See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/345143123 El impacto de la lógica bayesiana en el desarrollo de la psicología Conference Paper · January 2019 CITATIONS READS 0 13 2 authors: Jorge López Puga Ana María Ruiz-Ruano García University of Granada University of Granada 84 PUBLICATIONS 359 CITATIONS 33 PUBLICATIONS 38 CITATIONS SEE PROFILE Some of the authors of this publication are also working on these related projects: Information Propagation in Psychological Networks View project Cross-cutting analysis and modelling at national scale in developing world View project All content following this page was uploaded by Ana María Ruiz-Ruano García on 01 November 2020. The user has requested enhancement of the downloaded file. SEE PROFILE EL IMPACTO DE LA LÓGICA BAYESIANA EN EL DESARROLLO DE LA PSICOLOGÍA Jorge López Puga y Ana Mª Ruíz-Ruano García Universidad Católica de Murcia (UCAM) Resumen: En este trabajo presentamos, de manera muy breve, algunos de los hitos históricos de la psicología que se asocian con la idea que subyace en el teorema de Bayes. En primer lugar, abordaremos la psicofísica clásica y cómo ésta se aprovechó de la idea de magnitud subjetiva propuesta por Daniel Bernoulli. El aprendizaje, tanto desde un punto de vista psicológico como neural, será interpretado como el reflejo del razonamiento inductivo que proporciona el teorema de Bayes. También dedicaremos un espacio a comentar la simbiosis que se produjo el siglo pasado entre estadística bayesiana y psicología en el área de la metodología de las ciencias del comportamiento. Para terminar, señalamos los posibles peligros que amenazan a la evolución de la ciencia psicológica si se utiliza la lógica bayesiana evitando el pensamiento crítico. Palabras clave: Teorema de Bayes, Aprendizaje, Psicología, Neurociencia, Estadística. THE IMPACT OF BAYESIAN LOGIC IN PSYCHOLOGY DEVELOPMENT Abstract: We briefly present some of the most relevant historical events in which psychology and Bayes’ theorem are associated. Firstly, we back to psychophysics to stress how classical psychophysicists took advantage from the idea of subjective magnitude introduced by Daniel Bernoulli. Both, learning from a neural and psychological point of view will be interpreted as form of inductive reasoning under the logic of Bayes’ Theorem. We spend some time describing the link between Bayesian statistics and psychology and how it produced progresses in the methodological area of behavioural sciences. Finally, we suggest some risks of using Bayesian logic avoiding critical thinking. Key words: Bayes’ Theorem, Learning, Psychology, Neuroscience, Statistics. INTRODUCCIÓN La historia de la humanidad, al igual que la de las matemáticas, ha ido tomando forma gracias a pequeños “pasitos”. En algunas ocasiones estos pasitos (o la suma de algunos de ellos) han provocado cambios radicales en la cosmovisión de las sociedades imperantes de una época. Habría que consultar con personas dedicadas a la historiología, pero, al menos fenomenológicamente, parece ser que la historia de la humanidad y las matemáticas evolucionan análogamente a como Thomas Kuhn (1970) propuso que evolucionaba la ciencia: a base de saltos y cambios de paradigma que alternan periodos de ciencia normal con periodos revolucionarios. 54 Aludir conjuntamente a la historia de las matemáticas y de la humanidad no ha sido accidental en el inicio de este trabajo porque, en cierto modo, el desarrollo histórico de la humanidad y el de las matemáticas ha sido paralelo. Ese paralelismo evolutivo quedaría patente al observar la naturaleza científica y tecnológica que caracteriza a la humanidad. Así, podríamos decir que tanto la evolución de la ciencia (entendida como empresa orientada a la comprensión del universo y la naturaleza) como de la tecnología (cuyo propósito es controlar el universo y la naturaleza) ha estado condicionada por los avances acaecidos en las matemáticas. Más específicamente, podríamos destacar el papel que hitos matemáticos concretos han tenido sobre la IV Congreso Nacional de Psicología evolución social humana. Por ejemplo, podríamos centrarnos en los teoremas matemáticos. En términos matemáticos, un teorema es la consecuencia directa de un axioma; mientras que un axioma es una afirmación cuya veracidad es tan evidente que no existe duda sobre su certeza (Lahoz-Beltra, 2019). En la historia de las matemáticas podemos identificar teoremas que podrían ser como puntos arquimédicos que han desencadenado, de un modo u otro, revoluciones o cambios de paradigma científicos. Así, por ejemplo, podríamos considerar al teorema de Pitágoras como el “responsable” del descubrimiento de los números irracionales (Luque y Calero, 2019), del perfeccionamiento de la idea de infinito (Rossell, 2019) y, como consecuencia, del cálculo infinitesimal (Navarrete, 2019). O, por proporcionar otro ejemplo, también podríamos aludir al teorema de Tales que permitió a la humanidad estimar distancias entre cuerpos celestes, aproximarnos al tamaño de nuestro planeta o navegar por los océanos haciendo uso de técnicas de paralaje estelar, así como, hoy en día, usar el GPS (Ballesteros, 2019). El teorema de Bayes (1763) en su versión contemporánea alude al concepto de probabilidad condicionada. Puede ser considerado como el resultado de aplicar la idea de probabilidad condicional a la conjunción (ocurrencia conjunta) de eventos dependientes. Verbalmente podríamos decir que el teorema de Bayes sirve para actualizar la probabilidad de ocurrencia de uno o varios eventos en función de la ocurrencia (o conocimiento que tenemos sobre su ocurrencia) de otro u otros eventos (Eddy, 2004). Como trataremos de ilustrar en las próximas líneas, este teorema ha sido vinculado con aproximaciones “subjetivas” orientadas al estudio de la probabilidad y sus cálculos asociados. En nuestra opinión, esta tendencia a aproximarse al estudio de la realidad desde un punto de vista “subjetivo” ha tenido consecuencias positivas para el desarrollo de la psicología y ha contribuido, en cierto modo, a dotar a la psicología de una naturaleza más científica. En las siguientes secciones trataremos de revisar algunos hitos que han marcado la historia de la psicología y que han contribuido a afianzar su estatus científico. Para cada una de estas referencias históricas trataremos de mostrar cómo la idea de “subjetividad” latía en la esencia misma de los fenómenos psicológicos estudiados y cómo la lógica que subyace al teorema de Bayes impregna aquello que nos ha llegado de esas partes de la historia. El método de trabajo llevado a cabo para desarrollar este capítulo no está basado en un procedimiento sistemático del estudio de la literatura científica (como cabría esperar en una revisión sistemática o meta-análisis) sino que, más bien, podría considerarse como una aproximación “no exhaustiva” al estudio histórico de la influencia del teorema de Bayes en la psicología. Es más, las relaciones que planteamos en este trabajo entre la lógica bayesiana y la psicología no están explícitamente puestas de manifiesto en la literatura consultada y citada, sino que, más bien, son fruto nuestro análisis reflexivo de la historia y de los conceptos tratados. Por otro lado, debido a la limitación espacial, sólo nos hemos centrado, como indicamos más arriba, en algunos eventos que consideramos esenciales para poner de relevancia el impacto de la lógica bayesiana en psicología. LA PSICOFÍSICA Los psicofísicos alemanes clásicos del siglo XIX como Ernst Heinrich Weber o Gustav Theodor Fechner estaban interesados, casi obsesionados, en encontrar el formalismo matemático que describiese la relación que se establece entre las dimensiones física y psicológica de la realidad. En su intento por encontrar la significación psicológica que tenían diferentes magnitudes físicas se aventuraron a buscar ecuaciones que modelasen con precisión la relación que se establece entre la magnitud física de un estímulo y la sensación psicológica (subjetiva) que éste produce. Esta concepción dicotómica (física y psicológica) de la realidad y la naturaleza eminentemente subjetiva de las percepciones psicológicas tuvieron consecuencias históricas relevantes para la evolución del escalamiento psicológico, pero no las abordaremos aquí. Más bien, nos gustaría llamar la atención sobre el componente subjetivo del problema. El historiador David Hothersall (1997) sugiere que Weber conocía los trabajos de Daniel Bernoulli, miembro de una de las dinastías de matemáticos más relevantes de la historia, sobre la valoración subjetiva del riesgo. Los trabajos de Bernoulli (1954) daban a entender que la valoración que hacían diferentes personas de una misma cantidad no era la misma. Es decir, que un mismo número (o riesgo entendido numéricamente) 55 Jorge López Puga y Ana Mª Ruíz-Ruano García producía diferentes valoraciones subjetivas en diferentes personas. Era como si, ante una misma realidad objetiva numéricamente, diferentes personas, en función de su experiencia, valorasen el riesgo de forma diferente. Presumiblemente, esta idea condujo a Weber a considerar que la realidad estaba compuesta por una dimensión física (objetiva) y otra psicológica (subjetiva). Más recientemente, algunas ramas de la estadística, como la denominada estadística bayesiana o subjetiva, considera que la probabilidad es, epistemológicamente, algo subjetivo. Es decir, que la probabilidad, frente a la realidad objetiva, sería una estimación mental del estado (futuro, pasado o incluso presente) de la naturaleza condicionada por nuestro estatus de conocimiento (véase, Dixon, 1970). NEUROCIENCIA DEL APRENDIZAJE Si seguimos a Candland (1971) podríamos decir que la psicofísica todavía está activa en nuestros días ya que “si la psicofísica está muerta, (…) posee uno de los espíritus más vigorosos que hayan tornado a la Tierra para correr aventuras” (p. 13). En cierto modo, podríamos considerar a la neurociencia cognitiva actual como un reflejo de la psicofísica clásica. Si nos centramos, por ejemplo, en el estudio de los procesos cognitivos básicos como la atención, la memoria o el aprendizaje y tratamos de entenderlos a nivel físico-neural no estamos haciendo otra cosa sino psicofísica contemporánea (Ehrensetin y Ehrensetin, 1999). No hay un área de conocimiento psicológica más claramente vinculada con el teorema de Bayes que el campo del aprendizaje. Si consideramos que el condicionamiento clásico (Pavlov, 1927) es un mecanismo básico de aprendizaje y lo analizamos en términos probabilísticos, podemos apreciar que el estímulo incondicionado sería análogo a una probabilidad previa mientras que la respuesta condicionada se asociaría con el concepto de probabilidad posterior. Es decir, el teorema de Bayes es una herramienta apropiada para modelar el proceso de aprendizaje en el paradigma de condicionamiento clásico. Del mismo modo que el teorema de Bayes puede utilizarse para actualizar probabilidades cuando disponemos de más información de un fenómeno, el organismo responde diferencialmente al estímulo condicionado a medida que aumentan los ensayos de condicionamiento clásico. 56 Los trabajos de Premack (1959, 1961) pueden interpretarse mucho más claramente en relación con el teorema de Bayes cuando hace alusión a la tasa independiente de una respuesta. Es decir, que no solo el condicionamiento clásico, sino tanto el instrumental como el operante podrían entenderse bajo la óptica del teorema de Bayes y el cálculo de probabilidades condicionadas (Domjan y Burkhard, 1982). Así, durante las últimas décadas del siglo XX los teóricos e investigadores del ámbito de las ciencias de la computación se apoyaron en el principio de Heeb o principio de estabilización (Carlson, 2000) selectiva para desarrollar modelos abstractos del aprendizaje neural humano (Quinlan, 1991). Podríamos decir, que uno de los grandes hitos de la neurociencia fue, en este sentido, observar que los procesos electrofisiológicos que se producen en redes neurales simples son los que se postulaban al principio del siglo XX bajo el paradigma del condicionamiento clásico (Kandel, Schwartz, y Jessell, 1997). MODELOS GRÁFICOS Y REDES La psicología del aprendizaje del inicio del siglo XXI estuvo marcada, a nuestro entender, por los avances que se produjeron en el ámbito de las ciencias de la computación y por los desarrollos producidos en el contexto de la Inteligencia Artificial (véanse, por ejemplo, Pearl, 2000, 2001, 2002). Una nueva forma de entender y estudiar los fenómenos naturales y sociales surgió auspiciada por lo que podríamos denominar filosofía de red. Gracias al aumento de cómputo de los ordenadores y a su abaratamiento, los modelos gráficos y topográficos de problemas complejos empezaron a poder desarrollarse en cualquier despacho de universidad. Una de las teorías más sugerentes sobre la cognición y el aprendizaje humano puede atribuirse a Glymour (2001, 2003) y colaboradores (véase, por ejemplo, Gopnik et al., 2004; Gopnik et al., 2001, Gopnik y Schulz, 2004; Sobel, Tenenbaum, y Gopnik, 2004). Esta propuesta teórica alude clara y directamente al teorema de Bayes, así como a los modelos de red bayesiana, para tratar de comprender, estudiar o analizar el aprendizaje y la cognición humana. De esta manera, las variables implicadas en los procesos de aprendizaje son consideradas como distribuciones de probabilidad que están enlazadas unas con otras por medio de arcos que denotan dependencia causal. IV Congreso Nacional de Psicología METODOLOGÍA DE LAS CIENCIAS DEL COMPORTAMIENTO La psicología es considerada una ciencia porque, para aproximarse al conocimiento, se apoya, utiliza o aplica el método científico (Bachrach, 1994; León y Montero, 2003). En el último siglo la óptica estadística con que se han analizado los datos en psicología, y en un amplio espectro de ciencias sociales y de la salud, se ha basado en lo que se ha venido a denominar contraste de significación de hipótesis nulas (del inglés null hypothesis significance testing o NHST en forma abreviada). Sin embargo, este modelo estadístico de aproximación al estudio de la naturaleza ha sido criticado duramente prácticamente desde sus inicios. Desde un punto probabilístico, el principal problema de este modelo de contraste de hipótesis científicas ha girado en torno al uso e interpretación del p-valor de un test estadístico (véase, por ejemplo, Bakan, 1966; Cohen, 1994; Dar, Serlin, y Omer, 1994; Halsey, Currant-Everett, Vowler, y Drummond, 2015; Orlitzky, 2012; Rosnow y Rosenthal, 1989; Stern, 2016; Wagenmakers, 2007; Wasserstein y Lazar, 2016). Por circunstancias que no vamos a entrar a analizar, da la sensación de que la psicología ha asumido el liderazgo en este ámbito para tratar de mejorar el pensamiento estadístico en el ámbito científico. Por señalar únicamente un trabajo que consideramos crítico en este sentido, podemos remontarnos al inicio de la década de los sesenta cuando fue publicado el artículo de Edwards, Lindman y Savage (1963) donde se introducen las bases de lo que hoy conocemos como inferencia bayesiana y que puede considerarse como la semilla de lo que hoy es esta área de la estadística para la psicología. En nuestra opinión, el desarrollo del software libre JASP (https:// jasp-stats.org) al auspicio del Departamento de Métodos Psicológicos de la Universidad de Ámsterdam y liderado por Eric-Jan Wagenmakers es fruto de aquel intento por mutar el paradigma científico imperante en la época. Como consecuencia, el análisis estadístico de datos en psicología está, poco a poco, pasando de centrarse en estadísticos o parámetros (medias o proporciones) a fijarse en distribuciones de probabilidad. Más que estimación puntual de parámetros, cada vez es más interesante estudiar distribuciones de probabilidad de variables. Algo que, por otro lado, está en mucha más sintonía con lo que viene siendo la naturaleza masiva de datos y la potencia computacional de nuestros tiempos. Este es el motivo por el que el software JASP esté tratando de popularizar el uso de la estadística bayesiana por medio del uso de los Factores de Bayes (Kass y Raftery, 1995). Éste es, sin duda, uno de los ámbitos de estudio y discusión más apasionantes en que la psicología está inmiscuida en este momento (véase, por ejemplo, Held y Ott, 2018; Hoijtink, van Kooten, y Hulsker, 2016a, 2016b; Jeon y De Boeck, 2017; Jarosz y Wiley, 2014; Morey y Rouder, 2011; Morey, Wagenmakers, y Rouder, 2016; Stern, 2016; Wagenmakers, 2007). CONCLUSIONES Como hemos tratado de mostrar muy superficialmente, el teorema de Bayes parece haber favorecido la evolución de la psicología en algunas de sus dimensiones. La idea de subjetividad y, a la vez, de rigor científico que acompaña a este teorema parece haber servido de inspiración a las personas de ciencia que se han dedicado a la psicología a lo largo de los siglos. Y, lo que es más, el intento de formalizar matemáticamente la incertidumbre presente en la naturaleza y el universo ha servido de apoyo para el desarrollo de ideas que han condicionado la evolución teórica de la psicología. Creemos que este proceso aún no está acabado y la simbiosis entre teorema de Bayes y psicología está aún en un estadio de desarrollo temprano. Esta sinergia tiene la potencialidad de coadyuvar en el próximo, o próximos, cambios de paradigma para la ciencia psicológica. Sin embargo, no creemos que esto sea una panacea. Es cierto que la lógica subyacente en el teorema de Bayes es esencial para el crecimiento de la psicología, pero, al igual que el teorema de Pitágoras tuvo un papel principal en la crisis matemática que dio a luz el descubrimiento de los números inconmensurables (Luque y Calero, 2019), también creemos que corremos ciertos riesgos si se abusa de la esencia de este teorema. En primer lugar, y quizá menos importante, si nos fijamos en lo expuesto en el epígrafe anterior, cambiar de una herramienta estadística a otra podría no solucionar nada. O, lo que es peor, podría acrecentar los problemas. Es decir, pasar, sin más, de usar el p-valor de un test 57 Jorge López Puga y Ana Mª Ruíz-Ruano García estadístico a usar el Factor de Bayes para tomar decisiones científicas o construir conocimiento podría no ser bueno si se sigue actuando de manera estereotipada sin pensar estadísticamente (Gigerenzer, 1998; 2004; 2018). Dicho de forma más mundana, sería como “tener el mismo perro, pero con distinto collar”. Lo peor, en nuestra humilde opinión, es que confiar excesivamente en modalidades de razonamiento inductivo podría conducirnos a errar en el intento científico de aproximarnos a la verdad. Posiblemente sea cierto que cualquier conocimiento certero que nos permite realizar razonamientos deductivos se ha forjado a base de razonamiento inductivo (Jeffreys, 1931), pero quizá no sea menos cierto que el razonamiento inductivo puede conducirnos a errar en nuestros razonamientos. Por ejemplo, la psicología ha encontrado datos que sugieren que las personas sucumbimos ante el sesgo de confirmación. Es decir, que tendemos a buscar información sistemáticamente que confirme nuestras hipótesis en vez de buscar información que las desafíe. Un ejemplo clásico sería aquel diseñado por Wason (1960) en el que se pedía a los participantes que tratasen de encontrar la regla (oculta) que gobernaba en la serie {2, 4, 6} que planteaba el investigador. Los participantes, tanto por sus respuestas verbales como matemáticas, ponían de manifiesto que, en la mayoría de los casos, las personas tendemos a confirmar más que a desconfirmar hipótesis previas. Por consiguiente, tememos que confiar excesivamente en procedimientos de razonamiento inductivo, sobre todo en ausencia de pensamiento crítico, podrían ser problemáticos. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Bachrach, A. J. (1994). Cómo investigar en psicología (4ª ed.). Madrid: Morata. (Trabajo original publicado en 1966) Bakan, D. (1966). The test of significance in psychological research. Psychological Bulletin, 66, 423-437. Ballesteros, F. J. (2019). Midiendo el cielo y la tierra. Madrid: EMSE EDAPP y Prisanoticias. Bayes, T. (1763). 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