UNIDAD I Introducción a la intervención Cognitivo-Conductual Lectura 2 Referencia bibliográfica Kazdin, A. (1983) Historia de la Modificación de Conducta. Cap. 5 ADAPTADO DE LA APARICIÓN DE LA MODIFICACIÓN DE CONDUCTA. CAPITULO 5 La aparición de la modificación de conducta refleja la transición del trabajo experimental relacionado con el aprendizaje a las aplicaciones clínicas de los hallazgos del laboratorio. A medida que fue aumentando la información disponible sobre la adquisición de la conducta, comenzó a aplicarse a la explicación de la conducta tanto adaptativa como desadaptativa. Así, los teóricos del aprendizaje utilizaron con frecuencia temas clínicos para enmarcar sus nociones sobre el aprendizaje (Mowrer, por ejemplo, discutió la etiología de las conductas desadaptativas, y Guthrie escribió sobre diversos métodos de cambio conductual). El paso de la investigación de laboratorio a las aplicaciones clínicas del aprendizaje fue gradual, aunque los conceptos y hallazgos experimentales se habían intentado aplicar ámbito clínico ya desde los primeros trabajos sobre condicionamiento. Por ejemplo, Pavlov, Bechterev y Watson se interesaron en la conducta desadaptativa estudiándola bajo el punto de vista de los principios del condicionamiento. Los avances en la investigación básica sobre el condicionamiento aportaron una perspectiva distinta de la conducta anormal, el cambio de personalidad y el proceso terapéutico. El uso que actualmente se hace de las técnicas de condicionamiento en la práctica clínica comenzó con unas cuantas aplicaciones aisladas y después se fue generalizando. Las extrapolaciones conceptuales, metodológicas y clínicas de los principios del aprendizaje convergieron dando lugar a la modificación de conducta. En este capitulo describimos la aparición de la modificación de conducta a partir de la investigación sobre las neurosis experimentales, las aplicaciones del condicionamiento al comportamiento humano, la extrapolación de los conceptos del aprendizaje a la explicación de la personalidad y de los procesos psicoterapéuticos, y el condicionamiento verbal y la psicoterapia. También describiremos la historia de la modificación de conducta en Sudáfrica, Inglaterra y los Estados Unidos. experimentalmente se relaciona con la historia de la modificación de conducta al menos por dos razones: En primer lugar el descubrimiento de las neurosis experimentales puso de relieve el papel del aprendizaje la adquisición de las respuestas emocionales. Antes de conseguir establecer estas reacciones neuróticas en el laboratorio, la evolución de la conducta neurótica era un tema prácticamente desconocido. Las neurosis experimentales sugirieron una explicación plausible de la conducta patológica. En segundo lugar, la producción de neurosis inducidas experimentalmente en animales, y ocasionalmente en humanos, sugirió la utilización de procedimientos para mejorar estas reacciones. Si las reacciones neuróticas se adquirían a través del aprendizaje, era lógica que también pudieran eliminarse "desaprendiéndolas". Así pues, la investigación sobre las neurosis experimentales condujo directamente al interés por, y al estudio de, técnicas terapéuticas. Las investigaciones del laboratorio de Pavlov El descubrimiento de la neurosis experimental se produjo a raíz de dos experimentos realizados independientemente por Mariya Nikolayevna Yerofeyeva (18ó7-1925) y Nalaliya Rudolfovna Shenger-Kreslovnikova (18751947) que trabajaban en el laboratorio de Pavlov durante 1912 y 1913. La primera vez apareció mientras se intentaba establecer en un perro un reflejo condicionado salivar ante una descarga eléctrica. En el experimento la descarga servía como estimulo neutral o estimulo condicionado (por ejemplo, con anterioridad al condicionamiento no elicitaba reflejo salivar) y se apareaba con la comida. Aunque la descarga se acompañaba normalmente de su propio reflejo defensivo, con el tiempo el perro dejaba de responder a la descarga mostrando, sin embargo, el reflejo condicionado salivar. A medida que aumentaba el número de ensayos, la intensidad de la descarga también se fue aumentando notablemente, y el perro continuaba mostrando el reflejo condicionado salivar. Sin embargo, también se realizaron cambios en la localización de la estimulación eléctrica sobre la piel. Después de estimular varios puntos distingos sobre la piel, el animal comenzó a mostrar una Las neurosis experimentales Las neurosis experimentales son respuestas emocionales producidas en el laboratorio y que se consideran semejantes a la conducta neurótica de los seres humanos.1 La investigación de las neurosis inducidas 1 Se ha criticado al término “neurosis experimentales” debido a que parece que implica que estas reacciones inducidas de forma experimental son las mismas que se dan en las neurosis clínicas (Roussell, 1950). El término se ha mantenido debido a su significación histórica relacionada con Pavlov. Neurosis experimental se ha utilizado para referirse a una conducta desviada o aberrante que abarca un espectro de respuesta extremadamente amplia (que depende en parte de la especie), tales como irritabilidad general, conducta regresiva (características de un periodo anterior de evolución del animal), evitación, agitación de la cabeza, tics, escape, agresión y trastornos en actividades fisiológicas como el pulso, la tasa cardiaca (Russell, 1950). Existe una cierta semejanza entre algnos síntomas de las conductas neuróticas inducidas de forma experimental en animales y las neurósis humanas. Sin embargo hay serias dudas sobre si esta relación entre las neurósis experimentales y neurósis humanas pueda no ser más que superficial. (véase Hount, 1964) enorme agitación. Además, ninguna de las respuestas condicionadas realizadas anteriormente ante descargas débiles, se aplicaran o no a la localización original empleada durante la adquisición, elicitaron al reflejo condicionado. Aparentemente, el alterar la localización de la estimulación eléctrica provocaba un bloqueo de la conexión entre el estímulo condicionado y la respuesta, y se asociaba con una paralización general de la conducta. Un segundo caso de bloqueo de la respuesta condicionada se obtuvo en un estudio sobre la discriminación de estímulos cada vez más semejantes. En este experimento se expuso al perro a dos estímulos, un círculo y una elipse que se proyectaban por separado en una pantalla. A la proyección del circulo siempre seguía la presentación de comida, mientras que a la proyección de la elipse no. Así pues, la respuesta de salivación condicionada aparecía en la presencia del círculo, pero no en presencia de la elipse. Los ejes de la elipse empezaron a alterase progresivamente de forma que la elipse fue asemejándose poco a poco a un circulo. El animal continuaba respondiendo al círculo pero no a la elipse, incluso cuando ésta era ya prácticamente circular. Sin embargo, después de unas cuantas semanas de experimentación con la discriminación dificultosa, el animal empezó a fallar al realizar la respuesta condicionada. Además, su comportamiento general cambia bruscamente. El perro, normalmente tranquilo, comenzó a agitarse, a ladrar violentamente y a atacar el aparato. Por otra parte, perdió todas las discriminaciones que era capaz de haber hasta ese momento. Se reanudo el entrenamiento para que el animal volviera a realizar las discriminaciones mis simples entre el círculo y la elipse. Al llegar de nuevo a la última fase del entrenamiento, el perro volvió a mostrar la misma agitación que en la ocasión anterior, y a ser incapaz de realizar las discriminaciones que había aprendido de nuevo. Este bloqueo del reflejo condicionado y las respuestas emocionales resultantes recibieron el nombre de «neurosis inducid-I experimentalmente* (Pavlov, 1927). Pavlov supuso que en la neurosis inducida experimentalmente estaban implicadas la explicación y la inhibición, dos procesos fundamentales del cortex cerebral. Pavlov señalo que había tres métodos de su laboratorio que podían utilizarse para traer una neurosis experimental, y los tres podían explicarse a la luz de esos dos procesos neurológicos. El método involucraba la sobreestimulación de los procesos excitatorios o de los inhibitorios, o también el alternar la estimulación de ambos tipos de procesos. Así, por ejemplo, se producía un conflicto entre la excitación y la inhibición al proporcionar estímulos que conducían a respuestas incompatibles tales como salivar y no salivar. La incapacidad del animal para cambiar de las respuestas excitatorios a las inhibitorios dentro de un breve periodo do tiempo, o con respecto a estímulos muy semejantes, conducta a un bloqueo de la conducta (Pavlov, 1927). Se suponía que este bloqueo era consecuencia de la incapacidad de las células corticales Para cambiar de un proceso a otro en una sucesión rápida. En el caso de un conflicto entre los dos procesos, uno de ellos era el que se imponía. El proceso dominante se reflejaba en diferentes conductas, por ejemplo en una gran agitación (si la excitación era el proceso dominante), o en la huida (si era la inhibición la dominante). El bloqueo de los procesos inhibitorios o excitatorios era temporal. Después de un periodo de descanso o de tratamiento con drogas, la conducta del animal volvía a ser normal. Sin embargo, la estimulación repetida de los procesos excitatorios a inhibitorios, según Pavlov, podía acarrear una lesión funcional crónica en el cortex (Pavlov, 1927). La excitación y la inhibición no bastaban Para explicar la paralización de la conducta. Perros expuestos a condiciones de laboratorio idénticas no mostraban las mismas reacciones neuróticas. Además, estímulos semejantes comprobados en animales diferentes producían manifestaciones distintas de las respuestas emocionales. Con un mismo procedimiento algunos animales se inhibían mientras que otros se excitaban. La existencia de estas diferencias individuales condujo a Pavlov (1934) a desarrollar una tipología del sistema nervioso basada en el grado de excitación o inhibición del animal antes del condicionamiento. Desde 1921, Pavlov y sus colaboradores estudiaron de forma intensiva la formación de las neurosis experimentales Para comprender los procesos corticales que se pensaba que subyacían al desarrollo de diferentes reacciones. Así pues, al igual que había sucedido con el reflejo condicionado, la neurosis experimental se considero en primer lugar como un método para investigar los procesos nerviosos superiores. No obstante, Pavlov reconoció la conexión potencial entre su trabajo y la psicopatológica humana. Llego a familiarizarse con los trastornos neuróticos y sicóticos humanos, visitando varias clínicas. Continúo la investigación en la que se provocaban en los perros estados que Pavlov creía análogos a los trastornos neuróticos y sicóticos. Basándose en sus experimentos, Pavlov teorizo sobre las causas de síntomas psiquiátricos específicos tales como la apatía, el negativismo, los movimientos estereotipados, el miedo a situaciones especificas, y la catalepsia (Pavlov, 1928). Aunque 1.1 mayor parte del trabajo de Pavlov sobre las neurosis experimentales estuvo centrado en la Etiología, también trató a los animales. El tratamiento consistía o en un descanso prolongado después de la experimentación y durante varios meses, o en la administración de drogas, tales como bromuros o sales de calcio, que producía la recuperación del animal en una o dos semanas (Pavlov, 1927). Trabajos sobre las neurosis experimentales Pavlov llevó a cabo su investigación sobre las neurosis experimentales en un momento tardío de su carrera, cuando ya se había reconocido la importancia del condicionamiento. La investigación sobre el condicionamiento y sobre las neurosis experimentales empezó a conocerse a raíz de la traducción de sus dos libros a finales de los años 20. Varios experimentadotes trabajaron sobre las investigaciones de Pavlov estudiando las condiciones bajo las que se podían producir las neurosis experimentales y ampliando la gama de especies animales estudiadas y los tipos de procedimientos utilizados para tratar las reacciones. En América, dos investigadores que habían tenido contacto con Pavlov anteriormente, crearon sus propios laboratorios. En la Universidad de Cornell, Howard S. Liddell (1895-1962) creó un laboratorio en 1926. Liddell visitó el laboratorio de Pavlov y se interesó por el condicionamiento como método Para estudiar el efecto de la tiroidectomía sobre el aprendizaje y la inteligencia en el perro y en la oveja (Liddell, 195ó). En el curso de su investigación, Liddell produjo sin darse cuenta, neurosis experimentales en sus ovejas. Este accidente lo condujo al examen sistemático de los aspectos del condicionamiento que provocaban la conducta neurótica. Peter S. Kupalov (1888-1964), que había trabajado con Pavlov, visitó los Estados Unidos en 1929 y dirigió el trabajo de Liddell. Liddell y sus colaboradores estudiaron las neurosis experimentales con ovejas, cabras, cerdos, conejos y perros (Anderson y Liddell, 1935; Anderson y Parmenter, 1941; Liddell, 1938; Liddell y Bayne, 1926). En 1931, W. Horsely Gantt, que había trabajado con Pavlov durante seis años, llegó a la Phipps Elinic del John Hopkins University Hospital, donde fundó un laboratorio de condicionamiento (22). Durante Una década, Gantt se dedico a estudiar de forma sistemática las neurosis experimentales. Uno de sus sujetos, un perro llamado Mick, fue estudiado durante más de 13 años, y permaneció neurótico todo el tiempo (Gantt, 1944). Liddell, Gantt y Kupalov, que se habían encontrado en Rusia, continuaron reuniéndose en los Estados Unidos para tratar sobre su investigación. Liddell Y Gantt encontraron muchas formas nuevas de producir neurosis experimentales y ampliaron la lista de síntomas en diversas especies. Liddell, y especialmente Gantt, se adhirieron a la interpretación pavloviana de las 2 En mayo de 1955, en el aniversario de la clínica pavloviana de la Johns Hopkins, Gant fundó una asociación para el desarrollo de na psiquiatría objetiva basada en el trabajo de Pavlov neurosis experimentales. Con el tiempo, sin embargo, introdujeron conceptos tales como frustración, conflicto (entre impulsos), carácter atemorizante de los estímulos presentados al animal, y aprensión, a la hora de explicar las neurosis (e.g. Gantt, 1942; Liddell, 195ó). Otros investigadores comenzaron a cuestionar los conceptos pavlovianos de excitación a inhibición a la luz de la investigación sobre el funcionamiento cortical y el aprendizaje (cf. DennyBrown, 1932; Hilgard y Marquis, 1940; Lashley, 1933; Lolman, 1932). Jules.H-Masserman, un psiquiatra de la Universidad de Chicago, hizo Una reinterpretación muy importante de las neurosis experimentales y una ampliación de la investigación experimental animal a la psicopatología humana y a su tratamiento. Masserman llevó a cabo Una investigación sobre las neurosis experimentales en gatos y en unos cuantos perros. Para establecer la neurosis experimental utilizó el método de permitir al animal abrir una caja de comida dentro de la jaula experimental después de haber escuchado una señal auditiva; en el momento de lomar la comida el animal recibía un estimulo aversivo (Una descarga o un soplo de aire). Según Masserman, el emparejar el estimulo aversivo con la comida producía un conflicto motivación al (el miedo frente al hambre). Una o dos repeticiones del procedimiento provocaba la neurosis experimental, con síntomas tales como inquietud, esconderse, escapar, y trastornos en las respuestas fisiológicas. Los animales no volvían a acercarse a la comida hasta que se utilizaba algún procedimiento para hacer desaparecer sus síntomas. El trabajo de Masserman sobre las neurosis experimentales se publicó en el libro Behavior and Neuroses: An Experimental Psychoanalytic Approach lo Psychohiologic Principles (1943). Lo más interesante del libro de Masserman fue su integración del condicionamiento y las neurosis experimentales con la psicopatología y la teoría psicoanalítica, su evaluación de técnicas especificas de tratamiento de reacciones neuróticas en animales, y su intento de proporcionar una base experimental a la terapia psicoanalítica. Masserman intentó integrar la investigación experimental con la teoría psicoanalítica. Aplicó conceptos dinámicos tales como expresión simbólica y conflictos motivacionales a la investigación experimental de la conducta. En su libro aplicó los hallazgos sobre las neurosis experimentales a una amplia gama de conductas psicopatológicas y mecanismos psicológicos, incluyendo las compulsiones, las obsesiones, las fijaciones, la regresión, la conducta humana, el negativismo, el masoquismo, y las aberraciones sexuales. Así pues, Masserman combinó su investigación con una teoría de la psicopatología en general, y con la teoría psicoanalítica en particular... Otro rasgo importante del trabajo de Masserman fue su investigación de procedimientos para tratar las conductas neuróticas. Evaluó varios métodos diseñados para aumentar el acercamiento del animal hacia la comida y curar sus síntomas neuróticos. Uno de estos métodos consistía en dejar descansar al animal Una vez que las reacciones neuróticas se habían establecido. Los periodos de descanso tenían Una duración que oscilaba de dos semanas a cinco meses. Estos periodos de descanso tenían muy poco efecto sobre los gatos: Cuando volvían a introducirse en la jaula donde se había establecido la reacción, sus síntomas aparecían de nuevo. Un segundo método, denominado “reductor de uno de los impulsos conflictivos”, consistía en dar de comer al gato a la fuerza antes de colocarlo en la jaula. Al no experimentar hambre, el animal no tendría que exponerse al conflicto entre el hambre y el miedo al estimulo aversivo asociado con la comida. Este método no fue eficaz en la eliminación de la reacción neurótica: cuando el hambre del gato aumentaba las conductas aberrantes volvían a surgir. Un tercer método, denominado "Técnica transferencial", consistía en que el experimentador tocaba y acariciaba el gato mientras le animaba a acercarse a la caja de la comida y a comer. El contacto del experimentador con el animal se consideraba como muy importante en la inducción de la conducta de aproximación. Si el experimentador dejaba de tocar al animal el gato se retiraba de la comida. El contacto continuado y la confianza provocaban en el animal una reducción de la conducta ansiosa. Un cuarto método, denominado "manipulación ambiental", consistía en aumentar el impulso del hambre mediante la deprivación de alimento emparejada con la vista y el olor de comida. Esta elevación del impulso se acompañaba de una manipulación física real. Se colocaba al gato hambriento en la jaula con una barrera movible muy cerca de la comida. Este procedimiento conducía al animal a comer en la jaula, con la reducción consiguiente de los síntomas neuróticos. La manipulación ambiental fue uno de los métodos de Masserman más efectivos en la reducción de los síntomas neuróticos. Un quinto método, llamado "del ejemplo social" consistía en colocar al gato neurótico en la jaula experimental con otro gato que se comportaba normalmente ante la situación de la comida. En compañía de este gato “normal”, el gato neurótico terminaba por acercarse a la comida y lomarla. Este método fue uno de los menos fiables para vencer las reacciones neuróticas. En el último método denominado “elaboración racional”, se permitía al animal controlar la situación para que superara el miedo por si mismo. Concretamente, se entrenaba al gato a controlar un interruptor que le permitía disponer de la comida. Una vez que se establecía la reacción neurótica, se daba al animal el interruptor de forma que podía controlar la administración de comida sin acercarse a la caja temida. Con el tiempo el gato se administraba la comida a si mismo, comía, venciendo así sus reacciones neuróticas. De todos los métodos utilizados, la “elaboración racional”, fue la más efectiva en la eliminación de las reacciones neuróticas. Masserman utilizó conceptos lomados de la práctica psicoterapéutica y de los desórdenes clínicos para explicar sus procedimientos terapéuticos, que él consideraba análogos en ciertos aspectos a la terapia psicoanalítica. Así por ejemplo, la elaboración racional, el procedimiento más efectivo en la curación de la reacción neurótica del animal, se consideró como comparable al proceso que se producía en el psicoanálisis. En la terapia, el paciente resolvía sus propias ansiedades y sus propios conflictos motivacionales a través de representaciones simbólicas de la realidad y de las reacciones de transferencia establecidas con el analista. Buscando adaptaciones simbólicas al ambiente el paciente puede probar su propia conducta en relación a objetos que en otro tiempo fueron neuróticos, y a las reacciones interpersonales actuales. Aunque las semejanzas entre los métodos específicos utilizados para suprimir conductas anormales en los gatos y las prácticas psicoterapéuticas en los casos clínicos puedan ponerse en duda, el trabajo de Masserman es importante por su intento de proporcionar una base empírica a las técnicas terapéuticas existentes. Apl icaciones del condicionamiento a la conducta humana Las primeras investigaciones en Rusia y en Estados Unidos Hasta 1925, en la investigación sobre el condicionamiento y las neurosis experimentales, prácticamente sólo se utilizaron sujetos animales. Sin embargo, podemos citar algunas excepciones muy importantes. En Rusia, Bechterev había experimentado con sujetos humanos; en los Estados Unidos, Watson y Lashley, influidos por los escritos de Bechterev, investigaron el condicionamiento en humanos a partir de 1915. Ya en 1902, Twitmyer estudiaba el condicionamiento humano sin conocer el trabajo de Pavlov y Bechterev. Sin embargo, fue de la investigación realizada en el laboratorio de Pavlov de donde surgió el estimulo del uso generalizado de los sujetos humanos en los Estados Unidos. En 1907, Nikolay I. Krasnogorski (1882-1961), uno de los alumnos de Pavlov, estudió el condicionamiento en niños (Krasnogorski, 1925). En su primer trabajo Krasnogorski investigó los reflejos condicionados en un niño de 14 meses. Utilizó como estimulo condicionado la vista de comida, como estímulo incondicionado el propio alimento y la deglución como respuesta incondicionada y condicionada. Debido a que la salivación induce a la deglución, se loma la frecuencia de la deglución como una indicación de las secreciones salivares. Con el tiempo, Krasnogoski empleó un gran número de niños, incluyendo "idiotas", imbéciles, cretinos, epilépticos y "normales". También utilizó otros estímulos condicionados, auditivos, visuales y táctiles. Al igual que Pavlov, Krasnogorski investigó diversos procesos intentando comprender sus mecanismos neurológicos. En el transcurso de su investigación Krasnogorski descubrió una conducta similar a las reacciones neuróticas inducidas de forma experimental en los perros. Krasnogorski notó que cuando se exigía a los niños discriminaciones difíciles se ponían irritables. Además, estas reacciones no se producían únicamente en el laboratorio. Así por ejemplo, cuando se le exigía a un niño que realizara una discriminación difícil en el laboratorio, empezaba a atacar a otros niños, lloraba con frecuencia y quería dejar el hospital (Krasnogorski, 1925). Siguiendo a Pavlov, Krasnogorski empleó el descanso de la situación experimental y la administración de bromuro para tratar las reacciones neuróticas. Parte del trabajo de Krasnogorski sobre condicionamiento se publicó en alemán en 1909 y 1913. Estos escritos llamaron la atención de William H. Burnham (1855-1941), de la Universidad de Elark, que incorporó estas ideas a un curso sobre higiene mental en la educación. Sobre 1914 Florence Maleer (1887-1961), una alumna de Burnham, comenzó a interesarse por el condicionamiento en niños, y decidió replicar y ampliar el trabajo de Krasnogorski en su tesis doctoral. Aunque Mateer puso de relieve la importancia del trabajo de Krasnogorski, criticó sus informes por la falta de detalles que impedía replicar adecuadamente sus procedimientos. Por ejemplo, Krasnogorski no había especificado dimensionas del condicionamiento tales como la duración de los estímulos condicionados, el número de ensayos de condicionamiento, ni la forma en que se indujo a 105 niños a entrar en la situación de condicionamiento (Mateer, 1918; Razran, 1933). Mateer amplió los procedimientos de Krasnogorski estudiando un gran número de niños con una edad no superior a siete años, incluyendo niños normales, niños con retaso mental, y varios bebés. Su procedimiento de condicionamiento fue similar al de Krasnogorski en que utilizó comida como estimulo incondicionado, y la deglución (registrada automáticamente), como respuesta incondicionada. Mateer colocó una venda sobre los ojos de los niños corno estimulo condicionado. Segundos antes de presentar la comida retiraba la venda de los ojos del 3niño (3). Además de examinar la adquisición de la deglución condicionada en respuesta a la colocación de la venda, Mateer también estudió el olvido, la discriminación y la inhibición del reflejo condicionado. Una característica notable de su investigación fue el que tuvo en cuenta una serie de variables demográficas y diagnósticas (e.g., edad, sexo, inteligencia) que ella correlacionó con el resultado del condicionamiento. Así pues, el estudio de Mateer mejoró tanto desde el punto de vista metodológico como esencial el trabajo de Krasnogorski. Su tesis se publicó en 1918 en forma de libro y con el titulo Child Behavior: A Critical and Experimental Study of Young Children by the Method of Conditioned Reflexes. Como consecuencia de sus hallazgos (que tuvieron una gran importancia por si mismos), Mateer apoyó con vehemencia el uso del reflejo condicionado en el estudio del comportamiento infantil: Se puede aplicar fácilmente a niños muy pequeños. Es independiente del nivel de habla, lo cual posibilita el estudio del desarrollo de los procesos mentales sin tener en cuenta el factor lingüístico... En la medida en que lo que nos interesa es una investigación de los factores que afectan al proceso del aprendizaje, este método permite una variación tan amplia que los factores temporales, el efecto de la frecuencia y la distribución de las estimulaciones, de la intensidad y la complejidad de los estímulos, de la forma de presentación, del tipo de estímulos, de la influencia del tono afectivo, y la cercanía o lejanía de la estimulación, todo, puede estudiarse mientras que el niño piensa que lo único que esta haciendo es jugar (Mateer. 1918, p. 194-195). Al apoyar el uso del método del reflejo condicionado, Mateer prefiere la línea de Pavlov y Krasnogorski sobre la de Bechterev en diversos aspectos, tanto metodológicos Como de otro tipo. Mateer señalaba que Pavlov había sido especialmente sensible a la necesidad de controlar infinidad de detalles en sus estudios de condicionamiento. Las variables extrañas que no se controlaban podían convertirse fácilmente en estímulos condicionados. Además, Mateer rechazo el método de Bechterev de utilizar la descarga Como estimulo incondicionado, debido a sus posibles efectos negativos sobre los niños. El trabajo de Mateer estableció la relevancia del condicionamiento en la conducta del niño. Como ya mencionamos anteriormente, su investigación influyo directamente sobre su maestro William Burnham, que aplicó los conceptos del condicionamiento a la educación y a la higiene mental de los niños. 3 En el procedimiento de Krasnogotski el niño permanecia con los ojos cerrados durante todo el condicionamiento. El trabajo piloto de Mateer indicó que los niñoa terminaban por quitarse la venda. Así pues, utilizó la propia venda como estímulo condicionado y se la quitaba enre ensayos. John B. Watson, Rosalie Rayner y Mary Covet Jones: el condicionamiento y descondicionamiento de las emociones Una de las mis famosas aplicaciones del condicionamiento a la conducta humana fue la que realizo Watson, que estudio las reacciones emocionales condicionadas en bebes humanos. La investigación de Watson merece que nos detengamos en ella al menos por dos razones. En primer lugar, mediante el condicionamiento de reacciones emocionales Watson demostró que las nociones conductuales y los métodos objetivos podían aplicarse a la investigación de los sentimientos y la experiencia privada. En segundo lugar, sus observaciones con respecto a como evolucionaban las reacciones emocionales aporto algunas pistas sobre la forma en que se adquirían los miedos, y en consecuencia el modo en que podían tratarse. El interés de Watson en el condicionamiento de las emociones procedía en gran medida de su propia teoría, según la cual las únicas reacciones emocionales innatas eran el miedo, la ira y el amor, reacciones que eran evocadas por una pequeña gama de estímulos desde el momento del nacimiento. Watson observo que en las personas adultas esta gama de estímulos capaces de elicitar una respuesta emocional aumentaba enormemente, lo que le sugirió que las reacciones emocionales innatas pueden condicionarse ante una serie de estímulos ambientales. Watson comenzó a investigar con la intención de comprobar si estímulos neutrales podían llegar a elicitar reacciones de temor a través del condicionamiento. En 1920 Watson y Rosalie Rayner (1898-1935), estudiante de la Johns Hopkins y más tarde esposa de Watson, presentaron un experimento en el que se había condicionado una reacción de miedo en un niño de 11 meses llamado Albert, que había crecido dentro del ambiente hospitalario. Como parte de las pruebas que se hicieron con varios niños, Albert fue expuesto a una serie de estímulos diferentes, entre los que se incluyeron animales pequeños, tales como una rata blanca, un conejo, un perro y un mono. Albert no mostró miedo a ninguno de estos animales. Entre los estímulos que provocaron una reacción en el niño estaba el ruido producido por los golpes de un martillo sobre una Barra de acero. El niño se asustaba ante el ruido, lloraba, temblaba y mostraba cambios en su respiración. de siete veces, en un periodo de una semana, la presentación del ruido con la exposición a la rata, esta presentación conjunta del ruido y la rata produjo invariablemente el llanto en el niño. Posteriormente la rata se presento sola. Tan pronto Como se presentaba la rata el niño lloraba y empezaba a gatear queriéndose ir. Así pues, se había establecido una respuesta condicionada de temor (4).4 Después del condicionamiento, Watson y Rayner comprobaron las respuestas de Albert a distintos estímulos que en un principio no habían elicitado miedo en el niño, con el propósito de averiguar si la reacción condicionada se había generalizado a otros objetos. Cuando se expuso a Albert a estímulos que se parecían a la rata blanca, como por ejemplo el conejo, un abrigo de piel, algodón, lana, el pelo del experimentador, o un disfraz de Santa Claus, la reacción de temor del niño volvió a aparecer. Por el contrario, Albert no mostró ningún miedo ante la presencia de objetos inanimados, como bloques por ejemplo. Cinco días mis tarde la conducta de Albert fue examinada de nuevo, y el niño continuaba mostrando la misma reacción condicionada de miedo. El experimento había indicado que el miedo podía condicionarse, que las reacciones de temor podían generalizarse a otros estímulos distintos del estimulo condicionado original, y que la reacción se mantenía al menos durante una semana. Por razones ajenas al experimento, Albert abandono el hospital con lo que no se pudo estudiar ni el mantenimiento, ni lo mis importante, la eliminación del miedo. No obstante, Watson y Rayner señalaron varios procedimientos que habrían utilizado con el niño en el caso de que hubieran dispuesto de tiempo. Tres años después de que se hubiera presentado el caso de Albert, Mary Cover Jones estudio bajo la dirección de Watson los efectos de las técnicas terapéuticas sugeridas por Rayner y él (M. C. Jones, 1924a). Jones examino las reacciones de niños institucionalizados de edades comprendidas entre los tres meses y los siete años al dejarlos solos, al quedarse en una habitación oscura, al estar con otros niños que mostraban miedo, al ser expuestos a distintos animales (serpientes, conejos, ranas, ratas blancas), al escuchar un ruido fuerte, etc. Después de seleccionar a niños con reacciones de miedo, 4 Watson y Rayner quisieron averiguar si la reacción de temor podía condicionarse a estímulos neutrales. Una rata blanca que no había provocado miedo en Albert sirvió como estimulo condicionado, emparejando su exposición con la presentación del ruido (estimulo incondicionado). La rata se presento a Albert seguida del ruido. En un principio, Albert se caía o se retiraba y algunas veces sollozaba o lloraba. Después de emparejar un total Watson y Rayner pensaron que su demostración podía ser una aplicación del condicionamiento clásico. Sin embargo, su técnica no se ajustó exactamente a este paradigma. En un paradigma de condicionamiento clásico estricto, la presentación del estímulo incondicionado no tiene porque ser precedida necesariamente por una respuesta concreta. Esto es, el estímulo no es contingente a la respuesta. Sin embargo, Watson y Rayner no cumplieron este requisito. La presentación del estímulo incondicionado (ruido) seguía al intento de Albert de coger o tocar a la rata. Asi pues, el estímulo incondicionado era contingente a la respuesta. Esta téncia se ajusta más a un paradigma de castigo tal como se practica normalmente en el módulo operante con sus componentes de condicionamiento clásico. Jones utilizo siete métodos (sugeridos originalmente por Watson y Rayner), solos o combinados, con el fin de eliminar estas reacciones. El primer método fue la deshabituación, con el que se intentaba eliminar el miedo dejando de exponer al niño durante varias semanas o meses a los estímulos temidos. Este método no tuvo mucho éxito en la disminución del miedo. El segundo método, que podría denominarse "Engatusamiento verbal", consistía en hablar al niño pala eliminar sus reacciones negativas al estimulo intentando asociar Este con experiencias verbalmente agradables. Por ejemplo, a un niño que temiera a los conejos se le contarían cuentos breves sobre conejos (Peter el Conejo) y se discutirían con él historias "De mentirijillas", sobre conejos "reales". Este método tampoco tuvo mucho éxito a la hora de disminuir el miedo frente al estímulo real cuando este se presentaba de nuevo. Jones describió el efecto del método del tratamiento verbal en una niña: "Ella había aprendido a hablar de conejos tranquilamente, pero esta modificación en su verbalización no se acompañó de ningún cambio en sus respuestas al conejo real” (Jones, 1924a, p. 385). EI tercer método, "adaptación negativa", consistía en la presentación repetida del objeto temido, de forma que el sujeto terminara adaptándose a él. El método se basaba en la noción de que la "familiaridad crea indiferencia". Sin embargo, las presentaciones repetidas del estimulo no redujeron el miedo de forma consistente. En el cuarto método, "la represión, se asociaba el castigo dado por otros compañeros (reírse de él, hacerle bromas) con el miedo. El castigo no estaba programado de forma concreta, pero se producía cuando se presentaba el estimulo al niño miedoso en presencia de un grupo de niños que no tenían miedo. Se esperaba que las consecuencias sociales adversas suprimieran o reprimieran el miedo del niño, pero el método tampoco tuvo éxito. EI quinto-método, "La distracción"; implicaba la sustitución de la respuesta de temor por otra actividad. La atención del niño se alejaba del objeto temido conversando con el o presentándole juguetes. Aunque la distracción mitigaba el temor del niño temporalmente, Este método tampoco pareció producir un cambio permanente. En el sexto método, el “condicionamiento directo” Se asociaba el objeto temido con un estimulo diferente capaz de producir una reacción positiva (agradable). El hambre, según Jones, parecía ser el motivo mas efectivo en el condicionamiento de una reacción positiva. EI procedimiento consistía en colocar al niño hambriento en una silla alta y darle de comer. EI objeto temido se trata entonces a la habitación desencadenando en el niño una reacción de miedo. EI estimulo se alejaba gradualmente hasta que estaba lo suficientemente lejos como para no interferir con la comida. Mientras el niño comía se comenzaba a acercar lentamente el estimulo, hasta que se encontraba a tan poca distancia que el niño podía tocarlo. Jones comentaba la dificultad que entrañaba el procedimiento: Estamos tratando con dos sistemas de respuesta: la comida, que provoca una reacción positiva, y el objeto temido, que provoca una reacción negativa. Lo que se desea con el condicionamiento es transformar el objeto temido en una fuente de respuesta positiva (estimulo sustituto). Pero si no se tiene cuidado, podría producirse fácilmente el resultado inverso: desencadenar una reacción de miedo ante la vista de la comida (Jones, 1924a, p. 389) El séptimo método, la “imitación social” consistía en colocar al niño que temía un objeto concreto con otros niños que no sentían temor ante ese objeto. Los niños que no tenían miedo se acercaban al estimulo y jugaban con el. El niño miedoso imitaba a sus compañeros y así superaba su miedo. Jones comunicó varios casos en los que se eliminó (y también se indujo) El miedo basándose en la imitación social. Como evaluación global Jones señaló que sólo había dos métodos, el condicionamiento directo y la imitación social, que producían un "éxito completo". Los resultados de los dos métodos mas efectivos fueron presentados en el segundo articulo, que se ha convertido en un clásico de la modificación de conducta (Jones, 1924b). Este informe describe el caso de un niño de 34 meses llamado Peter. EI estudio del comportamiento de Peter en el laboratorio revelo que el niño temía a diversos estímulos, entre ellos las ratas blancas, los conejos, los abrigos de piel, la lana y el algodón, pero no a otros objetos inanimados Como los bloques y los juguetes. Puesto que el conejo le provocaba un miedo mayor que la rata, se utilizó como objeto temido al conejo durante el tratamiento. Se empleó en un principio la imitación social. Todos los días entraron en el laboratorio para jugar con Peter tres niños que no tenían miedo del conejo. El conejo se colocaba en la jaula. Durante el periodo de juego se fue acercando al animal en pasos o “grados de tolerancia" progresivos. Estos pasos quedaron reflejados Como sigue en las notas de laboratorio: 1. EI conejo no esta en ninguna parte de la habitación, y no causa por lo tanto reacciones de miedo. 2. EI niño tolera al conejo en la jaula a dote pies de el. 3. El niño tolera al conejo en la jaula a cuadro pies de el. 4. EI niño tolera al conejo en la jaula a tres pies de el. 5. EI niño tolera al conejo en la jaula estando junto a él. 6. EI niño tolera al conejo libre por la habitación. 7. EI niño loca al conejo cuando lo sostiene el experimentador. 8. EI niño loca al conejo cuando esta libre por la habitación. 9. El niño desafía al conejo escupiéndole, arrojándole cosas, imitándole. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17 EI niño deja que el conejo estE en la bandeja de la silla. EI niño se agacha en posición no defensiva junto al conejo. Ayuda al experimentador a llevar al conejo a su jaula. Pone al conejo en su regazo. Se queda sólo en la habitación con el conejo. Permite que el conejo juegue con El. Acaricia al conejo afectuosamente. Deja que el conejo mordisquee sus dedos (Jones, 1924, p. 310.31) EI tratamiento cesó durante dos meses debido a que Peter contrajo la escarlatina. Cuando regresó, el miedo había empeorado, parece ser que por el encuentro con un perro grande que le asustó. Se le dio a Peter la comida que le gustaba en presencia del conejo. El conejo se colocó en la jaula y se acercó al niño lo suficiente como para no elicitar ninguna respuesta de temor que interfiriera con la comida. Como Jones sena1ó «Mediante la presencia del estimulo agradable (la comida) siempre que se mostraba al conejo, el miedo se eliminó gradualmente apareciendo en su lugar una respuesta positiva. (1924ó, p. 313). Para acelerar el descondicionamiento del miedo, en ocasiones se incluyó en el tratamiento a otros niños. Estos niños no tenían miedo del conejo. Al finalizar el procedimiento de descondicionamiento, el miedo de Peter había desaparecido. De hecho, Peter reaccionaba favorablemente ante el animal, y en ocasiones decía “Me gusta el conejo”. En la última sesión se evaluaron también las reacciones a otros estímulos que anteriormente le producían miedo. El temor a estos objetos también había desaparecido. También se presentaron estímulos nuevos (un ratón y un nido de lombrices) a los que no se había expuesto Peter en el laboratorio con anterioridad. Aunque el niño estuvo incómodo y quiso marcharse, A final de la sesión ya estaba tranquilo a incluso sintió interés por estos estímulos. Este caso sirvió Como referencia de los efectos directos del descondicionamiento del miedo y la susceptibilidad de generalización de estos efectos a otros estímulos. EI trabajo de Watson, Rayner y Jones puede considerarse un hito en la historia de la modificación de conducta. EI experimento de Watson y Rayner sugirió que el aprendizaje podía explicar las reacciones de miedo en los seres humanos. Aunque lo que el experimento apoyaba no era que la forma normal de adquirir Ios miedos es a través del condicionamiento clásico, sí mostró que el condicionamiento es un modelo útil desde cuyo ángulo podía abordarse el desarrollo del miedo. El condicionamiento proporcionó una explicación parsimoniosa de la adquisición del miedo, y los resultados del trabajo se convirtieron en un reto a la interpretación psicodinámica de la formación de las reacciones emocionales. Watson y Rayner elaboraron con intenciones satíricas una interpretación psicoanalítica típica del miedo adquirido de Albert, que podría haberse aducido si la historia del condicionamiento del niño no se hubiera conocido: Si dentro de veinte años un freudiano analizara el miedo de Albert a un abrigo de piel de foca (suponiendo que Albert acudiera a esa edad a un psicoanalista), lo que este freudiano haría probablemente (a menos que las hipótesis freudianas hayan cambiado para entonces) seria desmenuzar la narración de un sueño, y el análisis que produjera este desmenuzamiento descubriría que Albert, a la edad de tres años, intentó jugar con el vello cúbico de su Madre, conducta por la que fue reprendido severamente. (Desde luego no hay razón para negar que esto es lo que pudiera haber condicionado a Albert en otro caso distinto). Si el analista ha preparado suficientemente a Albert para aceptar su sueño cuando lo utilice como explicación de sus tendencias de evitación, y si tiene la autoridad y personalidad necesarias para imponerle esta explicación, Albert puede quedarse completamente convencido de que el sueño es un indicador veraz de los factores que dieron origen a su miedo (Watson y Rayner, 1920, p. 14). Es interesante resaltar que los intentos de replicar el condicionamiento del miedo con niños pequeños no corroboró el experimento original de forma consistente. Excepto en algunos casos (e.g., H. E. Jones, 1931), Los niños no desarrollaron miedos condicionados con procedimientos similares a los utilizados por Watson y Rayner (Bregman, 1934; English, 1929). La escasa consistencia de los efectos obtenidos en esta investigación no limitó la influencia del trabajo de Watson y Rayner en la interpretación de los miedos y su adquisición. Los diversos métodos de eliminación del miedo desarrollados por M. C. Jones constituyeron un desafió a las creencias existentes sobre la necesidad de tratar los estados psicodinámicos subyacentes en lugar de la conducta manifiesta. Jones demostró que los miedos podían desacondicionarse directamente. La influencia de su trabajo sobre los aspectos terapéuticos ha silo enorme. Como veremos más adelante, algunos de los métodos específicos que ella empleó continúan utilizándose en la modificación de conducta contemporánea. Resumiendo, podemos decir que el trabajo de Watson, Rayner y Jones ha ejercido una influencia decisiva en el desarrollo de la modificación de conducta. Mediante la formación y la eliminación de miedos, fomentaron la aplicación de los conceptos del condicionamiento a la explicación de la conducta normal y anormal, y a la generación de métodos directos de cambio conductual (5).5 William H. Burnham y la higiene mental 5 Recientemente, M. C. Jones (1975) ha publicado un interesante informe personal de su trabajo sobre el miedo y el lugar del conductismo primitivo en el desarrollo de la terapia de conducta. `Burnham, que pertenecía al departamento de pedagogía de la Universidad de Elark, estaba interesado en las relaciones entre el condicionamiento, el desarrollo del niño y la higiene mental (6)6. En 1917 publicó un articulo titulado “Mental Hygiene and the Conditioned Reflex”, en que se presentaba una revisión de toda la investigación existente sobre el condicionamiento tal y como aparecía en las obras de Pavlov, Watson, Twitrnyer, Krasnogorski, y su propia alumna, Florence Mateer. Burnham Consideraba al método de estudio del reflejo condicionado Como “... una contribución trascendental a la pedagogía genética y a la higiene escolar” (p. 462). Consideraba también al condicionamiento Como un medio de comprender la conducta del niño. Según Burnham la higiene mental podía interpretarse como el desarrollo de los reflejos condicionados apropiados y necesarios para la salud física y mental. En 1924 Burnham publicó un extenso libro titulado The Normal Mind.- An Introduction to Mental Hygiene and the Hygiene of School Education, en el que discutía detenidamente el papel del condicionamiento en el ajuste del niño. El libro se centraba en la adquisición de conductas adecuadas y útiles, y en la prevención y eliminación de los problemas de ajuste, concretamente aquellos que aparecían en el contexto educativo. Burnham interpretaba la conducta desde el punto de vista del condicionamiento: ... Los reflejos condicionados están involucrados en todos los actos de nuestra vida diaria. Todos nuestros hábitos están formados por reflejos condicionados. En nuestras actitudes a intereses también participan probablemente los reflejos condicionados. Así pues, el aprendizaje consiste en la formación de asociaciones, reflejos condicionados y sistemas de reflejos condicionados. La educación es un intento sistemático de desarrollar reflejos condicionados que impliquen un ajuste normal al ambiente y una actividad eficiente (Burnham, 1924, p. 144-145). La investigación sobre el condicionamiento explicaba cómo evolucionaba la conducta y sugería recomendaciones para alterarla. Así por ejemplo, para tratar el miedo Burnham se basó en el trabajo de Pavlov y Krasnogorski sobre la 1nhibición de respuestas condicionadas. Burnham defendió el uso de inhibiciones que impidieran la respuesta de miedo condicionado. Burnham criticó las nociones psicoanalíticas. Pensaba que las interpretaciones psicoanalíticas Eran “... una forma de astrología psicológica...” (1924, p. 628). Consideraba a los conceptos freudianos como no parsimoniosos en comparación con las formulaciones de la conducta 6 La pedagogía era mis o menos equivalente a psicología educativa a higiene mental. basadas en el aprendizaje. Burnham también criticó el tratamiento psicoanalítica, afirmaba que los efectos terapéuticos del psicoanálisis se debían probablemente al efecto placebo y a la sugestión. La característica más sobresaliente de The Normal Mind es quizás su anticipación a muchas de las técnicas que años después se implantarían formalmente en la modificación de conducta (7)7. Burnham incidió sobre el uso de técnicas que ahora se consideran aplicaciones del condicionamiento operante, sugiriendo recomendaciones en el campo de la educación que se asemejan a muchas prácticas actuales. También puso de relieve la importancia que tiene planificar el ambiente escolar en la iniciación de la actividad del estudiante y para asegurar su éxito (por ejemplo, consecuencias positivas). Burnham señalaba que “La función del profesor es dar ocasión para que se lleve a cabo una tarea adecuada y para que existan las condiciones que permitan desarrollar las posibilidades del individuo” (p. 228). Creía también que “... la máxima del profesor debe ser facilitar el trabajo al principio tanto, que el niño piense que el lo puede hacer, con lo cual el éxito esta asegurado” (p. 470). Burnham criticó el uso de los castigos en clase debido a sus efectos potencialmente nocivos sobre el niño: experiencias de fracaso frecuentes acompañadas de castigo y de censura por parte del profesor podían producir en el estudiante actitudes negativas y malos comportamientos. Las consecuencias favorables (el Éxito) jugaban un papel fundamental en el desarrollo de la conducta adaptativa en general. Para los que deben tratar con fracasos sociales, con personas que se sienten hundidas o están a punto de estarlo, el problema se asemeja mucho a los que tiene que abordar el profesor y el medico; es el problema de dar en cada caso algo que hacer que valga la pena, y también es el problema de colocar a cada individuo en una situación donde haya probabilidades de que consiga el Éxito; y cuando recordamos la psicología básica del Éxito, nos encontramos con que 7 La forma en que Burnham enfocó el aprendizaje estaba basada en el condicionamiento pavloviano. Burnham aplicó el paradigma del condicionamiento a una serie de situaciones y conductas. Resulta irónico que la mayor parte de sus aplicaciones, recomendaciones y ejemplos (tales Como la importancia que daba a las consecuencias de la conducta, el control del estimulo y el moldeamiento), están mucho mis cerca del paradigma de la ley del efecto, que no trataba prácticamente en su libro. Burnham citó a Thorndike, pero sólo refiriéndose a sus trabajos sobre psicología educativa, y no a sus leyes del aprendizaje. La falta de referencia a Thorndike y al aprendizaje de la ley del efecto no puede argumentarse Como critica a las aplicaciones que Burnham hizo de los conceptos del aprendizaje. Como ya señalamos en el capitulo 4, la distinción entre los diferentes paradigmas del aprendizaje no se trató realmente hasta finales de los años 30. Aunque hubo varios autores que hablaron sobre esta distinción, no fue hasta el trabajo de Skinner (1938) cuando las diferencias quedaron claramente delimitadas. La distinción se estableció definitivamente cuando Hilgard y Marquis (1940) analizaron las diferencias entre el condicionamiento clásico (paradigma de Pavlov) y el condicionamiento instrumental (paradigma de Thorndike) en su Iibro Conditioning and Learning. es posible en muchas formas de trabajo, y que el Éxito psicológico que conlleva el realizar adecuadamente el trabajo normal es por si mismo un estimulo para otros trabajos y, además, la condición más importante Para la salud mental (Burnham, 1924, p. 479.480). Además del apoyo explicito de Burnham del uso de consecuencias positivas en el aula, en su libro se incluían otros procedimientos que se han empleado desde entonces como técnicas de modificación de conducta. Así por ejemplo, en su discusión sobre la eliminación del miedo, Burnham mantenía que había que poner al sujeto en contacto con el estimulo que producía el miedo, y asociar este estimulo con un "estimulo rival" que no evocara la respuesta de miedo y por tanto pudiera inhibirla. Las sugerencias de Burnham con respecto a la eliminación del miedo estaban influidas por las de Watson y Rayner (1920). Sin embargo. Burnham afirmaba que cualquier cosa que pudiera concentrar la atención o el pensamiento también seria capaz de inhibir el miedo. El procedimiento de emplear respuestas inhibidoras del miedo (incluyendo pensamientos e imágenes) representa un antecedente del uso de la desensibilización sistemática en la modificación de conducta. Burnham también recomendó corno método para eliminar el miedo la "acción directa", esto es, el obligar al individuo a enfrentarse a la situación temida. Exponiéndose a si mismo a la situación, el individuo se habituaría al miedo, lo cual disminuiría su fuerza. A lo largo del libro Burnham se refiere a procedimientos que se asemejan enormemente a técnicas de modificación de conducta actuales incluyendo el control estimular, el modelado, el contrato de contingencias, el ensayo cognitivo, la auto instrucción y el autocontrol. Estos procedimientos son tan implícitos en las recomendaciones con respecto al manejo de los problemas de ajuste en el ámbito educativo. Otra característica singular de The Normal Mind es el alcance de su contenido. Aunque Burnham trato el tema de la higiene mental dentro del contexto de la educación y del desarrollo del niño, previó que los principios del condicionamiento eran aplicables a otros muchos contextos. El autor cree que la aplicación de lo que ya conocemos sobre las condiciones de la salud mental, mejorarían el funcionamiento humano en cualquier parte, lo que quiere decir que sería útil en las escuelas, evitaría que se produjeran muchas neurosis, aumentaría la salud mental y la eficiencia de todos los niños normales, y posibilitaría un aprendizaje social de vital importancia para la salud pública... Así pues, la aplicación de los principios de la higiene mental en todas las formas de educación, sea en la casa, en la escuela, en los deportes o en la industria, es condición fundamental para una vida eficaz, feliz y para que se de un desarrollo normal (Burnham, 1924, pp. xi, 684). Las aplicaciones actuales de los principios del cambio conductual a diversos problemas sociales son coherentes con el pensamiento de Burnham. La importancia del trabajo de Burnham esta en la aplicación de los conceptos del condicionamiento a la higiene mental y a la educación, y en la anticipación de un gran número de técnicas conductuales. En The Wholesome Personality: A Contribution lo Mental Hygiene, publicado en 1932 y que era una actualización del libro de 1924, Burnham atribuyó al condicionamiento un papel relativamente menos importante, aunque continuó haciendo hincapié en las técnicas destinadas a alterar los comportamientos que había descrito en The Normal Mind. 0. Hobart Mowrer y Willie Mowrer: el tratamiento de la enuresis 0. Hobart Mowrer y Willie M. Mowrer desarrollaron un tratamiento de la enuresis que representó un avance fundamental en la aplicación de los principios del condicionamiento. En 1935 Mowrer y Mowrer comenzaron a experimentar con 30 niños enuréticos, de edades comprendidas entre los 3 y los 13 años, en el New Haven Children's Center. Tanto la formulación de la enuresis como el método de tratamiento se basaron en el condicionamiento pavloviano. Los Mowrer consideraron la enuresis como un fallo en la respuesta a las señales (distensión de la vejiga) que precedían a, la micción. La distensión total de la vejiga, que no despertaba al niño, eventualmente provocaba la respuesta refleja de la micción. Los Mowrer creían que se podía entrenar al niño a anticipar la distensión total de la vejiga, despertándolo a tiempo. El despertar se asociaba con la contracción del esfínter, lo cual inhibía la micción. Los Mowrer intentaron establecer la distensión de la vejiga como estimulo condicionado del control del esfínter y la inhibición de la micción. Un ruido fuerte servia como estimulo incondicionado y el despertarse (acompañado de la contracción del esfínter) era la respuesta incondicionada. Para condicionar el despertarse y la contracción del esfínter a la distensión de la vejiga, se despertaba a los niños justo en el momento de empezar a orinar. Los Mowrer mantenían que tras una serie de ensayos, el despertarse y la contracción del esfínter terminarían ocurriendo antes de que se produjera la micción. Así pues, antes de empezar la micción, la distensión de la vejiga produciría por si sola la contracción del esfínter y la inhibición de la micción. Los Mowrer inventaron una almohadilla eléctrica que se colocaba en la cama del niño. La almohadilla se conectaba a un timbre, de donde partía el ruido que despertaba al niño. La almohadilla era de algodón y dentro de ella había un circuito eléctrico incompleto. El circuito se conectaba al timbre, que sonaba en cuanto el niño empezaba a orinar. El circuito eléctrico se completaba con la orina y en ese momento sonaba el timbre. El aparato de la almohadilla y el timbre resultó ser extraordinariamente efectivo, y consiguió eliminar la enuresis en los 30 participantes del estudio. La aportación de los Mowrer no radica en el descubrimiento o invención de la técnica para eliminar la enuresis, puesto que ya se habían inventado otros aparatos semejantes. Ya en 1830 un pedíatra llamado J. Nye, sugirió un melado basado en la colocación en la cama del niño de un aparato compuesto por un circuido que se completaba con la orina. El circuito completo producía una descarga que despertaba al niño. No obstante, Nye no tuvo ocasión de poner a prueba su procedimiento (Glicklich, 1951). Otro pedíatra alemán, M. Pfaundler (1905), también utilizó un aparato de almohadilla y timbre. El aparato se utilizó en un hospital para avisar a las enfermeras del momento en que orinaban los niños. El timbre, que sonaba al principio de la micción, parecía tener consecuencias terapéuticas e inhibía la micción. Después de este descubrimiento accidental de la efectividad del método, se empezó a aplicar en Francia, ya con propósitos terapéuticos. La publicación de dos casos tratados con este método demostró la eficacia y la rapidez del procedimiento en el logro del control de la vejiga (Genouville, 1908; Roux, 1910). A pesar del éxito del método, su uso no se generalizó debido quizás a ciertas características incómodas e ineficaces del aparato (Mowrer y Mowrer, 1938). Independientemente de estos descubrimientos, en Rusia se desarrolló un aparato similar que apareció descrito en el Baltimore Sun (4 de mayo de 193ó). De hecho la noticia que aparecía en el Baltimore Sun sugería que el aparato ya se utilizaba en un hospital ruso, lo que indicaba que había conseguido una mayor aceptación que la que el aparato de los Mowrer había logrado en Estados Unidos. Prácticamente al mismo tiempo que los Mowrer investigaban el método del condicionamiento, e independientemente de ellos, otros dos investigadores desarrollaron el procedimiento en los Estados Unidos (Morgan y Witmer, 1939). La contribución de los Mowrer fue más allá del mero diseño de un aparato mis eficaz y de su introducción en los Estados Unidos. Su conceptualiza Lión y su tratamiento de la enuresis desde la orientación del aprendizaje, y su discusión sobre aspectos relacionados con el tema, ocupan un lugar capital dentro de la historia de la modificación de conducta. Los Mowrer consideraban la enuresis como un hábito inadecuado y no como la expresión de procesos psicodinámicos, teoría que gozaba de bastante aceptación, Ellos no descartaban el posible papel de los factores psicodinámicos. Sin embargo, subrayaban la dificultad que presentaba el determinar cuales podrían ser estos factores y como podían modificarse. Así pues, su enfoque se dirigía a la propia conducta y no a los procesos psicológicos subyacentes. Los Mowrer conceptualizaron el tratamiento de la enuresis partiendo del condicionamiento pavloviano (8)8. Otros tratamientos de la enuresis en Francia y en Alemania no se basaron explícitamente en los principios del aprendizaje. (En los Estados Unidos, el valor heurístico de la confianza en la psicología del aprendizaje en el tratamiento de los problemas infantiles, fue ya claramente evidente en el trabajo de Watson y Rayner, M. C. Jones y Burnham). Los Mowrer también criticaron los conceptos psicoanalíticos y el tratamiento psicodinámico, y propusieron el enfoque del aprendizaje como una alternativa conceptual legitima. Parte del Zeitgeist clínico se orientaba hacia la defensa 8 Aunque los Mowrer elaboraron su tratamiento en base al condicionamiento pavloviano, no esta del todo claro que paradigma(s) interviene(n) en el procedimiento. En el condicionamiento clásico los acontecimientos ocurren según la siguiente secuencia: estimulo condicionado, estimulo incondicionado y respuesta incondicionada. La secuencia de acontecimientos en el procedimiento de Mowrer era más compleja. Aparentemente, los únicos elementos implicados eran el estimulo condicionado (la distensión de la vejiga), seguido de un estimulo incondicionado (el ruido), que provocaba una respuesta incondicionada (el despertarse y el control del esfínter). No obstante, existían otros componentes inevitables. Aunque la distensión de la vejiga es un estimulo neutral cuando se empareja con el despertarse, también es un estimulo incondicionado de la micción. El ruido utilizado en el procedimiento funcionaba como estimulo incondicionado y seguía a la micción. Por consiguiente, la secuencia de acontecimientos podría considerarse como sigue: estimulo incondicionado (distensión de la vejiga), respuesta incondicionada (micción), y otro estimulo incondicionado (ruido fuerte). Esto es, un estimulo incondicionado (ruido) sigue a la micción. En la medida en que el ruido sigue a 1a micción, es contingente a ella. En el condicionamiento clásico, la presentación de un estimulo incondicionado no es contingente a la respuesta. Si los episodios de micción desaparecen cuando vienen seguidos por cierto acontecimiento; esta consecuencia responde a un paradigma de castigo, por ejemplo, condicionamiento operante. Hay otro problema relacionado con la respuesta condicionada. Si la respuesta incondicionada es el despertarse y la contracción del esfínter, la respuesta condicionada seria una aproximación de ella. La distensión de la vejiga por si sola elicitaria el despertarse e inhibiría la micción. Sin embargo, el objetivo del tratamiento es conseguir que el individuo duerma durante toda la noche sin orinar y sin despertarse. Así pues, el desarrollo de una respuesta condicionada no esta claro. Por óptimo, los efectos a largo plazo del tratamiento no se ajustan a un paradigma de coodicionamiento clásico. Si nos basamos en el condicionamiento clásico podríamos suponer que sin que se de un reforzamiento continuo (por ejemplo, emparejando el estimulo condicionado do la distensión de la vejiga con el estimulo incondicionado del ruido fuerte), la relación entre el estimulo condicionado y la respuesta condicionada se extinguiría. Sin embargo, la respuesta aprendida, normalmente, se mantiene. Evidentemente, en el procedimiento de la almohadilla y el timbre están involucrados tanto el condicionamiento clásico como el operante. (Remitimos al lector interesado al trabajo do Lovibond (19ó4) sobre los problemas relacionados con el método de la almohadilla y el timbre). de los conceptos del condicionamiento como una alternativa a los conceptos psicoanalíticos en la explicación de la etiología y el tratamiento de la conducta desadaptativa. Esta adhesión puede verse en las obras do Pavlov y Bechtetev, así como en el trabajo de contemporáneos de los Mowrer, entre ellos Watson, Rayner y Burnham. Los Mowrer abordaron también la sustitución de síntomas, tema que ocupaba un lugar destacado en las discusiones sobre el tratamiento psicoanalítico. A raíz de la aplicación de su tratamiento, los Mowrer afirmaron categóricamente que "En ningún caso ha habido evidencia alguna de 'sustitución de síntomas (Mowrer y Mowrer, 1938, p. 451). En algunos casos se produjeron recaídas al cabo de unas pocas semanas o meses después del tratamiento, pero los niños que recayeron habían vuelto a “... una situación familiar intolerable donde las tensiones emocionales son demasiado gran des y los nuevos hábitos han cedido ante los viejos (p. 452). Los Mowrer no solo criticaron el concepto de sustitución de síntomas, sino también el “modelo de enfermedad” en general. Criticaron la aceptación incondicional de las, analogías medicas realizadas sin cuidados (p. 454) que se utilizaban en la educación del niño. Así por ejemplo, el denominar las conductas problema "síntoma", en su opinión era una exageración de la analogía médica. De hecho, esta utilización reflejaba lo arbitrario que tenia el diagnosticar una conducta como "síntoma": “... el que un elemento dado de la conducta de un niño sea o no un "síntoma"... parece depender de la valoración de cualquier persona que sea importante en la vida del niño" (p. 454). Las ideas de los Mowrer sobre la naturaleza de la conducta desviada o sintomática fueron asumidas por otros teóricos de la modificación de conducta posteriores a ellos. El tratamiento desarrollado por los Mowrer también tuvo una gran importancia. El tratamiento produjo cambios consistentes en un gran número de niños, y la duración de la terapia nunca sobrepasaba a los dos meses. El seguimiento de los niños puso de manifiesto que el control de la vejiga se mantenía al año y medio, o dos años después del tratamiento. Además, la técnica podía ser aplicada por los padres con la supervisión de profesionales, y todo ello sin alterar el ambiente del niño. De hecho, en algunos de los casos con resultados satisfactorios más llamativos, el tratamiento se había llevado a cabo en la casa. Así pues, la técnica de los Mowrer no exigía la reclusión del niño en un ambiente institucional, ni atenderlo en régimen de paciente externo. En resumen, la técnica de los Mowrer parecía presentar una ventaja conceptual en el sentido de que se basaba en el aprendizaje; como consecuencia, estaba fundamentada en una ciencia objetiva, y presentaba también ventajas prácticas, puesto que era eficaz, rápida y duradera. Otras aplicaciones del condicionamiento en el ámbito clínico Cuando el condicionamiento empezó a estudiarse en Rusia en la primera década de este siglo, sus conceptos también comenzaron a aplicarse a las poblaciones psiquiátricas. Durante la década de los veinte y la de los 30, los métodos de condicionamiento se aplicaron en varios países a la explicación y tratamiento de una serie de trastornos psicopatológicos. Las primeras aplicaciones sistemáticas del condicionamiento o la reflexología fueron extrapolaciones conceptuales que Pavlov y Bechterev hicieron para explicar diferentes desórdenes (e.g., Pavlov, 1932, 1934, 1941; Bechterev, 1912). La utilización del condicionamiento en la explicación de los problemas psicopatológicos se extendió por Europa (e.g., Kostyleff, 1927; Marinesco y Kreindler, 1935; Meignant, 1935; Morhardt, 1930) y por los Estados Unidos (e.g., Bagby, 1928; Kubie, 1934; Levin, 1934). Bechterev utilizó el condicionamiento para tratar la sordera histérica (1912) y la perversión sexual (1923). El condicionamiento resultaba especialmente idóneo para investigar los trastornos relacionados con la histeria, debido a que permitía la total exclusión de los informes verbales en la determinación de la responsividad a la estimulación externa. El trabajo de Bechterev sobre la histeria fomentó la aparición de otros trabajos similares en Rusia (Myassishchev, 1929), en Europa (Marinesco, Sager y Kreindler, 1931) y en los Estados Unidos (Cohen, Hilgard y Wendt, 1933). La utilización del condicionamiento en el tratamiento de la histeria produjo buenos resultados en algunas ocasiones. Por ejemplo, el establecimiento de una respuesta condicionada ante la parte del cuerpo en la que se manifestaba la histeria (e.g., en el caso de la anestesia histérica) produjo la desaparición del trastorno (cf. Scars y Cohen, 1933). Los métodos del condicionamiento también se aplicaron a la conducta aditiva. En Rusia, Kanlorovich (1929) utilizó el condicionamiento en el tratamiento de alcohólicos. Con objeto de establecer una reacción aversiva ante el alcohol, se empleó éste como estimulo condicionado y una descarga como estimulo incondicionado. El trabajo de Kantorovich, en el que nos detendremos de nuevo en el capitulo 6, animó a muchos otros investigadores en Rusia, Alemania, Francia, Bélgica y los Estados Unidos, a mediados de los años 30, a aplicar el condicionamiento al tratamiento del alcoholismo. Los métodos del condicionamiento también se emplearon en el tratamiento de la adicción a otras drogas. En los Estados Unidos, Rubenstein (1931) eliminaba la adicción a la morfina mediante el establecimiento de una reacción condicionada a la droga emparejando un estimulo neutral (e.g., el sonido producido por un diapasón, o un masaje) con inyecciones de morfina. Poco a poco iba sustituyéndose la droga por una solución Salina, y emparejándose con el estimulo condicionado. Con el tiempo, los pacientes dejaban de ser adictos a la morfina. El condicionamiento clásico se utilizó también con otros propósitos clínicos distintos de los relacionados con el tratamiento. La adquisición y extinción de respuestas condicionadas se utilizó para diagnosticar desórdenes y para proporcionar correlatos de distintos problemas, tales como lesiones cerebrales, psicosis, retraso mental, sordera, alcoholismo y dolor físico y psicogénico (Aldrich, 1928; Alexander, 1962; Dix y Hallpike, 1961; Franks y Franks, 1962; Gantt, 1938, 1942; Gantt y Muncie, 1942; Rcesc, Doss y Gantt, 1953; Vogel, 1961; Wells y Wolff, 1960). Además, el condicionamiento se utilizó para evaluar diferentes tipos de intervención clínica, como la psicoterapia, el -electroshock, y distintas drogas (Alexander, 19ó1; Brown, 1957). El aumento de las aplicaciones del condicionamiento clásico y de otros conceptos del aprendizaje se debió a los progresos conseguidos dentro de la teoría y la investigación del propio Campo del aprendizaje. La investigación del aprendizaje abordó temas de una relevancia clínica fundamental, tales como la frustración, el conflicto y la evitación. Con las aplicaciones de los conceptos del aprendizaje se intentó proporcionar una teoría general de la conducta que fuera capaz de abarcar también la conducta anormal. Aplicaciones de los conceptos del aprendizaje a la personalidad y a la psicoterapia Las cada vez más numerosas aplicaciones del condicionamiento al tratamiento de conductas relevantes desde un punto de vista clínico, estaban asociadas al intento de utilizar el aprendizaje como punto de partida para la elaboración de una teoría general de la conducta. Por supuesto, los primeros intentos de aplicación del condicionamiento a la explicación de la conducta ya habían sido realizados por Pavlov, y en mucha mayor medida por Bechterev y Pavlov, y fueron Watson, Rayner, Jones, Burnham y los Mowrer Los que demostraron el valor de este tipo de extrapolaciones. A partir de los años 30 y hasta Los 50, las explicaciones de la conducta normal y anormal y de la psicoterapia basadas en el aprendizaje aumentaron notablemente (Cameron y Magaret, 1951; French, 1933; Kubie, 1934; Magaret, 1950; Masserman, 1943; Mowter, 1950; Shaffer, 1947; Shaw, 1948; Shoben, 1949). La mayor parte de ellas se centraron en aspectos concretos de la psicopatología o la terapia. Uno de los intentos más ambiciosos de integrar los conceptos del aprendizaje con la teoría de la personalidad fue el que llevaron a Cabo John Dollard y Neal E. Miller. Dollard era sociólogo y Miller psicólogo experimental, y ambos trabajaban en el Institute of Human Relalions de la Universidad de Yale. Este Instituto fue fundado en 1933 para fomentar la integración y la colaboración entre todas las ciencias de la conducta, objetivo al que respondió el trabajo de Dollard y Miller. Dollard y Miller intentaron integrar diversos aspectos de las ciencias sociales en sus escritos. En el Instituto recibieron una influencia fundamental: la de Elark Hull, que en sus escritos ya había intentado formular una teoría general de la conducta. Dollard y Miller adoptaron los conceptos humíllanos de impulso, reforzamiento, generalización del estimulo y formación de hábitos. Sin embargo, no emplearon su enfoque teórico formal. En 1950 Dollard y Miller publicaron Personality and Psychotherapy: An Analysis in Terms of Learning, Thinking and Culture, en el que pretendieron aportar una teoría globalizadota de la conducta, unificando el aprendizaje, la psicopatología y la psicoterapia. Dollard y Miller intentaron integral tres modelos de la psicología: Freud y el psicoanálisis, la psicología experimental, tal y como aparecía en los trabajos de Pavlov, Thorndike y Hull, y en último lugar, las ciencias sociales modernas en tanto que centradas en la influencia de la cultura sobre la conducta. La idea que subyacía a Personality an Psychotherapy era que la psicopatología y la psicoterapia, ambas, funcionaban según las leyes del aprendizaje. Por consiguiente, tanto el desarrollo como la eliminación de los síntomas podían explicarse mediante los mismos principios. Aunque Dollard y Miller se basaron fundamentalmente en la teoría de Hull (1943), también influyeron otros trabajos más recientes dentro del área del aprendizaje, como el de O. H. Mowrer sobre los impulsos adquiridos, y la investigación del propio Miller sobre los impulsos adquiridos y el análisis del conflicto. Los hallazgos procedentes de la investigación sobre el aprendizaje se aplicaron a la teoría y a la terapia psicoanalítica, esto es, Dollard y Miller intentaron traducir los conceptos psicoanalíticos a conceptos del aprendizaje. Así por ejemplo, el principio del placer, la transferencia y el conflicto neurótico, fueron reformulados y explicados en términos de reforzamiento, generalización del estimulo a impulsos adquiridos, respectivamente. El objetivo del libro era algo más que el lograr una nueva explicación o interpretación de una teoría o terapia concreta. Con su interpretación, Dollard y Miller pretendían explicar el desarrollo de la conducta en general tanto normal como desviado, y explicar también el proceso terapéutico independientemente de cualquier enfoque tcór1co específico. La terapia freudiana fue la que se utilizó como mecanismo para la consecución de este propósito. Las interpretaciones de Dollard y Miller no sólo abarcaban la psicología del aprendizaje. En su trabajo se reconocía la importancia del clima social y cultural en el que se desarrollaba el individuo: Ningún psicólogo podría aventurarse a predecir la conducta de una rata sin saber en que parte del laberinto T esta colocada la comida o se va a aplicar la descarga. No es más fácil predecir la conducta de un ser humano sin conocer las condiciones de su "laberinto", por ejemplo, la estructura de su ambiente social. La cultura, tal y como la conciben los científicos sociales, es una manifestación de la estructura del laberinto humano, del tipo de recompensa implicado y de las respuestas que van a recompensarse. En este sentido la cultura es una receta para el aprendizaje. No hay ningún problema en aceptar este argumento desde el momento en que se comparan sociedades muy diferentes. Pero incluso dentro de la misma sociedad, los laberintos a los que tienen que enfrentarse dos individuos distintos pueden parecer muy semejantes y ser en realidad muy diferentes... Ningún análisis de personalidad de dos... personas puede ser completamente fidedigno si no toma en cuenta estas diferencias culturales, esto es, las diferencias en los tipos de respuesta que se han recompensado... (Miller y Dollard, 1941, p. 5-6). Esta forma globalizadota de enfocar la conducta, yendo mis allá de los límites de la psicología del aprendizaje hasta abarcar las influencias culturales, se ha defendido también dentro de la modificación de conducta (Krasner y Ullman, 1973): Otra aplicación del aprendizaje a la personalidad y la psicoterapia es la realizada por Julián Rotter intentó traducir y relacionar el conocimiento básico de la psicología experimental a situaciones clínicas en general, tal y como se refleja en su libro Social Learning and Clinical Psycbology (1954). Rotter bebió de varias fuentes, entre ellas Hull, Tolman, Thorndike y Kurt Lewin. Partiendo de dalos proporcionados por el aprendizaje, Rotter desarrol1ó una serie de postulados destinados a explicar y predecir la conducta de una forma semejante a la de Hull. Rotter consideraba a la conducta como el resultado ele una interacción entre el individuo y su ambiente. Creía que para comprender la conducta era necesario conocer las expectativas que la persona tenia sobre el proceso de reforzamiento y su percepción del valor del acontecimiento reforzante. El acento que Rotter ponía sobre las expectativas del reforzamiento y el valor reforzante de las cocas para las personas lo aplicó a la psicoterapia. Rotter concebía la terapia como un proceso de aprendizaje en el que debían modificarse has percepciones y las expectativas del individuo que se sometía a ella. Para considerarse curado, el cliente necesita comprender sus problemas; pero también debe aprender formas nuevas de comportarse, de modo que a partir de ese momento pueda lograr sus metas utilizando otros medios. El papel del terapeuta es modificar directamente la conducta del cliente a través del reforzamiento. A pesar de su incidencia sobre los aspectos conductuales, la teoría de Rotter se basaba en una gran medida en las prácticas psicoterapéuticas convencionales. El núcleo de la terapia estaba más en la comprensión del problema, las expectativas y las percepciones del cliente, que en la propia conducta manifiesta. Además, su sistema de tratamiento dependía de los mecanismos de cambio utilizados habitualmente en la terapia convencional, incluyendo la relación terapéutica, la aceptación, la confianza y la interpretación. Lo que Rotter añadió fue la creencia en la necesidad de cambiar la conducta, y la consideración del terapeuta como un agente reforzante capaz de poner en marcha el cambio de la conducta. Resulta difícil evaluar cuál fue exactamente la influencia del trabajo de Dollard y Miller, y Rotter y otros autores que aplicaron los conceptos del aprendizaje a la explicación do la conducta y la psicoterapia. En primer Lugar, hay que distinguir este esfuerzo en traducir el proceso terapéutico al aprendizaje, de lo que es la modificación de conducta actual. Una diferencia capital entre la traducción de los procesos psicoterapéuticos al aprendizaje y la modificación de conducta es que la primera comienza con un tratamiento ya existente (e.g., la terapia psicoanalítica) a incorpora el aprendizaje después. La modificación de conducta, por el contrario, comienza con conceptos del aprendizaje a partir de los cuales desarrolla un programa de cambio conductual (Ullman y Krasner, 1965). El esfuerzo por traducir la teoría psicodinámica y los procesos psicoterapéuticos no generó nuevas técnicas terapéuticas. Los conceptos del aprendizaje se ofrecieron como interpretaciones parsimoniosas del cambio conductual. Por ejemplo, Shoben (1949) discutió diversas formas de psicoterapia, cada una de las cuales pretendía ser efectiva pero por diferentes razones. A pesar de las diferencias entre las terapias había ingredientes comunes basados en el aprendizaje que podían explicar los efectos del tratamiento. A finales de los años 40 aumentó el interés por el acercamiento entre la psicología clínica y la psicología experimental. Los intentos de traducir el proceso terapéutico al aprendizaje ayudaron a conseguir una reconciliación entre estas áreas. Se pensó que el aprendizaje podía servir de puente entre la ciencia experimental y la práctica clínica. En palabras de Shoben (1949), …se puede vislumbrar una salida al problema de conseguir una base para la conceptualización e investigación de la psicoterapia. Esta salida consiste en el reconocimiento de que la psicoterapia es esencialmente un proceso de aprendizaje, y que debería de ser materia de estudio como tal (Shoben, 1949, p. 3ó7). Así pues, se podía desarrollar una teoría general de la conducta basada en la psicología del aprendizaje, a través de la experimentación y que a su vez podía aplicarse al ámbito clínico. El condicionamiento verbal y la psicoterapia La aplicación de los conceptos del aprendizaje a la psicoterapia aportó una forma distinta de considerar las prácticas tradicionales. Sin embargo, la mera explicación de la terapia en términos de la psicología del aprendizaje no generó por si misma investigación sobre los procesos terapéuticos, ni tampoco sugirió técnicas terapéuticas nuevas. En algunos sentidos, la reinterpretación de la psicoterapia tradicional en términos de aprendizaje puede haber obstaculizado el cambio de las prácticas terapéuticas. Al expresar las practicas terapéuticas en el lenguaje del aprendizaje, Los tratamientos convencionales recibieron una nueva justificación teórica (Salzinger, 1959). La investigación sobre el condicionamiento operante de la conducta verbal comenzó a principios de los años 50. En el condicionamiento verbal se modificaba la conducta verbal del hablante haciendo seguir de forma contingente a respuestas específicas acontecimientos tales como ciertos comentarios del experimentador. A diferencia de las aplicaciones conceptúales de los conceptos del aprendizaje, la investigación sobre condicionamiento verbal influyó tanto sobre el método de investigación como sobre las técnicas de instauración de conductas específicas en la terapia. La llegada del condicionamiento verbal fue especialmente significativa para la modificación de conducta, puesto que proporciono un vínculo entre los métodos operantes investigados en el laboratorio y la psicoterapia individual. El interés por el estudio de la conducta verbal por si misma procede de Skinner, que empezó a aplicar Los principios operantes a la conducta verbal a principios de los años 40. Skinner consideraba que la conducta verbal era como cualquier otra conducta, y por consiguiente estaba sujeta a los mismos principios. Según Skinner, la conducta del receptor tenía un interés especial debido a que podía reforzar las verbalizaciones del hablante. Concretamente, Skinner señalaba que el receptor proporcionaba refuerzos condicionados generalizados (e.g., estar atento, aprobación) que mantenían el habla. Las ideas de Skinner estaban diseminadas en muchos trabajos en general no publicados, cursor, conferencias y finalmente aparecieron en un libro: Verbal Behavior (1957) (9)9. Sus ideas circularon, no obstante, aunque resumidas, 9 (9) El libro de Skinner proporciono una interpretación de la adquisición y uso del lenguaje basado en el condicionamiento operante. Esta teoría operante de la lingüística ha sido criticada porque atribuye las causas del lenguaje a acontecimientos ambientales tales como estímulos reforzantes y estímulos discriminativos. Hay otras dimensiones, como la estructura interna del individuo y la forma en que se procesa la información que llega al sujeto, que no se tienen en cuenta en la teoría (e.g., Chomsky, 1959). En general, la participación del organismo se ha considerado como esencial en la comprensión del lenguaje. La teoría lingüística que encierra Verbal Behavior es en cierta forma tangencial a la línea genuina do investigación relacionada con la modificación do conducta y tratada en esta monografía. Las ideas do Skinner sobre la conducta sirvieron de estímulo a la investigación del condicionamiento verbal, como veremos más adelante. La investigación y la aplicación del condicionamiento operante en el contexto del condicionamiento verbal pueden aceptarse sin necesidad de antes de que apareciera el libro. Así por ejemplo, en su famoso libro Principles of Psychology, Keller y Schoenfeld (1950) comentaron las Conferencias de William James de Skinner sobre la conducta verbal pronunciadas en Harvard en 1948. Por su parte, Skinner describió brevemente la aplicación del condicionamiento operante a la explicación de la conducta verbal en Science and Human Behavior (1953a). El interés en el condicionamiento verbal fomentó una gran cantidad de investigación experimental original. El propósito fundamental de esta investigación era demostrar el grado en el que podían manipularse las conductas verbales como función de consecuencias proporcionadas por el ambiente social, por ejemplo, el receptor. Tal y como suele realizarse, el condicionamiento verbal implica la identificación de una clase de respuesta que va a reforzarse (e.g., un tipo de palabra concreta, como sustantivos plurales); después, el experimentador toma nota de todos los casos en que se produce la respuesta objetivo, proporcionando alguna serial externa que normalmente es un comentario verbal tal como: “mmm-hmm”, "bien", o una escala no verbal, como un movimiento do la cabeza o una sonrisa. La primera investigación sobre condicionamiento verbal fue llevada a cabo por Joel Greenspoon (1951) en la Universidad de Indiana, como parte de su doctorado. El propósito de Greenspoon en este estudio era crear una situación experimental con personas paralela a la que se utilizaba en el modelo del condicionamiento operante con animales. Se instruyo a estudiantes universitarios para que dijeran palabras de forma aislada en lugar de incluirlas en frases. Durante parte de la sesión, el experimentador, ante ciertas palabras (sustantivos plurales) pronunciadas por el hablante, reaccionaba de determinada forma, como por ejemplo diciendo "mmm-hmm", o “huh-uh”, o aplicando una retroalimentación visual (una luz) o auditiva (un tono). Durante la segunda parte de la sesión estos estímulos dejaron de presentarse. Greenspoon encontró que los acontecimientos contingentes aumentaban la frecuencia de aparición de los sustantivos plurales, excepto en el caso de "huh-uh", con el que se habla pretendido suprimir la conducta. Así pues, la conducta verbal en una situación diádica podía ser manipulada por el experimentador mediante la administración contingente de refuerzo. Se utilizaron otros métodos distintos al condicionamiento de los nombres plurales en el estudio del condicionamiento verbal. Un paradigma que se suscribirse a una teoría operante de la conducta verbal normal. Los críticos del análisis operante del lenguaje han reconocido la utilidad del condicionamiento verbal como área do investigación por derecho propio (véase Chomsky, 1959, p. Q fn). utilizó con frecuencia fue una tarea de construcción de frases, en la que el sujeto seleccionaba un pronombre entre seis para formar una frase con raíces de verbos impresas en tarjetas (Taffel, 1955). La selección de un pronombre concreto (e.g. “yo”) iba segunda de ciertos acontecimientos. Otro paradigma menos utilizado consistía en resaltar, en el transcurso de una conversación normal, ciertos tipos de respuestas, tales como la expresión de opiniones, aplicando estímulos de forma contingente (Verplanck, 1955). Durante los años 50 y los 60 el condicionamiento verbal fue objeto de una gran atención. Se investigaron diversas variables, entre ellas el efecto de las experiencias del sujeto anteriores al condicionamiento (e.g., el haber podido interactuar con el experimentador antes del condicionamiento), las características del experimentador (e.g., atractivo, sexo), las características del sujeto (e.g., sugestionabilidad, agresividad), los programas de reforzamiento, y la conciencia de la contingencia por parte del sujeto (cf. Bandura, 1969; Greenspoon, 1962; Krasner, 1958, 1965b; Salzinger, 1959). Los estudios sobre condicionamiento verbal se extendieron rápidamente al campo clínico Uno de estos primeros estudios fue el realizado por Charles Taffel (1955) en la Universidad de Indiana, y que formaba paste de su tesis doctoral. Taffel demostró que la selección del pronombre realizada por pacientes sicóticos cambiaba como función de que el experimentador dijera "bien". En otros estudios se investigó el condicionamiento verbal en pacientes neuróticos, sicóticos, geriátricos y con retraso mental (cf. Greenspoon, 1962). El condicionamiento verbal también se aplicó a la situación de evaluación psicológica, concretamente con tests proyectivos (Fahmy, 1953). Los investigadores demostraron que las respuestas de los dientes a los tests proyectivos podían controlarse mediante la aplicación de consecuencias por parte del evaluador. Así, por ejemplo, cuando un paciente habla sobre un test de manchas de tinta, el examinador puede alterar clases de respuestas verbales al test diciendo "bien", "de acuerdo", o moviendo la cabeza, sonriendo o inclinándose hacia adelante. Una aplicación importante del condicionamiento verbal a situaciones clínicas fue la investigación de la conducta verbal emitida durante las situaciones de antevista y terapia. Otro estudiante graduado en la Universidad de Indiana, R. S. Ball (1952), fue el primero en investigar el condicionamiento de las respuestas verbales en una situación análoga a la de la entrevista clínica en esta investigación se instruyo a los sujetos para que construyeran una breve historia que incluyera referencias a un hombre, a una mujer y a un animal. A lo largo de varias sesiones las referencias a animales aumentaron aplicando después de ellas un estimulo verbal ("mmmhmm") administrado por el examinador. En la evaluación del condicionamiento verbal es frecuente utilizar la invención de una historia o el responder a preguntas generales. Una tarea general y algo ambigua, como es el contar una historia, proporciona una situación que se parece mas a las sesiones de entrevista o de terapia reales que las respuestas especificas a clases gramaticales. Así pues, el condicionamiento en las entrevistas se centró progresivamente en respuestas que se suponía que se parecían al proceso terapéutico. Las declaraciones de efecto, las palabras emocionales, las manifestaciones sobre la madre y sobre la familia de uno y otras experiencias, las verbalizaciones "neuróticas" o "alucinatorias", las afirmaciones de confianza, de autoafirmación y de autorreferencia, se condicionaron en estudiantes universitarios y en poblaciones psiquiátricas (Krasner, 1962) (10)10 La relevancia clínica del condicionamiento verbal también se sugirió en otros estudios con poblaciones clínicas que demostraron que los cambios en la conducta verbal se relacionaban con cambios en conductas relevantes desde un punto de vista sintomático. Por ejemplo, algunos estudios mostraron que el condicionamiento de palabras emocionales en pacientes sicóticos se asociaban con cambios en el reconocimiento de estímulos amenazantes, en la ansiedad y en et ajuste en las relaciones interpersonales (cf. Krasner, 1962, 1965b). Por otra parte, el reforzamiento de las afirmaciones de autoaceptación o autorreferencia positiva durante las entrevistas o durante las sesiones experimentales, algunas veces modificaba las autodescripciones y las respuestas a los inventarios psicológicos (cf. Kanfer y Phillips, 1970). En un principio, el condicionamiento verbal se parece a la psicoterapia en la medida en que ambos implican una interacción diádica en la que el medio fundamental de intercambio es verbal. Desde el punto de vista del paciente el papel del lenguaje también se ha considerado capital. La conducta desadaptativa puede consistir, en parte, en una incapacidad para controlar la propia conducta mediante los símbolos lingüísticos (Shaffer, 1947; Shaw, 1946). El componente verbal de la terapia debe de tenerse muy en cuenta puesto que las palabras son las que recrean los acontecimientos que condujeron al desorden. A través de las verbalizaciones el material reprimido 10 (10) Una ventaja que tienen los procedimientos en los que los sujetos dicen palabras aisladas (e.g., sustantivos plurales) o cuentan una historia, es que esta tarea es de tipo operante "libre". No hay prácticamente ninguna restricción en la respuesta y la tasa conductual puede asumir una amplia gama de valores. Por el contrario, la tarea de Taffel, en la que los sujetos tienen que seleccionar pronombres de una lista limitada, restringe las posibilidades de respuesta. También se ha criticado la tarea de Taffel porque las respuestas reforzadas son muy pocas y se parecen muy poco a las operantes que se suelen reforzar. Las respuestas operantes se refieren normalmente a una clase de respuesta, esto es, a varias respuestas y no a una sola (cf. Greenspoon, 1962). sale a la superficie (Shoben, 1949). Por consiguiente, una tarea fundamental en el tratamiento es la de conseguir que el paciente hable (Shaffer y Lazarus, 1952). Desde el punto de vista del terapeuta, el condicionamiento verbal también se parece a la psicoterapia. En la terapia convencional el terapeuta proporciona señales, como el hacer algún comentario del tipo "mmm-hrnm", o "muy bien", o el repetir a interpretar el material expuesto por el cliente. Se demostró que estas respuestas funcionaban como reforzadores de respuestas concretas del cliente. El papel del condicionamiento verbal en la psicoterapia fue puesto de relieve por Krasner (1955)que afirmaba que un factor común a toda psicoterapia era la presencia de otra persona (el terapeuta) que escuchaba, prestaba atención y mostraba interés por los problemas del paciente; en una palabra, proporcionaba reforzadores condicionados generalizados. Al hacer hincapié sobre las respuestas del terapeuta, los estudios de condicionamiento verbal dirigieron la atención hacia la naturaleza directiva del proceso terapéutico y el control del terapeuta. Kresner (1962) incidió sobre la importancia de las características de consejero del terapéuta refiriéndose a el como una “máquina de reforzamiento social” (Pág. 61). Esta afirmación no significa que el terapeuta sea un ser deshumanizado y que se comporte mecánicamente, sino que el terapeuta es una persona entrenada para ejercer un control sobre la conducta del cliente mediante la administración de refuerzos condicionados generalizados, de forma contingente. Charles Truax (1966) realizó un estudio en el que se apoyaba la idea de que la psicoterapia puede abordarse desde el punto de vista del condicionamiento verbal. Truax estudio el papel del reforzamiento en el control de la conducta del cliente, analizando grabaciones de una terapia realizada por Carl Rogers. Este análisis reveló que Rogers hacia comentarios que reflejaban amabilidad y empatía, y que eran contingentes a respuestas concretas del cliente. Este hallazgo fue, desde luego, muy importante, puesto que la terapia rogeriana suele considerarse como "no directiva", esto es, se supone que el terapeuta no controla la conducta del cliente. Truax estaba en condiciones de afirmar que la eficacia de las técnicas terapéuticas dependía del condicionamiento, independientemente de que se reconocieran los principios del condicionamiento en los fundamentos teóricos de las técnicas. El considerar el proceso psicoterapéutico desde el punto de vista del condicionamiento verbal dio pie a un acercamiento entre la psicología experimental y la psicología clínica. Los hallazgos mas importantes del trabajo experimental (concretamente el condicionamiento operante) parecían poderse aplicar a la psicoterapia. Este acercamiento guarda una relación con el trabajo de Dollard y Miller y otros que intentaron aplicar el aprendizaje en la terapia. Sin embargo, las implicaciones del condicionamiento verbal fueron más allá del ámbito de la psicoterapia. Estas implicaciones sugerían que ciertos principios y leyes de la conducta podían aplicarse a la mayor parte de (a interacción social (Rotter, 19ó0). De este modo empezó a desarrollarse una teoría general de la conducta que desbordaba el contexto específicamente terapéutico. Un segundo aspecto relacionado con el anterior era que el condicionamiento verbal proporcionaba una metodología con la que podían estudiarse empíricamente distintos procesos en situaciones análogas a la terapia. En los experimentos de condicionamiento verbal la respuesta estudiada se definía claramente, se registraba de forma precisa y era sensible a una serie de manipulaciones que consistían normalmente en consecuencias que proporcionaba el terapeuta. Las consecuencias eras medibles y podían controlarse fácilmente para investigar diversas variables de laboratorio tales como los programas de reforzamiento y los tipos de reforzadores. Además, la metodología permitía la evaluación de factores que 110 se derivaban específicamente del condicionamiento operante, como podían ser el estatus, prestigio y experiencia del terapeuta, la atmósfera de la terapia y las expectativas y características personales del sujeto. La investigación sobre el condicionamiento verbal puso inevitablemente en entredicho algunas suposiciones tradicionales de la teoría de la personalidad y del diagnóstico. Se demostró que muchas de las respuestas utilizadas como base del diagnóstico se encontraron bajo el control de las respuestas del entrevistador o experimentador. Aunque este hallazgo no significa que estas respuestas estén normalmente bajo este tipo de control durante las entrevistas de diagnóstico, su modificabilidad sugiere el que pueden estar reflejando la conducta del experimentador más que, o al menos tanto como, la conducta no verbal del cliente que, en principio, se supone que es lo que están reflejando. El informe del paciente sobre su conducta y sus estados emocionales puede estar en función de las contingencias inmediatas que se producen en la terapia. Así pues, la investigación sobre condicionamiento verbal puso de relieve que la personalidad, al menos tal y como se manifiesta en la conducta verbal, en parte estaba en función de estímulos ambientales mas que de procesos internos (Krasner, 1963). La investigación sobre el condicionamiento verbal se encontró, por supuesto, con dificultades. En primer lugar, la extrapolación de los dalos del laboratorio a la conducta verbal no fue enteramente literal. La ocurrencia total del condicionamiento dependía de la interacción de una serie de variables complejas (Heller y Marlalt, 1969). En varios estudios el condicionamiento no se pudo establecer (Krasner, 1958). Más importante quizás es que varios investigadores pusieron de relieve la falta de semejanza entre el condicionamiento verbal y la psicoterapia en algunos aspectos importantes (cf. Heller y Marlalt, 1969; Kanfer, 1968; Luborski y Strupp, 1962). Las conductas nucleares, la estructura de la situación (e.g., la tarea proporcionada al cliente), las expectativas del cliente y el grado de cambio conductual, se consideraban indiferentes en el condicionamiento verbal y en la terapia. Después de varios años de investigación sobre condicionamiento verbal en situaciones de entrevista y cuasi-terapéuticas, el condicionamiento verbal se probó como tratamiento directo. Estas aplicaciones se hicieron en casos en los que la propia conducta verbal tenía un interés terapéutico inmediato. Así, por ejemplo, consiguió disminuirse el habla irracional de pacientes sicóticos (Ayllon y Michael, 1959; Rickard, Dignam y Horner, 1960) y restaurar el habla en pacientes sicóticos mudos (Isaacs, Thomas y Goldiamond, 1960; Sherman, 1965). En general, estas ú1timas aplicaciones fueron más allá de las analogías del condicionamiento verbal procedentes del análisis de Skinner de la conducta verbal. Aunque la investigación sobre el condicionamiento verbal representaba una aplicación de las técnicas operantes al cambio conductual, debe distinguirse de la aplicación directa de las técnicas operantes al tratamiento de la conducta sintomática o desviada. Los estudios de condicionamiento verbal se desarrollaron fundamentalmente como un medio de averiguar si la conducta verbal podía modificarse dentro de un paradigma operante, y como una alternativa a la psicoterapia individual. Estas investigaciones no tenían normalmente un objetivo terapéutico directo que pudiera comprobarse a través de las respuestas alteradas (e.g., uso de pronombres, construcción de frases) ni en los sujetos estudiados (e.g., estudiantes universitarios). Por el contrario, la aplicación de las técnicas operantes en un contexto clínico se centraba en la conducta "desordenada" y se dirigía a clientes con un trastorno psiquiátrico diagnosticado. La aplicación de las técnicas operantes a problemas clínicos fue concurrente con los avances dentro del área del condicionamiento verbal. (En el capitulo 7 describiremos el desarrollo de las aplicaciones de la investigación operante.) El desarrollo de la modificación de conducta La aplicación do los principios del aprendizaje a problemas de conducta, tal y como la llevaron a cabo Watson, Rayner, M; C. Jones y los Mowrer, fue la antesala de la modificación de conducta. Estos investigadores supieron ver más allá de las metas inmediatas de su trabajo, es decir, la aplicación de los principios del aprendizaje a la alteración de la conducta: lo consideraron como una forma de demostrar la utilidad de enfocar de un modo distinto la psicopatología. Por lo tanto, el trabajo de los primeros conductistas proporcionó una valiosa base teórica a los investigadores de la modificación de conducta que llegaron después. Aunque resulta bastante difícil señalar con precisión los comienzos de la modificación de conducta, su aparición como movimiento formal es evidente en Sudáfrica, Inglaterra, y en menor medida en los Estados Unidos. Sudáfrica: Wolpe y la inhibición reciproca El desarrollo de la terapia de conducta en Sudáfrica procede fundamentalmente del trabajo llevado a cabo en Johannesburgo por Joseph Wolpe durante los años 40 y 50. Wolpe realizó su investigación para obtener el' titulo-de medicina en la Universidad de Witwatersrand a finales de los años 40 y permaneció en la facultad pasta 1959. Wolpe introdujo la desensibilización sistemática, una de las técnicas mas utilizadas a investigadas dentro de la terapia do conducta para el tratamiento de trastornos neuróticos. Otros investigadores que desempeñaron un papel importante en el desarrollo de la terapia de conducta en Sudáfrica fueron James G. Taylor y Leo j. Reyna, que influyeron sobre la orientación y la investigación de Wolpe, y Stanley j. Rachman y Arnold A. Lazarus, que trabajaron directamente con Wolpe después de que hubiera desarrollado la técnica de la desensibilización sistemática. Wolpe se había formado dentro de la terapia psicodinámica tradicional, pero insatisfecho con los resultados del tratamiento de orientación psicoanalítica, intentó encontrar otras formas de tratamiento de los problemas emocionales. Se dedicó a estudiar la investigación relacionada con la psicología del aprendizaje, especialmente los trabajos de Pavlov y Hull, y también se familiarizó con la investigación de Masserman sobre las neurosis experimentales. Taylor, un psicólogo experimental sudafricano y seguidor entusiasta de Hull, fue" quien puso a Wolpe en contacto con la obra de Hull. Taylor estaba interesado en la formulación de una teoría conductual de la percepción utilizando el método hipotético-deductivo y ciertos conceptos de la teoría hulliana del aprendizaje (Taylor, 1962). Aunque el sujeto quedaba fuera del núcleo de su trabajo, estaba interesado sin embargo en la aplicación de los principios del aprendizaje al tratamiento de los trastornos psicológicos (e.g., Taylor, 1963). El interés de Wolpe por el aprendizaje también estuvo relacionado con la llegada de Reyna, un psicólogo americano que permaneció en Johannesburgo hasta 1949. Reyna obtuvo su doctorado en 1947 en la Universidad de Iowa con Kenneth Spence, que había trabajado en la teoría de Hull. El área en la que se especializó Reyna fue el desaprendizaje y la inhibición (Reyna, 1947). Wolpe le consultaba frecuentemente, especialmente en lo referente a la teoría hulliana. Asistía a sus seminarios sobre el tema, y Reyna leyó la tesis que Wolpe presentó para obtener su titulo de doctor en medicina. Wolpe empezó a investigar sobre la producción y eliminación de neurosis experimentales en gatos. Produjo reacciones neuróticas en gatos presentando una descarga sola o junto con un acercamiento a la comida, al igual que había hecho Masserman (1943). Los animales mostraban una serie de síntomas, como el resistirse a que los introdujeran en la caja experimental en la que se había producido la neurosis; también mostraban señales de ansiedad cuando se les colocaba en la caja y rehusaban corner (píldoras de carne), incluso después de uno a tres días de privación. Como ya habían observado anteriormente Pavlov y otros, la reacción neurótica se generalizaba a otras situaciones distintas de la original (caja experimental) en la que se había establecido. Wolpe puso de relieve que la gravedad de las reacciones neuróticas de los gatos parecía estar en función de la semejanza de la situación con la original en la que se había desarrollado la neurosis. Y, concretamente, cuanto más se pareciera la habitación en la que se colocaba a los gatos con la habitación en la que se había establecido el miedo, mas graves eran los síntomas. Wolpe utilizo el concepto hulliano de generalización del estimulo primario para explicar la transferencia de las reacciones neuróticas a otras situaciones diferentes de la originaria, y también especulo sobre los posibles mecanismos neurofisiológicos responsables de la generalización (Wolpe, 1950a, 1950ó, 1952a, 1952b, 1952d). Wolpe suponía que la generalización se explicaba por la acción de neuronas aferentes comunes que los estímulos (e.g., la habitación experimental y la que no lo era) compartían en función de su semejanza. La asociación entre la descarga y el acercamiento a la comida contribuía a la aparición de los síntomas neuróticos. Wolpe observo que los síntomas neuróticos estaban asociados con la inhibición del comer, asociación que también fue evidente en la investigación de Masserman (1943). Esta observación sugería que en otras circunstancias diferentes el comer también podría inhibir la ansiedad. En pocas palabras, el comer y la ansiedad eran dos reacciones que podían “inhibirse recíprocamente” (Wolpe, 1952a). Wolpe intentó que los animales comieran en presencia de la caja en la que se habían instaurado los síntomas neuróticos, induciendo al animal con la mano o forzándolo con una barrera movible a acercarse a la comida. AI igual que Masserman, encontró que las reacciones neuróticas disminuían una vez que el animal volvía a comer normalmente. Sin embargo, no todos los animales que Wolpe trato por el método de inducirles a comer, se curaron. Wolpe lo intento de nuevo, pelo induciéndoles a comer esta vez en habitaciones semejantes a la original en la que se había establecido el miedo. Wolpe pensaba que si la respuesta de ansiedad era relativamente débil, también era probable que el animal comiera. Además, si el animal comía y disminuía la ansiedad, esta disminución se generalizaría a los estímulos originales. Wolpe (1952a) desarrollo un procedimiento según el cual los animales comían en una de tres habitaciones parecidas a la original en la que la neurosis se había establecido. Para saber en que caja debía colocar al animal empezó por intentar alimentarlo en la habitación experimental original. Si el animal no comía en esta habitación lo trasladaba a la habitación que se parecía mis a la original. Si el gato tampoco comía aquí, lo trasladaba de nuevo a otra habitación que se parecía menos a la primitiva. La secuencia se repetía en cuatro habitaciones hasta que el animal comía. Desde el momento en que el gato comía por primera en una habitación se le dejaba comer varias veces hasta que no mostraba ningún signo de ansiedad en ella. Cuando la ansiedad desaparecía, se le trasladaba a la habitación siguiente de la serie que se parecía mas a la habitación experimental original. El proceso continuaba por las distintas habitaciones pasta que el animal comía en la situación en la que se había inducido la neurosis. En cada una de las habitaciones las píldoras de comida se colocaban sobre el suelo. En la habitación experimental original la comida se colocaba primero sobre el suelo alrededor de la habitación, luego se iba acercando cada vez más a la caja experimental hasta que finalmente se ponía en la misma caja. Cuando el animal comía en la caja, se consideraba que la ansiedad había desaparecido (Wolpe, 1952a). Wolpe explicaba así la curación de la neurosis experimental: ... el animal podía comer en presencia de los estímulos condicionados elicitadores de las respuestas de ansiedad y que bajo otras circunstancias inhibían la respuesta de comer. Cuando se presentan simultáneamente estímulos que elicitan respuestas incompatibles, la ocurrencia de la respuesta dominante en esas circunstancias conlleva la inhibición reciproca de la otra. A medida que aumenta el número de veces que come el animal, las respuestas do ansiedad empiezan a hacerse mis débiles, de forma que los estímulos ante los que en un principio aparecía una respuesta de ansiedad, lo que elicitan ahora es la respuesta de comer, gracias a la inhibición de la ansiedad (Wolpe, 1958, pág. 67). Wolpe consideraba al comer como una respuesta incompatible con el miedo. El comer en presencia de estímulos que elicitan ansiedad elimina la propia ansiedad. Wolpe formuló un principio general sobre la inhibición reciproca que proponía como el fundamento de la curación: Si puede hacerse que ocurra una respuesta antagónica a la ansiedad en presencia de estímulos ansiogenos, de forma que se consiga una supresión parcial o completa de las respuestas de ansiedad, también se habrá conseguido debilitar el vincula entre esos estímulos y las respuestas de ansiedad (Wolpe, 1958, p. 71). Para eliminar el miedo en los gatos, la aplicación del principio de la inhibición reciproca consistía en la exposición de los animales a una serie graduada de situaciones cada vez mis ansiógenas y en el emparejamiento de cada una de estas situaciones con una respuesta inhibidora de la ansiedad (11).11 Wolpe aplico el principio de la inhibición reciproca al tratamiento de las reacciones neuróticas humanas. Lo primero que hizo fue idear un método para exponer al individuo a una jerarquía de situaciones ansiógenas y para instaurar respuestas inhibitorias. Wolpe suponía que si el comer era incompatible con la ansiedad, también debían serlo todas las respuestas controladas por la rama parasimpática (craneosacral) del sistema nervioso autónomo, puesto que la ansiedad era una respuesta controlada fundamentalmente por la rama simpática (torácico-lumbar). Mientras intentaba encontrar un método para poder inhibir la ansiedad y que pudiera utilizarse fácilmente con seres humanos, Wolpe leyó un libro escrito por Edmund Jacobson, un fisiólogo de la Universidad de Chicago. El libro se titulaba Progressive Relaxalion: A Physiological and Clinical Investigalion of Muscular States and Their Significance in Psychological and Medical Practice (1938), y en el Jacobson afirmaba que la relajación podía reducir la tensión producida por diversas causal. El había logrado muy buenos resultados utilizando la relajación en el tratamiento de un gran número de trastornos, entre ellos ansiedad general, fobias, hipertensión, colitis, tartamudez, insomnio, tics y depresión (Jacobson, 1938). El tratamiento consistía en un entrenamiento intensivo y prolongado en relajación muscular. El método de Jacobson llamo la atención de Wolpe porque era obvio que desencadenaba " efectos que contrarrestaban la ansiedad" (Wolpe, 1958, p. 13ó). No obstante, el método de Jacobson exigía entre 100 y 200 sesiones de entrenamiento. Wolpe adaptó el procedimiento de forma que podía aplicarse en unas pocas sesiones solamente (no más de siete normalmente). En el procedimiento original de Wolpe, la relajación solía inducirse mediante hipnosis y se utilizaba como respuesta inhibidora de la ansiedad de la misma forma que la comida lo había sido con los gatos neuróticos (Wolpe, 1954). El método de la jerarquía de situaciones ansiógenas se aplico de dos formas. Al principio Wolpe exponía a sus clientes a las situaciones ansiogenas in vivo, y de una forma graduada. Sin embargo, debido a que la exposición in vivo era difícil de manejar, Wolpe empezó a tantear el uso de la imaginación. Los clientes imaginaban una serie graduada de situaciones ansiógenas. Así por ejemplo, un cliente que experimentaba una gran ansiedad ante todo lo relacionado con las enfermedades físicas podría seguir los ítems de la jerarquía siguiente en orden decreciente según su valor ansiógeno: 1. 2. 3. 4. 5. ó. 7. 8. 9. 10. 11. Sentir que estoy perdiendo la conciencia. Sentir que me estoy cayendo de espaldas. Me siento muy mareado. La cabeza me da vueltas. Me siento algo mareado. Huelo a éter. Me van a poner una inyección. El corazón me late muy deprisa. Las rodillas me flojean. Ver la jeringa preparada para una inyección. Ver vendajes. (Wolpe y Lazarus, 1966, p. 70). El cliente imagina los ítems en orden ascendente cuando ya esta profundamente relajado. Si la relajación se mantiene en los ítems relativamente poco ansiogenos, se continúa con los ítems siguientes de la jerarquía hasta que el cliente puede imaginar el último ítem sin ansiedad. Wolpe también utilizó respuestas asertivas y sexuales para inhibir la ansiedad. El uso de respuestas asertivas había sido propuesto por Andrew Salter (1949) cuya técnica terapéutica se basaba en los conceptos pavlovianos. Salter había obtenido buenos resultados en el tratamiento de varios problemas haciendo que los pacientes se comportaran asertivamente en situaciones interpersonales cotidianas (12)12. Wolpe quedó impresionado con los resultados de Salter, aunque no compartía el fundamento teórico de la técnica. Wolpe utilizaba las respuestas asertivas para inhibir la ansiedad en situaciones interpersonales, pero interpretaba la técnica con arreglo al principio de la inhibición reciproca. Las respuestas sexuales, por ejemplo, aquellas conductas que conducen a la relación sexual y que se realizan durante ella, se reservaban a situaciones en las que la ansiedad inhibía el rendimiento sexual. Wolpe instruía a sus clientes para que realizaran sólo aquellas respuestas asociadas a la excitación sexual, y no las asociadas a la ansiedad. A medida que el cliente mejoraba, el contacto cada vez más íntimo ayudaba a eliminar la ansiedad. Con el tiempo, la excitación sexual se 11 (11) El término «inhibición reciproca, fue introducido por Charles S. Sherringlon (190ó), y con el quería referirse a la inhibición de un reflejo espinal por otro. Wolpe amplio el concepto mucho más allá de su contexto original. 12 (12) Revisaremos mis adelante el trabajo de Salter dentro del apartado dedicado a la aparición de la modificación do conducta en los Estados Unidos. convertía en la respuesta dominante y el encuentro sexual resultaba salisfactorio. La relajación, la conducta asertiva y las respuestas sexuales, son las respuestas más utilizadas en el tratamiento por inhibición reciproca (Wolpe, 1954) (13).13 Las respuestas asertivas y las sexuales se utilizan normalmente en las situaciones reales donde se da la conducta problemática, come en situaciones interpersonales y en las relaciones sexuales, mientras que la relajación se suele utilizar durante la sesión en la consulta. Otras respuestas que se han utilizado para inhibir la ansiedad han sido respuestas de evitación condicionadas, respuestas respiratorias (inhalación de dióxido de carbono), alivio de la ansiedad y respuestas motoras. La técnica de inhibición reciproca mis utilizada es con diferencia la que consiste en la asociación de la relajación muscular con la imaginación de situaciones ansiógenas dispuestas de forma jerárquica. A este procedimiento es al que se denomina desensibilización sistemática. En Psychotherapy by Reciprocal Inhibition, publicado en 1958, Wolpe describe la desensibilización sistemática y otras técnicas relacionadas. En ese libro Wolpe también trata los fundamentos teóricos y empíricos de la terapia por inhibición reciproca, presenta casos clínicos en los que utilizó la relajación, las respuestas asertivas y las sexuales, y otros tratamientos de trastornos neuróticos, así como una evaluación concreta de los resultados de los casos tratados por él hasta el momento de la publicación. Según Wolpe, la psicoterapia por inhibición reciproca curó aproximadamente al 90% de-210 pacientes (14).14 El trabajo de Wolpe es importante por diversas razones. Su aportación fundamental fue la de desarrollar técnicas terapéuticas especificas basadas en el principio de la inhibición reciproca. Wolpe comprobó estas técnicas en 13 (13) Según Wolpe, no había ninguna razón a priori para suponer que la inhibición de la ansiedad solo podía conseguirse por la elicitación de respuestas fisiológicamente opuestas. (Wolpe, 1958, p. 73) a la ansiedad. Wolpe citaba investigaciones anteriores (e.g., Mowrer y Vick, 1948) que mostraban que el iniciar respuestas motoras ayudaba al animal a vencer la ansiedad. Wolpe también utilizó a veces respuestas respiratorias para inhibir el miedo, aunque no pensaba que fueran fisiológicamente antagónicas a la ansiedad. Sin embargo, las respuestas utilizadas con más frecuencia por Wolpe (la relajación, la asertividad y las conductas sexuales) las consideraba Como incompatibles con la ansiedad. 14 (14) Los resultados presentados por Wolpe han sido refutados. Stevenson (1964) señaló que Wolpe había excluido de su informe a los clientes que consideraba que no habían recibido el tratamiento por inhibición reciproca completo. Stevenson pensaba que la inclusión de todos los pacientes reduciría el porcentaje de éxitos de 90 a 65. Stevenson también planteó la posibilidad de que Wolpe hubiera aplicado criterios de mejora diferentes a los de otros autores al evaluar los resultados terapéuticos. Así pues, no podía determinarse con seguridad la eficacia de la terapia por inhibición reciproca con respecto a la de la terapia tradicional. mis de 200 cases y garantizaba que eran efectivas en el tratamiento de un gran número de trastornos neuróticos, sobre todo si se comparaban con el tratamiento psicoterapéutico tradicional. Las comparaciones no son, desde luego, una demostración rigurosa del éxito de una terapia. Sin embargo, Wolpe comparó los resultados de sus cases clínicos con los presentados por diversos centros de tratamiento que utilizaban la terapia tradicional, y encontró que su porcentaje de éxito era superior (Wolpe, 1952c, 1958). Otra ventaja del tratamiento por inhibición reciproca era que necesitaba relativamente pocas sesionas. Así pues, el tratamiento de Wolpe parecía ser tanto eficiente como efectivo en el alivio de los trastornos neuróticos. Aparte del atractivo de las técnicas de Wolpe, hay otros aspectos más generales de su enfoque del tratamiento y de su forma de desarrollarlo que pueden tener una significación mayor. En primer lugar, Wolpe conceptualizó la formación y el tratamiento de las neurosis basándose en la teoría del aprendizaje y partiendo fundamentalmente de las teorías y de la investigación de Pavlov, Hull, Mower, Miller, Masserman, y otros. Complementó los conceptos del aprendizaje con hipótesis sobre los sustratos neurofisiológicos de la conducta. De este modo, la desensibilización sistemática se desarrolló dentro de una línea de investigación "respetable", esto es, una ciencia "seria", y estos fundamentos científicos abarcaban tanto a la psicología del aprendizaje como a la fisiología. Fue precisamente esta respetabilidad científica uno de los atractivos del método de Wolpe, especialmente porque las criticas al tratamiento psicoanalítico tradicional y al carácter poco científico de sus principios se habían incrementado desde principios de los años 50 (e.g., Eysenck, 19526; Salter, 1952). En segundo lugar, Wolpe se baso en el tratamiento de las neurosis experimentales que aplicaba a sus animales para crear técnicas terapéuticas aplicables a pacientes clínicos humanos. Masserman (1943) también había ideado algunos procedimientos para eliminar reacciones neuróticas en gatos, y los métodos de Wolpe se asemejaban en gran medida a los procedimientos de Masserman. Sin embargo, Masserman utilizó los conceptos y procedimientos psicoanalíticos (e.g., transferencia, elaboración racional) para explicar el efecto terapéutico de sus técnicas experimentales en la eliminación de las reacciones neuróticas de los animales. La contribución singular de Wolpe fue la de emplear procedimientos de laboratorio, aplicar un principio para explicar estos procedimientos y derivar técnicas terapéuticas "nuevas" basadas en ese principio. De este modo EI estableció un lazo de unión directo entre la investigación animal del laboratorio y un tratamiento clínico nuevo. Por ultimo, las afirmaciones de Wolpe sobre su conceptualización de la terapia eran específicas y comprobables. Wolpe afirmaba que para que el tratamiento por inhibición reciproca fuera efectivo tenían que darse ciertas condiciones. La especificación de los elementos de la terapia que eras esenciales fomentó una avalancha de investigación (véase capitulo 6). La combinación de todos estos factores que acabamos de comentar contribuyó al carácter innovador del enfoque de Wolpe. Lo que parece ser especialmente importante es la combinación de todos estos ingredientes, puesto que ya existían en la litetatura elementos aislados de ella. Algunos otros investigadores habían sugerido técnicas muy semejantes o prácticamente idénticas a la desensibilización (e.g., Herzberg, 1945; Jones, 1924a, 1924b; Salter, 1949) y algunos, incluso, habían utilizado las teorías del aprendizaje para explicar sus datos. Wolpe estaba familiarizado con la litetatura de la psicología del aprendizaje y la producción y eliminación de neurosis, y supo integrar las posiciones teóricas y los datos experimentales de ambas áreas para conseguir una explicación de la etiología y del tratamiento de las neurosis clínicas. Wolpe desarrolló sus técnicas estando en Sudáfrica. En 1956 dejó Sudáfrica durante un año para trabajar en el Center for Advanced Study of the Behavioral Sciences de Stanford, California. Fue durante este ano cuando terminó Prychotherapy by Reciprocal Inhibition. Durante sus viajes a. Estados Unidos dio conferencias sobre la terapia por inhibición reciproca en diversas universidades del país. También visitó a Eysenck en Londres. Eysenck se preocupó mucho de la promoción de la terapia de conducta en Inglaterra. En 1962 Wolpe dejó Sudáfrica para trabajar en la Escuela de Medicina de la Universidad de Virginia. Desde 19ó5 trabaja como profesor de Psiquiatría en la Temple University Medical School. Antes de que Wolpe abandonara Sudáfrica estuvieron trabajando con El Stanley J. Rachman y Arnold A. Lazarus, ambos estudiantes de la Universidad de Witwatersand. Rachman se graduó en el curso 1955-56; permaneció en la facultad de la Universidad completando su formación con Wolpe (cf. Rachman, 1959; Wolpe y Rachman, 1960). Cuando Wolpe marchó a California Rachman continúo el tratamiento de algunos de los pacientes de Wolpe. En 1959 Rachman fue a Inglaterra a trabajar con Eysenck, y fue entonces cuando introdujo allí la técnica de la desensibilización de Wolpe. Desde 1960 la influencia de Rachman sobre la modificación de conducta en Inglaterra ha sido decisiva. Arnold A. Lazarus también se interesó por la técnica de Wolpe y colaboró con Rachman utilizando la desensibilización en varios casos clínicos (Lazarus y Rachman, 1957). En 19ó0 Lazarus terminó su tesis doctoral en psicología bajo la supervisión de Wolpe. La investigación presentada para su tesis doctoral consistió en la aplicación de la desensibilización a grupos de individuos (Lazarus, 19ó1). Una vez terminada su tesis Lazarus continúo con el trabajo clínico. Basándose en su extensa experiencia clínica, Lazarus comunicó los resultados del tratamiento de 408 casos, con un porcentaje de Éxito relativamente alto (78%) (Lazarus, 19ó3). En 1963 Lazarus llegó a la Universidad de Stanford para quedarse un año; allá se dedicó a entrenar a otros en la práctica de la desensibilización. Después de pasar dos años en Sudáfrica volvió a California en 1966 para fundar un instituto de terapia de conducta. Una de las aportaciones de Lazarus es la de introducir el término "terapia de conducta", en Sudáfrica. Lazarus utilizó el término en 1958 para referirse a una terapia objetiva basada en técnicas de laboratorio, y distintas de las técnicas tradicionales (Lazarus, 1958). También aplicó la desensibilización sistemática a niños fóbicos (Lazarus, 1959) y a grupos (Lazarus, 1961). Por ó1timo, experimentó con imágenes agradables como sustitutas de la relajación en el papel de respuesta inhibidora de la ansiedad (Lazarus y Abramovitz, 1962). Inglaterra: El grupo de Maudsley El desarrollo de la modificación de conducta en Inglaterra comenzó de forma independiente al trabajo de Wolpe en Sudáfrica. Los pioneros con mayor influencia han sido Hans J. Eysenck y, mas indirectamente, N. B. Shapiro, ambos pertenecientes al Instituto de Psiquiatría de la Universidad do Londres, que esta asociado al Hospital Maudsley. Eysenck obtuvo su doctorado en psicología en la Universidad de Londres en 1940. Antes de encontrar trabajo conoció a Alexander Herzberg, un psicoanalista alemán que se refugió en Londres durante la II Guerra Mundial. Aunque Herzberg era un psicoanalista bastante ortodoxo, había inventado una forma de tratamiento que se desviaba de la práctica analista estricta. En 19411 Herzberg propuso un tratamiento breve basado en una *graduación de tareas* y presentó varios casos en los que demostraba su eficacia. La técnica requería que los pacientes realizaran una serie graduada de tareas para curar sus síntomas. Así por ejemplo, un paciente que tenia miedo a pasear por la calle tenia que realizar una serie de tareas de dificultad progresiva, tales como pasear un rato junto a un parque, después en una calle tranquila, y así hasta poder pasear por los lugares mas difíciles. Hetzberg describió este procedimiento en un libro titulado Active Psychotherapy (1945). En el libro se presentaban numerosos casos con problemas diversos, como miedo, dolores de cabeza, insomnio, depresión, homosexualidad, impotencia, masoquismo y exhibicionismo, todos ellos tratados con Éxito en un período de tiempo relativamente breve. Herzberg mantenía reuniones informales de grupo sobre psiquiatría en Londres. Eysenck asistía a estas reuniones y se interesó por el método de las tareas graduadas, independientemente de sus lazos con la terapia psicoanalítica: la técnica se centraba claramente sobre la conducta problema. Eysenck se preguntaba si los efectos terapéuticos de la técnica dependían de los procesos psicodinámicos a los que Herzberg se remitía. Herzberg y Eysenck discutieron si el método de las tareas graduadas era una ayuda a la psicoterapia o un método efectivo por sí mismo (Eysenck, 1966). Varios años más tarde se demostró que el método era efectivo por sí mismo (véase mas adelante). Unos cuantos años después de graduarse, Eysenck tomó posesión de una plaza como psicólogo investigador en el Mill Hill Hospital de Londres. Al terminar la II Guerra Mundial, junto a otros compañeros, se trasladó a Maudsley, un hospital psiquiátrico dedicado a la enseñanza y que había estado cerrado durante la guerra. Eysenck aceptó el puesto de jefe del departamento de psicología del Instituto de Psiquiatría de Maudsley. Desde este puesto trabajó por modificar el papel habitual del psicólogo clínico. La idea de Eysenck era que el psicólogo debía ser fundamentalmente un investigador, y que debía aplicar los hallazgos de la psicología general en la práctica clínica (Eysenck, 1949, 1950, 1952x; Paynes, 1953). Esta postura estaba motivada tanto por su formación científica y experimental como por su insatisfacción con las prácticas psiquiátricas tradicionales. La formación de Eysenck había sido netamente experimental, y ella le llevó a una postura crítica ante el estado científico de la psiquiatría y de la psicología clínica. Sus críticas se basaban, en paste, en dalos de sus propias investigaciones que demostraban la poca fiabilidad del diagnóstico psiquiátrico, y de su evaluación de la psicoterapia tradicional. Eysenck evaluó la eficacia del picoanálisis y de las terapias de orientación psicoanalítica revisando la literatura psicoterapéutica. Esta revisión se publico en 1952 bajo el titulo «The Effects of Psychotherapy: An Evalualion, (15).15 Eysenck no encontró pruebas concluyentes de que la psicoterapia fuera más efectiva que la remisión espontánea (mejora que se produce sin tratamiento específico). La revisión se hizo famosa y extraordinariamente polémica debido a que ponía en tela de juicio la eficacia de la terapia tradicional. A raíz de ella empezó a surgir un interés cada vez mayor por la experimentación en la psicoterapia en general y por las limitaciones, o posibles limitaciones, de la terapia tradicional. 15 Eysenck también se interesó por la psicología del aprendizaje. Una gran parte de su investigación se centró en una interpretación dimensional de la personalidad, y se baso en la teoría del aprendizaje, especialmente la de Hull y la de Spence. En The Dynamics of Anxiety and Hysteria: An Experimental Application of Modern Learning Theory lo Psychiatry (1957), Eysenck ut1lizó las ideas de Hull para explicar las causal de la ansiedad. El libro se distingue por su concisión al revisar algunas aplicaciones terapéuticas de la teoría del aprendizaje a los trastornos psiquiátricos, y entre ellas se encuentran los primeros trabajos de Wolpe y los casos clínicos tratados en Maudsley por H. Gwynnc Jones, Víctor Meyer y Aubrey Yales. En 1959. Eysenck publico el articulo en el que se utilizaba por primera vez en Inglaterra el termino «terapia de conducta, En el articulo, titulado «learning Theory and Behavior 'Iherapy, criticaba la teoría psicoanalítica y el modelo basado en el concepto de enfermedad. Una característica notable de este articulo es el análisis comparativo que Eysenck hizo entre la psicoterapia freudiana y la terapia de conducta (véase Tabla 5.1). En 1960 Eysenck editó un libro titulado Behavior Therapy and the Neuroses: Readings in Modern Methods of Treatment Derived from Learning Theory. En el presentaba un gran número de trabajos clínicos en el campo y distintas aplicaciones terapéuticas, incluyendo la desensibilización, la practica negativa, la terapia aversiva y otras técnicas. Este libro fue el primer texto general que se editaba en un país y que agrupaba a una serie de métodos de tratamiento bajo el encabezamiento de Terapia de conducta, (16).16 En 1963 Eysenck funda Behaviour Research and Therapy, la primera revista dedicada a la terapia de conducta. Bajo la dirección de Eysenck, todos los miembros del departamento de psicología fueron asumiendo la idea de que el papel fundamental del psicólogo era el de un investigador científico. Uno de los defensores mas destacados de esta idea fue M.B. Shapiro, que llegó al Instituto de Psiquiatría de Maudsley después de la 11 Guerra Mundial. Eysenck era el jefe de la sección de investigación del departamento de psicología, y Shapiro era el jefe de la sección de entrenamiento en psicología clínica. Shapiro estaba en contra de que la tarea fundamental del psicólogo clínico fuera la administración rutinaria de tests psicológicos. Las razones por las que estaba insatisfecho con el papel tradicional de los psicólogos clínicos eran múltiples. Entre ellas estaba la irrelevancia del resultado de los tests con 16 (15) Eysenck publico más tarde una revisión de este articulo en forma de libro (Eysenck, 1966) en el que participaron varios psiquiatras, psicólogos y psicoanalistas prestigiosos. (16) Antes del libro de Eysenck se habían publicado otros en los que se describían técnicas específicas (e.g., Salter, 1949; Wolpe, 1958), pero ninguno podía considerarse como texto general de modificación do conducta. respecto a datos diagnósticos importantes (dado que el diagnóstico tradicional no tenía implicaciones etiológicas ni terapéuticas), la invalidez de machos tests y la inutilidad de evaluar de forma rutinaria a todos los pacientes (Yales, 1970b). Shapiro pensaba que la tarea del psicólogo debía de ser la de enfocar el problema del paciente desde una perspectiva científica. Partiendo del conocimiento proporcionado por la psicología general, el psicólogo debía formular hipótesis sobre la posible etiología de la conducta y sobre su tratamiento. Según Shapiro, el papel del psicólogo era determinar: “... si la psicología general y experimental tienen algo que aportar en la explicación de los trastornos del paciente, y si esta explicación ofrece directrices para la investigación, tratamiento y disposición del paciente”, (1957, p. 100). Aunque Eysenck y Shapiro coincidían en la idea de que el psicólogo clínico debe ser un investigador, sus enfoques eran diferentes. Como jefe del departamento de psicología, Eysenck realizaba una investigación relacionada con cuestiones teóricas básicas sobre la psicopatología, utilizando grandes grupos de sujetos. Como jefe de la sección de entrenamiento en psicología clínica, Shapiro se dedicaba a la investigación relacionada con el estudio y el tratamiento clínico del individuo. Hay dos aspectos del enfoque de Shapiro que son especialmente importantes. Shapiro defendía el uso de medidas individuales de la conducta de cada paciente. Si en lugar de utilizar una bateria estandarizada de tests Para todos los pacientes utilizamos medidas específicas, podemos centrarnos mejor sobre el problema concreto del paciente (Shapiro, 1951, 1961 a). Criticaba la investigación tradicional por el énfasis que ponía en el rendimiento del paciente en las baterías de tests y tareas experimentales, tales como puzzles y juegos, que no tenían una relevancia clínica inmediata. Shapiro recomendaba la medición directa de la conducta clínicamente relevante (por ejemplo, los síntomas del paciente) de forma que cualquier cambio en la conducta producido a raíz del tratamiento tendría un valor clínico y de investigación (Shapiro, 19ó1a). Shapiro defendió el estudio intensivo del caso único: el paciente individual también podía utilizarse en la investigación clínica (Shapiro, 19ó1b, 19óó; Shapiro y Ravenette, 1959). Pensaba que los problemas de un paciente concreto no podían esperar a que los estudios de grupo proporcionaran soluciones. El paciente individual podía someterse a investigación para poner a prueba diferentes hipótesis sobre su problema y sobre los procedimientos para mejorarlo. Shapiro creía que si se podía aplicar el control experimental en un caso único lo mismo podía esperarse de otros pacientes (Shapiro, 1961 b). El papel que Shapiro ha desempeñado en el desarrollo de la modificación de conducta es un tanto especial debido a que su interés fundamental estaba dirigido al paciente individual mas que a las técnicas de modificación de conducta en general (Shapiro, 1951, 1952, 1957). Sin embargo, Shapiro fomentó el uso del condicionamiento en la sección de investigación clínica del departamento, reuniéndose con otros psicólogos para discutir sobre las obras de Pavlov, Hull, Osgood y otros, y planificando intervenciones conductuales. Trabajó con H. G. Jones, Meyer y Yales en la aplicación de técnicas conductuales en diversos problemas clínicos en el Maudsley Hospital durante la década de los 50. Las aplicaciones de los principios del aprendizaje en la sección de entrenamiento en psicología clínica del departamento de psicología de Maudsley implicaban diversos métodos. H. G. Jones (1956) es responsable de una de estas primeras aplicaciones. Jones trató a una mujer adulta que sufría de micción frecuente (aproximadamente una vez cada media hora) y de ansiedad en situaciones públicas. Para disminuir la frecuencia de la micc1ón, Jones utilizó un procedimiento que consistía en llenar la vejiga de la paciente con una solución salina (17).17 La presión de la vejiga podía verse en un manómetro que se encontraba enfrente de la paciente. La urgencia de orinar de la paciente se daba con niveles bajos de líquido en la vejiga. Empezó a introducirse mas liquido progresivamente; Pero las lecturas de la presión se cambiaron de forma que no reflejara estos cambios. A medida que la vejiga de la paciente toleraba mas liquido, las lecturas de la presión fueron ajustándose a la realidad. Sólo después de unas cuantas sesiones, dentro de un periodo de una semana, la paciente fue consiguiendo el control de la vejiga, y la micción frecuente cesó. Para tratar el problema de la ansiedad de la paciente, Jones asoció respuestas que no desencadenaban stress con la presencia de estímulos semejantes a los estímulos ansiogenos (por ejemplo, otras personas). Se instruyó a la paciente Para que realizara una serie progresiva de conductas no ansiógenas. Puesto que la paciente había sido bailarina las conductas que realizó estaban relacionadas con la danza, Como por ejemplo bailar delante de un público imaginario, del experimentador o en un espectáculo de aficionados. En un plazo de dos semanas la paciente dejó de manifestar ansiedad en situaciones públicas, dándose por concluido el tratamiento (18).18 Meyer (1957) trató el miedo a los espacios abiertos y a los lugares cerrados y a las multitudes en dos pacientes adultos. Meyer suponía que con aproximaciones progresivas al estimulo ansiógeno, por ejemplo, mediante una serie de tareas graduadas como las utilizadas por Herzberg, (as respuestas podían dejar de ser ansiógenas. La falta de miedo en todas esas tareas contribuiría a romper la asociación entre la situación temida original y la ansiedad. Según esto, se expuso a los pacientes a una serie de estímulos semejantes a la situación ansiógena. Así, por ejemplo, a la paciente que tenía salir a la calle se le proporcionó una serie de tareas que incluían en primer lugar, el salir del hospital al jardín, después salir de las lindes del hospital, luego por 17 (17) El procedimiento estaba basado en los experimentos de Bykov (1953). Bykov introducía agua caliente en la vejiga mostrándole al sujeto los cambios en la presión de la misma. Bykov consideró a sus experimentos como dentro del paradigma del condicionamiento pavloviano. 18 (18) La idea do este tratamiento se basó en el método de eliminación de hábitos de Guthric, por ejemplo, en la asociación de una respuesta dada con estímulos parecidos a los ansiogenos: El procedimiento también era similar a la utilización que hacia Wolpe de la imaginación. las calles, subir al autobus, etc. La frecuencia diaria de Las excursiones se aumentó junto con la naturaleza ansiógenas de las tareas. Al principio tratamiento el experimentador acompañaba a la paciente a la situación antes de que e1la realizara la tarea sola. A las cinco semanas podía salir sola sin problemas, con lo que el tratamiento se dio por terminado. Yates (1958a) trató a una mujer adulta que tenía múltiples tics (un tic complejo do contracción del estómago, un tic nasal, accesos de los y un tic ocular). Yales empleó una técnica conocida como practica negativa (Dunlap, 1932), que consiste en la repetición de la conducta que se desea eliminar. Yales desarrolló un razonamiento teórico del funcionamiento de la técnica basado en la teoría hulliana y comprobó varias predicciones sobre las consecuencias de la manipulación de las variables de la practica (19).19 La paciente realizó voluntariamente los tics durante varias sesiones. El tratamiento redujo tres de los cuatro tics, pero no desapareció ninguno. Estas primeras aplicaciones de los principios del aprendizaje en Maudsley condujeron a la investigación de varias técnicas, incluidos el método de la tarea graduada, el biofeedback, el alivio de la aversión y la practica negativa (20).20 Estas técnicas estaban basadas en las ideas de Hull, Guthrie y Mowrer. La influencia de Wolpe en estos primeros trabajos fue relativamente escasa. Aunque se citaban sus investigaciones sólo era como apoyo de W técnicas que ya se utilizaban en Maudsley. Por ejemplo, la técnica de graduación de tareas no se conceptualizaba como desensibilización o inhibición reciproca per se. EI procedimiento de la tarea graduada se parecía mucho a lo que ahora denominamos desensibilización in vivo, en la que los pacientes realizaban una serie graduada de respuestas en la situación real, en lugar de en la imaginación. La aplicación de las técnicas de la terapia de conducta aumentó en el Instituto durante Los años 60 con la llegada de Stanley J. Rachman, Michael Gelder e Isaac M. Marks. Después de su formación con Wolpe, Rachman fue a Maudsley para trabajar con Eysenck (en un proyecto no relacionado con la terapia de conducta); en 19ó1 se incorporó al departamento de psicología de 19 (19) Según la teoría hulliana, la práctica masiva de una respuesta provoca la inhibición (por ejemplo, inhibición reactiva o 1R). Cuando 1R alcanza un nivel crítico la persona se ve forzada a descansar o dejar de realizar la respuesta. El hábito de no realizar la respuesta se adquiere debido al refuerzo que recibe de la reducción del impulso. La inhibición aprendida (por ejemplo, inhibición condicionada o eIr) sustituye a la realización de la respuesta. 20 (20) Hay muchos otros temas tratados por investigadores de Maudsley que no están publicados, aunque algunos de ellos han sido revisados por H. G. Jones. la facultad. Rachman introdujo el método de la desensibilización sistem5tica do Wolpe basado en la imaginación; la desensibilización in vivo ya había sido introducida por H. G. Jones y V. Meyer. A principios de los años 60, Gelder, un psiquiatra del Instituto, empezó a interesarse por el trabajo clínico que Meyer estaba llevando a cabo con fóbicos. Gelder trabajó en unos cuantos casos con Meyer y pensó que la técnica de la tarea graduada o desensibilización era lo suficientemente interesante como para merecer un estudio mucho más detenido. Después de estudiar por su cuenta teoría a investigación del aprendizaje, comenzó un programa de investigación sobre la desensibilización. En 1960, Marks llegó a la sección de entrenamiento en clínica, trabajando con Shapiro (e.g., Shapiro, Marks y Fox, 1963) y colaborando eventualmente con Gelder. Gelder y Marks realizaron una serie de estudios sobre desensibilización (e.g., Cooper, Gelder y Marks, 1965; Gelder y Marks, 1966; Marks y Gelder, 1965). Rachman, Marks y Gelder han Nevado a cabo mochas investigaciones sobre las técnicas do la terapia de conducta, incluidas la desensibilización, la inundación, el modelado y la terapia aversiva. El Instituto do Psiquiatría del Maudsley Hospital aun permanece como el núcleo de la terapia do conducta en Inglaterra. También sigue editándose en el la revista Behaviour Research and Therapy. Estados Unidos: la practica negativa, la terapia aversiva, la terapia del reflejo condicionado y el condicionamiento operante La aparición de la modificación de conducta en los Estados Unidos no puede delimitarse tan fácilmente como en Sudáfrica y en Inglaterra. Antes de que la modificación de conducta se convirtiera en un campo de estudio específico en los Estados Unidos, ya se habían utilizado y estudiado algunas técnicas conductuales: ahí están como muestra los trabajos de Watson, Rayner, M. C. Jones, los Mowrer, Burnham y otros. Las primeras aplicaciones de los principios del aprendizaje a los problemas clínicos, sin embargo, no se consideraban como reflejo de un enfoque unitario ni del movimiento llamado "modificación de conducta”. Muchas de estos aplicaciones no eran diferentes de las técnicas que utiliza la modificación de conducta actualmente, aunque se tiende a considerarlas como el estado embrionario de la modificación de conducta actual. Puesto que ya hemos tratado en otro lugar el trabajo do Watson y sus seguidores, Los Mowrer, Burnham, Mateer y otros, dedicaremos este apartado a las aportaciones de otros psicólogos, psiquiatras y clínicos americanos. Las aplicaciones del condicionamiento al campo terapéutico en los Estados Unidos siguieron líneas independientes. Las aplicaciones clínicas más importantes se deben a Knight Dunlap, que ideó una técnica terapéutica llamada "practica negativa"; Walter L. Voegtlin y Frederick Lemere, que desarrollaron una terapia aversiva para tratar a alcohólicos, y Andrew Salter, que creó la terapia de reflejo condicionado para tratar diversos desórdenes. Al mismo tiempo que se desarrollaban estas técnicas se empezaban a aplicar los métodos del condicionamiento operante a la conducta humana. Estas primeras aplicaciones, reflejadas fundamentalmente en el trabajo de laboratorio de Ogden R Lindsley y Sidney W Bijou, sirvieron de base al perfeccionamiento de las técnicas operantes utilizadas con propósitos clínicos. (Vease capitulo 7.) Knight Dunlap y la “practica negativa”. Dunlap era psicólogo experimental en la Johns Hopkins University y colega de John B. Watson. Estaba interesado en la formación y eliminación de los hábitos, especialmente en el papel que tenia la repetición de la respuesta en el aprendizaje. Dunlap pensaba que la repetición per se no aumentaba necesariamente la fuerza de la respuesta. La repetición era importante sólo en la medida en que posibilitaba la actuación de otros factores. Según Dunlap, la repetición influía sobre la conducta en una de las tres formas siguientes: aumentando la respuesta (hipótesis denominada alfa), no ejerciendo influencia sobre la respuesta (hipótesis beta), o disminuyendo la respuesta (hipótesis gama). Pero su interés fundamental estaba en el papel de la repetición en la eliminación de los hábitos indeseables. Publicó dos artículos (1928, 1930) y un libro (1932), Habits, Their Making and Unmaking, sobre este tema y sus aplicaciones terapéuticas. EI procedimiento conocido como practica negativa consiste en la realización voluntaria de una conducta que la persona desca eliminar. Cuando un individuo repite una conducta, la expectativa de mejorar y la satisfacción que tiene eliminar la respuesta, romperán el hábito. Así pues, el hábito es erradicable mediante la realización voluntaria de la conducta. Una vez que el hábito indeseable se ha eliminado, la práctica positiva de la conducta deseada desarrolla el nuevo hábito. Aunque el termino <practica negativa, sugiere la importancia de la repetición de la conducta, la practica repetida por si sola no era suficiente para el cambio de la conducta. La eficacia de la repetición dependía de los pensamientos, deseos e ideales* del individuo (Dunlap, 1932, pag. 202). EI individuo debe practicar la respuesta con la idea de que la respuesta va a eliminarse. Segun Dunlap el deseo de romper el hábito era el agente terapéutico fundamental. Basándose en casos reales, afirmaba que la practica negativa podía eliminar la tartamudez, el morderse las uñas, las ensoñaciones, los tics, el chuparse el pulgar, la masturbación y la homosexualidad. Para eliminar estas conductas la persona debía realizar repetidamente la conducta indeseada o una muy semejante a ella. Aunque Dunlap afirmaba que mediante la práctica negativa se podía tratar con éxito toda clase de hábitos, no ofreció una argumentación completa sobre su eficacia: La “explicación” de la eficacia del método de la practica negativa no es un asunto de excesiva importancia. Sus resultados probablemente pueden encajarse en cualquier teoría del aprendizaje por muy inútil que la teoría pueda ser en otros casos. Desgraciadamente, todas las *explicaciones* del aprendizaje son en este momento meras especulaciones, razón por la que deben evitarse (Dunlap, 1932, pig. 314). La importancia del trabajo de Dunlap con respecto a la modificación de conducta se de-be no solo al desarrollo de su técnica de la practica negativa sino también a su forma de enfocar el tratamiento psicológico. La mayoría de los modificadores de conducta actuales la asumirán como suya: La solución de los problemas neuróticos esta en la aplicación de los resultados de la psicología científica. De entre todos estos resultados los principios del aprendizaje son, con macho, los mis importantes, pero la aplicación debe basarse en una comprensión psicológica más amplia de los procesos y de la situación del paciente (Dunlap, 1932, pág. 193). Aunque se considera al aprendizaje como el proceso fundamental de la modificación de conducta, muchos autores han propuesto una interpretación mis general para comprender la conducta (e.g., Krasner y Ullman, 1973; Lazarus, 1971a; Ullman y Krasner, 19ó9). El trabajo de Dunlap anticipó el desarrollo de la modificación de conducta en los Estados Unidos al sugerir y aplicar una técnica terapéutica basada en el aprendizaje, y al defender un enfoque científico del proceso terapéutico. Diversos autores se interesaron por su trabajo sobre la práctica negativa, fundamentalmente Yates (1958a) en Inglaterra. Yates aplicó el procedimiento en su trabajo clínico y le buscó un fundamento teórico basado en la teoría del aprendizaje de Hull. Otros investigadores han aplicado la practica negativa a problemas como dificultades del habla, y fobias y obsesiones (e.g., Case, 1960; Fishman, 1937; Lehner, 1954; Malleson, 1959) (21).21Walter L. Voegtlin, Frederick Lemere y la terapia aversiva con alcohólicos. La terapia aversiva empezó a utilizarse en el tratamiento de alcohólicos en 1935. El primer tratamiento se llevó a cabo en el Shadel Sanalorium, un Centro de Sealtle (Washington), dedicado al tratamiento de alcohólicos que acudían a el 21 (21) La práctica negativa ha dejado de ser popular debido a su escasa fiabilidad. Esta técnica ha conseguido mejorar conductas problema en algunos casos, pero las ha empeorado, o su efecto ha sido may débil, en otros (e.g., Case, 1960; Feldman y Werry, 1966; Fishman, 1937; Rutheford, 1940; Walton, 1961; Yates, 1958x). Por otra parte, ahora se dispone de muchas otras técnicas para eliminar hábitos indeseables. por iniciativa propia. Al frente del programa estaba Voegtlin, un gastroenterólogo que había elaborado una sustancia que provocaba náuseas (la emetina y sus derivados) para emplearla en el tratamiento. Este consistía en la asociación de la náusea con el alcohol según los principios del condicionamiento clásico. En 1937, dos años después de que se hubiera puesto a prueba el procedimiento, Lemere, que era psiquiatra, llegó a Shadel. Voegtlin y Lemere colaboraron durante varios años en el tratamiento de alcohólicos. El condicionamiento aversivo se utilizó en la institución durante un largo periodo de tiempo, durante el cual también se probaron otros procedimientos, incluida la terapia de grupo y la rehabilitación (Shadel, 1944). De codas las técnicas utilizadas, el condicionamiento fue el efectivo (Voegtlin y Lemere, 1942). Los primeros informes de la terapia aversiva en el tratamiento del alcoholismo proceden de Rusia. En Rusia, Kantorovich (1929) habla utilizado una descarga eléctrica como estimulo incondicionado y el alcohol como estimulo condicionado para producir una reacción aversiva. Otros investigadores rusos establecieron la aversión condicionada utilizando apomorfina como estimulo incondicionado (Markovnikov, 1934; Sluechevski y Friken, 1933). A raíz do estos primeros trabajos rusos, otros investigadores en Francia, Inglaterra, Alemania, Bélgica y América empezaron a utilizar técnicas para provocar aversión hacia el alcohol. El tratamiento utilizado en el Shadel Sanatorium, conocido como "tratamiento del reflejo condicionado" (Voegtlin, Lemere y Broz, 1940) consistía en la asociación de la vista, —el olor y el sabor del alcohol con los agentes productores de la náusea y el vómito, tomados oralmente o inyectados. El objetivo del tratamiento era crear una reacción aversiva. El tratamiento era breve (duraba de cuatro a siete sesiones sobre un intervalo promedio de diez días, con sesiones individuales de treinta minutos hasta una hora). Después de varios meses los pacientes volvían a recibir algunas sesiones para corregir o disminuír la tendencia a la recaída. El rasgo más característico del trabajo de Voegtlin y Lemere fue el seguimiento del tratamiento. Se hizo el seguimiento de 4.000 pacientes en periodos que oscilaron entre 1 y 13 años. El porcentaje de éxito, utilizando como criterio la abstinencia, fue realmente sorprendente. Un 60% `de los pacientes permanecieron abstemios durante 1-2 años; un 38% entre 5 y 10 años, y un 23 % de 10 a 13 años después de haberse sometido al tratamiento (Lemere y Voegtlin, 1950). Las sesiones de ayuda proporcionadas después de un ano de tratamiento aumentaron la probabilidad de mantener la abstinencia (Voegtlin, Lemere, Broz y O'Hollaren, 1942). Además de la duración del tratamiento, se evaluaron también otras variables que afectaron a su eficacia, como los efectos de la administración de las drogas (apomorfina y emetina), el papel del personal clínico y variables demográficas, y los efectos de las sesiones de ayuda sobre la tasa de abstinencia. Disponemos de una cantidad considerable de información sobre el programa de Shadel: Lemere y Voegtlin, 1940, 1950; Lemere, Voegtlin, Broz y O'Hollaren, 1942a, 19426; Voegtlin, 1940; Voegtlin, Lemere, Broz y O'Hollaren, 1942. La publicación de los resultados del tratamiento animó a otros investigadores de Estados Unidos a utilizar el tratamiento de reflejo condicionado con alcohólicos, aunque a escala mucho menor que en Seattle (e.g., Edlin, Johnson, Hletko y Heilbrunn, 1945; Kant, 1944; Thimann, 1949a, 1949b). El programa que se llevó a cabo en Shadel fue el mis destacado de todas las aplicaciones del condicionamiento llevadas a cabo en Estados Unidos durante la década de los 30 y la do los 40. Las técnicas de condicionamiento aversivo continúan utilizándose en la modificación de conducta actual. Así pues, el tratamiento de Shadel no fue un simple precursor de las técnicas conductuales ni un mero proyecto demostrativo, sino modificación de conducta practicada a gran escala antes de que la modificación de conducta se convirtiera en un movimiento formal. Además, la investigación realizada por Voegtlin y Lemere constituye uno de los estudios más completos de los que se dispone sobre terapia aversiva. Andrew Salter y la terapia del reflejo condicionado. Andrew Salter consiguió su titulo de pregraduado en 1937 en la Universidad do Nueva York. Unos cuantos años más tarde empezó a trabajar en la clínica privada en la misma Ciudad de Nueva York, desarrollando una terapia basada en la teoría y en la investigación de la psicología del aprendizaje- Durante los años anteriores a su graduación, Salter se había interesado en la aplicación de la hipnosis como método terapéutico. El libro de Elark Hull, Hypnosis and Suggestibility: an Experimental Approach (1933) proporcionaba una interpretación conductista de la hipnosis que influyó enormemente sobre Salter. El mecanismo fundamental que subyacía a la hipnosis era, según Hull, la voz del hipnotizador o experimentador, que funcionaba como estimulo condicionado produciendo las reacciones del cliente. Salter exploró el uso de la hipnosis en la práctica clínica, y desarrolló técnicas de auto hipnosis que el consideraba técnicas de autocontrol (Salter, 1941). Aplicó la autohipnósis a problemas tales como la tartamudez, el morderse las uñas, el insomnio, el fumar y el comer en exceso. En 1944 Salter publicó What is Hypnosis; Studies in Auto and Hetero Conditioning, en el que ampliaba la interpretación hulliana de la hipnosis incluyendo el condicionamiento. En este libro Salter se refería a la discusión entre Pavlov y Bechterev sobre lo que Pavlov había denominado “segundo sistema de señales”. Salter también incidía en la idea de que las palabras emitidas por uno mismo o por otras personas podían convertirse en estímulos condicionados (cf. Hudgind, 1933). Salter defendía la idea de Hull de que las palabras funcionaban en la hipnosis como estímulos condicionados, y evocaban reacciones condicionadas en el cliente. El considerar la hipnosis como un condicionamiento de la misma forma que Hull condujo a Salter a interesarse de un modo más general por las relaciones entre el condicionamiento y el cambio terapéutico. Publicó otro libro, Conditioned Reflex Therapy; The Direct Approach to the Reconstruction of Personality (1949), en el que consideraba el condicionamiento como el instrumento fundamental del cambio terapéutico, concediendo a la hipnosis un papel comparativamente menos importante. En este trabajo, Salter describía una teoría general de la conducta desadaptativa y los procedimientos terapéuticos específicos que constituyan la “terapia del reflejo condicionado” (22).22 Las obras de Pavlov y Bechterev fueron las fuentes fundamentales del tratamiento. Concretamente, los conceptos de excitación, inhibición y desinhibición, sugeridos por primera vez por Sechenov y discutidos por Pavlov y Bechterev, eran los que se utilizaban para explicar la conducta desadaptativa. Salter creía que el desajuste se debía fundamentalmente a una inhibición excesiva. El ajuste consistía en el equilibrio entre la excitación y la inhibición: *la salud mental* radica en el equilibrio entre la inhibición y la excitación, aunque sea esta última sobre la que incidimos en la terapia (Pág. 199). Según Salter, el desarrollo social suele provocar tanta inhibición que los individuos no tienen libertad para expresarse. El objetivo de la terapia es suprimir las inhibiciones y favorecer una personalidad "excitadora". Como el señala, *desinhibir la inhibición* (Pág. 187) es el principio directriz de la terapia del reflejo condicionado. Nuestro objetivo es desinhibir la inhibición. El medio por el que logramos esta desinhibición podría denominarse química verbal. Las palabras del terapeuta, al atravesar los tractos nerviosos de la persona bajo tratamiento, producen modificaciones químicas en su sistema nervioso. Estos cambios químicos se asocian con cambios en la conducta que a su vez provocan otras modificaciones bioquímicas y otros cambios en la conducta. …El desajuste es un proceso de aprendizaje al igual que la psicoterapia. El desajuste es un condicionamiento equivocado y la psicoterapia es un recondicionarniento. Los problemas del individuo son consecuencia de sus experiencias sociales: al cambiar la forma de sus relaciones 22 (22) El termino *terapia del reflejo condicionado*, utilizado por Salter, nació de forma independiente al de *tratamiento del reflejo condicionado*. Utilizado por Voegtlin y Lemere. Ambos procedimientos se consideraron descendientes del trabajo de Pavlov y Bechterev. Salter creó una estrategia terapéutica general basada en la teoría pavloviana. La terapia aversiva de Voegtlin y Lemere se basaba en el método de instauración de respuestas condicionadas. sociales, cambiamos también su personalidad. La experiencia no es sólo la mejor maestra, sino que además es la única. A nosotros, como terapeutas, no nos interesa especialmente el dar al individuo un conocimiento ordenado de su pasado (“sondeo”). Lo que nos interesa es proporcionarle un conocimiento reflejo con vistas al futuro (“hábito”.) (Salter, 1949, p. 31b). Para fomentar la excitación, las personas deben practicar la expresión de sus emociones en la vida cotidiana. Reglas generales para comportarse o técnicas para mejorar la expresión emocional, son: hablar de los sentimientos de uno (expresión deliberada de emociones espontáneas); Contradecir y enfrentarse 8expresión del desacuerdo); usar el pronombre personal “yo”; Asentir y alabar cuando sea adecuado; e improvisar (realizar acciones de forma espontánea) (Salter, 1949). Realizar conductas exitatorias durante la interacción social es una estrategia general que Salter recomienda para todos los problemas psicológicos. No obstante, Salter empleaba varios procedimientos específicos para inducir o eliminar diversos sentimientos según la conducta que deseara eliminarse. Así por ejemplo, a los sujetos que experimentaban ansiedad bajo ciertas circunstancias se les enseñaba a relajarse para reducir la tensión en las situaciones ansiógenas. Aprendían a relajarse con el terapeuta para después relajarse solo en situaciones problemáticas de su vida cotidiana. También se utilizaba la evocación de imágenes relacionadas con eventos o experiencias positivas para ayudar a superar problemas específicos. Así por ejemplo, se empleaban imágenes agradables para vencer la ansiedad, el insomnio, o para fomentar una conducta deseada, como por ejemplo un funcionamiento sexual adecuado. La importancia del trabajo de Salter para la modificación de conducta radica e el hecho de basarse en la teoría del aprendizaje y del condicionamiento y en el hecho de centrar su interés en la terapia. Su teoría inicial de la conducta desadaptativa y de la terapia se basó en los conceptos y en la investigación sobre condicionamiento. Pavlov es el autor que mayor influencia ejerció sobre el trabajo de Salter, y en menor medida Bechterev, aunque también fueron importantes otros autores como Gant, Masserman, Mowrer, N.F.R. Maier, Hull y Guthrie. Salter consideró la conducta desadaptativa y su tratamiento en términos de aprendizaje, desviándose claramente de la psicoterapia tradicional. Sus ideas sobre el condicionamiento estaban apoyadas por sus referencias a un enfoque terapéutico basado en el aprendizaje, tal y como lo habían expuesto Watson y Rayner, Voegtlin y Lemere y Dunlap. Lo innovador del enfoque de Salter no estaba simplemente en utilizar los principios del condicionamiento con el fin de explicar las técnicas terapéuticas existentes, al igual que Dollard y Millar habían hecho, sino desarrollar tratamientos específicos y aplicarlos en la clínica. Otro rasgo notable del trabajo de Salter se refiere al objetivo terapéutico. El tratamiento se centraba más en la propia conducta que en la psicodinámica, pensamientos o rasgos subyacentes. El cambio terapéutico se producía cuando se conseguía que el individuo se comportara de forma diferente: Las personas me cuentan lo que piensan, pero esto no es lo que realmente me interesa. Lo que quiero saber es lo que hicieron, porque tanto el origen como la solución de los problemas de una persona, esta precisamente en lo que hace. Para poder cambiar los sentimientos y pensamientos de una persona acerca de ella misma hay que cambiar la forma en la que se comporta con los demás, y tratando su inhibición estaremos atacando las mismas raíces de su problema (Salter, 1949, p. 100) Según Salter, la mejoría se produce tratando la conducta en la situación problemática, y no en la consulta del terapeuta. Había que enseñar al cliente a comportarse en las situaciones cotidianas de forma que se consiguiera el cambio terapéutico. Los clientes de Salter realizaban tareas terapéuticas in vivo, procedimiento que sigue utilizándose en la actualidad en una serie de técnicas conductuales. Salter se aseguraba de que sus pacientes se concentraran en el aquí y ahora, en lugar de en conflictos pasados. La idea de que la causa de la conducta desadaptativa era un condicionamiento inadecuado servia como justificación racional de las técnicas empleabas, pero la terapia del reflejo condicionado no incidía sobre los aspectos históricos del problema. Como Salter (1949) señalaba, “EI descubrimiento y la indagación de las situaciones que han provocado el problema psicológico no facilita en nada el proceso de curación (p. 38). En la practica, “el cómo ha llegado la persona a su situación actual tiene muy poca importancia terapéutica" (p. 143). Otra ventaja de la terapia del reflejo condicionado era que podía aplicarse a diversas conductas. Las otras aplicaciones anteriores del condicionamiento habían abarcado una gama de conductas relativamente reducida: M. C. Jones trató miedos específicos, los Mowrer la enuresis, Dunlap intentó eliminar hábitos desadaptativos, y Voegtlin y Lemere se dedicaron al tratamiento del alcoholismo. A partir de Salter, la terapia del reflejo condicionado empezó a aplicarse a trastornos neuróticos diversos, a las disfunciones y desviaciones sexuales, al insomnio, etc. Salter empleó varios procedimientos terapéuticos basados en el condicionamiento que después se estudiarían más sistemáticamente. Entre los casos presentados en Conditioned Reflex Therapy se pueden encontrar aplicaciones de técnicas que guardan una gran semejanza con la desensibilización sistemática, el autocontrol, el ensayo conductual y el condicionamiento encubierto, basado en la utilización de la imaginación. Aunque se hayan refutado los conceptos pavlovianos de inhibición y excitación, conceptos considerados como el fundamento teórico de la terapia del reflejo condicionado, los modificadores de conducta actuales siguen empleando versiones más completas de las técnicas introducidas por Salter. Aplicaciones del condicionamiento operante a la conducta humana. La aplicación sistemática del condicionamiento operante a la conducta humana constituyó un paso crucial en el desarrollo do la modificación de conducta. Durante los años 50, el condicionamiento operante empezó a investigarse cada vez más en el laboratorio animal. Las primeras aplicaciones de los principios del condicionamiento operante a la conducta humana compleja fueron conceptuales más que empíricas. Keller y Schoenfeld (1950) describían así la omnipresencia de los principios operantes: El principio del condicionamiento operante puede apreciarse en cualquiera de las múltiples actividades de los seres humanos, desde su nacimiento hasta su muerte. Só1o, o en combinación con el principio pavloviano, esta involucrado en todos los fortalecimientos de la conducta que constituyen el objeto de este libro. Esta presente en nuestras discriminaciones más finas y en nuestras habilidades más sutiles, en nuestros hábitos más primitivos y toscos, y en el pensamiento creativo más superior. Por e1 se pueden explicar, en una gran parte, nuestras conductas anormales y nuestros "ajustes" normales; nuestras demostraciones de fuerza y nuestras muestras de debilidad; la cooperación y la rivalidad. Esta presente en nuestras relaciones de amistad y cuando nos retiramos de nuestros semejantes; en nuestras expresiones de fanatismo y en las de tolerancia; en nuestras virtudes y en nuestros vicios (Keller y Schoenfeld, 1950, p. 64-65). Skinner también fue muy explicito sobre el tema de la generalidad de los principios operantes y su relevancia con respecto a la conducta humana compleja. Walden Two (1948), en el que describe una sociedad utópica basada en los principios operantes, es quizás el exponente más claro de su pensamiento al respecto. En Science and Human Behavior 1953a), Skinner analiza cómo los principios operantes funcionan en todas las conductas e instituciones sociales humanas, explicando el papel de las contingencias de reforzamiento en el gobierno, la ley, la religión, la psicoterapia, la economía y la educación. La metodología del condicionamiento operante así como su capacidad potencial para explicar la conducta social empezó a ser objeto de atención por parte de la psicología en general. Los procedimientos necesarios para llevar a cabo en el laboratorio la investigación operante, junto con las ventajas del análisis experimental de la conducta como enfoque científico general, empezaron a recibir atención desde publicaciones profesionales de amplia difusión (Ferster, 1953; Skinner, 1953b). Algunos investigadores sugerían que los métodos operantes podían ser de utilidad en el estudio de áreas especificas, como el desarrollo infantil (Keller, 1950). Keller y Schoenfeld (1950) manifiestan así su entusiasmo por una ciencia general de la conducta humana basada en la metodología operante: Toda conducta, tal y como nosotros la entendemos, esta formada por variaciones de unos cuantos aspectos básicos. Por primera vez en la historia de la humanidad, estos aspectos están abiertos a todos aquellos que deseen contemplarlos a la luz de la ciencia y no a través de intuiciones de iluminados. Estamos acercándonos al umbral que nos conduce a un extraordinario poder: el poder de manipular nuestra propia conducta, científica, deliberada, racionalmente (Keller y Schoenfeld, 1950. p. 401). Los temas específicos relacionados con la psicología clínica y la psiquiatría también se abordaron dentro de las extensiones conceptuales de los principios y de los métodos operantes. Skinner analizó la etiología y el tratamiento de los trastornos psiquiátricos desde un punto de vista conductista. Con muchos de sus comentarios se anticipó al desarrollo formal de la modificación de conducta y a la aplicación de las técnicas operantes a los problemas clínicos. Criticó el enfoque tradicional de la conducta anormal y su interés nuclear por el tratamiento de los fenómenos mentales. Según Skinner, las interpretaciones tradicionales de la conducta han: Fomentado la creencia de que la psicoterapia consiste en .extirpar, ciertas causas internas de la enfermedad mental, al igual que el cirujano extirpa un cáncer, o del mismo modo que se vomita un alimento no digerido. Ya hemos visto suficientes causal internas como para comprender por que esta doctrina le ha hecho a la psicoterapia un encargo imposible. No es ninguna causa interna, sino la propia conducta, la que (en la analogía médica de la catarsis) debe sacarse del sistema.... Lo que tenemos que preguntar es por que la respuesta fue emitida al principio, por que se castigó, y que variables están funcionando en la actualidad. Las respuestas a estas preguntas son las que deben explicar la conducta neurótica. En el sistema freudiano la conducta no es más que el síntoma de la neurosis; en nuestra formulación es el objeto directo de la exploración (Skinner, 1953x, p. 373, 376). Skinner también anticipó las críticas que podía recibir el enfoque conductual, a saber, que el tratamiento directo de la conducta no solucionaría el problema psicológico subyacente: Si incidimos sobre la propia conducta .neurótica., en lugar de hacerlo sobre cualquier condición interna que se proponga como explicación de ella, se nos puede acusar de estar cometiendo el imperdonable pecado de estar .tratando el síntoma en lugar de la causa. Esta expresión suele aplicarse a los intentos de eliminar ciertas características de la conducta sin prestar atención a las causas, como por ejemplo en el caso de la “curación” de la tartamudez mediante un curso de ejercicios vocales, o una mala postura mediante la aplicación de un corsé en los hombres, o el chuparse el pulgar untando el dedo con una sustancia amarga. Este tipo de terapia olvida el conflicto subyacente, del que estas características conductuales son sus síntomas. Pero cuando nosotros afirmamos que la conducta es el centro de la terapia, y no simplemente un síntoma, no estamos cometiendo la misma equivocación. Al explicar un ejemplo dado de conducta desadaptativa en términos do la historia personal del individuo y modificando o complementando esa historia como método de terapéutico, nosotros estamos considerando las mismas variables a las que el teórico tradicional debe volver en ó1timo término para explicar sus supuestas causas internas (Skinner, 1953a, p. 379). Skinner describió los resultados de la psicoterapia en términos operantes. Según el, el cambio terapéutico probablemente era consecuencia de la manipulación de contingencias de reforzamiento especificas por parte del terapeuta. En el proceso terapéutico el terapeuta refuerza diversas conductas fundamentalmente a través de la aprobación. La extinción también desempeña un papel importante en la terapia. El cliente emite en presencia del terapeuta conductas que han sido castigadas en otras ocasiones. El escape o la evitación de los estímulos emocionales asociados con el castigo llegan a extinguirse con el tiempo debido a que el terapeuta no es agente punitivo. El terapeuta no sólo manipula directamente las contingencias sino que también le ayuda a reestructurar su propio ambiente con el fin de modificar Los estímulos que influyeron negativamente sobre la conducta. La aplicación que hizo Skinner de los principios operantes a la conducta humana, concretamente a conductas relevantes desde el punto de vista clínico, sugirió la utilidad que podría tener el enfoque conductual como alternativa al modelo intrapsíquico. La aplicación clínica de los métodos operantes no se produjo hasta varios años después. Desde principios de la década de los 50, la investigación operante fue extendiéndose a la conducta humana. Muy pronto se iniciaron las investigaciones sobre el condicionamiento verbal, en las que ya nos hemos detenido, y otras. El objetivo de estos estudios tenía un carácter general, más que la mera observación de aspectos concretos de la conducta verbal. Se estudió la utilidad del paradigma operante observando diversos procesos conductuales en experimentos con animales. Particularmente valiosas fueron las aplicaciones de los métodos operantes llevadas a cabo por Skinner y Ogden R. Lindsley con pacientes psicóticos, y las de Sydney W. Bijou a la conducta infantil. En el capitulo 7 describiremos los trabajos que con un interés aplicado o clínico más que experimental se derivaron de toda esta investigación. En 1953, Skinner y Lindsley, que se había graduado en Harvard, comenzaron una investigación contratados por la Office of Naval Research. Fue dirigida por Lindsley y realizada en el Metropolitan State Hospital, en Waltham, estado de Massachussets. Con esta investigación se pretendía determinar la aplicabilidad del condicionamiento operante al análisis experimental de la conducta de los pacientes psicóticos. Más concretamente su objetivo era: Intentar modificar y adecuar los métodos del condicionamiento operante al ámbito clínico, con el fin de conseguir medidas experimentales útiles y objetivas de la psicosis (Lindsley, 19ó0, pág. 66). Se estudió en una situación de laboratorio, dentro del hospital, el comportamiento de niños y adultos psicóticos, agudos y crónicos, así como de personas "normales. Se observó a los pacientes mientras realizaban una tares que consistía en tirar de un embolo. Se les dejó solos en una habitación pequeña (6 x 6 pies) a indestructible durante una hors diaria y a lo largo de varios días. En la habitación había un aparato con un manipulando (un embolo o palanca), un dispensador de refuerzos y un panel de estímulos. La tarea del paciente consistía en tirar repetidamente del embolo mientras estaba sentado enfrente del aparato. El tirar del embolo era una respuesta operante libre, de forma que el paciente podía responder en cualquier momento. La naturaleza de la tarea permitía que se pudieran emitir en cada sesión un gran número de respuestas. Los pequeños objetos que servían como refuerzos aparecían automáticamente a través de una abertura que había junto al embolo. En la primera investigación la respuesta de tirar del embolo era reforzada con la aparición de objetos como golosinas, cigarrillos o fotografías proyectadas (Skinner, Solomon y Lindsley, 1953); Skinner, 1954a; Skinner, Solomon, Lindsley y Richards, 1954). Estos refuerzos se dispensaban de forma intermitente de acuerdo con dos programas de reforzamiento simples. Una característica importante de la tarea era que las respuestas se registraban automáticamente en un registrador acumulativo que había en otra habitación, y por otra parte, que las consecuencias de la respuesta se aplicaban también automáticamente en el momento en el que se cumplían los requisitos del programa. Los primeros informes indicaron que había un patrón de respuesta característico en los pacientes psicóticos muy semejantes al de organismos inferiores. En investigaciones posteriores (Lindsley, 1956, 1960, 1963) se amplió el númcro de pacientes, el tiempo de estudio y la gama de refuerzos, aumentando también las características de la respuesta que pudieron observarse. A algunos pacientes se les estudió en sesiones experimentales diarias durante cerca de cinco años. Se variaron las respuestas y también los incentivos: comida, dinero, fotografías de hombres y mujeres desnudas, música, fichas, el poder dar leche a un gatito y la posibilidad de escapar de un ruido fuerte o de una habitación oscura. Se encontraron varias características importantes en el patrón de respuestas. En primer lugar se encontró que, con los programas de reforzamiento utilizados en la investigación, muchos pacientes tendían a presentar tasas de respuesta más bajas que los adultos normales e incluso que las encontradas en organismos inferiores. En segundo lugar, la ejecución Se veía interrumpida a menudo por largas pausas durante las que se podía apreciar la presencia de rasgos psicóticos típicos (e.g., conductas vocales alucinatorias). (Los pacientes podían observarse a través de un periscopio sin que ellos lo notaran.) En tercer lugar, se apreciaron ritmos muy marcados en la tasa de la respuesta. Aunque las contingencias de reforzamiento fueron las mismas todo el tiempo, los pacientes presentaron algunas veces variaciones consistentes en sus tasas de respuesta. Estas investigaciones sirvieron para poner se manifiesto algunas de las posibles ventajas que tiene el estudiar el paradigma operante con personas hospitalizadas. En primer lugar, el método proporcionó una forma de evaluar la conducta de los pacientes psicóticos. Los métodos psicométricos son ineficaces con muchos pacientes. El método operante proporcionaba una medida de la conducta objetiva, fácilmente cuantificable y que podía lomarse durante periodos de tiempo largos. En segundo lugar, aunque la tarea no tenia una relevancia clínica de por si, ponía de manifiesto características conductuales que si lo eran. Las pausas prolongadas, por ejemplo, se asociaban con la aparición de conductas psicóticas, tales como andar de un lado a otro, reírse, renegar, mirar fijamente y destruir objetos, lo que sugiere que las medidas objetivas de la tasa de la respuesta constituyeron una evaluación indirecta de los métodos psicóticos. En tercer lugar, los principios operantes fueron de utilidad en la determinación del efecto de las intervenciones terapéuticas. Durante el transcurso del proyecto se experimentó con varios pacientes el electroshock, el coma insulínico, la quimioterapia y la psicoterapia. La influencia de estas intervenciones se reflejó en las tasas de la respuesta. Puesto que se utilizó a los pacientes como sus propios controles, se pudo ver fácilmente la eficacia relativa de los distintos tratamientos en cada individuo. Al resumir su investigación y su importancia metodológica, Lindsley señalaba: Por primera vez hemos logrado introducir en el ámbito de las ciencias naturales algunos aspectos de la psicosis. Y gran parte de lo que nosotros hemos hecho se parece a los que los clínicos siempre han pretendido que se hiciera. Lo que sucede es que ahora tenemos la ventaja do poder medir estas cosas de forma automática en el laboratorio, aunque también hemos dejado muchas cosas que los clínicos dicen en la clínica (Lindsley, 1960, pag. 78). Los métodos operantes son especialmente apropiados en los problemas psicoterapéuticos porque ambos Campos (1) inciden sobre el control y la modificación de la conducta, (2) tratan con individuos aislados, (3) utilizan como dalo la frecuencia de la respuesta sobre un periodo de tiempo, (4) consideran fundamentales las consecuencias de la conducta, y (5) se interesan por las relaciones funcionales y dinámicas entre las personas y su ambiente social y no social (Lindsley, 1963, pág. 48). Aunque las investigaciones de Lindsley no se habían diseñado en un principio para el tratamiento de pacientes psicóticos, sus resultados fueron útiles naturalmente para el diseño de tratamientos. El aumento de la tasa de la respuesta en una tarea dada se asociaba algunas veces con una disminución de la conducta psicótica (Lindsley, 1960). En los pacientes cuya conducta sintomática afectaba a las respuestas motoras, la tarea de tirar del Embolo constituía una respuesta competidora. Así pues, el incremento de respuestas no psicóticas reducía algunas conductas psicóticas. En algunos pacientes la disminución de los síntomas durante las sesiones se generalizó a otros ambientes distintos del experimental (Lindsley, 19ó3). Además de la relación especifica observada entre la tarea consistente en tirar del émbolo y la conducta sintomática, la idea general que los resultados del proyecto sugirieron fue que la conducta de los pacientes psicóticos podía modificarse en función de las consecuencias ambientales. Esta idea básica se aplicó posteriormente a la modificación de muchas de las conductas de los pacientes psiquiátricos. Una característica histórica importante del trabajo de Lindsley y Skinner es que ellos fueron los primeros en utilizar el termino "terapia de conducta" (Skinner et al., 1953, 1954), con el que querían poner de relieve que el núcleo de esta terapia era la conducta y el uso del condicionamiento operante. Aunque ellos empezaron a emplear el termino antes que otros (e.g., Eysenck, 1959; Lazarus, 1958), sólo lo hicieron en manuscritos no publicados de escasa difusión. Así pues, el termino "terapia de conducta" se popularizó a través de publicaciones inglesas y, en menor medida, sudafricanas. Mientras Skinner y Lindsley investigaban los métodos operantes con pacientes psicóticos, Sidney W. Bijou estudiaba el condicionamiento operante en niños. Bijou se había formado con Kenneth Spence en la Universidad de Iowa, en donde se doctoró en 1941. Al principio estuvo interesado en la teoría hulliana, en las neurosis experimentales y en el tema del conflicto, pero más tarde, durante su estancia en la Universidad de Indiana desde 1946 hasta 1948, fue el análisis experimental de la conducta lo que atrajo su atención. En la facultad de Indiana, Skinner era el jefe del departamento de psicología, y j. R. Kantor era un comentador prolífico del conductismo y de la filosofía de la ciencia en general. Estos dos hombres ponían en duda la utilidad de los constructos no observables a la hora de explicar la conducta, y pensaban que la mejor forma de enfocar la psicología era desde un punto de vista conductista y científico natural. Skinner defendía la utilización del análisis experimental para explicar la conducta, sin necesidad de recurrir a abstracciones complejas. Con su trabajo proporcionaba una metodología para determinar las leyes que rigen las relaciones entre los estímulos y las respuestas. En 1948 Bijou dejó Indiana para ocupar un puesto en la Universidad de Washington como director del Institute of Child Development adscrito a la universidad. A principios de los años 50, Bijou, después de investigar sin éxito la conducta infantil utilizando el juego con muñecos, empezó a aplicar la metodología del condicionamiento operante. Science and Human Behavior (1953a), de Skinner, ejerció una especial influencia sobre el. Bijou realizó una serie de estudios con niños de edades comprendidas entre dos y medio y cinco años. El interés fundamental de la investigación era de tipo metodológico. El objetivo de este estudio es conseguir una situación que proporcione (a) una medida dependiente del cambio conductual bien definida y fácilmente registrable, y (b) una situación controlada que permita una manipulación precisa de las variables independientes. Una metodología de este tipo, una vez que se haya desarrollado totalmente, puede capacitarnos para estudiar problemas y procesos conductuales en niños, al poner en relación la influencia directa de una variable sobre otra (Bijou, 1957a, pág. 243). En su investigación piloto, Bijou evaluó diferentes tipos de refuerzos (e.g., golosinas, balones, aparición de un perro de juguete, sonidos agradables, chuchearías) y de respuestas (e.g., pulsar bolones y luces, clavijas y luces, manubrios). Al principio, Bijou utilizó una tarea en la que el nitro tenía que tirar una pelota por un agujero. Cuando la pelota volvía a su sitio el nitro tenía que realizar la respuesta de nuevo. Esta tarea se abandonó después sustituyéndola por la respuesta de presionar la palanca. A diferencia de la tarea de tirar la pelota, en la que había un intervalo de tiempo que el nitro debía esperar, el presionar la palanca era una respuesta operante libre. Podía darse en una Casa muy alta sin interrupciones y era más sensible a una serie de manipulaciones contingentes (Bijou, 1957a). Bijou investigó en los niños procesos conductuales básicos que ya habían sido objeto do estudio en la investigación animal, como la adquisición, la extinción, la discriminación y la diferenciación (Bijou, 1957a). La influencia de una serie de manipulaciones, como por ejemplo el efecto del refuerzo continuo o intermitente sobre la extinción, fue muy semejante al encontrado en animales (Bijou, 1957b). La investigación tuvo varias vertientes, como el estudio de niños normales y retasados y la influencia de distintos programas de reforzamiento sobre la conducta (cf. Bijou y Oblinger, 1960; Bijou y Orlando, 1961; Orlando y Bijou, 1960). El trabajo de Bijou es importante porque aplicó el condicionamiento operante a los niños y porque buscó un método experimental que permitiera la investigación de una serie de manipulaciones de las contingencias. El método fue el resultado del estudio de diversas tareas de laboratorio y diversos acontecimientos reforzantes. Bijou llevó a Cabo una investigación programada en la que estudió una serie de procesos conductuales, preocupandose de que las condiciones de laboratorio estuvieran cuidadosamente controladas. Para ello convirtió un remolque en un laboratorio con el fin de hacerlo transportable (Bijou, 1958x). Los procedimientos podían aplicarse con facilidad a los sujetos. Aunque algunos estudios anteriores al de Bijou habían efectuado condicionamiento instrumental en niños (e.g., Fattu, Auble y Mech, 1955; Faltu, Mech y Auble, 1955; Grosslight y Child, 1947; Ling, 1941), todos ellos habían sido trabajos aislados interesados en hipótesis muy concretas. Por el contrario, el interés de Bijou fue más general, el de aplicar a los niños la metodología operante. Este interés más general de Bijou se refleja en su conceptualización del retraso mental (Bijou, 1963, 1966) y de la psicología evolutiva en general (Bijou, 1959). En cada una de estas áreas Bijou incidió sobre la necesidad de encontrar leyes empíricas de la conducta y de utilizar un análisis funcional en lugar de estudiar procesos mentales hipotéticos, supuestos estados fisiológicos o aspectos aislados de la conducta (e.g., motores, sociales, intelectuales). La persona podía estudiarse desde el punto de vista de las funciones estimulo-respuesta, enfoque que había demostrado su eficacia en los experimentos animales. Los estímulos Gran las condiciones antecedentes y las consecuencias asociadas a la producción de la respuesta. Las respuestas podían ser respondientes u operantes, y las combinaciones entre ambas. Mis que la mera construcción de analogías entre los principios establecidos mediante las observaciones de la conducta animal y humana, lo que Bijou sugirió fue que la investigación animal debía ser un punto do partida para el estudio de la conducta humana. Con su propia investigación con niños normales y retrasados, Bijou puso en práctica este objetivo. Mientras Bijou trabajaba en su laboratorio, otros investigadores aplicaban los métodos operantes a la psicología evolutiva. En la Universidad de Chicago, Jacob L. Gewirtz también empezaba a estudiar el condicionamiento operante en niños. Gewirtz terminó su graduación en la Universidad de Iowa en 1948, y a partir de ese momento comenzó a trabajar en la formación de la conducta social. Después de doctorarse se traslado a la Universidad de Chicago. Gewirtz, influido por la obra de Skinner, empezó a incorporar la metodología operante al estudio de la conducta social. En la Universidad de Chicago también influyó sobre el Howard F. Hunt, jefe del departamento de psicología, que se dedicaba a la investigación operante con animales. Gewirtz realizó su primera investigación con Donald M. Baer, estudiante graduado en la Universidad de Chicago (Gewirtz y Baer, 1958a, 1958b; Gewirtz, Baer y Roth, 1958). En ésta primera investigación operante estudiaron el efecto de la deprivación social (aislamiento durante un corlo periodo de tiempo) sobre la responsividad a la aprobación social. Gewirtz continuó su trabajo sobre el aprendizaje social utilizando el modelo operante Para explicar procesos evolutivos generales, el aprendizaje observacional, la deprivación, el logro, la dependencia y otras conductas. Baer se graduó en la Universidad de Chicago, aprendiendo metodología y conceptos operantes do Hunt y Gewirtz. En 195ó fue contratado por Bijou, bajo cuya dirección comenzó su propia investigación de laboratorio sobre el desarrollo social. En la Universidad de: Washington, Bijou y Baer trabajaron juntos en la aplicación de los principios operantes a la psicología evolutiva (Bijou y Baer, 1961, 1965, 1967). Desarrollaron una teoría general que consideraba la conducta infantil en relac1ón con acontecimientos ambientales observables. A principios de los años 60, Bijou, Baer y otros investigadores de la Universidad de Washington comenzaron a aplicar los principios y los métodos operantes al cambio clínico (véase capitulo 7). Resumiendo, las primeras aplicaciones del condicionamiento operante a pacientes psicóticos y a niños normales y retrasados estuvieron motivadas por la búsqueda do una metodología Para estudiar la conducta humana. Se utilizaron respuestas operantes libres; los estímulos discriminativos y las consecuencias de las respuestas se presentaron automáticamente; la conducta también se registraba automáticamente. El método operante, que había demostrado ser eficaz en el estudio de la conducta animal en el laboratorio, demostró ser igualmente útil en el estudio de la actividad humana. Y a su vez, la investigación de laboratorio había predicho que las consecuencias de la respuesta podían afectar fácilmente al comportamiento humano. Este hallazgo tuvo implicaciones obvias Para el tratamiento que se empezarían a poner en práctica poco después. Las diversas aplicaciones de las técnicas conductualas a la terapia y las de la investigación operante a la conducta humana respondieron a líneas de trabajo algo independientes. En muchos casos, la independencia fue tanto geográfica como conceptual. Mientras que en Sudáfrica y en Inglaterra el enfoque conductual se desarrolló en centros muy localizados y con una orientación clínica relativamente clara, en Estados Unidos este desarrollo fue difuso, aunque tanto en uno como en otro lugar fue consecuente de la existencia de un Zeitgeist general apropiado para la aplicación de la teoría del aprendizaje y su metodología de investigación a los temas clínicos. Sin embargo, en Los Estados Unidos incluso a finales de los años 50 aun no había aparecido ningún movimiento claro y unificado relacionado con la modificación do conducta. El reconocimiento formal de la modificación de conducta en Inglaterra a finales de los años 50 y principios de los 60 fue el que cristalizó el movimiento en los Estados Unidos (véase capitulo 6). Difusión de las investigaciones sobre modificación de conducta en distintos países Los resultados de la investigación sobre modificación de conducta en Sudafrica, Inglaterra y los Estados Unidos aparecieron publicados muy pronto, con lo que comenzaron a surgir los lazos de unión y comunicación. Gracias a las publicaciones se tuvo noticia de la existencia de numerosas aplicaciones realizadas en diferentes países, codas ellas bajo la rúbrica de la *terapia de conducta* (Eysenck, 1960a, 1964; Franks, 1964; Wolpe, Salter y Reyna, 1964), y comenzó el movimiento de autores a investigadotes de distintos países reuniéndose, escribiendo y enseñando sobre el Campo. Wolpe, por ejemplo, visitó los Estados Unidos en 195ó a introdujo la desensibilización. Alrededor de 19ó2 ya se había establecido en Estados Unidos. Lazarus estuvo trabajando también en Estados Unidos durante el año 1963 y se trasladó de forma permanece en 1966. La desensibilización también fue introducida relativamente pronto en Inglaterra. A finales de Los años 60, Wolpe visitó Londres, reuniéndose con Eysenck, que ya había leído algunos de los primeros artículos de Wolpe sobre la inhibición reciproca. Por otra parte, Rachman, que ya había trabajado con Wolpe, llegó a Inglaterra en 1959. De esta forma, la línea de trabajo que surgió en Sudáfrica se dio a conocer en los Estados Unidos y en Inglaterra. Entre los investigadores ingleses y los americanos el intercambio fue menos claro. La aparición de las técnicas operantes en los Estados Unidos atrajo rápidamente la atención de los psicólogos ingleses, dando lugar a un cierto número de investigaciones entre principios y mediados de los años 60. Sin embargo, las técnicas operantes se utilizaron mucho menos en Inglaterra que en Estados Unidos. Una de las razones de esta diferencia de popularidad puede estar en los medios de entrenamiento en cada uno de estos países. En los Estados Unidos hubo algunas universidades que se convirtieron en centros de investigación experimental y aplicada sobre condicionamiento operante. El desarrollo cada vez mayor de la investigación operante en los centros académicos dio oportunidades a muchos estudiantes que después contribuyeron directamente a la difusión de las técnicas operantes (véase capitulo 7). En Inglaterra no hubo como en Estados Unidos centros de formación en condicionamiento operante, con lo que las posibilidades de entrenamiento fueron mucho menores para los estudiantes ingleses. Otra razón por la que las técnicas operantes fueron más populares en los Estados Unidos esta en el hecho de que aquí el interés de la investigación solía centrarse en los aspectos terapéuticos. Gran parte de las aplicaciones del condicionamiento operante se dirigieron a pacientes psicóticos hospitalizados. Las técnicas operantes parecían poderse aplicar fácilmente a la evaluación de la responsividad de los pacientes psicóticos a su ambiente, y por otra parte eran de gran utilidad en el manejo de la conducta de los pacientes en el hospital. En Inglaterra la población psicótica institucionalizada es, en proporción, más pequeña que la de los Estados Unidos, y el interés terapéutico en instituciones como el Instituto Psiquiátrico de Maudsley, gira alrededor de los trastornos neuróticos. Los tratamientos conductuales de los desórdenes relacionados con la ansiedad tienden a basarse más en el condicionamiento clínico que en el operante. Las orientaciones teóricas de la modificación de conducta en Inglaterra divergen de la forma de enfocar el condicionamiento operante popular entre los investigadores americanos. Los tratamientos conductuales de los trastornos neuróticos tienden a basarse en la existencia de variables intermedias tales como la ansiedad, el impulso, o la reducción del impulso. De aquí que teóricos como Mowrer y Miller (mas que Skinner, que ha evitado hablar de variables intermedias) hayan recibido una mayor atención en Inglaterra. En general, el trabajo teórico de psicólogos importantes como Eysenck solo puede hacer el enfoque ateórico de Skinner menos atractivo en Inglaterra que en los Estados Unidos. Las diferencias existentes en la terapia y en la investigación sobre modificación de conducta entre Inglaterra y Estados Unidos no deben hacernos olvidar las semejanzas, que también son bastantes. Los psicólogos de ambos países comparten las bases conceptuales, técnicas especificas y la forma de abordar muchos problemas clínicos. Una semejanza digna de resaltar se refiere al hecho de que en ambos se desarrollo un enfoque que se centraba en el sujeto individual. En Inglaterra se utilizó, en la experimentación el diseño de caso único, motivado en una gran parte por el trabajo de Shapiro (Yates, 1970a, 1970b). En los Estados Unidos este enfoque también fue característico en la metodología operante, que había sido desarrollada mucho antes y ya se aplicaba al ámbito terapéutico. Por supuesto, en la mayor parte de la investigación realizada dentro de la línea de la modificación de conducta se han utilizado diseños de grupos más que de caso único, y esto tanto en Inglaterra como en Estados Unidos. RESUMEN Y CONCLUSIONES La transición entre la investigación experimental y las aplicaciones clínicas del condicionamiento comenzó con el trabajo sobre las neurosis experimentales. El desarrollo de reacciones neuróticas inducidas de forma experimental sugirió la idea de que el condicionamiento podía explicar la etiología de las neurosis y, como consecuencia, podía utilizarse en el tratamiento de los problemas neuróticos humanos. De hecho, la investigación sobre la eliminación de las neurosis experimentales condujo al descubrimiento de técnicas terapéuticas importantes, como por ejemplo la desensibilización sistemática. A medida que la investigación sobre el condicionamiento fue ampliándose al ser humano, el aprendizaje también fue ganando protagonismo como explicación fundamental tanto de la conducta normal como de la anormal. Este papel fue fomentado por la demostración de Watson y Rayner, y M. C. Jones de que podían creer y eliminar el miedo en los niños siguiendo un procedimiento basado en el condicionamiento. El trabajo de estos investigadores fue seguido por otras muchas aplicaciones terapéuticas del condicionamiento. El desarrollo de la investigación y de la teoría del aprendizaje en los Estados Unidos dio paso a modelos conceptuales de la psicopatología, la personalidad y la terapia, en combinación con las conceptualizaciones tradicionales. A Dollard y Miller se debe el intento más ambicioso de integrar la teoría del aprendizaje con los conceptos psicodinámicos. Sin embargo, la influencia del aprendizaje se dejo notar por si misma, como por ejemplo en el estudio del condicionamiento verbal. Las primeras aplicaciones del condicionamiento a la psicopatología, a la personalidad y a la terapia, fueron la base de la modificación de conducta, y los avances clave en su historia se produjeron en Sudáfrica, Inglaterra y los Estados Unidos. FIGURAS La tabla 5.1 fue retomada de Historia de la Modificación de Conducta. Bilbao: Desclée de Brouwer. Cap.5