Subido por Amparo Velasco

kazdin1983 (2)

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UNIDAD I
Introducción a la intervención
Cognitivo-Conductual
Lectura 2
Referencia bibliográfica Kazdin, A. (1983)
Historia de la Modificación de Conducta. Cap. 5
ADAPTADO DE LA APARICIÓN DE LA MODIFICACIÓN DE
CONDUCTA. CAPITULO 5
La aparición de la modificación de conducta refleja la transición del trabajo
experimental relacionado con el aprendizaje a las aplicaciones clínicas de los
hallazgos del laboratorio. A medida que fue aumentando la información
disponible sobre la adquisición de la conducta, comenzó a aplicarse a la
explicación de la conducta tanto adaptativa como desadaptativa. Así, los
teóricos del aprendizaje utilizaron con frecuencia temas clínicos para
enmarcar sus nociones sobre el aprendizaje (Mowrer, por ejemplo, discutió la
etiología de las conductas desadaptativas, y Guthrie escribió sobre diversos
métodos de cambio conductual).
El paso de la investigación de laboratorio a las aplicaciones clínicas del
aprendizaje fue gradual, aunque los conceptos y hallazgos experimentales se
habían intentado aplicar ámbito clínico ya desde los primeros trabajos sobre
condicionamiento. Por ejemplo, Pavlov, Bechterev y Watson se interesaron
en la conducta desadaptativa estudiándola bajo el punto de vista de los
principios del condicionamiento. Los avances en la investigación básica sobre
el condicionamiento aportaron una perspectiva distinta de la conducta
anormal, el cambio de personalidad y el proceso terapéutico. El uso que
actualmente se hace de las técnicas de condicionamiento en la práctica
clínica comenzó con unas cuantas aplicaciones aisladas y después se fue
generalizando. Las extrapolaciones conceptuales, metodológicas y clínicas
de los principios del aprendizaje convergieron dando lugar a la modificación
de conducta.
En este capitulo describimos la aparición de la modificación de conducta a
partir de la investigación sobre las neurosis experimentales, las aplicaciones
del condicionamiento al comportamiento humano, la extrapolación de los
conceptos del aprendizaje a la explicación de la personalidad y de los
procesos psicoterapéuticos, y el condicionamiento verbal y la psicoterapia.
También describiremos la historia de la modificación de conducta en
Sudáfrica, Inglaterra y los Estados Unidos.
experimentalmente se relaciona con la historia de la modificación de conducta
al menos por dos razones: En primer lugar el descubrimiento de las neurosis
experimentales puso de relieve el papel del aprendizaje la adquisición de las
respuestas emocionales. Antes de conseguir establecer estas reacciones
neuróticas en el laboratorio, la evolución de la conducta neurótica era un
tema prácticamente desconocido. Las neurosis experimentales sugirieron una
explicación plausible de la conducta patológica. En segundo lugar, la
producción de neurosis inducidas experimentalmente en animales, y
ocasionalmente en humanos, sugirió la utilización de procedimientos para
mejorar estas reacciones. Si las reacciones neuróticas se adquirían a través
del aprendizaje, era lógica que también pudieran eliminarse
"desaprendiéndolas". Así pues, la investigación sobre las neurosis
experimentales condujo directamente al interés por, y al estudio de, técnicas
terapéuticas.
Las investigaciones del laboratorio de Pavlov
El descubrimiento de la neurosis experimental se produjo a raíz de dos
experimentos realizados independientemente por Mariya Nikolayevna
Yerofeyeva (18ó7-1925) y Nalaliya Rudolfovna Shenger-Kreslovnikova (18751947) que trabajaban en el laboratorio de Pavlov durante 1912 y 1913. La
primera vez apareció mientras se intentaba establecer en un perro un reflejo
condicionado salivar ante una descarga eléctrica. En el experimento la
descarga servía como estimulo neutral o estimulo condicionado (por ejemplo,
con anterioridad al condicionamiento no elicitaba reflejo salivar) y se
apareaba con la comida. Aunque la descarga se acompañaba normalmente
de su propio reflejo defensivo, con el tiempo el perro dejaba de responder a la
descarga mostrando, sin embargo, el reflejo condicionado salivar. A medida
que aumentaba el número de ensayos, la intensidad de la descarga también
se fue aumentando notablemente, y el perro continuaba mostrando el reflejo
condicionado salivar. Sin embargo, también se realizaron cambios en la
localización de la estimulación eléctrica sobre la piel. Después de estimular
varios puntos distingos sobre la piel, el animal comenzó a mostrar una
Las neurosis experimentales
Las neurosis experimentales son respuestas emocionales producidas en el
laboratorio y que se consideran semejantes a la conducta neurótica de los
seres humanos.1 La investigación de las neurosis inducidas
1
Se ha criticado al término “neurosis experimentales” debido a que parece que implica que
estas reacciones inducidas de forma experimental son las mismas que se dan en las neurosis
clínicas (Roussell, 1950). El término se ha mantenido debido a su significación histórica
relacionada con Pavlov. Neurosis experimental se ha utilizado para referirse a una conducta
desviada o aberrante que abarca un espectro de respuesta extremadamente amplia (que
depende en parte de la especie), tales como irritabilidad general, conducta regresiva
(características de un periodo anterior de evolución del animal), evitación, agitación de la cabeza,
tics, escape, agresión y trastornos en actividades fisiológicas como el pulso, la tasa cardiaca
(Russell, 1950). Existe una cierta semejanza entre algnos síntomas de las conductas neuróticas
inducidas de forma experimental en animales y las neurósis humanas. Sin embargo hay serias
dudas sobre si esta relación entre las neurósis experimentales y neurósis humanas pueda no ser
más que superficial. (véase Hount, 1964)
enorme agitación. Además, ninguna de las respuestas condicionadas
realizadas anteriormente ante descargas débiles, se aplicaran o no a la
localización original empleada durante la adquisición, elicitaron al reflejo
condicionado. Aparentemente, el alterar la localización de la estimulación
eléctrica provocaba un bloqueo de la conexión entre el estímulo condicionado
y la respuesta, y se asociaba con una paralización general de la conducta.
Un segundo caso de bloqueo de la respuesta condicionada se obtuvo en un
estudio sobre la discriminación de estímulos cada vez más semejantes. En
este experimento se expuso al perro a dos estímulos, un círculo y una elipse
que se proyectaban por separado en una pantalla. A la proyección del circulo
siempre seguía la presentación de comida, mientras que a la proyección de la
elipse no. Así pues, la respuesta de salivación condicionada aparecía en la
presencia del círculo, pero no en presencia de la elipse. Los ejes de la elipse
empezaron a alterase progresivamente de forma que la elipse fue
asemejándose poco a poco a un circulo. El animal continuaba respondiendo
al círculo pero no a la elipse, incluso cuando ésta era ya prácticamente
circular. Sin embargo, después de unas cuantas semanas de
experimentación con la discriminación dificultosa, el animal empezó a fallar al
realizar la respuesta condicionada. Además, su comportamiento general
cambia bruscamente. El perro, normalmente tranquilo, comenzó a agitarse, a
ladrar violentamente y a atacar el aparato. Por otra parte, perdió todas las
discriminaciones que era capaz de haber hasta ese momento. Se reanudo el
entrenamiento para que el animal volviera a realizar las discriminaciones mis
simples entre el círculo y la elipse. Al llegar de nuevo a la última fase del
entrenamiento, el perro volvió a mostrar la misma agitación que en la ocasión
anterior, y a ser incapaz de realizar las discriminaciones que había aprendido
de nuevo. Este bloqueo del reflejo condicionado y las respuestas
emocionales resultantes recibieron el nombre de «neurosis inducid-I
experimentalmente* (Pavlov, 1927).
Pavlov supuso que en la neurosis inducida experimentalmente estaban
implicadas la explicación y la inhibición, dos procesos fundamentales del
cortex cerebral. Pavlov señalo que había tres métodos de su laboratorio que
podían utilizarse para traer una neurosis experimental, y los tres podían
explicarse a la luz de esos dos procesos neurológicos. El método involucraba
la sobreestimulación de los procesos excitatorios o de los inhibitorios, o
también el alternar la estimulación de ambos tipos de procesos. Así, por
ejemplo, se producía un conflicto entre la excitación y la inhibición al
proporcionar estímulos que conducían a respuestas incompatibles tales como
salivar y no salivar. La incapacidad del animal para cambiar de las respuestas
excitatorios a las inhibitorios dentro de un breve periodo do tiempo, o con
respecto a estímulos muy semejantes, conducta a un bloqueo de la conducta
(Pavlov, 1927). Se suponía que este bloqueo era consecuencia de la
incapacidad de las células corticales Para cambiar de un proceso a otro en
una sucesión rápida. En el caso de un conflicto entre los dos procesos, uno
de ellos era el que se imponía. El proceso dominante se reflejaba en
diferentes conductas, por ejemplo en una gran agitación (si la excitación era
el proceso dominante), o en la huida (si era la inhibición la dominante). El
bloqueo de los procesos inhibitorios o excitatorios era temporal. Después de
un periodo de descanso o de tratamiento con drogas, la conducta del animal
volvía a ser normal. Sin embargo, la estimulación repetida de los procesos
excitatorios a inhibitorios, según Pavlov, podía acarrear una lesión funcional
crónica en el cortex (Pavlov, 1927).
La excitación y la inhibición no bastaban Para explicar la paralización de la
conducta. Perros expuestos a condiciones de laboratorio idénticas no
mostraban las mismas reacciones neuróticas. Además, estímulos semejantes
comprobados en animales diferentes producían manifestaciones distintas de
las respuestas emocionales. Con un mismo procedimiento algunos animales
se inhibían mientras que otros se excitaban. La existencia de estas
diferencias individuales condujo a Pavlov (1934) a desarrollar una tipología
del sistema nervioso basada en el grado de excitación o inhibición del animal
antes del condicionamiento.
Desde 1921, Pavlov y sus colaboradores estudiaron de forma intensiva la
formación de las neurosis experimentales Para comprender los procesos
corticales que se pensaba que subyacían al desarrollo de diferentes
reacciones. Así pues, al igual que había sucedido con el reflejo condicionado,
la neurosis experimental se considero en primer lugar como un método para
investigar los procesos nerviosos superiores. No obstante, Pavlov reconoció
la conexión potencial entre su trabajo y la psicopatológica humana. Llego a
familiarizarse con los trastornos neuróticos y sicóticos humanos, visitando
varias clínicas. Continúo la investigación en la que se provocaban en los
perros estados que Pavlov creía análogos a los trastornos neuróticos y
sicóticos. Basándose en sus experimentos, Pavlov teorizo sobre las causas
de síntomas psiquiátricos específicos tales como la apatía, el negativismo, los
movimientos estereotipados, el miedo a situaciones especificas, y la
catalepsia (Pavlov, 1928). Aunque 1.1 mayor parte del trabajo de Pavlov
sobre las neurosis experimentales estuvo centrado en la
Etiología, también trató a los animales. El tratamiento consistía o en un
descanso prolongado después de la experimentación y durante varios meses,
o en la administración de drogas, tales como bromuros o sales de calcio, que
producía la recuperación del animal en una o dos semanas (Pavlov, 1927).
Trabajos sobre las neurosis experimentales
Pavlov llevó a cabo su investigación sobre las neurosis experimentales en un
momento tardío de su carrera, cuando ya se había reconocido la importancia
del condicionamiento. La investigación sobre el condicionamiento y sobre las
neurosis experimentales empezó a conocerse a raíz de la traducción de sus
dos libros a finales de los años 20. Varios experimentadotes trabajaron sobre
las investigaciones de Pavlov estudiando las condiciones bajo las que se
podían producir las neurosis experimentales y ampliando la gama de
especies animales estudiadas y los tipos de procedimientos utilizados para
tratar las reacciones.
En América, dos investigadores que habían tenido contacto con Pavlov
anteriormente, crearon sus propios laboratorios. En la Universidad de Cornell,
Howard S. Liddell (1895-1962) creó un laboratorio en 1926. Liddell visitó el
laboratorio de Pavlov y se interesó por el condicionamiento como método
Para estudiar el efecto de la tiroidectomía sobre el aprendizaje y la
inteligencia en el perro y en la oveja (Liddell, 195ó). En el curso de su
investigación, Liddell produjo sin darse cuenta, neurosis experimentales en
sus ovejas. Este accidente lo condujo al examen sistemático de los aspectos
del condicionamiento que provocaban la conducta neurótica. Peter S.
Kupalov (1888-1964), que había trabajado con Pavlov, visitó los Estados
Unidos en 1929 y dirigió el trabajo de Liddell. Liddell y sus colaboradores
estudiaron las neurosis experimentales con ovejas, cabras, cerdos, conejos y
perros (Anderson y Liddell, 1935; Anderson y Parmenter, 1941; Liddell, 1938;
Liddell y Bayne, 1926).
En 1931, W. Horsely Gantt, que había trabajado con Pavlov durante seis
años, llegó a la Phipps Elinic del John Hopkins University Hospital, donde
fundó un laboratorio de condicionamiento (22). Durante Una década, Gantt se
dedico a estudiar de forma sistemática las neurosis experimentales. Uno de
sus sujetos, un perro llamado Mick, fue estudiado durante más de 13 años, y
permaneció neurótico todo el tiempo (Gantt, 1944). Liddell, Gantt y Kupalov,
que se habían encontrado en Rusia, continuaron reuniéndose en los Estados
Unidos para tratar sobre su investigación.
Liddell Y Gantt encontraron muchas formas nuevas de producir neurosis
experimentales y ampliaron la lista de síntomas en diversas especies. Liddell,
y especialmente Gantt, se adhirieron a la interpretación pavloviana de las
2
En mayo de 1955, en el aniversario de la clínica pavloviana de la Johns Hopkins, Gant fundó
una asociación para el desarrollo de na psiquiatría objetiva basada en el trabajo de Pavlov
neurosis experimentales. Con el tiempo, sin embargo, introdujeron conceptos
tales como frustración, conflicto (entre impulsos), carácter atemorizante de los
estímulos presentados al animal, y aprensión, a la hora de explicar las
neurosis (e.g. Gantt, 1942; Liddell, 195ó). Otros investigadores comenzaron a
cuestionar los conceptos pavlovianos de excitación a inhibición a la luz de la
investigación sobre el funcionamiento cortical y el aprendizaje (cf. DennyBrown, 1932; Hilgard y Marquis, 1940; Lashley, 1933; Lolman, 1932).
Jules.H-Masserman, un psiquiatra de la Universidad de Chicago, hizo Una
reinterpretación muy importante de las neurosis experimentales y una
ampliación de la investigación experimental animal a la psicopatología
humana y a su tratamiento. Masserman llevó a cabo Una investigación sobre
las neurosis experimentales en gatos y en unos cuantos perros.
Para establecer la neurosis experimental utilizó el método de permitir al
animal abrir una caja de comida dentro de la jaula experimental después de
haber escuchado una señal auditiva; en el momento de lomar la comida el
animal recibía un estimulo aversivo (Una descarga o un soplo de aire). Según
Masserman, el emparejar el estimulo aversivo con la comida producía un
conflicto motivación al (el miedo frente al hambre). Una o dos repeticiones del
procedimiento provocaba la neurosis experimental, con síntomas tales como
inquietud, esconderse, escapar, y trastornos en las respuestas fisiológicas.
Los animales no volvían a acercarse a la comida hasta que se utilizaba algún
procedimiento para hacer desaparecer sus síntomas.
El trabajo de Masserman sobre las neurosis experimentales se publicó en el
libro Behavior and Neuroses: An Experimental Psychoanalytic Approach lo
Psychohiologic Principles (1943). Lo más interesante del libro de Masserman
fue su integración del condicionamiento y las neurosis experimentales con la
psicopatología y la teoría psicoanalítica, su evaluación de técnicas
especificas de tratamiento de reacciones neuróticas en animales, y su intento
de proporcionar una base experimental a la terapia psicoanalítica.
Masserman intentó integrar la investigación experimental con la teoría
psicoanalítica. Aplicó conceptos dinámicos tales como expresión simbólica y
conflictos motivacionales a la investigación experimental de la conducta. En
su libro aplicó los hallazgos sobre las neurosis experimentales a una amplia
gama de conductas psicopatológicas y mecanismos psicológicos, incluyendo
las compulsiones, las obsesiones, las fijaciones, la regresión, la conducta
humana, el negativismo, el masoquismo, y las aberraciones sexuales. Así
pues, Masserman combinó su investigación con una teoría de la
psicopatología en general, y con la teoría psicoanalítica en particular...
Otro rasgo importante del trabajo de Masserman fue su investigación de
procedimientos para tratar las conductas neuróticas. Evaluó varios métodos
diseñados para aumentar el acercamiento del animal hacia la comida y curar
sus síntomas neuróticos. Uno de estos métodos consistía en dejar descansar
al animal Una vez que las reacciones neuróticas se habían establecido. Los
periodos de descanso tenían Una duración que oscilaba de dos semanas a
cinco meses. Estos periodos de descanso tenían muy poco efecto sobre los
gatos: Cuando volvían a introducirse en la jaula donde se había establecido la
reacción, sus síntomas aparecían de nuevo.
Un segundo método, denominado “reductor de uno de los impulsos
conflictivos”, consistía en dar de comer al gato a la fuerza antes de colocarlo
en la jaula. Al no experimentar hambre, el animal no tendría que exponerse al
conflicto entre el hambre y el miedo al estimulo aversivo asociado con la
comida. Este método no fue eficaz en la eliminación de la reacción neurótica:
cuando el hambre del gato aumentaba las conductas aberrantes volvían a
surgir.
Un tercer método, denominado "Técnica transferencial", consistía en que el
experimentador tocaba y acariciaba el gato mientras le animaba a acercarse
a la caja de la comida y a comer. El contacto del experimentador con el
animal se consideraba como muy importante en la inducción de la conducta
de aproximación. Si el experimentador dejaba de tocar al animal el gato se
retiraba de la comida. El contacto continuado y la confianza provocaban en el
animal una reducción de la conducta ansiosa.
Un cuarto método, denominado "manipulación ambiental", consistía en
aumentar el impulso del hambre mediante la deprivación de alimento
emparejada con la vista y el olor de comida. Esta elevación del impulso se
acompañaba de una manipulación física real. Se colocaba al gato hambriento
en la jaula con una barrera movible muy cerca de la comida.
Este procedimiento conducía al animal a comer en la jaula, con la reducción
consiguiente de los síntomas neuróticos. La manipulación ambiental fue uno
de los métodos de Masserman más efectivos en la reducción de los síntomas
neuróticos.
Un quinto método, llamado "del ejemplo social" consistía en colocar al gato
neurótico en la jaula experimental con otro gato que se comportaba
normalmente ante la situación de la comida. En compañía de este gato
“normal”, el gato neurótico terminaba por acercarse a la comida y lomarla.
Este método fue uno de los menos fiables para vencer las reacciones
neuróticas.
En el último método denominado “elaboración racional”, se permitía al animal
controlar la situación para que superara el miedo por si mismo.
Concretamente, se entrenaba al gato a controlar un interruptor que le permitía
disponer de la comida. Una vez que se establecía la reacción neurótica, se
daba al animal el interruptor de forma que podía controlar la administración
de comida sin acercarse a la caja temida. Con el tiempo el gato se
administraba la comida a si mismo, comía, venciendo así sus reacciones
neuróticas. De todos los métodos utilizados, la “elaboración racional”, fue la
más efectiva en la eliminación de las reacciones neuróticas.
Masserman utilizó conceptos lomados de la práctica psicoterapéutica y de los
desórdenes clínicos para explicar sus procedimientos terapéuticos, que él
consideraba análogos en ciertos aspectos a la terapia psicoanalítica. Así por
ejemplo, la elaboración racional, el procedimiento más efectivo en la curación
de la reacción neurótica del animal, se consideró como comparable al
proceso que se producía en el psicoanálisis. En la terapia, el paciente
resolvía sus propias ansiedades y sus propios conflictos motivacionales a
través de representaciones simbólicas de la realidad y de las reacciones de
transferencia establecidas con el analista. Buscando adaptaciones simbólicas
al ambiente el paciente puede probar su propia conducta en relación a
objetos que en otro tiempo fueron neuróticos, y a las reacciones
interpersonales actuales. Aunque las semejanzas entre los métodos
específicos utilizados para suprimir conductas anormales en los gatos y las
prácticas psicoterapéuticas en los casos clínicos puedan ponerse en duda, el
trabajo de Masserman es importante por su intento de proporcionar una base
empírica a las técnicas terapéuticas existentes.
Apl icaciones del condicionamiento a la conducta humana
Las primeras investigaciones en Rusia y en Estados Unidos
Hasta 1925, en la investigación sobre el condicionamiento y las neurosis
experimentales, prácticamente sólo se utilizaron sujetos animales. Sin
embargo, podemos citar algunas excepciones muy importantes. En Rusia,
Bechterev había experimentado con sujetos humanos; en los Estados
Unidos, Watson y Lashley, influidos por los escritos de Bechterev,
investigaron el condicionamiento en humanos a partir de 1915. Ya en 1902,
Twitmyer estudiaba el condicionamiento humano sin conocer el trabajo de
Pavlov y Bechterev. Sin embargo, fue de la investigación realizada en el
laboratorio de Pavlov de donde surgió el estimulo del uso generalizado de los
sujetos humanos en los Estados Unidos.
En 1907, Nikolay I. Krasnogorski (1882-1961), uno de los alumnos de Pavlov,
estudió el condicionamiento en niños (Krasnogorski, 1925). En su primer
trabajo Krasnogorski investigó los reflejos condicionados en un niño de 14
meses. Utilizó como estimulo condicionado la vista de comida, como estímulo
incondicionado el propio alimento y la deglución como respuesta
incondicionada y condicionada. Debido a que la salivación induce a la
deglución, se loma la frecuencia de la deglución como una indicación de las
secreciones salivares. Con el tiempo, Krasnogoski empleó un gran número
de niños, incluyendo "idiotas", imbéciles, cretinos, epilépticos y "normales".
También utilizó otros estímulos condicionados, auditivos, visuales y táctiles.
Al igual que Pavlov, Krasnogorski investigó diversos procesos intentando
comprender sus mecanismos neurológicos.
En el transcurso de su investigación Krasnogorski descubrió una conducta
similar a las reacciones neuróticas inducidas de forma experimental en los
perros. Krasnogorski notó que cuando se exigía a los niños discriminaciones
difíciles se ponían irritables. Además, estas reacciones no se producían
únicamente en el laboratorio. Así por ejemplo, cuando se le exigía a un niño
que realizara una discriminación difícil en el laboratorio, empezaba a atacar a
otros niños, lloraba con frecuencia y quería dejar el hospital (Krasnogorski,
1925). Siguiendo a Pavlov, Krasnogorski empleó el descanso de la situación
experimental y la administración de bromuro para tratar las reacciones
neuróticas.
Parte del trabajo de Krasnogorski sobre condicionamiento se publicó en
alemán en 1909 y 1913. Estos escritos llamaron la atención de William H.
Burnham (1855-1941), de la Universidad de Elark, que incorporó estas ideas
a un curso sobre higiene mental en la educación. Sobre 1914 Florence
Maleer (1887-1961), una alumna de Burnham, comenzó a interesarse por el
condicionamiento en niños, y decidió replicar y ampliar el trabajo de
Krasnogorski en su tesis doctoral. Aunque Mateer puso de relieve la
importancia del trabajo de Krasnogorski, criticó sus informes por la falta de
detalles que impedía replicar adecuadamente sus procedimientos. Por
ejemplo, Krasnogorski no había especificado dimensionas del
condicionamiento tales como la duración de los estímulos condicionados, el
número de ensayos de condicionamiento, ni la forma en que se indujo a 105
niños a entrar en la situación de condicionamiento (Mateer, 1918; Razran,
1933).
Mateer amplió los procedimientos de Krasnogorski estudiando un gran
número de niños con una edad no superior a siete años, incluyendo niños
normales, niños con retaso mental, y varios bebés. Su procedimiento de
condicionamiento fue similar al de Krasnogorski en que utilizó comida como
estimulo incondicionado, y la deglución (registrada automáticamente), como
respuesta incondicionada. Mateer colocó una venda sobre los ojos de los
niños corno estimulo condicionado. Segundos antes de presentar la comida
retiraba la venda de los ojos del 3niño (3). Además de examinar la adquisición
de la deglución condicionada en respuesta a la colocación de la venda,
Mateer también estudió el olvido, la discriminación y la inhibición del reflejo
condicionado. Una característica notable de su investigación fue el que tuvo
en cuenta una serie de variables demográficas y diagnósticas (e.g., edad,
sexo, inteligencia) que ella correlacionó con el resultado del
condicionamiento. Así pues, el estudio de Mateer mejoró tanto desde el punto
de vista metodológico como esencial el trabajo de Krasnogorski. Su tesis se
publicó en 1918 en forma de libro y con el titulo Child Behavior: A Critical and
Experimental Study of Young Children by the Method of Conditioned
Reflexes.
Como consecuencia de sus hallazgos (que tuvieron una gran importancia por
si mismos), Mateer apoyó con vehemencia el uso del reflejo condicionado en
el estudio del comportamiento infantil:
Se puede aplicar fácilmente a niños muy pequeños. Es independiente del nivel de habla, lo cual
posibilita el estudio del desarrollo de los procesos mentales sin tener en cuenta el factor
lingüístico... En la medida en que lo que nos interesa es una investigación de los factores que
afectan al proceso del aprendizaje, este método permite una variación tan amplia que los
factores temporales, el efecto de la frecuencia y la distribución de las estimulaciones, de la
intensidad y la complejidad de los estímulos, de la forma de presentación, del tipo de estímulos,
de la influencia del tono afectivo, y la cercanía o lejanía de la estimulación, todo, puede
estudiarse mientras que el niño piensa que lo único que esta haciendo es jugar (Mateer. 1918, p.
194-195).
Al apoyar el uso del método del reflejo condicionado, Mateer prefiere la línea
de Pavlov y Krasnogorski sobre la de Bechterev en diversos aspectos, tanto
metodológicos Como de otro tipo. Mateer señalaba que Pavlov había sido
especialmente sensible a la necesidad de controlar infinidad de detalles en
sus estudios de condicionamiento. Las variables extrañas que no se
controlaban podían convertirse fácilmente en estímulos condicionados.
Además, Mateer rechazo el método de Bechterev de utilizar la descarga
Como estimulo incondicionado, debido a sus posibles efectos negativos sobre
los niños. El trabajo de Mateer estableció la relevancia del condicionamiento
en la conducta del niño. Como ya mencionamos anteriormente, su
investigación influyo directamente sobre su maestro William Burnham, que
aplicó los conceptos del condicionamiento a la educación y a la higiene
mental de los niños.
3
En el procedimiento de Krasnogotski el niño permanecia con los ojos cerrados durante todo el
condicionamiento. El trabajo piloto de Mateer indicó que los niñoa terminaban por quitarse la
venda. Así pues, utilizó la propia venda como estímulo condicionado y se la quitaba enre
ensayos.
John B. Watson, Rosalie Rayner y Mary Covet Jones:
el condicionamiento y descondicionamiento de las emociones
Una de las mis famosas aplicaciones del condicionamiento a la conducta
humana fue la que realizo Watson, que estudio las reacciones emocionales
condicionadas en bebes humanos. La investigación de Watson merece que
nos detengamos en ella al menos por dos razones. En primer lugar, mediante
el condicionamiento de reacciones emocionales Watson demostró que las
nociones conductuales y los métodos objetivos podían aplicarse a la
investigación de los sentimientos y la experiencia privada. En segundo lugar,
sus observaciones con respecto a como evolucionaban las reacciones
emocionales aporto algunas pistas sobre la forma en que se adquirían los
miedos, y en consecuencia el modo en que podían tratarse.
El interés de Watson en el condicionamiento de las emociones procedía en
gran medida de su propia teoría, según la cual las únicas reacciones
emocionales innatas eran el miedo, la ira y el amor, reacciones que eran
evocadas por una pequeña gama de estímulos desde el momento del
nacimiento. Watson observo que en las personas adultas esta gama de
estímulos capaces de elicitar una respuesta emocional aumentaba
enormemente, lo que le sugirió que las reacciones emocionales innatas
pueden condicionarse ante una serie de estímulos ambientales. Watson
comenzó a investigar con la intención de comprobar si estímulos neutrales
podían llegar a elicitar reacciones de temor a través del condicionamiento.
En 1920 Watson y Rosalie Rayner (1898-1935), estudiante de la Johns
Hopkins y más tarde esposa de Watson, presentaron un experimento en el
que se había condicionado una reacción de miedo en un niño de 11 meses
llamado Albert, que había crecido dentro del ambiente hospitalario. Como
parte de las pruebas que se hicieron con varios niños, Albert fue expuesto a
una serie de estímulos diferentes, entre los que se incluyeron animales
pequeños, tales como una rata blanca, un conejo, un perro y un mono. Albert
no mostró miedo a ninguno de estos animales. Entre los estímulos que
provocaron una reacción en el niño estaba el ruido producido por los golpes
de un martillo sobre una Barra de acero. El niño se asustaba ante el ruido,
lloraba, temblaba y mostraba cambios en su respiración.
de siete veces, en un periodo de una semana, la presentación del ruido con la
exposición a la rata, esta presentación conjunta del ruido y la rata produjo
invariablemente el llanto en el niño. Posteriormente la rata se presento sola.
Tan pronto Como se presentaba la rata el niño lloraba y empezaba a gatear
queriéndose ir. Así pues, se había establecido una respuesta condicionada
de temor (4).4
Después del condicionamiento, Watson y Rayner comprobaron las
respuestas de Albert a distintos estímulos que en un principio no habían
elicitado miedo en el niño, con el propósito de averiguar si la reacción
condicionada se había generalizado a otros objetos. Cuando se expuso a
Albert a estímulos que se parecían a la rata blanca, como por ejemplo el
conejo, un abrigo de piel, algodón, lana, el pelo del experimentador, o un
disfraz de Santa Claus, la reacción de temor del niño volvió a aparecer. Por el
contrario, Albert no mostró ningún miedo ante la presencia de objetos
inanimados, como bloques por ejemplo. Cinco días mis tarde la conducta de
Albert fue examinada de nuevo, y el niño continuaba mostrando la misma
reacción condicionada de miedo.
El experimento había indicado que el miedo podía condicionarse, que las
reacciones de temor podían generalizarse a otros estímulos distintos del
estimulo condicionado original, y que la reacción se mantenía al menos
durante una semana. Por razones ajenas al experimento, Albert abandono el
hospital con lo que no se pudo estudiar ni el mantenimiento, ni lo mis
importante, la eliminación del miedo. No obstante, Watson y Rayner
señalaron varios procedimientos que habrían utilizado con el niño en el caso
de que hubieran dispuesto de tiempo.
Tres años después de que se hubiera presentado el caso de Albert, Mary
Cover Jones estudio bajo la dirección de Watson los efectos de las técnicas
terapéuticas sugeridas por Rayner y él (M. C. Jones, 1924a). Jones examino
las reacciones de niños institucionalizados de edades comprendidas entre los
tres meses y los siete años al dejarlos solos, al quedarse en una habitación
oscura, al estar con otros niños que mostraban miedo, al ser expuestos a
distintos animales (serpientes, conejos, ranas, ratas blancas), al escuchar un
ruido fuerte, etc. Después de seleccionar a niños con reacciones de miedo,
4
Watson y Rayner quisieron averiguar si la reacción de temor podía
condicionarse a estímulos neutrales. Una rata blanca que no había provocado
miedo en Albert sirvió como estimulo condicionado, emparejando su
exposición con la presentación del ruido (estimulo incondicionado). La rata se
presento a Albert seguida del ruido. En un principio, Albert se caía o se
retiraba y algunas veces sollozaba o lloraba. Después de emparejar un total
Watson y Rayner pensaron que su demostración podía ser una aplicación del condicionamiento
clásico. Sin embargo, su técnica no se ajustó exactamente a este paradigma. En un paradigma
de condicionamiento clásico estricto, la presentación del estímulo incondicionado no tiene porque
ser precedida necesariamente por una respuesta concreta. Esto es, el estímulo no es
contingente a la respuesta. Sin embargo, Watson y Rayner no cumplieron este requisito. La
presentación del estímulo incondicionado (ruido) seguía al intento de Albert de coger o tocar a la
rata. Asi pues, el estímulo incondicionado era contingente a la respuesta. Esta téncia se ajusta
más a un paradigma de castigo tal como se practica normalmente en el módulo operante con sus
componentes de condicionamiento clásico.
Jones utilizo siete métodos (sugeridos originalmente por Watson y Rayner),
solos o combinados, con el fin de eliminar estas reacciones.
El primer método fue la deshabituación, con el que se intentaba eliminar el
miedo dejando de exponer al niño durante varias semanas o meses a los
estímulos temidos. Este método no tuvo mucho éxito en la disminución del
miedo. El segundo método, que podría denominarse "Engatusamiento
verbal", consistía en hablar al niño pala eliminar sus reacciones negativas al
estimulo intentando asociar Este con experiencias verbalmente agradables.
Por ejemplo, a un niño que temiera a los conejos se le contarían cuentos
breves sobre conejos (Peter el Conejo) y se discutirían con él historias "De
mentirijillas", sobre conejos "reales". Este método tampoco tuvo mucho éxito
a la hora de disminuir el miedo frente al estímulo real cuando este se
presentaba de nuevo. Jones describió el efecto del método del tratamiento
verbal en una niña: "Ella había aprendido a hablar de conejos tranquilamente,
pero esta modificación en su verbalización no se acompañó de ningún
cambio en sus respuestas al conejo real” (Jones, 1924a, p. 385).
EI tercer método, "adaptación negativa", consistía en la presentación repetida
del objeto temido, de forma que el sujeto terminara adaptándose a él. El
método se basaba en la noción de que la "familiaridad crea indiferencia". Sin
embargo, las presentaciones repetidas del estimulo no redujeron el miedo de
forma consistente. En el cuarto método, "la represión, se asociaba el castigo
dado por otros compañeros (reírse de él, hacerle bromas) con el miedo. El
castigo no estaba programado de forma concreta, pero se producía cuando
se presentaba el estimulo al niño miedoso en presencia de un grupo de niños
que no tenían miedo. Se esperaba que las consecuencias sociales adversas
suprimieran o reprimieran el miedo del niño, pero el método tampoco tuvo
éxito.
EI quinto-método, "La distracción"; implicaba la sustitución de la respuesta de
temor por otra actividad. La atención del niño se alejaba del objeto temido
conversando con el o presentándole juguetes. Aunque la distracción mitigaba
el temor del niño temporalmente, Este método tampoco pareció producir un
cambio permanente.
En el sexto método, el “condicionamiento directo” Se asociaba el objeto
temido con un estimulo diferente capaz de producir una reacción positiva
(agradable). El hambre, según Jones, parecía ser el motivo mas efectivo en el
condicionamiento de una reacción positiva. EI procedimiento consistía en
colocar al niño hambriento en una silla alta y darle de comer. EI objeto temido
se trata entonces a la habitación desencadenando en el niño una reacción de
miedo. EI estimulo se alejaba gradualmente hasta que estaba lo
suficientemente lejos como para no interferir con la comida. Mientras el niño
comía se comenzaba a acercar lentamente el estimulo, hasta que se
encontraba a tan poca distancia que el niño podía tocarlo. Jones comentaba
la dificultad que entrañaba el procedimiento:
Estamos tratando con dos sistemas de respuesta: la comida, que provoca una reacción positiva,
y el objeto temido, que provoca una reacción negativa. Lo que se desea con el condicionamiento
es transformar el objeto temido en una fuente de respuesta positiva (estimulo sustituto). Pero si
no se tiene cuidado, podría producirse fácilmente el resultado inverso: desencadenar una
reacción de miedo ante la vista de la comida (Jones, 1924a, p. 389)
El séptimo método, la “imitación social” consistía en colocar al niño que temía
un objeto concreto con otros niños que no sentían temor ante ese objeto. Los
niños que no tenían miedo se acercaban al estimulo y jugaban con el. El niño
miedoso imitaba a sus compañeros y así superaba su miedo. Jones
comunicó varios casos en los que se eliminó (y también se indujo) El miedo
basándose en la imitación social.
Como evaluación global Jones señaló que sólo había dos métodos, el
condicionamiento directo y la imitación social, que producían un "éxito
completo". Los resultados de los dos métodos mas efectivos fueron
presentados en el segundo articulo, que se ha convertido en un clásico de la
modificación de conducta (Jones, 1924b). Este informe describe el caso de
un niño de 34 meses llamado Peter. EI estudio del comportamiento de Peter
en el laboratorio revelo que el niño temía a diversos estímulos, entre ellos las
ratas blancas, los conejos, los abrigos de piel, la lana y el algodón, pero no a
otros objetos inanimados Como los bloques y los juguetes. Puesto que el
conejo le provocaba un miedo mayor que la rata, se utilizó como objeto
temido al conejo durante el tratamiento.
Se empleó en un principio la imitación social. Todos los días entraron en el
laboratorio para jugar con Peter tres niños que no tenían miedo del conejo. El
conejo se colocaba en la jaula. Durante el periodo de juego se fue acercando
al animal en pasos o “grados de tolerancia" progresivos. Estos pasos
quedaron reflejados Como sigue en las notas de laboratorio:
1. EI conejo no esta en ninguna parte de la habitación, y no causa por lo tanto
reacciones de miedo.
2.
EI niño tolera al conejo en la jaula a dote pies de el.
3.
El niño tolera al conejo en la jaula a cuadro pies de el.
4.
EI niño tolera al conejo en la jaula a tres pies de el.
5.
EI niño tolera al conejo en la jaula estando junto a él.
6.
EI niño tolera al conejo libre por la habitación.
7.
EI niño loca al conejo cuando lo sostiene el experimentador.
8.
EI niño loca al conejo cuando esta libre por la habitación.
9.
El niño desafía al conejo escupiéndole, arrojándole cosas, imitándole.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17
EI niño deja que el conejo estE en la bandeja de la silla.
EI niño se agacha en posición no defensiva junto al conejo.
Ayuda al experimentador a llevar al conejo a su jaula.
Pone al conejo en su regazo.
Se queda sólo en la habitación con el conejo.
Permite que el conejo juegue con El.
Acaricia al conejo afectuosamente.
Deja que el conejo mordisquee sus dedos (Jones, 1924, p. 310.31)
EI tratamiento cesó durante dos meses debido a que Peter contrajo la
escarlatina. Cuando regresó, el miedo había empeorado, parece ser que por
el encuentro con un perro grande que le asustó. Se le dio a Peter la comida
que le gustaba en presencia del conejo. El conejo se colocó en la jaula y se
acercó al niño lo suficiente como para no elicitar ninguna respuesta de temor
que interfiriera con la comida. Como Jones sena1ó «Mediante la presencia
del estimulo agradable (la comida) siempre que se mostraba al conejo, el
miedo se eliminó gradualmente apareciendo en su lugar una respuesta
positiva. (1924ó, p. 313).
Para acelerar el descondicionamiento del miedo, en ocasiones se incluyó en
el tratamiento a otros niños. Estos niños no tenían miedo del conejo. Al
finalizar el procedimiento de descondicionamiento, el miedo de Peter había
desaparecido. De hecho, Peter reaccionaba favorablemente ante el animal, y
en ocasiones decía “Me gusta el conejo”. En la última sesión se evaluaron
también las reacciones a otros estímulos que anteriormente le producían
miedo. El temor a estos objetos también había desaparecido. También se
presentaron estímulos nuevos (un ratón y un nido de lombrices) a los que no
se había expuesto Peter en el laboratorio con anterioridad. Aunque el niño
estuvo incómodo y quiso marcharse, A final de la sesión ya estaba tranquilo a
incluso sintió interés por estos estímulos. Este caso sirvió Como referencia de
los efectos directos del descondicionamiento del miedo y la susceptibilidad de
generalización de estos efectos a otros estímulos.
EI trabajo de Watson, Rayner y Jones puede considerarse un hito en la
historia de la modificación de conducta. EI experimento de Watson y Rayner
sugirió que el aprendizaje podía explicar las reacciones de miedo en los seres
humanos. Aunque lo que el experimento apoyaba no era que la forma normal
de adquirir Ios miedos es a través del condicionamiento clásico, sí mostró que
el condicionamiento es un modelo útil desde cuyo ángulo podía abordarse el
desarrollo del miedo. El condicionamiento proporcionó una explicación
parsimoniosa de la adquisición del miedo, y los resultados del trabajo se
convirtieron en un reto a la interpretación psicodinámica de la formación de
las reacciones emocionales. Watson y Rayner elaboraron con intenciones
satíricas una interpretación psicoanalítica típica del miedo adquirido de Albert,
que podría haberse aducido si la historia del condicionamiento del niño no se
hubiera conocido:
Si dentro de veinte años un freudiano analizara el miedo de Albert a un abrigo de piel de foca
(suponiendo que Albert acudiera a esa edad a un psicoanalista), lo que este freudiano haría
probablemente (a menos que las hipótesis freudianas hayan cambiado para entonces) seria
desmenuzar la narración de un sueño, y el análisis que produjera este desmenuzamiento
descubriría que Albert, a la edad de tres años, intentó jugar con el vello cúbico de su Madre,
conducta por la que fue reprendido severamente. (Desde luego no hay razón para negar que
esto es lo que pudiera haber condicionado a Albert en otro caso distinto). Si el analista ha
preparado suficientemente a Albert para aceptar su sueño cuando lo utilice como explicación de
sus tendencias de evitación, y si tiene la autoridad y personalidad necesarias para imponerle esta
explicación, Albert puede quedarse completamente convencido de que el sueño es un indicador
veraz de los factores que dieron origen a su miedo (Watson y Rayner, 1920, p. 14).
Es interesante resaltar que los intentos de replicar el condicionamiento del
miedo con niños pequeños no corroboró el experimento original de forma
consistente. Excepto en algunos casos (e.g., H. E. Jones, 1931), Los niños no
desarrollaron miedos condicionados con procedimientos similares a los
utilizados por Watson y Rayner (Bregman, 1934; English, 1929). La escasa
consistencia de los efectos obtenidos en esta investigación no limitó la
influencia del trabajo de Watson y Rayner en la interpretación de los miedos y
su adquisición.
Los diversos métodos de eliminación del miedo desarrollados por M. C. Jones
constituyeron un desafió a las creencias existentes sobre la necesidad de
tratar los estados psicodinámicos subyacentes en lugar de la conducta
manifiesta. Jones demostró que los miedos podían desacondicionarse
directamente. La influencia de su trabajo sobre los aspectos terapéuticos ha
silo enorme. Como veremos más adelante, algunos de los métodos
específicos que ella empleó continúan utilizándose en la modificación de
conducta contemporánea. Resumiendo, podemos decir que el trabajo de
Watson, Rayner y Jones ha ejercido una influencia decisiva en el desarrollo
de la modificación de conducta. Mediante la formación y la eliminación de
miedos, fomentaron la aplicación de los conceptos del condicionamiento a la
explicación de la conducta normal y anormal, y a la generación de métodos
directos de cambio conductual (5).5
William H. Burnham y la higiene mental
5
Recientemente, M. C. Jones (1975) ha publicado un interesante informe personal de su trabajo
sobre el miedo y el lugar del conductismo primitivo en el desarrollo de la terapia de conducta.
`Burnham, que pertenecía al departamento de pedagogía de la Universidad
de Elark, estaba interesado en las relaciones entre el condicionamiento, el
desarrollo del niño y la higiene mental (6)6. En 1917 publicó un articulo
titulado “Mental Hygiene and the Conditioned Reflex”, en que se presentaba
una revisión de toda la investigación existente sobre el condicionamiento tal y
como aparecía en las obras de Pavlov, Watson, Twitrnyer, Krasnogorski, y su
propia alumna, Florence Mateer. Burnham Consideraba al método de estudio
del reflejo condicionado Como “... una contribución trascendental a la
pedagogía genética y a la higiene escolar” (p. 462). Consideraba también al
condicionamiento Como un medio de comprender la conducta del niño.
Según Burnham la higiene mental podía interpretarse como el desarrollo de
los reflejos condicionados apropiados y necesarios para la salud física y
mental.
En 1924 Burnham publicó un extenso libro titulado The Normal Mind.- An
Introduction to Mental Hygiene and the Hygiene of School Education, en el
que discutía detenidamente el papel del condicionamiento en el ajuste del
niño. El libro se centraba en la adquisición de conductas adecuadas y útiles, y
en la prevención y eliminación de los problemas de ajuste, concretamente
aquellos que aparecían en el contexto educativo. Burnham interpretaba la
conducta desde el punto de vista del condicionamiento:
... Los reflejos condicionados están involucrados en todos los actos de nuestra vida diaria. Todos
nuestros hábitos están formados por reflejos condicionados. En nuestras actitudes a intereses
también participan probablemente los reflejos condicionados. Así pues, el aprendizaje consiste
en la formación de asociaciones, reflejos condicionados y sistemas de reflejos condicionados. La
educación es un intento sistemático de desarrollar reflejos condicionados que impliquen un ajuste
normal al ambiente y una actividad eficiente (Burnham, 1924, p. 144-145).
La investigación sobre el condicionamiento explicaba cómo evolucionaba la
conducta y sugería recomendaciones para alterarla. Así por ejemplo, para
tratar el miedo Burnham se basó en el trabajo de Pavlov y Krasnogorski sobre
la 1nhibición de respuestas condicionadas.
Burnham defendió el uso de inhibiciones que impidieran la respuesta de
miedo condicionado.
Burnham criticó las nociones psicoanalíticas. Pensaba que las
interpretaciones psicoanalíticas Eran “... una forma de astrología
psicológica...” (1924, p. 628). Consideraba a los conceptos freudianos como
no parsimoniosos en comparación con las formulaciones de la conducta
6
La pedagogía era mis o menos equivalente a psicología educativa a higiene mental.
basadas en el aprendizaje. Burnham también criticó el tratamiento
psicoanalítica, afirmaba que los efectos terapéuticos del psicoanálisis se
debían probablemente al efecto placebo y a la sugestión.
La característica más sobresaliente de The Normal Mind es quizás su
anticipación a muchas de las técnicas que años después se implantarían
formalmente en la modificación de conducta (7)7. Burnham incidió sobre el
uso de técnicas que ahora se consideran aplicaciones del condicionamiento
operante, sugiriendo recomendaciones en el campo de la educación que se
asemejan a muchas prácticas actuales. También puso de relieve la
importancia que tiene planificar el ambiente escolar en la iniciación de la
actividad del estudiante y para asegurar su éxito (por ejemplo, consecuencias
positivas). Burnham señalaba que “La función del profesor es dar ocasión
para que se lleve a cabo una tarea adecuada y para que existan las
condiciones que permitan desarrollar las posibilidades del individuo” (p. 228).
Creía también que “... la máxima del profesor debe ser facilitar el trabajo al
principio tanto, que el niño piense que el lo puede hacer, con lo cual el éxito
esta asegurado” (p. 470). Burnham criticó el uso de los castigos en clase
debido a sus efectos potencialmente nocivos sobre el niño: experiencias de
fracaso frecuentes acompañadas de castigo y de censura por parte del
profesor podían producir en el estudiante actitudes negativas y malos
comportamientos. Las consecuencias favorables (el Éxito) jugaban un papel
fundamental en el desarrollo de la conducta adaptativa en general.
Para los que deben tratar con fracasos sociales, con personas que se sienten hundidas o están
a punto de estarlo, el problema se asemeja mucho a los que tiene que abordar el profesor y el
medico; es el problema de dar en cada caso algo que hacer que valga la pena, y también es el
problema de colocar a cada individuo en una situación donde haya probabilidades de que
consiga el Éxito; y cuando recordamos la psicología básica del Éxito, nos encontramos con que
7
La forma en que Burnham enfocó el aprendizaje estaba basada en el condicionamiento
pavloviano. Burnham aplicó el paradigma del condicionamiento a una serie de situaciones y
conductas. Resulta irónico que la mayor parte de sus aplicaciones, recomendaciones y ejemplos
(tales Como la importancia que daba a las consecuencias de la conducta, el control del estimulo
y el moldeamiento), están mucho mis cerca del paradigma de la ley del efecto, que no trataba
prácticamente en su libro. Burnham citó a Thorndike, pero sólo refiriéndose a sus trabajos sobre
psicología educativa, y no a sus leyes del aprendizaje. La falta de referencia a Thorndike y al
aprendizaje de la ley del efecto no puede argumentarse Como critica a las aplicaciones que
Burnham hizo de los conceptos del aprendizaje. Como ya señalamos en el capitulo 4, la
distinción entre los diferentes paradigmas del aprendizaje no se trató realmente hasta finales de
los años 30. Aunque hubo varios autores que hablaron sobre esta distinción, no fue hasta el
trabajo de Skinner (1938) cuando las diferencias quedaron claramente delimitadas. La distinción
se estableció definitivamente cuando Hilgard y Marquis (1940) analizaron las diferencias entre el
condicionamiento clásico (paradigma de Pavlov) y el condicionamiento instrumental (paradigma
de Thorndike) en su Iibro Conditioning and Learning.
es posible en muchas formas de trabajo, y que el Éxito psicológico que conlleva el realizar
adecuadamente el trabajo normal es por si mismo un estimulo para otros trabajos y, además, la
condición más importante Para la salud mental (Burnham,
1924, p. 479.480).
Además del apoyo explicito de Burnham del uso de consecuencias positivas
en el aula, en su libro se incluían otros procedimientos que se han empleado
desde entonces como técnicas de modificación de conducta. Así por ejemplo,
en su discusión sobre la eliminación del miedo, Burnham mantenía que había
que poner al sujeto en contacto con el estimulo que producía el miedo, y
asociar este estimulo con un "estimulo rival" que no evocara la respuesta de
miedo y por tanto pudiera inhibirla. Las sugerencias de Burnham con respecto
a la eliminación del miedo estaban influidas por las de Watson y Rayner
(1920). Sin embargo. Burnham afirmaba que cualquier cosa que pudiera
concentrar la atención o el pensamiento también seria capaz de inhibir el
miedo. El procedimiento de emplear respuestas inhibidoras del miedo
(incluyendo pensamientos e imágenes) representa un antecedente del uso de
la desensibilización sistemática en la modificación de conducta. Burnham
también recomendó corno método para eliminar el miedo la "acción directa",
esto es, el obligar al individuo a enfrentarse a la situación temida.
Exponiéndose a si mismo a la situación, el individuo se habituaría al miedo, lo
cual disminuiría su fuerza. A lo largo del libro Burnham se refiere a
procedimientos que se asemejan enormemente a técnicas de modificación de
conducta actuales incluyendo el control estimular, el modelado, el contrato de
contingencias, el ensayo cognitivo, la auto instrucción y el autocontrol. Estos
procedimientos son tan implícitos en las recomendaciones con respecto al
manejo de los problemas de ajuste en el ámbito educativo.
Otra característica singular de The Normal Mind es el alcance de su
contenido. Aunque Burnham trato el tema de la higiene mental dentro del
contexto de la educación y del desarrollo del niño, previó que los principios
del condicionamiento eran aplicables a otros muchos contextos.
El autor cree que la aplicación de lo que ya conocemos sobre las condiciones de la salud mental,
mejorarían el funcionamiento humano en cualquier parte, lo que quiere decir que sería útil en las
escuelas, evitaría que se produjeran muchas neurosis, aumentaría la salud mental y la eficiencia
de todos los niños normales, y posibilitaría un aprendizaje social de vital importancia para la
salud pública... Así pues, la aplicación de los principios de la higiene mental en todas las formas
de educación, sea en la casa, en la escuela, en los deportes o en la industria, es condición
fundamental para una vida eficaz, feliz y para que se de un desarrollo normal (Burnham, 1924,
pp. xi, 684).
Las aplicaciones actuales de los principios del cambio conductual a diversos
problemas sociales son coherentes con el pensamiento de Burnham.
La importancia del trabajo de Burnham esta en la aplicación de los conceptos
del condicionamiento a la higiene mental y a la educación, y en la
anticipación de un gran número de técnicas conductuales. En The
Wholesome Personality: A Contribution lo Mental Hygiene, publicado en 1932
y que era una actualización del libro de 1924, Burnham atribuyó al
condicionamiento un papel relativamente menos importante, aunque continuó
haciendo hincapié en las técnicas destinadas a alterar los comportamientos
que había descrito en The Normal Mind.
0. Hobart Mowrer y Willie Mowrer: el tratamiento de la enuresis
0. Hobart Mowrer y Willie M. Mowrer desarrollaron un tratamiento de la
enuresis que representó un avance fundamental en la aplicación de los
principios del condicionamiento. En 1935 Mowrer y Mowrer comenzaron a
experimentar con 30 niños enuréticos, de edades comprendidas entre los 3 y
los 13 años, en el New Haven Children's Center. Tanto la formulación de la
enuresis como el método de tratamiento se basaron en el condicionamiento
pavloviano.
Los Mowrer consideraron la enuresis como un fallo en la respuesta a las
señales (distensión de la vejiga) que precedían a, la micción. La distensión
total de la vejiga, que no despertaba al niño, eventualmente provocaba la
respuesta refleja de la micción. Los Mowrer creían que se podía entrenar al
niño a anticipar la distensión total de la vejiga, despertándolo a tiempo. El
despertar se asociaba con la contracción del esfínter, lo cual inhibía la
micción.
Los Mowrer intentaron establecer la distensión de la vejiga como estimulo
condicionado del control del esfínter y la inhibición de la micción. Un ruido
fuerte servia como estimulo incondicionado y el despertarse (acompañado de
la contracción del esfínter) era la respuesta incondicionada. Para condicionar
el despertarse y la contracción del esfínter a la distensión de la vejiga, se
despertaba a los niños justo en el momento de empezar a orinar. Los Mowrer
mantenían que tras una serie de ensayos, el despertarse y la contracción del
esfínter terminarían ocurriendo antes de que se produjera la micción. Así
pues, antes de empezar la micción, la distensión de la vejiga produciría por si
sola la contracción del esfínter y la inhibición de la micción.
Los Mowrer inventaron una almohadilla eléctrica que se colocaba en la cama
del niño. La almohadilla se conectaba a un timbre, de donde partía el ruido
que despertaba al niño. La almohadilla era de algodón y dentro de ella había
un circuito eléctrico incompleto. El circuito se conectaba al timbre, que
sonaba en cuanto el niño empezaba a orinar. El circuito eléctrico se
completaba con la orina y en ese momento sonaba el timbre. El aparato de la
almohadilla y el timbre resultó ser extraordinariamente efectivo, y consiguió
eliminar la enuresis en los 30 participantes del estudio.
La aportación de los Mowrer no radica en el descubrimiento o invención de la
técnica para eliminar la enuresis, puesto que ya se habían inventado otros
aparatos semejantes. Ya en 1830 un pedíatra llamado J. Nye, sugirió un
melado basado en la colocación en la cama del niño de un aparato
compuesto por un circuido que se completaba con la orina. El circuito
completo producía una descarga que despertaba al niño. No obstante, Nye
no tuvo ocasión de poner a prueba su procedimiento (Glicklich, 1951).
Otro pedíatra alemán, M. Pfaundler (1905), también utilizó un aparato de
almohadilla y timbre. El aparato se utilizó en un hospital para avisar a las
enfermeras del momento en que orinaban los niños. El timbre, que sonaba al
principio de la micción, parecía tener consecuencias terapéuticas e inhibía la
micción. Después de este descubrimiento accidental de la efectividad del
método, se empezó a aplicar en Francia, ya con propósitos terapéuticos. La
publicación de dos casos tratados con este método demostró la eficacia y la
rapidez del procedimiento en el logro del control de la vejiga (Genouville,
1908; Roux, 1910). A pesar del éxito del método, su uso no se generalizó
debido quizás a ciertas características incómodas e ineficaces del aparato
(Mowrer y Mowrer, 1938). Independientemente de estos descubrimientos, en
Rusia se desarrolló un aparato similar que apareció descrito en el Baltimore
Sun (4 de mayo de 193ó). De hecho la noticia que aparecía en el Baltimore
Sun sugería que el aparato ya se utilizaba en un hospital ruso, lo que
indicaba que había conseguido una mayor aceptación que la que el aparato
de los Mowrer había logrado en Estados Unidos. Prácticamente al mismo
tiempo que los Mowrer investigaban el método del condicionamiento, e
independientemente de ellos, otros dos investigadores desarrollaron el
procedimiento en los Estados Unidos (Morgan y Witmer, 1939).
La contribución de los Mowrer fue más allá del mero diseño de un aparato
mis eficaz y de su introducción en los Estados Unidos. Su conceptualiza Lión
y su tratamiento de la enuresis desde la orientación del aprendizaje, y su
discusión sobre aspectos relacionados con el tema, ocupan un lugar capital
dentro de la historia de la modificación de conducta. Los Mowrer
consideraban la enuresis como un hábito inadecuado y no como la expresión
de procesos psicodinámicos, teoría que gozaba de bastante aceptación, Ellos
no descartaban el posible papel de los factores psicodinámicos. Sin embargo,
subrayaban la dificultad que presentaba el determinar cuales podrían ser
estos factores y como podían modificarse. Así pues, su enfoque se dirigía a la
propia conducta y no a los procesos psicológicos subyacentes. Los Mowrer
conceptualizaron el tratamiento de la enuresis partiendo del condicionamiento
pavloviano (8)8. Otros tratamientos de la enuresis en Francia y en Alemania
no se
basaron explícitamente en los principios del aprendizaje. (En los Estados
Unidos, el valor heurístico de la confianza en la psicología del aprendizaje en
el tratamiento de los problemas infantiles, fue ya claramente evidente en el
trabajo de Watson y Rayner, M. C. Jones y Burnham).
Los Mowrer también criticaron los conceptos psicoanalíticos y el tratamiento
psicodinámico, y propusieron el enfoque del aprendizaje como una alternativa
conceptual legitima. Parte del Zeitgeist clínico se orientaba hacia la defensa
8
Aunque los Mowrer elaboraron su tratamiento en base al condicionamiento pavloviano, no esta
del todo claro que paradigma(s) interviene(n) en el procedimiento. En el condicionamiento clásico
los acontecimientos ocurren según la siguiente secuencia: estimulo condicionado, estimulo
incondicionado y respuesta incondicionada. La secuencia de acontecimientos en el
procedimiento de Mowrer era más compleja. Aparentemente, los únicos elementos implicados
eran el estimulo condicionado (la distensión de la vejiga), seguido de un estimulo incondicionado
(el ruido), que provocaba una respuesta incondicionada (el despertarse y el control del esfínter).
No obstante, existían otros componentes inevitables. Aunque la distensión de la vejiga es un
estimulo neutral cuando se empareja con el despertarse, también es un estimulo incondicionado
de la micción. El ruido utilizado en el procedimiento funcionaba como estimulo incondicionado y
seguía a la micción. Por consiguiente, la secuencia de acontecimientos podría considerarse
como sigue: estimulo incondicionado (distensión de la vejiga), respuesta incondicionada
(micción), y otro estimulo incondicionado (ruido fuerte). Esto es, un estimulo incondicionado
(ruido) sigue a la micción. En la medida en que el ruido sigue a 1a micción, es contingente a ella.
En el condicionamiento clásico, la presentación de un estimulo incondicionado no es contingente
a la respuesta. Si los episodios de micción desaparecen cuando vienen seguidos por cierto
acontecimiento; esta consecuencia responde a un paradigma de castigo, por ejemplo,
condicionamiento operante.
Hay otro problema relacionado con la respuesta condicionada. Si la respuesta incondicionada es
el despertarse y la contracción del esfínter, la respuesta condicionada seria una aproximación de
ella. La distensión de la vejiga por si sola elicitaria el despertarse e inhibiría la micción. Sin
embargo, el objetivo del tratamiento es conseguir que el individuo duerma durante toda la noche
sin orinar y sin despertarse. Así pues, el desarrollo de una respuesta condicionada no esta claro.
Por óptimo, los efectos a largo plazo del tratamiento no se ajustan a un paradigma de
coodicionamiento clásico. Si nos basamos en el condicionamiento clásico podríamos suponer
que sin que se de un reforzamiento continuo (por ejemplo, emparejando el estimulo condicionado
do la distensión de la vejiga con el estimulo incondicionado del ruido fuerte), la relación entre el
estimulo condicionado y la respuesta condicionada se extinguiría. Sin embargo, la respuesta
aprendida, normalmente, se mantiene. Evidentemente, en el procedimiento de la almohadilla y el
timbre están involucrados tanto el condicionamiento clásico como el operante. (Remitimos al
lector interesado al trabajo do Lovibond (19ó4) sobre los problemas relacionados con el método
de la almohadilla y el timbre).
de los conceptos del condicionamiento como una alternativa a los conceptos
psicoanalíticos en la explicación de la etiología y el tratamiento de la conducta
desadaptativa. Esta adhesión puede verse en las obras do Pavlov y
Bechtetev, así como en el trabajo de contemporáneos de los Mowrer, entre
ellos Watson, Rayner y Burnham.
Los Mowrer abordaron también la sustitución de síntomas, tema que ocupaba
un lugar destacado en las discusiones sobre el tratamiento psicoanalítico. A
raíz de la aplicación de su tratamiento, los Mowrer afirmaron categóricamente
que "En ningún caso ha habido evidencia alguna de 'sustitución de síntomas
(Mowrer y Mowrer, 1938, p. 451). En algunos casos se produjeron recaídas al
cabo de unas pocas semanas o meses después del tratamiento, pero los
niños que recayeron habían vuelto a “... una situación familiar intolerable
donde las tensiones emocionales son demasiado gran des y los nuevos
hábitos han cedido ante los viejos (p. 452).
Los Mowrer no solo criticaron el concepto de sustitución de síntomas, sino
también el “modelo de enfermedad” en general. Criticaron la aceptación
incondicional de las, analogías medicas realizadas sin cuidados (p. 454) que
se utilizaban en la educación del niño. Así por ejemplo, el denominar las
conductas problema "síntoma", en su opinión era una exageración de la
analogía médica. De hecho, esta utilización reflejaba lo arbitrario que tenia el
diagnosticar una conducta como "síntoma": “... el que un elemento dado de la
conducta de un niño sea o no un "síntoma"... parece depender de la
valoración de cualquier persona que sea importante en la vida del niño" (p.
454). Las ideas de los Mowrer sobre la naturaleza de la conducta desviada o
sintomática fueron asumidas por otros teóricos de la modificación de
conducta posteriores a ellos.
El tratamiento desarrollado por los Mowrer también tuvo una gran
importancia. El tratamiento produjo cambios consistentes en un gran número
de niños, y la duración de la terapia nunca sobrepasaba a los dos meses. El
seguimiento de los niños puso de manifiesto que el control de la vejiga se
mantenía al año y medio, o dos años después del tratamiento. Además, la
técnica podía ser aplicada por los padres con la supervisión de profesionales,
y todo ello sin alterar el ambiente del niño. De hecho, en algunos de los casos
con resultados satisfactorios más llamativos, el tratamiento se había llevado a
cabo en la casa. Así pues, la técnica de los Mowrer no exigía la reclusión del
niño en un ambiente institucional, ni atenderlo en régimen de paciente
externo. En resumen, la técnica de los Mowrer parecía presentar una ventaja
conceptual en el sentido de que se basaba en el aprendizaje; como
consecuencia, estaba fundamentada en una ciencia objetiva, y presentaba
también ventajas prácticas, puesto que era eficaz, rápida y duradera.
Otras aplicaciones del condicionamiento en el ámbito clínico
Cuando el condicionamiento empezó a estudiarse en Rusia en la primera
década de este siglo, sus conceptos también comenzaron a aplicarse a las
poblaciones psiquiátricas. Durante la década de los veinte y la de los 30, los
métodos de condicionamiento se aplicaron en varios países a la explicación y
tratamiento de una serie de trastornos psicopatológicos. Las primeras
aplicaciones sistemáticas del condicionamiento o la reflexología fueron
extrapolaciones conceptuales que Pavlov y Bechterev hicieron para explicar
diferentes desórdenes (e.g., Pavlov, 1932, 1934, 1941; Bechterev, 1912). La
utilización del condicionamiento en la explicación de los problemas
psicopatológicos se extendió por Europa (e.g., Kostyleff, 1927; Marinesco y
Kreindler, 1935; Meignant, 1935; Morhardt, 1930) y por los Estados Unidos
(e.g., Bagby, 1928; Kubie, 1934; Levin, 1934).
Bechterev utilizó el condicionamiento para tratar la sordera histérica (1912) y
la perversión sexual (1923). El condicionamiento resultaba especialmente
idóneo para investigar los trastornos relacionados con la histeria, debido a
que permitía la total exclusión de los informes verbales en la determinación
de la responsividad a la estimulación externa. El trabajo de Bechterev sobre
la histeria fomentó la aparición de otros trabajos similares en Rusia
(Myassishchev, 1929), en Europa (Marinesco, Sager y Kreindler, 1931) y en
los Estados Unidos (Cohen, Hilgard y Wendt, 1933). La utilización del
condicionamiento en el tratamiento de la histeria produjo buenos resultados
en algunas ocasiones. Por ejemplo, el establecimiento de una respuesta
condicionada ante la parte del cuerpo en la que se manifestaba la histeria
(e.g., en el caso de la anestesia histérica) produjo la desaparición del
trastorno (cf. Scars y Cohen, 1933).
Los métodos del condicionamiento también se aplicaron a la conducta aditiva.
En Rusia, Kanlorovich (1929) utilizó el condicionamiento en el tratamiento de
alcohólicos. Con objeto de establecer una reacción aversiva ante el alcohol,
se empleó éste como estimulo condicionado y una descarga como estimulo
incondicionado. El trabajo de Kantorovich, en el que nos detendremos de
nuevo en el capitulo 6, animó a muchos otros investigadores en Rusia,
Alemania, Francia, Bélgica y los Estados Unidos, a mediados de los años 30,
a aplicar el condicionamiento al tratamiento del alcoholismo. Los métodos del
condicionamiento también se emplearon en el tratamiento de la adicción a
otras drogas. En los Estados Unidos, Rubenstein (1931) eliminaba la adicción
a la morfina mediante el establecimiento de una reacción condicionada a la
droga emparejando un estimulo neutral (e.g., el sonido producido por un
diapasón, o un masaje) con inyecciones de morfina. Poco a poco iba
sustituyéndose la droga por una solución Salina, y emparejándose con el
estimulo condicionado. Con el tiempo, los pacientes dejaban de ser adictos a
la morfina.
El condicionamiento clásico se utilizó también con otros propósitos clínicos
distintos de los relacionados con el tratamiento. La adquisición y extinción de
respuestas condicionadas se utilizó para diagnosticar desórdenes y para
proporcionar correlatos de distintos problemas, tales como lesiones
cerebrales, psicosis, retraso mental, sordera, alcoholismo y dolor físico y
psicogénico (Aldrich, 1928; Alexander, 1962; Dix y Hallpike, 1961; Franks y
Franks, 1962; Gantt, 1938, 1942; Gantt y Muncie, 1942; Rcesc, Doss y Gantt,
1953; Vogel, 1961; Wells y Wolff, 1960). Además, el condicionamiento se
utilizó para evaluar diferentes tipos de intervención clínica, como la
psicoterapia, el -electroshock, y distintas drogas (Alexander, 19ó1; Brown,
1957).
El aumento de las aplicaciones del condicionamiento clásico y de otros
conceptos del aprendizaje se debió a los progresos conseguidos dentro de la
teoría y la investigación del propio Campo del aprendizaje. La investigación
del aprendizaje abordó temas de una relevancia clínica fundamental, tales
como la frustración, el conflicto y la evitación. Con las aplicaciones de los
conceptos del aprendizaje se intentó proporcionar una teoría general de la
conducta que fuera capaz de abarcar también la conducta anormal.
Aplicaciones de los conceptos del aprendizaje a la personalidad y a la psicoterapia
Las cada vez más numerosas aplicaciones del condicionamiento al
tratamiento de conductas relevantes desde un punto de vista clínico, estaban
asociadas al intento de utilizar el aprendizaje como punto de partida para la
elaboración de una teoría general de la conducta. Por supuesto, los primeros
intentos de aplicación del condicionamiento a la explicación de la conducta ya
habían sido realizados por Pavlov, y en mucha mayor medida por Bechterev y
Pavlov, y fueron Watson, Rayner, Jones, Burnham y los Mowrer Los que
demostraron el valor de este tipo de extrapolaciones.
A partir de los años 30 y hasta Los 50, las explicaciones de la conducta
normal y anormal y de la psicoterapia basadas en el aprendizaje aumentaron
notablemente (Cameron y Magaret, 1951; French, 1933; Kubie, 1934;
Magaret, 1950; Masserman, 1943; Mowter, 1950; Shaffer, 1947; Shaw, 1948;
Shoben, 1949). La mayor parte de ellas se centraron en aspectos concretos
de la psicopatología o la terapia. Uno de los intentos más ambiciosos de
integrar los conceptos del aprendizaje con la teoría de la personalidad fue el
que llevaron a Cabo John Dollard y Neal E. Miller.
Dollard era sociólogo y Miller psicólogo experimental, y ambos trabajaban en
el Institute of Human Relalions de la Universidad de Yale. Este Instituto fue
fundado en 1933 para fomentar la integración y la colaboración entre todas
las ciencias de la conducta, objetivo al que respondió el trabajo de Dollard y
Miller. Dollard y Miller intentaron integrar diversos aspectos de las ciencias
sociales en sus escritos. En el Instituto recibieron una influencia fundamental:
la de Elark Hull, que en sus escritos ya había intentado formular una teoría
general de la conducta. Dollard y Miller adoptaron los conceptos humíllanos
de impulso, reforzamiento, generalización del estimulo y formación de
hábitos. Sin embargo, no emplearon su enfoque teórico formal.
En 1950 Dollard y Miller publicaron Personality and Psychotherapy: An
Analysis in Terms of Learning, Thinking and Culture, en el que pretendieron
aportar una teoría globalizadota de la conducta, unificando el aprendizaje, la
psicopatología y la psicoterapia. Dollard y Miller intentaron integral tres
modelos de la psicología: Freud y el psicoanálisis, la psicología experimental,
tal y como aparecía en los trabajos de Pavlov, Thorndike y Hull, y en último
lugar, las ciencias sociales modernas en tanto que centradas en la influencia
de la cultura sobre la conducta.
La idea que subyacía a Personality an Psychotherapy era que la
psicopatología y la psicoterapia, ambas, funcionaban según las leyes del
aprendizaje. Por consiguiente, tanto el desarrollo como la eliminación de los
síntomas podían explicarse mediante los mismos principios. Aunque Dollard y
Miller se basaron fundamentalmente en la teoría de Hull (1943), también
influyeron otros trabajos más recientes dentro del área del aprendizaje, como
el de O. H. Mowrer sobre los impulsos adquiridos, y la investigación del
propio Miller sobre los impulsos adquiridos y el análisis del conflicto. Los
hallazgos procedentes de la investigación sobre el aprendizaje se aplicaron a
la teoría y a la terapia psicoanalítica, esto es, Dollard y Miller intentaron
traducir los conceptos psicoanalíticos a conceptos del aprendizaje. Así por
ejemplo, el principio del placer, la transferencia y el conflicto neurótico, fueron
reformulados y explicados en términos de reforzamiento, generalización del
estimulo a impulsos adquiridos, respectivamente. El objetivo del libro era algo
más que el lograr una nueva explicación o interpretación de una teoría o
terapia concreta. Con su interpretación, Dollard y Miller pretendían explicar el
desarrollo de la conducta en general tanto normal como desviado, y explicar
también el proceso terapéutico independientemente de cualquier enfoque
tcór1co específico. La terapia freudiana fue la que se utilizó como mecanismo
para la consecución de este propósito.
Las interpretaciones de Dollard y Miller no sólo abarcaban la psicología del
aprendizaje. En su trabajo se reconocía la importancia del clima social y
cultural en el que se desarrollaba el individuo:
Ningún psicólogo podría aventurarse a predecir la conducta de una rata sin saber en que parte
del laberinto T esta colocada la comida o se va a aplicar la descarga. No es más fácil predecir la
conducta de un ser humano sin conocer las condiciones de su "laberinto", por ejemplo, la
estructura de su ambiente social. La cultura, tal y como la conciben los científicos sociales, es
una manifestación de la estructura del laberinto humano, del tipo de recompensa implicado y de
las respuestas que van a recompensarse. En este sentido la cultura es una receta para el
aprendizaje. No hay ningún problema en aceptar este argumento desde el momento en que se
comparan sociedades muy diferentes. Pero incluso dentro de la misma sociedad, los laberintos a
los que tienen que enfrentarse dos individuos distintos pueden parecer muy semejantes y ser en
realidad muy diferentes... Ningún análisis de personalidad de dos... personas puede ser
completamente fidedigno si no toma en cuenta estas diferencias culturales, esto es, las
diferencias en los tipos de respuesta que se han recompensado... (Miller y Dollard, 1941, p. 5-6).
Esta forma globalizadota de enfocar la conducta, yendo mis allá de los límites
de la psicología del aprendizaje hasta abarcar las influencias culturales, se ha
defendido también dentro de la modificación de conducta (Krasner y Ullman,
1973):
Otra aplicación del aprendizaje a la personalidad y la psicoterapia es la
realizada por Julián Rotter intentó traducir y relacionar el conocimiento
básico de la psicología experimental a situaciones clínicas en general, tal y
como se refleja en su libro Social Learning and Clinical Psycbology (1954).
Rotter bebió de varias fuentes, entre ellas Hull, Tolman, Thorndike y Kurt
Lewin. Partiendo de dalos proporcionados por el aprendizaje, Rotter
desarrol1ó una serie de postulados destinados a explicar y predecir la
conducta de una forma semejante a la de Hull. Rotter consideraba a la
conducta como el resultado ele una interacción entre el individuo y su
ambiente. Creía que para comprender la conducta era necesario conocer las
expectativas que la persona tenia sobre el proceso de reforzamiento y su
percepción del valor del acontecimiento reforzante.
El acento que Rotter ponía sobre las expectativas del reforzamiento y el valor
reforzante de las cocas para las personas lo aplicó a la psicoterapia. Rotter
concebía la terapia como un proceso de aprendizaje en el que debían
modificarse has percepciones y las expectativas del individuo que se sometía
a ella. Para considerarse curado, el cliente necesita comprender sus
problemas; pero también debe aprender formas nuevas de comportarse, de
modo que a partir de ese momento pueda lograr sus metas utilizando otros
medios. El papel del terapeuta es modificar directamente la conducta del
cliente a través del reforzamiento.
A pesar de su incidencia sobre los aspectos conductuales, la teoría de Rotter
se basaba en una gran medida en las prácticas psicoterapéuticas
convencionales. El núcleo de la terapia estaba más en la comprensión del
problema, las expectativas y las percepciones del cliente, que en la propia
conducta manifiesta. Además, su sistema de tratamiento dependía de los
mecanismos de cambio utilizados habitualmente en la terapia convencional,
incluyendo la relación terapéutica, la aceptación, la confianza y la
interpretación. Lo que Rotter añadió fue la creencia en la necesidad de
cambiar la conducta, y la consideración del terapeuta como un agente
reforzante capaz de poner en marcha el cambio de la conducta.
Resulta difícil evaluar cuál fue exactamente la influencia del trabajo de Dollard
y Miller, y Rotter y otros autores que aplicaron los conceptos del aprendizaje
a la explicación do la conducta y la psicoterapia. En primer Lugar, hay que
distinguir este esfuerzo en traducir el proceso terapéutico al aprendizaje, de lo
que es la modificación de conducta actual. Una diferencia capital entre la
traducción de los procesos psicoterapéuticos al aprendizaje y la modificación
de conducta es que la primera comienza con un tratamiento ya existente
(e.g., la terapia psicoanalítica) a incorpora el aprendizaje después. La
modificación de conducta, por el contrario, comienza con conceptos del
aprendizaje a partir de los cuales desarrolla un programa de cambio
conductual (Ullman y Krasner, 1965). El esfuerzo por traducir la teoría
psicodinámica y los procesos psicoterapéuticos no generó nuevas técnicas
terapéuticas. Los conceptos del aprendizaje se ofrecieron como
interpretaciones parsimoniosas del cambio conductual. Por ejemplo, Shoben
(1949) discutió diversas formas de psicoterapia, cada una de las cuales
pretendía ser efectiva pero por diferentes razones. A pesar de las diferencias
entre las terapias había ingredientes comunes basados en el aprendizaje que
podían explicar los efectos del tratamiento.
A finales de los años 40 aumentó el interés por el acercamiento entre la
psicología clínica y la psicología experimental. Los intentos de traducir el
proceso terapéutico al aprendizaje ayudaron a conseguir una reconciliación
entre estas áreas. Se pensó que el aprendizaje podía servir de puente entre
la ciencia experimental y la práctica clínica. En palabras de Shoben (1949),
…se puede vislumbrar una salida al problema de conseguir una base para la conceptualización e
investigación de la psicoterapia. Esta salida consiste en el reconocimiento de que la psicoterapia
es esencialmente un proceso de aprendizaje, y que debería de ser materia de estudio como tal
(Shoben, 1949, p. 3ó7).
Así pues, se podía desarrollar una teoría general de la conducta basada en la
psicología del aprendizaje, a través de la experimentación y que a su vez
podía aplicarse al ámbito clínico.
El condicionamiento verbal y la psicoterapia
La aplicación de los conceptos del aprendizaje a la psicoterapia aportó una
forma distinta de considerar las prácticas tradicionales. Sin embargo, la mera
explicación de la terapia en términos de la psicología del aprendizaje no
generó por si misma investigación sobre los procesos terapéuticos, ni
tampoco sugirió técnicas terapéuticas nuevas. En algunos sentidos, la
reinterpretación de la psicoterapia tradicional en términos de aprendizaje
puede haber obstaculizado el cambio de las prácticas terapéuticas. Al
expresar las practicas terapéuticas en el lenguaje del aprendizaje, Los
tratamientos convencionales recibieron una nueva justificación teórica
(Salzinger, 1959).
La investigación sobre el condicionamiento operante de la conducta verbal
comenzó a principios de los años 50. En el condicionamiento verbal se
modificaba la conducta verbal del hablante haciendo seguir de forma
contingente a respuestas específicas acontecimientos tales como ciertos
comentarios del experimentador. A diferencia de las aplicaciones
conceptúales de los conceptos del aprendizaje, la investigación sobre
condicionamiento verbal influyó tanto sobre el método de investigación como
sobre las técnicas de instauración de conductas específicas en la terapia. La
llegada del condicionamiento verbal fue especialmente significativa para la
modificación de conducta, puesto que proporciono un vínculo entre los
métodos operantes investigados en el laboratorio y la psicoterapia individual.
El interés por el estudio de la conducta verbal por si misma procede de
Skinner, que empezó a aplicar Los principios operantes a la conducta verbal
a principios de los años 40. Skinner consideraba que la conducta verbal era
como cualquier otra conducta, y por consiguiente estaba sujeta a los mismos
principios. Según Skinner, la conducta del receptor tenía un interés especial
debido a que podía reforzar las verbalizaciones del hablante. Concretamente,
Skinner señalaba que el receptor proporcionaba refuerzos condicionados
generalizados (e.g., estar atento, aprobación) que mantenían el habla. Las
ideas de Skinner estaban diseminadas en muchos trabajos en general no
publicados, cursor, conferencias y finalmente aparecieron en un libro: Verbal
Behavior (1957) (9)9. Sus ideas circularon, no obstante, aunque resumidas,
9
(9) El libro de Skinner proporciono una interpretación de la adquisición y uso del lenguaje
basado en el condicionamiento operante. Esta teoría operante de la lingüística ha sido criticada
porque atribuye las causas del lenguaje a acontecimientos ambientales tales como estímulos
reforzantes y estímulos discriminativos. Hay otras dimensiones, como la estructura interna del
individuo y la forma en que se procesa la información que llega al sujeto, que no se tienen en
cuenta en la teoría (e.g., Chomsky, 1959). En general, la participación del organismo se ha
considerado como esencial en la comprensión del lenguaje.
La teoría lingüística que encierra Verbal Behavior es en cierta forma tangencial a la línea genuina
do investigación relacionada con la modificación do conducta y tratada en esta monografía. Las
ideas do Skinner sobre la conducta sirvieron de estímulo a la investigación del condicionamiento
verbal, como veremos más adelante. La investigación y la aplicación del condicionamiento
operante en el contexto del condicionamiento verbal pueden aceptarse sin necesidad de
antes de que apareciera el libro. Así por ejemplo, en su famoso libro
Principles of Psychology, Keller y Schoenfeld (1950) comentaron las
Conferencias de William James de Skinner sobre la conducta verbal
pronunciadas en Harvard en 1948. Por su parte, Skinner describió
brevemente la aplicación del condicionamiento operante a la explicación de la
conducta verbal en Science and Human Behavior (1953a).
El interés en el condicionamiento verbal fomentó una gran cantidad de
investigación experimental original. El propósito fundamental de esta
investigación era demostrar el grado en el que podían manipularse las
conductas verbales como función de consecuencias proporcionadas por el
ambiente social, por ejemplo, el receptor. Tal y como suele realizarse, el
condicionamiento verbal implica la identificación de una clase de respuesta
que va a reforzarse (e.g., un tipo de palabra concreta, como sustantivos
plurales); después, el experimentador toma nota de todos los casos en que
se produce la respuesta objetivo, proporcionando alguna serial externa que
normalmente es un comentario verbal tal como: “mmm-hmm”, "bien", o una
escala no verbal, como un movimiento do la cabeza o una sonrisa.
La primera investigación sobre condicionamiento verbal fue llevada a cabo
por Joel Greenspoon (1951) en la Universidad de Indiana, como parte de su
doctorado. El propósito de Greenspoon en este estudio era crear una
situación experimental con personas paralela a la que se utilizaba en el
modelo del condicionamiento operante con animales. Se instruyo a
estudiantes universitarios para que dijeran palabras de forma aislada en lugar
de incluirlas en frases. Durante parte de la sesión, el experimentador, ante
ciertas palabras (sustantivos plurales) pronunciadas por el hablante,
reaccionaba de determinada forma, como por ejemplo diciendo "mmm-hmm",
o “huh-uh”, o aplicando una retroalimentación visual (una luz) o auditiva (un
tono). Durante la segunda parte de la sesión estos estímulos dejaron de
presentarse. Greenspoon encontró que los acontecimientos contingentes
aumentaban la frecuencia de aparición de los sustantivos plurales, excepto
en el caso de "huh-uh", con el que se habla pretendido suprimir la conducta.
Así pues, la conducta verbal en una situación diádica podía ser manipulada
por el experimentador mediante la administración contingente de refuerzo.
Se utilizaron otros métodos distintos al condicionamiento de los nombres
plurales en el estudio del condicionamiento verbal. Un paradigma que se
suscribirse a una teoría operante de la conducta verbal normal. Los críticos del análisis operante
del lenguaje han reconocido la utilidad del condicionamiento verbal como área do investigación
por derecho propio (véase Chomsky, 1959, p. Q fn).
utilizó con frecuencia fue una tarea de construcción de frases, en la que el
sujeto seleccionaba un pronombre entre seis para formar una frase con
raíces de verbos impresas en tarjetas (Taffel, 1955). La selección de un
pronombre concreto (e.g. “yo”) iba segunda de ciertos acontecimientos. Otro
paradigma menos utilizado consistía en resaltar, en el transcurso de una
conversación normal, ciertos tipos de respuestas, tales como la expresión de
opiniones, aplicando estímulos de forma contingente (Verplanck, 1955).
Durante los años 50 y los 60 el condicionamiento verbal fue objeto de una
gran atención. Se investigaron diversas variables, entre ellas el efecto de las
experiencias del sujeto anteriores al condicionamiento (e.g., el haber podido
interactuar con el experimentador antes del condicionamiento), las
características del experimentador (e.g., atractivo, sexo), las características
del sujeto (e.g., sugestionabilidad, agresividad), los programas de
reforzamiento, y la conciencia de la contingencia por parte del sujeto (cf.
Bandura, 1969; Greenspoon, 1962; Krasner, 1958, 1965b; Salzinger, 1959).
Los estudios sobre condicionamiento verbal se extendieron rápidamente al
campo clínico Uno de estos primeros estudios fue el realizado por Charles
Taffel (1955) en la Universidad de Indiana, y que formaba paste de su tesis
doctoral. Taffel demostró que la selección del pronombre realizada por
pacientes sicóticos cambiaba como función de que el experimentador dijera
"bien". En otros estudios se investigó el condicionamiento verbal en pacientes
neuróticos, sicóticos, geriátricos y con retraso mental (cf. Greenspoon, 1962).
El condicionamiento verbal también se aplicó a la situación de evaluación
psicológica, concretamente con tests proyectivos (Fahmy, 1953). Los
investigadores demostraron que las respuestas de los dientes a los tests
proyectivos podían controlarse mediante la aplicación de consecuencias por
parte del evaluador. Así, por ejemplo, cuando un paciente habla sobre un test
de manchas de tinta, el examinador puede alterar clases de respuestas
verbales al test diciendo "bien", "de acuerdo", o moviendo la cabeza,
sonriendo o inclinándose hacia adelante.
Una aplicación importante del condicionamiento verbal a situaciones clínicas
fue la investigación de la conducta verbal emitida durante las situaciones de
antevista y terapia. Otro estudiante graduado en la Universidad de Indiana, R.
S. Ball (1952), fue el primero en investigar el condicionamiento de las
respuestas verbales en una situación análoga a la de la entrevista clínica en
esta investigación se instruyo a los sujetos para que construyeran una breve
historia que incluyera referencias a un hombre, a una mujer y a un animal. A
lo largo de varias sesiones las referencias a animales aumentaron aplicando
después de ellas un estimulo verbal ("mmmhmm") administrado por el
examinador.
En la evaluación del condicionamiento verbal es frecuente utilizar la invención
de una historia o el responder a preguntas generales. Una tarea general y
algo ambigua, como es el contar una historia, proporciona una situación que
se parece mas a las sesiones de entrevista o de terapia reales que las
respuestas especificas a clases gramaticales. Así pues, el condicionamiento
en las entrevistas se centró progresivamente en respuestas que se suponía
que se parecían al proceso terapéutico. Las declaraciones de efecto, las
palabras emocionales, las manifestaciones sobre la madre y sobre la familia
de uno y otras experiencias, las verbalizaciones "neuróticas" o "alucinatorias",
las afirmaciones de confianza, de autoafirmación y de autorreferencia, se
condicionaron en estudiantes universitarios y en poblaciones psiquiátricas
(Krasner, 1962) (10)10
La relevancia clínica del condicionamiento verbal también se sugirió en otros
estudios con poblaciones clínicas que demostraron que los cambios en la
conducta verbal se relacionaban con cambios en conductas relevantes desde
un punto de vista sintomático. Por ejemplo, algunos estudios mostraron que
el condicionamiento de palabras emocionales en pacientes sicóticos se
asociaban con cambios en el reconocimiento de estímulos amenazantes, en
la ansiedad y en et ajuste en las relaciones interpersonales (cf. Krasner,
1962, 1965b). Por otra parte, el reforzamiento de las afirmaciones de
autoaceptación o autorreferencia positiva durante las entrevistas o durante
las sesiones experimentales, algunas veces modificaba las autodescripciones
y las respuestas a los inventarios psicológicos (cf. Kanfer y Phillips, 1970).
En un principio, el condicionamiento verbal se parece a la psicoterapia en la
medida en que ambos implican una interacción diádica en la que el medio
fundamental de intercambio es verbal. Desde el punto de vista del paciente el
papel del lenguaje también se ha considerado capital. La conducta
desadaptativa puede consistir, en parte, en una incapacidad para controlar la
propia conducta mediante los símbolos lingüísticos (Shaffer, 1947; Shaw,
1946). El componente verbal de la terapia debe de tenerse muy en cuenta
puesto que las palabras son las que recrean los acontecimientos que
condujeron al desorden. A través de las verbalizaciones el material reprimido
10
(10) Una ventaja que tienen los procedimientos en los que los sujetos dicen palabras aisladas
(e.g., sustantivos plurales) o cuentan una historia, es que esta tarea es de tipo operante "libre".
No hay prácticamente ninguna restricción en la respuesta y la tasa conductual puede asumir una
amplia gama de valores. Por el contrario, la tarea de Taffel, en la que los sujetos tienen que
seleccionar pronombres de una lista limitada, restringe las posibilidades de respuesta. También
se ha criticado la tarea de Taffel porque las respuestas reforzadas son muy pocas y se parecen
muy poco a las operantes que se suelen reforzar. Las respuestas operantes se refieren
normalmente a una clase de respuesta, esto es, a varias respuestas y no a una sola (cf.
Greenspoon, 1962).
sale a la superficie (Shoben, 1949). Por consiguiente, una tarea fundamental
en el tratamiento es la de conseguir que el paciente hable (Shaffer y Lazarus,
1952).
Desde el punto de vista del terapeuta, el condicionamiento verbal también se
parece a la psicoterapia. En la terapia convencional el terapeuta proporciona
señales, como el hacer algún comentario del tipo "mmm-hrnm", o "muy bien",
o el repetir a interpretar el material expuesto por el cliente. Se demostró que
estas respuestas funcionaban como reforzadores de respuestas concretas
del cliente. El papel del condicionamiento verbal en la psicoterapia fue puesto
de relieve por Krasner (1955)que afirmaba que un factor común a toda
psicoterapia era la presencia de otra persona (el terapeuta) que escuchaba,
prestaba atención y mostraba interés por los problemas del paciente; en una
palabra, proporcionaba reforzadores condicionados generalizados. Al hacer
hincapié sobre las respuestas del terapeuta, los estudios de condicionamiento
verbal dirigieron la atención hacia la naturaleza directiva del proceso
terapéutico y el control del terapeuta. Kresner (1962) incidió sobre la
importancia de las características de consejero del terapéuta refiriéndose a el
como una “máquina de reforzamiento social” (Pág. 61). Esta afirmación no
significa que el terapeuta sea un ser deshumanizado y que se comporte
mecánicamente, sino que el terapeuta es una persona entrenada para ejercer
un control sobre la conducta del cliente mediante la administración de
refuerzos condicionados generalizados, de forma contingente.
Charles Truax (1966) realizó un estudio en el que se apoyaba la idea de que
la psicoterapia puede abordarse desde el punto de vista del condicionamiento
verbal. Truax estudio el papel del reforzamiento en el control de la conducta
del cliente, analizando grabaciones de una terapia realizada por Carl Rogers.
Este análisis reveló que Rogers hacia comentarios que reflejaban amabilidad
y empatía, y que eran contingentes a respuestas concretas del cliente. Este
hallazgo fue, desde luego, muy importante, puesto que la terapia rogeriana
suele considerarse como "no directiva", esto es, se supone que el terapeuta
no controla la conducta del cliente. Truax estaba en condiciones de afirmar
que la eficacia de las técnicas terapéuticas dependía del condicionamiento,
independientemente de que se reconocieran los principios del
condicionamiento en los fundamentos teóricos de las técnicas.
El considerar el proceso psicoterapéutico desde el punto de vista del
condicionamiento verbal dio pie a un acercamiento entre la psicología
experimental y la psicología clínica. Los hallazgos mas importantes del
trabajo experimental (concretamente el condicionamiento operante) parecían
poderse aplicar a la psicoterapia. Este acercamiento guarda una relación con
el trabajo de Dollard y Miller y otros que intentaron aplicar el aprendizaje en la
terapia. Sin embargo, las implicaciones del condicionamiento verbal fueron
más allá del ámbito de la psicoterapia. Estas implicaciones sugerían que
ciertos principios y leyes de la conducta podían aplicarse a la mayor parte de
(a interacción social (Rotter, 19ó0). De este modo empezó a desarrollarse
una teoría general de la conducta que desbordaba el contexto
específicamente terapéutico.
Un segundo aspecto relacionado con el anterior era que el condicionamiento
verbal proporcionaba una metodología con la que podían estudiarse
empíricamente distintos procesos en situaciones análogas a la terapia. En los
experimentos de condicionamiento verbal la respuesta estudiada se definía
claramente, se registraba de forma precisa y era sensible a una serie de
manipulaciones que consistían normalmente en consecuencias que
proporcionaba el terapeuta. Las consecuencias eras medibles y podían
controlarse fácilmente para investigar diversas variables de laboratorio tales
como los programas de reforzamiento y los tipos de reforzadores. Además, la
metodología permitía la evaluación de factores que 110 se derivaban
específicamente del condicionamiento operante, como podían ser el estatus,
prestigio y experiencia del terapeuta, la atmósfera de la terapia y las
expectativas y características personales del sujeto.
La investigación sobre el condicionamiento verbal puso inevitablemente en
entredicho algunas suposiciones tradicionales de la teoría de la personalidad
y del diagnóstico. Se demostró que muchas de las respuestas utilizadas
como base del diagnóstico se encontraron bajo el control de las respuestas
del entrevistador o experimentador. Aunque este hallazgo no significa que
estas respuestas estén normalmente bajo este tipo de control durante las
entrevistas de diagnóstico, su modificabilidad sugiere el que pueden estar
reflejando la conducta del experimentador más que, o al menos tanto como,
la conducta no verbal del cliente que, en principio, se supone que es lo que
están reflejando. El informe del paciente sobre su conducta y sus estados
emocionales puede estar en función de las contingencias inmediatas que se
producen en la terapia. Así pues, la investigación sobre condicionamiento
verbal puso de relieve que la personalidad, al menos tal y como se manifiesta
en la conducta verbal, en parte estaba en función de estímulos ambientales
mas que de procesos internos (Krasner, 1963).
La investigación sobre el condicionamiento verbal se encontró, por supuesto,
con dificultades. En primer lugar, la extrapolación de los dalos del laboratorio
a la conducta verbal no fue enteramente literal. La ocurrencia total del
condicionamiento dependía de la interacción de una serie de variables
complejas (Heller y Marlalt, 1969). En varios estudios el condicionamiento no
se pudo establecer (Krasner, 1958). Más importante quizás es que varios
investigadores pusieron de relieve la falta de semejanza entre el
condicionamiento verbal y la psicoterapia en algunos aspectos importantes
(cf. Heller y Marlalt, 1969; Kanfer, 1968; Luborski y Strupp, 1962). Las
conductas nucleares, la estructura de la situación (e.g., la tarea
proporcionada al cliente), las expectativas del cliente y el grado de cambio
conductual, se consideraban indiferentes en el condicionamiento verbal y en
la terapia.
Después de varios años de investigación sobre condicionamiento verbal en
situaciones de entrevista y cuasi-terapéuticas, el condicionamiento verbal se
probó como tratamiento directo. Estas aplicaciones se hicieron en casos en
los que la propia conducta verbal tenía un interés terapéutico inmediato. Así,
por ejemplo, consiguió disminuirse el habla irracional de pacientes sicóticos
(Ayllon y Michael, 1959; Rickard, Dignam y Horner, 1960) y restaurar el habla
en pacientes sicóticos mudos (Isaacs, Thomas y Goldiamond, 1960; Sherman, 1965). En general, estas ú1timas aplicaciones fueron más allá de las
analogías del condicionamiento verbal procedentes del análisis de Skinner de
la conducta verbal. Aunque la investigación sobre el condicionamiento verbal
representaba una aplicación de las técnicas operantes al cambio conductual,
debe distinguirse de la aplicación directa de las técnicas operantes al
tratamiento de la conducta sintomática o desviada. Los estudios de
condicionamiento verbal se desarrollaron fundamentalmente como un medio
de averiguar si la conducta verbal podía modificarse dentro de un paradigma
operante, y como una alternativa a la psicoterapia individual. Estas
investigaciones no tenían normalmente un objetivo terapéutico directo que
pudiera comprobarse a través de las respuestas alteradas (e.g., uso de
pronombres, construcción de frases) ni en los sujetos estudiados (e.g.,
estudiantes universitarios). Por el contrario, la aplicación de las técnicas
operantes en un contexto clínico se centraba en la conducta "desordenada" y
se dirigía a clientes con un trastorno psiquiátrico diagnosticado. La aplicación
de las técnicas operantes a problemas clínicos fue concurrente con los
avances dentro del área del condicionamiento verbal. (En el capitulo 7
describiremos el desarrollo de las aplicaciones de la investigación operante.)
El desarrollo de la modificación de conducta
La aplicación do los principios del aprendizaje a problemas de conducta, tal y
como la llevaron a cabo Watson, Rayner, M; C. Jones y los Mowrer, fue la
antesala de la modificación de conducta. Estos investigadores supieron ver
más allá de las metas inmediatas de su trabajo, es decir, la aplicación de los
principios del aprendizaje a la alteración de la conducta: lo consideraron
como una forma de demostrar la utilidad de enfocar de un modo distinto la
psicopatología. Por lo tanto, el trabajo de los primeros conductistas
proporcionó una valiosa base teórica a los investigadores de la modificación
de conducta que llegaron después. Aunque resulta bastante difícil señalar
con precisión los comienzos de la modificación de conducta, su aparición
como movimiento formal es evidente en Sudáfrica, Inglaterra, y en menor
medida en los Estados Unidos.
Sudáfrica: Wolpe y la inhibición reciproca
El desarrollo de la terapia de conducta en Sudáfrica procede
fundamentalmente del trabajo llevado a cabo en Johannesburgo por Joseph
Wolpe durante los años 40 y 50. Wolpe realizó su investigación para obtener
el' titulo-de medicina en la Universidad de Witwatersrand a finales de los años
40 y permaneció en la facultad pasta 1959. Wolpe introdujo la
desensibilización sistemática, una de las técnicas mas utilizadas a
investigadas dentro de la terapia do conducta para el tratamiento de
trastornos neuróticos. Otros investigadores que desempeñaron un papel
importante en el desarrollo de la terapia de conducta en Sudáfrica fueron
James G. Taylor y Leo j. Reyna, que influyeron sobre la orientación y la
investigación de Wolpe, y Stanley j. Rachman y Arnold A. Lazarus, que
trabajaron directamente con Wolpe después de que hubiera desarrollado la
técnica de la desensibilización sistemática.
Wolpe se había formado dentro de la terapia psicodinámica tradicional, pero
insatisfecho con los resultados del tratamiento de orientación psicoanalítica,
intentó encontrar otras formas de tratamiento de los problemas emocionales.
Se dedicó a estudiar la investigación relacionada con la psicología del
aprendizaje, especialmente los trabajos de Pavlov y Hull, y también se
familiarizó con la investigación de Masserman sobre las neurosis
experimentales. Taylor, un psicólogo experimental sudafricano y seguidor
entusiasta de Hull, fue" quien puso a Wolpe en contacto con la obra de Hull.
Taylor estaba interesado en la formulación de una teoría conductual de la
percepción utilizando el método hipotético-deductivo y ciertos conceptos de la
teoría hulliana del aprendizaje (Taylor, 1962). Aunque el sujeto quedaba fuera
del núcleo de su trabajo, estaba interesado sin embargo en la aplicación de
los principios del aprendizaje al tratamiento de los trastornos psicológicos
(e.g., Taylor, 1963).
El interés de Wolpe por el aprendizaje también estuvo relacionado con la
llegada de Reyna, un psicólogo americano que permaneció en
Johannesburgo hasta 1949. Reyna obtuvo su doctorado en 1947 en la
Universidad de Iowa con Kenneth Spence, que había trabajado en la teoría
de Hull. El área en la que se especializó Reyna fue el desaprendizaje y la
inhibición (Reyna, 1947). Wolpe le consultaba frecuentemente, especialmente
en lo referente a la teoría hulliana. Asistía a sus seminarios sobre el tema, y
Reyna leyó la tesis que Wolpe presentó para obtener su titulo de doctor en
medicina.
Wolpe empezó a investigar sobre la producción y eliminación de neurosis
experimentales en gatos. Produjo reacciones neuróticas en gatos
presentando una descarga sola o junto con un acercamiento a la comida, al
igual que había hecho Masserman (1943). Los animales mostraban una serie
de síntomas, como el resistirse a que los introdujeran en la caja experimental
en la que se había producido la neurosis; también mostraban señales de
ansiedad cuando se les colocaba en la caja y rehusaban corner (píldoras de
carne), incluso después de uno a tres días de privación.
Como ya habían observado anteriormente Pavlov y otros, la reacción
neurótica se generalizaba a otras situaciones distintas de la original (caja
experimental) en la que se había establecido. Wolpe puso de relieve que la
gravedad de las reacciones neuróticas de los gatos parecía estar en función
de la semejanza de la situación con la original en la que se había
desarrollado la neurosis. Y, concretamente, cuanto más se pareciera la
habitación en la que se colocaba a los gatos con la habitación en la que se
había establecido el miedo, mas graves eran los síntomas. Wolpe utilizo el
concepto hulliano de generalización del estimulo primario para explicar la
transferencia de las reacciones neuróticas a otras situaciones diferentes de la
originaria, y también especulo sobre los posibles mecanismos
neurofisiológicos responsables de la generalización (Wolpe, 1950a, 1950ó,
1952a, 1952b, 1952d). Wolpe suponía que la generalización se explicaba por
la acción de neuronas aferentes comunes que los estímulos (e.g., la
habitación experimental y la que no lo era) compartían en función de su
semejanza.
La asociación entre la descarga y el acercamiento a la comida contribuía a la
aparición de los síntomas neuróticos. Wolpe observo que los síntomas
neuróticos estaban asociados con la inhibición del comer, asociación que
también fue evidente en la investigación de Masserman (1943). Esta
observación sugería que en otras circunstancias diferentes el comer también
podría inhibir la ansiedad. En pocas palabras, el comer y la ansiedad eran
dos reacciones que podían “inhibirse recíprocamente” (Wolpe, 1952a).
Wolpe intentó que los animales comieran en presencia de la caja en la que se
habían instaurado los síntomas neuróticos, induciendo al animal con la mano
o forzándolo con una barrera movible a acercarse a la comida. AI igual que
Masserman, encontró que las reacciones neuróticas disminuían una vez que
el animal volvía a comer normalmente. Sin embargo, no todos los animales
que Wolpe trato por el método de inducirles a comer, se curaron. Wolpe lo
intento de nuevo, pelo induciéndoles a comer esta vez en habitaciones
semejantes a la original en la que se había establecido el miedo. Wolpe
pensaba que si la respuesta de ansiedad era relativamente débil, también era
probable que el animal comiera. Además, si el animal comía y disminuía la
ansiedad, esta disminución se generalizaría a los estímulos originales.
Wolpe (1952a) desarrollo un procedimiento según el cual los animales
comían en una de tres habitaciones parecidas a la original en la que la
neurosis se había establecido. Para saber en que caja debía colocar al
animal empezó por intentar alimentarlo en la habitación experimental original.
Si el animal no comía en esta habitación lo trasladaba a la habitación que se
parecía mis a la original. Si el gato tampoco comía aquí, lo trasladaba de
nuevo a otra habitación que se parecía menos a la primitiva. La secuencia se
repetía en cuatro habitaciones hasta que el animal comía. Desde el momento
en que el gato comía por primera en una habitación se le dejaba comer varias
veces hasta que no mostraba ningún signo de ansiedad en ella. Cuando la
ansiedad desaparecía, se le trasladaba a la habitación siguiente de la serie
que se parecía mas a la habitación experimental original. El proceso
continuaba por las distintas habitaciones pasta que el animal comía en la
situación en la que se había inducido la neurosis. En cada una de las
habitaciones las píldoras de comida se colocaban sobre el suelo. En la
habitación experimental original la comida se colocaba primero sobre el suelo
alrededor de la habitación, luego se iba acercando cada vez más a la caja
experimental hasta que finalmente se ponía en la misma caja. Cuando el
animal comía en la caja, se consideraba que la ansiedad había desaparecido
(Wolpe, 1952a).
Wolpe explicaba así la curación de la neurosis experimental:
... el animal podía comer en presencia de los estímulos condicionados elicitadores de las
respuestas de ansiedad y que bajo otras circunstancias inhibían la respuesta de comer. Cuando
se presentan simultáneamente estímulos que elicitan respuestas incompatibles, la ocurrencia de
la respuesta dominante en esas circunstancias conlleva la inhibición reciproca de la otra. A
medida que aumenta el número de veces que come el animal, las respuestas do ansiedad
empiezan a hacerse mis débiles, de forma que los estímulos ante los que en un principio
aparecía una respuesta de ansiedad, lo que elicitan ahora es la respuesta de comer, gracias a la
inhibición de la ansiedad (Wolpe, 1958, pág. 67).
Wolpe consideraba al comer como una respuesta incompatible con el miedo.
El comer en presencia de estímulos que elicitan ansiedad elimina la propia
ansiedad. Wolpe formuló un principio general sobre la inhibición reciproca
que proponía como el fundamento de la curación:
Si puede hacerse que ocurra una respuesta antagónica a la ansiedad en presencia de estímulos
ansiogenos, de forma que se consiga una supresión parcial o completa de las respuestas de
ansiedad, también se habrá conseguido debilitar el vincula entre esos estímulos y las respuestas
de ansiedad (Wolpe, 1958, p. 71).
Para eliminar el miedo en los gatos, la aplicación del principio de la inhibición
reciproca consistía en la exposición de los animales a una serie graduada de
situaciones cada vez mis ansiógenas y en el emparejamiento de cada una de
estas situaciones con una respuesta inhibidora de la ansiedad (11).11
Wolpe aplico el principio de la inhibición reciproca al tratamiento de las
reacciones neuróticas humanas. Lo primero que hizo fue idear un método
para exponer al individuo a una jerarquía de situaciones ansiógenas y para
instaurar respuestas inhibitorias. Wolpe suponía que si el comer era
incompatible con la ansiedad, también debían serlo todas las respuestas
controladas por la rama parasimpática (craneosacral) del sistema nervioso
autónomo, puesto que la ansiedad era una respuesta controlada
fundamentalmente por la rama simpática (torácico-lumbar). Mientras
intentaba encontrar un método para poder inhibir la ansiedad y que pudiera
utilizarse fácilmente con seres humanos, Wolpe leyó un libro escrito por
Edmund Jacobson, un fisiólogo de la Universidad de Chicago.
El libro se titulaba Progressive Relaxalion: A Physiological and Clinical
Investigalion of Muscular States and Their Significance in Psychological and
Medical Practice (1938), y en el Jacobson afirmaba que la relajación podía
reducir la tensión producida por diversas causal. El había logrado muy
buenos resultados utilizando la relajación en el tratamiento de un gran
número de trastornos, entre ellos ansiedad general, fobias, hipertensión,
colitis, tartamudez, insomnio, tics y depresión (Jacobson, 1938). El
tratamiento consistía en un entrenamiento intensivo y prolongado en
relajación muscular. El método de Jacobson llamo la atención de Wolpe
porque era obvio que desencadenaba " efectos que contrarrestaban la
ansiedad" (Wolpe, 1958, p. 13ó). No obstante, el método de Jacobson exigía
entre 100 y 200 sesiones de entrenamiento. Wolpe adaptó el procedimiento
de forma que podía aplicarse en unas pocas sesiones solamente (no más de
siete normalmente). En el procedimiento original de Wolpe, la relajación solía
inducirse mediante hipnosis y se utilizaba como respuesta inhibidora de la
ansiedad de la misma forma que la comida lo había sido con los gatos
neuróticos (Wolpe, 1954).
El método de la jerarquía de situaciones ansiógenas se aplico de dos formas.
Al principio Wolpe exponía a sus clientes a las situaciones ansiogenas in vivo,
y de una forma graduada. Sin embargo, debido a que la exposición in vivo era
difícil de manejar, Wolpe empezó a tantear el uso de la imaginación. Los
clientes imaginaban una serie graduada de situaciones ansiógenas. Así por
ejemplo, un cliente que experimentaba una gran ansiedad ante todo lo
relacionado con las enfermedades físicas podría seguir los ítems de la
jerarquía siguiente en orden decreciente según su valor ansiógeno:
1.
2.
3.
4.
5.
ó.
7.
8.
9.
10.
11.
Sentir que estoy perdiendo la conciencia.
Sentir que me estoy cayendo de espaldas.
Me siento muy mareado.
La cabeza me da vueltas.
Me siento algo mareado.
Huelo a éter.
Me van a poner una inyección.
El corazón me late muy deprisa.
Las rodillas me flojean.
Ver la jeringa preparada para una inyección.
Ver vendajes. (Wolpe y Lazarus, 1966, p. 70).
El cliente imagina los ítems en orden ascendente cuando ya esta
profundamente relajado. Si la relajación se mantiene en los ítems
relativamente poco ansiogenos, se continúa con los ítems siguientes de la
jerarquía hasta que el cliente puede imaginar el último ítem sin ansiedad.
Wolpe también utilizó respuestas asertivas y sexuales para inhibir la
ansiedad. El uso de respuestas asertivas había sido propuesto por Andrew
Salter (1949) cuya técnica terapéutica se basaba en los conceptos
pavlovianos. Salter había obtenido buenos resultados en el tratamiento de
varios problemas haciendo que los pacientes se comportaran asertivamente
en situaciones interpersonales cotidianas (12)12. Wolpe quedó impresionado
con los resultados de Salter, aunque no compartía el fundamento teórico de
la técnica. Wolpe utilizaba las respuestas asertivas para inhibir la ansiedad en
situaciones interpersonales, pero interpretaba la técnica con arreglo al
principio de la inhibición reciproca. Las respuestas sexuales, por ejemplo,
aquellas conductas que conducen a la relación sexual y que se realizan
durante ella, se reservaban a situaciones en las que la ansiedad inhibía el
rendimiento sexual. Wolpe instruía a sus clientes para que realizaran sólo
aquellas respuestas asociadas a la excitación sexual, y no las asociadas a la
ansiedad. A medida que el cliente mejoraba, el contacto cada vez más íntimo
ayudaba a eliminar la ansiedad. Con el tiempo, la excitación sexual se
11
(11) El término «inhibición reciproca, fue introducido por Charles S. Sherringlon (190ó), y con
el quería referirse a la inhibición de un reflejo espinal por otro. Wolpe amplio el concepto mucho
más allá de su contexto original.
12
(12) Revisaremos mis adelante el trabajo de Salter dentro del apartado dedicado a la
aparición de la modificación do conducta en los Estados Unidos.
convertía en la respuesta dominante y el encuentro sexual resultaba
salisfactorio.
La relajación, la conducta asertiva y las respuestas sexuales, son las
respuestas más utilizadas en el tratamiento por inhibición reciproca (Wolpe,
1954) (13).13 Las respuestas asertivas y las sexuales se utilizan normalmente
en las situaciones reales donde se da la conducta problemática, come en
situaciones interpersonales y en las relaciones sexuales, mientras que la
relajación se suele utilizar durante la sesión en la consulta. Otras respuestas
que se han utilizado para inhibir la ansiedad han sido respuestas de evitación
condicionadas, respuestas respiratorias (inhalación de dióxido de carbono),
alivio de la ansiedad y respuestas motoras. La técnica de inhibición reciproca
mis utilizada es con diferencia la que consiste en la asociación de la
relajación muscular con la imaginación de situaciones ansiógenas dispuestas
de forma jerárquica. A este procedimiento es al que se denomina
desensibilización sistemática.
En Psychotherapy by Reciprocal Inhibition, publicado en 1958, Wolpe
describe la desensibilización sistemática y otras técnicas relacionadas. En
ese libro Wolpe también trata los fundamentos teóricos y empíricos de la
terapia por inhibición reciproca, presenta casos clínicos en los que utilizó la
relajación, las respuestas asertivas y las sexuales, y otros tratamientos de
trastornos neuróticos, así como una evaluación concreta de los resultados de
los casos tratados por él hasta el momento de la publicación. Según Wolpe,
la psicoterapia por inhibición reciproca curó aproximadamente al 90% de-210
pacientes (14).14
El trabajo de Wolpe es importante por diversas razones. Su aportación
fundamental fue la de desarrollar técnicas terapéuticas especificas basadas
en el principio de la inhibición reciproca. Wolpe comprobó estas técnicas en
13
(13) Según Wolpe, no había ninguna razón a priori para suponer que la inhibición de la
ansiedad solo podía conseguirse por la elicitación de respuestas fisiológicamente opuestas.
(Wolpe, 1958, p. 73) a la ansiedad. Wolpe citaba investigaciones anteriores (e.g., Mowrer y Vick,
1948) que mostraban que el iniciar respuestas motoras ayudaba al animal a vencer la ansiedad.
Wolpe también utilizó a veces respuestas respiratorias para inhibir el miedo, aunque no pensaba
que fueran fisiológicamente antagónicas a la ansiedad. Sin embargo, las respuestas utilizadas
con más frecuencia por Wolpe (la relajación, la asertividad y las conductas sexuales) las
consideraba Como incompatibles con la ansiedad.
14
(14)
Los resultados presentados por Wolpe han sido refutados. Stevenson (1964) señaló
que Wolpe había excluido de su informe a los clientes que consideraba que no habían recibido el
tratamiento por inhibición reciproca completo. Stevenson pensaba que la inclusión de todos los
pacientes reduciría el porcentaje de éxitos de 90 a 65. Stevenson también planteó la posibilidad
de que Wolpe hubiera aplicado criterios de mejora diferentes a los de otros autores al evaluar los
resultados terapéuticos. Así pues, no podía determinarse con seguridad la eficacia de la terapia
por inhibición reciproca con respecto a la de la terapia tradicional.
mis de 200 cases y garantizaba que eran efectivas en el tratamiento de un
gran número de trastornos neuróticos, sobre todo si se comparaban con el
tratamiento psicoterapéutico tradicional. Las comparaciones no son, desde
luego, una demostración rigurosa del éxito de una terapia. Sin embargo,
Wolpe comparó los resultados de sus cases clínicos con los presentados por
diversos centros de tratamiento que utilizaban la terapia tradicional, y
encontró que su porcentaje de éxito era superior (Wolpe, 1952c, 1958). Otra
ventaja del tratamiento por inhibición reciproca era que necesitaba
relativamente pocas sesionas. Así pues, el tratamiento de Wolpe parecía ser
tanto eficiente como efectivo en el alivio de los trastornos neuróticos.
Aparte del atractivo de las técnicas de Wolpe, hay otros aspectos más
generales de su enfoque del tratamiento y de su forma de desarrollarlo que
pueden tener una significación mayor. En primer lugar, Wolpe conceptualizó
la formación y el tratamiento de las neurosis basándose en la teoría del
aprendizaje y partiendo fundamentalmente de las teorías y de la investigación
de Pavlov, Hull, Mower, Miller, Masserman, y otros. Complementó los
conceptos del aprendizaje con hipótesis sobre los sustratos neurofisiológicos
de la conducta. De este modo, la desensibilización sistemática se desarrolló
dentro de una línea de investigación "respetable", esto es, una ciencia "seria",
y estos fundamentos científicos abarcaban tanto a la psicología del
aprendizaje como a la fisiología. Fue precisamente esta respetabilidad
científica uno de los atractivos del método de Wolpe, especialmente porque
las criticas al tratamiento psicoanalítico tradicional y al carácter poco científico
de sus principios se habían incrementado desde principios de los años 50
(e.g., Eysenck, 19526; Salter, 1952).
En segundo lugar, Wolpe se baso en el tratamiento de las neurosis
experimentales que aplicaba a sus animales para crear técnicas terapéuticas
aplicables a pacientes clínicos humanos. Masserman (1943) también había
ideado algunos procedimientos para eliminar reacciones neuróticas en gatos,
y los métodos de Wolpe se asemejaban en gran medida a los procedimientos
de Masserman. Sin embargo, Masserman utilizó los conceptos y
procedimientos psicoanalíticos (e.g., transferencia, elaboración racional) para
explicar el efecto terapéutico de sus técnicas experimentales en la
eliminación de las reacciones neuróticas de los animales. La contribución
singular de Wolpe fue la de emplear procedimientos de laboratorio, aplicar un
principio para explicar estos procedimientos y derivar técnicas terapéuticas
"nuevas" basadas en ese principio. De este modo EI estableció un lazo de
unión directo entre la investigación animal del laboratorio y un tratamiento
clínico nuevo.
Por ultimo, las afirmaciones de Wolpe sobre su conceptualización de la
terapia eran específicas y comprobables. Wolpe afirmaba que para que el
tratamiento por inhibición reciproca fuera efectivo tenían que darse ciertas
condiciones. La especificación de los elementos de la terapia que eras
esenciales fomentó una avalancha de investigación (véase capitulo 6).
La combinación de todos estos factores que acabamos de comentar
contribuyó al carácter innovador del enfoque de Wolpe. Lo que parece ser
especialmente importante es la combinación de todos estos ingredientes,
puesto que ya existían en la litetatura elementos aislados de ella. Algunos
otros investigadores habían sugerido técnicas muy semejantes o
prácticamente idénticas a la desensibilización (e.g., Herzberg, 1945; Jones,
1924a, 1924b; Salter, 1949) y algunos, incluso, habían utilizado las teorías
del aprendizaje para explicar sus datos. Wolpe estaba familiarizado con la
litetatura de la psicología del aprendizaje y la producción y eliminación de
neurosis, y supo integrar las posiciones teóricas y los datos experimentales
de ambas áreas para conseguir una explicación de la etiología y del
tratamiento de las neurosis clínicas.
Wolpe desarrolló sus técnicas estando en Sudáfrica. En 1956 dejó Sudáfrica
durante un año para trabajar en el Center for Advanced Study of the
Behavioral Sciences de Stanford, California. Fue durante este ano cuando
terminó Prychotherapy by Reciprocal Inhibition. Durante sus viajes a. Estados
Unidos dio conferencias sobre la terapia por inhibición reciproca en diversas
universidades del país. También visitó a Eysenck en Londres. Eysenck se
preocupó mucho de la promoción de la terapia de conducta en Inglaterra. En
1962 Wolpe dejó Sudáfrica para trabajar en la Escuela de Medicina de la
Universidad de Virginia. Desde 19ó5 trabaja como profesor de Psiquiatría en
la Temple University Medical School.
Antes de que Wolpe abandonara Sudáfrica estuvieron trabajando con El
Stanley J. Rachman y Arnold A. Lazarus, ambos estudiantes de la
Universidad de Witwatersand. Rachman se graduó en el curso 1955-56;
permaneció en la facultad de la Universidad completando su formación con
Wolpe (cf. Rachman, 1959; Wolpe y Rachman, 1960). Cuando Wolpe marchó
a California Rachman continúo el tratamiento de algunos de los pacientes de
Wolpe. En 1959 Rachman fue a Inglaterra a trabajar con Eysenck, y fue
entonces cuando introdujo allí la técnica de la desensibilización de Wolpe.
Desde 1960 la influencia de Rachman sobre la modificación de conducta en
Inglaterra ha sido decisiva.
Arnold A. Lazarus también se interesó por la técnica de Wolpe y colaboró con
Rachman utilizando la desensibilización en varios casos clínicos (Lazarus y
Rachman, 1957). En 19ó0 Lazarus terminó su tesis doctoral en psicología
bajo la supervisión de Wolpe. La investigación presentada para su tesis
doctoral consistió en la aplicación de la desensibilización a grupos de
individuos (Lazarus, 19ó1). Una vez terminada su tesis Lazarus continúo con
el trabajo clínico. Basándose en su extensa experiencia clínica, Lazarus
comunicó los resultados del tratamiento de 408 casos, con un porcentaje de
Éxito relativamente alto (78%) (Lazarus, 19ó3). En 1963 Lazarus llegó a la
Universidad de Stanford para quedarse un año; allá se dedicó a entrenar a
otros en la práctica de la desensibilización. Después de pasar dos años en
Sudáfrica volvió a California en 1966 para fundar un instituto de terapia de
conducta.
Una de las aportaciones de Lazarus es la de introducir el término "terapia de
conducta", en Sudáfrica. Lazarus utilizó el término en 1958 para referirse a
una terapia objetiva basada en técnicas de laboratorio, y distintas de las
técnicas tradicionales (Lazarus, 1958). También aplicó la desensibilización
sistemática a niños fóbicos (Lazarus, 1959) y a grupos (Lazarus, 1961). Por
ó1timo, experimentó con imágenes agradables como sustitutas de la
relajación en el papel de respuesta inhibidora de la ansiedad (Lazarus y
Abramovitz, 1962).
Inglaterra: El grupo de Maudsley
El desarrollo de la modificación de conducta en Inglaterra comenzó de forma
independiente al trabajo de Wolpe en Sudáfrica. Los pioneros con mayor
influencia han sido Hans J. Eysenck y, mas indirectamente, N. B. Shapiro,
ambos pertenecientes al Instituto de Psiquiatría de la Universidad do Londres,
que esta asociado al Hospital Maudsley.
Eysenck obtuvo su doctorado en psicología en la Universidad de Londres en
1940. Antes de encontrar trabajo conoció a Alexander Herzberg, un
psicoanalista alemán que se refugió en Londres durante la II Guerra Mundial.
Aunque Herzberg era un psicoanalista bastante ortodoxo, había inventado
una forma de tratamiento que se desviaba de la práctica analista estricta. En
19411 Herzberg propuso un tratamiento breve basado en una *graduación de
tareas* y presentó varios casos en los que demostraba su eficacia. La técnica
requería que los pacientes realizaran una serie graduada de tareas para curar
sus síntomas. Así por ejemplo, un paciente que tenia miedo a pasear por la
calle tenia que realizar una serie de tareas de dificultad progresiva, tales
como pasear un rato junto a un parque, después en una calle tranquila, y así
hasta poder pasear por los lugares mas difíciles. Hetzberg describió este
procedimiento en un libro titulado Active Psychotherapy (1945). En el libro se
presentaban numerosos casos con problemas diversos, como miedo, dolores
de cabeza, insomnio, depresión, homosexualidad, impotencia, masoquismo y
exhibicionismo, todos ellos tratados con Éxito en un período de tiempo
relativamente breve.
Herzberg mantenía reuniones informales de grupo sobre psiquiatría en
Londres. Eysenck asistía a estas reuniones y se interesó por el método de las
tareas graduadas, independientemente de sus lazos con la terapia
psicoanalítica: la técnica se centraba claramente sobre la conducta problema.
Eysenck se preguntaba si los efectos terapéuticos de la técnica dependían de
los procesos psicodinámicos a los que Herzberg se remitía. Herzberg y
Eysenck discutieron si el método de las tareas graduadas era una ayuda a la
psicoterapia o un método efectivo por sí mismo (Eysenck, 1966). Varios años
más tarde se demostró que el método era efectivo por sí mismo (véase mas
adelante).
Unos cuantos años después de graduarse, Eysenck tomó posesión de una
plaza como psicólogo investigador en el Mill Hill Hospital de Londres. Al
terminar la II Guerra Mundial, junto a otros compañeros, se trasladó a
Maudsley, un hospital psiquiátrico dedicado a la enseñanza y que había
estado cerrado durante la guerra. Eysenck aceptó el puesto de jefe del
departamento de psicología del Instituto de Psiquiatría de Maudsley. Desde
este puesto trabajó por modificar el papel habitual del psicólogo clínico. La
idea de Eysenck era que el psicólogo debía ser fundamentalmente un
investigador, y que debía aplicar los hallazgos de la psicología general en la
práctica clínica (Eysenck, 1949, 1950, 1952x; Paynes, 1953). Esta postura
estaba motivada tanto por su formación científica y experimental como por su
insatisfacción con las prácticas psiquiátricas tradicionales.
La formación de Eysenck había sido netamente experimental, y ella le llevó a
una postura crítica ante el estado científico de la psiquiatría y de la psicología
clínica. Sus críticas se basaban, en paste, en dalos de sus propias
investigaciones que demostraban la poca fiabilidad del diagnóstico
psiquiátrico, y de su evaluación de la psicoterapia tradicional. Eysenck evaluó
la eficacia del picoanálisis y de las terapias de orientación psicoanalítica
revisando la literatura psicoterapéutica. Esta revisión se publico en 1952 bajo
el titulo «The Effects of Psychotherapy: An Evalualion, (15).15 Eysenck no
encontró pruebas concluyentes de que la psicoterapia fuera más efectiva que
la remisión espontánea (mejora que se produce sin tratamiento específico).
La revisión se hizo famosa y extraordinariamente polémica debido a que
ponía en tela de juicio la eficacia de la terapia tradicional. A raíz de ella
empezó a surgir un interés cada vez mayor por la experimentación en la
psicoterapia en general y por las limitaciones, o posibles limitaciones, de la
terapia tradicional.
15
Eysenck también se interesó por la psicología del aprendizaje. Una gran parte
de su investigación se centró en una interpretación dimensional de la
personalidad, y se baso en la teoría del aprendizaje, especialmente la de Hull
y la de Spence. En The Dynamics of Anxiety and Hysteria: An Experimental
Application of Modern Learning Theory lo Psychiatry (1957), Eysenck ut1lizó
las ideas de Hull para explicar las causal de la ansiedad. El libro se distingue
por su concisión al revisar algunas aplicaciones terapéuticas de la teoría del
aprendizaje a los trastornos psiquiátricos, y entre ellas se encuentran los
primeros trabajos de Wolpe y los casos clínicos tratados en Maudsley por H.
Gwynnc Jones, Víctor Meyer y Aubrey Yales.
En 1959. Eysenck publico el articulo en el que se utilizaba por primera vez en
Inglaterra el termino «terapia de conducta, En el articulo, titulado «learning
Theory and Behavior 'Iherapy, criticaba la teoría psicoanalítica y el modelo
basado en el concepto de enfermedad. Una característica notable de este
articulo es el análisis comparativo que Eysenck hizo entre la psicoterapia
freudiana y la terapia de conducta (véase Tabla 5.1).
En 1960 Eysenck editó un libro titulado Behavior Therapy and the Neuroses:
Readings in Modern Methods of Treatment Derived from Learning Theory. En
el presentaba un gran número de trabajos clínicos en el campo y distintas
aplicaciones terapéuticas, incluyendo la desensibilización, la practica
negativa, la terapia aversiva y otras técnicas. Este libro fue el primer texto
general que se editaba en un país y que agrupaba a una serie de métodos de
tratamiento bajo el encabezamiento de Terapia de conducta, (16).16 En 1963
Eysenck funda Behaviour Research and Therapy, la primera revista dedicada
a la terapia de conducta.
Bajo la dirección de Eysenck, todos los miembros del departamento de
psicología fueron asumiendo la idea de que el papel fundamental del
psicólogo era el de un investigador científico. Uno de los defensores mas
destacados de esta idea fue M.B. Shapiro, que llegó al Instituto de Psiquiatría
de Maudsley después de la 11 Guerra Mundial. Eysenck era el jefe de la
sección de investigación del departamento de psicología, y Shapiro era el jefe
de la sección de entrenamiento en psicología clínica.
Shapiro estaba en contra de que la tarea fundamental del psicólogo clínico
fuera la administración rutinaria de tests psicológicos. Las razones por las
que estaba insatisfecho con el papel tradicional de los psicólogos clínicos
eran múltiples. Entre ellas estaba la irrelevancia del resultado de los tests con
16
(15)
Eysenck publico más tarde una revisión de este articulo en forma de libro (Eysenck,
1966) en el que participaron varios psiquiatras, psicólogos y psicoanalistas prestigiosos.
(16) Antes del libro de Eysenck se habían publicado otros en los que se describían técnicas
específicas (e.g., Salter, 1949; Wolpe, 1958), pero ninguno podía considerarse como texto
general de modificación do conducta.
respecto a datos diagnósticos importantes (dado que el diagnóstico
tradicional no tenía implicaciones etiológicas ni terapéuticas), la invalidez de
machos tests y la inutilidad de evaluar de forma rutinaria a todos los
pacientes (Yales, 1970b). Shapiro pensaba que la tarea del psicólogo debía
de ser la de enfocar el problema del paciente desde una perspectiva
científica. Partiendo del conocimiento proporcionado por la psicología
general, el psicólogo debía formular hipótesis sobre la posible etiología de la
conducta y sobre su tratamiento. Según Shapiro, el papel del psicólogo era
determinar: “... si la psicología general y experimental tienen algo que aportar
en la explicación de los trastornos del paciente, y si esta explicación ofrece
directrices para la investigación, tratamiento y disposición del paciente”,
(1957, p. 100).
Aunque Eysenck y Shapiro coincidían en la idea de que el psicólogo clínico
debe ser un investigador, sus enfoques eran diferentes. Como jefe del
departamento de psicología, Eysenck realizaba una investigación relacionada
con cuestiones teóricas básicas sobre la psicopatología, utilizando grandes
grupos de sujetos. Como jefe de la sección de entrenamiento en psicología
clínica, Shapiro se dedicaba a la investigación relacionada con el estudio y el
tratamiento clínico del individuo.
Hay dos aspectos del enfoque de Shapiro que son especialmente
importantes. Shapiro defendía el uso de medidas individuales de la conducta
de cada paciente. Si en lugar de utilizar una bateria estandarizada de tests
Para todos los pacientes utilizamos medidas específicas, podemos
centrarnos mejor sobre el problema concreto del paciente (Shapiro, 1951,
1961 a). Criticaba la investigación tradicional por el énfasis que ponía en el
rendimiento del paciente en las baterías de tests y tareas experimentales,
tales como puzzles y juegos, que no tenían una relevancia clínica inmediata.
Shapiro recomendaba la medición directa de la conducta clínicamente
relevante (por ejemplo, los síntomas del paciente) de forma que cualquier
cambio en la conducta producido a raíz del tratamiento tendría un valor
clínico y de investigación (Shapiro, 19ó1a). Shapiro defendió el estudio
intensivo del caso único: el paciente individual también podía utilizarse en la
investigación clínica (Shapiro, 19ó1b, 19óó; Shapiro y Ravenette, 1959).
Pensaba que los problemas de un paciente concreto no podían esperar a que
los estudios de grupo proporcionaran soluciones. El paciente individual podía
someterse a investigación para poner a prueba diferentes hipótesis sobre su
problema y sobre los procedimientos para mejorarlo. Shapiro creía que si se
podía aplicar el control experimental en un caso único lo mismo podía
esperarse de otros pacientes (Shapiro, 1961 b).
El papel que Shapiro ha desempeñado en el desarrollo de la modificación de
conducta es un tanto especial debido a que su interés fundamental estaba
dirigido al paciente individual mas que a las técnicas de modificación de
conducta en general (Shapiro, 1951, 1952, 1957). Sin embargo, Shapiro
fomentó el uso del condicionamiento en la sección de investigación clínica del
departamento, reuniéndose con otros psicólogos para discutir sobre las obras
de Pavlov, Hull, Osgood y otros, y planificando intervenciones conductuales.
Trabajó con H. G. Jones, Meyer y Yales en la aplicación de técnicas
conductuales en diversos problemas clínicos en el Maudsley Hospital durante
la década de los 50.
Las aplicaciones de los principios del aprendizaje en la sección de
entrenamiento en psicología clínica del departamento de psicología de
Maudsley implicaban diversos métodos. H. G. Jones (1956) es responsable
de una de estas primeras aplicaciones. Jones trató a una mujer adulta que
sufría de micción frecuente (aproximadamente una vez cada media hora) y de
ansiedad en situaciones públicas. Para disminuir la frecuencia de la micc1ón,
Jones utilizó un procedimiento que consistía en llenar la vejiga de la paciente
con una solución salina (17).17 La presión de la vejiga podía verse en un
manómetro que se encontraba enfrente de la paciente. La urgencia de orinar
de la paciente se daba con niveles bajos de líquido en la vejiga. Empezó a
introducirse mas liquido progresivamente; Pero las lecturas de la presión se
cambiaron de forma que no reflejara estos cambios. A medida que la vejiga
de la paciente toleraba mas liquido, las lecturas de la presión fueron
ajustándose a la realidad. Sólo después de unas cuantas sesiones, dentro de
un periodo de una semana, la paciente fue consiguiendo el control de la
vejiga, y la micción frecuente cesó.
Para tratar el problema de la ansiedad de la paciente, Jones asoció
respuestas que no desencadenaban stress con la presencia de estímulos
semejantes a los estímulos ansiogenos (por ejemplo, otras personas). Se
instruyó a la paciente Para que realizara una serie progresiva de conductas
no ansiógenas. Puesto que la paciente había sido bailarina las conductas que
realizó estaban relacionadas con la danza, Como por ejemplo bailar delante
de un público imaginario, del experimentador o en un espectáculo de
aficionados. En un plazo de dos semanas la paciente dejó de manifestar
ansiedad en situaciones públicas, dándose por concluido el tratamiento
(18).18
Meyer (1957) trató el miedo a los espacios abiertos y a los lugares cerrados y
a las multitudes en dos pacientes adultos. Meyer suponía que con
aproximaciones progresivas al estimulo ansiógeno, por ejemplo, mediante
una serie de tareas graduadas como las utilizadas por Herzberg, (as
respuestas podían dejar de ser ansiógenas. La falta de miedo en todas esas
tareas contribuiría a romper la asociación entre la situación temida original y
la ansiedad.
Según esto, se expuso a los pacientes a una serie de estímulos semejantes a
la situación ansiógena. Así, por ejemplo, a la paciente que tenía salir a la
calle se le proporcionó una serie de tareas que incluían en primer lugar, el
salir del hospital al jardín, después salir de las lindes del hospital, luego por
17
(17) El procedimiento estaba basado en los experimentos de Bykov (1953). Bykov
introducía agua caliente en la vejiga mostrándole al sujeto los cambios en la presión de la misma.
Bykov consideró a sus experimentos como dentro del paradigma del condicionamiento
pavloviano.
18
(18)
La idea do este tratamiento se basó en el método de eliminación de hábitos de Guthric,
por ejemplo, en la asociación de una respuesta dada con estímulos parecidos a los ansiogenos:
El procedimiento también era similar a la utilización que hacia Wolpe de la imaginación.
las calles, subir al autobus, etc. La frecuencia diaria de Las excursiones se
aumentó junto con la naturaleza ansiógenas de las tareas. Al principio
tratamiento el experimentador acompañaba a la paciente a la situación antes
de que e1la realizara la tarea sola. A las cinco semanas podía salir sola sin
problemas, con lo que el tratamiento se dio por terminado.
Yates (1958a) trató a una mujer adulta que tenía múltiples tics (un tic
complejo do contracción del estómago, un tic nasal, accesos de los y un tic
ocular). Yales empleó una técnica conocida como practica negativa (Dunlap,
1932), que consiste en la repetición de la conducta que se desea eliminar.
Yales desarrolló un razonamiento teórico del funcionamiento de la técnica
basado en la teoría hulliana y comprobó varias predicciones sobre las
consecuencias de la manipulación de las variables de la practica (19).19 La
paciente realizó voluntariamente los tics durante varias sesiones. El
tratamiento redujo tres de los cuatro tics, pero no desapareció ninguno.
Estas primeras aplicaciones de los principios del aprendizaje en Maudsley
condujeron a la investigación de varias técnicas, incluidos el método de la
tarea graduada, el biofeedback, el alivio de la aversión y la practica negativa
(20).20 Estas técnicas estaban basadas en las ideas de Hull, Guthrie y
Mowrer. La influencia de Wolpe en estos primeros trabajos fue relativamente
escasa. Aunque se citaban sus investigaciones sólo era como apoyo de W
técnicas que ya se utilizaban en Maudsley. Por ejemplo, la técnica de
graduación de tareas no se conceptualizaba como desensibilización o
inhibición reciproca per se. EI procedimiento de la tarea graduada se parecía
mucho a lo que ahora denominamos desensibilización in vivo, en la que los
pacientes realizaban una serie graduada de respuestas en la situación real,
en lugar de en la imaginación.
La aplicación de las técnicas de la terapia de conducta aumentó en el Instituto
durante Los años 60 con la llegada de Stanley J. Rachman, Michael Gelder e
Isaac M. Marks. Después de su formación con Wolpe, Rachman fue a
Maudsley para trabajar con Eysenck (en un proyecto no relacionado con la
terapia de conducta); en 19ó1 se incorporó al departamento de psicología de
19
(19) Según la teoría hulliana, la práctica masiva de una respuesta provoca la inhibición (por
ejemplo, inhibición reactiva o 1R). Cuando 1R alcanza un nivel crítico la persona se ve forzada a
descansar o dejar de realizar la respuesta. El hábito de no realizar la respuesta se adquiere
debido al refuerzo que recibe de la reducción del impulso. La inhibición aprendida (por ejemplo,
inhibición condicionada o eIr) sustituye a la realización de la respuesta.
20
(20) Hay muchos otros temas tratados por investigadores de Maudsley que no están
publicados, aunque algunos de ellos han sido revisados por H. G. Jones.
la facultad. Rachman introdujo el método de la desensibilización sistem5tica
do Wolpe basado en la imaginación; la desensibilización in vivo ya había sido
introducida por H. G. Jones y V. Meyer.
A principios de los años 60, Gelder, un psiquiatra del Instituto, empezó a
interesarse por el trabajo clínico que Meyer estaba llevando a cabo con
fóbicos. Gelder trabajó en unos cuantos casos con Meyer y pensó que la
técnica de la tarea graduada o desensibilización era lo suficientemente
interesante como para merecer un estudio mucho más detenido. Después de
estudiar por su cuenta teoría a investigación del aprendizaje, comenzó un
programa de investigación sobre la desensibilización. En 1960, Marks llegó a
la sección de entrenamiento en clínica, trabajando con Shapiro (e.g., Shapiro,
Marks y Fox, 1963) y colaborando eventualmente con Gelder. Gelder y Marks
realizaron una serie de estudios sobre desensibilización (e.g., Cooper, Gelder
y Marks, 1965; Gelder y Marks, 1966; Marks y Gelder, 1965).
Rachman, Marks y Gelder han Nevado a cabo mochas investigaciones sobre
las técnicas do la terapia de conducta, incluidas la desensibilización, la
inundación, el modelado y la terapia aversiva. El Instituto do Psiquiatría del
Maudsley Hospital aun permanece como el núcleo de la terapia do conducta
en Inglaterra. También sigue editándose en el la revista Behaviour Research
and Therapy.
Estados Unidos: la practica negativa, la terapia aversiva, la terapia del reflejo
condicionado y el condicionamiento operante
La aparición de la modificación de conducta en los Estados Unidos no puede
delimitarse tan fácilmente como en Sudáfrica y en Inglaterra. Antes de que la
modificación de conducta se convirtiera en un campo de estudio específico en
los Estados Unidos, ya se habían utilizado y estudiado algunas técnicas
conductuales: ahí están como muestra los trabajos de Watson, Rayner, M. C.
Jones, los Mowrer, Burnham y otros. Las primeras aplicaciones de los
principios del aprendizaje a los problemas clínicos, sin embargo, no se
consideraban como reflejo de un enfoque unitario ni del movimiento llamado
"modificación de conducta”. Muchas de estos aplicaciones no eran diferentes
de las técnicas que utiliza la modificación de conducta actualmente, aunque
se tiende a considerarlas como el estado embrionario de la modificación de
conducta actual. Puesto que ya hemos tratado en otro lugar el trabajo do
Watson y sus seguidores, Los Mowrer, Burnham, Mateer y otros,
dedicaremos este apartado a las aportaciones de otros psicólogos,
psiquiatras y clínicos americanos.
Las aplicaciones del condicionamiento al campo terapéutico en los Estados
Unidos siguieron líneas independientes. Las aplicaciones clínicas más
importantes se deben a Knight Dunlap, que ideó una técnica terapéutica
llamada "practica negativa"; Walter L. Voegtlin y Frederick Lemere, que
desarrollaron una terapia aversiva para tratar a alcohólicos, y Andrew Salter,
que creó la terapia de reflejo condicionado para tratar diversos desórdenes.
Al mismo tiempo que se desarrollaban estas técnicas se empezaban a aplicar
los métodos del condicionamiento operante a la conducta humana. Estas
primeras aplicaciones, reflejadas fundamentalmente en el trabajo de
laboratorio de Ogden R Lindsley y Sidney W Bijou, sirvieron de base al
perfeccionamiento de las técnicas operantes utilizadas con propósitos
clínicos. (Vease capitulo 7.)
Knight Dunlap y la “practica negativa”. Dunlap era psicólogo experimental en
la Johns Hopkins University y colega de John B. Watson. Estaba interesado
en la formación y eliminación de los hábitos, especialmente en el papel que
tenia la repetición de la respuesta en el aprendizaje. Dunlap pensaba que la
repetición per se no aumentaba necesariamente la fuerza de la respuesta. La
repetición era importante sólo en la medida en que posibilitaba la actuación
de otros factores. Según Dunlap, la repetición influía sobre la conducta en
una de las tres formas siguientes: aumentando la respuesta (hipótesis
denominada alfa), no ejerciendo influencia sobre la respuesta (hipótesis
beta), o disminuyendo la respuesta (hipótesis gama).
Pero su interés fundamental estaba en el papel de la repetición en la
eliminación de los hábitos indeseables. Publicó dos artículos (1928, 1930) y
un libro (1932), Habits, Their Making and Unmaking, sobre este tema y sus
aplicaciones terapéuticas. EI procedimiento conocido como practica negativa
consiste en la realización voluntaria de una conducta que la persona desca
eliminar. Cuando un individuo repite una conducta, la expectativa de mejorar
y la satisfacción que tiene eliminar la respuesta, romperán el hábito. Así pues,
el hábito es erradicable mediante la realización voluntaria de la conducta. Una
vez que el hábito indeseable se ha eliminado, la práctica positiva de la
conducta deseada desarrolla el nuevo hábito.
Aunque el termino <practica negativa, sugiere la importancia de la repetición
de la conducta, la practica repetida por si sola no era suficiente para el
cambio de la conducta. La eficacia de la repetición dependía de los
pensamientos, deseos e ideales* del individuo (Dunlap, 1932, pag. 202). EI
individuo debe practicar la respuesta con la idea de que la respuesta va a
eliminarse. Segun Dunlap el deseo de romper el hábito era el agente
terapéutico fundamental. Basándose en casos reales, afirmaba que la
practica negativa podía eliminar la tartamudez, el morderse las uñas, las
ensoñaciones, los tics, el chuparse el pulgar, la masturbación y la
homosexualidad. Para eliminar estas conductas la persona debía realizar
repetidamente la conducta indeseada o una muy semejante a ella. Aunque
Dunlap afirmaba que mediante la práctica negativa se podía tratar con éxito
toda clase de hábitos, no ofreció una argumentación completa sobre su
eficacia:
La “explicación” de la eficacia del método de la practica negativa no es un asunto de excesiva
importancia. Sus resultados probablemente pueden encajarse en cualquier teoría del aprendizaje
por muy inútil que la teoría pueda ser en otros casos. Desgraciadamente, todas las
*explicaciones* del aprendizaje son en este momento meras especulaciones, razón por la que
deben evitarse (Dunlap, 1932, pig. 314).
La importancia del trabajo de Dunlap con respecto a la modificación de
conducta se de-be no solo al desarrollo de su técnica de la practica negativa
sino también a su forma de enfocar el tratamiento psicológico. La mayoría de
los modificadores de conducta actuales la asumirán como suya:
La solución de los problemas neuróticos esta en la aplicación de los resultados de la psicología
científica. De entre todos estos resultados los principios del aprendizaje son, con macho, los mis
importantes, pero la aplicación debe basarse en una comprensión psicológica más amplia de los
procesos y de la situación del paciente (Dunlap, 1932, pág. 193).
Aunque se considera al aprendizaje como el proceso fundamental de la
modificación de conducta, muchos autores han propuesto una interpretación
mis general para comprender la conducta (e.g., Krasner y Ullman, 1973;
Lazarus, 1971a; Ullman y Krasner, 19ó9).
El trabajo de Dunlap anticipó el desarrollo de la modificación de conducta en
los Estados Unidos al sugerir y aplicar una técnica terapéutica basada en el
aprendizaje, y al defender un enfoque científico del proceso terapéutico.
Diversos autores se interesaron por su trabajo sobre la práctica negativa,
fundamentalmente Yates (1958a) en Inglaterra. Yates aplicó el procedimiento
en su trabajo clínico y le buscó un fundamento teórico basado en la teoría del
aprendizaje de Hull. Otros investigadores han aplicado la practica negativa a
problemas como dificultades del habla, y fobias y obsesiones (e.g., Case,
1960; Fishman, 1937; Lehner, 1954; Malleson, 1959) (21).21Walter L.
Voegtlin, Frederick Lemere y la terapia aversiva con alcohólicos. La terapia
aversiva empezó a utilizarse en el tratamiento de alcohólicos en 1935. El
primer tratamiento se llevó a cabo en el Shadel Sanalorium, un Centro de
Sealtle (Washington), dedicado al tratamiento de alcohólicos que acudían a el
21
(21) La práctica negativa ha dejado de ser popular debido a su escasa fiabilidad. Esta técnica
ha conseguido mejorar conductas problema en algunos casos, pero las ha empeorado, o su
efecto ha sido may débil, en otros (e.g., Case, 1960; Feldman y Werry, 1966; Fishman, 1937;
Rutheford, 1940; Walton, 1961; Yates, 1958x). Por otra parte, ahora se dispone de muchas otras
técnicas para eliminar hábitos indeseables.
por iniciativa propia. Al frente del programa estaba Voegtlin, un
gastroenterólogo que había elaborado una sustancia que provocaba náuseas
(la emetina y sus derivados) para emplearla en el tratamiento. Este consistía
en la asociación de la náusea con el alcohol según los principios del
condicionamiento clásico. En 1937, dos años después de que se hubiera
puesto a prueba el procedimiento, Lemere, que era psiquiatra, llegó a Shadel.
Voegtlin y Lemere colaboraron durante varios años en el tratamiento de
alcohólicos.
El condicionamiento aversivo se utilizó en la institución durante un largo
periodo de tiempo, durante el cual también se probaron otros procedimientos,
incluida la terapia de grupo y la rehabilitación (Shadel, 1944). De codas las
técnicas utilizadas, el condicionamiento fue el efectivo (Voegtlin y Lemere,
1942). Los primeros informes de la terapia aversiva en el tratamiento del
alcoholismo proceden de Rusia. En Rusia, Kantorovich (1929) habla utilizado
una descarga eléctrica como estimulo incondicionado y el alcohol como
estimulo condicionado para producir una reacción aversiva. Otros
investigadores rusos establecieron la aversión condicionada utilizando
apomorfina como estimulo incondicionado (Markovnikov, 1934; Sluechevski y
Friken, 1933). A raíz do estos primeros trabajos rusos, otros investigadores
en Francia, Inglaterra, Alemania, Bélgica y América empezaron a utilizar
técnicas para provocar aversión hacia el alcohol.
El tratamiento utilizado en el Shadel Sanatorium, conocido como "tratamiento
del reflejo condicionado" (Voegtlin, Lemere y Broz, 1940) consistía en la
asociación de la vista, —el olor y el sabor del alcohol con los agentes
productores de la náusea y el vómito, tomados oralmente o inyectados. El
objetivo del tratamiento era crear una reacción aversiva. El tratamiento era
breve (duraba de cuatro a siete sesiones sobre un intervalo promedio de diez
días, con sesiones individuales de treinta minutos hasta una hora). Después
de varios meses los pacientes volvían a recibir algunas sesiones para corregir
o disminuír la tendencia a la recaída.
El rasgo más característico del trabajo de Voegtlin y Lemere fue el
seguimiento del tratamiento. Se hizo el seguimiento de 4.000 pacientes en
periodos que oscilaron entre 1 y 13 años. El porcentaje de éxito, utilizando
como criterio la abstinencia, fue realmente sorprendente. Un 60% `de los
pacientes permanecieron abstemios durante 1-2 años; un 38% entre 5 y 10
años, y un 23 % de 10 a 13 años después de haberse sometido al tratamiento
(Lemere y Voegtlin, 1950). Las sesiones de ayuda proporcionadas después
de un ano de tratamiento aumentaron la probabilidad de mantener la
abstinencia (Voegtlin, Lemere, Broz y O'Hollaren, 1942). Además de la
duración del tratamiento, se evaluaron también otras variables que afectaron
a su eficacia, como los efectos de la administración de las drogas
(apomorfina y emetina), el papel del personal clínico y variables
demográficas, y los efectos de las sesiones de ayuda sobre la tasa de
abstinencia. Disponemos de una cantidad considerable de información sobre
el programa de Shadel: Lemere y Voegtlin, 1940, 1950; Lemere, Voegtlin,
Broz y O'Hollaren, 1942a, 19426; Voegtlin, 1940; Voegtlin, Lemere, Broz y
O'Hollaren, 1942. La publicación de los resultados del tratamiento animó a
otros investigadores de Estados Unidos a utilizar el tratamiento de reflejo
condicionado con alcohólicos, aunque a escala mucho menor que en Seattle
(e.g., Edlin, Johnson, Hletko y Heilbrunn, 1945; Kant, 1944; Thimann, 1949a,
1949b).
El programa que se llevó a cabo en Shadel fue el mis destacado de todas las
aplicaciones del condicionamiento llevadas a cabo en Estados Unidos
durante la década de los 30 y la do los 40. Las técnicas de condicionamiento
aversivo continúan utilizándose en la modificación de conducta actual. Así
pues, el tratamiento de Shadel no fue un simple precursor de las técnicas
conductuales ni un mero proyecto demostrativo, sino modificación de
conducta practicada a gran escala antes de que la modificación de conducta
se convirtiera en un movimiento formal. Además, la investigación realizada
por Voegtlin y Lemere constituye uno de los estudios más completos de los
que se dispone sobre terapia aversiva.
Andrew Salter y la terapia del reflejo condicionado. Andrew Salter consiguió
su titulo de pregraduado en 1937 en la Universidad do Nueva York. Unos
cuantos años más tarde empezó a trabajar en la clínica privada en la misma
Ciudad de Nueva York, desarrollando una terapia basada en la teoría y en la
investigación de la psicología del aprendizaje- Durante los años anteriores a
su graduación, Salter se había interesado en la aplicación de la hipnosis
como método terapéutico. El libro de Elark Hull, Hypnosis and Suggestibility:
an Experimental Approach (1933) proporcionaba una interpretación
conductista de la hipnosis que influyó enormemente sobre Salter. El
mecanismo fundamental que subyacía a la hipnosis era, según Hull, la voz
del hipnotizador o experimentador, que funcionaba como estimulo
condicionado produciendo las reacciones del cliente.
Salter exploró el uso de la hipnosis en la práctica clínica, y desarrolló técnicas
de auto hipnosis que el consideraba técnicas de autocontrol (Salter, 1941).
Aplicó la autohipnósis a problemas tales como la tartamudez, el morderse las
uñas, el insomnio, el fumar y el comer en exceso. En 1944 Salter publicó
What is Hypnosis; Studies in Auto and Hetero Conditioning, en el que
ampliaba la interpretación hulliana de la hipnosis incluyendo el
condicionamiento. En este libro Salter se refería a la discusión entre Pavlov y
Bechterev sobre lo que Pavlov había denominado “segundo sistema de
señales”. Salter también incidía en la idea de que las palabras emitidas por
uno mismo o por otras personas podían convertirse en estímulos
condicionados (cf. Hudgind, 1933). Salter defendía la idea de Hull de que las
palabras funcionaban en la hipnosis como estímulos condicionados, y
evocaban reacciones condicionadas en el cliente.
El considerar la hipnosis como un condicionamiento de la misma forma que
Hull condujo a Salter a interesarse de un modo más general por las
relaciones entre el condicionamiento y el cambio terapéutico. Publicó otro
libro, Conditioned Reflex Therapy; The Direct Approach to the Reconstruction
of Personality (1949), en el que consideraba el condicionamiento como el
instrumento fundamental del cambio terapéutico, concediendo a la hipnosis
un papel comparativamente menos importante. En este trabajo, Salter
describía una teoría general de la conducta desadaptativa y los
procedimientos terapéuticos específicos que constituyan la “terapia del reflejo
condicionado” (22).22 Las obras de Pavlov y Bechterev fueron las fuentes
fundamentales del tratamiento. Concretamente, los conceptos de excitación,
inhibición y desinhibición, sugeridos por primera vez por Sechenov y
discutidos por Pavlov y Bechterev, eran los que se utilizaban para explicar la
conducta desadaptativa.
Salter creía que el desajuste se debía fundamentalmente a una inhibición
excesiva. El ajuste consistía en el equilibrio entre la excitación y la inhibición:
*la salud mental* radica en el equilibrio entre la inhibición y la excitación,
aunque sea esta última sobre la que incidimos en la terapia (Pág. 199).
Según Salter, el desarrollo social suele provocar tanta inhibición que los
individuos no tienen libertad para expresarse. El objetivo de la terapia es
suprimir las inhibiciones y favorecer una personalidad "excitadora". Como el
señala, *desinhibir la inhibición* (Pág. 187) es el principio directriz de la
terapia del reflejo condicionado.
Nuestro objetivo es desinhibir la inhibición. El medio por el que logramos esta desinhibición
podría denominarse química verbal. Las palabras del terapeuta, al atravesar los tractos nerviosos
de la persona bajo tratamiento, producen modificaciones químicas en su sistema nervioso. Estos
cambios químicos se asocian con cambios en la conducta que a su vez provocan otras
modificaciones bioquímicas y otros cambios en la conducta.
…El desajuste es un proceso de aprendizaje al igual que la psicoterapia. El desajuste es un
condicionamiento equivocado y la psicoterapia es un recondicionarniento. Los problemas del
individuo son consecuencia de sus experiencias sociales: al cambiar la forma de sus relaciones
22
(22) El termino *terapia del reflejo condicionado*, utilizado por Salter, nació de forma
independiente al de *tratamiento del reflejo condicionado*. Utilizado por Voegtlin y Lemere.
Ambos procedimientos se consideraron descendientes del trabajo de Pavlov y Bechterev. Salter
creó una estrategia terapéutica general basada en la teoría pavloviana. La terapia aversiva de
Voegtlin y Lemere se basaba en el método de instauración de respuestas condicionadas.
sociales, cambiamos también su personalidad. La experiencia no es sólo la mejor maestra, sino
que además es la única. A nosotros, como terapeutas, no nos interesa especialmente el dar al
individuo un conocimiento ordenado de su pasado (“sondeo”). Lo que nos interesa es
proporcionarle un conocimiento reflejo con vistas al futuro (“hábito”.) (Salter, 1949, p. 31b).
Para fomentar la excitación, las personas deben practicar la expresión de sus
emociones en la vida cotidiana. Reglas generales para comportarse o
técnicas para mejorar la expresión emocional, son: hablar de los sentimientos
de uno (expresión deliberada de emociones espontáneas); Contradecir y
enfrentarse 8expresión del desacuerdo); usar el pronombre personal “yo”;
Asentir y alabar cuando sea adecuado; e improvisar (realizar acciones de
forma espontánea) (Salter, 1949).
Realizar conductas exitatorias durante la interacción social es una estrategia
general que Salter recomienda para todos los problemas psicológicos. No
obstante, Salter empleaba varios procedimientos específicos para inducir o
eliminar diversos sentimientos según la conducta que deseara eliminarse.
Así por ejemplo, a los sujetos que experimentaban ansiedad bajo ciertas
circunstancias se les enseñaba a relajarse para reducir la tensión en las
situaciones ansiógenas. Aprendían a relajarse con el terapeuta para después
relajarse solo en situaciones problemáticas de su vida cotidiana. También se
utilizaba la evocación de imágenes relacionadas con eventos o experiencias
positivas para ayudar a superar problemas específicos. Así por ejemplo, se
empleaban imágenes agradables para vencer la ansiedad, el insomnio, o
para fomentar una conducta deseada, como por ejemplo un funcionamiento
sexual adecuado.
La importancia del trabajo de Salter para la modificación de conducta radica e
el hecho de basarse en la teoría del aprendizaje y del condicionamiento y en
el hecho de centrar su interés en la terapia. Su teoría inicial de la conducta
desadaptativa y de la terapia se basó en los conceptos y en la investigación
sobre condicionamiento. Pavlov es el autor que mayor influencia ejerció
sobre el trabajo de Salter, y en menor medida Bechterev, aunque también
fueron importantes otros autores como Gant, Masserman, Mowrer, N.F.R.
Maier, Hull y Guthrie. Salter consideró la conducta desadaptativa y su
tratamiento en términos de aprendizaje, desviándose claramente de la
psicoterapia tradicional. Sus ideas sobre el condicionamiento estaban
apoyadas por sus referencias a un enfoque terapéutico basado en el
aprendizaje, tal y como lo habían expuesto Watson y Rayner, Voegtlin y
Lemere y Dunlap. Lo innovador del enfoque de Salter no estaba simplemente
en utilizar los principios del condicionamiento con el fin de explicar las
técnicas terapéuticas existentes, al igual que Dollard y Millar habían hecho,
sino desarrollar tratamientos específicos y aplicarlos en la clínica.
Otro rasgo notable del trabajo de Salter se refiere al objetivo terapéutico. El
tratamiento se centraba más en la propia conducta que en la psicodinámica,
pensamientos o rasgos subyacentes. El cambio terapéutico se producía
cuando se conseguía que el individuo se comportara de forma diferente:
Las personas me cuentan lo que piensan, pero esto no es lo que realmente me interesa. Lo que
quiero saber es lo que hicieron, porque tanto el origen como la solución de los problemas de una
persona, esta precisamente en lo que hace.
Para poder cambiar los sentimientos y
pensamientos de una persona acerca de ella misma hay que cambiar la forma en la que se
comporta con los demás, y tratando su inhibición estaremos atacando las mismas raíces de su
problema (Salter, 1949, p. 100)
Según Salter, la mejoría se produce tratando la conducta en la situación
problemática, y no en la consulta del terapeuta. Había que enseñar al cliente
a comportarse en las situaciones cotidianas de forma que se consiguiera el
cambio terapéutico. Los clientes de Salter realizaban tareas terapéuticas in
vivo, procedimiento que sigue utilizándose en la actualidad en una serie de
técnicas conductuales.
Salter se aseguraba de que sus pacientes se concentraran en el aquí y
ahora, en lugar de en conflictos pasados. La idea de que la causa de la
conducta desadaptativa era un condicionamiento inadecuado servia como
justificación racional de las técnicas empleabas, pero la terapia del reflejo
condicionado no incidía sobre los aspectos históricos del problema. Como
Salter (1949) señalaba, “EI descubrimiento y la indagación de las situaciones
que han provocado el problema psicológico no facilita en nada el proceso de
curación (p. 38). En la practica, “el cómo ha llegado la persona a su situación
actual tiene muy poca importancia terapéutica" (p. 143).
Otra ventaja de la terapia del reflejo condicionado era que podía aplicarse a
diversas conductas. Las otras aplicaciones anteriores del condicionamiento
habían abarcado una gama de conductas relativamente reducida: M. C.
Jones trató miedos específicos, los Mowrer la enuresis, Dunlap intentó
eliminar hábitos desadaptativos, y Voegtlin y Lemere se dedicaron al
tratamiento del alcoholismo. A partir de Salter, la terapia del reflejo
condicionado empezó a aplicarse a trastornos neuróticos diversos, a las
disfunciones y desviaciones sexuales, al insomnio, etc.
Salter empleó varios procedimientos terapéuticos basados en el
condicionamiento que después se estudiarían más sistemáticamente. Entre
los casos presentados en Conditioned Reflex Therapy se pueden encontrar
aplicaciones de técnicas que guardan una gran semejanza con la
desensibilización sistemática, el autocontrol, el ensayo conductual y el
condicionamiento encubierto, basado en la utilización de la imaginación.
Aunque se hayan refutado los conceptos pavlovianos de inhibición y
excitación, conceptos considerados como el fundamento teórico de la terapia
del reflejo condicionado, los modificadores de conducta actuales siguen
empleando versiones más completas de las técnicas introducidas por Salter.
Aplicaciones del condicionamiento operante a la conducta humana. La
aplicación sistemática del condicionamiento operante a la conducta humana
constituyó un paso crucial en el desarrollo do la modificación de conducta.
Durante los años 50, el condicionamiento operante empezó a investigarse
cada vez más en el laboratorio animal. Las primeras aplicaciones de los
principios del condicionamiento operante a la conducta humana compleja
fueron conceptuales más que empíricas. Keller y Schoenfeld (1950)
describían así la omnipresencia de los principios operantes:
El principio del condicionamiento operante puede apreciarse en cualquiera de las múltiples
actividades de los seres humanos, desde su nacimiento hasta su muerte. Só1o, o en
combinación con el principio pavloviano, esta involucrado en todos los fortalecimientos de la
conducta que constituyen el objeto de este libro. Esta presente en nuestras discriminaciones más
finas y en nuestras habilidades más sutiles, en nuestros hábitos más primitivos y toscos, y en el
pensamiento creativo más superior. Por e1 se pueden explicar, en una gran parte, nuestras
conductas anormales y nuestros "ajustes" normales; nuestras demostraciones de fuerza y
nuestras muestras de debilidad; la cooperación y la rivalidad. Esta presente en nuestras
relaciones de amistad y cuando nos retiramos de nuestros semejantes; en nuestras expresiones
de fanatismo y en las de tolerancia; en nuestras virtudes y en nuestros vicios (Keller y
Schoenfeld, 1950, p. 64-65).
Skinner también fue muy explicito sobre el tema de la generalidad de los
principios operantes y su relevancia con respecto a la conducta humana
compleja. Walden Two (1948), en el que describe una sociedad utópica
basada en los principios operantes, es quizás el exponente más claro de su
pensamiento al respecto. En Science and Human Behavior 1953a), Skinner
analiza cómo los principios operantes funcionan en todas las conductas e
instituciones sociales humanas, explicando el papel de las contingencias de
reforzamiento en el gobierno, la ley, la religión, la psicoterapia, la economía y
la educación.
La metodología del condicionamiento operante así como su capacidad
potencial para explicar la conducta social empezó a ser objeto de atención
por parte de la psicología en general. Los procedimientos necesarios para
llevar a cabo en el laboratorio la investigación operante, junto con las ventajas
del análisis experimental de la conducta como enfoque científico general,
empezaron a recibir atención desde publicaciones profesionales de amplia
difusión (Ferster, 1953; Skinner, 1953b). Algunos investigadores sugerían que
los métodos operantes podían ser de utilidad en el estudio de áreas
especificas, como el desarrollo infantil (Keller, 1950). Keller y Schoenfeld
(1950) manifiestan así su entusiasmo por una ciencia general de la conducta
humana basada en la metodología operante:
Toda conducta, tal y como nosotros la entendemos, esta formada por variaciones de unos
cuantos aspectos básicos. Por primera vez en la historia de la humanidad, estos aspectos están
abiertos a todos aquellos que deseen contemplarlos a la luz de la ciencia y no a través de
intuiciones de iluminados. Estamos acercándonos al umbral que nos conduce a un extraordinario
poder: el poder de manipular nuestra propia conducta, científica, deliberada, racionalmente
(Keller y Schoenfeld, 1950. p. 401).
Los temas específicos relacionados con la psicología clínica y la psiquiatría
también se abordaron dentro de las extensiones conceptuales de los
principios y de los métodos operantes. Skinner analizó la etiología y el
tratamiento de los trastornos psiquiátricos desde un punto de vista
conductista. Con muchos de sus comentarios se anticipó al desarrollo formal
de la modificación de conducta y a la aplicación de las técnicas operantes a
los problemas clínicos. Criticó el enfoque tradicional de la conducta anormal y
su interés nuclear por el tratamiento de los fenómenos mentales. Según
Skinner, las interpretaciones tradicionales de la conducta han:
Fomentado la creencia de que la psicoterapia consiste en .extirpar, ciertas causas internas de la
enfermedad mental, al igual que el cirujano extirpa un cáncer, o del mismo modo que se vomita
un alimento no digerido. Ya hemos visto suficientes causal internas como para comprender por
que esta doctrina le ha hecho a la psicoterapia un encargo imposible. No es ninguna causa
interna, sino la propia conducta, la que (en la analogía médica de la catarsis) debe sacarse del
sistema.... Lo que tenemos que preguntar es por que la respuesta fue emitida al principio, por
que se castigó, y que variables están funcionando en la actualidad. Las respuestas a estas
preguntas son las que deben explicar la conducta neurótica. En el sistema freudiano la conducta
no es más que el síntoma de la neurosis; en nuestra formulación es el objeto directo de la
exploración (Skinner, 1953x, p. 373, 376).
Skinner también anticipó las críticas que podía recibir el enfoque conductual,
a saber, que el tratamiento directo de la conducta no solucionaría el problema
psicológico subyacente:
Si incidimos sobre la propia conducta .neurótica., en lugar de hacerlo sobre cualquier condición
interna que se proponga como explicación de ella, se nos puede acusar de estar cometiendo el
imperdonable pecado de estar .tratando el síntoma en lugar de la causa. Esta expresión suele
aplicarse a los intentos de eliminar ciertas características de la conducta sin prestar atención a
las causas, como por ejemplo en el caso de la “curación” de la tartamudez mediante un curso de
ejercicios vocales, o una mala postura mediante la aplicación de un corsé en los hombres, o el
chuparse el pulgar untando el dedo con una sustancia amarga. Este tipo de terapia olvida el
conflicto subyacente, del que estas características conductuales son sus síntomas. Pero cuando
nosotros afirmamos que la conducta es el centro de la terapia, y no simplemente un síntoma, no
estamos cometiendo la misma equivocación. Al explicar un ejemplo dado de conducta
desadaptativa en términos do la historia personal del individuo y modificando o complementando
esa historia como método de terapéutico, nosotros estamos considerando las mismas variables a
las que el teórico tradicional debe volver en ó1timo término para explicar sus supuestas causas
internas (Skinner, 1953a, p. 379).
Skinner describió los resultados de la psicoterapia en términos operantes.
Según el, el cambio terapéutico probablemente era consecuencia de la
manipulación de contingencias de reforzamiento especificas por parte del
terapeuta. En el proceso terapéutico el terapeuta refuerza diversas conductas
fundamentalmente a través de la aprobación. La extinción también
desempeña un papel importante en la terapia. El cliente emite en presencia
del terapeuta conductas que han sido castigadas en otras ocasiones. El
escape o la evitación de los estímulos emocionales asociados con el castigo
llegan a extinguirse con el tiempo debido a que el terapeuta no es agente
punitivo. El terapeuta no sólo manipula directamente las contingencias sino
que también le ayuda a reestructurar su propio ambiente con el fin de
modificar Los estímulos que influyeron negativamente sobre la conducta.
La aplicación que hizo Skinner de los principios operantes a la conducta
humana, concretamente a conductas relevantes desde el punto de vista
clínico, sugirió la utilidad que podría tener el enfoque conductual como
alternativa al modelo intrapsíquico. La aplicación clínica de los métodos
operantes no se produjo hasta varios años después. Desde principios de la
década de los 50, la investigación operante fue extendiéndose a la conducta
humana. Muy pronto se iniciaron las investigaciones sobre el
condicionamiento verbal, en las que ya nos hemos detenido, y otras. El
objetivo de estos estudios tenía un carácter general, más que la mera
observación de aspectos concretos de la conducta verbal. Se estudió la
utilidad del paradigma operante observando diversos procesos conductuales
en experimentos con animales. Particularmente valiosas fueron las
aplicaciones de los métodos operantes llevadas a cabo por Skinner y Ogden
R. Lindsley con pacientes psicóticos, y las de Sydney W. Bijou a la conducta
infantil. En el capitulo 7 describiremos los trabajos que con un interés
aplicado o clínico más que experimental se derivaron de toda esta
investigación.
En 1953, Skinner y Lindsley, que se había graduado en Harvard, comenzaron
una investigación contratados por la Office of Naval Research. Fue dirigida
por Lindsley y realizada en el Metropolitan State Hospital, en Waltham,
estado de Massachussets. Con esta investigación se pretendía determinar la
aplicabilidad del condicionamiento operante al análisis experimental de la
conducta de los pacientes psicóticos. Más concretamente su objetivo era:
Intentar modificar y adecuar los métodos del condicionamiento operante al ámbito clínico, con el
fin de conseguir medidas experimentales útiles y objetivas de la psicosis (Lindsley, 19ó0, pág.
66).
Se estudió en una situación de laboratorio, dentro del hospital, el
comportamiento de niños y adultos psicóticos, agudos y crónicos, así como
de personas "normales. Se observó a los pacientes mientras realizaban una
tares que consistía en tirar de un embolo. Se les dejó solos en una habitación
pequeña (6 x 6 pies) a indestructible durante una hors diaria y a lo largo de
varios días. En la habitación había un aparato con un manipulando (un
embolo o palanca), un dispensador de refuerzos y un panel de estímulos. La
tarea del paciente consistía en tirar repetidamente del embolo mientras
estaba sentado enfrente del aparato. El tirar del embolo era una respuesta
operante libre, de forma que el paciente podía responder en cualquier
momento. La naturaleza de la tarea permitía que se pudieran emitir en cada
sesión un gran número de respuestas. Los pequeños objetos que servían
como refuerzos aparecían automáticamente a través de una abertura que
había junto al embolo. En la primera investigación la respuesta de tirar del
embolo era reforzada con la aparición de objetos como golosinas, cigarrillos o
fotografías proyectadas (Skinner, Solomon y Lindsley, 1953); Skinner, 1954a;
Skinner, Solomon, Lindsley y Richards, 1954). Estos refuerzos se
dispensaban de forma intermitente de acuerdo con dos programas de
reforzamiento simples. Una característica importante de la tarea era que las
respuestas se registraban automáticamente en un registrador acumulativo
que había en otra habitación, y por otra parte, que las consecuencias de la
respuesta se aplicaban también automáticamente en el momento en el que
se cumplían los requisitos del programa.
Los primeros informes indicaron que había un patrón de respuesta
característico en los pacientes psicóticos muy semejantes al de organismos
inferiores. En investigaciones posteriores (Lindsley, 1956, 1960, 1963) se
amplió el númcro de pacientes, el tiempo de estudio y la gama de refuerzos,
aumentando también las características de la respuesta que pudieron
observarse. A algunos pacientes se les estudió en sesiones experimentales
diarias durante cerca de cinco años. Se variaron las respuestas y también los
incentivos: comida, dinero, fotografías de hombres y mujeres desnudas,
música, fichas, el poder dar leche a un gatito y la posibilidad de escapar de
un ruido fuerte o de una habitación oscura.
Se encontraron varias características importantes en el patrón de respuestas.
En primer lugar se encontró que, con los programas de reforzamiento
utilizados en la investigación, muchos pacientes tendían a presentar tasas de
respuesta más bajas que los adultos normales e incluso que las encontradas
en organismos inferiores. En segundo lugar, la ejecución Se veía
interrumpida a menudo por largas pausas durante las que se podía apreciar
la presencia de rasgos psicóticos típicos (e.g., conductas vocales
alucinatorias). (Los pacientes podían observarse a través de un periscopio sin
que ellos lo notaran.) En tercer lugar, se apreciaron ritmos muy marcados en
la tasa de la respuesta. Aunque las contingencias de reforzamiento fueron las
mismas todo el tiempo, los pacientes presentaron algunas veces variaciones
consistentes en sus tasas de respuesta.
Estas investigaciones sirvieron para poner se manifiesto algunas de las
posibles ventajas que tiene el estudiar el paradigma operante con personas
hospitalizadas. En primer lugar, el método proporcionó una forma de evaluar
la conducta de los pacientes psicóticos. Los métodos psicométricos son
ineficaces con muchos pacientes. El método operante proporcionaba una
medida de la conducta objetiva, fácilmente cuantificable y que podía lomarse
durante periodos de tiempo largos. En segundo lugar, aunque la tarea no
tenia una relevancia clínica de por si, ponía de manifiesto características
conductuales que si lo eran. Las pausas prolongadas, por ejemplo, se
asociaban con la aparición de conductas psicóticas, tales como andar de un
lado a otro, reírse, renegar, mirar fijamente y destruir objetos, lo que sugiere
que las medidas objetivas de la tasa de la respuesta constituyeron una
evaluación indirecta de los métodos psicóticos. En tercer lugar, los principios
operantes fueron de utilidad en la determinación del efecto de las
intervenciones terapéuticas. Durante el transcurso del proyecto se
experimentó con varios pacientes el electroshock, el coma insulínico, la
quimioterapia y la psicoterapia. La influencia de estas intervenciones se
reflejó en las tasas de la respuesta. Puesto que se utilizó a los pacientes
como sus propios controles, se pudo ver fácilmente la eficacia relativa de los
distintos tratamientos en cada individuo. Al resumir su investigación y su
importancia metodológica, Lindsley señalaba:
Por primera vez hemos logrado introducir en el ámbito de las ciencias naturales algunos
aspectos de la psicosis. Y gran parte de lo que nosotros hemos hecho se parece a los que los
clínicos siempre han pretendido que se hiciera. Lo que sucede es que ahora tenemos la ventaja
do poder medir estas cosas de forma automática en el laboratorio, aunque también hemos
dejado muchas cosas que los clínicos dicen en la clínica (Lindsley, 1960,
pag. 78).
Los métodos operantes son especialmente apropiados en los problemas psicoterapéuticos
porque ambos Campos (1) inciden sobre el control y la modificación de la conducta, (2) tratan
con individuos aislados, (3) utilizan como dalo la frecuencia de la respuesta sobre un periodo de
tiempo, (4) consideran fundamentales las consecuencias de la conducta, y (5) se interesan por
las relaciones funcionales y dinámicas entre las personas y su ambiente social y no social
(Lindsley, 1963, pág. 48).
Aunque las investigaciones de Lindsley no se habían diseñado en un principio
para el tratamiento de pacientes psicóticos, sus resultados fueron útiles
naturalmente para el diseño de tratamientos. El aumento de la tasa de la
respuesta en una tarea dada se asociaba algunas veces con una disminución
de la conducta psicótica (Lindsley, 1960). En los pacientes cuya conducta
sintomática afectaba a las respuestas motoras, la tarea de tirar del Embolo
constituía una respuesta competidora. Así pues, el incremento de respuestas
no psicóticas reducía algunas conductas psicóticas. En algunos pacientes la
disminución de los síntomas durante las sesiones se generalizó a otros
ambientes distintos del experimental (Lindsley, 19ó3). Además de la relación
especifica observada entre la tarea consistente en tirar del émbolo y la
conducta sintomática, la idea general que los resultados del proyecto
sugirieron fue que la conducta de los pacientes psicóticos podía modificarse
en función de las consecuencias ambientales. Esta idea básica se aplicó
posteriormente a la modificación de muchas de las conductas de los
pacientes psiquiátricos.
Una característica histórica importante del trabajo de Lindsley y Skinner es
que ellos fueron los primeros en utilizar el termino "terapia de conducta"
(Skinner et al., 1953, 1954), con el que querían poner de relieve que el núcleo
de esta terapia era la conducta y el uso del condicionamiento operante.
Aunque ellos empezaron a emplear el termino antes que otros (e.g., Eysenck,
1959; Lazarus, 1958), sólo lo hicieron en manuscritos no publicados de
escasa difusión. Así pues, el termino "terapia de conducta" se popularizó a
través de publicaciones inglesas y, en menor medida, sudafricanas.
Mientras Skinner y Lindsley investigaban los métodos operantes con
pacientes psicóticos, Sidney W. Bijou estudiaba el condicionamiento operante
en niños. Bijou se había formado con Kenneth Spence en la Universidad de
Iowa, en donde se doctoró en 1941. Al principio estuvo interesado en la teoría
hulliana, en las neurosis experimentales y en el tema del conflicto, pero más
tarde, durante su estancia en la Universidad de Indiana desde 1946 hasta
1948, fue el análisis experimental de la conducta lo que atrajo su atención. En
la facultad de Indiana, Skinner era el jefe del departamento de psicología, y j.
R. Kantor era un comentador prolífico del conductismo y de la filosofía de la
ciencia en general. Estos dos hombres ponían en duda la utilidad de los
constructos no observables a la hora de explicar la conducta, y pensaban que
la mejor forma de enfocar la psicología era desde un punto de vista
conductista y científico natural. Skinner defendía la utilización del análisis
experimental para explicar la conducta, sin necesidad de recurrir a
abstracciones complejas. Con su trabajo proporcionaba una metodología
para determinar las leyes que rigen las relaciones entre los estímulos y las
respuestas. En 1948 Bijou dejó Indiana para ocupar un puesto en la
Universidad de Washington como director del Institute of Child Development
adscrito a la universidad.
A principios de los años 50, Bijou, después de investigar sin éxito la conducta
infantil utilizando el juego con muñecos, empezó a aplicar la metodología del
condicionamiento operante. Science and Human Behavior (1953a), de
Skinner, ejerció una especial influencia sobre el. Bijou realizó una serie de
estudios con niños de edades comprendidas entre dos y medio y cinco años.
El interés fundamental de la investigación era de tipo metodológico.
El objetivo de este estudio es conseguir una situación que proporcione (a) una medida
dependiente del cambio conductual bien definida y fácilmente registrable, y (b) una situación
controlada que permita una manipulación precisa de las variables independientes. Una
metodología de este tipo, una vez que se haya desarrollado totalmente, puede capacitarnos para
estudiar problemas y procesos conductuales en niños, al poner en relación la influencia directa
de una variable sobre otra (Bijou, 1957a, pág. 243).
En su investigación piloto, Bijou evaluó diferentes tipos de refuerzos (e.g.,
golosinas, balones, aparición de un perro de juguete, sonidos agradables,
chuchearías) y de respuestas (e.g., pulsar bolones y luces, clavijas y luces,
manubrios). Al principio, Bijou utilizó una tarea en la que el nitro tenía que
tirar una pelota por un agujero. Cuando la pelota volvía a su sitio el nitro tenía
que realizar la respuesta de nuevo. Esta tarea se abandonó después
sustituyéndola por la respuesta de presionar la palanca. A diferencia de la
tarea de tirar la pelota, en la que había un intervalo de tiempo que el nitro
debía esperar, el presionar la palanca era una respuesta operante libre.
Podía darse en una Casa muy alta sin interrupciones y era más sensible a
una serie de manipulaciones contingentes (Bijou, 1957a).
Bijou investigó en los niños procesos conductuales básicos que ya habían
sido objeto do estudio en la investigación animal, como la adquisición, la
extinción, la discriminación y la diferenciación (Bijou, 1957a). La influencia de
una serie de manipulaciones, como por ejemplo el efecto del refuerzo
continuo o intermitente sobre la extinción, fue muy semejante al encontrado
en animales (Bijou, 1957b). La investigación tuvo varias vertientes, como el
estudio de niños normales y retasados y la influencia de distintos programas
de reforzamiento sobre la conducta (cf. Bijou y Oblinger, 1960; Bijou y
Orlando, 1961; Orlando y Bijou, 1960).
El trabajo de Bijou es importante porque aplicó el condicionamiento operante
a los niños y porque buscó un método experimental que permitiera la
investigación de una serie de manipulaciones de las contingencias. El método
fue el resultado del estudio de diversas tareas de laboratorio y diversos
acontecimientos reforzantes. Bijou llevó a Cabo una investigación
programada en la que estudió una serie de procesos conductuales,
preocupandose de que las condiciones de laboratorio estuvieran
cuidadosamente controladas. Para ello convirtió un remolque en un
laboratorio con el fin de hacerlo transportable (Bijou, 1958x). Los
procedimientos podían aplicarse con facilidad a los sujetos. Aunque algunos
estudios anteriores al de Bijou habían efectuado condicionamiento
instrumental en niños (e.g., Fattu, Auble y Mech, 1955; Faltu, Mech y Auble,
1955; Grosslight y Child, 1947; Ling, 1941), todos ellos habían sido trabajos
aislados interesados en hipótesis muy concretas. Por el contrario, el interés
de Bijou fue más general, el de aplicar a los niños la metodología operante.
Este interés más general de Bijou se refleja en su conceptualización del
retraso mental (Bijou, 1963, 1966) y de la psicología evolutiva en general
(Bijou, 1959). En cada una de estas áreas Bijou incidió sobre la necesidad de
encontrar leyes empíricas de la conducta y de utilizar un análisis funcional en
lugar de estudiar procesos mentales hipotéticos, supuestos estados
fisiológicos o aspectos aislados de la conducta (e.g., motores, sociales,
intelectuales). La persona podía estudiarse desde el punto de vista de las
funciones estimulo-respuesta, enfoque que había demostrado su eficacia en
los experimentos animales. Los estímulos Gran las condiciones antecedentes
y las consecuencias asociadas a la producción de la respuesta. Las
respuestas podían ser respondientes u operantes, y las combinaciones entre
ambas. Mis que la mera construcción de analogías entre los principios
establecidos mediante las observaciones de la conducta animal y humana, lo
que Bijou sugirió fue que la investigación animal debía ser un punto do
partida para el estudio de la conducta humana. Con su propia investigación
con niños normales y retrasados, Bijou puso en práctica este objetivo.
Mientras Bijou trabajaba en su laboratorio, otros investigadores aplicaban los
métodos operantes a la psicología evolutiva. En la Universidad de Chicago,
Jacob L. Gewirtz también empezaba a estudiar el condicionamiento operante
en niños. Gewirtz terminó su graduación en la Universidad de Iowa en 1948, y
a partir de ese momento comenzó a trabajar en la formación de la conducta
social. Después de doctorarse se traslado a la Universidad de Chicago.
Gewirtz, influido por la obra de Skinner, empezó a incorporar la metodología
operante al estudio de la conducta social. En la Universidad de Chicago
también influyó sobre el Howard F. Hunt, jefe del departamento de psicología,
que se dedicaba a la investigación operante con animales.
Gewirtz realizó su primera investigación con Donald M. Baer, estudiante
graduado en la Universidad de Chicago (Gewirtz y Baer, 1958a, 1958b;
Gewirtz, Baer y Roth, 1958). En ésta primera investigación operante
estudiaron el efecto de la deprivación social (aislamiento durante un corlo
periodo de tiempo) sobre la responsividad a la aprobación social. Gewirtz
continuó su trabajo sobre el aprendizaje social utilizando el modelo operante
Para explicar procesos evolutivos generales, el aprendizaje observacional, la
deprivación, el logro, la dependencia y otras conductas.
Baer se graduó en la Universidad de Chicago, aprendiendo metodología y
conceptos operantes do Hunt y Gewirtz. En 195ó fue contratado por Bijou,
bajo cuya dirección comenzó su propia investigación de laboratorio sobre el
desarrollo social. En la Universidad de: Washington, Bijou y Baer trabajaron
juntos en la aplicación de los principios operantes a la psicología evolutiva
(Bijou y Baer, 1961, 1965, 1967). Desarrollaron una teoría general que
consideraba la conducta infantil en relac1ón con acontecimientos ambientales
observables. A principios de los años 60, Bijou, Baer y otros investigadores
de la Universidad de Washington comenzaron a aplicar los principios y los
métodos operantes al cambio clínico (véase capitulo 7).
Resumiendo, las primeras aplicaciones del condicionamiento operante a
pacientes psicóticos y a niños normales y retrasados estuvieron motivadas
por la búsqueda do una metodología Para estudiar la conducta humana. Se
utilizaron respuestas operantes libres; los estímulos discriminativos y las
consecuencias de las respuestas se presentaron automáticamente; la
conducta también se registraba automáticamente. El método operante, que
había demostrado ser eficaz en el estudio de la conducta animal en el
laboratorio, demostró ser igualmente útil en el estudio de la actividad humana.
Y a su vez, la investigación de laboratorio había predicho que las
consecuencias de la respuesta podían afectar fácilmente al comportamiento
humano. Este hallazgo tuvo implicaciones obvias Para el tratamiento que se
empezarían a poner en práctica poco después.
Las diversas aplicaciones de las técnicas conductualas a la terapia y las de la
investigación operante a la conducta humana respondieron a líneas de
trabajo algo independientes. En muchos casos, la independencia fue tanto
geográfica como conceptual. Mientras que en Sudáfrica y en Inglaterra el
enfoque conductual se desarrolló en centros muy localizados y con una
orientación clínica relativamente clara, en Estados Unidos este desarrollo fue
difuso, aunque tanto en uno como en otro lugar fue consecuente de la
existencia de un Zeitgeist general apropiado para la aplicación de la teoría del
aprendizaje y su metodología de investigación a los temas clínicos. Sin
embargo, en Los Estados Unidos incluso a finales de los años 50 aun no
había aparecido ningún movimiento claro y unificado relacionado con la
modificación do conducta. El reconocimiento formal de la modificación de
conducta en Inglaterra a finales de los años 50 y principios de los 60 fue el
que cristalizó el movimiento en los Estados Unidos (véase capitulo 6).
Difusión de las investigaciones sobre modificación de conducta en distintos países
Los resultados de la investigación sobre modificación de conducta en
Sudafrica, Inglaterra y los Estados Unidos aparecieron publicados muy
pronto, con lo que comenzaron a surgir los lazos de unión y comunicación.
Gracias a las publicaciones se tuvo noticia de la existencia de numerosas
aplicaciones realizadas en diferentes países, codas ellas bajo la rúbrica de la
*terapia de conducta* (Eysenck, 1960a, 1964; Franks, 1964; Wolpe, Salter y
Reyna, 1964), y comenzó el movimiento de autores a investigadotes de
distintos países reuniéndose, escribiendo y enseñando sobre el Campo.
Wolpe, por ejemplo, visitó los Estados Unidos en 195ó a introdujo la
desensibilización. Alrededor de 19ó2 ya se había establecido en Estados
Unidos. Lazarus estuvo trabajando también en Estados Unidos durante el año
1963 y se trasladó de forma permanece en 1966. La desensibilización
también fue introducida relativamente pronto en Inglaterra. A finales de Los
años 60, Wolpe visitó Londres, reuniéndose con Eysenck, que ya había leído
algunos de los primeros artículos de Wolpe sobre la inhibición reciproca. Por
otra parte, Rachman, que ya había trabajado con Wolpe, llegó a Inglaterra en
1959. De esta forma, la línea de trabajo que surgió en Sudáfrica se dio a
conocer en los Estados Unidos y en Inglaterra.
Entre los investigadores ingleses y los americanos el intercambio fue menos
claro. La aparición de las técnicas operantes en los Estados Unidos atrajo
rápidamente la atención de los psicólogos ingleses, dando lugar a un cierto
número de investigaciones entre principios y mediados de los años 60. Sin
embargo, las técnicas operantes se utilizaron mucho menos en Inglaterra que
en Estados Unidos. Una de las razones de esta diferencia de popularidad
puede estar en los medios de entrenamiento en cada uno de estos países. En
los Estados Unidos hubo algunas universidades que se convirtieron en
centros de investigación experimental y aplicada sobre condicionamiento
operante. El desarrollo cada vez mayor de la investigación operante en los
centros académicos dio oportunidades a muchos estudiantes que después
contribuyeron directamente a la difusión de las técnicas operantes (véase
capitulo 7). En Inglaterra no hubo como en Estados Unidos centros de
formación en condicionamiento operante, con lo que las posibilidades de
entrenamiento fueron mucho menores para los estudiantes ingleses.
Otra razón por la que las técnicas operantes fueron más populares en los
Estados Unidos esta en el hecho de que aquí el interés de la investigación
solía centrarse en los aspectos terapéuticos. Gran parte de las aplicaciones
del condicionamiento operante se dirigieron a pacientes psicóticos
hospitalizados. Las técnicas operantes parecían poderse aplicar fácilmente a
la evaluación de la responsividad de los pacientes psicóticos a su ambiente, y
por otra parte eran de gran utilidad en el manejo de la conducta de los
pacientes en el hospital. En Inglaterra la población psicótica institucionalizada
es, en proporción, más pequeña que la de los Estados Unidos, y el interés
terapéutico en instituciones como el Instituto Psiquiátrico de Maudsley, gira
alrededor de los trastornos neuróticos. Los tratamientos conductuales de los
desórdenes relacionados con la ansiedad tienden a basarse más en el
condicionamiento clínico que en el operante.
Las orientaciones teóricas de la modificación de conducta en Inglaterra
divergen de la forma de enfocar el condicionamiento operante popular entre
los investigadores americanos. Los tratamientos conductuales de los
trastornos neuróticos tienden a basarse en la existencia de variables
intermedias tales como la ansiedad, el impulso, o la reducción del impulso.
De aquí que teóricos como Mowrer y Miller (mas que Skinner, que ha evitado
hablar de variables intermedias) hayan recibido una mayor atención en
Inglaterra. En general, el trabajo teórico de psicólogos importantes como
Eysenck solo puede hacer el enfoque ateórico de Skinner menos atractivo en
Inglaterra que en los Estados Unidos.
Las diferencias existentes en la terapia y en la investigación sobre
modificación de conducta entre Inglaterra y Estados Unidos no deben
hacernos olvidar las semejanzas, que también son bastantes. Los psicólogos
de ambos países comparten las bases conceptuales, técnicas especificas y la
forma de abordar muchos problemas clínicos. Una semejanza digna de
resaltar se refiere al hecho de que en ambos se desarrollo un enfoque que se
centraba en el sujeto individual. En Inglaterra se utilizó, en la experimentación
el diseño de caso único, motivado en una gran parte por el trabajo de Shapiro
(Yates, 1970a, 1970b). En los Estados Unidos este enfoque también fue
característico en la metodología operante, que había sido desarrollada mucho
antes y ya se aplicaba al ámbito terapéutico. Por supuesto, en la mayor parte
de la investigación realizada dentro de la línea de la modificación de conducta
se han utilizado diseños de grupos más que de caso único, y esto tanto en
Inglaterra como en Estados Unidos.
RESUMEN Y CONCLUSIONES
La transición entre la investigación experimental y las aplicaciones clínicas
del condicionamiento comenzó con el trabajo sobre las neurosis
experimentales. El desarrollo de reacciones neuróticas inducidas de forma
experimental sugirió la idea de que el condicionamiento podía explicar la
etiología de las neurosis y, como consecuencia, podía utilizarse en el
tratamiento de los problemas neuróticos humanos. De hecho, la investigación
sobre la eliminación de las neurosis experimentales condujo al
descubrimiento de técnicas terapéuticas importantes, como por ejemplo la
desensibilización sistemática.
A medida que la investigación sobre el condicionamiento fue ampliándose al
ser humano, el aprendizaje también fue ganando protagonismo como
explicación fundamental tanto de la conducta normal como de la anormal.
Este papel fue fomentado por la demostración de Watson y Rayner, y M. C.
Jones de que podían creer y eliminar el miedo en los niños siguiendo un
procedimiento basado en el condicionamiento. El trabajo de estos
investigadores fue seguido por otras muchas aplicaciones terapéuticas del
condicionamiento.
El desarrollo de la investigación y de la teoría del aprendizaje en los Estados
Unidos dio paso a modelos conceptuales de la psicopatología, la
personalidad y la terapia, en combinación con las conceptualizaciones
tradicionales. A Dollard y Miller se debe el intento más ambicioso de integrar
la teoría del aprendizaje con los conceptos psicodinámicos. Sin embargo, la
influencia del aprendizaje se dejo notar por si misma, como por ejemplo en el
estudio del condicionamiento verbal. Las primeras aplicaciones del
condicionamiento a la psicopatología, a la personalidad y a la terapia, fueron
la base de la modificación de conducta, y los avances clave en su historia se
produjeron en Sudáfrica, Inglaterra y los Estados Unidos.
FIGURAS
La tabla 5.1 fue retomada de Historia de la Modificación de Conducta. Bilbao:
Desclée de Brouwer. Cap.5
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