Subido por Dharma Maite

Ensayo analítico libro "Santander, alma y paisaje" del autor Tomás Vargas Osorio ¿Existe una única santareneidad?

Anuncio
Universidad Autónoma de Bucaramanga
Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes
Programa de Literatura
Tarea: Ensayo analítico de “Santander, Alma y paisaje” (2001)
Estudiante: Dharma Maité Martínez Vargas
Docente: Claudia Mantilla
Curso: Autor moderno II: Tomás Vargas Osorio
La “santereanidad” es heterogénea como el paisaje de la región Santandereana.
El suelo de la región santandereana estuvo un día cubierto por un manto marino, cuya
retirada produjo un terrero de fácil erosión, rico en depósitos de oro, cobre y plomo. Ese espacio
circunscrito a las cuencas hídricas de las vertientes de la cordillera oriental —naturalmente
fragmentario y contrastado— fue, además, “escenario de los movimientos de sublevación más
representativos de la historia emancipadora nacional” (Reyes, J, 2012). En este vasto territorio,
actualmente hay dos departamentos, Santander del Sur y Santander del Norte. No obstante, la
región santandereana, no hace referencia al espacio geográfico delimitado por fronteras
departamentales, sino, a la región de los Santanderes como un constructo cultural, social e
histórico, que da origen a la identidad regional santandereana. En esta región, según el autor
santandereano Tomás Vargas Osorio, en el libro “Santander, Alma y paisaje” (2001), las
diferencias culturales más significativas, suceden entre el oriente de montaña y el occidente
rivereño magdalenense.
En primer lugar, Vargas Osorio expresa esta diferencia del paisaje como una imagen
poética humanizada en la cultura. En la cual, el contraste es el acento predominante. De manera
que, cuando es interiorizada por sus habitantes se manifiesta en sus modos de vida. Por eso, la
dimensión cultural de dicha poética del espacio es también diversa, antitética y contradictoria.
En ese sentido, de acuerdo con el libro “Santander, Alma y paisaje” (2001) no existe una
identidad santandereana única y uniforme, sino, rasgos comunes en el alma colectiva, para la
que el paisaje es su cuerpo.
Universidad Autónoma de Bucaramanga
Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes
Programa de Literatura
Tarea: Ensayo analítico de “Santander, Alma y paisaje” (2001)
Estudiante: Dharma Maité Martínez Vargas
Docente: Claudia Mantilla
Curso: Autor moderno II: Tomás Vargas Osorio
Ahora bien, el paisaje es el territorio: el espacio natural apropiado por parte de las
comunidades humanas. Como se dijo antes, el paisaje Santandereano no expresa una
homogeneidad orgánica, pero, esta característica no se restringe a la dicotomía rivera/montaña.
En Santander la naturaleza arisca y expresiva, ha sido modelada gracias al esfuerzo prodigioso
de muchas generaciones, dice Tomás Vargas Osorio, “el santandereano ha tenido que creer
hasta su propia naturaleza” (Vargas Osorio, T, 2001).
Es una región de pueblos asentados en una tierra exigente y seca, llena de riscos y
piedras tajantes; los resquicios de la explotación del suelo a cargo de la avaricia colonizadora.
En ella, se genera una dialéctica notoria entre la belleza sencilla y la aspereza tajante. El sol
resplandece sobre casas blancas con flores en los balcones, pero, la aridez, la soledad de las
casas y la erosión del suelo y del tiempo, genera “una indefinible impresión de tragedia”
(Vargas Osorio, T, 2001). Así mismo, el sol restalla en la ribera, las plantas son frondosas, no
obstante, el río es esclavo de las empresas injustas, son más los esclavos que los señores que
viven la gozosa vida del río. Dicho de otro modo, ambos escenarios están iluminados por una
luz gótica de vitral clerical, cuidados por un cielo azul que lo alumbra todo; lo cual intensifica
el contraste y la soledad de los objetos en la composición, actuando la luz, la soledad y el
contraste, como factores preeminentes que logran que cada elemento resalte, expresando una
trascendencia profunda.
Por otra parte, Tomás Vargas Osorio nos brinda un cuadro hermosamente descrito del
paisaje santandereano, a través de la simbolización de las relaciones ecológicas del hombre con
su entorno. Para él, la tierra infértil y dura, formó gente que tuvo que trabajar con voluntad y
fuerza; gente que tuvo que “buscar en su vida interior la compensación de lo que la naturaleza,
Universidad Autónoma de Bucaramanga
Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes
Programa de Literatura
Tarea: Ensayo analítico de “Santander, Alma y paisaje” (2001)
Estudiante: Dharma Maité Martínez Vargas
Docente: Claudia Mantilla
Curso: Autor moderno II: Tomás Vargas Osorio
avara, le negó” (Vargas Osorio, T, 2001). Además, atribuye al pueblo santandereano una
notoria profundidad filosófica, como producto del cultivo de la meditación solitaria necesaria
para la fuerza viva y dirección de su espíritu. Esta particularidad se refleja en la abundancia de
la lírica autóctona, en la que el dolor se trata “como algo que es natural y propio, inseparable
de la existencia” (Vargas Osorio, T, 2001). y la muerte es el tema preferido. En cambio, aunque
en la zona ribereña se puede apreciar aquella “vocación para la muerte”, ella no es el personaje
dilecto, porque: allí, “la vida no tiene un valor trascendental y la muerte es mirada con
indiferencia”. En la ribera la soledad se transfigura en individualismo cuando el hombre es
sometido al tiempo acelerado de la producción; se halla a sí mismo en medio de extranjeros y
foráneos que van allí en busca de riqueza a costa de él.
De acuerdo con lo anterior, una misma característica del paisaje, tiene efectos culturales
diferentes, en pueblos que esencialmente tienen un arquetipo de carácter similar (“son gentes
fuertes y aguerridas” (Reyes, J, 2012)), en relación con otros factores que afectan la
configuración del espacio y su papel en los procesos identitarios. La región Santandereana es
para Tomás Vargas Osorio “contradictoria y antitética” (Vargas Osorio, T, 2001), de la misma
forma son los modos de vida que en ella se desarrollan.
Así, el paisaje santandereano es cultura, su existir es inseparable del alma de sus
habitantes, los cuales llevan profundamente grabado el acontecer que no ha podido suceder si
no en esas tierras, y que se expresa en los corazones como un sentir antes que un pensar.
También en ese sentido, la creación lírica, como un acervo de la expresión cultural de
generaciones de santandereanos, muestra la abundancia de vivencias frente a un territorio del
cual “es imposible hacer una interpretación genérica” (Vargas Osorio, T, 2001). En ese orden,
Universidad Autónoma de Bucaramanga
Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes
Programa de Literatura
Tarea: Ensayo analítico de “Santander, Alma y paisaje” (2001)
Estudiante: Dharma Maité Martínez Vargas
Docente: Claudia Mantilla
Curso: Autor moderno II: Tomás Vargas Osorio
no se puede dar una definición uniforme de la santareneidad, porque la identidad regional actúa
con y desde el paisaje.
Finalmente, el analizar la región santandereana como un constructo cultural, se la
asume como resultado tanto de unos aconteceres históricos, como de las relaciones de los seres
humanos que habitan el territorio con el espacio natural en el que se asentó este. Al respecto,
el libro “Santander alma y paisaje” (2001) nos brinda la descripción del paisaje como cultura
de esta región, de manera que, los aspectos que se han formado en él con el paso del tiempo y
la acción modificadora de la fuerza humana se transfiguran en el cuerpo y las expresiones del
pueblo, que al ser comunicadas se convierten en manifestaciones culturales.
Teniendo en cuenta que, la poética del espacio en el libro es un viaje por un paisaje que
parece que “vive solamente en función de restarse así mismo” (Vargas Osorio, T, 2001), al
mismo tiempo que se proyecta en toscas montañas y en pueblos con aura de castillo, en los que
los objetos delegados a su soledad por una intención estética sobria resaltan inevitablemente.
Los efectos culturales e identitarios del paisaje descrito por Vargas Osorio van a tender a ser
igualmente contradictorios, plurales, con una columna vertebral de sobriedad y aspereza.
Entonces, si la idiosincrasia regional se puede comparar con el paisaje —con el terreno
montañoso y los ríos encañonados— no se la puede plantear cómo una generalización, no hay
una única y absoluta santandereanidad. En cambio, existen puntos de encuentro entre los
santandereanos en la dimensión simbólica de las expresiones sociales, lugares abstractos se
revelan como temas comunes en la creación literaria de la región, que es muy abundante en la
lírica.
Universidad Autónoma de Bucaramanga
Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Artes
Programa de Literatura
Tarea: Ensayo analítico de “Santander, Alma y paisaje” (2001)
Estudiante: Dharma Maité Martínez Vargas
Docente: Claudia Mantilla
Curso: Autor moderno II: Tomás Vargas Osorio
Referencias y bibliografía
Arias, J. (2007). Folklore Santandereano. Tomo 1: Coplas populares. Bucaramanga,
Colombia: SIC editorial.
Forero, M. (1942). Reseña “Folklore Santandereano”. Publicación hecha por la
Dirección de Educación pública del Departamento de Santander. Bucaramanga, Imprenta del
Departamento.
Reyes Parra, J. (2012). Historia, paisaje y cultura de Santander. 1st ed. Jorge E. Reyes
Parra: Corporación Indalecio Liévano Aguirre.
Vargas Osorio, T. Y Agelvis, S. (2001). Santander, alma y paisaje. Bucaramanga,
Colombia: Editorial UNAB.
Descargar