DÍA QUINTO: SAN JOSÉ, UN JUSTO VARÓN «La generación de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió separarse en secreto.» (Mt 1,18‐21) Lector: El evangelio de Mateo nos narra que san José, antes de soñar con el ángel que le indicaría que debía escapar junto a su familia a Egipto, se comportaba como un hombre justo, quien sabiendo que Santa María esperaba un hijo que no era de él, pensaba abandonarla, pero en secreto, para no exponerla en evidencia. Una actitud que no muchos tomarían si se ven en una situación similar. En nosotros Seminaristas, futuros sacerdotes, en nuestros hombros reposará la confianza de muchos, ya sea en la dirección espiritual, la confesión, la administración de los sacramentos o la administración de una parroquia u otra obra eclesial. Ser justos, como san José, es un atributo más que necesario para poder llevar adelante su misión evangelizadora como consagrados siguiendo su ejemplo. Rezamos: Padre Nuestro. Ave María, Gloria. Responsorio: V. San José, ruega por nosotros. R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo. 8