la mar”. En ese entonces
también estudiaba en una escuela de monjas así que mi formación fue muy
coherente, un poco rebelde, y con ganas de sentir la presencia de Dios.
Años más tarde muere mi abuela paterna, la persona que me crió y me
formó. Y desde ese momento Dios y nada fueron lo mismo, deje de creer en
Él totalmente pero cantaba con más ganas esa canción. Al pasar de los años,
teniendo ya mi negocio propio, la madre de uno de mis alumnos me invitó a
un encuentro ecológico. En ese entonces estaba recién divorciada, con tres
hijos pequeños y como era de esperar con toda mi familia en contra, ya que
mi familia pertenece a la rancia aristocracia mexicana. Esa Semana Santa yo
tenía planes para ir a Acapulco con mi familia a pasar unas merecidas
vacaciones disfrutando de mis hijos, y no se me antojaba ir a atrapar
maripositas, pues así imaginaba que haríamos en un encuentro ecológico.
Los planes no salieron como estaban inicialmente previstos. Por “azares” del
destino me llamaron del hotel para pedirme la habitación porque tenían
una convención y necesitaban sitio donde hospedar a los asistentes, de tal
forma que cancelaron muy diplomáticamente mi reserva. Así fue como
acabe comprando todo el equipo de campamento y asistiendo al famoso
encuentro ecológico.
Al finalizar el encuentro ni había atrapado mariposas ni había estado
buscando plantas. Simplemente encontré en camino que lleva a mí Ser,
encontré eso que tanto estaba buscando. Vi muchas cosas que sentía pero
de las cuales no estaba segura y descubrí que en efecto todo está dentro de
nosotros y que simplemente es necesario querer verlo, dejando atrás
nuestro ego. No entendía quién era esta persona que dirigía el curso, pero
algo realmente superior a mí me dijo que debía seguirle, que ese era mi
camino.
Recordé la canción: “No puedo cantar ni quiero a ese Jesús del madero sino
al que anduvo en la mar”. Si bien no era Jesús, era lo más parecido a reencontrar una Fe que tenía perdida y olvidada. Una fe que había enterrado
y que nunca quise volver a saber de ella.
Pasaba el tiempo y poco a poco fui cambiando. Con talleres de instrucción
lo suficientemente duros como para hacer recapacitar hasta a una mula, mi
personalidad se diluía. Ya no me quedaba nada a qué aferrarme, ya no era
nadie. Había perdido todo, y por eso digo que éste camino es para valientes,
o para quienes ya no tienen nada que perder. Yo dudo mucho que fuera por
valiente pero ya no tenía nada que perder. Así fue como gané mi primera
sensación de libertad y de fortaleza propia, fue el principio de reconciliación
con la vida.
En esta situación entendí que no era yo, mi personalidad, la que buscaba
algo, sino que era mi Ser que necesitaba manifestarse y me urgía desde
dentro a cambiar.
Ya no aguantaba chantajes, mentiras, dobleces, y bajezas por parte de las
personas que se supone que deben cuidarnos y protegernos, educarnos y
preocuparse por nosotros en este mundo hostil y agresivo, no había nada
que perder y sí mucho que ganar. Esa fue la respuesta que encontré. Si, perdí
mi personalidad, dejé atrás muchas cosas y comencé este camino con
muchas caídas de las que había que levantarse siempre, sin saber para
dónde ir ni que hacer. Perdí en lo personal, y en lo económico por malas
decisiones, por quedar bien con la gente, porque necesitaba tener la
aceptación de los demás para poder saber si estaba bien lo que hacía. En
resumen, por aquél entonces era una especie de piltrafa humana, un nudo
bien hecho de inseguridad. Pero cuando me di cuenta de que podía buscar
a mi Ser, este amigo fiel que día a día, segundo a segundo, está conmigo, que
no me deja y que me ha ayudado a pasar momentos realmente difíciles en
la vida, quedé feliz y abandoné toda inseguridad.
En el camino que conduce hacia el Ser cada vez hay pruebas más difíciles
pero él está conmigo, él me guía, él me demuestra cada vez más su sabiduría,
su fortaleza y su paz, y eso le da seguridad a mi pobre y débil personalidad.
Esa es la fortaleza que todos llevamos dentro, que sale en nuestra ayuda en
los peores momentos, que está ahí siempre que la necesitamos. Esa es la
respuesta que todos deberíamos buscar y a quien todos deberíamos
escuchar ya que es la única que contiene la verdad y no nos engaña.
Es el ser quien nos pone el orden y la didáctica para que nosotros vayamos
eliminando el ego, quien nos pone las pruebas para que nos vayamos
fortaleciendo y purificando internamente. ¿Cómo podríamos adquirir
virtudes si antes no hemos pasado por las pruebas y tentaciones más
rigurosas? Solo venciendo al deseo, a la tentación, es que podemos adquirir
la virtud. Y esa didáctica la pone el Ser.
A mi Ser es a quien le debo lo que soy. A él y al Cristo que definitivamente
no es el del madero sino el que anduvo en la mar y se tomó la atención de
enseñarme como navegar por esta tierra con este cuerpo tan perfecto
siendo nosotros tan imperfectos.
Con todo esto lo que realmente les quiero decir es que cuando realmente
buscamos, por más que no sepamos donde buscar, llega un momento en el
que encontramos el camino, el sendero real que conduce hacia el corazón,
más allá de los afectos y de la mente. “Al que pide se le da y al que llama
siempre se le abre”.
Ahora tú analiza y mira en que momento estás. Reflexiona sobre el sentido
de tu existencia, sobre lo que quieres de la vida y lo que estás buscando, si
es que acaso estás buscando algo. Y si no buscas nada de todas formas verás
que estás encontrando algo. Así que considera lo que se te está ofreciendo
en la etapa en la que estás. Todos estos datos te serán muy útiles si decides
recorrer el camino que lleva hacia el despertar de la conciencia, hacia tu ser
interno.
RESPUESTAS
Cuando en este mundo físico necesitamos obtener respuestas, debemos ser
conscientes de que la que recibamos dependerá siempre de la pregunta
que hagamos. Con esta afirmación, no estoy diciendo nada fuera de lo
normal, lo que ocurre es que simplemente no sabemos preguntar. Por este
motivo hago la aclaración. Nunca nadie nos ha enseñado a preguntar, a
pensar lógicamente, a estructurar nuestras palabras.
Si en el mundo físico las cosas son así, me atrevo a decir que en otros planos
de la existencia todo sucede de igual manera. Cuando necesitamos
respuestas del Ser, debemos saber muy bien que es lo que verdaderamente
necesitamos y realizar la petición lo suficientemente conscientes. Debemos
recordar que en La Biblia en LCII, 5-10 se nos dice “Yo os digo pedid y se os
dará, llamad y se os abrirá, porque todo el que pide recibe y el que busca
halla y el que llama se le abre”. Sin embargo esto es solo una forma de
expresarlo porque en realidad son muy pocos los que saben pedir
verdaderamente.
En el mundo físico un padre siempre da a su hijo aquello que le pide, a menos
que vea que ello le puede perjudicar. De forma análoga sucede en los planos
superiores con nuestro Ser. Siempre seremos escuchados pero no siempre
se nos dará aquello que pedimos, sino lo que necesitamos. Pondré un
ejemplo muy claro: imaginemos una persona que lucha por transformarse
interiormente y pide iluminación a su Ser interno. Lo que habitualmente le
llega es sufrimiento para que aprenda a enfrentarse consigo mismo. ¿Por
qué? Porque la iluminación interna solo surge después de la eliminación del
ego y es necesario sufrir mucho para poder independizarse de tantos tiranos
que llevamos dentro (ira, codicia, auto-mérito, ambición, odio, lujuria, gula,
etc., etc.). Por tanto, viene el sufrimiento para que en medio de esas
adversidades aprendamos a ver al ego en acción y podamos eliminarlo. La
luz siempre surge de las tinieblas.
Otra cosa muy importante es “saber pedir”. No todo el mundo sabe pedir y
por tanto no todo el mundo va a obtener respuesta. Quien pide con la
personalidad no sabe pedir, y por eso es más difícil que obtenga respuestas.
Quien pide con el corazón, de forma consciente, siempre obtendrá
respuesta.
También es necesario explicar que existen grados y grados en la intensidad
de la petición y oración pues no todo el mundo tiene el mismo nivel de
concentración y existen diferentes grados de exaltación mística.
Cuando uno pide conscientemente, la respuesta siempre llega. Al principio
la persona puede no entenderla y también puede sorprenderse al no estar
acostumbrado a la rapidez con la que las recibe. Las respuestas pueden
llegar de múltiples maneras, por ejemplo a través de situaciones que se
suceden en el mundo físico, o a través de los sueños, mediante símbolos
cuyo hondo significado se capta por intuición.
Cuando se pida algo al Ser siempre conviene hacerlo de corazón, sin pensar
en nada, y teniendo la confianza en que se recibirá respuesta. ¿Conocen
ustedes algún caso en el que un niño muy pequeño pida algo
insistentemente a su padre, día tras día si es necesario, y que éste no le
haga caso alguno? No, ¿verdad? Pues si nuestro padre terrenal actúa así,
¿qué no hará nuestro Ser interno?
Hay veces en las que uno pide cosas sobre la vida cuyas respuestas llegan
“fuera de tiempo”, o sea que no llegan cuando las esperamos sino cuando
las merecemos o cuando pueden servirnos de lección. En esos momentos es
cuando la vida nos pone a prueba para ver realmente que es lo que
queremos. Es muy raro que la vida nos de las cosas al instante, pero cuando
las peticiones cristalizan nos colman de felicidad al ver que han sido
respondidas. Ya sea la respuesta positiva o negativa, sabemos que se nos
escuchó y se nos atendió. En estas situaciones debemos tener el valor y
estar preparados para aceptar la respuesta que se nos dé.
A esto le llamo yo tener la balanza nivelada; esto es, tener armonía con el
mundo y con uno mismo. Debemos comprender que el Ser nos dará lo que
necesitemos en el momento más adecuado para nosotros.
En la vida es necesario hacernos conscientes de las señales que se nos dan y
de las decisiones que tomamos. Debemos tener en cuenta que, por lo
general, se nos da sólo una oportunidad y que si no la aprovechamos ésta se
irá para no volver jamás. Vendrán otras oportunidades, tal vez muchas, pero
esa oportunidad no regresará jamás. Por eso, repito, sean conscientes de
las señales que se nos dan y de las decisiones que tomen.
Hay una canción que dice “lo que no nos mata nos hace fuertes”. Pues bien,
apliquemos esto siempre ya que esta vida es pasajera y, por ende, lo único
que nos queda por hacer es aprender a leerla para ser cada día más fuertes
y obtener más fácilmente las cosas que verdaderamente necesitamos.
LA LIBERTAD
Al hablar de libertad podemos hacerlo en dos sentidos muy diferentes. La
primer forma de libertad es la de “andar por casa”, un concepto de libertad
un tanto subjetivo y que significa que cada uno de nosotros es libre para
hacer lo que quiera en su vida y con su vida. Ese es el libre albedrío que cada
uno tiene.
Sin embargo, ese concepto de libertad no es íntegro, unitotal, porque la
verdadera libertad es algo muy diferente y sólo se consigue cuando uno ha
eliminado totalmente todos sus vicios, defectos y errores, su querido ego.
Referente al primer concepto de libertad debemos decir que todos somos
libres de hacer lo que queramos, de ser como queramos y de hacer cuanto
se nos antoje. Claro está que toda acción tiene una consecuencia, que las
malas acciones se convierten en karma y traen sufrimiento en el futuro.
Escrito está que quien siembra rayos, cosecha tempestades. Todos tenemos
karma que pagar y éste se puede pagar con dolor o mediante el trabajo con
la eliminación de nuestros egos. Para que tal eliminación se produzca es
necesario trabajar muy seriamente sobre ellos, verlos como surgen, como se
manifiestan en nuestra mente, y a través de nuestras emociones. Ese “darse
cuenta de cuando salen” de observarlos cuando se manifiestan, se llama vivir
conscientemente y hay que hacerlo en cada momento y en cada lugar, a
cada instante de nuestra vida.
Conviene aclarar que libertad no es lo mismo que libertinaje, o sea, yo soy
libre de hacer lo que yo quiera, siempre y cuando con mis actos no afecte
de manera negativa a los demás seres que me rodean. A esto se le llama
comúnmente respeto, y mi libertad termina en el momento en que
comienza la de los demás.
Cualquier cosa que nos impida sentirnos libres, como el qué dirán, el miedo
a la inseguridad, el temor, etc., debe ser trascendida porque de lo contrario
nos llevaría al sufrimiento, quedaríamos esclavos de nuestro ego y una vez
más sería más fuerte que nosotros.
La libertad va de la mano de la responsabilidad y de la conciencia, ya que la
decisión que se tome deberá ser totalmente libre y responsable. Cada acto
de nuestra vida tiene una consecuencia determinada que va a afectarnos
directamente y sólo a nosotros.
La adolescencia ya no es época de educación sino de experimentación, así
que aquí deberíamos saber cómo guiar a nuestros hijos con responsabilidad
y ayudarlos a formar su balanza para que ellos personalmente la manejen y
sepan actuar en las diversas circunstancias de su vida con la conciencia
necesaria. De esta forma les ayudaríamos a alcanzar su desarrollo espiritual
de una manera más fácil.
En ésta etapa debemos revisar la educación que les dimos, y también lo que
nos faltó darles, es decir si nuestro ejemplo fue el adecuado o no. Conviene
recordar siempre que un ejemplo dice más que mil palabras y si nosotros
como padres somos seres conscientes y responsables de nuestros actos,
será mucho más fácil que ellos aprendan por imitación y que logren afrontar
correctamente los problemas que les surjan en la vida. Sabrán manejar su
libertad con responsabilidad.
Cuando uno aprende a conservar la energía, aprende a armonizar su vida y
atrae la ayuda del universo. Cuando nosotros tenemos dudas para llegar a
nuestro objetivo, simplemente estamos tirando nuestra energía y estamos
dejando de ser respetuosos con nosotros mismos. La energía es la vida y
cuando nosotros la desperdiciamos estamos impidiendo que algo superior
pueda crecer en nosotros. La energía es la única fuerza que tenemos para
llevar a cabo nuestros objetivos. Perder las energías nos crea conflicto con
nosotros mismos favoreciendo los aspectos negativos, es decir, como ya
gasté mi energía, cuando necesite algo no lo voy a poder obtener como
desearía, o lo obtendré sólo a medias. Hay que saber dar prioridad a las cosas
y para ello es necesario usar nuestro criterio siendo conscientes de lo que
debemos hacer, siendo responsables con nosotros mismos.
La libertad, por poca que sea, también implica un precio, un esfuerzo, sí,
siempre que se quiere algo hay que realizar un sacrificio para lograrlo.
En resumen, podemos decir que la libertad es utilizar sabiamente el libre
albedrío que tenemos y afrontar las consecuencias de nuestros actos, sean
estas buenas o malas, y la responsabilidad es cumplir con el deber cueste lo
que cueste. Y mientras más sencillo sea todo, mientras más desapercibido
pase, mejor resultado tendrá. Sobre el verdadero sentido de la
responsabilidad se podrían escribir muchas cosas. Por ejemplo, una de ellas,
de gran importancia, es que en ocasiones el ser responsable nos puede
llevar a ser como el camaleón, a tener que adaptarnos a las diferentes
situaciones que se nos presenten y comportarnos como se debe en cada
lugar.
Al principio dijimos que había dos conceptos de libertad. El primero de ellos
es el que he comentado hasta ahora. La segunda libertad a la que nos
referíamos es la libertad auténtica, la que no se logra con buenas
intenciones, ni haciendo lo que queramos en la vida, ni luchando por ideales
aunque éstos vayan encaminados a construir un mundo mejor y más justo.
Esa libertad auténtica de la que hablamos ahora sólo se consigue después
de grandísimos esfuerzos por poseernos a nosotros mismos.
Aunque sea una verdad dura de aceptar lo cierto es que todos los seres
humanos somos esclavos de nuestro propio ego que, como ya dije, son ese
conjunto de vicios, defectos y maldades que habitan en nuestro interior y
que cuando uno los observa parecen tan numerosos como la arena del mar.
¿Cómo podríamos lograr la libertad auténtica?, ¿cómo podemos
prepararnos para que el Ser se manifieste en nosotros? La única fórmula que
existe es dedicarnos a partir de este momento, aquí y ahora, a la eliminación
de todos y cada uno de nuestros egos.
Cuando se elimina el ego, el Ser se hace cada vez más presente y se va
logrando poco a poco la libertad verdadera, seguridad, paz interior, fuerza y
un mayor anhelo espiritual.
A medida que se va logrando la libertad auténtica, la importancia personal
carece de valor pues es el Ser es quien va tomando las riendas de nuestra
vida.
Ya obtuviste todo lo que necesitabas en este plano material y ahora estas
alcanzando algo distinto, algo intangible pero que da muchísima más
satisfacción que lo material. Comienzas apenas a saber lo que realmente es
ser libre, esa libertad de la cual hablan los místicos y las enseñanzas de
quienes fueron grandes maestros de la humanidad. Recuerda que el derecho
a la libertad se gana, y que para lograrlo hay que pagar el precio de
deshacernos de nuestro querido ego, de dejar de ser así como somos. Sólo
con la eliminación de los defectos adviene lo nuevo.
Quisiera hablar ahora del aprendizaje. A este mundo venimos a aprender
todo, a adaptarnos, a aceptarnos, a dar vueltas con la vida misma, a ser
capaces de ceder, de reconocer, de aprender. Este aprender no es lo mismo
que estudiar y ser culto, ya que cultura es aquello que queda después haber
estudiado. Yo me refiero al conocimiento aplicado a nuestra vida real, a
nuestra manera de vivir cotidiana, a la inquietud que provoca en nosotros
un buen libro espiritual... Cuando aprendemos de esta manera surge en
nosotros esa comprensión que es fruto de la experiencia, esa profundidad
de mirada, esa energía que crece y que llamamos magnetismo personal,
una fuerza que pertenece al etérico. Podemos afirmar con rotundidad que
el hombre sólo sabe realmente aquello que experimenta. Por tanto, vale
más un hombre humilde que luche por emanciparse de sus egos, que un
hombre culto con muchos títulos y honores pero sin nada de crecimiento
personal.
Una de las maneras de comenzar el trabajo de búsqueda del Ser es hacernos
conscientes de cuál es nuestro ritmo, pues cada persona tiene un ritmo
diferente. Debemos reconocer cuales son nuestros puntos débiles, saber si
estamos balanceados y que es lo que nos falta. Esta reflexión sólo será
efectiva si estamos conscientes minuto a minuto, ya que es necesario
haberse iniciado en el sendero del auto-conocimiento para saber lo que nos
sobra y lo que nos falta. El hombre que no lucha por conocerse a sí mismo
simplemente pierde su vida.
Debemos dar tiempo al tiempo pues las lecciones vienen y las decisiones se
toman cada una en su momento. Por lo general, la vida se encarga de
ponerlas en nuestras manos. Después ya dependerá de nosotros actuar o
no, ya que una vez tomada la decisión no es conveniente cambiarla porque
toda esa energía aplicada se pierde. No digo con esto que nos ocasiona algo
negativo, pero sí que estamos desperdiciando lo más preciado que tenemos,
y además estamos yendo en contra de nosotros mismos por no saber tomar
decisiones.
Cuando en la vida titubeamos con las decisiones es como cuando queremos
ir a un lugar pero no sabemos qué camino tomar. Decidimos ir por uno pero
al poco tiempo regresamos para ir por otro que luego tampoco nos gusta y
regresamos de nuevo… De esta forma es como desperdiciamos tiempo,
esfuerzo y posiblemente hasta dinero en gasolina si vamos en carro… y todo
para no llegar a ningún lado.
Debemos reflexionar antes de tomar una decisión para estar seguros que es
la más indicada. Si las circunstancias luego nos indican que hay que
cambiarla pues ya estudiaremos las opciones que se presenten. También
habría que reflexionar sobre esas opciones porque dependerá de nosotros,
y sólo de nosotros, tomarlas de forma consciente. Siempre será mejor
cambiar las decisiones sobre la marcha, según veamos que nos pueden
beneficiar, que volver al punto de comienzo.
Hay decisiones que no están en nuestras manos. Existen situaciones en la
vida cuya resolución nos va a exigir un mayor crecimiento y fortaleza
espiritual. Esas situaciones son benéficas para nosotros si las sabemos
aprovechar pues nos sacan de nuestro punto de confort y nos invitan a
crecer interiormente.
En conclusión, debemos iniciar el camino hacia la libertad tomando la vida
con responsabilidad, trabajando sobre sí mismos, tomando nuestras propias
decisiones, afrontando sus consecuencias y por ende aumentando nuestro
magnetismo personal. ¿Cómo se distinguen las personas que caminan en
busca de su Ser, hacia su propia liberación, de las personas comunes que
vagan por el mundo sin pena ni gloria? Además de que las primeras tienen
un elevado magnetismo personal, se las reconoce evidentemente por sus
hechos. “Por sus frutos los conoceréis”.
TRANSMUTACIÓN
Por transmutación entendemos cambiar una cosa en otra y este concepto
puede muy bien ser aplicado a las energías.
Mientras más nos odien, mejor. Sí, esta frase es bastante extraña. No es que
quiera ser odiada ni mucho menos pero hay momentos en nuestra vida en
los cuales a nadie le gusta lo que hacemos. Parece como si todo el mundo se
pusiera de acuerdo para ponernos obstáculos, como si causáramos
demasiada envidia y la gente sólo hablase de nosotros. En esos momentos
debemos preguntarnos: si todo el mundo parece estar en contra ¿es positivo
para nosotros identificarnos con las críticas de los demás?, ¿por qué vamos
a desperdiciar energía en identificaciones absurdas y no utilizarla para seguir
adelante con nuestros propósitos?, ¿por qué no aceptar ese regalo tan
maravilloso que se nos brinda?
En la interrelación con nuestros semejantes es cuando podemos observar lo
que sucede en nuestro interior y descubrir en que nos sentimos heridos, por
qué nos sentimos mal. Cuando no nos identificamos con lo que las personas
dicen de nosotros, no sólo evitamos perder nuestras energías sino que
podemos descubrir todos aquellos egos que, a modo de reacción, surgen en
nuestro interior. De esta forma podemos trabajarlos y progresar
espiritualmente. Las circunstancias más desagradables de la vida pueden
convertirse en las mejores oportunidades para avanzar espiritualmente si
sabemos aprovecharlas. A esto le llamamos transmutación.
Una cosa es aprender a recibir con agrado las manifestaciones desagradables
de nuestros semejantes, es decir, aprender a no identificarnos con nada ni
nadie, y otra muy diferente no defendernos ante cualquier ataque, crítica o
calumnia de los demás.
La gente mala se apoya en la fuerza del ego para hacer las cosas. Atacan a
los demás movidos por la envidia, el odio, el orgullo herido, la calumnia… y
mientras esto sucede, mucha gente buena no tiene el valor o el arrojo para
defenderse; son blandos, cierran los ojos y simplemente se voltean para
otro lado. Por eso se necesita más gente buena para lograr algo y hay que
hacer que salgan de ese letargo. Debemos aprender a actuar. Es nuestro
deber no identificarnos con los ataques de las personas porque si
reaccionamos ante un insultador nos volvemos de igual condición. Sin
embargo, el no identificarnos con las manifestaciones desagradables de los
demás no significa no debamos actuar y hacernos valer como personas.
La gente “mala”, sin ningún tipo de conciencia, no necesitan nada para
actuar. Ellos no tienen miedo a las consecuencias de sus actos. A decir
verdad ni se plantean siquiera si sus actos tienen consecuencias. Así, si
tienen que gritar, gritan, si tienen que criticar, critican, si tienen que odiar,
odian, y todo sin el más mínimo remordimiento de conciencia. Por
contraposición, mucha de la gente a la que consideramos “buena”, y sobre
todo si son personas que luchan por mejorar espiritualmente, tienen
siempre en cuenta las consecuencias de sus actos, tienen miedo al castigo,
a no sentirse comprendidos por su núcleo familiar-social, etc. y por eso
muchas veces no actúan ni para defenderse de ataques injustos.
Lo anterior no es ser bueno, es más bien un acto de cobardía. La realidad es
esta: todo ser humano está en el deber de defenderse. Todo el mundo debe
saber que la defensa está permitida en cualquier lugar del universo.
En definitiva, a toda persona que anhele desarrollarse espiritualmente le
corresponde:
1.- No identificarse con quienes le insultan, critican o maldicen. Esa no
identificación es absolutamente imprescindible para el desarrollo espiritual.
Con ello evitamos que nuestras energías sean gastadas torpemente por
nuestro ego y que éste se haga más fuerte en nosotros. Esas energías que
no se pierden las debemos utilizar para nuestro desarrollo interior.
2.- Una vez que se ha evitado esa “reacción interna del ego”, uno está en el
deber de defenderse, actuando de forma consciente y responsable, para
hacerse valer como persona.
Cuando aprendamos a vivir conscientes de lo que somos y de lo que
queremos, la mediocridad dejará de existir en nosotros.
En el curso de la vida encontramos a veces transformaciones increíbles. Hay
casos en los que esas gentes que tanto nos odiaron y censuraron por
ignorancia o por envidia, terminan reconociendo que nuestros actos y
nuestros objetivos eran los correctos.
A mí me sucedió esto en una ocasión. Necesitaba urgentemente solucionar
algunas cosas y no tenía la energía necesaria para hacerlo sola, así que puedo
decir que yo le debo a 3 personas que me odiaban totalmente, el haber
salido airosa del pago de una deuda millonaria. Y lo logré solamente
transformando esas manifestaciones desagradables, utilizando a mi favor la
mala energía de esas personas. Con el tiempo, sobre todo una de ellas, llegó
a ser como mi hermana. Encontraron el valor de su Ser y se dieron cuenta
de que en lugar de bloquear mi éxito me ayudaron a conseguirlo. Si no
hubiera sido por ellas jamás lo habría logrado tan rápido.
Claro está, como ninguno somos mansas ovejas, en su momento alguno de
mis egos susurró en mi mente: “les gané ¡sí!”
Bien, si nosotros trabajamos fuertemente para acercarnos al Ser, podremos
lograr más fácilmente todo lo que deseamos, claro actuando siempre en
conciencia y sin dejar que intervengan el ego. Así podemos cambiar todo lo
malo por lo bueno y esto es muy sencillo aunque todo el mundo quiera verlo
como algo realmente complicado.
Yo rodeo a las personas que trabajan así de color morado y rosa (se explicará
más adelante en el cuadernillo de trabajo). La clave del éxito es la forma de
actuar y de sentir. Si lo hacemos de forma consciente transformaremos las
cosas a nuestro alrededor.
A veces en cursos que imparto yo manejo esto de la siguiente manera: para
comenzar pongo una música alegre, por ejemplo una salsa, y a bailar con los
ojos cerrados. Al poco tiempo algunos abren los ojos y se ponen a bailar en
grupo, lo cual a mí me demuestra que pueden sentir la misma energía. Y
observo que casualmente son los que están más lejos de querer acercarse a
su Ser, así que los separo del resto del grupo, y claro siguen bailando pero
con los ojos abiertos. Los demás continúan bailando cada uno
individualmente, sintiendo el ritmo de la música, hasta que de repente
comienzan a sentirse. Y casualmente no chocan, no se rozan siquiera, ¿por
qué? porque se sienten, saben dónde está cada uno de ellos. A veces pasa
que de repente se ponen a bailar como si fueran parejas y esa es mi mayor
alegría, pues se están viendo con la imaginación, se están sintiendo y sobre
todo están dejando fluir lo que llevan dentro. En esos momentos están
sintiendo un poquito de lo que es la libertad y el verdadero amor, esa
felicidad que no cabe en nosotros y que a veces hasta nos hace llorar.
Cuando no separo a nadie, ya que el salón es bastante grande, lo que pasa
es exactamente lo mismo: las personas se van uniendo solas y eso es por la
energía que emana cada una de ellas.
Salvando las lógicas distancias, un proceso similar es el que nos sucede a
todos nosotros en la vida diaria, nos vamos uniendo a los que sentimos igual
a nosotros. Cuando tenemos los ojos abiertos nos engañamos por el carácter
de cada cual y por las diferentes personalidades, pero cuando tenemos los
ojos cerrados simplemente somos, fluimos vivimos y gozamos. Eso nos da la
fuerza necesaria para seguir trabajando en nuestra superación con los ojos
abiertos a cada instante de nuestra vida.
Si doy amor, eso es lo que regresa a mí, si actúo con amor la gente actuará
así conmigo. Generalmente, lo que se da es lo mismo que regresa a nosotros.
Sin embargo, hay veces, las menos, en las que a pesar de dar de forma
desinteresada, no se recibe lo mismo. En estos casos hay que aprovechar
esas circunstancias para descubrirnos internamente y para transformar esa
energía negativa en positiva, en beneficiosa para nosotros.
Repetiré algo que ya indiqué en otro capítulo: el mundo interior es como un
imán que atrae las diferentes circunstancias de la vida. Si nosotros logramos
cambiar internamente, las circunstancias externas también cambiarán. Y
nuestra forma de enfrentarnos a la vida y de resolver las situaciones difíciles
será muy diferente. ¿Por qué?, porque tendremos conciencia.
CUANDO TENER PAREJA.
Esta es una pregunta que me han hecho en cada curso durante cerca de 25
años y además con mucho hincapié. Debo confesar que yo también he
preguntado eso a mis maestros y no se trata de fechas o de tiempos en el
calendario sino de responsabilidad, de amor, de saber compartir y cuidar. Es
decir el tener una pareja no es como tener una mascota, es algo bastante
más profundo y serio.
Enfocada esta cuestión de la pareja de una forma seria, lo primero que
debemos hacer es analizar si estamos realmente enamorados. Claro que
todo el mundo diría que sí lo está, pero cuando uno analiza esto y mira en
su interior puede descubrir que no es así. La inmensa mayoría de los seres
humanos confunden el amor con el deseo, sin ni saber siquiera que ambas
cosas son absolutamente opuestas.
Por lo general hay muy pocas parejas de enamorados y muchas de
apasionados. Las primeras perduran, las segundas suelen fracasar.
Cuando existe el amor, existe una verdadera afinidad. Para nuestra
vergüenza, en este mundo que llamamos “moderno” el amor huele
demasiado a intereses económicos y sociales, a pasión desenfrenada, a goce
mal entendido. Y así es como más rápidamente se alejan las parejas del Ser.
Entonces ¿cuándo tener pareja? Cuando surja, pero los enamorados deben
autoanalizarse muy a fondo antes de casarse. Deben saber discernir si lo que
sienten es amor o simple deseo.
Nunca debemos confundir una pareja apasionada con una pareja
enamorada. Debemos analizarnos en profundidad porque es necesario
saber si ambos son afines en pensamiento, sentimiento y voluntad.
Aquél que está enamorado es capaz de hacer cualquier cosa por el ser al
que ama. Por tanto si no quieres fracasar o convertir tu matrimonio en un
infierno, examínate a ti mismo antes de casarte.
El adulterio siempre viene a consecuencia de la falta de amor. Una mujer o
un hombre verdaderamente enamorados preferirían la muerte antes que el
adulterio. Son muchas las parejas que confunden deseo y amor. En estos
casos, tras un tiempo de estar satisfaciendo la pasión sexual, llega el
desencanto, las discusiones, el vacío y el adiós...
Antes de dar el paso del matrimonio debes estar completamente seguro de
querer dar felicidad, querer dar amor, ser feliz y hacer feliz a tu pareja,
querer crecer junto a ella, querer llegar a ser uno solo con ella de tanto
compartir, de tanto amarse, de tanto entregarse el uno al otro.
Si alguien me preguntase que es lo más grande que existe en este mundo, la
respuesta exacta sería “el amor”, y esto es así porque Dios mismo es amor.
SOBRE LA DUDA Y TEMOR
¿Qué son la duda y el temor? Siempre nos han educado para tener miedo a
algo, primeramente a nuestro padre y a nuestra madre, después a Dios, a la
policía, al maestro, al director, y así sucesivamente, por lo tanto el miedo
está presente en nuestras vidas.
Si bien es cierto que debemos tener el debido respeto a todos, no debemos
confundir respeto con miedo, ya que son dos cosas totalmente diferentes.
El respeto se gana, o así debería ser, y el miedo se genera a partir de una
serie de amenazas, las cuales van a romper la comunicación parcial o total
entre las personas.
Es curioso cómo para hablar de la duda y del temor necesitamos hablar una
vez más de la comunicación. Ésta es la base de toda relación humana y de
ahí que sea necesario tenerla muy presente desde el principio de la vida. Si
nos enseñaron a respetar no tendremos problema, o mejor dicho, si nos
enseñaron y quisimos aprender, tal y como dijo en una conferencia mi hijo
hablando de educación. En aquella ocasión él tenía 7 u 8 años y explicó lo
siguiente: “mi madre hace todo lo que puede para que yo obedezca pero lo
hago si quiero, y si no, no lo hago. Ella no tiene la culpa así que no se
atormenten, generalmente ustedes hacen bien su trabajo pero el nuestro es
dar lata y lograr desquiciarlos”. Después de esto todos recapacitando
simplemente aceptamos lo que el pequeño de 7 años había expresado. Es
decir, no podemos ir más allá de donde nos dejan ir. Ellos ya decidirán si
quieren hacer lo que se les enseña. En realidad ya están comenzando a
utilizar su libre albedrío y aprenderán más del ejemplo que les demos que
de todo aquello que les digamos. Hay que ser conscientes en cada momento
de todo lo que hacemos y de cómo lo hacemos.
Volviendo al tema de la educación, si sabemos educar y el alumno tiene la
sensibilidad necesaria, siempre sabrá cuando está molestando, cuando está
pidiendo algo que no debe pedir. Si por el contrario nos educaron mal,
siempre querremos lo que no necesitamos y aunque solamente sea por
probar a la persona que tenemos enfrente, estaremos pidiendo cada vez
más hasta que ésta se canse y deje de hacernos caso.
“A cada acción le corresponde una reacción de igual fuerza pero en sentido
inverso”. Recuerden el ejemplo que les di con el Sr. y la jovencita,
manipulando su vida y chantajeándola. En el presente él está solo. Pensó
que tenía todo en la mano y se quedó sin nada. Ahora con su actitud
demuestra temor, pero una clase de temor que sólo muestran las personas
inseguras de sí mismas, llevándole trabajo para que ella lo haga como un
favor para él, pidiéndole que lo acompañe a determinados lugares y
buscándola como pretexto para ir a ver a sus clientes. Lo malo de esta
historia es que en el pasado sembró la desconfianza y ya no existe ninguna
oportunidad para él. En situaciones así conviene apartarse de estas
personas, lo más lejos posible. El lenguaje y los tonos altisonantes son una
de las primeras cosas de las que se debe salir corriendo. Nadie debería de
aguantar ese tipo de trato.
La duda y el temor causan dolor. La duda de saber qué va a pasar y el temor
a las consecuencias. El miedo a lo desconocido causa incertidumbre y ésta
produce nerviosismo y stress. Esta es la razón por la que debemos tomar
las decisiones de forma consciente y no dejar pasar mucho tiempo para
actuar. Una decisión bien reflexionada nos ahorrará muchos malos
momentos después. Un distanciamiento a tiempo nos alejará de muchos
malos entendidos, críticas y hasta calumnias.
Lo anterior no significa que para no sufrir haya que salir corriendo y darle
vuelta a las cosas. Por el contrario, se trata de ver conscientemente donde
nos estamos metiendo. Se nos dan las señales y se nos advierte pero sólo de
nosotros depende reconocerlas. A partir de ahí, si nuestra decisión es
arriesgarnos lo que no podemos hacer después es ponernos a sufrir y llorar
cuando las cosas salieron mal. Por eso es tan importante tomar las
decisiones conscientemente en el presente. Mi padre decía mucho esta
frase: “no desperdicies pólvora en infiernillos”, y yo la aplico con mucha
frecuencia. Es decir, hay que tener bien analizado el objetivo que queremos
lograr y dejar pasar todo lo que nos lo impida, no hay que fijarnos en las
pequeñas piedras que hay en el camino sino en el propio camino a seguir
para no desviarnos de él.
Hace poco me preguntaron qué opinaba yo de las calumnias y como debían
de ser tomadas. Este es un terreno de arenas movedizas, dije, ya que cada
quien sabe de qué va la cosa. Lo único que he experimentado en mi vida, es
que “cuando el rio suena, agua lleva”, ya sea agua propia porque los hechos
sean reales o porque alguien le hecho agua a una cuesta inclinada y se
convirtió en río.
El tiempo lo pone todo en su lugar, lo bueno y lo malo, y todo vuelve a su
nivel. Yo personalmente no doy oídos a las calumnias. Mi primera obligación
es no identificarme con las diferentes circunstancias de la vida, así evito que
otros puedan echar basura en mi interior, pues ya bastante tenemos todos
con nuestros egos como para fortificarlos aún más. En mi caso, llegue a
comprender que no me debo a nadie, que a quien verdaderamente debo
dar cuentas es a mi Padre (Dios Padre). Estando bien con Él no necesito nada
más, Él me manda las pruebas necesarias que debo de pasar para darme
cuenta de mis errores. Si no paso el examen, Él me avisa y me manda a
estudiar otra vez… claro está que con más dolor, pero una vez que paso las
pruebas, ¡hasta vacaciones me da con todo pagado!
Esto es como en la escuela, ¿de qué me sirve envidiar al más aplicado si tiene
el derecho a ser el consentido de la maestra? Siempre saca 10, siempre llega
a tiempo, siempre participa, siempre estudia y sabe la lección. Se ha ganado
ese derecho y en lugar de criticarlo debería esforzarme para hacer lo mismo
que él. De esa forma haré algo de provecho, algo mucho más beneficioso
que envidiarlo.
Otra tendencia muy equivocada en nosotros es desperdiciar el tiempo en
chismes, en destrozar con la palabra cosas, personas o ideas, pues eso
acabará por destrozarnos a nosotros mismos. En estos casos es mejor dar
una solución al problema, eso sí sería digno de admiración.
Deberíamos aprender a solucionar los problemas que tenemos, ser capaces
de salir adelante de forma responsable y sin escondernos detrás de alguna
justificación. Diciendo la verdad: “no encuentro trabajo porque no estoy
preparado, o porque no quiero encontrarlo, o me echaron por flojo, etc.”
Dejar de justificarnos es algo difícil y por eso es muy meritorio hacerlo,
porque esta franqueza puede traernos muchas críticas y como éstas suelen
proceder de las personas más cercanas, pueden resultar
desagradables y dolorosas.
bastante
En la vida es demasiado frecuente encontrar personas que tratan de
mostrarse como no son. Como vivimos en un mundo de apariencias esta
actitud se produce por miedo a ser víctimas de la sociedad. Y es que la
sociedad lo mismo te puede encumbrar a la fama sin merecerlo, que puede
rechazarte y tratar de destruirte a base de calumnias, críticas, y habladurías.
Por eso es necesario que tengas el centro de gravedad bien establecido en
torno a lo que es verdaderamente importante. Y lo más importante es estar
bien contigo mismo, con tu Ser, ya que esta vida no es real y hay algo más
por lo que merece la pena vivir y luchar.
En realidad, la actitud más correcta de enfrentarnos a la vida es considerarla
como una película. ¿A quién le afectarían profundamente los dramas y las
tragedias que sufren los actores? A nadie, porque todos saben que se trata
de una simple película. Pues igual debería pasar con nuestra vida. Todos
deberíamos aprender a transitar por ella considerándola como una película.
¿Qué alguien nos crítica?, ¿qué alguien nos calumnia? bueno ¿y qué? , Yo
soy quien soy y lo que los demás digan de mí no va añadir ni a quitar un codo
a mi estatura.
Recordemos que cuando no nos identificamos con nuestros semejantes, lo
que estos hagan o digan de nosotros deja de herirnos.
Esto no es un concepto religioso ya que este no es un libro de religión, es
simplemente lo que por experiencia he tenido que vivir. Es como ir a la
escuela a aprender: cuando obtienes el certificado, cuando aprendes,
entonces sí comenzar a vivir. Este es el examen que estamos haciendo en
esta vida, aquí es donde estamos preparándonos, y hay que pagar el precio,
así como cuando vamos a la escuela, hay que pagar la inscripción la
colegiatura, los útiles, el uniforme y todo lo que conlleva el ser estudiante.
Así es la vida también y exige un precio por aprender y ese precio es el
esfuerzo que debemos realizar para ser conscientes de cada uno de nuestros
actos. Esto no es la libertad es tan sólo apenas el principio de la libertad
auténtica.
Cuando uno actúa así, considerando la vida como una película y sabiendo
que vinimos aquí a aprender, se convierte en un ejemplo viviente para
muchas otras personas, cambia su magnetismo personal y puede ayudar a
muchos. Es entonces cuando la gente comienza a acercarse, cuando nos
preguntan y escuchan. Se trata de personas que tienen las mismas
inquietudes que nosotros y que necesitan saber, aprender de nuestro
ejemplo.
La gente siempre nos observa y para ganarse el respeto de la sociedad es
necesario demostrar la coherencia que hay en nosotros, dar ejemplo
llevando una vida recta. Por esta razón decimos que la puerta es muy ancha
y que muy pocas personas puedan cruzarla. Solamente aquellas que pagan
el precio del esfuerzo personal la cruzarán airosamente.
¿Quiénes son los que realmente triunfan en la vida?, ¿tal vez los que
alcanzan la fama?, ¿quizá los que amasaron grandes sumas de dinero? No,
el triunfo en la vida es solo para aquellos que aprenden de ella, que la
consideran como una escuela de aprendizaje y poco a poco adquieren
experiencia. La fama, el dinero, el prestigio, etc. son sólo banalidades cuando
se comparan con la profundidad del auto-conocimiento, con las luchas
internas para lograr la auténtica libertad, con la felicidad que aporta el Ser.
Vivir una vida limpia, basada en el recto sentir, recto pensar y recto obrar, es
indispensable para pedir la protección del Todopoderoso. ¿Cómo voy a pedir
protección y ayuda si tengo mi conciencia más negra que una chimenea llena
de hollín?, imposible ¿verdad? Se hace necesario reflexionar antes de actuar
y de exponer nuestros conceptos, analizar muy bien las consecuencias de
nuestros actos y tomar todas nuestras decisiones de forma consciente. En la
escuela de la vida es necesario que obtengas experiencia.
Un gran ser escribió: “Jamás preguntes a otro hombre ¿qué es lo que debo
hacer?, porque es la más nefasta de todas las preguntas. Si la haces a un
necio, a un dormido, le estarás invitando a arrastrarte al sueño, con lo que
habrás caído en doble necedad y te será doblemente difícil volver a
despertar. Y si haces tu pregunta a un sabio, a un despierto, advertirás cuan
ocioso es cavilar porque un despierto siempre contestará: haz lo que mejor
te parezca. Si en ello pones todo tu corazón, obrando siempre alerta, ganarás
en riquísima experiencia”.
AMOR, MUERTE Y SUFRIMIENTO
Este título aparenta ser algo realmente profundo, pero es tan banal como la
vida misma.
Venimos a este mundo sin saber de dónde, vivimos de forma inconsciente
sufriendo desde que nacemos, y luego simplemente morimos. Caminar de la
cuna al sepulcro sin buscar nada superior, sin haber encontrado el verdadero
sentido a la vida es el peor de los fracasos.
¿Qué sucede en el trayecto que va de la cuna al sepulcro? Por lo general,
nada nuevo que sea real. Quedamos esclavos de nuestro ego, la vida nos
lleva de aquí para allá siempre víctimas de las circunstancias. A veces
también amamos, y en ocasiones morimos con esa muerte tan diferente
que es morir en vida.
No sabemos quiénes somos, ni de dónde venimos, ni a donde vamos, ni qué
queremos. Podemos decir que pasamos por la vida actuando con total
inconsciencia, con nuestra conciencia ausente, sumidos en un profundo
sueño. Vamos a trabajar para ganar dinero, llegamos a casa para descansar,
al día siguiente volvemos nuevamente al trabajo para ganar más dinero y
regresamos otra vez a casa para descansar. No hay tiempo de compartir. A
veces no se comparten ni las alegrías ni las tristezas, se comparten
solamente los cansancios. Todos frente al televisor, cada uno en un sillón o,
en el mejor de los casos, en los extremos del mismo sillón. Este es otro tipo
de muerte, donde se carece de ilusión, donde sólo se pretende pasar el
tiempo, donde se vive al ritmo que nos impone la sociedad.
No podemos confundir vivir con vegetar. La capacidad para vivir
conscientemente existe dentro de cada ser humano y sólo es necesario
desarrollarla. Recordemos que la vida es una escuela y que mucho podemos
aprender de ella si nos esforzamos por lograrlo.
Los anuncios publicitarios, con ofertas, con créditos, con una y mil cosas,
nos dicen constantemente que esto o aquello es lo mejor para nosotros pero
¿realmente lo es? No, nada nuevo puede surgir en nuestro interior viviendo
una vida mecanicista. Es un precio muy alto el que se paga por vivir así.
Cuan diferente es vivir conscientemente, o por lo menos luchar
incansablemente por conseguirlo. El precio que hay que pagar por buscar la
libertad auténtica es el esfuerzo continuado, muchas veces remando en
sentido contrario a como lo hace el resto de la sociedad, siendo
incomprendido, pero el resultado final siempre es un acercamiento al Ser,
un desarrollo de la conciencia, un aprendizaje verdadero.
El Ser es alegría y amor, la conciencia es luz, y es obligación nuestra
encontrar un verdadero sentido a la existencia. Si consideramos la vida como
una escuela, si en un intento de vivir de forma consciente caminamos,
trabajamos y nos relacionamos con los demás siempre pendientes de
nosotros mismos, por experiencia directa muy pronto nos daremos cuenta
de la diferencia que existe entre vivir y vegetar.
Este es el comienzo para vivir feliz y en paz, porque tu así lo has decidido.
La muerte sobreviene porque la vida se vuelve tediosa, porque no hay
esperanza, porque no hay ilusiones... ¡Basta ya!, debemos dejar de sufrir. No
sabemos ni manejar ni soportar el sufrimiento, pues no vinimos a eso a este
planeta. Aquí vinimos a tratar de ser felices aniquilando el ego, así que
hagamos esa tarea y convirtámonos como he dicho anteriormente en
cazadores de egos.
Lo que es cierto es que lo que no te mata te hace fuerte, esa es una gran
verdad siempre y cuando aprendamos la lección, siempre que queramos
seguir adelante.
Hay diferentes tipos de muerte. Está la muerte física y el morir en vida del
que hemos hablado antes, pero también hay otra clase de muerte, la
superior, la muerte mística. Con este último tipo de muerte simplemente
cambiamos de un estado de conciencia a otro más elevado. La muerte
mística se produce cuando, mediante padecimientos conscientes (el precio
que hay que pagar), nosotros eliminamos el ego. De esta forma logramos
fabricar luz y abandonar poco a poco nuestras tinieblas interiores.
Se nos ha hablado mucho del cielo y del infierno, pero ¿acaso no vivimos
esto mismo aquí en la Tierra?, ¿no es verdad que estamos en el cielo cuando
todo va bien y en el infierno cuando todo va mal?, ¿no accedemos a los cielos
interiores cuando sentimos el verdadero amor, o en esos momentos
místicos tan especiales en los que sentimos la presencia del Ser?, ¿no nos
sentimos en el infierno cuando docenas de preocupaciones asaltan a nuestra
maltratada mente, robándonos la vitalidad y dañando nuestro pobre
cerebro?.
Conocí muy de cerca a un industrial exitoso. Estaba casado y tenía un hijo y
una hija. La hija era problemática con su madre y la madre era una persona
muy mentirosa y manipuladora, de ese tipo de personas que dice “divide y
vencerás”, ese era su lema. El hijo era alcohólico y drogadicto.
El señor distribuyó su herencia de la siguiente manera: la empresa para su
chofer y el rancho para su hija. De esta forma su hijo jamás heredaría su
empresa y no habría conflictos familiares. Lo más importante es que dejaría
bien asegurada a su familia pero, para su sorpresa, el señor fue envenenado
por su hijo y su esposa. Después ellos cambiaron el testamento y jamás
avisaron a la hija de que había muerto su padre. Con engaños y mentiras
quitaron la empresa al chofer y lo encerraron en su casa sin tener
comunicación con nadie. Las sirvientas eran quienes lo cuidaban tratando de
no dejarlo sólo… finalmente el industrial de éxito murió a manos de su
esposa y su hijo. Y yo me pregunto ¿no es mejor morir que vivir algo así?
Lo que aún no alcanzo a comprender es si estas personas no pensaron que
todo se paga en esta vida. ¿Acaso no saben que de nada sirve fingir ser
buenos cristianos, asistir todos los domingos a misa y mentir a todo el
mundo, cuando la verdad siempre sale a la luz?
El ejemplo anterior me sirve para explicar que así como existe la justicia
terrenal también existe la Justicia Divina, mucho más rigurosa y totalmente
objetiva. No importa que la ley de esta tierra no haga justicia, no importa
que se tenga muchísimo dinero para comprar silencios, no importa que
nadie denuncie el delito por miedo, por represalias. Nada de eso finalmente
importa porque escrito está que quien a hierro mata a hierro muere, quien
siembra rayos cosecha tempestades. La Justicia Divina todo lo ve y todo lo
pone en su lugar, en su día y en su hora, en esta existencia o en cualquier
otra.
El sufrimiento es algo terrible. Se sufre por todo y en muchas ocasiones este
dolor puede repercutir físicamente llegando a producir enfermedad. De ahí
la importancia de sobreponernos al dolor, de saber trascenderlo, y esto sólo
se logra desarrollando la conciencia y la comprensión,
El débil, el que no hace nada por mejorar internamente, siempre será víctima
de las circunstancias. Su vida puede estar llena de sufrimientos o alegrías
pues todo depende de su karma particular, es decir, de la consecuencia de
sus actos en esta existencia o en las anteriores, pero todo le sucede porque
tiene que sucederle. Nada puede hacer porque nunca aprendió a vivir
consciente. Por eso debemos enfrentarnos a la vida decididamente, sin
escapatorias, teniendo presente de instante en instante que la vida es sólo
una película y manteniendo una actitud de desapego a las personas y las
cosas.
LA IMPORTANCIA DEL AMOR
Mucho se habla del amor pero a juzgar por el rumbo que está tomando el
mundo, parece ser que no todos los seres humanos lo conocen. Tanto el
amor como la caridad parece como si se hubieran resfriado en este
planeta….
Hay diferentes clases de amor, uno es el que existe entre padres e hijos, otro
el que existe entre esposos, entre amigos, etc. Y como ya explicamos al
hablar de las parejas, existe otra clase de sentimiento que no es amor sino
pasión y que confunden todas las personas excepto aquellos que trabajan
en el auto-conocimiento.
¿Qué es en sí el amor? Tratar de definirlo es algo imposible por la sencilla
razón de que es un sentimiento que pertenece a la conciencia y el frío
intelecto no puede definir ni expresar con palabras aquello que está más allá
de la mente. Lo que si podemos asegurar es que el amor es un sentimiento
que nos hace actuar como jamás habríamos actuado si hubiese intervenido
la mente, la razón. El amor se siente, se vive, y eso es todo.
Cuando alguien siente amor su conducta cambia. Por amor se aceptan los
defectos de la persona amada y se le ayuda a trascenderlos, se realizan actos
que el razonamiento nunca admitiría, se perdona… Todo el mundo ha
sentido una chispa de amor en algún momento de su vida y está en nosotros
el conservarlo y engrandecerlo. El amor se engrandece a medida que
nuestros egos se eliminan, es decir, cuando aumenta nuestra conciencia. El
amor es un atributo o facultad de la conciencia, un don que nos da el Ser.
Nadie puede amar a los demás si no se ama a sí mismo. Amarse a sí mismo
es buscar y amar al Ser. Quienes dedican su vida a conocerse a sí mismos, a
buscar al Ser cambian su magnetismo personal y atraen hacia sí a personas
de su mismo nivel de conciencia.
Uno de los atributos del amor es compartir con los demás. Ese compartir no
es depositar nuestra vida en manos de otra persona en nombre del amor. Es
necesario saber cuándo decir un no y un hasta aquí. El morir de amor, o
morir por su amor es una gran falta de seguridad y por lo tanto significa que
no somos dueños de nuestra vida. Ese tipo de sentimiento procede del ego
y no del amor, y es el camino más corto al sufrimiento.
El amor siempre es consciente. Debemos distinguir muy bien entre el
sentimiento de amor y ese conjunto de egos sentimentales que viven en
nuestro interior. Pondré un ejemplo: vemos a alguien pidiendo limosna en
la calle, e inmediatamente le damos unos centavos. ¿Es por amor y caridad?
Si observamos la clase de sentimiento que nos embarga en ese momento
con gran sorpresa podríamos descubrir un ego que sólo busca tener la
conciencia tranquila, no sentirse mal, un “yo” bueno porque también los
hay. Además, por amor nunca daríamos lo que los demás piden sino lo que
verdaderamente necesitan. Supongamos que la persona que está pidiendo
en la calle se gasta el dinero en licores. Con nuestros centavos estaríamos
contribuyendo al delito y eso no es amor consciente. Con esto no quiero
decir que dejen de dar limosna, sino que estén muy pendientes para saber
qué tipo de ayuda necesita cada persona. Debemos estar atentos a esto.
Es necesario saber, y lo repito una vez más, que este camino tiene un precio,
y ese precio es esfuerzo y sacrificio. La instrucción se dará sólo a quien
realmente esté preparado para recibirla. Es bien sabido por todos que el
maestro llega cuando el alumno está preparado, y es en ese momento
cuando las puertas del conocimiento se abren de par en par. Si el alumno
sabe apreciar y atesorar cuanto se le enseña, podrá descubrir todo lo que
desee y llegar tan lejos como quiera. Por el contrario, si no comprende lo
que está recibiendo, ni siquiera se dará cuenta de la oportunidad tan valiosa
que perdió.
Para ser medianamente felices debemos transmutar todo sentimiento de
sufrimiento en algo positivo. Esto lo haremos esforzándonos por vivir de
forma consciente cada minuto de nuestra vida, observando como
reaccionamos y llenando de amor cada uno de nuestros actos. Ya lo veremos
más adelante.
Si analizamos un poco, veremos que no hay blanco o negro y que sólo son
degradaciones del mismo color, diferentes tonalidades de una misma cosa,
la cual nos afecta de una u otra forma dependiendo el grado de importancia
que le demos. Es así como debemos estar pendientes para saber que nos
hace sufrir, saber si vamos a sufrir por la acción de otra persona, o por
nuestros propios actos, y si es así, poder analizar cuál sería la mejor manera
de transmutar la energía. De esta forma todo ira siendo mejor, más estable,
más balanceado. Así se irá alcanzando poco a poco la paz personal.
Aclaro, esto no significa que dejaremos de tener problemas. Simplemente
que veremos la vida desde otro punto de vista, manejándola a nuestro favor,
sacando provecho a cada situación para acercarnos a nuestro Ser.
SABER, OSAR, HACER, CALLAR.
Cuando era pequeña mi abuela materna decía que había que aprender de
los monos sabios, es decir, que había que aprender a ver, oír y callar. Con el
paso del tiempo y mi vida esotérica, aprendí a transformar ese consejo en
saber, osar, hacer y callar.
Es importante saber que se quiere. En negocios se dice que “el saber es
poder” y es completamente cierto, pero esto es aplicable a todas las facetas
de la vida. Así que el saber es bueno, muy bueno.
El osar es poner conocimiento en nuestra vida propia y ejecutar por primera
vez algo desconocido para nosotros. El hacer es incorporar el conocimiento
a nuestra vida diaria y el callar es simplemente no divulgar este
conocimiento a cualquiera, hasta no ver los resultados en nosotros mismos,
hasta no saber a quién tenemos en frente y si realmente quiere aprender.
Debemos ser conscientes del conocimiento que tenemos porque a mayor
grado de conocimiento, mayor grado de responsabilidad. Al ignorante que
nada sabe del camino hacia el Ser, de conocimientos esotéricos, mucho le
es perdonado pero al que comete los mismos errores siendo consciente de
ello, le sobreviene un castigo mayor. Supongamos que una persona
ignorante, que nada sabe de transformación personal, comete adulterio.
Obviamente tendrá su castigo por la Gran Ley pero ese castigo nunca sería
igual al que recibiría una persona con profundos conocimientos esotéricos.
En este último caso el dolor que le vendría como consecuencia de ese acto
sería muy superior.
En otras palabras, quien añade sabiduría, añade responsabilidad y también
dolor si no se sabe aprovechar esa sabiduría.
Las personas que tienen este tipo de conocimiento también adquieren una
responsabilidad ante los demás pues están en el deber de transmitirlo sin
adulterarlo, ni con otras enseñanzas ni con sus propias creencias o criterios.
Recordemos para finalizar que lo importante no es el conocimiento en sí,
sino la manera de aplicarlo en nuestra vida diaria.
MAGNETISMO PERSONAL
¿Qué es el magnetismo personal? Si hablamos de dos personas, en un
lenguaje coloquial es la química que existe en ellos y que va desde un “me
cae bien” hasta una unión total, sin razón alguna.
De forma individual, el magnetismo personal dependerá de lo que
predomine en el interior de la persona. Magnéticamente siempre será
mucho más atractiva una persona que busca a su Ser, que lucha por ser
mejor, que otra que siempre es movida por sus egos de envidia, odio,
lujuria… El magnetismo personal es una fuerza de atracción cuando está en
positivo, pero de igual manera pasa a ser repulsiva cuando está en negativo.
Es el estado de conciencia el que nos hace poseer magnetismo personal. El
de quienes buscan al Ser es positivo, siempre ejerce una influencia benéfica,
la persona resulta atrayente, sus palabras son más valoradas, infunde
respeto allá donde esté, tiene éxito en cada una de las tareas que se
propone, etc.
¿Por qué la mayoría de los seres humanos no irradian un fuerte magnetismo
personal? Simplemente porque, por regla general, nuestro nivel de
conciencia está muy por debajo de lo que debería estar, porque faltan esos
elementos vitales del alma que irradian sentimientos de amor, sabiduría,
bondad y felicidad. Donde falta el amor en el corazón de un ser humano,
también falta toda fuerza vital.
Cuando escuchamos una música que nos gusta siempre nos deja una
determinada sensación positiva, nos sentimos bien y esa luz se refleja en el
aura. Cuando vemos a la persona que nos gusta, el aura se torna de color de
rosa, ya que este es el color del amor… por eso es necesario acrecentar el
nivel electromagnético con impresiones y sentimientos positivos. En esos
momentos estás dejando que tu ser se libere y se expanda de tal forma que
pueda actuar más expresivamente. Esto lo vemos cuando bailamos con los
ojos cerrados, entonces nos sentimos más libres, más felices, más ligeros.
Recordar un momento bello alegra siempre el corazón y aumenta la energía.
A veces se siente, sientes como que vuelas, sientes la energía que se
desborda de tu ser. Hasta un hombre común puede sentir eso aunque no
sea perceptible para los sentidos físicos.
Si deseamos vivir una vida radiante debemos primero suprimir de nuestro
interior toda clase de pensamientos destructivos y permitir que nuestra
alma, nuestro verdadero Ser, exprese su perfección y refleje su poder y su
fortaleza magnética.
No necesitas de nadie para ser feliz, ya que la felicidad radica en tu Ser. Lo
que sí necesitas es con quien compartir esa felicidad, no solamente las penas
y los malos momentos sino todo lo bueno y lo malo. Eso es el amor, el
intercambio, la entrega. Si necesitas de alguien para ser feliz, algo está mal
y si necesitas a otra persona para tu sentirte alguien, algo anda muy mal. Es
necesario encontrar a tu Ser, es necesario quitar las piedras que aprisionan
a tu Ser y esas piedras son los egos, los yoes que se expresan a través de tu
mente y que manejan tu vida.
Lo único que puedo decirles es que es así como yo creo mi mundo, yo lo hago
bello, sabiendo a lo que me atengo, sabiendo lo que voy a perder si tomo la
decisión de aprender. Es necesario que sepa lo que voy a perder, a dejar
atrás, cuando busco cambios en mi interior y necesito estar dispuesta a
hacerlo. Siempre dejo que mi ser me avise pero a veces no obedezco a causa
de mi terquedad, porque me quiero probar a mí misma. Aunque me
equivoque, por el simple hecho de querer ir más allá en el conocimiento y
en la búsqueda de mi Ser (Dios Padre), Él se apiada de mí y me manda ayuda
de tal forma que siempre acabo aprendiendo lo que realmente me falta para
dominar la situación.
En todas las relaciones en las que interviene la personalidad siempre hay
problemas, pero no así en las que intervienen la conciencia y el Ser de las
personas. Estas relaciones son tranquilas, llenas de paz, de luz, de
cordialidad y armonía.
También es problemática la relación entre una persona que está centrada
en su personalidad con otra que esté centrada en su Ser pues existen dos
diferentes niveles de conciencia y, por tanto, dos formas de entender la vida
y de enfrentarse a ella. En esta situación el problema siempre será de la
primera persona que no entenderá el nivel de comprensión y de
conocimiento de las segunda. Esa falta de comprensión causará problemas
tremendos porque quien vive centrado en su personalidad siempre es
víctima del ego.
Por favor no intenten convencer a una persona así, es inútil pese a que
manifieste su deseo de aprender. Aléjense, no hay nada que hacer ahí. Lo
digo por experiencia, se pierde tiempo, dinero y esfuerzo. Es imposible hacer
entender a una masa de egos que existe algo más profundo y más bello. No
tiene efecto en ningún plano trascendental ya que no hay trabajo de por
medio. Esa persona querrá todo hecho y si no tiene los resultados la culpa
será de uno, jamás será de él, así que simplemente véanlo como quien ve
llover y salgan de ahí, no pierdan el tiempo. Y si ya lo intentaron y no
funcionó es porque no es su momento. Déjenlo en paz, cuando llegue el
momento aprenderá, cuando ya el sufrimiento lo ahogue, cuando no sepa
más qué hacer. Y si alguna vez se dé cuenta de que hay una conciencia que
quiere manifestarse, que el Ser está esperando surgir, sólo entonces
posiblemente decida dejar sus egos atrás. De lo contrario debemos dejarle
gozar su dolor, dejémosle gozar su conmiseración ya que en definitiva eso
es lo que él está creando y lo que desea vivir. Algún día tal vez se dé cuenta
que cada vez cae más hondo y recuerde que tiempo atrás conoció a alguien
que intento ayudarlo a romper esa rueda de equivocaciones.
“Dejad que los muertos, entierren a sus muertos”. Muertos son aquellos que
ya nada buscan, aquellos en los que nada puede crecer en su interior, gentes
a las que jamás les interesó el Ser.
El magnetismo personal se mantendrá positivo y crecerá en nosotros
dependiendo de la pureza de nuestra creación y de la continuidad en los
sentimientos y pensamientos. Es decir, si continuamos profundizando cada
vez más en el trabajo interior, iremos acercándonos cada vez más a nuestro
Ser. Entonces los demás reconocerán y apreciaran nuestra obra porque nos
habremos convertido en una fuerza en el mundo, en personas que
contribuiremos al mejoramiento de toda la humanidad.
GUÍA PRÁCTICA
VUELA A TU INTERIOR
Versión actualizada
El Rincón de Yam www.elrincondeyam.com
ÍNDICE DE ACTIVIDADES
* ¿QUIÉN SOY YO?
* PONIENDO UN POCO DE ORDEN EN NUESTRO MUNDO
* LO QUE SOY Y LO QUE QUIERO LLEGAR A SER
* RELAJANDO EL CUERPO FÍSICO
* VIDA PARA NUESTRO ORGANISMO: TRANSMUTACIÓN DE LAS FUERZAS CÓSMICAS
* EL PLEXO SOLAR Y LOS YOES O EGOS EMOCIONALES
* DESCUBRIENDO COMO SE MANIFIESTA EL EGO. ¿SOMOS EMOCIONALES O MENTALES?
* PROBÁNDONOS FRENTE A UN RETO
* MEDITACIÓN
* EL PODER EL VERBO: HACIÉNDONOS CONSCIENTES DE NUESTRAS PALABRAS
* COMENZANDO A CAMBIAR COSAS * ¿NECESIDAD, ANTOJO O CODICIA?
* APRENDIENDO A VIVIR DE FORMA CONSCIENTE
* EL CENTRO EMOCIONAL: ESTUDIANDO LOS SENTIMIENTOS
* MEDITACIÓN
* OBSERVANDO NUESTRO INTERIOR EN LA INACTIVIDAD
* EJERCITANDO EL DESASPEGO
* REIR Y SONREIR: COSTUMBRES SANAS
* RECAPITULANDO LO APRENDIDO
* QUÉ ES METAFÍSICA
* ANALIZANDO LOS SUFRIMIENTOS. EL PERDÓN
* BUSQUEDA Y RESPUESTA
* PRIORIZANDO LO QUE QUEREMOS
* TOMANDO DECISIONES
* SOBRE EL AMOR
* QUÉ ES LA MUERTE
* TRASCENDIENDO SITUACIONES. DEJANDO ATRÁS LO QUE NOS DUELE
* EL MUNDO ASTRAL
* COMO HACERNOS CONSCIENTES EN EL MUNDO ASTRAL
* REGALANDO AMOR
* SOBRE LA ALIMENTACIÓN
* REVISANDO LO APRENDIDO
* TODO PASA. EL RECUERDO CONSTANTE DEL SER
INTRODUCCIÓN
En la primera parte del libro se han explicado una serie de enseñanzas
destinadas a comprender como somos internamente, a hacernos
conscientes y mejorar así las relaciones con nuestros semejantes y con el
mundo que nos rodea. En esta segunda parte se detallan una serie de
ejercicios que, si se realizan con constancia y seriedad, nos permitirán
experimentar las enseñanzas anteriores
y profundizar
en el
autoconocimiento y en el acercamiento a nuestro Ser.
Esta guía pretende explicar las prácticas de una forma sencilla para que
puedan ser entendidas por todas las personas. Su efectividad dependerá del
esfuerzo que realicemos, por tanto, queda en manos de los lectores el
conseguir mayores logros.
Esta guía está calculada para hacer cada ejercicio en una semana. De esa
forma ustedes podrán tener una idea de lo que van avanzando, lo cual no
significa que dejen de hacerlo la semana siguiente. Este es un cambio de
vida total, ya que eso es lo que estamos buscando.
¿QUIÉN SOY YO?
Como su nombre indica, se trata de hacernos un poco más conscientes de
quienes somos realmente. Por lo general las personas pasan por la vida
corriendo e identificados con cuanto les rodea y nadie se pregunta, ni
siquiera por unos instantes, quien es realmente. Obviamente, ni el simple
nombre, ni el conocimiento del árbol genealógico aportan nada real a esta
pregunta. La respuesta hay que buscarla siempre en nuestro interior, en el
mismo corazón del hombre y para tratar de dar respuesta a este
interrogante, debemos apelar a la meditación.
En un sentido estricto del término, meditación significa llegar al vacío, a la
ausencia total de pensamientos. La forma más elevada de pensar consiste
precisamente en no pensar en nada porque cuando los pensamientos cesan,
surge en nosotros el Ser, la verdad, la respuesta auténtica.
Nosotros no podemos comenzar los ejercicios prácticos intentando
profundizar en ese tipo de meditación porque eso requiere ciertas
disciplinas más severas de la mente. Por eso, cuando en esta guía hablemos
de meditación lo que queremos indicar es una reflexión profunda sobre
algún aspecto de nosotros mismos con el fin de hacernos un poco más
conscientes de él.
Para realizar este “ejercicio de meditación” escogeremos siempre una
postura cómoda de tal forma que el cuerpo no nos moleste. En realidad
nosotros somos occidentales y no orientales, y no es necesaria una “postura
de loto” ni nada por el estilo. Podemos realizarla sentados en un cómodo
sillón, o incluso tendidos sobre una cama.
Una vez que hemos escogido la postura, intentaremos relajar el cuerpo
físico. Y si logramos cierta somnolencia mejor aún porque la meditación
siempre debe realizarse con un poco de sueño.
Una vez que hemos logrado todo lo anterior, en medio de la quietud y la
serenidad adquirida intentaremos sentir, aprehender, capturar el hondo
significado de las siguientes frases:
¿Quién soy yo?
No soy mi cuerpo físico.
No soy la mente.
Soy parte del SER que mora más allá de mi cuerpo y mi mente.
EL SER es la luz del mundo.
EL SER es lo único real dentro de mí.
Soy la luz. Soy Él, soy Él…
Si profundizamos en el sentido de estas frases, con el tiempo las
espiritualizaremos, es decir, nos haremos más conscientes y ese sentimiento
nos sobrevendrá también en la vida diaria y nos ayudará a no identificarnos
con las diferentes circunstancias de la vida.
Ojala que esta reflexión serena se hiciese todos los días, intentado
profundizar cada vez más en el hondo significado de esas frases.
Como es necesario conocernos tanto exteriormente como interiormente,
realizaremos estos ejercicios las próximas semanas, de tal forma que iremos
profundizando en ambos tipos de conocimiento.
En esta primera semana escribiremos la idea o concepto que tenemos en
relación a lo que se nos pregunta. Lo volveremos a evaluar a los tres meses
con los cambios efectuados hasta entonces.
1ª. Semana.
Este concepto de realidad lo notaras a los tres meses.
Concepto
Con qué pie camino más
fuerte
Con qué pie comienzo a
caminar
Cómo respiro
Qué % de los pulmones lleno
al respirar:
La mitad
¾ partes
Las 3 cavidades de los
pulmones
Me relajo
Me pongo nervioso
Idea
Realidad
Me mareo
Cómo respiro cuando camino:
Rápido
Lento
Profundo
Cómo camino
Rápido
Despacio
Notas personales
2ª. Semana
Concepto
Cómo camino:
Encorvado
Derecho
Idea
Realidad
Tengo miedo
Cuando camino solo:
Siento pasos detrás
Si hay mucha gente a mi
alrededor
Como camino cuando estoy
asustado:
Rápido
Me detengo
parte
en
alguna
Despacio
Cuando estoy sólo…
Me siento mal
Me gustaría estar en alguna
otra parte acompañado
Me da miedo
Me gusta y tomo ventaja de
esta experiencia
Busco estar sólo
Gozo mi soledad
Notas personales:
3ª Semana: Felicidad.
Concepto
Felicidad
Busco la felicidad en otras
personas
No necesito a otros para ser
feliz
No sé lo que significa ser feliz
No sé cómo ser feliz
Necesito la aprobación de
otros para ser feliz
Necesito que me den para
ser feliz
Necesito comunicarme con
otros para ser feliz
Necesito contacto físico para
sentirme bien
Tengo miedo de la gente
Tengo miedo de ser feliz
Tengo miedo de estar solo
No sé qué es la soledad
No me importa estar sólo
Notas personales:
Idea
Realidad
4ª. Semana
Concepto
Soy capaz o incapaz de…
Ir de viaje solo
Dejar que la gente hable de mi
Dejar de hacer lo que otros
quieren que yo haga
Tomar mis propias decisiones
Decir lo que pienso
Defender lo que yo quiero
Defender lo que no quiero
Decir que no
Idea
Realidad
Tomar una decisión y ser firme
Ofrecerme algo y cumplirlo
Cambiar algo de mi persona
Ser honesto con mi persona
Serle fiel a alguna persona
Ser honesta a mi persona
Hago lo que debo hacer o lo
que deseo (generalmente)
Hago lo que sea necesario para
lograr mi objetivo
Doy todo para alcanzar lo que
deseo
Notas:
PONIENDO UN POCO DE ORDEN EN NUESTRO MUNDO
Cuando se quiere cambiar, siempre hay que empezar por algún lado y esto
es lo que pretendemos con esta práctica. Queremos vivir conscientemente
¿verdad?, pues comencemos por poner nuestro mundo físico en orden.
Todo lo que existe a nuestro alrededor es físico, todo lo que tocamos y
vemos, hasta nuestros hijos y pareja, todo es físico.
El orden al cual me refiero consiste en limpiar todo lo que nos rodea, desde
la casa hasta las relaciones personales, desde tirar la basura que
acumulamos sin saber por qué, hasta guardar las distancias con aquellas
personas que no nos convienen para nuestro desarrollo interior, con las
cuales tenemos problemas, o que nos roban la energía y nos desmotivan a
seguir adelante. Es una limpieza total, es un orden absolutamente nuevo
que necesitaremos si es que en verdad queremos cambiar de vida.
¿Fácil? ¡Claro que no! No me cansaré de repetirlo: este camino no es fácil,
no lo ha sido jamás pero en contrapartida les puedo decir que es muy poco
el precio que se paga si lo comparamos con las maravillas que se obtienen.
Yo lo pagaría con gusto otra vez (me refiero a los esfuerzos y sacrificios que
son necesarios), aunque cuando comencé… no dije lo mismo.
Debemos recordar que sólo es necesario tener lo que se necesita y no un
cúmulo de cosas, sólo lo que realmente precisamos.
Con esa “limpieza” que hemos mencionado estabilizamos el fluir de la
energía que está a nuestro alrededor y creamos una energía positiva.
LO QUE SOY Y LO QUE QUIERO LLEGAR A SER
Basados en lo que ya conocemos, vamos ahora a contestar un cuestionario.
Recuerden que esto no se puede hacer a la ligera. Es necesario observarnos,
analizarnos muy bien y ser honestos con nosotros mismos para poder
responder adecuadamente.
Después de responder sabremos mejor que tal somos como individuos y que
nos desagrada, cual es nuestro nivel de Ser. De esta forma podremos
cambiar para buscar lo que deseamos ser en nuestras vidas.
LO QUE SOY AHORA
LO QUE QUIERO LLEGAR A SER
Qué imagen le doy a los demás
Qué imagen tengo de mí mismo
Cómo soy físicamente
Cómo me comporto con mis padres
Por qué los admiro
Por qué no me gusta mi padre
Por qué no me gusta mi madre
Qué no me gusta de mí mismo
Soy enojón
Soy codicioso
Soy egoísta
Soy prepotente
Soy dominante
Quiero ser el rey
Otras cosas que no me gustan de mí mismo
Qué no me gusta de mi relación con los demás
Qué no me gusta que digan de mí
Cuántas veces estoy dispuesto a ayudar a los
demás
Por qué ayudo a los demás
Por qué no ayudo a los demás
Qué tanto me gusta dar
Qué tanto me gusta recibir
Una vez hemos completado este ejercicio, tendremos una idea más clara de
lo que deberemos trabajar especialmente en estos próximos meses para
acercarnos más a lo que nos gustaría ser.
RELAJANDO EL CUERPO FÍSICO
El estrés diario y el gasto de energía a causa de las continuas manifestaciones
de nuestro ego, son “agresiones” al equilibrio y salud de nuestros cuerpos
físico y vital. Por eso los dos siguientes ejercicios van dirigidos a relajar y
vitalizar nuestro organismo.
Comenzaremos por aprender a relajar profundamente nuestro cuerpo. La
práctica que se explica a continuación debería realizarse diariamente o, por
lo menos, siempre que estemos sometidos a estrés.
Procederemos de la siguiente manera:
Primero adoptaremos una postura cómoda, que puede ser sentado en un
cómodo sillón o echados en la cama. La ropa no debe apretarnos, debemos
sentirnos cómodos y asegurarnos que “tenemos todo el tiempo para
nosotros”, es decir, que no tenemos prisa por terminar. La prisa y la
inquietud no permiten la relajación.
Una vez que hemos adoptado una postura cómoda, vamos a soltar todos
nuestros músculos y sentiremos los latidos del corazón. Unos momentos
después fijaremos nuestra atención en la punta de la nariz. Relajaremos esa
zona intentando sentir el pulso, los latidos del corazón en ese lugar. Hay que
relajar la zona hasta sentir el pulso, y cuando lo hayamos conseguido
permanecemos unos instantes sintiéndolo, sin hacer nada más.
Ahora pasamos nuestra atención a la mano derecha, relajamos la mano más
y más hasta sentir el pulso en algún lugar de ella. Permanecemos sintiéndolo
unos instantes.
A continuación repetiremos lo mismo pero ahora en el pie derecho. Luego,
pasados unos minutos, centraremos la atención en el pie izquierdo,
posteriormente en la mano izquierda y después en la punta de la nariz. Al
final volveremos a fijar nuestra atención y sentir de nuevo los latidos en el
corazón.
Cuando esto suceda, si hemos hecho el ejercicio correctamente, no
sentiremos nuestro cuerpo. Permaneceremos así unos minutos más antes
de finalizar. Y si lo hacemos por la noche, a la hora de entregarnos al sueño,
mucho mejor porque nos quedaremos dormidos conservando esa
relajación.
Este ejercicio permite la total relajación de nuestro cuerpo y su duración
aproximada (nunca debemos estar pendientes del reloj) será de unos 20
minutos.
VIDA PARA NUESTRO ORGANISMO: TRANSMUTACIÓN DE LAS FUERZAS
CÓSMICAS
En el cosmos circulan enormes fuerzas y todos los organismos que vivimos
en la faz de la Tierra actuamos como transformadores de esa energía.
Captamos esas fuerzas y las retransmitimos hacia el interior del planeta. A
su vez, la Tierra a través de los organismos que viven en su corteza, irradia
otras fuerzas que van a formar parte de la fuerza cósmica.
Lo que vamos a aprender ahora es como hacernos partícipes de forma
consciente de ese intercambio de fuerzas. Con este ejercicio nos
beneficiamos a nosotros mismos y contribuimos también al beneficio del
planeta.
El ejercicio lo haremos preferiblemente al aire libre, ya sea en el campo, la
playa o el jardín. Los pies siempre estarán descalzos y con la planta bien
apoyada en el suelo.
Podemos realizar este ejercicio utilizando cualquiera de las dos posturas
siguientes:
La primera de pie, con los brazos extendidos formado una cruz con el cuerpo,
y las palmas de las manos hacia arriba, en posición de recibir.
La segunda, sentados en una silla, con los pies bien apoyados, en contacto
con el suelo, y las manos sobre las rodillas con las palmas hacia arriba.
Una vez que hemos adoptado la posición correcta, cerramos los ojos y
comenzamos a imaginar como la energía cósmica va penetrando en nosotros
por la glándula pineal o parte superior de la cabeza (relacionada con el
chacra Sahasrara) y por las palmas de las manos, y va recorriendo todo
nuestro organismo hasta salir por los pies y entrar hacia el interior de la
Tierra.
Pasados unos instantes, imaginamos el proceso inverso: como la energía sale
de la Tierra, penetra por nuestros pies, recorre nuestro cuerpo y sale hacia
el cosmos a través de las palmas de las manos y de la glándula pineal.
Luego repetimos el proceso, empleando unos minutos en cada
transformación. Debemos recordar que imaginar es ver.
La práctica puede durar tanto tiempo como uno quiera y es muy conveniente
realizarla en contacto con la naturaleza y siempre con buena concentración,
es decir, sin pensar en ninguna otra cosa, sólo imaginando como pasa la
energía a través de nuestro organismo.
Al pasar las fuerzas cósmicas por nuestro organismo nos permiten adquirir
más fuerza para seguir adelante en el camino que conduce a nuestro Ser,
para afrontar las luchas diarias para independizarnos de nuestro ego. Con
este ejercicio, nuestro organismo respira más vida.
EL PLEXO SOLAR Y LOS YOES O EGOS EMOCIONALES
Todos tenemos una especie de estación inalámbrica en nuestro organismo.
Se trata de un lugar muy especial que tiene diferentes funciones y que se
relaciona con el nuestro centro emocional. Ese lugar tan especial se llama
plexo solar y está localizado a la altura el estómago, en la región del ombligo.
A través del plexo solar se manifiestan yoes o egos de tipo emocional como
el miedo, la inseguridad, la ira o las preocupaciones, pero también a través
de él se recogen energías solares que “nutren” y benefician a los chacras del
organismo.
A un nivel más profundo, el plexo solar se comporta como una estación
inalámbrica capaz de recoger las ondas mentales u ondas del pensamiento
que viajan a través del espacio. A esa facultad se le denomina telepatía. Así
que cuando se desarrolla objetivamente ese centro tan especial (chacra) se
adquiere esa extraordinaria facultad.
También es importante saber que en nuestro organismo el plexo solar se
satura con la energía sexual y es, por tanto, un importante acumulador
energético. Cualquier representación nuestra puede tomar forma en el
campo magnético del plexo solar. Esto es importante porque quiere decir
que muchos de nuestros egos, sobre todo relacionados con aspectos
lujuriosos, se gestan en esa zona del vientre.
Cuando hablamos de “nuestro organismo” no nos referimos a su aspecto
meramente físico sino tetra dimensional. Recordemos que todos venimos a
la vida con un cuerpo físico y con un cuerpo vital o etérico que es el asiento
de la vida.
Nosotros vamos a realizar una práctica que nos permitirá recoger, captar
mejor, las energías solares y utilizarlas en beneficio de todo nuestro
organismo. Esta práctica se debe realizar siempre al amanecer, al salir el Sol,
y por espacio mínimo de 10 minutos.
Se realiza de la siguiente manera: nos sentamos de forma cómoda en un
sillón con la vista hacia oriente y nos imaginamos (imaginar es ver) que en
oriente hay una gran cruz dorada que tiene el Sol como centro y que lanza
rayos dorados y azules. Esos rayos llegan hasta nuestro plexo solar y son
captados por él poniéndolo en actividad. Imaginemos vivamente todo eso.
El verbo tiene su poder y la pronunciación continuada de la vocal “U” ayuda
a desarrollar las facultades del plexo solar. Por ello, a la vez que imaginamos
todo lo anterior, de forma suave debemos tomar aire repetidamente y
pronunciar de forma sostenida y de forma suave dicha vocal. Así:
“Uuuuuuuuuuuuuuuuuu”. Alargando ese sonido hasta que agotamos el aire.
Luego volvemos a tomar aire y continuamos repitiendo siempre dicha vocal.
Este ejercicio al amanecer nos “nutre” de energías solares, nos equilibra.
DESCUBRIENDO COMO SE MANIFIESTA EL EGO. ¿SOMOS EMOCIONALES O
MENTALES?
Hemos dicho que muchos egos de tipo emocional se manifiestan en el área
del plexo solar. Esto significa que cuando esos egos surgen, nosotros
podemos sentir su sensación allí. Esta área se relaciona también con nuestra
fortaleza y con la decisión.
En la zona del plexo solar es en donde se refleja el coraje cuando nos
enojamos, las preocupaciones, el miedo, la angustia, etc. y cuando estos
yoes se manifiestan de forma fuerte y continuada pueden producir
alteraciones y enfermedades en nuestro organismo físico, por ejemplo
produciendo dolencias estomacales. Muchas veces, el malestar puede ser
tan constante que llegamos a creer que los alimentos nos caen mal o que
tenemos una infección, etc. Sin embargo, la causa puede encontrarse en un
coraje bien guardado por varios meses o incluso años, por no haber tomado
una decisión a tiempo, etc. Fíjense que no digo una buena decisión porque
las decisiones no sabemos si son buenas o equivocadas hasta que las
tomamos, pero lo cierto es que hay que tomarlas siempre.
Si muchos yoes o egos de tipo emocional se expresan en la zona del plexo
solar, debemos darnos cuenta cuales son y cómo se manifiestan en nosotros.
Como siempre es necesario empezar por algún sitio, lo primero que
deberíamos analizar es si somos personas que nos manejamos con el
corazón o con la cabeza, es decir, si somos más cerebrales o más
emocionales ya que de esto dependerá el enfoque que le demos a la vida.
He de confesarles que la mayoría de las veces tenemos un falso enfoque de
la vida, y un desconocimiento de nosotros mismos, de ahí que lo que
enseñemos a nuestros hijos sea erróneo. Esta imagen falsa hay que
erradicarla y basarnos en una realidad sin mascaras para poder crecer y dar
ejemplo a las personas que están a nuestro alrededor.
Propongo que realicemos un análisis de nosotros mismos en relación al
enojo y otros egos, para intentar averiguar qué es lo que nos molesta y por
donde se manifiestan algunos de esos egos. Para ello, rellenaremos el
siguiente cuestionario no sin antes haber realizado un ejercicio de sinceridad
con nosotros mismos. Si no sabemos responder a alguna de estas cuestiones
lo que debemos hacer es observarnos en la vida diaria hasta que lo
averigüemos. Eso es lo que se llama saber por experiencia.
EL POR QUÉ
¿Por qué me enojo?
¿Hay algo especial que me moleste de lo que
hacen los demás?
Escribir 10 cosas que me molesten
1
2
3
4
5
6
7
LAS CAUSAS
8
9
10
Cosas importantes que hacen que me enoje
con facilidad. Por ejemplo, no poder pagar la
hipoteca de la casa
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
¿Me enojo por cosas pequeñas o por cosas
grandes?
¿En qué parte del cuerpo percibo mi enojo, y
como lo reflejo?
Plexo Solar: gastritis, ulcera, diarrea, acidez…
Corazón: taquicardia, baja o alta de presión,
opresión...
Cabeza: simple dolor o migraña
Cuando tengo miedo ¿dónde lo percibo?:
Estómago, cabeza, corazón.
Cuando estoy feliz, ¿dónde percibo ese
sentimiento?:
Estómago, cabeza, corazón.
Cuando estoy emocionado y enamorado,
¿dónde lo siento?: cara, estomago, cabeza
corazón.
¿Cómo me siento cuando estoy con mi pareja?
Bien, mal, regular, fatal o me molesta
terriblemente
¿Cómo me siento cuando me pongo a prueba?
Bien, mal, regular, fatal me molesta
terriblemente
¿Cómo me siento cuando me ponen a
prueba? Bien, mal, regular, fatal, me molesta
terriblemente.
Si realizamos adecuadamente este ejercicio, nos permitirá tener una
primera visión, muy superficial, de cómo y porqué se manifiestan el enojo y
otros egos en nosotros mismos, saber si predomina su manifestación a
través del emocional o de nuestra parte mental. Más adelante
profundizaremos más en el camino del auto conocimiento.
PROBÁNDONOS FRENTE A UN RETO
En el plexo se encuentra la decisión, la valentía y el coraje. Pues bien, vamos
a comprobarlo y a ponerlo a prueba.
Vamos probarnos con un reto, a tomar un riesgo voluntario cada día. Nada
que nos ponga realmente en peligro, pero sí que ayude a fortalecer nuestra
voluntad. De esta manera podremos ir asumiendo riesgos en la vida diaria
con más frecuencia.
Conviene recordar que todo esto son simples ejercicios cuya única finalidad
es iniciarnos en el conocimiento de nosotros mismos, sin mayores
pretensiones.
Una vez que hemos asumido algún pequeño reto y lo hayamos llevado a
cabo, poco a poco comenzaremos a hacer cosas que nos cuesten más
trabajo. No se trata de riesgos en los que nos juguemos la vida ni nada por
el estilo, sino simplemente tomar una decisión que resulte algo complicada
para nosotros y llevarla a cabo. Por ejemplo, pasar estas hojas en limpio sin
saber usar Word. Ese es un buen reto para alguien que no sabe usar este
programa, mas sin embargo toma el riesgo y lo hace. Como veis, en este
ejemplo nadie perderá la vida, ni pasará absolutamente nada, simplemente
ayudará a crecer a la persona en su voluntad de hacer las cosas y en llevar a
buen fin la decisión que acaba de tomar.
Salir de una rutina ya es un riesgo en sí mismo ya que implica salir de la zona
de confort, de lo que ya conocemos perfectamente. Es aceptar una
experiencia nueva, y de eso trata esta lección. Cada día haremos algo
desconocido y poco a poco afrontaremos nuevos retos aprendiendo aún
más. Así ampliaremos nuestro punto de vista y nuestra manera de analizar y
valorar las cosas, tanto las situaciones, como las actitudes y a las personas
que nos rodean. También ayudará a que tomemos conciencia real de lo que
somos en realidad.
Postulados que nos pueden servir:
El Ser es la armonía y la fuerza.
Soy parte del Ser.
Puedo hacer todo lo que quiero, y hacerlo bien
Soy la fuerza que mueve mi mundo
Soy la fuerza que crea armonía en mi mundo
MEDITACIÓN
Trabajando con la imaginación, tratemos de vernos alegres y envueltos en
una especie de burbuja de luz azul, que sana nuestro cuerpo. Y, con nuestra
mente en la mayor quietud, desprovistos de toda ansiedad y sin prisa,
tratemos de profundizar y sentir lo siguiente:
El Ser es la luz de mi mundo.
Soy parte del Ser.
Mi mundo es saludable y armonioso.
Soy la salud total y mi salud es reflejada en mi luz.
EL PODER DEL VERBO: HACIÉNDONOS CONSCIENTES DE NUESTRAS
PALABRAS
Ya he hablado sobre el poder del verbo. Todos sabemos que las palabras
suaves calman la ira y que las palabras groseras producen enojo, tristeza y
hasta odio. También hay silencios que matan.
Si pudiésemos hacer una retrospección minuciosa de nuestra vida,
podríamos darnos cuenta del mal uso que hemos hecho de la palabra.
Seguramente hemos herido a muchas personas de forma consciente o
inconsciente, hemos utilizado palabras de doble sentido llenas de malas
intenciones, hemos condenado a muchos y criticado duramente a otros,
hemos justificado nuestras acciones equivocadas, etc., etc. En definitiva,
prácticamente nadie sabe hacer un uso correcto de la palabra porque está
siempre muestra lo que nuestros egos piensan y sienten. La maledicencia, la
calumnia, el chisme, etc., llenan todos los días al mundo de dolor. También
se mata con el mal uso de la palabra, porque hay muchos tipos de muerte…
Como vemos el verbo tiene su poder, y como todo poder, lo podemos
utilizar para el bien o para el mal.
El ejercicio que proponemos es trabajar para hacernos conscientes del uso
que hacemos de la palabra. En la relación con nuestro semejantes
deberemos estar siempre atentos a lo que sale de nuestra boca y utilizar la
palabra siempre de forma constructiva, para ayudar a la gente, para no herir
más.
Ser conscientes de instante en instante de todo aquello que decimos es
extraordinariamente difícil pero es algo que tendremos que aprender si es
que realmente queremos llegar al Ser. Y no solamente tendremos que
calcular el resultado de nuestras palabras, sino también de nuestros silencios
pues tan delito es hablar cuando se debe callar, como callar cuando se debe
hablar.
Aunque no es objeto de este libro, si conviene saber que existen palabras de
poder, combinaciones de palabras que producen efectos a nivel físico,
anímico o espiritual. Esas palabras se llaman mantras y cuando uno es dueño
de su verbo, cuando ha aprendido a calcular el resultado de sus palabras, la
pronunciación de esos mantras produce efectos extraordinarios.
Por tanto, recuerden que debemos hacernos conscientes de todo aquello de
decimos, saber en todo momento por qué lo decimos, con qué intención,
estar pendientes para saber si dichas palabras brotan del ego o del corazón,
de la conciencia. Este ejercicio, al igual que otros de este manual, no tiene
tiempo. Es una educación para toda la vida COMENZANDO A CAMBIAR
COSAS
Este ejercicio comienza por sincerarnos con nosotros mismos. ¿De verdad
queremos cambiar?, ¿estamos seguros de querer seguir este camino de
cambio y esfuerzo, pero también de muchísima satisfacción?, Si la respuesta
es positiva, esta es nuestra oportunidad para cambiar y reforzar nuestro
plexo ya que las dos cosas van de la mano pues aquí radica la fuerza que
necesitaremos para lograrlo. Decisión, tenacidad y empuje son el reflejo de
una persona positiva. Por el contrario la flojera, cobardía e inconsistencia
son el reflejo de una persona que está en negativo.
Ya nos conocemos lo suficiente como para saber de qué manera nos afectan
las cosas, cómo reacciona nuestro cuerpo. Este conocimiento nos permite
comenzar a manejar estos cambios y dominarlos más fácilmente, no dejando
que las cosas nos perturben como solía suceder anteriormente.
Vamos a prepararnos bien en estas tres semanas ya que en este punto la
vida comenzará a probarnos. Así le llamo yo, ya que siempre que
progresamos en nuestra superación, se produce alguna circunstancia, viene
algo o alguien que quiere sacarnos de nuestro ritmo. Y es aquí, en este
momento, donde debemos pasar la prueba y demostrar lo que hemos
aprendido.
Debemos tener la fortaleza suficiente para salir adelante airosos y
victoriosos de todas las pruebas que la vida nos ponga. No sólo habrá una
primera prueba, muchas otras vendrán y deberemos tener la suficiente
fuerza como para vencer todos los obstáculos que se nos presenten. Cómo
alguien dijo en una ocasión: “el Cielo se toma por asalto, y sólo los valientes
pueden tomarlo”. Esto significa que a la hora de enfrentarse a las pruebas
de la vida sobra la mística, los golpes de pecho y las lamentaciones por los
fracasos. Lo que hay que hacer cuando uno está caído es levantarse
inmediatamente, corregir dentro de sí aquello que le ha llevado a fracasar y
volver a ese campo de batalla que es la vida, en espera de la siguiente
prueba.
El siguiente ejercicio es para guiarnos en este paso por si todavía no nos
conocemos lo suficiente.
11 Semana
El porqué
Porqué me enojo
Las Causas
Hay algo especial que hagan los demás que me
moleste
Escribir 10 cosas que me molesten
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Cosas importantes que me hagan enojar, ej. No
poder pagar la hipoteca de la casa
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Me enojo por cosas pequeñas o por cosas
grandes
En qué parte del cuerpo reflejo mi enojo y
como lo reflejo
Estómago; gastritis ulcera diarrea acidez
Corazón: taquicardia, baja o alta de presión
opresión.
Cabeza: simple dolor o migraña
Cuando tengo miedo en donde se refleja:
Estómago cabeza corazón
Cuando estoy feliz, en donde se refleja:
Estomago cabeza corazón
Cuando estoy emocionado y enamorado, en
donde se refleja, cara estomago cabeza
corazón
Cuando estoy con mi pareja, como me siento
Bien, mal, regular fatal o me molesta
terriblemente
Cómo me siento cuando me pongo aprueba
Bien, mal, regular, fatal me molesta
terriblemente
Cómo me siento cuando me ponen a prueba
Bien, mal, regular, fatal, me molesta
terriblemente
Semana 13
Preparémonos para el primer día de ejercicio.
Escogeremos 3 cosas que deseemos cambiar: alimentación, alcohol,
actitudes, fumar, conducta, egoísmo.
Comienza preguntándote: ¿cuál es la razón por la que quieres cambiar
estas tres cosas?
Recuerda: estos solamente son ejemplos sencillos de lo que puedes
cambiar, estos son egos que todos tenemos y que son perjudiciales, como
lo son el resto de egos, pero que en esta ocasión nos van a servir para
comenzar este ejercicio llamado “cazadores de egos”. Obviamente esto es
tan sólo el inicio del inicio, un primer nivel (tipo Pac Man). Tú decides lo
que vas a cambiar, es decir la dificultad del “juego” que vas a comenzar. Tú
decides lo que vas a trabajar, es decir las horas que le vas a dedicar para
ganar este juego, el tiempo que te vas a poner de plazo. Si en el juego son
10 horas para pasar todos los niveles de Pac Man, pues ¿en cuánto tiempo
vas a ganar tú este juego? Esa es tu decisión; ese es tu ritmo, que ya
conoces; esa es tu fuerza de voluntad, que también conoces… así que no
hay nada que no puedas hacer.
Recuerda que no siempre lo más importante es lo más urgente, ni lo más
urgente lo más importante. Si tienes esto en cuenta te será de gran utilidad
para elegir qué es lo que deseas cambiar y comenzar por ahí.
Claro, si tu matrimonio se está desmoronando por tu forma de beber
pues… lo importante y lo urgente van de la mano ¿verdad?, pero si tienes
que pagar la colegiatura de tu hijo o la hipoteca de la casa, la situación
cambia. El hecho es que los bancos no perdonan y es el patrimonio y el
techo de tu familia lo que está en juego. Obviamente la colegiatura puede
esperar unos días más pero también habrá que pagarla.
Recuerda: debes saber manejar prioridades y tomar tus decisiones en base
a ellas. Apúntalas para evitar olvidar las cosas y que esto no retrase tus
planes y pégala en el refrigerador, así estarás obligado a verla.
Aquí tienes un ejemplo real:
Me cambie de ciudad hace muy poco y viaje sumamente ligera. Tanto es
así que tengo que volver a poner casa, y mi lista de prioridades está pegada
en la puerta de entrada por la parte de atrás. Mi lista es esta
1.- Un refrigerador.
2.- 2 banquitos para la barrita del desayunador.
3.-Una porta garrafón de cerámica o uno eléctrico que ya vi… Lo decidiré
en su momento.
4.-Una sala bonita (si sigo dando clases, será una mesa según mi actividad
en esos momentos).
5.- Una lavadora de ropa.
En mi caso es más necesaria la sala que la lavadora de ropa por la cantidad
de personas que recibo. De ahí que la lavadora pueda esperar. Además la
lavandería está aquí abajo…
Semana 14
Aquí les adjunto una especie de horario para que ustedes lo vayan llenando
con las 3 actividades que decidieron trabajar. Hay que ser conscientes de
qué hacemos y del por qué lo hacemos.
Lunes
Martes
Miércoles
Tipo de comida
hora
Hambre o antojo
Jueves
Viernes
Sábado
Domingo
Notas adicionales
¿NECESIDAD, ANTOJO O CODICIA?
En el curso para negocios algunas personas me preguntan qué compran
primero, si la casa o el auto. Entonces dependiendo de su situación y
recursos, hacemos un análisis y resolvemos el problema.
Esto también lo podemos hacer como ejercicio, es decir ver por qué
compramos, es decir analizar si es por necesidad o por antojo. Así sabremos
si debemos gastar o no ese dinero y tomaremos la decisión de qué comprar.
De igual manera a cómo hacemos inversiones o gastos de dinero, también
lo hacemos de energía De esta forma creamos diferentes tipos de energía y
vibración en nuestro cuerpo, así que comenzaremos con el cuerpo físico que
es el que vemos y estamos conociendo.
En algún momento de mi vida yo solía fumar y tomar socialmente, sin
exageraciones pero un vino no me lo negaba, lo hacía y me gustaba. En una
ocasión mi Maestro me comento muy sutilmente que debería dejarlo, a lo
cual yo le conteste que no lo haría. Acto seguido él se rió más fuerte y se
alejó. Al cabo de un año, yo ya no fumaba ni bebía, y, sin embargo, yo no
hice conciencia de esto hasta que me lo hicieron notar. La realidad es que
me sentía terriblemente mal después de fumar y de beber. Al mismo tiempo
me di cuenta que podía subir a mi oficina en el 7º piso por las escaleras y
que no pasaba nada, cuando antes era un impedimento para mí, era algo
realmente difícil y prefería quedarme a trabajar en la cafetería que subir a la
oficina.
¿Quién ganó? Los dos ganamos. Él porque sabía lo que iba a pasar y me lo
pidió seguramente para ver qué tan aferrada estaba a mi personalidad, y yo
porque mejore mucho mi calidad de vida.
Volvamos al ritmo de cada persona y a sus necesidades. Estos ejercicios
sirven para todos aunque algunos obtendrán resultados antes a otros
después. Es el ritmo y la dedicación de cada quien lo que hará la diferencia.
Con este ejercicio de la comida podremos descubrir un tipo de ritmo
personal, el cual es básico y muy importante ya que no todos comemos tres
veces al día. Yo por ejemplo como cinco, poquito en cada ocasión pero
como cinco veces al día: desayuno, almuerzo, comida merienda y cena.
Tener este ritmo me ha costado mucho por los diferentes tipos de trabajo
que realizo pero todo se puede lograr siempre si uno se lo propone.
Antes de hablar del deber ser con respecto a los demás, es necesario que lo
hagamos con nosotros mismos. No podemos dar algo que no tenemos, ni
ser algo que no somos.
Como aquí todos mis alumnos desean tener un carro, pongamos esto como
ejemplo
Semana 15
¿Tiene todo lo que necesita?
Trabaja
SI / NO
Cuánto gana mensualmente
Tiene ahorros
Por qué no tiene ahorros
Si los tiene cuanto ahorra usted al mes
Cuáles son sus gastos fijos
Comida
Ropa
Salidas
Pareja
Luz
Agua
Renta
Etc…
Puede ahorrar 200 usa mensuales para el
mantenimiento del auto
¿Qué clase de carro puedo comprar con el
dinero que tengo sin endeudarme?
Es necesario cambiar nuestros hábitos cuando se quiere realizar algo por
encima de nuestras posibilidades actuales.
Semanas 16 y 17
Hacer una lista con nuestras prioridades sin descuidar lo que estamos
trabajando en nosotros.
Semana 18
Relacionar nuestras necesidades con nuestros egresos: dinero que
gastamos, puede ser energía también, o favores que hacemos.
Semana 19
Ver la coherencia de nuestros gastos.
Esta vez nuestra economía va a marchar bien y esto es porque cada vez
que vayamos a comprar algo, previamente nos vamos a preguntar si
realmente lo necesitamos, si es un antojo por puro placer o incluso si es
por codicia, entendiendo por codicia un deseo vehemente de algunas cosas
buenas. De esta forma dejaremos de decir que el dinero no alcanza para
nada, claro que alcanza si nosotros no lo sabemos administrar.
Recuerden que estamos partiendo de no tener absolutamente nada.
Una vez que tengamos unos pocos ahorros decidiremos qué hacer con
ellos. Por lo pronto ya sabemos que somos capaces de ahorrar, así que
regálese una comida en el mejor de los restaurantes cuando tenga
ahorrada por lo menos siete veces la cantidad que se va a gastar, para que
así no pase nada con su economía si subiese más la cuenta.
Ya sabemos más de nosotros, como somos, como reaccionamos y como
pensamos. Ya sabemos que podemos hacer y, sobre todo, que logramos lo
que nos proponemos porque nos hemos probado.
APRENDIENDO A VIVIR DE FORMA CONSCIENTE
Semana 20
Esta semana vamos a esforzarnos por vivir de forma consciente y lo
intentaremos durante una hora. Ya deberíamos poder hacerlo por lo que
nos propondremos vivir el día a día como si fuera el último día de nuestra
vida.
Vamos a vivir el “solo por hoy”. Elegiremos una hora y trataremos de ser
conscientes en cada minuto de esa hora. Poco a poco serán dos, luego tres,
y así hasta lograr vivir conscientemente casi las 24 horas. Si, aun por la
noche, estando descansando, ya que es ahí en donde comienza lo bueno.
Al principio habrá momentos en los que sintamos que el tiempo pasa
demasiado lento, y otros en los que pasa muy rápido. Esto es parte de
nuestra experiencia del ritmo, de nuestro ritmo. Llegará un momento en el
que comenzaremos a manejar otro concepto de tiempo, comenzaremos a
sentir cosas nuevas y a experimentar sensaciones totalmente diferentes,
nuevas, porque hemos logrado otro tipo de percepción. En realidad,
cuando de verdad se vive conscientemente de forma permanente, se sale
del tiempo. El eterno presente es así, atemporal.
EL CENTRO EMOCIONAL: ESTUDIANDO LOS SENTIMIENTOS
Semana 21
El centro emocional está representado por el corazón, está localizado en
medio del pecho y a través de él se expresan los sentimientos. El centro
emocional no es físico, no se puede ver pero existe. A través de él se
expresan los afectos, los amores, las desilusiones….
Recordemos que, al igual que existen las emociones superiores, que brotan
de la conciencia y del Ser, también existen las emociones inferiores que no
son otra cosa que la manifestación de nuestros egos o yoes a través del
centro emocional. Por eso necesitamos no sólo discernir qué clase de
emociones nos embargan en un momento dado, sino también observar
como reaccionamos emocionalmente ante las diferentes circunstancias de
la vida.
En realidad los egos que se manifiestan a través del centro emocional son
los más difíciles de percibir y de controlar. Es más “fácil” (entre comillas lo
de fácil, porque en este terreno nada lo es) observar y separarse de un ego
que utiliza nuestra mente produciendo determinados pensamientos,
considerándolo como un intruso que debemos eliminar, que observar y
separarse de una emoción. Normalmente consideramos a las emociones
como parte de nosotros mismos y ni nos planteamos siquiera separarnos de
ellas. Y ese es nuestro error, porque la inmensa mayoría de nuestras
emociones tienen como origen a uno de los muchos “yoes” o egos que
tenemos y que en esos momentos utiliza nuestro centro emocional para
manifestarse. Y por cierto para robustecerse también si nos identificamos
con él.
El plexo solar y el centro emocional van muy unidos, son como un receptor
y su antena. A la hora de observar nuestras emociones deberemos hacernos
conscientes del lugar donde las sentimos.
Necesitamos mucha fuerza de voluntad para trabajar los sentimientos que
proceden del ego. Tendremos que hacer un gran esfuerzo para percibirlos
de instante en instante, justo cuando comienzan a manifestarse en
nosotros, pues nadie puede hacer frente a algo que no se ve.
Una vez que vemos un sentimiento en acción estaremos en disposición e
independizarnos de él, de separarnos, de evitar que siga condicionando
nuestra vida y robándonos energía. Esto, que se explica tan fácilmente, se
convierte en algo muy difícil cuando se trata de llevarlo al terreno de los
hechos.
Necesitamos conocer nuestros sentimientos porque son propios y únicos.
Debemos tener conciencia de la intensidad de estos, y saber cómo
controlarlos e independizarnos de ellos. En caso contrario siempre seremos
víctimas indefensas de aquello que pensamos y sentimos.
Convirtámonos en conocedores de lo que sentimos y controlemos esos
sentimientos de la mejor manera porque algunos de ellos como la angustia,
el miedo, el orgullo herido, la ira, los ataques de envidia o el odio cuando
salen con toda su fuerza, físicamente pueden llevarnos a la enfermedad y
psicológicamente a vivir en un auténtico infierno.
Otra cosa muy distinta son los sentimientos que no pertenecen al ego, sino
que son manifestaciones de la Conciencia humana, del Ser en nosotros. Esos
sentimientos se distinguen de los anteriores por la calidad del estado interior
que dejan y deben ser cultivados. Sentimientos de este tipo son el verdadero
amor, el estado que produce en nosotros una música clásica sublime, la
compasión, la calidad, el deseo de buscar al Ser, la mística auténtica, etc.,
etc.
MEDITACIÓN
Semana 22
Meditación: El amor es lo más grande que existe en todo el universo. Dios
mismo es amor.
El Ser es la luz y el amor. Allí donde se manifieste el Ser todo es amor.
Soy parte del Ser y comienzo a reflejar el amor el día
de hoy. El amor universal se expresa a través de mí.
OBSERVANDO NUESTRO INTERIOR EN LA INACTIVIDAD
Semana 23
Ya hablamos anteriormente de la mente del hombre contemporáneo.
Dijimos que la mente humana se encuentra en estado de involución, en
completo desorden. Nuestra mente es utilizada por todos los “yoes” o egos
que tenemos quienes la aprovechan para proyectar sus propios
pensamientos. Por eso decimos que existen miles de mentes, porque cada
ego tiene la suya.
Y no sólo sucede en la mente, lo mismo ocurre con el centro emocional, con
nuestros hábitos, con la palabra, etc. Somos como marionetas, seres
dormidos que caminamos por la faz de la Tierra sin saber nada de nosotros
mismos. Por eso es necesario despertar, volvernos conscientes de todo
cuanto ocurre en nuestro interior para así poder independizarnos de ello.
Por esta razón, esta semana propondremos un ejercicio que nos permitirá
darnos cuenta del estado en el que nos encontramos. Dicho ejercicio
consiste en observar detenidamente lo que pasa en nuestra mente,
sentados cómodamente en un sillón.
¿Cómo lo haremos? Muy fácil: adoptamos una postura cómoda, cerramos
los ojos y durante unos 20 minutos nos dedicamos a vigilar, a observar los
pensamientos que llegan a la mente.
No se trata de pensar, sino de observar lo que llega a la mente. Imaginemos
que una persona quiere ver desde fuera de una casa lo que pasa dentro.
Entonces se acerca a la venta y, pegado al cristal, fija su vista en lo que ocurre
dentro, se queda observando para enterarse bien lo que sucede. Esa misma
actitud de observación es la que debemos adoptar nosotros con nuestra
mente, simplemente quedarnos quietos observando lo que dice, las
ocurrencias que vienen a ella.
Entonces veremos pasar ante nosotros pensamientos desordenados e
inconexos, ideas, recuerdos del ayer, cosas que tenemos que hacer mañana,
planes, proyectos… Tal vez a alguno de nuestros egos le haya gustado la
canción que escucho el día anterior, el anuncio de televisión y lo repite
continuamente en la mente, etc., etc. Todo esto es lo que debe ser
observado, sin hacer nada más.
Cuando en la inactividad (sentados en casa) nos ejercitamos en espiar a
nuestra propia mente, vamos desarrollando la capacidad de autoobservación y podremos aplicarla mejor en la vida diaria, en la actividad,
porque en la vida diaria es cuando más pendientes de nosotros mismos
debemos estar.
Así, trabajando todos los días para no identificarnos con nuestro ego nos
acercaremos progresivamente a nuestro Ser y eso será un gran paso para
nuestra estabilidad.
EJERCITANDO EL DESAPEGO
Semana 24
Esta semana toca ejercitarnos en el desapego, con la capacidad de dar, de
desprenderse de cosas, sin que esto produzca dolor en nuestro interior.
Como ejercicio vamos a proponernos dar, aprender a desprendernos
gradualmente de algo a lo que sintamos apego. En estos momentos ya
debemos tener algo que dar, algo que sea real y no una ilusión de nuestra
personalidad, y eso es lo que debemos hacer. Comencemos por regalar
sonrisas, abrazos, helados, lo que sea. Y procuremos que no sea un “dar”
mecánico, inconsciente, que no sea dar por el simple hecho de dar, sino
sintiendo una gran satisfacción.
Poco a poco iremos profundizando en este ejercicio, hasta llegar a dar algo
de lo que nos duela desprendernos. Una vez que llegue ese momento es
cuando comenzaremos a trabajar con el desapego. Observaremos ese
“dolor”, esa resistencia a querer dar eso, y así conoceremos más el apego.
Luego hagamos lo contrario de lo que ese ego de apego quiere: si me duele
dar mi helado de fresa pero mi hija lo quiere, pues adiós helado de fresa.
Este es un ejemplo muy sencillo pero la vida nos ira poniendo pruebas muy
difíciles en este sentido así que es bueno comenzar por cosas sencillas.
No debemos olvidar que siempre es necesario dar con buenas intenciones.
REIR Y SONREIR: COSTUMBRES SANAS.
Semana 25
Esta semana vamos a proponer un ejercicio más amable. Saltemos de la
cama y regalémonos una gran sonrisa frente al espejo.
¿Ya estamos en el espejo? Ahora veamos quien es esa persona que aparece
ahí frente a nosotros. Reconozcamos nuestra imagen y riámonos de
nosotros mismos. Este ejercicio tiene dos objetivos: el primero es saber si
somos capaces de hacerlo, de reírnos de nosotros mismos, y el segundo es
amanecer con una sonrisa en los labios, sintiéndonos felices por tener la
oportunidad de seguir vivos.
Si logramos esos dos objetivos estaremos cambiando prácticamente todo a
nuestro alrededor: la calidad de nuestros comentarios, nuestros puntos de
vista y, sobre todo, el amor y la perfección con los que hacemos cada cosa.
Valoraremos más lo que es el amor, la paz y el tiempo para nosotros. Así que
hagamos este ejercicio esta semana y veamos qué pasa.
Lunes
¿Qué refleja mi cara en el
espejo?
Qué necesito para reflejar lo
que quiero
Martes
¿Qué refleja mi cuerpo?
¿Qué necesito para reflejar
lo que quiero? (ejercicio,
dieta… lo que sea necesario)
Miércoles
¿Qué refleja mi cabello?
¿Qué necesito hacer para
reflejar lo que quiero?
Jueves
¿Qué refleja mi mirada?
¿Qué necesito hacer para
que refleje lo que quiero?
Viernes
¿Ha cambiado mi cara desde
el lunes al día de hoy?
Seguridad y amor nos hacen
vernos más jóvenes
Sábado
Analicen los cambios de esta
semana
Alimentos
Físicos
Domingo
Descansen, otórguense un
regalo que bien merecido lo
tienen y ya también tienen
los medios para hacerlo.
Notas Personales
RECAPITULANDO LO APRENDIDO
Semanas 26 y 27
A lo largo de este tiempo hemos aprendido algo más sobre nosotros y por
eso estas semanas las vamos a tomar un poco relajadas. Hemos avanzado
en algunos aspectos del auto-conocimiento y ya sabemos que existe nuestro
Ser, que nunca nos deja abajo. Básicamente tenemos el impulso nato de
seguir la técnica del melatismo. Únicamente cuando interviene nuestra
mente es cuando nos equivocamos y muy posiblemente ya somos
conscientes de eso, así que estamos en ese proceso de dejar de pensar y
acercarnos más a nuestro Ser.
Con los cuestionarios no solamente hemos seguido el curso sino que, lo más
importante, sabremos si hemos hecho las cosas bien. De ser así habrá
cambios notorios y este aprendizaje se verá reflejado en la vida real y dará
una vuelta total al mundo que hasta ahora conocemos.
El principio básico de la formación explicada en este libro es el respeto a los
demás, ya que antes hemos aprendido a respetarnos a nosotros mismos. Y
cuando digo “respeto por los demás” me refiero a cualquier ser vivo.
Respecto a la libertad, cada persona es libre de hacer y sentir lo que desee
en esta vida aunque, lamentablemente, las reglas y las normas coarten en
ocasiones esta libertad. Sin embargo hablamos de otra libertad bien
diferente, la auténtica, la que se consigue con la eliminación de nuestros
defectos y errores, de nuestro ego.
Si hablamos de lo que es crear diremos que la creación aparece cuando
nuestra conciencia y el Ser se expresan. Por eso la auténtica creatividad no
aparece hasta que los egos dejan de manifestarse. Identificarse con alguien
y copiar o adoptar algo de esa persona no es creatividad, a eso se le llama
refrito, copia. La creatividad aparece en el silencio mental, es original, es
única, es verdadera, pues nace de nuestro Ser, y eso se sabe porque tiene
rasgos característicos que son inconfundibles. La auténtica creatividad nos
aporta un determinado peso específico que se consolida con el paso del
tiempo.
Por todo lo anterior, decir que somos libres de crear nuestro mundo es algo
bastante atrevido, y solamente se podrá lograr a medida que dejemos el ego
atrás. Por tanto, cuando decimos “crear nuestro mundo” lo hacemos de
forma coloquial, pues dependiendo del nivel de Ser que tengamos veremos
qué tan creativos y libres somos y lo que podremos llegar a ser.
Es necesario saber que mientras más sepamos, más pacientes y
condescendientes seremos y mejor manejaremos las situaciones que se nos
presenten, al menos eso es lo que dicen. Yo creo que cuando uno es
consciente, debe saber retirarse a tiempo y dejar atrás a las personas que
hacen ruido y simplemente están ahí para robarle su energía, a menos que
por libre albedrío decida usted ponerse esa prueba para saber hasta dónde
puede llegar, o utilizar esas circunstancias para descubrir más egos en su
interior, egos que tal vez permanecían más sumergidos y que afloran en
circunstancias más extremas o especiales. Siempre que hay un tirano cerca,
hay que aprovecharlo para seguir jugando nuestro juego favorito, el de
“cazadores de egos”. Hay que recordar siempre que “no hay que darle
margaritas a los cerdos, ya que no las saben apreciar”
Ya sabemos que todo conocimiento implica responsabilidad. También
sabemos cómo actuamos y qué es lo que nos mueve a actuar así. De ahí que
si nos va mal es porque hemos actuado mal, con malas intenciones, y si nos
va bien simplemente sigamos adelante porque ese es el camino que
debemos de seguir.
Nadie es responsable de lo que nos pasa y esto es algo que debemos tener
totalmente claro. Nosotros somos los únicos responsables de todo cuanto
hacemos y de todo cuanto nos ocurre, y los únicos que podemos salir
adelante en cada momento de nuestra vida. De nosotros depende nuestra
vida y nuestro mundo, de nadie más.
En esta vida todos tenemos una misión y un libre albedrío, y dependerá de
nosotros alcanzar nuestras metas. Por ello es necesario que cada día que
pasa nos exijamos un poco más que el día anterior, de esa forma iremos
logrando un poco más de libertad, de esa de la que realmente nos hace
libres.
Recibir jamás es primero que dar. Lo primero siempre será dar y ya después
de haber dado se podrá comenzar a recibir, Así, por ejemplo, a partir de que
tu sonrías, la vida comenzará a sonreírte a ti también.
Otro punto muy importante a recordar es que el éxito viene antes que el
trabajo sólo en el diccionario.
Hasta aquí ustedes ya han llegado muy lejos, pero aún hay mucho más que
recorrer, así que vayamos a por el éxito.
Aquí les entrego unas reglas que, en lo personal, me han sido de gran utilidad
en este camino. Estas fueron dadas por mi abuela, mi padre y mi tío. Y
también por algunas personas con las que he convivido muy de cerca y que
me hicieron aprender de mi misma por lo egoístas que fueron, por su tiranía.
Para mí, han sido de gran utilidad en este camino llamado vida.
1.-Jamás esperes a que alguien te pida ayuda, bríndala antes.
2.- Cada vez que se abre un círculo, hay que cerrarlo. Es decir no hay que
dejar relaciones a medias, negocios a medias, nada a medias, pues estaría
llamado a regresar hasta que se cierre de una u otra manera. Y si nosotros
estamos ya en el camino, con toda esta instrucción, debemos cerrar el
círculo con amor y desapego, dejando fluir al Ser y olvidando cualquier
malentendido o cualquier amor.
3.-No ceses de trabajar hasta alcanzar tu libertad, me refiero a aquella que
se obtiene después de habernos despojado de los egos, los diferentes yoes
que habitan en nosotros.
4.-Es necesario hacer siempre lo que se dice y callar aquello que se hace.
5.-Piensa con el corazón y siente con la cabeza. El balance entre estas dos
te llevará muy lejos, pues eso significa que tu Ser ya está tomando las
decisiones por ti.
Si deseas seguir este camino, comencemos ya. Busca y encontraras, pide y
se te dará…
QUÉ ES METAFISICA.
Metafísica significa algo que existe pero que no se ve, y sin embargo sí
podemos ver sus efectos o resultados. La metafísica estudia lo invisible, que
no tiene forma, los aspectos de la realidad que son inaccesibles a los sentidos
físicos.
De hecho, en este libro ya hemos comenzado a trabajar con este
conocimiento y seguiremos haciéndolo pero, aun habiendo muchísima
literatura sobre este tema, seguiré con la única forma que me ha dado
resultado, y esta es la práctica.
Conviene recordar que con la práctica no todas las personas van a obtener
los mismos resultados, aunque todos los obtendrán, todo dependerá de su
esfuerzo, tenacidad y constancia. Recuerda que cada quien es único.
Cuando hablamos del cuerpo físico, estamos haciendo mención de algo que
podemos ver y tocar, y por tanto es algo que conocemos. Sin embargo, las
energías del universo, los cuerpos superiores, la manifestación del ego, etc.,
son cosas no perceptibles para los sentidos físicos, lo cual no implica que
no existan. Cuando hablamos de todo ello estamos desenvolviéndonos en el
terreno de la metafísica.
En metafísica existen muchos ejercicios para experimentar con aquello que
es “invisible” a los sentidos. Por ejemplo, ya explicamos anteriormente lo
que es la transmutación de las fuerzas cósmicas. Otra técnica para cargarse
de energías cada mañana es la de ponerse frente al sol, con sus primeros
rayos, e imaginar como la energía que nos llega recarga nuestro organismo,
hasta sentirnos totalmente bien, contentos y llenos de esa energía.
Mediante la metafísica procuramos alcanzar la felicidad, comprendernos a
nosotros mismos y conocer las leyes que rigen la vida.
ANALIZANDO LOS SUFRIMIENTOS. EL PERDÓN.
Abordamos ahora el tema de los sufrimientos, un aspecto de nuestro
interior que es muy importante comprenderlo bien para progresar en la
búsqueda de nuestro Ser.
La verdad es esta: todas las personas pueden sacrificar algo en un momento
dado, desprenderse de sus pertenencias, renunciar al trabajo, a la casa
donde viven, etc. pero, por muy extraño que parezca, muy raros son
aquellos que están dispuestos a renunciar a sus propios sufrimientos.
Los sufrimientos nos acompañan siempre a lo largo de nuestra vida, nos
gusta exhibirlos, narrarlos a los demás, engalanarlos con bellas palabras, tal
vez en espera de un reconocimiento por haber sufrido tanto o quizá con la
intención de provocar sentimientos de compasión. Lo cierto es que casi
nadie quiere renunciar a los sufrimientos pasados.
Vuelve el emigrante a su vieja ciudad después de haber pasado 30 años
trabajando en un país extraño y sólo narra lo dura que fue la vida con él, la
esposa abandonada cuenta a todo el mundo lo mal que se encuentra, el que
estuvo en el hospital largo tiempo se complace en recordarle a todo el
mundo lo que padeció con aquella enfermedad, etc. Tanto nos gusta
recordar nuestros sufrimientos que a veces los convertimos en canción; sí,
en una historia aburridora que contamos aquí y allá. Nos gusta cargar a
cuestas con todos los dolores pasados.
Esta es una conducta humana que debemos cambiar porque para llegar al
Ser es absolutamente necesario sacrificar hasta el último de los
sufrimientos.
Como ejercicio vamos a comenzar a depurar las cosas que nos han herido en
nuestra vida. Para ello haremos una lista de 20 cosas que nos duelan o que
nos hagan sufrir y de igual manera escribiremos las respuestas que nos
hubiera gustado dar en un momento dado.
Desde este momento comenzaremos a trabajar en el perdón, ya que lo más
importante es elevar nuestro sentido del amor, nuestra auto estima y
comenzar a sentirnos bien con nosotros mismos y con el mundo que nos
rodea. A esto dedicaremos las siguientes semanas, aunque si necesitamos
más tiempo deberemos emplear el que sea necesario. Recuerden que cada
quien tiene su ritmo, lo único que no debemos hacer es continuar nuestra
vida cargando con sentimientos negativos hacia nosotros o hacia los demás.
Comencemos por lo que nos cause más dolor, lo más pesado, lo que lleve
más tiempo en nosotros. Se requiere mucha dedicación y honestidad para
realizar este ejercicio y por eso lo retomaremos día tras día hasta que
finalmente abandonemos ese dolor, lo superemos, lo entendamos. Y si no
llegamos a entenderlo, al menos deberemos ser capaces de soltarlo. Es
necesario dejarlo ir y así tener espacio para las cosas nuevas que nos depara
la vida, tal como lo hicimos con nuestra casa cuando la limpiamos, pusimos
cada cosa en su lugar y dejamos un lugar para cada cosa. Ahora lo vamos a
hacer de la misma forma con nuestra alma, corazoncito, o como queramos
llamarle.
Es necesario sacar de nosotros todo aquello que no nos sirve, llenarlo con lo
que queremos, y no dejar entrar lo que nos haga sufrir, nos duela o nos
inquiete.
Este ejercicio es sumamente importante, ya que partiendo de aquí es que
podremos comenzar a sentir un poco de paz, aceptación y amor por
nosotros mismos. Todo eso que hemos buscado y no sabíamos cómo
encontrarlo.
Semana 30
Lista de 20 cosas que nos duelen
(Comenzaremos a enumerarlas desde que tenemos memoria, hasta
nuestros días)
Acciones
Tiempo dentro de nosotros
1.2.3.4.5.6.7.9.9.10.11.1213.14.15.16.17.18.19.20.-
Ahora colocaremos las acciones en grupos dependiendo del sentimiento que
nos ocasionan, es decir, pondremos todas las acciones que nos causan dolor
juntas, las que nos causan sentimiento de injusticia juntas, y así
sucesivamente. Vamos a manejar los sentimientos básicos y tratar de
encuadrar ahí nuestro sentir. Si no es posible hacer esto pues se manejará
aparte. Esto es solamente una ayuda.
Como cada persona es diferente, también sentirá diferente. Sin embargo, el
presente ejercicio ayudará a todos.
Acción
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
Sentimiento
20
Semana 31
Ahora juntaremos los sentimientos en grupos
Dolor:
Odio:
Miedo:
Injusticia:
Inseguridad:
Trabajaremos ahora en aquellas cosas que hemos hecho “por el bien de
otros” y cuyo resultado no ha sido el esperado, ya sea porque causaron
problemas a otras personas o a nosotros mismos, con los consiguientes
reproches de la gente que nos rodea.
Cuando una cosa así nos sucede, lo primero que deberíamos hacer es hablar
con la persona a la que quisimos ayudar y explicarle nuestra actitud. Este
ejercicio está pensado para cuando los resultados de nuestras acciones no
hayan sido buenos, o lo suficientemente buenos, a pesar de que se llevaron
a cabo con los mejores sentimientos e intenciones.
Cuando exista la imposibilidad de hablar con esa persona físicamente,
debemos dedicar unos minutos en nuestra meditación para “hablar” con
ella, imaginándonos y visualizando la plática como si estuviéramos en su
presencia, procurando que le llegue nuestro sentir y honestidad. Recuerden
que imaginar es ver y envíen una gran cantidad de amor para así cerrar este
círculo. Esto nos ayudará a sentirnos mejor, y estén seguros de que esta
persona apreciará esta gran acción y sentimiento de amor. No lo duden, solo
háganlo.
1.2
3
4
5
Notas personales:
Ahora vamos a analizar los sentimientos que por alguna razón nos hacen
sentir menos.
Sentimientos
Razón por la que nos sentimos menos
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Llegados a este punto ya tenemos gran parte de nuestro sufrimiento
analizado, puesto sobre la mesa y por tanto deben existir muy pocas cosas
que se nos escapen de las manos.
A partir de aquí, la mitad del día trabajaremos con ellas. Lo primero es
perdonarnos a nosotros mismos y luego, el resto del día, nos daremos algo
que nos ayude a tener amor, paz y armonía. Esto equivale a aquello de poner
las cosas en su lugar en nuestra casa, con los adornos que nos gustan. De la
misma forma vamos a llenar nuestro espíritu de algo que nos haga crecer y
que nos haga falta.
A partir de aquí ya debemos ser capaces de analizar y decidir si aceptamos
las “etiquetas” que los demás nos ponen, o si simplemente las rechazamos
y continuamos con nuestra vida.
Que nos duele y por qué
Regalo de amor
Hecho todo lo anterior, a partir de ese momento es necesario que llenemos
nuestros corazones con buenos sentimientos. Esto lo podemos hacer muy
bien pues conocemos lo que nos duele y lo que nos hace felices. Podemos
decidir lo que aceptamos en nuestras vidas y lo que no aceptamos.
Hemos comprendido que nosotros somos lo primero y que podemos tener
lo que deseamos sin necesidad de herir a otros.
BUSQUEDA Y RESPUESTA
Semana 32
Esta semana vamos a cicatrizar nuestras heridas, a darnos los alicientes
necesarios para volver a vivir, para conocer la vida de otra manera y llenarla
con los sentimientos que necesitamos y deseamos. No vamos a buscar en
otros, simplemente hallaremos esos sentimientos en la naturaleza, en el
amanecer, en las flores, los pájaros y los árboles. Si es necesario podemos ir
al campo y sentir la naturaleza, y así nos daremos cuenta que si existen
maravillas dentro de nosotros también las hay a nuestro alrededor.
Nunca debemos poner nuestra seguridad y amor en manos de otros.
Necesitamos encontrarnos a nosotros mismos antes de comenzar cualquier
relación con otra persona. Esto es ineludible para saber compartir.
Recordemos que si no tenemos nada para ofrecer, nada podremos
compartir. Y compartir lo feo, o buscar a alguien para obtener beneficios y
no dar nada a cambio, pues es peor que no tener nada que dar.
Se hace necesario encontrar
salgamos solos adelante.
nuestro centro. Llenémonos de amor y
Regalos que nos vamos a dar esta semana
Lunes
Martes
Miércoles
Jueves
Viernes
Sábado
Domingo
Nunca debemos pensar que la paz es letargo o estancamiento; al contrario,
es acción, es productividad. Y si hay paz en nosotros, obtendremos todas las
satisfacciones que buscamos, ya sean físicas o espirituales. Por lo tanto ya
pasó nuestra época de luto y de dolor, la primera de las muchas que
vendrán. Por eso hay que ir profundizando cada vez más sobre lo mismo,
pero ya estamos medianamente listos para seguir con el trabajo duro.
Esta semana organizaremos nuestras vidas, nuestro presente y, por lógica,
nuestro futuro. Debemos saber muy bien lo que queremos ya que lo que
hagamos en el presente repercutirá ineludiblemente en ese futuro.
Escribiremos 10 cosas que queramos obtener este próximo año.
Que quiero obtener
1
2
3
En cuanto tiempo
4
5
6
7
8
9
10
Recuerden que fundamentalmente esto se refiere cosas que beneficien a
nuestro desarrollo interior, destinadas a acercarnos más al Ser, pero
también, por qué no, a algo que deseemos en el plano material.
PRIORIZANDO LO QUE QUEREMOS
Semanas 33 y 34
En esta semana comenzaremos a definir qué es lo que queremos tener, en
orden de importancia. Por ejemplo, si lo que quiero tener es más constancia,
entonces previamente debería ser más organizado, establecer un horario
de tal forma que me permita hacer las tareas en orden; si lo que deseo es
dar más amor, debo primero hacerme consciente de que soy un enojón, que
debo actuar conscientemente en cada uno de mis actos para dejar de serlo
y llenar ese enojo con amor; de igual manera si quiero una vajilla nueva,
necesito antes un lugar en la alacena donde poder guardarla, etc.
Hay ocasiones en las que queremos tener algo que definitivamente no puede
ser pero somos tan tercos que no lo vemos, así que éste es un añadido a la
técnica del melatismo.
En lo personal, cada vez que yo quiero algo simplemente pregunto si me
conviene o no, y eso se lo pregunto a mí Ser. Pero siempre pido que me
responda porque necesito saber qué hacer.
Como yo era demasiado terca, siempre pedía tres muestras físicas, o sea que
me dijeran por tres medios diferentes y con señales especificas si eso que
yo quería para mí era bueno o no. Debo decir que finalmente siempre
obtenía las respuestas. Claro está, que cuando se pide una respuesta al Ser
y se nos da, lo que debemos hacer es actuar inmediatamente sin pasarla por
la mente, porque la mente es guarida del ego y siempre obstaculiza o
destruye lo que viene del Ser.
En mi caso, no siempre hacía caso a las respuestas, y así me iba… Así que
cuando se pide ayuda al Ser hay que actuar siempre obedeciendo a esa
respuesta. Si no lo van a hacer así, mejor no pregunten, no pidan pruebas
físicas.
¿Qué es lo que
quiero?
1ª señal si / no
2ª señal si/no
3ª señal si/no
1
2
3
4
5
Es muy importante apelar siempre a nuestro Ser ante cualquier dificultad
que tengamos, ante cualquier decisión que sea difícil para nosotros, ante
cualquier problema que sobrevenga, etc. Esto nos alejara de la lectura de
las cartas, de la lectura de manos y de todo aquello que de una u otra forma
dependa de terceros y que podría conducirnos muy fácilmente al error. La
respuesta siempre la tenemos dentro de nosotros mismos, y siempre es
mejor apelar a nuestro Ser que a personas externas.
Las respuestas que vienen del Ser son siempre lo mejor para nosotros, para
nuestro progreso interno, aunque alguna vez no entendamos el por qué o
no lleguemos a ver el alcance de las mismas. Esto es muy normal que suceda
porque nosotros tenemos todavía el ego muy robusto y muy poca
conciencia libre.
Hay algo más en esta forma de actuar, y muy importante, y es que cuando
uno apela a su Ser ante cualquier cosa en la vida, también se acerca más a
Él. Y El Ser permanece más cercano también.
“Así como los hombres vienen a mí, así voy yo a ellos”.
El acercamiento definitivo al Ser es lo mejor que nos puede pasar en esta
vida. Es entonces cuando podemos decir que la hemos aprovechado.
Cuando el Ser se aleja, el hijo siempre cae en desgracia.
TOMANDO DECISIONES
Semana 35
Basados en las respuestas obtenidas, comenzaremos a tomar decisiones, a
programar lógicamente la llegada de lo que estamos pidiendo. Esta práctica
comienza por ser realista.
Es necesario ejercer la libertad que tenemos, utilizarla en orden y para
nuestro bien. Esto es lo más importante ahora. Hagamos aquello que nos dé
felicidad y no nos dejemos intimidar por lo que nos diga la gente. Se trata de
nuestra vida y de nuestras circunstancias y no de las de los demás.
Habiendo hecho ya el ejercicio anterior, vamos a escribir nuestros objetivos
por orden de importancia y por orden de actividades. Pondré un ejemplo: si
quiero un carro, primero necesito saber qué tipo de carro, después saber
cuánto cuesta, posteriormente tener el dinero y por ultimo ir a comprarlo.
Así ordenaremos todos nuestros objetivos
Objetivo
1
2
3
4
5
Objetivo
1
2
3
4
5
Objetivo
1
2
3
4
5
Objetivo
1
2
3
4
5
Objetivo
1
2
3
4
5
Este ejercicio nos llevará por lo menos 3 semanas. Hay que estructurar muy
bien estos objetivos para poder obtenerlos con facilidad y rapidez y es
necesario tomar estas decisiones de la forma más consciente que podamos.
Recuerden también que siempre se paga un precio, y debemos de ser libres
para saber si lo podemos y queremos pagar o no.
A veces conseguir algo cuesta muchísimo más de lo que pensamos pero si
no cambiamos de parecer a medio camino, si nunca nos damos por
vencidos, podemos estar seguros de que todo se logra.
Cuando realizamos un esfuerzo para lograr mejorar nuestra conducta y
desarrollar más conciencia también conseguiremos cancelar más karma y
ser cada día más libres. Por eso dije anteriormente que este camino es para
valientes o para quienes no tienen nada que perder y sí mucho que ganar.
Semana 40
Esta semana ya comenzaremos a trabajar en nuestros proyectos. Llegados a
este punto posiblemente nos demos cuenta que esto no es tan fácil como
creíamos, pero debemos seguir adelante.
Seguiremos ejercitando el plexo solar y continuaremos avanzando en el
conocimiento de nosotros mismos, manejando nuestros sentimientos,
acciones y metas. Quien ponga en práctica el conocimiento que ya tiene,
saldrá victorioso de todas las incertidumbres que pueden aparecer en su
camino.
Momentos de inseguridad
1
2
3
4
5
6
Reacción
7
8
Resultado
Valió la pena si/no
1
2
3
4
5
6
7
8
Esta semana trabajaremos también fortaleciéndonos con la energía del sol.
Pongámonos frente al sol con los ojos cerrados, sintiendo como sus rayos
penetran por nuestro entrecejo y las palmas de las manos, y esos rayos nos
van pintando de color dorado de cabeza a pies, de tal manera que eso
oscuro que va bajando según pintamos lo vamos a dejar salir por la planta
de los pies.
Si podemos pisar en la hierba o en la tierra será mucho mejor. Sentiremos
como vamos elevando nuestro nivel vibratorio a medida que avanza el
ejercicio, sentiremos como “pequeñas cosquillas” en la palma de la mano.
Esa es la energía del sol.
Si desayunamos después de este ejercicio es preferible que sea algo ligero y
sin grasas.
Cuando nos sintamos contentos, tranquilos y listos para comenzar el día,
simplemente demos gracias a la naturaleza y al Ser por estar aquí y vivamos
ese día lo mejor que podamos.
Según vayan haciendo este ejercicio irán percibiendo los cambios que hay
en ustedes mismos. Esta vez no lo diré yo pues jamás me lo creerían. Mejor
háganlo.
Ya estamos alcanzando nuestros objetivos, ya tomamos un riesgo cada día y
salimos fuera de nuestro estado de confort.
Riesgo
Resultado
1
2
3
4
5
SOBRE EL AMOR
Esta semana volveremos a hablar del amor. Lo primero que es necesario comprender
es que el auténtico amor es siempre consciente porque es un atributo de la conciencia,
del Ser. Esto significa que una persona que sintiese verdadero amor hacia nosotros
jamás nos ayudaría como esperamos sino con lo que es mejor para nosotros.
Amor no es dar todo lo que quieren los demás o hacer lo que deseen. Por el contrario,
es hacer que los demás crezcan, y consigan sus metas. Es decir, jamás entregar las cosas
hechas, resueltas, sino ayudar en la medida posible a que las personas se
responsabilicen de sus actos y sean conscientes de lo que hacen. Este es el amor real.
Solapar actitudes y actos no honestos y dar todo en bandeja de plata no es amor, eso
es simplemente hacer de cada individuo un trapo que se mueve a merced de sus egos
y que jamás llegará a tener el más mínimo contacto con su Ser.
Es necesario ayudar para que las personas crezcan y se acerquen a su Ser Interior. Eso
es lo que es el amor y lo que debería ser la educación, enseñar a las personas a ir más
allá en la búsqueda de sí mismos, del Ser, rompiendo todas las ataduras y cadenas
internas que les atan.
El amor nos da una fuerza superior a cualquier otra, y esta nace del Ser no del ego. La
fuerza que proviene de tal o cual ego no es la voluntad y siempre acaba en algún
momento, pero el amor no se acaba, y su fuerza tampoco.
Debemos unir el amor con la voluntad. Juntos nos proporcionan la fortaleza necesaria
para lograr cada una de nuestras metas. Es así como comenzaremos a cristalizar a
nuestro Ser en nosotros.
Algunas doctrinas nos dicen que lo que llamamos nosotros fuerza de voluntad son como
unos tentáculos; sí, como si fuéramos pulpos en cuyos tentáculos nos apoyamos para
caminar y hacer todo tipo de cosas, y estos nos ayudan a obtener lo que deseamos.
Dejo a su criterio lo que señalan esas doctrinas. Lo he probado y, en efecto, ahí están y
funciona.
Mi maestro era un hombre fuerte, amoroso y muy enérgico. Muchas personas no
entendían el fondo de sus ejercicios y creo que yo en su momento fui una de ellas, pero
aunque no lo entendí siempre le seguí. Ahora, con unos años más y con situaciones
muy difíciles en mi vida, me doy cuenta perfectamente de que si no hubiera sido por
esos ejercicios endemoniados que nos ponía jamás habría salido airosa de estas
situaciones, que fueron muchísimo más fuertes que todos sus ejercicios juntos.
La vida siempre pone las cosas en su lugar y mi caso no fue la excepción. Por eso, la
enseñanza que él me dio, el aprendizaje que obtuve me hace reconocerlo y respetarlo.
Ahora, con el paso del tiempo creo que fue lo mejor que me ha pasado en toda mi vida.
Años atrás no sabía si era bueno o malo pero lo respetaba, y sin embargo, hoy por hoy
digo que si tuviera que volver a hacer todo aquello que hice para haber llegado hasta
aquí, lo haría sin lugar a dudas, lo volvería a hacer pese a todo.
Esta semana vamos a trabajar en nuestro amor, ver quien nos quiere y como queremos
a los demás, pero bajo esta nueva forma de amar: un amor consciente y respetuoso, y
sobre todo real.
La verdad es que debemos educar a los hijos a ser mejores, deben ser mejores que
nosotros. Ayudémosles poco a poco a encontrar su Ser con amor, cariño, comprensión.
Ustedes llevan bastante trabajo hecho y apenas están descubriendo esto, así que
¡calma y despacio, pero sean constantes! Decía el Quijote: “Despacio Sancho que llevo
prisa”
Bajo este nuevo concepto analicemos lo siguiente:
Quien nos ama realmente
1
2
3
4
Quien simplemente nos quiere
5
6
7
8
9
10
Quién me da lo que necesito
Quién me da lo que quiero
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
¿QUÉ ES LA MUERTE?
Esta semana trabajaremos como si fuera la última de nuestra vida. Por lo
tanto, a partir de hoy nos corresponde hacer todo posible por nosotros
mismos, por los demás y por nuestro mundo, dando lo mejor que tenemos
y somos para que cristalicen nuestros deseos.
Antes de comenzar, analicemos que es la muerte para cada uno de nosotros
y escribámoslo aquí.
Explicaremos ahora un poco sobre la muerte. Es importante comprender
muy bien que nuestro cuerpo es simplemente una máquina, la cual es el
vehículo de expresión de nuestro Ser en este planeta. El Ser se manifiesta en
nosotros a través de eso que llamamos Conciencia y si no se manifiesta en
toda su plenitud se debe a que en el camino, en el transcurso de muchas
existencias, fuimos creando más y más egos hasta llegar a nuestro estado
actual en el que nuestra Conciencia duerme. Así que la muerte es como
llevar el carro a la chatarra una vez que ya no sirve. El proceso es como
cambiar de traje: cuando uno se hace viejo y se rompe, simplemente
tomamos otro, es decir, venimos otra vez a la existencia, la naturaleza nos
proporciona otro nuevo cuerpo.
Sí, continuamente estamos yendo y viniendo a este mundo físico o
tridimensional. Pasamos de una existencia a otros profundamente
dormidos, sin saber de dónde venimos, ni quienes somos realmente, ni a
donde vamos cuando abandonamos el cuerpo.
El hecho de que el cuerpo sea algo temporal, no significa que no debamos
cuidarlo. En nuestra mano está no abusar de él porque pertenece al Ser. Así
que lo realmente eterno es el Ser y no nuestro cuerpo.
Analizando un poco más sobre la muerte podríamos preguntarnos: ¿qué es
lo que queda de nosotros cuando el cuerpo muere? Tan sólo dos cosas
permanecen más allá del sepulcro: los “yoes” o ego y la Conciencia. Todo eso
vuelve a la existencia cuando nacemos en el seno de una nueva familia.
La Esencia o Conciencia libre (ese 3% o menos, que cada uno tiene libre) se
incorpora al niño cuando éste nace. Por su parte los diferentes “yoes”,
nuestros vicios, defectos y maldades, van entrando en el espacio psicológico
del infante a medida que éste crece. Por eso es que todos los niños recién
nacidos son bellos, porque no tienen todavía el ego dentro. Claro está que
poco a poco esa belleza se pierde y al final nos convertimos en el hombre
moderno, cargando con toda nuestra maldad dentro…
Igual que en la vida nos suceden muchas cosas y hay muchos procesos, así
también los hay en el “tiempo” (entre comillas, por llamarlo de alguna
manera) que va desde el sepulcro a la cuna. Después de muertos somos
juzgados de acuerdo a la Ley de la Balanza, se nos asigna una nueva familia,
un signo zodiacal bajo el cual volveremos a nacer, se nos da una cierta
cantidad de energía vital de acuerdo a como la hayamos administrado en la
anterior existencia, etc., etc.
Volver aquí a malgastar una vida sin buscar al Ser, es perder otra
oportunidad, repetir la misma película con los mismos actores (nuestros
“yoes”).
En realidad, debemos comprender que si no es para luchar por
independizarnos de nuestro ego y acercarnos al Ser, no merece la pena vivir.
Es como el que va a la escuela pero jamás aprende, ¿para qué le sirve la
escuela si no es para volver fracasado ante sus padres año tras año? Así
somos los seres humanos.
Cada vez que nos duele algo se puede decir que morimos, cada vez que
nuestro cuerpo cambia de células éstas están muriendo y no nos damos
cuenta, día a día morimos y tampoco nos damos cuenta.
Nada en el plano físico es eterno. Por esta razón, si aún queda algo dentro
de nosotros que no sepamos cómo sacar, algún sentimiento del que no nos
podamos deshacer, sería bueno hacer una pequeña carta mencionándolo y
quemarla a continuación con un poquito de miel o azúcar, canela y sándalo
para limpiar, y enviar amor a ese recuerdo para así poder cerrar el círculo
en amor y paz.
Solamente el Ser, Dios en nosotros, es eterno y nos podrá dar cuanto
necesitemos. Encuentra el reino de Dios y todo se te dará por añadidura. No
hay que temer a la muerte, pues es algo que sabemos de antemano que
llegará, de ahí que repita que hay que luchar por vivir de forma consciente.
Eso es lo verdaderamente importante, sacar provecho de esta existencia.
Es posible tener contacto con personas que ha muerto. Esto sucede en lo
que se conoce como mundo astral del cual comentaremos algo más
adelante, pero también esas experiencias pueden ser físicas y no debemos
asustarnos por eso, al contrario, sabiendo que la muerte no existe y que tan
sólo es un cambio de estado, podemos hablar con ellos y preguntarles que
quieren, o si dejaron algo pendiente, sobre todo si se trata de seres queridos
que comúnmente se van a despedir de nosotros.
Siempre al morir vienen por nosotros pues es necesario cortar cierto vínculo
llamado “cordón de plata”. A por mi padre vinieron el Arcángel Rafael, y San
Miguel Arcángel. A él lo mataron y aunque su muerte fue muy tormentosa,
ahora está con los seres de luz, los cuales me permitieron acompañarlo hasta
un bello túnel totalmente iluminado, de ahí que pueda contarlo. Fue una
preparación bastante fuerte que ellos me dieron y pude ayudar a mi padre
al desapego total de este plano. También pude ver a mi abuela. Este libro se
publica casi diez años después de su muerte, y sigo diciendo lo mismo: hay
que fluir, hay que aprender a fluir para aceptar lo que no podemos cambiar,
y cambiar lo que depende de nosotros para dejar salir a nuestro Ser.
Sabemos que no estamos solos y hasta aquí hemos tenido pruebas
suficientes de ello. Nuestro Ser nos ayuda sembrando profundas inquietudes
espirituales que se manifiestan a través de nuestra Conciencia. No hablo de
filosofías ni religiones, simplemente hablo de lo que he vivido y he tocado.
Personalmente he vivido todo lo que he escrito aquí de otra manera, pero
este es el cuadernillo de trabajo que muchos de mis alumnos me han pedido
que haga, y ellos al hacer este curso llamado ecología profunda lo han ido
perfeccionando con sus propias experiencias.
TRASCENDIENDO SITUACIONES, DEJANDO ATRÁS LO QUE NOS DUELE
Debemos dejar ir las cosas y ya sabemos cómo hacerlo. Ahora debemos
aprender a dejar ir nuestra energía y llevarla a donde nosotros queramos.
Una de las formas de realizar esto consiste simplemente poner en pantalla
de la imaginación a las personas que queramos ver y hablar con ellas, dirigir
nuestros pensamientos hacia ellas. Esto se llama telepatía y hay que
realizarla en forma consiente. Este es un método de comunicación efectivo
y totalmente certero. Otro método son los viajes astrales, de los cuales
hablaremos más tarde.
El ejercicio los haremos en un estado mental llamado alfa en el cual estamos
conscientes pero relajados. Se trata de un estado natural en el ser humano
y pasamos por él cada vez que nos vamos a dormir o cuando nos
despertamos. Por eso los sueños que más recordamos son aquellos cercanos
al amanecer.
Necesitamos estar totalmente relajados, lo cual será más fácil si estamos
acostados. Este es el momento de trabajar con la imaginación y hablar con
esa persona. Imagínela y hable con ella, sienta lo que dice y hace, y arreglen
las cosas. Este cerrar círculos es en definitiva una especie de ir muriendo; es
ir soltando, dejando atrás las cosas que nos duelen y que nos hacen daño.
Este es el primer sentido de muerte con el que tenemos que aprender a
convivir.
Semana 43
Vamos a hacer un análisis de todo lo que hemos trascendido y recordar si
fue doloroso para nosotros o no.
Analicemos que relaciones nos han dolido más y porqué.
Así como los expedientes ocupan espacio en un archivo y una vez que se
retiran queda ese espacio libre, así las situaciones dolorosas también ocupan
un espacio en nuestro interior y debemos dejarlas ir, trascenderlas, para
que dejen espacio libre.
Ahora es momento de limpiar ese espacio, de dejarlo listo para las
experiencias nuevas, para los conocimientos nuevos que van a llegar, para
acercarnos a nuestro Ser y que se haga más presente en nosotros. Al
terminar este ejercicio sería bueno quemar la hoja con sándalo y ofrecer
todo esto al Ser: “Ya lo comprendimos y lo trascendimos, lo dejamos ir,
Gracias Padre por tu ayuda”.
Debemos reflexionar sobre qué es lo que queremos y plasmarlo aquí
EL MUNDO ASTRAL
Semana 44
Todas las noches cuando el cuerpo se queda dormido, nosotros (es decir, el
conjunto de egos y la conciencia que nos queda libre) lo abandonamos e
ingresamos de forma natural en una dimensión de la naturaleza que no
puede ser percibida por los sentidos. Esa dimensión se llama mundo astral y
en ella conviven los que duermen por la noche y los que ya murieron.
¿Sería posible actuar conscientemente en ese mundo astral, mientras
nuestro cuerpo duerme en la cama? Sí, esto es posible y cuando uno trabaja
seriamente con el autoconocimiento, cuando se esfuerza por estar
consciente de instante en instante, puede llegar a conseguirlo. El problema
de los seres humanos es que como aquí hacemos todo de forma
inconsciente, sin vivir el momento presente, cuando por la noche entramos
en la dimensión astral también actuamos de forma inconsciente. A esas
experiencias astrales inconscientes es lo que llamamos sueños.
En el mundo astral se pueden investigar las maravillas de esa dimensión,
hablar con los difuntos, aprender de los grandes seres que allí enseñan,
recibir conocimientos especiales que nos ayudan en nuestro camino para
llegar al Ser, y mil cosas más. Pero para lograrlo debemos poner nuestra vida
en función del trabajo interior, es decir, nuestra primera prioridad en la vida,
muy por delante de cualquier otra, debe ser conocernos, rectificar nuestras
conductas erróneas, vivir el momento presente y eliminar nuestro ego. Así,
y sólo así, es que podremos entrar y “vivir” conscientemente en ese mundo
astral.
La verdad es que tanto los difuntos como los que dormimos por la noche no
nos damos cuenta de que estamos en esa dimensión. La inmensa mayoría
de los que murieron ni siquiera saben que han muerto, o si llegan a darse
cuenta, es tan sólo por unos momentos. Todos hacen lo mismo que hacían
en la vida creyendo que continúan vivos. Y lo mismo nos sucede cuando
soñamos por la noche. Todo es igual, solo sueños y más sueños...
Recuérdalo bien: todas las noches cuando tu cuerpo se queda dormido en
la cama, tú lo abandonas y entras en otra dimensión. Todos los días pasas
ocho horas durmiendo, totalmente inconsciente en ese mundo astral, como
un sonámbulo, proyectando sueños absurdos que no son otra cosa que la
actividad de tus egos en el plano astral...
Echando cuentas, el tiempo que pasas durmiendo es un tercio de tu vida y
ese “tiempo perdido” también lo podrías aprovechar para seguir
profundizando en el autoconocimiento, para seguir acercándote a tu Ser,
para adquirir la verdadera sabiduría. Por tanto: “¡despierta, conócete a ti
mismo!”.
COMO HACERNOS CONSCIENTES EN EL MUNDO ASTRAL
Semana 45
La forma definitiva para hacernos conscientes en la dimensión astral es
eliminando egos porque así obtenemos más conciencia. Sin embargo,
mientras trabajamos el ego también podemos realizar algunos ejercicios
que nos ayudarán a estar conscientes en esa dimensión. Esto hay que
entenderlo bien: el ejercicio que se explica a continuación nos va a permitir
darnos cuenta que estamos en esa dimensión, incluso nos va a permitir
hacer cosas, investigar, mientras el cuerpo duerme, pero para estar
totalmente conscientes es necesario sacar de nosotros a todos los egos. Sólo
así podremos recuperar la conciencia total.
El ejercicio lo podemos llamar “técnica del discernimiento”, porque se basa
en discernir, en preguntarnos a nosotros mismos en qué dimensión estamos.
Las leyes que rigen las diferentes dimensiones no son iguales. En esa
diferencia se basa nuestro ejercicio. En el mundo físico estamos sometidos
a la ley de la gravedad, pero en el mundo astral esa ley no existe. Esto quiere
decir que si aquí damos un pequeño salto con la intención de flotar siempre
vamos a caer al suelo, pero si eso lo hiciésemos en la dimensión astral,
mientras el cuerpo duerme en la cama, entonces quedaríamos flotando. Por
eso muchas personas han soñado, sobre todo cuando eran niños, que iban
volando de un lugar a otro...
El ejercicio de discernimiento consiste en estar siempre pendientes de lo que
sucede a nuestro alrededor, y cuando veamos alguna cosa fuera de lo
habitual, debemos hacernos siempre la siguiente pregunta: ¿estaré en el
mundo físico o estaré en el mundo astral? Y entonces debemos
comprobarlo, y lo haremos dando un pequeño saltito con la intención de
flotar, fijándonos bien en lo que sucede.
Ejemplos: Vemos por la calle a un amigo de infancia, entonces enseguida
damos ese pequeño saltito y observamos que volvemos al suelo. Eso
significa que esa escena sucede en el mundo físico, así que saludamos a
nuestro amigo. Entramos en una casa o en un lugar donde no habíamos
estado antes, entonces nos preguntamos ¿estaré en el mundo físico o en el
astral? Y damos el pequeño salto con la intención de flotar. Y así
continuamente a lo largo del día, siempre que veamos alguna cosa fuera de
lo normal.
Todos sabemos que en el mundo astral se repite de forma inconsciente lo
que hacemos en la vida diaria. Por ejemplo si vemos una película que nos
impacta podríamos soñar con el protagonista, si vamos de turismo a una
ciudad podemos soñar con ella, etc.
En nuestro caso, ese ejercicio que hacemos aquí, a base de repetirlo lo
convertimos en una especie de disciplina y, por tanto, lo vamos a realizar
también cuando nos encontremos en la dimensión astral porque nos hemos
habituado a ello. Así que cualquier noche, la que menos esperemos, nos
encontraremos soñando con tal o cual cosa, y como en los sueños todo es
absurdo y hay cosas muy extrañas, nosotros repetiremos el ejercicio
creyendo que es una escena de la vida diaria pero… con asombro veremos
que al dar el pequeño salto con la intención de flotar, esta vez no caemos al
suelo sino que flotamos de verdad. Este hecho hace que inmediatamente
nos hagamos conscientes y que nos demos cuenta que estamos en la
dimensión astral. Recordaremos entonces que nuestro cuerpo duerme a
esas horas en la cama, y pondremos rumbo inmediatamente a donde
queramos ir. La dimensión astral es muy rápida y casi instantáneamente
llegamos a cualquier lugar.
Debemos realizar este ejercicio cada día con más frecuencia en la vida diaria.
Mientras más lo realicemos, antes lo adoptamos como una disciplina y antes
podremos comprobar por experiencia propia que el mundo astral existe.
REGALANDO AMOR
Semana 46
Esta semana regalaremos buenas acciones, actitudes y buenas maneras a
nuestro alrededor, Como dijimos anteriormente, el Amor viene del Ser, de
Dios dentro de nosotros, y es lo más grande que existe en el universo,
porque Dios es amor.
A lo largo de la semana nos vamos a proponer regalar nuestra mejor sonrisa,
poner nuestra mejor cara, y ofrecer nuestra ayuda sincera a los demás.
Haremos de cada minuto de nuestro día un acto consciente de amor, ya sea
en nuestro trabajo, a nuestro vecino, incluso a nuestra plantita o a nuestro
perro porque el amor es universal y abarca a todos los seres vivos.
Vamos a regalar felicidad con la intención consciente de dar amor. Esto no
nos cuesta nada, es simplemente cambiar nuestra actitud ante la vida. No
cuesta nada material, pero si cuesta esfuerzo. La próxima semana podremos
comenzar a regalar algo físico, desde un chocolate hasta cualquier otra cosa
que podamos. Aquí no se trata de regalos caros, más bien se trata de ir poco
a poco ejercitando el desapego y realizando pequeños actos de amor y
buena disposición hacia el resto de nuestros semejantes. Un regalo diario.
Lunes
Martes
Miércoles
Jueves
Viernes
Sábado
Domingo
SOBRE LA ALIMENTACIÓN
Semana 47
Esta semana conoceremos un poco más acerca de nuestra alimentación, de
tal forma que si necesitamos bajar de peso esta es nuestra oportunidad.
Debemos ser conscientes de lo que comemos. Esto debe ser así porque es
necesario depurar la alimentación para tener mayor energía y más pura para
poder utilizarla en el trabajo interior.
Lo ideal sería contar con suficiente cantidad de alimentos frescos, sin
conservantes; de aquí que una buena opción sería tener nuestra propia
huerta en casa, una muy pequeña pues no es necesario tener grandes
extensiones de tierra, pueden ser macetas, o un pequeño terrario. Otra
opción sería comprar los alimentos frescos y congelarlos porque siempre
tendrán menos sodio que los congelados de fábrica.
Necesitamos saber qué comemos y qué es lo que nuestro cuerpo nos pide.
A veces serán más proteínas otras más carbohidratos, más grasas… pero es
necesario conocernos, saber cómo funcionamos por dentro para poder
cuidar mejor nuestro cuerpo.
También necesitaremos hacernos una limpieza total y hay mil productos
que pueden utilizar para ello. En lo personal recomiendo natural sanchina
por ser de lo más natural y eficaz que he conocido y da unos excelentes
resultados, pero cada quien es libre de hacerlo de la mejor manera que
conozca, siempre tomando mucha agua y disminuyendo las grasas. Si
cocinamos con grasa es mejor que sea con aceite de oliva doble virgen que
es el mejor de todos para nuestro organismo, pero todos los excesos son
malos. También hay que ser prudentes con los azucares pues la mayoría de
los alimentos se convierten en eso, en azúcar que tampoco es bueno para
nuestro cuerpo.
Unido a cualquier producto que queramos tomar yo siempre recomiendo
tres días tomando jugos de frutas naturales en la cantidad que deseen, tres
días comiendo frutas y jugos en la cantidad que quieran, tres días de jugos
frutas y verduras, tres días añadiendo ya cereales y, por último, pescado. No
soy muy amante del pollo y menos aún de la carne, pero eso es cuestión de
cada quien.
La mayoría de las personas asocia la palabra dieta con pasar hambre pero
eso no es así. Con estos días hemos limpiado nuestro organismo de una
forma ordenada y no hemos caído en la desnutrición ni en falta de algo vital
para nosotros.
Aquí es cuando comenzaremos a dejar que nuestro cuerpo hable, que él nos
pida lo que desea para comer, no antojos sino comida sana.
Necesitamos volver a tener el mismo sistema digestivo que cuando nacimos,
y esto sí es posible. Es decir, así como los bebes comen y descomen, nosotros
debemos ser capaces de lo mismo, comer y enseguida descomer. Cualquier
otra cosa es que no estamos bien, que estamos con un exceso de impurezas
en nuestro organismo que nos esta envenenado poco a poco y hay que
eliminar todo eso.
Dieta no es dejar de comer, es saber comer. A partir de esto bajaremos de
peso y mejorará con mucho nuestra salud.
Recuerden que el alcohol perjudica mucho no sólo a nivel físico sino también
al trabajo que hemos propuesto en este libro, así que dejemos el alcohol por
un tiempo, y si puede ser definitivamente mejor. Lo ideal sería llegara
consumirlo sólo ocasionalmente y con estricta moderación.
REVISANDO LO APRENDIDO
Semana 48
Ahora es tiempo de revisar nuestro proceso. ¿Qué hemos cambiado?,
¿hemos logrado poner en práctica todo lo que se ha explicado? Es el
momento de ser auto críticos, de dar un paso más para actuar
conscientemente y saber cómo estamos manejando nuestra vida.
Revisemos qué tipo de acciones hemos realizado que nos sigan causando
dolor, y por qué las seguimos haciendo. Llegados a este punto es necesario
que seamos conscientes de lo que estamos haciendo mal para dejar de
hacerlo y poder salir definitivamente de ese círculo vicioso.
Revisemos qué tipo de acciones hemos realizado que nos sigan causando
dolor, y por qué las seguimos haciendo. Llegados a este punto es necesario
que seamos conscientes de lo que estamos haciendo mal para dejar de
hacerlo y poder salir definitivamente de ese círculo vicioso.
Trataremos de dejar atrás estos puntos trabajando en ellos por un día
completo. Esto debe de bastar para quedar ya en paz y salir de este ciclo de
dolor.
Lunes
Martes
Miércoles
Jueves
Viernes
Sábado
TODO PASA. EL RECUERDO CONSTANTE DEL SER
Hace algún tiempo vinimos aquí, y no recordamos de dónde. Con hilos de
causa y efecto tejemos día a día los patrones de nuestra existencia y pronto
habremos de partir hacia otra insondable región, sin saber a dónde. Así es la
vida cuando la vivimos de forma inconsciente. Cada uno de nosotros
desempeña su papel de acuerdo a su propio destino, unos gozando y otros
sufriendo, y luego, terminada la película, nos escondemos tras la muerte
para volver más adelante y repetir la misma película en diferente escenario.
Los actores siempre son los mismos, nuestros diferentes yoes, y todo se hace
monótono y aburridor dentro de esa constante repetición de dramas,
tragedias y comedias a través de los siglos y más siglos.
Todo es pasajero y por tanto, todo pasa. Lo creamos o no, pasan las ilusiones,
pasan los sufrimientos, pasan las alegrías. Y hasta los seres más queridos
pasan. Lo único que permanece inmutable más allá de la película de la vida
es el Ser, nuestro Padre, ese Maestro interior que siempre nos sonríe y que
espera…
Si nosotros fuésemos capaces de comprender esto, si fuésemos capaces de
entender que la vida es una película con la cual no merece la pena
identificarse, si lográsemos tener esa comprensión de instante en instante,
lucharíamos a muerte contra nuestro ego y poco a poco el ser humano vulgar
y corriente se convertiría en el hombre íntegro que de él se espera, unido a
su Ser.
Hay una forma de permanecer cerca el Ser y es mediante el recuerdo.
Debemos tener al Ser siempre presente en todas las circunstancias de la
vida, presente en todos nuestros actos, en todas nuestras decisiones, en
todos nuestros proyectos. Así llenaremos cada acto de nuestra vida de
auténtica felicidad, más allá de las alegrías y las tristezas, que son pasajeras.
“Velad y orad” dejó dicho el Cristo Jesús. Y alguien que bien lo comprendía
añadió: “Velar es hacerlo todo despierto; orar es sentir un ardiente deseo de
SER.
DESPUES DE TANTO BUSCAR….
FINALMENTE ME ENCONTRÉ.
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