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Derecho civil obligaciones 2 bloque 2 parte

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ÍNDICE
SEGUNDO BLOQUE. SEGUNDA PARTE .................................................................................................................. 4
UNIDAD V .................................................................................................................................................................... 4
1.1.- EL INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES ............................................................................................... 4
INTRODUCCIÓN.................................................................................................................................................. 4
CARACTERÍSTICAS DE LAS ASTREINTES ...................................................................................................... 9
1.2.- LA EJECUCIÓN FORZADA INDIRECTA O INDEMNIZACIÓN POR EQUIVALENTE ..................................... 10
1.3.- LA ACCIÓN DIRECTA ....................................................................................................................................... 12
TRABAJO PRÁCTICO ACTIVIDAD OBLIGATORIA .................................................................................................. 14
LECTURA SUGERIDA ............................................................................................................................................... 18
UNIDAD VI ................................................................................................................................................................. 25
2.- EL INCUMPLIMIENTO DE LA PRESTACIÓN ...................................................................................................... 25
3.- LA MORA.SITUACIÓN DE INCUMPLIMIENTO ................................................................................................... 25
3.1.- LA INTERPELACIÓN .................................................................................................................................... 28
3.2.- EFECTOS DE LA MORA .............................................................................................................................. 29
3.3.- EXIMISIÓN DE LOS EFECTOS DE LA MORA ............................................................................................ 30
3.4.- CESE DEL ESTADO DE MORA DEL DEUDOR .......................................................................................... 30
4.- MORA DEL ACREEDOR ...................................................................................................................................... 30
4.1.- ELEMENTOS PROPIOS DE LA MORA ACCIPIENDI (MORA DEL ACREEDOR) ...................................... 30
4.2.- EFECTOS DE LA MORA DEL ACREEDOR................................................................................................. 31
4.3.- CESE DE LA MORA DEL ACREEDOR ........................................................................................................ 31
5.- INCUMPLIMIENTO INIMPUTABLE ...................................................................................................................... 32
5.1.- CASO FORTUITO O FUERZA MAYOR ....................................................................................................... 32
5.2.- TEORÍA DE LA IMPREVISIÓN ..................................................................................................................... 35
5.3.- LA FRUSTRACIÓN DE LA FINALIDAD ........................................................................................................ 37
TRABAJO PRÁCTICO ACTIVIDAD OBLIGATORIA .................................................................................................. 38
LECTURA SUGERIDA ............................................................................................................................................... 39
UNIDAD VII ................................................................................................................................................................ 41
6.- LIBERACIÓN COACTIVA DEL DEUDOR: LA CONSIGNACIÓN ......................................................................... 41
6.1.- CONSIGNACIÓN JUDICIAL ......................................................................................................................... 41
6.2.- CONSIGNACIÓN EXTRAJUDICIAL ............................................................................................................. 45
TRABAJO PRÁCTICO ACTIVIDAD OBLIGATORIA .................................................................................................. 47
LECTURA SUGERIDA ............................................................................................................................................... 47
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REFERENCIAS DE ÍCONOS
Actividad en el Foro.
Actividad de Reflexión no obligatoria.
Actividad Grupal.
Actividad Individual.
Trabajo Práctico Actividad Obligatoria. Debe ser enviada
para su evaluación.
Atención.
Audio
Bibliografía. Lecturas Complementarias.
Glosario.
Página web - Internet.
Sugerencia.
Video.
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SEGUNDO BLOQUE. SEGUNDA PARTE
UNIDAD V
1.1.- EL INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES
INTRODUCCIÓN
Antes de comenzar con el desarrollo de esta unidad, consideramos importante
destacar un principio básico del Derecho Creditorio que se enlaza tanto con la
naturaleza jurídica de las Obligaciones como con los efectos que éstas producen entre
las partes y es que el patrimonio del deudor es la prenda común de los
acreedores. Este principio está consagrado en el nuevo Código Civil y Comercial de la
Nación en el artículo 242 que reza: “Garantía común. Todos los bienes del deudor
están afectados al cumplimiento de sus obligaciones y constituyen la garantía común
de sus acreedores, con excepción de aquellos que este Código o leyes especiales
declaran inembargables o inejecutables. Los patrimonios especiales autorizados por la
ley sólo tienen por garantía los bienes que los integran”.
Pero el artículo 242 del Código Civil y Comercial no es el único que establece este
principio, también lo hace el artículo 743 del mismo ordenamiento legal que establece:
“Bienes que constituyen la garantía. Los bienes presentes y futuros del deudor
constituyen la garantía común de sus acreedores. El acreedor puede exigir la venta
judicial de los bienes del deudor, pero sólo en la medida necesaria para satisfacer su
crédito. Todos los acreedores pueden ejecutar estos bienes en posición igualitaria,
excepto que exista una causa legal de preferencia”.
Los artículos transcriptos, que no tienen antecedente legislativo en el Código de Vélez
pero si se encuentran enraizados en los principios generales del Derecho Creditorio y
que, en la práctica no acarrea cambios, entonces, establecen este principio rector del
Derecho de las Obligaciones y agregan, además, que existen algunos bienes que
quedan fuera de esta garantía común de manera excepcional (bienes inembargables o
inejecutables) y el artículo 242 hace mención a los patrimonios especiales que la ley
autoriza, por ejemplo el caso de los fideicomisos, estableciendo que estos patrimonios
especiales sólo tienen como garantía los bienes que los constituyen (Fideicomiso:
artículos 1666 y siguientes del Código Civil y Comercial de la Nación). Por otra parte,
el artículo 743 más arriba transcripto establece que la garantía abarca tanto los bienes
presentes como futuros del deudor y que, para el caso de incumplimiento los mismos
pueden ser subastados (rematados – venta judicial).
EL EMBARGO. Corresponde aquí dar el concepto de embargo. El embargo es una
medida cautelar que tiene como finalidad impedir que el deudor pueda deshacerse de
bienes; se produce mediante la inmovilización de los mismos, si conocemos bienes del
deudor, pediremos al juez que trabe esta medida cautelar sobre un bien, o más de un
bien, del deudor. Puede tratarse de bienes inmuebles, en cuyo caso la medida cautelar
debe inscribirse en el Registro de la Propiedad Inmueble correspondiente al lugar de
ubicación del bien, si se trata de un bien mueble registrable, también se inscribiré en el
registro respectivo y si se trata de bienes muebles se procederá a su determinación y
se designará una persona, muchas veces el propio deudor, como depositario con
todos los deberes que tal carácter implica, deberes que sin son violados hacen
responsable a dicha persona como depositario infiel.
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Cabe distinguir el embargo de otras medidas cautelares como la INHIBICIÓN
GENERAL DE BIENES, medida a la que acudiremos siempre que no conozcamos la
existencia de bienes de propiedad del deudor, esta medida implica que, una vez
inscripta en los distintos registros, el deudor no pueda disponer de ninguno de sus
bienes.
Tanto el EMBARGO como la INHIBICIÓN GENERAL DE BIENES son MEDIDAS
CAUTELARES (Efectos auxiliares de las Obligaciones con relación al acreedor) que,
entre otras medidas más, tienen como finalidad proteger el patrimonio del acreedor
mediante la traba del patrimonio del deudor para que este no pueda disponer de
bienes y burlar de este modo el derecho del acreedor.
EXCLUSIONES A LA GARANTÍA COMÚN. Las excepciones a esta garantía común
son establecidas por la ley, tal el caso de los inmuebles sometidos al régimen de
protección de la vivienda (art. 244 y siguientes del Código Civil y Comercial de la
Nación) u otros tales como el salario del deudor en la medida de su protección por la
Ley de Contrato de Trabajo, los bienes muebles del hogar, los bienes esenciales para
el trabajo del deudor, entre varios ejemplos. Las excepciones están establecidas en el
artículo 744 del Código Civil y Comercial de la Nación que dice: “Bienes excluidos de
la garantía común. Quedan excluidos de la garantía prevista en el artículo 743:
a) las ropas y muebles de uso indispensable del deudor, de su cónyuge o conviviente,
y de sus hijos;
b) los instrumentos necesarios para el ejercicio personal de la profesión, arte u oficio
del deudor;
c) los sepulcros afectados a su destino, excepto que se reclame su precio de venta,
construcción o reparación;
d) los bienes afectados a cualquier religión reconocida por el Estado;
e) los derechos de usufructo, uso y habitación, así como las servidumbres prediales,
que sólo pueden ejecutarse en los términos de los artículos 2144, 2157 y 2178;
f) las indemnizaciones que corresponden al deudor por daño moral y por daño
material derivado de lesiones a su integridad psicofísica;
g) la indemnización por alimentos que corresponde al cónyuge, al conviviente y a los
hijos con derecho alimentario, en caso de homicidio;
h) los demás bienes declarados inembargables o excluidos por otras leyes”.
Al decir el artículo que estos bienes se encuentran excluidos de la garantía común, lo
que hace es establecer qué bienes son INEMBARGABLES.
EL CASO DE LA EXISTENCIA DE VARIOS ACREEDORE EMBARGANTES. Ahora
bien, qué sucede en aquellos casos en los cuales varios acreedores traban embargo
sobre un mismo bien del deudor, ¿quién cobrará primero? La cuestión está resuelta en
el artículo 745 del Código Civil y Comercial de la Nación que lo hace de esta manera:
“Prioridad del primer embargante. El acreedor que obtuvo el embargo de
bienes de su deudor tiene derecho a cobrar su crédito, intereses y costas,
con preferencia a otros acreedores.
Esta prioridad sólo es oponible a los acreedores quirografarios en los
procesos individuales.
Si varios acreedores embargan el mismo bien del deudor, el rango entre
ellos se determina por la fecha de la traba de la medida.
Los embargos posteriores deben afectar únicamente el sobrante que quede después
de pagados los créditos que hayan obtenido embargos anteriores”.
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Como podemos apreciar, el código establece un rango, un lugar en que van
impactando los embargos sobre el bien embargado según la fecha de traba de la
medida y, en función de ese rango, establece la prioridad de cobro dando preferencia
al primer embargante.
El nuevo Código Civil y Comercial de la Nación trae estas nuevas normas que no
tenían tratamiento ni en el Código Civil de Vélez ni en el Código de Comercio, pero ello
no significa que estas medidas no estuvieren consagradas por el ordenamiento legal
haciéndolo en los códigos de procedimiento.
EL CASO DE LOS BIENES SOMETIDOS A UN SERVICIO PÚBLICO. Un caso
particularmente regulado en el Código es el de los bienes sometidos a la prestación de
un servicio público, en este sentido el artículo 243 del Código Civil y Comercial de la
Nación establece: “Bienes afectados directamente a un servicio público. Si se trata de
los bienes de los particulares afectados directamente a la prestación de un servicio
público, el poder de agresión de los acreedores no puede perjudicar la prestación del
servicio”. De esta manera, se trata de proteger a los usuarios de servicios públicos, se
prioriza su prestación.
Dicho todo esto, a fin que nos ubique dentro del tema propuesto en esta unidad,
aconsejamos al lector tenerlo presente como base para comprender de dónde y hasta
dónde puede el acreedor que ve insatisfecho su interés buscar su cumplimiento.
ACREEDOR
PATRIMONIO DEL DEUDOR
EJECUCION FORZADA ESPECÍFICA Y OTROS MEDIOS PARA LOGRAR EL
CUMPLIMIENTO: Cuando hablamos de incumplimiento de las obligaciones lo primero
que tenemos que recordar es la concepción apropiada respecto de la Naturaleza
Jurídica de las Obligaciones, aquella que ve en la Obligación dos caras de una misma
moneda, por un lado, la deuda y, frente al incumplimiento, la responsabilidad,
entendiendo por tal el abanico de acciones legales con las que cuenta el acreedor
insatisfecho para lograr la satisfacción de su interés. Como podemos advertir de la
lectura de estas primeras líneas, el tema también se une con el de los Efectos de las
Obligaciones con relación al acreedor, tema que ya analizamos en la primera parte de
este bloque, lugar al cual remitimos al lector. Los efectos de las Obligaciones con
relación al acreedor son el abanico de acciones legales que el ordenamiento jurídico
da al acreedor para lograr aquello que desea y que el deudor, llegado el momento de
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cumplir, no lo ha hecho. Estos efectos están contenidos en el artículo 730, primera
parte, del Código Civil y Comercial de la Nación que reza: “Efectos con relación al
acreedor. La obligación da derecho al acreedor a:
EFECTOS DE LAS
OBLIGACIONES (Principales)
a) emplear los medios legales para que el deudor le procure aquello a que se ha
obligado;
b) hacérselo procurar por otro a costa del deudor;
c) obtener del deudor las indemnizaciones correspondientes. …..”.
EJECUCIÓN FORZADA
(art.730 inc.a CCyC)
EJECUCIÓN POR UN
TERCERO (art. 730 inc. b
CCyC)
INDEMNIZACION POR
EQUIVALENTE (art. 730 inc. c
CCyC)
A estos efectos los llamamos “principales”; hay otros que son accesorios y que
trataremos más adelante, la finalidad de los efectos accesorios es proteger de alguna
manera el patrimonio del deudor para que éste no disponga de sus bienes en perjuicio
de los acreedores, evadiendo bienes de su patrimonio, desprendiéndose de los
mismos para que los acreedores no tengan de donde cobrar su crédito, estos
acreedores tienen medios para trabar ese patrimonio a fin de que su derecho de cobro
no se torne ilusorio, se trata de las llamadas “Medidas Cautelares”.
Tal como ya lo dijimos en la primera parte de este bloque, al tratar sobre los efectos, la
elección de una u otra acción dependerá del tipo de obligación cuyo cumplimiento se
pretenda, así, de tratarse de una obligación de dar sumas de dinero o la entrega de
un bien que se encuentra en manos del deudor, utilizaremos la ejecución forzada
específica, por medio de las vías que los códigos de procedimiento de cada lugar
establezcan, dictada la sentencia condenatoria, el acreedor podrá trabar
embargo(medida cautelar que muchas veces, según el tipo de proceso – tal el caso
del llamado “Juicio Ejecutivo”- y según las circunstancias generales de cada caso en
particular, por ejemplo si se prueba que el deudor se está desprendiendo de bienes
para evadir el cumplimiento de la obligación a su cargo y burlar el derecho de su
acreedor, podrá tomarse antes del dictado de la sentencia) y llegar al remate de
bienes de propiedad del deudor para ver satisfecho su interés con el producido de esa
venta en subasta pública (remate) o, en el caso de una obligación de dar cosas, se
procederá a su secuestro o al lanzamiento del deudor si se tratara de restituir un
inmueble; ahora bien, también podría darse el caso, por ejemplo en las obligaciones
de hacer, que si el deudor no cumple, se busque la realización de determinada obra
por un tercero a costa del deudor, cuestión que en el nuevo régimen legal no
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requiere autorización judicial, la ley no establece dicho requisito tal como lo establecía
el Código de Vélez. La ejecución por un tercero sólo puede utilizarse cuando la
obligación no es de aquellas en las que se tuvo en cuenta las cualidades personales
del deudor para su contratación (obligaciones “intuitu personae”); así lo establece en
su primera parte el artículo 881 del CCyC: “Ejecución de la prestación por un tercero.
La prestación también puede ser ejecutada por un tercero, excepto que se hayan
tenido en cuenta las condiciones especiales del deudor, o hubiere oposición conjunta
del acreedor y del deudor. ….”.
Cuando se tratare de casos en los cuales se tuvo en cuenta las cualidades personales
del sujeto deudor o bien en aquellos casos en los cuales no pueden restablecerse las
cosas a la situación deseada por el deudor, cabrá la indemnización por equivalente,
lo que comúnmente llamamos indemnización por daños y perjuicios, como no se
puede concretar el interés del acreedor en especie, se reparan los daños y perjuicios
derivados del incumplimiento; esto es lo que ocurre en el caso de los daños
provocados por un hecho ilícito, tal el caso de los accidentes de tránsito.
LAS “ASTREINTES”: En aquellos casos en los que el deudor es recalcitrante en el
incumplimiento de la obligación a su cargo, es decir, en los casos en los que el juez le
ordena el pago y aun así no lo hace, desobedece la orden, la parte perjudicada puede
pedir la aplicación de astreintes. Las astreintes son sanciones conminatorias que se
imponen al deudor o un tercero que no cumple con una orden judicial. Se trata de
penas económicas que procuran vencer la resistencia del deudor a cumplir una orden
emanada de autoridad judicial. Deben distinguirse de la indemnización de daños y
perjuicios ya que responden a distinta naturaleza, mientras que la indemnización por
daños y perjuicios tiene como finalidad reparar un daño causado y se establecen en
función del valor de ese daño, las astreintes se fijan con la finalidad de vencer la
resistencia del deudor que incumple una orden judicial y se establecen en función del
caudal económico del deudor y no como compensación del daño causado. Su origen
se remonta al Derecho Francés.
Las astreintes se encuentran reguladas en el artículo 804 del Código Civil y Comercial
que dice: “Sanciones conminatorias. Los jueces pueden imponer en beneficio del
titular del derecho, condenaciones conminatorias de carácter pecuniario a quienes no
cumplen deberes jurídicos impuestos en una resolución judicial. Las condenas se
deben graduar en proporción al caudal económico de quien debe satisfacerlas y
pueden ser dejadas sin efecto o reajustadas si aquél desiste de su resistencia y
justifica total o parcialmente su proceder.
La observancia de los mandatos judiciales impartidos a las autoridades públicas se
rige por las normas propias del derecho administrativo”.
LLambías las considera un “medio de compulsión”.
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CARACTERÍSTICAS DE LAS ASTREINTES
CONMINATORIAS
PROVISIONALES
DISCRESIONALES
EJECUTABLES
A PETICION DE
PARTE
DINERARIAS
CONMINATORIAS: Esta característica surge de la propia definición dada por el art.
804 más arriba transcripto, su finalidad es compeler al deudor al cumplimiento, es una
presión para lograr el cumplimiento por parte del deudor, o de un tercero que no
obedece una orden judicial.
PROVISIONALES: Son provisionales porque se imponen de manera provisoria,
mientras el deudor no cumpla, una vez que éste cumple, son dejadas sin efecto.
DISCRESIONALES: Son fijadas por el juez a su arbitrio y en razón del caudal
económico del deudor. El juez puede también dejarlas sin efecto o reajustarlas.
EJECUTABLES: Pueden ser ejecutadas por el acreedor.
A PEDIDO DE PARTE: Las fija el juez pero a solicitud de parte interesada.
DINERARIAS: Se fijan en dinero, no en especie.
Las normas procesales también suelen contener alguna regulación de las astreintes,
vamos a poner el caso del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación que en su
artículo 37 regula las que llama “sanciones conminatorias”; dice el artículo 37 del
CPCCN: Los jueces y tribunales podrán imponer sanciones pecuniarias compulsivas y
progresivas tendientes a que las partes cumplan sus mandatos, cuyo importe será a
favor del litigante perjudicado por el incumplimiento.
Podrán aplicarse sanciones conminatorias a terceros, en los casos en que la ley lo
establece.
Las condenas se graduarán en proporción al caudal económico de quien deba
satisfacerlas y podrán ser dejadas sin efecto, o ser objeto de reajuste, si aquél desiste
de su resistencia y justifica total o parcialmente su proceder.
Como puede apreciarse, estas sanciones no sólo pueden serle aplicadas al deudor
recalcitrante sino también a terceros que no cumplen una orden judicial, podemos
poner como ejemplo, el caso de la empresa a la que el juez de Familia le requiere el
embargo de un porcentaje del sueldo de un empleado en concepto de alimentos y la
empresa no cumple con la orden, el juez puede imponer a la empresa una sanción
conminatoria diaria hasta tanto la empresa proceda a cumplir con la orden.
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EJECUCIÓN POR UN TERCERO: Tal como reza el artículo 730 inciso b del Código
Civil y Comercial, el acreedor, ante el incumplimiento del deudor, puede obtener lo que
desea por medio de un tercero, a costa del deudor: “hacérselo procurar por otro a
costa del deudor”.
Ahora bien, no todas las obligaciones pueden ser procuradas por un tercero, el caso
se dará cuando se trate de obligaciones da dar cosas inciertas (no fungibles y
fungibles), obligaciones de dar dinero, obligaciones de hacer. No proceden en el caso
de obligaciones de dar cosas ciertas que se encuentren en poder del deudor; tampoco
procede en las obligaciones de hacer en las cuales se ha tenido en cuenta las
cualidades personales del obligado (obligaciones “intuitu personae”) ni en las de no
hacer.
1.2.- LA EJECUCIÓN FORZADA INDIRECTA O INDEMNIZACIÓN
POR EQUIVALENTE
Si bien este tema está tratado en la Unidad VI preferimos hacerlo en este lugar ya que
se trata de uno más de los efectos principales que produce la obligación con relación
al acreedor y es así como lo trata el artículo 730 inciso c del Código Civil y Comercial
de la Nación que estamos analizando.
Cuando no resulta posible obtener aquello que se desea en especie, no queda otra
alternativa que buscar una indemnización que reemplace lo querido. Si de un
accidente de tránsito se producen daños físicos a una persona, no resulta posible
volver las cosas al estado anterior, una fractura deja sus huellas y el cuerpo de la
persona no volverá a ser el mismo, sufrirá una incapacidad que deberá repararse
mediante una indemnización, lo mismo ocurre en caso de daños materiales o frente a
otros incumplimientos que no pueden hacerse efectivos mediante la ejecución forzada
específica (directa) y tampoco pueden lograrse mediante su ejecución por un tercero a
costa del deudor.
Por esta razón, porque la indemnización por equivalente procede en aquellos casos en
los que no resulte posible la ejecución específica o la ejecución por un tercero,
decimos que la misma es una ejecución forzada indirecta o que la misma es
subsidiaria.
A esta acción mediante la cual se reclama una indemnización, volveremos a referirnos
en la Unidad XXVI.
EL ÚLTIMO PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 730 CCYC Y LOS LÍMITES A LAS
COSTAS: El último párrafo del artículo 730 del Código Civil y Comercial dice: “…..Si el
incumplimiento de la obligación, cualquiera sea su fuente, deriva en litigio judicial o
arbitral, la responsabilidad por el pago de las costas, incluidos los honorarios
profesionales, de todo tipo, allí devengados y correspondientes a la primera o única
instancia, no debe exceder del veinticinco por ciento del monto de la sentencia, laudo,
transacción o instrumento que ponga fin al diferendo. Si las regulaciones de honorarios
practicadas conforme a las leyes arancelarias o usos locales, correspondientes a
todas las profesiones y especialidades, superan dicho porcentaje, el juez debe
proceder a prorratear los montos entre los beneficiarios. Para el cómputo del
porcentaje indicado, no se debe tener en cuenta el monto de los honorarios de los
profesionales que han representado, patrocinado o asistido a la parte condenada en
costas”.
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Esta disposición pone límite al monto de las costas que se deriven de un litigio
judicial y claramente establece ese límite en el 25 por ciento del monto total de la
sentencia, laudo arbitral o del monto que resulte de un acuerdo transaccional o que
ponga fin al conflicto. Esto significa que la sumatoria de los gastos judiciales y
honorarios de los profesionales intervinientes, trátese de honorarios de letrados o
peritos, no puede exceder del 25 por ciento excluyendo de tal porcentaje el monto
correspondiente a los honorarios del letrado que intervino en representación o
como patrocinante de la parte condenada en costas.
A todas estas ejecuciones las llamamos EJECUCIONES INDIVIDUALES contra el
deudor ya que es una persona, el acreedor, quien, en virtud de los efectos que
producen las obligaciones frente al incumplimiento del deudor, tiene la potestad de ir
contra el patrimonio del deudor. Y recordemos siempre que es contra el patrimonio
del deudor.
Frente a las ejecuciones individuales, tenemos las llamadas EJECUCIONES
COLECTIVAS, su nombre obedece a que se trata de una pluralidad de acreedores
contra el patrimonio del deudor, a diferencia de las ejecuciones individuales que es
un sujeto acreedor contra otro sujeto deudor.
TODOS LOS ACREEDORES ATACAN EL PATRIMONIO DEL DEUDOR
Entre las ejecuciones colectivas encontramos el CONCURSO PREVENTIVO y la
QUIEBRA.
El CONCURSO PREVENTIVO es un remedio que da la ley para evitar la quiebra
mediante una propuesta de acuerdo que hará el deudor a sus acreedores, si éstos la
aceptan, el deudor evitará la declaración de quiebra y deberá cumplir el acuerdo al que
arribe con sus acreedores; si los acreedores no aceptan la propuesta, se declarará la
quiebra del deudor. Lo mismo sucederá si el deudor no cumple con el acuerdo al que
llegue con los acreedores. A diferencia del CONCURSO PREVENTIVO, la QUIEBRA
es un procedimiento liquidatorio de los bienes del deudor para que, con el producido
de la venta de dichos bienes, se pueda pagar a los acreedores, estos acreedores
cobrarán en función de los privilegios que tengan y, si no los tienen, cobrarán a
prorrata.
Los PRIVILEGIOS son preferencias que da la ley a ciertos acreedores para cobrar
antes que otros; hay acreedores que tienen privilegio especial, que recae sobre un
bien determinado, tal el caso del acreedor con garantía real hipotecaria sobre un
determinado inmueble, por ejemplo; otros acreedores tienen privilegio general, estos
recaen sobre todos los bienes del deudor, tal el caso de los impuestos como ejemplo.
Los privilegios pueden ser invocados en los procesos universales, es decir en aquellos
procesos en los cuales se ponga en juego todo el patrimonio de un sujeto (los
procesos universales son los CONCURSOS, las QUIEBRAS y las SUCESIONES). Los
PRIVILEGIOS tienen una doble regulación que hoy, luego de la reforma del Código
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Civil y Comercial de la Nación conforman un sistema coherente, por una parte están
regulados en los artículos 2573 a 2586 del Código Civil y Comercial y, por otra parte,
se regulan en los artículos 239 a 250 de la Ley de Concursos y Quiebras Nro. 24522.
Cabe mencionar que la ley de Concursos y Quiebras establece otra categoría de
acreedores que son aquellos que nacen del mismo procedimiento concursal, tal el
caso de los honorarios del síndico, profesional que será quien lleve adelante el
proceso concursal u otros; estos se llaman acreedores del concurso y, si bien no
tienen un privilegio, tienen una preferencia de cobro mejor que los acreedores que
tienen privilegio general. Los acreedores que no gozan de privilegio alguno ni son
acreedores del concurso se llaman acreedores quirografarios, estos, en el proceso
liquidatorio sólo cobrarán una vez que sean satisfechos primero los acreedores con
privilegio especial, luego los acreedores del concurso, luego los acreedores con
privilegio general y finalmente, si queda algo de ese patrimonio, recién en ese caso,
cobrarán los acreedores quirografarios. La cuestión de los privilegios es un tema
mucho más profundo que requiere un estudio pormenorizado que será estudiado en la
materia DERECHO CONCURSAL.
Cabe dejar establecido que quedan fuera de este proceso de ejecución colectiva los
bienes inembargables y otros casos contemplados en el artículo 108 de la Ley de
Concursos y Quiebras (Nro. 24.522) como así también los contemplados en el art. 744
del Código Civil y Comercial de la Nación.
ACREEDORES QUIROGRAFARIOS
•Son aquellos que no tienen establecida una preferencia o prioridad de cobro.
•Concurren a prorrata entre si, salvo disposición expresa del Código (Art. 2581
CCyC)
ACREEDORES PRIVILEGIADOS
•Son aquellos a los que la ley le otorga una prioridad de cobro frente a otros.
Pueden estos ser ACREEDORES CON PRIVILEGIO ESPECIAL (sobre un bien
determinado del Deudor) o CON PRIVILEGIO GENERAL (sobre todos los bienes
del deudor)
• Art. 2573 a2586 CCyC
•Tienen tratamiento en el CCyC, en la LCQ, en la LCT, en el Código Aeronáutico,
en la Ley de la Navegación, en la Ley de Seguros.
ACREEDORES DEL CONCURSO
•Son aquellos que nacen por el desarrollo de un proceso concursal, ya sea un
concurso preventivo a una quiebra.
1.3.- LA ACCIÓN DIRECTA
Otra de las vías que el ordenamiento legal le otorga al acreedor para ver satisfecho su
interés en caso de incumplimiento de la obligación por parte del deudor, es la
ACCIÓN DIRECTA. De esta acción se echará mano cuando se presente la siguiente
situación: Un sujeto llamado “A” es acreedor de otro a quien llamamos “D” por una
determinada causa de obligación y “D”, a su vez es acreedor de un tercer sujeto a
quien llamaremos “T” por otra causa de obligación. Como podemos observar, “D”, por
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una parte tiene una deuda con “A” y por otra tiene un crédito contra “T”. Pero la
situación requiere, para que proceda esta acción, que “D” no ejerce sus derechos
como acreedor, “T” está en mora, es decir, no cumple con su obligación y “D” nada
hace para cobrar, no lo intima, no le inicia acciones legales para cobrar su crédito.
En estos casos, la ley autoriza a “A” a iniciar ACCIÓN DIRECTA contra “T” para que
“T” cumpla con la prestación a su cargo y de ese modo poder cobrarse lo que su
deudor (“D”) le debe. Esta acción tiene límites y ciertas condiciones de ejercicio. En
cuanto a los límites, el acreedor “A” podrá reclamar lo que a el se le debe pero no más
de lo que el tercero “T” debe a su deudor “D”, así, si “A” es acreedor de “D” por la
suma de $ 1.000.- y “D” es acreedor de “T” por la suma de $ 800.-, “A” sólo podrá
demandar a “T” por $ 800.- Si el ejemplo fuera al revés, es decir si “A” fuera acreedor
de “D” por $ 800.- y “D” fuera acreedor de “T” por $ 1.000.-, “A” no puede reclamar
más allá del importe de su crédito, en nuestro ejemplo, $ 800.
Es de tener muy presente que, como su nombre lo indica, lo percibido en virtud del
ejercicio de esta acción, ingresa directamente en el patrimonio del Acreedor que ejerce
esta acción, en nuestro caso, “A”.
SUMA QUE SE DEBE AL
ACREEDOR
SUMA QUE EL DEUDOR
DEL DEUDOR LE DEBE
A ESTE
CONDICIONES DE EJERCICIO DE LA ACCIÓN. Para que proceda esta acción se
requiere que se trata de deudas (ambas) exigibles y de prestaciones homogéneas,
que ninguno de los créditos haya sido embargado con anterioridad y que el deudor (en
nuestro ejemplo “D”), sea citado a juicio.
Tanto la definición de esta acción como sus condiciones de ejercicio y efectos se
encuentran regulados en los artículos 736 a 738 del Código Civil y Comercial de la
Nación.
El artículo 736 del CCyC define la Acción Directa y dice: “Acción directa. Acción directa
es la que compete al acreedor para percibir lo que un tercero debe a su deudor, hasta
el importe del propio crédito. El acreedor la ejerce por derecho propio y en su exclusivo
beneficio. Tiene carácter excepcional, es de interpretación restrictiva, y sólo procede
en los casos expresamente previstos por la ley”.
Por su parte, el artículo 737 establece cuáles son sus condiciones de ejercicio o
requisitos de ejercicio: “Requisitos de ejercicio. El ejercicio de la acción directa por el
acreedor requiere el cumplimiento de los siguientes requisitos:
a) un crédito exigible del acreedor contra su propio deudor;
b) una deuda correlativa exigible del tercero demandado a favor del deudor;
c) homogeneidad de ambos créditos entre sí;
Derecho Civil Obligaciones | 13
d) ninguno de los dos créditos debe haber sido objeto de embargo anterior a la
promoción de la acción directa;
e) citación del deudor a juicio”.
En cuanto a los efectos que produce la acción directa, están establecidos en el artículo
738 del Código Civil y Comercial de la Nación que dice: “Efectos. La acción directa
produce los siguientes efectos:
a) la notificación de la demanda causa el embargo del crédito a favor del demandante;
b) el reclamo sólo puede prosperar hasta el monto menor de las dos obligaciones;
c) el tercero demandado puede oponer al progreso de la acción todas las defensas
que tenga contra su propio acreedor y contra el demandante;
d) el monto percibido por el actor ingresa directamente a su patrimonio;
e) el deudor se libera frente a su acreedor en la medida en que corresponda en
función del pago efectuado por el demandado”.
Puede advertirse que la notificación de la demanda al tercero produce el embargo del
crédito, lo que significa que el tercero no podrá liberarse de la deuda pagándole
directamente a su acreedor (en nuestro ejemplo “D”) y que la demanda sólo procede
por el monto menor de ambas obligaciones. Asimismo, el tercero demandado puede
defenderse de la pretensión del acreedor de su acreedor oponiendo contra aquel todas
las defensas que tiene tanto contra su propio acreedor como contra el acreedor
demandante. Y tal como dijimos más arriba, el monto percibido ingresa directamente
en el patrimonio del acreedor demandante, lo cual la diferencia de la acción
subrogatoria -u oblicua- que veremos más adelante.
CASOS EN QUE PROCEDE:
 Subcontratos.
 Sublocación de cosas.
 Sustitución de Mandato.
 Contrato oneroso de Renta Vitalicia.
 Seguro de Responsabilidad Civil.
TRABAJO PRÁCTICO
ACTIVIDAD OBLIGATORIA
Analice el fallo que se transcribe más abajo y responda el
cuestionario que se le facilita a continuación.
CUESTIONARIO PARA EL ANALISIS DEL FALLO:
1) Identifique las partes del caso. ¿Quién demanda (actor)? ¿Quién
es demandado? (demandado).
2) ¿Cuáles es el conflicto. Cuáles son los hechos?
3) ¿Qué alega cada parte?
4) ¿Cómo se resolvió la sentencia en primera instancia?
5) ¿Quién apela y por qué?
6) ¿Qué resolvió la Cámara de Apelaciones?
7) ¿Cuáles son las normas en las que se fundamenta la sentencia de
Cámara?
Derecho Civil Obligaciones | 14
CÁMARA NACIONAL DE APELACIONES EN LO CIVIL, SALA H
Rodríguez Llaneza, Gustavo F. y otro c. Rodríguez, Claudia Alicia y otros/
ejecución hipotecaria • 24/10/2017
Cita Online: AR/JUR/86107/2017
HECHOS
El juez desestimó la acción subrogatoria interpuesta por un acreedor de las ejecutadas
en un proceso. La Cámara revocó la decisión y admitió la pretensión.
SUMARIOS
1 - El recurrente se encuentra legitimado para intervenir en un proceso donde sus
deudoras son remisas a intervenir, dado que el art. 739 del Código Civil y Comercial lo
autoriza expresamente a eso y posee un interés legítimo que puede presumirse por su
condición de tal, y además, se encuentra ligado íntimamente a la inactividad del
deudor, dado que pretenderá ejercer esta acción subrogatoria para conservar el
patrimonio de su deudor y posteriormente intentar cobrar su crédito.
TEXTO COMPLETO:
2ª Instancia.- Buenos Aires, octubre 24 de 2017.
Vistos:
Vienen los autos a esta alzada a fin de resolver el recurso de apelación interpuesto a
fs. 99 contra el pronunciamiento de fs. 94/98. El memorial obra a fs. 101/13, el que fue
contestado a fs. 119/22.
I. [-] El apelante se agravia porque el magistrado de grado desestimó su intervención
en el presente proceso como acreedor de las ejecutadas en los autos “Guido, Héctor
Lucio c. Rodríguez Juri, Claudia y otra s/ daños y perjuicios” [-] (Expte. No.
98.5690/94), en trámite por ante el Juzgado Civil No. 61, pretendiendo subrogarse en
los derechos de aquéllas. Sostiene que la resolución apelada le causa gravamen
irreparable, pues si su intervención es admitida deben ser discutidas la caducidad de
la instancia y la prescripción del mutuo hipotecario, ya que la subsistencia del mutuo lo
perjudica, como así también a otros acreedores de las ejecutadas. Señala que con la
decisión arribada no se le permite ejercer la defensa de su patrimonio y afecta su
derecho de defensa y de propiedad. Afirma que se dan en el caso los requisitos de
admisibilidad que prevé el art. 739 del Cód. Civ. y Com. de la Nación, puesto que no
se encuentra en discusión su carácter de acreedor de las ejecutadas, y que surge la
actitud remisa de las ejecutadas que no se han presentado en autos. También se
queja porque el juez de grado trató de extemporánea su presentación en virtud de la
fecha de notificación de la demanda, para lo cual cuestiona la validez de las
notificaciones efectuadas en autos a las ejecutadas en el domicilio constituido en el
mutuo hipotecario. Sostiene que su presentación fue oportuna, pues se cuestionaron
las notificaciones en el domicilio contractual y se opusieron las defensas antes del
dictado de la sentencia. Asimismo, dice que conoció por mera casualidad la existencia
de estas actuaciones, se presentó dentro del quinto día de tal conocimiento, y que es
carga de la actora probar que hubo un conocimiento previo. Afirma que la ejecutante
omitió informar la promoción de este proceso en los autos “Yurquina, Félix Valori c.
Corrientes 2084 SA s/ despido” (Expte. N° 21.381/98), en el que se subastó el
inmueble hipotecado. Expresa que la conducta omisiva de las deudoras deriva en un
daño a su parte, puesto que sus acreedores no han encontrado otra forma de cobrar
sus acreencias más que con el producido de la subasta del cincuenta por ciento
indiviso del inmueble hipotecado, y la subsistencia del crédito privilegiado debido a la
garantía hipotecaria afecta su patrimonio. Indica que en los autos “Yurquina” se
depositaron $3.300.000 que equivalen a u$s206.250 y que el monto aquí reclamado
Derecho Civil Obligaciones | 15
asciende a u$s148.000. Denuncia una confusión de patrimonios del ejecutado y las
ejecutadas, y una simulación en perjuicio de los acreedores. En subsidio, se agravia
de la imposición de costas, y de lo decidido acerca del capital y los intereses.
II. La acción subrogatoria, indirecta u oblicua es aquella por la cual los acreedores
pueden ejercer los derechos patrimoniales de su deudor remiso a hacerlo, a fin de
hacer ingresar bienes a su patrimonio o de protegerlo de la agresión de sus
acreedores.
Como el resto de las acciones indirectas, tiene por objeto mantener incólume el
patrimonio del deudor, que es considerado garantía o prenda común de los
acreedores. Si los acreedores no pudieran subrogarse en los derechos y acciones de
su deudor, su incuria los perjudicaría porque los bienes correspondientes no entrarían
en su patrimonio o saldrían de él (Lavalle Cobo, Jorge E., comentario al art. 1196 en
Belluscio, Augusto C. - Zannoni, Eduardo A. (dir), Código Civil comentado, anotado y
concordado, Astrea, Buenos Aires, 2002, Tomo 5, p. 883/84).
Si bien el Cód. Civil preveía esta figura en su artículo 1196, el Cód. Civ. y Com. de la
Nación vigente la ha receptado con mayor precisión.
El art. 739 dispone en su primer párrafo: “El acreedor de un crédito cierto, exigible o
no, puede ejercer judicialmente los derechos patrimoniales de su deudor, si éste es
remiso en hacerlo y esa omisión afecta el cobro de su acreencia”. [-]
No se encuentra discutido que el peticionante sea acreedor de las aquí ejecutadas, ni
que ellas hayan sido remisas a ejercer sus derechos en estas actuaciones.
Ahora bien, contrariamente a lo sostenido por el magistrado de grado, este Tribunal
entiende que el Sr. Guido se encuentra legitimado para peticionar como lo hace.En
efecto, el acreedor subrogante se ha presentado en autos a fin de articular la
caducidad de la instancia y, en subsidio, excepción de prescripción, entre otros
planteos que hacen al ejercicio de los derechos de las ejecutadas que, al ser intimadas
de pago, no se presentaron en autos, adoptando una actitud remisa que deriva en la
desprotección de su patrimonio, lo cual, sin dudas, afecta el cobro del crédito del
acreedor subrogante.[-]
Al respecto se ha entendido que el acreedor puede ejercer todo cuanto su deudor
puede exigir patrimonialmente a un tercero, por vía de acción o de excepción,
quedando comprendidos los derechos patrimoniales, las acciones y las excepciones
(articulación de las defensas oponibles a terceros para enervar o repeler pretensiones
dirigidas contra el deudor subrogado) (Márquez, José F., comentario al art. 739 en
Lorenzetti, Ricardo L., Código Civil y Comercial comentado, Rubinzal-Culzoni, Santa
Fe, 2015, Tomo V, p. 47/8; Pizarro, Daniel P. - Vallespinos, Carlos G., Obligaciones,
Hammurabi, Buenos Aires, 1999, Tomo 2, ps. 321 y 323, Alterini, Atilio A. - Ameal
Oscar J. - López Cabana, Roberto M., Curso de obligaciones, Abeledo Perrot, Buenos
Aires, 1988, Tomo I, p. 348; entre otros). Puntualmente, también se sostuvo que se ha
legitimado por vía oblicua para oponer por su deudor una caducidad de instancia
contra un tercero que lo demanda en juicio, para obtener por esa vía la prescripción de
la acreencia a la que está obligado el subrogado (CNCom., Sala D, LA LEY, 1989-A186, citado en Pizarro, Daniel P. - Vallespinos, Carlos G., ob. Cit., p. 324). Incluso se
decidió que la acción subrogatoria es admisible tanto en los procesos contenciosos
como los de ejecución, incidentales y meramente conservatorios (CNCivil, Sala C, LA
LEY, 88-72, citado en Colombo, Carlos J. - Kiper, Claudio M., Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación, LA LEY, Buenos Aires, 2011, Tomo I, Pág. 668).
Derecho Civil Obligaciones | 16
Tampoco se concuerda con el colega de la anterior instancia respecto a que consideró
que el acreedor subrogante carecía de interés legítimo, pues tiene un crédito derivado
de los autos “Guido, Héctor Lucio c. Rodríguez de Juri, Claudia Alicia y otros/ daños y
perjuicios” (Expte. N° 98.590/94), en trámite por ante el Juzgado Civil N° 61 -que se
tiene a la vista-, en el que cuenta con liquidación aprobada. Además, sobre el
producido de la subasta del inmueble tienen derecho al cobro de sus créditos otros
acreedores que cuentan con privilegio (ver resoluciones de fs. 2753/54, 2786/88 y
2827/29 de los autos “Yurquina”).
Sobre el punto se ha sostenido que, además de la existencia del crédito, el acreedor
debe probar la existencia de un interés legítimo que le sirva de presupuesto a la
acción. Estimamos que este interés legítimo en el acreedor puede presumirse por su
condición de tal, y además, se encuentra ligado íntimamente a la inactividad del
deudor, dado que pretenderá ejercer esta acción subrogatoria para conservar el
patrimonio de su deudor y posteriormente intentar obrar su crédito[-] (Calvo Costa,
Carlos A., Derecho de las obligaciones, Hammurabi, 2017, p. 159). En el mismo
sentido, la jurisprudencia ha interpretado que el ejercicio de la acción subrogatoria sólo
exige la acreditación de un interés legítimo por el acreedor. Basta entonces que tenga
por finalidad mejorar la situación patrimonial de su deudor, lo cual deberá apreciarse
conforme las circunstancias del caso. Sin embargo, no puede exigírsele la prueba de
la utilidad inmediata que obtendrá mediante su ejercicio (CNCivil, Sala E, “Giambruni,
Oscar A.”, 20/06/1995, La Ley Online AR/JUR/2277/1995).
En consecuencia, la intervención del Sr. Guido para actuar en el proceso en la forma
pretendida resulta procedente [-].
Ahora bien, por otra parte, el magistrado para decidir como lo hizo, sostuvo que dado
que los mandamientos de intimación de pago y citación de remate de fs. 30/31 y 32/33
fueron notificados el 12/02/2016 en el domicilio constituido en el mutuo, la
presentación del Sr. Guido, efectuada el 06/04/2016 a las 13:24 hs., devenía
extemporánea.
A fin de decidir respecto de los agravios sobre el punto, corresponde hacer referencia
a la naturaleza jurídica de la acción subrogatoria. En opinión de la doctrina mayoritaria
(Llambías, Alterini, Ameal, López Cabana, Pizarro, Vallespinos) se trata de una
representación legal en interés del representante, lo que la convierte en una institución
compleja que no guarda similitud con ningún otro instituto en la materia. Se trata de
una representación de carácter legal, toda vez que esa representación se la confiere la
propia ley, prescindiendo de la voluntad del subrogado, quien no es llamado a prestar
conformidad alguna; y además, ejercitada en interés del representante, puesto que el
acreedor que inicia la acción subrogatoria procura mantener la incolumnidad
patrimonial de su deudor para hacer efectivo un crédito propio (Calvo Costa, Carlos A.,
Derecho de las obligaciones, Hammurabi, 2017, p. 156).
Por lo tanto, y sin perjuicio de señalar que ni el Cód. Civ. y Com. de la Nación ni el
Código Procesal disponen plazo alguno dentro del cual debe plantearse esta acción,
será acogido el recurso de apelación interpuesto. En consecuencia, corresponde
revocar la decisión de grado en cuanto rechazó la intervención del Sr. Guido como
acreedor subrogante, ello sin perjuicio de lo que oportunamente se decida acerca de
los restantes planteos formulados.
III. Las costas de alzada se imponen a la parte vencida (art. 68 y 69 del Código
Procesal.
Derecho Civil Obligaciones | 17
Por todo lo expuesto, el Tribunal resuelve: I. Revocar la decisión apelada y admitir
acción subrogatoria planteada por Héctor Lucio Guido a fin de ejercer los derechos
que competen a las ejecutadas en este proceso, y revocar la decisión sobre el fondo
de la cuestión debatida en autos [-], debiendo cumplirse, en la instancia de grado, con
la citación prevista por el art. 112 del Código Procesal, y 740 del Cód. Civ. y Com. de
la Nación, con costas; II. En atención a que el magistrado ha adelantado opinión sobre
el fondo del asunto, corresponde que, una vez notificada esta decisión, se remita al
Juzgado No. 49 para su toma de razón y posteriormente al Centro de Informática del
fuero para que proceda a su nuevo sorteo y adjudicación. Regístrese y Notifíquese a
las partes. Cumplido, comuníquese al CIJ (Ac. 15/2013 y 24/2013 CSJN) y
devuélvase. — José B. Fajre. — Liliana E. Abreut de Begher. — Claudio M. Kiper.
LECTURA SUGERIDA
ASTREINTES Y LA INAPLICABILIDAD DEL ARTÍCULO 804, ÚLTIMA PARTE, DEL
CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL
Marfil, Andrés Manuel
Publicado en: DJ 17/08/2016, 1
Sumario: I. Introducción. — II. La reforma del Poder Ejecutivo Nacional a la facultad de
aplicar astreintes. — III. Algunos comentarios de la doctrina. — IV. Aplicación a los
casos civiles y comerciales del artículo 804 último párrafo del CCCN. — V.
Características de la norma. — VI. Improcedencia de limitar facultades judiciales. —
VII. Conclusión a estas breves líneas.
Cita Online: AR/DOC/1317/2016
I. Introducción.
Una celebérrima frase del mundo del derecho reza "Dadme buenos jueces y haré la
mejor de las justicias, aún con las peores leyes".
La mayor parte de los jueces logran sortear la aplicación mecánica de leyes injustas,
pero lamentablemente algunas veces se ven jueces que no son capaces de aplicar el
derecho y hacer justicia, porque la existencia de normas positivas -que están en el
grupo de "peores leyes"- los abruma, e incluso a veces siguiendo tal conducta se llega
directamente a denegar el acceso a la justicia o se impide la realización de la misma.
Una de las reformas introducidas por el Poder Ejecutivo Nacional al Proyecto de
Código Civil y Comercial de la Nación, y que hoy es ley, parece que pretende este
último resultado, la no realización de la justicia.
Para sortear este inconveniente propuesto desde la ley civil, se debe contar con
buenos jueces, o al menos con buenos abogados que logren avisar al juzgador y
lograr que no se provoque una situación como la mencionada.
II. La reforma del Poder Ejecutivo Nacional a la facultad de aplicar astreintes.
El artículo 804 CCC, refiere en su primera parte a la facultad judicial de imponer
sanciones conminatorias a quienes no cumplen con deberes jurídicos impuestos en
Derecho Civil Obligaciones | 18
resoluciones judiciales. Y en la parte final, se dispone "La observancia de los
mandatos judiciales impartidos a las autoridades públicas se rige por las normas
propias del derecho administrativo".
Esta última parte del 804 es la que genera mayor controversia, y es al que se refiere el
comentario de los párrafos anteriores, y va de suyo que fue la modificación que
introdujo el P.E.N. y a la que dedicamos los siguientes comentarios.
Muchas preguntas surgen de su pésima redacción: ¿cómo juega esta disposición en
consonancia con el resto del derecho? ¿Es realmente una limitante a los poderes
jurisdiccionales?, ¿Es posible aplicarla lisa y llanamente?
En los párrafos siguientes trataremos de dar respuesta a estos interrogantes.
III. Algunos comentarios de la doctrina.
Sobre esta norma ¿qué se ha dicho al respecto? Para dar una respuesta a esta
pregunta, veamos los códigos comentados, que son la primera herramienta a la que se
acude en estos tiempos, por un operador común para introducirse en el estudio de
cualquiera de los temas que aborda esta nueva la ley de los argentinos (1).
a) Federico A.Ossola en el Código de Lorenzetti, brevemente dijo "pese a la
defectuosa redacción, las autoridades públicas no pueden ser sancionadas mediante
la imposición de astreintes" (2).
b) Trigo Represas en el "Código dirigido por Alterini" sostiene que ello "es coincidente
con el criterio general de derivar todo lo referente a responsabilidad del Estado a las
normas y principios del derechos administrativo nacional o local según corresponda
(art.1765 y concordantes)" (3).
c) Cecilia Danesi en el "Código de Bueres" sostuvo "En cuanto al texto incorporado,
cabe aclarar que no veda la posibilidad de fijar sanciones conminatorias al Estado,
pues Estado cumplen al menos tardíamente sus obligaciones, El párrafo hace
referencia al trámite administrativo interno por el cual se dará cumplimiento al mandato
judicial (4).
d) Julian E. Jalil en el Código Civil y Comercial Comentado de Infojus, dirigido por
Herrera, Picasso y Caramelo, en lo pertinente sostiene lacónicamente " La remisión al
derecho administrativo de las sanciones conminatorias impuestas al Estado. El art.
804 CCyC en su último párrafo estipula que la observancia de los mandatos judiciales
impartidos a las autoridades públicas se rige por las normas propias del derecho
administrativo" (5).
e) Dr. Rubén H. Campagnucci de Caso, en el Código dirigido por Rivera y Medina,
sostiene en una posición más explícita, y fundada, expone terminantemente que: "Esto
me resulta a todas luces improcedente y fuera de lugar. En principio porque
desconoce la unidad del plexo normativo, y segundo porque pareciera crear una
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
Estas obras en la jerga como es sabido se las llama por el nombre del director, y así las denominamos en el presente.
Federico Alejando, Ossola, "Código Civil y Comercial de la Nación Comentado", Dtor. Lorenzetti, Ricardo Director, T.V,
pág.258, Rubinzal-Culzoni, 2015, Santa Fe.
Félix A., Trigo Represas, en Código Civil y Comercial...", T.IV, Dtor. Alterini Jorge H., pag.275, La Ley, Bs.As.
Danesi, Cecilia en Código Civil y Comercial de la Nación, analizado, comparado y concordado; Dir. Bueres Alberto J., 2014,
Ed Hammurabi, Bs.As.
Julián E. Jalil; " Código Civil y Comercial de la Nación Comentado", Dtres. Herrera Marisa, Picasso Sebastián y Caramelo
Gustavo, Infojus, Ministerio. de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
Derecho Civil Obligaciones | 19
especie de "ius singulare" para las que se denominan "autoridades públicas", que
considero que serán los funcionarios públicos a cargo de dependencias
administrativas o algo similar.
A más que la aplicación de una u otra rama del derecho no puede impedir que ante la
reticencia o la desobediencia a la orden judicial, sea quien fuere, no se le puede
impedir al órgano judicial el camino para el cumplimiento y de ese modo vencer la
resistencia injustificada" (6).
Es decir que quienes han comentado esta disposición, en obras generales, lejos están
de tener una posición uniforme, lo que demuestra lo controvertido que resulta la
misma, y lo inadecuado que es aplicar un criterio sin tener en cuenta los otros y sin
realizar un análisis un poco más profundo en el caso que corresponda resolver.
IV. Aplicación a los casos civiles y comerciales del artículo 804 último párrafo del
CCCN.
Ahora bien, y ya en trance de fundar al menos brevemente una respuesta a los
interrogantes que propusimos arriba, y para decidir judicialmente en instancia civil,
comercial e incluso laboral, si esta norma se aplica o no, debe realizarse un análisis
fundado respecto de cómo efectivamente esta regiría en el caso concreto, para ello no
debe soslayarse los arts.1, 2, 3 del Código de fondo, es decir se debe integrar fuentes,
realizarse un análisis constitucional, o convencional de tan controvertida disposición.
Es que en los tiempos actuales se da una suerte de renacimiento de aquella idea de
Jeremy Bentham del Pannomium (7) aunque ahora visto desde el prisma constitucional
se lo mira como un pannomium constitucional no ya de corte legalista, y está exento
entre nosotros de aquella visión crítica que le diera el pensador mencionado.
Es sabido que las astreintes son una herramienta que poseen los jueces para forzar el
cumplimiento de sus resoluciones cuando se está en presencia de un reticente que no
cumple con una manda judicial, de allí que entendamos que no es propio del arte de
juzgar resignar alegremente la aplicación de esta herramienta so pretexto de la
supuesta vigencia de una norma que lo impide. Ello implicaría que en principio no
resultaría correcta una incorporación prohibitiva de esta índole al texto de un código de
fondo, pero como ello ha acontecido o al menos eso parece entender algunos de los
comentaristas, debemos detenernos en el análisis de sus características para tener
una mejor idea de su real alcance.
V. Características de la norma.
En primer lugar, del texto de la norma es fácil de visualizar que no establece de forma
expresa prohibición alguna, solo hace una remisión a las normas del derecho
administrativo.
Es decir que no estamos en un supuesto de prohibición normativa sino de remisión
normativa, por cuanto un "texto legal (la llamada norma de remisión) se refiere a
otra(s) disposición(es) (el denominado objeto de la remisión) de forma tal que esta(s)
última(s) debe(n) considerarse parte integrante de la normativa que incluye la norma
(6)
(7)
Campagnucci de Caso Rubén H., en "Código Civil y Comercial de la Nación Comentado", Dir. Rivera, Julio Cesar y Medina,
Graciela, T.III, pág.168, La Ley, 2014, Bs.As.
"Por Pannomium, entiéndase toda la materia jurídica que en un país, es decir en el Estado político en cuestión, tiene fuerza
de ley. Una materia que, cuando se le da el alcance que puede y debe tener, comprende en sí todo el campo del Derecho y
la legislación y cubre, por así decirlo, toda su superficie" J. Bentham, "Nomografía", pág.8 citado por Alfonso García
Figueroa "Legislación y neoconstitucionalismo" Anales de la Cátedra Francisco Suars, 49, 2015, 311-332 versión digital.
Derecho Civil Obligaciones | 20
de remisión. Por así decirlo, la norma de remisión incorpora el objeto de la remisión a
la normativa propia" (8).
Además en ella no se menciona a que normas se derivaría la cuestión, tampoco
establece que su texto sea suficiente para no hacer uso por el juzgador de una
facultad que le es innata, ni se da un supuesto de remisión por delegación normativa al
poder administrador que establecerá la normación ulterior.
La norma que nos convoca, es lo que se lee en su texto, es lo que se ve, y con eso
que hay es con lo que tenemos que encontrar una respuesta, pues ella se presenta
como el producto final de un proceso legislativo o actividad legislativa donde el
contexto de justificación no aparece claro (9).
Desde el punto de vista de la técnica legislativa, debemos partir de la base que
estamos en presencia de una norma que no es cerrada sino que contiene un reenvío
externo, dinámico (10) y que podríamos calificar además como "abierto o difuso" esta
última afirmación se hace, claro está, con la finalidad de dar claridad y sin ningún
ánimo de pretender crear una nueva categoría conceptual, ni esbozar una definición
técnica respecto de un área (la técnica legislativa o técnica normativa) del que no soy
especialista.
Es externo porque remite a un texto legal diverso al Código, es decir de un texto legal
a otro texto legal (11).
Es dinámico por cuanto no importa la aplicación de una determinada norma que rige
en cierto momento (estático), sino que pretende derivar la regulación a determinada
fuente del derecho, en este caso el derecho administrativo (12).
Pero afirmamos que es abierto o difuso, porque no se sabe con certeza a donde va
direccionado el mismo, no se le da pautas concretas al intérprete, lo que constituye un
defecto grave de técnica legislativa y encierra un problema inmediato por cuanto se
frustra el conocimiento del objeto de remisión lo que tiene clara implicancia sobre el
principio del iura novit curia, la prohibición del non liquet y el deber de resolver todos
los asuntos sometidos a la jurisdicción judicial de una forma razonablemente
fundada (13).
Es decir este agregado tal como está redactado ahuma el acceso a una fuente cierta
del derecho, distorsiona las posibilidades interpretativas y dificulta el deber de resolver
-con lo cual esta disposición que estamos comentando se da de bruses con los arts. 1,
2 y 3 del Código Civil y Comercial-.
Y ello trasunta en un perjuicio inmediato para el justiciable por cuanto genera
inseguridad jurídica y puede derivar en un peligro mediato que es la imposibilidad de
hacer cumplir una manda judicial que lo favorece, que protege su derecho o hace
cumplir una sentencia favorable y esto afecta la justicia del caso.
(8)
Salvador Coderch, Pablo; "La disposición final tercera de la compilación catalana y la técnica legislativa de las remisiones
estáticas".
(9)
Más allá de las sospechas que siempre puede generar este tipo de agregados dados entre gallos y medianoche.
(10)
Carbonell Miguel; Los objetos de las leyes, los reenvíos legislativos y las derogaciones tácitas: Notas de técnica legislativa,
en Boletín Mexicano de Derecho Comparado, en web.
(11)
Aussenverweisungen.
(12)
Explica Salvador Coderch que fue la aportación de Fritz Ossenbühl quién estableció la categorización entre remisiones
estáticas (estatische o starre Verweisung) y dinámicas (dynamische o gleitende Verweisung), utilizadas por la doctrina
dominante actualmente (Salvador Coderch, op.cit., pág.984).
(13)
Esta combinación es el mejor caldo de cultivo para la inseguridad jurídica.
Derecho Civil Obligaciones | 21
V.1. Normas a las que eventualmente se dirigiría el reenvío.
En función de lo dicho y sin perjuicio de las dificultades expuestas, se pueden señalar
diversas cuestiones, en función de la norma a la que hipotéticamente estaría aludiendo
el reenvío:
a) La Ley Nacional de Responsabilidad del Estado nº 26.944, a la que podría referirse
este reenvío externo, dinámico y abierto, contiene disposiciones relativas a la
responsabilidad estatal "no así respecto de la inconducta procesal estatal" (14).
b) la precitada ley regula lo concerniente a la prohibición de aplicar "sanciones
pecuniarias disuasivas" (art.1), que refieren a las multas civiles, similares a las que
establece el art.52 Ley de Defensa del Consumidor, surgiendo esta interpretación de lo
explicado por la representante del Ministerio de Justicia de la Nación, Dra. Patricia
Sanmartino, ante la Comisión de Asuntos Constitucionales del Honorable Senado de
la Nación, en momentos en que el órgano legislativo trataba el proyecto normativo que
derivo en la norma referenciada (15).
Siguiendo con el análisis de la finalidad de esta norma, vemos que en la misma
tesitura, claramente se manifestó el Senador informante de la Ley -Senador Gonzálezquién dijo: "... La sanción pecuniaria disuasiva es improcedente contra el Estado sus
agentes y funcionarios. Esto viene a cristalizar un criterio en virtud del cual el Estado
no es responsable contra ciertas multas disuasivas (hizo mención a esta explicación
dada por la representante del Ministerio de Justicia, sosteniendo y continuó diciendo) y
lo que acá se está poniendo, no determina que un juez no pueda imponer una
astreinte. Hay que recordar que recordar que la astreinte es una carga que impone un
juez contra el incumplimiento de una obligación judicial. Está prevista en el artículo 666
bis del Código Civil en su actual redacción y en el Código Procesal Civil y Comercial
de la Nación que, a su vez copian todos los códigos procesales civiles y comerciales
del país. En el caso que no esté más en el Código Civil, en caso de que se derogue el
artículo 666 bis, va a permanecer en los códigos procesales civiles y comerciales de
las provincias y de la Nación y esto es lógico porque las astreintes son una atribución
o una facultad del juez, no forman parte del derecho de fondo y no tienen por qué estar
en una ley de fondo como lo que ahora se va a votar... Tratándose de resoluciones
judiciales, de atribución del juez, las astreintes vienen a funcionar como una medida
disuasiva pero que debe estar en las normas de procedimientos, entendemos
nosotros, y no sobre la ley de fondo" (16).
Otra interpretación no cabría por cuanto carecería de toda lógica la restricción por
cuanto la ley de responsabilidad estatal habla de sanciones "pecuniarias" disuasivas, y
si estas no fuesen las multas civiles sino las astreintes, solo abarcaría las de tal
contenido; pudiendo aplicar las del tipo no patrimonial. Con lo cual se darían
situaciones casi risueñas por la que un juez no podría aplicar astreintes monetarias a
un funcionario pero si, por ejemplo, prohibirle salir de país o de la provincia como
medida coercitiva no pecuniaria.
Falcón se manifestó también en esta forma "En este contexto parece claro que cuando
se habla de sanción pecuniaria se está refiriendo al daño punitivo, pero no a las
(14)
Peyrano, Jorge W., Pauletti, Ana C. y Esperanza Silvia; "¿Pueden quedar impunes las desobediencias a mandatos judiciales
cometidas por el Estado Nacional o sus agentes?, El Derecho nº260, pag.3, diario del 17/12/14.
(15)
Peyrano, Pauletti y Esperanza; op.cit.; pág.1.
(16)
Informe sobre Responsabilidad del Estado, Orden del Día 214 del 2/7/2014, Honorable Senada de la Nación, citado por
Falto Enrique M., "La responsabilidad del estado y la cuestión procesal", pág.475, Rosatti Horacio, Ley 26944 de
Responsabilidad del Estado, 2014, Rubinzal Culzoni, Santa Fe.
Derecho Civil Obligaciones | 22
astreintes. Además de lo expresado, avala ese criterio, por un lado, el hecho de que
una limitación de tal naturaleza no puede ser general e indeterminada..." (17).
c) Por otra parte, si el reenvío fuese a disposiciones de derecho público provincial,
debe tenerse presente que en muchas provincias no se cuenta con una norma de
responsabilidad administrativa, ni se tiene una disposición que enerve la posibilidad de
aplicar astreintes al Estado.
Por el contrario, si las prevén los códigos de rito de forma genérica respecto de las
partes o terceros (18).
Con lo cual la situación se enturbia más, y es claro que con ello se aventa la
posibilidad de que se aplique afectivamente en estas provincias el agregado del PEN
al 804.
VI. Improcedencia de limitar facultades judiciales
Se presentan escollos constitucionales para aplicar el último párrafo del artículo 804
del C.C.C.N.
d) La interpretación de dicha disposición no puede ser otra que esta que venimos
explicando por cuanto la facultad de aplicar astreintes, es innata con el de los
Tribunales de aplicar el derecho y de contar con herramientas o mecanismos efectivos
para hacer cumplir sus decisiones, siendo esta facultad una garantía de la división de
poderes y del derecho de tutela judicial efectiva que tiene los justiciables (19).
Tampoco puede el Estado quedar ajeno a las potestades de los magistrados, así la
Corte, no ha convalidado mecanismos para dejar sin efecto las sanciones
conminatorias cuando por la vía oblicua se legisló mecanismos de percepción de
acreencias contra el Estado sosteniendo que ello importaba privar a los jueces de uno
de los instrumentos legalmente conferido para ejercer su imperium (20).
e) La disposición en tanto se entendiese que limita el poder de los jueces, constituye
además una violación del sistema de reparto federal de competencias, por el cual cada
Provincia como Estado parte de la Federación debe organizar sus propias instituciones
dando obviamente las herramientas para que estas funcionen.
Y si el código de procedimientos en lo civil, cuya sanción le corresponde a las
provincias, le da facultades expresas a los jueces, además de las innatas que tiene, y
esto hacen uso frecuentemente de estas facultades es porque ello claramente tiene
respaldo constitucional en el reparto de competencias Nación-Provincias, división de
poderes y tutela judicial efectiva.
f) Que es criterio consolidado a nivel nacional como extranjero, que las sanciones
conminatorias se aplican con gran amplitud a cualquier tipo de "deberes" u
"obligaciones" siempre que se desobedezca injustificadamente un mandato judicial (21).
(17)
Falcón, Enrique M., op. cit., pág.474.
En el Código Procesal Civil y Comercial de Santa Fe, se lo reguló por primera vez.
(19)
Corte Suprema de Justicia de la Nación in re "Arte Radiotelevisivo Argentino A c/ Estado Nacional s/ Amparo ley 16986",
11/2/14, La Ley 5/3/14 pág.11.
(20)
Corte Suprema de Justicia de la Nación en autos "Iturriaga Ernesto A c/Banco Central" LL-1999-B-773.
(21)
Moisset de Espanés, Luis, "Sanciones conminatorias o "astreintes". Obligaciones a las que le son aplicables;
http://www.acader.unc.edu.ar
(18)
Derecho Civil Obligaciones | 23
Y la jurisprudencia es conteste también en sostener su aplicación amplia a variadas
situaciones, así se dijo por ejemplo que "El instituto de las astreintes o sanciones
conminatorias se encuentra contemplado tanto en el ordenamiento civil y comercial
como en el art. 34 del CPCC. La decisión de imponer astreintes constituye un arbitrio
judicial que tiene como único fundamento el vencer la reticencia del obligado a cumplir
una resolución judicial independientemente del perjuicio sufrido por la contraparte en la
demora (22).
Las que como es sabido por otra parte no causan estado, y pueden dejarse sin
efecto (23), lo que permite siempre su revisión por el propio órgano que la dictó es decir
que el propio sancionado -Estado- podría demostrar y probar que la situación que
amerito su dictado ha cambiado, y de hecho esto acontece a diario en los tribunales.
VII. Conclusión a estas breves líneas.
Consecuentemente y buscando una respuesta a los interrogantes planteados diremos
que el artículo 804 CCC última parte, es inaplicable en el actual marco normativo y
constitucional conforme fuera referenciado, no pudiendo por esta vía alterar las
potestades jurisdiccionales que tienen sustento en normas supra-legales.
Por último, sin hesitaciones afirmamos que no corresponde que los juzgadores se
limiten en sus potestades so pretexto de la vigencia de esta controvertida disposición,
por cuanto ello implicaría ni más ni menos que una resignación deliberada de
facultades propias del cargo que ejercen y que por otra parte son de la esencia del
buen arte de juzgar en cuanto ello conlleva la potestad de hacer cumplir sus
mandatos.
(22)
Cámara de Apelaciones en lo Civil y Com. de Paraná, Sala III en "Ríos Claudia c/ Blanco, Rubén Darío y otro -Ordinario"
21/05/2013; "Luna, Faustina s/ Sucesorio ab intestato" 3/9/15.
(23)
Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos Sala Laboral in re " Gómez Alfredo N. c/ Mapfre Argentina Art s/ Medida
autosatisfactiva - Rec. Inaplicabilidad" 17/12/12, casó la sentencia de la Sala Laboral de Concordia y dejó sin efecto
astreintes que habían corrido a favor del actor por cuanto ello implicaba distorsionar su razón de ser y resultaban
desproporcionadas con el objeto del proceso, convalidando lo dicho por la 1º Instancia.
Derecho Civil Obligaciones | 24
UNIDAD VI
2.- EL INCUMPLIMIENTO DE LA PRESTACIÓN
CUMPLIMIENTO INDIRECTO DE LA PRESTACIÓN. A este tema ya nos hemos
referido más arriba al tratar la EJECUCIÓN FORZADA INDIRECTA, lugar a donde
remitimos al lector, y también nos referiremos a ella más adelante, en la Unidad XXVI.
Se le llama cumplimiento indirecto porque, en razón del tipo de obligación de que se
trate, puede darse el caso de estar frente a un caso en el que no resulte posible para
el acreedor ejecutar aquello que desea de manera forzada, buscando exactamente lo
que quiere o por medio de su ejecución por un tercero, en consecuencia no cabe otra
cosa que recurrir a la INDEMNIZACIÓN POR EQUIVALENTE o INDEMNIZACIÓN
DEL DAÑO, no se ejecuta en especie sino mediante la REPARACIÓN DE LOS
DAÑOS Y PERJUICIOS que el incumplimiento imputable al deudor causare.
3.- LA MORA.SITUACIÓN DE INCUMPLIMIENTO
La mora no está definida en el Código Civil y Comercial de la Nación, no obstante ello
podemos decir que es el momento a partir del cual el incumplimiento de la prestación
por parte del deudor se hace jurídicamente relevante, esto implica la apertura acciones
legales a favor del acreedor a fin de que éste logre la satisfacción de su interés (lo cual
nos remite a los “efectos de las obligaciones” que ya hemos tratado más arriba y que
importan las distintas acciones con las que cuenta el acreedor insatisfecho también ya
vistas en este mismo bloque temático más la indemnización por daños que se verá
más adelante, al tratar el tema de la Responsabilidad Civil con mayor amplitud).
Los elementos de la mora son: el retardo en el cumplimiento de la prestación debida
(elemento objetivo - o material) y que dicho incumplimiento acontezca a título de culpa
o dolo del deudor (elemento subjetivo), es decir, que le sea imputable al deudor por
culpa o por dolo. Entendemos por culpa el obrar negligente, imprudente o inexperto del
deudor y por dolo entendemos la falta de cumplimiento con intención de provocar daño
al acreedor.
Llegado el momento de cumplir, el deudor no lo hace. Y esto se vincula íntimamente
con el principio de puntualidad del pago, ya visto más arriba en este Módulo y, en
consecuencia, con los plazos a los cuales pueden estar sometidas las obligaciones.
Lo que sí hace el Código Civil y Comercial es darle un régimen a la MORA, desde
establecer en qué momento se considera que el deudor (o, en su caso, el acreedor)
está en mora hasta regular cuáles son los efectos que de ella se derivan.
Derecho Civil Obligaciones | 25
Tradicionalmente se ha dicho que existen dos formas de constituir al deudor en mora,
una por el transcurso del tiempo, “el tiempo interpela al deudor”, o mediante una
interpelación, entendiendo por tal una intimación concreta, con ciertas características y
condiciones, por parte del acreedor al deudor.
Veamos cual es la situación concreta en el nuevo Código Civil y Comercial de la
Nación. El artículo 886 del nuevo ordenamiento legal establece como regla general el
principio de la MORA AUTOMÁTICA, por el sólo transcurso del tiempo, en cuyo caso
no se requiere intimar al deudor al cumplimiento para que quede constituido en mora,
y dice que la misma acontece por el sólo transcurso del tiempo, a saber: Artículo
886.”Mora del deudor. Principio. Mora automática. Mora del acreedor. La mora del
deudor se produce por el solo transcurso del tiempo fijado para el cumplimiento
de la obligación.
El acreedor incurre en mora si el deudor le efectúa una oferta de pago de conformidad
con el artículo 867 y se rehúsa injustificadamente a recibirlo”. Este último párrafo se
refiere a la MORA DEL ACREEDOR, tema que desarrollaremos más adelante, en esta
instancia nos dedicaremos al primero de los supuestos que es el caso de MORA DEL
DEUDOR.
Acto seguido, en el artículo subsiguiente, el Código Civil y Comercial de la Nación
establece cuáles son las excepciones a la regla general de la MORA AUTOMÁTICA.
Vemos qué es lo que establece el artículo 887 del Código Civil y Comercial de la
Nación: “Excepciones al principio de la mora automática. La regla de la mora
automática no rige respecto de las obligaciones:
a) sujetas a plazo tácito; si el plazo no está expresamente determinado, pero resulta
tácitamente de la naturaleza y circunstancias de la obligación, en la fecha que
conforme a los usos y a la buena fe, debe cumplirse;
b) sujetas a plazo indeterminado propiamente dicho; si no hay plazo, el juez a pedido
de parte, lo debe fijar mediante el procedimiento más breve que prevea la ley local,
a menos que el acreedor opte por acumular las acciones de fijación de plazo y de
cumplimiento, en cuyo caso el deudor queda constituido en mora en la fecha
indicada por la sentencia para el cumplimiento de la obligación.
En caso de duda respecto a si el plazo es tácito o indeterminado propiamente dicho,
se considera que es tácito”.
El nuevo código, a diferencia del código de Vélez, trae una regulación algo más
ordenada y sencilla, el código velezano, con la reforma de la le 17.711, en lugar de
establecer una regla general en el artículo 509 como pretendía, traía una apilamiento
casuístico que no dejaba en claro el principio general de la mora automática.
Ahora bien, nos preguntamos en qué tipo de obligaciones de produce la MORA
AUTOMÁTICA; la MORA AUTOMÁTICA se produce en las OBLIGACIONES
SUJETAS A PLAZO CIERTO y en las OBLIGACIONES PURAS Y SIMPLES, las
sujetas a plazo son aquellas en las que se establece una fecha cierta de cumplimiento,
por ejemplo, el 20 de octubre de 2020; las puras y simples son aquellas que deben ser
cumplidas de inmediato, sin solución de continuidad, en el mismo momento en que
nace la obligación, por ejemplo la obligación derivada de la compra venta manual, voy
a un kiosco y compro una golosina, debo pagarla de inmediato, contra entrega de la
cosa. Pero, tal como establece el artículo siguiente 887, hay excepciones a este
principio y se trata de los casos en los que las obligaciones estuvieren sujetas a
PLAZO TÁCITO, y nos dice que el mismo es aquel que no surge expresamente de la
obligación pero resulta tácitamente de la naturaleza y circunstancias de la obligación,
podemos poner como ejemplo el contrato de transporte de una cierta mercadería se
Derecho Civil Obligaciones | 26
entiende que debe darse dentro de la oportunidad suficiente para que la carga llegue a
destino en perfectas condiciones y no en cualquier momento. En este caso, el plazo es
tácito porque resulta de la naturaleza y circunstancias de la obligación; para que el
deudor quede constituido en mora se requiere la INTERPELACIÓN por parte del
acreedor al deudor. En el inciso b) el artículo 887 se refiere a las obligaciones cuyo
plazo se encuentra INDETERMINADO PROPIAMENTE DICHO y establece que el
mismo debe ser fijado judicialmente por el procedimiento más rápido que las leyes
procesales locales establezcan a menos que el acreedor opte por ejercer las acciones
de fijación de plazo y de cumplimiento en cuyo caso el deudor incurrirá en mora en la
fecha que el juez fije en la sentencia. Ahora bien, además del plazo INDETERMINADO
PROPIAMENTE DICHO, debe considerarse la situación de las obligaciones en las
cuales el plazo es INCIERTO que es aquel que depende de una potestad del acreedor
o porque las partes lo dejan sujeto a un acontecimiento posterior, por ejemplo la
inserción en un boleto de compra venta inmobiliaria de una cláusula que establezca
que la escritura se realizará al primer llamado del Escribano interviniente. En este
caso, la doctrina coincide en que se requiere interpelación por parte del acreedor al
deudor.
REGLAS GENERALES  ARTÍCULO 886
REGLA GENERAL
• MORA AUTOMÁTICA
MORA DEL DEUDOR
• AUTOMÁTICAMENTE POR EL SOLO TRANSCURSO DEL TIEMPO
MORA DEL ACREEDOR
• OFERTA DE PAGO HECHA POR EL DEUDOR AL ACREEDOR QUE CUMPLA
CON LOS REQUISITOS DE IDENTIDAD, INTEGRIDAD, PUNTUALIDAD Y
LOCALIZACIÓN (ART. 867 CCyC).
Derecho Civil Obligaciones | 27
APLICACIÓN DE LA REGLA GENERAL DE LA MORA AUTOMÁTICA
OBLIGACIONES “PURAS Y SIMPLES”
• DEBEN CUMPLIRSE EN LA PRIMERA OPORTUNIDAD QUE SU ÍNDOLE CONSIENTE
• MORA AUTOMÁTICA
OBLIGACIONES SUJETAS A PLAZO CIERTO
• DEBEN CUMPLIRSE EN DÍA FIJADO
• MORA AUTOMÁTICA
EXCEPCIONES AL PRINCIPIO GENERAL DE LA MORA
AUTOMÁTICA
OBLIGACIONES SUJETAS A
PLAZO TACITO (ART. 887
INC. A)
•EN LA FECHA EN QUE
CONFORME LOS USOS Y
LA BUENA FE DEBE
CUMPLIRSE
•REQUIERE
INTERPELACIÓN
OBLIGACIONES A PLAZO
INDETERMINADO
PROPIAMENTE DICHO
(ART. 887 INC B)
•DEBE SER FIJADO POR EL
JUEZ MEDIANTE EL
PROCEDIMIENTO MÁS
BREVE
•EL ACREEDOR PUEDE
OPTAR POR LA ACCION
DE FIJACIÓN DE PLAZO Y
CUMPLIMIENTO --> LA
MORA SE PRODUCE EN
LA FECHA QUE FIJE EL
JUEZ EN LA SENTENCIA
OBLIGACIONES A PLAZO
INCIERTO
•NO TRATADO EN EL CCyC
•REQUIEREN
INTERPELACIÓN
3.1.- LA INTERPELACIÓN
Hasta aquí hemos establecido en qué casos se requiere que el acreedor interpele al
deudor para que éste quede constituido en mora en aquellas situaciones en las cuales
no opera la regla general de la mora automática. Pero, ¿qué es la interpelación? La
interpelación es una intimación que debe hacerse de modo fehaciente, ya sea
mediante carta documento, intimación notarial o judicial, en forma categórica deber
ser un reclamo expreso y categórico “intimo”, referido a una obligación vencida; si
ambas partes se deben mutuamente quien intima debe cumplir u ofrecer cumplir; si se
requiere para el cumplimiento colaboración del acreedor, debe ofrecerla; debe
intimarse en un plazo prudencial para el cumplimiento; debe identificarse la prestación
Derecho Civil Obligaciones | 28
debida y quien intima debe tener legitimación activa como así también la persona a
quien se intima debe ser el legitimado pasivo.
La interpelación suspende el curso de la prescripción, por una sola vez y por un plazo
de seis meses o menor, según corresponda a la acción (ver art. 2541 CCyC).
REQUERIMIENTO
EXPRESO Y
CATEGÓRICO
REFERIDO A UNA
OBLIGACIÓN
VENCIDA
(EN OBLIGACIONES
RECIPROCAS) QUIEN
INTERPELA NO DEBE
ESTAR EN MORA
SI RESULTA
NECESARIA LA
COOPERACIÓN DEL
A, DEBE OFRECERLA
CONCEDER PLAZO
PRUDENCIAL PARA
EL CUMPLIMIENTO
REFERENCIA A LO
DEBIDO
LEGITIMACIÓN
ACTIVA Y PASIVA
3.2.- EFECTOS DE LA MORA
Una vez que el deudor está constituido en mora, ya sea de manera automática o
mediante interpelación, el deudor es responsable por los daños y perjuicios derivados
de la mora, se trasladan a él los riesgos de la cosa, es decir que si la cosa perece será
su responsabilidad; también, a partir del estado de mora, se torna aplicable la cláusula
penal que las partes hubieren pactado (aplicación de multas previamente pactas por
las partes en un contrato) y se hace operativa la cláusula resolutoria (facultad de la
parte cumplidora de dar por resuelto el contrato). El deudor moroso no puede
ampararse en el caso fortuito o fuerza mayor como tampoco puede alegar la Teoría de
la Imprevisión.
Derecho Civil Obligaciones | 29
DEUDOR DEBE INDEMNIZAR DAÑOS Y PERJUICIOS DERIVADOS DE LA MORA
•(arts. 1716, 1737 a 1740)
TRASLADO DE LOS RIESGOS DEL CONTRATO AL MOROSO
•(arts. 746, 755 y concs.)
IMPOSIBILIDAD PARA EL MOROSO DE INVOCAR LA TEORÍA DE LA IMPREVISIÓN
•(art. 1091)
DERECHO DE RESOLVER EL CONTRATO (PACTO COMISORIO)
•(art. 1083 y ss.)
INVOCACIÓN DE LA CLÁUSULA PENAL
•(arts. 790, 792 y concs.)
PERDIDA DE LA FACULTAD DE ARREPENTIRSE
•(arts. 1059 y 1060)
SUSPENSIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN
•(art. 2541)
3.3.- EXIMISIÓN DE LOS EFECTOS DE LA MORA
Para eximirse de los efectos de la mora, conforme lo establece el artículo 888 del
Código Civil y Comercial de la Nación el deudor debe probar que la misma no le es
imputable; dice el artículo 888 del CCyC: “Eximisión. Para eximirse de las
consecuencias jurídicas derivadas de la mora, el deudor debe probar que no le es
imputable, cualquiera sea el lugar de pago de la obligación”.
3.4.- CESE DEL ESTADO DE MORA DEL DEUDOR
La mora del deudor cesa: Por cumplimiento por parte del deudor (más el pago de los
intereses debidos-daño moratorio) o por renuncia del acreedor a reclamar los
derechos que le corresponden en virtud del estado de mora.
4.- MORA DEL ACREEDOR
El artículo 886 del Código Civil y Comercial de la Nación, su segundo párrafo,
establece que: “…… El acreedor incurre en mora si el deudor le efectúa una oferta de
pago de conformidad con el artículo 867 y se rehúsa injustificadamente a recibirlo”.
Para que el acreedor quede en mora se requiere que el deudor haga una propuesta de
pago conforme lo establecido por el artículo 867 en cuanto a la identidad e integridad
del objeto debido y al tiempo y lugar de cumplimiento de la prestación. En cualquier
otro caso no habrá mora del acreedor.
4.1.- ELEMENTOS PROPIOS DE LA MORA ACCIPIENDI (MORA DEL ACREEDOR)
Para que se dé la mora accipiendi deben darse los siguientes elementos: Debe existir
una obligación válida de plazo vencido; debe tratarse de una obligación que requiera
Derecho Civil Obligaciones | 30
de la ayuda o cooperación del acreedor para que el deudor pueda cumplir y que el
acreedor la niegue y que el deudor haga una propuesta de pago válida cumpliendo
con los requisitos de identidad e integridad respecto del objeto debido y en tiempo y
lugar propios.
ELEMENTOS PROPIOS DE LA MORA ACCIPIENDI
EXISTENCIA DE
COOPERACIÓN
UNA
DEL ACREEDOR
OBLIGACIÓN
PARA
VÁLIDA Y DE
POSIBILITAR EL
PLAZO VENCIDO CUMPLIMIENTO
QUE EL
ACREEDOR NO
PRESTE LA
COOPERACIÓN
NECESARIA
EXISTENCIA DE
UNA OFERTA
REAL DE PAGO
POR PARTE DEL
DEUDOR
4.2.- EFECTOS DE LA MORA DEL ACREEDOR
La mora del acreedor produce los efectos inversos de los que produce la mora del
deudor, así, se trasladarán los riesgos de la cosa a la persona del acreedor, es decir
que si la cosa perece, será el acreedor quien corra con sus consecuencias; el
acreedor no podrá reclamar del deudor daños y perjuicios como tampoco podrá
constituir en mora al deudor, si deberá, en este caso, el acreedor los daños y
perjuicios que se deriven de su morosidad al deudor y cesa el curso de los intereses
en el caso de las obligaciones dinerarias.
RESARCIMIENTO DE
LOS DAÑOS Y
PERJUICIOS
OCASIONADOS AL
DEUDOR
EL DEUDOR SE LIBERA
DE LOS RIESGOS DEL
CONTRATO QUE SE
TRASLADAN AL
ACREEDOR
CESE DEL CURSO DE
LOS INTERESES (EN LAS
OBLIGACIONES
DINERARIAS)
IMPIDE LA
CONSTITUCIÓN EN
MORA DEL DEUDOR
4.3.- CESE DE LA MORA DEL ACREEDOR
La mora del acreedor cesa cuando éste acepta el cumplimiento de la obligación por
parte del deudor, por imposibilidad de cumplimiento o por renuncia del deudor a
reclamar las consecuencias de la mora del acreedor.
Derecho Civil Obligaciones | 31
ACREEDOR ACEPTA EL
CUMPLIMIENTO POR
PARTE DEL DEUDOR
IMPOSIBILIDAD DE
CUMPLIMIENTO
RENUNCIA DEL DEUDOR
A RECLAMAR LAS
CONSECUENCIAS DE LA
MORA DEL ACREEDOR
5.- INCUMPLIMIENTO INIMPUTABLE
Las situaciones de incumplimiento inimputable son aquellas en las cuales, si bien se
produce el incumplimiento, éste no puede serle atribuido al deudor por ciertas razones.
Esas razones son: El CASO FORTUITO, la TEORÍA DE LA IMPREVISIÓN y la
FRUSTRACIÓN DE LA FINALIDAD.
5.1.- CASO FORTUITO O FUERZA MAYOR
Caso fortuito es todo aquel evento que torna de imposible cumplimiento la obligación
por causas extrañas a las partes, imprevistas o que previstas no se han podido evitar,
que son irresistibles. Deben producirse antes del momento en que debe cumplirse con
la prestación o al momento de cumplir, no puede alegarse el caso fortuito que ocurra
después del estado de mora. Los términos CASO FORTUITO y FUERZA MAYOR
obedecen a una misma razón no habiendo diferencias entre ellos; en el código de
Vélez se consideraba caso fortuito a los eventos de la naturaleza y fuerza mayor a los
hechos del hombre, sin embargo se les daba el mismo tratamiento; hoy esta distinción
no está presente en el nuevo código que la trata por igual y como términos sinónimos.
El caso fortuito está definido en el artículo 1730 del Código Civil y Comercial de la
Nación, al tratar la Responsabilidad Civil y dice: “Caso fortuito. Fuerza mayor. Se
considera caso fortuito o fuerza mayor al hecho que no ha podido ser previsto o que,
habiendo sido previsto, no ha podido ser evitado. El caso fortuito o fuerza mayor exime
de responsabilidad, excepto disposición en contrario.
Este Código emplea los términos " caso fortuito" y "fuerza mayor" como sinónimos”.
Derecho Civil Obligaciones | 32
Estas impactantes imágenes muestran una ciudad totalmente inundada en razón de
copiosas lluvias y un corte de ruta, situaciones absolutamente imprevisibles y extrañas
a los sujetos involucrados, situación que les impide cumplir pero no por su culpa o dolo
sino por un hecho que les resulta ajeno e irresistible.
5.1.2. CARACTERES DEL CASO FORTUITO
Algunos autores, como Compagnucci de Caso, lo tratan como “requisitos” del caso
fortuito, otros como caracteres. Lo cierto es que el caso fortuito para que exima de
responsabilidad al deudor debe ser:
SOBREVINIENTE  Debe tratarse de un hecho que acontezca con posterioridad a la
constitución o nacimiento de la obligación. De haber sido conocido por los
contratantes, el deudor debió prever sus consecuencias y no podrá ampararse en el
mismo.
INEVITABLE  Debe tratarse de un acontecimiento que el ser humano no pueda
impedir, debe tratarse de una fuerza irresistible. Tal imposibilidad de evitarlo debe
serlo para todas aquellas personas que se encuentren en situación similar y no para el
deudor en particular. Debe tratarse de un hecho que impida absolutamente el
cumplimiento y no una simple dificultad o una mayor onerosidad.
IMPREVISIBLE  Debe tratarse de un hecho que no pueda ser previsto por las
partes, que ellas sean “sorprendidas” por el acontecimiento.
ACTUAL  Debe tratase de un acontecimiento que suceda contemporáneamente al
momento del cumplimiento, no procede en los casos en los cuales el deudor ya se
Derecho Civil Obligaciones | 33
encontrare en mora y luego de ello sobreviene el hecho extraordinario que constituye
caso fortuito.
INIMPUTABLE  No debe tratarse de un hecho que acontezca por culpa o dolo del
deudor.
EXTRAORDINARIO  Debe tratarse de un hecho que salga del orden normal de las
cosas, algo de naturaleza fuera de lo habitual.
SOBREVINIENTE
INEVITABLE
IMPREVISIBLE
ACTUAL
INIMPUTABLE
EXTRAÑO
5.1.3. PRUEBA DEL CASO FORTUITO
La prueba del casus corresponde al deudor que pretende ampararse en el mismo, esto
se deduce de lo que establece el artículo 1734 del Código Civil y Comercial que dice:
“Prueba de los factores de atribución y de las eximentes. Excepto disposición legal la
carga de la prueba de los factores de atribución y de las circunstancias eximentes
corresponde a quien los alega”.
5.1.4. EFECTOS DEL CASO FORTUITO
El caso fortuito o la fuerza mayor, al ser extraños a las partes, hacen que el
incumplimiento no le pueda ser atribuido al deudor. Podría suceder que el
incumplimiento fuere temporal, en cuyo caso, si bien el deudor no estará en mora
mientras duren las consecuencias del caso fortuito o el impedimento que este
provoque, una vez que cese el evento fortuito el deudor deberá cumplir a menos que
se trate de una obligación de cumplimiento esencial para el acreedor, es decir que ya
carezca de interés en el cumplimiento de la obligación. Puede también ocurrir que la
imposibilidad sea parcial en cuyo caso el deudor deberá cumplir aquello que si le
resulta posible cumplir.
5.1.5. CLÁUSULA DE RESPONSABILIDAD
Artículo 1733 del Código Civil y Comercial de la Nación establece: “Responsabilidad
por caso fortuito o por imposibilidad de cumplimiento. Aunque ocurra el caso fortuito o
la imposibilidad de cumplimiento, el deudor es responsable en los siguientes casos:
a) si ha asumido el cumplimiento aunque ocurra un caso fortuito o una imposibilidad;
b) si de una disposición legal resulta que no se libera por caso fortuito o por
imposibilidad de cumplimiento;
Derecho Civil Obligaciones | 34
c) si está en mora, a no ser que ésta sea indiferente para la producción del caso
fortuito o de la imposibilidad de cumplimiento;
d) si el caso fortuito o la imposibilidad de cumplimiento sobrevienen por su culpa;
e) si el caso fortuito y, en su caso, la imposibilidad de cumplimiento que de él resulta,
constituyen una contingencia propia del riesgo de la cosa o la actividad;
f) si está obligado a restituir como consecuencia de un hecho ilícito”.
Tal como podemos apreciar de la lectura del artículo transcripto, puede ocurrir que el
deudor, a pesar de acontecer un caso fortuito que tornaría su incumplimiento
inimputable, de todos modos ese “casus” no lo exima de su deber de cumplir. El
artículo 1733 indica seis situaciones en las que puede darse esta circunstancia. Una
de ellas es la que motiva el título de este párrafo, la llamada “cláusula de
responsabilidad”, es el caso previsto en el inciso a: “SI HA ASUMIDO EL
CUMPLIMIENTO AUNQUE OCURRA UN CASO FORTUITO O UNA
IMPOSIBILIDAD”. Si mediante una cláusula contractual el deudor asume el caso
fortuito, aun cuando este acontezca, deberá cumplir. El deudor, mediante esa cláusula
contractual, puede asumir cualquier caso fortuito o sólo algunas situaciones.
Dice Compagnucci de Caso, Rubén, en “Derecho de las Obligaciones”, Ed. La Ley, ed.
2018, pag. 217: “Es un pacto o acuerdo por el cual el deudor se hace responsable por
el incumplimiento de la obligación, aun cuando el hecho se origine en el caso fortuito o
fuerza mayor. Él toma a su cargo el casus”.
Esta cláusula es totalmente lícita en virtud del principio de autonomía de la voluntad
pero de aplicación restrictiva ya que implica la renuncia a un derecho.
Cabe mencionar, por último, que esta cláusula de responsabilidad se distingue del
“pacto de garantía” que implica que si el deudor no cumple, debe dar una suma de
dinero al acreedor aun cuando la causa sea un caso fortuito.
5.2.- TEORÍA DE LA IMPREVISIÓN
La Teoría de la Imprevisión es una herramienta que acude en auxilio de aquellas
situaciones en las cuales al deudor le resulta muy oneroso cumplir con aquello a lo
que se ha obligado por razones extraordinarias ajenas a su voluntad y sobrevinientes
al momento de asumir la referida obligación. Está regulada en nuestro Código Civil y
Comercial de la Nación en su artículo 1091 que dice: “Imprevisión. Si en un contrato
conmutativo de ejecución diferida o permanente, la prestación a cargo de una de las
partes se torna excesivamente onerosa, por una alteración extraordinaria de las
circunstancias existentes al tiempo de su celebración, sobrevenida por causas ajenas
a las partes y al riesgo asumido por la que es afectada, ésta tiene derecho a plantear
extrajudicialmente, o pedir ante un juez, por acción o como excepción, la resolución
total o parcial del contrato, o su adecuación. Igual regla se aplica al tercero a quien le
han sido conferidos derechos, o asignadas obligaciones, resultantes del contrato; y al
Derecho Civil Obligaciones | 35
contrato aleatorio si la prestación se torna excesivamente onerosa por causas
extrañas a su álea propia”.
El artículo transcripto establece claramente a que se situaciones se aplica: a aquellos
contratos en los cuales las prestaciones a cargo de ambas partes están determinadas
desde el nacimiento mismo del contrato (conmutativos) que sean de ejecución diferida,
es decir que no se cumplen en forma inmediata a su nacimiento si no que su
cumplimiento queda diferido en el tiempo o en aquellos en los cuales las prestaciones
deben cumplirse a lo largo del tiempo, de manera continuada.
La situación planteada es la siguiente: un sujeto, a quien llamaremos “A”, solicita un
préstamo de dinero en moneda extranjera (dólares), a pagar en determinada cantidad
de cuotas, la relación contractual se va cumpliendo a lo largo del tiempo con total
normalidad y, en forma imprevista, ocurre una importante devaluación que le hace más
oneroso que al momento de contratar, poder hacerse de los dólares suficientes para
cancelar las cuotas restantes. En este caso, la ley prevé que el deudor puede plantear,
ya sea en forma extrajudicial o judicialmente, la resolución total o parcial del contrato,
es decir, dejarlo sin efecto en forma total o parcial. Sin embargo, la ley permite también
que, a los efectos de evitar que esa resolución ocurra, se solicite la “adecuación del
contrato”, es decir que se restablezca el equilibrio contractual que debe primar.
CONTRATO
CONMUTATIVO
DE EJECUCIÓN
CONTINADA O
DIFERIDA
EXCESIVA
ONEROSIDAD
CIRCUNSTANCIAS
EXTRAORDINARIAS
SOBREVINIENTES Y
AJENAS A LAS
PARTES Y AL RIESGO
ASUMIDO
RESOLUCION /
ADECUACIÓN
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5.3.- LA FRUSTRACIÓN DE LA FINALIDAD
Coronación de Eduardo VII, Reino Unido, 1902.
La “frustración de la finalidad” es una figura nueva dentro de nuestro Código Civil y
Comercial de la Nación, sin embargo tiene un origen remoto en la Jurisprudencia
inglesa. Se trata de aquellas situaciones en las cuales, por acontecimientos extraños a
las partes, la finalidad que tuvieron al contratar, es decir, la causa motivo determinante
del acto, se ve frustrada. Esta doctrina ha sido receptada en el nuevo Código Civil y
Comercial de la Nación en el artículo 1090 que reza: “Frustración de la finalidad. La
frustración definitiva de la finalidad del contrato autoriza a la parte perjudicada a
declarar su resolución, si tiene su causa en una alteración de carácter extraordinario
de las circunstancias existentes al tiempo de su celebración, ajena a las partes y que
supera el riesgo asumido por la que es afectada. La resolución es operativa cuando
esta parte comunica su declaración extintiva a la otra. Si la frustración de la finalidad
es temporaria, hay derecho a resolución sólo si se impide el cumplimiento oportuno de
una obligación cuyo tiempo de ejecución es esencial”.
Ante acontecimientos extraordinarios, ajenos a las partes, se permite a la parte que
resulta perjudicada, dar por resuelto el contrato y dicha resolución se hará efectiva una
vez comunicada la voluntad resolutoria a la otra parte.
Ahora bien, tal como lo dispone la última parte del artículo, si la frustración de la
finalidad sólo es temporal, solamente puede darse el contrato por resuelto cuando se
tratare de obligaciones de plazo esencial, es decir en aquellos casos en los cuales el
cumplimiento no es posible en el momento oportuno careciendo el cumplimiento
posterior de interés para la otra parte.
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ALTERACION
EXTRAORDINARIA
AJENA A LAS
PARTES
SUPERE EL RIESGO
ASUMIDO POR LA
PARTE AFECTADA
RESOLUCIÓN
TRABAJO PRÁCTICO
ACTIVIDAD OBLIGATORIA
REDACTE UNA INTIMACIÓN A PARTIR DEL SIGUIENTE CASO:
En “El Mercader de Venecia”, Basanio pide prestados 3.000 Ducados
a Schylock quien se los presta sin intereses por tres meses y se
pacta que en lugar de intereses el acreedor tendría derecho a tomar
una libra de carne del cuerpo del fiador, Antonio, amigo de Basanio.
Antonio, el mercader, llegada la fecha de pago, no lo puede hacer ya
que todos sus negocios han fracasado.
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LECTURA SUGERIDA
LA FRUSTRACIÓN DE LA FINALIDAD
Antecedes y los casos de la Coronación de Eduardo VII (1902).
Comentario al artículo 1090 del CCyC de la Nación.
(En RIVERA, JULIO CÉSAR; “CODIGO CIVIL Y COMERCIAL DE LA NACIÓN” –
comentado, Tomo III, Ed. La Ley, 2015 – comentario Dr. Luis Leiva Fernández)
1. Origen del instituto.
Aunque el Derecho Privado y el de los contratos, sin duda, es hijo del derecho romano,
la frustración de la causa fin del contrato no se vincula en forma alguna al derecho
romano.
Nace a principios del siglo XX en forma coetánea al surgimiento del abuso del derecho
en Francia, en la jurisprudencia inglesa con los conocidos como Casos de la
Coronación.
El tema empezó a desarrollarse varios siglos antes. Concretamente en la causa
Paradine vs. Jane del año 1647 se trató de un locatario que debió pagar el alquiler
pese a haber sido privado de la tenencia por un enemigo del Rey pues el inmueble
había quedado situado en territorio en el que el Rey carecía en los hechos de
autoridad.
Entonces se dijo que si la relación jurídica es de origen legal y no se puede cumplir por
circunstancias insuperables, es la propia ley la que exonera de responsabilidad al
deudor de la prestación, pero que si el origen de la obligación es contractual el deudor
debe responder de cualquier manera por no haber previsto la cláusula de exoneración
de responsabilidad. Se reconocía -en definitiva- el caso fortuito y la fuerza mayor como
supuestos que liberaban al deudor del cumplimiento de la prestación debida, pero esa
exoneración de responsabilidad no se admitía en el campo de las obligaciones de
origen contractual (Ray).
Resultaba evidente la "inflexibilidad en punto al cumplimiento del contrato" (Stiglitz),
pues lo pactado debía cumplirse indefectiblemente, "cualquiera sea el acontecimiento
o situación" que pueda invocarse.
Eso fue en 1647. En 1863 el juez Lord Blackburn resolvió la causa Taylor vs. Caldwell.
Se trató del alquiler de un Music Hall para dar cuatro conciertos entre junio y agosto de
1861, sin embargo el teatro se incendió por caso fortuito antes de comenzar las
funciones.
Era claro que en tal caso no había previsión contractual alguna que hiciese recaer el
perjuicio en ninguna de las partes contratantes.
El juez Lord Blackburn podía reiterar la conclusión de 1647 recaída en Paradine vs.
Jane en el sentido que los contratos se deben cumplir a rajatabla; sin embargo decidió
que el contrato podía considerarse sujeto a "una condición implícita" que
supuestamente establecía que si la cosa arrendada se destruía sin culpa de nadie, las
partes quedaban liberadas del cumplimiento de sus obligaciones, sin responsabilidad
alguna. El locador no proporcionaría el teatro ni el locatario pagaría el alquiler.
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Como se advierte, es una notoria aproximación al instituto del caso fortuito en el
derecho continental, aunque a través de incorporar la ficción de la condición implícita.
Para la coronación del futuro rey Eduardo VII se previeron como festejos un desfile y la
revista de la flota del mar que realizaría el rey a bordo de una embarcación. Se
alquilaron para el día del desfile balcones y ventanas que-sin embargo-quedaron
desiertas porque el futuro rey se enfermó y debió postergarse el desfile. Al postergarse
la coronación y los festejos algunas de tales locaciones cambiaron de fecha, pero
otros contratos desembocaron en conflictos que debieron ser resueltos por la Corte de
Apelaciones de Londres, en el año 1903.
Dos de tales pronunciamientos son significativos para la doctrina de la frustración de la
causa fin del contrato: Chandler vs. Webster, y Krell vs. Henry.
En ellos la prestación debida es de cumplimiento posible pero inútil, pues no
proporciona a una de las partes la satisfacción buscada, que es conocida y aceptada
por el otro contratante, lo que la erige en la causa fin del contrato. El evento frustrante
priva al contrato de su causa y así quiebra su base objetiva.
En el primero de tales causas -Chandler v. Webster- el locatario, había pagado los dos
tercios del precio, cuya restitución reclamaba por falta de consideration. A su vez el
locador exigía el pago del saldo de precio. Al desestimar la demanda y aceptar la
reconvención la Corte de Apelaciones de Londres sostuvo que "el efecto de la
frustración no era declarar la nulidad ab initio del contrato, sino solamente relevar a las
partes de ulteriores prestaciones".
En el segundo caso-Krell vs. Henry- se había alquilado una ventana sobre Pall Mall. El
locador exigía el pago del saldo de las 2/3 partes del precio adeudado que deberían
haberse pagado el mismo día en que se anunció la suspensión del desfile, mientras
que el locatario reconvino por restitución del tercio pagado anteriormente. Pero la
solución de la Corte de Apelaciones, al rechazar la demanda del locador y acoger la
reconvención de restitución del locatario, fue diametralmente opuesta.
Se concluyó que para llegar a establecer el sentido del contrato debía analizarse que
ya en el mismo anuncio puesto por el locador en la ventana ofrecida en alquiler, surgía
la finalidad del arriendo consistente en observar el desfile real. Esa era su
consideration .su causa en derecho continental- que formaba parte de "la base del
contrato", pues siendo común, quedó incorporada explícitamente para ambas partes al
contexto contractual, y la no realización del desfile la frustró (Stiglitz).
También la fallida revista de la flota de mar originó casos análogos y entre ellos
merece destacarse el de Herne Bay Steamboat Co. vs. Hutton en el que se arribó a
una solución totalmente diferente.
El Tribunal, en este caso, hizo lugar al pedido de cobro del saldo de precio por
considerar que no podía concluirse que observar la revista de la flota de mar fuese la
consideración común del contrato, pues los pasajeros bien podrían realizar un crucero
observando a la flota, aun sin presencia del rey.
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UNIDAD VII
6.- LIBERACIÓN COACTIVA DEL DEUDOR:
LA CONSIGNACIÓN
Cuando hablamos de la liberación coactiva del deudor nos tenemos que situar en el
caso de incumplimiento por parte del acreedor, dentro del tema tratado anteriormente
relativo a los “Efectos de las Obligaciones”, y, a su vez, dentro del marco de los
“Efectos con relación al deudor”, entendiendo por tales a los derechos que éste tiene
en torno a su deber de cumplir, uno de ellos es la colaboración que debe brindarle el
acreedor, ya sea antes o al momento de cumplir, según los casos. La mora del
acreedor se produce cuando éste no realiza los actos preparatorios necesarios para
que el deudor pueda cumplir en tiempo y forma o bien se niega a recibir el pago a
pesar de ser éste ofrecido en forma íntegra e idéntica y conforme los requisitos de
localización y puntualidad. Como acabamos de decir, el acreedor, puede tener que
realizar determinados actos preparatorios para que el deudor pueda cumplir,
dependiendo del tipo de prestación comprometida, así, por ejemplo, podría ser que el
acreedor tuviera que acondicionar un espacio determinado donde el deudor debe
instalar una máquina, si el acreedor no realiza dicho acondicionamiento para el
momento en que el deudor debe cumplir, este no podrá hacerlo. También puede darse
el caso de querer el deudor cumplir y llegada la fecha de pago, en el lugar
determinado para cumplir y ofreciendo la prestación debida en forma idéntica e
íntegra, el acreedor la rechace o no comparezca a recibirla.
En supuestos como los descriptos, el deudor puede liberarse mediante el pago por
consignación, lo que se ha titulado en el programa como “Liberación coactiva del
deudor”, coactiva porque el deudor se liberará a pesar de la voluntad del acreedor en
recibir la prestación, pudiendo llegar a la demanda judicial.
Pero la situación de mora del acreedor no es el único caso en el que procede el pago
por consignación, hay otras situaciones en las que dicha forma de pago procede y que
se detallan más abajo, tal el caso de incertidumbre sobre la persona del acreedor.
La consignación puede hacerse en el caso de tratarse de obligaciones de dar sumas
de dinero, en el caso de obligaciones de dar cosas ciertas y de cosas indeterminadas
a elección del acreedor. No procede en el caso de las obligaciones de hacer y de no
hacer.
La consignación es una figura de carácter excepcional, no natural de extinguir
obligaciones; se deben respetar los mismos requisitos de un pago normal en
cuanto sus circunstancias de tiempo y lugar y en cuanto a la identidad e integridad
(artículo 905 CCyC); se trata de un procedimiento facultativo para el deudor (solvens)
porque no está obligado a hacerlo, sólo que de no proceder a la misma continuará sin
liberarse de la obligación.
En el nuevo ordenamiento legal existen hoy dos forma de consignación, la
EXTRAJUDICIAL y la JUDICIAL.
6.1.- CONSIGNACIÓN JUDICIAL
El artículo 904 del Código Civil y Comercial de la Nación nos indica, de manera
enunciativa, no taxativa, en qué casos procede la consignación judicial, a saber:
“Casos en que procede. El pago por consignación procede cuando:
Derecho Civil Obligaciones | 41
a) el acreedor fue constituido en mora;
b) existe incertidumbre sobre la persona del acreedor;
c) el deudor no puede realizar un pago seguro y válido por causa que no le es
imputable.”
Son, entonces, tres los casos en los cuales corresponde efectuar una consignación
judicial: cuando se ha constituido al acreedor en mora, si no sabemos quién es
efectivamente el acreedor o cuando el deudor no puede el pago válidamente por
razones que no le resultan imputables.
Como ejemplo de la primera de las hipótesis podríamos suponer el caso de aquel
acreedor que se niega a recibir el pago aun cuando el deudor le hace una oferta de
pago válida cumpliendo con todos los recaudos que hacen al pago, tanto en calidad
como en cantidad y en cuanto a tiempo oportuno y lugar debido. En la segunda de las
hipótesis podríamos citar el caso de aquel deudor que quiere pagar y se encuentra con
que el acreedor ha fallecido y no tiene la certidumbre de quienes son sus herederos. El
último de los incisos de la artículo 904 alude, en general, a todo otro supuesto en que
no pueda al deudor hacer un pago seguro y válido por causas que no le resultan
atribuibles, esto nos da una amplitud de situaciones que pueden presentarse en las
cuales sea procedente efectuar la consignación.
Pueden darse otros supuestos no contemplados por la norma en los cuales también
resulta procedente la consignación, tal el caso de ausencia del acreedor, en los casos
en los casos en que el acreedor haya perdido el título justificativo de su crédito, entre
otros.
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6.1.1.- REQUISITOS DEL PAGO POR CONSIGNACIÓN
REQUISITOS DEL PAGO POR CONSIGNACIÓN
IDEM PAGO EN
GENERAL (Art.905)
ACTO JURÍDICO EN
GENERAL
IDENTIDAD
INTEGRIDAD
LEGITIMACIÓN
PUNTUALIDAD
CAPACIDAD
LOCALIZACIÓN
Según el tipo de obligación de que se trate, el procedimiento está sujeto, conforme lo
establece el artículo 906 del Código Civil y Comercial de la Nación, a determinadas
reglas o formalidades. Dice el artículo mencionado: “Art. 906. Forma. El pago por
consignación se rige por las siguientes reglas:
a) si la prestación consiste en una suma de dinero, se requiere su depósito a la orden
del juez interviniente, en el banco que dispongan las normas procesales;
b) si se debe una cosa indeterminada a elección del acreedor y éste es moroso en
practicar la elección, una vez vencido el término del emplazamiento judicial hecho al
acreedor, el juez autoriza al deudor a realizarla;
c) si las cosas debidas no pueden ser conservadas o su custodia origina gastos
excesivos, el juez puede autorizar la venta en subasta, y ordenar el depósito del
precio que se obtenga”.
6.1.2.- FORMAS –O REGLAS- A SEGUIR SEGÚN EL TIPO DE OBLIGACIÓN DE
QUE SE TRATE.
Según se trate de obligaciones de dar dinero o de cosas ciertas o cosas
indeterminadas, el Código Civil y Comercial de la Nación establece distintas reglas en
su artículo 906.
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REGLAS SEGÚN EL TIPO DE OBLIGACIÓN
DAR SUMAS DE DINERO (Art.906 inc.a)
•Depósito a la orden del juez interviniente
•Banco depósitos judiciales del lugar
•Debe darse en pago (animus solvendi)-No a embargo.
DAR COSAS CIERTAS
•No regulado en el CCyC
•Según la doctrina y antecedentes del Cód. de Vélez: Cosa mueble:
intimación judicial al A para recibir la cosa. Inmueble: depósito de llaves
DAR COSAS INDETERMINADAS (Art. 906 inc.b)
•Determinación corresponde al Deudor  Éste identificará y consignará
•Determinación corresponde al Acreedor  Emplazamiento judicial para
determinarlas, vencido, juez autoriza al Deudor.
6.1.3.- EFECTOS DE LA CONSIGNACIÓN JUDICIAL
En primer lugar debemos destacar que la consignación judicial produce los mismos
efectos que el pago, en consecuencia, extingue la obligación con todos sus accesorios
desde el día en que se notifica la demanda, paraliza el curso de los intereses, tanto
moratorios como compensatorios, y traslada los riesgos de la prestación motivo de la
consignación al acreedor en virtud de los efectos de la mora del acreedor. Todo esto
siempre y cuando la consignación judicial no sea impugnada y se la declare válida (art.
907 primer párrafo CCyC). Ahora bien, si la consignación es defectuosa y el deudor
subsana el defecto, la consignación producirá el efecto de extinguir la deuda pero
desde la fecha en que se notifique la sentencia que le hace lugar (art. 907 segundo
párrafo CCyC).
6.1.4.- EL CASO DEL DEUDOR MOROSO
El artículo 908 del Código Civil y Comercial de la Nación establece el caso de quien
estando en mora, consigna judicialmente en los casos en que proceda. El deudor
moroso, para que la consignación sea admitida deberá consignar la prestación debida
con todos sus accesorios a la fecha en que la realice. Dice el artículo 908 CCyC:
“Deudor moroso. El deudor moroso puede consignar la prestación debida con los
accesorios devengados hasta el día de la consignación”.
6.1.5.- DESISTIMIENTO
Conforme lo establece el artículo 909 del Código Civil y Comercial de la Nación, el
deudor que consigna judicialmente puede desistir de la consignación antes de que el
acreedor la acepte. En este caso, la obligación, podría a decirse que, vuelva a nacer y
lo hace con todos sus accesorios porque es como si la consignación nunca hubiera
existido, siendo otra vez exigible por parte del acreedor. Pero, si desistiera con
posterioridad a la aceptación por parte del acreedor, para poder hacerlo, requiere la
conformidad expresa del acreedor; lo cual resulta de toda lógica ya que una vez
Derecho Civil Obligaciones | 44
consignada la prestación forma a integrar el patrimonio del acreedor. El artículo
también dispone que si el acreedor da su conformidad, perderá la acción que tuviera
contra los codeudores, garantes y fiadores; tal como señala Compagnucci de Caso en
“Derecho de las Obligaciones”, Ed. La Ley, ed. 2018, pag. 227: “Si el acreedor
aceptara el retiro de lo depositado por parte del deudor, luego de ser declarada válida
la consignación, no podrá el acreedor aprovecharse de las garantías o de las
obligaciones que mantenía con codeudores o fiadores; ello también resulta razonable:
al declararse válida la consignación, la relación jurídica se extingue y, con ella, todos
los sujetos coobligados quedan liberados. La decisión posterior del acreedor de
aceptar el desistimiento y el retiro de la consignación por parte del deudor no puede
perjudicar a los codeudores, fiadores y avalistas que habían quedado liberados con la
consignación…”.
6.1.6.- GASTOS Y COSTAS
El Código Civil y Comercial de la Nación nada dice respecto de quien debe correr con
los gastos y costas, no obstante, resultan aplicables las reglas procesales que
establecen que quien es vencido en el juicio debe soportarlos.
6.2.- CONSIGNACIÓN EXTRAJUDICIAL
El Código Civil y Comercial trae esta nueva figura que no estaba contemplada en la
legislación derogada. Se trata de un procedimiento que resulta optativo para el deudor
y que se realiza ante un Escribano de Registro y en los casos de tratarse de
obligaciones de dar sumas de dinero. El artículo 910 del Código Civil y Comercial de la
Nación establece los casos en que procede y su trámite en este sentido: “Procedencia
y trámite. Sin perjuicio de las disposiciones del Parágrafo 1º, el deudor de una suma
de dinero puede optar por el trámite de consignación extrajudicial. A tal fin, debe
depositar la suma adeudada ante un escribano de registro, a nombre y a disposición
del acreedor, cumpliendo los siguientes recaudos:
a) notificar previamente al acreedor, en forma fehaciente, del día, la hora y el lugar en
que será efectuado el depósito;
b) efectuar el depósito de la suma debida con más los intereses devengados hasta el
día del depósito; este depósito debe ser notificado fehacientemente al acreedor por
el escribano dentro de las cuarenta y ocho horas hábiles de realizado; si es
imposible practicar la notificación, el deudor debe consignar judicialmente”.
En los cuadros que siguen debajo se resumen los casos en que procede y como es el
procedimiento que debe seguirse. Advertimos al lector que deberá leer los artículos del
Código Civil y Comercial de la Nación que se refieren a la CONSIGNACIÓN
EXTRAJUDICIAL.
Derecho Civil Obligaciones | 45
CASOS EN QUE PROCEDE (ART. 910 CCyC)
OPCION PARA EL DEUDOR
OBLIGACIONES DE DAR
SUMAS DE DINERO
QUE EL ACREEDOR NO
HAYA OPTADO POR LA
RESOLUCIÓN DEL
CONTRATO O
DEMANDADO EL
CUMPLIMIENTO
ESCRIBANO DE
REGISTRO
A NOMBRE Y
DISPOSICIÓN DEL
ACREEDOR
CAPITAL MÁS INTERESES
AL DÍA DEL DEPÓSITO
(DEUDOR MOROSO)
PROCEDIMIENTO (ART. 910 Y 911 CCyC)
NOTIFICAR EN FORMA
FEHACIENTE AL ACREEDOR
DEL LUGAR, DIA Y HORA
DEL DEPÓSITO
CAPITAL + INTERESES
DEVENGADOS A LA FECHA
DEL DEPÓSITO
ESCRIBANO  NOTIFICAR
FEHACIENTEMENTE AL
ACREEDOR DENTRO DE LAS
48 HORAS
EN CASO DE NO SER
POSIBLE LA NOTIFICACIÓN
EL DEUDOR DEBERÁ
CONSIGNAR
JUDICIALMENTE
ACREEDOR PUEDE:
ACEPTAR EL DEPÓSITO Y
RETIRAR LA SUMA (GASTOS
A/C DEUDOR)
RECHAZAR EL
PROCEDIMIENTO Y RETIRAR
EL DEPÓSITO. (GASTOS A/C
ACREEDOR)
RECHAZAR DEPÓSITO Y PROCEDIMIENTO O NO
EXPEDIRSED. PUEDE DISPONER DE LA SUMA Y
DEPOSITAR JUDICIALMENTE
Derecho Civil Obligaciones | 46
Tal como podemos apreciar de la lectura del articulado del Código Civil y Comercial de
la Nación, si el acreedor no acepta la consignación extrajudicial, el deudor, para
liberarse deberá procede a consignar judicialmente.
Conforme lo dispone el artículo 912 del Código Civil y Comercial de la Nación, si el
acreedor retira el depósito pero rechaza el pago, podrá reclamar judicialmente un
importe mayor o considerarlo insuficiente o exigir la repetición de lo pagado por gastos
y honorarios por entender que no se encontraba en mora; siempre, en el recibo,
deberá dejar a salvo estas reservas, de lo contrario se entiende que el pago es
liberatorio desde la fecha del depósito. Cabe poner de resalto que para demandar ese
mayor importe o la repetición de lo pagado en concepto de gastos y honorarios por
considerarse que no estaba en mora, tiene un plazo de caducidad de treinta días
contados a partir de la fecha del recibo expedido con reservas.
Finalmente, el artículo 913 del Código Civil y Comercial de la Nación establece que no
se puede acudir al procedimiento de la consignación extrajudicial cuando antes de
efectuarse el depósito el acreedor haya optado por resolver el contrato o demandado
el cumplimiento de la obligación.
TRABAJO PRÁCTICO
ACTIVIDAD OBLIGATORIA
Resuelva el caso que a continuación se le presenta. Fundamente su
solución en Derecho.
CASO. Carlos González contrajo una deuda de dinero con José
Ramírez por la suma de Pesos cien mil, la causa de la obligación es
un contrato de préstamo de dinero y se pactó que la suma sería
devuelta en diez cuotas mensuales y consecutivas de Pesos diez mil
cada una y que la suma total devengaría un interés compensatorio
del cinco por ciento mensual, los intereses se abonarían junto con la
última cuota. González abonaba puntualmente sus cuotas hasta que
al momento de querer abonar la cuota número seis, Ramírez se
niega a recibir el pago. Usted, ¿Qué haría? Comparta con el docente
tutor.
LECTURA SUGERIDA
“PAGO POR CONSIGNACIÓN EXTRAJUDICIAL”
Por Enrique Carlos Müller
Tomado de http://www.nuevocodigocivil.com/wp-content/uploads/2015/06/Pagopor-consignacion-judicial-por-M%C3%BCller.pdf
Derecho Civil Obligaciones | 47
Conforme resulta del art. 730 del CCC, al igual que lo señalaba el art. 505 del Código
extinto el deudor no solo tiene el deber jurídico de cumplir con la prestación, sino
también y como contrapartida, el cumplimiento exacto de la obligación le confiere el
derecho a obtener la liberación y el de realizar las acciones del acreedor. Ahora, es el
caso, que aún frente a la conducta diligente del deudor en procura del cumplimiento de
la obligación asumida, puede sucederse obstáculos que imposibilitan al mismo cumplir
lo debido. Extremos que de corporizarse autorizan al mismo a pagar por consignación,
toda vez que no resulta aceptable mantener por ello la obligación. Vélez refería a
dichas circunstancias en el art. 757 del Código derogado, identificando aquellos
supuestos de procedencia para que la consignación pueda tener lugar:
1)
2)
3)
4)
la negativa injustificada del acreedor a recibir el pago;
la incapacidad del acreedor;
la ausencia del acreedor;
cuando fuese dudoso el derecho del acreedor a recibir el pago y concurrieron otras
personas a exigirlo del deudor, o cuando el acreedor fuese desconocido;
5) cuando la deuda fuese embargada o retenida en poder del deudor, y éste quisiera
exonerarse del depósito;
6) cuando se hubiese perdido el título de la deuda; y
7) cuando el deudor del precio de inmuebles adquiridos por él, quisiera redimir las
hipotecas con que se hallasen gravados.
El nuevo art. 904 nos dice que procede el pago por consignación cuando:
a) el acreedor fue constituido en mora;
b) existe incertidumbre sobre la persona del acreedor; y
c) el deudor no puede realizar un pago seguro y válido por causa que no le es
imputable.
A primera vista podríamos afirmar que a tenor de lo indicado, los supuestos de
procedencia del pago por consignación se han visto reducidos de siete a tres, pero si
reparamos que el primer inciso del código anterior, se corresponde con idéntico inciso
del Código nuevo; mientras que el inciso 2° se corresponde con el artículo 4 del
Código de Vélez; y, que los restantes pueden resultar comprendidos por el inciso 3,
cuando se alude a que el deudor no puede realizar un pago seguro y válido por causa
que no le es imputable, ya que tales calificaciones permiten abarcar numerosos
supuestos; tendremos que concluir que con la nueva regulación no sólo se ha ganado
en claridad sino también en eficacia, puesto que hoy no se cierra la actualización de
este instituto a los supuestos emplazados legalmente, sino que permita por la amplitud
de su redacción echar mano al mismo cuando el deudor no puede realizar un pago a
la par que “seguro”, “válido”.
CONCEPTO. El Código derogado lo definía en el art. 756: “Págase por consignación
haciéndose depósito judicial de la suma que se debe”. Esta definición, no es precisa,
pues sólo se refiere a la consignación de una suma de dinero, que constituye por
cierto, el caso más frecuente. Sin embargo, ello también procede cuando se trata de
obligaciones de dar, que tienen por objeto cosas ciertas o cosas indeterminadas. De
allí que sea más apropiado definir al pago por consignación como aquel que “satisface
al deudor o quien está legitimado para sustituirlo, con intervención judicial” (Llambías).
1 El pago por consignación es una forma de concretar la 1 Ramón Daniel PizarroCarlos Gustavo Vallespinos. Instituciones de Derecho Privado. Obligaciones T. 3 pág.
457- Hammurabi, José Luis Depalma Editor, llamada “liberación coactiva del deudor”,
ya que éste puede llegar a cumplir la prestación utilizando los órganos judiciales. Es la
solución a un estado crítico de colaboración y cooperación que se deben las es que el
Derecho Civil Obligaciones | 48
pago se realice con la sola actuación de las partes - solvens y accipiensprivadamente. De manera que el procedimiento de pago por consignación se torna
viable únicamente cuando el deudor aparece coartado en el ejercicio de su derecho a
pagar, por la existencia de un artículo efectivo al cumplimiento directo y eficaz. De ahí
que la mera posibilidad de que el acreedor pueda dificultar el cumplimiento no habilita
por sí solo al deudor para pagar mediante consignación 4.
a) Es facultativo para el deudor, ya que el deudor como sostuviera Busso puede usar
o no esta medida de liberación.
b) Es judicial, porque en los supuestos consagrados legalmente indefectiblemente
debe acudirse a la vía jurisdiccional contenciosa.
c) Es extrajudicial, porque al deudor de una suma de dinero le es permitido hoy optar
por el trámite de consignación extrajudicial.
REQUISITOS. El artículo 905 del Código Civil y Comercial de la Nación, en punto a los
requisitos del pago por consignación nos dice que el mismo está sujeto a los mismos
requisitos del pago. Estos a tenor de lo establecido en el art. 867 del CCC no son otros
que los de identidad, integridad, puntualidad y localización. Requisitos que son
tratados puntualmente por el Nuevo Cuerpo legal. El primero en el art. 868 al referir
que el acreedor no está obligado a recibir pagos parciales, excepto disposición legal o
convencional en contrario, especificando que si la obligación es en parte líquida y en
parte ilíquida el deudor puede pagar la parte líquida. El tercero, al indicar de manera
clara las distintas circunstancias involucradas al tiempo de pago, ratificando, que el
pago anterior al vencimiento del plazo no da derecho a exigir descuentos (arts. 871 y
872) y, en lo tocante al último, en los arts. 4 Caseaux – Trigo Represas, ob. cit. pág.
186/187 y sus citas 5 y 6. 873 y 874 los que nos indican que el lugar de pago puede
ser establecido por acuerdo de partes, de manera expresa o tácita; y, que si nada se
ha indicado, el lugar de pago es el domicilio del deudor al tiempo de nacimiento de la
obligación. Si el deudor se muda, el acreedor tiene derecho a exigir el pago en el
domicilio actual o en el anterior. Igual opción corresponde al deudor, cuando el lugar
de pago sea el domicilio del acreedor. Regla que no se aplica a las obligaciones:
a) de dar cosa cierta; en este caso, el lugar de pago es donde la cosa se encuentra
habitualmente;
b) de obligaciones bilaterales de cumplimiento simultáneo; en este supuesto, el lugar
de pago es donde debe cumplirse la prestación principal.
A ello debemos agregar que el pago debe ser realizado respetando el principio de la
buena fe en el ejercicio de los derechos (art. 9), principio que en las disposiciones
generales de las obligaciones en general, se reitera en lo que hace a su aplicación, al
disponerse en el art. 729 que el deudor y acreedor debe obrar con cuidado, previsión y
según las exigencias de la buena fe. Otro requisito que prevé el CCC en su art. 908 y
que no se halla en el Código derogado, es que el deudor moroso puede consignar la
prestación debida con los accesorios devengados hasta el día de a consignación. Esto
refiere a manera de ejemplo a obligaciones que generen intereses (arts. 767, 768, 769
y 770), los que deberán tomarse en cuenta al tiempo de efectuar la consignación
cualquiera fuera su especie (arts. 904 y 910 inc. b) PROCEDENCIA Y TRAMITE DE
LA CONSIGNACIÓN EXTRAJUDICIAL El art. 910 del CCC de la Nación nos precisa
que sin perjuicio de las disposiciones del Parágrafo 1° referente a la consignación
judicial que resultan aplicables, el deudor de una suma de dinero puede optar por el
trámite de consignación extrajudicial. A tal fin, debe depositar la suma adeudada ante
un escribano de registro, a nombre y a disposición del acreedor, cumpliendo los
siguientes recaudos:
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a) Notificar previamente al acreedor, en forma fehaciente, del día, la hora y el lugar en
que será efectuado el depósito;
b) Efectuar el depósito de la suma debida con más los intereses devengados hasta el
día del depósito; este depósito debe ser notificado fehacientemente al acreedor por
el escribano dentro de las cuarenta y ocho horas hábiles de realizado, si es
imposible practicar la notificación, el deudor debe consignar judicialmente. De
consuno a lo expuesto, vemos que a priori son tres las cuestiones que merecen ser
destacadas. La Primera, que para corporizar éste nuevo régimen legal se requiere
el concurso de un escribano de registro, ya que el depósito de la suma adeudada
debe hacerse ante el mismo. Segunda que la opción por éste trámite se halla
reservado solamente para las obligaciones que tienen por objeto dar sumas de
dinero; y, la tercera, tal como lo expuso la Comisión Redactora en sus fundamentos
antes destacado, que la regulación en detalle que se efectúa del nuevo régimen,
descansa en la inteligencia de que va a ser un instrumento útil para disminuir la
litigiosidad. En esos fundamentos en su capítulo 5. Actos jurídicos luego de
explayarse acerca de las razones del tratamiento que se efectúe de los
instrumentos públicos, se detienen en afirmar que lo indicado “... demuestra que la
esencia de la función notarial no es la de conferir fe pública, como habitualmente se
afirma, sino que su esencia es la de brindar protección a los ciudadanos en los
actos y negocios de máxima trascendencia, legislativamente seleccionados, a
través de un conjunto de operaciones jurídicas que son las que fundamentan su
eficacia erga omnes. La fe pública es el efecto de un conjunto de operaciones..
“agregando que “... esta estructura jurídica es predicable respecto a la actividad
notarial”. En tal inteligencia, si reparamos que el ejercicio de los derechos y su
regulación como principios generales tiene como destinatarios especiales a los
ciudadanos. El nuevo régimen permite ir a estos con trámite expeditivo que los aleja
de la necesidad de tener que efectuar una postulación procesal con todo lo que ello
acarrea. En definitiva, lo que se propone con la instauración de este tipo
excepcional de pago es un cambio importante en nuestra cultura jurídica cual es la
de pensar que todo se debe resolver jurídicamente, cuando la impronta del
momento es lo de tratar de vaciar a los Tribunales de pleitos que con un poco de
sentido común y razonabilidad pueden ser solucionados por las mismas partes
comprometidas. No creo que lo dicho apareje una esperanza vana, cuando la
buena fe que todos proclaman les permita contemplar que por este camino, valores
como la solidaridad y la convivencia pueden hacerse efectivos. Gran parte de la
responsabilidad en el éxito de lo pretendido, descansa obviamente en la buena
disposición de los notarios en transitar el camino fijado, que sólo puede ser dejado
de lado como lo precisa el último párrafo del inc. b del art. 910, cuando el depósito
efectuado no puede ser notificado como se lo exige.
DERECHOS DEL ACREEDOR. El Código regula dos situaciones, la primera los
derechos del acreedor una vez notificado del depósito) dentro del quinto día hábil de
notificado, el acreedor tiene derecho a:
1) Aceptar el procedimiento y retirar el depósito, estando a cargo del deudor el pago
de los gastos y honorarios del escribano;
2) Rechazar el procedimiento y retirar el depósito, estando a cargo del acreedor el
pago d ellos gastos y honorarios del escribano;
3) Rechazar el procedimiento y retirar el depósito, o no expedirse. En ambos casos el
deudor puede disponer d ella suma depositada para consignarla judicialmente.
Frente al retiro del depósito, se regulan las siguientes hipótesis:
a) Si el acreedor retirar lo depositado y rechaza el pago, puede reclamar judicialmente
un importe mayor por considerarlo insuficiente o exigir la repetición de lo pagado por
gastos y honorarios por considerar que no se encontraba en mora o ambas cosas.
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Aquí, a diferencia de lo normado en el inciso b) del art. 912 donde aun cuando rechaza
el procedimiento por el retiro de lo depositado la consignación extrajudicial surte sus
efectos, con la única salvedad que son a cargo del acreedor el pago de los gastos y
honorarios del escribano. En este supuestos, si bien la hipótesis es la misma -rechazo
del procedimiento y retiro del depósito- las consecuencias no son idénticas, porque
puede reclamar judicialmente un importe mayor por considerarlo insuficiente o exigir la
repetición de lo pagado por gatos y honorarios por considerar que no se encontraba en
mora (art. 886), claro está que ello acontece si en el pertinente recibo hace reserva de
su derecho, ya que de lo contrario se considera que el pago es liberatorio desde el día
del depósito con los efectos del art. 880.
b) La ley establece un plazo de caducidad para el ejercicio de las acciones conferidasreclamar un importe mayor por considerarlo insuficiente o exigir la repetición de lo
pagado por gastos y honorarios por no encontrarse en mora- el cual es de treinta días
computados a partir del recibo con reservas. IMPEDIMENTOS Por último, en el art.
913, se consigna que no se puede acudir al procedimiento previsto en este Parágrafo
si antes del depósito, el acreedor optó por la resolución contrato o demandó el
cumplimiento de la obligación. Circunstancias que devienen lógica, porque al haberse
ya acudido a los caminos previstos en los arts. 1076,1078 y art. 730 ss. y cc. del CCC,
las acciones aquí acordadas son inconducentes.
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Este material fue elaborado por la Dra. Miriam R. Caudullo en conjunto a la Dirección de Diseño y Desarrollo Instruccional del Sistema de
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