Subido por arodriguezturinco

LIBRO DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES LISANDRO PEÑA NOSSA

Anuncio
A mi esposa, María Consuelo,
y a mis hijos, María Constanza y Luis Fernando.
Introducción
La materia de sociedades comerciales forma parte del Libro II del Código de
Comercio, el cual se divide en diez títulos que comprenden dos grandes temas:
el primero contiene los principios y normas reguladoras de las sociedades en
general, y el segundo, el régimen de las distintas formas que tipiican la sociedad
en las cuatro especies o tipologías, tales como la colectiva, la anónima, la de
responsabilidad limitada y las comanditarias en sus dos modalidades, con sendos
títulos adicionales para las empresas y sociedades unipersonales y la sociedad de
hecho. De igual manera, el tema societario se ha dividido aquí en cuatro partes.
En la parte primera se presentan los principios y reglas que son pilares de todas
las formas societarias. De ahí que se estudia la libertad de asociación, fundamento
de su constitución, para luego entrar en el análisis de su personalidad jurídica, su
formación contractual, sus requisitos de contenido y forma, con particular énfasis
en los elementos que exige la ley para la existencia de la sociedad comercial.
En la parte segunda se analizan los diferentes tipos societarios y se exponen las
reglas propias de cada uno. Obsérvese que se inicia con la sociedad colectiva,
también denominada de personas, y seguimos con la anónima conocida como
de capital o de inversión. Esto se debe a que al tener un conocimiento claro y
detallado del régimen legal de cada una de estas sociedades, sus disposiciones les
serán aplicables como lo expresa el legislador cuando señala que a las sociedades
de responsabilidad limitada, en lo no previsto, se les aplicarán las normas de la
sociedad anónima, y en las sociedades en comandita, a los gestores se les aplicarán
las normas de las compañías colectivas; del mismo modo, para los comanditarios
serán las normas de la sociedad de responsabilidad limitada, si es una sociedad
simple, y si es por acciones, le aplicará las normas de la sociedad anónima.
Así mismo, se abordan con precisión los temas sobre la empresa unipersonal,
XXII
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
las sociedades pluripersonales y el nuevo régimen de la sociedad por acciones
simpliicada.
En la parte tercera se expone la gestión interna y externa de la sociedad, explicando,
en primer lugar, los órganos en que reside la dirección y el control, por ser estos los
medios a que tienen derecho los socios y terceros para cerciorarse, por lo menos
periódicamente, del curso y resultados de los negocios sociales. Tal derecho se
materializará con la regulación de la asamblea general de accionistas, el quórum o
mayorías decisorias, las acciones de impugnación de los acuerdos societarios, etc.
También se resalta la noción de las utilidades, por ser esta el motivo común que
induce a los socios al contrato y sin el cual no hay sociedad.
La última parte desarrolla tres temas. El primero de ellos tiene que ver con la
disolución de las sociedades comerciales; se hace la exposición de las causales
generales aplicables a cualquier sociedad y de las causales especiales aplicables
a cada tipo societario; en el segundo tema, el régimen de liquidación de las
sociedades comerciales, se explican las reglas y procedimientos para obtener la
liquidación judicial; y por último se incorpora la Ley 1116 de 2006 y la Ley 1429
de 2010, que contiene el régimen de la reorganización y liquidación judicial, la
validación judicial de acuerdos privados y la insolvencia transfronteriza.
Presento esta obra que, por su contenido y los soportes con que se explican
algunas normas, solo tiene un destinatario principal: el estudiante de derecho,
quien debe conocer el alcance de las normas y la interpretación que a ellas le dan
los altos tribunales y la Superintendencia de Sociedades. Conocer con claridad
y concreción el alcance de las normas reguladoras sobre el tema le servirá al
estudiante de fuente y criterio orientador para adentrarse en las discusiones,
cuyos argumentos, solo él podrá aceptar o rechazar mediante una formación clara
y deinida.
En in, se trata de una obra de doctrina con claras intenciones didácticas, lo
que explica, dicho sea de paso, que sean escasas las citas de autores nacionales y
extranjeros, aunque abunda en jurisprudencia y conceptos de la Superintendencia
de Sociedades, de donde se extrae el alcance y contenido de las normas.
Capítulo I
La empresa en la Constitución
Política de Colombia
1. Derecho a la libre asociación, empresa e iniciativa
privada
La Constitución Política, fuente primaria del derecho comercial en Colombia, les
coniere a los ciudadanos la libertad de organizarse como grupo para desarrollar
los ines de su actividad asociativa. La norma de normas contiene un variado
articulado que se reiere a la formación empresarial. Los artículos más importantes
en esta materia son el 38 y el 333, sobre libertad de asociación y la libertad de
empresa e iniciativa privada, respectivamente.
A) Noción
La libertad de asociación es considerada un derecho que corresponde a toda
persona y, por tanto, «se garantiza el derecho de libre asociación para el desarrollo
de las distintas actividades que las personas realizan en sociedad». Este derecho,
como lo ha sostenido la Corte Constitucional:
Tiene su raíz en la libre voluntad de las personas que deciden perseguir ines
lícitos a través de una organización unitaria en la que convergen, según su tipo,
los esfuerzos, recursos y demás elementos provenientes de sus miembros, y que
sirven de medio para la realización del designio colectivo. A la libre constitución
de la asociación —sin perjuicio de la necesidad de observar los requisitos y
trámites legales instituidos para el efecto—, se adicionan la libertad de ingreso
4
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
a ella y la libertad de salida, para completar el cuadro básico de esta libertad
constitucional que reúne así dos aspectos, uno positivo y otro negativo, sin los
cuales no habría respeto a la autonomía de las personas (el énfasis es añadido)
(1994, C-041).
Como podemos observar, el derecho de asociación es de doble vía, por cuanto no
solo otorga la posibilidad de unirse a una organización, sino que de igual modo
determina la desvinculación o separación de la misma, es decir:
El derecho de asociación bien puede manifestarse mediante la integración o el
acceso a una organización conformada con cualquiera de esos propósitos y/
o manifestándose mediante la negación para hacer parte de una organización
determinada o desvinculándose de ella. Las dos facultades han sido objeto de
reconocimiento constitucional, pues constituyen un legítimo ejercicio tanto de la
cláusula general de libertad como de las libertades de pensamiento, expresión y
reunión (Corte Constitucional, 2002, Sentencia C-792).
Entonces, es más una «facultad libre y voluntaria que tienen todas las personas de
organizarse con un in común lícito» (Corte Constitucional 1994, sentencia
C-272).
Esta facultad se evidencia en otras libertades constitucionales que se encuentran
reseñadas en el artículo 333 de la Constitución y que son inherentes al individuo
y, en la medida en que se hagan efectivas, implican obligaciones y suponen
responsabilidades. Dichas libertades son:
• La libertad de empresa: es un derecho de carácter económico constitucional
que se reconoce a favor de los empresarios. Es la libertad para ejecutar o
desarrollar una determinada actividad y que otorga la potestad de crear,
elegir y dirigir el tipo de empresa que desee formarse. Esta libertad es la base
del desarrollo económico y otorga al individuo la facultad de desarrollar un
objeto social con animus lucrandi, pero dentro de las limitaciones impuestas
por la Constitución Política y por las leyes, por razón de la moral, las buenas
costumbres, la utilidad pública y el interés social.
• La iniciativa privada: es un derecho que se reconoce a toda persona para
participar en determinado sector económico y cuyo in es lograr un beneicio
de carácter económico. La característica principal de la iniciativa privada
es que el capital invertido no procede del gobierno sino de los particulares,
es decir, todo aquel que tenga una empresa grande o mediana conforma la
iniciativa privada. Esta debe sujetarse a los límites del bien común y para su
ejercicio nadie podrá exigir permisos previos ni requisitos, si ello no se señala
legalmente.
• La libertad económica: es un derecho constitucional que otorga la potestad
para escoger y dedicarse libremente a una determinada actividad económica.
Esta libertad se encuentra enmarcada dentro de determinados deberes
PARTE 1 - CAP. I: LA EMPRESA EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA
y derechos, uno de los cuales es la garantía de la propiedad privada que
cumple una función de carácter social y ecológico. El Estado evitará que sea
restringida y controlará cualquier abuso originado por la posición dominante
en el mercado; además, delimitará el alcance de esta libertad, si así lo exige el
interés social.
• La libre competencia económica: es un derecho a disputar con otro competidor
dentro del mercado sin ser discriminado. Su objetivo principal es promover la
competencia entre las empresas existentes en el mercado y la calidad de bienes
y servicios a un bajo precio. Esta libertad supone responsabilidades y, por
tanto, no excluye la injerencia del Estado para alcanzar determinados ines,
como los que le son indicados en los artículos 64, 65 y 66 de la Constitución1.
Respecto a estas cuatro libertades, la Corte Constitucional ha señalado:
La Constitución establece la libre competencia como principio, que ella plasma
la libre iniciativa privada y la libertad de empresa, que la libertad económica está
garantizada y que la gestión estatal debe cristalizarse en medidas que impidan
su obstrucción o restricción, en especial si estas surgen merced al predominio
de productores u oferentes de productos o servicios considerados en particular
(Corte Constitucional, 1995, sentencia C-398).
Como se señaló anteriormente, la libre competencia es la posibilidad de entrar en
el mercado y participar en él en iguales condiciones, y ello en el fondo implica que
cualquier particular podrá constituir su propia empresa, sin que sea necesaria la
intervención estatal en la misma, pues cada persona tiene la libertad de escoger la
actividad que quiera realizar, siempre y cuando atienda a los principios del bien
común y del orden público, explicados a continuación.
1
«Artículo 64. Es deber del Estado promover el acceso progresivo a la propiedad de la tierra de
los trabajadores agrarios, en forma individual o asociativa, y a los servicios de educación, salud,
vivienda, seguridad social, recreación, crédito, comunicaciones, comercialización de los productos, asistencia técnica y empresarial, con el in de mejorar el ingreso y calidad de vida de los
campesinos.
Artículo 65. La producción de alimentos gozará de la especial protección del Estado. Para tal
efecto, se otorgará prioridad al desarrollo integral de las actividades agrícolas, pecuarias, pesqueras, forestales y agroindustriales, así como también a la construcción de obras de infraestructura física y adecuación de tierras.
De igual manera, el Estado promoverá la investigación y la transferencia de tecnología para la
producción de alimentos y materias primas de origen agropecuario, con el propósito de incrementar la productividad.
Artículo 66. Las disposiciones que se dicten en materia crediticia podrán reglamentar las condiciones especiales del crédito agropecuario, teniendo en cuenta los ciclos de las cosechas y de los
precios, como también los riesgos inherentes a la actividad y las calamidades ambientales».
5
6
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
B) Límites y restricciones a estas libertades (asociación,
empresa, competencia y económica)
Como ya vimos, los derechos suponen obligaciones y responsabilidades que
imponen ciertas restricciones o limitaciones que el individuo debe tener en cuenta
al formar y desarrollar su empresa. Así tenemos el numeral 1 del artículo 95 de la
Carta Política que señala el deber de «respetar los derechos ajenos y no abusar de
los propios» y, por tanto, en caso de conlicto, prevalecerá el bien común o interés
general. Estos límites que se imponen en forma general son aplicables al ejercicio
de cualquier derecho y, por consiguiente, se les reconocerá tal calidad siempre y
cuando se encuentren dentro de esos límites.
En todo caso, el ejercicio de la libertad económica y de empresa se sujetará, en
virtud del principio de legalidad2, a las disposiciones que la ley coniera en ese
sentido, tales como la intervención del Estado en la economía (Constitución
Política, artículo 3343). En este caso, aquel posee por mandato legal la dirección de
la economía y, por ende, será el encargado de asegurar que los bienes y servicios
sean distribuidos de manera equitativa y que su acceso sea efectivo, con especial
vigilancia y control a la población que tenga menores ingresos.
Igualmente, el artículo 93 de la Carta Política indica otro tipo de restricciones
cuando expresa que «los derechos y deberes consagrados en esta Carta se interpretarán de conformidad con los tratados internacionales sobre derechos humanos ratiicados por Colombia». La mayoría de dichos tratados4 han establecido
2
Este principio implica una limitación a la actuación del Estado y al ejercicio de sus potestades,
pues deberán sujetarse a lo que dicte expresamente el ordenamiento jurídico.
3
«La dirección general de la economía estará a cargo del Estado. Este intervendrá, por mandato
de la ley, en la explotación de los recursos naturales, en el uso del suelo, en la producción, distribución, utilización y consumo de los bienes, y en los servicios públicos y privados, para racionalizar la economía con el in de conseguir el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes,
la distribución equitativa de las oportunidades y los beneicios del desarrollo y la preservación
de un ambiente sano.
El Estado, de manera especial, intervendrá para dar pleno empleo a los recursos humanos y
asegurar que todas las personas, en particular las de menores ingresos, tengan acceso efectivo a
los bienes y servicios básicos. También para promover la productividad y la competitividad y el
desarrollo armónico de las regiones».
4
Declaración Universal de Derechos Humanos (1948, artículos 20 y 23); Convención sobre el
Estatuto de los Refugiados (1951, art. 15); Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales
y Culturales (1966, art. 8o); Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966), artículo
21: «El derecho a la asamblea pacíica deberá ser reconocido. Ninguna restricción podrá ser
impuesta al ejercicio de este derecho, a excepción de las restricciones impuestas en conformidad
con la ley, las cuales son necesarias en una sociedad democrática con el interés en la seguridad
nacional o la seguridad pública, el orden público, la protección de la salud pública o la moral o
PARTE 1 - CAP. I: LA EMPRESA EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA
como límites al ejercicio del derecho a la libre asociación: la necesidad de preservar la moral pública, la seguridad nacional, la seguridad jurídica, el orden público
y los derechos y libertades de los demás. Por esta razón, la intervención del Estado
procederá en aquellos casos en los que sean necesarias las restricciones en virtud
de dichos intereses, es decir, en pro del interés general y el bien común.
Entonces, vemos que los derechos de asociación y libertad de empresa se encuentran
limitados de manera compatible con la Constitución, pues los mismos se ejercen
dentro del marco del bien común. Como lo ha visto la Corte Constitucional:
Se iniere que la libertad económica no es un derecho absoluto, pues es el
mismo constituyente el que permite que el legislador le imponga límites para
realizar ines constitucionalmente valiosos. Por ello, es legítimo que el legislador
promulgue normas que limiten el ejercicio de esa libertad, pero debe hacerlo
siempre de manera compatible con el sistema de valores, principios y derechos
consagrados en la Carta, pues no se trata de anular el ejercicio de ese derecho, sino
de reconocerlo y promoverlo, sin desconocer el equilibrio que debe existir entre
su reconocimiento y la realización de otros ines constitucionales igualmente
valiosos (Corte Constitucional, 2002, Sentencia C-792).
Sin embargo, no es posible que el Estado restrinja de manera arbitraria e injustiicada los pilares fundamentales de la Constitución, como el pluralismo, la dignidad
humana y las libertades de pensamiento, expresión y asociación de las personas,
fundándose en postulados éticos o políticos, pues los individuos son igualmente
ines valiosos en sí mismos y el Estado no puede imponer modelos que violen su
libertad de pensamiento y expresión.
la protección de las libertades fundamentales y los derechos de los demás», artículo 22: «Toda
persona tiene derecho a asociarse libremente con otras, incluso el derecho a fundar sindicatos
y ailiarse a ellos para la protección de sus intereses. El ejercicio de tal derecho solo podrá estar
sujeto a las restricciones previstas por la ley que sean necesarias en una sociedad democrática,
en interés de la seguridad nacional, de la seguridad pública o del orden público o para proteger
la salud o la moral públicas o los derechos y libertades de los demás. El presente artículo no
impedirá la imposición de restricciones legales al ejercicio de tal derecho»; Declaración sobre
el Derecho y el Deber de los Individuos, los Grupos y las Instituciones de Promover y Proteger
los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales Universalmente Reconocidos (1998):«[...]
cada ciudadano a asociarse libremente con los demás en especial cuando el propósito es el trabajo para la protección y realización de las libertades y derechos fundamentales»; Proclamación
de Teherán (1968); Declaración sobre el Progreso y el Desarrollo en lo Social (1969); Declaración
sobre el Derecho al Desarrollo (1986); y Convención Americana sobre Derechos Humanos suscrita en la Conferencia Especializada Interamericana sobre Derechos Humanos (1969, San José,
Costa Rica; artículos 16 y 26).
7
8
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
C) Diferentes formas de asociación
El concepto de asociación es amplio, pero el uso de esta palabra suele limitarse a
solo algunas de sus formas. Sin embargo, es preciso entender su signiicado como el
género de todas las especies que ella comprende, entre las cuales están la sociedad,
la cooperativa y las corporaciones. Todas ellas parten de la misma base, es decir,
de una pluralidad de individuos que se encuentran vinculados jurídicamente,
mediante un pacto por el cual se comprometen a realizar actividades tendientes a
la consecución de un in común, el cual tendrá que ser lícito, posible y determinado
y cuya constitución deberá hacerse con observancia de las formalidades exigidas
en la ley, para de esta forma quedar dotadas de personería jurídica.
Es preciso advertir que no hacen parte de lo expuesto las fundaciones, pues estas
no están conformadas por personas, sino por fondos para un in especíico.
a) Asociación-sociedad5
Como lo mencionamos, el derecho a la asociación es una libertad que posee todo
individuo y que es reconocido indistintamente para todas las actividades que
este desarrolle en sociedad, es decir, para toda aquella actividad que implique un
esfuerzo conjunto y organizado. Surge la importancia, entonces, de determinar
qué se entiende por asociación y lo que la hace diferente de la sociedad comercial
como tal. Las asociaciones comprenden las especies denominadas corporaciones,
las cooperativas y las sociedades civiles y comerciales, entre otras.
En su sentido amplio, la asociación resulta ser la unión permanente o estable
de una pluralidad de individuos encaminados a cumplir sus ines propuestos,
ines que son comunes y lícitos, de naturaleza política, cultural o profesional6. La
sociedad, por su parte, entra a conformar una de las especies del género asociación,
tendiente a la persecución de un in económico o lucrativo percibido mediante la
distribución periódica entre los socios de las utilidades o ganancias generadas por
las actividades que realice.
5
En el concepto de la Superintendencia de Sociedades número 220-74183 de noviembre de 1998,
se deine la sociedad como «la unión de dos o más personas que a través de un negocio jurídico
convienen en poner una cosa con la intención de repartirse la utilidad que puede resultar por
el desarrollo de alguna actividad de producción, transformación, administración o custodia de
bienes o la prestación de servicios. De ahí que las utilidades sociales redundan en provecho de
sus socios o accionistas, en proporción a su participación dentro de la forma asociativa escogida
y regulada en el Código de Comercio, la cual constituida legalmente forma una persona jurídica
distinta de los socios individualmente considerados, implicando desde su nacimiento atribuciones que la particularizan en sus relaciones jurídico económico [s/c] y no posteriormente».
6
La asociación no podrá tener ines dirigidos a la obtención de beneicios económicos, pues en
tal caso se trataría de una sociedad.
PARTE 1 - CAP. I: LA EMPRESA EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA
Aunque su conformación y estructura son parecidas, su régimen jurídico es
distinto, toda vez que la asociación se encuentra regulada por el Código Civil en
todo lo referente a sus actividades y a lo que se requiera para el desarrollo de las
mismas (decreto 2150 de 1995, artículos 40, 42 y 45)7. Así:
7
Artículo 40. Supresión del reconocimiento de personerías jurídicas. «Suprímase el acto de reconocimiento de personería jurídica de las organizaciones civiles, las corporaciones, las fundaciones,
las juntas de acción comunal y de las demás entidades privadas sin ánimo de lucro.
Para la obtención de su personalidad, dichas entidades se constituirán por escritura pública o
documento privado reconocido, en el cual se expresará, cuando menos, lo siguiente:
1. El nombre, identiicación y domicilio de las personas que intervengan como otorgantes.
2. El nombre.
3. La clase de persona jurídica.
4. El objeto.
5. El patrimonio y la forma de hacer los aportes.
6. La forma de administración con indicación de las atribuciones y facultades de quien tenga a
su cargo la administración y representación legal.
7. La periodicidad de las reuniones ordinarias y los casos en los cuales habrá de convocarse a
reuniones extraordinarias.
8. La duración precisa de la entidad y las causales de disolución.
9. La forma de hacer la liquidación una vez disuelta la corporación o fundación.
10. Las facultades y obligaciones del revisor iscal, si es del caso.
11. Nombre e identiicación de los administradores y representantes legales.
Las entidades a que se reiere este artículo formarán una persona distinta de sus miembros o
fundadores individualmente considerados, a partir de su registro ante la cámara de comercio
con jurisdicción en el domicilio principal de la persona jurídica que se constituye. Parágrafo.
Con sujeción a las normas previstas en este capítulo, el gobierno nacional reglamentará la forma
y los plazos dentro de los cuales las personas jurídicas de derecho privado actualmente reconocidas se inscribirán en el registro que lleven las cámaras de comercio.
Artículo 42. Los estatutos y sus reformas, los nombramientos de administradores, los libros, la
disolución y la liquidación de las personas jurídicas, formadas según lo previsto en este capítulo,
se inscribirán en la cámara de comercio con jurisdicción en el domicilio principal de la persona
jurídica en los mismos términos, tarifas y condiciones previstos para el registro de actos de las
sociedades comerciales. Para la inscripción de nombramientos de administradores y revisores
iscales, se requerirá la aceptación previa de las personas designadas.
Artículo 45. Excepciones. Modiicado. Ley 537 de 1999, art. 1°. El nuevo texto es el siguiente:
«Lo dispuesto en este capítulo no se aplicará para las instituciones de educación superior; las
instituciones de educación formal y no formal a que se reiere la Ley 115 de 1994; las personas
jurídicas que prestan servicios de vigilancia privada; las iglesias, confesiones y denominaciones
religiosas, sus federaciones, confederaciones, asociaciones de ministros; las reguladas por la Ley
100 de 1993 de seguridad social, los sindicatos y asociaciones de trabajadores y empleadores;
partidos y movimientos políticos; cámaras de comercio, y a las organizaciones comunitarias de
primero, segundo, tercero y cuarto grados y las demás personas jurídicas respecto de las cuales
la ley expresamente regula en forma especíica su creación y funcionamiento, todas las cuales se
regirán por sus normas especiales».
9
10
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
(…) de conformidad con el título xxxvi del Código Civil, las personas jurídicas
por él reguladas son de dos clases: asociaciones8 y fundaciones de beneicencia
pública. En la formulación original se previo que las fundaciones solo podían
existir en virtud de una ley —artículo 6349—, mientras que en relación con las
asociaciones no se plasmó formulación alguna [...] el desarrollo posterior de la
legislación merced a la expedición sucesiva de numerosas normas no incluidas
en la preceptiva del Código en referencia dio lugar a la existencia de nuevas
modalidades de personas jurídicas, excediendo el primitivo criterio que las
limitaba a asociaciones y fundaciones de beneicencia pública y plasmó requisitos
especíicos para la constitución, objeto, estatutos, reforma y disolución de los
diversos tipos de entidades, reconocimiento de personería jurídica, control y
vigilancia (Corte Constitucional, 2005, sentencia C-670).
La personería jurídica de este tipo de organizaciones civiles, a diferencia de las
sociedades, se obtiene mediante su constitución por escritura pública o documento
privado y su registro ante la cámara de comercio, acto de registro a partir del cual
surge la persona jurídica, distinta de los individuos que han participado en la
constitución (decreto 2150 de 1995, artículo 40).
b) Cooperativas10-sociedad
La cooperativa es una especie de asociación en la que sus miembros son aportantes
y a la vez gestores dedicados a la consecución de sus ines, los cuales son,
principalmente, satisfacer las necesidades de sus miembros y de los habitantes de
una comunidad, mediante la producción o distribución de bienes o servicios, o de
8
Es la agrupación constituida por dos o más personas que tienen un vínculo común y se reúnen
con el in de alcanzar un objetivo común mediante la ejecución de una actividad en forma estable y organizada, a favor de un tercero. Estas se diferencian de las corporaciones por cuanto
están conformadas por varios individuos que no tienen ningún vínculo común. Su in es lograr
el bienestar de sus asociados o de satisfacer una necesidad colectiva, bien sea física, intelectual
o moral.
9
Código Civil, artículo 634: «No son personas jurídicas las fundaciones que no se hayan establecido en virtud de una ley».
10 Las siguientes son algunas de las normativas que regulan las cooperativas: Decreto 3081 de 1990
(establece el límite en que pueden reajustarse los aportes sociales que efectúan los asociados
en las cooperativas, precooperativas, empresas de servicios en las formas de administraciones
públicas cooperativas y en fondos de empleados); Decreto 4588 de 2006 (reglamenta la organización y el funcionamiento de las cooperativas y precooperativas de trabajo asociado); Ley 454
de 1998 (mediante la cual se determina el marco conceptual que regula la economía solidaria,
se transforma el Departamento Administrativo Nacional de Cooperativas en el Departamento
Administrativo Nacional de la Economía Solidaria, se crean la Superintendencia de la Economía
Solidaria y el Fondo de Garantías para las Cooperativas Financieras y de Ahorro y Crédito, se
dictan normas sobre la actividad inanciera de las entidades de naturaleza cooperativa y se expiden otras disposiciones).
PARTE 1 - CAP. I: LA EMPRESA EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA
unos y otros. Esta clase de asociación se diferencia de la sociedad pues su in no
es económico, toda vez que la Ley 79 de 1988, norma que la regula, la estableció
como una empresa «con ines de interés social y sin ánimo de lucro»; además:
nacen de la voluntad libre y autónoma de un grupo de personas que decide
unirse para trabajar mancomunadamente, bajo sus propias reglas contenidas en
los respectivos estatutos o reglamentos internos (Corte Constitucional, 2000,
sentencia C-211).
Por su parte, el constituyente las ha considerado como:
una eicaz alternativa para satisfacer necesidades colectivas apremiantes, mediante
una distribución democrática de sus aportes, que excluyen el afán de lucro, pues
repárese que estas entidades en virtud de su especial fundamento constitucional se
caracterizan por la devolución de sus aportes entre los socios, lo cual se encuentra
en consonancia con el artículo 333, inciso tercero superior, que consagra como
obligación imperativa del Estado promover el acceso progresivo de la propiedad,
fortaleciendo las organizaciones solidarias (Corte Constitucional, 2000,
sentencia C-210).
Esto es lo que las diferencia de las sociedades comerciales, pues en estas por
regla general no se permite el reembolso de los aportes a los socios (Código de
Comercio, artículo 144).
c) Fundaciones-corporaciones11
Las personas jurídicas de derecho privado son entes o seres morales creados por
los particulares para realizar un in determinado. Dentro de esta denominación
se incluyen las fundaciones, constituidas por un conjunto de bienes destinados
a perseguir uno o varios ines especíicos. Dichos ines deben reunir además
determinados requisitos, que consisten en ser posibles, es decir, susceptibles de ser
alcanzados; lícitos, permitidos por la ley; determinados, sin que ofrezcan dudas o
ambigüedades o imprecisión; de interés público. En desarrollo de un acto creador
de voluntad y sobre la base de un patrimonio propio, cumplen ines de utilidad
general, artísticos, cientíicos, literarios o sociales.
Por su parte, las corporaciones son organizaciones sin ánimo de lucro que tienen
como objetivo la consecución de un objetivo social, sus miembros no requieren
vínculo común, no existe valor mínimo de aporte y se regulan totalmente por sus
propios estatutos. No son más que una especie del género de asociación, es decir,
agrupaciones de personas cuyo in es desarrollar labores de manera conjunta,
11 Las personas jurídicas son de dos especies: corporaciones y fundaciones de beneicencia pública. Será persona jurídica aquella persona icticia, capaz de ejercer derechos y contraer obligaciones civiles, y de ser representada judicial y extrajudicialmente (Código Civil, artículo 633).
11
12
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
sin ines de lucro. Una vez constituida legalmente formará una persona jurídica
distinta de los socios individualmente considerados.
Su creación proviene siempre de un acto plurilateral, es decir, de varias voluntades
que concurren a formarlas. Su funcionamiento lo posibilita la afectación de bienes
originados de ciertos actos jurídicos como las donaciones, es decir, que sus bienes
pueden tener su origen en un acto creador unilateral, como acontece cuando
alguien dona o asigna determinados bienes para cumplir una inalidad altruista
o de utilidad común. En todo caso, son personas jurídicas que están dotadas de
ciertos atributos que las individualizan en sus relaciones jurídico-económicas,
como son el nombre, la capacidad jurídica, el domicilio, el patrimonio y la
nacionalidad.
Ambas se distinguen, la fundación y la corporación, en que la primera:
es un establecimiento que persigue un in especial de beneicencia o de educación
pública para lo cual se destinan bienes determinados y en que no hay personas
asociadas sino un conjunto de bienes dotados de personería jurídica, es decir,
las personas que por ella actúan son secundarias en contraste con las que actúan
en la corporación. En suma, en la corporación hay asociación de personas, en
la fundación de predestinación de bienes a ines sociales (Corte Suprema de
Justicia 1940, fallo 21 de agosto).
Vale la pena señalar que aquí la Corte comete un error al señalar que «no hay
asociación de personas», toda vez que la fundación es uno de los ejemplos de
manifestación del derecho a la libre asociación. Entonces, lo que quiso indicar era
que las corporaciones son un grupo de personas que se reúnen para desarrollar
un in social determinado, mientras que la fundación hace referencia a un
patrimonio que es aportado por un grupo de personas a una causa social. En la
primera importa el elemento personae y en la segunda el elemento rei.
d) La empresa mercantil
El ordenamiento jurídico le ha conferido una doble connotación al vocablo
empresa, una como actividad económica y otra como sujeto de derecho.
El artículo 25 del Código de Comercio la deine como toda actividad económica
organizada para la producción, transformación, circulación, administración o
custodia de bienes, o para la prestación de servicios. En palabras de Idalberto
Chiavenato, la empresa:
es una organización social que utiliza una gran variedad de recursos para alcanzar
determinados objetivos [...] para la explotación de un negocio y que tiene por in
un determinado objetivo, que puede ser el lucro o la atención de una necesidad
social (1994, p. 4).
PARTE 1 - CAP. I: LA EMPRESA EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA
Cabe señalar que para la explotación de un negocio, la empresa no requiere de la
asociación de personas, puesto que la actividad económica puede ser adelantada
por una sola persona como se verá más adelante.
a’) Como actividad económica. Como se indica en el artículo 25 del Código de
Comercio, la actividad económica requiere de la producción, transformación,
circulación, administración y custodia de bienes. Ello implica la existencia de una
cadena de intermediación que inicia desde el productor hasta el producto inal.
Tratándose de una actividad organizada conformada por el capital y el trabajo,
es decir, con la intervención fundamental de la actividad humana, no puede ser
objeto de negocios que lleven a su enajenación, darla en usufructo u ofrecerla
como garantía de determinadas obligaciones. Precisamente es ello lo que la
diferencia del establecimiento de comercio, pues al deinirlo el legislador como
«un conjunto de bienes organizados por el empresario para realizar los ines de la
empresa» (Código de Comercio, artículo 515), permite que por su naturaleza este
sea susceptible de ser negociado.
La empresa se desarrollará por intermedio de personas naturales o de personas
jurídicas como las sociedades reguladas mediante los artículos 98 a 497 del Código
de Comercio, la empresa unipersonal regulada por los artículos 71 a 81 de la Ley
222 de 1995 o por la sociedad pluripersonal regulada por la Ley 1014 de 2006 y
por la sociedad por acciones simpliicada.
b’) Como sujeto de derechos. Son sujetos de derecho todas aquellas personas
naturales o jurídicas que son capaces de adquirir derechos o de contraer
obligaciones. En el derecho mercantil, lo son las personas naturales o jurídicas
que tienen la calidad de empresarios mercantiles o comerciantes, según concepto
de la Superintendencia de Industria y Comercio:
El sujeto propio del derecho mercantil es el comerciante, quien no es otro que
aquel que realiza profesionalmente una actividad que la ley considera mercantil
[...] De lo anterior se colige que el concepto de comerciante tiene un presupuesto
básico: ser persona, ya sea esta natural o jurídica (Superintendencia de
Industria y Comercio 2004, Concepto 3086855).
El legislador le ha dado la connotación de sujeto de derechos al término «empresa»
en los siguientes casos, que no por ser pocos es exclusiva dicha connotación:
• Las empresas de transporte: el artículo 10 de la Ley 336 de 1996 deine
como empresa de transporte a toda persona natural o jurídica dedicada a la
explotación económica del traslado de un lugar a otro de personas o cosas
mediante el empleo de equipos, instalaciones y órganos de administración.
Pueden ser de servicio público o particular (Código de Comercio, artículo
983).
13
14
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
• Las empresas industriales y comerciales del Estado: el artículo 85 de la Ley 489
de 1998 las deine como aquellos organismos de creación y autorización legal
encargados de desarrollar actividades de naturaleza industrial o comercial y
de gestión económica, de conformidad con las reglas del derecho privado,
salvo excepciones legales. Reúnen las siguientes características: a) personería
jurídica; b) autonomía administrativa y inanciera; c) capital independiente,
constituido totalmente con bienes o fondos públicos comunes, los productos
de ellos o el rendimiento de tasas que perciban por las funciones o servicios
y contribuciones de destinación especial en los casos autorizados por la
Constitución.
• Las empresas de servicios públicos domiciliarios: son aquellas entidades
encargadas de la prestación de los mismos y se sujetarán a lo previsto en la
Ley 142 de 1994.
• Las empresas unipersonales: según el artículo 71 de la Ley 222 de 1995 una
persona natural o jurídica puede destinar sus activos para la realización de
actividades mercantiles, siempre y cuando reúna las calidades requeridas
para ejercer el comercio.
c’) Clasiicaciones o tipos de empresa. Las empresas como sujetos de derecho generan
o producen el nacimiento de una persona jurídica distinta de sus integrantes, es
decir, se caracterizan por tener personería independiente a las personas que las
conforman o dirigen. Las empresas pueden ser: a) de tipo jurídico-organizacional
tales como las cooperativas, etc.; b) de tipo societario como las de personas y
de capitales, y c) de tipo público-estatal como lo son las empresas industriales y
comerciales del Estado, las sociedades de economía mixta, las sociedades públicas,
etc. Se establece de esta forma una variedad de empresas cuya clasiicación
también depende de otros criterios como la forma de constitución legal, el origen
de su capital, el sector económico al que pertenecen, el tamaño, la conformación
de su capital, la razón social y el número de propietarios.
• Las empresas, según su objeto social12, se clasiican en: sociedades civiles y
sociedades comerciales, en las cuales encontramos: a) la sociedad anónima
(abierta y cerrada)13; b) la sociedad de responsabilidad limitada; c) la sociedad
12 Para todos los efectos legales, se tendrán como comerciales las sociedades que se formen para la
ejecución de actos o empresas mercantiles. Si la empresa social comprende actos mercantiles y
actos que no tengan esa calidad, la sociedad será comercial. Las sociedades que no contemplen
en su objeto social actos mercantiles, serán civiles. Sin embargo, cualquiera que sea su objeto, las
sociedades comerciales y civiles estarán sujetas, para todos los efectos, a la legislación mercantil
(Código de Comercio, artículo 100).
13 Sociedades abiertas: «Aquellas cuyos títulos que emiten están destinados a ser suscritos por
el público, a través del mercado público de valores, y cualquier persona puede adquirirlos
PARTE 1 - CAP. I: LA EMPRESA EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA
•
•
•
•
en comandita (simple y por acciones); d) la sociedad colectiva, y e) la sociedad
por acciones simpliicada.
Las empresas también se clasiican según el origen de su capital, el cual puede
ser: a) público (el capital proviene del Estado); b) privado (el capital proviene
de particulares), y c) economía mixta (el capital proviene una parte del Estado
y la otra de particulares).
Las empresas, según el sector económico al que pertenecen (Borrero, 2008),
pueden ser: a) de servicios, como las empresas de transporte; b) de comercio
o comerciales, como los almacenes de cadena; c) agropecuarias, como las
de agroindustria; d) extractivas, dedicadas a explotar recursos naturales, y e)
industriales, dedicadas a la transformación de materia prima.
Una empresa, según su tamaño (Garay, 1998, pp. 473-531), se clasiica en: a)
grande, su constitución se soporta por un capital grande, un número superior
de trabajadores y por la cantidad de los ingresos al año; b) mediana, es aquella
que tenga una planta de personal entre cincuenta y uno (51) y doscientos (200)
trabajadores, o activos totales por valor entre 100.000 a 610.000 unidades
de valor tributario (Ley 905 de 2004, artículo 2o); c) pequeña, aquella que
tenga una planta de personal entre once (11) y cincuenta (50) trabajadores,
o activos totales por valor entre quinientos uno (501) y menos de cinco
mil (5.000) salarios mínimos mensuales legales vigentes (Ley 905 de 2004,
artículo 2o), y d) micro, es aquella cuya planta de personal no supera a los
diez (10) trabajadores o, cuyos activos totales, excluida la vivienda, tengan un
valor inferior a quinientos (500) salarios mínimos mensuales legales vigentes
(Ley 905 de 2004, artículo 2o)14.
Una empresa, según la conformación del capital, puede ser: a) multinacional15,
porque la conformación de su capital es en gran mayoría extranjero, y b)
directamente o a través de comisionistas de bolsas de valores, puesto que su colocación y
negociación no están sometidos a restricciones legales o estatutarias».
Sociedades cerradas: «Aquellas cuyas acciones pertenecen a un reducido número de personas
naturales o jurídicas (no menos de cinco), y se evita que sean adquiridas por extraños mediante
restricciones como el derecho de preferencia (e inclusive el derecho de acrecimiento) en la colocación de las que emita así como el derecho de preferencia a favor de la compañía y de sus
accionistas para adquirir las acciones que pretenda enajenar cualquiera de sus titulares» (Corte
Constitucional, expediente D-6885).
14 Ver Capítulo vi, segunda parte, pág. 253.
15 Son aquellas que no solo se encuentran establecidas o ubicadas en su país de origen, sino también en otros países, con el in de desarrollar determinada actividad mercantil con lo cual generan ingresos en más de un país, es decir, son un conjunto de sociedades o establecimientos con
personería jurídica distinta y autónoma (asociadas), o sin personería jurídica autónoma (iliales
o subsidiarias), pero en todo caso bajo una misma estrategia de dirección y bajo un poder centralizado, localizado dentro de un estado de origen. La organización así concebida involucra
15
16
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
nacional16, puesto que su capital es netamente del país donde se ejerce la
actividad.
• Las empresas, según su función social, se clasiican en: a) entidades con ánimo
de lucro, b) entidades asociativas de trabajo y c) de economía solidaria.
tanto actividades nacionales como internacionales, conservando siempre la nacionalidad de
origen del capital.
16 Son nacionales las sociedades que se constituyen de conformidad con la ley colombiana y cuyo
domicilio principal es en Colombia
Capítulo II
Naturaleza jurídica de las sociedades
Dependiendo de los factores que intervienen en la formación de la sociedad, se
han planteado diversas teorías que explican de dónde surge la sociedad comercial.
Para el autor, las que sobresalen y que tienen aplicación en la práctica son las
siguientes: como acto contractual, como acto plurilateral y complejo, como
institución y como acto unilateral.
1. La sociedad como acto contractual
Parte de la noción de contrato que trae en el artículo 864 del Código de Comercio
como «un acuerdo de dos o más partes para constituir, regular o extinguir entre
ellas una relación jurídica patrimonial». Por tanto, el contrato de sociedad será
aquel en el que dos o más personas se obligan a hacer un aporte en dinero, en
trabajo o en otros bienes apreciables en dinero, con el in de repartirse entre sí
las utilidades obtenidas en la empresa o actividad social, es decir, que el contrato
puede ser con ines de colaboración (Código de Comercio, artículo 98).
No obstante, el dogma del contrato se ha ido desvirtuando con el surgimiento
de la sociedad por acciones simpliicada —SAS—, debido a que estas no pueden
ser concebidas como fruto de un contrato, pues en su formación solo interviene
una persona. Al ser desligada la sociedad del concepto contractualista, ahora se
reconoce como una «técnica, un instrumento, una forma de organización que
el derecho ofrece para personiicar los patrimonios y permitir el ejercicio del
comercio con la garantía de la limitación de responsabilidades» (Gaviria, 1994).
18
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Aunque tradicionalmente la sociedad se ha deinido como un contrato por
cuanto implica la concurrencia de voluntades entre dos o más personas, vale la
pena señalar que en estricto sentido la sociedad no es un contrato sino que su
formación depende de un contrato por medio del cual se maniiesta la voluntad
de los contratantes. En otras palabras, el contrato es solo un requisito de forma que
señala la ley, pero además de este, la institución del negocio jurídico contempla
la posibilidad de la formación de actos unilaterales, los cuales de igual manera
imponen obligaciones similares a las emanadas de los actos plurilaterales.
2. La sociedad como acto plurilateral y complejo
Es plurilateral en el sentido que es conformada por varias personas que entrarían
a conigurar un único ente o persona jurídica. Es complejo por cuanto contiene
dos o más declaraciones de voluntad que tienen un mismo in, es decir, coinciden
sus intereses y se reúnen con el objetivo de formar una única voluntad dirigida
a cumplir una inalidad común; en otras palabras, las voluntades individuales de
cada uno de los socios se funden en una sola para actuar colectivamente para la
consecución del objeto social.
El ordenamiento jurídico colombiano acoge la teoría del contrato de acuerdo con
el artículo 98 del Código de Comercio, en el que la sociedad es un contrato de
colaboración, organizativo y plurilateral, aunque la nueva normatividad, como la
Ley 222 de 1995 y la Ley 1258 del 5 de diciembre de 2008, contempla la teoría del
acto unilateral17.
A) Colaboración
El contrato de sociedad (Peña, 2010, p. 406) como contrato de colaboración
produce un contraste de intereses y voluntades. Se caracteriza porque: a) en la
relación contractual participan dos o más partes; b) los intereses de los socios
actúan conjuntamente persiguiendo una inalidad común; c) las obligaciones de
cada socio nacen independientemente uno de otro, pero dirigidas a la persecución
de un mismo in económico, y d) la nulidad o el incumplimiento de uno de los
socios no afecta a la sociedad, solo el vínculo contractual que aquel tenga con
esta18.
17 La Ley 1014 de 2006 y el decreto 4463 de 2006 permitían la constitución de sociedades unipersonales, pero el art. 46 de la ley 1258 de 2008 expresamente derogó el artículo 22 de la Ley 1014
de 2006, que contemplaba las sociedades unipersonales, y les concedió a estas un término
máximo improrrogable de seis meses para transformarse en sociedades por acciones simpliicadas.
18 Se diferencian de los contratos de contraprestación, porque suman y contraponen los intereses y
voluntades de quienes participan en su formación y se caracterizan porque: a) hay dos partes en
PARTE 1 - CAP. II: NATURALEZA JURÍDICA DE LAS SOCIEDADES
B) Organizativo
Esta característica distingue al contrato de sociedad de los contratos sinalagmáticos; su principal objetivo es la satisfacción de unos ines comunes, es decir, no hay
contraposición ni hay prestaciones recíprocas o interdependencia entre los asociados, sean estos personas naturales o jurídicas, pues cada uno de ellos participa
para conseguir el objetivo que los reúne19. Entonces, su inalidad no es una contraprestación o un intercambio, sino la creación y organización de una persona
jurídica, o sea, de un nuevo sujeto jurídico diferente de quienes lo forman y al cual
se destinan las prestaciones de los asociados. Una vez constituida la sociedad, los
socios actuarán conforme a ella en conjunto, no individualmente. Las obligaciones que contraen los socios serán en beneicio del ente social regularmente dotado
de personalidad jurídica.
De igual manera, las prestaciones pueden variar dependiendo del tipo de bienes
jurídicos que vayan a aportar. Estos aportes no se realizan con el in de satisfacer
los intereses de los otros socios contratantes, sino para lograr el in común, es
decir, que la prestación es el medio que permite que todas las partes existentes en
la relación jurídica cumplan el contrato.
Cumplidas las obligaciones, el contrato social no se extingue, pues en virtud de su
permanencia contraerá nuevas obligaciones que sirvan de soporte para desarrollar
el objeto social de la empresa.
C) Plurilateral
Esta característica hace relación al número de personas, pues sugiere la participación de varias personas dentro del contrato de sociedad, las cuales adquieren, por
medio de este, derechos y obligaciones.
El número de individuos podrá aumentarse o reducirse, dentro de los mínimos
y máximos exigidos por la ley para cada tipo societario, sin perder la esencia
del contrato social, es decir, existe la posibilidad de modiicar el contrato para
la adhesión de nuevos socios o la sustitución de los existentes. Esto se debe a su
carácter de contrato abierto.
la relación contractual (cada parte puede estar conformada por varias personas); b) los intereses
de las partes están en contraposición; c) la obligación de una parte depende del cumplimiento
de la otra; d) las nulidades que se decreten respecto de una de las partes afecta el negocio jurídico, y e) el incumplimiento en las obligaciones de una de las partes da lugar para que la otra
exija la resolución del contrato o su terminación.
19 De allí surge el concepto de contrato organizativo, por cuanto el desarrollo de las actividades y
el logro del in común suponen tiempo, personas, bienes y derechos.
19
20
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Este aspecto es relevante en el Código de Comercio. En el caso de disolución
por reducción del número de socios a uno solo, la sociedad optará ya sea por
la liquidación o por la transformación en sociedad por acciones simpliicada;
también existe la posibilidad de conversión a empresa unipersonal con el in de
evitar la disolución (Ley 1258 de 2008, artículo 31, y Ley 222 de 1995, artículo 81).
Este aspecto se trata con mayor detenimiento en la parte segunda, en la que se
habla de cada tipo societario, al igual que del requisito de la pluralidad que exige
la ley para la toma de decisiones en cada uno de ellos.
a) Régimen de nulidades e incumplimiento en contratos plurilaterales20
El contrato de sociedad al ser plurilateral requiere la concurrencia de varias
voluntades y, por tanto, puede que alguna de ellas adolezca de vicios que generen
nulidad. Cuando ello ocurre, la nulidad declarada judicialmente respecto a
alguno de los socios no afecta de nulidad la totalidad del negocio jurídico, pues
el artículo 10421 del Código de Comercio establece que los vicios del contrato
de sociedad o el defecto de los requisitos de fondo indicados en el artículo 10122
afectarán únicamente la relación contractual u obligación del asociado en quien
concurran, a menos que, en virtud del artículo 90323 del Código de Comercio, su
20 En contraposición tenemos que el incumplimiento de las obligaciones en una relación contractual bilateral dará lugar a que el otro contratante solicite el cumplimiento o la terminación del
contrato, más la indemnización de perjuicios que se hayan causado debido al incumplimiento
(Código Civil, artículo 1546). De esta manera, es preciso anotar que tal norma no es susceptible
de ser aplicada en el marco legal de las sociedades, pues, primero, el Código de Comercio regula
la materia especíica, y segundo, para los contratos plurilaterales no es lógico que el incumplimiento o nulidad de una de las partes en la relación jurídica contractual ocasione la destrucción
de todo el negocio, porque de lo contrario, las demás partes vinculadas a este se verían afectadas
en hechos que no son propios del contrato, sino de la vinculación exclusiva de una sola parte.
21 Artículo 104. [Vicios en el contrato de sociedad. Nulidades]. Los vicios del contrato de sociedad
o el defecto de los requisitos de fondo indicados en el artículo 101 afectarán únicamente la relación
contractual u obligación del asociado en quien concurran. La incapacidad relativa y los vicios del
consentimiento solo producirán nulidad relativa del contrato; la incapacidad absoluta y la ilicitud
del objeto o de la causa producirán nulidad absoluta. Habrá objeto ilícito cuando las prestaciones a
que se obliguen los asociados o la empresa, o la actividad social, sean contrarias a la ley o al orden
público. Habrá causa ilícita cuando los móviles que induzcan a la celebración del contrato contraríen la ley o el orden público y sean comunes o conocidos por todos los socios.
22 Artículo 101. [Validez del contrato de sociedad]. Para que el contrato de sociedad sea válido
respecto de cada uno de los asociados, será necesario que de su parte haya capacidad legal y
consentimiento exento de error esencial, fuerza o dolo, y que las obligaciones que contraigan
tengan un objeto y una causa lícitos. Se entiende por error esencial el que versa sobre los móviles
determinantes del acto o contrato, comunes o conocidos por las partes.
23 Artículo 903. [Nulidad en negocios jurídicos plurilaterales]. En los negocios jurídicos plurilaterales, cuando las prestaciones de cada uno de los contratantes se encaminen a la obtención
de un in común, la nulidad que afecte el vínculo respecto de uno solo de ellos no acarreará la
PARTE 1 - CAP. II: NATURALEZA JURÍDICA DE LAS SOCIEDADES
participación, según las circunstancias, sea esencial para la consecución del in
previsto. La nulidad declarada judicialmente dará lugar a la exclusión del socio de
quien se haya pronunciado y, por consiguiente, tendrá derecho a la restitución de
su aporte, sin perjuicio de terceros de buena fe (Código de Comercio, artículo
10924); en este caso, el tipo de nulidad será la relativa por vicios del consentimiento.
Este tema se explica en detalle en el capítulo 5, numeral 1 de esta parte.
El incumplimiento de alguno de los socios en sus obligaciones no libera a los
otros de las suyas, salvo que el contrato social haya sido celebrado atendiendo a
las calidades especiales del individuo, sin cuya presencia sea imposible lograr los
ines propuestos en el objeto social (Código de Comercio, artículo 86525) .
Así, ninguna de las partes podrá abstenerse de cumplir las prestaciones que tiene a
su cargo alegando que las otras partes del contrato no han cumplido con las de ellas.
Solo se terminará el contrato cuando el negocio jurídico se ha celebrado en virtud
de las cualidades y la participación de la parte incumplida o cuando no sea posible
lograr el in común sin dicha parte. Esto diferencia al contrato de sociedad de lo que
ocurre en los contratos bilaterales, en donde el incumplimiento de una de las partes
sí da lugar a que la otra parte no cumpla su prestación (Código Civil, artículo 1609).
En los contratos plurilaterales como el de sociedad, como ya se dijo, el incumplimiento de una parte no faculta a las demás para no cumplir; por tanto, cuando el
incumplimiento de un socio se reiera a la entrega del aporte, la sociedad podrá
emplear cualquiera de los siguientes arbitrios o recursos: a) excluir de la sociedad al asociado incumplido; b) reducir su aporte a la parte del mismo que haya
entregado o esté dispuesto a entregar, pero si esta reducción implica disminución
del capital social, se aplicará lo dispuesto en el artículo 14526; y c) hacer efectiva la
nulidad de todo el negocio, a menos que su participación, según las circunstancias, sea esencial
para la consecución del in previsto.
24 Artículo 109. [Declaración judicial de una nulidad relativa. Efectos]. Declarada judicialmente
una nulidad relativa, la persona respecto de la cual se pronunció quedará excluida de la sociedad y, por consiguiente, tendrá derecho a la restitución de su aporte, sin perjuicio de terceros
de buena fe. Si la nulidad relativa declarada judicialmente afecta a la sociedad, esta quedará
disuelta y se procederá a su liquidación por los asociados, y en caso de desacuerdo de estos, por
la persona que designe el juez.
25 «En los negocios jurídicos plurilaterales, el incumplimiento de alguno o algunos de los contratantes no liberará de sus obligaciones a los otros, a menos que aparezca que el negocio se
ha celebrado en consideración a tales contratantes o que sin ellos no sea posible alcanzar el in
propuesto».
26 Artículo 145. [Autorización para la disminución del capital social]. La Superintendencia
de Sociedades autorizará la disminución del capital social en cualquier compañía cuando se
pruebe que la sociedad carece de pasivo externo; o que hecha la reducción los activos sociales
representan no menos del doble del pasivo externo, o que los acreedores sociales acepten ex-
21
22
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
entrega o pago del aporte. En las anteriores situaciones, el asociado incumplido
pagará a la sociedad intereses moratorios a la tasa que estén cobrando los bancos
en operaciones comerciales ordinarias.
3. Teoría de la institución
Esta teoría expone que si bien la sociedad nace de un contrato, este da nacimiento
a un organismo dotado de personalidad, de voluntad y con un in social que está
por encima de los intereses de quienes la conforman. Por ende, existe:
Una subordinación de derechos e intereses privados para los ines que se tratan
de realizar y explicándose, de contera, por qué los derechos de los socios no
se determinan en el acto constitutivo de manera deinitiva, pues pueden ser
modiicados posteriormente, acorde con las nuevas exigencias de la sociedad
(Santos, 2000, p. 83).
Es decir, en la sociedad lo que importa no son sus órganos en sí, sino el cumplimiento de la inalidad para la cual fue creada, ya que solo así la persona jurídica
encuentra justiicación.
En deinitiva, si bien la sociedad nace de un contrato, este también es el medio por
el cual se crea la institución dotada de personalidad jurídica, con una voluntad y
un in que sobreponen los intereses de los asociados.
4. Teoría del acto unilateral
Sin perjuicio de la teoría acogida por el artículo 98 del Código de Comercio en
la que la sociedad es un contrato plurilateral, organizativo y de colaboración, el
artículo primero de la Ley 1258 de 2008 faculta la posibilidad de crear sociedades
unipersonales. Estas sociedades unipersonales para su constitución y reformas
estatutarias se regirán por lo establecido en la citada Ley 1258.
Por otra parte, la Ley 1014 de 2006 y su decreto reglamentario 4463 de 2006
permitían constituir sociedades unipersonales, siempre que se cumplieran ciertas
características en cuanto al número de trabajadores (no más de diez) o activos
(no más de quinientos salarios mínimos mensuales legales vigentes o 500 smmlv)
(Ley 1014 de 2006, artículo 22, y Decreto reglamentario 4463 de 2006, artículo
Io). Sin embargo, a partir de la vigencia de la nueva ley de sociedades por acciones
simpliicadas, no se podrán constituir sociedades unipersonales con fundamento
en el artículo 22 mencionado, por haber sido derogado expresamente por el
artículo 46 de la Ley 1258 de 2008.
presamente y por escrito la reducción, cualquiera que fuere el monto del activo o de los activos
sociales. Cuando el pasivo externo proviniere de prestaciones sociales será necesario, además, la
aprobación del competente funcionario del trabajo.
Capítulo III
Personalidad jurídica de la sociedad
1. Noción
Se llama persona jurídica a la persona icticia capaz de ejercer derechos y contraer
obligaciones civiles, y de ser representada judicial y extrajudicialmente (Código
Civil, artículo 633). El artículo 98 del Código de Comercio, en su último inciso,
establece que la sociedad, una vez constituida legalmente, forma una persona
jurídica distinta de los socios individualmente considerados, es decir, una vez la
sociedad es constituida por escritura pública27, integra un ente independiente de
cada uno de los socios, capaz de contraer obligaciones.
En otras palabras, su formación como una persona jurídica es determinante,
puesto que se genera la separación del patrimonio de la sociedad del de sus
asociados individualmente considerados y, en consecuencia, la limitación de la
responsabilidad de los socios, esto es, la limitación del riesgo que asumen los
socios por el monto de lo aportado al fondo social. Por tanto, será el fondo social
común el que garantice el cumplimiento de las obligaciones contraídas frente a
terceros y el que facilite el desarrollo de las actividades de la sociedad.
27 La constitución de la empresa unipersonal, de la sociedad pluripersonal y de la sociedad anónima simpliicada es la excepción a esta regla, pues en estas la persona jurídica nace a partir de
la inscripción del documento privado en el registro mercantil. (Ver pág. 249, numeral 6; p. 261,
numeral 5, y página 270, numeral 4, respectivamente).
24
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
El surgimiento a la vida jurídica de cualquier sociedad comercial no solo la dotará
de los atributos que la personalidad jurídica coniere, capacidad y patrimonio
entre ellos, sino que también, como ya lo dijimos:
Se produce la distinción entre sociedad y asociados, a tal punto que los socios no
se constituyen por sí mismos en voceros de la sociedad que empieza a actuar a
través de sus propios órganos como titular de derechos y sujeto de obligaciones,
y por tanto como responsable de sus actos en los términos establecidos por el
legislador para el efecto (Superintendencia de Industria y Comercio, 2003,
Concepto 220-52228).
Así, el acto constitutivo de la sociedad mercantil tiene por virtud crear la persona
jurídica, y ello implica el surgimiento de una personalidad distinta de la de los
socios individualmente considerados y de unos atributos que la sociedad adquiere
una vez nace, tales como nombre, capacidad jurídica, domicilio, patrimonio y
nacionalidad.
2. Nacimiento de la personería jurídica
El comienzo de la persona jurídica como tal lo deine el momento en que se
cumpla con todas las formalidades legales para su constitución, es decir, una vez
se eleva a escritura pública. Al respecto, la Superintendencia de Sociedades ha
señalado:
Que cuando el inciso inal del artículo 98 ibídem utiliza la expresión «una vez
constituida legalmente», se reiere al otorgamiento de la escritura pública de
constitución de la sociedad, por lo que es a partir de este momento que nace la
persona jurídica como sujeto de derechos y de obligaciones (Superintendencia
de Industria y Comercio, 2007, Concepto 220-049608).
En el caso de la sociedad de hecho, debe entenderse de esa forma, pues no surge
la persona jurídica sino una vez que haya sido extendida la escritura pública de
constitución, según lo señalan los artículos 498 y 499 del Código de Comercio. La
carencia de la escritura es la que da nacimiento a estas sociedades y como tales no
son personas jurídicas:
Y por consiguiente los derechos que se adquieran y las obligaciones que se
contraigan se entenderán a favor o a cargo de todos los socios de hecho; así
mismo, las estipulaciones acordadas por los asociados solo producirán efectos
entre ellos.
Reairma lo anterior, lo expresado en el artículo 116 del Estatuto Mercantil, toda
vez que al consagrar que los administradores responden solidariamente frente a
los asociados y frente a terceros de las operaciones que celebren o ejecuten por
cuenta de la sociedad sin que haya mediado el registro mercantil de la escritura
de constitución, está reconociendo que una vez otorgada la mencionada escritura
ya existe sociedad como persona jurídica, pues de no ser así no podría hablarse de
PARTE 1 - CAP. III: PERSONALIDAD JURÍDICA DE LA SOCIEDAD
administradores, de asociados ni mucho menos de una sociedad en cuyo nombre
se realicen actividades (Superintendencia de Industria y Comercio, 2007,
Concepto 220-049608).
Ahora bien, es preciso deinir cuándo se considera la sociedad constituida legalmente, ya que es a partir de ese momento que se forma como persona jurídica.
Así las cosas, para la constitución legal de la sociedad se requiere tan solo de la
escritura pública, puesto que con su registro ante la Cámara de Comercio simplemente se está cumpliendo un requisito para darle publicidad o producir efectos
frente a terceros. No obstante, cabe aclarar que estos dos pasos son esenciales,
toda vez que con el in de conservar la unidad de materia deben ser leídas e interpretadas armónicamente las normas comerciales que la regulan, pues el artículo
11128 determina que la escritura pública debe inscribirse en el registro mercantil
del domicilio principal y en el domicilio de sus sucursales, si existieren; el artículo 11229, por su parte, precisa que el registro es requisito esencial para oponer
a terceros el contrato social; y por último el artículo 116 establece que «las sociedades no podrán iniciar actividades en desarrollo de la empresa social sin que se
haga el registro mercantil de la escritura de constitución», so pena de responder
solidariamente. Como se ve, es viable que una sociedad se forme como persona
jurídica solo con la escritura pública, pues sin su registro lo que ocasiona es la no
posibilidad de ejecutar algún acto que desarrolle su objeto social.
Lo expuesto no se aplica a la sociedad por acciones simpliicadas, regulada por la
Ley 1258 de 2008 (ver capítulo VII, parte segunda).
3. Extinción de la personería jurídica
Muchos creen que la personería jurídica llega a su in una vez se haya disuelto la
sociedad. Sin embargo, en la práctica vemos que el ente societario subsiste durante
el proceso o etapa de liquidación, hasta tanto no se haya inscrito la cuenta inal de
28 «Copia de la escritura social será inscrita en el registro mercantil de la cámara de comercio con
jurisdicción en el lugar donde la sociedad establezca su domicilio principal. Si se abren sucursales o se ijan otros domicilios, dicha escritura deberá ser registrada también en las cámaras
de comercio que correspondan a los lugares de dichas sucursales, si no pertenecen al mismo
distrito de la cámara del domicilio principal.
Cuando se hagan aportes de inmuebles o de derechos reales relativos a dicha clase de bienes, o
se establezcan gravámenes o limitaciones sobre los mismos, la escritura social deberá registrarse
en la forma y lugar prescritos en el Código Civil para los actos relacionados con la propiedad
inmueble».
29 Mientras la escritura social no sea registrada en la cámara correspondiente al domicilio principal de la sociedad, será inoponible el contrato a terceros, aunque se haya consumado la entrega
de los aportes de los socios.
25
26
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
liquidación30 en el registro mercantil; por tanto, es hasta ese momento en el que
conserva la personalidad jurídica.
El artículo 222 del Código de Comercio señala que una vez se disuelva la sociedad,
esta conserva su capacidad jurídica con respecto a los actos necesarios para la
inmediata liquidación. Por tanto, si se ejecuta cualquier acto ajeno a este in, hará
responsable solidaria e ilimitadamente al liquidador y al revisor iscal, si no se
opusieron a los mismos; en otras palabras:
la persona o personas que actuaron como liquidadores de una sociedad y en
consecuencia llevaron la representación legal de la misma, deben responder por
los actos que realizaron en desarrollo del mencionado proceso, los cuales abarcan,
claro está, los efectos posteriores que dichas actuaciones producen. Según lo
consagrado en el artículo 255 del Código de Comercio, «los liquidadores serán
responsables ante los asociados y ante terceros de los perjuicios que se les cause por
violación o negligencia en el cumplimiento de sus deberes» (Superintendencia
de Industria y Comercio, 1999, Concepto 220-98744).
El mencionado artículo permite airmar que subsisten los órganos sociales y,
por ende, la persona jurídica, pues establece que durante la etapa de liquidación
la junta o asamblea de socios continuará reuniéndose de manera ordinaria o
extraordinaria cuando sea convocada por los liquidadores, el revisor iscal o la
Superintendencia, pero ya no para realizar operaciones en desarrollo del objeto
social, sino con ines propios de la liquidación, con lo cual se extiende la capacidad
jurídica de la misma. Al respecto, el Consejo de Estado sostiene que:
la capacidad jurídica de las sociedades que han entrado en proceso de disolución
y consecuente liquidación no se pierde por esta circunstancia, ella se conserva
con la limitación prevista en el artículo 222 del Código de Comercio, previsión
que no excluye que la misma dentro de esta etapa pueda ser sujeto activo o pasivo
ante las autoridades administrativas o judiciales que se prolonguen aún después
de efectuada la liquidación del patrimonio social, evento en el cual la sociedad
disuelta y, por ende, liquidada conserva personería y capacidad jurídica para
comparecer en juicio en defensa del pacto social, frente a obligaciones litigiosas
pendientes de solución (Consejo de Estado, 1993, Sentencia febrero 19).
Como vimos, la personalidad jurídica de la sociedad subsiste aun después de
disuelta, pero su capacidad jurídica se limita a la realización de los actos necesarios
30 A partir de la fecha en que sea aprobada la cuenta inal, las acciones de los asociados y de terceros contra los liquidadores que hubieran ejecutado actos diferentes o ajenos al proceso de
liquidación prescribirán en cinco años.
PARTE 1 - CAP. III: PERSONALIDAD JURÍDICA DE LA SOCIEDAD
a la inmediata liquidación, según los artículos 22231 y 238, numeral 1, del Código
de Comercio32.
Esto indica que durante el proceso de liquidación se le prohíbe a la sociedad
desarrollar o iniciar nuevos actos comprendidos dentro de su objeto social y solo
estará facultada para continuar con aquellos negocios y obligaciones adquiridos
previamente a la fecha de disolución. Por esta razón, el liquidador se encuentra en
la obligación de cumplir con los compromisos en la fecha, la forma y términos que
se contrataron y, por tanto, no podrá prorrogarlos, pues implicaría realizar nuevas
operaciones, violando así lo señalado en el Estatuto Mercantil.
Cabe señalar que en virtud del estado de disolución, la sociedad deberá adicionar
a su razón social la expresión «en liquidación», tal y como lo prevé el mencionado
artículo 222. Esto, aunque en nada modiica la capacidad jurídica de la sociedad,
sí le permite a los terceros conocer el estado en que se encuentra la compañía.
4. Atributos de la personalidad
A) Nombre33
Es el distintivo por medio del cual se inviste a una persona. Particularmente el
artículo 583, numeral 4, del Código de Comercio, deine el nombre comercial
como aquel «que designa al empresario como tal», por tanto, su función primordial
es identiicar al comerciante o a la persona jurídica.
Según concepto de la Superintendencia de Industria y Comercio:
«De acuerdo con lo establecido en el artículo 190 de la Decisión 486 de la
Comunidad Andina nombre comercial es “cualquier signo que identiique una
actividad económica, a una empresa o a un establecimiento mercantil”». Así
mismo, determina que una empresa podrá tener más de un nombre comercial,
puesto que dichos signos distintivos son independientes de las denominaciones o
31 Disuelta la sociedad se procederá de inmediato a su liquidación. En consecuencia, no podrá
iniciar nuevas operaciones en desarrollo de su objeto y conservará su capacidad jurídica únicamente para los actos necesarios a la inmediata liquidación. Cualquier operación o acto ajeno a
este in, salvo los autorizados expresamente por la ley, hará responsables frente a la sociedad, a
los asociados y a terceros, en forma ilimitada y solidaria, al liquidador, y al revisor iscal que no
se hubiere opuesto.
32 Sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos anteriores, los liquidadores procederán: 1. A continuar y concluir las operaciones sociales pendientes al tiempo de la disolución
33 El nombre se diferencia de la marca en cuanto esta es «cualquier signo, que sea apto para distinguir productos o servicios en el mercado. Podrán registrarse como marcas los signos susceptibles de representación gráica» (Decreto 486 de 2000, artículo 134).
27
28
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
razones sociales de las personas jurídicas y que el nombre comercial es un signo
distintivo que puede ser o no igual a la razón social de su titular [...] El Tribunal
Andino de Justicia ha señalado que «el nombre comercial es el medio por el cual
una persona física o jurídica identiica su actividad empresarial, protegiéndola y
diferenciándola, a la vez, de otras personas» (Superintendencia de Industria
y Comercio, 2003, Concepto 30-52851).
En este punto es necesario establecer la diferencia existente entre el nombre
comercial y el nombre social. El primero es aquel signo distintivo que identiica
al empresario, que puede ser una persona natural o jurídica, en el desarrollo de
su actividad económica; y el último es un atributo que se encarga de identiicar a
la persona jurídica y de individualizar al comerciante como sujeto de derechos y
obligaciones y, por esta razón, dentro del mismo encontramos la denominación o
razón social. Entonces, las diferencias entre uno y otro son: a) el nombre comercial
es un signo distintivo, que sirve para identiicar a una persona natural o jurídica
dentro del mercado, mientras que el nombre social es un atributo de la personalidad
que se registra ante la cámara de comercio; b) el derecho en el nombre comercial nace
con el primer uso dentro del mercado y el derecho en el nombre social surgirá de
la escritura de constitución de la sociedad; y c) la inscripción del nombre comercial
será facultativa y se realizará ante la Superintendencia de Industria y Comercio; la
inscripción del nombre social será obligatoria ante la cámara de comercio (Código
de Comercio, artículo 19, numeral I34).
La Superintendencia ha dicho al respecto que:
El nombre social es un signo identiicatorio de quien actúa a los ines de la
imputación jurídica de esa actuación, y el nombre comercial —de alguna
manera— se reiere a cómo y dónde se actúa, prescindiendo de la imputación
misma de la actuación, [...] el nombre social comprende las nociones de: razón
social: es el nombre de la sociedad de personas, y de denominación social:
para designar las sociedades de capitales (Superintendencia de Industria y
Comercio, 2001, Concepto 108-7036).
Entonces, el nombre comercial se referirá al signo para identiicar la actividad
económica del comerciante o su establecimiento mercantil y, en cambio, el
empleo de la denominación o razón social dependerá del tipo societario elegido.
La denominación social responderá a la actividad o actividades que adelanta la
compañía, en tanto que la razón social obedece a los nombres o apellidos de los
socios; la primera se empleará para asignar el nombre a las sociedades de capitales
y la segunda, para el nombre de las sociedades de personas (artículo 303).
34 Para mayor información sobre la formación del nombre social y del nombre comercial, remitirse al Concepto 3021301 del 27 de mayo de 2003 de la Superintendencia de Industria y
Comercio.
PARTE 1 - CAP. III: PERSONALIDAD JURÍDICA DE LA SOCIEDAD
En suma, cuando se trate de una sociedad, esta tendrá que contar con un elemento
identiicador, es decir, con el nombre social, el cual surge una vez se realice su
inclusión en el registro mercantil, el que a su vez se encargará de dar publicidad,
lo que hace presumir que todo aquel que se encuentre inscrito ejerce el comercio
de forma profesional.
Además tendrán que tenerse en cuenta los siguientes aspectos al momento
de elegir el nombre social: a) se prohíbe el uso de nombres comerciales que
contraríen las buenas costumbres, el orden público o que genere a los terceros
una falsa concepción sobre la naturaleza de la actividad que desarrolla (Código de
Comercio, artículo 606), y b) se prohíbe la homonimia, es decir, no se permite la
identidad de nombres en distintos entes societarios, pues ocasionaría la confusión
en el público. Entonces, las cámaras de comercio, quienes se encargan del registro
mercantil, deben abstenerse de matricular a un empresario o empresa con un
nombre ya inscrito, hasta tanto este no sea cancelado por orden de autoridad
competente (Código de Comercio, artículo 35).
B) Capacidad jurídica
La capacidad jurídica es la aptitud legal que tiene una persona, natural o jurídica,
para ser titular de derechos y obligaciones, de adquirir los primeros y contraer
de forma personal los segundos. La capacidad no solo es un atributo de la
personalidad, sino que también permite crear, modiicar o extinguir relaciones
jurídicas. De acuerdo con el artículo 633 del Código Civil, por ser las personas
jurídicas entes icticios pueden ejercer derechos y contraer obligaciones (capacidad
de goce), y ser representadas legal y extrajudicialmente (capacidad de ejercicio).
La forma como la sociedad ha de desarrollar su objeto social es a través de su
representante legal.
Por su parte, en las sociedades comerciales coexisten dos categorías de capacidad,
una con respecto a la sociedad y otra con respecto a los socios. La primera de ellas
se encuentra circunscrita al objeto social expresado en la escritura de constitución
(Código de Comercio, artículo 110, numeral 4)35, es decir, los administradores de
la sociedad no podrán actuar sino en desarrollo del objeto social en cumplimiento
de los derechos u obligaciones derivados de la existencia de la sociedad (Código de
35 «La sociedad comercial se constituirá por escritura pública en la cual se expresará: 4. El objeto
social, esto es, la empresa o negocio de la sociedad, haciendo una enunciación clara y completa
de las actividades principales. Será ineicaz la estipulación en virtud de la cual el objeto social se
extienda a actividades enunciadas en forma indeterminada o que no tengan una relación directa
con aquel».
29
30
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Comercio, artículo 9936) , sin extralimitarse de lo establecido allí. Así, las sociedades
son plenamente capaces para celebrar actos que se encuentren comprendidos
dentro del objeto social o los que se relacionen con este y los que sí bien son ajenos
al objeto social deben ser ejecutados por razón de ejercer sus derechos, como
sería, celebrar contratos con entidades públicas o privadas, o los que surgen para
poner en marcha la existencia y actividad de la sociedad, como sería, contratos de
outsourcing en temas laborales o de asesoría jurídica, inanciera, etc.
La segunda categoría de capacidad se reiere al hecho de que no podrán pertenecer
a una sociedad colectiva o ser gestores de una sociedad en comandita los incapaces
indicados en el artículo 1504 del Código Civil37. En las demás sociedades
podrán ser socios los incapaces, si actúan por medio de representante o con su
autorización (Código de Comercio, artículo 10338) . Si una sociedad es constituida
contrariando este precepto, generará la nulidad absoluta cuando devenga de la
incapacidad absoluta (Código de Comercio, artículo 104, inciso 2o39, y artículo
899, numeral 340).
36 La capacidad de la sociedad se circunscribirá al desarrollo de la empresa o actividad prevista en
su objeto. Se entenderán incluidos en el objeto social los actos directamente relacionados con el
mismo y los que tengan como inalidad ejercer los derechos o cumplir las obligaciones, legal o
convencionalmente derivados de la existencia y actividad de la sociedad.
37 «Son absolutamente incapaces los dementes, los impúberes y sordomudos, que no pueden darse
a entender por escrito». [El énfasis es añadido. El texto resaltado fue declarado inexequible mediante sentencia C-983 de 2002}.
«Sus actos no producen ni aun obligaciones naturales, y no admiten caución.
Son también incapaces los menores adultos que no han obtenido habilitación de edad y los disipadores que se hallen bajo interdicción. Pero la incapacidad de estas personas no es absoluta y
sus actos pueden tener valor en ciertas circunstancias y bajo ciertos respectos determinados por
las leyes.
Además de estas incapacidades hay otras particulares que consisten en la prohibición que la ley
ha impuesto a ciertas personas para ejecutar ciertos actos».
38 «Modiicado. Ley 222 de 1995, art. 2o. Los incapaces no podrán ser socios de sociedades colectivas ni gestores de sociedades en comandita.
En los demás casos, podrán ser socios, siempre que actúen por conducto de sus representantes
o con su autorización, según el caso».
39 «La incapacidad relativa y los vicios del consentimiento solo producirán nulidad relativa del
contrato; la incapacidad absoluta y la ilicitud del objeto o de la causa producirán nulidad absoluta».
40 «Será nulo absolutamente el negocio jurídico en los siguientes casos: [...] 3. Cuando se haya
celebrado por persona absolutamente incapaz».
PARTE 1 - CAP. III: PERSONALIDAD JURÍDICA DE LA SOCIEDAD
C) Domicilio
En términos generales, se reiere a la residencia con ánimo de permanencia y, para
efectos de la empresa, es aquel lugar que los socios acuerdan será la sede social,
es decir, donde se llevarán a cabo las funciones de gestión y que se denominará
domicilio social.
El domicilio social es uno de los atributos conferidos a las sociedades comerciales.
Este, según el artículo 86 del Código Civil, es el lugar donde está situada su
administración o dirección, salvo lo que dispusieren sus estatutos o leyes
especiales. Dicho domicilio es uno solo y podrán coincidir en él la administración
o dirección, o puede suceder que para el desarrollo de los negocios sociales se
requiera de más establecimientos comerciales o sucursales, en el domicilio de la
sociedad o por fuera de él.
Parecen confundirse los conceptos de dirección de las oicinas de administración
de la sociedad y el domicilio social propiamente dicho, ante lo cual podemos decir
que este último es el lugar donde deben llevarse a cabo las reuniones del máximo
órgano social, es decir:
el espacio geográico designado en los estatutos para el ejercicio de los derechos y
el cumplimiento de las obligaciones de la compañía, y no como el lugar físico en
el que funcionan las oicinas de administración (Superintendencia de Sociedades,
2007, Oicio 220-042259).
Este debe indicarse en el acto constitutivo del ente societario, es decir, en los
estatutos orgánicos de la empresa. Por lo general, suele haber un domicilio principal
y uno secundario, entendiéndose por el primero aquel donde se desarrollarán o
ejercerán las operaciones tendientes a la consecución del objeto social y donde
a su vez funcionarán los órganos societarios; el domicilio secundario será aquel
donde generalmente se ubican las sucursales o agencias (Código de Comercio,
artículos 263 y 264)41.
D) Patrimonio
El patrimonio es aquella universalidad jurídica de bienes adscrita a las personas
naturales o jurídicas y puede estar compuesto por un conjunto de bienes, derechos
41 Artículo 263. «Son sucursales los establecimientos de comercio abiertos por una sociedad, dentro o fuera de su domicilio, para el desarrollo de los negocios sociales o de parte de ellos, administrados por mandatarios con facultades para representar a la sociedad».
Artículo 264. «Son agencias de una sociedad sus establecimientos de comercio cuyos administradores carezcan de poder para representarla».
31
32
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
y obligaciones en cabeza de aquellas, es decir, se encuentra integrado por activos
y pasivos.
En el caso de las sociedades, el patrimonio es el conjunto de valores del cual la
sociedad es titular y, por tanto, tienen la potestad de disponer de este y realizar actos
jurídicos que involucren los bienes que lo conforman, por ejemplo, afrontar activa
o pasivamente las acciones judiciales que sean necesarias para su conservación y
protección (Superintendencia de Sociedades, 1998).
Entonces, el patrimonio se diferenciará del capital social en cuanto a que el
primero es el conjunto de bienes o propiedades que tiene la empresa y el capital
es el aporte que realizan los socios, el cual hará parte del patrimonio de dicha
sociedad.
E) Nacionalidad
Es el vínculo jurídico que une a la persona con el Estado. Dicha relación se reiere a
la dependencia de la primera respecto de la autoridad, la cual le coniere derechos
tendientes a determinar no solo el régimen para su constitución, funcionamiento
y extinción, sino también todo lo referente al goce y ejercicio de derechos de
carácter privado.
La determinación de este atributo es importante por cuanto determina el ámbito
territorial de protección de los derechos y deberes societarios. Por tanto, se
considerarán sociedades extranjeras aquellas que cumplan con los criterios de
identiicación señalados en el artículo 469 del Código de Comercio, tales como:
a) su constitución conforme a la ley de otro país y b) que su domicilio principal se
encuentre en el exterior. No obstante, aquella sociedad extranjera que desarrolle
sus actividades de manera permanente en Colombia estará sometida a la vigilancia
del Estado mediante la Superintendencia de Sociedades o Financiera, según su
objeto social.
5. Consecuencias de la personalidad
Como bien lo dispone el artículo 98 del Código de Comercio, la constitución
legal de la sociedad da lugar a la formación de su personalidad jurídica distinta
de los socios individualmente considerados. De esta forma, la sociedad tendrá
un patrimonio separado del de cada socio en particular y este garantizará con el
capital social el cumplimiento de las obligaciones contraídas por la sociedad en
desarrollo de su objeto social.
De otra parte, la sociedad es una persona jurídica que como ente icticio requiere
de alguien que la represente, pues la misma no puede actuar de forma autónoma
e independiente. Por tanto, la sociedad está facultada para obrar mediante un
representante legal, quien actuará judicial y extrajudicialmente en provecho de la
PARTE 1 - CAP. III: PERSONALIDAD JURÍDICA DE LA SOCIEDAD
sociedad, y deberá estar expresado en la escritura pública (Código de Comercio,
artículo 110, numeral 12)42.
6. Desestimación de la personalidad jurídica (velo
corporativo)
La ley le coniere a las sociedades una prerrogativa en particular para la
consecución del objeto o in por el cual fueron creadas, prerrogativa que consiste
en la separación de patrimonios del aportante con el de la sociedad, pues a partir
de su constitución nace una persona jurídica. La Superintendencia de Sociedades
ha señalado algunas de las conductas que pueden cometerse cuando se abusa de
dicha prerrogativa. Tales conductas se presentan en:
sociedades en las cuales todo el poder de gestión y decisión se centra en un único
socio y sin embargo adoptan la forma de compañías de responsabilidad limitada
o anónima; desviación de la inalidad social; constitución de compañías mediante
la igura de los prestanombres y creación de sociedades para causar perjuicios a
terceros (Superintendencia de Sociedades, 2004, Oicio 220-51821).
Por ello, en caso de ser utilizado este privilegio con el objetivo de desempeñar
ines ilícitos o incumplir el objeto por fuera de los parámetros señalados por el
marco normativo, esto generaría la anulación de la prerrogativa. Por tanto, de
presentarse dichos actos defraudatorios, quien responde no es propiamente la
persona jurídica, sino los integrantes de esa persona jurídica. Al respecto, la Corte
Constitucional ha señalado:
lo que sí resulta indiscutible es que las personas asociadas no pueden ser llamadas
a responder por el beneicio o lucro que reporten de la explotación de una
actividad lícita, pues el supuesto del cual depende la existencia y la responsabilidad
es la comisión de un daño sobre los derechos de los demás. En este orden de
ideas, cuando se vulnera el principio de la buena fe contractual y se utiliza a la
sociedad de riesgo limitado no con el propósito de lograr un in constitucional
válido, sino con la intención de defraudar los intereses de terceros, entre ellos,
los derechos de los trabajadores, entonces el ordenamiento jurídico puede llegar
a hacer responsables a los asociados, con fundamento en una causa legal distinta
de las relaciones que surgen del contrato social. Por lo tanto, es en la actuación
maliciosa, desleal o deshonesta de los accionistas generadora de un daño para
con los terceros, en donde se encuentra la fuente para desconocer la limitación de
la responsabilidad y exigir de los socios la reparación del daño acontecido.
42 «La sociedad comercial se constituirá por escritura pública en la cual se expresará: 12. El nombre y domicilio de la persona o personas que han de representar legalmente a la sociedad, precisando sus facultades y obligaciones, cuando esta función no corresponda, por la ley o por el
contrato, a todos o a algunos de los asociados».
33
34
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Estas herramientas legales se conocen en la doctrina como la teoría del
levantamiento del velo corporativo o «disregard of the legal entity» o «piercing the
corporate veil», cuya inalidad es desconocer la limitación de la responsabilidad
de los asociados al monto de sus aportaciones, en circunstancias excepcionales
ligadas a la utilización defraudatoria del beneicio de separación. Al respecto,
ha sostenido la doctrina: «El ente hermético se abre siempre que surja o se
perciba un asomo de mala fe, fraude, abuso del derecho o simulación. Así
mismo cuando se forma para burlar el ordenamiento jurídico, o si después de
constituida con arreglo a la ley se desvía su inalidad, o la persona es utilizada
para actos o propósitos ilícitos, se conigura el ejercicio anormal de un derecho
que merece correctivos para que no persista el abuso. En nuestro ordenamiento
jurídico se consagran algunos instrumentos que cumplen la misma función de
la teoría del levantamiento del velo corporativo, prevista expresamente en otros
ordenamientos. Al respecto, se pueden destacar: I) el deber constitucional y legal
de no hacer daño a otro (neminen laedere), de acuerdo con los artículos 58 y 83
de la Constitución y con el artículo 2341 del Código Civil; II) la responsabilidad
por el abuso del derecho según el artículo 830 del Código de Comercio; III) la
responsabilidad subsidiaria en casos de concordato o liquidación de sociedades
subordinadas, conforme al parágrafo del artículo 148 de la Ley 222 de 1995, y
IV) la responsabilidad prevista en el artículo 207 de la misma ley» (Corte
Constitucional, 2000, Sentencia C.210).
Un ejemplo de las regulaciones que contiene el ordenamiento jurídico al respecto,
y que se reieren al hecho de que sea utilizada la persona jurídica en fraude a la ley
o en perjuicio de terceros, lo encontramos en el parágrafo del artículo 71 de la Ley
222 de 1995, cuando señala que:
el titular de las cuotas de capital y los administradores que hubieren realizado,
participado o facilitado los actos defraudatorios, responderán solidariamente por
las obligaciones nacidas de tales actos y por los perjuicios causados.
La Ley 1116 de 2006 contempla otros casos de levantamiento corporativo o velo
corporativo, el primero de ellos se encuentra indicado en el artículo 82 señalando
que aquellos socios que utilicen el velo societario con el in de cometer conductas
culposas o dolosas tendientes a desmejorar la prenda común de los acreedores
responderán civilmente por el pago del faltante del pasivo externo. No obstante:
«no estarán sujetos a dicha responsabilidad los socios que no hayan tenido
conocimiento de la acción u omisión o hayan votado en contra, siempre y cuando
no la ejecuten». Se presumirá la culpa de quienes incumplan o extralimiten sus
funciones o violen la ley o estatutos sociales43.
43 Artículo 82 de la Ley 1116 de 2006, el cual establece además que serán tenidas por no escritas
las cláusulas contractuales que tiendan a absolver a los socios, administradores, revisores iscales y empleados de las responsabilidades antedichas o a limitarlas al importe de las cauciones
que hayan prestado para ejercer sus cargos.
PARTE 1 - CAP. III: PERSONALIDAD JURÍDICA DE LA SOCIEDAD
El otro caso se encuentra contemplado en el artículo 61 que se reiere al control
que efectúa una matriz o controlante cuando tiene participaciones de capital
en la subordinada, pues en el caso de que la insolvencia o liquidación hubiese
sido producida por las actuaciones de la sociedad matriz o controlante, y que
estas fueran de su interés o del de sus subordinadas y en contra del beneicio
de la sociedad en reorganización o proceso de liquidación judicial, la matriz o
controlante deberá responder subsidiariamente por las obligaciones de aquella,
a menos que demuestre que la situación concursal no se debió al control sino a
otras causas diferentes.
Las acciones de simulación o de nulidad absoluta del contrato de sociedad son
otros de los mecanismos que se pueden emplear en los demás casos en que se
utilice la igura societaria para ocasionar un fraude a la ley, a acreedores o a
terceros. Con estos mecanismos se busca igualmente llegar hasta las personas
que se encuentran encubiertas por el velo de la personalidad jurídica (Confrontar
Superintendencia de Sociedades, 2007, Oicio 220-039930). En todos estos
casos, quien responde por los perjuicios causados no es la sociedad, sino los
socios o accionistas de esta, con su propio patrimonio.
Así entonces, no pueden los asociados llamar a responder a la persona jurídica,
entendida como ente autónomo con respecto a los asociados, sino que son ellos
mismos los que son llamados a responder ante cualquier perjuicio ocasionado
durante el desarrollo anormal del objeto social. Al respecto, ha señalado la Corte
Suprema de Justicia que:
para efectos comerciales y civiles la persona jurídica sea un ente distinto de sus
socios, es una verdad que no trasciende al ámbito penal [...] En el evento de las
personas jurídicas, su patrimonio está constituido por el haber de los socios y
sus actividades responden a la voluntad de sus dueños, quienes a través de ellas
persiguen su propio beneicio. Si ello es así, la empresa misma puede servir de
medio para cometer acciones delictuosas (Corte Suprema de Justicia, 2007,
Oicio 220-039930).
Esto implica que los únicos medios para evitar el abuso de la igura societaria
serán aquellos que contempla la Ley 222 de 1995 en contra de los administradores
(artículos 24, 25 y 43), pues en el ámbito penal no se predica la responsabilidad de
las personas jurídicas.
De esta manera, el levantamiento del velo societario será indispensable cuando
se entre a estudiar el momento en el cual la sociedad hizo uso de sus facultades
con ines diferentes a los de su creación, y con miras a burlar el ordenamiento
jurídico44. Así se logra llegar hasta las personas que se están beneiciando del velo
44 Al respecto, el artículo 44 de la Ley 190 de 1995 señala que las autoridades judiciales podrán
levantar el velo corporativo de las personas jurídicas cuando fuere necesario determinar el verdadero beneiciario de las actividades adelantadas por esta.
35
36
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
de la personalidad jurídica, pues esta es un medio para limitar su responsabilidad
frente a la ley, a los acreedores o respecto de terceros.
7. Clases de sociedades
El Código de Comercio constituye el marco general de regulación, creación,
organización, desarrollo y extinción de los tipos societarios. Estos se encuentran
consagrados especíicamente en Libro Segundo, título iii al ix del citado estatuto,
en el que se detallan cada una de las sociedades comerciales, las cuales se pueden
clasiicar desde diferentes puntos de vista. Veamos:
A) Sociedades de personas y de capital
El contrato se celebra entre personas ciertas y determinadas, aplicándose lo que
decían los juristas romanos «qui contradit societatem certam personarum sibi
eligit» (Gayo, SF, 3, 152), es decir, prima el elemento intuitu personae, y por tanto
son consideradas organizaciones de carácter cerrado, por cuanto el acceso a la
misma es restringido, lo que sugiere que cualquier elemento que altere los atributos
personales de uno o varios socios tiene implicaciones en la forma de funcionamiento
de la sociedad. La sociedad colectiva es el tipo societario que más se asemeja a esta
clasiicación, por cuanto si se presenta un error en la persona, puede ocasionar
nulidad en la totalidad del negocio jurídico, en razón a que su asociación fue en
consideración de sus calidades y atributos (Código de Comercio, artículo 107)45.
Por su parte, las sociedades de capital se caracterizan porque se constituye el
capital sin importar quiénes son los socios y de allí que su responsabilidad es
limitada, pues los socios responden por sus obligaciones hasta el monto de sus
aportes, es decir, el elemento que prevalece en este tipo de sociedades es el intuitu
rei, lo que la constituye en una estructura de carácter abierto.
a) Sociedades según el capital
Las sociedades según la forma como se encuentra representado el interés o
participación en el fondo o capital social podrán dividirse de diferentes formas y
dependiendo del tipo societario, así:
45 «El error de hecho acerca de la persona de uno de los asociados viciará el consentimiento
cuando el contrato se celebre en consideración a la persona de los mismos, como en la sociedad
colectiva respecto de cualquiera de ellos, y en la comanditaria respecto de los socios gestores o
colectivos.
El error sobre la especie de sociedad solamente viciará el consentimiento cuando esta sea distinta de la que el socio entendido contrae y, a consecuencia del error, asuma una responsabilidad superior a la que tuvo intención de asumir, como cuando entendiendo forma parte de una
sociedad de responsabilidad limitada se asocie a una colectiva».
PARTE 1 - CAP. III: PERSONALIDAD JURÍDICA DE LA SOCIEDAD
a’) Partes de interés. Esta forma de división del capital la encontramos en la sociedad
colectiva; las partes de interés se caracterizan porque su valor puede ser diferente
y porque es un derecho que tiene cada uno de los socios independientemente de
los votos que le corresponden, es decir, cada socio solo tiene derecho a un voto,
sin importar el valor de su participación. Estas no son libremente negociables,
pues debido a su calidad de sociedad de personas se requiere unanimidad entre
sus socios para ceder la parte de interés, salvo que en los estatutos se reforme esta
mayoría (Código de Comercio, artículos 31646 y 29647, numeral I). Dicha cesión
debe hacerse mediante reforma estatutaria, puesto que las partes de interés han
quedado plasmadas en la escritura pública de constitución, pues a diferencia
de las acciones, las partes de interés no se encuentran representadas en títulos
negociables.
b’) Cuotas. Los tipos societarios donde el capital se divide en esta forma son
la limitada y en comandita simple. En esta última, la participación social es
únicamente de los socios comanditarios. Las cuotas serán de igual valor nominal
y conferirán un derecho de participación en el capital social, es decir, a cada socio
le corresponde por cada cuota el derecho a un voto, por tanto, tendrá determinada
cantidad de votos en proporción a las cuotas que posea.
La transferencia o cesión de cuotas tendrá que hacerse por escritura pública.
Dicha transferencia implica no solo la aprobación de la Junta de socios, sino una
reforma en los estatutos y su registro en la cámara de comercio. Esto es así por
cuanto las mismas no se encuentran plasmadas en documentos negociables, sino
en la escritura de constitución.
c’) Acciones. En esta clase encontramos las sociedades anónimas y comanditas
por acciones, cuyo capital se encuentra representado en títulos de carácter participativo y con igual valor nominal; son libremente negociables, a no ser que estatutariamente se hubiese pactado el derecho de preferencia o se traten de acciones
privilegiadas, de industria no liberadas o las gravadas con prenda.
Si no son de esta clase o si no hay estipulación expresa del derecho de preferencia,
estas podrán circular libremente y, por tanto, su negociación, a diferencia de las
46 Artículo 316. La transferencia de partes de interés, el ingreso de nuevos socios, así como cualquiera otra reforma estatutaria y la enajenación de la totalidad o de la mayor parte de los activos
sociales, requerirán el voto unánime de los socios, o de sus delegados, si otra cosa no se dispone
en los estatutos. Las demás decisiones se aprobarán por mayoría absoluta de votos, salvo estipulación en contrario. Cada socio tendrá derecho a un voto.
47 Artículo 296. Todo socio deberá obtener autorización expresa de sus consocios para: 1) Ceder
total o parcialmente su interés en la sociedad.
37
38
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
cuotas o partes de interés, no implica reforma estatutaria ni escritura pública, así
como tampoco requiere aprobación o unanimidad de los socios accionistas.
Estas deberán ser expedidas en series continuas con las irmas del representante
legal y el secretario. Deberán además indicar: la denominación de la sociedad, su
domicilio principal, el número y fecha de la escritura constitutiva, y la cantidad de
acciones representadas en cada título, su valor nominal y si su negociabilidad está
limitada por el derecho de preferencia, y por ser nominativas deberá indicarse el
nombre de su tenedor, etc. (Código de Comercio, artículo 401, y decreto 291 de
1991, artículo 9o).
b) Sociedades según la responsabilidad de sus socios
La responsabilidad de los socios frente a terceros por las obligaciones u operaciones
de la sociedad varía, dependiendo del tipo societario de que se trate. Veamos:
a’) Responsabilidad ilimitada, subsidiaria y solidaria. A esta clasiicación pertenecen la sociedad colectiva y los socios gestores de la sociedad en comandita. La
responsabilidad es ilimitada por cuanto los socios responden no solo con el patrimonio social, sino que en igual medida con la totalidad de su patrimonio personal, siendo este la prenda general de los acreedores; también la responsabilidad
será solidaria, por cuanto cada uno o cualquiera de los socios puede ser llamado
a responder por las acreencias debidas a terceros; y se habla de subsidiariedad
porque siempre que el patrimonio social no sea suiciente para responder con las
obligaciones contraídas, los socios responderán supletoriamente con su patrimonio, siempre y cuando se demuestre que la sociedad fue previamente requerida
inútilmente para el pago.
b’) Responsabilidad limitada. Pertenecen a este tipo societario la limitada,
la anónima y los socios comanditarios en las sociedades en comandita. La
responsabilidad de los socios llega hasta el monto de sus aportes. A pesar de ello
se establece la solidaridad en los casos de obligaciones de tipo laboral (Código
Sustantivo del Trabajo, artículo 3648) y tributarias (Estatuto Tributario, artículo
79449), salvo en las sociedades anónimas y en las comanditas por acciones.
48 Responsabilidad Solidaria. Son solidariamente responsables de todas de las obligaciones que
emanen del contrato de trabajo las sociedades de personas y sus miembros y estos entre sí en
relación con el objeto social y solo hasta el límite de responsabilidad de cada socio, y los condueños o comuneros de una misma empresa entre sí, mientras permanezcan en indivisión.
49 Responsabilidad Solidaria de los Socios por los Impuestos de la Sociedad. En todos los casos los socios, copartícipes, asociados, cooperados, comuneros y consorciados responderán solidariamente
por los impuestos, actualización e intereses de la persona jurídica o ente colectivo sin personería
jurídica de la cual sean miembros, socios, copartícipes, asociados, cooperados, comuneros y con-
PARTE 1 - CAP. III: PERSONALIDAD JURÍDICA DE LA SOCIEDAD
Sobre este tema la Corte Constitucional ha expresado que:
el tratamiento diferencial que establece el artículo 794 del Estatuto Tributario,
en el sentido de excluir de responsabilidad solidaria a los accionistas de las
sociedades anónimas o asimiladas y a las cooperativas —salvo en lo relacionado
con los cooperados que hayan ejercido la administración o gestión de la
entidad—, quienes también responden solidariamente, se justiica como quiera
que la responsabilidad solidaria de los socios por los impuestos de la sociedad,
solo es aplicable a determinados tipos de agrupaciones societarias, en donde
la característica personal es un elemento relevante, como quiera que el vínculo
intuitu personae es la característica esencial de las sociedades colectivas, de
responsabilidad limitada e inclusive de las asociaciones de carácter colectivo,
en las que es posible identiicar una relación de gestión; evento que no ocurre
con las sociedades anónimas o por acciones, en donde el factor intuitu personae
se desdibuja, a tal punto que la gran mayoría de accionistas virtualmente
se encuentran separados de la dirección o administración de la compañía,
conforme a las propias reglas del Código de Comercio e inclusive de sus propios
estatutos fundacionales. Para la Corte es evidente, entonces, que las compañías
de responsabilidad limitada o las colectivas, por su propia naturaleza jurídica y
sus especiales características no se hallan en las mismas circunstancias fácticas
frente a las sociedades anónimas, ni mucho menos a las cooperativas (Corte
Constitucional, 2000, Sentencia C-210).
8. La calidad de socio
Es socio toda aquella persona natural o jurídica que se reúne con otra u otras
personas para desarrollar una actividad y obtener una utilidad. Se adquiere
esta condición cuando la persona ingresa a la sociedad, bien sea en el acto de
su constitución o posteriormente, mediante la realización de unos aportes. Este
vínculo deriva principalmente del contrato generador de la sociedad, el cual
le coniere un conjunto de derechos y deberes, o si se quiere, de facultades y
obligaciones impuestas en la ley según el tipo societario que se constituya.
Dicha condición «se presenta como el punto de origen y de uniicación de las
sucesivas relaciones que se producen entre el socio y el ente jurídico» (Narváez,
1996, p. 140). Por tanto la calidad se prolonga por el tiempo de existencia de dicho
ente y podrá ser de carácter activo o pasivo en las relaciones jurídicas de la sociedad,
a no ser que dicha calidad se pierda por enajenación de las participaciones, por la
muerte del socio, por la adjudicación de acciones que se haga en la liquidación de
una sociedad conyugal, etc.
sorciados, a prorrata de sus aportes o participaciones en las mismas y del tiempo durante el cual
los hubieren poseído en el respectivo período gravable.
39
40
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
A) Formas de adquirir la calidad de socio
La calidad de socio se adquiere cuando el asociado efectúa su aportación al
momento de constituirse la sociedad por escritura pública y también cuando
sustituye a un socio o ingresa posteriormente. Así, esta calidad se obtiene de
forma voluntaria una vez ingresa o se incorpora a la sociedad y puede ser de
dos maneras: a) ordinaria, se habla en este caso de los socios fundadores, por
cuanto simplemente se limitan a dar su consentimiento y aporte para adquirir esta
calidad, y b) derivada, se presenta en el caso en que un socio ceda o transiera en
forma total o parcial su parte de interés, cuota o acciones.
El otorgamiento de la calidad de socio o accionista se hará efectiva a partir de tal
inscripción en los libros de registro de los socios cuando se adquiera la calidad de
socio, ya de forma originaria o derivada; ello con el in de darle publicidad y de
hacerlo oponible frente a la sociedad. En dichos libros deberá constar la identidad
y domicilio del titular, el número de cuotas, partes de interés o acciones que
posea, y los gravámenes que se constituyan sobre aquellas (Código de Comercio,
artículos 195 y 361).
B) Clases de socios
La participación dentro de la sociedad puede variar dependiendo del tipo de socio
que se trate. Por tanto, en la sociedad podrán existir las siguientes clases de socios:
• Socio capitalista: es la persona natural o jurídica que aporta a una sociedad
una suma de dinero o un bien apreciable en dinero.
• Socio industrial: es la persona natural o jurídica que se obliga a realizar
una prestación de hacer, por virtud de la cual el socio aporta su trabajo o
conocimiento al servicio de la sociedad. Para obtener una participación en el
capital, deberá tratarse de un aporte de industria con estimación del valor, o
recibir utilidades cuando se trate de un aporte de industria sin estimación del
valor (Código de Comercio, artículos 137 y 138).
• Socio comanditario: es la persona natural o jurídica que aporta capital a una
sociedad, pero que no interviene en la administración ni en la representación
de la sociedad.
• Socio gestor: es la persona natural o jurídica encargada de administrar y
representar a la sociedad. Este tipo de socio se encuentra en las sociedades
colectivas y en las sociedades en comandita; en esta última también actúa
como administrador.
C) Derechos del socio
Generalmente se encuentran regulados en los estatutos de la sociedad, pero
igualmente suelen ser desarrollados mediante decisiones de los órganos sociales.
PARTE 1 - CAP. III: PERSONALIDAD JURÍDICA DE LA SOCIEDAD
El artículo 379 del Código de Comercio establece algunos de los derechos que
coniere la acción a su titular. Estos se pueden clasiicar en dos categorías:
• Económicos: el socio tiene derecho a recibir utilidades de cada ejercicio,
negociar libremente las acciones salvo que existiese derecho de preferencia,
suscribir nuevas acciones de manera preferente y recibir la cuota social de
liquidación y el derecho de retiro.
• Administrativos: el socio tiene unas potestades de carácter accesorio que le
otorgan el derecho a ser convocado a las reuniones del órgano social y de
votar en estas, el derecho de información, de impugnación de los acuerdos
sociales y del balance de liquidación, y de inspeccionar los libros sociales.
Veamos en qué consiste cada uno de ellos.
a) Derecho a recibir una parte proporcional de los bene cios sociales establecidos por los balances de n de ejercicio
Este es el móvil principal por el cual el socio decide vincularse a la sociedad.
La distribución de tales beneicios deberá hacerse proporcionalmente al valor
nominal pagado de cada acción. Para aprobar el reparto de utilidades, el artículo
155 del Código de Comercio (modiicado por el artículo 240 de la Ley 222 de
1995, «mayoría para distribución de utilidades») indica la mayoría decisoria en
los siguientes términos:
Salvo que en los estatutos se ijare una mayoría decisoria superior, la distribución
de utilidades la aprobará la asamblea o Junta de socios con el voto favorable de un
número plural de socios que representen, cuando menos, el 78% de las acciones,
cuotas o partes de interés representadas en la reunión. Cuando no se obtenga la
mayoría prevista en el inciso anterior, deberá distribuirse por los menos el 50% de
las utilidades líquidas o del saldo de las mismas, si tuviere que enjugar pérdidas
de ejercicios anteriores50.
b) Derecho de negociar libremente las acciones, a menos que se estipule el
derecho de preferencia
En principio, las acciones son de libre negociación y su enajenación puede ser
realizada con el mero acuerdo de las partes. No obstante, deberá hacerse su
inscripción en el libro de registro de acciones. Existe la excepción a tal libertad,
y se presenta cuando se estipula el derecho de preferencia a favor de la sociedad
y/o accionistas. En tal caso deberán señalarse las condiciones y plazos en que
deben ejercer tal derecho la sociedad o los accionistas, ijando además el precio
y la forma de pago de las acciones; en caso de desacuerdo, las partes deberán
nombrar un perito (Código de Comercio, artículo 407).
50 Ver el tema de reparto de utilidades, Primera parte, Capítulo 7, numeral 3.
41
42
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Otras excepciones a la libre negociación de las acciones se encuentran taxativamente señaladas en el artículo 403 del Código de Comercio, el cual indica que las
acciones privilegiadas de industria no liberadas y aquellas gravadas con prenda
requieren de una autorización particular para ser negociadas, ya sea por parte de
la Junta Directiva o de la asamblea general o por el acreedor, cuando estas están
gravadas.
c) Derecho a suscribir nuevas acciones de manera preferente
Cada socio puede mantener constante su participación; por lo tanto, el artículo
388 del Código de Comercio ha previsto que:
Los accionistas tendrán derecho a suscribir preferencialmente en toda nueva
emisión de acciones, una cantidad proporcional a las que posean en la fecha en
que se apruebe el reglamento. En este se indicará el plazo para suscribir, que no
será inferior a quince días contados desde la fecha de la oferta.
Ello sugiere la facultad de suscribir antes que cualquier tercero en la fecha en que
se dé el aviso de la oferta. No sobra aclarar que este derecho solo será aplicable en
materia de colocación de acciones en sociedades anónimas.
d) Derecho a la cuota social de liquidación
Los socios tendrán derecho a recibir una parte proporcional de los activos sociales
al tiempo de la liquidación y una vez pagado el pasivo externo de la sociedad. Este
se consolidará por medio de la llamada distribución del remanente de activos
sociales (Código de Comercio, artículo 247).
e) Derecho de retiro
Este derecho operará en los casos de transformación, fusión y escisión, es decir,
cuando las circunstancias que originaron la vinculación al ente societario cambien
de manera trascendental, de tal forma que impongan una mayor responsabilidad
para los socios o desmejoren sus derechos patrimoniales. Igualmente, en las
sociedades por acciones procederá el ejercicio de este derecho cuando se presente
la cancelación voluntaria de la inscripción en el Registro Nacional de Valores o en
bolsa de valores (Ley 222 de 1995, artículo 12, inciso 2o).
Este derecho se podrá ejercer siempre y cuando se cumpla con alguna de las
condiciones que se encuentran previstas en el parágrafo del artículo 12 de la Ley
222 de 1995, tales como: a) cuando se disminuya el porcentaje de participación
del socio en el capital de la sociedad; b) cuando se disminuya el valor patrimonial
de la acción, cuota o parte de interés o se reduzca el valor nominal de la acción o
cuota, siempre que en este caso se produzca una disminución de capital; c) cuando
se limite o disminuya la negociabilidad de la acción.
PARTE 1 - CAP. III: PERSONALIDAD JURÍDICA DE LA SOCIEDAD
f) Derecho a participar en las deliberaciones de la asamblea general de
accionistas o Junta de socios y votar en ella
Depende del tipo societario, puesto que en las sociedades de cuotas o por acciones
este derecho viene asociado con el porcentaje de participación en el capital social;
en otras palabras, cada socio tendrá tantos votos cuantas acciones posea. En las
sociedades por partes de interés, esto diiere ya que cada socio tiene derecho a
un solo voto, independientemente del aporte realizado (Código de Comercio,
artículos 316 y 359, y Ley 222 de 1995, artículo 57).
Este derecho no es de carácter absoluto, pues pueden existir acciones sin derecho
a voto o con voto restringido a determinadas decisiones. Las primeras otorgan
la prerrogativa de que al accionista le paguen dividendos antes de que sean
repartidas las utilidades sociales, y las segundas, respecto a la calidad que tenga
el socio. Un ejemplo de ello lo encontramos en los artículos 18551 y 132, inciso
2o, del Código de Comercio52. En el primer caso no podrán votar cuando haya
incompatibilidad de administradores y empleados, y en el segundo, cuando sean
aportantes de bienes en especie y estos tengan que ser avaluados.
g) Derecho a inspeccionar libremente los libros y papeles sociales
El ejercicio de este derecho deberá realizarse conforme a lo que establezca la
ley para cada uno de los tipos societarios y deberá hacerse en las oicinas de la
administración que funcionen en el domicilio principal de la sociedad (Código
de Comercio, artículos 314, 328, 369 y 447)53.
51 «Salvo los casos de representación legal, los administradores y empleados de la sociedad no
podrán representar en las reuniones de la asamblea o junta de socios acciones distintas de las
propias, mientras estén en ejercicio de sus cargos, ni sustituir los poderes que se les conieran.
Tampoco podrán votar los balances y cuentas de in de ejercicio ni las de la liquidación» (el
énfasis es añadido).
52 «El valor de los aportes en especie posteriores a la constitución será ijado en asamblea o en
junta de socios con el voto favorable del sesenta por ciento o más de las acciones, cuotas o partes
de interés social, previa deducción de las que correspondan a los aportantes, quienes no podrán
votar en dicho acto. Estos avalúos debidamente fundamentados se someterán a la aprobación
de la Superintendencia». Esta aprobación por parte de la Superintendencia es obligatoria únicamente para las sociedades controladas por dicha entidad. No se exige para las sociedades
simplemente vigiladas (Ley 222 de 1995, artículo 85, numeral 8).
53 Artículo 314. Derecho de inspección de los socios en la sociedad colectiva. Aun delegada la
administración, los socios tendrán derecho de inspeccionar, por sí mismos o por medio de
representantes, los libros y papeles de la sociedad en cualquier tiempo.
Artículo 328. Derecho de inspección y pérdida en la sociedad en comandita. El comanditario
tendrá la facultad de inspeccionar en cualquier tiempo, por sí o por medio de un representante,
los libros y documentos de la sociedad. Pero si tiene un establecimiento dedicado a las mismas
43
44
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Este derecho no es absoluto, por cuanto se restringe en aquellos documentos donde
consten secretos industriales o información que cause menoscabo a la sociedad
si son utilizados. Cualquier discusión acerca del ejercicio de este derecho deberá
ser dirimida por quien ejerza la inspección, vigilancia o control, y de considerarse
procedente el derecho, deberá emitir la orden respectiva. Por tanto, quien impida
su ejercicio o quien conozca dicho impedimento y no lo denuncie, será removido
de su cargo (Ley 222 de 1995, artículo 48). Sobre este tema, complementarse con
el literal D, capítulo II de la parte segunda.
• Paz y salvo para participar en las reuniones. Uno de los elementos esenciales
para la existencia de la sociedad es el aporte y su pago, en la forma, época y
lugar convenida contractualmente (artículo 124 Código de Comercio). Luego
solo por esta causal de no haber realizado su aporte en la forma convenida, el
socio no podrá participar con voz y voto en las reuniones, por no encontrase
a paz y salvo con la sociedad54.
Lo anterior excluye a que en los estatutos se estipule la no participación de un
socio por el hecho de no estar a paz y salvo ya sea con la sociedad o con los
socios por obligaciones surgidas de un negocio, pues esta determinación que si
bien es nacida del principio de la autonomía de la voluntad, sin embargo no puede
actividades del establecimiento de la sociedad o si forma parte de una compañía dedicada a las
mismas actividades, perderá el derecho a examinar los libros sociales.
Artículo 369. Derecho de inspección de los socios de la sociedad de responsabilidad limitada.
Los socios tendrán derecho a examinar en cualquier tiempo, por sí o por medio de un representante, la contabilidad de la sociedad, los libros de registro de socios y de actas y en general todos
los documentos de la compañía.
Artículo 447. Derecho de los accionistas a la inspección de libros. Los documentos indicados
en el artículo anterior, junto con los libros y demás comprobantes exigidos por la ley, deberán
ponerse a disposición de los accionistas en las oicinas de la administración, durante los quince
días hábiles que precedan a la reunión de la asamblea. Los administradores y funcionarios directivos así como el revisor iscal que no dieren cumplimiento a lo preceptuado en este artículo
serán sancionados por el superintendente con multas sucesivas de diez mil a cincuenta mil
pesos para cada uno de los infractores».
Considero que queda a discreción de la Superintendencia destituir a los funcionarios o que se
les multe hasta un límite máximo de doscientos smmlv, por así establecerlo de manera general
el art. 86, numeral 3, de la Ley 222 de 1995.
54 La Superintendencia ha señalado que: «Es importante tener en cuenta, que por una parte los
titulares de acciones y/o en su lugar las cuotas en mora, no pueden ejercer los derechos inherentes a las mismas (Código de Comercio, artículos 372 y 397), y por otra, que la medida tiene
un carácter eminentemente sancionatorio, lo que en concepto de este despacho implica que si
bien aquellos tienen la aptitud para ser convocados a la reunión respectiva ( …), por excepción
no participa con sus partes de interés para efectos del quórum, ni pueden ejercer su derecho a
voto, razón por la cual las mismas abran de deducirse para el computo de quórum, como de las
mayorías a que haya lugar …». (Superintendencia de Sociedades, Oicio 220-054650, Octubre
6/2006).
PARTE 1 - CAP. III: PERSONALIDAD JURÍDICA DE LA SOCIEDAD
consagrarse por ser violatoria de una norma imperativa, cual es la del derecho que
la ley coniere al asociado de participar en las reuniones.
• Prescripción de los derechos del socio. Los administradores de la sociedad y
en este caso el representante legal autorizado por el máximo órgano social,
podrá mediante proceso verbal solicitar al juez que declare la prescripción
extintiva de los aportes representados en acciones, cuotas o partes de interés
de que es titular un socio.
Se fundamenta este proceso en demostrar que el socio no ha comparecido por sí
ni por interpuesta persona a la sociedad desde hace más de diez años, tal como lo
demuestran las actas de asamblea o Junta de socios; que es un derecho patrimonial
y como el código de comercio no consagra de manera expresa la prescripción de
las acciones, es viable aplicar las disposiciones del Código Civil consagradas en el
artículo 2513 y los artículos 2, 4 y 8 de la Ley 791 /2002.
h) Derecho a impugnar los acuerdos sociales
La impugnación consiste en contradecir o refutar algo sobre lo cual se tiene
creencia que es erróneo o ilegal. El derecho de impugnación es un mecanismo
que busca no solo la protección de las minorías, sino la defensa de los derechos de
los demás miembros de la sociedad, cuando la decisión adoptada sea lesiva para
la sociedad y en beneicio de un único socio, e incluso con el in de preservar la
moral y el orden público, si las decisiones o acuerdos sociales no solo contrarían
las leyes, sino también los estatutos sociales. Este tema ha de complementarse con
el punto 11 de la parte tercera sobre impugnación de actas o decisiones.
D) Pérdida de la condición de socio
Esta situación ocurre una vez el socio ha transferido la totalidad de su parte de
interés, cuotas o acciones, o cuando han sido adjudicadas sus acciones en un
proceso judicial. Esta transmisión de la condición de socio igualmente genera la
pérdida de la misma, pero sin que la estructura del tipo societario sufra alteración
alguna, pues de acuerdo con el elemento esencial de la plurilateralidad, la ley
consagra la libertad del ingreso o separación de socios. Sin embargo, no solamente
existe esta posibilidad, sino que también puede ocasionarse la pérdida de esta
condición una vez se ejerce el derecho de retiro o cuando el socio es sancionado
con la exclusión, como se explica a continuación.
• El derecho de retiro, llamado de receso o de separación, es una facultad o
derecho que le brinda la ley a un socio ausente o disidente para retirarse
y renunciar al vínculo societario, el cual se ejerce una vez han acaecido
determinadas circunstancias de tipo legal o convencional previamente
establecidas, y a las cuales tiene que atenerse el socio facultado con ese
45
46
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
derecho55, es decir, su causa generadora debe ser de tipo objetivo. El socio que
ejerza el derecho tendrá que comunicarlo por escrito al representante legal,
dentro de los cinco días siguientes a la fecha de recibo de la carta de retiro
y la sociedad ofrecerá las cuotas, acciones o partes de interés a los demás
socios, quienes dispondrán de quince días para adquirirlas a prorrata de su
participación en el capital social. Si no las adquieren todas, la sociedad goza
de un término de cinco días siguientes para readquirirlas, siempre que haya
utilidades líquidas o reservas constituidas para tal in. Quien ejerza el derecho
de retiro responderá subsidiariamente hasta el monto de lo reembolsado
por las obligaciones contraídas hasta la fecha de la inscripción del retiro en
el registro mercantil, a excepción del socio de una colectiva, el cual queda
liberado de su responsabilidad transcurrido un año contado desde la fecha
de la inscripción de la respectiva escritura de cesión (Código de Comercio,
artículo 301). Lo mismo se predica de los gestores de la sociedad en comandita
simple y por acciones cuando ceden su parte de interés (Código de Comercio,
artículos 341 y 352).
Cuando los socios o la sociedad no adquieran la totalidad de las cuotas,
acciones o partes de interés, se debe proceder a su reembolso por el valor
acordado entre las partes y si no hubiere acuerdo, el avalúo lo harán peritos
designados por la cámara de comercio del domicilio principal. Dicho avalúo
será obligatorio. El reembolso, salvo pacto en contrario, se hará dentro de los
dos meses siguientes al acuerdo o peritaje.
• La exclusión es una sanción legal de carácter restrictivo impuesta en contra
de aquel socio que haya infringido la ley o el pacto social. Por el carácter
esencialmente punitivo que tiene la exclusión, necesariamente ha de estar
expresamente consagrado en la ley o en los estatutos el motivo que determina
su procedencia según el tipo societario. La determinación de su aplicación
será tomada por el máximo órgano social.
55 El ejercicio del derecho de retiro está regulado en los artículos 12 a 17 de la Ley 222 de 1995, los
cuales se sintetizan así:
* Sujetos del derecho: Aquellos que no concurran a la reunión de la asamblea o junta de socios
y aquellos que disientan de la decisión adoptada.
Causales: solo podrá ejercer cuando se presente una de estas dos causas: a) cuando la transformación, fusión o escisión imponga a los socios una mayor responsabilidad o implique una desmejora de sus derechos patrimoniales; b) en las sociedades por acciones, cuando se produzca la
cancelación de la inscripción en el registro nacional de valores o de la bolsa de valores.
Requisitos: la convocatoria para la asamblea o junta extraordinaria de socios donde se vaya a
debatir el proyecto de escisión, fusión o las bases de la transformación se hará con no menos
de quince días precedentes a la misma. En ella se ha de incluir el punto referente a la reforma,
expresándose la posibilidad que tienen los socios de ejercer el derecho de retiro. Si se omite
cualquiera de estos requisitos, las decisiones serán ineicaces.
PARTE 1 - CAP. III: PERSONALIDAD JURÍDICA DE LA SOCIEDAD
Las causales de exclusión de la sociedad colectiva serán igualmente aplicables
a los socios gestores de las sociedades en comandita simple y por acciones,
por remisión expresa de los artículos 341 y 352 del Estatuto Mercantil. De
esta manera, los asociados en estos tipos societarios se excluirán: a) cuando
explote por cuenta propia o ajena, directamente o por interpuesta persona, la
misma clase de negocios en que se ocupe la compañía; b) cuando forme parte
de sociedades por cuotas o partes de interés, al intervenir en su administración
o en las compañías por acciones que exploten el mismo objeto social; c)
cuando retire cualquier clase de bienes de la sociedad o que utilice la irma
social en negocios ajenos a ella, y d) cuando los asociados no hacen el aporte
en la forma y época convenidos (Código de Comercio, artículos 296 a 298).
En el caso de las sociedades de responsabilidad limitada, el legislador ha
señalado causales especiales para que proceda la exclusión. No obstante,
soy de la opinión que podrá estipularse en los estatutos sociales de manera
excepcional la procedencia de la exclusión, si concurren los supuestos
contemplados para ello en las sociedades colectivas y ya antes explicados
(Código de Comercio, artículos 110, numerales 14, y 296 a 298).
Las causales previstas para la exclusión en la sociedad de responsabilidad limitada
son:
a) cuando luego de agotado el procedimiento para ceder las cuotas sociales y ante
la imposibilidad de cederlas, los demás asociados pueden optar por liquidar la
sociedad o excluir al socio interesado en cederlas, evento en el cual más que una
sanción, constituye una opción que posibilita la desvinculación voluntaria de la
sociedad (Código de Comercio, artículo 365), y b) cuando los asociados no hacen
el aporte en la forma y época convenidos, la sociedad podrá entre otros arbitrios
excluir al socio incumplido (artículo 125, ord. Io, ibid.) (Superintendencia de
Sociedades, 2004, Oicio 220-018154).
Respecto a la sociedad anónima, vemos que no hay ninguna estipulación legal ni
remisión expresa al régimen de otro tipo societario, como sucede con la sociedad
colectiva. Con respecto a este vacío normativo, la Superintendencia de Sociedades
señaló, mediante Oicio 100-20613 del 23 de mayo de 2001, que:
ante la ausencia de una previsión expresa, como ocurre en el caso de la sociedad
colectiva, o de una remisión al régimen de esta, como sucede respecto de los
gestores de la sociedad en comandita, es necesario examinar si en la forma social
anónima, tal y como ocurre a propósito de las sociedades de responsabilidad
limitada, a la ausencia de prohibición legal se suma la compatibilidad de la cláusula
de exclusión con el régimen legal del tipo. Dicho examen, en opinión de este
despacho, conduce a la conclusión de que la exclusión es incompatible con el tipo
de la sociedad anónima, razón por la cual no es legalmente viable su estipulación
[...] pues amén de la autonomía de la voluntad privada, cláusulas de esta índole no
resultan compatibles con la naturaleza del tipo social. En consecuencia, salvo las
47
48
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
previsiones expresamente contempladas en la ley, en criterio de esta Entidad, no
es jurídicamente viable, pactar en los estatutos, reglamentos de conducta, de los
que puedan derivar sanciones como la pérdida de la calidad de accionista.
La razón de esta decisión radica en que:
todo accionista, por el solo hecho de serlo, disfruta de ciertos derechos esenciales,
intangibles o inviolables por la norma social, pudiendo reducirse ellos a cuatro
categorías, a saber: 1o el derecho a percibir una parte proporcional en todos los
beneicios; 2o derecho a participar en el gobierno de la sociedad mediante el voto
en las asambleas generales o cuerpo legislativo de la entidad; 3o derecho a recibir
una parte proporcional en el activo social en caso de liquidación de la sociedad;
4o derecho a negociar el título según las formas comerciales. Los estatutos de la
sociedad que son a modo de la carta constitucional en las democracias deben
desarrollar estos «cuatro principios cardinales, reglamentándolos mediante la
consagración de fórmulas con las cuales se deinan y desenvuelvan esos derechos
en forma más o menos restrictiva, pero en todo caso dentro de límites que
no impliquen o no conduzcan a su desconocimiento por caminos indirectos»
(Superintendencia de Sociedades, 2001, Oicio 100-20613).
Otros casos de exclusión consagrados en el Código de Comercio son los siguientes:
a) cuando sobre algunos de los socios recaiga una causal de nulidad relativa y
esta sea declarada judicialmente, generará su exclusión, pero tiene derecho a la
restitución de su aporte (Código de Comercio, artículo 109), y b) cuando el socio
aportante no cubra totalmente su crédito, dentro del plazo estipulado, deberá
pagar a la sociedad su valor o el faltante, según el caso, dentro de los treinta días
siguientes al vencimiento, con los intereses corrientes del monto insoluto y los
gastos causados en la cobranza. Si no lo hiciere, se originará su exclusión (Código
de Comercio, artículo 129).
Así las cosas, vale la pena mencionar que estos dos fenómenos, el derecho de
retiro y la exclusión, implican una reforma en los estatutos de las sociedades
colectivas, en comandita y limitadas, por cuanto las participaciones de los
asociados se encuentran plasmadas en los estatutos y, por tanto, los efectos de
los mismos se producirán una vez quede inscrita dicha reforma estatutaria en el
registro mercantil.
9. La condición de socio o de promotor previo a la
constitución de la sociedad
En la promesa de contrato social, el Código de Comercio ha denominado
«promotores« a las personas que realizan aquellos actos tendientes a la creación
de planes estratégicos que evalúen la proyección de la actividad empresarial por
desarrollar, tales como el análisis de costos, adquisición de licencias, contratos
relacionados con su funcionamiento y estudios de mercadeo, técnicos, económicos
PARTE 1 - CAP. III: PERSONALIDAD JURÍDICA DE LA SOCIEDAD
y jurídicos. Al tenor del artículo 140 del Código de Comercio, «son promotores
quienes hayan planeado la organización de una empresa y presentado estudios
técnicos de su factibilidad». Considerando su importante labor para la creación de
la sociedad, el Código de Comercio en su artículo 141 establece como retribución
ciertos beneicios expresados de la siguiente manera, que deberán consignarse en
la escritura pública de constitución:
• Participación en las utilidades líquidas generadas por la sociedad, la cual no
podrá exceder el 15 por ciento.
• Privilegio económico correspondiente al capital de la sociedad de que se trate,
relejado en cuotas, partes de interés o acciones suscritas por los promotores
al momento de la constitución.
Con todo, el goce de estos beneicios no excederá los cinco años contados a partir
del primer ejercicio que registre utilidades.
49
Capítulo IV
Promesa de contrato de sociedad
La promesa del contrato social es una forma de incentivar la continuación del
contrato social, pues muchas veces las personas que desean formar una sociedad
no contemplan los suicientes planes estratégicos que se requieren para su ideal
funcionamiento, como estudios de mercadeo, adquisición de maquinaria, análisis
o estudios técnicos para su realización, y demás componentes esenciales al
momento de constituirla, por lo que esta inalmente termina liquidándose.
Por ello es necesario considerar primero la posibilidad de una promesa de contrato
para que cuando los estudios pertinentes se hayan cristalizado, se constituya la
sociedad, dotándola de todos los atributos pertinentes. Así, no solo es la fase
preparatoria del contrato de sociedad, sino también la herramienta que permite
establecer ciertas condiciones para llevar a cabo y garantizar la celebración del
contrato prometido de sociedad.
1. Concepto
La promesa de contrato se reiere a todo acuerdo o contrato preliminar por el
cual una o más partes se obligan dentro de un lapso determinado, es decir, al
vencimiento de un plazo o al cumplimiento de una condición, a celebrar un
futuro contrato de sociedad. Esta promesa tiene como función vincular a las
partes previamente al contrato que no se puede o quiere celebrar aún. De esta
manera, en vista de las diferentes eventualidades que cobijan la constitución de
52
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
una sociedad, como la contemplada anteriormente, el Código de Comercio reguló
en su artículo 11956 la promesa de contrato de sociedad.
2. Requisitos
La promesa regulada dentro del acápite de sociedades establece de manera
especíica los requisitos que se deben cumplir en este sentido, pues si bien la
promesa se realiza con la intención de celebrar el contrato, ella debe entenderse
como un contrato distinto en su esencia al contrato prometido. En detalle, se
relacionan a continuación los requisitos mencionados por el artículo 119 del
Código de Comercio y las características propias de la promesa:
• Finalidad de la promesa. Celebrar el contrato de sociedad.
• Obligaciones. En la promesa de contrato, la obligación será de «hacer»,
especíicamente, la de celebrar el negocio prometido; esta obligación se
encuentra diferida en el tiempo hasta el momento que llegue el término57
ijado o se cumpla la condición58 establecida.
• Por escrito. Es un contrato solemne, es decir, debe constar por escrito, pues
de lo contrario se reputaría inexistente, por faltar una de las formalidades o
elementos esenciales exigidos por la ley59.
• Determinación del contrato. En virtud de su inalidad, la promesa deberá
determinar cuál es el tipo de sociedad que se promete celebrar, siempre
teniendo en cuenta las cláusulas a que hace referencia el artículo 110 del
Código de Comercio, pues inalmente serán estas cláusulas las que no solo
harán parte del documento de promesa, sino que regularán el contenido del
contrato de sociedad.
• Indicación del término o condición. Este requisito es esencial considerando
la inalidad de la promesa, pues será necesario indicar el momento en
56 Deberá hacerse por escrito, con las cláusulas que deban expresarse en el contrato, según lo previsto en el artículo 110, y con indicación del término o con indicación que ije la fecha en que
ha de constituirse la sociedad. La condición se tendrá por fallida si tardare más de dos años en
cumplirse. Los promitentes responderán solidaria e ilimitadamente de las operaciones que celebren o ejecuten en desarrollo de los negocios de la sociedad prometida, antes de su constitución,
cualquiera que sea la forma legal que se pacte para ella.
57 El término es un acontecimiento futuro cierto. Es el momento en que un acto jurídico debe
comenzar a producir o dejar de producir sus efectos característicos. Ver PINA (1978).
58 La condición es el acontecimiento futuro e incierto susceptible de afectar la perfección o resolución de los actos jurídicos. Ver PINA (1978).
59 Artículo 898, inciso segundo, Código de Comercio: «Será inexistente el negocio jurídico cuando
se haya celebrado sin las solemnidades sustanciales que la ley exija para su formación, en razón
del acto o contrato y cuando falte alguno de sus elementos esenciales».
PARTE 1 - CAP. IV: PROMESA DE CONTRATO DE SOCIEDAD
que aquella se ha de cumplir, o lo que es lo mismo, el momento en que
se constituirá la sociedad. El artículo comentado exige que se indique el
«término o condición que ije la fecha en que ha de constituirse la sociedad»,
pues de lo contrario, el contrato de promesa será inexistente, por faltar uno de
sus elementos esenciales (Código de Comercio, artículo 898). Sin embargo,
de ijarse la condición, esta tendrá un límite de tiempo, pues si la misma no
se cumple pasados dos años, se tendrá por fallida, causando la extinción de la
obligación a la que están sujetos los promitentes.
• Responsabilidad de los promitentes. Esta será solidaria e ilimitada respecto de
los negocios que se celebren en virtud de la sociedad prometida. La ausencia
de personalidad jurídica, también vista en la sociedad de hecho, no permite
la creación de un patrimonio social distinto al de los socios (o promitentes,
para el caso) individualmente considerados, que sirva de soporte para las
obligaciones contraídas de la sociedad prometida con terceras personas.
Al respecto, la Superintendencia de Sociedades maniiesta que:
se deduce que en la promesa de contrato de sociedad tal y como su nombre lo
indica, no existe la sociedad y, por ende, tampoco la personalidad jurídica que
permita establecer límites diferenciados entre sociedad y asociados. Así mismo, en
materia de responsabilidad a pesar de que se prometa constituir una sociedad en
la cual el límite del compromiso del asociado sea hasta el monto de la aportación,
no es posible ijar la responsabilidad de esta manera en un ente que no existe. Es
por ello que en el inciso 2o del artículo 119 del Código de Comercio, el legislador
endilga la responsabilidad de los actos y operaciones que se celebren en torno a
la prometida sociedad en todos los promitentes en forma ilimitada y solidaria a
la manera de los socios en la sociedad de hecho, bajo el supuesto que solo una
vez que se eleve a escritura pública la promesa de contrato de sociedad surge la
persona jurídica de la cual pueda predicarse entre otras cosas, la existencia de
un capital que sirva de base para determinar la responsabilidad social (Código
de Comercio, artículo 98 inciso 2o en concordancia con el artículo 110 ibíd.)
(Superintendencia de Sociedades, 2003, Concepto 220-52228).
53
Capítulo V
Requisitos de fondo para la validez del
contrato social
1. Requisitos de fondo
Además de conocer los postulados generales de la libertad de formar empresa y el
derecho de asociarse, materializado, para el objeto de este texto, en la constitución
de una sociedad, es preciso exponer de manera sucinta y concreta los requisitos
de fondo que exige todo contrato para que sea válido.
El artículo 101 del Código de Comercio señala como requisito respecto de cada
uno de los asociados la existencia de capacidad legal y consentimiento exento de
error esencial, fuerza o dolo y, además, que las obligaciones que contraigan tengan
un objeto y una causa lícitos. Estos elementos constituyen los requisitos de fondo
para la celebración del contrato de sociedad, los cuales no solo determinarán la
validez de dicho contrato, sino que también la falta de alguno de ellos traerá como
consecuencia la inexistencia del contrato social. No obstante, si se cumplen pero se
encuentran viciados, el contrato social habrá nacido a la vida jurídica, sin perjuicio
de que se declare su nulidad. Tales requisitos se explicarán a continuación.
A) Capacidad legal para ser socio
El artículo 103 del Código de Comercio dispone que:
los incapaces no podrán ser socios de sociedades colectivas ni gestores de
sociedades en comandita. En los demás casos, podrán ser socios, siempre que
actúen por conducto de sus representantes o con su autorización según el caso.
56
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Para determinar quiénes son incapaces, debemos remitirnos al Código Civil, pues
en virtud de su artículo 1504 «son absolutamente incapaces los dementes, los
impúberes y sordomudos, que no puedan darse a entender por escrito60. Sus actos
no producen ni aun obligaciones naturales» (el énfasis es añadido).
Cabe señalar que con la expedición del decreto 410 de 1971 (Código de Comercio)
eran habilitados de edad aquellos que en esa época tenían entre 18 a 21 años.
Mediante dicho proceso de habilitación eran autorizados para actuar como
mayores de edad y, por tanto, les era permitido actuar como socios; está igura
desapareció posteriormente con la Ley 27 de 1977 que redujo la mayoría de edad
a los 18 años.
Así mismo, la capacidad legal de los socios dentro de una sociedad fue extendida,
en virtud del artículo 102 del Código de Comercio, a las sociedades de familia, es
decir, son capaces de constituir legalmente una sociedad los padres e hijos entre sí,
o los cónyuges entre sí, pues el in último de los aportes es la integración del capital
social de la persona jurídica, formada como un ente diferente de los asociados61.
Como lo hemos visto, la capacidad legal a más de predicarse de las personas
naturales, también se contempla con respecto a las personas jurídicas. Por ello,
es perfectamente procedente conformar una sociedad en la que una persona
jurídica sea socio, para lo cual actuará por intermedio de su representante legal.
Para tal efecto, es decir, para que pueda participar como socio en otra sociedad, se
requiere que tal posibilidad esté contemplada en el objeto social, o de lo contrario,
que el mismo se relacione directa o indirectamente con la actividad principal de
la compañía.
Si el objeto social no contempla la posibilidad de invertir en el capital de otras
compañías o no se relaciona directa o indirectamente con dicho objeto, será
necesaria la autorización expedida por la asamblea de socios o Junta Directiva,
atendiendo a las mayorías legales que para cada tipo social la ley imponga (Código
de Comercio, artículo 99). No obstante, el artículo 295 del Código de Comercio62
dispone que es necesaria la unanimidad de voto cuando la sociedad que tome
parte como socio se trate de las denominadas colectivas.
60 El texto resaltado fue declarado inexequible mediante sentencia C-983 de 2002 de la Corte
Constitucional.
61 Vale la pena anotar que la limitación impuesta por el artículo 1852 del Código de Comercio,
sobre la nulidad de las ventas entre cónyuges y entre padres e hijos, fue declarada inexequible
por la Corte Constitucional, mediante la Sentencia C-068 de 10 febrero 1999.
62 «Cualquier sociedad mercantil podrá formar parte de sociedades colectivas, cuando lo decida la
asamblea o la Junta de socios con el voto unánime de los asociados».
PARTE 1 - CAP. V: REQUISITOS DE FONDO PARA LA VALIDEZ DEL CONTRATO SOCIAL
Finalmente, es pertinente precisar las incapacidades particulares a que hace
alusión el inciso cuarto del artículo 1504 del Código Civil63, conforme a las
normas especíicas sobre sociedades comerciales. En este sentido, se prohíbe
expresamente ser socios a determinadas personas, y en especial en el caso de las
sociedades subordinadas, en virtud del artículo 32 de la Ley 222 de 199564, por
cuanto se considerarán ineicaces los actos tendientes a la adquisición de títulos,
acciones, partes de interés o cuotas de las compañías que las controlan, pues se
trata de evitar operaciones de imbricación, es decir, las participaciones recíprocas
permanentes de capital que se realizan entre matrices y subordinadas. La razón de
ser de tal prohibición radica en que:
puede producir confusión frente a los terceros en cuanto a la verdadera cuantía
de la prenda común de los acreedores que respalda el cumplimiento de las
obligaciones sociales, vale decir, que el capital de la ilial puede resultar a la
postre, representado fundamentalmente por acciones, cuotas o partes de interés
de la compañía controlante, mientras que el capital de la matriz puede estar, a su
vez, integrado mayoritariamente por participaciones de capital en la compañía
ilial (Superintendencia de Sociedades, 1998, Oicio 220-79377).
B) Consentimiento del socio
Este es el segundo de los requisitos esenciales que determinan la validez del
contrato social. Al respecto, el artículo 101 del Código de Comercio65 determinó
que la voluntad que cada socio maniiesta expresamente con el in de conformar
una sociedad no puede estar afectada de vicios que alteren el consentimiento,
tales como el error esencial, la fuerza o el dolo, pues el consentimiento no solo
es uno de los elementos esenciales para la formación del acto jurídico, sino que
también constituye el acuerdo de las partes sobre el contrato que se va a celebrar y,
por tanto, el consentimiento tendrá que exteriorizarse o manifestarse de tal modo
que quien lo emite esté en la facultad de crear y contraer obligaciones. Así las
cosas, los vicios del consentimiento presuponen la facultad de la persona, pero
generan la ausencia de voluntad en la misma. Veamos:
63 «Además de estas incapacidades, hay otras particulares que consisten en la prohibición que la
ley ha impuesto a ciertas personas para ejecutar ciertos actos».
64 «Las sociedades subordinadas no podrán tener a ningún título partes de interés, cuotas o acciones en las sociedades que las dirijan o controlen».
65 «Para que el contrato de sociedad sea válido respecto de cada uno de los asociados, será necesario que de su parte haya capacidad legal y consentimiento exento de error esencial, fuerza o
dolo, y que las obligaciones que contraigan tengan un objeto y una causa lícitos. Se entiende
por error esencial el que versa sobre los móviles determinantes del acto o contrato, comunes o
conocidos por las partes».
57
58
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
a) Error
a’) Error esencial. Como bien lo maniiesta el artículo en referencia, es error
esencial «el que versa sobre los móviles determinantes del acto o contrato, comunes
o conocidos por las partes». Es clara, entonces, la necesidad de que concurran
dos eventos: la razón o el interés con el cual se pretendió crear la sociedad, así
como el conocimiento de ese interés por todos sus socios. Entonces, para declarar
la invalidez del contrato social no bastará que el error se derive de los móviles
determinantes para la creación del contrato, sino que dicho error debe ser de
conocimiento de todos los socios.
b’) Error en la persona. Esta clase de error invalida el contrato cuando la causa
principal del mismo fue en consideración de la persona, y según sus cualidades en
particular. En materia societaria, este error radica cuando un individuo cree que se
está asociando con una determinada persona y en realidad se está asociando con
otra muy diferente. En este punto, es importante el tipo societario, es decir, si es
de personas o de capitales, pues este error será determinante en el primero, ya que
lo que prevalece es el interés en la persona con la cual se está asociando; en otras
palabras, la calidad de algún socio será signiicativa respecto del consentimiento
de los demás asociados, quienes posiblemente tuvieron el interés de participar en
la sociedad debido a la calidad de dicha persona.
De esta forma, este tipo de error se ostentará únicamente cuando se trate de
sociedades de personas (sociedades colectivas y socios gestores en sociedades en
comandita), pues lo más importante en estas es con quien se asocia para conformar
la sociedad (Código de Comercio, artículo 107, inciso Io)66.
c’) Error sobre el tipo societario. Este error viciará el consentimiento solo si se
reúnen dos requisitos: que el socio se vincule a una sociedad diferente a la que
tuvo intención de contraer, y que por tal error asumió una responsabilidad mayor
a la que entendió haber asumido (Código de Comercio, artículo 107, inciso 20)67.
Cuando se habla del contrato social, vemos que existe un régimen legal para cada
tipo societario, que varía respecto de las relaciones que surgen en la sociedad
y con terceros. Por tanto, el error sobre el tipo societario alterará y afectará el
66 «El error sobre la especie de sociedad solamente viciará el consentimiento cuando esta sea distinta de la que el socio entendió contraer y, a consecuencia del error, asuma una responsabilidad
superior a la que tuvo intención de asumir, como cuando entendiendo formar parte de una
sociedad de responsabilidad limitada se asocie a una colectiva».
67 «El error sobre la especie de sociedad solamente viciará el consentimiento cuando esta sea distinta de la que el socio entendió contraer y, a consecuencia del error, asuma una responsabilidad
superior a la que tuvo intención de asumir, como cuando entendiendo formar parte de una
sociedad de responsabilidad limitada se asocie a una colectiva».
PARTE 1 - CAP. V: REQUISITOS DE FONDO PARA LA VALIDEZ DEL CONTRATO SOCIAL
consentimiento de la persona que cree estar asociándose bajo determinada forma
societaria y, en realidad, los efectos y relaciones surgidas de dicho contrato social
son más gravosos de lo previsto.
Es pertinente señalar en este punto que, si bien el Código de Comercio en su
acápite de sociedades solo se reiere a estos tres tipos de error en el consentimiento,
serán aplicables por remisión expresa del artículo 822 del Código de Comercio68
los artículos 1510 y 1511 del Código Civil69, en lo referente al error que recae sobre
la especie del contrato que se celebra o a la calidad esencial del objeto.
El Estatuto Comercial no consagra nada referente a la fuerza y al dolo, por lo cual
tendrán que ser consideradas las normas que al respecto contiene el Código Civil,
por remisión expresa del artículo 822 del Código de Comercio. Veamos entonces
lo que se señala al respecto:
b) Fuerza
Es un acto «capaz de producir una impresión fuerte en una persona de sano
juicio70 y que causa un «justo temor» en su persona, la de su cónyuge, ascendiente
o descendiente, de forma grave e irreparable».
c) Dolo
Se entenderá como dolo la intención de causar daño, y causará vicio en el
consentimiento «cuando es obra de una de las partes, y cuando además aparece
claramente que sin él no se hubiera contratado» (Código Civil, artículo 1515).
C) Objeto lícito
Al tenor del artículo 104, inciso 3o: «Habrá objeto ilícito cuando las prestaciones
a que se obliguen los asociados o la empresa, o la actividad social, sean contrarias
a la ley o al orden público». En tal sentido, si bien la norma no nos presenta una
deinición de objeto lícito, sí establece tres eventualidades en las que es posible
determinar la ilicitud del objeto. La primera eventualidad hace referencia a que las
68 Código de Comercio, artículo 822. Los principios que gobiernan la formación de los actos y
contratos y las obligaciones de derecho civil, sus efectos, interpretación, modo de extinguirse,
anularse o rescindirse, serán aplicables a las obligaciones y negocios jurídicos mercantiles, a
menos que la ley establezca otra cosa.
69 Código Civil, artículo 1510. El error de hecho vicia el consentimiento cuando recae sobre la
especie de acto o contrato que se ejecuta o celebra.
Código Civil, artículo 1511. El error de hecho vicia asimismo el consentimiento cuando la sustancia o calidad esencial del objeto sobre que versa el acto contrato, es diversa de lo que se cree.
70 Código Civil, artículo 1513.
59
60
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
prestaciones a las que se obliguen los asociados con la sociedad deben ser lícitas, es
decir, tanto los aportes que se hagan a la sociedad como las obligaciones adquiridas
por virtud del contrato social deben estar acordes con la ley, el orden público, la
moral y las buenas costumbres, so pena de nulidad; por ejemplo, si el bien que se
aportará es de los que se encuentra fuera del comercio, el contrato de sociedad
tendrá objeto ilícito y dará lugar a su nulidad. El segundo caso se prevé cuando
el objeto ilícito provenga de las prestaciones a las que se obliga directamente la
sociedad. Y el tercero, hace referencia concretamente a la actividad desarrollada
por la sociedad. En tal sentido, la ilicitud del objeto tendrá lugar cuando en su
objeto social se contemplen operaciones prohibidas por la ley o reservadas para
el Estado.
D) Causa lícita
De la misma forma que ocurre con el objeto lícito, las normas mercantiles no
aportan una deinición concreta de la causa lícita. Sin embargo, el último inciso
del artículo 104 precisa bajo qué circunstancias se entenderá que el contrato social
estará viciado de nulidad por causa ilícita. Bajo esta premisa, la causa será el móvil
o motivación que sirvió de fundamento para constituir la sociedad. Entonces, si
tal motivación contraría la ley o el orden público, la causa será ilícita; sin embargo,
ello no bastará para viciar el contrato, pues este móvil deberá ser conocido por
todos los socios. Por ejemplo, si la sociedad se constituyó con la intención de
exportar sustancias ilegales bajo una fachada legal, no bastará que este propósito
haya partido de uno de los socios, pues la ley no entrará a determinar los móviles
internos de una persona. Es indispensable para determinar la causa ilícita que ello
sea conocido por el resto de los socios.
2. Consecuencias por falta de requisitos de fondo
El incumplimiento u omisión de los requisitos reseñados anteriormente afectará
únicamente la relación contractual u obligación del asociado en quien concurran.
Es preciso, por tanto, contemplar el caso en el que efectivamente se cumplan los
requisitos de fondo del contrato social, pero que los mismos se encuentren viciados,
como lo veremos a continuación y como lo señala el artículo 104 del Código de
Comercio, pues la existencia de incapacidad relativa y vicios del consentimiento
en uno de los asociados producirán nulidad relativa en su relación contractual
con la sociedad y producirán la nulidad absoluta, la incapacidad absoluta y la
ilicitud del objeto o de la causa.
El Código de Comercio prevé estas tres posibilidades de nulidad que pueden
presentarse dentro del negocio jurídico por defecto de alguno de los requisitos
de fondo. Por tanto, tales casos en los que el negocio jurídico esté afectado de
nulidad absoluta o relativa serán regulados por el Estatuto Mercantil (Código de
PARTE 1 - CAP. V: REQUISITOS DE FONDO PARA LA VALIDEZ DEL CONTRATO SOCIAL
Comercio, artículos 899 y 900)71, sin perjuicio de las normas comprendidas en
el libro segundo del Código de Comercio, «De las sociedades comerciales», que
señalan para la materia especíica las nulidades procedentes.
Es preciso mencionar, además, que el vicio de nulidad no bastará para afectar la
sociedad o al asociado, pues es necesaria que esta sea declarada judicialmente para
que surtan los efectos que se señalarán posteriormente (Código Civil, artículo 1746).
A) Nulidad parcial
Se encuentra establecida en el primer inciso del artículo 104 del Código de
Comercio72 y se entiende como aquella que afectará la relación contractual del
socio de quien se declare la nulidad. Prevista de esta manera, en atención a la
naturaleza de colaboración de la sociedad, los socios no se encontrarán obligados
entre sí, sino que todos estarán obligados a la consecución de un mismo in. Por
tanto, no es admisible considerar la premisa de que si una de las partes en el
negocio jurídico incurre en una causal de nulidad, todo el contrato pueda correr
la misma suerte. Otra cosa resulta si la nulidad afecta inevitablemente a todos o a
un número considerable de socios, de tal forma que no sea posible conformar o
desarrollar la sociedad.
a. Eventos en los cuales la nulidad parcial puede afectar a la totalidad de la
sociedad:
• Que el número de asociados afectados con la nulidad sea de tal magnitud
que impida la conformación o desarrollo de la sociedad.
• Que por la exclusión del socio que incurrió en la nulidad se afecte el
requisito de pluralidad mínima establecido por cada tipo societario,
esencial para la existencia de la sociedad.
• Que la persona a la cual se le declaró la nulidad fuese esencial para el
desarrollo del objeto o actividad social.
• Que se determine que los socios no hubiesen contratado con la sociedad
sin la presencia de la persona a la cual fue declarada la nulidad.
71 Código de Comercio, artículo 899. Será nulo absolutamente el negocio jurídico en los siguientes
casos:
1. Cuando contraría una norma imperativa, salvo que la ley disponga otra cosa;
2. Cuando tenga causa u objeto ilícitos, y
3. Cuando se haya celebrado por persona absolutamente incapaz.
Código de Comercio, artículo 900. Será anulable el negocio jurídico celebrado por persona relativamente incapaz y el que haya sido consentido por error, fuerza o dolo, conforme al Código
Civil.
72 «Los vicios del contrato de sociedad o el defecto de los requisitos de fondo indicados en el
artículo 101 afectarán únicamente la relación contractual u obligación del asociado en quien
concurran».
61
62
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
B) Nulidad absoluta (Código de Comercio, artículo 104,
inciso 2a73)
Está prevista para los siguientes casos:
• Incapacidad absoluta.
A pesar de ser absoluta, la misma puede ser saneada ya sea por ratiicación o por
prescripción. Solo puede ser alegada como acción o excepción por la persona en
la cual recae, o por sus herederos, puesto que esta afectará únicamente la relación
contractual u obligaciones del socio incapaz.
• Ilicitud del objeto.
• Ilicitud de la causa.
La nulidad absoluta cuando provenga de causa u objeto ilícito no tiene término
de prescripción, pues tales nulidades no podrán ser saneadas. No obstante,
si la ilicitud proviene de una prohibición legal sobre la actividad social que se
desarrollará, o de la existencia de un monopolio oicial, en el momento que ello
cese o se extinga, el artículo 106 del Código de Comercio74 dispone que se purgará
el contrato del vicio de nulidad.
C) Efectos una vez declarada nula la sociedad por objeto o
causa ilícita (Código de Comercio, artículo 10575)
La declaratoria de nulidad por ilicitud del objeto o de la causa podrá ser solicitada
como acción o excepción, por cualquier socio o tercero que tenga interés en ello
e incluso podrá declararse de oicio. A la sociedad no le estará permitido oponer
73 «La incapacidad relativa y los vicios del consentimiento solo producirán nulidad relativa del
contrato; la incapacidad absoluta y la ilicitud del objeto o de la causa producirán nulidad absoluta».
74 «La nulidad proveniente de la ilicitud del objeto o de la causa no podrá sanearse. No obstante,
cuando la ilicitud provenga de una prohibición legal o de la existencia de un monopolio oicial,
la abolición de la prohibición o del monopolio purgarán el contrato del vicio de nulidad».
75 «La nulidad por ilicitud del objeto o de la causa podrá alegarse como acción o como excepción
por cualquiera de los asociados o por cualquier tercero que tenga interés en ello.
Los terceros de buena fe podrán hacer efectivos sus derechos contra la sociedad, sin que a los
asociados les sea admisible oponer la nulidad.
En el caso de nulidad proveniente de objeto o causa ilícitos, los asociados no podrán pedir la
restitución de sus aportes, y los bienes aportados por ellos, así como los beneicios que puedan
corresponderles, serán entregados a la junta departamental de beneicencia del lugar del domicilio social o, a falta de esta en dicho lugar, se entregarán a la junta que funcione en el lugar más
próximo.
Los asociados y quienes actúen como administradores responderán ilimitada y solidariamente
por el pasivo externo y por los perjuicios causados. Además, quedarán inhabilitados para ejercer el comercio por el término de diez años, desde la declaratoria de la nulidad absoluta».
PARTE 1 - CAP. V: REQUISITOS DE FONDO PARA LA VALIDEZ DEL CONTRATO SOCIAL
la nulidad cuando terceros de buena fe exijan hacer efectivos sus derechos contra
esta, según lo establecido por el artículo 106 del Código de Comercio.
Los asociados que ocasionen la nulidad no podrán exigir la restitución de
sus aportes. Los bienes que se hayan aportado así como los beneicios que
haya obtenido la sociedad durante su existencia serán entregados a la junta
departamental de beneicencia donde se halle ubicado el domicilio de la sociedad.
Uno de los efectos es la responsabilidad solidaria e ilimitada, por el pasivo externo
generado por la sociedad, así como por los perjuicios ocasionados debido a la
nulidad declarada. Como se dijo anteriormente, es ilimitada por cuanto los
socios responden no solo con el patrimonio social, sino que en igual medida
con la totalidad de su patrimonio personal, siendo este la prenda general de los
acreedores; y es solidaria por cuanto cada uno o cualquiera de los socios puede ser
llamado a responder por las acreencias debidas a terceros.
D) Nulidad relativa (artículo 104, inciso 2a)
Anulabilidad para algunos tratadistas76, y se presenta únicamente en los siguientes
casos:
• Incapacidad relativa: serán incapaces relativos los menores adultos77 (Código
Civil, artículo 1504, inciso 3o)
• Vicios en el consentimiento (error, fuerza y dolo).
En cualquiera de los casos presentados, la nulidad podrá ser saneada por
ratiicación del socio o socios de los que se haya declarado la nulidad, o por
prescripción de dos años al tenor del artículo 108 del Código de Comercio78,
contados a partir del momento en que cesen la fuerza o la incapacidad. Para los
demás casos, la prescripción se contará a partir de la fecha del contrato social.
Estos casos de nulidad, así como los provenientes de incapacidad absoluta,
contrario sensu de la nulidad absoluta por ilicitud de objeto o causa, podrá ser
alegada como acción o excepción únicamente por la persona en quien haya
recaído la nulidad o por sus herederos.
76 Distinción establecida por el Código de Comercio en los artículos 899, «Nulidad absoluta«, y
900, «Negocios jurídicos anulables».
77 Para hombres, 14 años, y para mujeres, 16 años (Ley 1098 de 2006, C. de I. y A.).
78 «La nulidad relativa del contrato de sociedad y la proveniente de incapacidad absoluta podrán
sanearse por ratiicación de los socios en quienes concurran las causales de nulidad o por prescripción de dos años. El término de la prescripción empezará a contarse desde la fecha en que
cesen la incapacidad o la fuerza, cuando sean estas las causales, o desde la fecha del contrato de
sociedad en los demás casos».
63
64
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
3. Efectos una vez declarada la nulidad relativa
(Código de Comercio, artículo 109)79
• La persona respecto de la cual se pronunció quedará excluida de la sociedad.
• Tendrá derecho a la restitución de su aporte.
• Si la nulidad afectase a la totalidad de la sociedad, procederá su disolución y
liquidación según lo estimen los socios, o el juez, si ellos no llegasen a ponerse
de acuerdo.
79 «Declarada judicialmente una nulidad relativa, la persona respecto de la cual se pronunció quedará excluida de la sociedad y, por consiguiente, tendrá derecho a la restitución de su aporte, sin
perjuicio de terceros de buena fe.
Si la nulidad relativa declarada judicialmente afecta a la sociedad, esta quedará disuelta y se
procederá a su liquidación por los asociados, y en caso de desacuerdo de estos, por la persona
que designe el juez».
Capítulo VI
Requisitos de forma del contrato social
Existen actualmente dos formas de constituir sociedades comerciales. La primera
se encuentra regulada en el decreto 4463 de 2006, aplicable a microempresas, y la
segunda la prevé el artículo 110 del Código de Comercio.
Podrán constituirse sociedades comerciales pluripersonales de cualquier tipo
o especie por documento privado, siempre que al momento de su constitución
cuenten con diez (10) o menos trabajadores o con activos totales, excluida la
vivienda, por valor inferior a quinientos (500) salarios mínimos legales mensuales
vigentes [...] Dicho documento, una vez suscrito por la totalidad de los socios
deberá ser inscrito en la cámara de comercio del domicilio de la sociedad, luego
de lo cual, podrán iniciar el desarrollo de las operaciones sociales.
La otra opción para constituir una sociedad comercial es a través de la protocolización del contrato de sociedad, en cuyo caso hay que elaborar el respectivo contrato de sociedad comercial, el cual debe contener, como mínimo, los datos que
más adelante se mencionan. Luego, deberá acercarse a una notaría con el in de
elevar a escritura pública el mencionado contrato y una vez sea protocolizado el
mismo, debe ser inscrito en las oicinas de la cámara de comercio con jurisdicción
sobre la ciudad o el municipio donde sea ijado el domicilio social de la compañía
(Superintendencia de Sociedades, 2007, Oicio 220-18267).
Actualmente es más común la proliferación de sociedades comerciales que la
de microempresas, por tanto, la regla general será la constitución por escritura
pública de acuerdo con lo establecido en el artículo 110 del Código de Comercio
y su excepción la constituye el artículo 22 de la Ley 1014 de 2006 y su decreto
66
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
reglamentario 4463 del mismo año sobre microempresas, que permite su
constitución por documento privado, al igual que a las sociedades por acciones
simpliicadas.
1. Requisitos de forma del contrato social (constitución
por escritura pública)
El contrato social se constituirá mediante escritura pública (Código de Comercio,
artículo 110). Por tanto, es indispensable que los interesados cumplan ciertas
formalidades establecidas en el Código de Comercio, tales como plasmar en un
documento determinadas cláusulas previamente convenidas por los interesados
para desarrollar su objeto social; además, es preciso que este documento de
constitución sea elevado a escritura pública ante notario, pues de lo contrario
estaríamos frente a una sociedad de hecho.
Entonces, la sociedad se caracterizará básicamente por su solemnidad, porque
además de requerir la escritura pública para su constitución, también será requisito
indispensable el registro de la misma a in de darle publicidad al contrato social,
y hacerlo oponible a terceros. Adicionalmente a ello, para efectos de aportes en
inmuebles o procedimientos tributarios, se exigirán otras solemnidades como la
inscripción en la Oicina de Registro de Instrumentos Públicos y la inscripción del
NIT (Número de Identiicación Tributaria). La excepción a esta regla la constituye
la empresa unipersonal y la sociedad por acciones simpliicada, en los cuales su
constitución, se hace por documento privado (Ley 222/95, artículo 72 y artículo
5 Ley 1258 de 2008).
A) Constitución por documento privado
A partir del 2006 las nuevas sociedades que se constituyan y que de conformidad a
lo establecido en el artículo 2 de la Ley 905 de 2004, tengan una planta de personal
no superior a 10 trabajadores o activos totales por valor inferior a 500 salarios
mínimos mensuales legales vigentes, se constituirán mediante documento privado
que se inscribirá en la Cámara de comercio del domicilio social (artículo 22 Ley
1014/2006 ).
En el evento en que una sociedad (pluripersonal o unipersonal) supere los topes
establecidos en materia de activos y trabajadores, deberá proceder a realizar la
correspondiente reforma estatutaria mediante escritura pública, que se inscribirá
en el registro mercantil (artículo 5, Decreto Reglamentario 4463/ 2006).
2. Escritura pública
Al tenor del artículo 13 del decreto 960 de 1970, la escritura pública «es el
instrumento que contiene declaraciones en actos jurídicos, emitidas ante el
PARTE 1 - CAP. VI: REQUISITOS DE FORMA DEL CONTRATO SOCIAL
notario, con los requisitos previstos en la ley y que se incorpora al protocolo». De
tal manera, la escritura pública resulta ser un documento por medio del cual se
consignan estipulaciones a las que los socios han asentido y se han comprometido
por voluntad propia a cumplir en virtud del contrato social que celebran.
Sin embargo, en muchas ocasiones dichas declaraciones han sido expresadas de
forma incompleta o ni siquiera se expresan, de forma tal que en este caso la ley
permite, en virtud del artículo 113 del Código de Comercio, que tales cláusulas se
inscriban en el registro mercantil bajo escrituras adicionales al acto de constitución
de la sociedad, las cuales podrán hacerse siempre que no se hubiere inscrito la
escritura que se adiciona.
Distinto es el caso cuando lo que se requiere es una aclaración del acto inicialmente
pactado; para tal efecto es necesario que la escritura no haya sido registrada
aún en la cámara de comercio y que la misma sea otorgada por todos los socios
mediante un documento denominado «escritura de aclaración» (decreto 2148 de
1983, artículo 48, inciso 2o). Entonces, la escritura pública deberá ser otorgada por
todos los socios constituyentes, a excepción de la sociedad en comandita, la cual
podrán inscribirla los socios gestores.
Las declaraciones a que hace referencia el decreto 960 de 1970 se suscribirán
como cláusulas insertas en el documento de constitución y deberán ser redactadas
con claridad y precisión a in de que, de conformidad con los propósitos de
los contratantes y con la esencia y naturaleza del acto o contrato que celebran,
estas deberán referirse a los derechos constituidos, transmitidos, modiicados o
extinguidos y al alcance de los mismos y de las obligaciones que los otorgantes
asumen. Dichas cláusulas son las que pasaremos a desarrollar detenidamente a
continuación.
A) Contenido de la escritura pública80
La formación y el trámite de constitución de sociedades son actos solemnes por
cuanto el Código de Comercio, en particular por los artículos 98 y 110, indica
que la constitución de una sociedad debe ser llevada a cabo mediante escritura
pública, la cual debe contener, entre otros, los siguientes elementos:
•
•
•
•
El nombre y domicilio de las personas que intervengan como otorgantes;
La clase o tipo de sociedad que se constituye y el nombre de la misma;
El domicilio de la sociedad y el de las distintas sucursales, si las tuviere;
El objeto y el capital social con el cual se conforma;
80 En el Concepto jurídico 220-18267 de 9 abril 2007 de la Superintendencia de Sociedades se
indica de manera precisa lo que debe contener la escritura pública de constitución de sociedad.
67
68
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
• La forma como se adelantará la administración, facultades y restricciones de
los administradores;
• La época en que se convocará a reuniones al máximo órgano social;
• El término de duración de la sociedad y las causales de disolución;
• La forma de realizar la liquidación de la sociedad.
Otorgada la escritura pública de constitución de la sociedad, esta deberá
inscribirse en el registro mercantil de la cámara de comercio del lugar donde
la sociedad tendrá ubicado su domicilio principal; adicionalmente tendrá que
inscribirse la escritura en el registro mercantil del lugar donde la sociedad vaya a
tener sucursales.
De esta forma, procedemos a analizar y estudiar cada uno de estos elementos
como sigue:
a) Identi cación de los otorgantes
La mención del nombre, domicilio, nacionalidad y documento de identiicación
legal permite el pleno conocimiento de la persona natural que conformará
la sociedad; si es persona jurídica será necesario el documento que pruebe su
existencia. La identiicación plena de las personas naturales o jurídicas permite
igualmente tener claridad del capital conformado y sus aportantes.
b) Tipo societario
En la escritura pública deberá determinarse el tipo de sociedad escogido por
los socios para actuar y ejecutar sus actividades sociales. El tipo social deberá
ser alguno de los contenidos en el Código de Comercio y que se encuentran
consagrados especíicamente en el Libro Segundo, títulos iii al ix del citado
estatuto, en el que se detallan cada una de las sociedades comerciales, las cuales
son: sociedad colectiva, sociedad en comandita simple y por acciones, sociedad
de responsabilidad limitada, sociedad anónima y la sociedad de hecho (artículos
294 a 506).
Esta cláusula tiene dos efectos importantes, ya que, en primer lugar, determinará
el régimen de responsabilidades de los socios que será aplicado, pues es distinto
para cada tipo societario; y en segundo lugar, de acuerdo con el tipo societario
escogido, los socios deberán denominar bajo un «nombre o razón social» a la
sociedad objeto de constitución. Si ello se incumple u omite, estos correrán el
riesgo de responder solidaria e ilimitadamente por las obligaciones derivadas del
objeto social.
c) Domicilio de la sociedad
Deberá indicarse en la escritura pública de constitución el domicilio principal de
la sociedad. Con esta cláusula simplemente se busca determinar el lugar donde
PARTE 1 - CAP. VI: REQUISITOS DE FORMA DEL CONTRATO SOCIAL
funcionarán las actuaciones administrativas de la sociedad, es decir, dónde serán
ejercidas las funciones de administración y representación, pues en tal domicilio
se llevará a cabo la junta o asamblea de socios, el derecho de iscalización o
inspección de los socios, el cobro de utilidades y demás derechos que tengan los
socios en virtud del contrato social.
Así, los socios se reunirán en el domicilio principal, sin perjuicio de que se
encuentren ubicados en otro lugar y conformen entre ellos la totalidad de sus
partes de interés, cuotas o acciones para que puedan deliberar en aquel.
Es preciso aclarar que el domicilio principal será la ciudad, el municipio, etc., y
no la dirección de las oicinas físicas donde labora la administración, es decir, no
se reiere exclusivamente al lugar donde se asientan sus actividades sociales; por
el contrario, indica el lugar donde los socios pueden ejercer los derechos que se
derivan de tal calidad, en concordancia con el artículo 86 del Código Civil.
De igual manera, la sociedad podrá tener domicilios secundarios (sin necesidad
de abrir sucursales); y estos también deberán indicarse en la escritura de
constitución, pues su existencia implica la existencia de dependencias de la
sociedad bajo la apertura de un establecimiento de comercio, que bien puede
situarse en Colombia o en territorio extranjero, generalmente como una sucursal
o agencia de la sociedad constituida.
Entonces, «si se abren sucursales o se establecen estatutariamente otros domicilios,
las copias de las escrituras públicas respectivas deben necesariamente inscribirse
también en las cámaras de comercio correspondientes», según lo establecido en
el artículo 111 del Código de Comercio. De tratarse de una sucursal extranjera,
deberá tenerse en cuenta la legislación de dicho estado según lo estipulado en el
artículo sexto de la Ley 33 de 1992. Este tema se verá con mayor detenimiento
cuando hablemos de sucursales y agencias en la parte segunda de este libro.
d) Objeto social
El numeral 4 del artículo 110 de la cámara de comercio exige la indicación del
objeto social que desarrollará la compañía. Este objeto social, en virtud del artículo
99 del Código de Comercio, consiste en las actividades principales y secundarias a
las que estarán circunscritos los administradores de la compañía, de manera que
tales actividades delimitarán el ámbito en que podrán movilizarse.
Por tanto, según el artículo 99 las actividades principales serán aquellos actos
que se relacionan directamente con el objeto social, mientras que las actividades
secundarias serán aquellos actos que tienen como inalidad ejercer los derechos
o cumplir las obligaciones, legal o convenientemente derivados de la existencia
y actividad de la sociedad. Las principales se relacionarán con la inalidad que
persigue la empresa y, por tanto, tienen que guardar una relación directa con
69
70
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
la misma. Las secundarias son ajenas al objeto social, pero se podrán ejecutar
por ser necesarias para ejercer los derechos o cumplir las obligaciones sociales
nacidas en virtud del objeto social, es decir, estas últimas son el medio o
instrumento para ello.
Tal como lo expresa el artículo comentado, la capacidad de la sociedad se
circunscribirá al desarrollo de la empresa o actividad prevista en su objeto;
de manera que cualquier actividad distinta de la indicada en la escritura de
constitución y que no guarde relación estrecha con el objeto social de la compañía
no tendrá efecto alguno al interior de la sociedad o con relación a terceros,
pues solamente obligará al representante legal ya que su obligación será asumir
compromisos dentro de su competencia y, si extralimita el mandato conferido
para ello, responderá solidaria e ilimitadamente por aquellos perjuicios que
ocasione a la sociedad, a los socios o a terceros, con su actuar culposo, doloso o
negligente. Como lo ha entendido la Superintendencia de Sociedades:
mal puede una sociedad como persona jurídica responder por actos propios de
los administradores y ajenos a su capacidad jurídica, si se tiene en cuenta que son
elementos del contrato de sociedad, la capacidad, el consentimiento, el objeto y la
causa lícita. En consecuencia, cualquier acto que desdibuje la licitud del objeto o
de la causa del contrato societario, no puede en principio afectar un ente que por
su misma naturaleza corresponde a una simple icción legal, sino a las personas
que estatutariamente dirigen sus destinos como son sus administradores
(Superintendencia de Sociedades, 2007, Oicio 220-059445).
No obstante, asimismo el legislador advirtió expresamente, en el último aparte
del numeral 4 del artículo 110 del Código de Comercio, que el objeto social del
que aquí se habla será ineicaz si se extiende a actividades enunciadas en forma
indeterminada o que no tengan una relación directa con aquel.
Esto no se aplica a la empresa unipersonal ni a la sociedad por acciones simpliicada,
porque el numeral 5 del artículo 72 de la Ley 222/95, y el numeral 5 del artículo
5 de la Ley 1258/2008, se consagra, que si no se dice nada expreso respecto de la
actividad, se entenderá que podrá realizar cualquier actividad lícita. La razón de
esta lexibilidad obedece a que en el mundo contemporáneo, en el que hay una
variedad de negocios, lo más acertado es que se dé libertad a las empresas para
que puedan celebrar cualquier acto lícito de comercio.
e) Capital social
Se exigirá además la mención de los aportes realizados en el acto de constitución
por los interesados y la parte que se suscribe del mismo. Como ya lo vimos en
capítulos anteriores, el capital conforma una parte del patrimonio de la sociedad,
de tal manera que el legislador previo esta cláusula considerándola esencial
para el funcionamiento de la compañía. A este efecto, es preciso referirse a la
PARTE 1 - CAP. VI: REQUISITOS DE FORMA DEL CONTRATO SOCIAL
disposición especial que el artículo 110, numeral 5, contempla para las sociedades
por acciones pues, además de la exigencia planteada para este tipo de sociedades,
se requerirá la mención del «capital suscrito y el pagado, la clase y el valor nominal
de las acciones representativas del capital, la forma y términos en que deberán
cancelarse las cuotas debidas, cuyo plazo no podrá exceder de un año».
f) Administración de la sociedad
La forma como es ejercida la administración depende del tipo societario que se
adopte. No obstante, la ley comercial permite que esta sea estipulada libremente por
los asociados y, por tanto, estos podrán incluir en la escritura pública de constitución
la manera como serán dirigidos los negocios sociales. Esta cláusula contendrá
una disposición importante en materia de responsabilidades, ya que exige que se
determine «la forma de administrar los negocios sociales, con indicación de las
atribuciones y facultades de los administradores» y aquellas que se reservarán los
socios. Por esta razón, de quien derive el incumplimiento es quien responderá por
los perjuicios que ocasione tanto a la sociedad, a los socios o a terceros.
Así, para los socios y terceros ello constituye una garantía, pues con dicha disposición se ejerce control sobre las actividades que desarrollarán los administradores. Además se delimita el campo de acción de los mismos y se restringe
la capacidad o el poder de actuar en actividades que no estén expresamente
señaladas en la escritura de constitución de la sociedad. Esto en igual medida es
favorable para los administradores, puesto que ellos tendrán claridad sobre los
límites y ámbito de gestión que les ha sido conferido.
Los terceros se beneiciarán igualmente, ya que no estarán obligados por
los estatutos de la sociedad cuando tal cláusula o disposición no se encuentre
estipulada de manera expresa en los estatutos sociales, pues como no se les
conirió tal publicidad, les será oponible a estos terceros cualquier acto derivado
de aquellas actividades que no consten en la escritura de constitución.
En todo caso, la administración de la sociedad será convenida contractualmente,
pero con sujeción a las disposiciones previstas para cada tipo social81.
g) Reuniones y deliberaciones del máximo órgano social
Las decisiones adoptadas por el órgano social representan el querer social de los
miembros que componen la sociedad, para lo cual el numeral 7 del artículo 110
exige regular en forma expresa «la época y la forma de convocar y constituir la
asamblea o Junta de socios en sesiones ordinarias y extraordinarias», al igual
81 Ver Parte segunda, Sociedades Comerciales, pág. 133.
71
72
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
que las normas acerca de las mayorías y el quórum decisorio. Esta disposición
resulta coherente con la esencia de la sociedad, pues todas las deliberaciones
que se realicen y decisiones que se tomen deberán ser adoptadas por un número
determinado de socios, según el régimen de mayorías de cada tipo societario.
Generalmente, la forma de convocar que más se ajusta a las condiciones de la
compañía se podrá pactar en los estatutos sociales, y en ausencia de dicha
estipulación se realizará mediante medios publicitarios en periódicos de amplia
circulación o telegramas sin perjuicio de la reunión que se invoque. Igualmente,
el máximo órgano social a que se reiere la ley es la asamblea o Junta de socios
y dicha denominación dependerá del tipo societario; así, en las sociedades de
personas será la Junta de socios y en las de capital, la asamblea de accionistas.
h) Inventarios, balances, utilidades y reservas
La legislación comercial ha dispuesto como obligación el preparar y difundir los
estados inancieros; por ello, al inal de cada ejercicio social y mínimo una vez al
año, deberá realizarse y certiicarse el corte de cuentas y los estados inancieros de
propósito general para el 31 de diciembre.
Es así que, al tenor del artículo 110, numeral 8, del Código de Comercio, deberá
incluirse una cláusula en la escritura de constitución de la sociedad que indique
las fechas en que se realizará el inventario de los bienes que posea la sociedad y
el balance general, así como «la forma en que han de distribuirse los beneicios
o utilidades de cada ejercicio social, con indicación de las reservas que deban
hacerse».
Como vemos, es la propia ley la que le permite a los asociados determinar cuántos
cierres de ejercicio quieren que la sociedad tenga al año, ya que de ello depende
la posibilidad de reunirse en junta o asamblea ordinaria para revisar la situación
de la compañía, considerar la reelección o remoción de los administradores y,
si es del caso, decretar el reparto de utilidades. La determinación de los cierres
de ejercicio es importante por cuanto se establece cuándo las sociedades estarán
sometidas a la vigilancia de la Superintendencia de Sociedades por activos o por
ingresos de que trata el artículo primero del Decreto 4350 de 200682.
82 Artículo 1o. Quedarán sometidas a la vigilancia de la Superintendencia de Sociedades, siempre
y cuando no estén sujetas a la vigilancia de otra Superintendencia, las sociedades mercantiles y
las empresas unipersonales que a 31 de diciembre de 2006, o al cierre de los ejercicios sociales
posteriores, registren:
a) Un total de activos incluidos los ajustes integrales por inlación, superior al equivalente a
treinta mil (30.000) salarios mínimos legales mensuales;
b) Ingresos totales incluidos los ajustes integrales por inlación, superiores al valor de treinta mil
(30.000) salarios mínimos legales mensuales.
PARTE 1 - CAP. VI: REQUISITOS DE FORMA DEL CONTRATO SOCIAL
i) Duración de la sociedad y causales de disolución
Respecto a la duración de la sociedad y las causales de disolución anticipada, se
prevén dos situaciones especíicas. La primera de ellas consiste en la ijación de
un término preciso que determine la vigencia de la sociedad, el cual, una vez
acaecido, ocasionará la disolución de la sociedad, siempre y cuando este no se haya
prorrogado antes de su expiración (Código de Comercio, artículo 218, numeral
1). Este término de duración en muchas ocasiones se calcula con fundamento
en el logro de los ines sociales, pero en todo caso podrá modiicarse mediante
reforma estatutaria, si así lo acuerdan los socios.
La segunda situación con relación a la primera exige a los socios sujetarse a las
disposiciones legales vigentes que existen en materia de disolución, pero si es
del caso, podrán pactar otras causales de disolución anticipada de la sociedad,
diferentes a las reguladas para las sociedades en general o las que se regulan para
cada tipo societario en particular (Código de Comercio, artículo 218), tales como:
la inasistencia reiterada e injustiicada a las reuniones del máximo órgano social
Parágrafo. Para los efectos previstos en este artículo, los salarios mínimos legales mensuales se
liquidarán con el valor vigente al Io de enero siguiente a la fecha de corte del correspondiente
ejercicio.
La vigilancia en este evento, iniciará el primer día hábil del mes de abril del año siguiente a aquel
al cual corresponda el respectivo cierre contable. Cuando los montos señalados se reduzcan por
debajo del umbral establecido en este artículo, la vigilancia cesará a partir del primer día hábil
del mes de abril del año siguiente a aquel en que la disminución se registre.
Artículo 2o. Quedarán sometidas a la vigilancia de la Superintendencia de Sociedades, las sociedades mercantiles y las empresas unipersonales que, a 31 de diciembre de 2006 o al cierre de los
ejercicios sociales posteriores, tengan pensionados a su cargo, siempre y cuando se encuentren
en una de las siguientes situaciones:
a) Cuando después de descontadas las valorizaciones, el pasivo externo supere el monto del
activo total;
b) Cuando registren gastos inancieros que representen el cincuenta por ciento (50%) o más
de los ingresos netos operacionales. Entiéndase por gastos inancieros, los identiicados con el
Código 5305 del Plan Único de Cuentas;
c) Cuando el monto de las pérdidas reduzca el patrimonio neto por debajo del setenta por ciento
(70%) del capital social;
d) Cuando el lujo de efectivo neto en actividades de operación sea negativo.
Parágrafo 1°. Respecto de los sujetos señalados en este artículo, la vigilancia iniciará el primer
día hábil del mes de abril del año siguiente a aquel al cual corresponda el respectivo cierre contable, y cesará una vez transcurrido un año contado a partir de esa fecha, salvo que al vencimiento
de este término subsista en los estados inancieros siguientes alguna de las situaciones descritas,
en cuyo caso la vigilancia se prolongará sucesivamente por períodos iguales.
Lo anterior sin perjuicio de que se registre otra de las causales previstas en este decreto, caso en
el cual la vigilancia continuará en consideración a ella.
73
74
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
que originen el bloqueo de dicho órgano, o la inejecución del objeto social por
más de un determinado tiempo.
j) Liquidación de la sociedad
Se expresará en la escritura de constitución la forma de liquidar la sociedad. Si
bien el Estatuto Comercial se ha encargado de regular el proceso de liquidación
de las sociedades con el in de proteger a terceros acreedores, en virtud de la
autonomía privada los socios podrán estipular ciertas consideraciones, como
la forma de liquidar los negocios sociales, la designación del liquidador y de las
mayorías decisorias del órgano social durante ese período, pero restringiéndose
siempre a lo consignado en las disposiciones legales, pues tal libertad no puede ir
en contra de disposiciones de carácter imperativo, como por ejemplo, la prelación
de pago a los acreedores y antes de distribuir remanente de activos sociales a los
socios, o la prohibición de iniciar nuevas operaciones en desarrollo del objeto
social durante esta etapa.
Esta restricción es razonable desde el punto de vista de las obligaciones que la
sociedad adquirió previamente con terceras personas, pues se garantiza no solo el
pago de las deudas sociales hasta en el momento de la liquidación de la sociedad,
sino también cualquier otra situación relacionada con los intereses de las personas
vinculadas con la sociedad.
Por su parte, el artículo 110, numeral 10, del Código de Comercio exige igualmente
la «indicación de los bienes que hayan de ser restituidos o distribuidos en especie».
Esta exigencia determina que deben indicarse los bienes que vayan a ser restituidos
en especie. Harán parte de esta disposición aquellos bienes dados en usufructo,
pues sobre los mismos la sociedad no tiene el derecho de dominio o propiedad.
En consecuencia, los demás en propiedad de la persona jurídica podrán venderse;
ello es así por cuanto resultaría improcedente limitar la autonomía que tiene la
sociedad de ejercer el derecho de dominio sobre su patrimonio, cuando desee
enajenar los bienes.
Se entiende que el aporte en especie entregado a la sociedad le será devuelto a
quien lo aportó, toda vez que los activos fueran suicientes para cubrir el pasivo
externo de la sociedad y que se logre satisfacer las participaciones en el remanente
a los demás asociados. Para ello, se establece un mecanismo de prorrateo entre los
mismos según los aportes que hubiesen efectuado.
No obstante, teniendo en cuenta el último aparte del numeral 10 del artículo 110,
si no se indican los bienes que vayan a ser restituidos o distribuidos en especie,
deberán señalarse las condiciones en que puedan hacerse distribuciones en especie.
La principal condición para ello será si los activos restantes del patrimonio social
cubren satisfactoriamente las deudas de la compañía con terceros, pero ello no
impide que se puedan pactar otras al respecto.
PARTE 1 - CAP. VI: REQUISITOS DE FORMA DEL CONTRATO SOCIAL
k) Cláusula compromisoria
La ley le coniere la posibilidad a los socios de determinar la forma como se van a
solucionar las controversias que se presenten entre ellos, o entre ellos y la sociedad.
Por tanto, podrán someterse a decisión arbitral o de amigables componedores y,
en caso airmativo, la forma de hacer la designación de los árbitros o amigables
componedores. De ser omitido este requisito, ello no tendrá efecto negativo
alguno, pues simplemente se entiende que los socios someterán sus diferencias a
la justicia ordinaria procedimental.
Este numeral hace parte de lo que se denomina Mecanismos Alternativos de
Resolución de Conlictos (MASC), y viene a ser un instrumento por el cual se le
coniere agilidad al proceso originado por las diferencias presentadas entre los
asociados o con la sociedad. Como se anotó previamente, existen dos MASC por
los que pueden optar los socios con el in de resolver sus diferencias. El primero
de ellos consiste en someter el conlicto a una decisión arbitral o arbitraje, que
se entiende como un mecanismo mediante el cual un tribunal de arbitramento
decide una situación jurídica y falla por medio de un laudo arbitral, el cual tendrá
los mismos efectos que una sentencia.
Para tal efecto, cuando los socios decidan someter a una decisión arbitral, los
conlictos surgidos entre ellos y la sociedad, o entre esta y terceros, podrán
convenirlo previamente mediante la estipulación de una cláusula compromisoria
en los estatutos sociales o, en su defecto, una vez surgido el conlicto podrán
pactar que las diferencias se diriman mediante un compromiso arbitral (Ley 446
de 1998, artículos 11683 y 11784).
83 «Se entenderá por cláusula compromisoria el pacto contenido en un contrato o en documento
anexo a él, en virtud del cual los contratantes acuerdan someter las eventuales diferencias que
puedan seguir con ocasión del mismo, a la decisión de un Tribunal Arbitral. Si las partes no
determinaren las reglas de procedimiento aplicables en la solución de su conlicto, se entenderá
que el arbitraje es legal.
Parágrafo. La cláusula compromisoria es autónoma con respecto de la existencia y la validez del
contrato del cual forma parte. En consecuencia, podrán cometerse al procedimiento arbitral los
procesos en los cuales se debatan la existencia y la validez del contrato y la decisión del tribunal
será conducente aunque el contrato sea nulo o inexistente».
84 «El compromiso es un negocio jurídico, por medio del cual las partes involucradas en un conlicto presente y determinado convienen resolverlo a través de un tribunal arbitral. El compromiso podrá estar contenido en cualquier documento como telegramas, télex, fax u otro medio
semejante. El documento en donde conste el compromiso deberá contener: a) El nombre y
domicilio de las partes; b) La indicación de las diferencias y conlictos que se someterán al arbitraje; c) La indicación del proceso en curso cuando a ello hubiere lugar. En este caso, las partes
podrán ampliar o restringir las pretensiones aducidas en aquel».
75
76
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
La diferencia entre una y otro es que la cláusula compromisoria es un contrato que
se anexa al contrato social o su estipulación se incorpora en el mismo, por el cual
las partes se comprometen a resolver las diferencias futuras derivadas del contrato,
por medio de un tribunal de arbitramento. Por su parte, en el compromiso arbitral
no existió cláusula compromisoria, pero se originó una controversia contractual o
extracontractual y las partes o los socios se comprometen con cualquier documento
que lleve tales diferencias ante un tribunal arbitral, el cual las resolverá, y para ello
proferirá un laudo en el que se releje su decisión al respecto.
El segundo MASC se trata de la amigable composición, que es un procedimiento
contractual por medio del cual las partes acuerdan resolver directamente las
controversias, comprometiéndose a nombrar a un tercero neutral con facultades
para comprometerlas contractualmente, y que será el encargado de que estas
diriman el conlicto de intereses que se les presenta. En todo caso, este solo
actuará como facilitador del diálogo y la solución, ya que son las partes las que
deben presentar y adoptar una fórmula de arreglo; de allí que sea un mecanismo
autocompositivo. El acuerdo o convención al que lleguen las partes tendrá los
mismos efectos de una transacción.
l) Representante legal
Como lo vimos previamente, la sociedad es una persona jurídica distinta a los socios,
capaz de ejercer derechos y contraer obligaciones, que requiere ser representada
judicial y extrajudicialmente por una persona, la cual a su vez representará
el contrato social y constituirá el mecanismo que proyecte la capacidad de la
sociedad, ya que solo podrá ejecutar aquellos actos comprendidos en el objeto
social de esta o aquello que se relacione con su existencia y funcionamiento.
Por ello, el numeral 12 del artículo 110 indica la necesidad de expresar el «nombre
y domicilio de la persona o personas que han de representar legalmente la
sociedad, precisando las facultades y obligaciones que correspondan», las cuales
generalmente se encuentran delimitadas por las normas especiales del Código de
Comercio que tratan la materia, tales como el artículo 196. Todo lo anterior, sin
perjuicio de que determinado tipo social exija la representación legal en cabeza de
todos o algunos de los asociados.
m) Revisor scal
En el acto de constitución, cuando la ley exija la presencia del revisor iscal o
cuando estatutariamente se haya ijado, deberán expresarse sucintamente las
facultades y obligaciones a las cuales quede prescrito. Así, será por voluntad de los
socios tener revisor iscal cuando esté previsto en los estatutos y será obligatorio
en los casos señalados por la ley, especíicamente en el artículo 203 del Estatuto
Comercial. Es decir, la iscalización solo será obligatoria en las sociedades
anónimas, en comandita por acciones y sucursales de extranjeras, de tal manera
PARTE 1 - CAP. VI: REQUISITOS DE FORMA DEL CONTRATO SOCIAL
que quedará a discreción de los demás tipos societarios la vinculación de este
funcionario.
Las funciones y obligaciones del revisor iscal básicamente son las que indica el
artículo 207 del Código de Comercio, que consisten, entre otras, en informar sobre
irregularidades derivadas de actos celebrados por la sociedad, así como iscalizar
todos aquellos documentos que deben ser aprobados en reunión de asamblea o
Junta de socios.
n) Cláusulas adicionales
Los socios pueden considerar realizar otros pactos diferentes a los expresados en
el artículo 110 del Código de Comercio, que sirvan «para regular las relaciones a
que da origen el contrato social». Tales pactos nacen de la autonomía privada de la
sociedad y sus socios, con el in de desarrollar las actividades propias del contrato
social.
No obstante, estas cláusulas se sujetarán a la globalidad de las normas que en
materia de sociedades el Código de Comercio señala, así como a las normas
especíicas que trata cada tipo social, es decir, las cláusulas que se estipulen
deben ser compatibles con la índole de la sociedad; por ejemplo, en una sociedad
anónima, que es de capitales, no es admisible una cláusula que indique que el
ingreso de nuevos accionistas se sujeta a la aprobación de la asamblea general
de accionistas (Código de Comercio, artículo 403). Por tanto, si tales cláusulas
contrarían alguna norma imperativa, el contrato social se viciará de nulidad.
B) Escrituras adicionales
Las escrituras adicionales son mecanismos que tienen por objeto subsanar las
irregularidades que se presenten en la escritura pública de constitución de la
sociedad, antes de que se haga su correspondiente inscripción o registro en la
cámara de comercio. Por tanto, se entenderán incorporadas al acto de constitución.
Las escrituras adicionales se considerarán necesarias en los siguientes casos:
• Omisión de alguna de las cláusulas de que trata el artículo 110 del Código de
Comercio.
• Determinación incompleta de alguna de las cláusulas de que trata el artículo
mencionado.
• Estipulaciones contrarias al régimen legal del respectivo tipo social.
Con el in de corregir cualquiera de los anteriores casos, todos los socios podrán
otorgar escrituras públicas adicionales que subsanen las deiciencias comentadas.
Cuando no sean viables tales adiciones o aclaraciones porque el documento
público ha sido inscrito en el registro mercantil, se requiere hacer la modiicación
77
78
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
de la cláusula mediante reforma al contrato social, la cual deberá adoptarse con las
mayorías previstas en los estatutos o en la ley. En cambio solo procede la escritura
de aclaración de la constitución de sociedades cuando no se ha inscrito en la
Cámara de Comercio.
3. Registro mercantil y otros registros
El registro mercantil es el segundo requisito previsto por el legislador para la
constitución de la sociedad. Al tenor del artículo 111 del Código de Comercio,
una «copia de la escritura social será inscrita en el registro mercantil de la cámara
de comercio con jurisdicción en el lugar donde la sociedad establezca su domicilio
principal» y en la cámara de comercio donde se ubiquen sus sucursales, si hubiere.
El registro mercantil, según lo dispone el artículo 26 del Código de Comercio,
tiene por objeto «llevar la matrícula de los comerciantes y de los establecimientos
de comercio, así como la inscripción de todos los actos, libros y documentos
respecto de los cuales la ley exigiere esa formalidad»; a su vez, le dará publicidad
a la escritura social y por esta misma razón será oponible a terceros. En relación
con la publicidad que debe dársele a los documentos constitutivos de la sociedad,
«es pertinente anotar que hasta tanto se realice la inscripción de la escritura social,
el contrato será inoponible a terceros, independientemente de los aportes que
hayan realizado los asociados en su debida oportunidad (artículo 112, ibídem)»
(Superintendencia de Sociedades, 2003, Oicio 220-73059), es decir, el negocio
jurídico no produce efectos respecto de terceros.
El registrador impedirá la inscripción de la escritura cuando en aquella se evidencie
omisión de los requisitos esenciales que determinan la existencia de la sociedad y
no por ello tendrá facultades para controlar la legalidad del acto constitutivo, pues
el legislador en ningún momento le ha otorgado tal capacidad (artículo 6o, circular
externa 15 de 2001, Superintendencia de Industria y Comercio)85. Entonces, una
vez inscrita la escritura, el registro proporcionará seguridad a los asociados como
a terceros, en el sentido que no podrá impugnarse el contrato sino por defectos o
vicios de fondo, conforme a lo previsto en los artículos 104 y siguientes.
Para el registro de la escritura social, de sus adiciones y reformas, el artículo 34 del
Código de Comercio ha indicado el procedimiento que se debe llevar a cabo. Este
se hará de la siguiente manera: a) se archivará en la cámara de comercio copia de
85 «Las cámaras de comercio deben abstenerse de efectuar la inscripción de actos libros y documentos cuando la ley las autorice a ello. Por lo tanto, si se presentan inconsistencias de orden
legal que por ley no impidan la inscripción esta se efectuará. Así mismo, deberán abstenerse
de registrar actos o decisiones ineicaces o inexistentes, en conformidad con lo dispuesto en el
artículo 897 del Código de Comercio».
PARTE 1 - CAP. VI: REQUISITOS DE FORMA DEL CONTRATO SOCIAL
la escritura de constitución; b) se expresará en libro especial la constancia de la
entrega de la copia «con especiicación del nombre, clase, domicilio de la sociedad,
número de la escritura, la fecha y la notaría de su otorgamiento», y c) el mismo
procedimiento se aplicará cuando el registro sea de actas que correspondan a la
designación de los representantes legales, liquidadores y sus suplentes.
Por su parte, en caso de que los socios hayan realizado aportes en inmueble, el
segundo inciso del artículo 111 contempla que para tal efecto la escritura social
deberá registrarse en la forma y lugar prescritos en el Código Civil, para los actos
relacionados con la propiedad inmueble (Código Civil, artículo 756). Así las cosas,
la escritura social se inscribirá en la oicina de registro de instrumentos públicos
del lugar donde se halle ubicado el bien y mientras no se efectúe la inscripción, la
sociedad no adquiere la propiedad sobre el inmueble, pues el registro es requisito
indispensable para realizar su tradición, como es el caso de los automotores
(Código de Comercio, artículo 922).
Lo expuesto no se aplica a las sociedades por acciones simpliicadas, regulada por
la Ley 1258 de 2008 (ver capítulo vi, Parte segunda).
4. Sanción por omisión de los requisitos de forma o de
publicidad del contrato social
La omisión de los requisitos de forma o de publicidad establecidos en el Código
de Comercio genera los siguientes efectos legales que pasaremos a ilustrar:
• La falta de escritura pública de constitución de la sociedad degenera o
convierte a la sociedad comercial o civil inicialmente deseada en una sociedad
de hecho. En efecto, la sociedad no consigue personiicarse jurídicamente y,
por tanto, a sus asociados no les es posible separar su patrimonio personal
de la sociedad, pues serán responsables solidaria e ilimitadamente de las
obligaciones derivadas del vínculo societario.
Por su parte, el artículo 898 del Código de Comercio indica de manera expresa
la inexistencia del negocio jurídico, cuando este se ha celebrado ante la falta o
ausencia de las solemnidades sustanciales exigidas por la ley, en razón del acto o
contrato celebrado.
• La omisión de la inscripción de la escritura social en el registro mercantil
no solo convertirá la sociedad comercial o civil deseada en una sociedad
irregular, sino que también hará inoponible el contrato a terceros, aunque
se haya consumado la entrega de los aportes de los socios, y convertirá al
administrador de la sociedad en responsable solidario ante los asociados
y ante terceros de los actos que ejecute en cumplimiento de sus funciones
(Código de Comercio, artículos 112 y 116).
79
80
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Entonces, sin el registro fue imposible darle publicidad al acto constitutivo, y por
ende no podrá ser oponible a terceros, según lo establecido en el artículo 901
del Código de Comercio. No obstante, la sociedad no dejará de existir ni se le
impedirá gozar de la personalidad jurídica atribuida.
• La omisión del registro en la Oicina de Registro de Instrumentos Públicos
impedirá actuar y ejercer el dominio sobre el bien inmueble, pues no se llevó
a cabo la tradición del mismo, por lo que su titularidad sigue en cabeza del
aportante (Código de Comercio, artículo 111).
Capítulo VII
Requisitos esenciales para la existencia
de la sociedad
Estudiados los requisitos que el contrato social debe cumplir para que sea
válido, nos enfocaremos ahora en el estudio de los requisitos o condiciones que
determinan su existencia, aquellas condiciones que según el artículo 1501 del
Código Civil «son de la esencia de un contrato [...] sin las cuales no produce efecto
alguno, o degeneran en otro contrato diferente».
Estos requisitos a los que nos referimos, bajo la modalidad de contrato social, se
encuentran tipiicados en el artículo 98 del Código de Comercio: «Por el contrato
de sociedad dos o más personas se obligan a hacer un aporte en dinero, en trabajo o
en otros bienes apreciables en dinero, con el in de repartirse entre sí las utilidades
obtenidas en la empresa o en la actividad social» (el énfasis es añadido). Entonces,
en virtud de la descripción del artículo trascrito, los siguientes son los requisitos
exigidos para determinar la existencia del contrato social, a saber: a) pluralidad
de socios; b) aportes; c) reparto de utilidades sociales; d) el objeto de la sociedad
consistente en acometer la actividad para la cual se constituye, vale decir, una
actividad económica organizada para la producción, transformación, circulación,
administración o custodia de bienes, o para la prestación de servicios (Código de
Comercio, artículo 25), y e) el animus societatis, elemento indispensable para la
existencia de la sociedad porque representa la intención explícita de asociarse, en
un plano de igualdad cualitativa.
A continuación analizaremos cada uno de los requisitos señalados, así como las
consecuencias o efectos que se derivan de su omisión.
82
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
1. Pluralidad de los socios86
La pluralidad de los socios es un requisito de la esencia del contrato social que
determinará la existencia de la sociedad. El artículo 98 del Código de Comercio
expresamente señaló necesaria la presencia de dos o más personas para la
formación de la sociedad, excluyendo de esta forma la posibilidad de constituir
una sociedad unipersonal. No obstante, como ya lo vimos, el artículo 22 de la
Ley 1014 de 2006 y su decreto reglamentario 4463 del mismo año regularon
de manera precisa la igura unipersonal de la sociedad (Superintendencia de
Sociedades 2011, Oicio 220-034887 febrero 25; y 2011 Oicio 220-048318 abril
11). Sin embargo, este acto jurídico unilateral lo analizaremos posteriormente
cuando estudiemos las empresas unipersonales y la sociedad por acciones
simpliicada, por lo que centraremos nuestra explicación, según lo previsto, en
lo referente a la pluralidad.
Entonces, los socios pueden ser personas naturales o únicamente jurídicas
o concurrir unas y otras. Esta concurrencia del mínimo exigido por la ley
debe permanecer durante la vida activa de ella, ya que si por cualquier causa
desaparecen los mínimos o máximos que se exigen legalmente para cada tipo
societario, o particularmente una de las dos categorías de socios en las sociedades
en comandita simple o por acciones, esto se erige como causal de disolución
para todas las sociedades, como lo dispone el ordinal 3o del artículo 218 al decir
que la sociedad se disolverá por reducción del número de asociados a menos del
requerido en la ley para su formación o funcionamiento.
Este motivo de disolución puede ser conjurado, si los socios toman las medidas
necesarias y observan las reglas prescritas para la reforma del contrato, a in de
enervar la causal de disolución y restablecer el mínimo de asociados. Para ello
deberán elaborar un acuerdo que debe ser formalizado dentro de los dieciocho
meses siguientes a la ocurrencia de esta causal (artículo 220, inciso 2o – artículo
24 Ley 1429/2010).
En todo caso, como manifestó la Superintendencia de Sociedades:
…En segundo lugar, se amplia de seis meses a dieciocho el término de que
disponen los asociados para tomar las medidas que permitan evitar la disolución
de la sociedad, cuando quiera que se trate de causales susceptibles de ser
enervadas, con la condición adicional de que no será necesario observar las
formalidades propias de las reformas estatutarias como se exigía anteriormente,
sino que bastara como en el supuesto aludido con inscribir en el registro mercantil
86 Ver Parte segunda, Capítulo 6. Sociedad Pluripersonal, pág. 253.
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
el acta en que contenga el acuerdo respectivo, cualquiera que sea la índole de la
determinación que se acuerde (2011, Oicio 220-034887)87.
En cualquier caso, también puede suceder que una:
sociedad quede con un solo socio y, por tanto, la misma puede, sin liquidarse,
convertirse en empresa unipersonal [...]. El artículo 81 de la Ley 222 de 1995
prevé la conversión de una sociedad a empresa unipersonal cuando su número
de asociados se reduce a uno solo, de la siguiente forma: «Cuando una sociedad
se disuelva por reducción del número de socios a uno, podrá, sin liquidarse,
convertirse en empresa unipersonal, siempre que la decisión respectiva se
solemnice mediante escritura pública y se inscriba en el registro mercantil dentro
de los seis meses a su disolución. En este caso, la empresa unipersonal asumirá,
sin solución de continuidad, los derechos y obligaciones de la sociedad disuelta»88
(2011, Oicio 220-048318) (el énfasis no hace parte del texto).
A) Máximos y mínimos
El Código de Comercio dispuso para cada tipo social el cumplimiento de unos
máximos y mínimos para la constitución y existencia del contrato social. Debe
entenderse en principio, como regla general para todo tipo social, un mínimo de
dos personas (Código de Comercio, artículo 98), así:
• Para la sociedad colectiva se exige, en virtud del artículo citado, un mínimo
de dos personas y un máximo no establecido, por lo que se entiende ilimitado.
• Para la sociedad anónima, un mínimo de cinco personas, pues así lo
estableció expresamente el Código de Comercio en el artículo 374, y un
máximo ilimitado.
• En la sociedad de responsabilidad limitada, la exigencia del mínimo es
igual que en la colectiva, pero en cuanto al máximo, el artículo 356 dispuso
expresamente un límite de veinticinco personas para su constitución,
señalando que si llegase a aumentar este número durante su existencia, la
sociedad dispondrá de dos meses contados desde la ocurrencia del hecho
para tomar las medidas necesarias con el in de reducir el número de socios
al establecido en la norma o transformarse en otro tipo societario.
87 En palabras de la Superintendencia de Sociedades (2011) «la ley le permite a una sociedad en
la cual se ha disminuido su número de asociados a uno, acudir, sin liquidarse, a la igura de la
empresa unipersonal, para lo cual basta conducirse en los términos, y dentro de la oportunidad
legal previstos en la norma en comento» (Oicio 220-0671 de enero 30)
88 Aporte signiica según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) «contribución,
participación, ayuda; y aportar, llevar cada cual la parte que le corresponde a la sociedad de que
es miembro».
83
84
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
• La pluralidad en las sociedades en comandita se reguló como un híbrido
de las anteriormente señaladas. Cabe señalar que el mínimo previsto por la
norma para la formación de las sociedades en comandita simple requiere
pollo menos de un socio gestor y un socio comanditario y, con relación al
máximo, a los gestores se les aplica lo establecido para las colectivas que es
ilimitado, y para los comanditarios el número máximo será de veinticinco
personas por expresa remisión del artículo 341 del Código de Comercio.
• Para las sociedades en comandita por acciones, la ley estableció para su
formación mínimo un gestor y cinco comanditarios, y un máximo ilimitado
tanto para los socios gestores como para los comanditarios, por expresa
aplicación del artículo 352 del Código de Comercio.
La inobservancia de las exigencias de máximos y mínimos contenidas en las
normas para cada tipo social, tanto en el momento de constitución de la sociedad
como durante su vigencia, traerá las consecuencias señaladas en la ley. Así, en el
primer momento, si el número mínimo de socios no se conforma, se producirá
su inexistencia (artículo 898, inciso 2o), en tanto que en el segundo, si disminuye
el número de asociados requerido, se ocasionará su disolución (artículo 218,
numeral 3).
En relación con la sociedad de responsabilidad limitada, es importante puntualizar
dos situaciones:
• No puede constituirse con un socio capitalista y otro industrial, puesto
que este último carece de voto en la junta, por lo cual no podrá funcionar
la sociedad, ya que aquella se encarga de representar el interés de todos
los asociados y, en esas condiciones, sería imposible integrar el máximo
órgano social, dado que el principio general para la toma de decisiones es
la participación de la pluralidad de los asociados. La Superintendencia de
Sociedades ha conceptuado sobre este asunto, así:
Es perfectamente claro que si solo son dos los asociados, capitalista el uno e
industrial el otro, jamás podrán constituir la Junta de socios, que es el órgano
supremo cuya voluntad singular no es otra cosa que la suma de voluntades
particulares de aquellos [...] no es posible que dos personas que deseen poseer
la calidad de socio, capitalista la una e industrial la otra, celebren el contrato de
sociedad, pues este sería inexistente por falta de uno de sus elementos esenciales
(memorando 10 de 9 febrero 1979).
No obstante, una vez constituida la sociedad limitada por dos o más socios, sí se
podría vincular un socio industrial al cual no le hubiese sido estimado el valor
de su aporte, ya que en este caso recibiría utilidades como contraprestación, en la
proporción expresada en el contrato, y a falta de estipulación, una participación
equivalente a la del mayor aporte de capital, según el parágrafo del artículo 150
del Código de Comercio.
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
• Como el número máximo está limitado a veinticinco, este no puede excederse, so pena de incurrir en causal de disolución y liquidación. Sin embargo,
si excede dicho límite dentro de los dos meses siguientes a la ocurrencia de
tal hecho, podrá transformarse en otro tipo de sociedad o reducir el número
de los socios (artículo 356).
Estos límites mínimos y máximos exigidos por la ley deben subsistir desde la
constitución de la sociedad y durante su existencia, pues su inobservancia, como
ya dijimos, acarrea la inexistencia o disolución del contrato social.
Esta pluralidad no se aplica en la sociedad por acciones simpliicada, ya que podrá
constituirse por una persona natural o jurídica (Ley 1258 de 2008, artículo Io).
2. Aportes
Aquellas personas que tengan interés de participar en la sociedad, se obligarán
automáticamente a aportar bienes de contenido monetario o bienes denominados
«en especie»; lo importante es que tengan un valor estimado comercialmente,
pues el mismo artículo 98 del Código de Comercio señala que los socios se
obligarán a realizar aportes en dinero, en trabajo o en otros bienes apreciables
en dinero, es decir, se comprometen a dar o hacer la prestación «de algo en favor
de la sociedad, que tenga valor de uso y valor de cambio» (Narváez, 1996, p.
125), en un tiempo, forma y lugar determinados, a in de conformar el capital
social (Código de Comercio, artículo 124). Así las cosas, una vez efectuados los
aportes, estos se verán relejados en el capital y serán destinados a la ejecución de
la actividad social.
Por lo tanto, es importante diferenciar la obligación de aportar y el pago del mismo
aporte, ya que el primero implica el cumplimiento de la obligación de aportar
efectivamente el bien, y por el pago del aporte se entiende aquel que es expresado
al momento de constitución de la sociedad, pero ello no implica la existencia de la
misma, pues aunque el pago es esencial para su funcionamiento, solo bastará que
la obligación haya sido contraída entre los asociados89.
Ahora bien, estas obligaciones, según el artículo 1495 del Código Civil, pueden
ser de dar, hacer y no hacer. Las obligaciones de dar implican la transferencia de
la propiedad de determinado bien; las de hacer, comportan el ejecutar una acción;
y las de no hacer, hacen referencia a un acto negativo, es decir, no realizar ni
ejecutar cualquier acción, o abstenerse de hacerlo.
89 Ver Parte segunda, pago del aporte en cada tipo social.
85
86
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Para el caso en concreto, aunque el artículo 98 únicamente comporta las obligaciones de dar y de hacer, ello no excluye la posibilidad de que puedan pactarse
obligaciones de no hacer. Sin embargo, respecto a la posibilidad de hacer este
tipo de aportes, la consideramos más una discusión de tipo académico que real,
pues ello no es viable ni jurídicamente posible; basta con mirarlo desde el punto
de vista contable, dado que el patrimonio está conformado por activos y no por
pasivos, y el no hacer es un pasivo.
Entonces, solo se pueden hacer aportes mediante: a) prestaciones de dar como
lo hace el socio que aporta bienes en general, y b) prestaciones de hacer, como el
socio que aporta su propia capacidad intelectual o conocimientos especializados
en técnicas o procedimientos.
Respecto a los aportes de obligaciones de no hacer, podemos agregar a lo
anteriormente planteado que no son procedentes por diferentes razones: a) el
artículo 98 del Código de Comercio solo menciona las obligaciones de dar y de
hacer, por tanto iría en contra de la esencia del contrato, pues este supone una
contribución y no una abstención; b) considerando el hecho de que los aportes
son los que conforman el capital social, como se dijo, este tipo de aporte sería
imposible de ser avaluado, y por ende ser parte del capital social, y c) en cuanto al
tema de responsabilidad de los socios y el límite de la misma según el aporte hecho,
podemos aseverar que el socio que efectúa este tipo de aportes es exonerado de
su responsabilidad frente a la sociedad y frente a terceros, lo que equivaldría a la
condonación del dolo futuro del asociado.
A) Clasi cación de los aportes
Los aportes pueden ser en dinero, en industria y en bienes apreciables en dinero.
En las obligaciones de dar, las contribuciones que han de realizarse se denominan
«de capital», las que a su vez se dividen en aportes en dinero o en especie. De otro
lado, si el aporte es en industria, como lo vimos, los socios estarán sujetos a una
obligación de hacer.
a) Aportes en dinero
Es una obligación de dar a cargo del socio, que implica la transferencia de un capital
determinado en una suma de dinero apreciable en moneda legal colombiana, en
divisas o capital extranjero.
a’) Moneda legal colombiana. Se pacta generalmente bajo esta modalidad, salvo
que se haya manifestado de otra manera. Se entenderá cumplida la obligación
cuando se entregue en la forma, lugar y fecha acordados.
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
b’) Divisas90. Si se pactase, en cambio, el aporte en divisas, es decir, en moneda
extranjera, se procederá a realizar la conversión y se pagará en moneda
colombiana91, en consideración a la tasa representativa del mercado y en la fecha
en que se contrajo la obligación, a menos que las partes acuerden otra fecha o tasa
distinta (res. 8 de 2000, artículo 79, Junta Directiva Banrepública)92.
c’) Capital extranjero93. Proviene del capital que una persona natural o jurídica
extranjera invierte en una empresa colombiana. Son dos tipos de inversión
extranjera que pueden realizarse: la directa y las inversiones de portafolio. En el
primer caso, los aportes son efectuados a una empresa constituida o establecida
en el país; este tipo de aportes se encuentra constituido por bienes procedentes
del extranjero, que pueden ser en dinero, en especie o en capital de otra sociedad
(participaciones, acciones o cuotas). En el segundo caso, se efectúa la compra de
acciones y otros valores negociables en bolsas de valores94.
90 «Cuando no se exprese otra cosa, las cantidades que se estipulen en los negocios jurídicos serán
en moneda legal colombiana. La moneda nacional que tenga poder liberatorio al momento de
hacer el pago se tendrá como equivalente de la pactada, cuando esta no se halle en circulación al
tiempo del pago. Las obligaciones que se contraigan en monedas o divisas extranjeras, se cubrirán en la moneda o divisa estipulada, si fuere legalmente posible; en caso contrario, se cubrirán
en moneda nacional colombiana, conforme a las prescripciones legales vigentes al momento de
hacer el pago» (Código de Comercio, artículo 874).
91 «Salvo autorización expresa en contrario, ningún contrato, convenio u operación que se celebre
entre residentes se considerará operación de cambio. En consecuencia, las obligaciones que se
deriven de tales contratos, convenios y operaciones, deberán cumplirse en moneda legal colombiana» (decreto 1735 de 1993, artículo 3o).
92 «Las obligaciones que se pacten en monedas o divisas extranjeras se cubrirán en la moneda o
divisa estipulada, si fuere legalmente posible; en caso contrario, se cubrirán en moneda legal
colombiana, en los términos que ije la Junta Monetaria mediante normas de carácter general»
(Ley 9a de 1991, art. 28). Nota: Las funciones atribuidas a la Junta Monetaria en el artículo anterior corresponden hoy a la junta directiva del Banco de la República (Ley 31 de 1992, art. 16,
literal h).
93 El régimen de cambios internacionales y los objetivos del mismo fueron previstos en la Ley
9a de 1991, y desarrollado posteriormente en la resolución 21 de 1993 de la junta directiva del
Banco de la República, hoy sustituida por la resolución 8 de 2000. Dentro de este régimen de
cambios se contempla la vía por la cual, para efectos del control monetario y cambiado, se deben
canalizar las divisas que ingresen al país o que se giren al exterior y las operaciones que dan
lugar a tal obligación de canalización.
94 En ambos casos, el registro de la inversión se producirá de manera automática una vez sea diligenciada la declaración de cambio (formulario numeral 4). Esta inversión deberá registrarse
en el Banco de la República, pues, por virtud del artículo 372 de la Constitución Política, es la
entidad competente para regular los cambios internacionales.
El canal establecido para el intercambio de divisas en la resolución 8 de 2000 es el mercado
cambiado, conformado por las divisas de obligatoria canalización por medio de los diferentes
87
88
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
El aporte en capital extranjero puede adquirir diferentes modalidades de inversión, tales como: a) importación de maquinaria, b) importación de divisas, c)
aportes en especie de carácter intangible como marcas y patentes, d) capitalización de recursos con derecho de giro al exterior como créditos externos, retención
en el patrimonio de utilidades no distribuidas con derecho a giro, importación de
divisas para realizar inversiones de portafolio, g) inversiones suplementarias y h)
importación de divisas para la compra de inmuebles.
b) Aportes en especie
Además del dinero, podrán hacerse aportes de este tipo de bienes siempre y
cuando tengan o se pueda determinar un valor comercial (Código de Comercio,
artículo 126). Estos bienes pueden ser determinados por su género y cantidad, o
determinados individualmente como cuerpo cierto, aunque cada uno se regirá
por una legislación en particular (Código de Comercio, artículo 127), así:
intermediarios del mercado autorizados para el efecto (instituciones inancieras, cooperativas
inancieras, sociedades comisionistas de bolsa y casas de cambio autorizadas para el efecto), o
por el mecanismo de compensación. Las principales operaciones de obligatoria canalización
mediante el mercado cambiado son las importaciones y exportaciones de bienes, el endeudamiento externo y las inversiones de capital del exterior en Colombia y de colombianos en el
exterior.
Habrá lugar al registro de inversión extranjera en los casos de pago de aporte de capital al momento de la constitución de sociedades nacionales, pago de aumentos de capital, capitalización
de sumas con derecho a giro, compra de cuotas o acciones o fusiones internacionales. En los casos en que la inversión implique la venta de divisas a los intermediarios del mercado cambiado
(como en los casos de pago de aportes), deberá presentarse la declaración de cambio correspondiente (formulario numeral 4).
El incumplimiento de las obligaciones previstas en el régimen de cambios internacionales en
relación con las inversiones de capital del exterior puede generar sanciones administrativas y
constituye diferentes infracciones al régimen de cambios internacionales, entre otras, las siguientes:
No canalización de la inversión por medio del mercado cambiado.
Indebida canalización.
* No giro de la inversión no perfeccionada.
* No registro de la inversión extranjera.
Registro extemporáneo de la inversión.
*No actualización del registro.
*No registro de los movimientos de la inversión (sustitución o cancelación).
*Giro al exterior de sumas sin derecho a giro.
*De esta manera, las acciones sancionatorias derivadas de infracciones al régimen de cambios
internacionales en materia de inversión extranjera prescriben en un término de dos años, contados desde la fecha de la infracción (o desde el cese de la infracción en el caso de infracciones
continuadas).
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
• Si la cosa a aportar es determinada por su género y cantidad, se aplicarán a tal
aporte las normas del Código Civil previstas para ello (Código Civil, artículo
1565 a 1567).
• Si la cosa es de cuerpo cierto y se pierde o se destruye por fuerza mayor
o caso fortuito, el socio aportante deberá elegir entre sustituir la cosa por
su valor en dinero, o retirarse de la sociedad. Si elige esto último y la cosa
perecida constituía un elemento esencial para el desarrollo del objeto social,
este último deberá ser reformado so pena de que se disuelva la sociedad. Se
presumirá la culpa del aportante por la cosa perecida, de tal manera que en
él se concentrará la carga de probar que ello aconteció por un hecho ajeno a
su voluntad, a riesgo de indemnizar a la sociedad por los perjuicios que se
hayan ocasionado.
• Cuando las cosas aportadas sean en usufructo, la sociedad tendrá los mismos
derechos y obligaciones del usufructuario común, y las anteriores reglas le
serán aplicables.
En todo caso, el aportante tendrá el deber de conservar las cosas hasta el
momento de su entrega oicial a la sociedad, más si la sociedad se abstuviera
de recibirlas, esta asumirá el riesgo de aquellas desde el momento en que el
aportante ofrezca entregarlas en forma legal, pues es en dicho momento que debe
entenderse cumplida la obligación por parte del aportante. No obstante, si la cosa
ha soportado cualquier daño, el aportante se responsabilizará por el perjuicio
ocasionado, siempre y cuando este hubiera sido ocasionado por su actuar culposo
o doloso95(Código de Comercio, artículo 128).
Vemos, entonces, que el capital social se encontrará representado por los aportes
realizados tanto en dinero, como en industria o en especie, pues la inalidad
de la sociedad no solo será el desarrollo de la actividad social, sino también la
constitución de la garantía de los acreedores. Debido a esto, los bienes en especie
deben ser apreciables en dinero y, por tanto, se considerarán como aportes en
especie los establecimientos de comercio, los derechos sobre la propiedad
industrial y el capital que posea una persona en otra sociedad, denominados
partes de interés, cuotas o acciones (Código de Comercio, artículo 136)96.
95 Se entenderá que en este caso la culpa será grave, pues se generará cuando los negocios ajenos
no son manejados con el cuidado que aun las personas negligentes suelen emplear en sus propios negocios, por tanto se equipara al dolo y le impondrá una responsabilidad menor al deudor, pues solo le exige el mínimo cuidado requerido. Y será dolosa la conducta cuando exista la
intención o propósito de inferir un daño o perjuicio al acreedor o a su patrimonio.
96 La Superintendencia de Sociedades, con referencia a los aportes en especie, señaló que «el
Código de Comercio alude a todas aquellas cosas corporales o incorporales susceptibles de
apropiación por parte de cualquier persona, que estimados por un valor comercial determi-
89
90
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
a’) Aportes en establecimiento de comercio. Se entenderá por establecimiento de
comercio «el conjunto de bienes organizados por el empresario para realizar los
ines de la empresa» (Código de Comercio, artículo 515). La expresión «conjunto»
incorporada en la norma transcrita hace presumir que la enajenación del
establecimiento de comercio se realice con todos sus elementos integrantes, pues
aquel comprende una universalidad de bienes (Código de Comercio, artículo
516).
La enajenación del establecimiento de comercio realizada a la sociedad en calidad
de aporte se formalizará por escritura pública o documento privado, que deberá
inscribirse en el registro mercantil, toda vez que el titular o propietario del
mismo cambia (Código de Comercio, artículo 28, n. 6). Además de ello, en el
socio enajenante recaerá la responsabilidad de entregar a la sociedad «un balance
general acompañado de una relación discriminada del pasivo, certiicados por un
contador público» (Código de Comercio, artículo 527).
Así como lo vimos anteriormente, los riesgos y la conservación del establecimiento
de comercio correrán por cuenta del socio enajenante hasta el momento de la
entrega efectiva a la sociedad. Adicionalmente, se aplicarán para la materia, en
lo que resulte pertinente, las normas propias de esta igura incorporadas en los
artículos 525 al 531 del Código de Comercio.
b’) Aportes de derechos sobre la propiedad industrial. Son susceptibles de ser
aportados a una sociedad derechos sobre nuevas creaciones como patentes de
invención o derechos sobre signos distintivos como marcas y lemas. Estos aportes
requerirán de una solemnidad propia de su clase, pues se exige el registro en la
Superintendencia de Industria y Comercio, con el in de determinar el momento
y espacio temporal por el cual la sociedad podrá acceder a su explotación
(Comunidad Andina, decreto 486 de 2000).
c’) Aportes de partes de interés, cuotas o acciones. Se podrán aportar acciones,
cuotas o partes de interés que se tengan en otras sociedades. Es pertinente anotar
que cuando la aportante sea una sociedad, es necesario que tanto esta como la
sociedad receptora tengan objetos sociales que se integren el uno con el otro o
se relacionen entre sí, pues la sociedad receptora debe tener la capacidad para
nado y que se encuentran dentro del comercio, son apreciables en dinero, tales como patentes
de invención, cuotas o acciones, partes de interés, enseres, maquinarias, inmuebles, créditos
quirografarios o con garantía real, establecimientos de comercio etc., los que individualizados y
determinados, deben ser lícitos y reales. Solo bastaría agregar que para la tradición de algunos
bienes, habrá necesariamente que cumplirse con las formalidades exigidas para el efecto, con el
in de que la sociedad adquiera pleno derecho sobre el objeto o bien, lo que le permitirá usarlo,
transformarlo, grabarlo o enajenarlo» (Oicio 220-31004,7 julio 2004. El énfasis es añadido).
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
desarrollar actividades similares a la aportante, o en su defecto, deberá indicarse
en el objeto social la posibilidad de invertir en otras sociedades.
No obstante la Superintendencia de Sociedades mediante Oicio 220-31365 de
mayo 15 de 2003 expresa que:
La transferencia de la participación en el capital debe realizarse a un sujeto
jurídicamente existente y, por ende, si la participación en el capital al momento de
la constitución de una compañía se proyecta realizar bajo la forma de un aporte
en especie (acciones, cuotas o partes de interés) la transferencia necesariamente
sólo se podrá efectuar con posterioridad a la existencia de la nueva compañía.
Este criterio, no lo compartimos ya que al ingresar a la sociedad para su constitución necesariamente debe tener un avalúo que es uno de los elementos para
la constitución de la sociedad y las cuotas, acciones o partes de interés cumplen
con este requisito. Además de que bajo la limitación que plantea el concepto de la
Superintendencia, no se podrían constituir sociedades por acciones simpliicadas
si el único aportante es una sociedad, o cualquier tipo societario en el que para su
constitución se requiera el aporte de cuotas, acciones o partes de interés.
Por otra parte, cualquier sociedad comercial podrá ser parte de una sociedad
colectiva, siempre que la asamblea o Junta de socios lo apruebe por unanimidad.
Esta exigencia del voto unánime es en razón a la responsabilidad solidaria e
ilimitada que asumiría la sociedad receptora (Código de Comercio, artículo 295).
Cabe mencionar que el artículo 136 del Código de Comercio es meramente
enunciativo más no taxativo, lo que signiica que pueden existir otros aportes
en especie, pues sus peculiares características le dan esta connotación. Algunos
aportes en especie, no señalados por el mencionado artículo, son:
d’) Aportes de usufructo. El Código Civil deine el derecho de usufructo como:
El derecho real que consiste en la facultad de gozar de una cosa con cargo de
conservar su forma y sustancia, y de restituir a su dueño, si la cosa no es fungible;
o con cargo de volver igual cantidad y calidad del mismo género, o de pagar su
valor si la cosa es fungible (Código Civil, artículo 824).
Es decir, no implica la transferencia de propiedad de la cosa por usufructuar.
Entonces, se tratará de una obligación de dar, pues lo que se transiriere a la
sociedad en forma exclusiva sería el derecho de explotar la cosa económicamente.
Sin embargo, el fruto o producto que la cosa pueda generar pertenecerá al dominio
del usufructuario, es decir, al de la sociedad, pues así lo señala el artículo 127 del
91
92
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Código de Comercio cuando indica que «la sociedad tendrá los mismos derechos
y obligaciones del usufructuario común»97.
Por otra parte, cuando la cosa que se ha entregado en usufructo es de aquellas
determinadas individualmente o de cuerpo cierto, deberán aplicársele las reglas
indicadas en el artículo 127 del Código de Comercio. Y si el derecho de usufructo
recae sobre un bien inmueble, se formalizará su entrega mediante escritura
pública y su correspondiente inscripción en la oicina de registro de instrumentos
públicos donde se encuentre ubicado el inmueble objeto de usufructo98.
e’) Aportes de créditos. Podrán cederse créditos en calidad de aporte a la sociedad,
sin importar la clase de documento en el cual se encuentre incorporado. Este
aporte será abonado en cuenta del socio aportante, únicamente cuando sea
entregado real y efectivamente a la sociedad.
El socio aportante será responsable: a) de la existencia del crédito, es decir, de que
verdaderamente le perteneciera al tiempo de la cesión; b) de la legitimidad del
título, esto es, que se hubiera adquirido con justo título y de conformidad a las
leyes, y c) de la solvencia del deudor, o sea, de su capacidad de pago a corto plazo;
tal condición la previo el legislador, pues el aporte solo entrará al patrimonio de la
sociedad en el momento en que el crédito haya sido pagado.
Para tal efecto, la ley estableció el término límite de un año para que el crédito
sea exigible, el cual se contará a partir de la fecha en que se realizó el aporte. En
efecto, si después de cumplido dicho término el crédito no fue totalmente pagado
o su pago fue parcial, el legislador le concede un término adicional de treinta días,
en el cual el socio deberá pagar a la sociedad el valor del crédito, o el faltante si el
pago fue parcial, adeudando en tal circunstancia los intereses del monto insoluto y
los gastos causados en la cobranza (Código de Comercio, artículo 129).
Ante el incumplimiento en la entrega de los aportes, en la forma y época convenidos,
se aplicarán los arbitrios de indemnización estipulados en el contrato social, o a
falta de estipulación, los que señala el artículo 125 del Código de Comercio99.
97 Les serán aplicables al derecho de usufructo las normas del derecho civil relativas a la materia.
Libro Segundo, Título ix, artículos 823 y subsiguientes, «Del derecho de usufructo».
98 Código de Comercio artículo 826 y Código de Comercio, artículo 111.
99 Artículo 125. Cuando el aporte no se haga en la forma y época convenidas, la sociedad empleará
los arbitrios de indemnización estipulados en el contrato.
A falta de estipulación expresa al respecto, la sociedad podrá emplear cualquiera de los siguientes arbitrios o recursos:
1) Excluir de la sociedad al asociado incumplido;
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
f ’) Aportes del contratos. Al tenor del artículo 131 del Código de Comercio, la
cesión de contratos es permitida en calidad de aporte y constituye, al igual que los
demás bienes, parte del capital integrante del patrimonio social. A esta igura le
son aplicables las normas relativas a la cesión de contrato, prevista en el Estatuto
Mercantil (Código de Comercio, artículo 887 a 896). Sin embargo, debido a que
la igura contractual de la sociedad previo un suplemento de normas especiales,
el régimen de responsabilidad es diferente para el socio aportante en la cesión
del contrato, pues mientras el artículo 890 del Código de Comercio nos dice que
el cedente solo se encuentra obligado a «responder de la existencia y validez del
mismo» sin que se encuentre obligado a responder por su cumplimiento, el artículo
131 del Código de Comercio, en pro de la perpetuidad, garantía y protección del
capital social, obliga al socio cedente a responder por el «cumplimiento de las
obligaciones derivadas del mismo», a menos que se haya pactado lo contrario.
g’) Aportes de derechos de propiedad sobre inmuebles. Cuando el aporte sea un
inmueble, su titular tiene que transferir el dominio por escritura pública a la
sociedad. Dicha escritura debe ser registrada en la oicina de instrumentos
públicos. Si es un incapaz quien va a realizar el aporte de inmueble a la sociedad,
se requiere de licencia judicial. De conformidad con el artículo segundo de la Ley
222 de 1995, los incapaces «podrán ser socios, siempre que actúen por conducto
de sus representantes o con su autorización, según el caso»100.
2) Reducir su aporte a la parte del mismo que haya entregado o esté dispuesto a entregar; pero si
esta reducción implica disminución del capital social, se aplicará lo dispuesto en el artículo 145;
y
3) Hacer efectiva la entrega o pago del aporte.
En los tres casos anteriores, el asociado incumplido pagará a la sociedad intereses moratorios a
la tasa que estén cobrando los bancos en operaciones comerciales ordinarias.
100 Aporte de derechos reales sobre inmuebles de incapaces. «Para la Corte, la autorización judicial
previa al aporte en sociedad de derechos reales de incapaces sobre bienes inmuebles sí constituía una medida necesaria y conducente para proteger sus intereses, en cuanto (i) era previa y,
por lo tanto, de carácter preventivo; (ii) permitía la intervención del juez y el representante del
ministerio público, autoridades imparciales a la hora de evaluar la utilidad y la necesidad del
acto; (iii) no toleraba que, por vía de un aporte en sociedad sin más requisitos que el de la inscripción de la escritura respectiva en la oicina de registro, se pretermitieran todas la demás normas del Código Civil que exigen licencia judicial para actos dispositivos o de gravamen sobre
bienes de incapaces; (iv) favorecía que en cabeza de los incapaces se mantuvieran derechos a los
que históricamente se les concede especial valía y se protegen mediante un régimen jurídico especial; (v) conjuraba el peligro de actos jurídicos irresponsables o dolosos respecto de los derechos de los incapaces [...] Con fundamento en las anteriores consideraciones, la Corte declarará
la inexequibilidad de la expresión «Para el aporte de derechos reales sobre inmuebles, bastará
el cumplimiento de los requisitos previstos en el artículo 111», contenida en el artículo 103 del
Código de Comercio, modiicado por el artículo 2o de la Ley 222 de 1995. En consecuencia, en
adelante el aporte en sociedad de derechos reales sobre inmuebles en cabeza de incapaces se
93
94
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
• Avalúo de los aportes en especie
El avalúo de los aportes en especie consiste en la valoración económica real y
veraz de la cosa o bien aportado, acorde con su valor comercial en el mercado.
La realización de este avalúo tiene por objeto proporcionarle conocimiento al socio aportante, y a los demás asociados, sobre el verdadero valor que tiene su bien,
establecer con precisión el capital que conforma el patrimonio de la sociedad y
determinar con exactitud el porcentaje que cada uno de estos habrá de recibir por
concepto de utilidades. Entonces, el artículo 132 del Código de Comercio coniere
libertad a los asociados para que sin imposición, y bajo su propia autonomía, valoren sus aportes. No obstante, en virtud de los principios de igualdad y certeza
jurídica, el mencionado artículo dispone dos momentos para ijar el avalúo, así:
Antes de la constitución de la sociedad. El avalúo se hará «unánimemente por
los interesados constituidos en junta preliminar», el cual es aconsejable que sea
avaluado por perito, para garantía frente a terceros.
Después de la constitución de la sociedad. El avalúo «será ijado en asamblea o
en Junta de socios con el voto favorable del 60 por ciento o más de las acciones,
cuotas o partes de interés social». Este porcentaje será aplicado a todos los tipos
societarios con excepción de las sociedades anónimas, las cuales requerirán de la
mayoría de los votos presentes (Superintendencia de Sociedades, 2002, Oicio
220-402).
Debe entenderse que una vez constituida la sociedad, el avalúo se ijará con
exclusión del voto del socio aportante.
Con respecto al tema de los avalúos de los aportes en especie, vale la pena indicar
que estos requerían previamente de la aprobación de la Superintendencia de
Sociedades. No obstante, con la expedición de la Ley 222 de 1995, la autorización de
tal avalúo por la referida entidad solo procede respecto de sociedades controladas,
de conformidad con el numeral 8 del artículo 85 de la citada ley. Por tanto:
para el caso de presentarse una situación de control, una de las facultades indicadas
[...] es que la Superintendencia de Sociedades debe aprobar el avalúo de los
aportes en especie, por lo anterior, podemos concluir que la aprobación previa del
avalúo de los aportes en especie al capital social por parte de la Superintendencia,
únicamente es obligatoria para el caso de las Sociedades Controladas y no se
exige para el caso de sociedades vigiladas (Superintendencia de Sociedades,
2002, Oicio 220-402) (el énfasis es añadido)101.
sujetará al requerimiento previo de licencia judicial, y a los demás requisitos exigidos conforme
a las reglas generales de la legislación civil» (Corte Constitucional, 2006, Sentencia C-716).
101 Vale la pena señalar que el artículo 68 de la Ley 222 de 1995 no modiicó el artículo 132 del
Código de Comercio, sino respecto de sociedades por acciones.
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
Así, el artículo 132 del Código de Comercio102 deberá ser interpretado de la mano
del artículo 85 de la Ley 222 de 1995 y el decreto 2155 de 1992, en lo que al permiso
de funcionamiento se reiere. De esta manera, al momento de constituirse una
sociedad en la cual se efectúen aportes en especie, no será necesaria la autorización
de la Superintendencia de Sociedades, aun cuando se trate de aquellas sociedades
controladas, ya que la supervisión en la modalidad de control solo es procedente
una vez la sociedad esté constituida, es decir, que la sociedad ya exista, lo cual no
sucede si hasta ahora se está constituyendo.
c) Aportes en industria103
De conformidad con el artículo 137 del Código de Comercio, los aportes industriales podrán ser en industria, en trabajo personal, actividad o conocimiento que
el socio desarrolle o contribuya, en beneicio del objeto social y de la sociedad. Por
lo tanto, el socio que realice esta clase de aportes se encontrará obligado a cumplir
una prestación «de hacer», esto es, de realizar un trabajo, desarrollar una activi-
102 Artículo 132. Cuando se constituya una sociedad que deba obtener permiso de funcionamiento, los aportes en especie se avaluarán unánimemente por los interesados constituidos
en junta preliminar, y el avalúo debidamente fundamentado se someterá a la aprobación de la
Superintendencia de Sociedades.
El valor de los aportes en especie posteriores a la constitución será ijado en asamblea o en Junta
de socios con el voto favorable del sesenta por ciento o más de las acciones, cuotas o partes de
interés social, previa deducción de las que correspondan a los aportantes, quienes no podrán
votar en dicho acto. Estos avalúos debidamente fundamentados se someterán a la aprobación de
la Superintendencia.
Sin la previa aprobación por la Superintendencia del avalúo de bienes en especie, no podrá
otorgarse la correspondiente escritura. El gobierno reglamentará el procedimiento que deba seguirse ante la Superintendencia de Sociedades para la aprobación de los avalúos a que se reiere
este artículo (el énfasis es añadido).
103 «Una vez el aportante de industria o trabajo con estimación de su valor redime cuotas o acciones
de capital social, en esa misma parte su aporte cambia de naturaleza jurídica y, por tanto, de
régimen legal, esto es que incorpora al vínculo societario la responsabilidad que la ley asigna a
los asociados de acuerdo a [s/c] cada una de las formas de sociedad previstas en el Código de
Comercio, en el cual se capitalice el aporte.
Por el contrario, en la segunda de las opciones previstas por el legislador, es decir, cuando el
aporte de industria o trabajo carece de estimación de su valor, nunca hará parte del capital
social, que es el llamado a ser prenda general de los acreedores, y por tanto, la responsabilidad
de esta clase de socio, no podría asimilarse a los socios capitalistas, así el aporte de industria y
trabajo hiciera parte de una sociedad colectiva.
[...] Sumado a lo expuesto, de la mencionada preceptiva debe aclararse que cualquiera que sea la
modalidad del aporte en industria, esto es, con o sin estimación de valor, este debe encontrarse
previsto en el contrato social, pero cuando el aporte de industria pretenda liberar acciones,
además de que el valor debe estar previamente contemplado estatutariamente, debe tenerse presente que el derecho o condiciones para redimir acciones no pueden ser desconocidas ni modiicadas sin el consentimiento expreso del socio industrial». (El énfasis es mío. Superintendencia
de Sociedades, Normatividad/Conceptos Jurídicos/220-006369, de 7 febrero 2007).
95
96
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
dad, aportar un conocimiento tecnológico, un secreto empresarial o su experiencia en una determinada área del conocimiento, y demás aptitudes y actividades
que impliquen un desarrollo del intelecto.
Vale la pena anotar que, tratándose de un aporte de tal naturaleza, no hará parte
de los bienes integrados en el capital social, es decir, no liberará acciones o partes
de interés, pues en primer lugar, su espacio temporal se limitará a la vida útil del
socio, y en segundo lugar, es inadmisible la negociabilidad de su trabajo, es decir,
las condiciones, la forma y la remuneración del trabajo. Así las cosas, si bien no
hace parte del capital social de la compañía, el aporte en industria contribuye al
desarrollo del objeto social, generando en algunas ocasiones productividad para
la sociedad, y es por tal razón que el socio industrial participará de las utilidades
repartibles, dependiendo de si se ha o no estimado el valor de su aporte.
En virtud del mencionado artículo 137 el Código de Comercio, el socio industrial
gozará de los siguientes derechos:
• Participará de la distribución de utilidades resultantes del ejercicio social
y no de las pérdidas que se presenten en el mismo. Siempre que hubiese
estimación del valor de su aporte podrá redimir o liberar cuotas de capital
social con su aporte. Esto último no es posible cuando no se ha estimado el
valor del aporte, aunque tendrá derecho a participar en las utilidades sociales
y en cualquier superávit en la forma que se estipule (Código de Comercio,
artículo 137 y 138).
• Tendrá voz, pero no voto en las decisiones que se tomen en la asamblea o
Junta de socios.
• Sus derechos no podrán ser modiicados ni abolidos sin su expreso
consentimiento, a menos que sea producto del cumplimiento de una decisión
judicial o arbitral.
• Está facultado para administrar la sociedad.
• Cuando el socio industrial decida retirarse, o sobrevenga la liquidación de la
sociedad, aquel tendrá derecho a participar de la distribución de utilidades,
reservas y valorizaciones del patrimonio, generadas durante el tiempo en que
ostentaba la calidad de socio.
El Estatuto Mercantil prevé en su artículo 138 dos clases de aporte en industria,
a saber:
a’) Sin estimación de valor determinado104. Este hecho diiere del de valor
determinado, puesto que el socio industrial no tendrá la posibilidad de «redimir o
104 Ilustremos cómo sería la participación de las utilidades, cuando al socio industrial se le determinó el porcentaje que le corresponde de estas (Código de Comercio, artículo 150).
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
liberar cuotas de capital social con su aporte», de tal manera que solo gozará de los
derechos previstos en el artículo 137 del Código de Comercio, ya mencionados.
Ejemplo: Integran la sociedad los siguientes socios:
Socio
Aporte
Gabriel Bernal
Luz Estela Junca
Diego Molina
$60.000.000
$30.000.000
$10.000.000
60%
30%
10%
$100.000.000
100%
Totales
Porcentaje
En esta sociedad ha ingresado en calidad de socio industrial Eliyer Cárdenas y en
Junta de socios acordaron darle un porcentaje sobre utilidades del 20%.
La sociedad arrojó utilidades de $ 30.000.000, los cuales se repartirán así:
Socio industrial
Eliyer Cárdenas
Valor
$ 6.000.000
Porcentaje
20%
El saldo de las utilidades sería la suma de $ 24.000.000, que se repartiría así:
Socio
Gabriel Bernal
Luz Estela Junca
Diego Molina
Totales
Valor
$ 14.400.000
$ 7.200.000
$ 2.400.000
$ 24.000.000
Porcentaje
60%
30%
10%
100%
Siguiendo con la sociedad del ejemplo anterior y en aplicación al parágrafo del
artículo 150 del Código de Comercio, a la socia industrial no se le estipuló el
porcentaje que le correspondería de las utilidades. En este caso, la repartición
sería de la siguiente manera:
Socio
Cristina Castro
María Elvira García
Maritza Mendoza
Eliyer Cárdenas
Totales
Valor
$ 60.000.000
$ 30.000.000
$ 10.000.000
$ 60.000.000
$ 160.000.000
Porcentaje
60%
30%
10%
60%
160%
97
98
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Socio industrial
Eliyer Cárdenas
Valor
$ 11.250.000
Porcentaje
60%
b’) Con estimación de su valor determinado105. En este caso, la obligación del
socio industrial es sucesiva, y se entenderá cumplida «por la suma periódica que
represente para la sociedad el servicio que constituya el objeto del aporte» (Código
de Comercio, artículo 138). Respecto de la sociedad por acciones, previendo que
el capital social no se vea afectado, el aporte en industria deberá ser amortizado
«con cargo a la cuenta de pérdidas y ganancias de cada ejercicio social, en la parte
proporcional que a este corresponda» (Código de Comercio, artículo 139). En
síntesis, cada vez que la obligación del socio industrial haya sido cumplida, este
redimirá participaciones de capital social, liberando acciones o partes de interés106.
105 Siguiendo el ejemplo del punto anterior, la socia industrial Eliyer Cárdenas convino con los
socios capitalistas que el porcentaje acordado sería para amortizar capital, hasta obtener el 30%
del capital social.
106 Cuando se estipulan aportes de tal naturaleza, y por consiguiente el aportante respectivo adquiere como contraprestación a la industria o al trabajo al que se contraiga su obligación, el
derecho a redimir acciones de capital, no es necesario para que la sociedad cumpla con su correlativa obligación, que esta deba registrar utilidades al inal del correspondiente ejercicio social,
pues en tal evento, como claramente lo establece el artículo 139 del Código de Comercio, el
aporte señalado debe amortizarse con cargo a la cuenta de pérdidas y ganancias de cada ejercicio social, en la parte proporcional que a cada uno corresponda.
Esta previsión legal, sin duda supone que ese valor en que se estima el aporte del socio, corresponde a un gasto en que incurra la sociedad, y que por lo tanto está llamado a formar parte
del proceso de determinación de ingresos y egresos que implica la aludida cuenta, el cual debe
llevarse a cabo para determinar a su vez las utilidades obtenidas en el desarrollo de la empresa
social durante el respectivo ejercicio.
Ello tiene su razón de ser en el hecho de que cuando se estipula este tipo de aporte, el trabajo
del socio o los conocimientos tecnológicos, o los secretos industriales o comerciales que aporte,
o en in, lo que quiera que constituya el objeto de su obligación de hacer, signiica para la sociedad la obtención de un servicio personal o técnico que ha sido previamente valorado, lo que
impone que la misma deba reconocer el valor correspondiente en la medida en que este se vaya
causando, sin sujeción a ninguna otra condición.
En este orden de ideas, al estar determinada la suma que para la sociedad representa el aporte
del socio industrial, no resulta razonable que su pago esté supeditado a la existencia de utilidades, sino que por ser un egreso cierto en el que habrá de incurrir la sociedad para posibilitar a la
vez su normal desarrollo empresarial, su cargo debe hacerse, al igual que cualquier costo o gasto
que se genere con ocasión de su funcionamiento, a la cuenta de pérdidas y ganancias, o estado
de resultados como actualmente se le denomina.
Y es precisamente esa determinación previa, lo que en cierto modo le permite a la sociedad el
pago anticipado del servicio en que consista el aporte de industria convenido, mediante la asignación en cabeza del respectivo socio, de las acciones de capital, las cuales irán siendo redimidas
o liberadas al inal de cada ejercicio social, según sea la parte de la obligación de hacer que haya
cumplido el aportante durante el respectivo ejercicio.
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
c’) El contrato de know-how. Es una clase de aporte en industria que consiste en
un conocimiento, un saber de tipo técnico, industrial, comercial, administrativo,
inanciero o de otra naturaleza, aplicable en la práctica a la explotación de una
empresa o al ejercicio de una profesión. Su diferencia con el aporte de derechos
patentados es que estos son objeto de publicidad, a diferencia del know-how que
se caracteriza por ser secreto y conidencial. Quien realiza este tipo de aportes son
aquellos inventores que no tienen todavía interés en solicitar una patente, ya que
preieren conservar en secreto algunos elementos esenciales y desconocidos del
invento107. En otras palabras, el secreto industrial consiste en mantener en reserva
aquellos productos, procedimientos o fórmulas que le permiten al empresario ser
competitivo frente a las demás empresas que desarrollan el mismo objeto social
y de ahí la razón de querer conservarlos ocultos. Así mismo, dicho conocimiento
tiene un valor económico, y por ello puede ser objeto de aporte a una sociedad.
Por tanto, una vez efectuado, la sociedad realizará su avalúo, el cual deberá
ser equivalente a in de no transgredir intereses de terceros o del mismo socio
aportante (López, 2002).
Respecto a este tipo de aportes la Superintendencia de Sociedades manifestó que:
cuando el know-how que pretenda aportarse consista en derechos sobre la
propiedad industrial (patentes, modelos, manuales, etc.) y en la industria
(asistencia técnica), es indispensable separar sus elementos. Los derechos sobre
la propiedad industrial deben llevarse al capital social como aportes en especie; la
industria puede aportarse sin que forme parte del capital social; pero si se avalúa,
es posible estipular que con la retribución periódica que a ella corresponda se
liberen cuotas del mencionado capital; si no se avalúa, el aportante solo tendrá
Cosa diferente sucede con el aporte de industria sin estimación de su valor, en el cual, por no
determinarse previamente la suma que para la sociedad representa el servicio en que consista
dicho aporte, bien porque la naturaleza del aporte haga improcedente una valoración inicial o
bien porque se quiera someter la contraprestación del mismo al albur del negocio, inicial o bien
porque se quiera someter la contraprestación del mismo al albur del negocio, los beneicios
económicos del socio se supeditan a la existencia de utilidades, en las que participará conforme
al porcentaje que se estipule en los estatutos sociales, y a falta de pacto expreso, a un porcentaje
equivalente al de mayor aporte de capital, como lo consagra el artículo (Superintendencia de
Sociedades, Oicio 22-60020 de 18 diciembre 1996).
107 La decisión 486 de 2000 en su artículo 264 señala al respecto que «quien posea legítimamente
un secreto empresarial podrá transmitir o autorizar el uso a un tercero. El tercero autorizado
tendrá la obligación de no divulgar el secreto empresarial por ningún medio, salvo pacto en
contrario con quien le transmitió o autorizó el uso de dicho secreto. En los convenios en que
se transmitan conocimientos técnicos, asistencia técnica o provisión de ingeniería básica o de
detalle, se podrán establecer cláusulas de conidencialidad para proteger los secretos empresariales allí contenidos, siempre y cuando las mismas no sean contrarias a las normas sobre libre
competencia».
99
100
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
derecho a participar en las utilidades y en cualquier superávit, en la forma en que
se estipule (Superintendencia de Sociedades, 1972, Oicio 77-867).
Como vemos, el concepto de la Superintendencia de Sociedades no es claro, pues
confunde el know-how con el aporte de derechos sobre la propiedad industrial, el
cual es considerado por el mismo Código de Comercio en el artículo 136 como
aporte en especie; y, tal como lo anotamos previamente, lo que hace al know-how
un aporte de industria por excelencia es su carácter secreto, puesto que es este el
que le otorga el valor económico.
B) Pago de aportes
El pago de los aportes consiste en el cumplimiento de la obligación contraída por
cada socio con la sociedad. Al tenor del artículo 124 del Código de Comercio,
el pago o entrega de los aportes se hará en el lugar, forma y época convenidos
contractualmente; de no haberse estipulado, los aportes se entregarán en el
domicilio donde se encuentre ubicado el asiento principal de la sociedad, una vez
se haya constituido. En este sentido, el legislador ha permitido que la sociedad
sea autónoma al momento de ijar la entrega de los aportes, de tal manera que
queda a consideración de los socios determinar la forma de su pago. No obstante,
cada tipo social establecerá normas especíicas que primarán sobre la regla
general incorporada en el artículo 124 del Código de Comercio, así como las
consecuencias que cada uno asume por incumplimiento.
Entonces, en el caso de la sociedad de responsabilidad limitada, el aporte deberá
ser pagado en su integridad al momento de constituirse la sociedad (Código
de Comercio, artículo 354), sin que exista posibilidad de estipular otra cosa
en contrario. El incumplimiento de este precepto puede ocasionar, entre otras
consecuencias, la disolución de la sociedad. Respecto de la sociedad anónima y
en comandita por acciones, es obligatorio suscribir el 50 por ciento del capital
autorizado y pagar la tercera parte de este; el saldo pendiente se cancelará por
medio de instalamentos o cuotas que se van pagando en el término inferior a un
año, contado desde la fecha de la suscripción (Código de Comercio, artículo 387),
con el in de sufragar el capital suscrito pendiente.
a) Incumplimiento en el pago de aportes
El no pago de los aportes traerá diversas consecuencias dependiendo del tipo
societario de que se trate. Por ejemplo, en el caso de las sociedades colectivas, de
responsabilidad limitada y en comandita simple, deberá estipularse en el contrato
las medidas indemnizatorias, en caso de que los aportes no se efectúen en la
forma y época acordadas. Ante la ausencia de tal disposición, es la Junta de socios
la única competente para proceder a aplicar alguno de los tres arbitrios que el
artículo 125 del Código de Comercio señala, a saber:
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
• Excluir al socio incumplido de la sociedad: la Junta de socios podrá prescindir
de las cuotas o partes de interés, según la sociedad, del socio incumplido para
ines de la decisión, pues dentro de una sana lógica jurídica el incumplimiento
del pago necesariamente lo excluye de participar en cualquier votación.
• Reducir el aporte del socio hasta la parte que hubiera entregado o hasta la
que esté dispuesto a entregar. Sin embargo, cuando implique el reembolso de
activos al socio incumplido, la sociedad deberá solicitar autorización previa
de la Superintendencia de Sociedades, puesto que la prenda común de los
acreedores se vería disminuida (Ley 222 de 1995, artículo 86, ordinal 7o). Si
por el contrario, la reducción no implica el reembolso de activos, solo se hará
el asiento contable. En todo caso, deberá solemnizarse por escritura pública y
registrarse en la cámara de comercio la reforma donde conste la disminución
del capital (Código de Comercio, artículo 147).
• Ejecutar al socio para obtener el pago del aporte debido. En este caso, el socio
estará obligado a pagar los intereses moratorios, si la sociedad obtiene la
condena para el pago de los mismos, en proceso ordinario. Cuando se trate
de la reducción del aporte, es más práctico que el valor de la indemnización
se descuente del aporte que efectivamente ingresó o de las futuras utilidades.
Particularmente en el caso de las sociedades de responsabilidad limitada, el
ordinal tercero del artículo 86 de la Ley 222 de 1995 faculta a la Superintendencia
de Sociedades para cobrar multas hasta por doscientos salarios mínimos legales
mensuales vigentes y, de esta forma, cubrir los aportes no pagados íntegramente.
También podrá ordenar la disolución de la sociedad, pudiendo deducirse una
responsabilidad solidaria e ilimitada para los socios, por no cumplirse la exigencia
de pagar los aportes en su totalidad al momento de constituirse la sociedad
(Código de Comercio, artículo 355).
Respecto de las sociedades anónimas y en comandita por acciones, deberá indicarse
la forma de constitución, es decir, por acto único o por suscripción sucesiva de
acciones. En el primer caso, el artículo 397 señala que el accionista que se halle en
mora por el no pago de las cuotas de las acciones no podrá ejercer los derechos
inherentes a ellas. Si por concepto de cuotas de las acciones suscritas la sociedad
tiene obligaciones vencidas a cargo de los accionistas, la Junta Directiva podrá:
a) cobrar ejecutivamente; b) vender las acciones por medio de comisionista de
bolsa, por cuenta y riesgo del socio moroso, o c) imputar las sumas recibidas a la
liberación del número de acciones correspondientes a las cuotas pagadas, previa
deducción del 20 por ciento para indemnización de perjuicios.
En el segundo caso, es decir, en aquellas sociedades anónimas en proceso de
formación o no constituidas, los promotores tendrán la facultad de exigir al
socio incumplido el pago de los aportes o imputar las sumas que pague este a
101
102
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
la liberación del número de acciones que corresponda a la suma efectivamente
cancelada (Ley 222 de 1995, artículo 53, inciso 2o). Por analogía, a las sociedades
en comandita por acciones se aplicará lo anteriormente señalado (Código de
Comercio, artículo 352).
Entonces, si bien el artículo 98 del Código de Comercio señala como requisito
esencial para la existencia de la sociedad los aportes que deben hacer los socios, ello
no implica la efectividad o el pago de los mismos, sino simplemente la estipulación
en el contrato social de lo que cada socio se obligue a llevar al fondo social y, por
tanto, si no se efectúa el pago de los aportes, la sociedad como perjudicada directa,
podrá emplear uno de los tres elementos indicados en los artículos 125 y 397 del
Código de Comercio.
Sin embargo, en caso de no obtener el pago del aporte por estos medios y ante la
imposibilidad de desarrollar su objeto social, deberá disolverse y liquidarse por
no tener otra alternativa.
C) Disminución del capital108
Como quiera que los aportes se encuentran relejados en el capital, resulta
pertinente en esta parte hablar de la reducción del capital social, pues como
resultado de esta operación, el valor de los aportes puede ser reembolsado o
restituido a los socios.
Así, el capital social se ijará de manera precisa, pero podrá aumentarse o
disminuirse, en virtud de la correspondiente reforma estatutaria, aprobada y
formalizada conforme a la ley. Por ello, ante la reducción del capital, se ocasionará
la disminución del aporte, la cual podrá comportar o no el reembolso efectivo
del mismo, y podrá operar para cualquier tipo de sociedad, en las dos siguientes
situaciones:
108 «En lo que a su disminución se reiere, es claro que si bien esta igura está permitida por la ley,
de todas maneras para posibilitar su desarrollo, es necesario, de un lado, que se den los presupuestos establecidos en el artículo 145 del Código de Comercio; y del otro, que por tratarse de
una reforma estatutaria la apruebe el máximo órgano social con el lleno de los requisitos legales
y estatutarios previstos para tal efecto, y, posteriormente proceder a su formalización (Código
de Comercio, artículo 147), esto es, que deberá reducirse a escritura pública e inscribirse en el
registro mercantil, requisitos sin los cuales, la reforma no producirá efecto alguno frente a terceros; sin embargo, para el caso en que haya efectivo reembolso de aportes, la ley prevé que esta
Superintendencia determine la viabilidad de tal operación, según los términos que para el efecto
señala el artículo 145 citado coniriéndole la atribución de autorizarla en cualquier sociedad si a
ello hubiere lugar» (Ley 222 de 1995, art. 88, numeral 7, Superintendencia de Sociedades, Oicio
220-19048 de 30 marzo 1999).
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
• Cuando la disminución del capital no implica reembolso de aportes. En este
caso, como se requiere reformar los estatutos, se exige su elevación a escritura
pública y registro en la cámara de comercio respectiva.
Los casos en los que la disminución se hace sin reembolso se encuentran señalados
en los numerales 1 y 2 del artículo 125 del Código de Comercio referentes a
la disminución del capital ante la falta de pago de los aportes por el socio, y el
relativo a la disminución de capital, el cual se realiza con el in de subsanar la
causal de disolución por pérdidas, a que alude el numeral 2 del artículo 457 del
Estatuto Mercantil, en concordancia con el artículo 459 del citado Código. En
estos casos en los que la disminución no implica efectivo reembolso de aportes, no
se requerirá de autorización de la Superintendencia de Sociedades.
• Cuando la disminución del capital implica el reembolso total o parcial de los
aportes, se debe solicitar de manera previa autorización a la Superintendencia
de Sociedades, según lo dispuesto en el ordinal séptimo del artículo 86 de la
Ley 222 de 1995. Para ello tendrá que demostrar que la sociedad no cuenta
con pasivo externo alguno, o en caso de existir, puede la sociedad optar por:
 Demostrar ante la Superintendencia que el valor de los activos sociales
representan no menos del doble pasivo externo; o
 Demostrar que los acreedores han aprobado expresamente y por escrito
dicha disminución, asumiendo de esta forma el riesgo con su consentimiento. Además, en caso de existir en el pasivo externo prestaciones
sociales, o que el mismo esté conformado en su totalidad por estas, se requerirá igualmente del permiso de funcionario competente del Ministerio
de Protección Social.
Estos requisitos tienen como in la protección de la prenda común de los
acreedores, la cual se encuentra constituida por los activos sociales, los cuales
disminuirán cuando se haga el reembolso efectivo de los aportes. Por esta razón,
cuando no haya reembolso, no se requiere autorización de la Superintendencia.
En caso de que la disminución del capital sea con efectivo reembolso de aportes, es
necesario solicitar y obtener de la Superintendencia la respectiva autorización, para
lo cual la sociedad deberá cumplir con la circular externa 4 de diciembre de 2002
que contiene los documentos necesarios y el trámite para la autorización, entre
los cuales destacamos los siguientes: a) certiicado de existencia y representación
legal de la sociedad; b) copia autenticada del acta correspondiente al máximo
órgano social en la que se adoptó la disminución del capital social con el efectivo
reembolso de aportes y su constancia de aprobación; c) estados inancieros
básicos preparados para decidir sobre la disminución del capital, los cuales no
103
104
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
pueden ser superiores a un mes del último corte respecto de la reunión en la que
se va a considerar la reforma estatutaria; d) dictamen del revisor iscal respecto
de los estados inancieros; e) copia del estudio técnico en el que se determine el
valor de los activos de la sociedad; f) aprobación del funcionario competente del
Ministerio de Protección Social en la que conste que el pasivo externo proviene
de prestaciones sociales, y g) elevar a escritura pública esta reforma estatutaria,
allegando a la Superintendencia una copia de la escritura pública en la que debe
estar incorporada la resolución por medio de la cual la Superintendencia autorizó
la respectiva reforma estatutaria.
D) Aumento del aporte
Partiendo de la autonomía de la voluntad, en virtud de la cual el socio se obligó a
realizar el aporte, el aumento de este deberá provenir de un acto libre y consciente
del individuo, de tal manera que no puede estar constreñido para hacerlo. Así
las cosas, el Estatuto Comercial previó que solo mediante estipulación expresa
en los estatutos sociales se exigirá del socio el aumento de su aporte (Código de
Comercio, artículo 123).
E) Reposición del aporte
La reposición hace referencia al hecho cuando el aporte que ya fue incorporado
a la sociedad sufra un perjuicio que impida su utilización o explotación y, por tal
efecto, pueda ser sustituido por el socio aportante. En efecto, el socio no estará
obligado a reponer el aporte y será facultativo que lo quiera o no hacer, pues ya
ha sido entregado a la sociedad y será ella quien deberá soportar su pérdida. Sin
embargo, la reposición será válida si así lo exigieren los estatutos sociales bajo
estipulación contractual (Código de Comercio, artículo 123). La reposición de
los aportes siempre debe darse con activos, cuya utilización, en los términos del
artículo 35 del Decreto 2649 de 1993, reporte a la empresa beneicios económicos
futuros, teniendo en cuenta que la entrega real y material de los mismos por parte
de los socios no puede estar sujeta a condición o plazo alguno (Superintendencia
de Sociedades 2010, Oicio 115-041287, julio 8).
F) Restitución del aporte
La restitución del aporte consiste en devolver al socio que lo aportó el mismo bien
que fue aportado, en su misma especie y cantidad (Código de Comercio, artículo
143).
La restitución puede ser solicitada por cualquier socio que tenga interés en ello,
pero solo en los siguientes eventos:
• Cuando la cosa aportada haya sido en usufructo; en tal caso, la restitución a
que haya lugar debió haber estado prevista en el contrato social.
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
• «Durante la liquidación, cuando se haya cancelado el pasivo externo de la
sociedad, si en el contrato se ha pactado su restitución en especie». Como
lo vimos previamente, siempre que los activos sean suicientes para cubrir el
pasivo externo de la sociedad, y que se logre satisfacer las participaciones en
el remanente a los demás asociados, el aporte en especie entregado a esta le
será devuelto a quien lo aportó.
• Cuando se haya declarado nulo el contrato social respecto del socio que ha
solicitado la restitución del aporte, siempre y cuando la nulidad no provenga
de objeto o causa ilícitos, pues en tal situación el aporte será entregado a la
junta departamental de beneicencia del lugar del domicilio social (artículo
105, inciso 3o)109.
G) Reembolso del aporte
Si bien el concepto de reembolso de aportes puede considerarse semejante al de
restitución, surge de ellos una gran diferencia jurídica, pues con la restitución se
busca la devolución del bien o cosa inicialmente aportado, mientras que con el
reembolso se logra obtener el valor nominal del interés de cada socio.
En principio, el Estatuto Comercial prohíbe el reembolso total o parcial de
los aportes a los asociados antes de que se hubiera pagado completamente el
pasivo externo. No obstante, la Superintendencia de sociedades podrá autorizar
la disminución del capital social con efectivo reembolso de aportes, siempre y
cuando la sociedad cumpla con alguna de las circunstancias que señala el artículo
145 y que la misma no se encuentre vigilada por la Superintendencia Financiera
(antes llamada de Valores). Posteriormente a tal autorización, se deberá realizar
la respectiva reforma estatutaria, la cual deberá ser adoptada por el máximo
órgano social, con las formalidades legales y estatutarias que se requieren para la
convocatoria y el quórum. Este proceso no es aplicable a las sociedades anónimas
y en comandita por acciones.
Entonces, al tenor del artículo 144 del Código de Comercio, no se podrán rembolsar
los aportes, sin que se haya disuelto la sociedad y pagado el pasivo externo. Sin
embargo, el reembolso podrá solicitarse antes del acaecimiento de tales eventos,
como cuando el capital se disminuya por reembolso total del interés de alguno o
algunos de los socios. En esta circunstancia, se permitirá el reembolso de cuotas o
partes de interés durante la vigencia de la sociedad, siempre que se haya acordado
la disminución del capital por la Junta de socios. Sin embargo, el socio que ha sido
reembolsado seguirá obligado respecto de las obligaciones sociales contraídas
109 Ver el cap. 5 de la Parte primera, «Requisitos de fondo para la validez del contrato social», pag. 55
105
106
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
hasta el momento del retiro, claro está, dentro de la responsabilidad propia del
tipo social respectivo (Código de Comercio, artículo 146).
La Superintendencia de Sociedades hace distinción entre la restitución del aporte
y el reembolso del mismo, en los siguientes términos:
Entonces, se debe tener presente que una cosa es el reembolso y otra es la restitución,
esta última solo se presenta en los casos expresamente señalados en la ley (artículo
143 eiusdem) y busca que al asociado se le devuelvan los mismos bienes objeto
del aporte inicial, mientras que con el reembolso se le devuelve al socio el valor
de su aporte junto con las valorizaciones o desvalorizaciones, reservas, superávit
de capital y utilidades por repartir, es decir, se trata de una verdadera liquidación
parcial de la sociedad (Superintendencia de Sociedades, 1989, Oicio 18891).
H) Embargo de los aportes
Los aportes al estar representados en bienes de contenido económico, como
las acciones, cuotas o partes de interés, podrán ser objeto de embargo. Este es
empleado como una forma de coacción al socio deudor para el pago de una
prestación que tiene a su cargo. Este medio tendrá como in sacar los bienes del
comercio y conllevará:
los dividendos, utilidades, intereses y demás beneicios que al derecho embargado
correspondan, que se consignarán oportunamente por la persona a quien se
comunicó el embargo, a órdenes del juzgado en la cuenta de depósitos judiciales
(Superintendencia de Sociedades, 2001, Oicio 220-10342) .
Serán los acreedores personales del socio quienes podrán perseguir el pago de sus
créditos mediante el embargo de las participaciones de capital que el socio deudor
tenga en la compañía. Es así que, mediante una providencia judicial, una vez sean
embargadas las participaciones, provocarán su venta y adjudicación judicial,
atendiendo a las normas procedimentales que para el efecto se imponen (numeral
6 y 7, artículos 593 y 449, Código General del Proceso).
El embargo se realizará con especial sujeción a las normas que para cada tipo
societario se han establecido para dicha materia110.
110 Artículo 299. El interés social será embargable por los acreedores personales de los socios, pero
no se enajenará en subasta pública si uno o más consocios lo adquieren por el avalúo judicial del
mismo, caso en el cual el juez autorizará la cesión del interés embargado, previa consignación de
su valor.
No obstante, si en la subasta pública del interés social alguno de los socios hace postura, será
preferido en igualdad de condiciones. Siendo varios los socios interesados en la adquisición al
mismo precio, el juez lo adjudicará a favor de todos ellos por partes iguales, si los mismos socios
no solicitan que se adjudique en otra forma.
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
Es preciso anotar que esta medida cautelar no afecta los derechos que le han sido
conferidos al socio en el artículo 379 de la legislación mercantil, como son el de
participar en las deliberaciones de la asamblea y votar en ella, y el de inspeccionar
los libros y papeles de la sociedad dentro de los quince días hábiles anteriores a
la reunión de la asamblea general. Se exceptuará el derecho a percibir dividendos
y a recibir una parte proporcional de los beneicios sociales, al tiempo de la
liquidación, durante el tiempo en que estén gravados los títulos.
I) Titularidad de los aportes
Quien haya aportado alguna de las clases de bienes estudiados en el presente
capítulo, será el titular de la acción, cuota o parte de interés según el tipo de
sociedad constituido. No obstante, vale la pena anotar que no solo realizando
el aporte se ostenta la calidad de socio, pues además de ello se requiere que el
aportante aparezca inscrito como socio o accionista en el libro de registro de
acciones o de socios (Código de Comercio, artículo 195 y 361).
Es preciso explicar brevemente que cuando una acción, cuota o parte de interés
pertenece a más de una persona, se forma una comunidad en los términos
señalados por el artículo 2322 del Código Civil y de allí que, en virtud del artículo
148 del Código de Comercio, exija que se nombre por la comunidad el socio
que va a ejercer los derechos que se derivan de tales participaciones de capital.
No obstante, los individuos vinculados a la comunidad serán responsables
solidariamente de las prestaciones a las que estén obligados en virtud del aporte.
J) Denominación de las participaciones de capital
Las participaciones de capital tienen una denominación distinta según el tipo social
de que se trate. Esta participación de capital será denominada «parte de interés»
respecto de las sociedades colectivas. En la sociedad de responsabilidad limitada
y en las sociedades comanditarias simples, las participaciones se denominarán
«cuotas». Finalmente, se denominarán «acciones» para el caso de las sociedades
anónimas y en las sociedades en comandita por acciones.
Artículo 414. Todas las acciones podrán ser objeto de embargo y enajenación forzosa. Pero
cuando se presuma o se haya pactado el derecho de preferencia, la sociedad o los accionistas
podrán adquirirlas en la forma y términos previstos en este Código.
El embargo de las acciones comprenderá el dividendo correspondiente y podrá limitarse a solo
este. En este último caso, el embargo se consumará mediante orden del juez para que la sociedad
retenga y ponga a su disposición las cantidades respectivas.
Artículo 415. El embargo de las acciones nominativas se consumará por inscripción en el libro
de registro de acciones, mediante orden escrita del funcionario competente. El de las acciones al
portador, mediante secuestro de los títulos respectivos.
107
108
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
K) Negociabilidad de las participaciones de capital
Es importante tener en cuenta que así como el socio tiene la libertad de ingresar a
una sociedad mediante su aporte, de igual manera la ley le da la facultad de salir
de ella en cualquier momento de la existencia de la misma.
Así, la ley comercial señala unos trámites que han de cumplirse para la
negociabilidad de las participaciones de capital, según sea partes de interés, cuotas
o acciones.
a) En relación con las partes de interés
Como quiera que las partes de interés se ven representadas en los estatutos de la
sociedad, se hace indispensable que para su cesión se reformen los estatutos. Tal
cesión (total o parcial) solo producirá sus efectos a plenitud una vez la reforma del
contrato social sea elevada a escritura pública y sea inscrita en el registro mercantil.
Dicha reforma contractual, por tanto, deberá ser aprobada por los socios con la
mayoría estipulada en los estatutos para tal efecto.
Esto es así ya que los socios quedan íntimamente vinculados a la suerte de la
sociedad que han contribuido a formar. De ahí que requieran siempre la
autorización expresa de sus consocios, para ceder total o parcialmente su parte
de interés (Código de Comercio, artículo 296, numeral 1). Aquella cesión que no
cumpla con el mencionado requisito carecerá de eicacia y, por tanto, no producirá
efectos respecto de la sociedad y los demás socios.
Por último, es necesario saber que, según el artículo 301 del Código de Comercio, el
cedente no se libera de su responsabilidad solidaria e ilimitada por las obligaciones
sociales contraídas antes de perfeccionarse la cesión, sino transcurrido un año
desde la fecha de su inscripción.
b) En relación con las cuotas
Se entiende por cesión de cuotas aquel contrato por medio del cual el cedente
hace una transferencia, total o parcial, a otra persona (otro socio o un tercero)
llamada cesionario, respecto a la participación social de la cual es titular.
La adquisición de las cuotas sociales deberá seguir los requisitos que para la
cesión se disponen, tales como el derecho de preferencia, autorización de la Junta
de socios y escritura pública junto con su respectiva inscripción. Veamos cada
uno de ellos:
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
• Derecho de preferencia111. El derecho de preferencia respecto a la cesión de
cuotas en una sociedad de responsabilidad limitada es procedente, salvo que
en los estatutos se hubiera pactado lo contrario, para lo cual el socio que
quiere transferir sus cuotas deberá ofrecerlas, en primer lugar, a los demás
socios por medio del representante legal, para que dentro de un término
de quince días maniiesten su interés en adquirirlas. Una vez cumplido este
lapso, los socios que acepten la oferta tendrán derecho a tomarla a prorrata de
las cuotas que posean (Código de Comercio, artículo 363).
La oferta, además de contener las condiciones de la cesión, deberá expresar
el precio y el plazo de la misma. Si los socios interesados en adquirir las
cuotas discreparen respecto del precio o del plazo, se designarán peritos para
que ijen uno u otro (Código de Comercio, artículo 364). Dicho artículo es
apoyado por la Ley 222 de 1995, la cual en su artículo 234 establece que los
dictámenes de los peritos prestarán mérito ejecutivo para el ejercicio de los
derechos u obligaciones que en ellos consten112.
• Autorización de la Junta de socios y mayorías para la cesión. La cesión de
cuotas es un negocio solemne que constituye una reforma estatutaria que,
como tal, requiere aceptación por parte de la Junta de socios, según la
mayoría estipulada en los estatutos (Código de Comercio, artículo 359).
Si no se estipula mayoría alguna, deberá aprobarse tal reforma con el voto
favorable de un número plural de asociados, que represente cuando menos el
111 Como bien ha manifestado el Consejo de Estado, la razón de ser de este derecho se fundamenta
básicamente en la intención de la sociedad de conservar el elemento intuitus personae y la proporción que los socios tienen dentro de la sociedad. Así, lo que se pretende con esta igura es
«proteger intereses individuales, por lo cual la reglamentación en él establecida puede ser reemplazada por la libre determinación de los particulares, como efectivamente se prescribe de manera razonable al señalar que se puede pactar lo contrario, lo cual quiere decir que no solamente
puede excluirse el derecho de preferencia, sino estipular estatutariamente un procedimiento
distinto al indicado en dicha disposición con tal que no sea contrario a la ley, en especial al
derecho de cesión previsto en el artículo 362» (Consejo de Estado, Sección Primera, sentencia
de 14 diciembre 1973).
112 Al respecto, la Superintendencia de Sociedades ha mencionado que «frente al desacuerdo surgido entre las partes respecto al precio, plazo y/o demás condiciones de la cesión, lo que procede
es que, de común acuerdo, se designen peritos. Para la Superintendencia ha sido claro que tal
elección corresponde a las partes interesadas, en primer lugar, porque no solo facilita la valoración de las cuotas objeto de la oferta, sino que proporciona transparencia y objetividad en la
negociación, en la medida en que el experticio se realiza en razón a la operación misma y no a
los intereses de la parte que lo designa. Actuar de manera diferente, amén de que es contrario
a la ley, podría generar inconvenientes que dilatarían innecesariamente la labor encomendada,
en detrimento de los intereses, no solo de quienes pretenden retirarse de la compañía, sino
de la sociedad misma, en la medida en que se entorpece el normal funcionamiento de ella»
(Superintendencia de Sociedades, Oicio 22078124 de 26 noviembre 2003).
109
110
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
70 por ciento de las cuotas en que se halle dividido el capital social (Código
de Comercio, artículo 360).
Así mismo, si la sociedad o los asociados en ejercicio del derecho de preferencia
en la negociación de cuotas no aceptan la oferta, o no hay terceros interesados
en adquirirlas dentro del término señalado en el artículo 363 del Código de
Comercio, o habiendo un tercero interesado pero no la autorización de la
mayoría prevista para el ingreso de un extraño, se prevé la posible disolución
de la sociedad o la exclusión del socio interesado en ceder sus cuotas sociales.
La decisión de una u otra posibilidad corresponderá a los asociados, reunidos
en Junta de socios.
• Escritura pública y requisito de publicidad113. La cesión de cuotas implicará
necesariamente la reforma de los estatutos y, por tanto, deberá constar en
escritura pública, so pena de ineicacia, e inscribirse en la cámara de comercio
del domicilio social para que el acto sea existente y produzca efectos respecto
de la sociedad y de terceros.
Tal escritura deberá ser otorgada por el representante legal de la compañía,
el cedente y el cesionario, y la cámara de comercio podrá abstenerse de
registrarla si la sociedad no acredita el cumplimiento de los requisitos arriba
mencionados y prescritos en los artículos 363 a 365 del Código de Comercio,
cuando ello sea procedente.
c) En relación con las acciones
Las acciones podrán circular libremente y ser enajenadas sin ningún impedimento,
lo que indica a su vez que serán libremente negociables por la simple entrega o
transmisión directa. No obstante, de ser esta la regla general, el artículo 403 del
Código de Comercio prevé excepciones a la libre negociabilidad, al expresar que
las acciones serán libremente negociables, con algunas excepciones:
• Las acciones privilegiadas, respecto de las cuales se estará a lo dispuesto sobre
el particular.
113 La formalidad consagrada en el artículo 366 del Código de Comercio también ha sido ratiicada
por el Consejo de Estado, el cual en diversas sentencias ha manifestado que “constituyendo la
cesión de cuotas una reforma del contrato de sociedad y debiéndose aplicar preferentemente la
norma especial que para la misma se ha previsto en el capítulo pertinente a la sociedad de responsabilidad limitada [...] solo a partir de la fecha de la inscripción en el registro mercantil de
la escritura pública [...] esta adquirió la calidad de socio (Consejo de Estado, Sección Primera,
expediente 2878, Sentencia agosto 5 de 1994).
Por su parte, la Superintendencia de Sociedades ha señalado que mientras no se cumpla con
los requisitos de solemnidad ya mencionados, no se podrá tener la calidad de socio frente a la
sociedad (Superintendencia de Sociedades, Oicio OA 20206 de 26 diciembre 1979 y Oicio S2
05677 de 2 mayo 1988).
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
• Las acciones comunes respecto de las cuales se haya pactado expresamente el
derecho de preferencia.
• Las acciones de industria no liberadas, que no serán negociables sino con
autorización de la Junta Directiva o de la asamblea general.
• Las acciones gravadas con prenda, respecto de las cuales se requerirá la
autorización del acreedor.
Así las cosas, cualquier negociación o acto que contraríe la norma anterior estará
viciado de nulidad absoluta, por ser de carácter imperativo, ya que esta es la
sanción establecida sobre el particular en el ordinal primero del artículo 899 del
Estatuto Mercantil.
Vale la pena anotar que, además de ser negociadas libremente las acciones
nominativas mediante el acuerdo de las partes, también será necesaria su
inscripción en el libro de accionistas, a in de que produzca efectos respecto de
la sociedad y de terceros. En caso de que estas no sean pagadas en su integridad,
podrán ser igualmente negociables, pero el suscriptor y los adquirentes serán
solidariamente responsables ante el importe no pagado de tales acciones.
Por su parte, el artículo 404 del Código de Comercio propone otra limitación
en cuanto a la enajenación de acciones, respecto a los administradores sociales,
señalando que no podrán ni por sí ni por interpuesta persona enajenar o adquirir
acciones de la misma sociedad, mientras estén en ejercicio de sus cargos, sino
cuando se trate de operaciones ajenas a motivos de especulación y con autorización
de la Junta Directiva, otorgada con el voto favorable de las dos terceras partes
de sus miembros, excluido el del solicitante; o con autorización de la asamblea
general, con el voto favorable de la mayoría ordinaria prevista en los estatutos,
excluido el del solicitante. En caso de violar dicha prohibición, las sanciones que
pueden recaer sobre los administradores son la pérdida de cargo y la posibilidad
de imponerles multas hasta de doscientos salarios mínimos legales mensuales,
según lo dispuesto en la Ley 222 de 1995, artículo 86.
Respecto a los alcances del mencionado artículo, la Superintendencia de
Sociedades señaló que:
cuando el artículo 404 del Código de Comercio dispone que al administrador le
está prohibido por interpuesta persona enajenar o adquirir acciones de la misma
sociedad mientras esté en ejercicio de su cargo, ha de entenderse que se incurre
en la prohibición cuando quiera que quien enajena o adquiere participaciones
de capital (interpuesta persona), si bien aparentemente y frente a terceros actúa
en su propio nombre, en realidad lo hace a favor del administrador, y en busca
de satisfacer los intereses particulares de este, el que valiéndose de su posición
en la sociedad y de la información que de ella conoce es el que determina el
momento y las condiciones en las que resulta más favorable para él enajenar
o adquirir acciones. Procede la enajenación o adquisición de acciones por los
administradores cuando lo autorice la Junta Directiva o la asamblea general de
accionistas y se trate de motivos ajenos a la especulación.
111
112
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Dos condiciones exige el artículo 404 del Estatuto Mercantil para que los
administradores puedan enajenar o adquirir acciones de la misma sociedad.
Que el administrador sea autorizado por la Junta Directiva o por la asamblea
de accionistas para realizar el negocio jurídico respectivo, y que la operación no
conlleve motivos de especulación (Superintendencia de Sociedades, 2007,
Oicio 220-047597).
La prohibición mencionada no aplica para los administradores en caso de que
las acciones estén sometidas al derecho de preferencia a favor de los accionistas,
siempre y cuando ellos ostenten esta calidad. Pues tal derecho consiste en que
el accionista que enajene sus acciones, total o parcialmente, deberá previamente
ofrecerlas a los demás accionistas mediante conducto del representante legal
y en el término señalado en los estatutos, y si estos no manifestaren interés en
adquirirlas, podrá ofrecerlas a terceros.
Este derecho debe quedar estipulado en los estatutos, en los cuales deberá
indicarse los plazos y condiciones dentro de los cuales la sociedad o los accionistas
podrán ejercerlo. Sin embargo, puede acontecer que en los estatutos no se hayan
indicado los plazos y las condiciones, entonces han de aplicarse los artículos 363
y 365 del Código de Comercio, ya explicados, por analogía de las sociedades de
responsabilidad limitada.
En lo que respecta al precio y la forma de pago de las acciones, estos serán ijados
por los interesados y, en su defecto, las partes de consuno o una de ellas elevarán
solicitud ante la cámara de comercio del domicilio principal de la sociedad, para
que designe de sus listas los expertos en el tema, a in de que determinen el precio
o la forma de pago de las acciones, y cuyo dictamen constituye título ejecutivo
con presunción de autenticidad (artículos 231 y 234, Ley 222 de 1995). Cualquier
estipulación en contrario no surtirá efectos y será ineicaz de pleno derecho.
3. Utilidades sociales114
Las sociedades tienen como objetivo la consecución de un interés o beneicio
económico y ello es lo que las diferencia, por ejemplo, de las fundaciones o
corporaciones, donde las utilidades no son repartidas entre sus miembros y no
hay un ánimo de lucro como tal. Al faltar este último, la sanción legal procedente
sería la inexistencia, conforme a lo dispuesto en el artículo 898 del Código de
Comercio, ya que no solo es uno de los elementos esenciales para la coniguración
del contrato social, sino que también es el propósito que buscan los socios, esto es,
114 Para mayor comprensión sobre este tema, es necesario complementarlo con el contenido de la
tercera parte, capítulo 2, «Estados inancieros y reparto de utilidades», pag. 373.
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
el repartirse entre sí las utilidades generadas en realización de la actividad social
(Código de Comercio, artículo 98).
De aquí se deriva uno de los derechos que coniere la calidad de socio: el de
participar en las ganancias o utilidades sociales. Por esta razón, cualquier
estipulación en contrario que tenga por objeto privar a uno o varios de los socios
de tal prerrogativa se tendrá por no escrita y, por tanto, operará su ineicacia
de pleno derecho, sin necesidad de declaración judicial (Código de Comercio,
artículos 150, inciso 2o, y 897).
Ello quiere decir que cualquier tipo de sociedad leonina o cláusula leonina
están prohibidas, por cuanto van en contra de la esencia misma del contrato de
sociedad; en otras palabras, no se concibe la sociedad leonina en la que se elimina
la distribución de utilidades, ni la llamada cláusula leonina en la cual se estipule la
distribución de utilidades, pero en forma inequitativa115.
Entonces, cuando se habla de utilidad, necesariamente tendríamos que hablar de
las ganancias adicionales obtenidas durante la realización de la actividad social, a
las cuales tendrá derecho cada asociado, para que se le distribuyan en proporción
a la parte pagada del valor nominal de las acciones, cuotas o partes de interés.
Las mismas no podrán ser distribuidas si previamente no se encuentran
fundamentadas en balances reales y idedignos, en informes detallados de los
administradores, sobre la cuenta de pérdidas y ganancias de cada ejercicio social,
y una vez se hayan enjugado las pérdidas de ejercicios anteriores que afecten el
capital.
En concordancia con ello, los numerales 2 y 3 del artículo 187 ibídem señalan
que la junta o la asamblea en ejercicio de sus funciones debe examinar, aprobar
o improbar los balances de in de ejercicio y las cuentas que deben rendir los
administradores, así como disponer de las utilidades sociales con sujeción
al contrato y las leyes. Una vez decretado el reparto, las sumas debidas a los
115 Para una mayor ilustración, conozcamos la diferencia precisa entre estos dos conceptos por
medio de dos fábulas. La fábula de Esopo (cláusula leonina): «El león se fue de cacería con el
asno y el zorro. Obtuvieron un magníico botín y se encargó al asno la misión de repartirlo. Con
un gran sentido de la equidad, el asno formó tres montones exactamente iguales. Ante tamaño
irrespeto, el león se indignó y mató al asno. Luego le correspondió al zorro hacer la repartición
y dio al león casi todo lo cazado, pues solo dejó para sí unos míseros restos. El león alabó el
sentido de justicia del zorro y así pudo este continuar existiendo».
La fábula de Fedro (sociedad leonina): «El león se asoció para la cacería con una vaca, una oveja
y una cabra. El producto de la actividad común fue repartido por el león en cuatro montones
iguales, con estas destinaciones: un montón para el león, por ser el rey de los animales; otro
también para él, por ser el más fuerte; el tercero así mismo para él, por ser el más valiente; y por
variar un poco, el cuarto también para él, porque sí».
113
114
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
asociados por concepto de utilidades, forman parte del pasivo externo de la
compañía y podrán exigirse judicialmente, según los términos del artículo 156
ibídem (Superintendencia de Sociedades, 2003, Oicio 220-75108)116.
A) Reparto de utilidades
Para que la sociedad pueda distribuir suma alguna por concepto de utilidades, es
necesario que previamente se hagan las reservas (legal, estatutaria y ocasional), a
in de prevenir riesgos o pérdidas futuras y de carácter incierto, que si no ocurren,
continúan siendo utilidades no repartibles. En este orden de ideas, una vez la
asamblea o Junta de socios aprueba el balance y se realizan las reservas, procederá
a distribuir las utilidades con voto favorable de por lo menos el 78 por ciento de las
acciones, cuotas o partes de interés representadas en la reunión, o en su defecto,
deberá distribuirse por los menos el 50 por ciento de las utilidades líquidas o
del saldo de las mismas, si tuviere que enjugar pérdidas de ejercicios anteriores
(Código de Comercio, artículo 155).
Como se dijo anteriormente, mientras no haya una distribución de las utilidades,
no puede hablarse de la existencia de la sociedad, pues constituye la causa del
contrato para sus asociados. Cuando uno o algunos de los socios resulten excluidos
de toda participación en las utilidades, esto no ocasiona la afectación general del
vínculo, sino solamente el de cada socio individualmente considerado; por tanto,
solo se predicaría su inexistencia respecto de los socios que resultaron excluidos,
como lo señala el inciso 2o del artículo 150 del Código de Comercio.
Los socios, por lo general, estipulan que la forma como van a ser distribuidas las
utilidades depende proporcionalmente del monto de sus aportes, o bien pueden
manejar reglas que determinen mayores privilegios para uno o varios socios. Ello
es así, en cuanto a la libertad de estipulación que poseen al respecto, teniendo
como único límite la no privación de participación de las ganancias. Por tanto,
podría darse el caso en que haya un desequilibrio entre lo aportado y lo retribuido
con ocasión de este (Código de Comercio, artículo 150). En todo caso, cuando el
aporte sea en industria sin estimación de su valor, dará derecho a una participación
equivalente a la del mayor aporte del capital y no en capital, este según el artículo
150 del Código de Comercio117.
B) Participación en las pérdidas
Todo contrato social no solo implica la obtención de unas ganancias sino también
unas pérdidas futuras, y esto es básicamente la estructura y condición de este tipo
116 Ver en el Capítulo 7 de la parte primera, el tema sobre «Aportes en industria», pág. 95.
117 Ver en el Capítulo 7 de la parte primera, el tema sobre «Aportes en industria», pág. 95.
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
de negocio jurídico. No obstante, en relación con esta forma de participación,
el Código de Comercio no ha señalado nada al respecto y, por tanto, no existe
prohibición alguna para que se pacte una exoneración total de las pérdidas.
C) Reservas
Las reservas, o fondos patrimoniales, según el artículo 87 del decreto 2649 de
1993, son las que «representan recursos retenidos por el ente económico, tomados
de sus utilidades o excedentes, con el in de satisfacer requerimientos legales,
estatutarios u ocasionales» y «las destinadas a enjugar pérdidas generales o
especíicas, solo se pueden afectar con dichas pérdidas, una vez estas hayan sido
presentadas en el estado de resultado». En otras palabras, son las que forman un
ahorro que redunda en el acrecimiento del patrimonio de la sociedad, además de
integrar un seguro a su favor.
Son, por tanto, parte de utilidades conservadas por el ente societario, con el in de
cubrir futuros riesgos de carácter incierto. Se diferencian de lo que se denominan
provisiones en que estas últimas se constituyen para cubrir gastos que muy
seguramente van a ocurrir.
En otras expresiones, las reservas tienen como característica particular el ser una
ganancia auténtica, no repartible. Estas son ordenadas de manera exclusiva por la
Junta de socios o asamblea general, una vez se apruebe el balance y con cargo a las
utilidades líquidas que él demuestre.
a) Reserva legal
La función de esta reserva ha sido considerada por la Superintendencia de
Sociedades, bajo el doble aspecto de garantía suplementaria que robustece
la prenda común de los acreedores, y como margen de seguridad, tanto para
la sociedad como para los asociados, pues su propósito es el de asegurar un
aumento gradual del capital para proteger a la sociedad contra pérdidas futuras,
garantizando un incremento paulatino del patrimonio social. Las reservas legales
son utilizadas principalmente para sufragar pérdidas parciales o que no se han
cubierto por falta de utilidades o reservas especiales, de allí que jueguen un papel
protector del capital social, pues ante cualquier pérdida se disponen de recursos
permanentes.
Se llama reserva legal, porque su creación o formación está estipulada por ley y
es obligatoria en todas las sociedades, excepto en las colectivas. Se formará con el
diez por ciento, como mínimo, de las utilidades líquidas de cada ejercicio, hasta
ascender por lo menos al cincuenta por ciento del capital suscrito (Código de
Comercio, artículo 450 y 452).
115
116
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
b) Reserva estatutaria
Es la pactada en los estatutos de la sociedad como una medida de previsión. En
estos deben indicarse los casos o circunstancias en los que se podrán invertir
dichas reservas, es decir, solo podrán destinarse para cubrir el in previsto en los
estatutos. Por ejemplo, en caso de las sociedades de responsabilidad limitada, los
socios acuerdan en sus estatutos constituir una reserva para capacitar a socios y
empleados en temas de mercadeo e investigación.
Las reservas son de carácter obligatorio, siendo deducidas antes del resultado inal
y deben hacerse en el porcentaje estipulado cada año, hasta completar el valor
ijado. Solo se podrán suprimir mediante reforma de los estatutos en asamblea o
Junta de socios (Código de Comercio, artículo 453).
c) Reservas ocasionales o eventuales
Son autorizadas por el órgano máximo de la sociedad para ines especiales.
Además de aquellas señaladas legal y estatutariamente, los socios tendrán plena
libertad para hacer las que estimen necesarias o convenientes, siempre que se
aprueben en la forma prevista en los estatutos y la ley. En caso de no utilizarse o si
quedan excedentes de las mismas, serán una utilidad repartible entre los asociados
(Código de Comercio, artículos 154 y 453).
En el concepto 220-30782 de la Superintendencia de Sociedades se señala además
que para su creación y aprobación requieren estar previamente justiicadas y que
en todo caso:
se requiere la aprobación de dicho órgano social, por cuanto al destinar parte
de las utilidades a la reserva ocasional, los socios están renunciando, parcial
o totalmente, a las utilidades que les corresponden a cada uno, en favor de la
sociedad, con el in de que esta obtenga recursos o liquidez para desarrollar los
proyectos que se ha propuesto y así no necesita acudir a terceros en busca de
recursos o inanciación. Será obligatoria únicamente para el ejercicio en el cual
fue aprobada (artículo 453, inciso 2o, ibíd.) y permanece inmodiicable hasta que
el mismo órgano social le cambie su destinación. La justiicación de la reserva
ocasional ante esta entidad es una exigencia legal contenida en el artículo 154 del
Código de Comercio.
Así, se podrán crear o incrementar este tipo de reservas siempre y cuando los
socios lo consientan, ya que son ellos quienes manifestarán que renuncian a
las utilidades que les puedan corresponder, a in de destinarlas a una actividad
especíica, pero que posteriormente podrá el máximo órgano social cambiar de
destinación.
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
D) Reparto obligatorio de utilidades
La Junta de socios o asamblea general después de aprobar el balance, de deducir
los impuestos y de hacer las reservas (legal, estatutaria, ocasional), procede a
distribuir las utilidades líquidas, con el voto favorable de un número plural de
socios, que representen el 78 por ciento de las acciones, cuotas o partes de interés
representadas en la reunión. Si no se obtuviere esta mayoría, se distribuirá por lo
menos el 50 por ciento de las utilidades líquidas o del saldo de las mismas, si tuviere
que enjugar pérdidas de ejercicios anteriores (Código de Comercio, artículo 155).
En el caso de las sociedades anónimas, el porcentaje de obligatoria repartición
es del 70 por ciento de las utilidades y opera cuando además de no obtenerse la
mayoría del 78 por ciento, el total de las reservas de la sociedad excede del 100 por
ciento del capital suscrito (Código de Comercio, artículo 454).
El objeto de estos preceptos radica en la defensa de los derechos e intereses de
los socios minoritarios, pues garantiza a todo socio la percepción de utilidades.
No obstante, la Superintendencia de Sociedades ha considerado que si se
obtiene una mayoría superior al 78 por ciento de la que trata el artículo 155 del
Código de Comercio, se puede distribuir un porcentaje de utilidades inferior al
mencionado en la referida norma, e incluso se puede decidir no repartir utilidades
(Superintendencia de Sociedades, 1977, Oicio 15-387).
E) Balances
La presentación de los balances estará a cargo de los administradores, de
conformidad con lo señalado por el artículo 153 del Código de Comercio, quienes
tendrán que poner a disposición de los demás asociados el balance junto con sus
anexos quince días hábiles anteriores a que sea realizada la reunión para que se
examine y apruebe el balance de in de ejercicio. De esta manera, la asamblea
deberá reunirse en la fecha ijada en los estatutos, esto es, en el primer trimestre del
año y, a falta de esta previsión, dentro de los tres meses siguientes al vencimiento
de cada ejercicio, para considerar las cuentas y balances del último ejercicio y
resolver sobre la distribución de utilidades.
Entonces, las utilidades solo obtendrán existencia jurídica hasta que sean
establecidas en los balances y estos sean aprobados por la Junta de socios o asamblea
general de accionistas. Solo hasta entonces podrá hablarse de ganancias sociales
y de los derechos derivados de las mismas. Por esta razón, en forma periódica
los administradores de la sociedad tienen que presentar a la asamblea o Junta
de socios para su aprobación o improbación un informe de gestión los estados
inancieros de propósito general y el proyecto de distribución de utilidades, entre
otros (Ley 222 de 1995, artículos 46 y 47).
117
118
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
El artículo 151 del Código de Comercio señala las consecuencias que se
desprenden del pago indebido de utilidades, que no se encuentren justiicadas en
balances reales:
las sumas distribuidas en contravención a este artículo no podrán repetirse contra
los asociados de buena fe; pero no serán repartibles las utilidades de los ejercicios
siguientes, mientras no se absorba o reponga lo distribuido en dicha forma.
Es decir, se podría considerar como un pago anticipado de ganancias futuras.
Ello tiene su razón de ser en la autonomía de cada ejercicio social, pues a pesar
de generarse un desequilibrio por el reparto de utilidades inexistentes, el mismo
podrá ser restablecido en los siguientes ejercicios mediante la no distribución de
utilidades.
4. «Animus societatis»
Es conocido como el «querer social» y consiste básicamente en la intención que
cada socio tiene en el desarrollo del objeto social. Dicha intención responde a
la manifestación de voluntad para formar y desarrollar la sociedad. De hecho,
tal es la razón por la cual los socios se obligan a realizar los aportes, distribuir
utilidades, y demás actuaciones que impliquen la explotación de la actividad
social. En palabras de la Superintendencia de Sociedades, es:
uno de los elementos esenciales del contrato de sociedad, reiere a la libre y
voluntaria decisión que tienen las personas para unirse, en orden a adelantar
actividades, que comunes, vienen a concretarse en la constitución de compañías,
o formando parte de aquellas existentes (Superintendencia de Sociedades,
2007, Oicio 220-21508).
Lo anterior implica que ante su ausencia y siendo condición fundamental para
la constitución de la sociedad en virtud del deseo de colaboración, bien podría
liquidarse o transformarse conviniendo otro tipo de asociación.
Entonces, deberá entenderse como el interés que tiene cada socio para cumplir
con el objeto social. Esta manifestación perdurará durante toda la vigencia de la
sociedad, como consecuencia de una relación de colaboración, pues todos sus
socios dirigirán sus esfuerzos a desarrollar un in común. Por ello, su estancia
en la sociedad implica permanencia y, lo más importante, igualdad entre sus
asociados, pues no se trata de una relación laboral donde medie algún tipo de
subordinación entre ellos.
Por tanto, estarán en la obligación de actuar conforme a los estatutos sociales, y
a lo que la ley les señale en su condición de socios, con el in de mantener este
ánimo durante la vigencia del ente societario; de lo contrario, no solo se impide
el desarrollo del objeto social, sino que también desaparece uno de los soportes
esenciales para que se conigure o mantenga el ente societario, pues es:
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
una condición fundamental para el sostenimiento de la persona jurídica, habida
cuenta que la colaboración y armonía debe coexistir entre ellos para sacar
adelante la empresa que les es propia (Superintendencia de Sociedades, 2007,
Oicio 220-21508).
A) Objeto social
Lo constituyen aquellos negocios, operaciones y actividades que la sociedad, en
virtud del contrato social, lleva a cabo para desarrollar los ines de la empresa y
su funcionamiento; en otras palabras, será la actividad que los socios se obligan a
ejecutar, incluyendo los actos que se ajusten a ella.
El objeto social encuadra el campo de acción en el que la sociedad y, por ende,
sus administradores pueden actuar dentro del marco legal comercial. Esto es, el
objeto social determinará su capacidad de obrar, la cual se restringe a lo que se
haya circunscrito en los estatutos sociales. Así son determinados los negocios
jurídicos que pueden desempeñar las personas que representan la sociedad para
la consecución del objeto social (Código de Comercio, artículo 196).
Estos negocios o actividades que desarrollará la sociedad estarán contenidos
dentro del objeto social y tendrán como in determinar la formación de la empresa
y los tipos de riesgos que corre el aporte de cada uno de los asociados. De aquí
que sea tan importante su estudio, pues su falta de especiicación, su ausencia o
su modiicación implicarán efectos que pueden llegar incluso a deslegitimar a la
sociedad.
a) Diferencias con la actividad social
Usualmente la actividad social suele confundirse con el objeto social, el cual, como
ya lo vimos, es el que determina los negocios que desarrollará la sociedad, es decir,
el in al que la misma se dirige. La actividad, por su parte, involucra los actos
de comercio efectivamente desarrollados, o lo que es lo mismo, las operaciones
utilizadas para la consecución de dicho in. Su diferencia radica en que «la
actividad implica la ejecución cierta y real de las operaciones previstas en el objeto
social», o «todas las actividades que puede realizar una empresa en desarrollo del
mismo», es decir, el objeto social es el ideal de empresa y la actividad social es la
empresa activa y cierta (Gil, 2004, p. 16)118.
El objeto social es el que contiene la actividad social, la cual es la que ejecutará
la sociedad de forma habitual y dentro del giro normal de sus negocios. La
118 Cuando expongo sobre temas de derecho societario, me veo obligado a mencionar y recomendar los textos del profesor Jorge Hernán Gil Echeverry, pues sus obras son de indispensable
y agradecida consulta.
119
120
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Superintendencia de Sociedades en su concepto jurídico 220-53338 de agosto 25
de 2000 señaló esta diferencia, así:
El llamado giro ordinario de los negocios se encuentra determinado por
las actividades que constituyen el objeto social, resultan oportunas algunas
precisiones conceptuales en torno al empleo constante en la práctica mercantil de
la referida expresión «giro ordinario de los negocios».
Partiendo de las anteriores consideraciones en cuanto al tema del objeto social,
se concluye que este alude a las actividades que desarrolla o se propone realizar el
ente social, al paso que solamente quedan cobijadas por «giro ordinario» aquellas
actividades que en forma habitual u ordinaria ejecuta la sociedad.
Lo expuesto implica que hay una relación entre ambos conceptos, siendo el
giro ordinario una especie que se enmarca al interior del genérico objeto social,
comprendiendo este último no solo aquellas actividades del giro ordinario de
los negocios, sino también las que deben ser gestionadas extraordinariamente,
es decir, la realización de cualquier acto necesario para alcanzar el in propuesto.
Sin embargo, cualquier actividad que no esté comprendida dentro del objeto
social será entendida como una extralimitación o desbordamiento del mismo,
independientemente de que los estatutos sociales limiten o restrinjan las facultades
de quien represente legalmente la sociedad, en los términos del artículo 196 del
Código de Comercio.
b) Características
• Tiene que ser lícito. El inciso tercero del artículo 104 estipula que «habrá objeto
ilícito cuando las prestaciones a que se obliguen los asociados o la empresa,
o la actividad social, sean contrarias a la ley o al orden público». Como lo
vimos con anterioridad, la ilicitud del objeto tiene como consecuencia la
nulidad absoluta y, por tanto, los socios no podrán exigir la restitución de
lo aportado. Se diferencia del objeto prohibido, el cual se trata de un tipo
de incapacidad particular, por cuanto la sanción solo radica en cabeza de
determinadas personas (Código Civil, artículo 1504).
• Tiene que ser posible. Esto indica que pueda ser viable física y legalmente, es
decir, que no contraríe la moral, las buenas costumbres y el orden público, y
que sea materialmente posible de realizar.
• Tiene que ser determinado. Debe estar ijado de forma clara y precisa en los
estatutos sociales. Así:
toda sociedad debe tener un objeto social principal, pudiendo desarrollar
otras actividades siempre que ellas se encuentren directamente relacionadas
con aquel. La relación que debe existir entre el objeto principal de la sociedad
y sus actividades accesorias ha de ser de medio a in. Por este motivo, son
inadmisibles cláusulas indeterminadas que digan, por ejemplo, «la sociedad se
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
ocupará principalmente de [...] y en general de todo acto de comercio que se
relacione directa o indirectamente con el objeto principal» (Superintendencia
de Sociedades, 1981, Oicio J4096).
No obstante, tratándose de sociedades constituidas en virtud de la Ley 1014 de
2006, las mismas pueden tener un objeto social indeterminado, al igual que ocurre
con las empresas unipersonales de conformidad con el artículo 71 de la Ley 222 de
1995 y con las sociedades por acciones simpliicada (Ley 1258 de 2008).
c) Delimitación y determinación del objeto social
El numeral 4 del artículo 110 del Código de Comercio establece que el objeto
social es todo negocio social en el que se deben especiicar y determinar en forma
clara las actividades principales. La Corte Suprema de Justicia, sobre el particular,
airma que:
la capacidad de obrar de la persona jurídica resulta, en primer término, del in
que persigue (teoría de la especialidad), en segundo término, de los estatutos en
los cuales se prevén los medios de realizarlo. Esta capacidad la desempeñan sus
órganos, según teoría aceptada por la Corte para explicar el funcionamiento de
los entes morales, especialmente los de derecho privado (Gaceta Judicial, número
2142, p. 845).
Entonces, el objeto social puede clasiicarse en objeto social principal y objeto
social secundario, sin que diste mucho uno de otro, pues el objeto social
secundario dependerá siempre del objeto social principal. Estos serán, entonces,
los que delimiten el objeto social y, por ende, el campo de acción de la sociedad.
Este es el mismo alcance que expone el artículo 99 del Código de Comercio
al declarar que «la capacidad de la sociedad se circunscribirá al desarrollo de
la empresa o actividad prevista en su objeto». De ahí que es sancionada como
ineicaz toda operación o negocio que no esté relacionado directamente con el
objeto, aunque sean conexos o complementarios.
Este requisito de fondo es propio de toda persona jurídica, y su patrimonio solo
se puede destinar a alcanzar los ines por los cuales se constituyó. Al respecto ha
manifestado el Consejo de Estado:
La capacidad implica la actitud legal de la sociedad para poder realizar ciertos
actos con la plenitud de los efectos que la ley señala; a diferencia de las personas
naturales, las personas jurídicas, especíicamente las sociedades, poseen una
capacidad legal especial que reúne para sí la capacidad de goce y la capacidad de
ejercicio desde el momento en que adquieran su personalidad ante el derecho,
capacidad esta que se encuentra limitada por dos factores fundamentales: la ley y
el objeto social (Consejo de Estado, 1982, Sentencia julio 26).
121
122
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Entonces, deberán señalarse de manera precisa las actividades que desarrollará la
sociedad, no solo para evitar su ineicacia, sino también con el in de delimitar la
capacidad de la sociedad y las funciones de sus administradores, pues ello sirve
como herramienta para proteger a los demás socios respecto de las actuaciones de
los administradores. En referencia a este punto, la Superintendencia de Sociedades
señala que:
tanto las facultades como las limitaciones o restricciones que se le impongan
a quien representa la sociedad, necesariamente deben estar referidas a todos
los actos y contratos comprendidos dentro del objeto social, de suerte que la
restricción no podrá recaer sobre operaciones que lo desborden o extralimiten,
pues, en todo caso, las facultades del órgano social que estatutariamente deba
autorizar una operación sujeta a esta, también están circunscritas al desarrollo
del objeto social (Superintendencia de Sociedades, 2000, Oicio 220-53338).
• El principio ultra vires
La ley ha expresado que será ineicaz la estipulación en virtud de la cual el objeto
social sea indeterminado, se extienda a actividades indeterminadas o que no
tengan una relación directa con aquel, como lo dispone el numeral 4 del artículo
110 del Código de Comercio. Recoge esta norma la denominada doctrina ultra
vires o principio de la especialidad.
En el derecho societario, este principio reviste gran importancia, pues delimita el
campo de acción de la sociedad al objeto social circunscrito en los estatutos sociales,
de tal forma que la sociedad únicamente tendrá capacidad de obrar respecto de
las actividades que debidamente se encuentren señaladas en el contrato social de
manera clara y completa. El objeto social limita el ámbito en el cual la sociedad
podrá ejecutar sus negocios y operaciones tendientes a desarrollar los ines para
los cuales ha sido creada la empresa.
De conformidad con la doctrina ultra vires, son insanablemente nulos los actos
extraños al objeto social realizados por los administradores, siempre y cuando
se compruebe que tanto estos como la sociedad carecían de capacidad para
celebrarlos, y por ende, los mismos responderán directamente por estos actos no
previstos en el acto social y que como consecuencia causen perjuicios a terceros.
Como expresión de apoyo a la doctrina de ultra vires y para proteger a los socios
la Superintendencia se pronuncia en los siguientes términos:
Se airma que el límite impuesto a los administradores en el objeto social obedece
precisamente a una preocupación por que los recursos humanos y de capital
sean invertidos, utilizados o destinados en aquellas actividades pactadas dentro
del objeto social, de tal manera que los aportes de los asociados no se desvíen
o distraigan en actividades no pactadas dentro del objeto social en actividades
extrañas a la intención expresada en el contrato social (Superintendencia de
Sociedades, 1995, Resolución 320-2279).
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
d) Clasi cación
El objeto social se clasiica en objeto social único, múltiple, principal y secundario.
• Objeto social único: es aquel que debe ser realizado de manera exclusiva y
obligatoria por la sociedad, no pudiendo de esta forma ejecutar otro diferente,
a menos que por vía estatutaria se amplíe su objeto social. Un ejemplo de
estas sociedades son las de leasing, de seguros y de intermediación inanciera,
entre otras.
Cabe señalar que respecto a las empresas de seguros, valores e intermediación
inanciera que desarrollan un objeto social único y especializado, es necesaria la
autorización o habilitación estatal. Así lo señala la Superintendencia de Sociedades
en la resolución 7639 de 1984:
El objeto social consiste en la deinición de la empresa o negocio que va a realizar
la sociedad, haciendo una enunciación clara y completa de las actividades
principales que va a ejecutar la compañía. Esto no quiere decir, sin embargo, que
la sociedad que se constituya pueda estipular en el objeto social cualquier tipo de
actividad que se proponga desarrollar. Existen actos que requieren autorizaciones
especiales tales como la correduría de seguros y valores y la intermediación
inanciera —las cuales se encuentran sometidas a regímenes especiales y a
diferente tipo de controles—, cuya omisión en la práctica «equivaldría al ejercicio
ilegal del objeto social, con las correspondientes sanciones penales».
Además:
[...] es preciso tener en cuenta que existe una normatividad especial que deine
el campo de acción de las instituciones inancieras y de las llamadas empresas de
objeto social exclusivo, según la cual, no les es permitido desarrollar actividades
distintas a las que allí se indican.
En estos mismos términos se reiere el Estatuto Orgánico del Sistema Financiero
(decreto 663 de 1993) respecto de las llamadas sociedades de objeto exclusivo, en
sus artículos 12, 30, 35, 38,44, 119 y 221.
Entonces, si en los estatutos se determinó un objeto social referente a una única
y determinada actividad, la sociedad no podrá ejecutar otra actividad diferente a
menos que modiique los estatutos ampliando o modiicando su objeto.
• Objeto social múltiple: mediante los estatutos sociales se estipulan una
diversidad de actividades que podrá ejecutar la sociedad, asignándoles el
carácter de principal. En este caso, podrá desarrollarse cualquiera, ya sea en
conjunto o individualmente, sin que ello implique una extralimitación del
objeto social.
123
124
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Por ende, en el caso en que la sociedad se dedique a múltiples objetos sociales
e incluso contradictorios, se deberá hacer mención de ellos, en forma clara y
concreta, pues la ley no prohíbe que en este tema se expresen uno o varios objetos
sociales contradictorios. Por ejemplo, la sociedad tendrá los siguientes objetos:
a) la venta y arrendamiento de inmuebles, b) la fabricación de ladrillos para la
construcción y c) la importación o exportación de maquinaria agrícola.
En principio, las actividades principales deberán señalarse en un listado taxativo y
en caso de ser imposible determinar el objeto social o las actividades enumeradas
que no guarden una estrecha relación con aquel, la actividad en particular se
tornará ineicaz (Código de Comercio, artículo 110, numeral 4). No obstante, si
es una sociedad con múltiples objetos sociales, el objeto social indeterminado no
hará ineicaz los demás objetos sociales enunciados de forma clara y completa en
los estatutos sociales.
• Objeto social principal, se formula en los estatutos sociales de manera general
y es aquel que se desarrollará de manera reiterada y predominante. Se
caracteriza por estar conformado por todas las actividades que constituyen
la inalidad de la sociedad, las cuales a su vez ijan y delimitan su capacidad.
«En él se deben señalar los actos y categorías de actos que la sociedad se
propone realizar, de tal manera que no queden dudas de su contenido ni para
los asociados ni para los administradores o terceros» (Superintendencia de
Sociedades, 2000, Oicio 220-53338).
Entonces, el objeto social principal es aquella actividad estipulada por los socios
en el contrato de sociedad, la cual limitará la capacidad de sus asociados al
cumplimiento de la misma. Supongamos que tenemos una sociedad inmobiliaria
dedicada expresamente a la «venta y arrendamiento de bienes inmuebles».
Observamos cómo el objeto principal debe ser el móvil por el cual en principio se
ha creado la empresa, de manera que sus actividades se realizarán generalmente
de forma periódica, y los actos que se ejecutan están directamente relacionados
con el objeto social (venta y arrendamiento de apartamentos).
En conclusión, el objeto social debe expresarse con claridad y precisión, pues
de no indicarse cuál es, el código no suplirá tal ausencia, por lo que el contrato
social se tornará inexistente, ya que la sociedad no podrá existir sin capacidad
para actuar.
La experiencia nos ha enseñado que esta inexistencia es meramente conceptual,
ya que si opera la sociedad, es porque desarrolla una actividad y, por ende, se
puede sanear mediante reforma estatutaria que contenga este objeto social.
• Objeto secundario: se conoce igualmente como el objeto social complementario y se caracteriza por tener un vínculo directo con el objeto principal. Son
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
todos aquellos actos que sirven de medio para el desarrollo del objeto principal, los cuales no requieren ser mencionados, pues se entienden incluidos
dentro del principal. En palabras de la Superintendencia de Sociedades, la
relación que tiene el objeto secundario respecto al principal radica en que el
primero «se integra con las actividades o medios que contribuyen a su cumplimiento [al del objeto social principal], lo que signiica que necesariamente
debe existir una relación de medio a in entre los dos» (Superintendencia
de Sociedades, 1998, Oicio 220-42054). Entonces, será ineicaz el objeto
social secundario que no tenga una relación directa con aquel, pero ello no
impide que se realice el registro de la escritura de constitución.
Siguiendo el ejemplo anterior, podemos decir que hacen parte del objeto social
secundario todos aquellos actos que se relacionan directamente con el objeto
principal y que tienen como «inalidad ejercer los derechos o cumplir las
obligaciones, legal o convencionalmente derivados de la existencia y actividad de
la sociedad» (Código de Comercio, artículo 99). Para el ejemplo, podría pensarse
en el arrendamiento del inmueble en el que funcionará el centro de actividades de
la inmobiliaria, o los contratos de nómina de sus empleados. Este arrendamiento
o los contratos no hacen parte del objeto social de la compañía y, sin embargo,
dichos actos son indispensables para el desarrollo del mismo.
Así, la relación medio a in será una de las condiciones que debe cumplir el objeto
social secundario para que pueda operar; la otra condición será que tenga una
relación directa con el objeto principal, pues será el que facilite su ejecución y
cumplimiento. La diferencia entre uno y otro la señaló la Superintendencia de
Sociedades, de la siguiente forma:
La escritura pública por la cual se constituye la sociedad debe enunciar clara y
completamente las actividades que comprenden su objeto social, teniendo en
cuenta que su capacidad se encuentra circunscrita a los actos y negocios allí
consignados. Sin embargo, la doctrina ha clasiicado el objeto social en principal
y en objeto social secundario o subordinado. Aquel se reiere a los negocios o
actividades principales que la sociedad se propone desarrollar, los cuales pueden
tener o no conexión entre sí, siempre que se encuentren debidamente enunciados
en la escritura social. En el objeto social secundario se entienden incluidos todos
aquellos actos o contratos tendientes al desarrollo del objeto social principal
(Superintendencia de Sociedades, 2000, Oicio 220-53338).
Por tanto:
existe un objeto principal conformado por las actividades económicas indicadas
como marco general trazado por voluntad de los contratantes; y un objeto
secundario que está compuesto por una serie de actos que la compañía puede
realizar en desarrollo de aquellas (Superintendencia de Sociedades, 1997,
Resolución 360-1498).
125
126
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Dichos actos, como ya se mencionó, deben tener un vínculo o relación directa
con el objeto social principal, pues son estos los que determinan la capacidad de
la empresa, y por ende, deben ser conexos a las actividades que la enmarcan119.
La jurisprudencia ha señalado que resulta inútil cualquier enumeración que se
haga de estos actos, ya que:
los representantes legales [...] pueden hacer lo que no esté vedado en los estatutos,
siempre que no se contravenga el objeto social, sin que sea indispensable, por
tanto, que todo esté contenido explícitamente en sus atribuciones (Corte
Suprema de Justicia, 1954, Sentencia 24 de junio).
Como vemos, es innecesario incluir los medios para la consecución del in social,
pues el empleo de los mismos es entendido no como una desviación, sino como
el desarrollo del mismo. De igual modo, el artículo 99 del Código de Comercio
señala que el objeto secundario se entiende implícito por cuanto:
se entenderán incluidos en el objeto social los actos directamente relacionados
con el mismo y los que tengan como inalidad ejercer los derechos o cumplir las
obligaciones, legal o convencionalmente derivados de la existencia y actividad de
la sociedad120.
El ejercicio de los derechos y obligaciones estará igualmente determinado por la
capacidad para ejecutar cualquier acto o contrato requerido para la consecución
del in social. Por ejemplo, un medio para hacer efectivos los derechos sociales lo
constituye el ejercicio de las acciones judiciales y administrativas.
En este orden de ideas, se iniere del artículo 99 del Código de Comercio que
determinado acto hace parte del objeto social secundario cuando:
119 «La compañía, es decir, los actos que se celebran, sin que dejen duda alguna, deben ser actos
que conlleven a que se dé una relación de medio a in entre el objeto y las actividades accesorias
realizadas» (Superintendencia de Sociedades, concepto 220-60223, 29 noviembre 2002).
120 En el mismo sentido, la Superintendencia de Sociedades expresó lo siguiente en su concepto
220-394 del 31 de enero de 1998: «Objeto social. Es el conjunto de actividades para cuya realización se constituyó la sociedad como sujeto de derechos y obligaciones, para alcanzar un in
común y determinado por todos los socios [...] La otra parte del objeto social, que es accesoria,
se compone de una serie de actividades que conducen a la sociedad a alcanzar su in [...] De
manera que, integrando estas deiniciones, tendríamos que: Constituye el objeto principal el in,
y el objeto complementario, las actividades o medios que contribuyen a su cumplimiento.
Esas actividades que integran el objeto complementario deben cumplir con un requisito indispensable que es el de tener una relación directa con el objeto principal. De otra parte no es
indispensable hacer de ellos una enunciación exhaustiva, sino que se entienden incluidos en el
objeto social» (el énfasis es mío).
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
• Los actos que se ejecuten deben tener una relación directa con el objeto social
principal.
• Que dichos actos tengan como inalidad ejercer los derechos, legal o
convencionalmente, derivados de la existencia y actividad de la sociedad.
• Que dichos actos tengan como inalidad cumplir las obligaciones, legal o
convencionalmente derivadas de la existencia y actividad de la sociedad.
e) La capacidad de obrar según el objeto social
Como lo mencionamos con anterioridad, el objeto social es el que determinará la
capacidad de obrar de la sociedad121. Por tanto, no solo estará viciado de nulidad
absoluta el acto o negocio que sea celebrado en extralimitación del objeto social,
sino que también se conigurará la inoponibilidad negocial, en cuanto a que será
únicamente el representante legal quien directamente entrará a responder por
los actos ejecutados, o por las relaciones jurídicas extrañas al objeto social y, por
tanto, la sociedad solo estará obligada por las operaciones que correspondan a su
objeto social (Código de Comercio, artículo 99). No estará vinculada a ningún
acto en el que exista ausencia o exceso de representación legal.
Lo anterior nos lleva a concluir de manera contundente, que cualquier exceso en el
límite de la capacidad que tenga la sociedad es violatorio de los estatutos sociales
y, por ende, compromete la responsabilidad de los administradores, no sin dejar
de ver que la sociedad solo se obliga por las operaciones realizadas siempre y
cuando correspondan a su objeto social. Valga traer a colación lo que sobre el
particular consagra la denominada doctrina del ultra vires (Superintendencia
de Sociedades, 2003, Oicio 220-11816).
f) Garantizar obligaciones a terceros
A menos que se trate de empresas de intermediación inanciera, las sociedades
carecen de capacidad para avalar este tipo de obligaciones y, por tanto, toda
estipulación al respecto será nula e inoponible. Aunque se puede otorgar:
cauciones en beneicio de empleados extranjeros de la compañía para salir
transitoriamente del país así en cumplimiento de actividades distintas de las
indicadas o comprendidas directamente en el objeto social (por ejemplo, disfrute
121 «Esta consideración elemental permite airmar que si conforme a lo dicho, la capacidad del ente
societario está limitada por la norma contractual indicativa de su objeto, es claro que cualquier
acto que exceda dicho límite es violatorio del estatuto y compromete la responsabilidad de los
administradores que lo ejecuten (Ley 222 de 1995, art. 24), así como del revisor iscal que lo permita o no lo objete. Por consiguiente, la capacidad de la sociedad para celebrar actos o contratos
se encuentra determinada por las actividades previstas en su objeto y, por tanto, la extralimitación en sus negocios se conigura independientemente de la calidad de la persona con quien esta
celebra el acto o contrato» (Superintendencia de Sociedades, res. 3650 de 2002).
127
128
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
de vacaciones), encuadra válidamente en aquel, ya que las relaciones laborales
necesarias para el desarrollo de la empresa social coniguran a cargo de la sociedad
obligaciones que no es posible desatender sin entorpecer la organización y la
marcha misma de la empresa (Código de Comercio, artículos 157 y 160).
Para ello se requiere certiicado emitido por la cámara de comercio en el que se
indique dicha autorización.
A pesar de ello, para veriicar la validez de dicha actuación deberá examinarse con
detenimiento el medio empleado para la consecución del objeto social, es decir, el
in. Por ejemplo, cuando hablamos de grupos empresariales, esta relación medioin es más clara, por cuanto propende al desarrollo empresarial. El in que busca
la sociedad matriz al actuar como garante de las obligaciones de sus subordinadas
es beneiciar a todo el grupo empresarial y, por tanto, dicha operación será válida
por encontrarse directamente relacionada con su objeto social.
Respecto a créditos otorgados directamente a los socios de la empresa, cabe
mencionar que en igual medida debe existir capacidad de la sociedad, es decir,
que en su objeto social se señale esta como su actividad principal, o al menos,
que dicho crédito cumpla con ines de carácter social y beneicie el desarrollo
del objeto social. En la misma medida, se prohíbe garantizar obligaciones de los
socios. Es más, la Superintendencia de Sociedades ha indicado que:
1) está autorizada o habilitada una sociedad comercial, del tipo de las limitadas,
para realizar préstamos de dinero a sus socios o a terceros, sin que en sus estatutos
se haya estipulado la celebración del contrato de mutuo como actividad accesoria
o secundaria, en o para el desarrollo de su objeto social y especialmente de las
actividades principales; 2) si en los estatutos de una sociedad comercial, del
tipo de las limitadas, se estipuló como actividad secundaria o accesoria la de
celebrar operaciones o contratos de mutuo, se extralimita o no el objeto social
de la misma en el evento en que la sociedad le conceda u otorgue créditos
periódicos, rotativos o permanentes, a un socio para cubrir, atender o pagar
gastos e inversiones exclusivamente personales, es decir, sin relación alguna de
medio a in con las actividades principales de la sociedad; 3) si en una sociedad
comercial limitada, sin capacidad para realizar préstamos a sus socios de acuerdo
con sus estatutos y con las actividades previstas a su objeto social, es válido que
sus administradores, gerente y Junta Directiva autoricen préstamos a los socios
de manera permanente para suplir o pagar sus gastos personales, sin relación
con las actividades principales y accesorias a la sociedad. Tenemos entonces
con respecto a sus inquietudes y teniendo en cuenta únicamente lo descrito en
cada una de las mismas, que en relación con la primera, la sociedad no estaría
autorizada o habilitada para efectuar préstamos de dinero a los socios o a terceros’,
frente a la segunda, realizar lo allí señalado conlleva a extralimitar el ejercicio del
objeto social y de cara a la tercera, no hay duda alguna que los administradores
estarían desconociendo abiertamente lo estipulado en el contrato social
(Superintendencia de Sociedades, 2003, Oicio 220-14108).
PARTE 1 - CAP. VII: REQUISITOS ESENCIALES PARA LA EXISTENCIA DE LA SOCIEDAD
La sociedad sólo puede ser garante de obligaciones de terceros si expresamente
está estipulado en el objeto social, al expresar: «La sociedad podrá ser garante de
obligaciones de terceros» o, cuando si bien no está consagrado en el objeto social,
las obligaciones de los terceros se garantice por razón a que hay una relación de
medio a in con las actividades principales de la empresa (Superintendencia de
Sociedades, 2014, Oicio 220-121808)
Deberá además tenerse en cuenta que es la sociedad quien se verá afectada
ante el incumplimiento del tercero garantizado, pues no solo vira su actividad
principal, sino que también puede perder los bienes sociales dados en garantía y
que posibilitan la consecución del objeto social, salvo que, como se ha anotado
anteriormente, dichos actos se relacionen directamente con las actividades
sociales.
g) El objeto social frente a la disolución de la sociedad
Con respecto al desarrollo del objeto social durante la etapa de liquidación, el
artículo 222 del Código de Comercio establece que la sociedad:
no podrá iniciar nuevas operaciones en desarrollo de su objeto y conservará
su capacidad jurídica únicamente para los actos necesarios a la inmediata
liquidación», por tanto, se crea una limitación durante dicho proceso, pues
solo podrán ser ejecutadas aquellas actividades directamente vinculadas con la
liquidación, es decir, «producida la liquidación, la sociedad ya no podrá desarrollar
su objeto social para futuras operaciones (las pendientes debe cumplirlas), lo cual
signiica que éste se pierde o desaparezca deinitivamente» (Gil, 2004, p. 48).
129
Capítulo I
Sociedad colectiva
1. Reseña histórica
La sociedad colectiva es el tipo societario más antiguo, y podemos ubicarlo
históricamente en la Edad Media, desenvolviéndose en el comercio medieval
italiano, gracias a la igura de la comunidad familiar, cuando las familias se
dedicaron a la industria y cuando su patrimonio hereditario aún era indiviso.
Debido a la igura familiar, en un principio los socios fueron los mismos hermanos
y la casa paterna fue el primer signo de existencia de una sociedad mercantil de
responsabilidad ilimitada. Así, a partir de la igura de la sociedad familiar se
empieza a confundir la condición de socio con la de un miembro familiar, por
cuanto era un círculo de carácter cerrado a los extraños. Esta situación originó
un ambiente particular, cuando se integraban personas a la sociedad sin tener un
vínculo de consanguinidad, pues más adelante fueron admitidas personas ajenas
a la familia, que se convirtieron en compañeras de trabajo y que se vincularon
económica y sentidamente a la sociedad común. De todas formas, la sociedad
colectiva seguía siendo una comunidad de trabajo, con aportación de este por
todos sus miembros.
Lo que determina la nota esencial de este tipo social es el intuitu personae que sitúa
al socio con la sociedad y frente a terceros en primer plano, y en la historia actual
se presenta como el instrumento legal de organización y desarrollo de empresas
pequeñas y medianas, totalmente cerradas y especialmente de carácter familiar.
134
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
También tenemos que remitirnos al origen de la denominación sociedad
colectiva, pues no siempre se le llamó de esa forma. Así, en la Ordenanza francesa
de comercio de 1673 se la llamó sociedad general, aplicando sus normas a iguras
que actuaban en el tráico, sin cumplir todas sus formalidades de constitución.
Las Ordenanzas de Bilbao solo se referían a la Compañía de Comercio, pero fue
en el Código de Comercio francés de 1807 en el que se empleó por primera vez la
expresión sociedad en nombre colectivo. En el Código de Comercio colombiano de
1971 no se deinió la sociedad colectiva, pero sus características fundamentales
aparecen plasmadas en el proyecto presentado al Congreso de la República en el
año de 1958.
2. Función económica
La sociedad colectiva es creada esencialmente para la pequeña y mediana empresa,
la cual aún conserva en algunos casos el carácter familiar. Se caracteriza por la unión
de capital y trabajo en la que los socios se encuentran fuertemente vinculados y,
por tanto, su desempeño y esfuerzo lo dedican al éxito económico y desarrollo de
una actividad lucrativa, debido a su responsabilidad de carácter ilimitado, por eso
es caliicada como la sociedad de personas, pues están jurídicamente los socios
presentes durante la existencia y después de terminada la sociedad, por cuanto el
patrimonio de los socios es la prenda común de los acreedores, es decir, en razón
de la responsabilidad ilimitada, constituye garantía de pago de cualquier negocio
social. Al respecto, señala Antonio Brunetti:
La sociedad colectiva aparece adecuada cuando casan bien actuación personal y
responsabilidad; no es corriente que se asuma responsabilidad ilimitada sino por
actos personales, a no ser que se tenga una razón muy fuerte para la entrega a la
actuación en blanco de otros por nuestra cuenta. El que, en la actividad social,
comprometan los socios todo lo que tienen y solidariamente explica que se adopte
esta igura cuando todos los socios aportan todo su trabajo y todo su patrimonio.
Hacen de la actividad en la sociedad su profesión, presentándose aquella a la
manera de una suma de empresarios individuales (1960, p. 15).
3. Concepto
La sociedad colectiva no se encuentra deinida en el ordenamiento jurídico como
tal, pero de su historia se evidencia la inluencia permanente de la persona. Bien
podemos decir que la sociedad de nombre colectivo es aquella que existe bajo una
razón social y en la que todos los socios responden de modo subsidiario, ilimitado
y solidariamente, con todo su patrimonio de las resultas de las operaciones
sociales. Esta responsabilidad de los socios es la que marca la verdadera diferencia
especíica con los demás tipos societarios; es decir, es el elemento esencial que
opera por ley sin que pueda modiicarse por estipulación contractual.
PARTE 2 - CAP. I: SOCIEDAD COLECTIVA
4. Características
Toda sociedad de nombre colectivo es una sociedad personalista en la que los
socios plenamente capaces responden subsidiaria, ilimitada y solidariamente por
las deudas sociales, producto de la explotación de una actividad económica o
industrial, de pequeñas empresas de carácter familiar.
Es importante profundizar cada una de estas características desde la perspectiva
de la sociedad colectiva, para resaltar sus ventajas y sus diferencias respecto de los
otros tipos de sociedades.
A) Es de personas. «Intuitu personae»
La sociedad colectiva es, por excelencia, una sociedad de personas, por cuanto
desde la existencia hasta la terminación de la sociedad los socios están presentes.
Ello sugiere que hasta tanto no se extingan las deudas sociales o cualquier déicit
en los activos sociales, los terceros acreedores podrán exigir el pago de sus
acreencias tanto a la sociedad como a sus asociados, por cuanto se compromete el
patrimonio personal de cada socio en forma ilimitada y solidaria.
Este carácter de intuitu personae - arquetipo de la sociedad de personas- será
constante durante la vida y desarrollo de la empresa, pues como ya se mencionó,
no solo el patrimonio de la sociedad, sino también el de los socios, constituye
la garantía para terceros. Ello hace que los asociados no solo respondan por los
negocios sociales, sino que en igual medida sean sus gestores y, por tanto, actúen
con mayor prudencia a la hora de administrar la empresa social.
Esta característica justiica el hecho de que la razón social sea de carácter subjetivo,
y así contenga uno, algunos o todos los nombres de los socios, pero también que
exista la prohibición de transmitir la condición de socio, sin el consentimiento
unánime del resto de socios.
B) Capacidad plena
Toda persona que quiera pertenecer a una sociedad colectiva y desee ser socia
de ella debe ser plenamente capaz para ejercer actividades de comercio, es decir,
se requiere que sea legalmente apta para ejercer aquellas actividades mercantiles
que constituyan el objeto social. Ello es importante, debido a que la actividad
comercial tendrá que estar amparada por la responsabilidad ilimitada y solidaria
de los socios, la cual se contrae en dichas operaciones sociales.
Así, la capacidad de la que hablamos es necesaria, no solo en el momento de
constituir la sociedad, sino también mientras se permanezca en ella para asumir la
responsabilidad que es peculiar en este tipo societario y para quedar válidamente
135
136
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
obligado en los negocios celebrados a nombre de la sociedad (Código de Comercio,
artículos 319, inciso 2o, y 320).
Respecto al tema de los menores de edad, solo podrán intervenir como socios o
formar parte de sociedades en las cuales no se comprometa ilimitadamente su
responsabilidad; ello como consecuencia de su incapacidad. Por esta razón, los
menores de edad no pueden participar en las sociedades colectivas, ni siquiera
con autorización de su representante legal, ni por conducto de este, aun cuando
estos menores posean peculio profesional. Lo contrario conllevaría a que
el acto ejecutado sea declarado nulo y, por ende, el menor no solo carezca de
responsabilidad inherente a la calidad de socio, sino que en igual medida los
terceros pierdan la garantía existente en el patrimonio personal.
De esta manera, solo podrán ser socios aquellas personas que hubiesen adquirido
la mayoría de edad (18 años) y, por consiguiente, la capacidad plena para
vincularse válidamente a una sociedad colectiva. Es importante este requisito, ya
que si a alguno de los socios sobreviene la incapacidad, ello conigura una de las
causales de disolución (Código de Comercio, artículo 319).
C) Responsabilidad solidaria, subsidiaria e ilimitada
La modalidad esencial y propia de la sociedad colectiva se centra en que todos los
miembros que hagan parte de esta responden ilimitadamente y solidariamente
por las obligaciones u operaciones sociales (Código de Comercio, artículo 294).
Esta responsabilidad inherente a los socios será ilimitada, solidaria y subsidiaria.
Veamos:
a. Ilimitada
Se reiere a que cada socio responde más allá del monto de su aporte, es decir, su
patrimonio se vincula a todas las deudas que contraiga la sociedad tales como
impuestos nacionales, locales o municipales, prestaciones laborales y créditos a
terceros.
b. Solidaria
Se reiere a que cualquier acreedor social puede dirigirse o exigir de uno o más
socios la totalidad de la deuda u obligación contraída por la sociedad. Sin embargo,
tal responsabilidad no será directa, pues resulta atenuada en dos sentidos: a) hay
que requerir previamente a la sociedad para el pago de la obligación insoluta y
solo cuando ese requerimiento ha sido infructuoso, se procede al cobro a alguno o
varios o todos los socios, a voluntad del acreedor; b) en todos los casos, el socio o
socios a quienes se les cobra la deuda de la sociedad están facultados para invocar
las excepciones que esta pueda alegar contra el respectivo acreedor.
PARTE 2 - CAP. I: SOCIEDAD COLECTIVA
Un ejemplo de la solidaridad existente en la responsabilidad de los socios
se evidencia al momento en que la sociedad se disuelve o liquida, sin que ella
hubiese cancelado sus impuestos, o, que hubiese quedado pendiente el pago de
prestaciones laborales, o, que hubiese quedado pendiente el pago a terceros, sean
personas naturales o jurídicas. Para ello, los acreedores podrán iniciar acción
contra los asociados para obtener su respectivo pago.
El fundamento normativo de ello se encuentra, por una parte, en el artículo 36 del
Código Sustantivo del Trabajo, el cual señala:
Son solidariamente responsables de todas de las obligaciones que emanen del
contrato de trabajo las sociedades de personas y sus miembros y estos entre sí
en relación con el objeto social y solo hasta el límite de responsabilidad de cada
socio, y los condueños o comuneros de una misma empresa entre sí, mientras
permanezcan en indivisión.
Y por otra, el artículo 794 del Estatuto Tributario que indica lo que sigue:
En todos los casos los socios, copartícipes, asociados, cooperados, comuneros
y consorciados, responderán solidariamente por los impuestos, actualización
e intereses de la persona jurídica o ente colectivo sin personería jurídica de la
cual sean miembros, socios, copartícipes, asociados, cooperados, comuneros y
consorciados, a prorrata de sus aportes o participaciones en las mismas y del
tiempo durante el cual los hubieren poseído en el respectivo período gravable.
Como vemos, el artículo 36 limita la responsabilidad de los socios, en tanto que la
responsabilidad de los socios gestores en las sociedades colectivas es ilimitada. El
sustento normativo de ello se encuentra en el artículo 294 del Código de Comercio.
c) Subsidiaria
Cuando el tercero ha requerido a la sociedad inútilmente para el pago, los socios
entran a responder por el déicit del activo social.
Como ya lo mencionamos, los socios pueden alegar excepciones, tales como, la
existencia suiciente de bienes sociales para el pago y el beneicio de excusión, el
cual se encuentra estatuido en el artículo 294 del Código de Comercio, según el
cual los socios tienen derecho a hacer valer ante los acreedores de la sociedad las
consecuencias de la separación de patrimonios producida con la personiicación
jurídica de la sociedad, y por tanto, se obliga al acreedor a perseguir en primer
término los bienes de la sociedad, antes de proceder contra los socios. En tal sentido
lo señala el artículo 243 del Código de Comercio al decir que la sociedad se ve en
la necesidad de satisfacer la obligación exigida y solo cuando ese requerimiento
sea inútil, podrá el acreedor recabar el pago de su crédito de uno, varios o todos los
socios a su elección y proceder contra estos, únicamente en el caso de insuiciencia
de los activos sociales. Aquí se evidencia una relación semejante a la del deudor
137
138
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
con su iador, la diferencia es que el beneicio de excusión está expresamente
señalado a favor de los socios, al igual que la separación de los patrimonios para
que sea perseguido el patrimonio social en primer lugar.
Por efectos procesales, es conveniente que el requerimiento a los socios lo realice
el acreedor entre el momento en que incurre en mora la sociedad y la presentación
de la demanda contra la misma. Además, esta constancia de requerimiento ha de
anexarse a la demanda para así demandar a la sociedad y a los socios de modo
subsidiario.
La responsabilidad de los socios en este tipo de sociedades constituye una garantía
para los terceros y, por ser de reconocimiento legal, no podrá ser modiicada en
los estatutos sociales pues carecería de efecto.
Pese a que la sociedad colectiva representa y seguirá representado la sociedad de
personas por excelencia, sin que pueda dudarse en ningún instante sobre su aporte
histórico al derecho societario, se encuentra en la actualidad en desuso, pues por
el estilo actual del mundo de los negocios, los comerciantes no se encuentran
dispuestos a comprometer solidaria, subsidiaria e ilimitadamente su patrimonio,
existiendo tipos societarios alternos como la sociedad de responsabilidad
limitada, en el cual se encuentra también el elemento intuitu personae, (aunque
no por supuesto en el mismo grado de la sociedad colectiva), y en la que la
responsabilidad patrimonial del socio se encuentra limitada al monto del aporte.
D) Razón social
La misma razón social —dice el artículo 303— se forma «con el nombre completo
o el solo apellido de alguno o algunos de los socios, seguido de las expresiones
‘y compañía’, ‘hermanos’, ‘e hijos’ u otras análogas, si no se incluyen los nombres
completos o los apellidos de todos los socios».
Pues bien, se puede resaltar que la función principal de la razón social es la
de identiicar a la sociedad, a in de que no haya confusión entre los negocios
celebrados en su nombre e interés de los que los socios realicen en su propio
beneicio. La sociedad colectiva es eminentemente personalista y, por tanto,
resulta lógico que se identiique siempre con una razón social, en donde esta
cumple una función adicional que es muy importante, cual es la de permitir a
terceros conocer a alguno o algunos de los socios que responden por los negocios
sociales y el vínculo que une a esa o esas personas; es decir, cuando se utilizan
las expresiones «y compañía», «hermanos» o «hijos», pues serán estas quienes
tendrán que responder de forma ilimitada, solidaria y subsidiaria.
PARTE 2 - CAP. I: SOCIEDAD COLECTIVA
Sobre este tema ha dicho la Corte Suprema:
Cuando en la razón social iguran los nombres de todos los socios, no es
preciso el aditamento ‘y compañía’, a que se reiere el artículo 481 del Código de
Comercio. Esta agregación no tiene otro objeto que el de hacer saber al público
que además de las personas indicadas en la irma social, hay otras responsables
de las obligaciones de la sociedad; de suerte que si en la razón social iguran todos
los socios, la adición del complemento dicho es una inexactitud que induce a
error (Corte >Suprema de Justicia, 1923, Casación febrero 9).
También se encuentra estipulado que, cuando en la razón social se incluya a una
persona, sin ser esta socia, y ella permita que su nombre aparezca en la razón social,
responde como si fuera socio. Por lo tanto, su responsabilidad es solidaria e ilimitada ante quienes contraten con la sociedad (Código de Comercio, artículo 303).
Por la misma razón que el nombre es un atributo de la sociedad, si la persona deja
de ser socia o muere y su nombre integra la denominación social, podrá seguir
utilizándose la misma razón social con la palabra «sucesores». La adición de esta
palabra es con el in de que los terceros se informen de que la persona ha dejado
de ser socia y en consecuencia deja de responder por las obligaciones sociales. En
todo caso, el retiro o muerte de un socio modiica la composición de la sociedad
y esta tendrá que constar en la respectiva reforma estatutaria.
En cualquiera de las dos situaciones mencionadas con anterioridad, la regla
general es la de que debe desaparecer de la razón social el nombre o el apellido de
la persona que ha dejado de ser socio. Para el caso concreto, en la correspondiente
reforma de los estatutos ha de introducirse el cambio total o la variación parcial
de dicha razón social.
La Superintendencia de Sociedades ha escrito al respecto (el énfasis es añadido):
Según el contenido de los artículos 304, 305, 306, 307 y siguientes del Código de
Comercio, se hace referencia a situaciones especiales que se pueden originar en el
desarrollo de la empresa, previstas en su objeto como lo son las siguientes:
a) Cuando uno de los socios muere y su nombre o apellido compone la razón social
de la sociedad colectiva, esta razón social se puede seguir usando o conservando,
siempre y cuando la sociedad continúe con los herederos, o cuando estos no
continuando en la sociedad, expresen su consentimiento a que el nombre o
apellido de su sucesor siga siendo utilizado como la razón social de esa sociedad.
Esto, siempre y cuando los herederos sean legalmente capaces para tal acto. En los
dos casos anteriores se le agregará a la razón social la palabra sucesores (Código
de Comercio, artículo 304).
b) Cuando uno de los socios se retira y cede la totalidad de sus partes de interés
y su nombre o apellido hace parte de la razón social de la sociedad colectiva, en
este caso si el socio permite que su nombre o apellido siga igurando en la razón
social, se deberá agregar la palabra sucesores y el ex socio responderá ante quien
139
140
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
contrate con la sociedad, en la misma forma prevista para el extraño que tolera
la inclusión de su nombre en la razón social (Código de Comercio, artículo 305)
(Superintendencia de Sociedades, 2004, Oicio 220-22246).
Cabe anotar que la razón social solo podrá ser utilizada por personas competentes
para representar la sociedad colectiva. Esto consiste en que la sociedad, por medio
de personal adecuado, estampa el nombre para expresar su consentimiento en
el vínculo contractual y obligacional que celebra (Código de Comercio, artículo
306). Entonces, una vez se irma con el nombre social, la empresa se compromete a
responder por aquellos negocios que hacen parte de su objeto social, o lo que es lo
mismo, aquellas operaciones que están limitadas por la capacidad de la sociedad.
Por tanto, solo obligarán a la sociedad los negocios que se encuentren dentro de
los límites de representación y utilización del nombre social. Y en caso de uso
indebido de la razón social, se determina el grado de responsabilidad a cargo
de los administradores en aquellas actividades que no estén autorizadas dentro
de los estatutos o fuesen limitadas o contrarias a la ley, cuya consecuencia es la
indemnización a la sociedad por los perjuicios causados, debido a la realización
de esa conducta; y si se trata de socios, podrán ser excluidos. De este modo lo
establece el artículo 308 y el numeral 3 del artículo 296 del Código de Comercio.
En cuanto a la transferencia de la razón social, se autoriza la cesión de esta como
parte de la enajenación del establecimiento de comercio de la sociedad, para lo
cual se requiere la aceptación del socio o socios cuyo nombre o apellido integran
la denominación social, evento en el cual seguirán respondiendo ante terceros
(Código de Comercio, artículo 309).
En conformidad con lo expresado, si bien la razón social se forma con el nombre
de uno o varios socios, adquiere la calidad de nombre comercial, a la cual se le
aplican las disposiciones del régimen de propiedad industrial; y por ende se extingue cuando la sociedad adopte otro nombre para la misma actividad o se termine la explotación del ramo de negocios a que se destine (Código de Comercio
artículo 610). Por tanto, la razón social como nombre comercial, es susceptible de
ser depositada ante la Superintendencia de Industria y Comercio, de conformidad
con los artículos 603 y siguientes del Código de Comercio.
E) Partes de interés (cesión de interés social)
Como en la sociedad colectiva, el soporte de su existencia es la responsabilidad
de los socios; cuando esta con su hacienda o capital no pueda responder a sus
obligaciones, los acreedores de la sociedad pueden ir en contra de los socios para
exigir sus créditos, sobre sus propios bienes. Entonces, el capital social no tiene
ninguna importancia, y de ahí que el legislador no se ocupa de él como sí lo hace
en la sociedad anónima y en la de responsabilidad limitada.
PARTE 2 - CAP. I: SOCIEDAD COLECTIVA
Dentro de este criterio, nos basta decir que el capital social se encuentra dividido en
partes de interés, es decir, en bienes de carácter incorporal, que son aportados por
los miembros de la sociedad para el desarrollo de una actividad determinada, con
la cual persiguen la obtención de una utilidad destinada a ser repartida entre ellos.
Así, existirá no solo un capital determinado, sino también unos socios aportantes
determinados. De allí la importancia de mantener el intuitu personae, dado que las
partes de interés únicamente podrán transferirse mediante escritura pública, pues
reviste importancia el cambio de socio y, por tanto, se requiere el voto unánime de
los socios o sus delegados, si en los estatutos no se hubiese establecido otra cosa.
Por consiguiente, se requerirá no solo autorización expresa de los consocios, sino
que también se hace necesario reformar el contrato social, aunque la cesión sea a
favor de otro socio. Cuando hay cesión sin autorización de los consocios, dicho
acto no producirá efecto alguno (Código de Comercio, artículos 296 y 297).
Lo anterior tiene como fundamento proteger el derecho que tienen los demás socios
para impedir que un tercero extraño forme parte de la sociedad. Igualmente sucede
en el caso en que el interés social sea embargado por los acreedores personales de
los socios, pues se preferirá al socio que participe en la subasta para que le sea
adjudicada la parte de interés, o en caso de ser varios los socios interesados, el
juez lo adjudicará a favor de todos ellos por partes iguales, si los mismos socios no
solicitan que se adjudique en otra forma (Código de Comercio, artículo 299). De
ser adjudicado a un tercero, los consocios del cedente o socio ejecutado tendrán
un término de treinta días para adoptar la reforma o de lo contrario disolver la
sociedad si no aceptan la cesión realizada (Código de Comercio, artículo 319,
numeral 4).
Una vez realizada la cesión, el cedente seguirá respondiendo por el término de un
año por las obligaciones adquiridas por la sociedad, antes de su perfeccionamiento.
Este término se contará desde la fecha de la inscripción de la cesión, en el registro
público del lugar del domicilio social (Código de Comercio, artículo 301).
La parte de interés no solo podrá ser objeto de cesión, también podrá ser dada
en garantía o prenda, pero para ello se hace necesario que se realice mediante
instrumento público o documento privado reconocido legalmente, el cual deberá
ser inscrito en el registro mercantil con el in de ser oponible a terceros (Código de
Comercio, artículo 300). Como la prenda es considerada como garantía mobiliaria
debe inscribirse en el registro creado por la Ley 1676 de 2013.
F) Derecho al voto
Al ser una sociedad en donde su capital social se divide en partes de interés, las
cuales pueden ser de igual valor o desigual, cada una de ellas coniere a cada
141
142
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
socio el derecho a un voto, sin importar el valor de su participación (Código de
Comercio, artículo 316).
G) Mínimos y máximos de socios
La sociedad colectiva es conformada con un número mínimo de dos socios, ya
sean personas naturales o jurídicas, y no hay un máximo expresamente señalado,
con lo cual podría hablarse de un máximo ilimitado.
H) Quórum
En la sociedad colectiva, podemos hablar de mayoría para deliberar, mayoría
para decidir con reformas y la mayoría para decidir sin reformas. El Código
de Comercio nos trae las indicaciones para la aplicación reglamentaria en cada
caso concreto, y así entender los conceptos normativos de la sociedad colectiva,
respecto al número de votos o el quórum exigido para la toma de decisiones
dentro de la misma sociedad, por la Junta de socios.
I) Mayoría para deliberar
Al momento de constituirse la sociedad, se podrá señalar en los estatutos el
número requerido de socios para deliberar y si ello no se estipula, el quórum
o mayoría requerida será la que le señalen las normas legales, las cuales tienen
carácter supletorio.
Por tanto, en caso de no estar previsto en el contrato social, podrá deliberarse con
la mayoría numérica de los asociados, cualquiera que sea su aporte (Código de
Comercio, artículo 302).
J) Mayoría para decidir con reformas
Como se dijo anteriormente, prevalece el quórum previsto en los estatutos y, en
caso contrario, toda reforma estatutaria requiere el voto unánime de los socios,
como lo señala el artículo 316 del Código de Comercio.
Los temas para decidir con reformas los encontramos en el mismo artículo, el
cual dicta: «La transferencia de partes de interés, el ingreso de nuevos socios, así
como cualquiera otra reforma estatutaria y la enajenación de la totalidad o de la
mayor parte de los activos sociales, requerirán el voto unánime de los socios, o de
sus delegados, si otra cosa no se dispone en los estatutos« (el énfasis es añadido).
K) Mayoría para decidir sin reformas
Para las demás decisiones que no impliquen adición, sustitución o supresión de
las cláusulas de los estatutos, o en general, que no produzcan ninguna reforma,
PARTE 2 - CAP. I: SOCIEDAD COLECTIVA
bastará la mayoría absoluta de votos, a menos que estatutariamente se ije un
quórum superior (Código de Comercio, artículo 316).
5. Administración y representación de la sociedad
La administración es el proceso de ejecución sistemática de un conjunto de
actividades en pro de un objetivo especíico que es de beneicio económico. Por
tanto, será el administrador el encargado de realizar todos los actos necesarios
para el desarrollo del objeto social, por cuanto está legitimado por la sociedad
frente a los socios y terceros.
Entonces, la administración y representación de la sociedad colectiva es aquella
que le concierne a todos y cada uno de los socios que la integran, es decir, todos
serán o podrán ser gestores en razón de la responsabilidad ilimitada, solidaria
y subsidiaria que asumen; todos se encargarán de explotar el objeto social y de
responder por el cumplimiento de las obligaciones sociales.
Las facultades que tienen los administradores no solo serán las señaladas en el
artículo 196 del Código de Comercio, en el que se indica que las personas que
representan a la sociedad podrán celebrar o ejecutar todos los actos y contratos
comprendidos dentro del objeto social o que se relacionen directamente con la
existencia o el funcionamiento de la sociedad. Tendrán además la facultad de
usar la irma social y de celebrar las operaciones comprendidas dentro del giro
ordinario de los negocios sociales, según lo indicado en el artículo 311 del Código
de Comercio.
A) Administración por todos los asociados
Según el contenido del artículo 310 del Código de Comercio, todos los socios
podrán ser gestores de los negocios sociales, y dicha facultad bien podrán ejercerla
por sí mismos o por interpuesta persona. Esta es una característica importante
en este tipo societario, puesto que se podrá pactar una determinada forma de
ejercer la administración, siempre y cuando no se modiique la responsabilidad
de carácter ilimitado, subsidiario y solidario.
Los actos que realicen deberán acatar las limitaciones que se impongan en los
estatutos y en la ley. Por tanto, aquellos actos que ejecuten los administradores
bajo la razón social y que carezcan de autorización o fueren limitados, solo
generan responsabilidad de tipo personal e indemnización por perjuicios a la
sociedad; en caso de tratarse de socios, se les sancionará con la exclusión (Código
de Comercio, artículo 308).
Es así que la razón social únicamente se utilizará por quienes estén facultados
para representar a la sociedad, la cual contraerá únicamente las obligaciones
relacionadas con su objeto social y que sean autorizadas mediante la irma social.
143
144
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Sin embargo, la ley prevé determinados casos en los que la sociedad responde por
operaciones no autorizadas, tales como: a) cuando sean ejecutadas o celebradas
por los representantes de la sociedad, que correspondan al giro ordinario de los
negocios sociales y, por el tenor del título o por las circunstancias del hecho,
aparezcan de un modo inequívoco contraídas por su cuenta y en su interés, o haya
derivado provecho de ellas; b) cuando sean ratiicadas expresa o tácitamente por
la sociedad, y c) cuando el tercero de buena fe prueba que la sociedad ha cumplido
voluntariamente otras obligaciones contraídas de modo semejante (Código de
Comercio, artículo 307).
De manera pues que cuando la administración es ejercida por todos los socios,
cualquier negocio o actividad sugerida por uno de ellos no se podrá llevar a
cabo hasta tanto no sea decidida por la mayoría de votos requerida por ley o por
estatutos; si ella no se obtiene, se tendrá que desistir del proyecto de negocio,
y si se llevare a cabo sin importar el veto del mismo, el socio que la origine
responderá por la ejecución del negocio y por los perjuicios derivados del mismo.
Esta responsabilidad no es aplicable cuando el socio ejecute actos que tengan por
objeto la mera conservación de los bienes sociales.
B) Administración por medio de delegados
Si bien la administración le concierne a todos y cada uno de los socios que
integran la sociedad, estos podrán delegarla en sus consocios o en terceros, y una
vez delegada, el delegante estará inhibido para gestionar los negocios sociales y
los delegados adquirirán las mismas facultades legales o estatutarias de los socios
administradores (Código de Comercio, artículo 310).
Los actos que ejecute el delegatario no podrán ser rehusados ni por la sociedad ni
por los socios, a menos que la delegación de las funciones de administración se
hubiese realizado sin la autorización expresa de los consocios, caso en el cual los
actos no producirán efecto alguno respecto de la sociedad ni de los demás socios
y, por tanto, solo afectará al delegatario como si fuera un acto de un tercero frente
a otros terceros.
Cuando se delegue la administración a varias personas y no se hubiesen
determinado sus facultades, podrán ejercer cualquier operación de administración
de manera separada, si no se indica otra cosa. En todo caso, su gestión estará
relacionada con el patrimonio y los negocios sociales. Sin embargo, el delegante
podrá establecer limitaciones al respecto.
El socio delegante podrá reasumir la administración en cualquier momento, o
bien podrá reservarse algunas facultades de administración y conferir las que
considere necesarias, o delegarlas en otra persona diferente. Esto deberá realizarlo
con la formalidad propia de una reforma estatutaria y con su inscripción en el
PARTE 2 - CAP. I: SOCIEDAD COLECTIVA
registro mercantil, si dicha delegación no consta en los estatutos sociales, con el
in de hacerla oponible a terceros (Código de Comercio, artículo 313).
Si bien el delegante está inhibido para desempeñar la administración de los
negocios sociales, este conserva el derecho de inspeccionar los libros y papeles
de la sociedad, en cualquier tiempo y por cualquier medio (artículo 314). Por
su parte, los delegados y socios administradores tendrán que rendir cuenta de
su gestión a la Junta de socios e informar sobre la situación inanciera y contable
de la sociedad, al in de cada ejercicio social. Además, cuando la misma junta lo
solicite, rendirán cuentas comprobadas de su gestión y, en todo caso, al momento
de separarse del cargo (Código de Comercio, artículo 318).
Dentro del contexto de la delegación, encontramos dos formas que son de gran
importancia, ya que determina a quién va dirigida la delegación y su relevancia
especíica en la Junta de socios.
• Delegación conjunta. Como su nombre lo indica, es cuando todos los socios
delegan la administración en un tercero. Esta delegación debe constar en
los estatutos de la sociedad, pues en caso contrario deberá otorgarse con las
formalidades propias de una reforma estatutaria, esto es, elevarse a escritura
pública y registrarse en la cámara de comercio (Código de Comercio, artículos
310 y 313).
• Delegación individual. Es cuando un socio delega la administración en otro
socio o en un extraño, para que este ejerza las mismas facultades conferidas a
los socios administradores por la ley o por los estatutos.
En estas clases de delegación, solo serán inoponibles a terceros la revocación, el
cambio de delegación y las limitaciones de sus facultades que expresamente se le
impongan, hasta tanto no se cumplan las formalidades propias de una reforma
estatutaria (Código de Comercio, artículos 310 y 312).
C) Relación de los socios entre sí
Las relaciones entre los socios en una sociedad colectiva se entienden como aquellas
donde prima la conianza recíproca entre ellos y en donde todos responden no
solo hasta el monto de sus aportes, sino también con su patrimonio personal.
Es decir, la relación entre los socios se funda en un voto de conianza mutua, que
coniere un carácter rígidamente cerrado a la sociedad, y que se apoya en aquella
responsabilidad que compromete a todos y cada uno de los socios, y que a un
mismo tiempo explica la forma de gestión de los negocios.
El artículo 296 del Código de Comercio presenta los actos para los que todo socio
deberá obtener autorización expresa de sus consocios. Estos actos son:
145
146
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
• Ceder total o parcialmente su interés en la sociedad. Esta limitación es muy
propia de este tipo de sociedad y con ella se quiere evitar que un extraño
sustituya a un socio en sus derechos y obligaciones, sin que los demás
otorguen previamente al cesionario ese voto de conianza, el cual representa
el contrato de sociedad que los personiica a todos.
• Delegar en un extraño las funciones de administración o de vigilancia de
la sociedad. Como se compromete la responsabilidad ilimitada y solidaria
de los socios, siempre que se hable de delegación a un extraño se entiende
que se debe hacer una reforma estatutaria. La reforma se realiza para otorgar
autorización al socio que va a delegar al extraño la facultad de inspección o
vigilancia, y además tendrá que ser aprobada por los consocios conforme a
las mayorías estipuladas en los estatutos o en la ley.
• Explotar por cuenta propia o ajena, directamente o por interpuesta persona,
la misma clase de negocios en que se ocupe la compañía. Este principio tiene
como in primordial que el socio se abstenga de actuar en actividades que
impliquen competencia con la sociedad, ya sea directamente o por intermedio
de terceros, ya sea en su interés o en el de otras personas; es decir, que sea en
perjuicio o sin el correspondiente beneicio de los demás socios.
• Formar parte de sociedades por cuotas o partes de interés, intervenir en su
administración o en las compañías por acciones que exploten el mismo objeto
social. Su objeto es proteger al socio contra conductas que son incompatibles
con la lealtad propia de una sociedad.
La sanción por la infracción de cualquiera de estas dos últimas reglas es que en
los estatutos a su arbitrio, los socios pueden dar aplicación a cualquiera de las
tres medidas, acumulables o no , consagrados en el inciso 2 de art 297 del código
que consiste : a- que los demás socios tienen derecho a excluir de la sociedad al
socio responsable; b- a la incorporación de los beneficios que correspondan al
patrimonio social, ya sea apropiándose o pedir judicial o extrajudicialmente
las utilidades que haya percibido en los negocios de la misma clase de la
sociedad; y c- a resarcir los daños que ocasione la sociedad por los perjuicios
causados con la ejecución de dichas conductas. Una vez aprobada la exclusión,
el representante legal deberá solemnizar la reforma estatutaria (Código de
Comercio, artículo 297).
Este criterio de colaboración entre los socios se encuentra implícito en la sociedad
colectiva y lo ha consagrado el artículo 296 del Código de Comercio, señalando,
como lo vimos, el deber de lealtad del socio colectivo, ya sea explotando una misma
clase de negocio o formando parte de otras sociedades con el mismo objeto social,
para lo cual siempre deberá tener autorización de los consocios en junta general.
Por tanto, a in de proteger a los socios de comportamientos contrarios a dicha
lealtad, proveniente en mayor medida del factor intuitu personae, se estipulan una
serie de derechos conducentes a resarcir los daños ocasionados a la sociedad por
PARTE 2 - CAP. I: SOCIEDAD COLECTIVA
el socio infractor, el cual podrá ser excluido122. Estas medidas son estipuladas en
interés de los asociados y, por tanto, estos tendrán la potestad de regularlas en los
estatutos sociales.
6. Junta de socios
La expresión «Junta de socios» designa al órgano supremo de la sociedad colectiva,
el cual es competente para adoptar, en general, todas las medidas que reclamen el
cumplimiento de los estatutos y el interés común de los asociados. El artículo 187
del Código de Comercio enuncia las funciones especíicas de la Junta de socios,
la cual está integrada por todos los asociados y cuyas decisiones concretan la
voluntad social.
Dicha Junta de socios se reunirá en forma ordinaria por lo menos una vez al año,
dentro de la fecha estipulada en los estatutos y, en silencio de estos, dentro de
los tres meses siguientes al vencimiento de cada ejercicio. La Junta de socios se
podrá reunir extraordinariamente cuando lo exijan las necesidades imprevistas
o urgentes de la compañía, y para ello siempre deberá haber convocatoria previa
por los administradores o por la Superintendencia de Sociedades. Además, se
exige que en los estatutos sociales se exprese la época y la forma de convocar y
constituir la Junta de socios en sesiones ordinarias o extraordinarias (Código de
Comercio, artículo 110)123. A falta de estipulación expresa, podrá deliberarse con
la mayoría numérica de los coasociados, cualquiera que sea su aporte, y podrán
adoptarse las decisiones con el voto de no menos de la misma mayoría, salvo las
reformas del contrato, que requerirán el voto unánime de los socios, cada uno
de los cuales tendrá un voto sin importar el monto de sus aportes (Código de
Comercio, artículos 302 y 316).
Los socios podrán hacerse representar en las reuniones de la junta, mediante
poder otorgado en cualquier forma escrita y en el que se indique el nombre del
apoderado, el de la persona a quien este pueda sustituir y la fecha de la reunión
para la cual se coniere. Ningún socio podrá ser representado por más de una
persona a la vez, aunque el poder otorgado sí podrá comprender una o más
reuniones ordinarias o extraordinarias de la Junta de socios.
122 La exclusión tiene como efecto inmediato la pérdida de la calidad de socio y, por ende, los
derechos y responsabilidades que dicha calidad conlleva. Esta podrá ser declarada junto con la
pérdida del aporte de quien hubiese sido excluido, sin importar el monto de la indemnización
por concepto de perjuicios.
123 Es criticable el numeral 7 del artículo 110, ya que este indica que en los estatutos debe estipularse la época para celebrar no solo reuniones ordinarias, sino también extraordinarias, y si estas
últimas se adelantan cuando las necesidades lo requieran, no tiene lógica ijar en los estatutos la
fecha o época de tales reuniones.
147
148
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
7. Control de la administración y su vigilancia
Como se ha dicho en este tema repetidas veces por ser de su esencia, la
administración compete a todos los socios, quienes así mismo tendrán la facultad
de delegarla. Para ello, tal delegación deberá ser aprobada por la Junta de socios,
con la mayoría estipulada en los estatutos o en la ley, e igualmente debe constar
en los estatutos; en caso contrario, deberá otorgarse con las formalidades de una
reforma estatutaria.
Ahora bien, respecto al derecho de inspección y vigilancia de los libros y papeles
de la sociedad, se establece que los socios por sí mismos o por medio de sus
representantes podrán ejercer este derecho en cualquier tiempo (Código de
Comercio, artículo 314). Así como la administración, el derecho de vigilancia
puede también delegarse a un tercero, pero dicho acto deberá ser igualmente
aprobado mediante autorización expresa de los consocios, ya que en caso
contrario, carecerá de efectos.
El ejercicio del derecho de vigilancia podrá ser regulado atendiendo al orden
interno y funcionamiento de la empresa, inclusive nombrando revisor iscal,
cuando así lo dispongan los socios. De esta forma, se ejercerá la inspección de los
negocios sociales sin que afecte el interés de todos los socios respecto al correcto
funcionamiento de la empresa.
8. Disolución de la sociedad
Los lazos familiares, políticos, económicos, entre muchos otros, con los cuales
se encuentran vinculados los socios no solo dan nacimiento a la responsabilidad
ilimitada, subsidiaria y solidaria, sino que también son factores que al faltar,
producen la disolución en una sociedad de estas características.
Entonces, la sociedad colectiva se disolverá no solo por las causales previstas en el
artículo 218 del Código de Comercio, sino también por las causales especiales que
indica el artículo 319 del mismo Código, que son las siguientes:
A) Por muerte
La sociedad colectiva se disolverá por muerte de alguno de los socios, si no se
hubiere estipulado su continuación con uno o más de los herederos, o con los
socios supérstites. Esta causal de disolución surte efectos al no estar determinado
dentro de los estatutos la continuación de la sociedad, con un número plural de
herederos o de socios.
Lo anterior indica que estatutariamente los socios pueden acordar la continuación
de la sociedad con los herederos, a in de evitar su terminación, pero además
debe tenerse en cuenta que estos sean legalmente capaces para ejercer el comercio.
PARTE 2 - CAP. I: SOCIEDAD COLECTIVA
En ocasiones, esta es la mejor solución, no solo para prolongar la existencia de
la sociedad, sino también para evitar la vinculación de personas extrañas a su
formación, quedando intacto el intuitu personae.
B) Por incapacidad
La sociedad colectiva se disolverá por incapacidad sobreviniente de alguno de
los socios, a menos que se convenga que la sociedad continúe con los demás, o
que acepte que los derechos del incapaz sean ejercidos por su representante. Es
necesario que se obre con capacidad legal, pues esto permite que cada uno de los
socios se obligue respecto de los negocios celebrados.
C) Por apertura de trámite de liquidación judicial ante la
Superintendencia de Sociedades
No se encuentra taxativamente señalada en el artículo 319 del Código de
Comercio, pero la Ley 1116 de 2006 en su artículo 49 señala los casos en los
cuales es procedente la apertura del proceso de liquidación judicial inmediata,
tales como:
1) cuando el deudor lo solicite directamente, o cuando incumpla su obligación
de entregar oportunamente la documentación requerida, como consecuencia
de la solicitud a un proceso de insolvencia por parte de un acreedor; 2) cuando
el deudor abandone sus negocios; 3) por solicitud de la autoridad que vigile o
controle a la respectiva empresa; 4) por decisión motivada de la Superintendencia
de Sociedades adoptada de oicio o como consecuencia de la solicitud de apertura
de un proceso de reorganización, o cuando el deudor no actualice el proyecto
de reconocimiento y graduación de créditos y derechos de voto requerida en la
providencia de inicio del proceso de reorganización; 5) a petición conjunta del
deudor y de un número plural de acreedores titular de no menos del cincuenta
por ciento (50%) del pasivo externo; 6) solicitud expresa de inicio del trámite
del proceso de liquidación judicial por parte de una autoridad o representante
extranjero, de conformidad con lo dispuesto en la presente ley; 7) tener a cargo
obligaciones vencidas, por concepto de mesadas pensionales, retenciones de
carácter obligatorio a favor de autoridades iscales, descuentos efectuados a los
trabajadores, o aportes al Sistema de Seguridad Social Integral, sin que las mismas
fuesen subsanadas dentro del término indicado por el juez del concurso, que en
ningún caso será superior a tres (3) meses.
D) Por enajenación forzosa
La sociedad colectiva se podrá disolver por enajenación forzada del interés de
alguno de los socios en favor de un extraño, si los demás asociados no se avienen
dentro de los treinta días siguientes a continuar la sociedad con el adquirente.
Por tanto, se hace necesario que los asociados maniiesten o estén de acuerdo
en continuar con la sociedad con quien hubiese adquirido el interés y, por
149
150
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
ende, proceder a realizar la correspondiente reforma estatutaria, con todas las
formalidades correspondientes.
E) Por renuncia o retiro justi cado
La renuncia o retiro justiicado de alguno de los socios, si los demás no adquieren
su interés en la sociedad o no aceptan su cesión a un tercero, generará igualmente la
disolución del ente societario. No obstante, el retiro deberá ser justiicado, pues la
lealtad obliga a los socios a la solidaridad y a disolver la sociedad, cuando a alguno
de los socios se le imposibilite continuar siendo socio por diversas circunstancias.
Puede pactarse que la renuncia o retiro sea grave o con justiicación y que cumplida
una de las dos se produzca la disolución. Pero si el socio lo hace de mala fe o
intempestivamente, sus consocios no estarían en la obligación de disolverla. Esta
causal quedó derogada expresamente por el artículo 242 de la Ley 222 de 1995, al
consagrarse que quedaban derogadas las normas del Código Civil referentes a este
tema, y el cual tratamos en la parte cuarta de este libro.
Capítulo II
Sociedad Anónima
1. Reseña histórica
En el siglo XVII, ante la acumulación de capital producido por la primera
revolución comercial, surge este tipo societario como herramienta para regular
el expansionismo de las actividades y del comercio coloniales. Sus asociados
eran los burgueses comerciales e industriales, y los monarcas. Cada uno de ellos
tenía intereses particulares para constituir lo que más tarde sería considerada
la primera gran empresa. Los intereses de los burgueses eran los de colonizar,
siempre y cuando se obtuvieran beneicios; y para los otros, el in radicaba en
aumentar su poder económico y político.
Estas empresas fueron conocidas como «Compañías de Indias», las cuales
tenían ciertas similitudes y diferencias respecto de lo que hoy conocemos como
sociedades anónimas. Se asemejan principalmente en que la responsabilidad de
sus asociados se limitaba a la cifra de su aporte, pues los riesgos eran muchos y se
podían originar durante la explotación de la empresa como tal, y la división del
capital estaba representada en títulos que conferían la calidad de asociado. Y sus
diferencias más signiicativas eran la existencia de desigualdad de los derechos
de los miembros debido a su condición social, y que su constitución no solo era
de carácter excepcional, sino que también se requería de autorización previa del
poder público, que igualmente regulaba su funcionamiento.
152
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
La primera fue la Compañía Holandesa de las Indias, constituida en 1602. Dichas
compañías parecen proceder del condominio naval germánico y de algunos
precedentes italianos como la casa de San Jorge, asociación de los acreedores de
la República Genovesa, que se encargaba de desarrollar una compleja actividad
comercial como lo era la exacción de tributos. Los miembros de la corporación
constituyeron el Banco de San Jorge, que tenía por principal inalidad el cobro de
los impuestos, para realizar el reparto proporcional entre los derechos habientes.
La representación de estos se consignó en acciones del banco que tuvieran amplio
mercado y fácil circulación. Al Banco de San Jorge le siguió el Banco de San
Ambrosio de Milán, el cual se convirtió en sociedad por acciones.
Posteriormente, en el siglo XIX la transformación económica originada por la
Revolución industrial y la ideología liberal de la Revolución francesa determinó
el surgimiento del capitalismo, el cual requería de estructuras para la consecución
de sus ines, entre ellos la expansión económica. Se necesitaba que la obtención
y acumulación del capital proviniera de diversas fuentes y, por tanto, surge en
el siglo XX la concepción de la sociedad anónima como un capital que posee
personería jurídica y que está representado por sus accionistas. Más tarde, la
estructura de este tipo societario se transformó como consecuencia de la primera
guerra mundial, pues se reivindicó al trabajador permitiéndole la participación en
los beneicios, otorgados antes solo a quienes hacían los aportes.
2. Función económica
Desde sus orígenes se demuestra la importante función que cumple la sociedad
anónima, pues es el instrumento de grandes empresas industriales, bancarias
y mercantiles, ya que la limitación de la responsabilidad de los socios y la
representación de sus aportaciones por medio de acciones permiten recoger
grandes capitales, por medio de pequeñas inversiones de los ahorros de gran
número de personas, además contribuir efectivamente a la circulación de la
riqueza del país.
El profesor Gabino Pinzón al explicar la importancia económica y social de la
sociedad anónima maniiesta: «Esta modalidad de la sociedad es tan importante
en el campo de la doctrina, que Escarra y Rault inician su comentario sobre las
sociedades por acciones con las siguientes palabras que vale la pena trascribir:
«las sociedades por acciones han sido el instrumento del prodigioso impulso
económico que caracteriza los cien últimos años». Como escribe G. Ripert:
El jurista es un servidor de la economía; se le ha pedido un medio de reunir los
capitales necesarios para crear y desarrollar grandes empresas y ha ofrecido o
ideado la sociedad por acciones. (1) Los economistas por su parte, declaran que
la producción en grande «no podría concebirse sin este hallazgo jurídico, como
tampoco podría serlo sin los grandes inventos de las ciencias físicas (2)»; o, en
PARTE 2 - CAP. II: SOCIEDAD ANÓNIMA
otras palabras, la sociedad por acciones «ha sido el mayor descubrimiento de los
tiempos modernos, más valioso que el del vapor y el de la electricidad (3)». Por
obra de la casualidad la grande industria se ha creado en «una época en la cual
se airmaba o acentuaba el ideal político de la libertad»; la sociedad por acciones
constituye el procedimiento técnico que ha permitido «la reunión de capitales con
fundamento en la libertad contractual (4)». «Ella constituye la mayor expresión o
manifestación del capitalismo moderno (5)» (Pinzón, 1983, p. 165).
3. Concepto
El Código de Comercio no ofrece un concepto como tal de lo que es la sociedad
anónima, pero podría deinirse como aquella que existe bajo una denominación
social y cuyo capital social se encuentra dividido en acciones y que está compuesta
exclusivamente por accionistas que solo son responsables hasta el monto de sus
respectivos aportes (Código de Comercio, artículo 373).
4. Características
De este concepto se deducen las características más relevantes, las cuales
exponemos a continuación.
A) Es de capital e inversión. «Intuitu pecuniae».
En este tipo societario, el accionista se ubica en una posición secundaria. Ello se
debe a que el fondo social, constituido con el aporte de los accionistas, es la única
garantía de los terceros que contratan con ella y, por tanto, solo es relevante su
formación y protección, sin importar quiénes contribuyeron al nacimiento del
mismo. De esta manera, se separan los patrimonios del asociado y de la sociedad,
toda vez que la responsabilidad de los accionistas estará limitada al aporte
efectuado y, por consiguiente, la única obligación que tienen es la de incorporar
ese aporte en los activos sociales (Código de Comercio, artículos 373 y 252). En
otras palabras, surge y se constituye no por razón de que los asociados respondan
hasta el monto del aporte, sino por el interés de que se aporten grandes capitales.
Es importante anotar que los aportes que tendrán que hacer los accionistas
necesariamente deben ser en dinero, en bienes o derechos valorados en dinero,
debido a que en la estructura de la formación del capital social se exige que sea
real, además de ser esta la única prenda de los acreedores.
El hecho de que el capital se encuentre dividido en acciones de igual valor y
representado en títulos negociables hace que sea fácil la transferencia de la calidad
de accionista, no solo porque cualquier persona puede serlo, sino también porque
se facilita la vinculación de cualquier inversionista, ya que las acciones son de
libre circulación.
153
154
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
B) Responsabilidad limitada
La limitación de la responsabilidad de los asociados constituye una de las
modalidades esenciales de la sociedad anónima. El artículo 373 del Código de
Comercio señala que los accionistas son «responsables hasta el monto de sus
respectivos aportes», lo cual indica que no responden de manera personal por
las deudas sociales. En otras palabras, los terceros acreedores de la sociedad no
podrán dirigirse contra los accionistas para reclamar cualquier deuda contraída
por la sociedad, y por esta razón la sociedad bajo ninguna circunstancia puede
imponerle al socio mayores obligaciones en su contra, pues hay una completa
separación de patrimonios (Código de Comercio, artículo 252).
El hecho de que la responsabilidad sea limitada estimula en mayor medida la
vinculación de nuevos accionistas, debido a que asumen un riesgo equivalente
a la cuota de capital. La participación en la sociedad no está determinada por la
conianza recíproca, sino que la responsabilidad se reduce al aporte efectuado.
Al respecto, señaló la Corte Constitucional que:
las sociedades anónimas son una modalidad de personas jurídicas creadas por el
legislador, que no contravienen ningún valor, principio o derecho constitucional.
Por el contrario, corresponden a una manifestación del ejercicio del derecho
de asociación, y cuya limitación de riesgo o división patrimonial entre socios y
sociedad permite el desarrollo de la inversión, el crecimiento y el progreso general
como principios básicos de la Constitución Económica y reglas axiomáticas de la
economía social de mercado. Es claro que la ausencia de limitación de riesgos
conduciría a la paralización del mercado público de valores y, por ende, afectaría
gravemente la obtención de los beneicios de la economía mundial de producción.
Así mismo, obstruir el desarrollo de la empresa mercantil mediante la desaparición
de la teoría del riesgo limitado, se convertiría en una medida regresiva para el
incremento de las tasas de empleo y para el aumento por vía impositiva de los
recursos iscales del Estado, los cuales se consideran herramienta indispensable
para atender los gastos de inversión social que demanda la Constitución.
Por otra parte, las normas demandadas suponen la realización del principio de
buena fe de los socios. En efecto, las sociedades anónimas gozan del beneicio de
separación de riesgos como una expresión del patrimonio propio de las personas
jurídicas. Dicho atributo de la personalidad tiene su origen en el ejercicio del
derecho de asociación. Las disposiciones acusadas en ningún momento facultan
a las sociedades, ni a los socios, para utilizar la limitación de riesgos con el
propósito de defraudar los intereses de los trabajadores y pensionados (Corte
Constitucional, 2004, Sentencia C-865).
Lo expuesto nos indica que son los aportes al fondo social, la única garantía de
los terceros que contratan con ella. También nos revela que es la sociedad la única
responsable frente a terceros, y por esta razón en el orden externo de la vida social,
PARTE 2 - CAP. II: SOCIEDAD ANÓNIMA
no aparecen ni pueden igurar los nombres de los accionistas, como así se releja
en los certiicados que expide la Cámara de Comercio.
a) Cualquier persona puede ser accionista
Como ya se dijo, en este tipo societario tiene más importancia el capital o aporte
y no las personas, es decir, no importa quién o quiénes sean sus accionistas, sino
el tipo de empresa que va a desarrollarse.
Por tanto, para la celebración del contrato de este tipo societario, si bien siempre
deberá tenerse en cuenta la existencia del consentimiento, causa y objeto lícito,
en lo que respecta a la capacidad, el artículo 103 del Código de Comercio amplía
la prerrogativa para que los incapaces también puedan ser socios, pero esto solo
es posible en la medida en que actúen por medio de sus representantes o con su
autorización.
b) Denominación social
Como cualquier otro tipo societario, la sociedad anónima requiere de un nombre
que la diferencie de las demás personas jurídicas existentes. Esta denominación
proviene del objeto social o hace referencia a él, es decir, a las actividades que vaya
a desarrollar la empresa.
El artículo 373 del Código de Comercio expresa que toda sociedad anónima tendrá una denominación seguida de las palabras «sociedad anónima», o de la abreviatura «S. A. ». Por ejemplo: Fabricato, S. A. (Fábrica de Tejidos El Hato); Aces,
S. A. (Aerolíneas Centrales de Colombia); Icollantas, S. A. (Industria Colombiana
de Llantas).
En iguales términos, se ha pronunciado la Superintendencia de Sociedades al
señalar que:
la naturaleza de la sociedad anónima en la cual prevalecen, respecto al interés
de los accionistas y terceros, el capital y el objeto que el intuitu personae. De allí
que la denominación de este tipo de sociedad se tome en consideración a las
actividades que informan la empresa y no al nombre y apellido de una o más
personas naturales asociadas (Superintendencia de Sociedades, 1972, Oicio
17-837).
Por tanto:
debe observarse que, por una parte, la denominación social está conectada
con la actividad «principal» de la compañía y por otra, que ello no implica la
necesidad de describir tal actividad en forma pormenorizada, sino que la
denominación consiste en una simple alusión o referencia al objeto de la sociedad
(Superintendencia de Sociedades, 1978, Oicio 2454).
155
156
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
C) Capital
Es de vital importancia, pues no solo determina la responsabilidad de los asociados
y constituye garantía de los terceros, sino que también posibilita el desarrollo del
objeto social. Este capital estará dividido en acciones de igual valor, libremente
negociables que se representarán en títulos negociables, las cuales otorgarán
derechos sociales sin importar el número de acciones que se posea de la sociedad
(Código de Comercio, artículo 375).
Los socios tienen la potestad de ijar el capital autorizado y de suscribir la parte del
mismo referente a los aportes requeridos, para poder iniciar la actividad social e ir
aumentando el capital según lo exijan las circunstancias. Ello no implica que no se
haga la suscripción de una parte del capital autorizado y que se efectúe el pago de
una parte del capital suscrito, con el in de ir conformando el fondo social.
El artículo 376124 del Código de Comercio, habla de diversas clases en que está
dividido el capital de la sociedad —arquetipo de las sociedades de capital—, así:
autorizado, suscrito y pagado.
a) El capital autorizado
Su estipulación no es en una cantidad real, sino que reiere a una nominal, es decir,
una suma objetivo desde la perspectiva económica de la empresa, una especie de
presupuesto general de inversión que se espera llegar a tener. Es el que se ija
libremente como «meta ideal», al momento de ser constituida la sociedad.
b) El capital suscrito
Es una suma real y concreta, y hace parte del capital autorizado que los socios
accionistas se obligan a pagar, es decir, es el aporte real o la cantidad que ofrecieron
allegar al fondo social en un término no superior a un año, y que no puede ser
inferior al 50 por ciento del capital autorizado o social. Ello indica que debe
quedar suscrito el mismo porcentaje de acciones emitidas con el in de representar
el capital social y aquellas no suscritas son las denominadas acciones en reserva.
c) El capital pagado
Es el que efectivamente pagaron los asociados al momento de constitución de la
sociedad, esto es, la suma real que ingresa al patrimonio de la empresa, equivalente
como mínimo a la tercera parte del valor de cada acción del capital que se suscriba.
124 «Al constituirse la sociedad deberá suscribirse no menos del cincuenta por ciento del capital
autorizado y pagarse no menos de la tercera parte del valor de cada acción de capital que se
suscriba. Al darse a conocer el capital autorizado, se deberá indicar, a la vez, la cifra del capital
suscrito y la del pagado».
PARTE 2 - CAP. II: SOCIEDAD ANÓNIMA
La sociedad no podrá funcionar hasta tanto no sea pagada esta tercera parte del
valor de cada una de las acciones suscritas.
Estas diferentes clases de capital deben estar en todo momento determinadas y
en la proporción ordenada en el Código de Comercio, y además en razón con los
principios de determinación, integridad, de desembolso mínimo, de estabilidad y
de realidad del capital social.
Aprobados los avalúos de los aportes en especie, estos se han de expresar en
dinero, porque es el que sirve para determinar el patrimonio de la sociedad; para
determinar la prenda a terceros; para establecer el porcentaje en las utilidades y
determinar qué porcentaje de los activos le corresponde al tiempo de la liquidación.
Estos avalúos se harán constar en el documento de constitución o de reforma
(artículo 133, Código de Comercio). Los socios serán responsables solidarios
por el valor en dinero efectivo atribuido a los aportes en especie a la fecha de la
aportación, sea antes o después de constituida la sociedad (artículo 134, Código
de Comercio).
El Oicio OJ-050 del 11 de febrero de 1983 de la Superintendencia Bancaria,
hoy Superintendencia Financiera, para el caso en comento ha conceptuado lo
siguiente:
El capital autorizado, el suscrito y el pagado deben estar en todo momento
determinados. Al airmar que la exigencia del citado artículo 376 no alude a los
posteriores aumentos que se hagan al capital de una sociedad anónima, quedarían
sin aplicación los referidos postulados, especialmente los de la «realidad» y
la «integridad», y se llegaría al resultado extravagante de que esa razonable
proporción no debe subsistir sino en tanto ello se requiera para el nacimiento del
ente societario, olvidándose de que los terceros pueden ser víctimas de artiicios
posteriores que únicamente demandarían la solemnización de una reforma
estatutaria; los incrementos irreales y caprichosos del capital que, en cuanto a
tales, no responden a situaciones patrimoniales de la sociedad, son prácticas
que deben considerarse reprochables ante el ordenamiento jurídico, salvo que se
demuestre la existencia de alguna herramienta que permita eliminar el peligro
de que los espejismos o engaños, a lo que pretende enfrentarse el artículo 376 del
Código de Comercio cuando se trata de la fundación de una sociedad anónima,
pero ellos son consumados mediante una reforma estatutaria de aumento de
capital autorizado la cual puede formalizarse inmediatamente después de la
escritura de constitución.
Así, en razón con el artículo 376, las sociedades anónimas deberán no solo
registrar los aumentos del capital suscrito, sino también el monto del capital
pagado (decreto 1154 de 1984). Vale la pena recordar que esta proporcionalidad
entre el capital autorizado y el suscrito solo rige al momento de constitución,
exigencia que no alude a los aumentos posteriores al mismo.
157
158
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Entonces, el pago de los aportes será el cumplimiento de la obligación contraída
por cada socio con la sociedad, al tenor del artículo 124 del Código de Comercio.
Los aportes se harán en el lugar, forma y época convenidos contractualmente
y, a falta de dicha estipulación, se hará en el domicilio social. Particularmente,
en este tipo societario ingresarán aquellos socios capitalistas que paguen su
aporte inmediatamente o cuando se prevea su pago por cuotas o instalamentos,
dependiendo de lo que se diga en la constitución de la sociedad o en el reglamento
de colocación de acciones, si se trata de aumentos de capital con posterioridad a
la constitución. No obstante, el plazo para el pago total de las cuotas pendientes
no podrá exceder de un año contado desde la fecha de la suscripción (Código de
Comercio, artículo 387), pues su inalidad es la de integrar el fondo social, única
garantía de los terceros.
D) Derecho al voto
Las acciones son títulos nominativos que conieren a sus propietarios una serie de
prerrogativas, tales como la de participar en las deliberaciones de la asamblea y la
de votar en ella. Al ser la acción indivisible y dar derecho a un voto, es lógico que
este sea igualmente indivisible y, por tanto, a pesar de que el socio tenga tantos
votos cuantas acciones posea, el sentido de su voto deberá ser el mismo (Código
de Comercio, artículos 378 y 379). Así lo ha determinado la Superintendencia de
Sociedades, señalando que:
las acciones de igual valor (Código de Comercio, artículo 375) sirven de medida
de determinación de las obligaciones y derechos sociales de los accionistas, de
manera que en una reunión de la asamblea un accionista individualizado vota
una sola vez, cualquiera que sea el número de acciones que posea, o, como se
suele decir para describir el poder decisorio de su voto, vota tantas veces cuantas
acciones posea; y, según se sostendrá en este concepto, salvo excepciones, dicho
voto tiene un mismo sentido, como corresponde al hecho consistente en que el
ejercicio de las facultades emanadas de la condición de accionista lo lleva a cabo,
en principio, un solo sujeto poseedor de una sola voluntad, sin perjuicio de que
este, en los términos del artículo 184 del Código de Comercio, pueda hacerse
válidamente representar por otro.
[...] El voto es la manifestación o forma de expresión de la única decisión del
accionista frente a un determinado acto o proposición; y al ser la decisión la
«determinación, resolución, que se toma o se da en una cosa dudosa» resulta
absurdo propiciar determinaciones que, más que dudosas, sean ambivalentes o,
peor aún, más dudosas que el objeto materia de determinación. Por ejemplo, si
un accionista votara con la mitad de sus acciones a favor de una decisión y, al
mismo tiempo, votara en contra de la misma con la otra mitad de estas, o si con
porcentajes distintos manifestara su voluntad en sentidos opuestos, se daría una
especie de esquizofrenia decisoria contraria a la efectividad del contrato social,
en función del cual deben llevarse a cabo las conductas y manifestaciones de
voluntad de los contratantes.
PARTE 2 - CAP. II: SOCIEDAD ANÓNIMA
[...] Se reconoce la posibilidad de que todos y cada uno de los accionistas pueden
adoptar decisiones para la formación de la voluntad social, independientemente
de que el número de acciones multiplique el poder de voto de una manifestación
de voluntad individual expresada en un único y determinado sentido, la cual no
puede ser escindida o bifurcada cuando proviene de un solo accionista.
[...] La airmación general del carácter unitario de la manifestación de voluntad
de cada accionista o contratante se refuerza al advertir que en el artículo 184
del Código de Comercio, cuando se establece que todo socio pueda hacerse
representar en las asambleas o juntas de socios mediante poder, se restringe el
apoderamiento de forma tal que no es legalmente posible hacerse representar por
varios apoderados que actúen simultáneamente en nombre del mismo accionista;
tal es el efecto de la disposición que prevé que en el poder «[...] se indique el
nombre del apoderado, la persona en quien este puede sustituirlo, si es del caso».
Un supuesto distinto es el de la designación de un representante común por parte
de varios accionistas, lo cual es perfectamente posible, como quiera que en tal caso
a dicho apoderado le corresponde la exteriorización de la voluntad de al menos
dos accionistas, y no de al menos dos acciones y de ahí que pueda pronunciarse
en sentidos distintos, tal y como ha sido aceptado por la doctrina nacional.
[...] Asimismo, una vez veriicado el quórum, el fraccionamiento de voto por parte
de un único accionista presente directamente o por intermedio de apoderado
en la reunión, genera nulidad absoluta de las decisiones sociales cuando a
consecuencia de la dudosa manifestación de voluntad se vulneran las mayorías
legal o estatutariamente exigidas para la adopción de dicha decisión.
[...] Los artículos 411,412 y 413 del Código de Comercio referentes al caso de
acciones objeto de prenda, usufructo o anticresis, conirman la unidad del voto
como regla general, así no exista una disposición legal expresa que lo consagre,
toda vez que estos son excepcionales supuestos en los cuales existe un único
titular de varias acciones y en los que es posible que el voto correspondiente
a alguna o algunas de sus acciones sea ejercido por él, mientras que el de las
demás sea ejercido por otras personas en razón a la desmembración del derecho
real de dominio que legalmente se deriva del modo vinculado a la celebración y
ejecución de tales contratos.
[...] De acuerdo con lo expuesto, se concluye que por regla general el titular de
varias acciones, directamente o a través de apoderado, vota en un solo sentido,
y vota con todas sus acciones; por excepción y cuando media la desmembración
del derecho de dominio y existen prendas, usufructos o anticresis, o en ciertos
eventos de transferencia de acciones a título de iducia mercantil, el titular vota
con algunas de las acciones, en todo caso en un mismo sentido, y uno o varios
terceros pueden ejercer el derecho de voto correspondiente a alguna o algunas
de las acciones y, en caso tal, pueden ejercerlo en un sentido distinto al del voto
del titular (Superintendencia de Sociedades, 2002, Concepto jurídico 22018843).
159
160
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Puede igualmente existir la posibilidad de que sean emitidas acciones con dividendo preferencial y sin derecho a voto, las cuales tendrán el mismo valor nominal de las acciones ordinarias. Estas no podrán representar más del 50 por ciento
del capital suscrito y, en todo caso, dicha emisión requerirá de previa aprobación
de la asamblea general de accionistas (Ley 222 de 1995, artículos 61 a 66). Esta
clase de acciones la estudiaremos con mayor detenimiento posteriormente.
E) Mínimos y máximos de accionistas
El Estatuto comercial establece un mínimo de accionistas como elemento
esencial, sin el cual ni surge a la vida jurídica ni puede continuar si se reduce de
cinco accionistas para su constitución y funcionamiento (artículo 374), lo cual
se justiica al ser una herramienta indispensable para la constitución de grandes
empresas, pues un número menor diiculta su desarrollo y subsistencia. Por otra
parte, no hay un máximo expresamente señalado y entonces podría hablarse de
que no existe un límite para ello.
F) Quórum y mayorías
a) Para deliberar
Salvo que en los estatutos se estipule un quórum inferior, la asamblea tendrá que
deliberar con un número plural de socios que por lo menos represente la mitad
más una de las acciones suscritas (Ley 222 de 1995, artículo 68).
En lo referente al quórum deliberatorio y su conformación, la Superintendencia
de Sociedades ha señalado que:
si como consecuencia del retiro de uno o varios de los socios desaparece el
porcentaje requerido para deliberar, el órgano rector no puede permanecer
en asamblea y la misma habrá de darse por terminada; pero si los accionistas
presentes permiten deliberar pero no decidir, ocurre entonces que la asamblea
podrá mantener su reunión para discutir los temas del día, pero sobre ellos no
podrá adoptar decisión alguna. Desde luego, si se restablece el quórum decisorio,
nada se opone para que los accionistas que lleguen con posteridad participen y
voten las decisiones [...] Por lo expresado, se reitera que si al momento de discutir
las propuestas y votar las decisiones los socios que se ausentan desintegran el
quórum mínimo para deliberar, debe darse por inalizada la reunión, de acuerdo
con lo dispuesto por el artículo 190 del Código de Comercio. Así que en la
reunión habrá de tenerse especial cuidado al momento de adoptar una decisión
para no incurrir en un vicio tal que la haga ineicaz, como consecuencia de haber
sido tomada por una mayoría inferior a la requerida o porque ni siquiera podrían
ya estar reunidos como consecuencia de no existir un porcentaje necesario para
deliberar (Superintendencia de Sociedades, 2001, Oicio 220-00456).
PARTE 2 - CAP. II: SOCIEDAD ANÓNIMA
Este concepto es criticable, pues el artículo 190 del Código de Comercio no indica
que si se desintegra el quórum se deba terminar la reunión; tan solo indica cuándo
las decisiones adoptadas en asamblea o Junta de socios son ineicaces, nulas o
inoponibles. Así mismo, es incorrecto cuando dice que tomar decisiones sin las
mayorías legales da lugar a ineicacia, porque en tal caso, la sanción legal es la
nulidad absoluta.
b) Para decidir con reformas
Las decisiones que se vayan a tomar en la asamblea de una sociedad anónima
requieren para su adopción de la mayoría de los votos presentes en la respectiva
reunión, salvo las decisiones contempladas en los artículos 155, 420, numeral
quinto, y 455 del Código de Comercio, casos en los cuales se aplicarán las mayorías
establecidas (Ley 222 de 1995, artículo 68). Cuando se trate de sociedades que
no negocian sus acciones en el mercado público de valores, puede acordarse un
diferente quórum y, por tanto, serán admisibles mayorías superiores.
Como lo indicamos anteriormente, al no existir mayoría legal para la reforma de
estatutos en sociedades anónimas, deberá aplicarse la mayoría común prevista
en el citado artículo 68, o la mayoría que hubiesen pactado en los estatutos
para sus reformas. Por tanto, dichas reformas requerirán de la mayoría de votos
presentes en la reunión de la asamblea general de accionistas en que se ponga a
consideración el tema o cualquier otra decisión diferente.
La regla de la mayoría ordinaria de los votos presentes, como ya se dijo, solo
tendrá las siguientes excepciones:
• La aprobación de la distribución de utilidades en asamblea o Junta de
socios, con el voto favorable de un número plural de socios que representen,
cuando menos, el 78 por ciento de las acciones, cuotas o partes de interés
representadas en la reunión (Código de Comercio, artículo 155).
• Disponer que determinada emisión de acciones ordinarias sea puesta sin
sujeción al derecho de preferencia, para lo cual se requerirá el voto favorable
de no menos del 70 por ciento de las acciones presentes en la reunión (artículo
420, numeral 5).
• Cuando se realice el pago del dividendo en forma de acciones liberadas de
la misma sociedad, se requerirá del voto del 80 por ciento de las acciones
representadas (Código de Comercio, artículo 455).
c) Para decidir sin reformas
• Se requerirá la mayoría de los votos presentes en la reunión para tomar
este tipo de decisiones. Cuando se trate de sociedades que no negocien sus
acciones en el mercado público de valores, se podrán pactar en los estatutos
mayorías decisorias superiores (Ley 222 de 1995, artículo 68).
161
162
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
5. Constitución de la sociedad
Según el artículo 49 de la Ley 222 de 1995, la sociedad anónima puede constituirse
de dos maneras: por acto único o por suscripción sucesiva. En la primera forma, se
tendrá en cuenta lo señalado en el artículo 110 del Código de Comercio, es decir,
el proceso normal de organización de la sociedad anónima. En el otorgamiento
de la escritura social, quienes participen deberán suscribir por lo menos el 50 por
ciento de las acciones emitidas y pagar la tercera parte de su valor (Código de
Comercio, artículos 374 y 376).
En el procedimiento de la segunda forma, se requerirá de los promotores125, con
el in de que realicen los estudios de pre factibilidad de la empresa y gestionen la
constitución de la misma. Para ello no solo es necesaria la promoción, sino también
la elaboración del programa de fundación126, junto con el folleto informativo de
promoción de las acciones objeto de la oferta; ambos tendrán que ser suscritos por
los promotores, pero el folleto también deberá ser suscrito por los representantes
de las entidades encargadas de la colocación de la emisión. Tanto el uno como el
otro deberán inscribirse en la cámara de comercio del lugar donde se encuentre
ubicado el domicilio principal de la sociedad (leyes 222 de 1995, artículo 50, y 964
de 2005, artículo 41).
La aceptación de la oferta se maniiesta mediante la irma del contrato de suscripción, mediante el cual los suscriptores se obligarán a desembolsar determinadas
sumas de dinero en la entidad designada en el programa de fundación. Cuando
el pago se efectúe por instalamentos, deberá cubrirse al menos la tercera parte
del valor de cada acción suscrita. El pago de la totalidad de las cuotas que queden
pendientes no podrá exceder de un año, el cual comenzará a contarse desde la
fecha en que hubiesen sido suscritas las acciones. En todo caso, si los suscriptores
incumplen esta obligación, «los promotores podrán exigir judicialmente el cum-
125 Ver Capítulo 3, numeral 9, de la Parte primera.
126 El artículo 51 de la Ley 222 de 1995 señala que el contenido del programa de fundación deberá
contener por lo menos las siguientes estipulaciones: «1. El nombre, nacionalidad, identiicación
y domicilio de todos los promotores; 2. el proyecto de los estatutos; 3. el número, clase y valor
nominal de las acciones; 4. el monto mínimo al que deberá ascender el capital suscrito, el número de emisiones, el plazo, y demás condiciones para la suscripción de acciones y el nombre
de la entidad donde los suscriptores deben pagar la suma de dinero que están obligados a entregar para suscribirlas; 5. cuando se proyecten aportes en especie, se indicarán las características
que deberán tener y las condiciones para su recibo; 6. la forma de hacer la convocatoria para
la asamblea general constitutiva y las reglas conforme a las cuales deba celebrarse; 7. la participación concedida a los promotores, si fuere el caso; 8. la forma como deberán manejarse los
rendimientos provenientes del capital aportado y los gastos en que incurran los promotores».
PARTE 2 - CAP. II: SOCIEDAD ANÓNIMA
plimiento o imputar las sumas recibidas a la liberación del número de acciones
que correspondan a las cuotas pagadas» (Ley 222 de 1995, artículo 53).
Cuando no pueda constituirse la sociedad con un monto inferior al señalado en
el programa de fundación y si no se cubre la totalidad de las cuotas que quedaron
pendientes en el plazo indicado, se generará la resolución de pleno derecho de los
contratos de suscripción, con lo cual la entidad tendrá que devolver la totalidad de
las sumas que hubiesen depositado cada uno de los suscriptores.
En el caso en que se cumpla el proceso de suscripción, deberá convocarse y
celebrarse la asamblea constitutiva y otorgarse la escritura de constitución dentro
de los seis meses siguientes a la celebración de la asamblea e inscribirse en el
registro mercantil. Si ello no fuese así, «los suscriptores podrán exigir la restitución
de los aportes junto con los frutos que hubieren producido, sin perjuicio de la
responsabilidad en que pueda incurrir el representante legal» (Ley 222 de 1995,
artículos 59 y 60).
6. Las acciones en la sociedad anónima
A) Importancia y signi cado de la acción
La acción es el eje central de toda sociedad por acciones, ya que representa una
parte alícuota del capital de la sociedad, para el caso particular de la anónima.
Será la inscripción en el libro de accionistas la que otorgue la calidad de accionista
a su legítimo tenedor y, por tanto, generará el vínculo que une al titular con la
sociedad y que establece entre ellos una relación jurídica, pues por una parte el
suscriptor se obliga a pagar el valor de la acción y a someterse a los estatutos, y por
otra, la sociedad le permitirá ejercer los derechos inherentes a la calidad de socio
(Código de Comercio, artículo 384).
Así, la importancia de la acción radica en la potestad de conferir derechos de
tipo patrimonial y administrativo, tales como: el derecho de participar en las
deliberaciones de la asamblea general de accionistas y votar en ella; el derecho a
participar en una porción del dividendo; el derecho a recibir una parte proporcional
de los activos sociales, al tiempo de la liquidación, entre otros, señalados en el
artículo 379 del Código de Comercio y previamente estudiados127. Así mismo,
como ya lo habíamos mencionado, el hecho de estar dividido el capital en acciones
de igual valor, que además de facilitar la vinculación a la empresa, también le
proporciona la permanencia y subsistencia del fondo social por el hecho de que
las acciones son libremente negociables, y en nada altera la sustitución de los
suscriptores o cesionarios de dichos títulos (Código de Comercio, artículo 403).
127 Ver Capítulo 3 de la Parte primera, lo referente a «Derechos del socio», pág. 40.
163
164
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
B) Atributos de la acción como parte del capital
Los atributos de la acción son los siguientes:
• Son títulos de participación, porque las acciones representan una parte del
capital social, contenidas en títulos negociables de igual valor.
• Son nominativas, independientemente de que las mismas no hayan sido
pagadas en su integridad.
• Son indivisibles, lo cual signiica que cuando una acción pertenezca a varios
individuos, deberá asignarse un solo representante para ejercer los derechos
otorgados a los accionistas. De no lograr un acuerdo al respecto, será
designado por el juez del domicilio social (Código de Comercio, artículo 378,
y circular externa 100-000003 de 2015 de la Superintendencia de Sociedades).
• Son susceptibles de ser avaluadas en dinero.
• Es fácil su circulación y negociabilidad, ya que el intuitu personae no
es importante en este tipo societario y, por tanto, hay libertad para su
negociabilidad, pues no requiere de autorización previa de los demás socios
(Código de Comercio, artículo 379, numeral 3), a no ser que en los estatutos
se hubiera pactado derecho de preferencia, caso en el cual toda negociación
que se realice violando dicho pacto podrá ser desconocida por la sociedad
(Código de Comercio, artículo 401, numeral 2).
C) La acción como derecho
La acción coniere a los asociados derechos de carácter general, preferenciales y de
goce. El ejercicio de los mismos no requiere que se exhiba previamente el título,
pues lo que se tiene en cuenta es el libro de registro de acciones de la sociedad
emisora, ya que es a partir de su inscripción cuando produce efectos frente a la
sociedad y a terceros.
De lo expresado se colige que el titular de la acción no es aquella persona a la
que la sociedad ha entregado la acción, pues no es el título el que le coniere la
calidad de accionista, sino que su nombre aparezca inscrito en el libro de registro
de accionistas, como bien lo ha dicho la Superintendencia de Sociedades en los
siguientes términos (el énfasis es mío):
En virtud del carácter nominal de las acciones, la sociedad le reconocerá el carácter
de accionista únicamente a la persona que aparezca inscrita como tal en el libro de
registro de acciones [...] la calidad de accionista de ninguna manera se subordina
a la expedición del título correspondiente, resultando ser un medio probatorio,
pero no necesario para el ejercicio de los derechos correspondientes; el título no
los incorpora, sino que se tienen en virtud de la misma ley (Código de Comercio,
artículo 379). De hecho, si un título representativo de unos derechos sociales se
extraviare, si bien su propietario tiene que proceder conforme a lo establecido en
PARTE 2 - CAP. II: SOCIEDAD ANÓNIMA
el artículo 402 del Código de Comercio, no por ello se inhabilita para ejercer sus
derechos, pues es su registro como accionista en el libro correspondiente el que
brinda la garantía y seguridad en cuanto a su calidad de accionista y participación
porcentual en el capital social.
Es cierto que la legislación mercantil prevé que, para hacer la nueva inscripción
y expedir el título al nuevo adquirente se requiere la cancelación de los títulos
expedidos al tradente; sin embargo, el hecho mismo de no haberse procedido de
conformidad, no representa peligro inminente para su propietario, pues el título
en sí tiene una importancia secundaria, pues es la inscripción en el libro de actas
correspondiente la que cuenta para establecer la calidad de accionista y la que
hace oponibles a la sociedad y a terceros los derechos del accionista.
Además, el acto de cancelación de los títulos es obligación de la sociedad con
base en la carta de traspaso correspondiente, y no de las partes involucradas en el
negocio, quienes no pueden resultar afectadas ni perjudicadas por la negligencia
de los directivos de la sociedad en la cual tienen su inversión (Superintendencia
de Sociedades, 2001, Oicio 220-1082).
Entonces, los derechos de carácter general que tienen los accionistas inscritos
en el libro de registro son los consagrados en el artículo 379 del Código de
Comercio, aunque nótese que no son los únicos, por cuanto pueden ser ampliados
estatutariamente. Estos derechos se caracterizan por ser básicos e inviolables, y
son:
• El de participar en las deliberaciones de la asamblea general de accionistas y
votar en ella.
• El de recibir una parte proporcional de los beneicios sociales establecidos
por los balances de in de ejercicio, con sujeción a lo dispuesto en la ley o en
los estatutos.
• El de negociar libremente las acciones, a menos que se estipule el derecho de
preferencia en favor de la sociedad o de los accionistas, o de ambos.
• El de inspeccionar, libremente, los libros y papeles sociales dentro de los
quince días hábiles anteriores a las reuniones de la asamblea general en que
se examinen los balances de in de ejercicio.
• Y el de recibir una parte proporcional de los activos sociales al tiempo de la
liquidación y una vez pagado el pasivo externo de la sociedad.
Los derechos privilegiados son aquellos que se otorgan a los socios con acciones
privilegiadas y se encuentran estipulados en el artículo 381 del Código de
Comercio. Son los siguientes:
• Un derecho preferencial para su reembolso en caso de liquidación hasta
concurrencia de su valor nominal.
165
166
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
• Un derecho a que de las utilidades se les destine, en primer término, una
cuota determinada, acumulable o no. La acumulación no podrá extenderse a
un período mayor de cinco años.
• Cualquier otra prerrogativa de carácter exclusivamente económico.
Los derechos de goce, por su parte, son creados con el in de compensar los
aportes que se hagan en «servicios, trabajo, conocimientos tecnológicos, secretos
industriales o comerciales, asistencia técnica y, en general, toda obligación
de hacer a cargo del aportante». En todo caso, el titular de estas acciones tiene
determinados derechos según lo indica el artículo 380 del Código de Comercio,
tales como:
• Asistir con voz a las reuniones de la asamblea.
• Participar en las utilidades que se decreten.
• Al liquidarse la sociedad, participar de las reservas acumuladas y
valorizaciones producidas durante el tiempo en que fue accionista, en la
forma y condiciones estipuladas.
D) Características de la acción
El artículo 401 del Código de Comercio señala los requisitos y características que
deben contener las acciones. Tales requisitos son: a) la serie y número de la acción;
b) la irma del representante legal de la sociedad y el secretario; c) la identiicación
de la sociedad; d) la cantidad de acciones representadas en cada título y el valor
nominal de las mismas; e) la clase o tipo de acción; f) si su negociabilidad está
limitada por el derecho de preferencia y las condiciones para su ejercicio, y g) la
identiicación de la persona en cuyo favor se expiden.
Veamos algunos de estos requisitos:
• Serie y número: la sociedad podrá emitir varias acciones, pero para ello
tendrá que añadirle tanto el número de orden como la serie, lo cual es vital
en caso de pérdida, hurto o destrucción del título, para pedir la reposición
del mismo.
• Firmas: deberá contener las irmas del representante legal y el secretario de la
sociedad. La irma podrá hacerse mediante un signo o contraseña de carácter
mecánico (Código de Comercio, artículo 621).
• Identiicación de la sociedad: deberá indicarse la denominación social, el
domicilio social principal, el número y fecha de la escritura de constitución y
la notaría donde fue otorgada.
• Número de acciones representadas en el título: en el título tendrá que
señalarse el número de orden de acuerdo con la serie que le corresponda
y el número de acciones que este representa. Puede darse el caso en que
PARTE 2 - CAP. II: SOCIEDAD ANÓNIMA
•
•
•
•
el título contenga o represente más de una acción y, por tanto, su tenedor
podrá solicitar el cambio por varios títulos fraccionarios que contengan dicha
cantidad de acciones.
Valor de la acción: este requisito reviste suma importancia, pues es el que
determinará el monto de la responsabilidad del socio.
Tipo o clase de acción: deberá determinarse si son ordinarias, privilegiadas,
de goce o de industria, con dividendo preferencial y sin derecho de voto. Las
acciones que sean de una misma clase concederán los mismos derechos; no
obstante, cuando sean privilegiadas, al dorso de los títulos de dichas acciones
tendrán que constar los derechos inherentes a ellas (Código de Comercio,
artículos 380, 381 y 401, ordinal Io).
Limitación de su negociabilidad: la regla general es la libre negociabilidad de
las acciones, pero se puede pactar en los estatutos el derecho de preferencia. Así,
cuando se negocien las acciones, el socio accionista deberá hacerlo atendiendo
al derecho de preferencia que se hubiese estipulado expresamente en los
estatutos. Dicha negociación tendrá que hacerla mediante el representante
legal, ya sea haciendo la oferta a la sociedad o a los demás accionistas. Esta
restricción tiene como in que las acciones queden en primer lugar para sus
accionistas o la compañía, y cuando ello no sea así, pueden transferirse a
favor de terceros (artículo 407, Código de Comercio).
Identiicación del titular: se deberá señalar el nombre completo de la
persona en cuyo favor se expiden, la cual podrá ser natural o jurídica. Esta
identiicación deberá hacerse debido a su carácter de título nominativo.
E) Valor de la acción
Expresa el artículo 375 del Código de Comercio, que el capital se divide en acciones
de igual valor representadas en títulos negociables. Del contenido de la norma se
prevé que al accionista titular de una o varias acciones se le conieren todos los
derechos a su calidad expuestos en el punto B del numeral 6 de este capítulo.
Otro aspecto importante que nos pone de presente el citado artículo, es que el valor de las acciones están representadas en títulos negociables, con lo cual se resalta
que es el aporte o capital social el único garante de las obligaciones que adquiera
la sociedad durante su vida activa. De esta modalidad se deduce que cuando un
accionista las negocie o ceda, lo hace es a través exclusivamente de la acción o
acciones de que es titular, sin alterar el orden interno de la sociedad.
Cuando la norma en análisis expresa que el capital está representado en acciones
de igual valor (valor nominal), ello no debe entenderse en su sentido literal, ya que
en la práctica es susceptible de diferentes valores, como con acierto lo expone la
Superintendencia de Sociedades al decir:
167
168
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
El valor nominal, por ejemplo, es el valor asignado a cada acción desde el momento
de su constitución, y es el que ha de tenerse como punto de partida al momento
de su enajenación, ya que no es posible ijar su precio de venta por debajo de
este tope; el intrínseco, es el valor que le corresponde a cada acción según la
información que presente la contabilidad de la sociedad (valor de los activos
netos , que resulta de la diferencia entre los activos totales y el total del pasivo); el
de mercado, es en el cual entran en juego diferentes factores para determinarlo,
tales como el good will, las utilidades por acción, utilidades probables, etc. En este
orden de ideas, ha de tenerse en cuenta que cada sociedad al momento de emitir
sus acciones no debe necesariamente pensar en el valor nominal como precio
de venta, sino como punto de partida en su negociación, ya que eventualmente
este se ija por encima de su valor nominal, caso en el cual esa diferencia es la
que se denomina prima por colocación de acciones (Superintendencia de
Sociedades, 1998, Oicio 220-73196).
• Particularidades de la acción
De manera general, podríamos decir que las acciones, como títulos, son de carácter
privado, colectivo, son seriados que otorgan derechos crediticios y asociativos,
se encargan de certiicar el derecho de participar dentro de una sociedad y de
conferir o transferir la calidad de socio de la misma, de dividir el capital de la
sociedad y de otorgar o transmitir los derechos del socio, los cuales requieren
de la inscripción en el libro de registro de accionistas para ejercer los derechos
otorgados, pues, como se mencionó previamente, es esta la que otorga la calidad
de accionista y no la simple o mera tenencia de la acción.
Las acciones también pueden ser seriales, por cuanto son emitidas en un mismo
acto y de manera múltiple, de tal manera que se les asigna un valor nominal y una
numeración progresiva. Ello hace que sean de carácter colectivo, pues cualquiera
podrá suscribirlas y, por ende, obtener la calidad de socio y ejercer los derechos
que estas le conieren.
F) Clases de acciones
a) Nominativas
Son expedidas a favor de persona determinada, es decir, de quien las adquiere. Los
artículos 377 y 401 estipulan que las acciones son de carácter nominativo y, como
tales, deben indicar el nombre completo de la persona en favor de quien se expidan,
es decir, tendrá que identiicarse a su titular, el cual también debe concordar con
quien igure en el libro de registro de la sociedad. Lo mismo sucederá en el caso de
las transferencias de las acciones, cuando deben expresarse el nombre, apellidos,
nacionalidad y domicilio de los sucesivos titulares, así como la constitución de
derechos reales y otros gravámenes. Entonces, solo se considerará accionista a
quien se encuentre inscrito en este libro.
PARTE 2 - CAP. II: SOCIEDAD ANÓNIMA
b) Ordinarias
Según el artículo 381 del Código de Comercio, son aquellas que otorgan a sus
titulares el régimen normal de derechos que forman la condición de socio, es
decir, este tipo de acciones son expedidas de manera común y tienen por objeto
conferir no solo la calidad de socio, sino derechos sociales como la participación
y deliberación en la asamblea, al igual que la obtención de beneicios de cada
ejercicio y el recibir parte de los activos durante la liquidación.
c) Privilegiadas
Son aquellas que conceden particulares ventajas o privilegios con relación a las
ordinarias. Se caracterizan por otorgar prerrogativas de carácter pecuniario y su
emisión requiere que sea aprobado en la asamblea general con el voto favorable
de las mayorías de los votos presentes establecido en el artículo 68 de la Ley 222
de 1995. Para la colocación de este tipo de acciones se requiere de un reglamento
que además regule el derecho de preferencia para todos los accionistas y para
su aprobación se requiere de la mayoría anteriormente comentada. Su creación
puede ser al momento de constitución o durante la vida de la sociedad (Código
de Comercio, artículos 381 y 382).
d) De goce y de industria
Son títulos que se entregan a sus titulares en virtud de reembolso por lo aportado.
Dichos títulos son entregados a los accionistas una vez amortizado el capital
(Código de Comercio, artículo 380) y pueden conferir a sus titulares derechos de
contenido patrimonial que integran la condición de accionista.
Como lo vimos en la primera parte de este libro, el aporte puede ser en industria,
con o sin estimación de valor. Por lo general, este tipo de aportes no forman parte
del capital, hasta que no sea amortizado. Los títulos de estas acciones no serán
entregados al socio, hasta tanto no cumpla con su obligación.
e) De capital
Son aquellas que se expiden una vez el suscriptor efectúa el aporte a cambio del
título, el cual puede ser en bienes o en especie, avaluables en dinero (Código de
Comercio, artículo 398), por ser esta la forma general de pago. Tal y como lo indica
el ordinal quinto del artículo 110 del Código de Comercio, debe expresarse en la
escritura de constitución la clase y valor nominal de las acciones representativas
del capital.
I. En tesorería
Son aquellas acciones que son emitidas por la sociedad, quien posteriormente
decide readquirirlas, es decir, estas no han sido suscritas al momento de su
169
170
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
constitución, pero su emisión ha sido autorizada previamente por la asamblea
general de accionistas y su adquisición deberá hacerse con las sumas provenientes
de las utilidades sociales (Código de Comercio, artículo 263).
II. Suscritas
Son aquellas que constituyen y representan una parte del capital autorizado y
cuyo importe se obligan a pagar o han pagado los accionistas al momento de
constituirse la sociedad.
G) En reserva
Son las acciones que no se suscriben al momento de constituirse la sociedad, por
tanto hacen parte del capital autorizado que aún no han aportado los accionistas.
H) Pagadas y no liberadas
Las primeras se reieren a aquellas acciones que han sido pagadas totalmente, y las
segundas, a aquellas que lo han sido parcialmente. En este último caso, el accionista
tiene que pagar la suma restante máximo en un año. Mientras no esté cubierto
su valor, la sociedad solo está obligada a expedir certiicados provisionales a los
suscriptores.
I) Emisión de acciones
Los socios determinan la forma de emisión dependiendo del tipo de acción.
Ello debe constar en la escritura de constitución (artículo 110, numeral 5), pero
puede ocurrir que con posterioridad al acto constitutivo se decida aumentar el
capital, y para ello se decida poner en circulación las acciones que se encuentran
en reserva o crear unas nuevas. Sin embargo, esto depende de que previamente
la asamblea haya pactado hacer una nueva colocación. Así, los administradores
se encuentran facultados no solo para crear, sino para utilizar las acciones no
suscritas y ponerlas en circulación, indicando la clase de acción, el valor nominal
y el tipo de ofrecimientos. En todo caso, toda emisión puede ser modiicada o
revocada por la asamblea general, previamente a su colocación.
J) Colocación y suscripción de acciones
La suscripción de acciones es aquel contrato por medio del cual la sociedad
reconoce la calidad de accionista y entrega la acción a aquella persona que se
obliga a pagar un aporte a la sociedad y a someterse a sus estatutos. Por tanto,
no es el pago de las acciones, sino su suscripción la que coniere la calidad de
accionista (Código de Comercio, artículo 384).
Este contrato es de adhesión ya que quien las vaya a suscribir se somete a los
estatutos; y porque se subordina a las condiciones contenidas en el reglamento de
PARTE 2 - CAP. II: SOCIEDAD ANÓNIMA
suscripción. La Superintendencia de Sociedades expone el alcance del art 384 en
los siguientes términos:
De acuerdo con el art. 384 del código de comercio, la suscripción de acciones
es el contrato por medio del cual una persona se obliga a pagar un aporte a
la sociedad conforme con el reglamento de suscripción y a someterse a sus
estatutos; por su parte el ente jurídico adquiere la obligación de reconocerle
la calidad de accionista y entregarle el título respectivo. Por consiguiente el
contrato, de suyo consensual, se entiende perfeccionado desde el momento que
se concreta el acuerdo de voluntades entre el suscriptor que se obliga en los
términos del reglamento de colocación y la sociedad que hizo la oferta, luego
es a partir de la aceptación de la oferta, dentro del término de la misma, que el
suscriptor adquiere la calidad de accionista con todos los derechos que la ley le
coniere dentro de las limitaciones preestablecidas en la ley o en los estatutos, ya
sea respecto del voto, del traspaso o negociación de acciones, etc.
Cabe precisar que aun cuando la ley establece un plazo para que , una vez perfeccionado el contrato de suscripción, la compañía expida los certiicados provisionales
así como los títulos deinitivos y se inscriban estos en el respectivo libro (artículos
399, inciso. 3, y 195 ibídem), ese término no cuenta para que el suscriptor pueda
comenzar a ejercer los derechos que las acciones coniere a sus propietarios, pues,
como se expuso antes, la calidad de accionista se adquiere desde el momento
en que se celebra el respectivo contrato de suscripción, lo que correlativamente
implica la facultad para ejercer la plenitud de los derechos que esa calidad comporta , sin que pueda supeditarse a la expedición de los correspondientes títulos
(Superintendencia de Sociedades, 2002, Oicio 220-49207).
Será la asamblea general de accionistas quien determine la colocación o suscripción de nuevas acciones cuando vea la necesidad de aumentar el capital suscrito.
Para ello, colocará aquellas acciones que no hubiesen sido suscritas en el acto de
constitución y las que emita posteriormente la sociedad, de acuerdo con el reglamento de suscripción; así mismo, aquellas acciones que la sociedad haya readquirido y decidido poner nuevamente en circulación (Código de Comercio, artículos
385,386 y 396). Una vez la asamblea determine la emisión de las acciones, deviene
su colocación, es decir, la oferta o invitación con el in de dar a conocer las acciones emitidas para ser suscritas. Sin embargo, antes de su colocación o suscripción,
la asamblea general podrá revocar o modiicar la emisión de acciones, con sujeción a las exigencias prescritas en la ley o en los estatutos para su emisión (Código
de Comercio, artículo 383).
Se requerirá la autorización de la Superintendencia de Sociedades cuando la
sociedad emisora se encuentre bajo su control (Ley 222 de 1995, artículo 85,
número 3) o cuando la sociedad emisora se encuentre bajo su vigilancia (Ley
222 de 1995 artículo 84, ordinal 9o). Como lo señala el artículo 390 del Código de
Comercio, deberá acompañarse la solicitud con el correspondiente reglamento, so
pena de ineicacia de la colocación.
171
172
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Entonces, cuando sea requerido el reglamento de colocación de acciones, su
elaboración y aprobación deberá hacerse generalmente por parte de la Junta
Directiva, salvo en el caso de ciertas acciones o cuando los estatutos señalen otra
cosa. El reglamento no se requerirá cuando el aumento del capital se deba a la
capitalización de acreencias, de utilidades, de prima en colocación de acciones
(Ver Parte Tercera, numeral 12, literal b), de la revalorización del patrimonio y de
las reservas.
El reglamento debe contener como mínimo (Superintendencia de Sociedades,
1979, Circular Externa D-08 y Superintendencia de Sociedades, 2015, Circular
Externa 100-000003):
• La cantidad de acciones ofrecidas, es decir, el número de acciones objeto de
la oferta, la cual no podrá ser inferior a las emitidas.
• La proporción y forma en que podrán suscribirse. Los accionistas tendrán
derecho a suscribir determinado número de acciones de acuerdo con
el porcentaje de participación que tengan en el capital de sociedad. La
proporcionalidad se establecerá «en relación con el capital suscrito en la
fecha en que el órgano social competente aprueba el reglamento». La forma
de suscripción de las acciones deberá estar sujeta al derecho de preferencia,
aun si en el contrato social este no se ha dispuesto expresamente.
• El plazo de la oferta, que no será menor de quince días ni excederá de tres
meses. «Si el reglamento contempla dos ofertas, esto es, una dirigida a los
accionistas con derecho de preferencia y otras cuyos destinatarios son los
terceros en general, el plazo individual de cada una de estas propuestas de
negocios jurídicos no será inferior a quince días hábiles ni será superior a
tres meses».
• El precio a que sean ofrecidas, que no será inferior a su valor nominal. Cuando
sea superior a su valor nominal, la suscripción genera para la sociedad una
prima en colocación de acciones representada en la diferencia entre el valor
nominal y el precio de colocación (decreto 2649 de 1993, artículo 84).
• Los plazos para el pago de las acciones. Dicho reglamento contiene todas las
condiciones del contrato de suscripción (Código de Comercio, artículo 386).
Estas podrán ser pagadas de contado o por cuotas, si es en la última forma, deberá
ingresar al fondo social no menos de la tercera parte del valor de cada acción
suscrita y en todo caso, el plazo para el pago total no podrá exceder de un año
contado a partir de la fecha de la suscripción (Código de Comercio, artículo 387).
Para que el reglamento cumpla con la inalidad que busca la sociedad, es decir,
aumentar el capital suscrito, se hace necesaria la comunicación de la oferta
contenida en el reglamento por parte del representante legal a los demás
accionistas, utilizando para ello los medios de comunicación previstos en los
PARTE 2 - CAP. II: SOCIEDAD ANÓNIMA
estatutos para la realización de las convocatorias del máximo órgano social; a falta
de estipulación al respecto, deberá realizarse la comunicación de la oferta por
medio de un aviso en un diario de amplia circulación del domicilio principal de
la sociedad. El plazo para realizar tal comunicación será dentro de los quince días
siguientes a la aprobación del reglamento. El derecho de suscripción de los demás
accionistas podrá ser negociado a partir de dicha fecha y para ello, deberá indicar
a la sociedad el nombre del cesionario (Código de Comercio, artículos 388, 389
y 424).
Así mismo, a partir de la fecha del aviso de la oferta los destinatarios de la misma
podrán manifestar su aceptación por cualquier medio idóneo, lo cual dará, por
consiguiente, el perfeccionamiento del contrato de suscripción, pues el mismo no
requiere de ninguna formalidad.
Una vez culmine el plazo de suscripción, la sociedad realizará en el libro de registro
de acciones la inscripción de los nuevos accionistas o aquellos que hubieran
aumentado su participación mediante la adquisición de nuevas acciones.
Realizada la suscripción, la sociedad estará en la obligación de inscribir en la
cámara de comercio el aumento del capital suscrito, dentro del mes siguiente
al vencimiento de la oferta, ya que el mismo genera la obligación de pagar el
impuesto de registro, según lo indican los artículos 226 de la Ley 223 de 1995
y 153 de la Ley 488 de 1998. Así mismo, deberá registrarse el monto del capital
pagado, dentro del mes siguiente al vencimiento del plazo, para el pago de las
acciones suscritas o al término de la oferta de suscripción, según se trate. Para
tal in se inscribirá en la Cámara de Comercio con jurisdicción en el lugar del
domicilio principal de la sociedad, una certiicación suscrita por el revisor iscal
(artículo 1° Decreto 1154/84).
K) Pago de acciones
Por lo general, las acciones son pagadas en dinero, aunque ello no impide que
se utilice otro tipo de bienes, siempre y cuando estos puedan ser evaluables en
dinero. Cuando este tipo de bienes sean aportados al momento de constituirse la
sociedad, deberán ser avaluados unánimemente por los accionistas fundadores;
en cambio, cuando los aportes de este tipo se hagan posteriormente, su avalúo
deberá ser determinado por la asamblea general o la Junta Directiva, conforme a
lo que dispongan los estatutos (Código de Comercio, artículo 398).
Quien realice la suscripción de acciones se obliga a pagar un aporte y su pago
puede ser total o parcial. En el primer caso, se paga en su integridad en el momento
de la suscripción y, en el segundo, su pago por cuotas se hará cubriendo, por
lo menos, la tercera parte del valor de cada acción suscrita y el saldo pendiente
deberá pagarse en un plazo de un año contado desde la fecha de la suscripción
173
174
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
(Código de Comercio, artículos 376 y 387). Una vez realizado el pago, las acciones
deberán entregarse en el lugar, forma y época estipulados, anotándose la forma de
pago efectuado y los saldos, si existieren.
En caso de que por falta de pago la sociedad tenga obligaciones vencidas en cabeza
de sus accionistas, a elección de la Junta Directiva se acudirá:
al cobro judicial, o a vender, de cuenta y riesgo del moroso y por conducto de un
comisionista las acciones suscritas, o a imputar las sumas recibidas a la liberación
del número de acciones que correspondan a las cuotas pagadas, previa deducción
de un veinte por ciento a título de indemnización de perjuicios, que se presumirán
causados (Código de Comercio, artículo 397).
L) Prima en colocación de acciones
Con fundamento en los artículos 384 y 386 del Código de Comercio, la prima
en colocación de acciones hace parte del aporte entregado por el accionista a
la compañía y por esta razón tenemos que es un aporte cuyo reembolso debe
seguir las exigencias del artículo 145; Su reembolso afectará a todos sus asociados
en proporción a su participación en el capital social, salvo pacto estatutario en
contrario o decisión unánime que resuelva cosa distinta; el valor de la prima no
hace parte del rubro del capital al momento de determinar la causal de disolución
por pérdidas y los accionistas podrán disponer de estas para enjugar pérdidas
siempre que la sociedad se encuentre en causal de disolución y como mecanismo
para enervarla (Superintendencia de Sociedades, 2014, Circular Externa 220000008).
M) Títulos de acciones
Como lo vimos previamente, la acción incorpora no solo las condiciones de
accionista, sino el porcentaje de partición de este en el capital de la sociedad
anónima. Igualmente es un documento que facilita la transmisión y la legitimación
de la condición de accionista, pero para ello es necesario la expedición y entrega
de dicho título. El artículo 399 del Código de Comercio ha consagrado tres
momentos para esta entrega: a) cuando las acciones sean suscritas en el acto de
constitución, el cual se hará dentro de los treinta días siguientes a la fecha de
registro en la cámara de comercio del respectivo contrato; b) a los treinta días
siguientes a la fecha de celebración del contrato de suscripción, y c) cuando el
pago se realice en especie y se veriique su entrega efectiva.
Estos títulos tienen el carácter de provisionales y deinitivos. Los primeros se
expedirán cuando el valor de las acciones no se haya cubierto totalmente, y los
segundos, cuando las acciones sean pagadas íntegramente. Los provisionales
serán meras certiicaciones, las cuales pueden ser en igual medida negociables,
PARTE 2 - CAP. II: SOCIEDAD ANÓNIMA
en cuyo caso tanto el cedente como el cesionario responderán por el importe no
pagado (Código de Comercio, artículo 400).
En cuanto a su forma y contenido, el artículo 401 del Código de Comercio solo
exige que sean expedidas en series continuas, irmadas por el representante legal
y el secretario de la sociedad, además de las indicaciones señaladas previamente
cuando hablamos de las acciones como títulos.
La expedición de duplicados es necesaria en determinadas situaciones, las cuales
son: el hurto, la pérdida o el deterioro del título. Sin embargo, el proceso de
expedición es diferente para cada una de estas circunstancias. En caso de hurto, el
duplicado se hará a nombre de quien estuviere inscrito en el libro de registro, pues
se presume que es el propietario legítimo del título, pero este debe presentar la
copia auténtica del denuncio por pérdida. Cuando es por deterioro, la expedición
de duplicado requiere la entrega del original para que este sea anulado. En caso
de pérdida, la Junta Directiva podrá exigirle una garantía para la expedición del
duplicado y hasta tanto no otorgue dicha garantía no le será entregado el duplicado
(Código de Comercio, artículo 402).
N) Negociación de acciones
En principio, los accionistas pueden negociar libremente las acciones que posean,
pero existen limitaciones que constituyen excepciones a dicho principio. Estas
excepciones se encuentran señaladas en el artículo 403 del Código de Comercio
y hacen referencia principalmente a la enajenación: a) de acciones privilegiadas;
b) de acciones donde se haya pactado el derecho de preferencia; c) de acciones
de industria no liberadas y que requieren autorización de la Junta Directiva o
de la asamblea general, y d) de las acciones que estuvieren gravadas con prenda,
respecto de las cuales se requerirá la autorización del acreedor.
En razón de ello, a la sociedad le queda prohibido hacer inscripciones en el libro
de registro de accionistas cuando no se haya veriicado el cumplimiento de estos
requisitos. Los accionistas estarán impedidos para negociar total o parcialmente
sus acciones a terceros, mientras no se hayan agotado los requerimientos necesarios
para que sus titulares ejerzan el derecho preferente que conste en la acción.
Aunque las acciones no estén totalmente liberadas, podrán ser objeto de
negociación. Así lo indican los artículos 400 y 405 del Código de Comercio,
pues en ese caso el cedente y el cesionario responderán por el pago de las cuotas
insolutas; en otras palabras, las acciones no pagadas íntegramente pueden ser
perfectamente negociadas, y para ello tan solo basta el acuerdo de las partes y la
inscripción en el libro de registro para que tal negociación tenga efectos frente a
la sociedad y a terceros. Para realizar esta nueva inscripción se requiere de orden
previa del enajenante, la cual puede otorgarse en forma de endoso en el título. Así
175
176
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
mismo, será necesaria la cancelación de los títulos expedidos al tradente (Código
de Comercio, artículo 406).
Cuando se trate de la negociación de acciones con derecho de preferencia, se
deben indicar en los estatutos sociales los plazos y condiciones dentro de los
cuales la sociedad o los accionistas podrán ejercer dicho derecho; no obstante,
el precio y forma de pago pueden ser ijados por los interesados. El accionista
que quiera enajenar sus acciones deberá formular la oferta por intermedio del
representante legal, quien hará el traslado de la misma a los demás accionistas, los
cuales podrán ejercer o no el derecho. En todo caso, si llegare a vencerse el plazo
sin que hubiese aceptación, el oferente estará en libertad de vender sus acciones
a terceros, es decir, una vez agotado el plazo para que los socios maniiesten si
desean o no adquirir acciones, podrá realizarse la venta a terceros dentro de un
plazo determinado.
Tratándose de acciones de industria, es indispensable para su negociación que el
accionista haya cumplido con sus obligaciones, es decir, con el aporte de industria
en la forma prometida, pues es lógico que no podrá enajenar las acciones mientras
no le sean entregadas (Código de Comercio, artículo 380).
Por su parte, el artículo 408 del Código de Comercio señala otra situación donde
la enajenación de acciones requiere una autorización especial, y este es el caso de
las acciones que se encuentren en litigio, las cuales necesitan permiso del juez
(número 6 artículo 593, Código General del Proceso)
En igual modo se establece una prohibición particular a los administradores, pues
ellos no pueden enajenar acciones de la misma sociedad mientras se encuentren
al frente de sus cargos, salvo que no sea con ines especulativos, en cuyo caso
requerirá de autorización de la Junta Directiva. Esta autorización será otorgada
con el voto favorable de las dos terceras partes de sus miembros, o de la asamblea
general con el voto favorable de la mayoría ordinaria estatutaria.
Al respecto, vale la pena traer a colación el alcance que a la norma le ha otorgado
la Superintendencia de Sociedades, en los siguientes términos:
La prohibición para enajenar o adquirir acciones de que trata el artículo 404
del Código de Comercio radica en cabeza de quienes ostentan la calidad de
administradores, valga decir, representantes legales, liquidadores, factores,
miembros de juntas o consejos directivos, y demás personas que de acuerdo con
los estatutos ejerzan o detenten funciones de administración [...] La norma parte
del supuesto de que quien tiene acceso a los documentos y a la información de la
sociedad se encuentra en ventaja frente a aquellos accionistas que no cuentan con
esa posibilidad; la disposición exige que los administradores no solo detenten tal
calidad, sino que [también] se encuentren en ejercicio de sus cargos, porque es
de esta manera como valiéndose de su posición en la compañía pueden derivar
provecho de la información que conocen para enajenar o adquirir acciones en
PARTE 2 - CAP. II: SOCIEDAD ANÓNIMA
condiciones más favorables y de las cuales no tienen conocimiento los demás
asociados.
La enajenación debe entenderse como el acto jurídico de disposición a cualquier
título de las acciones de propiedad de quien ostenta la calidad de administrador,
en virtud del cual se transieren las participaciones de capital a otra persona,
lo que indica que para los efectos de la disposición en comento quien enajena
detenta simultáneamente dos condiciones, la de accionista y la de administrador.
En tanto que la adquisición comporta el ingreso de las acciones como bienes
muebles al patrimonio particular del administrador, en razón de una negociación
de acciones en la que este participa como comprador, o de una suscripción de
acciones derivada de un proceso de colocación de acciones adelantado por la
sociedad en la que aquel ejerce dicho cargo. En el caso de la suscripción de
acciones cuando el administrador además de ostentar esta calidad reviste el
estatus de accionista de la sociedad que administra, tal suscripción obedece al
ejercicio del derecho de suscripción preferente que consagra la ley a favor de
todos los accionistas en toda nueva emisión de acciones (Código de Comercio,
artículo 388), y de allí que en este caso no aplique la prohibición contenida en el
artículo 404 del Ordenamiento Mercantil.
La disposición prohíbe que el administrador bien sea por sí mismo o bien a
través de interpuesta persona enajene o adquiera acciones de la misma sociedad.
En el primero de los casos, actúa por sí mismo cuando el acto de enajenación o
de adquisición de acciones lo realiza de manera directa, a nombre propio y por
cuenta propia. Mientras que en el segundo de ellos quien celebra el respectivo
negocio jurídico es otra persona que aparentemente y frente a terceros lo hace
a nombre propio, pero que en realidad obra a favor del administrador de la
sociedad. En este último evento estamos en el terreno de la interposición de
personas, fenómeno este íntimamente relacionado con la igura de la simulación
(Superintendencia de Sociedades, 2007, Oicio 220-047597).
En todo caso no podrán enajenarse aquellas acciones cuya inscripción en el
registro se encuentre cancelada o sea impedida por autoridad competente y que,
por ende, sea necesario el permiso del respectivo juez. En dicha prohibición
incurrirán aquellos administradores que no solo se nieguen a inscribir alguna
enajenación de acciones sin justiicación legal, sino también aquellos, que la
efectúen sin que la enajenación hubiese cumplido con las exigencias señaladas
legal o estatutariamente, y que la misma genere perjuicio en los derechos de
cualquier asociado, de acuerdo con tales circunstancias (Superintendencia de
Sociedades, 2008, Oicio 220-020475).
O) Prenda, usufructo y anticresis de acciones
Los atributos que coniere la calidad de accionista no pueden ser negociados
por separado. No obstante por razón de la autonomía privada de la voluntad,
los accionistas pueden hacer uso de las iguras jurídicas relacionadas con la
desmembración de los atributos de la calidad de accionista y la transferencia de
177
178
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
algunos de estos atributos a una persona diferente, tales como la participación
en las utilidades y a veces el voto. Estas iguras son el usufructo, la prenda y la
anticresis (Código de Comercio, artículos 410 a 413).
A la garantía prendaria se le aplica la Ley 1676 de 2013, por consiguiente para
que sea oponible frente a terceros debe inscribirse en el registro creado por dicha
ley, por así exigirlo el art. 3, que en el inciso 3 habla sobre la prenda de acciones,
anticresis, al considerarlas garantías mobiliarias. Para que estas sean oponibles
frente a terceros, el artículo 21 de la citada ley, exige como mecanismo para tal
efecto, la inscripción en el registro y el art. 82 ibídem, le coniere preferencia a las
disposiciones contenidas en otras leyes.
a) Prenda
Consiste en la entrega de una cosa mueble a un acreedor, con el in de asegurar
el cumplimiento de un crédito. En el caso de las acciones, la prenda se reputa
perfecta con la entrega del título al acreedor prendario y su registro en el libro
de acciones. Esta entrega tiene la particularidad de no conferir los derechos
inherentes a la calidad de accionista, salvo pacto en contrario. Sin embargo,
puede existir la posibilidad que dentro del contrato social se hubiesen estipulado
restricciones al acreedor prendario, en cuyo caso es deber del accionista deudor
informar esa situación a su acreedor prendario, para que sepa los efectos y límites
de dicha negociación.
La Superintendencia de Sociedades ha señalado que cuando en el contrato de
prenda se cedan al acreedor prendario los derechos que se derivan de la calidad
de accionista y él mismo involucre el derecho a participar en las deliberaciones
del máximo órgano social y votar en él, la sociedad podrá remitir la convocatoria
respectiva al acreedor prendario y no al deudor prendario, esto es, al socio
(Superintendencia de Sociedades, 2007, Oicio 220-047380).
b) Usufructo
Consiste en el goce que se tiene de una cosa, situación en la cual surge como
contraprestación la conservación de su forma y sustancia y la restitución a su
dueño. Tal goce será de duración limitada.
Para el caso de usufructo de acciones, el artículo 410 del Código de Comercio
señala que el perfeccionamiento de este se efectuará mediante su registro en el
libro de acciones, coniriendo de esta forma todos los derechos inherentes a la
calidad de accionista, con excepción del derecho de enajenación o gravamen y el
de reembolso en el momento de liquidación.
Así, la calidad de accionista residirá exclusivamente en el nudo propietario y el
usufructuario solo tendrá derecho a los incrementos que se hayan obtenido en la
PARTE 2 - CAP. II: SOCIEDAD ANÓNIMA
sociedad durante la vigencia del usufructo, en proporción al valor desembolsado
de sus acciones, es decir, solo tendrá derecho a los rendimientos económicos que
le corresponden como usufructuario; los restantes derechos corresponderán al
nudo propietario. Pues tal como lo señala el artículo 412 del Código de Comercio,
salvo que las partes pacten otra cosa, con el usufructo se conferirán los derechos
inherentes a la calidad de accionista a excepción de la facultad de enajenar las
acciones, gravarlas o pedir su reembolso durante el proceso de liquidación.
Aquellos derechos que se reserve el nudo propietario deberán constar por escrito.
c) Anticresis
La anticresis se reiere a la entrega que se hace al acreedor de un bien para que se
pague con sus frutos. En el artículo 413 del Código de Comercio se indica que el
acreedor solamente se limita a percibir las utilidades que le corresponden a las
acciones a título de dividendo y que el modo de perfeccionamiento es igual al de
la prenda y el usufructo.
P) Adquisición de acciones de la propia sociedad o
readquisición de acciones
El artículo 396 del Código de Comercio estipula que la sociedad anónima no
puede adquirir sus propias acciones, salvo que lo autorice la asamblea, con la
mayoría de los votos presentes (artículo 68 Ley 222 de 1995), y por tanto, puede
considerarse una operación de negociación excepcional.
En primer lugar, una vez otorgada la autorización por parte de la asamblea general,
deberá constituirse una reserva para la adquisición de las acciones. Y cuando
se haya adoptado la decisión para que pueda llevarse a cabo dicha operación,
deberán utilizarse los fondos de las utilidades líquidas y las acciones que se
pretende adquirir deben encontrarse totalmente liberadas. Una vez adquiridas,
las acciones saldrán de circulación, lo que implica que los derechos inherentes
a las mismas quedarán en suspenso (Superintendencia de Sociedades, 2001,
Oicio 220-28547).
Tan pronto se adquieran las acciones, la sociedad podrá tomar las siguientes
medidas: a) enajenarlas y distribuir su precio como una utilidad, si no se ha
pactado en el contrato u ordenado por la asamblea una reserva especial para
la adquisición de acciones, pues en este caso se llevará el valor a dicha reserva.
Una de las funciones propias de la asamblea es disponer de la distribución de
las utilidades. Luego en este caso es al órgano máximo quien debe decidir si las
utilidades se van a destinar para adquirirlas máxime si en los estatutos se pactó
la formación de reservas especiales; b) distribuirlas entre los accionistas en forma
de dividendo. Esta segunda medida nos indica que por representar utilidades
liquidas no repartidas tienen el mismo alcance de ser distribuidas como bienes
179
180
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
en especie; c) cancelarlas y aumentar proporcionalmente el valor de las demás
acciones, mediante una reforma del contrato social. En el fondo con esta medida
lo que afecta es el valor nominal de las acciones y el número de acciones en que
se divide el capital suscrito; lo cual conlleva una reforma del contrato social en la
cláusula del capital suscrito, el número y el valor nominal de las acciones en que
se divida. Si se adopta esta medida, se reduce el capital suscrito en proporción
al valor nominal de las acciones que se cancelan; y no es necesario reformar los
estatutos en lo que el capital autorizado se reiere. En este caso, al disminuirse el
número de acciones suscritas, se aumenta el valor nominal de las demás acciones;
d) cancelarlas y disminuir el capital hasta concurrencia de su valor nominal, y e)
destinarlas a ines de beneicencia, recompensas o premios especiales. ( Código
de Comercio, artículo 417). Esta última medida, hay que mirar si en el contrato
social está previsto esta clase de actos, siendo de competencia la asamblea quien
la ordena, para lo cual ha de ser aprobada por la mayoría de los votos presentes
(Código de Comercio, artículo 68 Ley 222/95).
Q) Acciones con dividendo preferencial y sin derecho de voto
Los artículos 61 a 66 de la Ley 222 de 1995 hacen referencia a este tipo especial de
acciones. Estas solo podrán ser emitidas si así lo determina la asamblea general
y serán con dividendo preferencial y sin derecho a voto, tendrán el mismo valor
nominal de las acciones ordinarias y no podrán representar más del 50 por ciento
del capital suscrito. La razón de ser de la emisión de estas acciones nace de la
necesidad de quienes solo buscan obtener rendimientos mediante la inversión en
el mercado de capitales, sin buscar participar en la dirección de la sociedad.
Se requerirá de la autorización de la Superintendencia de Sociedades para la
colocación de acciones con dividendo preferencial y sin derecho a voto, de las
sociedades emisoras que estén bajo su vigilancia y control (Ley 222 de 1995,
artículos 84 numeral 9, y 85 numeral 3).
Los derechos que coniere dicha acción son: a) percibir el dividendo mínimo que
ije el reglamento de suscripción, el cual se pagará preferentemente; b) una vez
pagado el pasivo externo, en caso de que se disuelva la sociedad, se tendrá derecho
al reembolso preferencial de los aportes; y c) los mismos derechos previstos para
las acciones ordinarias, salvo el de participar y votar en la asamblea de accionistas.
Además de estos, el reglamento de suscripción podrá conceder también los
siguientes derechos: a) participar en igual proporción de las utilidades que
resulten de deducir el dividendo mínimo; b) participar en igual proporción de las
utilidades que resulten de deducir el dividendo mínimo y el correspondiente a las
acciones ordinarias, cuyo monto será igual al del dividendo mínimo.
Estas acciones solo otorgarán el derecho al voto en los siguientes casos: a) cuando
se tengan que aprobar modiicaciones que desmejoren las condiciones o derechos
PARTE 2 - CAP. II: SOCIEDAD ANÓNIMA
otorgados por estas acciones; b) cuando se vote la conversión en acciones
ordinarias de las acciones con dividendo preferencial y sin derecho a voto; c) los
demás casos que señale el reglamento de suscripción.
El cumplimiento de estos derechos será obligatorio para la sociedad, los cuales
son otorgados por medio de las acciones a sus titulares en la forma, términos
y condiciones ijados y aprobados. En todo caso, los títulos deberán indicar los
derechos especiales que conieren.
Si no es pagado el dividendo, se presume que ello se debe a que la sociedad no está
generando utilidades, ya sea porque se han ocultado o distraído los beneicios y esto
hace que disminuyan las utilidades a distribuir. En este caso, la Superintendencia
de Sociedades podrá determinar que los titulares de estas acciones participen con
voz y voto en la asamblea general de accionistas, hasta que se veriique que han
desaparecido las irregularidades que dieron lugar a esta medida.
7. Dirección y administración128
La sociedad anónima se encuentra compuesta por órganos que poseen un carácter
jerárquico. En primer lugar, encontramos a la asamblea general de accionistas, la
cual se encarga de representar y transmitir el interés de los asociados. A ella se
encuentran sometidos la Junta Directiva y el representante legal. Veamos cada
uno de ellos.
A) Asamblea general de accionistas
Es el máximo órgano social y se encarga de ijar las pautas o criterios de la
sociedad. Debe estar constituida por los accionistas reunidos con el quórum
y en las condiciones previstas en los estatutos o la ley (Código de Comercio,
artículo 419). Los accionistas se encargarán de adoptar las decisiones en la forma
y condiciones que se indiquen en los estatutos o la ley. Para ello, se reunirán
en períodos determinados y dependiendo de los temas a tratar, tales reuniones
pueden ser de dos clases: ordinarias y extraordinarias.
Las primeras se realizan mínimo una vez al año en las fechas indicadas estatutariamente o, en su defecto, dentro de los tres primeros meses de cada año. Si no
fuere convocada, la asamblea se reunirá por derecho propio el primer día hábil del
mes de abril, a las 10 a.m., en las oicinas del domicilio principal donde funcione
la administración de la sociedad; el motivo de convocatoria de las asambleas or-
128 Con referencia al tema en particular, se tratará con más precisión en la parte tercera de este
libro, a partir de la página 331.
181
182
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
dinarias se encontrará determinado en los estatutos, además de las razones que
expresamente señala el artículo 422 del Código de Comercio.
Por su parte, las asambleas extraordinarias surgen cuando sobrevienen circunstancias imprevistas. Por tanto, no pueden tomarse decisiones sobre temas no
incluidos en el orden del día, aunque puede que la mayoría de acciones representadas decida tratar dichos temas y, por ende, los mismos se considerarían una vez
agotado el orden del día (Código de Comercio, artículos 423 y 425).
En cualquier caso, para las reuniones ordinarias deberá hacerse previamente
la convocatoria a los accionistas, en la forma exigida y por los medios idóneos
que se indiquen en los estatutos; a falta de estipulación, la convocatoria deberá
realizarse mediante aviso en periódico de amplia circulación en el domicilio
principal de la sociedad. Cuando se trate de asamblea extraordinaria, además de
esta convocatoria deberá anexarse la orden del día.
La convocatoria deberá realizarse con quince días hábiles de anticipación, cuando
hayan de aprobarse los balances de in de ejercicio, y para las demás reuniones
deberá realizarse en un término de cinco días comunes de antelación (Código de
Comercio, artículo 424).
Si realizada la convocatoria no se lleva a cabo la reunión por falta de quórum, se
requerirá citar a:
Una nueva reunión que sesionará y decidirá válidamente con un número plural
de socios cualquiera sea la cantidad de acciones que esté representada. La nueva
reunión deberá efectuarse no antes de los diez días ni después de los treinta,
contados desde la fecha ijada para la primera reunión (Código de Comercio,
artículo 429, modiicado por la Ley 222 de 1995, artículo 69).
Las deliberaciones podrán suspenderse y reanudarse cuantas veces lo determine
cualquier número plural de asistentes que constituyan por lo menos el 51 por
ciento de las acciones representadas en la reunión. Pero si no se encuentran
representadas la totalidad de acciones suscritas, estas reuniones no podrán
prolongarse por más de tres días (Código de Comercio, artículo 430). Así las
cosas, si transcurrido este término se hayan representadas la totalidad de acciones
suscritas, la asamblea podrá continuar deliberando hasta tanto no se desintegre el
quórum exigido, pues de lo contrario, las deliberaciones deberán concluir.
En cuanto a la suspensión de las deliberaciones, la Superintendencia de Sociedades
ha señalado que:
Las formalidades legales y estatutarias para reanudar la reunión son las previstas
en artículo 430 del Código de Comercio, en concordancia con el citado artículo
186; por tanto, en ningún caso debe mediar nueva convocatoria, toda vez que la
sesión celebrada con fundamento en la decisión de suspensión constituye una
PARTE 2 - CAP. II: SOCIEDAD ANÓNIMA
única reunión cualquiera sea su carácter, pero llevada a cabo en etapa diferente,
atendiendo la voluntad del mencionado órgano, siempre que no se excedan las
condiciones que para el efecto consagró la misma norma (Superintendencia de
Sociedades, 2001, Oicio 220-19266).
Una vez instalada la asamblea general de accionistas, además de las señaladas en
los artículos 187 y 420 del Código de Comercio, ejercerá las siguientes funciones:
• Disponer qué reservas deben hacerse además de las legales.
• Fijar el monto del dividendo, así como la forma y plazos en que se pagará.
• Ordenar las acciones que correspondan contra los administradores, funcionarios directivos o el revisor iscal.
• Elegir y remover libremente a aquellos funcionarios cuya designación le
corresponda.
• Disponer que determinada emisión de acciones ordinarias sea colocada sin
sujeción al derecho de preferencia, para lo cual se requerirá el voto favorable
de no menos del 70 por ciento de las acciones presentes en la reunión.
• Adoptar las medidas que exigiere el interés de la sociedad.
• Las demás que le señalen la ley o los estatutos, y las que no correspondan a
otro órgano.
Sin embargo, vale la pena anotar que estas no son las únicas facultades que tiene
la asamblea y que en los distintos artículos del Estatuto Mercantil se indican
otras como: a) determinar el valor de los aportes efectuados posteriormente al
acto de constitución, siempre que dicha facultad no le hubiese sido asignada
a la junta de directiva; b) cuando se trate de aportes en usufructo, ordenar su
restitución si ello se ha acordado y regulado en los estatutos; c) aprobar que el
revisor iscal tenga auxiliares y determinar las remuneraciones de los mismos;
d) cuando surja una causal diferente de disolución que no tenga efectos de pleno
derecho, o que no haya sido declarada judicialmente, podrá declarar disuelta la
sociedad o adoptar medidas tendientes a evitar la disolución según la causal; e)
nombrar a los liquidadores y sus suplentes; f) resolver las discrepancias que se
presenten entre los liquidadores que actúan en consuno; g) aprobar las cuentas
de los liquidadores y el acta de prorrateo del remanente de los activos; h) podrá
prescindir de realizar la liquidación para constituir nueva sociedad por acuerdo
de la totalidad de socios; i) emitir acciones privilegiadas y de industria, después
de la constitución de la sociedad; j) autorizar a los administradores la adquisición
de acciones, cuando la Junta Directiva no lo haga.
En todo caso, cualquier determinación adoptada por la asamblea deberá hacerse
constar en el libro de actas, las cuales se encabezarán:
183
184
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
con su número y expresarán cuando menos: lugar, fecha y hora de la reunión;
el número de acciones suscritas; la forma y antelación de la convocación; la lista
de los asistentes con indicación del número de acciones propias o ajenas que
representen; los asuntos tratados; las decisiones adoptadas y el número de votos
emitidos en favor, en contra, o en blanco; las constancias escritas presentadas por
los asistentes durante la reunión; las designaciones efectuadas, y la fecha y hora
de su clausura (Código de Comercio, artículo 431).
Adicionalmente a esta estipulación legal, el artículo 131 del decreto 2649 de 1993
indica que en la elaboración de las actas deberá especiicarse el nombre del órgano
y la numeración sucesiva de las mismas. En caso de que se omitan algunos datos,
se prevé la posibilidad de realizar actas adicionales por quienes actuaron como
presidente y secretario. No obstante cuando se trate de aclarar o hacer constar
una decisión del órgano social, deberá ser aprobada por quien hubiera designado
para ello.
B) Junta directiva
Es el órgano de dirección y administración de carácter permanente que se
encarga de ejercer la gestión de la sociedad. Los miembros que la conforman
son verdaderos mandatarios, con los derechos y obligaciones que a ellos les
corresponden. Además es un órgano colegiado de actuación obligatoria en este
tipo societario.
Debe estar integrada con no menos de tres miembros, ya sean personas naturales
o jurídicas, cada uno de los cuales contará con un suplente, ya sea personal o
numérico; si no se estipula nada al respecto, se entenderá que los suplentes son
numéricos ( Código de Comercio, artículo 434).
No obstante, se prohíbe que en las juntas existan mayorías conformadas por
personas con parentesco (Código de Comercio, artículo 435), a excepción de las
sociedades de familia, entendidas estas como aquellas sociedades donde:
Debe existir entre dos o más socios un parentesco de consanguinidad hasta el
segundo grado (padre, madre, hijos y hermanos) o único civil (padre o madre
adoptante e hijo adoptivo), o estar unidos entre sí matrimonialmente, siempre
y cuando los socios así relacionados ejerzan sobre la sociedad un control
económico, inanciero o administrativo (Superintendencia de Sociedades,
1994, Oicio 220-14246129).
Como la administración de los negocios sociales no corresponde a un grupo
particular de socios, la Junta Directiva tendrá atribuciones para autorizar la
129 Este artículo 435 no se aplica en la sociedad por acciones simpliicada, salvo que en los estatutos
se disponga lo contrario.
PARTE 2 - CAP. II: SOCIEDAD ANÓNIMA
celebración de cualquier acto o contrato, a in de obtener la consecución del objeto
social, siempre y cuando se encuentre comprendido dentro de la órbita del objeto.
Además, la junta tomará las determinaciones para el cumplimiento de los ines de
la sociedad y lo hará con la presencia y los votos de la mayoría de sus miembros,
salvo que se estipule un quórum superior.
Este órgano será elegido por la asamblea general de accionistas. Dicha elección se
realizará conforme a lo indicado en los estatutos sociales, mediante la aplicación
del sistema de cuociente electoral.
Este se determinará dividiendo el número total de los votos válidos emitidos por
el de las personas que hayan de elegirse. El escrutinio se comenzará por la lista
que hubiere obtenido mayor número de votos, y así en orden descendente. De
cada lista se declararán elegidos tantos nombres cuantas veces quepa el cuociente
en el número de votos emitidos por la misma, y si quedaren puestos por proveer,
estos corresponderán a los residuos más altos, escrutándolos en el mismo orden
descendente. En caso de empate de los residuos, decidirá la suerte (Código de
Comercio, artículo 197).
En todo caso, de presentarse una vacante sobreviniente, será necesario el voto
unánime de los accionistas presentes en la reunión de asamblea general de
asociados, pues, de lo contrario, se requerirá elegir a todos los miembros de la
junta. Ello es posible debido a que los administradores son de libre remoción y, por
consiguiente, los nombramientos podrán ser revocados libremente en cualquier
tiempo. Cualquier pacto en contrario será ineicaz de pleno derecho, sin que sea
necesaria declaración judicial o administrativa.
Se reunirá la Junta Directiva una vez se realice la convocatoria por ella misma, por
el representante legal, por el revisor iscal o por dos de sus miembros que actúen
como principales. Una vez reunida, sus miembros deberán actuar de manera
conjunta, pues cada uno propiamente considerado carecerá de capacidad para
tomar decisiones. Entonces, para deliberar y tomar decisiones, la Junta Directiva
deberá reunirse conforme a las formalidades y el quórum que se señalen en
los estatutos o, a falta de estos, los que le indique la ley. Su carácter de órgano
colegiado radica en que sus funciones son desempeñadas de manera colectiva y,
por ende, también las decisiones que se tomen, las cuales tendrán que constar en
actas (Código de Comercio, artículo 437).
La ley da libertad a los socios de estipular de manera detallada en los estatutos
sociales las funciones que tiene que cumplir este órgano. Salvo estipulación en
contrario, la Junta Directiva tendrá atribuciones suicientes para la celebración
de actos o contratos que se relacionen con el objeto social, aunque su función
principal siempre será la de administrar la empresa conforme al objeto social
(Código de Comercio, artículo 438), pero esta administración deberá extenderse
a toda aquella gestión interna tendiente a ordenar a los demás órganos sociales la
185
186
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
ejecución de determinados actos. En todo caso, deberá expresarse en los estatutos
cualquier limitación a tales facultades, pues, de lo contrario, serán inoponibles a
terceros.
Vale la pena anotar que su facultad de administración no podrá delegarla a
terceros extraños o comités, pues se afectaría la responsabilidad que la ley asigna
a todo administrador por la gestión realizada.
C) Representante legal
Es la persona (o personas) encargada de ejercer la gestión externa de la sociedad,
pues será quien la represente ante terceros. Tal representación deberá sujetarse a
lo que le señalen la ley y los estatutos sociales. Sin embargo, a falta de los últimos,
se entenderá que las personas que representen a la sociedad podrán ejecutar y
celebrar aquellos actos que se encuentren comprendidos en el objeto social, es
decir, todas aquellas personas que desarrollen las actividades señaladas en el
objeto social.
Si en los estatutos no consta ninguna restricción a tales facultades y los mismos
se encuentran inscritos en el registro mercantil, se entenderá que no serán
oponibles a terceros. Usualmente algunas de estas restricciones tendrán que ver
con la naturaleza y cuantía del acto o contrato y que, por ende, será requerida la
autorización de la asamblea general de accionistas.
Por su parte, el Código de Comercio permite la existencia de uno o varios
representantes legales, quienes serán designados por la Junta Directiva, o si
lo indican los estatutos, por la asamblea general, para que aquellos ejerzan
la representación de manera temporal, es decir, en períodos determinados y
revocables, o lo que es lo mismo, de libre nombramiento y remoción (Código de
Comercio, artículo 440).
El representante legal tendrá por obligación presentar cuentas comprobadas de
su gestión ante la Junta Directiva o asamblea general, siempre que las mismas se
lo exijan, al in de cada ejercicio contable y cuando se retire del cargo (Ley 222 de
1995, artículo 45).
En caso de que sean designados más de un representante legal, deberá además
señalarse si tendrán que actuar de manera conjunta o separada y en forma
temporal o permanente, pues es vital que ante la falta de uno, el suplente ejerza
las funciones de representación, y así evite la parálisis de la empresa, pues es el
encargado de dirigir las relaciones internas y externas y de ejecutar las decisiones
de la asamblea general y la Junta Directiva. En todo caso, cuando el representante
legal principal no pueda ejercer su cargo, será el suplente quien lo reemplace,
contando para ello con las mismas facultades del principal.
PARTE 2 - CAP. II: SOCIEDAD ANÓNIMA
Al momento de ser designados, deberá constar en la escritura de constitución el
nombre, domicilio, facultades y obligaciones de quienes serán los encargados de
representar a la sociedad. Por tanto, deberá inscribirse en el registro mercantil su
designación y remoción, junto con la copia del acta de la Junta Directiva, o en su
defecto de la asamblea general, que fue aprobada y irmada por el presidente y el
secretario del respectivo órgano social, o a falta de estos, la irma del revisor iscal.
Su designación o remoción no implicará la reforma del contrato social, sino que
se entenderá como una forma de ejecutar o desarrollar el contrato y, por tanto,
solo será necesario su registro.
Así, cuando no se cancele la inscripción mediante el registro de un nuevo nombramiento de quienes iguren como gerentes principales y suplentes en el registro,
se entenderá para todos los efectos legales que aquellos seguirán ejerciendo la
representación legal de la sociedad (Código de Comercio, artículos 164, 441 y
442). Sobre este tema, la Corte Constitucional ha señalado respecto al requisito
de publicidad que:
«La principal sanción que consagra el ordenamiento jurídico para la falta de
registro de los actos sometidos a dicha exigencia es la inoponibilidad mercantil,
es decir, la ausencia de producción de efectos de los actos realizados en relación
con los terceros. Nótese cómo, en este contexto, la inoponibilidad se relaciona
con la inalidad de publicidad propia del registro mercantil.
[...] Esto signiica que el incumplimiento del requisito de publicidad impide que
el acto produzca efectos jurídicos en relación con los terceros y que, en ningún
caso, dicha omisión puede llegar a desconocer la validez de un acto entre las
partes. Luego, como la falta de registro acarrea la inoponibilidad del acto y esta
conduce a la protección de los terceros, la exigencia de dicho registro no se somete
a su realización en un plazo determinado, sino que, por el contrario, supone la
diligencia de las partes, so pena de soportar las consecuencias derivadas de la
inobservancia de la citada carga de legalidad (Corte Constitucional, 2003,
Sentencia C-621).
A su vez, la misma Corte ha ijado el alcance del artículo 164 del Código de
Comercio indicando que:
La sola presencia de la expresión «para todos los efectos legales», en el artículo
164 del Código de Comercio, hace que dichos sujetos sigan considerándose
como tales en todo sentido, mientras no se cancele dicha inscripción mediante el
registro de un nuevo nombramiento o elección.
[...] En ningún tiempo, la renuncia, destitución o cualquier otra causa natural
o legal de terminación del cargo, aun registradas —como lo permite el artículo
163 del Código de Comercio—, permitiría desvincular al representante o revisor
iscal de la responsabilidad frente a terceros mientras no se registre un nuevo
nombramiento. De manera que, la cesación de funciones y responsabilidades
estaría sujeta a una condición futura e incierta que es la realización del referido
nombramiento y su posterior registro, «actos jurídicos que no dependen de la
voluntad de los que iguran inscritos, sino de otros órganos sociales que no tienen
señalado un plazo para llevarlos a cabo».
187
188
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Sin embargo, a juicio de esta Corporación, dicha conclusión no puede constituir
la ratio iuris de la sentencia de la referencia, ya que, según lo determinó la misma
Corte, los artículos 163 y 164 del Código de Comercio, solo pueden considerarse
constitucionales bajo el entendido que la responsabilidad que endilgan a los
representantes legales y revisores iscales tenga un límite.
Por tanto, se entenderá que «no es representante legal, administrador o revisor
iscal quien aparece en el registro mercantil, sino quien de conformidad con
la decisión del máximo órgano de la sociedad o de la Junta Directiva —previa
delegación— ejecuta los actos propios de esos cargos». Por otra parte, no es
indispensable la decisión de la sociedad mediante Acta, cuando las causales que
impiden la ejecución de los actos de representación o administración se derivan
de circunstancias naturales, por ejemplo, la muerte (Corte Constitucional,
2003, Sentencia T-974).
D) Derecho de inspección de los socios. Inexistencia de la
obligación de entregar copias
Cada uno de los accionistas tiene la potestad de inspeccionar las actividades que
desarrolle la sociedad. Esta potestad se ve relejada en el derecho que poseen los
socios de examinar los libros y documentos de la compañía.
De manera general, el artículo 48 de la Ley 222 de 1995 preceptúa el derecho de
inspección con el que cuentan los socios sobre los libros y papeles de la sociedad.
Especíicamente para la sociedad anónima, tres artículos del Código de Comercio
hacen especial referencia al derecho de inspección en este tipo societario. El
artículo 379 del Código de Comercio, en su numeral cuarto, hace referencia al
derecho que asiste al accionista de inspeccionar libremente los libros y papeles
sociales dentro de los quince días hábiles anteriores a las reuniones de la asamblea
general en que se examinen los balances de in de ejercicio; el artículo 422 establece
la obligación en la que se encuentran los administradores de permitir el ejercicio
del derecho de inspección a los accionistas o a sus representantes en el término
legalmente establecido; a su vez, el artículo 447 arguye al derecho de inspección
respecto de los documentos mencionados en el artículo 446 y los libros y demás
comprobantes exigidos por la ley.
La Superintendencia de Sociedades se reirió acerca del término legal de quince
días anteriores a la asamblea de accionistas, para ejercer el derecho de inspección,
reiterando130 su posición acerca de que no se está en la obligación por parte de los
130 Ya en Oicio 220-63283 del 28 de diciembre de 1995 la Superintendencia de Sociedades había
indicado: «[…] La libertad del asociado según las voces del citado artículo 369, es la de examinar,
vocablo este, que no tiene una connotación diferente a la de escudriñar con cuidado y diligencia el
tema de su interés, pero no va más allá de una simple inspección; esto es, que el asociado no puede,
PARTE 2 - CAP. II: SOCIEDAD ANÓNIMA
administradores de entregar copias de los documentos a inspeccionar por parte
de los socios.
[…] Es así como, en las sociedades anónimas, el acceso a los mismos por parte
de los accionistas se deriva de su derecho de inspección sobre éstos, el cual, para
este tipo societario responde en cuanto al tiempo de su ejercicio a lo exigido en
los artículos 379 y 422 del ordenamiento mercantil, que lo ubica, exclusivamente,
en los quince días anteriores a la asamblea en que se examinen los balances de in
de cada ejercicio.
Adicionalmente, del contexto de la normatividad que regula el derecho de inspección, se colige que los libros, documentos e información sujetos a examen
por parte de los asociados, serán los que ilustren y le aclaren a éste o a su representante, lo relacionado con el período contable a considerar, luego se concluye
también que la información a la que está obligado el administrador a someter
a inspección de los asociados es la correspondiente al último ejercicio, pues los
documentos propios a ejercicios anteriores suponen que fueron objeto de iscalización individual en la oportunidad legal correspondiente.
Súmese además que, en sentido estricto, no existe en la legislación mercantil una
disposición expresa que otorgue a los asociados o a los accionistas la facultad de
solicitar copia de los documentos sometidos a su inspección. Por el contrario,
claramente se iniere que sin perjuicio del derecho de inspección consagrado en
los artículos 369 y 442 del Código de Comercio, en concordancia con el artículo 48
de la Ley 222 de 1995, que le coniere en general a todos los asociados la facultad
de examinar directamente o mediante delegado, los libros y comprobantes
de la sociedad, en la oportunidad establecida para cada tipo societario, los
administradores no tienen legalmente la obligación de entregar a los socios
copia de ningún documento de la compañía. […] (Superintendencia de
Sociedades, 2011, Oicio 220-164200).
Sin embargo, en Oicio 220-63283 del 28 de diciembre de 1995, la Superintendencia
airmó que nada impide al máximo órgano de administración autorizar la entrega
de copias a los socios que se encuentren ejerciendo el derecho de inspección.
E) Revisor scal
En particular, la revisoría iscal de la sociedad anónima es de carácter obligatorio,
pues así lo señala el artículo 203 del Código de Comercio. El nombramiento de
la persona que ejerza la revisoría deberá hacerlo la asamblea general, pero para
su designación será necesaria la mayoría estipulada en los estatutos (Código de
Comercio, artículos 203 a 217).
con base en la norma en comento, reclamar a los administradores de la sociedad, nada distinto;
sacar fotocopias o exigirlas, supera el derecho allí consagrado […]».
189
190
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
8. Disolución de la sociedad anónima
Varias son las causales que generan la disolución de la sociedad, como: a) el vencimiento del término de duración del contrato; b) la imposibilidad de desarrollar
la empresa; c) por decisión de los asociados; d) por declaración de liquidación
obligatoria de la sociedad; e) por decisión de autoridad competente.
La sociedad anónima en particular se disuelve cuando: a) se presentan pérdidas
que ocasionan la reducción del patrimonio neto por debajo del 50 por ciento
del capital suscrito y b) cuando el 95 por ciento o más de las acciones suscritas
pertenezca a un solo accionista (Código de Comercio, artículo 457).
A) Causales
a) Cuando ocurran pérdidas
No será la simple ocurrencia de las pérdidas lo que dé lugar a la causal de
disolución, sino que las mismas ocasionen que el patrimonio de la sociedad se
encuentre ubicado por debajo del 50 por ciento del capital suscrito.
El representante legal y la Junta Directiva tendrán que abstenerse de iniciar nuevas
operaciones y deberán convocar a la asamblea para informar dicha situación; en
esta reunión, la asamblea puede tomar medidas tendientes al restablecimiento del
patrimonio o, en caso contrario, deberá procederse a la liquidación.
El artículo 459 del Código de Comercio estipula un término de seis meses para que
sea llevada a cabo la medida de restablecimiento. Este término se contará a partir
del momento en el que el máximo órgano social tenga conocimiento de la causal y
no desde la fecha de corte de los respectivos estados inancieros. Será con el balance
de in de ejercicio con el cual se llegue a determinar la ocurrencia de las pérdidas.
b) Cuando el 95 por ciento de las acciones radique en cabeza
de un solo accionista
Es una situación común dentro de este tipo societario. Como lo vimos anteriormente, la pluralidad de asociados y, por ende, la concurrencia de varios intereses
es un elemento básico del contrato social; la ausencia de pluralidad será sancionada con la disolución, es decir, de presentarse esta causal, la sociedad deberá decretar obligatoriamente la disolución y, por consiguiente, liquidar el capital social.
9. Liquidación de la sociedad anónima
El trámite dispuesto es el consagrado en el artículo 225 del Código de Comercio
el cual está desarrollado en el capítulo segundo de la cuarta parte de este libro.
Capítulo III
Sociedad de Responsabilidad Limitada
1. Reseña histórica
En la vida comercial inglesa nació esta sociedad como una subespecie de la
sociedad anónima, conocida como una agrupación de compañías privadas con
pocos socios, cuyo soporte era el conocimiento mutuo. Esta sociedad no se
dirigía al público para la suscripción del capital, ni permitía que el interés social
se negociara libremente como con las acciones.
Alemania fue el primer país que reglamentó y le dio fundamento legal a la sociedad
de responsabilidad limitada (Ley de 22 de abril de 1892), siendo conocida por sus
iniciales G.M.B.H. La ley alemana sirvió de inspiración a la austríaca de 1906, y
luego se difundió por el mundo entero. El primer país que la adoptó en América
Latina fue Brasil (1919) y luego Chile (1923).
En nuestro sistema legal fue introducida en el año 1937, mediante la Ley 124,
con gran acogida entre los comerciantes e industriales, tanto que las sociedades
colectivas existentes adoptaron el nuevo tipo y se transformaron en sociedades de
responsabilidad limitada.
2. Función económica
Su estructura surge de la idea de facilitar la creación de una forma de sociedad
apta para aquellas asociaciones de tipo cerrado y de dimensiones pequeñas o
medianas, en las que se maniiestan algunas huellas del intuitu personae, para que
192
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
se puedan dedicar a la explotación de una actividad económica sin adquirir la
calidad de comerciantes, ni comprometer su responsabilidad personal, como en
la sociedad colectiva, pero con un régimen sencillo, en contraposición al riguroso
y exigente formalismo en su funcionamiento de la sociedad anónima.
Está revestida de rasgos que expresan su constitución y funcionamiento, solo para
el desarrollo de empresas medianas o pequeñas. A manera de ejemplo estos rasgos
son: a- no puede exceder de 25 socios, so pena de nulidad absoluta; b- los aportes
no están representados en títulos negociables; y c- la negociabilidad de los aportes
está sometida a un proceso riguroso con el in de evitar el ingreso de terceros.
3. Concepto
A la sociedad de responsabilidad limitada se le concibe como una sociedad de
carácter mixto, o como una forma intermedia que posee ciertas características de
las sociedades de personas, como la relación intuitu personae entre los asociados,
o de las sociedades de capitales, como la limitación de la responsabilidad frente a
terceros.
Sin embargo, a este tipo societario le son aplicables, en lo no previsto, las
disposiciones de la sociedad anónima, por así ordenarlo el artículo 372 del Código
de Comercio.
A pesar de lo anterior, la sociedad de responsabilidad limitada conserva las siguientes características de las sociedades de personas:
• La posibilidad de identiicarse por medio de una razón social (Código de
Comercio, artículo 357).
• La administración y representación de la sociedad corresponde a todos los
socios (Código de Comercio, artículo 358).
• La aprobación de los asociados para el ingreso de un nuevo socio (Código de
Comercio, artículo 365).
• La reforma del contrato social, por el ingreso o retiro de un asociado o para la
cesión de cuotas sociales (Código de Comercio, artículo 362).
• La no negociabilidad ni representación de las cuotas por títulos.
• Por otro lado, posee las características de las sociedades de capital en los
siguientes aspectos:
• Constitución previa del capital y su efectiva integración (Código de Comercio,
artículo 353).
• Responsabilidad limitada hasta el monto de los aportes (Código de Comercio,
artículo 354).
• Las cuotas representan alícuotas de igual valor en el capital social (Código de
Comercio, artículo 354).
PARTE 2 - CAP. III: SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA
• El número de votos según la cantidad de cuotas (Código de Comercio,
artículo 359).
• La disolución de la sociedad por pérdidas que afecten el capital social (Código
de Comercio, artículo 370).
• La continuación de la sociedad con los herederos del socio fallecido (Código
de Comercio, artículo 368).
• La protección del capital social mediante la reserva legal (Código de
Comercio, artículo 371).
• La continuación de la sociedad a pesar del concurso o incapacidad sobreviniente de un asociado (Código de Comercio, artículo 370).
Aunque en esta enunciación quedan comprendidas algunas de las características
principales de esta forma social, una deinición precisa que comprenda sus
rasgos más sobresalientes podría ser la siguiente: la sociedad de responsabilidad
limitada está formada por la reunión de un fondo común, suministrado por
socios responsables hasta el monto de sus respectivos aportes, cuyo capital está
dividido en cuotas de igual valor, pagado íntegramente al momento de constituirse
la sociedad, y que existe bajo una denominación o razón social seguida de las
palabras «limitada» o «Ltda.».
4. Características
A) Número mínimo y máximo de socios
La pluralidad de asociados constituye un elemento esencial del contrato y
condición de existencia de la sociedad. El número mínimo de socios que se
exige en la sociedad de responsabilidad limitada es de dos asociados y el número
máximo que ija la ley es de veinticinco (Código de Comercio, artículo 356).
De manera que la sociedad será nula de pleno derecho si se constituye con un
número de socios que exceda del máximo legal. Aunque si durante su existencia
se excediera de veinticinco, tiene un plazo de dos meses siguientes a la ocurrencia
del hecho para transformarse en otro tipo de sociedad o reducir el número de sus
asociados para enervar la causal de disolución (Código de Comercio, artículo 356).
La reducción del número de socios puede realizarse por medio de la concentración
de cuotas (se disminuye el número de socios sin afectar el capital) o por disminución
de cuotas por reducción del capital social, donde deberá cumplirse la autorización
de la Superintendencia de Sociedades y la aprobación del funcionario competente
del Ministerio del Trabajo en los casos exigidos por la ley (Código de Comercio,
artículo 145 numeral 7, artículo 86 Ley 222/95 y Resolución 220-004850/212
Superintendencia de Sociedades).
193
194
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
B) Designación de la sociedad
La legislación mercantil permite que la denominación de la sociedad se haga
mediante razón social o denominación social (Código de Comercio, artículo
357), es decir, mediante el nombre completo o el solo apellido de uno o varios
de los socios, seguido de las expresiones «y compañía», «hermanos», «hijos», u
otras análogas (Código de Comercio, artículo 303), o por la actividad económica
constitutiva de la empresa social, seguida en cualquiera de los dos casos de la
palabra «limitada» o de su abreviatura «Ltda.», que de no hacerse, hará a sus
asociados responsables solidaria e ilimitadamente frente a terceros.
De esta forma, podemos concluir que el empleo de la palabra limitada en la
denominación de la sociedad determina la tipiicación de la forma social y, en
consecuencia, la limitación de la responsabilidad de sus asociados.
C) Limitación de la responsabilidad de sus asociados
Producto de la terminología inglesa (limited company) que se ha extendido
a todas las legislaciones, y de su primer antecedente legislativo en Alemania
(Geselschat mit beschränkter Hatung – G.M.B.H.), es la denominación «sociedad
de responsabilidad limitada». Pero si observamos quién y en qué sentido
limita aquí su responsabilidad, encontramos que la denominación dada a este
tipo de sociedad mercantil resulta impropia, puesto que cuando hablamos de
responsabilidad limitada no pensamos en la sociedad, sino en los socios. La
sociedad como persona jurídica, sujeto de derechos y obligaciones, no responde
limitadamente, sino que todo su patrimonio queda afecto al cumplimiento de las
mismas.
En ese orden de ideas, la limitación de la responsabilidad de sus asociados ocurre
gracias a que el capital social está formado de aportaciones limitadas, que una vez
realizadas hacen que los socios no respondan ni frente a la sociedad ni frente a
los acreedores sociales con su patrimonio propio, ya que solo están obligados a
incorporar al fondo social el capital ofrecido. De esta forma, los acreedores solo
pueden dirigirse contra el patrimonio de la sociedad, de modo que si los activos
sociales no alcanzan para satisfacer las acreencias sociales, el déicit resultante
constituirá pérdida para aquellos. Por otro lado, la limitación de la responsabilidad
permite que para adquirir la calidad de socio no es necesario ser una persona
plenamente capaz.
Entonces, en la sociedad de responsabilidad limitada los asociados responden
hasta el monto de su respectivo aporte (Código de Comercio, artículo 353),
salvo que en los estatutos se pacte para todos o alguno de los socios una mayor
responsabilidad, prestaciones accesorias o garantías suplementarias, expresándose
naturaleza, cuantía, duración y modalidades. En estos casos, lo que hay es una
PARTE 2 - CAP. III: SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA
responsabilidad que los socios asumen por razón de mejorar su relación comercial,
al ofrecer prestaciones o garantías adicionales. Encontramos, entonces, que la ley
permite que en la escritura de constitución o de reforma se estipule una mayor
responsabilidad para todos o para alguno de los socios, con el in de mejorar la
prenda general de los acreedores. Pero hay que recordar que cuando se pacte una
mayor responsabilidad, la pérdida que sufrirá el socio obligado estará constituida
por el valor de su aporte aumentado por el valor al cual se haya extendido su
responsabilidad, valor que adquiere el carácter de un aporte adicional, exigible
dentro del proceso de liquidación (Código de Comercio, artículo 243).
A pesar de lo anterior, existen cuatro casos en los que la limitación de responsabilidad de los socios no tiene lugar, los cuales se mencionan a continuación:
• Aportes en especie, debido a que los socios responden solidariamente
del valor atribuido a tales aportes, a la fecha de su aportación (Código de
Comercio, artículos 135 y 354).
• Cuando los aportes no hayan sido pagados íntegramente al momento de
constituirse la sociedad o al momento de solemnizarse cualquier aumento
de capital, se asimila para sus efectos a una sociedad colectiva, por lo que los
socios responderán solidaria e ilimitadamente por las operaciones sociales
(Código de Comercio, artículo 355).
• Cuando en la escritura de constitución se omita la expresión «limitada» o su
abreviatura «Ltda.» en la denominación social, los socios responden solidaria
e ilimitadamente frente a terceros.
• En las obligaciones derivadas de las relaciones laborales y tributarias. Al
respecto, el artículo 36 del Código Sustantivo del Trabajo establece que «las
sociedades de personas y sus miembros son solidariamente responsables de
todas las obligaciones que emanen del contrato de trabajo, hasta el límite de
sus aportes»131; y el artículo 794 del Estatuto Tributario consagró que:
131 Sobre este tema, la Corte Suprema de Justicia dijo lo siguiente: «La doctrina de la Sala ha sido
reiterativa en exigir la constitución del litis consorcio necesario entre el deudor solidario y el
empleador, cuando la pretensión de la demanda es establecer lo que se le adeuda al trabajador
por su relación laboral.
«[...] De esta manera, el responsable principal de las deudas laborales ha de ser siempre parte
procesal cuando se pretenda deinir la existencia de las deudas laborales; y ello es condición
previa, en caso de controversia judicial, para que se pretenda el pago de la misma, en el mismo
proceso o en uno posterior; los deudores solidarios, a su turno, han de ser necesariamente partes procesales en los procesos que tengan por objeto deinir la solidaridad, esto es, si se dan o no
los presupuestos para declarar tal responsabilidad solidaria frente a la deuda laboral, reconocida
por el empleador, o declarada judicialmente en proceso, se repite, anterior o concomitante.
En el proceso que persiga declarar la existencia de la obligación laboral no se requiere vincular
—nada se opone a que voluntariamente se haga— a un deudor solidario, por cuanto el objeto
195
196
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Los socios, copartícipes, asociados, cooperados y comuneros responden solidariamente por los impuestos de la sociedad correspondientes a los años gravables
1987 y siguientes, a prorrata de sus aportes en la misma y del tiempo durante el
cual los hubieren poseído en el respectivo período gravable. Se deja expresamente
establecido que esta responsabilidad solidaria no involucra las sanciones e intereses, ni actualizaciones por inlación. La solidaridad de que trata este artículo no
se aplicará a las sociedades anónimas o asimiladas a anónimas.
Lo dispuesto en este artículo no será aplicable a los accionistas de sociedades
anónimas inscritas en la Bolsa de Valores, a los miembros de los fondos de
empleados, a los miembros de los fondos de pensiones de jubilación e invalidez
y [s/c] a los suscriptores de los fondos de inversión y de los fondos mutuos de
inversión132.
es deinir el contenido de las obligaciones de una relación jurídica de la que no es parte, y por
lo mismo, no hay lugar a excepciones derivadas de la naturaleza de la obligación conducentes a
impedir su existencia. Cuando se persiga hacer valer la solidaridad sin que se hubiere establecido la deuda en acta conciliatoria o proceso judicial, se debe constituir litis consorcio necesario
con el deudor principal» (Sentencia de 12 septiembre 2006, expediente número 25323, M. P.
Eduardo López Villegas).
132 Al respecto, la Corte Constitucional se pronunció así: «La responsabilidad nace de la condición
simple y voluntaria de ser socio, independientemente de si se tiene o no la representación o
administración del ente social, o si la misma fue encomendada a un tercero.
[...] La solidaridad del socio no implica una responsabilidad ilimitada, sino que claramente el
legislador reduce la responsabilidad del socio a una parte proporcional que le corresponde a
cada cual en la sociedad, esto es «a prorrata de sus aportes en la misma y el tiempo durante el
cual lo hubieren poseído en el respectivo período gravable».
[...] El tratamiento diferencial que establece el artículo 794 del Estatuto Tributario, en el sentido
de excluir de responsabilidad solidaria a los accionistas de las sociedades anónimas o asimiladas y a las cooperativas —salvo con los cooperados que hayan ejercido la administración o
gestión de la entidad—, quienes también responden solidariamente, se justiica como quiera
que la responsabilidad solidaria de los socios por los impuestos de la sociedad solo es aplicable
a determinados tipos de agrupaciones societarias, en donde la característica personal es un
elemento relevante, como quiera que el vínculo intuitu personae es la característica esencial de
las sociedades colectivas, de responsabilidad limitada e inclusive de las asociaciones de carácter
colectivo, en las que es posible identiicar una relación de gestión; evento que no ocurre con
las sociedades anónimas o por acciones, en donde el factor intuitu personae se desdibuja, a tal
punto que la gran mayoría de accionistas virtualmente se encuentran separados de la dirección
o administración de la compañía.
[...] La responsabilidad de los socios para con el isco, tiene que ver con los impuestos pertinentes a cargo de la compañía y no, naturalmente, por las sanciones tributarias que correspondan,
como acertadamente lo dispone la norma acusada, ya que estas solo surgen por hechos propios
de la sociedad en ejercicio del contrato social, y no por el comportamiento de los socios individualmente considerados» (Sentencia C-210 de 2000, M. P. Fabio Morón Díaz).
PARTE 2 - CAP. III: SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA
D) Cuotas
Las características distintivas propias de la sociedad de responsabilidad limitada
se encuentran, de un lado, en la limitación de la responsabilidad de los socios a sus
respectivos aportes, y de otro lado, en el régimen especial de las cuotas sociales que
se maniiesta en una limitación de responsabilidad del socio, la cual la diferencia
de la participación en la sociedad colectiva, y en unas restricciones legales para su
transmisión, que la distinguen de la sociedad anónima. Tales restricciones legales
demuestran que las cuotas sociales no constituyen una entidad patrimonial
autónoma dotada de fuerza circulatoria como la acción, ni pueden concebirse
como un valor independiente de la persona del socio.
Los aspectos legales de las cuotas sociales pueden determinarse por las siguientes
normas:
• El capital social estará dividido en cuotas de igual valor, cesibles en las
condiciones previstas en la ley y en los estatutos (Código de Comercio,
artículo 354).
• El capital se pagará íntegramente al momento de constituirse la sociedad, así
como al solemnizarse cualquier aumento del mismo (Código de Comercio,
artículo 354).
• Los acreedores de los asociados podrán embargar sus cuotas sociales.
• Es una función propia de la Junta de socios resolver todo lo relativo a la cesión
de cuotas, así como la admisión de nuevos socios (Código de Comercio,
artículo 358, numeral 1).
• La participación del socio se determina por el número de las cuotas que posea
en la compañía. De esta forma, en la Junta de socios cada asociado tendrá
tantos votos cuantas cuotas posea en la sociedad (Código de Comercio,
artículo 359).
I. La sociedad deberá llevar un libro de registro de socios, registrado en
la cámara de comercio, en el que se anotarán nombre, nacionalidad,
domicilio, documento de identiicación y número de cuotas que cada uno
posea, así como los embargos, gravámenes y cesiones que se hubieren
efectuado, aun por vía de remate (Código de Comercio, artículo 361).
II. Los socios tendrán derecho a ceder sus cuotas. Cualquier estipulación en
contrario se tendrá por no escrita (Código de Comercio, artículo 362).
• La cesión implicará una reforma estatutaria, por lo que deberá hacerse por
escritura pública que otorgarán el representante legal de la compañía, el
cedente y el cesionario, so pena de ineicacia (Código de Comercio, artículo
362), pero no producirá efectos frente a terceros sino a partir de la fecha en
que sea inscrita en el registro mercantil (Código de Comercio, artículo 366).
197
198
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
• Las cámaras de comercio no registrarán la cesión de cuotas, mientras no se
acredite con certiicación de la sociedad el cumplimiento de las normas sobre
derecho de preferencia, cuando sea el caso (Código de Comercio, artículo
367).
• La sociedad continuará con uno o más herederos del socio difunto, salvo
estipulación en contrario. Puede pactarse que en un plazo ijado estatutariamente, uno o más socios sobrevivientes tengan derecho de adquirir las cuotas
del fallecido, por el valor comercial a la fecha de la muerte. Si fueren varios los
adquirentes, las cuotas se distribuirán entre ellos a prorrata de las que posean
en la sociedad (artículo 368).
• Las cuotas pueden ser gravadas con prenda y usufructo (Código de Comercio,
artículos 372, 410 y 411).
• Las cuotas pueden ser objeto de anticresis (Código de Comercio, artículos
372 y 413).
De acuerdo con las normas legales que regulan el régimen especial de las cuotas
sociales, podemos resaltar sus características de la siguiente manera:
• Representan un aporte efectivamente pagado, en dinero o en especie, cuyo
valor es igual al nominal que se ija en los estatutos.
• Constituyen alícuotas del capital social, por lo que cada socio tendrá tantos
votos como cuotas posea en la sociedad.
• Mediante su inscripción en el registro mercantil y en el libro de registro de
socios, conieren la calidad de socio y son inseparables de la persona misma.
• Cada cuota otorga un voto y coniere los mismos derechos, salvo que se
suscriban cuotas privilegiadas para determinados socios.
• Las cuotas sociales no se documentan en títulos, ni aun con ines meramente
probatorios.
• Carecen de efectos circulatorios por lo que su transmisibilidad se hace por
medio de la cesión, entre cedente y cesionario cumpliendo con la solemnidad
de escritura pública y registro en la cámara de comercio.
• Son indivisibles, en el sentido de que si una cuota pertenece a varias personas
no puede ser fraccionada (Código de Comercio, artículos 372 y 378).
III. Son transferibles por acto entre vivos o por causa de muerte, con las
limitaciones ijadas en los estatutos o en la ley.
IV. Perseguibles por los acreedores del socio y susceptibles de ejecución
forzosa.
• Son gravables como las acciones de las sociedades anónimas.
PARTE 2 - CAP. III: SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA
a) Indivisibilidad
Bajo el sistema de que cada cuota da derecho a un voto, la cuota social en la
sociedad de responsabilidad limitada no es susceptible de fraccionarse, pues
constituye una entidad indivisible, al igual que la acción de la sociedad anónima.
En razón de lo anterior, la indivisibilidad ha determinado que nuestra legislación
mercantil haya regulado la manera de ejercer los derechos sociales cuando una
cuota pertenece a varias personas. De esta forma:
si una o más partes de interés, cuotas o acciones pertenecieren pro indiviso a
varias personas, estas designarán a quien haya de ejercitar los derechos inherentes
a las mismas. Pero del cumplimiento de sus obligaciones para con la sociedad
responderán solidariamente todos los comuneros (Código de Comercio, artículo
148).
Es decir, que estos deberán nombrar un representante común y único que ejerza
los derechos correspondientes a la calidad de socio. La designación ha de hacerse
«de acuerdo», porque, de lo contrario, el juez del domicilio social designará el
representante, a petición de cualquier interesado (artículo 378, en concordancia
con la disposición del artículo 372 del Código de Comercio).
De lo anterior podemos concluir cómo los titulares de una cuota en común no
pueden individualmente ejercer las facultades y derechos que les coniere la
calidad de asociado, como lo son votar en las reuniones, ejercer el derecho de
inspección, etc.
b) Embargo y ejecución forzosa
El embargo de las cuotas que una persona posee en una sociedad de responsabilidad
limitada no suprime el ejercicio de derechos políticos, como los de deliberar y
decidir, y se rige por el artículo 593 del Código General del Proceso, en armonía
con el artículo 28, numeral 8 del Código de Comercio. El procedimiento que se
debe seguir para el embargo de cuotas es el siguiente:
a’) Decretado el embargo por autoridad judicial competente, se comunicará
a la cámara de comercio del domicilio social que no podrá registrar ninguna
transferencia o gravamen de dicho interés, ni reforma o liquidación parcial de la
sociedad que implique la exclusión del mencionado socio o la disminución de sus
derechos en ella.
b’) Comunicar la medida al representante legal de la sociedad, el cual dentro de
los tres días siguientes a la comunicación deberá informar acerca de la existencia
del interés social o de cualquier embargo que exista con anterioridad y, si se hizo
antes alguna cesión, indicar el nombre del cesionario y la fecha de ella, so pena
de responder por el correspondiente pago, de lo cual se prevendrá en el oicio de
embargo.
199
200
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
c’) El embargo se extiende a las utilidades, intereses y demás beneicios que
otorguen las cuotas, los cuales se pagarán al secuestre a medida que se causen. El
secuestre podrá iniciar cualquier medida judicial, como el cobro o la rendición de
cuentas, así como pedir el acceso a libros y comprobantes de la sociedad.
d’) La sociedad deberá tomar razón del embargo, mediante anotación en el libro
de registro de socios (Código de Comercio, artículo 361).
c) Adquisición de cuotas en remate judicial
Para el remate del interés social en la sociedad de responsabilidad limitada se aplica
la disposición del artículo 449 del Código General del Proceso, que establece:
I. La facultad de uno o más consocios de impedir la pública subasta, si los
consocios maniiestan su deseo de adquirir el interés social por el valor
determinado por el avalúo judicial.
II. El derecho que se establece a los demás socios en la subasta pública de ser
preferidos a un tercero en igualdad de condiciones.
Cuando se presuma o se haya pactado el derecho de preferencia, la sociedad o
los asociados podrán adquirir las cuotas en la forma y términos previstos en este
Código (Código de Comercio, artículo 414); disposición aplicable por expreso
ordenamiento del artículo 372 del Código de Comercio.
La aplicación de las mencionadas medidas, esto es, la opción para la adquisición
por su precio de avalúo y preferencia para los consocios en igualdad de condiciones
con terceros, está encaminada a la defensa del derecho de preferencia o «de
retracto» presunto o pactado previsto en el artículo 363 del Código de Comercio.
De tal manera que si en los estatutos no se ha pactado la libre enajenabilidad de
las cuotas sociales, en caso de ejecución forzosa sobre las cuotas de alguno de los
asociados opera el retracto de orden legal establecido en el presente artículo, de
manera que en caso de remate de cuotas sociales por un tercero no sea procedente
la disolución de la sociedad por los demás socios, como sucede en las sociedades
colectivas y en las comanditas para los socios gestores (Código de Comercio,
artículos 341 y 352).
d) Usufructo, prenda y anticresis
En el Código de Comercio no existen normas especiales que regulen tales
gravámenes con respecto a las cuotas sociales. Por esta razón se aplicarán, por
disposición del artículo 372 del Código de Comercio, las disposiciones establecidas
para las sociedades anónimas.
La prenda, el usufructo y la anticresis se perfeccionan con su inscripción en
el registro de que trata los artículos 6, 38 de la Ley 1676/2013 y, por analogía,
mediante su inscripción en el libro de registro de socios, que en cuanto a embargos
PARTE 2 - CAP. III: SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA
y gravámenes cumple la misma función que el libro de registro de acciones de la
sociedad anónima (Código de Comercio, artículos 361, 410 y 413).
Su constitución debe hacerse mediante escrito o documento público o privado
(debido a que la ley no ha exigido ninguna formalidad al respecto), para ejercer
ante la sociedad los derechos que le conieren al acreedor. Pero en el caso de que el
usufructo sea establecido por testamento, su constitución es solemne.
La constitución de la prenda y su perfeccionamiento solo surten efectos a partir de
su inscripción en el registro mercantil de la cámara de comercio. En igual sentido
se ha pronunciado la Superintendencia al decir que:
la regla general para efectos de la prenda sin tenencia sobre bienes muebles, es que
este contrato surte efectos, frente a terceros, únicamente a partir de la fecha de su
inscripción en la cámara de comercio correspondiente, de tal manera que, salvo
que una ley especial disponga otra cosa en relación con alguna clase particular de
bienes muebles, deberá estarse a lo dispuesto en las referidas disposiciones.
En este sentido es claro que la prenda sobre cuotas de interés se debe elevar a
documento público o privado, pero que para que produzca efectos frente a
terceros es necesaria su inscripción en el registro mercantil (Superintendencia
de Sociedades, 2002, Concepto 205-7332).
Por tanto, la prenda sobre cuotas sociales de las sociedades de responsabilidad
limitada se rige por las normas de la prenda sin tenencia y, en consecuencia, por
no recibir ningún tratamiento especial, debe registrarse en el registro mercantil
para que surta efectos frente a terceros.
Los derechos que conieren este tipo de gravámenes, salvo estipulación en
contrario, están limitados por ley, así:
• El usufructo coniere al usufructuario todos los derechos inherentes a
la calidad de socio, excepto el de enajenar las cuotas o gravarlas y el de su
reembolso al tiempo de su liquidación (Código de Comercio, artículo 412).
• La prenda no coniere los derechos inherentes a la calidad de asociado (Código
de Comercio, artículo 411), entre los que se encuentran los de contenido
patrimonial, a menos que por pacto expreso en el contrato de prenda el
socio deudor prendario ceda a sus acreedores prendarios el ejercicio de tales
derechos.
• La anticresis, como un contrato consistente en entregar al acreedor cualquier
clase de bien para que se pague con sus frutos, se asemeja al usufructo en
cuanto que coniere al acreedor la facultad de goce y el derecho a percibir
los frutos, pero tiene un efecto más limitado, pues solo coniere al acreedor
el derecho de percibir las utilidades que correspondan a las cuotas sociales a
título de participación, salvo estipulación en contrario (Código de Comercio,
artículo 413).
201
202
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Estas garantías se regirán por la Ley 1676 de 2013 y por consiguiente para que
sea oponible frente a terceros debe inscribirse en el registro creado por dicha ley.
e) Cesión de cuotas
En este aspecto nuestra legislación comercial ha acentuado el carácter personalista
de la sociedad de responsabilidad limitada al establecer que la cesión de cuotas
implicará una reforma estatutaria (artículo 362, inc. inal). Sin embargo, y para
morigerar estos efectos, también ha establecido mediante norma imperativa que
cualquier estipulación que impida a los socios ceder sus cuotas se tendrá por no
escrita (Código de Comercio, artículo 362).
Pero antes de entrar a profundizar en el tema, conviene precisar la diferencia entre
la transferencia por cesión y la transferencia por adjudicación.
La cesión es una modalidad de negocio jurídico de disposición a través del cual
se transmite la propiedad y como tal se caracteriza por poseer los elementos de
todo negocio jurídico, como lo son la manifestación de la voluntad y el objeto
especíico a que dicha voluntad se encamina, cual es la de producir efectos
jurídicos; vale decir, a crear, modiicar o extinguir relaciones de diferente índole.
En este negocio jurídico, el cesionario sustituye al cedente en la titularidad del
bien gracias a la libre, directa y espontánea voluntad tanto del uno como del otro,
de manera que es la cesión un negocio que básicamente tiene su origen en la
voluntad de los contratantes.
[...] Por su parte, la adjudicación, es otra forma de adquirir la propiedad, la cual
surge en virtud de un mandato legal y como consecuencia de un proceso judicial
o privado en que no media el acuerdo de voluntades entre el anterior titular y el
adjudicatario, por cuanto la misma se origina ya no en un acto o negocio jurídico
como la cesión, sino en un hecho jurídico como lo es la muerte o la liquidación,
y por lo tanto la sustitución que se produce en la titularidad del bien no obedece
a un acuerdo directo de las voluntades de aquellos (Superintendencia de
Sociedades, 2011, Oicio 220-171214).
De lo anterior, es importante establecer si la transferencia por adjudicación
constituye reforma estatutaria:
Siendo necesario entonces determinar los elementos que contribuyen a conformar
dicha noción para establecer el alcance de la misma; tales elementos a nuestro
modo de ver son:
a) El referente al origen de la modiicación, encontrándonos que toda reforma
debe tenerlo en la voluntad colectiva del máximo órgano social.
b) El referente a la consecuencia inmediata de la reforma, cual es que con ocasión
de la misma se produzca la modiicación, alteración o adición de uno o más de
los textos que conforman el estatuto social.
Ahora bien, para que se dé la noción de reforma, es preciso que ocurran
simultáneamente los elementos que la conforman, pues la presencia de uno de
PARTE 2 - CAP. III: SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA
ellos desiguraría la adecuación del objeto de la deinición dentro del contexto
de aquella.
En el caso de la adjudicación [...] cumpliéndose así uno de los elementos de que
se trató, también lo es que la misma no tiene su origen en la voluntad social
expresada a través del órgano rector, por lo cual al carecer del otro elemento
señalado, no reuniría las condiciones necesarias para considerarse reforma
estatutaria (Superintendencia de Sociedades, 2011, Oicio 220-171214).
A partir de lo anterior, y como la transferencia por adjudicación no constituye
reforma estatutaria, para que tal acto produzca efectos, basta con que en el registro
mercantil se inscriba el acta de liquidación, la sentencia de partición o el acto
contentivo de la adjudicación.
a’) Trámite para la cesión de cuotas
1) Derecho de preferencia de los socios en la cesión de cuotas
El Código de Comercio establece un derecho de preferencia en virtud del cual
el socio que desee enajenar parte o la totalidad de sus cuotas deberá ofrecerlas
primero a los socios por conducto del representante legal de la compañía, para que
dentro de los quince días siguientes a su manifestación expresen si tienen interés
en adquirirlas, para lo cual se les concede el derecho de hacerlo a prorrata de las
cuotas sociales que posean en la sociedad (Código de Comercio, artículo 363).
El prorrateo signiica el reparto proporcional de la cantidad de cuotas ofrecidas
entre los socios que por haber aceptado la oferta tienen el derecho común de
adquirirlas.
Es de resaltar que los asociados son libres de estipular en los estatutos el
procedimiento para la cesión de cuotas y que solo en el evento de que no se
haya pactado nada al respecto deberán, obligatoriamente, seguir el trámite y los
términos señalados en la ley, ya que su omisión es causal de nulidad.
Así que en caso de no haberse pactado un trámite diverso, el procedimiento para
ejercer el derecho de preferencia, regulado en los artículos 363 a 365 del Código
de Comercio, es el siguiente:
I.
Una oferta formulada por el cedente, en la cual indique precio, número
de cuotas ofrecidas, plazo y demás condiciones de la cesión.
II. La oferta se dirige a los demás socios por conducto del representante
legal de la compañía.
III. El representante legal debe ponerlo en conocimiento de los demás
asociados, para que maniiesten dentro de los quince días siguientes su
intención de adquirirlas. Las partes son libres de prorrogar este término.
IV. Si los socios interesados en adquirirlas discreparen sobre el precio o el
plazo, se designarán peritos para que ijen uno u otro.
203
204
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Tal elección, así como lo ha manifestado la Superintendencia de Sociedades:
corresponde a las partes interesadas, en primer lugar, porque no solo facilita la
valoración de las cuotas objeto de oferta, sino que proporciona transparencia y
objetividad a la negociación, en la medida en que el experticio se realiza en razón
a la operación misma y no a los intereses de la parte que lo designa. Actuar de
manera diferente, amén de que es contrario a la ley, podría generar inconvenientes
que dilatarían innecesariamente la labor encomendada, en detrimento de los
intereses, no solo de quienes pretenden retirarse de la compañía, sino de la
sociedad misma, en la medida en que se entorpece el normal funcionamiento de
ella (Superintendencia de Sociedades, 2003, Oicio 220-78124).
Si las partes no se ponen de acuerdo en la designación de los peritos, se debe
solicitar tal designación a la Superintendencia de Sociedades, mediante la
presentación de una demanda en proceso verbal sumario, conforme a lo dispuesto
en el artículo 136 de la Ley 446 de 1998.
No obstante, es conveniente mencionar que las partes deben pactar cuál es la
fecha que se tendrá en cuenta por parte del perito, si la fecha inicial de la oferta o
la del momento en que este se posesione, ya que la ley no regula nada al respecto
para la valoración de las cuotas sociales. En caso de que el oferente o cedente no
mencione nada al respecto, se debe tener en cuenta el valor que arroje el balance
al momento de la oferta, ya que fue la base para que se hubiera aceptado la oferta.
La regulación que ijen los peritos es obligatoria para las partes, a menos que ellas
convengan previamente que las condiciones de la oferta sean deinitivas, si fueren
más favorables a los presuntos cesionarios que las ijadas por los peritos.
V. Dentro del término de duración de la oferta, pueden sus destinatarios
llegar a un acuerdo en cuanto a que un tercero esté dispuesto a adquirir
las cuotas sociales ofrecidas.
VI. Si ningún socio maniiesta su interés en adquirir las cuotas ofrecidas,
ni se obtiene la mayoría señalada en los estatutos para el ingreso de
un extraño, surge la obligación para la sociedad, por conducto de su
representante legal, dentro de los sesenta días siguientes a la petición
del cedente, de presentar una o más personas que estén interesadas en
adquirirlas. Se aclara que este término se empieza a contar a partir de
la oferta presentada por el socio cedente y no a partir del vencimiento
de los quince días de que trata el artículo 363 del Código de Comercio,
como equivocadamente se ha interpretado.
Con respecto a la presentación de un tercero que esté dispuesto a adquirir las
cuotas sociales, la Superintendencia de Sociedades ha expresado lo siguiente:
El presupuesto consistente en la no obtención de «la autorización de la mayoría
prevista para el ingreso de un extraño» no supone la necesidad de que deba
PARTE 2 - CAP. III: SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA
presentarse un tercero respecto del cual la Junta de socios imperiosamente deba
manifestar su rechazo, ya que al no exigirlo así dicha disposición ni inferirse
de ella, no es viable establecerlo por vía interpretativa, dado el principio de
hermenéutica según el cual donde la ley no distingue no le es dable hacerlo al
intérprete. Por ello, dicho presupuesto ocurre no solo cuando el órgano rector
claramente expresa su rechazo a un tercero determinado, sino también cuando
tal manifestación no se da, simplemente por el hecho de no presentarse a
consideración un tercero en razón de haber agotado el oferente los medios para
conseguirlo y no haberlo logrado.
En síntesis, el procedimiento que consagra el artículo 365 del Código de Comercio
no se altera por el hecho de haberse pretermitido la presentación de un tercero
interesado en las cuotas y su consiguiente rechazo, siempre que cada una de las
partes haya tenido la oportunidad, dentro del término establecido, de ejercer
el derecho que le corresponda, lo que equivale a agotar la instancia pertinente.
Por tanto es preciso concluir que si una vez agotados los mecanismos que la ley
establece al efecto, el socio no ha logrado su propósito de desvincularse de la
sociedad por imposibilidad de perfeccionar la cesión, bien puede la Junta de socios
excluirlo, a menos que opte por la disolución de la sociedad (Superintendencia
de Sociedades, 1993, Oicio 220-10149).
VII. Si dentro de los veinte días siguientes a la presentación de los presuntos
adquirentes no se perfecciona la cesión, los demás socios deberán optar
entre disolver la sociedad o excluir al socio interesado en ceder las cuotas,
pagándolas por el precio que ijen los peritos, a menos que en los estatutos
se haya previsto un procedimiento distinto para ijar las condiciones de
la cesión. No obstante, el presunto socio cedente tiene la posibilidad de
retractarse manifestando su propósito de permanecer en la sociedad.
Es importante resaltar que de la decisión que se adopte en la Junta de socios se
excluirá de su votación al socio cedente, debido al interés personal que lo cobija,
como así lo ha manifestado la Superintendencia, al expresar que:
como es obvio, por el interés individual que a estos les asiste, los socios cedentes
no participan en la toma de la decisión que al respecto se adopte y las cuotas de
que ellos son titulares están excluidas para efectos de la votación. Son entonces
exclusivamente los socios restantes quienes tienen la aptitud y plena facultad
para decidir; de ahí debe colegirse interpretando el espíritu de la norma que para
efectos dichos socios representan el total de las cuotas, si no literalmente «de las
cuotas en que se halla dividido el capital de la sociedad» como establece el artículo
360 mencionado, sí de las «cuotas hábiles» para decidir (Superintendencia de
Sociedades, 1995, Oicio 220-55482).
En ese orden de ideas, la reforma correspondiente a la disolución o exclusión debe
adoptarse con un número plural de socios, excluidos los socios interesados en la
cesión, que representen cuando menos el 70 por ciento de las cuotas en que se
halle dividido el capital social.
205
206
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Pero a pesar del trámite de la cesión de cuotas previsto en la ley, es necesario
formular las siguientes observaciones:
• Lo primero que debe resaltarse es que la oferta contemplada en el artículo
363 del Código de Comercio es muy distinta de la consagrada en el capítulo
m, Libro Cuarto, del Estatuto Mercantil, por cuanto en este caso la aceptación
parcial de la oferta se considera como una contraoferta. Mientras que lo
anterior no es aplicable a la cesión de cuotas, porque en el presente se tiene
como oferta el solo hecho de expresar su aceptación y si no se está de acuerdo
en lo que respecta al precio y forma de pago, se procederá a designar peritos,
de común acuerdo o por conducto de la Superintendencia, para que diriman
el conlicto.
• Si los destinatarios de la oferta la aceptan, nace el contrato de cesión y como
consecuencia, el cedente ya no es socio frente a la sociedad, pero sí lo es
ante terceros hasta cuando se perfeccione la cesión y se inscriba en el registro
mercantil de la cámara de comercio.
• El cesionario puede desistir o retractarse de la oferta, pero en este caso se hará
responsable de los perjuicios que se causen.
• El perito además de determinar el valor de las cuotas, también puede
dictaminar en qué tiempo o término ha de cancelarse este precio, siempre y
cuando haya sido la sociedad la que aceptó la oferta, ya que su movimiento
contable será el medidor para pagar las cuotas adquiridas sin perjuicio de la
buena marcha económica de la sociedad.
2) Requisitos y formalidades de la cesión de cuotas. La cesión de cuotas
como reforma del contrato social requiere siempre:
• Autorización de la Junta de socios, sea que la cesión se realice entre asociados
o a favor de terceros (Código de Comercio, artículo 358, numeral 1), la cual
debe adoptarse con el voto favorable de un número plural de asociados, que
represente, cuando menos, el 70 por ciento de las cuotas en que se halle
dividido el capital social, a menos que en los estatutos se pacte una mayoría
superior.
Si una vez pactada la mayoría, los mismos socios imposibilitan la cesión de cuotas,
se ha de optar entre disolver la sociedad o excluir al socio interesado en cederlas.
Cualquiera de estas decisiones debe aprobarse con el voto favorable de un número
plural de socios que involucren cuando menos el 70 por ciento de las cuotas que
representan el capital social, con exclusión de los interesados en la cesión (Código
de Comercio, artículo 365).
Si los socios optan por excluir al interesado en ceder sus cuotas, estamos en
presencia de un operación que conlleva el reembolso del aporte al socio excluido,
procedimiento que origina la disminución del capital social, y a la vez una reforma
PARTE 2 - CAP. III: SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA
estatutaria que debe ser aprobada y legalizada conforme a lo señalado en la ley y
en los estatutos.
• Escritura pública de cesión otorgada por el representante legal de la sociedad,
el cedente y el cesionario, so pena de inexistencia (Código de Comercio,
artículo 362), por cuanto se pretermite la solemnidad sustancial que la ley
exige para que se perfeccione la cesión, en razón de que este es un acto
solemne (Código de Comercio, artículo 898).
La presencia del representante legal en dicho acto debe ir acompañada de la
declaración del mismo sobre cumplimiento de los requisitos estatutarios y sobre
observancia de las normas relativas al derecho de preferencia, cuando fuere el
caso (Código de Comercio, artículo 367).
• Para que la cesión produzca efectos frente a terceros, es necesario inscribir la
escritura pública de cesión en el registro mercantil de la cámara de comercio
del domicilio social, así como en el de sus sucursales. Solo a partir de la fecha
de su inscripción surte efectos erga omnes y, por tanto, la calidad de socio solo
se adquiere desde dicho registro. Aquí tenemos una diferencia con el traspaso
de acciones, pues este surte efectos respecto de la sociedad y de terceros con
la inscripción en el libro de registro de accionistas.
La sociedad debe certiicar que se ha dado cumplimiento a los trámites previstos
en los estatutos y en la ley para realizar la cesión, pues sin esta prueba las cámaras
de comercio no registrarán la correspondiente escritura (Código de Comercio,
artículo 367).
• Por último, la anotación de la cesión en el libro de registro de socios.
b’) Transmisión hereditaria de cuotas.
La herencia o legado se reiere al heredero o legatario en el momento de fallecer
la persona de cuya sucesión se trata, si el heredero o legatario no es llamado
condicionalmente; o en el momento de cumplirse la condición, si el llamamiento
es condicional (Código Civil, artículo 1013).
De esta forma, las cuotas del fallecido son integrantes de la masa hereditaria,
representada por el albacea o por el representante que designe la mayoría de los
sucesores reconocidos en el proceso de sucesión, como lo dispone el artículo 378
del Código de Comercio aplicable a las sociedades de responsabilidad limitada
por remisión del artículo 372 ibídem:
El albacea representará las acciones que pertenezcan a la sucesión ilíquida.
Siendo varios los albaceas designarán un solo representante, salvo que uno
de ellos hubiese sido autorizado por el juez para tal efecto. A falta de albacea,
llevará la representación la persona que elijan por mayoría de votos los sucesores
reconocidos en el juicio.
207
208
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Entonces, a diferencia de lo que sucede en la sociedad colectiva, donde el «pacto
de continuar la sociedad con los herederos de un socio fallecido, solo podrá
cumplirse cuando tales herederos tengan la capacidad requerida para ejercer el
comercio» (Código de Comercio, artículo 320), en la sociedad de responsabilidad
limitada se «continuará con uno o más de los herederos del socio difunto»
(Código de Comercio, artículo 368), pues al no comprometer su responsabilidad
ilimitadamente y no adquirir la calidad de comerciante, no se requiere la capacidad
legal de los sucesores.
Así, para la continuación o no de la sociedad con los herederos del socio fallecido,
el artículo 368 del Código de Comercio ha dispuesto la determinación por
estatutos de un plazo dentro del cual uno o más de los socios sobrevivientes
podrán ejercer el derecho (derecho de opción) de adquirir las cuotas de que era
titular el socio fallecido, por el valor comercial a la fecha de su muerte. Pero en el
evento de que no se haya pactado el derecho de preferencia a favor de los socios
sobrevivientes, o cuando a pesar de haberse pactado ninguno decide adquirirlas,
una vez ejecutoriada la sentencia que aprueba la partición, la persona a quien se
le adjudiquen debe obtener la aprobación de la Junta de socios para su admisión
a la sociedad.
Para estos casos no se requiere de escritura pública, sino la sola inscripción de
la sentencia de partición en la cámara de comercio, como lo ha expresado la
Superintendencia, al decir que:
la sentencia de partición en cierto modo viene a hacer las veces de escritura
pública, se requiere la inscripción en el registro mercantil de por lo menos la parte
pertinente de la misma y del acto de partición, siendo inoiciosa su publicación por
cuanto tal inscripción cumple precisamente la función de publicidad perseguida
por la ley (Superintendencia de Sociedades, 1974, Oicio OA-5235).
c’) Adquisición de cuotas por la misma sociedad.
En el régimen de la sociedad anónima se halla expresamente regulada la
adquisición de acciones por la misma compañía que las ha emitido y se determina
el régimen legal para la realización de este caso de carácter excepcional (Código
de Comercio, artículo 396).
Este procedimiento no es de aplicación a la adquisición de las cuotas en la sociedad
de responsabilidad limitada, en razón a que estas carecen de existencia separada
y autónoma de sus socios y, en consecuencia, constituyen un crédito en contra de
la sociedad. La mayoría de la doctrina ha considerado que, en el caso de que la
compañía las adquiriera, se produciría una especie de confusión y se extinguirían
los derechos y las obligaciones en cada una de las cuotas amortizadas. De esta
forma, la adquisición por la sociedad de responsabilidad limitada de sus propias
cuotas determinaría la extinción de las mismas.
PARTE 2 - CAP. III: SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA
En sentido contrario se ha pronunciado la Superintendencia al manifestar que:
De conformidad con el artículo 372 en concordancia con el 396 del Código de
Comercio y por no existir norma que expresamente lo prohíba, es posible para
las sociedades de responsabilidad limitada la adquisición de sus propias cuotas,
siempre y cuando esta se realice en las condiciones previstas en el citado artículo
396, toda vez que la aludida igura no tiene regulación legal en las normas que
rigen las compañías limitadas (Superintendencia de Sociedades, 1993, Oicio
220-18339)133.
Tal airmación el autor la considera ajustada a derecho, por aplicación de las
normas de las sociedades anónimas a las de responsabilidad limitada.
d’) Cuotas privilegiadas.
De la misma manera que en la sociedad anónima, en la sociedad de responsabilidad
limitada es legalmente posible establecer, mediante cláusula estatuaria, privilegios
o determinadas ventajas pecuniarias exclusivamente para determinadas cuotas
sociales, debido a que no pueden conferirse privilegios que consistan en voto
múltiple, o que priven de sus derechos de modo permanente a los asociados
titulares de cuotas sociales comunes u ordinarias (Código de Comercio, artículo
381).
La creación de cuotas privilegiadas encuentra fundamento legal no solo en la
aplicación de las disposiciones propias de la sociedad anónima de acuerdo con el
artículo 372 del Código de Comercio, sino también en virtud del artículo 141 del
mismo Código, el cual otorga privilegios a los asociados-promotores en todas las
formas de sociedad mercantil.
133 Al respecto añadir: «[…] Sobre el particular debe manifestársele que si bien nada se opone a que
la sociedad de responsabilidad limitada readquiera las cuotas del socio que pretende retirarse, ya
que conforme al artículo remisorio 372 del Estatuto Mercantil es factible aplicar el 396 de la misma
codiicación, también es cierto que tal situación apareja concomitante varias situaciones que es
indispensable señalar:
1)Los derechos derivados de tales cuotas, y siempre que con ellas no sea adoptada alguna de las
medidas a que hace referencia el artículo 417 ídem, quedan suspendidos para todos los efectos, de
donde se concluye que sólo aquellas que estén en poder de los socios serán las que determinarán
tanto el quórum deliberativo como el decisorio.
2) Por disposición del artículo 396 citado, la decisión que apruebe tal readquisición debe tomarse
con el voto plural de los asociados en porcentaje no menor al 70%.
3) Las mismas deben cancelarse con fondos provenientes de las utilidades líquidas.
4) Si la sociedad tiene solo dos socios, una situación como la planteada conllevaría no solo a la
desaparición de la pluralidad requerida para la toma de decisiones (artículo 360 id.), sino igualmente a que el ente económico quede en causal de disolución (art. 218 numeral 3 del C de Co),
debiéndose por tanto, y de querer seguir los socios desarrollando el objeto social, acatar lo dispuesto
en el artículo 220 ibídem. […]».
209
210
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
E) Libro de registro de socios
Todas las sociedades de responsabilidad limitada están obligadas a llevar un libro
registrado en la cámara de comercio del domicilio social, en el que se anotarán
nombre, nacionalidad, documento de identiicación y número de cuotas que
posea cada socio, así como los embargos, gravámenes y cesiones que se hubieren
efectuado, aun por vía de remate (Código de Comercio, artículo 361).
Desde el punto de vista interno de la sociedad, tal registro permite a los
administradores y a los socios conocer en cualquier momento la situación jurídica
en que se encuentran las cuotas sociales de alguno de los asociados, y en caso
de gravámenes, determinar a quién corresponden los derechos de deliberación y
voto.
A su vez, desde el punto de vista externo, la prueba de la calidad de socio en
una sociedad de responsabilidad limitada se obtiene con la escritura pública y
el certiicado expedido por la cámara de comercio, en los que ha de constar el
nombre del socio y el porcentaje de las cuotas de las que es titular.
F) Exclusión de socios
La exclusión del asociado es una medida restrictiva y, por tanto, las causales que
determinan su procedencia son taxativas y se aplican solamente bajo las circunstancias previstas por el legislador. Para el caso de las sociedades de responsabilidad limitada, la Superintendencia ha considerado viable excepcionalmente la
exclusión, por ocurrencia de los supuestos que la ley mercantil contempla para
las sociedades colectivas, siempre que así se haya estipulado expresamente en los
respectivos estatutos sociales.
Así las cosas:
La exclusión tratándose de sociedades de responsabilidad limitada se encuentra
especíicamente consagrada en los siguientes casos: a) cuando luego de agotado
el procedimiento para ceder las cuotas sociales y ante la imposibilidad de
cederlas, los demás asociados pueden optar por liquidar la sociedad o excluir al
socio interesado en cederlas, evento en el cual más que una sanción, constituye
una opción que posibilita la desvinculación voluntaria de la sociedad (Código
de Comercio, artículo 365) y b) cuando los asociados no hacen el aporte en la
forma y época convenidos, la sociedad podrá entre otros arbitrios excluir al socio
incumplido (artículo 125, ord. 1° ibídem). Adicionalmente, como se indicó,
procederá cuando se veriiquen los supuestos de exclusión contemplados en los
artículos 296, 297 y 298 del citado Código (SUPERINTENDENCIA DE SOCIEDADES,
2006, Oicio 220-039729) para las sociedades del tipo de las colectivas, única y
exclusivamente cuando de manera expresa se hubieren estipulado como tal en
los correspondientes estatutos (SUPERINTENDENCIA DE SOCIEDADES, 2004, Oicio
220-18153).
PARTE 2 - CAP. III: SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA
G) Capital íntegramente pagado
En la sociedad colectiva, por cuanto todos los socios responden solidaria e
ilimitadamente, basta con que los socios se comprometan a efectuar un aporte en
dinero o en bienes apreciables en dinero para que pueda operar la compañía. En
las sociedades anónimas, basta con suscribir el 50 por ciento del capital autorizado
y que cada socio pague, al menos, una tercera parte del valor de cada acción que
suscriba y el saldo deberá pagarse dentro de un año.
Pero en el caso de la sociedad de responsabilidad limitada, debido a que los socios
limitan su responsabilidad hasta el monto de sus respectivos aportes (Código de
Comercio, artículos 353 y 354), la sociedad responde por los negocios y actividades
que desarrollen su objeto social hasta ocurrencia de su patrimonio propio. Por ello,
es imperativo que los aportes se paguen íntegramente al momento de constituirse
la sociedad o en el momento de solemnizarse cualquier aumento del capital, pues
es este el que constituye la prenda general de los acreedores.
En las escrituras de constitución y de aumento de capital se deben especiicar los
valores aportados por cada uno de los socios, con la constancia de que «los aportes han sido íntegramente pagados». Pero cuando se compruebe que los aportes
no han sido pagados en su integridad, además de incurrir en falsedad de documento público, «la Superintendencia deberá exigir, bajo apremio de multas, que
tales aportes se cubran u ordenar la disolución de la sociedad, sin perjuicio de
que la responsabilidad de los socios se deduzca como en la sociedad colectiva»
(Código de Comercio, artículo 355).
En ese orden de ideas, en caso de falta de pago del capital, la Superintendencia
para exigir su pago podrá imponer multas hasta un límite máximo de doscientos
salarios mínimos legales mensuales (Ley 222 de 1995, artículo 86, numeral 3) o
decretar la disolución de la compañía, si tales apremios resultan ineicaces. Pero en
cualquiera de los dos casos, los socios responden solidariamente ante terceros por
las obligaciones que se hayan contraído, como en una sociedad colectiva, según el
artículo 355 del Código de Comercio. Esta intervención de la Superintendencia:
Podrá cumplirse sin que medie solicitud previa, siempre que esta entidad conozca
del tal circunstancia, en razón de las funciones de vigilancia que cumple respecto
de la compañía.
[...] Ahora bien, cuando se trate de una sociedad inspeccionada, vale decir,
aquellas que no están incursas en cualquiera de las causales de vigilancia previstas
en el decreto 4350 del 4 de diciembre de 2006, solo podrá la Superintendencia
ordenar su disolución por el no pago íntegro del capital, en la medida en que este
hecho sea puesto en su conocimiento, lo que implica de acuerdo con el artículo
87 de la Ley 222 de 1995, que uno o más asociados representantes de no menos
del diez por ciento del capital social o alguno de sus administradores, le solicite la
211
212
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
práctica de una investigación administrativa, por presentarse violaciones legales
y solicite la adopción de la medida administrativa de decretar la disolución y
ordenar la liquidación de la sociedad.
Para este efecto, acorde con la misma disposición, los interesados deberán hacer
una relación de los hechos lesivos de la ley o de los estatutos y de los demás
elementos de juicio que tiendan a comprobarlos. La Superintendencia adelantará
la investigación administrativa y de acuerdo con los resultados decretará las
medidas pertinentes según las facultades asignadas en la citada ley (Ley 222 de
1995, artículo 86, numeral 3) (Superintendencia de Sociedades, 2004, Oicio
220-45704).
En ese orden de ideas, la obligatoriedad de pagar el capital en su integridad al
momento de constituir la sociedad crea un problema en cuanto al aporte de
industria estimado en un valor determinado, porque este caso representa para
la sociedad una suma periódica y en esta cantidad se considera cumplida la
obligación del aportante dentro de períodos sucesivos, es decir, el valor estimado
del aporte va liberándose en la medida en que vayan cumpliéndose las obligaciones
y así mismo va liberando capital. De esta forma, la obligación que se contrae está
ordenada para cumplirse con posterioridad a la constitución de la sociedad. En
consecuencia, como el pago en las sociedades de responsabilidad limitada debe
ser íntegro al momento de constituirse la sociedad, no es posible hacer aportes de
industria con estimación del valor, en razón a que con este tipo de aportes no se
cumple con la obligación de pagar íntegramente el capital, ya que solo se liberan
cuotas a medida que el aportante de industria va cumpliendo con su obligación.
Situación distinta ocurre con los aportes industriales no estimados en un valor
determinado, es decir, sin liberar cuotas de capital; con esta segunda forma, es
perfectamente viable que se vincule a una persona a la sociedad en calidad de
socia. Debido a que como en esta situación el aportante de industria recibe en
contraprestación utilidades únicamente, no se afecta para nada el capital de la
sociedad, es decir, queda a salvo la exigencia de pagar íntegramente el aporte.
Así, a la persona que entra en estas condiciones la ley solo le ha conferido los
siguientes derechos:
• Participar en las utilidades conforme a lo estipulado. Si no se señala, tendrá
derecho a una participación equivalente a la del mayor socio capitalista, en
caso de que no se produzcan pérdidas.
• Tiene voz pero no voto en la Junta de socios.
• Participar en la distribución de utilidades, reservas y valorizaciones
patrimoniales.
• Ser acreedor de la sociedad.
Así mismo, lo ha considerado la Superintendencia de Sociedades al manifestar
que:
PARTE 2 - CAP. III: SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA
En efecto, es posible admitir en una sociedad de responsabilidad un socio
industrial según los términos del artículo 137 del Código de Comercio, a
condición de que el correspondiente aporte de industria sea sin estimación de su
valor; esto es bajo la segunda de las modalidades que contempla el artículo 138 del
Código citado, de acuerdo con la cual el aportante a diferencia de lo que ocurre
con la otra modalidad de aporte de industria que prevé la misma norma no podrá
redimir o liberar cuotas de capital social, en razón a que la exigencia que impone
la ley para este tipo de sociedades de pagar el capital íntegramente al momento de
su constitución como al solemnizarse cualquier aumento del mismo, impide que
en ellas el aporte de industria sea estimado en un valor determinado, puesto que
la obligación del aportante en este caso se considerará cumplida sucesivamente
por la suma periódica que represente para la sociedad el servicio que constituya
el objeto del aporte.
En ese orden de ideas se reitera que ciertamente es viable la vinculación de una
persona a través del aporte de industria en una sociedad de responsabilidad
limitada, pero solo mediante la modalidad señalada, caso en el cual el aportante
a pesar de adquirir la calidad de socio, no estará en igualdad de condiciones
respecto de los capitalistas, ni gozará por ende de los derechos derivados del
contrato social para las personas que efectúen aportes destinados a integrar el
fondo social (Superintendencia de Sociedades, 1997, pp. 75-76).
Sin embargo:
La integración del capital de una sociedad de responsabilidad limitada, con un
solo socio capitalista y uno o varios socios industriales no es viable a la luz de las
disposiciones legales, por cuanto, entre otros, no es posible la funcionalidad de
la Junta de socios, teniendo en cuenta que solo existiría la posibilidad del voto
por parte del socio capitalista, lo que por lo demás implica que no se cumplan
los requisitos esenciales para la existencia legal del contrato, a la luz del artículo
98 del Código de Comercio (Superintendencia de Sociedades, 2001, Oicio
220-33613).
Con relación al aporte de créditos debe seguirse la misma orientación expuesta
como fundamento de la exclusión del aporte de industria estimado en un valor
determinado, pues aunque el artículo 129 del Código de Comercio exprese que
«el aportante de cualquier crédito responderá de su existencia, de la legitimidad
del título y de la solvencia del deudor», al tenor del mismo artículo «el aporte de
un crédito solamente será absorbido en cuota del socio cuando haya ingresado
efectivamente a la caja social». Entonces, en este sentido, el aporte solamente
se considera pagado cuando haya ingresado su valor a la caja social, limitación
que se extiende a los títulos valores de contenido crediticio, porque aunque se
los considere como aportes en especie apreciables en dinero, su valor en dinero
efectivo solamente puede ingresar a la caja social cuando se haga cierto el pago de
los mismos.
213
214
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Puede presentarse el caso, como en efecto ha sucedido, que en Junta de socios
ordinaria o extraordinaria se trate el tema del aumento del capital y este sea
aprobado por el 70% al tenor del artículo 360, ibídem. Nos preguntamos: ¿Obliga a
los que votaron negativamente? En estos casos el artículo 123 expresa que ningún
asociado podrá ser obligado a aumentar su aporte si dicha obligación no se estipula
expresamente en el contrato. Luego, si dicha previsión no está contemplada no
obliga y solo obligará a aquellos socios que aprobaron el aumento del aporte. Uno
de los efectos de esta decisión es que en quienes lo aprobaron su poder de decisión
también se aumente.
H) Funcionamiento de la sociedad
En la sociedad de responsabilidad limitada «la representación y la administración
de los negocios sociales corresponde a todos y a cada uno de los socios» (Código
de Comercio, artículo 358), por lo que se mezclan las atribuciones de la Junta
de socios con la representación de la sociedad y la administración de los bienes
sociales. Sin embargo, a pesar de la deiciente redacción de la citada disposición,
podemos obtener las siguientes conclusiones:
• La representación de la sociedad y la administración de los negocios sociales
corresponden a todos los socios.
• La Junta de socios tiene atribuciones claramente establecidas.
• La Junta de socios está facultada para delegar la representación y la
administración en un gerente, ijando clara y expresamente sus atribuciones.
a) La representación de la sociedad y la administración de los negocios sociales corresponden a todos los socios
En virtud del carácter personalista de la sociedad de responsabilidad limitada, tanto
la administración como la representación legal de la sociedad les corresponden a
todos los socios. No obstante, la Junta de socios podrá «delegar la representación
y la administración de la sociedad en un gerente, estableciendo de manera clara
y precisa sus atribuciones» (Código de Comercio, artículo 358, numeral 5), entre
ellas lo referente a la temporalidad y revocabilidad, sin que en virtud de esa
delegación el máximo órgano social quede inhibido para participar en la gestión
de los negocios sociales. Como consecuencia de tal gestión, los asociados tienen
los derechos de inspección permanente sobre la contabilidad, libros de registro de
socios, actas y demás.
A su vez, en la sociedad de responsabilidad limitada el nombramiento y remoción
de los gerentes corresponde a la Junta de socios, la cual deberá «elegir y remover
libremente a los funcionarios cuya designación le corresponda» (Código de
Comercio, artículo 358, numeral 5).
PARTE 2 - CAP. III: SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA
Sin embargo y como lo ha manifestado la Superintendencia de Sociedades, en
el caso de las limitadas todos los socios simultáneamente o independientemente
pueden hacer tal delegación en una sola persona:
evento en el cual la representación y administración atribuida a dicha persona se
halla fundamentada en la voluntad de cada uno de los socios, quienes son los que
actúan a nombre de la sociedad, pero por conducto de su delegado.
En el caso que nos ocupa, es obvio que en los estatutos sociales no se requiere
estipular el período del delegado, ya que su permanencia en el ejercicio de sus
funciones no depende de la Junta de socios, sino de la voluntad individual de los
asociados, quienes sin renunciar a la administración y representación legal, se
inhiben de ellas para que un extraño o consocio actúe a nombre de ellos por el
tiempo que cada uno considere prudente.
[...] Así las cosas, es forzoso concluir que cuando los socios dejan para sí la
representación legal y administración de la compañía, las normas aplicables son
las señaladas en el Libro ii del Código de Comercio para las sociedades colectivas,
mientras que cuando estas se dejan en cabeza de un gerente, las normas a aplicar
son las consagradas en el Libro n, título i, capítulo vi, ibidem para las sociedades
en general (Superintendencia de Sociedades, 1983, Oicio SL-21509).
Para terminar, en la sociedad de responsabilidad limitada la delegación de las
facultades de administración y representación, o su remoción, debe hacerse
cumpliendo las formalidades exigidas para las reformas estatutarias, aunque no
se consideran reformas, sino simples actos de desarrollo o ejecución del contrato.
b) Administración de la sociedad
Los únicos órganos obligatorios en esta sociedad son: la Junta de socios y el
representante legal. El Estatuto Mercantil establece y regula el funcionamiento de
cada uno de ellos, a la vez que permite una amplia libertad a la voluntad social
para complementarlos y reglarlos.
Los demás órganos que son obligatorios en una sociedad anónima —Junta Directiva
y revisor iscal— son meramente facultativos. El legislador no consideró necesario
imponer la Junta Directiva gracias al carácter cerrado de esta forma social, en
la cual sus miembros no son anónimos y tienen el ánimo de permanencia, y
además porque «la representación de la sociedad y la administración de los
bienes sociales corresponde a todos y a cada uno de los socios» (Código de
Comercio, artículo 358).
Y con respecto al revisor iscal, por ser una compañía de pocos socios, estos
«tendrán derecho a examinar en cualquier tiempo, por sí o por medio de un
representante, la contabilidad de la sociedad, los libros de registro de socios y de
actas y en general todos los documentos de la compañía» (Código de Comercio,
artículo 369). El sistema de vigilancia previsto en el presente artículo se reiere
215
216
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
concretamente a los casos en los cuales se delega la administración de los negocios
sociales, y advierte que aunque los socios queden inhibidos para participar en la
gestión de los negocios sociales, no pierden la facultad de vigilancia y control de
la actividad social; facultad que puede ser ejercida directamente por medio de
representantes suyos.
Pero en el caso de pactarse la existencia de la Junta Directiva:
no siendo dicho órgano de obligatoria existencia en la sociedad limitada, en los
estatutos puede estipularse libremente sobre su conformación y funcionamiento,
salvo en lo referente a la forma de elección y a la duración de sus miembros
en el ejercicio del cargo, pues al tenor de los artículos 197 y 198 del Código de
Comercio que forman parte de las normas aplicables a cualquier sociedad, aquella
debe hacerse por cuociente electoral y con relación a la duración, debe ijarse
un período. Igualmente y por obvias razones, debe determinarse exactamente el
número de sus miembros.
«Las atribuciones que a la Junta Directiva se le conieran se expresarán en los
estatutos, pues de lo contrario y conforme al artículo 438 del estatuto mercantil,
en concordancia con el artículo 372 ibidem, se entenderá que la Junta Directiva
tendrá atribuciones suicientes para ordenar que se ejecute cualquier acto o
contrato comprendido dentro del objeto social y para tomar las determinaciones
necesarias en orden a que la sociedad cumpla sus ines (Superintendencia de
Sociedades, 1987, Oicio SL15389).
c) Junta de socios
En la sociedad de responsabilidad limitada, como en todas las demás especies
de sociedad mercantil, la función de dirección que se relaciona con el interés
común de los asociados y con la normal y cabal ejecución del contrato social
reside en la colectividad de los socios, reunidos conforme a la ley o los estatutos
en la denominada Junta de socios. Sus características principales son su amplio
margen de libertad para aumentar los asuntos de su competencia y la simplicidad
de su funcionamiento, en contraposición al riguroso y exigente formalismo de la
asamblea general de accionistas.
De esta forma, es un órgano colegiado constituido por sus socios, quienes
deliberan y deciden conjuntamente, con el quórum y en las condiciones señaladas
en la ley o en los estatutos. Así, en cada reunión cada socio tiene derecho a emitir
los votos que le correspondan en proporción al capital que haya aportado al fondo
social, por lo que se adoptó una regla propia de las sociedades de capitales y no
de las personas.
Por otro lado, «las decisiones de la Junta de socios se tomarán por un número
plural de socios que represente la mayoría absoluta de las cuotas en que se halle
dividido el capital social de la compañía» (Código de Comercio, artículo 359). Por
lo que al tenor de este artículo, las mayorías con las cuales la Junta de socios debe
aprobar las decisiones sociales se encuentran regidas por las siguientes pautas:
PARTE 2 - CAP. III: SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA
• Las decisiones se tomarán por un número plural de socios, es decir, que se
requiere que voten airmativamente dos o más socios.
• Que representen la mayoría absoluta de las cuotas en que se halle dividido el
capital social de la compañía.
• La mínima decisoria es la mayoría absoluta del capital, o sea, la mitad más
una de las cuotas en que esté fraccionado el capital social.
• En los estatutos podrá estipularse una mayoría decisoria superior, pero nunca
inferior.
Para el caso de las reformas estatutarias, el artículo 360 del Código de Comercio
señala la mayoría mínima necesaria para aprobarlas, así: voto favorable de un
número plural de socios que represente, cuando menos, el 70 por ciento de las
cuotas en que se halle dividido el capital social, a menos que en los estatutos se
estipule una mayoría superior.
a’) Funciones de la Junta de socios. Además de las funciones establecidas en
el artículo 187 del Estatuto Mercantil, la Junta de socios tendrá las siguientes
atribuciones (Código de Comercio, artículo 358):
• Resolver sobre todo lo relativo a la cesión de cuotas, así como a la admisión
de nuevos socios.
• Decidir sobre el retiro y exclusión de socios, en los casos que determine la ley.
• Exigir de los socios las prestaciones complementarias o accesorias, si hubiere
lugar.
• Ordenar las acciones que correspondan contra los administradores, el
representante legal, el revisor iscal o cualquier otra persona que hubiere
incumplido sus obligaciones u ocasionado daños o perjuicios a la sociedad.
• Elegir y remover libremente a los funcionarios cuya designación le corresponda. La Junta de socios podrá delegar la representación y la administración
de la sociedad en un gerente, estableciendo de manera clara y precisa sus
atribuciones.
I) Mayorías para deliberar y decidir con reformas y sin
reformas
En las normas propias de la sociedad de responsabilidad limitada no se establece
el quórum mínimo para las reuniones de la Junta de socios, de manera que este
aspecto queda regulado por los artículos 186 y 427 del Código de Comercio, que
establecen lo siguiente:
Las reuniones se realizarán en el lugar del domicilio social, con sujeción a lo
prescrito en las leyes y en los estatutos en cuanto a convocación y quórum y la
Junta de socios deliberará con un número plural de personas que represente, por
los menos, la mayoría absoluta de las acciones suscritas, salvo que en los estatutos
se exija un quórum diferente.
217
218
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
De esta forma, en las sociedades de responsabilidad limitada el quórum deliberativo de la Junta de socios se constituye por un número plural de socios que representen, por lo menos, la mitad más uno de las cuotas en que se halle dividido el
capital social, salvo que en los estatutos se pacte un quórum superior.
La mayoría decisoria signiica el número mínimo de votos que deben emitirse,
de conformidad con la ley o los estatutos, para aprobar una decisión de la Junta
de socios. De lo anterior, la mayoría decisoria para aprobar reformas requiere
del voto favorable de un número plural de socios que represente, por lo menos,
el 70 por ciento de las cuotas en que se halle dividido el capital social (Código
de Comercio, artículo 360); y sin reformas, de un número plural de socios que
represente la mayoría absoluta de las cuotas en que se halle dividido el capital de
la compañía (Código de Comercio, artículo 359). Salvo que en los estatutos se
pacten mayorías decisorias superiores.
Pero si la sociedad se constituye y funciona con un número mínimo de socios,
es evidente que en virtud del requisito legal de que las decisiones se toma por un
número plural de socios, para la toma de decisiones se requiere que sea aprobada
por los dos socios.
En las reuniones por derecho propio o segunda convocatoria:
esta se citará a una reunión que sesionará y decidirá válidamente con un número
plural de socios cualquiera sea la cantidad de acciones que está representada…
«artículo 429- modiicado por el artículo 69 de la Ley 222/95» (Superintendencia
de Sociedades, 2004, Oicio 220-18480).
Como se observa se aplica esta norma atinente al quórum a las sociedades de
responsabilidad limitada por así disponerlo la Superintendencia de Sociedades.
5. Terminación de la sociedad de responsabilidad limitada
Además de las causales generales de disolución, existen causales especiales que
son propias de las sociedades de responsabilidad limitada, las cuales coniguran
circunstancias sobrevinientes que hacen imposible continuar con la sociedad.
A) Aumento de socios por encima de veinticinco, número
máximo con el cual puede funcionar legalmente (Código de
Comercio, artículo 370)
Esta causal es exclusiva de la sociedad de responsabilidad limitada, pues es la
única sociedad para la cual el legislador ha ijado un número máximo de socios
inspirado en la idea de hacer de esta sociedad un instrumento de organización y
desarrollo de pequeñas o medianas empresas, en la cual se conserve y proteja el
intuitu personae que rige las relaciones entre sus asociados.
PARTE 2 - CAP. III: SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA
Sin embargo, esta causal no surte efectos de manera inmediata, es decir, no
se produce la disolución de la sociedad por la sola ocurrencia del aumento de
número de socios, sino que puede evitarse adoptando las modiicaciones que sean
del caso. Es posible, entonces, restablecer las circunstancias en las cuales sea viable
la continuación de la sociedad o bajo una nueva. Es así como dentro de los dos
meses siguientes a la ocurrencia de tal hecho, podrá adoptar las medidas necesarias
para transformarse en otro tipo de sociedad o reducir el número de socios, por
ejemplo, con la adquisición del interés social por otros socios, reducción del
número por medio de una liquidación parcial, etc. Sin embargo, es importante
recordar que cuando la reducción implique disminución del capital social, deberá
obtenerse permiso previo de la Superintendencia, so pena de quedar disuelta la
compañía al vencerse el referido término (Código de Comercio, artículo 356).
B) Disminución a un socio
En la eventualidad de la reducción a un socio, puede evitarse la disolución
y liquidación acudiendo a la igura de la conversión en sociedad por acciones
simpliicada regulada en la Ley 1258 de 2008, o, conservando la posibilidad de
conversión en empresa unipersonal. En este caso se requiere que la sociedad haya
sido constituida con posterioridad a la entrada en vigencia de la Ley 1014 de 2006,
siempre que se cumpla con alguno de los requisitos señalados en el artículo 22 de
la Ley 1014, y siempre y cuando así lo exprese dentro de los siguientes seis meses
a partir de la ocurrencia de esta causal, sin ninguna otra solemnidad o requisito
(Código de Comercio, artículo 220).
C) Pérdidas que reduzcan el capital por debajo del 50 por
ciento (Código de Comercio, artículo 370)
Esta causal surge por la necesidad de proteger a los acreedores de la sociedad, no
solamente para que el capital se integre y proteja adecuadamente, sino también
para impedir que la sociedad continúe desarrollando su objeto social sin capital
suiciente para garantizar su solvencia económica. Por eso, si ocurren pérdidas
que disminuyan el patrimonio por debajo del 50 por ciento del capital social,
se considera inconveniente que la sociedad continúe funcionando por lo que se
incurre en esta causal de disolución. Recordando para este in, y para todos los
efectos legales, que «se entenderá que las pérdidas afectan el capital cuando a
consecuencia de las mismas se reduzca el patrimonio neto por debajo del monto
de dicho capital» (Código de Comercio, parágrafo del artículo 151).
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que en las sociedades de responsabilidad
limitada, al igual que en las anónimas (Código de Comercio, artículo 457, numeral
2), la causal se determina por una relación entre el patrimonio y el capital y no
entre las pérdidas y el capital.
219
220
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
«En efecto, el artículo 370 del Código de Comercio señala que la sociedad de
responsabilidad limitada se disolverá cuando ocurran pérdidas que reduzcan el
capital por debajo del cincuenta por ciento. A su vez, el parágrafo del artículo 151
ibidem establece que para todos los efectos legales se entenderá que las pérdidas
afectan el capital cuando a consecuencia de las mismas se reduzca el patrimonio
neto por debajo del monto de dicho capital (Superintendencia de Sociedades,
2002, Oicio 220-48880).
Entonces, la ocurrencia de las pérdidas no debe determinarse de acuerdo con el
monto del capital social, sino en relación con el patrimonio neto de la sociedad.
Esta causal de disolución tampoco opera de forma automática, puesto que dentro
de los seis meses siguientes al momento en que el máximo órgano social tiene
conocimiento de la situación los asociados podrán evitar la disolución de la
sociedad adoptando las modiicaciones necesarias para restablecer las condiciones
alteradas con las pérdidas (Código de Comercio, artículo 220). Las medidas que
podrá tomar la Junta de socios son, en lo pertinente, las indicadas en el artículo 459
del Código de Comercio, en aplicación al artículo 372 del mismo Código, según
el cual las sociedades de responsabilidad limitada se rigen por las disposiciones
sobre sociedades anónimas, en cuanto a lo que no esté previsto en sus estatutos o
en el título del Código que determina el régimen de la sociedad limitada. Así las
cosas, dichas medidas son:
• La venta de bienes sociales valorizados.
• La reducción del capital suscrito.
• El aumento de capital, proveniente del ingreso de nuevos socios.
Capítulo IV
Sociedades Comanditarias
1. Características compartidas de las sociedades
comanditarias
A) Concepto
Se considera que la sociedad comanditaria es un híbrido de la de responsabilidad
limitada y de la sociedad colectiva, o de esta última con la anónima. En la sociedad
comanditaria importa la calidad que tenga cada uno de los socios respecto de la
sociedad, pues es la que determina el tipo de responsabilidad de los mismos: hasta
el monto de sus aportes, o de forma solidaria e ilimitada.
B) Dos categorías de socios
El artículo 323 del Código de Comercio indica que las sociedades comanditarias
estarán integradas por dos tipos de socios: los gestores o colectivos y los
comanditarios. Los primeros responderán de manera ilimitada y solidaria,
mientras los otros lo harán hasta el monto de sus aportes, y por eso se llaman
capitalistas ya que su aporte es de capital, quedándoles vedado por así expresarlo
el art 325 del Código de Comercio que «el comanditario no podrá en ningún caso
ser socio industrial».
En este tipo societario el elemento intuitus personae se encuentra en cabeza de los
gestores, y el elemento intuitus pecuniae o intuitus rei, se encuentra en cabeza de
los comanditarios.
222
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Los socios colectivos son también denominados gestores, porque son los que
administran los negocios sociales, quienes podrán delegarla en sus consocios o en
extraños (Código de Comercio artículo 310). Por ser los gestores quienes responden
solidaria e ilimitadamente por las operaciones sociales, por así estar previsto en el
artículo 294 del Código de Comercio, es necesario que sean plenamente capaces
para obligarse válidamente. Esta responsabilidad es subsidiaria, es decir, que
solo sus bienes constituyen prenda común de los acreedores y ser perseguidos
judicialmente, en caso de insuiciencia de los activos sociales. Esto es lógico
por ser la sociedad como persona jurídica la que se obliga ante terceros por los
negocios que realice en pro del desarrollo del objeto social con sus bienes sociales,
como se insistió en el literal C de la sociedad colectiva.
De otra, para la constitución de este tipo societario puede concurrir o ingresar
una persona natural o jurídica, siendo necesario que goce de capacidad jurídica
para hacer parte de una en comandita y que en la asamblea o Junta de socios haya
sido aprobado con el voto unánime de los socios por así exigirlo el artículo 295
del Código de Comercio, en concordancia con los artículos 341 y 352 del citado
código (Superintendencia de Sociedades, 1991, Oicio SLMD-1034).
Los socios comanditarios son los aportantes del capital y con excepción de
la administración que está exclusivamente a cargo de los gestores, gozan de
todos los derechos inherentes a la calidad de socios, como es el de votar en las
decisiones, elegir a los administradores, inspeccionar los libros y documentos
de la sociedad etc.
La responsabilidad de los comanditarios está limitada al monto de los aportes de
acuerdo a lo estipulado en el artículo 323 del Código de Comercio.
C) Razón social
Se identiicarán con el nombre completo o el solo apellido de uno o más socios
colectivos, más la palabra «compañía« o la abreviatura «& Cía.». Esta exigencia
se explica porque son los gestores o colectivos los que responden solidaria e
ilimitadamente frente a terceros, como se analizó en el cap. de la colectiva, literal d.
D) Administración y representación
El artículo 326 del Código de Comercio indica que la administración estará a
cargo de los socios gestores. Dicha facultad corresponderá a todos y a cada uno
de estos y, por ende, los comanditarios están excluidos, pero en todo caso podrán
dar opiniones o consejos sobre la administración. Si los gestores lo consideran
necesario podrán delegar dicha función en terceros los cuales tendrán las mismas
facultades otorgadas a los socios administradores.
PARTE 2 - CAP. IV: SOCIEDADES COMANDITARIAS
En cuanto a la representación, el artículo 327 del Código de Comercio establece
la posibilidad de que pueda ser ejercida por los comanditarios, pero para que ello
sea viable, es requerida la delegación de determinados negocios por parte de los
socios gestores. Por tanto, deberán indicar que obran por poder, pues de omitir
dicha información entran a responder solidariamente con los gestores.
Por otra parte, basta recordar que no puede existir la Junta Directiva, ya que como
lo dice la ley, la administración total de la sociedad está radicada exclusivamente
en los gestores, pero podrá contemplarse en los estatutos sociales una junta
llamada asesora, pero sin funciones. Esto indica que su existencia será facultativa,
pues no es un elemento esencial para el funcionamiento de la sociedad.
E) Integración del capital
El capital social se conformará con los aportes realizados por los socios gestores y
los comanditarios. Los primeros podrán efectuar aportes en capital o en industria,
pero en todo caso, deberá señalarse en la respectiva escritura el valor de los aportes
efectuados, sin que ello perjudique la responsabilidad inherente a esta categoría
de socios, es decir, de carácter ilimitado.
Por el contrario, los socios comanditarios solo podrán hacer aportes en capital y
así adquirir el número de cuotas que les correspondan, pero por ningún motivo
podrán hacer aportes en trabajo o en industria, como se explicó en las sociedades
de responsabilidad limitada y en las anónimas respecto al tema del pago de los
aportes. Su responsabilidad estará limitada al monto de sus aportes y estarán
excluidos de la gestión de los negocios sociales, por cuanto su vinculación es
necesariamente de capital (Código de Comercio, artículo 325). Es de anotar que
un socio comanditario puede ser gestor y viceversa.
F) Cesión de los aportes
Cada socio podrá ceder sus cuotas, los socios gestores tendrán que hacerlo según lo
establecido para la cesión en las sociedades colectivas, y los socios comanditarios
deberán hacerlo en la forma prevista para los socios en las sociedades de
responsabilidad limitada (Código de Comercio, artículos 329 y 330).
G) Reparto de utilidades
Los socios recibirán las utilidades en la forma como se hubiese pactado en el
contrato social y, en caso de omisión, las utilidades se repartirán a prorrata de las
cuotas. Al respecto, la Superintendencia de Sociedades indicó que:
En materia de utilidades, en lo que a las sociedades en comandita se reiere, el
título iv, en el capítulo i ibidem, involucra de manera general estas dos especies,
la en comandita simple y la en comandita por acciones, en el artículo 332,
223
224
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
necesariamente debe interpretarse, respecto de los socios gestores y en ausencia
de norma estatutaria, en armonía con el parágrafo del artículo 150 ibídem.
Así las cosas, en principio, el legislador deja a la autonomía de la voluntad
plasmada en los estatutos, el porcentaje que de las utilidades de cada ejercicio
social corresponda a los gestores y solo a falta de pacto estatutario resuelve el
silencio, estableciendo preferencia para las utilidades del gestor al consagrar el
pago previo para aquellos y el saldo, a prorrata de las cuotas o acciones de los
comanditarios.
Del mismo modo debe entenderse, que ante la anotada circunstancia, el porcentaje
de utilidades correspondiente al gestor, es el establecido en el parágrafo del
artículo 150 del Código de Comercio; concepto conforme al cual, por ejemplo,
en una sociedad integrada por un gestor y dos comanditarios, estos dos últimos
representantes de la totalidad del capital con aporte del 70 por ciento y 30 por
ciento respectivamente, en la cual no se pacta estatutariamente la distribución
de las utilidades; tendríamos que del 100 por ciento de unas utilidades de
in de ejercicio, el 70 por ciento le corresponden al gestor y del 30 por ciento
restante, el 70 por ciento al mayoritario y el 30 por ciento, al socio minoritario
(Superintendencia de Sociedades, 2003, Oicio 220-82139).
Vale la pena señalar que la aplicación del parágrafo del artículo 150 respecto
de los socios gestores se debe a que es necesario darles el tratamiento de un
socio industrial, pues será el aporte en trabajo o en industria el que otorgará la
calidad de gestor en una sociedad en comandita. Por tanto, deberá participar en
la distribución de utilidades de acuerdo con el porcentaje acordado o, en caso
contrario, participará en proporción a la del mayor aporte de capital.
De manera que el socio gestor puede no ser comanditario, pero por el solo hecho
de ser socio tendrá interés social en el capital de la sociedad, el cual le permite
participar de las utilidades por así expresarlo el art 332, así como ceder su interés
social en la forma prevista para la cesión de las partes de interés de los socios
colectivos (Código de Comercio artículo 329), y en caso de retiro o liquidación
de la sociedad, solamente participará en la distribución de las utilidades, reservas
y valorizaciones patrimoniales producidas durante el tiempo en que estuvo
asociado (artículo 137 Código de Comercio).
H) La responsabilidad de los socios gestores ¿es directa o
subsidiaria?
Algunos autores como el profesor José Ignacio Narváez (2002), expresa que
los gestores tienen una responsabilidad directa (además de la responsabilidad
solidaria e ilimitada) es decir que no tiene la característica de responsabilidad
subsidiaria que tienen los socios de la sociedad colectiva. En palabras del Doctor
Narváez:
PARTE 2 - CAP. IV: SOCIEDADES COMANDITARIAS
A favor de los socios de la colectiva obra una salvedad a la regla común y ordinaria
y en cierta medida sus patrimonios particulares ocupan un segundo plano en
el cumplimiento de las obligaciones sociales, puesto que su responsabilidad
tiene carácter subsidiario y solo puede hacerse efectiva después de intimar aún
extrajudicialmente a la sociedad y demostrar que el requerimiento ha sido en
vano. Además, les permite invocar las excepciones que ésta tenga contra sus
acreedores. Para los socios gestores de las comanditarias no existe este burladero
defensivo ya que es legalmente factible deducir su responsabilidad sin exigirle
previamente a la sociedad que satisfaga el crédito insoluto ni acreditar que ésta ha
sido requerida infructuosamente para obtener el pago (2002, p. 113).
No compartimos este criterio, porque la sociedad una vez constituida legalmente
forma una persona jurídica distinta de los socios individualmente considerados
(Código de Comercio inciso 2 artículo 98). Se aplica a los gestores las normas
de la sociedad colectiva por así ordenarlo los artículos 341 y 352 del Código de
Comercio. Por estas razones la responsabilidad de los socios colectivos, tanto en
la colectiva como en la comanditaria, es subsidiaria en que solo responde ante
terceros una vez haya sido requerida la sociedad en forma directa para el pago de
las obligaciones sociales (Código de Comercio artículo 294).
I) Causales especí cas de disolución
El artículo 333 del Código de Comercio señala tres causales: a) las indicadas en el
artículo 218 del mismo Código; b) respecto del socio gestor, las indicadas para la
sociedad colectiva, y c) la desaparición de alguna de las categorías de socios.
Ocurrida alguna de las causales de disolución, la sociedad tendrá que entrar en
proceso de liquidación de la empresa, es decir, liquidar el patrimonio social. Para
ello, la Junta de socios con el voto de la mayoría absoluta tanto de socios gestores
como comanditarios deberá designar al liquidador de la sociedad.
J) Quórum y mayorías
Las decisiones que se adopten obligan a todos sus asociados y deben constar
en actas. Cada gestor tendrá un voto y el comanditario conforme al número de
cuotas o acciones que posea.
Para los casos de cesión de las partes de interés de un socio gestor, como lo
mencionamos anteriormente, se requerirá la aprobación unánime de los socios, si
no se dispone otra cosa en los estatutos, mientras que para la cesión de las cuotas
de un comanditario, se requerirá de una mayoría del 70 por ciento, prevista en el
artículo 360, de las cuotas en que se haya dividido el capital social, salvo que se
pacte una mayoría superior a la requerida por el mencionado artículo, pero en
ningún caso esta podrá ser inferior (Código de Comercio, artículos 329 y 330).
225
226
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Serán diferentes las mayorías exigidas para la designación del revisor iscal, pues
solo se requerirá el voto airmativo del 20 por ciento o más del capital social. Por
su parte, las decisiones respecto a la administración solamente podrán tomarlas
los gestores, según lo previsto en los estatutos. Sobre este tema nos remitimos a lo
consagrado por la ley para las sociedades colectivas, las de responsabilidad limitada
y las anónimas (Código de Comercio, artículo 203 numeral 3 y artículo 326).
2. Sociedad en comandita simple
A) Reseña histórica
A mediados del siglo XII, la necesidad de combinar trabajo con capital en el ejercicio
habitual del comercio generó el surgimiento de las sociedades en commenda, cuyo
nombre se deriva de commendare, que signiica coniar, depositar, encomendar o
conferir un mandato.
En este tipo de sociedades participaban dos clases de asociados, el comanditario
y el comanditado. El primero se encargaba de que el capital se incrementara
mediante el producto de transacciones y como contraprestación a ello le era
otorgado un derecho en la participación de utilidades; también gestionaba los
negocios en nombre propio y bajo su propia responsabilidad y eran otros los
socios quienes suministraban el capital, limitando su responsabilidad hasta el
valor de lo aportado (Leal 1996, pp. 63-70).
Este contrato de commenda empezó a ser empleado principalmente por aquellas
sociedades que se dedicaban al comercio marítimo, y posteriormente se extendió
a regular las operaciones comerciales terrestres, que eran ejecutadas por una
persona denominada tractator. Esta sociedad en commenda llegó a confundirse
con la vera societas o societas maris, no solo porque en este tipo de contratos
existía el llamado comanditario y el comanditado, sino también por cuanto en la
primera el comanditario al momento de suscribir el contrato anticipaba todo el
capital, y en la segunda, el comanditario solo proporcionaba una parte del capital.
A raíz de la expedición de la Ley de Florencia de 1408 se exigió el requisito
de publicidad del contrato, no solo para proteger a los acreedores en caso de
insolvencia, sino también para conocer la calidad de los socios y las cuotas que
cada uno se había comprometido a aportar.
El mencionado tractator se hallaba subordinado a las instrucciones del commendator y no aportaba más que su trabajo. Además, unas veces aparecía como partícipe y otras, como socio. Los rasgos de estas participaciones generaban una idea
jerárquica, pues se hablaba de socios principales y otros partícipes.
PARTE 2 - CAP. IV: SOCIEDADES COMANDITARIAS
B) Función económica
Está estructurada para las pequeñas y medianas empresas y más para aianzar los
lazos de la familia, al continuar los hijos en el desarrollo de la empresa de las que
sus padres fueron los gestores iniciales; de ahí que sean los padres quienes iguren
como gestores y los hijos como comanditarios.
C) Características
a) Conformación (mínimos y máximos)
Para la formación de este tipo societario, es necesario como mínimo dos personas:
un gestor y un comanditario. Respecto al número máximo de socios gestores no
se ha señalado legalmente límite alguno, contrario a lo que sucede con la máxima
pluralidad de socios comanditarios, la cual debe ser de veinticinco personas con
la calidad de socios.
Se requiere de la presencia de uno o varios socios colectivos o gestores y de uno
o más socios comanditarios, pues es de su esencia la existencia de estas dos clases
de socios, como se comentó anteriormente. Por ende, la falta de socios gestores o
colectivos haría imposible la conformación de la igura societaria ante la falta de
órganos gestores.
b) Clases de socios
Existen dos tipos de socios, el gestor y el comanditario, y cada uno de ellos
desarrollará una actividad diferente en la sociedad. El primero se encargará de
administrar el patrimonio y los negocios sociales, y el segundo solo lo hará si los
gestores le conieren poder para ello, con sujeción a lo previsto para la sociedad
colectiva (Código de Comercio, artículo 326).
c) Forma de constitución
La escritura constitutiva requiere que sea otorgada por todos los socios gestores,
con o sin la concurrencia de los comanditarios. En ella deberá expresarse nombre,
domicilio, nacionalidad y aportaciones de los socios (Código de Comercio,
artículo 337).
d) Razón social
Se indicará de la forma señalada antes, es decir, con el nombre completo o el
solo apellido de uno o más socios colectivos, más la palabra «y compañía» o la
abreviatura «& Cía.», pero seguida siempre de la abreviatura «S. en C.» (Esto es,
sociedad en comandita). De ser omitida, se considerará como sociedad colectiva.
227
228
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
e) Capital social
En la sociedad en comandita simple, los comanditarios deben pagar íntegramente
el capital social al formar la sociedad, exactamente como en el caso de la
compañía de responsabilidad limitada, es decir, debe pagarse al momento de
constituirse. En este caso, solo es obligatoria la entrega inicial de los aportes de
los comanditarios, los cuales serán divididos en cuotas de igual valor. Los socios
gestores pueden hacer aportes de capital, adquiriendo por ello también la calidad
de socios comanditarios, sin que por esta razón se eximan de su responsabilidad
como socios gestores134.
f) Administración de los negocios sociales
La representación de la sociedad y la administración de los negocios sociales
estarán a cargo exclusivamente de los socios gestores, es decir, estarán excluidos
los socios comanditarios del ejercicio de ambas funciones. No obstante, como la
administración y la representación corresponden a todos y cada uno de los socios
gestores, estos podrán determinar si las ejercen directamente o por intermedio
de delegados. En este último caso, podrán delegarla a sus consocios colectivos o a
terceros, quedando desde ese momento automáticamente inhibidos para gestionar
los negocios sociales, pues los delegados tendrán las mismas facultades que la ley
y los estatutos les otorgan a los socios administradores (Código de Comercio,
artículos 326 y 327). En todo caso, la administración deberá ser ejercida de
acuerdo con las normas que rigen al respecto para las sociedades colectivas135.
En conformidad con tales normas, son características principales de la delegación:
• Deberá conferirla el socio gestor de quien emana la facultad administrativa,
es decir, el requisito sine qua non es que sea el titular de dicha competencia
o facultad.
134 Respecto al pago del capital social, la Superintendencia de Sociedades, en Oicio 220- 68939 del
27 de octubre de 1998, se pronunció señalando lo siguiente: «No cabe duda [de] que los socios
comanditarios en una sociedad en comandita simple, al equiparse a los socios de una sociedad
limitada (art. 341), están igualmente obligados a realizar el pago del capital social en el acto,
esto es, bien al momento de constituirse la sociedad, ora ante un eventual incremento (art. 354),
pues la ley no permite diferirlo en cuotas como sí sucede con las sociedades anónimas y sus
asimiladas. Igual comportamiento tendrán los socios gestores cuando hacen aportes de capital
en virtud de lo cual adquieren esa doble calidad, quedando en igualdad de condiciones frente
a los socios comanditarios en cuanto al pago del capital se reiere y de lo que de él se derive,
sin perjuicio, claro está, de la responsabilidad inherente a la categoría que les asiste como socio
gestor».
135 Ver lo indicado sobre la administración de los negocios sociales de las sociedades colectivas
(Parte segunda, capítulo 1, numeral 5).
PARTE 2 - CAP. IV: SOCIEDADES COMANDITARIAS
• Es un acto jurídico formal, en otras palabras, se requiere que se haga en el
contrato social o en su defecto mediante escritura pública y su subsiguiente
suscripción en el registro mercantil.
• El delegante estará inhibido para ejercer la función delegada, pero en todo
caso, podrá reasumirla total o parcialmente en cualquier tiempo, así como
cambiar los delegados o establecer limitaciones a los mismos.
• Cuando la delegación se haga a un tercero extraño, deberá solicitarse la
autorización de los demás consocios, pues a falta de esta, la delegación no
produce efecto alguno respecto de la sociedad ni de los demás asociados.
Sobre este último punto, vale señalar que la autorización deben entregarla los demás socios gestores por ser a estos a quienes les corresponde ejercer la administración de la sociedad y:
la razón de dicha autorización estriba precisamente en la responsabilidad solidaria
e ilimitada que adquieren los socios colectivos, ya que si por la gestión social de
uno de ellos han de responder de tal forma los socios restantes, responsabilidad
que se mantiene aún delegada la administración, resulta entendible que cuando
dicha gestión no la adelanta directamente el socio, sino un tercero con quien
los socios corresponsables no celebraron el contrato de sociedad, estos deban
autorizar la gestión por parte de dicho tercero, gestión respecto de la cual deben
responder en la forma indicada.
Tal circunstancia en cambio no ofrece la misma connotación respecto de los
socios comanditarios, puesto que estos, como es sabido, solo responden hasta el
monto de sus aportes, además de que están excluidos de la gestión de los negocios
sociales no solo como partícipes directos de ella, sino también como partícipes
indirectos a través de la toma de decisiones relativas a la misma, como claramente
lo prevén los artículos 326 y 336 nombrados.
Así las cosas, como primera conclusión debe inferirse que siendo dos o más
los socios gestores en una compañía en comandita, la delegación que de la
administración de la sociedad haga uno de ellos en un tercero requiere la
autorización únicamente de los demás socios gestores, al paso que tratándose de
una sociedad en comandita con un solo socio gestor, no es pertinente autorización
alguna para la referida delegación, dada la ausencia de otros socios gestores que la
impartan (Superintendencia de Sociedades, 1989, Oicio SL-11093).
En cuanto a la delegación de la representación, esta tendrá efectos distintos, ya
que el socio que la delegó podrá reasumirla en cualquier tiempo o cambiar a
sus delegados. Cuando sea delegada a los socios comanditarios, deberá además
indicar que actúa mediante poder conferido para desarrollar determinados
negocios, pues de lo contrario responderán solidariamente con los gestores por
las operaciones que celebren y ejecuten.
229
230
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Así las cosas, los comanditarios estarán excluidos:
• De la administración, y por tanto, no pueden indicar qué negocios celebrar
y cuáles no, ni mucho menos efectuarlos personalmente; es por ello que se
desnaturalizaría la sociedad en el caso en que los comanditarios se reserven el
derecho de remover a los administradores o en los casos en que se constriñan
mediante sanciones a los administradores para que realicen operaciones
que determinen los socios comanditarios o cuando se dirijan a la autoridad
competente para reprobar los criterios de administración y de esa forma
adoptar los que señalen los comanditarios.
De igual manera, no podrán limitar ni extender la capacidad de los administradores, de tal forma que excedan los límites del contrato social, pues de existir esta
posibilidad se vulneraría la buena fe de los terceros que contrataron con la sociedad
y que coniaron en la esfera de acción concedida al administrador. Solo podrá cambiar o modiicar cualquier pacto constitutivo de la sociedad mediante reforma estatutaria, que se aprobará en la Junta de socios, salvo que los estatutos estipulen otra
cosa, por unanimidad de los gestores y la mayoría absoluta de los comanditarios.
• De la representación, y por ende, no podrá obrar ni contratar en nombre de la
sociedad ni mucho menos con una procuración general ni especial, salvo que
los socios gestores le hubieran delegado la representación de determinados
negocios sociales.
D) Aportes y derechos de los asociados
En la sociedad en comandita simple, el capital social es la suma de los aportes
hechos por los asociados. Los socios gestores son los únicos que pueden hacer
aportes en industria y no se les exige el pago de un aporte efectivo, pero tampoco
se les prohíbe que puedan participar con capital y que ello modiique su condición
de gestores; por el contrario, de esta forma adquirirán una doble posición dentro
de la sociedad, la de gestores y la de comanditarios. El socio comanditario, como
ya lo mencionamos, no podrá en ningún caso ser socio industrial (Código de
Comercio, artículo 325).
Entre los derechos que tienen los socios encontramos el de participar en las
deliberaciones, de votar, de percibir utilidades sociales, de negociar sus derechos y
de inspeccionar los libros y papeles de la sociedad. Particularmente, en la sociedad
en comandita, los socios comanditarios podrán decidir si aumentan o reponen su
aporte o si ceden cuotas; tendrán además derecho a participar, deliberar y votar
en las reuniones generales —a excepción de las referentes a la administración—,
a nombrar personas que los representen en la Junta de socios, a iscalizar el
desarrollo de la sociedad y a ejercer el derecho de receso cuando se les imponga
una responsabilidad mayor, en caso de fusión o transformación.
PARTE 2 - CAP. IV: SOCIEDADES COMANDITARIAS
Los socios colectivos tienen además los derechos a que en la razón social igure su
nombre o apellido, a administrar y representar la sociedad, a deliberar y votar en
la asamblea general y a ceder su interés social.
E) Cesión de los aportes: gestores y comanditarios
La cesión de las partes de interés de los socios colectivos y de las cuotas de los
comanditarios deberá constar por escritura pública y para su validez se requiere
la aprobación unánime de los colectivos y del voto unánime de los demás
comanditarios (Código de Comercio, artículo 338). La diferencia de estas
decisiones radica en que en la cesión de las partes de interés se ha de computar el
voto del cedente y en la cesión de cuotas de los comanditarios se excluirá el voto
del cedente comanditario.
Si en los estatutos no se hubiera estipulado el trámite de cesión de los aportes,
deberá aplicarse lo que al respecto señala el Estatuto Mercantil en relación con la
sociedad de responsabilidad limitada136.
F) Quórum y mayorías
Para deliberar, respecto de los socios gestores se requiere la mayoría numérica,
salvo que en los estatutos se estipule otra mayoría (Código de Comercio, artículo
302), y respecto de los comanditarios, estos deliberarán con la mayoría absoluta
de las cuotas en que se haya dividido el capital social, salvo que en los estatutos se
exija un quórum diferente.
Para decidir sin reformas, se requerirá la mayoría absoluta de los votos de los socios
gestores y con respecto a los comanditarios será necesario un número plural de
socios que represente la mayoría absoluta en que se haya dividido el capital de la
compañía. En los estatutos podrá estipularse que en lugar de la mayoría absoluta
se requiera una mayoría superior.
Para decidir con reformas, se requerirá el voto unánime de los socios gestores y
como mínimo el setenta por ciento de las cuotas en que se haya divido el capital
social de los comanditarios, y deberá reducirse a escritura pública (Código de
Comercio, artículo 340). Estas mayorías obedecen a que a los comanditarios
se les aplica las normas de la sociedad de responsabilidad limitada (Código de
Comercio, artículo 341 y 360).
136 Ver la Parte segunda, cap. 3 «Sociedad de responsabilidad limitada», sobre «Trámite para la
cesión de cuotas», pág. 203.
231
232
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
G) Causales de disolución
Además de las causales previstas para las sociedades comanditarias en general, el
artículo 342 del Código de Comercio establece como causal especial de disolución
la reducción de su capital social a la tercera parte o menos.
H) Reformas sociales
A menos que en los estatutos se hubiesen estipulado mayorías especiales, las
reformas requerirán del voto unánime de los socios colectivos y de la mayoría
absoluta de votos de los comanditarios. Respecto de aquellas reformas que tengan
relación con la administración de la sociedad, serán imperativas de los socios
gestores, es decir, los socios comanditarios no podrán tener injerencia alguna para
decidir sobre ellas (Código de Comercio, artículos 336 y 340).
I) Junta de socios
Es el máximo organismo de la sociedad. Sus reuniones ordinarias se realizarán
una vez por año y las extraordinarias, según los asuntos a tratar y la urgencia de
los mismos.
Tendrá como funciones estudiar y aprobar las reformas, las elecciones, constituir
las reservas ocasionales, designar al liquidador y su suplente, declarar la disolución,
acordar la liquidación, autorizar la cesión al interés social y cuotas, y aprobar las
cuentas inales de los liquidadores.
J) Vigilancia y control
En este tipo societario la existencia del revisor iscal es potestativa. Por tanto,
la vigilancia y control podrá estar a cargo de los socios comanditarios o de la
persona que se designe como revisor iscal. Los primeros tendrán la facultad de
vigilar a sus emisarios, inspeccionar los libros y papeles de la sociedad, además de
ejercer un control permanente sobre todas y cada una de las actividades que ejerza
la sociedad. Por el contrario, quien sea revisor iscal no podrá ejercer ni ostentar
el derecho de inspección, pero sí contará con las demás facultades mencionadas
(Código de Comercio, artículo 339).
K) Normas aplicables
En lo no previsto en el capítulo ii del título iv del Código de Comercio sobre las
sociedades en comandita, en cuanto al socio gestor se aplicarán las normas de
la sociedad colectiva y, con respecto a los comanditarios, las disposiciones de la
sociedad de responsabilidad limitada (Código de Comercio, artículo 341).
PARTE 2 - CAP. IV: SOCIEDADES COMANDITARIAS
3. Sociedad en comandita por acciones
A) Reseña histórica
Con el surgimiento y desarrollo del capitalismo, empezó a proliferar la creación
de empresas de gran escala que requerían de un mayor número de personas para
que suministraran capital, asociándolas como prestamistas anónimos y, por tanto,
como contraprestación del dinero entregado les eran expedidos recibos en donde
constaba dicha cantidad. Con el tiempo estos recibos se denominaron acciones.
De esta manera, muchos de los prestamistas eran considerados como terceros y
no como asociados, lo que conllevó a que se estableciera la costumbre de publicar
íntegramente el contrato generador de la sociedad para dar a conocer a los terceros
la forma como estaba integrado el capital y los aportantes del mismo.
Debido a que las sociedades anónimas requerían de previa autorización del
gobierno para su conformación, se generó la proliferación de la sociedad en
comandita por acciones, la cual carecía de vigilancia estatal y, por tanto, tenía
más libertad en su accionar, además de facilitarles a las sociedades medianas en
expansión la posibilidad de realizar la suscripción pública de capitales, sin que
fundadores o administradores perdieran el control o dirección de la sociedad.
B) Función económica
Está diseñada para empresas de mayores dimensiones como se releja en el capital,
al ser representado en títulos negociables y la vinculación de inversionistas,
mediante la emisión, colocación, expedición de títulos y negociación de las
acciones (Código de Comercio artículo 347).
C) Características
a) Conformación (mínimos y máximos)
Para su conformación se requiere de un mínimo de seis personas —un gestor y
cinco comanditarios o accionistas—, no existiendo límites señalados respecto a la
máxima pluralidad de socios (Código de Comercio, artículo 343, inciso 2o).
b) Clases de socios
Igualmente en esta sociedad existen dos tipos de socios, el gestor y el comanditario
o accionista, quienes desempeñarán las mismas funciones establecidas para la
sociedad comanditaria simple.
c) Forma de constitución
En el acto constitutivo no será necesario que intervengan los comanditarios y
bastará que en la escritura de constitución se expresen los suscriptores, el número
de acciones suscritas, el valor nominal de las mismas y la parte pagada.
233
234
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Al momento de constituirse, será necesario además que se suscriba el 50 por
ciento de las acciones y se pague la tercera parte del valor de cada acción suscrita.
Se aplicarán las normas generales de la sociedad anónima referentes al pago de las
acciones (Código de Comercio, artículo 345).
d) Razón social
Se indicará de la forma señalada antes, es decir, con el nombre completo o solo
el apellido de uno o más socios colectivos, más la palabra «y compañía» o la
abreviatura «& Cía. », pero seguida siempre de la abreviatura «S. C. A. » (Sociedad
en comandita por acciones). De ser omitida, se considerará como sociedad
colectiva.
e) Capital social
Está representado en títulos de igual valor denominados acciones, las cuales
deberán ser pagadas por los comanditarios. Los socios colectivos pueden adquirir
acciones y en esa medida tendrán una doble calidad (Código de Comercio,
artículo 344).
f) Administración de los negocios sociales
Como ya lo mencionamos, en la sociedad en comandita simple la administración
corresponderá a los socios gestores y los comanditarios solo podrán ejercerla
cuando les sea delegada por los socios gestores, con las limitaciones establecidas
en la ley o los estatutos.
No obstante, aquellos socios que no participen en la gestión social tendrán los
derechos de promoción y defensa de las expectativas y riesgos de la comunidad en
que están interesados. Por tanto, por medio del ejercicio del derecho al voto podrán
participar en todo aquello que afecte el contrato social como la entrada, salida o
exclusión de socios o la reforma del contrato social, para lo cual se requerirá de la
aprobación en la asamblea general por unanimidad de los socios colectivos y por
la mayoría de votos de las acciones de los comanditarios, pero ha de tenerse en
cuenta que las decisiones de administración corresponden exclusivamente a los
socios gestores.
Entonces, los socios gestores serán los únicos que tengan las atribuciones que
señala el artículo 187 del Código de Comercio y además las de:
a) resolver sobre todo lo relativo a la cesión de cuotas, así como a la admisión
de nuevos socios; b) decidir sobre el retiro y exclusión de socios; c) exigir de los
socios las prestaciones complementarias o accesorias, si hubiere lugar; d) ordenar
las acciones que correspondan contra los administradores, el representante
legal, el revisor iscal o cualquiera otra persona que hubiere incumplido sus
obligaciones u ocasionado daños o perjuicios a la sociedad, y d) elegir y remover
PARTE 2 - CAP. IV: SOCIEDADES COMANDITARIAS
libremente a los funcionarios cuya designación le corresponda. La Junta de socios
podrá delegar la representación y la administración de la sociedad en un gerente,
estableciendo de manera clara y precisa sus atribuciones (Código de Comercio,
artículo 358).
D) Aportes y derechos
El capital de la sociedad comanditaria por acciones estará formado por los aportes
que de manera simultánea realicen tanto los socios comanditarios como los socios
colectivos o gestores.
Son los socios comanditarios quienes reciben el nombre de accionistas, pues
son los que adquieren las acciones y aportan al capital social. Por su parte, los
socios gestores o colectivos también podrán aportar al capital y suscribir acciones,
además de realizar los aportes de industria, y, por tanto, tendrán una doble
posición dentro de la sociedad, es decir, la de socio gestor y la de comanditario.
Los socios adquirirán los derechos que conieren las acciones mediante su
suscripción. Por tanto, quien no haya pagado en su totalidad las acciones suscritas,
no podrá ejercer los derechos inherentes a ellas, esto es, los derechos señalados en
el artículo 379 del Código de Comercio.
De conformidad con el artículo 345 del Código de Comercio, el capital estará
representado en títulos de igual valor, e igualmente regirá la distinción entre
capital autorizado, suscrito y pagado, como en la sociedad anónima.
E) Cesión del interés social
La cesión del interés social, bien sea parcial o total, por parte del socio gestor,
requiere de la autorización expresa de sus consocios y por tratarse de una reforma
al contrato social, debe elevarse a escritura pública e inscribirse en el registro
mercantil de la cámara de comercio.
Cuando la cesión del interés social sea de un socio colectivo o gestor, esta se regirá
por lo ordenado al respecto en las sociedades colectivas; y cuando la negociación
sea de un comanditario, esta deberá regirse conforme a lo preceptuado sobre el
tema en las sociedades anónimas. Por tanto, regirá también todo lo referente al
derecho de preferencia y lo ya señalado con respecto a las demás clases de acciones
en la sociedad anónima. La cesión que haga un socio comanditario de sus acciones
no implica, bajo ninguna circunstancia, una reforma estatutaria.
F) Quórum y mayorías
Para deliberar, salvo pacto en contrario, en el caso de los socios gestores será
necesaria la mayoría numérica de estos (Código de Comercio, artículo 302), y
respecto de los comanditarios, será necesaria la asistencia de un número plural de
235
236
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
socios que por lo menos represente la mitad más una de las acciones suscritas, salvo
que en los estatutos se indique un quórum inferior (Ley 222 de 1995, artículo 68).
Para decidir sin reformas, bastará la mayoría absoluta de los votos de los socios
gestores, a menos que estatutariamente se ije un quórum inferior, y en relación
con los socios comanditarios, las decisiones se tomarán con la mayoría de votos
presentes en la reunión.
Para decidir con reformas, se requiere el voto unánime de los colectivos y la
mayoría de votos de las acciones de los comanditarios, salvo estipulación expresa
en contrario (Código de Comercio, artículo 349).
G) Causales de disolución
Además de las previstas para las sociedades comanditarias en general, se establece
como causal especial la reducción del patrimonio a menos del 50 por ciento del
capital suscrito, debido a pérdidas (Código de Comercio, artículo 351).
H) Asamblea General
Es el máximo órgano de dirección en la sociedad en comandita por acciones.
Se reunirá ordinariamente una vez al año en las fechas que se indiquen en los
estatutos sociales o a los tres meses siguientes al vencimiento de cada ejercicio.
Podrá reunirse de manera extraordinaria si surgen situaciones imprevistas o
urgentes.
Tiene como función principal el trazar directrices económicas sobre la distribución
de utilidades y el cumplimiento del objeto social, además de decidir sobre las
reformas estatutarias.
I) Vigilancia y control
Solo los socios comanditarios tendrán la facultad de inspeccionar por sí o por
intermedio de un revisor iscal. Para este tipo societario, según lo establecido
en el inciso primero del artículo 203 del Código de Comercio, será obligatoria
su designación, la cual se hará por la mayoría de votos de los comanditarios. La
facultad de inspeccionar que tienen los socios se limita a examinar los libros y
documentos de la sociedad en cualquier momento.
J) Normas aplicables
En lo no previsto en el capítulo iii del título iv del Código de Comercio sobre las
sociedades en comandita, se aplicarán las normas de la sociedad colectiva respecto
del socio gestor, y las disposiciones de la sociedad anónima a los comanditarios.
Capítulo V
Empresa Unipersonal*1
1. Antecedentes de la empresa unipersonal
La primera manifestación de la sociedad unipersonal fue la empresa de tamaño
pequeño o mediano, comúnmente organizada como empresa limitada o en
comandita, la cual estaba representada por el jefe del grupo familiar, quien era el
verdadero titular del negocio por ser el aportante de una parte sustancial o de la
totalidad del capital, y que vinculaba al contrato social a su cónyuge y descendientes
con aportes icticios, a in de lograr el beneicio de la personiicación jurídica y la
protección de su patrimonio frente a toda clase de riesgo comercial.
Hoy en día la sociedad unipersonal también actúa en el campo de las grandes
empresas bajo las llamadas iliales o subsidiarias totalmente controladas, las cuales
adoptando la forma de sociedades anónimas se extienden a in de diversiicar
sus actividades y crean diversas sociedades subordinadas, sobre las cuales la
matriz ejerce un control por ser el único titular real, ya que en las restantes solo
tienen una participación simbólica o insigniicante. Entonces, será la matriz la
que las domina, pero salvará las apariencias con la colaboración de uno o varios
testaferros.
*
Este tema se complementa con el capítulo sobre la naturaleza jurídica de las sociedades, que se
encuentra en la parte primera, pág. 17.
238
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
No obstante, son dos las razones por la cuales la constitución de sociedades
unipersonales ha sido rechazada en el ámbito académico. Una de orden teórico
y otra de orden práctico. La primera se debe a la existencia del dogma de la
unidad indivisible del patrimonio y el dogma de la naturaleza contractual de la
compañía, cuya solidez se vería entredicha si se llegara a aceptar la existencia de
una sociedad con un solo socio. Sin embargo, se ignora la realidad comercial,
pues la limitación del patrimonio no perjudica a los acreedores si está dotada de
publicidad y si el único socio no abusa de tal condición, por cuanto es la limitación
de responsabilidad la que ha estimulado la actividad económica, y la segunda
porque existe la posibilidad de que se abuse de la limitación de la responsabilidad.
Entonces, el problema no está en la existencia de la sociedad unipersonal, sino
en que ella sea utilizada de manera desviada o abusiva para acometer acciones
fraudulentas.
2. Reseña histórica
Para determinar el surgimiento y la existencia de la empresa unipersonal es
indispensable remitirnos a las diferentes legislaciones foráneas que se encargaron
de regular esta institución.
Inglaterra fue el primer sistema legislativo en pronunciarse al respecto en 1897,
mediante una providencia judicial137. La Cámara de los Lores reconoció la
existencia y validez de las one man companies, es decir, se aceptó que aunque para
la formación de la sociedad concurriera el número mínimo de accionistas exigidos
por la ley y ellos no fueran los verdaderos titulares del interés, esta conservaba sus
atributos aun cuando de hecho estuviera integrada por un solo socio.
Tal sociedad conformada por un único socio ha tenido más acogida en los
países del common law, en donde no se exige como requisito la pluralidad de
accionistas o socios. En Estados Unidos tan solo se conocen tres tipos de sociedad
(partnership, limitedpartnership y corporations), pero no se desconoce la existencia
de las sociedades unipersonales. Antes bien, se acepta la constitución y validez de
estas sin importar si la representación e interés de la sociedad recae en una sola
persona; por ejemplo, la ley general de sociedades de Delaware indica que:
137 Este caso se conoce con el nombre de Salomón vs. Salomón & Company Ltd. El actor Salomón
fabricante de botas, recurrió a la organización de la sociedad con su esposa y cinco hijos. Cada
uno suscribió una acción por valor de una libra. El actor transirió su actividad comercial por
valor de 38 mil libras. Llegada su liquidación, sobraron mil libras de las que el señor Salomón
pretendió un derecho en detrimento de los acreedores quirografarios, quienes adujeron que
el negocio era una fachada para eludir su responsabilidad y que la sociedad estaba viciada de
nulidad, en la medida que estaba constituida por un solo accionista.
PARTE 2 - CAP. V: EMPRESA UNIPERSONAL
cualquier persona, sociedad de personas, asociación o sociedad de capitales,
individualmente o conjuntamente con otros y sin consideración a su lugar de
residencia, domicilio o estado de constitución, puede formar una sociedad de
capitales, en los términos de este capítulo (Reyes, 2010, p. 574).
Por su parte, en la legislación alemana a raíz de la elaboración de la teoría de empresa
se consideró esta como un patrimonio autónomo destinado al cumplimiento de
su inalidad económica, y se aceptó que las acciones de una sociedad estuvieran
concentradas en una sola persona sin que ello implicara su disolución ni la
adquisición de una mayor responsabilidad del único socio. Aún más:
el reconocimiento de las sociedades unipersonales era considerado parte del
«derecho consuetudinario alemán» y la separación patrimonial entre la sociedad
y su accionista único aceptada incluso en el derecho tributario (Le Pera, 1979,
p. 97).
Luego en 1926, el principado de Liechtenstein, con una clarísima inluencia de la
jurisprudencia alemana, sancionó el «Código de las personas físicas y jurídicas y
actividades mercantiles», cuerpo normativo en el que se acogía una nueva igura
denominada Ansalt, la cual podía ser creada por una o más personas naturales o
jurídicas que desearan realizar una empresa, siempre y cuando constituyeran un
patrimonio autónomo a in de que su responsabilidad se restringiera al mismo.
No obstante, a in de evitar controversias por la concepción clásica contractualista,
se crearon otros entes diferentes a las sociedades que no lesionaran tampoco la
«teoría del patrimonio».
Más tarde, en Holanda se aceptó expresa y formalmente la constitución de
sociedades de un único fundador. A partir de una jurisprudencia de la Corte
Suprema de dicho país, en 1928 el legislador estableció la concentración de
las acciones en un único titular y señaló que la desaparición del requisito de
pluralidad no constituiría una causa que perjudicara la validez de la sociedad
ni que impusiera una mayor responsabilidad al único socio, ya que la misma se
limitaba al monto del aporte que este efectuara.
Así las cosas, en el derecho europeo esta igura se ha convertido en el común
denominador de las legislaciones nacionales, ya que le ha ayudado al pequeño
empresario a acceder fácilmente al mercado, no solo porque se propende a
la conservación de la empresa, sino también porque favorece los procesos de
reorganización empresarial. Por esta razón, en aquellas legislaciones donde
todavía el concepto no ha sido aceptado, las mismas tienden a incluirlo.
En América Latina, la igura fue introducida en primer lugar por la legislación
panameña mediante la expedición de la Ley 32 de 1927. La legislación brasileña
la incluyó en 1976. Pero ha sido Argentina el país que ha mostrado una mayor
preocupación frente a la limitación del riesgo del único socio, debido a que las
239
240
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
denominadas «sociedades anónimas icticias» cometían acciones fraudulentas con
las que perjudicaban a terceros, y por ello se decidió afectar parte del patrimonio
del empresario y crear garantías para quienes contrataran con él.
Es así que en el año de 1940 la Cámara de Comercio de la ciudad de Buenos Aires
propone acoger la empresa unipersonal de afectación patrimonial limitada, en los
siguientes términos:
Es verdad que por nuestra ley no está permitido, pero la icción existe y es
esto precisamente lo que conviene corregir, haciendo extensivo el mencionado
principio a la empresa individual, tanto más, que no hay ninguna razón atendible,
que se oponga a ello, puesto que por lo que respecta al interés de los terceros,
que podrían ser los únicos interesados, lo mismo es que el capital de la empresa
pertenezca a una o más personas, cuando se trata de empresas de afectación
patrimonial limitada, en que las personas juegan un papel secundario (Santos,
2000, p. 68).
A pesar de esto, la Ley General de Sociedades de Argentina no solo no contempla
la igura de la sociedad unipersonal, sino que exige de manera clara la pluralidad
de socios para que la constitución y existencia de la sociedad sea viable.
En la legislación colombiana, este fenómeno fue acogido mediante la expedición
de la Ley 222 de 1995. Pero aunque no consagró expresamente las sociedades
unipersonales, sí incorporó la institución de la empresa unipersonal, previendo
respecto a determinados tipos de negocios: a) prohibiciones, como sería el
contratar directamente con esta (Ley 222 de 1995, artículo 75); b) diferentes
formas de desestimación de la personalidad jurídica, como sería el participar en
actos defraudatorios o facilitarlos (Ley 222 de 1995, artículo 71), y c) garantías
jurídicas esenciales a terceros, como lo es estar sometida a la inspección, vigilancia
y control por parte de la Superintendencia de Sociedades (Ley 222 de 1995,
artículo 80). Todos estos actos son a in de evitar que la empresa sea utilizada
como mecanismo de fraude.
3. Naturaleza jurídica
En la teoría moderna existen dos tipos de patrimonio. El primero de ellos se
denomina comercial, por cuanto se encuentra conformado por los activos que
se destinan a explotar la actividad mercantil, y el otro se denomina civil, que se
encuentra compuesto por los bienes familiares. Entonces, el patrimonio comercial
servirá para responder por las acreencias, mientras que el civil estará encaminado
a satisfacer las necesidades particulares del individuo y su familia.
Colombia ha acogido esta teoría, y por ende, admite la existencia de patrimonios
separados. Así:
PARTE 2 - CAP. V: EMPRESA UNIPERSONAL
el patrimonio autónomo de afectación es distinto del civil, y está destinado
principalmente a cumplir una inalidad exclusiva de explotación económica; por
tal motivo, tiene administración propia y nombre especial; adquiere personalidad
jurídica, y por la misma razón tiene derechos y es capaz de obligarse ante terceros
(López, 2007, p. 226).
4. Función económica
De las normas que la regulan, se deduce que la empresa unipersonal tiene por
objeto la realización de uno o varios actos mercantiles (Código de Comercio,
artículos 20, 21 y 22), lo que indica que no puede conformarse para la ejecución
de actos meramente civiles. Entonces, es el instrumento más idóneo para aquellos
pequeños y medianos negocios y para la inversión de sociedades nacionales o
extranjeras en las iliales íntegramente controladas, ya que favorece los procesos
de reorganización empresarial, posibilita la conservación de la empresa y facilita
el acceso al mercado.
5. Concepto
Es una empresa que se encuentra constituida por una sola persona que puede
ser natural o jurídica, la cual siendo comerciante o reuniendo las condiciones
para ejercer el comercio destina parte de sus activos para la consecución de un
beneicio económico. Esta empresa surge como persona jurídica, una vez se
inscriba el documento constitutivo en el registro mercantil (Ley 222 de 1995,
artículo 71).
La Corte Constitucional, por su parte, ha entendido a la empresa unipersonal:
como una empresa con personería jurídica, constituida por un solo socio o
de propiedad de una sola persona [...] Ley 222 de 1995, crea una nueva forma
de organización empresarial, mediante la cual el comerciante puede destinar
ciertos bienes a la realización de actividades mercantiles, con la garantía y el
beneicio de la personalidad jurídica [...] No desestima ni desvirtúa la naturaleza
contractual de las demás sociedades reguladas por el artículo 98 del Código de
Comercio, que quedó incólume con la reforma de la Ley 222, sino que amplía el
espectro de los actos que dan origen a la actividad mercantil [...] La igura de la
empresa unipersonal es más cercana a la sociedad unipersonal por las razones
que veremos a continuación, y en especial por la remisión que supletivamente
se hace a la aplicación de las normas mercantiles relacionadas con la sociedad de
responsabilidad limitada tradicional.
[...] El patrimonio del empresario unipersonal es jurídicamente independiente del
correspondiente a su empresa unipersonal, constituida por unos bienes dotados
de personería jurídica y destinados a un in [...] La separación de los patrimonios
entre la empresa y su titular es hoy nítida precisamente debido a la presencia
de la norma acusada que prohíbe que se desarrollen transacciones entre estos
241
242
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
sujetos jurídicos. En ese orden de ideas, sin la prohibición acusada, la posibilidad
de deslindar los patrimonios y actividades de la empresa unipersonal y de su
titular se reduce considerablemente, en desmedro de los intereses de acreedores y
terceros, más aún en el caso de bienes que no requieran de escritura pública para
su transacción (Corte Constitucional, 1998, Sentencia C-624).
A) Elementos esenciales para la constitución de la empresa
unipersonal
Al tenor del artículo 71 de la Ley 222 de 1995, pueden ser constituyentes de
empresas unipersonales tanto las personas naturales como las jurídicas, pero
en todo caso, resulta indispensable el carácter mercantil de las actividades que
deben realizar tales empresas. Entonces, en lo referente a las personas jurídicas se
entiende que solo las compañías de carácter comercial podrán constituir empresas
unipersonales, excluyendo a aquellas cuyo objeto social sea el desarrollo de una
actividad civil.
En este punto vale la pena detenernos a in de determinar si pueden constituir
empresa unipersonal aquellas entidades sin ánimo de lucro, pues nada impide que
ellas puedan desarrollar actividades que les generen utilidades. Así:
si bien la empresa unipersonal solo puede realizar o ejecutar actos que tengan
la condición de mercantiles, la ley jamás estableció que el empresario debiera
necesariamente ostentar la calidad de comerciante, sino que simplemente se
reirió a que el empresario debía ser «persona natural o jurídica que reuniera
las calidades requeridas para ejercer el comercio», es decir, que de acuerdo con
las normas generales del estatuto mercantil sea idónea para el efecto, por no
estar incursa en cualesquiera de las inhabilidades o incapacidades particulares
establecidas por la ley.
Si el querer del legislador hubiera sido restringir la empresa unipersonal a los
comerciantes o impedir que las personas jurídicas sin ánimo de lucro pudieran
constituir empresas unipersonales, lo habría consagrado de manera expresa.
Como quiera que ello no sucedió, no resulta posible por vía interpretativa efectuar
restricciones que el legislador jamás contempló.
Con base en los planteamientos anteriores, puede concluirse que una entidad
sin ánimo de lucro puede constituir empresa unipersonal, comportamiento
que, de paso se anota, resulta similar con la participación de tales entidades en
la formación de sociedades comerciales (Superintendencia de Sociedades,
1998, Oicio 220-64653).
Luego, se aplicará lo anterior a aquellas personas jurídicas siempre y cuando su
objeto les permita ejercer el comercio y, por tanto, al no considerarse mercantiles
las profesiones liberales, la empresa unipersonal no podrá ser utilizada para
el ejercicio de las mismas (Código de Comercio, artículo 23, ordinal 5o). Sin
embargo, consideramos que no debe existir discriminación al respecto, por
PARTE 2 - CAP. V: EMPRESA UNIPERSONAL
cuanto hay profesionales que se asocian no solo con ánimo de lucro, sino también
con el objeto de explotar su profesión y, por consiguiente, esto se debe tener como
acto mercantil por el régimen aplicable. Así mismo, al tenor literal de los artículos
Io y 80 de la Ley 222 de 1995, la empresa unipersonal es válida en consideración a
su objeto comercial. Lo que indica que debería abolirse la clasiicación de actos no
comerciales, pues los mismos son prácticamente inexistentes.
Pero, tratándose de actividades agrícolas y ganaderas realizadas por intermedio
de una empresa unipersonal, estas se considerarán legalmente actos de comercio
por no realizar la actividad de manera directa según lo señalado por el ordinal 4o,
artículo 23, del Código de Comercio.
También será viable la constitución de empresas unipersonales formadas por las
sociedades extranjeras, pues:
Del examen de la disposición (Ley 222 de 1995, artículo 71), no se colige
impedimento alguno para que una sociedad extranjera pueda constituir una
empresa unipersonal en territorio colombiano, máxime cuando dicha posibilidad
es similar a la constitución de sociedades comerciales por parte de sociedades
extranjeras. En efecto, el despacho encuentra equivalentes la constitución de una
sociedad a la creación de una empresa unipersonal; más aún si se toma en cuenta
que en ambas situaciones se forma una persona jurídica diferente a sus creadores.
En cuanto a los requisitos que debe reunir la sociedad extranjera para constituirse
en territorio colombiano una empresa unipersonal, estima el despacho que son
los mismos para que una persona natural o jurídica colombiana acuda a dicha
igura, no dando lugar a la adición de otras exigencias en consideración a su
carácter de persona extranjera (Superintendencia de Sociedades, 1996, Oicio
220-50923).
6. Características
Las principales características de la empresa unipersonal son:
• Para que exista empresa unipersonal es indispensable que se registre en
la cámara de comercio, pues solo hasta ese momento surge como persona
jurídica. El registro es requisito para su constitución, la cual puede ser por
documento privado, a menos que los bienes a aportar sean de aquellos que
necesiten de formalidades, pues de ser así, la empresa unipersonal deberá
ser constituida por escritura pública (Ley 222 de 1995, artículo 72). Esta es
una diferencia fundamental con las sociedades comerciales, reguladas por el
artículo 98 y siguientes del Código de Comercio, dado que la sociedad como
persona jurídica nace en el momento en que el acta constitutiva se eleva a
escritura pública.
• Una vez inscrita en el registro mercantil, el titular es responsable por las obligaciones generadas durante el desarrollo de la actividad mercantil respectiva,
243
244
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
y solo responderá con el patrimonio que resulte de la personiicación, es decir, habrá separación entre los bienes del empresario y los afectados a la empresa. No obstante, como excepción a la limitación de la responsabilidad, se
extenderá la responsabilidad al titular de las cuotas en que se divide el capital
social, o para aquellos administradores que hubieren realizado, facilitado o
participado en actos defraudatorios (Ley 222 de 1995, artículo 71).
• Como ya lo anotamos, el constituyente puede ser una persona natural o
jurídica, siempre y cuando reúna las características para ser comerciante o
para ejercer el comercio (Código de Comercio, artículos 10 a 18). Al requerir
de una persona para su constitución, no es importante el ánimo asociativo de
una pluralidad de personas para efectos de la separación patrimonial, pues
lo vital en la empresa unipersonal es aportar el capital para desarrollar una
actividad organizada, y así obtener la limitación de responsabilidad.
 El constituyente solo puede destinar para la empresa unipersonal una parte
de sus activos, los cuales conformarán el capital de la empresa, íntegramente
pagado al momento de su constitución. En consecuencia, será inadmisible
el aporte de rentas futuras, bienes gravados y servidumbres. El autor
considera que si al momento de constitución de la empresa unipersonal el
constituyente tuviere pasivos, sería aconsejable poner en conocimiento a
terceros acreedores sobre qué parte de su patrimonio personal va a destinar
para conformar el capital de la empresa unipersonal, pues la omisión de
esta comunicación podría acarrearle la iniciación de una acción penal por
fraude, o la iniciación de una acción civil que solicite la nulidad absoluta
del acto. Por esta razón, será indispensable que los acreedores conozcan
qué bienes van a conformar el patrimonio de la empresa unipersonal, y así
expresamente consentir su traspaso.
• A la empresa unipersonal se le aplican para todos los efectos las normas de
la sociedad de responsabilidad limitada y, por consiguiente, debe tenerse
presente que el capital ha de pagarse íntegramente al momento de su
constitución (Ley 222 de 1995, artículo 80, y Código de Comercio, artículo
354).
7. Requisitos de forma
El documento mediante el cual se constituye la empresa unipersonal debe contener
determinadas formalidades, tales como:
 Domicilio y dirección del empresario: deberá determinarse el lugar donde
va a funcionar la empresa, ya que no solo representa el sitio o sede en el
que se van a desarrollar los negocios de la compañía, sino también donde
los terceros podrán ejercer sus derechos.
PARTE 2 - CAP. V: EMPRESA UNIPERSONAL
 Nombre y documento de identidad: deberá quedar plenamente identiicado
el empresario, único titular de las cuotas.
 Denominación o razón social de la empresa: el nombre de la empresa deberá
estar seguido de la expresión «empresa unipersonal», o de su sigla «E.
U.», so pena de que el empresario responda ilimitadamente. Este requisito
permite que se dé a conocer por la razón social138 —como las sociedades
colectivas y en comandita— o por la denominación social139 —como es
propio de las sociedades anónimas—.
• Duración: en el documento constitutivo existe la posibilidad de estipular
un término de duración indeinido. La razón de ello radica en la idea de
permanencia y en las actividades a largo plazo de la empresa. El funcionar
sin una restricción temporal no implica obligarse a perpetuidad, pues ante
ello está la posibilidad de ceder las cuotas y así desvincularse de cualquier
tipo de obligación.
Entonces, al igual que las sociedades podrá pactarse un término:
Pero a diferencia de estas, es también posible que la duración sea indeinida;
encontramos aquí una nueva diferencia de regulación que carece de sentido; lo
correcto hubiese sido permitir a las compañías pluripersonales igual facilidad,
pues nada justiica que se les imponga pactar un plazo y se les obligue a la
diligencia inútil de renovarlo periódicamente (Gaviria, 1996, p. 57).
 Objeto: no es necesario detallar las actividades a las que va a dedicarse la
empresa y, por tanto, basta que se exprese que la empresa podrá realizar
cualquier acto lícito de comercio. Con este requisito queda abolida la tesis
ultra vires, ya que no se requiere de una capacidad especíica para celebrar
determinado negocio, luego, ninguna actividad podrá declararse nula con
fundamento en la falta de capacidad. Sin embargo, no se puede aceptar
este criterio de indeterminación en términos absolutos, pues existen
ciertas actividades que no pueden ser desarrolladas por las empresas
unipersonales, tales como la actividad inanciera, las de carácter bursátil y
las de transporte aéreo, entre otras.
 Aportes y capital: el titular de la empresa deberá ijar el monto del capital
haciendo una descripción pormenorizada de los bienes aportados, con
estimación de su valor, ya que el empresario responderá por el valor
asignado a los bienes en el documento constitutivo.
138 Art. 303. La razón social se formará con el nombre completo o el solo apellido de alguno o
algunos de los socios seguido de las expresiones «y compañía», «hermanos», «e hijos», u otras
análogas, si no se incluyen los nombres completos o los apellidos de todos los socios.
139 La denominación social se reiere a las actividades que va a realizar la sociedad.
245
246
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Cuando los activos destinados a la empresa comprendan bienes cuya transferencia
requiera escritura pública, la constitución de la empresa deberá hacerse de igual
manera e inscribirse también en los registros correspondientes.
 Número de cuotas: deberá determinarse el número de cuotas en que se
dividirá el capital de la empresa y el valor nominal de las mismas. El capital
deberá ser desembolsado en su totalidad al momento de la constitución,
según lo señalado en el artículo 354 del Código de Comercio para las
sociedades de responsabilidad limitada, ya que lo mismo se aplica a las
empresas unipersonales.
• Dirección y administración: la dirección de la empresa unipersonal estará
a cargo del socio único, o podrá delegarla a un tercero para que actúe
como administrador. Una vez delegada la administración, el empresario
no podrá intervenir en el manejo de la empresa, salvo cuando remueva
al administrador y retome la dirección, de acuerdo con los requisitos y
exigencias señalados por la ley. En otras palabras, delegada totalmente la
administración y mientras se mantenga dicha delegación, el empresario
no podrá realizar actos y contratos a nombre de la empresa unipersonal.
Así mismo, deberá especiicarse la forma de administración y el nombre,
documento de identidad y las facultades de sus administradores, ya que a falta
de estipulaciones, se entenderá que los administradores podrán adelantar todos
los actos comprendidos dentro de las actividades previstas (Ley 222 de 1995,
artículos 23 a 25 y 73).
La omisión de cualquiera de estos requisitos genera la no inscripción del documento, al igual que la no comparecencia de la persona constituyente o de quien
la represente.
Finalmente, cabe esta pregunta: ¿fuera de estos requisitos exigidos por ley, se
pueden estipular otros? La respuesta es airmativa, ya que se podrán establecer
la creación y el funcionamiento de la Junta Directiva y el revisor iscal, entre
otros requisitos señalados como optativos para las sociedades de responsabilidad
limitada.
8. Responsabilidad
No solo el artículo 73 de la Ley 222 de 1995 establece que la responsabilidad de
los administradores es la que prevé el régimen general de sociedades, sino que
también en igual sentido y de manera especial el artículo 80 de la mencionada
ley establece la aplicación de las disposiciones que regulan la sociedad de
responsabilidad limitada, lo que indica que como sucede en estas sociedades, la
responsabilidad del empresario se reduce al aporte realizado.
PARTE 2 - CAP. V: EMPRESA UNIPERSONAL
No obstante, al igual que en las sociedades de responsabilidad limitada, cuando
se trate de obligaciones derivadas de las relaciones laborales y tributarias, la
responsabilidad del titular de la empresa unipersonal será solidaria e ilimitada,
respondiendo por la totalidad de los impuestos de la empresa y por las obligaciones
laborales emanadas del contrato laboral (Estatuto Tributario, artículo 13, y Código
Sustantivo del Trabajo, artículo 36).
Así mismo, a los administradores de la empresa unipersonal les serán aplicables el
régimen de deberes señalados en el artículo 23 de la Ley 222 de 1995 y el régimen
general de sociedades sobre la responsabilidad de los administradores, de tal
forma que siempre que exista relación de causalidad entre el perjuicio y la culpa,
responderán solidaria e ilimitadamente por los perjuicios que por dolo o culpa
causen a la compañía o a terceros, por tratarse de una responsabilidad que tiene
toda persona cuando se encarga de gestionar negocios ajenos. En este caso, la
acción social de responsabilidad será dirigida en contra del titular de la empresa
unipersonal, aunque el perjuicio lo hubiese causado un administrador diferente
al titular.
9. Negociabilidad de cuotas
Las cuotas pueden ser cedidas por el titular a una o varias personas naturales o
jurídicas. En el primer caso, la empresa unipersonal subsistirá, y en el segundo
caso, se convertirá en sociedad comercial.
En otras palabras, la cesión podrá ser total o parcial, pero, en todo caso, deberá
hacerse constar mediante documento escrito, el cual deberá registrarse para que
la cesión empiece a producir efectos jurídicos. Sin embargo, en caso de que ni
el cedente ni el cesionario concurran personalmente o mediante apoderado a la
diligencia, las cámaras de comercio deberán abstenerse de registrar la cesión.
La necesidad de que concurran tanto el cedente como el cesionario tiene como in
la protección de los derechos del titular de la empresa, pues tal como lo airma el
profesor Fabián López:
Si a la diligencia compareciera tan solo el cesionario, esto es, quien adquiere las
cuotas sociales ¿cómo se garantiza que fue el titular de la empresa unipersonal
quien realmente cedió las cuotas? (López, 2007, p. 239).
A) Aumento y disminución de cuotas
Una vez ijado el monto del capital e identiicados y descritos los bienes con los
cuales se conforma dicho capital, se realiza la división del mismo en cuotas de
igual valor, cuyo titular solo podrá ser una sola persona, quien podrá aumentar
el capital si hace una nueva aportación de bienes en la forma prevista para la
constitución de la empresa; o bien puede disminuirlo con el permiso de la
247
248
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Superintendencia de Sociedades, acompañando además esta solicitud con el
cumplimiento de los siguientes requisitos: a) que no haya acreedores, y si los hay,
que expresen su consentimiento y aprobación; b) que los activos representen por
lo menos el doble de los pasivos, y c) cuando existiere pasivo externo proveniente
de prestaciones sociales, se requerirá también la aprobación del Ministerio de
Protección Social (Código de Comercio, artículo 145).
Tanto la disminución como el aumento implican una reforma estatutaria y, en
razón de ello, es necesaria la realización de un nuevo documento.
10. Prohibiciones
El artículo 75 de la Ley 222 de 1995 establece dos prohibiciones para el empresario:
a) no podrá retirar bienes, salvo que ellos correspondan a utilidades debidamente
comprobadas, y b) no podrá el titular contratar con la empresa o empresas
unipersonales que pertenezcan o tengan el mismo titular. Luego, cualquier
actuación en contrario será ineicaz de pleno derecho.
En el primer caso, la razón de ser de esta prohibición radica en evitar el menoscabo
del patrimonio destinado a la actividad comercial y que es garantía de los
acreedores, ya que fácilmente el titular de la empresa unipersonal, a in de eludir
sus obligaciones para con terceros, podría insolventarse extrayendo los activos de
la empresa.
Por su parte, en el segundo caso, el legislador quiso evitar la situación de que el
empresario contratara consigo mismo, pero nos preguntamos: ¿qué pasa con lo
previsto en el artículo 28 de la Ley 222 de 1995 para los grupos empresariales o
en el caso de la concentración vertical, en donde el empresario constituye varias
empresas en un ramo determinado para que las mismas contraten entre sí, pues
para ninguno de los casos existe prohibición alguna por la ley?
Considero que el legislador se equivocó, pues en esta prohibición entendió la
empresa unipersonal como patrimonio de afectación y no como persona jurídica,
caso en el cual el empresario sí podría contratar, tal y como sucede respecto de las
sociedades pluripersonales en las cuales el socio puede contratar con estas.
11. Conversión
Como ya lo vimos, la cesión puede involucrar dos o más cesionarios, y por ello la
empresa podrá convertirse en cualquier tipo societario, para lo cual, dentro de los
seis meses siguientes a la inscripción en el registro mercantil, la empresa deberá
elaborar los estatutos sociales de acuerdo con el tipo societario elegido, los cuales
tendrán que ser elevados a escritura pública y otorgados por todos los socios,
quienes a su vez deberán inscribirse en el registro mercantil. La nueva sociedad
asumirá, sin solución de continuidad, los derechos y obligaciones de la empresa
PARTE 2 - CAP. V: EMPRESA UNIPERSONAL
unipersonal. Si transcurre dicho término sin que se cumplan las formalidades
aludidas, quedará disuelta de pleno derecho y deberá liquidarse (Ley 222 de 1995,
artículo 77).
Durante el término de los seis meses deberán haberse adoptado las siguientes
medidas para restablecer la pluralidad necesaria: a) ceder nuevamente las cuotas
a una sola persona a in de conservar la empresa unipersonal; b) convertir la
empresa unipersonal en sociedad pluripersonal, en los términos indicados por el
artículo 77 de la Ley 222 de 1995, y c) no convertir la empresa unipersonal y, por
ende, disolverla y liquidarla.
Por su parte, el artículo 81 de la misma ley establece otro tipo de conversión que
ocurre cuando el número de socios de una compañía quede reducido a uno solo
y, en lugar de liquidarse, podrá entonces convertirse en empresa unipersonal,
siempre que la decisión respectiva se solemnice mediante escritura pública y se
inscriba en el registro mercantil dentro de los seis meses siguientes a la disolución.
En este caso, la empresa unipersonal asumirá, sin solución de continuidad, los
derechos y obligaciones de la sociedad disuelta, es decir, el principal efecto de las
sociedades devenidas en unipersonales será el mantenimiento de la personalidad
jurídica del ente societario y la asunción de los derechos y obligaciones por parte
de la empresa unipersonal.
Cabe señalar que en el supuesto de la transformación el cambio se tratará de una
sociedad comercial pluripersonal a otra, y la conversión se referirá al cambio de
una unipersonal a pluripersonal o viceversa. También, es viable jurídicamente que
la empresa unipersonal se reorganice en sociedad por acciones simpliicada, por
así permitirlo el artículo 31 de la Ley 1258 de2008. Esta decisión deberá constar
en documento privado inscrito en el registro mercantil.
Sobre lo expresado, la Superintendencia de Sociedades ha manifestado que:
la utilización de la igura de la conversión implica hacer caso omiso de la liquidación del patrimonio social, caso en el cual no hay solución de continuidad; en
consecuencia, la empresa unipersonal que surge en virtud de la conversión asume
la totalidad de las relaciones jurídicas de que era titular la sociedad disuelta, en
idénticos términos. Por tanto, no puede considerarse como un requisito sine qua
non para la procedencia de la igura, la iniciación del proceso liquidatorio o la
satisfacción de las obligaciones correspondientes al pasivo externo, como sí lo
establece el ordenamiento para el caso de la ‘reconstitución de la sociedad’, contemplado en el artículo 250 del Código de Comercio (Superintendencia de
Sociedades, 1996, Oicio 220-50923).
12. Emisión de bonos
Si la ley no ha previsto restricciones para la aplicación del artículo 80 de la Ley 222
de 1995, la Superintendencia de Valores señaló que:
249
250
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
La remisión a las normas de la sociedad de responsabilidad limitada que realiza el
artículo 80 de la Ley 222 de 1995, se reiere básicamente a aspectos relacionados
con el funcionamiento de las sociedades unipersonales y solo en cuanto sean
compatibles con ellas.
De otra parte, la resolución 400 de 1995 regula integralmente el régimen de los
bonos, siendo justamente esta resolución la que dispone en su artículo 1.2.4.1 qué
entidades se encuentran con capacidad de emitir bonos.
Así las cosas, considerando que de manera taxativa se encuentra regulado
por la precitada norma de carácter especial el tema referente a las entidades
con capacidad para emitir bonos, resulta evidente colegir que las sociedades
unipersonales no pueden emitir esta clase de títulos, bajo el entendido de que una
norma de carácter especial, como lo es el señalado artículo, prima sobre la norma
general (Superintendencia de Sociedades, 1997, Concepto 9714556-2).
El autor considera que si bien la resolución 400 de 1995 no señaló nada sobre
las empresas unipersonales, no solo se debe a que las mismas no existían para
ese momento, sino también porque el referido artículo no es restrictivo, sino
meramente enunciativo de aquellas entidades que se encuentran habilitadas
legalmente para emitir bonos, aún más cuando ese tipo de operaciones está
encaminado a obtener inanciación y recursos para una compañía.
El permitirles esta clase de operaciones a las empresas unipersonales implica una
serie de trámites, como lo señala la resolución 400 de 1995, ya que para poder
emitir bonos, la empresa deberá convertirse en sociedad de responsabilidad
limitada; aunque vale la pena anotar que este es el resultado inevitable, ya que si la
empresa llega a pertenecer a dos o más personas, es necesaria su conversión. Por
eso se considera que cuando el artículo 77 de la Ley 222 de 1995 hace alusión a
«cualquier otro acto jurídico», se reiere a la emisión de bonos.
13. Causales de disolución y liquidación
El artículo 79 de la Ley 222 de 1995 contiene una lista taxativa de todos los casos
que generan la terminación de la empresa, pero estas causales se pueden enervar
si se emplean diversas medidas dentro de los seis meses siguientes a la ocurrencia
de la causal. Entonces, la empresa unipersonal se disolverá en los siguientes casos:
• Por voluntad del titular de la empresa.
• Por vencimiento del término previsto, si lo hubiere, a menos que fuere
prorrogado mediante documento inscrito en el registro mercantil antes de
su expiración. En este caso, la disolución se producirá de pleno derecho a
partir de la fecha de expiración del término de duración, sin necesidad de
formalidades especiales. En los demás casos, la disolución se hará constar en
documento privado, que se inscribirá en el registro mercantil correspondiente.
PARTE 2 - CAP. V: EMPRESA UNIPERSONAL
• Por muerte del constituyente cuando así se haya estipulado expresamente en
el acto de constitución de la empresa unipersonal o en sus reformas. Ante
la inexistencia de esta cláusula de terminación, «la empresa continuará su
actividad y las cuotas pasarán a componer la masa sucesoral, en orden a su
adjudicación al nuevo propietario, una vez cumplidos los requisitos legales»
(Superintendencia de Sociedades, 2005, Oicio 220-70490)140.
• Por imposibilidad de desarrollar las actividades previstas.
• Por orden de autoridad competente.
• Por pérdidas que reduzcan el patrimonio de la empresa en más del 50 por
ciento.
• Por la iniciación del trámite de liquidación obligatoria, caso en el cual el juez
competente será la Superintendencia de Sociedades.
Una vez disuelta la empresa unipersonal, deberá procederse a la liquidación del
patrimonio según lo previsto por las normas de las sociedades de responsabilidad
limitada, para lo cual el empresario actuará como liquidador o lo hará la persona
que este, la Superintendencia de Sociedades o cualquier otro interesado hubiese
designado (Ley 222 de 1995, artículo 79). Pero, por cuanto no existe un trámite
especial señalado para las sociedades de responsabilidad limitada, se aplicará el
régimen general al respecto.
14. Aplicación de las normas
En lo no previsto en la Ley 222 de 1995 serán aplicables las normas relativas
a las sociedades comerciales y, en especial, las que regulan la sociedad de
responsabilidad limitada. Particularmente y como ya lo anotamos, la Ley 222 de
1995 hace remisión expresa al régimen de los administradores (Ley 222 de 1995,
artículos 22 a 25), a que las utilidades estén justiicadas en estados inancieros
acordes a los principios de contabilidad y dictaminados por contador público
(Ley 222 de 1995, artículo 78), a la aplicación del artículo 145 del Código de
Comercio en cuanto a la disminución del capital (Ley 222 de 1995, artículo 74), y
a la posibilidad de constituir sucursales y agencias (Ley 222 de 1995, artículo 80).
Así mismo, su inspección, vigilancia o control será realizado por la Superintendencia
de Sociedades.
140 De acuerdo con la deinición de las leyes 590 de 2000 y 905 de 2004, la microempresa es toda
unidad de explotación económica realizada por persona natural o jurídica, en actividades empresariales, agropecuarias, industriales, comerciales o de servicio, rural o urbana, con planta de
personal de hasta diez trabajadores y activos hasta quinientos smmlv.
251
Capítulo VI
Sociedad Pluripersonal
1. Anotación preliminar
Con la expedición de la Ley 1258 de 2008 se introdujeron varias modiicaciones
en el régimen societario, pues no solo se creó el nuevo tipo societario de sociedad
por acciones simpliicada, sino que también se suprimió otro, el de las sociedades
unipersonales, que fue creado con la expedición de la Ley 1014 de 2006 y que en
su artículo 22 reconocía plenamente la existencia de ellas, pero que a partir del 5
de diciembre quedó derogado expresamente por el artículo 46 de la Ley 1258, que
señala:
Sin perjuicio de las ventajas y beneicios establecidos en el ordenamiento jurídico
una vez entre en vigencia la presente ley, no se podrán constituir sociedades
unipersonales con base en el artículo 22 de la Ley 1014 de 2006. Las sociedades
unipersonales constituidas al amparo de dicha disposición tendrán un término
máximo improrrogable de seis (6) meses, para transformarse en sociedades por
acciones simpliicadas.
De acuerdo con la norma citada, solo podrán constituirse con fundamento en ese
artículo las mencionadas sociedades pluripersonales, siempre que cumplan con
los requisitos del número mínimo de trabajadores o el monto mínimo de activos
que veremos con mayor detenimiento posteriormente. Vale la pena agregar que
por ser sociedades pluripersonales de cualquier tipo o especie de las reguladas por
el artículo 98 del Código de Comercio, los antecedentes se remontan a cada uno
de los tipos societarios regulados por el Código de Comercio.
254
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
2. Naturaleza jurídica
Con el tiempo, los diversos tipos de contratos existentes se han tornado inadecuados
e inapropiados para regular las nuevas necesidades comerciales, razón por la cual
los empresarios y comerciantes se han visto en la obligación de utilizar nuevos
instrumentos creados por el tráico mercantil, ya sea en forma directa o indirecta
o en forma expresa o tácita, sin que ello implique que la actuación sea nula,
simulada o indebida.
De esta manera, se concibe el surgimiento de la sociedad pluripersonal como una
nueva forma de organización que le permite a un grupo de personas reunirse
y crear una microempresa, siempre y cuando cumplan con los requisitos y
formalidades que la ley señale para esos efectos.
3. Concepto
Por virtud de la Ley 1014 de 2006, que es aplicable solamente en los casos de
microempresas141, podrán constituirse sociedades pluripersonales de cualquier
tipo o especie, excepto la comanditaria, si se cumple alguno de los siguientes
requisitos: a) que cuenten con diez o menos de diez trabajadores en su haber
o b) que sus activos sociales sean de quinientos o menos de quinientos salarios
mínimos mensuales legales vigentes (smmlv), excluida la vivienda.
Entonces, podemos entender la sociedad pluripersonal no solo como un negocio
jurídico, sino también como un esquema, reconocido expresamente por el
legislador, para que los empresarios organicen sus negocios conforme al tipo
societario escogido y una vez se cumplan las formalidades y requisitos previstos
por la ley para el nacimiento de la personería jurídica de la sociedad.
4. Función económica
No podemos negar que la función económica de este tipo de sociedades tiene el
mismo alcance de las empresas unipersonales, pero las pluripersonales cuentan
con un elemento económico que las diferencia, el cual está dirigido al fomento de
las microempresas y a promover el emprendimiento y la creación de las mismas.
De tal forma que en caso de no cumplirse con los requisitos señalados en el
artículo 22 de la Ley 1014 de 2006, de no tener más de diez trabajadores o más de
141 Ilustremos con un ejemplo esta crítica: ¿se puede caliicar de PyMe a una persona que tiene
una maquinaría por valor de mil millones de pesos, con dos trabajadores, como sucede en la
vida real? O ¿puede funcionar una empresa con más de diez trabajadores, cuando su capital no
excede de quinientos smmlv? ¿Cómo operaría esta empresa inancieramente?
PARTE 2 - CAP. VI: SOCIEDAD PLURIPERSONAL
quinientos smmlv, deberá adoptarse el tipo societario correspondiente, pues ya no
se hablaría de microempresa.
5. Características
• Su constitución puede ser mediante documento privado, el cual debe contener
los requisitos señalados en el artículo primero del decreto reglamentario 4463
de 2006. El documento privado será registrado ante la cámara de comercio del
domicilio social, la cual podrá abstenerse de registrarlo o inscribirlo en caso
de faltar alguno de los requisitos del mencionado artículo primero, o cuando
a dicha diligencia no comparezcan los constituyentes o sus representantes.
Entonces, las sociedades pluripersonales necesitarán cumplir con dos requerimientos para formarse como persona jurídica: a) el documento privado y b) su
registro ante la cámara de comercio. Ello las diferencia de las sociedades constituidas por escritura pública, y regidas por el artículo 98 al 460 del Código de
Comercio, pues estas últimas nacen como persona jurídica en el momento en que
se elevan a escritura y no con la inscripción de la misma en el registro mercantil.
Sin embargo, cuando existan bienes que requieran de escritura pública para
su enajenación o transferencia, se requerirá que la sociedad pluripersonal se
constituya mediante este tipo de documento.
• La denominación o razón social de la sociedad pluripersonal se expresará
según el tipo societario de que se trate su constitución, y seguido a ello la
expresión «sociedad pluripersonal», pues de lo contrario los socios pueden
llegar a responder solidaria e ilimitadamente. El uso de la razón social
(sociedad de personas) o de la denominación social (sociedad de capitales)
dependerá del tipo societario escogido, pero en todo caso, la denominación
tendrá que hacer referencia a las actividades que constituyen la empresa
comercial, a in de que a terceros se les facilite saber de manera adecuada los
actos propios del objeto social, y así evitar que los induzcan a error sobre la
naturaleza de la sociedad. Por su parte, la razón social obedece a los nombres
o apellidos de los socios.
• Las sociedades pluripersonales se constituirán con observancia de las normas
de la empresa unipersonal (Ley 222 de 1995, cap. vi), es decir, solo estarán
sometidas a los requisitos de constitución de empresa unipersonal contenidos
en el artículo 72 de la Ley 222 de 1995, y en lo demás les serán aplicables las
normas que para cada uno de los tipos societarios les sean compatibles.
• La sociedad pluripersonal por ser persona jurídica y tener calidad de
comerciante está obligada a llevar contabilidad (Código de Comercio, artículo
19, numeral 3) y, por tanto, debe registrar los libros contables (libro diario,
libro de mayor y balances, libro de inventarios) y los libros administrativos
255
256
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
(libros de actas de asamblea o Junta de socios, libro de Junta Directiva y libro
de registro de socios).
• La sociedad pluripersonal está obligada a tener revisor iscal, cuando se acoja
el tipo de las anónimas o de las comanditarias por acciones, y en razón a
su naturaleza societaria le serán aplicables las normas reguladoras de este
órgano de iscalización (Código de Comercio, artículo 203, y Ley 43 de 1990,
artículo 13).
• La sociedad pluripersonal bajo la forma de limitada está obligada a constituir
una reserva legal que ascenderá por lo menos al 50 por ciento del capital
social, formada con el 10 por ciento de las utilidades líquidas de cada ejercicio
(Código de Comercio, artículo 452).
• La sociedad pluripersonal está obligada a tener Junta Directiva cuando se
acoja el tipo de las anónimas, y tratándose de la sociedad de responsabilidad
limitada y de la sociedad colectiva la existencia de este órgano social es
facultativa.
6. Requisitos de forma
El artículo 1o del Decreto reglamentario 4463 de 2006 establece como requisitos la
mención de lo siguiente en el documento privado de constitución:
• Nombre: documento de identidad, domicilio y dirección de los socios: no solo
deberán identiicarse plenamente los socios titulares, sino también expresar
el lugar de residencia.
• Domicilio social: deberá señalarse el lugar donde la sociedad vaya a tener su
efectiva administración y dirección, o bien su principal establecimiento o
explotación, a elección de los fundadores o promotores.
• Duración: en el documento constitutivo deberá indicarse el término de
duración o la indicación de que este es indeinido.
• Objeto: lo constituyen las actividades a las que se va a dedicar la sociedad, y
por ello deberá hacerse una enunciación clara y completa de las actividades
principales, a menos que se exprese que la sociedad podrá realizar cualquier
acto lícito de comercio.
• Aportes y capital: el titular de la sociedad deberá ijar el monto del capital
haciendo una descripción pormenorizada de los bienes aportados, con
estimación de su valor. En la sociedad colectiva, la forma como se pagará
el capital será la que libremente estipulen las partes; en la sociedad de
responsabilidad limitada se hará íntegramente al momento de constituir la
sociedad; y en la sociedad anónima, este se dividirá en autorizado, suscrito
y pagado, entendiendo el primero como la cifra máxima a la cual pueden
aspirar a llegar los asociados. Este valor determina el monto hasta el cual la
sociedad puede emitir acciones, el segundo es la parte del capital autorizado
PARTE 2 - CAP. VI: SOCIEDAD PLURIPERSONAL
•
•
•
•
•
•
que los accionistas mediante un contrato de suscripción se han obligado a
pagar, y el tercero es la parte del capital suscrito que efectivamente ha sido
cubierto por los accionistas.
Responsabilidad: el socio o socios responderán por el valor asignado a los
bienes en el documento constitutivo.
Constitución por escritura pública: cuando los activos destinados a la
sociedad comprendan bienes cuya transferencia requiera escritura pública,
la constitución deberá hacerse de igual manera e inscribirse también en los
registros correspondientes.
Número de cuotas, partes de interés o acciones: deberá estipularse la forma en
que se dividirá el capital de la sociedad, el valor nominal de las mismas y la
forma en que serán distribuidas, si fuere el caso.
Dirección y administración: deberá señalarse la forma de administración
dentro del tipo o especie de sociedad de que se trate, así como el nombre,
documento de identidad y las facultades de sus administradores. Por ejemplo,
en la sociedad anónima la administración la ejercerá el representante legal,
en las comanditarias estará a cargo de los socios gestores, en la sociedad de
responsabilidad limitada la ejercerán todos los socios, y en las colectivas,
puede ser coniada a uno o varios socios. Pero en todo caso, quien ejerza la
administración deberá cumplir con los principios rectores indicados en el
artículo 23 de la Ley 222 de 1995, tales como el obrar de buena fe, con lealtad
y con la diligencia de un buen hombre o mujer de negocios.
Facultad de los administradores: a falta de estipulaciones se entenderá que los
administradores podrán adelantar todos los actos comprendidos dentro de
las actividades previstas.
Requisitos de la Ley 1014 de 2006: según sea el caso, los constituyentes o sus
representantes o apoderados deberán declarar el cumplimiento de al menos
uno de los requisitos señalados en el artículo 22 de la Ley 1014 de 2006, es
decir, no exceder los diez trabajadores o contar con activos de menos de
quinientos smmlv.
Cuando se realice la revisión formal del documento y este omita alguno de
los requisitos señalados anteriormente, o cuando a la diligencia de registro no
concurran personalmente los constituyentes o sus representantes o apoderados,
las cámaras de comercio se abstendrán de inscribir el mencionado documento de
constitución o modiicación de las sociedades pluripersonales.
7. Reformas estatutarias
El tipo de reformas que pueden darse en este tipo de sociedades principalmente
son: a) respecto del objeto social, si al momento de constitución se estableció de
manera detallada y posteriormente los constituyentes pactaron su indeterminación;
257
258
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
b) la creación de sucursales; c) el aumento o disminución del capital según lo
señalado por el artículo 145 del Código de Comercio; en el primer caso, deberá
hacerse una nueva aportación de bienes en la forma prevista para la constitución
de la empresa, y en el segundo, se requerirá el permiso de la Superintendencia
de Sociedades y además no deberán existir acreedores, o de haberlos, deberán
expresar su consentimiento para que se disminuya el capital o que los activos
representen el doble de los pasivos; en todo caso, de existir pasivo externo
proveniente de prestaciones sociales, se requerirá así mismo la aprobación del
Ministerio de Protección Social; d) la reforma por cesión de cuotas o partes de
interés, caso en el cual deberán comparecer junto con el documento por el cual se
aprobó la cesión, el cedente, el cesionario y el representante legal.
Para la validez de estas reformas se requerirá que las mismas se realicen también
por documento privado inscrito en la cámara de comercio de domicilio principal
de la sociedad, y en caso de tener sucursales también será necesario su registro en
el lugar en que estas se encuentren. Igualmente, es importante e indispensable que
se incluya en el documento cuál de los dos requisitos cumple la sociedad: si el de
trabajadores o el de activos.
8. Transformación
La transformación societaria puede originarse en los siguientes casos (D. 4463 de
2006, artículos 4o y 6o):
• Cualquier sociedad comercial que haya sido constituida después de la
entrada en vigencia de la Ley 1014 de 2006, y que cumpla con alguno de los
requisitos de trabajadores o activos señalados en el artículo 22 de dicha ley,
podrá transformarse en sociedad pluripersonal registrándola en la cámara de
comercio mediante documento privado.
• Otro caso de transformación sucede cuando la sociedad pluripersonal excede
los topes previstos en la Ley 1014 de 2006, es decir, cuando cuente con más
de diez trabajadores o tenga activos por más de quinientos smmlv, caso en el
cual esta deberá adecuarse a la totalidad del régimen previsto para el tipo de
sociedad escogido para su transformación, lo cual se llevará a cabo mediante
reforma estatutaria elevada a escritura pública, con su correspondiente
registro ante la cámara de comercio.
• Por su parte, la sociedad pluripersonal podrá transformarse en sociedad por
acciones simpliicada, cuando exceda los topes previstos en la Ley 1014 de
2006 (Ley 1258 de 2008, artículo 31).
Si examinamos los conceptos de «transformación» y «conversión», podemos decir
que aunque sus efectos sean prácticamente iguales, el primero indica el cambio de
una sociedad pluripersonal a otra forma de sociedad comercial, y el segundo hace
referencia a la conversión de la empresa unipersonal en una sociedad comercial.
PARTE 2 - CAP. VI: SOCIEDAD PLURIPERSONAL
Entonces, una sociedad constituida después de la entrada en vigencia de la Ley
1014 de 2006 podrá transformarse mediante documento privado en sociedad
pluripersonal, pero, en todo caso, deberá cumplir con alguno de los requisitos
exigidos en materia de activos o trabajadores del artículo 22 de la Ley 1014 de
2006, y cumplir con los requisitos que debe tener el documento de constitución
de la sociedad (decreto 4465 de 2006, artículo 4o). Por tanto, se podrán crear
microempresas bajo cualquier tipo societario (anónima, limitada y colectiva, en
comandita simple y por acciones).
Así las cosas, se permitirá la constitución de las sociedades pluripersonales
ya mencionadas, solo con el in de reducir los trámites y los costos, pues tales
sociedades continúan sometidas a las normas del Código de Comercio.
9. Aplicación del régimen legal
El artículo tercero del decreto reglamentario 4463 de 2006 indica que «independientemente del número de socios, a las sociedades constituidas bajo los
lineamientos del artículo 22 de la Ley 1014 de 2006, les serán aplicables, en lo
pertinente, las normas propias de su tipo o especie», es decir, que pueden existir
sociedades pluripersonales anónimas, sociedades pluripersonales colectivas, sociedades pluripersonales de responsabilidad limitada y sociedades pluripersonales en comandita.
10. Inspección, vigilancia y control
En lo que sea pertinente, las sociedades pluripersonales estarán sujetas a la
inspección, vigilancia y control de la Superintendencia de Sociedades, pero
en este régimen societario no se presenta la misma situación de las empresas
unipersonales cuyo control proviene de una orden impartida por la Presidencia
de la República (Ley 222 de 1995, artículo 80).
11. Disolución de la sociedad pluripersonal
La disolución de la sociedad pluripersonal procederá por las mismas causales
que para el efecto trae el Código de Comercio, es decir, se aplicarán las causales
generales que existen para los diferentes tipos societarios, las especiales según
el tipo societario escogido y las especíicas que se pacten en los estatutos de la
entidad. Pero en todo caso, también se entenderá que será causal de disolución
cuando se excedan los topes del número de trabajadores o del monto de los activos.
12. Responsabilidad por fraudes a terceros
Cuando se utilice la sociedad pluripersonal en fraude a la ley o en perjuicio
de terceros, los socios y los administradores que hubieren realizado, facilitado
259
260
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
o participado en los actos defraudatorios responderán solidariamente por las
obligaciones nacidas de tales actos y por los perjuicios causados.
13. Críticas al artículo segundo de la Ley 905 de 2004
Respecto a la constitución de sociedades pluripersonales, cabe señalar que
concurren los mismos criterios que en el caso de las microempresas (Ley 905
de 2004, artículo 2o). Ello permite que una sociedad comercial que cumpla con
alguno de los requisitos, y no con ambos, pueda formar este tipo de empresas. Sin
embargo, no es lógico desde el punto de vista inanciero, comercial y tributario
que se cumpla un solo requisito, puesto que puede haber empresas con un capital
superior a quinientos smmlv, pero que cuenten con la cantidad de personal
requerido, o por el contrario, que excedan la cantidad de personal y cuenten con
un capital inferior. Con lo cual se puede concluir que el legislador se equivocó
colocando la conjunción «o» en lugar de «y», ya que ante todo la función de dicha
ley es proteger a las microempresas (Mipymes) y, por ende, evitar que las grandes
empresas se beneicien de este tipo de prerrogativas142.
14. Diferencias entre la empresa unipersonal y la
sociedad pluripersonal
Todas las diferencias derivan del régimen que es aplicado para cada una de ellas,
exceptuando las normas que regulan su constitución, pues son las mismas (Ley
222 de 1995).
• El régimen de la sociedad pluripersonal será el del Código de Comercio y el
previsto en la Ley 222 de 1995 para la empresa unipersonal.
• En la primera se aplican subsidiariamente las normas de las sociedades en
general y, en la segunda, solo las de la sociedad de responsabilidad limitada.
• Los efectos de su registro ante terceros es diferente, en el sentido de que para
que se constituya la empresa unipersonal como persona jurídica se requiere
de su inscripción en el registro mercantil. En cambio, ante la omisión
del registro de la sociedad pluripersonal se deducirá que sus efectos y la
responsabilidad de los socios serán los de la sociedad colectiva, pero esto
último termina siendo un principio académico más no práctico, porque al no
registrarse simplemente no nace y se considera una sociedad de hecho.
142 La Ley 1258 de 2008, que regula las S.A.S, es modelo por su brillantez y sencillez, propias de la
pluma de su gestor, el profesor y tratadista Francisco Reyes Villamizar. Como estudioso del
derecho, debo convenir que esta ley es una de las mejores que se han promulgado en Colombia
en los últimos años.
Capítulo VII
Sociedad por Acciones Simpli cada*1
1. Antecedentes
Esta fórmula societaria, aunque de reciente acogida en nuestro país, no es extraña
en el derecho comparado. La legislación francesa de 1994 creada mediante ley de 3
de enero de 1994 y modiicada en 1999 y 2001, estableció la sociedad por acciones
simpliicada, como una clase de sociedad anónima, por cuanto no alteraba el
régimen general salvo: las modiicaciones estaban dirigidas a lexibilizar las normas
que regulaban la sociedad por acciones tradicional. Ello tuvo lugar debido a las
directivas comunitarias, que propendían la actualización de las leyes de acuerdo
con la nueva realidad de sus países miembros. Sin embargo, la aplicación de estas
normas depende del criterio de los interesados, ya que tienen carácter dispositivo.
En ese mismo año, en Alemania se acogió un régimen jurídico que era aplicable a
las sociedades por acciones, de carácter cerrado, que no negocian en el mercado
de valores sus acciones, denominadas Kleine AG. Estas sociedades se caracterizan
principalmente porque pueden constituirse o subsistir con un accionista, y porque
se simpliica y lexibiliza el régimen societario.
*
La Ley 1014 de 2006, se encuentra derogada por el artículo 40 de la Ley 1258 de 2008.
262
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Años más tarde, esta forma societaria tendría acogida en el ordenamiento jurídico
español mediante la expedición de la Ley 7a de 2003, sobre «La sociedad de nueva
empresa», y según lo indican sus artículos 131 y 132, podrá ser constituida por
un solo socio y tendrá la posibilidad de desarrollar un objeto social amplio de
carácter genérico. La diferencia básica entre este tipo de empresa y la regulada
en Alemania y Francia, es que aquella se reiere a la sociedad de responsabilidad
limitada y no a la sociedad anónima.
En América Latina se ha ido acogiendo poco a poco esta tendencia a simpliicar
el régimen societario de las anónimas cerradas, por cuanto propende la libertad
de estipulación y abre el campo a nuevas posibilidades empresariales y a nuevas
estructuras jurídicas, necesarias a los cambios que progresivamente se dan en el
comercio. Entonces, prevalece la autonomía sobre las normas imperativas que
regulan este tipo de sociedades. Un ejemplo se presenta en Estados Unidos, donde
las leyes permiten la creación de estipulaciones referentes a la lexibilidad en la
constitución de sociedades de capitales.
2. Ventajas jurídicas y económicas de este tipo societario
La Ley 1258 de 2008 crea un tipo societario que ha generado gran impacto en el
sector empresarial, por su énfasis en la autonomía de la voluntad y por reducir al
mínimo las disposiciones legales imperativas, creando así un modelo societario
con amplios espacios para la libertad de coniguración, que tendrá como
fundamento la voluntad de los intervinientes.
El modelo societario de la sociedad por acciones simpliicada es una estructura
diferente e innovadora frente a las modalidades societarias tradicionales. El
legislador había caminado en esa dirección, con la creación de las empresas
unipersonales de responsabilidad limitada (Ley 222 de 1995), y las sociedades
unipersonales (Ley 1014 de 2006); ahora, con la creación de las S.A.S, el legislador
permite constituir sociedades de una sola persona, natural o jurídica, creadas por
un acto unilateral.
Encontramos las siguientes ventajas económicas y jurídicas de este modelo
societario:
1. Principio de intervención mínima del legislador. Los accionistas están
facultados para conigurar la sociedad de la forma que más se acomode a sus
necesidades y dentro de los límites establecidos por la propia ley.
2. Antes que hacer una regulación detallada de todos los aspectos de las SAS, el
legislador dejó amplio margen a la voluntad de los accionistas.
3. Se regulan algunos aspectos muy generales, y principalmente contiene normas
supletivas que operarán sólo en caso de que existan vacíos en los estatutos.
4. El principio dispositivo es claro en el régimen de organización de la sociedad.
PARTE 2 - CAP. VII: SOCIEDAD POR ACCIONES SIMPLIFICADA
Los accionistas pueden determinar libremente en los estatutos, la estructura
orgánica y las demás normas que regirán el funcionamiento y administración de
la sociedad.
a. Su creación mediante documento privado, excepto cuando hayan aportes de
inmuebles pues en tal caso debe constar por escritura pública (artículo 5o);
b. Su constitución no está sujeta a un monto determinado de capital social ni a
una cantidad determinada de trabajadores;
c. Su duración puede ser indeinida y su objeto indeterminado (artículo 5o,
numerales 4 y 5);
d. Los accionistas no responderán solidariamente por las deudas tributarias y
laborales de la sociedad (artículo Io);
e. No será obligatoria la existencia de la Junta Directiva pues será suiciente la
del representante legal (artículo 25);
f. No existe un monto mínimo para los montos de capital suscrito y capital
pagado. Además se les otorga a los accionistas dos años para que paguen el
capital suscrito (artículo 9o);
g. No será necesario el cargo de revisor iscal, lo que demanda un costo (artículo
28).
h. Mientras en la sociedad anónima la ley ordena que debe existir una Junta
Directiva, que debe estar integrada al menos por tres miembros principales,
con sus respectivos suplentes, que son elegidos por medio del sistema de
cociente electoral, en las SAS los accionistas deciden si la sociedad debe tener
o no Junta Directiva y cuál debe ser su conformación (artículo 25).
i. Se facilita la organización de grupos empresariales y la estructuración de
iliales íntegramente controladas, permitiendo a su vez el desarrollo de
pequeñas y medianas empresas, que siguiendo las directrices propias de la
sociedad anónima, genera el crecimiento económico y el bienestar social del
país, conforme al modelo de economía social ele mercado.
3. Concepto
La sociedad anónima simpliicada es una sociedad de capitales, de naturaleza
comercial, constituida por una o por varias personas, que son responsables hasta
el monto de sus aportes, y que nace como persona jurídica una vez registrada en
la cámara de comercio.
4. Características
La sociedad anónima simpliicada tiene características particulares que la diferencian de los demás tipos societarios.
263
264
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
• Es una sociedad de capitales de naturaleza comercial, independientemente de
las actividades que se deinan como propias de su objeto social.
• Mayor posibilidad de crear y desarrollar la empresa de acuerdo con sus
necesidades y las de los participantes en el contrato social, ya que puede
constituirse solo con socios industriales, desarrollar actividades civiles o
comerciales, pactar la restricción de la negociación de las acciones, etc.
• Es una sociedad de capitales que a la vez cuenta con elementos intuitu
personae. En este tipo de sociedades el principio de la autonomía de la
voluntad y el elemento intuitu personae prevalecerá, pues los accionistas son
libres de estipular en los estatutos restricciones a la transmisión de acciones
o la autorización para enajenar las acciones dentro de un término deinido,
a in de evitar el ingreso de nuevas personas (Ley 1258 de 2008, artículo 13).
• Las S.A.S no están concebidas para ser inscritas en el mercado de valores, ni
pueden negociar en el mercado público de valores las acciones que emitan
(artículo 4o). Esta prohibición obedece a la amplia libertad contractual
de los asociados como la de establecer el voto múltiple, la restricción a la
negociación de acciones, que hacen incompatible su normativa con las
directrices contempladas en el mercado público de valores para proteger a
los inversionistas.
• Posibilidad de restringir la enajenación de las acciones por un término
deinido (artículo 13).
• Posibilidad de excluir al accionista que haya actuado de forma desleal o
negligente (artículo 39).
• Una vez inscrita en el registro mercantil, formará una persona jurídica
diferente de sus socios (artículo 2o), por tanto podrán crearse lazos laborales
entre la persona jurídica y sus socios. En este sentido la Superintendencia de
Sociedades en Oicio 220-075432 de junio de 2013 ha sostenido que:
(…) resulta claro que no existe inconveniente legal alguno para que el accionista
único de una sociedad por acciones simpliicada sea vinculado laboralmente por
ésta, con el respeto de las demás garantías legales consecuentes de tal vinculación,
como lo es la ailiación del accionista como dependiente suyo en materia de
seguridad social.
• La existencia de la sociedad y de sus cláusulas se probará con certiicación de
la cámara de comercio, en la que constará que no está disuelta ni liquidada
(artículo 8o).
• Como lo vimos, la responsabilidad es limitada, ya que el artículo Io en su
inciso 2o expresa que los accionistas no son responsables por las obligaciones
laborales, tributarias o de otra naturaleza (penales, administrativas o
civiles), a diferencia de las sociedades de responsabilidad limitada y de los
comanditarios de la sociedad en comandita simple, en los que aquellos
PARTE 2 - CAP. VII: SOCIEDAD POR ACCIONES SIMPLIFICADA
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
responden en proporción a sus aportes frente a las prestaciones de carácter
laboral y las obligaciones tributarias.
Podrán constituirse y funcionar con uno o varios accionistas (artículo Io).
En caso de fraude a la ley o de actos ilícitos, podrá desestimarse la personalidad jurídica de la sociedad, y en este caso, solo los accionistas que hayan
participado, por acción o por omisión, responderán solidariamente e indemnizarán los perjuicios causados (artículo 42).
Subsiste la clasiicación de las acciones como en las sociedades anónimas
(Código de Comercio, artículos 380 y 381), pero permite la emisión de otro
tipo de acciones (artículo 10).
No es requisito en este tipo societario, la pluralidad para integrar el quórum
y las mayorías decisorias; por tanto, la votación será, por principio, mediante
el voto favorable de un número singular o plural (artículo 22).
Por disposición estatutaria, se podrá excluir al accionista que no haya
informado a la sociedad por acciones simpliicada un cambio de control, o
porque hubiera incurrido en alguna de las causales de exclusión previstas en
sus estatutos (artículos 16 y 39).
Los accionistas podrán renunciar al derecho a ser convocados a las reuniones
de la asamblea, con la intención de subsanar cualquier defecto relacionado
con la convocatoria (artículo 21).
No existe prohibición para que los administradores sociales representen en
las asambleas acciones de otros socios, ni existen límites para la aprobación
de la distribución de utilidades (artículo 38).
Se concede un término de 18 meses para enervar la causal de disolución
por pérdidas, término que se contará a partir de la fecha en que se reunió la
asamblea para reconocer el hecho que originó la causal (artículo 35).
No será necesaria la presentación y aprobación del inventario a la hora de
realizar el proceso de liquidación del patrimonio de la sociedad, en razón a
que se establece que esta se realizará conforme al procedimiento señalado
para liquidar las sociedades de responsabilidad limitada (artículo 36).
En caso de que otra sociedad ostente el 90 por ciento de las acciones de
una sociedad por acciones simpliicada, se la podrá absorber con el simple
consentimiento de los representantes legales o de sus juntas directivas
(artículo 33).
La convocatoria a reuniones de asamblea ordinaria o extraordinaria debe
hacerse con cinco días hábiles de antelación, y en ella constará el orden del
día (artículo 20).
265
266
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
5. Naturaleza jurídica
La sociedad por acciones simpliicada es una sociedad de capitales que bien podrá
nacer de un contrato, como las sociedades anónimas que consagra el artículo 98 del
Código de Comercio, o de un acto unilateral, y su naturaleza será esencialmente
comercial, independientemente de las actividades que se indiquen en el objeto
social (Ley 1258 de 2008, artículo 3o). También se establece la posibilidad de
constituir una sociedad por acciones simpliicadas mediante mensaje de datos,
en donde la irma de los constituyentes puede darse por medios electrónicos
por permitirlo el artículo 6 de la Ley 527/99, que desarrolla el principio de la
equivalencia funcional entre mensaje de datos y escrito.
Entonces, se entenderá que será sujeto de derecho mercantil no solo porque tiene
la calidad de empresario o comerciante, sino también porque podrá desarrollar
actividades comerciales y civiles. Pero, no obstante ser una sociedad por acciones
simpliicada, debe cumplir las exigencias que señala el artículo 19 del Código de
Comercio, tales como:
A) Matricularse en el registro mercantil
El objeto del registro es determinar qué personas se dedican al comercio y
cuáles son los establecimientos comerciales, además de darle publicidad a
los actos, contratos y documentos que allí se inscriban. A cada empresario le
corresponderá un expediente en el cual se archivan cronológicamente las copias
de los documentos; cuando los documentos que se van a inscribir tienen que ser
devueltos al interesado, se inscribirán mediante copia en los libros respectivos o
mediante fotocopias o por cualquier otro método que asegure su conservación y
reproducción. Las providencias judiciales y administrativas que requieren registro,
deben presentarse en copia autenticada para ser archivadas en el expediente
respectivo. De la entrega de dichas copias se levantará acta en un libro especial, en
la que constará el cargo del funcionario que dictó la providencia, el objeto, la clase
y la fecha de la misma.
Como ya se mencionó, la sociedad por acciones simpliicada se puede constituir
por documento privado o por escritura pública.
El legislador, al sustituir la escritura pública que consigna las estipulaciones
constitutivas de la sociedad, por el documento privado, airma que se forma como
persona jurídica distinta de sus accionistas, una vez se inscriba en el registro
mercantil. Por consiguiente, el registro adquiere un alcance constitutivo y no
meramente declarativo, por cuanto estas empresas existen jurídicamente no solo
desde la celebración del acto o contrato, en el que sus accionistas comprometen
directamente su responsabilidad, sino hasta el cumplimiento de esta formalidad,
momento en el cual se produce la separación patrimonial.
PARTE 2 - CAP. VII: SOCIEDAD POR ACCIONES SIMPLIFICADA
Cuando la constitución de la sociedad se realiza por documento privado, este
requiere ser autenticado de manera previa a la inscripción en el registro mercantil
de la cámara de comercio, por quienes lo suscriben. Dicha autenticación podrá
hacerse directamente o por medio de apoderado. En el caso de que los activos
aportados a la sociedad comprendan bienes cuya transferencia requiera escritura
pública, la constitución de la sociedad debe hacerse de igual manera e inscribirse
también en los registros correspondientes (Ley 1258 de 2008, artículos 5o y 8o).
Si no se realiza la inscripción de la escritura pública o privada de constitución,
se entenderá que es una sociedad de hecho si fueren varios los asociados, y si es
una sola persona esta responderá personalmente por todas las obligaciones que
contraiga en desarrollo de la empresa (Ley 1258 de 2008, artículo 7o).
B) Inscribir todos los actos, libros y documentos que exija la
ley
A in de asegurar la integridad de los libros y el objeto a que se destinan, el artículo
28 del Código de Comercio ordena que los libros de comercio, esto es, los libros
contables (diario, mayor y balances, y de inventarios) y los libros administrativos
(registro de socios y de actas), deben inscribirse en el registro mercantil. Además
deben inscribirse, con posterioridad a la matrícula del comerciante o empresario,
aquellos actos que requieren ser conocidos por terceros como las capitulaciones
matrimoniales del comerciante, la copia de la providencia judicial por medio de la
cual se liquidó la sociedad conyugal, la copia de la sentencia en la que se declare la
interdicción judicial del empresario, la copia de la providencia judicial que prohíba
el ejercicio del comercio al comerciante o empresario, todo acto en virtud del cual
se coniera, modiique o revoque la administración parcial o general de bienes
o negocios del comerciante, el acta o diligencia de posesión de cargos públicos
que inhabiliten para el ejercicio del comercio y, en general, las incapacidades o
inhabilidades, previstas en la ley, para ser comerciante.
De omitirse el registro, el comerciante o empresario será sancionado con multa
que le impondrá la Superintendencia de Industria y Comercio. Tratándose de una
sociedad, si el documento no se registra en la cámara de comercio de su domicilio
principal, será inoponible a terceros, es decir, no producirá efectos respecto de
terceros.
También está obligado a llevar libros de actas de asamblea el accionista único,
pues así lo dispone la ley; además los parágrafos de los artículos 22 y 37 de la Ley
1258 de 2008, expresan que de las determinaciones que tome el accionista único,
como la aprobación de los estados inancieros, debe dejarse constancia en actas
debidamente asentadas en el libro de actas de asamblea.
267
268
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
C) Llevar contabilidad
Es deber del comerciante o empresario registrar todas las transacciones que
realice, para poder determinar en cualquier momento el estado de sus negocios.
En otras palabras, el comerciante debe hacer constar los movimientos de bienes y
valores de la sociedad, así como la apreciación de los resultados de la explotación
y la estimación periódica de ganancias o pérdidas al in de cada ejercicio.
D) Conservar los documentos relacionados con sus negocios
o actividades
El comerciante o empresario debe ordenar y archivar los comprobantes de los
asientos de los libros de contabilidad, para facilitar su veriicación en cualquier
momento. Los libros y papeles de comercio deben ser conservados por un
periodo de 10 años contados a partir de la fecha del último asiento, documento o
comprobante (artículo 28., Ley 962 de 2005)
El liquidador de las sociedades comerciales debe conservar los libros y papeles
por el término de 5 años contados a partir de la aprobación de la cuenta inal de
liquidación (artículo 134, Decreto Reglamentario 2649 de 1993)
Denunciar ante el juez competente, en este caso la Superintendencia de Sociedades,
la cesación en el pago corriente de sus obligaciones mercantiles. Dentro de los
quince días siguientes debe anexar a la comunicación de cesación de pago, el
balance general de sus negocios, irmado por contador público, adjuntando el
estado de pérdidas y ganancias, el inventario valorado de todos los bienes que
le pertenecen y todas las deudas, además de señalar las causas que originaron la
cesión de pagos.
E) Abstenerse de ejecutar actos de competencia desleal
El comerciante no debe utilizar procedimientos que generen confusión en el
público, maniobras para desacreditar a los competidores, publicidad engañosa, o
cualquier otro tipo de prácticas tendientes a desorganizar a los competidores o a
desviar la clientela.
Por ser una sociedad de capital, se diferencia de la de personas, por cuanto para
admitir nuevos socios o transferir los derechos sociales, no se requiere de la
aprobación unánime de los demás socios, sino que tan solo basta la adquisición
del capital. Y respecto a la responsabilidad, nótese que en las sociedades de capital
los socios solo responden hasta el monto del capital aportado, mientras que en
las sociedades de personas, los socios responden solidaria e ilimitadamente con
todos sus bienes presentes y futuros, lo que les da derecho a todos los socios de
administrar la sociedad.
PARTE 2 - CAP. VII: SOCIEDAD POR ACCIONES SIMPLIFICADA
Esto se debe a que las sociedades de personas se integran intuitu personae, es
decir, en razón de las personas o en consideración a ellas. Esto tiene consecuencias
frente a terceros porque no solo se obliga a la persona jurídica sino también a los
socios. Y las sociedades de capitales se forman intuitu rei o pecuniae, es decir, no
se tienen en cuenta las condiciones o atributos de las personas, sino que el factor
principal es el capital necesario para constituir la empresa social.
La ley caliica a la SAS como una sociedad de capital, pero en ella se conjugan
elementos intuitu personae, como acertadamente lo expone el profesor Francisco
Reyes Villamizar:
Es precisamente esta característica la que permite conjugar los elementos
beneiciosos de las sociedades de capital, con un acentuado intuitu personae,
que hace muy propia su utilización para negocios familiares o para otros
emprendimientos de variadas dimensiones (2010, p. 63).
En apoyo de su comentario, trae una cita que ilustra el tema:
Es por ello por lo que Guyon advierte que «esta forma asociativa no debe ser
utilizada sino por sujetos que se conozcan, se tengan conianza y compartan
objetivos precisos [...] ella facilita también la organización de grupos» (Reyes,
2010, p. 63) ob. cit., pág. 117); en palabras de Cozian: «La intención del legislador
es en efecto, de asegurar el carácter cerrado de la sociedad, de conformidad con el
elemento intuitu personae que se supone caracteriza las relaciones de los asociados
entre sí» (Reyes, 2010, 9. 64)(ob. cit., pág. 366).
6. Contenido del documento o requisitos de forma
En virtud de las características de lexibilidad de este tipo societario, se eliminó el
requisito, antes obligatorio, de la escritura pública, razón por la cual la constitución
de la sociedad podrá realizarse mediante documento privado, que debe contener
cuando menos los siguientes requisitos (artículo 5o):
1. El nombre, documento de identidad y domicilio de los accionistas.
2. Debe indicarse si se da a conocer por la razón social o la denominación social,
seguida de la sigla SAS143.
143 La razón social, se forma «con el nombre completo o el solo apellido de alguno o algunos de los
socios seguido de las expresiones «y compañía», «hermanos», «e hijos», u otras análogas, si no
se incluyen los nombres completos o los apellidos de todos los socios» (Código de Comercio,
artículo 303). La denominación social se toma en consideración a las actividades que desarrolla
la empresa (Código de Comercio, artículo 373).
269
270
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
3. Debe indicarse el domicilio principal de la sociedad, donde funcionan los
órganos de administración y representación. Dicho domicilio determina la
cámara de comercio donde ha de inscribirse, y determina el juez competente
de los procesos que se adelanten en contra de la compañía. También debe
estipularse el domicilio de las sucursales si las hubiere.
4. El término de duración puede ser determinado, si los accionistas lo estipulan;
en caso contrario se entenderá que se ha constituido por término indeinido;
5. Enunciación de las actividades comerciales o civiles en forma clara y expresa
o en forma indeterminada144.
6. Debe indicarse el capital autorizado, suscrito y pagado, las clases de acciones,
su número y el valor de las acciones que representan el capital y la forma y
términos en que debe pagarse (el término para ello no podrá exceder de dos
años).
7. La forma de administración y el nombre, documento de identidad y facultades
de sus administradores. En todo caso, debe designarse cuando menos un
representante legal.
Este documento privado debe ser autenticado ante notario por quienes participen
en su suscripción o por una sola persona que los represente. Acto seguido se
inscribirá en el registro mercantil de la cámara de comercio del lugar en que la
sociedad establezca su domicilio principal y en el de sus sucursales. No se requiere
que este documento se eleve a escritura pública, salvo que se aporten activos cuya
transferencia la requiera. Sin embargo, si no hay aportes de bienes inmuebles, la
escritura pública es optativa, en cuyo caso la formalidad cumplida se considerará
cid voluntatem (Ley 1258 de 2008, artículo 5o, parágrafo 2o).
Como se advirtió, el legislador, al sustituir la escritura pública en la que se consignan
las estipulaciones constitutivas de la sociedad, por el documento privado, airma
que la sociedad se forma como persona jurídica distinta de sus accionistas,
una vez se inscriba en el registro mercantil. Como el registro adquiere alcance
constitutivo y no meramente declarativo, estas empresas existen jurídicamente,
no desde la celebración del acto o contrato, por medio del cual sus accionistas
comprometen directamente su responsabilidad, sino hasta el cumplimiento de
144 De acuerdo con el régimen del Código de Comercio, el objeto social debe estar plenamente
determinado en el acto de constitución (artículo 110, ordinal 4°), exigencia que se encuentra
directamente relacionada con la capacidad de la compañía, que solo podrá realizar las
actividades contempladas en su objeto o las directamente relacionados con él (artículo 99). Así,
cualquier acto no comprendido dentro de su objeto es nulo y no vincula a la sociedad.
Este tipo societario indeterminado, presupone la atenuación de la exigencia de la determinación
del objeto, así como de la tesis ultra vires, que considera nulos los actos de las sociedades
mercantiles, cuando se actúe más allá de lo establecido en el marco de sus estatutos.
PARTE 2 - CAP. VII: SOCIEDAD POR ACCIONES SIMPLIFICADA
esta formalidad, momento en el cual se produce la separación patrimonial (Ley
1258 de 2008, artículo 6o).
Como consecuencia de lo expresado, si no se inscribe el documento constitutivo
de la sociedad en el registro mercantil, estamos en presencia de una sociedad
de hecho, cuyos accionistas responderán con su patrimonio personal por las
obligaciones que contraigan en desarrollo de su actividad (Ley 1258 de 2008,
artículo 6o).
7. Clases de acciones
Como vimos al estudiar la sociedad anónima, existen diferentes clases de acciones;
además de estas, la sociedad por acciones simpliicada podrá crear otras clases
de acciones y series145. En cada una de ellas deberá hacerse constar los derechos
inherentes a estas (artículo 10, Ley 1258, 2008).
Entonces, las acciones podrán ser:
a. Nominativas: son expedidas en favor de persona determinada, por tanto, debe
indicarse el nombre completo de la persona en favor de quien se expidan,
información que debe concordar con quien igure en el libro de registro de
la sociedad.
b. Ordinarias: son expedidas de manera común y tienen por objeto conferir
no solo la calidad de socio, sino derechos sociales como la participación y
deliberación en la asamblea.
c. Privilegiadas: son las expedidas con ventajas o privilegios determinados.
d. De goce y de industria: son expedidas a sus titulares en virtud de reembolso
por lo aportado.
e. De capital: se expiden una vez el suscriptor efectúa el aporte, el cual puede ser
en bienes o en especie, valorables en dinero.
f. En tesorería: son expedidas por la sociedad, que posteriormente decide
readquirirlas.
g. Suscritas: representan una parte del capital autorizado y su importe será
pagado por los accionistas al momento de constituirse la sociedad.
h. En reserva: forman parte del capital autorizado, que aún no han aportado los
accionistas.
145 Francisco Reyes Villamizar explica con precisión estos dos conceptos: «Las clases son
modalidades disimiles de acciones, diferenciadas por los derechos inherentes a cada una de
ella según el reglamento respectivo. En cambio las series identiican emisiones sucesivas de una
misma clase cuya colocación se ha efectuado en épocas diversas».(2010, p. 92).
271
272
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
i. Pagadas y no liberadas: las primeras se reieren a las acciones que han sido
pagadas totalmente y las segundas, a las que lo han sido parcialmente.
j. Con dividendo preferencial y sin derecho a voto: las que otorgan a sus
titulares el derecho de percibir un dividendo mínimo de las utilidades que
haya generado la sociedad al inal del ejercicio, al reembolso de sus aportes
de manera preferencial en caso de liquidación y los demás derechos que les
corresponden a las ordinarias, salvo el de participar en las deliberaciones y
votaciones de la asamblea de accionistas.
k. Con dividendo ijo: permiten pactar cualquier forma de pago periódico del
dividendo, en la medida en que la sociedad tenga recursos líquidos repartibles.
l. Con voto múltiple: aquellas en las que se pacta en los estatutos los derechos de
votación que le corresponde a cada clase de acciones, con indicación expresa
de si el voto es singular o múltiple.
m. De pago: son aquellas que son emitidas con el in de pagar obligaciones
laborales o por servicios prestados a la compañía, por los administradores u
otra persona. Estas acciones están destinadas a cancelar obligaciones y carece
de sentido decir que quienes las adquirieron lo hicieron por el mecanismo de
suscripción, puesto que implicaría que los empleados146 y administradores
realizaran aportes.
En igual sentido se ha pronunciado la Superintendencia de Sociedades:
[...] En efecto si las acciones de pago son, como su nombre lo indica, para cancelar
obligaciones (Código Civil, artículo 1626), carece de todo sentido decir que
quienes vayan a recibir tales acciones como medio de pago lo hacen a través del
mecanismo de la suscripción, ya que ello implicaría que los administradores,
empleados o en general las personas que hayan prestado servicios a la compañía
tuvieran que realizar aportes para adquirir la condición de accionista […]
(Superintendencia de Sociedades, 2009, Oicio 220-03906).
Como se observa, cualquiera de estas acciones se puede emitir, pero en la medida
en que no exista regulación especíica en los estatutos de la sociedad, se aplicarán
las reglas del Código de Comercio y de la Ley 222 de 1995.
146 En caso de que las acciones de pago sean utilizadas para cancelar obligaciones laborales, se
podrá hacer siempre y cuando el pago en especie no supere el 30 por ciento del salario mínimo
legal mensual vigente. Cuando este sea superior podrá efectuarse un pago en esta especie por un
valor no superior al 50 por ciento del salario del trabajador (Ley 50 de 1990, art. 16). También las
prestaciones pueden ser pagadas en especie, siempre y cuando se irme un acta de conciliación
entre el empleador y el empleado.
PARTE 2 - CAP. VII: SOCIEDAD POR ACCIONES SIMPLIFICADA
8. El capital y las acciones
En los estatutos podrá establecerse no solo la forma de pago del capital autorizado,
suscrito y pagado, así como las condiciones, proporciones y plazos en que ello
puede hacerse; en todo caso, el plazo para pagarlas no podrá exceder de dos
años a partir de la suscripción. Así mismo, los accionistas tendrán libertad para
establecer los porcentajes o montos mínimos o máximos del capital social que
podrá ser controlado por uno o varios accionistas, en forma directa o indirecta, y
también podrán señalar los efectos en caso de incumplirse los límites del capital
variable (artículo 9o).
La norma permite que se constituya una sociedad por acciones simpliicada sin
que se pague el valor de las acciones al momento de su constitución y hasta por
un término de dos años. En otras palabras, se puede constituir una SAS con socios
industriales estimados en un valor determinado y estos podrán estipular la época
del pago, sin que esta sobrepase los dos años contados a partir del registro en
la Cámara de Comercio. Si el accionista incurre en mora en pago del capital en
el plazo, condición o proporción estipulada será la Junta Directiva si existe o la
asamblea quien podrá acudir a las reglas de la sociedad anónima establecidas en
el artículo 397 del Código de Comercio.
Se puede limitar la negociación de las acciones por un plazo de diez años,
contados a partir de la fecha en que sean emitidas, plazo que podrá ser prorrogado
por períodos adicionales, inferiores o iguales a diez años, si así lo determina la
totalidad de los accionistas por voto unánime. Esta restricción debe constar en el
dorso del título y la violación a las restricciones de negociación generará ineicacia
de la negociación o transferencia, salvo que previamente la asamblea la hubiera
aprobado (artículo 13).
En todo caso, será válida la transferencia de acciones a iducias mercantiles
siempre y cuando en el libro de registro de accionistas se identiique la compañía
iduciaria y los beneiciarios del patrimonio autónomo junto, con el porcentaje
que a cada uno les corresponde. Como la sociedad iduciaria representa el
patrimonio autónomo, será la encargada de ejercer los derechos y obligaciones del
ideicomitente, en la forma que este o los beneiciarios le indiquen (artículo 12).
La sociedad podrá enajenar activos y pasivos que representen el 50 por ciento o
más del patrimonio líquido de la compañía. En este caso, existirá una enajenación
global de activos, que requiere de la aprobación de la asamblea con el voto favorable
de uno o varios accionistas que representen por lo menos la mitad más una de
las acciones presentes en la reunión en que se vaya a aprobar la enajenación147.
147 Esta operación exige que se enajenen activos y pasivos, porque de lo contrario no se podrá
realizar.
273
274
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Esta operación debe inscribirse en el registro mercantil, y en caso de originar
una desmejora patrimonial, da lugar al derecho de retiro en favor de los socios
ausentes y disidentes (artículo 32).
Ya se habría dicho que una de las principales características de la sociedad por
acciones simpliicada es la lexibilidad jurídica y la libertad de estipulación, que se
ven relejadas en el pago del aporte. La Superintendencia de Sociedades también
se ha pronunciado con el mismo alcance al manifestar:
Ahora bien, el artículo 9o de la Ley 1258 de 2008, en cuanto hace con la suscripción
y pago del capital, consagra que «La suscripción y pago del capital podrá hacerse
en condiciones, proporciones y plazos distintos de los previstos en las normas
contempladas en el Código de Comercio para las sociedades anónimas [...]» (se
subraya), de donde podemos airmar que es perfectamente viable que el órgano
social competente de la sociedad, bien sea la asamblea general de accionistas o
la Junta Directiva, si la hubiere, en un reglamento de colocación de acciones,
establezca que se deben ofrecer únicamente paquetes de determinado número
de acciones, o bien puede disponerse un mínimo y un máximo de acciones que
deben ser suscritas, dando en este caso la posibilidad de que los suscriptores,
jueguen dentro de esos parámetros, y puedan adquirir el número que deseen
(Superintendencia de Sociedades, 2009, Oicio 220-127317).
9. Voto singular o múltiple
Debe establecerse en los estatutos los derechos de votación que cada accionista
tiene según la clase de acciones que posea, así como la atribución de voto singular
o múltiple (artículo 11).
Como la sociedad por acciones simpliicada es una sociedad cuyo capital se
encuentra fraccionado, cada socio tendrá derecho a un voto por cada acción de
la que sea titular, es decir, cada cuota social da derecho a un voto (Código de
Comercio, artículo 379). No obstante, en este tipo de sociedades se permite pactar
el voto múltiple cuando se realice la elección de la junta de cuerpos colegiados,
es decir, es posible deinir con antelación el voto que cada persona o grupo de
acciones va a tener durante la vida de la sociedad. Por ejemplo, podría acordarse
que cada acción de fundador tendrá derecho a cinco votos, que las acciones
privilegiadas tendrán derecho a tres votos, y que las acciones ordinarias coniere
derecho a un voto.
Al respecto la Superintendencia de Sociedades, ha manifestado:
El voto múltiple que en efecto puede atribuirse a una o más de las acciones en que
se divida el capital de la sociedad por acciones simpliicada según los términos
del artículo 11 de la mencionada ley, es aquel que permite que una acción en
particular coniera a su titular el derecho a emitir más de un voto en las decisiones
de la asamblea general de accionistas, concepto que se contrapone al que de
PARTE 2 - CAP. VII: SOCIEDAD POR ACCIONES SIMPLIFICADA
ordinario supone que cada acción otorga un solo voto y que es la regla acogida
en la ley colombiana para el caso de las acciones en la sociedad anónima y en la
sociedad en comandita por acciones.
Como en la doctrina extranjera se da por sentado, las acciones con voto plural
son las que en general conieren al accionista un voto más fuerte que el que se
reconoce al accionista ordinario o común, sin invertir mayores capitales y sin
desembolso proporcional. La Ley 1258, a diferencia de otras legislaciones foráneas,
no limita el número de votos que se puede otorgar por cada acción, lo que implica
que en cada caso les corresponderá a los interesados deinir estatutariamente
las condiciones y características del voto múltiple, cuando quiera que pretenda
acogerse esta posibilidad que brinda la ley (Superintendencia de Sociedades,
2009, Oicio 220-121211).
Sin embargo:
No son funciones que puedan trasladarse a otros órganos, las indicadas en los
numerales 1, 2, 3 y 4, pues si bien su inclusión es potestad de los accionistas, es
claro que lo que la ley deja a su arbitrio es exigir que se informe sobre los cambios
en la situación de control, que se someta a autorización previa la negociación de
acciones o que se prevea la posibilidad de excluir accionistas, mas no lo relativo
al órgano encargado de tomar las decisiones a que haya lugar en tales asuntos.
En el caso de las demás funciones que libremente se quieran incorporar en los
estatutos, la delegación o traslado a otro órgano de administración dependerá
de lo que en ellos se estipule (Superintendencia de Sociedades, 2009, Oicio
220-005638).
10. Órganos sociales
En este tipo societario, los socios tendrán libertad para estipular los órganos
sociales que funcionarán dentro de la sociedad, y a falta de estipulación, ha de
entenderse que la asamblea o el socio único tendrá las funciones de dirección
señaladas en el artículo 420 del Código de Comercio y que el representante tendrá
a su cargo las funciones de administración. En caso de que haya un solo accionista,
este podrá ser al mismo tiempo su representante legal, y si en los estatutos se
contempla la creación de una Junta Directiva, esta podrá estar formada por un
solo miembro (Ley 1258 de 2008, artículos 17 y 25).
A) La asamblea general de accionistas
Es el órgano supremo de dirección, y se encuentra estructurado de la misma
forma que en los otros tipos societarios, pero en las sociedades por acciones
simpliicadas tiene reglas especiales, debido a que su funcionamiento se nutre de
dos fuentes: legales y estatutarias.
275
276
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
En lo pertinente a las fuentes legales encontramos:
a) Ley 1258 de 2008
1.
2.
3.
4.
5.
Aprobar las reformas estatutarias (artículo 29).
Aprobar la transformación, fusión y escisión de la sociedad (artículo 31).
Aprobar la enajenación global de activos (artículo 32)
Aprobar la disolución anticipada de la sociedad (artículo 34).
Designar al liquidador de la sociedad, salvo que el representante legal actúe
como tal (artículo 36).
6. Considerar y aprobar los estados inancieros de propósito general o especial,
los informes de gestión y demás cuentas sociales (artículo 37).
b) Régimen de la sociedad anónima
El artículo 45 de la Ley 1258 de 2008, remite a las disposiciones contenidas en el
Título vi del Código de Comercio que regulan la sociedad anónima (artículos 420
y 187).
1. La formación e incremento de reservas.
2. Fijar el dividendo y su reparto.
3. Ordenar las acciones que corresponda adelantar contra los administradores
y otros funcionarios.
4. Designar los funcionarios.
5. Disponer la emisión de acciones sin sujeción al derecho de preferencia.
6. Adoptar las medidas que exigiere el interés social.
c) Código de Comercio (régimen general)
Respecto a las fuentes estatutarias, como ya se ha airmado, en desarrollo del
principio de la autonomía de la voluntad, en los estatutos los socios pueden crear
funciones y delegarlas en los demás órganos sociales.
1. Cuando en los estatutos se contemple la obligación de informar cualquier
cambio en la situación de control de la sociedad, se debe excluir a la
sociedades cuya situación de control es modiicada respecto de la que tenía a
la constitución o ingreso a la SAS (artículo 16).
2. En el supuesto previsto en el numeral anterior, aprobar la exclusión de
accionistas y la imposición de sanciones pecuniarias en los casos en que se
incumpla el deber de informar tales cambios (artículo 16).
3. Autorizar toda negociación de acciones o de una clase de ellas (artículo 14).
4. Aprobar la exclusión de accionistas, por las causales que se indiquen en los
estatutos (artículo 39).
PARTE 2 - CAP. VII: SOCIEDAD POR ACCIONES SIMPLIFICADA
5. Las demás que los accionistas consideren pertinentes al constituir la sociedad
o al reformar sus estatutos.
Es preciso advertir que las previstas en los numerales 1, 2, 3 y 4 son funciones que
le corresponden exclusivamente a la asamblea, si los socios deciden incorporarlas.
B) Junta directiva
La Junta Directiva es un órgano subordinado a la asamblea general de accionistas,
es decir, la asamblea establece sus funciones, designa sus miembros y aprueba su
gestión. Puede estar conformada por uno o varios miembros y se puede establecer
que estos tengan suplentes. Si la sociedad decide no crear Junta Directiva, el
representante legal ejercerá las funciones de administración (Ley 1258 de 2008,
artículo 25, parágrafo).
La elección de la Junta Directiva es potestativa, pues en este tipo de sociedades no
es indispensable su existencia, a menos que los estatutos estipulen lo contrario,
caso en el cual la designación de sus miembros (sin que sea obligatorio proveer
suplencias), así como la convocatoria, quórum, mayorías decisorias y funciones es
facultad de las partes; a falta de previsión, la cuestión se regulará por las normas
legales pertinentes (Ley 1258 de 2008, artículo 25, parágrafo).
La Junta Directiva podrá ser elegida por el sistema de cociente electoral (Código
de Comercio, artículo 197), norma que se aplica si en los estatutos se omitió el
procedimiento y la forma para elegirlos, por así disponerlo la Ley 1258 de 2008 en
el artículo 45. También podrá ser elegida por mayoría de votos del capital social
presente, o por cualquier otro método, si los accionistas lo pactan en los estatutos
(ejemplo: elegir a las personas que individualmente obtenga mayor número de
votos).
Los miembros de la Junta Directiva pueden representar acciones distintas de
las propias en la asamblea, y ejercer cargos directivos en más de cinco juntas de
manera simultánea, por así consagrarlo el artículo 38 de la Ley 1258 de 2008. Este
órgano social puede estar integrado por personas ligadas entre sí por matrimonio
o parentesco.
Para la elección de los miembros de la Junta Directiva, el artículo 23 faculta a los
accionistas a fraccionar su voto cuando se realice la elección148.
148 Si en los estatutos se ha estipulado que para la elección de la junta directiva se pueden fraccionar
los votos, el procedimiento sería el siguiente: un socio tiene 30 votos, con facultad para expresar
en la votación que vota por la lista A con 10 votos, por la lista B con 3 votos y, con los 17 votos
restantes, vota por la lista C.
277
278
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Las funciones que desarrolla este órgano son las mismas que establece la ley en el
caso de las sociedades anónimas y a ella le son aplicables las normas de la Ley 222
de 1995, que regula la responsabilidad de los administradores. Considero que la
Junta Directiva debe tener las siguientes funciones:
1. Prohibir al representante legal celebrar sin su autorización contratos que
sobrepasen determinada cuantía.
2. Aprobar el reglamento de colocación de acciones.
3. Convocar a reuniones extraordinarias cuando así lo exijan las necesidades
urgentes de la compañía.
4. Al inal de cada ejercicio contable presentar un informe de gestión sobre
el desarrollo de los negocios sociales y la situación económica, jurídica y
administrativa de la sociedad.
5. Realizar el estudio de las quejas que tengan como in excluir un accionista, y
emitir concepto a la asamblea para que esta tome la decisión.
6. Si el accionista tiene obligaciones vencidas, la Junta Directiva podrá acudir
a una de las tres alternativas señaladas en el artículo 397 del Código de
Comercio.
C) Representante legal
Es la persona natural o jurídica designada por la asamblea o por el accionista único,
en la forma prevista en los estatutos, para que represente a la sociedad y celebre
y ejecute los actos comprendidos en el objeto social o que estén directamente
relacionados con la existencia y funcionamiento de la sociedad (artículo 26).
No obstante, en los estatutos se permite estipular que la representación legal sea
atribuible a todos los accionistas, de manera que todos podrán tener vocación
para ejercer el cargo. También se puede delegar esta representación en gestores
temporales y revocables. El artículo 26 de la Ley 1258 de 2008, estipula que la
elección del representante legal es facultad de la asamblea general de accionistas,
a menos que en los estatutos esta facultad se le haya otorgado a la Junta Directiva.
En lo que respecta a las atribuciones que le competen en razón del cargo, la ley es
clara al expresar que la sociedad si tiene un objeto determinado, las facultades del
representante legal han de estar relacionadas y limitadas a esa actividad. A falta de
estipulación, se entenderá que el representante podrá realizar toda clase de actos
y contratos comprendidos en el objeto social o las que se relacionen directamente
con la existencia y representación de la sociedad.
Tendrá a su cargo, entre otras funciones: presentar a la asamblea de accionistas
los estados inancieros de propósito general o especial, los informes de gestión y
demás cuentas sociales para su aprobación. Cuando sea un solo accionista, será
PARTE 2 - CAP. VII: SOCIEDAD POR ACCIONES SIMPLIFICADA
quien apruebe las cuentas sociales y dejará constancia de ello en actas que deben
ser insertadas en el libro correspondiente de la sociedad (artículo 37).
D) Revisor scal
No será obligatoria su designación; pero la ley lo exige cuando la sociedad exceda
el nivel de activos o ingresos brutos previstos en la normativa vigente (Ley 43 de
1990, artículo 13), para lo cual deberá proveerse el cargo y elegirse un contador
público con tarjeta profesional vigente. En tal sentido se ha pronunciado la
Superintendencia de Sociedades (2009, Oicio 220-03906)149.
De cualquier forma, cuando no se crea el cargo, los estados inancieros deben
ser elaborados siguiendo los principios de contabilidad y ser dictaminados por
contador público independiente (artículo 28).
11. Responsabilidad de los accionistas y de los
administradores
En virtud del animus societatis, los accionistas deben actuar en interés de la sociedad
y con miras al éxito de la inalidad social, y por ello se considerará abuso del
derecho, ejercer el derecho al voto con el in de causar daños y perjuicios no solo
a la compañía sino a los demás asociados, o para obtener para sí o para un tercero
injustiicada ventaja. El accionista que así hubiere obrado, responderá por los
daños que ocasione, sin perjuicio de que la Superintendencia de Sociedades declare
absolutamente nula la determinación adoptada, por objeto ilícito (artículo 43).
149 Solo estarán obligadas a tener revisor iscal las sociedades que al corte de cuenta de 31 de diciembre, cuenten con activos brutos que sean o excedan de 5000 smmlv o cuyos ingresos sean o
excedan de 3000 smmlv.
El Decreto 2020 de 2009, «Por medio del cual se reglamenta el artículo 28 de la Ley 1258 de
2008» hace referencia a la obligatoriedad de la revisoría iscal, de acuerdo al parágrafo 2° del
artículo 13 de la Ley 43 de 1990. El decreto mencionado establece en sus cuatro artículos:
«Artículo 1o. De acuerdo con lo establecido por el artículo 28 de la Ley 1258 de 2008, la Sociedad
por Acciones Simpliicada únicamente estará obligada a tener Revisor Fiscal cuando (i) reúna
los presupuestos de activos o de ingresos señalados para el efecto en el parágrafo 2o del artículo
13 de la Ley 43 de 1990, o (ii) cuando otra ley especial así lo exija.
Artículo 2o. También podrán ser elegidos como Revisor Fiscal de Sociedades por Acciones
Simpliicadas, los contadores públicos autorizados debidamente inscritos ante la Junta Central
de Contadores.
Artículo 3o. Cuando una Sociedad por Acciones Simpliicada no estuviere obligada a tener
Revisor Fiscal, las certiicaciones y los dictámenes que deban ser emitidos por este podrán serlo
por un contador público independiente.
Artículo 4o. El presente decreto rige a partir de su publicación».
279
280
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Cuando los accionistas o administradores utilicen la sociedad por acciones simpliicada en fraude a la ley o perjuicio a terceros, mediante la participación o facilitación de actos defraudatorios, responderán solidariamente por las obligaciones
que se originen de tales actos, como de los perjuicios que se causen (artículo 42).
En todo caso, al representante legal y a la Junta Directiva les serán aplicables las
reglas generales que sobre responsabilidad de los administradores establece la Ley
222 de 1995; se aplicarán, igualmente, a quienes no siendo administradores de la
sociedad interieran en su administración, dirección o en cualquier otra actividad
de gestión, y por tanto incurrirán en las mismas responsabilidades y sanciones
previstas para los administradores.
12. Reuniones de los órganos sociales
En principio, se llevarán a cabo en el domicilio principal de la sociedad y se
podrán realizar por comunicación simultánea o por consentimiento escrito. Unas
y otras podrán realizarse fuera del domicilio principal y sin el quórum universal150,
pero cumpliendo con los requisitos de quórum y convocatoria que se verán a
continuación (artículos 18 y 19).
A) Convocatoria
Atendido el carácter dispositivo de este tipo de sociedad, los accionistas pueden
pactar el tiempo, la forma y las personas que pueden convocar. Si en los estatutos
no se señala nada respecto de la forma de convocar a los socios, el representante
legal debe elaborar una comunicación escrita o por medios electrónicos, que
dirigirá a cada uno de los accionistas con una antelación mínima de cinco días
hábiles a la reunión; la comunicación debe contener el orden del día y en ella
también podrá insertarse la fecha de la reunión de la segunda convocatoria, si
la primera no se llevó a cabo por falta de quórum, pero tal fecha no podrá ser
anterior a los diez días hábiles siguientes ni posterior a los treinta días siguientes
a la primera reunión (artículo 20).
Una de las mayores innovaciones de este nuevo régimen societario lo constituye
el mecanismo de renuncia a la convocatoria, tal como lo contempla el artículo
21 de la Ley 1258 de 2008. En efecto, esta norma dispone que es posible
convalidar la indebida convocatoria o la falta de esta (y evitar la ineicacia de las
determinaciones tomadas en la asamblea), si no se producen efectos adversos a
sus asociados. Esta renuncia puede ser expresa, mediante la presentación de un
150 Reunión de asamblea en la que se encuentran presentes o representados la totalidad de los
accionistas en pleno uso de sus derechos, que puede realizarse sin convocatoria previa y en
cualquier tiempo y lugar.
PARTE 2 - CAP. VII: SOCIEDAD POR ACCIONES SIMPLIFICADA
documento escrito que le será presentado a la sociedad antes, durante o después
de la sesión; o tácita, cuando no habiendo sido convocados los socios asisten a la
reunión correspondiente, a menos que maniiesten su inconformidad antes de
que se lleve a cabo.
No obstante, es posible que algunos accionistas presentes en la reunión maniiesten
su inconformidad con la convocatoria, en cuyo caso la reunión se tendrá como
ineicaz (Código de Comercio, artículo 190).
Por otra parte, el derecho que tienen los socios de inspeccionar los libros y papeles
sociales, y que es ejercido de manera especial durante los cinco días hábiles
anteriores a la reunión en que se vayan a aprobar balances de in de ejercicio o
cuando se trate de operaciones de transformación, fusión o escisión. Este derecho
podrá ser objeto de renuncia por los socios, de la misma forma y con el mismo
procedimiento anotado para la renuncia al derecho de convocatoria (artículo 21).
Lo más relevante en esta materia es que las reuniones ordinarias o extraordinarias
se hagan con no menos de cinco días hábiles de antelación a la reunión, y en
ellas se han de insertar el orden del día. Esta exigencia no opera en reuniones
ordinarias de sociedades comerciales (Código de Comercio, artículos 422 y 425).
La omisión del requisito de incorporar el temario en la convocatoria se sanciona
con la ineicacia de la reunión.
B) Quórum y mayorías (artículo 22)
La mayoría deliberatoria, salvo pacto en contrario, la constituirá el o los accionistas
que representen por lo menos la mitad más una de las acciones suscritas.
La mayoría decisoria, salvo que se prevea en los estatutos una mayoría superior,
será el voto favorable de un número singular o plural que represente por lo menos
la mitad más una de las acciones presentes. Cuando la sociedad esté formada por
un solo accionista, éste será quien tome las determinaciones de la asamblea y dejará
constancia de ellas en actas debidamente asentadas en el libro correspondiente de
la sociedad (artículo 22, parágrafo).
a) Unanimidad
La Ley 1258 de 2008 exige para ciertas decisiones, que hayan sido aprobadas
por voluntad unánime de los accionistas. Estas decisiones se enumeran en los
artículos 31 y 41, y se explican a continuación:
1. Restricción a la negociación de acciones. Uno de los derechos esenciales que
coniere la ley a un socio es poder negociar su aporte libremente, según las
normas comerciales. Este derecho es inviolable, no puede ser derogado por
pactos contractuales y tampoco se puede renunciar.
281
282
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
El artículo 13 exige que la prórroga de la prohibición de negociabilidad de las
acciones, se tome por unanimidad. El período de dicha prórroga no puede
sobrepasar los diez años, y la sumatoria de las prórrogas tampoco pueden
superar este término. Esta restricción implica que se cumplan los siguientes
requisitos: a) que se trate de acciones emitidas por la sociedad o alguna de sus
clases y b) que su restricción se haya pactado por un término que no exceda
los diez años, contados a partir de su emisión.
2. Autorización para transferir acciones. La transferencia implica un acto
entre vivos, consistente en la enajenación de los derechos patrimoniales y
personales que conieren las acciones.
El artículo 14 faculta a los accionistas para que estipulen que la negociabilidad
de las acciones sea aprobada por el órgano máximo de la sociedad.
Si todos los accionistas aprueban la transferencia se aplicará el procedimiento
señalado en los estatutos para su negociabilidad, o en su defecto el
procedimiento consagrado en el artículo 406 para las sociedades anónimas.
(Ver el capítulo II de la Parte segunda)
3. Exclusión de accionistas. Los conceptos jurídicos de exclusión y retiro son
diferentes. Por retiro se entiende el derecho que tiene el socio a decidir
libremente si quiere retirarse de la sociedad, cuando se presente una de las
causales previstas en el artículo 12 de la Ley 222 de 1995, que se explicaron en
el capítulo x de la Parte tercera de este libro.
Por exclusión se debe entender la determinación que toma la asamblea de
accionistas, al conigurarse una o varias causales, estipuladas en los estatutos,
que dan lugar a excluirlo a un accionista de la sociedad.
Al presentarse esta situación la compañía ha de reembolsar el aporte junto
con las valorizaciones y utilidades a que haya lugar.
Los requisitos para proceder al retiro están previstos en los artículos 14 a 16 de
la Ley 222 de 1995, y son los siguientes: 1. que en la convocatoria del proyecto
de transformación, fusión o escisión, se prevea que los socios pueden ejercer
el derecho de retiro; 2. comunicar la decisión por escrito al representante legal
dentro de los ocho días siguientes; 3. los socios pueden ejercer el derecho de
preferencia para adquirir tales acciones; en caso contrario las readquirirá la
sociedad; 4. si los socios y la sociedad no las adquieran, se reducirá el capital
social en cuantía equivalente a la participación que corresponda.
En las sociedades por acciones simpliicada, los accionistas deben estipular,
con el voto del cien por ciento de las acciones suscritas, las causales por las
cuales puede ser excluido un accionista, en cuyo caso se debe cumplir el
procedimiento para el reembolso previsto en los artículos 14 a 16 de la Ley
222 de 1995, explicado brevemente en el párrafo anterior (artículo 39).
No basta que se expresen las causales, sino que debe señalarse el procedimiento
de exclusión, que debe ser aprobado por unanimidad (artículo 39)
PARTE 2 - CAP. VII: SOCIEDAD POR ACCIONES SIMPLIFICADA
En los estatutos debe preverse cuál es el órgano competente para decidir si
hay lugar a excluir al accionista: la Junta Directiva, el representante legal,
la asamblea o un tercero. Acto seguido se somete a consideración de la
asamblea para que esta decida la exclusión. La decisión de exclusión ha de
ser aprobada como mínimo, con el voto favorable de uno o varios accionistas
que represente cuando menos la mitad más una de las acciones presentes en
la reunión, excluido el voto del accionista incurso en el proceso de exclusión
(Ley 1258 de 2008, artículo 39, parágrafo ).
4. Resolución de conlictos societarios. En el derecho moderno, una de las formas
de optimizar la administración de justicia es mediante el arbitramento: las
personas que integren el tribunal deben ser especializados en los asuntos
sobre los cuales van a fallar, porque su trámite está revertido de celeridad por
estar despojado de formalismos procesales.
Si surgen conlictos entre los accionistas, con la sociedad o con sus administradores, han de someterse a decisión arbitral o llevarse ante amigables
componedores.
La amigable composición consiste en que las partes confían la solución de sus
controversias, actuales o eventuales, a terceras personas que actúan no como
jueces sino como amigables componedores; la decisión no es una sentencia
sino que tiene el carácter de una transacción cuyo efecto es la de cosa juzgada.
El arbitramento es la estipulación mediante la cual las partes renuncian a
someter sus diferencias eventuales a la decisión de los jueces de la república
(jurisdicción ordinaria) y la encargan a personas idóneas (tribunal de arbitramento), cuyo fallo se denomina laudo, el cual hace las veces de sentencia y
produce los mismos efectos que esta.
El artículo 40 prevé dos caminos para resolver las diferencias que puedan
presentarse: el arbitramento o amigable composición y facultades jurisdiccionales a la Superintendencia de Sociedades, a prevención con los jueces
civiles del circuito competentes. Es decir, el interesado podrá escoger entre la
Superintendencia de Sociedades o el Juez Civil (artículo 24, Código General
del Proceso).
En cuanto a la primera opción, el artículo establece que las diferencias que
se presenten entre los accionistas o con la sociedad o sus administradores, en
desarrollo del contrato social o del acto unilateral, comprendida la impugnación de determinaciones de asamblea o Junta Directiva con fundamento en
cualquiera de las causales legales, podrán ser decididas por medio de estos
mecanismos.
La segunda opción se aplica cuando no se pacta el arbitramento o la amigable
composición, en cuyo caso el actor puede, a su arbitrio, iniciar el proceso
verbal sumario ante la Superintendencia de Sociedades o ante el Juez Civil
del circuito de la sociedad. Es preciso aclarar que si la sociedad es condenada
a pagar perjuicios provenientes del acto o decisión declarada nula, solo será
283
284
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
competente el Juez Civil del Circuito (artículo 24, numeral 5, literal c del
Código General del Proceso).
5. Transformación, fusión, escisión. Sobre este tema expone el profesor Reyes
Villamizar:
Muy relevante es lo previsto en el artículo 31 de la Ley 1258 de 2008, según el
cual la determinación [s/c] de la sociedad que pretenda transformarse en SAS
deberá ser adoptada mediante resolución unánime de los asociados titulares de
la totalidad de las acciones suscritas. La misma norma aclara que la operación
contraria, es decir, la transformación de una sociedad por acciones simpliicada
en una compañía de cualquier otro de los tipos previstos en el Libro Segundo
del Código de Comercio, requerirá también decisión unánime de los asociados
titulares de la totalidad de las acciones suscritas.
Más adelante expresa:
Con el propósito de evitar la burla de la exigencia prevista de unanimidad prevista
en el artículo 31 que acaba de explicarse, el parágrafo de la misma norma establece
que el requisito de unanimidad de las acciones suscritas también se requerirá en
aquellos casos en los que, por virtud de un proceso de fusión o de escisión o
mediante cualquier otro negocio jurídico, se proponga el tránsito de una sociedad
por acciones simpliicada a otro tipo societario o viceversa. Nuevamente, el
objetivo legislativo en esta materia es el de proteger el carácter fundamentalmente
contractual de la SAS e impedir a todo trance que los individuos que no hayan
dado su consentimiento expreso puedan ser forzados a participar en una sociedad
de este tipo (Reyes, 2010, pp. 233-234).
b) Nulidad absoluta
Si lo previsto en los artículos 31 y 41 no se cumple, tales actos estarían viciados
de nulidad absoluta, por ser las citadas normas de carácter imperativo (sanción
establecida en el artículo 899, ordinal Io del estatuto mercantil).
C) Acuerdos sociales
Los acuerdos adoptados por los accionistas y que sean depositados en la oicina donde funcione la administración de la sociedad, sobre «la compra o venta
de acciones, la preferencia para adquirirlas, las restricciones para transferirlas,
el ejercicio del derecho de voto, la persona que habrá de representarlas acciones en la asamblea y cualquier otro asunto lícito» deberán ser acatados por la
sociedad, siempre que tales acuerdos no superen el término de diez años, que
podrán ser prorrogables por períodos que no superen este término, siempre y
cuando concurra la voluntad unánime de los suscriptores (artículo 24). Cuando
alguno de los accionistas no acate estos acuerdos, los demás podrán accionar ante la
Superintendencia de Sociedades o ante juez civil de circuito mediante proceso verbal (artículo 24, numeral 5, literal a y artículo 382 del Código General del Proceso).
PARTE 2 - CAP. VII: SOCIEDAD POR ACCIONES SIMPLIFICADA
Así mismo, si uno de los accionistas vota en contravención a uno de los acuerdos
previa y debidamente depositados, el presidente de la asamblea no lo tendrá
en cuenta ni lo computará. Pero este carácter obligatorio de los acuerdos no
es absoluto, pues desde el momento en que sea depositado el acuerdo, quienes
los suscriban deben indicar qué persona los representará para dar y recibir la
información, y por tanto la sociedad tendrá la potestad de citarlo para que aclare,
por escrito, las cláusulas del acuerdo dentro de los cinco días comunes siguientes
a aquel en que reciba la solicitud (Ley 1258/08, artículo 24).
El acuerdo debe ser depositado en las oicinas de la sociedad, por conducto del
representante legal, quien procederá a asentarlo en el libro de accionistas, para
que surta efectos entre los accionistas suscriptores.
13. Prohibiciones
A menos que en los estatutos se pacte otra cosa, las prohibiciones referentes a
la distribución de utilidades, a las incompatibilidades de los administradores
y empleados, al ejercicio de más de cinco cargos directivos, a la enajenación o
adquisición de acciones de la misma sociedad por los administradores, a formar
mayorías con personas ligadas por parentesco y al reparto del 70 por ciento de la
utilidades, no serán aplicables a las sociedades por acciones simpliicadas. Veamos
cada caso (artículo 38).
a. La primera prohibición tiene que ver con la distribución de utilidades, que
aprobará la asamblea o Junta de socios con el voto favorable plural que
represente cuanto menos el 78 por ciento de las acciones, cuotas o partes de
interés representadas en la reunión. Si no se obtiene esta mayoría prevista en
la ley o una mayoría superior a la prevista en los estatutos, debe distribuirse
por lo menos el 50 por ciento de las utilidades líquidas o del saldo de las
mismas (Código de Comercio, artículo 155).
b. La segunda prohibición se reiere a los administradores y empleados de la
sociedad, a quienes no les está permitido representar en las reuniones de la
asamblea o Junta de socios, acciones distintas a las propias, cuando estén
ejerciendo su cargo, y tampoco les está permitido sustituir los poderes que se
les conieran ni aprobar los balances y cuentas de in de ejercicio ni las de la
liquidación (Código de Comercio, artículo 185).
c. Otra prohibición se reiere al hecho de que una persona no puede ser
designada para ejercer un cargo directivo en más de cinco juntas, siempre
que los hubiere aceptado (Código de Comercio, artículo 202).
d. La siguiente prohibición le impide a los administradores de la sociedad
enajenar o adquirir directamente o por interpuesta persona, acciones de la
sociedad mientras estén en ejercicio de sus cargos (Código de Comercio,
artículo 404).
285
286
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
e. También está prohibido en las juntas directivas formar mayorías con personas
ligadas entre sí por matrimonio, o por parentesco dentro del tercer grado de
consanguinidad, segundo de ainidad o primero civil (Código de Comercio,
artículo 435).
f. Finalmente, la suma de las reservas legal, estatutaria y ocasional excediere el
ciento por ciento del capital suscrito, la sociedad está obligada a repartir el 70
por ciento de las utilidades (Código de Comercio, artículo 454).
14. Reformas de la sociedad
Se entiende por reforma cualquier modiicación que se realice a la escritura de
constitución o contrato de sociedad que, como lo dispone el artículo 158 del
Código de Comercio, debe reducirse a escritura pública y se debe registrar en la
cámara de comercio correspondiente al domicilio social.
Cualquier reforma que se haga a los estatutos debe ser aprobada por la asamblea
de accionistas o Junta de socios, y se deberá realizar un acta en la que se incluyan
las reformas estatutarias acordadas, acta que posteriormente se elevará a escritura
pública y se inscribirá en el registro mercantil. Si se omitieren estos requisitos, la
reforma no producirá efecto alguno respecto de terceros, pero sí respecto de los
asociados, desde cuando se acuerden o pacten conforme a los estatutos.
En las sociedad por acciones simpliicada, para aprobar cualquier reforma se
requerirá del voto favorable de uno o varios accionistas que representen por lo
menos la mitad más una de las acciones presentes en la reunión; tratándose de este
tipo de sociedades, la decisión puede constar en documento privado e inscribirse
en el registro mercantil; solo cuando la reforma consista en la transferencia de
bienes inmuebles se requerirá escritura pública (artículo 29).
Cuando se quiera modiicar las disposiciones estatutarias referentes a la restricción
en la negociación, la autorización para la transferencia de acciones, la exclusión de
accionistas y la resolución de conlictos societarios, se requerirá de la unanimidad
de los titulares del ciento por ciento de las acciones suscritas (Ley 1258 de 2008,
artículo 41).
15. Transformación, fusión y escisión
Cuando se trate de la transformación, fusión y escisión de la sociedad por
acciones simpliicada, el procedimiento es el regulado por la Ley 222 de 1995;
asimismo el derecho de retiro de los socios, sin perjuicio de lo que respecto de tal
proceso y derecho señale la Ley 1258 de 2008. En los procesos de fusión o escisión,
los accionistas recibirán como contraprestación dinero en efectivo, acciones, cuotas
sociales o títulos de participación en cualquier sociedad u otro activo (artículo 30).
PARTE 2 - CAP. VII: SOCIEDAD POR ACCIONES SIMPLIFICADA
Tratándose de fusión abreviada, es decir, cuando una sociedad ostente el 90
por ciento de una sociedad por acciones simpliicada, podrá absorberla si así lo
determinaron los representantes legales o las juntas directivas de las sociedades
que participan en tal proceso. Este acuerdo de fusión debe constar en documento
privado salvo que los activos transferidos sean bienes que requieran escritura
pública; posteriormente debe inscribirse en el registro mercantil y publicarse
en un diario de amplia circulación nacional a in de que terceros interesados
maniiesten su oposición o exijan las garantías necesarias, según lo establecido en
la Ley 222 de 1995; por su parte, los socios ausentes o disidentes pueden ejercer su
derecho de retiro o la acción de oposición judicial (artículo 33).
Como ya sabemos, la transformación se reiere al cambio de una sociedad comercial
pluripersonal a otra. En este caso, cualquier sociedad podrá transformarse en
sociedad por acciones simpliicada o viceversa, si así lo decide la asamblea o la
Junta de socios, mediante decisión unánime de los titulares de la totalidad de las
acciones suscritas, que debe constar en documento privado inscrito en el registro
mercantil (artículo 31).
También será necesaria la unanimidad cuando se presente el tránsito de una
sociedad por acciones simpliicada a otro tipo societario o viceversa, por un
proceso de fusión o de escisión o por cualquier otro tipo de negocio jurídico.
Cabe señalar que la transformación en sociedad por acciones simpliicada es una
de las medidas para enervar la disolución de los demás tipos societarios previstos
en el Código de Comercio, cuando sobrevenga la unipersonalidad o la reducción
de las pluralidades mínimas exigidas para esos tipos societarios, pero esta medida
estará sujeta a la decisión unánime de los socios restantes o del único socio
(artículo 35).
En caso de que se requiera aplicar la igura de la transformación a una sociedad
por acciones simpliicada, es necesario el voto unánime de los asociados titulares
de la totalidad de las acciones suscritas. En nuestro concepto, esta decisión del
legislador es muy estricta; para este asunto, habría sido suiciente aplicar las
normas previstas en los estatutos o en la ley, para las reformas estatutarias. Esta
exigencia ha impedido que muchas sociedades comerciales puedan transformarse
a este tipo societario.
16. Disolución y liquidación
El artículo 34 de la Ley 1258 de 2008 contiene una lista taxativa de todos los
casos que ocasionan la terminación de la sociedad por acciones simpliicada, pero
estas causales se podrán enervar si se emplean diversas medidas, según la causal,
dentro de los dieciocho meses siguientes a la fecha en que la asamblea reconoció
su ocurrencia (enciso 23 artículo 24, Ley 1429 de 2010). Veamos:
287
288
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
1. Por vencimiento del término previsto en los estatutos, si lo hubiere, a menos
que fuere prorrogado mediante documento inscrito en el registro mercantil
antes de su expiración. En este caso, la disolución se produce de pleno derecho
a partir de que expire la fecha de duración.
2. Por imposibilidad de desarrollar las actividades previstas en su objeto social.
3. Por la iniciación del trámite de liquidación judicial.
4. Por ocurrir cualquiera de las causales previstas en los estatutos.
5. Por voluntad de los accionistas adoptada en la asamblea o por decisión del
accionista único.
6. Por orden de autoridad competente, y
7. Por pérdidas que reduzcan el patrimonio neto de la sociedad por debajo del
cincuenta por ciento del capital suscrito.
A excepción de la causal primera, la disolución se produce a partir de la fecha
en que se inscriba el documento privado en el registro mercantil o a partir de la
ejecutoria del acto que contenga la decisión de autoridad competente.
La liquidación del patrimonio social se hará por el representante legal, quien
actuará como liquidador, o por un liquidador especial nombrado por la asamblea
de accionistas. Su nombramiento debe inscribirse en el registro mercantil, pues
solo a partir de la inscripción podrá ejercer las funciones que le señalen los
estatutos y el Código de Comercio.
Disuelta la sociedad por acciones simpliicada, debe precederse a la liquidación
del patrimonio en la que no se requiere presentar ante la Superintendencia de
Sociedades el inventario que va a servir de base para la liquidación, por disponerlo
así el artículo 36 de la Ley 1258 de 2008 que expresa que el procedimiento
para su liquidación será el señalado para la liquidación de las sociedades de
responsabilidad limitada.
En esta etapa de disolución, así como en el proceso de liquidación, se cumplirán
las formalidades que consagra el capítulo x del Código de Comercio, explicadas
con anterioridad en este libro.
17. Funciones de la Cámara De Comercio
Las cámaras de comercio tendrán la función principal de controlar y veriicar
que el acto constitutivo, los actos de nombramiento y las reformas cumplan las
formalidades requeridas por la ley, pues de lo contrario podrán abstenerse de
inscribir alguno de estos documentos por omisión de requisitos (artículo 6o).
Es por ello por lo que una vez efectuado el registro del documento privado o de la
escritura pública, no podrá impugnarse el contrato o acto unilateral a menos de
PARTE 2 - CAP. VII: SOCIEDAD POR ACCIONES SIMPLIFICADA
que falten los elementos esenciales o por el incumplimiento de los requisitos de
fondo señalados en los artículos 98, 101 y 104 del Código de Comercio151.
Entonces, para poder determinar los efectos del registro mercantil, lo primero que
hay que establecer es el alcance que tenga la inscripción, en orden al nacimiento,
modiicación de estructura interna y extinción del ente societario, así como los
actos y contratos que se producen dentro del mismo.
Existen diversos tipos de inscripción:
•
•
•
•
•
Meramente informativa, cuando se limita a copiar o archivar los documentos
presentados.
Constitutiva, necesaria para que el acto o contrato nazca, se modiique o
extinga jurídicamente.
Declarativa, que se contrapone a la constitutiva puesto que el acto o contrato
existe sin necesidad de su inscripción, aunque esta consolida sus efectos
jurídicos.
Potestativa o voluntaria, que comparada con la obligatoria, deja a la voluntad
de los interesados la inscripción, sin que su falta acarree sanciones.
Obligatoria, que será aquella que comporta una penalidad si no se practica o,
al menos, una eventual responsabilidad en caso de que no la solicite aquel que
tiene el deber de hacerlo, pero sin que la falta de inscripción determine más
151 El artículo 98 expresa: «Por el contrato de sociedad dos o más personas se obligan a hacer un
aporte en dinero, en trabajo o en otros bienes apreciables en dinero, con el in de repartirse entre sí las utilidades obtenidas en la empresa o actividad social. La sociedad, una vez constituida
legalmente, forma una persona jurídica distinta de los socios individualmente considerados».
El artículo 101 menciona: «Para que el contrato de sociedad sea válido respecto de cada uno de
los asociados será necesario que de su parte haya capacidad legal y consentimiento exento de
error esencial, fuerza o dolo, y que las obligaciones que contraigan tengan un objeto y una causa
lícitos. Se entiende por error esencial el que versa sobre los móviles determinantes del acto o
contrato, comunes o conocidos por las partes».
El art. 104 dice: «Los vicios del contrato de sociedad o el defecto de los requisitos de fondo indicados en el artículo 101 afectarán únicamente la relación contractual u obligación del asociado
en quien concurran.
La incapacidad relativa y los vicios del consentimiento sólo producirán nulidad relativa del contrato; la incapacidad absoluta y la ilicitud del objeto o de la causa producirán nulidad absoluta.
Habrá objeto ilícito cuando las prestaciones a que se obliguen los asociados o la empresa, o la actividad social, sean contrarias a la ley o al orden público. Habrá causa ilícita cuando los móviles
que induzcan a la celebración del contrato contraríen la ley o el orden público y sean comunes
o conocidos por todos los socios».
De esta forma, los elementos esenciales del contrato social son: la pluralidad, los aportes y las
utilidades. Mientras que los requisitos de fondo son: la capacidad legal, el consentimiento libre
de vicios, el objeto y la causa lícitos.
289
290
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
consecuencias que la no producción del efecto jurídico o la inoponibilidad
del acto no inscrito.
La regla general, en la legislación colombiana, es que la inscripción tiene un carácter
declarativo, pues publica un acto que ya existía y era válido al margen del registro,
sin perjuicio de que sus efectos jurídicos se consoliden por la publicidad. Cabe
citar, por ejemplo, la inscripción de los poderes, las modiicaciones estatutarias,
los aumentos o reducciones de capital, etc. En otras palabras, la manifestación de
voluntad surgirá a la vida jurídica una vez se produzca, con independencia del
registro, pues este solo viene a otorgar al acto o negocio un efecto adicional, y es el
de la oponibilidad a terceros, quienes no podrán argumentar el desconocimiento
de lo inscrito en el registro público mercantil (Código de Comercio, artículos 29
y 158).
Sin embargo, por excepción, el registro mercantil tendrá efectos constitutivos, es
decir, que el acto o contrato solo produce efectos, incluso entre las partes que le
dieron origen, con la inscripción en el registro público mercantil. En este caso, la
inscripción crea derechos o situaciones jurídicas nuevas. La doctrina, con relación
al tema de las sociedades, ha señalado dos casos en los cuales la inscripción
tiene efectos constitutivos, contenidos en los artículos 164 y 366 del Código de
Comercio152.
18. Funciones de la Superintendencia de Sociedades
La Ley 1258 de 2008, con fundamento en el artículo 116 de la Constitución
Política, le reconoce nuevas atribuciones jurisdiccionales a la Superintendencia
de Sociedades, como:
a. Podrá ordenar la ejecución de las obligaciones pactadas en los acuerdos
sociales, mediante trámite de proceso verbal sumario (Ley 1258 de 2008,
artículo 24).
152 El artículo 164 expresa: «Las personas inscritas en la cámara de comercio del domicilio social
como representantes de una sociedad, así como sus revisores iscales, conservarán tal carácter
para todos los efectos legales, mientras no se cancele dicha inscripción mediante el registro de
un nuevo nombramiento o elección. La simple conirmación o reelección de las personas ya
inscritas no requerirá nueva inscripción».
El artículo 366 dice: «La cesión de las cuotas deberá hacerse por escritura pública, so pena de
ineicacia, pero no producirá efectos respecto de terceros ni de la sociedad sino a partir de la
fecha en que sea inscrita en el registro mercantil».
En estos eventos, el registro mercantil no tiene un efecto de publicidad o meramente declarativo, ya que los actos contemplados en estas normas, existen jurídicamente y producen sus
efectos, solo después de haberse cumplido esta formalidad.
PARTE 2 - CAP. VII: SOCIEDAD POR ACCIONES SIMPLIFICADA
b. De no pactarse la resolución de conlictos societarios mediante el arbitraje o la
amigable composición, se entenderá que la Superintendencia de Sociedades
será la encargada de resolver mediante el trámite del proceso verbal sumario,
las diferencias que
ocurran a los accionistas entre sí, o con la sociedad o sus administradores, en
desarrollo del contrato social o del acto unilateral, incluida la impugnación de
determinaciones de asamblea o Junta Directiva con fundamento en cualquiera de
las causas legales (Ley 1258 de 2008, artículo 40).
c. A in de desestimar la personalidad jurídica de la sociedad, podrá solicitarse la
declaratoria de nulidad de los actos defraudatorios, ante la Superintendencia
de Sociedades o a prevención ante el juez civil de circuito, mediante el
procedimiento verbal sumario (Ley 1258 de 2008, artículo 42, modiicado por
artículo 24 del Código General del Proceso y artículo 22 de la Ley 1395/2010,
modiicatorio del artículo 397 del Código de procedimiento civil).
d. La acción indemnizatoria por los perjuicios causados mediante actos
defraudatorios, será de competencia, «a prevención, de la Superintendencia
de Sociedades o de los jueces civiles del circuito especializados, y a falta de
estos, por los civiles del circuito del domicilio del demandante, mediante el
trámite del proceso verbal sumario» (Ley 1258 de 2008, artículo 42).
e. En caso de adoptarse decisiones abusando del derecho de mayoría, como en
los de minoría y de paridad, podrán ejercerse las acciones de nulidad absoluta
y la de indemnización de perjuicios, ante la Superintendencia de Sociedades
mediante el proceso verbal sumario (Ley 1258 de 2008, artículo 43).
f. Además de estas funciones de carácter jurisdiccional, la Superintendencia de
Sociedades ejercerá la inspección, vigilancia o control sobre la sociedad por
acciones simpliicada.
La Ley 1429 de 2010, le otorga las siguientes funciones jurisdiccionales:
• Conocer acciones de responsabilidad en contra de los liquidadores y socios.
Esta acción se adelantará mediante proceso verbal sumario (artículo 28).
• Faculta a los acreedores para que mediante proceso verbal sumario ante la
Superintendencia, determine si las garantías que ofrece la sociedad absorbida
son satisfactorias y suicientes para el pago de sus créditos. Como se observa
esta función, que era de competencia de la jurisdicción civil (Código de
Comercio, artículo 175), por disposición del artículo 29 de la Ley 1429 de
2010 la asume la Superintendencia de Sociedades.
• A petición de parte, declarar la ineicacia de la constitución de garantías sobre
los bienes de la sociedad sometida a control y su enajenación, o la realización
de operaciones que no correspondan al giro de los negocios de la sociedad,
si se comprueba que fueron celebrados o ejecutados sin autorización
de la Superintendencia de Sociedades. De esta pretensión conocerá la
291
292
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Superintendencia de Sociedades a prevención con la del juez civil de circuito
y la clase de proceso verbal, dependerá del valor de las pretensiones (Ley
1258 de 2008, artículo 43, modiicado por artículo 24 del Código General del
Proceso y artículo 22 de la Ley 1395/2010, modiicatorio del artículo 397 del
Código de procedimiento civil).
• Convocar a la sociedad al trámite de proceso de insolvencia, sin tener en
cuenta que se encuentra en cesación de pagos (numeral 7 del artículo 85 de la
Ley 222, modiicado por la Ley 1429 de 2010, artículo 43 numeral 7).
19. Jerarquía de la aplicación de las normas en la sociedad
por acciones simpli cada
En el artículo 45 de la Ley 1258 de 2008, se establece el orden jerárquico de las
normas aplicables a la sociedad por acciones simpliicada: en primer lugar, de las
normas previstas en la Ley 1258; en segundo término la voluntad de las partes, esto
es, las disposiciones contenidas en los estatutos sociales; en defecto de estas, serán
aplicables las normas legales de la sociedad anónima, siempre que no resulten
contradictorias a la naturaleza de la sociedad por acciones simpliicada; en
última instancia, se aplicarán las disposiciones generales que rigen las sociedades
previstas en el Código de Comercio.
20. Vigencia de la Ley 1258 de 2008
Desde el 5 de diciembre de 2008, fecha en que entró a regir la Ley 1258 de 2008,
se prohíbe la constitución de sociedades unipersonales con fundamento en el
artículo 22 de la Ley 1014 de 2006, y por tanto se otorga un término improrrogable
de seis meses para que las sociedades unipersonales existentes se transformen en
sociedades por acciones simpliicadas (artículo 46).
La Ley 1258 de 2008 incluyó una norma especíica acerca del abuso del derecho,
con el propósito de sancionar el voto abusivo, es decir, aquel que contrariando el
interés de la sociedad busca favorecer a unos accionistas en detrimento de otros.
De esta forma, partiendo del artículo 43 de la citada ley, encontramos que se
considera abusivo:
el voto ejercido con el propósito de causar daño a la compañía o a otros accionistas
o de obtener para sí o para una tercera ventaja injustiicada, así como aquel voto
del que pueda resultar un perjuicio para la compañía o para los otros accionistas.
Así mismo, el nuevo estatuto menciona las modalidades de abuso de mayoría, de
minoría y de paridad.
Existe entonces abuso de mayoría, cuando las decisiones que se adoptan en el
seno del máximo órgano social buscan establecer beneicios en favor de los socios
PARTE 2 - CAP. VII: SOCIEDAD POR ACCIONES SIMPLIFICADA
mayoritarios, en detrimento del equilibrio jurídico entre sus miembros. Por
ejemplo, cuando se decide capitalizar la sociedad con el propósito de eliminar
la participación de los socios minoritarios. Por su parte, el abuso de minoría se
presenta cundo los socios minoritarios se oponen, sin justa causa, a la aprobación de
una decisión necesaria para el normal funcionamiento de la compañía y favorecer
sus propios intereses, como sucede al negarse a aprobar las determinaciones
sujetas a mayorías decisorias caliicadas y, en especial, lo concerniente al aumento
de capital. Y por último, el abuso de paridad ocurre cuando el capital se encuentra
dividido de modo proporcional entre dos grupos de asociados, uno de los cuales se
abstiene de adoptar determinaciones importantes para la marcha de la sociedad.
En cualquiera de estas situaciones la decisión puede ser declarada nula, por la
ilicitud del objeto.
Tabla 1. Diferencias y semejanzas de la sociedad por acciones simpli cada
y la sociedad anónima
Sociedad anónima
Sociedad por acciones simpliicada
Responsabilidad: los accionistas son
responsables hasta el monto de sus
aportes (Código de Comercio, artículo
373).
Responsabilidad: los accionistas son
responsables hasta el monto de sus
aportes (Ley 1258, artículo 1°), salvo
cuando se utilice en fraude a la ley o
en perjuicios de terceros (Ley 1258,
artículo 42).
Denominación social: debe ir seguida
de las palabras «sociedad anónima» o
de las letras «S. A.». Su omisión hará
responsables a los administradores de
las operaciones que celebren (Código
de Comercio, artículo 373, inciso 2°).
Denominación social o razón
social: debe ir seguida de las palabras
«sociedad por acciones simpliicada» o
de las letras SAS. Su omisión da lugar a
que la cámara de comercio no la registre
(Ley 1258, artículo 6o).
Convocatoria: para aprobar balances
de in de ejercicio, transformación, fusión y escisión ha de hacerse con 15
días hábiles de antelación (Código de
Comercio, artículo 424 y Ley 222 de
1995, artículo 13). Para reuniones ordinarias y extraordinarias ha de hacerse
con mínimo cinco días comunes y no
se requiere incluir el orden del día (artículo 424).
Convocatoria: se hará con no menos de
cinco días hábiles ya sea para reunión
ordinaria a extraordinaria y debe
insertarse el temario en la convocatoria
(artículo 20).
Los accionistas pueden renunciar a la
convocatoria. (artículo 21)
293
294
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Persona jurídica: nace en el momento
en que el acta constitutiva se eleva a
escritura pública (Código de Comercio,
artículo 98).
Persona jurídica: una vez inscrita en el
registro mercantil, formará una persona
jurídica distinta (Ley 1258, artículo 2o).
Responsabilidad tributaria y laboral:
la ley exime a los accionistas de estas
responsabilidades.
Responsabilidad tributaria y laboral:
El o los accionistas no serán responsables por las obligaciones laborales, tributarias o de cualquier otra naturaleza
en que incurra la sociedad (Ley 1258 de
2008, artículo 1°, inciso 2o).
Tipo de sociedad: sociedad de capital,
de naturaleza comercial y por tanto
los accionistas están sometidos a los
deberes señalados en el artículo 19 del
Código de Comercio y siguientes.
Tipo de sociedad: sociedad de capital,
de naturaleza comercial y por tanto
los accionistas están sometidos a los
deberes señalados en el artículo 19 del
Código de Comercio y siguientes.
Objeto social: siempre es comercial y
determinado.
Objeto social: puede ser comercial,
civil, o ambos, y determinado o indeterminado
Negociación en bolsa de valores:
las acciones podrán inscribirse y
negociarse en bolsa de valores.
Negociación en bolsa de valores: las
acciones no podrán inscribirse en el
registro nacional de valores y emisores
ni negociarse en bolsa (artículo 4o).
Contenido de la escritura de
constitución (Código de Comercio,
artículo 110):
1. Nombre, domicilio, nacionalidad e
identiicación.
2. Denominación social (numeral 4).
Domicilio de la sociedad y de las
sucursales (numeral 3).
Contenido del documento de
constitución (Ley 1258, artículo 5):
1 Nombre, domicilio, nacionalidad e
identiicación.
2. Razón social o denominación social
seguida de las palabras «sociedad por
acciones simpliicada» o de las letras
«S.A.S».
Domicilio de la sociedad y de las
sucursales (numeral 3).
PARTE 2 - CAP. VII: SOCIEDAD POR ACCIONES SIMPLIFICADA
Sociedad anónima
Sociedad por acciones simpliicada
Constitución: no podrá constituirse ni
funcionar con menos de cinco accionistas
(Código de Comercio, artículo 374).
Duración precisa de la sociedad (numeral
9).
Objeto social: enunciación clara y
completa. Es ineicaz si se estipula o se
extiende a actividades enunciadas en forma
indeterminada (numeral 4).
Capital social: debe suscribirse no menos
del cincuenta por ciento del capital
autorizado y pagarse no menos de la tercera
parte del valor de cada acción de capital que
se suscriba. En el momento de señalarse el
capital autorizado, debe indicarse el monto
del capital suscrito y pagado (artículo 376).
Forma de administrar los negocios sociales
(numeral 6)
Este documento privado se eleva a
escritura pública y se registra en la cámara
de comercio.
Constitución: podrá constituirse por una o
varias personas (Ley 1258, artículo 1°).
Junta directiva: constituida con no menos
de tres miembros y cada uno de ellos
tendrá un suplente (Código de Comercio,
artículos 434 a 438)
Representante legal: si se nombra, debe
expresar que acepta el nombramiento
para inscribirse en la cámara de comercio
(artículos 440 a 444).
Responsabilidad de los administradores:
se aplica la Ley 222 de 1995, artículos 22
a 25.
Duración precisa o indeinida de la
sociedad (numeral 4).
Objeto social: enunciación clara y
completa. Se puede estipular que podrá
realizar cualquier actividad comercial o
civil (ultra vires).
Capital social: la suscripción y pago del
capital podrá hacerse en condiciones,
proporciones y plazos distintos de los
previstos para las sociedades anónimas. Sin
embargo, en ningún caso, el plazo para el
pago de las acciones excederá de dos años
(artículo 9o).
La forma de administración y las facultades
de los administradores (numeral 7).
Este documento privado se autentica
ante notario por quienes participan en la
suscripción y luego se registra en la cámara
de comercio (parágrafo 1, artículo 9°).
Si hay aportes de bienes que requieran de
escritura pública deberá constar en esta y
posteriormente inscribirse en la cámara de
comercio.
Junta directiva: no estará obligada a tener
Junta Directiva, salvo previsión estatutaria
en contrario. Es facultativa su creación y
puede estar formada por una persona. Si se
estipula, se le aplican los artículos 434 a 438
del Código de Comercio.
Representante legal: puede ser una persona
natural o jurídica, que es nombrado por la
asamblea a menos que en acto constitutivo
se designe a la Junta Directiva. Si se
nombra a un accionista no se requiere que
maniieste su aceptación (artículos 6o y 26).
Responsabilidad de los administradores:
se aplica la Ley 222 de 1995, artículos 22
a 25.
295
296
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Revisor iscal: debe tener revisor iscal Revisor iscal: es optativo tener revisor
(Código de Comercio, artículo 205).
iscal (Ley 1258, artículo 28).(Decreto 2020
de 2009)
Clases de acciones: ordinarias, privilegia- Clases de acciones: se crearán acciones pridas, de goce o de industria (artículos 380 vilegiadas, con dividendo preferencial y sin
y 381). Se expiden títulos de acciones (399 derecho de voto, acciones con dividendo
a 402), al dorso del título se indicará si es o ijo anual y acciones de pago (artículo 10).
no negociable
A estos títulos de acciones también se aplican los artículos 399 a 402.
Derechos que otorga la acción: cada Derechos que otorga la acción: se conacción conferirá un derecho a participar en sagra el voto singular y el voto múltiple
las deliberaciones de la asamblea, derecho (Ley 1258, artículo 11). Pero además de lo
que corresponde por lo demás a la noción contemplado en el artículo 381, que es de
y función de las acciones, por lo cual hay carácter económico su diferencia, en esta
posibilidad de emitir un voto por cada norma se consagra que un accionista para
acción (Código de Comercio, artículo 379). determinados casos se le otorga el derecho
La diferencia entre una acción ordinaria y a votar como titular de una acción con más
una privilegiada es de carácter económico de un voto.
(artículo 381).
Negociabilidad de las acciones: son libre- Negociabilidad de las acciones: en los
mente negociables las acciones a menos estatutos podrá prohibirse la negociación
que se encuentre estipulado el derecho de de las acciones emitidas por la sociedad,
preferencia en favor de la sociedad o de los siempre que la vigencia de la restricción no
accionistas o de ambos, o cuando se trate exceda del término de diez años, contados
de acciones de industria no liberadas o de a partir de la emisión. En otras palabras,
acciones gravadas con prenda (artículo se podrán consagrar cuáles son libremente
403).
negociables y cuáles no, estipulándose en los
estatutos el procedimiento de negociación,
pero se podrá prorrogar por otros diez
años si es aprobado unánimemente por
la totalidad de los accionistas (Ley 1258,
artículo 13).
Votaciones: de acuerdo con la Superin- Votaciones: los accionistas podrán fracciotendencia de Sociedades, los accionistas no nar su voto cuando se realice la elección de
pueden fraccionar su voto.
la Junta Directiva (Ley 1258, artículo 23).
Prohibiciones: las restricciones, prohibi- Prohibiciones: las prohibiciones conteciones y autorizaciones contenidas en los nidas en estos artículos no se aplican, a
artículos 155, 185, 202, 404, 435 y 454 son menos que en los estatutos se disponga lo
obligatorias.
contrario (Ley 1258, artículo 38).
Exclusión de acciones: no se establece un Exclusión de acciones: los estatutos
procedimiento para excluir a un accionista. podrán prever las causales para excluir a
un accionista y el procedimiento que debe
seguirse (Ley 1258, artículo 39).
PARTE 2 - CAP. VII: SOCIEDAD POR ACCIONES SIMPLIFICADA
Son obligatorias las restricciones, prohibiciones y autorizaciones contenidas en
los artículos 155, 185, 202, 404, 435 y 454153.
153 Artículo 155. «Mayoría para la aprobación de distribución de utilidades». «Artículo subrogado
por el artículo 240 de la Ley 222 de 1995. El nuevo texto establecido por el artículo 240 mencionado es el siguiente:» Salvo que en los estatutos se ijare una mayoría decisoria superior, la
distribución de utilidades la aprobará la asamblea o Junta de socios con el voto favorable de un
número plural de socios que representen, cuando menos, el 78% de las acciones, cuotas o partes
de interés representadas en la reunión.
Cuando no se obtenga la mayoría prevista en el inciso anterior, deberá distribuirse por los menos el 50% de las utilidades líquidas o del saldo de las mismas, si tuviere que enjugar pérdidas
de ejercicios anteriores.
Artículo 185. «Incompatibilidad de administradores y empleados». Salvo los casos de representación legal, los administradores y empleados de la sociedad no podrán representar en las
reuniones de la asamblea o Junta de socios acciones distintas de las propias, mientras estén en
ejercicio de sus cargos, ni sustituir los poderes que se les conieran.
Tampoco podrán votar los balances y cuentas de in de ejercicio ni las de la liquidación.
Artículo 202. «Limitaciones a cargos directivos en sociedades por acciones». En las sociedades
por acciones, ninguna persona podrá ser designada ni ejercer, en forma simultánea, un cargo
directivo en más de cinco juntas, siempre que los hubiere aceptado.
La Superintendencia de Sociedades sancionará con multa hasta de diez mil pesos la infracción
a este artículo, sin perjuicio de declarar la vacancia de los cargos que excedieren del número
antedicho.
Lo dispuesto en este artículo se aplicará también cuando se trate de sociedades matrices y sus
subordinadas, o de estas entre sí.
Artículo 404. «Prohibición a los administradores de enajenar o adquirir acciones - sanciones».
Los administradores de la sociedad no podrán ni por sí ni por interpuesta persona, enajenar o
adquirir acciones de la misma sociedad mientras estén en ejercicio de sus cargos, sino cuando
se trate de operaciones ajenas a motivos de especulación y con autorización de la junta directiva, otorgada con el voto favorable de las dos terceras partes de sus miembros, excluido el del
solicitante, o de la asamblea general, con el voto favorable de la mayoría ordinaria prevista en
los estatutos, excluido el del solicitante.
Los administradores que infrinjan esta prohibición serán sancionados con multas hasta de cincuenta mil pesos que impondrá la Superintendencia de Sociedades, de Oicio o a petición de
cualquier persona y, además, con la pérdida del cargo.
Artículo 435. «Prohibición en las juntas directivas de mayorías conformadas por personas por
parentesco-excepciones». No podrá haber en las juntas directivas una mayoría cualquiera formada con personas ligadas entre sí por matrimonio, o por parentesco dentro del tercer grado de
consanguinidad o segundo de ainidad, o primero civil, excepto en las sociedades reconocidas
como de familia. Si se eligiere una junta contrariando esta disposición, no podrá actuar y continuará ejerciendo sus funciones la junta anterior, que convocará inmediatamente a la asamblea
para nueva elección.
Carecerán de toda eicacia las decisiones adoptadas por la junta con el voto de una mayoría que
contraviniere lo dispuesto en este artículo.
Artículo 454. «Incremento en el porcentaje de distribución de utilidades en la sociedad anónima». Si la suma de las reservas legal, estatutaria y ocasional excediere del ciento por ciento del
capital suscrito, el porcentaje obligatorio de utilidades líquidas que deberá repartir la sociedad
conforme al Artículo 155, se elevará al setenta por ciento.
297
Capítulo VIII
Sociedad de hecho
1. Reseña histórica
La sociedad de hecho, entendida como la actuación conjunta de dos o más
personas para adelantar una actividad determinada, debió existir desde que el
hombre se reunía en grupos. Así, una empresa económica hecha en común por
dos o más individuos pudo ser el antecedente de lo que hoy llamamos sociedad
de hecho.
Pero el primer antecedente histórico lo encontramos en el derecho romano que,
a pesar de su formalismo, permitía que ciertas sociedades pudieran formarse
tácitamente, las cuales duraban según la voluntad de los socios.
2. Función económica
La sociedad de hecho ha surgido como un mecanismo que le ha otorgado la ley
a las personas o a aquellas pequeñas empresas en su primera etapa que no tienen
los medios suicientes para encarar una organización más compleja, para que
puedan entregarse a la explotación de una actividad económica por un tiempo
determinado y sin necesidad de constituir una sociedad como persona jurídica,
ni cumplir con las formalidades para su constitución.
300
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
3. Concepto
Al tenor de lo dicho en el artículo 498 del Código de Comercio, la sociedad
comercial será de hecho cuando no se constituya por escritura pública. Sin
embargo, es necesario explicar las distintas situaciones prácticas en las que ella
puede surgir, es decir, mencionar las distintas modalidades que puede tomar
según su proceso de formación.
La jurisprudencia ha dividido las sociedades de hecho en dos clases, así:
1. Las que se forman por virtud de un consentimiento expreso y que, por falta de
uno o de varios o de todos los requisitos o de las solemnidades que la ley exige
para las sociedades de derecho, no alcanzan la categoría de tales, 2. Las que se
originan en la colaboración de dos o más personas en una misma explotación y
resultan de un conjunto o de una serie coordinada de operaciones que efectúan
en común esas personas y de las cuales se induce un conocimiento implícito
(Corte Suprema de Justicia, 1901, p. 479).
Como se advierte en la exposición de la Corte, las sociedades de hecho se forman
de dos maneras: la primera modalidad donde los socios quisieron formar una
sociedad, pero a la cual le faltaron solemnidades legales; y la segunda, la resultante
de los mismos hechos y el consentimiento implícito de los socios, sin solemnidad
alguna.
De acuerdo con lo anterior, la sociedad de hecho es un contrato que no puede
subsistir bajo ninguna de las formas regulares de sociedad previstas en la ley, por
la omisión de todos o algunos de los requisitos propios de cada una de esas formas
o de las solemnidades que son comunes a todas ellas, o porque es un contrato que
resulta del mero consentimiento expreso o tácito de las partes, sin solemnidad
alguna. Sin embargo, esta clasiicación de la Corte resulta incompleta, ya que deja
por fuera aquellas sociedades que también son de hecho, a pesar de que se hayan
observado cuidadosamente las solemnidades legales exigidas para su constitución,
pero que resultan nulas por vicios en el consentimiento o, en general, por causas
distintas al objeto o causa ilícita. Esta última manera de formarse la sociedad de
hecho es la que se denomina por degeneración.
4. Cómo se prueba la «affectio societatis»
Al ser la sociedad de hecho, como la de derecho, un contrato por el que dos o
más personas estipulan poner un capital y otros efectos en común, con el objeto
de repartirse entre sí las ganancias o pérdidas que resulten de la actividad, nos
preguntamos: ¿cómo se prueba en las sociedades de hecho este último elemento,
el que propiamente se denomina afectio societatis?
PARTE 2 - CAP. VIII: SOCIEDAD DE HECHO
Como lo ha manifestado la Corte Suprema:
De las circunstancias de hecho se induce el consentimiento que puede ser tácito o
implícito. Se presumirá ese consentimiento; se inducirá de los hechos el contrato
implícito de sociedad y se deberá, en consecuencia, admitir o reconocer la
sociedad creada de hecho, cuando la aludida colaboración de varias personas en
una misma explotación reúna las siguientes condiciones:
a. Que se trate de una serie coordinada de hechos de explotación común;
b. Que se ejerza una acción paralela y simultánea entre los presuntos asociados,
tendiente a la consecución de beneicios;
c. Que la colaboración entre ellos se desarrolle en pie de igualdad, es decir, que
no haya estado uno de ellos, con respecto al otro u otros, en un estado de
dependencia proveniente de un contrato de arrendamiento de servicios, de
un mandato o de cualquiera otra convención por razón de la cual uno de los
colaboradores reciba salario o sueldo y esté excluido de una participación
activa en la dirección, en el control y en la supervigilancia de la empresa;
d. Que no se trate de un estado de simple indivisión, de tenencia, guarda,
conservación o vigilancia de bienes comunes, sino de verdaderas actividades
encaminadas a obtener beneicios (Corte Suprema de Justicia, 1901, p.
479).
5. Características
La omisión de la escritura o de los demás requisitos que exige la ley para su
constitución no extingue la sociedad ni destruye sus efectos en forma completa.
La sociedad de hecho subsiste, pero con características muy peculiares que la
diferencian de las compañías legalmente constituidas, como de aquellas que son
simplemente inexistentes.
A) Naturaleza de la nulidad en que incurren las sociedades de
hecho
De acuerdo con la legislación mercantil, la sociedad de hecho es caliicada como
nula, por no constituir ninguna de las formas regulares de sociedad previstas en la
legislación mercantil, debido a la omisión de los requisitos propios de cada una de
esas formas o de las solemnidades que son comunes a todas ellas.
Una de las causales de la inexistencia del negocio jurídico es la falta de «las
solemnidades sustanciales que la ley exija para su formación» (Código de
Comercio, artículo 898, inciso 2o). Entonces, la sociedad de hecho no es caliicada
por la ley como inexistente, sino como nula, por no constituir ninguna de las
formas regulares de sociedad previstas en la legislación mercantil, por omisión de
los requisitos propios de cada una de esas formas o de las solemnidades que son
comunes a todas ellas.
301
302
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Pero en norma especial y de aplicación preferente, el Código de Comercio
menciona «la declaración judicial de nulidad», y más adelante reitera el concepto
cuando expresa que «tampoco se podrá invocar la nulidad del acto constitutivo»
para que socios o terceros puedan alegarla como acción o excepción para el
cumplimiento de sus obligaciones (Código de Comercio, artículo 502).
Sin embargo, la propia ley mercantil ha dispuesto que debe ser declarada
judicialmente, ya que mientras la nulidad no sea declarada por sentencia que
tenga el valor de cosa juzgada, la sociedad es válida y ningún tercero podrá alegar
como acción o como excepción que la sociedad es de hecho, para exonerarse
del cumplimiento de sus obligaciones. Así, obtenida la declaración de nulidad
solicitada por cualquiera de los socios, puesto que no hay obligación de permanecer
en una sociedad de hecho, según lo dispuesto en el artículo 505 del Código de
Comercio, los demás están en la obligación de proceder a su liquidación, pues la
ley no permite que una compañía nula funcione en adelante, así como tampoco
obliga a los socios a mantenerse vinculados.
Declarada nula la sociedad, por ser un contrato de tracto sucesivo, quedan en
pie los actos consumados, es decir, la nulidad del acto, al cual le faltan las formas
solemnes o condiciones de fondo de un contrato, no tiene efectos retroactivos
sino hacia el futuro; y así lo ha considerado la jurisprudencia al decir que:
En materia de sociedades no se pueden borrar los actos realizados por una sociedad
nula, porque ella para desarrollar sus negocios comienza desde su constitución
a contraer obligaciones y adquirir bienes y derechos, por lo cual es necesario, en
protección de los derechos de los terceros que negocian de buena fe, que los actos
celebrados por la sociedad nula tengan plena validez y esta deba cumplir con todas
sus obligaciones (Código Civil, artículo 2084; Código de Comercio, artículo 502), el
efecto de la nulidad es, entonces, el de poner a la sociedad en estado de liquidación,
como lo prevén los artículos 2083 del Código Civil y 109 del Código de Comercio
(Corte Suprema de Justicia, 1991, Sentencia 20 de agosto).
Discutidos los efectos que la ley otorga a la nulidad de las sociedades de hecho,
podemos mostrar la complejidad del problema referente a la caliicación de la
verdadera naturaleza jurídica de la nulidad de estas sociedades. Hay quienes
consideran que la nulidad es de carácter absoluto, porque las normas relativas a
su constitución miran al interés público. Para otros, dicha nulidad es mixta o sui
generis, porque siendo absoluta respecto de terceros, no viene a ser sino relativa
entre las partes, puesto que carece de efecto retroactivo; no todos los interesados
son admitidos a invocarla y aunque los terceros tienen derecho a hacerla prevalecer,
en cambio los socios nunca pueden oponerla a terceros. Finalmente, para otros
este argumento no es suiciente para explicar ni el derecho de los terceros de
tener la sociedad por válida, si esa es su voluntad, ni la ausencia de retroactividad
de la nulidad entre las partes. Por ello, argumentan que el fenómeno no es de
PARTE 2 - CAP. VIII: SOCIEDAD DE HECHO
nulidad, sino de oponibilidad: el contrato carece de perfección suiciente respecto
de terceros y debido a esto solo los asociados carecen del derecho de rechazar los
efectos del contrato.
Sin embargo, no puede descartarse la hipótesis de nulidad de la sociedad de hecho
por nulidad del contrato social. Porque a pesar de que exista un contrato que es
jurídicamente vinculante para las partes, también está sometido a las condiciones
de validez para todos los contratos sociales. En esta forma, si el contrato adolece
de algún vicio y la nulidad es declarada judicialmente, se producen los mismos
efectos que ya fueron analizados en la parte primera referente a la nulidad del
contrato social.
B) Ausencia de personalidad jurídica
Nuestra legislación mercantil ha previsto expresamente que la sociedad solo «una
vez constituida legalmente, forma una persona jurídica distinta de los socios
individualmente considerados» (Código de Comercio, artículo 98), razón por
la cual «la sociedad de hecho no es persona jurídica» (Código de Comercio,
artículo 499). Así, en desarrollo y en consecuencia de lo anterior, «los derechos
que se adquieren y las obligaciones que se contraigan para la empresa social
se entenderán adquiridos o contraídos a favor o a cargo de todos los socios de
hecho» (ibidem). Tal principio se desarrolla más ampliamente en el artículo 501
del mismo Código, al establecer que «en la sociedad de hecho todos y cada uno
de los asociados responderán solidaria e ilimitadamente por las operaciones
celebradas». Adicionalmente se expresa que los derechos y obligaciones contraídos
por la compañía se entenderán adquiridos en cabeza de todos los socios de hecho,
los cuales adquirirán la calidad de acreedores o deudores solidarios, por lo que
responderán solidaria e ilimitadamente por las operaciones sociales, sin que
les sea dable estipular lo contrario, so pena de ineicacia (Código de Comercio,
artículo 501, inciso Io). En consecuencia, la falta de personería jurídica impide toda
separación entre el patrimonio social y el personal de los socios y, por consiguiente,
«los terceros podrán hacer valer sus derechos y cumplir sus obligaciones a cargo o
a favor de todos los asociados de hecho o de cualquiera de ellos».
En ese orden de ideas, los acreedores pueden accionar contra los bienes sociales,
sobre los cuales se tiene preferencia legal, sin acudir a los bienes personales de los
socios, o viceversa. Pero este es un derecho o un privilegio que la ley les concede,
sin que a estos se les pueda exigir que demuestren «aun extrajudicialmente que la
sociedad ha sido requerida vanamente para el pago» (Código de Comercio, artículo
294). Porque este beneicio de excusión, propio de las sociedades colectivas, tiene
como fundamento la personalidad jurídica de la compañía, situación que no ocurre
en la sociedad de hecho, cuyos bienes sociales se confunden con los personales.
303
304
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
A su vez, la ausencia de personalidad jurídica impide que la sociedad de hecho
tenga un nombre que la individualice, pero puede distinguirse enunciando el
nombre de los socios y las palabras «en sociedad de hecho».
C) Afectación especial del patrimonio social
No obstante la falta de separación jurídica de patrimonios, la ley prevé una
afectación especial del patrimonio destinado al desarrollo de la empresa social,
según la cual los bienes destinados al desarrollo del objeto social:
Estarán especialmente afectos al pago de las obligaciones contraídas en interés
de la sociedad de hecho, sin perjuicio de los créditos que gocen de privilegio
o prelación especial para su pago. En consecuencia, sobre tales bienes serán
preferidos los acreedores sociales a los demás acreedores comunes de los
asociados (Código de Comercio, artículo 504).
Entonces, en la sociedad de hecho existe una afectación especial de los bienes
adquiridos en desarrollo de la actividad, que deben destinarse a la inalidad común
y especíica de pagar las deudas sociales, pero sin que el patrimonio personal de
cada uno de los socios quede excluido de las responsabilidades. Así, dejando a salvo
ciertos bienes afectos a determinadas obligaciones, como en los casos de prenda
o hipoteca, o para pagar ciertos créditos que gozan de prelación legal como lo son
los impuestos y salarios, los demás bienes de este precario patrimonio social están
destinados al pago de las obligaciones asumidas en desarrollo de su actividad y
de ahí que los acreedores personales solo puedan perseguir los bienes, una vez
pagadas en su totalidad las obligaciones contraídas en interés de la sociedad.
D) Las estipulaciones de los socios
Como se ha mencionado, la sociedad de hecho es una verdadera sociedad que a
pesar de no estar revestida de las formalidades que la ley exige para su formación,
sus socios quedan vinculados jurídicamente por el contrato de sociedad y, por
tanto, «las estipulaciones acordadas por los asociados producirán efectos entre
ellos» (Código de Comercio, artículo 499, inciso 2o) y «la administración de la
empresa social se hará como acuerden válidamente los asociados» (Código de
Comercio, artículo 503).
Por consiguiente, los pactos que estipulen los socios para regular sus relaciones
entre sí producen efectos en el orden interno de la sociedad, sin que tales pactos
puedan ser oponibles a terceros por falta de la formalidad indicada en el artículo
111 del Código de Comercio, esto es, por falta de escritura pública.
De lo anterior, se exceptúan los acuerdos tendientes a limitar la responsabilidad
personal de los socios o a eliminar la naturaleza esencialmente precaria de la
sociedad.
PARTE 2 - CAP. VIII: SOCIEDAD DE HECHO
E) Relaciones de la sociedad con terceros
Si bien las estipulaciones acordadas por los asociados producirán efectos entre
ellos (Código de Comercio, artículo 499), tales pactos no pueden ser oponibles
a terceros por falta de la publicidad, inalidad perseguida con la formalidad de la
escritura pública.
De igual forma, la nulidad es un fenómeno inoponible a terceros, es decir, que
estos no se perjudican porque la sociedad sea de hecho. De ahí que los socios no
puedan alegar la nulidad de la sociedad para excusarse del cumplimiento de las
obligaciones contraídas y, de la misma manera:
Ningún tercero podrá alegar como acción o como excepción que la sociedad es
de hecho para exonerarse del cumplimiento de sus obligaciones. Tampoco podrá
invocar la nulidad del acto constitutivo ni de sus reformas (artículo 502, inciso 2o).
Sin embargo, como se observa en el artículo 502, inciso 1o, la validez de los
negocios jurídicos celebrados por la sociedad de hecho solo tiene lugar respecto
de los terceros de buena fe, de suerte que si el contratante no lo es, por actuar a
sabiendas de la nulidad, el contrato celebrado no tiene validez y no podrá hacerlo
efectivo.
6. Formación y prueba de la sociedad de hecho
Como la sociedad de hecho no adquiere ninguna de las cuatro formas de sociedad
regular, por no haber adoptado concretamente ninguna de ellas o porque, a pesar
de haberlo hecho, no cumplió todos los requisitos propios del contrato social,
entonces es preciso determinar si para la formación de la sociedad de hecho es
necesario inscribir su documento constitutivo en el registro mercantil. En ese
sentido, la Superintendencia de Industria y Comercio ha dicho:
En el libro XVI de las sociedades comerciales de hecho solo se inscribe la copia
de las providencias judiciales relacionadas con la disolución y liquidación de
sociedades de hecho.
En este sentido, no es procedente inscribir el documento por el cual se constituye
una sociedad de hecho en el Libro XVI del registro mercantil154.
Sin perjuicio de lo anterior, es importante señalar que conforme a lo dispuesto en
el artículo 31 del Código de Comercio, en el caso de las sociedades de hecho, son
los socios individualmente considerados quienes deben inscribirse en el registro
mercantil, así como el establecimiento de comercio (si existe) (Superintendencia
de Sociedades, 2003, Concepto 305-2590).
154 Se inscribirá en el Libro xvi del registro mercantil: copia de las providencias judiciales relacionadas con la disolución y liquidación de sociedades de hecho.
305
306
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
De lo anterior, como la sociedad de hecho no es persona jurídica, no procede su
matrícula en el registro mercantil. Sin embargo, los socios al realizar actividades
mercantiles, deben inscribirse en el registro mercantil como lo hacen las personas
naturales.
La sociedad legalmente constituida se probará «con certiicación de la cámara
de comercio del domicilio principal» (Código de Comercio, artículo 117) y la
sociedad de hecho, por surgir a la vida jurídica sin el lleno de las formalidades
para su constitución, puede ser probada libremente o «por cualquiera de los
medios reconocidos en la ley» (Código de Comercio, artículo 489, inciso inal),
con lo cual su existencia se conigura por hechos susceptibles de ser probados por
cualquier medio de prueba reconocido en el Código General del Proceso.
7. Terminación de la sociedad
Como prueba inal de que la sociedad de hecho, aun carente de personalidad
propia, es una universalidad jurídica y no una mera comunidad de bienes, y que
entre los asociados media un verdadero contrato creado por ellos que los vincula
entre sí aunque frente a terceros carezca de oponibilidad lo pactado:
Cada uno de los asociados podrá pedir en cualquier tiempo la liquidación de la
sociedad de hecho y que se liquide y pague su participación en ella y los demás
asociados estarán obligados a proceder a dicha liquidación (Código de Comercio,
artículo 505).
Así, su liquidación debe cumplirse en la misma forma que la de las compañías
regulares:
Dando aplicación en lo pertinente a los principios del capítulo ix, título i de este
Libro. Así mismo podrán nombrar liquidador y, en tal caso, se presumirá que
es mandatario de todos y cada uno de ellos, con facultades de representación
(Código de Comercio, artículo 506).
En ese sentido, previa declaratoria judicial de la existencia de la sociedad de hecho
y la orden de su liquidación, se requiere convertir en dinero los bienes sociales
para pagar el pasivo externo y entregar el remanente a los socios, conforme a lo
estipulado en el contrato o a lo que ellos acuerden.
Sin embargo, por su naturaleza precaria, la jurisprudencia ha estimado que:
Siendo una sociedad de hecho, a todo instante se puede considerar como disuelta
aun cuando nadie se haya muerto, ni haya vencido término alguno, aun estipulado,
pues en ningún momento puede tener subsistencia legal y en todo instante es
procedente su liquidación (Corte Suprema de Justicia, 1955, p. 403).
PARTE 2 - CAP. VIII: SOCIEDAD DE HECHO
Es decir, la sociedad de hecho ha de ser, por consiguiente, una sociedad de
existencia precaria.
La sociedad de facto siempre es tratada como una sociedad sin personalidad
jurídica, pues no la ha tenido y, por tanto «es una sociedad en permanente estado
de disolución, a la que solo le hace falta, cuando se solicite, la liquidación y retiro
de los aportes y utilidades permanentes» (Corte Suprema de Justicia, 1994,
Sentencia 8 de junio).
A partir del pronunciamiento de la Corte podemos concluir que la disolución está
al arbitrio de cada uno de los socios, como una condición resolutoria inherente a
las sociedades de hecho, pues la ley no obliga a sus asociados a permanecer en una
sociedad gravosa para ellos, debido a su responsabilidad solidaria e ilimitada y a la
afectación especial de los bienes a favor de los acreedores sociales. Tal disolución,
además, no está sometida al cumplimiento de formalidades especiales, dado el
hecho de que la sociedad no se constituyó con el lleno de las formalidades exigidas
para su constitución.
Con respecto a si la disolución requiere inscripción en el registro mercantil, la
cámara de comercio considera que:
Si para realizar los ines de la empresa los comerciantes en la sociedad de hecho
disponen de un conjunto de bienes organizados, dispuestos a tal in, obviamente
ese será un establecimiento de comercio que debe matricularse en el registro
mercantil, por lo tanto, lo procedente cuando tales bienes dejan de cumplir la
inalidad anotada será cancelar la matrícula del establecimiento, y no inscribir el
acto de disolución o liquidación de la sociedad de hecho, que está exento de tal
formalidad.
[...] Todo lo anterior para signiicar que si la sociedad de hecho no deviene su
existencia ante terceros de la inscripción de un acto en el registro mercantil,
no es aplicable a ella el artículo 28 numeral 9, ni tampoco será inoponible la
constitución, reforma o liquidación de esa especie societaria por la omisión de
tal requisito. Y no es oponible, porque la ley no ha supeditado tales actos a la
formalidad registral, lo que impide a los particulares crear esa formalidad para
la validez de sus actos ante terceros, y a las cámaras dar trámite a aquellos, dada
su competencia restringida a lo expresamente previsto en la ley (Cámara de
Comercio de Bogotá, 1983, Oicio 3-1538).
8. Conversión de la sociedad de hecho en sociedad regular
La existencia y validez de la sociedad de hecho sirve de fundamento para que
pueda convertirse en una sociedad regular y para seguir desarrollando sus
actividades sin solución de continuidad en la empresa social. Sin embargo, no
se trata propiamente de una transformación, puesto que la sociedad de hecho no
cumple con el primer requisito para que opere esta igura, esto es, que la que se va
307
308
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
a transformar esté regularmente constituida, ya que de acuerdo con el artículo 98
del Código de Comercio debe tener escritura pública e inscripción en la cámara
de comercio.
De manera, pues, que basta el cumplimiento de las formalidades exigidas por
ley para su constitución para que se adquiera la forma regular correspondiente,
sin necesidad de que se entre en estado de liquidación de las situaciones ya
creadas. De esta forma, la sociedad será oponible a terceros desde cuando
queden cumplidas las formalidades legales, especialmente las de autenticidad y
publicidad del contrato social, es decir, la inscripción de la escritura pública o
documento privado en el registro mercantil de la cámara de comercio, sin que se
pueda alterar la responsabilidad solidaria e ilimitada de los actos desarrollados
hasta el momento de la adopción de la forma respectiva.
Capítulo IX
Grupos Empresariales*1
Para comprender este tema, desde todo punto de vista es necesario tener claro
previamente lo relacionado con los vínculos de subordinación empresarial,
los cuales permiten que, bajo ciertos y determinados supuestos de hecho, una
determinada persona natural o jurídica pueda considerarse matriz o controlante
de otra u otras personas jurídicas de carácter societario y que, atendidas las
circunstancias del caso, estas puedan considerarse respecto de aquella iliales o
subsidiarias (controladas), tal como se verá enseguida.
*
«En cuanto a las modalidades del control inanciero, la Superintendencia de Sociedades, con
base en lo dispuesto en los artículos 260 y 261 del Código de Comercio, dedujo que la legislación colombiana consagra que el control de una sociedad puede ser ejercido por una o varias
personas naturales o jurídicas, de naturaleza no societaria, y que las diversas formas como se
ejerce el control son: individual, conjunto, directo e indirecto, y que el control conjunto e indirecto es el que permite en la operación de negocios con sociedades [que] se ejerza por una
pluralidad de personas, quienes de alguna manera expresan y hacen la voluntad de actuar en
común, mediante circunstancias tales como participar simultáneamente en el capital de varias
entidades, que en la toma de decisiones se evidencie que actúan «en bloque», que aparezcan
conjuntamente integrando varias juntas directivas, que compartan la operación de una pluralidad de actividades comerciales, situaciones estas que deben apreciarse conjuntamente, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 176 del Código de Procedimiento Civil. Para concluir que la posibilidad de control indirecto permite integrar a una misma situación de control
o grupo empresarial a sociedades que aparecen como controladas por la matriz por intermedio
o con el concurso de las subordinadas» (Consejo de Estado, 2002, 17 mayo).
310
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
1. Subordinación
Este tema lo deine en su contenido y alcance el artículo 26 de la Ley 222 de 1995
al establecer que:
una sociedad será subordinada o controlada cuando su poder de decisión se
encuentre sometido a la voluntad de otra u otras personas que serán su matriz o
controlante, bien sea directamente, caso en el cual aquella se denominará ilial, o
con el concurso o por intermedio de las subordinadas de la matriz, en cuyo caso
se llamará subsidiaria.
De la norma transcrita se puede deducir que la subordinación se presenta cuando
el poder o la capacidad de decisión de una sociedad se encuentran sujetos al querer
o voluntad de otra u otras personas que pueden tener o no naturaleza societaria.
Así tenemos a las cooperativas y fundaciones que pueden ser las matrices o
controlantes de grupos empresariales. Esto nos precisa que no es requisito para
ser controlante que esta deba tener la calidad de comerciante.
De otra parte, en la citada norma se observa que se denomina sociedad matriz
o controlante a la persona o personas a cuya voluntad se encuentra sometido
el poder de decisión de la sociedad o sociedades subordinadas y que estas, a su
turno, pueden tener la condición de iliales, cuando el control lo ejerce la matriz,
no en forma directa sino indirecta, por intermedio de una subordinada suya.
Para ilustrar lo anterior hemos ideado el siguiente esquema:
Matriz – Controlante
Filial – Controlada
Subsidiaria - Controlada
De tal manera que los conceptos «subordinada» o «controlada», que para el caso
son sinónimos, corresponden al género que a su vez se puede descomponer en
dos especies, a saber: por una parte ilial y, por otra, subsidiaria.
PARTE 2 - CAP. IX: GRUPOS EMPRESARIALES
A) Presunciones de subordinación
Habiendo establecido de qué se trata la subordinación y las modalidades que
esta puede presentar, pasamos ahora a revisar los supuestos de hecho que la Ley
Mercantil Colombiana consagra como presunciones de subordinación.
Dice el artículo 27 de la Ley 222 de 1995, por el cual se modiicó el artículo 261
del Código de Comercio:
Art. 261. Será subordinada una sociedad cuando se encuentre en uno o más de
los siguientes casos:
a. Cuando más del cincuenta por ciento (50%) del capital pertenezca a la matriz,
directamente o por intermedio o con el concurso de sus subordinadas, o de
las subordinadas de estas. Para tal efecto, no se computarán las acciones con
dividendo preferencial y sin derecho a voto.
b. Cuando la matriz y las subordinadas tengan conjunta o separadamente el
derecho a emitir los votos constitutivos de la mayoría mínima decisoria en la
Junta de socios o en la asamblea, o tengan el número de votos necesarios para
elegir la mayoría de miembros de la Junta Directiva, si la hubiere.
c. Cuando la matriz, directamente o por intermedio o con el concurso de las
subordinadas, en razón de un acto o negocio con la sociedad controlada o con
sus socios, ejerza inluencia dominante en las decisiones de los órganos de
administración de la sociedad.
Parágrafo 1°.—Igualmente habrá subordinación, para todos los efectos legales,
cuando el control conforme a los supuestos previstos en el presente artículo sea
ejercido por una o varias personas naturales o jurídicas de naturaleza no societaria,
bien sea directamente o por intermedio o con el concurso de Entidades en las
cuales estas posean más del cincuenta por ciento (50%) del capital o coniguren la
mayoría mínima para la toma de decisiones o ejerzan inluencia dominante en la
dirección o toma de decisiones de la entidad.
Parágrafo 2°.—Así mismo, una sociedad se considera subordinada cuando
el control sea ejercido por otra sociedad, por intermedio o con el concurso de
alguna o algunas de las Entidades mencionadas en el parágrafo anterior.
Sea lo primero decir que los supuestos de hecho enumerados constituyen
presunciones legales, es decir, que se pueden desvirtuar mediante la prueba en
contrario. En otras palabras, no obstante que se coniguren los presupuestos
de hecho de la norma contentiva de la presunción, es posible desvirtuarla,
demostrando por cualquier medio probatorio que el poder de decisión de la
presunta controlada no se encuentra realmente sometido a la voluntad de la
presunta controlante.
311
312
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Por otra parte, la enumeración de los supuestos de hecho con los cuales se
presume la existencia de una situación de control-subordinación es meramente
enunciativa, es decir, que no es taxativa y, por tanto, cabe la posibilidad de
estructurar situaciones de hecho semejantes o análogas que permitan presumir
que se está ante la presencia de una situación de control-subordinación.
Ahora bien, en lo que tiene que ver con cada uno de los supuestos de hecho
contenidos en la norma, se puede comentar lo siguiente. En cuanto al primero,
consiste en aquel evento en el que la propiedad de más del 50 por ciento de
las acciones o cuotas de interés social en que se divide el capital de la presunta
subordinada se radica en cabeza de la matriz en su totalidad o, en una parte, que
sumada a otra parte de propiedad de una ilial de la matriz arrojan más del 50 por
ciento mencionado.
Esta regla tiene como fundamento la elemental consideración conforme a la cual
a mayor inversión de capital mayor es la capacidad para emitir votos y de esta
forma controlar los procesos de toma de decisiones.
Es importante resaltar que para el efecto no se deben tener en consideración las
acciones con dividendo preferencial y sin derecho a voto, creadas por la Ley 27
de 1990, en la medida en que por carecer de derecho a voto no tienen injerencia
alguna en el poder de decisión y, por consiguiente, no resultan relevantes para
la determinación de una eventual situación de subordinación (Ley 222 de 1995,
artículos 61 a 66).
Con respecto a la segunda hipótesis, debe decirse que la presunción de subordinación se conigura por el solo hecho de que la matriz cuente, en forma individual
o en conjunto con otra de sus subordinadas, con el derecho a emitir los votos que
constituyan la mayoría mínima decisoria en la Junta de socios o en la asamblea, o
que cuente con el número de votos indispensable para elegir la mayoría de miembros de la Junta Directiva, si es el caso.
De manera que en esta situación no se requiere que se emitan los votos a que alude
la norma, sino que basta con que la pretendida o presunta matriz cuente con la
capacidad de votación a que se reiere la norma para que opere la presunción de
subordinación.
Este inciso b está manifestando que el poder de decisión, elemento esencial del
control, se expresa cuando las instrucciones que imparta una o varias personas
sean acatadas sin restricción dentro de una sociedad , la cual puede relejarse o
presentarse de diversas formas a saber: administrativo, inanciero, de mercadeo,
cooperativo, interno, externo, etc.
El tercer caso de presunción de subordinación que contempla la norma en comentario se presenta cuando se presume la existencia de una relación de subor-
PARTE 2 - CAP. IX: GRUPOS EMPRESARIALES
dinación originada por virtud de un acto o contrato con la controlada o con sus
socios, conforme a lo cual un tercero deviene en controlante, el cual es quien
ejercerá inluencia dominante sobre las decisiones adoptadas por los órganos de
administración de la presunta controlada.
Para ilustrar la hipótesis anterior, piénsese en aquellos casos de reorganización,
liquidación judicial o régimen de insolvencia que establece la Ley 1116 de 2006,
en los que, en ejercicio de la autonomía de la voluntad, las partes convienen una
serie de deberes y obligaciones de abstención a cargo de la sociedad en proceso de
liquidación o de reorganización, en unos casos, y, en otros, convienen la obligación
de consultar y obtener aprobaciones previas a la realización de determinadas
conductas. Ejemplo: operaciones de endeudamiento; celebración de contratos
especíicos o que excedan de cierta cuantía; reparto de utilidades, etc.
También puede suceder que el vínculo contractual existente tenga unas particularidades y una intensidad especial que hagan que la voluntad de uno de los contratantes quede doblegada al querer del otro. Ejemplo: un contrato de suministro
en donde el consumidor es el único cliente de importancia para el proveedor y de
aquel depende la subsistencia de este, de modo que se desborde el ámbito puramente de negocios para abarcar otras esferas de la voluntad y actividad del controlado.
Finalmente, los parágrafos Io y 2o de la norma comentada no hacen otra cosa
que precisar que el control puede ser ejercido por personas naturales o jurídicas,
aunque no tengan naturaleza societaria, y que dicho control puede ser directo o
por intermedio.
2. Grupo empresarial
Teniendo claro el tema de los vínculos de subordinación, pasamos a revisar lo
correspondiente a los grupos empresariales.
En las economías de mercado modernas, de tiempo atrás se ha venido presentando
el fenómeno de la integración de empresas con el in de robustecer la actividad
empresarial, competir en condiciones más favorables, asegurar el acceso a
mercados y materias primas, y obtener eiciencia, entre otros motivos.
Tales integraciones pueden ser horizontales, cuando quienes intervienen en ellas
son empresarios dedicados a la explotación de una misma actividad. Ejemplo:
la integración entre dos o más almacenes de cadena dedicados al mercadeo de
alimentos.
Son verticales cuando los que intervienen en ellas se ocupan de labores disímiles y
en estadios diferentes del proceso y la cadena productiva. Ejemplo: es el caso de la
integración de una empresa que produce cerveza con las empresas que producen
el envase, las tapas, las etiquetas y la cebada.
313
314
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Los mecanismos de integración son diversos y van desde las adquisiciones,
pasando por las fusiones y las empresas de capital mixto o de colaboración
empresarial, hasta llegar a las simples alianzas estratégicas.
De esta manera, las integraciones generan relaciones de subordinación, las que a
su turno, en la mayoría de las ocasiones, dan lugar a los grupos empresariales. Es
importante advertir que no toda situación o vínculo de subordinación conigura
per se un grupo empresarial. Así, surge el interrogante acerca de cuál ha de ser el
ingrediente que, junto con el vínculo de subordinación, dé paso a la existencia de
un grupo empresarial. Para resolverlo, es necesario revisar la norma que regula el
tema. Dispone el artículo 28 de la Ley 222 de 1995:
Grupo empresarial. Habrá grupo empresarial cuando además del vínculo de
subordinación, exista entre las entidades unidad de propósito y dirección.
Se entenderá que existe unidad de propósito y dirección cuando la existencia
y actividades de todas las entidades persigan la consecución de un objetivo
determinado por la matriz o controlante en virtud de la dirección que ejerce sobre
el conjunto, sin perjuicio del desarrollo individual del objeto social o actividad de
cada una de ellas.
Corresponderá a la Superintendencia de Sociedades, o en su caso a la Financiera,
determinar la existencia del grupo empresarial cuando exista discrepancia sobre
los supuestos que lo originan.
De conformidad con la norma transcrita, el vínculo de subordinación sumado a
la unidad de propósito y dirección tienen como resultado el grupo empresarial.
Pero ¿qué ha de entenderse por unidad de propósito y dirección? El punto de
partida es el grupo que, como colectivo que es, debe estar integrado al menos por
dos individuos que en forma independiente y autónoma desarrollan cada uno su
propio objeto social.
De modo que en cuanto a la integración del grupo, lo que impera es la dualidad o la
multiplicidad. Sin embargo, ese colectivo en cuanto a sus propósitos y dirección se
concibe como un conjunto que tiene una misma e idéntica orientación o directriz.
En este sentido, el concepto de unidad de propósito y dirección se interpreta como
el lugar común de los integrantes del grupo, quienes se encuentran sujetos a una
misma voluntad, que es la del controlante, quien ija el sentido de sus actuaciones
y las metas que se pretende alcanzar con las mismas.
El grupo empresarial se asemeja a una orquesta en la que todos sus integrantes
cumplen una función especíica que contribuye con el logro de un resultado
concreto, el cual concierne al conjunto como tal, bajo la conducción de un único
director. Allí cada músico se sujeta a la misma dirección del resto de la orquesta y
PARTE 2 - CAP. IX: GRUPOS EMPRESARIALES
el in de cada instrumento es contribuir, cada uno con su parte, al in general que
es la integración armónica y sincronizada de todos y cada uno.
La norma señala que se entiende que hay unidad de propósito y dirección
cuando la existencia y actividades de todos los integrantes del grupo persiguen
la obtención de un objetivo determinado por la matriz. Esto supone que los ines
o metas perseguidos por la matriz por conducto del grupo, y que son los que
determinan la unidad de propósito y dirección que da lugar a la existencia del
grupo, son eminentemente subjetivos en la medida en que es la misma matriz o
controlante la que los determina o establece a su libre arbitrio. En este sentido,
los objetivos de la matriz, que se alcanzarán mediante el concurso organizado y
dirigido de todos los miembros del grupo, por su carácter subjetivo pueden ser
muy especíicos y concretos, o por el contrario, bastante amplios y genéricos.
En el ejemplo de la compañía productora de cerveza, se tiene que el objetivo de la
matriz, holding o controlante, es especíico y concreto, debido a que en tal caso lo
que se busca es asegurar todas y cada una de las etapas del proceso productivo de
la cerveza y sus insumos.
Ahora bien, como una persona natural puede ser controlante, piénsese en la
hipótesis de que una persona natural goce de la propiedad de más del 50 por
ciento del capital de una sociedad dedicada al lavado de ropas y, por otra parte,
cuenta con la capacidad de emitir los votos suicientes para obtener la mayoría
decisoria en la asamblea de accionistas de una compañía dedicada a la hotelería.
Se observa que en este caso se conigura una situación de control de la persona
natural respecto de la sociedad de lavado de ropas y la sociedad dedicada a la
actividad hotelera.
Establecido el vínculo de subordinación, surge la pregunta acerca de si además
de este vínculo habrá lugar a la existencia de grupo empresarial. A mi juicio,
la respuesta es airmativa, pues en tal caso la unidad de propósito y dirección
radica en el controlante, no obstante la disimilitud de objetos sociales que no son
conexos ni complementarios, cuyo in determinante de la unidad de propósito
está dado por el simple ánimo de lucro. En este caso, nos encontramos ante un
objetivo del controlante amplio o genérico, que no excluye la existencia del grupo
empresarial155.
155 Oportuno e ilustrativo es incorporar los comentarios que trae el Doctor Andrés Gaitán Rozo,
respecto del alcance de los términos grupo empresarial, grupo económico y holding: «…Merece
especial análisis lo relativo a la diferencia entre grupos de subordinación y los grupos empresariales. El régimen de matrices y subordinadas de la Ley 222 de1995 se reconocen dos principales formas de grupos: los primeros serán aquellos en donde se conigura el control societario,
pero no existe unidad de propósito y dirección, y los segundos, denominados por la propia ley
315
316
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Los instrumentos clásicos para el logro de estos resultados han sido inicialmente
«el cartel» y el «trust» pero la «holding» se impuso como medio para reunir
empresas bajo una sola dirección.
En consecuencia, el concepto tradicional de holding corresponde a la noción de
matriz o controlante, que en los términos de la Ley 222 de 1995 se reiere no
solo a la sociedad que controla, sino se hace extensivo también a las personas
naturales y a las personas jurídicas de naturaleza no societaria que ejercen en
control societario.
Igualmente, de acuerdo a los supuestos consagrados en el artículo 261 del Estatuto
Mercantil, en control no solo se conigura por la participación mayoritaria, sino que
también puede presentarse el control sin participación, en donde lo fundamental
es el ejercicio de inluencia dominante en la dirección de la empresa.
grupos empresariales, aquellos en los cuales además del control, existe unidad de propósito y
dirección, de acuerdo con lo señalado en el artículo 28 de la citada ley...».
«Al respecto el doctor, Gabriel Jaime Hurtado maniiesta que no obstante «... Estar ya bastante
arraigada en la cultura jurídica la denominación de grupos de sociedades la que incluso yo
mismo en tiempos pretéritos defendí, he preferido llamar a la igura como grupo económico,
porque el derecho, además de regular la realidad tiene que consultar y atender esa realidad y,
precisamente, la denominación que más se ajusta y con la que se conoce en el mundo de los
negocios, es la de grupo económico...».
Por su parte, Carlos Alberto Velásquez considera necesario «…hacer una diferenciación entre
estos dos términos que suelen confundirse y que a pesar de tener alta relación entre si son distintos. La diferencia radica en que mientras que el grupo de sociedades es el género, el grupo
empresarial es la especie. En ambos casos existe pluralidad de sociedades y un vínculo de subordinación. Pero, mientras que en el grupo empresarial debe haber unidad de propósito y dirección, en el grupo de sociedades no es necesario que se presente tal. En el grupo empresarial la
presencia de dicha unidad de propósito y dirección se da cuando, en virtud de la denominación
ejercida sobre el grupo por el controlante, la sociedad subordinada debe encaminar sus operaciones y actividades al logro de un propósito y objetivo determinado por aquel, sin que esto
implique una ampliación del objeto social particular...».
La expresión grupo económico ha tenido especial importancia a partir de la ley de la obligación
consagrada en el estatuto tributario. La Dian sobre el alcance del artículo 631-1 referente a la
obligación de informar los estados inancieros consolidados por parte de los grupos empresariales, precisó que los grupos económicos se diferencian de los empresariales en que estos últimos además de presentar una situación de control, presentan unidad de propósito y dirección.
Respecto al concepto de holding, expresa el profesor Gaitán que el nacimiento de la holding es
consecuencia de la tendencia que se manifestó principalmente a inales del siglo XIX y a comienzos del siglo XX a crear relaciones de colaboración estable entre grandes empresas, que dio
paso al fenómeno de la «Integración Económica ». Los instrumentos clásicos para el logro de
estos resultados han sido inicialmente «el cartel» y el «trust» pero la «holding» se impuso como
medio para reunir empresas bajo una sola dirección.
PARTE 2 - CAP. IX: GRUPOS EMPRESARIALES
En el sector inanciero se mencionan las «one bank holding companies» y las
«multibank holding companies». Las primeras poseen el control de las acciones de
un solo banco y pueden actuar a través de subsidiarias en actividades diferentes a
la banca; las últimas poseen las acciones de dos o más bancos (Superintendencia
de Sociedades, 2011).
A) Efectos
El grupo empresarial conforma un entramado de relaciones jurídicas y
económicas, en ocasiones complejas y que pueden impedir la identiicación del
responsable de las decisiones que se toman y las actuaciones que se realizan y, en
general, que pueden crear confusión en detrimento de los derechos de terceros
como pueden ser los acreedores y los accionistas minoritarios. Por esta razón,
el legislador vio la necesidad de regular el alcance, contenidos y efectos de la
existencia de los grupos empresariales.
a) Inscripción de la situación de grupo en el registro mercantil
Esta inscripción tiene como inalidad dar publicidad y de esta manera informar
a los terceros acerca de la existencia del grupo empresarial, para que cuenten con
un elemento de juicio, entre muchos otros, que puedan tener en consideración al
momento de estar o interactuar con cualquier integrante del grupo. Igualmente,
debe inscribirse cualquier modiicación o alteración en la situación de control.
El artículo 30 de la Ley 222 de 1995, tiene el siguiente alcance:
1. Es obligatorio la inscripción en el registro mercantil, cuando se conigure
una situación de control o de los grupos empresariales, para lo cual se hace
constar en documento privado escrito y irmado por el controlante, el cual
deberá contener el nombre, domicilio, nacionalidad, y actividad de los
vinculados, así como el presupuesto que da lugar a la situación e control.
Este documento debe presentarse para su inscripción en el registro mercantil
correspondiente a la circunscripción de cada uno de los vinculados dentro de
los 30 días siguientes a la coniguración de la situación de control. Si dentro
del plazo mencionado, no se hubiere procedido a la inscripción ya de oicio
o a petición de un interesado procederá la Superintendencia de sociedades o
inanciera, según el caso, a declarar la situación de vinculación e impondrá
multas por dicha omisión. Como se deduce son las superintendencias las
competentes para declarar la situación de control.
2. También es aplicable a grupos empresariales controlados por personas
naturales, no obstante que la norma expresa que «la sociedad controlante lo
hará constar en documento privado».
3. Esta obligación de inscripción rige para todas las matrices, nacionales o
extranjeras siempre y cuando que en Colombia estas últimas, realicen actos
317
318
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
o negocios jurídicos en forma permanente, puesto que la Ley colombiana no
establece distinción alguna con relación a la nacionalidad de los sujetos que
intervienen en las relaciones de subordinación o control (Superintendencia
de Sociedades, 1997, Circula Externa n.° 30).
4. Se obliga a las cámaras de comercio a incorporar en el certiicado de existencia
y representación legal la calidad de matriz o subordinada que tenga la sociedad
así como su vinculación a un grupo empresarial (parágrafo.1 artículo 30, Ley
222/95)
5. Es obligatorio inscribir los cambios de situación de control, como sería el
caso de que una sociedad para al control o se retira (Parágrafo 2, artículo 30,
Ley 222/ 95).
b) Presentación de un informe especial
Los representantes legales tanto de la controlante como de la controlada deben
presentar un informe especial a la asamblea de accionistas o Junta de socios, en
el que se dé cuenta de las operaciones de mayor importancia entre controlante
y controlada, las operaciones de mayor importancia concluidas con terceros
(diversos a la controlante) por inluencia o en interés de la controlante y las
decisiones de mayor importancia tomadas o dejadas de tomar por inluencia o en
el interés de la controlante.
Este informe tiene como inalidad que los accionistas minoritarios y los acreedores
puedan conocer cómo han sido las relaciones entre controlante y controlada y
cuál ha sido el impacto de las mismas en una y otra. Con dicho informe se puede
establecer el grado de dependencia económica de una controlada respecto de su
matriz, así como también el efecto positivo o negativo que haya tenido la situación
de subordinación (artículo 29, Ley 222/95.)
c) Unidad de empresa
La existencia del grupo empresarial, a juicio de la Superintendencia de Sociedades,
no conigura por sí misma la unidad de empresa de que trata el Código Sustantivo
de Trabajo, de modo que el grupo empresarial puede ser un indicio que lleve a
la autoridad laboral a la declaratoria de unidad de empresa, previo el análisis del
caso.
d) Consolidación de estados nancieros
Controlante y controlada deben consolidar sus respectivos estados inancieros de
modo que al inversionista (accionista minoritario) le resulte posible determinar
con suiciencia y claridad el efecto que la subordinación ocasiona en los resultados
económicos de una y otra (artículo 35 Ley 222/95), (artículo 23 y 122 del Decreto
2649 de 1993)
PARTE 2 - CAP. IX: GRUPOS EMPRESARIALES
e) Prohibición de la imbricación
Las controladas no pueden, bajo ningún título, tener participación en el capital de
la controlante, so pena de ineicacia de la respectiva operación. Esto en atención
a que la eventual participación de la controlada en el capital de su controlante
genera una duplicidad artiicial o icticia del capital de esta y, por ende, un aumento
irreal del patrimonio de los accionistas de la controlante (artículo 262 modiicado.
Artículo 32 Ley 222/95).
f) Pago de dividendos en acciones o cuotas
Cuando exista la situación de control solo podrá pagarse el dividendo en acciones
o cuotas liberadas de la misma sociedad a los socios que así lo acepten.
La anterior es una garantía a favor de los accionistas minoritarios, encaminada a
que por el ejercicio de las mayorías, por parte de la controlante, no se vean forzados
a recibir dividendos en acciones o cuotas liberadas cuando ello no corresponde a
su querer o a la conveniencia de sus intereses económicos.
g) No habrá prejudicialidad en caso de proceso de insolvencia
El artículo séptimo de la Ley 1116 de 2006 señala que, en caso de insolvencia,
este proceso no dependerá de la decisión que se vaya a adoptar en otro proceso ni
estará condicionado a ella, sin importar su naturaleza; de igual forma, el proceso
de insolvencia tampoco constituirá prejudicialidad.
3. Responsabilidad subsidiaria de la matriz
En los casos de régimen de insolvencia, se presumirá (presunción legal) que los
presupuestos que dan origen a los procesos de reorganización empresarial y la
liquidación judicial de la controlada se han originado por causa de la actuación
de la controlante, quien tendrá a su cargo una responsabilidad subsidiaria por las
obligaciones insolutas de aquella (Ley 222 de 1995, artículo 148). En todo caso:
se presumirá que la sociedad está en esa situación concursal, por las actuaciones
derivadas del control, a menos que la matriz o controlante o sus vinculadas, según
el caso, demuestren que esta fue ocasionada por una causa diferente (Ley 1116 de
2006, artículo 61).
En cuanto a la responsabilidad de la matriz sobre las decisiones adoptadas en la
subordinada o controlada, la Superintendencia de Sociedades ha señalado que:
por el efecto de la personalidad jurídica, cada una de las sociedades partícipes de
la relación conservan total autonomía respecto de sus patrimonios, sin perjuicio
de que la íntima relación que hay entre ellos haya hecho que el legislador de 1995
estableciera para la matriz o controlante la obligación de presentar además de
los estados inancieros de propósito general individuales, preparar y difundir
319
320
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
estados inancieros de propósito general consolidados, que presenten la situación
inanciera, los resultados de las operaciones, los cambios en el patrimonio, así
como los lujos de efectivo de la matriz o controlante y sus subordinados o
dominados, como si fuesen los de un solo ente.
Respecto a la responsabilidad de los asociados, esta sigue las reglas previstas por
el legislador para cada una de las especies societarias, sin perjuicio de la previsión
del artículo 148, parágrafo de la anterior ley, que consagra una responsabilidad
subsidiaria para la matriz o controlante (Superintendencia de Sociedades,
2007, Oicio 220-057365).
4. El sujeto demandado
Pueden ser demandadas las personas que se encuentren en uno de los tres
casos en que se presume que hay subordinación, consagrados en el artículo 261,
modiicado por el artículo 27 de la Ley 222/95, los cuales explicamos en el punto
a de este capítulo.
El juez competente será el juez civil del circuito del domicilio de la persona
demandada. El proceso se tramitará por el verbal. El término para iniciar la acción
es de cuatro años contados a partir del momento en que el daño se hizo evidente
(artículo 61 de la Ley 1116 del 2006).
La responsabilidad subsidiaria sobre la presunción que existe en contra de la
matriz, la Corte constitucional hizo el siguiente análisis, en el cual se deduce que
la carga de la prueba le corresponde al demandado que en este caso es la matriz:
La responsabilidad en cuestión tiene un carácter estrictamente económico y
está íntimamente relacionada con actuaciones de la matriz, según lo expuesto,
luego no puede airmarse que se imponga gratuitamente a una persona jurídica
totalmente ajena a los hechos materia de proceso. Son precisamente las decisiones
de la compañía controlante las que repercuten en la disminución o afectación
del patrimonio de la subordinada y son también las que, en los términos del
precepto, generan su responsabilidad. Además, no se trata de una responsabilidad
principal sino subsidiaria, esto es, la sociedad matriz no está obligada al pago
de las acreencias sino bajo el supuesto de que él no pueda ser asumido por la
subordinada, lo que, unido a la hipótesis legal de que las actuaciones provenientes
de aquélla tienen lugar en virtud de la subordinación y en interés de la matriz
o de otras subordinadas, apenas busca restablecer el equilibrio entre deudor y
acreedores, impidiendo que éstos resulten defraudados. El objeto de la presunción
no es la responsabilidad en sí misma sino la situación concursal que da lugar a
ella, es decir, la vinculación entre las decisiones de la matriz y el efecto patrimonial
causado a la sociedad subordinada. Se trata, entonces, de una presunción juris
tantum, que puede ser desvirtuada por la matriz o controlante, o por sus
vinculadas, demostrando que sus decisiones no han causado la desestabilización
económica de la ilial o subsidiaria, sino que ésta procede de motivos distintos
(Corte Constitucional, 1997, Sentencia C-510).
PARTE 2 - CAP. IX: GRUPOS EMPRESARIALES
5. Consolidación de operaciones nancieras
La situación de grupo empresarial tiene como efecto que las operaciones
inancieras realizadas por cualquiera de los miembros del grupo empresarial con
una determinada entidad inanciera se consoliden con las demás operaciones
realizadas por los demás miembros del grupo empresarial con la misma entidad
inanciera, a efectos de los cupos de endeudamiento.
Dicho en otras palabras, las operaciones de crédito realizadas por un miembro del
grupo empresarial se entienden realizadas por todos los demás integrantes. Esto
se justiica desde la perspectiva del manejo del riesgo de no recaudo de cartera, en
la medida en que ante el incumplimiento de la subordinada o subordinadas opera
la responsabilidad subsidiaria de la controlante frente a la entidad crediticia por
las obligaciones contraídas por sus subordinadas.
De manera que, ante la posibilidad de que lo prestado a una subordinada tenga
que ser pagado inalmente por su controlante, se tiene que tal circunstancia
hace que en atención a la debida prudencia crediticia, al control del riesgo y al
manejo adecuado de cupos de endeudamiento, cualquier operación realizada por
cualquiera de los miembros del grupo empresarial compute respecto de los demás,
pues al inal, dados los vínculos económicos y jurídicos de la subordinación,
siempre se estará afectando un mismo patrimonio.
321
Capítulo X
Sucursales y Agencias
1. Nociones generales
Los artículos 263 y 264 del Código de Comercio las deine así:
Son sucursales los establecimientos de comercio abiertos por una sociedad dentro
o fuera de su domicilio, para el desarrollo de los negocios sociales de parte de
ellos, administrados por mandatarios con facultades para representar la sociedad.
Cuando en los estatutos no se determinen las facultades de los administradores de
las sucursales, deberá otorgárseles un poder por escritura pública o documento
legalmente reconocido, que se inscribirá en el registro mercantil. A falta de dicho
poder, se presumirá que tendrán las mismas atribuciones de los administradores
de la principal.
Por otra parte, «son Agencias de una sociedad sus establecimientos de comercio
cuyos administradores carezcan de poder para representarla».
De la lectura de las anteriores disposiciones legales precisamos que tanto las
sucursales como las agencias son establecimientos de comercio. Conviene,
entonces, conocer el alcance del establecimiento de comercio y el artículo 515 lo
deine así:
Un conjunto de bienes organizados por el empresario para realizar los ines de la
empresa. Una misma persona podrá tener varios establecimientos de comercio y,
a su vez, un solo establecimiento de comercio podrá pertenecer a varias personas,
y destinarse al desarrollo de diversas actividades comerciales.
324
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
No sobra recordar que por establecimiento de comercio se comprende tanto
los establecimientos públicos o de distribución, como los establecimientos
industriales o de fabricación, pues las fábricas son también establecimientos de
comercio.
Según la Superintendencia de Sociedades:
Los socios, de acuerdo con el régimen legal establecido para cada tipo de sociedad,
podrán directamente o por conducto de sus administradores determinar acerca
de la administración de sus establecimientos de comercio, los que como se
anotó anteriormente son de dos clases: sucursales o agencias, según que su
administrador tenga o no facultades para representar legalmente a la sociedad
(Superintendencia de Sociedades, 2003, Concepto 76149).
Es importante anotar que para instalar una sucursal, en el mismo domicilio de
la sociedad o en otro lugar, se requiere que se establezca en el mismo acto de
constitución de la sociedad, pues en caso contrario, para su creación se exige que
los socios mediante asamblea extraordinaria establezcan su creación y, por ser
una reforma, debe registrarse en la cámara de comercio.
En cambio, para la puesta en marcha de una agencia comercial no se contempla
su inclusión en los estatutos, porque, como se explicará más adelante, el director
de la agencia es un empleado dependiente de la principal y carente de facultades.
Sin embargo, si bien se advierte la semejanza de que tanto sucursales como
agencias son establecimientos de comercio, también se resalta una diferencia
especíica entre ellas, la cual se enmarca dentro del contexto de la índole de las
funciones y facultades de sus administradores. Mientras que en las primeras hay
o debe haber un mandatario facultado para representar a la sociedad, es decir,
para hacerla vivir jurídicamente y, por ende, poder adquirir derechos y contraer
obligaciones, en las segundas el administrador es un mero ejecutor de órdenes,
salvo que reciba poder especial, ya que carece de toda facultad para representarla
(artículo 59, Código General del Proceso).
Conviene aclarar que el mandato del que está revestido el administrador de la
sucursal se encuentra sujeto a la normatividad existente para la forma de mandato
comercial llamada «preposición», deinida por el Código como «una forma de
mandato por la administración de un establecimiento de comercio o de una parte
o ramo de la actividad del mismo. En este caso, al mandatario se le llamará factor»
(Código de Comercio, artículo 1332).
Conforme a lo expresado, la diferencia sustancial entre una sucursal y una agencia
es que en la primera siempre debe haber un mandatario facultado para representar
a la sociedad y en tal virtud adquirir derechos y obligar a la sociedad válidamente;
en cambio, en cuanto a la agencia solo existe un mero ejecutor de órdenes, que
carece de facultades para representar a la sociedad.
PARTE 2 - CAP. X: SUCURSALES Y AGENCIAS
El registro del contrato social en la cámara de comercio del lugar de la sucursal
y el nombramiento de un mandatario para representar allí a la sociedad no se
considera un elemento esencial para la existencia de la misma, ya que el deber
de la inscripción es para darle publicidad frente a terceros, para que conozcan las
facultades o atribuciones que la sociedad le ha conferido a los administradores de
estas sucursales156.
2. Sucursales de las sociedades extranjeras
El artículo 469 del Código de Comercio establece que «son extranjeras las
sociedades constituidas conforme a la ley de otro país y con domicilio principal
en el exterior»157. El artículo 471, por su parte, determina que:
Para que una sociedad extranjera pueda emprender negocios permanentes en
Colombia, establecerá una sucursal con domicilio en el territorio nacional, para
lo cual cumplirá los siguientes requisitos:
1. Protocolizar en una notaría del lugar elegido para su domicilio en el país,
copias auténticas del documento de su fundación, de sus estatutos, la resolución
o acto que acordó su establecimiento en Colombia y de los que acrediten la
existencia de la sociedad y la personería de sus representantes, y 2. Obtener de la
Superintendencia de Sociedades, permiso para funcionar en el país.
Como se observa, las sucursales de sociedades extranjeras, esto es, que tienen
su domicilio principal en otro país, para poder establecer o abrir una sucursal
de manera permanente en Colombia y llevar a cabo negocios estables, debe
cumplir previamente los requisitos indicados en el artículo 471, con el in de darle
156 «Omisión de la inscripción en el registro mercantil: La apertura de una sucursal implica para las
sociedades el cumplimiento de la formalidad consistente en inscribir en el registro mercantil de
la cámara de comercio del lugar donde ha de funcionar la decisión que la crea, la designación
de la persona a cuyo cargo estará su administración y las facultades otorgadas a esta al igual
que la escritura social, conforme a lo prescrito en el artículo 111 del Código de Comercio. Es
claro que si la creación de la sucursal y las facultades del administrador de la misma están contenidas en dicha escritura, bastará entonces en la inscripción de esta y del nombramiento del
administrador. Pero con respecto a los poderes de este, vale observar que los artículos 114 y 263
del Código ordenan que si en los estatutos de las sociedades no se determinan las facultades de
los administradores de la sucursal, deberá entonces otorgárseles un poder por escritura pública
o documento legalmente reconocido, que se inscribirá en el registro mercantil y que a falta de
dicho poder, se presumirá que tendrán las mismas atribuciones de los administradores de la
principal.
157 «En tratándose de la existencia de sociedades extranjeras, con domicilio en el exterior y sin
negocios permanentes en Colombia, debe probarse de acuerdo a [s/c] la ley del respectivo país,
con observancia para ello de los pasos establecidos en los artículos 480 y 486 del Código de
Comercio, en concordancia con el artículo 259 del estatuto procesal civil» (Corte Suprema de
Justicia, 2008, Sentencia 28 febrero).
325
326
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
publicidad a su objeto social, el nombre, el tiempo por el cual va estar abierta
la sucursal, las facultades de su administrador y el lugar de este donde se ije su
domicilio.
Los anteriores requisitos no constituyen solemnidades especiales para la validez de
los negocios de las compañías extranjeras en el país, pues el artículo 482 menciona
que quienes actúen a nombre y representación de personas extranjeras, omitiendo
los requisitos señalados, responderán solidariamente de las obligaciones que
contraigan en Colombia y la Superintendencia de Sociedades podrá sancionar a
estos gestores con multas sucesivas hasta un límite máximo de doscientos salarios
mínimos legales mensuales.
En estos casos, la ley faculta a la Superintendencia de Sociedades para que obligue
a la sociedad infractora en primer término a que cumpla con los requisitos
para su constitución y, si no lo hace, puede ser suspendida y liquidada, ya que
a esta entidad la ley le coniere las mismas facultades que tiene respecto de las
sociedades nacionales, al tenor del artículo 483. Vale la pena anotar que a raíz de la
expedición del decreto 2155 de 1992, se abolió la facultad de la Superintendencia
de Sociedades de impartir permiso de funcionamiento a sus sometidas, incluyendo
las sucursales de las sociedades extranjeras.
El artículo 471 del Código de Comercio prohíbe la existencia de más de una
sucursal de una sociedad extranjera en Colombia, debido a diferentes criterios
tales como:
1. El criterio de la capacidad jurídica: como quiera que quien detenta la capacidad
es la sociedad extranjera como persona jurídica que es y no su sucursal, se ha
de señalar que el permitir que se establezca más de una sucursal en el territorio
nacional sería como admitir que la persona jurídica cuenta con más de una
capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones, cuando en realidad
dicho atributo de la personalidad es único e intransferible. No se concebiría por
ejemplo que una sociedad extranjera con una sucursal adelantara el trámite de
liquidación de los negocios en Colombia, y que con otra diferente de manera
paralela adelantara operaciones propias de su objeto social.
2. El criterio del patrimonio social, tal como aquí se manifestó, al no constituir una
sucursal de sociedad extranjera una persona jurídica distinta a la de su matriz con
un patrimonio autónomo e independiente, tampoco sería posible la incorporación
de más de una sucursal, ya que sencillamente no se coniguraría una separación
de patrimonios entre las distintas sucursales coexistentes, pues en todo caso
se trataría de un único patrimonio, cual es el de la sociedad extranjera, el que
constituiría la prenda común de todos y cada uno de los acreedores localizados en
Colombia. Incluso ante la hipótesis de dos sucursales, una en liquidación y otra
en pleno desarrollo del objeto social de la compañía del exterior, el patrimonio de
esta persona jurídica estaría afecto al pago de todas las obligaciones en el trámite
liquidatorio.
PARTE 2 - CAP. X: SUCURSALES Y AGENCIAS
3. El criterio del nombre social: en razón a que como se señaló, la sucursal por
no detentar la calidad de persona jurídica simplemente adopta el nombre de
la sociedad extranjera, no resulta factible establecer más de una sucursal en la
geografía nacional, ya que simple y llanamente todas las sucursales tendrían el
mismo nombre sin que se pudiere identiicar a cada una de ellas en el tráico
mercantil, con la incertidumbre e inseguridad que frente a terceros este hecho
generaría. Ello sin contar con la imposibilidad para la cámara de comercio de
registrar una segunda o tercera sucursal con el mismo nombre de la primera, por
virtud del control de homonimia que adelanta de conformidad con el artículo 35
del Código de Comercio.
4. El criterio de la obligación de llevarse una sola e integral contabilidad: por razón
de que la sociedad extranjera debe llevar su contabilidad en libros debidamente
inscritos ante la cámara de comercio, y de forma tal que todos sus negocios y
operaciones se registren en una única contabilidad, se ha de concluir que no
resulta posible crear más de una sucursal en Colombia, ya que si así se admitiere
en todo caso no se podrían abrir contabilidades independientes como número
de sucursales existieren. Lo anterior sin contar con la imposibilidad que existiría
para que ante el supuesto de una sucursal activa y en funcionamiento y otra en
liquidación, ambas pertenecientes a una misma sociedad extranjera, se pudiere
llevar una sola contabilidad, ya que es muy diferente la contabilidad de una
empresa en marcha a la de una empresa en liquidación, pues por ejemplo en este
último evento, los activos y pasivos se deben valuar a su valor neto realizable, los
costos de los activos no se asignan mediante depreciación, los ingresos, gastos,
cargos e impuestos no pueden ser diferidos (D. 2649 de 1993, artículo 112).
5. El criterio de la especialidad: tal como se indicó en el punto iii del presente
oicio, el ordenamiento jurídico colombiano consagró en el título VIII del Libro
II del Código de Comercio un régimen especial para las sociedades extranjeras,
y por ende para las sucursales a través de las cuales aquellas emprenden
negocios permanentes en el territorio nacional. De allí que si bien la sucursal
reciba el tratamiento de un establecimiento de comercio, se ha de indicar que
es un establecimiento de comercio que reviste ciertas particularidades que lo
diferencian de la simple noción de establecimiento de comercio contenida en el
artículo 515 del Estatuto Mercantil. Prueba de ello es que el legislador hubiere
consagrado como causal de terminación de los negocios en el país, el hecho
de que el capital asignado a la sucursal disminuya en un cincuenta por ciento
(50%) o más (Código de Comercio, artículo 490), así como la circunstancia de
que las sucursales de compañías extranjeras puedan acudir al trámite de procesos
concursales, hoy en día al régimen de insolvencia (Código de Comercio, artículo
492, y Ley 1116 de 2006, artículo 2°).
Así entonces, «de acuerdo al [s/c] ordenamiento jurídico colombiano, no es
viable que una sociedad extranjera incorpore más de una sucursal al país, sin
perjuicio, claro está, de que pueda establecer otros establecimientos de comercio,
y pero no a título de sucursal» (Superintendencia de Sociedades, 2010, Oicio
220-65555).
327
Capítulo I
Asamblea general de accionistas
o Junta de socios
1. Concepto
Es el órgano máximo social y tiene el nombre de asamblea general de accionistas en
las sociedades por acciones o Junta de socios en las sociedades colectiva, limitada
y en comandita simple.
Es el encargado de la dirección del organismo societario y su formación obedece
al interés que tienen los socios de expresar de manera conjunta su voluntad
tendiente a la conducción de la vida social de la compañía. Esta voluntad se
expresa mediante actos deliberatorios y decisorios, los cuales son adoptados en
juntas o asambleas de carácter general y en ejercicio que les coniere la ley y los
estatutos sociales a los socios.
Además de la facultad directiva, la asamblea tendrá la potestad de inspeccionar las
actividades sociales conducentes a la consecución del objeto social. Esta facultad
la ejercerá por medio de los socios individualmente considerados, pues es en ellos
en quien recae este derecho (Ley 222 de 1995, artículo 48). Así mismo, todas las
decisiones que tome este órgano deben sujetarse a la ley y a lo estipulado en los
estatutos, pues es la asamblea la facultada para deliberar y decidir respecto de los
negocios y operaciones comprendidos o señalados en el objeto social.
332
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
2. Naturaleza jurídica
La competencia de la asamblea general o Junta de socios radica en la deliberación
de asuntos o temas que tengan por objeto el desarrollo de la empresa y por medio
de tales deliberaciones expresará el querer social de la empresa.
Ello sugiere que son los socios reunidos en asamblea los convocados y representados en las reuniones, a in de deliberar y tomar decisiones o acuerdos de asamblea
de acuerdo con las funciones señaladas en el artículo 187 del Código de Comercio,
que como ya lo mencionamos están destinadas expresamente al funcionamiento
de la sociedad. Por esta razón, las decisiones deberán ser de carácter general, pues
solo serán obligatorias para todos los socios aquellas que miran hacia el interés
común (Código de Comercio, artículo 188)158.
3. Características
•
Existencia de la reunión. El artículo 181 del Código de Comercio señala
que «los socios de toda compañía se reunirán en Junta de socios o asamblea
general ordinaria una vez al año, por lo menos, en la época ijada en los
estatutos». Esto sugiere la existencia de un régimen estatutario al cual debe
estar sujeta dicha reunión y además queda claro y en forma imperativa que
la asamblea es la depositaría del poder soberano y a ella están subordinados
la Junta Directiva y el representante legal. Desde luego, sus decisiones son
soberanas, si se adoptan en reuniones celebradas en la forma y condiciones
instituidas en la ley.
En nuestro ordenamiento jurídico existe la posibilidad de que con la sola existencia
del representante de varios asociados, se dé pleno cumplimiento a la exigencia de
la pluralidad de asociados que la ley requiere al efecto, por la circunstancia de que
varias voluntades se concreten en «un solo mandatario» (Superintendencia de
Sociedades, 2015, Oicio 220-39309).
El artículo 186 del Código de Comercio obliga a que las reuniones de este órgano
se realicen:
En el lugar del dominio social, con sujeción a lo prescrito en las leyes y en los
estatutos en cuanto a convocación y quórum. Con excepción de los casos en
158 Artículo. 188. Reunida la Junta de socios o asamblea general como se prevé en el artículo 186,
las decisiones que se adopten con el número de votos previsto en los estatutos o en las leyes
obligarán a todos los socios, aun a los ausentes o disidentes, siempre que tengan carácter general
y que se ajusten a las leyes y a los estatutos. Parágrafo. El carácter general de las decisiones se
entenderá sin perjuicio de los privilegios pactados con sujeción a las leyes y al contrato social.
PARTE 3 - CAP. I: ASAMBLEA GENERAL DE ACCIONISTAS O JUNTA DE SOCIOS
que la ley o los estatutos exijan una mayoría especial, las reuniones de socios se
celebrarán de conformidad con las reglas dadas en los artículos 427 y 429159.
De esta forma, no solo bastará con que los asociados se reúnan, sino que será
igualmente necesaria la existencia de un quórum o de un número mínimo de
socios para poder deliberar y así dar inicio a la reunión.
• Deber de convocatoria. Cada vez que la asamblea general o Junta de socios
vaya a reunirse, de manera previa deberá avisarse a los socios lugar, fecha,
hora y orden del día en que la reunión se llevará a cabo, con el in de que los
socios decidan si concurren o no a ella. La convocatoria debe hacerse tanto
para las reuniones ordinarias como para las extraordinarias, salvo en aquellas
donde se decida efectuar reunión por derecho propio o en aquellas donde se
encuentren representados todos los socios y decidan su celebración (Código
de Comercio, artículo 424, y Ley 222 de 1995, artículo 67).
• Órgano deliberatorio. Es claro que ni los estatutos ni la mayoría de los
asociados podrán suprimir las discusiones o debates sobre asuntos sometidos
a su consideración. En este sentido, la ley otorga a los socios la facultad de
reunirse a in de emitir e intercambiar sus opiniones, ya que los asociados no
se reúnen en forma pasiva, sino activa, para ejercer las facultades indicadas
en el artículo 187 del Código de Comercio, y que se resumen en adoptar
todas las medidas que se requieran para el cumplimiento de los estatutos y el
bienestar de los asociados.
• Órgano decisorio. Al lado de la deliberación está la facultad de decidir, la cual
implica la de adoptar acuerdos con carácter obligatorio, y para ello igualmente
se requerirá de la conformación del quórum, que es la condición necesaria
para darle validez a los acuerdos que sean adoptados. Este quórum deberá ser
señalado por los estatutos o por la mayoría de los votos presentes estatuido en
el artículo 68 Ley 222/95, para que las decisiones sean obligatorias (Código
de Comercio, artículo 427). En todo caso, si la asamblea o Junta de socios
llega a exceder su competencia, los asociados, ausentes o disidentes, los
administradores o el revisor iscal podrán impugnar las decisiones que así se
adopten (Código de Comercio, artículo 191).
4. Funciones
El Estatuto Comercial establece en el artículo 187 algunas de las atribuciones que
radican en este órgano, sin que por ello se vean afectadas aquellas funciones que
pueda desempeñar dentro de algunas clases de sociedades. Dichas atribuciones
159 El artículo 427 fue derogado tácitamente por el artículo 68 de la Ley 222 de 1995 y el artículo
429 fue modiicado expresamente por el artículo 69 de esa misma ley.
333
334
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
pueden ser de carácter indelegable (privativas), como sucede en las sociedades
anónimas (artículo 420, numeral 7), o pueden ser de carácter potestativo y, por
tanto, se podrá o no asumirlas (facultativas).
A) Privativas
El artículo 187 determina con carácter general las funciones de la asamblea.
• Estudiar y aprobar la reforma de los estatutos sociales, siempre que tales
reformas posibiliten el desarrollo de la actividad social conforme a las
circunstancias presentes y al interés de los asociados. Esto es así por cuanto
los mismos asociados son los directamente interesados en el cumplimiento
del contrato social.
• Examinar, aprobar o improbar los balances de in de ejercicio y demás estados
inancieros —determinando pérdidas y ganancias—, y las cuentas que deben
rendir los administradores. Todos estos representan la situación económica
y inanciera de la sociedad y, por tanto, determinarán cómo tendrá que
continuarse con el desarrollo del objeto social y las medidas que se adoptarán
en relación con la administración y los negocios sociales.
• Disponer de las utilidades sociales según lo establecido en el contrato social
y en la ley. Esto se hará por medio de balances previamente aprobados por la
asamblea, por cuanto las utilidades pertenecen a los socios y son ellos quienes
deciden acerca de su reparto y su forma de pago, pero siempre efectuando las
reservas legales y estatutarias, y cumpliendo con la forma como se pactó el
pago de las utilidades.
• Elegir o nombrar, o ambas, y remover a las personas encargadas de la administración de negocios.
• Constituir las reservas ocasionales.
• Elegir y destituir al revisor iscal (Código de Comercio, artículo 204).
• Adoptar medidas para el cumplimento de los estatutos y que propendan
al interés común de los asociados, pues son estos quienes determinan los
lineamientos políticos más convenientes para la empresa.
• Aprobar el avalúo de los bienes en especie aportados después de la constitución
de la sociedad. El avaluó será aprobado por la mayoría de los votos presentes
(artículo 68, Ley 222/95).
B) Facultativas
• Por ley le corresponde a la Junta Directiva nombrar al representante legal de
la sociedad, pero esta función se puede delegar en la asamblea (Código de
Comercio, 440).
PARTE 3 - CAP. I: ASAMBLEA GENERAL DE ACCIONISTAS O JUNTA DE SOCIOS
• Autorizar a los administradores de la sociedad la adquisición o venta de
acciones, salvo de aquellas en las que recaiga el derecho de preferencia
(Código de Comercio, artículo 404).
• Realizar el reglamento de suscripción de las acciones ordinarias, si así
lo indican los estatutos, pues en principio esta facultad radica en la Junta
Directiva (Código de Comercio, artículo 385, inciso 2o).
• Aprobar el prospecto de emisión y colocación de bonos (Decreto 255/2010).
5. Convocatoria
El numeral 7 del artículo 110 del código de comercio establece que debe estipularse
obligatoriamente en la escritura constitutiva de la sociedad la época y forma de
convocar o constituir la asamblea o Junta de socios, además de las mayorías para
deliberar y decidir sobre aquellos asuntos que le competen. Veamos:
A) Noción
Proviene del latín convocare, que signiica llamar a reunión. Por medio de esta
formalidad ajustada a la ley y a los estatutos se convoca a los socios para que se
reúnan el día, la hora y lugar predeterminado, con el in de ejercer su derecho a
deliberar y decidir.
No es un tipo de reunión como tal, sino más bien un medio de comunicación160
anticipada para los socios, con el in de enterarlos de una reunión que se llevará a
cabo para que estos puedan asistir. Si la convocatoria no se efectúa, la constitución
de la asamblea general o Junta de socios será ineicaz y, por tanto, las decisiones en
ella adoptadas no tendrán carácter obligatorio ni vinculante, salvo que todos los
socios se encuentren presentes, como sucede en las reuniones de derecho propio
o cuando previamente se han ijado la fecha, hora y lugar de las reuniones en los
estatutos.
B) Clases de convocatorias
Tanto las reuniones ordinarias como las extraordinarias poseen una forma propia
de efectuar la convocatoria. La citación a las reuniones ordinarias deberá hacerla
el representante legal con quince días hábiles de anticipación, cuando se apruebe
el balance de in de ejercicio161; y en los demás casos deberá hacerla con cinco
días comunes. Sobre las reuniones extraordinarias, la citación deberá realizarse
160 El representante legal utilizará el mecanismo señalado en los estatutos, ya sea carta, telegrama,
fax, verbalmente o por correo electrónico.
161 Este término es para advertir a los socios que los libros y comprobantes están a su disposición,
con el in de que ejerzan el derecho de inspección o iscalización sobre ellos.
335
336
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
mediante los medios señalados estatutariamente e indicarse los temas a tratar en
la reunión. Solo cuando se haya agotado el orden del día, por decisión del 70
por ciento del capital representado en la reunión podrán tratarse otros temas no
incluidos (Código de Comercio, artículo 424).
Es importante aclarar que las reuniones ordinarias como extraordinarias se
llevaran a cabo con 5 días comunes de antelación si en los estatutos no se dispone
otra cosa. Pero, si se ha de tratar temas referentes a la aprobación de balances
de in de ejercicio, transformación, fusión y escisión, la convocatoria se hará
cuando menos con quince días hábiles de antelación (Código de Comercio, inciso
2o, artículo 424; Ley 222 de 1995, artículo 13), so pena de declarar ineicaces las
decisiones sobre los temas referidos.
Para el cómputo de días, en el conteo correcto no se tendrá en cuenta ni el día
de la convocatoria ni el día de la sesión. Así mismo, cuando en los estatutos
o en la ley se exprese que el órgano social debe ser citado a la reunión con un
determinado número de días hábiles, se tendrán en cuenta los sábados como días
hábiles, siempre y cuando esto se encuentre consagrado en el reglamento interno
de trabajo.
C) Características
Como se mencionó anteriormente, el medio para convocar será el acordado en
los estatutos. No obstante, el artículo 424 del Código de Comercio establece que, a
falta de dicha estipulación, la convocatoria se realizará mediante aviso publicado
en un diario de circulación en el domicilio principal de la sociedad y cuando se
trate de reuniones extraordinarias, en el aviso deberá además señalarse el orden
del día162.
Así mismo, el Estatuto Comercial prevé el contenido mínimo que debe tener la
convocatoria, es decir, la indicación del día, la hora y el lugar en que se va a llevar a
cabo la reunión. Respecto de este último, el artículo 186 del Código de Comercio
señala que el domicilio social será el lugar donde se realizarán las reuniones, es
decir, en el domicilio principal de la sociedad. Sin embargo, cuando se encuentre
representada la totalidad del capital suscrito, la reunión podrá llevarse a cabo en
cualquier sitio.
162 Art. 425. «La asamblea extraordinaria no podrá tomar decisiones sobre temas no incluidos en el
orden del día publicado. Pero por decisión del setenta por ciento de las acciones representadas
podrá ocuparse de otros temas, una vez agotado el orden del día, y en todo caso podrá remover
a los administradores y demás funcionarios cuya designación le corresponda«.
PARTE 3 - CAP. I: ASAMBLEA GENERAL DE ACCIONISTAS O JUNTA DE SOCIOS
La convocatoria contendrá además los temas sobre los que deliberará y decidirá
la junta o asamblea. Quienes han de convocar deberán abstenerse de insertar
en el orden del día expresiones como «asuntos varios» u otras similares, porque
inducen a engaño a los asociados y a la vez les imposibilita hacer un estudio a
conciencia de los asuntos que serán tratados.
Entonces, la importancia del orden del día radica en que los socios se encuentren
preparados para proponer soluciones o ideas en pro de la sociedad, además
de darles prioridad a determinados temas y, por consiguiente, delimitar el
pronunciamiento de este órgano social. Tres son los temas que obligatoriamente
deben ser incluidos: a) cuando la asamblea general tome decisiones referentes a la
transformación, fusión, escisión, cancelación de los títulos en el registro nacional
de valores y el derecho de receso de los socios ausentes o disidentes en futuras
reuniones (Ley 222 de 1995, artículo 13); b) cuando se negocien acciones en el
mercado público de valores y cuando se discuta el aumento del capital autorizado
o la disminución del suscrito (Ley 222 de 1995, artículo 67), y c) cuando se trate
de la aprobación o improbación de los balances del último ejercicio (Código de
Comercio, artículo 447).
D) Sujetos legitimados para convocar a reuniones ordinarias o
extraordinarias
Para convocar a reuniones ordinarias está legitimado el representante legal.
El inciso segundo del artículo 181 del Código de Comercio legitima para convocar a reuniones extraordinarias a los administradores (representante legal, Junta
Directiva), el revisor iscal o quien ejerza el control de la sociedad. Aunque también podrá solicitar la convocatoria un número de socios que represente al menos
la cuarta parte del capital social en todos los tipos societarios, a excepción de las
sociedades anónimas en donde será de no menos de la quinta parte de las acciones
suscritas, si no se hubiese estipulado otra cosa (Código de Comercio, artículos
182 inciso 3o y 423, numeral 3)163.
5.1. Desconvocatoria
Esta igura no regulada en el código de comercio, consiste en aplazar la citada
reunión cualquiera sea la causa, siempre y cuando su aplazamiento sea aprobado
con el voto unánime de los asociados que representan el capital. En caso contrario,
se procederá a operar la convocatoria a nueva reunión con las formalidades
consagradas para las reuniones ordinarias o extraordinarias.
163 Este es uno de los derechos sociales que otorga la calidad de socio, que consiste en la participación en las deliberaciones de la asamblea general o Junta de socios y de votar en esta.
337
338
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
6. Clases de reuniones
A) Ordinarias
Deben llevarse a cabo una vez al año en las fechas señaladas estatutariamente164, con
el in de tratar y considerar la situación de la sociedad, designar los administradores
y demás funcionarios de su elección, determinar las directrices económicas de la
compañía, considerar las cuentas y balances del último ejercicio, resolver sobre la
distribución de utilidades y acordar todas las providencias tendientes a asegurar el
cumplimiento del objeto social (Código de Comercio, artículo 422).
Respecto al temario que se discute, en esta clase de reuniones la asamblea o Junta
de socios podrá ejercer aquellas funciones señaladas en el artículo 187 del Código
de Comercio, así como aquellas que le señalen los estatutos o la ley. Por ende,
puede airmarse que no existe una exclusividad de temas a tratar. Vale la pena
señalar que estas funciones podrán cumplirse tanto en este tipo de reuniones
como en las de carácter extraordinario, si en la ley o el contrato social no se
estipula algo diferente.
En cuanto a la época en que deben llevarse a cabo, la ley establece que estas
reuniones deberán efectuarse por lo menos una vez al año y en las fechas ijadas
en los estatutos y, en silencio de estos, dentro de los tres meses siguientes al
vencimiento de cada ejercicio, lo que sugiere que la reunión deberá realizarse en
los primeros meses del año, concordando con la fecha en que debe realizarse la
reunión por derecho propio, es decir, el primer día hábil de abril a las 10 a. m., si
no es convocada dentro del trimestre indicado.
Es importante resaltar que tanto en las reuniones ordinarias como en las demás
clases de reuniones las deliberaciones de la junta o asamblea podrán suspenderse,
para reanudarse luego, cuantas veces sea posible, siempre que esto sea aprobado
por un número plural de asistentes que involucre al menos el 51 por ciento de
las acciones, cuotas o partes de interés representadas en la reunión. Pero de
conformidad con el artículo 430 del Código de Comercio, estas deliberaciones
pueden continuar o prolongarse por más de tres días continuos o alternos si se
encuentra representada la totalidad del capital social.
Si la reunión ordinaria no se llevó a cabo ni en la fecha señalada en los estatutos,
ni dentro del primer trimestre, el representante legal deberá convocar a una
reunión extraordinaria en el que se tratarán los temas de la reunión ordinaria, en
164 Artículo. 181. Los socios de toda compañía se reunirán en Junta de socios o asamblea general
ordinaria una vez al año, por lo menos, en la época ijada en los estatutos. A falta de dicha estipulación deberá sesionar en el lapso entre el Io de enero y 31 de marzo de cada año.
PARTE 3 - CAP. I: ASAMBLEA GENERAL DE ACCIONISTAS O JUNTA DE SOCIOS
especial para que se consideren y aprueben los estados inancieros, la aprobación
de los informes de gestión de los administradores, los nombramientos de los
administradores ajustados a los estatutos, etc. Esta reunión extraordinaria de
carácter ordinario deberá ser convocada en el mismo término y por los mismos
medios establecidos en los estatutos para las reuniones ordinarias. Es de advertir
que se podrán tratar temas aún no incluidos en la convocatoria y sin que se requiera
su aprobación del setenta por ciento del capital representado en la reunión ya
que no es propiamente una reunión extraordinaria (Superintendencia de
Sociedades, 1997, Oicio 220-55585).
B) Extraordinarias
Ni estatutariamente ni legalmente se establecen las fechas en que estas reuniones
puedan llevarse a cabo, por cuanto su convocatoria depende de las personas que
tienen potestad para convocar, ya que ellas son las que determinarán si son o no
necesarias. Así, estas reuniones se llevarán a cabo para tratar temas trascendentes,
inaplazables o imprevistos y, por tanto, podrán celebrarse en cualquier tiempo,
con el in de tomar las medidas requeridas para el cumplimiento del contrato
social. Ocasionalmente, los temas objeto de las reuniones ordinarias podrán ser
tratados en este tipo de reuniones.
De igual forma el artículo 152 del Decreto Ley 19/2012 modiicatorio del artículo
87 de la Ley 222/95, la superintendencia podrá ordenar la convocatoria de la
asamblea o Junta de socios a reuniones extraordinarias, cuando lo solicite uno
o más asociados que represente no menos del diez por ciento del capital social o
sus administradores, siempre que se trate de empresas unipersonales o sucursales
de sociedades extranjeras y que acredite con la irma del revisor iscal, que
a 31 de diciembre del año inmediatamente anterior registren activos iguales o
superiores a cinco mil (5.000) salarios mínimos legales vigentes o ingresos iguales
o superiores a tres mil (3.000) salarios mínimos legales mensuales. La solicitud a
la superintendencia será para los siguientes casos:
1. Porque no se ha llevado a cabo la reunión de la asamblea o Junta de socios en
las oportunidades señaladas en los estatutos o en la ley. Esta petición deberá
estar acompaña con la certiicación del revisor iscal que corrobore tal hecho.
De este escrito se correrá traslado a la sociedad por el término de diez días
para que controvierta los hechos contenidos en la petición. A criterio de la
superintendencia se practicarán las pruebas solicitadas por las partes. Dentro
de los veinte días siguientes, al cierre de la etapa probatoria, la Entidad
adoptará la decisión pertinente.
2. El escrito que contenga las clausulas estatutarias violatorias de la ley con el
in de que sean derogadas. De esta solicitud se dará traslado a la sociedad
hasta por diez días al cabo de los cuales deberá tomarse la decisión respectiva.
339
340
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
La Superintendencia podrá convocar al órgano máximo u ordenar la
convocatoria.
3. Los socios o administradores, podrán hacer una relación de aquellos actos
a hechos lesivos de la ley o de los estatutos ejecutados o celebrados por
funcionarios de la sociedad.
Practicadas las pruebas por la Superintendencia y de acuerdo con los
resultados, decretará las medidas pertinentes según las facultades asignadas
en esta ley.
4. El reconocimiento de oicio de los presupuestos de ineicacia en los casos
señalados a las sociedades comerciales contenidos en el libro segundo del
Código de Comercio explicados y contenidos en la segunda parte de este
texto. A falta de acuerdo de las partes sobre la ocurrencia de dichas causales
de ineicacia podrá una de ellas solicitar a la respectiva Superintendencia su
reconocimiento (artículo 133 Ley 446/98).
Parágrafo: Las sociedades, sucursales de sociedades extranjeras o empresa
unipersonal que no reúnan los requisitos anteriormente explicados, podrán
hacer uso de la conciliación ante la Superintendencia De Sociedades para
resolver los conlictos surgidos entre los asociados o entre estos y la sociedad.
La Superintendencias de Sociedades tiene facultades jurisdiccionales,
otorgadas por el artículo 44 de la Ley 1258 de 2008 con fundamento en lo
previsto en el artículo 116 de la Constitución Política.
En los demás eventos, convocará cuando un número plural de socios se lo solicite.
En el caso de las sociedades por acciones, será por el número plural de accionistas
que se determine en los estatutos y, a falta de esta ijación, por el que represente
no menos de la quinta parte de las acciones suscritas y, en las demás sociedades,
cuando lo solicite un número de asociados representantes de la cuarta parte o
más del capital social. La orden de convocar la asamblea será cumplida por el
representante legal o por el revisor iscal (Código de Comercio, artículo 182,
inciso 3o y artículo 423, numeral 3).
C) Diferencias entre la reunión ordinaria y la reunión
extraordinaria
a. Como se expresó, la reunión ordinaria se hará en la fecha determinada en
los estatutos y en la convocatoria no es requisito incluir los temas a tratar. En
cambio en las reuniones extraordinarias, ni estatutariamente, ni legalmente
se establecen fechas; en la convocatoria, sí se debe insertar el temario a
realizar, estudiar y decidir en la reunión. Solo podrá tratar otros temas si así
lo aprueba el 70 por ciento del capital representado en la reunión, pero una
vez se haya agotado el orden del día (Código de Comercio, artículo 425). La
Superintendencia ha manifestado:
PARTE 3 - CAP. I: ASAMBLEA GENERAL DE ACCIONISTAS O JUNTA DE SOCIOS
Hasta aquí quedan claras dos situaciones, la primera, el objeto de cada una
de las reuniones, y de otra, que como consecuencia del propósito para las que
fueron concebidas, la imposibilidad de la asamblea o Junta de socios reunida
extraordinariamente, para tomar decisiones sobre temas no incluidos en el
orden del día publicado, al paso que faculta al citado órgano social, cuando
medie solicitud de los administradores o de cualquier asociado, para ocuparse
de temas no indicados en la convocatoria, si la reunión tiene carácter ordinario
(Superintendencia de Sociedades, 2002, Oicio 220-580898) .
b. La convocatoria a reuniones ordinarias la hará el representante legal o su
suplente (Código de Comercio, artículo 181). La convocatoria a reuniones
extraordinarias, lo hará el representante legal (Código de Comercio, artículo
181), la Junta Directiva (Código de Comercio, inc. 1o, artículo 423), el revisor
iscal (Código de Comercio, numeral 8, artículo 207) y la Superintendencia
de Sociedades en los casos previstos por la ley. En los casos en que convoque
de manera oiciosa la superintendencia presidirá la reunión, (artículo 84 Ley
222/95, numeral 8, modiicado por el Decreto Ley 19/2012, artículo 149). Al
respecto la Superintendencia ha manifestado:
«De conformidad con los artículos 181 y 182 del Código de Comercio, la Junta de
socios o asamblea general de accionistas pueden reunirse en forma extraordinaria
cuando sea convocada por los administradores, por el revisor iscal o por la
entidad oicial que ejerza control sobre la sociedad, convocatoria en la cual deben
especializarse los asuntos sobre los que deliberara y decidirá (Superintendencia
de Sociedades, 1999, Oicio 100-115226).
c. El término de convocatoria para las reuniones ordinarias es de quince días
hábiles de antelación a la reunión para aprobar balances de in de ejercicio
(Código de Comercio, inciso 2o, artículo 424). Este término también se aplica,
cuando se trate de transformación, fusión y escisión (Ley 222 de 1995, artículo
13). Los quince días hábiles de antelación, son obligatorios para estos temas,
sea que se trate en asambleas ordinarias o extraordinarias. Para los demás
temas, el término de convocatoria a reuniones extraordinarias es de cinco
días comunes (Código de Comercio, inciso 2o, artículo 424).
En las sociedades por acciones simpliicadas el término para la convocatoria
es de cinco días hábiles para reuniones ordinarias o extraordinarias (artículo
20, Ley 1258/2008).
D) Universal
Es un tipo de reunión especial y se presenta cuando todos los socios están reunidos
y deciden de manera unánime constituir la asamblea o Junta de socios en las
341
342
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
circunstancias señaladas en los artículos 182165 y 426166 del Código de Comercio.
Así, se llevará a cabo cuando todos los socios concurran de forma casual y, por
tanto, no se hace necesaria la convocatoria, puesto que supone la concurrencia del
ciento por ciento del quórum reunido en cualquier lugar, diferente al domicilio
social, para tratar algún tema que sea de su interés.
Se caracteriza por:
•
•
•
•
•
•
La reunión de la totalidad de los socios.
La existencia de la voluntad de constituirse en asamblea general.
No hay necesidad de convocatoria previa.
Puede darse en cualquier tiempo.
Puede darse en cualquier lugar.
Puede ejercer cualquier función o facultad de la asamblea y el quórum
decisorio será el señalado en los estatutos.
• Puede tratar los temas de aprobación de balances, transformación, fusión,
escisión, derecho de retiro y la negociación de acciones en el mercado público
de valores.
La Superintendencia de Sociedades señala como inalidad de estas reuniones el:
facilitar que los asociados de una compañía que se encuentren presentes o
debidamente representados en un lugar y hora determinados, sin que haya mediado
convocatoria, puedan declararse en reunión de Junta de socios o asamblea general
de accionistas y en esas circunstancias deliberar y tomar decisiones con sujeción a
lo previsto en los estatutos o en la ley (Superintendencia de Sociedades, 2000,
Oicio 220-23264).
Sin embargo, cuando se traten temas de transformación o fusión o escisión, estos
se podrán estudiar y decidir en esta clase de reuniones, ya que si están todos los
socios presentes, es el momento para que ellos expresen si están de acuerdo con la
reforma que se vaya a tratar, pues la convocatoria y el orden del día que consagra
el artículo 13 de la Ley 222 de 1995 quedaría subsanada por la presencia de todos
los socios, quienes pueden optar por ejercer su derecho de retiro si la decisión
tomada les impone una mayor responsabilidad o implica una desmejora de sus
derechos patrimoniales.
165 «La junta de socios o la asamblea se reunirá válidamente cualquier día y en cualquier lugar sin
previa convocación, cuando se hallare representada la totalidad de los asociados».
166 «La asamblea se reunirá en el domicilio principal de la sociedad, el día, a la hora y en el lugar
indicados en la convocatoria. No obstante, podrá reunirse sin previa citación y en cualquier
sitio, cuando estuviere representada la totalidad de las acciones suscritas».
PARTE 3 - CAP. I: ASAMBLEA GENERAL DE ACCIONISTAS O JUNTA DE SOCIOS
Sobre la posibilidad de decidir una fusión en reunión universal, la Superintendencia
ha señalado:
que si la intención de los asociados es la de aprobar una fusión, que por cierto
implica una reforma, es necesario tener en cuenta el cumplimiento de los
requisitos previstos en las normas mercantiles que versan sobre la materia
(artículos 172 y subsiguientes.), los cuales podemos resumir así:
1. La celebración del compromiso de fusión que contenga las condiciones
previstas en el artículo 173 del Código de Comercio; la aprobación de este por
parte de la asamblea o Junta de socios de la sociedad absorbente.
2. La publicación por parte de los representantes legales en un diario de amplia
circulación nacional, de un aviso donde se dé a conocer la aprobación del
compromiso, aviso que deberá contener los requisitos del artículo 174 del Código
de Comercio, de manera que los acreedores de las sociedades absorbidas, cuando
sea del caso, puedan exigir las garantías satisfactorias y suicientes para el pago de
los créditos de conformidad con el artículo 175 ibidem.
3. Autorización de la operación cuando conforme a las normas sobre prácticas
restrictivas a la libertad de comercio deba ser autorizada por ciertas entidades
oiciales, según la Ley 155 de 1959.
4. La formalización del acuerdo de fusión mediante su protocolización en
escritura pública.
El compromiso de fusión es un acto anterior [...] pues primero se discute
el compromiso entre las sociedades que pretenden fusionarse, y una vez
conocidos todos los pormenores y previa aprobación del mismo, es cuando ha
de procederse a su publicación en los términos del artículo 474, para que sus
acreedores que pudieran verse lesionados en sus derechos, tengan un espacio
legal para poder exigir las garantías necesarias que respalden sus acreencias [...]
el acto de la publicación del compromiso de fusión es un requisito de obligatorio
cumplimiento tal y como se deduce de las normas legales que versan sobre la
materia, acto este, que como lo expresamos, es anterior a su solemnización, y,
por supuesto, posterior a la aprobación del mismo. Por lo tanto, sea que la fusión
se apruebe en una reunión universal o en cualquier otro tipo de reuniones, no
hay lugar a prescindir de la publicidad ya mencionada (Superintendencia de
Sociedades, 1998, Oicio 220-14445).
Entonces, la posibilidad de adoptar este tipo de decisiones en esta clase de
reuniones es viable puesto que no existe ninguna limitación respecto a los temas
por tratar. No obstante, será necesario que la reunión se lleve a cabo con las
formalidades establecidas por la ley y por los estatutos sociales, es decir, con el
quórum necesario para las reformas sociales y, en particular, con la realización de
la publicación del proyecto de fusión (Código de Comercio, artículo 186 y Ley 222
de 1995, artículo 13).
343
344
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
E) Por derecho propio
De conformidad con el inciso segundo del artículo 422, se entiende que la reunión
ordinaria por derecho propio se realizará el primer día hábil del mes de abril a las
10 a.m. en las oicinas del domicilio principal donde funciona la administración,
siempre que no se hubiera efectuado la convocatoria para la reunión ordinaria
dentro del término previsto en los estatutos, o, siendo esta ilegal por falta de
requisitos; tales como no haberse utilizado el medio establecido en los estatutos,
con la debida antelación, o no haberla efectuado la persona idónea para hacerlo, o
no se pudiere realizar dentro de los tres primeros meses del año.
La inalidad de esta reunión es la misma de la reunión a la que sustituye, o sea,
el examen económico, inanciero, administrativo y funcional de la sociedad.
Podrá sesionar y tomar decisiones con un número plural de socios, cualquiera
sea el número de acciones, cuotas o partes de interés que representa, según el
inciso tercero del artículo 69 de la Ley 222 de 1995, modiicatoria del artículo
429, referenciado a su vez por la norma general del artículo 186 del Código de
Comercio, que establece las pautas para las reuniones de socios de cualquier
sociedad.
En esta clase de reuniones, como en las de segunda convocatoria, permanece
incólume el principio de que las reformas estatutarias y las demás cuestiones para
las cuales la ley o los estatutos hayan señalado una mayoría decisoria especial,
deben respetarse por considerarse de carácter imperativo.
En la reunión por derecho propio, no pueden decidir sobre los siguientes temas:
a) transformación, fusión, escisión; b) cuando las sociedades negocien sus
acciones en el mercado público de valores; c) se pretenda debatir el aumento del
capital autorizado o la disminución del suscrito, debido a que estos temas deberán
incluirse en el orden del día señalado en la convocatoria. La omisión de este
requisito la hará ineicaz (Ley 222 de 1995, artículos 13 y 67).
En igual sentido lo ha dicho la Superintendencia de Sociedades:
Reuniones por derecho propio. Este despacho se permite formular a continuación
los siguientes comentarios acerca de la realización de las reuniones por derecho
propio de las que trata el artículo 422 del Código de Comercio:
1. En virtud de lo dispuesto en el artículo 186 del citado código que remite
de manera general a las reglas del artículo 429 ibidem aplicables también a las
mencionadas reuniones, las mismas pueden tener ocurrencia en cualquier
sociedad mercantil.
2. Su celebración solo puede tener lugar cuando la asamblea o Junta de socios
debiéndose reunir en forma ordinaria dentro de los tres primeros meses del año
o por disposición legal o estatutaria, no se lleve a cabo por falta de convocatoria.
PARTE 3 - CAP. I: ASAMBLEA GENERAL DE ACCIONISTAS O JUNTA DE SOCIOS
Se entiende que no hay convocatoria, cuando ésta no se ha efectuado o cuando
la citación se hace permitiendo alguno de los requisitos en cuanto a medio,
antelación o persona facultada para realizarla.
3. Esta reunión solo puede llevarse a cabo en el domicilio principal de la sociedad,
y en el lugar donde funcione la administración de la misma. Por ello, en las
sociedades que no tengan oicinas de administración en la sede de su domicilio
principal no puede tener ocurrencia este tipo de reunión por ausencia de una de
las condiciones de la ley.
4. Su realización únicamente puede tener lugar a las 10.00 a.m. del primer día
hábil del mes de abril, requisito este último que amerita las siguientes precisiones:
a) En principio, los días sábados son hábiles, y tal carácter ostentarían para la
realización de la reunión mencionada, en la medida en que las oicinas de
administración ubicadas en el domicilio principal se labore habitualmente tales
días, teniendo en cuenta que dicha circunstancia permite que los asociados
puedan ejercer en esos días los derechos que su condición de tal les otorga,
mientras que la habitualidad se sustenta en el conocimiento y seguridad de que
ese hecho les brinda a los asociados sobre la oportunidad de que dispone para
proceder de esa manera.
b) Sin embargo, siendo los sábados habitualmente laborales, puede presentarse
el hecho de que especíicamente en algunos de ellos usualmente no se labore por
circunstancias previamente conocidas, como sería el caso de los sábados santos,
evento en el cual, por tener éstos un carácter excepcional, no se tendrían como
hábiles pese a tener tal condición los restantes sábados [...](Superintendencia
de Sociedades, 1994, Circular externa 7 de marzo).
F) No presenciales167
167 Superintendencia de Sociedades, Circular Externa número 5 de 1996. «1 .La convocatoria no es
requisito esencial: según el artículo 186 del Código de Comercio, para la debida conformación y
funcionamiento de las asambleas y juntas de socios, es necesario cumplir lo prescrito en la ley o
en los estatutos en cuanto a convocación y quórum. Sin embargo, el requisito de la convocatoria
previa puede obviarse cuando quiera que en la reunión respectiva se halle representada la totalidad de los asociados, conforme a lo dispuesto en el artículo 182 ibídem, de donde resulta claro
que las reuniones de estos órganos sociales pueden llevarse a cabo con previa citación o sin ella,
según sean las condiciones en que acudan los accionistas o socios. 2. Requisitos esenciales de las
«reuniones no presenciales»: Teniendo en cuenta que el artículo 186 del Código de Comercio no
alude a la convocatoria como presupuesto para la existencia de las «reuniones no presenciales»,
los requisitos esenciales de estas reuniones, se resumen en la participación de todos los socios o
de todos los miembros de la junta directiva en su caso y a la utilización de un medio susceptible
de probarse. De acuerdo con la regla general mencionada, estas reuniones pueden obedecer a
la determinación concreta de sesionar conforme a las nuevas condiciones que permite la ley; o
a una citación o convocatoria previa, ya sea que esta se efectúe inicialmente para una reunión
presencial que luego se realice bajo la modalidad de no presencial, o que desde un comienzo se
realice para promover una reunión no presencial a la cual los socios o administradores asistirán
preparados, gracias a la antelación. 3. Solicitud para que envíe delegado: la solicitud del delegado
345
346
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
El artículo 19 de la Ley 222 de 1995 permite la realización de reuniones sin
necesidad de la presencia física de sus miembros, siempre y cuando por cualquier
medio de comunicación, como teléfono, fax, télex, computador, etc., se pruebe
la participación de todos los asociados o miembros, para deliberar y decidir por
comunicación simultánea o sucesiva, es decir, que el medio empleado permita la
comunicación de manera inmediata.
Por tanto, habrá reunión de asamblea o Junta de socios, siempre que se pruebe que
todos los socios pueden deliberar y decidir de manera simultánea, sin importar
el medio utilizado durante la reunión. Ello rompe con el quórum señalado para
las reuniones presenciales y, por consiguiente, serán ineicaces las decisiones
adoptadas cuando se compruebe que alguno de los socios o miembros no pudo
participar en la comunicación simultánea o sucesiva (Ley 222 de 1995, artículo 21).
Será igualmente indispensable la presencia del delegado de la Superintendencia
de Sociedades, si la sociedad se encuentra bajo su vigilancia. Ello será requisito
indispensable para la validez y legalidad de las decisiones que se adopten en este
tipo de reuniones. Por tanto, solo será válida aquella reunión que haya sido co-
de la Superintendencia de Sociedades, tratándose de sociedades sujetas a su vigilancia, deberá
efectuarse con ocho días de antelación a la reunión no presencial cuando quiera que la misma
se vaya a realizar en virtud de una citación o convocatoria hecha con una antelación no inferior
a la indicada. En los demás casos, la solicitud del delegado se hará en el momento en que se programe la realización de la correspondiente reunión. 4. Funciones del delegado: del parágrafo del
artículo 19 de la Ley 222 es dable inferir que la función primordial que está llamado a cumplir
el delegado de la Superintendencia de Sociedades es la de veriicar la realidad e idoneidad del
medio que se emplee para surtir la comunicación entre los asociados o miembros de la junta
directiva, pues no a otra conclusión permite llegar la exigencia de la prueba a que hace alusión
la norma para el caso de las sociedades no sujetas a vigilancia. 5. Participación y presencia del
delegado: en uno u otro evento y teniendo en cuenta la función del delegado, su presencia se
cumplirá en las oicinas donde funcione la administración de la sociedad, en cualquiera de los
lugares donde se esté surtiendo la comunicación e inclusive desde la misma Superintendencia o
de otro lugar a través del medio técnico que le permita enterarse del desarrollo de la reunión, si
ello es posible de acuerdo con los equipos de que disponga. 6. Indicación de medios técnicos: para
este propósito, las sociedades cuyas asambleas, juntas de socios o juntas directivas vayan a celebrar reuniones no presenciales, al solicitar delegado deberán informarle a la Superintendencia
de Sociedades cuál es el medio que se proyecta utilizar y cuáles son las condiciones y elementos
técnicos de acceso al sistema y de participación dentro del mismo. 7. Ausencia de delegado: de
conformidad con el numeral 32, del artículo 2o del decreto 1080 del 19 de junio del presente
acto, a través del cual se reestructuró la Superintendencia de Sociedades, esta Entidad solo enviará delegados a las reuniones no presenciales, en la medida en que hubiere disponibilidad de
personal y presupuesto para ese in (el aparte subrayado fue declarado inexequible mediante
Sentencia C-180 de 1997). De ahí resulta que si esta Superintendencia no pudiera atender la solicitud que se le formule para estos efectos, la reunión podrá realizarse siempre que se cumplan
los requisitos esenciales que determinan su procedencia, sin que la ausencia del delegado pueda
verse como causa de inexistencia, nulidad o ineicacia».
PARTE 3 - CAP. I: ASAMBLEA GENERAL DE ACCIONISTAS O JUNTA DE SOCIOS
municada a la Superintendencia con no menos de ocho días de antelación, con el
in de que provea de los medios técnicos adecuados que permitan la asistencia o
presencia de su delegado.
Como lo señala el parágrafo del artículo 19 de la Ley 222 de 1995, la ausencia del
delegado traerá como resultado la invalidez de la reunión, toda vez que este es
el encargado de «evitar que se vean atropelladas las mayorías accionarias en las
asambleas y juntas directivas donde se va a utilizar este nuevo mecanismo». Sobre
la asistencia obligatoria del delegado, la Corte Constitucional declaró inexequible
el artículo 2o, numeral 32, del decreto 1080 de 1996, mediante sentencia C-180 del
10 de abril de 1997, dejando sin fundamento en la parte pertinente el numeral 7 de
la circular externa número 5 de 1996, que reglamenta las reuniones no presenciales,
ya que no se puede condicionar la presencia obligatoria del delegado a la falta de
presupuesto o personal de la entidad (Superintendencia de Sociedades, 2000,
Oicio 220-46125).
G) Reuniones de segunda convocatoria
Estas proceden cuando haya sido convocada la primera reunión y la misma no
se haya llevado a cabo por falta de quórum o por inasistencia de todos los socios.
Por esta razón, podrá convocarse a una segunda reunión en la misma forma
en que se hizo la primera. No obstante, si la primera reunión fuere ordinaria
y ya transcurrió el término de quince días para el derecho de inspección, para
la segunda reunión que será extraordinaria, no se ha de contar con el termino
anterior, pues la inalidad ya se cumplió, a menos que la información inanciera
haya sufrido alguna modiicación, lo cual conlleva a llevarse a cabo una nueva
convocatoria con 15 días hábiles de anticipación a la nueva reunión, para que
dentro de este plazo los asociados puedan hacer uso del derecho a la inspección
sobre los libros y papeles de la sociedad (Código de Comercio, artículo 447 y
artículo 48 Ley 222/95).
La reunión de segunda convocatoria, además: a) deberá efectuarse no antes de los
diez días ni después de los treinta, contados desde la fecha ijada para la primera
reunión; b) decidirá válidamente con un número plural de socios cualquiera sea
la cantidad de acciones que esté representada y en las sociedades que negocien
sus acciones en el mercado público de valores, la asamblea sesionará y decidirá
válidamente con uno o varios socios168; c) las mismas personas que realizaron la
primera convocatoria son las obligadas a realizar la segunda (Ley 222 de 1995,
artículos 68 y 69).
168 No podrán aprobarse aquellas reformas estatutarias y adoptarse decisiones en las que los estatutos sociales y la ley señalen mayorías especiales.
347
348
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Respecto a este tipo de reuniones la Superintendencia de Sociedades señaló que:
constituyen una excepción al régimen de las mayorías decisorias, por cuanto las
determinaciones del máximo órgano social pueden adoptarse con una votación
inferior a la prevista en la ley o los estatutos. No obstante, existen algunas
materias respecto de las cuales la ley exige una mayoría caliicada que no puede
ser desconocida en ningún caso. Tales son las relativas a la adopción de reformas
estatutarias y a la creación de acciones privilegiadas [...] aparte de los aspectos
especíicos mencionados, la mayoría decisoria propia de las reuniones de segunda
convocatoria es aplicable a cualquier determinación que los asociados deseen
tomar, inclusive respecto de las cuales los estatutos exijan mayorías especiales [...]
para que las estipulaciones contractuales exijan una determinada votación, podrá
adoptarse en una reunión de segunda convocatoria con la mayoría de votos
representados en la correspondiente sesión, sin tener en cuenta la restricción
estatutaria mencionada (Superintendencia de Sociedades, 1990, Conceptos
1988 y 1990).
En otras palabras, este tipo de reuniones tiene la característica de que sin importar
la cantidad de partes de interés, cuotas o acciones representadas, en ellas se decide
válidamente con un número plural de socios, pero además deberán respetarse
aquellas mayorías especiales que determinen la ley o los estatutos.
H) Preliminares y nales
Son preliminares las reuniones que tienen por objeto reunir a los individuos
previamente a la constitución de la sociedad. Algunos de los asuntos que se pueden
tratar en este tipo de reuniones son: a) discutir los estatutos que van a adoptarse,
b) aprobar el avalúo de los bienes aportados en especie (Código de Comercio,
artículo 32, inciso Io) y c) determinar la remuneración a los promotores. Para
adoptar tales decisiones, será necesaria la unanimidad y, en caso de que alguna
de las personas discrepe de lo acordado, simplemente se abstendrá de suscribir el
contrato social (Código de Comercio, inciso Io, artículo 132).
Por su parte, en las reuniones inales los socios deberán especiicar la forma como
se pagaron los pasivos sociales, si los mismos fueron quienes adelantaron de
manera directa la liquidación, y si ello no fuese así, el liquidador es a quien le
corresponde rendir cuentas y presentar la llamada cuenta inal de liquidación.
Además, deberá señalarse cómo se aprobó la cuenta inal de liquidación, y para
ello solamente se necesitará de una mayoría decisoria, es decir, las decisiones se
adoptarán con la mayoría de asociados que concurran y con su voto favorable.
Si realizada la convocatoria los asociados no concurren a la reunión, podrá
realizarse una segunda convocatoria y será el liquidador el encargado de citar
nuevamente a los socios para los diez días siguientes; si de nuevo no concurre
ningún asociado, las cuentas realizadas por el liquidador se tendrán por aprobadas
y no podrán ser impugnadas (Código de Comercio, artículo 248).
PARTE 3 - CAP. I: ASAMBLEA GENERAL DE ACCIONISTAS O JUNTA DE SOCIOS
7. Representación de los socios
A) Participación por representante
En principio son los socios quienes asisten personalmente a las reuniones de la
asamblea o Junta de socios, pero también podrán hacerlo mediante representante,
ya sea porque el socio se encuentra físicamente incapacitado para asistir o
simplemente porque no desea hacerlo. Este es un derecho inherente a todo socio
y, por tanto, los estatutos no podrán desconocerlo, es decir, solo los socios tendrán
la potestad de ejercerlo o no.
B) Requisitos del poder
Quienes ostentan la calidad de socios, podrán otorgar poder escrito para ser
representados en las reuniones que celebren la asamblea general o la Junta de
socios. Para ello, el artículo 18169 de la Ley 222 de 1995 ha señalado algunos
requisitos de validez para cuando sean representados, los cuales son:
• El poder debe constar por escrito pues, de lo contrario, sería inexistente. Por
tanto, tendrá que constar en documento privado con las irmas autógrafas,
las cuales no requerirán reconocimiento ante notario, ni el poder será
necesario otorgarlo por escritura pública, en virtud del principio de la
buena fe (Constitución Política, artículo 83, y Código Civil, artículo 768).
Este documento podrá dirigirse al representante legal o al apoderado por
cualquier medio, ya sea en carta, telegrama o fax, pero siempre el original
deberá encontrarse irmado por el representado o el poderdante, o al menos,
ser prueba de que proviene de este.
• Debe además indicarse: a) el nombre del apoderado o de su sustituto; b) la
fecha de la reunión o reuniones en las que va a ser representado el socio o
poderdante.
• Cualquier persona natural o jurídica podrá hacerse representar en las
reuniones de asamblea o Junta de socios. El artículo 18 de la Ley 222 de 1995
derogó el artículo 184 de Código de Comercio, eliminando la parte en la
cual señalaba la prohibición de que se otorgara poder a las personas jurídicas
mediante escritura pública, salvo en los casos que fuera en desarrollo de un
negocio iduciario.
169 «Todo socio podrá hacerse representar en las reuniones de la Junta de socios o asamblea mediante poder otorgado por escrito, en el que se indique el nombre del apoderado, la persona en
quien este puede sustituirlo, si es del caso, la fecha o época de la reunión o reuniones para las
que se coniere y los demás requisitos que se señalen en los estatutos. Los poderes otorgados en
el exterior solo requerirán las formalidades aquí previstas».
349
350
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
• Los administradores170 o empleados en ejercicio de sus funciones se
encuentran inhabilitados para ejercer la representación de los socios, salvo
en los casos de representación legal (Código de Comercio, artículo 185).
• Cuando el poder sea otorgado en el exterior, este tendrá que contener los
requisitos anteriormente señalados, es decir, que conste por escrito, que
se indique el nombre del apoderado y la fecha o época de la reunión. En
consecuencia, se excluirá la aplicación del artículo 480 del Código de
Comercio171, es decir, que los documentos que se otorguen en el exterior
tengan que ser autenticados por los funcionarios competentes del
respectivo país y, además, que requieran constancia del cónsul, indicando
la existencia de la sociedad y que ejerce su objeto de conformidad a las leyes
del respectivo país.
C) Representación obligatoria
Dicha representación podrá ser voluntaria o legal. En la primera situación, el
asociado conferirá libre y espontáneamente poder a otra persona; en la segunda,
la ley determina los casos en los que la representación es total y única, los cuales se
encuentran expresamente señalados en el Estatuto Mercantil y son los siguientes:
• El caso en que una o más partes de interés, cuotas o acciones pertenezcan
pro indiviso a varias personas, que deben designar a un apoderado quien
será el encargado de ejercer los derechos inherentes a las mismas (Código
de Comercio, artículo 148). No obstante, responderán solidariamente por el
cumplimiento de las obligaciones para con la sociedad todos los comuneros
y quien los represente. Igual regla señala el artículo 378 del Código de
Comercio, pues por ser indivisible la acción y pertenecer a varias personas,
deberá designarse a un representante para ejercer los derechos inherentes a
la calidad de accionista.
La Superintendencia de Sociedades, acorde con lo anterior, expresó que:
cuando sobre una sola alícuota del capital social recaiga la titularidad de
varias personas, lo que se conforma alrededor de dicha parte alícuota es una
170 Son administradores el representante legal, el liquidador, el factor, los miembros de juntas o
consejos directivos y quienes de acuerdo con los estatutos ejerzan u ostenten esas funciones
(Ley 222 de 1995, artículo 22).
171 «Los documentos otorgados en el exterior se autenticarán por los funcionarios competentes
para ello en el respectivo país, y la irma de tales funcionarios lo será a su vez por el cónsul
colombiano o, a falta de este, por el de una nación amiga, sin perjuicio de lo establecido en
convenios internacionales sobre el régimen de los poderes. Al autenticar los documentos a que
se reiere este artículo, los cónsules harán constar que existe la sociedad y ejerce su objeto conforme a las leyes del respectivo país».
PARTE 3 - CAP. I: ASAMBLEA GENERAL DE ACCIONISTAS O JUNTA DE SOCIOS
comunidad, institución regulada por el capítulo m, título 33, Libro 4o del Código
Civil y, por lo tanto, a juicio de este despacho el nombramiento del representante
de la referida parte alícuota debe hacerse de la misma manera señalada para el
nombramiento del administrador de la comunidad, más aún si se considera que el
aludido representante adquiere prácticamente el carácter de administrador de la
comunidad que surge sobre la acción o cuota que pertenece en pro indiviso, dadas
las funciones que precisamente va a cumplir el representante (Superintendencia
de Sociedades, 1989, Oicio AN-10375).
Entonces, ante la falta de acuerdo en la designación del representante, cualquier
interesado puede solicitar al juez del domicilio social que lo designe.
• El procedimiento para nombrar representante común de los herederos
del socio fallecido debe decidirse con mayoría de votos de los sucesores
reconocidos en el juicio, si no hubiere albacea, pues de haberlo será él quien
represente las acciones que pertenecen a la sucesión ilíquida; si son varios los
albaceas, deben designar un representante, salvo que el juez autorice a uno
de ellos para serlo.
Cuando sea una herencia yacente, será el curador quien ejerza la representación,
pero además deberá tener autorización del juez para ejercer el voto en aquellos
acuerdos que se reieran a la disposición del patrimonio. En caso de que no exista
proceso sucesoral, simplemente no deberá acreditarse la posición de heredero.
• Cuando las partes de interés, cuotas o acciones se dan en prenda, en usufructo
o en anticresis. Por regla general, serán los asociados quienes ejerzan los derechos conferidos por las acciones, cuotas o partes de interés, como lo es el
de participar en las reuniones del máximo órgano social; pero excepcionalmente, cuando sobre tales participaciones se realizan diversos negocios jurídicos, tal derecho a participar radicará en cabeza de otras personas diferentes
a los socios.
Así, el artículo 300 del Código de Comercio establece la posibilidad de que el
interés social, pueda darse en prenda mediante instrumento público o documento
privado reconocido legalmente, pero esta no será oponible a terceros sino a partir
de su inscripción en el registro mercantil. No obstante, a pesar de que la prenda
no le concede al acreedor los derechos del accionista, podrá pactarse el ejercicio
de alguno de estos, pero en todo caso, si nada se dice o pacta al respecto, será el
asociado deudor quien puede hacerse representar (Código de Comercio, artículos
410 y 411).
Así mismo, el interés social podrá ser objeto de anticresis y usufructo. En el
primer caso, para el acreedor solo existirá el derecho de percibir las utilidades
que correspondan al asociado, y en el segundo, solo se conferirán determinados
derechos inherentes a la calidad de socio, como el de negociar o ceder las partes de
351
352
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
interés, cuotas o acciones, darlas en prenda o el de obtener un porcentaje neto de
utilidades al momento de liquidación. En uno y otro caso, será el asociado quien
concurra a las asambleas o juntas, si nada se ha pactado (Código de Comercio,
artículos 410, 412 y 413).
8. Quórum o mayorías172
172 Es importante tener claridad respecto del alcance de los términos que se exponen a continuación, en razón a que se puede llevar a cabo una reunión de asamblea o Junta de socios o adoptarse decisiones sin observancia de las mayorías legales o estatutarias, lo cual generará nulidad
absoluta.
Sobre este tema de quórum o mayorías, el legislador les ha dado libertad a los socios que las
estipulen. En consecuencia, la ley se aplica en subsidio de lo pactado en los estatutos.
1) Unanimidad: Este término hace referencia a que la decisión que se tome ha de requerirse el
voto de todos los asociados que constituyen la sociedad o que conforman el capital suscrito.
Ejemplo «la transferencia de parte de interés, el ingreso de nuevos socios así como cualquiera otra reserva estatutaria y la enajenación de la totalidad o de la mayor parte de los
activos sociales requerirán el voto unánime de los socios, o de sus delegados...» (Código de
Comercio, artículo 316). «Las cláusulas consagradas en los estatutos conforme a la previsto
en los artículos 13, 14, 39 y 40 de esta ley solo podrán ser incluidas o modiicadas mediante
la determinación de los titulares del cien por ciento (de las acciones suscritas)» (Ley 1258 de
2008, artículo 40).
También hace referencia a que la decisión que se tome requerirá el voto de todos los asociados presentes en la reunión. Ejemplo «las personas elegidas no podrán ser remplazadas
en elecciones parciales, sin proceder a nueva elección por el sistema del cociente electoral, a
menos que las vacantes se provean por unanimidad.
Si en la toma de decisiones, se dice que este punto o proposición fue aprobado por unanimidad, ha de entenderse que ha sido por los socios presentes en la reunión» (Código de
Comercio, artículo 197, inciso 3o).
2) Totalidad: Esta expresión se utiliza para reuniones universales y en la etapa de la convocatoria, ejemplo «la Junta de socios o la asamblea se reunirá válidamente cualquier día y en
cualquier lugar sin previa convocación, cuando se hallare representada la totalidad de los
asociados» (Código de Comercio, artículo 182, inciso 2o).
También en las actas de asamblea o Junta de socios se utiliza, cuando el tema se considera a
votación de los asociados, o cuando se redacta el acta, en la cual se expresa que fue aprobada
por la totalidad de los asociados, lo cual ha de entenderse como equivalente a unanimidad
3) Mayoría para deliberar. Es el número mínimo de socios o de capital que se requiere para
instalar una Junta de socios o asamblea Ejemplo: «a falta de estipulación expresa podrá deliberarse con la mayoría genérica de sus asociados cualquiera que sea su aporte» (Código de
Comercio, art. 302). «La asamblea deliberara con un numero plural de socios que represente
por lo menos, la mitad mas una de las acciones suscritas salvo que en los estatutos se pacte
un quórum inferior« (Ley 222 de 1995, art. 68). «Salvo estipulación en contrario la asamblea
deliberará con uno o varios accionistas que representen cuando menos la mitad mas una de
las acciones suscritas...» (Ley 1258 de 2008, artículo 22).
4) Mayoría para decidir: Es el número mínimo de socios o de capital que conforman la sociedad o, de los presentes en la reunión. Ejemplo: «a falta de estipulación expresa, podrá
deliberarse con la mayoría numérica de los asociados cualquiera que sea su aporte, y podrán
adoptarse las decisiones con el voto de no menos de la misma mayoría salvas las refor-
PARTE 3 - CAP. I: ASAMBLEA GENERAL DE ACCIONISTAS O JUNTA DE SOCIOS
El quórum es el número plural mínimo de socios requerido por los estatutos o
por la ley para deliberar o decidir válidamente en la asamblea o Junta de socios,
es decir, el mínimo de personas que deben concurrir o estar representadas en la
reunión para que se pueda deliberar, ya sea con su voto positivo o negativo, a in
de expresar si el asunto a tratar es aprobado o no.
Constituye además un elemento esencial para la constitución y funcionamiento
de la asamblea y en caso de no cumplirse las reglas sobre convocatoria y quórum,
la asamblea será inexistente y las decisiones tomadas en la misma, ineicaces. El
quórum será ijado por los socios previamente en los estatutos sociales, según
lo consideren suiciente para intervenir y adoptar las medidas necesarias para la
consecución del contrato social.
Para su determinación han existido tres criterios: a) capitalista: la constitución
de la asamblea o Junta de socios dependerá de que haya una determinada
representación del capital social; b) personalista: la constitución de la asamblea
o Junta de socios con un determinado número plural de socios, y c) mixto: la
constitución de la asamblea o Junta de socios requiere la presencia de un número
plural de socios que a la vez represente una determinada parte del capital social.
Nuestra legislación adopta el criterio mixto para las sociedades por acciones,
y lo pertinente para los demás tipos societarios en los artículos 186, 427 y 429
del Código de Comercio (modiicados por los artículos 68 y 69 de la Ley 222
de 1995); también adopta el criterio personalista para las sociedades colectivas,
según el artículo 302 del Código de Comercio.
Siempre ha de tenerse presente que al momento de instalarse la reunión de la
asamblea, se veriique el quórum mínimo para declararse instalada la reunión.
Una vez conformado este e iniciada la reunión, quien la preside no podrá impedir
el ingreso de nuevos socios, pues de lo contrario, violaría el derecho que la ley le
coniere al socio, que es el de participar en las deliberaciones y votar en la reunión.
mas del contrato que requerirán el voto unánime de los socio» (Código de Comercio,
artículo 302).
«... Las decisiones de la Junta de socios se tomarán por un número plural de socios que
represente la mayoría absoluta de las cuotas en las que se halle dividido el capital de la
compañía» (Código de Comercio, artículo. 359). «... Con excepción de las mayorías decisorias señaladas en los artículos 155, 420 numeral 5 y 455 del Código de Comercio las decisiones se tomaran por mayoría de los votos presentes...» (Código de Comercio, artículo. 68).
«Las determinaciones se tomarán mediante el voto favorable de un número singular o plural
de accionistas que represente cuando menos la mitad más una de las acciones presentes,
salvo que en los estatutos se prevea una mayoría decisoria superior para algunas o todas las
decisiones» (Ley 1250 de 2008, artículo 22).
5) Voto en blanco: Así se denomina aquel que estando en la reunión no voto o se abstuvo de
votar.
353
354
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
También puede suceder que después de instalada la reunión con el quórum
mínimo para deliberar se ausente un determinado número de socios que genere la
desintegración del quórum. En dicha situación, quienes permanezcan en la reunión
podrán optar por darla por terminada o seguir tratando los temas del día, pero
no podrán adoptar ninguna decisión. Ahora bien, si al momento de adoptar una
decisión se reestablece no solo el quórum deliberatorio sino también el decisorio,
nada se opone para que los socios que reingresen a la reunión participen y voten
por las decisiones, y si las mismas son aprobadas con los mínimos que exigen los
estatutos o la ley, serán plenamente válidas y obligatorias (Superintendencia de
Sociedades, 1988, Oicio AN-0850) (Superintendencia de Sociedades, 2001,
Oicio 220-00456).
A) Quórum deliberatorio
Cuando los socios no han previsto en los estatutos el régimen de mayorías
deliberatorias, supletoriamente se remitirán a lo señalado en el artículo 427 del
Código de Comercio, norma aplicable a todas las sociedades, por así indicarlo el
artículo 186 del mismo Código.
No obstante, hay que aclarar que el artículo 427 vino a ser derogado por el inciso
primero del artículo 68 de la Ley 222 de 1995, el cual señala que «la asamblea
deliberará con un número plural de socios que represente, por lo menos, la mitad
más una de las acciones suscritas, salvo que en los estatutos se pacte un quórum
inferior». Esta norma supone además que:
• No podrá haber deliberación cuando uno de los socios posea la mitad más
una de las acciones suscritas, pues se requiere de una pluralidad.
• Los socios podrán pactar una mayoría inferior para deliberar al momento de
reformar los estatutos sociales. Por tanto, en caso de existir una norma que
estipule una mayoría superior, esta será nula frente a lo establecido en los
estatutos y según lo indicado por el artículo 68 de la Ley 222 de 1995173.
• Por no existir norma especial respecto a mayorías en las sociedades de
responsabilidad limitada y en las comanditarias, será aplicable esta mayoría
para deliberar. Por su parte, los socios gestores de las comanditarias podrán
deliberar con el quórum señalado en sus estatutos o, en su defecto, con la
mayoría numérica de los asociados (Código de Comercio, artículos 186, 302
y 341).
173 Con respecto a lo señalado por el artículo 427 del Código de Comercio, según el cual podría
acordarse una mayoría diferente, esto es, inferior, igual o superior a la legal, se sigue manteniendo en las sociedades anónimas y en comanditas por acciones cuyas acciones no sean negociadas en mercado público de valores.
PARTE 3 - CAP. I: ASAMBLEA GENERAL DE ACCIONISTAS O JUNTA DE SOCIOS
• El artículo 302 del Código de Comercio señala una regla especial para
deliberar en las sociedades colectivas, la cual es en su mayoría prevista en los
estatutos y que puede ser la mitad más uno o un número inferior o superior.
A falta de dicha estipulación, será la mayoría numérica de socios sin importar
el capital.
B) Mayoría decisoria
Para determinar estas mayorías, igualmente se remitirá a lo señalado en el artículo
68 de la Ley 222 de 1995, por indicación expresa del artículo 186 del Código de
Comercio. El mencionado artículo 68 indica que «con excepción de las mayorías
decisorias señaladas en los artículos 155, 420 numeral 5 y 455 del Código de
Comercio, las decisiones se tomarán por mayoría de los votos presentes». De ello
se iniere que:
• La asamblea de accionistas debe cumplir con el quórum deliberatorio antes
señalado para que las decisiones tomadas sean válidas.
• Esta mayoría no se podrá variar mediante los estatutos sociales, pues lo
consagrado en el artículo 68 es de carácter imperativo, con excepción de las
sociedades anónimas y comanditas por acciones en lo que respecta a aquellas
acciones que no sean negociadas en el mercado público de valores, pues solo
en este caso podrá pactarse un quórum diferente o mayorías superiores a las
indicadas.
• A las sociedades de responsabilidad limitada y comanditarias se les aplica
igualmente la mayoría decisoria señalada para las anónimas, y respecto de
los socios gestores, los votos se emitirán en forma numérica según la mayoría
señalada en los estatutos y, a falta de la misma, con la mayoría numérica de
los socios (Código de Comercio, artículos 341 y 342).
• Las decisiones de la Junta de socios en la sociedad colectiva se adoptarán con
la mayoría prevista en los estatutos, y en su defecto, se decidirá con mayoría
absoluta de votos.
C) Mayoría para segunda convocatoria
Cuando no se logre conformar la mayoría deliberatoria antes vista, debe hacerse
una nueva convocatoria para una nueva reunión, la cual deberá llevarse a cabo
entre el décimo y el trigésimo día siguientes a la primera reunión; para este
término se computarán solo los hábiles laborales para la sociedad (Ley 222 de
1995, artículo 69)174. En esta segunda reunión se podrá decidir y deliberar con
174 Art. 69. Si se convoca la asamblea y esta no se lleva a cabo por falta de quórum, se citará a una
nueva reunión que sesionará y decidirá válidamente con un número plural de socios cualquiera
355
356
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
un número plural de socios, sin importar la cantidad de acciones representadas.
Estos son sus efectos:
• Puede darse para reunión ordinaria o extraordinaria, pues el legislador no
hizo distinción alguna.
• Por virtud del artículo 186 del Código de Comercio, su aplicabilidad es para
todas las sociedades.
• No pueden ser desconocidas las mayorías decisorias especiales establecidas
en el Código de Comercio y las que más adelante veremos; de lo contrario, se
generará nulidad absoluta por ir en contra de norma imperativa.
D) Mayoría en reuniones por derecho propio
Como lo vimos, este tipo de reunión se conigura cuando la asamblea o Junta de
socios se reúne el primer día hábil del mes de abril a las 10 a. m. en el domicilio
principal, debido a que por la falta de convocatoria o por la ilegalidad de la misma
no se pudo realizar la reunión ordinaria dentro de los primeros meses del año.
Para este caso se aplican las mismas pautas señaladas por el artículo 69 de la Ley
222 de 1995, es decir, la asamblea o Junta de socios ordinaria podrá deliberar y
decidir con un número plural de socios, sin importar la cantidad de acciones que
represente. Sin embargo, en este tipo de reuniones no podrán tomarse decisiones
acerca de determinados temas, debido a que los mismos deben estar indicados en
el orden del día de la convocatoria, so pena de ineicacia, y como en las reuniones
de derecho propio esta no existe, las decisiones tomadas al respecto serán
igualmente ineicaces. Dichos temas son: la transformación, escisión, cancelación
de la inscripción de las acciones en el registro nacional de valores o el ejercicio
del derecho de retiro, aumento del capital autorizado o disminución del suscrito.
E) Quórum en reuniones universales
En estas reuniones es necesario que se encuentre representada la totalidad del
capital suscrito, para poder deliberar y para que las decisiones tomadas sean válidas;
pero además, se deberán tener en cuenta las mayorías decisorias previamente
vistas y las especiales. No podrán tratarse los mismos temas de las reuniones por
sea la cantidad de acciones que es representada. La nueva reunión deberá efectuarse no antes
de los diez días ni después de los treinta, contados desde la fecha ijada para la primera reunión.
Cuando la asamblea se reúna en sesión ordinaria por derecho propio el primer día hábil del mes
de abril, también podrá deliberar y decidir válidamente en los términos del inciso anterior. En
las sociedades que negocien sus acciones en el mercado público de valores, en las reuniones de
segunda convocatoria la asamblea sesionará y decidirá válidamente con uno o varios socios,
cualquiera sea el número de acciones representadas.
PARTE 3 - CAP. I: ASAMBLEA GENERAL DE ACCIONISTAS O JUNTA DE SOCIOS
derecho propio porque igualmente carecen de convocatoria y orden del día, y
estos son requisitos necesarios para que las decisiones tomadas respecto a dichos
temas sean eicaces o válidas.
Sin embargo, cuando se traten temas de transformación o fusión o escisión, ellos
podrán ser objeto de estudio y de decisión en esta clase de reuniones, ya que si
están todos los socios presentes, es el momento para que expresen si están de
acuerdo con la reforma que se vaya a tratar y que todos ellos la voten. No solo
la convocatoria y el orden del día consagrados en el artículo 13 de la Ley 222 de
1995 quedarían subsanados por la presencia de todos los socios —quienes pueden
optar por ejercer su derecho de retiro si la decisión tomada les impone una mayor
responsabilidad o implica una desmejora de sus derechos patrimoniales175—, sino
que de esta forma también todos y cada uno de los socios renuncian implícitamente
a su derecho de inspección.
175 «¿Debe entenderse que el artículo 13 de la Ley 222 de 1995 es norma imperativa y que, por
tanto, la decisión de transformación es ineicaz aunque se haya votado airmativamente por el
cien por ciento de los socios en una Junta de socios que no fue convocada?
Al respecto me permito manifestarle que ya está Superintendencia se ha pronunciado antes
sobre el tema objeto de su inquietud, concluyendo que sin perjuicio de la sanción que establece
la norma citada 25[1] por la omisión de los requisitos previstos en materia de convocatoria y
derecho de información para los casos en que hayan de ser sometidas a consideración de los
asociados las operaciones de escisión, fusión y transformación, la presencia del quórum universal y el consentimiento unánime de los socios, son suicientes para convalidar uno como otro
requisito, y por consiguiente para revestir de validez la operación que en esas condiciones se
adopte.
En consecuencia, resulta oportuno traer a continuación los apartes pertinentes del Oicio 10087.155 del 20 de septiembre de 1999, a través del cual se exponen las consideraciones que fundamentan el criterio de esta Entidad.
No obstante las exigencias contenidas en la norma que acaba de comentarse (Ley 222 de 1995,
artículo 13) existe en el Código de Comercio, artículo 182, una disposición de carácter general,
aplicable a todo tipo de sociedad, según la cual la Junta de socios o la asamblea se reunirá válidamente cualquier día y en cualquier lugar sin previa convocación, cuando se hallare representada
la totalidad de los asociados, así como una especial aplicable a las sociedades anónimas, y por
remisión del art. 372, ibídem, a las sociedades de responsabilidad limitada, artículo 426, al tenor
de la cual la asamblea podrá reunirse sin previa citación y en cualquier sitio, cuando estuviere
representada la totalidad de las acciones suscritas» (Superintendencia de Sociedades, Oicio
220-062800).
«En este orden de ideas, y como el in de la preceptiva del artículo 13 de la Ley 222 es la protección de los socios permitiendo que puedan ejercer su derecho de retiro cuando la operación les
imponga una mayor responsabilidad o implique una desmejora de sus derechos patrimoniales,
considera este despacho que en el evento de que la decisión se adopte en una reunión universal,
con la presencia y decisión de todos los socios, es posible obviar no solamente el término de los
quince días hábiles que se exigen [...], sino la convocatoria, por cuanto la presencia de todos los
socios y la manifestación expresa de los mismos de estar todos de acuerdo con la aprobación de
la escisión, dejaría a salvo su protección y, por ende, la inalidad de la norma que se estudia».
357
358
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
F) Mayorías especiales
Si bien existen mayorías ordinarias o comunes, también existen mayorías especiales
señaladas por la propia ley o por los estatutos. Luego, hay casos excepcionales en
los que no se utiliza la regla general del artículo 68 de la Ley 222 de 1995, aplicable
para las sociedades anónimas y para las sociedades limitadas según el artículo 372
del Código de Comercio, puesto que consagran o estipulan mayorías decisorias
especiales. Por ejemplo:
• Distribución de utilidades. A menos que se hubiese pactado otra cosa estatutariamente, deberá ser aprobada con el voto favorable de un número plural
de socios que como mínimo representen 78 por ciento de las acciones, cuotas
o partes de interés presentes en la reunión (Ley 222 de 1995, artículo 240).
• Colocación de acciones ordinarias. Dicha decisión requerirá del voto favorable
del 70 por ciento de las acciones presentes en la reunión, sin importar que
sean de uno o varios accionistas. Esto solo es aplicable para las sociedades
anónimas y en comandita por acciones, cuando las acciones no se encuentran
sujetas al derecho de preferencia (Código de Comercio, artículos 420,
numeral 5, y 352).
• Pago obligatorio del dividendo en acciones liberadas. Se requiere como mínimo
el voto favorable del 80 por ciento de las acciones representadas en la reunión,
en el caso de las sociedades anónimas; y en las comanditarias por acciones,
será el mismo porcentaje, pero derivado exclusivamente de los comanditarios
(Código de Comercio, artículos 352 y 455, inc. 3o).
• Reformas al contrato social. Estas dependen del tipo societario, así:
 En las sociedades colectivas se requiere del voto unánime de los socios
(Código de Comercio, artículo 302).
 En las sociedades en comandita por acciones se requiere el voto unánime de
los gestores y la mayoría de los votos de las acciones de los comanditarios,
si no se ha estipulado en los estatutos una mayoría diferente al respecto
(Código de Comercio, artículo 349).
 En las sociedades en comandita simple se requerirá el voto unánime de
los gestores y la mitad más uno de los votos o mayoría absoluta de los
comanditarios, salvo que se consagren otras mayorías estatutariamente o
se trate de cesión de partes de interés del gestor, pues en este caso requerirá
el voto unánime de los asociados incluyendo el del cedente, o en la cesión
de cuotas del comanditario, que requerirá solo el voto unánime de los
demás comanditarios, sin incluir los del cedente y gestores (Código de
Comercio, artículos 340 y 338).
 En las sociedades anónimas será la mayoría prevista en el inciso segundo
del artículo 68 de la Ley 222 de 1995.
PARTE 3 - CAP. I: ASAMBLEA GENERAL DE ACCIONISTAS O JUNTA DE SOCIOS
 En las sociedades de responsabilidad limitada será la señalada en el artículo
360 del Código de Comercio, el cual establece como mínimo legal el voto
favorable de un número plural de asociados que represente, cuando menos,
el 70 por ciento de las cuotas en que se halle dividido el capital social, sin
perjuicio de que se pueda pactar una mayoría superior.
• Cuando una sociedad sea socia del mismo tipo societario. En este caso, el
voto depende del tipo societario, así: a) para que una sociedad colectiva sea
socia de otra colectiva la decisión deberá adoptarse con el voto unánime de
los socios (Código de Comercio, artículo 295); b) en las comanditarias, la
decisión se adoptará con el voto unánime de los gestores y la mayoría de los
votos presentes en la reunión de los comanditarios (Código de Comercio,
artículos 341 y 352), y c) en las de responsabilidad limitada y anónimas,
será con el voto de un número plural de socios que represente la mayoría de
cuotas o acciones.
• Avalúo de aportes en especie. La mayoría varía, si es previo o posterior a la
constitución de la sociedad. En el primer caso, deberá ser aprobado por
unanimidad y, en el segundo, requiere del voto favorable del 60 por ciento de
las acciones, cuotas o partes de interés, sin contar las de los aportantes, quienes
no podrán votar (Código de Comercio, artículo 132). Para las sociedades
anónimas este 60 por ciento no será aplicable, por haber sido derogado
tácitamente por el artículo 68 de la Ley 222 de 1995, el cual consagró para este
caso la mitad más uno de las acciones suscritas para deliberar y la mayoría
de los votos presentes para decidir, salvo que en los estatutos se pacte una
mayoría superior.
• Decisiones durante el proceso liquidatorio. Las decisiones adoptadas durante
este proceso deberán ser aprobadas por la mayoría absoluta de votos
presentes, salvo que en los estatutos o en la ley se disponga expresamente otra
cosa (Código de Comercio, artículo 223).
Aquellas decisiones referentes a las discrepancias que se presenten en la actuación
de dos o más liquidadores serán decididas con el voto de la mayoría absoluta de
las partes de interés, cuotas o acciones representadas en la reunión, a menos que
en los estatutos se haya estipulado una mayoría diferente (Código de Comercio,
artículo 231).
9. Decisiones y votos
Una vez convocados y reunidos en asamblea o Junta de socios, los socios proceden
a adoptar decisiones que no son más que el acuerdo al que llegan sujetándose a los
estatutos y a la ley, para que tales decisiones tengan fuerza obligatoria para todos
los asociados, incluyendo a los socios ausentes o disidentes (Código de Comercio,
artículo 188).
359
360
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Como lo vimos anteriormente, por una parte los parámetros de la convocatoria
y el quórum son los que determinan la existencia de la asamblea, y por otra, los
acuerdos o decisiones que se adopten producen efectos entre los asociados y
frente a terceros, según lo señalado por el artículo 190 del Código de Comercio.
Entonces, se requerirá que tales decisiones sean válidas, es decir, que deben ser
adoptadas dentro de los límites del contrato social, pues este es el que representa
los intereses de los asociados y el que regula el ejercicio de los derechos que de él
se derivan.
En todo caso, las decisiones tomadas serán oponibles a todos los asociados con el
objetivo de que el contrato no pierda su esencia regulatoria de la empresa social,
y deberán ser adoptadas con el número de votos que se prevean en los estatutos
o en la ley a in de hacerlas obligatorias para todos los socios, siempre y cuando
las mismas sean de carácter general y sean de conformidad con las leyes y los
estatutos sociales; de lo contrario, serían inoponibles, ya que deben representar el
interés común de los asociados.
Las decisiones serán expresadas con el voto, ya sea a favor o en contra, por ser ello
lo que determina la aceptación o el rechazo de la decisión que se propone adoptar.
El voto se caracteriza por ser un acto individual y unilateral del socio y, por esta
razón, la capacidad de quien lo emite determinará la validez del acuerdo y, por
ende, del voto mismo, debido a que este es el medio por el cual se maniiesta la
voluntad sobre el asunto sometido a consideración.
El número de votos que puede emitir el asociado depende del tipo societario:
a) en la colectiva tendrá derecho a un voto sin importar el número de partes
de interés que tenga; b) en la comanditaria simple y por acciones, los gestores
tendrán un voto176 y los comanditarios tendrán tantos votos según el número
de cuotas o acciones que posean; c) en la anónima no existe regulación expresa
acerca del número de votos, pero se excluye la posibilidad del voto múltiple y, por
consiguiente, podría decirse que cada acción coniere un voto, y d) en la sociedad
limitada, tendrá derecho a emitir los votos que le correspondan en proporción al
número de cuotas que posea en la sociedad.
Las decisiones adoptadas en asamblea general de accionistas y de juntas de socios
son obligatorias para los asociados desde el mismo momento en que se adoptan con
las mayorías exigidas por la ley o los estatutos (Código de Comercio, artículo188).
Sus efectos se producen a partir de dicho tiempo independientemente de que el
acta se apruebe con posterioridad pues estas solo cumplen un papel probatorio
176 Respecto a las decisiones relativas a la administración, se tomarán en la forma señalada por los
estatutos por ser ellos o sus delegados en quienes radica la función administrativa.
PARTE 3 - CAP. I: ASAMBLEA GENERAL DE ACCIONISTAS O JUNTA DE SOCIOS
de los hechos ocurridos durante la respectiva reunión (Superintendencia de
Sociedades, 2008, Oicio 220-034945).
Una vez terminadas las deliberaciones y adoptadas las decisiones, es necesario
realizar una acta donde conste idedignamente que los acuerdos han sido aprobados
en reunión de la asamblea o Junta de socios con sujeción a las prescripciones
estatutarias y legales sobre quórum y mayorías decisorias. El acta inserta en el libro
de actas, inscrito en el registro mercantil, tiene mérito probatorio por ser plena
prueba de los hechos que constan en ella, pues los mismos están relacionados de
manera objetiva, veraz y completa, hasta tanto no se demuestre la falsedad del
acto o de la copia del acta (Código de Comercio, artículo 156).
Para hacer valer las actas con la eicacia probatoria indicada, basta que la copia
de las mismas sea «autorizada por el secretario o por algún representante de la
sociedad» (Código de Comercio, artículo 189). Además, vale la pena señalar que
a los administradores no se les admitirá prueba alguna para demostrar lo que no
conste en las actas registradas.
10. Actas de asamblea o Junta de socios
Voz latina que signiica «actos», «acciones», «hechos». Es la consignación de los
hechos, opiniones o el resumen de lo ocurrido en una reunión de asociados y que
fueron discutidos y sometidos a su aprobación.
Como se estudió en el punto anterior, toda sociedad mercantil deberá llevar un
libro en el que se anotarán por orden cronológico las actas de las reuniones de la
asamblea o Junta de socios, tal como se dispone en el artículo 195 del Código de
Comercio, en armonía con el numeral siete del artículo 28 del mismo Código. El
libro de actas de la Junta Directiva como los libros contables (libro diario, libro
mayor y balances y libro de inventarios) no se inscriben en el registro mercantil.
La elaboración de las actas estará sujeta a la clase de reunión de que se trate, es
decir, presenciales y no presenciales.
A) En reuniones presenciales
Cuando la asamblea o Junta de socios se reúna, ordinaria o extraordinariamente,
es obligatorio elaborar un acta en la que se consigne todo lo tratado en la reunión
y que, además, debe ser aprobada en la misma reunión por la asamblea o Junta de
socios, y excepcionalmente por una comisión, la cual sería elegida por los socios
(Código de Comercio, artículo 189). Téngase en cuenta que si esta comisión no
361
362
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
es aprobada por unanimidad, se ha de dar aplicación al sistema de cuociente
electoral, descrito en el artículo 197 del Código de Comercio177.
El acta deberá estar irmada por quienes actuaron en calidad de presidente y
secretario de la reunión o, en su defecto, por el revisor iscal (Código de Comercio,
artículo 431). En ella deberá, así mismo, indicarse la forma como fueron
convocados los socios y los votos emitidos. Las copias de estas actas que autoricen
el secretario o el representante legal constituyen prueba de los hechos que en ellas
constan, hasta tanto no se demuestre la falsedad de las actas o de las copias.
Los administradores están en la obligación de entregar copias a los asociados
o terceros interesados en impugnar las decisiones adoptadas en reunión de la
asamblea o Junta de socios. En igual sentido, la Superintendencia de Sociedades
ha indicado que:
Si bien en términos generales no es obligatorio para el representante legal dar
copia de los documentos de la compañía. En este caso en particular, se trata de
propiciar el ejercicio de un derecho reconocido en la ley y radicado en cabeza de
los socios ausentes o disidentes, lo anterior implica para el administrador una
177 En la elaboración de las actas han de observarse las siguientes reglas.
— Serán numeradas cronológicamente y en forma continua de modo que de la primera reunión del año lleve el número siguiente de la última del año anterior.
— Las actas deben ir encabezadas con la indicación de las siguientes informaciones:
1. Ciudad donde se efectúa la reunión
2. Hora
3. Fecha de la sesión
4. Fecha en que ella se convocó
5. Indicación de quién hizo la citación y la calidad en que se efectuó
6. Medio utilizado para convocarla
7. Lugar donde se llevó a cabo la reunión
8. Nombre de la sociedad
9. Lista de socios o accionistas que asistieron o que se hicieron representar con indicación del número de cuotas o acciones de cada uno de ellos. Si concurren a través de apoderado,
se expresará el nombre de éste y si el socio o accionista es una persona jurídica o un incapaz, se
indicará en que calidad actúa su representante.
Siguiendo el mismo orden de la enumeración que antecede, el encabezamiento del acta
debe elaborarse en términos similares a los que, a título de sugerencia, se consignan a continuación:
En la ciudad de ...(1)... siendo las ...(2)... del día...(3) en virtud de la convocatoria efectuada el día ...(4)... por el señor ...(5)... en su condición de... mediante ...(6)... se reunieron en las
oicinas situadas en ...(7)... los accionistas (o socios) de la sociedad ...(8)...
Accionista representado en calidad de acciones
….
(9) …
— El acta deberá contener la indicación de las personas que actúen o se designen como presidente y secretario, y, en su caso, el número de votos con que fueron elegidos, así como una
síntesis de lo ocurrido en la reunión.
PARTE 3 - CAP. I: ASAMBLEA GENERAL DE ACCIONISTAS O JUNTA DE SOCIOS
obligación consistente en velar por la defensa de los derechos de los asociados
suministrando un documento con la inalidad de discutir su legalidad ante los
estrados judiciales competentes [...] En consecuencia, en opinión de este despacho
siempre que se trate de discutir ante autoridad competente la autenticidad o
legalidad de un acta o la ejecución de las decisiones allí consignadas, es deber
del administrador prestar su colaboración para lograr la certeza y la protección
de los derechos de los interesados (Superintendencia de Sociedades, 2002,
Oicio 220-5552)178.
Cuando las actas omitieren algún dato exigido por la ley, podrán asentarse actas
adicionales por las personas que actuaron como presidente y secretario, a in de
suplir las omisiones que se presenten. No obstante, cuando el acta adicional sea
asentada para aclarar o hacer constar decisiones de los órganos, esta deberá ser
aprobada por el respectivo órgano colegiado (Decreto 2649 de 1993, artículo 131).
B) En reuniones no presenciales
Este tipo de reuniones se llevará a cabo siempre y cuando por cualquier medio
todos los socios puedan deliberar y decidir mediante comunicación simultánea
y sucesiva. El artículo 21 de la Ley 222 de 1995 señala además que en el término
de treinta días contados a partir del acuerdo, es decir, cuando el representante
legal comunique que la decisión ha sido adoptada, deberá elaborarse el acta que
posteriormente tendrá que inscribirse en los respectivos libros y ser suscrita por
el representante legal y el secretario, o en su defecto, por un socio.
Esta acta obligará a todos los asociados respecto a lo que ella contiene, hasta tanto
no se pruebe su falsedad. Dicha obligatoriedad derivará una vez sea suscrita por
el representante legal y el secretario de la sociedad. A falta de este último, será
irmada por algún socio o miembro (Ley 222 de 1995, artículo 21).
En el acta se relacionará lo ocurrido en la reunión, y en caso de que un hecho se
haya omitido o esté incompleto, o cuando no quedó claro el sentido de lo que se
quiso pactar, deberá elaborarse un acta que tendrá el carácter de complementaria.
178 De cada decisión se indicará el número de votos con que fue aprobada o negada.
Al inalizar la sesión es conveniente hacer un receso para elaborar el acta respectiva con el in
de someterla a aprobación antes de que aquella concluya, caso en el cual deberá indicarse el
número de votos con que ésta sea aprobada.
Si tal procedimiento no es factible, la propia asamblea o Junta de socios puede nombrar una
comisión de una o más personas para que la apruebe.
•— El original del acta debe irmarse por quienes actuaron como presidente y secretario de la
reunión, o en su defecto, por el revisor iscal, así como para las personas comisionadas para
aprobar el acta, en caso de haber sido nombrada comisión para ese efecto (Superintendencia
de Sociedades, 2015, Circular externa 100-000003).
363
364
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Deberá así mismo registrarse, si en ella se trataron asuntos objeto de inscripción
en el registro mercantil. Por consiguiente, la copia del acta será presentada en la
cámara de comercio del domicilio principal y de las sucursales.
Cuando se trate de una sociedad controlada, no será necesario que el representante
o el revisor iscal envíe la copia autenticada del acta a la Superintendencia de
Sociedades, dentro de los quince días siguientes a la reunión, a menos que fuera
solicitada en cada caso particular (circular Ia de 1993).
C) Aprobación del acta
Le corresponde a la asamblea o Junta de socios su aprobación, o la puede delegar
en una comisión designada por los asociados unánimemente y en su efecto debe
hacerse por el sistema del cociente electoral. Cuando se delega su aprobación en
otras personas, estás deben irmar el acta en constancia de haber sido aprobada.
Para la aprobación, el término y el nombramiento de la comisión, la Superintendencia
ha manifestado:
En cuanto toca con la aprobación concretamente, si bien es claro, se trata de una
atribución que corresponde ejercer directamente a la misma asamblea, puede
igualmente ser delegada de manera discrecional en otras personas, en que exista
regla alguna que determine en uno u otro evento la forma en que debía surtirse
la aprobación.
Por consiguiente, cuando es la asamblea quien cumple la función, se ha de estar a
las reglas aplicables a la adopción de las decisiones en general en cuanto a mayorías,
a menos que estatutariamente se hayan estipulado condiciones especiales, al paso
que cuando se delega la aprobación en otras personas, todas y cada una de ellas
deben expresar su consentimiento sobre la veracidad del acta, toda vez que en ese
caso no se trata de un cuerpo colegiado, sino que la delegación se entiende hecha
en cada una de las personas, de suerte tal que para la aprobación se requiere la
anuencia de todos los designados.
Sin embargo, es importante precisar que al no existir previsión legal que
determine la forma de surtir la aprobación, ni tampoco un término dentro del
cual deba cumplirse esa formalidad, es discreción en el caso de las personas
comisionadas tomarse el tiempo que estime cada uno necesario para efectuar la
veriicación del documento que el encargo supone (...) aunque naturalmente se
presume que los comisionados han de actuar con la mayor diligencia, amén de
que a los administradores les asiste el deber de estar atentos al cumplimiento de
ese encargo.
D) Presunción de autenticidad del acta
Las actas de asamblea de accionistas, de Junta de socios y de juntas directivas
que deban registrarse ante la cámara de comercio no requieren la presentación
PARTE 3 - CAP. I: ASAMBLEA GENERAL DE ACCIONISTAS O JUNTA DE SOCIOS
personal por sus otorgantes ante el secretario de la cámara de comercio, ni ser
autenticadas ante juez o notario, en razón a que el inciso 2o del artículo 42 de
la Ley 1429 de 2010, presume que los documentos son auténticos salvo que se
compruebe lo contrario mediante declaración de autoridad competente (tacha de
falsedad).
Esta disposición deroga el artículo 40 del Código de Comercio que exigía la
autenticación de quienes suscribieron el documento, es decir de quienes actuaron
como presidente y secretario y de las personas que irmaron el acta.
11. Impugnación de actos de asambleas, juntas directivas
o de socios
A) Sujetos que pueden impugnar las actas
Los administradores, los socios ausentes o disidentes y el revisor iscal podrán
impugnar el contenido del acta, y para hacerlo tendrán dos meses contados desde
la fecha en que fue adoptada la decisión o, cuando se trate de acuerdos sujetos a
registro, será desde la fecha en que se hizo su inscripción en la cámara de comercio.
De no ser ejercida durante este término, habrá caducado la acción (artículo 191,
Código de Comercio, y artículo 382, Código General del Proceso).
B) Funcionario competente
B1. Justicia arbitral
Es válida para someter a justicia arbitral las acciones de impugnación contra actas
de asambleas, juntas de socios y juntas directivas (Código de Comercio, artículo
194; derogado por la Ley 1563/2012, artículo 118)
B2. Superintendencia de sociedades o Juez Civil de Circuito
A elección del actor puede presentar la demanda de nulidad ante la Superintendencia de sociedades o ante el Juez civil de circuito. El trámite es el del proceso verbal señalado en el Código General del Proceso, artículo 382.
B3. Apelaciones de las providencias
El artículo 24, parágrafo 3 del Código General del Proceso expresa que:
Las apelaciones de providencias proferidas por las autoridades administrativas
en primera instancia en ejercicio de funciones jurisdiccionales se resolverán por
autoridad judicial superior funcional del juez que hubiese sido competente en el
caso de haberse tramitado la primera instancia ante un juez y la providencia fuere
apelable.
365
366
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Cuando la competencia hubiese podido ejercer el juez en única instancia, los
asuntos atribuidos a las autoridades administrativas se tramitarán en única
instancia179.
De tal manera que para las impugnación de actos de asambleas, juntas directivas,
juntas de socios o de cualquier otro órgano directivo de personas jurídicas
sometidas al derecho privado, la segunda instancia serán las salas civiles de los
tribunales superiores del distrito judicial de la sede principal de la autoridad
administrativa donde se adoptó la decisión (artículo 31, numeral 2, Código
General del Proceso), en este caso para la Superintendencia de Sociedades sería
la ciudad de Bogotá.
C) Causales de impugnación (Superintendencia de Sociedades,
2004, Sentencia 23 de julio)180
Si las decisiones no cumplen con los requisitos señalados normativa o
estatutariamente, ellas pueden ser demandadas ante la Superintendencia de
Sociedades o la justicia ordinaria (Código de Comercio, artículo 191 y artículo 24,
numeral 5, literal c y parágrafo 1 del artículo 24 del Código General del Proceso).
Solo podrán ser impugnables aquellas decisiones que sean ineicaces, nulas e
inoponibles (Código de Comercio, artículo 190).
a) Decisiones ine caces
En materia societaria la ineicacia de las decisiones se deriva de que su adopción
esté en contra de lo indicado en los artículos 190 y 433 del Código de Comercio,
a saber:
• No realizar las reuniones en el domicilio social, a excepción de los casos ya
señalados.
• No efectuar la convocatoria en la forma que debe hacerse.
• No conformar el quórum previsto y requerido en los estatutos o en la ley para
deliberar.
Otro tipo de decisiones que adolecerán de ineicacia serán aquellas: a) en las que
se apruebe la fusión, transformación o escisión sin que dicha reforma estuviera
incluida en el orden del día, salvo en las reuniones universales, en las que se
179 En el Capítulo 11 – Inspección, Vigilancia y Control de la Superintendencia de Sociedades, para
una mayor ilustración sobre el tema tener presente, el contenido del Título competencia de la
Superintendencia de sociedades en procesos jurisdiccionales.
180 «Al tenor del artículo 897 del Código de Comercio, la ineicacia es una sanción especíica, con
elementos y consecuencias muy peculiares. Y como toda sanción requiere siempre previsión
expresa de la ley, no es admisible la interpretación ni la explicación extensiva».
PARTE 3 - CAP. I: ASAMBLEA GENERAL DE ACCIONISTAS O JUNTA DE SOCIOS
expresó que no se tenía en cuenta la convocatoria ni el orden del día por estar
presentes la totalidad de los asociados (Ley 222 de 1995, artículo 13), y b) cuando
alguno de los socios no participe en la comunicación simultánea o sucesiva de
las reuniones no presenciales o no exprese el sentido de su voto o se exceda de
un mes contado a partir de la primera comunicación recibida. (Ley 222 de 1995,
artículos 20 y 21).
Entonces, aquellas decisiones que sean ineicaces no serán objeto de impugnación
y, por ende, no se requerirá pronunciamiento judicial para declarar la ineicacia,
según lo consagrado en el artículo 897 del Código de Comercio, pues se entiende
que opera de pleno derecho y no produce efecto jurídico alguno; se trata, por
tanto, de una sanción más severa y más eicaz que la de la nulidad absoluta.
La facultad que tiene la Superintendencia de Sociedades al respecto radica en
el reconocimiento de los presupuestos de hecho que dan lugar a la sanción de
ineicacia. Al respecto la Superintendencia ha dicho:
Sin perjuicio de lo previsto en el artículo 897 del Código de Comercio, las
superintendencias Bancaria, de Sociedades o de Valores podrán de oicio efectuar
el reconocimiento de los presupuestos de ineicacia previstos en el Libro Segundo
del Código de Comercio. Así mismo, a falta de acuerdo de las partes sobre la
ocurrencia de dichas causales de ineicacia, podrá una de ellas solicitar a la
respectiva Superintendencia su reconocimiento. En relación con las sociedades
no vigiladas permanentemente por las referidas entidades, tal función será
asumida por la Superintendencia de Sociedades (las Superintendencias bancaria
y de valores se encuentran fusionadas ahora como Superintendencia Financiera)
(2006, Concepto Jurídico 220-059421).
Conclusión: las decisiones tomadas en contravención del artículo 190 del Código
de Comercio, son caliicadas por el artículo 433 de ineicaces, esto es que operan
de pleno derecho, lo cual signiica que no requiere ni declaración judicial ni
declaración administrativa. En este sentido, se ha pronunciado la jurisprudencia
al expresar:
Entre otras muchas diferenciaciones que entre un instituto y otro se hicieron,
tanto de manera doctrinaria como jurisprudencial, la más importante,
indiscutiblemente, fue la necesidad de declaración jurisdiccional que se requiere
respecto de la nulidad, en tanto que la ineicacia, por impedir que el acto generase
cualquier efecto, operaba por el solo ministerio de la ley (bastardilla fuera del texto)
(Tribunal Superior de Bogotá, 2004, Sentencia 30 de septiembre).
En el caso de la ineicacia, lo que se puede intentar como ya se expresó es la
solicitud de reconocimiento de alguno de los presupuestos de ineicacia ante la
Superintendencia de Sociedades y dentro de los cinco años siguientes al acto
ineicaz de conformidad con lo dispuesto en la Ley 222 de 1995, artículos 87
parágrafo 1.
367
368
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Expongo los dos criterios con respecto a si la pretensión de ineicacia, se le predica
la prescripción.
El artículo 235 de la Ley 222/95 expresa que las acciones civiles y administrativas,
surgidas de la violación a lo previsto en el libro segundo del Código de Comercio,
prescribirán en cinco años. Es así que el artículo 190, que hace parte del libro
segundo, al prescribir que las decisiones tomadas en contravención al artículo
186 serán ineicaces, y el funcionario competente es la Superintendencia de
Sociedades que es una entidad administrativa, necesariamente debe elevarse la
petición dentro del término de los cinco años contados a partir de la fecha de la
remisión, so pena de proponerse la excepción de prescripción.
La Superintendencia de sociedades contrario a este criterio, expresa que este
supuesto de ineicacia no está sujeto a término de prescripción.
1. La doctrina ha indicado que la ineicacia constituye la más drástica de las
sanciones que establece el legislador, pues no solamente tiene la virtualidad de
restar todo efecto al acto jurídico efectuado por la sanción de ineicacia, sino
que además opera de pleno derecho, vale decir sin necesidad de declaración
judicial.
2. Es así como, es dable sostener que tampoco es menester para el reconocimiento
de la ineicacia que exista una acción pues la Superintendencia puede
oiciosamente proceder a la veriicación de los presupuestos que dan lugar a
la precitada sanción de ineicacia.
3. La «acción» en materia jurídica puede deinirse como el derecho subjetivo
público que los sujetos jurídicos tienen para dirigirse a los tribunales y obtener
de ellos unas concretas tutelas jurisdiccionales, mediante resoluciones con
un concreto contenido. La acción está ligada pues a una situación previa
jurídico material, que signiica no solo el derecho del justiciable a dirigirse a
los órganos jurisdiccionales, sino, además a que éstos le dispensen la concreta
tutela que, en relación con esa situación jurídico-material solicita.
La acción no es por tanto, el mismo derecho subjetivo privado o en su caso
público que se da en el presupuesto jurídico material, ni tampoco un mero
derecho procesal, sino que constituye un derecho subjetivo público del
que es titular frente al Estado, que debe otorgar la concreta tutela jurídica.
(Diccionario Jurídico Espasa, pág. 13).
4. Dado que el caso que nos ocupa obedece a un actuación adelantada de
oicio por parte de la Superintendencia tendiente al reconocimiento de unos
presupuestos de ineicacia y en atención a que no estamos en presencia de
una acción propiamente dicha, es dable concluir que al no existir ésta, por
sustracción de materia tampoco podrá existir la prescripción de la misma
(Superintendencia de Sociedades, 2006, Concepto Jurídico 220-059421).
PARTE 3 - CAP. I: ASAMBLEA GENERAL DE ACCIONISTAS O JUNTA DE SOCIOS
Pues ontológicamente y jurídicamente no es dable reconocer puntos atributivos
o cualiicatorios a cosas inexistentes como lo señalo la referida jurisprudencia (se
reiere a la providencia del 30 de septiembre de 2004).
Lo anterior, además, teniendo en cuenta que la citada jurisprudencia del tribunal
superior ha señalado que dado que la ineicacia no requiere declaración judicial,
no es menester que para ese efecto exista acción, por lo cual es de concluir que
al no existir acción no podrá existir prescripción de la misma en los términos
del artículo 235 de la Ley 222/95 (Superintendencia de Sociedades, 2006,
Resolución 320-002040).
b) Decisiones nulas
Por su parte, la nulidad se predica como una sanción jurídica por la falta de un
requisito para que sea válida. Esta nulidad puede ser relativa o absoluta181. Por lo
general, serán absolutamente nulas aquellas decisiones que se adopten cuando
violan una norma imperativa o las que derivan su origen de la ilicitud del objeto o
la causa y de la incapacidad absoluta.
En particular, el artículo 190 del Código de Comercio indica que son nulas aquellas
decisiones que «se adopten sin el número de votos previstos en los estatutos o en
las leyes o excediendo los límites del contrato social». De esta forma, las decisiones
que se adopten en contravención a lo prescrito serán absolutamente nulas.
En el mismo sentido se ha pronunciado la administración de justicia:
(...) la nulidad absoluta nace cuando las decisiones se toman sin los votos
previstos en la[s] leyes o estatutos, es decir, sin la mayoría requerida o, dentro de
una reunión realizada sin el quórum legal o estatutario, o al exceder los linderos
del contrato social o las prescripciones legales (Tribunal Superior de Bogotá,
1998, Sentencia 28 de agosto).
La Superintendencia de Sociedades ha expresado que la nulidad también se
predica cuando se exceden los límites contenidos en los estatutos: el que se
establece cuando la decisión sea acogida sin la mayoría legal o estatutariamente
necesaria. El quórum para decidir es requisito de validez y su falta corresponde a
consentimiento insuiciente. El que se presenta cuando la decisión sobrepasa los
181 Por su parte, el artículo 104 del Código de Comercio señala como causales de nulidad absoluta
la incapacidad absoluta, el objeto y causa ilícitos. Su diferencia con las nulidades relativas es
que estas se pueden sanear mediante ratiicación o por prescripción de dos años y deben ser
alegadas por las personas que se vean afectadas. Esta nulidad relativa se predica respecto de la
capacidad del socio, y por ello no se afectará todo el contrato, sino que implica el retiro del asociado en particular. Por el contrario, serán causa de nulidad general o terminación del contrato
en su totalidad: a) la incapacidad absoluta de un socio y b) el objeto o causa ilícitos.
369
370
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
límites del contrato social. Si esta decisión desconoce los preceptos estatutarios
hay nulidad no solo por la trasgresión de la ley imperativa sino también por
la cláusula estatutaria que la consagra que es norma convencional obligatoria
(Superintendencia de Sociedades, 2009, caso de Colmesa S. A.).
Sin embargo, no se hablará de nulidad hasta tanto no exista declaración judicial.
Por tanto, hasta ese momento se hablará de actos presuntamente válidos, pero
anulables si llegan a ser demostrados los supuestos de hecho generadores de la
nulidad que se alega. El fallo judicial anula la decisión y los efectos de la declaratoria
de nulidad se producen desde el mismo momento en que fue adoptada la decisión.
Declarada la nulidad de una decisión de la asamblea, los administradores
asumirán bajo su propia responsabilidad los perjuicios que ocasione su negligencia
y tomarán las medidas que sean necesarias para que se cumpla la sentencia
correspondiente. La sentencia en su parte resolutiva también debe inscribirse en
el registro mercantil (Código de Comercio, artículo 192). Ese efecto retrospectivo
de la declaración de nulidad se atempera con la protección de los derechos de
terceros de buena fe (Código de Comercio, artículo 193), respecto de los cuales se
mantienen los efectos de las decisiones de la asamblea ya cumplidas.
Dentro del año siguiente a la ejecutoria de la sentencia que declaró la nulidad, los
administradores, el revisor iscal o cualquier asociado en interés de la sociedad
tienen derecho a exigir la indemnización de los perjuicios sufridos con el
cumplimiento de dichas decisiones, contra los socios que aprobaron la decisión
objeto de impugnación y de fallo (Código de Comercio, inciso 2, artículo 193).
c) Decisiones inoponibles
Podríamos decir que la inoponibilidad es una sanción que priva de efectos al acto
jurídico frente a terceros y que no obliga a los asociados que se opusieron a su
adopción y a quienes estuvieron ausentes en la reunión de asamblea o Junta de
socios, ya que la decisión carece de la generalidad que implica la correspondencia
con el interés de todos los asociados, es decir, la decisión rompe con la afectio
societatis y constituye un abuso del derecho de las mayorías.
Entonces, siempre y cuando los acuerdos se ajusten a las leyes y a los estatutos
y tengan esa condición de generalidad, vinculan y obligan a todos los asociados
conforme a lo previsto en el artículo 188 del Código de Comercio.
En conclusión, si la decisión que se tomó en la asamblea o Junta de socios se ajustó
a la ley y a los estatutos, pero no tiene carácter general, es obligatoria para los
socios que votaron airmativamente. Pero quienes no votaron en ella o votaron en
contra podrán aceptarla o desconocerla, porque es inoponible a ellos y su opción
dependerá de que los resultados los favorezcan o perjudiquen.
PARTE 3 - CAP. I: ASAMBLEA GENERAL DE ACCIONISTAS O JUNTA DE SOCIOS
D) Acción de impugnación
La inalidad de la acción de impugnación radica en poder controvertir los actos
de la asamblea o juntas o cualquier órgano directivo de la sociedad cuando no se
observan los requisitos de ley o cuando la motivación de dichos actos se tergiversa
por obedecer a intereses particulares que pueden causar daños a los socios o que
desnaturalicen el objeto social de la persona jurídica.
Mediante acción de impugnación, el interesado podrá acudir ante una autoridad
jurisdiccional (Jueces o Superintendencia de Sociedades) para que dirima el
conlicto e impregne el acto de validez y obligatoriedad en caso de cumplir con
los requisitos o por el contrario declararlo nulo.
Esta demanda se tramitará y decidirá mediante proceso declarativo verbal. La impugnación de actos o decisiones de asambleas, juntas directivas, juntas de socios
o de cualquier otro órgano directivo de personas jurídicas de derecho privado deberá hacerse dentro de los dos meses siguientes a la fecha del acto que quiere impugnarse, so pena de caducidad. Si se trata de acuerdos o actos sujetos a registro la
caducidad se contará desde la fecha de inscripción del acto. (Art. 382 del Código
General del Proceso), (artículo 24, numeral 5, literal c y artículo 20, numeral 8 del
Código General del Proceso).
La demanda deberá dirigirse contra la sociedad y en la misma se podrá solicitar
la suspensión provisional del acto impugnado por violación de las disposiciones
invocadas por el solicitando. El juez ordenará al demandante que preste caución.
El auto que decrete la medida es apelable en el efecto devolutivo (artículo 382,
Código General del Proceso).
La suspensión provisional tiene como in evitar los perjuicios que pueda causar el
acto impugnado por ser abiertamente ilegal.
En el caso en que el fallo sea desfavorable para la sociedad, deberá inscribirse una
copia de la parte resolutiva de la sentencia en el registro mercantil del domicilio
principal y de las sucursales y, por tanto, los administradores deberán tomar
las medidas correspondientes para dar cumplimiento a la sentencia, pues de
lo contrario serán responsables solidariamente sin derecho a repetir lo pagado
a la sociedad. El término para repetir en contra de los socios prescribirá en un
año contado desde la fecha de ejecutoria de la sentencia (Código de Comercio,
artículos 192 y 193).
E) Término para ejercer la acción
Para impugnar la decisión adoptada en asamblea general o Junta de socios, el
término para enervar la acción es de dos meses, que se contará a partir de la fecha
de la reunión en la que se adoptó decisión, a menos que se trate de acuerdos
o actos de la asamblea que deban ser inscritos en el registro mercantil, en cuyo
371
372
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
caso los dos meses se contaran a partir de la fecha de la inscripción (Código de
Comercio, artículo 191 y 382, Código General del Proceso)
Dicho artículo no diferencia respecto de qué tipo de pretensiones aplica este
plazo. Sin embargo, el Tribunal Superior de Medellín, con ponencia de Beatriz
Quintero de Prieto, señaló que en caso de presentarse el objeto o la causa ilícita
y que estos tengan incidencia en el orden público, podrá acudirse al proceso
ordinario hasta tanto no corra el término de cinco años. No obstante, en este caso
no podrá solicitarse la suspensión provisional, por cuanto esta medida solo está
prevista para aquellos actos sociales en los que solamente esté involucrado un
interés particular, cuyo término de caducidad será de dos meses.
Tal criterio tuvo como fundamento el hecho de que:
los preceptos de orden público, que tienen como fundamento el interés general
de la comunidad, no pueden ser desplazados por normas que, como las atinentes
a la acción especial de impugnación, solo se inspiran en la protección especial
de los intereses particulares de los socios [...] El principio de la prevalencia del
interés general que orienta el artículo 2o de la Ley 50 de 1936, en su condición de
norma de carácter general que ayuda a la interpretación de todo el ordenamiento,
permite dar sustento positivo al criterio antes expuesto, porque conforme a dicho
precepto, la nulidad generada por objeto o causa ilícita solo puede ser saneada
por la prescripción extraordinaria (Gil, 1995, p. 100).
Es decir, el término de cinco años, como previamente lo habíamos anotado.
F) La acción de indemnización
En irme la sentencia que declare la nulidad de la decisión adoptada, ya sea por nulidad
absoluta o inoponibilidad, deberán los administradores en un término prudencial,
tomar las medidas necesarias para que se cumpla la sentencia correspondiente, con
el in de evitar perjuicios (Código de Comercio, artículo 192).
Así mismo, una vez declarada la nulidad de la decisión, la acción de indemnización
deberá ser ejercida por los demandantes en el término de un año, contado a partir
de la ejecutoria de la sentencia (Código de Comercio, artículo 193, inciso 2o).
Esta demanda de indemnización estará dirigida contra las personas que hayan
cumplido la decisión, es decir, los administradores de la sociedad, los cuales
son el representante legal, la Junta Directiva y el revisor iscal. Estos a su vez
podrán repetir contra los socios que votaron a favor de la decisión objeto de la
impugnación. Con lo anterior, se excluyen a aquellas personas que no votaron tal
decisión, entendiéndose por ello los votos emitidos en blanco, en contra y los de
los socios ausentes (Ley 222 de 1995, artículo 24). Vale la pena anotar que aunque
solamente se señala la declaración por nulidad, nada impide que la misma se haga
extensible a las demás causales de impugnación.
El juez competente para conocer de esta acción de indemnización será el juez civil
de circuito (Código de Comercio, artículo 193).
Capítulo II
Estados nancieros
y reparto de utilidades
1. Estados nancieros
Los estados inancieros son la herramienta que nos permite conocer la información
contable de un organismo económico y para nuestro caso en estudio, de una sociedad
comercial.
Los estados inancieros, cuya preparación y presentación es responsabilidad
de los administradores de la entidad, son el medio principal para suministrar
información contable a quienes no tienen acceso a los registros de un organismo
económico. Mediante una tabulación formal de nombres y cantidades de dinero
derivados de tales registros, los estados inancieros relejan la recopilación,
clasiicación y resumen inal de los datos contables a una fecha de corte (Decreto
Reglamentario 2649 de 1993, artículo 19).
2. Obligación de preparar y difundir estados nancieros
Al inal de cada ejercicio social y por lo menos una vez al año, el 31 de diciembre,
las sociedades deberán cortar sus cuentas y preparar y difundir estados inancieros
de propósito general, debidamente certiicados. Tales estados se difundirán junto
con la opinión profesional correspondiente, si esta existiere (Código de Comercio,
artículo 445).
374
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
El gobierno nacional podrá establecer casos en los cuales, en atención al volumen
de los activos o los ingresos, sea admisible la preparación y difusión de estados
inancieros de propósito general abreviados.
Las entidades gubernamentales que ejerzan inspección, vigilancia o control podrán
exigir la preparación y difusión de estados inancieros de períodos intermedios.
Tales estados serán idóneos para todos los efectos, salvo para la distribución de
utilidades (Ley 222 de 1995, artículo 34 y Decreto Reglamentario 2649 de 1993,
artículo 9o).
A) Documentos que se presentan a la asamblea (artículo 446,
Código de Comercio)
La Junta Directiva y el representante legal deberán presentar a la asamblea para
su aprobación, el balance del ejercicio social del año inmediatamente anterior. El
balance se acompañará de los siguientes documentos:
a. Detalle completo de la cuenta de ganancias y pérdidas del correspondiente
ejercicio social.
b. Un proyecto de distribución de utilidades.
c. El informe de la Junta Directiva expresando aspectos económicos,
administrativos y inancieros.
d. El informe del representante legal en el que expresará su gestión, así mismo
presentará a la asamblea las medidas que considere necesarias para el éxito
del desarrollo del objeto social.
e. El informe del revisor iscal referido a las operaciones sociales y a la
contabilidad.
B) Derecho de Inspección (artículo 447, Código de Comercio)
Los documentos del punto anterior deben ponerse a disposición de los accionistas
en las oicinas de la empresa para que ejerzan el derecho de inspección durante los
siguientes 15 días hábiles a la reunión de la asamblea. Es de carácter obligatorio
que los administradores y funcionarios directivos, así como el revisor iscal
permitan a los accionistas el derecho de inspección, so pena de ser destituidos o
multados por parte de la Superintendencia de Sociedades.
Con respecto al alcance de la inspección que ejerce el accionista, al respecto la
Superintendencia de sociedades ha conceptuado:
La libertad del asociado según las voces del citado artículo 369, es la de examinar,
vocablo este, que no tiene una connotación diferente a la de escudriñar con
cuidado y diligencia el tema de su interés, pero no va más allá de una simple
inspección; esto es, que el asociado no puede, con base en la norma en comento,
PARTE 3 - CAP. II: ESTADOS FINANCIEROS Y REPARTO DE UTILIDADES
reclamar a los administradores de la sociedad, nada distinto; sacar fotocopias o
exigirlas, supera el derecho allí consagrado..., lo cual no obsta, como también se
expuso en la misma oportunidad ...para que en un momento dado la Junta de
socios, máximo órgano social, determine la viabilidad de conceder cierta libertad
a favor de los socios, para que al examinar los distintos papeles de la empresa en
ejercicio del derecho de inspección, se les permita sacar directamente o solicitar
de la administración las fotocopias que a bien tengan (Superintendencia de
Sociedades, 2013, Oicio 220-043850).
Así mismo la misma autoridad en Oicio 220- 058085 de 20 de noviembre del
2002 ha manifestado frente al derecho de inspección en una sociedad anónima
que:
(....) del contexto de la normatividad que regula el derecho de inspección, se
colige que los libros y documentos sujetos a examen serán los que ilustren y
aclaren al asociado, o a su representante, lo relacionado con el período contable a
considerar, luego se concluye también que la información a la que está obligado
el administrador es la correspondiente al último ejercicio, pues los documentos
propios a ejercicios anteriores suponen que fueron objeto de iscalización
individual en la oportunidad legal correspondiente, lo que en modo alguno se
opone a la práctica de una autoría externa.
3. Clases
Los estados inancieros se clasiican de la siguiente manera: de propósito general
y de propósito especial.
A) De propósito general
Son estados inancieros de propósito general aquellos que se preparan al cierre
de un período para ser conocidos por usuarios indeterminados, con el ánimo
principal de satisfacer el interés común del público en evaluar la capacidad de un
ente económico para generar lujos favorables de fondos. Se debe caracterizar por
su concisión, claridad, neutralidad y fácil consulta (artículo 21). Se clasiican en
estados inancieros básicos y estados inancieros consolidados.
a) Estados nancieros básicos
•
•
•
•
•
Balance general
Estado de resultados
Estado de cambios en el patrimonio
Estado de cambios en la situación inanciera
Estado de lujos de efectivo.
375
376
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
b) Estados nancieros consolidados
La matriz o controlante, además de preparar y presentar estados inancieros de
propósito general individuales, debe preparar y difundir estados inancieros
de propósito general consolidados que presenten la situación inanciera, los
resultados de las operaciones, los cambios en el patrimonio, así como los lujos
de efectivo de la matriz o controlante y sus subordinados o dominados, como si
fuesen los de un solo organismo.
Los estados inancieros de propósito general consolidados deben ser sometidos
a consideración de quien sea competente, para su aprobación o desaprobación.
Las inversiones en subordinadas deben contabilizarse en los libros de la matriz
o controlante por el método de participación patrimonial (Ley 222 de 1995,
artículo 35).
B) De propósito especial
Son estados inancieros de propósito especial aquellos que se preparan para
satisfacer necesidades especíicas de ciertos usuarios de la información contable.
Se caracterizan por tener una circulación o uso limitado y por suministrar un
mayor detalle de algunas partidas u operaciones.
Entre otros, son estados inancieros de propósito especial: el balance inicial, los
estados inancieros de períodos intermedios, los estados de costos, el estado de
inventario, los estados inancieros extraordinarios, los estados de liquidación, los
estados inancieros que se presentan a las autoridades con sujeción a las reglas
de clasiicación y con el detalle determinado por estas y los estados inancieros
preparados sobre una base comprensiva de contabilidad distinta de los principios
de contabilidad generalmente aceptados (D. 2649 de 1993, artículo 24).
4. Requisitos
a) Notas a los estados nancieros
Las notas, como presentación de las prácticas contables y revelación de la empresa,
son parte integral de todos y cada uno de los estados inancieros. Las mismas
deben prepararse por los administradores, con sujeción a las siguientes reglas:
• Cada nota debe aparecer identiicada mediante números o letras y debidamente titulada, con el in de facilitar su lectura y su cruce con los estados
inancieros respectivos.
• Cuando sea práctico y signiicativo, las notas se deben referenciar adecuadamente en el cuerpo de los estados inancieros.
• Las notas iniciales deben identiicar el organismo económico, resumir sus
políticas y prácticas contables y los asuntos de importancia relativa.
PARTE 3 - CAP. II: ESTADOS FINANCIEROS Y REPARTO DE UTILIDADES
• Las notas deben ser presentadas en una secuencia lógica, guardando en
cuanto sea posible el mismo orden de los rubros de los estados inancieros.
Las notas no son un sustituto del adecuado tratamiento contable en los estados
inancieros (Ley 222 de 1995, artículo 36, y D. 2649 de 1993, artículo 114)182.
b) Estados nancieros comparativos
Son estados inancieros comparativos aquellos que presentan las cifras correspondientes a más de una fecha, período u organismo económico.
Los estados inancieros de propósito general se deben preparar y presentar en
forma comparativa con los del período inmediatamente anterior, siempre que tales
períodos hubieran tenido una misma duración. En caso contrario, la comparación
se debe hacer respecto de estados inancieros preparados para mostrar un mismo
lapso del ciclo de operaciones.
Sin embargo, no será obligatoria la comparación cuando no sea pertinente,
circunstancia que se debe explicar detalladamente en notas a los estados
inancieros (Decreto 2649 de 1993, artículo 32).
5. Elementos de los estados nancieros
A) Activo
Un activo es la representación inanciera de un recurso obtenido por la entidad
económica como resultado de hechos pasados, de cuya utilización se espera que
luyan a la empresa beneicios económicos futuros (D. 2649 de 1993, artículo 35).
Agrupa el conjunto de las cuentas que representan los bienes y derechos tangibles
e intangibles de propiedad del organismo económico, que en la medida de su
utilización son fuente potencial de beneicios presentes o futuros. Comprende los
siguientes grupos: el disponible, las inversiones, los deudores, los inventarios, las
propiedades, planta y equipo, los intangibles, los diferidos, los otros activos y las
valorizaciones.
Las cuentas que integran esta clase tendrán saldo de naturaleza débito, con excepción de las provisiones, las depreciaciones, el agotamiento y las amortizaciones
182 Ilustrémoslo con el siguiente ejemplo: en el balance dentro del pasivo aparece la primera cuenta
que se denomina obligaciones inancieras, con el valor correspondiente. Sin embargo, el lector
del balance no puede determinar por la sola inspección de la cifra el monto del principal, la tasa
de interés, el vencimiento, las garantías, el tipo de moneda y el tipo de cambio. Por medio de las
notas, podrá el lector comprender detalladamente la información contenida en las cifras.
377
378
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
acumuladas, que serán deducidas, de manera separada, de los correspondientes
grupos de cuentas.
La entidad económica deberá ajustar sus activos de acuerdo con el sistema integral
de ajustes por inlación mensual o anualmente, de conformidad con lo previsto en
las disposiciones legales vigentes (Decreto 1536 del 7 de mayo de 2007).
B) Pasivo
Un pasivo es la representación inanciera de una obligación presente del organismo
económico, derivada de sucesos pasados, en virtud de la cual se reconoce que en
el futuro se deberán transferir recursos o proveer servicios a otros organismos
(Decreto Reglamentario 2649 de 1993, artículo 36).
Agrupa el conjunto de las cuentas que representan las obligaciones contraídas por
la entidad económica en desarrollo del giro ordinario de su actividad, pagaderas
en dinero, bienes o en servicio. Comprende las obligaciones inancieras, los
proveedores, las cuentas por pagar, los impuestos, gravámenes y tasas, las
obligaciones laborales, los diferidos, otros pasivos, los pasivos estimados,
provisiones, los bonos y papeles comerciales. Las cuentas que integran esta clase
tendrán siempre saldos de naturaleza crédito.
Los pasivos expresados en moneda extranjera el último día del mes o año se
ajustarán de acuerdo con la tasa representativa del mercado a esa fecha, registrando
tal ajuste como un mayor valor del pasivo con cargo a los resultados de ejercicio,
salvo cuando deba activarse.
Los pasivos en UVR o con pacto de reajuste registrados en el último día del período
se ajustarán por medio de la cotización de la UVR para esa fecha o en el respectivo
pacto de reajuste, contabilizándola como mayor valor del pasivo, con cargo a los
resultados del ejercicio, salvo cuando deba activarse (Decreto Reglamentario 2894
de 1994, artículo 8o).
C) Patrimonio
El patrimonio es el valor residual de los activos del organismo económico, después
de deducir todos sus pasivos (Decreto Reglamentario 2649 de 1993, artículo 37).
Agrupa el conjunto de las cuentas que representan el valor residual de comparar
el activo menos el pasivo externo, producto de los recursos netos del organismo
económico que han sido suministrados por el propietario de los mismos, ya
sea directamente o como consecuencia del giro ordinario de sus negocios.
Comprende los aportes de los accionistas, socios o propietarios, el superávit de
capital, reservas, la revalorización de patrimonio, los dividendos o participaciones
decretados en acciones, cuotas o partes de interés social, los resultados del
ejercicio, los resultados de ejercicios anteriores y el superávit por valorizaciones.
PARTE 3 - CAP. II: ESTADOS FINANCIEROS Y REPARTO DE UTILIDADES
D) Ingresos
Los ingresos representan lujos de entrada de recursos en forma de incrementos
del activo o disminuciones del pasivo o una combinación de ambos, que generan
incrementos en el patrimonio, devengados por la venta de bienes, por la prestación
de servicios o por la ejecución de otras actividades, realizadas durante un período
y que no provienen de los aportes de capital (Decreto Reglamentario 2649 de
1993, artículo 38).
E) Costos
Los costos representan erogaciones y cargos asociados clara y directamente con
la adquisición o la producción de los bienes o la prestación de los servicios, de los
cuales una entidad económica obtuvo sus ingresos (Decreto Reglamentario 2649
de 1993, artículo 39).
F) Gastos
Representan lujo de salida de recursos, en forma de disminuciones del activo o
incremento del pasivo o una combinación de ambos, que generan disminuciones
del patrimonio e incurridos en las actividades de administración, comercialización,
investigación y inanciación, realizadas durante un período y que no provienen de
los retiros de capital o de utilidades o excedentes (Decreto Reglamentario 2649 de
1993, artículo 40).
G) Cuentas de orden contingentes
Maniiestan hechos o circunstancias que pueden llegar a afectar la estructura
inanciera de un organismo económico (Decreto Reglamentario 2649 de 1993,
artículo 42).
H) Cuentas de orden duciarias
Relejan los activos, los pasivos, el patrimonio y las operaciones de otros
organismos que, por virtud de las normas legales o de un contrato, se encuentran
bajo la administración del económico (Decreto Reglamentario 2649 de 1993,
artículo 43).
I) Cuentas de orden scales
Deben relejar las diferencias de valor existentes entre las cifras incluidas en el
balance y en el estado de resultados, y las utilizadas para la elaboración de las
declaraciones tributarias, en forma tal que unas y otras puedan conciliarse
(Decreto Reglamentario 2649 de 1993, artículo 44).
379
380
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
J) Cuentas de orden de control
Son utilizadas por una entidad económica para registrar operaciones realizadas
con terceros que por su naturaleza no afectan la situación inanciera de aquel. Se
usan también para ejercer control interno (Decreto Reglamentario 2649 de 1993,
artículo 45).
6. Autenticidad de los estados nancieros y de los
dictámenes
Salvo prueba en contrario, los estados inancieros certiicados y los dictámenes
correspondientes se presumen auténticos (Ley 222 de 1995, artículo 39. Concuerda
la Ley 794 de 2003 y el artículo 26, documento auténtico, del Código General del
Proceso Civil).
A) Estados nancieros certi cados
El representante legal y el contador público bajo cuya responsabilidad se hubiesen
preparado los estados inancieros deberán certiicar aquellos que se pongan a
disposición de los asociados o de terceros. La certiicación consiste en declarar
que se han veriicado previamente las airmaciones contenidas en ellos, conforme
al reglamento, y que las mismas se han tomado ielmente de los libros (Ley 222 de
1995, artículo 37).
B) Estados nancieros dictaminados
Son dictaminados los estados inancieros certiicados que se acompañen de
la opinión profesional del revisor iscal o, a falta de este, del contador público
independiente que los hubiere examinado o de conformidad con las normas
de auditoría generalmente aceptadas. Tales estados deben estar suscritos por
dicho profesional, anteponiendo la expresión «ver la opinión adjunta» u otra
similar. El sentido y el alcance de su irma será el que se indique en el dictamen
correspondiente.
Cuando los estados inancieros se presentan conjuntamente con el informe de
gestión de los administradores, el revisor iscal o contador público independiente
deberá incluir en su informe su opinión sobre si entre aquellos y estos existe la
debida concordancia (Ley 222 de 1995, artículo 38)183.
183 Certiicación y dictamen. Los artículos 37 y 38 distinguen los dos conceptos y precisan que solo
pueden dictaminarse estos certiicados. «¿Quién certiica? El que prepara la información (generalmente un contador) y los administradores bajo cuya responsabilidad se prepara (generalmente no contadores). ¿Cuándo se debe certiicar? Cuando la información vaya a ser difundida
PARTE 3 - CAP. II: ESTADOS FINANCIEROS Y REPARTO DE UTILIDADES
7. Recti cación de los estados nancieros
Las entidades gubernamentales que ejercen inspección y vigilancia o control
podrán ordenar rectiicar los estados inancieros o las notas que no se ajusten
a las normas legales. Tratándose de estados inancieros de in de ejercicio, las
rectiicaciones afectarán el período objeto de revisión, siempre que se notiique
dentro del mes siguiente a la fecha en la cual se haya presentado en forma completa
ante la respectiva autoridad. Pasado dicho lapso, las rectiicaciones se reconocerán
en el ejercicio en curso.
Las rectiicaciones conocerán al difundir los estados inancieros respectivos
y, en todo caso, en la forma y el plazo que determine la respectiva entidad
gubernamental.
La orden de rectiicación solo tendrá efectos cuando la entidad gubernamental
que ejerce inspección, vigilancia o control haya resuelto expresamente los recursos
a que hubiere lugar, si es que estos se interpusieron (Ley 222 de 1995, artículo 40).
8. Publicidad de los estados nancieros
Dentro del mes siguiente a la fecha en la cual sean aprobados, se depositará copia
de los estados inancieros de propósito general, junto con sus notas y el dictamen
correspondiente, si lo hubiere, en la cámara de comercio del domicilio social. Esta
expedirá copia de tales documentos a quienes lo soliciten y paguen los costos
correspondientes.
Sin embargo, las entidades gubernamentales que ejerzan la inspección, vigilancia
o control podrán establecer casos en los cuales no se exija depósito o se requiera
un medio de publicidad adicional. También podrán ordenar la publicidad de los
estados inancieros intermedios. La cámara de comercio deberá conservar por
cualquier medio los documentos mencionados en este artículo por el término de
cinco años (Ley 222 de 1995, artículo 41).
sea con el simple propósito de que sea conocida, sea para rendir cuentas, sea para provocar ciertas decisiones como las de inversiones y crédito. ¿Quién dictamina? Siempre un contador público independiente, que en ocasiones tiene la calidad de revisor iscal. ¿Cuándo debe someterse
a dictamen unos estados? cuando la ley así lo exige o cuando voluntariamente se recurre a ello
para aumentar la conianza de los terceros en la información. ¿Cuándo se puede dictaminar?
Cuando se han examinado los estados inancieros de conformidad con las normas de auditoría
generalmente aceptadas. La ley aclara que el sentido y alcance del dictamen no es otro que el
que se exprese por el contador, para evitar la práctica de imponer ciertas fraseologías y de dictar
dictámenes presuntos» (Bermúdez, 1966).
381
382
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
9. Ausencia de estados nancieros
Sin perjuicio de las sanciones a que haya lugar, cuando sin justa causa una sociedad
se abstuviere de preparar o difundir estados inancieros, estando obligada a ello,
los terceros podrán aducir cualquier otro medio de prueba aceptado por la ley
(Ley 222 de 1995, artículo 42).
Tanto los administradores como el revisor iscal responderán por los perjuicios
que causen a la sociedad, a los socios o a terceros por la no preparación o difusión
de los estados inancieros. De conformidad con el artículo 86 de la Ley 222 de
1995, la Superintendencia de Sociedades impondrá multas o sanciones a los
administradores hasta por doscientos smmlv cuando incumplan esta orden. A este
artículo se aplica el capítulo 6o de la parte tercera que trata de la responsabilidad
de los administradores.
10. Responsabilidad penal por falsedad en documento
privado
El que falsiique documento privado que pueda servir de prueba incurrirá, si lo
usa, en prisión de uno a seis años (Ley 599 de 2000, artículo 289).
11. Clases de balances
A) Balance general
Es un estado inanciero de propósito general básico que permite conocer la
situación inanciera de un organismo económico en un momento determinado.
B) Balance inicial
Al comenzar sus actividades, toda entidad económica debe elaborar un balance
general que permita conocer de manera clara y concreta la situación inicial de
su patrimonio (Decreto Reglamentario 2649 de 1993, artículo 25, y Código de
Comercio, artículo 52).
PARTE 3 - CAP. II: ESTADOS FINANCIEROS Y REPARTO DE UTILIDADES
Ejemplos
Tabla 2. Se constituye una sociedad limitada con aporte de $ 100.000.000 en
efectivo, representado así:
Activo
Bancos
Pasivo
$ 100.000.000
Total pasivo: $ 0
Patrimonio Capital
Total activo:
$ 100.000.000
$ 100.000.000 Total pasivo y patrimonio: $ 100.000.000
• Se constituye una sociedad anónima.
Activo
Bancos
Pasivo
$ 100.000.000
Total pasivo: $ 0
Patrimonio Capital autorizado
$ 200.000.000 Capital suscrito y pagado
$ 100.000.000
Total activo:
$ 100.000.000 Total pasivo y patrimonio: $ 100.000.000
C) Balance nal
A in de cada ejercicio social y por lo menos una vez al año, el 31 de diciembre, las
sociedades deberán preparar y difundir los balances inales de propósito general,
debidamente certiicados. Al contrario del balance inicial, este nos muestra la
situación inanciera de la compañía al terminar el período contable y tributario
(Ley 222 de 1995, artículo 34, y Decreto Reglamentario 2649 de 1993, artículo 9o).
12. Estado de resultados
Es un estado inanciero de propósito general básico que nos permite conocer las
ganancias o pérdidas obtenidas por un organismo económico por la realización
de sus actividades, en un determinado período. Está compuesto por ingresos,
costos, gastos e impuestos. La empresa que usamos como ejemplo en el punto B
realiza durante un año actividades comerciales de venta, así:
Ventas
(-) Compras
(-) Gastos
(-) Impuestos 25%
Utilidad después de impuestos
$100.000.000
$80.000.000
$10.000.000
$2.500.000
$7.500.000
383
384
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
A) Patrimonio
Es el derecho proporcional que tienen los socios o accionistas sobre los activos de
la compañía (Decreto Reglamentario 2649 de 1993, artículo 37).
Siguiendo con el ejemplo:
Activos
(-) Pasivo
Patrimonio
$ 100.000.000
($ 40.000.000)
$ 60.000.000
En consecuencia, esta suma se reparte a cada socio en proporción a su aporte.
El patrimonio está compuesto por: el capital, las reservas, el superávit de capital,
revalorización del patrimonio, dividendos decretados en acciones, resultados del
ejercicio, resultados de ejercicios anteriores y superávit por valorización.
B) Capital
El capital representa los aportes efectuados a la entidad económica, en dinero,
en industria o en especie, con el ánimo de proveer recursos para la actividad
empresarial que, además, sirvan de garantía para los acreedores. El capital debe
registrarse en la fecha en la cual se otorgue el documento de constitución o de
reforma, o se perfeccione el compromiso de efectuar el aporte, en las cuentas
apropiadas, por el monto proyectado, comprometido y pagado, según el caso.
Los aportes en especie se deben contabilizar por el valor convenido o el debidamente ijado por los órganos competentes del organismo económico y aprobado
por las autoridades, si fuere el caso. Se debe registrar por separado cada clase de
aportes, según los derechos que coniera (Decreto Reglamentario 2650 de 1993,
artículo 83).
Luego el capital comprende el valor total de los aportes iniciales y los posteriores
aumentos o disminuciones que los socios, accionistas, compañías o aportantes
ponen a disposición del organismo económico mediante cuotas, acciones, monto
asignado o valor aportado, respectivamente, de acuerdo con escrituras públicas
de constitución o reformas, suscripción de acciones, según el tipo de sociedad,
asociación o negocio, con el lleno de los requisitos legales (Decreto Reglamentario
2894 de 1994, artículo 80)184.
184 El Código de Comercio establece en su artículo 124 la obligación de que los asociados entreguen
sus aportes en el lugar, forma y época estipulados. La observancia de esta norma repercute en
la distribución de utilidades, la cual se hará en proporción a la parte pagada del valor nominal
de las acciones, cuotas o partes de interés de cada asociado (Código de Comercio, artículo 150).
Todo aumento o disminución de capital debe hacerse mediante reforma estatutaria, aprobada
PARTE 3 - CAP. II: ESTADOS FINANCIEROS Y REPARTO DE UTILIDADES
a) Superávit de capital
Comprende el valor de las cuentas que relejan el incremento patrimonial
ocasionado por la prima en la colocación de acciones, cuotas o partes de interés
social, las donaciones, el crédito mercantil y know-how (Decreto Reglamentario
2894 de 1994, artículo 8o).
b) Prima en colocación de acciones, cuotas o partes de interés social
La prima en la colocación de aportes representa el mayor valor pagado sobre el valor
nominal o sobre el costo de los aportes, el cual se debe contabilizar por separado
dentro del patrimonio (Decreto Reglamentario 2649 de 1993, artículo 84).
Registra el valor de la prima en colocación de acciones, cuotas o partes de interés
social representada por el mayor importe pagado por el accionista o socio sobre
el valor nominal de la acción o aporte, o sobre el costo en el caso que corresponda
a colocación de acciones, cuotas o aportes de interés social propios readquiridos
(Decreto Reglamentario 2894 de 1994, artículo 8o).
13. Reservas o fondos patrimoniales
Representan recursos retenidos por la entidad económica, tomados de sus
utilidades o excedentes, con el in de satisfacer requerimientos legales, estatutarios
u ocasionales185.
por la junta o asamblea. El capital social ha de ijarse de manera precisa y prohíbe todo aumento
de capital que se haga con reavalúo de activos (Código de Comercio, artículos 122 y 124). La
reposición o aumento del aporte ha de estipularse expresamente en el contrato (Código de
Comercio, artículo 23). Para la disminución del capital deben cumplirse las exigencias que
señale la Superintendencia de Sociedades y la intervención de la entidad se hace extensiva a
cualquier sociedad (Código de Comercio, artículo 145).
185 A las reservas o fondos patrimoniales destinados a enjugar pérdidas generales o especíicas
solo se las puede afectar con dichas pérdidas una vez estas hayan sido presentadas en el estado
de resultados. «Las expresiones provisión y reserva, a menudo, se les da el mismo alcance jurídico, cuando contablemente son diferentes, ya que por Provisión se entiende la suma de dinero
que se crean con cargo a pérdidas y ganancias, las cuales tienen como in proteger activos o
reconocer deudas; y por reserva, las sumas de dinero que por mandato expreso del máximo
orden social se han apropiado de las utilidades líquidas de ejercicios anteriores, obtenidas por
el ente económico, con el objeto de cumplir disposiciones legales, estatutarias o para ines especíicos» (Decreto Reglamentario 2649 de 1993, artículo 87). Comprenden los valores que
por mandato expreso del máximo orden social se han apropiado de las utilidades líquidas de
ejercicios anteriores obtenidas por el ente económico, con el objeto de cumplir disposiciones
legales, estatutarias o para ines especíicos. Las pérdidas se enjugarán con las reservas que hayan sido destinadas especialmente para ese propósito y, en su defecto, con la reserva legal. Las
reservas cuya inalidad fuere la de absorber determinadas pérdidas no se podrán emplear para
cubrir otras distintas, salvo que así lo decida el máximo órgano social. Si la reserva legal fuere
insuiciente para enjugar el déicit de capital, se aplicarán a este in los beneicios sociales de los
ejercicios siguientes, tal como lo establecen las normas legales.
385
386
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
A) Revalorización del patrimonio
Representa el ajuste por inlación del patrimonio del organismo económico, que
no es distribuible a socios como utilidad hasta tanto se liquide el organismo o
se capitalice tal valor. A partir de enero de 2007 fueron abolidos los ajustes por
inlación tanto desde el punto de vista tributario (Ley 1111 de 2006), como desde
la norma contable (Decreto Reglamentario 1536 de mayo de 2007).
B) Dividendos o participaciones decretados en acciones o cuotas
Comprende el valor apropiado de las ganancias acumuladas mientras se hace la
correspondiente emisión de acciones o la respectiva escritura de reforma de la
entidad económica por cuotas o partes de interés social y los pertinentes traslados
en las respectivas cuentas patrimoniales (Decreto Reglamentario 2649 de 1993,
artículo 79).
C) Resultados del ejercicio
Comprende el valor de las utilidades o pérdidas obtenidas por el organismo
económico al cierre de cada ejercicio (Decreto Reglamentario 2894 de 1994,
artículo 8o).
a) Resultados de ejercicios anteriores
Comprende el valor de los resultados obtenidos en ejercicios anteriores, por
utilidades acumuladas que estén a disposición del máximo órgano social o
por pérdidas acumuladas no enjugadas (Decreto Reglamentario 2894 de 1994,
artículo 8o).
b) Superávit por valorización
Comprende tanto la valorización de inversiones, propiedades, planta y equipo,
así como de otros activos sujetos a valorización (Decreto Reglamentario 2894 de
1994, artículo 8o).
14. Reparto de utilidades
Las sociedades no deben distribuir suma alguna por concepto de utilidades si estas
no aparecen justiicadas en balances reales y idedignos y después de apropiar las
sumas necesarias para las reservas legales, estatutarias y ocasionales (Código de
Comercio, artículo 151 y 451).
15. Concepto de reservas
Ya antes se había incorporado el concepto de reserva que, en otras palabras, se
constituye con fundamento en una sana política de previsión, para asegurar la
PARTE 3 - CAP. II: ESTADOS FINANCIEROS Y REPARTO DE UTILIDADES
estabilidad de la sociedad en caso de presentarse déicit de capital o para inversiones
especiales por voluntad de la ley o los socios. Las reservas se clasiican así:
A) Reserva legal
Es la creada o formada por mandato de la ley y sus normas reguladoras son de
orden público. Son las sociedades de capital las que están obligadas a cumplirla
y han de formarla con el 10 por ciento de las utilidades líquidas de cada ejercicio
hasta que ascienda por lo menos al 50 por ciento del capital suscrito (Código de
Comercio, artículos 350, 371 y 452).
B) Reservas estatutarias
Son las reservas establecidas en los estatutos sociales y serán obligatorias mientras
no se supriman mediante una reforma del contrato social o mientras no alcancen
el monto previsto para ellas (Código de Comercio, artículo 453).
C) Reservas ocasionales
Son el producto de las conveniencias del órgano máximo de la sociedad, el cual en
un momento dado las puede estimar para absorber una pérdida o para otros ines
de interés social (Código de Comercio, artículos 154 y 453).
16. Diferencias entre utilidades y dividendos
La distribución de las utilidades sociales se llevará a cabo en proporción a la
parte pagada del valor nominal de las acciones, cuotas o partes de interés de cada
asociado, si en el contrato no se ha previsto válidamente otra cosa. Las cláusulas
del contrato que priven de toda participación en las utilidades a algunos de los
socios se tendrán por no escritas, a pesar de su aceptación por los socios afectados
con ellas.
A falta de estipulación expresa del contrato, el solo aporte de industria sin
estimación de su valor dará derecho a una participación equivalente a la del mayor
aporte de capital (Código de Comercio, artículo 150)186.
A) Proyecto de distribución de utilidades y su aprobación
Para el reparto de utilidades, es indispensable que estas se hallen justiicadas por
balances reales y idedignos. No podrán distribuirse utilidades cuando no se
186 «Se ha denominado participaciones a las utilidades repartidas a los socios de la colectiva, responsabilidad limitada y en comandita simple. Y dividendos a las ordenadas a favor de los accionistas de las anónimas y en comandita por acciones».
387
388
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
hayan enjugado pérdidas de ejercicios anteriores que afecten el capital (Código
de Comercio, artículo 151, inciso 2o). También se requiere previamente que la
asamblea o Junta de socios haya aprobado los balances de in de ejercicio y las
cuentas (Código de Comercio, artículo 420).
Ejemplo: La sociedad tiene por objeto la fabricación de vehículos.
Ventas brutas (vehículos)
(-) Costo de ventas (lo que costó la fabricación)
Utilidad bruta
(-) Gastos administrativos (salarios y otros)
(-) Gastos de ventas (mercadeo y otros)
Utilidad operacional
(+) Otros ingresos (venta chatarra y otros)
(-) Otros egresos (gastos inancieros)
Utilidad antes de impuestos
(-) Provisión impuestos (25%)
Resultado del ejercicio
$40.000.000
($ 25.000.000)
$15.000.000
($ 2.000.000)
$3.000.000
$10.000.000
$ 1.000.000
($ 500.000)
$ 10.500.000
($ 2.625.000)
$ 7.875.000
a) Proyecto de distribución de utilidades
Utilidades del ejercicio
Utilidades de ejercicios anteriores
Total a disposición de los socios
Propuesta de distribución
Reservas
Legal (10%)
Estatutaria (10%)
Ocasional (20%)
Dividendo en acciones187
Dividendo en pesos188
Para futura distribución
Total propuesta
$ 7.875.000
$ 1.000.000
$ 8.875.000
$ 787.500
$ 787.500
$ 1.575.000
$ 2.000.000
$ 1.000.000
$ 2.725.000
$8.875.000
187 «El dividendo podrá pagarse en acciones liberadas de la misma sociedad si así lo dispone la
asamblea con el voto del ochenta por ciento de las acciones representadas. A falta de esta mayoría, solo podrán entregarse tales acciones a título de dividendo a los accionistas que así lo
acepten» (Código de Comercio, artículo 455, inciso 3°).
188 «El pago del dividendo se hará en dinero en efectivo en las épocas que acuerde el órgano
máximo al decretarlo y al tiempo y a quien tenga la calidad de accionista al tiempo de hacerse
exigible el pago» (Código de Comercio, artículo 455, inciso 2°).
PARTE 3 - CAP. II: ESTADOS FINANCIEROS Y REPARTO DE UTILIDADES
b) Reglas adicionales para la distribución
Siguiendo el ejemplo, asumamos que no hubo utilidades de ejercicios anteriores,
sino pérdidas. El proyecto de distribución deberá en primera instancia absorber
las pérdidas acumuladas para después poder hacer la correspondiente distribución
(Código de Comercio, artículo 151, inciso 2o).
Utilidades del ejercicio
(-) Pérdidas de ejercicios anteriores
Total a disposición de la Asamblea
Propuesta de distribución
Reservas
Legal (10%)
Estatutaria (10%)
Ocasional (20%)
Dividendo en acciones
Dividendo en pesos $100
Total propuesta
$ 7.875.000
($ 1.000.000)
$ 6.875.000
$ 787.500
$ 787.500
$ 1.575.000
$ 2.000.000
$ 1.158.000
$5.930.000
c) Pérdidas que afectan el capital
Para todos los efectos legales, se entenderá que las pérdidas afectan el capital
cuando a consecuencia de ellas se reduzca el patrimonio neto por debajo del
monto de dicho capital (Código de Comercio, artículo 151, parágrafo).
Capital:
Reservas (legal, estatutaria, ocasional)
(-) Pérdidas
Patrimonio neto
$100.000.000
$20.000.000
($21.000.000)
$99.000.000
B) Aplicación del reparto de utilidades189
Para proceder a la distribución de utilidades, se requiere el voto favorable de un
número plural de socios que representen el 78 por ciento de las acciones, cuotas o
partes de interés representadas en la reunión, a menos que en los estatutos sociales
se estipule una mayoría superior.
189 Las sumas debidas por concepto de utilidades hacen parte del pasivo externo de la sociedad y
los socios las podrán exigir por la vía judicial. Prestan mérito ejecutivo el balance y copia auténtica de las actas en que consten los acuerdos válidamente aprobados por la asamblea o Junta de
socios. Las utilidades que se repartan se pagarán en dinero en efectivo dentro del año siguiente
a la fecha en que se decreten y se compensarán con las sumas exigibles que los socios deban a la
sociedad.
389
390
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Para este ejemplo, se hicieron presentes el 80 por ciento, luego para aprobar el
reparto de utilidades del ejercicio, se requiere el voto del 62,4 por ciento, el cual
equivale al 78 por ciento de las acciones presentes.
Si no se obtuviese este 62,4 por ciento, se deberá repartir por lo menos el 50 por
ciento de las utilidades. Pero si la sumatoria de las reservas legal, estatutaria y
ocasional supera el 100 por ciento del capital, se repartirá como mínimo el 70 por
ciento de las utilidades (Código de Comercio, artículo 454, inc. 2o).
Ejemplo:
Capital
Reserva legal
Estatutaria
Ocasional
Resultado del ejercicio
Utilidad mínima para repartir
$ 100.000.000
$ 65.000.000
$ 35.000.000
$ 10.000.000
$ 40.000.000
$ 28.000.000
Capítulo III
Junta Directiva
1. Concepto
Es un órgano colegiado de carácter intermedio entre la asamblea y el representante
legal. Su creación puede ser voluntaria para las sociedades de responsabilidad
limitada y colectiva, por medio de sus estatutos190, y de creación obligatoria para
las anónimas. Su función principal es la de administrar la sociedad.
Es común que exista en aquellas sociedades donde los negocios y actividades se
han incrementado de manera considerable y, por tanto, está integrada por personas
especializadas en la dirección y el manejo empresarial, quienes son las encargadas
de generar un plan de negocios tendiente a asesorar y analizar operaciones y
riesgos que la sociedad debe tratar. Por esta razón, su creación estará siempre
dirigida a la planeación de la gestión social y, por ende, a proyectar la actividad
social tanto interna como externamente.
190 El órgano administrativo puede ser unipersonal o plural y los estatutos deben expresar «la
forma de administrar de los negocios sociales, con indicación de sus atribuciones y facultades
de los administradores» (Código de Comercio, artículo 110, ordinal 6°). Es unipersonal cuando
es ejercida dicha función por una sola persona; cuando es plural, según los estatutos se puede
crear un cuerpo colegiado con funciones administrativas, cuyos miembros sean elegidos por el
órgano mayor.
392
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
2. Características
• Debe estar conformada mínimo por tres miembros, cada uno con suplente;
su conformación podrá señalarse en los estatutos, pero siempre indicando el
máximo de integrantes (Código de Comercio, artículo 434).
• Es un órgano que nace de la asamblea o Junta de socios y que está facultado
para tomar todas las determinaciones que considere necesarias para que la
sociedad cumpla con el objetivo por el cual fue constituida. Y así como la
Junta de socios o la asamblea de accionistas son llamadas «alma del ente
social», de la Junta Directiva se dice que es el «órgano motor de la sociedad».
• Generalmente está integrada por algunos socios, pero pueden designarse
terceros expertos en temas industriales, técnicos y económicos empresariales.
Sus obligaciones y responsabilidades se encontrarán especiicadas en los
estatutos sociales.
• La Junta Directiva es designada por la asamblea o Junta de socios, y para ello
aplicará el sistema de cuociente electoral cuando realice la designación, la
cual deberá ser por períodos determinados.
• Ni la asamblea ni la Junta de socios podrán modiicar, suprimir o asumir las
funciones de la Junta Directiva.
• Salvo que los estatutos indiquen otra cosa, la Junta Directiva deliberará y
decidirá válidamente con el voto de la mayoría de sus miembros.
• Podrá ser convocada por ella misma, por el representante legal, por el revisor
iscal o por dos de sus miembros que actúen como principales (artículo 437,
inciso 3°, Código de Comercio).
3. Funciones
Deben estar claramente señaladas en los estatutos y referidas expresamente
a aspectos económicos, administrativos y inancieros, puesto que su función
principal estará dirigida a la planeación empresarial de cada uno de ellos.
Su gestión no debe interferir con la del gerente o representante legal, por ser
igualmente administrador con responsabilidades más especíicas.
El artículo 438 del Código de Comercio señala las atribuciones generales de la
Junta Directiva en los siguientes términos:
Salvo disposición estatutaria en contrario, se presumirá que la Junta Directiva
tendrá atribuciones suicientes para ordenar que se ejecute o celebre cualquier acto
o contrato comprendido dentro del objeto social y para tomar las determinaciones
necesarias en orden a que la sociedad cumpla sus ines.
PARTE 3 - CAP. III: JUNTA DIRECTIVA
De este artículo se deducen dos clases de poderes: uno el de ordenarle al
representante legal que ejecute o celebre todos los actos o contratos relacionados
con el objeto social; y el de decidir cuáles medidas se han de tomar para que la
sociedad cumpla su inalidad.
En las sociedades anónimas, cuya creación es obligatoria, la junta deberá además
cumplir las siguientes funciones especíicas:
• Salvo en los siguientes casos, deberá aprobar el reglamento de colocación de las
acciones que sean suscritas o emitidas con posteridad al acto de constitución:
a) cuando sean acciones privilegiadas o de goce, por ser competencia de la
asamblea de accionistas; b) cuando la asamblea no le hubiere delegado la
facultad de aprobarlo, si se tratan de acciones con dividendo preferencial y
sin derecho a voto (Ley 222 de 1995, artículo 62), y c) cuando los estatutos
asignen dicha facultad a otro órgano social (Código de Comercio, artículo
385).
• Convocar a reuniones extraordinarias de la asamblea cuando lo exijan las
necesidades imprevistas o urgentes de la compañía (Código de Comercio,
artículo 423, inciso Io).
• Autorizar la negociación de las acciones de industria no liberadas,
o la enajenación o la adquisición de acciones de la sociedad, por los
administradores en ejercicio de su cargo (Código de Comercio, artículos 402,
403 Y 404).
• Deberá presentar a la asamblea o Junta de socios, en su calidad de
administradora, al inal de cada ejercicio contable para su visto bueno: a)
informe de gestión sobre el desarrollo de los negocios sociales y la situación
económica, jurídica y administrativa de la sociedad, además de los requisitos
señalados en el artículo 47 de la Ley 222 de 1995; a in de ser aprobado el
informe, requiere del voto de la mayoría de los miembros de la junta, pero
además deberá allegar los salvamentos de voto de los miembros opositores
al mismo; b) balance y estados inancieros de propósito general de cada
ejercicio contable, y c) proyecto de distribución de utilidades, teniendo en
cuenta la necesidad de hacerle presente a la asamblea la obligatoriedad de que
el reparto de las utilidades se haga en los porcentajes mínimos señalados (Ley
222 de 1995, artículo 240, y Código de Comercio, artículo 454).
• Cuando un accionista esté en mora de pagar las cuotas de las acciones que
haya suscrito, no podrá ejercer los derechos inherentes a ellas, por lo que el
100% se ha de calcular con base en las acciones que se encuentren al día, con
el in de lograr que los socios restantes no se vean afectados por la negligencia
de otros. Para este efecto, la sociedad anotará los pagos efectuados y los
saldos pendientes. En este caso, el artículo 397 ha previsto dos medidas que
la Junta Directiva puede aplicar facultativamente; una es el cobro judicial de
393
394
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
las acciones suscritas y la venta de las mismas por cuenta y riesgo del socio
moroso, y la otra es el imputar las sumas recibidas a la parte de acciones que
corresponda a las cuotas pagadas, previa deducción de un 20 por ciento a
título de indemnización de perjuicios, los cuales se presumen causados. Estas
dos alternativas tienen como inalidad resolver el no pago de las acciones
que se suscriban, siendo excluyentes a la hora de ser aplicadas, es decir, no se
pueden ejercer las dos medidas simultáneamente.
• Respecto al no ejercicio de los derechos por parte del accionista y al no pago
total de las acciones suscritas, la Superintendencia de Sociedades ha señalado
que cuando:
El accionista tiene obligaciones vencidas, al haber omitido el pago en su integridad
de las acciones suscritas dentro del año siguiente a la fecha del compromiso
adquirido, lo que procede es acudir al artículo 397 ibidem, de donde se colige que
la Junta Directiva bien puede optar, entre otras alternativas, por «[...] imputar las
sumas recibidas a la liberación del número de acciones que correspondan a las cuotas
pagadas, previa deducción de un veinte por ciento a título de indemnización de
perjuicios, que se presumirán causados [...]» (el resaltado fuera de texto), lo que
signiica que el mencionado accionista continuará siendo titular del número de
acciones que resulte de aplicar tal mecanismo, sin que sea viable, bajo ninguna
circunstancia, con el argumento de la inactividad en el ejercicio de los derechos
que la ley le otorga a quienes ostentan tal calidad, su exclusión o la negociación
de la participación de que es titular sin su consentimiento [...] No obstante lo
anterior, en opinión de esta Superintendencia podría intentarse una decisión
judicial, en la que el juez competente rescinda el contrato de sociedad respecto de
aquel o aquellos accionistas que han abandonado el cumplimiento de los deberes,
derechos y las obligaciones que la ley les impone, declaratoria que solo tendría
efecto respecto de la persona de la cual se predica el incumplimiento del contrato
(Código de Comercio, artículo 104) (Superintendencia de Sociedades, 2005,
Oicio 220-005625).
• En caso de que los estatutos no los hubiesen asignado a la asamblea, podrá
designar y remover al representante legal y suplente del mismo en cualquier
tiempo.
• Por mandato legal, articulo 446 del Código de Comercio, la Junta directiva
y el representante legal deben presentar ante la asamblea el balance de
cada ejercicio, y la junta lo acompañará con un informe sobre la situación
económica y inanciera de la sociedad. (Ver Parte Tercera, Capítulo II,
numeral 2, literal A.)
4. Conformación
El artículo 434 del Código de Comercio establece una pluralidad de miembros
principales y suplentes, al prescribir que «se integrará con no menos de tres
miembros, y cada uno de ellos tendrá un suplente. A falta de estipulación expresa
PARTE 3 - CAP. III: JUNTA DIRECTIVA
en contrario, los suplentes serán numéricos». Los estatutos han de ijar un número
máximo y especiicar si los suplentes son personales o numéricos, pues a falta
de estipulación se presume que son numéricos con la inalidad de facilitar la
formación del quórum. El que los suplentes tengan ese carácter indica que ocupan
el lugar de un miembro principal en la lista que aprobó la asamblea, sin importar
quién sea el principal que falte.
La elección de los miembros de la Junta Directiva corresponderá a la asamblea
aplicando el sistema de cuociente electoral, con el in de asegurar la representación
e intereses y además la protección a las minorías para que se vean representados
los grupos de asociados (Código de Comercio, artículo 197). La calidad de
miembro de la Junta Directiva se otorga cuando el elegido acepta el cargo y no
cuando se inscribe su nombramiento en el registro mercantil, ya que el objeto
de esta inscripción no es otra cosa que la de informar a los terceros de tales
nombramientos, en razón a que:
La Junta Directiva cumple funciones de gestión y no de representación, una vez
son removidos sus integrantes, cesan en el ejercicio de sus cargos, y los designados
acceden al cargo tan pronto maniiestan su aceptación (Superintendencia de
Sociedades, 2002, Oicio 220-001030).
5. Reuniones
El período en que deben realizarse las reuniones debe constar en los estatutos
sociales puesto que el Código de Comercio no señala nada al respecto. El objeto de
dichas reuniones será tomar decisiones respecto a las funciones, nombramientos,
la preparación de los estados inancieros junto con el representante legal y
aquellas que les sean asignadas por los estatutos y las leyes; en caso de que las
necesidades de la compañía lo requieran o que los estatutos lo señalen, podrán
reunirse extraordinariamente.
El artículo 437 del Código de Comercio consagra la forma como debe deliberar
y decidir la junta, en los siguientes términos: «La Junta Directiva deliberará y
decidirá válidamente con la presencia y los votos de la mayoría de sus miembros,
salvo que se estipulare un quórum superior». Por consiguiente, ningún miembro
puede obrar por separado, sino que ha de reunirse para deliberar y decidir
conforme a la mayoría estatutaria. Cada miembro de la Junta Directiva tiene un
voto y este es personal e indelegable.
Así, la mayoría para deliberar será la de mínimo tres de sus principales miembros
y la decisoria será la indicada, si no se hubiese estipulado nada al respecto en
los estatutos. Hay que tener en cuenta que el quórum, como ya se mencionó, es
indispensable para la validez de las deliberaciones y decisiones; por tanto, este se
desintegrará cuando no se encuentren los principales o suplentes para completar
la mayoría prevista en los estatutos o en la ley. Puede acontecer que la Junta
395
396
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Directiva esté integrada por número par y en algunas decisiones, al someterse
a votación, se presente un empate; en este caso solo se resolverá hasta obtener la
mayoría exigida. Consideramos que si el tema es de importancia para la sociedad
se debe citar a la asamblea a una reunión extraordinaria para que ella decida el
tema o temas en los que hubo empate (artículo 432, Código de Comercio).
Entonces, en caso de que falte temporal o deinitivamente algún miembro
principal, su respectivo suplente hará parte de la reunión, quien podrá intervenir
en las deliberaciones o decisiones que tome la Junta Directiva. Luego, los suplentes
no tendrán el derecho de asistir a las reuniones, sino únicamente en los casos
consagrados para la suplencia, a menos que la junta lo permita para algunos casos
en particular; pero de todas formas, no se les permitirá ejercer el derecho al voto
en la respectiva reunión.
El representante legal, el revisor iscal, dos de sus miembros que actúen como
principales o la misma junta podrán realizar la convocatoria para efectuar la
reunión de Junta Directiva, la cual podrá ser no presencial, según lo indicado en
los artículos 19 y 20 de la Ley 222 de 1995.
Las decisiones de la Junta Directiva deberán inscribirse en el libro de actas al cual
se reiere el artículo 28 del Código de Comercio. En las actas se ha de mencionar
el lugar, la fecha y hora en que inició y terminó la reunión, los miembros que
asistieron y las resoluciones aprobadas. Su valor probatorio es incuestionable
porque contiene lo sucedido en las reuniones de la junta. Son irmadas por el
presidente y el secretario, aunque lo recomendable es que se irme por todos
los asistentes. Estas actas pueden ser revisadas por los miembros del citado
cuerpo colegiado en cualquier momento, y en igual sentido se ha pronunciado la
Superintendencia de Sociedades191.
6. Remoción
La asamblea o Junta de socios podrá remover a cualquier miembro, sin importar
el período por el cual ella misma lo designó y podrá igualmente hacerlo en
191 «En el entendido que los estatutos no establecen una disposición que regule el derecho de los
miembros de la junta directiva a efectuar una revisión de las actas correspondientes a las reuniones en las que ellos participan, a juicio de este despacho, nada obsta para que los miembros
del citado cuerpo colegiado efectúen la revisión de las referidas actas en cualquier momento.
Lo anterior no excluye la posibilidad de que por la vía de un reglamento interno, la sociedad
establezca las normas que su juicio determinen los parámetros de su funcionamiento incorporando aspectos tales como los relacionados con la forma y medio de convocatoria, el derecho de
sus miembros a revisar las actas, los tiempos dentro de los cuales pueden hacer, etc., desde luego
sin afectar el normal funcionamiento de la compañía» (Superintendencia de Sociedades,
2006, Oicio 220-42957).
PARTE 3 - CAP. III: JUNTA DIRECTIVA
cualquier tiempo, tanto en las reuniones ordinarias como en las extraordinarias,
según lo preceptuado en el numeral 4 del artículo 420 del Código de Comercio.
Así como la calidad de miembro de la Junta Directiva se adquiere al momento
en que la persona acepta el cargo, la pérdida de esta calidad se presenta cuando
el máximo órgano social le acepta su renuncia y procede a designar el reemplazo
correspondiente.
7. Impedimentos, prohibiciones y responsabilidades
La Junta Directiva es el órgano administrativo de la sociedad y, como tal, les serán
aplicadas a sus miembros las normas relativas a los administradores en cuanto a
impedimentos, prohibiciones y responsabilidades.
• Impedimentos. El artículo 435 del Código de Comercio indica que:
no podrá haber en las juntas directivas una mayoría cualquiera formada con
personas ligadas entre sí por matrimonio192, o por parentesco dentro del tercer
grado de consanguinidad193 o segundo de ainidad194, o primero civil195, excepto en
las sociedades reconocidas como de familia. Si se eligiere una junta contrariando
esta disposición, no podrá actuar y continuará ejerciendo sus funciones la junta
anterior, que convocará inmediatamente a la asamblea para nueva elección.
Las decisiones que adopte una junta que se encuentre bajo este impedimento
carecen de toda eicacia, es decir, no producen ningún efecto.
Como vemos, del anterior impedimento se exceptúan las sociedades de familia,
puesto que en ellas la Junta Directiva podrá estar conformada no solo por los
192 El vínculo matrimonial puede surgir del matrimonio católico o del matrimonio civil, ya sea que
se celebre ante notario o juez.
193 El parentesco por consanguinidad es aquel que hay entre dos o más personas descendientes del
mismo tronco o raíz o vinculadas por sangre. La consanguinidad hasta el tercer grado será el parentesco existente: entre el padre y el hijo (primer grado), entre los hermanos (segundo grado),
entre abuelo y nieto (segundo grado), entre tíos y sobrinos (tercer grado). Véanse los artículos
35 y subsiguientes del Código Civil.
194 El parentesco por ainidad es el existente entre una persona que es casada o ha sido casada,
o es concubina o ha sido concubina, con los parientes consanguíneos de esta; por ejemplo, el
existente entre los suegros y el yerno o nuera (el primer grado), el del marido o mujer con los
hermanos de uno u otra, es decir, con los cuñados (segundo grado), y el del esposo respecto de
los hijos del anterior matrimonio de su esposa (primer grado). Véanse los artículos 47 a 49 del
Código Civil.
195 El parentesco civil se deriva de la adopción y existe entre los padres adoptantes y el hijo adoptado (primer grado). Véase artículo 50 del Código Civil.
397
398
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
mencionados, sino también por otros parientes, sin importar el grado de
consanguinidad, ainidad o parentesco civil (Código de Comercio, artículo 102)196.
• Prohibiciones. Los artículos 185, inciso primero, y 202 señalan algunas de
las prohibiciones que tienen los administradores dentro del ejercicio de
sus funciones sociales. El primer artículo se reiere a que, mientras estén
en ejercicio de sus cargos, no pueden representar acciones distintas de las
propias en las reuniones de la asamblea o Junta de socios, salvo cuando exista
representación legal; y a los suplentes se les prohíbe representar acciones
ajenas si han actuado como principales en las reuniones.
El segundo artículo está dirigido a prohibir la designación de una sola persona
para que ejerza un cargo directivo en más de cinco juntas de manera simultánea,
tanto en principales como en matrices y subordinadas (artículo 434, Código de
Comercio).
• Responsabilidad. Por ser los miembros de la junta también administradores
de la sociedad, es necesario remitirnos a lo expresado en el capítulo 6,
numeral 5, de esta parte, sobre responsabilidad patrimonial y penal de los
administradores.
196 «Será válida la sociedad entre padres e hijos o entre cónyuges, aunque unos y otros sean los
únicos asociados. Los cónyuges, conjunta o separadamente, podrán aportar toda clase de bienes
a la sociedad que formen entre sí o con otras personas».
Capítulo IV
Representante legal
Como lo vimos en las nociones generales de este libro, la personería jurídica es
la que permite ejercer derechos y contraer obligaciones para desarrollar el objeto
social. Con este in se designará al representante legal (llámese presidente, gerente
o director general), quien es el facultado para que actúe a su nombre frente a
terceros y conforme al contrato social; a falta de estipulación, «podrán celebrar o
ejecutar todos los actos y contratos comprendidos dentro del objeto social o que
se relacionen directamente con la existencia y el funcionamiento de la sociedad»
(Código de Comercio, artículo 196). Entonces, será quien represente judicial
y extrajudicialmente a la sociedad, careciendo de esta forma de personalidad
distinta al organismo que representa ya que hace parte de la sociedad, y ello
implica que los contratos o actos que ejecute en ejercicio de sus facultades afecten
al organismo social.
Su estipulación en los estatutos es obligatoria según lo preceptuado en los ordinales
6o y 12 del artículo 110 del Código de Comercio. El primero de ellos señala que
deberá indicarse la forma como se van a administrar los negocios sociales y las
facultades de los administradores dependiendo del tipo social, y cuando dicha
función no haya sido asignada a alguno de los socios, ello no indica que se pueda
prescindir de este órgano, por cuanto la representación de la sociedad no es
voluntaria.
400
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Cabe señalar que en la sociedad colectiva y en la de responsabilidad limitada todos
los socios ejercen la representación y administración de los negocios sociales197,
pero en la primera de ellas son los socios quienes podrán delegarlas en terceros o
consocios, para lo cual los delegantes quedarán inhibidos para ejercitarlas; en la
limitada, la delegación de dichas funciones corresponderá a la Junta de socios en
cabeza de un gerente, indicando sus atribuciones.
En las sociedades comanditarías, esta facultad corresponde a los gestores quienes
la delegarán en terceros, en otros socios colectivos o en los comanditarios;
estos últimos podrán ejercer la representación de la sociedad únicamente como
delegados de los socios gestores, tal como lo prevé el artículo 327 del Código
de Comercio. En las sociedades anónimas, la Junta Directiva o la asamblea de
accionistas podrán designar uno o varios representantes (Código de Comercio,
artículo 440).
1. Designación
Como se observó, es el máximo órgano el encargado de elegir a los representantes
legales, aunque dicha competencia puede ser delegada en la Junta Directiva.
En las sociedades anónimas, por el contrario, su designación corresponde
principalmente a la Junta Directiva y puede ser delegada estatutariamente a la
asamblea de accionistas.
En todo caso, la designación deberá ser para períodos determinados y ello no
impide la reelección de manera indeinida. Dicha designación deberá ser inscrita
en el registro mercantil mediante copia del acta en la que conste la elección. Pero
la reelección de quienes ya estén inscritos como representantes no requiere de una
nueva inscripción (Código de Comercio, artículo 164).
Así mismo, podrán designarse varios representantes legales, caso en el cual es
conveniente estipularlo en los estatutos, expresando si han de obrar conjunta o
separadamente. Sin embargo, es distinta la situación cuando en la sociedad se
deciden crear varios cargos con el nombre de representante legal, vale decir uno
para el área inanciera y otro para el área jurídica, en cuyo caso pueden actuar
en su condición de principales al mismo tiempo, conforme a lo dispuesto en
el artículo 440 del Código de Comercio. El nombramiento de los suplentes es
197 En estos casos, cuando la representación radica en varias personas, se debe estipular
en los estatutos si van a actuar conjunta o separadamente. Bajo el primer supuesto se
hace necesario que haya unanimidad a la hora de obrar, pues el cumplimiento individual de alguno de los representantes puede generar la invalidez del acto; no obstante,
puede suceder que cada uno de los socios que tenga la facultad de representar a la
sociedad tenga atribuciones para determinados negocios y, por tanto, posea validez su
actuación.
PARTE 3 - CAP. IV: REPRESENTANTE LEGAL
necesario, ya que su inalidad es evitar que la sociedad se vea paralizada por
ausencia o incapacidad sobreviniente del principal.
Lo expuesto nos lleva a precisar y aclarar que solo pueden actuar como representante legal y suplentes, aquellas personas, que una vez hayan sido elegidos se
inscriban en el registro mercantil de la cámara de comercio. Solo quienes iguren
inscritos podrán obrar como tales para todos los efectos legales, mientras no se
cancele su inscripción mediante el registro de un nuevo nombramiento (Código
de Comercio, artículo 117 y 442).
Entonces la calidad del representante legal se probará con el certiicado de la
cámara de comercio o en su defecto, mediante inspección practicada en el registro
mercantil (Código de Comercio, artículo 30).
A) Suplente del gerente
En los estatutos sociales se puede estipular la representación legal plural en cabeza
de un órgano social principal y otros suplentes o denominados subgerentes,
destinados a reemplazar al primero en sus faltas absolutas o temporales. Sobre
la actuación del suplente, existe la creencia de que solamente puede representar a
la sociedad, una vez se haya acreditado la falta absoluta o temporal del principal.
Esta interpretación es errónea, ya que la ley no ha impuesto obligación alguna al
suplente de acreditar la falta temporal o deinitiva del principal frente a terceros,
antes de actuar en un momento determinado. La legalidad de su actuación tiene
fundamento en el principio de la buena fe, pues se presume que ejerce el cargo en
reemplazo del principal y que no lo está suplantando. Por ejemplo, se debe irmar
un pagaré a cargo de la sociedad. El representante legal se encuentra en una reunión
a puerta cerrada y el suplente puede irmar el pagaré en nombre y representación
de la sociedad (falta temporal); en otro caso, si el representante legal principal está
fuera del país, el suplente puede irmar el pagaré en su reemplazo.
Vale la pena señalar que en virtud del principio de libre remoción de los administradores, la Junta Directiva o asamblea de accionistas podrán designar uno o
varios representantes con uno o más suplentes para determinados períodos. Estos
podrán ser reelegidos por un tiempo indeinido o removidos en cualquier tiempo
(Código de Comercio, artículos 198 y 440).
Sobre la libre remoción del representante legal y el principio de estabilidad laboral
establecido en el artículo 53 de la Constitución Política, la Corte Constitucional se
pronunció señalando que:
salvo en los casos en que la administración de la sociedad corresponde por ley
a determinada clase de socios, los encargados de la administración son elegidos
por la asamblea o por la Junta de socios, con sujeción a lo prescrito en la ley o
en el contrato social. La elección podrá delegarse por disposición expresa de los
401
402
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
estatutos en la Junta Directiva elegida por la asamblea general de accionistas. En
ese orden, de acuerdo con lo que establece el Código de Comercio, el legislador
dejó en libertad a las sociedades para deinir cuál es el régimen jurídico que regirá
la relación que se establece entre la compañía y su administrador o representante
legal, respetando obviamente la coniguración de los tipos societarios.
[...] Ahora bien, en cuanto se reiere a las expresiones acusadas de los artículos 198
y 440 del Código de Comercio, la Corte advirtió que ofrecen como rasgo común
el que el nombramiento se haga por períodos determinados en los estatutos, sin
perjuicio de su revocabilidad. Esta lexibilidad para la remoción del representante
legal se contempla como una garantía para los propios asociados, que aparece
reforzada con la previsión de la ineicacia de las cláusulas que tiendan a establecer
la inamovilidad, y las que exijan para la remoción mayorías especiales distintas
de las comunes.
La Corporación observó que el demandante parte del supuesto equivocado
de considerar que la relación que se establece entre la sociedad comercial y su
administrador es de naturaleza laboral. En realidad, aunque explícitamente
la ley no caracteriza la relación jurídica, lo que se advierte es que existe entre
la compañía y su representante legal una relación de conianza, toda vez que
está habilitado para comprometer a la sociedad frente a terceros, mediante la
celebración de contratos y la ejecución de actos, con la única limitación de que
encajen en el objeto social y estén directamente relacionados con la existencia y
funcionamiento de la sociedad. Aunque su gestión está sujeta a controles como
la revisoría y el ejercicio del derecho de inspección por cuenta de los socios, no
cabe duda que la designación de estas personas está fundada en la conianza
depositada no solamente en razón a las calidades profesionales y gerenciales
del elegido que aseguren su desempeño eiciente, sino que reposa de manera
prevalente en las condiciones éticas del mismo, que garanticen la lealtad en el
manejo de los asociados.
En consecuencia, la designación de los administradores a que se reieren los
preceptos demandados (terceros designados como gestores) se produce mediante
un acto de elección; está fundada en una relación comercial basada en la conianza
y en la autonomía de la voluntad, por lo que no se puede equiparar a una relación
laboral sobre la cual recae una presunción de asimetría entre las partes y de sujeción
que requeriría la expresión protección constitucional (principio de estabilidad en
el empleo) que invoca el demandante. El establecimiento de períodos constituye
simplemente un requisito estatutario de proveer un razonable margen de
seguridad a la relación contractual y pretende garantizar la ejecución del objeto
social mediante un principio de continuidad en la gestión. Con fundamento en lo
anterior, la Corte declaró exequibles las expresiones demandadas de los artículos
198 y 440 del Código de Comercio por no vulnerar el principio de estabilidad
laboral (Corte Constitucional, 2008, Sentencia C-384).
PARTE 3 - CAP. IV: REPRESENTANTE LEGAL
2. Funciones198
Las funciones y atribuciones del representante legal serán aquellas que expresamente se señalen en las cláusulas estatutarias, dependiendo del régimen propio de
cada tipo societario y, en todo caso, tendrán que estar comprendidas dentro del
objeto social (Código de Comercio, artículo 190, inciso 1°).
Sin embargo, puede presentarse que los asociados no hayan estipulado las
limitaciones o restricciones en los estatutos; situación que soluciona el estatuto
mercantil al expresar que «a falta de estipulaciones, el representante legal podrá
celebrar o ejecutar todos los actos y contratos comprendidos dentro del objeto
social o que se relacionen directamente con la existencia y funcionamientos de la
sociedad» (Código de Comercio, artículo 196, inciso 2°).
Lo expuesto nos lleva a concluir que si el representante va a celebrar negocios
que sobrepasen las limitaciones consignadas en los estatutos, deberá solicitar
autorización del órgano competente según el caso.
En igual sentido se expresa la Cámara de Comercio de Bogotá199.
Estas limitaciones o restricciones deben constar expresamente en los estatutos e
inscribirse en el registro mercantil para que sean oponibles a terceros (Código de
Comercio, inciso 2o, artículo 196).
198 El doctor José Ignacio Narváez (2002, p. 295) con respecto al contenido de la representación
distingue los conceptos de gestión social, la función administrativa y la función representativa;
la primera de ellas contiene las funciones de carácter administrativo y representativo, actos y
relaciones de carácter interno y externo de la sociedad; la segunda se reiere a las operaciones de
carácter interno, y la última, a los actos llevados a cabo por.
199 «Frente a los anteriores preceptos, es evidente que cuando el gerente —en el ejercicio de sus
funciones— tenga que efectuar negociaciones que sobrepasan los límites estipulados en el
contratos social, debe obtener la autorización previa de la Junta Directiva. Consignada esta en
forma correcta y especíica para uno o varios negocios claramente determinados en un acta
que reúna todas las formalidades legales, la misma servirá de prueba de la competencia del
gerente para realizar los actos jurídicos autorizados, sin que para ello se requiera su inscripción
en el Registro Mercantil; esta no es necesaria, habida cuenta que tales autorizaciones se agotan
cuando se ha realizado el acto o los actos autorizados y en atención a que las mismas son eminentemente transitorias y solo interesan a las personas que va a contratar.
A contrarío sensu, si se trata de modiicar en forma permanente las facultades del representante
legal, aumentando su cuantía para negociar —como es el caso del acta mencionada— deberá
adoptarse una reforma estatutaria pro el órgano competente, la que reducirá a escritura pública
en los términos consagrados en el artículo 158 y siguientes del Código de Comercio.
En este caso, no solo se registra la reforma contenida en el instrumento público, sino que se
insertan las modiicaciones de las facultades de gerente en el certiicado de existencia y representación que expide la Cámara». (Gil, 1988, p. 38).
403
404
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
Al respecto la Cámara de Comercio de Bogotá ha dicho:
Siempre que la actividad se desarrolló dentro del objeto social, ha de estarse a
la capacidad del representante legal y por ende las limitaciones son de carácter
excepcional y deben existir en norma legal o estatutaria.
En este orden de ideas sostiene Gabino Pinzón:
De manera, pues, que el representante o los representantes legales de una sociedad
solamente tienen frente a terceros las limitaciones expresamente estipuladas en
los estatutos y que hayan sido dotadas de publicidad comercial mediante su
correspondiente suscripción en el registro público de comercio, en todo lo demás
sus facultades son tan amplias como el objeto social. (Sociedades comerciales,
vol. 1, Bogotá, Edit. Temis, 1982, pág. 191).
En efecto, el inciso inal del artículo 196 citado dispone la inoponibilidad de las
limitaciones que no consten en el contrato social inscrito en el registro mercantil,
Protegiendo así a los terceros que se siguen por la citada regla de la capacidad
de modo tal que la sociedad se obliga, pese a la limitación, si ella no consta en
los estatutos debidamente registrados como quiera que no se la ha dotado de la
publicidad requerida por la ley (Código de Comercio, artículo 901).
Así las cosas, el tercero que contrata con la sociedad sólo requiere la prueba de la
representación legal pero no se ve en la necesidad de exigir especial autorización
al gerente para contratar con él, salvo que exista una limitación conocida a
través del registro público. En consecuencia resulta inoiciosa cualquier prueba
tendiente a demostrar la capacidad del representante legal para obligar a la
sociedad o para actuar en su nombre, pues la propia ley establece dicha capacidad
para celebrar todo acto o contrato comprendido dentro del objeto o relacionado
con la existencia y funcionamiento de la sociedad y es principio general que la
norma jurídica se presuma conocida y no debe ser objeto de prueba. En igual
sentido no existe razón para exigir al representante autorización especial del
máximo órgano social, salvo en el caso de las limitaciones que se han pactado por
los estatutos o en presencia de las normas legales de carácter especial que así lo
exijan (Cámara de Comercio de Bogotá, 1983, Oicio 03-1537).
En este tema de atribuciones, ya sea ilimitadas o limitadas, se puede presentar el
caso que el representante legal exceda en sus funciones a espaldas de lo ordenado
y establecido en los estatutos; extralimitación ya sea porque celebró un contrato
que no está comprendido en el objeto social o, porque se excedió o se extralimitó
en sus funciones, conducta que la ley las sanciona con el siguiente alcance:
• Negocios fuera del objeto social
Como ya lo expusimos al hablar del objeto social, el cual está ligado con la capacidad
social, si el representante legal celebra un negocio jurídico que no esté comprendido
en el objeto social, dicho negocio ha de ser declarado absolutamente nulo y es
PARTE 3 - CAP. IV: REPRESENTANTE LEGAL
inoponible a la sociedad, y solo compromete el patrimonio del representante legal.
Es importante anotar que esta nulidad absoluta no se borra o se sanea porque se
argumente que el negocio fue aprobado por el órgano competente de la sociedad,
pues la ley sanciona es el hecho en sí, por haberse presentado un exceso del objeto
social (Código de Comercio, artículo 190).
• Extralimitación de facultades
En lo que respecta a que el representante contrate sin poder o excediendo el límite
de este, el artículo 841 del Código de Comercio, expresa que no producirá efectos
frente a la sociedad que represente, pero será válido, eicaz y vinculante entre el
tercero y el representante (Corte Suprema de Justicia, 1994, Sentencia 30 de
noviembre)200.
No obstante, la sociedad sí responderá por aquellas operaciones que se celebraron
sin su autorización, en los siguientes casos: a) cuando la sociedad haya sacado
provecho de ella y que se compruebe de un modo inequívoco contraído por
su cuenta, b) cuando la negociación sea ratiicada por la empresa y c) cuando
se demuestre que es costumbre de la empresa contraer obligaciones de modo
semejante (Código de Comercio, artículo 307).
200 El contrato celebrado con extralimitación del poder es inoponible al mandante; «Las personas
jurídicas desarrollan su capacidad de obrar por medio de sus órganos o representantes, quienes
ante la falta de una voluntad natural del ente colectivo, actúan en las relaciones jurídicas comprometiéndola, dentro de los limites trazados por la ley, los estatutos y la inalidad de la persona
jurídica.
Cuando tales órganos o representantes rebasan esos hitos, las relaciones que de ese modo nacen
no vinculan a la persona jurídica (....).
Resulta, pues, atendible sostener que los actos de los representantes que desborden los limites
antedichos son sancionados por el ordenamiento con una particular forma de ineicacia que se
conoce como inoponibilidad del negocio frente al representado, igura distinta a cualquier otro
tipo de sanción de actos irregulares, especialmente dimantes de la incapacidad de la persona
(...).
La inoponibilidad no conduce a la desaparición del negocio, sino que neutral la producción de
los efectos del mismo en frente de alguien, todo bajo el entendimiento de que su validez entre
las partes es incontrovertible. En este caso, el negocio es, en sí válido, pero es la expansión de
sus efectos propios la que se ve disminuida ante quienes de otro modo, serían sus destinatarios
naturales. O lo que es igual, la inoponibilidad hace siempre relación a alguien que, por determinadas circunstancias suscitadas en su propia génesis, no es afectado por el negocio. Pero como
este, entre quienes le dieron origen, no tiene ningún reproche, sigue siendo válido y por ende
eicaz (...).
Lo que se desea poner de relieve es cómo ante el representante, el acto que excede los poderes
que ha otorgado, no lo afecta. Por el contrario la aptitud vinculante del contrato solo recae sobre
el representante.
405
406
DE LAS SOCIEDADES COMERCIALES
A) Facultades del representante legal
Para que opere la sociedad frente a los socios y a terceros, el representante legal
tendrá las siguientes facultades, señaladas en el Código de Comercio:
• Velar para que se distribuyan las utilidades con fundamento en balances reales
y idedignos, porque del reparto de utilidades que se haga en contravención
a la ley y a los estatutos pueden derivarse perjuicios para la sociedad y para
tercer
Descargar